Los Andes Venezolanos

Los Andes venezolanos, accidente orográfico más prominente del país, tienen unos 36.120 kilómetros cuadrados de extensió

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Los Andes venezolanos, accidente orográfico más prominente del país, tienen unos 36.120 kilómetros cuadrados de extensión, y constituyen una prolongación de Los Andes colombianos orientales, que al llegar al Nudo de Pamplona se bifurcan en dos cadenas: la Cordillera de Los Andes y la Sierra de Perijá, que en conjunto abarcan aproximadamente el 6% de la superficie territorial venezolana. Los Andes venezolanos propiamente dichos comienzan en el suroeste en la depresión del Táchira, desde donde se extienden en dirección noreste hasta la depresión de BarquisimetoAcarigua en los Estados Lara y Cojedes. Toda la cadena constituye una culminación topográfico-tectónica, centrada en los alrededores de la ciudad de Mérida, donde se presentan los picos más elevados (Bolívar, 5.007 metros) y las unidades más antiguas (Grupo Iglesias, Precámbrico Superior). A lo largo de sus 300 kilómetros de longitud aproximada y 80 de anchura, constituye una vasta divisoria entre las cuencas hidrográficas de los ríos Apure y Orinoco al sur, y del Lago de Maracaibo, Mar Caribe al norte, sin valles transversales de importancia. En contraste, los valles longitudinales constituyen profundas hendiduras, frecuentemente relacionadas con fallamiento. Entre estas depresiones axiales merecen mención la del valle del río Chama y su prolongación al noreste en el curso superior del río Santo Domingo y los valles de Boconó, Guárico y Sanare. Esta gran depresión separa a la Sierra de La Culata y Cordillera de Trujillo al norte, de los macizos de la Sierra Nevada de Mérida, Sierra de Santo Domingo, etc., al sur. Las cadenas septentrionales caen hacia el noreste, en la depresión de Barquisimeto y continúan en la Sierra de Aroa, mientras que las cadenas meridional es continúan morfológicamente en la Sierra de Nirgua y el Sistema Montañoso del Caribe. Los andes venezolanos se levantaron por la orogénesis de placas tectónicas, deposiciones de sedimentos y proceso de subducción. El movimiento de las placas tectónicas como la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana, La Placa de Nazca que se encuentra bajo el Océano Pacífico se mueve hacia la Placa de Sudamérica y por debajo de ella (proceso de subducción), esto hace que empuje hacia arriba el borde oeste de la Placa de Sudamérica.

Este proceso de subducción ha dado paso a la formación y crecimiento de numerosos volcanes que se encuentra al oeste de la cordillera lo cual da el levantamiento de la misma. Este proceso se generó al final de la era mesozoica o secundaria, a finales del cretácico tardío. Los movimientos sísmicos y la actividad volcánica posteriores han tenido más importancia en la configuración del relieve que los agentes erosivos externos. En la morfología actual se encuentran elevadas cordilleras, junto con extensos altiplanos y profundos valles longitudinales paralelos a los grandes ejes montañosos. Los valles transversales son escasos, salvo en los Andes argentinos-chilenos. En la era cenozoica o terciario entre el mioceno y el plioceno se dio el ultimo levantamiento de los andes venezolanos. Conocemos como glaciares a todas las masas de hielo que se acumulan y compactan a través del tiempo sobre puntos geográfico de la superficie terrestre. De esta manera, logran alcanzar grandes extensiones de terreno que parecen estar dormidas literalmente desde hace milenios. Como se comprenderá, a lo largo del tiempo geológico estas masas se presenta (originan) y sufren cambios por diversos factores que los modifican o erradican por completo de un lugar, dejando solo con ello sus vestigios. Las glaciaciones del Pleistoceno, finalizada la última de ellas hace aproximadamente unos 11.000 años, fueron responsables del modelado actual de las tierras venezolanas ubicadas por encima de los 3.000 msnm afectadas por la formación de glaciares o grandes volúmenes de hielo. Se estima que estos períodos fríos tuvieron una duración promedio de 100.000 años, tiempo suficiente como para que las vertientes más elevadas de Venezuela fuesen atacadas por procesos como: gelifracción, nivación y abrasión glaciaria. En efecto, en el Sistema de Los Andes (cordilleras de Mérida y Perijá) han quedado como evidencias los rasgos geomorfológicos típicos de tales procesos. En las sierras de La Culata y Nevada de Mérida, hay abundantes circos dispuestos en cadenas a modo de rosarios. Estas pequeñas depresiones están ocupadas por pequeños lagos bordeados por aristas y agudos picachos. En ciertos casos, la intersección por erosión retrógrada de dos circos ha dado lugar a pasos naturales o ensilladuras. A lo largo y al final de las artesas o valles glaciares quedaron

abandonadas grandes masas de detritos de formas arqueadas, conocidas como morrenas; estas nos dan una idea de hasta donde se extendieron las lenguas glaciarias. La elevada pedregosidad de la superficie es un hecho generalizado a lo largo y ancho de estos paisajes. En el período moderno, desde 1870, los glaciares de la Sierra Nevada de Mérida, han estado retrocediendo. Lo que se conoce como la Línea de Equilibrio – Altitud (Línea de altitud que divide la parte de acumulación de la de ablación o desgaste del glaciar), se ubica actualmente, más o menos, a la altitud del Pico Bolívar, a unos 4979 msnm. Para 1952, la distribución de los glaciares en la Sierra Nevada de Mérida, según investigaciones realizadas por el Dr. Carlos Schubert + (IVIC), fue la siguiente:



1= Medido por el autor con planímetro sobre mapas modificados con fotografías aéreas verticales (Escala 1:40.000)



2= Basado en trabajo de campo y fotografías de 1991 (Schubert, 1992)



3= Basado en imagen Landsat (Enero, 1976).

Entre los años 1.977 y 1.998 algunos glaciares han desaparecido, como es el caso de los glaciares: Pico la Concha, Timoncito, Pico Espejo, El Toro, El León, y El Encierro. Estudios han revelado una esperanza de vida promedio de entre 6 a 7 años, esto en algunos de los glaciares actuales, como el caso del glaciar norte del Pico Bolívar y que podemos observar desde la ciudad de Mérida. Todo esto se basa en un promedio de retroceso vertical de unos 9 metros por año que sufren los mismos, lo que infiere posiblemente en su desaparición

total

para

los

años

2.019

o

2.021.

Los glaciares que aún permanecen entorno al Pico Humboldt y al Pico Bolívar en el flanco norte de la cuenca del rió Chama desaparecerán completamente desafortunadamente, dejando con ello sin glaciares activos a Venezuela.

Universidad de Oriente Escuela de Ciencias de la Tierra Departamento de Geología Nucleó Bolívar

Origen y evolución del relieve glacial en los andes venezolanos

Bachiller: Jorge Fernandez C.I 19.142.623 Septiembre de 2014