Le Breton, David_Antropologia Del Cuerpo y Modernidad

306 LEB INTRODUCCION Le Breton, David Antrpologia del cuerpo y modernidad- 1' ed. - 1• reimp. Buenos Aires: Nueva Visio

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306 LEB

INTRODUCCION Le Breton, David Antrpologia del cuerpo y modernidad- 1' ed. - 1• reimp. Buenos Aires: Nueva Vision, 2002. 256 p.; 22x15 em - (Cultura y Sociedad) Traducci6n de Paula Mahler I.S.B.N. 950-602-333-6 I. Titulo -1. Antropologia social

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Titulo del orignal en frances: Anthropologie du corps et modernite ©Presses Universitaires de France 1990 2a ed. corrcgida ' En Ia tapa: Laurie Rubin: Altered Mona Lisa,© The Image Bank

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Toda reproducci6n total o parcial de esta obra por cualquier.sistema -incl uyendo el fotocopiado- que no haya s1do exprcsamente autorizada por el editor constituye una infracci6n a los derechos del autor y sera reprimida con penas de hasta seis aiios de prision (art. 62 de la ley 11.723 y art. 17~ del Codigo Penal).

En este trabajo se realiza un estudio del mundo moderno desd.e una perspectiva antropol6gica y sociol6gica cuyo hila conductor es el cuerpo, Es, tambien, una antropologia del presente que les pide prestado a la etnologia y a la historia un ''desvio", 1 para poder investigar desde un angulo ins6lito, y par lo tanto mas fertil, cierto numero de practicas, de discursos, de rcpresentaciones y de imaginarios relacionados con cl cuerpo en la modcrnidad. El cuerpo es un tema que se prcsta cspecialmente para el analisis antro,Pol6gico ya que pcrtenece, par dcrecho propio, a la cepa de identidad del hombre. Sin el cucrpo, que le proporciona un rostra, el hombre no existirfa. Vivir consistc en rcducir continua_Ewnte el mundo al cuerpo, a truvcs de lo simb6lico que este cncarna.~ La existcncia del hombre cs corporal. Y el amUisis social y cultural del que es objeto, las imagenes que hablan sabre su espesor oculto, los valores que lo distinguen, nos hablan tambien de la persona y de las variaciones que su definicion y sus modos de existencia tienen, en diferentes estructuras sociales. Por estar en el centro de la acci6n individual y colectiva, en el centro del simbolismo social, el cuerpo es un elemento de gran alcance para un analisis que pretenda una mejor aprehensi6n del presente. N ada es mas misterioso, para el hombre, que el espesor de su propio cuerpo. Y cada sociedad se esforz6, en un estilo propio, por proporciori'ar una respuesta singular a este enigma primario en el

© 19~5 .por Ediciones Nueva Vision SAIC. Tucuman 3748, (1189) Buenos Aires,

Republica A1:gentm~. Que?a hecho el deposito que marca Ia ley 11.723. Impreso en la Argentma I P1·mted 111 Argentina

'Vcase Gorges Balandier, Le detour. Pouvoir et modernite, Fayard, 1987 David LeBreton, Corpset societes. Essqi de sociologie et d'anthropologie du corps, !\'leridiens-Kiincksieck, 1988 ( 2a. cclicicin). ~ Vease

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que el hombre se arraiga. Parecerfa que el cuerpo no se cuestiona.Pero, a menudo, la evidencia es el camino mas corto del misterio. El antropologo sabe que "en el corazon de la evidencia -segun la hermosa formula de Edmond Jabes- esta el vacio", es decir, el crisol del sentido que cada sociedad forja a su manera, evidente solo para la mirada familiar que ella misma provoca. Lo que es evidente en una sociedad asombra en otra, o bien nose lo comprende. Cada sociedad esboza, en el interior de su vision del mundo, un saber singular sobre el cuerpo: sus constituyentes, sus usos, sus correspondencias, etcetera. Le otorga sentido y valor. Las concepciones del cuerpo son tributarias de las concepciones de la persona. Asi, muchas sociedades no distinguen entre el hombre y el cuerpo como lo hace el modo dualista al que esta tan acostumbrada la sociedad occidental. En las sociedades tradicionales el cuerpo no sc distingue de ln persona. Las materias primas que componen cl cspesor del hombre son las mismas que le dan consistencia al cosmos, ala naturaleza. Entre el hombre, el mtmdo y los otros, se teje un mismo pafio, con motivos y colores diferentes que no modifican en nada la trama comun (capitulo 1). El cuerpo moderno pertenece a un arden diferente. Implica la ruptura del sujeto con los otros (una estructura social de tipo individualista), con el cosmos (las materias primas que componen el cuerpo no encuentran ninguna correspondencia en otra parte),consigo mismo (poseer un cuerpo mas que ser su cuerpo). El cuerpo occidental es ellugar de la cesura, el recinto objetivo de la soberania del ego. Es la parte indivisible del sujeto, el "factor de individuacion" (E. Durkheim) en colectividades en las que la division social es la regla. Nuestras actuales concepciones del cuerpo estan vinculadas con el ascenso del individualismo como estructura social, con la emergencia de un pensamiento racional positivo y laico sobre la naturaleza, con la regresion de las tradiciones populares-locales . y, tanibien, con la historia de la medicina que representa, en nuestras sociedades, un saber en alguna medida oficial sobre el cuerpo. Estas nacieron por condiciones sociales y culturales particulares (cap. 2 y 3). Intentamos realizar una historia del presente planteando los jalones mas significativos en la concepcion yen el actual estado del cuerpo. Una especie de genealogia del cuerpo moderno que tiene que ver con los tiempos de VesaJio y de Ii filosofia mecanicista (cap. 2 y 3). Sin embargo, ni siquiera en nuestras sociedades occidentales hay unanimidad respecto de las concepciones del cuerpo. Las hay mas difusas, mas o menos familiares o coherentes, que siguen teniendo influencia sobre los

sujetos, Y alimentando las medicinas tradicionales (magnetizador,, manosa~ta, etc.) o ,las "nuevas" medicinas (acupuntura, aunculoterapta, ost~opaba: ~omeopatia, etc. (cap. 4). El_ c_u~rpo de la ~Ida cobdmna obliga a que se instaure una sen,stbthdad. A ~o1menzos del siglo, G. Simmel esbozo una sociologia de los senbdos cuyos principios retomamos aqui ala luz de nuest~as con~icione~ ~ociales y culturales. j,Que este~iologia caractenza la ~Ida c_obd~ana del hombre moderno actual (cap. 5)? Un nuev~ Imagmano del cuerpo surgio en los afios sesenta. Ei h?mbre occidental. descubre que tiene un cuerpo y la noticia se dtfu~de y ge~era dtscursos y practicas marcados con el aura de los medws mas1vos de comunicacion. El dualismo contemporaneo opone el hombr~ ':! el cuerpo. Las aventuras modernas del hombre Y ~e.su ?oble hicieron del cuerpo una especie de alter ego. Lugar pnvilegi_ad? del bien~s~ar (la forma), del buen parecer (las formas, body-buddmg, cosi,nct.tcos~ prod':lctos dictcticos, et~.), pasion por el cs,;ucrzo (maraton, Joggmg, wmdsurO o por el riesgo (andinismo, la ave~,tura", e~c.). La preoc~paci6n ~noderna por el cucrpo, ~n n~cst~a humamdad scntada , cs un mductor incansable de Ima~mano y_de pnicticas. "Factor de individualizacion" el cuerpo duphca los stgnos de la distinci6n, es un valor (cap. 8).' . En nue~tra_s ~ociedades occidentales, entonces, el cuerpo es el stgno ~~~ mdivtduo, el Iugar de su diferencia, de su distinci6n. ParadoJic~ment~, al mismo tiempo esta disociado de el a causa de la ~erenc1a duahsta que sigue pesando sobre su caracterizacion occtd;,~tal. A~~· es posible ~.ablar, c?mo si fuese una frase hecha, de ~a hberacwn del cuerpo , enunctado tipicamente dualista que ?lv1_da qu~ la condici6n humana es corporal, que el hombre es md1scermble del cuerpo que le otorga espesor y sensibilidad de su ser en el mundo: "La liberacion del cuerpo", si provisoriamente se acepta el e~unc1ado, es. muy relativa. Es facilmente demostrable q~e las soc1edades occ1dentales siguen basandose en un borramwnto ~el cue~p~ que se traduce en multiples situaciones rituales d_e la _v1da cobdt~n~ .. Un ejemplo entre otros de borramiento r~tuahzado: el preJtllCIO ante el contacto fisico con el otro, contranamente a lo que sucede en otras sociedades en las que tocar· al o~ro es una de las est:r~cturas ~ri?tarias de la sociabilidad en, por eJ~~plo, }~s conversacwnes cobd1anas. La condicion de los minusvahdos ~ISICO~,en nues_tra soci~dad:, la angustia difusa que provocan, la s1tuac1?n ma.rgmal del, l~co ode los ~ncianos, por ejemplo (c_ap. 7), pern;,Iten sttu~r los h;,mtes de la "hberaci6n del cuerpo". S~ ex,Iste Ull CUerpo ~1berado , CS el cuerpo joven, hermosa, sin nmgun problema fistco (cap. 6). En este sentido, solo habra 9

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"liberaci6n del cuerpo" cuando haya desaparecido la preocupacion por el cuerpo. Y estamos muy lejos de esto. La medicina clasica tambien hace del cuerpo un alter ego del hombre. Cuando cura al hombre enfermo no tiene en cuenta su historia personal, su relaci6n con el inconsciente y solo considera los procesos organicos. La medicina sigue siendo fiel a la herencia de Vesalio, se intetesa por el cuerpo, por la enfermedad y no por e~ enfern~o. Esta es la fue~te de muchos debates eticos contemporan.eos vmculados c?n la 1~1portancia de la medicina en el campo soc1al y con la partlculandad de su concepcion del hombre. La medicina esta basada en una antropologia residual, apost6 al cuerpo pensando que era posible curar la enfermedad (percibida como extrm1a) y no al enfermo como tal. El parcelamiento del hombre que reina en sordina en Ia practica medica desde hace siglos, es hoy un dato social que perturba las sensibilidades. Dado que la medicina. aposto 1;1l cuerpo, que se separa del hombre para curarlo, es dec1r,. dado que cura menos un enfermo que una enfermedad, se enfrenta hoy, a ti:aves de los debates publicos que provoca, a un retorno de lo reprimido: el hombre (eutanasia acompm1amiento de los enfermos y de los moribundos, paciente~ en estado vegetativo cronico durante meses o afws, pacientes mantenidos vivos por media de aparatos con los que no se sabe que hacer, terapias que a veces mutilan, etc.). El cuestionamiento radical de la noci6n de persona que existe actualmente da cuenta esencia~mente, de la importancia social de la medicina, que se h~ convert1do en una de las instituciones mas importantes de la n~?dernidad. Datos antropologicos cuyo hilo conductor es la disyuncwn entre cl hombre y el cuerpo dejan de ser tan claros. Muchas cuest.iones eticas de nuestro tiempo, entre las mas cruciales, estan relacwnadas con el estatuto que se le otorga al cuerpo en la definicion social de la persona: procreaci6n asistida, explosion de la paternidad, ablaci6n y trasplante de 6rganos, manipulacion genetica, adelanto en las tecnicas de reanimacion y de los aparatos de asistencia, pr6tesis, etcetera. Los problemas que se debaten hoy publicamente son solo el desarrollo de esta estructura fundante. La medicina, al deste.rrar al hombre que se encuentra al final de su camino, se expone a reencontrarlo como un cuestionamiento de sus fundamentos. La ~edicina es la m~di~i~a del c?e.r_po, no_la del hombre_, ~9mo, por eJemplo, ep las trad1c10nes..onentales. Recordemos esta frase de Mar!iuerite-Yourcen1ifen Opus nigrum,:1 cuando Zenon, medico



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:• Marguerite Yourcenar, L'oeuvre au noir, "Poche", p. 118.

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que segufa a Vesalio, se inclina junto a su compaiiero, tambien medico, sabre el cadaver del hijo de este: "En la habitaci6n impregnada de vinagre en la que disecabamos a ese muerto que ya no era el hijo ni el amigo, sino solo un hermosa ejemplar de la maquina humana ... ".Frase programatica: la medicina se ocupa de la "maquina humana", es decir, del cuerpo, y no del hijo ni del amigo, es decir del hombre en su singularidad (cap. 9). Otras medicinas tradicionales o "nuevas" se esfuerzan, por el contrario, por ir mas alla del dualismo para considerar al hombre en su unidad indisoluble (cap. 9). Los nuevas procedimientos de diagn6stico por imagenes de la medicina hacen real un secreta del cuerpo que solo pertenece ala simb6lica social de las comunidades humanas, pero desencadenan la respuesta inagotable del imaginario de los sujetos (cap. 10). El aura del cuerpo no se sostiene mas, al menos a partir de Vesalio y de los primeros anatomistas. La ciencia y la tecnica, fieles a su proyecto de dominio del mundo, intentan con el mismo 1 movimiento parad6jico; al mismo tiempo, eliminar el cuerpo e imitarlo. Por una parte, superar sus Jfmites, reconstruirlo, interferir en sus procesos. Como si la condici6n humana se asimilara, en una perspectiva gn6stica, a una caid~et:l el cuerp.£, y este se convirtiera en un miembro supernumerario del hombre del que convendrfa liberarlo lo mas pronto posible. Lugar de la precariedad,,A.~.Ja.__ muerte, c}el envejecimiento; es lo que hay que comoatrren primer term1no para-confurar la-perdida. Sin lograrlo, sin duda, pero sin perder tam poco las esperanzas. El cuerpo, Iugar de lo inaprehensible cuyo dominio es prcciso ascgurar. Porotra parte, y simultaneamente, el cuerpo es el paradigma de una medicina fascinada par los procesos organicos, la prueba es que sus palidas imitaciones (fecundaci6n in vitro, etc.) son considerados como acontecimientos notables y provocan una rivalidad sin comparaci6n entre los laboratorios de investigaci6n o los servicios hospitalarios para obtener la "primicia" (cap. 11). Si bien un libra es una empresa solitaria, tambien se nutre de las miradas y de las voces que acompanaron, de cerca, su desarrollo. Quiero agradecer especialmente a Mary-Jose Lambert, cuya amistad me permiti6 comprender mejor y observar la eficacia de la cura tradicional. Su propio asombro al curar o al aliviar no dej6 de alimentar mi propia curiosidad sabre el cuerpo y la relaci6n terapeutica. Philippe Bagros, medico jefe de un servicio hospitalario en Tours, que me mostr6 el camino de una medicina del hombre. La colaboraci6n que nos permiti6 introducir las ciencias 11

humanas en la enseflanza de la facultad de medicina es especialm~nte rica y estimulante. A Martine Pasquer y a Philippe GrosbOis por las n umerosas discusiones, las in tervenciones durante las sesiones de formaci6n permanente o durante los cursos, par el hecho de com partir una misma sensibilidad y un cuestionamiento cercano. Quer~ia agr~decerle tambiem a Alain Gras, Rene Bureau y Margaht Emenque por haberme permitido, gracias a su confianza Y a su amistad, descifrar aspectos de esta investigaci6n. ~o puedo de~ar de expresar mi reconocimiento y afecto a Hina Tml, que conoc16 todas las peripecias, arrepentimientos y fervores de una empresa que siempre alent6 con su presencia. Soy, por supuesto, el unico responsable de las ideas desarrolladas en este libro.

Capitulo 1

LO INAPREHENSIBLE DELCUERP0 1

El misterio del cuerpo Las representaciones sociales le asignan al cuerpo una posicion determ1na-da-cfentr-oa-elsfmoolismo general d~_l_a sociedad. Sirven para nombrar las diferentes p~~§l que lo componen y las f\!m::_iQ: nes que cumplen, hacen explicitas sus re.lp.~jo_I\_tl§, penetran el -Interior invisible del cuerpo para depositar alii imagenes precisas, le otorgan una ubicaci6n en el cosmos y en la, ecologia de la comunidad huma,~a. Este sa)Jer apJ!~adg ~_l_~~~!:PO es, en primer termino, C!,llt\lral.-Aunque el sujeto tenga solo una comprensi6n rudimentaria aer mismo, l~ite otorgarle senti~o al espesor de su carne, saber de que esta hecho, vincular sus enfermedades o sufrimL~ntos con causas precisas y seglin la vision del mundo de su"s-ociedad;ie permite, finalmente, conocer suposici6n frente ala naturaleza y al res to de los hombres a traves de-un sTslema de valores. ·- -- -·-· - · ·· Las representaciones del cuerpo y los saberes acerca del cuerpo , son tributarios de un estado social, de una vision del mundo y, dentro _de esta ultima, de una definicion de la persona. El cuerpo es una construcci6n simb6lica, no una realidad en si mismo. De ahi miriada de representaciones que buscan darle un sentido y su . . . I

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Las tesis presentadas en esta primera parte fueron propuestas por primera vez, de uno u otro modo, en David LeBreton, "Corps et individualisme", Diogenc, no 131, 1985; "Dualisme et Renaissance: aux sources d'une representation moderne du corps", Diogene, no 142, 1988.

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caracter heter6clito, ins6lito, contradictorio, de una sociedad a otra. . El cuerp~ parece algo evidente, pero nada es, finalmente, mas maprehens1ble que el. Nunca es un dato indiscutible sino el.e.fecto de una CO_!!~t~~cci6~_QQal~t~~~l. La concepcion que seadn;ite con mayor frecuencia en las sociedades occidentales encuentra su form_ulaci6n en l~ an?tomofisiologfa~ es decir, en ~s_~b-~~~q_Q_~ provwne cie }~ b1o}og1_a Y._de Ja med1cina. Esta basado en una concepCi6n particubir de la persona, la misma que le permite decir al sujeto "mi cuerpo", utilizando como modelo el de la posesi6n. ~st~ !epre.sentaci6n naci6 de la emergencia y del desarrollo del m~hv1duahsmo_en las sociedades occidentales a partir del Renacinuento, como veremos en los pr6ximos capitulos. Las cuestiones que vamos a abordar en esta obra implican esta estructura individualista que ccmvierte al cuerpo en el recinto del sujeto, el una Iugar de ~-u~n~~~~~Y de su libertad, el_o~jeto privilegiado elaboraclOn y ae una voluntad de dommlO. . La actual explosion de saberes sabre el cuerpo2 que convierte a la anatomo-fisiologfa una teoria entre otras, aunque sigue siendo la dominante, denota otra etapa del' individualismo la de un repliegue aun mas fuerte sabre el ego: la emergendia de una sociedad en Ia quella atomizacion de los sujetos se convirtio en un ~ec~o importante; atomizacion que se soporta, se desea, o es md1ferente.:1 Este es un rasgo muy significativo de las sociedades en las que el individualism a es un hecho estructurante: el desarrollo de una caracter infinitamente plural, polifonico de Ia vida colectiva y de sus referencias.,En estas sociedades, en efecto la iniciativa se revierte mucho mas sabre los sujetos, o sabre 'los grupos, que sabre la cultura que tiene una tendencia a convertirse en un mero marco formal.! Presenciamos hoy una aceleracion de los procesos sociales sin

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de.

2 Busqueda desenfrenada de otras teoriassobre el cuerpo, tomadasde Oriente, de Ia astrologia, del esoterismo, recurso cada vez mas frecuente a las formas tradicionales de curacion que tambien incluyen diferentes teorias sabre el cuerpo y sin relaci6n con el modelo anatomofisiol6gico de Ia medicina, recurso a las medicinas "blandas", alejamiento de Ia medicina modernayde su vision un tanto mecanicista del cuerpo, vease infra. 3 La busqueda actual de nuevas formas de sociabilidad, de intercambio y de tribalismo, es un modo de resistencia a Ia atomizaci6n social. Una manera de mantener una apariencia de vida comunitaria, pero controlada y voluntarista, como lo ilustra bien el fenomeno asociativo. Pueden consultarse para este tema dos perspectivas diferentes: Yves Barel, La societe du vide, Paris, Seuil, 1983; Gilles Lipovetski, L'ere du vide, Paris, Gallimard, 1985. .

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que haya un acompaii.amiento de la cultura. Es posible descubrir un divorcio entre la experiencia social del agente y su capacidad de integracion simbolica. El resultado es una carencia de sentido que, a veces, hace dificil la vida. A c~usa de la aus:ncia de respuesta cultural para guiar sus eleccwnes y sus acc10nes~ hombre se abancionj) sus propias iniciativas, a su soledad, desvalido ante un conjunto de acontecimientos esenciales de la condici6n humana: la muerte, la enfermedad, la soledad, el desempleo, el envejecimiento, la adversidad ... En la duda, a veces en la angustia, conviene inventar soluciones personales. Late~­ dencia al repliegue sogre__simis.mo, la busqueda de la antono~a que movili:laam-tichos sujetos no dejan de tener £.Qnsecu.enCias sensibles en el tejido-cultural. La comunidad del sentido y de los valores -se disemina en la trama social, sin unificarla realmente. La aJ&mizaci6n de los su· etos acentua aun mas el d~o respect;-CJe los e ero_entos culturales tradicionale5, que ca:n en desuso o se convierten en indicaciones sin espesor. No son d1gnos de inversion y desaparecen dejando un vacio que los procedimientos tecnicos no pueden llenar. Por el contrario, proliferan las soluciones personales con el objetivo de cubrir las carencias ?e lo simbolico tomando ideas de otras tramas culturales o por med10 de la creaci6n de nuevas referencias. A nivel corporal, se produce la inisma dispersion de las referencias. La concepcion un tanto desencantada de la anatomo-fisiologia, y los recientes avances de la }11edicina y_ de la biotecnologia_, si bien favorecen el desprecio_pQ.r..t~!l1_!1erte, no hacen muy atrachva a esta representaci6n del cuerpo. Muchos sujetos se dedican a buscar, incansablemente, modelos que convierten al cuerpo en una especie de suplemento de alma. Por eso se justifica que recurran a concepciones del cuerpo heteroclitas, a menu do contradictorias, simplificadas, reducidas, a veces, a recetas. El cuerpo de la modernidad se convierte en un melting pot muy cercano a los collages surrealistas. Ca~a ~~tor "construye" la represe~taci6n r que else hace del cuerpo, md1v1dualmente, de manera autonoma, ,l aun cuando la busque en el aire de los tiempos, en el saber de}l divulgaci6n de los medias masivos de comunicacion, o en el azar de sus lecturas o encuentros personales. : U n estudio de las relaciones entre el cuerpo y la modernidad nos~ obliga a establecer el camino que sigui6 el individualismo en la trama social y sus consecuencias sabre las representaciones del cuerpo. En primer termino veremos cuan problematica y dificil de decidir es esta nocion de "cuerpo". La nocion moderna de cuerpo es un efecto de la estructura individualista del campo social, una

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consecuencia de la ruptura de la solidaridad que mezcla la persona con la colectividad y con el cosmos a traves de un tejido de correspondencias en el que todo se sostiene.

"Ustedes nos proporcionaron el cuerpo" Una anecdota asombrosa que cuenta Maurice Leenhardt en uno de sus estudios sobre la sociedad canaca nos permitira plantear correctamente este problema y mostrar como los datos estudiados en esta obra son solidarios con una concepcion del cuerp_() _t~­ mente occidental y moderna. Pero~·antes de llegar a·esfo, hay que sittiarlas-coiice"})Ciones-iiiefane-sias del cuerpo, 4 asi como l~s que est~~~UraJl.J_}e. Qto~g~ -~~-~~ic!~ y y~lo! .a.la nosjo~g_e p_e.r~' :, La nocion de persona en el sent1do occidental nose encuentra en la vida social Y ~n la cosmogonia tradicional canaca. A fortiori, el cuerpo no ex1?te. AI menos en el sentido que lo otorgamos hoy en nuestras soc1edades. El "cuerpo" (el karo) se confunde con el mundo noes el. soporte o la prueba de una individualidad, ya que esta esta fiJada, ya que Ia persona esta basad a en fundamentos que Ia hacen permeable a ~odos lo~ efluvios del entorno. El "cuerpo" no es una f:ont~~a, un atomo, smo el elemento indiscernible de un conjunto Simbohco. No hay asperezas entre lacarne del hombre y )a carne del mundo.

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Veamos a.hora la anecdota de que hablabamos antes: Maurice

Leenh~rdt, mteresado por e~tablecer mejor el a porte de los valores ?Ccidentales a la.s mentahdades tradicionales, entrevisto a un anc1ano canaco qmen, para su sorpresa, le contesto: "lo ue ustedes aportaron f~Ie el cuerpo" (p. 263). La imposicion d~ la ~elt~!u;~/wuunl! occidental a ciertos grupos, aliada a su evangehzaci~n,' conduJo a l~s que dieron el paso, a los que-aceptaron despqJarse de sus antiguos valores, a una individualizacion que reproduce, ~n form~ atenuada, lade las sociedades occidentales. El Melanesw conqm~tado, aunq'!e rudimentariamente, por estos ~uevos v_alores, se ~1bera del teJido del sentido tradicional que mte~ra su presencia ~n ~l. mundo como un continuum y se ~OJ~\ wrte: .en. germen_, 1~lCitv1sum in s~. Y las fronteras que su cuerpo_dehm~tan lo d1stmguen, a partir de ese momento, de sus c??lpat~cro~, mcluso de.los qu.~ llevaron a cabo el mismo proceso: d1stanc1a~mento de la ~hmenswn comunitaria (y no desaparicion, e!lla med1da e~ que la mtluencia occidental solo puede ser parcial, cmdadana, rna~ que rural) y desarrollo de una dimension societal en la qu~ los vu~culos entre l?s sujetos son mas laxos. Algunos melan_esws termman J;~Or sentirse mas individuo en un sociedad, que mieJ?bro apenas d1fere~ci~ble en una comunidad, aunque, e~ esas soc1ed~des un tanto h1bndas, el pasaje no se establezca de manera radical. El estrechamiento hacia el yo, el ego, que resulta 6

Segun Ia formula de Claude Levi-Strauss La pensee sauvage Pan's PI 1962, p. 285. ' • , on,

'So~~·e. Ia i~portancia de I~ individuacion en el cristianismo, vease Marcel Ma~ss, Lanot10ndepersonne ,enSociologieetanthropologie. Paris PUF 1950·

Lou1s Dumont, Essw sur /'individualisme, Paris, Seuil, 1983.

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de esta transformaci6n social y cultural, induce ala verificaci6n en los hechos de una fuerte intuicion de Durkheim segun la cual, para Q.istinguir a un sujeto de otro, "es necesario un factor de individua. ci6n, y el cuerpo cumple ese rol".t~ Pero esta noci6n de persona cristalizada en torno al yo, es dec1r, al individuo es reciente en la historia del mundo occidental. Tendremos que realizar algunas reflexione~ para mostrar la solidaridad que se establece entre las concepc10nes modernas de la persona y las que, a modo de. c?_rolario, 1~ asig~an .al cuerpo un sentido y una determinada posiCIOn. En pnmer term1~o, tenemos que senalar el hecho de que existe un ~es~rrollo d1feren~e. ~el individualismo en los diversos grupos socmles. Ya en El swctdw, E. Durkheim demuestra que la autonomia del sujeto e~ las elecciones que se le presentan difiere se~un el medio s?cial Y cultural al que pertenece. En ciertas reg10nes de ~ranc1a, por ejemplo, la dimension comunitaria no ~a de~apareci?o P?r completo, sigue verificandose en la sup~~Ivencia y la vivaci?~d de ciertas concepciones del cuerpo utlhzadas por las tradiCIOnes populares de curaci6n, en las que aun es posible encontrar la existencia de la tutela simbolica del cosmos, de la naturaleza. Aparece tambien, en estas regiones, en la. ~es~on~~nza ~rente a una medicina que sostiene una concepciOn mdivJduahsta del cuerpo. Volveremos a tratar este tema luego.~ La noci6n de individualismo en la que se basa esta argumentaci6n es, para nosotros, mas una tendencia dominante que una realidad intrinseca a nuestras sociedades occidentales. Por el contrario, esjustamente esta vision del mundo la que plantea en su centro al individuo (cl l'!{O c:ogito cartcsiano), origen de nuestras principales concepciones acerca del cuerpo. 10

s Emile Durkheim, Formes elementaires de la uie religieuse, Paris, Presses Universitaires de Fance, 1968, p. 386 y ss. Emile Durkheim sostiene, eneste caso, el principia de individuacion porIa materia que, en Ia tradicion cristiana, remite a Santo Tomas de Aquino. . 9 En Ia brujeria, por ejemplo, es posible ver que las fronteras -~el SUJeto desbordan los limites de su propio cuerpo para incorporar a 1~ _fam1ha Y. a l~s bienes a Ia man era del enmarafiamiento tipico de la estructurac10n comumtana en la q~e el hombre noes uno (indivis) sino un-hombre-en-relacion- o, mas bien, ' un tejido de relaciones. . . . .. , 10 Todo campo conceptual, cualquiera sea su obJeto, con bene cwrta VISIOn_ del munday le asigna al hombre (aun cuando mas no sea de manera hueca, negatlva) cierta posicion, especialmente en el nivel de las practicas que sostiene. E~t? es lo que permite decir que ciertas concepciones (como por eJemplo Ia med1cma) contienen un coeficiente de individualismo importante.

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Una novela corta de V. S. N aipauP 1 ilustra, en un resumen atrapador, las palabras del viejo canaco al que habia interrogado Maurice Leenhardt. Algunos meses de estadia en los Estados U nidos bastaran para que un empleado domestico de Bombay viva un proceso de "individuaci6n" y descubra que posee un rostra y, luego, un cuerpo. En Bombay, este hombre vivia ala sombra del patron, un funcionario gubernamental. Por la noche se encontraba con los amigos, los otros empleados domesticos de la misma calle. La mujer y los hijos estaban lejos y los veia rara vez. De pronto, su patron es designado en un puesto en Washington y, despues de superar ciertas dificultades, consigue que el gobierno permita que su empleado lo acompaii.e. El viaje en avi6n lo enfrenta con la primera experiencia intercultural. Su vestimenta en malas condiciones hace que llame la atenci6n y lo relegan al fondo del avian. Se prepara una mezcla de buyo pero tiene que tragarsela para no escupir sobre la alfombra o los asientos. Usa toallas para sentarse y ensucia la cabina, etcetera. En Bombay, vivia en un armaria de la casa del patron, en Washington le dan el mismo espacio vital. En los primeros tiempos nose producen cambios en la relaci6n de sumisi6n que tiene respecto del patron. La ciudad lo' aterroriza. Pero, finalmente, empieza a dar los primeros pasos y toma coraje. Les vende a los hippies el tabaco que trajo de Bombay y con el dinero se compra un traje. Y, por primera vez, le oculta algo al patron. Un dfa descubre, con asombro, su rostro en el espejo: lba a mirarme al espejo del baiio, simplemente para estudiar mi cara en el cristal. Ahora casi no puedo creerlo; pero en Bombay, podia pasar una semana sin que me mirase al espejo. Y cuando lo hacia, no era para ver a que me parecia, sino para asegurarme de que el peluquero no me hubiese cortado demasiadci corto el cabello, o para vigilar ese bot6n que estaba a pun to de caer. Aqui, poco a poco, hice un descubrimiento: tenia una cara agradable. Nunca me habia vis to de este modo sino mas bien como alguien ordinaria, con rasgo.§!_ que solo servian para que los demas me identificaran (p.42).

Junto al descubrimiento de sf mismo como individuo, el hombre descubre su rostra, signo de su singularidad y de su cuerpo, objeto de una posesi6n. El nacimiento del individualismo occidental coincidi6 con la promoci6n del rostro. Entre una cos a y otra, comprende cada vez mejor los "trucos" de 11 Vo SoN aipaul, "Un parmi d'autres", en Dis-moi qui tuer, Paris, Albin Michel (traducci6n de Annie Saumart), 1983, Po 420

!:~~c~~:'!:=yt~~o~~i 1~nEs~. Utnlldfa, codmo simbo~o de su liberaci6n ms e ung

e su soc1edad t ·

~::n;~~ ~~:rro~:z~douna em~le~da domestica del ~di~~~~ e~~~

Enseg~ida dej'a~~ pe;~~~~~'nppasea _hora_s purificandos~ y r vw av1so yva a trabaJar ;r~~e~~~:~~~~~~u~~;:: meses durante los que lleva a cabo el rezando.

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casa con la empleada do ' gut~ se produce a su pesar. Entonces se

~o~:~fa·~~~:~d~e ::~·Fo::~:~•=~~ ~~:i=~~~ :!d~nd~i~~:~:~

significativas las ultimas lineas del textop~:er.os befp~~- S~n dle est~ hombre, el descubrimiento de la pose:i~~rJ::nacuiesrtpoonya e enc1erro en sf mism · 1 . sentimiento que tenf~ ~~~e~a~~ ~iaeJ.:~a~wEqsutaedloo seUpa_rda de los confun d'd 1 0 con e1 mundo estar formado po 1 s · m os: ser riales. ' r os m1smos mateEn el pastadbo, escribe el hombre, cstaba mezclado a un gran rio nunca es . es a a separado con una VI·d a propia; pcro me mire a un pe]o ~ decidi s;r hbreo La t1nica ventaja de esta libertad fue ~=s~~~;Ird~~~ te~~a un~uerpo Yque, durante determinada cantidad acabadd (po 6;)oa tmen ar Y vestlr esc cuerpoo y luego, todo habra 0

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~:r!~;~stencia ~e reduce a poseer un cuerpo, como si fuese

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, o, entonces, en efecto, la muerte carece de sent'd . mas que la desaparici6n de una posesi6n es dec1·r mu 1 o. no es • , Y poca cosa.

Polisemia del cuerpo L

. , . as Imagenes que mtentan reducir culturalmente el misterio d 1 ~uerpo se suceden de una sociedad a otra Una m· , d de Imagen · Tt d'b · · Ina a e b' to [ies ms~ I as 1 UJan la presencia en Hneas de puntas de un o oe ug~z, maprehensible y, sin embargo aparentem te . cont~o~ertible.12 La formulaci6n de la palab;a cuerpo co~~ fr~~­ men o e alguna manera aut6nomo del hombre cuyo rostro sostiene, presupone una distinci6n extrafia para muchas comunidade~ t2VeaseDavidLeBreton Corpsetso o'te E od . du corps, Paris, Meridiens: Klincsieck~':9:50 ssm e socwlogieet d'anthropologie

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humanas. En las sociedades tradicionales, de composici6n holistica, comunitaria, en las que el individuo es indiscernible, el cuerpo no es objeto de una escision y el hombre se confunde con el cosmos, la naturaleza, la comunidad. En estas sociedades las_ representaciones del cuerpo son, efectivamente, representaciones del hombre, de la persona. La imagen del cuerpo es una imagen de si mismos, nutz·ida par las materias primas que componen la naturaleza, el cosmos, en una suerte de indiferenciacion. Estas concepciones imponen el sentimiento de un parentesco, de una participacion activa del hombre en la totalidad del mundo viviente y, par otra parte, se encuentran todavia huellas activas de estas representaciones en las tradiciones populares de curacion (cap. 4: "El cuerpo hoy"). A veces una lengua sigue ocultando raices precisas que unen el microcosmos del cuerpo con los elementos de la naturaleza, en tanto que las tradiciones populares aun vivas solo conservan en sus creencias parte de estas correspondencias. · El euskara, la lengua vasca, una de las mas antiguas de las lenguas indeouropeas (cinco mil ai1os) sirve como testimonio: cinco categorias que correspond en a los elementos naturales de los antiguos vascos, cinco divinidades igualmente verificadas por la antropologia y la historia del pueblo vasco ordenan los componentes de la persona humana: la tierra, el agua, el aire, la madera, el fuego. Estos cinco principios de la cosmogonia proporcionan cinco raices lexicas que generan todo un vocabulario anatomico que inscribe en la lengua la correspondencia entre el cuerpo humano y el cosmos. 13 · El cuerpo como elemento aislable del hombre (al que le presta el rostra) solo puede pensarse en las estructuras sociales de tipo individualista en las que los hombres estan separados unos de otros, son relativamcnte autonomos en sus iniciativas y en sus valores. El cuerpo funciona como un limite fronterizo que delimita, ante los otros, la presencia del sujeto. Es factor de individuacion. El vocabulario anatomico estrictamente independiente d~ cualquier otra referenda marca tambien la ruptura de la solidaridad con el cosmos. En las sociedades de tipo comunitario, en las que el sentido de la existencia del hombre implica un jurame_nto de fidelidad al grupo, al cosmos, ala naturaleza, el cuerpo no ex1ste 13 Sabre cste tcma puede consultarse Dominique Peillen,"Symbolique de Ia denomination des parties du corps humain en langue basque", en Le corps humain, nature, culture et surnaturel, 110° Congreso Nacional de las Sociedades Cientificas, 1\lontpellier, 1985. Un ejemplo del mismo tipo puede encontrarse en Michele Therrien, Le corps Inuit, (Quebec Arctique), Paris, SELAF/PUB, 1987. Pueden consultarse tambien las tradiciones budistas, hinduistas, etcetera.

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como un elemento de individuacion ya que el individuo no se distingue del grupo: como mucho es una singularidad dentro de la armonia diferencial del grupo. A la inversa, el aislamiento del cuerpo en las sociedades occidentales (vease infra) nos habla de una trama social en la que el hombre esta separado del cosmos, de los otros y de sf mismo. El cuerpo, factor de individuacion en el plano socialy en el de las representaciones, esta disociado del sujeto yes percibido como uno de sus atributos. Las sociedades occidentales hicieron del cuerpo una posesion mas que un cepa de identidad. La distincion del cuerpo y de la presencia humana es la herencia historica del hecho de que la concepcion de persona hay a sido aislada del componente comunitario y c6smico, y el efecto de la ruptura que se oper6 en el hombre. El cuerpo de la modernidad, resultado de un retroceso de las tradiciones populares y de la llegada del individualismo occidental, marca la frontera entre un individuo y otro, el repliegue del sujeto sabre si mismo. La especificidad del vocabulario anat6mico y fisiol6gico que no tiene ninguna referencia, ninguna raiz fuera de su esfera, contrariamente a los ejemplos que citamos antes, muestra tambien la ruptura.ontologica entre el cosmos y el cuerpo humano. Uno y otros estan planteados en una exterioridad radical. Los escollos epistemologicos que plantea el cuerpo frente a las tentativas de elucidacion de las ciencias sociales son multiples, ya que estas presuponen, a menudo, un objeto que solo existe en el imaginario del investigador. Herencia de un dualismo que disocia al hombre y al cuerpo. La ambigiiedad en torn a de la noci6n de cuerpo es una consecuencia de la ambigiiedad que rodea a la encarnaci6n del hombre: el hecho de ser y de poseer un cuerpo. La antropologfa biblica tambien ignora la noci6n de un cuerpo aislado del hombre. Muy alejada del pensamiento plat6nico y orfico, no entiende a la condici6n humana como una caida en el cuerpo, una ensomatosis. El dualismo tipico de la episteme occidental nose hace ver ... El hebreo -dice Claude Tresmontant- es una lengua concreta que solo nombra lo que existe. De este modo, no tiene un nombre para Ia "materia", ni tampoco para el "cuerpo", ya que estos conceptos no refieren a realidades empiricas, contrariamente a lo que nos llevan a creer nuestros viejos habitos dualistas y cartesianos. Nadie vio nunca "materia", ni un "cuerpo", en el sentido en que son entendidos por el dualismo sustancial. 14 14

Claude Tresmontant, Essai sur la pensee hebrai"que, Cerf, 1953, p.53.

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dad sino una diferencia que fa vida colectivavo~~ce las. nece.sarias complementariedades de la armonia_diferencial del grupo.' La i:e~~~~o smgular dentro de la nose de bene en el cuerpo est I 1 ad personal del africano el contrario, lo incluye e~ el. e no o separa del grupo sino que, por

En el universo biblico el hombre es un cuerpo, y el cuerpo no es nunca algo diferente de el mismo. El acto de conocer noes producto 15 de una inteligencia separada del cuerpo. Para esta antropologia, el hombre es una criatura de Dios, del misn1o modo que el conjunto del mundo; la ruptura entre el hombre y su cuerpo, tal como existe en la tradici6n plat6nica y 6rfica16 constituye un sinsehtido. El mundo fue creado por el habla "por la boca de Yhwh, fueron hechos los cielos, y por el soplo de su boca, todo su ejercito ... , pues dijo, y todo fue hecho; orden6 y todo existi6" (p. 33). La materia es una emanaci6n del habla, no esta fija, muerta, fragmentada, sin solidaridad con las otras formas de vida. Noes indigna como en el dualismo. La encarnaci6n es el hecho del hombre, no su artefacto.

Par mas quealostodos etn6logos nie guen 1~ddtverstdad . . vincularlos en una de los individuos al ve r dadera -a clara Roger Bcomum ad prima . umca , . realidad f d ! na, audaz! gente cruel Y person:~ ~~~bextste gente timida y gente le~, pero estos caracteres se / orgamzan en un mismo unive .·las casas que es Ia unidad drso, constituyen la unidad ultima de persona se borra detras del pe e un. arden. Un arden en el que la "estados" diferenciales y no 1~s~naje' ya que este es el que establece de multiples temperament e a complementariedad contingente

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No percibo un "cuerpo" que contenga un "alma"; percibo de inmediato un alma viva, con toda la riqucza de su intcligibilidad que descifro en lo sensible que me es dado. Esta alma es, para mf, visible y sensible porque esta en el mundo, porque asimil6 elementos que la nutrieron, a los que integr6 y que hacen que sea carne. La esencia de esta carne que es cl hombre, es cl alma. Si sacamos el alma no queda nada, s6lo un "cuerpo". No queda nada mas que cl polvo del mundo. De este modo el hebreo utiliza, para designar al hombre 1·vivo, indiferenciadamente, los terminos "alma" o "carne" que alcani,zan a una y misma realidad, el hombre que vive en el mundo (pp.

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El hom_bre africano tradicional esta su . mergtdo en el cosmos en la comumdad, participa delll'n . d 1, · aJe e sus an tepa d d '. sa os, e su umvero eco ogtco y todo esto esta e I f d 5 especie de intensidad conect~dos un _amentos de su ser. ta Es una ne~. De esta trama de inter a co~ dlferentes niveles de relacioexistencia. cambtos extrae el principia de su EI?- las sociedades occidentales de ti . . . . funciOna como interruptor d 1 ~o m~tvtduahsta el cuerpo tradici?na~es es, por el con~r:r~~erra socml; en las sociedades comumtana. Por medio del c , el que empalma Ia energia n. ., uerpo e ser hum tca~IOn con los diferentes cam ~s . , . ano esta en comusenhdo ala existencia colectiva.lero :~~~bohco.~ que le otorgan pues otros principios partie' d uerpo noes la persona 19 pueblo para el ue If:n e su fUI:daci6n: Asi, en artlcula.ci6n de diferentesqpla pers~na esta constituida por la que oceidentales suelen deno:.s que mcluyen, singularmente, lo puesta por: mar cuerpo, la persona esta com-

'95-96).

La palabra cuerpo puede existir en muchas sociedades africanas, pero su sentido difiere de un lugar a otro. En las sociedades rurales africanas la persona no esta limitada por los contornos del cuerpo, encerrada en si misma. Su piel y el espesor de su carne no dibujan las fronteras de su individualidad. Lo que nosotros en tendemos por persona es concebido en las sociedades africanas como una forma compleja, plural. La oposici6n esencial esta en la estructura holistica de estas sociedades en las que el hombre noes un individuo (es decir indivisible y distinto) sino un nudo de relaciones. El hombre esta fundido en una comunidad de destino en la que su relevancia personal noes indicia de una individuali-

Do~on,

lo~

'.' Roger Bastide, "Le princi d'' . . . " Afnqu~ noir, Paris, CNRS 19f; pm3d6tvtduabon ' en La notion de personne en Claude Tresmontant, ibidem. Del mismo modo, en los canacos, el conocer es una modalidad fisica de apropiaci6n y noun acto puramente intelectual. Asf, Maurice Leenhardtobserva que el uso melanesia para consul tar a alguien pasa por la pregunta: "l,Cual es tu vientre?" Un canaco que conocia un poco de frances, al que se le pregunta la opini6n de algui.en de su pueblo, responde: "Yo no conozco el vientre para ella." El conocer melanesia es corporal, no un acto del pensamiento, de un yo ontol6gi.camente diferente; el conocer canaco es, precisamente, existencial.

· ' ' · · Th . Veas e, por ejemplo, Louis-Vincent

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1{;~qo~:e~mre, P.ersonne .en Afrique noire traditi~:n~~ie•~: plLuralis~e coherent de la op. ctt., p. 387. , n a notzon de personne en

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Utthzamos aquf el clasico libra de Ge .. ~_l-~n')ue, ~~~?'role chez les Dogan, Parfs ~~~~~ve c;Iame-Griaule, Ethnologiede te er en: L tmage du corps et lcs com 'as mar ' 1962, p. 32 y ss. y Germaine en La notwn de personne en Afrique ~ antes .de la personne chez les Dagon" notre, op. czt.' p. 205 y ss. '

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• a) Un cuerpo: Ia parte material del hombre y "el polo d.~ atracci6n de sus principios espiritualcs'', un ··grn.no de umve~so , su sustancia mezcla los cuatro elementos como todo lo que ex1ste: el agua (}a sangre y los lfquidos del cuerpo), Ia tierra lcl esqueleto), el aire (el soplo vitally el fuego lel calor animal). El cuerpo. y el cosmos est:in mezclados, constituidos par los mismos matenales segun escalas diferentes. El cuerpo, por lo tanto: ~o en:uent~a su principia en si mismo, como en la anatomia y la hswlogw occ1dentales; los elementos que le otorgan sentido deben buscarse en otra parte, en la participaci6n del hombre en eljuego del mundo y de Ia comunidad. El hombre extrae su existencia del hecho de ser una parcela del cosmos, no de el mismo, como en la tradici6n tomi~ta u occidental, en Ia que Ia inmanencia del cuerpo, en tanto matena, constituye el fundamento de la existencia del sujeto. La anatom~a y la fisiologia dogonas vinculan al hombre y al cosmos, par medw de todo un tejido de correspondencias. • b) "Ocho granos simbolicos se localizan en las cla\'iculas. Estos granos simbolicos, principales cere ales d.e la region, s~n Ia base de Ia nutricion de los Dogan, pueblo esencwlmente agncultor; este simbolo expresa la "consustanciaci6n" del hombre y del grana sin el cual no pod ria vivir" (Germaine Calamc-Griaule, p. 34 ). Los niiios, al nacer, reciben los mismos granos que sus padres. La bisexualidad inherente al ser humano est:i marcada par el hecho de que el dogon recibe en Ia clavicula derecha cuatro granos "masculinos" de su padre y de sus ascendientes de fuego y en Ia clavicula izquierda, cuatro granos "femeninos" de la madre y de sus ascendientes uterinos. Estos granos mm·can a Ia persona en Ia filiacion del grupo y arraigan e] principia ecol6gico en el q~e se basa la vida de los Dagon. Los granos componen una especiC de pendulo vital: la existencia del hombre eslii ligada a Ia gcrminaci6n. • c) El principia de Ia fuerza \'ital (nimza) e~ta en l.a s.angre. Marcel Griaule la definio como ''una energia en mstancw, Impersonal, inconsciente, repartida en todos los animales, vegetales, en los seres sobrenaturales, en las casas de la naturaleza, y que tiende a perse\'erur en el ser, soporte al que esta afectada tempo, . t a 1)"2oEl rariamente (ser mortal), eternamente (ser mmor . nama es el resultado de la suma de los namas proporcionados por el padre, Ia madre, y cl antcpa.sa~o.que re1_1~ce con el. • d) Los ocho /.>il:inu, pnnc1pws esp1ntuales de la persona, divididos en dos grupos de cuatro (son machos o hembras, inteli~"Marcel

gentes~ bru.t,os), ca~a ~no geme~o. Contribuyen, de acuerdo con su

det~rmmac.wn, a d1se~ar la pstcologfa de la persona, su humor.

Estan locahzados en d1ferentes 6rganos del cuerpo, pueden man-

te~erse en reserva en diferentes lugares (un charco, un altar, un

ammal..._) de acuerdo con los momentos psicol6gicos que viven los que los t1enen.

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Podemos referirnos tambien a otras representaciones de Ia pers~na.en tierra af~icana. Pe~o es po~ible presentir, desde ya, Ia mfimda~ ~~ percepcwnes del cuerpo que podriamos encontrar. La defimcwn del cuerpo es hueca si se Ia compara con la de Ia persona. Nose trata, de ningun modo, de una realidad evide~te de una materia incontrovertible: el "cuerpo" solo existe cuando ei hombre I? construye culturalmente. La mirada sabre la persona de las soc1edades humanas marca sus contornos sin distinguirlos, en ~eneral, del hombre a! que encarna. De ahf las paradojas de las soc1edades para las que el "cuerpo" no existe. 0 de las sociedades para las que~! "cuerpo" es una realidad tan compleja que desafia Ia. compr~nswn occidental. Asi como el bosque es evidente a pnmera VIsta .. ~era existe el bosque del hindu y el del buscador de oro .. :I del nuhta.r_ y el del turista, el del herborista y el del ormto~ogo, el del nmoyel del adulto, el del fugitivoo el del viajero ... del m1smo modo, el cuerpo solo cobra sentido con la mirada cultural del hombre. L~ comprension de las relaciones entre el cuerpo y la modernidad 1m pone una genealogia, una especie de "his tori a del presente" {l\1. Fou~ault), un reto~no ala construcci6n de la nocion de cuerpo en ~? Emstellung ~cc1dental. Tambien una reflexi6n sabre la nocwn d~ persona, sm Ia qu.e_ no seria posible aprehender lo que se pone enJu~go en est~ relacwn. Veremos como, poco a poco, con el correr del t1empo, se mstala una concepcion parad6jica del cuerpo. Por u.~a parte, el cuerpo como so porte del individuo, frontera de su relacwn con el mundo y, en otro nivel, el cuerpo disociado del ho?'l.bre. al que le confiere su presencia a traves del modelo pnvtlegi.ado de la maquina. Veremos los vfnculos estrechos que se establec1eron entre el individualismo y el cuerpo moderno.

Griaulc, 1\/asqucs dof.!OIIs, Institut d'Ethnologie, Paris, 193fl, p. 160.

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Capitulo 2

EN LAS FUENTES DE UNA REPRESENTACION MODERNA DELCUERPO: EL HOMBRE ANATOMIZADO

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El cuerpo popular

La civilizaci6n medieval, e incluso renacentista, es una mezcla confusa de tradiciones populares locales y de referencias cristianas. Se trata de un "cristianismo folklorizado", segun sostiene, con justicia, Jean Delumeau, que alimenta las relaciones del hombre con su entorno social y natural. Una antropologia c6smica estructura los marcos sociales y culturales. El hombre nose distingue de Ia trama comunitaria y c6smica en la que esta inserto, esta amalgamado con la multitud de sus semejantes sin que su singularidad lo convierta 'en un individuo en el sentido moderno del termino. Toma conciencia de su identidad y de su arraigo fisico dentro de una estrecha red de correlaciones. Para que Ia "individuaci6n a traves de Ia materia", es decir, a traves del cuerpo, sea aceptable en el plano social, habra que esperar el desarrollo del individualismo. Solo entonces, efectivamente, el cuerpo sera propiedad del hombre y no mas su esencia. En el plano de las representaciones, una teoria del cuerpo como objeto independiente del hombre aun cuando siga estando vinculado con el, siga encontrando en el sus propios recursos (especificidad