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EL SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHU PICCHU El Santuario Histórico de Machu Picchu, en Cuzco, Perú, es uno de los espacios naturales protegidos más conocidos a nivel internacional. Forma parte de un grupo de bienes privilegiados dentro de la Lista del Patrimonio Mundial, con la doble declaratoria como Bien Cultural y Natural de la Humanidad. Entró en la vida oficial del Perú moderno prácticamente desde su "descubrimiento", en 1911. Entonces, Hiram Bingham llegó, siguiendo las indicaciones de pobladores de la zona, hasta la montaña Machu Picchu (Montaña Joven, en lengua quechua), y dio a conocer su monumental ciudadela, con intervención de la National Geographic Society y su ya famosa publicación, al mundo occidental. El interés por visitar la Ciudadela de Machu Picchu (Foto 1), en el corazón del actual Espacio Natural Protegido, fue incrementándose con el tiempo, generando todo el movimiento económico que acompaña a los lugares de importancia turística. Esa demanda iría motivando que se tomaran decisiones por parte del gobierno peruano, destinadas a implementar servicios para el visitante. Así, el Santuario andino se constituye en un ejemplo paradigmático de planificación parcial, motivada por factores económicos, sin equipararse con políticas de conservación, sociales, sin medidas adecuadas para el manejo de suelos y el control de obras, entre otras. Como es lógico, en un país con una economía poco desarrollada como la del Perú, los ingresos económicos se convirtieron en un atractivo para los pobladores que, desde diversas zonas, se trasladaron al núcleo urbano constituido por Machu Picchu Pueblo (conocido como Aguas Calientes) al pié de la montaña y al costado de la estación ferroviaria de Puente Ruinas. Pasaron 70 años desde su "descubrimiento" para que Machu Picchu fuera declarado como Área Natural Protegida mediante Decreto Supremo 001-81-AA del Ministerio de Agricultura(1). El mismo año, el Ministerio de Turismo lo declaró mediante Resolución Suprema 038-81-ITI/TUR Zona de Reserva Turística Nacional. Posteriormente, en 1983, la Ley 23765 lo declaró Patrimonio Cultural(2). Pero no fue hasta 1998 cuando mediante Resolución Jefatural 085-98-INRENA, se dicta el primer Plan Maestro del Santuario Histórico de Machu Picchu. El referido Plan Maestro se dictó en medio de la controversia generada por el proyecto de construir un teleférico de acceso entre Machu Picchu Pueblo y la Ciudadela incaica. Hubo un conflicto de Foto 1. Detalle de la Ciudadela de Machu Picchu. intereses entre el Gobierno, que pretendía dar luz verde a la referida obra, y las exigencias planteadas por la UNESCO, ente rector del Patrimonio Mundial. Habiendo participado en dicho debate(3), asumí como proyecto de estudio el análisis del referido Plan Maestro. (1)

Declara Santuario Histórico la superficie de 32 592 hás, ubicadas en el Distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, del Departamento del Cuzco y que se denominará Santuario Histórico de Machu Picchu. De acuerdo a la normatividad peruana se utiliza la denominación Áreas Naturales Protegidas, equivalente a Espacios Naturales Protegidos en España. (2) Para ese momento Machu Picchu había sido ya inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial con el Registro 54, y como cultural y natural. (3) Ver Martorell, 2000. Machu Picchu presenta numerosos y complejos problemas: carencia de planificación regional integral, la delimitación de la magnitud y límites del Santuario Histórico de Machu Picchurealizada sin criterios técnicos, falta de participación social, ocupación y utilización caótica del territorio, en especial en Machu Picchu Pueblo, falta de tratamiento integral de la cuenca del Río Vilcanota-Urubamba, contaminación, deficiente conservación de hábitats y especies y deficiencias en la calidad de servicios turísticos, entre otros. El análisis específico del plan nos permite afirmar que se trata de una herramienta insuficiente y, en muchos aspectos, contraproducente, para afrontarlos. El estudio realizado nos ha llevado a las siguientes conclusiones respecto al Plan Maestro de Machu Picchu: a. Origen débilmente sustentable: el plan surge a exigencia de la UNESCO y no como un proceso interno. Parte de un taller con participación limitada y mal planteado. b. Los objetivos no están bien determinados. Los generales han sido tomados de documentos previos, por lo que no están coordinados con las estrategias propuestas.

c. Existe un divorcio entre la gestión del ENP y la planificación a nivel regional y de la cuenca del río VilcanotaUrubamba (afluente de la cuenca amazónica). d. La tematización tomada como guía de las estrategias carece de un contenido lógico planteado técnica y científicamente, generando un desorden general en el Plan. e. No se ha tomado en cuenta la indispensable participación de la población involucrada. f. El texto contiene contradicciones y hasta incompatibilidades entre uno y otro tema.(4) g. Se trata deficientemente temas como la participación, la educación y concienciación, la investigación científica, la calidad en los servicios. h. El tema de la gestión del Patrimonio Cultural es prácticamente ignorado. i. No se han desarrollado planes específicos (Uso Público, Monitoreo y Control, Investigación, etc.) j. Existen graves distorsiones en el tratamiento de algunos temas. k. Se aprecia una falta de manejo coordinado y transdisciplinar. Los diversos capítulos del plan parecen estudios descoordinados entre sí. (4)

Así, por ejemplo, el tratamiento del teleférico se hace como si éste existiese, conjuntamente con los medios de comunicación en uso y sin exigir siquiera los estudios mínimos indispensables para determinar su viabilidad. Cabe mencionar que el proyecto para su construcción, fue aprobado sin EIA u otro tipo de estudios, durante el gobierno de A. Fujimori. La obra no se materializó debido a una fuerte campaña nacional e internacional, y a la intervención de la UNESCO, que puso exigencias mínimas como la aprobación de un plan de gestión. Posteriormente, el gobierno transitorio de Valentín Paniagua decidió archivar el proyecto, pues no ofrecía garantías técnicas mínimas. Hay aún, no obstante, motivos de preocupación, debido a declaraciones del Vice Ministro de Turismo del actual gobierno en el sentido de replantear el proyecto. Sin embargo, de seguirse un proceso técnico, abierto y participatorio, esta puede ser inclusive la oportunidad para estudiar integralmente el tema de los accesos, teniendo en cuenta factores como la capacidad de carga, la necesidad de medios que no contaminen física ni visualmente, etc.

El reto de gestionar técnica y científicamente Machu Picchu es evidente. En estos momentos Perú se encuentra en el primer año de un gobierno democrático después de un periodo de transición que puso fin al anterior, marcado por el autoritarismo de Fujimori. Este hecho constituye una esperanza para el cambio. Existe además una instancia técnica de alto nivel representada por el Programa Machu Picchu, resultado de la cooperación con el gobierno de Finlandia. Se ha creado una unidad de gestión, que si bien no ha dado los resultados esperados hasta ahora, podría significar un manejo coherente con nuevos instrumentos y una planificación adecuada. Es indispensable que se entre a un proceso de revisión profunda del Plan Maestro. De lo contrario esta primera experiencia de planificación se convertirá en un antecedente negativo. Hay que partir por replantear los límites del actual ENP con criterios ecosistémicos, convirtiéndolo en un elemento integrador de toda la planificación y manejo a nivel regional. Debe emprenderse una tarea seria para alcanzar un sistema de gestión activa para el Santuario Histórico de Machu Picchu, que además se convierta en modélico para todo el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas en el Perú. Para comenzar, ¿qué fue Machu Picchu? En el Perú del siglo XVI, fracasada la resistencia de los "Incas coloniales" (entre 1530 y 1572) contra los invasores españoles, el Manco Inca se acogió a un refugio que existía ya en las inaccesibles zonas montañosas próximas a Cusco: el actual Machu Picchu. Manco Inca, además, fue fundando algunas otras ciudades en esta región llamada Vilcabamba. Hasta 4.000 personas vivían ocultas y seguras en estas ciudades fortificadas, no visibles desde los valles; tan escondidas que alguna de ellas, Corihuayrachina, sobre el Cerro Victoria, a 3.300 m. de altitud, no fue descubierta hasta 1999. Esas ciudades escondidas fueron siempre lugares sagrados para las comunidades quechuas de la región. El Santuario de Machu Picchu fue, por ejemplo, el gran adoratorio del Apu Wayna Pic- chu. Con ayuda de un joven indígena, el investigador norteamericano Hiram Bingham descubrió una de esas ciudades en 1911. Como el descubridor no estaba seguro de si se trataba del principal reducto de los "Incas coloniales" acantonados en la región de Vilcabamba, dio a las ruinas el nombre de la montaña sagrada: Machu Picchu, "Cumbre de la antigua montaña". ¿Por qué está Machu Picchu en peligro? Desde 1983, el impresionante santuario inca está reconocido por la UNESCO como "Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad", junto con otras dos zonas arqueológicas (Chan Chan y Nazca), tres áreas de parques naturales, Cusco, y el centro histórico de Lima. Pero, por lo que se ve, eso no protege a Machu Picchu de la codicia de la industria

turística. El consorcio hotelero estadounidense Orient Express (Hoteles Perú S.A.) y una filial de la compañía aérea chilena LAN, se aseguraron, ya en 1996, los derechos de explotación comercial del santuario, así como de sus únicas vías de acceso terrestre: el ferrocarril a Cusco (unos 112 kms.) y un camino peatonal, también frecuentado por los turistas, el Camino del Inca. Los indígenas y otros grupos de población peruana, en Sudamérica y también en Norteamérica, así como en Europa, observan con consternación cómo en ese lugar de contemplación se va alzando una especie de Disneylandia. Hay planes -no se sabe hasta qué punto resueltos- de escaleras mecánicas y bandas rodantes para que aumente el número de turistas adinerados que deambulen cómodamente por el santuario -y consiguientemente el lucro de los inversionistas extranjeros. Ya hoy danzan sobre el cielo de Machu Picchu globos de propagandas comerciales. Consecuencias para la población local Y lo que ocurre en Machu Picchu no es un caso aislado, sino un eminente ejemplo concreto de la funesta política económica neoliberal del Gobierno Fujimori, proseguida por el actual Gobierno de Alejandro Toledo: entregar en manos privadas, principalmente extranjeras, bienes del pueblo peruano - incluidos sus patrimonios cultural y naturalfinancieramente productivos. Esos intereses extranjeros gozan del usufructo y lo explotan en beneficio propio. Lo que agudiza aún más la dramática situación de pobreza y marginación que pesa sobre la mayoría de los peruanos. En el pueblecito de Aguas Calientes, al pie de Machu Picchu, la población venía viviendo del turismo: pequeñas prestaciones de servicios -porteadores, conductores de autobuses, etc.,- venta de sus productos artesanales; puestos de comida y pequeñas pensiones. La privatización del único medio de transporte público, el ferrocarril, produjo una enorme subida de las tarifas y el consiguiente encarecimiento de los bienes de consumo que hay que traer de Cusco para los turistas; la explotación comercial por el consorcio hotelero norteamericano significa la desaparición de la modesta gastronomía y hotelería de Aguas Calientes. Y aparte de la ruina económica: a la población local se le arrebata su identidad tradicional, su herencia cultural e histórica. Esto es palpable ya hoy en Aguas Calientes y Machu Picchu. Consecuencias para las ruinas mismas Pero también el Patrimonio Cultural y Natural mismo está en peligro. Las obras planeadas y las transformaciones son más de lo que las venerables, misteriosas ruinas pueden sobrellevar. Los peritajes de prestigiosos científicos peruanos, así como los estudios de la UNESCO y de otras organizaciones internacionales son ignorados también por el actual Gobierno Toledo. Los expertos de la UNESCO, por ejemplo, dictaminaron que las ruinas no pueden soportar sin daño la presencia simultánea de más de 300 personas. Lo que significa que la cifra actual de 3000 visitantes por día es ya claramente excesiva. El subsuelo de la montaña sagrada es geológicamente inestable, y el entorno natural de las ruinas se deteriora por el exceso de presencia humana. El peligro de corrimientos de tierras es grande, y especialmente acentuado en las zonas implacablemente machacadas por el golpeteo de los autobuses. La Prof. Dr. Inge Bolin, antropóloga cultural, de Canadá, opina: "El volumen actual del turismo es ya excesivo en extremo, sobre todo por el sacudimiento de toda la montaña. Los autobuses suben y bajan casi sin interrupción durante todo el día. Ya ha habido aludes de piedras y corrimientos de tierras. Y naturalmente, el deterioro por basuras es enorme. Todo lo cual es una verdadera catástrofe para aquel bellísimo, mágico entorno". Una vez más: Nada de "caso aislado" Un ejemplo más de esa destructiva política de comercialización del patrimonio cultural del pueblo peruano es Kuélap, en el departamento de Amazonas. El 20-12-2001, el Presidente de la República, Alejandro Toledo, aprobó una Resolución Suprema que permite la cesión a inversores nacionales y extranjeros del territorio en torno al complejo arquelógico de Kuélap. Los inversores se proponen crear alrededor de esta joya arqueológica una construcción hotelera de lujo, de turismo excluyente, para adinerados. Y el Gobierno ya se adelanta construyendo un buena carretera de acceso, dado el muy mal estado de la que existe desde los años 90. La prevista transferencia de los derechos de comercialización a consorcios turísticos extranjeros significa la expropiación y expulsión de los campesinos de la zona, con una indemnización ridícula, o eventualmente ninguna. Los entendidos consideran a Kuélap como la más importante atracción arqueológica de Perú, después de Machu Picchu. Está situada a 3000 m. de altitud y es de bastante difícil acceso. El conjunto, con murallas de hasta 20 m. de altura, no es de origen incaico, sino de otra cultura anterior, los Chachapoyas. En el siglo XV, el reino de los Chachapoyas fue conquistado por los Incas. Ellos dominaron a los Chachapoyas unos setenta años hasta la llegada de los conquistadores españoles. Kuélap quedó olvidada, pero custodiada por algunas familias, descendientes de los chachapoyas, que todavía hoy viven alrededor de la fortaleza.

El Gobierno pretende actuar en nombre de la arqueología y del turismo. En todo caso, viola los derechos y desprecia las necesidades de la población local, -también la no indígena- comenzando por ni siquiera haber informado a los habitantes de los planes en marcha. Los campesinos fueron sorprendidos por completo al ser informados por Rodrigo Ruiz Rubio, y otros representantes de la recientemente fundada Asociación para la Defensa y Desarrollo de Kuélap (ADDK), de los proyectos que van a transformar su territorio y su patrimonio cultural. Nunca se les preguntó ni se les pidió su conformidad. Como la situación es bastante tensa, la vida diaria de los atribulados vecinos está sembrada de amenazas y de intervenciones de las autoridades. Un ejemplo: en noviembre del 2000, un misterioso incendio destruyó campos de labor, y bosques. El Instituto Peruano de Cultura culpó a los propietarios de las áreas siniestradas de haber sido ellos mismos los autores del incendio -acusación disparatada, porque el producto de esos terrenos constituye la única fuente de vida de aquellos campesinos. Aparte de que también fue incendiado el cementerio donde duermen sus antepasados. En la actualidad, un grupo de profesionales, encabezado por el arqueólogo Alfredo Narváez, contratados por ProInversión (organismo del Gobierno, encargado de las privatizaciones y concesiones) viene elaborando un Plan Maestro en el cual, con subjetivos argumentos, pretenden desplazar a la población de Kuélap y justificar la entrega en concesión a inversionistas internacionales. Alternativas y consecuencias El santo y seña es: "Fomento de un turismo sostenible": NO por encima de las cabezas de la población local; NO con daño del tesoro cultural de Machu Picchu0, o de otros monumentos análogos, como el de Kuélap; y NO cerrando ojos y oídos a las consecuencias sociales, culturales y ecológicas. El Gobierno del Presidente Toledo está democráticamente legitimado, y llegó al poder con promesas de cambio, de hacer una política diferente; pero prosigue la política económica neoliberal del régimen de Fujimori; y agravándola aún más, como lo demuestra la ya mencionada Resolución Suprema Nº 535- 2001-EF, firmada no sólo por el Presidente Toledo, sino también por el Vicepresidente y también Ministro de Industria, Turismo, Integración y Negociaciones Comerciales Internacionales Raúl Díez Canseco, y el entonces Ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo Kuczynski. El desarrollo del turismo tiene que llevarse a cabo en beneficio, no en daño, ni a costa de la población local -con su conformidad y cooperación. Y sólo es sostenible si resuelve las necesidades y dificultades del presente, sin comprometer las de las generaciones futuras. La mejora de las condiciones de vida de la población necesitada y el respeto a su identidad cultural, basada en su patrimonio histórico, tienen absoluta prioridad y preferencia. El patrimonio cultural y natural de Perú pertenece a su pueblo - y no a sus gobernantes, ni a quienes se benefician comercializándolo. Lo que ya puede verse y está aconteciendo hoy en Machu Picchu, lo que está planeado en Kuélap, o la ridiculez de un funicular al volcán Misti en Arequipa, agrede y es una afrenta al pueblo peruano. Y es asimismo inaceptable para todos los que reconocen y admiran el patrimonio cultural y natural del Perú. * Gunter Séller, Andrea Herbert. ALASEI-Bonn. Lima / Bonn, Julio 2003 http://alainet.org/active/show_text.php3?key=4061

MACHU PICCHU PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD mayo 2, 2007 noticias de Noticias deturismo, Turismo Perú, Viajes Peru Turismo 3 Comentarios » Fuente: expreso. Com

Comisión técnica de la Unesco destaca buena conservación arqueológica de ciudadela Inca. Han quedado atrás los temores de que la Ciudad Sagrada de los Incas pierda su designación de Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque de acuerdo a las primeras evaluaciones del Comité Técnico de la Unesco, seguirá conservando dicha denominación. La titular de la subcomisión de Cultura y Patrimonio del Congreso, Alda Lazo, quien se reunió en Cusco con los especialistas de esa entidad, informó que las evaluaciones a la ciudadela arqueológica han sido satisfactorias.

“En la parte cultural y estructural de la ciudadela, los representantes de la Unesco están satisfechos, por lo que no sería posible que se le retire la denominación de patrimonio de la humanidad, que no sólo le pertenece a los peruanos sino a todo el mundo”, puntualizó la parlamentaria.

Impacto urbanístico A pesar de la buena noticia Machu Picchu, aún corre el peligro del impacto social que en los últimos años ha deteriorado la belleza natural que rodea a la Ciudad Sagrada de Los Incas, especialmente en el poblado de Aguas Calientes y el pueblo mismo de Machu Picchu. “Lamentablemente el crecimiento urbanístico y la explosión demográfica ha hecho mella de otros atractivos que hacen mágica a la ciudad imperial”, dijo Lazo, refiriéndose a las edificaciones de más de dos pisos, y en muchos casos a construcciones de hasta ocho y diez pisos. 

Machu Picchu (del quechua machu, viejo, y picchu cima, es decir, "cima vieja") es el nombre contemporáneo que se da a una antigua llacta inca de piedra construida principalmente a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al sur del Perú. Su nombre original habría sido Picchu o Picho.[1] Según documentos de mediados del siglo XVI,[2] Machu Picchu habría sido una de las residencias de Pachacútec o Inca Yupanqui (el más grande emperador inca, 1438-1470). Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llacta demostrarían que ésta fue usada como santuario religioso.[3] Ambos usos: el de palacio y santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de "fortaleza" o "ciudadela" podrían haber sido superados.[4] Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería.[5] Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido uno de los destinos turísticos más populares del planeta.[6] Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la humanidad de la UNESCO desde 1983 como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo el nombre de Santuario Histórico de Machu Picchu. Se encuentra a 13º 9' 47" latitud sur y 72º 32' 44" longitud oeste. Forma parte del distrito del mismo nombre, en la provincia de Urubamba, en la Región Cusco, en Perú. La ciudad importante más cercana es Cusco, actual capital regional y antigua capital de los incas, a 130 km de allí. Las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu son parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba en la Cordillera Central de los Andes peruanos. Se encuentran en la ribera izquierda del llamado Cañón del Urubamba, conocido antiguamente como Quebrada de Picchu.[7] Al pie de los cerros y prácticamente rodeándolos corre el río Vilcanota-Urubamba. Las ruinas incas se encuentran a medio camino entre las cimas de ambas montañas, a 450 metros de altura por encima del nivel del valle y a 2438 metros sobre el nivel del mar. La superficie edificada es aproximadamente de 530 metros de largo por 200 de ancho contando con 172 edificios en su área urbana. Las ruinas propiamente dichas están dentro de un territorio intangible del Sistema Nacional De Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE)[8] llamado Santuario Histórico de Machu Picchu que se extiende sobre una superficie de 32.592 hectáreas, (80,535 acres o 325.92 km²) de la cuenca del río VilcanotaUrubamba (el Willka mayu o "río sagrado" de los incas). El Santuario Histórico protege una serie de especies biológicas en peligro de extinción y varios establecimientos incas[9] entre los cuales Machu Picchu es considerado principal. Nueva maravilla del mundo [editar]El día 7 de julio de 2007, Machu Picchu resultó elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, una iniciativa privada de New Open World Corporation (NOWC), creada por el suizo Bernard Weber, no necesitando el aval de ninguna institución o gobierno para proseguir con sus fines electorales y permitir seleccionar las maravillas clasificadas por la votación de más de cien millones de electores.[87] [88] Esta votación fue apoyada por el gobierno de Alan García Pérez, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y el del sector Turismo; esta difusión tuvo sus frutos en una gran participación del

pueblo peruano en su conjunto y también en el ámbito internacional.[89] Al conocerse los resultados, el presidente Alan García declaró por decreto supremo, el 7 de julio como "Día del Santuario histórico de Machu Picchu", para recordar la importancia del santuario para el mundo, reconocer la participación del pueblo peruano en la votación y promover el turismo.[90] 

sede en la provincia de Buenos Aires. Se trataba de un Congreso Internacional de Educación en Perú, para analizar distintos problemas de la educación en Latinoamérica. Pero a lo que me voy a referir no es a ese Congreso en sí específicamente, sino a la oferta complementaria que hizo la organización, de realizar un Viaje a las raíces de la Identidad Cultural de Latinoamérica. Se trataba de una visita guiada a las ruinas de Machu Picchu en la República del Perú, una de las residencias del primer emperador Inca Pachacútec. El viaje lo hicimos con una delegación Argentina integrada por docentes de distintos niveles, participando también autoridades y funcionarios de distintas Entidades y Organismos de la Educación, confluyendo un grupo de aproximadamente cuarenta personas. No fue un viaje de turismo más, tampoco una visita de descanso, sino prácticamente una “expedición”, donde aprendimos mucho, porque los organizadores habían contratado guías, expertos e investigadores, quienes nos acompañaron durante todo el trayecto, haciendo de esta experiencia, una de las actividades culturales más interesantes de las que he participado.



Catedral de Cuzco (Perú) el año 1998 (Foto Luis E. Roldán) Llegamos a Cusco, Perú, donde fue nuestro lugar de alojamiento, para desde allí viajar a los lugares sagrados del antiguo imperio incaico. Llegamos al hotel y allí nos dieron a beber un té de coca, para despejar la mente. Algunos sufrían el efecto de la presión por la altura en la que nos encontrábamos, lo que nos hizo recordar inmediatamente los problemas de las delegaciones deportivas cuando deben jugar en esas alturas. Al día siguiente salimos hacia la Estación “Aguas Calientes” para abordar el tren, un ferrocarril de trocha angosta y que luego de recorrer 112 kilómetros, nos llevó hasta el Hotel que se encuentra a la entrada de Machu Picchu. Los más jóvenes a quienes les gusta la aventura y el contacto mucho más directo con la naturaleza, optaron por hacer “el camino del Inca”, trayecto que demanda tres días y en el que hay que cargar mochila. El día que nos tocó, fue casi primaveral, a pleno sol, sin lluvia, tampoco niebla, temperatura agradable, lo que nos permitió disfrutar de la magnificencia de esa belleza, en medio de la selva rodeada de montañas.

Tapa del libro de viaje cultural a las raíces de nuestra identidad cultural.

nuestro Guía en en

El Machu Picchu es un santuario que perteneciera al antiguo imperio de los incas. El significado sería “ciudad de Paz”, aunque contemporáneamente se la reconoce por la designación quechua sureña, como “montaña vieja”. El recorrido por los distintos niveles y lugares sagrados del mismo, lo hicimos acompañados del Dr. Marino Sánchez Macedo, descendiente de aborígenes, doctorado en Ciencias Sociales y con una especialidad en Antropología. Al final del recorrido le adquirí su libro titulado “De las Sacerdotisas, Brujas y Adivinas de Machu Pichu”, donde el relata sus propias investigaciones, excavaciones y estudios durante más de dos décadas, sobre los más importantes temas de quienes habitaron el

lugar hasta la llegada de los españoles. Foto desde sector norte a sur, primer plano la plaza central. Al fondo el "Wayna Picchu" la montaña majestuosa. “Muestras de radio carbono, revelan que fue edificada entre 1450 a 1500 de nuestra era, pero una cronología ajustada, no es la columna vertebral de la historia…” dice Sánchez Macedo, un humanista de hondos sentimientos para valorar en toda su magnitud los valores de la cultura incaica. “Se encuentra a 2450 metros sobre el nivel del mar y a 450 metros por encima del río Willkanota, llueve durante nueve meses de agosto a abril, con una intensidad que llega a 2000 milímetros, por la alta humedad, la zona se denomina Reino de las Nieblas”.

Nuestro guía el Antropólogo Sanchez Macedo, junto a una profesora argentina que levanta nuestra bandera en el sitio sagrado donde residieron los antiguos incas que supieron llegar hasta nuestra Mendoza. Al día siguiente visitamos el gran Parque Arqueológico de Sacsaywaman en los alrededores de Cuzco. Por la tarde recorrimos Ollantaytambo donde se hacía la ceremonia de purificación mediante el agua de los distintos surgentes y manantiales. También recorrimos el Mercado Artesanal de Pisac, donde adquirimos productos textiles y otros recuerdos de la cultura ancestral de los collas artesanos. Las ruinas, fueron descubiertas, luego de haber permanecido “perdidas” por más de tres centurias, por el norteamericano Hiram Bingham en 1911 un 24 de julio, en que las pisó por primera vez en compañía de algunos baqueanos del lugar.

Bingham era doctor en Filosofía e Historia, había recorrido Venezuela y Colombia durante 118 días a lomo de mula, siguiendo la ruta de Simón Bolívar en sus campañas libertarias de 1818 y andaba interesado en poblaciones antiguas del Perú. La ciudad cercana más importante es Cusco situada a 130 kilómetros del sitio, actual capital de la Región y antigua capital de los Incas. Machu Picchu fue declarado “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO a partir del año 1983.

El 7 de julio del año 2007 el sitio fue declarado “Una de las nuevas Maravillas del Mundo”, luego de una votación de millones de personas del mundo entero. La Universidad de Yale se ha comprometido en 2007, a devolver al Perú 4000 piezas arqueológicas que fueron sacadas del país por Hiram Bingham en 1912. No sabemos si esta devolución se ha concretado al presente, pero sin dudas que significará un importante paso para los latinoamericanos de recuperar estas valiosas muestras de las raíces de su identidad cultural. Si alguna vez pueden, no dejen de conocerlo, porque esto tiene que ver con nuestras profundas raíces culturales y es digno de visitarse. A quienes ya lo conocen, espero que les haya causado el mismo impacto que a nuestro espíritu.------------------------------------------------------------ Esperamos las notas sean de su interés. Si desea colaborar con algún artículo por favor contáctenos al email: [email protected] Recuerde que puede registrarse y recibir las novevades en su email. Agradecemos cualquier sugerencia, comentario y crítica para poder mejor día a día. Visitenos en: http://luisroldan.blogspot.com/

SANTUARIO HISTÓRICO DE MACHU PICCHU De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda Para información sobre las famosas ruinas incas véase Machu Picchu Santuario histórico de Machu Picchu1 Patrimonio de la Humanidad — Unesco

A la derecha el Monte San Miguel, en el límite norte del Santuario; a la izquierda, la montaña Huayna Picchu y bajo ella las ruinas incas de Machu Picchu, que dan su nombre a esta área de protección ecológica y cultural.

Coordenadas

13°7′S 72°35′O-13.117, -72.583

País

Perú

Tipo

Mixto

Criterios

i, iii, vii, ix

N.° identificación

274

Región2 Año de inscripción

Latinoamérica y Caribe 1983 (VII sesión)

1 2

Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. Clasificación según la Unesco.

El Santuario Histórico de Machu Picchu es un área protegida del Perú de más de 35 mil hectáreas que comprende el entorno natural del sitios arqueológico de Machu Picchu, enclavados en la abrupta selva nubosa de la vertiente oriental de los Andes y a ambas márgenes del río Urubamba, que corre en esta sección con dirección noroeste.

Esto permite a esta singular área protegida abarcar lo que podría considerarse uno de los transectos altitudinales más extraordinarios del Perú, y proteger, en sólo unos veinte kilómetros lineales, ecosistemas tan dispares como las nieves eternas, a más de 4.000 msnm, y las tórridas selvas tropicales, a poco más de 1.700 msnm. 

editar] Información básica

[Categoría: Santuario histórico.     

Fecha de creación: 8 de enero de 1981. Ley de creación: Decreto Supremo Nº 001-81-AG. Superficie: 32.592 hectáreas. Ubicación: Distrito de Machu Picchu, provincia de Urubamba, región Cusco Ecorregión: Selva alta.

[editar] Objetivos de conservación  

Proteger la ciudadela incaica de Machu Picchu, un conjunto de grupos arqueológicos enlazados por el Cápac Ñam y otros testimonios de la arqueología y la cultura andina. Conservar el espectacular entorno paisajista, hábitat natural de importantes especies de flora y fauna que se hallan en situación vulnerable o en peligro de extinción.

es el santuario más popular del mundo [editar] Especies que protege

Oso andino. Las principales son: el oso andino o ucurnari (Tremarctos ornatus) declarado símbolo del Santuario, el quetzal de altura (Pharomachrus auriceps) y el gallito de las rocas (Rupicola peruviana) en fauna y la wacanki (Masdevalia veitchiana) y wiñay wayna (Epidendrum secundum) palabras quechua que significan "llorarás" y "siempre joven", respectivamente

Geografía Visto desde el aire, el territorio del Santuario se muestra como un gran libro abierto por la mitad, con el caudaloso río Urubamba en su parte central y dos grandes cadenas de montañas que se precipitan hacia ambos lados de un profundo valle cubierto por vegetación tropical.

En cada margen del río, los límites de esta área natural protegen de manera integral secciones completas de dos de las subcuencas más importantes de la región: en su extremo norte la Cordillera del Urubamba y, en el sur, la de Vilcabamba. Y con ellas, dos de sus cumbres más importantes: el Wekey Willka o Verónica (5.750 msnm) y el majestuoso Salkantay (6.271 msnm), considerado el Apu o divinidad tutelar de la región. Completan los linderos del Santuario los valles de Cusichaca y Acobamba, al este y oeste, respectivamente.

Clima

Llactapata, ruinas de un antiguo poblado inca, con edificaciones civiles y terrazas de cultivo, a orillas del río Urubamba, en el extremo sur del Santuario.

Por sus características geográficas y topográficas, el Santuario Nacional de Machu Picchu presenta variedades climáticas en razón de que existen picos que alcanzan la altura de 6,270 msnm donde la temperatura es extremadamente fría y las partes más bajas con aproximadamente 2,000 msnm con temperaturas más templadas. Las temperaturas en el área de Machu Picchu difieren si se evalúan en las zonas altas o en el fondo de los cañones, aunque por lo general, el clima de este sector es benigno, o sea, con características típicamente subtropicales: cálido y húmedo, con sensación de calor durante el día y fresco por las noches. Por hallarse en una zona subtropical posee una temperatura que oscila entre los 8º y 22º C. Las temperaturas mínimas son de 8º C a 11.2 °C, mientras que las máximas están el orden de los 20 - 22.20º C.

Ecosistemas, flora y fauna Los científicos han registrado en su interior hasta diez zonas de vida y dos ecorregiones bien diferenciadas, siendo las más relevantes desde el punto de vista ecológico los pajonales altoandinos, los bosques enanos de altura y la selva alta o yunga, representada por los bosques de neblina y la ceja de montaña. Esta enorme variedad de pisos ecológicos o hábitat permite, a su vez, la existencia de una asombrosa variedad de especies de flora y fauna silvestre, adaptadas a la perfección a las condiciones específicas de su entorno.

El mundo natural de Machu Picchu se inicia, pues, por encima de los 4.000 msnm, donde el viento barre sin cesar las planicies de ichu y donde las rocas se pueblan de líquenes y musgo. En el territorio del cóndor andino y de la taruka, el mayor y más elusivo de los cérvidos de los Andes; de las juguetonas vizcachas (roedores típicos de las alturas) y del puma o león de la sierra. Una tierra donde las variaciones de temperatura son tan intensas que sólo algunas criaturas logran sobrevivir: sol intenso durante el día e implacables heladas por las noches. [[Archivo:Camino-inca-dia2-c09.jpg|300px|thumb|Paisaje altoandino en la ruta del Camino Inca a Machu Picchu, que atraviesa buena parte del Descendiendo, se arriba a una zona donde los vientos fríos provenientes de las montañas nevadas se unen a las corrientes cálidas que ascienden de la selva para formar un extraño mundo en miniatura. Son los bosques enanos, un escenario de árboles retorcidos donde las dimensiones parecen haberse trastocado por capricho de la naturaleza: aquí los árboles son pequeños y los musgos, gigantes; los venados miden unos cuantos centímetros y los picaflores el tamaño de una paloma. Es la tierra de las bromelias y las flores más raras; el hogar del oso andino o ucumari y del tucán de altura.

Algo más abajo, allí donde la humedad reina a lo largo del año y las lluvias son más frecuentes que en ningún otro lugar del país, los bosques de neblina se muestran al visitante de tanto en tanto, sólo cuando el misterioso velo de niebla que los cubre se abre para dar paso a una visión mágica y maravillosa. este es uno de los ambientes más prolíficos y desconocidos de la naturaleza, un reino de cascadas y seres misteriosos donde los árboles crecen casi colgados de los acantilados, aprovechando el escaso suelo fértil que ellos mismos producen y sujetándose a las grandes rocas de granito que afloran de las montañas. Este es el hogar del colorido gallito de las rocas, ave nacional del

Perú, de bandadas de tangaras multicolores, de tucanes esmeralda y quetzales de altura; de tigrillos y coatíes; el reino de los helechos gigantes, las bromelias y las orquídeas, cuyo grupo alcanza aquí hasta 200 especies,

destacando entre ellas las espectaculares wakanki y wiñay wayna, cuyas flores han servido para nombrar algunos de los sitios arqueológicos más espectaculares del Cápac Ñam (Caminos del Inca. Finalmente, al fondo de los valles y bajo el efecto térmico de los cursos de agua que los recorren, los bosques de la ceja de montaña brindan las condiciones ideales para una enorme variedad de cultivos: coca, achiote, maíz, cacao, café y frutales. esta fue la despensa de los incas, quienes recurrieron a ella en procura de sus frutos más preciados, y lo continúa siendo para los pobladores afincados en sus dominios. Una tierra de bosques de bambú que florecen después de décadas para morir en masa, como siguiendo un mandato misterioso y extraño; un territorio donde los valles se ensanchan y los ríos aplacan su furia para dar paso a cauces transparentes que lamen de las montañas el limo rico en nutrientes. Éste es el preludio a los grandes bosques amazónicos.

Conservación y amenazas Desde el punto de vista ambiental, el principal valor del Santuario reside en el rol que juegan los densos bosques de sus montañas para el mantenimiento del equilibrio hídrico de la región, captando el agua de las lluvias y conduciéndola, sin causar erosión, hasta el curso del Urubamba. Si estos bosques desaparecieran, se perderían con ellos numerosas especies de flora y fauna únicas y casi desconocidas para la ciencia; pero sobre todo se iniciaría en el área un irreversible proceso de deterioro ambiental que traería consigo consecuencias devastadoras para el hombre, como la destrucción de las vías de comunicación, la desaparición de zonas de cultivo, inundaciones y deslizamientos de tierra.

[[Archivo:Camino-inca-dia3-c02.jpg|300px|thumb|Caminantes sobre el antiguo camino inca, en una zona del bosque nuboso.]] En la actualidad, la principal amenaza contra el Santuario, además de crecimiento desproporcionado del turismo, son los incendios forestales. Iniciados por agricultores residentes en las zonas altoandinas colindantes con esta área protegida, los fuegos estacionales, dirigidos a renovar los pastos naturales, se vuelven incontrolables e ingresan, ayudados por el viento y la fragilidad de la vegetación, ladera abajo hacia el corazón de los bosques de neblina. A menudo, el fuego arrasa con todo a su paso, destruyendo enormes extensiones de selva virgen, hasta que el efecto de las lluvias aplaca la furia de las llamas. En años recientes, la magnitud de estos incendios ha sido tal que su efecto devastador llegó incluso a trasponer los límites de la ciudadela inca de Machu Picchu. Afortunadamente, la administración del Santuario, en coordinación con los diferentes sectores involucrados en su conservación, y con el apoyo de la cooperación internacional, viene trabajando en el desarrollo de un plan de uso múltiple de recursos, capacitando a los agricultores acerca de los peligros de la quema anual de pastos y ofreciendo alternativas de aprovechamiento no destructivo de los recursos del área a los pobladores que dependen de ella. El Santuario Histórico de Machu Picchu fue reconocido internacionalmente por la Unesco en 1983, otorgándosele la categoría de Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Sólo dos áreas en las Américas ostentan esta distinción (la otra es Tikal, en Guatemala).

[Esta página fue modificada por última vez el 10 jun 2011, a las 14:17. Lo cierto es que este año los ojos del mundo se posaran en este emblemático destino de Perú, en el marco de la celebración de los 100 años desde que el explorador y catedrático de historia, el norteamericano Hiram Bingham, siguiendo la pista de los incas de Vilcabamba, escuchó en Cusco los rumores de la existencia de unas singulares construcciones. Siguiendo a sus guías, Bingham llegó a Picchu un 24 de julio de 1911. Allí encontró a dos familias de campesinos trabajando en un cultivo. Uno de los niños campesinos condujo al explorador al lugar contiguo – seguramente su zona de juegos– que, para su asombro resultó ser la famosa ciudadela.Tras una limpieza inicial del lugar, totalmente cubierto de vegetación, Bingham decidió contactar a la Universidad de Yale y a la Fundación National Geographic para que auspiciaran el enorme trabajo que sería la limpieza y excavación. De hecho, esto duró de 1912 a 1915, estudiándose, además de los restos arqueológicos, la geología, fauna y flora del lugar. El material extraído -que incluía huesos, momias humanas adornadas, objetos de oro, cerámicas talladas, entre otros artículos- fue trasladado por el explorador a la Universidad de Yale, con la autorización del gobierno peruano, en calidad de préstamo para estudiarlos.

Machu Picchu fue dado a conocer al gran público mundial en abril de 1913, cuando le dedicada la edición de aniversario de la revista National Geographic. De inmediato causó sensación. Diez años después, las fotografías de Martín Chambi y Juan Manuel Figueroa, recorrieron el mundo y generaron el interés masivo entre los peruanos quienes convirtieron a la recién aparecida ciudad en un símbolo nacional. En 1928 se completó el tramo del ferrocarril que acercó Cusco al complejo, aunque, por las dificultades del terreno, tuvieron que pasar 20 años para que una vía completara el camino. Antes de eso, en 1939 una expedición científica estudió y limpió el Camino Inca, que constituye la vía alternativa de acceso. Por estas rutas, es que cada vez más viajeros de todo el mundo visitan el Machu Picchu, confirmando que es el principal destino turístico de este país suramericano. Paso a paso, instrucciones para llegar La oficina de turismo de Perú ha divulgado a través de su presentación “Cusco el centenario del Machu Picchu” algunos detalles que es preciso conocer antes de planificar la visita: 1. Para llegar a Machu Picchu, a menos que se quiera hacer a pie el Camino Inca, es necesario tomar un tren en Cusco, el cual recorre en unas cuatro horas los 110 kilómetros hasta el pueblo. 2. Se puede optar por el lujoso vagón Hiram Bingham, que incluye guía y comida gourmet, o bien por alguno de los otros servicios que ofrecen Perú Rail, Inca Rail y Andean Railways en varios precios, y que pueden tomarse también desde Ollantaytambo. Los ocho kilómetros que separan el pueblo del complejo son cubiertos por una flota de autobuses. 3. Machu Picchu Pueblo, un curioso lugar construido en función al turismo, es más conocido como Aguas Calientes por sus baños termales. El viajero puede relajarse y mejorar su salud sumergiéndose en aguas sulfurosas que brotan de la tierra cargadas de sustancias medicinales. Es en Machu Picchu Pueblo donde la mayor parte de visitantes pasará una o varias noches. Aquí se encuentran desde albergues rústicos hasta hoteles de lujo, como el Sumaq (http://www.machupicchuhotels-sumaq.com), el Hatuchay Tower (http://www.hatuchaytower.com/) o el Inkaterra (http://es.inkaterra.com/en/machu-picchu), además de alternativas ecológicas como el pequeño Rupa Wasi Condor House Eco Lodge (http://www.rupawasi.net/). 4. Quienes no quieran separarse de la ciudadela preferirán alojarse en el Machu Picchu Sanctuary Lodge (http://www.sanctuarylodgehotel.com.pe/), único hotel con vista al sitio arqueológico. 5. Si se quiere disfrutar de la exquisita gastronomía peruana, novoandina e internacional, los restaurantes y cafés de todos los hoteles mencionados son excelentes opciones. Varios de ellos ofrecen también clases de cocina. Nuevamente, Machu Picchu Pueblo nos presenta alternativas de todo tipo y precio, incluyendo pequeños puestos tradicionales junto a los rieles de la estación. 6. Para ingresar al complejo arqueológico es necesario adquirir una entrada, lo cual puede hacerse previamente vía Internet (http://www.machupicchu.gob.pe/) a un costo de S/. 64 para nacionales y S/. 126 para extranjeros (unos US$ 45), con tarifas especiales para estudiantes. 7. La mejor manera para apreciar todos los detalles de la ciudadela es dormir en el pueblo y llegar muy temprano. Lo primero que se observará es la zona agrícola con sus andenes, pudiendo contemplar todo el complejo desde el puesto de vigilancia. La periferia alberga también el cementerio y una roca ritual. Dentro de la zona urbana se encuentran puntos de importancia religiosa como el Templo Principal, Templo de las Tres Ventanas y el Templo del Sol, bajo el cual se encuentra un mausoleo. También son destacables la Roca Sagrada y el Intiwatana. 8. La alternativa para llegar en tren es el Camino Inca a Machu Picchu, la ruta de “trekking” más conocida del Perú. El recorrido más popular es el de cuatro días, partiendo de las ruinas de Llaqtapata y pasando por varios

centros ceremoniales. Se recomienda entrar al amanecer a la ciudadela, pues se dice que la vista de esta desde Intipunku („Puerta del Sol‟) es absolutamente inolvidable. 9. Una opción más ligera es ir sólo desde el pueblo a Wiñay Wayna, un pequeño complejo urbano de gran belleza situado a unas tres horas y media por el mismo camino. En cambio, quienes se inclinen por una alta exigencia física pueden tentar la caminata de ocho días, que pasa por las laderas del nevado Salkantay. 10. Al norte de Machu Picchu, el imponente Huayna Picchu también guarda vestigios. Uno de los caminos inca que salen de la ciudadela conduce a la parte posterior del cerro donde se encuentra el llamado Templo de la Luna. En realidad se trata un conjunto de cuevas adornadas con bloques de piedra magistralmente tallados, formando portadas y nichos, y que posiblemente haya sido un mausoleo. De la bifurcación del camino inicial se desprende una estrecha y empinada escalinata tallada en la roca del cerro y que conduce a su cima. Ahí, entre los restos de otras construcciones, se accede a una vista privilegiada de la ciudadela, el río Urubamba y el nevado Salkantay. Entre los muchos atractivos que ofrece la zona para los amantes de la naturaleza, destaca el camino de orquídeas del hotel Inkaterra, en Machu Picchu Pueblo. Con sus 372 especies, esta es considerada la más grande colección privada de orquídeas en su entorno natural. El ecosistema de bosque nuboso, sobre todo entre los meses de diciembre a marzo, es particularmente apto para el desarrollo de estas peculiares flores. También se puede apreciar orquídeas en varios tramos del Camino Inca. Año de celebraciones Este 2011, por iniciativa del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, ha sido declarado oficialmente como “Año del Centenario de Machu Picchu para el Mundo”. En palabras del presidente de la República, Alan García, “recordando el hallazgo científico que permitió al mundo conocer esta maravilla reconocida por la humanidad, y cuyas piezas extraídas en excavaciones serán devueltas a partir de marzo a nuestra patria”. Como no podía ser menos, el estado peruano se ha comprometido a realizar actividades durante todo el año. Cinco ministerios y otras instituciones oficiales se han involucrado, junto con representantes del sector privado turístico a nivel nacional, todo bajo el impulso del Viceministerio de Turismo y el Gobierno Regional del Cusco. A tales efectos se ha diseñado un programa de actividades, apuntando no sólo a celebraciones y acciones de promoción a nivel nacional e internacional, sino a resaltar la importancia de Machu Picchu desde los ángulos cultural, educativo o medioambiental. El 7 de julio, día oficial del Santuario Histórico de Machu Picchu, se presentará una ceremonia especial en la misma ciudadela. Será un concierto a cargo de Sting y el tenor Juan Diego Florez. Estas celebraciones y actividades alusivas apuntan a conmemorar la grandeza de la cultura Inca, centrándose en lo que hasta hoy reconocemos como su manifestación material más destacada.

La magia de “la ciudad perdida” Durante la época Inca, Machu Picchu fue habitado por un grupo de miembros de la familia real –o panacas– de Pachacútec, junto con trabajadores agrícolas y artesanos, en su gran mayoría mujeres, traídos de distintas partes del imperio. Se comunicaba con otros pueblos de la región a través de ocho caminos, por los cuales llegaban los productos necesarios para complementar la alimentación de sus residentes.

“Era una zona exclusiva de la realeza inca, y nadie sabe hasta el momento cómo desaparecieron. Hay varias teorías, se fueron porque supieron de la llegada de los conquistadores, por la falta de suministros, se habla de un suicidio colectivo, y de que fueron absorbidos por tribus del Amazonas”, comenta el guía turístico Roberto Rocafort. Los cierto es que el área abarca 32,592 hectáreas, e integra en este espacio un fabuloso jardín botánico con 402 especies de plantas, de las cuales 123 son variedades de orquídeas, las que se suman a otros 425 tipos dispersas por toda la región del altiplano peruano. El Machu Picchu queda a 11 mil pies de altura, lo que la adaptación del cuerpo al proceso de oxigenación especial es algo verdadero que se debe advertir. “Lo mejor es viajar liviano, ingerir comida liviana, tomar agua en exceso y un té de coca que te ayuda a sobrellevar la condición de la altura”, terminó diciendo Rocafort. Atrás Llegamos a Cusco, Perú, donde fue nuestro lugar de alojamiento, para desde allí viajar a los lugares sagrados del antiguo imperio incaico. Llegamos al hotel y allí nos dieron a beber un té de coca, para despejar la mente. Algunos sufrían el efecto de la presión por la altura en la que nos encontrábamos, lo que nos hizo recordar inmediatamente los problemas de las delegaciones deportivas cuando deben jugar en esas alturas.

Al día siguiente salimos hacia la Estación “Aguas Calientes” para abordar el tren, un ferrocarril de trocha angosta y que luego de recorrer 112 kilómetros, nos llevó hasta el Hotel que se encuentra a la entrada de Machu Picchu. Los más jóvenes a quienes les gusta la aventura y el contacto mucho más directo con la naturaleza, optaron por hacer “el camino del Inca”, trayecto que demanda tres días y en el que hay que cargar mochila. El día que nos tocó, fue casi primaveral, a pleno sol, sin lluvia, tampoco niebla, temperatura agradable, lo que nos permitió disfrutar de la magnificencia de esa belleza, en medio de la selva rodeada de montañas.