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Meghan O’Brien – La terapeuta sexual de al lado Traducción – Martha Lo 2019 LA TERAPEUTA SEXUAL DE AL LADO THE SEX THE

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Meghan O’Brien – La terapeuta sexual de al lado

Traducción – Martha Lo 2019

LA TERAPEUTA SEXUAL DE AL LADO THE SEX THERAPIST NEXT DOOR POR MEGHAN O’BRIEN

TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2019

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Meghan O’Brien – La terapeuta sexual de al lado

Traducción – Martha Lo 2019

Diana Kelley es una terapeuta sexual de pareja con un problema: su trabajo consiste en convencer a sus clientes de la importancia de la intimidad sexual y emocional, pero después de sobrevivir a una relación tóxica con una ex abusiva, ella ha jurado dejar el amor y no puede imaginarse volverse vulnerable de nuevo. Cuando su mejor amiga Ava se lesiona la noche que tiene previsto asistir a un taller práctico de educación sexual, Diana se ve obligada a encontrar un reemplazo a corto plazo. Lo último que quiere es una nueva amante, incluso una pagada. Después de vivir un año en el departamento de al lado, todo lo que Jude Monaco sabe acerca de su vecina Diana es que es una mujer hermosa y mayor, y la inspiración para las fantasías más sucias de las que le importa admitir. Así que cuando Diana llama a su puerta con un favor sorprendentemente delicioso, Jude aprovecha la oportunidad para aprender más. Se supone que su relación profesional es un arreglo erótico clínico entre una terapeuta sexual y su asistente, pero en la intersección del sexo y la intimidad, todo es posible. Incluso el amor.

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CAPÍTULO UNO Despertada del sofá por un insistente golpe en la puerta de su departamento, Jude Mónaco se preparó para despedir a cualquier amiga o ex amante que hubiera decidido pasar sin avisar. En cambio, se quedó en un silencio de asombro al ver a su vecina Diana – la bella y relativamente mujer mayor por la que había estado llevando un enamoramiento particularmente lujurioso durante los últimos trece meses – que arrastraba los pies ansiosamente sobre la alfombra de bienvenida. Elegantemente vestida y abiertamente angustiada. Sus vívidos ojos azules se iluminaron al ver a Jude, lo que hizo que el corazón de Jude cantara. Abrió la boca para ofrecerle a Diana un saludo efusivamente amigable, apenas pensando en preguntarse por qué alguien con quien rara vez había hablado excepto para intercambiar bromas casuales en la lavandería o en el buzón llamaría a su puerta tan tarde el Sábado por la noche. Antes de que Jude pudiera intentar un saludo encantador, Diana rompió el hielo con un incómodo gesto de la mano. "Hola." Se aclaró la garganta, tan abiertamente nerviosa que el estómago de Jude se revolvió en empatía. "No estoy segura de si me recuerdas, pero –" "Diana. Por supuesto que me acuerdo de ti.” Al abrir la puerta de par en par, Jude se apoyó contra su marco benditamente robusto e intentó una sonrisa despreocupada. "¿Cómo te va?" "Hola," Diana repitió, algo innecesariamente. "Y, bueno, es ..." Respiró hondo y esquivó el tema. "Eres Jude, cierto?" "Esa soy yo." Jude cruzó los brazos sobre sus pechos, deseando haberse puesto un sujetador a la puerta. Si hubiera sabido quién estaba en el otro lado, se habría detenido para ponérselo. "¿Qué puedo hacer por ti?" "Bueno ..." Diana se ponía más roja con cada segundo de incómodo silencio que permitió que se extendiera entre ellas. Después de una insoportablemente larga vacilación, murmuró, con las mejillas en llamas, "¿Sabes qué? Esto de repente se siente como una muy mala idea. Creo que debería ...” Se movió medio paso a la derecha, claramente coqueteando con las ganas de huir hacia la seguridad de su propio departamento. "Perdón por molestarte." "Diana." Jude salió al pasillo para atrapar a su vecina por la muñeca. "¿Qué esta pasando? ¿Necesitas algo?" XWPColección: Página y Facebook

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Diana se sobresaltó con el contacto, así que Jude la soltó y permitió que su mirada se moviera hacia el cabello lustroso y brillante de Diana, que caía sobre sus hombros estrechos y contaba con un puñado de mechones gloriosamente plateados entrelazados a través del morena oscuro natural. Inquietada por la idea de la frecuencia con la que se había masturbado para dormir con Diana en el papel protagónico de una de sus fantasías favoritas de amantes maduros, Jude luchó por no revelar qué tan atraída estaba. Siempre le había parecido dolorosamente obvio que Diana la consideraba una niña pequeña. Probablemente incluso una niña salvaje, dado que compartían la pared del concurrido dormitorio de Jude y su puerta giratoria de mujeres de todas las edades, formas y colores sexualmente liberadas – y con frecuencia vocales. Por supuesto, Diana la miraba y la veía como una niña. ¿Cómo podía saber lo que realmente quería Jude ? ¿Quién era realmente ella? Jude no compartía esas esperanzas y sueños con cualquiera. Ni siquiera con las mujeres que adornaban su cama. Diana logró una sonrisa tensa. "Para ser completamente franca, vine a pedirte un favor completamente irracional, totalmente inapropiado ... una petición que casi con toda seguridad hubiera resultado en que me hubieras dado un portazo en la cara. Lo que habría entendido totalmente, en realidad. No estoy segura de por qué pensé ... pero no estaba segura de qué otra cosa hacer, así que – “ "Entonces pídeme el favor." Más intrigada que intimidada después de esa discrepancia, Jude le indicó a Diana que la siguiera al departamento. "¿Qué tal si primero entras y te sientas? Tal vez sea más fácil así.” Diana resopló y sacudió la cabeza, pero se acercó más. "No estoy tan segura de eso." "Lo creas o no, soy una persona muy amable. Una vez que me conozcas.” Jude mantuvo la puerta abierta, sonriendo mientras Diana pasaba tentativamente. "Prometo no ofenderme, sin importar cuán inapropiado sea este favor." Diana se detuvo justo dentro de la entrada y lanzó un suspiro explosivo. "Te acuestas con mujeres, ¿verdad?" Jude cerró la puerta detrás de ellas, contenta de haber pensado en sugerir que llevaran su conversación a un lugar más privado. Su intriga se había convertido en una absoluta fascinación. Alentada por la naturaleza de la pregunta de Diana, Jude bromeó, "El dormir por lo general no es tan importante en mi agenda, pero ..." Le hizo un guiño, luego extendió su brazo para persuadir a entrar aún más a Diana. "Sí, salgo con mujeres. ¿Por qué? ¿Estás buscando emparejarme con alguien? Porque debo advertirle

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que no estoy necesariamente en el mercado para una relación seria en este momento. A menos que seas casamentera de Michelle Pfeiffer. Entonces tal vez." Retorciéndose las manos delante de ella, Diana miró el sofá al que Jude intentaba llevarla pero parecía renuente a alejarse de la puerta. "Lo siento. No estoy aquí en nombre de Michelle.” Ella se rió, estudiando a Jude con un interés aparentemente renovado. "Estoy pensando que es demasiado madura para ser tu pareja ideal, de todos modos. No puedes tener más que, qué, veintitrés o veinticuatro?” "Veintiséis, en realidad." Cansada de esperar a que Diana se relajara, Jude se acercó al sofá y se sentó en un extremo. "Para que conste, la Sra. Pfeiffer tiene cincuenta y nueve años, es sexy como el carajo, y no creo en establecer límites de edad en la atracción." Las pestañas de Diana se agitaron, la mirada se desvió hacia el suelo en aparente reconocimiento del esfuerzo de Jude por darle una pista – incluso si su propia diferencia de edad se acercaba a los diez o quince años. Después de un silencio prolongado, Diana se sentó en el extremo opuesto del sofá. Inclinó su cuerpo hacia Jude y la miró a los ojos. "No estoy muy segura de cómo empezar, así que ... supongo que primero te contaré un poco más sobre mí." Inhaló. “Mi nombre completo es Diana Kelley, y soy psicoterapeuta capacitada – específicamente terapeuta sexual. Principalmente trabajo como educadora ... de algún tipo. Yo, uh ... " Se movió nerviosa, haciendo que Jude se preguntara si no estaba haciendo un trabajo adecuado para no juzgar. "Eso es tan increíble." Jude le mostró a Diana una gran sonrisa, de todo está bien. "Quiero decir, me encanta el sexo. Sería increíble recibir un pago a diario por hablar de ello, y mucho menos para enseñar a las personas cómo se hace." Su respuesta sosa pareció aflojar algo de la tensión en los delicados hombros de Diana. Ella le devolvió la sonrisa a Jude, manteniendo contacto visual a pesar de que sus mejillas ahora enrojecidas perpetuamente. “La mayoría de los días, amo absolutamente mi trabajo. ¿Esta noche? No tanto.” Diana respiró de nuevo, y luego siguió adelante antes de que Jude pudiera ofrecer más confianza. “He estado organizando estos talleres de parejas para mujeres. Cada semana cubro un tema diferente – generalmente una nueva técnica o posición, o nuevas ideas para los juegos previos, como nalgadas o juegos de rol. El objetivo es ofrecer instrucción sexual con carga erótica para las mujeres en un ambiente seguro y libre de juicios ... con la XWPColección: Página y Facebook

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esperanza de que mis alumnas se vayan inspiradas y que se reaviven las llamas inactivas." Jude no pudo evitar retorcerse entusiasmada ante la imagen de Diana instruyendo a un salón de clases lleno de mujeres cachondas sobre las mejores maneras de hacerse venir. Antes de esta noche, solo había visto a Diana como una persona que trataba a su vecina Gwen, anciana y en silla de ruedas, con amabilidad, siempre sacaba la basura y paseaba regularmente a su perro pequeño y desaliñado. Descubrir este nuevo aspecto de la personalidad de Diana la emocionó. Jude se excitó mucho más de lo que hubiera previsto – especialmente con un cojín entero del sofá separándolas – Jude se aclaró la garganta antes de intentar responder a la revelación del notición acerca de su vecina no tan afable. "Suena divertido. Y como un noble trabajo.” Diana se echó a reír, pero también parecía complacida. "Noble, ¿eh? No puedo decir que escucho eso muy a menudo. Al menos de no de los clientes.” Las esquinas de sus ojos se arrugaron adorablemente cuando sonrió, haciendo saltar el clítoris de Jude. "Pero tienes razón. El trabajo puede ser muy satisfactorio. No siempre, pero a menudo lo suficiente como para seguir adelante." Decidiendo que Diana tenía que sentirse al menos un poco más cómoda después de su demostración de respeto, Jude se rindió a la impaciencia y rogó por la respuesta a su pregunta más candente. "Por favor, por favor pídeme tu favor. Después de esa aclaración, estoy dispuesta a apostar que no es tan inapropiado como lo que mi cerebro pervertido ha evocado." "Oh, no estaría tan segura de eso." Diana intentó una sonrisa valiente, pero sus manos temblaban. "Te sorprenderias." El corazón de Jude se aceleró. "Entonces sorprendeme." Diana sacó su teléfono del bolsillo de su chaqueta, miró la hora, luego se cubrió los ojos con su mano libre y suspiró con cansancio. “Estos talleres ... tengo una amiga, Ava, que generalmente me ayuda. Y su asistencia es esencial porque, bueno ... empleo un estilo de enseñanza práctica. Mis clases están destinadas a ser interactivas. Con la pareja de uno, por supuesto. Ava ... desempeña el papel de mi pareja. Así que puedo ... demostrar lo que les estoy diciendo a mis estudiantes." Jude apenas resistió el impulso de pellizcarse su propio brazo. Ella no estaba soñando, pero tampoco estaba completamente convencida de que lo que parecía estar pasando realmente estaba ... pasando. Temerosa de hablar – demonios, temerosa de moverse – fingió ser una estatua y simplemente escuchó. XWPColección: Página y Facebook

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"No estoy segura de querer saber lo que debes estar pensando." Diana miró entre sus dedos, haciendo una mueca de timidez ante la mirada de Jude. "Acerca de lo que hago para ganarme la vida, acerca de por qué te he contado todo esto como un precursor del favor inapropiado que nunca debería haber venido a pedirte – " "Sí." Al diablo con esperar a escuchar los detalles. Después de todo este preámbulo, no podía imaginar no hacer nada de lo que Diana le pidiera. "Estoy dentro. Lo que sea que necesites de mí, lo haré. Con entusiasmo." La respiración de Diana se detuvo, un enganche casi inaudible que elevó el ardor de Jude a alturas cada vez más vertiginosas. "Tal vez primero quieras esperar a escuchar lo que estás aceptando." Temblando, Jude murmuró: "Está bien. ¿Por qué no me dices lo que necesitas, Diana?” Diana la deleitó con un estremecimiento de todo el cuerpo. "Ava llamó hace una hora. Ella se cayó y se lastimó la espalda bastante seriamente que se encuentra en un lugar de atención urgente haciéndose radiografías para evaluar el daño. Dice que está bien, que no me preocupe por ella y, que por favor, que no cancele el taller de esta noche – que es el lo último que quiero hacer, créeme, ya que odiaría decepcionar a dieciséis clientes, reembolsar todas esas inscripciones, y perder la tarifa de alquiler por el espacio. Pero cuando mis estudiantes se inscribieron en un tipo de experiencia altamente específico – una experiencia que no puedo proporcionar fácilmente sin una pareja propia – no estoy segura de tener otra opción que cancelar. No puedo pedirle a estas mujeres que expongan sus cuerpos, su sexualidad, al grupo sin hacer lo mismo. Sin mencionar que ciertos conceptos son mucho más fáciles de mostrar que de contar. Especialmente para las aprendices más visuales." Divertida por el intento de racionalizar su increíble método de enseñanza, Jude se arriesgó y se inclinó sobre el cojín vacío para apoyar una mano en la rodilla de Diana. "Viniste a preguntarme si me gustaría reemplazar a Ava esta noche, ¿verdad? Porque te diste cuenta de que me acuesto con mujeres, mucho." Diana parecía afectada, inundando a Jude con el terror momentáneo de que de alguna manera había logrado hacer esto mal. Retiró la mano de la rodilla de Diana, luego aspiró un aliento de sorpresa cuando Diana la agarró por la muñeca y entrelazó sus dedos. Sorprendida de que estaba literalmente agarrando la mano de Diana después de suspirar en secreto durante meses, Jude luchó por mantenerse concentrada, para evitar ser arrastrada a una fantasía espantosa que avergonzaría a una o a ambas.

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Diana le dio un apretón cariñoso. “Es por eso que vine aquí, sí, pero me di cuenta de mi error en el momento en que abriste la puerta. No puedo en buena conciencia pedirle a una vecina mucho más joven que desnude su cuerpo ante una habitación llena de extrañas, y mucho menos que me permita tocarla sexualmente, solo para ahorrarme unos cuantos miles de dólares." Jude enarcó las cejas. “¿Unos cuantos miles? ¿Me estás tomando el pelo? Seguro que puedes. Pídemelo." "Jude ..." Diana exhaló largamente, luego miró al techo por unos segundos antes de volver su atención a Jude. “El taller de esta noche es sobre cunnilingus (Sexo oral). Tendrías que dejarme darte sexo oral delante de dieciséis mujeres, la mayoría de las cuales serán al menos una década más grandes que tú, si no dos.” Jude inclinó la cabeza, genuinamente perpleja por la última parte de su advertencia. "¿Por qué estás tan centrada en mi edad? Ya te lo dije, esa parte no me importa. O mejor dicho, no me molesta.” Ella acarició con su pulgar el de Diana, bromeando. "Al contrario, siempre me he preguntado cómo sería, el toque de una mujer más madura y con más experiencia." Diana se rió, viéndose igualmente halagada y sorprendida por la audaz admisión. "¿Es mi imaginación o intentas decirme que eres la chica adecuada para este trabajo?" "Es cierto que ofrecerse como voluntaria para ser comida por el coño por una hermosa terapeuta sexual gurú de las parejas homosexuales no cuenta como un sacrificio desinteresado." Jude se llevó las manos a la boca y besó los nudillos de Diana, observando cómo se movía en su asiento. "Pero también, legítimamente odio pensar en ti perdiendo todo ese dinero. Sobre todo porque no tengo dónde estar esta noche, de todos modos. Así que ... sí, ya que lo mencionaste ... " Ella arqueó una ceja. "Puedes apostar tu trasero, soy la chica adecuada para este trabajo. Al igual que, nunca he sido cohibida de mostrar mi cuerpo a las personas, adoro el sexo oral – tanto el dar como el recibir – y esta no sería exactamente la primera vez que me venga para una público.” Ella sonrió ante la sutil reacción de Diana a su revelación, una relajación de su postura que indicaba una aceptación de la sinceridad de Jude – y un claro alivio de sus tendencias exhibicionistas. "Este sería un trabajo, por cierto." Aclarándose la garganta, Diana desenredó su mano de la de Jude y pasó sus dedos por ese maravilloso cabello. "Es decir, te pagaré. Sólo quinientos, desafortunadamente, pero – “

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“¿Quinientos dólares?” La cabeza de Jude dio vueltas ante la idea de ganar casi un tercio de su antiguo salario quincenal en una sola noche. Por tener un orgasmo ... con su amante de la fantasía. "Podría subir a seiscientos, pero eso es – " "Oye, oye." Jude agitó las manos para evitar que Diana dejara de reducir su margen de ganancia. "Quinientos dólares es más que suficiente, dado que todo lo que realmente me estás pidiendo es que me acueste y dejar que me lamas." Ella bajó las manos y entrecerró los ojos. "¿Eso es todo lo que estás pidiendo?" "Básicamente." Diana dobló las manos sobre su regazo, pareciendo mucho más puritana de lo que debería haber sido posible. "Apreciaría un poco de interacción verbal durante la lección, junto con comentarios vocales tuyos durante el acto – ya sabes, para ofrecer a los estudiantes una idea de cómo funcionan mis técnicas." "Dudo mucho que eso sea un problema." Sorprendida por el suave calor que se arrastraba por la parte posterior de su cuello, Jude admitió, "Yo, uh ... no soy exactamente tímida en dejar que se sepa mi satisfacción." "Perfecto." Diana le dio una sonrisa cuidadosa. “¿Cómo te sientes acerca de dejarme penetrarte con mis dedos? Para ser claros, no es un factor decisivo si prefieres – ” "Puedes poner tus dedos dentro de mí." Jude cambió su peso, muy consciente de lo húmeda que esta conversación la estaba poniendo – y la proximidad de Diana. La vacilación de su vecina era palpable, pero sin sentido. Jude no podía imaginar decirle que no a nada que le ofreciera Diana. "Especialmente si quieres hacerme venir más rápido." Diana tragó, su garganta onduló de una manera que hizo que la boca de Jude se hiciera agua. "Es bueno saberlo. Más allá de eso ... sí. Todo lo que te pido es que me dejes hacerte un cunnilingus en un entorno educativo, por seiscientos dólares." "Quinientos. No me siento bien tomando más que eso.” Ella apenas se sentía bien al aceptar dinero en absoluto. Tener la oportunidad de desarrollar esta fantasía increíblemente perversa de una mujer mayor en la vida real – con la mujer mayor más sexy que conocía, nada menos – era una compensación suficiente. Ella extendió la mano, esperando para que Diana la estrechara y cerrar el trato.

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En cambio, Diana vaciló. Mirando de la mano de Jude a su cara, dijo, "¿No crees que esto complicará nuestra relación? Es decir ... eres una buena vecina. A pesar de la ocasional follada ruidosa a todas horas de la noche –“ "Lo siento." Jude hizo una mueca al recordar a una gritona particularmente voraz que había traído a casa hace aproximadamente un mes. "Me aseguraré de comenzar a taparles la boca después de la medianoche." Diana se pasó la lengua por el labio superior y luego contuvo una sonrisa. "Eso no será necesario. Hay peores bandas sonoras nocturnas que dos mujeres que tienen sexo alucinante.“ Espera – ¿Diana se había masturbado alguna vez con fantasías de ella para dormir? A Jude le encantaba que existiera tal posibilidad, ya sea que haya ocurrido o no. Obligando a su mente a volver a la pregunta que le habían hecho, dijo, "No. No creo que esto deba complicar nuestra convivencia de vecinos. Estamos hablando de una transacción comercial simple, verdad? Necesitas contratar a una asistente sustituta de última hora, estoy más que calificada para el puesto, hemos negociado exitosamente un salario ... nada complicado sobre eso. Claro, me estás contratando para el sexo, pero eso no significa que las cosas tengan que ponerse raras entre nosotras. Ambas sabemos lo que es esto. Estás buscando a alguien para que te saque del apuro, y estoy buscando animar una noche de Sábado que de otra manera sería aburrida – y ganar algo de dinero extra muy necesario. Me parece bastante claro." Diana alcanzó a través de su cojín amortiguador para un fuerte apretón de manos. "Bien entonces. La clase comienza a las siete. Puedo mandarte en un mensaje la dirección a tu teléfono o puedes ir conmigo, tu eliges." "Iré contigo." Sorprendida cuando Diana se levantó apresuradamente, Jude la siguió con sus ojos mientras se apresuraba hacia la puerta. "¿A qué hora quieres salir?" Diana se giró para mirarla. "¿A las seis? Prefiero llegar temprano para tener tiempo de prepararme antes de que lleguen las estudiantes." "A las seis será." Jude también se levantó del sofá, mentalmente planeando el resto de su tarde ocupada. "Eso debería darme un montón de tiempo para ducharme y, uh, acicalarme." "Genial." A medio girarse hacia la puerta, Diana se detuvo. Se encontró con los ojos de Jude, mirándola con más amabilidad de lo que estaba acostumbrada a ver de nadie – nunca. “Pero por favor no te vuelvas loca con el acicalamiento, al menos no por mi XWPColección: Página y Facebook

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cuenta. Haz lo que sea que te haga sentir cómoda y atractiva, por supuesto, pero ..." Ella sonrió. “Bueno, he leído que es más probable que tu generación se sienta obligada a afeitarse. Quiero que sepas que en lo que a mí respecta el vello púbico es una característica natural, funcional y perfectamente encantadora del paisaje femenino. Su presencia no impedirá mi apetito en lo más mínimo." Sacudida por la percepción de Diana, Jude logró una sonrisa despreocupada. "Anotado." "De acuerdo entonces. Nos vemos a las seis.” Diana puso su mano en el pomo antes de mirar a Jude por última vez. "Y gracias. Por decir que sí, por supuesto, pero también por ser de mente abierta. Temía que te ofenderías si pensaba en preguntarte algo. Pero tengo que decir que esto resultó ser mucho más fácil de lo esperado." Jude sonrió. "Quieres decir que resultó ser mucho más fácil de lo que tú esperabas." Riéndose, Diana abrió la puerta y retrocedió hacia el pasillo. "Más encantador, también." "¡Y más vieja!" Jude siguió a Diana por el pasillo, observando mientras se detenía frente al siguiente departamento. "Un total de tres años, recuerdas?" Respondió al juguetón rodar de ojos de Diana con una sonrisa dentuda. "Veintiséis, no veintitrés." Diana sacudió la cabeza y abrió la puerta. “Un adulto de buena fe. Lo recuerdo." "Estás a punto de descubrir exactamente cómo puedo crecer." Jude, entusiasmada por los juegos verbales, siguió bromeando. "¿No es así?" "Supongo que sí." Con los labios apretados, Diana se movió a medio camino en su departamento, luego inclinó la cabeza para despedirse. "Vamos, entonces. Toma tu ducha – y prepárate para la escuela."

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CAPÍTULO DOS Un poco más de cuatro horas después, Jude se sentó en lo alto de una plataforma sólida y cubierta con una manta, preguntándose en qué diablos se había metido. Vestida con una gruesa bata de toalla de Diana, contempló a las dieciséis mujeres con las mejillas rosadas y parcialmente vestidas que la rodeaban por todos lados. Sus ojos recorrieron el cuerpo de Jude con ansiedad, y sus susurros silenciosos la pusieron aún más nerviosa. Ella no entendía su creciente inquietud. Por supuesto, esta sería la primera vez que se desnudaría delante de tanta gente – el público que le mencionó a Diana se había parecido más a una pequeña multitud, si se pudiera llamar multitud a tres personas – pero la perspectiva de desvestirse no era responsable del inquietante nudo en su estómago. Aunque su cuerpo estaba lejos de ser impecable, naturalmente, nunca había sentido mucha vergüenza por sus imperfecciones. En el fondo, se preguntaba si su reticencia tenía más que ver con la idea de ser tocada por una mujer que había deseado con absoluta desesperación – durante demasiadas noches largas y solitarias – mientras todas estas extrañas observaban. ¿Y si se convertía en un gran hazmerreír y se viniera al instante? ¿O accidentalmente estallaba en lágrimas de alegría mientras tachaba mentalmente el sexo oral de Diana Kelley de su lista de deseos sexuales? Diana apoyó la mano sobre la rodilla desnuda de Jude, sacudiéndola de la bruma. "¿Lista?" Preparándose para lo que iba a ocurrir, Jude asintió con decisión. "Lista." "¿Estás segura?" Diana apretó su rodilla, un gesto que provocó un escalofrío involuntario que comenzó y terminó entre los muslos de Jude. "No me molestaré si has cambiado de opinión. De verdad. Avanzaremos solo si todavía estás lo suficientemente cómoda como para intentarlo." Incapaz de imaginar una posible vergüenza que pudiera hacer que se sintiera peor que anular su demostración, Jude hizo aparecer una cara valiente y una amplia sonrisa. "Estoy bien, lo prometo. Un poco nerviosa, pero ... quién no lo estaría, cierto?” Batió los párpados juguetonamente. "También estoy super excitada. Como ... super. Espero que estés preparada para eso."

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Los ojos azules de Diana brillaron con lo que Jude leyó como un verdadero deleite. “Me aseguro de venir siempre a la clase preparada. Esta noche no es una excepción.” Apretó la rodilla de Jude por segunda vez, luego se alejó de la plataforma para dirigirse a la clase. "Está bien, señoras. Buenas noches, y bienvenidas a Cunnilingus 101 – o para las menos propensas objetivamente, Introducción a Comer la Vagina. Ahora, aunque reconozco algunos de sus rostros, sé que tenemos algunas recién llegadas esta noche. Bienvenidas, a todas. Mi nombre es Diana Kelley, soy una licenciada en sexología y mi objetivo para este taller es ayudarlas a ustedes y a su pareja a redescubrir al menos un poco de la pasión y la intimidad que inicialmente las unieron. Lo haré compartiendo mis consejos favoritos sobre cómo brindar un excelente sexo oral, respondiendo cualquier pregunta que puedas tener sobre uno de los actos sexuales más íntimos que puedes realizar con un amante e invitándote a ver una demostración erótica, en acción en vivo de mis técnicas comprobadas." Ella se giró para hacer contacto visual con la otra mitad de la habitación. “Para aquellas de ustedes que actualmente disfrutan de una vida sexual activa – felicitaciones. ¡Sigan con el buen trabajo!” Cerca de la mitad de las mujeres se rieron con orgullo; dos chocaron los puños. Diana continuó. “Para aquellas que vinieron aquí esta noche con la esperanza de reintroducir algo de calor en una relación que se ha enfriado por una razón u otra – bravo. Bravo por tomar la iniciativa, juntas, por reconocer cuán importante es la intimidad física en una relación romántica y por elegir reparar un vínculo crucial que muchas parejas de largo tiempo fracasan en fomentar. De cualquier manera, independientemente de por qué están aquí, espero que esta lección inspire un montón de sexo alucinante. Esta noche, y en el futuro.” Todas aplaudieron, incluida Jude. Embelesada por la cálida introducción de Diana, por el timbre rico e impresionantemente profesional de su voz, y por las miradas entusiastas de sus estudiantes mientras observaban la actuación imponente, Jude no pudo reprimir una exclamación de sorpresa cuando la mano de Diana encontró su rodilla una vez más, luego se deslizó más arriba por su muslo. Diana le sonrió a Jude, luego a la clase. "Por favor denle una cálida bienvenida a mi hermosa y joven amiga Jude, una verdadera luchadora que accedió muy amablemente a hacer su debut en el aula aquí esta noche a pesar de que se le haya pedido que lo reemplazara en el último minuto. Esta será la primera vez que trabajo con Jude en cualquier capacidad, así que mientras ella y yo hablamos sobre los límites antes de la clase, me escucharán hablar con ella de forma bastante regular. Incluso más de lo que hago con Ava, simplemente porque tampoco conozco a Jude."

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La atención de Jude se desvió hacia una morena fornida a su izquierda, cuyo profundo ceño fruncido arrugaba una frente por lo demás sin líneas. "Diana, si no te importa que pregunte ... dónde está Ava? Quiero decir, ella está bien ... ¿verdad?” "No te preocupes, Sadie. Mi encantadora asistente se lastimó la espalda esta mañana y no quería probar su suerte al intentar soportar el orgasmo estremecedor que había programado para ella esta noche." La mano de Diana se deslizó más cerca de la coyuntura de los muslos de Jude. "Lamentablemente, eso significa que la pobre Jude tiene que asumir esa carga." En medio de las risas leves de sus compañeras, la preocupación de Sadie dio paso a la diversión. "Por supuesto. Pobre Jude." Lamiendo sus labios, Jude intentó hacer un breve comentario propio, para demostrar que en realidad estaba en posesión de una personalidad, y que a veces era atractiva. "Llámame loca, pero no estoy exactamente decepcionada por el giro que ha tenido mi noche de Sábado." Una mujer que estaba sentada frente a Sadie – rubia, de mediana edad y con una sonrisa aparentemente perpetua – le hizo un guiño a Jude y le gritó, "Te llamaría loca si no hubieras dejado todo por este trabajo. Diana seguro que tiene bastante experiencia de la anatomía femenina.” Jude reprimió un gemido mientras reflexionaba sobre la percepción de la rubia, pero no pudo reprimir un gemido cuando las yemas de Diana rozaron su muslo interno y desnudo.Cerrando los ojos para no tener que ver las reacciones del público, Jude se mordió el interior del labio mientras Diana retiraba la mano de debajo de la bata para sujetar el cinturón anudado alrededor de su cintura. Diana le evitó tener que inventar otra broma al iniciar el discurso introductorio que le había contado a Jude durante el viaje en un esfuerzo por obtener su consentimiento explícito una vez que le había explicado su propósito. Como todo lo demás sobre esta situación, lo que parecía viable en teoría se sentía desalentador en el momento. Jude se centró en el discurso de Diana, preparándose para el impacto de tener su cuerpo expuesto a esos ojos increíblemente azules. “Todas y cada una de ustedes deben cumplir su misión personal de dominar la anatomía de su propia pareja. ¿No fue Confucio quien dijo ‘el que domina la vagina de su amante rara vez se queda en la casa del perro por mucho tiempo’?” Cuando Jude abrió los ojos para unirse a la risa de buen humor, Diana le dirigió una sonrisa XWPColección: Página y Facebook

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tranquilizadora y concluyó la parte alegre de su clase. "Si bien no puedo garantizar que las habilidades que aprendas aquí esta noche serán el boleto para los infinitos pases gratuitos para salir de la cárcel, puedo asegurarte que el sexo satisfactorio, no poco infrecuente, seguramente te acercará más a tu pareja. Eso es porque el buen sexo no termina simplemente en el placer físico que estás dando y recibiendo. Tener un montón de buen sexo ayuda a lograr el bienestar emocional, tanto individualmente como en pareja. Permite la curación de heridas emocionales. Tal vez lo más importante es que es una forma de divertirse con alguien que te importa, en gran medida asegurándote de que se sienta increíble y extremadamente deseable." Superada por el apasionado argumento para follar constantemente, Jude casi dejó de respirar cuando Diana se movió directamente frente a ella y la miró a los ojos. "Jude, cariño, estaría bien si abriera tu bata?" Su mano derecha jugaba con el nudo en la cintura de Jude mientras que la izquierda subía por su muslo interior, tan alto que esperaba que los dedos de Diana salieran mojados. "Quiero ver ese hermoso cuerpo que he estado imaginando toda la noche." Jude se estremeció, preguntándose cuánto de la seducción verbal de Diana era para ella, cuánto para el espectáculo y si decía en serio algo de lo que estaba diciendo. Lista para averiguarlo, maniobró sus manos debajo de las de Diana para desatar el cinturón por su cuenta. "Sí." Diana mantuvo la bata cerrada por un momento más – para estudiar la cara de Jude y sonreír levemente ante lo que vio allí – antes de abrirla para revelar los dolorosamente duros pezones de Jude a su mirada deslizándose. "Eres impresionante," Diana murmuró, y deliberadamente empujó la bata de sus hombros, luego bajó los brazos, hasta que el material cayó del cuerpo de Jude y se agrupó alrededor de su cintura, desnudándola por completo. Agradecida por la decisión de Diana de protegerla de la vista, Jude luchó contra una inusual oleada de tímidez. No debido a los dieciséis pares de ojos que se esforzaban actualmente por echar un vistazo a sus tetas, sino porque Diana – Diana, la diosa de al lado – aparentemente no tenía reservas en cuanto a beber ante su desnudez como si fueran las únicas en la habitación. Jude reunió un tímido "Gracias," luego reunió la voluntad de plantar sus manos detrás de sus caderas e inclinarse hacia atrás para ofrecer una mejor vista."Realmente estoy bien con esto," susurró, con la esperanza de animar a Diana a seguir. "Por si te lo preguntabas. Siéntete libre de dejar que todas miren.” Jude se sonrojó cuando la mirada de Diana se posó en su pecho. "Si tu quieres."

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Después de una pausa prolongada, la atención de Diana se desvió hacia el regazo desnudo de Jude, y le dio a sus labios un toque sensual con su lengua. "Absolutamente impresionante. Delicioso, también, sin duda." La conciencia de Jude del mundo se redujo a solo Diana y el estruendo de sus propios latidos del corazón, lo que la hizo caer en la ilusión seductora de que estaban solas, juntas. Asombrada por la insensata anticipación que corría por sus venas – de lo viva que se sentía, a la espera del toque de Diana – Jude separó sus piernas para mostrar la escasa y suave cubierta de vello púbico que había dejado casi intacta para desmentir la sugerencia de que ella era otra millennial de forma sobre la función. Asombrada de encontrar su voz mientras los intoxicantes ojos azules de Diana bebían a la vista, Jude lanzó una réplica coqueta – cualquier cosa para mantener a Diana en movimiento. "Estoy feliz de dejarte probar. Para la ciencia." Una radiante sonrisa apareció en el rostro de Diana. Levantó los ojos hacia los de Jude, le hizo un guiño, y luego se enfrentó al público. "Cuando se trata de lamer la vagina, mi lema es 'Comenzar siempre despacio'. Ese mismo consejo se aplica al sexo anal, por cierto – un acto para el cual CULO es, sin duda, un acrónimo más adecuado.“ Mientras Jude se echaba a reír junto con todas las demás, Diana alcanzó ciegamente su muslo, aterrizando a escasos centímetros de su regazo. "Ahora cuando digo lento, quiero decir lento. Como, ni siquiera consideres tocarla debajo de la cintura durante los primeros cinco minutos ... mínimo." Jude gimió inconscientemente, consternada al escuchar que le harían esperar el primer toque de la lengua de Diana a sus labios, y mucho menos a su clítoris. Cuando algunas mujeres se rieron de su desaprobación vocal, Jude volvió a sus días del payaso de la clase, duplicando el rendimiento de la impaciencia en un intento por ganar el control sobre la diversión de todas para que no fuera a expensas de ella. Con la mirada fija a su derecha con una atractiva mujer de mediana edad, agradablemente redonda, Jude ke mostró una sonrisa tonta. "¿Puedes culparme? Una situación como esta en realidad no requiere mucho juego previo.” Miró a la risueña pareja de la mujer. "Seré honesta con ustedes chicas. Ha pasado casi un año desde que una mujer me ha hecho sexo oral. Ahora que el período de sequía está a punto de terminar, puramente para su gratificación. Así que, como ... vamos, cierto? Dale un respiro a la asistente sustituta de último momento." La mujer cuya mirada sostenía alzó una ceja divertida. “Personalmente, creo que deberías escuchar a Diana. Ella sabe lo que está haciendo. Solo ... disfruta la anticipación."

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Traducción – Martha Lo 2019

"Aprecio tu confianza en mi juicio sexual, Yolanda." Diana se hizo a un lado, inclinando su cuerpo hacia el de Jude para permitirle a su público una vista sin obstáculos. Antes de que Jude pudiera quejarse de la injusticia de la gratificación retrasada, Diana moldeó su palma contra la clavícula de Jude y la miró a los ojos. "¿Te gusta que te toquen los pechos?" "Sí." Ya había respondido la misma pregunta antes, en el auto, pero con mucho gusto aceptó el entusiasmo de Diana por ilustrar el potencial erótico del consentimiento explícito. "Mucho." Diana bajó la mano, alisando la pendiente del seno derecho de Jude, luego rodó cautelosamente el pezón entre las yemas de los dedos. "¿Y si quisiera besarlos? ¿Me dejarías?" Sorprendida por la forma en que el tono sensual de Diana empañó aún más la línea entre sus fantasías y esta versión cada vez más surrealista de la realidad, Jude asintió sin decir nada. Se apoyó en el emocionante toque, desesperada por algo más que esa simple caricia, pero pronto comprendió que nada más pasaría sin su permiso definitivo. Tragando, Jude pronunció, "Bésalos, por favor.” Diana se inclinó para colocar sus labios sobre el pezón izquierdo de Jude, con ternura. Las yemas de sus dedos continuaron provocando a su gemelo, destruyendo la capacidad de Jude para detenerse en un solo pensamiento racional por más de un milisegundo. No podía predecir lo qué haría cuando Diana finalmente se aventurara entre sus piernas. ¿Y si se desmayaba? ¿O hablaba idiomas extraños? ¿O actuaba como una verdadera imbécil frente a todas estas bellas damas? Jude gritó, extasiada cuando la lengua abrasadora de Diana finalmente rozó la carne fruncida de su areola. Transportada por la sensación de labios hábiles e insistentes que chupaban su pecho en la caverna húmeda de la boca ahora abierta de Diana, Jude arqueó la espalda, luego empujó su mano apresuradamente hacia el estrecho espacio entre sus muslos. Encontrando sus labios vaginales empapados, lanzó una mirada furtiva a su alrededor, muy consciente de que todas sus acciones estaban sujetas a escrutinio. Por suerte, casi todas estaban demasiado preocupadas con la tarea de desvestirse a sí mismas y a sus parejas para darse cuenta de su placer. Jude dejó sus dedos exactamente donde estaban, codiciosos incluso por la más sutil fricción cerca de su clítoris. "Ah, ah, ah." Diana se aferró a la muñeca de Jude y apartó la mano. “Al menos cinco minutos, ¿recuerdas? Eso va para las dos.”

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Traducción – Martha Lo 2019

Jude no pudo reprimir un puchero, a pesar de no querer que Diana la viera como una niña relativa aún más. "No es justo." Diana se enderezó para murmurar al lado de su oreja. "Mi pobre y dulce cariño." Deslizó la punta de su lengua a lo largo del sensible lóbulo de la oreja, provocando múltiples contracciones de los músculos vaginales de Jude, de modo que casi llegó al clímax antes de tiempo. Con un profundo y anhelante suspiro, Diana se movió para mordisquear la otra oreja de Jude. "Nunca lo prometí justo. Sólo bueno." Diana ni siquiera había tocado su vagina todavía, y ya Jude sabía que ‘bueno’ era un descriptor lamentablemente inadecuado para la experiencia de esta terapeuta sexual. Abrumada por la fuerza de su deseo, Jude miró a la multitud una vez más, esta vez detectando algunas miradas fugaces en el proceso. Fue entonces cuando se dio cuenta de que lo peor de su timidez había disminuido. Asaltada por su excitación sin sentido, asumió, junto con cualquier sentimiento de vergüenza que había poseído antes de hoy. Jude flexionó la muñeca que Diana todavía sostenía, siseando cuando el agarre ya firme se apretó. Retirándose, Diana agarró la mano libre de Jude y sujetó ambas muñecas contra la plataforma, junto a sus caderas. Jude se quedó sin aliento ante el movimiento enérgico, tomada por sorpresa por la forma en que Diana canalizaba a la mujer mayor, segura y sexualmente dominante de sus sueños. Esta experiencia no haría nada para extinguir el enorme enamoramiento que mantenía por su vecina de al lado, contrariamente a las mentiras que Jude se había estado diciendo durante toda la tarde. Obviamente, esta decisión de saciar su sed iba a ser contraproducente. Mientras Diana continuara eclipsando incluso sus incursiones más crueles en la tierra de la fantasía, el enamoramiento de Jude crecería y crecería. Incluso podría enamorarse. Temblando de deseo, Jude rogó, "Me comportaré, Diana, por favor. Por favor.” Diana besó el cuello de Jude, luego su hombro, sin soltar sus manos. "Sé que lo harás." Se inclinó para tomar el pezón de Jude entre los dientes, lamiendo la punta con su cálida lengua. El agarre en sus muñecas se mantuvo firme, incluso cuando Jude se retorcía inquieta en un intento poco entusiasta por liberarse. Diana aplastó su resistencia falsa deteniéndose por completo y luego murmurando, "Debe gustarte que te sujeten." Sus dedos se aflojaron ligeramente. "¿Es asi? ¿Te gusta que te quiten el control? ¿O simplemente necesitas desesperadamente que te laman?” "Sí." Jude empujó su pecho en un intento sin sentido para forzar su pezón de nuevo en la boca de Diana. XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

Diana sonrió, evitando fácilmente la tímida estratagema con un retiro oportuno. Reconociendo su total impotencia, Jude aclaró la falta de respuesta para atraer el regreso voluntario de Diana. “Me gusta cuando tomas el control, y necesito que me lamas. Desesperadamente." Ella repitió, suplicante, "Por favor." Diana llevó su boca al pecho que aún tenía que chupar pero no hizo contacto. En cambio, apretó su agarre en las muñecas de Jude. "¿Te pone húmeda ser provocada de esta manera?" Jude soltó lo primero que le vino a la mente, que también resultó ser la verdad. "Tú me pones húmeda." Diana gimió y lamió alrededor del turgente pezón. Una vez ... dos veces ... y luego, angustiosamente, retrocedió una vez más. Con una sonrisa de complicidad en sus labios rosados, Diana se levantó en toda su altura e hizo contacto visual. Esperó a que Jude se retorciera, luego cerró la distancia entre sus rostros para un breve beso extremadamente amoroso. Jude aún estaba recuperando el aliento cuando Diana murmuró contra su boca, "Abre las piernas, cariño. Muéstrame cuán húmeda." Jude obedeció sin pensar, separando sus muslos hasta que sintió que el aire fresco golpeaba su centro fundido. Se tensó en anticipación a la primera caricia exploratoria, pero en lugar de proporcionarla, Diana volvió su atención a las estudiantes. "Una vez que haya pasado una cantidad decente de tiempo atormentando – lo siento, excitando – a tu pareja, les recomiendo que hagan un juego de ‘comprobar‘ para ver si está lista para que la lamen. Sin duda lo estará, pero ese tipo de juego previo hará que se sienta aún más cachonda con el primer toque de tu lengua." "Si no la vuelves loca primero." Jude disfrutaba la risa dispersa de su público – entremezclada con susurros y gemidos apagados – pero solo estaba bromeando a medias. Nunca había deseado a nadie tan ferozmente. Dolía. "Créanme. Tu pareja ha estado caliente por tu lengua todo este tiempo. Así que ya dásela.” Diana palmeó la rodilla de Jude, sonriéndole a la multitud. "Si has hecho bien tu trabajo, como parece que tengo, tu pareja debería estar pidiendo más a estas alturas – todo sin que te hayas acercado a su vagina." Ella le guiñó un ojo a Jude. "Hasta ahora." Sin preocuparse ya más por la modestia, Jude extendió las piernas tan abiertas como lo podía – hasta que se sintió completamente obscena, y mostró su centro empapado a todas las que quisieran ver. Una vez que unos pocos pares de ojos se desviaron en su

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dirección, incluidos los de Diana, Jude dijo, "Estoy más que lista, pero adelante, comprueba de todos modos." Diana tragó, la garganta se tensó visiblemente. Animada por la insinuación de que no estaba sola en su deseo, Jude echó los hombros hacia atrás y se encontró con la mirada de Diana cuando la mujer mayor arrastró su atención hacia la cara de Jude. Sacudiendo la cabeza, Diana dijo, "Solo mira el desastre que has hecho. Chica mala.“ Ella presionó sus labios en una comisura de la boca de Jude, luego en la otra, antes de iniciar un beso más profundo. Sus lenguas instantáneamente establecieron un ritmo ardiente, bailando juntas como si lo hubieran hecho docenas de veces antes de ese momento. Cuando la mano de Diana se deslizó por su muslo interno, las yemas de los dedos se deslizaron sugerentemente sobre sus labios vaginales resbaladizos y expuestos, Jude soltó un grito ahogado. Los dedos profundizaron su exploración, empujando entre los pliegues sensibles de Jude para avanzar a través de sus labios, luego forjar un camino lento y sinuoso hasta su clítoris. Jude apoyó la frente en el hombro de Diana y cerró los ojos, abrumada por todo lo que estaba haciéndola sentir. “Estás lista, ¿verdad?” Diana la masajeó con más firmeza, extendiéndose alrededor de los jugos calientes que brotaban de Jude como una cascada. "¿Lista para que te lama hasta que estés limpia?" Las fosas nasales se ensancharon, Jude intentó no sonar tan loca como se sentía. "Sí, señora." La respuesta fue automática, una frase que había pronunciado innumerables veces en el contexto de sus fantasías de ‘Diana dominante’. Se puso rígida mientras esperaba la reacción de Diana, avergonzada por su sumisión. Tanto para convencerla de que soy una adulta. Diana giró sus dedos alrededor de la apertura de Jude por última vez, luego se retiró. Segundos más tarde, apoyó la mano contra el pecho de Jude y la presionó contra la plataforma. Jude fue voluntariamente, agradecida de estar libre de la responsabilidad de mantenerse erguida por más tiempo. Poder mirar el techo también era agradable – y mucho más fácil que enfrentar a los testigos de su seducción. Jude gimió cuando las manos de Diana se deslizaron por el interior de sus muslos, luego contuvo el aliento mientras unos dedos cuidadosos abrían sus labios vaginales y mostraban su excitación hacia la habitación. Aunque Diana ya había obtenido permiso para incorporar su

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cuerpo a este tutorial, Jude no estaba segura de cómo iba a soportar un examen tan descarado sin estallar en llamas. "Oh, Dios mío. ¿Le echarías un vistazo a esa vista apetitosa?” Diana mantuvo a Jude abierta con una mano, con la otra usándola para frotar arriba y abajo de sus pliegues hipersensibles. “Recuerden nuestro lema, señoras, siempre empenzar lento. Eso significa alejarse de su clítoris al principio, hasta que la hayas llevado al borde de 'la locura'.” Jude lanzó un gemido torturado, llevando a algunas de las mujeres a una risa aún más fuerte. Cerrando los ojos con fuerza, se estremeció al raspar la madera en los azulejos cuando Diana arrastró una silla frente a la plataforma y se sentó. Jude escuchó las distintas bandas sonoras de mujeres perdidas de placer en el fondo, una melodía provocativa compuesta de caricias murmuradas, gemidos estrangulados y el golpeteo lascivo ocasionalmente de dos cuerpos que entran en contacto. Diana volvió a colocar sus manos en el pliegue de los muslos de Jude, usando sus pulgares para acariciar los pequeños vellos que cubrían su vulva. Los dedos de los pies de Jude se curvaron dolorosamente al primer aliento, caliente que Diana sopló a través de su goteante agujero. Ella gritó cuando Diana siguió con otra exhalación lenta, una que inundó su clítoris y la dejó palpitando, y alcanzó sus propios pechos para darle a los pezones un vigoroso pellizco. Ya estaba peligrosamente cerca del orgasmo, y Diana apenas había comenzado. Deseando sacar provecho, Jude levantó sus caderas para buscar la fuente de ese calor tentador, desesperada por el final de los interminables juegos previos de Diana. “Recomiendo lamer sus labios exteriores primero. Suavemente.” Diana hizo una pausa para hacer exactamente eso, deslizando su lengua por un lado y luego por el otro. "En mi experiencia, la mejor manera de enviar a una mujer al cielo en la tierra es tomarse el tiempo para apreciar cada parte de su cuerpo – especialmente aquellos lugares que generalmente no reciben mucha atención." Ella plantó una serie de besos a través de la vulva de Jude, acariciando los vellos cortos con su nariz. "No cometan el error de ir por su clítoris demasiado pronto. Hagan que ella se estremezca primero. Háganla rogar.” "Por favor," Jude dijo, buscando algo para acelerar el proceso de Diana. "¿Ven? Ya rogando. Por favor.” Diana ajustó su boca sonriente contra la raja de Jude, luego sacó la lengua para ahondar entre los pliegues resbaladizos. Soltó un gemido que le provocó un estremecimiento en su piel en su primer intento, desatando un nuevo torrente de XWPColección: Página y Facebook

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excitación que Jude podía sentir lentamente goteando entre sus nalgas. Extendió la mano para alcanzar la cabeza de Diana, luego se detuvo. No se sentía bien, de algún modo, recurrir a sus métodos asertivos habituales o, en realidad, tratar de asumir el control de este encuentro de alguna manera. Diana estaba a cargo aquí y, presumiblemente, no había contratado a Jude para contradecir las lecciones que buscaba enseñar. "Buena chica." Diana capturó la mano que aún flotaba en el aire sobre su cabeza, guiando la muñeca de Jude hacia su costado. "Haz lo que te digo y te prometo que no te arrepentirás." "Sí, señora," Jude dijo de nuevo, no en voz baja. Diana la recompensó con una larga y lánguida lamida que comenzó en la apertura de Jude y terminó justo debajo de su clítoris. "Sabes que te cuidaré, ¿verdad?" "Sí." Jude siseó ante el cuidadoso sondeo de sus labios vaginales por la talentosa lengua de Diana. Sus caderas se levantaron de la plataforma cuando el músculo insistente presionó más profundo para rodar sus pliegues internos sensibles. Era todo lo que había soñado, y más. "¡Joder, sí!" Tal vez para castigar su entusiasmo, Diana movió su silla hacia atrás y hacia un lado, dejando a Jude no solo despojada, sino también expuesta. Jude se estremeció, mucho más cerca de la liberación, tanto por la negación como por el conocimiento de que todas podían ver exactamente lo mojada que la ponía Diana. Un suave golpecito en su muslo atrajo la atención de Jude hacia la sonrisa brillante y abiertamente divertida de su atormentadora. "Dulce, sexy Jude. No puedo recordar la última vez que me comí una vagina tan jugosa." Los músculos del estómago de Jude se tensaron cuando los dedos de Diana se acercaron más a su vulva. Al carecer de una réplica adecuada, murmuró, "Yo ... puedo ponerme muy húmeda." "La gloria de la juventud." Diana le guiñó un ojo indulgente a Jude antes de dirigir sus siguientes palabras a la clase. "Antes de centrarme en hacer que mi increíblemente deliciosa asistente temporal se venga por toda mi lengua, quiero ofrecerles un recordatorio amistoso: comer la vagina no es solo hacer que tu amante se venga. Se trata de hacerle sentir cosas que nadie más puede. No de esta manera. Me refiero a ansia. Deseada. Sexy." Su voz se suavizó. "Pero, sobre todo, aceptada."

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Aunque no había olvidado a su público, Jude se sobresaltó al oír una voz desconocida desde algún lugar más allá de su línea de visión. "Disculpa, Diana? Mi nombre es Liz, y yo ... bueno, la verdad es que ... no sé cómo superar mis inseguridades cuando se trata de recibir sexo oral. Quiero decir ... no es que crea hay algo mal ahí abajo, exactamente ...” Una segunda voz interrumpió. "Porque no lo hay. Eres perfecta." "Sé que eso es lo que dices, pero ..." Después de un titubeó, Liz le hizo su pregunta con voz más trémula. "¿Cómo puedo superar esto?" Incapaz de ver a la pareja que había frenado su momento, Jude observó la sonrisa que había logrado transformar la ya hermosa cara de Diana. “Créanme, no es raro que las mujeres se sientan conscientes de sus genitales, por una razón u otra. Si te preocupa tu apariencia, todo lo que puedo decirte es que no lo estés. Cada mujer es única, y a pesar de lo que los medios te dicen, no hay ningún estándar que debas cumplir. Se puede encontrar belleza en cada estética – algo que es especialmente cierto cuando miras el cuerpo de una mujer que amas." “Y te amo.” La voz de la pareja tembló con emoción. "Sabes que sí, cariño." "Lo sé." Liz sonaba aún más sin palabras que antes. "Y te amo también. Pero eso no cambia lo que siento por mi cuerpo." Jude trató de no gemir cuando Diana entró en modo terapeuta, apartándose completamente de ella para establecer contacto visual con sus clientes con dificultades. “Lo dije antes, y lo diré otra vez. El cunnilingus es uno de los actos sexuales más íntimos que puedes dar o recibir. Requiere una cantidad inmensa de confianza para permitir que tu amante ponga su cabeza entre tus piernas. A algunas mujeres les resulta totalmente imposible estar en una posición tan vulnerable, tan expuesta. Para ser claros, no hay absolutamente nada de malo en sentirse de esa manera." Diana ofreció la tranquilidad sin ningún indicio de juicio, con voz serena y compasiva de autoridad. “Nunca te obligues a hacer algo que no te haga sentir bien. Sexualmente, al menos. Lamentablemente, el IRS no comparte mi opinión cuando se trata de presentar sus declaraciones de impuestos de manera oportuna." Ella esperó a que unas pocas risitas semi-distraídas desaparecieran. "Por otro lado, si realmente quieres disfrutar de que te laman la vagina, todo lo que puedo decirte es que la práctica hace la perfección. Toma todos los pasos que puedas para aumentar tu XWPColección: Página y Facebook

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confianza de antemano. Ponte un atuendo o alguna lencería que te haga sentir más sexy. Mantén las luces atenuadas, o apágalas por completo, si eso te ayudará a aliviar tu ansiedad. Tal vez primero hagan un ritual de bañarse juntas, para que nadie se preocupe por su sabor u olor. Y – como beneficio adicional – bañar a tu amante sirve como un juego previo bastante potente.” “¡Podemos dar fe de eso!” Una mujer diferente gritó desde el lado opuesto de la habitación. “Siempre sé cuando mi esposa está planeando un viaje al centro porque me invita a tomar un baño caliente. En algún momento, ella frotará sus dedos a lo largo de mi clítoris y labios vaginales, de un lado a otro, para limpiarme. Es tan erótico, saber que me está preparando para su lengua." "De hecho." La ronca respuesta de Diana hizo que los músculos internos de Jude se tensaran, luego se contrajeran, provocando un estallido de placer efímero que arrancó un gemido juvenil de su adolorida garganta. La ceja de Diana se alzó ante el arrebato y se volvió hacia Jude. "Pobrecita. Te tengo toda excitada, ¿no?” Afortunadamente, Liz le dio a Jude un poco de compasión interviniendo, con voz más relajada, "Lo siento, Diana. No quise desviarnos de la clase en cuestión. Sigue, por favor.” Ella resopló. "Por la pobre Jude, si nada más." Jude se mordió la lengua, no confiando en su habilidad para hablar con los dedos habilidosos de Diana a cada lado de su clítoris. La caricia descaradamente gratificante se sintió como si Diana la elogiara por un trabajo bien hecho, un concepto que emocionó a Jude más de lo que quería admitir. De hecho, cuando Diana volvió a poner su silla en posición, miró a Jude con aprobación. La electricidad de su mirada compartida provocó otra súplica susurrada desde la seca garganta de Jude. “Por favor.” La sonrisa de Diana se ensanchó. "Sí. Pobre, pobre Jude. Es hora de recompensar tu paciencia, ¿no es así?” Jude levantó sus caderas de la mesa, persiguiendo la mano de Diana mientras se alejaba de su vagina para volver a asentarse en la parte superior de su muslo. "Ha pasado mucho tiempo," gimió, solo medio bromeando. "¿Recuerdas cómo te estoy haciendo un favor aquí?" "Buen punto." Diana empujó los muslos de Jude más lejos y bajó la boca para flotar sobre su centro tenso. "Gracias por venir esta noche." Sin interrumpir el contacto visual, deslizó la lengua desde la abertura de Jude hasta el punto sensible justo encima de la capucha de su clítoris. Los ojos de Diana brillaron ante el grito de garganta completo que Jude ni siquiera intentó contener. Ella repitió el placer de Jude con un XWPColección: Página y Facebook

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zumbido satisfecho, enviando vibraciones intensamente satisfactorias a través del cuerpo tenso de Jude. Mientras se movía hacia abajo, Diana chupó levemente sus labios, luego mordisqueó la tierna carne durante largos y burlones segundos antes de mostrar a Jude una sonrisa maliciosa. "Realmente te debo una." Las extremidades de Jude temblaron, los músculos ya no estaban bajo su control. "Paga entonces," gimió, lastimeramente. "En serio, Diana ... te lo ruego." Diana cubrió los labios vaginales de Jude con la boca abierta, luego onduló la lengua de modo que la punta apenas rozó su abertura resbaladiza. La sensación era tan exquisita que Jude casi permitió que sus ojos se cerraran de nuevo. Pudo mantenerlos abiertos solo porque no podía soportar perderse el más mínimo detalle de esta experiencia. La dicha de la boca de Diana en su vagina, la confianza de las manos que separaban sus muslos, el lustroso y brillo saludable del cabello que agarraba mientras trataba de no venirse de inmediato – Jude memorizó cada vista y sensación para poder volver a revivir este evento siempre que quisiera. Diana la estaba conduciendo hacia un verdadero despertar sexual, incomparable a nada que Jude hubiera sentido en la década desde que recibió su primer orgasmo de la mano de otra persona. Los talentos orales de Diana la enviaron a otro plano de existencia, una utopía donde no existía nada, excepto la lengua diligente en su vagina y el firme pero suave agarre de manos cálidas en sus temblorosos muslos. Jude intentó valientemente retrasar lo inevitable, todavía no estaba preparada para terminar su lección, pero fue inútil. Una vez que Diana se aferró a su clítoris y comenzó a chupar – su cabeza inclinada y los ojos brillantes – Jude estaba perdida. Urgentemente, susurró, "Joder. Va a venirse." Diana le dio una caricia alentadora, acariciando con los pulgares la tierna coyuntura de las caderas y los muslos de Jude. Ella intensificó la succión sin alterar su ritmo, luego – justo cuando Jude alcanzó su punto máximo – agarró su mano derecha y la apretó con fuerza. Agradecida por el anclaje, Jude la soltó a regañadientes, permitiendo que el tremendo placer se apoderara de su cuerpo durante interminables segundos. Gemidos y quejidos incontrolados – junto con otros ruidos que ella nunca se había oído hacer antes – escaparon de la boca abierta de Jude durante toda la larga duración de lo que tenía que ser el mejor orgasmo que jamás había experimentado. Diana gimió con ella, convirtiendo un clímax ya abrumador en una verdadera prueba de fortaleza. Con los músculos temblando, Jude luchó por resistir tanto de la maestría de Diana como su cuerpo le permitía, pero finalmente su mano izquierda se rebeló y se hundió en el exuberante cabello de Diana para alejarla.

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"Basta," Jude suspiró, odiándose a sí misma por ceder. "Joder.” Diana depositó un último beso en sus labios vaginales, luego apartó la silla y se levantó. "Ven aquí," murmuró, deslizando un brazo debajo de los hombros de Jude para ayudarla a sentarse. Pesada de agotamiento, Jude cayó hacia los brazos abiertos de Diana y hundió la cara en el cuello suave y perfumado de la mujer a la que adoraba en secreto. Diana la meció ligeramente, balanceando sus cuerpos superiores de lado a lado mientras pasaba la palma de la mano arriba y abajo por la columna vertebral de Jude. "Lo hiciste genial," Diana susurró, haciendo a Jude resoplar. "Gracias." Jude se enderezó para encontrarse con los ojos ligeramente desenfocados de Diana. “Gracias a ti.” Al darse cuenta de la clara excitación en su mirada humeante, Jude llevó deliberadamente su boca a la de Diana para un beso rápido pero apasionado. Ella gimió ante el sabor de sus propios jugos en los labios maravillosamente llenos de Diana y presionó su lengua más profundamente, rompiendo el calor embriagador de su boca sorprendentemente hábil. Jude apretó sus manos sobre los hombros de Diana y cerró sus piernas alrededor de sus muslos. Se besaron durante al menos un minuto entero, lo cual no fue tan largo como Jude quería. Reprimió un gesto de decepción cuando Diana se separó y expulsó una risa temblorosa y sorprendida. "Vuelve aquí." Instando a Diana a avanzar usando los tobillos que había cruzado detrás de sus pantorrillas, Jude inició otro beso. Este era más corto que el primero, pero igual de apasionado. Diana se retiró, llena de arrepentimiento palpable. "Jude ..." Ella vaciló, luego hizo un gesto hacia su público. "Lo siento. Ojalá tuviéramos más tiempo para abrazarnos, pero...” Temerosa de parecer dependiente, Jude desestimó la disculpa. "No seas tonta. Por supuesto. Tienes un taller que dirigir.” Diana pasó un momento buscando en su rostro, luego reunió a Jude en otro rápido abrazo. "Déjame ver a todas. Ya vuelvo.” Avergonzada, Jude dijo, "Estoy bien, ya sabes." "Estás más que bien." Diana la abrazó por última vez, y le dio un amistoso beso en la mejilla. "Eres magnífica."

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Sin aliento por el cumplido, Jude se sintió casi aliviada cuando Diana se volvió hacia el grupo. Apenas registró el discurso de Diana en la clase, demasiado obsesionada con el hecho de que habia sido lamida hasta el orgasmo por la indomable Sra. Kelley para centrarse en el aprendizaje educativo de su encuentro – el encuentro que había cambiado su vida para siempre. Parpadeando, Jude pasó su mirada distraída de estudiante a estudiante – ninguna de cuyos nombres recordaba más – preguntándose si alguien en la sala entendía cuán poderosamente conmovida estaba por todo lo que había ocurrido ante sus ojos. Probablemente no, dado lo distraídas que estaban las demás por sus respectivas parejas. Justo cuando la atención de Jude se desvió hacia Diana, la mujer mayor plantó su mano en el centro del pecho desnudo de Jude. "La clase parece estar haciendo un buen trabajo al mantenerse ocupada, y aún tenemos cuarenta minutos en el reloj." Presionó ligeramente la clavícula de Jude, instándola a que se reclinara. "¿Por qué no te recuestas y me dejas demostrar la magia multiorgásmica del sexo entre mujeres?" Tentada como estaba por la idea de una repitición, Jude quería algo aún más. Resistiendo el intento de Diana de maniobrarla sobre la plataforma, tocó el dobladillo de la blusa ajustada de su vecina, luego jaló de la pretina de los pantalones de lino que llenaba a la perfección. “O podrías concederme el privilegio de corresponder.” Ella se mordió el labio inferior entre los dientes, sugestivamente humedeciendo la carne magullada con la punta de la lengua. "Puedes mostrarme cómo te gusta que te laman." La garganta de Diana se tensó, luego se movió. "Jude, no te pedí que vinieras aquí esta noche – " Por primera vez desde que llegaron a clase, fraqueó su fácil confianza. Mirando más allá de Jude, dijo, "No es necesario el corresponder. Este taller no se trata de mi gratificación." "¿Es sobre la mía?" Moviéndose más allá del impulso momentáneo del rechazo de Diana, Jude se aferró a su certeza de que la química entre ellas no era puramente unilateral. "Si es así, ten en cuenta que absolutamente nada me complacería más que tenerte en mi boca." Cuando Diana inhaló para responder, Jude interpuso una razón más para que dijera que sí. "Además ..." Fingió un puchero exagerado. "¿Cómo voy a aprender a menos que me enseñes?"

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CAPÍTULO TRES Diana estaba cometiendo un gran error, y lo peor era que ya lo sabía. Un gran error, se lamentó – antes de que su culpa mordaz desapareciera casi por completo al primer toque tentativo de la lengua de Jude contra sus labios vaginales. Gimiendo, Diana usó la mano que no estaba enredada en los brillantes mechones castaños de Jude para apoyarse contra el borde de la plataforma sobre la que se arrodillaba sobre la cabeza de su asistente temporal. Colocó su peso más pesadamente en la boca sexy de Jude, moviendo las caderas mientras se deleitaba con los puños blancos de los nudillos de la chica y los pezones increíblemente rígidos y muy chupadores que parecía no poder dejar de tocar. Ella es tu vecina de al lado, por el amor de Dios. Tu vecina demasiado joven, más que probable emocionalmente inmadura. ¿Qué pasará cuando este pequeño arreglo acabe mal? Diana echó la cabeza hacia atrás y quedó sin aliento, asombrada por la rapidez con que Jude la había convertido en un estado de pura y desesperada necesidad. Ella no rogaría, por supuesto. Incluso si quería. ¿Y si ella pide sexo fuera de clase? Diana normalmente no era del tipo presumido, pero tuvo la clara impresión de que Jude realmente había disfrutado su orgasmo. Viviendo tan cerca, parecía inevitable que Jude pudiera solicitar otro encuentro en algún momento. Uno privado, en su propio tiempo. Eso sería un desastre. Diana estaba a solo tres meses de cumplir cuarenta años, demasiado vieja para una jovencita ansiosa, follamiga en medio de una etapa tan diferente de su vida. Concedido, Jude era muy buena para comer vaginas – incluso mejor de lo esperado. "¿Cómo voy a aprender a menos que me enseñes?" Diana gimió ante el recuerdo de la seductora súplica de Jude y su propia respuesta aguda. "No puedo creer que ya no conozcas tu camino alrededor del cuerpo de una mujer. De hecho, estoy segura de que lo haces. He oído tanto a través de la pared de nuestra habitación."

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Jude le había dado la mejor sonrisa, una que hacía imposible que Diana dijera que no. "Califícame, entonces. Dame tu examen final." Así que ahora aquí Diana se cernía, desnuda de cintura para abajo, sobre la boca ocupada de la joven y animada seductora que de alguna manera había borrado todo su buen sentido con un solo batir de sus pestañas. Esas tetas impecables tampoco habían ayudado, ya que eran las más bonitas que Diana había besado – una distinción impresionante dada su abundante historia sexual. La siempre cambiante lista de invitadas de Jude le recordó a Diana su propia juventud despreocupada, antes de que tomara la tonta decisión de comprometerse con una mujer que continuaría tratándola como una mierda absoluta durante casi cinco de los seis largos años que estuvieron juntas. Su ex novia, Janine, le había enseñado el valor de la precaución en sus enredos interpersonales, una lección importante que se volvió más complicada y menos relevante con cada caricia de la lengua entusiasta de Jude. No era como si no hubiera notado a Jude en el último año. Incluso había fantaseado con follarla, más de dos veces, durante algunas de las más solitarias de sus noches cada vez más solitarias en casa. Ella era solo humana, después de todo. Jude no solo tenía una apariencia innegablemente voluptuosa, sino que también era la orgullosa dueña de un abundante apetito sexual – uno que había inspirado las sesiones de placer de Diana desde su primera noche en el edificio. Incluso si ella hubiera querido ignorar a la chica de al lado, hubiera sido imposible. Jude se había convertido en un espectáculo semi-frecuente durante los viajes de Diana dentro y fuera del edificio donde vivían sus vidas lado a lado, siempre con una sonrisa en la cara y un saludo cálido e informal para ofrecer. Sus breves interacciones le habían proporcionado a Diana material más que suficiente para reunir la fantasía ocasional de ‘mentora sexual con una mujer más joven’. También eran la razón por la que inmediatamente pensó en Jude después de la llamada de Ava. Así que ... sí. Ella había tenido curiosidad por un tiempo. Al menos ahora esa curiosidad estaría satisfecha – incluso si hubiera arruinado su relación educadamente cordial como resultado. Diana se estremeció, luego se sentó sobre sus talones para dejar que Jude tomara aire. Pasó las uñas por el centro del cuero cabelludo de Jude, sonriendo. "Eso es agradable, cariño. Muy agradable." Jude frunció el ceño. "Agradable?”

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Claramente el cumplido no había salido como estaba previsto. "Muy, muy agradable." Diana se puso de rodillas, luego usó sus dedos para separar sus labios vaginales. La atención de Jude se desvió a la vista y se centró. "Me estás haciendo muy, muy feliz." Jude la recompensó con una sonrisa dulcemente complacida. Giró la cara hacia un lado, lamiendo el interior del muslo de Diana. "Entonces déjame seguir. Déjame hacerte venir.” Qué error tan increíblemente grande, Diana se dijo por lo que se sentía como la centésima vez. Luego, frustrada por su hiperactiva precaución, cerró su mente y dejó que su cuerpo respondiera. "Sí." ****** En el auto después del taller, Diana mantuvo sus ojos en la oscura carretera extendida por delante de ellas, demasiado asustada para captar la mirada de Jude y arriesgar incluso la más furtiva de las miradas de reojo. Ella estaba presionando con fuerza contra el límite de velocidad, ansiosa por llevar a Jude a casa y pagarle el resto del dinero que le debía para que pudieran volver a sus roles anteriores de amigas casi desconocidas. El sexo con Jude había sido espectacular – más allá de sus más locas fantasías, de hecho – pero Diana temía que lo que habían hecho hubiera alterado la dinámica entre ellas en un grado que nunca había pretendido. Por ejemplo, los ojos enamorados muy abiertos de Jude, que al parecer había sido víctima. A pesar de los comentarios directos sobre cómo encontrar sexy a las mujeres mayores, Diana no podía comprender por qué Jude estaría interesada en una mujer de su edad. Si se podía confiar en sus oídos, Jude regularmente entretenía a todo un harén de gatitas sexuales jóvenes juguetonas. Incluso si el intercambio cunnilingüe de esta noche había sido nada menos que magnífico, Diana no veía ninguna razón para que Jude se pusiera sentimentaloide por una vecina de mediana edad que apenas conocía cuando tenía una bulliciosa ciudad llena de mujeres jóvenes sexualmente activas a su alcance. Literalmente, estoy segura. ¿Qué quieres apostar a que ella usa una de esas aplicaciones de teléfono para conocer chicas? Jude se aclaró la garganta. "Así que, eso fue divertido. Gracias por invitarme." Diana sonrió de manera uniforme, deseando no sentirse tan incómoda como consecuencia de su propio desastre. Sería cruel castigar a Jude por rescatar a su trasero con problemas de juicio, especialmente al enfriarse. XWPColección: Página y Facebook

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“Gracias a ti poe estar en casa – y estar dispuesta.” "Oh, casi siempre estoy dispuesta," Jude ronroneó. Su dulce y baja voz provocó un escalofrío que Diana no pudo reprimir. "Es parte de mi política desde hace tiempo el probar casi cualquier cosa al menos dos veces." "Que suerte." Diana quería no ser afectada por el flirteo, pero cómo podría cuando sus dedos todavía llevaban el olor de Jude? ¿Cuándo aún podía saborear el delicado sabor de esa vagina terriblemente sensible en su lengua? ¿Cuándo aún no se había recuperado del clímax atronador que Jude había succionado tan fácilmente de su delicado clítoris? La impresionante destreza de Jude probablemente no debería haberla sorprendido – y no lo hizo, en su mayor parte. Era su propia susceptibilidad a eso lo que se sentía tan improbable. Durante el último año más o menos, a Ava le resultaba cada vez más difícil que ella terminara de manera confiable frente a la clase, un desarrollo que llevó a Diana a concluir que el fácil acceso a los orgasmos que había disfrutado en su juventud estaba desapareciendo con la edad. Pero Jude era una máquina del tiempo, llevándola de vuelta a los días sexualmente voraces de su juventud. Ella se había venido antes de lo que hubiera querido, maldiciendo mientras seguía montando la lengua de Jude porque sabía que su pérdida de autocontrol había puesto fin al mejor sexo oral que había recibido en años. ¿Inafectada? Sí claro. Pero Diana fingió estarlo, de todos modos. "Fuiste muy valiente esta noche. Sé que no podría haber sido tan fácil estar tan expuesta, particularmente en ese entorno." Jude resopló. "¿Valiente? Sí, no lo sé ... “ Se pasó una mano por el pelo, incitando a Diana a echar un vistazo tentativo a su rostro jubiloso. Los ojos brillantes de Jude se lanzaron al instante para encontrarse con los suyos, y su sonrisa se ensanchó. "Honestamente, quién no ha fantaseado con ser el sujeto de demostración para una clase de educación sexual?" Incluso con su atención fija en el camino, Diana detectó un indicio de timidez en la respuesta de Jude a su propia pregunta retórica. “Mucha gente, estoy segura. Pero incluso si es raro, esa es una de las primeras fantasías que recuerdo haber tenido. Supongo que siempre he sido un poco pervertida." Ignorar su compatibilidad sexual básica sería mucho más fácil si Jude no insistiera en ser tan condenadamente sucia en todas la formas correctas. Dejando de lado su curiosidad por los otros escenarios que comprendían el repertorio de fantasías de Jude, Diana se aferró al volante con más fuerza antes de ofrecer una respuesta que esperaba XWPColección: Página y Facebook

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que no la llevara a ningún otro problema. "No hubiera elegido dar un taller práctico, y mucho menos ofrecer demostraciones en vivo, si no hubiera encontrado atractivos los aspectos de ese concepto." "Lo que sería una verdadera lástima. Como en serio. Tienes un verdadero don para lo que haces." Diana flexionó sus dedos mientras una gota de sudor se deslizaba lentamente desde su línea de cabello húmedo para asentarse en la base de su cuello. Su llamativo y cosquilloso viaje hizo que se ruborizara aún más. "Es muy amable de tu parte decirlo." En un intento por restablecer un poco la distancia profesional, Diana redirigió su conversación hacia el tema menos sugerente posible. "Por cierto, no dejes que se me olvide transferir los otros doscientos dólares a tu cuenta bancaria antes de subir las escaleras. Puedo hacerlo en el coche, en mi teléfono." "No te preocupes." En su visión periférica, Diana vislumbró la delgada mano de Jude deslizándose más cerca de su muslo. Se puso rígida, aterrorizada ante la perspectiva de que Jude decidiera tocarla. Por favor cariño. No lo hagas. Habían pasado una noche divertida juntas, a pesar de sus temores tácitos, y odiaba arruinarla ahora con un rechazo. Luchando por aclarar su situación, Diana dijo, “Por supuesto que me preocupo. Quiero asegurarme de que recibas una compensación adecuada por sacrificar tu Sábado por la noche. Si no fuera por el accidente de Ava, quién sabe? En cambio podrías haber salido y conocido a la chica de tus sueños." "Diana." Jude abrió la boca, pero no salió nada. Cuando finalmente habló, Diana sintió que había modificado su respuesta original. “Nada de esta noche fue un sacrificio. Seamos realistas. A cambio de las tres horas de mi vida que de lo contrario las habría pasado en el sofá, me regalaste un placer puro y decadente – y pagó una buena parte del alquiler del mes siguiente. Tienes que admitir que es un trato bastante bueno, con o sin más de tu dinero." "Me alegro de que lo creas, pero insisto en pagarte el resto de lo que te debo." Tenía que hacerlo. Esto se volvería demasiado complicado si Jude renunciara a su obligación financiera. Estoy segura de que podrías usar el dinero extra. Sé que siempre lo hice, a tu edad."

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"No me negaré a tomar tu dinero." La mano de Jude se desvió para descansar en su propio regazo, evitado con éxito de su peligroso camino. "En caso de que estuvieras preocupada, eso es lo que estaba diciendo." Diana forzó una sonrisa mucho más ligera de lo que sentía. "No estoy preocupada." Ella activó la señal de giro, agradecida por la distracción de un cambio de carril. “Solo quiero asegurarme de que los términos de nuestra colaboración sean claros. Por el bien de ambas.” "Por supuesto." El pesado suspiro de Jude envió un fragmento de arrepentimiento a través del centro del pecho de Diana. “En ese sentido, ya sabes a quién llamar si alguna vez necesitas una suplente para Ava en el futuro. Estaré encantada de reemplazarla en cualquier momento." "Lo tendré en cuenta." Diana pensó en la clase que había programado para el siguiente fin de semana – un masaje vaginal para parejas. Imaginó acariciar el firme y joven cuerpo de Jude de pies a cabeza con sus manos bañadas en aceite, y luego deslizar dos dedos profundamente dentro de la vagina increíblemente húmeda y ajustada de Jude para llevarla a un estado zen de felicidad absoluta. Le alarmó lo tentador que encontraba ese particular vuelo de la imaginación. Temerosa de a dónde podría conducir su libido, Diana se esforzó por ser amable y honesta en su medida de respuesta. "Pero – sin ofender – mi esperanza es que Ava vuelva a estar en las mejores condiciones antes de nuestro próximo taller. No es que no hicieras un trabajo maravilloso en su lugar, porque definitivamente lo hiciste. Es solo que ... creo que nuestras vidas serán más simples como vecinas." "¿A diferencia de?" Jude hizo la pregunta como un desafío. “Vecinas que follan. Incluso ocasionalmente, sobre una base profesional." "Lo entiendo." Jude trató bastante obviamente de ocultar el dolor infligido por la respuesta contundente de Diana, pero el temblor audible en su voz desechó su decepción. "Bueno, fue agradable mientras duró. Soy una gran fanática del sexo sin complicaciones y sin ataduras con mujeres lo suficientemente maduras como para saber exactamente lo que quieren – algo que no siempre es fácil de encontrar. Es por eso que este fue el trabajo perfecto. Por no hablar de una manera increíble loca de ganar dinero extra.” “Si termino necesitando a alguien para reemplazar a Ava, serás la primera a la que llamé en mi lista.” Diana le lanzó a Jude una sonrisa más genuina, odiando que

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hubiera apagado el entusiasmo de su brillo con la revisión de la realidad. "Lo prometo." "Genial." Jude cruzó los brazos sobre su estómago y se recostó en su asiento. "Y para que lo sepas, no me volveré empalagosa si lo haces." Ella se rió entre dientes con una convincente facilidad. “Puede que sea más joven que tú, pero soy una chica grande. ¿Saltaría a la oportunidad de hacer esto otra vez? Demonios si. Eres sexy, tu vagina sabe a frutas silvestres y sol, y no estoy segura de haberme venido tan fuerte alguna vez por haber sido comida antes. Pero eso significa que voy a molestarte para que me lleves a cenar o te quedes a dormir o hagas algún tipo de compromiso? Joder no. No quieres eso.” Ella vaciló, aunque solo lo suficiente como para inhalar. “Y yo no quiero eso. Por lo tanto, no hay razón para que las cosas se compliquen. De acuerdo?" Diana puso en duda la sabiduría de permitir los aseguramientos de Jude para bajar su guardia, pero al mismo tiempo ... ¿por qué demonios una joven atractiva como Jude evitaría una gran variedad sexual de comienzos de la edad adulta para perseguir a una mujer trece años mayor que ella? ¿Una mujer que no tenía nada que ofrecer a cambio? Diana deseó que sus hombros se relajaran, luego ofreció un amable asentimiento. "De acuerdo." Abrazando la teoría de que una charla educada se sentiría menos incómoda que el silencio, asumió el control de la conversación antes de que pudiera Jude. "¿Así que, qué haces para ganarte la vida? No una maestra, supongo.” "Absolutamente no. Necesitaría ser más fanática de los niños para elegir una carrera tan extrema." "También tendrías que estar dispuesta a renunciar a la clase de comportamiento lujurioso y lascivo público que tuvimos esta noche." Diana sonrió. "Así que, prioridades a considerar." "Exactamente cierto." Jude tamborileaba sus dedos sobre sus muslos. "No valdría la pena, incluso si la paga es mejor que mi salario actual." Diana frunció el ceño. "Parece que tenía razón acerca de que te vendría bien el dinero extra." "No es tan malo. Actualmente estoy en ocho meses de dos años de ahorros que he reservado para centrarme en mi escritura. Por el momento, principalmente independiente. Pero también estoy trabajando en una novela, y en un trabajo más autobiográfico de no ficción ... ” El tamborileo de Jude alcanzó un repentino crescendo y luego se detuvo.

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Ella nerviosamente metió sus manos debajo de sus muslos. "En este momento, el trabajo independiente es lo que más me molesta. Algunos meses son mejores que otros. Depende de la cantidad de artículos que pueda vender y de qué salida.” Haciendo una mueca, Diana preguntó, "¿Eso significa que pagué para convertirme en material para uno de esos ensayos confesionales millennial sobre las salvajes y locas aventuras sexuales de la autora? Por favor di que no." Se arrepintió de la pregunta en el instante en que escuchó el tono de afrenta de Jude. "Buen intento, pero no escribo una mierda así. Sé que crees que tienes catalogada a mi generación, pero Diana? No tienes ni idea de quién soy o de lo que voy. Si lo hicieras, te darías cuenta de que no soy la niña insulsa y puta en la que me has catalogado.” Su voz, habiendo subido de volumen constantemente, se redujo a un murmullo hosco. "Mierda, si solo pudieras ver más allá de tus ridículos estereotipos basados en la edad, podrías incluso descubrir que soy moderadamente agradable como ser humano." Humillada, Diana apretó el volante hasta que le dolieron las manos. "Tienes razón. Me disculpo." Mientras se sentía obligada a ofrecer una explicación de sus tendencias antisociales, luchó por decidir cuánto quería revelar sobre su vida personal menos que estelar. "Lo siento si he sido grosera. La ironía es que a pesar de predicar constantemente la importancia de la intimidad sexual dentro de una relación comprometida, mi propia historia personal me impide desear alguna vez otra situación como esa para mí. Ni siquiera salgo. Ya no tiene sentido. Me temo que mis habilidades sociales han sufrido como resultado." "Suena solitario." "Tal vez, pero elegiría la soledad sobre la miseria total en cualquier momento." Deseando que no le importara lo que pensaba Jude, Diana añadió, "Además, tengo a Ava. Cuando quiero hablar con alguien, la llamo. Cuando necesito un cuerpo cálido para follar, generalmente está disponible. Lo que tenemos me funciona precisamente porque termina exactamente donde debería, en la amistad." Jude esperó un momento antes de hablar. "Quienquiera que te haya lastimado debe haber sido una verdadera pesadilla si te convenció de que desistieras del amor por completo."

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"Eso era ella." Sin darle más vuelta. Sin querer hablar de Janine, Diana se apresuró al punto que había estado tratando de hacer. "De todos modos, estoy segura de que por eso he sido abrupta contigo. Para no darte falsas esperanzas. No es una excusa, pero es la razón.” "¿Ese es tu rollo de 'aléjate, no estoy disponible'?" Jude sacó sus manos de debajo de sus muslos y las dobló en su regazo. "Lo entiendo. Pero como dije, no te preocupes por mí. Disfrutaría teniendo más sexo contigo, pero también estoy perfectamente contenta de volver a intercambiar saludos en el buzón de vez en cuando. Dejaré el futuro en tus manos. De cualquier manera, esta noche fue un momento fantástico.” Bajó el volumen cuando Diana se desvió a la salida y el ruido del tráfico de la autopista disminuyó. "Sabías exactamente cómo excitarme. Eso fue increíble." “Para ser justas, he tenido mucha práctica en ese tipo de cosas.” Con la esperanza de minimizar su innegable química, Diana añadió, “Y no fuiste exactamente sutil sobre lo que te gusta.” "Aún así. Estuviste bien." "Tú también." La verdad se le escapó a Diana antes de que su cerebro pudiera poner un alto a su boca. "Ha pasado una eternidad desde que me vine tan rápido solo por vía oral." "¿Oh si?" El orgullo obvio de Jude la hacía sentirse ligeramente mejor por haber admitido algo que probablemente debería haberse guardado para sí misma. “Pero no se lo digas a Ava. No me gustaría herir sus sentimientos.” "Lo prometo." La confesión parecía haber restaurado al menos parcialmente el fanfarroneo de Jude. Se enderezó y se giró hacia Diana para mirar acaloradamente un sitio al norte de su tensa línea de la mandíbula. “Tengo que decir que estoy encantada de saber que también fue bueno para ti. Eso es todo lo que quería, darte un verdadero orgasmo." "Lo hiciste muy bien." A pesar de que Diana se reprendió a sí misma por su desenfreno, no pudo evitar ofrecer una última broma. “Pero ya lo sabías, ¿verdad? Tú fuiste quien me lamió para limpiarme después de que me vine por toda tu bonita cara.” La inhalación temblorosa de Jude alertó a Diana de su propio estado de hiperactividad, volviendo rápidamente a la realidad. "Lo siento. Pasemos a otro tema.” Ella parpadeó, haciendo lo posible por no notar el balanceo apenas perceptible de las caderas de Jude XWPColección: Página y Facebook

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contra su asiento. Necesitaba un escape elegante del agujero que había cavado para sí misma una vez más – y después de haber insistido en que prefería morir antes que sostener una pala, y mucho menos mover tierra – Diana experimentó una inmensa oleada de alivio potencialmente prematuro cuando se dio cuenta que estaban a pocas cuadras de casa. "Mira donde estamos. Qué tal esta sincronización perfecta?” Jude resopló. “Un terapeuta sexual de pareja que no puede hablar de sexo. ¿Quién le teme al amor?” Se estiró sobre la consola central, expresando explícitamente sus intenciones antes de darle una palmada tierna a la rodilla de Diana. "Realmente deberías ver a alguien sobre eso. Un profesional. Lo digo puramente como amiga.” Diana resopló, demasiado agradecida de haber llegado a la entrada del estacionamiento privado de su edificio para que los comentarios de Jude perturbaran la armadura protectora que había erigido hacía mucho tiempo en torno a su estado emocional. De hecho, había visto a un terapeuta después de romper con Janine. ¿Su conclusión? Algunos problemas no valen la pena arreglarlos. "Agradezco el consejo no solicitado." "No quise ofenderte." Diana estacionó el auto, ya buscando en su bolso el teléfono. "No estoy ofendida." "Simplemente me entristece pensar que estarás sola por el resto de tu vida." "¿Por qué?" Ella repitió del punto anterior de Jude – el que la había dejado tan humillada. "Tú tampoco sabes nada de mí, Jude. ¿Qué te hace pensar que no disfruto estar sola?” Jude se encogió de hombros. "Tal vez lo hagas." "Absolutamente lo hago." Diana encendió su teléfono, luego abrió la aplicación del banco para completar la transferencia de doscientos dólares a la cuenta de Jude. “Nadie me roba las mantas por la noche, ni se come el último helado de galletas con chispas de chocolate o me obliga a ver programas deportivos y de premios televisados. Puedo quedarme hasta tarde leyendo sin que nadie me regañe para que apague la luz y duerma lo suficiente. Siempre puedo elegir la música y lo que hay para cenar.” "Parece que realmente has pensado en esto."

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Transacción completa, Diana devolvió el teléfono a su bolso y fijó a Jude con una sonrisa plácida. "Como he dicho, prioridades a tener en cuenta." "En efecto." Jude puso su mano en la manija de la puerta e hizo un gesto con la barbilla. "¿Vamos?" Diana se estremeció, golpeada por una inesperada oleada de dolor tras la fría aceptación de Jude de su deseo de soledad. ¿Pero por qué? Jude le estaba dando exactamente lo que había pedido, lo que quería. ¿No es así? Confundida, incluso aterrorizada, Diana solo pudo hacer un gesto de asentimiento antes de abrir la puerta del lado del conductor – y salir de su Dodge.

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CAPÍTULO CUATRO Temprano a la mañana siguiente, Diana usó su llave de repuesto para entrar en el amplio y soleado estudio de Ava y gritó, "Cariño, soy yo. ¿Estás levantada?" La voz tensa de Ava respondió desde el otro lado de la habitación. "Bastante segura de que nunca me volveré a levantar." Frunciendo el ceño, Diana se abrió paso por el suelo cubierto de ropa para pararse junto a la cama deshecha de Ava. El cuerpo inmóvil de su mejor amiga descansaba en el centro del colchón, rígida y con dolor evidente. Alarmada por lo mucho que Ava parecía estar sufriendo, Diana se apresuró a inspeccionar la botella de pastillas de color naranja en su mesita de noche. "¿Es hora de otro analgésico?" "A la mierda esas cosas," Ava dijo furiosa con los dientes apretados. "Maldita mierda de opiáceos.” Diana volvió a poner la botella en su sitio. "Está bien, entonces." Se volvió hacia la cama, tomando nota de la forma en que Ava seguía mirando fijamente al techo. "¿Te preparo un porro en cambio?" Los ojos de Ava se suavizaron ligeramente. "Te amaría por siempre si lo hicieras." Diana se arrodilló para sacar la bandeja necesaria de suministros de debajo de la mesita de noche, luego se posó con cuidado en el borde del colchón mientras preparaba la forma preferida de Ava para aliviar el dolor. "¿Qué demonios pasó? ¿Te caíste?" "Afuera de esa escalera." Ava la señaló sin moverse, pero Diana estaba demasiado ocupada moliendo un nuevo lote de flores para seguir su mirada a través de la habitación. "El dolor era insoportable." Diana alzó los ojos hacia los de Ava, la voz de su amiga atrapada con un nudo en la garganta. "¿Por qué no me llamaste?" "En algún momento durante la insoportable duración en que estaba paralizada en el suelo, me apoyé en la teoría de que los paramédicos entrenados podrían ofrecer una ayuda más relevante que mi mejor guru del sexo." Ava apretó los dientes mientras XWPColección: Página y Facebook

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cambiaba su peso de lado minuciosamente. "Aunque ella puede ser bien intencionada." "No tenía idea de que te hubieras lastimado tan gravemente." Diana lamió el borde del porro para sellarlo. "Debiste decírmelo. Habría cancelado la clase y te habría cuidado.” "Lo cuál es exactamente por qué no lo hice. ¿Qué podrías haber hecho exactamente? Además de perder una pequeña pila de dinero en efectivo.” Ava hizo un gesto para que le diera su hierba medicinal, haciendo una mueca. "Enciende ese chico malo y tráelo a mi boca, ¿quieres?" Diana prendió el encendedor, quemó el papel retorcido en la punta y le dio una fuerte calada para empezar. Sin exhalar, le dio la vuelta al porro para meter el extremo no encendido entre los labios separados de Ava y lo mantuvo allí mientras Ava inhalaba una larga y cuidadosa calada. Mantuvo el humo en sus pulmones durante unos buenos cinco segundos, luego exhaló cautelosamente sin una sola tos. Diana lanzó su propia nube de humo, agradecida por la delicadeza experta de Ava. "Bien hecho," dijo, dándole a Ava otra calada. "Esperemos que esto ayude." Ava cerró los ojos después de la segunda exhalación. "Te aseguro que no hace daño." "¿Qué dijo el doctor?" Ella mantuvo el porro humeante al alcance de Ava, por si acaso. "¿Cuánto tiempo hasta que te recuperes?" La cara de Ava se arrugó. "No lo sé." Diana acurrucó su mano libre alrededor de la de Ava, dándole a los fríos dedos una suave caricia. "Cariño, vas a estar bien. Incluso si demoras semanas o meses, te curarás.“ Las lágrimas brotaron de las esquinas de los ojos bien cerrados de Ava. "La doctora dijo que es una fractura espinal. Agravada por la aparición temprana de la puta osteoporosis que me diagnosticó. Así que también está eso.” "Oh, Ava." Diana empujó el porro contra los labios de Ava una vez más. Una vez que dio otra larga calada, Diana colocó la colilla humeante en el cenicero favorito junto a la cama de Ava y se estiró para acostarse a su lado. De manera realista, no tenía idea de qué significaba ese diagnóstico para Ava, por lo que no se atrevió a sugerir que podría estar reaccionando de forma exagerada. Escucha sus miedos. Validarlos. XWPColección: Página y Facebook

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Presenta un punto de vista alternativo. "Lo siento. Sé que debe haber sido difícil de escuchar. Envejecer apesta lo suficiente como para no preocuparse por una enfermedad crónica." "Y que lo digas." Ava logró una sonrisa irónica. “Aprecia tu relativa juventud, Diana. Se acabará antes de que te des cuenta.” Diana recordó la tersa perfección de las deliciosas curvas de Jude, su piel impecablemente suave y el río infinito de calor líquido que fluía de su apretada vagina. La osteoporosis era una forma de sentirse vieja. Follar a una joven de veintiséis años era definitivamente otra. "Lo intentaré. Al menos durante los próximos meses.” Ava abrió los ojos con un rodar exagerado. “No más quejarse de cumplir cuarenta. No para mí.” Levantó la mano de la cama, agitandola por otra calada del porro. "Nunca más." Diana obedeció, contenta de alguna manera de aliviar la incomodidad de Ava. Permaneció en silencio durante el lapso de tres inhalaciones prolongadas, hasta que Ava indicó que ya no quería más. Luego arrojó la colilla al cenicero y suspiró. "Tienes razón. Eso fue insensible. Y si bien entiendo por qué estás molesta ... incluso si tus huesos son más frágiles de lo que solían ser, sigues siendo la bestia sexy que tomó mi virginidad en la universidad.“ Ava resopló, finalmente entregando una sonrisa genuina. “Después de la universidad, muchas gracias. Tengo un recuerdo muy claro de esperar hasta que la idea de acostarse contigo ya no se sentía imperdonablemente inmoral, sino simplemente ... algo espeluznante." "Oh, vamos." Diana se levantó sobre su codo para sonreírle a una decididamente calmada Ava. "Tomar mi virginidad no era espeluznante. Nunca estuve inscrita en ninguna de tus clases. Es posible que haya estudiado en la universidad donde dabas clases, pero nunca fuiste mi profesora." "Un tecnicismo que en última instancia me convenció de ceder ante tus formas seductoras." Los ojos de Ava se llenaron de emoción renovada. "Gracias a Dios." "Es una lástima que nos hayamos hecho mejores amigas que amantes, ¿no?" Diana se volvió melancólica al reflexionar sobre su breve y romántico enredo en última instancia infructuoso y los años de amistad que siguieron. "Nadie ha estado allí para mí como siempre lo has hecho." XWPColección: Página y Facebook

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Ava inclinó la cara para presionar sus labios contra el antebrazo de Diana. "Como siempre lo haré." Ella volvió a su posición original con un gemido silencioso. "Te amo, Diana. Incluso si no puedo imaginarme compartir una vida y un hogar contigo.” Diana hubiera estado más ofendida si no estuviera de acuerdo. Por mucho que ella adorara a Ava como un ser humano, su manera despreocupada, casquivana traería el tipo equivocado de locura a su hipotética asociación romántica. "Lo mismo." Apoyó la mano en el estómago de Ava y frotó suavemente círculos sobre el delgado material de su camisola. "¿Qué más puedo hacer para que te sientas mejor?" Ava se rió sin humor. "Oh, no lo sé. ¿Descubrir la fuente de la juventud? ¿Lanzar un hechizo mágico de restauración de densidad ósea?” Diana intentó coquetear meneando las cejas. "Me refería más a los favores que requieren mi conjunto de habilidades muy especializadas." Ava recibió su oferta con una mirada descaradamente de desaprobación. "Tienes que estar bromeando." Castigada, Diana se encogió de hombros indefensa. “Los orgasmos liberan endorfinas. Las endorfinas matan el dolor. Sólo quería ayudar." Ava la estudió con los ojos entrecerrados. “¿Qué terminaste haciendo anoche? Espero que no hayas tenido que cancelar el taller.” Su semblante entero se atormentó aún más. "Me sentí muy mal por ponerte en esa posición. A ti y a tus alumnas.” Diana negó con la cabeza, contenta de poder aplacar la culpa de Ava, pero desconfiada de revelar su confusión sobre la sustituta que había reclutado. "No te preocupes. Lo creas o no, encontré a alguien para que ocupara tu lugar." La ceja de Ava se alzó, una señal segura de que estaba intrigada. "Oh en serio. ¿Maya?" "Ahora tu tienes que estar bromeando." "¿Qué?" Ava le lanzó una mirada aguda. "Estoy segura de que ella habría dicho que sí." Diana desvió su mirada sobre la cabeza de Ava, hacia la pared del fondo. "Probablemente sea así, pero dejé de ver a Maya por una razón. ¿No crees que sería

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indescriptiblemente cruel darle falsas esperanzas ofreciéndole sexo pagado después de que ella tenía tan claro que quería más de lo que yo estaba dispuesta a dar?” Ava suspiró. "Tal vez pensé que habías decidido reevaluar tu postura sobre el compromiso romántico. Si tuvieras que darle al amor otra oportunidad, Maya sería una gran elección. Inteligente, divertida, sexy – una cocinera increíble, además. Con un culo increíblemente follable." Ella acarició la mejilla de Diana, volviendo a concentrarse en la cara que más amaba en el mundo. “Escucha, sé cómo te sientes respecto a las citas desde Janine. Y lo entiendo. Quiero decir, no exactamente ... pero creo que puedo imaginarlo. Debe ser aterrador como la mierda pensar en confiar en alguien nuevo cuando la última mujer que amaste resultó ser una imbécil malintencionada y abusiva que te mantuvo en la miseria absoluta durante seis largos años." "Pero también, estoy feliz de estar soltera." Diana habló con calma, como si la decisión de Ava de cruzar este tema trillado nuevamente no la molestara en lo más mínimo. "Simple como eso. Hago lo que quiero, cuando quiero. Como lo que quiero, duermo cuando quiero ... veo solo los programas de televisión que quiero.” Enumerando las racionalizaciones estándar, mostró los dientes en una sonrisa burlona y depredadora. "Si tengo ganas de tener relaciones sexuales, te tengo. O un rollo de una noche. O mi mano.” Metió los dedos debajo del dobladillo de la camisola de Ava, acariciando la suave piel de su vientre. “¿Por qué complicar mi vida cuando ya tengo todo lo que podría necesitar?” La boca de Ava se giró hacia abajo en las comisuras. "¿Qué pasa cuando Lucy Lawless venga finalmente para hacerme perder la cabeza? Entiendes que es muy posible que no siempre estaré disponible para desempeñar el papel de mejor amiga con beneficios.“ "¿Qué? ¿Lucy no puede compartir?” Diana miró hacia la expresión preocupada de Ava. “Escucha, no estamos juntas. No tienes la obligación de seguir follando conmigo si aparece alguien más. Me alegro de saborearte mientras te tengo, pero más allá de eso ... bueno, tal vez algún día vuelva a ponerme disponible. Todavía no estoy cerca de allí, pero quién sabe?” Ella bajó la mano para rozar la seductora oleada de la vulva de Ava. "Tal vez verte a ti y a la Sra. Lawless juntas me inspirarán a darle al amor verdadero otra oportunidad." "Nos vemos juntas, juntas, o ..." Ava se mordió el labio inferior mientras Diana arañaba con dos uñas la longitud de sus labios vaginales ocultos.

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"No puedes esperar que no exija asientos en la primera fila para el espectáculo de mi mejor amiga acostándose con Xena." Diana besó la comisura de la boca de Ava, tratando el cuerpo debajo de ella como si estuviera hecho de cristal. "Con suerte, Lucy también estará bien con eso." Ava apoyó la palma de la mano contra el centro del pecho de Diana. "Abajo, niña. Deja de intentar distraerme del tema en cuestión.” "¿Qué tema sería ese?" Acomodándose a su lado, Diana puso su mano encima de la húmeda entrepierna de las bragas de Ava para deleitarse con su evidente excitación. "Pensé que te estábamos haciendo sentir mejor." Ava gimió. "Me siento mucho mejor, gracias. Pero me muero por saber quién tomó mi lugar anoche.” Una evasión adicional solo sugeriría que tenía algo que ocultar. Diana dijo, "¿Te acuerdas de mi vecina sexy de al lado?" "¿La niña salvaje?" Ava levantó ambas cejas, aparentemente sorprendida – tal vez incluso emocionada – por la revelación. "La Joven Señorita Sexo en la Ciudad Junior, ¿quién folla durante horas al otro lado de la pared de tu habitación?" "Su nombre es Jude. Y si." Agitándose, Ava cubrió la mano errante de Diana con la suya. "Sé su nombre. Dios sabe que lo he escuchado gritar a menudo durante nuestras pijamadas.” “Precisamente el por qué ella fue la única opción que se me vino a la mente. Aunque casi no pregunte. Casi me acobardé justo después de que llamé a su puerta. Pero ... ella parecía tan abierta. Y extremadamente intrigada." Ava se rió. "Lo apuesto."

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Traducción – Martha Lo 2019

“Todo salió bien. Estaba un poco nerviosa, como puedes imaginar, pero entusiasta. Muy entusiasta.” Esperanndo haber compartido lo suficiente como para satisfacer la curiosidad de Ava, Diana frotó con más firmeza contra la delgada barrera de satén que la mantenía alejada de los abultados pliegues que podía sentir bajo sus dedos. “Aún así, espero que te sientas capaz para acompañarme en el taller del próximo fin de semana. Es solo un masaje yoni (*). ¿Recuerdas? Todo lo que tienes que hacer es tumbarte allí y sumergirte en el placer." La nariz de Ava se arrugó. "No lo sé, Diana. Odio ponerte en una mala posición, pero no estoy segura de cuándo volveré a estar preparada para algo así." Odiándose a sí misma, Diana dijo, "Nuestras estudiantes realmente te extrañaron, Ava. Te extrañé." "Y extrañé que me lamieran la vagina, pero ..." Ava inhaló audiblemente, apretando la mano de Diana con más fuerza cuando trazó un círculo exploratorio alrededor del clítoris oculto pero prominente bajo la punta de su dedo. "Por mucho que quiera, créeme, estoy bastante segura de que mi cuerpo no está a la altura de la tarea." Diana intentó retirar su mano, pero Ava la sostuvo, manteniéndola en su lugar entre sus piernas. Avergonzada por su insistencia poco característica, Diana primero hizo contacto visual y luego bajó la cara para transmitir la vergüenza que emanaba de cada uno de sus poros. "Una amiga, ¿eh? Contrariamente a lo que debe parecer, no vine aquí con la intención de presionarte para que tengas sexo que no quieres." "Oye." La amabilidad en la voz de Ava dejó en claro que no solo había notado la mortificación de Diana, sino que no todo estaba bien en su mundo. "Te lo dije, quiero hacerlo. Es solo que realmente estoy en una tremenda cantidad de dolor. Tal vez no en este momento exacto, gracias a ti, pero si fuera a dejarte meter los dedos dentro de mí? Bueno, sé a dónde lleva eso, y las contracciones musculares y movimientos corporales asociados son por naturaleza bastante incontrolables. Solo han pasado veinticuatro horas desde el accidente, Diana, y ... me temo que lo pagaré más tarde.” "Lo entiendo." Diana sonrió, y Ava le permitió quitar la mano de entre sus muslos. "Lo siento si incluso fui allí. Obviamente tengo un problema."

(*)

Se trata de un masaje de tinte erótico que se focaliza especialmente en los órganos genitales femeninos conocidos como Yoni y que busca alcanzar el crecimiento personal a través del placer. XWPColección: Página y Facebook

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"Sí, estás sola." Antes de que Diana pudiera refutar ese diagnóstico erróneo, Ava cambió la conversación de nuevo al tema que más había querido dejar atrás. "Me sorprende que la gatita sexual no te haya agotado la noche anterior. A menos que ... espera, no la dejaste corresponder, ¿verdad?” Sus labios se fruncieron. "Sin duda cambiaría mi opinión de ella al saber que ni siquiera se ofreció." "Ella lo ofreció, yo acepté." Optando por ser lo más honesta posible, Diana cambió su esfuerzo para transmitir indiferencia. "Fue encantador. Me senté en su cara y entré en su boca. Después de eso, le pagué lo que le debía y la envié en su camino." Ava soltó una risita. "Suena como una noche de Sábado ideal desde tu perspectiva." "Fue bastante divertido." Diana puso su mano en la de Ava, la cuál permaneció en la coyuntura de sus muslos. "Todavía prefiero trabajar contigo, por supuesto." "Sabes que me encanta ser tu fiel compañera. Desafortunadamente, mi movilidad estará muy limitada durante las ocho a diez semanas que durará la curación de esta fractura. Solo entonces podré comenzar con la terapia física y una recuperación verdadera." El estómago de Diana cayó. "Espera. ¿Está diciendo que pasarán de ocho a diez semanas antes de que estés lista para volver al trabajo?” Con los ojos brillando con lo que parecía ser una culpa sincera, Ava susurró, "Por lo menos, sí. A menos que algo cambie o me cure mucho más rápido de lo esperado ... “ Su voz se quedó atrpada. "Lamento mucho hacerte esto, Di. Tal vez a Jude le interese complementar sus ingresos en los próximos meses? Ella podría no ser yo, pero contratarla evitaría cualquier dificultad financiera de tu parte. Las dos sabemos que no puedes permitirte esperar a que me mejore." Diana apenas escuchaba en ese momento, demasiado inmersa en el rompecabezas de cómo seguir adelante sin que Ava fingiera que perder a su asistente de confianza, aunque fuera temporalmente, no era un gran problema. "Mierda." "¿Te preocupa que Jude no esté interesada?" Ava la observó con atención. "Suponiendo que se sienta cómoda al ser observada, no puedo imaginar que no la pasara muy bien trabajando contigo. Tienes una lengua increíblemente talentosa." Diana confesó la verdad parcialmente. "No. Me preocupa que Jude ya haya desarrollado un leve enamoramiento por mí después de anoche. Si ese es el caso, pedirle más sexo no es la manera correcta de manejar la situación. Incluso si he XWPColección: Página y Facebook

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malinterpretado sus sentimientos, me parece una idea terrible en general para complicar aún más nuestra ... relación.” "¿No crees que funcione para establecer tus límites de antemano?" La penetrante mirada de Ava atravesó a Diana y la dejó sintiéndose desnuda. "Podría estar equivocada, pero Jude no me parece del tipo pegajoso. Claramente, no tiene problemas para encontrar parejas sexuales regulares y – sin ofender – parece poco probable que una joven que parece preferir su vida social casual de repente decida que quiere establecerse con ... una mujer tan madura." "Ouch." Diana apretó los nudillos de Ava. "Aunque probablemente tengas razón, ella dejó caer varias insinuaciones sobre estar atraída hacia las mujeres mayores." "Porque las mujeres mayores son atractivas." Ava giró su mano, entrelazando sus dedos. "No tengo ninguna duda de que ella quiere follarte, cariño. Eres objetivamente hermosa y solo pareces mejorar con la edad." Diana evitó por poco poner los ojos en blanco, una respuesta que habría provocado una reprimenda rápida. Ava estaba siendo sincera, por supuesto, pero habían pasado muchos años desde que Diana creía en su propio atractivo. Los años de crueles insultos y manipulación emocional de Janine habían erosionado la autoestima sin esfuerzo que una vez había poseído, cuando tenía la edad de Jude y aún creía en la idea del cuento de hadas del amor perfecto y eterno. "Gracias." "¿Cómo fue, chupársela? ¿Lo disfrutaste?" Diana sucumbió a una sonrisa lobuna. “La has visto. Ella sabe tan deliciosa como se ve." "Perra suertuda." Ava le guiñó un ojo. "Tal vez te estoy haciendo un favor." "Tal vez." Excepto que cada célula en el cuerpo de Diana gritó que volver a tocar a Jude sería un grave error. Uno que podría fácilmente alterar la frágil paz interior que finalmente había logrado. Por otro lado, Ava tenía un punto. ¿No era imperdonablemente arrogante creer que una joven impresionante en medio de su juventud indulgente y despreocupada en realidad podría desear más de su vecina de al lado cínica, y pronto de mediana edad en lugar de tener sexo sin compromiso? "Definitivamente sería más seguro pregúntale a Jude que a la pobre y dulce Maya.”

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"Eso es seguro." Ava le dio un apretón débil en los dedos, luego volvió a colocar la mano de Diana a su lado del colchón. "Ahora se buena y menea un poco más. Tengo la sensación de que estos serán unos largos y duros meses para las dos."

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CAPÍTULO CINCO Con la esperanza de llegar temprano a la primera cita de café que había hecho desde que Diana Kelley la había arruinado para el resto de las mujeres, Jude abrió la puerta de su departamento para encontrar a la mujer a la que estaba desesperada por olvidar parada en su tapete de bienvenida. Diana sostenía una bolsa grande de papel en la mano quieta a punto de tocar, y una botella de vino en la que colgaba rígidamente a su lado. Jude notó con diversión que Diana se veía tan sorprendida de verla como ella lo estaba de ver a Diana, una observación que la habría hecho aún más deleitada si su corazón no estuviera a punto de estrellarse contra la pared torácica. "Diana, hola," dijo, impresionada por su capacidad para vocalizar coherentemente. "¿Cómo estás?" Diana escaneó la longitud del cuerpo de Jude antes de levantar sus vibrantes ojos azules para estudiar su rostro enrojecido. "Estoy bien – pero al parece una maestra de lo inoportuno." Atónita, Jude miró hacia abajo, recordando instantáneamente su decisión estratégica de asistir casual esta noche con todo el escote que pudiera mostrar de forma segura en un lugar público. El atuendo provocativo siempre había sido una de sus estrategias de acceso para tener sexo, ya que mostrar sus tetas generalmente aumentaba la tasa de éxito. Cinco días después del mejor sexo que probablemente tuviera – cortesía de la mujer que secretamente era dueña de su corazón pero que no quería tener nada que ver con ella – Jude había decidido probar su teoría de que la forma más eficiente de superar un enamoramiento estúpido, no correspondido era el sexo sin sentido con una cachonda desconocida. Cualquier placer que pudiera encontrar a través de una aplicación de un teléfono inteligente estaba destinada a ser una pálida imitación de lo real, pero necesitaba hacer algo además de fantasear con lo inalcanzable. Por supuesto, si quedarse con Diana ahora era una opción, entonces al diablo con superar algo. Jude sonrió, fingiendo que no estaba desconcertada sobre este aparente giro de la política de Diana que abarca la fraternización con los vecinos. "En absoluto." Ella se hizo a un lado con un movimiento de su brazo. "¿Quieres entrar?" Diana se detuvo en el umbral. Respiró hondo y luego se encontró con los ojos de Jude. “Es en serio lo que dije acerca de no salir, de alejarme de las relaciones. Pero necesito hablarte de algo. Y ... ” Levantó la bolsa de papel y el vino en el aire con un encogimiento de hombros incómodo. "Siento que te debo una cena. Como mínimo. Ya sabes, después de que yo ...” Ella soltó una respiración lenta, algo inestable. "Después XWPColección: Página y Facebook

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de que terminé el Sábado por la noche de forma abrupta. Me hiciste un gran favor y te lo pagué siendo una idiota." Apiadándose, Jude puso su mano en la muñeca de Diana y la apretó. “La cena suena increíble, pero por favor no te castigues en mi nombre. No eres una imbécil, y realmente soy una chica grande. Estaba bien con la forma en que dejamos las cosas." "Aún así." Diana asintió hacia la comida en su mano. "¿Alguna vez has probado ese lugar el Himalaya en el centro? Es para morirse.” "No lo he hecho." Jude de nuevo hizo pasar a Diana al interior. "Pero estoy convencida." "Genial." Diana avanzó medio paso, luego se detuvo, frunciendo el ceño. "Espera. Estas vestida para salir. Estás segura de que no estoy interrumpiendo otros planes?” "Cancelaré." Jude siguió haciéndole señas a Diana para entrar a su departamento. “Solo era una cita para ir al café, y nunca he conocido a la mujer. De todos modos, no es una persona con la que estuviera super emocionada por salir, así que créeme ...” Se encontró a si misma en la cúspide de una admisión de la que se arrepentiría. “Si tienes comida en la mano y algo para pláticar, me alegra cancelarlo. Aliviada, incluso. Ella parecía una verdadera narcisista. Selfies a montones." Aparentemente en conflicto, Diana se quedó paralizada en la puerta. "¿Estas segura?" "Claro." Aprovechando la oportunidad, Jude sujetó la muñeca de Diana y la empujó hacia adentro para que pudiera cerrar la puerta al resto del mundo. "La cena huele deliciosa." Ella llevó a Diana más adentro del departamento, a una pequeña mesa de comedor de madera en su cocina y sus dos sillas a juego. "Siéntate. Agarraré un par de copas para ese vino – tan pronto como le diga a Madison que no puedo ir." Diana se dejó caer en una de las sillas con un suspiro sordo. "Pobre Madison. Ella no tiene idea de lo que se está perdiendo." Cuando Jude no respondió, ocupada en redactar el mensaje más pesaroso posible en tan poco tiempo, Diana agregó, "Tal vez algún día. Debes haber tenido un poco de interés en asistir al café con el aspecto que tienes." "¿Como qué?" El pulgar de Jude voló sobre el teclado en pantalla por unos segundos más antes de que pulsara ‘Enviar’. Luego levantó la cara para encontrarse con la atenta mirada de Diana. "¿Exactamente?" "Como una mujer hermosa, sexualmente vivaz al acecho." XWPColección: Página y Facebook

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Jude sonrió, complacida por la evaluación. "Nunca dije que no estaba al acecho." Diana tosió torpemente pero no rompió el contacto visual. Después de un momento, dijo, "Si el sexo es tu meta esta noche, no estoy segura de que deba alejarte de la caza." "No seas ridícula. Tengo dos manos y una imaginación. Estaré bien.” Jude descartó su teléfono silenciado en la encimera de la cocina y sacó dos copas de vino de la alacena, junto con un sacacorchos estilo conejo para la botella. "De todos modos, no voy a dejar pasar la oportunidad de conocer un poco más a mi secretamente fascinante vecina." Colocó las copas sobre la mesa y luego descorchó suavemente la botella para servir a cada una una porción saludable de lubricante social. “Antes de que me llevaras a la escuela el fin de semana pasado – literalmente – nunca hubiera adivinado a lo que te dedicas. ¿Cómo es que alguien tan privada y modesta como tu termina siendo una terapeuta sexual? ¿Una que ofrece talleres prácticos, además? Siempre me pareciste más ... empresarial, supongo. Conservadora." El corazón de Jude se hundió cuando la sonrisa se deslizó brevemente de la cara de Diana. Aunque se recuperó rápidamente, los comentarios claramente habían tocado una fibra sensible. “Comencé los talleres hace solo tres años. También ofrezco sesiones de sexoterapia para individuos y parejas. Estrictamente terapia de conversación, aunque asigno tareas, y las discusiones a menudo son bastante francas. También he trabajado con sobrevivientes de trauma sexual, específicamente a través de la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma." "Guau." Jude se sentó aún más impresionada que antes – una proeza que apenas había creído posible. ¿Por qué la mujer más convincente de su vida también tiene que ser la más inaccesible? Tanteando en busca de una respuesta que suene inteligente, dijo, "Eres muy realizada, y a una edad tan joven." "Tengo treinta y nueve." Diana arqueó una ceja. "Difícilmente joven. Y no me llamaría eso de realizada.” "Pareces que tienes que poner tus cosas en orden. Estás haciendo un trabajo el cual supongo que te encanta. Esa no es una trayectoria profesional que tomes a menos que creas en la causa, ¿cierto?” "Cierto." Diana empujó un recipiente de comida sobre la mesa, luego otro. "Espero que te guste lo que pedí. Hay tikka masala de verduras mixtas, arroz integral, un XWPColección: Página y Facebook

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aperitivo pakora de champiñones con tres chutneys diferentes y pan naan, por supuesto." Jude se quedó mirando la comida por un momento, luego saltó sobre sus pies. "Traeré platos y cubiertos." "Espero que tengas hambre." Con el recuerdo del sabor de Diana aún atormentando sus labios, Jude se limitó a una respuesta de una sola palabra. "Hambrienta." Suministros en mano, se dirigió a la mesa y puso un plato y cubiertos frente a Diana, luego se sentó. "Gracias por la comida. Admito que no como tan regularmente o como debería hacerlo.” Se sirvió una cucharada grande de arroz y tikka masala vegetariana, luego sirvió una pequeña pila de buñuelos de champiñones crujientes en su plato junto con una porción de cada chutney. Finalmente tomó una rebanada de pan naan de la envoltura de papel de aluminio y dio un gran bocado que provocó un gemido profundamente satisfecho. "Esto da en el blanco de verdad." Diana observó con lo que Jude deseaba que fuera en realidad la mezcla de diversión y atracción menor que creía ver en esos brillantes ojos azules. "Me alegro de que estés satisfecha con mis elecciones." "Ya no puedo esperar hasta la próxima vez que pueda comer esta comida." Jude detuvo su entusiasta degustación para mostrar una amplia sonrisa. "Gracias por presentarme a mi nuevo lugar favorito." Habiendo tomado una porción más pequeña de todo lo disponible, Diana comió un poco de arroz y verduras. "Es bastante excelente, ¿no?" "¿Qué puedo decir? Tienes un buen gusto." Para consternación de Jude, la sonrisa de Diana amenazó con desaparecer una vez más, pero recuperó su aura de calidez alegre antes de que pudiera desaparecer. "Debo. Mira a quién recluté para ayudar en el lugar de Ava. Entre tu y yo, recibí tres correos electrónicos de estudiantes preguntando si volverás para otra sesión en el futuro. Al parecer hiciste algunas admiradoras." Adulada, Jude dejó su tenedor y tomó un sorbo de vino. Si iban a hablar sobre el taller, necesitaría toda la fortaleza líquida que pudiera tomar. Después de vaciar un tercio

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completo de la copa, dijo, "Es bueno saber que mi actuación fue bien recibida. Aunque para ser justos, hiciste la mayor parte del trabajo." "No sé sobre eso." Diana tomó un sorbo de su propia copa. El delicado movimiento de su garganta hizo que el clítoris de Jude palpitara y su respiración se acelerara. Cuando Diana cambió la copa por su tenedor, Jude estaba graciosamente mojada. "Yo diría que tienes tu propio entrenamiento." "Cierto." Jude se metió otro bocado de comida en la boca, no porque tuviera hambre, sino porque necesitaba recuperar la calma mientras masticaba. Mientras observaba a Diana mordisquear el naan, luchó por vencer el recuerdo de esa increíble lengua dentro de ella. Cuán perfecto se sintió. Cómo había lamido el clítoris y los labios vaginales de Jude de manera tan intuitiva, tan segura, que casi parecía que Diana conocía su cuerpo incluso mejor que ella. Diana rompió el silencio cada vez más notable entre ellas. "Probablemente debería ir directo al grano. Sobre por qué estoy aquí, eso es.” "Claro." Jude terminó el resto de su vino de un trago. "¿Qué pasa?" "Bueno ..." Diana inhaló. “Resulta que, la lesión de Ava es más grave de lo que creía. Se fracturó la columna vertebral en la caída, lo que condujo a un diagnóstico de osteoporosis de aparición temprana." Jude logró un ‘Ouch’ silenciosamente simpático, incluso cuando su cachondez interior explotó con alegría pura y estridente. De repente supo lo que Diana quería. "Lo siento mucho." "Sí. Ella lo está pasando mal. No puedo culparla. Tiene mucho dolor y la recuperación llevará meses." "Pobrecita. ¿Qué puedo hacer para ayudar?” Jude contuvo el aliento al soltar la pregunta, temiendo que Diana lo considerara demasiado avanzado. Una oferta descarada por más sexo. Temiendo escuchar la respuesta, Jude aclaró su punto. "Resulta que conozco a una excelente cuidadora en casa. Ella también está capacitada en terapia física. ¿A Ava le gustaría su número?” Diana se enderezó, una nueva luz brillaba en sus ojos. "No estoy segura de cuánto puede pagar Ava, pero tal vez si colaboro con la mitad ... crees que tu amiga estaría disponible? ¿Es alguien en quien confías?”

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Emocionada por haber despertado el interés de Diana – aunque solo fuera por su prima Katrina – Jude asintió con entusiasmo. "Confío en Katrina completamente. En cuanto a disponibilidad ... le preguntaré, si quieres. Incluso si la contratas para pasar por una hora o dos todos los días para verificar y ayudar, estoy segura de que Ava lo apreciaría." "Katrina no tiene un problema con la marihuana medicinal, verdad? Porque Ava no es tímida acerca de su analgésico de elección.” Jude resopló. "Estoy segura de que Katrina preferiría ver a un paciente usar una planta inofensiva en lugar de tomar pastillas todo el día." "Excelente." Diana se metió un último champiñón en la boca, luego apartó su plato. "Dime qué te responde y cuánto cobraría por pasar dos o tres horas al día cuidando a mi dulce, graciosa y actualmente muy deprimida mejor amiga." "Lo haré." Avergonzada de su celebración anterior, Jude miró a Diana sombríamente. "Me siento muy mal por Ava. Debe ser una mierda completamente tener un pequeño accidente que te deje tan indefenso. Qué tu cuerpo te traicione así.” "Envejecer es durísimo." Diana alcanzó el vino y se sirvió otra. Movió la boca de la botella sobre la bebida vacía de Jude y esperó. "¿Más?" ”Sólo media copa. No quieras emborracharme.” "¿No?" Diana sonrió mientras vertía la cantidad solicitada. "No, a menos que estés lista para una versión mía aún más cachonda y más desinhibida." Diana tapó la botella y la dejó a un lado. "Gracias por la advertencia." "Solo respetando tus límites." Jude levantó su copa. "Por la pronta recuperación de Ava." "Brindo por eso." Diana tintineó su borde contra el de Jude, luego bebió la mitad de su otra copa de golpe. "Así que escucha ... con Ava fuera de servicio, necesito contratar a una asistente para que me ayude en los próximos seis talleres que tengo programados. Eso significa hasta el final del próximo mes, como mínimo. Tengo a alguien más a quien puedo pedírselo, así que por favor no te sientas obligada a decir que sí." XWPColección: Página y Facebook

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"Sí," Jude dijo, olvidándose de mantenerse tranquila. "Quiero decir ... realmente me vendría bien el dinero extra. Un trabajo como ese me dará otros meses de tiempo de escritura antes de llegar al punto en el que encontrar otro trabajo a tiempo completo ya no sea opcional." "Entendido." Diana comenzó a hablar, luego vaciló, buscando en los ojos de Jude. "Espero que esté bien…" Asustada por su tono cauteloso, Jude la impulsó. "¿Sí?" "Pero puedo haber hecho algunas búsquedas en línea, y ..." Diana hizo una mueca adorable. "Pude haber encontrado algunos de tus trabajos publicados." "Oh." Jude se sintió lista para estallar en llamas. ¿En realidad había leído Diana sus cosas? "¿Y?" "Y eres una buena escritora. Lo digo en serio, Jude. Tienes un talento de verdad y una voz narrativa notablemente atractiva ... " Parecía avergonzada – sobre qué parte, Jude no lo sabía – Diana concluyó aclarándose la garganta. "De todos modos, quiero que sepas cuán encantada estoy de ayudar a apoyar esos esfuerzos. Te mereces todo el éxito que sé que lograrás." "Un día, con suerte." Modesta por los comentarios, y porque a Diana le importó lo suficiente como para buscar su trabajo en primer lugar, Jude trató de aliviar cualquier culpa por el uso encubierto de sus palabras. "Es genial, por cierto. Que me hayas buscado en Google. Te dije que era una escritora independiente, así que no te culpo por ser curiosa. Realmente, debería haberlo esperado ... internet existe, después de todo.“ Diana inclinó la cabeza con gratitud. "Para mí es importante que cualquier arreglo que hagamos sea tan beneficioso para todos como sea posible." Tomó su copa, notó que estaba vacía y la bajó de nuevo a la mesa con una risita agridulce. "Difícilmente se siente bien, pidiendo esto." "Sabes que no me importa." A riesgo de sonar demasiado entusiasta, Jude dijo, "También sabes que me encanta el sexo por su propia causa. Recibir dinero solo endulza el trato." "Bueno, no cedas tus Sábados por la noche todavía. Necesitamos hablar sobre la nómina – y el tema. Puede haber uno o dos talleres en los que no te sientas cómoda XWPColección: Página y Facebook

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participando. Lo que estaría bien, en caso de que te lo preguntes. Sin resentimientos de ningún tipo.” Después de una breve vacilación, Diana tomó la botella de vino y se sirvió un poco más. "Lo siento. Intenté resistirme, pero – “ Jude desestimó la disculpa, sacudiendo la cabeza. "No tienes que parar solo porque lo hice." "Prometo que no me pondré cachonda y estúpida." Diana se detuvo para tomar un largo sorbo, luego volvió a llenar la copa hasta la mitad antes de tapar la botella. "Sólo más relajada. Espero." "¿Por qué estás tan nerviosa a mi alrededor?" Jude extendió su pierna hasta que su pie rozó el de Diana, deleitándose con su sobresalto moderado por el juguetón contacto. “Ya nos hemos dado orgasmos, por el amor de Dios. Me has visto desnuda. Y te he prometido repetidas veces que, independientemente de lo que pase en tus talleres, nuestra relación seguirá siendo de naturaleza estrictamente profesional. Si no cien por ciento platónica.” Diana tomó un poco más de vino. Luego se encontró con la mirada firme de Jude con una sonrisa irónica. "Tienes razón en que mi ansiedad es probablemente exagerada. Por otro lado ... de las dos, soy la única que actualmente está al tanto de la gran variedad de actos sexuales que quiero que realices." "Considérame cautivada." Jude se inclinó más cerca. "Continua por favor. Dime que es lo que me espera.” Sonriendo, Diana cruzó los brazos sobre su pecho muy atractivo y se reclinó en su silla. “En primer lugar, me disculpo por el breve aviso. Este próximo Sábado – como pasado mañana – estoy enseñando masaje vaginal para parejas. Eso es fácil. Todo lo que tienes que hacer es recostarte, abrir tus piernas y déjarme demostrar técnicas clave para las estudiantes. Muchas mujeres tienen un orgasmo de un masaje yoni, pero ese no es necesariamente el objetivo." La imaginación previamente anunciada de Jude ya estaba trabajando incesantemente para determinar cómo se vería y cómo se sentiría eso. "A mí me suena como algo impresionante lo del Sábado por la noche." "En realidad no te necesitaré el próximo fin de semana. Estoy enseñando una clase sobre los beneficios físicos y emocionales de la masturbación en solitario, por lo tanto, no es necesario una compañera."

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Jude marcó con un círculo la fecha en su calendario mental. "Lo tengo. ¿Qué más?" "El siguiente es todo sobre el juego de roles – mi intención es dejar que la clase elija el escenario para nosotras, y proporcionaremos ideas e inspiración sobre cómo ejecutar con cualquier personaje y situaciones que diseñen." "¡Bravo!" Jude no se molestó en ocultar su entusiasmo. "Me encantan los juegos de roles." "Me imaginé que podrías." Guiñándole un ojo, Diana siguió adelante apresuradamente. "Luego, una clase sobre exploración de dinámicas de poder, centrada principalmente en nalgadas y otras técnicas de disciplina." La nariz de Jude se arrugó antes de que pudiera reprimir la reacción instintiva. "Oh." "Está bien si prefieres saltearte esa." Diana buscó en sus ojos. "Las nalgadas y la disciplina no son para todas." "No quiero saltarme nada, pero para ser totalmente honesta ... tienes razón. Realmente no es lo mío.” "Nalgadas sexual en general, o ser nalgeada?" "Ser nalgeada, seguro." Jude se imaginó colocando a Diana boca abajo sobre su regazo, y luego emitiendo ruidos alternativos y cada vez más poderosos en sus temblorosas mejillas. Se puso al instante más húmeda, prueba de que no era del todo distante con el concepto general. "Pero puedo ver el atractivo de hacérselo a otra persona." "Si te sientes más cómoda en el papel de disciplinaria, estoy feliz de ser la nalgueada." Diana le dio unas palmaditas en la muñeca a Jude, intensificando su excitación por diez. "Podemos revisar el plan de clase de antemano y trabajar juntas para coreografiar una escena que te sientas bien interpretando. Más que nada, es importante para mí que te diviertas con este trabajo. Y que estés satisfecha con absolutamente todo lo que hagamos juntas." "Hasta ahora, todo bien." Sin pensarlo, Jude pasó el dedo por encima del nudillo de Diana en una ligera caricia. "Dime qué es lo que sigue."

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"Maravilloso." La sonrisa fácil de Diana pareció confirmar que el alcohol estaba haciendo su trabajo. "Luego hay un taller de consolador con correa, seguido de una clase para principiantes sobre sexo anal – " "Siempre Comenzar Despacio," Jude dijo, recordando el lema de usos múltiples que Diana había compartido con la multitud de cunnilingus. "Me imaginé que llegarías a lo del sexo anal eventualmente." "Háblame acerca de tu postura sobre 'el sexo anal'. ¿Estás dispuesta a dar, dispuesta a recibir o no estás dispuesta a ir allí en absoluto?” "He tenido un dedo en mi culo antes. Algunas veces, en realidad. Fue bueno, me gustó. Por supuesto, hubo una chica que intentó meter dos dedos a la vez – la detuve bastante rápido.” Jude hizo una mueca al recordar ese encuentro incómodo, ebrio y torpe, uno de los muchos que la había dejado claramente insatisfecha. "Muy doloroso." Diana se encogió junto con ella. “Enseño a mis alumnas que la penetración anal placentera requiere tiempo, paciencia, comunicación cercana y cantidades locas de lubricante. Escatima en cualquiera de esos ingredientes, y el resultado probablemente no sea el ideal." "Otro beneficio de elegir una compañera que cuenta con una amplia experiencia sexual." Jude se lamió los labios. Mientras más se relajaba Diana, más difícil era controlar su libido. “Para ser honesta, espero con interés recibir la enseñanza de juego anal a nivel experto. No es como si no hubiera fantaseado con follar el culo por ... bueno, básicamente para siempre. Nunca he confiado en ninguna de las mujeres con las que me he acostado para llevarlo más allá de un solo dedo." "¿Crees que podrás confiar en mí?" "Diana, ya lo hago." Jude no sabía cómo ni por qué, pero era cierto. "No puedo pensar en nadie mejor para ser mi primera. Eres una profesional capacitada, ¿no es así?” Además, podría decir que te amo. "¿Usarás tus dedos, o un juguete?" "Eso depende de ti." La atención de Diana se desvió hacia la botella de vino casi vacía. Mirándola con nostalgia, dijo, "Ava es una gran fanática de lo anal, por lo que generalmente me hace ponerme una correa con un consolador de tamaño mediano. No te preocupes. No estoy esperando lo mismo de ti. Te dejaré decidir qué tan lejos quieres ir, luego haré todo lo posible para llevarte allí lo más suavemente posible."

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"¿Y si también quisiera probar el consolar con correa?" El mero pensamiento de eso emocionó a Jude. "¿Crees que podría sentirse tan bien para mí como lo es para Ava?" Diana afanó la botella del borde de la mesa, llenando su copa con casi tres centímetros de vino. "Todo el mundo es diferente, naturalmente, pero puedo prometerte ir muy, muy lento y detenerme el instante en que ya no estás teniendo el mejor momento de tu vida." Jude estaba lista para pedirle a Diana que la llevara a la habitación allí mismo, pero se contuvo con el conocimiento de que ese entusiasmo tan abierto solo la asustaría. "Entonces estoy dentro. ¿Qué más?" Diana vaciló. "En realidad no he programado ningún taller más allá de ese. Ya había planeado tomarme un par de semanas de descanso en la primavera para visitar a mi hermano y a su hijo en Santa Fe, y Ava y yo aún no habíamos finalizado la lista de verano." Jude arregló sus sinapsis para hacer un balance de los artículos en la lista de fantasía de cosas útiles de Diana. “Pero pensé que necesitabas una asistente para los próximos seis talleres, mínimo. Sólo conté cinco.” Diana se tragó su último sorbo de vino, luego dejó la copa antes de caer en un momento de epifanía bastante poco convincente. "Sí. Lo siento.” Señaló su copa vacía, luego la botella. "Esto podría estar yendo a mi cabeza – un poco." "Está bien." Jude apartó la parte inferior de su cuerpo de la mesa y cruzó una pierna sedosa sobre la otra. El dobladillo de su falda ajustada permaneció firmemente en su lugar cinco centímetros por encima de su rodilla, pero Diana miró fijamente el regazo de Jude como si quisiera que el material subiera aún más. "Esta es sin duda la entrevista de trabajo más jodida que he tenido. Supongo que dirías lo mismo.” "De hecho." Diana agarró otro pedazo de naan, mordisqueando nerviosamente durante quince segundos completos antes de que volviera a hablar. “El sexto taller ... es posible que simplemente lo cancele, es poco convencional. O posponerlo hasta después de mis vacaciones. Creo que solo seis personas se han registrado hasta ahora. Definitivamente no más de ocho. Sería más fácil de reprogramar." "¿Es el tema ese pervertido? ¿O hay alguna otra razón por la que ya no quieres contratarme para el sexto taller?” Jude trató de no tomarse como personal la reticencia

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de Diana, pero era insoportable sentirse indeseable ante alguien cuya aprobación y respeto ansiaba más allá de la razón. "Porque haré lo que quieras. O casi cualquier cosa, supongo. Depende de cuán jodida sea realmente esta clase secreta." "No es jodida," Diana murmuró. "O secreta." Suspirando, arrojó el resto de su pan en su plato y restableció el contacto visual que había dejado temporalmente. “Lo que pasa es que el último taller es para ayudar a las parejas a lograr una verdadera intimidad sexual. Literalmente, está listado en mi sitio web bajo el título de Cómo Hacer el Amor. Mis disculpas si ese término te hace temblar." Jude se mofó de la suposición sobre su naturaleza aparentemente cínica. "¿Por qué lo haría? ¿Porque soy joven y desperdicio mis noches follando mujeres que conozco en aplicaciones de conexión de mierda?” Achispada o no, Diana pareció reconocer que había tocado un punto sensible. "No quise ofenderte. Solo soy consciente ... " Ella levantó sus hombros tímidamente. "Mucha gente considera que 'hacer el amor' es una forma antigua y desesperada de describir un intercambio de intimidad sexual. Con la palabra he desencadenado más que unos pocos estremecimientos, razón por la cual he desarrollado el hábito de emitir una disculpa preventiva cada vez que la uso con alguien nueva." Para deleite de Jude, Diana se inclinó sobre la mesa para tocar su antebrazo "No fue personal. De verdad." Pasaron unos segundos antes de que Jude pudiera tomar una respiración para responder. Cuando lo hizo, su voz salió apenas más fuerte que un susurro. "Creo en hacer el amor." Se debarió si dejar que el vino aflojara su lengua aún más y casi de inmediato determinó que estaba demasiado borracha como para convencerse de compartir una confesión. "Simplemente no estoy segura de haberlo experimentado alguna vez. No de la manera que me gustaría.” Diana sostuvo brevemente su mirada, luego bajó los ojos para examinar sus restos de comida. "Tal vez esa es otra razón para cancelarlo. No puedo pedirte que finjas de esa manera. Todo esto casi seguramente se sentirá incómodo, y me temo que mis alumnas se darán cuenta de eso." "¿No crees que podrías enseñarme?" Jude se dijo a sí misma que no debía rogar, pero no podía imaginar una conclusión mejor para su trabajo temporal que una noche de verdadera intimidad sexual con el objeto de su afecto no correspondido. Tal vez para entonces, a Diana la gustaría lo suficiente como para considerar la posibilidad de tener citas en su propio tiempo. A pesar de las protestas de Diana por el contrario, Jude tenía fe en que el encanto y el atractivo sexual que le servían tan bien con el resto de la XWPColección: Página y Facebook

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población femenina podrían derretir hasta los corazones más fríos. "Soy una aprendiz rápido, ya sabes. Y no una pésima actriz." "Estoy segura de que eres muy capaz – en ambos casos – pero parece inapropiado hacer esa clase sin Ava. Ella y yo nos conocemos y queremos desde hace veinte años. Incluso si no estamos enamoradas, hemos experimentado la intimidad sexual juntas tantas veces que es lo suficientemente natural y fácil hacerlo frente a otras personas." Los ojos de Diana brillaron, pero Jude no pudo decir si la emoción o el alcohol era el culpable "Tenemos verdaderos sentimientos la una por la otra, Ava y yo. Esa es la única razón por la que podemos dar una clase como esa." Herida, probablemente injustamente, Jude asintió y lanzó una mirada adusta a su propia copa vacía. "Lo que quieras. Tu agenda, su decisión. Obviamente." Diana exhaló deprisa largo y fuerte. "No sé ... lo pensaré, ¿de acuerdo?" "Bastante justo." "Genial." Diana la miró con ansiedad. "Eso es todo lo que tengo. El salario es de quinientos dólares por taller – setecientos cincuenta para la clase anal, ya que ese dura más tiempo para permitir el juego previo adicional requerido.” Ella titubeó. “Una vez que Ava se haya curado, regresamos a nuestro estado anterior como vecinas amigables. Sin drama, sin emociones. Sólo negocios.” Diana extendió su mano sobre la mesa, con una sonrisa educada en sus magníficos labios. "¿Estás adentro?" En el lapso de milisegundos que le tomó apretar la mano de Diana y estrecharla, Jude consideró cómo esta decisión la dejó preparada para varias penas. Diana podría destrozarla de una manera que la dejaría dolida para siempre. El dolor del rechazo se multiplicaría mil veces cuando las semanas de la maldita Diana terminaran repentinamente, junto con estas interacciones recién conocidas. Consideró esas posibilidades y más, pero solo pudo asentir sin decir nada, mientras una estúpida sonrisa ansiosa se apoderó de la idea de volver a tocar a Diana – incluso una vez más. Con total desprecio por su futura salud mental, Jude murmuró, "Estoy adentro."

CAPÍTULO SEIS "Soy una completa y absoluta idiota." Katrina resopló, luego se desplomó en el sofá junto a Jude. "Sip." XWPColección: Página y Facebook

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Molesta por la réplica predecible, Jude le dio un golpe a Katrina con el hombro. "Tal vez esperes hasta que te diga por qué?" "Oh, cierto." La luminosa sonrisa de Katrina desmentió su rostro cansado e iluminó toda la habitación – incluida a Jude. "Adelante. Especifícalo para mí.” Katrina era su opuesto en casi todos los aspectos – más alta unos quince centímetros, más rubia por al menos varios tonos, y el producto de una infancia sin lugar a dudas feliz, cortesía de dos padres que realmente se amaban. Su padre, Peter, era el hermano mayor de la madre de Jude, un larguirucho, de mente brillante ingeniero cuya compasión por los demás lo había inspirado a unirse al Cuerpo de Paz justo después de la universidad. Allí fue donde conoció a Iris la madre de Katrina, una compañera de trabajo voluntario cuya pasión por enseñar a los niños de la escuela ghanesa se ganó a Peter de inmediato, por lo que el cuenta. Se casaron en unos meses, dando a luz a su hija ese mismo año. Katrina pasó los primeros cinco años de su vida en Ghana, hasta que Peter e Iris decidieron regresar al lugar donde nacieron en busca de más y mejores oportunidades para Katrina de las que probablemente encontrarían mientras luchaban para hacer del mundo un lugar menos terrible. Aunque habían enfrentado su parte justa de luchas después de regresar al ‘país de la libertad’, Jude siempre había envidiado a la pequeña y feliz familia de su prima. Su devoción mutua era palpable, como nada que hubiera recibido de sus propios donantes inútiles de óvulos y espermatozoides. Sean cuales fueran los celos que Jude sintiera convivieron junto a una profunda fuente de gratitud. Todo ese amor, aceptación y estabilidad habían producido su apoyo emocional y la mejor amiga que había tenido nunca. Teniendo en cuenta el preciado lugar de Katrina dentro de su corazón, Jude resistió la tentación de darle otro empujón más duro. "Te encantará esta, estoy segura." Riéndose, Katrina cruzó los brazos sobre su pecho y giró la cabeza para encontrarse con la mirada de Jude. "Eso espero. Ha sido un día infernal, y realmente me vendría bien la distracción de mis propias miserias." "¿Está todo bien?" Jude frunció el ceño. "Los cuentos de mis estupideces pueden esperar si necesitas a alguien que te escuche." "Estoy bien." Katrina palmeó la rodilla de Jude. “Pasé la tarde con un paciente masculino que sufre de demencia temprana y cada vez más manos errantes. Nada que no pueda manejar, pero ya está cansándome." XWPColección: Página y Facebook

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El ceño de Jude se intensificó. "No me gusta como suena eso." "Y no me gusta que me agarren las tetas, pero un cheque de pago es un cheque de pago." La sonrisa de Katrina se volvió aún más alegre, como para alejar la fealdad de lo que había soportado. "De todos modos, no me tengas en suspenso. ¿Por qué eres una idiota? Esta vez, quiero decir.” Jude refunfuñó. "Esta vez, ¿eh? Bonito." "Cariño, esta no es la primera conversación que inicias al confesar que ya lo hiciste o que estabas a punto de hacer algo lamentable y/o imprudente. Por favor, no esperes que actúe sorprendida en cada movimiento.” Katrina se mordió el labio inferior, como para evitar que su alegría creciente salga a borbotones. "Hemos sido amigas durante tanto tiempo que soy consciente de tu tendencia a hacer el tonto de vez en cuando." Jude se rindió a la tentación y le pellizcó el codo a Katrina, lo que provocó un estruendo contagioso de carcajadas. Incluso mientras intentaba fruncir el ceño con desaprobación, Jude no pudo evitar reírse. "Venga. Eso no es cierto, y lo sabes. Tú misma lo has dicho: soy una persona notablemente equilibrada y madura, dada mi edad y mi historia." "Sí. Una que a veces hace tonterías para impresionar a las mujeres.” Katrina alzó el otro pie al sofá y se sentó con las piernas cruzadas frente a Jude. "A menos que lo que estés a punto de compartir no tenga que ver con una mujer a la que quieras impresionar." Jude gruñó por lo bajo. "Ni siquiera quiero contarte nada más." "Aww." Ablandándose, Katrina se acercó para inclinarse contra el costado de Jude. Envolvió un brazo fuerte alrededor de la espalda de Jude y la atrajo hacia un abrazo cariñoso. "Sólo estoy bromeando, prima. Sabes que no te querría de ninguna otra manera. Nunca cambies, de acuerdo?” Decidir que este era un momento tan oportuno como cualquiera para dejar caer su bomba, Jude fue a por ello. Despacio. “Tomé un trabajo temporal a tiempo parcial trabajando para mi vecina Diana. Dos horas en cinco Sábados diferentes, tres horas en el sexto. Quinientos dólares por cada uno de los trabajos más cortos, setecientos cincuenta por la clase de tres horas."

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"¿Qué tipo de trabajo?" Katrina retrocedió para estudiar su rostro. "Eso es un sueldo generoso, suponiendo que lo que Diana quiere que hagas no es demasiado exigente o degradante." "No degradante, exactamente ..." Las mejillas de Jude se calentaron. "Pero verás, ella es – " La boca de Katrina se abrió, y rebotó arriba y abajo antes de soltar con entusiasmo una suposición aleatoria. “¡Ella es una profesora de arte y te pidió que poses desnuda! No puedo culparla. Tienes un cuerpo muy atractivo. Es un dineral por quedarte sentada mientras la gente hace un bosquejo de sus interpretaciones de tu trasero desnudo, y para ser honesta, lo apruebo de todo corazón. Sé que realmente te vendría bien el dinero, y el modelado es algo muy distinto de ... lo que solías hacer." Jude se apartó de Katrina, deseando al menos fingir que no estaba disgustada por los trabajos de acompañante bien pagados que Jude había hecho cuando tenía dieciocho años y se encargó de mantenerse por primera vez. El setenta y cinco por ciento de sus clientes no habían requerido el sexo como condición de su compañía, y aquellos a quienes había ofrecido ese servicio eran casi los únicos responsables de financiar el período sabático de escritura prolongada en el que estaba casi a la mitad. El mismo trabajo que Katrina encontró tan escandaloso le permitió a Jude escapar de un ambiente doméstico tóxico y prosperar en lo mundo real sin un título universitario ni ninguna experiencia relevante más allá de despreciar a los idiotas violentos con tendencias misóginas. Era la única habilidad que su padrastro le había enseñado, no es que ella siempre hubiera podido usarla en su beneficio. "Oye." Katrina estrechó la mano de Jude para evitar que se alejara más. "No estaba criticando. Solo estaba diciendo ... " Ella vaciló. “Escucha, incluso si este nuevo trabajo no es un modelaje de desnudo, no te juzgaré. Lo prometo.” No convencida, pero desesperada por hablar con su mejor amiga sobre en lo que se había metido, Jude admitió, "No es un modelaje de desnudo. Bueno, tal vez es muy parecido. Pero con más ... contacto." La ceja de Katrina se alzó, pero logró mantener su amable sonrisa. "¿Contacto? ¿Como, contacto sexual?” "Exactamente así." Exhalando, Jude recitó una rápida letanía de hechos. “Diana es una terapeuta sexual profesional. Ella organiza talleres para parejas de lesbianas — clases educativas, explícitamente eróticas — para enseñar diferentes técnicas para mejorar las relaciones a largo plazo. Los temas van desde el sexo oral hasta sadomasoquismo ligero hasta el juego de roles hasta una clase sobre intimidad y hacer el amor. XWPColección: Página y Facebook

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Normalmente le paga a su amiga Ava – que tengo entendido que es solo una amiga – para ayudarla a demostrar cualquier lección que esté enseñando, pero Ava se cayó de una escalera el fin de semana pasado, se fracturó la columna vertebral y le diagnosticaron osteoporosis de aparición temprana. Por supuesto, eso significa que no puede hacer trabajo físico por un tiempo, y eso pone a Diana en una situación financiera difícil. Debido a que la pared de nuestra habitación compartida aparentemente es tan delgada como la suya como en mi lado, Diana ya era consciente de lo mucho que me encanta tener relaciones sexuales con mujeres, incluso de forma gratuita, y – “ Ignoró la sonrisa de complicidad de Katrina. "Así que ella me preguntó, y yo le dije que sí. Asumiré el papel de Ava hasta que ella se cure.” "De todas las que conozco, déjarlas para que termines con la vecina terapeuta sexual de al lado. ¿Es esta la misma vecina de la que has tenido el enamoramiento desde el día que se mudó?” Jude asintió tristemente. "Es por eso que soy tan idiota." "¿Cómo es eso?" Katrina sacudió la cabeza con aparente incredulidad. "Me parece que acabas de toparte con un escenario casi perfecto. Puedes tener relaciones sexuales con tu mujer de fantasía al menos seis veces, sin ningún compromiso – y ella te está pagando por eso. Con generosidad.” Tocó el brazo de Jude. “Soy consciente de que crees que soy una completa grosera, pero incluso puedo ver el atractivo de esa oferta. Especialmente desde tu perspectiva." Jude la miró a los ojos. "Con casi cuatro mil dólares más de lo que esperaba tener en este momento, podría extender mi sabático otros tres meses con seguridad. Tal vez cuatro.” Haciendo una mueca, Katrina la corrigió gentilmente. “Está más cerca de tres mil, pero aún así. Eso sería sorprendente." "Tres mil setecientos cincuenta, para ser exactas." Antes de que Katrina pudiera quejarse de sus matemáticas, Jude confesó. “Incluyendo el taller que ya hice, el pasado fin de semana. Ava se cayó unas pocas horas antes de que comenzara la clase, lo que llevó a Diana a acercarse a mí por pura desesperación. Quería evitar tener que cancelar en el último momento y perder dinero en las inscripciones y tarifas de alquiler. En ese momento, no se dio cuenta de que Ava requeriría una recuperación prolongada, por lo que fue ayer cuando me pidió que me contrataría para el resto del calendario existente."

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"Está bien, entonces por qué eres una idiota?" Katrina se encogió de hombros, mucho más tranquila de lo que Jude había predicho. "No es como si nunca antes hubieras hecho el trabajo sexual, y que te paguen para ser tocada por una mujer que felizmente te follarías gratis – " Ella chasqueó la lengua. "Bueno, eso es un cambio de carrera más inteligente que someterte a caricias frecuentes y no consensuales por parte de un hombre de mediana edad confundido." Jude estrechó las manos de Katrina entre las suyas. “Kat, no puedes simplemente referir ese cliente a otra persona? En serio. Estoy segura de que puedes manejarlo, pero no deberías tener que hacerlo.” Encontrándose cpn la mirada fija de Katrina, dijo, “Nunca dejé que nadie me tocara por dinero a menos que quisiera que me tocaran. Si no te sientes cómoda con lo que está pasando, ponle fin. Incluso si eso significa que este hombre tiene que adaptarse a un nuevo cuidador. Un macho grande y robusto sería mi recomendación." La máscara estoica de Katrina se deslizó, y las lágrimas se reunieron en las esquinas de sus ojos. "Sé que tienes razón. Yo solo ... " Soltó un gemido silencioso. “Odio perder a otro cliente. El Sr. Lomas falleció hace tres semanas por insuficiencia cardíaca, y los hijos de la Sra. Rosenburg insisten en trasladarla al Estado de Washington este fin de semana para vivir con ellos. No estoy segura de que mi horario de trabajo pueda permitirse más huecos hasta que llene los que ya tengo." "En realidad, ¡eso es genial!" Jude se animó, entusiasmada por hacer tanto a Diana como a Katrina un favor al facilitar lo que se sentía más y más como el destino en acción. “Da la casualidad de que Diana está buscando contratar a un cuidador para ir a ver a Ava de vez en cuando. Estoy segura de que ella trabajará de acuerdo a tu horario. Ella y Ava no tienen un gran presupuesto ni nada, pero eso ocuparía al menos una o dos horas de tu día.” Katrina entrecerró los ojos. "Todavía no me has dicho por qué eres una completa y absoluta idiota. No estoy segura de que deba aceptar trabajar para Diana hasta que sepa por qué te estás reganando por hacer lo mismo." "No tienes que preocuparte por Diana. El problema soy yo, no ella. Ella no es nada sino profesional, y muy razonable de tratar. Confío en que te trate de manera justa.” Jude soltó las manos de Katrina para lanzar las suyas al aire. “Después del taller del fin de semana pasado, me di cuenta de que mis sentimientos por ella iban mucho más allá de un enamoramiento tonto. Supongo que no puedo decir que estoy enamorada de ella, pero solo porque aún no hemos pasado mucho tiempo juntas. El punto es, podría fácilmente amarla. Enamorarme de ella, si se me presentara alguna oportunidad en absoluto, y eso es un problema serio.” XWPColección: Página y Facebook

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"¿Un problema para ti o para Diana?" “Para las dos.” Jude no solía admitir a menudo las fantásticas aspiraciones de su espíritu secretamente romántico, pero el deseo de una perspectiva externa anulaba la mayor parte de su modestia acerca de albergar un sueño tan aburrido y anticuado para su futuro. "Esto puede ser una sorpresa, pero estoy más que lista para enamorarme y establecerme con la mujer adecuada. Desafortunadamente, Diana ya ha estado allí y ha hecho eso, y ella ha jurado que nunca volverá a tomar ese camino. Especialmente conmigo.” Sonando ofendida en su nombre, Katrina dijo, "¿Por qué especialmente tu no? Eres un maldito buen partido." "De acuerdo, y gracias, pero Diana básicamente piensa que soy una niña." "¿Una niña a la que le está pagando para ayudarla en sus talleres de sexo?" El escepticismo se filtró en el tono de Katrina. "¿De qué diferencia de edad estamos hablando aquí? Porque aunque admito que veintiséis me parece mucho más joven ahora que he llegado a este lado de los treinta, difícilmente te llamaría una niña.” "¿De verdad? Todo lo que estoy diciendo es que no eres una niña si puedes alquilar un coche.” Jude se disolvió en una sonrisa tímida. "Diana tiene treinta y nueve." La revelación le valió un silbido. "Maldita sea. Esa es una mujer mayor, ¿no?” "Supongo que sí." Jude recordó las manos seguras y prácticas de Diana y la sorprendente confianza de su toque. “Lo que solo la hace mucho más espectacular. Diré esto mucho. La madurez y la experiencia son cosas hermosas para llevar a la habitación." "Querrás decir al aula," Katrina señaló. "¿A menos que ya estén durmiendo juntas en su propio tiempo?" "Ni siquiera cerca. Diana insiste en que nuestra relación sea estrictamente profesional. Ella trajo la cena anoche para halagarme antes de ofrecerme el trabajo, pero estoy bastante segura de que será nuestra última interacción fuera de clase. Ella prefiere que sigamos siendo ‘conocidas casuales’ tanto como sea posible ... a pesar del hecho de que estará desembolsando dinero para follarme durante los próximos dos meses. ¿Eso te da una idea del nivel de fobia al compromiso por el que he perdido la cabeza? ¿Y XWPColección: Página y Facebook

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por qué soy una mierda absoluta del más alto nivel?” Se hundió dramáticamente contra el pecho de Katrina, acurrucándose más cuando los fuertes brazos la atrajeron en un abrazo compasivo. "Ella va a romper mi corazón, Kat. Sé que lo hará. Pero acepté recorrer este camino con ella de todos modos – y no solo porque el sueldo es bueno. Este trabajo es la única manera de volver a estar con ella, y necesito estar con ella ... sin importar cómo ella lo permita.” "Afortunadamente, seis fines de semana deberían darte suficiente tiempo para descubrir al ser humano defectuoso detrás de esta primera impresión idealizada de Diana que tienes actualmente." Katrina besó la coronilla de la cabeza de Jude, meciéndola de un lado a otro. “Verás que no es perfecta, que tiene defectos como cualquier otra persona. Mientras tanto, te recordarás a cada paso del camino que ella ni siquiera quiere a una follamiga, y mucho menos una novia. Recordarás las palabras de sabiduría que estoy compartiendo contigo: cualquier persona que evite el romance y el compromiso en ese grado no vale la pena tu inversión emocional. Es casi seguro que significa que está rota de alguna manera – que alguien, en algún momento, la lastimó gravemente – y para ser sincera, te mereces a alguien sin toda esa carga. Decide ahora que Diana es una amante a corto plazo muy superior a la perspectiva a largo plazo,Y simplemente ... disfruta el sexo mientras dure. El sueldo, también. A fin de cuentas, esto suena como un trabajo agradable para ayudar a buscar tiempo de escritura adicional." Al darse cuenta de que había esperado que Katrina la reprendiera por regresar al trabajo sexual en cualquier caso, Jude se sintió casi decepcionada por su aceptación. No porque creyera que pagar por follar era una forma intrínsecamente mala de ganarse la vida, sino más bien porque esperaba que las súplicas de Katrina para que ella lo reconsiderara de alguna manera le brindaran el coraje de huir de la devastación absoluta que la esperaba en el futuro. Por supuesto, Jude no estaba segura de que algo de lo que Katrina pudiera haber dicho la hubiera disuadido de aceptar el masaje vaginal que Diana había planeado para la clase de mañana, así que tal vez lo mejor sería estar agradecida por el apoyo. "Aprecio tu fe en mi capacidad para manejar mis emociones." "Ya estás loca por ella, ¿verdad? Lo más probable es que, cuando esté lista para terminar su relación laboral, habrás recibido la dosis de realidad que necesitas para sentirte contenta con el tiempo que pasaron juntas.” Katrina la soltó con un tierno apretón. “Casi puedo garantizar que Diana no es realmente la mujer de tus fantasías. Ella está obligada a revelar cualidades que te afectan de manera incorrecta. Ya sabes, como una incapacidad hipócrita para formar relaciones románticas y sexuales sanas con otros a pesar de que literalmente impartes clases sobre el tema."

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Jude se apoyó en el brazo del sofá de cuero de Katrina, gimiendo como la criatura lastimosa que era. "Pero ella es tan sexy. Y talentosa." "Como he dicho, diviértete. Toma su dinero. Simplemente no pierdas el tiempo añorando por más que eso." Katrina le tocó el muslo a Jude con su dedo gordo. “A muchas mujeres les encantaría tener la oportunidad de atarte. Espera a quien te quiera tanto como tu a ella.” Un buen consejo, pero Jude dudaba que pudiera apagar sus sentimientos tan fácilmente. Sin embargo, no estaba dispuesta a estar en desacuerdo. "Tienes razón. Me aseguraré de tener todo eso en cuenta mientras tenga el mejor sexo de mi vida – “ Katrina negó empáticamente con la cabeza. "No es lo mejor de tu vida, lo prometo. Eso será con alguien que ames – que también te ame." Lo mejor de su vida hasta ahora, entonces. Suspirando, Jude tomó el control remoto de la mesa y encendió la televisión de pantalla ancha de Katrina. "Nuevo tema. ¿Qué tipo de pizza vamos a pedir? ¿Y después en qué programa deberíamos hacer un maratón?” "Verduras de jardín, y no me importa mientras sea divertido." Katrina se puso una manta en su regazo y se apoyó en el otro brazo del sofá. “La risa es la forma más saludable de terminar un día de mierda. ¿No estás de acuerdo?” Jude asintió mientras navegaba en la sección de comedia del servicio de transmisión de Katrina. “Más palabras de sabiduría. Tal vez deberías dar una clase.” "Teorías en el Escapismo de los Medios de Comunicación." Katrina hizo una mueca. "Qué apropiado. Tu les muestras a la gente cómo tener sexo alucinante, mientras que yo los entreno para bloquear sus vidas de mierda mirando las pantallas digitales. Francamente, puede que seas una completa y absoluta idiota, pero aún así digo que eres la ganadora entre nosotros esta noche." "Dímelo de nuevo en siete semanas," Jude dijo, y luego envió una silenciosa disculpa a su futuro yo por haber elegido ignorar la pena por delante.

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CAPÍTULO SIETE Estirada junto a la forma desnuda y maravillosamente desnuda de Jude, Diana se maravilló de que todavía era capaz de enseñar, y mucho menos de hablar, después del masaje de cuerpo completo que acababa de realizar. Un calentamiento prolongado para el evento principal, el masaje instructivo produjo treinta minutos de los gemidos más atrayentes que Diana había escuchado en voz alta, haciendo que sea casi imposible restarle importancia convincentemente a su propia excitación. El discurso XWPColección: Página y Facebook

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que aún brotaba de ella era un milagro menor, dado que su cerebro se había desconectado en el momento en que tomó por primera vez los pechos turgentes y firmes de Jude en sus manos bien aceitadas. Dejando a un lado la coherencia, dudaba que estuviera engañando a las veinte mujeres que las rodeaban. Acampadas en mantas individuales y en varios estados de desnudez, la gran mayoría de sus estudiantes observaban con ojos desorbitados mientras Diana vertía aceite tibio en su mano, luego sobre la vulva cuidadosamente arreglada de Jude. La habitación se había vuelto tan silenciosa, tan tensa con anticipación, que Diana imaginó que todas debían escuchar su corazón acelerado, que debían notar que sus dedos temblaban mientras bajaba la palma de la mano para descansar sobre el montículo púbico de Jude. Diana guió los muslos de Jude con su mano libre para asegurarse de que el aceite que acababa de aplicar goteaba sobre su clítoris y labios vaginales, Diana se dio cuenta de que estaba conteniendo el aliento – y que su inevitable exhalación seguramente llamaría la atención sobre su estado nervioso. Mierda, qué estaba diciendo de nuevo? "No, no te detengas." Las caderas retorcidas de Jude la empujaron de nuevo a la acción. "Esto se siente increíble.” Lo hizo. Tocar a Jude la conmovió de una manera que no debería, de una manera que Diana deseaba que no fuera así. Se dijo a sí misma que era por el cuerpo firme, joven y la piel impecable que se mostraba, que la atracción era estrictamente física. Incluso si nunca había perseguido a mujeres más jóvenes en el pasado, estaba a punto de cumplir cuarenta años. Tal vez Jude era su crisis de mediana edad en acción, porque qué mejor manera de celebrar un cumpleaños tan monumental que un poco de lujuria desaconcejable por la gatita sexual deseosa de mujeres maduras de al lado? Con la vulva rolliza y húmeda de Jude anidada contra su palma, Diana luchó por recordar por qué había renunciado incluso a los enredos sexuales más casuales. Seguramente la euforia de la conexión humana merecía algún nivel de riesgo emocional. ¿No es así? “Por favor.” Arrastrada por la desesperación en la súplica gimoteadora de Jude, Diana de alguna manera logró retomar su plan de clase donde lo había dejado. "Empiecen por masajear suavemente el montículo púbico de su pareja." Usó toda su mano para demostrar, XWPColección: Página y Facebook

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presionando ligeramente con la palma de la mano mientras frotaba pequeños círculos sobre la vulva de Jude. "Gradualmente vayan hacia sus labios vaginales externos, pero no toquen su clítoris o la vagina todavía." Diana apenas se dio cuenta de si alguien intentaba imitar la técnica, demasiado absorta en el sutil arqueamiento de la espalda de Jude mientras pasaba la punta de los dedos por uno de los labios mayores, luego por el otro. Estremeciéndose, Jude extendió las piernas para revelar la brillante belleza rosada de sus pliegues internos. La vista sacudió a Diana como un fuerte viento, una vez más la apartó de su curso. El gemido lastimero que surgió ante su vacilación le recordó a Diana la siguiente línea en su discurso y simultáneamente desató una corriente de humedad para empapar aún más sus bragas. Apartando los ojos de Jude para mirar sobre las cabezas de la pareja más inatenta dentro de su campo de visión, Diana entonó, "Aquí no hay prisa. Recuerden, tienen muchas razones para darle a su pareja un masaje yoni, y el orgasmo ni siquiera es lo mejor." "Habla por ti misma." La broma de Jude le hizo ganar una risa predecible. Sin responderle a Jude – sobre todo por temor a lo que sucedería si se desviaba demasiado de su guión – Diana repitió las caricias previas mientras enumeraba los beneficios de lo que su vecina de rostro fresco le estaba permitiendo hacer. “El masaje vaginal regular aflojará los músculos de su pared pélvica, lo que puede llevar a orgasmos más intensos. También reduce la tensión y, quizás más importante, aumenta la circulación – razón por la cual los médicos recomiendan esta técnica para ayudar a revertir la atrofia vaginal en mujeres menopáusicas." Al darse cuenta de lo rígida que se había vuelto la postura de Jude, Diana abordó de manera preventiva lo que supuso que era la principal preocupación de su joven amiga. "Todo lo cual no excluye la posibilidad del orgasmo. Es muy probable que tu pareja alcance el clímax mientras la tocas. Tal vez incluso varias veces. Pero este ejercicio consiste en crear intimidad sexual, ante todo. Este masaje se trata de conectar con tu pareja y hacer que se sienta maravillosa.” "Los orgasmos son maravillosos," Jude murmuró deliberadamente. Ella jadeó cuando Diana bajó la punta de sus dedos para rozar la base de su clítoris. "Ah. Sí.” Intoxicada por el poder que ejercía sobre su pobre asistente, demasiado ansiosa y totalmente indefensa, Diana frotó su pulgar sobre la entrada resbalazida, ya contrayéndose de Jude. “Cuando estés lista para intensificar, sigue adelante y masajea XWPColección: Página y Facebook

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la base de su clítoris, junto con su abertura vaginal. Estamos tratando de construir la excitación. Si estás recibiendo, concéntrate en su respiración – lenta y profunda. Ustedes dos, estén presentes en este momento juntas.” Haciendo una pausa para inhalar, cometió el error de mirar de reojo la cara inocente de su joven asistente. El pecho de Jude se enganchó en el instante en que sus ojos se encontraron, y empapó la mano aún en movimiento de Diana en un torrente nuevo de sus siempre abundantes jugos. Diana hundió los dientes en su labio inferior e, incapaz de detenerse, gimió lo suficientemente fuerte como para provocar una risita nerviosa audible de la multitud. Avergonzada, se retiró para provocar los labios vaginales externos de Jude una vez más. "Presiona en la piel con movimientos circulares. Recuerda masajear lo que hay debajo. No te deslices por la superficie.” Un gemido incluso más fuerte que el suyo resonó en toda la habitación, aliviando un poco la tensión de Diana. Aprovechando la oportunidad de superar su debilidad momentánea, preguntó, "¿Tienen alguna pregunta señoras? ¿Preocupaciones?” Una estudiante recurrente levantó la voz, sin aliento por el diligente masaje de su esposa. "Estoy preocupada por Jude. ¿Cuánto tiempo la vas a hacer esperar?” Rae, la esposa, le dio a Diana una sonrisa conspirativa. “Willa se refiere a cuánto tiempo vas a hacerla esperar?” "Buena pregunta," Jude dijo. "Gracias, Willa." Se apoyó sobre sus codos, esforzándose por atrapar la mirada de Diana. “Sé que el objetivo aquí no es el orgasmo, pero si pudiéramos avanzar rápidamente a la parte en la que aflojas los músculos de la pared pélvica y haces que fluya mi circulación, lo super apreciaría.” Diana logró permanecer impávida, pero apenas. Aunque lo negaría si le preguntaban, encontraba a Jude cada centímetro tan encantador como sus estudiantes parecían hacerlo. En lugar de ignorar el comentario, agarró a Jude por los hombros y la guió hacia abajo para acostarla sobre la manta. "Relájate. Deja que tu excitación crezca.” Jude la sorprendió haciendo exactamente eso, cerrando los ojos para esperar en silencio a que se reanudara el masaje. Para recompensar la inesperada obediencia, Diana hurgó entre los labios vaginales abultados de Jude, usando sus dedos índice y medio para trazar el perímetro de su entrada bien lubricada. La respiración de Jude se hizo más profunda con cada círculo perezoso que pintaba, alcanzando un ritmo lento e XWPColección: Página y Facebook

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hipnótico que amenazaba con llevar a Diana a un estado igualmente extasiado. En una voz que sonaba como si viniera desde fuera de su cuerpo, logró pronunciar la siguiente instrucción. "Cuando su pareja esté lista, quiero que entren en su vagina con un dedo, suavemente, por favor." Notando la rápida inhalación de Jude ante lo anunciado, Diana presionó la yema de su dedo índice contra la cascada prometiendo facilitar su paso hacia adentro. "¿Lista para ese dedo, Jude?" "Sí." Apegándose a la persona sumisa que de repente había adoptado, Jude levantó ambas manos sobre su cabeza como para demostrar su disposición a rendirse. "Sigue adelante." Diana entró en ella a un ritmo insoportablemente gradual, torturándolas a ambas con la penetración sin prisas. La vagina de Jude se aferró insistentemente a su dedo invasor, apretada e hirviente, ya contrayéndose con la felicidad pre-orgásmica. Para distraerse de lo que estaba haciendo y a quién, Diana siguió adelante con su clase escrita. "Masajeen las paredes interiores." Demostró. "Personalmente, prefiero un toque firme y consistente, pero asegúrense de consultar con su pareja sobre qué nivel de presión es más placentero para ella. Recuerden, no apresuren a su pareja al clímax. Acérquenla a él, entonces reduzcan la intensidad. Esta experiencia está destinada a durar." En lugar de ofrecer la broma que Diana esperaba, Jude lanzó una larga y temblorosa exhalación que aflojó notablemente la tensión en sus rígidas extremidades. Sin abrir los ojos, murmuró, "Me gusta eso." Un sentimiento tan simple, pero Diana no pudo evitar el delicioso escalofrío que la recorrió ante la satisfacción vocal de Jude. "Bien." Cubriendo su estúpidamente flagrante deseo con una sonrisa arrogante, Diana añadió, "Sólo espera." "Felizmente." Con el temor de que todas se dieran cuenta de cuán encantador encontró la conformidad inusual de Jude, Diana regresó al tema en curso. "¿Cuántas de ustedes saben dónde se encuentra el punto G de su pareja?" Después de que aproximadamente la mitad de la clase murmuró respuestas positivas, Diana empujó la pierna ligeramente doblada de Jude hacia un lado para darles una mejor vista. “Pocas sensaciones corporales son más intensamente satisfactorias que un masaje experto en el punto G. Para localizar ‘el botón Ir’ de su pareja, inserten su dedo 2.5 o 5 centímetros dentro de su vagina con la palma de la mano hacia arriba. Una vez que estén en posición, acaricien la pared frontal con un movimiento tipo ‘provocativo’.” Ella lo demostró fuera del cuerpo de Jude, con su mano libre. “Están XWPColección: Página y Facebook

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buscando un área que se sienta un poco más áspera que el tejido circundante. Este punto puede estar en cualquier lugar, desde el tamaño de su uña del meñique hasta un medio dólar (Se refiere al diámetro de la moneda que es de 30,61 mm)." Gloria, que asistió por primera vez a un taller, exclamó, "¡Lo encontré!" Su esposa Frankie se quedó sin aliento. "Uh huh." Complacida por su emoción, Diana deslizó la punta de su dedo por el punto G de Jude para producir un jadeo similar. La respiración cada vez más pesada alrededor de ellas confirmó que ella y Gloria no estaban solas en sus descubrimientos. "Estimular el punto G de tu pareja inducirá un intenso placer sexual, lo que podría conducir al orgasmo. Con suficiente estimulación, algunas mujeres incluso eyaculan. Independientemente de si terminan llegando al clímax, ser tocada de esta manera debería sentirse nada menos que maravilloso." Cuando Diana intensificó la presión y la velocidad de su masaje, los muslos bronceados de Jude temblaron, y sus manos volaron hacia su pecho para jalarse las puntas de sus propios pezones bien formados y abultados. Agitada por la desvergonzada exhibición, Diana bajó su mirada hacia los labios vaginales rosados y deliciosos de Jude, anhelando una excusa para probarla de nuevo. Aligeró la presión de la punta de su dedo errante, todavía no estaba lista para terminar con Jude o retirarse de su centro fundido. Apoyando su pulgar contra la base del clítoris de Jude, Diana la acarició por dentro y por fuera. Se encargó de mantener a Jude suspendida en un estado de éxtasis preorgásmico, con la esperanza de alargar la demostración el tiempo lo más razonablemente posible. Cuanto más tiempo pasara tocando a Jude, menos tiempo tendría para enfocarse en sus propias necesidades. Ella no sabía si Jude planeaba ofrecer una reciprocidad nuevamente en esta sesión, pero si es así, Diana tendría que rechazarla – algo que realmente no quería hacer. Odiaba lastimar a Jude, odiaba crear cualquier incomodidad con ella, y detestaba extremadamente la idea de rechazar rotundamente el sexo que su cuerpo simplemente ansiaba. Preparando el escenario para que sus estudiantes continúen solas, Diana dijo, "Las dejo a la tarea en cuestión." Sonrió ante las carcajadas variadas, agradecida por la amable recepción de sus chistes malos. “Tómense su tiempo, diviértanse y, lo más importante, disfruten de esta oportunidad para conectarse con alguien que aman. Por favor, asegúrense de avisarme si tienen alguna pregunta, porque aquí estoy para responderlas." XWPColección: Página y Facebook

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Otra estudiante recurente, Liz, apareció desde algún lugar a la izquierda de Diana. “Solo una pregunta: ¿Exactamente cuánto tiempo intentas torturar a esa pobre chica? De hecho siento pena por ella.” Se encogió de hombros ante la ceja alzada de Diana. "Nunca he sido buena en todo el juego de negación yo misma, pero si eso es lo que te excita – " Diana reunió su coraje y se encontró con la mirada encapuchada de Jude. "¿Debo detenerme?" Ella amasó el punto sensible debajo de la punta de su dedo con más firmeza, provocando un escalofrío de pies a cabeza que parecía extenderse sobre la delgada línea entre el placer y el dolor. "¿O darte más?" "Sí," Jude susurró. "Más.” "No te importa si voy despacio, ¿verdad?" Diana giró su dedo dentro de Jude, luego frotó el pulgar en la otra mano a lo largo del perineo de Jude. "Supongo que quieres que esta experiencia dure un poco más." Jude se aferró a sus propios pechos. "Uh huh." "Yo también." Diana rompió el contacto visual para observar la sensual ondulación de las caderas de Jude. "¿Te gusta cómo se siente mi dedo dentro de tu vagina?" Jude logró asentir, luego gruñir. Inclinando su pelvis para forzar una fricción adicional, ella soltó un tenso, "Me encanta." Luego, "Diana." Diana se mordió el interior de la mejilla hasta que probó la sangre, desesperada por sofocar su respuesta visceral a la apasionada recitación de su nombre de Jude. La perturbó, sin esfuerzo Jude rompió su apatía bien practicada para despertar este hambre latente por mucho tiempo. Con el objetivo de silenciar cualquier otro diálogo, Diana frotó el lugar con más fuerza. La reacción de Jude fue instantánea. Dejando escapar un grito incomprensible, inundó la palma de Diana con un ardiente chorro de alegría líquida. Decidida a no regocijarse con las convulsiones descontroladas del delicioso cuerpo de Jude, Diana gradualmente dejó de moverse para dejar que se recuperara. La cara de Jude cayó en el instante en que se recuperó. "Dije que quería que durara," se quejó, adorablemente. "¿Por qué me terminaste tan rápido? Sé lo que dije antes, pero – ¡me esforcé tanto por ser buena y aguantar!”

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"Estuviste muy bien." Teniendo lástima, Diana agitó el dedo aún enterrado dentro de la vagina agitada de Jude. "Y no hay necesidad de desesperarse, cariño. No hemos terminado." Jude se apretó alrededor de su dedo totalmente incrustado. "Ah, bueno. Gracias.“ Diana aceptó la gratitud con una inclinación de cabeza, muy consciente de que sus motivaciones no eran del todo desinteresadas. "Relájate." Instruyó a Jude en voz baja. "Cierra los ojos, disfruta de cómo se siente esto." Deslizó la punta de su dedo por el perímetro del círculo del tamaño de un cuarto en el que se había enfocado. Los hombros de Jude se levantaron del suelo y todo su cuerpo se estremeció, haciendo que sus pechos se agitaran de manera tan atractiva que a Diana le resultó imposible apartar la mirada. Sorprendida por la vista, absteniéndose de su mejor juicio se agachó para capturar un pezón duro como una roca entre sus labios para una succión lánguida. La acción impetuosa no estaba programada, obviamente, ya que no agregaba nada de valor a una demostración de masaje yoni – pero cuando Diana escuchó el gemido fuerte salido por su pícara dentadura y su lengua, casi no podía arrepentirse de darle rienda suelta a su libido. Fue solo el temor de llevar a Jude a un segundo clímax, posiblemente final, lo que convenció a Diana a sentarse y volver a dedicar su atención a la simple tarea de la estimulación del punto G. Cada vez que Jude se acercaba a su cima, Diana dejaba de moverse. Una vez que disminuyera la perceptible contracción de los músculos cada vez más pesados de Jude, Diana comenzaría de nuevo, intensificando de un simple movimiento de la punta de su dedo a la profunda y sostenida caricia de la región más sensible de Jude. En su cuarta vuelta, justo cuando Diana tomó nota del temblor sin precedentes de sus suaves muslos, Jude finalmente gritó pidiendo piedad. "Yo ... no puedo tomar mucho más. Es – ¡ah!” Se resistió contra la mano de Diana. "Por favor. Es demasiado intenso." Diana se quedó quieta. "¿Quieres que pare?" Las caderas de Jude se inclinaron sobre el piso, forzando su dedo aún más profundo. "No ... quiero venirme. Por favor déjame. Por favor." Al revisar el reloj de pared al otro lado de la habitación, Diana registró la hora con una abundante dosis de alivio.

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"Está bien." Ella centró su dedo en el lugar donde siempre parecía atraer la mayor respuesta y su pulgar sobre el clítoris turgente sobresalía de su capucha protectora. "Vente por mí," Diana murmuró, intencionalmente sin mirar a su público. No podía soportar que se dieran cuenta de lo satisfecha que se sentía al complacer a su nueva asistente. Frotando ambos puntos en conjunto, Diana susurró cerca de la oreja de Jude. "Vente sobre mi mano, dulce chica. ¿Sientes mi dedo dentro de ti? Follándote? Quiero que me lo aprietes, bebé, con esa pequeña y apretada vagina – “ Ella sonrió cuando los músculos internos de Jude se apretaron con fuerza, atrapando su dedo totalmente incrustado en un agarre ardiente y pulsante. "Esa es mi chica." El orgasmo de Jude dio inicio a una violenta y simpática punzada en la vagina de Diana, seguida de la prisa debida de la humedad embarazosa, el arrepentimiento provocado por la vergüenza y una amarga duda de si misma. Se suponía que ella era una profesional, maldita sea. Sin embargo, había perdido el control delante de sus estudiantes. Perdió el control con Jude. No podía soportar pensar en lo fantástico que se sentía al saciar su hambre sexual incontenible con alguien que no fuera su mejor amiga platónica con beneficios. No es que la intimidad física que ella y Ava compartieron no fuera perfectamente encantadora. Nadie más conocía su cuerpo tan bien, o sus límites. Más importante aún, confiaba en Ava con una garantía que ya no se sentía alcanzable – y mucho menos aconsejable – en su nueva existencia posterior a Janine. Entonces por qué el sexo con Ava ya se compara tan desfavorablemente con el sexo con Jude? ¿Incluso el sexo unilateral con Jude? Porque Jude era novedosa, brillante y simpática. Sexy, también. Eso era todo, se dijo Diana. Con la resolución de hacerlo mejor – o de lo contrario aceptar el golpe financiero de suspender estos malditos talleres hasta que Ava se recupere – Diana aplastó su conflictivo monólogo interno y ayudó a Jude a regresar a la tierra reduciendo constantemente la velocidad y la presión de su toque. Pero cuando trató de retirarse de sus profundidades aún pulsantes, Jude cerró de golpe sus sedosos muslos alrededor de la muñeca de Diana, atrapándola en su lugar. "Aún no. Por favor…" Dividida entre negar su deseo y esperar que se acabe el tiempo, Diana se quedó inmóvil. Incluso hizo aparecer una sonrisa amistosa. "Toma todo el tiempo que necesites. Avísame cuando estés lista para que salga.”

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Jude la miró a los ojos muy brevemente, luego levantó su antebrazo para ocultar su rostro. "Nunca he ..." Ella exhaló. "Y quiero decir que nunca ... sentí algo así antes.” Diana no podía creer lo difícil que era no sonreír. "Supongo que de buena manera?" "De la mejor manera posible." Bajando su brazo, Jude la miró con una seriedad que jaló del corazón de Diana. "¿Es mi turno ahora? Porque en serio, si puedo darte una fracción del placer que acabas de darme, será mi mayor logro sexual hasta la fecha." Diana casi se odiaba a sí misma por encontrar la fuerza para darle la negativa cortés que había ensayado en su cabeza. "Desafortunadamente, no tendremos suficiente tiempo. La clase termina en quince minutos, y necesito estar disponible para preguntas antes de que lo haga." Jude lanzó una mirada aturdida y algo sorprendida por la habitación, como si se hubiera olvidado de su público quejumbrosamente distraído. Una vez que la breve confusión pasó, se concentró en el distante reloj de pared y frunció el ceño. "Oh, yo ..." Hizo una pausa, luego dio golpecitos distraídamente a la muñeca de Diana. "No me di cuenta de que tomó tanto tiempo. Puedes ... seguir adelante y retirarte, ¿vale?” "Está bien." Diana se retiró de su vagina, centímetro a centímetro, teniendo cuidado de no apresurarse en su deseo de escapar de la incomodidad recién surgida entre ellas. “Lo siento, no te dejé tiempo para que practiques tu técnica. Debería hacerlo." "No hay problema, Diana. En serio.” Los ojos de Jude se encontraron con los de ella, su expresión más cautelosa que antes. "No puedo fingir que no adoraba absolutamente todo lo que acabas de hacerme. Me gustaría que no cambiara nada sobre esta noche, incluso si pudiera." Aliviada por la respetuosa y fácil aceptación de Jude de un límite que realmente le había dolido imponer, Diana apoyó su palma pegajosa en el muslo interno de Jude y lo apretó. "Aprecio tu comprensión." "Por supuesto." Jude le lanzó una sonrisa alegre, sentándose cuidadosamente. "Tú eres la jefa. Estoy bastante segura de que eso significa que puedes decidir cómo paso el tiempo que me pagan para estar aquí." Diana estuvo tentada a estar en desacuerdo, o proponer algún tipo de compromiso igualitario, pero eso sería una tontería. No podía permitirse más errores impetuosos, no

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si quería mantener a Jude en la nómina hasta el regreso triunfante de Ava. Si eso significaba imponer la idea de una jerarquía, que así sea. Sin querer deshacer el arduo trabajo que había puesto para establecer esta pequeña medida de distancia profesional, Diana le dio a Jude un guiño cariñoso, luego se apartó de su asistente que aún jadeaba para enfrentar a las mujeres que le daban un significado a su vida solitaria.

CAPÍTULO OCHO Tres días después de su segundo taller sin Ava, Diana ingresó al departamento de su mejor amiga y luego se detuvo justo en la puerta para escuchar. La preocupación por la que había estado luchando intermitentemente durante toda la mañana se disipó ante el sonido lejano de la risa familiar de Ava – aunque recientemente ausente – por encima de la voz de una mujer que Diana no reconoció. Así que por eso no ha contestado mis mensajes.

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"¿Hola?" Diana llamó, en caso de que de alguna manera hubiera logrado interrumpir un momento íntimo. ¿Pero con quién? Cubriendo sus apuestas, agregó, "¿Es un mal momento?" "¿Hola?" Una rubia alta y hermosa cruzó la extrañamente prolija extensión de la vivienda del estudio de Ava para saludarla con una mano extendida y una cálida sonrisa. "Diana, ¿verdad? Soy Katrina, la prima de Jude y la nueva cuidadora a tiempo parcial de Ava." "Ella quiere decir capataz." La queja menos que convincente del otro lado de la sala trajo una sonrisa deslumbrante a la encantadora cara de Katrina. "Te diré, ella me obliga a hacer cosas que duelen." Katrina estrechó la mano de Diana, luego, suspirando con cariño, caminó para retomar su posición al pie de la cama de Ava. "Hasta ahora hemos trabajado para levantarnos de la cama de la forma más indolora posible – " "Alerta de información: nada es indoloro con una columna vertebral fracturada." Aunque Ava pronunció la frase en un ingenio seco sin humor, sus ojos brillaron con una vida y un humor que Diana no había visto en semanas. Diablos, tal vez incluso meses. A diferencia de las últimas veces que Diana la había visitado, su mejor amiga estaba sentada contra la cabecera y no boca arriba. "Afortunadamente para Katrina, tengo una debilidad por las personalidades encantadoras." Ava le guiñó un ojo a su nueva cuidadora juguetonamente. "Y caras bonitas." Diana contuvo la respiración mientras esperaba la reacción de Katrina ante el comentario descaradamente coqueto, temiendo que su mejor amiga sin inhibiciones ya hubiera logrado cruzar una línea con la aparentemente amistosa prima de Jude – pero por lo que ella sabía, heterosexual. Cuando Katrina agachó la cabeza, con las mejillas rosadas y rebosantes de placer tímido, los hombros de Diana se relajaron. Heterosxual o no, la nueva ayudante de Ava era claramente receptiva a su adulación. "Nadie dijo que la recuperación sería fácil." Katrina le dio al pie cubierto con un calcetín de Ava una breve caricia de aspecto ligeramente terapéutico. "Además, no fuiste tú quien me agradeció no menos de tres veces por obligarte a entrar a la ducha ayer por la mañana? Dijiste, y cito, que tener el cabello limpio realmente te hizo sentir 'un mil por ciento mejor' – y estarás segura de seguir mi consejo la próxima vez, sin discusiones." Ava resopló, rodando los ojos para fijar a Diana con una mueca de prolongado sufrimiento. "No creerías cuantas veces ella ha mencionado eso ya esta mañana. Con

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toda seriedad, recuérdame que nunca vuelva a admitir que me equivoqué en presencia de esta joven.” "Ya lo veremos." Riéndose, Katrina miró su teléfono y luego se puso rápidamente de pie. "La próxima vez, de acuerdo? Tengo otra cita a la que tengo que ir para ... no puedo creer que ya pasó el mediodía." "El tiempo vuela cuando estás torturando a viejas mujeres indefensas con la espalda rota, supongo – " Katrina se rió a carcajadas ante la mofa ineficaz de Ava. "Puedes ser un montón de cosas, Sra. Gardiner, pero 'vieja'? Ni siquiera cerca." A pesar de ser al menos quince años menor que Ava, Katrina sonaba muy sincera. "De vez en cuando gruñona? Por supuesto. ¿Exasperantemente terca, algo así como una niña pequeña? Absolutamente." "Aw, caramba," Ava refunfuñó amablemente. "Detente, antes de que se me suba a la cabeza. Además, es Ava ... ¿recuerdas?” “¿Propensa a interrumpir? Sí, de hecho.” Una sonrisa tiró de los labios de Katrina mientras agarraba su chaqueta del sofá cercano y cerraba la cremallera sobre su pecho. "Afortunadamente para ti, también tengo una debilidad por el encanto – y eso es algo que tienes a montones. A pesar de lo terca gruñona.” Diana resopló, contenta por sus bromas. "Parece que te tiene atrapada, Ava." Revisando su calendario mental, trató de calcular cuánto le había costado a Ava y Katrina establecer una conexión casi coqueta y desenfadada. ¿Se habían conocido incluso una semana? Para verlas interactuar, uno podría asumir que habían estado juntas durante meses. "Estoy encantada de que Jude haya logrado encontrar a alguien capaz de ponerse a la altura contigo – y con tu actitud." Ava frunció el ceño, aparentemente menos divertida por ese tipo de comentario cuando no fue entregado por la atractiva joven rubia que la ayudaba a entrar y salir de los duchas. "No tengo una actitud.” "Claro que sí." La alegría de Katrina inmediatamente derritió el descontento exterior de Ava. "Por suerte, estoy bien equipada para manejar incluso a los clientes más molestos habladores ... algo sobre tener encanto y una cara bonita." Habiendo conocido a Ava íntimamente por cerca de veinte años, Diana no se perdió la emoción sexual en sus ojos ante el suave doble sentido de Katrina. "Yo diría."

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Katrina se dirigió hacia la puerta, dándoles un ademán con la mano amistoso. "Nos vemos mañana, Ava. Lo hiciste bien hoy." "Tú también." Guiñando un ojo, Ava le devolvió el ademán de despedida. "Ten cuidado allí afuera." Katrina sonrió tan alegremente que Diana tuvo que apartar la mirada. Se sintió intrusivo no hacerlo. "Prometo no aceptar viajes de hombres extraños." "O mujeres extrañas," Ava le gritó, en un tono engañosamente humorístico. "Asegúrate de tener cuidado con ellas, también." Katrina se detuvo con la mano en la perilla de la puerta, mirando por encima del hombro para lanzarle a Ava otra dulce sonrisa. "Siempre lo hago." Salió por la puerta, luego encajó la cerradura detrás de ella. Diana se volvió hacia Ava, con las cejas levantadas. "Cálnate, chica. Ella es una niña.” Ava chasqueó la lengua. "Ella tiene treinta y un años, Di. Difícilmente una niña." Mirando hacia la puerta, dijo, "Por el contrario, Katrina Mónaco es una mujer adulta completamente crecida, muy capaz y absolutamente hermosa. Una que realmente debo agradecerte por encontrarla.” "De nada." Diana se sentó en el borde de la cama, estirándose para atrapar la distraída mirada de Ava. "Ella parece haber levantado tu ánimo." Ava se volvió a enfocar tímidamente en el rostro de Diana. "Ella realmente lo hace. Sí. Gracias." "¿A pesar de hacer que hagas cosas dolorosas?" Ava hizo una mueca y cambió su peso. "Te sorprenderá escuchar esto, pero yo fui una perra fría para Kat la primera vez que nos conocimos. Para ser justas, ella estaba tratando de obligarme a salir de la cama inmediatamente después de irrumpir a través de mi puerta. Unos veinte minutos adentro, la amenacé con despedirla por ser tan malditamente insistente, pero me dijo que le habrías dado instrucciones explícitas de que me ignorara si lo intentaba." Diana se rió entre dientes. "¿Puedes culparme? Sé cómo eres como paciente. Por eso Katrina y yo discutimos algunos planes de contingencia diferentes durante nuestra primera conversación telefónica ... en caso de que fueras difícil."

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"Sí, ella también mencionó eso. Dijo ... mucho, en realidad.” Ava se miró las manos mientras se retorcían nerviosamente en su regazo. “Qué estaba siendo egoísta, que tu evidentemente te preocupabas mucho por mi, que mi vida se había acabado solo si lo dejaba ser. Me dijo que aún no estaba muerta, que ha tenido clientes veinte años mayores que yo que han estado en perores circunstancias.” Sus mejillas brillaban de color rosa, un tinte extraño para una mujer que siempre había sido la antítesis de la timidez. “También, que soy demasiado atractiva para desperdiciarme en la cama, sola. Aunque estoy bastante segura de que la última parte fue su servico a un público abiertamente receptivo, fue exactamente lo que necesitaba escuchar. Ella es exactamente lo que necesito, al menos en este momento – una tercera parte objetiva para ayudarme a sacar mi cabeza de mi trasero, según sea necesario." "Inscríbeme en el club de fanáticos de Katrina, porque es la mejor noticia que he escuchado en todo el día." Fue algo bueno que Jude no estuviera allí, de lo contrario Diana la habría abrazado por puro alivio. "Estoy eufórica de que ella haya podido comunicarse contigo. He echado de menos a mi tremenda mujer guerrera favorita.” "Yo también." Ava sostuvo la mirada de Diana, ojos brillantes con lágrimas no derramadas. "De todos modos, Kat me prometió diez minutos al día para revolcarme en la autocompasión, con la condición de que dedique el resto de mi tiempo a hacer todo lo posible para fortalecerme. Le dije que estaba bien.” Su sonrisa volvió. "Ella tiene razón, después de todo. Y sexy. Sabes que me cuesta mucho decirle que no a lo sexy." "Lo sé, pero ten en cuenta la brecha de dieciocho años que hay entre ustedes." Diana reiteró la inadecuación del enamoramiento de Ava con el mayor tacto posible, eligiendo sus palabras para no desalentar el estado de ánimo. "Sólo ... sé cuidadosa. No querrás estropear una relación de trabajo sólida al cruzar la línea con alguien que no sea una perspectiva romántica seria. No con tu salud en juego.” Ava le lanzó una mirada desagradable. "¿Por qué no es ella una seria perspectiva romántica? Dejando de lado la triste realidad de que apenas puedo limpiar mi propio trasero en este momento, y mucho menos follar a cualquiera – " Hizo una pausa, aparentemente para dejar que ese hecho se registre. “Una relación romántica entre una mujer de cuarenta y nueve años y una mujer adulta de treinta y un años es difícilmente sin precedentes, y mucho menos está fuera del ámbito de lo posible. Mierda. Ella no es mucho más joven que tú.” "¡Ocho años! Ella es ocho años más joven que yo.”

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Burlándose, Ava se quejó, "¿Desde cuándo estás tan jodidamente tensa por la edad, Di? "Ciertamente, no cuando dejaste que una mujer diez años mayor que tú lamiera ese suave y deliciosa vagina la noche después de la graduación de la universidad." Diana suspiró al recordar su primera vez. Supuso que Ava tenía razón – diez míseros años no habían parecido una gran cosa cuando ella era la parte menos experimentada. ¿Eso la hacía hipócrita ahora que ella era la mujer mayor? Al darse cuenta de que al menos estaba proyectando parcialmente sus propios temores de intimidad en Ava, Diana se encogió de hombros como disculpándose. "Tienes razón. Lo siento. No he venido aquí para destruir tu buen ánimo.” "Podrías haberme engañado." Suspirando, Diana se tendió de costado sobre la cama de Ava. “Escucha, me alegra que te estés divirtiendo con Katrina. No tengo idea de si le gustan las mujeres, pero si te está haciendo feliz, entonces yo soy feliz. Especialmente porque ella es la que te está ayudando a salir adelante." Ava escrutó su rostro. "¿Cómo fue el masaje yoni con Jude?" "Bien." Diana quería y no quería hablar de eso, simultáneamente. La conversación de Schrödinger. "¿Ella se vino?" Ava tenía una sonrisa de complicidad. "Repetidamente." "¿Y tú?" Diana desvió su mirada para estudiar el patrón en el edredón de Ava. "Nos quedamos sin tiempo." "Uh-huh." Ava dio un empujoncito al muslo de Diana con su pie. "¿A propósito?" "Me centré en la enseñanza." Una justificación débil, y Diana lo sabía. "Mi trabajo es mostrar a la clase cómo realizar un masaje vaginal completo y placentero – no tener un orgasmo para su diversión." "¿Qué hay de tu propia diversión?" Diana miró a Ava de mala forma. “Parecía imprudente satisfacer mis deseos con la ayuda contratada. Sin mencionar la falta de ética.” XWPColección: Página y Facebook

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“Estás follando a Jude por dinero, cariño. Sin embargo estás en la línea de dejarla que te folle?” Ava parecía legítimamente disgustada por su supuesta honorabilidad. "En lo que a ti respecta, es ahí donde la situación se vuelve problemática?" Rodando sobre su espalda, Diana estudió el techo para evitar el espectáculo de Ava reaccionando exageradamente a sus excusas. "No espero que entiendas." "Por supuesto que no. Solo soy una anciana sucia que disfruta de seducir a doncellas inocentes.” Ava golpeó la cadera de Diana con el pie. "¿Jude se ofreció a corresponder? Hubiera esperado que ella estuviera interesada en la clase de masaje gratis, si no otra cosa." "Ella lo ofreció." Diana hizo la admisión solo porque sabía que Ava vería a través de una negación. "La rechacé." "Hablando de egoístas." Ava le dio una patada a Diana aún más fuerte – luego gimió ante el esfuerzo. “Si Jude quiere aprender, enséñale. Si llegas a hacer tu maldito trabajo, prometo que la existencia segura que has construido para ti misma no se derrumbará instantáneamente. Todo lo que harás es volverte más agradable. Idealmente." Sin estar preparada para admitir por qué tenía tantas dudas de interactuar con Jude más de lo necesario, Diana cerró el tema. “En cualquier caso, este debate es actualmente discutible. Me quedaré sola para esta próxima clase, ¿recuerdas?” "Mmm. Eso es correcto.” El gemido gutural de Ava hizo que Diana se humedeciera instantáneamente. El sonido revelador de la excitación de Ava disparó su propio impulso sexual hacia la estratosfera, animándola a acercarse y acariciar el muslo interno de Ava de manera sugestiva. Ava puso su mano sobre la de Diana para detener su movimiento. "Masturbación 101. Una de mis favoritas personales." Ella apartó los dedos que se deslizaban por su muslo, luego hizo un gesto hacia la parte inferior del cuerpo de Diana. "¿Qué tal si me das un vistazo? Ya que no estaré allí para el evento principal." La cachondez interna de Diana la instó a aprovechar la oportunidad de cualquier tipo de interacción sexual con la mujer en la que confiaba por encima de todas las demás, incluso una demostración exhibicionista unilateral. Sin embargo, la molesta idea de que la sugerencia de Ava había surgido de un lugar de lástima, en lugar de un interés legítimo, enfrió su ardor creciente. "Gracias, pero estoy bien."

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"Sé que estás bien." Ava levantó los dedos de los pies por el interior del muslo de Diana. "¿Por qué crees que quiero verte tocarte?" "Porque sientes lástima por mí ahora que mi única conexión sexual está rota." Diana frunció los labios, ignorando obstinadamente la naturaleza sensual de la caricia de Ava. "Soy una niña grande, Ava. Una que puede cuidarse sola.” "Oh, sé que puedes. Literalmente das una clase sobre el tema.” Ava hurgó entre los muslos de Diana con sus pies, aplicando una ligera presión para volver a encender el fuego en el interior. “Pero también sé que te mueres por compartir tu placer con una parte interesada. ¿No es así?” Diana apretó los dientes cuando Ava empujó más firmemente contra su clítoris. "No si estás demasiado lastimada para disfrutarlo." "¿Quién dice que no lo disfrutaré?" Luchando por aclarar su cabeza, Diana dijo, "Puedo esperar hasta que estés mejor. En serio.” Ella siseó al retirar lentamente el pie de Ava de la coyuntura de sus muslos tensos. "No quiero que te extralimites demasiado." "No te preocupes por mí." Ava tenía una cara valiente, pero Diana podía escuchar su tristeza subyacente. "Mi cuerpo puede no estar preparado para esto, pero mis ojos seguros que lo están. Por favor, Di. Ahora que mi depresión se ha levantado, estoy súper jodidamente caliente – e incapaz de hacer algo al respecto." "Creo que te refieres a que ahora estás pasando tus días coqueteando con una mujer que nació justo en el momento en que comenzaste la universidad." A pesar de la respuesta ingeniosa, la resistencia de Diana se suavizó. "Cariño, si necesitas venirte, puedo usar el vibrador en ti. O frotar tu clítoris con mis dedos. Lo que sea más fácil para tu columna vertebral." Ava sacó su labio inferior en un dramático puchero. "Me encanta esa idea en teoría, pero ..." Dejó escapar un suspiro, haciendo que sus rasgos delicados se tensaran momentáneamente con incomodidad. “Sospecho que todavía estoy a un par de semanas de ese nivel de esfuerzo físico. Desafortunadamente." La libido de Diana se enfrió una vez más. "Puedo esperar, Ava. No quiero torturarte así.” "Por favor," Ava se quejó. "Ya estoy torturada. Hazme el pequeño favor de dejarme vivir indirectamente a través del orgasmo que estás a punto de darte.” Le dio un XWPColección: Página y Facebook

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empujoncito al estómago de Diana con los dedos de los pies. "A menos que lo estés guardando para Jude ..." Molesta por la implicación, Diana se puso de pie y abrió el botón superior de sus jeans. "Bien. De acuerdo. Solo prométeme que no me llorarás por tu adolorido clítoris después.” "Eres una verdadera perra cuando estás inapetente sexualmente." La sonrisa irónica de Ava sacó la mayor parte del ardor de su comentario puntual. "Incluso hay más razones para hacerte querer más por tu querida amiga postrada en la cama con un espectáculo erótico sucio." Diana se quitó los jeans y volvió a subirse al colchón. Estirándose sobre su espalda, se movió de modo que su cabeza estuviera a los pies de Ava, luego dejó que sus piernas se abrieran para ofrecer la vista más generosa posible para el limitado rango de movimiento de su amiga. "Tú eres la sucia. Suplicándome que toque mi vagina.” Se metió una mano debajo de la cinturilla de las bragas, frotando exageradamente el índice y los dedos medios a lo largo de sus labios vaginales. Ya resbaladiza por la excitación, Diana se rió sin aliento ante el agudo y necesitado gemido de Ava ante su descarada burla. "¿Puedes ver?" "Sí." Ava apoyó la palma de la mano en el muslo izquierdo de Diana, con los dedos curvados para sostenerla sin apretar. "¿Por qué no te quitas la camisa? Déjame saborear el paquete completo, delicioso." Diana quitó la mano de las bragas, se sentó y jaló de la camisa y el sostén sobre la cabeza con un solo movimiento casi sin interrupción. Los dejó caer sobre el lado de la cama antes de reanudar su posición supina, lista para cumplir con cualquier orden que le dieran. Los ojos oscuros de su mejor amiga la siguieron a cada paso, escaneando su cuerpo medio desnudo desde las tetas hasta la vagina con toda la sutileza de una banda de música. "¿Te gusta lo que ves?" Ava se estremeció, luego hizo una mueca, luego dejó de moverse por completo. Una mirada de feroz concentración se extendió por su rostro grabado por el dolor, y se lamió los labios, apartando la mirada del festín visual que había ordenado. "Sabes que me encanta tu cuerpo." Ella sobresalió su barbilla. "Tócalo para mí." A propósito malentendiendo, Diana ahuecó un pecho con cada mano, presionándolos, luego pellizcando los duros pezones entre las puntas de sus dedos. "Oh," gimió,

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inclinándose hacia su deleite vocal. Fue emocionante ver a Ava luchando para permanecer inmóvil, para resistir empujar su cuerpo más allá de sus límites. Borracha del poder que aún tenía sobre su primera y más grande amante, Diana hundió su mano derecha en sus bragas para explorar sus labios una vez más. "Estoy tan mojada," susurró, extendiendo sus piernas. "Joder, quiero venirme." "Entonces hazlo. Para mí, cariño. Frota esa vagina mojada para mí." Ya no estando más interesada en extender su mutuo tormento, Diana deslizó la entrepierna de sus bragas a un lado para revelar la danza practicada de sus dedos alrededor de la capucha de su clítoris hinchado. "Esto no tomará mucho tiempo." "Probablemente sea lo mejor." Ava logró sonreír. “Porque me estás matando, Diana. ¿Tienes alguna idea de lo que quiero hacerte? ¿Todos los horribles y desagradables deseos que recorren mi mente? Considérate afortunada, no puedo follarte ahora mismo, Di, porque te follaría duro. Demasiado duro.” Tragó saliva, luego cerró brevemente los ojos como si se preparara a través de la meditación. Cuando los volvió a abrir en un momento, se mostró notablemente más tranquila. "Métete dos dedos. Follate con ellos." Ella esperó un momento. "Por favor." La cortesía de Ava hizo que Diana se riera, añadiendo aún más placer al ya emocionante encuentro. "Solo porque lo pediste tan amablemente." Colocó el índice y el dedo medio en su abertura, luego, lentamente, introdujo ambos dedos en su vagina hasta que estuvieron completamente incrustados. Su mano derecha siguió rodeando la cabeza abultada de su clítoris, manteniéndola lo suficientemente húmeda para la penetración, mientras que también la impulsaba peligrosamente cerca del borde. "Mierda, eso se siente bien." "También se ve bien." Ava se lamió los labios. "Juro que estoy a punto de venirme sin siquiera ser tocada." "Al igual que un romance de jovenes con viejos, eso no está fuera del ámbito de lo posible," Diana señaló. "Pero eso ya lo sabías. ¿No es así?”

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Las fosas nasales de Ava se ensancharon cuando con mucho cuidado dejó que su mano libre descansara entre sus propias piernas extendidas. "En efecto." Acercándose rápidamente a su cima, Diana pronunció su siguiente pedido más por costumbre que por cualquier otra cosa. "¿Puedo venirme por ti, Ava? Por favor. Estoy tan cerca." "Adelante, vente." Ava apretó su agarre en el tembloroso muslo de Diana. "No te detengas. Déjame escuchar lo fantásticos que se sienten esos dedos traviesos en ese codicioso agujero al que llamas panocha." Diana arqueó la espalda, jadeando ante la forma magistral de Ava con las más sucias palabras. "Joder," gritó, haciendo exactamente eso. Trabajó ambas manos incansablemente, acariciando, bombeando y frotando hasta que finalmente se contrajo alrededor de sus dedos en una explosión trascendente de sonido incoherente y satisfacción caliente y líquida. Con el cuerpo temblando, Diana se puso de costado y presionó sus labios contra el cálido tobillo de Ava mientras salía del asombroso clímax. "Joder," repitió en un susurro, finalmente aquietando sus manos. "Si.” Ava acarició su cadera amorosamente. "¿Te sientes mejor?" Diana reunió una risa ronca. "Sí. Gracias por eso." "Igualmente." Ava le dio una palmada tierna a su trasero. "Por cierto, tienes un verdadero talento para la masturbación pública. ¿Alguna vez consideraste ser profesional?” Retomando su posición supina, Diana se preparó para la ardua tarea de sentarse. "Todo el tiempo." "Pagaría por ver ese espectáculo." Ava pasó sus uñas más largas de lo normal por el interior del muslo de Diana, haciéndola temblar. "Suponiendo que todavía no tengo un pase gratuito de acceso completo." Diana produjo su sonrisa más cautivadora. "¿Es esa tu forma de ofrecerte a pagar por la pizza que iba a sugerir que ordenáramos?" Ava se echó a reír y sacudió la cabeza con cariño. “Compraré la pizza, pero solo si prometes pedirle a Jude la primicia de su prima la próxima vez que la veas. Nada loco, solo una biografía básica ... y su historial completo de citas, si es posible."

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"¿Eso es todo?" Diana no podía imaginar actuar como una intermediaria, o realmente hacer cualquier cosa para facilitar un coqueteo que parecía, en el mejor de los casos, equivocado. "¿Qué hay con sus posiciones sexuales favoritas? ¿O si está dispuesta a follarse a una mujer que es técnicamente lo suficientemente grande como para ser su madre?” Eso le valió un fuerte manazo en el muslo y una mueca. "Incluso después de un orgasmo como ese, todavía eres una mocosa." "Pero me amas," Diana señaló. Ava suspiró. "Lo hago." Su rostro severo se disolvió en una sonrisa ancha. “De todos modos, si de alguna manera lograste extraer hábilmente ese nivel de detalle íntimo de Jude ... yo no cerraría los oídos a un recuento discreto.” Se reclinó contra la cabecera, transformando su risa maliciosa en un susurro agonizante. "Y es hora de acostarse de nuevo. ¿Te has recuperado lo suficiente como para ayudarme en mi espalda?” Diana se puso de pie sin vacilar, esperando ansiosamente un plan de batalla para aliviar el dolor de Ava. "Solo dime qué hacer." Reflejó la mirada divertida de Ava con una sonrisa propia. "Como de costumbre."

CAPÍTULO NUEVE Al entrar en la única lavandería del edificio a las nueve de la noche del Viernes, lo último que Jude esperaba era encontrarse con otro antisocialista que había elegido priorizar la ropa sucia por encima de la interacción humana básica. Por lo tanto, estaba bastante orgullosa de sí misma por haber logrado no asustarse y morirse cuando, a su entrada, Diana Kelley levantó la vista del grueso libro de bolsillo que estaba leyendo mientras estaba sentada encima de una silenciosa secadora en el lado opuesto de la habitación. Jude se detuvo justo en el interior de la puerta, sin saber si compartir los aparatos violaba las reglas de su nueva jefa sobre la fraternización. Levantó la cesta de XWPColección: Página y Facebook

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ropa en sus brazos, luego alzó la barbilla para hacer un gesto hacia el pasillo detrás de ella "Puedo volver más tarde." Diana bajó su libro a su regazo. "¿Por qué?" "Porque ..." Jude dio un paso más adentro para asegurarse de que estuvieran solas antes de que terminara el pensamiento. "No quiero hacerte sentir incómoda. No estaba segura ... si esto era incómodo, o qué." Diana arqueó una ceja, dando una impresión de alguien que no tenía ni idea de qué hablaba Jude. “¿Lavando nuestra ropa al mismo tiempo?” La pregunta amplificó la creciente sensación de estupidez de Jude en un factor de un millón. Frustrada, dijo, "Para ser sincera, Diana, no tengo idea de lo que podrías encontrar incómodo. Solo sé que repetidamente has expresado preocupaciones sobre cómo esta nueva relación de trabajo afectará nuestra relación de vecindad." "¿Como por ejemplo alejarte de una cita caliente con tus calcetines sucios?" Diana marcó su página, luego cerró el libro y se encontró con la cautelosa mirada de Jude. "¿Todavía crees que mi preocupación es infundada?" Cansada por su precario baile alrededor de la verdad evidente, Jude se dirigió a la lavadora más cercana y dejó caer la pesada cesta en sus brazos al suelo. "Ya ni lo sé." Era la respuesta más verdadera que tenía. “No es que nos veamos mucho fuera de clase. Y me gustaría pensar que he hecho un trabajo suficiente al demostrar mi total falta de interés en acosarte por cualquier tipo de actividad extracurricular. Así que en ese sentido, sí, creo que tu preocupación es infundada.” Que ella estuviera falseando la verdad – solo un poco – provocó una punzada de culpabilidad en las entrañas de Jude. Temerosa de que Diana ya hubiera captado sus deseos más íntimos simplemente mirándola, Jude abrió la tapa de su lavadora con demasiada fuerza, y luego sobrecompensó en exceso al murmurar su comentario final en un murmullo vago de mierda."E hiriente, francamente. ¿Cuán jodidamente patética crees que soy?” Diana exhaló detrás de Jude. Después de un momento, dijo, "Yo soy la patética." Todavía dolida por el roce cercano de ser confrontada por su estúpido e imparable enamoramiento, Jude metió un último puñado de ropa en la lavadora y cerró la puerta. Luego se giró para mirar a Diana, con los brazos cruzados sobre su pecho para protegerse de lo que sea que pasara a continuación. "Espero que no estés esperando que esté en desacuerdo."

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Diana hizo una mueca, colocando una mano sobre su corazón. "Ay. Aunque supongo que me lo merezco. Por haberte ofendido, si nada más.” No estando dispuesta a ofrecer su opinión sobre el tema, Jude se dedicó a repartir detergente y suavizante de telas, y luego inició un ciclo extendido para la carga pesada. Reflexionó sobre qué decir a continuación y cómo moverse más allá del momento innegablemente tenso, pero Diana le ahorró el problema. "No creo que seas patética, Jude. En lo mínimo. Por el contrario, eres una mujer inteligente, hermosa, aparentemente capaz – y muy sexy – que tiene un brillante futuro por delante. Sin duda, un futuro lleno de más sexo y romance del que sabrás qué hacer con él.” Diana dejó su libro a un lado y avanzó hasta el borde de la secadora. Esperó a que Jude hiciera contacto visual y luego continuó. "Pido disculpas si he dado a entender que podrías estar desesperada por una novia de mediana edad, o incluso por otra compañera de juegos para tu ya bullicioso establo de parejas sexuales. Para ser claro, mi paranoia tiene todo que ver conmigo y prácticamente nada contigo. En realidad no me imagino que unas cuantas folladas pagadas en un aula inevitablemente harán que te enamores. O dejarte añorando algún tipo de entrelazamiento más profundo.” Ella resopló y se miró las manos. "De ninguna manera soy tan engreída, a pesar de cómo puedo parecer a veces." Suspirando, Jude saltó para sentarse en el borde de su lavadora constantemente batiendo. Giró su cuerpo para mirar a Diana, mientras luchaba internamente con la realidad de que, de hecho, se estaba enamorando. Ella anhelaba un ‘entrelazamiento más profundo’, cualquiera que sea la forma que podría tomar. Ansiaba todo, cualquier cosa , que Diana pudiera darle, como un adicto anhela su próxima dosis. Cada vez que Jude cerraba los ojos por la noche o soñaba con lo que se avecinaba, sobre todo últimamente, Diana siempre se destacaba en las fantasías que su corazón se negaba a abandonar. Tal vez desesperada no era la forma más precisa de describir cómo se sentía, pero las preocupaciones de Diana ni siquiera eran casi infundadas. Agobiada por la culpa, Jude se echó a la culpa de sus desafíos interpersonales. "Sé que puedo ser atrevida a veces. Entiendo por qué sientes la necesidad de establecer límites firmes conmigo. Dependes del reemplazo de Ava para presentarte en el trabajo, sonriendo, por no menos de seis semanas. Si terminamos en algún tipo de drama sexual o romántico antes del final, eso podría arruinarte seriamente, financieramente." Deseando que supiera cómo negociar mejor el abismo traicionero entre su enamoramiento prohibido y el nivel de comodidad de Diana, agregó, "Además, nunca has sido tan engreída conmigo. Sólo asustada." Entristecida por la vergüenza que cruzó el rostro de Diana, luego por la entumecida resignación que siguió, Jude tuvo que contenerse para no correr a través de la XWPColección: Página y Facebook

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habitación para ofrecer consuelo. Sin saber qué hacer, siguió hablando. “No sé qué pasoó en tu pasado para crear ese miedo, pero desearía que no hubieras tenido que pasarlo. Si alguien te lastimó ... espero que tampoco hayan encontrado a sus felices para siempre. Y que algún día puedas encontrar la tuya. Porque con toda seriedad, Diana, eres la mujer más deseable que he conocido.” El corazón de Jude se catapultó en su garganta en el instante en que la admisión escapó de su boca. A pesar de su temor a fastidiarlo todo en serio, siguió adelante con el potencialmente desafortunado ataque de la verdad. "Espero que esté bien decir eso en voz alta. Me callaré si te estoy asustando, pero solo si dejas de intentar convencerte de que alguien como yo no podría estar interesada en alguien como tú. Yo podría. Créeme, absolutamente podría." Diana sostuvo su mirada. "No estoy asustada." "Uf." Jude sonrió, fingiendo una despreocupación que deseaba sentir realmente. "Me alegra oír eso." Temerosa de que Diana se interpusiera, siguió hablando. "No es como si alguna vez haya negado mi atracción. Dada la naturaleza de nuestra colaboración en el lugar de trabajo, cómo podría hacerlo? Mi cuerpo lo hace obvio ... no estás de acuerdo? No podría ocultarlo si lo intentara." "No con mi dedo dentro de ti, ciertamente." Sorprendida por la franqueza de la respuesta murmurada de Diana, Jude se aferró al borde de la lavadora para mantener no solo su equilibrio, sino también su autocontrol. Con esfuerzo, resumió su punto en un tono igualmente silencioso. "Puedo encontrarte eminentemente follable, Diana Kelley, pero eso no significa que voy a traicionar tu confianza. Porque no lo haré. No lo haria. No intencionalmente." Las lágrimas se juntaron en los vibrantes ojos azules de Diana, derramándose rápidamente en una demostración de emoción que aturdió a Jude en silencio. "Si bien aprecio el sentimiento ..." Diana sacudió la cabeza, riéndose mientras se secaba inconscientemente los ojos húmedos con el dobladillo de su desgastada camiseta con cuello en V. La acción expuso una estrecha franja de estómago desnudo, poniendo a prueba la sensación de decencia de Jude hasta que optó por no detenerse en la vista cautivadora. “He escuchado eso antes. Cuando te estás enamorando de alguien nuevo, es demasiado fácil creer todo tipo de promesas.” Reacomodó su camiseta, luego presionó brevemente las palmas de sus manos sobre sus ojos "Estoy segura de que mi ex incluso creyó sus propias tonterías al principio. Le tomó más de un año para mostrar su verdadero yo.“ Jude se inclinó hacia delante, ansiosa por la visión de la psique de Diana. "Esa es la mujer que te destrozó?" XWPColección: Página y Facebook

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Diana dejó escapar un suspiro de cansancio. "Su nombre era Janine." Ella estrechó su mirada, deliberadamente. "Y no diría que me destrozó. Más bien me curé de cualquier deseo de compartir mi vida con otra persona." Jude no pudo ocultar cuán insoportablemente trágico lo encontró. "A la mierda Janine. ¿De verdad vas a dejarla que sigas sola y miserable por el resto de tu vida?” Diana se erizó, echando hacia atrás los hombros con una mirada desafiante. "Vete a la mierda, Jude. ¿Quién dice que soy miserable?” Escarmentada, Jude inclinó la cabeza y cerró los ojos. Ella no debería hacer suposiciones como esa. "Tienes razón. Estaba fuera de lugar. Por favor acepta mis disculpas. Yo ... dije algo inapropiado." Temblando por todas partes mientras esperaba la respuesta de Diana, murmuró, "Estaba enojada – con Janine." Después de un prolongado silencio, Diana dijo, "Te perdono." Al borde de las lágrimas, Jude levantó la cara para mirar a los brillantes ojos de Diana. “Fue un error asumir que queremos las mismas cosas de la vida. Algunas personas simplemente no están interesadas en el amor y el romance. Puedo respetar eso." "Bien." La fría fachada de Diana vaciló ligeramente, pero parecía decidida a mantener su mirada. “No te ofendas, pero no esperaría que una joven con tu activa y variada vida sexual tropezara con el concepto de sin ataduras. Debes conocer a muchas mujeres que solo están interesadas en una noche contigo.” "Algunas, sí." Jude quería señalar que la mayoría eran jóvenes, y ninguna organizaba talleres de sexo e intimidad para parejas, pero con el interés de evitar otra discusión, siguió adelante. “Sé en que posición estás, y tú sabes dónde estoy. Me lo paso muy bien trabajando para ti. La paga es fantástica y el trabajo en sí mismo ... " No pudo reprimir una sonrisa cuando las imágenes de sus dos primeros talleres llenaron su mente. "Es satisfactorio." La respiración de Diana se enganchó, sin duda debido al énfasis que había puesto en esa última palabra. "Me alegra que sientas que las cosas van bien. Yo también lo hago. Eres segura, receptiva y finalmente tomas las indicaciones sin ofrecer sarcasmo a cambio." Ella le guiñó un ojo, agarrando su libro para juguetear con las páginas con la punta de los dedos. "Un poco de sarcasmo es aceptable, fíjate. Me mantiene alerta.” XWPColección: Página y Facebook

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"Sí, señora." Al escuchar el mal humor involuntario de su respuesta, Jude se retorció de la cintura para comprobar la puerta vacía detrás de ella. Asegurándose de que todavía estaban solas, se volvió para descubrir a Diana admirando abiertamente su pecho. Su primer instinto fue retar a Diana, con humor, en un esfuerzo por incrementar la tensión sexual – pero en cambio eligió la conversación apropiada y permitió que la transgresión pasara sin comentarios. "Volviendo a lo que estaba diciendo ..." Tragó saliva, incapaz de creer lo íntima que se había convertido la lavada de ropa de la noche del Viernes. “Solo quiero que seas feliz y no tengo la intención de arruinar este trabajo. Incluso si Janine fuera un espectáculo de terror, te prometo que nunca te daré ninguna razón para temerme. O a mi presencia en tu vida ... lo que sea que importe." La secadora debajo de Diana eligió ese momento para señalar el final de su ciclo con un pitido fuerte que las sobresaltó a ambas, pero a Diana más que nada. Jude se rió ante el agudo grito de Diana y el breve movimiento de sus brazos mientras luchaba contra alguna amenaza imaginaria. Diana se recuperó de manera impresionantemente rápida para una mujer que parecía momentáneamente convencida de su muerte inminente, Diana se asentó en un ceño fruncido que solo fomentó la diversión de Jude. Riéndose, Jude finalmente logró decir, "No puedo hacer promesas para esa secadora, sin embargo." "Cállate." El ceño fruncido de Diana se transformó en una sonrisa de mala gana. "Mocosa." "Eso te gusta de mí." La confianza de Jude creció junto con la sonrisa de Diana. "¿Tal vez un poco?" "Tal vez." Diana miró hacia el techo, luego se bajó de la secadora para esperar las últimas vueltas del cilindro. Mirando hacia otro lado, le hizo una pregunta a Jude que no pudo evitar ver algo en eso. “Si no te importa que pregunte, por qué pasas la noche del Viernes sola, lavando la ropa? Seguramente tienes mejores opciones.” "Mi ropa necesitaba ser lavada." Jude se encogió de hombros a pesar de que Diana estaba de espaldas, sin saber cómo explicar su malestar general para el sexo casual sin provocar el miedo que había no crear prometido nunca. "¿Quién quiere recoger una aventura de una noche con las bragas sucias?" "No te tomé por una mujer que dejaba que las bragas se interpusieran entre ella y una noche de diversión." Diana se enfrentó a ella sin abrir la ahora silenciosa secadora,

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levantando una ceja ante los pantalones de chándal color lavanda de Jude. "¿Qué llevas debajo de esos?" Jude tragó, electrificada por la excusa para revelar un detalle tan emocionante. "No llevo." "¿Así que puedes ir sin ropa interior frente a mí, pero no con las mujeres que intentas acostarte?" "Para ser justas, no esperaba encontrarme con nadie aquí abajo." Esperó hasta que Diana se giró para descargar la secadora, y luego agregó, "Menos a ti." Diana se rió entre dientes. "¿Gracias, creo?" "Supuse que estabas en casa de Ava. Haciéndole compañía o lo que sea.” "No." Diana dobló una camisa. "Odio alterar tus expectativas, pero siempre insisto en pasar los Viernes por la noche sola. Tengo toda una rutina. Primero, comida para llevar mientras me pongo al día con mis programas. Luego lavar la ropa, acompañada de una novela romántica. Después de esto le daré de comer a Karen, luego me sumergiré en un baño caliente ... y lo más probable es que lea un cuento erótico antes de irme a la cama.” Dejando caer una prenda interior de encaje en su cesta, Diana miró por encima del hombro a Jude. "¿Qué es lo que no esperamos?" Sin estar en desacuerdo, Jude cuestionó un ingrediente en la receta de Diana para una soledad perfecta que no tenía sentido. "No quiero entrometerme, pero quién es Karen?" Diana vaciló, luego se volvió para revelar inesperadamente las mejillas rosadas. "Uh ... mi novia, supongo. Al menos así la llama Ava.” Apuñalada por los celos rogó que Diana no lo detectara, Jude fingió que no le importaba una mierda sobre quién era Karen o por qué Ava le concedería el título de novia. "¿Oh?" Aparentando indiferencia – pobremente – sospechaba – preguntó, "Cuéntame." "Karen es una Avicularia avicularia (Tarántula de patas rosadas)." Diana respondió a la perplejidad de Jude con una aclaración casi igualmente desconcertante. “Una tarántula común. Mi mascota tarántula.”

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Los celos de Jude se desvanecieron, reemplazados por una mezcla igual de horror y diversión. "Tu mascota? ¿Has permitido que una jodida tarántula establezca su residencia al lado mío?” Ella no tenía idea de cómo sentirse, excepto cautivada. Y se asustó. "Joder ... y llamaste Karen a esta araña mascota gigante?” Diana se echó a reír tan contagiosa que Jude tuvo que unirse. "¿Qué, no lo apruebas?" "Quiero decir ..." Jude consideró un puñado de otros apodos, luego dijo, "Supongo que Karen es un nombre tan bueno como cualquiera para una pesadilla que vive en un terrario." Diana cruzó los brazos sobre el pecho e inclinó la cabeza en señal de desafío. "Ella es en realidad bastante linda, a su manera. Ciertamente, no tan horrible como lo que estés imaginando." "Tendré que aceptar tu palabra para eso." Jude levantó una ceja escéptica, tratando de encajar este nuevo dato en su comprensión de la mujer que ocupaba cada uno de sus pensamientos. “¿Por qué demonios tienes una tarántula? Tú no eres ...” Ella se estremeció. "No estás, como, muy metida en cosas espeluznantes, ¿verdad?" Diana sonrió. “Lo contrario, en realidad. Compré a Karen después de asistir a un seminario sobre los beneficios de la terapia de exposición. En esencia, al exponerte a las cosas que temes y evitas, eventualmente puedes reducir el miedo y disminuir la evasión." Jude se tragó la primera y graciosa pregunta que se le vino a la cabeza – puede esa misma técnica reducir tu miedo y evitar la intimidad? Porque si es así, me ofreceré voluntariamente para ser tu objeto de exposición – y preguntó, "Eres una aracnófoba?" “Desde hace mucho tiempo. Uno de mis primeros recuerdos es de una araña grande y negra que se arrastraba en mi cuna cuando era una niña pequeña." Mirando en la distancia, Diana recordó. "Me volteé, gritando, llorando ... mis padres tardaron una eternidad en venir a ver cómo estaba. O al menos el tiempo suficiente para solidificar una fobia de por vida.” Jude sufría por la pequeña y asustada Diana. “Qué experiencia formativa verdaderamente horrible. ¿Karen te ayudó a superar eso?” Diana se volvió a enfocar en Jude, ofreciendo un encogimiento de hombros tímido. "¿Si y no? Definitivamente estoy menos intimidada por ella y otras tarántulas, de lo que solía estar. Ver a Karen demostró ser tan fascinante – una vez que reuní el valor XWPColección: Página y Facebook

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para mirarla durante más de uno o dos segundos – terminé leyendo mucho sobre las diferentes especies y sus hábitos. Las tarántulas suelen ser criaturas bastante dóciles. Relativamente inofensivas, también, especialmente en América. La especie de Karen proviene de la región que se extiende desde Costa Rica hasta Brasil, así como el sur del Caribe. Las especies del Viejo Mundo poseen un veneno más potente y médicamente significativo y con frecuencia son más rápidos para exhibir comportamientos defensivos, pero una araña como Karen está más inclinada a lanzar pelos hacia ti que pican y urtican que morder. Pero ninguna tarántula es capaz de matarte, lo cual me parece extremadamente tranquilizador.” La boca de Diana se torció irónicamente. “Por otro lado, las tarántulas no son como las arañas domésticas. Las arañas caseras son las peores.” Jude resopló. "¿Entonces la terapia de la tarántula llega hasta cierto punto?" "Teniendo en cuenta que la última vez que encontré una araña en mi habitación, dormí en el sofá durante una semana ... sí, Karen no hace milagros." Diana agarró otra camisa para doblarla. “Pero ella es una compañera estupenda. Siempre me permite controlar el control remoto, rara vez me molesta, es indiferente que yo haga mis propias cosas ..." Riendo, Jude miró a Diana con afecto. "Ella suena maravillosa. Ya sabes, excepto por ser una gran tarántula aterradora." "Ava piensa que tener una mascota es bueno para mí. No puedo estar en desacuerdo.” Sorprendentemente, Diana abandonó la tarea de doblar su ropa para dirigirse a Jude cara a cara, llena de sinceridad. "Hablando de mi buena, amiga lastimada ... gracias por ponerme en contacto con Katrina. A Ava le gusta mucho." Jude se rió. "Eso he escuchado." Diana palideció notablemente, como si Jude le hubiera dado la peor de las noticias. "Tú ... Ava no es demasiado para tu prima, ¿verdad? Ella tiene una tendencia a coquetear, por lo que debería haberle advertido a Katrina desde el principio. Mencioné el malhumor y que Ava probaría su paciencia, pero supongo que no anticipé ... " Estiró la mano detrás de sus caderas para apoyarse contra la secadora, suspirando. "Yo solo ... no anticipé." "Ava está bien." Lamentando haber causado tanta preocupación, Jude trató de tranquilizarla. "Katrina es muy abierta. Difícilmente del tipo de persona que se asusta cuando las mujeres coquetean con ella." "Incluso las mujeres de edad?" XWPColección: Página y Facebook

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"Guau." Ofendida en nombre de Ava, Jude resopló con incredulidad. "Vaya amigo. Ella ni siquiera está aquí para defenderse.” "Sabes lo que quiero decir." Diana la miró con una mirada penetrante. “Ava tiene cuarenta y nueve. Dieciocho años no es una diferencia de edad insignificante." Jude leyó el subtexto de su declaración. Tampoco lo es trece años. Retrocediendo, dijo, "No es como si Ava le hubiera pedido su mano en matrimonio. Se llevan bien y tienen buena química. Mientras ambas estén cómodas con la dinámica que están estableciendo, quiénes somos nosotras para juzgar?" Diana la miró sin parpadear, luego inclinó la cabeza en concesión. "Buen punto." "No te preocupes por mi prima. Ella es una niña grande Si Ava presiona demasiado, Kat no dudará en hacérselo saber. Y abofetéarla, si es necesario.” Jude no mencionó a los clientes que Katrina había necesitado corregir en el pasado, todos hombres, después de haber cruzado las líneas ella se negó a soportarlo. Dadas las historias que había escuchado, a ella no le preocupaba lo más mínimo sobre Ava – o Katrina. “Hasta entonces, que se diviertan. Si coquetear con Katrina motiva a Ava para que se cure, eso no hace que todas nuestras vidas sean mejores?" Con el pecho apretado, ella señaló, "Cuanto más pronto Ava se recupere, menos tiempo tendremos que pasar sintiéndonos incómodas alrededor de la otra. ¿Cierto?" "No me siento incómoda contigo," Diana dijo, de manera poco convincente. Jude deseaba poder decir lo mismo. "No quiero hacerlo, pero ... es obvio que no confías en mí. Sé que no, y eso ... " Dejó escapar un suspiro tembloroso. "Añade mucha presión a cada encuentro." "Tal vez con el tiempo, lo haré." Los ojos de Diana la suplicaban que simpatizara. "La confianza no es fácil para mí." "Lo entiendo." O al menos quería hacerlo como el infierno. "Tal vez con el tiempo," repitió, y se calló para ver a Diana terminar de doblar su ropa. Sintiendo su inminente salida, y extrañándola ya, Jude intentó mantener la conversación. "Buena suerte con tu clase sola mañana. Estoy segura de que será increíble." "Lo agradezco mucho." Diana guardó lo último de su ropa y levantó la cesta en sus brazos. Ella no intentó irse, sino que se quedó en su lugar sosteniendo su ropa como un escudo. "Debería ser divertido, a pesar de las dos cancelaciones de último minuto que tuve esta mañana." XWPColección: Página y Facebook

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Jude minimizó su incredulidad de que alguien se perdería la oportunidad de ver a Diana masturbarse. "Eso apesta. Ellas se lo pierden.” "La mía también, por desgracia. Devolví sus cuotas de inscripción, menos el depósito.” Diana cambió su peso al otro pie. “Al menos los próximos dos talleres están llenos. A todas les encantan los juegos de roles. Y déjame decirte que no hay escasez de parejas de lesbianas interesadas en las nalgadas y la disciplina." Jude asintió, cuidando de no pensar demasiado en lo que se requeriría de ella para ese taller. Con Diana en el papel sumiso, no debería tener ningún motivo para estresarse. Ojalá. Sacudiendo la cabeza, Jude se concentró en una preocupación más inmediata: asegurar su boleto dentro del seminario de placer de Diana. “Si no fuera demasiado raro, me encantaría inscribirme en tu taller. Ayuda a disminuir el impacto financiero de aquellos ausentes." Diana le frunció el ceño dubitativamente. "Perdona la suposición, pero no sabes cómo masturbarte?" "¿Estás bromeando?" Jude entrelazó sus manos frente a ella, flexionando los dígitos con engreimiento. "Estoy cerca de nivel profesional." El cariño en la sonrisa de Diana calentó a Jude por todas partes. "Lo supuse." "No necesito enseñanza. Simplemente siempre tuve esta fantasía de masturbarme en un ambiente grupal." "¿No tienes ya planes?" Diana estrechó su mirada escrutadora. “Estamos hablando de tu única noche libre del Sábado durante el siguiente mes y medio.” "Mi cita me plantó hace un par de horas, por mesaje," Jude mintió. Ella no había intentado hacer planes, habiendo decidido pasar la noche inmersa en videojuegos a menos que Diana accediera a complacer su racha de exhibicionista voyerista. "No eres la única que tiene una cancelación de último minuto." "Gracias por la oferta, pero no puedo tomar tu dinero. Sé que no lo tienes para gastar."

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Traducción – Martha Lo 2019

Respondiendo bajo la presunción de que las negociaciones reales estaban en curso, Jude respondió. “De la misma manera, no me sentiría bien asistiendo gratis. También necesitas el dinero.” Diana buscó en su rostro una docena de segundos, luego dijo, "¿Aceptarías un gran descuento? Retendré cien dólares de tu próximo pago.” "Retén la mitad y tienes un trato." Diana le frunció el ceño. "Tenerte en la audiencia les dará a mis estudiantes un excelente estimulo para su imaginación. Me estarías haciendo un servicio. De ahí la tarifa reducida." Sin querer presionar, Jude asintió. "Me has convencido." Como se había adentrado precisamente en el escenario que más había deseado sin rechazar a Diana, ella no tenía ni idea, pero abrazaría su buena fortuna – después de comprobar una última vez. "¿No será demasiado raro? ¿Tenerme viendo?” Si Diana tenía dudas, las ocultaba con maestría. "Teniendo en cuenta lo que ya hemos visto la una de la otra ..." Su mirada voló hacia la puerta antes de concentrarse en la de Jude. "Con todo lo que hemos sentido y probado ... por qué mañana debería ser más raro que los otros Sábados por la noche que pasamos juntas?" Diana parecía comprometida a demostrar su falta de vacilación, y no era como si Jude tuviera el estómago para retroceder, de todos modos. Jude saludó. "Entonces estaré allí." "¿Deberíamos ir juntos otra vez?" Diana se dirigió hacia la puerta, abiertamente consciente de su propuesta. “Ahorra dinero, ayuda al planeta.” "Me apunto a eso." Anhelando por el día en que sus interacciones se hicieran más cómodas, Jude hizo un gesto tímido cuando Diana se retiró a la salida. "Disfruta tu noche. Considera practicar para mañana, tal vez.” Ferozmente, ella llamó a la forma de retirada de Diana. "En voz alta, si no te importa. Justo en contra de la pared de nuestra habitación." Suponiendo que Diana aceptaría la solicitud como una broma juguetona, explicó, "Tus estudiantes no son las únicas que necesitan inspiración." Diana se detuvo en la puerta, luego realizó un giro nítido para fijar a Jude con una mirada intensa.

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Traducción – Martha Lo 2019

“Verás, tengo esta política sobre evitar el orgasmo durante al menos veinticuatro horas antes de un taller. Especialmente si tengo la intención de venirme por mis estudiantes." Insoportablemente consciente de la empapada entrepierna de sus pantalones de chándal, Jude dijo, "Qué mala onda," En voz baja, agregó, "Por ti." "Me encantaría que siguieras la misma regla. Por favor.” La amable sonrisa de Diana suavizó la crueldad de su petición. "Por mi." Jude sabía que podía negarse, o simplemente mentir y alejarse de todos modos, pero por alguna razón sentía un deseo inexplicable de cumplir. "Bien. Qué mala onda para nosotras, entonces.” "La espera valdrá la pena." Diana se humedeció los labios con la lengua, desatando una docena de fantasías concurrentes en el cerebro febril de Jude. "Ya verás." Al ver desaparecer el culo maravilloso de Diana a la vuelta de la esquina, Jude no lo dudó. ****** Jude colocó su manta en el borde más exterior del semicírculo de mujeres alrededor de Diana, convencida de que habían subestimado masivamente la rareza inherente de esta situación en la carrera para demostrar su frialdad mutua. A pesar de estar de acuerdo en servir como un regalo para la vista para sus compañeras de clase, el viaje en el automóvil compartido en su mayoría silencioso con Diana había despojado a Jude de la confianza para ponerse en el centro de atención. Además, no tendría a dónde mirar, excepto a los seductores ojos azules de Diana. La voz interior de Jude susurró con voz ronca. Si haces contacto visual, qué verá ella? Con la cabeza agachada, Jude respiró hondo, incluso para calmar sus nervios. Diana ya la había devorado y le había dado un masaje vaginal a un centímetro de su cordura. ¿Qué era una pequeña masturbación mutua entre vecinas platónicas que follaban por dinero? Mantuvo los ojos bajos hasta que Diana llamó la atención de todas, luego decidió que tenía que poner las cosas en orden y actuar con normalidad para evitar arruinar la noche por completo. Solo escuchando a medias el discurso de Diana sobre los beneficios físicos y mentales de la masturbación y el uso opcional de juguetes para mejorar el placer, Jude lanzó una mirada furtiva a su alrededor. Esta era la primera vez que veía a Diana trabajar desde la perspectiva de una estudiante – una vista impresionante para contemplar.

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Sus compañeras de clase devoraban cada sílaba de su profesora. Aunque la mayoría parecía estar nerviosa hasta cierto punto, Jude podía ver que su tensión se aliviaba mientras Diana establecía una atmósfera amistosa y sin prejuicios con su apertura y confianza no forzada. Le sorprendió a Jude que esta fuera la misma Diana que se había disuelto en lágrimas mientras lavaba la ropa un Viernes por la noche. Diana la educadora era poderosa y en control. Exudaba seguridad en sí misma, compasión y fuerza más allá de toda medida. Ella era muy atractiva. Diana se levantó para deshacer el botón superior de su camisa. "Sé que es intimidante compartir un acto tan privado con una habitación llena de desconocidas, incluso encantadoras, qué tal si rompo el hielo?" Se desabotonó la camisa de forma casual, dejándola caer al suelo antes de que alcanzara detrás de su espalda para desabrochar su sujetador. “Pueden decidir cuánto desvestirse, si es que lo hacen. Lo haré para que todas puedan ver lo que estoy haciendo, pero si se sienten más cómodas con la ropa puesta, esa es una opción perfectamente válida." Asintiendo junto con el murmullo de sus compañeras de clase, Jude exhaló lentamente – luego se puso de pie. Con las mujeres aún sentadas entre ellas ya no actuaban como un amortiguador, no tenía más remedio que encontrarse con la mirada inquisitiva de Diana. Con la garganta seca, Jude dijo, "No deberías tener que desnudarte sola." "No me quejaré si quieres unirte a mí." Diana le guiñó un ojo agradecida y se desabrochó la falda para revelar unas braguitas negras unidas a las medias con ligero a juego. “Revelación completa, Jude está asistiendo temporalmente en los talleres como mi pareja mientras mi compañera habitual en el crimen se recupera de una lesión grave en la espalda. Le pedí que se uniera a nosotras esta noche porque pensé que su presencia podría alimentar algunas imaginaciones – incluida la mía." Hizo una pausa durante un largo y prolongado momento – en topless y canalizando un anuncio de Victoria's Secret de la cintura hacia abajo – luego dio golpecitos cómicamente con la punta del pie. "¿Qué dices, chica hermosa? ¿Lista para lucir ese cuerpo delicioso?” Afortunadamente, la libido de Jude asumió el control tanto de su cerebro como de sus funciones corporales, lo que le permitió deshacerse de su camisa y sus jeans con un mínimo de torpeza. Luego se quitó el sujetador y después, dando un paso más lejos que Diana, se quitó las bragas y las pateó a un lado. Con la desnudez total lograda, se dejó caer para holgazanear – con gracia, en teoría – una vez más en la manta. Diana sonrió e hizo lo mismo, acomodando su cuerpo con los muslos abiertos y la espalda contra el cojín afelpado que había traído de la cajuela de su coche. Jude escuchó a las otras estudiantes susurrar alrededor – algunas desnudándose, otras simplemente aflojándose la ropa – antes de que se reanudara la clase.

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Si Diana poseía alguna sabiduría innovadora sobre el arte de masturbarse, Jude nunca lo sabría. Su cerebro se puso en cortocircuito en el instante en que Diana se lanzó a una descripción detallada de su método favorito para llegar lentamente al clímax – paso uno, usando las puntas de sus dedos índice y medio para provocarse a sí misma a través de sus bragas – mientras lo demostraba simultáneamente en tiempo real. Convencida de que su insaciable lujuria tenía que ser lo suficientemente clara como para que la viera cada alma viviente, Jude giró su rostro para que Diana no percibiera la profundidad de su deseo tan devorador. Sostuvo la mirada con la mujer a su lado, una butch de cabello plateado cuya mirada instintivamente se deslizó nerviosamente sobre los pechos desnudos de Jude. "Hola," Jude susurró, contenta por distraerse de Diana. La butch forzó su mirada hacia la de Jude, claramente mortificada por su indiscreción. Jude la tranquilizó con una cálida sonrisa y el mismo tono seductor que siempre hacía magia para ella en el club. "No seas tímida. Adelante. Mira todo lo que quieras. Te prometo que no me importa.” Las mejillas de la butch se enrojecieron. Su brazo previamente flexionándose se había quedado quieto, junto con la mano en sus pantalones. En voz baja, murmuró una disculpa bajo la narración continua de Diana. "Te juro que no soy una desgraciada ... o alguna vieja butch pervertida promiscua ..." Quitó la mano de los jeans, ruborizandose más fuerte. "Tal vez esto fue una mala idea." "Oye, espera." Jude se inclinó hacia la mujer como si se estuviera preparando físicamente para evitar que se fuera. Ella instintivamente suavizó su postura, no queriendo intimidar más, y extendió su mano en una súplica para que su compañera de clase se quedara. "No te vayas, por favor. Quédate.” Sin saber si era el movimiento correcto, Jude bajó la misma mano entre sus piernas para rozar los labios vaginales bien lubricados que sobresalían entre sus labios externos. "No eres la única que necesita alimentar la imaginación." La butch logró una sonrisa incómoda. "Uh, gracias ... pero ... por qué yo?" Ella realizó una exploración visual rápida de la habitación, terminando en la cara de Jude. "Eso es ... bueno, ya sabes." Jude fue honesta. “Me gustan las mujeres mayores. Me excitan.” Deslizó su dedo índice hacia arriba para rodear su clítoris, estremeciéndose. "¿Te excito?" La butch gimió, bajando la mirada para ver a Jude acariciarse. A pesar de su firme determinación de centrarse en su propia actuación, no pasó mucho tiempo antes de que Jude sucumbiera a la tentación y mirara hacia el frente de la habitación – justo a XWPColección: Página y Facebook

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tiempo para presenciar a Diana quitarse el ligero, luego deslizar sus bragas a lo largo de sus largas piernas. Frotándose el clítoris más rápido, Jude volvió a centrar su atención en su vacilante vecina y descubrió que la mano antes errante de la butch había regresado al interior de sus jeans. Tímidamente, ella dijo, "Soy Beth." El movimiento de su mano se redujo hasta casi detenerse. "Parece que deberías saber si voy a ..." Ella asintió ante la continua auto satisfacción de Jude, con la cara rojo brillante. "Ya sabes, mirar." Jude se compadeció de la pobre Beth y preguntó, "¿Sería más fácil si no te mirara?" Beth frunció el ceño en tono de disculpa. "Lo siento mucho, pero ... creo que tal vez sí." "No te preocupes." Obteniendo una confianza renovada de las respuestas nerviosas, Jude enfrentó la manera opuesta con un gesto elegante. Se inclinó hacia la cintura, separó las rodillas y pasó los dedos sobre los pliegues resbaladizos y expuestos en una muestra intencionalmente provocativa. La mujer del otro lado de Jude – alrededor de la edad de Diana, curvilínea, de apariencia intelectual – sonrió y luego apartó la entrepierna de sus propias bragas para penetrarse su vagina con el delgado vibrador que había sacado de su bolso al comienzo de la clase. Jude le devolvió la sonrisa, metiendo un dedo en su propia abertura ansiosa por su audiencia de una. "Esa es una hermosa vagina," dijo en medio de los gemidos crecientes de su nueva vecina. "Y parece que sabes exactamente qué hacer con eso." Su vecina asintió con orgullo, luego cerró los ojos en lo que parecía ser una profunda concentración. Interrumpida de esa línea de interacción, Jude bajó la cabeza para centrarse en su propio placer. ¿Diana la estaba viendo actuar para Beth, una mujer de al menos veinte años mayor que ella, y si es así, qué pensaba? ¿Su exhibicionismo excitó a Diana? ¿Estaba celosa? Un gemido familiar en la parte delantera de la habitación atrajo a Jude para investigar. Levantando la cabeza, bebió la asombrosa visión de una Diana vestida con medias que se acariciaba el clítoris furiosamente y la miraba directamente a los ojos. Los músculos internos de Jude se contrajeron para enviar aún más humedad brotando a sus dedos. El conocimiento de que Beth había visto la inundación repentina fundida solo intensificó la excitación de Jude. XWPColección: Página y Facebook

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Abandonando su clítoris, empujó su dedo nuevamente dentro de su vagina para follarse a sí misma. La respiración audiblemente trabajosa de Beth aumentó la excitación de Jude hasta que ya no pudo pensar. Actuando instintivamente, retiró su dedo y se acomodó sobre el cojín que había tomado de Diana, apoyando la parte superior de su cuerpo sobre la manta para liberar una segunda mano. Sin romper el contacto visual, volvió a colocar sus dedos húmedos en su abertura, luego empujó su trasero en el aire para que su otra mano pudiera escabullirse debajo de su estómago y masajear su palpitante clítoris. Sus fosas nasales se dilataron, Diana se dirigió a la habitación en un tono notablemente tenso. "Si son del tipo multiorgásmico, o sospechan que pueden serlo, el clímax es tan rápido que quieran. Uno de los mayores beneficios de la condición de mujer – más allá de lo obvio – es que ...” Inhaló, los muslos temblando. "Para muchas de nosotras, cada orgasmo adicional después del primero ... tomará mucho menos tiempo y estimulación." Los músculos de su estómago se agitaron, dando a entender la verdadera razón de su nueva indicación. Jadeando, dijo, "Iré primero," luego se puso rígida con un grito a todo pulmón. Asombrada por el deslumbrante crescendo, Jude apresuró los dedos en su clítoris, dejando que su otra mano saliera de su vagina para poder concentrarse en el objetivo principal. Ella se meció contra las puntas de sus dedos, deseosa por el clímax flotando más allá de su alcance. Siguió amenazando con estrellarse contra ella – mientras Diana bajó de su orgasmo, mientras retorcía su pezón entre esas uñas perfectamente cuidadas para desencadenar otra ronda de réplicas, y luego suspiró de alegría una vez que finalmente se había recuperado – pero de alguna manera, Jude no podía lograr la liberación. Maldiciendo, usó su mano libre para extender sus nalgas y ofrecer a Beth una visión más explícita. Pero incluso los gemidos extáticos de Beth no la empujaron al límite. "Joder." Jude apretó la mandíbula. "Vamos." Ella se instruyó murmurano en voz baja. "Vamos." Bloqueada, Jude parpadeó las lágrimas de frustración. “Por favor.” Viniendo en su ayuda, Diana se lanzó hacia adelante, miró a los ojos de Jude y le ordenó, "Vente por mí, hermosa niña." Después de eso, Jude no estaba segura de si alguna vez regresaría a la tierra.

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CAPÍTULO DIEZ Despierta en la cama cuatro noches después, Diana luchó por apagar su cerebro y dormir. Este era su nuevo ritual nocturno: luchar por olvidar los ruidos que Jude hacía cuando llegaba al clímax, o cómo se había follado a sí misma para el entretenimiento (inicialmente reacio) de Beth Watkins, o la forma en que pasó el Sábado pasado aparentemente decidida a evitar el contacto visual, sin embargo incapaz de mirar hacia otro lado. Pero olvidar era imposible. Especialmente cuando el cerebro de Diana insistió en reproducir obsesivamente su película mental favorita en un ciclo frenético: Jude orgasmeandose a su orden – no solo una, sino tres veces. XWPColección: Página y Facebook

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¿Cómo podía dormir con esa materia deliciosa para el pensamiento vibrando en su cabeza? Suspirando, Diana deslizó su mano debajo del edredón, luego entre sus muslos. Carecía de energía para un gran esfuerzo – demasiado cómoda debajo de las sábanas para agarrar su juguete favorito, demasiado cansada para demasiado preámbulo. Pero si había alguna posibilidad de que el orgasmo saciara su mente febril, estaba más que dispuesta a intentarlo. Alcanzó debajo de la pretina de sus shorts nocturnos para acariciar sus labios vaginales, probando su preparación. "Ya mojada," susurró en voz alta, encantada por los abundantes jugos en su abertura. "Esa es una chica, Jude." Diana se acarició, cerrando los ojos para fingir que estaba sintiendo la lengua diligente de Jude. "Pon esa panocha linda y jugosa para mí." El placer se disparó a través de la parte inferior de su cuerpo. "Lame, bebé. Justo como te enseñé.” Un golpe sordo de la pared detrás de su cabeza — la pared de la habitación de Jude — sobresaltó a Diana. Sacó la mano de sus shorts, culpable como una adolescente sin echar llave en la puerta de su dormitorio. Otro golpe resonó a través de la pared, seguido de una risa ahogada. Frunciendo el ceño, Diana se dio cuenta de lo que estaba pasando. Por primera vez en más de tres semanas, Jude había llevado a casa a una invitada nocturna. Estaban a punto de follar mientras Diana yacía en la cama a solo unos centímetros de distancia, cachonda y sola. Ella tendría que escuchar. “No tienes que hacerlo,” murmuró, sobre todo para convencerse a sí misma. “Podrías dormir en el sofá. O escuchar música.” El gemido lánguido de una mujer que definitivamente no era Jude casi la convenció de hacer eso. "Con los audífonos." La calidad de los gemidos cambió bruscamente, dando a entender que Jude había comenzado a trabajar su marca especial de hechicería sexual. La reticencia de Diana se derritió mientras se perdía en sus pensamientos sobre la lengua suave y húmeda de Jude, sobre su boca abierta y ansiosa, sobre cómo la hacía sentir recibir la adoración oral de una joven tan hermosa. Sin tomar una decisión consciente, volvió a poner los dedos en su clítoris. Su puto ruido duró más de una hora, tiempo suficiente para que Diana disfrutara de un trío de orgasmos.

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Después de recuperarse del último, cuando se reanudó el alboroto de la habitación de Jude para un aparente tercer asalto, Diana sacó la mano de los shorts y se puso de lado. La amargura ardiente de las lágrimas que corrían por sus mejillas la conmocionaron, al igual que su rápida transformación en silenciosos y angustiosos sollozos. Intentó apagar su cerebro por un tiempo incontable esa noche, pero todo lo que pudo hacer fue pensar. Pensó en lo emocionante que era flirtear con Jude, y lo exaltada que se sentía cuando Jude le devolvía el flirteo. Imaginó tocar a Jude en privado, sin nadie viendo. O incluso mejor, besándola, el tipo de beso que no había experimentado en una década – largo, apasionado y profundo. Entonces recordó cómo Janine le había proporcionado emociones similares, al principio. Durante los primeros trece meses de su relación de casi seis años, Diana había estado segura de que envejecerían juntas. Con Janine, la risa llegó fácilmente, y su química fue incendiaria – en todos los sentidos, como se vio después. A principios de su segundo año, comenzaron los insultos. Janine siempre tenía algo que decir sobre su atuendo, su comportamiento, la forma en que le sonreía a la camarera o lo que era más cruel, su activo y variado pasado sexual. Diana todavía no podía entender el cambio en la actitud de Janine, excepto como la consecuencia natural de establecerse en una relación a largo plazo con una imbécil de buena fe. Una vez que la frecuencia de sus relaciones sexuales inevitablemente disminuía su ritmo vertiginoso inicialmente, Janine se había vuelto celosa y cruel, desaprobandola en aparentemente de todas las maneras. Siendo joven y estúpida, Diana había racionalizado la amargura de su relación como al menos parcialmente culpa suya. Ella no había hecho que Janine se sintiera apreciada o frenara sus tendencias naturalmente coquetas lo suficiente para su estilo de vida monógamo. Diana había tardado casi cinco años más en aceptar que no merecía el abuso que Janine repartía casi a diario. A pesar de su juventud aventurera, nunca había sido infiel. Y aunque sus atuendos ocasionalmente revelaron un indicio de escote o piel desnuda, nunca fueron inapropiados. Nunca le había dado a Janine ninguna razón para dudar de su fidelidad, y no era su trabajo hacer cola para calmar las inseguridades de su pareja. Dejar a Janine no había terminado con su desdicha. Janine tardó otros dos años en perder el interés en la campaña de acoso y hostigamiento que había lanzado después de su separación. Si su ex no hubiera conocido a su actual novia, Trish – bendita su alma – Diana asumió que todavía estaría eliminando los mensajes crueles y los mensajes de voz. XWPColección: Página y Facebook

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Coquetear con Jude puede ser emocionante, pero también era inútil y estúpido. Era la definición misma de egoísta, una acción sin salida que se arriesgaba a desdibujar los límites que Diana había trabajado arduamente para establecer. Eso era lo que se repetía una y otra vez, mientras anhelaba ser la que estaba en la cama de Jude y despertarse a su lado a la mañana siguiente, enredada y exhausta. El deseo de Diana iba más allá del sexo, y ahí es donde radicaba el verdadero problema. Quería llevar a Jude a un agradable restaurante, a algún lugar lujoso, para que pudieran vestirse elegantes. Imaginó cerrar la parte posterior del vestido de Jude – y sollozó aún más fuerte. ¿A quién estaba engañando? Incluso si pudiera superar el mal gusto de la vida con Janine, la pobre Jude merecía más de lo que tenía para dar. Ella era un caso perdido, una de las mayores razones por las que se negaba a salir. Nadie merecía la carga que traería a una relación, y menos a una ferviente de veintiséis años de edad. Resoplando ante el gemido audible de Jude, Diana se arrastró fuera de la cama, agarró su almohada y manta y huyó de la habitación. Su cordura exigió que durmiera en el sofá esta noche. Si solo su cerebro la dejara descansar. Una hora más tarde, Diana se aventuró a regresar a su habitación en una misión para encontrar su teléfono. Afortunadamente, Jude y su amante se habían callado. Aun así, Diana tomó lo que necesitaba y reclamó su lugar en el sofá. Ella no estaba lista para volver a la escena del crimen. Contando con que las tendencias de Ava de quedarse despierta hasta tarde en la noche se mantuvieran ciertas a pesar de su lesión, Diana escribió un breve mensaje de texto, impulsada por la soledad tanto como por la preocupación. ¿Como te sientes? Ava respondió casi de inmediato. Mejor. Tener a Katrina aquí ayuda ... pero todavía estoy lejos de tener un consolador por el culo o ser nalgueada. Diana hizo una mueca ante la suposición de Ava de que su pregunta era al menos parcialmente egoísta. Principalmente ya que ella no estaba equivocada. En lugar de agregar a la carga de Ava, Diana mintió.

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Tómate tu tiempo. Las cosas van bien con Jude. Nuestro arreglo parece estar funcionando. ¿Qué tan bien, exactamente? Poniendo los ojos en blanco ante el emoticón de cara haciendo un guiño de Ava, tecleó una respuesta apresurada. Ella respeta mis límites, y su vagina es más húmeda que el océano. Así que ... bastante bien. ¿Enamorada de ella ya? Diana cerró los ojos, sorprendida por cómo la pregunta de buen humor la dejó sentirse tan angustiada y sola. Sin embargo, no se revolcó por mucho tiempo para no parecer agitada. Decididamente, Diana escribió, No. Ella es demasiado joven para mí, y yo soy demasiado vieja para esa mierda. Por ‘mierda’, obviamente quiero decir sexo y romance. Ava pasó mucho tiempo escribiendo su respuesta. Cuando finalmente llegó el mensaje, comenzó con una explosión. Vete a la mierda, demasiado vieja. Te haré saber que esta dama mucho mayor todavía no ha terminado con el sexo y el romance ... incluso con la columna vertebral rota. Ella puntuó esa declaración con una serie de emoticones para expresar su disgusto. Demasiado vieja, mi culo. No eres vieja. Eres una cobarde. Con ira, Diana apagó el teléfono y lo dejó caer sobre la mesa de café. Después de un momento, lo deslizó sobre la superficie lisa de madera hasta que se detuvo unos centímetros más allá de su alcance. De esa manera, era menos probable que hiciera algo estúpido, como una respuesta. "Me lo merezco, contactar a Ava en medio de la noche," Diana murmuró, rodando hacia un lado para mirar el respaldo del sofá. "Debería haberlo sabido." Aunque amaba a Ava como a su familia, su percepción era un dolor gigante en el culo. A veces apestaba que te conozcan tan bien. Sin embargo, Diana no cambiaría a Ava por nada. ¿Eso significa que todavía soy capaz de amar? ¿De ser amada? XWPColección: Página y Facebook

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Se quedó dormida sin encontrar una respuesta que no la asustara hasta la muerte. ****** Jude permaneció inmóvil debajo del pesado y adormecido cuerpo de Geri, la linda y curvilínea chica que había invitado a su casa para demostrar que no estaba obsesionada por alguien inalcanzable – tanto para ella como para Diana – y se preguntaba cómo tres orgasmos podrían dejarla tan insatisfecha. Geri había aparecido para tomarse unas bebidas que parecían al rojo vivo en un pequeño vestido negro escotado, su conversación se mantuvo animada durante toda la noche, y el sexo no había apestado de ninguna manera. Aun así, la mujer en su cama no la excitaba como lo hacía Diana. Jude reconoció que esto no era culpa de Geri, exactamente. La mujer era divertida, coqueta y apasionada por trabajar con niños. Ella era estupenda. Simplemente ella no era Diana. Con los ojos cerrados, Jude escuchó cualquier señal de vida en el dormitorio de al lado. ¿Había escuchado Diana todo el espectáculo? Había querido que ella lo hiciera. Sola con sus pensamientos, Jude no podía dejar de repasar las diversas formas en que su maniobra podría haber sido recibida. Esperaba que Diana se hubiera tranquilizado. Divertido, incluso. O mejor aún, excitado. ¿Y si hubiera tenido orgasmos junto con ellas? La idea hizo que Jude se estremeciera en lugares en los que estaba demasiado cansada para contemplarlo incluso sin un ser humano durmiente bloqueando el acceso a su clítoris. Pero y si Diana no hubiera disfrutado del espectáculo? Habían sido ruidosas – más fuertes de lo que Jude quería. Geri no había sido tímida al expresar su aprobación, eso era seguro. Si hubieran mantenido a Diana despierta más allá de su hora de acostarse – o la hubiera hecho sentir celosa de alguna manera – quizás porque su propia amante estaba fuera de servicio – bueno, entonces Jude se sentiría como una mierda absoluta. Ella se había follado a Geri para demostrar que no se había apegado demasiado, que sus recientes encuentros no habían terminado con su estilo de vida no monógamo. ¿Y cómo te funcionó? Jude se burló de su crítica interna, pero sabía la respuesta. Toda la noche había demostrado su falta de interés en dormir con alguien más. No quería volver a hacerlo hasta que Diana hubiera terminado con ella para siempre.

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Deseando que no fuera grosero el sacudir a Geri para que se despertara y pedirle que se fuera, Jude se sintió muy preocupada y arrepentida hasta que finalmente se dejó llevar por un sueño incómodo.

CAPÍTULO ONCE Parada junto a Jude frente a las diez parejas que se habían reunido para observar su juego de roles, Diana tenía la esperanza de que cualquier fantasía que crearan no la metiera en demasiados problemas. Estaba tan deseosa por su joven vecina que apenas podía pensar, y mucho menos actuar racionalmente. Y estaba celosa. Estúpidamente, ilógicamente celosa de que Jude hubiera follado el Miércoles por la noche, hasta el punto de desear algún modo de marcar a Jude como suya. Ansiaba reclamarla, solo hasta que Ava se recuperara, para que nunca más tuviera que imaginar – o peor aún, escuchar – el placer que otra mujer le estaba dando. Sólo mientras trabajaban juntas, por supuesto. Después de eso, la vida personal de Jude era su propio asunto.

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Impaciente por empezar, Diana se aclaró la garganta. “Buenas noches, señoras, y bienvenidas a una noche verdaderamente divertida. Esto es Introducción al juego de roles, también conocido como De Fantasía Obscena 101.” Hizo una pausa para devolver las sonrisas que recibió. “Este taller es un poco diferente de la mayoría de los otros que enseño. Si bien generalmente aliento la participación del público, este tema no se presta fácilmente para mirar, escuchar y actuar por su cuenta, todo al mismo tiempo. Así que esta noche, mi adorable asistente Jude y yo improvisaremos una escena de rol para su placer visual. Introduciendo los elementos de la fantasía y la realización de la fantasía en sus vidas sexuales puede ser una forma poderosa de revitalizar su pasión mutua. Les ayudará a mantener sus relaciones sexuales originales, evitará que caigan en esas rutinas estándar que inevitablemente comienzan a sentirse, lamento decirlo, un poco aburridas." Para el miembro escéptico del público – porque siempre había uno – Diana abordó la preocupación más común que generalmente escuchaba de frente. “Nunca duden en invitar a su amante a disfrutar de un extraño en la cama cuando ese extraño eres tú. Como lesbianas, tendemos a sentirnos atraídas al nido, para establecernos. Pero como seres humanos, es natural estar excitadas por la novedad. Cuando la persona que amas está dispuesta y es capaz de proporcionar esa novedad, realmente has encontrado un regalo para ser atesorado." Cambiando de marcha, Diana miró la expresión inescrutable de Jude y luego volvió su atención a la multitud. "Muy bien. Guardaremos cualquier pregunta que puedan tener para después del espectáculo. En este momento, Jude y yo tenemos una pregunta para todas ustedes.” En un impulso, ella envolvió su brazo alrededor de la cintura de Jude y la atrajo más cerca. "No hemos ensayado nada, por lo que este juego de roles está en sus manos colectivas. ¿Serían tan amables las señoras de lanzarnos algunas ideas? Inspírarnos." "¡Cuarentona y cría!" Liz, a quien Diana había visto por última vez en el taller de masajes vaginales, tenía una sonrisa de mierda en su rostro. Diana objetó. "Me temo que tengo que pasar en esa. Se acerca demasiado a la realidad, diría yo.” "Sí," Jude intervino, un poco tímidamente. “Esta es tu oportunidad de ser creativa. Darnos roles en los que podamos adentrarnos." "¡Vampiro/víctima!" Una estudiante gritó por primera vez, aprovechando con entusiasmo las imágenes involuntarias de Jude.

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Traducción – Martha Lo 2019

Como nunca había sido una gran fanática de los vampiros, Diana hizo un gesto por más. "Sigan viniendo." "¿Qué tal esclava y ama?" Diana intentó no abalanzarse de inmediato con ese concepto, por mucho que quisiera, aunque solo sea porque su próximo taller – las nalgadas y la discipina– estaba destinado a tocar temas similares. "Bien. Escuchemos un poco más.” “¡Una reina y su leal criada!” Gritó la compañera de esa mujer, claramente en busca de la misma dinámica. Liz dijo con otra sugerencia precisa. "¿Profesora y alumna?" Su pareja lanzó un contrincante al cuadrilátero. "Reparadora y ama de casa aburrida?" "Eso podría ser divertido," Jude dijo. Le lanzó a Diana una sonrisa de soslayo. "Interpretarías a la ama de casa aburrida, por supuesto." Diana sabía que su falta de entusiasmo por ese escenario se debía a la peor razón imaginable. Ella no podía reclamar a Jude como la ama de casa aburrida. No podía tomarla, ni castigarla, ni atormentarla con ninguna autoridad real bajo la apariencia de una ama de casa cachonda de mediana edad empeñada en seducir a una sexy reparadora. Naturalmente, era la opción más segura que se les habían dado, incluso si el concepto no empapaba su vagina exactamente. Abrió la boca para aceptar el papel, pero Liz la interrumpió para dejar escapar una verdadera gema. ¡Oh! ¡O una prisionera peligrosa y la perra fría enviada a interrogarla!” Liz aplaudió tres veces en rápida sucesión. "Por favor, por favor, por favor." Clavándose las uñas en las palmas de las manos, Diana obligó a su mente a alejarse de los lugares oscuros para poder tomar tal fantasía. ¿Qué demonios le pasaba , de todos modos? Si quisiera a Jude, podría tenerla. Jude no podría haber sido más clara al respecto. Pero Diana no la quería – o mejor dicho, no quería enamorarse de ella. La idea de acercarse tanto a Jude, de confiar en alguien como había confiado en Janine, hizo que su interior se convirtiera en un nudo Gordiano (*). Y eso ... eso ponía a Diana triste, solitaria y enojada. Enojada con Jude por haber llegado a su vida, por vivir al lado, y especialmente por llevar a su casa a mujeres mucho más calientes que Diana para follar, en voz alta, al otro lado de la pared de su dormitorio. XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

No se había preocupado antes de estar dentro de Jude para sí misma, pero ahora que lo había hecho, no estaba dispuesta a compartir. Aunque no tenía derecho a albergar sentimientos posesivos por una mujer a la que se negaba a follar en su propio tiempo, Diana no podía cambiar su terco corazón. Quería que Jude le perteneciera, pero solo si no tenía que volverse vulnerable en el proceso. Quería acceso exclusivo al cuerpo de Jude, pero sin tener que ofrecer nada a cambio. Lo que ella quería era imposible. Imposible, egoísta, y mucho más de lo que ella merecía. Culpable por sentirse molesta cuando Jude no había hecho nada malo, Diana apretó el brazo alrededor de su cintura y le dio un asentimiento paciente. "Tu elección, cariño. ¿Te gustaría venir a arreglar el refrigerador de esta aburrida ama de casa? Ella sonrió. "¿O ser interrogada sobre tus crímenes?" Jude parecía inquieta por haber sido encargado de la decisión. "¿Cuál prefieres?" Diana deslizó su pulgar bajo el dobladillo de la camisa de Jude para acariciar la piel sedosa sobre su cadera. "No. Tu eliges. Uno de esos escenarios es bastante provocador, así que quiero que establezcas la pauta."

(*) Dificultad que no se puede resolver, a un obstáculo difícil de salvar o de difícil solución o desenlace. Al mirar a los ojos de Diana, Jude emanó una clara sensación de anhelo de complacer. "Puedo hacer la provocadora." Diana estudió el rostro de Jude, esperando determinar su verdadero deseo. "¿Pero quieres hacerlo?" La vacilación de Jude contradijo su respuesta final. "Por supuesto." Diana despreciaba que ella considerara brevemente aceptar el consentimiento poco sincero de Jude simplemente porque anhelaba que el encuentro de esta noche fuera obsceno y rudo. Quería reprender a Jude por llevar a casa a esa extraña con una follada dura y exigente, con un sexo tan crudo y sin restricciones que arruinaría a su joven asistente para cualquier otra persona – durante el próximo mes y medio, de todos modos.

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Afortunadamente, la mejor naturaleza de Diana entró en acción antes de que su propia vacilación se volviera incómoda. "Hagamos reparadora y aburrida ama de casa." El leve alivio en los ojos de Jude confirmó que había elegido sabiamente. "¿Estás segura?" Jude sonrió, un intento de arrogancia que no tuvo éxito. "Porque no me importa ser dominada por ti. En lo más mínimo.” "Entonces ama de casa aburrida y dominante seduce a una reparadora sorprendida pero obediente." Diana le preguntó a la clase. "¿Qué piensan? ¿Es un juego de rol que les gustaría ver?” Ella se medio inclinó ante los aplausos y vítores resultantes. "Muy bien. La gente ha hablado.” "Genial." Jude prácticamente vibró, sin duda por la anticipación. "Entonces ... por dónde deberíamos empezar?" “Primero, con una palabra clave. ¿Qué sería?” Jude ni siquiera lo pensó. "Lavandería." "Lavandería, eso es." Soltando a Jude, Diana arrastró el gran asiento relleno de bolitas de poliestireno que había traído como un accesorio de uso múltiple al centro de la habitación. "A continuación, definimos nuestros personajes, nuestros accesorios y la situación." Empujó el asiento con el pie. "Digamos que ... poco después de que esta sexy reparadora llegara a arreglar mi refrigerador descompuesto, decidí – en un ataque de aburrimiento, probablemente provocado por mis tareas de la casa – que me desnudaba hasta quedar en la camisola y las bragas ..." Actuando su improvisada narrativa, Diana se desabotonó su blusa, luego sus pantalones. "Y me entretengo mientras espero que ella termine el trabajo y venga a cobrar su pago." Vestida con una braguita de encaje de tanga roja y una camisola blanca, Diana se colocó encima del asiento, usando la pose más provocativa que pudo reunir. Mirando a Jude, bajó la mano entre sus muslos y acarició su vulva vestida provocadoramente.“Discúlpate por la 'otra habitación', querida, y entra en el personaje. Nuestra escena comienza cuando regresas para descubrir lo que he estado haciendo mientras estabas trabajando duro." Jude se quedó boquiabierta y luego se apresuró a retroceder un paso. "Por supuesto. Sí, señora.” Cuando se giró para retirarse a la esquina más alejada de la habitación, Diana la vio estremecerse. Jude estaba avergonzada, y Diana adoraba la vista. Después de pararse en la esquina durante treinta segundos completos, Jude regresó al centro de la habitación. Cuando se acercaba al asiento, hizo una pantomima de atravesar una puerta, luego se estremeció y se tapó los ojos. "Señora, yo ... lamento XWPColección: Página y Facebook

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mucho molestarla, señora, pero he terminado su reparación. Y yo, uh ... tengo algunos papeles para que me firme antes de irme." "¿Qué tipo de papeleo?" Diana acarició sus labios vaginales ocultos con las yemas de sus dedos, suspirando ante las agradables reverberaciones en toda la parte inferior de su cuerpo. "¿Puede esperar?" "Uh ... bueno ... supongo que podría ..." Impresionada por la actuación nerviosa, Diana murmuró, "¿Tienes prisa por irte? ¿Tienes otra cita?” Ella asumió el papel de vampiresa con facilidad, masajeándose los labios a través de la tela húmeda, luego deslizando su dedo meñique debajo de la banda elástica para rozar su humedad. "Porque tal vez no te hayas dado cuenta, pero actualmente estoy justo en medio de algo aquí – " Jude miró hacia el techo y lejos de Diana. "¿Debo volver más tarde? Puedo ir a almorzar, darle tiempo ... para terminar. Lo que esté haciendo.” Otro estremecimiento, esta vez interpretando. "Si usted quiere." "Lo que quiero ... es que te quedes." Diana soltó un gemido silencioso, explorando aún más su estado de excitación. "Y ayudar." Los hombros de Jude se tensaron, como si estuviera realmente sorprendida. "¿Señora?" "¿Sabes ... ni siquiera puedo recordar la última vez que alguien me hizo llegar al orgasmo? Mi esposo, él y yo nos separamos, pronto nos divorciaremos – bueno, él lo intentó e intentó, pero ... " Diana bajó su mano por la parte delantera de sus bragas, colocando los dedos índice y medio a cada lado de su clítoris fantásticamente abultado. "Dios lo bendiga." Jude se rió entre dientes, junto con el resto de la clase, ante el distintivo toque sureño con el que Diana pronunció la frase. Finalmente, Jude bajó la mirada. Abiertamente renuente a dejar que su atención se desplazara por debajo del cuello de Diana durante más de uno o dos segundos, se aclaró la garganta y preguntó, "Ayudar cómo, señora?" Mientras trazaba círculos lentos alrededor de su clítoris con su mano derecha, Diana jaló la entrepierna de sus bragas con la izquierda, apartando el material para exponer sus labios vaginales resbaladizos a los ojos voraces de Jude.

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"No seas tímida conmigo, jovencita. Te ves como el tipo de chica que sabe exactamente qué hacer con una panocha mojada." Jude se lamió los labios, las pestañas revolotearon. "Sí, señora. Conozco mi camino en torno a la anatomía femenina.” Acercándose más al asiento, se dejó caer de rodillas y tímidamente se encontró con los ojos de Diana. "También soy genial con mis manos." "Perfecto." Diana se apartó del camino, levantando ambos brazos sobre su cabeza para darle espacio para trabajar a Jude. Después de un momento, bajó uno para acariciar la mejilla enrojecida de Jude. "Vamos, cariño. Muéstrame lo que esos bonitos dedos pueden hacer." Un notable temblor corrió por la mano que Jude bajó para posarse sobre su vulva cubierta por las bragas. Amasó suavemente a Diana, luego se adentró con cuidado entre sus labios externos para acariciar los pliegues internos sensibles ocultos por el material empapado. Con un suspiro de agradecimiento, Diana jaló de su camisola alrededor de su cuello y le dio a sus pezones dolorosamente rígidos una retorcida aguda y seria. Sus caderas se separaron bruscamente del asiento, un movimiento que Jude usó para su ventaja. Sin dudarlo, agarró la cinturilla de las bragas de Diana y jaló el material de encaje para juntarlo alrededor de sus rodillas. Dejándola enredada – incluso atrapada – en su propia ropa interior, Jude buscó la vulva de Diana una vez más, ahuecando la carne caliente en su mano suave. Se quedó allí por un momento, luego se movió para abrir los labios vaginales de Diana con su mano izquierda para que pudiera explorar la pulida y engrosada carne con la derecha. "¿Qué tal esto?" Jude atrapó la capucha del clítoris de Diana entre las puntas de sus dedos, sacudiéndola con ternura. "¿Esto ayuda?" Diana se quedó sin aliento al apretar deliberadamente su agarre. "Mucho." "Me alegra oír eso." Jude continuó manipulando la cresta de carne más sensible, deteniéndose solo cuando los muslos de Diana temblaron más allá de su control. Soltándola por completo, Jude preguntó, "¿Qué pasa con la penetración? ¿Quieres mis dedos dentro de tu pobre y descuidado agujero?” Simultáneamente excitada y desafiada por la creciente confianza de su asistente, Diana sujetó la delgada muñeca de Jude y guió sus dedos índice y medio hacia su entrada. "Cuidado. No olvides quién está a cargo.” Empujó a Jude dentro de su cuerpo con un gruñido lujurioso. "¿Y quién está sirviendo a quién?"

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Jude dejó caer su cabeza, aparentemente tomando en serio la advertencia. “Sí, señora.” Sus labios se torcieron cuando se hundió por completo dentro de Diana por segunda vez. "Como dicen, el cliente siempre tiene la razón." "Harías bien en recordar eso." Diana gimió ante el completo masaje vaginal que Jude había comenzado a realizar, solo dos semanas atrasada. Temiendo que pudiera terminar antes de que hubieran comenzado, Diana cerró sus piernas contra el brazo flexionado de Jude. "En una nota relacionada ..." Agarró la muñeca de Jude, extrayendo cautelosamente los prodigiosos dedos incrustados dentro de sus profundidades. "Es hora de que chupes mi vagina. Hace mucho desde la última vez que no me comen.” Jude se sentó sobre sus talones. "Gustosamente." "Ese es el espíritu." Diana se quitó las bragas el resto del camino, luego se dirigió a la otra dirección, tendida sobre el asiento con su culo empujado en el aire. "Consíguelo, chica. Lámeme.” Instintivamente contuvo el aliento mientras Jude se arrastró hasta su posición detrás de ella, luego maldijo ante el tentativo y explorador deslizamiento de la lengua caliente de su reparadora imaginaria a lo largo de los labios expuestos. Estirando la mano hacia atrás, Diana agarró el cabello de Jude y la jaló más cerca, atrapándola entre sus nalgas hasta que se agitó por aire. Le concedió a Jude unos segundos de indulto para recuperar el aliento, y luego la regresó rápidamente. "Mete tu lengua dentro de mi panocha. Fóllame como si lo sintieras.” Jude se lanzó hacia ella ardientemente, siguiendo la orden con entusiasmo. La boca de Diana se abrió en éxtasis, el toque apasionado y venerado la electrizaba de la cabeza a los pies. Mantuvo a Jude atrapada contra ella durante el mayor tiempo humanamente posible antes de soltarla. Sacudida por el vaporoso beso de despedida que Jude colocó directamente encima de su ano, Diana tuvo que luchar contra el impulso de obligar a su cabeza a bajar. Recuperando el aliento, Jude bromeó, "En una escala del uno al diez, qué tan satisfecha está con mi servicio al cliente? Resulta que esa es la primera pregunta en la encuesta de clientes que debo completar. Suficientes evaluaciones positivas, y obtendré un bono trimestral." Diana se rió del inocente intento de humor de Jude. Dándose la vuelta, se acomodó de espaldas en una posición semi-sentada y separó las piernas – para Jude y su audiencia fascinada. "Parece que deberías estar trabajando muy duro para complacerme, entonces. Espero que estés lista para hacer lo que sea necesario."

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Jude se estiró para agarrar la manta más arriba de una pila cercana, extendiéndola a los pies de Diana con sus ojos apartados. "Su satisfacción es mi mayor prioridad, señora. Y me siento muy orgullosa de mi trabajo. Siempre lo hago." "Qué suerte la mía." Diana jugó perezosamente con su clítoris mientras observaba a Jude inclinarse sobre su vientre, esperando el bienvenido regreso de la lengua obediente de su asistente. "Tener una puta tan dispuesta y desagradable enviada a arrodillarse a mis pies." Jude parpadeó un par de veces antes de maniobrar sus hombros entre los muslos de Diana. Después de una pequeña pausa, se inclinó, con la boca abierta, para flotar a escasos centímetros de los brillantes y rosados pliegues de Diana. "¿Puedo?" Diana la agarró por el cuello y la empujó hacia abajo. "Solo si quieres esa evaluación positiva ..." "Mmm." Jude se deleitó con entusiasmo, sorbiendo los labios vaginales de Diana sin ningún indicio de vergüenza. Se alzó por aire lo suficiente como para susurrar "Sí, señora," y luego volvió a ello. Diana gimió contra su voluntad, incapaz de mantenerse callada y controlada con Jude atendiéndola tan a fondo. La vista de la exquisita cara de su vecina enterrada en su vagina, la dicha de esa tenaz succión – no era de extrañar que Diana no pudiera evitar el temblor involuntario de su cuerpo cuando Jude la llevaba hacia la liberación. Tomando el control de la cabeza inclinada entre sus piernas, Diana giró sus caderas para follar la lengua que ondulaba contra ella con una precisión experta. Inesperadamente, surgió una pregunta para distraerla del sexo oral totalmente indulgente que estaba recibiendo. ¿Es esto lo que Jude hace por todas las que lleva a la cama? Eso explicaría el nivel de ruido. Resentida por una punzada de envidia por esas mujeres – mujeres que podrían estar con Jude, sin temor – Diana pasó su mano por el cabello de Jude y la jaló. "Apuesto a que haces esto todo el tiempo, ¿no?" Incapaz de ofrecer una respuesta verbal con su cara en la vagina de Diana, Jude negó con la cabeza y siguió lamiendo.

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Indignada por la descarada mentira, Diana gruñó. "Sí, claro." Ella gruñó cuando Jude aumentó su succión, luego la velocidad de su lengua. "Estoy segura de que no tienes ningún problema en recordar la última vez que te comiste una vagina. ¿No es así?" Jude vaciló el tiempo suficiente para confirmar que la indagación no del todo sutil había acertado. Cuando Diana la arrastró lejos de su clítoris para otro descanso necesario, Jude sacudió la cabeza y cerró los ojos, avergonzada. "No, señora." Para asegurarse de que Jude supiera exactamente de qué estaba hablando, Diana se volvió sarcástica. "Ni siquiera ha pasado una semana. ¿No es así?” Tensándose, Jude susurró, "No, señora." "¿Ves? Maldita puta," Diana siseó, luego forzó la cara de Jude en su vagina por más. "Sabía que harías cualquier cosa que te dijera." Poniendo una mano a cada lado de la cabeza de Jude, Diana levantó sus caderas para forzar su clítoris aún más en la boca abierta de Jude. "Incluso perder tu siguiente cita para ser mi obediente y pequeño juguete sexual. ¿No es así?” Con la boca llena y el movimiento restringido, Jude solo pudo gemir. No demasiado lejos para recordar la importancia de comprobar, Diana soltó a Jude por completo. Después de darle la oportunidad de recuperarse, Diana atrapó la barbilla de Jude en su agarre firme y se estiró para mirar fijamente sus ojos desenfocados. "¿Debemos seguir adelante?" En una actuación digna de un Oscar, Jude asintió llorosamente, susurrando, "Por favor, señora. Déjeme terminar este trabajo." Emocionada por la vulnerabilidad de Jude, fingida o no, Diana sonrió. “Sólo si me dejas follarte después de que me venga. Como yo quiera.” "Sí, señora." Jude trató de minimizar su emoción, pero Diana detectó la alegría en la simple respuesta. "Cualquier cosa para complacerla." Entonces deja de follar a otras mujeres. Pero Diana nunca podría decir eso en voz alta. En cambio, emitió una orden tersa. “Pon dos dedos en mi vagina y termina de chuparme. Una vez que hayas terminado, te mostraré exactamente lo que se necesita para complacerme.”

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"Gracias, señora." Jude preparó sus dedos contra la abertura de Diana, luego se detuvo para mirar sus ojos. Tímidamente, murmuró, "¿Tengo su permiso?" Regocijándose con la sumisión experta, Diana respondió con un gesto de mano indiferente. "Bien. Adelante.” Ella jadeó, arqueando la espalda, ante la gloriosa fricción de los dedos de Jude que forjaban un camino hacia su centro. En segundos estaba jadeando de nuevo – jadeando y retorciéndose – cuando el calor de la boca de Jude la envolvió y la lengua persistentemente agitada que Diana había extrañado tan desesperadamente retomó su misión de conquistar su clítoris. "Mierda.” Diana gimió, follando en respuesta con sus caderas. "Sigue así y me vendré por toda tu cara." Jude la lamió aún más vigorosamente, los dedos entrando y saliendo a una velocidad en constante aumento. Sus ruidos descuidados y chupando proporcionaron una banda sonora lasciva para su público, la mayoría de las cuales – Diana notó con orgullo – parecía totalmente interesada en su actuación. Al ver al menos tres casos distintos de autosatisfacción mal disimulados en la primera fila de asientos, Diana se lanzó a los juegos de rol que Jude estaba demasiado ocupada para interpretar. "No puedo esperar para entrar dentro de ti." Diana se inclinó hacia adelante para agarrar el culo vestido de Jude para un apretón crudo. "Averiguar qué tan apretado es esa panocha. Nunca se sabe, verdad? Una chica fácil como tú." Jude apretó sus labios alrededor del clítoris de Diana y chupó, moviendo su brazo en una repentina velocidad hasta el final. Al caer de espaldas sobre su sofá de fantasía, Diana se aferró con fuerza al hombro de Jude con una mano y se metió la otra en la boca para ahogar un grito culminante. Su vagina se contrajo alrededor de los dedos aún en movimiento de Jude con una fuerza que apenas podía creer, especialmente cuando consideraba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había entregado su mente y su cuerpo a una relativa desconocida. La emoción – una confusa y abrumadora maraña de demasiados sentimientos, ninguno de los cuales deseaba – se hinchó en el pecho de Diana, forzando un sollozo ahogado que instintivamente aplastó al retirarse a la versión de perra fría de su personaje de ‘aburrida ama de casa’. A pesar de que no quería nada más que sobre llevar su orgasmo hasta su conclusión llorosa, Diana empujó a Jude, luego se sentó y capturó su antebrazo con un agarre de hierro. "Eso fue adecuado," mintió, preocupada de que Jude ya había escuchado y sentido la verdad. "Ahora es mi turno." Sin esperar el acuerdo que sabía que vendría, Diana hizo XWPColección: Página y Facebook

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que Jude avanzara, luego la inclinó sobre el enorme asiento hasta que solo sus puntas d los pies tocaban el suelo. Se detuvo para admirar el trasero bien formado expuesto, luego sonrió a sus estudiantes absortas y les hizo un gesto para que hicieran lo mismo. "Hermosa," murmuró. Ella casi puntualizó el cumplido con una nalgada disciplinaria, antes de recordar que Jude no quería ser nalgueada. En busca de una salida alternativa para sus sentimientos conflictivos acerca de la desconcertante y demasiado joven chica de al lado, Diana le desabrochó los pantalones a Jude y se los colocó alrededor de los tobillos. Colocó su mano izquierda entre los hombros de Jude, luego se inclinó para murmurar en su oído mientras acariciaba los pliegues empapados que acababa de revelar a la clase. "¿Te gusta ser tomada por detrás?" "Sí, señora," Jude susurró. Como si se hubiera dado cuenta de que nadie más la habría oído, repitió, "Sí, señora. Tómame, por favor.” Ella movió su delicioso trasero, cubriendo la muñeca de Diana con sus jugos. "Quiero que me folles." Diana envolvió su mano libre alrededor de la garganta de Jude, sosteniéndola firmemente, y rápidamente entró en ella con dos dedos. Usó su pulgar para provocar el apretado fruncido del músculo expuesto por la actitud servil de Jude y saboreó el gemido resultante. Casi de inmediato, recordó la última vez que había escuchado el placer vocal de Jude – y su resentimiento aumentó. Inclinada sobre Jude, Diana lanzó otra burla para que todas la escucharan. “Ordené una reparadora, me conseguí una puta. Necesito descomponer mis aparatos más a menudo." Las caderas de Jude se ralentizaron. "No me llames así. Por favor." "¿Qué, 'puta'?" Sumergida en su actuación – y cegada por la amargura que la condujo – Diana no cuestionó el tono inusualmente tenso de Jude. Pintando un círculo húmedo alrededor del ano de Jude con su pulgar, dijo, "Si el cinturón de herramientas cabe, cariño ..." "Lavandería." Jude pronunció la palabra clave tan débilmente que Diana casi no la escuchó. “Por favor.” Su susurro de súplica cortó a Diana como una hoja monstruosamente afilada, aniquilándola en el lapso de un solo instante. Soltó la garganta de Jude, luego retiró los dedos de su vagina. Con toda la calma que pudo, Diana dijo, "¿Quieres parar? Está perfectamente bien si lo haces." Con los ojos brillantes, Jude miró por encima del hombro con un movimiento empático de la cabeza. "Quiero seguir adelante. Solo ... deja de usar esa palabra." Ella XWPColección: Página y Facebook

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tragó saliva, luego susurró, "Puta. Puedo manejar 'zorra', pero no ... no esa, de acuerdo? Es ... ” Agachó la cabeza, pero no antes de que Diana viera el color que se alzaba en sus mejillas. "No me hace sentir sexy." Inquieta por haber cruzado sin pensar una línea que nunca había pretendido, Diana se enderezó para no volver a caer sobre Jude. Luego, consciente de la oportunidad de enseñanza creada por su paso en falso, tomó a Jude por los hombros y la hizo rodar con cuidado. Aunque era difícil mirarla a los ojos, Diana lo hizo mientras sofocaba una disculpa. "Realmente lo siento, Jude. No quise hacerte sentir desagradable, o mal de ninguna manera.” Sin embargo, internamente, se reprendió a sí misma. ¿No es así, sin embargo? Si bien ciertamente no había tenido la intención de incitar a Jude a usar su palabra clave, ella había inyectado verdadero veneno en su diálogo. Sintiéndose más baja que en años, Diana dijo, “Nunca volveré a usar ese término contigo. Lo prometo." Jude levantó las manos para cubrirse la cara. De color rosa brillante y obviamente mortificada por el remordimiento de Diana, se mordió el labio inferior, temblando la barbilla como si pudiera estallar en lágrimas. "No, yo lo siento ... por arruinar nuestra escena." "No lo hiciste." Diana luchó por seguir sonriendo a pesar de su evidente capacidad de remordimiento. "Cariño, no lo hiciste. Ni siquiera un poco.” Antes de que pudiera reprimir el impulso, Diana agarró a Jude en un sincero abrazo. Presionó varios besos suaves sobre los nudillos de Jude, luego apartó las manos de su rostro para depositar un beso desesperado en los labios ligeramente salados que se ocultaban debajo. Suspirando, Jude deslizó su lengua en la boca de Diana para unirse a ella para una danza acalorada que borró cualquier arrepentimiento que pudiera haber sentido por literalmente dejar de besarse. La amnesia temporal comenzó de inmediato, borrando la conciencia de Diana de sus alumnas, su límite de tiempo y sus límites autoimpuestos. Saboreó la dulzura en sus labios y lengua demasiado brevemente, hasta que la urgente necesidad de oxígeno la obligó a alejarse. Dada la oportunidad de recuperar no solo su aliento, sino también sus sentidos, Diana resistió por poco la necesidad de volver por más. En lugar de eso – no lo lamento mucho por el error en el juicio, aunque estaba preocupada por las implicaciones – se inclinó para mirar a las mujeres que aún observaban extasiadas y silenciosa fascinación. Para cubrir su pérdida de control, Diana volvió al modo de enseñanza. "No tengan miedo de cambiar el tono, o incluso los personajes y el escenario, justo en medio de su juego de roles. A veces, lo que una o ambas de ustedes quieren o necesitan de la otra cambiará – y eso está bien." Mirando a la joven semidesnuda que esperaba su próxima

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orden, Diana apartó el cabello de la cara de Jude, luego le acarició la frente y siguió por su mejilla. “Una reina y su leal criada. ¿Qué tal si intentamos eso a continuación?” La mujer que originalmente había sugerido esos personajes soltó un grito de emoción. "Si!” La risa de Jude llenó a Diana de alivio total. Sentándose, Jude realizó una reverencia alegre. "Suena encantador, su alteza." "No tan rápido." Diana colocó su mano sobre el pecho de Jude y la animó gentilmente a recostarse. “Estoy aquí para servirte.” Ella agarró los pantalones que todavía estaban agrupados alrededor de los tobillos de Jude, liberando cada pie con una reverencia acorde con sus nuevas funciones. "Mi reina." La garganta de Jude saltó, y el ascenso y la caída de su pecho se aceleraron. "Está bien." Las fosas nasales se ensancharon, abrió más las piernas. "Si insistes." "Lo hago, mi reina." Acostada sobre su vientre, Diana maniobraba entre los temblorosos muslos y enganchó las piernas de Jude sobre sus hombros. Besó la unión aterciopelada de la cadera y el muslo – a la izquierda de la vagina de Jude, luego a la derecha – antes de sumergirse para pasar su lengua a través de la deliciosa humedad que cubría sus labios vaginales. Preparada para un largo y gratificante viaje hacia la redención, Diana levantó la cabeza para ofrecer una última línea de diálogo. "Lo que sea necesario para que te sientas bien."

CAPÍTULO DOCE A solo quince minutos fuera de la cama y por lo tanto todavía en pijama, Jude sufrió lo que se sintió como un pequeño infarto ante los toquidos firmes de la puerta de su departamento. Comprobó la hora mientras se acercaba con sospecha a la mirilla. ¿Quién demonios viene sin anunciarse a las nueve en punto del Domingo por la mañana? Su pregunta se contestó sola. Antes de que pudiera echar un vistazo a su misteriosa visitante, la voz de Diana se filtró a través de la puerta. “Se me ocurre que primero debería haber enviado un mensaje. Si estás ocupada o no quieres compañía, puedes decirme que me vaya. O volver más tarde.” A través de la mirilla, Jude observó a Diana moverse incómodamente. "Pero si te apetece una breve visita y otra sincera disculpa ... bueno, traje el desayuno." XWPColección: Página y Facebook

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Jude cerró los ojos, deseando una vez más haber mantenido la boca cerrada y su palabra clave no pronunciada. "Diana ..." No dispuesta a tener esta conversación al alcance del oído de un pasillo público, desenganchó el cerrojo y abrió la puerta. Se sorprendió por el enrojecimiento de los ojos de Diana y su expresión sombría y agotada – ninguna de las cuales obstaculizó la sonrisa educada que reunió cuando sus miradas se encontraron. Con su propia y tranquilizadora sonrisa, Jude dijo, “No necesito otra disculpa. No lo sabías, de acuerdo? Ahora lo sabes.” Ella mostró una amplia sonrisa que dudaba que convenciera a Diana de cualquier cosa, forzando sus músculos faciales. “Sin embargo, no tengo una regla de nunca rechazar el desayuno. Especialmente después de una noche agitada.” Diana levantó tres grandes bolsas de lona. “Traje un poco de todo. No estaba segura de lo que te gustaba.” "¿Waffles?" La cara de Diana se iluminó. "¡Sí! Tengo waffles belgas. Panqueques, también. Y unas rebanadas de pan tostado francés.” Sin saber si sentirse impresionada por su gran esfuerzo u horrorizada por todas las calorías que ofrecidas, Jude llevó adentro a Diana a su departamento. "Está claro que no dejaste nada al azar." Tomó las tres bolsas de Diana una vez que llegaron a la cocina, depositándolas en la encimera para desempacar un contenedor tras otro del desayuno. "Espero que tengas hambre, porque estamos a punto de comer." "No mucho, me temo." El tono de Diana insinuaba la culpa detrás de esta visita – y sin duda también su rostro cansado. "Sé que no quieres otra disculpa, pero si no te importa, me gustaría darte una de todos modos." Jude cruzó los brazos sobre su pecho, luego hizo un gesto con la cabeza para que Diana continuara. "Pero solo si crees que realmente te sentirás mejor después. De lo contrario, digo que las dos sigamos adelante.” Ella arqueó una ceja con reproche. "Como ya lo he hecho." Diana respiró antes de lanzarse a un discurso aparentemente preparado. “Jude, me siento muy mal por lo que pasó anoche. Debería haber leído tu lenguaje corporal y haber escuchado lo que me decías, mucho antes de que tuvieras que recurrir a tu palabra clave. Me pediste que dejara de hacer algo, pero seguí adelante. Repetí la palabra, incluso, solo para verte retorcerse.” Ella se humedeció los labios y tragó saliva. “Yo… dejé que mis sentimientos personales empañaran mi juicio. Con lo que quiero decir ... " Ella se encogió ante lo que Jude sospechaba que era una oleada de XWPColección: Página y Facebook

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brutal auto-recriminación. "A pesar de no tener absolutamente ningún derecho ... estaba celosa. O supongo que ... estaba resintiendo el sexo por lo que dormí en mi sofá el Miércoles por la noche para evitar escucharlo. El sexo, junto con quien sea que te demostró un buen momento." Sin saber qué decir al respecto, Jude llevó platos, cubiertos y una pila de recipientes de comida al azar a la mesa y se hundió en su silla para procesar. Después de un largo silencio, Diana reclamó el asiento frente al de ella. Abriendo dos cajas de cartón, sirvió a Jude un waffle marrón dorado desde la segunda sin mirarla a los ojos. Dolorosamente consciente de que Diana estaba esperando su respuesta, pero sin saber cómo se suponía que debía reaccionar, Jude pusó jarabe dentro de cada compartimiento de sabor individual en su waffle antes de ofrecer una respuesta tentativa. "Lo siento por el ruido. Nunca quise molestarte." "Escucha, puedes follar con quien quieras, cuando quieras." Diana le dirigió una sonrisa de tristeza. “Como dije, no tengo derecho a una opinión sobre tu vida sexual. No como tu vecina de al lado, y ciertamente no como tu empleadora." Jude reprimió la necesidad de señalar que siempre estaría lista, dispuesta y en el límite desesperada por cambiar su estado y los derechos de Diana. ¿Por qué molestarse? Diana ya sabía que estaba interesada y presumiblemente hablaría si sus corazones alguna vez estuvieran alineados. Hasta que eso pasara, Jude haría su parte para asegurarse de que su relación siguiera siendo estrictamente profesional – incluso si su deseo de tener relaciones sexuales sin sentido con desconocidas hubiera desaparecido para siempre al descubrir que a la mujer de sus sueños realmente le importaba. "Como alguien que comparte la pared de mi habitación, diría que estás completamente justificada en sentirte frustrada por estar despierta. Especialmente en una noche entre semana. Por eso, me disculpo. Sinceramente." Jude agachó la cabeza, avergonzada por su comportamiento intencionalmente provocativo. "Fue extremadamente grosero de nuestra ... de mi parte ... el obligarte a escuchar." Diana se sirvió un panqueque en su plato, luego algunas papas fritas caseras. Tomó un mordisco nervioso de una papa, parecido al de un pájaro, masticando en silencio mientras se ocupaba de una evaluación obstinada de la mesa. Jude se mantuvo paciente, esperando a que Diana reconociera su responsabilidad compartida por el desafortunado giro que había tomado su rol. Pero cuando Diana finalmente se encontró con sus ojos, fue para rechazar el intento de repartir la culpa con un feroz movimiento de su cabeza. "No. Siempre has tenido sexo fuerte, y nunca me ha molestado antes. Odio darte señales mixtas confesando mi repentino disgusto por escucharte con otras mujeres, pero después de la forma en que me comporté anoche

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..." Hizo una pausa, tragando con un esfuerzo visible. "Mi honestidad es lo menos que mereces." Perdido el apetito por la angustia desgarradora de Diana, Jude puso a un lado su sentido de la precaución, pasando su tenedor a la otra mano para que pudiera alcanzar a través de la mesa y apretar el antebrazo de Diana. "Deja de atormentarte. Cómo podrías haber sabido lo que esa palabra en particular me haría sentir? No tenias ni idea. Nunca te dije que era un límite difícil, pero solo porque no me había dado cuenta. No hasta que lo dijiste.” Horrorizada por la visión de los preocupados ojos azules de Diana llenos de lágrimas no derramadas, Jude se apresuró a mitigar cualquier daño adicional que acababa de infligir. "En serio, no es un gran problema. Dije mi palabra clave, te detuviste – y luego pasaste los siguientes cuarenta y cinco minutos dándome los tres orgasmos más alucinantes que alguien me haya dado jamás.” Ella convocó una sonrisa tímida, desesperada por calmar la culpa grabada en el rostro sombrío de Diana. "Incluso si me hubiera enfadado contigo por el insulto, todas esas cosas de la reina/criada después habrían ganado más que mi perdón. Así que olvídalo. Planeo hacerlo." Diana puso el tenedor en el plato, y luego vacilante cubrió los dedos de Jude con los suyos. "Cariño," murmuró, y el corazón de Jude se hinchó hasta que escuchó lo que siguió. "Dejé que mi ira dictara no solo lo que dije, sino también cómo te traté ... eso es un gran problema. Puedes fingir que lo que sucedió no te lastimó, pero ... yo también estuve allí. Jude, vi tu cara. Tus ojos ... " Suspirando, levantó la mano de Jude a sus labios y besó sus nudillos suavemente. "Si mis palabras descuidadas provocaron algo desagradable para ti, o te parecieron intencionalmente crueles ..." Agachó la cabeza, con los hombros doblados hacia adentro por la vergüenza que parecía no poder superar. Con la mano de Jude todavía acunada en la suya, murmuró, "Todo lo que puedo hacer es decirte que no fue tu culpa. No merecías ser tratada con falta de respeto – o sentirte menos sexy mientras realizabas un desnudo para veinte extrañas." Jude abandonó su comida para tratar de hacer que Diana pasara lo que era, en el panteón de momentos traumáticos que abarcaban su vida relativamente corta, apenas una señal en su radar. Si Diana necesitaba hablar sobre esta situación para sentirse mejor, ella la ayudaría. "Realmente, a estas alturas es una tontería que te moleste esa palabra. Puta.” Ella arrugó la nariz, disgustada por el sabor amargo que le quedaba en la boca. “Excepto que ... ese era uno de los nombres favoritos como me llamaba mi padrastro, generalmente desplegado junto con una paliza física, pero no siempre. Al bastardo le encantaba acusarme de follar con todos los chicos de mi escuela, de ser una XWPColección: Página y Facebook

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puta cualquiera que probablemente se arrodillaba cada vez que alguien le ofrecía su verga para chupar. Mostraba lo mucho que sabía sobre la hija de su esposa, maldito genio.” Ella se burló, con la esperanza de mantener a raya la vergüenza que ese miserable bastardo había trabajado tan duro para inculcar. “El malparido pasó los cinco años que viví con él reaccionando como un novio celoso y violento ante cualquier indicio de mi sexualidad. Básicamente hizo su misión de informarme lo sucia y equivocada que estaba, cuando y como pudiera. Mi respuesta natural de adolescente fue salir y probar todo lo que él me advirtió. Así es como descubrí que el sexo se siente maravilloso, y también ... " Jude dudó, sin saber si revelar más sobre su vida interior. "¿Y también?" Diana le motivó, sin juzgar. Poniendo su fe en la bondad inherente de Diana, Jude completó el pensamiento. "Además, me hizo sentir un poco menos sola, al menos temporalmente." Se aclaró la garganta, avergonzada por haber vocalizado una idea tan patética. "En cualquier caso, a pesar de darme cuenta de que mi padrastro estaba lleno de mierda mucho antes de cumplir los diecisiete años y solicitar la emancipación ... al parecer, todavía no puedo manejar que me llamen puta. Ojalá pudiera. Se siente como dejarlo ganar." La expresión de Diana se mantuvo estable incluso cuando una lágrima errante escapó de su ojo izquierdo, luego el derecho. "Gracias." Incómoda con la intensidad de la mirada de Diana – y el hecho de que todavía estaban tomadas de la mano – Jude apenas logró encogerse de hombros nerviosamente. "¿Por qué?" “Por contarme de tu padrastro. Sé que no es fácil hablar de eso, pero ayuda. O mejor dicho, va a ayudar ... en el futuro.” Ella inclinó la cabeza con una deferencia que Jude se esforzó por comprender. "Suponiendo que todavía estés cómoda trabajando juntas." "Diana." Jude agarró los dedos entrelazados flojamente en los suyos. "No seas tonta, y por favor ... escúchame. Créeme. No hiciste nada malo. Entiendes? Si te pidiera que no me llamaras puta y lo hicieras de todos modos, entonces tendríamos un problema. Pero a pesar de nuestras múltiples conversaciones sobre los límites, ambas sabemos que nunca surgió uno. Dije que no a las nalgadas ni jalones de pelo – límites que has XWPColección: Página y Facebook

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respetado – pero nunca mencioné palabras prohibidas. Debería haberlo hecho, haber sabido cómo una sola línea de diálogo podría remover una mierda que preferiría dejar en el pasado, pero no lo hice ... así que anoche fue tanto culpa mía como tuya. Más aún." Diana sacudió la cabeza, con una mirada más miserable que nunca. "Jude ..." "Por favor." Jude no podía seguir haciendo esto. "Déjalo ir ... a menos que quieras que me sienta aún más de la mierda por usar mi palabra clave." Un silencio embarazado se extendió entre ellas, hasta que finalmente Diana inclinó la cabeza en señal de consentimiento. "Nunca dudes en usar tu palabra clave. Con cualquiera, pero sobre todo conmigo. Prefiero dejar el sexo para siempre antes que causarte más angustia." "Mensaje recibido." Jude soltó la mano de Diana, luego le dio una palmada en la muñeca. "Ahora por millonésima vez, estoy bien.” Tomó su tenedor y apuñaló un panqueque fresco para demostrar la resurrección de su apetito. "¿Te importa si hablamos de otra cosa?" "Bastante justo." Diana se aclaró la garganta, luego agarró su propio tenedor para lanzar otro bocado de panqueque empapado en jarabe. "Si no te importa, me encantaría saber más sobre ti. Emancipada a los diecisiete ...” Miró a Jude como si realmente la viera por primera vez. “Eso es una gran responsabilidad para una chica joven. ¿Cómo te funcionó eso?” Masticando lentamente, Jude cuestionó cuánto quería que supiera Diana. Todo, insistía su corazón, pero su cabeza no estaba tan segura. ¿Cuánto confíaba en Diana? ¿Suficiente para desnudarse? ¿Suficiente para otorgarle a esta mujer el poder de destruirla por completo? Tragando, Jude habló desde su instinto. "Bueno, tengo mi propio departamento, suficiente dinero ahorrado para escribir durante dos años – dos años más, gracias a ti – y una prima que vive cerca y que resulta ser mi mejor amiga. Así que diría que mi vida ha funcionado bastante bien." "Yo diría que tienes razón." Diana se levantó para agarrar un jugo de naranja de una de las bolsas que habían dejado en la encimera, luego abrió tres gabinetes antes de localizar las tazas que buscaba. Después de que sirvió las bebidas que Jude había descuidado ofrecer, volvió a tomar asiento y le pasó una. "Eres una mujer realmente impresionante, Jude Mónaco." Diana tintineó los bordes de sus tazas juntas antes de vaciarlas en unos cuantos sorbos. Colocó la taza vacía sobre la mesa para rellenarla hasta la mitad. "Lo digo en serio, desde el fondo de mi corazón."

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Ruborizada, Jude realizó una revisión mental apresurada de todos los detalles que había omitido. Dudaba que la verdadera historia de su emancipación fuera tan inspiradora como cualquier historia triste que la imaginación de Diana hubiera evocado para explicar su éxito. "No lo sé. La mayor parte del crédito pertenece a Katrina. Me dejó mudarme con ella para terminar la escuela secundaria, luego quedarme en su casa un año más después de que me gradué. Si ella no me hubiera dado un techo sobre mi cabeza y comida en mi estómago, estoy segura de que hubiera terminado en las calles. O peor." "Es posible que Katrina te haya dado un nuevo comienzo, pero tú fuiste la que superó un comienzo traumático para llegar a ser financieramente capaz de perseguir tu pasión por un par de años – todo a la edad de veintiséis años." Diana renunció a sus cubiertos por segunda vez, empujando su plato a un lado para inclinarse más sobre la mesa. “Mis padres pagaron el cien por ciento de mis estudios universitarios. Luego me ofrecieron un préstamo sin intereses para mi maestría. Siempre supe lo increíblemente afortunada que era de tenerlos, pero eso significaba que no me convertí en una adulta responsable y total hasta que tenía unos veintitrés años. No estoy segura de qué habría sido de mí si hubiera crecido en la casa de tu padrastro. Quiero creer que hubiera sido tan buena como tú, pero ... soy escéptica." "Me alegro de que nunca tengas que averiguarlo." Renunciando a la idea de terminar un solo elemento de su buffete excesivo, Jude deslizó su plato junto al de Diana y apoyó las palmas de las manos sobre la mesa entre ellas. En el lapso de un solo instante, hizo caso omiso de su seguridad emocional y empujó su silla hacia atrás para levantarse y ofrecerle una mano a Diana. "¿Estarías dispuesta a terminar esta conversación en el sofá? Estaremos mucho más cómodas y no sentiremos esta presión para seguir comiendo." "Tampoco tendremos comida que nos distraiga." El tono de Diana dejó en claro que lo consideraba negativo. "De la una a la otra." "¿Y si te prometo no seducirte?" Jude movió sus dedos de manera atractiva. Una serie de expresiones faciales ligeramente cambiantes revelaron el conflicto interno de Diana. "No quiero monopolizar tu Domingo por la mañana. Si tienes otros planes, puedo irme.” "Si prefieres no quedarte, lo entiendo." Jude bajó la mano y se hizo a un lado para abrir un camino para que Diana escapara. “Sin rencores, solo gratitud por un delicioso desayuno. Fue muy reflexivo, al igual que las disculpas.” Alentada por el ceño XWPColección: Página y Facebook

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fruncido de Diana en conflicto, continuó. "De lo contrario, me complacería contarte más sobre mi emancipación – sobre lo que terminé haciendo para sobrevivir. La cosa es, que esa no es una conversación que pueda tener contigo mirándome desde el otro lado de la mesa. Nunca le he contado a nadie, excepto a Katrina sobre mi pasado, pero incluso a ella ... no todo." Diana parpadeó, mirándola fijamente. "Sabes que no tienes que decirme nada, ¿verdad? Si prefieres mantener tu historia privada, lo entiendo." Teniendo en cuenta lo poco que sabía sobre Diana, Jude sospechaba que eso era cierto. Pero, con el objetivo de predicar con el ejemplo, rechazó la oferta del secreto. "Quiero contarte. Tú preguntaste, estás interesada, estamos follando ... quizás podrías incluso considerarnos amigas?” "Sí. Somos amigas.” La fácil admisión sorprendió a Jude, pero Diana se encogió de hombros sin entusiasmo. "No significa que me debas algún secreto." "Si eso evita otro incidente como el de anoche, estoy dispuesta a compartir algunos." Jude le ofreció la mano una vez más. "Pero en el sofá. Si no te importa." Diana se quedó en silencio un momento y luego dijo, "Está bien." Dejó que Jude la ayudara a levantarse, pero le soltó la mano para caminar hacia el sofá. "Lo que quieras." A ti, en mi cama, la sombra pervertida de Jude suplicó. En mi boca, alrededor de mis dedos ... Se dejó caer en el sofá, sin sorprenderse cuando Diana se pegó contra el brazo opuesto. Bien por ella. Más cerca y podría perder el coraje para lanzarse a una confesión en toda regla. Ella sospechaba que ya había desarrollado demasiado esta conversación. Tal vez Diana encontraría su vergüenza preciosa. La mujer era una trabajadora sexual, después de todo – de algún tipo. Pero y si ella decide que realmente soy una puta? Incluso si es demasiado educada para volver a decírmelo a la cara. "Jude, cariño ..." Diana le lanzó una cálida sonrisa. "En verdad, no tienes que hacer esto." "Lo sé." Jude exhaló, calmando sus nervios. "Pero estás tan impresionada por el dinero que he ahorrado, y por mi capacidad de prosperar con solo un diploma de escuela secundaria ..." Le lanzó a Diana una mirada fugaz y de reojo. "No quiero mentirte. O dejarte creer algo que no es verdad." XWPColección: Página y Facebook

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Diana se apartó del brazo del sofá para acercarse un poco más, su interés visiblemente se despertó. "Como dije ... lo que quieras." Ella se rió entre dientes, luego parafraseó el estado anterior de Jude. "Pero solo si crees que realmente te sentirás mejor después." Jude resopló, mirando las ansiosas manos que se retorcían en su regazo. “Dieciocho años de edad con solo una educación secundaria y sin experiencia laboral real ... no había muchas opciones para mí en ese momento. No es que eso me hubiera sacado del departamento de Katrina e ir a un lugar propio en una cantidad de tiempo bastante decente, de todos modos.” Recordándose a sí misma la línea de trabajo de Diana y todo lo que sabía sobre la mujer, Jude trató de olvidar lo profundo que había dolido escuchar a Diana repetir las acusaciones de su padrastro. “Katrina también era muy joven. Yendo a la escuela, pagar la mayor parte de nuestro alquiler y servicios públicos ... pasé cuatro meses sintiéndome como una mierda de perro por darle otra boca para alimentar, y mucho menos a una jodida adolescente de quien preocuparse. Tan pronto como cumplí los dieciocho años, salí y encontré el trabajo más lucrativo disponible para alguien con mi conjunto de habilidades." "¿Trabajo sexual?" Diana preguntó, con cautela. "Si eso es lo que te preocupa decirme, no lo hagas. Todo está bien. Mientras estuvieras segura al respecto.” "Lo estaba." Alentada, Jude levantó la cara para encontrarse con los ojos de Diana. "Tuve suerte. Follé con una señora mayor un par de veces – por diversión, en realidad – que acabaron consiguiéndome un trabajo en un servicio de acompañantes que una vez ella había frecuentado. En su mayoría acompañé a eventos a hombres mayores ricos, pero ocasionalmente a mujeres. A veces el sexo estaba involucrado. Por lo general no, pero ... a veces. Con clientes masculinos, también.” Esta era la admisión que más había temido hacer, pero Diana no se inmutó. El cuerpo entero de Jude se aflojó. “Katrina lo odiaba. El servicio de acompañamiento me dio mi propio departamento, incluso pagué un título universitario en mercadotecnia, pero ...” Ella dio su impresión de un encogimiento de hombros despreocupado. “Mi prima tuvo una infancia como la tuya. Ella siempre tuvo padres a los cuales recurrir, así que ... a veces no entendía mis opciones. Pero ella me amaba.” La sonrisa de Jude se suavizó en algo más genuino. " Me ama." "Jude, cariño ..." La garganta de Diana trabajó, atrayendo la atención de Jude hacia la elegante columna de su cuello. "No hay vergüenza en sobrevivir. Sin embargo elegiste seguir adelante después de dejar la casa de tus padres ... era tu cuerpo y tu

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decisión. Solo espero que nadie te haya lastimado y que hayas disfrutado el trabajo hasta cierto punto." "Sufrí a través de un sexo bastante terrible, pero nadie me lastimó." Jude sonrió. “Además, la experiencia me ayudó a prepararme para mi nueva incursión en follar por dinero. Gracias a Dios, también, porque la paga es generosa y los beneficios ... fuera de este mundo." Diana palideció. "Mierda. Qué pensó Katrina de que yo te contratara? Ella parecía bastante amigable las veces que hemos hablado, pero ... " Ella se preparó. "Me odia?" "No. Ella pensó que era fantástico. Al principio, supusó que eras una maestra de arte que me había contratado para modelo de desnudos, lo que pensó que era maravilloso y que estaba muy lejos de ‘lo que solía hacer’. Cuando le expliqué sobre los talleres, ella todavía estaba entusiasmada. Realmente dijo que sonaba como un trabajo ideal." "Me siento aliviada al escuchar eso." La postura de Diana se relajó un poco. "Odiaría que alguien te avergüence o te apene del sexo que has tenido. Incluyéndome." "Gracias." Agitada por el inconfundible auto reproche en la voz de Diana, Jude se acomodó en el cojín del sofá de en medio. "Ya te perdoné, ¿recuerdas?" "Lo recuerdo. Desafortunadamente, no me he perdonado del todo.” Las pestañas de Diana se agitaron rápidamente, y luego, cuando una lágrima escapó, cerró los ojos. "Llegaré allí. Lo admito, ahora que sé ...” Ella exhaló y luego volvió a empezar. “Aprecio que compartas tantos detalles íntimos sobre tu vida. Eso ayuda. Espero ... espero que esta conversación también te ayude.” Parpadeó para revelar los impresionantes ojos azules que Jude adoraba y una sonrisa que le abrió el corazón. "Me contaste de tu pasado, y nada catastrófico sucedió como resultado. Por el contrario, siento que te conozco en un nivel más profundo ahora. Y tengo una imagen más completa de que palabras y acciones no pueden estimularte sexualmente. Eso será enorme, en el futuro.” La sonrisa de Diana se ensanchó ansiosamente. "Los próximos talleres probablemente serán intensos. La comunicación lo es todo.” "Cierto. Estoy de acuerdo.” Jude se enderezó, preguntándose si Diana podría elegir revelar algún detalle íntimo propio. Era obvio que su pasado no habían sido todos los momentos felices ni padres que la apoyaban financieramente. Algún tipo de trauma o tragedia estaba enterrado en la historia de Diana, alguna persona o evento que la había amargado con la idea de salir con alguien. Probablemente la ex novia que ella había mencionado – Janine.

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Jude anhelaba saber qué había pasado entre ellas, exactamente, para hacer que Diana renunciara al amor y al romance para siempre. Entender la fuente de esas cicatrices ayudaría a Jude tanto como su propia historia sórdida había iluminado a Diana. Dejando caer una pista, reiteró, "En el futuro, la comunicación es clave. Estoy encantada de que finalmente estemos en un punto en el que podamos estar abiertas entre nosotras.” "El taller del próximo fin de semana cubre las nalgadas, la disciplina y la dinámica de poder." Diana se acercó un poco más, acelerando el ritmo cardíaco de Jude. "Incluso si no estás en el lado receptor, imagino que tus recuerdos de haber sido golpeado con ira podrían afectar tu capacidad para divertirte con lo que estamos haciendo, aunque sea consensual. ¿Estás segura de que te sentirás cómoda pegándome?” "Nalgadas. Hay una diferencia." "Tienes razón. Ahí está.” Diana se detuvo para estudiar la cara de Jude. “Mi objetivo es que nunca más tengas que usar tu palabra clave conmigo. Además, para que te sientas lo suficientemente segura como para optar por no participar en cualquier acto que no te emocione probar. No te dejaré sufrir por ningún sexo terrible por mi culpa." De manera realista, Jude estaba emocionada de hacer casi todo con Diana. Incluso ser tomada sobre su rodilla no parecía totalmente fuera de cuestión. Debido al límite de tiempo en su relación sexual, una parte de Jude se sentía ansiosa por tomar cualquier cosa y todo lo que pudiera conseguir. Pero por respeto a Diana, consideró la pregunta a fondo antes de responder. "He golpeado mi parte justa de culos, ya sabes. Sobre todo cuando se monta o se folla a una mujer por detrás ... y es sexy, sin duda. Más de unas pocas mujeres me han pedido que las nalguee. Nunca en realidad ‘administré disciplina’ ... como si nalgueara a alguien con el único propósito de imponer una dinámica de poder." Respiró hondo y admitió, "Aquí está la cosa. He pensado en nalguearte más de una vez desde que me dijiste qué temas estaríamos cubriendo. Lo he pensado mucho, ya sabes, durante mi tiempo de soledad muy especial ... “ Sonrió ante el divertido bufido de Diana. "Y te lo juro ... esas fantasías me ponen muy, muy mojada." "En mi experiencia, cariño, todo te pone muy, muy mojada." Jude abrió la boca para decir una respuesta sin pensar pero se detuvo justo a tiempo. Probablemente no debería admitir que nunca me he puesto tan mojada con nadie. "¿Qué puedo decir? Me encanta el sexo."

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“Sin embargo, hay una clara diferencia entre la fantasía y la realidad. No es raro que algunas mujeres se entretengan con fantasías sobre perder el control ante un amante poderoso o incluso violento, pero eso no significa que realmente quieran ser violadas o lastimadas en la vida real.” Diana estudió su rostro con seriedad. "En cualquier caso, preferiría que no descubriéramos tu aversión a esta actividad en particular durante la clase." "¿Qué sugieres?" El estómago de Jude se agitó. "No estoy de humor para otra aventura de una noche esta semana. Sinceramente, comencé mi período esta mañana, así que estoy un poco antisocial." "Tiempo impecable. Bien hecho." "Aw, caramba." Jude se frotó el abdomen, haciendo una mueca. "Me alegro de que alguien sea feliz." "Si tus calambres no son demasiado dolorosos ..." Tosiendo, Diana se acercó aún más. “Podríamos revisar el plan básico de la lección. Ya sabes, ya que tendrás que demostrar mis técnicas sugeridas. Dada tu falta de historia con este tipo de juego, estoy pensando que este taller requerirá más preparación en nuestras partes que los anteriores." "¿Qué estás pensando?" Jude se humedeció los labios y maldijo a sus ovarios por obstaculizar una disposición ideal que de otro modo podría transformar potencialmente su asociación orientada hacia el trabajo en algo – cualquier cosa – más. "¿Que en realidad debería nalguearte, aquí mismo en mi sofá, para practicar?" Diana se sonrojó, volviéndose de un rosa intenso desde su frente hasta la tentadora porción de pecho revelado por su camiseta con cuello en V. "Nos dejaría saber de antemano si deberías quedarte fuera de esto." Su piel prácticamente brillaba, rosada con aparente mortificación. "Si estás abierta a una breve lección completamente vestida, me sentiré mucho mejor con respecto al próximo Sábado, una vez que confíe en que también lo pasarás bien." Jude quería decirle a Diana que siempre lo pasaba muy bien cuando estaban juntas, lo cual era cierto, pero Diana seguramente respondería argumentando que la noche anterior demostró lo contrario – técnicamente – también era cierto. Sin embargo, Jude no estaba dispuesta a rechazar la oportunidad de tocar a Diana en cualquier lugar, y mucho menos en su delicioso trasero. "Por supuesto. Podemos hacerlo, si quieres.”

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"Lo quiero." Diana le lanzó una mirada de soslayo. "No me molesta ya que me siento mal por mi comportamiento, y avergonzada, y como si mereciera ser castigada." Jude frunció el ceño. "No te voy a golpear, recuerdas? Incluso si me lo pides.” Diana asintió, luego se puso de pie. "Por supuesto. Pero te pediré que seas firme. Es parte del plan de la lección, así que si eso te hace sentir incómoda – “ "Diana, no te voy a dejar plantada. ¿Incluso tienes otra asistente disponible este fin de semana?” "Puedo encontrar una si la necesito." Los ojos azules de Diana no traicionaron ninguna emoción mientras se acercaba a Jude, aparentemente esperando una invitación en su regazo. “Recuerda, sin resentimientos. Nos volveremos a reunir en el próximo taller. Sexo con consolador de correa ... me imagino que no tendrás ningún problema en ninguno de los dos extremos de esa ecuación." "Tienes razón, no lo tengo." Aunque Jude deseaba que simplemente pudieran saltar adelante una semana, estaría condenada si no cumpliera con su contrato original. Dándose palmaditas en los muslos, Jude le hizo un gesto a Diana con un movimiento brusco de la barbilla. “Tampoco estoy convencida de que tenga problemas con esta lección. ¿Por qué no traes tu trasero sexy aquí para que podamos averiguarlo?” La mano de Diana se deslizó hacia la mejilla de Jude, acariciando tiernamente. “Comenzaremos la lección con nalgadas en la posición clásica sobre la rodilla. Muévete un poco en el cojín central, cariño. Deja espacio para trabajar.” "Sí, señora," Jude dijo instintivamente. Ella hizo una mueca mientras se movía hacia el lugar que Diana le había indicado. "Lo siento, viejos hábitos. Lo que quise decir fue ‘que sí, no hay problema’.” "Relájate." Diana estaba claramente tratando de calmarla, a pesar de que parecía estar muy lejos de calmarse. "Durante la clase, te pediré que me quites los pantalones antes de ponerme en posición – pero los dejaremos puestos para esta demostración." "Entendido," Jude murmuró, luego aspiró una bocanada de aire cuando Diana se arrastró por su regazo para asumir una postura boca abajo sobre sus muslos tensos. Su trasero redondo y vestido de mezclilla se detuvo a una distancia perfecta de la mano de Jude, haciendo que sus dedos se contrajeran ante la anticipación de la primera, experimental nalgada. “¿Te estoy disciplinando por alguna razón en particular? ¿Solo

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porque te pone mojada la vagina?” Jude aclaró su pregunta. "En la clase, quiero decir. Sé por qué te estoy nalgueando hoy.” Diana inhaló audiblemente. "Depende de ti. No necesariamente tenemos que dar una razón, aunque podría ayudar a inspirar cualquier conversación obscena que quieras hacer. Personalmente, me diré a mí misma que es por dejar que mi inaccesibilidad emocional dañe a las personas que me rodean ... pero preferiría no compartir esa historia de fondo con las estudiantes." “Te diré qué, pasaré la semana pensando en ello. Me estoy inclinando para castigar tu actitud de mierda por cumplir los cuarenta, junto con un gran remedio de ‘deja de tratarme como a una niña’.” Jude colocó su mano sobre el tentador trasero de Diana, pero no hizo contacto. "¿Puedo tocar tu trasero? Poner mi mano en él, eso es todo." "Claro." A pesar de dar permiso, Diana se sacudió ligeramente ante la simple presión de la palma de Jude. "Vamos a empezar lento y no terriblemente fuerte. Asegúrate de mantener el arco de desplazamiento entre tu mano y mi nalga nítida, firme y con un verdadero arco. Con eso quiero decir que tu movimiento debe ser ovalado o circular en dirección. Con la finalidad de que tu mano llegue con un poco de movimiento hacia arriba cuando conecte con mi nalga. Use tu otra mano – y tu brazo – para mantener mi cuerpo bajo tu estricto control. Si me retuerzo, mantenme quieta. Dime que me quede quieta.” Ella miró por encima del hombro, atrapando la mirada de Jude con una sonrisa alentadora. “Ahí es donde entra en juego la dinámica del poder. Las nalgadas deben aumentar en intensidad hasta que hayas puesto la piel roja. No te detengas hasta que te lo suplique. ¿Aún crees que puedes manejar esto?” En lugar de responder, Jude retiró su mano y, concentrándose en su arco de desplazamiento, lanzó una fuerte nalgada contra la parte inferior de la nalga derecha de Diana. "Definitivamente. Tú puedes?” Siguió con un fuerte golpe en la otra nalga. "Demasiado, o está bien?" Diana se quedó sin aliento. “No demasiado, pero ... un poco más suave para comenzar cuando estemos en clase. Es posible que algunas de estas mujeres deban introducirse gradualmente en el concepto.” Saltó al siguiente golpe, a pesar de que fue la mitad de la fuerza del último. "Excelente. Eso sirve." Alternando las nalgas, Jude dio una palmada tras otra en el trasero cada vez más sensible de Diana. Su brazo izquierdo naturalmente se posó entre los hombros estrechos de Diana, lo que le permitió sujetar el cuerpo retorciéndose sobre su XWPColección: Página y Facebook

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regazo. "Te duele? ¿Eh?” Jude se detuvo, fingiendo el cese del castigo de Diana. "Como tu me lastimaste?" "Sí," Diana dijo. Jude se detuvo para confirmar. "¿De verdad? ¿Quieres que me detenga?" "No." Diana nunca había sonado tan desesperada. "Quiero decir, lo estás haciendo bien. ¿Cómo te sientes?” "Maravillosa." Ella golpeó a Diana por última vez, la nalgada más cruel de todas. Luego Jude se sentó, escuchando a Diana levantarse para recuperar el aliento y notó la insistente presión hacia atrás del indudablemente adolorido trasero contra su mano hormigueante. Quería más que nada deslizar sus dedos en la grieta erótica entre los muslos cerrados de Diana y comprobar la reacción a su actuación, pero logró resistirse. Pero aún así, necesitaba saber. "¿Estas mojada?" “Durante el taller, te dejaré comprobarlo por ti misma. Por ahora, puedo asegurarte que sí ... estoy goteando extremadamente." "Yo también." Jude se retorció bajo el tembloroso peso de Diana. "No te preocupes por mí y las nalgadas, de acuerdo? Estoy bastante segura de que disfruté esto demasiado." "No hay tal cosa." Diana parecía aliviada por la crítica positiva. "Si está bien, creo que me voy a sentar ahora." Entusiasmada de que incluso se había molestado en preguntar, Jude dijo, "Por supuesto." Levantó el brazo que había tendido sobre los hombros de Diana, y luego la mano que aún descansaba sobre su trasero. "Lo siento." "¿Por qué?" Diana se soltó de su regazo, retirándose para sentarse a su lado una vez más – mucho más cerca esta vez. "Estuviste fantástica." "Me alegra que lo pienses. Tengo muchas ganas de jugar así de verdad." "’¿De verdad?’ ¿Como cuando también puedes meterme el dedo?" Diana le dio una sonrisa de complicidad. "Si es así, eso nos hace dos." Jude exhaló, abrumada por su implacable deseo por la mujer en su sofá. Con miedo de erosionar aún más sus límites lentamente desmoronados – y aterrorizada por su

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impulso de lanzar un martillo y zambullirse – Jude miró la alfombra para proteger lo que había estado tratando de respetar. "Entonces, uh ... tienes algún plan para el resto del día? ¿Vas a ver a Ava?” "Voy a ver a Ava, sí, para cenar. Hasta entonces ... ” La sensual forma de hablar de Diana atrajo la atención de Jude hacia su rostro. "Puede que me vaya a casa por algún tiempo a solas muy especial." "¿Ah, sí?" Incapaz de sostener su mirada, Jude miró la mancha más obstinada que había sufrido su alfombra – vino tinto derramado por una ebria invitada durante la noche, cuyo nombre no podía recordar. "Qué casualidad." "De hecho." Diana se frotó las manos, luego balanceó su peso hacia adelante para señalar su inminente partida. "No es que necesites mi permiso, pero por favor siéntete libre de imaginar lo que podría estar haciendo en mi lado de la pared de nuestra habitación. Solo sabiendo que estás pensando en mí, pensando sobre ... “ Tartamudeó, las mejillas inundadas de color. "Sobre tu ... bueno, mierda. Soy legítimamente la peor en todo esto de no enviar señales mixtas. ¿No es así?” "Estás bien," Jude dijo lo más alegremente posible con su corazón haciendo la imitación de un solo de batería de Buddy Rich. "Estamos bien, y estás bien." Se lanzó de un precipicio metafórico, saltando incluso sin fe. "¿Te gustaría quedarte? Podríamos masturbarnos juntas. Mutuamente. Individualmente, por supuesto ... que se encuentran en la misma habitación.” Respondiendo al argumento que Diana todavía no había presentado, Jude formó el caso más sólido que pudo cuando estaba cachonda y bajo presión. "Ya hemos pasado de puntillas una línea hoy. ¿Por qué no otra?” Durante medio milisegundo, Diana parecía tentada por la oferta. Pero rápidamente sacudió la cabeza y se puso de pie. "Porque no podríamos parar. Podríamos perder las huellas de esas líneas por completo." "¿Todavía estás convencida de que eso sería tan malo?" "No sería bueno." Diana le dirigió una sonrisa triste y se apartó del sofá, hacia la puerta. "Particularmente para ti. Así que ... disfruta de esa comida sobrante. Y tu tiempo a solas, si decides tenerlo.” "Oh, lo estoy teniendo." Decepcionada por la rápida retirada, Jude no se censuró. "Tan pronto como te vayas, voy a mi habitación, me quitaré la pijama y sacaré mi consolador favorito. Planeo frotar mi clítoris y follarme por lo menos durante una XWPColección: Página y Facebook

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hora, como mínimo. Eso es más o menos el tiempo que normalmente me lleva para avanzar hacia un clímax lento cuando tengo tiempo de dejar que mis fantasías se desenfrenen." "Desde el fondo de mi corazón frío y negro, te agradezco la encantadora imagen de despedida," Diana dijo. Cuando Jude se levantó para acompañarla, ella le rogó que se quedara con una mano levantada y una mirada suplicante. "No es necesario que me acompañes. Yo solo ... " Levantó el pulgar por encima del hombro, casi golpeando el marco de la puerta con el que estaba a punto de chocar caminando hacia atrás. "Me voy." Se giró en redondo, luego luchó torpemente con la puerta antes de finalmente abrirla con palpable exasperación. "Gracias por la hospitalidad, Jude. ¿Nos vemos?" Ella se había ido antes de que Jude pudiera respirar para contestar.

CAPÍTULO TRECE Jude buscó el consejo de Katrina la noche siguiente, una señal segura de que el desayuno con su terapeuta sexual favorita había perturbado no solo su estado emocional, sino también su habitual disgusto por admitir que no sabía qué hacer. Como la relación entre ella y Diana estaba tan ligada al sexo pagado, había dudado en seguir hablando del tema con su prima. No era que no valorara las opiniones de Katrina, porque el noventa por ciento de las veces, eran de oro. Sin embargo por lo compasiva y bien intencionada que solía ser especialmente en los últimos tiempos, Katrina tenía un carácter ocasionalmente crítico. Ese yo en la sombra salía con mayor frecuencia durante las discusiones sobre la vida sexual de Jude o antecedentes laborales anteriores, y siempre la hacía sentir lo más bajo que hay. Siempre era posible que a ella no le gustara lo que Katrina tuviera que decirle, y cualquier conversación que pudieran tener podría dejarla aún más retorcida por dentro.

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Pero esto con Diana, sea lo que fuere, era mucho más profundo que el sexo. Su conexión, por débil que fuera, ya se sentía mucho más intensa que la que Jude había forjado con las amantes del pasado – incluidas las dos con las que había salido durante un largo tiempo. Nunca antes se había enamorado tanto, y nunca por alguien tan absolutamente decidida a no devolverle sus sentimientos. La sensación la excitaba y aterrorizaba en igual medida, y todo lo que Jude sabía con certeza era que nunca desharía el lío que había hecho de su vida amorosa sin buscar una opinión ajena. Rezando para que Katrina comprendiera que esta no era otra de sus aventuras enloquecidas por el sexo, Jude le sirvió a su prima una rebanada de pizza de la caja que había dejado sobre la mesa de café frente a ellas, y luego se lanzó directamente a la razón de su improvisada visita. "Estoy en un gran problema, Kat. No se que hacer." "¿Qué tipo de problema?" Katrina dio un buen mordisco a su pizza vegetariana, doblando sus piernas debajo de ella. "¿Chica o dinero?" Jude frunció el ceño mientras mordisqueaba su propia rebanada. A pesar de que estaba tentada de objetar las suposiciones de Katrina, ambas sabían muy bien que la pregunta estaba arraigada en la realidad. "Mujer." "Ah." Katrina le dio una sonrisa de complicidad. "Te refieres a Diana." No impresionada por la deducción, Jude puso los ojos en blanco. "Por supuesto que Diana." "Todavía loca por ella?" "No tienes ni idea." Jude exhaló un suspiro, luego arrojó la rebanada de pizza a la caja abierta y se dejó caer contra el sofá. "Ella me llevó el desayuno el Domingo. A mi departamento.” Katrina arqueó una ceja. "Oh, de verdad?” "Para disculparse, nuevamente, tuve que usar mi palabra clave con ella el Sábado por la noche. Se había sentido súper culpable por todo el asunto, aunque no era culpa suya. Como ... lo suficientemente culpable para que ella me hubiera dejado nalguearla en ese momento. En mi sofa." Los ojos de Katrina se ensancharon y su boca se abrió. "Ella ... qué?” Consciente de cómo esa bomba había aterrizado sin ningún contexto, Jude dijo, “El taller del próximo fin de semana es sobre nalgadas, disciplina y dinámicas de XWPColección: Página y Facebook

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poder. Estaba preocupada de que pudiera tener un problema con el tema, aunque le había dicho desde el principio que, si bien no me siento cómoda siendo nalgueada, estaría bien en el papel de disciplinaria. De todos modos, ella sugirió que practiquemos con anticipación. Fue el contacto más sexual que hemos tenido fuera del aula. Ella lo había prohibido antes, enfáticamente.” "¿Qué hizo ella exactamente?" La cara de Jude se calentó ante el recuerdo. "Bueno, primero se recostó boca abajo en mi regazo, y luego – " "Para que utilices tu palabra clave." Katrina detuvo el recuento de Jude con una mano levantada. "A eso me refería." "Oh." Ruborizándose aún más, Jude se encogió de hombros con una débil impresión de indiferencia. "Me llamó una puta. Como parte de este juego de roles que estábamos haciendo, pero aún así ... demasiados matices de Travis. A ese imbécil le encantaba lamarme puta, por lo general cada vez que sentía la necesidad de pegarme. Odiaba la palabra incluso antes de saber lo que significaba. Odiaba cómo me hacía sentir." "Jesús." Katrina dejó su plato para poner una mano en la rodilla de Jude. "No tienes idea de lo mucho que desearía haberte salvado del marido psicótico de tu madre. Si lo hubiera sabido ... te habríamos sacado de esa casa mucho antes." "No estoy segura de que pudieras haber manejado el cuidado y la alimentación de una adolescente jodida antes de cumplir los veintidós años." Jude le hizo un guiño para asegurarle a Katrina que no guardaba rencor sobre el momento de su rescate. "Honestamente, está bien. Quiero decir, apestaba, pero estoy bien. Excepto en raras ocasiones, supongo que ... como ese intercambio en particular con Diana." "Lo siento, Jude. Da asco que algo así surja durante el sexo. Estoy segura de que se sintió aún peor porque tenías espectadores." "Y que lo digas." Jude miró su pizza, con el estómago retorciéndose inquieto. "La parte más extraña de las disculpas de Diana – " "¿Más extraño que pedir ser nalgueada?" Jude se rió entre dientes. "Ella admitió estar celosa de esta mujer que llevé a casa la semana pasada y dijo que parcialmente manejó su diálogo durante nuestro juego de roles. Por eso se sintió tan mal por todo esto.”

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Cuando Katrina simplemente alzó una ceja, esperando más, Jude continuó. “Ella sigue diciendo que no quiere enviar señales mixtas, pero eso es literalmente todo lo que hace. Me dijo que odiaba oírme follar a otra mujer, y me llevó el desayuno, y me dejó ponerla sobre mis rodillas y nalguearla ... en mi sofá, en mi departamento – después de insistir, repetidamente, que nunca debemos tocarnos fuera de la clase.” Ella se dejó caer en su asiento, suspirando. "No entiendo. ¿Por qué hacer eso?" "Tal vez te está tomando en cuenta." Katrina inclinó su cabeza pensativamente. "¿Diana ha indicado que su postura respecto a las citas podría estar evolucionando?" "Ella no quiere salir conmigo." Jude sacó su labio inferior. "Ni siquiera quería masturbarse en la misma habitación que yo." "¿Le pediste que lo hiciera?" Las cejas de Katrina saltaron. "Esta fue una cita increíble para el desayuno." "Solo después de que ella anunció su plan para irse a casa y masturbarse – luego me invitó a pensar en ella si elegía seguir su ejemplo." Jude levantó las manos, impotente para explicar el impacto del inescrutable comportamiento de Diana. "¿Cómo se supone que debo sentirme sobre esto?" "No lo sé. ¿Cómo te sientes?” "Asustada." Jude se sorprendió a sí misma con la respuesta instantánea, luego con las lágrimas que se juntaron ante el simpático ceño de Katrina. "Emocionada, nerviosa, cachonda ... incluso optimista, en ocasiones. Como cuando se disculpó ... por haber reconocido tan claramente mis sentimientos, y luego asumió la responsabilidad de su parte en lastimarlos ... " Su respiración se enganchó. "Me sentí escuchada, vista y respetada de una manera que nunca había tenido antes." "Eso es maravilloso." Katrina le dio una sonrisa alegre. "¿Cierto?" "Lo sería si no estuviera convencida de que Diana me romperá el corazón algún día. Aceptar este trabajo con ella fue la maniobra más descabellada que jamás haya realizado." "Tal vez, pero quién dice que no saldrá todo exactamente de la manera que tú quieres, al final?" Katrina le dio una palmadita en la rodilla con apoyo. "De algún modo." "No puedo dejar de pensar así." Jude miró al techo, un intento inútil de recordar las lágrimas que se aferraban a sus párpados inferiores. "Por mi propia cordura, tengo que XWPColección: Página y Facebook

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aceptar lo que dice Diana. Ella no quiere tener nada que ver conmigo románticamente, independientemente de lo que diga cuando está celosa o excitada." "De acuerdo. No te hagas ilusiones.” Katrina frotó el brazo de Jude, luego recogió su pizza sin comer y mordió un trozo. "Todo lo que digo es que no creo que sea imposible. Diana decidirá que vales el riesgo. Si ya ha comenzado a doblar sus propias reglas en menos de un mes, es probable que esté tan en conflicto con sus sentimientos como tu con los tuyos." "Dudoso," Jude dijo, pero sin convicción. ¿Qué significaba para Diana luchar con el sexo que Jude tenía en su tiempo? Potencialmente nada. Era posible sentir celos por alguien que en realidad no querías ... ¿no es así? "Nunca terminaré el resto de esos talleres si me permito pensar así." Se calló, cerrando los ojos para ahuyentar el dolor de cabeza que amenazaba con estallar. "Sabes, estoy realmente tentada a renunciar. No quiero arruinarla ni nada, pero ... tampoco quiero arruinarme a mí misma." "Tal vez deberías, si así es como te sientes." La mano de Katrina volvió a su lugar en la rodilla de Jude. “A menos que, por supuesto, pienses que ella merece el riesgo. Si es así ... tal vez debas seguir adelante. Mantener una dosis saludable de pesimismo, pero ver qué pasa.” Diana valía la pena el riesgo? ¿Incluso cuando las probabilidades de que se convirtieran en una pareja de verdad estuvieran en algún lugar cercano a cero? "Obviamente estoy llena de mierda. Sabes que no puedo renunciar. Si hay la más mínima posibilidad ... " Jude no se permitió completar el pensamiento equivocado. "No quiero parar. ¿Cómo podría, cuando el sexo es incluso mejor que el dinero?” "¿Crees que Diana tiene alguna idea de cómo te sientes?" "Creo que la tiene. No he mantenido exactamente mi atracción en secreto.” Al abrir los ojos, Jude giró la cabeza hacia un lado para encontrarse con la preocupada mirada de Katrina. "Puede que no se dé cuenta de que estoy enamorada de ella, pero que me siento atraída y básicamente encaprichada. Sí, ella lo sabe.” "Ava me dice que su mejor amiga es una mujer humana, compasiva y de buen corazón – aunque esté turbada por alguna relación anterior atroz – así que, por qué no darle a Diana el beneficio de la duda y asumir que la próxima vez que la veas, se disculpará por las señales mixtas o sino se dará cuenta de querer más de ti de lo que pensó al principio?” Katrina extrajo una risita de Jude con su sonrisa tonta y encantadora. “De cualquier manera, mereces saber si los límites que ella estableció para ustedes dos siguen en pie. Asegúrate y llámala si no se ocupa de las líneas borrosas en su XWPColección: Página y Facebook

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departamento. Sé clara acerca de tus propios límites. Puede que te esté pagando, pero eso no significa que pueda escribir todas las reglas." Jude asintió, impresionada por la fuerza de ese consejo. "Tienes razón. Gracias." No por primera vez, apreció el inquebrantable sentido de sí misma de Katrina con respeto que bordeaba la admiración. "Muy en serio, Kat ... algún día espero crecer para ser como tú. ¿Cómo es que siempre tienes las cosas claras? No me extraña que pienses que estoy jodida." "Jude." Katrina la golpeó en el estómago. "No creo que estés jodida. Nunca lo hice.” Su expresión se suavizó con aparente remordimiento. "Lo siento si la estúpida mierda que he dicho a lo largo de los años te ha hecho sentir de otra manera." "Aprecio eso." Demasiado agotada para ser cualquier cosa menos delicada, Jude admitió, "Porque, sí, algo de esa estupida mierda fue hiriente. También es injusto cuando consideras la vida que he podido formarme para mí misma – incluso si es mediocre, en el mejor de los casos." "Detente." Katrina parecía cada vez más angustiada por su implacable autodesprecio. "Si ayuda, mis cosas no están tan claras en estos días." Hizo una pausa, sin darse cuenta creando suspenso por cualquier revelación que pareciera renuente a hacer. "Al igual que hace unos días me involucré en un comportamiento descaradamente poco profesional ... con un cliente." Después de un instante, ella gimió. "Con Ava." "Oh, mierda," Jude murmuró, atrapada en algún lugar entre la sorpresa, la diversión y el orgullo. "¿La besaste?" "Sí." Katrina miró a la distancia, presumiblemente transportada por el recuerdo de su transgresión. "Y – " "Y?” Lo único más brillante que las ardientes mejillas de Katrina era su semblante radiante. "Y ... la masturbé. Con mi mano." Como eso era literalmente la última cosa que había esperado escuchar de su prima bicuriosa pero de inclinación heterosexual y vagamente conservadora, Jude tuvo que negar con la cabeza para procesar la divulgación con cierta medida de coherencia. "¿Tú ... masturbaste a Ava?” Katrina se estremeció, humillada por su incredulidad o por su franco nombramiento del acto. "No quise hacerlo. Simplemente pasó." XWPColección: Página y Facebook

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“El frotar de clítoris no simplemente sucede." Jude se burló, encantada de finalmente estar en el otro extremo de esta conversación. "Cuéntamelo todo. No escatimes ningún detalle. Exijo saber cómo Ava te convenció para pasar de nuestro lado. Pensé que habrías jurado dejar de salir con mujeres para siempre.” "Lo hice ... a menos que apareciera la indicada." Jude se enderezó ante la implicación. "¿Estás diciendo que Ava es la indicada?" "Creo que es demasiado encantadora para sus 50’s, pero ... no puedo negar que el tiempo que paso en compañía de Ava es lo más destacado de mi día. Consistentemente, día tras día.” Katrina se disolvió en una sonrisa pegajosa. "A pesar de su terca obstinación." Jude parpadeó, sin estar acostumbrada a escuchar a Katrina hablar sobre un interés amoroso con un afecto tan descarado. "En serio te gusta esta mujer." "No debería." Katrina hizo la declaración como para convencerse a sí misma. "Pero ... creo que lo hago en serio." "¿Cómo se siente Ava?" "De igual manera." Katrina pasó de tener los ojos soñadores al arrepentimiento como si se hubiera pulsado un interruptor. "Lo siento. Esto es increíblemente insensible, ¿no es así? Debería haber esperado para decírtelo, pero me estoy volviendo loca por las implicaciones éticas. Aún así ... no quieres escucharme hablar de enamorarme de una mujer mayor. No esta noche." Jude negó su envidia con un ademán brusco de la mano. "No seas ridícula. Me hubiera enojado si no me lo hubieras dicho.” Ella sonrió con una sonrisa que deseaba poder sentir. "Ahora deja de esquivar mi pregunta. ¿Cómo encontró tu mano su camino entre las piernas de Ava?” Katrina murmuró en voz baja pero no esquivó el interrogatorio. “Llegué a nuestra cita del Lunes veinte minutos antes de lo previsto. Era la primera vez que me presentaba tan temprano, así que tiene sentido que ella no esperaba que entrara." "Suena como la premisa de una película porno bastante estelar para mí."

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"Eso es exactamente como lo sentí, también. Excepto… más íntimo. Y sin las tetas falsas.” Katrina se humedeció los labios con la punta de la lengua, Jude lo supuso inconscientemente. "Le envié un mensaje en mi camino subiendo las escaleras, luego usé la llave que me había dado ... y allí estaba ella, tumbada en la cama ... con los pantalones de la pijama alrededor de la parte superior de los muslos, los dedos trabajando su clítoris ... " Ella se estremeció. "Ella nunca me escuchó entrar, y una vez que estuve lo suficientemente cerca como para ver lo que estaba interrumpiendo ..." Katrina se lamió los labios y susurró, "Me congelé. Simplemente me quedé allí mirando.” "¿Cuánto tardó ella en notarlo?" Resentida o no, Jude necesitaba que se resolviera este suspenso. "¿Y cuál fue la reacción cuando lo hizo?" "Sus ojos estaban cerrados, así que ..." Katrina ocultó sus propios ojos detrás de su mano. "Fue un error total e imperdonable, pero ... debo haber estado observando durante más de un minuto, tal vez cerca de dos, antes de decidir que tenía que decir algo." "¿Qué dijiste?" Jude no podía creer que Katrina se hubiera tropezado inadvertidamente con la fantasía de sus sueños. "Perra suertuda." "Dije que lo sentía mucho." Jude puso los ojos en blanco. "¿Esa es tu gran y seductora línea de apertura? 'Lo siento mucho'?" "¡Por supuesto! Solo sabía que Ava estaba a punto de abrir los ojos y descubrirme a los pies de su cama, mirando como una desgraciada. Así que estuve ensayando una disculpa en mi cabeza todo el tiempo, convencida de que necesitaría una en verdad extraordinaria.” Katrina se mordió el labio inferior y luego se descubrió la cara para encontrarse con la mirada inquisitiva de Jude. “El suspenso era insoportable. Después de un tiempo, no pude soportarlo más. De repente, estaba balbuceando acerca de cuánto lo lamentaba – y ella estaba gritando. Solo un poco." "Ella gritó?" Jude agarró la rebanada que había abandonado, finalmente se distrajo lo suficiente de sus propios problemas para atender su estómago. "Maldita sea. Espero que los vecinos no hayan escuchado." "Su susto duró bastante poco." Katrina se rió entre dientes. "Gracias a dios." Jude le hizo un gesto para que continuara. "Y entonces?” XWPColección: Página y Facebook

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"Desafortunadamente, se sobresaltó bastante violentamente con el sonido de mi voz. Le lastimó la espalda tan fuerte que sus ojos se llenaron de lágrimas y no podía moverse, ni siquiera para subirse los pantalones ... o realmente para preservar su modestia de alguna manera.” Katrina bajo la mirada, indudablemente avergonzada por la consecuencia particular de su voyeurismo. "Me sentí tan mal por todo el asunto, ni siquiera pensé ... simplemente corrí a su lado. Ella estaba más allá de la mortificación, como estoy segura de que puedes imaginarte. Cuando le pedí permiso para volver a ponerle los pantalones, me dijo que necesitaría un minuto antes de poder moverse. Así que nos sentamos juntas, en la cama – Ava desnuda debajo de la cintura, ambas mortificadas – mientras esperábamos a que se recuperara. Cuando finalmente volvió a hablar, fue para disculparse ... hacia mí. Profusamente. Estaba aterrorizada de que me sintiera incómoda con ella o decidiera irme.” “¿Cómo renunciar?” Al imaginar la escena, Jude experimentó una oleada de simpatía por la mejor amiga de Diana. "Pobre Ava. Desde las máximas alturas hasta lo más bajo – todo en menos de un minuto, o tal vez cerca de dos." Katrina reaccionó al comentario burlón al golpear el muslo de Jude con el pie. "Lo sé, ¿verdad?" Su boca se torció, señalando su llegada al momento decisivo de su historia. "Para resumir, en algún punto entre tranquilizar a Ava que no tuve ningún problema en absoluto con la vista de su vagina desnuda y darme cuenta de que había agarrado su mano en algún momento y la estaba sosteniendo ... la besé. Principalmente para evitar que las dos nos disculpemos más." "¿Supongo que te devolvió el beso?" Jude cruzó los brazos sobre su pecho, protegiendo su corazón de su necio deseo de compartir un momento tan dulce con Diana. "Ella lo hizo." "¿Con la lengua?" Emocionada por el tímido asentimiento de Katrina, Jude le golpeó el bíceps en broma. "Donjuán." Katrina se carcajeó de la risa. "¡Muy cerca!" Una vez que sus risas cesaron, ella se reclinó contra el brazo del sofá con un profundo suspiro. "Así que hicimos eso por un tiempo. Honestamente no puedo decir cuánto tiempo. Y…" Ella hizo una mueca, sonriendo con arrepentimiento. "Fue increíble. De lejos, la mejor sesión de besos que he tenido en ... jamás."

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A pesar de su inminente angustia, Jude no podía no celebrar la descabellada revelación de Katrina. "Eso es increíble, Kat. No podría estar más feliz por ti.” Para que Katrina no piense que lo haya olvidado, Jude le dio un codazo en el costado. “Ahora, al clímax literal de tu maldita historia ... te ofreciste terminarla? ¿O fue idea de Ava?” La sonrisa tímida de Katrina se amplió exponencialmente. "Bueno ... me ofrecí. Pero solo después de… ” Enterró su rostro en sus manos, vibrando de avergonzada alegría. “Ella hizo este comentario sobre lo cerca que había estado, pero cómo podrían pasar un par de días antes de que pudiera físicamente terminar lo que había comenzado. Ya que todo era mi culpa, para empezar… le dije que podía ayudarla, si quería." "¿Y Ava solo ... estuvo de acuerdo?" Jude deseaba que Diana poseyera incluso una fracción del espíritu aventurero de su amiga más querida. "La manera de enamorarse por lo fácil." Katrina resopló, levantando un hombro en un encogimiento de hombros. "No lo cambiría por nada del mundo." Incluso si Diana la volvía loca y su disposición parecía destinada a terminar en una amarga decepción – al menos para ella – Jude se sorprendió al descubrir que se sentía exactamente igual.

CAPÍTULO CATORCE Diana apretó los dientes ante el fuerte alzamiento de la mano de Jude contra sus nalgas desnudas, contenta por el ardor de la dura nalgada. "Más fuerte," dijo, luego hizo una mueca cuando Jude obedeció. "Excelente." Envuelta en los muslos tensos de su asistente, Diana absorbió otro golpe con los dientes apretados, luego giró la cabeza para dirigirse a la clase. "Sin duda, algunas de ustedes preferirán un toque más suave, pero para otras, el subidón de endorfinas provocado por un dolor razonablemente infligido puede resultar demasiado tentador para resistir. De cualquier manera, tengan en cuenta que el aspecto psicológico de las nalgadas no puede ser subestimado. Asegúrense de estar listas para la catarsis emocional que puede surgir de este nivel de sumisión." Hizo una pausa para permitirle a Jude otra nalgada, sonriendo cuando la dio. "He tenido más de un cliente que me dijo que el castigo corporal había demostrado ser muy beneficioso para su salud mental."

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Para Diana, también. Retorcida como se sentía al pedirle a Jude que castigara sus emociones estúpidamente complejas y el deseo perdido que crearon, ella disfrutaba del repiqueteo amonestador de la mano bien entrenada de Jude. Mientras que sospechaba que su vagina estaba literalmente chorreando con excitación, Jude no se había molestado en comprobarlo. Gracias a dios. Diana no quería placer cuando merecía sufrir. Cambiando de nalga una vez más, Jude dio un golpe algo menos intenso a la parte más carnosa del trasero de Diana. "¿Te gusta esto?" Su siguiente nalgada aterrizó aún más ligera, más provocación que reprimenda. "¿Te gusta ser mala para mí?" "Sí, ama," Diana murmuró, decidida a no sucumbir ante el intento de disminución. "Más fuerte, por favor." Ella movió el culo de un lado a otro, presumiblemente justo debajo de la cara de Jude. "Más fuerte.” El siguiente golpe casi le quitó el aliento, y el golpe después de ese tuvo éxito. Ella se quedó sin aliento cuando Jude la nalgueó por tercera vez, aunque con menos fuerza que antes. En lugar de continuar, Jude colocó su mano sobre el tierno culo de Diana y frotó la piel para aliviar su ardiente dolor. "Tu trasero es de un color precioso, brillante. Un poco más y se volverá púrpura.” Vamos. "Sigue," Diana dijo. "Incluso más fuerte." Jude vaciló, luego retiró su brazo para dejar un golpe castañea-dientes en ambas nalgas. Incapaz de detenerse, Diana dejó escapar un chillido torturado que hizo que las nalgadas se detuvieran rápidamente. "Está bien," Jude dijo, notablemente sacudida por su vocalización. "Es hora de un descanso." Reanudó su caricia calmada de la carne inflamada. "Eres una chica mala y traviesa." "Sí, ama." Diana abrió la boca, a punto de rogar que se reanudara el castigo – y luego la cerró de inmediato. Espera, genio. ¿Recuerdas lo que sucedió la última vez que no le prestaste atención? Sí ... eso. Diana exhaló, permitiendo que la comodidad del toque de Jude se derramara sobre ella. Sin duda, la renuencia de Jude a transmitir cualquier malestar grave merecía su respeto. Exhalando, Diana murmuró, "Gracias, ama." "Ya era hora de que dejes de decirme qué hacer." Escuchó el tono de sonrisa maliciosa de Jude e inmediatamente se imaginó lo adorable que debía verse con esos labios rosados llenos curvados en una sonrisa malcriada. "Si no lo supiera mejor, pensaría que estás disfrutando demasiado de esto." XWPColección: Página y Facebook

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"Sí, ama." Diana mantuvo su mirada fija en el cojín sobre el que descansaba la parte superior de su cuerpo, tensa con anticipación sobre dónde las caricias caprichosas de Jude llevarían su mano a continuación. Los segundos pasaron – segundos que se prolongaron en días – antes de que Jude finalmente se escabullera hacia abajo para rozar el resbaladizo calor de los labios vaginales de Diana con la punta de un dedo explorador. "Sí, ama," Diana repitió, demasiado ansiosa por disimular su necesidad. "Por favor." "¿Por favor, qué?" Jude giró un dedo alrededor de su abertura para recoger los jugos abundantes, luego pintó una línea sensual para rodear el agujero pequeño y arrugado entre las nalgas adoloridas de Diana. "Por favor siente lo mojada que se ha puesto mi panocha? Por favor mete tu dedo dentro de ese agujero apretado y fóllalo ya, por el amor de Dios?" Diana no habría predicho este dominio seguro de sí mismo de su joven amiga, o su propio deseo de someterse a la voluntad de Jude por completo, sin dudarlo. "Ambos, ama." Jude curvó los dedos contra los labios vaginales expuestos de Diana, luego inclinó sus cuerpos para mostrar el agarre lascivo que había establecido. "¿Honestamente crees que te has ganado el privilegio de venirte mientras estoy dentro de ti?" Estremeciéndose ante la amenaza tácita de que no se le permitiera venirse, Diana murmuró, " Eso espero." "¿Cómo, diciendo que lo sientes?” Jude soltó otra nalgada con media fuerza, seguida de un pellizco duro en el palpitante trasero de Diana. "¿Por permitirme disciplinarte frente a estas buenas mujeres?" "Sí, ama. Y también por – “ Diana gimió ante un golpe perezoso que terminó en un momento de contacto fugaz entre la mano de Jude y sus labios vaginales sensibilizados. "Por asumir mi castigo con la actitud correcta." "En efecto. Tal vez te hayas ganado que te meta los dedos profundo, exhaustivamente.” Jude deslizó su pulgar entre los labios vaginales de Diana, ahondando en su calor. "Pero primero necesito que supliques." Decepcionada de sí misma por quererlo con tanta ferocidad, Diana suplicó, "Ama, por favor, mete tus dedos dentro de mi vagina y follame con ellos. Te lo ruego ... por favor. Tengo que venirme tanto, ama. Tanto que podría morir si no me ayudas.”

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Riéndose, Jude movió lentamente dos dedos más allá de la cómoda entrada de Diana. "No podemos dejar que eso suceda, ¿verdad? Pobrecita." Diana sollozó extasiada cuando Jude se hundió en ella el resto del camino. "Oh, mierda." "Paciencia, cariño. Llegaré allí.” Jude curvó sus dedos, localizando intuitivamente su punto G sin necesidad de buscarlo. "Una vez que me haya divertido." "Por supuesto, ama." Sin poder resistirse a la voluntad de Jude, Diana abandonó cualquier pretensión de cautela, agitando los puños para prepararse para otro viaje salvaje. "Toma lo que quieras de mí." Excepto mi corazón.

CAPÍTULO QUINCE En la cama con Ava el día después de sus nalgadas públicas, Diana soltó un suspiro abatido y se acurrucó en el cuerpo inmóvil a su lado. Sin el coraje de confesar por completo la confusión interna que actualmente la mantiene despierta por la noche, murmuró, "Te echo de menos." Besó el hombro de Ava y luego la pendiente de su pecho. "No puedo esperar hasta que estés curada." "Igualmente." Ava resopló, guiando la cabeza de Diana sobre su hombro. "Tranquila, tigre. Mantengamos esta sesión de abrazos con clasificación G." Diana gimió y arrastró sus dedos a lo largo de la franja del estómago desnudo expuesto por la diminuta camisola de Ava. "¿Estás segura? Estoy dispuesta a hacer cualquier cosa que creas que pueda ser agradable. Cualquier cosa, literalmente." Ella trazó su uña alrededor del ombligo de Ava, provocando un escalofrío casi imperceptible. "Solo pídelo."

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“Aquí hay una pregunta. ¿Qué tal el negocio?” Ava no ocultó su alivio cuando Diana se puso de espaldas, lejos del cuerpo sospechoso que no había respondido y que no había logrado excitarser. "Específicamente, trabajando con Jude?" Molesta por el abrupto cambio de tema, Diana se cuidó de no mostrar su frustración. "El negocio marcha bien. Los talleres van bien. Al menos tan bien como se puede esperar sin ti allí.” Ella respondió a la ceja dubitativa de Ava con un solemne asentimiento. "Lo digo en serio. Realmente te extraño." "Y te extraño, pero no es que mi reemplazo no sea veinte años más joven y sea la encarnación física perfecta de una feminidad joven y saludable." Ava le dirigió una mirada aguda. "Es difícil creer que Jude no ha llenado más que el vacío que dejó mi ausencia." "Por supuesto. Jude puede ser joven y atractiva, puede tener una vagina mojada y un deseo absolutamente alucinante de complacer ... pero ella no eres tu. No la conozco de la forma en que te conozco.” Temerosa de ser descubierta, Diana reconoció los hechos básicos. "Mira, tienes razón. Jude es una gran chica, y en absoluto lo que inicialmente pensé que sería. En el buen sentido. Ella es respetuosa de mis límites ... “ Mucho más respetuosa que Diana, sobre todo últimamente. "Y mucho más madura de lo que había anticipado." Debatiéndose sobre qué revelar, se decidió a decir, "Tuvo una vida hogareña ruda cuando era una adolescente – maltratada por su padrastro y, por lo que sé, descuidada por su madre. Los tribunales la emanciparon a los diecisiete años.” Ava silbó silenciosamente. "Pobre chica." "Lo sé. Ella ha pasado por mucho. Mucho más que yo, particularmente a esa edad.” El simple hecho de pensar en los años de formación de Jude provocó un deseo visceral de abrazar a la joven y nunca dejarla ir. "Estoy impresionada por lo equilibrada que es, teniendo en cuenta." "Parece que ustedes dos tienen algo en común, después de todo." Ava esbozó una sonrisa torcida ante la ceja escéptica de Diana. "Por supuesto, tu vida en el hogar no comenzó hasta los veintitantos años, pero aun así ... sabes cómo se siente ser maltratado por alguien que se supone debe preocuparse por ti. ¿No es así?” Diana intentó apagar el psicoanálisis con una mirada fulminante. "Esas situaciones ni siquiera son lo mismo." Ava acarició la mejilla de Diana como si sintiera lástima por ella. "Cariño, lo que Janine te hizo – " XWPColección: Página y Facebook

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"Es una mierda. Sí, lo entiendo.” No estaba de humor para escuchar a Ava dilucidar los peores años de su vida. "Janine era una idiota, no hay discusión allí. Pero no es como si ella me hubiera golpeado." "Diana, por favor. Ambas sabemos que las heridas emocionales a menudo permanecen por más tiempo.” La cara de Ava estaba llena de tristeza. “Además, sé que ella te golpeó. ¿Recuerdas?" "Cierto, pero como dos, quizás tres veces." Vergüenza, la terca compañera que Janine había introducido en su vida, la instó a sentarse y apartarse de la vista de la compasión de Ava. “Una rara bofetada en la cara no es nada en comparación con las palizas frecuentes y sostenidas que el padrastro de Jude la sometió a ella – cuando era una niña, claro está. Estamos hablando de una joven adolescente que se enfrenta a un hombre adulto maduro, no a dos mujeres de aproximadamente la misma altura y peso.” La molestia agudizó el tono de Diana. "No hay comparación." "Bien." Ava pasó los dedos por la parte baja de la espalda de Diana, un toque conciliatorio que no reconoció. "No estaba diciendo eso para ofenderte. Solo estaba diciendo ... “ Su mano cayó, dejando a Diana fría en su ausencia. "Tanto tu como Jude fueron víctimas de las deficiencias de otra persona que aún así perseveraron." "Ella es una mujer fuerte," Diana dijo, mirando a la pared del fondo. Jude realmente había perseverado, pero no podía decir lo mismo sobre ella. “Una mujer que superó muchas dificultades para llegar a donde está hoy. Lo último que necesita, o merece, es una novia de cuarenta años con serios problemas de confianza." "Aún así, sospecho que Jude apreciaría la marca que Janine dejó en tu vida. Si alguna vez elegiste decírselo, eso es.” Diana exhaló. “Las líneas ya están bastante borrosas. Desahogarme enviaría el mensaje equivocado." “¿Qué, que confías lo suficiente en ella para compartir detalles privados sobre tu vida? ¿Como ella ha confiado en ti?” No necesitaba ver la cara de Ava para escuchar su desaprobación. "¿Esto significa que también has eliminado la idea de amistad de la mesa?" "No podemos ser amigas."

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"Oh. Genial, así que soy la única persona con la que planeas tener algún tipo de relación por el resto de tu vida?” Ava no se molestó en ocultar su irritación. "Maravilloso. Sin presiones." Queriendo aliviar a Ava de cualquier carga creada por su propio aislamiento social, Diana buscó disipar su preocupación. "No, pero Jude se siente atraída por mí. Y francamente, me siento atraída por ella. Ya hemos tenido un montón de sexo – sexo increíble – y ella nunca ha ocultado que estaría abierta a más. Seguramente puedes comprender mis dudas sobre si podemos dejar todo eso de lado por el bien de una amistad platónica." Ava presionó una mano contra la espina dorsal de Diana, esperando que ella se girara y la mirara. Cuando lo hizo, Ava sonrió. "Lo entiendo." "Hurra." Diana resopló, recostándose contra las almohadas para mirar su sección favorita del techo. "Es una verdadera lástima." La tristeza de Ava arrojó un vaso alto de culpa helada sobre la cabeza de Diana. "Obviamente te gusta esta mujer. Más de lo que te ha gustado alguien desde ... oh, demonios, digamos que yo.” La diversión de Ava era contagiosa, provocando un ronco resoplido de Diana a pesar de sus esfuerzos por mantener su expresión sombría. “Incluso si no quieres salir con ella, sal con ella, por qué no divertirte un poco al lado? Dijiste que ella respeta los límites. ¿De verdad crees que no puede manejar el sexo casual contigo?” "Tal vez pueda, pero prefiero no arriesgarme." Además, no era la capacidad de Jude para mantenerse casual lo que más la preocupaba. "Ella vive en la puesta de al lado, Ava. Compartimos la pared de un dormitorio. Una cosa es oírla follar a otras mujeres como mi vecina. No estoy segura de querer escucharme como su amante, por casual que sea.” "¿No crees que podría ser un poco caliente?" Ava acarició un mechón del cabello de Diana, bromeando. "Si no tienes ningún sentimiento por ella – " "Nunca dije que no tenía sentimientos." El pecho de Diana se sentía como si se abriera, como si pudiera sangrar allí junto a su mejor amiga. No quería admitir que a veces anhelaba mucho más de lo que decía, y estaba segura de que no necesitaba que Ava la exhortara a rescindir su política de citas y perseguir más desamor. "Me gustaría dejar de hablar de Jude ahora. Por favor." "Diana – " XWPColección: Página y Facebook

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“Por favor." Cerró los ojos de golpe, peligrosamente cerca de saltar y salir corriendo del departamento de Ava. "No puedo ir por este camino. Aún no. Cuando finalmente lo haga, te juro que acudiré a ti para pedirte consejo. De acuerdo?" "Está bien." Aparentemente castigada por la sincera súplica, Ava le acarició la cadera. "Lamento que estés teniendo un mal momento. Ojalá pudiera arreglarlo para ti.” Diana se rió sollozando. "Estoy demasiado dañada para arreglar." "No, no lo estás." Con cautela, Ava envolvió su brazo alrededor de Diana y la abrazó con fuerza. "Escucha a la dama con la columna vertebral rota. Si puedo curarme, tú también puedes." Besó el cabello de Diana, luego susurró, "Nuestras vidas aún no han terminado. Todavía nos queda mucho por hacer – a las dos.” Agitada por la pasión de Ava, Diana se estiró para capturar sus labios para un beso curativo. Cuando Ava casi se separó de inmediato, presionando su boca contra la frente de Diana con un suave y murmurador afecto, Diana ya no pudo ignorar lo más obvio. "¿Ni siquiera me dejas besarte?" Se apartó de Ava, luego ayudó a guiar a su amiga a una posición cómoda sobre el colchón. "No me digas que esto es sobre tu columna rota. Entiendo que estoy demasiado adolorida para el sexo, pero un beso? Se siente más como si estuvieras obligándote a no retroceder ante mi toque. ¿He hecho algo para molestarte o ya no te sientes atraída por mí?” Las lágrimas que fluían libremente de Ava simultáneamente tiraron de las fibras sensibles de Diana y confirmaban sus peores temores. "Por supuesto que me atraes. Eres una amante maravillosa, y mi mejor amiga.” "¿Pero?" Diana despreciaba el dolor en sus entrañas, un dolor que consumía y que recordaba de sus días de perseguir el sexo y el romance. Buscando una explicación con la que pudiera vivir, preguntó, "No estás renunciando al sexo por completo, ¿verdad? Porque sabes que yo también estoy muy atraída por ti. Columna vertebral rota y todo.” "Sé que lo estás." Ava le dio una sonrisa triste. "No estoy luchando con mi autoestima o de repente ciega a tus muchos encantos." Respiró temblorosa, renovando el pánico de Diana. Algo había cambiado. La cara de Ava lo decía todo. "Al contrario, estoy ... ciertamente enamorándome. O enamorada ya, no lo sé.” Capturó el labio inferior entre los dientes, una leve indicación que Diana reconoció fácilmente por sus muchos años juntas. "Con Katrina." XWPColección: Página y Facebook

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"La prima de Jude." Diana habló en voz baja, con cuidado de mantener la ira fuera de su tono. "¿Estás bromeando?" "Lo sé, lo sé. Soy demasiado vieja para ella. No me importa." "Nunca dije que fueras demasiado vieja." Consciente de las recientes luchas de Ava por el tema del envejecimiento, Diana modificó su postura anterior. “Sólo que Katrina es demasiado joven. Hay una diferencia sutil pero clara." "De cualquier manera, no estoy de acuerdo." Los labios de Ava se curvaron en una sonrisa mal reprimida. "Aparentemente, tampoco Katrina." Diana frunció el ceño ante lo que Ava había dejado sin hablar. "¿Qué significa eso?" Ella instantáneamente aterrizó en el peor escenario. "¿Te la follaste?" "¿Estás bromeando?” Ava agitó una mano para mostrar su postura rígida. "¿Me veo como si fuera capaz de follar algo en este momento?" Sólo lo maravilloso que teníamos. Diana se tragó la réplica poco caritativa y reanudó su interrogatorio. "No estoy preguntando si te ataste un consolador y la follastte al estilo perrito. ¿Tocaste a Katrina sexualmente?” Ava vaciló, luego dijo, "No. Nos besamos." Una vez más, la cara de Ava comunicaba volúmenes. Esta transgresión no había terminado con un simple beso. "¿Katrina te tocó sexualmente?" La barbilla de Ava tembló, traicionando la verdad antes de su vacilante susurro. "Sí." "Perfecto." Diana se echó a reír, pero solo para no llorar. "Jodidamente excelente." "Sabía que estarías molesta, por eso temía decírtelo." Ava apretó la mandíbula y luego los puños. "Pero eso es absurdo, ¿verdad? Tú y yo, no estamos en una relación comprometida. Nunca hemos sido monógamas. Si me encuentro con alguien a quien quiero follar – o, ya sabes, dejar que me metan mano – no debería preocuparme por cómo reaccionarás. Somos las mejores amigas que de vez en cuando se acuestan juntas por diversión. Estoy bien dentro de mis derechos para enamorarme de alguien más." Ella no estaba equivocada, pero eso apenas sofocó la furia de Diana. Malesta era un eufemismo.

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Se sentía como si se estuviera ahogando, como si la habitación se estuviera cerniendo sobre ella ... como si lo poco que tenía simplemente le fuera robado por una seductora joven y menos dañada con pantalones de médico. Luchando a través de la vorágine emocional creada por la conmovedora actuación de Ava, Diana dijo, “Tienes razón. No me debes nada. Excepto la cortesía de no hacer mi vida más complicada de lo que ya es.” "Diana, cariño." Ava le apretó su brazo. "En realidad, esto no es sobre ti en absoluto. Es sobre romperme la columna vertebral, decidir que mi vida se acabó y luego conocer a la chica de mis sueños." "Chica," Diana murmuró en un tono desagradable, alimentada por el rencor y la autoestima. "Precisamente." Suspirando, Ava la soltó con un apretón a medias. "Lamento no conseguir lo físico contigo ahora mismo. No pretendo causarte dolor, ni complicar tu vida, para el caso. Porque te amo. Siempre te amaré.” Ella hizo una pausa, pero Diana tenazmente evitaba su mirada implorante. Cansada, Ava dijo, "No te estoy rechazando para lastimarte. Estoy diciendo que no porque estoy realmente interesada en Katrina. Ahora que ella y yo hemos cruzado la línea de coquetear hasta la tercera base, necesito averiguar dónde está su cabeza antes de andar con alguien más." Cubrió la mano floja de Diana con la suya. "Incluso mi más querida amiga en el mundo." Diana contó mentalmente hasta cinco y luego dijo, "No tengo derecho a tener relaciones sexuales de parte tuya. Espero que mi desaprobación por el comportamiento poco profesional de Katrina no sugiera que crea lo contrario." "Oye." Ava endureció su tono. “No lo hagas. Katrina no hizo nada malo. Sabes que había estado coqueteando con ella durante semanas. Prácticamente le rogué que lo hiciera.” "Lo que sea." Diana se preparó para retomar su posición de ventaja. “De todas las mujeres de las que podrías enamorarte, tuviste que elegir a la prima de Jude? Es como si estuvieras tratando de hacerme quedar mal." "¿De qué estás hablando?" Parecía que estaba matando a Ava para quedarse de espaldas. La ira se elevó, ella fue a la ofensiva. “¿Cuántas veces tengo que explicarte que mis sentimientos por Katrina no tienen nada que ver contigo? ¿Eres realmente tan egocéntrica?” Sus ojos se estrecharon. "¿Qué pasó con ser feliz porque soy feliz?" "¿No tienes nada que ver conmigo?" Riendo amargamente, Diana se sentó y balanceó sus piernas a un lado de la cama. "Veamos ... contraté a Katrina para que cuidara de ti, XWPColección: Página y Facebook

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y estoy pagando la mitad de su salario, por lo que su conducta profesional es definitivamente mi asunto. Ella también está relacionada con Jude. Eso absolutamente hace que cualquier relación entre ustedes dos me preocupe mucho." "¿Por qué?" Ava no la alcanzó esta vez. "¿No quieres salir con Jude? Bien. ¿Por qué me impide eso ver a Katrina?” Diana apoyó las palmas contra el colchón. "Porque al hacerlo, estás haciendo un agujero gigante en mi argumento contra las citas intergeneracionales." "No tengo ninguna obligación de apoyar tus argumentos o tus estupideces." Ava no parecía lamentarse en lo más mínimo. "Particularmente cuando pienso que son tontas." "Dieciocho años, Ava. Eras una estudiante de primer año en la universidad cuando nació Katrina." Ava se rió entre dientes. "No me extraña que estar con ella me haga sentir tan joven y viva." Diana luchó contra una feroz oleada de celos mezclados con envidia, un torbellino confuso de emoción que la llevó de un resentimiento a otro. No solo estaba perdiendo a su pareja sexual, sino que aparentemente Ava había encontrado verdadero amor y satisfacción – dos sueños que Diana había descartado hacía mucho tiempo. Ella y Ava habían mantenido su pseudo-relación durante años, poco después de haber dejado a Janine, y por primera vez, Diana se dio cuenta de que nunca se había imaginado su final. A pesar de sus protestas contra el compromiso y el genuino desinterés por intentar otra relación seria con Ava, una parte de ella debe haber asumido que seguirían siendo amantes en sus últimos años. Es cierto que las cosas podrían no funcionar entre Ava y Katrina ... pero ahora que había visto con qué facilidad podía ser descartada, toda la base de su existencia posterior a Janine se estaba desmoronando. Alterada, Diana miró por encima del hombro para asegurarse de que Ava escuchara y viera su desdén. “¿Qué podrían ustedes dos tener en común?” Su provocación no parecía molestar a Ava. "Toda clase de cosas. Por un lado, ambas estamos abiertas a las posibilidades. Disfrutamos de la compañía mutua y no tenemos miedo de ver a dónde nos lleva nuestra atracción. Nosotros queremos ser feliz.“ Si Ava tuvo la intención de que fuera o no, Diana no pudo evitar tomar eso como un golpe personal. El hacer oídos sordos desapareció junto con su paciencia, se puso de pie y gruñó, "Vete a la mierda, Ava." XWPColección: Página y Facebook

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"Oh en serio. Qué me vaya a la mierda?"Ava gritó cuando Diana atravesó el departamento para irse. "Vete a la mierda tú!” "Respuesta genial," Diana espetó, sabiendo muy bien que ella no había sido más inteligente. "De todos modos, debería irme a casa. Tengo una noche ocupada de ser intencionalmente miserable por delante. Ya sabes, ya que no quiero ser feliz." "Diana – " Lanzó un últim comentario de mierda, hiriente, queriendo que Ava se sintiera desgraciada como ella. “Diviértete explotando a tu puta contratada. Trata de no estar muy decepcionada cuando finalmente admita que no está seriamente interesada en una anciana como tú. No te equivoques, cualquier angustia que cause la chica no será su culpa. Tú eres la que tiene más que suficiente experiencia de vida para saberlo mejor.” Con eso, Diana abrió la puerta para una salida dramática ... solo para descubrir a Katrina a escasos centímetros de la alfombra de bienvenida de Ava. Agarrando las dos bolsas de comida china en sus manos con los nudillos blancos, Katrina lucía una clásica mirada del venado enfrente de las luces. Encomiablemente, no le tomó mucho tiempo romper el incómodo silencio. "Hola," dijo, educada pero cautelosa. "¿Es éste un mal momento?" Diana resopló, pasando junto a Katrina en dirección al elevador. "Ella es toda tuya." "Puedes quedarte a cenar," Katrina le dijo. "Traje mucha comida." Haciendo una mueca, solo estaba un poco alegre de que Katrina no pudiera ver, Diana siguió caminando. "No, gracias. Acabo de perder mi apetito."

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CAPÍTULO DIECISÉIS Diana logró evitar ver a Jude de nuevo hasta las cinco y media del Jueves por la noche, cuando un inesperado golpe en la puerta provocó su segundo leve susto ese día. Con Ava fuera de servicio – y presumiblemente demasiado furiosa acerca de su argumento para visitarla incluso si ella fuera capaz de hacerlo – Diana solo conocía a una persona lo suficientemente audaz como para pasar sin anunciarse. Naturalmente, esa sería la XWPColección: Página y Facebook

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mujer a quien primero había establecido visitas sorpresa como aceptables. Poniendo su copa de vino tinto en la mesa de café, Diana enderezó su pijama y fue a responder. Cualquier irritación que pudiera haber sentido por la imposición se desvaneció tan pronto como puso los ojos sobre la impresionante cara de Jude. Su tentativa y esperanzadora sonrisa hizo que Diana se sintiera cálida y pegajosa por todas partes, a pesar de su ferviente deseo de no sentir nada. Las cajas de pizza en los brazos de Jude insinuaban el motivo de su visita, al igual que el momento. Jude miró la pizza, luego a Diana, incapaz de ocultar su evidente ansiedad. "Oye. Estás vestido para acostarte." "Supongo que esto nos iguala." Diana cruzó los brazos sobre el pecho para ocultar sus dolorosamente erectos pezones de la mirada errante de Jude. "No te preocupes. Todavía no estoy lista para dormir – solo con la esperanza de relajarme por el resto de la noche.” O tratando de hacerlo, entre el luto y la desmoralizante pérdida de su manta de seguridad sexuall y social y teorizando de forma absurda sobre cuanto Ava le había contado a Katrina sobre su lucha, y por extensión, lo que Katrina podría haberle dicho a Jude. Preocupada de que tal revelación de megatones estaba detrás de esta visita improvisada, Diana mantuvo su expresión neutral antes de la explicación de Jude. "¿Qué pasa?" Jude levantó las cajas de pizza en el aire. "Yo, uh ... bueno, no estaba segura de qué ingredientes te gustaban, así que pedí una sencilla de queso y una de verduras de jardín – principalmente porque esa es mi favorita." "Tomando debida nota." Inquietada por el timbre sedoso de su propia voz baja, Diana se aclaró la garganta. No había querido coquetear, por Dios. "Ambas suenan delicioso." "¡Genial!" Visiblemente aliviada, Jude miró torpemente durante medio segundo, luego movió sus pies. "Supongo que también me preguntaba si querías repasar el taller de este fin de semana con anticipación, como hicimos con el último. Eso funcionó bastante bien, pensé. Dejando a un lado mi lamentable intento de cruzar la línea.” Diana recordó la fuerza de voluntad sobrehumana que había tenido que ejercer para huir del departamento de Jude en lugar de aceptar su invitación a masturbarse mutuamente. Sin embargo, esa situación había sido culpa suya, no de Jude. Al anunciar sus planes de meterse los dedos al otro lado de la pared de su dormitorio compartido, había alentado a Jude para que propusiera desnudarse fuera de la

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clase. Asumiendo la responsabilidad, Diana dijo, "Como recuerdo, puse mi dedo del pie sobre esa línea primero. No debería haberte molestado como lo hice.” Las fosas nasales de Jude se ensancharon. "¿Y si me gusta ser molestada?" En lugar de responder directamente, Diana dijo, "Eso no volverá a suceder – fuera de clase, eso es." Lamentando la clara decepción de Jude, bajó la guardia y se hizo a un lado para permitirle a Jude pasar a su santuario privado que solo había compartido con Ava. "Adelante. Antes de que nuestra cena se enfríe." Jude parpadeó, luego cruzó con cuidado el umbral. "No es como si la pizza fría fuera mala." Le lanzó a Diana una sonrisa cautelosa. "Seamos claras. No hay tal cosa." Cerrando la puerta detrás de Jude, Diana arrugó la nariz con exagerado disgusto. "Siento disentir. Pocas cosas me dan asco más que el queso desagradable y coagulado en pan empapado.” La acompañó a la cocina, consciente de agarrar su vino de la mesa de café en el camino. “Caliente y recién hecha, la pizza es verdaderamente la comida de los dioses. ¿Pero fría? Peor que basura.” "Que? Estás loca.” Jude arrojó las cajas de cartón a la mesa del comedor y luego se giró lentamente en su lugar para inspeccionar la habitación. "Me encantaría comer pizza sin calentar, las sobras todos los días de la semana. No hay una manera más deliciosa de despertarse que con una rebanada fría de verduras de jardín." Estremeciéndose, Diana tomó una segunda copa del armario y levantó la botella de vino. "Advertencia justa. Ya estoy en mi segunda bebida. ¿Te gustaría unirte a mí? No me importaría perder la tentación de terminar esta botella por mi cuenta." Jude vaciló el tiempo suficiente para que Diana se diera cuenta. “Unos pocos sorbos. No más de media copa, por favor.” "Siendo una buena chica, ¿verdad?" Diana llenó la copa de Jude exactamente a la mitad, luego la llevó a la mesa junto a la suya. "Inteligente. Probablemente debería seguir tu ejemplo bastante maduro y cambiar por el agua." "No dejes que te disuada de lo que sea que estabas haciendo antes de emboscarte." Reclamando la silla más cercana, Jude abrió la tapa de la caja de pizza de arriba para XWPColección: Página y Facebook

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revelar una pizza cargada de verduras cuyo sabroso aroma trajo lágrimas literalmente a los ojos de Diana. "No me quedaré mucho tiempo. Pensé ... que deberíamos asegurarnos de que estemos en la misma página para el Sábado. Ya sabes, por si acaso." “Absolutamente. Tenías razón en venir." Diana no había tenido la intención de iniciar otra sesión de planificación de lecciones, dada la catástrofe que había hecho de la última, pero le agradó que Jude estuviera preguntando de todos modos. La comunicación era vital para el sexo seguro, sano y consensual, todo lo cual ella ansiaba de Jude. "¿Alguna vez has jugado con un consolador de correa antes?" "Oh." Jude se rió, evitando insistentemente el contacto visual hasta que ella tomó un pequeño sorbo de vino. "Uh, si. En más de unas pocas ocasiones.” Solo medio aliviada de saber de la habilidad de Jude, Diana dijo, "Genial. ¿Dando o recibiendo?" Jude esbozó una sonrisa tímida. "Ambos." "¿Qué papel prefieres?" "Ambos," Jude repitió, tomando otro sorbo de vino. "Depende de mi estado de ánimo, y de mi pareja." El corazón de Diana latía con fuerza ante la perspectiva de follar a Jude y de ser follada a cambio. "¿Te gustaría elegir un rol para el Sábado o planeamos dejarnos tiempo para intercambiar?" Jude se movió en su asiento, aparentemente tan excitada por la negociación como lo estaba Diana. "Idealmente, me encantaría que cada una tome un turno. De esa manera, puedo obtener comentarios sobre mi técnica de un experto en sexo real y en vivo – sin renunciar a la práctica magistral que seguramente proporcionará el experto." Vaciando su copa, Diana recogió la rebanada de pizza a medio comer que no le importaba particularmente terminar. Cualquier cosa para mantener sus manos ocupadas. "Bueno. ¿Tienes un consolador que quieras que use? Si no, estoy feliz de proporcionar los juguetes." "Tengo uno favorito." Jude giró su copa de vino por el tallo, bailando el delicado recipiente de esta manera y eso en la sobremesa. "¿Estarías ... dispuesta a usar ese? Puedes elegir uno para que me ponga ... lo que quieras."

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"Claro." Divertida por lo tímida que podía ser su vecina joven y salvaje, Diana abrazó su creciente ebriedad y se sirvió otra bebida. "Voy a usar el tuyo, y tú puedes usar el mío." "Genial." Jude exhaló apresuradamente, mirando la botella junto a Diana con aparente envidia. "¿Deberíamos hablarnos obscenamente la una a la otra mientras estamos haciendo esto, o – " Diana negó con la cabeza. "Estoy segura de que te diré lo sexy que eres, lo caliente y húmeda que tu vagina está, lo emocionada que estoy de estar dentro de ti ... tenerte a mi alrededor ..." Diana se detuvo para respirar, luego un rápido sorbo. "Nada demasiado obsceno, sin embargo. No esta vez." "¿Por qué?" Jude apuró su copa vacía por quizas la tercera vez, dándole una sacudida sutil para alentar las últimas y obstinadas gotas en su lengua. "¿Por ese juego de roles?" "No." No completamente. Atreviéndose a encontrarse con la mirada de Jude – principalmente para demostrar que podía – Diana presentó la sonrisa más calmada en su limitado arsenal. “El sexo con consolador de correa es un tema difícil para algunas lesbianas. Tengo a más de una cliente expresando la creencia de que el coito penetrante con un consolador de correa es similar a una admisión de la envidia del pene, y/o deseos heterosexuales latentes por parte de la receptora." Ella sonrió, aliviada cuando Jude intervino con un bufido divertido. "Eso es una tontería, por supuesto, pero deberíamos asumir que no todas comparten nuestra opinión todavía ... y mantener el problema al mínimo. Más fácil de asimilarlo de esa manera." Jude le dio un alegre saludo. "Puedo hacer eso." "Estoy segura de que puedes." A mitad de su tercera copa de vino, Diana estaba perdiendo rápidamente el control de su coqueteo interno – y estaba demasiado intoxicada para preocuparse. Realmente no debería estar bebiendo. "Hasta ahora has sido extremadamente capaz en absolutamente todo lo que te pedí que hicieras." Con el objetivo de obtener el cumplido que supuso deleitaría más a Jude, Diana añadió sinceramente, "Me haces sentir orgullosa." Jude arrojó su pizza sobre el plato y se abanicó sus mejillas con una mano perceptiblemente temblorosa. "Tal vez deberíamos cambiar el tema. O ... podría irme.”

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Aunque ya sabía la respuesta, Diana preguntó, ¿Por qué?" Jude no dudó en decir la verdad. "Estás un poco ebria, y estoy muy cachonda. No quiero hacer nada tonto ... o de lo contrario arruinar las cosas." Por razones que Diana no pudo explicar, odiaba que Jude se fuera tan pronto. Con Ava temporalmente fuera de su vida, la soledad era francamente insoportable. Su anhelada soledad se había convertido en una prisión de su propia creación, en un pozo de desolación y pena que la dejaba terriblemente ansiosa de interacción humana. Tres miserables días sin Ava y ella se había convertido en un desastre patético. Agarrándose por alguna forma de convencer a Jude de quedarse, Diana dijo, "Está bien, nuevo tema. ¿Cómo está tu escritura? ¿Estás progresando en la novela?” El profundo suspiro de Jude fue toda la respuesta que necesitaba. "Así de bien, ¿eh?" Diana se echó hacia atrás, cruzando una pierna sobre la otra. "Lamento escuchar eso." Jude se encogió de hombros, un intento poco convincente de despreocupación. "Lo superaré. Siempre lo hago." "¿Estás bloqueada en general, o atrapada en un capítulo particularmente difícil?" "Más bien un bloqueo general, supongo." Jude señaló el plato de Diana. "¿Terminaste con eso?" Cuando Diana asintió, Jude recogió los restos de su rebanada abandonada. "El borde es la mejor parte." "Tu bloqueo de escritura ... mis talleres no se han convertido en una distracción, ¿verdad?" Diana no sabía qué la poseyó para sugerirle que podría estar detrás de los problemas creativos de Jude, y definitivamente no estaba segura de cómo reaccionaría si Jude estuviera de acuerdo en que ella era el problema. Pero si los talleres estaban perturbando el sabático de Jude, Diana necesitaba arreglar las cosas. De algún modo. "Se honesta. Tu carrera es tan importante como la mía." Por alguna razón, se le llenaron los ojos de lágrimas a Jude. “Aprecio tu preocupación más de lo que puedes imaginar, pero no ... los talleres están bien. Hablamos de sexo por dos horas cada fin de semana. Incluso cuando tomas en cuenta estas cenas previas al taller, paso tal vez tres horas de mi semana laboral siendo pagada al orgasmo. Cuatro, máximo. Eso no es abrumador. Además, me estoy divirtiendo." Lamentablemente, Jude no parecía estar divirtiéndose. No esta noche, no con ella. Temiendo que realmente hubiera puesto su pie en esto esta vez, Diana dijo, "Me gustaría poder hacer algo para ayudarte a desbloquearte." XWPColección: Página y Facebook

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Jude sonrio "Gracias. Como he dicho, a veces sucede. Las crisis de autoconfianza relacionadas con la escritura son algo mío, aunque sigo esperando superarlas. Lo triste es que, honestamente pensé que había superado la mayor parte de estas tonterías la última vez.” La bravuconería en su voz desmentía su rostro sombrío. "Muestra lo inteligente que soy." "Demasiado inteligente para tu propio bien." Diana le guiñó un ojo, enviando la mirada tímida de Jude a la mesa. "Esa es mi evaluación personal." "Tal vez." Jude se mordió el labio, probablemente para contener una sonrisa, luego miró furtivamente por encima del hombro ... hacia la salida. "En raras ocasiones." Ante el temor de que Jude estuviera a punto de excusarse y marcharse, Diana se apresuró a hacer otra pregunta. Su mente rebotó salvajemente de un tema potencial a otro, rechazando cada uno de ellos como demasiado sugestivo, o demasiado íntimo o demasiado peligroso – hasta que finalmente llegó a un tema del que Jude estaba segura de que querría hablar. "Escucha – " Jude eligió ese momento para romper su propio silencio. "Yo debería – " Ambas se detuvieron, mirándose la una a la otra expectantes hasta que Jude rompió su estancamiento. "Lo siento. ¿Estabas diciendo?" "Yo ..." Con el momento interrumpido, Diana cuestionó el impulso de borrachera animándola a desangrar franqueza. "Uh ... no lo recuerdo." "Entonces tal vez debería irme." Jude se fundió en una suave sonrisa que hizo que el pecho de Diana quisiera estallar. "Antes de que una de nosotras diga o haga algo que lamentará." Diana soltó las palabras que mantendrían a Jude con ella un poco más. "En realidad, lo recuerdo. Si todavía estás interesada ... puedo contarte sobre Janine. Lo básico. Me imagino que ... mereces saberlo. Después de que estuviste tan abierta acerca de tu propio pasado y todo eso.” Como predijo, Jude se quedó en su asiento. Cuando Diana notó que su mirada se desviaba momentáneamente hacia la botella medio vacía, le ahorró la decisión vertiendo un poco de líquido rojo oscuro en la copa de Jude.

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Agregó una cantidad igual a la suya, luego tomó un largo sorbo. Jude hizo lo mismo, vaciando la suya de un trago. Ella exhaló, luego hizo contacto visual deliberado. "No confié en ti acerca de Travis – mi padrastro – para que te sientas culpable y contaras tus secretos a cambio. Por supuesto siempre me interesa conocerte mejor, independientemente de lo que estés dispuesta a compartir. Solo ... no me debes nada, y no necesito saber más de lo que realmente estás dispuesta a contar." Tragando, ella murmuró, "No quiero que te sientas rara a mi alrededor una vez que estés sobria." Eso tenía sentido. Haciendo honor a la preocupación claramente expresada de Jude, Diana se detuvo para considerar las ramificaciones de permitir que alguien además de Ava entrara en su círculo de confianza. A pesar de su juventud y el enamoramiento que nunca había negado, Jude había demostrado repetidamente que estaba dispuesta a observar los límites – incluso cuando deseaba abiertamente más. En qué momento se merecía Jude su confianza? Con ella y Ava a punto de desmoronarse, una segunda amistad no era la peor idea del mundo. Suponiendo que Diana pudiera mantenerse fuera de sus bragas cuando no estaban en clase, por qué no comenzar con Jude lo que había construido con los años con Ava? Intimidad sin compromiso. ¿Está hablando el vino? Diana buscó la verdad en su interior, dejando de lado su aislamiento, excitación e intoxicación para enfocarse en lo que su corazón querría cuando el sol saliera mañana y se despertara, sobria, para enfrentar otro día solitario. Dando un salto esperaba no arrepentirse, Diana dijo, "Si bien aprecio tu preocupación – porque tienes razón, estoy un poco borracha, y lo más probable es que no mencionaría a Janine si no lo estuviera – quiero contarte porque creo que deberías saberlo. No porque creo que te deba mis secretos a cambio de los tuyos. Me gustaría ... que tú entiendas de dónde vengo. Como mi amiga." Los hombros de Jude se relajaron mientras se acomodaba en su silla. "Bueno. Estoy escuchando." "De acuerdo." Diana exhaló, deseando estar un poco borracha. No tenía idea de por dónde empezar o cómo explicar los peores años de su vida. "Um ... entonces ..." "Entonces cuándo la conociste?" Jude le dio un empujón en la dirección correcta. "Tenía más o menos tu edad." Diana mantuvo su expresión estoica e incluso su voz, evitando la emoción provocada por sus recuerdos más vívidos de la vida con Janine. "Fue un par de años después de que Ava y yo decidimos que estábamos mejor como amigas. Un conocido mutuo me presentó a Janine en su fiesta de cumpleaños – a XWPColección: Página y Facebook

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petición suya, al parecer. Ella era cinco años mayor que yo, inteligente como el infierno, fuerte, segura en extremo… ” Se concentró en el principio, mucho antes de que conociera a la verdadera personalidad de Janine, mientras se daba cuenta de por qué había estado tan enamorada. “Janine siempre supo exactamente lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo. Y ella era carismática ...” Diana se echó a reír sin humor. "Al principio, ella era carisma puro. Por eso fue tan impactante cuando, aproximadamente un año después – poco después de que rentáramos una casa juntas, naturalmente – finalmente abandonó el acto y me mostró quién era en verdad." Jude jugueteaba con la esquina de la caja de pizza, un tic nervioso que Diana trató de ignorar. "¿Qué pasó?" Diana se detuvo para beber un sorbo de vino, recordándose que Janine era una perdedora sociopática que había arruinado su vida con mentiras. Que Diana había merecido de alguna manera su crueldad era la más grande mentira de todas. "Honestamente no puedo recordar un incidente incitante. Creo que comenzó con comentarios desagradables sobre la forma en que me vestía. Como cuando llevaba una camiseta con cuello en V a una fogata a la que asistíamos en una playa privada. Janine esperó hasta que estuvimos en la fiesta para apartarme y llamarme puta y acusarme de mostrar mis tetas por atención. Eso se convirtió en una cosa regular. A ella también le encantaba mencionar mi historia sexual desde antes de que estuviéramos juntas, específicamente algunos de los encuentros más salvajes que le había confiado estúpidamente cuando estuvimos juntas por primera vez. Ya sabes, cuando fui ingenua y confié en ella para que no usara esos detalles en mi contra." "Suena como todo un caso." Jude levantó los ojos hacia los de Diana, frunciendo el ceño. "Espero que no hayas estado con ella mucho tiempo." "Casi seis años." Avergonzada, Diana tomó unos sorbos más de vino para permitir que la admisión se asimilara por completo. Jude no dijo nada, solo esperó a que ella continuara. Le tomó hasta la última gota del coraje de Diana para seguir hablando. Incluso con la capa autoprotectora de embriaguez, la humillación era insoportable. "No estoy segura de qué diablos estaba mal conmigo. Todo lo que sé es que nunca volveré a pasar por eso." "¿Una relación abusiva?" Jude asintió. "Buena decisión." "Ninguna relación," Diana dijo. “No es como si siempre pudieras identificar a una cabrona desde el principio. Al menos no puedo. No tenía conciencia de que Janine finalmente criticaría todas las facetas de mi vida, desde mis amigos hasta mis deseos sexuales privados. Nuestro primer año juntas, Janine me convenció de que ella era el XWPColección: Página y Facebook

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amor de mi vida. Que era especial ... que, como pareja, éramos especiales." Con los labios sueltos por el vino, admitió, "Sabes lo que finalmente me dio la idea de que ella no era la indicada, que nada de lo que hiciera o no hiciera, traería de vuelta a la mujer de la que me había enamorado? Cuando me golpeó por segunda vez.” Ella se rió de su propia ingenuidad. "Así es, la segunda vez. De alguna manera, ser abofeteada y acusada falsamente de infidelidad – de nuevo – no causó una gran impresión la primera vez. Fue necesario que me golpearan en la cara y luego me empujaran contra la cómoda, para que aceptara que la Janine que creía que amaba no existía. Qué me habían engañado. Como una idiota .” Jude extendió la mano sobre la mesa para descansar a escasos centímetros de la muñeca de Diana, una oferta silenciosa de consuelo para que aceptara o no, como lo eligiera. "En serio no crees eso, verdad? ¿Qué eras una idiota por enamorarte?” Resistiendo el impulso de tomar la mano de Jude, Diana reanudó el viaje hasta el fondo de su copa. El alcohol estaba haciendo su truco – desvincularla de la tragedia de perder tantos años con Janine y adormecer el impacto de la defensa apasionada de Jude de su inacción. “La segunda vez que me golpeó, habíamos estado juntas unos tres años y medio. Me quedé casi dos y media más." Jude negó con la cabeza, las pestañas revoloteaban mientras parpadeaba para contener las lágrimas. "Diana, eres una terapeuta entrenada, por el amor de Dios. Debes darte cuenta de que muchas personas muy inteligentes terminan en relaciones abusivas. Quiero decir ...” Ella entornó la mirada. "Espero que en realidad no sostengas la opinión de que solo un idiota termina maltratada por su pareja romántica." Molesta por haberse tomado su evaluación personal como una burda generalización, Diana reprendió a Jude con el ceño fruncido. "Por supuesto que no. Los sociópatas son a menudo muy encantadores y difíciles de detectar, y las personas no abandonan a su abusador incluso después de haberse quitado la máscara por muchas razones. No estoy juzgando la situación de nadie más. Solo la mía." Su visión se volvió borrosa cuando las lágrimas que ya no podía contener surgieron al frente. “Debería haber prestado más atención a las señales de alerta que noté durante nuestro primer año. Y no debería haber sido tan estúpidamente optimista – no debería haberme permitido pensar en términos de para siempre. Definitivamente no debería haberme quedado y decirles a todos que sabía cuánto amaba a esta mujer que acababa de conocer, lo increíble que era nuestra relación, cómo ella ya me había hecho una mejor persona ... porque eso terminó por hacer que se sintiera aún más imposible el irme. Romper significaba admitir que había sido engañada. Qué había fallado." Se detuvo, pasando el trago amargo del arrepentimiento. “Siempre supuse que sería más fuerte. Cuando era joven, con Ava – sabía lo que quería. Nunca tuve miedo de imponerme. Veía o escuchaba XWPColección: Página y Facebook

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sobre mujeres en relaciones tóxicas y pensaba ... yo no. Nunca yo.” Ella resopló. "Ahora es nunca más." Exhalando, Jude apoyó su mano en la muñeca de Diana. "Lamento que ella te haya hecho pasar por eso. Si hay justicia en el mundo, Janine terminará en una situación miserable y solitaria." "No tengo idea de dónde está ni lo que está haciendo en estos días, y francamente, no podrías pagarme para averiguarlo." Diana tragó saliva, nerviosa por el calor de los dedos de Jude en su piel. “Básicamente, me acechó por casi dos años después de que finalmente terminé las cosas. A Ava le tomó una actitud absolutamente furiosa – y Janine conoció a otra mujer poco después – para que cesara el hostigamiento." "¿Te acechó?" Jude sonaba genuinamente horrorizada. "No es de extrañar que renunciaras a las relaciones." "¿Cierto?" Encantada de haber convencido finalmente a alguien de esa lógica, Diana sonrió alegremente, satisfecha por la falta de claridad en su cabeza y el calor creciente entre sus muslos. "Nada vale otra Janine." "Aún así ..." Jude acarició con el pulgar a lo largo del antebrazo de Diana, tal vez inconscientemente, y la miró a los ojos. “Confías en Ava, ¿no? Entonces entiendes que no todas las mujeres quieren lastimarte. Algunas de – " Ella tartamudeó, "De ellas solo quieren amarte y cuidarte ..." Rompió su mirada compartida para estudiar su punto de contacto. "No debes dejar que Janine te robe la oportunidad de encontrar la felicidad con alguien que te tratará bien." Instintivamente ofendida, Diana hinchó su pecho con desafío. "Soy más que capaz de encontrar la felicidad por mi cuenta, gracias." Se rió ante la altanería de su réplica vagamente mal pronunciada, demasiado atontada por el vino para aferrarse a su fugaz indignación. "Me has visto masturbarme." Su audacia intensificó el ascenso y la caída del hermoso pecho de Jude, apresurando el pulso acelerado de Diana. "¿No te parecía y sonaba perfectamente feliz para ti?" “La felicidad va más allá de los orgasmos, Diana. Tú lo sabes." Diana endureció su corazón contra la suave voz de Jude. "En realidad, no lo sé. Podría ser que tus orgasmos no sean tan satisfactorios como los míos." "Mi cuerpo está perfectamente sintonizado para el éxtasis alucinante, gracias." Jude bajó la mirada hacia la muñeca de Diana, luego suspiró y retiró su toque. “Te XWPColección: Página y Facebook

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agradezco que me cuentes sobre Janine. Sé que no te gusta hablar de ella – o de ti misma – así que me doy cuenta de que te costó mucho confiar en mi en algo tan personal. Y tienes razón. Entiendo mejor tus sentimientos sobre el amor ahora que sé lo que soportaste. Por supuesto, me entristece que una perra horrible como Janine te haya asustado para que no le des la oportunidad de amarte a otras pobres imbéciles.” Tímidamente, cruzó los brazos sobre su pecho y restableció el contacto visual cauteloso. "Pero lo entiendo. El abuso no es algo que simplemente acabas de superar. Te puede destrozar por un largo tiempo. Tal vez incluso para siempre.” Diana resistió por segunda vez la comparación de sus pasados. "Lo que Janine me hizo no es nada comparado con lo que tu padrastro te hizo pasar. Por supuesto, ahora no eres la que está jodida para siempre. Demuestra lo fuerte que eres ... y yo no lo soy." Pareciendo consternada, Jude dijo, "No me creo que estés jodida para siempre. Sólo asustada, ahora mismo. Pero a pesar del miedo con el que estás viviendo ..." Sorprendió a Diana dándole una sonrisa afectuosa que no pudo evitar corresponder. "Has decidido dejarme ser tu amiga. No puedo evitar ver que la prueba de que tu poder para evolucionar permanece intacto.” Su pie encontró el de Diana debajo de la mesa. "Te escapaste de Janine, hace qué, solo cinco años?" "Aproximadamente." Diana usó su lengua empapada de vino para mojarse los labios resecos, sorprendida por la fuerza con que sentía el alcohol. Las inhibiciones casi vencidas, luchó contra el impulso casi abrumador de ponerse de pie, poner a Jude de pie y besarla sin sentido. No seas estúpida, Di. Con calma. "A veces parece que fue ayer." "Todavía te estás recuperando, entonces." El pie de Jude rozó su tobillo, enviando un escalofrío a través de Diana que descuidó disfrazar. "Solo ... no te castigues por completo. Deja espacio en tu corazón para la posibilidad de nuevos cambios." Diana se encogió de hombros, deslizando su pie con calcetín a lo largo de la pantorrilla de mezclilla de Jude. "Por el bien de esa pobre, hipotética idiota que solo desea tratarme como cree que debería ser tratada?" Con los labios separados, Jude la estudió como si estuviera desesperada por discernir el significado oculto detrás de las palabras coquetas, ligeramente burlonas de Diana. Los segundos pasaron antes de que respondiera, susurrando un simple "Sí." "Me aseguraré de tomar tus sugerencias en consideración." Diana arqueó una ceja en advertencia. “Siempre y cuando prometas no confundir nuestra amistad con algo más. No si quieres conservarla.”

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Jude empujó su mano sobre la mesa. "De acuerdo." Diana curvó sus dedos alrededor de los de Jude, apretando lujuriosamente. Renuente a soltarla, prolongó el contacto trazando un patrón perezoso a lo largo del interior de la delicada muñeca de Jude con su pulgar. El jadeo audible de Jude se dirigió directamente a su clítoris, provocando un gemido que hizo que el punto del pulso de Jude latiera más fuerte y más rápido bajo su toque. Antes de que pudiera registrar lo que estaba a punto de suceder, el libido furioso de Diana saltó al asiento del conductor para expulsar su sentido de la precaución y dirigir la noche hacia un desastre inminente. "Fantástico. Es muy emocionante tener una nueva amiga con quien jugar.” Jude se congeló, luego bajó la mirada para mirar el pulgar errante de Diana. "También estoy emocionada de ser tu amiga." Retiró la mano, dejando a Diana flotando en vano en el aire. "Es maravilloso sentir finalmente que te estoy conociendo." "Oh, yo diría que ya me conoces ... más que casi cualquier otra persona en el planeta, de hecho." A partes iguales indispuestas e incapaces de autocensurarse después de la media botella de vino que había bebido, Diana se deslizó más abajo en su silla y deslizó los dedos de los pies por el interior de la pantorrilla de Jude. “Solo Ava puede asegurar una familiaridad más íntima con mi cuerpo. Por supuesto, ella y yo hemos sido amigas durante casi veinte años. Hemos tenido mucho tiempo para conocernos.” Ella metió el pie entre los muslos cerrados de Jude. "Y mucha práctica." Jude se enderezó de golpe, sentada rígida contra su silla. Sin embargo, no le pidió a Diana que se detuviera. En cambio, susurró, "¿Qué estás haciendo?" Intelectualmente, Diana no había olvidado por qué no debería acudir a Jude, o que no rompería una promesa al seguir adelante más allá, pero su consternación por el mal juicio de Ava tuvo el desafortunado efecto secundario de perpetuar el suyo. "Si hablas en serio acerca de tratarme bien, cariño, te enseñaré cómo. Te mostraré todas mis formas favoritas de ser tocada. Aquí y ahora. ¿Te gustaría eso?" Parpadeando, Jude dijo, "¿Me estás invitando a la cama?" "No a mi cama, no." Alentada por la ausencia de un no definitivo, Diana deslizó su silla añrededor de la mesa y apoyó una mano en el tenso muslo de Jude. "Vamos a mantener esto casual, no te parece? Me imagino ... qué, podríamos intercambiar oral? Tal vez meternos los dedos la una a la otra? O podríamos conseguir mi arnés y mi consolador ... entonces podríamos llamarlo asuntos de trabajo."

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Jude bajó la mirada, todavía parpadeando. Después de un largo silencio, puso su mano sobre la de Diana para detener su ascenso por el interior de su muslo. "No podemos. Has bebido demasiado vino para tomar este tipo de decisión. Como tu amiga, no puedo en buena conciencia aprovecharme de tus inhibiciones reducidas. Espero que lo entiendas, y que me perdones si he hecho esto incómodo. Debes saber cuánto adoro tener sexo contigo." Jugando con un mechón de su brillante cabello, Jude se encogió de hombros y luego susurró, "Si pensara que realmente podrías consentir ahora mismo, ya estaría de rodillas. Lamentablemente, yo no, así que ... no podemos." La reacción instintiva de Diana fue enojarse, pero la erupción injustificable estalló en milisegundos. En su lugar surgió la comprensión y la profunda y sincera gratitud. Una vez más, Jude había demostrado su confiabilidad. Había respetado los límites que Diana había establecido tan cuidadosamente – los mismos límites que cuestionaba cada vez más cada día que pasaba. Inspirada por el alcohol, Diana habló desde su corazón. "Gracias, Jude. Tienes razón, y lo siento. Es terrible seguir haciéndote esto, no es así? Tampoco hay excusa. Realmente no. Solo eres… yo solo… ” Ella respiró hondo. "Algo sobre ti, Jude Mónaco, me convierte en una maldita tonta. Cada vez que estás cerca." Sonriendo, Jude se apartó de la mesa y se levantó. Antes de que Diana pudiera hacer lo mismo, Jude caminó detrás de su silla y la envolvió en un abrazo afectuoso. Los cálidos labios rozaron su mejilla, luego presionaron contra la coronilla en su cabeza, durante los pocos y preciosos segundos previos a la inevitable salida de Jude. "Nos vemos pronto. Asegúrate de beber mucho agua." Diana tragó saliva, con la esperanza de sonar razonablemente no afectada por el breve y feliz contacto. "Lo haré. Gracias de nuevo por la pizza." "Es un placer." Jude sonaba como si casi hubiera llegado a la puerta. “Disfruta lo sobrante. Para tu información, la pizza fría es la penúltima cura de la resaca." El comentario de Jude a su debate anterior rompió su estado de ánimo abatido, provocando una risa impotente, y luego un estremecimiento involuntario. "Eres repugnante." Diana tuvo que sonreír. "Y sin embargo todavía te gusto." Temiendo hacer algo más de lo que se arrepentiría, Diana mantuvo la boca cerrada y no respondió nada. XWPColección: Página y Facebook

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Cuando la puerta se abrió detrás de ella, cerró la fantasía de rogarle a Jude que se quedara – aunque solo fuera para ver la televisión juntas durante una o dos horas – cerrando los labios con tanta fuerza que le dolía la mandíbula. "No te olvides de cerrar con llave detrás de mí." Diana respondió con un silencioso pulgar hacia arriba. Entonces, incapaz de ver a Jude irse, se quedó mirando sus manos vacías, lamentándose por la mujer en la que se había convertido.

CAPÍTULO DIECISIETE Jude se dirigió directamente a su habitación con los pies que apenas rozaban el piso. No sabía cómo sentirse sobre su cita de la pizza con Diana, excepto todo. Eufórica, conmovida, frustrada, triste, furiosa, confundida, esperanzada, cachonda y agotada encabezó la lista de emociones fácilmente identificables, pero probablemente más surgirían una vez que se liberara de la excitación desenfrenada que actualmente mantenía a su mente racional como rehén. Quitándose los jeans y las bragas mientras

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cruzaba el umbral, Jude se dejó caer sobre su cama y dejó escapar un gemido torturado. "Maldita sea, Di." Ella se metió la mano entre las piernas, luego se puso boca abajo para sofocar un gemido que no pudo reprimir. "Estás ... matándome." Frotándose el clítoris, Jude hundió la cara en las sábanas y sin darse cuenta se folló sus ocupados dedos. Había dos talleres más, posiblemente tres, antes de que su arreglo llegara a su conclusión natural. Por primera vez, Jude anhelaba que el fascinante viaje en el que estaban se detuviera, o tal vez simplemente redujera la velocidad, antes de que se perdiera por completo. Tan maravilloso como se sentía el ser tratada como una verdadera confidente, Jude no estaba más cerca de entender las verdaderas intenciones de Diana, ni lo que ella esperaba de la amistad que les había permitido tener a regañadientes. Sonaba como si de repente hubieran beneficios amistosos adicionales sobre la mesa, dependiendo de la firme adhesión de Jude a las líneas siempre cambiantes que hasta ahora se había negado a cruzar – suponiendo que Diana no cambiara de opinión después de ponerse sobria. ¿No era este un gran paso en la dirección correcta? ¿No debería estar emocionada? Aunque Jude anhelaba disfrutar de la alegría de haber influido en la opinión de Diana sobre las actividades extracurriculares, no tenía ni la menor idea de cuánto tiempo podría mantener la delicada tentativa de follarse a Diana, o incluso de ser su amiga, sin confesar la asombrosa profundidad de su amor. Ya estaba más que cansada de la interminable farsa de minimizar su interés, y noches como esta no hacían nada para aliviar su carga mental. ¿Por qué Diana seguía caminando de puntillas sobre sus propios estúpidos límites? ¿Por qué probar repetidamente la integridad y la fuerza de voluntad de Jude con la perspectiva del sexo prohibido? ¿La mujer se excitaba jugando con ella, o estaba legítimamente en conflicto acerca de sus propios deseos? Jude frenó su mano, dibujando círculos lentos y sensuales alrededor de su rígido clítoris para detener su cavilación antes de que la frustración que provocó pudiera estropear su clímax. ¿Realmente importaba por qué Diana la torturaba? Ella no iba a renunciar a su papel de asistente de suplente, mucho menos cortar el contacto por completo. El dolor de estar cerca de Diana no podría ser peor que la agonía de la separación. Sin ninguna vía de escape, Jude estaba atrapada. Todo lo que podía hacer era abrazar la dulzura de este sufrimiento.

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Empujando en su mano, Jude imaginó a Diana parada detrás de ella, un consolador un poco demasiado grande atado a sus caderas. Jude se arqueó provocativamente, mostrando su excitación al espectador imaginario que había colocado al pie de la cama. "Diana," susurró. "Pon tu verga dentro de mí. Cógeme con eso." Como era de esperar, la fantasía de Diana resultó ser cada centímetro de lo que probaba ser su contraparte en la vida real. No hasta que te lo ganes. Puedes comenzar mostrándome ese pequeño ano apretado que prometiste dejarme follar el próximo fin de semana. Jude gimió, el corazón le latía con fuerza como si Diana hubiera emitido la orden cruda ella misma. "Sí, señora," susurró, alcanzando hacia atrás para jalar su nalga izquierda y exponer su ano a la mirada acalorada de Diana. "¿Así?" Exactamente así. Ahora frota ese clítoris para mí, chica lista. Mueve esas caderas como si te estuvieran follando. Jude se retorció contra el colchón, ejecutando las instrucciones de la fantasía de Diana con un entusiasmo generalmente reservado para sus encuentros de pareja. A pesar de que había dejado de beber mucho antes del punto de la borrachez, no tuvo problemas para canalizar el espíritu de la actriz porno más agresiva del mundo para actuar para su novia imaginaria. Trabajando vigorosamente su clítoris, Jude jaló de su nalga izquierda aún más hacia un lado, mostrando para el amor fingido de su vida. "Por favor ..." murmuró. "Metelo en mi culo, cualquier cosa que –" Un repiqueteo cantarín de algún lugar cerca de la puerta del dormitorio sacó a Jude de su fantasía y, en un golpe de ironía que solo apreciaba después de que su ritmo cardíaco disminuía, la envió a esconderse debajo del edredón para ocultar su desnudez de miradas indiscretas. Cuando el repiqueteo resonó unos segundos más después, dejó escapar un suspiro de alivio. Le habían enviado un mensaje, no pillada. "Gracias, universo." Jude pateó el edredón de la parte inferior de su cuerpo y se sentó de mala gana. Aunque no tenía motivos para sospechar que Diana era la que estaba detrás de esas notificaciones, decidió revisar su teléfono antes de reanudar su espectáculo de una sola mujer. Levantándose de la cama, se arrodilló para buscar a través de la ropa amontonada en la puerta mientras se decía a sí misma – una y otra vez – que era simplemente Katrina para comprobar en un momento tan inoportuno.

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Pero los mensajes no eran de Katrina. Increíblemente, el nombre de Diana estaba en la parte de arriba de su lista de mensajes no leídos. Con los dedos temblorosos, Jude logró abrir la nueva serie después de unos pocos segundos de torpes pulgares mal colocados. Le tomó un tiempo a las palabras de Diana dejar de deslizarse frente a sus ojos, fila tras fila de ellas, cada una de ellas borrosa, retorcida e incomprensible para su cerebro adormecido. Eventualmente, sin embargo, la comprensión volvió y Jude comenzó a leer. ¿Estás tan harta de mis disculpas como yo de meter la pata? Debería haberte dejado ir cuando intentaste marcharte la primera vez. Obviamente sabías que estaba a punto de hacer el ridículo. La próxima vez, por favor recuérdame que puedo ser mayor, pero definitivamente eres más sabia. Jude se rió entre dientes, hundiéndose en la cama para responder. Debes haber olvidado la vez en que te invité a masturbarte conmigo después de nuestra comida compartida más reciente. Creo que es justo decir que a veces las dos estamos más cachondas que sabias. Cierto. Unos puntos suspensivos intermitentemente parpadeante insinuaba las múltiples revisiones que sufrió la respuesta de Diana antes de llegar finalmente a su teléfono. Aún así, fuiste la madura entre nosotras esta noche. Muchas gracias por respetar mis límites ... aunque parece que yo no puedo. Jude pasó al menos tres minutos escribiendo su propia respuesta meticulosamente redactada. Eres mi amiga, Diana. Siempre te trataré con respeto y nunca haré nada que crea que pueda lastimarte. Después de lo que me contaste sobre Janine ... Realmente quiero que seas feliz. Incluso si eso significa que estés sola. Diana tardó casi seis minutos en escribir una confesión sorprendentemente íntima. No es como si me encantara el estar sola, sola. Es la razón por la que estuve tan impetuosa esta noche, supongo (el vino también jugó un papel, naturalmente, al igual que el hecho de que eres hermosa y una excelente amante). Y también ... Ava y yo tuvimos una discusión un tanto importante hace unos días. Estoy segura de que haremos las pases pronto, pero ... ya no creo que volvamos a acostarnos juntas, por tiempo indefinido.

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Varias piezas encajaron en su lugar, arrojando nueva luz sobre el estado de ánimo y el comportamiento de Diana. Debatiéndose, Jude finalmente decidió que no se sentía bien haciéndose la tonta. Ella escribió. ¿Porque ella y Katrina están más o menos juntas ahora? ¿Cuándo te enteraste? Diana continuó enviando mensajes de texto mientras Jude creaba una respuesta apresurada. Katrina te dijo que le dio a Ava una masturbada? Te pedí que me recomendaras a una cuidadora/fisioterapeuta, no enganchar a mi BFFWB (Mejor amiga para siempre con beneficios) con una dispensadora de orgasmos éticamente cuestionable. Jude frunció el ceño, irritada por la sugerencia de que Katrina era algo menos que profesional. Escogiendo sus palabras con cuidado, le replicó una defensa mordaz de su propia mejor amiga. Ava había estado coqueteando con Kat desde su primer encuentro. Ella nunca se ha acostado con un cliente antes ... y solo con otra mujer, en toda su vida. No te presionaré tanto porque sé que estás triste y que probablemente todavía estés ebria, pero Ava es una chica grande, y Katrina no tiene relaciones sexuales con nadie a menos que tenga verdaderos sentimientos por ellos. Lamento que estés sola. Una vez que estés sobria, podemos volver a la pregunta de si sinceramente deseas mi ayuda con eso. Envió el muro de texto, esperó un momento y luego siguió con una renuncia apresurada. A menos que ya hayas decidido que es una mala idea. Si es así, estoy totalmente de acuerdo. Después de otra breve pausa, lanzó una última nota – para cubrir cada base. Si no, también estoy totalmente de acuerdo. Pasaron unos minutos antes de que la fuerza de voluntad de Jude se evaporara y su mano se moviera de nuevo entre sus piernas. Ella masajeó su vulva con ternura, usando su palma para aplicar presión indirecta justo al norte de su clítoris abultado. Solo le llevaría un minuto o dos llegar al clímax, máximo, pero dudó en continuar sin leer lo que Diana tenía que decir. Por qué, no lo sabía. El rechazo parecía ser el resultado más probable, superado solo por un comentario ingenioso

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ambiguamente indiferente. Sin embargo, en el improbable caso de una respuesta positiva, el orgasmo de Jude sería todo menos hacerse cargo de si mismo. Aproximadamente un millón de años pasaron antes de que Diana finalmente respondiera. No estoy convencida de que sea una mala idea. Tal vez una peligrosa. Tienes razón. Lo mejor es estar sobria antes de tomar cualquier decisión. Pero quiero que sepas ... confío en ti, Jude. Mucho más de lo que hubiera creído posible en este momento de mi vida. Conmovida por el sentimiento – y agradecida por el estado de embriaguez que permite su entrega delicada – Jude se tomó un descanso de acariciar sus labios vaginales para darle una respuesta rápida. ¿Porque soy una chica muy buena? En segundos, Diana envió un emoticón de lágrimas de alegría que hizo que Jude sonriera con tanta fuerza que le dolían las mejillas. El texto que siguió sacó un gemido de la garganta repentinamente seca de Jude. Una muy, muy buena chica. Dulce, también. Jude inhaló, hiperconsciente de lo rápido que habían girado hacia territorio decididamente travieso. Cuando se detuvo para sopesar las consecuencias de continuar este paseo por la avenida sexteo (*), Diana siguió a toda velocidad. ¿Está tu vagina mojada? Antes de que Jude pudiera comenzar a pensar en una respuesta, Diana proporcionó una salida fácil.

(*) Término que se refiere al envío de mensajes sexuales, eróticos o pornográficos, por medio de teléfonos móviles. No tienes que responder a eso. Después de luchar brevemente con los pros y los contras, Jude se dio cuenta de que no le importaba si se trataba de otra prueba. Si Diana la invitaba a tener sexo, ella lo haría con entusiasmo.

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Bastante segura de que no hace falta. ¿Qué tal si preguntas algo que no sabes? Diana no dudó. ¿Estás en la cama? Lo estoy. ¿Tocando tu clítoris? Jude sonrió, moviéndose de emoción. Lo estaba ... antes de que alguien me interrumpiera. Deberían avergonzarse. El parpadeo esporádico de los puntos suspensivos de Diana mantuvo a Jude en el borde de su asiento. Bueno, no dejes que te detenga. Mordiéndose el labio, Jude escribió su propia pregunta. Primero dime si también estás en la cama. Lo estoy. La frecuencia cardíaca de Jude se aceleró, los finos vellos en la base de su cuello se elevaron al darse cuenta de la proximidad de Diana. En ese caso, esto no debería tomar más de un minuto o dos. Gracias por la inspiración. De nada. ¿Quién estaba proporcionando inspiración antes de mi brusca interrupción? Con el pecho apretado, Jude no podía encontrar más razones para no decir lo obvio. Bastante segura de que sabes la respuesta a esa, también. Esta vez esperó por más tiempo la respuesta de Diana. Bueno ... me siento halagada. Los reveladores puntos suspensivos delataron un ataque masivo de indecisión, mientras Diana parecía escribir, borrar, escribir, borrar durante minutos. Jude tocó su clítoris con cautela, ansiosa por venirse, pero aún más ansiosa por saber lo que Diana encontraba tan difícil de expresar. Cuando finalmente apareció su concisa misiva de ocho palabras, Jude dejó escapar un gemido. También he pensado en ti. Mas de una vez. XWPColección: Página y Facebook

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Incapaz de detenerse, Jude escribió, ¿Pensarás en mí esta noche? Estoy pensando en ti mientras escribimos. Jude resopló ante los sonrientes y sudados emoticones de Diana. Qué te diviertas, cariño. Envíame un mensaje de texto una vez que te vengas ... me sentiré mejor sabiendo que pudiste ocuparte de ese dolor entre tus bonitos muslos. Cada parte de Jude le gritó que reconsiderara la oferta de Diana de una follada relacionada con el trabajo, sin embargo logró mantenerse firme en la postura que había tomado hacía solo una hora. Abandonando su fantasía de preguntarle a Diana si le gustaría follar después de todo, Jude se comprometió por avivar su excitación a través de una aprobación pícara descarada. Lo sabrás cuando me venga. Lo prometo. Poco menos de tres minutos después, Jude levantó la cabeza de la almohada para lanzar un gemido a plena voz, llegando al clímax lo suficientemente fuerte como para ser escuchada a través de la pared. Imaginó a Diana esforzándose por escuchar con su mano enterrada profundamente en su propia vagina e inmediatamente se vino de nuevo. Cerca de la parte final de su segundo ruidoso, Jude se quedó en silencio – llegando tan lejos como para contener el aliento – ante el glorioso sonido de Diana que estallaba de placer en una habitación. Jude siguió frotando su clítoris a lo largo de la modesta presentación vocal, provocando un tercer orgasmo, apenas intentándolo. Subiendo el volumen para asegurarse de que Diana escuchara, Jude montó las oleadas extáticas hasta que se derrumbó en el colchón, saciada al fin. Su teléfono sonó poco después de que las caderas de Jude se detuvieron. Lo cogió, revisando la pantalla con esperanza en su corazón. Afortunadamente, Diana no la decepcionó. Gracias mi amiga. Necesitaba eso. El gusto es mio. Jude se rió. Literalmente. Linda. Sorprendida de ver a Diana todavía escribiendo, Jude apoyó el teléfono en su pecho mientras esperaba lo que viniera después. Ella sonrió cuando llegó el mensaje. Duerme un poco, cariño. Te quiero bien descansada para el Sábado ... y llena de energía sexual. XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

Siempre. Jude puso los ojos en blanco ante el eufemismo. Dulces sueños, Di. Me alegra que seamos amigas. Ella se encogió al releer su oración final después de pulsar en enviar. "'Me alegra que seamos amigas'? Eso es perfecto. Jodidamente suave." La rápida respuesta de Diana calmó los nervios agotados de Jude. Yo también. Ahora duérmete, jovencita. No quiero escuchar ni un sonido más de ti esta noche. Incapaz de resistirse, Jude se arrastró para colocar su boca contra la pared sobre su cabecero. "¡Ni pío!" Una leve risa, luego un texto final, Mocosa, acompañado de un emoticón rodando por el suelo – confirmó que su humor fue bien recibido. Después de escribir su propio mensaje de despedida – Sabes que te encanta, Judy arrojó su teléfono a la mesita de noche y se acomodó para un sueño bien merecido.

CAPÍTULO DIECIOCHO Soñolientamente obligándose a abrir los ojos a la mañana siguiente a las nueve en punto, el primer instinto de Diana fue levantar el teléfono. Ignoró la decepción de su vientre cuando descubrió que no había nuevas notificaciones, buscó el número del teléfono de Ava e inició una llamada antes de que pudiera hablar de la disculpa que XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

necesitaba dar. Sus dientes juguetearon nerviosamente con su labio inferior a través de dos completos timbrazos, y casi colgó a la mitad del tercero. Era posible que Katrina la tuviera ocupada. Eso explicaría el retraso – eso, o Diana estaba siendo ignorada. A punto de terminar la llamada, Diana se sobresaltó cuando Ava respondió frenética y sin aliento, "¿Diana? ¿Aún allí?" Afectada por su urgencia, Diana volvió a poner el teléfono en su oreja. "Estoy aquí. ¿Está todo bien? ¿Estoy interrumpiendo, o ...?” “Todo está bien, y no, no interrumpes. Accidentalmente dejé mi teléfono en la cama antes de emprender un largo y arduo viaje para encargarme de los asuntos en un inodoro de verdad. Acabo de embarcarme en el viaje de regreso cuando escuché tu tono de llamada desde el otro lado de la habitación.” Ava se rió entre dientes, jadeando por el esfuerzo. "Tengo que decir que no tenía idea de que todavía era capaz de moverme tan rápido." Haciendo una mueca, Diana la regañó. “No te atrevas a arriesgar tu vida para responder el teléfono, especialmente cuando sabes que soy yo. Entenderé si necesitas regresar la llamada cuando sea más conveniente." "Lo sé, lo sé. Pero ... estaba esperando saber de ti.” Ava vaciló. "Y no quería que pensaras que te estaba ignorando a propósito porque Katrina estaba aquí, o lo que sea." En lugar de negar que el pensamiento le había pasado por la mente, Diana preguntó, “¿Está ella ahí? Porque siempre podemos hablar en otro momento." "Katrina está con otro cliente esta mañana." Ava lanzó un suspiro casi inaudible. "Ella dijo que pasaría a verme más tarde esta noche, pero probablemente no hasta después de la cena." Diana experimentó una punzada compasiva ante el poderoso anhelo en la voz de Ava. Aliviada por el surgimiento de una perspectiva empática más evolucionada, se relajó en su almohada y volvió a asumir el papel de mejor amiga. "Qué mala onda. Suenas como si la extrañaras.” "Terriblemente." Después de un momento, Ava agregó, "Pero no tanto como te he echado de menos." Diana exhaló. "Fui egoísta la otra noche ... una perra total. Tenías razón, por supuesto. No somos una pareja, lo que significa que eres libre de enamorarte de quien XWPColección: Página y Facebook

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quieras. No tengo derecho a reclamar tu corazón, incluso si me gusta compartir tu cuerpo a veces.” Horrorizada por el ataque que había lanzado en reacción al gran anuncio de Ava, se encogió de hombros y se metió aún más debajo del edredón. “Te mereces una mujer que te ame y cuide, libre de cualquier reserva. Una mujer que pueda entregarse a ti por completo ... que se adapte a tu vida mejor de lo que nunca lo he hecho o lo haré." "Encajas en mi vida," Ava insistió. “Solo… como mi mejor amiga. La que mejor me conoce.” No por mucho tiempo, si esto funciona con Katrina. Diana silenció su cínico comentario interno, decidida a enfocarse primero en los sentimientos de Ava. “Te amo, Ava, y quiero que seas feliz. Sé que no puedo darte eso. No la verdadera felicidad." Sin saber cuál era la mejor manera de concluir su disculpa, Diana finalmente decidió, "Me equivoqué al esperar que le dieras la espalda a la posibilidad del amor solo porque yo lo he hecho. Por favor, perdóname.” Ava dijo una palabra, pero Diana se sumó primero en otra disculpa – la que consideraba la más importante de todas. "Además, nunca debería haberte llamado vieja. No lo eres, pero sé que te has sentido insegura acerca de tu edad desde el accidente, por lo que fue una mierda adicional de mi parte el sermonearte de la brecha generacional. En retrospectiva, eso fue increíblemente cruel." "Aún así, estás perdonada." De hecho, la voz de Ava no tenía nada de malicia ni resentimiento. "Entendí por qué reaccionaste tan duramente. No es como si pensara que te alegrarías de acostarme con la prima de Jude.“ "Aún así, una verdadera amiga habría considerado tus sentimientos por encima de los suyos." Diana hizo una pausa, deseando poder recuperar el arrebato que la había llevado por el peligroso camino de hacerse amiga de una mujer más joven que deseaba fervientemente. "Mis inseguridades no tienen prioridad sobre tu derecho de tener algo con tu niñera traviesa." “Cuidadora.” Ava la corrigió con una voz irónica. “Katrina es una cuidadora domiciliaria. Las niñeras cuidan de los niños.” "Exactamente." Diana entregando la burla a la ligera, optimista que se recibiría según lo previsto. "No lo olvides, te he ayudado a cuidar de ti en varias ocasiones desde que ese desagradable virus estomacal te golpeó la mañana después de que nos acostáramos la segunda vez. Me desperté desnuda en tu cama con el sonido de tus arcadas, luego pasé la semana siguiente satisfaciendo todos tus caprichos mientras me prometías

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todas las increíbles relaciones sexuales que tendríamos una vez que tu diarrea estuviera bajo control." Ava hizo un sonido que Diana no podía clasificar fácilmente, una expresión a medio camino entre la hilaridad y la repulsión. "Hasta el día de hoy, mi experiencia más humillante frente a una chica que quería impresionar." "Sin duda me impresionó tu capacidad de pensar siquiera en follarme en ese estado." “No es que lo estuviera pensando.” Ava se rió. “Más bien preocupada de que te fueras. Que te aburrirías de mi después de muchos días de estar físicamente repulsiva y no llevarte a la cama." La culpa cayó aún más sobre los hombros de Diana. “Nuestra relación nunca ha sido, y nunca será, únicamente sobre el sexo. Y tú, mi amor, eres incapaz de provocarme repulsión físicamente. Inexplicablemente, incluso cuando estás vomitando por ambos lados." Ava se rió, luego gimió penosamente. "Ow, para. Mi espalda me está matando." Diana frunció el ceño. "Tal vez deberías llamar a Katrina. O ... podría ir. Enrollarte un porro y la niñera te devuelve la salud.” "Me encantaría una visita, si estás dispuesta a hacerlo. Katrina de hecho enrrolló toda una bandeja de porros anoche, así que ni siquiera te pondré a trabajar." "¿Lo hizo?" Eso respondió una pregunta sobre su compatibilidad básica. "No estoy segura de que eso esté en la descripción de su trabajo." Ava se rió. "No lo está, pero ella apoya increíblemente mi deseo de evitar los opiáceos. Incluso se ofreció a hornearme brownies medicados si le daba una receta." Diana tuvo que sonreír. "Tal vez te has encontrado una joya." "Tal vez. Espero que sí.” Ava se calló, claramente vacilante en decir algo más. Consciente de que su actitud anterior era el obstáculo, Diana dijo, “Puedes hablar conmigo. No más juicios ni altanería, lo prometo. Teniendo en cuenta que Jude y yo terminamos anoche con sexteo ligero y masturbación mutua – en nuestras habitaciones separadas, claro está, pero lo suficientemente fuerte como para escuchar – sería hipócrita criticarte por estar involucrada con una mujer más joven cuando yo también lo estoy. Y ahora que no puedo ni siquiera pretender que es estrictamente profesional." XWPColección: Página y Facebook

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"Guau." Ava sonaba realmente aturdida. "Esa chica realmente se está metiendo en tu corazón, ¿no es así?" "No en mi corazón." Diana puso los ojos en blanco ante la falta de convicción en su débil protesta. "Sólo ... mis bragas. Aparentemente.” Ella suspiró. "A pesar de mis mejores esfuerzos." "¿Entonces ... cómo estuvo? ¿El follarse mutuamente?” "Bien." Temerosa de revelar la profundidad de su falta de entusiasmo, Diana objetó. “Siempre es bueno compartir un orgasmo con alguien. Incluso en espíritu.” "Amén por eso." Un siseo silenciado alertó a Diana sobre el intento por lo demás estoico de Ava de encontrar una posición cómoda para su columna vertebral. "Espero convencer a Katrina para que me permita finalmente devolverle el favor. Esta noche." Fue el turno de Diana de sorprenderse. "¿No la has tocado todavía?" "Ella dice que necesito tomarlo con calma. Creo que teme que me lastime si me permite hacer algo para lo que mi cuerpo no está listo." Después de una larga pausa, Ava agregó, tentativamente, "Pero estoy lista. Incluso si todo lo que puedo hacer es sostener un vibrador contra su clítoris, me muero por darle incluso una fracción del placer que ha traído a mi vida." El tono melancólico y afectuoso de Ava dejó en claro que su deseo por Katrina iba mucho más allá de lo puramente sexual. Luchando contra otra punzada de celos, Diana se maravilló de cómo la prima de Jude la había conquistado. "No creo que te haya escuchado nunca tan emocionada por una mujer." "No creo que haya estado nunca tan emocionada antes." Ava exhaló de prisa. "Da miedo como el infierno, a decir verdad." Alentada por el recordatorio de que el amor era aterrador para todos, y no solo para ella, Diana sonrió. "Sip." "Pero vale la pena," Ava se apresuró a agregar. "Más que valer la pena."

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Veremos si todavía te sientes así dentro de cinco años, susurró la cínica interna de Diana. En voz alta, dijo, "Disfruta el paseo. Recuerdo vagamente lo divertido que era enamorarme ... antes de que Janine me desengañara permanentemente de la idea." Ava suspiró. “Janine se ha ido, cariño. Volvió a casarse, se mudó a Santa Bárbara y salió de tu vida para siempre. Ya no puede hacerte daño." Suavemente, señaló," Y Jude ... ella no es otra Janine. Basándome en todo lo que Kat me dijo, ellas no se parecen en nada. Jude suena como una chica dulce ... una joven inteligente y apasionada con mucho talento y una cabeza impresionante sobre sus hombros. A riesgo de alterar nuestra tregua, tengo que decirte que en mi opinión, ella parece una amante ideal para ti. Una que potencialmente podría restaurar tu fe en las mujeres, dandole una media oportunidad." Ya cansada de la discusión, Diana echó la cabeza hacia atrás para mirar la pared que separaba su dormitorio del de Jude. "Tal vez eso es de lo que tengo miedo. No quiero que ella lo haga.” "Lo que no tiene sentido." Ava resopló. “Acabas de admitir lo divertido que solía ser enamorarse. ¿Y si pudieras sentirte de esa manera otra vez? ¿No querrías? Por favor, Di ... no puedes dejar que Janine arruine el resto de tu vida." Diana refutó, una vez más a la defensiva sobre el refrán favorito de todos. "Ella no ha 'arruinado' mi vida. El amor romántico no lo es todo, ya sabes. Ni siquiera es lo más importante." "Amor romántico, no, pero conexión humana básica ..." Ava se calló, luego suspiró. "Yo diría que no estar totalmente sola en el mundo es muy importante para la mayoría de las personas en este planeta. Incluyéndote.” Interrumpió la protesta a medias de Diana con un contraargumento sucinto. “Si de verdad no te importara una mierda, nunca te habrías enfadado tanto sobre mi y Katrina. Pero lo hiciste ... lo haces.” Diana abrió la boca para rebatir, luego la cerró de golpe. Mientras más que simples celos habían alimentado su reacción, no podía negar el argumento básico de Ava. A falta de una respuesta, aceptó la derrota. "Buen punto." “Es obvio que realmente no anhelas la soledad que siempre dices que quieres. Al menos, no la soledad sexual.” Cuando Diana se negó a estar en desacuerdo, Ava continuó construyendo su caso. "Dime, has intentado incluso el celibato por más de dos o tres meses?" Diana no pudo mentir. "Nunca he tenido que hacerlo."

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"Por supuesto que no. Siempre he sido tu red de seguridad. Sin la comodidad de mi amistad sexual casual y no amenazadora, no sería tan fácil ignorar al resto de las mujeres. Ambas sabemos que soy la razón por la que nunca te has sentido emocionada para comenzar a salir de nuevo .” "Tienes razón," Diana admitió. “Disfruté lo que teníamos y no vi una razón para que algo cambiara. Trabajamos bien juntas, nuestro sexo es extremadamente bueno, y puedo quedarme dormida a tu lado sin temor de que me despiertes una hora después para abofetearme, llamarme un feo pedazo de mierda, sin valor, y acusarme de follarme a todas las que conozco." Ava soltó un suspiro lento y tembloroso, insinuando la ira emotiva que Diana sospechaba que había evocado con la confesión. “Lamento mucho que Janine te haya hecho eso, cariño, y que no lo haya visto antes. Me mata saber que sufriste durante años sin que me diera cuenta de que era un monstruo lo suficiente para golpearte. Y mucho menos sobajarte a diario." “¿Recuerdas lo que te dije la última media docena de veces que te disculpaste por no ser mi caballero blanco? Puse una cantidad de esfuerzo increíble en ocultar todo lo que estaba mal entre Janine y yo." Diana se acurrucó de lado, luchando contra la vergüenza residual que temía no haber derramado nunca. "Me sentía demasiado avergonzada como para dejarte creer que mi vida con Janine no era perfecta. Admitir en voz alta que me las había arreglado para arruinar esta relación perfecta que me había pasado el último año convenciéndote era por mí ... que la mujer que amaba me hacía odiarme a mí misma ...” Ella se tragó un sollozo. "¿Qué habrías pensado?" “Que necesitabas ayuda.” La compasión de Ava cubrió a Diana bajo el calor de la inquebrantable amistad, haciendo que el parloteo descontrolado de su mandíbula se detuviera temporalmente. "Y créeme en que la proporcionaría." "Te creo." Diana tragó saliva, una vez más lamentando la pérdida de su vínculo especial. "Siempre lo hago." "Lo sé." Ava esperó, luego preguntó, "¿Qué pasa con Jude?" Irritada por la insistencia de Ava en discutir sus perspectivas futuras antes de que ella hubiera tenido tiempo de llorar la desaparición de lo que habían compartido, Diana dijo bruscamentem "¿Qué hay con ella?"

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"No tomes ese tono conmigo." Ava la regañó, canalizando al personaje de amante severa bien afilada que siempre dejaba a Diana resbaladiza y lista para ser follada después de solo unas pocas palabras afiladas. "A menos que quieras enviarnos de vuelta a donde empezamos." "No lo hago." Suspirando, Diana abrió los ojos para mirar con indiferencia a la pared. "No debería haberte hablado fuerte. Sé que solo estás tratando de ayudar ... en tu propia manera equivocada." "Tienes razón, lo estoy." Un largo silencio se extendió entre ellas. Justo cuando Diana comenzó a relajarse, Ava intervino, "Un último pensamiento y he terminado." Diana resopló. "¿Lo juras?" "Sí." Ava hizo una pausa para enfatizar. "Ahora me vas a prometer algo." Un nudo se formó en la garganta de Diana mientras esperaba cualquier petición imposible que Ava la estuviera obligando a hacer. "¿Qué?" "Quiero que consideres – lo cual significa contemplar de manera directa y seria – que si estuviste lo suficientemente cómoda como para tener sexo con Jude y jugar al exhibicionista-voyeur en sus habitaciones contiguas el Jueves por la noche ... debes confiar en ella, también. Al menos un poco.” "Más que la mayoría, sí," Diana reconoció. "Pero no lo suficiente para lo que creas que debo hacer a continuación." “¿Llevarla a un restaurante de lujo?” Con una risita alegre, Ava hizo que los temores más arraigados de Diana parecieran tontos, incluso pequeños. “Ya te has follado a esta chica, qué, cuatro o cinco veces? Cenar y una película es la parte fácil. Apuesto a que incluso lo disfrutarías. Tus sentimientos por Jude son más que sexuales, verdad? Ir a una cita real te ayudaría a decidir cuánto más." Diana se erizó. "Nunca dije que mis sentimientos por Jude fueran románticos." "No tienes que hacerlo." Ella podía imaginar exactamente cuán presuntuosa debía haberse visto Ava. "Soy tu mejor amiga. Es obvio." "Vete a la mierda, no lo es."

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"Vete a la mierda. Jude te tiene enganchada, y tendría que estar ciega para no darme cuenta.” La indignación de Ava se intensificó. "Casi tan ciega como tú." "No estoy ciega." Y ella no lo estaba. Diana reconoció la innegable química sexual que ella y Jude compartían. Sabía que su atracción no era solo física, que lo que más deseaba de Jude era mucho más aterrador que la locura potencial de convertir a su vecina de al lado en una follamiga. "Sólo ... pragmática." "Tienes miedo, Di, y entiendo eso. Realmente lo hago." "No, realmente no." Diana interrumpió el intento de empatía de Ava con un gruñido. Salir con una o dos perdedoras no contaba. Ava nunca había sufrido una traición a la confianza en la magnitud de la rápida transformación de Janine en una matona implacablemente cruel. No tenía ni idea de cómo se sentía el estar encarcelada en una relación, demasiado asustada para dejar a tu captora quien pasaba los días convenciéndote de que tu mal comportamiento era el resultado de tus propios defectos de carácter irredimible y tus noches durmiendo a su lado en la cama. "Y me alegro – me emociona, incluso – de que puedas besar a Katrina sin tener que preguntarte si algún día se volverá mala, o te estresará sobre cómo mejorar tu estado de ánimo de forma encubierta si ella parece gruñona. Nunca quiero que 'obtengas' eso ... solo para respetar eso que no tienes.'' "Eso es justo. No sé lo que es estar con una imbécil del calibre de Janine, pero eso es porque todas las mujeres con las que he salido eran seres humanos medio decentes – aunque no sin sus peculiaridades individuales." Ava habló en un murmullo tranquilo y sin confrontaciones. “La mayoría de las mujeres lo son. Fuiste extraordinariamente desafortunada de haber conocido a Janine. Eso no significa que tendrás mala suerte la segunda vez." Diana no dijo nada. No estaba segura de qué más decir, excepto, "¿Quieres que vaya ahora o más tarde? Llevaré la comida. Lo que quieras, solo dime.” En la más pura forma de las mejores amigas, Ava aceptó el nuevo tema sin discusión. "Rosquillas por ahora, focaccia de tomate para más tarde?" "Suena celestial." Diana se apretó la nuca. "Ava?" "¿Sí, mi amor?" "Aprecio que no te des por vencida conmigo ... aunque a veces prácticamente te lo ruegue."

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"Nunca." La voz de Ava se quebró, llevándola a aclararse la garganta. “Diana, nunca me daré por vencida contigo. Por favor tu no te rindas, tampoco. ¿De acuerdo? Estás tan cerca, cariño, tan cerca de reclamar lo que Janine te robó. Solo necesitas desearlo – quererlo y ser valiente."

CAPÍTULO DIECINUEVE Equilibrándose en sus manos y rodillas, Jude miró a los ojos vigilantes de doce mujeres con consoladores con correas y sus ansiosas parejas mientras todas esperaban XWPColección: Página y Facebook

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que Diana se apurara y la penetrara. Ella había estado bromeando durante más de cinco minutos a estas alturas – minutos que parecían horas – trazando la punta de su dildo atado arriba y abajo de los labios vaginales de Jude, y en ocasiones alrededor de su clítoris abultado, para producir una inundación obscena de jugos que chapoteaban mojándola en cada movimiento. Cada vez más cohibida sobre el sonido vulgar de su excitación, Jude se mordió el interior de la mejilla para evitar que suplicara. Anhelaba terminar con la anticipación, pero no se atrevió a pedir clemencia. Esperaría todo lo que Diana necesitara. Cualquier cosa para complacerla. Jude jadeó cuando fuertes manos agarraron sus caderas y jalaron de ella hacia atrás, luego obedientemente bajó su pecho hacia la manta y levantó su vagina en el aire. Presionada aún más firmemente contra el consolador errante, se estremeció cuando Diana finalmente rompió su silencio para presagiar el final de su interminable tortura. "Una vez que esté lo suficientemente mojada ..." Diana soltó su cadera para rozar los pliegues empapados expuestos por la nueva posición de Jude. Dos dedos se arremolinaron a través de los cálidos jugos reunidos en su entrada por unos pocos, tentadores segundos antes de alejarse. "Y por suerte para mí, mi encantadora asistente con toda seguridad lo esta ..." La cabeza del consolador reemplazó los dedos de Diana para empujar insistentemente contra la abertura resbaladiza de Jude, lista para deslizarse con solo la más mínima aplicación de presión. Jude contuvo el aliento, ansiosa por lo que venía. “Sostén el consolador con su mano dominante mientras lo guían hacia su vagina. Vayan lento y tranquilo al principio, asegurándose de comprobar con regularidad." Ya medio metido dentro de su vagina receptiva, Diana le preguntó a Jude en voz baja. "¿Qué piensas, cariño? ¿No se siente bien tener tu vagina apretada envuelta alrededor de algo tan grueso y duro?" Jude levantó la cara de la manta para responder. "Sí ... y joder, eres grande." En realidad, Diana no estaba dotada tan terriblemente – estaba usando el consolador favorito de Jude, un tamaño decente apenas intimidante de diecinueve centímetros – pero para Jude, el acto de maravillarse ante el tamaño del pene de su amante era siempre la mitad de la emoción. "Me encanta cómo me mantienes abierta." "¿Te meto todo esto?" Diana retrocedió, luego avanzó lentamente, avanzando no más de un milímetro o dos. "Pídemelo amablemente y te lo daré ... pero solo si dices 'por favor'."

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"Por favor, Di." Levantándose sobre sus manos, Jude se encontró con la mirada de Diana sobre su hombro. "Sólo fóllame ya." Cuando Diana alzó una ceja, añadió, "Por favor.” Con los ojos brillantes, Diana arrastró a Jude hacia atrás sobre el consolador, solo se detuvo una vez que su trasero se asentó a ras de la ingle de Diana y todo el juguete estaba encajado dentro de su vagina revoloteando. Jude gimió, inclinando su rostro hacia la clase para que pudieran presenciar el placer que Diana le estaba dando. Apretó su agarre sobre la manta cuando unas manos fuertes la agarraron por la cintura y la empujaron hacia delante – lejos del cuerpo cálido de Diana y casi del consolador por completo – luego gritó en éxtasis ante la rápida reintroducción de cada centímetro que le había pedido a Diana que metiera. Una mano se deslizó debajo de su pecho, ahuecando su seno por delante de otro empuje deliberadamente enérgico. "Puedo sentir lo fuerte que me aprietas." Diana agarró su nalga derecha y la abrió, exponiendo su ano al aire fresco y su mirada acalorada. La mano sobre su seno se desvaneció, una pérdida que Jude apenas tuvo tiempo de registrar antes de reaparecer en la forma de un dedo solitario – generosamente cubierto de lubricante – que se adentró en el valle de sus nalgas para trazar con confianza el contorno de su agujero más pequeño e intacto. "Te gusta sentirte llena. ¿No es así?” "Sí." Jude agachó la cabeza para concentrarse en no terminar demasiado rápido. Ya estaba increíblemente cerca, especialmente por no haber tocado aún su propio clítoris. Ese era su camino habitual hacia el orgasmo mientras la penetraban por detrás, una indulgencia que se hacía necesaria por la rareza en que se excitaba solo con la penetración. Pero con Diana era diferente, ¿y por qué no lo sería? El sexo con Diana siempre era diferente, rompiendo los viejos estándares para establecer nuevos ideales que Jude temía que ninguna otra mujer pudiera mantener. "No voy a durar mucho más." Diana desapareció por completo, dejando a Jude ansiosa por su regreso. Cuando la suave presión sobre su ano se intensificó en cierta medida, el cuerpo desesperado de Jude recompensó la solicitud abriéndose para atraer la punta de los dedos de Diana hacia el interior. "¿Está bien?" Diana dejó de moverse. "Me gustaría deslizar mi dedo por completo dentro de tu pequeño ano diminuto, cariño, y llenarte completamente ... pero solo si también quieres eso. Solo si eso te ayudará a venirte.” Colocó de nuevo el consolador en la vagina de Jude, luego se detuvo, esperando el consentimiento.

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A la luz de lo que Diana planeaba hacerle a ella el siguiente fin de semana, Jude no estaba dispuesta a rechazar la oportunidad de practicar. "Por favor. Quiero que lo hagas.” "¿Quieres que haga qué?" Diana avanzó lentamente con sus caderas, separando los labios vaginales de Jude con la cabeza protuberante del consolador. La yema del dedo alojada dentro de su ano permaneció metida en su lugar, negando obstinadamente el placer que Jude sabía que vendría si solo diera la respuesta correcta. "Dilo." "Llena mis dos agujeros." Jude ardía como un fuego salvaje, asombrada de cómo sin esfuerzo Diana le ordenaba a su cuerpo, y lo gratificante que se sentía al dejarla. "Tómame." "Sí, señora." Jude se lanzó hacia delante ligeramente cuando Diana se metió en su estrecho recto, luego exhaló, obligándose a relajarse. Necesitaba demostrar que estaba dispuesta a todo, que podía manejar las demandas físicas de lo que podría ser el último taller al que asistiría. Sin saber si Diana todavía tenía la intención de cancelar la clase sobre el amor y la intimidad, Jude tuvo que asumir que Sexo Anal 101 iba a ser su última interacción profesional, lo que significaba que también podría ser su última oportunidad para persuadir a Diana de que su química era demasiado explosiva para relegarla a un aula y demasiado preciosa para desperdiciarla debido al miedo. Diana alisó la palma de la mano sobre los omóplatos de Jude, calmando instantáneamente sus músculos tensos. "Háblame, cariño. Dime que necesitas." Pulsando alrededor del dedo de Diana, Jude arqueó su espina dorsal como una incitación. "Te necesito dentro de mi vagina otra vez ... necesito sentirte en todas partes.” Esta vez no hubo burlas, solo la gran satisfacción de Diana al volver a entrar con un gruñido voraz. La cabeza de Jude se disparó y se quedó sin aliento, sorprendida por la irrealidad de falta de vacío – y culminación – provocada por el acto de reclamación. Al borde del orgasmo por segunda vez esa noche, Jude luchó para contener lo inevitable, pero no pudo evitar que sus muslos temblaran al ritmo hábil de los empujes controlados y poco profundos de Diana. "¿Así?" Diana se hundió más profundamente en cada empuje, golpeando los lugares que Jude nunca supo que existían. "Estás tan caliente, bebé, tan caliente y apretada y húmeda ... y tan dulce por dejarme tomarte así. He fantaseado con tenerte de perrito

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durante demasiado tiempo y deslizar mi dedo en tu pequeño y sexy ano ... no tienes ni idea." Jude bajó la cabeza y se cubrió la cara con el pelo para que nadie viera lo agridulce que había sido la charla de alcoba de Diana. Sabía que el diálogo era solo eso – diálogo, creado para una actuación, que no significaba nada. Las palabras de Diana eran un ejemplo para que sus estudiantes en pareja se inspiraran, pero eso era todo. No significaban nada en el mundo real. Ni siquiera eran personales. Pero maldita sea si no hacían que su corazón se emocionara de todos modos. La mano en su ano viajó alrededor de su cadera, dejando un rastro de piel de gallina en su estela. Diana se inclinó sobre Jude, lo suficientemente bajo como para que sus tetas magníficamente desnudas bailaran sobre los omóplatos humedecidos por el sudor de Jude, Diana agarró su clítoris erecto entre dos dedos y jaló. "Está bien, cariño. Acuéstate sobre tu vientre. Déjame hacer todo el trabajo." Los brazos de Jude aceptaron la oferta primero, derrumbándose debajo de ella hasta que se apoyó en sus antebrazos, con la cabeza enterrada en el espacio intermedio. Sus rodillas se rindieron después, pero Jude no se cayó porque Diana no la dejó. En cambio, guió a la inestable parte inferior del cuerpo de Jude para que se apoyara en el delgado colchón, manejándola tan delicadamente como dinamita. La mano en su clítoris no flaqueó a lo largo de esta transición, sacudiendo su longitud distendida en sincronía con las caderas empujando de Diana y su dedo moviéndose. El último de los instrumentos dobles de placer de Diana inició a Jude en un asombroso mundo de deleites corporales, uno que apenas había imaginado. Nadie nunca había realizado este acto específico con mucho cuidado, con esta atención a lo que la satisfacería. Nunca había conocido a una mujer lo suficientemente talentosa como para atenderla tan a fondo, que la hiciera sentir que podría tener tres orgasmos a la vez. "Eso es, nena." Diana besó la sien de Jude, susurrando en su oído. "¿Te vendrás conmigo dentro de ti? Quiero que aprietes este consolador tan fuerte que lo sienta en mi clítoris. ¿Puedes hacer eso por mí?” Ella apresuró la mano entre los muslos de Jude, y Jude gimió, frotándose desválidamente. Diana frotó con la nariz un punto sensible de piel detrás del lóbulo de su oreja, luego besó la mejilla enrojecida de Jude. "Quieres venirte, no es así, cariño? Quieres venirte por todo mi juguete grande y grueso mientras lo tengo enterrado profundamente dentro de ti.” Sus caderas se inclinaron bruscamente, enviando el consolador precisamente al lugar correcto. "Follándote como nadie nunca lo ha hecho. ¿No es así?”

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"Sí," Jude siseó entre los dientes apretados. Todo su cuerpo se estremeció, arrojado al orgasmo por la proximidad íntima de Diana y las palabras obscenas y hermosas siendo murmuradas en su oído. "¡Me vengo por ti!" Jude gritó, inundada de pánico irracional por no haber pedido permiso primero. "Diana, joder – " "No te detengas," Diana dijo, moviéndose más lentamente mientras Jude se contraía alrededor del consolador. "Toma todo lo que puedas de mí." Ella se echó hacia atrás, besó el omóplato de Jude, y luego se sumergió completamente dentro de ella otra vez. “Déjame sentir lo que esto te hace. Tus pequeños ruidos me ponen tan húmeda, Jude. Tan húmeda por ti, y tan caliente.” Animada, Jude gimió en cada contracción de sus músculos internos alrededor del dedo y el juguete. Cuando Diana se inclinó para golpear su lugar favorito, aparentemente de memoria, Jude levantó la cabeza, gritando mientras caía en un segundo clímax, incluso más fuerte, antes de que el primero se hubiera calmado. Sus ojos se abrieron y gimió, deshecha por la visión de la carnalidad cruda y claramente femenina que se desarrollaba ante ella. Estaban representadas mujeres de varios colores, formas, tamaños y habilidades, cada una trabajando arduamente para satisfacer a sus parejas dentro de sus propias escenas de seducción personal. El recordatorio de que ella y Diana no estaban solas – que de hecho estaban trabajando – hizo que Jude se pusiera seria de una manera productiva, permitiéndole sortear las oleadas restantes sin disolverse en las lágrimas que se habían acumulado. Una vez que no pudo más, Jude agarró el antebrazo de Diana. "Suficiente. No puedo ... basta. He terminado." Diana ya se había quedado quieta en su lugar. "¿Qué debo quitar primero?" "Tu dedo," Jude murmuró, extrañamente tímida por lo que acababan de hacer, para una multitud de espectadores, nada menos. "Despacio." "Por supuesto." Diana mordisqueó el lóbulo de su oreja, distrayendo a Jude mientras que delicadamente extrajo su dedo al ritmo establecido por el esfínter constrictivo de Jude. "¿Fue bueno para ti?" Jude se rió ante lo absurdo de la pregunta. Ella tuvo que hacerlo. "No seas estúpida." Completamente extraído, Diana se rió junto con ella. "¿Puedo tomar eso como un 'sí'?" XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

“Bueno, acabas de follarme mejor de que nadie ha hecho.” Alzándose en los codos, Jude compuso su cara, y luego miró hacia atrás para recompensar a Diana con una sonrisa de satisfacción. "Estuvo más que bien, Diana. Obviamente." Incluso sonriendo, Diana exudaba un aura de vulnerabilidad que Jude no sabía interpretar. Tal vez Diana no era tan estoica como le gustaba fingir? O tal vez ese era el obstinado optimismo de Jude hablando, tratando de engañarla para que creyera que lo imposible podría algún día suceder si solo dijera e hiciera las cosas correctas. Con las cejas arqueadas, Diana agarró las caderas de Jude posesivamente. "¿Esto, también?" Sacó el consolador unos centímetros, esperó un momento y – cuando Jude no se opuso – se enterró una vez más. "¿O todavía no?" A pesar de la tentación de ir a la segunda ronda, Jude no quería arriesgarse a perder la oportunidad que le habían prometido. "Depende. Todavía tienes la intención de dejarme tener un turno? Porque si es así, eso es lo que realmente quiero ... follarte." Las fosas nasales de Diana se ensancharon. Después de la más mínima vacilación, se retiró de la vagina de Jude y soltó sus caderas. Jude apenas tuvo tiempo de extrañarla antes de que Diana la volteara, y luego la instó a sentarse para que estuvieran cara a cara. Sin hablar, Diana se levantó para bajar el apretado arnés de estilo calzoncillo alrededor de sus tobillos. Saliendo de la prenda, Diana pateó el juguete a un lado, luego se inclinó – tan provocativamente – para hurgar en su bolso de gran tamaño en busca de un objeto mucho más grande de lo que Jude había anticipado. Cuando Diana presentó su juguete preferido a la clase, la vagina de Jude se apretó y ella gimió, asombrada de haber llegado al clímax sin ser tocada. "Si no les gusta usar un arnés, o simplemente desean una conexión aún más directa con su pareja, consideren invertir en un consolador sin tirantes como este." Diana describió las características de su juguete con la delicadeza de un vendedor experimentado. "El extremo en forma de bulbo va hacia el portador, lo que le permite penetrar al receptor con el eje en ángulo." Bajó el consolador y miró los ojos de Jude. "¿Estarías cómoda usando esto para mí? Si no es así, traje mi otro pene favorito como una opción alternativa." Jude negó con la cabeza, intoxicada por la idea de follar piel a piel a Diana sin ninguna barrera para separarlas. "Por supuesto. De hecho, ya he ... usado uno antes.” Ella se lamió los labios, con la esperanza de que su cuerpo respondiera cuando se le pidiera que actuara. Lo había hecho bien con un consolador sin tirantes en el pasado, las dos veces que lo había intentado, pero Diana no era una amante común. Sabía que era XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

ingenuo o incluso una locura pensarlo, pero Jude no podía dejar de creer que cualquier encuentro sexual que pudieran tener de alguna manera podría influir en la opinión de Diana sobre las citas de verdad. Si Jude demostró ser el mejor revolcón de su vida, por qué Diana no querría asegurarla por un largo plazo? Jude se puso de rodillas y le hizo un gesto a Diana para que se uniera a ella en la manta. "¿Me ayudas a ponerlo?" "Me encantaría." Diana se arrodilló frente a ella. "Adelante extiende esas bonitas piernas una vez más." Jude separó sus rodillas, muy consciente de la increíble superficie resbaladiza que cubría el interior de sus muslos. Diana colocó el extremo protuberante del juguete en la entrada adolorida de Jude y esperó. Jude se preparó hasta que temió volverse loca, luego se dio cuenta de que Diana quería su consentimiento – o tal vez escucharla suplicar. Cubriendo sus bases, Jude dijo, “Adelante. Cuanto más rápido pongas esa cosa dentro de mí, más pronto estaré dentro de ti. Y necesito estar dentro de ti ... por favor." Los párpados de Diana se cerraron brevemente, pero incluso esa admisión de deseo fue suficiente para enviar el corazón de Jude al éxtasis alegre. Independientemente de lo que Diana pudiera decir o hacer, no todo lo que Jude sentía no era no correspondido. Sosteniendo su mirada, Diana metió cuidadosamente el juguete en su vagina mientras Jude se resistía a la invasión. Exhalando una vez que la protuberancia estaba completamente asentada, Jude ignoró las réplicas débiles provocadas por su presencia para en cambio atender las necesidades de Diana. Agarrando su muñeca antes de que ella pudiera retirarse, Jude jaló de Diana más cerca. "¿Lista?" "Cariño, no tienes idea." Diana capturó a Jude en un beso sensual y, al mismo tiempo, agarró al extremo del eje del consolador incorporado para bombear su longitud con el puño. El movimiento arrastró un trío de crestas estratégicamente ubicadas a través del clítoris de Jude, amenazando con distraerla de la misión en cuestión. Es hora de tomar el control o perderlo por completo. Apartándose de los labios de Diana, Jude la agarró por los brazos y la colocó boca arriba en el centro de la manta. "Abre las piernas," dijo, trepando entre los muslos cremosos de Diana mientras se abrían. "Te voy a follar hasta que te vengas. ¿Crees que puedes manejar eso?" Diana se retorció debajo de ella. "Sí." Gimió, y se onduló para golpear su clítoris contra el eje firme. "Te deseo tanto. Fóllame."

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Traducción – Martha Lo 2019

Ella no esperó a que se lo pidieran dos veces. Alzando la rodilla derecha de Diana hasta su pecho, luego a un lado, Jude reveló su abertura brillante de color rosa oscuro y puso la punta del consolador contra ella. Antes de ir más lejos, Jude bajó su pecho hacia el de Diana y se deleitó con la gloria de sus pezones rígidos al entrar en contacto por primera vez. Alcanzó entre sus cuerpos inferiores, sujetando el juguete en su mano antes de entrar en Diana con un empuje suave y seguro. Diana echó la cabeza hacia atrás y gimió, casi llevando a Jude a un final prematuro en ese mismo momento. De alguna manera se contuvo, apretando los dientes con determinación mientras intentaba demostrar que también podía follar a Diana mejor que nadie. "Sí," Diana jadeó, en lo que fue una actuación digna de un Oscar o bien una felicidad sincera, del siguiente nivel. "Oh, te sientes jodidamente fantástica.” Jude se preguntó cuánto tiempo había pasado desde que Diana fue tomada por última vez de esta manera. No desde antes del accidente de Ava, seguramente, por lo menos seis semanas. Sin duda ella necesitaba esto y contaba con que Jude se lo diera. Estimulada por la idea de que ella era la única permitida dentro de Diana ahora que Ava estaba dedicada a otra cosa, Jude jaló de los brazos de Diana por encima de su cabeza y la sujetó a la manta. "¿Está bien sujetarte así?" Ella mantuvo su agarre suelto en caso de que la respuesta fuera no. "Muy bien." Diana se retorció, probando juguetonamente su fuerza. "Espero que estés bien con un poco de resistencia." Intentó liberar sus muñecas de los dedos que las rodeaban, pero Jude la apretó con más fuerza. Jude acabó con la falsa rebelión deslizándose dentro Diana, enterrando el juguete hasta que sintió la rigidez del clítoris de Diana golpeando húmedamente contra su montículo. Los dedos de Diana se contrajeron contra la manta y ahogó un gemido, pero su cuerpo se tensó hacia arriba por más. Jude miró a los ojos azules que habían dominado su vida de fantasía durante el año pasado, fascinada por la satisfacción que ardía dentro de ellos cada vez que se movía. Sin pensarlo, bajó la cabeza y presionó su lengua contra la boca abierta de Diana, iniciando un beso apasionado que las hizo gemir como una sola. Jude desaceleró gradualmente su ritmo energético, quedándose casi completamente inmóvil, excepto por el balanceo moderado de la parte inferior de su cuerpo mientras continuaba frotándose contra el clítoris de Diana. Liberó la muñeca izquierda de Diana para acariciar un lado de su cara mientras se besaban, consumida por el deseo que ardía lo suficiente como para incinerar hasta la última inhibición que poseía.

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Traducción – Martha Lo 2019

Cuando Jude liberó la otra muñeca de Diana para trazar su tensa línea de la mandíbula, Diana giró su cabeza a un lado con un jadeo sin aliento. Sus ojos se cerraron de golpe, y sus manos volaron para apoyarse contra el pecho de Jude, una reacción que hizo que Jude se quedara quieta a medio empuje mientras un terror helado le atravesó las venas. "¿Diana?" Preguntó, esperando la palabra clave que estaba segura de haber provocado. "Estás –" En una impresionante demostración de fuerza y dominio sexual, Diana invirtió sus posiciones al poner a Jude a su lado y luego a su espalda, sin romper su íntima conexión. Una vez arriba, se sentó a horcajadas sobre las caderas inmóviles de Jude. Mirando a sus estudiantes — presumiblemente para evitar el contacto visual con la asistente que aparentemente la había presionado demasiado. Diana dijo, “Hay muchas posiciones divertidas que puedes lograr con un consolador. Esta podría ser mi favorita. Cuando monto a mi compañera, ambas estamos estimuladas.” Ella giró las caderas para demostrarlo. "Ella se burló con la fricción y recibió el tratamiento visual de verme tomar lo que quiero." Repitió el movimiento indulgente, ganando impulso en cada iteración. "En cuanto a mí, soy capaz de decidir si soy follada fuerte o suave, rápido o lento, superficial o profundo. Soy capaz de mantener el control final sobre mi propio placer. Para mí, esta es la posición ideal si eres nueva en la penetración, o en absoluto intimidada por el tamaño." Siguiendo el ejemplo de Diana, Jude se sacudió las secuelas de su extraño momento para reafirmar su serenidad con un comentario típicamente inteligente. "No me quejo." Puso sus manos en la cintura de Diana, contenta de dejarla marcar el ritmo. "Hay pocas cosas que me encantan más que un magnífico par de tetas rebotando." "Qué suerte." Con las pestañas revoloteando, Diana bajó los ojos a los de Jude. Ella sacudió sus caderas, coqueteando descaradamente por lo que Jude supuso que era el beneficio de su audiencia. "¿Quieres poner tus manos sobre ellas?" Jude flexionó sus dedos alrededor de la cintura de Diana, con ganas de hacer exactamente eso. "Sí, por favor." "Entonces hazlo." Arrastró las manos de Jude hasta su pecho, centrando las palmas sobre sus turgentes pezones. “Toca todo lo que quieras, cariño. Como quieras.” Los labios de Diana se curvaron en una sonrisa, y sus caderas se aceleraron. "En cuanto a lo que me gustaría de ti ..." Jude gimió ante el delicioso roce del vello púbico de Diana contra su clítoris en cada incremento entusiasta de su parte inferior del cuerpo. "Cualquier cosa, Di. Solo pídelo." XWPColección: Página y Facebook

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Traducción – Martha Lo 2019

Doblándose, Diana amortiguó los ruidos de Jude con una mano firme sobre su boca. "No más charla. ¿Puedes hacer eso por mi? No quiero distracciones de lo perfecto que te sientes." Jude asintió, sin saber qué hacer con la solicitud pero decidida a cumplirla de la misma manera. Suspirando ante la huella ardiente de los pezones endurecidos que se clavaban en sus palmas, Jude se rindió a la voluntad de su empleadora, mordiéndose el labio para quedarse callada mientras Diana se orgasmeaba. De vez en cuando levantaba las caderas para contrarrestar un empuje particularmente fuerte, pero en su mayor parte Jude se centraba en pasar las manos por todas partes, catalogando la maravilla de la forma desnuda de Diana a través de un viaje de exploración táctil que comenzó gloriosamente en sus pechos llenos y terminó con su culo milagroso. Jude se aferró al cálido y bien formado trasero que había estado haciendo contacto regular con su regazo desnudo, apretando, separando, y luego nalgueando – cualquier cosa que pensara que podría excitar a Diana, que podría hacerla venirse. Cualquier cosa que pudiera cambiar su opinión acerca de enamorarse.

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Solo tres días después, Diana jugueteaba nerviosa con su teléfono mientras trataba de decidir si estaba a punto de cometer un gran error. Ella y Jude no habían hablado desde el Sábado por la noche, poco después de follarse con todo con sus consoladores favoritos, y Diana se encontró con más dudas de lo habitual para iniciar el contacto. Supuso que Jude sentía lo mismo, o de lo contrario probablemente ya habría sabido algo de ella. Por mensaje, si nada más. No era como si hubieran hablado mucho fuera de clase antes de la semana pasada, pero con la reciente evolución de su amistad en una relación sexual potencialmente casual ... bueno, Diana había esperado que su cambio de estado produjera beneficios más inmediatos. Al contrario, Jude parecía más asustadiza que nunca. Apenas había hablado durante el viaje a casa el Sábado y no había contactado desde entonces, aunque Diana sabía que había pasado todas las noches en casa, afortunadamente sola. ¿Había molestado a Jude de alguna manera? Hubo un momento incómodo durante su última follada, cuando Diana tomó el control para revertir sus posiciones y escapar de la palpitante intimidad del desnudo abrazo, de cuerpo entero de Jude y sus besos ardientes y sonrojantes. Ella había sentido la decepción bien oculta de Jude y se arrepintió de no haber podido darle rienda suelta para hacer cualquier cosa que le agradara. Jude era la pareja sexual más exitante que había tenido nunca – perversa pero inexplicablemente inocente, sensible en formas que Diana no había anticipado fuera de sus sueños más salvajes, y con un cuerpo que encajaba contra el suyo como si estuviera diseñado solo para ese propósito. No quería nada más que entregarse voluntariamente a Jude, ser arrastrada por su deseo juvenil y apasionado sin vacilación ni miedo, para perder su conciencia de cómo incluso la conexión más estimulante podría volverse deteriorada tarde o temprano ... pero por desgracia, no había escapatoria de la prisión que Janine había construido alrededor de su corazón. Diana era en lo que se había convertido, un hecho que había tratado repetidamente de meter en la cabeza de Jude para no darle esperanzas. Por otra parte, tal vez Jude no estaba molesta. Tal vez simplemente estaba esperando que Diana hiciera el primer movimiento, demasiado tímida para comenzar a probar los límites expandidos de su tenue amistad. Diana buscó el número de celular de Jude por enésima vez, mirando la pantalla mientras todos los viejos y familiares argumentos contra el amor, el romance y la conexión humana básica resonaban en su cabeza. Follar con Jude no tenía que ser sobre el amor. Ni siquiera se trataba de la conexión humana básica, la mayor parte del tiempo, más allá de lo puramente físico. La razón más convincente para ver a Jude fuera de clase era que el sexo con otra persona le daba acceso a los placeres que no podía experimentar por sí sola. Como tener su vagina lamida – o mejor aún, lamer una vagina.

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Traducción – Martha Lo 2019

"Mierda." Diana se llevó un dedo a los labios, mojando la punta con un movimiento de la lengua. La precaución la instó a devolver el teléfono a su cargador e irse a la cama, pero su obstinado libido envió su pulgar para cernirse indeciso sobre el botón de llamada. Aferrándose a una racionalización, a cualquier racionalización, para explicar por qué tuvo que ponerse en contacto con Jude a las nueve en punto el Martes por la noche, Diana practicó unas pocas frases iniciales de excusas. "Solo quería verificar después de este fin de semana ... asegurarme de que el taller haya funcionado bien para ti ... que hayas disfrutado de todo lo que nosotras – " Ella cambió de marcha mientras el camino hacia adelante se solidificaba en su mente. "¿Cómo te sientes acerca del asunto del ano? Espero que estuviera bien ... pensé, ya sabes, con el próximo fin de semana en el horizonte ... " Exhaló, luego bajó el pulgar al botón de llamada. "Necesitamos practicar.” ****** Jude dejó escapar un suspiro tembloroso, simultáneamente aturdida, aliviada y aterrorizada por la cita que Diana acababa de proponer. "¿Practicar?" Su mente se tambaleó, sumida en el caos por la sugerencia no completamente inesperada de Diana de que tuvieran relaciones sexuales en el departamento de Jude, solas y lejos de miradas indiscretas. Solo medio escuchando a Diana explicar cómo quería estar segura de que a Jude le gustaba recibir sexo anal antes de intentar demostrarlo a otras novatas cautelosas, Jude trató de imaginar cómo sería tener a Diana en su cama. ¿Sus paredes finalmente se derrumbarían? ¿Se sentiría aún más fuerte su conexión sin una audiencia que las inhibiera? “¿Jude?” El tono preocupado de Diana la centró. Pero antes de que Jude pudiera responder, Diana le ofreció un pase de salida que nunca había deseado. "No hay presión para asistir a este taller si no quieres. Si prefieres saltártelo, lo entenderé.” "¡No!" La cara de Jude se calentó ante su frenética negación. Pero la idea de perder su último compromiso pagado la inundó de pánico. Por lo que sabía, ese podría ser el final en más de un sentido. “Es decir, hice un compromiso. No voy a dejarte colgada.” "Si prefieres follarme por el culo, podríamos hacer eso en cambio. Te enseñaré cómo.” Diana vaciló y luego murmuró, "Es tu elección." La mano de Jude se posó en su frente, presionando con firmeza, como si eso pudiera ayudar a organizar sus pensamientos a medio formar y rápidamente circulando. "Uh ... para ser honesta, me gustó el asunto del trasero el Sábado. Mucho, algo así ... creo.” Soltó una risa nerviosa, luego se estremeció ante el sonido. “Quiero decir, estaban pasando muchas cosas. Pero me vine súper fuerte, como ... más fuerte de lo normal.” XWPColección: Página y Facebook

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Se aclaró la garganta, lamentándose de que todo lo que dijera saliera como algo insípido. "Estoy empezando a pensar que la penetración anal me da orgasmos increíblemente intensos ... pero sería bueno saberlo antes del taller. Si no por otra razón que no sé cuánto puedo manejar antes de dejar que otras personas miren." "Sí, solo parece correcto ofrecerte una primera vez adecuada sin la presión de actuar para un público." Diana hizo una pausa, respirando lo suficientemente audible como para levantar la piel de gallina en los brazos de Jude. "Además, esta será una gran prueba de todo el concepto follamiga. Iré a tu casa con algunos juguetes ... y veremos cómo va.” Un largo silencio se extendió entre ellas. Finalmente Diana preguntó, "¿Estás dentro?" "¿Cuándo?" Jude preguntó. Había planeado pasar las siguientes tardes escribiendo, pero a quién estaba engañando? Su concentración estaba fallando – y lo había estado durante más de seis semanas a estas alturas. Sin esperar por detalles que no importaban de todos modos, dijom "Demonios, sí, estoy dentro."

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Respirando profundamente, Jude plasmó una sonrisa exageradamente tranquila en su cara y abrió la puerta. "Hola." Se hizo a un lado para dejar entrar a Diana a su departamento, notando el atrevido viaje de la mirada de su vecina mientras serpenteaba hacia abajo, luego de vuelta hacia arriba, de su forma apenas vestida. Al cerrar la puerta detrás de Diana, Jude se tragó la inevitable oleada de timidez que se estrelló sobre ella. "Lamento no estar vestida. Una vez que terminé de realizar tus, uh ... instrucciones previas al juego ... " Literalmente, Diana le había enviado por correo electrónico párrafos de texto educativo sobre cómo preparar su cuerpo para la lección de esta noche. "Parecía una tontería volver a ponerme la camisa y el pantalón solo para volver a quitármelos media hora después." Diana miró hacia atrás sin interrumpir su paso. "No te disculpes. Te ves lo suficientemente deliciosa como para devorar." Jude se sonrojó, la reacción la avergonzó incluso más que el cumplido de Diana. Supuso que la piel sobre el escote de su camisola de satén también se sonrojó, aunque no se atrevió a comprobarlo. "Es una pena que tengamos otros planes esta noche." Diana colocó la bolsa que llevaba en la mesa de café y le dio a Jude un guiño sensual. “En realidad, mi plan comienza con lamerte por todas partes. Como les digo a mis alumnas, la atención oral debe considerarse un requisito previo para cualquier intento serio de penetración anal. La destinataria debe estar tan excitada como puedas razonablemente ponerla. Todas las veces." Imposiblemente más húmeda desde el cambio de Diana al modo de enseñanza, Jude no podía imaginar estar más excitada de lo que ya estaba. Literalmente podría matarla si Diana lo intentara. Aún así, qué manera de morir. "Dudo que sea estrictamente necesario," Jude dijo, "pero no estoy dispuesta a rechazar una oferta tan generosa." Se aclaró la garganta, acercándose al sofá, y a Diana, con las piernas temblorosas. "He estado mojada por ti todo el día." Todos los días, corrigió su mente. Todos los días durante meses – pero Jude se guardó ese hecho para sí misma. “Todo el ritual de ponerlo absolutamente limpio para ti fue ... mucho más erótico que cualquier actividad que involucre un enema tiene derecho a ser." La carcajada de Diana aflojó la tensión entre los hombros de Jude, ayudándola a relajarse lo suficiente como para cerrar la distancia entre ellas. Se detuvo bien al alcance de Diana – a menos de treinta centímetros de distancia – y tímidamente se encontró con esos encantadores ojos azules. Una sonrisa de buen humor apareció en los labios llenos de Diana mientras trazaba la punta de su dedo índice a lo largo de la

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línea de la mandíbula de Jude, luego se inclinó para capturar su boca en un breve pero íntimo beso. Retrocediendo, susurró, "Me alegro de que estés excitada. Yo también." Jude luchó por mantener el contacto visual, incapaz de sostener la mirada fija de Diana durante más de un segundo o dos antes de apartarla. Una mano cálida se cerró alrededor de la suya para ofrecerle un apretón alentador, lo que le permitió a Jude relajarse aún más a pesar de las mariposas revoloteando en su estómago. Como una marioneta cuyas cuerdas controlaba Diana, Jude levantó la cabeza y miró con nostalgia a la mujer que estaba de pie ante ella. "Estoy segura que excitada ... pero también nerviosa. Como, levemente nerviosa.” Jugueteó con el dobladillo de su camisola, temiendo alterar la opinión de Diana sobre la sabiduría de esta cita con menos que confianza total. "Especialmente contigo parada ahí mirándome así." Diana sonrió. "¿Así como?" "Como si yo fuera el postre que has estado deseando." Con los ojos brillantes, Diana levantó la mano de Jude a sus labios y besó los nudillos. "Pero eso es exactamente lo que eres, mi amor." Tiró de Jude delante del cojín del sofá del centro, y luego buscó en sus ojos. "¿Deberíamos hacer esto aquí o en tu habitación? Estoy bien de cualquier manera. Lo que sea más cómodo para ti." Sorprendida por la comprensión de que Diana quería empezar enseguida, Jude se debatió solo un momento antes de tomar su decisión. "La habitación. Este sofá no es muy bueno para follar.” Si no hubiera estado tan cerca, Jude podría no haber notado la tensión casi imperceptible de la mandíbula de Diana o los celos que ensombrecieron su expresión durante menos de un segundo antes de que una sonrisa despreocupada lo reemplazara. "Muestra el camino." Jude llevó a Diana a su habitación, disminuyendo considerablemente la velocidad al llegar a la cama. Su corazón latía tan fuerte que solo sabía que Diana podía escuchar su rápido y entrecortado palpitar contra la pared de su pecho. Al darse cuenta de la bolsa en la mano de Diana, ella inclinó la cabeza. "¿Qué trajiste?" Diana vació el contenido en su colchón, luego se sentó junto a la pila de plástico, látex y silicona, mostrando cada artículo a Jude uno por uno. Para empezar, levantó una botella clara, superpuesta con un texto de color morado oscuro. "En primer lugar, lubricante."

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Tal vez la botella más grande que Jude había visto, de hecho. Ella expresó una respuesta que esperaba que hiciera a Diana reír. "Y un montón de eso." "Por supuesto." Diana señaló la botella a Jude antes de tirarla a un lado para sembrar una nueva pila. “Tu ano no puede lubricarse naturalmente. Como ya es una abertura mucho más estrecha de lo que estás acostumbrada para... “ Le dirigió a Jude una sonrisa paciente y le dio unas palmaditas al colchón junto a su cadera. "No hay tal cosa como demasiado lubricante. Lo prometo, Jude, si lo hacemos bien – tomándolo con calma, poniéndonos muy apasionadas en los juegos previos, aplicando un puñado de cosas resbaladizas – puedo brindarte placer más allá de lo que hayas conocido. El sexo anal no debe doler ni causar ninguna molestia, de acuerdo? Si algo que estoy haciendo se siente desagradable, necesito que me lo digas de inmediato. No hay silencio estoico. Nunca quiero descubrir después del hecho que elegiste sonreír y soportar un acto sexual que no lo disfrutaste. ¿Entendido?" Jude se hundió en el borde de la cama, tranquilizada por la sincera preocupación de Diana por su seguridad física. "Sí, señora." Diana le mostró una bolsa de plata sellada. "Estos son nuevos, comprados especialmente para ti." Abrió la cremallera y extrajo un pequeño tapón de silicona, luego inclinó la bolsa para revelar tres tapones adicionales de diferentes tamaños ocultos en su interior. "Comenzaremos poco a poco y gradualmente iremos aumentando." Diana cambió el juguete que tenía en la mano por el más grande del conjunto, ofreciéndolo para la inspección de Jude. "Quince centímetros de largo, tres centímetros y medio de diámetro en su punto más ancho." "Maldición," Jude susurró. Hasta ese momento, no había apreciado cómo incluso el consolador de tamaño más razonable podía intimidar en otro contexto. Devolvió el juguete a su bolsa, de repente dudando si estaba realmente lista para esta tarea. "Mi vagina dice que no hay problema, pero no estoy segura de que mi culo esté de acuerdo." Diana le guiñó un ojo, cerró la bolsa y la dejó a un lado. "Es muy posible que no lleguemos tan lejos. Puedes decidir que has tenido suficiente después de uno o dos tamaños, lo que es absolutamente aceptable ... y justo."

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Recogió uno de los artículos restantes, un par de shorts familiares que colgaba de la punta de sus dedos. “Si vamos más allá de los entrenadores, tal vez me pidas que me ponga esto.” Jude se lamió los labios, desviando su mirada del arnés a la bolsa de plata y de vuelta otra vez. "Sí," susurró, con la boca como de algodón de una mezcla embriagadora de adrenalina, anticipación y malestar en conflicto. "Me gustaría eso." “El tapón final tiene una base acampanada que se ajustará a mi arnés. Así que en algún momento, si quieres — y quiero decir solo si quieres — podría atarlo y penetrarte así.” Diana sorprendió a Jude al agachar la cabeza, como si se hubiera avergonzado de haber abordado un tema tan avanzado. "Solo lo traje porque tú lo mencionaste ... antes, ya sabes, es posible que desees intentar – " "Lo hago." Jude exhaló uniformemente, apretando la base de su cuello para aliviar su tensión. "Si es posible." Diana le mostró el último objeto sobre el colchón. “Esta sería otra alternativa. Un poco más largo, pero también más delgado que el tapón más grande." Le entregó a Jude un consolador bastante estrecho que también tenía una base acampanada. "No hay necesidad de decidir en este momento. Veamos cómo te sientes una vez que te haya calentado.” Jude devolvió el consolador a Diana, agradecida y con los pelos de punta. "Gracias." Se mordisqueó el labio inferior, debatiendo cómo comunicar mejor su estado de ánimo actual. "Si bien estoy nerviosa ... confío en ti, al cien por ciento. No puedo pensar en nadie con quien preferiría estar por primera vez para esto." Diana puso la mano de Jude en su regazo y entrelazó sus dedos. Sus ojos relucientes insinuaban cierto nivel de emoción sobre las sinceras palabras de Jude – emoción que escondió detrás de una amable sonrisa. "Me alegro de que te sientas segura. Es importante para mí que lo hagas.” Con eso, cambió el tema por completo. "¿Tienes un televisor aquí? ¿O una computadora portátil que reproduce DVD?” Jude intentó procesar la consulta aparentemente aleatoria. "¿Supongo que una computadora portátil?" Parpadeando, escaneó la habitación para verificar la validez de su respuesta irreflexiva. "Por lo general, la mantengo en el suelo entre mi mesa de noche y la cama. ¿Por qué? ¿Qué vamos a ver?”

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"Chica inteligente, manteniendo la televisión fuera de tu habitación. Tu fuerza de voluntad pone la mía en vergüenza.” Diana besó la mano de Jude, luego la soltó para agarrar una caja de plástico que Jude no había notado desde el borde de su montón descartado. Le entregó el disco a Jude con una sonrisa descarada. "¿Te gusta el porno? No es que esto sea porno, de por si. Personalmente, considero que esto es más instructivo que estrictamente excitante, pero ... aún así, es emocionante. E informativo.” Jude leyó el título en el lomo del estuche y luego estudió la imagen de la portada de una atractiva morena de mediana edad, rebosante de confianza, y su coprotagonista de cara fresca, deseosa. "¿Me estás preguntando si quiero verla, o me dices que debo?" "Estoy diciendo que me gustaría que la veas, cariño, por mí." Sin previo aviso, Diana agarró el dobladillo de la camisola de Jude y se lo quitó por la cabeza, dejándola desnuda por encima de la cintura. "Me excitará escucharte presenciar la primera vez de alguien más mientras te preparo para la tuya." Los pezones de Jude se endurecieron en el aire fresco. Resistió el impulso de cubrirse los senos, consciente de lo tonto que sería eso, dada la misión de Diana de familiarizarse con la región menos transitada del cuerpo de Jude – un cuerpo que ya había explorado en múltiples ocasiones. A fondo. Dejando a un lado su timidez, Jude colocó las manos de Diana sobre sus pechos, suspirando ante el calor de sus palmas contra las puntas rígidas. "Hace frío aquí," murmuró, tímidamente. "Tus manos están calientes." Diana se echó a reír, luego le dio a Jude un beso que le curvó los dedos de los pies y destruía cualquier esperanza de ablandar sus pezones. Jude se inclinó hacia el ardiente toque, deseando acercarse de alguna manera, borrar la obstinada distancia que Diana insistía en mantener entre sus corazones. Vestida con solo unos shorts de pijama ahora que su camisola estaba en el suelo, Jude se sonrojó ante la humedad que le goteaba para manchar la entrepierna y cubrir sus muslos internos. Terminó su beso cuando la mano de Diana aterrizó en su rodilla, haciendo que el pezón que había abandonado se endureciera dolorosamente. Diana suspiró contra sus labios, luego envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jude para llevarla a su regazo. Jude palideció un poco cuando sus shorts empapados entraron en contacto con los cálidos muslos de Diana. "Te voy a humeder los pantalones." "Excelente." Diana envolvió un brazo alrededor de la espalda de Jude y maniobró el otro entre sus muslos. "Significa que estoy haciendo algo bien."

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Traducción – Martha Lo 2019

Jude no lo dijo en voz alta, pero Diana estaba haciendo todo bien. Cuando sus uñas romas se abrieron paso a través de la entrepierna de sus shorts, Jude tuvo que recordarse a sí misma que lo que estaban haciendo era estrictamente de negocios – o al menos, poco romántico. Además, incluso si eran amigas, de alguna manera, Diana la veía principalmente como una simple salida sexual, un cuerpo cálido para aliviar la soledad de alejarse del amor real y recíproco. Dedos hábiles se deslizaron debajo de la pernera de sus shorts y acariciaron el interior de su muslo, una exquisita provocación que obligó a Jude a abrir sus piernas para un mayor acceso. Diana acarició la tierna carne que bordeaba sus labios vaginales externos, y luego murmuró al oído de Jude, "Me gusta tenerte en mi regazo." Agitada, Jude enganchó sus brazos alrededor del cuello de Diana y se acurrucó más cerca. Apoyó la cabeza en la de Diana, cerrando los ojos con un gemido de satisfacción. Con seriedad, susurró, "Me gusta estar aquí." La mano de Diana se movió más adentro en sus shorts, los dedos inteligentes deslizándose a lo largo de sus labios vaginales antes de separarlos para sumergirse en el calor líquido acumulado en su entrada. Jude dejó de respirar por unos pocos y excitantes segundos, luego, cuando ya no pudo soportarlo más, jadeó por aire. Riéndose, Diana la besó cariñosamente en la frente. “Respiraciones profundas, constantes, cariño. No quiero que te desmayes.” Jude, cohibida de sus reacciones exageradas, deseaba el desenfreno casual – y la confianza fácil – que había cultivado antes de que la improvisada oferta de trabajo de Diana pusiera su vida al revés. En menos de seis semanas, se había convertido en un caparazón de la persona dueña de sí misma que alguna vez había sido, ahuecada por un amor no correspondido y cansada de la lucha por manejar constantemente sus propias expectativas. Ninguna otra mujer la había hecho temer tanto decir lo incorrecto o decepcionar de ninguna manera. Avergonzada por cuán desenfrenadamente ansiaba el amor y la aprobación de Diana, Jude se maravilló de que su nueva amiga no percibiera sus verdaderos sentimientos cada vez que se tocaban. "Jude." Diana deslizó un dedo entre sus labios vaginales internos. "Relájate para mí, nena. Nunca cabré dentro de ese pequeño y cómodo ano si no lo haces." Jude exhaló largamente, recordando el consejo de uno de los artículos de Diana. "Lo sé." Inhaló, luego exhaló, decidida a recuperarse antes de que Diana la considerara no apta para el sexo anal sin sentido y sin ataduras. "Realmente lo estoy intentando."

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"Está bien." Diana quitó su mano de los shorts de Jude, luego la tomó por los hombros y la miró a los ojos. "¿Qué tal si vas por esa computadora portátil para que podamos poner en marcha un juego previo?" Poner en marcha? Ella había estado persistiendo en el precipicio del orgasmo desde su primer beso. Jude no sabía cuánto más podría soportar antes de rendirse a lo inevitable. "Está bien, pero te lo advierto ... no demoraré mucho en venirme." "Reto aceptado." Diana ayudó a Jude a levantarse de su regazo, sujetándola de su cintura hasta que pudo mantenerse de pie por su cuenta. “Planeo darte tantos orgasmos como pueda esta noche. Cuanto más excitada estés, más receptivo será tu ano." Jude se tambaleó hasta su mesita de noche para agarrar su computadora portátil del suelo. La puso sobre la cama a toda prisa, no confiando en sí misma para llevar su posesión más preciada – y su compañera de escritura – mientras se encontraba con un libido peligrosamente fuera de control. "¿Aquí?" "Claro." Diana le entregó el DVD. "Adelante y pon esto por mí. Luego, quítate los shorts y acuéstate boca abajo para que puedas ver la pantalla." Jude realizó la indicaciones al pie de la letra, temblando a cada paso. Cuando se estiró sobre su estómago para ver cómo se desarrollaba la escena de apertura de la película instructiva de Diana, se sintió tan aliviada de haberse recuperado que olvidó preguntarse cuál sería el próximo movimiento de Diana. Ella se sobresaltó con un ligero toque en su tobillo, luego gimió ante la sensación de manos hábiles corriendo por el interior de sus muslos. Jude separó sus piernas sin que se lo pidieran, emocionándose con el calor y la presión del cuerpo de Diana mientras se acomodaba en el espacio intermedio. En la pantalla, la artista de mediana edad se dirigió a la cámara, presentó a su coprotagonista más joven y explicó cómo sería la primera experiencia anal de la pelirroja atractiva. El ritmo cardíaco de Jude se aceleró ante el cosquilleo del cabello sedoso de Diana a lo largo de la parte posterior de sus muslos, luego su culo desprotegido. Cuando las nalgas de Jude se apretaron reactivamente, Diana murmuró, "Relájate," y deslizó su lengua a través de la grieta entre sus tensas nalgas. Jude gritó, atrapada a medio camino entre el éxtasis y la hilaridad. "Relajarme?” Diana profundizó más con su lengua, dando vueltas cuidadosamente alrededor del ano de Jude antes de que se detuviera para responder. "Ya me escuchaste." Asegurando las XWPColección: Página y Facebook

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muñecas de Jude, Diana movió sus brazos detrás de su espalda y colocó las manos capturadas en su propio trasero tembloroso. "Abre esas nalgas para mí, buena chica, y relájate." Aún escéptica sobre eso último, Jude mantuvo sus nalgas separadas, jadeando cuando Diana enterró su rostro con un gemido. "Oh, joder," Jude susurró en el edredón, transportada por la dicha única de terner comido su culo por la terapeuta sexual profesional Diana Kelley. "Dios, eso se siente absolutamente fantástico." Ella gimió lastimosamente cuando el calor de la boca de Diana desapareció. "Mantén tus ojos en esa computadora portátil, jovencita." Diana lamió el apretado anillo de músculo, luego metió la lengua justo pasando el borde exterior. Se quedó allí solo un segundo, hasta que Jude intentó levantar sus caderas y atraerla más adentro. Retirándose, Diana rozó sus labios sobre los nudillos blancos de Jude y se rió entre dientes. "Quiero que veas lo que me estarás rogando que te haga más tarde. Presta especial atención a qué tan bien la actriz más joven recibe instrucciones y se relaja.” Con esfuerzo, Jude levantó la cabeza para ver la acción en pantalla. Ambas actrices estaban tendidas sobre lo que parecía ser una cama de tamaño king, sus cuerpos entrelazados en una reflejo exacto de las posiciones de ella y Diana. La mujer mayor lamió la abertura arrugada de su contraparte más joven, de manera tan voraz que la vagina de Jude se contrajo, desatando una nueva humedad para que Diana la recolectara en la punta de sus dedos y la redistribuyera alrededor de su ano resbaladizo. Jude levantó su trasero en el aire, ansiosa por que Diana retomara su prerequisito de atención oral – y mucho más. Jude observó a la actriz de mayor edad deslizar una mano debajo de las caderas de su coestrella para provocar sus labios vaginales y clítoris, las caricias no comprometidas lo suficiente como para evitar el clímax. Su joven protegida se retorcía bajo sus atenciones, una corriente casi continua de ruidos de gemidos salían de su boca abierta mientras la lengua de su mentora se movía diligentemente alrededor y dentro de su agujero presumiblemente aflojándose. Jude repitió los gemidos lascivos de la pelirroja cuando Diana entró una vez más en ella, pacientemente tocándole el ano como si tuvieran el resto de sus vidas para llegar allí. Se sentía tan absolutamente decadente acostarse allí y recibir pasivamente un acto tan íntimo, indudablemente unilateral – decadente y deliciosamente travieso – que Jude apenas podía pensar, y mucho menos preocuparse. Para su sorpresa, la tensión comenzó a desaparecer.

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"Ahí lo tienes," Diana dijo, deslizando sus dedos de los labios vaginales de Jude a la entrada de su vagina. "Lo estás haciendo muy bien, cariño. ¿Te gusta cómo se siente?” Atrapada por la vista y el sonido de la actriz pelirroja con un espasmo de liberación, Jude susurró, "Es maravilloso." "¿Te gustaría si metiera mi dedo aquí?" Diana trazó alrededor de su empapada abertura, aumentando la anticipación de Jude. "¿Si te hago venirte con mi lengua dentro de tu culo?" "Si.” Jude se arqueó, buscando por la culminación que le habían otorgado a su homóloga filmada. Siguió las secuelas con ojos agudos, fijándose en la morena mientras continuaba su lección insertando cuidadosamente un dedo cubierto de lubricante en el esfínter voluntario de la pelirroja. Celosa de la euforia grabada en el rostro de la mujer más joven, Jude se desmoronó y suplicó. "Por favor, follame. Hazme venirme." Los dedos de Diana se deslizaron dentro de su vagina sin resistencia, instantáneamente enfocándose en el lugar mágico que había mapeado por primera vez durante el taller de masaje vaginal. Su toque era eléctrico, desencadenando pulso tras pulso de felicidad a través de las piernas de Jude, su abdomen, su vagina, su clítoris. Justo cuando estaba segura de que no podía seguir adelante, Diana clavó la lengua en el interior del ano de Jude, provocando un clímax tan explosivo que temió que pudiera desmayarse. Incapaz de mantener la cabeza en alto por más tiempo, Jude apoyó la mejilla en el edredón, sollozando ante la implacable búsqueda de placer de Diana. La euforica tortura duró minutos, un orgasmo explotando en otro hasta que, por fin, Jude le rogó que terminara. "Espera." Jude agarró el cabello de Diana, jalándolo débilmente. "Basta. Necesito un descanso ...” Se quejó, en conflicto por el cumplimiento instantáneo de Diana. "Uno rápido. Entonces seguiremos adelante.” "Ese es el espíritu." Diana se movió para acostarse sobre ella, aventurando una mano entre los muslos de Jude para acunar su vulva hinchada y resbaladiza. Diana le besó detrás de la oreja y murmuróm "Realmente eres otra cosa, nena. Me encanta cómo sabes ... cómo suenas ... cómo te sientes entre mis dedos cuando te provoco el orgasmo ...” Diana mordisqueó el lóbulo de su oreja, luego enroscó su mano libre alrededor de la delgada columna de la garganta de Jude. “Míralas, cariño. La viste tomando ese tapón para su amante?” Diana le echó la cabeza hacia atrás, apretando los dedos en su cuello hasta que Jude miró directamente la actuación que Diana quería que emularan.

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La morena había terminado de colocar un pequeño tapón dentro del ano de la pelirroja. Con picardía, puso un vibrador contra el clítoris de su amante boca abajo, haciéndola saltar y luego aullar. El pulso de Jude se aceleró cuando los dedos de Diana separaron sus labios vaginales para provocar el bulto simpático de nervios ocultos en su interior. Besando su sien, Diana murmuró, "Veámoslo juntas." Un gemido necesitado escapó de lo profundo de la garganta de Jude cuando la morena intensificó el encuentro, sacando cautelosamente el tapón del ano de su compañera, y luego empujándolo de nuevo. La boca de la pelirroja se abrió, pero no salió ningún sonido. En cambio, su cuerpo tembló mientras sucumbía a un clímax violento. Persiguiendo la misma alegría, Jude se meció contra la mano de Diana, follándose sin pensar los dedos y la palma que le producían tanto placer. Cuando Diana se aventuró más profundamente entre sus labios vaginales para girar alrededor de su abertura, Jude suplicó, "Sigue." Diana hundió parte de su dedo en Jude, luego se detuvo. Presionando el clítoris de Jude, dibujó círculos rápidos y concentrados alrededor de la punta abultada, una maniobra que la recompensó con un puñado de fluidos en menos de un minuto. Diana retumbó de la risa. "¿Siempre es así de fácil, Srta. Mónaco?" Demasiado inmersa en su escena para practicar la autocensura adecuada, Jude admitió, "Sólo contigo." Parpadeando, dejó que sus ojos permanecieran cerrados durante diez segundos completos antes de obligarlos a abrirse. Había perdido toda perspectiva sobre los asuntos relacionados con Diana Kelley y por lo tanto no tenía forma de saber si esa respuesta se tomaría como un flirteo inofensivo o una devoción alarmante. Cubriendo, Jude dijo, "Quiero decir, obviamente. Eres una profesional capacitada.” Para distraer la atención de su estupidez, comentó sobre el continuo y progresivo encuentro filmado. "Guau. Alguien tiene confianza.” Diana se rió entre dientes, amasando la vulva de Jude mientras miraba por encima del hombro la pantalla. "Se mueven más rápido de lo que planeo hacer." "Espero que sí." Los ojos de Jude se abrieron ante la inserción constante de un tapón que juzgó que tenía casi el doble de la longitud y el diámetro del primero al que se le había pedido a la pelirroja que acomodara. La vista hizo que su clítoris se contrajera, al igual que el éxtasis genuino en el rostro de la pelirroja. Dejando de lado la incertidumbre, Jude anhelaba experimentar las mismas delicias prohibidas. "Pero creo que estoy lista para ese primer tapón ahora." XWPColección: Página y Facebook

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Gimiendo mientras la actriz morena movió el gran tapón dentro del ano de su amante para entregar una follada superficial y suave que dejó a la pelirroja espasmódica en la cama, Jude dijo, "Quiero esto, Diana. Entre tu lengua y esta película ... te necesito en mi culo." Ella osciló las caderas en la mano aplanada de Diana, gimiendo, "Dame eso, por favor." "¿Puedes ser paciente por mi, nena?" Diana empujó su entrepierna contra el trasero levantado de Jude, simulando el tipo de follada que esperaba recibir eventualmente. "Ella está a punto de penetrarla con el consolador de correa." Como se había prometido, la morena se levantó de la cama para asegurarse un arnés alrededor de sus caderas. Un consolador de aproximadamente la misma longitud que el que acababa de desechar sobresalía de la junta tórica del centro, y se tambaleaba intimidantemente mientras se acercaba a la pelirroja que esperaba. Jude miró hacia atrás y se encontró con la mirada deseosa de Diana con una mueca implorante. "No es como nunca antes hubiera visto porno anal. Sé – " Diana la hizo callar. "Escucha." Aplicó una ligera presión en el cuello de Jude, obligándola a ver las instrucciones que le daba la actriz en la pantalla. "Podrías aprender algo." Frunciendo el ceño, Jude se sacudió frustrada. “Sabes, leí cada pieza de literatura que me enviaste. De verdad. Se trata de relajar mis músculos pubococcígeos ... cierto?” "¡Mírate!" Diana le mordió el lóbulo de la oreja. “Haciendo tu tarea como una chica inteligente. ¿Aspirando a ser la consentida de la profesora?” Jude se estremeció ante el vaporoso aliento en su cuello. "Quería complacerte." "Oh, me complaces. Muchísimo.” Los labios del cuello de Jude se curvaron en una sonrisa lobuna. "¿Debo cerrar la computadora portátil y asumir tu entrenamiento de aquí en adelante?" Jude prácticamente sollozó. "Me gustaría que lo hicieras." Diana se estiró sobre su hombro y cerró la portátil. "Está bien, cariño. Me ocuparé de ti.” Se quitó del cuerpo boca abajo de Jude y luego le dio una palmadita en el trasero. "Levántate. Quiero que estés boca abajo en mi regazo para la siguiente parte."

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Aturdida, Jude se sentó para ver a Diana moverse hacia el borde de la cama y poner sus pies en el suelo. A pesar de que sus huesos se convirtieron en gelatina, Jude de alguna manera reunió la fuerza para arrastrarse por el colchón y unirse a ella. "No tienes que preocuparte por si estoy lo suficientemente excitada para esto." Se arrodilló junto a Diana, pasando su mano sobre sus labios vaginales para recoger una fracción de la humedad irreal acumulada allí. "Tendré que cambiar las sábanas de la cama después de que terminemos. Y lavarlas.” Diana arqueó una ceja ante los brillantes dedos que Jude mostró para demostrar su disposición. "Impresionante." Haciendo contacto con los ojos, se inclinó para tomar una muestra de la punta del dedo medio de Jude con la lengua y emitió un gemido afable y de aprobación. Retrocediendo, preguntó, "¿Hiciste eso por mí, nena?" El estómago de Jude se agitó de manera extática ante el uso repetido de Diana de esa palabra cariñosa en particular – la cual se agregó por primera vez a su léxico durante su taller – incluso si el dulce nombre cariñoso también la dejaba más confundida que nunca acerca de cómo se sentía realmente Diana. "Todo por ti," Jude susurró, disgustada por la verdad. No se había acostado con nadie más en más de tres semanas y no tenía la intención de romper esa racha en el corto plazo. El sexo sin Diana no solo sonaba aburrido, sino casi doloroso de contemplar. Preocupada Diana podría percibir todo ese conflicto interno y desordenado simplemente al mirar su cara, Jude se arrastró sobre los muslos de Diana antes de ser invitada a hacerlo. Apoyando la mejilla en el edredón, Jude suspiró aliviada. "Estoy lista." Diana apoyó la mano en el trasero de Jude, acariciando con calma la turgencia de su nalga izquierda con el pulgar. Vibrando de los pies a la cabeza, Jude cerró los ojos y se mordió el interior de la mejilla, temiendo que Diana pudiera confundir su nostalgia con el miedo genuino acerca de ser follada en el culo. Intentó relajar sus músculos, comenzando con su mandíbula, hombros y esfínter, pero no estaba segura de que tal hazaña fuera posible nunca más. Como para probar ese punto, la mano de Diana se movió más abajo, el pulgar se hundió en la raja entre las nalgas de Jude. Por instinto, Jude contuvo el aliento y se sobresaltó. XWPColección: Página y Facebook

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"Jude." Mierda. Con los ojos cerrados, Jude se reprendió en silencio por sabotear una experiencia que estaba desesperada por tener. "Me sorprendiste." Jude lanzó una firme defensa de su cuerpo traidor. "No me estoy volviendo loca o teniendo dudas, de acuerdo? Sólo estoy…" "Respondiendo a la primera provocación. Está bien.” Diana agitó el pulgar que había plantado entre las nalgas de Jude. "Tu palabra clave es lavandería. Confío en que la uses si es necesario.” "Lo haré." Jude exhaló, hundiéndose a medida que la amenaza de perder el toque de Diana disminuía. "Sabes que lo haré." El pulgar de Diana detuvo su tímida exploración durante una fracción de segundo, lo suficiente para que Jude lo notara. Antes de que pudiera disculparse por invocar un recuerdo tan tenso, Diana reemplazó el pulgar por lo que Jude supuso que era un dedo índice. Rodeó el perímetro del ano de Jude, una caricia ligera como una pluma. "Hiciste un excelente trabajo haciendo mucha humedad para mí, pero voy a aplicar más lubricante de todos modos. ¿Lo caliento primero con la mano?” Simultáneamente conmovida y excitada, Jude cruzó los brazos debajo de su cabeza para sentirse cómoda para la penetración. "Sí, por favor." "Como desees." Jude escuchó que la botella se destapaba, luego la apretó. “Comenzaré deslizando un dedo en tu ano. Quiero asegurarme de que te gusta la sensación antes de que usemos los tapones de entrenamiento." Cuando las manos de Diana volvieron a desaparecer – aparentemente para recoger lubricante – Jude lloró su ausencia con un profundo suspiro. Avergonzada por su falta de discreción, Jude decidió llenar el silencio antes de que Diana pudiera. "Eres increíble en esto." Con la cara caliente, explicó. "Cuidándome. Asegurándote de que estoy bien.” Ella tragó cuando Diana separó sus nalgas para untar una gran cantidad de lubricante a través de su ano embadurnado de venirse. Gimiendo, Jude dijo, "Todo eso." "Tampoco estás tan mal." Diana usó su dedo para rodear el perímetro del agujero fruncido de Jude, luego insertó con cuidado la punta roma. "Me encanta lo apretada que estás alrededor de mi dedo." Movió el dedo para provocar un fuerte gemido, luego se forjó más profundo, hundiéndose en Jude hasta que sus nudillos se apoyaron en el XWPColección: Página y Facebook

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trasero de Jude y no le quedaba ningún sitio a donde ir. "Tienes un agarre tan feroz sobre mí, cariño. ¿Puedes tratar de relajarte?” Jude se mofó de la idea por segunda vez esa noche, pero interrumpió su diversión cuando su ano se cerró por reflejo en el dedo invasor. Decidida a obedecer, Jude entró en un trance semimeditativo, enfocándose hacia adentro para lograr lo improbable. "Lo estoy intentando." En unos segundos, sus músculos se aflojaron lo suficiente como para permitir el movimiento libre del dedo de Diana – adentro, afuera, adentro, afuera – mientras estableció una cadencia constante que dejó a Jude jadeando por más. Diana resopló, acariciando a Jude con cariño con la mano que no la estaba follando. "Esa es mi chica." Ignorando los elogios para que Diana no sintiera cuán poderosamente la afectaba, Jude murmuró, "Se siente celestial." "¿Lista para el primer tapón?" Jude respondió sin pensarlo. "Adelante."

CAPÍTULO VEINTIDÓS Diana exhaló para calmar sus nervios, luego lentamente extrajo su dedo del apetitoso culo de Jude.

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Tomando el juguete de la bolsa plateada que había dejado detrás de su cadera, vertió aún más lubricante en sus dedos para cubrir completamente su longitud de la punta a la base. El primer entrenador tenía apenas diez centímetros de largo y apenas dos centímetros y medio en su punto más ancho, por lo que tenía confianza en que su precoz compañera podría soportar su inserción. A pesar de sus ataques intermitentes de ansiedad, Jude claramente ansiaba esta experiencia y el toque de Diana. Desafortunadamente, el miedo de Jude a dar pasos en falso era tan transparente como su deseo. Más de una vez, Diana había sentido el miedo de Jude reaccionando de una manera que hizo que Diana dejara de hacer lo que estaba haciendo, si no dejarlo por completo. Así que aunque Jude había prometido no dudar con su palabra clave, Diana no podía dejar de preocuparse por la terca necesidad de complacer a su joven amiga. Sabiendo que nunca se perdonaría si lastimata a la mujer en su regazo, Diana realizó una última comprobación. "Jude ..." Separó las nalgas torneadas de Jude con su mano izquierda y colocó la punta del tapón contra su ano con la derecha. Pintando círculos deliberados y sugerentes alrededor del borde, Diana dijo, “Si necesitas usar tu palabra clave, eso no significa que nuestra noche juntas tenga que terminar. No si no quieres. ¿Entiendes? Necesito asegurarme de que sabes que puedes hacer una pausa. No me asustará o hará que me vaya. Lo prometo." Para demostrar que no se detendría hasta que Jude lo ordenara, Diana aplicó presión a la base del tapón, saboreando el gemido de Jude cuando su orificio se abrió para succionar la punta adentro. "¿Entiendes lo que te acabo de decir?" Jude dio un asentir semi-frenético. "No tengas miedo de usar mi palabra clave. No lo haré, lo prometo.” Se echó hacia atrás para tratar de forzar el juguete más profundo, gimiendo cuando Diana evitó el intento de tomar el control moviéndose con ella. "Por favor, Diana. Fóllame ya. Este juego previo es una tontería.” Embriagada de su poder sobre la dulce, sexy y creativa Jude, Diana se aventuró más lejos dentro de su delgado recto, deteniéndose cuando Jude gruñó ante la introducción del punto más ancho. "Relájate," murmuró como un disco rayado. "Relájate, cariño, y concentrate." Sintió que Jude prestaba atención conscientemente a su consejo y emitía sonrió mientras el tapón continuaba su viaje sin prisas hacia su pasaje anal. "¡Eso es! Estás haciendo un trabajo increíble, cariño. Estoy tan orgullosa de ti." Jude se estremeció cuando el tapón se deslizó por el resto del camino y su ano se contrajo alrededor de la base más estrecha. "Ohh ..." ella susurró. Las caderas se sacudieron, se frotó en el regazo de Diana en una búsqueda descarada de fricción. "Eso es ... se siente ..." Con la esperanza de inspirar algo de aclaración, Diana le dio al tapón un giro glacial, moviendo la base con cuidado de lado a lado. Los dedos de Jude se retorcieron sobre el edredón, y gimió. "Irreal.” XWPColección: Página y Facebook

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Diana sonrió, con el pecho apretado por la alegría absoluta de ver a Jude experimentar tanto éxtasis. Su satisfacción no se debió tanto a haberlo causado sino a estar allí para saborear el resultado. Ver a Jude feliz la hacía feliz. Punto. Conmovida por los sentimientos que no quería contemplar, Diana acarició los labios vaginales de Jude mientras retiraba el tapón a la mitad, y luego lo metía de nuevo. "Frota tu clítoris, cariño. Mantén esa vagina resbaladizo para mí mientras te follo por el culo.” "Joder," Jude susurró, goteando jugos calientes en los dedos errantes de Diana. "Tal vez ... poner el siguiente tapón. Antes de ... " Ella jadeó. "Antes de que me venga ... otra vez." La mano derecha de Jude se movió entre ellas, bombeando rítmicamente contra la coyuntura de los muslos de Diana. Deseando que se hubiera quitado los pantalones para beneficiarse de la modesta fricción, Diana ignoró su deseo creciente para atender a Jude. Ella detuvo su libido, luego sacó todo el primer tapón. "Como desees," dijo, cambiando el juguete en su mano por el siguiente tamaño. Ella aplicó una porción generosa de lubricante al nuevo tapón – a todos los once centímetros y medio de él – antes de colocarlo entre las firmes nalgas de Jude. "Dime cuando." "Ahora." Jude se estiró hacia arriba. "Por favor." "No dejes de masturbarte ese abultado clítoris, buena chica." Los labios de Diana se contrajeron ante el gemido predecible de Jude en respuesta a la que posiblemente era su frase favorita, al menos cuando se trataba de provocar una reacción vocal. "Y rela–" "Relájate," Jude imitó en un tono cantarín. "Sí, señora." Riéndose, Diana pellizcó la parte inferior de la nalga izquierda de Jude. "No me repliques, jovencita." Jude chilló, disolviéndose en risitas. Diana no pudo evitar hacerse eco. Su corazón se llenó de afecto y un deseo tan serio, pero en lugar de excluir la euforia resultante, Diana decidió disfrutarla. Por un momento, tal vez dos, pero no más que eso. No podía dejar que Jude se convirtiera en algo más que eso. Esperando a que la risa disminuyera, Diana reemplazó la punta redondeada del juguete con sus dedos índice y medio, luego la deslizó dentro del ano de Jude con un gemido. XWPColección: Página y Facebook

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Jude se quedó sin aliento. "Ese no es el juguete." Diana se detuvo hasta sus segundos nudillos, por si acaso. "Eso son dos de mis dedos dentro de ti, cariño. ¿Todavía está bien?” Movió las puntas casi imperceptiblemente, contenta por la abundante lubricación para permitir su movimiento sin fricción. "O prefieres quedarte con los tapones?" Cuando el ano de Jude se contrajo alrededor de sus dedos incrustados, Diana gimió ante la perfecta tensión del cuerpo juvenil que cubría su regazo. Acarició con su pulgar a lo largo de la curva de la nalga izquierda de Jude, deseando por un breve momento que las cosas pudieran ser diferentes. Que ella pudiera ser diferente – más inocente, ingenua incluso. Interrumpiendo su lapso de melancolía, Jude dijo, "Me gusta tenerte dentro de mí. Solo ... ve con calma, ¿de acuerdo?” "Siempre." Diana no había planeado hacer ninguna follada vigorosa bajo el pretexto de la práctica. Este taller estaba destinado a ser una iniciación suave y paciente en reinos del placer corporal previamente inexplorados, no en un desafío físico duro. Incluso si avanzaron todo el camino hacia el sexo con consolador de correa, Diana no anticipó mucho empuje de su parte. Solo besando, y frotando, y susurrando palabras traviesas en el delicado oído de Jude. "Ni siquiera me moveré, si no quieres que lo haga." "Puedes moverte," Jude gimió, una protesta débil que golpeó a Diana directamente en el clítoris. "Despacio." Tomándole la palabra a Jude, Diana hundió sus dedos un centímetro más profundamente, agitándolos ligeramente mientras se acomodaba en su lugar. "Creo que estás lista para ese tapón. ¿Qué dices?" El pecho de Jude se enganchó, y su mano se aceleró en su clítoris. Aleteando alrededor de los vibrantes dedos de Diana, gimió, "Digo que sí, por favor.” "Ese es el espíritu." Diana cambió su mano por el segundo tapón recubierto de lubricante. Sin darle al esfínter de Jude la posibilidad de contraerse, guió suavemente el juguete hacia el espacio dejado por sus dedos. Esta vez, el cuerpo de Jude dio la bienvenida a la invasión y succionó la parte más ancha del tapón con poco esfuerzo visible. Diana abrió la boca para dar algunos merecidos elogios, pero Jude la interrumpió con un grito gutural y una serie de XWPColección: Página y Facebook

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poderosas convulsiones orgásmicas. Sonriendo, Diana le dio al tapón un meneo que pareció intensificar el orgasmo, hasta que finalmente la mano de Jude se detuvo y ella se desplomó en un montón exhausto. "Mierda," Jude murmuró en el edredón. "¿Qué carajo?" Diana se echó a reír, emocionada de haber reducido a su asistente sexualmente versada a la poca elocuencia malhablada. "Dios, Dios. Srta. Mónaco, creo que le encanta que la follen por el culo.” Jude giró la cara hacia un lado. "Así parece." "¿Cómo te sientes?" Diana soltó la base del tapón completamente insertado para darle un masaje amistoso al trasero de Jude. "¿Agotada, o capaz de más?" "Estoy ansiosa por más." Jude se esforzó por atrapar la mirada de Diana por encima del hombro. "Tal vez deberías agarrar el arnés. Creo que puedo manejarlo ahora.” Diana acarició el trasero de Jude con dulzura. "Todavía estás a un tapón de distancia de graduarte para el consolador con correa. El siguiente entrenador tiene tres centímetros de diámetro. Tanto el consolador de correa como el último tapón son de casi cuatro centímetros de diámetro." "Pon el tercer entrenador, entonces." Jude se retorció, sus inquietas caderas pidiendo más. "No puedo esperar a sentir tu cuerpo sobre el mío." Diana ofreció un acuerdo. “¿Por qué no te acuestas en la cama para la siguiente parte? Me acostaré a tu lado." "Sí." Sin quitar el tapón, Jude se apartó del regazo de Diana y posó en su almohada. Abrazándola hacia su rostro, se tumbó boca abajo para esperar la llegada de Diana. "Puedo ..." Jude exhaló. "¿Pedir un favor?" "Por supuesto." Diana se puso de pie para despejar el espacio en la cama para el evento principal. "¿Qué pasa?" "Quiero…" El nerviosismo palpable de Jude hizo que Diana se detuviera vacilante. Cualquiera que sea la petición, Diana no quería negarse. Ella rezó para no tener que hacerlo. "Dime."

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"¿También te quitarás la ropa?" Jude miró por encima del hombro, tan vulnerable que a Diana le tomó toda la fuerza de voluntad no arrastrarse por el colchón y abrigar su forma desnuda en un abrazo amoroso. "Quiero sentir tu piel contra la mía." Diana había entrado en el departamento de Jude con la idea absurda de que su ropa era similar a una armadura protectora, por lo que permanecer vestida era la forma más fácil de mantener a salvo su corazón. Y sin embargo sus manos volaron a su camisa en un instante, abriendo los botones antes de que su cerebro pudiera formular una respuesta más pragmática. "Claro." Molesta por el calor abrasador en sus mejillas ya enrojecidas, Diana se apartó de la cama, primero dejó caer su camisa al suelo, luego se desabrochó y quitó el sostén en el mismo lugar. Al bajar la cremallera, echó un rápido vistazo a la cama – donde Jude una vez más estaba montando su mano. Diana gimió y se quitó los jeans, luego los apartó. Ella se dejó las bragas puestas. Jude contuvo un suspiro tembloroso cuando Diana se subió al colchón, luego suspiró temblorosamente cuando se acostó a su lado. En la tarea, Diana bombeó más lubricante en su mano, luego cubrió generosamente el tercer tapón antes de centrar su atención en el juguete todavía enterrado entre las nalgas resbaladizas de Jude. Girando la base una cuarta parte, Diana retiró los primeros dos centímetros y medio y luego hundió la mitad de esa longitud en la tensa abertura de Jude. "Relájate," susurró, sin importarle si Jude ponía los ojos en blanco. Empujó el tapón dentro del recto de Jude, haciendo lo que pudo para que este relajada. "Dime cuando estés lista para el cambio." "Ahora." Jude usó los músculos del esfínter para estimular una extracción más rápida. "Antes de que me haga venirme nuevamente." Intercambiando el juguete en el ano de Jude por su contraparte un poco más grande, Diana movió el nuevo tapón de un lado a otro hasta que hubo insertando los primeros 2.5 de sus 12.5 centímetros en el trasero receptivo de Jude. Luego se detuvo, requiriendo un poco de participación activa para continuar. "De nuevo en ello, cariño, cuando quieras el resto." Jude flexionó sus caderas para tomar otros centímetros. Se detuvo solo a milímetros del punto más ancho del tapón, gimiendo. "Espera." "Ya casi estás ahí, nena. Otros 2.5 centímetros y lo más difícil habrá terminado.” Diana mantuvo su muñeca firme, dejando que Jude decidiera a dónde ir y cuándo. Se inclinó para besar los labios separados de Jude, luego sus párpados. "Pero solo si lo quieres."

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Traducción – Martha Lo 2019

Jude parpadeó para revelar los ojos color avellana que brillaban con pura determinación. Diana se recostó, dejando espacio para que Jude reanudara el arduo viaje hacia el juguete más grande que había intentado tomar. “Joder.” La voz de Jude se quebró mientras se empujaba hacia la longitud del silicio, meciendo la parte inferior de su cuerpo hasta que – por fin – el resto del tapón desapareció en su orificio cada vez más codicioso. "¡Joder!" Repitió, gritando esta vez. "Oh, mierda ... Diana." Apoyando la palma de la mano en la base acampanada, Diana pasó su dedo meñique sobre el tierno trasero de Jude. "Como una profesional." Luego, incapaz de resistirse, le dio un suave beso en la sien de Jude. "¿Sigue bien?" "Uh-huh." Jude sostuvo su labio inferior entre sus dientes, las fosas nasales ensanchadas. "Si." Contenta por el vocabulario recién limitado de Jude, Diana preguntó, "¿Así que no pararas?" “Solo si quieres hacerme llorar .” "Nunca." El susurro de Diana salió más apasionado de lo que pretendía. Jude condujo sus caderas contra sus dedos para auto satisfacerse, ansiando más. "Por favor déjame sentir tu cuerpo. Ponte encima de mí." Tantada por la sugerencia, Diana no pensó antes de actuar. Se levantó y atrapó el cuerpo de Jude con el suyo, arrastrando su clítoris hinchado a través de la base de silicona entre las nalgas de Jude antes de empujar contra ella insistentemente. "¿Me sientes en tu trasero?" "Sí," Jude siseó. Se curvó para contrarrestar el siguiente empuje de Diana. "Eres tan grande." "Y esto es solo un calentamiento." Lamiendo el borde de la oreja de Jude, Diana susurró, "Mi verdadera verga es aún más grande." Jude dejó de moverse y respiró, hasta que Diana le besó el cuello para calmarla. "Relájate."

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"No sé cómo, contigo." Las palabras apenas llegaron a los oídos de Diana, palabras que sintió que Jude no había querido decir en voz alta. Diana inclinó la cabeza, avergonzada de la ansiedad que había creado con sus formas de compromiso fóbico, hipersensible, a veces gruñón. Semana tras semana, Jude se había presentado y le había dado todo. Cumplió todas las promesas, respetó todos los límites e inexplicablemente alegró la vida de Diana de la forma en que había pasado los últimos cinco años convenciéndose de que no era posible. Jude merecía más que estar siempre al borde. Merecía ser venerada, adorada y protegida. Merecía relajarse. Diana acercó su cara junto a la de Jude, registrando el calor de la mejilla tocando la suya con remordimiento. "No necesitas tener miedo," susurró. “Prefiero morir antes que lastimarte, Jude. Me ... me gusta tenerte cerca.” Un silencioso sollozo salió de la garganta de Jude, obligando a Diana a seguir su instinto. Giró la cabeza para atraer a Jude al beso más profundo y apasionado que había compartido con alguien en más de una década, un beso que la devastó tanto que temía que nunca se recuperara de verdad. Abrumada por un inesperado arrebato de lo que parecía ser amor, Diana se separó de la boca con la que soñaba perderse durante horas, reunió a Jude en un abrazo posesivo, y se vino por todo el impecable trasero de la chica de al lado. El latido del corazón de Jude palpitaba rápidamente contra el antebrazo de Diana durante la totalidad de su orgasmo notable, un recordatorio intoxicante de cuán profundamente su atracción era recíproca. Su química era completamente nuclear, con el potencial de evolucionar en aún más. Eso debería haber asustado a Diana, pero esta noche se deleitó con el pensamiento. Estar con Jude se sentía demasiado bien como para no dejarse ir y disfrutar del paseo ocasionalmente. "Por favor." Jude bailó su parte inferior del cuerpo entre su mano ocupada y la entrepierna de Diana. "¿Probarás el consolador con correa?" No puedo esperar más." Sabía que Jude tenía que estar cansada, además ... bueno, Diana tampoco quería esperar más. Si Jude no estaba adecuadamente preparada para aceptar el aumento de tamaño, entonces el consolador con correa simplemente no estaba destinado a ser – al menos esta noche. Siempre podrían reconsiderar este desafío en el futuro. Hasta entonces, el resto de este encuentro lo ordenaba Jude.

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Diana dejó a Jude con un abrazo y un beso en la coronilla, y se levantó de la cama para ponerse su arnés favorito de estilo calzoncillos y el delgado consolador. Asegurándose de que Jude pudiera ver el lubricante que había vertido en la palma de su mano, Diana cerró la mano en el pene entre sus piernas para untarlo. Cuando la mirada de ojos muy abiertos de Jude viajó desde el juguete a su mirada entrecerrada, Diana inclinó la cabeza y sonrió. "Muéstrame cómo juegas con tu vagina cuando estás sola en la noche. Acércate tanto como puedas, pero no te atrevas a venirte sin permiso.” Con los ojos abiertos y fijos en el rostro de Diana, Jude levantó su trasero en el aire para revelar la furiosa mano que se movía debajo de ella. Diana se acercó al pie de la cama para ver mejor, pasó largos minutos reverentes admirando la vagina deliciosamente mojada y el expuesto tentador trasero bien formado. "Hermosa," dijo, fascinada por lo que vio. "Cariño, tienes un vibrador en algún lugar cerca?" "En la mesita de noche, en el cajón de abajo." Jude asintió vagamente con la barbilla. Diana abrió la mesita de noche para sacar una última herramienta para el trabajo. Ella se rió entre dientes mientras agarraba un vibrador de bala controlado por control remoto, luego la cadena de metal frío colocada a su lado. "¿Son estas pinzas de pezón, cariño?" Se encontró con la coqueta sonrisa de Jude, sonriendo lobunamente. "En otra ocasión quizás." Consciente de la disminución de la paciencia en la habitación, Diana tiró las pinzas de pezones en el cajón y se arrodilló en el colchón detrás de Jude. "Acuéstate, nena. Te sentirás más cómoda de esa manera.” Diana no pudo evitar que las palabras cariñosas salieran de su lengua, una verdadera cascada de afecto indefenso. ¿Qué pensaba Jude? ¿Estaba enviando señales mixtas de nuevo? Afrontémoslo, probablemente. Enfriando su tono, Diana dijo, "Lo primero es lo primero. Saquemos ese entrenador, así tendré un lugar donde poner mi pene." Ella movió su mano entre los muslos de Jude para empujar la bala cilíndrica y vibrante en su vagina, follandola solo brevemente antes de retirarse y dejarla atrás. El primer pas terminó, pulsó el control remoto para iniciar la vibración en su nivel más bajo, enviando una sacudida perceptible a través del cuerpo humedecido por el sudor de Jude. "Ohh ..." Diana sintió que los dedos de Jude se detuvieron en su clítoris mientras luchaba con la nueva estimulación. XWPColección: Página y Facebook

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Gimiendo en voz baja y fuerte, Jude dijo, "Definitivamente puedo volver a venirme." Exactamente como Diana había esperado. Gratificada por el resultado de su improvisación, agarró la base del tapón y lo giró con cuidado. "Ayúdame, de acuerdo? Como te enseñé.” Jaló lo suficiente para alentar al esfínter de Jude a expulsar el objeto invasor, luego dejó caer el tapón empapado de lubricante sobre el borde de la cama. Tras inclinarse sobre sus rodillas, Diana colocó el consolador con correa entre las nalgas de Jude y dijo con voz ronca, "Ábrete." Jude obedeció, abandonando su clítoris para agarrar una nalga en cada mano y separarlas. Satisfecha con la abundancia de lubricante – tanto natural como hecho por el hombre – goteando de cada orificio de Jude, Diana puso la cabeza del consolador en su ano más relajado, luego se retiró y luego la puso de nuevo. Empujando con más fuerza cada vez, finalmente logró meter el primer centímetro y medio adentro. "Buena chica," dijo, esforzándose por ver la cara de Jude. "¿Cómo es? ¿Algún dolor?" "No." Jude dijo. "Pero por favor, puedo frotar mi clítoris de nuevo?" ¿Jude tenía alguna idea de lo que le hacía cuando pedía permiso? "Si nena." Diana guió la mano de Jude debajo de sus caderas, lo que llevó a Jude a susurrar un agradecido "Oh.” Tomando eso como una señal, Diana avanzó con el consolador, luego se detuvo para esperar el consentimiento vocal de Jude. "Dime cuando." "Sigue. No te detengas a menos que te lo diga.” Diana escuchó la resolución en la voz de Jude y supo que había llegado el momento. Ella sostuvo la base del juguete con su mano izquierda y sostuvo a Jude con la derecha. Milímetro a milímetro, Diana se arrastró hacia adelante, sintiendo un cosquilleo de alegría ante la sensación de que el esfínter de Jude se abría para permitir su entrada. Esperando detenerse al menos una vez antes de que llegara al fondo, Diana de repente se encontró enterrada hasta el fondo en el exuberante y tembloroso culo de Jude Mónaco.

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La enormidad de lo que acababa de hacer, y de lo que este momento representaría en los anales de la historia sexual personal de Jude, golpeó a Diana con dureza – mucho más de lo que había imaginado que una follada casual hubiera podido. Consumida por emociones que no le importaba examinar, Diana se aplastó contra la espalda de Jude y acunó el tembloroso cuerpo en el que descansaba, escuchando a Jude gemir ante el movimiento casi imperceptible de sus caderas. "Diana ..." Jude se onduló debajo de ella. "Háblame por favor." Al percibir la desesperación de Jude, Diana tomó el control remoto y aumentó la vibración. Luego capturó las muñecas de Jude y estiró los brazos sobre su cabeza, sosteniéndola contra la cama mientras le susurraba en su oído. "Te estoy follando por el culo." "Si." Jude se quedó sin aliento. "Ya no eres virgen, verdad?" Ella lamió el cuello de Jude. "Gracias por este regalo." El cuerpo entero de Jude tembló. "Siempre fue tuyo para tomarlo." Diana retrocedió unos centímetros más o menos, luego puso sus cuerpos más bajos al ras, disfrutando del grito gutural de Jude ante su cuidadoso empuje. "Me alegro de habértelo pedido, entonces." "Yo también." Diana se preguntó si ella realmente lo decía en serio. Con toda la mierda que le había hecho pasar a Jude, estaba ella sinceramente agradecida por su oferta de sexo pagado? ¿Bueno, por qué no? Diana quería creerle. Ese es un ingreso adicional sustancial para una autora con dificultades, y nuestro sexo es de primera categoría. Rozó sus labios sobre el hombro de Jude, luego la esquina de su ojo. Entonces, sin querer hacerlo, Diana abrió la boca ... y volcó su corazón. "Realmente eres tan hermosa, Jude. Tu cuerpo, tu escritura ... tu alma.” Soltando las muñecas de Jude, entrelazó sus dedos y se balanceó contra ella ardientemente. "Podría quedarme dentro de ti así para siempre." Jude se deshizo, sollozando en el colchón mientras su cuerpo se convulsionaba extático. Diana cerró los ojos y luego bajó los brazos debajo del pecho de Jude para poder abrazar a Jude y ofrecerle consuelo durante el poderoso clímax. El orgasmo – o los orgasmos, Diana no podía decirlo – se prolongaron durante unos minutos. XWPColección: Página y Facebook

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Cada vez que estaba segura de que Jude estaba a punto de terminar, que su placer disminuía, dejaba escapar otro rugido mientras su cuerpo volvía a la vida. Diana murmuró en su cabello a lo largo de las violentas erupciones, alabándola de todas las formas que conocía. Acariciando con la nariz el húmedo cuello de Jude, Diana le contó lo orgullosa que estaba, lo impresionada que estaba. Entonces finalmente, Jude gritó, “¡Para! ¡No más!" No era su palabra clave, pero no había ningún error en el tono de Jude. Diana apagó el vibrador y dejó de moverse. "¿Estás bien?" "Sí." Los hombros de Jude temblaban – con alegría, Diana se dio cuenta pronto. Gracias a Dios. "Excepto que mi clítoris no puede aguantar más ... y mi trasero también está bastante bien sobre eso." Divertida, Diana levantó la parte superior de su cuerpo de Jude y retrocedió unos centímetros. "Ayúdame." Jude expulsó el juguete sin ningún problema. "Maldita sea, eso se siente raro." "De hecho." Diana se levantó para quitarse el arnés, luego lo arrojó, el consolador atado y los otros objetos esparcidos en su bolso. Era hora de empacar. "Pero antes de la rareza, en realidad es bastante mágico. ¿No estás de acuerdo?” La mano de Jude rozó el fondo de sus bragas, haciendo que Diana saltara de sorpresa. Se giró para encontrar a su ayudante increíblemente desnuda mirándola como si Diana fuera un oasis rodeado por un desierto infinito. "Esos fueron los orgasmos más fuertes, los mejores que he tenido." Incapaz de evitarlo, Diana apartó un mechón de cabello de los ojos de Jude y luego le acarició la mejilla. "Bien." "Por favor ..." Jude movió su mano entre las piernas de Diana pero no hizo contacto con las bragas empapadas. "Señora." Jude sabía exactamente qué decir, verdad? "¿Si cariño?" "¿También te puedo dar un orgasmo?"

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Ella ya sabía que no era lo suficientemente fuerte como para negarse, pero Diana necesitaba que Jude trabajara para ello de todos modos. "Lo hiciste, mi amor. No me sentiste venirme por todo tu culo apretado?” "Sí, pero ..." La mirada implorante de Jude fundió la última de sus resistencias. "Por favor, puedo hacerlo de nuevo?" Diana sabía que tenía que irse – pronto, antes de que esto se pusiera aún más desordenado – pero le faltó la voluntad de negarles a ambas lo que ansiaban. Colocando su pie derecho en la esquina del colchón, jaló de la entrepierna de sus bragas hcia un lado. "Adelante." Jude agachó la cabeza y envolvió un brazo alrededor de la parte posterior de los muslos de Diana, luego usó su mano libre para separar los labios vaginales de Diana y lamer entre los pliegues resbaladizos. Suspirando contra la humedad de Diana, lamió sus abundantes jugos como un gato salvaje hambriento. Diana palpitó contra la sedosa lengua de Jude, con las rodillas dobladas. El brazo alrededor de sus muslos se apretó, un intento valiente pero solo un poco efectivo para mantenerla en pie. "Mierda." Diana forzó la cabeza de Jude lejos de su entrepierna, luego la agarró del brazo para levantarla de la cama y colocarla en la alfombra. "Arrodillate." Intercambiando lugares, Diana se sentó en el colchón y abrió sus piernas, luego enroscó su mano alrededor de la nuca de Jude para arrastrarla hacia adelante. "Masturbame rápido. Sin burlas, o te detendré y me encargaré de ello yo misma.” "Sí, señora," Jude dijo, las palabras amortiguadas por los labios vaginales en su boca. Hizo exactamente lo que Diana le pidió, chupando su clítoris entre los labios fruncidos y golpeando con su lengua experta. Los gemidos de Jude resonaron a través de Diana mientras le daba con entusiasmo contagioso y diligente. Diana se reclinó sobre un codo, los dedos se curvaron alrededor de la nuca de Jude para mantener la ilusión de control. "Mírame," le ordenó, y cuando Jude lo hizo – levantando ojos brillantes y llenos de esperanza para que se ahogara en ellos – Diana se hizo pedazos en su boca cálida y húmeda. El orgasmo fue magnífico, cada vez más fuerte hasta que no pudiera ser más intenso, y luego un poco más fuerte. Diana se restregó contra Jude con urgencia, buscando y sacando hasta la última emoción que pudo arrancar de la talentosa lengua en su clítoris. Odiando que Jude pudiera hacerla sentir mucho más de lo que nadie había hecho, incluso Janine, apretó la cabeza entre sus muslos y cogió el hermoso rostro de Jude, lleno de ira conflictiva, vehemente y amor no deseado. Finalmente, cuando sintió que podría estallar, Diana empujó a Jude y cerró las piernas de golpe. "Eso es suficiente." XWPColección: Página y Facebook

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Jude se derrumbó y jadeó en el suelo. Ella le dio a Diana una sonrisa tentativa, lamiendo la eyaculación de sus labios. "Me podría haber quedado allí para siempre." La devolución a su conversación de almohada demasiado íntima tranquilizó a Diana en un instante, comprometiendo a la parte de su cerebro responsable de la autoprotección contra la estupidez alimentada por las emociones. Pero antes de que pudiera levantarse y huir, Jude se subió a la cama, luego al regazo de Diana, y la atrajo a un cálido beso. Temerosa del daño que infligiría al empujar a Jude, pero aún más aterrorizada de ser seducida para quedarse a pasar la noche, Diana lo terminó con una mueca de disculpa. Tomando a Jude por la parte superior de los brazos, la depositó con cuidado sobre el colchón a su lado. "Desafortunadamente ... para siempre no es una opción." "Entonces qué tal unos minutos más?" Jude colocó su mano en el interior del muslo de Diana pero no intentó tocar su vulva. “Apuesto a que podría darte otro. Haré cualquier cosa que quieras." Aunque todavía no se había recuperado completamente, Diana se obligó a ponerse de pie y recoger el resto de sus suministros dispersos. La oferta era demasiado tentadora. Jude era demasiada tentación. Deseando ser clara pero no grosera, Diana bromeó, "¿Todavía cachonda después de las cosas obscenas y sucias que acabo de hacerte?" Dios, Dios. Estoy pensando que es una suerte que te haya entrenado para ser un juguete para follar muy compartible, Srta. Mónaco, porque parece que no hay quien satisfaga a esta gatita sexual." "No tengo que tocarte de nuevo. Solo ... " De repente, Jude sonaba como una niña perdida y estoica, desesperada por mostrar una cara valiente incluso si no se sentía así por dentro. El corazón de Diana se apretó, y se dio la vuelta, metiendo la botella de lubricante en su bolsa antes de arrodillarse con cautela para recoger su ropa del suelo. Jude observó su escape calculado con ojos tristes y resignados. “Tengo un poco de helado de galleta con chispas de chocolate en el congelador. Tal vez podríamos hablar por unos minutos? Como una sesión informativa.” Diana se quedó quieta, sin saber cómo responder a la aparentemente inocua invitación. Comer helado no era intrínsecamente íntimo, pero en lo que respecta a Jude nada se sentía seguro. Cada interacción que habían tenido atraía más profundo a Diana en el amor y más lejos de los principios fundamentales para mantenerla a salvo en un mundo donde las mujeres como Janine se escondían a simple vista. ¿Creía realmente que comer el helado con Jude, o incluso otro orgasmo, inevitablemente la llevaría de

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nuevo a la miseria y el abuso? Realmente no. No. Pero entonces nunca había imaginado a Janine agrediéndola, tampoco. "No estoy tratando de ser insistente." La sonrisa de Jude parecía forzada. "Lo prometo. Yo solo – " "Jude." Diana no la dejó terminar, temiendo ser persuadida. "No eres insistente, y está bien que lo hayas preguntado. No creo que sea una buena idea, eso es todo. Espero que lo entiendas." El derrotado y débil asentir de Jude sugirió que no lo hizo. "Por supuesto. Lo entiendo.” Cruzó los brazos sobre su pecho, ocultando sus pechos desnudos de la vista. "Bueno, gracias por venir. Esto realmente me hizo sentir mejor con respecto al Sábado." Y peor de todo lo demás, a juzgar por tu rostro. Diana odiaba dejar a Jude desconcertada, pero se suponía que esta era la primera prueba de su capacidad conjunta para tener sexo casual, no remunerado y sin obligación. Ella se negó a dejar que cualquiera de ellas lo arruinara, porque la idea de perder esta tenue amistad era más insoportable que cualquier dolor que Janine hubiera infligido. Aparte de perder a Ava o a sus padres ancianos, Diana no podía imaginar nada peor. Ya estoy demasiado metida. La realización impulsó a Diana a la puerta del dormitorio. "Te enviaré un mensaje de texto, de acuerdo? Nos pondremos en contacto antes del taller, informes y todo eso, tal vez mañana. O el Sábado temprano. Podemos discutir los detalles después. De acuerdo?" Doblándose por la cintura, Jude la observó irse con un asentir desanimado. "Por supuesto." "Estuviste increíble esta noche, Jude." Irrazonablemente, Diana no quería irse sin ver a Jude sonreír una última vez. Sin duda porque nunca se había sentido como una imbécil más gigante e irredimible. "Incluso mejor de lo que había imaginado." Jude parecía casi dolida por el cumplido. "Gracias," dijo, apartando la vista de la puerta mientras abrazaba su parte superior del cuerpo aún más fuerte. "Igualmente." Preocupada de que solo empeoraría las cosas – y que podría desmoronarse y terminar quedándose después de todo – Diana se dijo a sí misma que podría pedir disculpas por mensaje más tarde. Aún así, sus pies se negaron a moverse hasta que le ofreció una XWPColección: Página y Facebook

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débil justificación para la salida apresurada. "No me voy porque no me importas. ¿Lo sabes bien?" "Lo sé." Jude esnifó, luego despegó los dedos del brazo para hacerle un festo de despedida hacia la puerta. “Vete, Diana, en serio. Estoy bien.” Miró a Diana, una chispa familiar en sus ojos. "Solo necesito unos minutos para recuperarme. Entonces lo más probable es que me bañe y duerma como un bebé hasta mañana por la tarde." Diana se rió, relajándose ante el tono más ligero de Jude. "Plan brillante. Tal vez yo haga lo mismo." Ante la curva momentánea de los labios de Jude en una tenue sonrisa, Diana mostró una amplia sonrisa y salió por la puerta del dormitorio. Su sonrisa se mbral ció en el instante en que cruzó el mbral, luego desapareció por completo cuando se puso la ropa y huyó como la cobarde que era. ****** Jude esperó hasta que oyó que la puerta exterior de su departamento se cerraba, luego se derrumbó en un montón patético al borde de la cama. El vacío demasiado vasto para comprender, se apoderó de ella y, con ello, un dolor de tal magnitud que no había sufrido en años. No desde que su madre eligió a su novio imbécil sobre su hija que había pasado diez años criando sola, dejando a Jude huir de casa para crecer demasiado pronto. Le dolía el pecho como si Diana hubiera arrancado literalmente su corazón para llevárselo a casa con el resto de sus juguetes. A pesar de seguir registrando la presencia de Diana en lo profundo de su doloroso trasero, la distancia entre ellas nunca se había sentido tan enorme. Jude se rindió a las lágrimas que fluían, anhelando cierta medida de liberación después de todo lo que acababa de experimentar. Ella había sido follada en el culo, legítimamente, y le encantaba todo lo que la hacía sentir, a excepción de las consecuencias, cuando Diana huía como de costumbre. Pero qué había esperado? Diana siempre había tenido claro lo que quería de su asociación. Sexo, tal vez incluso una pseudo-amistad, pero nada demasiado familiar. Compartir un helado después de una noche de sexo trascendente y que altera la vida nunca había sido una posibilidad. ¿Por qué el corazón tonto de Jude la engañaba haciéndole creer que era – o podría ser? Realmente eres tan hermosa, Jude. Tu cuerpo, tu escritura ... tu alma.

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Jadeando al recordar la apasionada declaración de Diana, Jude se clavó las uñas en los brazos hasta que se perforó la piel. Necesitaba su dolor físico para superar lo emocional, porque sangrar era más fácil que un corazón fracturado. Si Diana era tan firme en que evitaran la intimidad, si no quería que su sexo fuera personal, por qué decir cosas así? ¿Por qué susurrar palabras que nadie más dijo – palabras significativas, palabras que hicieron que Jude se sintiera especial – como si realmente las dijera en serio? ¿Acaso ella no entendía cuán profundamente era esa herida? ¿Cómo hizo que su inevitable retirada se volviera mil veces más insoportable para la tonta enamorada que dejaba a su paso? Porque sí, Jude era una tonta – una tonta de la que Diana parecía perfectamente contenta de burlarse. Una tonta que no podía soportarlo más.

CAPÍTULO VEINTITRÉS Diana se deslizó en el asiento del conductor de su auto, cerrando la puerta para ver a Jude acomodarse en el lado del pasajero. Su encantadora asistente apenas había hablado desde que terminó el taller, ofreciendo solo unas pocas sílabas en respuesta a la pequeña charla que Diana intentó iniciar mientras empacaban para irse.

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Habiendo finalmente alcanzado la privacidad de su vehículo, tenía la intención de forzar cualquier conversación que Jude parecía decidida a no tener. "Oye." Tocó el brazo de Jude, provocando un estremecimiento perceptible. "Cariño, ¿estás bien?" Jude miró directamente hacia la pared del estacionamiento, evitando con firmeza su mirada curiosa. "Te dije que estoy bien." Apoyó la cabeza en el asiento y cerró los ojos. "Solo cansada. El sexo anal me desgasta mucho.” "No te estás castigando por no poder aguantar ese último consolador, verdad? Porque lo entendí totalmente. Es mucho más difícil relajarse con toda esa gente mirando. Tenías razón al detenerme y, honestamente, era valioso para la clase presenciar un ejemplo tan fuerte de la compañera receptora que conoce y comunica sus límites. Estaba seriamente orgullosa de la forma en que manejaste la situación. En lo que a mí respecta, esta noche fue un éxito incondicional con o sin el consolador de correa.” Diana esperó una respuesta que nunca llegó, deseando saber cómo penetrar la barrera que Jude había alzado. "Si este estado de ánimo en el que estás no es por el consolador de correa, entonces por favor dime qué te ha molestado tanto. No puedo arreglarlo si no sé qué está mal." Resoplando, Jude murmuró, "No podrías arreglarlo incluso si lo hicieras." Diana comenzó a sudar frío. Qué demonios habia pasado? Se habían reunido temprano esa mañana en el restaurante que había al final de la calle desde su edificio de departamentos por panqueques y un breve informe de la reunión del Jueves, y aunque la conversación no había sido demasiado efusiva, Diana había asumido que el lugar público era el culpable. Conduciendo juntas al taller esa noche, habían cantado junto a Queen en la radio, rockeando más fuerte que lo que había hecho Diana en lo que parecía una vida entera. Tampoco habían hablado mucho en ese momento, pero no había visto ninguna señal de un abismo que se abriera entre ellas. Sin embargo, ahora parecía estar al borde de un horrible abismo, incapaz de comprender cómo había creado una distancia tan tremenda. El sexo de esta noche no había estado a la altura de su sesión de práctica, pero Jude realmente esperaba que lo hiciera? ¿Por qué estar tan fuera de forma con respecto al sexo menos que perfecto, de todas formas? Era esto incluso acerca de esta noche? Temiendo que ya supiera la respuesta – y por qué Jude dudaba de su capacidad para reparar lo que estaba roto – Diana dijo con calma, "¿Por qué no me dejas ser la que juzgue eso?" Jude suspiró, luego se giró para inmovilizar a Diana con una mirada acusadora. "Entonces cuál es la historia con el último taller que originalmente me XWPColección: Página y Facebook

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pediste que hiciera? ¿Cómo Hacer El Amor, creo que lo llamaste? Nunca te molestaste en mencionar si todavía necesitaba estar disponible.” El vello se erizó ante el tono de confrontación de Jude, Diana respiró un poco antes de responder. "Tienes razón, y lo siento. Incluso con todos mis proselitismo a los clientes sobre la importancia de la comunicación, la mía no siempre es la mejor." Jude se burló. "Eufemismo." Sin hacer caso de la provocación, Diana continuó. “Decidí cambiar el tema y ofrecer reembolsos a cualquiera que los haya solicitado. Sólo una pareja me aceptó en eso. Les envié un cupón para asistir a una sesión futura sin cargo, para sus problemas. Ya sabes, además del reembolso. Así que de todos modos, sí ... si estás libre, me encantaría tu ayuda el próximo Sábado." Los ojos de Jude brillaron extrañamente, aludiendo a innumerables formas en que esta conversación podría desarrollarse – ninguna de ellas buena. "¿Te importaría hablarme sobre el tema antes de responder?" "Sentarse en la cara y mujer dominante." Diana reunió una sonrisa pícara, con el objetivo de ganarse a Jude con su química sexual confiable e incendiaria. "Supuse que lo aprobarías. En cuanto a quién este arriba ... esa es tu decisión." Jude la miró fijamente sin rastro de humor, luciendo al menos una década más vieja que con la que había desayunado. Su cara bonita transmitía una mezcla alarmante de frustración, tristeza y derrota, lo que sorprendió a Diana por completo. Aún más inquietante fue el puro y absoluto agotamiento con el que Jude la miró, como si ya hubiera abandonado a Diana por completo. Después de una pausa pesada, Jude confirmó su harta intuición. "En realidad, creo que he terminado. Creo ... " Sus fosas nasales se ensancharon, la grieta momentánea en su armadura reveló un tormento interior que no pudo ocultar. "Ya no puedo hacer esto, contigo. Lo siento." El abrupto final de lo que habían estado haciendo se estrelló sobre Diana como un tsunami, barriéndola en un remolino oscuro y traicionero de pánico y desesperación sin esperanza. El hecho de que Jude simplemente la hiciera a un lado, y que en realidad le importara una mierda, encendió una furia ardiente dentro de ella que le dio una patada a sus defensas en plena explosión. "¿Se trata de la otra noche?" Detestó el veneno en su voz, pero no pudo contener un pequeño golpe mezquino. "¿Porque no me quede a comer helado?"

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Parpadeando rápidamente, Jude miró hacia adelante en su asiento, luego se acurrucó contra la puerta del pasajero para ocultar las lágrimas que Diana sabía que había provocado. "Sólo llévame a casa, por favor." "Con mucho gusto." Diana arrancó el auto, exhalando para aclarar su cabeza antes de retirarse del lugar. Un par de cuadras en su viaje, se había calmado lo suficiente como para ofrecer una respuesta más mesurada. "Escucha, Jude ... realmente lamento todo lo que hice para molestarte tanto. Si estás enojada por lo del Jueves en la noche, y por lo de ese helado, deberías haberme dicho esta mañana en el desayuno. Ojalá hubiera podido disculparme antes de follarte de nuevo. Especialmente en el culo.” No quería regañar a Jude exactamente, pero de ninguna manera apreciaba saber que había pasado las últimas horas dentro del ano de una mujer que aparentemente la odiaba. "No es de extrañar que tuvieras problemas allá atrás. Debes haber estado increíblemente tensa." "Estaba bien." Jude vaciló, luego suspiró. “Tal vez debería haber hablado contigo en el desayuno, pero sentí que era más seguro esperar hasta después del taller. No quería arruinarlo todo y fastidiar a tus alumnas en el proceso." La mente de Diana dio vueltas. ¿Arruinarlo todo? Desconcertada, preguntó, "¿Arruinar el taller ... por un helado?" Jude resopló, indignada por razones que Diana todavía no podía discernir. "No se trata del helado, de acuerdo? Se trata de cuidarme.” Vaciló, luego dijo, “De mi corazón, más que nada.” Diana apretó los dedos sobre el volante. “¿Cuántas veces, exactamente, me juraste que estarías bien con el sexo casual? Más de una vez, seguro, pero lo admito ... perdí la cuenta después de un tiempo." "Tienes razón. Te dije que estaba bien para mantener las cosas casuales – y por lo general lo estoy. Realmente pensé que podía ...” La voz de Jude vaciló, amenazando con enfriar el resentimiento acumulado de Diana. “Excepto que resulta que no puedo, y me siento muy mal, no me di cuenta desde el principio. Honestamente traté de no apegarme, pero ... me has hecho sentir mucho. Sinceramente desee que no lo hicieras, créeme, pero ... aquí estoy. Me he enamorado de una mujer que nunca corresponderá a mis sentimientos. Una mujer tan aversa a la intimidad que ni siquiera puede quedarse y charlar unos minutos después de follarme el culo por primera vez. Quién estuvo dispuesta a dejarme desnuda y sola después del sexo más transformador, agotador – física y emocionalmente – que alguna vez tuve. Eso no fue 'casual', Diana. Fue frío. Y XWPColección: Página y Facebook

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sabes, quizás si no fuiste muy cariñosa en otras ocasiones, llamándome ‘nena’ y ‘cariño’ y ... y diciendome lo hermosa que es mi escritura y mi alma ... " Tomó un aliento estremecedor. "Tal vez esto no dolería tanto. Tal vez ni siquiera me importaría." Si el auto no hubiera estado en movimiento, Diana podría haberse golpeado su propia cabeza contra el volante debido al estallido de odio hacia su misma que explotó dentro de ella. Ella sabía que había ido demasiado lejos esa noche, que había dicho demasiado. Durante mucho tiempo había sido propensa a las declaraciones sinceras durante los momentos de pasión compartida, pero había asumido que Jude ya la conocía lo suficientemente bien como para entender que no importaba lo que se dijera durante el sexo, su política contra el amor y las relaciones se mantenían vigentes. Pero ahora se daba cuenta de lo estúpida que había sido esa suposición, y egoísta. Jude nunca había ocultado su enamoramiento. Por supuesto que las palabras de Diana importaban – hasta la última. Diana esnifó. "Tienes razón. No debería haberte dicho esas cosas.” Tratando de justificar su falta de control de los impulsos, desvió la culpa al peor objetivo posible. "Sólo quería hacerte sentir bien. Para ayudarte a relajarte." "Oh, entonces es por eso que llenas mi cabeza con tonterías? Por mi bien? Para ayudarme?” Enojada por haber sido elegida como la villana de un acuerdo que ambas habían acordado, Diana dijo bruscamente, "¿Te he dado alguna razón para creer que quiero más de ti que amistad casual con beneficios? Y por cierto, llamarte hermosa no cuenta, porque claro que lo eres, y estoy segura de que no soy la primera mujer que te lo ha dicho." Jude no habló durante casi una cuadra completa. Encontró su voz cuando Diana se detuvo en la intersección, murmurando un abatido, "Supongo que no. Esa frase acerca de querer permanecer dentro de mí para siempre ...” Ella se encogió de hombros con indiferencia. "Entiendo que solo era algo que decir." Diana tuvo que morderse la lengua, literalmente, para evitar que la verdad saliera. No había sido simplemente algo que decir. Incapaz de aliviar el desaliento de Jude, optó por una autodefensa adicional. "Siento que he sido increíblemente sincera contigo desde el principio." "Lo has hecho," Jude murmuró.

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"Me dijiste que lo entendías, que estarías satisfecha con una follada ocasional y sin ataduras, que respetarías mis límites." La garganta de Diana se contrajo, y su visión se volvió borrosa. “Prometiste que no traicionarías mi confianza. Pensé que éramos amigas." "Yo también." Snifando, Jude lloró en silencio en la manga de su chaqueta. "Pero una verdadera amiga se habría quedado conmigo esa noche. Unos minutos más, al menos. Una amiga habría visto lo mucho que la necesitaba allí y quedarse." "Bien. Soy una amiga de mierda.” Diana se limpió la humedad de los ojos, contenta por el tráfico ligero. Conducir no se sentía exactamente seguro en su estado actual, pero detenerse no era una opción cuando significaría quedarse atrapada en el auto con Jude por más tiempo. "¿Quieres terminar las cosas por un helado? Genial. Gracias por probar mi teoría de que follar a una millennial no vale la pena lo inevitable, la mierda del nivel de kinder en la que tu generación parece prosperar." Diana lamentó su burla incluso cuando escupió los rencorosos insultos, pero estaba enojada – muy enojada con Jude por haber jodido una amistad inusualmente gratificante, por no ser más sensible a los sentimientos de Jude, y quizás más que nada, por Janine por crear un monstruo capaz de reducir a una joven dulce, artística y de buen corazón Jude Mónaco a lágrimas silenciosas y desgarradoras. "Nos habría ahorrado a las dos un montón de problemas si hubieras sido más clara acerca de tus sentimientos, como yo fui absolutamente clara sobre los míos." Esperaba que Jude le respondiera – quería que lo hiciera, de hecho – pero en cambio Jude asintió. "Lo sé. Debería haber sido más honesta ... contigo, y conmigo. Pero soy una idiota. Una idiota estúpida y cachonda. Pensé que tener sexo contigo podría ser suficiente. Qué dejaría de lado mi curiosidad sobre la mujer que ha desempeñado el papel principal en mis fantasías sexuales desde el día en que se mudó e idealmente dejar de lado este ridículo enamoramiento en el proceso. Desafortunadamente, no es así como funcionaron las cosas. Tú eras ... mucho más de lo que me imaginaba. No solo el sexo contigo, aunque obviamente ... quiero decir, obviamente ...” Jude exhaló largamente, como si luchara por no dejar que el recuerdo que su cerebro había elegido la distrajera. “Me has hecho sentir segura y apoyada – y, y me has visto." Ella soltó una risa impotente. “A veces también me haces sentir como una mierda, pero esa es una historia diferente. Es Janine quien nos persigue desde el pasado.”

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Si no hubiera sido por la forma de hablar estable, Diana habría estallado ante el comentario de Janine – pero la moderación de Jude la inspiró. Con la mandíbula apretada, respondió, "No, esa es la perra fría que nunca he negado ser. La única por la que caería una idiota.” "Esa soy yo." Jude se frotó las lágrimas persistentes de sus ojos. "Mira. Todo lo que sé es que no puedo seguir mintiendo sobre cómo me siento. Quieres que esto sea casual, pero no lo es. No para mí. Eso significa que no puedo fingir que no me importa una mierda si te quedas para tomar un helado. Porque me importa.” Aturdida por lo mucho que quería arreglar este lío que habían hecho, Diana preguntó, “¿Qué pasa si trabajo en mis habilidades de amiga? Es decir, no más irme inmediatamente después del sexo. Y tratar más duro de considerar tus sentimientos antes de elegir mis palabras." "Diana ..." La aparente renuencia de Jude a seguir insinuando lo que planeaba decir. "Fantástico." Enojada por haberse involucrado con una mujer que no tuvo reparos en atraerla a una pseudo-amistad bajo falsas pretensiones, Diana cerró mentalmente la puerta con la idea de que Jude fuera otra cosa que su vecina de al lado y el segundo peor error de su vida sexual. "Hemos terminado, entonces. Gracias por sustituir a Ava. Tu ayuda fue muy apreciada. Fue un placer conocerte." "Diana." Jude sonaba desesperada por no disolverse en nuevos sollozos. "Créeme, lo último que quiero es dejar de verte, pero ... tampoco quiero estar sola por el resto de mi vida. No soy como tú, de acuerdo? Puede que solo necesites una amiga casual que esté dispuesta a follarte en alguna ocasión, pero resulta que quiero el cuento de hadas. Estoy segura de que es tonto o ingenuo de mi parte, pero es cierto. Un día espero encontrar a una mujer que me quiera y me encienda. Alguien a quien pueda amar tan ferozmente. No se siente bien guiarte con el sexo casual cuando sé que ya no es lo que quiero ... y que terminaré las cosas contigo en el momento en que me encuentre con la mujer adecuada." Diana apretó los dientes, hirviendo por la agonía que Jude había elegido inyectar en su bien ordenada vida. ¿Cuántas veces habían hablado sobre sus respectivas posiciones antes de llegar a este punto? ¿Había escuchado Jude algo de lo que había dicho en las últimas seis semanas? "Nunca pedí un compromiso, Jude. Ese es todo el asunto."

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“Es cierto, pero vi lo molesta que estabas cuando Ava te dijo que quería ser monógama con Katrina. Cuando de repente te diste cuenta de que estabas sola, como si estuvieras realmente sola, no estabas contenta con eso, verdad? A pesar de tus muchas protestas de lo contrario.” Diana intentó interrumpir, pero Jude se lanzó sobre ella con otra carga de psicoanálisis. “Está claro que quieres una amante en tu vida, pero ella no puede tener ninguna expectativa. Ella no puede acercarse demasiado. Tal vez yo podría ser esa persona para ti un poco más ... y tal vez debería, porque esto apesta – rechazarte apesta – pero con el tiempo, querré más. Y no quiero lastimar a alguien que me importa para conseguirlo." ¿Qué crees que estás haciendo ahora? Diana reprimió la respuesta, sabiendo que sería injusto decir eso en voz alta. En cambio, preguntó, "¿No consideraste nada de esto antes de que decidiéramos acostarnos juntas en nuestro propio tiempo? ¿Seguramente sabías entonces que esta fantasía romántica de ‘cuento de hadas’ era tu objetivo final? ¿Por qué este repentino altruismo acerca de no querer lastimarme una vez que inevitablemente encuentres a tu hipotética guerrera en una armadura brillante?” “No pretendo que esto es completamente desinteresado. Tanto como no quiero lastimarte, tampoco quiero lastimarme más a mí misma. Estar contigo, pero sin estar contigo ... me destroza por dentro. Estoy tan cansada de estar triste, Di. Cansada de no poder escribir porque estoy triste. Cansada de esperar a alguien que nunca sentirá lo mismo.” Jude contuvo el aliento, agachándose en la cintura para dejar caer la cabeza entre sus manos. "Me está matando. Si hubiera sabido lo mal que se iba a sentir esto ... no lo sé." Diana frunció el ceño hacia el parabrisas delantero, lamentándose de haber pagado por esta angustia. "Nunca debí haberte contratado." "No digas eso," Jude se atragantó. "Fue un error." Apretando los dientes, Diana murmuró, "Tengo una gran habilidad para ellos." Jude soltó un suspiro tembloroso, luego sacudió la cabeza, derrotada. “¿Sabes cuál es la parte más triste? Lo mucho que quiero seguir follando contigo, todavía, porque esta idiota voz dentro de mi cabeza no dejará de susurrante que tal vez, ya sabes ... tal vez. Incluso después de todo. Pero eso sería malo para las dos, y creo que tú también lo sabes.” Ella dejó caer las manos, pero mantuvo la cara baja. “Me arrepiento de haberte dicho que podría estar contenta con solo el sexo. No pretendía engañarte. Yo solo ... pensé que sería capaz de manejarlo."

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"Parece que esta fue una verdadera experiencia de aprendizaje para ti." Diana nunca había estado tan aliviada de dar vuelta en su calle o ansiosa por sacar a Jude de su auto y de su vida. "Me alegro de haber proporcionado el material." "Diana…" "Deja de decir mi maldito nombre," Diana espetó, plenamente consciente de lo inmadura que sonaba. "No es la gran cosa. Te contraté para hacer seis talleres, tal vez siete, e hiciste seis talleres. Solo nos acostamos juntas una vez fuera de clase, estrictamente para practicar. Ahora ya no quieres trabajar para mí, y tampoco quieres dormir conmigo. Maravilloso. Sigamos adelante." "Lo siento mucho, Diana, por todo esto. Estabas tan decidida a evitar el drama, y aquí he envenenado tu vida con una gran dosis. No te culpo por sentir que tenías razón todo el tiempo.” Jude hizo una pausa, y por un momento ninguna de las dos habló cuando Diana entró en el estacionamiento. Pero entonces, probablemente debido al final inminente de su tiempo juntas, Jude soltó una última bofetada en la cara. "’No me voy porque no me importas’. ¿No es eso lo que dijiste? Lo mismo se aplica aquí. Por mucho que te amo y quiero verte feliz, no puedo quedarme atrapada en este lugar contigo. Tengo planes más grandes y un futuro más brillante que cualquier cosa que pueda ofrecer." Diana entró a su lugar asignado y se estacionó, pero dejó el motor en marcha. “¿Eso concluye tu pequeño discurso? ¿O quieres seguir? Tal vez, decirme más acerca de cuánto lo siente, y de lo amarga, solitaria y patética que crees que soy." "Diana – " "Dije que te callaras con tus malditos Dianas." La reprimenda explotó en un fuerte rugido. Instantáneamente avergonzada cuando Jude se apartó, Diana bajó el volumen y gruñó, "Como si realmente te importara una mierda sobre mí o por mis sentimientos. Vamos. Sal de mi coche. Déjame sola." Jude se desabrochó el cinturón de seguridad, las manos le temblaban visiblemente. "Obviamente necesitamos un tiempo separadas, pero tal vez en algún momento ..." Con cautela, se volvió para mirar a Diana de frente. "Tal vez algún día podríamos tratar de ser amigas. Solo que sin los beneficios.” Diana rechazó la idea con un exagerado rodar de sus ojos. "No necesito una amiga, gracias. Especialmente no una mocosa mentirosa que tiene problemas para mantener sus pantalones puestos."

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Jude retrocedió como si hubiera sido golpeada físicamente, luego alcanzó detrás de su cadera para abrir torpemente la puerta del lado del pasajero. "Eso funciona muy bien, entonces, porque en realidad tampoco tengo espacio para una vieja bruja amargada en mi vida." "Qué casualidad." Diana tamborileó sus dedos en el volante para contener la crisis emocional que sentía venir. "¿Podrías largarte de mi vehículo?" Jude se levantó del asiento del pasajero pero vaciló en cerrar la puerta. Después de un momento de aparente indecisión, se inclinó para mirar dentro del auto con un ceño fruncido de difícil interpretación. "¿No vas a subir?" "A dónde voy no es asunto tuyo." Diana no tenía idea de dónde se quedaría esa noche, pero seguro que no estaría arriba con Jude. "¿Cierto?" "Bastante justo." Jude se enderezó, finalmente en posición para cerrar la puerta del auto. “Solo… cuídate esta noche, de acuerdo? Por favor." "¿Porque te importa?” Diana se burló. Su dolor era demasiado crudo para moderarlo, y también necesitaba que Jude se marchara y así pudiera desmoronarse en paz. "Qué dulce. Ahora cierra la puerta y aléjate ... antes de que me ponga desagradable." Ahogando un sollozo, Jude respondió, "Demasiado tarde." Cerró la puerta del coche con un refunfuñando "Perra." Con eso, Jude hizo exactamente lo que Diana le había pedido, incluso si no era lo que ninguno de sus corazones quería. Ella se alejó.

CAPÍTULO VEINTICUATRO Acostada boca abajo en su sofá, Jude sollozó en su almohada favorita, como una adolescente sufriendo su primer corazón roto. Se sentía ridícula llorando por una relación que siempre le habían dicho que nunca sucedería, pero no había otra manera de aliviar su agonía, excepto dejarla escapar, sin embargo, su cuerpo lo exigía. De todos modos, ella era ridícula. El último mes y medio lo demostró.

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Diana había tenido razón. Dejando a un lado las expresiones desnudas, nunca le había dado a Jude ninguna razón para creer que su relación podía trascender el acuerdo incondicional y casual, a veces pagado que ambas habían acordado. Qué Jude hubiera seguido adelante y desarrollado sentimientos de todos modos era su propia maldita culpa. A pesar del ligero deshielo de Diana durante las últimas seis semanas – que evolucionó de su dura política contra cualquier tipo de fraternización, a una amistad provisional, a los beneficios adicionales que podrían acompañar a esa amistad – nunca dudó en la cuestión del amor y las citas. Siempre había sido claro acerca de lo que deseaba: sexo, y únicamente sexo. Siendo una imbécil, Jude simplemente no había escuchado. Y ahora era inútil, demasiado deprimida para sentarse y jugar videojuegos, y mucho menos trabajar en su novela. Jude trató de recordar la última vez que había escrito más que unas pocas palabras. Mucho bien que este dinero del taller me hará cuando acabe de asesinar mi espíritu creativo en el altar del amor no correspondido. Sus sollozos se intensificaron. Un golpe en la puerta la salvó de ahogarse en un charco de sus propias lágrimas saladas. Jude se sentó, parpadeando mientras miraba a su alrededor aturdida. Después del segundo golpe, se forzó por levantarse del sofá y sobre sus pies inestables. Abrió la boca para gritar, luego la cerró de golpe, temiendo que la inesperada visitante pudiera ser Diana – pero aún más temía que no lo fuera. “¿Jude?” Sus rodillas se convirtieron en agua ante el timbre calmante de la voz de Katrina. "¿Cariño? Voy a entrar, de acuerdo? Con mi llave.” Salvada de tener que arrastrarse por la habitación, Jude se dejó caer en el sofá con un profundo suspiro. Se movió para limpiar sus lágrimas por centésima vez, luego se detuvo. ¿Por qué molestarse? Seguramente regresarían tan pronto como Katrina le preguntara qué pasaba. Cuando la puerta de su departamento se abrió un momento después, Jude saludó a su prima con una ademán de mano. "Hola." "Mierda." Murmurando, Katrina cerró la puerta y corrió al sofá. Se hundió al lado de Jude, tomando ambas manos en un agarre inquieto. "¿Qué hizo Diana?" Cuando Jude no respondió, Katrina le dio un apretón insistente en los dedos. "Cariño, qué hizo?” Avergonzada de haber causado tal alarma, Jude negó con la cabeza, sus ojos cerrados para retrasar el flujo inexorable. "Nada." "Ella obviamente ha hecho algo." Katrina soltó las manos de Jude para jalarla en un cálido abrazo. "Ava recibió una llamada tal vez hace media hora – justo después de XWPColección: Página y Facebook

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que terminara su taller, aparentemente – de parte de Diana, pidiéndole que viniera. Podía escucharla por el altavoz, y ella no estaba bien. En realidad estaba tan perturbada que Ava me sugirió que viniera aquí y comprobara si tu estabas bien." Jude enterró su rostro en el hombro de Katrina, agradecida por un lugar amistoso para escapar de la desesperación. "Diana me odia." Katrina resopló y apretó sus brazos. "Lo dudo mucho." "Créeme ... después de esta noche, lo hace. Pero no podía seguir fingiendo que no me importaba que ella apenas me tratara como a una amiga a menos que estemos follando activamente.” Jude lloró en la camisa de Katrina, avergonzada por estar tan deshecha por una ruptura que ella había iniciado. "Así que le dije que ya no podía tener sexo con ella, y ahora ella me odia." "Primero ... cualquier persona que te odie por no tener relaciones sexuales no vale la pena follarla en primer lugar." Katrina frotó círculos grandes y calmados sobre su espalda. "Segundo, Diana no te odia." Besando su cabello, Katrina meció a Jude suavemente dentro del abrazo protector. "Sé eso de buena fuente. Puede que le hayas roto el corazón, y me imagino que está decepcionada por haberte perdido como compañera sexual, pero te prometo que en realidad no te odia." Jude se mordió el labio, avergonzada por lo mucho que quería creer eso. "No la escuchaste, Kat. Estaba furiosa." "Porque te negaste a seguir sus reglas." Katrina se apartó para encontrarse con la mirada acuosa de Jude. "Y ella no está lista para perderte." Jude intentó burlarse, desconfiando de permitir que un solo fragmento de su estúpida esperanza sobreviviera a la noche. Sin embargo en el fondo, todavía no podía creer que Diana no sintiera nada por ella en absoluto, incluso si solo fuera un leve afecto. Las charlas de almohada podrían no tener sentido hasta cierto punto, pero esos sentimientos tiernos vinieron de algún lugar. De las innumerables maneras en que Diana podría haberla ayudado a relajarse, de todas las palabras que pudo haber elegido, decidió no solo elogiar el cuerpo de Jude, sino también a su querida alma creativa. ¿Quién entrega frases como esas a una zorra que no te importa? Basada en lo poco que sabía sobre la mujer, no en Diana Kelley.

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Renuente a ser engañada de nuevo, Jude preguntó, “¿Dices eso porque crees que soy demasiado increíble para perder, o porque Ava te dijo que Diana realmente se sentía de esa manera?” "Ambos. Ava realmente cree que Diana se está enamorando de ti. He jurado guardar el secreto sobre este tema, pero ... mereces saberlo. Diana es cautelosa acerca de sus sentimientos, incluso con Ava, pero ha dicho – y hecho – lo suficiente para convencer a Ava de que eres especial para ella de alguna manera. Según Ava, el hecho de que ustedes dos hayan tenido relaciones sexuales fuera de clase es enormemente significativo. Más aún porque vive al lado, lo que aumenta enormemente el potencial de drama." "Buen ejemplo," Jude murmuró, miserable por estar atrapada en lo que se sentía cada vez más como una situación de no ganar. "No sé cómo voy a lidiar con encontrarme con ella en el buzón, o en el elevador – o Dios no lo permita, en la lavandería – después de la pelea que tuvimos." Abrumada por la forma en que había destruido su existencia razonablemente feliz gracias a un movimiento equivocado, abrazó a Katrina con más fuerza. "Tal vez me mude. No sería terrible encontrar un lugar más barato." “Hazme un favor y no tomes decisiones importantes por lo menos durante una semana. Quizás dos." Katrina apartó un mechón de pelo de los ojos de Jude. "Veamos qué pasa primero." Jude sabía que era un buen consejo pero discutió de todos modos, principalmente por el simple hecho de discutir. "No es que Diana vaya a cambiar de opinión. De todos modos, incluso si me perdanara por involucrarme a pesar de tener sentimientos, eso no hará que sea menos doloroso verla alrededor. En todo caso, será peor. Sin mencionar ... si tengo que escucharla a través de la pared, ya sabes, follando con otra mujer ..." Ella tragó saliva. "En realidad podría vomitar." "Entiendo." Katrina sonrió con cuidado. "Pero todavía deberías esperar." Deslizándose del abrazo de Katrina, Jude se reclinó contra el brazo del sofá, gruñendo, "Sí, mamá." “Mira, necesitas darle tiempo a Diana para procesar. Suena como si le hubieras arrojado una verdadera bomba esta noche.” Katrina puso los pies de Jude en su regazo y comenzó un suave masaje de sus plantas. "Está bien, así que ella tuvo una reacción visceral de mierda. Eso no significa que no entrara en razón una vez que haya tenido la oportunidad de pensar en lo que pierde al dejarte ir."

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"A Diana no le importa una mierda que me haya perdido." Jude frunció el ceño cuando lo peor de sus oscuros pensamientos salió a la superficie, incluso los que no creía del todo. "Todo lo que le importa es tener una vagina caliente y húmeda disponible a su conveniencia. Eso es todo. Está enojada porque perdió a dos parejas sexuales en el mismo mes, no está deprimida porque Jude Mónaco ya no estará en su vida." "La haces sonar tan indiferente." Katrina trazó una uña a lo largo del arco del pie de Jude, haciéndola temblar, luego resopló. "Lo que definitivamente es una tontería. Si Diana sintió que valía la pena el riesgo personal de estar contigo fuera de un entorno profesional, claramente no es indiferente. Pero creo que eso ya lo sabes.” "¿Lo hago?" Jude no estaba lista para renunciar a su negatividad. "Soy medio decente en el sexo. Ella estaba cachonda." Con la garganta en carne viva, dijo, "Fin." "Cierto. Porque Diana no podría encontrar a otra mujer dispuesta a irse a la cama con ella.” Katrina pellizcó el dedo gordo de Jude. "Por lo tanto se vio obligada a conformarse con su vecina lesbiana de al lado." Jude sabía cómo convencer a Katrina de la falta de preocupación de Diana – incluso si hacerlo empeoraría mil veces su sufrimiento. “¿Quieres saber cuánto le importa a Diana? El Jueves pasado, ella vino a mi departamento para que pudiéramos ensayar para el taller de esta noche, que era Introducción Al Sexo Anal, por cierto, si tenías curiosidad." Katrina no se inmutó. “¿Esa fue tu primera vez teniendo sexo fuera del trabajo? Me refiero al sexo físico. Sé sobre los mensajes obscenos y escuchar a través de la pared y todo eso." "¿Lo sabes?" Jude no había compartido ninguno de esos detalles, lo que implicaba que Diana había confiado a Ava sobre sus indiscreciones menores. ¿Qué significa eso, en todo caso? "Pues sí, esa fue la primera vez. Su voz captó mientras reflexionaba sobre el acontecimiento primordial. "Y mi primera vez. Teniendo sexo anal, quiero decir. En ese nivel." "Está bien." El tono agradable de Katrina no llevaba juicio. "¿Como estuvo? Por el bien de Diana, espero que haya hecho que la experiencia fuera extremadamente maravillosa para ti." "Oh, Dios, Kat ..." Jude respiró trémula antes de entregarse a una nueva ronda de lágrimas. “El sexo fue irreal. Nunca antes había sentido algo así. Placer tras placer ... tras éxtasis." XWPColección: Página y Facebook

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Se estremeció al recordar a Diana abrazándola y susurrando esas hermosas mentiras, mientras el consolador en su culo y el vibrador dentro de ella la enviaban al cielo durante varios minutos. "La última vez que me vine esa noche, Diana estaba encima de mí, y dentro de mí, susurrando en mi oído." Le tomó toda su fuerza repetir el elogio sin sentido que había conducido a su no relación hacia su desaparición. "Ella dijo ... que yo era realmente tan hermosa. Mi cuerpo, mi ... mi escritura. Mi alma, incluso. Dijo que podía quedarse dentro de mí para siempre." Ocultando el temblor en su voz con una risa amarga, Jude escupió, "¡Qué puta broma cuando menos de diez minutos después le estaba rogando que se quedara – solo unos minutos más, para que pudiéramos hablar sobre lo que acababa de experimentar – y ella apenas me trató como a una amiga. Lo que significa que no podía huir lo suficientemente rápido. Nunca me había acostado con alguien que me haya hecho sentir tan poca cosa. No quiero volver a sentirme así nunca más." "Entiendo por qué estás dolida, de verdad, pero ..." Katrina pareció librar una breve batalla interna antes de saltar inesperadamente en defensa de Diana. “¿No crees que es posible que Diana haya huido porque ella corresponde a tus sentimientos? Parece que tuviste un encuentro increíblemente íntimo. Supongo que fue mucho más íntimo de lo que ella había previsto. Para mí, es más plausible que la mujer que te llamó alma hermosa simplemente se asustara al ver a dónde podría llevar 'un poco más', a diferencia de 'a ella simplemente no le importa una mierda'." "Esta no fue la primera vez que hemos tenido sexo íntimo." Con las mejillas enrojecidas, Jude dijo, "Desde mi perspectiva, eso es." “Pero fue la primera vez sin algún tipo de amortiguador protector. Como, digamos, una habitación llena de señoras cachondas para estudiar todos tus movimientos?” Jude se encogió de hombros, todavía titubeante de creer las palabras de Diana. "¿Cómo puede alguien estar tan aterrorizada por el helado post-sexual que su único recurso es abandonar a una amiga que evidentemente no está bien?" Katrina se mordió el labio. "Escucha, no estoy segura de cuánto te ha contado Diana sobre su pasado ..." "Sé de Janine." Jude reconsideró esa afirmación. "Un poco. Sé algo de Janine.” “Por lo que he escuchado, la ex de Diana es una mierda completa. Manipuladora, cruel, incluso abusiva – en más de un sentido.” Katrina acarició los pies de Jude, sosteniendo la mirada que recibió en respuesta. XWPColección: Página y Facebook

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"Ava se pregunta si todavía sufre de estrés postraumático. Eso tendría sentido, dado que Diana confesó una vez que temió por su vida durante la peor rabia de Janine. Una relación así tiene que crear un impacto duradero, verdad? Vivir durante años con alguien que temes podría matarte algún día?” Jude bajó la mirada, recordando el dolor persistente causado por el hombre al que su madre le había favorecido. “Sé que esas cicatrices no se desvanecen automáticamente una vez que estás lejos de quien las infligió. Yo solo ... la necesitaba, Kat. Y ella lo sabía muy bien.” Katrina asintió. “Bueno, si no puedes afrontar al arreglo que hiciste con Diana, tienes razón en no quedarte en él por su bien. Al final del día, su primera obligación es con su propia salud mental." Jude inclinó la cabeza, acordando sin sentimiento. "Lo sé. Por eso le dije que no podía ayudarla en el taller del próximo fin de semana. O verla en cualquier forma, al menos por un tiempo.” Sus fosas nasales se ensancharon. "Posiblemente para siempre." Con la voz quebrada, susurró, "Ella estaba lívida, Kat. Simplemente ... enfurecida." "Ella está herida," Katrina dijo. "Sabes que lo está." "Ella está enojada en que accedí a tener sexo casual que en realidad no quería. Ella se da cuenta, como yo, de que podría haber sido más realista acerca de mis sentimientos desde el primer momento. Me dijo de inmediato que no estaba abierta a ningún tipo de relación, nunca. Mientras tanto, sabía que yo no estaba satisfecha con el sexo casual a largo plazo como una aspiración de por vida.” La mandíbula de Jude se estremeció. "La engañé, básicamente, para poder acostarme con ella. Y ahora ella lo sabe.” "Escúchame. ‘Casual’ implica una clara falta de compromiso de por vida. El hecho de que hayas aceptado un arreglo sin ataduras sin tener la intención de acostarte con Diana para siempre no debería hacerte sentir culpable. Katrina se acercó más, pareciendo ansiosa por ofrecer consuelo, incluso si no estaba segura de cómo hacerlo. "¿No siempre fuiste honesta acerca de estar enamorada? No te castigues porque esos sentimientos se profundizaron con el tiempo. No podías haber predicho que Diana se entusiasmaría o te permitiría acercarte. ¿Cómo podrías haber sabido que tu relación sería más íntima de lo que Diana te dijo que sería? Prometiste no presionar para nada más que sexo casual, y no lo hiciste. Cuando te diste cuenta de que necesitabas más de lo que Diana podía darte, te saliste. En lugar de fastidiarla por más de lo que ella quiere dar, elegiste alejarte. Mantuviste tu palabra."

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“La otra interpretación sería que hice que Diana se involucrara emocionalmente en una nueva relación sexual, solo para cortar lazos menos de dos semanas después. La atraigo, luego la aparto.” El estómago de Jude se revolvió al pensar en cómo su comportamiento había reforzado el disgusto de Diana por los enredos personales. "Irse puede haber sido la decisión correcta, pero eso no justifica el hecho de que hice alguna jugarreta. Después de esforzarme tan duro para convencerla de que estaría contenta con lo que ella estuviera dispuesta a dar, por muy poco que pudiera ser ... " Tragándose su auto disgusto, Jude se frotó las mejillas enrojecidas y llenas de lágrimas. "Ella parecía tan traicionada, Kat. Y me siento avergonzada, apenada y estúpida ... pero, sobre todo, injusta. Diana me dijo exactamente lo que quería. Soy la idiota que se negó a creerle.” Katrina la jaló en otro abrazo desesperado. "No eres una idiota." "¿No?" Hundiéndose más profundo, Jude buscó en el pasado para reforzar su autoflagelación. "Me parece recordar que dijiste lo contrario cuando solía venderme para pagar el alquiler." "Jude." Katrina entrelazó sus dedos en el cabello en la base del cráneo de Jude, acunándola más cerca. "Lo siento por la estupida mierda que dije entonces. Tenía miedo por ti, eso es todo. Estabas haciendo tu mejor esfuerzo en una mala situación. Tu madre era la imbécil, obligando a una chica de diecisiete años a valerse por sí misma." No interesada en volver a discutir la forma en que había escapado de su desdichada infancia, Jude besó el cabello de Katrina y murmuró, "Te amo." "También te amo." Katrina relajó su agarre. "Además, no pude evitar notar que acabas de reconocer la inversión emocional de Diana en lo que sea que estuvieran haciendo." Hizo una pausa para permitir una refutación, pero Jude había perdido la energía para esa cruzada en particular. "Deja la mierda de 'a ella no le importa una mierda', quieres? Ambas sabemos que eso no es cierto." Desconcertada por la compasión de Katrina por todas las partes, Jude preguntó, "¿Por qué la defiendes?" "Porque tengo empatía por ambas." Katrina se echó hacia atrás para mirar a Jude a los ojos. “También porque Ava la ama, y Ava es una de las mejores personas que he conocido. Y ... " Dejó escapar un suspiro nervioso. "Y porque si Ava me pide un día que me case con ella ... creo que lo haré."

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La mente de Jude se tambaleó. "En serio?” Katrina encontró su incredulidad con un solemne asentimiento. "La amo, Jude. Creo que ... de la misma manera que mi mamá y mi papá se aman." Habiendo presenciado el inquebrantable vínculo entre sus modelos de amor y matrimonio, Jude descubrió instantáneamente cómo Ava se había vuelto tan importante para Katrina, tan rápido. "Eso es maravilloso, Kat. Felicidades.” Intentó en vano apagar la envidia que hervía en sus entrañas. "Me alegro de que mi tiempo con Diana haya servido para algo." Su barbilla se tambaleó. "Para alguien." Katrina hizo un puchero de simpatía. "Lamento haber encontrado de alguna manera exactamente lo que esperabas encontrar con Diana, esencialmente por accidente. Me siento muy mal de que mi felicidad haya sido a tu costa." Jude negó con la cabeza, castigada por el desinteresado reconocimiento de Katrina de su punto de vista. "Estoy emocionada por ti. Lo digo en serio.” Ella logró una débil carcajada. "Después de todos esas perdedoras con las que has salido – " Katrina le dio un codazo a Jude en el costado. “No ha habido tantas perdedoras.” "Cierto." Jude le guiñó un ojo, disfrutando la afrenta alegre que había causado. “Una de las muchas razones por las que me alegro de haberte presentado a alguien que te emociona tanto. Sé que siempre has querido un amor como el de tus padres. Un objetivo elevado, es cierto ... pero uno tendría que soportar cualquier angustia para ayudarte a lograrlo.” Entrelazó los dedos con los de Katrina y mostró una sonrisa genuina. "Me salvaste la vida cuando mi madre no lo haría. ¿Quién sabe dónde estaría si no me hubieras acogido? Siempre te aseguraste de que estuviera a salvo ... y escribiendo. Haría cualquier cosa por ti." Katrina parpadeó, haciendo que dos lágrimas rodaran por sus mejillas y se reunieran en su barbilla. "Gracias. Solo desearía poder hacer algo por ti. Encontrar alguna forma de que hagas comprender a Diana – “ "No." Jude negó con la cabeza enfáticamente. "Por favor, solo déjalo ir. Por mi." "Lo que quieras." Katrina buscó en los ojos de Jude, su expresión ensombrecida por la culpa. "¿Harás algo por mí a cambio?" Jude asumió que ya sabía lo que quería Katrina. "¿Qué no empiece a buscar departamentos hasta después del próximo fin de semana?"

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Asintiendo con la cabeza, Katrina llevó la mano de Jude a sus labios y esparció ligeros besos sobre sus nudillos. "Por favorcito." Movió la palma de Jude para apoyarla en su cálida mejilla, un gesto de afecto que trajo nuevas lágrimas a los ojos de Jude. “Si Ava y yo no terminamos juntas, la vida será mucho más fácil para todos si tú y Diana son capaces de mantenerse en buenos términos. De repente mudarse probablemente arrojaría combustible a una tormenta de fuego que ya estaba en su apogeo." Jude resopló. "No estoy segura de por qué crees que Diana no estaría aliviada de verme irme, pero como dije, haré lo que sea por mi prima favorita. Incluso si lo que quieres de mí es totalmente horrible." "Esa es mi chica." Katrina la soltó con un último beso en la mejilla, luego se puso de pie. Se dio la vuelta hacia la cocina con una expresión de determinación acerada. “Ahora la pregunta más importante de la noche: ¿cupcakes, brownies, o Rice Krispies Treats? Tú eliges, yo lo haré, y pasaremos el resto de esta noche acurrucándonos frente a las repeticiones del programa de panadería británico.” Agradecida de que Katrina se hubiera abstenido de ofrecer un helado, Jude la tomó de la mano por última vez, adorando el apretón. "Rice Krispies Treats. Si los malvaviscos y la mantequilla no pueden arreglar esto, nada lo hará." La sonrisa de respuesta de Katrina estaba teñida de tristeza. "Nada más que el tiempo." Acarició el cabello de Jude, irradiando amor. "Dale tiempo."

CAPÍTULO VEINTICINCO Diana se despertó sobresaltada, insoportablemente consciente de no estar en su propia cama. Se relajó al ver los amables ojos marrones de Ava que le devolvían la mirada y suspiró cuando sus músculos se aflojaron un poco. El ardor en sus ojos cuando parpadeó despejando el sueño le devolvió el recuerdo de la noche anterior en una prisa asquerosa. El taller. El darse cuenta de que algo se sentía mal con Jude, luego la confrontación en el auto. Su discusión durante el viaje a casa. Sacando a Jude de su auto en el estacionamiento y alejándose llorando. Deteniéndose a solo tres cuadras para enviar un mensaje de texto a Ava a través de sollozos incontrolables y también regañándose por ser una versión aún más estúpida de la mujer que una vez había XWPColección: Página y Facebook

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perdido seis años de su vida tratando de complacer a una imbécil celosa, abusiva y narcisista. Después de eso, apareciendo en el departamento de Ava después de las diez, muy alterada pero no preparado para compartir los detalles escabrosos. Y finalmente, dejándose llevar por un sueño preocupado acosado por los pesadillas que ya había olvidado, reconfortada por la proximidad de su única amiga verdadera. "Buenos días," Ava murmuró, rozando sus nudillos sobre la mejilla de Diana. "¿Cómo dormiste?" "Como la mierda." Diana bostezó y dejó que sus ojos se cerraran. "No quiero despertar." "Lo sé, cariño." Ava acarició tiernamente un mechón de su cabello. "Pero no puedes quedarte en la cama para siempre." "¿Por qué no?" Gruñendo, Diana abrió un ojo y frunció el ceño. "Es cálido y acogedor, y estás aquí." "Muy cierto." Con suavidad, Ava dijo, "Por otro lado, esto se volverá incómodo cuando Katrina se presente a nuestra próxima sesión de fisioterapia no remunerada – y completamente no convencional. Como he estado fantaseando lamer a mi encantadora cuidadora durante aproximadamente setenta y cinco de los setenta y seis minutos que he estado despierta, ese momento podría llegar mucho antes de lo que piensas." Diana suspiró ante el descarado recordatorio de que Ava se había conseguido a una novia joven y sexy para follar – mientras estaba en cama con la columna vertebral rota, nada menos. "Me iré," dijo, sentándose. "Aprecio que me dejes pasar la noche. Dile a Katrina que lamento haber arruinado su fiesta.” "Espera." Ava se aferró al antebrazo de Diana antes de que ella pudiera irse. "No hasta que me digas lo que pasó." Deseando poder creer sus propias mentiras, Diana fingió indiferencia. "Sinceramente no es nada importante. Jude inesperadamente anunció que quería renunciar, y luego discutimos, y por alguna razón toda la situación me puso demasiado emocitiva ... estoy segura porque estaba cansada. Y hormonal. En cualquier caso, me siento cien por ciento mejor después de dormir.” "Déjate de tonterías." La dureza de Ava tomó a Diana por sorpresa, haciendo que su corazón se acelerara temporalmente. "En serio, basta. Deja de actuar como si no te importara, cuando ambas sabemos que te importa. Ahora, por favor explique por qué

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pasaste toda una hora llorando en mis brazos antes de que finalmente te desmayaras anoche. ¿Qué demonios te dijo Jude para dejarte en ese estado?” "Nada." Diana quitó su brazo del agarre de Ava. “Solo que ella había terminado y ya no podía tener sexo conmigo. Porque ya no tiene líos ocasionales. Con todas las demás mujeres en Bay Area, seguro. Pero no conmigo.” Ella resopló, molesta por la aparentemente inevitable inmadurez de Jude, pero más aún por su propia incapacidad para evitar el dolor que durante mucho tiempo había sabido que su asociación traería. "Ella piensa que tiene sentimientos por mí. Verdaderos. Del tipo que aparentemente hace imposible que ella acepte que no quiero salir a comer helado después de que terminamos de follar.” "¿Por qué no?" Ava esbozó una sonrisa de buen humor. “El helado post-orgásmico es la bomba.” "Porque somos unas follamigas. Y nos pone aproximadamente en un noventa por ciento de follar, y diez por ciento de amigas." Diana se movió mientras su malestar aumentaba, tentada a simplemente levantarse y abandonar el departamento de Ava. No es que pueda perseguirme si lo hago. Ignorando sus peores instintos, Diana tocó la muñeca de Ava, pero evitó su mirada. "Hubiera sido demasiado íntimo si me hubiera quedado." No muy en voz baja, admitió, "ya era demasiado íntimo." "¿Qué significa?" Diana lanzó sus manos al aire. “Lo que significa que debería haber mantenido mi maldita boca cerrada para no hablar con ella de una manera, y luego tratarla con otra. Honestamente ... no puedo culparla por estar molesta. Por supuesto, lo hice anoche ... culparla. Incluso le grité. La llamé niña por estar molestarse así por un tazón de helado ... excepto que sabía que no se trataba de las estúpidas galletas con chispas de chocolate. Estaba molesta porque bien podría haberle dicho que la amaba. Por susurrarle al oído sobre lo hermosa que es ... alguna tontería pseudo-romántica sobre ‘tu cuerpo, tu escritura, tu alma’." Diana hizo una mueca. ¿Cómo se había dejado perder el control? "Naturalmente, estaba en su culo en ese momento – su primera vez." Ava la reprendió con el ceño fruncido. "Me estás diciendo que follaste a esa chica en el culo – convirtiéndote en la primera persona en disfrutar de ese privilegio – mientras le susurraste un montón de palabras dulces y poéticas al oído ... luego la regañaste por XWPColección: Página y Facebook

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estar herida porque te negaste a quedarte y hablar después? Sé sincera, Diana ... a veces puedes ser tan idiota. Sobre todo cuando esa falsa sensación de seguridad tuya se ve amenazada.” "Lo sé," Diana murmuró, demasiado agotada para defender lo indefendible. “¿Cómo podría alguien amar en lo que me he convertido? Este cascarón frío, asustada y vacía de persona que Janine usó y dejó atrás." " Mal.” Ava golpeó el muslo de Diana con los dedos. “Te lo dije, he tenido más que suficiente de esa mierda. Eres adorable, porque te amo. A la mierda lidiar con eso.” Conmovida por la lealtad inquebrantable de su mejor amiga y su infaliblemente boca sucia, Diana puso su mano sobre la de Ava. "Sí, pero tienes derechos adquiridos – no un golpe a tu edad, por cierto. Simplemente, me conocías antes. Amas a la Diana que solía ser.” “No, querida, me encantas. Entonces y ahora. Por eso odio ver que te cierras del mundo y que te autodestruyas lentamente por una mujer que tuviste el coraje de dejar hace más de cinco años." Ava colocó su mano libre sobre la rodilla de Diana, probablemente anticipando otro intento de huir de la charla franca. “Hemos hablado de esto antes, Di – más de una vez – pero esta vez te ruego que escuches. Si no puede encontrar una manera de sacarte la cabeza del culo y recuperar la vida que erróneamente te has convencido que Janine te robó, bueno ... hay una buena posibilidad más que decente de que realmente perderás a Jude. Para siempre." "No quiero una novia," Diana murmuró, mientras trataba de imaginar por primera vez cómo podría verse una relación con Jude. ¿Encontrarían algo de qué hablar o su conexión era puramente física? ¿Podía Jude lidiar con la carga de tener una novia mayor y sin lugar a dudas dañada? ¿Había alguna verdadera posibilidad de que ella se quedara después de conocer a la Diana que rara vez revelaba a otras personas – una verdadera romántica vencida, asustada, silenciosa y desafiante que deseaba más que nada buscar refugio en los brazos de alguien en quien confiar sin miedo? Si es así, sería eso suficiente para restaurar su fe en el amor? ¿Estaba a punto de perder el amor de su vida? Ese es exactamente el tipo de mentalidad de cuento de hadas que me llevó a Janine. Incapaz de detenerse en los últimos años de su relación sin provocar más lágrimas, XWPColección: Página y Facebook

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Diana dejó que sus pensamientos volvieran a sus recuerdos más agridulces: esos de Janine como la mujer mayor, intensamente romántica e inteligente que alguna vez la había tratado como a una princesa – y en ocasiones incluso una reina. Mirando hacia atrás, su ardiente pretendiente quizás había sido demasiado perfecta. Durante el primer año, la sonrisa de Janine nunca se había esfumado mientras pasaba sus días sin esfuerzo ubicando a Diana en el centro de su universo con una simple mirada, caricia o declaración sincera de amor eterno. Incluso antes de que las sonrisas comenzaran a tensarse, luego se desvanecieran, Diana había detectado indicios de la naturaleza celosamente posesiva de Janine. Al principio, había racionalizado el mal humor de su nueva novia sobre su camisa escotada favorita y la irritación con la mujer que le había sonreído a Diana cuando salían de la panadería como prueba de la devoción de Janine por el romance de su libro de cuentos. En retrospectiva, se dio cuenta de que había ignorado las señales de advertencia porque había querido creer en la versión muy absorbente de amor romántico de Janine. Admitir que se había equivocado con respecto a la persona que les había dicho a todos sus amigos que era el amor de su vida, y luego extraerse de una fuerza tan poderosa de la naturaleza, terminó siendo la cosa más difícil que Diana había hecho. Tan difícil que le tomó media década lograrlo. No podía permitirse perder más años en otra ilusión mal orientada. "Jude no es Janine." Dirigiéndose sobre su ansiedad tácita, Ava repitió el ahora familiar estribillo con una paciencia admirable. "Piénsalo, Di. No podrían ser más diferentes. Jude es más joven que tú, y más dulce, y respeta tus límites. Ella podría haber mentido sobre sus sentimientos, o tratado de que cambiaras de opinión acerca de las citas, pero no lo hizo. Ella te dejó ir porque eso es lo que decías querer. Ella tampoco comparte los complejos de Janine sobre tu sexualidad." "En este momento, ella no lo hace. ¿Quién puede decirm que no cambiará de opinión una vez que estemos juntas?” “Cualquier cosa es posible, supongo. ¿Pero no parece eso improbable? Gracias a la pared de tu habitación, tan delgada como el papel, sé que Jude siempre ha sido ... algo promiscua. Estamos hablando de una chica que accedió a dejar que su vecina de al lado – que es casi una extraña trece años mayor que ella – se la comiera frente a una multitud de mujeres atentas, por dinero. Luego fue contratada por más.” Las palabras de Ava llevaban el más mínimo trasfondo de exasperación. "¿Puedes imaginarte en verdad a Jude gritándote por mostrarte un poco de escote? ¿O enloqueciendo porque un extraño se atrevió a echar un vistazo en tu dirección?” XWPColección: Página y Facebook

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Por supuesto que no. Pero eso no la hacía sentirse más segura. “Juré que nunca le daría a alguien el poder de lastimarme o controlarme de nuevo. Actúas como si cinco años fuera mucho tiempo, pero todavía no puedo imaginar estar lo suficientemente cómoda como para mostrar debilidad frente a alguien que no eres tú. Incluso si Jude y yo salimos durante los próximos cinco años, no sé si alguna vez podré confiar en sus intenciones. Así que por qué arruinar lo que he logrado reconstruir? ¿Por qué prepararme para incluso más noches como la que acabo de soportar?” "Porque será trágico pasar el resto de tu vida lamentando no haberlo hecho." Ignorando la mirada de Diana, Ava pronunció un argumento final, emocionalmente devastador. “¿Qué pasa si estar con Jude es precisamente lo que necesitas para sanar? Incluso si una relación no funcionara ... demonios, incluso si resulta ser una mocosa que te rompa el corazón ... me pregunto si así es como finalmente superaras a Janine. Pasar tiempo con una joven hermosa y sexualmente sumisa ayudará a demostrarte que no todos los potenciales intereses de amor son celosos y crueles. Además, tu vida está lejos de terminar.” Hizo una pausa para el efecto. "A menos que elijas para que sea." La respiración de Diana vaciló mientras contemplaba la agonía de no estar nunca más con Jude. Nunca hacerla sonreír, o venirse. Nunca descubrir su libro o película favorita, o si prefería los perros a los gatos – asumiendo que incluso le gustaban los animales. Había tanto que Diana no sabía, literalmente miles de secretos que se sentía obligada a descubrir a regañadientes, y Ava no estaba equivocada. A menos que pudiera reunir la valentía para cambiar sus formas, Jude eventualmente desaparecería de su vida para siempre. No pasaría mucho tiempo antes de que Jude conociera a alguien nuevo, a alguien joven y menos roto, e infinitamente más dispuesta a arriesgarlo todo por la posibilidad del verdadero amor. Un alma gemela. Cualquiera que fuera el afecto restante que Jude sentía por su vecina triste y solitaría se evaporaría y dejaría atrás este capítulo de su vida sin mirar atrás. Abandonando a Diana a su soledad. Exactamente como ella pretendía querer. Gimiendo, Diana admitió, "Bien, tienes razón. No quiero perder a Jude. Pero estoy aterrorizada de que me engañen otra vez.” La confesión raspó contra la ya cruda garganta de Diana mientras salía. "¿Y si las dos estamos equivocadas acerca de ella? ¿Y si este es el peor consejo que alguna vez has dado?” Ava se rió entre dientes. "Muy dudoso. Pero mira, si Jude termina siendo una pesadilla literal, simplemente tira su trasero. Echala a la calle.” Tocó el hombro de Diana, XWPColección: Página y Facebook

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esperando un contacto visual antes de decir, “Nunca olvides en qué gran sobreviviente fuerte y resistente te has convertido, mi amor. Una que se niega a aceptar mierda de nadie, especialmente a las mujeres invitadas a compartir tu cama." La nariz de Diana se arrugó por su esfuerzo por no llorar. Ella asintió, agachó la cabeza para que Ava no viera su angustia visible, luego se inclinó para envolver sus brazos alrededor del cuerpo inmóvil de su mejor amiga con un sollozo agradecido. "Te amo." "Yo también te amo." Ava le acarició el cabello como si estuviera reconfortando a una niña pequeña y aterrorizada. Tal vez lo era. "Me haces un favor?" Segura de que sabía lo que Ava quería, Diana dijo, "Supongo." "Invita a salir a cenar a Jude. En una cita de verdad, en algún lugar agradable. Si eso va bien, invítala de nuevo. Por otra parte, mientras estés más feliz con ella de lo que estarías sin ella. Si eso es sólo una semana o dos, genial. Otros peces (*), bla, bla, bla. Pero al menos lo habrás intentado.”

(*)

Hay muchos otros peces en el mar es una expresión que indica que existen mucha personas con las que se puede tener una relación exitosa en el futuro.

"¿Y si ella decide terminar las cosas conmigo?" A estas alturas se sentía como discutir contra el destino, pero Diana no sabía cómo abandonar esta lucha y dar la bienvenida al dolor y la angustia que sentía en su futuro. "¿Qué pasa si me enamoro de Jude, solo para que ella finalmente se dé cuenta de que ha sido arrastrada a la órbita de una anciana amargada y malhumorada sobrecargada con más carga emocional de la que nadie debería ser obligado a asumir a la tierna edad de veintiséis años? Puede que ahora quiera ser mi novia, pero la realidad se establecerá en algún momento." "Si eso sucede, entonces llorarás, y beberemos vino y nos comeremos una bandeja de brownies – tal vez dos – mientras me dices que mierda de amiga fui para forzar este problema. Supongo que también renunciarás a salir con alguien por un tiempo.” Ava le hizo cosquillas en las costillas. "Hasta que otra mujer capte tu atención." Diana negó con la cabeza contra el hombro de Ava. "No. No estoy interesada."

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"Eso es lo que dijiste sobre Jude, también." "Jude es diferente." A Diana le aterraba admitir cuánto. O ella supone que lo es. Yo solo…" ella exhaló. “Ojalá ella no hubiera presionado. Todo iba tan bien." "No para Jude." Ava frotó el hombro de Diana, la caricia en contraste con la franqueza de la verdad. "Aparentemente." "No." Diana luchó por tragar más allá del nudo en su garganta, incapaz de sacudir el recuerdo de la expresión herida de Jude mientras guardaba sus tapones y salía corriendo por la puerta. O la mirada cansada y envejecida en los ojos de Jude cuando había terminado su relación de trabajo, junto con cualquier otra cosa que estuvieran haciendo. "Debería haberlo sabido mejor. ¿Qué diablos me pasa?” "Nada que no puedas superar." Ava le dio una palmada. "Te equivocaste. Apesta, sí, pero sucede. Incluso a mi. Ayer mismo, le grité a Kat por perder mi encendedor favorito. Resulta que de alguna manera se había metido debajo de mi almohada, por mí, estoy segura. Lo que importa es cómo procedes después de un error. ¿Qué será, Di? ¿Te doblarás por orgullo, huirás de la situación por completo, o pondrás tus cosas en orden y pedirás perdón al máximo de tus habilidades?” Diana sabía lo que se suponía que debía decir, pero luchó para comprometerse verbalmente. Ella no estaba convencida de poder seguir adelante. "¿Es eso lo que hiciste? ¿Pedir perdón?” "Claro que eso es lo que hice. De hecho, durante más de treinta minutos.” La confesión de Ava adquirió un borde perverso. “Kat hizo un montón de busquedas sobre posiciones seguras para pacientes con columna vertebral, y encontramos esta fantástica para el oral. Puede que me haya disculpado, pero acabó en una doble ganancia.” Diana no quería más que irse a casa, llamar a la puerta de Jude y pasar el resto del día de rodillas pidiendo una segunda oportunidad. Una cita, ¿eh? Sopesó la sugerencia en su mente, maravillándose de que la sugerencia de Ava no fuera tan desagradable como la idea de despedirse de Jude para siempre. Si las cosas no funcionan, o si ella no es quien pienso, siempre puedo terminar las cosas. Lo había hecho antes y podría volver a hacerlo. Y si Jude rompe mi corazón ... Diana resopló, sacudiendo la cabeza para sí misma. Al menos sabré que todavía tengo uno. Levantando la cabeza del hombro de Ava, Diana contempló la mirada esperanzada de su mejor amiga con la creciente certeza de que su vida estaba a punto de cambiar de XWPColección: Página y Facebook

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una manera importante. "¿Prometes que me dejarás culparte para siempre si todo se va al infierno?" "Absolutamente." Ava la atrajo hacia un abrazo emocionado. “Mientras prometas ser dulce con Jude sin importar lo que pase. Ya sabes, ya que tu chica resulta ser la primita de mi chica. Suponiendo que Kat no supere al fetiche de una anciana lisiada en el corto plazo, es probable que se verán en el futuro.” Pellizcó a Diana en la cadera, logrando provocar una risita. "Mi plan es tratar a Kat como a la diosa que es y rezar para que siga ignorando mis defectos." "¿Qué defectos?" Diana se levantó para darle a Ava una sonrisa que realmente sentía, hasta lo más profundo de su alma. "En su mayoría, eres la mujer perfecta, y Kat es una afortunada niñera." Ava le pellizcó el trasero esta vez, y Diana apenas resistió la tentación de retorcerse de risa. Preocupada por empujar a Ava, atrapó cuidadosamente las muñecas de su amiga y las sujetó al colchón, inmovilizándola sin fuerza. Ava frunció el ceño sin tratar de liberarse. "No es justo. Sabes que no puedo defenderme.” "¿Hola?" El saludo cauteloso de Katrina resonó en el departamento. Ante el inesperado sonido de su entrada, Diana se levantó de la cama con la culpa de una amante ilícita atrapada en flagrante delito. Fue una reacción extrema, pero también totalmente instintiva, provocada por años de ser acusada de una infidelidad que no había cometido. Al principio, pensó que el grito ahogado de Ava era un eco de su propio miedo pero se dio cuenta rápidamente de que había hecho exactamente lo que no había querido y lastimó a su amiga. "Mierda." Se dejó caer de nuevo en el colchón y tocó el hombro de Ava. “Mierda, lo siento mucho. No quise lastimarte.” "¿Qué pasó?" Diana retrocedió ante la alarma en la voz de Katrina. Corriendo hacia el lado opuesto de la cama, la prima de Jude se sentó al lado de Ava y le tomó la mano. "Caniche, estás herida?" A pesar de la agonía grabada en el rostro de Ava y la persistente amenaza de ser etiquetada como tramposa y romper más que la espalda de su mejor amiga, Diana no pudo reprimir su risa. "Caniche?” Ava se recuperó lo suficiente como para lanzarle una mala mirada. "Larga historia. Ahora dame un porro para aliviar el dolor, torpe idiota." XWPColección: Página y Facebook

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"¿Qué pasó?" Katrina repitió la pregunta, pasando sus dedos por el cabello de Ava mientras Diana abría el cajón de la mesita de noche para sacar un porro recién enrollado. "¿Interrumpí los abrazos, pelea o follada?" "Abrazos." Aparentemente preocupada por la reacción de Katrina, Ava examinó el rostro de la mujer más joven. “Diana tuvo una noche dificil. Ella todavía está un poco nerviosa." Haciéndose cargo, Diana dijo, "Lo siento. No sé por qué reaccioné así. Ava me dio la noticia de su monogamia hace semanas, y nunca le faltaría el respeto a ninguna de ustedes al tratar de seducir a una mujer honesta." Para defender a Ava de cualquier sospecha que su paranoia había creado, Diana hizo una importante admisión. “En realidad estoy aquí porque me estoy enamorando de tu prima. Ava me ha estado haciendo entrar en razón y ofreciendo consejos desde que me desperté. Acabas de perderte haciéndome prometer que invitaría a Jude a una cita de verdad, solo una, para ver cómo va. Ah, y me ha advertido que trate bien a Jude sin importar si logro sacar mi cabeza de mi trasero, ya que al parecer nos veremos más en el futuro." Ella sonrió, esperando que Katrina aceptara su falta de interés en competir por el amor y el afecto de Ava como genuinos. "Debido a lo bien que van las cosas para ustedes dos." "Lo son." Katrina bajó brevemente su mirada amorosa a la cara de Ava, luego desafió a Diana con una mirada directa. "¿Entonces? No me dejes en suspenso.” Ella arqueó una ceja bien cuidada. "¿De verdad vas a invitar a Jude?" Diana tragó saliva. "Creo que sí." Sacudió las manos, aturdida por sentir más regocijo que nerviosismo ante la idea de volver a Jude teniendo que mostrarse avergonzada. Jude podría rechazar su disculpa y rechazar una cita, pero al menos su última interacción no implicaría que Diana la desolle verbalmente por establecer límites perfectamente razonables para proteger los intereses personales de ambas. Al menos, tal vez Diana podría alejarse de este desorden un poco más sabia y mucho menos horrible para aquellos que le importaban. Tal vez eso haría que el dolor de sabotear las cosas con Jude valiera algo. O tal vez no. Apareció la incertidumbre. "A menos que creas que es una mala idea." Los ojos de Katrina se entrecerraron. "Es solo una mala idea si no es tuya." Ella frunció los labios. “Con lo que quiero decir, espera hasta que estés segura de lo que quieres antes de pedirle algo a Jude. Ya tiene el corazón roto. Molestarla con lo imposible sería increíblemente cruel." XWPColección: Página y Facebook

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Humillada por el informe sobre el bienestar de Jude, Diana preguntó, "¿La has visto?" "Anoche. Y nuevamente esta mañana, brevemente, antes de partir para mi turno con Ava.” Katrina se negó a parpadear. "Ella se siente culpable por molestarte. Realmente, por involucrarse en absoluto. Incluso si no quieres llevarla a una cita, estoy segura de que apreciaría saber que no la culpas por todo lo que sucedió. Porque ella seguramente se culpa a sí misma. Sin embargo, para ser justos, ella solo estaba tratando de honrar tus deseos y no presionar." "Lo sé." La indeseada agonía que Jude había infligido simplemente no la había dejado admitir eso en ese momento. Con una sonrisa reticente, Katrina dijo, "Afortunadamente, pareces ser bastante irresistible. Nunca he sabido que Jude sintiera tan fuertemente por nadie. Especialmente así de rápido." Por segunda vez en la mañana, Diana descubrió que estaba más emocionada que asustada por las perspectivas que la habrían aterrorizado hace tan solo unas pocas semanas. “Pase lo que pase, me aseguraré de que Jude sepa que esto no fue su culpa. Tienes mi palabra." "Gracias." Katrina asintió cordialmente. “Espero que la disculpa salga bien y todo funcione. Serías una pareja fantástica." Diana se tragó su respuesta instintiva y autocrítica sobre no sentir lo mismo. "Eso es muy amable de tu parte, teniendo en cuenta lo distante y despreocupada que he estado durante la mayoría de nuestras interacciones." Katrina desestimó la semi-disculpa. "Está bien. Lo entiendo." Diana estudió el rostro de Ava, preguntándose cuánta suciedad había revelado a su joven amante y qué secretos, en su caso, Katrina le había contado a Jude. Ava se encontró con sus ojos inquisitivos sin ningún rastro de culpa – solo impaciencia. "Por cierto, todavía estoy esperando ese porro." Diana se iluminó y le pasó la medicina a la paciente. "Su Alteza." "Literalmente." Ava dio una codiciosa fumada antes de regresar a la discusión sobre la vida amorosa recién resucitada de Diana. "¿Cuándo crees que verás a Jude? ¿Hoy?"

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"No lo sé." Diana revisó los ojos de Katrina mientras Ava daba otra calada larga. Leyendo su advertencia tácita, dijo, "Como dice Katrina, tengo que esperar hasta estar segura." "Hasta que estés segura de que estás lista para intentarlo," Ava dijo, haciendo un gesto para que Katrina estuviera de acuerdo. "¿Verdad? Nadie está pidiendo un compromiso de por vida. Sólo una mente abierta acerca de a dónde podría llevar una cita." "Cierto. Asegúrate de estar lista para intentarlo." La indecisión momentánea se apoderó de la cara de Katrina, y agregó, "Pero no esperaría más de una semana, tal vez dos, antes de iniciar algún tipo de conversación. Jude merece ser liberada de la culpa que tiene sobre sí misma." Diana asintió, añorando a la amable joven que era tan tonta como para enamorarse de alguien como ella. "Entendido." Hizo una pausa para hacer un balance, luego se puso de pie. "Me voy. Ustedes dos disfruten su día." "Lo haremos." Una sonrisa tranquila se extendió por el rostro de Ava, evidencia de que la planta estaba haciendo su magia. "Disfruta de tu examen de conciencia." Ella casi nunca lo hacía. Aún así, con cada paso que Diana daba hacia su auto – y hacia su casa – su corazón estaba cada vez más seguro de lo que quería. Quería que ella lo intentara. Quería a Jude.

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CAPÍTULO VEINTISÉIS Jude detuvo su videojuego en un momento crucial en la lucha de jefes más ardua que había emprendido aún, molesta por quien se atrevió a tocar a su puerta. Después de tres días de dificultades y en su mayoría de no poder escribir a través de su depresión, había descubierto su terapia ideal: sumergirse en una aventura abrumadoramente difícil, impulsada por el combate. Tener que concentrarse en cada acción y reacción de su personaje hacía imposible revolcarse en la autocompasión, y mucho menos obsesionarse con sus decisiones y si eran correctas o incorrectas. Estaba harta de pensar en Diana. Todo lo que quería era matar demonios digitales. A la mierda el pensar. A la mierda el sufrir. Ella frunció el ceño hacia la mirilla mientras se acercaba a la puerta. Lo más probable es que Katrina estuviera comprobando de nuevo, pero incluso la posibilidad de tener tiempo con su mejor amiga no podía sacar a Jude de su depresión. Aunque amaba a Katrina profundamente, la chica no estaba muy interesada en ver a Jude jugar videojuegos. Ella preferiría charlar, sin duda, pero Jude ya había dicho todo.

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Habían discutido la situación con Diana todos los días esa semana, pero el Jueves por la tarde, Jude todavía se sentía como una mierda. Por lo tanto estaba renunciando a la charla. Sólo la carnicería digital sin sentido podría curarla ahora. Preguntándose qué tan ofendida estaría Katrina si le pidiera amablemente que se fuera a su casa, Jude miró a través de la mirilla cuando su visitante tocó por segunda vez. El agudo golpe de los nudillos contra la madera marcó el trueno de emoción que detonó dentro de Jude al ver los rasgos nerviosos y ligeramente distorsionados de Diana en el otro lado. Jude se alejó bruscamente como si la hubieran quemado, y en cierto sentido, lo estaba. Hace cinco minutos, había estado a salvo dentro de un mundo de fantasía bellamente grotesco, pero ahora la fuente de su dolor estaba aquí para arrastrarla de vuelta a la realidad. Una mezcla de resentimiento y culpa corrió a través de Jude, obligándola a alejarse de la puerta. Incluso si Diana había venido a disculparse, Jude no estaba segura de que fuera lo suficientemente fuerte como para escucharla todavía. Ella definitivamente no tenía la fuerza para repetir sus propios errores. Sin esperar persistencia, Jude saltó cuando Diana habló a través de la puerta. "Sé que estás ahí. Te escuché ponerle pausa a tu película." Jude se mordió el labio inferior y luego dijo, "Videojuego." "Lo que sea que haya sido, sonaba aterrador." Diana hizo una pausa. "Tal vez yo no lo sea tanto?" Jude no estaba tan segura. Sin sopesar las consecuencias, gritó, "No creo que esté lista para hablar contigo todavía." "¿Incluso si estoy aquí para decirte cuánto lo siento?" Diana bajó su volumen. “Sé que cometí errores, los mayores. El peor de ellos fue no haberme quedado para ese helado. Debí hacerlo. Una verdadera amiga lo habría hecho.” Suspirando, Jude abrió la puerta. No quería que lo que parecía ser un sincero remordimiento se convirtiera en un espectáculo para sus vecinos. Cuando vio lo que Diana sostenía, Jude apretó su pecho y contuvo el aliento. "¿Por qué está Karen aquí? Si me estás pidiendo que cuide ... no lo sé. Tengo mis límites." "No." Diana miró la caja de acrílico transparente que llevaba y la tarántula de patas rosadas de diez centímetros pegada a un costado – adentro, gracias a Dios – con una expresión nerviosa y tímida. "Supongo que no ..." Exhaló y se encontró con la mirada de Jude. "Necesito traerla conmigo. Parece que tengo una habilidad para las ideas totalmente chifladas que se sienten sólidas hasta que abres la puerta."

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Confundida por la razón por la que Diana pensaría alguna vez en traer su tarántula para una visita, pero curiosamente encantada de haberlo hecho, Jude desafió su propia política contra las arañas al preguntar, "¿Quieren ustedes dos entrar?" Diana rompió lentamente en una sonrisa. "Puedo llevarla a casa primero, si quieres." Ella hizo un gesto hacia la puerta de su propio departamento. "No está lejos." "Está bien." Jude se hizo a un lado para dejar pasar a Diana. "Solo mantén la caja cerrada." "Siempre." Diana caminó hacia el sofá y puso a Karen en la mesa de café junto al control todavía encendido de Jude. Con la nariz arrugada, contempló la imagen congelada en la pantalla. "Eso es aterrador." "Dice la mujer que lleva una araña gigante, en caja." "Bien dicho." Diana se frotó las manos, luego señaló el sofá. "¿Te importa si me siento? No tengo que quedarme mucho tiempo, si estoy interrumpiendo, pero necesito decir algunas cosas antes de irme. Y antes de que ...” Se lamió los labios. "Te pierda para siempre." "Diana ..." El ritmo cardíaco de Jude se aceleró incluso cuando se advirtió en privado contra el optimismo. Todo lo que ella quiere de ti es el sexo. Te pedirá que reconsideres y prometas ser una mejor amiga. Pero no te atrevas a decir que sí. Sabes que eso nunca será suficiente. "Por favor, no." Hizo una pausa, aturdida por las lágrimas que brotaron inmediatamente de los vívidos ojos azules de Diana. "No, a menos que lo digas en serio." Diana se sentó en el borde del sofá y le hizo un gesto a Jude para que se uniera a ella. "Lo digo en serio." Dudando pero intrigada, Jude tentativamente se hundió en el cojín más lejano. “Te perdono por no quedarte esa noche. Sabía lo que estábamos haciendo y ... no debería haberlo tomado tan personalmente." "Jude, para," Diana dijo, moviéndose más cerca. "¿Por qué no lo tomarías personalmente? Lo que sucedió entre nosotras fue personal, íntimo y ...” Hizo una pausa, cerrando brevemente los ojos. "Qué cambia la vida. Era en serio todo lo que dije cuando estaba dentro de ti, cariño. Fue injusto susurrar ese tipo de adoración en tu oído y luego dejarte antes de que incluso te hubieras recuperado. No lo hice por ser cruel, aunque estoy segura de que se debe haber sentido así. Yo solo ... no podía

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decirte cómo me sentía. Fue solo después, cuando me pediste que me quedara, que me di cuenta de lo transparente que había sido. Me asusté ... entonces huí." "Lo hiciste." La empatía borró lo último de la ira de Jude. "Y entiendo el por qué. No fue tu culpa.” "Por supuesto que lo fue." Diana apretó sus dedos sobre sus rodillas. "Nunca pongas excusas por mi mal comportamiento. Nunca, me oyes?” Jude asintió, sintiendo lo importante que era su acuerdo para la tranquilidad de Diana. "Bien, fuiste una idiota. Pero sabía en lo que me estaba metiendo contigo, ¿verdad? Nunca fuiste confusa sobre lo que querías. Mantener la esperanza de poder hacerte cambiar de opinión fue tan injusto como lo que hiciste." Diana dejó caer la cabeza y suspiró. "Así que las dos lo arruinamos. Para ser justos, sin embargo, cómo podríamos haberlo sabido?” "¿Saber qué?" Las palmas de Jude comenzaron a sudar. "Qué correspondería tus sentimientos." Por un momento, Jude no podía respirar. Ni siquiera podía pensar. Solo podía mirar a Diana con incredulidad. Cuando Diana abrió la boca para seguir hablando, Jude susurró, suplicando, "Dije que no." "Y dije que lo decía en serio." Acercándose más, Diana extendió una mano temblorosa. "Por favor, Jude. Lo estoy intentando. ¿Me permites?" Jude no sabía qué decir. A pesar del optimismo de Katrina, se había negado a albergar la fantasía de Diana experimentando una epifanía capaz de cambiar su opinión negativa sobre el amor romántico. La ilusión solo la había metido en problemas. Jude dudó en celebrar el aparente cambio de actitud, incluso directamente de la boca de Diana. Los últimos cinco días habían sido algunos de los más largos, sin embargo el giro de Diana se sintió terriblemente rápido, dada su determinación inquebrantable de permanecer soltera. En voz baja, Jude preguntó, "¿Qué ha cambiado?" "Yo lo he hecho." Diana se estiró sobre el cojín central para colocar su mano sobre la de Jude. "Esta semana ha sido miserable sin ti. Pensarías que debido a que solemos pasar días sin vernos, cinco noches miserables no podrían hacer tanto daño. Pero ha sido una tortura, principalmente porque sé que si no puedo superar lo que pasó con XWPColección: Página y Facebook

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Janine lo suficiente para finalmente invitarte a salir – como en una cita de verdad – entonces te habré perdido." Quedándose si habla, susurró," Y realmente, realmente no quiero perderte." Jude negó con la cabeza, aturdida por la emoción cruda en la sincera confesión de Diana. Temiendo que de alguna manera la hubiera intimidado en una relación que realmente no quería, murmuró, "Di ..." Ella cerró la boca de golpe, sin saber cómo comprometerse en este asunto en particular. La destrozaba el rechazar el sexo más emocionante de su vida, pero por el bien de su salud mental – y por extensión, su escritura – Jude no tenía otra opción. "No renuncié para tratar de cambiarte. Si bien no puedo imaginar el coraje que te tomó venir aquí y decirme todo esto, no quiero salir contigo cuando me lo pidas solo porque básicamente te chantajee.” "No, Jude ..." Diana apretó el agarre de su mano. "Te lo digo porque solo me tomó el no saber de ti durante unas pocas docenas de horas para darme cuenta de que el desconocer dónde nos podría llevar nuestra química me asusta aún más que la idea de llevarte a una verdadera cita. Solo una, para ver qué pasa.” Su garganta se movió, insinuando la ansiedad que seguramente sentía. “Te invito a cenar en el restaurante de tu elección. A menos que prefieras que yo elija el lugar. Lo que te plazca." Jude no podía fingir que le importaba la comida ante el cambio de actitud surrealista de Diana. "¿Qué hay de nuestra diferencia de edad? Pensé que eras demasiado vieja, o que yo era demasiado joven." "Tal vez lo seamos." Sonriendo vacilante, Diana pasó su pulgar por el interior de la muñeca de Jude. “Pero una cena no es un compromiso – para ninguna de las dos. Si no funciona, al menos lo sabremos con seguridad." "¿Y si lo hace?" Jude estabilizó su voz, luego admitió su peor miedo. "No puedo seguir este camino contigo a menos que estés preparada para lidiar con las consecuencias de una cita potencialmente épica." Exhalando, Diana se volvió hacia la mesa de café y puso su mano en la caja de Karen. Jude observó con horror cómo la tarántula reaccionaba ante su presencia arrastrándose lentamente hacia la tapa. "Traje a Karen como recordatorio, y como prueba, de que he enfrentado mis miedos antes. Si bien no siempre voy a hacer las cosas bien, y definitivamente cometeré errores, y tal vez incluso entraré en pánico de vez en cuando, sé que puedo enfrentarlos nuevamente. Y quiero hacerlo, por ti.” Jude estaba perdiendo la voluntad de discutir un resultado que nunca se había atrevido a soñar que ocurriría. XWPColección: Página y Facebook

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Sin apartar los ojos de la araña errante, acurrucó su mano alrededor del muslo de Diana para darle un apretón cariñoso. "Una cita. Dividiremos la cuenta." La temblorosa inhalación de Diana desvió la atención de Jude de Karen y de la colocación involuntariamente sugerente de su mano. Sujeta al muslo de Diana a escasos centímetros de la coyuntura interna, Jude se estremeció ante el calor familiar que calentaba su piel. No tenía la intención de ser tan directa, pero según el lenguaje corporal de Diana, el contacto no sería inconveniente. Diana susurró, “Déjame compensarte por el dolor y el sufrimiento. Una comida elegante es lo menos que puedo hacer." Una vez más, Jude sintió lo importante que era esto para Diana. Inclinó la cabeza en señal de aceptación, pero dijo, "Solo si me dejas pagar la segunda comida elegante juntas. Suponiendo que la primera no termine en un desastre.” Diana se disolvió en una sonrisa vagamente mareada. "Lo admito, es difícil imaginarlo." "¿Estás segura de que eso no te asusta?" Jude trazó la punta de sus dedos a lo largo de la costura de los pantalones de Diana, acercándose más a la vagina oculta que anhelaba finalmente reclamarla suya. “¿La posibilidad de más de una cita, para ver cómo va?” "Por supuesto que todavía tengo mis dudas – y breves episodios de terror sin sentido – pero te lo digo, Jude, desde el fondo de mi corazón ..." Diana soltó un suspiro tembloroso cuando Jude detuvo sus caricias exploratorias a no más de un milímetro de su entrepierna "Prefiero tener miedo contigo que a salvo sin ti." Jude abrió la boca, pero ningún sonido escapó. Nunca había soñado con escuchar un sentimiento tan dulce y romántico de la mujer que había tratado las relaciones comprometidas como la última abominación. El cambio le estropeó el cerebro ... hasta el punto de que comenzó a cuestionar la naturaleza misma de la realidad. Quitó la mano del interior del muslo de Diana, provocando un gemido decepcionado que no había esperado. Sacudida, Jude preguntó, "¿Por qué yo? Quiero decir, sé que tenemos un buen sexo – “ "El mejor sexo."

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"¿De verdad?" Jude había asumido que dentro del panteón de los amantes de Diana, ella probablemente estaba en un lugar alto, pero seguramente no en la cima. Había estado segura de que Ava reinaba suprema, cortesía de su amplio conocimiento de cada curva y hendidura de Diana. Sospechosa, Jude preguntó, "Como, en serio o ..." "El mejor," Diana repitió. "Tenemos el sexo más ardiente y satisfactorio que creo que he tenido. No solo eso, sino que eres hermosa, e inteligente, y talentosa, y compasiva y divertida, y aunque puedes ser joven, no eres inmadura y ... " Se detuvo para respirar, sonrojada por el sincero discurso. "No podrías ser más diferente de Janine. Cuanto más te conozco, más lo veo – y esa diferencia es exactamente lo que necesito." Jude finalmente entendió. Ella debía servir como el camino de Diana para la curación. “Puedo ver que sería una ideal limpiadora del paladar (*). Una forma no amenazadora de prepararte para tu próxima relación seria." Si bien apreciaba la mentalidad de un día a la vez de Diana, tenía que sopesar si su corazón podía manejar lo que fuera ‘solo una cita’.

(*) Es una persona con la que tienes relaciones sexuales entre relaciones serias para ayudarte a superar una relación y prepararte para una nueva.

Las probabilidades eran decentes de que su relación no iría a ninguna parte, ya que cualquier amistad que pudieran salvar se vería perjudicada irreparablemente por el intento de convertir la química sexual en una relación legítima. Sin embargo conocer a Diana más genuinamente, tal vez incluso besarla sin reservas, era un sueño que Jude no se atrevía a rechazar. Pero antes de que pudiera aceptar, la sonrisa de Diana se desvaneció, y su mirada cayó al suelo. "No estoy interesada en una limpiadora del paladar. Yo no ... " Diana suspiró. "Nunca hubiera venido aquí si no fuera en serio. Te digo que disfruto pasar tiempo contigo y tener sexo contigo, y por eso me gustaría conocerte mejor. Y para que tú también me conozcas. No tengo idea de lo que pasará después de eso, y no puedo hacer promesas, pero puedo decirte que no te considero un despecho o una práctica para la realidad. He tenido un par de aventuras desde Janine, y eso no es lo que es esto.” Levantó sus ojos llorosos hacia los de Jude. "A menos que eso sea todo lo que querrías que fuera." Jude observó cómo la incertidumbre se extendía por el rostro de Diana y, durante unos instantes de conmoción, se preguntó si ella estaba a punto de huir por segunda vez. Con la esperanza de detenerla, Jude sostuvo el muslo de Diana aún más apretado y más arriba que antes. Diana hundió sus dientes en su labio inferior, luego presionó XWPColección: Página y Facebook

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sus dedos contra el pulso acelerado en la muñeca de Jude. Ninguna de las dos habló, mirándose fijamente a los ojos de la otra. Cuando Jude estuvo segura de que tenía toda la atención de Diana, terminó el tensión enfrentamiento inclinándose hacia delante para rozar sus labios. En lugar de profundizar el beso, retrocedió para que Diana pudiera ver y escuchar la sinceridad de sus palabras. "Soy demasiado vieja para perder mi tiempo en otra aventura. Prefiero encontrar algo que dure un tiempo. Una relación en la que invertir ... y construir.” Frotó los pantalones de Diana con el pulgar. "Además, no eres exactamente material para una aventura. Demasiada vibra de ‘algo real‘ saliendo de ti. Por eso ... bueno, necesito saber que sientes lo mismo. O podrías sentir lo mismo ... algún día." "Lo hago." Con su incredulidad clara para ver y oír, Diana apoyó su mano abierta contra la mejilla de Jude y exhaló. “No sé cómo alguna vez te miré y vi algo que no fuera una mujer extraordinaria de la que me sentiría orgullosa de tener en mi brazo. Por suerte para mí, eres tan paciente e indulgente." "Solo con esas personas raras con las que estoy seriamente decidida a ganar." Jude se giró para besar la palma de Diana. Con una sonrisa tonta, agregó, "Así que ... tú, básicamente." Adorablemente, Diana reaccionó ante el cumplido con una sonrisa tímida. "Te dije que soy afortunada." Más allá de su necesidad de matar terapéuticamente a los demonios, Jude miró la televisión y luego a Diana. "Sé que estás deseando invitarme a una cena de verdad, y eso también lo quiero realmente, pero ..." Señaló su acogedor pantalón de pijama, luego se jaló la camiseta de la Mujer Maravilla de su pecho. "Han sido unos días difíciles, así que no estoy tan emocionada de vestirme y salir esta noche o algo así, pero ..." El corazón de Jude tartamudeó cuando se lanzó de cabeza a la primera prueba de la nueva actitud de Diana. "¿Te gustaría quedarte por un rato? Si no estás de humor para hablar, podríamos ver una película. O la televisión. O comer un poco de helado.” Se arrepintió de la última sugerencia en el momento en que pasó por sus labios. Entrando en el modo de control de daños, forzó una sonrisa alegre. "No me molestaré si dices que no. Sé que es probable que necesites algo de espacio después de una conversación tan ... monumental. Ten la seguridad de que soy una niña bastante grande que puede esperar para verte otra vez."

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"Está bien," Diana dijo. "Sí. Vamos a hablar un poco más.” Cogió la mano libre de Jude y entrelazó sus dedos, dejando la otra mano a un pelo de su entrepierna. "Yo tampoco quiero irme a casa." "¿Sí?" Relajándose, Jude observó su proximidad a la vagina de Diana. El contacto audaz no pareció molestar a Diana, pero tampoco estaba presionando para actuar en consecuencia. "Genial. ¿Puedo hacerte una pregunta?" "Hazla." Jude flexionó los dedos sobre el muslo de Diana. "¿Cómo te sientes acerca del sexo?" "Personalmente, me encanta." Diana le guiñó un ojo. "¿Y tú?" Jude clavó sus uñas romas en la piel sensible de Diana, provocando un chillido infantil. “El sexo representa la tercera parte de mi santa trinidad de placer, junto con la escritura y los videojuegos. Pero sabes que no es eso a lo que me refería.” Serenandose, aflojó su agarre. "Quieres invitarme a salir y conocerme de verdad, pero ..." Sin saber qué esperaba escuchar, Jude se dirigió al Tiranosaurio Rex en la habitación. (Una persona mayor que vive en un mundo nuevo.)“¿Cómo encaja el sexo en este nuevo plan? ¿O no lo hace? Sé que ya hemos follado, qué, media docena de veces? Pero si pensabas que íbamos a poner una prohibición al intercambio de orgasmos hasta que una o más de estas citas ‘de verdad’ se hayan llevado a cabo, o ..." Dejó la alternativa inexpresada. "Obviamente respetaré tu decisión de cualquier manera. Estoy abierta a lo que sea.” Diana se sentó hacia adelante, haciendo que las uñas de Jude y los primeros nudillos se frotaran contra su centro cálido mientras cambiaba de posición. “Intercambiar orgasmos fue lo que nos unió, cariño, y estar dentro de ti me conecta como nada más. Como el sexo es una de las formas más eficientes de crear intimidad y confianza, y ya somos muy buenas en hacerlo ... no veo una razón para posponer ese aspecto de nuestra relación. ¿Por qué? ¿Para probar algo?” Ella detuvo su avance gradual a centímetros de la cara de Jude y parpadeó. "Pero si prefieres suspender nuestra vida sexual hasta que averigüemos si hay algo más entre nosotras ... también estoy abierta a lo que sea. Lo que quieras.” Jude exhaló un aliento brusco. Aunque apreciaba la buena disposición de Diana para pasar tiempo en su presencia incluso sin la promesa de éxtasis dada o recibida, detestaba la idea de renunciar voluntariamente al único ritual que ha derribado las barreras entre ellas – aunque solo sea temporalmente. "Mientras el sexo no sea todo lo que compartamos, tampoco quiero detenerme." XWPColección: Página y Facebook

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"Excelente." Diana cerró la distancia restante entre ellas para darle a Jude un picorete reverente en los labios. Luego, en lugar de profundizar el beso, se echó atrás para mirar a Jude a los ojos. "Tal vez después de hablar un poco, puedas ayudarme a practicar para ese taller que nunca debería haber cancelado. En caso de que decidamos reprogramarlo.” Temblorosamente, Jude susurró, "¿Cómo Hacer El Amor?" Las fosas nasales de Diana se ensancharon mientras asintió solemnemente. "Me dejas enseñarte?" "Sí." No había casi nada que Jude quisiera más. Excepto — "Después de que hayamos hablado."

CAPÍTULO VEINTISIETE Cuatro horas después de esforzarse para preguntarle a Jude en su primera cita, Diana ejercitó su coraje por segunda vez mientras tomaba de la mano a su nuevo interés amoroso y la conducía a la puerta de al lado. Con los nuevos y fascinantes detalles que había aprendido durante su extensa y profunda conversación en el sofá de Jude – que abarcó sus primeros años de infancia, los recuerdos de la escuela secundaria y otras experiencias de vida formativa – Diana no podía recordar haber deseado a nadie tan claramente. Los dedos de Jude temblaron entre los suyos, prueba de que ella no era la única en registrar el peso de lo que estaban a punto de hacer. La petición de Diana de hacer el amor en su cama obviamente había sorprendido a Jude, pero no había dudado en aceptar a pesar de un aumento visible en su ansiedad. "¿Estás bien?" Diana murmuró cuando entraron a su habitación. Se sentía como si estuviera llevando a una virgen a su desvirgación, tan notable era el estremecieminto de Jude. "Solo recuerda que no tenemos que hacer esto esta noche, si no estás lista."

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Jude se echó a reír, apretando los dedos en los de Diana. "Teniendo en cuenta dónde estábamos y qué estábamos haciendo exactamente hace una semana esta noche, no sé por qué estoy tan nerviosa." "¿Porque 'esto' es completamente diferente a eso?" Diana se detuvo a los pies de su cama, poniéndose de frente a Jude para sostener ambas manos. "No me malinterpretes. Ser capaz de introducirte al sexo anal fue increíblemente ardiente ... y muy apasionado. Realmente, fue una de las experiencias más íntimas de mi vida – a pesar de que hice todo lo posible para no dejar que lo fuera. Esta noche, sin embargo ... " Soltó la mano de Jude para apartar un mechón de cabello de sus ojos brillantes. "No me voy a contener." Balanceándose, Jude agarró la cadera de Diana para recuperar el equilibrio. "Di," susurró. "Por favor…" Diana envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jude y la atrajo hacia un abrazo protector. "Ven acá." Los brazos de Jude se enroscaron alrededor de su cuello sin más indicaciones. Ella se aferró a Diana con fiereza, sus corazones latiendo en sincronía. "No me vuelvas a dejar fuera, ¿de acuerdo? Puedo manejar lo que estés dispuesta a dar ... y no haré que te arrepientas." Cuanto más tiempo pasaban juntas, menos podría Diana imaginar a la dulce Jude transformándose en una versión violenta y más joven de su ex sicópata. Donde Janine siempre había sido muy hábil en usar máscaras, la expresión de Jude era siempre abierta e inocente, transmitiendo exactamente lo que ella sentía, cuando lo sentía. Respirando su aroma, Diana rodeó la base del cráneo de Jude con la mano y la abrazó lo más cerca que pudo. "A estas alturas, creo que me preocupo más por tus arrepentimientos que por los míos." "No." Jude besó el cabello de Diana, el único lugar que sus labios podían alcanzar. "Suponiendo que no descubramos ninguna incompatibilidad fatal en el futuro, nunca desearía no haber tenido esta oportunidad contigo. Me gustas mucho, y te he deseado por años ... ” Acarició con la nariz el cuello de Diana, suspirando. "Incluso si nunca superamos una segunda cita, estoy encantada de intentarlo." Diana meció a Jude suavemente de un lado a otro, luego la sostuvo por los hombros y se alejó un paso.

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Reflejando la mirada de adoración de Jude con una de las suyas, dijo con voz ronca, "¿Por qué no nos quitamos la ropa y nos metemos en la cama? Aunque me encantaría seguir abrazándote así por siempre, sospecho que esto se pondrá aún mejor una vez que estemos recostadas con tu piel desnuda sobre la mía." Jude se estremeció cuando alcanzó el dobladillo de su camiseta. "Sospecho que tienes razón." Deteniendo a Jude antes de que pudiera desvestirse, Diana preguntó, "¿Puedo?" "Por supuesto." Jude levantó los brazos por encima de su cabeza, esperando que Diana le quitara la camiseta. Cuando lo hizo, gimiendo ante los pechos desnudos que descubrió, los pezones de Jude se fruncieron en picos rígidos. Diana se estremeció con Jude por el anhelo que solo podía imaginar, luego se inclinó para chupar un turgente pezón en su boca mientras acogía el otro debajo de su palma. Jadeando, Jude agarró un puñado del cabello de Diana para mantenerla donde estaba. “Sí, así.” Diana sonrió mientras lamía y calmaba el pezón de Jude con la lengua y las yemas de los dedos. Jude gimió y se arqueó contra ella, provocando un torrente de humedad que empapó las bragas de Diana antes de que la hubieran tocado. Igualando el gemido de Jude, Diana mordisqueó la delicada carne que se negaba a ablandarse, luego juntó los dedos para capturar la punta del otro pezón menos excitado. Las caderas de Jude se movieron y gritó, ya que parecía estar cerca del orgasmo. Jude jaló del pelo de Diana. "Se supone que debemos acostarnos, ¿recuerdas?" "Lo hago." Diana se enderezó, mirando fijamente a los ojos de Jude mientras aflojaba el cordón en su pretina. Decidida a no apresurarse en un encuentro tan monumental, se arrodilló delante de Jude para acariciar el lugar donde se reunían sus temblorosos muslos y luego bajó deliberadamente los pantalones de su pijama hasta el suelo. Murmuró elogios por la cooperación de Jude y le hizo cosquillas en la entrepierna de las bragas de la Princesa Leia que acababa de descubrir. “¿Invocando tu rudo interior?” Asintiendo hacia la camiseta que estaba cerca en el piso, dijo, “La Mujer Maravilla y la Princesa Leia. Esa es toda una pareja." Jude se rió entre dientes, cruzando los brazos sobre su pecho desnudo con un encogimiento de un hombro. "Estaban limpias. Me avergüenza admitir cuánto tiempo ha pasado desde mi última visita a la lavandería.”

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Diana se enderezó, la culpa jalando de su boca en un fruncido. "Espero que no porque tuvieras miedo de verme allí." "Nah." El intento fallido de Jude de sonar indiferente reveló la verdad. "Sólo perezosa." "Mmm-hmm." Avanzando lentamente, Diana besó cada uno de los párpados de Jude, luego su nariz, luego sus labios. Una vez hecho eso, se puso detrás de Jude y le dio una palmadita en el trasero. “Métete en la cama, cariño. Estoy justo detrás de ti." Jude lanzó un gemido silencioso y conflictivo, pero obedeció de todos modos. Lanzando su cuerpo primero sobre el vientre en el colchón, se dio la vuelta para ver a Diana desabotonarse la camisa. “Sabes cuán absurdamente impresionante eres, ¿verdad?” Diana le dio un guiño indulgente. "La chica con la lengua de oro." "Es cierto, sin embargo.” Con una postura relajada, Jude entrelazó los dedos detrás de la cabeza. "Eres como una estrella de cine anticuada. Esos ojos azules, ese cabello espeso y hermoso ... he soñado con pasar mis dedos por tu cabello, literalmente." Diana tiró la camisa al suelo y luego se desabrochó el sostén. Sonriendo, preguntó, "¿Anticuada porque cumpliré cuarenta en unas pocas semanas?" Jude parecía angustiada por haber causado potencialmente una verdadera ofensa. "¡No! Porque ...” Ella vaciló, luego se miró las manos. “Porque posees esta belleza clásica, atemporal, que siempre me ha recordado a una Elizabeth Taylor joven. Si debes saberlo." Incapaz de mirar a Diana, respiró hondo y dijo, "Te lo diré una vez más, Di, antes de pasar el resto de esta noche mostrándotelo: tu edad es lo menos interesante sobre ti. Tu confianza, tu compasión, tu lealtad hacia Ava, tu coraje – con las arañas y la gente – tu extraña habilidad para saber exactamente lo que mi cuerpo necesita, por lo general antes que yo ... " Levantando sus ojos hacia los de Diana, Jude deslizó su mano dentro de sus bragas y acarició los pliegues rosados ocultos que Diana ansiaba redescubrir. "Esas cosas importan. El año en que naciste no.” "Mil novecientos setenta y ocho," Diana dijo, medio convencida de que Jude por fin entendería el abismo que pretendía saltar una vez que señaló la década completa además entre sus fechas de nacimiento. "En caso de que no hayas hecho los cálculos." "¿Y?" Jude se encogió de hombros y lentamente inclinó su rodilla doblada hacia un lado. Frotando círculos sobre lo que tenía que ser su clítoris, Jude entrecerró los ojos

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hacia la parte inferior del cuerpo vestido de Diana. "Vamos, Di, sigue adelante. Muéstrame las bragas que te pusiste para esta ocasión.” Diana luchó contra una oleada desconocida de timidez mientras la mirada evaluadora de Jude recorrió sus pechos desnudos. Forzó una risita divertida y desabotonó sus jeans como si no le preocupara nada en el universo. "Me temo que no son tan lindas como los tuyas." Jude inhaló audiblemente cuando Diana bajó sus pantalones para dejar al descubierto la falta de honradez parcial de esa afirmación. Si bien las bragas negras de encaje no tenían logotipos ni imágenes de heroínas ficticias, su diseño seductor incluía una abertura en forma de corazón en la parte posterior que enmarcaba amorosamente sus nalgas expuestas para el consumo visual de Jude. Dándose la vuelta para ofrecerle a Jude la imagen completa, Diana pateó sus jeans hacia la cesta y se sentó en la cama. "Mentirosa." Jude continuó jugando dentro de sus propias bragas mientras Diana se estiraba a su lado. “Esa es la prenda de vestir más sexy que cualquier mujer haya usado. A lo largo de toda la historia." Era cada vez más difícil convencerse de que Jude no decía en serio lo que decía. Nada acerca de la actitud encantadora y atontada de su vecina parecía como algo menos que genuina – incluida la creciente mancha en la entrepierna empapada de su ropa interior. Alentada por esa evidencia inequívoca de un deseo mutuo, Diana besó la comisura de la boca de Jude, luego metió una mano en las bragas para calmar los dedos resbaladizos y ocupados de su clítoris. Presionando sus labios completamente contra los de Jude, susurró, "¿Qué tal si dejamos el resto para mí?" "Sí, señora." Alzando las manos en señal de asentimiento, Jude reprimió una sonrisa y pasó sus brazos alrededor del cuello de Diana para atraerla a otro beso. "Lo que quieras." Mordió suavemente el labio inferior de Diana, luego lamió la tierna carne con la punta de su lengua. "Todo lo que quieras." Abrumada por las ideas obscenas y maravillosas que su mente le proporcionó en respuesta, Diana se separó para inhalar unas cuantas bocanadas de aire tan necesario. Tan pronto como contuvo el aliento, dobló a Jude en un fuerte abrazo, con los ojos cerrados contra las emociones olvidadas que recorrían su cuerpo sobrecalentado. "Oh Dios," susurró, y nada más. No había manera de expresar el cambio radical que tenía lugar dentro de su corazón previamente protegido. Jude apoyó la mano entre los omóplatos de Diana, una simple caricia que logró brindar un tremendo consuelo. Aliviada por el aflojamiento de sus músculos, Diana XWPColección: Página y Facebook

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recompensó a Jude con un apretón reverente. Jude le devolvió el apretón, moldeando todo su cuerpo con el de Diana como para asegurarse de que nunca más pudieran separarse. "Tienes razón, esto es diferente. Es ... " Se estremeció, acurrucándose más cerca. "Es mucho. Diana ... estás realmente bien para hacer esto esta noche?” La timidez de Jude insinuaba una nueva aprensión, sin duda derivada de las lamentables pasadas palabras y acciones de Diana. "Toda nuestra situación es todavía tan nueva y frágil –" Diana presionó su lengua dentro de la boca de Jude para silenciar cualquier discusión que hubiera estado tratando de hacer. Una vez que Jude se rindió, hundiéndose contra ella con un gemido absolutamente delicioso, Diana terminó su beso y susurró, "Sí." Rodó a Jude sobre su espalda, luego empujó abriendo sus muslos para acomodarse entre ellos. Suspirando cuando los senos de Jude entraron en contacto con los suyos, Diana miró fijamente a los bonitos ojos color avellana de la mujer que había descongelado su corazón. "Estoy bien con esto. ¿Tú lo estás?" Jude asintió, aunque su expresión seguía siendo tensa. "Solo necesito que estés segura. ¿De acuerdo? Sería devastador si echáramos a perder las cosas moviéndonos demasiado rápido." Aunque Diana ardía por montar el muslo de Jude y adoraba sus bonitos pechos, sabía que era importante escuchar lo que se decía y luego ofrecer una respuesta reflexiva. "Jude, bomboncito ... sé lo que significa hacer esto contigo en este momento. Nuestro sexo siempre ha sido intenso, pero esta vez en realidad significa algo. Las emociones estarán involucradas. Demonios, una de nosotras incluso puede llorar.” Ella sonrió, deseando poder convencer de lo mismo a Jude. "Estoy preparada para todo eso. No te hubiera invitado a mi cama si no lo estuviera.” La cabeza de Jude se balanceó de nuevo, pero sin mucha convicción. "Mientras no nos estemos moviendo muy rápido – " Diana detuvo la inquietud de Jude con un apasionado beso. Gimiendo por el éxtasis de la talentosa lengua de la Srta. Mónaco, no se apartó hasta que la necesidad de respirar la obligó a retirarse. Una vez que recuperó el aliento, le susurró al oído a Jude. "Me muero por mostrarte lo que desearía ser lo suficientemente valiente para decir. ¿Puedo?" "Sí." Ya con las lágrimas, Jude susurró, "Pero solo si juras que realmente iremos a esa cita. Pase lo que pase."

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"Pase lo que pase," Diana juró. Levantó la cabeza para mirar fijamente a la brillante mirada de Jude. "Vamos a tener una buena cena en un elegante restaurante sin importar lo que pase entre nosotras esta noche. Después de todo el examen de conciencia que tuve que hacer solo para tocar a tu puerta, incluso enamorarme desesperadamente no cambiaría de opinión.” Los ojos de Jude se agrandaron y se quedó completamente quieta. Si no fuera por el latido del corazón golpeando el pecho de Diana, podría haber sido una estatua. Al ver el impacto de sus palabras, Diana se maravilló de su nueva convicción recién descubierta. Los últimos cinco días de angustia, soledad y arrepentimiento habían aclarado sus prioridades de una manera que nunca había anticipado. Movida por el recuerdo de haber perdido a Jude, aunque fugazmente, Diana murmuró, "Te quiero demasiado para rendirme tan fácilmente." "Yo también te quiero." Pareciendo asombrada, Jude agarró los hombros de Diana y se estiró por alcanzar sus labios. "Muéstrame." Diana deslizó su mano izquierda detrás del cuello de Jude para invitarla a otro beso conmovedor. Permitió que su mano derecha se deslizara por el costado del delicioso cuerpo debajo de ella, deteniéndose para agarrar la cadera bien formada de Jude y jalarla más cerca. Sus lenguas se hicieron más lentas, el estado de ánimo cambió cuando Diana hundió su vagina en el muslo de Jude, y Jude tragó el grito de placer resultante con un sincero gemido. Diana empujó su rodilla más arriba entre las piernas inestables de Jude, masajeando el prominente clítoris escondido dentro de sus bragas empapadas. Chupando el labio inferior de Jude, Diana preguntó, "¿Crees que podemos venirnos así?" La lengua de Jude se deslizó sobre la de ella, las caderas se arquearon contra la presión rítmica de la rodilla de Diana. Soltó un gemido quejumbroso cuando Diana se retiró más allá de su alcance para esperar una respuesta. "Sí," Jude rogó. “Por favor.” Drogada de la emoción de hacer que Jude la quisiera tan desvergonzadamente, Diana sintió que se alzaban sus caderas y volvió a sumergirse en busca de más. Jude respondió al movimiento acelerado de la parte inferior de su cuerpo con empujes agudos y desesperados que no solo insinuaban su desesperación, sino también lo fuera de control que claramente se sentía. Tenía sentido, dado que Diana acababa de cambiar su sentido de la realidad con esta disposición a tratar el sexo como un verdadero intercambio emocional. El mundo de Jude tenía que estar girando – rápido.

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Moviendo sus labios hacia el cuello de Jude, Diana la calmó entre mordiscos. "Tranquila, nena . Vayamos despacio y con calma, y hagamos que esto dure." Jude deslizó su entrepierna arriba y abajo a lo largo del muslo desnudo de Diana. "Pero estoy tan cerca." "¿En serio? Nuestras bragas todavía están puestas.” Diana se ruborizó ante la noticia. "Mérito adicional." "Te culpo." Jude enredó sus dedos en el cabello de Diana y la alzó para otra ronda de besos. "Por ser todo lo que siempre he querido." En un instante, Diana también estuvo cerca – y lo hizo despacio y con calma. "Supongo que tenemos toda la noche ..." "Sí, señora." Jude le lamió el lóbulo de la oreja. "Toda la noche." "Y mañana por la mañana." Diana sonrió ante el palpable asombro de Jude por haber sido invitada a dormir con ella, literalmente, por primera vez. "Si te gusta ese tipo de cosas." "¿Despertada por una seducción por Diana Kelley?" Jude rodó sus caderas, vibrando con satisfacción. "Sí, estoy en eso." Finalmente lista para erradicar hasta el último límite que se interponía en su camino, Diana dejó de montar el muslo de Jude para calmarse y sentarse a su lado. Antes de que Jude pudiera vocalizar la protesta en sus ojos, Diana dijo, “¿Puedo quitarte las bragas? Quiero sentir tu clítoris deslizándose por mi piel." Jude levantó las caderas para permitir que Diana le quitara la ropa interior y luego observó cómo las tiraba al suelo. "Te quitas la tuya también?" Diana ya tenía sus pulgares enganchados debajo de la cinturilla. "Absolutamente." Menos interesada en provocar que en reclamar su lugar sobre la forma atractiva de Jude, Diana se despojó de las bragas sin ninguna ceremonia, luego se alzó para meter la rodilla entre sus sedosos muslos ya separados. "Quiero que sientas lo mojada que me has puesto." Colocando todo su peso sobre las curvas receptivas de Jude, Diana colocó sus labios vaginales resbaladizos contra el muslo musculoso en el que estaba a horcajadas, luego giró sus caderas para embarrar sus jugos sobre la piel humedecida por el sudor de Jude. "Sientes cuánto te deseo? ¿Lo mucho que significas para mi?" XWPColección: Página y Facebook

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"Di ..." Jude agarró un puñado de su cabello y, jalando bruscamente, empujó su pierna contra el clítoris palpitante de Diana y frenéticamente se frotó. "Nunca he ... nadie nunca ..." No tuvo que terminar para que Diana se hinchara de orgullo. Capturando ambas muñecas, Diana sujetó los brazos de Jude sobre su cabeza y colocó sus labios al lado de su oreja. “Excepto yo.” Hace una semana, este diálogo hubiera asustado a Diana. Esta noche, cada palabra se sentía esencial. “Usa mi cuerpo para masturbarte. Solo déjate ir, nena, y te prometo que te cuidaré." Tres empujes enérgicos más tarde y Jude se vino con un gemido estremecedor. Sus caderas sobresalían erráticamente a través de espasmo tras espasmo de placer, cubriendo a Diana con una gruesa capa de eyaculación caliente, pegajoso y bien merecida. Movida por el sincero disfrute de Jude, Diana se levantó sobre sus brazos para apoyarse y condujo su clítoris insistentemente contra el tenso y tembloroso muslo superior de Jude. Soltando una de las manos de Jude para enganchar un brazo detrás de su cuello, Diana la levantó y le dio un beso que casi provocó su propio clímax en el instante en que sus lenguas se tocaron. Diana tardó solo unos segundos más en terminar, impulsada a un orgasmo devastador por la perfección física y emocional de tocar a Jude sin tener que esconderse. La mano libre de Jude se aferró a su flanco, las uñas se clavaron un poco más profundo cada vez que una nueva contracción rodaba por su sacudido cuerpo. Devolviendo los besos de Diana con una mezcla perfecta de lujuria y afecto, levantó la rodilla para proporcionar más superficie para el placer de Diana. "No te detengas." Jude se quedó sin aliento, flexionando los dedos de la mano que Diana todavía tenía clavada contra el colchón. “No pares, no pares, no pares! Joder ... ¡Diana!” Las lágrimas de Diana se juntaron, luego cayeron – traicioneramente – ante el abrazo fuerte de Jude de su unión intensamente emotiva. Una gota gruesa cayó sobre la mejilla de Jude, provocando una risita entre sus fervientes gemidos. A medida que los últimos vestigios del clímax de Diana se desvanecían, observó cómo la solución salina avanzaba a lo largo de la delicada línea de la mandíbula de Jude y goteaba sobre su adictivamente besable cuello. Con una sonrisa de autocrítica, Diana murmuró, "¿Quién decidió picar cebollas?"

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Jude sonrió. "Mensa." Ella movió sus dedos cautivos contra el colchón. "¿Me prestas esta mano para algo? Quiero abrazarte ... usando ambos brazos, preferiblemente." "Claro." Diana bebió en la gloriosa visión de las mejillas y el pecho enrojecidos de Jude, su pelo despeinado y la luz etérea en sus grandes y adoradores ojos. Soltando su delicada muñeca, Diana envolvió a Jude en un abrazo de oso y las hizo rodar sobre sus costados. Jude rodeó a Diana con sus brazos para un mutuo abrazo. La cabeza de Diana dio vueltas ante su cercanía física y ante su creciente afición por la mujer en sus brazos. Sus relaciones sexuales habían despertado emociones que no había sentido en años, recordándole toda la belleza que había estado decidida a abandonar para siempre. Incapaz de ponerle palabras al cambio sísmico dentro de su corazón, Diana confió en el humor seco familiar para romper el silencio. "Así que fue bueno para ti?" Con los hombros enganchados, Jude sollozó y jaló de Diana más cerca. "Cállate." Compadeciéndose por el frágil estado de Jude, Diana besó su sien y susurró, "Fue perfecto para mí." "Diana ..." Jude vaciló, luego soltó un suspiro explosivo. "Me voy a enamorar de ti. Lo sabes, cierto?” Cuando Diana intentó moverse para mirar el rostro de Jude, los brazos que la rodeaban la ataron con fuerza. Incapaz de ver la expresión de Jude, solo podía escuchar el resto del discurso disperso derramado en un sol aliento. "Puede que ya esté enamorada de ti. Aunque sí, me doy cuenta de que apenas nos conocemos. No importa. Ya sea que esto vaya a alguna parte o no, yo ... " Exhaló, luego susurró entrecortadamente," ¿Vas a estar bien con esto si termino amándote?" Diana respondió desde el corazón. "Siempre y cuando estés bien conmigo en que me tome las cosas una cita a la vez." Ella acarició el cabello de Jude, notando el sutil hundimiento del cuerpo contra el suyo. Para tranquilizar a Jude sobre sus honorables intenciones, dijo, "Solo hasta que tenga un poco más de confianza en que no eres demasiado buena para ser verdad. Una vez que llegue allí, estaré lista." Abrazando a Jude más cerca, murmuró, "Entre tú y yo, espero que eso no tome mucho tiempo." "Espero que no." Jude aflojó su agarre, permitiendo a Diana levantarse y mirar fijamente a sus ojos. "Quiero darte todo el tiempo que necesites, pero – " "¿No te estás poniendo más joven?" Diana bromeó.

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Riéndose, Jude murmuró, "Te mostraré lo joven" Ella respondió a la amenaza presionando a Diana sobre su espalda, invirtiendo sus posiciones anteriores. Jalando de los brazos de Diana hasta la cabecera, entrelazó sus dedos para sujetarla. "Dígame, señora, cómo podría una mocosa como yo convencer a una digna señora mayor como usted de sus nobles – si no completamente puras – intenciones?" Jude soltó a Diana para que su mano derecha serpenteara entre sus vientres y acariciara sus labios vaginales sensibles. "¿Y si te dejo venirte en mi boca? Podría arrastrarme entre tus muslos y lamer tu clítoris hasta que estés temblando y rogándome que pare. ¿Eso ayudaría?” Feliz de que Jude no pareciera dispuesta a presionar por más de lo que estaba dispuesta a dar, Diana bromeó, "Seguro que no me vendría mal." Por otra parte, no era exactamente lo que había imaginado hacer a continuación. "Pero primero, quería preguntar – " Ella se mostró renuente a expresar la petición con la punta de la lengua. Después de una breve pausa y agarrando valor, Diana dijo, “Todavía no he encontrado a nadie que me ayude en el taller de este fin de semana. ¿Estás dispuesta a ayudarme otra vez, o ...?” Ella miró fijamente a los ojos color avellana insondables de Jude. "¿Prefieres que nuestra relación sea estrictamente personal?" "Sentarse en la cara y mujer dominante, ¿no?" La pequeña sonrisa de Jude se amplió en una sonrisa enorme. "¿Qué clase de perdedora le dice que no a eso?" "¿Eso significa que estás dentro?" El alivio no describía cómo se sentía Diana. Aunque no estaba lista para admitirlo con Jude, realmente no quería tener relaciones sexuales con nadie más. "¿Arriba o abajo?" Jude ni siquiera se detuvo a considerar. "Abajo." Dándoles la vuelta para volver a ocupar su lugar en la parte de arriba, Diana se sentó a horcajadas sobre las caderas de Jude y profundizó en su boca para un beso persistente. "Esa es mi chica," Diana susurró después de que finalmente se separaron. "Sabía que podía contar contigo." Jude le dirigió una sonrisa traviesa. "Para empezar, eso es." "Lo que significa ..." Diana se lamió los labios, intrigada por la sugerencia seductoramente tácita de Jude. "¿Quieres tomar turnos?" XWPColección: Página y Facebook

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"Solo si lo haces." Jude mordisqueó provocativamente la barbilla de Diana. "Pero ya sabes, siempre he querido sentarme en tu cara." Ella no necesitaba más convencimiento. "Estaría más que encantada de dejarte." "Bravo. Pero primero ... " Jude bajó su mano bruscamente sobre el trasero de Diana, una fuerte nalgada que prendió fuego a su clítoris. "Siéntate en la mía." "Sí, señora," Diana dijo. Antes de obedecer, metió el cabello de Jude detrás de la oreja y luego provocó el lóbulo con los dientes. "Sobre esa cena ... que te parece mañana a las seis?" Jude ahogó la noticia con un abrazo sumamente poderoso. "Como una cita."

EPÍLOGO Un Año Después Eufórica por haber sobrevivido a una cita de consejería de emergencia de última hora demasiado polémica, Diana abrió la puerta de su nuevo departamento y entró en el santuario esperándola. Cruzó el umbral, los hombros se aflojaron ante el inesperado olor familiar de su hogar. Diana puso el cerrojo detrás de ella, se quitó el abrigo y se dirigió a la sala de juegos de la sala de estar – solo para detenerse ante la maravillosa vista de su amada arrodillada sobre la alfombra que habían elegido recientemente en Ikea (Compañía sueca de muebles y artículos para el hogar), vestida con una camisola escotada y nada XWPColección: Página y Facebook

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mas. El estrés de su tarde se desvaneció en un instante. Diana sonrió. "Dios mío. Alguien me echó de menos." Jude respondió con un asentimiento vigoroso, con los dedos entrelazados detrás de su espalda baja en perfecta sumisión. "Todo el día." Diana alzó una ceja escéptica. "Sólo he estado fuera dos horas. ¿Recuerdas lo duro que te hice venirte en la ducha antes de irme?” "Sí, pero ..." El labio inferior de Jude sobresalió en un fingido puchero que Diana seguía adorando. "No pude devolver el favor. No antes de que te pusieras esa falda , y esas medias ...” Su mirada recorrió arriba y abajo la longitud de la vestimenta profesionalmente de Diana de su cuerpo antes de colocarse cerca de su entrepierna. "Me he estado muriendo aquí sola. Incluso traté de distraerme escribiéndote una historia obscena súper corta." "Aww." Diana se acercó sobresaliendo por encima de la postura suplicante de Jude. "No puedo esperar a leerlo." La última historia que Jude le había regalado era la mejor obra erótica de literatura que Diana había leído. Nunca antes la prosa la había dejado tan mojada ni le había proporcionado suficiente combustible para las siguientes cuatro horas seguidas de dinámico sexo – un logro del que Diana se había enorgullecido tremendamente en sus casi cuarenta y un años. La energía de Jude ciertamente la mantenía joven, aunque algo adolorida, y estaba agradecida. Tanto a Jude por revelarse como el amor improbable de su vida como a Ava por haberla animado a abrir su corazón ante la posibilidad de otro romance. Demonios, Diana incluso estaba agradecida por Katrina. Si no fuera por su curación sexual, Diana nunca podría haber encontrado una razón para ir más allá de la seguridad de su acuerdo con Ava. Y eso hubiera sido una lástima, porque Diana era muy, muy feliz por todas las formas en que su vida había cambiado. Mientras acariciaba la mejilla de Jude, Diana murmuró, "Te amo." "Yo también te amo." Jude sonrió como si nunca hubiera escuchado esas palabras antes, cuando en realidad, Diana las había estado diciendo durante meses. "Ahora puedo chupar tu clítoris? Por favor?” XWPColección: Página y Facebook

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Diana puso su bolso en el brazo del sofá cercano y se levantó la falda para revelar que las pantimedias que Jude había estado admirando cubrían de otro modo una vagina desnuda. Habiendo adivinado que Jude estaría de humor para terminar lo que habían comenzado, había dejado de usar bragas por completo. Burlándose dijo, "Parece que estás disfrutando esto demasiado para que me las quite." "No tienes que hacerlo." Jude se humedeció los labios, luego presionó su boca abierta contra la entrepierna cubierta de nailon de Diana. Pasó la lengua por la longitud de sus labios vaginales protegidos, presionando con la suficiente firmeza para que Diana registrara una agradable punzada de su clítoris oculto. Concluyendo que Jude no tenía nada más que decir, Diana agarró la parte de atrás de su cabeza con una mano, atrayéndola. Ella empujó su otra mano por la parte delantera de su pantimedias para extender sus labios vaginales y exponer su clítoris hinchado a la lengua buscadora de Jude. "Lame." Claramente haciendo su mejor esfuerzo, Jude gimió y lamió a Diana con un deseo que bordeaba la desesperación. "Por favor ... señora ..." Estiró su boca más amplia, envolviendo los labios vaginales empapados de Diana. Después de un momento, Jude la soltó con un gemido. "No puedo poner mis labios alrededor de tu clítoris." "Pobrecita." Diana aflojó su agarre en el cabello de Jude y sacó la mano de sus pantimedias para buscar en su bolso. "Tengo justo lo necesario." Rebuscó brevemente, luego sacó una navaja de bolsillo doblada y extendió la hoja. Jude observó, absorta, mientras Diana le ofrecía el filo. “Haz un agujero en mis medias lo suficientemente ancho para tu boca. Con cuidado." Asintiendo, Jude tomó la navaja y levantó sus ojos solemnes al rostro de Diana. "No te haré daño." Diana envolvió un mechón del cabello de su novia alrededor de su dedo, jalando cariñosamente. "Lo sé." "Gracias por la confianza." Jude apartó la hoja de sus cuerpos y, después de hacer un gesto con la cabeza para que Diana levantara su falda, se inclinó hacia delante para plantar un beso reverencial entre sus piernas. "Y tu permiso." Diana se aferró con más fuerza a su falda mientras Jude usaba dos puntas de los dedos para agarrar el nailon directamente sobre su clítoris y alejarlo de su piel. Llevando la punta de la hoja al material delgado, Jude hizo un corte deliberado con un movimiento XWPColección: Página y Facebook

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cauteloso de su muñeca. Diana observó cómo se desarrollaba el proceso en silencio, maravillándose de cómo siempre se sentía segura con Jude – incluso en momentos de gran vulnerabilidad. "Por supuesto que confío en ti," murmuró, acariciando la mejilla de Jude con una mano firme. "Eres mi buena chica, dulce." Una alegre sonrisa apareció en la bonita cara de Jude, evidencia de lo mucho que significaban los elogios. "Y tú ... eres mi reina." Jude ensanchó el agujero en las medias de Diana con otro corte meticuloso. Luego soltó el material, permitiendo que el nailon se ajustara alrededor de la vagina de Diana mientras doblaba y guardaba la navaja. "Mi valiente reina guerrera." El aire fresco hizo estremecer la piel expuesta de Diana, haciendo imposible ignorar la apertura bien colocada que Jude había creado para sus codiciosos labios y lengua. Bajando la mano entre sus muslos, Diana jugó con el clítoris abultado que Jude parecía desesperada por probar. Cuando Diana gimió, gutural y satisfecha, Jude se lamió los labios y suspiró con anhelo. Indirecta tomada, Diana sacó su dedo índice de la parte superior de la protuberancia resbaladiza y lo apoyó en el labio inferior de Jude. Después de una breve mirada hacia abajo, Diana invadió la boca de Jude para un baño de lengua profundo. "¿Estás preparada para servir a tu reina?" "Sí, su alteza," Jude respondió, lanzándose a la improvisada representación con entusiasmo. "En cualquier forma que necesite. Mi cuerpo está bajo tus órdenes.” Diana se estremeció, emocionada de escuchar tal proclamación de los sinceros labios rosados de Jude. "Es por eso que eres mi dama de compañía favorita." Jude se rió entre dientes, un lapso momentáneo que corrigió inmediatamente inclinando su cara hacia el suelo. "Te tengo en gran estima también, mi reina." Una sonrisa se extendió por el rostro de Diana ante la respuesta adecuada, totalmente en el personaje. "Después de que hayas terminado de complacerme, planeo doblarte sobre el brazo del sofá, comerte la vagina suave y deliciosa, luego meter algunos dedos en uno o ambos agujeros y follarte hasta que no puedas más. ¿Te gustaría eso?" "Me encantaría." "Bien. A mí también.” Diana se giró, luego caminó hacia atrás hasta que la parte de atrás de sus muslos chocó contra el brazo de su nuevo sofá. "Mientras tanto ..." Se XWPColección: Página y Facebook

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sentó en el brazo, evitando a sus rodillas envejecidas la tensión de mantenerse erguida mientras estaba esclavizada a la lengua de otro mundo de Jude. Haciendo señas a su dama para que se acercara más, Diana colocó sus manos a ambos lados de la abertura que enmarcaba su vagina y extendió sus labios vaginales para mostrar el clítoris abultado en su interior. "Sabes qué hacer." Jude avanzó sobre sus manos y rodillas, con los ojos fijos en su objetivo. "Sí, mi reina." Le dirigió a Diana una sonrisa maliciosa y bajó la boca entre sus piernas. "Como me enseñaste." Apoyándose contra el sofá, Diana miró hacia el techo cuando los labios de Jude rodearon su clítoris y su lengua lavó la cabeza palpitante en un punto rígido. Sus piernas se tambalearon, validando instantáneamente su decisión de usar el sofá como apoyo. "Eso está bien," Diana murmuró, un gran eufemismo. "Me gusta mucho eso." Jude asintió y murmuró, palabras incoherentes cuya vibración desató nuevos jugos para empapar sus mejillas y barbilla. Cuando Diana se estremeció, luego siseó una exultante maldición, Jude frunció los labios y chupó. "¡Ah!" Diana gritó, rápidamente superada por las ondas del placer culminante. "Joder, tú ..." Jadeó por aire. "Chica mala." Sonriendo, Jude movió su lengua contra Diana a través de orgasmos múltiples y uno al borde del colapso. Finalmente, justo cuando Diana comenzó a preguntarse cuánto más podría soportar, Jude terminó la deliciosa tortura. Sentada sobre sus talones, le sonrió a Diana, con las mejillas húmedas y llena de orgullo. "Pensé que habías dicho que era buena." Diana aplastó su mano contra su pecho para seguir los latidos de su corazón mientras bajaba lentamente de la tremenda altura del nivel experto del cunnilingus de Jude. "Eso fue antes de que decidieras acabar conmigo en menos de dos minutos." Regañó a Jude con una leve expresión de reproche. "Sabes que prefiero saborear tus atenciones." Jude se encogió de hombros con pesar. "Sé que lo haces, mi amor. Pero – y no me atrevo a mencionar esto, dado lo jodidamente atractiva que eres y lo mucho que quiero seguir sirviéndote – se supone que debemos reunirnos con Kat y Ava para cenar esta noche. En unos cuarenta y cinco minutos, de hecho.” Se las arregló para sonar más pesarosa de lo que parecía. "¿Te acuerdas?" Diana no lo había hecho, pero los detalles comenzaron a surgir en su cerebro adicto al sexo. "Correcto, porque finalmente han vuelto de su luna de miel." Su decepción por XWPColección: Página y Facebook

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tener que acortar su encuentro se enfrentó con la emoción de ver a sus mejores amigas después de dos semanas sin ningún contacto significativo. "Y las extrañamos." "Exactamente." Jude extendió sus manos, y Diana la agarró, ayudándola a ponerse de pie con un poderoso tirón que la hizo caer en los brazos que esperaban de Diana. Besó la nariz de Diana, luego sus labios. "Lamento que echamos a perder tus pantimedias por un rapidito." "Vale la pena totalmente, te lo aseguro." Cuando Jude se deslizó de su abrazo para dirigirse hacia su dormitorio, Diana agarró su brazo para evitar su escape. "¿A dónde vas, jovencita?" "Oh." Jude se relajó. "Supuse que nos íbamos a arreglar para irnos." "No lo creo." Atrayendo a Jude contra su pecho, Diana giró sus cuerpos para poner a Jude entre ella y el sofá. Luego giró a Jude, guiándola para que se recostara sobre el brazo de modo que su parte inferior desnuda fuera fácilmente accesible. "Te dije lo que pasaría una vez que terminaras de darme placer, y no soy nada sino una mujer de palabra." "¿Crees que tenemos tiempo?" "No eres la única que sabe cómo hacer venirse a su novia en menos de dos minutos." "Cierto." Jude meneó su trasero de manera atractiva. "Supongo que será mejor que te pongas a trabajar, entonces." Complacida por la asertividad de Jude, Diana se arrodilló y rozó su lengua sobre la abertura en la que anhelaba deslizar los dedos adentro. Ella gimió ante el sabor que amaba más que cualquier otro, luego agarró un puñado del culo de Jude y lo apretó. Poniendo su pulgar sobre la abertura arrugada entre las nalgas de Jude, Diana se detuvo el tiempo suficiente para susurrar otro ‘Te amo’ – para asegurarse de que Jude realmente lo sabía, antes de mostrarle exactamente cuánto. Tardó un minuto, cuarenta y dos segundos exactamente. ****** Jude admiraba Diana a través de la mesa, asombrada de lo difícil que todavía era apartar los ojos del abierto, relajado, inequícovamente feliz rostro de la mujer que amaba. Después de un año de monogamia comprometida y cerca de tres semanas de convivencia oficial, había esperado que el brillo comenzara a desaparecer. Sin XWPColección: Página y Facebook

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embargo, nunca se había sentido más dedicada, más apasionada, más entusiasmada a pasar sus días junto a alguien. El enamoramiento que había desarrollado durante su sustitución por Ava era una sombra pálida de cómo se sentía después de pasar casi todos los días juntas en los últimos doce meses. Cuanto más tiempo pasaba con Diana, más razones encontraba para amarla. Bajo el exterior inicialmente brusco de su novia se escondía un espíritu compasivo, juguetón y generoso que se preocupaba genuinamente por sus clientes y las pocas afortunadas almas cuya amistad eligió aceptar. Como una pareja romántica, Diana la trataba como a una igual en sus vidas diarias, pero nunca dudó en satisfacer las fantasías sexuales más depravadas de Jude, sin prejuicios ni dudas. Ella siempre supo qué decir para reforzar la autoestima creativa de Jude y ahuyentar las dudas que ocasionalmente amenazaban su ambición. En un nivel más superficial, a Diana le gustaba mucho la misma música, la televisión y la literatura que a ella. Ellas encajaron. En cuanto a las tetas perfectas de su amada, bueno, Jude las consideraba una ventaja. Un bono llamativo, perfectamente proporcionadas, exhibidas expertamente. "Parece que hemos perdido a Jude." Katrina comunicó su desaprobación con un suspiro de gran sufrimiento. “En algún lugar del escote de Diana, creo." Afortunadamente, Ava sonaba más divertida que molesta por la falta de atención de Jude al animado relato de la feliz pareja de su último día en Praga. "No puedo decir que la culpo. Ignorar esa vista no es cualquier cosa." Ruborizándose, Jude defendió su propio honor inexistente. "Solo estaba tomando un momento para apreciar la sonrisa de mi novia, muchas gracias." Agachó la cabeza y luego le dirigió a Diana una sonrisa tímida. "Sobre todo." "Adelante y admira la parte de mí que quieras, cariño." Diana sonrió y levantó la botella de cerveza de su mano hacia sus suculentos labios. "Hace que esta anciana se sienta muy especial, al tenerte mirándome así." "¿Como si tuviera ojos?" Jude tomó su tenedor para darle un mordisco a la ensalada que había ignorado en gran parte. "¿Y un pulso?" "Más como si quisieras meterte dentro de su vagina y vivir allí para siempre," Katrina resopló. Ella le sacó la lengua en respuesta al ceño amenazador de Jude. "Créeme, yo soy la que tiene que ver tu cara mientras lo haces." XWPColección: Página y Facebook

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Riendo, Ava agarró la mano de Katrina y le dio un cariñoso beso en los dedos. "Mi esposa tiene una forma única de expresar las cosas, ¿no es así?" Apretó los nudillos de Katrina contra su mejilla, mirándola como si fueran las únicas en la habitación. "Uno de sus muchos talentos prodigiosos." La sonrisa más tonta se extendió por la cara atontada y enamorada de Katrina, tanto calentando el corazón de Jude como inspirándola a convertir en un arma la descarada hipocresía en exhibición. "Parece que no soy la única susceptible a la distracción por una mujer mayor sexy." “Deja de molestar,” Katrina contestó en tono jovial. “Somos recién casadas que pasamos dos semanas follando en Europa. El viaje ocasional por el camino de la memoria es inevitable. Si tú y Diana alguna vez deciden casarse, les daré un poco de holgura en la tapadera de mirar las tetas como, por un mes. Dos, máximo. Después de eso, no hago promesas." Con los ojos llenos de alegría, agregó, "Considéralo que es parte de tu regalo de boda." Cada músculo del cuerpo de Jude se puso rígido ante la audacia de las burlas de Katrina. Sabía que Diana la amaba y, oh Dios, ella alguna vez amaría a Diana, pero nunca habían hablado de hacer que las cosas fueran legales. Jude se negó a tocar el tema con un palo del tamaño de un campo de fútbol, y Diana nunca lo había mencionado tampoco. Ni siquiera cuando Ava le propuso matrimonio a Katrina, lo que provocó que sus teléfonos celulares explotaran con mensajes de texto emocionados mientras perfeccionaban su técnica del sesenta y nueve para un futuro taller. Tampoco en la íntima ceremonia de boda de sus mejores amigas en el parque Redwood, donde ambas derramaron lágrimas alegres de que las mujeres que amaban estaban tan enamoradas la una de la otra. Fue el silencio evidente de Diana sobre el tema del matrimonio lo que hizo que las descuidadas burlas de Katrina fueran tan aterradoras. Mientras confiaba en que Diana esperaba seguir con ella a largo plazo, Jude todavía no estaba completamente segura de cómo reaccionaría el amor de su vida si la acorralaba o la presionaba por más de lo que quería dar. Perpleja, Jude solo pudo decir, "Katrina.” "Permítanme disculparme en nombre de mi cónyuge legalmente casada," Ava dijo. Puso su mano en la muñeca de Jude para dar una caricia de apoyo. "Culparemos al jet lag por esto." Katrina miró a Jude, luego a Ava, luego a Jude una vez más – esta vez con pesar. "Ella tiene razón. He tenido dificultades para ajustarme. Saltar tantas zonas horarias fue más XWPColección: Página y Facebook

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difícil de lo que pensé.” Frunció el ceño y miró a la cara inescrutable de Diana. "No me hagas caso, por favor. Me pongo de mal humor cuando estoy fuera de mi horario habitual." Diana resopló y le dio un codazo a Ava. "¿Ves lo que pasa cuando asaltas la cuna?" Ella le guiñó un ojo a Katrina, con los ojos brillantes. "Uh-huh." Ava le dio al brazo de Jude una amable palmadita, luego le respondió a Diana, "Al menos la mía nació antes de los años noventa." Jude se encogió. ¿Debe Ava señalar cuánto más joven era que todas las demás? “Chico, seguro que es maravilloso tenerlas a casa. Entonces, cuándo es el próximo viaje? Pronto espero." Debajo de la mesa, Diana subió su pie por la parte trasera de la pantorrilla de Jude. Cuando Jude se reunió a regañadientes con su mirada, Diana la saludó con una suave sonrisa. "No te preocupes, cariño. No estoy enloqueciendo, y todavía estoy cien por ciento dedicada a ti y a esta relación. Todo está bien." Avergonzada de que Diana no solo reconociera su verdadero pánico sino que también lo abordara frente al grupo, Jude asintió y miró su ensalada. Katrina apoyó una mano tímida en su espalda, frotando patrones suaves a lo largo de la columna vertebral de Jude. "Oye," murmuró en voz baja. "Realmente lamento lo que dije. No estaba tratando de molestarte. Simplemente estaba ... siendo una imbécil, básicamente." "Otro de los prodigiosos talentos de mi ruborizada novia," Ava dijo con sosiego, provocando risas alrededor de la mesa – incluso Jude. "Por supuesto, uno que muy rara vez demuestra. El noventa y nueve por ciento de las veces, Kat es un ser humano brillante, angelical, santa." "Ella tiene que serlo, para aguantarte." Entregando la burla en un tono tranquilo, Diana trazó la punta de su zapato de tacón alto sobre la parte interior de la rodilla de Jude, luego maniobró entre sus muslos para seguir la costura que la llevaba a la entrepierna. "Buena salvada, por cierto. Después de esas cosas de 'brillante' y 'angelical', no hay manera de que Kat recuerde cómo empezaste llamándola una tonta prodigiosa." "Ves. Ese es mi talento.” Ava sonrió. "Sacando mi encantador trasero a la proverbial casa del perro." Le lanzó a Jude una cálida sonrisa, luego tomó el brazo de Diana. “¿Crees que podría convencerte de que me acompañes al baño? Me encantaría vaciar mi vejiga antes de que lleguen nuestros platos principales, y las chicas probablemente apreciarían la oportunidad de arreglar las cosas en privado." XWPColección: Página y Facebook

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"Por supuesto." Diana arrojó su servilleta sobre la mesa, luego titubeó, buscando la cara de Jude. "Si Jude solo recordará lo mucho que la adoro y lo desesperada que estoy por estar con ella, todo el tiempo que estamos fuera." La sinceridad de Diana trajo lágrimas a los ojos de Jude. "Lo haré." "Entonces está bien." Diana se puso de pie y le ofreció su brazo a Ava, ayudándola a ponerse de pie. "Volveremos en breve. Hasta entonces, sean amables." "Sí, señora," Katrina dijo, en un murmullo legítimamente arrepentido. "Ya me siento bastante idiota como es." "No eres una idiota." Diana le concedió a Katrina una sonrisa amistosa. "Seamos realistas. No es como si nunca hubiera considerado la posibilidad de convertir a Jude en una mujer honesta un día.” Cambiando su enfoque hacia la cara boquiabierta de Jude, Diana se sonrojó y luego levantó el hombro con bastante despreocupación. "En lo que a mí respecta, bueno ... nunca digas jamás. ¿Cierto?" Jude no tenía ni idea de cómo todavía podía estar respirando. ¿Cómo, cuando Diana acababa de insinuar que podría querer un vínculo que durara el resto de sus vidas, era Jude consciente? Afectada en silencio, asintió sin hablar – y siguió asintiendo hasta que Ava golpeó su bastón en el suelo para recordarle a Diana su misión. Diana le dio un beso a Jude y dijo, "Como puedes ver, la 'paciencia' nunca ha estado entre las muchas cualidades de Ava." Enroscó el brazo alrededor del de Ava y se dejó alejar de la mesa. “¡Cuiden nuestros asientos!” "Guau," Katrina murmuró una vez que sus parejas estaban fuera del alcance del oído. "Nunca había visto a Diana tan fuerte en la vida antes. ¿Qué le hiciste?" "¿Qué no le he hecho?" Jude esbozó una sonrisa, incapaz de permanecer enojada a la luz de la futura charla sin precedentes de Diana. "Esa es la verdadera pregunta." Katrina resopló. "¿Entonces el sexo sigue siendo adecuado?" Jude se rió con ganas ante el eufemismo. "Nuestro sexo es irreal – y de alguna manera solo mejora a medida que pasa el tiempo." "De verdad?" Iluminándose, Katrina se inclinó más cerca y susurró, "En nuestra última noche en Venecia, ¡Ava me dio siete orgasmos! ¡Todo en una sola noche! No estoy XWPColección: Página y Facebook

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segura de haber alcanzado siete orgasmos en una sola semana antes de Ava.” Ella negó con la cabeza, aparentemente con incredulidad. “Hasta ahora, el sexo conyugal ha sido incluso más asombroso que el sexo comprometido. Recuerdo que pensé cuando empezamos a hacer tonterías, que esta química asombrosa no puede durar. Sobre todo porque moriríamos si lo hiciera. Y sin embargo ... lo que estábamos haciendo en ese momento no era nada comparado con lo que estamos haciendo ahora. Toda esa práctica está dando sus frutos." Con ganas de escuchar la exuberancia de Katrina sobre un tema que su prima no siempre se había sentido cómoda discutiendo, Jude la invitó a bombear los puños antes de abrazarla con un solo brazo. "De nada." “¿Por presentarme a mi alma gemela a través de tu trabajo a tiempo parcial?” Katrina abrazó a Jude con más fuerza. "Sí ... gracias.” "Realmente fue un placer." Jude soltó a Katrina para que tomara otro sorbo de vino. "Sabes, si no las hubiéramos tenido las dos como modelos a seguir – " "¿Quieres decir catalizadores?" "Ambos." Jude levantó su copa para un brindis improvisado. "Si no fuera por tu decisión de toquetear a una cliente herida e indefensa en un intento éticamente cuestionable de aliviar su vergüenza sobre su especie de voyeurismo accidental, quién sabe dónde estaríamos hoy Diana y yo? Muy posiblemente en ninguna parte." "En cambio, estás prácticamente comprometida." Katrina tintineó sus copas. "Gracias a mí y a mis dedos éticamente cuestionables." Extendió sus dedos índice y medio, luego usó las puntas para pintar círculos lascivos en el aire. "De nada." "Supongo que eso significa que estamos parejas." Jude pinchó una rebanada de manzana de la ensalada y se la metió en la boca. "O por siempre en deuda la una con la otra." "De cualquier manera." Katrina dejó su copa vacía y le dio a Jude una sonrisa esperanzada. "¿Así que ya no estás enojada conmigo? Porque estoy dispuesta a arrastrarme si lo estás.” Jude negó con la cabeza. "No estoy enojada." Comió otro bocado de ensalada, revitalizada por la reacción positiva de Diana ante la boca gigantesca de Katrina. "Ella dijo, 'Nunca digas jamás'. Tú también oíste eso, ¿verdad?”

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"Lo hice." Katrina cruzó los brazos sobre su pecho y se recostó en su silla. “¿Recuerdas lo preocupada que estabas por mudarse juntas? Seguro que me parece que yo tenía razón. Diana no odia vivir contigo, después de todo.” "Sí, sí, tenías razón." Jude puso los ojos en blanco y se metió más espinacas en la boca. "Yo no me acostumbraría a ello." "Ya estoy acostumbrada." Katrina lanzó sus brazos alrededor de Jude para otro abrazo entusiasta. "En ese sentido, puedo ofrecer otro consejo?" Jude apoyó la barbilla en el hombro de Katrina, suspirando. "Si debes." “Ten más fe en Diana. Se decidió por ti hace mucho tiempo.” Katrina pellizcó la cadera de Jude y luego la besó en el pelo. "Estaría anonadada si ella alguna vez te dejara ir. Ava también lo estaría.” "Ava también lo estaría, por qué?" Katrina se retiró de su abrazo para arquear una ceja significativa ante el regreso de su esposa. "Nada." Diana jaló su silla lejos de la mesa, luego se detuvo. "Oye, Kat? ¿Te importaría si intercambiamos asientos por un rato? Estoy sintiendo la necesidad de estar cerca de mi chica favorita en este momento." Katrina se puso de pie de un salto, tropezando en su impaciencia por obedecer. "¡Sí! Fabulosa idea.” Ava saludó la llegada de su esposa en el lado opuesto de la mesa con un prolongado beso. "Te extrañé," ronroneó, el sexo goteando de sus palabras. "¿Me extrañaste?" "Siempre." Con las mejillas rosadas, Katrina vio a Diana hundirse en la silla que había abandonado con su cuerpo en ángulo hacia Jude. "Así que, basta de nosotros. ¿Cómo están las cosas con ustedes ahora que se comparte una dirección?” Acercándose más a Diana, se tapó la boca para susurrar conspirativamente, “¿Te has acostumbrado a la forma en que los calcetines de Jude nunca llegan al cesto? Porque seguro que yo no lo hice." Diana se rió entre dientes, extendiendo la mano para tomar la mano de Jude de su regazo y entrelazar cuidadosamente sus dedos.

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Moviendo sus manos unidas para descansar en la coyuntura de sus propios muslos, respondió en un tono sugestivo. “Sin entrar en demasiados detalles, permítanme asegurarles que Jude posee su propia lista de talentos prodigiosos, incluso milagrosos. Habilidades como esas más que compensan con creces unos cuantos calcetines dispersos y el extraño rollo de papel higiénico orientado hacia atrás." Katrina soltó una carcajada. "¡Está bien! Jude afirma que no puede recordar la forma correcta de ponerlo en el soporte." “Sí, porque 'por qué a alguien le importa algo tan trivial? Con todos los problemas en este mundo, quién tiene tiempo para preocuparse por la correcta instalación del papel higiénico?’." Diana pasó el pulgar por el interior de la muñeca de Jude. "Pero ella es super linda." "Como un botón," Ava pronunció, quitándose una gorra imaginaria en dirección de Jude. "En serio, sin embargo, no puedo enojarme demasiado por ninguna de las peculiaridades de Jude después del infierno con el que pasé con mi ex." Diana se llevó las manos entrelazadas a los labios y besó los nudillos de Jude con ternura. "Si esa relación fue una pesadilla, estar con Jude es un sueño hecho realidad." "Awww." Ava y Katrina murmuraron en conjunto, a lo que Ava agregó, "Jodida cursileria." Katrina amonestó a su esposa con un manazo literal en la muñeca. "Hipócrita. ¿Les leo a nuestras amigas el poema de amor que escribiste para mí durante el vuelo a casa?” La cara de Ava se volvió extrañamente roja. "Eso no será necesario." "Poema de amor, ¿eh?" Diana lució una sonrisa malvada. "No me digas." Ganando confianza del firme agarre de Diana en su mano, Jude soltó su propia ocurrencia. "Me imagino que se necesita un verdadero artista para componer un poema romántico." "Qué risa," Ava gruñó. "¿Qué dices si volvemos a meternos con Jude ahora? Eso fue divertido."

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Su agobiada camarera llegó con sus platos principales por fin, evitando a la próxima víctima de las amistosas burlas del grupo. Todas dejaron de hablar mientras se repartían sus comidas, pero cuando Katrina se volvió hacia Ava y le susurró algo al oído – haciéndola sonreír, luego echándose a reír – Diana se acercó más a ella hasta que su silla tocó la de Jude y sus caras estaban a centímetros de distancia. "Hola," Diana susurró, luego pinchó a Jude en la nariz. “Ava dijo que necesitaba asegurarme que supieras que quiero que nuestra relación sea la última que tengo. También, que estoy planeando amarte por el resto de mi vida. A ti y nadie más.” Ella soltó un suspiro tembloroso, luego se enderezó para mirar a Jude con una sonrisa audaz y amorosa. “Lo sabes ... verdad?” Quizás por primera vez desde que se enamoró de la terapeuta sexual de al lado, Jude dejó que todo su cuerpo se relajara, y respiró libremente. Sabiendo que sus sentimientos estaban lejos de ser no correspondidos, Jude encontró su respuesta en el fondo de su corazón. "Lo sé."

FIN

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