Lenguaje y Hemisferio Derecho

Lenguaje y Hemisferio Derecho Integrantes: Javier Ayala Judith Beltrán Claudia Cid Patricia Cortes Gisela Uribe 1º año F

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Lenguaje y Hemisferio Derecho Integrantes: Javier Ayala Judith Beltrán Claudia Cid Patricia Cortes Gisela Uribe 1º año Fonoaudiología Prof. Christian Peñaloza

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Índice

1.- Introducción 2.- Hemisferio derecho y su relación con el lenguaje

3-5 6-10

3.- Alteraciones en el lenguaje por lesiones en el hemisferio derecho

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4.- Conclusión

16-17

5.- Referencias

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Introducción Al estudiar la filogenia del lenguaje se descubre que éste pasó desde una etapa gestual a una etapa vocal, las formas más primitivas de comunicación humana, pasando finalmente a una etapa verbal que representó la capacidad de comunicarse por medio de símbolos. Esta modificación en la forma de comunicación humana implicó un compromiso evolutivo del cerebro, que está representado por una asimetría funcional y morfológica entre sus hemisferios derecho e izquierdo, en la cual cada hemisferio se perfecciona y se hace más hábil en funciones mentales que aparentemente son complementarias pero muy distintas: funciones complejas del cerebro, como el lenguaje y todas las funciones intelectuales superiores. Tanto el lenguaje verbal como el escrito son funciones claramente asimétricas, en que cada hemisferio cerebral participa con potencialidades diferentes. Se construye así una forma integrada de elementos cognitivos, emocionales e intelectuales. De esta manera, por ejemplo, el hemisferio izquierdo se especializó en símbolos y es el que comanda el lenguaje verbal, oral y escrito, a diferencia del hemisferio el derecho, que transmite por medio de signos distintos del lenguaje simbólico. En esta ocasión vamos a referirnos específicamente al hemisferio derecho, y su participación en el lenguaje. El lenguaje de gestos, de mímica, requiere estructuras neurológicas en el hemisferio derecho, y aunque el hemisferio derecho está especializado en las funciones no verbales, concretamente en las viso-espaciales, no resulta fácil discernir las diferencias entre los dos hemisferios. De todos modos se ha identificado al hemisferio derecho como el receptor e identificador de la orientación espacial, el responsable de la percepción del entorno en términos de color, forma y lugar. El hemisferio derecho es el integrador, centro de las facultades visoespaciales no verbales, especializado en sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades especiales; como las artísticas y musicales. Integra varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. El método de elaboración utilizado por el hemisferio derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos visuales y de orientación espacial. En la mayoría de las personas, el hemisferio derecho no es dominante para el lenguaje, sin embargo, juega un rol muy importante en diversas conductas relacionadas con él. Las alteraciones en pacientes que presentan lesiones en este hemisferio pueden afectar la capacidad para

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comunicarse, sin que exista necesariamente un déficit específico o formal del lenguaje Las principales áreas del lenguaje y comunicación que pueden ser afectadas por lesiones en el hemisferio derecho incluyen alteraciones pragmáticas de la comunicación, déficit en el discurso y en la conversación, en la comprensión auditiva, en la nominación de palabras, lectura, escritura y trastornos del habla.

Hemisferio derecho y su relación con el lenguaje La conducta verbal, ya sea oral o escrita, constituye una de las clases más importantes de la conducta social humana, como dice la psicóloga Karla Salgado de la Teja (2008) “el lenguaje permite que los descubrimientos sean acumulativos y que el conocimiento adquirido por una generación se transmita a la siguiente”. En la actualidad se ha hecho posible conocer ampliamente las bases biológicas de nuestras habilidades cognitivas complejas, en especial las del lenguaje debido a varios estudios realizados en el cerebro humano, ya sea en personas normales o con alguna lesión, Juan Carbona y Claude Chevrie-Muller (2001) explican: Desde la primera observación de Broca (1865) se ha reunido un importante número de evidencias clínicas y experimentales acerca de la existencia de un gradiente de especialización neurocognitiva entre ambos hemisferios cerebrales. Siendo claramente simétricas la morfología cerebral y la representación cortical de los actos sensitivos y motores elementales (corteza primaria), el asiento cerebral de las funciones cerebrales superiores posee, en cambio, unos patrones asimétricos (p. 10) Milner y cols. 1966. Corballis y Morgan 1978, Coren y Porac 1980 (citados en Juan Carbona y Claude Chevrie-Muller, 2001) sostienen que “el hemisferio izquierdo desempeña un papel preponderante en los aspectos formales (fonología-morfosintaxis) del lenguaje en, al menos el 87% de los humanos”. El hemisferio derecho, en cambio, manifiesta superioridad jerárquica en la atención, en la orientación espacial, en la prosodia (acento, tonos y entonación), y en la adecuación contextual del lenguaje (Ross y Mesulam 1979, Mesulam 1981, citados en Juan Carbona y Claude Chevrie-Muller, 2001). El derecho es un hemisferio integrador. Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total. Integra varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. El método de elaboración utilizado por el hemisferio

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derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos visuales y de orientación espacial. El lobo frontal derecho y el lobo temporal derecho parecen los encargados de ejercer las actividades especializadas no verbales del hemisferio derecho. Esto se corresponde, en muchos aspectos, con las funciones de control del habla que ejercen el lobo frontal y el lobo temporal del hemisferio izquierdo. Sin embargo, como resultado del estudio de pacientes con el cerebro dividido (seccionado), o con pacientes que padecen lesiones en el hemisferio izquierdo, se ha detectado un pequeño grado de comprensión verbal en el lóbulo parietal derecho, que tiene la capacidad de comprender una selección de nombres y verbos simples. Y recíprocamente, el lóbulo parietal izquierdo parece que tiene ciertas funciones espaciales limitadas. El hemisferio derecho, entonces está considerado como el receptor e identificador de la orientación espacial, el responsable de nuestra percepción del mundo en términos de color, forma y lugar. Si vamos caminando por la calle y reconocemos un rostro, la identificación de dicho rostro también corre a cargo de la memoria visual del hemisferio derecho. El nombre que corresponde a la persona que posee dicho rostro conocido lo proporciona, en cambio el hemisferio izquierdo. Como expresa la psicóloga Karla Salgado de la Teja (2008) : La especialización del hemisferio izquierdo participa en el control de la secuencia de movimientos voluntarios, pero, aunque los circuitos principalmente involucrados en la comprensión y la producción del habla se localizan en el hemisferio izquierdo, sería erróneo concluir que el hemisferio derecho no participa en el habla. Cuando se escucha y se comprenden las palabras, y cuando se habla o se piensa en las propias percepciones o recuerdos, están siendo empleados otros circuitos nerviosos, además de los directamente involucrados en el habla. Como se había expuesto anteriormente, el hemisferio derecho, no es dominante para el lenguaje en la mayoría de las personas, sin embargo en un artículo de 2001, el fonoaudiólogo Nelson Saá considera que éste “juega un rol muy importante en variadas conductas relacionadas con el lenguaje y por ende al lesionarse generan déficit de comunicación”. El daño al Hemisferio derecho, por ejemplo, hace difícil que una persona pueda leer mapas, percibir relaciones espaciales y hablar de

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cosas como formas geométricas complejas o entender lo que otros dicen al respecto. En relación a lo anterior, Gadner, 1983 (citado en Salgado de la teja, 2008) explica que “el hemisferio derecho también parece participar en la organización de una narración y en la selección y unión de los elementos de lo que se desea decir”. Además de estas funciones también se le asociarían la expresión y el reconocimiento de la emoción en el tono de voz, así como en el control de la prosodia, el ritmo y la fuerza normal del habla. Otro ejemplo que da cuenta de la relación del hemisferio derecho con el lenguaje, corresponde a lo manifestado por Milner y clos. 1966 (citados en Juan Carbona y Claude Chevrie-Muller, 2001) quienes expresan: La dominancia de la mano izquierda se acompaña, en general, de dominancia del hemisferio izquierdo para el lenguaje; sin embargo existen individuos diestros de mano con asiento del lenguaje sobre el hemisferio derecho e individuos preferencialmente zurdos con lateralización hemisférica derecha o izquierda para el lenguaje, como ha sido demostrado utilizando el test del amital.

Alteraciones en el lenguaje por lesiones en el hemisferio derecho (HD) Como se ha visto anteriormente el HD esta relacionado con el lenguaje y en este tema, abarcaremos las alteraciones en el funcionamiento adecuado del HD, y su principal manifestación en el lenguaje. Antes que todo, debemos tener en claro que las mayores alteraciones neurológicas lingüísticas son producidas en el hemisferio izquierdo, pero al observar los siguientes déficit, seremos testigos de que el HD también tiene participación en esta facultad humana. Una lesión en el HD puede afectar cuatro componentes diferentes del lenguaje y la comunicación: prosodia, procesamiento léxico semántico, habilidades discursivas y habilidades pragmáticas. La lesión puede afectar uno o varios de estos componentes y generar distintos perfiles de alteración, de acuerdo con el componente o los componente que se vean afectados.” (Y. Joanette, A.I. Ansaldo, K. Kahlaoui, H. Côté, V. Abusamra, A. Ferreres, A. Roch-Lecours - 2008 ) Con ello en mente, describiremos sus características principales de acuerdo al articulo antes mencionado.

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1.- “La prosodia es el componente del lenguaje que refiere al procesamiento cognitivo necesario para comprender o expresar intenciones comunicativas usando aspectos suprasegmentales del habla, tales como las variaciones de la entonación, las pausas y las modulaciones de la intensidad vocal. Si un individuo sufre una lesión en el HD, implicaría que su discurso fuese plano y monótono, sin matices o pausas adecuadas. Dificultándole el transmitir al mensaje la emoción y/o el afecto que se quiere difundir. En este punto, observamos claramente un fenómeno fonológico. 2.- “Procesamiento léxico semántico: Las alteraciones del procesamiento semántico pueden comprometer tanto la comprensión como la producción”. Se relaciona con la capacidad de interpretar metáforas, proverbios, expresiones idiomáticas o sarcásticas, como también puede causar algún tipo de limitación en la disponibilidad de los recursos semánticos. ( por ejemplo, al formar familias léxicas ) 3.- “Habilidades del nivel discursivo: Las habilidades discursivas permiten la transmisión de información de un locutor a otro interlocutor bajo la forma narrativa, de conversación o de procedimientos (instrucciones)”. Uno de los ejemplos mas estudiados es la conversación y la narración, principales afectados en una lesión del HD, ya que su discurso formal es poco informativo, la organización del discurso es simple y escasa coherencia, puede usar pocas palabras, vagabundear por diversos temas. También presentas dificultades para comprender el discurso porque no integran la historia coherentemente en un todo, necesario para inferir, con ello puede que no sea posible resumir una historia, encontrar la idea principal, seguir con la idea central. En muchos pacientes con lesiones del HD, es notorio el incumplimiento del principio de cooperación que regula la conversación. Entre otras, muestran dificultades para respetar los turnos de habla, para sostener de manera adecuada el contacto visual con su interlocutor y para controlar la progresión y la coherencia del tema durante el intercambio. (Y. Joanette, y otros - 2008 )

4.- Por ultimo encontramos las habilidades pragmáticas, que ha estado en discusión, si integra a los tres puntos señalados anteriormente, por su similitud en las características. Pragmática es la relación que se establece entre el mensaje verbal y el contexto en que este es expresado y comprendido. A esto sumamos, la habilidad de procesar intenciones comunicativas en el contexto dado.

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Es así, que su alteración podría afectar habilidades necesarias para comprender el autentico mensaje enviado, por ejemplo, no entendería los sarcasmos o mensajes humorísticos, sumándole a esto la capacidad de ajustar el contenido del mensaje y la forma dependiendo del contexto en que la comunicación de desarrolla. (Incorrecta utilización de los registro de habla) También encontramos otros déficit importantes en la alteración del HD, como: Déficit de la lectura: el individuo presenta un daño en el procesamiento de la información visuoespacial (ejemplo, alexias por negligencia). Tiene dificultad para entender los significados abstractos, y hay una falla en las interpretaciones literales de los textos. Déficit de escritura: los individuos pueden presentar una agrafia espacial, la cual conlleva a tener problemas en mantener una línea horizontal, pueden dejar espacios demasiado grandes entre cada palabra o escribir al lado derecho de la hoja. Esto se explica por los trastornos visoespaciales que implica un lesión en el HD. (Nelson Saá. Fonoaudiológo - 2001) A pesar de realizarse varios estudios para descubrir la implicancia del HD con el lenguaje, aun no se sabe acertadamente que cual es la verdadera relación, es por ello que la mayoría de las alteraciones vistas son acompañadas (de ves en cuando) con alteraciones del hemisferio izquierdo. De todas maneras estos déficit alteran nuestras actividades de la vida diaria, existiendo un gran interés en atender a los afectados de la misma manera que son sobrellevados los casos de alteraciones al hemisferio derecho.

Conclusión Con toda la información recopilada y analizada, es fácil comprender la importancia del papel que juega el hemisferio derecho en el lenguaje humano. Si bien sus funciones no están tan relacionadas con el lenguaje verbal, oral y escrito como el hemisferio izquierdo, en análisis y pruebas hechas en pacientes sanos y con alguna lesión cerebral, se ha podido llegar a descubrir que el hemisferio derecho es entre muchas cosas integrador, y responsable de las funciones no verbales. En el curso de Lingüística se muestra la importancia de las funciones no verbales para una comunicación eficaz, pero no hay que dejar de lado características como la prosodia, el procesamiento léxico semántico, las habilidades discursivas y las habilidades pragmáticas, que se ven claramente afectadas si ocurre algún tipo de lesión en el hemisferio derecho y que a la vez afectan la eficacia comunicativa. 8

Por la complejidad del cerebro las investigaciones aún están abiertas y sujetas a muchos descubrimientos que nos hacen pensar en la intrigante interdependencia de los hemisferios, por ejemplo, como resultado del estudio de pacientes con el cerebro dividido y pacientes que padecen lesiones en el hemisferio izquierdo, se ha detectado un pequeño grado de comprensión verbal en el lóbulo parietal derecho, que tiene la capacidad de comprender una selección de nombres y verbos simples. Y recíprocamente, el lóbulo parietal izquierdo parece que tiene ciertas funciones espaciales limitadas. En definitiva el hemisferio derecho juega un papel irremplazable y complementario al hemisferio opuesto en el lenguaje humano.

Referencias Carbona, Juan. y Chevrie-Muller, Claude, (2001), El lenguaje del niño Desarrollo normal, evaluación y trastornos, 2º edición, pp 10-11. Saa, Nelson,Fonoaudiológo, (2001), Lenguaje y Hemisferio Derecho, Cuadernos de Neurología Vol. XXV.Depto. de Neurología. Escuela de Medicina P. Universidad Católica de Chile. Salgado de la Teja, Karla, Psicóloga, (2008), Aproximación al lenguaje y la lateralización cerebral Y. Joanette a,b, A.I. Ansaldo c, K. Kahlaoui a, H. Côté a,b, V. Abusamra d,e, A. Ferreres d,e, A. Roch-Lecours a,b - Revista Neurológica (2008); 46 (8): 481-488 Impacto de las lesiones del hemisferio derecho sobre las habilidades lingüísticas: perspectivas teórica y clínica. 9

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