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LOS ROMANOS, R. H. BARRO CAPÍTULO I a) ¿QUÉ CLASE DE HOMBRES ERAN LOS ROMANOS? Para saber qué tipo de hombres eran los r

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LOS ROMANOS, R. H. BARRO CAPÍTULO I a) ¿QUÉ CLASE DE HOMBRES ERAN LOS ROMANOS? Para saber qué tipo de hombres eran los romanos es necesario saber de sus hechos, para esto, es necesario conocer tanto su historia, como la literatura inspiradora de estos hechos. Los romanos sentían que existía una fuerza ajena al hombre al cual este debía subordinarse. Si se reúsa a hacerlo, puede provocar desastre, si coopera voluntariamente puede elevarse a la gloria. Los romanos presentaban gran sentido de dedicación a su misión, que cambia a través del tiempo, pero que su esencia es siempre religiosa. La mentalidad romana es la del campesino y el soldado juntos: sus virtudes son la honradez, la frugalidad, la previsión, la paciencia, el esfuerzo, la tenacidad, el valor, la independencia, la sencillez y la humildad frente a lo que es más poderoso. El origen del poder de Roma, su desarrollo y su conservación se deben a su alto grado de avocación religiosa, de su sumisión ante los dioses. b) LAS VIEJAS COSTUMBRES La religión romana fue primero la religión de la familia y luego, cuando estas se unieron para formar una comunidad, del Estado. Las sencillas creencias y ritos de las familias se fueron ampliando de acuerdo a nuevas concepciones debidas a nuevas necesidades, y al contacto con otras razas y culturas. Para los romanos de los primeros tiempos, el numen (fuerza), estaba en todas partes (animismo), y todas las operaciones de la naturaleza y del hombre se realizaban en presencia y gracias a estas fuerzas. Al principio, el rey era el sacerdote (rey de las cosas sagradas). Existían además, colegios de sacerdotes, encargados de establecer y transmitir las formulas de oración. La actitud romana era la de la tolerancia, con tal de que no se perjudicara la moral pública ni se atacara al Estado. A medida que se desarrollaban, le asignaban a los dioses su propia moralidad. Mostraron gran capacidad para aislar lo importante y buscar sus aplicaciones, de aquí su jurisprudencia. Tanto en el hogar como en el Estado, las ideas morales eran objeto de culto religioso (es importante tener esto en cuenta para comprender su literatura), de aquí subyace el sentido del deber que caracterizaba a los romanos. Uno de los conceptos más importante es el de genius (genio) atribuido al pater- familias, siendo éste la cabeza de la familia, se le atribuye una existencia espiritual aparte. Una cadena de misterioso poder una a las familias de generación en generación. La mujer estaba bajo la tutela del marido y no gozaba de derechos, sin embargo, no se la mantenía recluida como en los hogares griegos. La autoridad paterna era muy estricta. El resultado de su tradición religiosa, moral y política, fue una estabilidad de carácter que con el tiempo aseguró la estabilidad del mundo romano. CAPÍTULO II a) REYES, REPÚBLICA, IMPERIO La historia de Roma se divide en tres épocas: 1) Época de los Reyes: Roma fue fundada en 753 a.C, y Tarquino el Soberbio (el último de los reyes) fue expulsado en 510 a.C 2) Época de la República: Se da entre el 509 y 27 a.C. Roma conquistó la supremacía en Italia y luego en el Mediterráneo, adquirió su experiencia política y administrativa y asimiló la civilización de otros pueblos. El último siglo (desde el 133 a.C) fue un siglo de desajuste político, expansión comercial y financiera, y confusión moral. 3) Época del Imperio o Roma Imperial: Fueron gobernados por el emperador Augusto desde el 27 hasta el 14 d.C. Los dos primeros siglos de esta época son los años constructivos del Imperio. Esta etapa termina con la época de los Antoninos. El siguiente fue un siglo de confusión, hasta que en 306 d.C Constantino fue nombrado Emperador, y Bizancio, con el nuevo nombre de Constantinopla, pasó a ser en el año 330 d.C, la capital de la mitad oriental del Imperio, de donde surgió el Imperio Romano Oriental, heredero tanto de la tradición griega como de la romana. b) DE LAS SIETE COLINAS AL ORBE ROMANO TERMINAR c) DE LA CIUDAD-ESTADO A LA REPÚBLICA EN RUINAS

CAPÍTULO III a) LAS NUEVAS COSTUMBRES Y LAS ANTIGUAS Las nuevas costumbres se debían a la influencia del pensamiento y el modo de vivir de los griegos, se adulteraron el lenguaje, la literatura y el carácter griegos. Los romanos los despreciaban por no saber ser dignos de su pasada grandeza. Las ideas griegas fueron importadas deliberadamente por los romanos, es decir, no se aceptaron en seguida ni por completo. Los diferentes puntos de vista pueden verse representados por personajes como: P. Cornelio Escipión, representa el nuevo tipo de romano; Marco Porcio Catón, representa lo antiguo y Escipón Emiliano, como el precursor de los muchos que inentaron combinar las costumbres antiguas con las nuevas. b) CICERÓN Nació en 106 a.C y fue condenado a muerte por Antoni un año después del asesinato de Julio César en 44 a.C. Gracias a sus obras podemos reconstruir gran parte de la historia de la época, vista por un miembro de la aristocracia. En Roma el gobierno estaba en manos de una oligarquía manejada por las familias ennoblecidas por el servicio al estado. Los escritos de Cicerón ponen al descubierto la firmeza y las debilidades, el egoísmo insensato, la sólida cultura y la corrupción de la integridad pública y privada. Cicerón intentaba unir las diferentes clases sociales (el senado, los caballeros y el pueblo), con el propósito de fomentar cierta estabilidad social. Sin embargo, sus esfuerzos fracasaron. CAPÍTULO IV a) LA RESTAURACIÓN Y EL PRINCIPADO DE AUGUSTO; VIRGILIO, HORACIO Y TITO LIVIO el 2 de septiembre del año 31 a. C. se produjo la Batalla de Accio, entre las flotas de Augusto y la de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, frente al golfo de Ambracia y el promontorio de Accio, saliendo Augusto victorioso. Cleopatra intentaba seguir el ideal de Alejandro Magno de unir el Oriente con el Occidente, para así inundarlos con las costumbres helenísticas, convertirse en emperatriz y gobernar el mundo. Augusto se esforzó por garantizar el triunfo de la tradición romana, contuvo la inundación de la influencia helenística y estimuló nuevamente las normas morales romanas, contando con un gran apoyo por parte del pueblo. Se consideraba “el restaurador de la República”. Debido a la división de funciones entre el Princeps y el Senado, su gobierno era considerado una diarquía. La obra de Virgilio, Horacio y Tito Livio nunca se hubiera concebido ni hubiera llegado a tomar forma si el espíritu del que estaba imbuida no expresara lo inherente al carácter romano. Su obra respondió a sentimientos arraigados muy dentro de la conciencia romana, y las hizo salir a la superficie transmutándolos en esfuerzo y aspiración. Son la expresión de un gran resurgimiento del sentido religioso. En ella encontró expresión la explosión de sentimiento que fue la “Era de Augusto”. b) LOS SIGLOS I Y II D.C } TERMINAR CAPÍTULO V SOBRE QUÉ ESCRIBÍAN LOS ROMANOS La literatura latina en sus períodos de apogeo, estaba dirigida exclusivamente a un auditorio muy culto y familiarizado con la historia de Roma, y con las ideas y literatura griegas. No debe suponerse que porque el Imperio fuera romano, todas las obras importantes se escribían en latín. Durante este período del Imperio Romano, tanto pagano como cristiano, se escribió tanto literatura latina como griega. La literatura latina manifiesta rasgos de diversos orígenes raciales combinadas pero siempre fundidas en algo que sigue siendo romano y latino. El carácter de esta literatura es grave, muy consciente de la historia de Roma y se interesa en los fines humanos, presentando por consiguiente una fuerte tendencia moralizadora, didáctica y de enseñanza. Las acciones del hombre constituyen el tema del poema épico. Para los romanos lo épico es la epopeya de Roma. Roma es la heroína que inspira a los romanos a llevar a cabo actos heroicos para cumplir su destino.

Se escribían y se representaban tragedias y comedias, pero el teatro no era una forma literaria típicamente romana. La poesía relativa a los sentimientos personales tampoco ocupaba un lugar importante en la literatura latina. A través de la literatura latina corre una vena oratoria, con el fin de captar la atención la simpatía del auditorio. El latín trata las cosas de forma concreta, se ocupa más de descripciones que de abstracciones; se deleita en los contrastes fuertes, en el equilibrio de ideas perfectamente opuestas y presenta cuidadosamente sus ideas en orden cronológico. CAPÍTULO VI EL GENIO PRÁCTICO ROMANO La fuente romana de goce se derivaba de su propio genio, que era fundamentalmente práctico. Demostraban su carácter específico y disfrutaban de manera especial con el gobierno de hombres y cosas. Amaban a su país y les gustaba poseer tierras, que le proporcionaban la alegría de la propiedad y la satisfacción de hacerla producir. En el aumento de las ciudades en el Imperio, Roma empleó los métodos más prácticos y directos: reformaba los planos de las ciudades y establecía la vida urbana en las zonas rurales con el fin de divulgar el modo de vida romano. Les atraían los métodos administrativos prácticos y la construcción a gran escala. Los griegos se dedicaban a la medicina, la arquitectura, la cirugía, etc., pero eran los romanos los que construían los hospitales, y organizaban un servicio médico militar, o empleaban la geometría para construir carreteras o para el transporte de agua. CAPÍTULO VII LA ACTITUD ROMANA RESPECTO A LA RELIGIÓN Y A LA FILOSOFÍA Los romanos eran incapaces de separar a la religión de la historia, y la historia era la de Roma; sentían que formaban parte de un estado fuertemente relacionado con los poderes divinos, que regían su historia y su destino. El romano o se mantenía firme respecto a sus creencias, o suplía las deficiencias de su religión recurriendo a otras religiones extranjeras y a la filosofía. Sin embargo, estos cultos sólo eran tolerados si cumplían con tres requisitos: 1) que no alteraran la posición dominante de los cultos romanos 2) que no sean peligrosos políticamente 3) que sean moralmente deseables. A partir de la época de Augusto surgió una nueva forma de culto: “el culto al Emperador” (a quien se le atribuían las virtudes de la bondad, la justicia y un sentido religioso del deber), que se dio de diferentes maneras de acuerdo a la región: En las provincias del oriente (Mediterráneo Oriental), surgió espontáneamente, La línea divisoria entre el hombre y los dioses n estaba bien definida debido a que se aceptaba la teoría de que los dioses y los héroes fueron hombres que sirvieron a su patria o a la humanidad. En Roma e Italia, rechazaban la idea de atribuir divinidad a un hombre en vida, sin embargo, veneraban la memoria de sus grades hombres, que personificaban el destino de Roma y las cualidades morales que le habían hecho grande. En las provincias occidentales el culto imperial se celebraba en los municipios y en los lugares donde se reunían los concilios provinciales. De los dos elementos que constaba (Roma y Augusto), el acento recaía sobre roma, ya que lo que en realidad se admiraba era la civilización romana. La Filosofía específicamente romana fue el “Estoicismo”. DEFINICIÓN DE ESTOICISMO El Estoicismo ha ejercido una influencia poderosa, destacamos tres aspectos: - La semejanza d los preceptos de Séneca con pasajes del Nuevo Testamento demuestra el alto nivel moral de que era capaz la doctrina estoica. - La del estoicismo sobre l derecho fue muy profunda. - La idea estoica de la fraternidad de los hombres ejerció gran influencia sobre el tratamiento de los esclavos CAPÍTULO VIII CRISIS Y SALVACIÓN: DIOCLECIANO Y CONSTANTINO Entre el Siglo III y IV se produce la cumbre y derrumbe de la Época de Oro en Roma. Esta época llega a su cumbre gracias al desplazamiento de la riqueza, la civilización y la fuerza de Roma e Italia hacia las provincias, adquiriendo

estas últimas mayor poder, importancia e independencia. Esto otorgó el éxito a Roma pero su éxito se fraguó con su propio desastre. Los factores que contribuyeron al desorden fueron: - El reclutamiento del ejército se realizaba entre las mismas tribus que, en otro tiempo, este había tenido que mantener a raya (africanos, tribus del Danubio, de Iliria y de Dalmacia), que no eran leales a la patria. Tanto el ejército como los generales y los emperadores se barbarizaron y se produjeron guerras civiles. La romanidad se perdió. Sin embargo, el imperio como un todo se salvó en el siglo IV, gracias a los esfuerzos de dos hombres: Diocleciano (Emperador 284-305 d.C) y Constantino (Emperador 306-337 d.C), ambos fueron consumados organizadores. Convirtieron las medidas de emergencia declaradas durante la crisis en la estructura permanente del gobierno, el Estado se convirtió en lo central, no se interesaba en el individuo sino como miembro de un Estado. La carrera de soldado se hizo exclusivamente militar y profesional, sin mezclarse con asuntos de administración ni justicia; se comenzaron a cobrar impuestos para mantener al ejército, se reformó la moneda corriente para evitar la inflación, los terrenos se dividían según su capacidad productiva y la cuota del impuesto se distribuía proporcionalmente; se nacionalizaron las manufacturas. El precio de la seguridad fue la absorción del individuo por el Estado. EXPLICAR PARTE DE CONSTANTINO CAPÍTULO IX EL CRISTIANISMO Y EL IMPERIO ROMANO TERMINAR CAPÍTULO X EL SIGLO V CAPÍTULO XI EL DERECHO ROMANO La obra más importante de los romanos, es su derecho. En 527 d.C Justiniano fue nombrado Emperador del Imperio Romano Oriental, cuya capital era Constantinopla. Durante aproximadamente 100 años, Italia había estado gobernada por reyes barbaros de origen teutónico, a mediados de ese siglo los generales de Justiniano la reconquistaron. Poco después de su advenmiento, Justiniano dispuso que se codificara el derecho romano, lo cual se realizó en 533 d.C, tanto en Roma como en Italia. La gran obra de Justiniano es el Corpus Irus Civilis.