Margarita Schultz.pdf

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de

Views 78 Downloads 0 File size 484KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 El factor humano en la cibercultura1 2

Margarita Schultz Facultad de Artes Universidad de Chile Índice 1.

El por qué del factor humano

2.

Posiciones opuestas ante la Cibercultura: función de la integración crítica

3.

Indicios del factor humano y presencia del factor androide.

4.

La identidad específica de lo humano en la Cibercultura: el problema de los límites

5.

Irrupción del fenómeno de la Inteligencia Artificial

6.

El fantasma de la conciencia, y la auto-conciencia

7.

Humanos y máquinas: ¿contraposición o colaboración?

8.

La definición, ¿instrumento o impedimento para la reflexión acerca de las relaciones entre humanos y máquinas?

9.

Funciones diferenciales de lo humano y su consistencia en la estudio sobre humanos y máquinas.

10. La discusión filosófica de la técnica en el ámbito de las Tecnologías de la Información. 11. Procesos de operatividad: cuatro aspectos u orientaciones, no excluyentes. 12. El factor humano y la infoética 13. Consideraciones sobre la empatía

1

Este ensayo es el prólogo del libro del mismo nombre publicado por Alfagrama Ediciones, Buenos Aires, 2007: ISBN 9789871305360. En ella se encuentran además los artículos de Ricardo Baeza Y., MariCarmen Marcos, Rejane Cantoni, Claudia Giannetti, Iliana Hernández, Isidro Moreno, Jorge La Ferla. 2 Doctorada en filosofía – Estética (1995) ha sido creadora y productora del programa semanal En torno a las artes (Radio de la Universidad de Chile) durante 25 años. Ha publicado más de treinta y cinco libros, tanto de su área teórica (Estética general, Estética del arte digital, Epistemología de la Historia del arte, entre otros) como literarios (poesía y narrativa); sus ensayos y artículos en revistas nacionales y extranjeras, sobrepasan la centena. Ha sido invitada para dictar cursos y seminarios de su especialidad en Universidades de Latinoamérica y Europa. Ha participado como ponente en Congresos Internacionales de Estética, Semiótica y Filosofía. Es miembro de las Asociaciones Internacionales de Estética y de Semiótica. Actualmente ejerce como Profesora Titular de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile (Doctorado, Magister y Licenciatura), en cursos de Estética, Estética y Filosofía, Filosofìa y Arte Digital, y Epistemología de las Teorías Estéticas. 1

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Persistencia del factor humano

1. El por qué del factor humano Desde sus remotos orígenes, la especie humana ha sido productora de objetos técnicos. En la descripción del humano como homo faber está implicada esa cualidad, con independencia de otros criterios de caracterización que hayan sido ensayados. Más aun, el humano ha producido sus primeros objetos técnicos, en un pasado arcaico, desde la simple concepción: como un descubrimiento mental. Me refiero a la re-semantización de un objeto, el cambio de significado sin mediar elaboración fáctica alguna. Un día descubre que un hueso que está en el suelo puede ser arrojado para agredir o para cazar. Remito a los lectores al episodio del descubrimiento del hueso como arma arrojadiza, en el inolvidable filme 2001, Odisea del Espacio, de Stanley Kubrick. No estoy en la postura de diferenciar humanos y animales en este aspecto. Las acciones técnicas no son exclusivas de los humanos, existen múltiples estudios detallados sobre acciones técnicas en los animales. La plataforma que proveen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) indica que corresponde continuar con el examen sobre el factor humano, renovadamente, puesto que las TIC’s representan el estado actual del desarrollo humano de la técnica. Un argumento a favor de la presente reflexión es que existen preocupaciones explícitas por el tema, en parte importante de la literatura especializada. Se insiste allí en el hecho que tradicionales valores de lo humano están seriamente amenazados por la expansión continua de las TIC‟s. Otra justificación, vinculada con lo anterior, es que han caído en estado de sospecha, asuntos diversos como: a) las fronteras de lo humano en relación con dichas tecnologías, b) las fronteras de las máquinas respecto de la identidad de lo humano, c) el fenómeno de la creatividad (artística o no, en el doble sentido de la pertinencia del concepto mismo, y de la autoría de la creación), d) la autonomía y auto-gobierno de los comportamientos humanos en sociedades informatizadas, entre otros núcleos de debate. 2. Posiciones opuestas ante la Cibercultura: función de la integración crítica Insisto en el origen humano de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC‟s): lo humano es la fuente de donde proceden. Con todo, origen humano no quiere decir forzosamente destino humanista (entendido como: aquella condición insoslayable de respeto por lo humano en reciprocidad social).

2

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 No es desconocida la motivación inicial3 de la tecnología informática. Sin embargo, a partir de sus motivaciones iniciales al servicio de lo bélico, las Tecnologías de la Información y la Comunicación, fueron construyendo gradualmente enclaves humanistas. Me refiero con ello, particularmente, a situaciones que favorecen las relaciones humanas. Estas relaciones, se dan con facilidad notoria gracias a las particularidades de dicho soporte tecnológico. Se tornan inter-acciones, se multiplican en diálogos. A favor de esos enclaves humanistas se halla el medio comunicativo principal, Internet, la malla que sostiene la circulación fluida de la información. En el mismo sentido (de soporte comunicativo) funcionan Redes para uso de investigadores en diferentes disciplinas científicas y otros protagonistas de la cultura. Es el caso de REUNA, en Chile, RETINA, en Argentina, por citar dos ejemplos. Reitero4 una frase, que encuentro apropiada como alternativa frente a dos extremos (el rechazo frontal o la aceptación pasiva). Subsisten como contendores activos, en el universo de la Cibercultura. Se trata de la expresión integración crítica, la cual se complementa bien con esta otra, apropiación crítica del sistema. Creo que estas cuestiones están entrañadas en la problemática de lo humano y el modo en que lo humano está presente (o, en cambio, no lo está) como preocupación y meta, en la Cibercultura. Sitúo la integración crítica en el amplio y diversificado espacio que se abre entre el extremo del rechazo apocalíptico y el de la mera aceptación integrada. Parece ser esa (la aceptación crítica) una base imprescindible para desarrollar la preocupación sistemática por el factor humano en ese ámbito, la Cibercultura. La integración crítica, por otra parte, es anverso de la apropiación crítica del sistema. Así, en lugar de dar la espalda a esos medios, actitud utópica y sobre todo estéril, se puede (y debiera) propender a un desarrollo humanista continuo, asistido por las TIC‟s. 3. Indicios del factor humano y presencia del factor androide El conjunto temático designado integralmente como: el factor humano, se manifiesta en síntomas diversos. Por ejemplo, puede vincularse a la autonomía operativa y creativa, indicios crecientes en la actividad de las máquinas digitales. La ascendente significación de la robótica, por otra parte, sus diferentes formas de estar vinculada con las actividades humanas, torna compulsiva la mentada reflexión crítica sobre la función, el sentido, la magnitud de lo humano en la Cibercultura, en la denominada Sociedad de la Información5. 3

En el año 1943 se inició el proyecto ENIAC (Electronic Numerical integrator and Computer en las instalaciones militares de Aberdeen (USA) y comenzó a funcionar en 1947. Por 1944, en la IBM, se generó el Calculador Automático de Secuencia Controlada. En 1946, se produce la primera computadora con fines no bélicos. 4 Schultz, Margarita: Filosofía y Producciones Digitales. Alfagrama Editores. Buenos Aires. Diciembre 2006. 5 ¿Sociedad de la información o sociedad del conocimiento? Esta alternativa contiene una expresión de valores. Se contrasta la acumulación de información con la madurez del conocimiento. Pero es claro que se 3

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009

Pero, reflexionar críticamente sobre esos aspectos compromete hacerlo también sobre las máquinas informáticas, por cuanto el sentido de lo humano se examina ahora de acuerdo con su frontera tecnológica representativa: las computadoras. Brevemente, el clásico recelo acerca del peligro implicado en la autonomía de las computadoras, conduce a replantear el asunto de los derechos humanos ante las máquinas. Pero, asimismo e inversamente, debiera replantearse el de los derechos de las máquinas ante los humanos. Tal planteo se apoya, como es normal, en una exploración y descripción de las diferencias, un método obligado de conocimiento que envuelve, simultáneamente, la pesquisa de semejanzas posibles. ¿Cómo encontrar esos rasgos del factor humano en la Cibercultura, en tanto vehículos comunicadores de la integración crítica? Se trata de ir tras (algunos) modos de existencia del multívoco factor humano, y su presencia en el complejo universo de la Cibercultura. Es de rigor incorporar el factor androide/gynoide, como parte de esta discusión, por ser un área de crecimiento exponencial. Esa variante de la robótica (los androides /gynoides), debido a sus notorias y considerables analogías exteriores con los humanos, posee un peso específico en la gestación de habituales temores relativos a la seguridad del ser humano. Ello, desde la perspectiva del sentido común, así como en la indagación teórica. Los androides, ¿son una prolongación efectiva de lo humano? ¿Son, por el contrario, instrumentos superlativos de un reemplazo progresivo de humanos por máquinas, ahora tremendamente parecidas a los humanos? Esta referencia a los androides/gynoides tiene como propósito ampliar los márgenes dentro de los cuales se mueve la reflexión específica. Ha de hacerse a través de la re-posición continua de preguntas, una vez admitida la mutación constante de los paradigmas específicos. Re-poner preguntas es una buena manera de de-poner prejuicios. También, es un modo de realzar algunos conceptos contenidos en la problemática general vigente. Muchos prejuicios contaminan a las tradicionales controversias que circundan el campo de la inteligencia artificial. ¿Nos gobiernan prejuicios a favor o en contra? El texto quiere ser una exposición abierta sobre el conflicto que representa la eventual ampliación de fronteras de lo humano. La controversia se traslada al dominio de las interacciones entre humanos y androides, también, porque ese dominio (el de los androides) es un fruto de las TIC‟s. Por cierto, la historia de la robótica tiene larga data6. Pero el grado actual de desarrollo de la robótica (turbador, digámoslo), se verifica en distintos centros de investigación especializada. Tal vez, el fenómeno más deslumbrante es el alcanzado por Hiroshi Ishiguro, en la Universidad de Osaka. Ejemplos de sus trabajos y vídeos, son accesibles trata de dos instancias diferentes. Acumulación de información no es lo mismo que madurez del conocimiento. 6 En 1920: Karel Capek emplea por primera vez la palabra checa “robota” (“trabajo tedioso” en español) para referirse a un humanoide mecánico (no biológico) [Fuente: http://www.roboticspot.com/spot/asifue/his2004b.html]. Las fechas de inicio de la robótica dependen en gran medida de la definición del término, como suele suceder. 4

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 en Internet7. Entre otros, Hiroshi Ishiguro ha puesto en acción a ReplieeQ2, una gynoide de desconcertante parecido humano, a diferencia del famoso ASIMO, de la empresa japonesa Honda (en perfeccionamiento desde 1986 con el nombre “EO”). ReplieeQ2 y ASIMO, han sido concebidos de maneras muy diferentes entre sí, en cuanto a su apariencia respectiva, notoria para la percepción de los observadores. Diré, a modo comparativo, que ASIMO sorprende por la multitud de sus movimientos y acciones, pero coincide con la imagen legendaria, mecánica, de un robot. En tanto que REPLIEEQ2, nos perturba por su aspecto humanoide. Gracias a la plasticidad de sus movimientos y la capacidad de diálogo con que fue diseñada, ella se puede confundir realmente con una humana (es lo que destaca el director del equipo de investigadores, Iroshi Ishiguro). La ancianidad desvalida y sola, podrá recurrir en un futuro no muy lejano, a androides/gynoides para resolver sus problemas domésticos. ¿Resolverá de este modo sus problemas emocionales, anímicos y de soledad, nacidos de la negligencia familiar en que suele encontrarse con tan penosa frecuencia? ¿Se podrán lograr enlaces empáticos entre esos androides y los ancianos? El proyecto Feelix Growing, de la UE (iniciado en 2007) está destinado a lograr robots dotados de conciencia de las emociones. Podrán conocer el estado de ánimo de los miembros de una familia, diferenciarlos en sus personalidades y actuar eligiendo el comportamiento más adecuado para cada situación. Se ha dicho que hay que dar a las computadoras la capacidad de leer entre líneas, como podemos hacerlo los humanos. La coordinadora Lola Cañamero habla de programar robots empáticos.8 El factor androide es parte del factor humano, asimismo, porque reabre, como antiguas heridas, las discusiones. ¿Cómo hemos de evaluarnos cuando reemplacemos nuestra mutua compañía por sofisticados y eficaces robots? Esas querellas, no se agotan en una conceptuación tecnológica. Una vez más ingresa al campo de la reflexión el componente ético, esta vez, conexo con los desarrollos digitales. 4. Aparición del tema de la identidad ‘específica’ de lo humano en la Cibercultura: el problema de los límites o fronteras Junto con ese eje central (el factor humano), en el ámbito de las TIC‟s, se perfila el proverbial contenido de la identidad de lo humano. Objeto de pleitos renovados con cada vuelta de tuerca, el asunto aludido se re-pone en el escenario, a propósito de los continuos progresos en la tecnología informática. Un ejemplo representativo de ello es la robótica androide diseñada por el equipo de Iroshi Ishiguro, antes mencionado [ver nota 5]. El problema de la identidad de lo humano reaparece, además, cuando se examina la creciente integración entre biología e informática, en exitosa simbiosis operativa. La 7

Ver: http://www.ed.ams.eng.osaka-u.ac.jp/development/Humanoid/ReplieeQ2/ReplieeQ2_eng.htm http://axxon.com.ar/zap/c-zappingrvalerie.htm http://robots-argentina.com.ar/not/06/1520296.php http://axxon.com.ar/not/160/c-1600121.htm

8

El proyecto está coordinado por Lola Cañamero (información: febrero 2007). Departamento de Investigación de Sistemas Adaptativos. Facultad de Informática. Universidad de Hertfordshire. Inglaterra. 5

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 relación actuante entre cerebro humano y computadores (cada vez más eficaz) ocasiona forzosamente un replanteo sobre los perfiles de los conceptos humano, humanidad. Han sido acuñados antes de estos procesos, mucho antes de la implantación de prótesis biónicas, como es palmario. Esos perfiles no han sido estables, vistos desde un ángulo epistemológico, como menciono más abajo. Sin embargo, muchas veces significaron delimitaciones taxativas para quienes se arrogaron el derecho de trazarlos. De todos modos, es razonable volver a preguntarse por a) la necesidad efectiva y b) la posibilidad real de definir una identidad para lo humano. Hervé Kempf9 escribe sobre el punto: La biolítica abre la historia de una evolución dirigida. Pero ¿en nombre de qué visión de lo humano? En este espacio de examen, es ineludible rememorar controversiales definiciones de ese concepto, lo humano, auto-atribuidas por diferentes grupos histórico-sociales, desde muy atrás en el tiempo. La cuestión relativa a la pregunta antropológica ¿qué es el hombre? envuelve la suposición acerca de una naturaleza humana de orden transhistórico, lo cual es como decir a-histórica. Pareciera inevitable. Dicha pregunta antropológica está agazapada en la pregunta kantiana ¿qué me cabe esperar? Pero Martin Buber, en su obra homónima ¿Qué es el hombre?, bregaba por el conocimiento de la totalidad humana. Buber concebía la idea de totalidad como diversidad. De la misma forma, si revisamos la contraposición griegos / „bárbaros‟, y continuamos de allí en adelante, podremos ver que la Historia ha sido testigo de cómo se auto-denominaron humanos unos grupos y dejaron fuera del magno concepto de Humanidad, a otros conjuntos humanos (los cuales fueron -y continúan siendoexecrados, deleznados, y por tanto fríamente eliminados)10. En muchas culturas las mujeres no se han contado entre los humanos; en el seno de algunas religiones, las mujeres han sido consideradas como carentes de alma, ergo, no formaban parte del universo del discurso de la Humanidad11. Se trata de diferentes tipos de centrismos. Recurro a esos ejemplos, aparentemente distantes del tema de este ensayo, porque a su manera esos criterios de tipo excluyente continúan actuando como estructuras de pensamiento. Funcionan, por debajo de actitudes concluyentes, por ejemplo, en cuanto a reforzar la brecha entre humanos y máquinas. Subrayo, entonces: hablar de visión de lo humano es hablar de su identidad. Pero ¿de cuál de las identidades posibles, propuestas de manera secuencial en el tiempo cultural histórico? Ese plural (identidades) pretende representar, en sí mismo, una señal crítica frente a la concepción de una esencia singular de lo humano. La identidad humana, por otra parte ¿puede ser construida? La identidad humana ¿es, tal vez, un mero efecto de la intención de crear una identidad humana? 9

Kempf, Hervé: La revolution biolitique. Albin Michel. Paris. 1998 El cine ha presentado con maestría este tema en “Los unos y los otros”, film de Claude Lelouch. 1981.

10

11

Ver sobre el tema definición de lo humano, desde culturas solidarias y culturas dominadoras, El cáliz y la espada. Riane Eisler. Cuatro Vientos. Santiago de Chile. 2000 6

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009

Por otro lado, la creatividad de los individuos ha alimentado transformaciones culturales, de todo tipo, de modo incesante. Se podría conjeturar, en ese caso, que la adaptación de los humanos a los cambios continuos, introducidos con la marcha de las culturas, es una manera implícita de mutar de identidad. Siguiendo ese razonamiento ¿aceptaremos a futuro, que la identidad del humano (afortunadamente nunca bien definida) coincida con un sincretismo biológico-informático? ¿Aceptaremos como congéneres nuestros a humanos-máquinas? A falta de una teoría de la especificidad humana, destaca el escritor Hervé Kempf, se esbozan discusiones de base ética acerca de los primates, los bebés anencefálicos, los clones de humano o de animal, las células madre12. Advierte Kempf que diferentes culturas desarrollan prácticas relacionadas con su propio concepto de la naturaleza humana (debiéramos añadir: de la naturaleza humana aún en sus características diferenciales masculina y femenina). La ciencia de frontera está preparada (y de hecho activa) en cuanto a debilitar las murallas que nos separan de las máquinas. Se trata de los múltiples cyborgs (término acuñado en 1960, a partir de cybernética + organismo)13, organismos humanos modificados por dispositivos biónicos. Sin necesidad de trasladar el razonamiento al terreno de la ciencia ficción, es fácil reconocer que prótesis de toda naturaleza (cada vez más y más complejas) se implantan en los organismos humanos para corregir defectos de funcionamiento, tales como insuficiencias cardíacas. La nanotecnología, aplicada en medicina, desarrolla investigación para crear nanoproductos, entre ellos, medicamentos contra el cáncer, de comportamiento robótico. El objetivo específico es suprimir las células cancerígenas sin eliminar conjuntamente las células sanas del organismo. Se trata de un campo investigativo cuya magnitud posible se vislumbra en lo ya realizado. El científico inventor Raymond Kurzweil (también futurólogo, como se puede percibir) escribe sobre el punto: Un análisis de la historia de la tecnología muestra que el cambio tecnológico es exponencial, contrariamente a la visión „linear intuitiva‟ del sentido común. (…) Las implicaciones incluyen la unión (merger) de la inteligencia biológica y no biológica, humanos basados en programas (softwares) inmortales, y niveles de inteligencia ultrasuperiores que se expande hacia fuera en el universo a la velocidad de la luz14. 12

Dificultad aparentemente resuelta gracias a la posibilidad de emplear células madres que se encuentran en el líquido amniótico (AFS), o en el cordón umbilical, no en el embrión. 13

Término usado por Manfred Clynes y Nathan Kline para describir un sistema humano-máquina autoregulado, en el espacio exterior. 14

Raymond Kurzweil. Ver información en: http://en.wikipedia.org/wiki/Ray_Kurzweil (accesible 02-0307) http://sss.stanford.edu/overview/whatisthesingularity/ (accesible 11-03-07) http://www.aleph.se/Trans/Global/Singularity/ (accesible 18-03-07) 7

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009

Es conocido que, muchas culturas tradicionales han desarrollado la idea de Naturaleza como un todo que abarca humanos, vegetales, animales, minerales. Rememoro como bello testimonio poético de esto la difundida carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos, fechada en 1854. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. Existen pensadores que buscan fundamentar de mejor manera la continuidad de las entidades naturales. Me parece significativo al respecto este comentario de Hervé Kempf: (…) …el concepto de una continuidad de la conciencia a través del mundo aparece como el instrumento más actual para superar la impotencia ética a la que nos condujeron las viejas concepciones. Me parece que nos ayudará también a formular la cuestión aun indiferenciada de la emergencia de máquinas inteligentes15. Kempf expone la idea de una ampliación de la humanización gracias a la simbiosis bio-lítica , así como la propuesta de nuevos niveles de conciencia respecto del mundo que entorna a la conciencia humana. En este entorno me parece legítima la siguiente pregunta: ¿habríamos llegado al punto del calentamiento global del planeta de no haber tomado la totalidad de lo que contiene La Tierra como un instrumento a nuestro servicio? Como puede verse, hostiga nuevamente el problema de la caracterización de la identidad de lo humano, su lugar, deberes y derechos en el planeta que habita. Forma parte de ese conjunto (la experiencia de continuidad de lo humano con la Naturaleza), la continuidad, bajo el orden molecular, desde lo inanimado hacia lo animado. Las ideas-eje son integración y supramolecular. El científico Jean-Marie Lehn, premio Nobel de Química,1987, se preguntaba, en su momento, por los procesos de integración compuesta de la materia y por otras formas de materia que se podrían crear y desarrollar: una materia más compleja. Su investigación prosiguió en el diseño de fármacos muy específicos, lo que lleva a reencontrar la idea de lo adaptativo. Siguiendo la pista de esos avances, estamos cerca de lo que debiera entenderse hoy por creatividad. Los contenidos de esa antigua noción se han ampliado considerablemente. Esa brega contra la posibilidad misma de que exista creación por parte de las máquinas ¿tiene sentido todavía? Harold Cohen (Departamento de Artes Visuales. Universidad de California) 16 desarrolló su proyecto AARON, una máquina informática que en su primera etapa pudo decidir los colores de una imagen creada, o producida, sobre la base de una alimentación de cromaticidad posible. Sus inicios fueron 15

Hervé Kempf. Ob. Cit.

16

http://crca.ucsd.edu/~hcohen/

(disponible 7-03-07) 8

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 elementales en 1973 (trazar formas sencillas). Pero AARON llegó a tener capacidad para diseñar y colorear selectivamente sus imágenes (desde 1990 en adelante). Cohen, pintor, realiza sus cuadros posteriormente, siguiendo las sugerencias de su máquina. Ha expuesto sus trabajos, con la mención explícita de su origen, en importantes Museos y Galerías del planeta, como: la Galería Tate, de Londres; el Museo Stedelijk, de Amsterdam; el Museo de Arte Moderno, de San Francisco (California) y el Museo para Niños, del Capitolio, en Washington. Claro, se dirá, la máquina ha sido alimentada con patrones de cromaticidad por parte de su diseñador y aplica una combinatoria predeterminada. Sin embargo, en este caso, los patrones no se refieren a la situación particular, sino a criterios de combinación cromática, como podría hacerlo un texto de teoría del color. Por otra parte, Cohen venido trabajando para desarrollar un grado de creatividad que incorpora hasta el diseño mismo de la imagen. Es importante leer sus artículos con espontaneidad libre de prejuicios 17. No se trata de reemplazar a los artistas y su mundo, sino de ampliar la noción de creatividad. Me parece inoperante, desde un punto de vista cognitivo, conservar criterios de creatividad tradicionales cuando el universo de la tecnología de la información instala en las máquinas semejante potencia de desarrollo y autonomía. Al menos, es ético (legítimo, esperable) debatir el tradicional problema de las fronteras entre los fenómenos, o el de los límites epistemológicos por los cuales llegamos al conocimiento, si se quiere tratar ese sensible tema de la creatividad desde una intención estética y en relación con las TIC‟s. A la vez, existe siempre el riesgo de oír a la filosofía en sus aserciones atemporales, de espaldas a los hallazgos de la ciencia y la tecnología. 5. Irrupción del fenómeno de la Inteligencia Artificial En tablas comparativas, relativas a lo que se concibe como inteligencia humana e inteligencia artificial (AI) se colocan, imaginariamente, a un lado y otro de una línea vertical, los haber y los debe… . La presente reflexión no puede soslayar esa correlación, puesto que uno de los componentes de peso para caracterizar lo humano es, precisamente, la inteligencia. Es fácil advertir que la cuestión del factor humano, en relación con las TIC‟s, está instalada en una suerte de campo minado. Fijemos la atención en los contenidos de: humano, inteligencia, conciencia, identidad, creatividad, empatía, entre otros. Casi no hay concepto clave, concerniente al punto, cuyo alcance no sea dudoso, entonces riesgoso. ¿Significa esto que se debe abandonar la discusión por ser inasible? Podríamos tomar la decisión de restringirnos a una operatividad mecánica, al simple uso de las computadoras, (aun el más sofisticado de esos usos), y desistir enteramente de pensar la problemática. Sin embargo, pensar la problemática dista de ser un acto prescindible. Aquellas nociones (inteligencia humana , inteligencia artificial) y sus dificultades, están incorporadas en nuestros asombros, o en nuestras repulsiones. Operan en el subsuelo de los comportamientos que podemos tener con las máquinas y los 17

Están disponibles en: http://www.kurzweilcyberart.com/aaron/hi_essays.html 9

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 programas. Dicho en otras palabras, la manera como operamos con las máquinas depende de nuestra comprensión de las mismas y de la interpretación acerca de sus capacidades o competencias. La discusión sobre la esencia de lo humano acarrea, asimismo, una confrontación de ambas inteligencias. También allí está comprometido el fenómeno de la identidad. Inversamente, la referencia a la identidad de lo humano conduce a la discusión sobre su (supuesta) esencia, incluido el fenómeno de la inteligencia humana. Otro punto a considerar es que cuando se habla de inteligencia artificial, en sus manifestaciones diversas, el acento está puesto en sus capacidades respectivas para actuar en una sensible multitud de circunstancias de modo diferenciado; es allí donde cobra relevancia la lógica difusa por su énfasis en múltiples opciones frente a una lógica binaria (de v, f y tercero excluido). Así, inteligencia y sensibilidad para la coyuntura, están pareadas. 6. El fantasma de la conciencia, y la auto-conciencia La trama de los límites de la conciencia se encuentra presente en diversos rasgos de la concepción contemporánea de lo social. Se ha logrado asimilar, finalmente, que nuestros estados de conciencia han mutado en sus características, en las últimas décadas. Entre otros motivos conexos, a raíz de la magnitud de la velocidad en las comunicaciones, incorporada por las TIC‟s. Señales anteriores de ello fueron puestas por el desplazamiento en trenes, automóviles y aviones. Lo que experimentan a raíz de ello las personas, en su relación con el tiempo y el espacio, suele presentarse como estados de dificultad auto-perceptiva. Me refiero a la dificultad de integrar nuevos paisajes humanos y naturales cuando se pasa en pocas horas de vuelo de un continente a otro. Sucede que se deja atrás el terruño, la localización propia y familiar, con muy poco tiempo intermedio. Además de los efectos fisiológicos (el jet lag, la disritmia circadiana), están las dificultades psíquicas, que el sujeto cree poder manejar. Existen cambios en la auto-percepción (en la auto-conciencia), asimismo, ligados con circunstancias nuevas de experiencia. Como ejemplo atractivo, hago referencia a la ejecución de contratos, y/o de operaciones comerciales automatizadas, en computadores. Se trata de Agentes Electrónicos. ¿Con quién, con qué, llevamos adelante una transacción?¿Pueden las computadoras efectuar contratos, además de contener la información respectiva? Pregunto a un especialista. Pablo Moreira L. escribe en AR Revista de Derecho Informático18: El rol de las computadoras en el comercio electrónico, cada día evoluciona más, ya no solo facilitan las comunicaciones sino que son capaces de iniciarlas tomando un rol activo de participación, las computadoras pueden operar no solo automáticamente mejorando los costos de operación, sino que ahora pueden hacerlo de una forma autónoma. A través de lo que se ha llamado inteligencia artificial, las computadoras 18

(http://www.alfa-redi.com/rdi-articulo.shtml?x=962) 10

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 autónomos pueden aprender a través de la experiencia, modificar sus instrucciones en sus programas, e incluso crear nuevas instrucciones (...) Se entre-cruzan aquí, como se ve, no sólo conceptos que aluden a la naturaleza de lo humano, su identidad, la conciencia, sino también aquellos horizontes relativos a la autoreferencia. ¿Hemos de atribuirla a una computadora? Pregunta incorporada, por derecho propio, en el amplio debate sobre el punto. La autoconciencia (auto-referencia) fue, históricamente, reducto inexpugnable de lo humano frente al mundo animal y a los otros reinos naturales (actualmente cinco y no tres, dato no menor puesto que han cambiado las denotaciones). La auto-referencia es evaluada todavía, desde una de las posiciones antagónicas, como reducto de lo humano frente a esa segunda naturaleza, la constituida por el universo de las máquinas. Son conocidas las experiencias realizadas por Gordon Gallup jr. Su experimento sobre autoconciencia en chimpancés (la marca de pintura blanca en la frente de esos primates, realizado en 1970), ha sido evaluado como un experimento crucial. Los resultados de Gallup en este campo han modificado convicciones acerca de las diferencias entre humanos y animales, en cuanto a capacidad de auto-referencia (al menos entre quienes son capaces de abrirse a esas evidencias). Fue indicio más que suficiente para admitir la auto-conciencia en primates por parte de científicos expertos en Comportamiento Animal (Etología)19. Se constituyó, complementariamente, en signo de la no exclusividad del fenómeno de auto-conciencia para los humanos (aun si se reemplaza el término auto-conciencia por auto-reconocimiento, como exigen algunos investigadores). De modo semejante, es apreciada la investigación continua llevada a cabo durante años por la Dra. Francinne Patterson, con la gorila Koko. La capacidad de auto-referencia de Koko, quedó en evidencia en diferentes circunstancias y situaciones experimentales generadas por la investigadora20. ¿Será necesario disolver aún otros marcos tradicionales que circunscriben y aíslan lo humano frente a lo no-humano? ¿Cómo asumir esa fragilidad de los perfiles? La denotación misma del concepto auto-referencia, o auto-reconocimiento ha debido ser ampliada después de ese tipo de experiencias. En conferencias cumbres (Singularidad -Singularity-, Stanford. Mayo 2006. Ver nota 11), se han presentado comunicaciones sobre el paradigma de otra era de la evolución humana, el trans-humanismo o post-humanismo (abreviado como H+). Con esos términos se nombra una nueva instancia de lo humano que trasciende sus referencias habituales, sin reemplazar los potenciales contenidos humanistas conocidos hasta hoy. Más bien, incorporándolos. El post-humanismo es, a su manera, equivalente al postmodernismo. Es válido recordar que éste llegó a ser descrito como un movimiento que no dejó atrás la modernidad, sino que la incorporó para proyectarla hacia adelante. De ese modo, el postmodernismo, fue mirado como una etapa más reciente de lo moderno. 19 20

Gallup G.G. Jr. “Chimpancés, self-recognition”. Revista “Science” n. 167. National Geographic, octubre de 1978. Hay un sitio (www.koko) dedicado a Koko. 11

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 El post-humanismo es una idea susceptible del mismo tipo de interpretación. Se trata de ampliar los horizontes conceptuales de lo humano en relación a las máquinas computadoras y sus capacidades operacionales. Me refiero a disposiciones como las que vengo puntualizando: tener auto-referencia o auto-reconocimiento, junto con resolver problemas, aprender, significar, también actuar creativamente. Aparece aquí, como presencia ineludible, el fenómeno del yo, del self, del sentido interior de que hablaba Kant en su Crítica de la Razón Pura. En el parágrafo sobre la noción de empatía, retomaré esos puntos (el yo, el self). Las disposiciones antes enumeradas, con sus contenidos asociados, no tienen aceptación fácil en los críticos, cuando se hace referencia a las capacidades de operación de las máquinas. Éstas no llegan a ser tratadas fuera de una aproximación recelosa. Pero, con frecuencia la investigación tecnológica avanza con una carga de creatividad que va por delante (a la vanguardia) de una formulación socio-cultural conservadora. Con todo, el desarrollo y aun la popularidad de ciertos conceptos actúan como termómetros de la temperatura cultural en el interior de áreas específicas. Destaca Hervé Kempf en la obra citada: (…) cuando los especialistas señalan que el trío GNR (Genética, Nanotecnología, Robótica) está en camino de reemplazar al trío NBC (Nuclear, Biología, Química Chimie-), en lo civil y en lo militar, hay que tomar en cuenta los signos de ese cambio de paradigma. A partir de allí, el componente Robótica del nuevo trío (GNR) es (junto con Nanotecnología) parte de la conceptuación que toca al núcleo de este trabajo: el factor humano en la Cibercultura.

Otra de las disposiciones en cuestión es la resolución de problemas por parte de las computadoras. Algo mucho más complejo y atractivo que la sencilla aplicación de instrucciones: se trata de que puedan corregir sus propios comportamientos para optimizar resultados. En estrecha afinidad con lo anterior, está el estudio de cómo las máquinas pueden aprender de la experiencia. Es, por ejemplo, lo que se proponen los veinticinco investigadores del mencionado proyecto Feelix Growing [ver nota 6]. Sus robots adaptativos tendrán que aprender, desde su experiencia de interacción con los humanos, sus diversas cualidades emocionales para comportarse de manera diferencial con ellos, sobre la base de un diseño de disposiciones que lo haga posible. Estos y otros procesos similares, ponen de manifiesto, una y otra vez, la cuestión de la conciencia, entendida como: advertencia concerniente a lo que se está haciendo o experimentando (término reemplazado con frecuencia por el de auto-reconocimiento). En el estudio e investigación destinados a mejorar destrezas en el área robótica, el gran desafío sigue siendo el de la conciencia. Antiguamente, se empleaba esa noción (autoconciencia) como factor de deslinde entre la comunidad humana y las criaturas del mundo animal [ver nota 18]. Ese mismo tópico, la exclusividad de la auto-conciencia humana, reaparece, esta vez, con la intención de poner aparte el mundo de los humanos y el de las máquinas. Marvin Minsky, escribió sobre el particular: 12

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 No se pregunta si un robot -un ordenador, un programa- puede ser „vivo‟, sino si puede ser conciente. La eficacia de nuestro pensamiento no se debe a talentos o dones misteriosos, sino a nuestra capacidad de hacer funcionar concertadamente conjuntos organizados. Cuando descubramos cómo trabajan esos conjuntos, los reproduciremos en nuestros computadores: un procedimiento de un programa que se bloquea será reemplazado por otro procedimiento, correspondiente a otra aproximación. Cuando veamos a las máquinas actuar de este modo, pensaremos probablemente que son conscientes.21 7. Humanos y máquinas: ¿contraposición o colaboración? Una de las repercusiones esperadas, por parte de numerosos grupos de investigadores del área informática, es tornar flexibles los bordes rígidos entre lo natural y lo artificial, lo animado y lo inanimado, el cerebro humano y las máquinas. Se trata de pensamientos de tipo colaborativo, integrador, antes que compartimental y excluyente. En la margen opuesta, se encuentra la defensa de lo humano frente a máquinas y robots, los pánicos difundidos acerca de la subordinación de los humanos a computadoras autónomas y totalitarias en su accionar (potenciales enemigas del género humano). Asunto tratado en la ciencia ficción literaria, y cinematográfica. Esa actitud satisface, también, a una concepción del humano como señor todopoderoso de la Tierra y de sus otras criaturas. “2001, Odisea del Espacio” (anticipándose Stanley Kubrick en1968) y “The Matrix” (Andy y Larry Wachowski en 1999), han sido filmes característicos, reconocidos clásicos del género. En esa polémica están señalados lo animado frente a lo in-animado, la vida humana frente, a la no-vida de las máquinas. Rodney Brooks pone en discusión la posibilidad misma de aclarar esa diferencia en situaciones particulares. El concepto mismo la vida es de aparición tardía, escribe Michel Foucault (Las palabras y las cosas22): Si se hace una historia de la biología en el S. XVIII hay que recordar que la subdivisión del saber tiene apenas unos 150 años. Antes existían los „seres vivientes‟, pero no „La Vida‟. He querido presentar un ejemplo de la dificultad contenida en todo intento de definición taxativa. Y resaltar que tales distinciones nacen de y reposan sobre supuestos culturales. Nosotros no somos máquinas; ellas, no son humanos. Pero existen numerosos comportamientos análogos y se trabaja en los híbridos. El desarrollo de la tecnociencia actual muestra concreciones de sincretismos operativos, muy fértiles puesto que amplifican tanto las capacidades de los humanos, como las de las máquinas (computadores). Conocemos otros sincretismos: las prótesis de todo tipo. Es aceptable calificar de prótesis de lo humano a un bastón, unos anteojos, una muela postiza, pero… ¿un chip en 21

Marvin Minsky (“¿Dejaremos la tierra a los robots?”, Pour la science, diciembre 1994.)

22

En Hervé Kempf, Ob. Cit. Capítulo: “Robots pensants”. 13

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 el cerebro? El término prótesis, ha sido definido por el Diccionario de la Lengua Española de este modo: (…) pieza o aparato artificial que sustituye un órgano o una parte del cuerpo humano: “ha rechazado la prótesis que le implantaron en la rodilla”. Las palabras nombran fenómenos. El vocablo sustitución habla de reemplazo. Y ciertos reemplazos nos son familiares. Podemos juzgar que la palabra bastón denomina el objeto que reemplaza una cierta capacidad de caminar en dos piernas, que se halla debilitada o perdida; anteojos nombra tradicionalmente el objeto que reemplaza una dimensión perdida de la vista humana, en cuanto a ver detalles a determinada distancia. ¿Chip sería, entonces, el nombre del objeto que puede reemplazar limitaciones de capacidad de memoria o velocidad de pensamiento combinatorio? En la investigación actual, la Biología cruza frecuentemente hacia la Informática. Una mención sencilla: en Bioinformática, la computación es aplicada al análisis de datos referidos al conocimiento de lo biológico. La decodificación del ADN, ha sido un ejemplo estelar -y sigue siéndolo. Pero la relación entre biología e informática no termina allí, como se sabe suficientemente. Se hace mucho más densa (en la inter-relación) en el caso de los biochips, unidades nanotecnológicas activadoras de simbiosis entre elementos biológicos e informáticos. El testimonio del ingeniero Oscar Zepeda García (Maestría en Ingeniería de Sistemas Empresariales Universidad Ibero Americana, México) dice: Si en los microchips empleados en las computadoras se consigue una alta densidad de integración de circuitos electrónicos en una oblea de silicio, en los biochips se logra una alta densidad de integración de material genético en una oblea de silicio, cristal o plástico23. ¿Cómo se puede deslindar campos, en esa correlación, los bio-chips? ¿Qué es vida humana, qué es no-vida, allí? ¿Soy en parte humano y en parte informático, o soy realmente un biónico? ¿Cuánto de mí como persona se modifica en ese caso? La sutileza alcanzada hoy (noticia de julio 2007) con la creación de manos biónicas implantadas a individuos que las han perdido, es sobresaliente. Esas manos biónicas, cuyos dedos pueden actuar de manera independiente uno de otro, son comandadas con la mente, de modo intuitivo, según el término empleado por los ingenieros diseñadores. Ellos esperan que a futuro se pueda llegar a tocar el piano con ellas. De acuerdo con expertos en Inteligencia Artificial (AI), aquello que distingue mejor a una máquina de una mente humana, no es el resultado de velocidades diferentes en las operaciones respectivas de máquinas y humanos. Un estudio que busque diferenciarlas, debiera apuntar, muy especialmente, al fenómeno denominado capacidad de resolución de problemas (suele estimarse como trascendente para la medición de inteligencia en seres humanos). ¿Es atribuible a las máquinas una capacidad de resolución creativa de 23

(Disponible 07-02-07 en http://www.solociencia.com/biologia/bioinformatica-autor.htm) 14

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 problemas emergentes que supere la obtención mecánica de respuestas a partir de datos alimentados? La potencia adaptativa de los robots, según exponen investigadores de frontera, es signo de superación de respuestas mecánicas. Examinemos el punto con mayor detenimiento. Es preciso realizar un breve desvío, convergente sin embargo. Existen territorios heterogéneos, cuyos funcionamientos respectivos parecen responder a un mismo, o similar, patrón. Me refiero, concretamente, a la manera como un determinado número de unidades se combinan entre sí para generar realidades complejas. Una situación combinatoria, en la cual se organizan resultados significativos compuestos a partir de elementos más simples, es un fenómeno asombroso dondequiera se encuentre24. Por ejemplo, unidades fónicas sin significado (fonemas) construyen palabras (monemas). Dos pinceladas de pigmento blanco, reunidas en un punto de un lienzo, pueden reconstruir una mirada (la mirada fuertemente significativa del protagonista de un retrato, o de un autorretrato como en los de Rembrandt). Percibimos allí una mirada que nos mira. Más atrás hice una alusión a la importancia que Jean-Marie Lehn le dio al conglomerado de lo supramolecular, a la creación de químicos sobre la base de síntesis de moléculas. Es lícito pensar que el fenómeno denominado inteligencia humana, puede acoplarse junto con ese otro, la inteligencia artificial (AI) en ese preciso sentido. Comparten el principio de la combinatoria de unidades, creadora de niveles de complejidad. Las máquinas pueden hacerlo, de hecho así funcionan, gestando complejidades (imágenes, sonidos, textos…) a partir de sistemas de tipo binario (unos y ceros)25. Voy a repasar, sobre este argumento, algunas ideas de Noam Chomsky sobre Gramática Generativa, es reconocida la importancia que tuvo en la configuración del universo de la informática. Su obra Estructuras sintácticas data de 1959. La matriz conceptual se expresa en lo siguiente: la sintaxis de elementos genera el sentido de modo combinatorio, así como la riqueza de significados implicados. Es legítimo incluir las construcciones digitales dentro de la matriz general de la gramática generativa, puesto que los algoritmos (en ese ámbito de lo digital) se construyen en función combinatoria de elementos. En el caso del lenguaje, destaca Chomsky, estamos en verdad ante una combinatoria de 24 sonidos (aunque, según las diferentes lenguas, el número de sonidos puede variar entre veinte y cincuenta). Sin embargo, la estructura generativa se mantiene en cada caso con independencia del número de elementos. Añado a la enumeración ilustrativa, una mención sobre el modo en que conos y bastoncillos encodifican la formidable variedad de estímulos visuales, en el complejo proceso fisiológico de la visión. En esos procesos, la variedad de formas, colores, brillos, texturas, posiciones, profundidades, son traducidos en un sistema binario, el de la 24

Sin embargo, Hubert Dreyfus en Ser-en-el-mundo propone: Al parecer, no se puede construir el fenómeno de mundo a partir de elementos carentes de significado. 25 Una nueva etapa se ha abierto a raíz de la computación cuántica. Nuestro pensamiento debe ponerse en marcha, una vez más, para pasar de la costumbre de pensar los „bits‟, en dos elementos como alternativos y sucesivos(1 o 0, sí o no), a concebir los „qubits‟ („quantic bits‟) que pueden estar al mismo tiempo en el estado 1 y en el estado 0. http://www.quantiki.org/wiki/index.php/What_is_Quantum_Computation%3F#Why_quantum_computers. 3F 15

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 percepción visual humana: las células denominadas conos, y bastoncillos (de acuerdo con su apariencia en el microscopio). Una estructura digital (dual) combinatoria soporta la riqueza semántica de nuestra experiencia visual. Reúno ejemplos: la relación entre conos/bastoncillos y la percepción visual, el sistema combinado de sonidos lingüísticos productor de palabras y significados asociados, los trazos en la pintura, la construcción de sistemas de interface (elementos binarios que configuran construcciones digitales). Todos ellos, responden, cada uno a su manera, a esa idea de una estructura que sobre la base de elementos simples instaura complejidades. Al parecer, la realidad toda estaría configurada como una gramática generativa de formas complejas de llenos y vacíos. Superestructuras emergentes son formas de la creatividad, en esos y otros ejemplos.

8. La definición, ¿instrumento o impedimento para la reflexión acerca de las relaciones entre humanos y máquinas? He esbozado, antes, el tema de las definiciones, de las distinciones entre fenómenos. Pero ¿qué función le cabe al asunto mismo de la definición, en esta reflexión sobre el factor humano en la Cibercultura? Una respuesta válida puede ser: el eje que representa la definición forma parte principal de numerosas situaciones de conocimiento (si no en todas ellas). Por fuerza, es principal en aquellas en las cuales las fronteras de los fenómenos se encuentran en impugnación. El factor humano ¿se relaciona diferencialmente con las máquinas? El conjunto de las intersecciones posibles entre máquinas y humanos, depende manifiestamente del modo como sean definidos unas y otros. Un ejemplo dramático de la trascendencia de „la definición‟, lo constituye el tenor del debate acerca del estado de muerte. Propongo rememorar la constitución de aquel Comité de muerte cerebral, reunido en Harvard, por 1968. ¿Cómo se define el final de un ser humano?¿Desde la finalización de los latidos del corazón?¿Por el término de la respiración?¿La cesación irreversible de las funciones cerebrales? ¿Una apnea de 4 minutos? Un mismo ser humano puede estar muerto para unos médicos, vivo para otros, muerto en un país (USA), vivo en otro (Inglaterra), para retomar aquella disputa. ¡Las tablas descriptivas de ese estado difieren entre sí! El escollo tradicional de la definición de los fenómenos, está vivo en cualquier disciplina. Reaparece con fuerza a propósito de la expansión alcanzada por la nanotecnología y la robótica de última generación. Porque la separación rotunda, o, en cambio, el enlace integrador entre humanos y máquinas es notoriamente, según vengo expresando, un asunto de clasificación, de definición26. Las preguntas mismas acerca de creatividad y pensamiento en los humanos y/o en las máquinas, están montadas en el pedestal de la definición: importa cómo definimos 26

¿Será necesario aclarar que no considero la diferencia entre nosotros -humanos- y las máquinas como un mero juego de definiciones? 16

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 creatividad, cómo definimos pensamiento. Esto cuenta entre las principales materias de reflexión. Marvin Minsky (MIT), escribió un ensayo notable en1982: “Por qué la gente piensa que las computadoras no pueden pensar” (Why people think computers can't think).27 Mucho antes del desarrollo de la tecnología digital tal como se conoce hoy, los temas tratados en ese texto ya eran luminosos anticipos de esta problemática. Me detengo en algunos de los puntos del índice, porque la mera enunciación es, en sí misma, elocuente:        

¿Pueden ser creativas las máquinas? (Can machines be creative?) La resolución de problemas. (Problem solving). ¿Pueden entender las computadoras? (Can computers understand?) Redes de significado. (Webs of meaning). ¿Son auto-concientes los humanos? (Are humans self-aware? ) Nuevas teorías acerca de mentes y máquinas. (New theories about minds and machines. ) Conocimiento y sentido común. (Knowledge and common sense ) Computadores auto-concientes. (Self-conscious computers.)

Minsky tomó como punto de partida un conocido juicio y prejuicio de su tiempo: las computadoras nunca serán capaces de pensar realmente. Junto con ello funcionaba la idea que cualquier parecido descriptible con el pensamiento humano era una imitación superficial y paródica de la inteligencia humana. Detrás de ese prejuicio se encuentra, por lo menos, una definición de lo que significa pensar, como se comprende. En el mismo contexto se asevera que las computadoras han sido diseñadas sólo para cumplir órdenes y realizar funciones programadas exhaustivamente. Las computadoras, por lo tanto, no pueden saber28 qué están haciendo. Frente a numerosos expertos en computación (en 1982) que defendían aquella imposibilidad, algunos investigadores demasiado pocos, pensaba Minsky- experimentaron con programas capaces de aprender y razonar por analogía. El razonamiento por analogía es uno de los primeros pasos de la creatividad, un verdadero umbral de la creatividad, enfatizó el teórico Abraham Moles (La creación científica). El gran inconveniente para Minsky era, y siguió siendo, para las máquinas, alcanzar los procedimientos del sentido común. Las operaciones del sentido común, representan una de las pruebas de inteligencia difícil de emular, según sus defensores. Esto, porque articula de un modo sui generis la experiencia del sujeto, con su capacidad de espontaneidad. El sentido común se caracteriza por una especial plasticidad de reacción ante lo inesperado. Minsky estimaba que la dificultad para un computador no estaba radicada en su poder para realizar velozmente operaciones complicadas (algo que se 27

Why people think computers can't think, by Marvin Minsky, MIT. First published in AI Magazine, vol. 3 no. 4, Fall 1982. Reprinted in Technology Review, Nov/Dec 1983, and in The Computer Culture, (Donnelly, Ed.) Associated Univ. Presses, Cranbury NJ, 1985. Traducción para este trabajo por la autora. 28

Saber? ¿Qué significa saber, aquí? ¿Cuánto sé de lo que estoy haciendo cuando creo estar pensando? 17

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 verifica continuamente), sino en lograr emular al popular sentido común. La aptitud para ir resolviendo situaciones nuevas sobre la base de la experiencia activada está en la médula de las acciones vitales. Otro desafío, para Marvin Minsky, era poder desarrollar un modelo de Superyó (uno de los tres componentes freudianos, descriptores de la estructura psíquica humana). Ese Superyó29 (el kibernetés, piloto, auto-observador) debía actuar como Supervisor interno de las operaciones de las computadoras, a fin de poder seleccionar el camino más rápido y favorable en una operación computacional. No se trataba para Minsky, como recordé antes, de lograr simplemente altas velocidades en cuanto a efectuar millones de operaciones automáticas, sino, de un examen inteligente de posibilidades en juego para efectuar una selección óptima. A la vez, frente a la negación generalizada relativa a la capacidad de auto-referencia (de las computadoras), expone que para que ello resulte viable, las máquinas deberán poder examinar sus propios mecanismos mientras trabajan. Eso se estaba buscando en los laboratorios de investigación del área. Algo evaluado, en 1982, como posible a futuro, y en desarrollo hoy (investigación sobre sistemas adaptativos). Aun cuando, la idea de un yo auto-observador está en conflicto: entre neurobiólogos para el organismo, entre ingenieros informáticos, para las computadoras (trato este punto en el parágrafo sobre empatía). Junto con su convicción sobre la importancia del sentido común, el investigador Minsky propone un viraje audaz. Porque, ante la encrucijada relativa a esa capacidad de las computadoras para comprender significados, se pregunta (pregunta para la cual tenía su respuesta): “¿Por qué caer en la trampa de sentir que debemos definir viejas palabras como „significa‟ y „comprende‟?” (“Why fall into the trap of feeling that we must define old words like "mean" and "understand"? -artículo citado-). Su artículo contiene una crítica explícita al concepto de significado. Ha sido elaborada con el criterio de la imposibilidad de caracterizar un significado singular, aislado, con independencia de muchas otras cosas que conoce la persona que lo emplea. Sólo en cuanto comprometido en un hipertexto tiene sentido hablar de significado. Pero, ¿qué quiere decir que el significado se comprende a cabalidad sólo de manera contextual? ¿Cómo se dibujan los límites de ese contexto? La idea fue expuesta en su momento por Charles S. Peirce, como una semiosis ilimitada (a propósito del significado de un signo y su funcionamiento en el interior de un sistema), vale decir, como un significado que se define y completa por otros significados en un contexto determinado30. Esto mismo remite a la temática de la capacidad conectiva de una máquina, el modo como pueden conectarse e inter-conectarse los datos almacenados en el interior de un computador, así como con otras máquinas.

29

Actualmente se propone una operativa sin centro único de comando. La teoría de la semiosis ilimitada de Charles S. Peirce presenta familiaridad con las ideas desarrolladas por el neurobiólogo chileno Francisco Varela. El fenómeno de la vida. Dolmen Ensayo. Santiago de Chile. 2000. 30

18

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Reencontramos aquí, sin poder omitirlo como se ve, el problema de las definiciones. Definir un significado es una operación nada sencilla, entonces, si prestamos atención a la conectividad. Ese es uno de los problemas que instalan un alerta para la reflexión, por su complejidad intrínseca. Propongo algunas preguntas, complementarias entre sí, que caracterizan a ese ámbito: ¿Son los fenómenos de la realidad circundante acotados en sí mismos, y por tanto definibles taxativamente? ¿Los fenómenos son, en cambio, entidades difusas, por consiguiente susceptibles de una mera definición estadística? ¿De dónde proviene el vínculo entre un fenómeno y su definición?¿Si una definición no coincide con un fenómeno, corresponde cambiar la definición?¿O ello nos indica que estamos, en verdad, ante fenómenos diferentes? ¿Dónde y cómo se marcan los límites que identifican, describen, la identidad de los fenómenos? Siguiendo el razonamiento de Minsky, el núcleo básico de un significado (de lo que algo significa en el doble sentido de contener la significación y significar como verbo) está enlazado, sobre todo, a las conexiones que podemos establecer con otras cosas que sabemos. Cuanto más interconectada se encuentra una cosa, más significa para nosotros. Por eso, en esa perspectiva, buscar el significado real de algo es algo semejante a buscar su significado más restringido, también el más pobre e ineficaz. Exploremos, ahora, el destino de tales afirmaciones. Esa argumentación de Marvin Minsky (la relativa a la trampa que representan ciertas definiciones) forma parte de su implícita defensa de las máquinas como objetos que significan y/o piensan. Y no está alejada de su convicción sobre la dificultad de definir algo de manera taxativa. ¿Qué sucede, entonces, si se construyen máquinas que no están basadas en definiciones rigurosas, precisas? Podrían caer en la paradoja, la inconsistencia… . Ante esa situación esbozada, Minsky argumenta que la mayor parte de nuestro conocimiento, está impregnado normalmente de contradicciones no advertidas ni cuestionadas. Frente a fenómenos no consistentes, habría que construir una nueva teoría con base en esos círculos y contradicciones, y llevarlos a formar parte del complejo mundo científico. El riesgo de la paradoja aparece como menor, comparado con el riesgo que conlleva la rigidez taxativa (estéril) en la formulación de definiciones. La lógica difusa, la computación flexible31 van en apoyo de aquellas intuiciones de Minsky. En este espacio que se describe como de reflexión se impone aludir a una postura contrapuesta a la actitud optimista de Marvin Minsky. Por eso presento algunos conceptos de Hubert Dreyfus, profesor en Berkeley y en MIT. Los trabajos de Dreyfus son críticos de la Inteligencia Artificial, y han sido objetados, a su vez, por quienes desarrollan este campo de investigación. Dreyfus no es el único crítico, como es fácil imaginar. Mi elección tiene, en parte, un propósito de simetría lúdica: recordemos el nombre del texto de Minsky: “¿Por qué la gente piensa que las computadoras no pueden pensar?”. Dos textos de Hubert Dreyfus sobre el tema humanos-máquinas, publicados con una diferencia de veinte años, llevan 31

Bart, Kosko. Pensamiento borroso. Barcelona. Drakontos. 1995. También: Trillas, E. Conjuntos Borrosos. Vicens. Vives 1980. 19

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 por título: “Lo que las computadoras no pueden hacer” (1972), “Lo que las computadoras todavía no pueden hacer” (1992)32. Una de sus objeciones apunta a la presuposición común de que cerebro y mente serían equivalentes a máquina (hardware) y programas (software). Se trata de una de las muchas metáforas populares en ese dominio: útiles (porque permiten ver algo) e inútiles, a la vez, (porque ocultan aspectos importantes). El uso metafórico de analogías -como aquella de que cerebro y mente serían equivalentes a máquina (hardware) y programas (software)produce, de hecho, una simplificación de la problemática general. Pero estamos hoy en la dirección contraria, en la creación de complejidades relativas a las máquinas. Otra crítica de Hubert Dreyfus, complementaria de la anterior, enfoca la idea de que pensar es computar unidades discretas, en ausencia de todo contexto. En 199133 insiste en la imposibilidad de que una computadora sea capaz de decidir lo que es importante en su situación presente como para poder actuar en consecuencia. Lo infiere de la necesidad que tendría la máquina en cuanto a disponer de una cadena de reglas para encontrar datos, y de reglas para las reglas, en un eslabonamiento teóricamente sin término. Pero su interpretación poseía un componente „mecánico‟, y lo que se busca hoy es plasticidad. Hay quienes valoran las obras de Dreyfus por las repercusiones que proyectan, y por el efecto de enfriar entusiasmos precipitados acerca de lo que la AI (Inteligencia Artificial) puede lograr. Pero el futuro es abierto, y el presente de aquellas afirmaciones da a entender que las aseveraciones categóricas van siendo rebatidas de continuo, en este campo de investigación y realizaciones. A favor de Minsky es decisivo recordar que su teoría de la definición es ante todo contextualista y conectivista (si se acepta el término). La identidad de lo humano frente a las máquinas (computadoras), examinada desde la perspectiva de la inteligencia y la capacidad de operaciones inteligentes, pasa nuevamente, como podemos percibir, por decisiones de orden semántico. Ante la pregunta: ¿qué se entiende por inteligencia?, la decisión semántica ha de tomar en consideración esta otra pregunta, ¿cómo opera la inteligencia? Nuestro referente es una noción de inteligencia definida así para lo humano. Carece de univocidad posible, además, dado el contexto de aplicación que debiera ser diversificado socio-culturalmente, para no caer en la banalidad de otro centrismo. Mucho antes de las proposiciones de Minsky, en 1950, el matemático inglés Alan Turing, ideó su famoso experimento. Se encuentra descrito en nutrida literatura sobre el tema. Hay algo substancial como complemento de lo que vengo exponiendo. Turing quiso demostrar que no había manera de diferenciar un humano de una máquina, al momento de evaluar las respuestas respectivas (del humano y de la máquina) a una serie de preguntas (las mismas para ambos), formuladas por un tercer personaje en juego, otro humano. El porcentaje de las respuestas le resultó suficientemente convincente para apoyar su conjetura. Turing evitó definir el concepto inteligencia. La mención tiene por objeto insistir en lo difundido de este problema, desde uno de sus primeros testimonios.

32

En 1986 Hubert Dreyfus publicó un libro cuyo título es declarativo de su posición: Mind over Machine (La mente por sobre la máquina). New York. Free Press. 1986. 33 Hubert Drefus: Ser-en-el-mundo. (MIT Press 1991). Cuatro Vientos. Santiago de Chile. 2002 20

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 9. Funciones diferenciales de lo humano y su ‘consistencia’ en la discusión humanos-máquinas. Existe un grupo de funciones de lo humano, que pueden ser significativas como factores diferenciales entre humanos y máquinas, en el debate de referencia. Es el caso de: *la resolución de problemas, *el aprendizaje sobre la experiencia propia, *la creatividad en la toma de decisiones, *la capacidad de comprensión empática, *la auto-conciencia (autoreconocimiento), *la capacidad empática (de reconocimiento emocional de la afectividad en el otro). Esas disposiciones articuladas ¿alcanzan a configurar una identidad humana? Un primer paso en ese rumbo, creo, es buscar el fundamento de la necesidad misma de diferenciación con miras a definir una identidad. Por otra parte (lo he ampliado en otros parágrafos): ¿se puede pensar (seriamente) en encontrar una definición precisa de la identidad de lo humano? La pregunta por la definición, nos desafía una y otra vez. Importa reiterar que en todo acto comunicativo se encuentran implicadas, entrañadas, definiciones referenciales de los términos empleados. La existencia misma de tipos de definiciones es un indicio de la complejidad del tema. Este memorando sobre la definición tiene un propósito central: dejar testimonio de que la pretendida naturaleza de los fenómenos ha variado históricamente, a causa de cambios de definición. Estos cambios pueden deberse a motivaciones diversas no excluyentes: reemplazos de teorías (científicas o filosóficas), precisiones científicas, transformaciones en las costumbres en un momento histórico, en una sociedad (por aparición de nuevos consensos sociales y debilitamiento consiguiente de tradicionales consensos). Esas situaciones, entre otras, reposan sobre definiciones subyacentes de los conceptos empleados. Cuando se busca diferenciar humanos y máquinas o, al contrario, acercar estos dos universos, se está tratando, precisamente, con cuestiones subyacentes de definición, aún descontando la remota (¿insensata?) posibilidad de definir lo humano. Siguiendo con lo expuesto, atender a cómo funciona el sentido común, conduce a vislumbrar fructíferas inter-relaciones entre los diferentes significados y la información adquirida, para el funcionamiento de las máquinas. Sobre la noción de sentido común Minsky, ha propuesto lo siguiente: Se trata de una gran masa de material cognitivo prerrefinado y pre-analítico, que le sirve a cada uno de base para conocimientos más refinados, analíticos, críticos y expertos. Cada uno de los componentes que forman el sentido común es en sí dudoso y discutible, pero la masa de todos ellos, que forma un conocimiento dogmático, es bastante menos dudosa porque dichos componentes se complementan mutuamente (El destacado es mío). (Minsky, 1988)34 Por cierto, las teorías científicas han derribado históricamente muchos de los conceptos formulados a partir del sentido común. Pero, lo que interesa a quienes trabajan 34

(disponible el 27-03-07): http://club.telepolis.com/ohcop/sentcomu.html 21

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 hoy en el desarrollo de la inteligencia artificial (AI) es la matriz de funcionamiento de ese tipo conocimiento. Ese es, además, uno de los conceptos que el neurobiólogo Francisco Varela había puesto en la base de su crítica a los desarrollos poco eficaces de la inteligencia artificial. Se refería a la falta de conexión de los productos de la IA con los modos de proceder del sentido común. Vinculaciones y relaciones son términos que nombran la actividad de los sistemas en red. Es pertinente recordar aquí las propuestas de Varela35 sobre el modo como funciona nuestro organismo, precisamente, en red. Pero no es sólo cuestión de constatarlo, sino que ese funcionamiento en red le permite al organismo ser altamente eficaz, tanto de modo endógeno como en lo relativo a sus intercambios con el exterior. La red es la trama de interrelaciones de donde surgen las propiedades emergentes. Es la estructura base de toda inter-conexión. El sistema inmunológico se comprende en su acción creativa de defender al organismo (de modo específico respecto de amenazas exógenas), cuando se lo concibe como una red. Por otra parte, en esta articulación, junto con el concepto red se presentan otras nociones, anticipadas aquí: flexibilidad, plasticidad. Éstas nombran un sentido particular, el cual puede ser entrenado para encontrar rutas alternativas, para intentar nuevos caminos, cuando uno falla o demuestra ser un callejón sin salida, para reinventar soluciones. Están a la base de la reciente disciplina Re-ingeniería Encontramos en el conjunto al procedimiento de ensayo y eliminación de error, el cual es una de las bases del conocimiento inteligente. Porque detrás de una solución eficaz y positiva, la que resultó seleccionada, hay innúmeros caminos que se probaron como ineficaces: “Cada pensamiento conciente debe ser el fin de procesos en los cuales debió competir con otros proto-pensamientos” (M. Minsky, Ob.cit). Otro tanto puede decirse acerca de muchas de las obras de arte existentes, que llegaron a su concreción después de competir con otras variantes, concebidas por su creador. Esas variantes, suelen estar presentes en los cuadernos de apuntes y bocetos, también en capas de pintura precedentes, debajo de la última visible (perceptibles mediante procedimientos como los rayos X). La creación informática con soporte en red describe otra trayectoria, como si las variantes en competencia no fueran descartables, sino más bien y sobre todo, actualizables simultáneamente y presentes de manera potencial. Marvin Minsky formula una enérgica inferencia: si la Evolución ha ido constriñendo, y a la vez ampliando, el cableado de nuestro cerebro de diferentes maneras, los humanos tenemos la posibilidad de cablear (wire) las máquinas como queramos. Tal como la Evolución cambió el punto de vista que tenemos acerca de la Vida, la Inteligencia Artificial (AI) cambiará nuestra perspectiva mental acerca de la Mente. Esta ampliación de las bases cognitivas (en cuanto a la reciprocidad de las operaciones inteligentes) presenta una analogía con las proyecciones de los estudios de Etología. Es el caso de la ampliación de la denotación para los fenómenos de auto35

Francisco Varela: El fenómeno de la vida. Dolmen Ensayo. Santiago de Chile. 2000, entre otros trabajos del científico chileno. 22

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 referencia (tradicionalmente restringidos a los humanos) respecto de primates superiores [ver nota 17]. Por otra parte, la noción de sí mismo (el yo, el self del habla inglesa), en relación con la idea de auto-conciencia, presenta un perfil muy rústico cuando se omiten, se olvidan, las diferencias entre la concepción del yo en Oriente y Occidente36. No existe un contenido universal para la noción de yo. Hay culturas y filosofías para las cuales el „yo‟ no tiene sentido porque el ser humano es parte integrante de un todo. Una parte integrada a otros seres y fenómenos del universo circundante, como un ciclo siempre en mutación de vida-muerte-vida. La concepción del self circunscrito a lo humano, es cultural. Invoco nuevamente la teoría de Varela. Rememoro su aseveración sobre el organismo humano como una trama sin centro, sin un yo que pueda señalarse en un punto. El científico Varela siguió en eso al Budismo y lo integró creativamente en sus investigaciones como neurobiólogo. Es tarea pendiente reflexionar sobre esto: la correlación posible entre a) ciertos procedimientos de las máquinas informáticas, tales como resolver problemas, ser autoconscientes de lo que están haciendo, orientadas en su diseño por la necesidad de lograr acciones cada vez más eficaces y sutiles, y b) aquellos procesos de pensamiento humano llamado inútil, procesos donde la fantasía creativa es ambulatoria, inconducente en su momento vivencial, desde el punto de vista de objetivaciones efectivas, pero importante como entrenamiento espontáneo de la imaginación. 10. La discusión filosófica de la técnica en el ámbito de las Tecnologías de la Información. Los procesos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación revierten continuamente sobre los seres humanos, sus ideas y costumbres, sus comportamientos, su auto-percepción. El factor humano configura un área de reflexión que, en nuestros días, ocupa y preocupa debido a la omnipresencia de las TIC‟s y sus efectos. Las TIC‟s funcionan como emblema de la tecnología actual, no sólo por estar a la base de múltiples operaciones que realizan hoy los seres humanos. Se trata, también, de una peligrosa dependencia muchas veces advertida, enunciada por teóricos críticos. Dichas tecnologías, examinadas desde el concepto-símbolo de la conectividad, representan el modo como los humanos hemos asumido un nuevo paradigma. Aparentemente, ese paradigma (la conectividad) no es uno más entre otros posibles. Porque nuestro organismo funciona sobre la base de la conectividad, pero también lo hacen las sociedades… o los organismos naturales, por ejemplo, los bosques nativos. El fenómeno mismo de la creatividad se identifica con la capacidad de conectividad, con el modo en que se originan las llamadas propiedades emergentes, precisamente a partir de conexiones. 36

Recuerdo a los lectores la crítica sobre la noción de yo, formulada por David Hume, así como a un notable ensayo de Nelson Goodman: “¿Hay imágenes en la mente?”. En: Imagen y conocimiento. Barcelona. Drakontos. 1994. 23

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 De acuerdo con todo esto, teorías tradicionales acerca de la técnica ¿pueden dar frutos conceptuales en el mundo de las TIC‟s? ¿Son pertinentes las teorías históricas sobre la técnica al momento de pensar la tecnología del universo digital? No es mi propósito realizar un recorrido por las diferentes propuestas. Hay teóricos de la técnica que la retrotraen a Prometeo, el conquistador del fuego para los humanos, otros, describen una alianza con la techné (y su concepto en tiempos de Platón y Aristóteles). Forman parte del conjunto los criterios elaborados por Mumford, Ortega y Gasset, Habermas, entre otros. Me parece atractivo, en cambio, examinar una de esas propuestas históricas debido a la trascendencia que se le atribuye dentro del mundo filosófico contemporáneo occidental. Me refiero a las ideas de Martín Heidegger expuestas en su célebre ensayo “La Pregunta por la Técnica”, publicado inicialmente en 195437. Se trata de re-leer el ensayo de referencia desde la plataforma de este trabajo: el factor humano en la Cibercultura. Indagar si puede ser pertinente, o no-pertinente (no digo impertinente), una filosofía sobre la técnica elaborada en tiempos en que los paradigmas tecnológicos eran tan diversos: la era industrial. Es un lugar común hoy hablar de la era post-industrial, expresión acuñada a fines de los años ‟70, precisamente, para cubrir el área de la denominada Sociedad de la Información. ¿Qué precisiones y continuidades pueden registrarse, entonces, entre ambas técnicas, la expuesta por Heidegger y la que subyace a los desarrollos informáticos? ¿Cuáles son, en cambio, los alcances no pertinentes? Presento en lo que sigue una relectura de algunas ideas contenidas en el ensayo de referencia. Son las que me parecen relevantes en lo relativo a las Tecnologías de la Información y la Comunicación. La pregunta por la esencia de la técnica es de orden filosófico, no técnico, destaca Heidegger. El orden del preguntar es materia propia de la filosofía (propia, no privativa, porque toda búsqueda de conocimiento se instala en el preguntar). La técnica, enuncia el filósofo alemán, no es algo neutral. Sirve a los fines que se propone el humano, y así es, también, un instrumentum. Los lectores de la obra de este filósofo conocen esas afirmaciones que son verdaderas trampas para un pensar atolondrado. Muchas de ellas, no son desechadas por Heidegger en su totalidad. De tales afirmaciones suele quedar un porcentaje aceptable, como en lo que sigue: “Sigue siendo correcto que también la técnica moderna es un medio para fines.” “El querer dominarla se hace tanto más urgente cuanto mayor es la amenaza de la técnica de escapar al dominio del hombre.” Heidegger no busca una mera definición correcta de la esencia de la técnica. Con todo, se pregunta por la esencia. Brevemente, quien busca esencias está buscando, conciente o inconscientemente, verdades, puesto que la esencia, hablando filosóficamente, indica lo permanente de un ente. La esencia también nombra lo sido como algo cerrado (por eso el hombre no tiene esencia, sino existencia, salvo cuando 37

Martin Heidegger: “La pregunta por la técnica”. Conferencias y artículos, Ediciones del Serbal, Barcelona, 1994. 24

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 muere y ya no puede cambiar. Sartre: El ser y la nada). La esencia, pensada filosóficamente, es el ser del ente (lo que hace que un ente sea lo que es). Proclama, conjuntamente, que es la verdad de ese ente. ¿Cuál sería la verdad de lo técnico enunciada por el filósofo alemán para los objetos técnicos como utensilios? ¿Se mantiene, en su exposición, el controversial concepto de verdad? Se perfilan, al respecto, dos bases conexas: la apelación a la idea de creatividad, llega a ser comprensible desde la mentada noción de „fúsis‟ (como producción y emergencia de lo nuevo). A ello se suma el reemplazo de la noción de verdad (entendida como caracterización sancionada) por esta otra significación, más dinámica: alétheia (desocultamiento). El conjunto formado por esas dos ideas (fúsis, alétheia) enlaza la técnica con el arte y la labor del artesano (techné). Técnica, artesanía y arte, son estimadas como dos formas de la manifestación: el traer-ahí-adelante. Es lo que suele comprenderse con el complejo y fértil concepto de „poiesis‟38. Vistas las cosas desde ese ángulo (la manifestación), técnica del artesano, técnica moderna, arte, tecnología informática, pueden convivir en un espacio conceptual particular: el relativo a la poiesis, como emergencia de lo creativo. Sin embargo, cada una de esas parcelas tiene su peculiaridad. La meta declarada aquí es examinar la eventual adecuación de las nociones heideggerianas relativas a la técnica, en el área específica de las tecnologías de la información (TIC‟s). Entre los conceptos expuestos en el ensayo sobre la técnica, se muestra uno a tomar en cuenta dentro del conjunto: la „finalidad‟. Sin restringir el fenómeno a las cuatro causas aristotélicas, lo cierto es que la finalidad actúa como fuerza atractora. Orienta la producción de utensilios técnicos (sean éstos un martillo o un avión). La técnica del artesano tanto como la del diseñador industrial parecen coincidir con esa idea de una causalidad final a la que responden los utensilios, puesto que están fabricados con un fin39. Pero, de una manera básica, las TIC‟s comparten esa idea de finalidad. Porque sus dos grandes instancias articuladas (hardware y software) son, inapelablemente, útiles para diversos fines. Se trata de una funcionalidad eficaz, cada vez más creativa, destinada a los comportamientos humanos en relación con dichas tecnologías. La investigación específica busca perfeccionar esos objetos tecnológicos e incrementar la utilidad y eficacia de los mismos. Los campos de la robótica y la nanotecnología son algunos de los efectos de esos propósitos. Sus intersecciones (los antes aludidos nanorobots con fines médicos), aparecen cada vez más nítidas.

38

Asunto aparte es la propuesta de significaciones originarias de las palabras, por parte de este filósofo para remediar, en alguna medida, los efectos del olvido del Ser. 39

Heidegger discute en su ensayo la cuádruple causalidad expuesta por Aristóteles. Con todo, no puede renunciar al rasgo de finalidad, el para qué de los utensilios o instrumentos. 25

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Con todo, la tecnología digital no es neutral, tampoco. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación comprometen significados ideológicos específicos, gestados en las cualidades de su paradigma (vale decir, en tanto que medios, contienen un mensaje). Una muestra de ello es el fenómeno inter-actividad. Esta circunstancia, la inter-acción, se ve facilitada por características particulares de funcionamiento de esas tecnologías, como se sabe, la fluidez en las acciones de ida y retorno de la información. Pero la finalidad de servir (aun si se trata de servir eficazmente) es un concepto insuficiente para abarcar el universo de la técnica. La finalidad no es lo decisivo para responder a „la pregunta por la técnica‟. Esta pregunta es más cercana a aquellas nociones relacionadas con la creatividad (poiesis, füsis, aletheia). Aquél es un concepto „insuficiente‟, sobre todo, si se lo examina desde la variedad incalculable de formas creadas posibles que pueden cumplir notoriamente bien (muy bien, o aun, más o menos bien) con una finalidad, por ejemplo volar. Por otra parte, la evaluación misma del cumplimiento de la finalidad es histórica. Dicha evaluación se hace desde los valores pertinentes a un estado actual, de mejoramiento, respecto de formas técnicas del pasado, en una línea de similaridad: por ejemplo, aparatos para volar. La evaluación, sin embargo, podría depender de otros valores en juego (en lugar de la eficacia de vuelo), como la defensa del planeta. En este caso la finalidad sería examinada por las consecuencias: polución aérea y sónica producida por los aviones. Toca revisar, en las aserciones de Heidegger, si es posible mantener la idea de una esencia de la técnica (algo permanente y peculiar) vigente debajo de sus avatares históricos. Sobre todo en razón del vertiginoso reemplazo de los productos tecnológicos, su excepcional actualización continua. Acerquémonos a sus enunciados. Heidegger se pregunta “¿Qué es la técnica moderna?” . Dos rasgos que destaca, para la técnica moderna, son acumular y agotar. Su preocupación se extiende sobre el peligro que la técnica moderna entraña para lo humano. Ese peligro nace de un acumular y agotar los dones de la Naturaleza40. En todas partes se solicita que algo esté inmediatamente en el emplazamiento y que esté para ser solicitado para otra solicitación. Lo así solicitado tiene su propio lugar de estancia, su propia plaza. Lo llamamos las existencias. La palabra dice aquí más y algo más esencial que sólo «reserva». (…) Desde el punto de vista de las existencias, la máquina carece absolutamente de autonomía, porque su puesto lo tiene sólo y exclusivamente desde el solicitar de lo susceptible de ser solicitado. Me detengo en esta frase: “la máquina carece absolutamente de autonomía, porque su puesto lo tiene sólo y exclusivamente desde el solicitar de lo susceptible de ser solicitado” . Porque, a propósito del fenómeno factor humano, abordado en este trabajo,

40

Según podemos asumir a partir del fenómeno del calentamiento global del planeta, el peligro es una destrucción tal vez irreversible. 26

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 la autonomía, la creatividad (posibles o no) contenidas en las máquinas informáticas forman el centro del conflicto, no están fuera de discusión. Sugiero tener presente que aquellas máquinas de la era industrial no suscitan controversias en cuanto a la posibilidad de autonomía y/o creatividad que podrían contener por sí mismas. Me parece aceptable que tanto las hiper-computadoras de los géneros de ciencia ficción, como los desarrollos informáticos reales (hardware y software) sobrepasan los niveles de objetos técnicos aludidos en aquellas categorías heideggerianas. Las hiper-computadoras, los robots de última generación (como ReplieeQ2, diseñada por Hiroshi Ishiguro), son temibles de un modo diferente del enunciado por ese filósofo. Son temibles, precisamente, por la autonomía que poseen, o les es atribuida. Heidegger habló de un peligro para lo humano, cuando, al estar absorbido en ese desgastar, agotar obsesivamente los dones naturales, se transforma él mismo en algo, en cosa. La cosificación de la persona humana, en todo caso, está causada por otros motivos, además de una vinculación perversa con las máquinas. Aquellos objetos no representaban soportes de inter-acción, y reposaban sobre un concepto de técnica fuertemente vinculado a lo matérico, a su consiguiente desgaste. Pero el fenómeno de las TIC‟s no está reflejado en el agotamiento de la materia por obra de la técnica y la industria. Precisamente la fuerza de la creatividad ligada a la nanotecnología nos sitúa en seguida en otro escenario, donde la cantidad de materia no es el eje decisivo de la situación. La validez de la singularidad (insuperable -o no-) de lo humano frente a las máquinas se juega principalmente en ese otro núcleo conceptual que quedó desestimado: autonomía, creatividad. La pregunta heideggeriana por la técnica (y su conflictiva respuesta), si está orientada hacia la esencia de la técnica, debería poder trascender el tiempo de su formulación hasta la presente edición de la tecnología informática. No queda claro que exista en la pregunta heideggeriana algún resquicio relativo a la creatividad de la máquina (no la de los creadores de máquinas). Ni un espacio de discusión pertinente a esa otra capacidad de las máquinas informáticas: esa auto-corrección en procesos de autoaprendizaje que envuelven los rasgos de autonomía y creatividad. La siguiente pregunta se impone: ¿continúa siendo el famoso „Dasein‟, el „ser ahí situado‟ (el humano), de modo definitivo el único ser óntico-ontológico (en términos heidegegerianos) capaz de preguntarse por su ser? Este segundo punto contiene otro tipo de dificultades. Un computador (un robot, por ejemplo) puede estar diseñado de tal modo que corrija sus fallas, sus desaciertos. Si las máquinas informáticas son capaces de auto-corrección para optimizar sus operaciones, dan un paso en la dirección del mencionado auto-reconocimiento. No se trata de proponer que las computadoras alcancen un nivel que les permita indagar acerca de su ser… por cierto. Tampoco es el caso de ampliar de modo insensato la denotación atribuida al Dasein heideggeriano para que abarque a las computadoras de última generación. Pero: el refinamiento de los desarrollos robóticos actuales proviene justamente de la capacidad de los ingenieros diseñadores en cuanto a situar (dotar particularmente) a sus máquinas en 27

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 estrecha relación con las condiciones específicas en que tendrán que actuar41 y adaptarse. Esos robots, a su modo, son seres situados, están-ahí. Desde el comienzo he orientado este trabajo a la indagación sobre bordes e intersecciones. Y no es mi propósito querer borrar diferencias entre vivir un estremecimiento metafísico (ese que lleva al ser humano a preguntarse por el sentido de lo humano en el universo), y ser capaz de auto-corregir los propios comportamientos operativos (tener noticia de ellos, en alguna acepción admisible del término, a fin de interactuar creativamente con el medio para mejorar los resultados). Las dudas formuladas apuntan, más bien, a poner de relieve la necesidad de una relación menos excluyente entre máquinas y humanos, sobre la base de los logros actuales. Es pertinente exponer, a continuación, algunos ejemplos de situaciones en las cuales el factor humano se encuentra comprometido en su interacción con las máquinas (computadores). 11. Procesos de operatividad: cuatro aspectos u orientaciones, no excluyentes. Atendiendo a los procesos de operatividad, el factor humano se puede describir, en principio, desde cuatro aspectos u orientaciones complementarias: a) formales b) contextuales c) conceptuales d) sociales

a) Aspectos formales Se trata de modos de vinculación para intercambio de datos entre humanos y máquinas. Una de sus manifestaciones más claras es lo que se denomina interface. Entre esos modos, complementarios, cabe mencionar: a.1) La accesibilidad: nombra el acceso fluido tanto a programas (software libre), como a sitios que contienen información42. La accesibilidad concierne aquí al carácter de disponible de programas y sitios. El uso habitual del término acceder no cubre únicamente el espacio físico, como cuando se dice acceder, tener entrada a un lugar o sitio. También se puede emplear el verbo „acceder‟ 41

El encuentro con la experiencia y el contexto de que hablaba Francisco Varela, antes señalado. Queda descartada la problemática sobre el acceso libre a sitios de pornografía y pederastia, sobre todo porque se pone en peligro la salud psíquica y física de niños y adolescentes. 42

28

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 en un sentido más abstracto: acceder a un cargo directivo, acceder a una información sobre una situación determinada. En el primer sentido, en este dominio de fenómenos que se propagan en el ciberespacio, sólo puede tener un alcance metafórico. Empleado en el segundo sentido anotado más arriba, el término puede tomarse de modo literal. La accesibilidad es acorde con lo que Heidegger (entre sus conceptos sobre la técnica y lo instrumental) designa con la expresión a la mano (zuhandensein). Esto equivale a decir, disponible-para-algo. Ese carácter de ser a la mano (zuhandensein) está a su vez íntimamente ligado con el sentido de pertinencia (que trataré en a.2). a.2) La usabilidad, a su vez, es el aporte que hacen aquellos sistemas de características amables (amigables) para el usuario, vale decir, sistemas que establecen una operatividad fluida. Ambos, accesibilidad y usabilidad, son significativos para el individuo sobre la base de la pertinencia de las interfaces (y sus manifestaciones). Brevemente, las interfaces son pertinentes cuando son adecuadas, convenientes, amigables (según una metáfora en uso). Vistas así las cosas, el concepto general de usabilidad se declina de acuerdo con la pertinencia (o no pertinencia) de lo que está disponible para la acción del sujeto. De aquí se desprende que, no cualquier instrumento ha de ser considerado accesible, a la mano. Lo serán aquellos instrumentos que caben bajo la figura de la pertinencia. Urge aludir al modo en que se puede entender la pertinencia tanto en el contexto originario como en su proyección tecnológica actual (la de las TIC‟s). La pertinencia43, antes que una situación ligada al tiempo desde lo que es oportuno, se juzga en relación a lo circundante vivido, no a lo que aparece al medir “teoréticamente” el espacio. Lo vivido es, precisamente, el puente que conecta el espacio físico circundante con el ser-ahí (el humano, el Dasein). Ese ahí alude al espacio vivido de modo experiencial, no teoréticamente. Va de suyo que, lo a la mano no es meramente lo asible con la mano. Lo a la mano es lo concretamente disponible para ser vivido. El viaje del sol por el cielo, expone Heidegger, es también algo a la mano. Otro tanto simboliza la usabilidad: es la cualidad de lo que encuentra a la mano el usuario de las TIC‟s en su accionar concreto con las interfaces. Aun sin que la palabra contexto aparezca explícitamente consignada, al hacer referencia a lo disponible para ser vivido, se está hablando del entorno como trama, como circunstancia, el ahí del ser-ahí. El asunto exige una breve alusión a los conceptos de sitio, paraje, espacialidad del útil, tratados por ese filósofo. Siguiendo con este proceso de contrastación, propongo que tales nociones (sitio, paraje) son próximas a una cualidad del ciberespacio muy ligada a la persona: la antes mencionada accesibilidad. A la vez, una noción heideggeriana relacionada con ese conjunto, es la de familiaridad que no sorprende (Ob. Cit.). Retengo ese término, familiaridad, porque se asocia cómodamente con el segundo concepto de la categoría formal aquí tratada, me refiero a usabilidad. ¿Cómo se expresa el vínculo? 43

Martin Heidegger: El ser y el tiempo. Ediciones Fondo de Cultura Económica. México. 2ª. 1962. 29

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Debo insistir ahora en un enlace: accesibilidad es una idea cercana al otro concepto anotado, usabilidad. En el segundo sentido, acceder designa ese entrar a un sitio, a un URL (Uniform Resource Locator), con el objeto de explorar sus contenidos. En otras palabras, usabilidad designa la facilidad de operación (elegancia y simplicidad operativa), la condición de acceso. Un sistema usable es un sistema útil para el usuario. La utilidad (usefulness) representa aquí el efecto deseable de la fluidez, en la interface entre sistema y usuario. Otro término aplicable en ese sentido, un anglicismo, es servicialidad (serviciality). En El origen de la obra de arte, Heidegger44 habla precisamente de la utilidad en tanto servicialidad, como una característica del útil, del utensilio. La servicialidad del instrumento contrasta con cualidades de la obra de arte, relativas a la materia. Arte y técnica se oponen en esto. La utilidad del útil se mide en el uso, en parte, por la capacidad de desaparición de la materia. En un instrumento realmente servicial la materia no se impone, no molesta, no se inter-pone a la función misma. En cambio, en la obra de arte la materia, con sus cualidades específicas, sale a relucir, a manifestarse. Este manifestarse de la materia en la obra de arte es una virtud de la obra. Al examinar ese primer sentido de utilidad (la utilidad del utensilio en tanto su materia se hace imperceptible en el uso), surge espontáneamente la comparación con el concepto de usabilidad, en el contexto informático. Y se equipara, entonces, con la amabilidad en los sistemas informáticos, las virtudes de no-interposición, ausencia de impedimentos de enlace que fundan lo amigable... . Aquellas consideraciones acerca de la materia en el útil (aun en la obra de arte) reposan ciertamente en ese concepto: materia. Claro, la materia del hardware, la máquina informática, es irreemplazable (aun en los productos de última generación, en el campo de la nanotecnología). Pero, cuando se habla de función, utilidad, usabilidad, accesibilidad… esas significaciones están orientadas, comandadas principalmente por la otra parte articulada en el fenómeno general de las TIC‟s: me refiero al software, los programas. Es oportuno retornar ahora sobre la idea de familiaridad. Transcribo un breve pasaje cuya significación central originaria es fácilmente exportable a este mundo de lo digital; se liga, asimismo, a la referida familiaridad que no “sorprende”. Escribe Heidegger: Al no dar con algo en su sitio se vuelve a menudo expresamente accesible por primera vez „el paraje‟ del sitio „en cuanto tal‟. Podemos ampliar esos conceptos: el contexto, el espacio donde algo debiera estar se pone en evidencia, cabalmente, cuando no encontramos allí lo buscado. Mutatis mutandis, la no-accesibilidad a un sitio o programa, las fallas de usabilidad, en este otro contexto, son ejemplos válidos de aquello a que apunta Heidegger con respecto a los utensilios y su espacio o paraje. Las fallas de usabilidad, nos fuerzan a tomar conciencia del lugar: donde algo (una interface claramente perceptible) debiera estar, cuando no está.

44

Martin Heidegger: “El origen de la obra de arte”, en Arte y Poesía. Fondo de Cultura Económica. México. 1997. 30

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Nos fuerzan, asimismo, a tomar conciencia del sistema: donde algo (un archivo, un programa) debiera funcionar, cuando no funciona. b) Aspectos contextuales, Con la expresión aspectos contextuales me refiero a circunstancias que configuran una atmósfera. No se trata solamente del hipertexto, de la trama y urdimbre de los sitios donde se completa, complementa, cruza, la información. Apunto, más bien, a la atmósfera propia del desarrollo conceptual de las TIC‟s. Es el caso de: b.1) La ampliación del uso crítico (la antes denominada integración crítica) de los instrumentos aportados por esas Tecnologías, en relación con el universo socio-cultural circundante, actitud indispensable para la recepción equilibrada de las mismas. b.2) La prevención ante una circulación exclusivamente endógena de la información (por el uso sistemático de claves de acceso). Las claves de acceso son restricciones. Se fueron creando paulatinamente en el desarrollo de Internet, cuyo acceso inicial fué ecuménico. La reflexión debe extenderse hoy hacia lo que se denomina telefonía móvil, palabra a todas luces superada, si se toma en cuenta el complejo universo que el usuario puede operar desde esos teléfonos celulares. Es suficiente con recordar la multitud de funciones del iPhone (Apple) disponible para el público desde junio del 2007. Este aparato se convirtió, paralelamente, en emblema de usabilidad. Con todo, las claves de acceso, si bien pueden ser restrictivas, también pueden cumplir una función específica en casos de proyectos investigativos o académicoformales e informaciones confidenciales. Es decir, como resguardos para preservar datos de investigación en proceso o admitir procedimientos de evaluación para cursos o seminarios en- línea. c) Aspectos conceptuales, Toca integrar en el ámbito de los rasgos conceptuales: c.1) La evaluación relativa a los aspectos vinculados con el factor humano (como los que aquí se enumeran). Sea que están ausentes, o son usados en proporciones exiguas (por su magnitud). Pensemos que, si bien se ha desarrollado el sistema de video-conferencias, (la telepresencia), los sistemas de e-learning (educación a distancia en línea) tuvieron que dar un giro importante en la dirección del b-learning (blended learning), o, simbiosis entre acciones educativas a distancia y acciones educativas en presencia). La modalidad semipresencial nace a raíz de que la ausencia y/o el desconocimiento de la persona del educador por parte de los estudiantes de cualquier disciplina, tuvo por efecto una caída del incentivo por estudiar. La deserción fue reveladora del problema, en los programas educativos en línea.

31

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 c.2) El valor de la Cibercultura como ámbito para ejercitar la solidaridad, el bien común. Las características específicas de las TIC‟s, en su soporte Internet, estimulan la ampliación de aquellas calidades principales de lo humano que pueden ser compartidas por culturas diversas presentes y accesibles en el espacio Cibercultural. c.3) La transformación de la noción de globalismo neutro, o dirigido hacia fines egotistas o de poder (político o económico), en globalidad integrativa. El medio muestra una aptitud especial para incentivar y reforzar el positivo fenómeno de la etno-diversidad. Por ello, la globalidad integrativa debe ser pensada como acceso creciente a compartir valores aceptables del mundo cibercultural, con una finalidad de tipo humanista . Me refiero, en este caso, a conservar el factor etno-diversidad tanto en lo social como en lo cultural. d) Aspectos sociales propiamente dichos (más específicos dentro del ámbito de lo conceptual). Se trata de aquellos aspectos o cualidades de lo social (también de lo individual en lo relativo a su repercusión social), que se potencian precisamente a raíz de la existencia de Internet. Esos aspectos, son perceptibles en organizaciones que representan una verdadera revolución en la circulación de la información, tanto por sus dimensiones, como por su aplicabilidad. Propongo una enumeración ilustrativa de fenómenos que comparten el sistema y son, a la vez, diferentes entre sí: las comunidades de debate sobre temas diversos los foros abiertos especializados sobre materias de orden científico los blogs personales con espacio para comentarios de terceros, y sus variantes los sitios de búsqueda de pareja generales y especializados (heterosexuales, homosexuales, multiétnicos) los grupos de artivistas los grupos de artistas que generan producciones de intención artístico-estética en la Red, net-artistas, creadores de arte colaborativo. los hackers y crackers (aun con sus diferencias básicas), demostrada ya su capacidad de penetración en organismos supremos de diferentes estados, estimados hasta el presente como invulnerables. Una de las tácticas es, por ejemplo, la aplicación de flooding attacks, (por inundación). El teórico de los medios, Philippe Quéau, en su ensayo La revolución de la información (parágrafo La búsqueda de un bien común)45, escribe:

45

En: http://bvs.sld.cu/revistas/aci/vol9_s_01/sci15100.htm (Disponible el 19-11-2006) 32

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 La unidad del género humano no se puede basar en una religión única, en una filosofía única o incluso en una forma única de gobierno. Se debe basar en el paradójico y difícil principio de que en realidad se necesita más la diversidad para la unidad que la unidad misma (el destacado es mío). La multiplicidad esconde y revela la unidad. Pero la multiplicidad, como la biodiversidad, es difícil de mantener en una era globalizada. 12. El factor humano y la ‘infoética’ Casi no hay idea perteneciente al universo de la Cibercultura que no tenga un trasfondo ético en litigio. De allí la importancia de debatir sobre el factor humano en ese entorno. El vínculo general entre lo ético y lo humano no necesita mayores aclaraciones, se percibe de suyo. Uno de los principios asumidos desde la mirada de una infoética (la ética especial ligada a la sociedad de la información), es que la preservación de la etno-diversidad, valor análogo a la bio-diversidad, ha de ser efecto de un trabajo de reflexión y de acción conciente. Entre otros aspectos comprometidos con lo ético, la etno-diversidad aparece como vulnerable en grado sumo. Internet se describe, con frecuencia, como autora perversa de la pérdida de identidad y de la nivelación de las conciencias. Por eso, utilizar para la preservación de la etnodiversidad el medio mismo que representa una amenaza para esa etno-diversidad (me refiero a los instrumentos de la Cibercultura), puede ser una eficaz estrategia de resguardo. Es habitual, en ese ámbito, la práctica de la simulación, del reemplazo de la propia identidad (al menos la que el individuo conjetura respecto de sí mismo) y el consiguiente emplazamiento de otra/s identidades, por parte de un mismo individuo. Se trata de acciones deliberadas de transformación de la identidad para otros. El asunto de la nivelación de las conciencias puede predicarse de los Mass Media ante todo. Forman parte del mismo fenómeno. Basta apenas con sintonizar un canal de TV abierta en Chile o Argentina, por dar dos ejemplos que conozco en particular, para recibir un aluvión de lugares comunes, muchas veces vulgaridad, banalidad, pobreza de lenguaje, entre otras características, que entorpecen la sensibilidad, y constituyen un agravio para la inteligencia. Frente a eso y con respecto a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, hay una particularidad que no se debiera soslayar a la hora de juzgar los efectos del sistema. Se trata de la posibilidad y disponibilidad para las acciones inter-activas comunicativas. El medio de las TIC‟s las ha conducido a dimensiones antes no experimentadas. Para aclarar esto propongo rememorar los inicios de la revolución del vídeo arte en el siglo XX. La meta de artistas como Joseph Beuys, Nam June Paik, Wolf Vostell y otros, era generar un medio por el cual el individuo pudiera devolver mensajes, expresarse como persona, y no ser un mero consumidor de televisión. La TV era denominada „la caja tonta‟ (die dumme Kiste), por alimentar en la persona humana la condición de receptor pasivo de mensajes dirigidos. Pues bien, la inter-locución, la viabilidad de ida y regreso de mensajes, entendida como práctica, es una realidad mucho más cercana hoy que en aquellos tiempos del movimiento Fluxus. No sólo por el mero paso del tiempo (desde los ‟70 hasta ahora), 33

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 sino, en parte importante, porque el sistema de las TIC‟s facilita significativamente la inter-acción por medio de programas específicos, como es de sobra conocido, aun cuando la administración esté notablemente centralizada. También, porque la proporción de las máquinas disponibles por usuario para inter-comunicar es hoy, sin duda, cada vez mayor46. Por otra parte, aun cuando con fines comerciales incorporados (como la venta de productos y servicios), múltiples sitios ponen a disposición del usuario ventanas en las cuales puede expresarse y emitir su opinión por escrito sobre algún tópico. La multiplicación exponencial de blogs y de espacios para interactuar mediante la asunción de avatares (entre los cuales cuento a Second Life), refrenda lo dicho. ¿Qué resultado arroja todo ello? ¿Qué resta como positivo después de operar una aceptación crítica? El fenómeno es, al menos, cuantitativamente positivo, descontando el intercambio de frases sin mayor sentido e información no confiable o adulterada. En esas magnitudes incalculables, diversas en motivación y propósitos (debemos admitirlo), se ejerce la propuesta y la réplica, se tiene un derecho a réplica del que carecen muchos países.

13. Consideraciones sobre la empatía

El presente ensayo ha seguido una ruta que podría evaluarse como sinuosa. En verdad, me he detenido unas veces en acercamientos, otras, en distancias perceptibles entre usuarios y computadores (uso el término computadores en sentido genérico). Ello no fue resultado del azar, sino de la voluntad de exponer de manera no simplificada la escena de las relaciones entre máquinas y humanos. ¿Qué es empatía y por qué vincular esa idea con el tema central tratado: el factor humano en la Cibercultura? En el recorrido fue quedando en sobrevuelo la dificultad de distinguir taxativamente entre humanos y máquinas (en una definición sin contraejemplos) al examinar acciones y operaciones que unos y otras pueden realizar. Ese concepto, empatía, fue puesto en la escena de las ciencias cognitivas, particularmente, por el neurobiólogo Francisco Varela. La recurrencia a las proposiciones de Varela, en este trabajo, responde a diversos motivos. Es oportuno reconocer dos de ellos: 1) Francisco Varela se ha ocupado en diversas oportunidades del campo de la Inteligencia Artificial (AI) desde una perspectiva creativa y dinámica. Ha tratado de entenderla a partir de parámetros siempre comprometidos con lo humano; 2) este científico ha estimado la noción general de empatía como un signo inequívoco de afectividad compartida, no sólo entre humanos, sino también entre ciertas especies animales. Esto equivale a reconocer zonas cuyas fronteras no son rígidas, zonas donde ciertos valores pueden ser compartidos, es el caso de la empatía. Se trata, según él mismo 46

Existe una serie de proyectos acerca de dotar con un computador por cada niño que ya dejaron el papel y están en marcha. 34

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 lo ha expresado en textos y entrevistas, de ser capaz de situarse en el lugar del otro, de entender su afectividad y estados de ánimo. La idea de empatía se articula, en su pensamiento, con esa otra de un organismo sin centro, tal el organismo biológico humano47. En la medida en que el ego se desdibuja y se distribuye, en lugar de estar concentrado en un yo o self, la persona se encuentra en mejor disposición de reconocer al otro, de practicar la empatía (ese sentir-junto-con). No es fácil ese especial reconocimiento del otro, puesto que el yo es uno de los conceptos monolíticos (casi insoluble) construidos por nuestra cultura Occidental contemporánea. Practicar la empatía no reclama la presencia de un yo puntual, al contrario especifica Varela. La idea de empatía, a mi juicio, tiene un compromiso perceptible con otra idea de Varela, la enacción, entendida como la capacidad de hacer emerger un mundo mediante una historia viable de comportamientos. Viable y posible, no predeterminada. Sobreviene, así, una aserción sobre inteligencia que revierte sobre la significación de empatía, sin que ello represente un círculo vicioso: inteligencia es la capacidad de ingresar en un mundo compartido de significación. La inteligencia situada, es una importante capacidad de lo humano, es la inteligencia abierta al entorno con el cual, por, ese mismo rasgo, el sujeto puede interactuar creativamente. Figura como propósito para el desarrollo sostenido de una robótica que supere la mera capacidad de computación a velocidades deslumbrantes (los millones de operaciones por segundo), y está a la base de esa proyección de máquinas aptas para ejercer la inteligencia emocional. Aquel tipo de inteligencia (situada), la que demuestra capacidad para ingresar en un mundo compartido de significación, es la que se requiere para practicar la empatía. ¿Cabe esperar que el perfeccionamiento continuo de la robótica incorpore la capacidad de empatía como una de las aptitudes potenciales de los robots? El proyecto Feelix Growing nos dice que no es un desatino pensar en extender la experiencia de la empatía hacia las máquinas. Hiroshi Ishiguro destacó, por su lado, que el público entra normalmente en un diálogo de tal naturaleza con sus androides que, frente a ellos, pierde conciencia de estar tratando con robots. La incógnita, sin embargo, sigue siendo la capacidad y magnitud de la reciprocidad. Una inteligencia situada es la matriz de la construcción de la propia vida por parte de los seres humanos: se hace camino al andar, es la cita de Varela a Antonio Machado. La construcción de mundo se presenta como antípoda de una predeterminación de corte fatalista. Y el desarrollo de la robótica (en esa capacidad de cada máquina para generar su propia historia particular), forma parte de esa meta de autonomía de las máquinas informáticas. Es lo que buscaba Rodney Brooks (MIT)48 ya en 1986, en sus investigaciones sobre Inteligencia Artificial; su objetivo era lograr dicha autonomía, no producir artefactos que reciben planes específicos de operación por parte de los programadores humanos. 47 48

El fenómeno de la vida (Ob. Cit.). Ver, asimismo, De cuerpo presente. Ed. Gedisa. Barcelona, 1997. Rodney Brooks. Intelligence without representation. MIT. IA Lab. 1987. (PDF. Disponible 22-06-07) 35

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 Desde una tal plataforma, las máquinas podrían enactuar un mundo, crear sus historias, las originadas en un funcionamiento articulado con la situación, de manera parecida a nosotros los humanos. Si las máquinas llegan a poder comunicarse en sus nexos recíprocos en red y construir sus propios caminos sobre la base del caminar, sus procedimientos estarán más cerca de los nuestros. El final de este trabajo no se presenta bajo la forma de conclusiones, lo cual sería incongruente con su derrotero, sino en la figura de un modo otro de atar cabos.

Persistencia del factor humano

Percibimos la rama que mece el viento O el ave que teje su nido Comprendemos a la chimpancé Aferrada a su hijo muerto Seguimos ese fluir interminable Del río de montaña O, aun, el fluir sin avance De la cadencia del oleaje Sin embargo En este planeta azul Partícula del universo Criaturas creadoras Buscamos sin fatiga nuestro rostro Anhelamos ser Los únicos depositarios de algún supremo legado Orgullosos destinatarios de la Tierra Quisiéramos Distanciarnos del resto Y atesorar con fruición lo inigualable Pero en ese afán (polémico) Que impone distancias Arriesgamos Ciegamente La dulce pertenencia Al todo 36

Centro de Estudios Visuales de Chile: Margarita Schultz | Señas y Reseñas http://www.centroestudiosvisuales.cl Julio de 2009 REFERENCIAS COMPLEMENTARIAS                       

Aicher, Otl: Analogico y digital. Barcelona. Gustavo Gili. 1997. Ascott, Roy. Reframing Consciousness: Art, mind and technology. Plymbridge. Intellect. 1999. Ascott, Roy. “The moist Manifesto”. En: Transformaçao e realidade. Dulcimira Capisani org. Universidad Federal de Mato Grosso do sul. 2001. Baudrillard, Jean: Pantalla total. Barcelona. Anagrama. 2000. Bunge, Mario: Emergencia y convergencia. Novedad cualitativa y unidad del conocimiento. Barcelona. Gedisa. 2004. Copeland, Jack: Inteligencia artificial. Madrid. Alianza. 1996. De Kerckhove, Derrick. Inteligencia en conexión: Hacia un sociedad de la web. Barcelona. Gedisa. 2002. Domínguez, Diana (org.). Arte no século XXI: A humanizaçao das tecnologías. Sao Paulo. Unesp. 1997. Flusser, Vilem: “La apariencia digital”, en Pensar el cine 2. Buenos Aires. Manantial. 2004. Gell-Mann, Murray: El quark y el jaguar. Barcelona.Tusquets. 2003. Holtzman, Steven: The aesthetics of cyberspace. New York. Touchstone. 1998. Lunefeld, Peter (editor): The digital dialectic. Cambridge, Massachusetts. MIT Press. 2000. Mc Corduck, Pamela. Aaron‟s Code: Meta-art, Artificial Intelligence, and the Work of Harold Cohen. New York. Freeman. 1991. Mitcham, Carl: ¿Qué es la filosofía de la tecnología? Anthropos. Barcelona 1989. Nakamura, Lisa. Cybertypes: Race, ethnicity and Identity on the Internet. Routledge. New York and London. 2002. Peirce, Charles Sanders. Essential Peirce. Peirce Project. Indiana University Press. 1992. Rosnay, Joël de: El hombre simbiótico. Cátedra. Madrid. 1996. Rötser, Florian (editor). Digitaler Schein. Frankfurtr am Main. Suhrkamp. 1991. Sobchack, Vivian (editora): Meta morphing. University of Minnesota Press. Minneápolis, London. 2000. Sommerer, Christa y Mignonneau, Laurent. Art@Science. New York. Springer. 1998. Schultz, Margarita: El gólem informático. Notas sobre estética del tecnoarte. Editorial Almagesto. Buenos Aires. 1998 Schultz, Margarita: Filosofía y Producciones digitales. Editorial Alfagrama. Segunda Edición. Buenos Aires. 2006. Winograd, Ferry y Florez, Fernando. L‟intelligence artificielle en question. Paris. PUF. 1989.

37