Marins Jose Iglesia Local Comunidad de Base

P. José Marins IGLESIA LOCAL: COMUNIDAD DE BASE 3» Edición, Editorial BONUM Maipú 859 Buenos Aires 1969 1972 PRESEN

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P. José Marins

IGLESIA LOCAL: COMUNIDAD DE BASE 3» Edición,

Editorial BONUM Maipú 859 Buenos Aires 1969

1972

PRESENTACIÓN

Título del original: IGREJA LOCAL: COMUNIDADE DE BASE Traducción: Dr. Domingo

C. Quarracino

Diseño de la tapa: Elsa Mitsuko Inouye © Copyright by Editorial BONUM - 1969 Maipú 859 - Buenos Aires - Argentina

La Iglesia, hecha para los hombres, ha de encontrar siempre, en la historia humana de todas las épocas, los caminos que llevan a Dios. No es depositaría inerte de una verdad intemporal formulada para siempre, que deberá ser impuesta a las inteligencias y a las vidas de los hombres, con exclusión de todo cuanto puedan descubrir o sentir en contacto con la realidad de las cosas, reveladoras de Dios. Sus estructuras son auxilio válido para su misión; incluyen algo de carismá.tico. El misterio de la Encarnación que continuamos hasta el fin del mundo pide aquí y allá una revisión de lo que se hace, para que la vida día a día crezca y se difunda. Expresiones adecuadas de una época, pueden ser en el periodo siguiente un peso estructural que retarda el paso. Fiel a su objetivo y a su vida, la Iglesia va buscando expresiones más válidas, más exactas. (Así la parroquia ha sido durante mucho tiempo una feliz expresión de Iglesia, comunidad local, que celebra y vive la eucaristía, la fe y la caridad.) Se pregunta hoy si las circunstancias en que estamos viviendo no piden una nueva formulación de la comunidad local. Tal vez debamos partir de la parroquia para una opción pastoral decisiva: La Comunidad Eclesial de Base, expresión verdadera, aquí y ahora, de la Iglesia comunidad local. Para intentar responder a este interrogante, elaboramos el presente volumen. Rio de Janeiro, 15 de agosto de 1968. P. TOSE

MARINS

Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 Con las debidas licencias

5

1.

VISION TEOLÓGICA Y BÍBLICA (*) 1.1.

El misterio de Comunión

1.1.1. Con el Padre (2) El cristianismo se resume en tres palabras: Padre, Hijo y Espíritu. Lumen Gentium, 1 a 4. Que Dios es uno sólo, lo han dicho todas las religiones monoteístas (3). Pero nosotros conocemos su nombre: Éxodo, 3, 13-14. Sabemos que El es. Sabemos que está infinitamente separado de nosotros (Moisés, Elias se cubren el rostro para hablarle - I Reyes, 19, 13), al mismo tiempo está íntimamente presente en nosotros, hasta lo tocamos con nuestras manos, en el sacramento eucarístico. Los apóstoles lo palparon con sus propias manos: I Jn. 1, 1. El está en el fragor de las tempestades: Ex. 19, 18 ss. Está también en el murmullo de la brisa: I. Reyes, 19, 12 ss. El es nuestra firmeza y nuestra roca: Gen. 49, 24. Salmo 17, 3 ss. y Salmo 143, 1. Dios es Santo y purifica: Is. 1,4 e Is. 57, 15. Se comunica: I Cor. 6,19-20, somos templos del Espíritu Santo. Dios habita en nosotros, como en su morada: J. 14, 23-26. Cuanto más lo conocemos, más queremos penetrar en El: Ex. 34, 5-6. Como Moisés queremos decirle que nos muestre su gloria: Ex. 33, 18. En El está todo: Coles. 1, 17-20. Todos los tesoros: Coles. 2,3; I Cor. 12, 5-11. Este Dios es rico en misericordia, nos amó, restituyéndose a la vida: Ef. 2, 4-6. Ahora nuestra vida está con Cristo, escondida en Dios: Coles. 3, 3. Dios se reveló por Jesús. Cristo nos manifiesta la Paternidad de Dios( 4 ). El es: ' — Padre misericordioso: Ls. 6, 35-36. (1) Ver nuestro libro La Comunidad Eclesial de base. Ed. Bonum. Bs. As. 1969. (2) Esta primera parte del trabajo ha servido para temas de ejercicios espirituales. (3) Los textos bíblicos no son presentados integralmente, sino apenas en sus tópicos fundamentales. „ (4) Ver nuestro libro: Diaconado y Comunidad Eclesial de base. Ed. Bonum. Bs. As. 1969.

7

— Es. 3, 1-12: Soy yo, oí el clamor del Pueblo, resolví liberarlo. Ve, Yo, te envío (v. 10). — Amos 7, 14-15: Yo n o soy profeta. . . sino pastor; fue Javé q u e me trajo y me dijo: Ve y profetiza. —Ez. 3, 16, 21 y 27: Ve a advertir a los míos. — J. 1, 14: El Verbo se hizo carne. — Me. 2, 14-15: Vocación de Leví. — Me. 3, 13-19: Vocación de los 12. — Le. 1, 26 ss.: Dios e n t r a e n la historia h u m a n a .

Padre nuestro: Le. 11, 2 ss. Cuida de nosotros, hasta de los lirios del campo v de las aves del cielo: Le. 12, 22-32. Por el Espíritu de su Hijo, lo llamamos P a d r e : Gal. 4, 6-7. Ese Espíritu da testimonio de q u e somos Hijos: R o m . 8, 14-17. l'.n Cristo vemos al P a d r e : J. \ 4 , 6-11. Si Dios es nuestro Padre, somos consecuentemente sus hijos. El mantiene con nosotros u n a relación análoga a la que m a n t i e n e eternamente con el Hijo. Extiende esa relación a todos los hombres, integrándolos en el Hijo Unigénito. Si • • •

somos hijos de tan formidable Padre: tenemos acceso a El: R o m . 5, 2. todo lo que le pedimos, nos concederá: fn. 16, 23. no falta tema para hablar con el Padre. Los paganos n o conversaban con su dios, apenas lo homenajeaban: Salmo 113, 10-16. • como hijos conocemos sus designios. • colaboramos activamente con el Padre. • somos herederos (de ahí el optimismo de la vida): Rom. 7-17. Vivimos en comunión con Dios: — Como ramas de u n mismo árbol: fn. 15, 1-11. — "para que ellos estén en Nosotros": J n . 17, 21. — " q u e sean u n o con Nosotros": J n . 17, 11. — ya n o somos de nosotros mismos: I Cor. 6, 19-20. — Formamos con Dios, un solo C u e r p o : I Cor. 12, 27. A)

Nuestro

Dios está siempre

Esta presencia

de Dios es

activa.

Dios entra en nuestra vida: — Gen. 12. 1-4: Sal, ve, te bendeciré. . . exaltaré tu nombre. 8

C)

Dios nos

elige.

— "Yo los elegí: J n . 15, 16. — Escogió a los Doce: Me. 3, 13; Le. 6. 12. — C o m o escoge a Pablo: Gal. 1. 11-16. — "El Señor me llamó desde antes de mi nacimiento; en el seno de mi madre, El p r o n u n c i ó mi n o m b r e " : Is. 49, 1. — "Yo te llamo por el nombre, eres m í o . . . " : Is. 43, 1-7. — " T e llamé por el n o m b r e . . . a u n q u e n o me c o n o c í a s . . . " : Is. 45, 4. a) La elección no depende 1, 12-17.

de nuestro

valor personal:

I Tim.

b) La elección es para cumplir una misión: — misión de Pablo: Colos. 1, 24-29. — es para servir: Jn. 13, 15-16. • — para d a r frutos: J n . 15, 16. — anunciar la palabra: Me. 3, 13. I Cor. 9, 16.

presente.

— Gen. 3, 8. En el paraíso a la hora de la brisa de la tarde. — Ex. 33, 11-17. Javé se entretiene con Moisés. . . conversa cara a cara como u n h o m b r e conversa con su amigo. — Gen. 12. Dios conversa con Abraham. — Jer. 1, 4-8. H a b l a n d o a Jeremías dice: Antes q u e fueses engendrado, estaba ya contigo. — Salmo 138: Conocimiento de Dios. — Salmo 120: n o duerme, n o reposa. — Promete: estaré con vosotros. Mt. 28, 20. — Me. 16, 7. Nos precederá en la Galilea. Donde lleguemos,, El se nos habrá anticipado. B)

Entonces Dios toma la iniciativa, nos invade; c u a n d o quiere, como quiere. R o m p e esquemas, despoja, desinstala, sacude nuestra seguridad h u m a n a . Para nuestro bien nos u n e a El. P a r a el bien de los otros nos coloca al servicio de todo el Cuerpo Místico.

D)

Dios es

misericordioso.

— Dios es nuestro Padre. • Os. 11, 14: nos tomaba en los brazos. . . • Jer. 31, 20: c u a n d o de El me acuerdo, se conmueven mis entrañas. • Is. 49, 14-16: ¿Puede u n a m a d r e olvidarse de su hijo? Y a u n q u e ella .se olvidara. Yo no. • Le. 6, 35-36: Dios es b u e n o aun ron los ingratos y los malvados. — Nos espera con ansiedad. • Le. 15, 11 ss.: el hijo pródigo. 9

• l,c. I!), 10: el que estaba perdido. — Dios nos libera del pecado. La gracia es mayor que el pecado. Rom. 3, 23-26: todos los que pecaren, gratuitamente son justificados. Rom. 5, 6-11: Cristo murió por nosotros los pecadores. Rom. 5, 20 ss.: la gracia, la justificación. Rom. 6, 22: liberados, para la vida eterna. Rom. 8, 14-19: Espíritu de adopción, Padre. Rom. 8, 31-39: Dios dio a- su Hijo y con El todas las cosas. — Dios nos perdona, nos reconstruye (santifica) . • .Mt. 9, 11-13: como con los pecadores... no vino para aquellos que tienen salud, sino para los dolientes. • Le. 5, 21-32: ¿quién puede perdonar los pecados sino Dios? — La conversión es iniciativa de Dios que nos llama: • Mt. 4, 17: comenzó a rogar: "convertios". • Me. 1, 15: "haced penitencia". — Hay quien no responde al llamado de conversión: • Le. 6, 24-26: los que están apagados... "hay de vosotros los ricos". • Le. 18, 9-14: quien es orgulloso y presuntuoso.-. . "dos hombres subieron al templo para rezar, uno. . ." • Mt. 25, 41: quien tiene el corazón duro para las necesidades del hermano. . . "tuve hambre. . . apartaos de Mí". • Mt. 13, 15: "se ha embotado el corazón de este pueblo". — Muchos responderán al llamado de conversión: • Le. 18, 13: reconocen su misericordia y se convencen de ella. • Mt. 18, 3: tiene aptitud de pobre. — En esa conversión dan alegría al Padre: • Le. 15, 7-10: habrá más alegría en. el cielo por un sólo pecador que se convierta. • Le. 19, 5-19: Zaqueo. — El que sale a la búsqueda de Dios, ya se está convirtiendo. • Mt. 9, 10-13: vinieron muchos publícanos y pecadores. — Además de perdonarnos, constituye un pueblo, concierta una alianza con nosotros: • Ex. 19, 4-8: Trae a su pueblo junto a sí, sobre alas de águila. • Ex. 24, 3-8: Es la sangre de la alianza que el Señor hace con vosotros. • Jer. 31, 31: días han de ver en que firmaré la nueva alianza con las casas de Israel y de Judá. • Ez. 34, 11 ss.: como el Pastor se inquieta por causa de su rebaño, así Yo me inquietaré. 10

• Ez. 36, 25-38: Seréis mi pueblo y seré vuestro Dios (v. 28) purificándoos... (v. 29). • Me. 14, 27: reunirá a los elegidos. • II Cor. 6, 16: somos el templo de Dios vivo, porque seré para vosotros un Padre y seréis para Mí hijos (Is. 52, 11 y Jer. 31, 9). • Rom. 5, 5-11: somos justificados por su sangre. • Ef. 2, 12 ss.: El quería hacer en Sí mismo de los dos pueblos una única humanidad nueva (v. 15). • Hebr. 9, 11-28: para que los elegidos reciban la herencia eterna que les fue prometida. 1.1.2. Por Jesucristo Cuando la gente ama, cuenta su vida, revela todo lo que es. Dios nos amó, se nos reveló, a través de una Palabra que dice todo, porque es igual a El. Es palabra que podemos entender, porque es igual a nosotros. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros: Jn. 1, 14. Cristo nos muestra lo que es ser Hijo de Dios, dentro de los propios actos humanos (Encarnación) ; os revela al Padre, mostrando su propia actitud para con El: • el Padre está presente continuamente en El: Jn. 14, 9-11 • muestra visiblemente lo que el Padre hace invisiblemente: Colos, 1, 15-18. • Nos enseña a hablar con El. — Le. 11, 2 ss.: Padre Nuestro. — Le. 11, 13: el amigo inoportuno, — Le. 1, 9-14: oración del publicano. • revela al Padre y al mismo tiempo es camino para El: Jn. 14, 6. Cuanto más nos identificamos con Cristo, más nos relacionamos filialmente con el Padre; Cristo es amado por el Padre y nos ama: Jn. 15, 9-11. En Cristo, recibimos todas las bendiciones del Padre: Ef. 1, 3-7-8; 1, 13-14. Todo sale de las manos del Padre y nos es dado por Cristo: I Cor. 3, 21-23. Todo está, salvado por Cristo: Rom. 8, 18-27. Porque el Padre todo lo puso en sus manos: Jn. 13, 3. El atrae todos los hombres hacia sí: Jn. 12, 32 Pues es el tabernáculo de Dios entre los hombres: Apoc. 21, 1-7. Por Cristo, todo será entregado al Padre, y El será todo en todos los casos: I. Cor. 15, 24-28. II

1.1.3.

En el don del Espíritu Santo

l'.l Espíritu Santo es aquél que nos asiste: J n . 14, 15-17. iMriiiuul divina: J n . 14, 25-26. I estinionio: J n . 15, 26-27. Abogado: J n ! 16, 7-11. Doctor que enseña toda la verdad: Jn. 16, 12-15. El Espíritu Santo nos ayuda, para q u e d e n t r o de nuestra condición h u m a n a , tomemos actitudes de hijos para con nuestro Padre. Transfigura por d e n t r o nuestro comportamiento. Hace de nosotros, nuevos hijos de ese Eterno Padre. El Espíritu nos une al Hijo Unigénito, i m p r i m i e n d o e n nosotros la imagen del H o m b r e Nuevo. Sin el Espíritu n o sabríamos superar las cosas sensibles y el aspecto sensible de los actos h u m a n o s . Sin El, habríamos conocido apenas a Cristo histórico, idealizado por la imaginación, y en el cual proyectaríamos frustraciones, nostalgias, etc. ¿Quién nos garantiza que nos estamos e n c o n t r a n d o con el Cristo auténtico? Hace dos mil años que El Resucitó y volvió al Padre. N o tenemos más la o p o r t u n i d a d de encontrarnos con el Cristo histórico, de recibir directamente su predicación, de captar toda la profundidad de su Persona Humano-Divina. T o d o lo que sabemos, l o recibimos por la tradición, por la transmisión (escrita-oral) d e la experiencia de los primeros discípulos, de los apóstoles . . . P e r o el Espíritu Santo, o b r a n d o d e n t r o de nosotros, entregándose a nosotros, nos garantiza un encuentro con el Cristo, tal cual El es, sin las adiciones de la piedad o de la imaginación de los hombres. El verdadero Cristo es el que vive de nuevo su misterio, e n la condición h u m a n a de sus miembros, todos los días de la vida del mundo. Nos orienta hacia el Padre. Nos hace decir " a b b a " : P A D R E . El Espíritu nos compromete con la Verdad: señala en los tiempos, la fuerza del Evangelio, en la experiencia de cada vida h u m a n a .

1.1.4. Comunión entre nosotros Dios se comunica a los hombres a través de los hombres. Este es su designio de salvación. El misterio de comunión con el Padre se realiza en la propia comunicación entre los hombres. T o d o amor h u m a n o auténtico es mediador de la comunicación y del amor de Dios para con los hombres. Cada vez q u e tomamos frente al otro una actitud de amor, ayudamos al otro a crecer, a desarrollarse, a ser alguien, a participar" de la plenitud de aquel Alguien que es Absoluto. En la medida en que nos retraemos a este amor, nos encerramos en nuestro egoísmo, indiferencia, rompemos la comunicación del don de Dios, degradamos a la persona del otro, nos negamos a ayudar al otro a "ser más" y a participar más de la vida

12

divina. Y negándonos a prestar esa mediación, nos perjudicamos a nosotros mismos. El amor genera el amor. G e n e r a n d o el amor, genera la persona, genera la plenitud del ser, participación del Ser Absoluto, Dios persona. "Ljjs_jEpmentos más, maravillosos de la existencia son aquéllos en que Dios nos hace e n c o n t r a r otro Yo que n o nos es hostil; que está abierto para nosotros y a quien nos podemos abrir. Q u e se transforma en T U ; y Yo y el T ú se transforman en Nosotros. Ese Nosotros, entonces, forma una nueva realidad que nos acerca, conforta Y e n £ÍStü£ c e a ambos amigos. Q u é expresiva es la qutja tantas veces oída: ¡Nadie me comprende! Pues nadie comprende sin amar. Cuando alguien dice: No me comprendes, se lee entre líneas: N o me amas. El amor espiritual, la amistad, se realiza en la comprensión: en la admi_sión_de un T ú en el propio YQ^ diciéndole: La casa es tuya. Esto recíprocamente. Y la vida gana en profundidad, calor y sent i d o " ( 5 ).

1.1.5. Mediación visible de la Iglesia El misterio de salvación se realiza por la mediación visible de la Iglesia. Cristo y el Espíritu Santo actúan en la h u m a n i d a d toda, pero hay u n sacramento, una señal sensible e i n s t r u m e n t o de realización de ese misterio: es la institución visible de la Iglesia, que continúa, prolonga y actualiza la huniajiidacl de CJristo, la exnljcita en términos sacramentales y fundamenta ese misterio. L ^ I g l e s i a e s c o m u n i d a d visible de los discípulos de Cristo, es el sacramento privilegiado y auténtico djLSU„Rresencia, en el corazón de la h u m a n i d a d , para realizax J a comunicación del Espíritu, del Amor ele Dios a los hombres y también para llevar a los hombres a responder en eljEspíritu a la comunicación del A m o r divino. La Iglesia continúa aquí y ahora el misterio de la encarnación y de la salvación colocándonos en la aventura comunitaria de comulgar con la T r i n i d a d y con los hermanos. Este misterio eclesial, globalmente considerado es llamado Iglesia Universal. En ella distinguimos el Pueblo de Dios, el Colegio Episcopal con el presbiterio y los diáconos. La jerarquía y los carismas (religiosos o no) al servicio de la realización plena de la Iglesia. (*) La' Iglesia universal se realiza existencial y verdaderamente en la Iglesia particular.

(*) En Lumen Gentium, Cap. 2, 13 define al Pueblo de Dios como integrado por los fieles, presbíteros, Colegio Episcopal y Primado (N. del T.) . (5) Tepe, Valfredo, "O Sentido da Vida". Ed. Mensageiro da Fe, 1060, pág. 234.

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1.2. Iglesia particular l,;i Iglesia particular es "la porción del pueblo de Dios confiada al obispo para que la guíe en colaboración con el presbiterio, de lal modo que adherido a su pastor y por él consagrada en el Espíritu Santo, por el Evangelio y por la Eucaristía, constituya una Iglesia (particular) en la cual verdaderamente se realice y opere una Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia de Cristo" (6). Así, inviniendo el camino, la Iglesia particular, comunidad fundamental de Iglesia, realización de la Iglesia universal, debe estar enteramente abierta para entrar en comunión con las demás iglesias particulares. De esta comunión de las Iglesias particulares surge la gran riqueza de la Iglesia universal, católica y una. La Iglesia particular encontró su realización plena en la expresión "diócesis". El obispo celebraba la Eucaristía, juntamente con sus presbíteros, asistidos por los diáconos y reunido el Pueblo Santo de Dios, confiado a sus cuidados. [En la celebración Eucarística la Iglesia particular se expresa plenamente y se "localiza", porque la celebración Eucarística es siempre local.] Durante mucho tiempo la Iglesia particular se podía reunir toda, para celebrar la Eucaristía en un mismo lugar, con su obispo, presbíteros y diáconos, ya que las diócesis eran pequeñas (60 familias...).

1.2.1. Iglesia local A medida que crecía el número de cristianos, la Iglesia particular conseguía abarcar en la celebración de la Eucaristía (en la "localización" 'eclesial) a sus miembros. Se dividió entonces la Iglesia particular, en varias comunidades locales (Iglesias locales), que con los presbíteros celebraban la Eucaristía. Entonces los presbíteros no concelebraban más con su obispo, sino que recibían una partícula del pan consagrado, para colocar en el propio cáliz y así simbolizar la estrecha unidad que permanecía en la Iglesia particular. Estas comunidades locales, con su presbítero (unido al obispo y al presbiterio) fueron denominadas parroquias. Eran algunas decenas de familias cristianas, que mantenían entre sí la comunión de fe y de amor, por la mediación-servicio del presbítero. Parroquia, comunidad e iglesia local, se identificarían por mucho tiempo. 1.2.2. Comunidad Eclesial de Base La Iglesia local debe realizad-de modo efectivo, aunque flexible, el propio objetivo general'dír3JJg¡(sia. Encuentra su plenitud en la («) Chrlstu» Dominus, TU 14

integración con la Iglesia diocesana, esto es, por la comunión con el Obispo y su presbiterio. Sexjxisdano es entrar_eja comunión de vida can_Íos„ hombres y con el Padre por Cristo, en el don del Espíritu, por la mediación visible de la Iglesia. El convertido debe entrar en una comunidad. Convertirse es formar parte de un pueblo santo. "Es el Espíritu Santo quien llama a todos los hombres a Cristo, por las semillas de la Palabra y por la predicación del Evangelio. También despierta en los corazones el regalo de la fe. En el seno de la fuente bautismal genera para una vida nueva a los que creen en Cristo, reuniéndolos en un solo pueblo de Dios" (7). Expresión concreta, histórica, palpable del Ministerio de la Iglesia, es la comunidad local "comunidad de fe, esperanza y caridad" (8): subsiste en formas pequeñas, aunque muchas veces, pobres (9). En la medida en que la parroquia creció, y media parroquia brasileña reúne más de siete mil bautizados, sin hablar de los casos extremos de doscientos mil en una parroquia, territorialmente tan grande como Bélgica. . ., no puede ser más, verdaderamente, la Iglesia local; en el sentido pleno, de ser la comunidad que se encuentra en comunión de vida y por eso mismo en comunión eucarística, que es señal visible y eficaz de esa comunión. Nos preguntamos hoy, si la parroquia no es más, realmente, la Iglesia local, ¿cómo expresar de modo nuevo esa realidad? He aquí que aparece el llamado para la denominada COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE.

2.

CONSIDERACIONES SOCIO-PSICOLOGICAS 2.1. Comunidad 2.1.1. Qué es Comunidad

El hombre es un ser en el tiempo y en un lugar. Vive en un tiempo y en un espacio concreto. Los que se encuentran en el mismo condicionamiento espacio-tiempo y en él obran, están "encuadrados" en lo que llamaríamos área vivencial. En ella se multiplican las interrelaciones, la comunicación-comunión, que se denomina relacionamiento de tipo primario. A través de él, surgen entonces grupos humanos muy diversificados (sexo, edad, profesión) pero con intereses, objetivos y valores comunes: actitudes e ideas semejantes. Aumen(T) I Ped. 2, 9. (8) LG. 8. (») I.G. 26. 15

cuido érsonalidad humana, que es esencialmente conciencia de sí y donaión-relacionamiento con los otros. 2.3. La Comunidad natural de base Hablando de comunidad natural de base (no necesariamente desial) entendemos que se trata de: • personas,- grupos o instituciones (responsables, libres y conscientes^ de pertenecer a un todo) • tiene por fin el bien común (hay intereses y necesidades múltiples) • y para esto se organizan (hay dinámica de comunidad: por el ejercicio del liderazgo democrático y por el dinamismo de grupos de reflexión-acción) • con cierta continuidad (la comunidad tiene historia: tradición, jerarquía de valores, patrones de comportamiento) • abierta hacia otras comunidades y hacia la gran comunidad (la apertura es exigida por la falta de auto-suficiencia, que favorece la interrelación comunitaria). 19

La comunidad natural de base no se confunde con EL GRUPO NATURAL DE BASE, porque éste: • tiene objetivos específicos de acción • mucha homogeneidad y más cohesión • acción más inmediata y transitoria. La comunidad ideal no existe. Por eso, difícilmente serán veriíicables todos los elementos de una comunidad natural de base. Esta dificultad fue comprobada, especialmente, en el centro urbano, debido al individualismo, al relacionamiento más funcional que personal, y a la complejidad de vida, que crea aislamiento. Son, no obstante, identificables grupos naturales: clubes, asociaciones, gremios estudiantiles, escuelas, etc.. .. que pueden prescindir del factor geográfico. En el medio obrero existe la conciencia de pertenecer a la clase asalariada y pobre. Hay conciencia de marginación y dependencia social. Hay muchos agrupamientos, algunos con objetivos concretos de acción, ambientes de trabajo, organizaciones obreras (sindicatos, asociaciones de barrio,..), clubes deportivos, escuelas, grupos religiosos, encuentros de jóvenes, etc. En la zona rural, existen regiones donde la estructuración de los grupos sociales llevó a una organización en pequeñas comunidades tradicionales (escuelas, iglesias, clubes...), en otras regiones, debido a las distancias geográficas, al individualismo y a la falta de vinculación, de solidaridad y de libertad, no se identifican elementos característicos para una comunidad natural de base.

3.

CONSIDERACIÓN PASTORAL 3.1. Situación nueva

Vivimos un período especial en la historia de la humanidad. Descubrimos la dimensión cósmica de la vida. Entramos en cambios acelerados. Despunta un nuevo tipo de hombre —el de la técnica, el de Ja civilización de masa y urbanística—. Todo el mundo fermenta, la humanidad entera camina. ¿Hacia dónde? ¿Este progreso se hace con el hombre, contra él o a pesar de él? Lo aceptemos o no, la historia contemporánea nos coloca delante de hechos, que no podíamos siquiera suponer, en el contexto de la civilización en que nacimos y nos educamos. Este mundo busca unidad y equilibrio entre pensamiento y vida; progreso y persona humana. Dentro del individuo tal equilibrio se adquiere en la medida en que, a través de tentativas sucesivas, procura ser consecuervl>> con lo que hav de mejor y de más 20

íntimo en sí mismo. ¿Cómo realizar esto entre los hombres? La técnica está desarraigando subrepticiamente el sentido religioso del hombre, está disgregando al hombre en lo íntimo. Lo divorcia de su medio, de su familia. . . hace de él un anónimo en la vida de cada día. El individuo, para poder resistir a esa masificación, tiene que formar en sí una personalidad, tender continuamente a suprimir las emociones, apelar a lo racional, o lo objetivo. 3.1.1. Marginación de la Iglesia como comunidad visible Y delante de todo eso, ¿cómo se localiza la Iglesia? Las estructuras cristianas tradicionales no se dan cuenta que reposan actualmente sobre aguas estancadas. En el enfrentamiento inmenso que se prepara, ante una civilización que se nos aproxima y nos desbordará, ya en oleadas sucesivas, sumergiéndonos, ya en mareas crecientes, invadiéndonos subterráneamente, ¿qué debemos hacer? ¿Nos importa mantener simplemente la cabeza a flor de las aguas y mañana perder completamente el pie? ¿No seríavmás inteligente seguir la fuerza de la corriente, para navegar en ella sin compromiso con los mojones, que antes habíamos plantado en las tierras ahora anegadas? Si queremos dialogar con el mundo es necesario que el mundo nos comprenda. Mas, para que el mundo nos comprenda es necesario que nosotros, en primer lugar, J o comprendamos. Se vuelve entonces evidente que debemos partir de las nobles aspiraciones de los hombres de nuestro tiempo, de sus angustias, de sus sufrimientos y no de consideraciones que apenas son familiares a nosotros. Delante de este mundo, que solicita nuestra colaboración, ¿qué responderemos? ¿Hasta qué punto deberemos correr el riesgo de disgregación interna y descrédito externo, sólo por mantener fórmulas, experiencias y estructuras antes preciosas, hoy tal vez superadas; y que entorpecen peligrosamente el crecimiento del Evangelio en la vida del hombre contemporáneo? Aceptar el estancamiento o las mediocres adaptaciones que nos conforman a corto plazo, puede ser el camino más rápido y eficiente para un suicidio pastoral. f. "''Las transformaciones rápidas del mundo exigen estructuras más dinámicas también en la Iglesia. Y en la medida en que la Iglesia no realiza esta adecuación, corre el riesgo de marginarse como comunidad visible. 3.1.2. Necesidad de revisión Parece que la Iglesia ha tenido dificultades para adaptarse ade-> ruadamente a los llamados de los tiempos. Ha conservado, en la 21

ciudad, las mismas estructuras pastorales que utilizó en las regiones rurales del interior. Se mantiene, con pequeñas alteraciones, la línea pastoral eficiente para el siglo pasado. Se repiten aún hoy, con modificaciones accidentales, las experiencias que fueron eficientes. . ¡en la Edad Media! El tipo de actividad pastoral tradicional, estaba basado en relacionamientos que no existen más o en vías de desaparición. La parroquia urbana, por ejemplo, fue pensada casi como una simple reedición de la parroquia rural. Ambas, no siempre percibieron claramente, las transformaciones de la sociedad profana. Ha habido distorsiones en la conciencia pastoral, respecto a los ministerios de la Iglesia (especialmente al ministerio episcopal), respecto a la concepción de diócesis, y a las relaciones de la Iglesia con las sociedades y las comunidades humanas. Al mismo tiempo, la concepción insuficiente de estos aspectos del ministerio eclesial, acentuó las distorsiones pastorales en una causal circular acumulativa. Así, muchos hasta hoy, consideran la diócesis como una instancia administrativa superior, suma de las parroquias que la integran. La imagen del obispo, como cabeza visible que significa y realiza la unidad de la diócesis y del presbiterio, no es suficiente común, predominando en muchos fieles y presbíteros la imagen del obispo administrador, fiscal eclesiástico de lo espiritual. Está igualmente, la imagen del presbítero como ministro aislado, más que como integrante del presbiterio, corresponsable, con el obispo, por el conjunto de la diócesis. Las tensiones entre parroquia e instituciones católicas (colegios, hospitales, obras y movimientos de promoción humana, etc.) entre parroquia y movimientos y asociaciones de laicos, son otros aspectos de insatisfacción e inadecuación de la presente estructura eclesiástica. Además, la vida cristiana del Pueblo de Dios, en nuestro país, está marcada por una "ruptura entre religión y vida y, para muchos, el cristianismo se transforma en un ritualismo casi vacío, sin contacto vital con el misterio de Cristo, sin inserción en la comunidad de Iglesia". Es difícil, en la práctica, escaparse de una Iglesia donde prevalecen el juridicismo, los adornos y ecos vacíos de un triunfalismov folklórico, de una Iglesia "sin pecado" (¡éste sólo existe en el m u n d o . . . ! ) . "Todos fueron engendrados, nacidos y educados más o menos dentro de esa estructura. Hubo errores históricos que deben ser reconocidos en la vida de la Iglesia. Existen métodos, fundamentados en puntos accidentales del Mensaje. . . tal vez poco respetuosos de la dignidad humana, de la libertad y del diálogo. No se trata de responsabilizar a alguien por eso, pero sí de reconocer honestamente nuestras limitaciones" (10). "Este catolicismo que tiene natural peso numérico en el seno de (10) Proyecto de ruta elaborado para el 2 ' Encuentro Regional de Liturgia. Nordeste I, Oeiras 6 al 10 de julio de 1966.

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la comunidad católica del mundo, revela, no obstante, aspectos negativos que denotan debilidad y falta de hombres y de medios. Podríase hablar de un estado de debilidad orgánica que manifiesta urgente necesidad de revigorizar y reanimar la vida católica, a fin de volverla más sustanciosa en los principios doctrinarios y en la práctica. Diríase que la fe de nuestro pueblo debe llegar aún a una plena madurez de desarrollo" (n). En el Concilio Vaticano II, la Iglesia intentó esbozar su retrato de cuerpo entero. Antes de evaluar su acción, procuró conocerse, preguntarse a sí misma lo que Ella era. Después pasó valientemente a la revisión de sus actividades. Si la Iglesia es un pueblo, una comunidad mediadora de la comunión de los hombres entre sí y con el Padre (por Jesucristo, en el don del Espíritu Santo), ¿hasta qué punto Ella está alcanzando este ideal, hoy y aquí en Brasil? Sus estructuras internas, su actitud constante en la presente hora ¿han sido coherentes con su ser comunitario? ¿Cómo los cristianos pueden vivir psicológica y pastoralmente la "comunión de vida entre sí", si nuestras parroquias abarcan diez a veinte mil personas, reunidas en asambleas litúrgicas de millares de anónimos, que se ignoran recíprocamente en las mismas mesas eucarísticas y en la experiencia maravillosa de la vida cotidiana? 3.2. La nueva imagen Eclesial El concilio Vaticano II nos dio una nueva visión de la Iglesia, integrada en el misterio total, salida de las manos del Padre "por libérrimo y arcano designio", prefigurada desde el origen del mundo, fue admirablemente preparada en la historia del pueblo de Israel y en la Antigua Alianza. Fue fundada en los últimos tiempos, fue manifestada por la efusión del Espíritu. Para realizar este plan maravilloso del Padre tuvo lugar la Encarnación del Hijo, en unión con el cual todos seremos salvos, pues El "es la Luz del mundo, del cual procedemos, por quien vivimos y hacia quien tendemos" (12). Esta unión con Cristo no es sólo individual, sino comunitaria (13); trátase de un nuevo pueblo peregrino, elegido por el amor divino, rescatado por la sangre del Redentor, insertado en la historia de los hombres. Dentro de esta historia, con todas sus limitaciones y desánimos; con su dinámica y su fuerza, deberá el Pueblo de Dios caminar hacia la Jerusalén celestial. El_Conálk> exige, pues, una toma de conciencia del misterio de la Iglesia. ~ " '~ ~ ~ / i i ) Paulo VI, discurso 24-11-65. (12) Caramuru R. "Brasil: Urna Igreja em Renovacao". Vozes Petrópoli», 1967. (13) I Cor. 13, 1-13.



Esta es la hora de dar al m u n d o el testimonio de u n a Iglesia verdaderamente auténtica, sacramento de Cristo; que actúa a ú n / hoy, al servicio de los hombres, pero sobre todo de los pobres, pues 0 la "pobreza marcó la misión del Mesías, como a ú n debe marcar los pasos de su Iglesia" ( 14 ). A ejemplo de su fundador la Iglesia tiene que vivir y realizarse en la línea del servicio.( 15 ) y n o del triunfalismo. Ella n o es más la madre de todas las instituciones, ni la d u e ñ a del m u n d o . Vive al lado de otras instituciones que Ella no puede desconocer. "La Iglesia trabaje de tal m o d o que todo lo que de b u e n o se encuentra sembrado en el corazón y en la m e n t e de los hombres, en los ritos y cultura de los pueblos, n o sólo n o desaparezca, sino sea elevado y consumado, para la gloria de Dios y felicidad de los h o m b r e s " (*2).' Es misión de la Iglesia formar para la fe, por la Evangelización. "Pastores y fieles que forman el p u e b l o Santo de Dios deben empeñarse en traducir, en u n real esfuerzo de colegialidad la comunión fraterna, las exigencias de Evangelización frente a las necesidades angustiantes del m u n d o de hoy ( 17 ). Entonces debe ser u n a Iglesia Misionera, acogedora y abierta a todos los que a ú n están distantes ( 18 ), pues n o somos los portadores de una salvación que viene de afuera para los hombres que están afuera, sino que somos los servidores de u n a realidad de gracia que todos los hombres poseen en germen, al alcance de la m a n o y del corazón y que es bastante vigorosa para crecer, florecer y fructificar, cuando está iluminada por la Palabra de que somos mensajeros y regada por los sacramentos de los cuales somos distribuidores ( 19 ). Iglesia peregrina, inquieta, vigilante, acampada en medio de los hombres ( 20 ), buscando los caminos de Dios en los caminos humanos, a través de todos los signos de los tiempos ( 21 ), d e n t r o del m u n d o , en marcha, como signo de eternidad en esta pobre tierra ( 22 ). Iglesia de laicos. Testimonio fiel de vida, de la presencia, de la palabra y de la acción de todos los laicos, consagrados para llevar en sí mismos y por sí mismos, la señal de Dios en la consagración del m u n d o . Los laicos son el Pueblo de Dios. El común de los santos en la Iglesia santa de Dios, es ser laico. Si los laicos retroceden, la Iglesia retrocederá. Si los laicos asumen sus tareas temporales,

(i*) (16) (16) (17) (18) (i») (20) (21) (22)

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Mt. 11, 4-6 e J. 13, 14-17. Plan Pastoral Paulo VI, ib. J. 10, 16. Catao, B. "A J. 1, 14. He. 13, 14. J. IS, 34-35.

Is. 35, 5-6. de Conjunto, pág. 62. 11. Igreja sem fronteiras", pág. 14. Ed. Duas Cidades.

como su misión propia, el m u n d o sentirá la presencia viva del Señor por el testimonio alegre, constante y valiente, de sus miembros calificados, pues ellos arrastrarán a la Iglesia hacia el interior del m u n d o , en la construcción de la historia, como servidores de Dios y de los hombres, por amor a los hombres, mirados, recibidos y amados como hermanos, en el Señor ( 23 ).

4.

LA COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE

Progresivamente se sintió, en todas partes, i n q u i e t u d por el estado general de estancamiento, por el desnivel entre los llamados del R e i n o de Dios y los esfuerzos concretos de los apóstoles. . . Cada día más numerosas surgirían voces apelando por u n a renovación pastoral que n o fuese búsqueda de fórmulas milagrosas y de métodos eficientes. Lo que se definió como búsqueda esencial, como objetivo urgente fue la necesidad de u n a nueva concepción de la pastoral. Esta debe ser.más T r i n i t a r i a , más jclesiológica, más global y observadora de los signos de los tiempos y de los signos de los hombres. Los esfuerzos sucesivos y cada vez más lúcidos, elaborarían u n camino nuevo, más coherente con la realidad cristiana de la com u n i d a d : la llamada C o m u n i d a d Eclesial de Base. Como toda la Iglesia, ella n o es algo terminado, pero sino u n a c o m u n i d a d q u e peregrina, dinámica. Día a día se encuentra, se renueva, descubre nuevos horizontes para su realización. Crece. Flaquea. Recomienza. Vive. La Iglesia es sacramento de la u n i d a d para el h o m b r e y la com u n i d a d , que realiza la salvación. U n i d a d en el diálogo, sin uniformidad. Sacramento de unidad, que parte de la Santísima T r i n i d a d (comunidad originante) hace la comunión de los hombres entre sí con Dios (comunidad presente) y en esta c o m u n i d a d realiza la salvación (búsqueda de la comunidad escatológica). La Iglesia es una comunidad de personas que realizan la u n i ó n entre sí y con Dios, sensibles y abiertas a las aspiraciones y necesidades del medio, que, por el testimonio y la palabra o p o r t u n a explicitan la ligazón de todo con Cristo, C e n t r o unificador del m u n d o ; y así realizan el Misterio de Salvación. Son señal. La Iglesia es u n a comunidad visible —sacramento, signo realizador— de salvación. La comunidad Eclesial de Base es necesaria, p o r q u e la fe supone experiencia de e n c u e n t r o de amistad, actitud de diálogo, vivencia comunitaria.

(23) Presbyterorum Ordinis, 1, 2.

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La comunidad eclesial de base es un grupo de personas de una o más comunidades- naturales de base, que descubrieron la dimensión evangélica y eclesial de los valores y actividades llamadas protanas, despertaron a la conciencia de que el c°3P£omiso^ de unos para...con los otros es actualización del Misterió"3^SaTvación. Y así la comunidad eclesial de base es fermento de toda la actividad de la comunidad natural humana y no centro de dominación. Para la comunidad eclesial de base es necesario agrupar personas, nucleadas por proximidad física (que puede ser área geográfica) entre las cuales haya comunicación amor-amistad, encuentro de personas, solidaridad, respeto mutuo- por los derechos y vivencia y aspiraciones comunes. Hay connaturalidad entre comunidad natural de base y comunidad eclesial de base. Pero no hay identificación. La comunidad eclesial es centro de irradiación, sacramento, signo. 4.1. Comunidad La CEB está formulada por grupos de personas (familias) con "status" y papeles diferenciados. Se desenvuelven entre sus miembros una intensa relación, capaz de crear el sentimiento de pertenencia, de "nosotros". Es imprescindible que haya espíritu de solidaridad. O él ya existe con anterioridad en el grupo y de allí se parte para la creación de la CEB, ó no existiendo tal espíritu, el primer esfuerzo es intentar crear en el grupo, en las personas, ese clima, que significa comunicación directa entre los individuos y las familias, interés común, posibilidades de recibir y dar, amar y ser amado, conocer y ser personalmente conocido en la profundidad del propio ser . Cuando hablamos de comunidad, incluímos, fundamentalmente, la idea de Relaciones primarias, conforme explicamos a propósito de la fundamentación socio-psicológica. En la CEB las personas deben mantener entre sí una relación personal, no sólo al nivel de la función. La CEB no es esencialmente un territorio delimitado, con un responsable, sino que es un tipo de relación entre las personas. Si el número de participantes en la comunidad es tan numeroso que las personas no consiguen establecer y mantener entre sí un relacionamiento primario, el grupo deberá ser dividido y sub-dividido. Si la Iglesia es una comunidad de los que responden al llamado de Dios y viven la misma fe y la gracia, sus miembros están unidos por lazos sobrenaturales. Están en comunión de amor con Dios y con los hombres, por Jesucristo y por don del Espíritu Santo. Nada más evidente, que esos miembros se conozcan y se amen personalmente. Cuando dos personas se encuentran en una fiesta de aniversario, el hecho de haber comido,bebido juntos, hace que, mañana, al encontrarse por la calle, cambien saludos cordiales. ¿Y las personas que comulgan la misma fe y el mismo pan eucarístico, no ten-

drían razones suficientes para saludarse en las calle, para protundizar entre sí sólidas relaciones de amistad? ¿Es esto posible entre mil individuos que frecuentan dominicalmente la parroquia, en el mismo horario de misa? ¿Cómo amar a todos los hombres? Si rechazar el amor de los hombres es implícitamente rechazar el amor divino v viceversa, ¿cómo la gente se educa, prácticamente, para esto? 4.2. Eclesial La etiqueta religiosa o aun la apostólica no basta para constituir una comunidad eclesial de base. Así por ejemplo, la asamblea litúrgica donde todos se ignorasen y rezasen individualmente (lo que puede existir anteriormente, no obstante los cantos comunes) no serían una comunidad. Un grupo de devoción donde cada uno viene a tomar aquello que necesita. . . el círculo bíblico donde cada miembro se viene a instruir a sí mismo, sin nada m á s . . . . los catequistas que cuidan bien de su pequeño grupo de criaturas, pero sin relación con los otros catequistas, sin interesarse por el trabajo de ellos, ni por sus personas, si no hay ayuda mutua para ver los problemas de la formación de los n i ñ o s . . . los presbíteros que actúan aisladamente, encontrándose apenas en las reuniones formales del clero, sin una unidad afectiva y efectiva de corazón y- acción. . . La comunidad de base exige un nivel de comunión más intenso que el simple interés por objetivos comunes. Exige relaciones personales y progreso en el conocimiento humano mutuo y en la revisión de vida del grupo en función de su compromiso apostólico y de su misión. Cuando la comunidad de base es eclesial, se entiende entonces la exigencia de que cada participante crezca en la comunión de vida con el Padre, por Cristo, en el don del Espíritu. Lazos sobrenaturales y lazos humanos fuertes. La CEB exige lazos y variedad de dones. No agota toda la riqueza de la vida comunitaria de la Iglesia, porque es sólo a nivel diocesano (en el misterio del Obispo) que la vida comunitaria encuentra su plenitud. La parroquia y la CEB no concentran toda la vida eclesial. Ni la CEB es reedición, en miniatura, de la actual estructura parroquial, sino que es una nueva concepción de pastoral. No se trata de una descentralización de acción pastoral, sino bajo ciertos aspectos es una nueva mentalidad puesta en acción. La CEB es. una realidad viva. Supone adhesión de fe, vida de gracia y lazos humanos. Una parroquia, hoy, no tiene posibilidades para ser una sola comunidad (10 mil personas...) Deberá entonces ser la suma de varias comunidades, en clima de "comunicantes". . . La CEB es natural, cuando corresponde a una agrupamiento ocasionado por la vida profana; de cristianos a los que la necesidad de la vida, o el barrio o el medio, o los centros de interés común •*»

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2"? en esta determinada situación, ¿cuáles son los puntos de que conducen al objetivo y cuáles las dificultades que lo apartan de él? — No basta tener una fotografía de la situación en este momento, es preciso además descubrir las tendencias, las perspectivas dinámicas de la realidad. 3? en lo que se está haciendo, ¿hasta dónde lleva la situación a realizar el objetivo? 4