Manuscritos L y M

1 Manuscrito L. [Anotaciones I] Sigmund Freud (2 de mayo de 1897) Arquitectura de la histeria La meta parece ser alcanz

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1 Manuscrito L. [Anotaciones I] Sigmund Freud (2 de mayo de 1897)

Arquitectura de la histeria La meta parece ser alcanzar las escenas primordiales. A veces se lo consigue de manera directa, otras veces por el rodeo de unas fantasías. En efecto, las fantasías son unos parapetos psíquicos edificados para bloquear el acceso a esos recuerdos. Al mismo tiempo, las fantasías sirven a la tendencia de refinar los recuerdos, de sublimarlos. Son establecidas por medio de las cosas que fueron oídas y que se valorizaron con posterioridad, y así combinan lo vivenciado y lo oído, lo pasado (de la historia de los padres y antepasados) con lo visto por uno mismo. Ellas son a lo oído como los sueños son a lo visto. En el sueño no se oye nada, sino que se ve. Papel de las sirvientas Por la identificación con estas personas de moral inferior, que como un material femenino carente de valor tan a menudo son recordadas en relaciones sexuales con el padre o el hermano, se vuelve posible un sinnúmero de cargos con reproches (hurto, aborto); y, a consecuencia de la sublimación de estas muchachas en las fantasías, se incluyen luego en estas fantasías acusaciones muy inverosímiles contra otras personas. A las muchachas de servicio apunta también la angustia de prostitución (andar sola por la calle), el miedo al hombre escondido bajo la cama, etc. Hay una justicia trágica en que el descenso del amo de la casa hasta la muchacha de servicio tenga que ser expiado por la autodenigración de la hija. Hongos-esponjas Una muchacha, el verano pasado, tenía la angustia de coger una flor y aun de arrancar un hongo porque esto iba contra el mandamiento de Dios, quien no quiere que sean aniquiladas semillas vivas. Esto proviene del recuerdo de veredictos religiosos de la madre contra las medidas precautorias en el coito, pues de ese modo se aniquilan semillas vivas. Entre esas medidas fueron citadas de manera expresa las «esponjas» (esponjas de París). Contenido principal de la neurosis: identificación con la madre. Dolores No directamente la sensación de fijación, sino la repetición deliberada de ella. El niño choca contra un borde, un mueble, etc., y así se toca ad genitalia, para repetir una escena en que el lugar ahora dolorido, entonces apretado contra el borde, sirvió a la fijación. ver nota Multiplicidad de las personas psíquicas El hecho de la identificación admite, quizá, ser tomado literalmente. (no incluida en la presente selección), del 8 de febrero de 1897, y volvió a utilizarlo en varias cartas de este período, especialmente en la Carta [25] Envolver Complemento a la historia de la esponja. La muchacha exigía que todos los objetos le fueran alcanzados envueltos. (Condón.) Múltiples redacciones de fantasías ¿Serán una reanudación? Si se desea estar enfermo, si los enfermos se aferran a su padecer, ello acontece en general porque el padecer se considera una medida de protección contra la libido propia; acontece, entonces, por desconfianza hacia sí mismo. En esta fase el síntoma mnémico se convierte en síntoma de defensa, ambas clases de corrientes activas se reúnen. En estadios anteriores el síntoma era consecuencia de la libido, un síntoma de provocación; entretanto, sirven a la defensa quizá las fantasías. Es posible perseguir el camino, tiempo y material de la formación de fantasía, que por otra parte es en un todo semejante a la formación de sueño, salvo que no es una regresión, sino una progresión dentro de la figuración. Relación entre sueño fantasía v reproducción. Ver nota

2 Otro sueño de deseo «Ha de ser un sueño de deseo», dice E. «Sueño que en el instante en que llego a casa con una dama soy apresado por un vigilante, quien me invita a subir al carruaje. Pido algún tiempo para poner en orden mis asuntos, etc.». - ¿Circunstancias más precisas? - «Era de mañana, después que yo había pasado la noche con esa dama». - ¿Se espantó usted mucho? - «No». - ¿Sabe usted de qué era culpado? - «Sí, de haber dado muerte a un niño». - ¿Tiene esto alguna relación con la realidad? -«Cierta vez me pesó el aborto de un hijo fruto de un amorío, y no me gusta pensar en eso». - Y bien, ¿no había ocurrido nada la mañana antes del sueño? - «Sí, me había despertado y consumé un coito». - ¿Sin duda con precaución? - «Sí, con retiro». - Entonces usted tuvo la angustia de que pudiera haber hecho un hijo, y el sueño le muestra el deseo cumplido, que no ha pasado nada, que ha ahogado usted el hijo en el germen. Emplea usted como material de] sueño la excitación angustiada tras un coito así. (Ver nota)

3 Manuscrito M. [Anotaciones II] Sigmund Freud (25 de mayo de 1897) Arquitectura de la histeria Probablemente sea así: algunas de las escenas son directamente asequibles, otras lo son sólo a través de fantasías interpuestas. Las escenas están ordenadas según un grado de resistencia creciente; las reprimidas con más levedad acuden primero, pero sólo incompletas, a causa de su asociación con las reprimidas con más pesantez. El camino de trabajo [analítico] marcha dando vueltas, primero desciende hasta las escenas o hasta sus cercanías, luego baja en declive un tramo desde un síntoma, y otra vez desde el síntoma hacia lo hondo. Puesto que en los pocos síntomas se reúnen la mayoría de las escenas, ello lo hace a uno describir repetidas vueltas por los pensamientos que están detrás de los mismos síntomas. [Véase la figura 11]. Represión Se llega a la conjetura de que el elemento genuinamente reprimido es siempre el femenino, y ello se corrobora por el hecho de que tanto las mujeres como los varones entregan más fácilmente las vivencias que tuvieron con mujeres, y no con hombres. Lo que los hombres en verdad reprimen es el elemento pederástico. ver nota Fantasías Las fantasías se generan por una conjunción inconciente entre vivencias y cosas oídas, de acuerdo con ciertas tendencias. Estas tendencias son las de volver inasequible el recuerdo del que se generaron o pueden generarse síntomas.

[Figura 11.] Síntomas La formación de fantasías acontece por combinación y desfiguración, análogamente a la descomposición de un cuerpo químico que se combina con otro. Y en efecto, la primera variedad de la desfiguración es la falsificación del recuerdo por fragmentación, en lo cual son descuidadas precisamente las relaciones de tiempo. (El corregir en el tiempo parece depender, precisamente, de la actividad del sistema-conciencia.) Así, un fragmento de la escena vista es reunido en la fantasía con otro de la escena oída, mientras que el fragmento liberado entra en otra conexión. Con ello, un nexo originario se vuelve inhallable. Mediante la formación de tales fantasías (en períodos de excitación), cesan los síntomas mnémicos. A cambio, están presentes poetizaciones inconcientes, que no sucumben a la defensa. Si ahora crece la intensidad de una de estas fantasías a punto tal que no pueda menos que conquistarse el acceso a la conciencia, la fantasía sucumbe a la represión y se genera un síntoma por esforzamiento hacia atrás {Rückdrängung} desde ella sobre los recuerdos constituyentes. Todos los síntomas de angustia (fobias) están derivados así de unas fantasías. Comoquiera que sea, de este modo los síntomas son simplificados. Un tercer empuje hacia adelante, y una tercera variedad de la formación de síntoma, quizá procedan de una formación de impulso. Ver nota

4 Variedades del desplazamiento de compromiso Desplazamiento {descentramiento} por asociación: histeria. Desplazamiento por semejanza (conceptual): neurosis obsesiva (característico respecto del lugar de la defensa, y quizá también respecto del tiempo). Desplazamiento causal: paranoia. Decurso típico Hay buenas razones para sospechar que el despertar de lo reprimido no está librado al azar, sino que obedece a leyes de desarrollo. Además, que una represión avanza desde lo reciente hacia atrás, y afecta primero a los sucesos últimos. Diferencia de las fantasías en histeria y paranoia Las segundas, sistemáticas, todas en consorcio; las primeras, independientes entre sí, que pueden ser contradicciones, y entonces dispersas, se han generado como automáticamente (por un camino químico). Esto, y el descuido del carácter temporal, es sin duda esencial para el distingo entre la actividad en lo preconciente y en lo inconciente. Represión dentro de lo inconciente No basta considerar la represión entre preconciente e inconciente, sino que es preciso tomar en cuenta también la represión normal dentro del propio sistema inconciente. Muy sustantivo, todavía muy oscuro. Es la más bella esperanza determinar de antemano el número y variedad de las fantasías, como es posible hacerlo con las escenas. Por lo general está ahí presente una novela de enajenación; sirve para ilegitimar a los que se llaman parientes. La agorafobia parece depender de una novela de prostitución, que a su vez se remonta a esa novela familiar. Una señora que no puede andar sola asevera con ello la infidelidad de la madre.