Liborio Justo - Leon Trotsky y Wall Street

En esta obia se esboza, por primera vez en nin?stro idioma, la verdadera tray^ctofia revolucionaria de León Trotsttj' an

Views 182 Downloads 12 File size 35MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

En esta obia se esboza, por primera vez en nin?stro idioma, la verdadera tray^ctofia revolucionaria de León Trotsttj' antes de 1917, sus luchas acer. bas contra los bolcheviques colocado en una posición centrista cercana a la de los ir.encheviqucs, con los que a veces se confundía, encarando la revolución en forma abstracta y literaria y coinctienCiO gruesos errores que luego babría de reconocer; su circunstancial coincidencia con Lenin en ocasión de la caitin del zarismo en • Ruiia, arrastrado por los acontecimientos revolucionarios que culminaron con la touia del i>oder por los bolcheviques en Octubre, asi como sus nuevos errores con pobterioridad a este hecho en las distintas ocasiones en que so apartó de Lenin, errores, también, por él mismo reconocidos. Más tarde, con el atemperauiiento de la situación revo Uicionarin i usa —expresión del reflujo producido por el fracaso de la revolución europea, que provocó el triunfo de la burocracia soviética— se muestra n Trotsiíy tratando de presentarse como continuador de Lenin, sosteniendo en escritos y discursos posicionei levolucionarias e internacionalistai frente al oportunismo nacionalista de Stalin. iiccióii que desempeñó con eíi-

O B R A S DEL. A U T O R PRONTUARIO (Una autobioí/rafía),

2'> edición, 1956

ESTRATEGIA REVOLUCIONABIA fLncíia por la unidad y por la

liberación nacional y social de ia ATiiérica Latina^, 1957 (Estas obras pueden solicitarse al distribuidor.

DISTRIBUYE E D I C I O N E S ViAMONTE

G U R E

411 - T. E. 31 - 225S

BUENOS AIRBB

QUEBRACHO

LEON T R O T S K Y Y WALL STREET CÓMO EL LIDER DE LA C U A R T A INTERNACIONAL SE PUSO AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO YANQUI EN MEXICO "En la lucha no se trata de analizar la condición del adversario; se trata de eliminarlo." C. M A R X : COnij-iblición a la critica de la Filosofía del Derecho, de Hegel. "Los centristas son revolucionarios de palabra y reformistas de hecho." W. 1. LíNiN: La Revolución de 1917.

E D I C I O N E S B A D A J O Buenos Aires

Queda hecho el depósito

que marca ío ley 11.723

IMPRRSO E N LA ARGENTINA

DOS

PALABRAS

Hace aproxinmda:nente dos años, en el libro "Estrategia Reiyolncionaria", subtitulado "Lucha por la unidad y por la liberación nacional y social de lo América Latina", el autor diseñe el proceso en nuestros países y, especialmente, en la Argentina, del moiñmiento inspirado por León Trotsky, que se presentaba como vanguardia del movimiento revolucionario mundial, aspirando a sustituir a tos Partidos Comunistas, anquilosados por el stalinismo. En Las páginas de ese libro se empezaba estudiando las posiciones de los partidos latinoamericanos llamados de izquierda jrente al problema de la liberación nacional y social de la América Latina y se hacía un análisis del trotskysmo, destacando su carácter (yportunista y su comtiucTicia con. el imperialismo yanqui, al mismo tiempo que se exponían aspectos de su trayectoria que hasta entonces habían sido cuidadosamente silenciados por los propios trotskystas. También se anunciaba la publicación de un segundo volumen en el que se estudiaría "a la luz del marxismo-leninismo, la estrategia revolucionaria en relación con los acontecimientos nacionales y continentales posteriores a la segunda guerra mundial, avalizando, en particular, el desarrollo y actuación de la Cuarta Internacional trotskysta y las corrientes afines a la misma". La prim.era •¡)arte del libro amtncñado es, precisamente, la que aparece ahora y que el autor juzga fundamental y de importancia decís^iva para el juturo desarrollo del movimiento revolucionario en la ATTiérica Latina. L a causa de la quiebra, degeneración e inoperancia del trotskysmo —quiebra qne, paradójicamente, se hace palpable cuando entre nosotros recién se empieza a hablar de él, aunqiie no como consecuencia de

su actividad revolucioríaria, sino ríe su oportunismo— no debe buscarse, conio podría parecer, en la- inconducta de los trotskystas, sino en el mismo Trotsky. Es lo que, a base de prueba.s, sin exchiir lo priraero y a pesar de que pneda parecer sacrilego y aún sensacional para más de uno, se expone en las página:s que siguen. Y, dada la circunstancia de que Trotsky desarrolló en la América Latina (México) la parte culminante de su acción política, que fundó, estando en ella, la Cuarta Internacional, y que aquí murió, habiendo logrado el trotskysmo alcanzar su mayor preponderancia mundial en el proceso revolucionario más profundo que haya tenido lugar hasta ahora entre nosotros (Bolivia), debía ser un latinoamericano, precisamente, el que escribiera esta obra, la que se publica —no hay reparo en decirlo— como una co7itribución de nuestros patses al desarrollo del pensamiento político revolucionario internacional. Las ideas básicas del presente libro debieron liaber aparecido en 1943, cuando el autor, como lo dejó establecido en "Estrategia Revolucionaria:', rompió con el trotskysmo. Pero, aparte de que diversas circunstancias personales lo impidieron, había otro aspecto que tener en cuenta: ¿quién hubiera puesto atención en ellas, en esa época, aunque hubieran sido una necesidad para el futuro desarrollo de la acción política del proletariado en el continente? Marx lo dijo con justeza: ''No basta que ta idea clame por manifestarse: es necesario que la realidad misma clame por la idea". Hoy íto solo la idefí. flota en el ambiente, sino que la misma, realidad la reclama. Pero esa idea, aunque latente en las conciencias más esclarecidas de las nuevas generaciones, no puede alumbrarse por si sola. Necesita un agente exterior que ayude a darla a luz, agente que no "^lede ser sino la madura experiencia que proporcionan años de pensamiento y de acción vividos hacia una meta a la que no se ptiede llegar en el espacio de una sola existencia y que el autor duda que pueda alcanzarse dentro de la suya. Pero no importa. Los hombres no son indispensables m á s que en relación con el aporte que pueden dar al progreso co~ m.ún. En la eta?pa en que vivimos, el progreso común es sinónimo de marcha hacia el socialismo. Y, si el motcyr para esa marcha es €¡ proletariado revolucionario, la guía es el marxismo leninismo, comprendido y encarado como ciencia por muy

pocos, aunque, por intermedio de ellos, se orienten las grandes masas. Para orientación de las mismas a través de esos pocos, constituidos en vanguardia de la vanguardia, se ha escrito este libro. Pues "lo importante —según Lenin— no es que sean pocos ni 7nuchos, sino que den expresión exacta a las ideas y a la política del proletariado verdaderamente revolucionario". Eso es lo que cuenta. Porque Ja revolución —lo he dicho ya y lo repito— es un problema de inteligencia y sólo la inteltgencia, aplicada a tan alto propósito, será capaz de resolverlo. La segunda parte de esta obra, que aparecerá dentro de breves meses, estará dedicada al estudio de la actiiación del írotskysmo en miestros países, a su actitud frente a mouimíeíiIns tan iniporlantes como el peronismo en la Argentina y la revolución boliviana, presentando el primer enfoque marxista que se haya hecho de ésta, así como al análisis del papel del stalinismo en la revolución guatemalteca, todo ello seguido por nna síntesis de la evohición y descomposición de la Cuarta Internacional trotskysta, examinando en seguida las perspectivas revolucionarias que encara la América del Sur, para terminar sosteniendo: N i stalinismo ni trotskysmo: marxismoleninismo y hacia una nueva internacional.

Buenos Aires, mayo de 1959.

I - L E O N TROTSKY COMO REVOLUCIONARIO RUSO , Decía Federico el Grande que la guerra era una ciencia p a i a los hombres superiores, un arte para las m e dia nía s y un oficio para los ignorantes. Lo mismo podemos decir de la política, y a que la guerra, de acuerdo con ia clásica definición de Clausewitz, no es m á s que la continuación de la política por otros medios. Es evidente que la política fué una ciencia para Carlos M a r x . También fué una ciencia para Lenin. Y , para León Trotsky, ¿qué fué la política? En parte fué una ciencia. Pero, en otra, a ú n mayor, fué un arte. Las semblanzas de distintas épocas de su vida y, aun su propia historia, lo demuestran. Más que la profundidad de l a idea, hasta determinado punto, buscaba su brillo; m á s que la realidad, parecía atraerlo la apariencia extema. E n su destacada figura hay mucho despliegue de cualidades brillantes, pero, también, hay mucho teatro y apreciable v a n i dad. No era el hombre que cumple con su deber lo mejor que puede, en cualquier lugar en que lo hayan colocado las circuns tancias y acomoda su vida a ese deber. No, Trotsky te nía necesidad de hacer saber que él estaba allí y destacar su figura. E r a evidente una tendencia hacia lo frivolo en Trotsky, lo cual, a pesar de la importancia del papel que le tocó d e s e m p e ñ a r en la historia, da a su personalidad un matiz superficial cuando se l a compara con la granítica del fundador del socialismo científico y l a talentosa del conductor de l a Revolución de O c -

12

QUEBRACHO

tubre. Ambos fueron grandes sin proponérselo, cual fluye Ja verdadera grandeza, nada más que como resultado de la magnitud de la propia obra. E n cambio, Trotsky buscó ser grande, con lo cual demostró su limitación. Carecía de esa solidez silenciosa que se expresa, ante todo, en ser, no en aparecer, y así se explica que fuera tan fácilmente vencido cuando el desarrollo de los acontecimientos determinó su eliminación de las funciones dirigentes en l a U.R.S.S.. lo que puso en descubierto, asimismo, su fragilidad. Porque sí a los hombres ¿e los puede e n g a ñ a r con apariencias —apariencias que, a veces, llegan a engañar a los mismos que las crean— a los hechos históricos, no. Es que, en realidad, a pesar de toda su j e r a r q u í a , I-eón Trotsky nunca pasó de ser un segundo víolín. S i n L e n i n a quien siempre había combatido, ¡y cómo!, no hubiera podido desempeñar el papel que le correspondió en la Revolución do Octubre porque, como él mismo lo ha dicho, esa Revolución, seguramente no se hubiera p r o d u c i d o . ( " ¿ N o s h a b r í a m o s apoderado del poder en octubi'e si Lenin no hubiera podido llegar a Rusia en tiempo oportuno? No pocos signos demuestran que no." L . T R O T S K Y , E l gran organizador de derrocas, M a d r i d , 1930, pág. 1 4 1 . ) A d e m á s , ambas figuras aparecen como totalmente opuestas, en carácter y en temperanxento, y si, llegado el caso, pasaron a tolerarse, fué porque mutuamente se necesitaron: Lenin no encontró en su partido sino mediocridades de la talla de Zinoviev, StaUn o Bujarin, y Trotsky, aislado y sin partido, debió allanarse a ingresar en el que reconocía coniu jefe a L e n i n a fin de poder desempeñar la parte culminante de su rol histórico. Y aquí, completando lo dicho sobre L e n i n en la Revolución de Octubre, podría ponerse en duda si éste h u biera logrado sostenerse en el poder sin la decisiva colaboración de Trotsky. L o cual, en condiciones dadas, es una demostración del papel del individuo en l a historia. ¡Qué personalidades distintas eran Lenin y Trotsky! D i s t i n tas hasta el punto de que en esas diferencias, principalmente en lo que se refiere a l hecho particular de l a Revolución, tenemos explicado, en parte, el móvil de su conducta política. Uno (Lenin) lo encaraba como una imperiosa necesidad histórica; el otro (Trotsky) como una forma de desarrollar su personalidad y su talento literario. Para Lenin, la Revolución era una

LEÓN

TROTSKY

Y WALI.

ETREET

13

acción concreta a realizarse frente a los hechos inmediatas y cuando hablaba lo hacía directamente para quienes lo escuchaban; para Trotsky parecía ser una acción abstracta para desempeñar un papel en la historia y cuando hablaba lo hacía, principalmente, para ésta. Los recuerdos de quienes lo conocieron, amigos o enemigos, son u n á n i m e s al respecto.^ Y ese constraste en relación con Lenin, lo es, también, respecto a M a r x , ' J'tibikMiUiw a q i i i t U r a t l D . s úv s?]ii!iiaii/..ii de l . p ú i i T r o t s k y d c h i d i i s , I;i 1)) a N . T a i i i i , r e v o l u c i o n a r i o ru.so. la q u e ai^arece c o m o p i A l o g o al l i b r o E í triunfa del hot' tiievánio, d e T r o t s k y , o d í t a d n p o r l.i B i b l i o t e c a X u e v a , M a d r i d . 1 9 1 9 ; U 2 ' ) escrita p o r el d i p u t a d o socialista A r g e n t i n o Enriciativo e i r ó n i c o . T e n d r i a , eti a q n e l entonces, unos 3 5 a ñ o s . E l congreso d u r ó o c h o d í a j y t u v e o p o r t u n i d a d d e conversiir con T r o t s k y l a r g a n i e a l e . N o s r e u n í a m o s , en p e q u e ñ a tertulia, c o n el i n g l é s Q u c l c b , •:! f r a n c é s B r a c k e , los nisos A x e r o l d y A n g é l i c a B a l a b a n o v , y el i t a l i a n o - d e r e s í d e n c i i i en A l e m a n i a — Pclussn. E n esta tertulia se h a b l a b a d e t o d o , y T r o t s k y n o e r a d e los q u e menos p a r t i c i p a b a « i e l l a . E n t a l o p o r t i m i d a d p u d e a p r e c i a r b i e n sus sentimientos e ide.is. T r o t s k y n o p e r t e n e c í a a l g n i p o d n sociulistus ortodoxos y d o g m á t i c o s . H a b l a b i i con cierta iiTeverencia d e K a u t s k y y G m - s d f . G r a n a d m i r a d o r d e la potlerosa y d i s c i p l i n a d a o r g a n i z a c i ó n obrera y socialista d e A l e m a n i a , h a b l a b a d e s p e c t i v a m e n t e d e l e m p i r i s m o i n g l é s y se e n c o g í a d e h o m b r o s c u a n d o se m e n c i o n a b a a l s o c i a l i s m o f r a o c é s . D e l socialLsrno n i s o h a b l ó p o c o . E n g e n e r a l me h i z o l a i m p r e s i ó n d e u n g c n u a n á filo y a n g l ó f o b o . D e las cosas ^ i d a m e r i c a n a s apenas se i n t e r e s ó , n o a s í d e las n o r t e americanas. E n literatura sus preferencias i b a n a los rusos y a l e m a n e s y h a b l ó d e s d e ñ o s a e i r ó n i c a m e n t e d e l a literatura inglesa y sobre t o d o d e G . B e n i o r d S h a w . Antt.tal i r T e \ e r e n c i a , e l v i e i o Q u e l c í i g n i ñ í a . e l f r a n c é s B r a c k e se b i i r l a b a , el r u s o A i e l i « d se mostraba d e s c o n f i a d o . A n g é l i c a B a l a b a n o v a p r o b a b a y Pelusso y y o e s c u c h á b a m o s en silencio. U n a ve?. Polusso m e d i j o : " — ¿ N o le parece u n " p o s e u r " este T r o t s k y ? " 1 E v i d e n t e m e n t e , n a d i e d e uosfilros h a b í a s o s p c c h a d i j n i ri-uiotamento el d e s t i n o que esperaba a este h o m b r e ! " 3 — " E n c o n h é p m p r i m e r a v e z a T r o l s k y en 1 9 0 5 , d e s p u é s d e los sucesos d e enero l l e g ó a G i n e b r a , n o r e c u e r d o d e d ó n d e , y t e n í a m o s q u e h a b l a r los d o s en u n a ;!ran asamblea c o n v o c a d a p a r a d i s c u t i r a q u e l l a t r a g e d i a . T r o t s k y . a d i f e r e n c i a clt! todos nosotros, eru « i i t o n c e s i n u s i t a d a m e n t e e l e g a n t e y b u e n m o z o . E s a e l e g a n c i a suya y, en especial, un dejo altanero, d e s p e c t i v o y negligente e n el h a b l a r , m e c b o o ó en f o r m a m u y d e s a g r a d a b l e . M i r é c o n disgusto a ese p e t i m e t r e q u e c r u z ó u n a pietDA sobre otra y b o r r o n e ó u n esbozo d e l d i s c u r s o q u e i b a a i m p r o v i s a r en la r e u n i ó n . Pero Trotsk>' h a b l ó extraordinaria mente b i e n . . . . . , " U n a tremenda a r r o g a n c i a y c i e r t a i n e p t i t u d o d e s p r e o c u p a c i ó n d o ser a m a b l * y a l e n t ó c o n la gente, t m a c a r e n c i a d e aijuel a t r a c t i v o q u o s i e m p r e c a r a c t e r i z ó u L e n i n . c o n d e n a r o n a T r o t s k j ' « u n a r e l a t i s a s o l e d a d . N o h a y q u e o l v i d a r q u e hasta algunos d e sus amigos personales ( m e refiero en el o r d e n p o l í t i c o , n a t u r a l m e n t e ) llegaron a ser d e s p u é s sus e n c a r n i z a d o s e n e m i g o s . . . . , . "Sienipre he c o n s i d e r a d o q u e T r o t s k y e r a u n g r a n h o m b r e . S í , eco es. ¿ Q u i é i i p u e d e d u d a r d e ello? E n P a r í s ( d u r a n t e la g u e r r a ) h a b í a c r e c i d o e x t r a t v d i n a r i a mente a m u 0)oc c o m o estadista. Y , niAs tarde, s i g u i ó c r e c i n d o c o n t i n u a n i e n t ^ v a

LEÓK

THOISKY

Y WALL

STREET

15

dable y m á s útil v i v i r la experiencia de una revolución que escribir sobre ella." Habia preparado los medios necesarios para tal fin y tenía las armas m á s importantes que h a b í a forjado en la lucha contra las tendencias oportunistas y centristas de su propio movimiento: la teoría y partido. Quería que el proletariado llegara al poder en Rusia y sabía con q u é fin ese poder sería utilizado. IHMqut; l l t g u é a c o n o w r i o iiit-jür. y p u i ( | u e é l p u r i o m o s t r a r mejor totla 1* niedk!.! lie su hicrza en el a n c h o c a m p o q u e l a historia le o f r e c í a , y a p o r q u e l a e x p e r i e n c i a d e U r e v o l u c i ó n y sus p r o b l e m a s lo e n a l t e c i ó y le d i o m a y o r \'uelo. ' X a obra de a g i t a c i ó n d u r a n t e l a p r i m a v e r a d e 1 9 1 7 , n o c o r r e s p o n d e al p l a n de esta silueta, ñ e r o d e b o d e c l a r a r q u e gracias a sus vastos alcances y s u é s i t o de.ilumbraiile, m u c h a gente q u e estaba c e r c a d e T r o t s k y se i n c l i n a b a a v e r en é l al (¡cnuino l í d e r d e la R e v o l u c i ó n R u s a . A s í M . C . U r i t s k y , q u e s e n t í a p o r T r o t s k y Liunenao respeto, me d i j o u n a v e z a m í y creo q u e t a m b i é n a M a n u i l s k y : . Y a v e , l.i gran r e v o l u c i ó n se ha p r o d u c i d o , y n o obstante l o d a svi i n t e l i g e n c i a , L e n i n e m p i e z a a velarse un poco (unto al g e n i o d e T r o t s k y » . E s t e j u i c i o r e s i d t ó i n e x a c t o , n o p o r q u e iiageruia el talento y el p o d e r d e T r o t s k y , sino p o r q u e , entonces, l a m e d i d a d e l jenio p o l í t i c o d e L e n i n n o e r a a ú n e v i d e n t e . , , "Los principales d o n e ; d e T r o t s k y son s u genio o r a t o r i o y s u t a l e n t o d e esciitor. Considero que Trotsky es, p r o b a b l e m e n t e , el m á s g r a n d e o r a d o r d e n u e s t r o t i e m p o . He ! e n í d o o c a s i ó n d e e s c u c h a r a todos los g r a n d e s p a r l a m e n t a r i o s y oradores p o p u ' l a m socialisla.'i y a n i u c b i s i m o s oradores famosos d e l a b u r g u e s í a y n o p o d r í a citar, luera de Jaurcs. a n i n g ú n otro comparabl'.: a T r o t s k y . A c c i ó n d e p r e s e n c i a , b e l l e z a y amplitud de adenkanes, potento ribno e x p r e s i v o , v o z s o n o r a y totalmente i n f a t i g a b l e , n u u a v í l l o s a solidez, sentido l i t e r a r i o d e l a frase, riqueza d o i m á g e n e s , i r o n í a c á i t s lica, patetismo n a t u r a l y u n a l ó g i o i f o r m i d a b l e en a b s o l u t o j u n t o a u n a \ ' e r d a d e r i íinaeíA d e acero: tales eran las c u a l i d a d e s d e l a o r a t o r i a d e T r o t s k y . "Puede h a b l a r a f o r í s t i c a m e n t e , d i s p a r a r a l g u n a s f i e d l a s c o n n o t a b l e p u n t e r í a >• jnxmunciar discursos p o l í t i c o s t a n magistrales c o m o s ó l o se loa h o o í d o a J a u r é s . H e visto hablar a T r o t s k y d u r a n t e m á s d e dos h o r a s y m e d i a ante n n a u d i t o r i o a b s o U i t.-unenle silencioso q u e estaba d e p i e e s c u c l i a u d o h e c h i z a d o u n a l a r g a d i s e r t a c i ó n polítíe.i, "Por su eslructura í n t i m a d e l í d e r , T r o t s k y e r a , s e g ú n l o t e n g o d i c l i o . i n h á b i l e incapaz para las f u n c i o n e s m e n o r e s d e ta o í c a n i z a c i ó n p a r t i d a r i a . S e o p o n i a a e l l o el perfil extraordinario d e s u p e r s o n a l i d a d . . . . . . " C r e o q u e X ^ n i n n u n c a se c o n t e m p l a a s ¡ m i s m o , n u n c a se p o n e ante e l mpejo de l a historia y n o p i e n s a n u n c a lo eza en m i m o v i m i e n t o n'u>' su>o >' q u e bastaba p a r a sacarle »ma kistantancn p s i c o l ó g i c a . E r a et T r o t s k y d e s i e m p r e : suprema e n c r j i í a heciia houibre.

QUEBRACHO

16

E n cambio, Trotsky, sólo se preocupó de escribir sobre l a Revolución y poco preparó para hacerla efectiva. Así, cuando a través de la intervención de Lenin y del partido de éste, pudo llegar aJ poder, el hecho le resultó sorpresivo. E l mismo lo ha confesado: " L a conquista del poder me planteaba a mi, entre otras cosas, l a cuestión de la labor que pudiese desempeñar en el Gobierno. Es curioso que j a m á s se me hubiera ' L e l i a b i H o í d o I i a b U r d í a s airá.s en u n a a s a m b l e a e o n v o c a d a con o b j e t o d e p o p u l a r i z a r Ja c r e a c i ó n d e u n a g r a n i n d u s t r i a i i u í n i i c a al s e r v i c i o d e l a d e f e n s a n a c i ó n al' E l t e m a d e su discurso no p o d í a d s e a m e d i d a q u e los jefes d e s e g u n d o o r d e n , d e s p u é s d e varios a ñ o s d e o s c u r a e o l a b o r a c i i m e i n c o n d i c i o n a l o b e d i e n c i a , c o m i e n z a n a q u e r e r d e c i d i r en l a o r i e n t a c i ó n d e l p a r t i d o , es el ú n i c o q u e c o n t i n ú a e j e r c i e n d o sobre el a m p l i o frente i a f a s c i n a c i ó n d e su p o d e rosa y c a s i irresistible p e r s o n a l i d a d . " 5 — " A l g u i e n h a d i c h o q u o T r o t s k j ' inereceri:i ser c a n t a d o en \ e r s o s b l a n c o s . I r o n í a . H a g a m o s justicia a l a d v e r s a r i o : T r o t s k y es u n a fuerte p e r s o n a l i d a d . " L a s p r i m e r a s sesiones d e l P o l i t b u r ó a q u e i i s i s t í m e a s o m b r a r o n p o r l a e n o r m e d i f e r e n c i a i n t e l e c t u a l entre T r o t s k y y kis i k i i i á s m i e m b r o s . T r o t s k y e s t á m u y p o r e n c i m a d e li>s S t a l i n . los Z i n o v i e v , los R y k o v . . . L e f a l t a , eso s i , p o n d e r a c i ó n . E s u n a m e z c l a d e grandes L u a l i d a d e s >' v e r d a d e r o s defectos. P e r o n o d e j a d e ser u n a rigorosa ú i d i v i d u a l i d a d . " T r o t s k y gusta repetii las p a l a b r a s d e B u H o n : « E l estilo es el h o m b r e » . Y al citarlo p i e n s a en s í m i s m o , y u i s i e r a tener l a e s p i r i t u a l i d a d y e l b r i l l o d e su v e r b o . A r m o n i z a r el continente con e l c o n t e n i d o . L a m a n e r a c o m o se expresa y l o qii'j expresa. E s jjiucho m á s u n actor q u e n n v e r d a d e r o y p r o f u n d o p o l í t i c o . " A S t a l i n lo d e v o r a l a p a s i ó n d e l p o d e r . Q u i e r e g o z a r l o e n secreto. T r o t s k y es un h o m b r e d e pose. E s p o l í t i c o p o r q u e l a p o l í t i c a es escenario, p o r q u e p e r m i t e brillar, exhibirse, g l o r i f i c a r s e . . . " E l arte de T r o l s k y es i a p a l a b r a . Sin e m b a r g o , no es lo q u e se suele l l a m a r ',in g r a n orador. S u p a l a b r a n o e v o c a el r í o c a u d a l o s o lleno de m a j e s t a d . E s u n a l l a m a . N o t Í M l f i a admitirse en los d e b a t e s p a r l a m e n t a r i o s . T r o t s k y , d e n t r o d e l h e m i c i c l o , s e r í a constantemente l l a m a d o a l o r d e n . S u l u g a r e s t á e n las b a r r i c a d a s , e n l a c a l l e , a n t e l a m u c h e d u m b r e rebelde. S u v o z h o n d a , c l a r a , tunante, i n c i s i v a , es a d m i r a b l e p a r a electrizar a las masas. Posee e l v o c a b l o hiriente, g r a v e , p r e c i s o , p e n e t r a d o r . . . . . . " E l t a h n t o d e T r o l s k y le p e r m i t e e l c a r s e a grandes alturas, p e r o le f a l t a el sentido d o l a m e d i d a . E n el seno d e los grandes acontecimientos, el o r a d o r p r o n u n c i a discursos f o r m i d a b l e s , arrastra a las masas, i m p o n e s « pose. E s u n a p o s e h i s t ó r i c a . M a n d a n d o el E j é r c i t o R o j o , T r o t s k y p a s a b a revistLt a las tropas sobre u n a u t o m ó v i l b l i n d a d o . L o c u a l e r a u n a p o s e t o l e r a b l e . M a s l a d e s g r a c i a d e T r o t s k y es q u e esa pose h a p e n e t r a d o d e n t r o d e su c a r n e y d e su sangre. T r o t s k y a c t ú a p a r a la H i s t o r i a a u n c u a n d o r e a l i z a cosas ajenas a l a H i s t o r i a , c o m o sentarse e n u n a silla o sacar su p a ñ u e l o d e l b o l s i l l o . , . ..."La

cara da Trotsky recuerda l a d e

Mefístófeles.

Tiene la mirada

penetrante.

LEÓN

THOISKY

y

WALL

STREST

17

X u n i d o pensar en esto. A pesar de la experiencia de 1905, •.u me había pasado nunca por las mientes el asociar el m a ñ a n a Lün el problema del gobierno. iVIi sueño, desde m i m á s temprana juventud, ya desde m i niñez, era llegar a ser escritor. Más tarde, sometí mis trabajos de escritor y todo lo demás a mi labor revolucionaria. E l problema de la conquista del Poder por nuestro partido no se borraba de nuestras preocupaciones. i mental) d e u n a v i e j a , l a b a r b i l l a d e n n cl»ivi>. P e r o lo q u e a s o m b r a es el molfl p a r a los q u e tiene ailelante. P o r rso se d i r i g í a constantetnente, con l a e x p r e s i ó n d e l c o n v e r s a d o r q u e q u i e r e c o n v e n c e r y p e r s u a d i r hasta