Magia y alquimia como pre-ciencia en el Renacimiento

El renacimiento y Aristóteles: filosofía de la naturaleza Tanús Pimentel, Claudia Lucía Extraordinario EB 2015-2 Histori

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El renacimiento y Aristóteles: filosofía de la naturaleza Tanús Pimentel, Claudia Lucía Extraordinario EB 2015-2 Historia de la Filosofía IV 04/06/15

Magia y alquimia como pre-ciencia en el Renacimiento El Renacimiento fue una época en la que se dio un cambio paradigmático fuerte al dejar atrás la Edad Media. Si bien en un estudio más detallado de lo acontecido durante el medievo se puede observar que fue incorrectamente denominado oscurantismo, parece que desde la perspectiva científica no hubo grandes desarrollos. El Renacimiento, en cambio, fue una época en la que se empezaron a realizar avances en el ámbito científico. El estudio que realizaron varios pensadores del Renacimiento sobre la filosofía natural fue lo que propició el desarrollo de la magia como sucesora de esta forma de vida. Más adelante, la magia se convirtió gradualmente en lo que se entendió como ciencia durante la modernidad, haciendo de la filosofía natural, la magia y la alquimia una pre-ciencia. En este ensayo pretendo exponer a el paso de la filosofía natural a la magia, de la magia a la alquimia y de la alquimia a la ciencia moderna. Para ello me basaré principalmente en tres pensadores: Pico della Mirandola, Paracelso y Francis Bacon. Finalmente, trataré de mantener un hilo conductor a lo largo del ensayo para tratar de evidenciar cómo es que se dio inicio al pensamiento científico en la modernidad. DE LA FILOSOFÍA NATURAL A LA MAGIA

Durante el Renacimiento y gracias al trabajo de rescate realizado por los escolásticos, el pensamiento de Aristóteles fue retomado por varios pensadores como lo fueron Pico della Mirandola, Pomponazzi, Bacon y Bruno. Sin embargo, parece que no todos estos pensadores comulgaban con las propuestas del

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pensador griego. De hecho, la filosofía de la naturaleza desarrollada durante el Renacimiento, parecía estar en discordancia con algunas ideas de Aristóteles 1. Sin embargo, el pensamiento aristotélico expuesto, por ejemplo, en la Física, es sin lugar a dudas una de las bases de la filosofía de la naturaleza desarrollada más tarde por los pensadores renacentistas. Probablemente la razón de esto es que Aristóteles profundiza en temas relacionados a la inmortalidad del alma, y el conocimiento de las causas; estos temas fueron adoptados posteriormente por el cristianismo y que por ello eran temas relevantes durante el Renacimiento. Pico della Mirandola considera en su Discurso sobre la dignidad del hombre que el alma podía ser purificada de la ignorancia: "En el alma entonces así compuesta y purificada, difundamos la luz de la filosofía natural, llevándola finalmente a la perfección con el conocimiento de las cosas divinas” 2. De esta cita se puede interpretar que el alma es algo perfectible y que ésta se acerca a la perfección deshaciéndose de la ignorancia, lo cual se puede lograr a través de la filosofía natural y el acercamiento a las cosas divinas. Estos dos tipos de conocimiento que alejan al alma de la ignorancia, son ambos problemáticos. Tanto la filosofía natural como la religión3 trataban la idea de la purificación del alma pero diferían en el método para conseguirlo. Pico della Mirandola advierte esto y opta por la vía religiosa, tal como se presenta en su Discurso sobre la dignidad de los hombres. Más aún, el autor aceptaba lo relacionado a la magia pero sólo bajo cierta interpretación, lo cual se puede 1

Cfr. Copenhaver, B. Did Science Have a Renaissance?.

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Della Mirandola, P. Discurso sobre la dignidad del hombre, P. 10. (En adelante sólo citado como “Discurso”).

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Dado el contexto del Renacimiento, me tomo la libertad de asociar la frase empleada por Pico della Mirandola “cosas divinas” a aquello que es propio de la religión (específicamente del cristianimo). Si bien no me atrevería a decir que en general la filosofía considera a lo divino sólo como lo religioso en términos cristianos, en el caso del Renacimiento y debido al poder con el que contaba la Iglesia cristiana, la filosofía se centraba en mayor o menor medida en el pensamiento cristiano (aunque no siempre para concordar con éste).

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observar en sus Conclusiones mágicas y cabalísticas. En el primer texto, la posición del autor es, evidentemente, de desprecio hacia el tema de la magia e incluso parece estar a favor de que la Iglesia condene este tipo de creencias o ritos pues, para él, la magia estaba basada en un cierto culto hacia lo demoníaco 4. No obstante, Pico della Mirandola logra hacer una distinción entre la magia entendida de la forma en la que se expuso y la magia basada en la filosofía natural, y hace notar cómo los filósofos griegos creían que la filosofía natural (tomando en cuenta la tradición platónica y aristotélica) podía llevar a la sabiduría. Según Pico, esta magia pretende acercar a lo divino debido a lo que él entiende por mago (definición que a su vez es retomada de Porfirio): “en lengua persa mago tiene el mismo significado que entre nosotros «intérprete y cultor de las cosas divinas»”.56 Habiendo hecho esta primera distinción, parece ser un poco más claro el panorama en el Renacimiento con respecto al tema de la magia. Puntualizando, la magia hereje era condenada por la Iglesia y Pico estaba de acuerdo en que se considerase ilícita porque se basaba en una cierta adoración de los demonios. A diferencia de la magia hereje, la magia natural 7 estaba basada en la sabiduría y tenía como objetivo el acercamiento a lo divino, razón por la cual Pico la distinguía y consideraba que no debía ser castigada. Della Mirandola presenta de forma más esquemática sus conclusiones acerca de los dos tipos de magia presentados en su obra Conclusiones mágicas y cabalísticas. En este texto, este pensador logra redondear más sus ideas con respecto a la magia. La definición persa de la palabra mago parece tener una gran importancia al momento de entender las 4

Cfr. Discurso, P. 30.

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Discurso, P. 30.

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Considero que un buen ejemplo de esto serían los reyes magos que, según se dice, eran sabios que tenían conocimientos astronómicos.

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Utilizaré estos términos para diferenciar los dos tipos de magia distinguidos por Pico della Mirandola. El primero (magia hereje) referirá a la magia demoniaca y el segundo (magia natural) referirá a la magia heredada de la tradición griega y que lleva a un camino de purificación y de acercamiento a lo divino.

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conclusiones presentadas por el autor puesto que esta forma de entender en qué se diferencia la magia hereje de la magia natural permite observar de manera clara por qué considera a una mejor que a la otra. En general, parece que la postura de Pico con respecto a la magia hereje es que, dado que ésta se basa en el acercamiento a lo demoniaco, este tipo de magia tiene que ser considerada ilícita y consta de una mala fundamentación en tanto que ésta no está orientada hacia lo divino sino a su contrario, a la falsedad y a las tinieblas. Por otro lado, la magia natural es “la parte práctica de la ciencia natural” 8, además de la más noble. En este momento vale la pena regresar un poco históricamente y considerar que Aristóteles consideraba en su Física que la ciencia partía del conocimiento de las causas y los elementos, ya que ésta era una investigación llevada a cabo sobre cosas que constan de principios 9. Parece entonces que si Pico piensa a la magia natural como parte de la ciencia natural, es porque considera que la magia podría ser aquello que permita tener conocimiento acerca de las causas y los elementos. Además, Aristóteles explica en esa misma obra que la naturaleza de una cosa “sería lo que parece poseer preponderantemente” 10 y, entendiendo que lo que las cosas poseen preponderantemente es su esencia, al hablar de ciencia natural podría pensarse que se habla del conocimiento de causas de lo que las cosas tienen como propiedad esencial. Retomando, una vez más, la idea de la magia natural y su relación con la ciencia natural, la magia como la plantea Pico della Mirándola podría acercarse mucho a lo que Aristóteles consideraba como el conocimiento de las causas primeras (es decir, de su Metafísica), pero con un carácter práctico.

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Della Mirandola, P. Conclusiones mágicas y cabalísticas, P. 29. (En adelante citado sólo como “Conclusiones”).

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Cfr.Aristóteles, Física, P. 10.

10 Cfr. Ibíd., P. 23.

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La posición que adopta della Mirandola, considerando a la magia como algo posiblemente bueno (pero sólo si se realiza con miras a la purificación y procurando el acercamiento a Dios) parece, de cierta forma, ir en contra de lo que la religión de la época consideraba correcto. Intuitivamente, la noción de magia parece indicar justo lo contrario: la realización de ritos o la aceptación de una ideología alejada de la religión cristiana, todo esto sin manera de salvar la labor de la magia de la manera en la que lo hizo Pico puesto que, en el contexto del Renacimiento, la magia no parece ser sabiduría. Esta postura (admito que puede ser personal y no necesariamente responder a lo que normalmente se entiende por magia) en realidad tiene sentido cuando se observa el progreso histórico que ha tenido la magia, es decir, el cambio de filosofía natural a alquimia y de la alquimia a la ciencia moderna. Tal como se expuso hace un par de párrafos, la magia natural tiene uno de sus fundamentos en la filosofía aristotélica y, dado el análisis que pude realizar, observo que la magia aparece, de cierta forma, como manera de conocer las causas primeras. Si esto es cierto, la magia natural responde a la necesidad de conocer el mundo de tal forma que éste pueda ser manipulado por el hombre. Tal como lo exponía Pico della Mirandola, la magia natural forma parte de la ciencia natural pues se presenta como una ayuda para lograr el objetivo de controlar el mundo que, si recordamos el pensamiento presocrático, se presentó en primer lugar como una serie de fuerzas inexplicables a las que el hombre se hallaba a merced. Además, hay que recordar que la magia natural es la parte práctica del conocimiento de las causas y que esto puede suponer un avance con respecto al pensamiento aristotélico ya que, si bien la filosofía natural en Aristóteles parecía exponer de forma bastante completa los requisitos teóricos para que se diera el

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conocimiento de las causas, no había manera de hacer un salto hacia la forma de llevarlo a la práctica11. DE LA MAGIA A LA ALQUIMIA

Una vez trazada la idea general de cómo se dio el primer cambio de la filosofía natural a la magia natural, se puede observar el cambio de ésta a la alquimia. La filosofía natural propuesta por los griegos se enfrentó a un obstáculo difícil de superar al no poder dar cuenta de cómo se puede acceder de forma práctica al conocimiento de las causas. Este obstáculo fue, hasta cierto punto, sobrepasado durante el Renacimiento con la concepción de la magia pues ésta, al tener ritos prácticos, pretendía conocer los principios ocultos subyacentes a todas las cosas. Esta noción de magia natural, aunada al rescate de conocimiento de los egipcios, como el caso del Corpus Hermeticum, se convirtió paulatinamente en la alquimia. La novedad que presenta la alquimia es justo la posibilidad de desarrollar prácticamente el conocimiento requerido para alcanzar lo divino. Los alquimistas buscaban promover “el estudio de la naturaleza mediante la observación y es a través de la experimentación que la naturaleza nos revela sus secretos” 12 dando, de esta forma, el salto del ámbito teórico al ámbito práctico. La línea divisoria entre la alquimia y la ciencia moderna es mucho más tenue siendo uno de sus mayores exponentes Paracelso, quien fue uno de los alquimistas más importantes de la época. Paracelso logró desarrollar las bases de la química y tener varios aportes en la medicina partiendo del estudio alquímico. Asimismo, Paracelso parece exponer ideas semejantes a las que exponía Pico o al menos es posible identificar ciertas similitudes en las líneas de su pensamiento. 11 Incluso me atrevería a decir que esta dificultad se da, entre otras cosas, porque la obra de Aristóteles es sumamente descriptiva y no considero que el autor tuviera como intención que su filosofía fuese prescriptiva. Si bien desde Platón se ha intentado describir un camino a seguir para llegar (en este caso) al Topos Uranus, este camino también consta de una serie de pasos que me parece que son, en todo caso, descripciones de las características que se deben tener para acceder a ese último plano, características que, a su vez, también son muy complejas y difíciles de cumplir. 12 Nieto, M. El renacimiento y la revolución científica, P. 11.

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En la introducción de su obra El tesoro de los tesoros de los alquimistas, Paracelso menciona que: "Si tuviese que descubrir para nuestros excelentes físicos el nombre, la composición, la disolución, y coagulación, si tuviera que decir cómo obra la naturaleza en los seres desde el comienzo del mundo, escasamente me bastaría un año para explicarlo, y las pieles de la vaca de toda una ganadería para escribir."13

En primer lugar, la cita anterior muestra ciertos indicios de un pensamiento científico como podría entenderse en la actualidad. Por un lado, el simple uso de conceptos que son pieza clave en lo que hoy entendemos por medicina y, sobre todo, por química, denota un pensamiento que me atrevería llamar científico 14. Por otra parte, el autor da a entender que hay una manera de prescribir estos procesos y que, dada esta prescripción, habría un entendimiento de la naturaleza de los seres desde el comienzo del mundo. Si bien Paracelso no parece jactarse de en efecto poseer dicha prescripción, se puede leer entre líneas que considera que ésta es posible (e incluso da a entender que él sería capaz de llegar a ella) y que se descubriría a través de su disciplina: la alquimia. Considero importante detenerme un momento en el fragmento de la cita mencionado, es decir, cuando menciona: "si tuviera que decir cómo obra la naturaleza en los seres desde el comienzo del mundo, (...)". En esta parte se puede observar más claramente la herencia aristotélica ya analizada en la obra de Pico della Mirandola, puesto que Paracelso parece estar retomando la idea de Aristóteles de conocer los primeros principios para entender cómo opera la naturaleza, en tanto que lo que le interesa conocer es cómo opera la naturaleza desde el comienzo del mundo. De cierta forma, esto puede entenderse como el conocimiento de la naturaleza antes de lo que es (un poco siguiendo las líneas presocráticas, específicamente en el pensamiento de Parménides) pues el mundo sería lo que existe.

13 Paracelso, El tesoro del tesoro de los alquimistas, P.1. (En adelante sólo citado como

“Paracelso”). 14 O por lo menos pre-científico en tanto que se da antes de la modernidad.

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Siendo esto así, la naturaleza operando desde el comienzo de lo que hay sería la naturaleza operando desde el principio y, más aún, el estudio sobre cómo opera esta naturaleza sería un estudio sobre los primeros principios. Si además se piensa que el alquimista pretende hablar del conocimiento de la naturaleza en lo que existe cuando habla de la naturaleza en los seres, se tendría un esquema metafísico y ontológico más completo. Metafísico de acuerdo a lo mencionado anteriormente, es decir, de acuerdo al conocimiento de los primeros principios; ontológico de acuerdo al conocimiento de lo que es. Si estoy en lo correcto, es evidente por qué Paracelso termina por decir que requeriría de mucho tiempo para intentar de describir estas ideas. Otra semejanza que se puede encontrar en la obra del alquimista con respecto a lo analizado de la obra de Pico della Mirandola, es la noción de la alquimia como magia natural, como heredera de la filosofía natural, como el acercamiento a lo divino. Aunque Paracelso no hace mención alguna de Dios en esta obra, cuando habla de la Naturaleza como madre, de cierta forma está hablando de ella como algo superior que además es origen de lo que hay, esto retomando lo expuesto el párrafo anterior, la Naturaleza sería lo primero. Posteriormente, el alquimista hace una aseveración mucho más fuerte al decir que él conoce a la Naturaleza tanto como ella lo conoce a él. Considero que esto es contundente porque si pensamos que la Naturaleza conoce 15 todo lo que es creado por ella (puesto que todo se originó en primer lugar de ella), la posibilidad de que su creación conozca también a la Naturaleza es pensar que la creación tiene posibilidad de conocer a su creador.16 Me parece que la obra de Paracelso muestra adecuadamente por qué considero que es pertinente hablar de la alquimia como una disciplina pre-científica. Considero que el carácter prescriptivo, casi a manera de receta, con el que es escrito este texto es bastante similar a la forma que tienen algunas ciencias, 15 Retomaré la palabra utilizada por Paracelso aunque puede ser problemático adjudicar

conocimiento a la Naturaleza. 16 Cfr. Paracelso, P.3.

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específicamente aquellas de las que se considera que Paracelso fue precursor, es decir, de la medicina y la química. En estas dos disciplinas científicas de la modernidad, si bien hay investigaciones teóricas que permiten su constante desarrollo, el ámbito práctico se lleva a cabo casi como se sigue un manual 17. También podría pensarse que la búsqueda de los primeros principios, cualesquiera que sean estos, lo que puede tener por objetivo es encontrar los principios que rigen al mundo que es, finalmente, otra de las pretensiones de la ciencia moderna. Con esto me refiero a que, si bien no creo que la ciencia moderna afirme que sus descubrimientos son el fundamento último (o primero) de su objeto de estudio (es decir, si bien la física no asegura tajantemente que las leyes que descubre y las entidades que postula son las verdades últimas, se tiene una sensación de progreso en el camino al descubrimiento de estas verdades y fundamentos.), de cierta forma las teorías científicas sí parten de principios con los que se construye lo demás. Considero que sería deseable que estos principios pudiesen asegurarse como verdades fundamentales y así, de forma similar, los descubrimientos alquímicos podrían ser entendidos como primeras causas, es decir, como principios.18 Aunque normalmente se cree que la alquimia simplemente buscaba la transmutación de los metales en oro, hay que tener presente que esto sólo es cierto de manera metafórica puesto que lo que se pretendía lograr era la transmutación del alma a una forma más pura, esto bajo el entendimiento de que también proviene de una forma pura. Además, se tenían como base aristotélica la idea de que cada elemento poseía dos propiedades primarias de la siguiente manera: Caliente + seco = fuego; Caliente + húmedo = aire; Frío + húmedo = agua; Frío + seco = tierra. 17 Con esto no pretendo minimizar estas disciplinas científicas. Hago este comentario a manera de

analogía. 18 Cfr. Pierre, D., La théorie physique: son object et son structure, Chevalier et Riviére, P.1.

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Bajo este esquema, se podía encontrar siempre una propiedad en común entre dos elementos y es gracias a esta propiedad en común que podía darse la transmutación19. Se han mencionado un par de nociones nuevas que formaron parte de la filosofía griega y que vale la pena subrayar. Por un lado tenemos el esquema de los elementos presente en la filosofía aristotélica y por otro lado tenemos la idea del alma que fue un tema sumamente importante para varias escuelas clásicas. La idea de la transmutación del alma puede ser rastreada hasta Pitágoras con la teoría de la purificación del alma a través de la reencarnación. DE LA ALQUIMIA A LA CIENCIA MODERNA

El Novum Organum de Bacon justo inicia en contra de la postura de Paracelso. En el prefacio, Bacon dice que: "Aquellos que se han atrevido a hablar dogmáticamente de la naturaleza como de un sujeto explorado, sea que les haya inspirado esta audacia su espíritu excesivamente confiado o su vanidad y el hábito de hablar magistralmente, han ocasionado un perjuicio muy grande a la filosofía y a las ciencias."20

Dado que la manera en la que Paracelso redacta El tesoro de los tesoros de los alquimistas, parece que la cita de Bacon puede ser aplicada al alquimista (aunque no aseguraría que Bacon estuviera pensando justo en Paracelso al momento de escribir esto). Considerando sólo el fragmento citado, Bacon no parece estar en este primer momento rechazando el objeto de estudio de la alquimia ni la posibilidad de conocer las leyes que rigen la naturaleza a través de ella. Más que eso, me parece que Bacon está denunciando la actitud de los alquimistas con respecto a este tipo de conocimiento. El problema parece hallarse en el hecho de postular sentencias tan fuertemente sostenidas y presentadas como verdades. El perjuicio hacia la filosofía y las ciencias radica justo en esto, en dar por hecho y asegurar con tanta certeza tesis de las que todavía no se sabe su valor de verdad. 19 Cfr. Hamilton, N., The Alchemical Process of Transformation, P. 1. 20 Bacon, F. Novum Organum, P.1. (En adelante citado como “Bacon”).

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La postura de Bacon con respecto a lo que puede conocer el hombre es un poco menos optimista que la que parecía tener Paracelso. Bacon no concuerda con la labor del alquimista porque piensa que el hombre no tiene la capacidad de llegar a conocer los fundamentos últimos de la Naturaleza. Así, aunque esté en desacuerdo con la visión de los alquimistas, tiene en última instancia la misma idea base de entender a la Naturaleza como sustento de la realidad, o incluso como la realidad misma. En este sentido, ni es posible para el hombre entender en qué consiste y cómo opera la Naturaleza, ni mucho menos es posible emular lo que ésta hace.21 Retomando lo que plantea Bacon sobre el problema de la pedantería de los alquimistas al momento de enunciar sus teorías, este autor postula la noción de ídolo para hablar de las ideas y tesis falsas surgidas a causa de las teorías mencionadas y que contaminan el pensamiento del hombre. Estos ídolos son de cuatro tipos: los de la tribu, los de la caverna, los del foro y los del teatro 22. Los ídolos de la tribu consisten en creer que el hombre es capaz de entender y modificar el mundo que lo rodea gracias a su entendimiento. Sin embargo, Bacon piensa que en realidad lo que el hombre observa de la naturaleza es un reflejo de sí mismo, razón por la cual el hombre no es capaz de entender los principios que rigen la Naturaleza sino que, en todo caso, podría ser capaz de entenderse como especie, como tribu humana. Los ídolos de la caverna se originan a causa de la individualidad y del bagaje que carga consigo el hombre, ya sea que éste se dé por la educación, por los intereses, las personas admiradas, etc. Debido a este bagaje que actúa como filtro no es posible conocer la realidad de las cosas puesto que el entendimiento que tiene el hombre del mundo se da a través de esta carga.

21 Cfr. Bacon, P. 4. 22 Cfr. Ibíd (P. 8)

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Por otra parte, los ídolos del foro tienen relación con la asociación y con el lenguaje, es decir, estos se dan en sociedad y por problemas de precisión del lenguaje. Por último, los ídolos del teatro se encuentran estrechamente relacionados con la filosofía. Bacon explica que son llamados así porque se puede considerar que hay representaciones y piezas generadas a partir de cada sistema filosófico y que cada uno sostiene su propio mundo imaginario y teatral. La problemática de esto parece radicar en que no hay una certeza sobre si hay un sistema filosófico correcto y cuál sería este, por lo que cada sistema que el hombre pueda tener como verdadero podría estar en realidad afectando la manera en la que entendemos el mundo y hacérnoslo ver de una manera completamente diferente a la que es en verdad. Considero que todos estos ídolos dan cuenta del problema de la ciencia y de sus presupuestos para Bacon y que estos ídolos se encuentran, por así decirlo, en niveles. En primer lugar tenemos al ídolo de la tribu el cual se origina en los hombres por el simple hecho de pertenecer a la especie humana, este ídolo explica la postura de Bacon con respecto a la imposibilidad del hombre para conocer a la Naturaleza y sus fundamentos. Debido a que este ídolo se da simplemente por ser humano, parece que no hay manera de escapar de él por lo que el objetivo de la alquimia de conocer cómo opera la Naturaleza es inalcanzable. En segundo lugar se encuentra el ídolo de la caverna, el cual también representa un gran problema porque es casi tan difícil de desechar como los ídolos de la tribu. Puesto que no hay manera de deslindarnos de nuestra educación y cambiar completamente nuestra manera de pensar para tener una visión completamente objetiva del mundo, parece que todo lo que podríamos llegar a conocer acerca de la Naturaleza lo conoceríamos parcialmente y sólo a través de un filtro generado por la carga de experiencias que posee cada individuo.

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En tercer lugar están los ídolos del foro, los cuales también están vinculados con la ciencia al ser originados por problemas del lenguaje esparcidos por el uso en una sociedad. El hecho de utilizar un mismo término para referir a distintos conceptos ha generado confusiones en el desarrollo científico y es ahí donde se puede observar claramente el efecto de este tipo de ídolos. Por otra parte, el uso indiscriminado de un mismo término en contextos diferentes propiciando significados diferentes lleva a enormes confusiones que, posteriormente, pueden llevar a que entendamos al mundo en función de estos términos erróneos. Por último tenemos a los ídolos del teatro, los cuales también tienen que ver con la ciencia porque el que se den por las diferentes escuelas filosóficas y la imposibilidad de elegir a una sobre otra es justo el mismo problema que tienen las diferentes posturas científicas. En el contexto del Renacimiento, dado que el terreno práctico apenas fue explorado por la alquimia y no constaba de un método (más o menos) definido como el que la ciencia pretende tener en la modernidad, parece que hay un problema en la fundamentación de su quehacer y no hay manera de considerar que una postura científica es superior a otra dado que no hay un marco en el cual evaluarlas. En el Novum Organum, Bacon asienta las bases del método científico que se desarrollará en la modernidad. El estudio que hace Bacon consta de, primero, enumerar los hechos para construir así una primera conclusión que será considerada en el estudio pero que no es una conclusión terminada. Posteriormente, se deben depurar los hechos de acuerdo a su relevancia y construir una nueva conclusión considerando sólo los hechos que se conservaron. Esta forma de proceder es identificada por Bacon como una inducción y explica que esta tiene lugar tanto en la ciencia como en las artes 23. Además, el estudio planteado por Bacon considera en general a la lógica para su desarrollo y para la aplicación correcta de este método. Sin embargo, Bacon alcanza a distinguir que la lógica de su época es una herramienta aún precaria y que necesita afinarse.

23 Cfr. Bacon, P. 35.

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Como bien apunta Bacon, la filosofía natural tal como estaba planteada desde un principio parecía incapaz de progresar debido a que no había un objetivo claro 24. Aunque en esta exposición la filosofía natural fue interpretada básicamente de acuerdo al objetivo metafísico de Aristóteles, es decir, de conocer las primeras causas, que posteriormente fue heredado por la magia natural, Bacon podría haber estado pensando en la imposibilidad que se tenía de pasar del ámbito teórico al práctico por lo que, aunque se hubiese fijado claramente como objetivo el poder conocer los primeros principios, no se tenía claro cómo lograrlo. Por otra parte, Bacon pudo haber estado considerando a los alquimistas que tenían como objetivo lograr la transmutación no sólo de metales sino del cuerpo en general y del alma. Esto último es, a fin de cuentas, la búsqueda de los principios de acuerdo a los cuales obra la Naturaleza y, si bien la alquimia logró hacer el salto de la teoría a la práctica, parece que Bacon podría no haber estado de acuerdo con que la alquimia tuviera un objetivo claro y una manera clara de alcanzarlo. Como conjunto, ni la filosofía natural ni la magia natural ni la alquimia tienen un objetivo bien establecido con un método concreto para alcanzarlo. Aparte de esto, como ya fue mencionado, Bacon consideraba imposible que el hombre realmente pudiera acceder al completo entendimiento de la Naturaleza y esto es presupuesto por estas tres formas de conocimiento, por ello, la filosofía natural, la magia y la alquimia estarían descartadas como ciencia de acuerdo al esquema de Bacon y ninguna parece tener la posibilidad de un mayor desarrollo.

Conclusión Aunque puede que sea un poco atrevido de mi parte nombrar pre-ciencia a los desarrollos que se dieron en la magia y la alquimia durante el Renacimiento, me parece que tiene sentido hablar de un momento previo a la ciencia en el que ya se sentaban las bases de la ciencia moderna. Elegí hablar en primer lugar de Pico della Mirandola ya que su obra parecía estar más evidentemente ligada al pensamiento medieval en tanto que aún prevalecía el deseo de perfeccionamiento del alma a través de una aproximación a lo divino. 24 Cfr. Ibíd. P. 24.

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Debido a que la magia fue un tema muy importante durante la Edad Media, es de esperarse que fuese retomado durante el inicio del Renacimiento pero debido a la Inquisición, era de esperarse que fuese adecuado a las ideas religiosas de la época. Pienso que la alquimia estaba estrechamente relacionada con varias nociones de la magia y con el deseo de obtener conocimiento sobre la Naturaleza. Además, tal como expuse a lo largo del ensayo, tuvo como virtud haber dado el paso de la teoría a la práctica, logrando por fin que se pudiera aspirar a una manera de alcanzar la sabiduría en vez de que sólo se describiera la posibilidad de llegar a ella. Debido a que Paracelso fue un alquimista destacado y además tuvo grandes aportaciones a la medicina y a la química, me pareció que podía observarse cómo se daba un paso más hacia el camino de la ciencia. Francis Bacon planteó un poco más claramente los inicios de la ciencia en su Novum Organum al describir algo similar al método científico moderno. Con ello, se termina de dibujar el puente que se dio desde la filosofía natural hasta la ciencia moderna. Durante este estudio me pareció muy claro el cambio de paradigma al momento de leer a estos autores puesto que la obra de Pico tenía tintes religiosos mientras que la obra de Paracelso parecía un tanto más oscura, más desafiante y más vanidosa. En particular con ello creo observar el cambio de pensamiento que hubo de considerar a Dios sobre todas las cosas e incluso temerle a (según me pareció con el alquimista) desafiar a las deidades. El hombre empezó a sentirse capaz de comprender por su propia cuenta los principios que rigen el mundo, sus relaciones e incluso se creyó capaz de modificar a la Naturaleza sólo con su entendimiento. Aunque Bacon disminuyó ese aire arrogante que se apreciaba en el pensamiento de Paracelso, finalmente lo que prevaleció fue la idea de que el hombre era capaz de tener el conocimiento de las causas, sólo bastaba tener un método adecuado, definir correctamente los objetivos que se querían alcanzar y llevarlos a la práctica. 15

Me parece claro con esta investigación que los estudios llevados a cabo durante el Renacimiento son antecedentes de la ciencia moderna y considero que influyeron mucho en la manera de ver a la ciencia y los alcances que tiene el hombre con ella. El giro copernicano definitivamente tuvo injerencia en el pensamiento de la humanidad y creo que esto es un ejemplo claro. Aunque la brujería en la Edad Media ya empezaba a mostrar signos de irreverencia, creo que la postura del alquimista termina de mostrar la audacia del hombre con respecto a Dios al atreverse a explorar lo prohibido por la Iglesia, todo por las ansias de llegar a tener un conocimiento verdadero. Concluyo que, aunque tal vez los pensadores renacentistas no tenían la misma idea de ciencia que se tuvo posteriormente, no se puede negar que las bases de la ciencia se asentaron desde el Renacimiento y que probablemente sin los estudios realizados por los magos y los alquimistas, aunque fueran posteriormente menospreciados por Bacon, no hubiera habido un sustento para el desarrollo científico posterior. Después de todo, Bacon postuló a la inducción como manera de evitar los errores que tuvieron las prácticas mágicas y alquímicas así que, aunque en el Novum Organum se buscara resarcir el daño hecho por éstas, no se puede negar que también hubo un enorme avance que se logró gracias al desarrollo del ámbito práctico de la búsqueda de la sabiduría.

Bibliografía Copenhaver, Brian P. Did Science Have a Renaissance? http://www.cmrs.ucla.edu/brian/research/finished_research/finished_articles/iii_a_6science.pdf (último acceso: 01 de 06 de 2015). della Mirandola, Pico. Discurso sobre la dignidad del hombre. http://editorialpi.net/ensayos/discursosobreladignidaddelhombre.pdf (último acceso: 02 de 06 de 2015). —. Conclusiones mágicas y cabalísticas. http://laescalerasophia.com.ar/biblioteca/Pico_Conclusiones.pdf (último acceso: 02 de 06 de 2015). Duhem, Pierre. La théorie physique: son object et son structure. París: (Traducción de Chantal Melis. Revisión de A.R. Pérez Ransanz y Damián Bravo)., 1906. 16

Hamilton, Nigel. The Alchemical Process of Transformation. 1985. http://www.sufismus.ch/assets/files/omega_dream/alchemy_e.pdf (último acceso: 03 de 06 de 2015). Nieto, Mauricio. El renacimiento y la revolución científica. http://historiadelacienciamnieto.uniandes.edu.co/pdf/RENACIMIENTOYREVOLUCION.pdf (último acceso: 02 de 06 de 2015). Paracelso. El tesoro de los tesoros de los alquimistas. http://koradi.com.ar/material-didactico/? wpdmdl=3208 (último acceso: 02 de 06 de 2015).

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