Los Libros Canonicos Chinos

CONFUCIO Y MENCIO LOS LIBROS CANÓ ICOS CHINOS EL CHU-KING * EL TA mo * EL LUN-YU EL TCHUNG-YUNG * EL MENG-TSEU LOS CINC

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CONFUCIO Y MENCIO

LOS LIBROS CANÓ ICOS CHINOS EL CHU-KING * EL TA mo * EL LUN-YU EL TCHUNG-YUNG * EL MENG-TSEU LOS CINCO GRANDES LIBROS DE POLÍTICA, MORAL Y FILOSOFÍA DE LA ANTIGUA CHINA Traducción, noticias preliminares y notas de JUAN B. BERGUA

No obstante las numerosas notas destinadas a completar el texto, sería para el lector del mayor interés tener al alcance de la mano el tomo primero de la HISTORIA DE LAS RELIGIONES, de Juan B. Bergua, donde en el capítulo destinado a China se trata ampliamente de las religiones de este país; así como la MITOLOGIA UNIVERSAL, también de Juan B. Bergua.

CONFUCIO Y MENCIO

Colección >. e ¡ a derón de la Barca, 7. AVILA

No se sabe nada sobre los orígenes de la China. La cronología no ofrece seguridad alguna sino a partir del siglo VIII antes de nuestra era. Los chinos, divididos en pequeños principados feudales, ocupaban entonces la cuenca media del río Amarillo, rodeados por todas partes de bárbaros. Los señores reconocían la autoridad de los «Hijos del cielo», reyes de la dinastía Tcheu, que habían sucedido, según parece, a las dinastías Hia y Yin. Del siglo VIII al VI, varios Estados feudales trataron de obtener la supremacía. Del siglo V al siglo JI, la lucha se circunscribió entre dos de ellos: Ts-in y Tch-u. En el siglo III, Ts-in realizó la unidad de China, creó el Imperio y empezó la lucha contra los Hiong-nu. A partir de este momento se sucedieron diversas dinastías imperiales. Los Han (siglo JI a. de J., JI d. de J.) acabaron la unificación del Imperio y colonizaron toda la cuenca del río Azul; tras destruir el poder de los Hiong-nu, se pusieron en contacto con los tibetanos y establecieron relaciones con diferentes pueblos de Asia Central. En esta época fue cuando el budismo se introduio en China. Los Tang (siglos VII al IX), tras rehacer la unidad del Imperio, que había vuelto a dividirse en numerosos principados, lucharon contra los turcos y conquistaron la mayor parte de Asia, hasta la Dzungaria; pero luego

JUAN B. BERGUA

fueron vencidos por una coalición de árabes y tibetanos. Por entonces, el comercio chino penetró prof undamente en Europa por el camino de la seda y por las vías marítimas. Tras un período aún de feudalismo disgregante, los Sing (960-1280) gobernaron en toda la Chinr:-; pero, vencid_os por los tártaros, tuvieron que refugiarse en la Cluna del Sur; los tártaros fueron vencidos, a su vez, por la invasión mongola. Con la dinastía de los Yuan, efímera dinastía mongola, coincidió una larga expansión política y comercial, y fue entonces, cuando la China se abrió a los extranjeros y a la propaganda c_risti0;na. Una r~acción nacional trajo al poder a la dmastta de los Mmg, que fueron reemplazados por otra dinastía extranjera: la de los Ts-ing ( 1644-1912). Los primeros emperadores de esta dinastía volvieron a emprender la conquista del Asia Central; pero sus sucesores fueron molestados por los progresos rusos en Siberia y la llegada y establecimiento al sur, con pretextos culturales y de protección (comerciales y coloniales en realidad), de diferentes Estados europeos. Vencidos por Inglaterra, Francia y el Japón, que resucitaba rápidmn¡ente, tuvieron que ceder la soberanía de Anam, Corea y Formosa y abrir a los extranjeros Zas puertas del resto del Imperio (1839-1895), y con todo ello encender el avispero que aún zumba, cada día más amenazador. Un movimiento nacionalista (el asunto llamado de los «Boxers», 1898-1900) contra los intrusos extranjeros que se habían hecho conceder por la fuerza diversos territorios chinos en una especie de arriendo, originó la intervención de ocho naciones, entre ellas el Japón, para quien aquel vecino enorme, blando y sin organización ni fuerza, era bocado fácil y apetitoso; terreno ideal para su expansión ( 1). La guerra ruso-japonesa, que tuvo lugar, por cierto, en territorio chino, dio ocasión al establecimiento de los japoneses ~n f.:1.anchuria y Core.a. Tq.nta _humillación y desastre hizo impopular a la dmastza reinante, ocasío.

NOTICIA

PRELIMI~AR

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nando la revolución al sur, en Cantón, dirigida por Sun Yat-sen médico chino, educado en Europa, protestante sociaÚsta, y la proclamación de la. República .. ~z nor~e, tras el suicidio de Yuan Che-kaz: que d~ vn rey ~e había erigido en emperador, comenzo un per~o~o de dtc· taduras inilitares y de anarquía, que no acabo sino cuando Tchang Kai-chek, sucesor de Sun_ Yat-sen, muerto et.1 1925, entró en Pekín (1928) y se hizo proclamar presidente de Za República. Luego fue la ocupación. de. Manchuria por los japoneses en 1931 la de la provincia de Jehol en 1932 Y la formación del Estado independiente del Manchukuo, al frente del cual los invasores pusieron a un rey fantasma.. a Pu-Y i , heredero destronado de la caídah.dinastía · Mandchu. Resultado de todo ello: la guerra c mo-?aponesa, en za que este país no pu~o obtener un triunfo definitivo a causa de la ayuda eficaz y descarada. pres~ tada a los chinos por Inglaterra, los Estados Unidos Y la U.R.S.S. En 1941, China declaró la guerra .al Eje ( Al.eman~a, Italia, Japón) y luchó junto a los ~~iados en !31rmama. La derrota de los japoneses devolvw a los chinos cuantos territorios les habían arrebatado aquéllos; P.ªº al mismo tiempo estalló la rivalidad entre el partido_ comunista (que había apro~echado las lt:chas y desordenes anteriores de su pazs para organizarse po~eros~­ mente, apoyado por la Rusia soviética) Y. el naczonalz~­ ta de Tchang Kai-chek. Dueños los comunistas de la China del Norte desde 1947, continuaron progresando, y ~n 1949, tras apoderarse de Shanghai y ~menazar Nankm, obligaron a Tchang Kai-chek a refu~iarse en Formosa, donde sigue, sostenido por los am~ncanos. , Al punto se inició la supremacia de Mao, que aun continúa.

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JUAN B. BERGUA NOTICIA PRELIMINAR

LAS PRIMERAS MISIONES EN CHINA C