MEDITACIÓN PARA LOS REGISTROS THAMTHIORGAH, en lengua Sayónica, es aquel sitio al que todos llaman Registros Ak
Views 50 Downloads 0 File size 164KB
MEDITACIÓN PARA LOS REGISTROS THAMTHIORGAH, en lengua Sayónica, es aquel sitio al que todos llaman Registros Akáshicos Centrales, los Campos de Información, a lo que yo llamo: La Médula Espinal de Dios. ¡…Los invito a hacer un recorrido por su propio Thamthiorgah…! Apagamos todas las luces y cerramos las ventanas hasta que todo esté plenamente oscuro. Nos ubicamos lo más cómodo para cada uno, sillas o en el suelo o acostados. Cerramos los ojos. Respiramos profundo con el abdomen, una vez… dos veces… tres veces… Imaginamos sobre nosotros todo un cielo estrellado que brilla infinito… y a nuestro alrededor, un extenso horizonte. Imaginen que van caminando por ese horizonte, mirando el cielo, hasta que en un punto, se detienen, y miran hacia arriba, hacia todas las estrellas, y sientan cómo las mismas los envuelven. Respiren profundo… y sientan cómo por sus pies sube una corriente de energía suave y blanca que la Tierra nos regala desde su núcleo, ésta sube a través de las pantorrillas, bañando los músculos y los huesos, fluyendo hacia arriba como la sabia de las plantas, por los muslos… las caderas… el abdomen… el pecho… la espalda… los hombros… los brazos y las manos… el cuello y la cabeza. Permítanse fluir con esa energía que sale por sus coronas envolviendo sus cuerpos por fuera, volviendo a la tierra y volviendo a subir por nuestro interior. Visualícense en una esfera cada vez más grande de luz que los rodea, una burbuja dentro de la cual flotan. Sientan cómo se desprenden suavemente, despacito, del suelo, y comienzan a elevarse hacia el cielo estrellado. Van ahora a dirigirse directo hacia las estrellas hasta estar rodeados de ellas, sientan la velocidad con la que se mueven por ese espacio, viajando dentro de esa esfera de luz. Escojan una de aquellas estrellas y acérquense hasta el momento en que posea el tamaño de un enorme sol… véanlo, rodéenlo, abrácenlo… Cuando lo sientan entre sus brazos expandidos, miren a su alrededor, visualizando las paredes de www.ghan.com.ar [email protected]
ese sol… Este sol, es vuestro Plexo, vuestro estómago, tomen conciencia del recorrido que van a hacer a través de su cuerpo. Sean conscientes de la respiración abdominal de su cuerpo, y vean cómo ese sol frente a ustedes, se expande y contrae de acuerdo a su respiración… Cuando sientan su luz alrededor de todo su cuerpo, miren hacia arriba, y verán una estrella de color verde… viajen hacia ella, sientan cómo flotan, y rodéenla. Éste es su corazón. Envuélvanse en su luz, y sientan cómo se expande y contrae. Sientan su corazón latir, sean conscientes de la sangre pasar por sus venas, por cada parte de su cuerpo, así como la luz pasa a través de esta estrella verde… Vean más arriba ahora, y verán una estrella de color azul, respiren profundo y viajen hacia él con la fuerza y la velocidad de un rayo, hasta verla como un enorme sol azul… permítanse exhalar con la garganta, todo el aire de sus pulmones, envolviéndose en esa esencia… Haber recorrido estos tres niveles solares, nos ha preparado la vibración, el aura y todo nuestro ser, para poder ingresar a los portales de los Grandes Akáshicos y ser lectores de nuestros propios Libros dentro de nuestra Propia Biblioteca. Miren sobre sus cabezas, y una vez envueltos en las esencias amarillas, verdes y azules, utilícenlas para lanzarse hacia arriba como un arcoíris hacia la estrella más grande que vean en lo profundo del cielo. Cuando estén frente esa luz, visualicen un enorme tempo de luz, magnífico, formado con dos gigantescas cúpulas, una al lado de la otra, irradiando luz dorada, y un portal blanco entre ellas dos. Caminen y atraviesen el Portal. Ingresen a este enorme templo, a esta enorme Biblioteca, y delante suyo habrá un extenso y gigantesco pasillo, que está repleto de estanterías perfectamente acomodadas a cada lado, formando un enorme laberinto de estanterías de madera y luz, en las cuales se acomodan millones de libros perfectamente etiquetados. Leviten o caminen, como más cómodo les sea, hacia el centro, donde está aquel Sol de enormes magnitudes, de color blanco y violeta, que irradia hacia todo el templo. Acérquense hasta él, y verán a sus pies una oficina, en la cual encontrarán sentado a un enorme ser de luz, su propio Bibliotecario. Piensen en ese momento qué es lo que les interesa saber sobre ustedes mismos, sobre su historia, sobre su persona, sobre su alma, sobre sus miedos, sus necesidades, sus proyectos, todo aquello que deseen saber, y pregúntenle a él dónde encontrar el libro con la respuesta correcta. Sepan que hay preguntas existenciales que no encontrarán en esta biblioteca, pero que sí pueden descubrir cosas magníficas sobre sus habilidades e historia personal. Den la espalda al bibliotecario cuando éste les haya indicado, si es que se los permite leer, y tomando una profunda respiración, se van a dirigir en búsqueda de ese libro. Recuerden que aquí se pueden mover como la luz, y por lo tanto, con sólo pensar en el libro que desean ver, llegarán inmediatamente.
www.ghan.com.ar [email protected]
A la derecha, está todo lo relacionado a la historia álmica, a las habilidades y miedos, entre tantas cosas, y a la izquierda, todo lo relacionado con la historia actual y con problemáticas de la vida común, como las direcciones a tomar, o solución a problemas. Y sobre el bibliotecario, están las estanterías sobre los registros generales, sociales, de Luz, y de Divinidad. Cuando tengan su libro entre sus manos, recuerden que pueden leerlo mediante imágenes, letras o sonidos. Permítanse sentir cuanto llegue a sus ojos, no se preocupen si no vienen nada, busquen en otro libro en tal caso, cualquier imagen, sensación, figuras, sonidos y demás que perciban, pueden ser hilvanados para crear la idea de un registro. Déjense llevar por los libros, o cuestionen al bibliotecario. Recuerden: preguntas concretas! Permítanse descubrirse y fluir, disfruten del viaje a través de sus registros… respiren profundo, y busquen… encuentren… descubran… Recuerden, allí no hay tiempo ni lugar... Tómense todo el tiempo que necesiten… (pasados entre 10 y 20 minutos…) Vuelvan ahora hacia el escritorio del bibliotecario. Cuando hayan llegado, verán dos carpetas sobre la mesa. En una de ellas, van a anotar todas las respuestas que obtuvieron a las preguntas iniciales, y en la otra van a anotar las preguntas que no pudieron ser respondidas para que estén presentes en su vida diaria. Agradecen al Bibliotecario, hónrenlo. Luego tomarán camino hacia aquel enorme pasillo central hacia la entrada principal. Cuando se vean allí, visualicen a sus guías, y agradezcan su presencia, hónrenlos. Miren hacia abajo, hacia la enorme inmensidad bajo sus pies, un cielo y suelo lleno de estrellas… tomen una respiración bien profunda, y láncense al precipicio. Sientan cómo caen precipitadamente hacia las estrellas, como si hubiesen saltado desde un avión. Vean cómo todo a su alrededor pasa rápidamente, vean al gran sol azul pasar a gran velocidad a su lado. De la misma manera, vean cómo se acercan velozmente al sol Rosa y al Verde… rodéenlos y sigan bajando. Disfruten del viaje, de la velocidad, siéntanse parte del viento. Atraviesen ahora el sol amarillo tomando toda su esencia, sientan su fuego. Observen cómo va quedando atrás, y ahora, van a ir aminorando la velocidad, cayendo poco a poco a la Tierra. Vuelen por sobre los océanos, toquen el agua con sus manos y sus pies. www.ghan.com.ar [email protected]
Divisen la costa, y cuando lleguen a ella, pongan sus pies lentamente sobre la arena, disfrutando de su tacto, sientan la arena rozando sus pies e ingresando entre sus dedos. Permitan que las olas los hundan en la arena, sintiendo sus pies, tobillos y pantorrillas cada vez más profundas en la arena, y sean conscientes de que están aquí y ahora. Disfruten la sensación por un momento. Tómense su tiempo, recuéstense en la arena, desperécense, dejen que su cuerpo se mueva de acuerdo a lo que él necesita, que él los guíe. Bostecen, acurrúquense, estírense… y cuando lo sientan, muevan sus manos y pies, abriendo lentamente los ojos. Bienvenidos al Aquí y Ahora!
www.ghan.com.ar [email protected]