Los Parientes Ricos

Los Parientes Ricos Los parientes ricos es una obra en la cual se cuenta la historia de dos familias de la época porfiri

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Los Parientes Ricos Los parientes ricos es una obra en la cual se cuenta la historia de dos familias de la época porfirista. Una de las familias estaba conformada por los padres y cuatro hijos, dos hombres y dos mujeres. Vivía en circunstancias de pobreza, aunque había sido una familia con una posición económica estable, en el momento de la historia las condiciones ya eran un poco precarias y estaban en un marco de pobreza. Esta familia tuvo el deceso del padre así que ese momento condujo al descenso económico. Las actividades de los hijos eran para uno el trabajo y para el otro la escuela, aquí se hace referencia al tipo de trabajo y que su participación en él estaba relacionado con que el padre de esta familia era el empleador del ahora patrón del joven. Una de las hijas padecía de ceguera lo cual no interfería de forma intensa en sus relaciones sociales, la otra hija se presumía su belleza física además de ser muy sociable. Aun es estas circunstancias contaban con la ayuda de una criada, un caso especial debido a que la mayoría de los trabajadores domésticos permanecían en un sitio por razones de paga, pero en el caso particular de la criada de la familia permanecía por razones personales que indicaban el tipo de relación y posición que tenía dentro del grupo familiar. La familia vive una vida tranquila y humilde en su pueblo natal Pluviosilla Veracruz, la Manchester de México, y aunque pobres, su vida está llena de fe y buenos principios. Por otra parte esta la familia del hermano de Don Ramón; Don Juan Collantes, su esposa Carmen y sus hijos, Alfonso, Juan y María. Estos al contrario de la primera familia, gozan de riqueza y prosperidad, sin embargo carecen de principios éticos y morales. Ellos tenían una cultura extendida debido a que habían viajado y conocido diferentes ciudades europeas, por lo que les resultó rústica la situación de México una vez que habían llegado. Don Juan se ah separado de la familia de su hermano, debido a diferencias políticas y familiares, y después de un tiempo ya pasada la muerte de su hermano, decide hacer las paces con la familia de este. La historia comienza con la llegada inesperada de dos personajes a la casa de Doña Dolores el clérigo el Dr. Fernández y Don Cosme, con la intención de avisar del regreso del señor Juan a México y convencer a Doña Dolores de limar asperezas con su cuñado y de aceptar la ayuda económica de este. Esta aunque dudosa de las verdaderas intenciones de Juan, termina aceptando los ruegos del Dr. Fernández, pensando en el bienestar y futuro de sus hijos, sobre todo de Elena, cuya visión fue arrebatada por una enfermedad aparentemente desconocida. Al día siguiente la familia de Doña Dolores a excepción de Pablo, se dirigen a recibir a la familia de su cuñado, ya que este último trabaja en una fábrica en Pluviosilla, después de recibirlos y de ofrecer el desayuno a sus invitados, Doña Dolores platica con su cuñado, y este le hace saber que su deseo es llevarlos a vivir con él a la ciudad de México,

asegurándole un trabajo a Pablo, y el termino de sus estudios a Ramoncito, quien se encuentra en el segundo año de preparatoria, así como la búsqueda de un buen partido para Margarita y los cuidados necesarios para su pobre hija Elena. Mientras tanto Margarita y Elena se dedican a conocer a sus primos y están encantados con ellos, Margarita de Alfonso en quien ve a un joven culto, que una vez fue soñador y romántico, y que ahora pesimista, tal vez por un desengaño amoroso, ve en su prima esperanza y felicidad, Elena por otra parte ve en Juan a un hombre de mundo, culto y conocedor de los placeres de la vida, simpático e independiente, cuando en realidad este es frívolo y frio en cuanto a sentimientos se trata y solo conoce el poder y beneficio del dinero, y se ve atraído por su prima, pero a la vez siente lastima por la situación en que ella se encuentra. Después de pensarlo con detenimiento, Doña Dolores decide aceptar la propuesta de su cuñado y al momento de partir este le dice que le dará tiempo para levantar su casa en Pluviosilla, mientras él le prepara una casa en La Ciudad. En los siguientes meses Doña Dolores preparo todo para su partida, además de despedirse de sus amigas y de Concha Mijares de quien es madrina y tendrá un papel importante en el desenlace de la historia, y pedir consejo al Padre Antocelli, confesor de la familia y quien le advierte a la señora de los posibles amoríos de sus hijas con sus primos. Llega el día de la partida y la familia Collantes a pesar de que se encuentran entusiasmados por ir a la ciudad, por conocer “nuevos aires” también se encuentran con cierta preocupación, nerviosismo, temor y miedo de los peligros y distintas tentaciones que se puedan llegar a encontrar en la enorme ciudad, aunado a eso toda la familia posee una cierta tristeza de dejar la tranquilidad y la sencillez de su vida de provincia, sin embargo, por otra parte, tanto Elena como Margarita se encuentran con una ilusión y el anhelo de volver a ver a sus primos. A su llegada cenan con la familia de su cuñado, así como con don Cosme y el Dr. Fernández, en la cena se habla de los pormenores de su nueva casa, ubicada en Tacubaya y del trabajo que desarrollara pablo dentro del escritorio de su tío. Pasan los días y doña dolores hace todo lo posible por permanecer en su casa y evitar salidas a fiestas, teatros y opera, tratando de abusar lo menos posible de su cuñado y intentando mantener un poco de la tranquilidad de su vida en Pluviosilla. Mientras tanto Pablo se ha instalado como secretario en el despacho de su tío y se ve tentado por la vida frívola de placeres y fiesta que lleva su primo Juan, este siempre tratando de divertirse y de arrastrar a su primo a su forma de vida y tratando de que comparta su forma de pensar.

En cuanto a Margarita, ah encontrado en su primo Alfonso al amor de su vida, entusiasmada por la idea de revivir en el, viejas pasiones perdidas así como el amor por la vida misma. Y este le corresponde viendo en su prima una luz redentora y enamorado de su sencillez y fortaleza, alejándose así de su familia que le parece superficial. Elena también se ah enamorado de su primo encantada por su facilidad de palabra, el conocimiento que tiene de la vida y atrapada por las palabras de amor y las promesas que este le hace, cegándola a la verdadera naturaleza de Juan, incapaz de amar y cuyo único interés real es el dinero y los placeres que este le ofrece. Pablo sospechando de los amores de sus hermanas con sus primos y no en desacuerdo con Margarita, pero si con Elena, por la naturaleza frágil de esta y por el conocimiento que tiene del tipo de persona que es Juan, le advierte a este ultimo que deje en paz a su hermana y que un amor así sería una locura, así que corta relaciones con este y vuelve de lleno a dedicarse a su trabajo, con el único objetivo de poder mantener a su familia. Juan decide mantener en secreto su relación con Elena y aprovecha la llegada de Concha Mijares para despistar a la familia de su prima y prestar interés romántico en la aijada de de doña dolores, quien feliz de recibir las atenciones de la familia de Juan se ilusiona con la idea de mantener una relación con este. Doña Dolores, preocupada por el enamoramiento de Elena con Juan, le advierte a la niña de las verdaderas intenciones de su primo, quien solo quiere divertirse, pero Elena esta cegada por el amor y hace oídos sordos a las advertencias de su familia. Las verdaderas intenciones de su cuñado se dan a revelar cuando este le pide cuantas a Doña dolores de una deuda que tenía su hermano ramón con el así como de los gastos de la instalación en México, Doña Dolores no tiene más remedio que saldar la deuda y renunciar a la idea de volver a Pluviosilla con los ahorros que había conseguido, así como von la herencia que le había dejado la hermana de su esposo, Eugenia. Mientras tanto Elena se ve en un predicamento, se ah embarazado, y Juan deja la ciudad, supuestamente por negocios referentes a su padre que debe hacer en Paris, Elena decide guardar el secreto con la esperanza de que Juan vuelva y se case con ella, pero Juan no piensa regresar y se ah llevado a Concha Mijares en su viaje, al enterarse de esto Elena pierde toda esperanza y decide contarle la verdad a su hermana. Margarita se sacrifica por su hermana y por el hijo que lleva dentro y rechaza la ayuda de Alfonso de quien se despide y jura amor y fidelidad eterna, pensando que la única solución es esconderse de su deshonra en alguna aldea. Y así rechazados por la familia de su tío y con el único objetivo de que la vida de el hijo de Elena no esté lleno de penas la familia de Doña Dolores se dispone a partir y a vivir en el

anonimato, dejando así margarita su amor verdadero y con la única esperanza de poder hacer feliz a su hermana y a su hijo.

En los parientes ricos Rafael Delgado recrea pasajes autobiográficos. En realidad, el cambio de residencia de los Collantes de Pluviosilla a la Ciudad de México refiere, en buena medida, las experiencias negativas del autor en la capital. La atmósfera de nostalgia, de desazón, prevalece en sus páginas como eco de vivencias personales; sin embargo, un sutilísimo toque de ironía recorre también la trama. En su primera parte, Delgado se solaza en describir, con lupa de entomólogo, las costumbres y psicología de la gente de Pluviosilla. Donde, en apariencia, hace la apología de las ciudades pequeñas, ese velado tono irónico al que nos referimos revela la atonía provinciana, asfixiada en la estrechez y presa de cotilleos rencorosos. Sin contemplaciones ni falsos pudores, por primera vez vapulea a la gente de clase alta y realiza una disección de sus hipocresías sociales y de su catolicismo acomodaticio; un atento estudio de caracteres refuerza esa descripción realista. Al ser publicada, Los parientes ricos fue atacada por los conservadores y por prominentes hombres de la Iglesia católica. La razón: en sus páginas arremete contra el pragmatismo de los Collantes ricos de la capital, contra su catolicismo de apariencias y, sobre todo, por el retrato del padre Grossi, personaje arquetípico que representa a los sacerdotes manipuladores, venales y ambiciosos. Ese choque con su clase social y con religiosos intolerantes conmocionó a Rafael Delgado, quien siempre se asumió como católico tradicionalista. También hay una descripción de las relaciones sociales de la época, como en la mayoría de las épocas la economía es la parte que permea el tipo de relaciones que se mantienen, no hay una excepción en la obra. Las personas, al tener el mismo nivel socioeconómico y por consiguiente oportunidades similares, tienen una convivencia de igualdad en la cual existe un apoyo por parte de los ciudadanos al sentirse en las mismas condiciones. Se hace también evidente la división social y el destino de liberales y conservadores. Como se sabe un liberal está abierto a todo cambio político, económico y socio-cultural en su país. Trata de innovar con "nuevas" legislaciones y aperturas de pensamiento en la gente. Un conservador, defiende las viejas "costumbres" no siempre están mal, sin embargo estas pueden encontrarse tanto en materia política como social ó incluso religiosa. En México el modelo liberal prosperó después de diferentes enfrentamientos, sin embargo el beneficio lo obtuvieron en su mayoría los conservadores solo debajo de extranjeros, con lo anterior se entiende la posición de cada una de las familias dentro de la novela. Desde luego también se observan los efectos que tienen sobre las relaciones existentes debido a un cambio en el nivel socioeconómico o al menos en lo que las personas observaron como un posible cambio. En el momento en que la población cree que una

familia tiene un avance en lugar de la alegría generalizada, hay un recelo que se hace notorio en condiciones donde las personas se perciban con posibilidades diferentes. Las circunstancias económicas dictan cambios evidentes en la forma de comportamiento, en abundancia las personas tienden a preocuparse únicamente por cuestiones de dinero y para mantener su capital e incrementarlo. Y en circunstancias precarias se observa que las personas se preocupan por el saciar las necesidades básicas. La descripción de los lugares brinda un panorama del México porfirista, una red de transporte que contaba con vías ferroviarias y tranvías, un alumbrado público y la referencia de diversas iglesias. En cuanto al lugar donde comienza la historia, no se habla de un medio rural, sino de una pequeña zona urbana. La ciudad de México se describe como una gran urbe a los ojos de la familia liberal, pero nada sorprendente a la vista de los conservadores. Se hace mención de la distribución de parte del territorio, las familias tenían sus casas que eran relativamente espaciosas, también había haciendas en las que muchas de las personas trabajaban. En la ciudad de México las casas se reflejaban el nivel socioeconómico, aunque se observa ya el desarrollo de una urbe. En cuestiones de salud se puede observar que la atención se especializa en la ciudad de México, aun las pequeñas ciudades ya se establecían los médicos generales, pero para tratar enfermedades de mayor preocupación era necesario viajar a la ciudad de México y desde luego se necesitaba contar con una buen nivel en la economía.

Después de ser estafados por sus parientes ricos de la capital, los Collantes pobres retornan a Pluviosilla, más endeudados de lo que partieron, pero convencidos de que con su esfuerzo lograrán salir avante. Ese regreso al edén perdido fue también realizado en la vida personal del autor en 1909, cuando abandona la fría humedad jalapeña (que empeoraba su reumatismo crónico) para volver a Orizaba, donde lazos de amistad y viejas querencias le fortalecían el corazón, su alicaído espíritu. Es un error tacharle de romántico trasnochado. En Los parientes ricos se confirma su intención de reproducir la vida con objetividad, minuciosidad y equilibrio, justo como la escuela realista indicaba. Las huellas románticas, muy a la francesa, sólo son tangenciales, elementos secundarios que conforman atmósfera y escenografía. Pero la médula de la novela, el tratamiento narrativo, su estructura y la pintura de caracteres, la hacen plenamente realista. Habría que indagar nuevamente sus fuentes de inspiración: Benito Pérez Galdós, José María Pereda y Fernán Caballero, es decir, el realismo español; y un heterodoxo de esa escuela: Juan Valera, quien en Pepita Jiménez y en Juanita la Larga muestra ciertos paralelismos con la obra de Delgado.

Virtudes de Delgado: adecuación de fondo y forma, justa representación de personajes y medio social, cohesión en la estructura y manejo excepcional del idioma castellano. Allí donde Delgado explora hasta la saciedad su región natal, elabora prototipos que compendian al mexicano de su tiempo. Ajeno a modas pasajeras, en su austero gabinete de trabajo forjó un orbe novelístico muy original, pleno de sentido ético. En sus páginas, el cronista de Pluviosilla nos regala, como no queriendo y de la manera más sencilla, trozos literarios de palpitante humanidad.