Los Cuatro Acuerdos Ensayo

Ernesto Carrasco Sánchez Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz Ensayo Primer acuerdo Sé impecable con tus palabras Ser im

Views 163 Downloads 0 File size 265KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Ernesto Carrasco Sánchez

Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz

Ensayo

Primer acuerdo Sé impecable con tus palabras Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo. La palabra “impecable” significa “sin pecado”, esto proviene del latín pecatus, que se traduce como “pecado”, y el prefijo “im” significa “sin”. Así que impecable quiere decir sin pecado, ósea cualquier cosa que haces y que va en contra de ti. Siempre hay personas que utilizan palabras contra nosotros, haciéndonos sentir mal, pero queda de nosotros el creer esas palabras. Ya que si las creemos, nosotros mismos nos estamos lastimando, pues nos encerramos en esa opinión y nos volvemos tan débiles, tal vez hasta pueden marcarnos por el resto de la vida. A esto se le llama “no ser impecable con nuestras palabras”, ya que no creemos en nosotros mismos. Ser impecable con nuestras palabras significa tener una energía positiva la cual nos beneficie siempre y que nos lleve al buen camino, a la verdad del amor por nosotros mismos. Las palabras son como hechizos que cambian a las personas que a veces se las creen, ya que no siempre todo lo que nos dicen nos beneficia. Algunas palabras, pueden causarnos daño, y algunas nos causan un bien. Todo depende de creer o no en esas palabras de los terceros, y si al final estos nos llegan a convencer. Un ejemplo de cómo una persona convence a muchas es Adolfo Hitler, este dictador tuvo la capacidad de convencer a masas de que entre los humanos había una raza superior y por la cual ellos deberían de luchar derrotando a los demás y dejando en claro que ellos eran los superiores a todos. Esas palabras hicieron que miles de personas dieran su vida con tal de complacer a Hitler, ya que según ellos este dictador era el de las “buenas palabras”, las que los convencían. Aunque a veces Hitler utilizaba sus palabras para amenazar a varios, y rendirlos a sus pies. Otro ejemplo de por qué debemos utilizar palabras impecables es cuando una persona hace sentir mal a otra, hasta en una familia suele suceder; cuando el hermano mayor le dice a su hermanita: “oye que fea te ves”, y la niña con su inocencia se lo cree todo y así crece con esa idea, diciéndose a sí misma: “yo soy fea”, aunque no ve que en realidad ella es muy bonita, es entonces cuando se dice que las palabras son un hechizo, en donde quien las dice es el mago que las convierte en realidad en el pensamiento del otro. Así el primer acuerdo nos habla que nuestra mejor arma son las palabras, pero debemos utilizarlas de una manera impecable, sin dañar a los demás y sin dañarnos a nosotros mismos.

Ernesto Carrasco Sánchez

Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz

Ensayo

Segundo acuerdo No tomes nada personalmente Hablamos de que no todo lo que nos digan o hagan lo tomemos personalmente, ya que un desconocido puede andar furioso por una calle, y nos grite insultándonos, la verdad él no lo quiere hacer, pero por su estado se le sale de la nada, pero esto no nos debe afectar, sí, hay muchas personas que creen todo lo que les dicen, entonces se creerán el insulto, y se sentirán mal. Pero esto lo debemos dejar pasar desapercibido, ya que el sujeto que nos insulta solo lo hace por el estado de enojo en la que se encuentra, al final este estado se le pasará y no terminará dañándonos a nosotros. “Nada de lo que los demás hacen es por ti. Lo hacen por ellos mismos. Hay ocasiones en las que las personas nos dicen “oye, eres el mejor”, eso no quiere decir que sea cierto, ellos no lo hacen por ti, tampoco cuando te dicen lo contrario, “oye eres el peor”, tu no lo debes de tomar en cuenta. Tú sabes cómo eres, te conoces del todo más de lo que ellos te conocen a ti. Todo lo que te dicen o hacen solo es para ellos mismos, nada es por ti. Al vivir sin miedo, al vivir amando, entonces todas nuestras emociones son positivas. No hay lugar para las negativas, ya que todo lo que nos rodea nos hace feliz, vivimos a nuestra manera, sin importar lo que opinen de nosotros. Quizás a veces también cometemos el error de decir que las ideas que tenemos en la mente sobre nosotros son ciertas. Pero no es así, ya que hay veces que esas opiniones las tomamos de información del exterior, que después se graba en la mente, y nuestra mente piensa que es verdadera y que sale de nosotros mismos, cuando no es así en realidad. Nuestra mente vive en muchas dimensiones, es por eso que siempre escuchamos voces que nos dicen que hacer, esas voces eran denominadas por los toltecas como seres “aliados”. En ocasiones le hacemos caso a esas voces, y realizamos lo que estos nos dicen. Así misma la mente tiene la capacidad de hablarse y escucharse a sí misma, ya que nuestra mente está divida en dos partes, la que escucha y la que habla, es por eso que ella misma toma sus decisiones y nos la hace saber, para así poder guiarnos de ellas. Cuando muchas partes de nuestra mente hablan al mismo tiempo se genera un caos a la cual se le llama mitote. Asi se puede decir que cada opinión que se da en nuestra mente es un ser vivo diferente, y todos tienen un punto de vista contrario o a favor de los demás. El mitote hace que el ser humano no sepa qué, cómo y cuándo quiere algo.

Ernesto Carrasco Sánchez

Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz

Ensayo

Entonces se concluye que solo nosotros mismos podemos tomar nuestras propias decisiones sin dejarnos influir por los demás, haciendo caso omiso a lo que digan de nosotros, y nunca tomando esas opiniones de manera personal. Tercer acuerdo No hagas suposiciones Nosotros como personas tendemos a hacer suposiciones sobre todo. Decimos que todo lo que suponemos es verdad. Pensamos que todo lo que suponemos es lo que en verdad las otras personas hacen, las culpamos y lastimamos con nuestras palabras. Entonces se causa un gran problema, llegamos a formar un gran drama sobre nada, y al final nos afectamos a nosotros mismos así como a las terceras personas. Basándonos en nuestras suposiciones empezamos a crear chismes con otros. Buscamos hacer que lo que decimos es lo correcto y que las cosas sucedieron como nosotros creemos, intentamos que otros sean los que no tengan la razón. Por eso, es mejor siempre preguntar qué hacer antes de hacer una suposición, ya que nuestra suposición puede causar sufrimiento a otros y al final tal vez a nosotros por igual. Un buen ejemplo de una suposición es cuando tú vas caminando por algún lugar y te encuentras con una persona que te gusta. Tal vez esa persona por cortesía te regale una sonrisa, pero tu empiezas a suponer demasiadas cosas. Piensas que esa sonrisa pudo significar que tú también le gustaste a esa persona, y te empiezas a imaginar en hablarle aunque tal vez ya nunca la vuelvas a ver. En tus suposiciones tal vez llegas al punto de hasta casarte con esta persona sin antes saber ni siquiera quien es en realidad. Pero al final, solo es una fantasía que está en tu mente, que sólo es tu sueño personal. También cuando nos encontramos en una relación llegamos a suponer que nuestra pareja nos conoce tanto que sabe lo que nosotros queremos. Pero, cuando nuestra pareja no hace eso que nosotros queremos, llegamos a sentirnos mal y a reclamarle diciéndole que ella debería saber lo que queríamos, y así se crea una nueva discusión de la nada. Si los demás nos dicen algo, enseguida nosotros hacemos suposiciones de lo que nos dicen. Aunque hay veces que no le hayamos entendido, nosotros buscamos la manera de explicarnos lo que nos acaban de decir. En otras veces las personas ni siquiera nos dicen nada, y también hacemos suposiciones para satisfacer nuestra necesidad de saber y reemplazar la necesidad de poder comunicarnos

Ernesto Carrasco Sánchez

Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz

Ensayo

Tenemos demasiadas preguntas que precisan respuestas ya que hay muchas cosas que la mente no es capaz de explicar. No nos importa si la respuesta es la correcta o no, simplemente buscamos sentirnos seguros de esa respuesta. Esta es la razón por la cual toda persona se hace suposiciones. Entonces, la manera de no causar tantos conflictos de lo que nos dicen, es buscando la manera de que nos expliquen lo dicho, y no empezar a suponer cosas que no siempre resultan ser verdaderas. Cuarto acuerdo Haz siempre tu máximo esfuerzo Este acuerdo nos habla de cumplir con las tres anteriores, siempre debemos hacer nuestro mejor esfuerzo bajo cualquier circunstancia. Hacer nuestro máximo esfuerzo también depende del estado en el que nos encontramos, ya que no lo hacemos igual cuando estamos sanos que cuando nos encontramos enfermos. También cuando en las mañanas vamos con todas las ganas en el trabajo, y mientras pasan las horas laborando nuestro esfuerzo se va reduciendo, y en la noche llegamos muy agotados a casa. Debemos limitarnos a siempre hacer nuestro mejor esfuerzo, sin pensar en que estamos enfermos o cansados, así al final no nos juzgaremos a nosotros mismos de ninguna manera. Entonces, no te juzgaras, no te reprocharas ni te culparas en absoluto. Si hacemos siempre ese máximo esfuerzo, lograremos romper ese fuerte hechizo al que hemos estado sometidos anteriormente. Si haces tu máximo esfuerzo, vivirás con gran intensidad. Así serás bueno contigo mismo y con los demás, tu familia, comunidad, con todo lo que te rodea. Pero lo que realmente te hará sentirte feliz es la acción. Hacer ese máximo esfuerzo es amar lo que estas realizando y no solamente porque esperas una recompensa. La mayoría de los individuos hacen siempre lo contrario, ellos buscan realizar una acción para conseguir una recompensa, y no disfrutan de esa acción, es por eso que a esa acción no se le puede llamar “un máximo esfuerzo”. Un ejemplo de cómo las personas buscan solo una recompensa, es en algún trabajo. Esas personas únicamente piensan en el día del pago y en la cantidad de dinero que obtendrán por dicho trabajo. Pero hay ocasiones en que ese trabajo se vuelve tan pesado y agotador para el trabajador, entonces este no llega a hacer su máximo esfuerzo en su actividad.

Ernesto Carrasco Sánchez

Los Cuatro Acuerdos – Miguel Ruiz

Ensayo

Cuando haces el máximo esfuerzo, aprendes a como aceptarte a ti mismo, pero también debes ser consciente y aprender de tus errores. Así, practicaras y comprobaras los resultados con honestidad y continuarás practicando. Cuando haces tú máximo esfuerzo no parece un trabajo, porque lo que haces lo estas disfrutando y te hace sentir satisfecho al final de dicha actividad.