Mejora tu equilibrio. Sofrologia

Mejora tu equilibrio interior Sofrología para el día a día ALAIN SEMBÉLY Mejora tu equilibrio interior Sofrología pa

Views 111 Downloads 33 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Mejora tu equilibrio interior Sofrología para el día a día

ALAIN SEMBÉLY

Mejora tu equilibrio interior Sofrología para el día a día

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

La edición original de esta obra ha sido publicada en francés por Éditions Quintessence. Aubagne Cedex. Francia, con el título Sophrologie pour gens pressés de Alain Sembély Todos lo derechos reservados © Éditions Quintessence, 2011 © para la edición en lengua castellana, Amat Editorial, 2015 (www.amateditorial.com) Profit Editorial I., S.L. Barcelona 2015 Traducción: Betty Trabal Diseño cubierta: Babbel Fotografía cubierta: Fotolia Maquetación: Eximpre, S.L. ISBN digital: 978-84-9735-815-6 Producción del ebook: booqlab.com

Referencias Sobre el autor Alain Sembély es psicólogo clínico, psicoterapeuta y sofrólogo. Diplomado por la federación mundial de sofrología caycediana desde el año 1992, ha creado y dirigido la Escuela práctica de sofroterapia, donde forma a los sofroterapeutas en un entorno de asesoramiento que incluye análisis transancional, PNL y Terapia Gestalt. Más información sobre el autor.

Sobre el libro Hoy en día, que vivimos en un mundo trepidante con una actividad diaria frenética, es importante que dediquemos una parte de nuestro tiempo a nosotros mismos por el bien de nuestra salud física y psíquica. El objetivo de esta guía es que aprendas a controlar tu estado de bienestar y mantenerlo gracias a unos ejercicios muy sencillos pero que han demostrado ser muy útiles. La sofrología, cuya eficacia es reconocida en la lucha contra los efectos nocivos del estrés, las dependencias, las fobias, los estados depresivos y el insomnio, utiliza unas prácticas de relajación a través de las cuales, el pensamiento positivo, la autosugestión y la visualización, transforman rápidamente los hábitos inoportunos en actitudes positivas. Se basa en un método y unas técnicas para desarrollar la conciencia del ser: el objetivo es que seas el artesano de tu propio bienestar y crecimiento personal. Estos ejercicios, que se pueden practicar en cualquier momento del día, te enseñarán a controlar el estrés y las emociones y dominar tus nervios y tus miedos en cualquier situación. Más información sobre el libro y/o material complementario Otros libros de interés

Web de Amat Editorial



En homenaje al Nodo Norte; sus exigencias y bendiciones. Conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses, para el milagro de una única cosa: la Unidad. SÓCRATES (470-399 a.C.) Sócrates hizo grabar esta frase sobre los frontispicios de los templos griegos con la intención de que nadie olvidara que el conocimiento del mundo pasa por conocerse primero a sí mismo. La sofrología responde precisamente a esta invitación: a conocerse a sí mismo. Por tanto, es un instrumento de desarrollo personal y de autoconocimiento, y al mismo tiempo, una técnica antiestrés que genera bienestar.

Prólogo Introducción ¿Cómo utilizar este libro? PRIMERA PARTE. Las bases 1. La respiración 2. La postura 3. El entrenamiento Segunda parte. Las prácticas dinámicas 4. Protocolo de alineación según los planos: vertical, horizontal y sagital 5. El tratac 6. El bombeo 7. El karate TERCERA PARTE. Las relajaciones 8. El nivel sofroliminal 9. La visualización CUARTA PARTE. Las prácticas estáticas 10. El gesto signo/señal 11. La visualización creativa

12. Espacio vibratorio de seguridad 13. El entrenamiento autógeno de Schultz, el antiestrés por excelencia 14. El secreto de los empresarios americanos * 15. ¿Qué observas? QUINTA PARTE. ¿Cómo funciona esto? 16. Un proceso científico 17. La práctica de un método corporal SEXTA PARTE. La ética 18. Sofrología e hipnosis

__________ * Ver explicación en la página 9.

Si estás leyendo estas líneas, es porque te interesa saber cómo controlar el estrés del día a día propio de la «gente con prisa». Por lo tanto, tienes prisa por obtener un resultado concluyente. Para ello te sugiero un primer ejercicio de un efecto extremadamente rápido y profundo: Pasa a la página 43. Pero si lo que deseas es desarrollar tu autonomía y fijar en ti un método consciente de gestión de tus propios recursos, entonces retorna al desarrollo pedagógico del manual e invierte algo de tiempo en apropiarte del espíritu y la letra de la sofrología. Siempre tienes la posibilidad de utilizar las referencias se trata de ejercicios cortos, intensos y muy efectivos.

indicadas en el libro,

Aunque este libro esté dirigido a «gente con prisa», realiza como mínimo, una vez la práctica un poco más larga de la página 57, para instalar en ti el gesto signo/señal (pág. 65) que te permitirá obtener ese estado que buscas de gran relajación y autocontrol casi instantáneamente.

Ellos mismos admiten su secreto: Los empresarios americanos más importantes, a pesar de su estilo de vida trepidante, afirman que cada día sacan de su tiempo de trabajo tres momentos de 15 minutos cada uno, para dedicarlos a su condición física y psíquica. La acumulación de los problemas cotidianos genera un estrés que se manifiesta a través de los síntomas corporales y mentales. Formulemos la siguiente hipótesis: Los pequeños dolores, y otros más importantes, las dificultades pasajeras de comportamiento, así como la incapacidad de actuar o reaccionar, resultan de un estado de angustia o de estrés que no se puede predecir, que preocupa a la persona y la empuja o la retiene en conductas perjudiciales tanto mentales como corporales. Actuar sobre el cuerpo poniendo en reposo las tensiones somáticas a través de: • la relajación • y la visualización, permite remediar esas conductas y encontrar soluciones específicas a cada uno de nosotros. La sofrología utiliza una relajación durante la cual el pensamiento positivo, la

autosugestión y la visualización transforman rápidamente: los hábitos inoportunos de los que nos queremos desprender, en las actitudes favorables que deseamos adoptar. El objetivo es que cada uno sea artífice de su propio bienestar y de su crecimiento. La sofrología se basa en un método y unas técnicas útiles para desarrollar la conciencia de uno mismo. Desarrolla nuestras capacidades para: • controlar el estrés, • controlar las emociones, • domar los nervios y los miedos paralizantes. Aumenta y dinamiza nuestra acción para: • preparar un examen o una entrevista, • aumentar la memoria, la concentración, • la imaginación y nuestro poder creativo. Su eficacia es reconocida en la lucha contra los efectos nocivos del estrés, las dependencias, las fobias, los estados depresivos y el insomnio. A través de sus técnicas aprenderemos la relajación voluntaria y desarrollaremos nuestra intuición y creatividad. Recuperaremos la confianza en nosotros mismos, la energía vital, y desarrollaremos nuestras capacidades (deportes, concursos, exámenes y otros retos de la vida). La sofrología es una herramienta idealmente adaptada a este proyecto.

Es una experiencia vivencial basada en las prácticas corporales y un anclaje en la realidad puesto que el objetivo de todos es vivir lo más cerca posible de nuestras aspiraciones más optimistas. Ofrece a todo aquel que lo desee los medios necesarios para cambiar. Su filosofía totalmente humanista insiste en el aprendizaje de la autonomía e invita a la autenticidad. El objetivo final de la sofrología no es la relajación per se, sino lograr un estado en el que el individuo esté profundamente relajado pero al mismo tiempo tenga una gran calidad de presencia de sí mismo y del mundo y pueda tener un acceso inmediato a lo mejor de sus facultades.

El objetivo final de la sofrología es lograr un estado de gran relajación con una gran presencia en nosotros mismos, en los otros y en el mundo.

Este pictograma

te invita a prestar una atención particular.

En el desarrollo de cada ejercicio, formúlate mentalmente las preguntas:

• ¿Qué es lo que se mueve? • ¿Qué pasa por mis manos? • ¿Qué siento?

Estas preguntas son indispensables y muy eficaces. Te prepararán para obtener resultados rápidos y concretos una vez realizados los ejercicios. Una vez hayas leído este libro y para que te sea más fácil su utilización, te aconsejo que escribas el resultado de los diferentes ejercicios, particularmente el de la sofronización de base de la pág. 57, y que los practiques escuchándote a ti mismo. Espero que disfrutes al descubrir y practicar estos ejercicios, por lo menos tanto como disfruto yo al realizarlos regularmente.

Según la definición oficial de la OMS, la salud es el estado de bienestar completo, físico, mental o social. No es únicamente la ausencia de enfermedad. ¿De dónde viene este estado de salud? Nuestro cuerpo está formado por millones de células. Cada una de estas células tiene una función específica pero todas ellas funcionan del mismo modo. Las células sanas son la clave de un cuerpo sano Las células, para vivir, necesitan dos elementos: Agua

Oxígeno

Conclusión

• Bebe por lo menos 2 litros de agua al día. • Adopta una higiene respiratoria natural y tónica.

La teoría Hay 3 leyes que condicionan una buena respiración. ¡Respiramos por la NARIZ! ¡La nariz está hecha para respirar! Filtra el aire con sus pelos, lo humidifica y lo calienta antes de que penetre en nuestros pulmones. El aire que pasa por nuestras fosas nasales, cuyo espesor en la parte alta es bastante reducido, dinamiza nuestras facultades cerebrales al masajear el cráneo. Además, estimula las terminaciones del nervio trigémino, responsable, entre otras, de nuestras facultades de vigilancia, atención y presencia. ¡Respiramos por el DIAFRAGMA! Es la respiración natural.

Imagina el diafragma como si fuera un paraguas. Este músculo es esencial para la respiración. Al inspirar el aire se contrae el diafragma y empuja las vísceras hacia abajo. Estas vísceras, al verse atrapadas por el perineo (el músculo que recubre la pelvis), no tienen más remedio que ir hacia delante: el abdomen se dilata. Al expulsar el aire, se invierte el proceso y la caja torácica se eleva, comprimiendo los pulmones que vacían así el aire que contienen: el abdomen vuelve a su posición inicial. ¡Respiramos por la PIEL! La piel es la frontera entre nuestro mundo interior y el mundo exterior. Tenemos más de dos metros cuadrados de piel llenos de poros que permiten la entrada y salida de sólidos, líquidos y gases. Ahora podemos entender lo importante que es cuidar la calidad de la ropa que está en contacto directo con la piel. Deberíamos utilizar tejidos puros como son el algodón, la lana, el lino o la seda ya que éstos favorecen este intercambio de sólidos, líquidos y gases. ¡La BOCA no está hecha para respirar! Pero sí para muchas otras cosas como, por ejemplo, comer, hablar, besar, etc. Cuando estamos en un estado normal, la respiración natural por la nariz y el abdomen es suficiente para cubrir la necesidad de oxígeno del organismo, pero la cosa cambia cuando pasamos a una actividad muscular más dinámica. Los músculos reclaman más sangre. El corazón, la bomba que hace circular la sangre, empieza a latir más rápido. La respiración abdominal pasa a ser insuficiente y la nariz no puede ofrecer un flujo suficiente.

El cuerpo debe entonces recurrir a soluciones de urgencia que son la excepción. La boca aumenta el flujo de entrada y de salida de aire. La parte superior de los pulmones entra en acción para aumentar la capacidad torácica (respiración escapular).

Práctica n.o 1 El objetivo de esta práctica es recuperar el reflejo de la respiración natural.

En posición de pie, coloca una mano a nivel del ombligo y la otra a la altura de los riñones. Imagina que tienes entre las manos una pelota de baloncesto. Deja que la pelota se hinche con la inspiración, y a continuación, comprímela para vaciar el aire con la expiración. Con unos minutos de practicar esta respiración abdominal consciente irás adquiriendo el reflejo de la respiración natural.

Inspiración

Expiración

Práctica n.o 2 El objetivo de esta práctica es la limpieza física (celular) y psíquica (mental). Sentado en una posición cómoda, coloca las manos en posición «mudra» (ver imagen).

Cuenta a siete mientras inspiras. Cuenta a siete reteniendo el aire en los pulmones. Cuenta a siete expirando. Cuenta a siete reteniendo los pulmones vacíos de aire. Repite este ciclo siete veces. Ten presente en tu mente la idea de limpieza

Los pulgares están en contacto con los índices y los medios formando dos pinzas.

Una de las pinzas entra dentro de la otra para formar el mudra.

Práctica n.o 3 Respiración voluntariamente consciente El objetivo es tomar conciencia de nuestra forma de respirar. ¡Mientras estás inspirando, sé consciente de que estás inspirando! ¡Mientras estés expirando, sé consciente de que estás expirando! ¡La conciencia es la llave, el placer es la cerradura! Es inútil «hacer» un ejercicio para obtener algo, sea lo que sea.

La satisfacción está en la propia práctica que ofrece el placer de recuperar una respiración natural. A los pocos días de realizar esta práctica, obtendrás unos resultados excepcionales en cuanto a: • Reducción del estrés, de las angustias y de sus efectos secundarios. • Desarrollo del equilibrio psicofísico y precisión en los movimientos. • Sueño regular y facilidad de concentración. • Acceso más fácil a las facultades intelectuales. • Armonización respiratoria (frecuencia, ritmo, amplitud) y normalización del ritmo cardíaco. • Disminución de la tasa de ácido láctico en la sangre (responsable de los calambres) y, por tanto, mejor eliminación de los desechos celulares. • Estimulación del sistema nervioso parasimpático. • Emisión de ondas alfa para una relajación mental profunda. • Microrrelajaciones repartidas durante toda la jornada. • Sensación de alegría y plenitud. Cualquier momento del día es propicio para realizar esta práctica. Lo esencial es que pongas toda tu intención en el objetivo: tomar conciencia de tu respiración, de cómo respiras, aquí y ahora, en el presente de tu conciencia. Aprovecha cada modificación de tu postura física para ver qué efecto tiene en tu cuerpo.

Práctica cotidiana Cada mañana, antes de levantarte, echado en la cama boca arriba, coloca las manos sobre el tórax y observa los movimientos del diafragma.

Al inspirar hincha el abdomen, al expirar contrae los abdominales y con un ligero movimiento bascula la pelvis hacia arriba.

Cualquier pausa durante el día es propicia para poner tu respiración en «estado de conciencia». En cada desplazamiento, en cada acontecimiento, recurre voluntariamente a la observación y presta atención a tu respiración.

La teoría En sofrología, la postura se denomina «posición ortostática». Esta postura es cómoda porque es la posición natural del ser humano de pie y en equilibrio entre el cosmos y la tierra. Pero es también el resultado de todas las adaptaciones que hemos ido instalando para compensar las lesiones de la vida, tanto físicas como psíquicas. La confrontación entre lo que debería ser y lo que en realidad es, revela nuestras adaptaciones, algo que no siempre es agradable. En los ejercicios que vienen a continuación notarás tus compensaciones, pero mantén siempre una postura cómoda, aquella que te permita sentirlas pero sin molestias. Hay una regla en sofrología que aplica a todos los ejercicios:

No hay rigor postural (a diferencia del yoga). El resultado se adquiere cuando la zona del cuerpo que se está tratando se pone en movimiento y el practicante nota los efectos de este movimiento.

El hombre total, de pie entre el cielo y la tierra, en armonía consigo mismo, los otros y en relación con su entorno, consciente de sus raíces con el cosmos y la tierra.

La práctica Construcción de la posición ortostática Experimentando el desequilibrio 1. Coloca los pies alineados con los hombros pero ligeramente abiertos. Cuando te sientas cómodo relaja voluntaria y conscientemente los músculos del cuerpo conservando solamente las tensiones musculares indispensables para mantener la postura erguida.

2. Lleva el peso del cuerpo hacia delante hasta perder el equilibrio (da un paso para no caer). Lo mismo hacia detrás. Repite los dos movimientos seguidos procurando que la amplitud sea cada vez menor. Haz movimientos lentos. Toma conciencia de cuando pasas por el punto de equilibrio, en ese momento los pies están inmóviles, perfectamente planos sobre el suelo (los pies se mueven siempre un poco, siente los fenómenos que estás a punto de vivir –la presencia de micromovimientos para mantener el equilibrio). 3. Lleva el peso del cuerpo hacia la pierna derecha. El pie izquierdo se

despega del suelo. Después repite el mismo ejercicio sobre la pierna izquierda, en este caso se levantará el pie derecho. Vuelve a buscar el punto de equilibrio y colócate cómodamente sobre los dos pies planos en el suelo, el peso del cuerpo repartido por igual entre la pierna derecha y la pierna izquierda. Nota la flexibilidad de los tobillos, relaja al máximo las tensiones. 4. Flexiona las rodillas hacia delante, observa el movimiento de flexión y el juego de los músculos de los muslos. Prueba de hacer lo mismo hacia atrás. Nota cómo las rótulas impiden este movimiento. Tensa con fuerza las rodillas hacia detrás, relájalas suavemente para quedarte cómodo en este espacio sin tensión, ni hacia detrás ni hacia delante. 5. Los pies están bien planos sobre el suelo, los tobillos y las rodillas son flexibles, no hay tensión en los músculos de las pantorrillas, ni en los de los muslos. Toma conciencia de tu pelvis y de tus movimientos. Concentra ahora tu atención en el abdomen, coloca las manos en él y muévelo hacia delante (como si quisieras mostrar tu pubis al sol, reduciendo al máximo el arqueo de la espalda y hundiendo el abdomen). A continuación hacia atrás curvando la zona baja de la espalda lo máximo posible (hay muy poca amplitud, máximo unos milímetros, lo esencial es que tomes conciencia de que «se mueve»). Relájate y colócate cómodamente con la espalda recta, el abdomen en equilibrio sobre las dos piernas.

6. Imagina que tienes un hilo detrás de la cabeza a la altura de la nuca que te tira suavemente hacia arriba a lo largo de la columna vertebral. Toma conciencia de esta situación. 7. Concéntrate en los hombros, en el cuello y en la parte alta de la espalda. Rota lentamente los hombros hacia delante y después hacia atrás. Saca el mentón con suavidad hacia fuera y hacia dentro. Colócate cómodamente y nota las sensaciones en los hombros, la espalda, el cuello y la nuca. 8. Con la misma precisión que utilizarías si tuvieras que colocar la última piedra de un bello edificio, coloca delicadamente la cabeza en equilibrio entre los dos hombros, ponte cómodo, como si fuera un ramo de flores que corona la construcción de tu propio templo interior. 9. Ahora estás en la posición ortostática, la posición de «El hombre erguido», en equilibrio entre el cosmos y la tierra, en la línea de unión entre las energías cósmicas y las energías telúricas. Presta atención a todas tus sensaciones. En este momento, en tu cuerpo, se viven numerosos fenómenos de los que eres al mismo tiempo autor y espectador, y los observas con una actitud de relajación máxima. Toma conciencia de tu cuerpo relajado en esta postura erguida… 10. Deja que aparezca en tu mente la imagen mental de aquello que te evoca la sensación de «calma»… Permite entrar esa imagen y piensa: Estoy tranquilo… totalmente tranquilo… Esta imagen podría ser un lugar conocido en el que te sientes particularmente cómodo o podría ser una imagen de algo totalmente nuevo, utiliza tu imaginación.

Mantente unos instantes en este estado meditaciónvisualización y después pasa al protocolo de recuperación. Protocolo de recuperación Inspira lenta y profundamente, expira de la misma manera. Observa cómo el aire que entra y sale te lleva naturalmente a un estado de vigilia activa. Mueve los dedos de las manos y de los pies. Si sientes necesidad de bailar, de estirarte, hazlo. Estás en plena posesión de todos tus recursos, en plena capacidad para retomar el curso normal de tu día, totalmente presente, en los otros y en tus actividades. Muchos ejercicios empiezan con esta posición ortostática Practícala disciplinadamente y verás cómo en pocos días la habrás aprendido y no necesitarás más que unos segundos para adoptarla.

Buena posición. Los talones alineados con los hombros, las puntas de los pies ligeramente abiertas.

Demasiado juntos

Demasiado separados

Demasiado abiertos

Demasiado cerrados

No alineados

El entrenamiento o anclaje es también lo que se denomina grounding. Ground quiere decir “suelo” o “tierra”. En inglés, la forma ing significa “estar haciendo algo”. Debes saber que la idea de entrenamiento expresa la idea de estar activo, de construir tu anclaje. El ejercicio siguiente completa la postura ortostática.

La práctica Debes colocarte en posición ortostática. La imagen que identificas con la «calma» produce su efecto: la relajación profunda del conjunto de los músculos de tu cuerpo, a excepción de aquellos necesarios para mantener la postura erguida.

Imagina ahora tus raíces, las que salen de las plantas de tus pies y se van hundiendo en la tierra hasta agarrarse a una roca profunda. Imagina cómo tus raíces se anclan sólidamente a esta roca profunda. Tus raíces te transmiten la energía de la Tierra. Visualiza ahora estas raíces subiendo hacia tu cabeza y elevándose hasta el cosmos. Imagina que están conectadas con algún espacio energético que tú conozcas, como el Sol, Sirius o cualquier otro planeta o estrella con la cual sientas afinidad. Vive esta relación y siente el vínculo energético que acabas de crear con el cosmos.

Ahora eres como un árbol, con sus raíces expandidas por la tierra y por el Universo, un árbol dotado de la capacidad de desplazarse… Consciente de ser como un elemento de unión entre la Tierra y el cielo. Mantén esta postura durante unos minutos, consciente de este estado de anclaje, nota tu presencia, la presencia de tus sensaciones, de tus pensamientos, de tus emociones, de tus raíces. Realiza ahora el protocolo de recuperación (página 33).

Después de haber practicado varias veces habrás adquirido el principio de la postura ortostática. Entonces, en unos pocos segundos, te podrás colocar cómodamente. Todos los ejercicios dinámicos empiezan sistemáticamente con esta postura y terminan con el protocolo de recuperación. Una relajación dinámica se practica generalmente de pie o sentado. Se trata de una relajación voluntaria del tono de los músculos del cuerpo, en la cual se inscriben las secuencias de movilización muscular, articular y respiratoria, seguidas de la recuperación, no en el sentido de «me recupero después de un esfuerzo físico», sino en el de «tomo conciencia de los fenómenos que se producen en mí, que me pertenecen, porque soy a la vez autor y espectador». Estos fenómenos son mis propias reacciones, sensaciones, emociones, respuestas diversas a las diferentes demandas. También así desarrollas la conciencia de tu esquema corporal, es decir, tu realidad corporal en aquello que estás viviendo en el presente, aquello que

desarrolla la calidad de tu presencia y te lleva a la independencia y a la autonomía.

La sofrología es utilizar el cuerpo para tomar conciencia del ser.

Imagina un eje vertical que atraviesa tu cuerpo por la mitad. Sobre este eje estudia dónde se encuentra tu centro de conciencia (puede estar en cualquier parte del cuerpo, incluso encima o debajo de él). Sobre este plano vertical, desplaza voluntariamente tu centro de conciencia, como un puntero sobre un eje, para establecerlo exactamente a nivel del corazón. Imagina ahora un segundo eje, horizontal esta vez, que atraviesa tu cuerpo como si prolongara sus brazos hacia la derecha y hacia la izquierda. Sobre este eje, estudia dónde se encuentra tu centro de conciencia (puede estar más a la derecha o a la izquierda). Sobre este plano horizontal, desplaza voluntariamente tu centro de conciencia para que esté exactamente en la intersección de los dos ejes, vertical y horizontal, a nivel del corazón. Imagina un tercer eje, horizontal también, pero éste va desde detrás hacia

delante. Sobre este eje, observa dónde está tu centro de conciencia (puede estar más hacia delante o más hacia detrás). Si es necesario, desplaza tu centro de conciencia de manera que se encuentre en la intersección de los otros dos en el nivel del corazón y así confluyan los tres planos: Vertical, horizontal y sagital. Ahora estás perfectamente centrado en ti mismo, tu centro de conciencia a nivel de tu corazón. Vive esta presencia en ti mismo en tu corazón. Ahora desliza conscientemente tu centro de conciencia sobre el eje vertical hasta que coincida exactamente con su centro de gravedad, denominado «Hara» (tres dedos por debajo del ombligo). Estás en plena posesión de todos tus medios, eres consciente de tus raíces, estás en el centro de ti mismo. Protocolo de recuperación

Éste es un movimiento que los monjes budistas utilizan al principio de cada una de sus meditaciones. Obliga al cerebro a funcionar en ondas alfa, lo cual induce a un estado de relajación corporal y físico inmediato. (La actividad eléctrica del cerebro se mide por el electroencefalograma, en ondas que se expresan en ciclos por segundo. La frecuencia de las ondas alfa es de 7 cps y corresponde a un estado de profunda relajación muscular y física).

Colócate en posición ortostática. Los ojos deben estar semicerrados. Cierra el puño de la mano derecha (o izquierda según tu lateralización) y mantén el pulgar elevado. Inspira profundamente mientras llevas el pulgar elevado a la altura de los ojos. Mantén el pulgar en esa posición y retén la respiración. Acerca lentamente el pulgar sin dejar de mirarlo. Cuando esté a unos 20 cm empezarás a bizquear.

Continúa hasta que el pulgar toque el punto situado en el centro de la frente, justo entre los dos ojos. En el momento en que el pulgar toque la frente, expira lentamente y baja el brazo hasta colocarlo al lado del cuerpo. Cuando tus ojos físicos se cierran, se abre tu mirada interior.

En este nivel puedes elegir entre: • Quedarte en esta energía y utilizarla para experimentar lo que estás viviendo en tu interior (ejemplo pág. 85). • Entrar en el protocolo de recuperación. Con la práctica conseguirás que este gesto pase a ser algo reflejo y entonces no tendrás más que pensar y hacerlo mentalmente para encontrar el estado que buscas en pocos segundos. Es un ejercicio muy útil en casos de urgencia relacional, así como también en situaciones donde se requiera un estado de gran presencia, por ejemplo un examen, una competición, una entrevista importante o tener que hablar en público. Otro gesto que permite obtener rápidamente este estado es el que detallo en la parte «relajaciones estáticas» ya que uno se queda en estado de profunda relajación. Se denomina «gesto signo/señal» (página 65). Veamos ahora un gesto muy dinamizante. Si tienes problemas cardíacos, evita esta práctica o realízala muy «suavemente».

Colócate en la posición ortostática con los ojos cerrados. Inspira profundamente y retén el aire en los pulmones llenos. Cierra los puños y apriétalos, tensa los brazos, mantén firmes los codos. El movimiento consiste en levantar los hombros y bajarlos con energía durante varios segundos. Descansa, expira por la nariz y recupérate. Deja que tu respiración se calme y toma conciencia de ti mismo, de tus sensaciones físicas, de tus emociones, de tus reflexiones, no censures nada, deja que todo fluya. Todo lo que notas te pertenece y participa en el desarrollo de la conciencia de ti mismo.

Realiza ahora el protocolo de recuperación.

Posición ortostática. Observa la parte derecha de tu cuerpo, busca las tensiones, las contracturas, los puntos del cuerpo donde se comprimen todas las contracciones musculares reflejas consecuencia de las tensiones de la vida, tanto si son físicas como psíquicas, las compensaciones posturales después de un trauma… Tienes la firme intención de deshacerte de estas energías negativas que te contaminan. Cierra el puño de la mano derecha. Inspira y retén el aire en los pulmones. Dobla el codo para llevar el puño cerrado delante de ti. Durante la realización de estos gestos, acumula mentalmente las energías negativas de las que has tomado conciencia e imagínate que están ahora contenidas en tu antebrazo. Da un golpe violento al vacío. Expira por la boca esta vez emitiendo el sonido de la expulsión y así también el de las energías negativas. Ahora estás conscientemente desembarazándote de ellas. Coloca de nuevo el brazo al lado del cuerpo. Mantén la posición ortostática y respira con calma, presta atención a ti mismo, a tus sensaciones físicas, a tus emociones, a tus reflexiones, no censures nada, deja que todo fluya. Observa las diferencias entre la parte derecha de tu cuerpo que acabas de ejercitar y la de la

izquierda. Retoma el ejercicio desde el principio pero esta vez con la parte izquierda y sigue el mismo protocolo. Termina comparando las dos partes del cuerpo y aúnalas en un todo coherente. Todo lo que notas te pertenece y participa en el desarrollo de una conciencia más precisa de ti mismo.

Protocolo de recuperación. Atención: para realizar este ejercicio ten cuidado de que no haya nadie delante. Imagina que estás proyectando todo eso de lo que te estás desembarazando en un espacio abierto que está delante, en contacto con el fuego de la Tierra (como un agujero o un pozo). El fuego recicla las energías y las pone al servicio del universo. Termina el ejercicio cerrando mentalmente este espacio.

El reducir el potencial de acción de los músculos a un nivel próximo a cero hace que las zonas cerebrales correspondientes se pongan automáticamente en reposo. La relajación es una herramienta que está disponible para todos y de la que todos nos podemos beneficiar. Permite la interiorización controlada de la conciencia, la iluminación interior. La persona consciente deja de identificarse con sus recursos (cuerpo y mente) y pasa a ser libre para explorar otras dimensiones de la conciencia, para experimentar otros espacios del ser que es. La relajación se practica sentado o estirado y consiste en crear unas imágenes mentales que den a nuestro «ordenador interior» experiencias nuevas destinadas a sustituir decisiones tomadas que en el pasado fueron positivas pero que en el contexto actual están caducadas. El procedimiento de relajación utilizado por la sofrología se denomina sofronización.

Se trata de una forma de relajación cuyo objetivo es desencadenar la emisión de ondas alfa. Las ondas alfa son las que emite el cerebro cuando el cuerpo está en estado de profunda tranquilidad. La sofrología denomina a este estado «nivel sofroliminal». Este término designa la zona de nuestra conciencia que se encuentra entre la vigilia y el sueño. Nuestro cerebro emite entonces una gran cantidad de ondas alfa (7 cps)* que indican un estado de calma y relajación profundo tanto físico como mental. Cuando nos dormimos o cuando nos despertamos, atravesamos este espacio de una manera más o menos fugaz y consciente. La sofrología utiliza los detonadores propios del nivel sofroliminal.



__________ * Las ondas cerebrales se miden en ciclos por segundo (cps).

Para entender este fenómeno, imagina que tu cerebro es un ordenador. La llave que permite abrir la máquina para tener acceso a los programas es simplemente el funcionamiento de las ondas alfa. Las prácticas sofro nos permiten desarrollar el conocimiento de esta zona y nuestra capacidad de permanecer voluntariamente conscientes. Los niños, hasta los siete años, funcionan sobre todo en ondas alfa. Así pues, cuando el ordenador está encendido, registramos los esquemas de los comportamientos que recibimos de nuestro entorno relacional (familiar, educativo, etc.) a los cuales nos referimos inconscientemente para vivir nuestra vida diaria. También registramos las respuestas pertinentes que recibimos con el fin de obtener el máximo de satisfacciones posibles en cuanto a nuestras necesidades vitales.

Estas respuestas se adaptan al contexto y tienen valor de experiencias convincentes: ellas sin duda nos han “salvado la vida”. Éstas son pues las referencias inscritas en el ordenador. Con el paso del tiempo, el contexto habrá evolucionado pero seguimos guardando en el cerebro esos comportamientos que han sido probados y que han ido creando conductas repetitivas inadecuadas que son las que generan muchos de nuestros problemas. Como adultos, podemos, desde este nivel sofroliminal, explorar nuestro banco de programas, retirarlos, modificarlos, reforzarlos, etc. según nuestras preferencias. La sofrología utiliza este espacio para reforzar positivamente las estructuras de la conciencia y para desarrollar nuestro potencial personal y nuestras facultades. Hace remontar a la conciencia los recursos que cada uno de nosotros poseemos en lo más hondo de nosotros y que son necesarios para nuestra realización, nuestra recuperación y nuestro desarrollo total. El tiempo no transcurre de una forma lineal. Sólo el presente perdura como una realidad objetiva. Podemos pues vivir en el presente o en el futuro situaciones positivas del pasado y así preparar un examen, un parto, una competición o cualquier otro acontecimiento de una forma absolutamente óptima. La utilización de esta zona es casi infinita e incluye por supuesto todas las técnicas de inducción, sugestión terapéutica, profilácticas, pedagógicas y deportivas, entre otras.

El pensamiento precede a todo lo que se manifiesta de la misma manera que el arquitecto precede a su obra. La imaginación es la capacidad que tenemos de crear en nuestra mente una idea o una imagen mental. Nos permite crear una imagen precisa de lo que deseamos que se produzca. No es peligrosa, no actúa más que sobre nosotros mismos. Resuelve nuestros bloqueos interiores, nuestros obstáculos a la armonía natural, a nuestra propia realización. La visualización creativa positiva es un proceso de crecimiento personal profundo. Pone en cuestión nuestras actitudes más fundamentales con respecto a la vida, nos transforma.

Lo que nosotros somos, afecta a nuestro exterior porque ya no enviamos las mismas informaciones. Así pues, si te transformas, modificas tu entorno, por una reacción natural de adaptación. La visualización necesita energía para funcionar. Al retornar regularmente sobre las imágenes, los escenarios, las películas en los que crees, es decir, al practicar la visualización regularmente, la estás alimentando de la energía que necesita. Si uno piensa constantemente en una enfermedad, enfermará. Si piensa que es maravilloso… lo será. En cuanto a las dudas que puedan surgirte, déjalas pasar, no te resistas, no intentes atraparlas. Si luchas contra ellas estarás concediéndoles más importancia de la que en realidad tienen. Desaparecerán solas con el tiempo. Las transformaciones son muy rápidas, siempre y cuando quieras de verdad cambiar. No necesitas dedicarle más que unos minutos al día. Ahora tienes una herramienta extraordinaria a tu disposición: el nivel sofroliminal, gracias al cual tienes más conciencia y ya lo has experimentado. Te permite aumentar el poder de la visualización. Cuando sientas la necesidad, pronuncia frases positivas. Pero atención: no deberías jamás emplear el futuro ni incluir en tus frases términos negativos (“nada”, “menos”, “no”…) y siempre deberías asociar la frase con una imagen positiva de la misma naturaleza. Visualizar es: • Imaginar. • Crear.

• Ver. • Dejar fluir imágenes en tu mente. Todas estas palabras son sinónimas. Una imagen mental es: • Una pantalla de cine. • Un espejo. • Un estanque. • Una pizarra en blanco. • Una página en blanco. Tu propia visión o imaginación de aquello que puede ser esa imagen para ti. Efectos de la visualización: Mejora la concentración. Ayuda a entrar en contacto con la intuición. Estimula la creatividad y la memoria. Permite liberarse de la mirada del otro, de no depender. Permite verte a ti mismo, tal como eres, sin benevolencia ni severidad. Permite visualizar el futuro de una manera diferente, verte viviendo situaciones futuras con calma y confianza en ti mismo.

Para un mejor resultado, escribe y escucha esta práctica. Aunque este libro va dirigido a la «gente con prisa», recuerda realizar esta práctica un poco más larga una vez como mínimo, para interiorizar el gesto signo/señal (ejercicio siguiente) que te permitirá obtener el estado que buscas de tranquilidad absoluta y dominio de ti mismo casi instantáneamente. Atención: el proceso de la sofronización te va a llevar a un espacio de gran disponibilidad para ti mismo. La imagen del ordenador abierto de la que te he hablado anteriormente adquiere aquí todo su significado. Está abierto y, por tanto, puedes introducir cualquier programa positivo de forma voluntaria y consciente.

En nuestro vocabulario de sofrología, denominamos a esta práctica: activación intrasofrónica. Esta señal te indica este espacio. Se trata de que vayas adoptando las inducciones descritas en este libro, especialmente la primera, la del «gesto signo señal». Cuando leas este signo

haz una pausa.

Adopta una posición cómoda, preferentemente sentado, aflójate la ropa de la cintura y del cuello, ponte cómodo.

Realiza varias respiraciones, tres o cuatro, amplias y completas, pero al mismo tiempo lentas y conscientes. Concéntrate en observar cómo circula el aire por tu cuerpo. Los hombros se levantan , inverso…

el pecho y el abdomen se hinchan

, después en sentido

Cierra los ojos para favorecer la introspección.

Estas respiraciones iniciales son la llave que te permitirán acceder a los campos más amplios de tu conciencia.

Ahora deja que tu respiración vuelva a su ritmo normal. Retornarás a la respiración diafragmática

que es la respiración natural.

En este momento, estarás en condiciones de explorar las diferentes partes de tu cuerpo con la finalidad de relajarlas, de destensarlas.

Empieza por el rostro.

Concentra tu atención en las mandíbulas

, afloja los dientes, relaja los músculos maxilares que

son de los más potentes del cuerpo. Imagina ahora que tus labios esbozan una sonrisa. Esta sonrisa es como un reflejo que te permite relajar toda la cadena muscular posterior. La lengua se despega del paladar, ocupa su lugar, la boca puede entreabrirse y se relajan los músculos que hay alrededor de la boca y del mentón. Los músculos que hay alrededor y detrás de los ojos se relajan. Relaja los párpados, no pasa nada si continúan moviéndose; nota cómo poco a poco se van calmando. Relaja el ceño, la frente se alisa , relaja todos los músculos que hay alrededor de la nariz, de las mejillas, tanto del exterior como del interior.

Presta atención a todas estas pequeñas modificaciones que se producen en este momento a nivel de la piel y de los músculos faciales tranquilidad, calor, bienestar. Nota las sensaciones. Descubrirás que tu rostro está relajado.

La onda de la relajación se propaga ahora y empieza a relajar los músculos del cráneo y del cuero cabelludo. Relaja la nuca, el cuello y los hombros. Relaja especialmente los músculos trapecios ya que éstos son muy sensibles a los problemas y dificultades del día a día. Imagina que estás llevando dos sacos muy pesados sobre los hombros y que decides tirarlos al suelo. Los estás viendo en el suelo y te sientes más ligero. Todos los músculos de los hombros se relajan, se destensan, descansan. Esta calma y relajación va bajando ahora por lo brazos y antebrazos hasta los dedos. Las articulaciones de los hombros, de los codos y de las muñecas son ahora flexibles, están sin tensión. Cuanto más relajados estén los brazos y los hombros, más sentirás cómo se relaja la garganta, el cuello y la nuca las tensiones se eliminan. Ahora relajarás la espalda empezando por la parte superior, la que está detrás de los omoplatos e irás bajando por toda la columna vertebral hasta llegar a los riñones. Todos los músculos se relajan, se destensan, descansan.

Nota bien todas estas sensaciones nuevas que te produce la relajación.

Relaja ahora los músculos de los glúteos, de los muslos, de las piernas y de los pies, punta de los dedos.

hasta la

En este momento habrás relajado tanto los músculos superficiales del cuerpo como los más profundos. Las articulaciones de las caderas, de las rodillas y de los tobillos están flexibles, sin tensión. Relaja al mismo tiempo el tórax.

Toma conciencia del diafragma.

Este músculo es esencial para la respiración. Está continuamente contrayéndose y relajándose. Al mismo tiempo, ejerce un masaje suave y profundo sobre todos los órganos de su sistema digestivo. Libera de tensiones la zona abdominal abdominales se relajan también.

los órganos y las glándulas que protegen los

Relaja el bajo vientre, el perineo, toda la zona genital.

Saborea el aire que entra y sale libremente sin que los pulmones se lo impidan. Siente tu corazón late con calma, con tranquilidad (si eres deportista, tendrás que esforzarte un poco más). Toma conciencia de ti mismo,

de tu cuerpo relajado, sin tensión.

Percibe todos los mensajes de tranquilidad que te vaya dando tu cuerpo y saboréalos, saborea ahora tus sensaciones. Relajación física, relajación mental, visualiza tu cerebro relajado. En estos momentos, sólo prestas atención a los mensajes de bienestar y de relajación.

Ahora vas a contar de 10 a 1 y cada cuenta es como un nivel adicional hacia esa región de tu cuerpo, totalmente tranquila, sosegada, serena y calmada. 10, 9, 8, 7: voy descendiendo un poco más hacia la relajación. 6, 5, 4: estoy cada vez más relajado.

3,2, 1: ahora estoy totalmente relajado.

Estoy ya en ese estado de relajación profunda. Me encuentro en esta zona de mi conciencia intermedia entre la vigilia y el sueño. Decido mantenerme despierto, consciente de lo que pasa en mi interior y en el exterior. Los ruidos externos me permiten descender un poco más hacia esa relajación (optativo). He entrado en ese espacio de intimidad conmigo mismo, en esa dimensión en la que descubro que se han instalado en mí la calma y la paz. Mantengo el contacto con esas sensaciones tan agradables que producen la calma, la paz interior, el equilibrio y la armonía. La inspiración hace que suavemente nazca en mí esa sensación de alegría con la vida y esta sensación de alegría es como una sonrisa, una sonrisa interior. La expiración permite que esta sonrisa interior que acabo de sentir se esboce en mis labios. Poco a poco voy dejando que estas energías tan agradables de paz interior, de sonrisa interior, de equilibrio, de armonía, llenen cada parte de mi cuerpo, cada órgano, cada función, cada célula, cada átomo de mi cuerpo se llena de todas estas cosas agradables que hay en mí. Ahora, unos minutos de silencio. Esta señal te indica el espacio donde determinas realizar la práctica del gesto signo/señal (o cualquier otra activación intrasofrónica). A continuación, terminarás la práctica con el protocolo de recuperación. Protocolo de recuperación

Ahora estás totalmente relajado…

Este estado de calma profunda es absolutamente sano y natural, podrás volver a él cada vez que tengas necesidad o ganas, para ello no tendrás más que tomar la decisión de hacerlo, inspirar profundamente y expirar suavemente el aire repitiendo mentalmente tres veces la palabra «relajación».

Cada vez que practiques esta relajación profunda, estarás permitiendo la recuperación y reposo de tu cuerpo, el equilibrio del sistema nervioso y el desarrollo de todas tus capacidades, tus competencias, tu lucidez y el dominio de ti mismo. Podrías prolongar más tiempo esta relajación, pero por ahora tienes que hacerte a la idea de la recuperación , es decir, al hecho de reconocer que las tensiones musculares son útiles y necesarias para los gestos y las posturas del nivel de vigilia. Mentalmente, te imaginas este lugar en el que te encuentras, el espacio, los volúmenes, las formas, los colores, las presencias.

Al mismo tiempo, tranquilamente, llenas de aire los pulmones con la idea de que este aire te aporta la energía que necesitas para encontrar este nivel de vigilia. Siente el aire y la energía que llenan tu pecho y tu abdomen. En la inspiración siguiente dirige esta energía hacia las extremidades de tu cuerpo y empieza a mover los dedos de las manos, de los pies, los pequeños músculos de tu rostro. Deja que tu cuerpo se despierte poco a poco , tómate tu tiempo , saborea la energía de la vida que te reanima, mantén el contacto con este bienestar que te produce la relajación , siéntete totalmente tranquilo, empieza a mover los brazos, a estirar las piernas, bosteza.

Déjate llevar por las sensaciones, este despertar es agradable, estás en perfecta armonía contigo mismo y con el mundo exterior. En pocos instantes, sentirás la necesidad de abrir los ojos, acéptalo

, acepta

retomar el contacto con tu entorno y, cuando hayas abierto los ojos, esboza una sonrisa, una sonrisa a la vida como si abrieras los ojos por primera vez. Tómate todo el tiempo que necesites.

Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala. El gesto signo/señal sirve para obtener en pocos segundos un estado de relajación profunda, de dominio de sí mismo y de bienestar. El signo/señal forma parte del conjunto de técnicas condicionadas de la sofrología, cuyo objetivo es obtener una respuesta refleja, prevista con anterioridad, a un estímulo gestual en una situación determinada.

Ejemplos Jacques Chirac junta los dedos pulgar e índice y levanta los otros tres para volver a un estado de autodominio y evitar la expresión de la ira. El tenista Bjorn Borg sopla dos veces en su mano derecha para llegar a un estado de máxima concentración.

Para conseguir un estado de relajación profunda con esta práctica de la sofronización se necesita entrenar entre 10 y 15 minutos. El objetivo es obtener este estado de relajación profunda en pocos segundos. Cuando estamos en el nivel sofroliminal, nuestro ordenador personal está abierto, por lo tanto, podremos introducir este nuevo programa de funcionamiento (positivo) denominado signo/señal. La elección del gesto:

Utiliza preferentemente la mano no dominante. El gesto ha de ser práctico e inhabitual (no debes elegir un tic como gesto condicionado). Debe ser un gesto discreto. Tampoco ha de ser un gesto que tenga alguna otra connotación (por ejemplo, cruzar los dedos para «llamar a la suerte»).

El secreto para que esta práctica funcione está en asociar tres elementos al mismo tiempo: • La conciencia de estar en el estado que se pretende. • El gesto realizado concretamente en el momento oportuno. • La frase pronunciada mentalmente

Colocación Vuelve a la sofronización de base (práctica anterior) a la señal . Vamos ahora a utilizar esta zona de conciencia para instalar un nuevo programa de funcionamiento cuyo objetivo es crear un verdadero reflejo de relajación profunda inmediata. Estás en este estado de relajación profunda

eres plenamente consciente de

este estado y del bienestar que sientes. Tienes un total dominio de ti mismo. Ahora vas a asociar a esta conciencia tu gesto signo/ señal, el que hayas creado y decidido utilizar. Realiza ese gesto concreto. Pronuncia esa frase concreta.

«Cada vez que realizo este gesto, encuentro inmediatamente ese estado de relajación profunda, de autocontrol y de bienestar, en el que me encuentro en este momento. Y no importa cuál sea la situación, no importa cuál sea la posición, sentado, los ojos abiertos o cerrados».

estirado, erguido o

En este momento, relaja el gesto y obtendrás una relajación aún más profunda en la cual te instalarás cómodamente. Ahora, acabas de inscribir en tu conciencia tu gesto signo/señal relajación inmediata.

correspondiente al reflejo de

Cada vez que realices este gesto en tu vida diaria , encontrarás instantáneamente este estado de relajación profunda, de autocontrol y de bienestar en el cual eres consciente de estar en este momento. En cualquier situación no tendrás más que realizar este gesto para ser consciente de este estado y relajarte profundamente. Protocolo de recuperación

Ejemplo de gesto

Siéntate confortablemente en una silla y aflójate las prendas de vestir de la cintura y del cuello, ponte cómodo. Tienes la opción de empezar esta práctica con una sofronización completa o con tu gesto signo/señal. Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala.

Afirmo la presencia de mi cuerpo en el espacio. Me lo imagino en la intersección de las 6 direcciones del espacio: norte, sur, este, oeste, cénit y, su opuesto, nadir. Respiro por el abdomen: la respiración refuerza el vínculo cuerpo-mente, el vínculo entre mi mundo interior y el mundo exterior. Visualizo el color de la ropa que llevo. Visualizo ahora mi color preferido. El color se hace cada vez más evidente.

Puedo ayudarme con la imagen de un objeto de ese color, después puedo visualizar cómo el color llena toda mi pantalla mental.

Ahora creo, imagino, la presencia de un capullo de rosa. Esta flor se va abriendo lentamente. Cuanto más se abre, más relajado estoy. Pienso en la materia Tierra… Riqueza… Solidez… En el agua… Fluidez… Paz... En el viento… murmura que todo cambia en el Universo.

Yo puedo dirigir este cambio captando lo positivo de la vida.

Pienso: En el sol… me aporta vida y energía. En la calidad del instante presente. En la unicidad de la persona humana.

Nadie más que yo puede ocupar mi lugar en este momento preciso, en este lugar preciso. Soy consciente del placer de este reencuentro íntimo conmigo mismo. Nace en mí una sensación de armonía y paz.

Me digo a mí mismo: Soy feliz de vivir cada instante presente, en armonía conmigo mismo,

con los demás y con el entorno.

Soy consciente de que quiero dinamizar, estimular, desarrollar y reforzar mi imaginación. La armonía en mí y en todos los parámetros de mi personalidad, así como la confianza en mí mismo, la capacidad de visualizar y de alegrarme. Protocolo de recuperación

Siéntate confortablemente en una silla y aflójate las prendas de vestir de la cintura y del cuello, ponte cómodo. Tienes la opción de empezar esta práctica con una sofronización completa o con tu gesto signo/señal. Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala.

Ahora voy a crear a mi alrededor una bola de luz, absoluta.

un espacio vibratorio de proyección

Me imagino un haz de luz que proyecto desde mi cabeza hacia el cosmos. Este haz de luz se va a anclar en el cosmos, en un lugar que yo conozco, como por ejemplo, la Osa Mayor, Venus, Sirius o incluso el Sol.

Estoy también vinculado a la energía del Cosmos.

Nota: del 21 de junio al 22 de diciembre, empieza el ejercicio hacia la Tierra Del 22 de diciembre al 21 de junio, empiézalo hacia el Cosmos.

Ahora me imagino otro haz de luz. Lo proyecto desde la punta de mi sacro hacia la Tierra.

Este haz de luz se hunde y se ancla en la roca profundamente, contacto con la energía telúrica, la energía de la Tierra.

me pone en

Imagino ahora que estas dos energías, cósmica y telúrica, vienen hacia mí a través de los haces de luz. La energía cósmica desciende hacia mí y entra en mí por mi cabeza, llenando completamente.

y poco a poco me va

Cada parte de mi ser se inunda de esta energía cósmica. Y la energía de la Tierra asciende hacia mí a través de este haz de luz, y entra en mí por el sacro y se expande por todo mi ser.

Puedo ver todo el proceso, aquí y ahora en mi cuerpo. Observo y siento estas dos energías, estas dos fuerzas, colores, vibraciones. Me llenan completamente y se mezclan armoniosamente en mi interior. Estas dos energías forman una tercera fuerza en mí, disposición.

y esta fuerza está a mi

Me impregno de esta vibración, Mi vibración, Mi color, Mi fuerza, Mi energía. Voy a utilizar esta energía para crear todo a mi alrededor,

un espacio

vibratorio de total protección.

Imagino esta energía en mí como un sol. Un sol que dispersa sus rayos en todas direcciones al mismo tiempo. Delante de mí, detrás de mí, a mi derecha, a mi izquierda, encima y debajo de mí. Esto forma como una bola de luz a mi alrededor,

un espacio vibratorio…

Una bola de energía, de fuerza, de color, de vibración. Este espacio que he creado es totalmente impermeable a las influencias negativas de mi alrededor. Pero al mismo tiempo, es permeable a todo lo positivo que viene hacia mí. Controlo perfectamente este espacio que hay a mi alrededor. Puedo dilatarlo o contraerlo a mi antojo.

Me encuentro a gusto en este espacio…, totalmente seguro, estoy a mí entera disposición. Protocolo de recuperación

Los trabajos de Johannes Heinrich SCHULTZ (1884-1970), médico alemán, neurólogo y psicoterapeuta, proceden de los trabajos de investigación sobre el sueño y la hipnosis. Los estudios clínicos demuestran que pacientes acostumbrados a vivir secuencias de hipnosis son capaces de alcanzar un estado de relajación profunda por ellas mismas. J. H. SCHULTZ tuvo la idea de inducir un tipo de autohipnosis a partir de sensaciones físicas imaginadas por los pacientes hipnotizados. Esta práctica se aplica para reducir, por ejemplo, los efectos nocivos del estrés, de la fatiga y de las tensiones, sin llegar a perder nunca la conciencia del presente. Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala. Siéntate confortablemente en una silla y aflójate las prendas de vestir de la cintura y del cuello, ponte cómodo.

La música suave de fondo facilita la práctica. La sensación de pesadez • Pronuncia mentalmente estas frases: • Mi brazo derecho es muy pesado. • Siente esto que estás viviendo en tu brazo derecho durante 30 segundos. • A continuación, repite lo mismo con el brazo izquierdo. También 30 segundos. • Mi pierna derecha es muy pesada. Siente esta sensación durante 30 segundos. • Lo mismo con la pierna izquierda durante 30 segundos también. • Todo mi cuerpo es muy pesado, está como atraído hacia el centro de la Tierra. • Todo mi cuerpo es agradablemente pesado. Siéntelo durante 30 segundos. La sensación de calor • Mi brazo derecho está caliente. • Siente esto que estás viviendo en tu brazo derecho durante 30 segundos. • A continuación, repite lo mismo con el brazo izquierdo. También 30 segundos. • Mi pierna derecha está caliente. Siente esta sensación durante 30 segundos. • Lo mismo con la pierna izquierda durante 30 segundos también. • Todo mi cuerpo está muy caliente, como recalentado por los rayos de sol. • Todo mi cuerpo está caliente. Siéntelo durante 30 segundos.

La sensación de la respiración • Conciencia del diafragma… Hay algo que respira en mí… Escucho mi respiración. • Mi vientre se eleva y desciende como un barco en el mar… Mi respiración me transporta. • Todo mi cuerpo respira… Yo soy mi respiración… Siéntelo durante 30 segundos. La sensación del corazón • Siento mi corazón en el pecho. Siéntelo durante 30 segundos. • Mi corazón late lentamente, tranquilamente, pausadamente. • Mi cuerpo y mi corazón baten al mismo ritmo. • Mi corazón bate en mi cuerpo y con mi cuerpo. La sensación del plexo solar • Centra tu atención en la zona situada inmediatamente debajo del esternón. • Una dulce luz cálida calienta mi plexo solar. • Este suave calor se expande por todo alrededor de mi plexo solar. • La zona interna de mi vientre se calienta. • Hay como un sol en mi vientre. Siéntelo durante 30 segundos. La sensación del cerebro relajado • Mi frente está fría. • Siento esta agradable sensación de frescor en mi frente. Siéntelo durante 30 segundos.

• Aquí se sitúa la activación intrasofrónica • Utilizando tus frases personales positivas. • Por ejemplo: estoy feliz de aprovechar cada instante presente, en armonía con los otros y con mi entorno. Siéntelo durante 30 segundos. Ver anexo a continuación. Salida, recuperación • Ahora, mentalmente, retomo el contacto con el lugar en el que estoy. • Físicamente, respiro profundamente, tranquilamente, contraigo progresivamente los dedos de los pies, los dedos de las manos, los músculos de la cara. • Dejo que mi cuerpo se vaya despertando, como después de una noche maravillosa. • Me tomo todo el tiempo que necesito, puedo bostezar, estirar suavemente los brazos, las piernas. • Cuando empieces a sentir la necesidad, abre suavemente los ojos y deja bosquejar una sonrisa en tus labios, una sonrisa a la Vida.

Anexo Ejemplos de frases positivas ¡Confío en mí! ¡Me pongo cómodamente en mi piel! «Día tras día, en todos los aspectos, veo lo mejor de mí» (Émile Coué). Creo fácilmente mis ideas y mis imágenes mentales. Mis ideas y mis imágenes mentales positivas están a mi disposición.

Soy capaz de estar tranquilo y relajado ante cualquier situación. Soy capaz de resolver todos mis problemas con calma y serenidad. Vivo el presente, relajado y en plena conciencia.

He aquí el «punto culminante» de estas prácticas. Te aseguro que si le concedes la misma importancia que estos empresarios, entrarás en un espacio muy poderoso. La sofrología, ciertamente, sólo puede funcionar si el practicante se adhiere completamente al discurso del sofrólogo, si toma el control de las sugerencias dadas. Cuanto más tiempo inviertas en estos ejercicios (y especialmente en éste), más desarrollarás tu autonomía y la sensación de tu propia responsabilidad, ¡que es la garantía de la libertad! Repetir esta práctica tres veces al día no te llevará más de 7 minutos cada vez, ¡y te reportará a cambio una inversión incalculable en términos de bienestar! No dudes –en el secreto de tu intimidad– en darte las gracias. Esto es algo inhabitual en nuestra cultura, pero muy eficaz por lo que a la confianza en ti mismo se refiere.

Esta práctica es al mismo tiempo una sofronización y una activación. En este caso no realizas ni el gesto signo/señal de relajación, ni la sofronización de base. Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala.

Siéntate confortablemente en una silla y aflójate las prendas de vestir de la cintura y del cuello, ponte cómodo. Toma conciencia de tu respiración: 10 segundos. Busca en tu cuerpo el espacio más relajado: 30 segundos. A partir de este punto, deja que la relajación vaya apoderán-dose de tu cuerpo hasta que éste te diga: «Estoy totalmente relajado» (1 minuto y medio).

¡Elije!

Me doy las gracias a mí mismo por vivir esta relajación en mi cuerpo. A medida que vaya practicando conseguiré esta relajación de una manera más fácil y rápida: 20 segundos.

En esta sensación de relajacción, me imagino ahora en la naturaleza y creo en mi pantalla mental un escenario bucólico en el cual saboreo todo lo que hay agradable… toco, saboreo, escucho, veo y siento: 1 minuto.

Me doy las gracias a mí mismo por hacerme vivir estas sensaciones agradables. Mantengo el contacto con mi estado de relajación profunda y mis sensaciones agradables: 20 segundos.

Ahora dejo aparecer en mi pantalla mental el recuerdo más agradable que haya vivido en mi vida. Revivo los sentimientos positivos y las emociones que sentí en ese momento: 1 minuto y medio.

Me doy las gracias a mí mismo por hacer revivir estos recuerdos agradables. Mantengo el contacto con mi estado de relajación profunda, mis sensaciones agradables, mis sentimientos positivos y mis emociones: 20 segundos. Acabo de vivir la presencia de imágenes que han surgido en mí y soy consciente de que estarán disponibles cuando tenga que utilizarlas: 20 segundos. Me doy las gracias a mí mismo por ocuparme de mí de esa manera, por dedicar una parte de mi tiempo a mejorarme: 20 segundos. Protocolo de recuperación

Me preparo para regresar a ese lugar. Cuando haya contado hasta 3, abriré los ojos, me sentiré en plena posesión de todos mis recursos, enérgico y dispuesto a conseguir lo que me queda por hacer el resto del día: 10 segundos.

Este ejercicio desarrolla la calidad de la presencia. Para un mejor resultado de esta práctica, escríbela y escúchala.

Siéntate confortablemente en una silla. La espalda recta apoyada al respaldo de la silla, las manos sobre las piernas. Lo más eficaz para este ejercicio es empezar por el gesto de tratac (pág. 43) que ahora practicarás sentado. En el momento en que tus ojos físicos se cierran para que se pueda abrir tu mirada interior, concentrarás tu atención en tus sensaciones físicas. Detalla de arriba abajo todas las respuestas de tu cuerpo: 2 minutos. Observa ahora tus emociones, tanto las que pueden estar presentes en ese preciso instante como las que sueles tener por tu manera de ser. No te juzgues, simplemente observa: 2 minutos. Ahora estás viendo tus deseos, sin juzgarlos, aquellos que te tientan en tu vida actual, aquellos que son los motores principales de tus acciones: 2 minutos. Pasa a continuación al mundo de tus pensamientos que van fluyendo continuamente. ¿De dónde vienen? ¿A dónde van? Síguelos uno por uno: 2 minutos.

Acabas de examinar tus sensaciones físicas, después tus emociones y tus deseos, y, por último, tus pensamientos.

¿Qué acabas de observar? A TI MISMO, nada más y nada menos que a ti mismo. Tú no eres tus sensaciones, tus emociones, tus deseos, tus pensamientos. Tú eres la conciencia que se denomina CONCIENCIA DE TI MISMO. Repite mentalmente estas frases: Tengo sensaciones, yo no soy mi cuerpo. Tengo emociones, yo no soy mis emociones. Tengo deseos, yo no soy mis deseos. Tengo pensamientos, yo no soy mi mente. YO SOY un centro de pura conciencia. Mantente dos minutos en esta meditación. Protocolo de recuperación Todo esto que acabas de vivir en este ejercicio ha pasado en el presente. Acabas de experimentar la ausencia del paso lineal del tiempo. No ha habido nada más que el presente, a pesar de que hayas podido estar en contacto con emociones o deseos del pasado. Estos diferentes estados se viven siempre en el presente. El poder tomar conciencia de uno mismo es una de las propiedades del nivel sofroliminal.

Y puesto que no somos lo que observamos, podemos ser testigos de nuestra presencia y así tomar o retomar el poder sobre nosotros mismos, dejar de actuar compulsivamente para realizar acciones voluntarias, actuar con conciencia, y esto nos abre el camino de la autonomía.

La sofrología se apoya en: Una filosofía. Un proceso científico. La práctica de un método corporal.

Las raíces griegas de la palabra «sofrología» denominan y definen su filosofía: Sos (equilibrio), Phren (psique), Logos (estudio). La sofrología es pues el estudio de la mente en armonía, en equilibrio. Corresponde a la afirmación de Sócrates: «Conócete a ti mismo». El «método» -proceso filosófico y visión firmemente humanista- se basa en aquello que es a la vez un postulado positivo y un objetivo: El hombre es responsable, autónomo, auténtico, está en armonía consigo mismo,

con los otros y con su entorno. Tres principios de base complementan este axioma:

Principio del «esquema corporal» Como realidad vivida, con un incremento de los diferentes parámetros de la conciencia (amplitud o campo, intensidad de percepción de los fenómenos, tono o capacidad de integración y de complejidad) y de las diferentes funciones de la conciencia (sensación, emoción, pensamiento, intuición). El esquema corporal es la forma en que se nos aparece nuestro cuerpo, el conocimiento que tenemos en el espacio y en el tiempo, y nuestro entorno (contexto sociocultural personal preciso). Contiene los datos históricos sensoriales (visuales, auditivos, táctiles, olfativos y gustativos) y quinestésicos. Se estructura a partir de estos datos y de todas nuestras experiencias de la vida (físicas, emocionales, afectivas, sexuales, etc.). En su forma final constituye una unidad flexible y modificable. Para entender la sofrología, no hay que perder nunca de vista la relación unitaria cuerpo-mente.

Principio de la «realidad objetiva» Permanecemos en el campo de lo real, de la realidad concreta. La sofrología nos permite utilizar el 100% de nuestras capacidades. No se podrá sacar provecho de la lección hasta que no haya sido aprendida.

Principio de la «acción positiva» Alimentar la conciencia con elementos positivos es estimular un eco positivo en toda la psique. Se trata de crear el reflejo de poner en valor sistemáticamente los

elementos positivos de la vida diaria. Buscar y revivir mentalmente situaciones positivas de nuestro pasado nos permite aliviar los sentimientos negativos que influyen sobre el presente. De la misma manera, imaginarse la evolución ideal de situaciones futuras, las libera de su carga emocional negativa, de la angustia que paraliza el presente. Positivar el pasado y el futuro es pues el medio más seguro de reforzar la sensación de «conciencia» en su sentido de «presencia» de sí mismo y de los otros. La actitud fenomenológica, sin juicio o a priori, desarrolla nuestra capacidad de ejercer nuestro «libre albedrío». La sofrología dinamiza lo positivo, tanto a nivel físico como psíquico y mental. Por lo tanto, los objetivos de la sofrología podrían enunciarse como unos lemas: Para el desarrollo ideal de nuestro ser: • Para ser responsables y libres (la verdadera libertad o autonomía es, en mi opinión, inseparable del uso voluntario de nuestra propia responsabilidad). • Para vivir mejor con nosotros mismos y con los demás. • Para ser los artesanos de nuestro bienestar y de nuestro crecimiento. • Para explotar al 100% nuestros recursos internos. • Para crear y utilizar nuestra conciencia de forma positiva.

La sofrología promueve la libertad y la responsabilidad: ¡es la antisecta!

El doctor Caycedo –genial «inventor» de la sofrologíadio, como símbolo de los objetivos de la sofrología, este lema: «Ut conscientia noscatur» («Para que la conciencia sea conocida»). La sofrología es pues una escuela científica que estudia: • La conciencia y sus parámetros (estado de la conciencia, nivel de conciencia, modificación de los estados y de los niveles, medios de estas modificaciones). • Los valores de la existencia.

Los estados de la conciencia 3 referencias de calidad: • Patológica: de un simple nerviosismo a las psicosis más difíciles.

• Ordinaria: designa a la conciencia normal, a la de la gente común. • Sofrónica: designa a la situación especial vivida durante el proceso de sofronización: la modificación progresiva de la conciencia, obtenida gracias al entrenamiento sofrológico. Vivir en este estado de conciencia es el objetivo de la sofrología. Se caracteriza por el estado de equilibrio, de armonía, de serenidad, de homeostasia, el conocimiento de sí mismo, la presencia consciente; en el punto culminante encontramos las experiencias liberadoras del ser denominadas de diferente manera según la cultura: samadhi, kensho, satori, nirvana, baraka, éxtasis o paraíso.

Los niveles de la conciencia 4 referencias de calidad: • Coma, identificado por un ritmo encefalográfico de ondas delta de 0 a 4 cps. • Somnolencia, ondas zeta de 4 a 6 cps. • Nivel sofroliminal, ondas alfa de 7cps. • Vigilia pasiva, después activa, ondas beta de 8 a 14 cps y más.

El proceso de la sofronización ¡La sofrología no es la relajación! La sofrología utiliza una técnica de relajación denominada sofronización para acceder al nivel sofroliminal. Todo empieza al entrar en este espacio de nuestra conciencia. La sofronización es una relajación voluntaria producida por uno mismo de los niveles físico y después mental. El proceso de la sofronización

La relajación Principios de base Llevar el nivel de acción de los músculos a un nivel prácticamente cero hace que automáticamente se relajen las zonas cerebrales correspondientes. Como consecuencia de ello se producen muchas modificaciones fisiológicas muy interesantes: • Armonización respiratoria (frecuencia, ritmo, amplitud). • Normalización del flujo cardíaco; las propias palabras que se pronuncian durante la sofrología pueden provocar una disminución de la tensión arterial en los sujetos hipertensos o lo contrario en los hipotensos. • Disminución del nivel de ácido láctico en la sangre (responsable de los calambres) y, por tanto, una mejor eliminación de los residuos celulares. • Desconexión general del sistema nervioso voluntario. • Estimulación del sistema parasimpático. • Emisión de ondas alfa relajación mental.

Electromiograma plano (muerte)-------------------------

La sofronización es una herramienta que está al alcance de todo aquel que quiera beneficiarse de ella. Permite la interiorización controlada de la conciencia, la iluminación interior. El sujeto consciente deja de identificarse con sus recursos (cuerpo y mente) y se

hace libre para explorar otras dimensiones de la conciencia, para experimentar otros espacios de su ser.

EL CUERPO SE UTILIZA PARA TOMAR CONCIENCIA DEL SER y no el cuerpo por el cuerpo (actividad física)

La relajación dinámica La relajación dinámica es un estado de calma, de relajación voluntaria del tono de los músculos del cuerpo en el cual se incluyen secuencias de movilización muscular, articular, respiratoria, seguidas de un protocolo de recuperación, no en el sentido de recuperarse tras un esfuerzo físico sino de tomar conciencia de los fenómenos que se producen en mí, que me pertenecen, porque yo soy a la vez el autor y el espectador: mis propias reacciones, mis propias sensaciones, mis propias emociones, mis propias respuestas a las diferentes demandas. Desarrollo de esta manera la conciencia de mi esquema corporal, es decir, de mi realidad corporal en la que estoy viviendo en el presente, y esto me conduce a la independencia y a la autonomía. Estas prácticas se realizan a cuatro niveles.

Primer nivel: la función sensación, lo que yo siento

Esta técnica es una relajación de concentración (inspiración del yoga). Para aprender el reposo voluntario, físico y mental, la concentración y el relajo en la acción, la percepción sensorial consciente que desarrolla el esquema corporal (realidad corporal) para ir hacia la autonomía. Para desarrollar la confianza en ti mismo por medio de la activación positiva del presente y ser menos dependiente de las influencias exteriores.

Segundo nivel: la función emoción, lo que yo percibo Técnica meditativa. Para descubrir tus riquezas internas, el mundo de tus emociones, aprovecharlas, amarlas, explotarlas y gestionarlas de una manera voluntaria. Para estimular la capacidad de imaginarte en una situación determinada y vivirla de una forma ideal para experimentar reacciones positivas, lo que te ayudará a ver el futuro con confianza.

Tercer nivel: la función intuición, lo que presiento Técnica trascendental (inspiración del zen). Para aprender a meditar, a desarrollar la memoria, la creatividad, la intuición. Para descubrirte a TI MISMO, el centro holístico de la estructura humana. Para dinamizar la búsqueda de la armonía más perfecta contigo mismo, con los otros y con tu vida, para comunicarte idealmente con la energía universal puesto que todos procedemos de ella.

Cuarto nivel: la función existencial

Práctica existencial (síntesis). Para descubrir tus propios valores, tus referencias o tus motivos, aquello que te inquieta de una manera más o menos consciente. Para confrontar tu «Yo existencial» con los valores superiores de la conciencia: el individuo, el grupo, la sociedad, la humanidad, la universalidad y la eternidad. Para descubrir y vivir las tres esencias puras de la conciencia que son la libertad, la responsabilidad y la dignidad, que constituyen la grandeza del ser.

Los peligros de la sofrología La sofrología por sí misma no presenta ninguna contraindicación ni peligro siempre y cuando sea utilizada por sofrólogos adecuadamente formados que trabajen dentro de su especialidad profesional. Si hubiera alguna restricción, sería únicamente competencia del sofrólogo.

Los peligros del sofrólogo Hay algunas precauciones a tener en cuenta y algunos errores que no deberían cometerse. Tomemos por ejemplo el caso de una fractura. La reacción natural del cuerpo ante una fractura sería inflamar los tejidos que hay alrededor de la lesión (autoprotección). Nuestro sistema sensorial nos informa de lo que ha ocurrido y nosotros tomaremos las medidas más adecuadas a la situación, siendo la más importante la inmovilización. Una analgesia sofrónica bien dirigida puede disminuir considerablemente el dolor. Esta práctica es peligrosa si se realiza antes de la inmovilización puesto que nos

arriesgamos a continuar utilizando el hueso roto y, por tanto, a acentuar los daños. Si bien es cierto que la sofrología permite el uso de importantes analgésicos e incluso en determinados casos de una anestesia real (los dentistas la utilizan), el sofrólogo no debería utilizarlos si no es de forma adecuada, siempre en relación con el principio de realidad objetiva y su especialidad profesional. La sofrología es un método de curación tanto en su aspecto terapéutico como en sus aspectos profiláctico, pedagógico o social. Es también un arte de vivir. Yo he oído al Dr. Caycedo decir: «¡Hay tantos sofrólogos como sofrologías!». Por eso es tan importante el tema de la ética, de la responsabilidad profesional y de la formación de los sofrólogos. Por mi parte, tanto en el uso de la sofrología como de cualquier otro método de curación, siempre tengo presentes dos filosofías, dos formas de acción: la medicina tradicional y la naturopatía. La medicina tradicional trata la enfermedad a partir del estudio de los síntomas o del síndrome que permite establecer un diagnóstico y elegir el tratamiento específico. La desaparición de los síntomas o del síndrome indica que el paciente está curado. La naturopatía trata al sujeto enfermo realizando un estudio global, un análisis vital, y utiliza una pedagogía cuyo objetivo es una reforma individualizada de la higiene de vida y la puesta en práctica de los procesos de autocuración. El síntoma, que no es más que la punta visible del iceberg, pierde su estatus de referencia en beneficio del estado de salud, es decir, del equilibrio cuerpo/conciencia, armonía, homeostasis.

«Antes que perjudicar, hay que buscar la causa»

Estos dos preceptos de Hipócrates son los motores del proceso. Por ejemplo: Una persona que va a la consulta porque sufre claustrofobia además de otros síntomas que la incapacitan para subirse en un ascensor o en un avión. Sufre auténtico pánico y angustia de pensar que va a enfermar. Sofrología según el método naturopático: • Utilización de técnicas sofromnémicas a nivel sofroliminal que permitirán «descubrir», sacar a relucir, tomar conciencia, de los diferentes traumatismos sufridos en la infancia y de los cuales deriva el comportamiento actual. Estas heridas están «olvidadas» pero su carga emocional está siempre presente en el inconsciente. • La reparación (siempre a nivel sofroliminal) del niño que llevamos dentro herido ocurre cuando la persona es capaz de relacionar el traumatismo, la carga emocional y su expresión (en este caso concreto, la persona cuando tenía 6 años había sido atacada varias veces en una cabaña por sus compañeros de clase. En ese momento la chica no osó hablar jamás de ello por vergüenza). El tratamiento que consistió en una sesión semanal fue muy rápido, aunque no siempre es así porque:

«Cada individuo es una excepción a la regla» (C. G. JUNG)

La sofrología según el método alopático: • Utilización de técnicas «de cubrimiento» (sofroaceptación-progresiva, por ejemplo). El resultado es espectacular. En apenas unas sesiones (4 como

máximo), la persona podrá viajar en avión o subir a un ascensor sin ningún problema. Los síntomas desaparecerán. ¿A dónde habrán ido? Pues habrán sido recubiertos por las sugestiones del nuevo comportamiento. Pero las causas que provocan estos síntomas seguirán siempre ahí, destilando su «veneno», y puesto que la puerta de salida (los síntomas) está cerrada, tendremos que buscar otra cosa, otra expresión del sufrimiento, y ¿por qué no una somatización incapacitante? Dicho de otra manera, ¿qué será de los síntomas?, ¿cómo van a evolucionar?, ¿cómo van a transformarse? Nadie lo sabe. Yo he cogido un ejemplo de un problema psíquico, pero lo mismo ocurriría con la somatización para tratar un eczema o una simple tos. El problema desaparecería fácilmente, pero si no se tienen en cuenta las causas, habrá una transformación pero nadie puede saber en qué dirección.

Mi intención no tiene que ver con la hipnosis ericksoniana. Para cualquier problema, se utilizan las mismas sugestiones tanto en la hipnosis médica clásica como en la sofrología. Ejemplo: Para dejar de fumar, puedes ir a ver a un hipnólogo en lugar de a un hipnotizador que ejerce su arte en el teatro o en las ferias. El hipnólogo, un terapeuta muy serio, te va a llevar a un estado de trance hipnótico durante el cual te sugestionará mediante mensajes que van destinados a tu inconsciente. Por eso antes hemos definido las inducciones. Este estado de trance se denomina «sueño hipnótico». Es decir, que la conciencia no está activa y el sujeto no sabe lo que pasa ni lo que se dice durante ese tiempo. El sujeto debe confiar a ciegas, no tiene ningún control. Esquemáticamente, estos mensajes van a suscitar un comportamiento en relación

con tu deseo de dejar de fumar. Si decides consultar a un sofrólogo, utilizarás las mismas sugestiones que me propondría mientras estuviera en el nivel sofroliminal.

La diferencia fundamental está en la actitud

Cuando acudes a un hipnólogo estas pidiéndole que se ocupe de tu problema por ti. El sofrólogo, y aquí está el secreto, te pide que seas tú quién retomes esas sugestiones, que las pronuncies mentalmente y que las haga tuyas. Previamente, el sofrólogo, habrá comprobado que esas sugerencias te convienen. Además, estimulará la producción de imágenes relacionadas con el objetivo deseado. De hecho, habrá una asociación de tres elementos: La conciencia + la palabra + la imagen Lo más importante es que se te invita a hacerte cargo tú mismo del problema. En el nivel sofroliminal, en ningún momento pierdes ni la conciencia ni el control de lo que está pasando ni de lo que se está diciendo. Tú tienes todo el control. La sofrología fue creada para que nadie que no fuera uno mismo tuviera el control y el sofrólogo es el que invita al sujeto a ser responsable de sí mismo.

En sofrología se valora mi capacidad de resolver mis propios problemas. Se activan mis energías de autocontrol. Se me invita a ser mi propio terapeuta mientras que el sofrólogo ejerce un papel de docente que me enseña un método y unas técnicas que después podré utilizar yo solo.

Para ser eficaz y responsable, todo sofrólogo debe someterse a un curso de formación teniendo en cuenta 5 puntos esenciales: • El respeto a una deontología profesional. • Una formación práctica apta para crear una competencia práctica. • Un trabajo sobre sí mismo. • Una formación continua. • Una supervisión regular. Espero que este libro y estas prácticas te puedan acompañar y que puedas transformarlas y hacerlas tuyas. Éste es mi más profundo deseo: que disfrutes tanto de la sofrología como he disfrutado yo transmitiéndotela. ALAIN SEMBÉLY