libro-volver-nacer

CONTENIDO PRÓLOGO PARTE 1. LA SALUD MENTAL Introducción Capítulo I. Las decisiones Las opciones El estado emocional Los

Views 201 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Citation preview

CONTENIDO PRÓLOGO

PARTE 1. LA SALUD MENTAL Introducción Capítulo I. Las decisiones Las opciones El estado emocional Los resultados Capítulo II. Los temores Temores frecuentes Temores primarios La zona de confort La motivación Capítulo III. Las emociones Herramientas para manipular las emociones Consejos para controlar las emociones Las fuerzas de las emociones La programación neurolingüística Capítulo IV. Las creencias El origen de las creencias limitantes Cómo eliminar las creencias limitantes Capítulo V. Los tres pilares para el progreso La capacidad de enfoque El uso de las mejores herramientas /DVROXFLyQGHFRQÁLFWRVLQWHUQRV Capítulo VI. Condicionamiento neuroasociativo El proceso para llegar al cambio

Capítulo VII. Las necesidades humanas Las necesidades primarias o de personalidad Las necesidades espirituales PARTE 2. EL PODER DE LA ENERGÍA PURA Introducción Capítulo I. Principios básicos de salud El agua La sangre Capítulo II. La alcalinidad (salud) y la acidez (enfermedad) El equilibrio ácido-alcalino de la sangre La muerte de las células El sistema linfático Tabla de alimentos alcalinos y ácidos Tabla de consumo de alimentos recomendados en un día Capítulo III. Suplementación nutritiva Suplementación alimenticia micelizada El poder de una nutrición completa Capítulo IV. Cómo alcanzar un buen estado físico Ejercicios aeróbicos y anaeróbicos La importancia del sueño

PRÓLOGO Era un día normal, como todos los días: ir a la universidad por la tarde, al gimnasio por la noche... La única diferencia radicaba en lo que sucedió ese día, un 11 de julio del año 1996. Faltaba poco para acabar la materia de invierno que había tomado. Por aquel entonces yo tenía diecisiete años. Saliendo de clase, hacia las siete de la tarde, pregunté a unos amigos si podían DFHUFDUPH KDVWD PL FDVD ɎOD VHPDQD DQWHULRU KDEtD WHQLGR XQ accidente con mi automóvil, debido a mi estado de ebriedad, y lo WHQtDHQHOWDOOHUSDUDTXHORUHSDUDUDQGHOFKDSHUtRɎ0HGLMHURQ que sí y salimos para allá, pero desafortunadamente ese día no logré llegar a mi casa. Era un día lluvioso y el pequeño auto marca Fiat de mi amigo donde yo iba como pasajero trasero, chocó bruscamente con una camioneta con doble cabina. Impulsado por la fuerza del golpe, el auto voló hasta la altura de las luces del semáforo. Después del impacto, las dos personas que iban delante quedaron ilesas ɎVRORUHFLELHURQJROSHVOHYHVɎ\SXGLHURQVDOLUSRUODVSXHUWDV pero mi persona quedó en la parte trasera del vehículo, colapsado con la parte superior del semáforo. Sobresaltadas por el ruido del accidente, varias personas salieron de sus casas para averiguar lo que había pasado. A una cuadra del accidente, distancia a la que vivían mis amigos, salió el padre de ellos y se encontró con el auto de sus hijos hecho pedazos. El hombre reconoció a uno de ellos desmayado, al otro consciente y a una tercera persona, que era yo mismo ahogándome con mi propia sangre, a punto de morir. 1

En unos minutos llegó la policía y, con su pobre criterio, decidió colocarme esa manta que se usa para cubrir cadáveres, pero el padre de mis amigos se opuso y solicitó ayuda de primeros auxilios entre la gente que curioseaba. Y en medio de la multitud había un ángel: un joven de 17 años que trabajaba en primeros auxilios decidió atenderme y logró hacerme reaccionar para luego subirme a la camioneta del padre de mis amigos. Lo que mi amigo me cuenta es que una persona me agarraba la cabeza y otra me sacaba la sangre por la boca para que no me ahogara. Llegué al hospital con vida, delirando y diciendo que me despidieran de mi madre, que le dijeran que no se preocupara, que todo estaba bien... Inmediatamente después entré en coma. (OKRVSLWDOVHHQFDUJyGHDYLVDUDPLVSDGUHVGHODFFLGHQWH0L padre estaba trabajando en el campo y la que se encontraba en casa era mi madre; cuando atendió esa llamada, su mundo se GHVERURQy 0iV WDUGH FXDQGR KDEODURQ FRQ ORV PpGLFRV OHV dijeron que tenía muy poca esperanza de vida, que había que GHMDUORHQPDQRVGH'LRV(QWRQFHVFRQÀDQGRHQODVPDQRVGH Dios, mi madre decidió ir a buscar al mejor neurólogo de Bolivia para que me operara. Ese médico me sacó del cuadro de coma en veinte días y me tuvo diez días más en terapia y ocho meses en recuperación. Las FLFDWULFHVGHPLFXHUSRPHGLFHQTXHWRGRIXHYHUGDGɎODPD\RU GHHOODVODWHQJRHQODFDEH]DGHODGRDODGRɎ$GHPiVVXIUt una fractura de mandíbula y corrí el peligro de perder un ojo y movilidad en mis dedos, ya que se soltaron los tendones. Al cabo de cuatro meses, tras el proceso de mejoría, algo debió de entrar en mí que, en lugar de dar gracias por mi vida, por tener una segunda oportunidad, tomé la decisión de seguir 2

bebiendo alcohol, manejando en estado de ebriedad, y sin tener ningún rumbo en la vida. A los 23 años me casé, sin haber comprobado antes si entre DPERVKDEtDFLHUWDFRPSDWLELOLGDGRDÀQLGDG\SHQVDQGRTXHHVD era la solución a mi vacío, la solución al hecho de no encontrar respuestas a la pregunta: ¿para qué vine a este fenómeno llamado vida? Como la relación no me hacía feliz y más bien nos peleábamos como perros y gatos, un día decidimos irnos a España a buscar mejores días, creyendo que si trasladábamos nuestros cuerpos D RWUR OXJDU ɎVLQ FDPELDU QXHVWUR HQIRTXHɎ QRV LUtD PHMRU situación que no fue así. Perseguíamos el dinero para encontrar la felicidad. Después de casi un año en España, retornamos a Santa Cruz de la Sierra con la idea de que los bares daban dinero, así que decidí montar un bar de tragos; la parte de abajo era el bar y en la parte de arriba vivía yo con mi ex esposa. En aquella época, de día trabajaba como gerente en una empresa de marketing y ventas y por la noche abría el bar. Transcurrieron los meses y nuestra relación se tornaba intolerante, pelea tras pelea... Hasta que un día llegué a mi casa y ella ya no estaba; había dado ese paso inevitable: terminar con algo que no debió comenzar. Y ambos llegamos al acuerdo de que era lo correcto. Entonces comencé a vivir una vida con extremos, alcohol, mujeres, marihuana... Faltaba a mi trabajo y día a día me sentía cada vez más vacío, sin respuestas. Un sábado, bien recuerdo, un par de grandes amigos me pidieron que nos viéramos para charlar. Acepté, por supuesto, 3

ya que eran mis amigos, y en ese encuentro me sorprendieron diciéndome que se habían enterado de que yo estaba llevando una vida de destrucción y querían saber lo que me estaba pasando, puesto que mi persona no era así. Las palabras que escuché ese día me llegaron en lo más SURIXQGRGHPLVHU\PHKLFLHURQUHÁH[LRQDU0HGLFXHQWDGHTXH sí había personas que me querían, personas que se preocupaban por mí y deseaban lo mejor para mí. Al día siguiente, coloqué el bar a la venta y, como obra de Dios, se vendió por el mismo monto que en su día se invirtió. Pasé varios años, del 1999 al 2004, migrando de empresa en empresa, buscando respuestas, sin excesos..., pero algo había en mí que me inquietaba, y es que buscaba la manera de hacer dinero. Así, decidí montar nuevamente un pub, y desde el año 2004 hasta el 2009 monté varios bares con los que sí logré percibir importantes ingresos; pero seguía sin sentirme pleno. Tenía treinta años, había engordado 23 kilos y estaba cansado, WDQWRPHQWDOPHQWHFRPRItVLFDPHQWH0HYHtDKRUULEOHPHVHQWtD KRUULEOH9HtDFyPRODJHQWHVHGHVWUXtDSRULQÁXHQFLDPtDSHOHDV de puños, peleas de pareja, choques entre gente ebria que salía GH PLV EDUHV HWF