La Voz Del Chaman I

LA VOZ DEL CHAMÁN H. C. ELÍAS La Voz del Chamán H.C. Elías La Voz del Chamán ©Hiram Castro Elías INDAUTOR REG. No.

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LA VOZ DEL CHAMÁN

H. C. ELÍAS

La

Voz del Chamán H.C. Elías

La Voz del Chamán ©Hiram Castro Elías INDAUTOR REG. No. 03-2015-100911141900-14

PRÓLOGO

La Voz del Chaman es un libro que presenta varias historias cortas, en las que se narra la vida de un Chaman, la de un joven muchacho conocido entre su pueblo como “Gato Inquieto”, un ser elegido, que como la mayoría de tales héroes, desconoce su destino y más aún la manera en la que lo realizará. Otro personaje importante es “Hija de las Estrellas”, ella es una sabia mujer que representa la espiral de tiempo que da sustento a la aventura de “Gato Inquieto”. “Destello Místico” juega, al igual que los demás personajes, un papel fundamental ya que personifica el poder de guía y protección que solo el verdadero amor puede brindar. Se trata de un relato sencillo y dinámico, lleno de enseñanzas que conjuntan sabiduría ancestral con principios universales fundamentados en física cuántica. Una aventura donde la esencia de cada episodio es el amor. Su narrativa nos traslada a bellos lugares, algunos mágicos, otros místicos, con personajes sensibles, adorables, pero igualmente frágiles. Algunos capaces de vencer el miedo y las dificultades, otros presos en sí mismos víctimas de sus temores. La historia tiene sus cimientos en cuatro pilares, el Guardián del Nombre, el Guardián del Cristal d´Akasa, los Guardianes del Tiempo, y los Guardianes de la Tierra. Como en toda leyenda, siempre hay un antagónico que se dedica a destruir y pervertir la armonía y la paz. Desde luego su papel es importante, no por lo que

contamina, adultera, pervierte y destruye, sino porque sus acciones llevan a muchos hacia un mejor mundo. Es momento de iniciar el viaje que los llevara por los más extraños, hermosos, oscuros, místicos y sensibles lugares de su propio ser a través de los ojos de “Gato Inquieto”.

CONTENIDO

Belleza

7

El no está Ahí

8

El Ser de la Cueva

9

La Niña

12

Gotas de Agua

14

El Hogar de las Almas

17

El Secreto de la Telaraña

19

La Mujer que llegó con el Viento

25

Símbolos

28

Destello Místico

32

Los Días en Or

38

El Laberinto del Octavo Umbral

47

El Nuevo Acompañante

53

Kresht Ilju

55

La Espíritu del Bosque

67

La Ciudad de los Anillos

69

El Sino de los 72

73

La Perversión del Maestro Interno

86

El Asedio a los Guardianes de la Tierra

89

La Aldea

92

Restauración

96

Epílogo

99

BELLEZA Sentado alrededor de la fogata se encontraba cierta tarde el Chamán acompañado de un grupo de jóvenes guerreros, juntos veían con atención el fuego, lo observaban maravillados por la danza de las llamas y los matices de sus inquietos colores. De pronto el más joven pregunto ¿qué es la belleza? El Chamán desvió suavemente su mirada del fuego y se dirigió al joven guerrero, lo miró con un rostro apacible diciendo: “la armonía de las formas enmarcadas en el silencio original”. El joven guerrero agradeció la respuesta, pero era claro que había sido demasiado profunda y continuo viendo el fuego. El Chamán siendo un hombre muy sensible de inmediato se percato de lo ocurrido y comenzó diciendo: “Todo cuanto percibimos es esencia y forma; la esencia es conciencia, la forma geometría. La geometría es la voz del Gran Espíritu grabada en el tiempo. Cada forma es una nota, juntas hacen la melodía que solo en el silencio se distingue, cuando la unión es armónica, la melodía es bella”.

EL NO ESTÁ AHÍ Cada amanecer el Chamán se dirige al bosque, en su camino pasa cerca del cementerio sagrado de su pueblo, a lo lejos ve la silueta de una mujer, conforme se acerca le parece que se trata de “Luz de Luna”, una joven viuda que solloza desconsolada junto a la tumba de su amado esposo. El Chamán que siempre le ha tenido un gran aprecio y que respetaba profundamente a su valiente compañero, se acerca a ella y le dice: ¿por qué lloras?, ¿no sabes que él no está ahí? Su alma se ha ido, sus pensamientos son libres como aves que remontan los cielos; su cuerpo es la luz del atardecer que se refleja en tus hermosos ojos, es el sutil rocío que refresca tus pies, es el viento que gentilmente acaricia tus mejillas, es el trino de los pájaros que anuncian el amanecer, es el brillo de cada estrella que tintinea en tu ventana. Ahora lo vez, él no está ahí, él no murió.

EL SER DE LA CUEVA Cada 7 lunas el Chamán dejaba su tienda y se internaba en el bosque, nadie sabía a dónde iba, qué hacía durante ese tiempo, cuanto tardaría. Unos decían que hablaba con los ancestros en la montaña, otros que subía a las cuevas a escuchar el viento, los menos murmuraban que se reunía con los hombres de las estrellas. Pero ninguno jamás se atrevía a preguntar. En el pueblo había un joven que vivía con sus abuelos pues sus padres habían muerto. Aquel muchacho gustaba de pasar tiempo en la tienda del Chamán, a quien respetaba y admiraba, además de despertar en él una gran curiosidad por aprender lo que sabía, lo que hacía y lo que enseñaba. Así llegó nuevamente la séptima luna y el Chamán se dispuso a dejar su aldea, pero en esta ocasión no iría solo, el joven “Gato Inquieto” se proponía seguirlo sin que su querido Chamán lo notara. Llego la madrugada y el Chamán se puso en marcha hacia el bosque seguido a una prudente distancia por “Gato Inquieto”, después de un día de camino casi a la caída del sol el Chamán subió por la ladera de una montaña e ingresó a una cueva. “Gato Inquieto” lo siguió pero se ocultó detrás de unas enormes rocas, desde las cuales podía asomarse discretamente logrando ver al Chamán dentro de la cueva. Caída la noche el Chamán encendió una fogata y comenzó a recitar varias palabras que “Gato Inquieto” alcanzaba a escuchar pero que no podía distinguir. Así transcurrieron algunas horas, “Gato Inquieto” comenzaba a sentir bastante frío pues los vientos golpeaban la cara de la montaña donde ambos se encontraban. De pronto sin poder distinguir nada más que el fuego y la silueta del Chamán escucho

otra voz, así que supuso que vendría del interior de la cueva, sin embargo la voz sonaba extraña. Mientras esto sucedía a las afueras de la cueva, en su interior el Chamán conversaba con una figura no totalmente definida en cuanto a forma, de pronto ambos interrumpieron el diálogo pues al Chamán le sobrecogió una intensa sensación de frío, el frío que sentía “Gato Inquieto”.

Chamán realizó una

respetuosa reverencia al ser en la cueva y se puso de pie dirigiéndose hacia la saliente en su parte exterior, ahí se detuvo, miró hacia las estrellas y pensó: Si voy por “Gato Inquieto” salvaré su vida, pero conocerá el Secreto para el cual su espíritu aún no está listo. Entonces el Chamán escuchó la voz de la silueta de la cueva en su mente que le decía: Chamán recuerda que el Gran Espíritu es vida, por el Secreto no te preocupes, si el viento ha traído al muchacho, su espíritu está dispuesto, tal vez no preparado, pero dispuesto. El Chamán fue de inmediato por “Gato Inquieto”, lo ayudó a llegar a la cueva y lo sentó junto a la fogata para que entrara en calor. Nuevamente el ser hablo a Chamán en su mente: Bien sabes que “Gato Inquieto” no puede verme ni escucharme porque su corazón está dispuesto, pero su percepción no. El tiene la convicción de que hay algo que provoca que cada luna dejes la aldea, si así no fuera, no estaría aquí, pero desconoce lo que pueda ser. Gracias a esa convicción ahora yo existo en su realidad, pero a pesar de esto, como no me conoce no puede percibirme. Chamán, ahora es tu labor enseñarle

a focalizar su percepción para que pueda verme y escucharme, en él está observar la realidad y así materializarla, cosa que ya ha hecho, pero en ti está modificar sus creencias para que pueda percibirme. Cuando lo haya hecho, no solo conocerá el Secreto, sino que será parte de él. Al principio “Gato Inquieto” solo veía al Chamán sentado junto a la fogata, con los días comenzó a percibir un ligero cambio en el polvo cercano a ella, luego una silueta y finalmente una extraña voz. Ahora que podía ver y escuchar al ser, este se dirigió a ambos y les dijo: Tu realidad es tan extensa como lo que eres, pero tan limitada como lo que piensas. Se despidieron de la extraña figura diciendo: Que la luz de cada estrella ilumine tu rostro y mantengan el fuego del amor y la verdad en todo tu ser. La figura les respondió: Que el viento del sur acaricie su cuerpo, que el agua de la montaña refresque su espíritu, que la tierra que pisen a cada paso les de descanso y que el fuego del gran sol mantenga la calidez de su alma. Todos dijeron, así sea. De inmediato la silueta del ser se transformó en una nube de colores y se desvaneció. Chamán y “Gato Inquieto” iniciaron su jornada de regreso a la aldea.

LA NIÑA El sol se encontraba en la parte más alta del cielo cuando el Chamán escuchó una voz llena de angustia, ¡Chamán, Chamán!, de inmediato volteo el rostro hacia el lugar de donde la desesperada voz provenía, percatándose de que se trataba de “Lluvia Blanca”, ella se acerco y le dijo: ¡Chamán, mi hija “Flor del Amanecer” está muy enferma, ven rápido, acompáñame! El Chamán sin perder tiempo se puso en marcha junto a “Lluvia Blanca”, ambos llegaron a donde la niña se encontraba, el Chamán con gran serenidad y un suave gesto de compasión en su rostro se acercó a la niña, ella se encontraba recostada, tocó su frente, se sentó a su lado y tomándola de la mano cerró sus ojos, guardó silencio por unos segundos y luego oró pronunciando varias palabras que “Lluvia Blanca” no podía comprender. Siempre que el Chamán acudía a sanar, el rito lo iniciaba tocando la frente y tomando la mano del enfermo; compasivamente se sentaba a su lado guardando silencio durante algunos minutos. Era en esos momentos cuando el Chamán tejía una especie de “telaraña” a un nivel muy profundo de la realidad con la que se vinculaba al enfermo.

Luego pronunciaba una serie de extrañas palabras

mediante las cuales agradecía al Gran Espíritu. Para el Chamán cada palabra era un símbolo sagrado o geometría, juntas “despertaban” la salud perfecta dormida en el Gran Espíritu, así el Chamán no solo era capaz de sentir la salud perfecta, sino que él mismo se transformaba en salud, luego gracias a la “telaraña” que lo unía con el enfermo, la salud cubría su alma y su cuerpo por completo e instantáneamente.

Terminado el rito, el Chamán pronunció otra serie de palabras para deshacer la sutil “telaraña” que lo unía a “Flor del Amanecer”. Nuevamente guardó silencio y ambos, la niña y el Chamán, abrieron los ojos e intercambiaron una dulce sonrisa, la niña lo miro tiernamente y le dijo suavemente, gracias, ¿qué puedo hacer por ti? El Chamán le contesto, ya lo has hecho pues al permitirme sanarte, algo en mí, al igual que en el universo ha sido sanado. “Lluvia Blanca” agradeció al Chamán y lo acompañó fuera de su tienda, pero antes de despedirse le preguntó: Chamán, ¿por qué niños inocentes como “Flor del Amanecer” se enferman? El Chamán le tomó ambas manos y la miró a los ojos diciendo: más allá de todo esto que tus sentidos perciben, en el nivel más profundo de la realidad, hay algo parecido a una telaraña aun más sutil y más extensa que aquella que tejí hace unos momentos cuando tomé la mano de tu hija, esa telaraña lo conecta todo, pero hay hombres ignorantes que no saben que su egoísmo, maldad, y perversión dañan desde lo más profundo de la realidad al inocente, al agua, a las plantas, a los animales, al sol, a las estrellas, a la arena, en fin, su ignorancia y su maldad son el “gusano” que carcome el equilibrio y la pureza en cada realidad y más drásticamente en la propia. El Chamán soltó las manos de “Lluvia Blanca” y le dijo: Ve al lado de “Flor del Amanecer” y se amor para ella”.

GOTAS DE AGUA Pasaron los días desde el regreso de la cueva donde “Gato Inquieto” había conocido al ser de la figura indefinida, tiempo en el que el muchacho se dedico a realizar sus labores cotidianas, pero algo había cambiado en él, y cada día sentía una imperiosa necesidad de visitar al Chamán, así que finalmente decidió no aplazar más el momento y se dirigió a su tienda. El Chamán no se encontraba en ella, así que “Gato Inquieto” decidió esperarlo sentado a la sombra de un árbol cercano. No había pasado mucho tiempo cuando a lo lejos vio acercarse al Chamán: ¡hola “Gato Inquieto”! sabía que vendrías, ahora dime lo que ya se, y “Gato Inquieto” contestó ¿qué?, has venido a preguntar aquello que te ha dado vuelta en tu cabeza por días después de lo ocurrido en la cueva. Chamán, ¿si en aquella ocasión pude desarrollar mi percepción con tu ayuda para ver y escuchar al ser de la cueva, puedo hacer lo mismo para ver, escuchar, sentir… al Gran Espíritu? El Chamán lejos de contestar su pregunta solo le dijo: ven, sígueme.

Juntos

caminaron en silencio a través del bosque hasta el río que cruza el valle. Se sentaron en una roca y el Chamán se quitó sus mocasines y le pidió a “Gato Inquieto” que hiciera lo mismo. Luego ambos metieron los pies al agua. Durante largo tiempo el Chamán no pronunció palabra, al principio “Gato Inquieto” estaba algo ansioso, como si esperara las palabras de Chamán, pero al paso del tiempo, comprendió que la respuesta que buscaba solo la encontraría en el silencio.

Cuando el Chamán decidió que era momento de romper el silencio, se dirigió a “Gato Inquieto” diciéndole: descríbeme lo que has experimentado. Solo cuando deje de lado la ansiedad que me provocaba la expectativa de escuchar tus palabras alcance el silencio interno que me permitió sentir el correr del agua en mis pies, el sol en mi rostro, escuchar el sonido del viento en los árboles, el canto de los pájaros, el croar de las ranas, ver el paso de las nubes, percibir el olor de la hierba y de algunas flores, sentir el calor en la roca. El Chamán lo vio, y preguntó ¿eso es todo?, “Gato Inquieto” respondió, no Chamán, durante breves instantes pude sentirme parte de cuanto estaba percibiendo, era como si todo confluyera dentro de mí. No solo fui capaz de ver cuánto podía ver, de oler cuanto podía oler, de sentir la sensación del agua, el viento, el sol, la roca, sino que logre ir más allá y sentí la vida en todos ellos. Sé que es difícil de explicar con palabras una situación tan sublime, sobre todo porque ese nivel de conexión solo duró unos instantes, pero ha sido la experiencia más extraordinaria que he tenido en mi vida. El Chamán le dijo cada ser tiene su propio manitú y cada manitú es vida, incluso lo que te parece inanimado como las piedras o el polvo. Cuando percibes no siempre eres consciente de todo cuanto te rodea, pero cuando percibes en el silencio, el ruido desaparece y deja paso al murmullo de la vida. El que te percibas a ti mismo como viviente no necesariamente te hace consciente de la vida y aún más, ni siquiera bajo tales circunstancias eres capaz de darte cuenta conscientemente que eres vida. Luego el Chamán se inclinó y tomó en su mano un poco de agua del río y le dijo: “Gato Inquieto” extiende tu mano. Y así lo hizo. El Chamán le puso dos gotas en

la palma extendida de su mano, y le pidió que las observara, al cabo de unos instantes, le preguntó ¿Qué ocurrió con las gotas?, y “Gato Inquieto” contestó nada. Así es. Bien, dobla la palma de tu mano hasta que se acerquen pero sin tocarse. ¿Ahora qué sucede?, de pronto se alargan y al tocarse se convierten en una sola. Entonces el Chamán tomó la palma de su mano y le dijo: Las gotas son como la vida, cuando la vida es consciente de sí misma, se inclina hacia otra vida y la reconoce como tal, ambas se funden y cada una se hace parte de la otra. El Chamán dijo: Ahora ya lo sabes, y “Gato Inquieto” agregó: si, ahora sé que todo es vida, y que el ser solo puede fundirse con la vida que es el Rostro del Gran Espíritu comprendiendo que no solo tiene vida, sino que es la vida misma. Así es “Gato Inquieto”, la vida no es atributo del ser, es su esencia. El ser no tiene vida, ES VIDA. Lo que se tiene se puede perder, pero lo que se es, trasciende. Ambos sacaron sus pies del agua, se colocaron sus mocasines e iniciaron el regreso a la aldea. Durante el trayecto el Chamán pensaba para sí: “algo es seguro, “Gato Inquieto” no volverá a percibirse a sí mismo ni a su mundo de la misma forma. Ahora sabe que todo ser es Rostro del Gran Espíritu percibiéndose a sí mismo en cada ser.

EL HOGAR DE LAS ALMAS Después de que “Estrella Fugaz” durmió con sus ancestros, su hija “Atardecer Dorado” pasaba los días recordando a su madre. Así transcurrieron algunas lunas y los ancianos del pueblo se reunieron con el Chamán para exponerle su preocupación respecto a la actitud de “Atardecer Dorado”. El Chamán que era un hombre sabio y compasivo pidió a los ancianos que la invitaran a la ceremonia de la luna nueva que se realizaría en tres días. Los ancianos hicieron tal como les dijo el Chamán y llegado el día, la reunión inició antes de la puesta del sol. Todos se encontraban sentados alrededor de la fogata incluyendo a “Atardecer Dorado”. Entrada la noche el Chamán apagó la fogata y observó el cielo, luego comentó: Aunque no hay luna esta noche, gracias a que su luz no ilumina el cielo, este se ve hermoso, plagado de estrellas. Cuando una luz se va, su ausencia permite que el brillo de miles más iluminen la noche. El Chamán caminó alrededor de ellos diciendo: El Gran Espíritu existe y está en todo, por eso es que todo existe. Cuando la luna desparece del cielo ha sido devorada por el Gran Lobo, pero no por eso ha dejado de existir. Luego se acerco a “Atardecer Dorado” y le dijo: la luz de “Estrella Fugaz” no se ha apagado solo porque tu ya no la puedas ver, su ausencia no es oscuridad, por el contrario ahora es todas las luces que antes no podías ver.

Los ancianos intervinieron y el principal entre ellos dijo: Nuestros ancestros llamaban a las luces, el hogar de las almas. Entonces “Atardecer Dorado” se dirigió respetuosamente a los ancianos y con cierta extrañeza preguntó ¿qué es el hogar de las almas? Ellos le dijeron. Imagina una luz que jamás se extingue, esa es el alma, imagina una infinidad de espejos de agua todos con características diferentes, cada espejo refleja una vida, cuando el espejo de agua se seca, una vida termina, pero la luz, como te dije, jamás cambia ni se extingue, solo su reflejo. Ahora ya lo sabes, “Estrella Fugaz” ya no existe en tu realidad, pero existe en una infinidad de otras realidades, y cuando al final se extinga en todas ellas, aún así seguirá existiendo en la realidad del Gran Espíritu. Desde aquel día “Atardecer Dorado” no volvió a sentir tristeza pues ahora comprendía que la existencia trasciende a la realidad.

EL SECRETO DE LA TELARAÑA A mediados del verano el Chamán fue a visitar

a “Gato Inquieto”, quien se

encontraba clasificando diversas hierbas. Cuando “Gato Inquieto” se percató de la presencia del Chamán, de inmediato suspendió lo que estaba haciendo y respetuosamente lo saludó. El Chamán le dijo: Gato Inquieto quiero que te alistes pues mañana saldremos antes del amanecer, lleva provisiones para 5 días. Luego se fue. “Gato Inquieto” no podía creer que el Chamán lo hubiera distinguido con tal honor, pues no solo lo había elegido para que lo acompañara, sino que había ido a buscarlo hasta su tienda. “Gato Inquieto” sabía en su corazón que ese viaje sería muy importante. Al día siguiente, justo antes del amanecer, “Gato Inquieto” llegó a la tienda del Chamán, le informó que estaba listo para partir y juntos se adentraron en el bosque. Cuando el sol se encontraba en su punto más alto llegaron a una pequeña meseta río arriba, lo suficientemente cerca de la cascada a la que el pueblo conocía como “Cola de Caballo” para escuchar la caída del agua y lo suficientemente lejos como para que el sonido solo sirviera de fondo a cuanto podía escucharse en aquel lugar. Juntos armaron la tienda, pues pasarían varios días en aquel sitio. Al terminar el Chamán buscó un lugar que él consideró adecuado y ambos se sentaron a la sombra de un enorme árbol. Justo a un costado había una gran telaraña en la maleza la cual no se distinguía a menos que se mirara en un cierto ángulo. El Chamán se levanto, fue por un poco de agua y comenzó a rociar con ella la telaraña, debido a las gotas de agua la telaraña se iba revelando paulatinamente.

El Chamán se dirigió a “Gato Inquieto” y le dijo: Como puedes ver, la telaraña une dos ramas diferentes, el que no la hayamos visto no significa que no estuviera ahí, pero solo al utilizar el agua, esta se reveló ante nuestros ojos. Todo está unido por una gran telaraña invisible, pero cuando vas tomando conciencia de ello, esta se va revelando, lo que te permite percibir conscientemente tu unión con cada ser que existe en tu realidad. El Chamán siguió hablándole en voz alta: “Gato Inquieto” cierra tus ojos, ahora deja que tu conciencia ilumine cada parte de la telaraña que me une a ti, tal como lo hiciera yo con el agua. Cuando la telaraña se te haya revelado por completo y nos visualices a ambos unidos mediante ella, has un ligero movimiento de tu barbilla hacia abajo. El Chamán observaba cuidadosamente a “Gato Inquieto”, y conforme pasaba el tiempo le seguía hablando en voz alta. Recuerda que los seres vivientes se fusionan como gotas de agua, deja que tu agua-conciencia se deslice sobre la telaraña que se ha revelado ante ti hacia la mía, pero sin que se toquen, ahora solo espera a que se fundan. Dicho esto el Chamán observó un ligero movimiento de su barbilla, y dejó de hablar en voz alta continuando la conversación en su mente. Y así en aparente silencio, le pidió a “Gato Inquieto” que levantara nuevamente su barbilla, cosa que hizo al instante. Ahora el Chamán sabía que “Gato Inquieto” había unido su conciencia a la suya y continuó durante largo rato conversando con él mentalmente. Finalmente le dijo que separara su gota de agua y le pidió que nuevamente asentara con un ligero movimiento de su barbilla después de haberlo hecho. Cuando el Chamán observo el suave movimiento dejó de hablar solo en su mente y volvió a dirigirse a él en voz alta diciéndole: ahora ve retirando la luz de la

telaraña para que deje de ser evidente la unión entre ambos y así lo hizo “Gato Inquieto”. Por último le indicó, abre tus ojos, por hoy es todo, hagamos la fogata, cenemos para descansar bajo la quietud del cielo estrellado. Muy de mañana ambos se levantaron y dieron un corto paseo por la orilla del río hasta la cascada, estuvieron un tiempo y regresaron al campamento, ahí desayunaron, descansaron y retomaron lo que habían estado haciendo el día anterior. El Chamán sugirió que debían ubicarse en el mismo sitio, así que ambos se sentaron en sus respectivos lugares. Repitieron el proceso hasta que “Gato Inquieto” hubo de seguir escuchando la voz del Chamán aún cuando este solo pronunciaba las palabras en su mente. Luego el Chamán le dijo, en lo sucesivo quiero que te concentres en sentir y conforme lo vayas haciendo, descríbemelo. Cuando yo te lo indique comenzaras y me dirás que percibes. El Chamán puso su mano en el suelo y enfoco su percepción al calor que emanaba de la tierra, e instantes después dijo en su mente: listo “Gato Inquieto” dime qué sensación percibes. “Gato inquieto” le contestó en voz alta, siento algo caliente y áspero en mis manos. Luego el Chamán enfocó su percepción al viento que acariciaba su cara. “Gato Inquieto” dijo: ahora siento el viento húmedo que recorre mi rostro. El Chamán enfocó su mirada hacia el árbol bajo el cual estaban sentados y preguntó a “Gato Inquieto”, ¿Qué percibes?, “Gato Inquieto” contestó, algo como una sombra con grandes brazos, bien “Gato Inquieto”, ahora concéntrate en esa silueta y trata de percibirla más claramente. Los brazos son ramas e incluso distingo sus hojas, la sombra es el tronco. Por último el Chamán se concentró en percibir

simultáneamente todo estímulo proveniente de aquel lugar en ese momento, de tal forma que pudiera construir en su mente la imagen completa. “Gato inquieto” se mantuvo en silencio por algunos instantes y finalmente le dijo: “Chamán, no puedo expresar qué percibo pues es algo confuso, pero sí puedo decirte lo que siento, armonía, equilibrio, paz, tranquilidad. El Chamán le dio las mismas indicaciones del día anterior para separar el vínculo entre ellos. Una vez que “Gato Inquieto” abrió los ojos, el Chamán supo que estaba listo para revelarle lo que aún desconocía de lo que habían estado haciendo. “Gato inquieto”, la conexión entre nosotros va más allá del ámbito sensorial, pues has sido capaz no solo de escuchar mi voz en el viento, sino también la voz de mi mente, así como de sentir lo que yo siento y ver lo que yo veo”. Lo aprendido había dejado exhausto a “Gato Inquieto”, por lo que el Chamán decidió que era momento de descansar y continuar al día siguiente. Al igual que el día anterior, iniciaron con un paseo a la cascada y luego el desayuno. En esta ocasión el Chamán eligió un lugar ligeramente apartado del anterior y a diferencia de los días pasados comenzaron cerca del atardecer. Y le dijo a “Gato Inquieto”, ahora dejarás que tu conciencia se haga consciente de la telaraña que te una a otros seres vivos, primero te unirás a un árbol, luego a una roca, luego al agua que corre en el río. Cada vez que te unas a un nuevo ser te separarás del anterior. También te vincularás al Sol, a la Luna y por último a una de las luces en el cielo. El Chamán le recordó antes de que iniciara la conexión, la vida se funde con la vida y los seres así unidos perciben como si fueran uno mismo. Ahora estás

listo para ser árbol y percibir como el árbol percibe, para ser roca, agua, Sol, Luna, luz del cielo nocturno y percibir como ellos perciben. Como árbol “Gato Inquieto” pudo sentir el correr de la vida desde sus raíces a todo su cuerpo, el sol en sus hojas, el viento mecer dulcemente sus ramas. Como piedra sintió el calor del día y el fresco de la tarde, la vida como un instante congelado en el tiempo. Como agua que fluye en el río sintió el correr de la vida. Como el sol sintió el calor y el fuego que emanaban de él, con cada emanación de calor parte de su vida se escapaba, pero esa vida que perdía como Sol, era vida que daba a todo aquello que iluminaba. Caída la noche se fusionó con la luna sintiendo la frialdad de una vida inerte, pero también pudo percibir su mundo y más luces en el cielo de las que jamás pensó que podría haber. Cuando reveló la telaraña que lo unía con una de las luces en el cielo, comprendió que tal cosa como aquí o allá no existe, todo está donde tu conciencia se encuentra, cuando te haces uno con otra vida, la noción de distancia desaparece. El Chamán comentó, para terminar con lo que he querido que conozcas solo te pediré algo más, que te vincules con nuestro hermano lobo y permanezcas con él lo que resta de la noche. Así lo hizo “Gato Inquieto”. Al llegar el amanecer, el Chamán solicitó a “Gato Inquieto” que se separara del hermano lobo. Hasta el día de hoy nadie sabe a dónde fue y que vio durante esa noche “Gato Inquieto”. El Chamán le pidió a “Gato Inquieto” que entrara en la tienda, se recostara y descansara.

Pasado un tiempo prudente, el Chamán despertó a “Gato Inquieto” y se dirigió a él diciendo: El Chamán se vincula con cada ser, percibe extrasensorialmente lo que ellos perciben sensorialmente, durante el tiempo que dura la unión ambos son uno, por esto el ser también se transforma en lo que el Chamán es. Así si el Chamán es amor, paz, salud, el ser vinculado también lo será, pero si es miedo, desesperanza, angustia, lo mismo sucederá. Es por esto que el Chamán puede comunicarse telepáticamente, ver a distancia, sanar, modificar el clima, “transformarse” en otro ser, y mucho más. Al terminar desayunaron, levantaron la tienda y el Chamán dijo a “Gato Inquieto” dándole un par de palmaditas en la espalda, ya es tiempo de volver a la aldea “pequeño Chamán”. Así iniciaron el camino de regreso.

LA MUJER QUE LLEGÓ CON EL VIENTO Desde el amanecer hasta que el Sol alcanzo su punto más alto en el cielo estuvo soplando un viento fuerte que venía del oriente. Casi todo el pueblo se encontraba recluido en sus tiendas, solo algunos guerreros que siempre mantenían vigilado el campamento permanecían fuera. De pronto uno de ellos notó una figura que se aproximaba por el este, rápidamente hizo un sonido con la boca y dos guerreros acudieron al punto donde él se encontraba. Los tres alistaron sus hachas y arcos, esperando a que aquella figura empezara a definirse conforme se fuera acercando. Como no sabían si vendría sola, los demás guerreros prepararon sus armas en sus respectivos puestos de vigilancia. En tal estado de incertidumbre uno de los tres guerreros, el más valiente, decidió caminar hacia la figura, la cual en ciertos momentos se confundía con la maleza del bosque.

Cuando estuvo lo

suficientemente cerca para identificarla sin que la aparición del bosque lo viera, se percato de que era una mujer, sin embargo, de inmediato notó que no pertenecía ni a su pueblo, ni a ningún pueblo de la región, además había algo muy extraño en su apariencia, era como si su cuerpo se desvaneciera. Impactado por la visión, de momento se quedó helado, no sabía qué hacer, pero era un guerrero, así que se armó de valor y se acercó a ella. Cuando la mujer noto la presencia del guerrero, se detuvo, lo miro, y después de breves instantes, simplemente lo ignoró y siguió su camino hacia la aldea, entonces los otros dos guerreros que habían visto lo ocurrido avisaron a los demás, así fue como uno de ellos corrió a la tienda del Chamán, pidiéndole que lo acompañara lo antes posible.

El Chamán llegó al lugar y también vio a aquella extraña mujer cuya figura parecía desvanecerse, de inmediato se acercó a ella, en esta ocasión, ella se detuvo frente al Chamán, extendió ambos brazos hacia el frente con la palma de la mano extendida hacia arriba, luego puso una palma sobre la otra como formando una cruz. Aunque el Chamán no podía saber cuál era el significado de aquel extraño gesto, decidió hacer lo mismo, ya que supuso que se trataba de un tipo de saludo. Ella se sentó y también el Chamán en tanto los guerreros solo observaban a una distancia prudente. A un costado de donde se encontraban sentados había una enorme roca, la mujer extendió su dedo índice como si la señalara, luego comenzó a mover su dedo, de inmediato la roca fue cincelada con fuego, signos que seguían el movimiento del dedo de la mujer iban tomando forma en la superficie. Cuando el fuego se extinguió, el Chamán pudo observar varios símbolos gravados en la roca. El Chamán voltio hacia la mujer y la miró con una expresión de extrañeza, como esperando algo más de parte de ella, algo que le pudiera ayudar a entender no solo lo que aquello significaba, sino ¿por qué lo había hecho? La mujer parecía no entender el gesto en el rostro del Chamán, simplemente hizo el mismo saludo con la palma de las manos, se levantó, caminó hacia la roca, se paró junto a ella, miro fijamente al Chamán sin ningún tipo de expresión, luego le dio la espalda, se volvió hacia la roca y al tocar los símbolos con su mano, la imagen de la roca, la maleza, y los árboles detrás de la roca, parecieron deformarse en una especie de espiral, ella dio un paso hacia el centro de aquello y desapareció.

De inmediato la zona del bosque que parecía haberse deformado, volvió a la normalidad. Sin comentar nada, el Chamán y todos los guerreros regresaron al campamento. Durante mucho tiempo nadie mencionó lo ocurrido aquella tarde en el bosque.

SÍMBOLOS Habían pasado dos lunas y muy pocas veces el Chamán se había detenido a meditar sobre lo que ocurrió con la mujer del bosque. Pero a pesar de su reticencia a recordar tan extraño encuentro, sabía que no podía seguir postergando el asunto. Había varias cosas que no comprendía, pero que tampoco podía olvidar, así que comenzó a meditar sobre lo ocurrido aquel día. Recordó que la mujer había puesto sus palmas extendidas hacia arriba, una sobre la otra formando una especia de cruz a manera de saludo, o al menos, eso era lo que él había interpretado. ¿Qué habría querido darle a entender? Meditando se dio cuenta que las manos representaban principios opuestos, el que una se colocara sobre la otra formando una especie de cruz, significaba que los 4 elementos, tierra, viento, fuego y agua, opuestos por naturaleza debían sobreponerse, no unirse, o fundirse, porque si así lo hubiera querido insinuar aquel ser, una mano hubiera estrechado a la otra con las palmas encontradas. Sin embargo ambas apuntaban hacia arriba y solo se tocaban formando la cruz. El misterio comenzaba a develarse, pero Chamán sabía que no era todo, faltaba algo más, así que continuó en estado contemplativo. En tanto esto ocurría en la tienda del Chamán, “Gato Inquieto” había ido al bosque a cazar una liebre para comer. Después de caminar y alejarse una considerable distancia, por fin vio una liebre, así que comenzó a perseguirla y a dispararle con su arco. Corrió y corrió hasta que quedó exhausto, sin darse cuenta llego a un lugar

cercano a la aldea, pero la liebre había sido demasiado rápida, y a “Gato inquieto” no le quedó más que detenerse para recuperar el aliento. Se inclinó un poco, colocó las manos sobre sus rodillas y paulatinamente su corazón fue recuperando su ritmo normal. Durante este trance de recuperación, “Gato Inquieto” levantó la vista y miró frente a él una enorme roca, la cual veía algo borrosa, así que pensó que aquella percepción se debía a su extremo agotamiento. Cuando finalmente se repuso se acercó a la roca, la cual seguía viendo borrosa, pero no le dio importancia, pues estaba seguro que se debía a su agotamiento. Cuando estuvo lo suficientemente cerca observó unos extraños símbolos grabados en ella, y como eran varios, decidió memorizar solo uno, el que le pareció más simple. Como “Gato Inquieto” conocía muy bien el bosque, de inmediato inició su camino de regreso a la comunidad. En tanto esto ocurría el Chamán despertaba de su trance, ahora sabía que ese día tres de los cuatro elementos insinuados en el saludo de la criatura habían estado presentes. El viento que soplaba en la misma dirección por la que la mujer había aparecido, el fuego con el que había cincelado la roca, y la tierra representada por la misma roca, ¿pero el agua?, no recordaba ningún riachuelo, o lluvia, ni siquiera había rocío en la maleza. En eso estaba el Chamán dentro de su tienda cuando inesperadamente entró “Gato Inquieto”, desde luego el Chamán se sobre saltó pues estaba muy concentrado en aquello que lo tenía profundamente involucrado. Después del sobresalto el Chamán dijo: ¿Qué sucede “Gato Inquieto”, por qué has entrado de esta forma a mi tienda? entonces “Gato Inquieto” le respondió: me encontraba en el bosque persiguiendo

una liebre cuando sin darme cuenta llegué a un sitió donde el cansancio no me dejó continuar, luego alce la vista, y frente a mí se encontraba una enorme roca con una serie de símbolos que jamás había visto grabados en ella. Decidí aprenderme la forma de una de ellos y corrí para no olvidar ningún detalle. “Gato Inquieto” le pidió al Chamán que salieran de la tienda y tomando una rama dibujó el símbolo en el suelo, diciéndole: lo que vi era algo así.

Al ver Chamán el dibujo de “Gato Inquieto” simplemente lo observó en silencio durante un tiempo, y luego dijo: este símbolo debe representar agua pues es el elemento faltante que la mujer indicó en su saludo. Luego siguió viéndolo, y al cabo de otro tiempo, dijo: como el símbolo fue grabado en la roca, representa un tipo de agua estática, invariante en el tiempo. Entonces “Gato Inquieto” dijo: ¡si Chamán, es agua congelada! debe ser hielo, ¡el símbolo se asemeja a un copo de nieve! Así fue como el Chamán comprendió que el cuarto elemento estaba grabado en la roca. Sin embargo aún había algo que lo inquietaba, si había bastado un solo símbolo para descubrir lo que representaba, ¿por qué había varios símbolos más? “Gato Inquieto”, vio nuevamente el símbolo y sin esperar demasiado dijo: debe tratarse de un tipo de lenguaje, nosotros usamos símbolos para expresar ideas, el

que no comprendamos aún lo que cada símbolo representa, no quiere decir que no tengan un significado. Yo creo que se trata de un lenguaje de copos de nieve. Entonces el Chamán se levantó y dijo: vayamos a la roca y tallemos en madera los símbolos, así podremos estudiarlos detenidamente y si logramos descifrarlos sabremos que misterio encierran. Y así lo hicieron.

DESTELLO MÍSTICO Cuando el Chamán y “Gato Inquieto” llegaron a la roca comenzaron a tallar en madera los símbolos que había en ella. En tanto hacían esto, el Chamán le contaba la historia de lo ocurrido con la mujer que había grabado con fuego la roca. Dado lo ameno e interesante de la plática y a pesar de que invirtieron bastante tiempo en su tarea, no se percataron de que el sol estaba por caer, por lo que suspendieron la talla y regresaron a la aldea. En la tienda del Chamán siguieron la amena charla, y “Gato Inquieto” preguntó, en todos los lugares que has visitado a lo largo de tu vida, ¿jamás viste símbolos semejantes?, no “Gato Inquieto”, sin embargo hay un lugar a dos días de camino donde vive una mujer a la que su pueblo conoce como “Hija de las Estrellas”, es una mujer sabia que guía y aconseja a su gente. Ella habla de sus ancestros como inmigrantes de tierras lejanas que en el inicio de los tiempos se establecieron en el Valle del Silencio, con el paso de las lunas algunas familias se dirigieron al oeste en busca de mejores tierras, y justamente ellos fueron los fundadores de su pueblo. Este relato, aunque fascinante, poco o nada tendría que ver con estos símbolos de no ser porque antes de partir, ella me dijo: el agua es el espejo del tiempo, ella encierra sabiduría y entendimiento. Aunque jamás he entendido lo que esto significa, estos símbolos me trajeron sus palabras a la memoria. El pueblo donde “Hija de las Estrellas” vivía era conocido en la región como Or o Pueblo de Luz. Se encontraba en un valle rodeado por altas montañas, por lo que no era de fácil acceso. Se requería escalar y luego bajar por escarpadas laderas. Quienes lo habían visitado lo describían como lleno de hermosas plantas, árboles

enormes, pájaros de brillantes colores, un lugar en el que siempre era posible percibir un suave y agradable aroma en el viento. “Gato Inquieto” le sugirió al Chamán que visitaran el pueblo de Or. Después de tan interesante relato, no tenía la menor duda de que “Hija de las Estrellas” les ayudaría a comprender que secreto encerraban los misteriosos símbolos del agua. Al día siguiente se dirigieron a la roca para terminar de tallar los símbolos faltantes y de ahí iniciaron su camino hacia el Pueblo de Or. Dos días después llegaron a su destino, en aquel lugar varios pobladores conocían bien al Chamán, así que en cuanto lo reconocieron, de inmediato fueron a darles la bienvenida. Al enterarse “Hija de las Estrellas” de que el Chamán estaba en Or salió a su encuentro en compañía de su hermosa hija adolescente “Destello Místico”. Luego los cuatro comieron en la tienda de “Hija de las Estrellas”. “Hija de las Estrellas” preguntó, ¿y bien, cuál es el motivo de su visita? el Chamán le contó lo ocurrido en el bosque con la mujer que llegó con el viento y la manera en la que había interpretado todo aquello, remarcó que él y “Gato Inquieto” suponían que los signos debían ser un tipo de lenguaje basado en agua congelada o copos de nieve. “Destello Místico” estaba muy interesada y pidió que les mostraran los símbolos de los que habían estado hablando. Ambos dijeron, esto es lo que fue grabado en la roca”.

Después de recorrer con la vista todos los símbolos que Chamán y “Gato Inquieto” les mostraron, "Destello Místico” dirigió la mirada a “Hija de las Estrellas” y como si adivinaran lo que cada una pensaba al respecto, ambas asintieron con la cabeza. “Destello Místico” se levantó y camino hacia un rincón de la tienda, de ahí sacó una piedra laja, regresó a su lugar y la colocó a un lado del grupo de símbolos.

“Hija de las Estrellas” se dirigió al Chamán y a “Gato Inquieto” diciendo: sus símbolos tienen cierta semejanza con los de esta piedra. Mi pueblo la conoce como la Piedra del Ensueño, ha sido legada de padres a hijos por nuestros ancestros desde que llegaron a este valle, hace ya incontables lunas. Por la similitud estoy segura que

sus símbolos se relacionan con los de nuestra piedra e incluso podrían ser anteriores, pero solo podrán comprobarlo si viajan al Valle del Silencio de donde proviene nuestro pueblo, ahí encontrarán las respuestas que buscan sobre el misterioso lenguaje que se encierra en los símbolos grabados por la mujer que llegó con el viento. Chamán aún meditaba sobre lo que acababa de escuchar, cuando “Gato Inquieto” rompió el silencio y dijo, yo iré, hay algo dentro de mí que me impulsa a desentrañar el misterio del lenguaje del agua. Entonces Chamán se dirigió a él diciéndole, encuentra y cumple tu destino, este es tu camino, no el mío. “Destello Místico” se dirigió a “Gato Inquieto” diciéndole: si vas a realizar el viaje hay dos cosas que debes saber, la primera es que ya nadie recuerda la ubicación exacta del Valle del Silencio, y la segunda es que no debes viajar solo. “Hija de las Estrellas” intervino diciendo: Chamán, ¿recuerdas el gestó que hizo la mujer con las manos, aquel que interpretaste como saludo?, Chamán respondió: si, pues bien, ese saludo en nuestro pueblo es conocido, pero solo por algunos ancianos y significa que la verdadera esencia de lo que se anhela solo se manifiesta en el preciso instante en el que los opuestos se diluyen el uno en el otro. En ese momento “Destello Místico” continúo la plática: aunque es cierto que nadie sabe cómo llegar al Valle del Silencio, también es cierto que hay una vieja leyenda que dice: cuando el elegido llegue, su corazón lo guiará y el sendero que

anhela le será revelado en el evanescente instante en el que el día se transforma en noche, y en el que la noche se vuelve día. Luego se dirigió a “Gato Inquieto” diciéndole: si tú eres el elegido tu corazón sabrá encontrar el camino. Entonces “Gato Inquieto”, tan sorprendido como confundido preguntó ¿y si yo no soy el elegido? tu viaje nunca terminará. Ahora que sabes todo esto, ¿aún deseas ir en busca de tu misterio? “Gato Inquieto” guardo silencio unos instantes, miró nuevamente los símbolos y exclamó: no sé si soy o no el elegido, lo que sí sé es que mi espíritu es fuerte y mi anhelo firme, por lo que mi decisión de ir es definitiva, pero voy a requerir de toda la ayuda que puedan brindarme. ¿Cómo sabré cual es el preciso momento en el que el día y la noche se diluyen el uno en el otro y quién habrá de acompañarme? A tales interrogantes “Destello Místico” le respondió, tu acompañante será mi lobahalcón, ella de noche como loba, te cuidará celosamente y de día como halcón, guiará tus pasos certeramente. También a través de ella sabrás el momento preciso en el que la noche y día se tocan. Por la expresión de tu rostro percibo que no comprendes. Tu compañera de día se manifiesta como halcón, pero en el momento en el que el día toca la noche su verdadera esencia es perceptible y cambia su apariencia ala de una loba. El instante de la transformación de tu compañera es el momento en el que tu corazón podrá percibir el camino hacia el Valle del Silencio, así como su apariencia real. Pero recuerda, si tu corazón no es

conforme al de ella o al del Valle del Silencio, aunque todo se te revele, nada podrás percibir. Por último “Hija de las Estrellas” dijo al Chamán, ambos deberán permanecer con nosotras hasta la siguiente luna, tiempo en el que partirán, tú de regreso con tu pueblo y “Gato Inquieto”, bueno, solo él sabrá.

LOS DÍAS EN OR Los primeros días en Or fueron de mucha tranquilidad, básicamente ambos se dedicaron a pasear en compañía de “Hija de las Estrellas” y de “Destello Místico”. Pasados tres días “Gato Inquieto” estando a solas con el Chamán le comentó: ¿no has notado algo extraño?, es como si Or cada día fuera ligeramente diferente, los árboles aunque se parecen,

tienen frutos de formas y colores que varían

continuamente. Los animales de una misma especie se presentan con manchas distintas en su piel, algunas veces son rayados, otras moteados, otros son blancos, otras azules, en fin lo mismo ocurre con el agua, las piedras, la tierra, todo aquí cambia, pero sin perder su esencia, brillo y hermosura. Es cierto “Gato Inquieto”, aquí todo cambia, y es así porque Or es el reflejo del ser interno de sus habitantes. Chamán le dijo a “Gato Inquieto”, esta noche no descansaremos en nuestra tienda, iremos al interior del valle, en esta ocasión “Hija de las Estrellas” y “Destello Místico” no nos acompañarán. Y así lo hicieron, caída la noche se adentraron en el valle, cuando llegaron a un lugar lo suficientemente alejado de las tiendas de los habitantes, Chamán le comentó a “Gato Inquieto”, antes de partir deberás convertirte en hombre. Chamán le pidió a “Gato Inquieto” que se sentará en un tronco, luego le vendó los ojos y le dijo: por ningún motivo deberás quitarte la venda durante toda la noche sin importan los ruidos que escuches. Tampoco podrás pedir ayuda a nadie. Solo con

la aparición del primer rayo de sol podrás retirar la venda de tu rostro. Yo regresaré a la tienda y volveré por ti al amanecer. Sin lugar a dudas se trató de una larga noche para “Gato Inquieto” escuchando lechuzas, búhos, el aullar de lobos, el gruñir de osos, el croar de algunos sapos, diferentes ruidos en la maleza que anticipaban el movimiento de animales. Coyotes curiosos que se acercaban demasiado. Así transcurrió la noche sentado estoicamente en el tronco sin quitarse la venda a pesar del profundo temor que sentía al escuchar el viento silbar entre los árboles y el crujir de los pequeños arbustos. Por fin, con los primeros rayos de sol la terrible noche termina, “Gato Inquieto” se quita la venda, ¡ya es hombre!, y con gran sorpresa descubre que el Chamán siempre estuvo sentado junto a él. El Chamán nunca se fue, veló con él toda la noche en silencio para protegerlo del peligro sin que él se diera cuenta. El paso de la niñez a la madurez se había consumado. Chamán tomó la mano de “Gato Inquieto” para ayudarlo a levantarse y juntos en un ambiente de feliz camaradería regresaron a su tienda y descansaron. Dos días después “Hija de las Estrellas” manda llamar a “Gato Inquieto” y le dice: el momento de descubrir cosas grandes y ocultas que tú no conoces ha llegado. Y continúa diciéndole: hubo un tiempo en el que el otro mundo estaba unido al mundo de los hombres. Aún ahora esto no ha cambiado, pero es el hombre quien lo ha olvidado y negado esta unión. Debes transmutar tu ser para que libre de toda impureza perdure más allá del mundo, solo así será digno de transitar en la

eternidad. Todo cuanto se una a ti será el fiel reflejo de tu ser, pero no por ello significa que podrás percibirlo en su totalidad. Solo percibirás aquello en lo que crees, si limitas tus creencias, muy poco de tu ser percibirás, si las amplías aún aquello que no quisieras percibir se te revelará, pero si aprendes a focalizarlas y las transformas en convicciones, percibirás solo aquello que tu corazón desea. También existe una percepción aún más profunda que va más allá de lo que tus sentidos pueden revelarte, una que proviene del libre viaje de tu otro ser por el espacio y el tiempo en tanto tu ser físico yace inmóvil. Esta es la Visión del Halcón, juntas la percepción que tus sentidos te dan y la Visión del Halcón, te permiten entablar una comunicación consciente con la parte de realidad que tu corazón te haya llevado a focalizar. Una vez que “Hija de las Estrellas” pronunció estas palabras a “Gato Inquieto”, le dijo: entra en esta tienda, aquí no hay nada más que un recipiente con agua para beber, pasarás los próximos dos días en su interior. El primer día yo entraré en la tienda y te dejaré un recipiente con tierra, enfocaras tus sentidos y mente en ella, luego pasado un cierto tiempo, en el atardecer regresaré y retiraré el recipiente, abriré tu tienda y sentirás el viento nocturno, nuevamente enfocarás tu mente y tus sentidos en el viento. Cuanto el sueño te venza resiste todo cuánto puedas, luego duerme. El segundo día entraré en la tienda y te dejaré un recipiente con agua, harás lo mismo, dejarás que tu mente y sentidos se concentren en ella, llegada la tarde,

retiraré el recipiente con agua e introduciré otro con fuego, lo mismo habrás de hacer, y luego, cuando el sueño te venza resistirás lo más que puedas y dormirás. El tercer día irás conmigo a la Matriz de Or, una cueva ancestral, ahí alcanzarás la transmutación del ser y recibirás la Visión del Halcón… ¡será tu renacimiento!”. “Gato Inquieto” realizó lo encomendado por “Hija de las Estrellas” durante los dos primeros días, cuando llegó el tercer día sabía que estaba listo para ir con ella a la cueva ancestral que su pueblo conocía como la Matriz de Or. El trayecto lo realizaron en silencio, cuando llegaron a la Cueva, ella entró con él y lo llevó a un lugar que era utilizado por su pueblo como santuario. Le dijo, siéntate ahí, no beberás, no comerás, ni dormirás, ni te moverás durante los próximos siete días. En esta cueva corre el viento, habrá fuego que permanecerá encendido por los siete días que estarás aquí, escucharás el correr del agua que fluye por el cauce del río subterráneo y te quitarás la ropa para que en tanto permanezcas sentado tu cuerpo esté en contacto con la tierra. Cuando tu mente deje de percibir los estímulos de estos cuatro elementos en tu cuerpo, y lo único que reconozca sea la oscuridad y el silencio, lo que tus sentidos no conocen se comenzará a revelar en tu mente, verás sin mirar, escucharás sin oir, te desplazarás sin moverte, conocerás lo incognoscible. ¡Pero cuidado! si el miedo te domina, penetrarás en regiones de oscuridad y tal vez nunca regreses. Así es que te pregunto ¿estás listo para esto?, aún es tiempo de que te retractes, nadie te va a juzgar por hacerlo. Pero “Gato Inquieto” respondió: sigamos adelante, estoy preparado.

Durante un tiempo parecía que nada ocurría, no alcanzaba el nivel de estado alterado de conciencia necesario para ignorar los estímulos que llegaban a sus sentidos, pero en un instante todo eso cambió, sin comprender cómo, solo percibía silencio en la oscuridad, “Gato Inquieto” sabía que a pesar de haber alcanzado el instante místico que había estado anhelando, también representaba el trance más peligroso, pues reconocía que la oscuridad y el silencio son compañeros del miedo. Este era el momento para el que se había preparado los días anteriores, no podía fallar, no debía sentir miedo, él sabía que si pasaba el umbral, estaría listo para experimentar la Visión del Halcón. Y así fue. “Gato Inquieto” atravesó sin miedo el umbral y miró sin mirar, escuchó sin escuchar, viajó sin moverse y grandes cosas que él no conocía le fueron reveladas en el Santuario de la Matriz de Or. Cumplido el tiempo “Hija de las Estrellas” regresó a la Cueva con agua y algo de comida, cuando vio a “Gato Inquieto” aún en trance no dudo ni por un momento que había logrado atravesar el umbral y alcanzado el estado consciente de Visión de Halcón. Sigilosamente se acercó a él y con una suave caricia en su rostro y un dulce susurro en su oído lo sacó del trance. El la miró y con una sonrisa en el rostro solo le dijo: Gracias. Durante los siguientes días “Destello Místico” y “Gato Inquieto” convivieron mucho, casi siempre estaban juntos, platicaban, jugaban, recorrían senderos durante el atardecer, trepaban árboles, cosechaban frutos, sin duda fueron momentos de felicidad para ambos.

En Or había varios jóvenes, uno de ellos era “Coyote Astuto”, muchacho activo que continuamente daba problemas a sus padres y que sentía una gran atracción por “Destello Místico”, aunque ella jamás le había dado pie para que el pretendiera algún tipo de relación formal. Cierto día “Destello Místico” invitó a “Gato Inquieto” a lo alto de una de las montañas en el interior del valle, una vez que llegaron al mirador de roca en la ladera de la montaña que daba al río que cruza el valle, se sentaron y admiraron el bello paisaje. Ese día “Destello Místico” llevaba consigo algunos objetos en su bolsa, mientras platicaban ella sacó un aro de sauce, le amarro plumas de halcón, pelo de caballo y cuentas, luego comenzó a tejer una especie de telaraña en su interior. En tanto avanzaba en su tejido “Destello Místico” comentaba: en cada tiempo de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas otras malas. Si te encuentras en las buenas te guiarán por la dirección correcta, pero si escuchas las malas te lastimarán y te llevaran en la dirección equivocada.

Hay muchas fuerzas y diferentes

direcciones que pueden interferir con la armonía de la naturaleza y con el Gran Espíritu y sus maravillosas enseñanzas. Cuando “Destello Místico” terminó la red tejida de afuera hacia adentro se la entregó a “Gato Inquieto” diciéndole: mira, la telaraña es una forma mística perfecta, pero en el centro hay un agujero. La energía creativa y positiva vertida de los sueños queda atrapada en la telaraña de la vida, mientras que todo lo malo, negativo y atemorizante se escapará a través del agujero del centro para no ser nunca más parte de ellos.

Este objeto que hoy te obsequio te ayudara en tu viaje, el te protegerá disolviendo el miedo y las energías negativas. Jamás te separes de él, cuélgalo de tu cuello. Cuando lo mires, te acordarás de mi, cuando lo toques estaré contigo. Bien, es tarde, es hora de regresar pues no quiero caminar de noche. Recorrieron el camino al igual que los otros días, jugando, riendo, conversando, recogiendo pequeñas piedras y al llegar se despidieron con un tierno abrazo. De lo que ninguno se percató fue que “Coyote Astuto” los espiaba escondido detrás de los árboles. Así llegó el término pactado, la siguiente luna, y con ella el momento de partir. La noche anterior cenaron los cuatro, “Hija de las Estrellas”, “Destello Místico”, “Chamán” y “Gato Inquieto”. Luego se despidieron y fueron a dormir, durante la noche “Gato Inquieto” tuvo una extraña visión, algo como una figura con líneas rectas y semicírculos. En la mañana le describió su visión al Chamán, luego ambos fueron con “Hija de las Estrellas” y “Gato Inquieto” volvió a describirla ante ella.

Al terminar de escuchar la detallada descripción de “Gato Inquieto”, “Hija de las Estrellas” y “Destello Místico”, dijeron: ya es momento de que des inicio a tu viaje. Solo llevaras a la loba-halcón, el objeto que te obsequie, tu ropa y tu calzado.

“Hija de las Estrellas” se dirigió a él, le tomó ambas manos y le dijo, siempre recuerda estas palabras, cuando el momento llegue pronúncialas en voz alta: “KRESHT SE SI UL´T S´SL ILJU” es una frase que mis antepasados me legaron en una antigua lengua, inexistente ahora, y significa “resplandece en tu vuelo, solo ante el Sol”. Tocó el turno al Chamán quien le dijo: adonde quiera que tu corazón te lleve, mantente cerca del Gran Espíritu, muestra gran respeto por tu semejante, trata a la Tierra y a todo lo que hay en ella con respeto, da asistencia y cariño donde se necesite, se honesto y sincero siempre y que tus esfuerzos se encaminen hacia el beneficio de toda la humanidad. De igual forma “Destello Místico” lo abrazó tiernamente y le dijo: Puedan los cálidos vientos del cielo soplar suavemente sobre tu rostro. Pueda el Gran Espíritu bendecirte y cuidarte, y a todo el que encuentres en tu camino. Puedan tus mocasines hacer felices sendas por muchas tierras. Pueda el arcoíris siempre tocar tu hombro y poner paz en ti. Nuevamente “Hija de las Estrellas” se dirigió a él diciéndole: inicia tu camino dirigiendo tus pasos hacia donde sale el sol, y así lo hizo “Gato Inquieto”, pronto su silueta y la de su halcón se desvanecieron confundiéndose con el paisaje. La aventura de “Gato Inquieto” había comenzado. El Chamán se despidió de su vieja amiga y de su encantadora hija, al igual que “Gato Inquieto” su imagen se fue diluyendo conforme se iba alejando del Pueblo de Or.

EL LABERINTO DEL OCTAVO UMBRAL “Gato Inquieto” pronto encontró un sendero en su camino hacia donde sale el Sol, así que lo siguió mientras su halcón lo acompañaba volando frente a él. No había caminado demasiado cuando a sus pies vio una figura que se asemejaba a lo que había visto en sueños la noche anterior.

Mientras halcón volaba en círculos sobre la imagen grabada en el suelo, “Gato Inquieto” caminaba dentro de sus surcos siguiendo el camino que lo llevaría al centro, cuando estuvo parado en la parte más interna de la figura, llamo a su halcón y este se posó en su brazo. Como ya era casi de noche, colocó en el suelo al halcón, y sin que él se percatara cambio su forma a la de loba. Desde el centro hecho un vistazo alrededor y vio una especie de “puerta” entre los árboles, de inmediato sintió el impulso de ir hacia allá. Entro y comenzó a recorrer el primer semicírculo de la figura tal y como lo hiciera momentos antes sobre la figura del bosque. Desde luego la oscuridad era total, sabía que no debía sentir miedo pues la loba iba a su lado y por nada se separaría de él, además llevaba en su cuello el objeto que “Destello Místico” le había obsequiado y que sin duda le sería de gran ayuda para desvanecer el temor.

Poco había avanzado cuando delante de él una especie de bruma comenzó a tomar forma, al quedar definida en su totalidad, se dio cuenta que era él mismo cuando niño, lo cual le sorprendió mucho, pero aun no se había recuperado de la sorpresa cuando la figura se desvaneció, en tanto el seguía caminando, luego otra imagen se materializó ante él, esta vez era él mismo pero un poco mayor a su edad actual, lo mismo ocurrió, se desvaneció y siguió avanzando, casi al terminar el primer semicírculo se materializó otra forma, esta vez se trataba de un anciano, quien “Gato Inquieto” estaba seguro que también lo representaba a sí mismo. Dio vuelta en “U” y entró al segundo camino en semicírculo dentro del laberinto en esta ocasión la bruma se materializó en diferentes versiones de él mismo a una misma edad. Había muchos niños corriendo, todos a pesar de ser ligeramente diferentes, lo representaban a él en la etapa de su niñez, conforme avanzaba lo mismo ocurría, había muchos hombres similares a él en su edad actual pero con sutiles diferencias, y al final muchas versiones de sí mismo en la senectud. Sin comprender lo que veía llegó al siguiente nivel del laberinto, nuevamente dio vuelta en “U” y entró al tercer semicírculo, caminó con la loba recorriendo la densa oscuridad, durante el trayecto nada ocurrió, y así llegó al siguiente nivel, no sin dar la acostumbrada vuelta en “U”. En este nivel tampoco observó nada, pero si sintió como si recorriera el semicírculo de cabeza, sin embargo debido a la densa oscuridad, no podía saber que estaba ocurriendo verdaderamente. Al final del semicírculo la extraña sensación cesó. Nuevamente llegó al punto donde tuvo que dar vuelta en “U” entrando al quinto nivel. Apenas había salido de la “U” cuando comenzó a ver su vida de pequeño en el tiempo en el que sus padres aún vivían, pero como si se tratara de hojas

transparentes, también se veía de niño en situaciones ligeramente diferentes. En su pasado veía la muerte de sus padres, pero en otras hojas, las cuales parecían transparentes y superpuestas unas a las otras, los seguía viendo vivos y él con ellos. En otra su mamá era otra persona, en otra vivía solo con su padre en una aldea diferente, en fin tantas posibilidades como pudiera ver si no se movía sobre el semicírculo. Finalmente se recuperó de la fascinación que aquello le producía y siguió avanzando, ante él apareció en una de las hojas transparentes una imagen de sí mismo en el punto en el que se encontraba al momento dentro del laberinto y en otras, se veía con “Destello Místico” caminando en el Valle de Or, con su abuelo en su pueblo, de cacería con su padre, en fin, al igual que a la entrada del semicírculo, en tantas posibilidades como estaba dispuesto a percibir en tanto no continuara su camino dentro del laberinto. Finalmente inicio la marcha y las visiones se desvanecieron para dar paso a otras que le mostraban varias posibilidades futuras, en una vivía hasta una edad avanzada, en otra moría joven, en otra se reencontraba con su gente, en otras no, en una no salía jamás del laberinto, en otra llegaba a lugares misteriosos que nunca había conocido, no queriendo ver más siguió adelante llegando al siguiente tramo en “U” y lo recorrió. Ahí solo había oscuridad, así que avanzó al siguiente nivel, el séptimo, pero al igual que lo ocurrido en el cuarto nivel le pareció que lo recorría de cabeza, solo que al final no había un tramo en “U” sino que se trataba de una vuelta en escuadra, para entonces aquella sensación había desaparecido y ya no le parecía que anduviera de cabeza, luego recorrió un camino en línea recta, esto era

diferente a todo lo anterior, así que continuo con cierto sigilo topándose al final con una cámara de forma circular. Se sentó en lo que le pareció era la parte central y la loba se recostó a su lado. Recordó por un instante su experiencia en la Cueva de Or, luego paso un tiempo y de pronto en su mente comenzaron a aparecer una serie de imágenes una tras otra de cosas que le eran conocidas, pero también de cosas que jamás había visto, la información llegaba demasiado rápido, tanto que era imposible asimilarla, tan abrumador fue el evento que no pudo más y se desmayó. Cuando al fin abrió los ojos, su loba seguía recostada a su lado, pero la oscuridad se había ido y podía ver maleza pequeña y un hermoso cielo estrellado. Aún sin recobrar totalmente la conciencia miro a su alrededor y vio una piedra con la figura del laberinto grabada en ella.

Después de ver la piedra buscó en diferentes direcciones, pero no pudo encontrar nada similar a la entrada por la que habían ingresado él y la loba. Además recordó que el bosque donde se encontraba el dibujo en el suelo tenía enormes árboles que impedían ver las estrellas, pero ahora no había árboles, solo maleza pequeña y el cielo se veía totalmente lleno de estrellas con velos de hermosos colores que lo recorrían de un extremo al otro.

Caminaron un poco y encontraron un lugar adecuado para pasar el resto de la noche. Mientras esto ocurría, en el Pueblo de Or “Coyote Astuto” había seguido entre los árboles a “Gato Inquieto” sin que nadie lo notara, y lo había visto entrar al laberinto. Como pensó que adentro de aquel lugar habría algo que utilizaría como obsequio para “Destello Místico”, decidió entrar y buscar algo mejor para dar a la chica que tanto le atraía. “Coyote Astuto” nunca vio el dibujo del laberinto hecho en el suelo, simplemente siguió los pasos de “Gato Inquieto” hacia la entrada y entró. De inmediato la oscuridad lo envolvió, el silencio lo invadió y el miedo se apoderó de él. La bruma apareció y comenzó a tomar forma justo frente a sus ojos, pero tanto era el miedo de “Coyote Astuto” que no pudo quedarse lo suficiente como para que la bruma tomara forma, así que corrió sin saber hacia dónde lo hacía en medio de la oscuridad. Por su miedo “Coyote Astuto” quedó atrapado en el laberinto, su viaje jamás terminará. Pero el laberinto era una entidad muy sensible y no podía estar en un estado de desequilibrio, por lo que si ganaba “existencia”, debía arrojar fuera del laberinto la misma cantidad de “existencia”. Fue así que en el sitio donde “Gato Inquieto” había salido apareció un ser cuya forma era indefinida y su naturaleza oscura.

EL NUEVO ACOMPAÑANTE

“Gato Inquieto” despertó justo antes del amanecer y alcanzo a ver el momento místico en el que la loba se transformaba en halcón, pero no pudo percibir más que oscuridad. Pensando que no había percibido nada respecto al camino que debería seguir rumbo al Valle del Silencio, decidió quedarse en el lugar y esperar el anochecer, para ver si en el instante del cambio ahora sí tenía la visión que requería para saber hacia dónde dirigirse y así reanudar su marcha. Aprovechó el día para recoger algunos frutos e ir al río por agua, llegado el atardecer, espero el momento de la transformación, pero nuevamente nada ocurrió, o al menos esa fue su percepción, solo un pequeño instante de oscuridad en la transformación de la loba-halcón. Regresó al lugar donde había dormido la noche anterior y se recostó con la loba a su lado mientras se deleitaba viendo las estrellas, la loba se levantó súbitamente y empezó a gruñir en actitud de defensa-ataque caminando alrededor de “Gato Inquieto”, de inmediato también él se levanto pero no podía distinguir aquello a lo que la loba intentaba agredir, “Gato Inquieto” observó mas cuidadosamente pues era de noche y vio que se trataba de una sombra que se movía en círculos en torno a él, como queriendo sobrepasar a la loba.

De momento sintió temor, pero

nuevamente tocó el objeto que “Destello Místico” le había regalado y el miedo se alejó. Luego pensó en tomar su hacha para defenderse, pero recordó que no la tenía, pues “Hija de las Estrellas” y el Chamán no le habían permitido que viajara con ningún arma. En tanto la loba lo cuidaba celosamente evitando que la sombre

se le acercara, el pensó rápido ¿por qué no querrían que trajera con migo armas si sabían que me esperaban peligros desconocidos?, entonces todo tomó sentido. La oscuridad no se vencerá con violencia, pues ésta y el miedo son su alimento. “Gato Inquieto” acarició a la loba y le dijo, ven junto a mí, recuéstate a mi lado y así lo hizo, luego caminó hacia la entidad oscura y con gran amor y misericordia le toco, justo en ese instante se formó un destello de luz blanca tan poderoso que “Gato Inquieto” y la loba quedaron inconscientes. Cuando despertaron el paisaje se les hizo desconocido, frente a ellos se alcanzaba a ver el mar, pero no era lo único extraño, recostado estaba un coyote. Cuando lo vieron no sabían qué hacer, tampoco sabían si los atacaría o que pasaría, pero el coyote se levantó y lamió la mano de “Gato Inquieto”. Cuando amaneció, durante la transmutación de la loba en el halcón “Gato Inquieto” percibió algo como una estructura muy brillante. Por lo que decidió ir tierra adentro. Ahora durante el día el coyote lo protegía y el halcón guiaba sus pasos. Llego nuevamente la noche, y mientras “Gato Inquieto” y coyote dormían, la loba los protegía celosamente. Cuando despertaron “Gato Inquieto” y coyote ya había amanecido y el halcón se encontraba cerca de ellos, pero no estaban solos, alrededor había un grupo de personas muy altas de piel clara todas vestidas con túnicas blancas.

KRESHT ILJU

El grupo de personas indicó a “Gato Inquieto” que los acompañaran, entonces, él, coyote y halcón avanzaron con ellos. Como ninguno entendía el lenguaje del otro caminaron en silencio, al atardecer y durante el cambio de halcón a loba, “Gato Inquieto” tuvo una visión, en ella escucho la frase que “Hija de las Estrellas” le había enseñando: “Kresht se si ul´t s´sl ilju”. Desde luego no sabía cuál podría ser la importancia de recordar justamente ahora tal frase, pero la conservó en su memoria hasta que su intuición le indicara el momento de pronunciarla. Los seres de túnicas blancas le indicaron a “Gato Inquieto” donde pasar la noche. Con los primeros rayos de luz “Gato Inquieto” se levanto y camino un poco para observar los alrededores, pero solo había campos verdes, luego le indicaron que se sentara e hicieron un círculo a su alrededor, así comenzaron a pronunciar una serie de palabras en su lenguaje. Llego nuevamente la noche y todos descansaron. Al día siguiente “Gato Inquieto” se levanto y al igual que lo había hecho el día anterior miró los alrededores, y vio lo mismo, solo campos verdes. Los seres volvieron a sentarse en círculo en torno a él y continuaron pronunciando una serie de frases que en aquel entonces “Gato Inquieto” no comprendía, pero que más tarde conocería como “el lenguaje del alma”. Así transcurrió otro día y otro más, pero en la mañana del cuarto día, cuando “Gato Inquieto” se levanto sus ojos fueron abiertos y ante el, donde los días anteriores solo había visto hermosos campos verdes, se revelaba una extraordinaria ciudad de cristal, aún no se recuperaba de

su asombro, cuando los seres le indicaron que deberían iniciar la jornada hacia la ciudad, pues lo estaban esperando. Aquella hermosa ciudad estaba construida en círculos de tierra rodeados por canales de agua, su estructura evocaba la imagen del laberinto del octavo umbral. Y con esta extraordinaria imagen en sus ojos, “Gato Inquieto” avanzaba en compañía de su halcón, coyote y los enormes seres de túnicas blancas.

Después de cruzar las enormes puertas de cristal de la ciudad, fue llevado a un salón donde esperó, en tanto lo hacía observó que las paredes estaban formadas por miles de diminutos cristales que emitían tenues destellos de colores, desde luego su halcón y coyote estaban con él. Mientras esperaba comenzó a repetir la frase que “Hija de las Estrellas” le había enseñado “Kresht se si ul´t s´sl ilju”. Pasado el tiempo entraron dos seres uno con apariencia de hombre y otro de mujer, cuando escucharon lo que “Gato Inquieto” recitaba, ellos repitieron solo dos palabras de aquella frase: “Kresht Ilju”.

Luego ella señaló al hombre y dijo “Ituk Gamzu”, luego él la señalo a ella diciendo “Ineni” y ambos señalaron a “Gato Inquieto” pronunciando a la vez “Kresht Ilju”. “Gato Inquieto” comprendió que se estaban presentando y que suponían que “Kresht Ilju” era su nombre. Terminada la presentación les llevaron agua y comida, a él, a halcón y a coyote. Transcurrieron varias lunas hasta que “Kresht Ilju” logró aprender el idioma de sus anfitriones. “Ituk Gamzu” e “Ineni” lo visitaron nuevamente en el salón donde se conocieron, él dijo, yo soy el Guardián del Nombre y ella el Guardián del Cristal, acto seguido le preguntaron: ¿dónde aprendiste las palabras que recitabas la primera vez que te vimos?, él respondió: una sabia mujer a quien su pueblo conocía como “Hija de las Estrellas” me las enseñó. “Ineni” comentó: solo la primera y última palabra nos eran conocidas pues las demás aluden a un lenguaje aún anterior al nuestro. Como solo pudimos reconocer esas dos, decidimos darte el nombre de “Sol Resplandeciente” o “Kresh Ilju”. Háblanos más acerca de la mujer y cómo diste con nuestra civilización. “Kresh Ilju” les contó todo lo que había sucedido desde que Chamán lo llevo a ver los símbolos de la roca hasta el momento actual. Cuando terminó su relato dibujo algunos de los símbolos y les preguntó, ¿acaso ustedes saben lo que significan? Con un discreto nerviosismo ellos dijeron al unísono, no lo sabemos, pero “Kresht Ilju” percibió que no eran sinceros, él se dio cuenta que sí conocían su significado, sin embargo fingió aceptar su negativa. También recordó el saludo que Chamán le describió y lo mostró a la mujer y al hombre, nuevamente preguntó ¿conocen esta expresión de las manos?, y ambos contestaron que sí, es

el saludo que utilizan los Guardianes del Tiempo. Luego ellos se retiraron y le dijeron, descansa por hoy es suficiente. Con el paso de los días, diferentes guías le fueron mostrando su ciudad, lo llevaron a los lugares donde cultivaban sus alimentos, a las estructuras cristalinas donde producían una extraña e intensa luz, también le mostraron cristales pequeños que al tocarlos se convertían en imágenes en la mente. “Kresht Ilju” aprendió mucho con los cristales. Cuando “Ineni” consideró que había llegado el momento, llevó a “Kresht Ilju” con los Guardianes del Tiempo. “Kresht Ilju” les dijo: he notado que aquí todos parecen tener la misma edad, no hay niños ni ancianos, así que presumo que no envejecen, pero ¿tampoco nacen? Los Guardianes del Tiempo se miraron unos a otros y uno de ellos le respondió, eres perceptivo, Ineni acertó al enviarte con nosotros. En cuanto a tu pregunta, la respuesta es esta: Tu noción de tiempo es diferente a la nuestra, aquí no hay pasado ni futuro, todo simplemente es, nuestra niñez ocurre simultáneamente en un eterno ahora párelo a este, igual que nuestro nacimiento, y nuestra vejez. En su noción de tiempo las etapas de su vida son percibidas por ustedes como si la niñez estuviera atrás y la vejez adelante, para nosotros, la niñez y la vejez están a nuestro alrededor, nuestro tiempo no es lineal, es esférico. Días después “Ineni” buscó a “Kresht Ilju” y lo llevó al recinto del Cristal d´Akasa, mismo que ella resguardaba. El Cristal tenía la forma de dos pirámides entrelazadas una con la punta hacia arriba y la otra con la punta hacia abajo. Parecía hecho de miles de pequeños cristales, cada uno emitiendo un color diferente, similares a los cristales que al tocarlos se

convertían en imágenes en la mente. El Cristal se suspendía en el aire sobre algo que parecía una estrella de seis picos hecha de un extraño líquido plateado.

Después de que “Ineni” le hubo mostrado el Cristal d´Akasa a “Kresh Ilju”, él le preguntó ¿cuál es su función? entonces “Ineni” le respondió, si lo preguntas, aún no estás listo para entenderlo. “Kresh Ilju” nuevamente pregunto ¿cómo sabré que lo estoy? Ineni respondió, cuando tu corazón sea capaz de percibir la verdadera esencia detrás de la forma. Ambos se alejaron del lugar y “Kresht Ilju” continuo disfrutando de la hospitalidad de sus anfitriones por varios días más. Toco el turno a “Ituk Gamzu” de pasar un tiempo con “Kresht Ilju”. El Guardián del Nombre lo invitó a que caminaran juntos, conforme se dirigían a su destino, “Ituk Gamzu” conversaba sobre diferentes temas, y así llegó el momento en el que le

dijo: ¿recuerdas la pregunta que nos hiciste a “Inení” y a mí sobre los extraños símbolos que dieron pie a que hoy estés aquí con nosotros?, “Kresht Ilju” respondió, desde luego que sí, como olvidarlo, después de todo es la razón de mi viaje. “Ituk Gamzu” continuó diciéndole, si es tu momento, hoy encontrarás la respuesta que buscas. Solo te adelantaré algo, esos símbolos ya estaban aquí antes de que llegáramos, por lo que su origen se pierde en la bruma del tiempo. Aunque toda la gente de nuestro pueblo los conoce, solo los Guardianes del Tiempo, el Guardián del Cristal d´Akasa y el Guardián del Nombre los comprenden. También debes saber que aquel a quien tu pueblo conoce como “Gitche Manitú” o “Gran Espíritu” es el “Nombre”. Él es el Todo, la matriz de la existencia, de la vida, de la esencia, de la forma, de la inteligencia, del sentimiento y de los nombres. Nada que no exista en la Realidad del Nombre, podrá existir en las pequeñas realidades. Todo lo que existe en cada realidad tiene vida, inteligencia, esencia, forma, es sensible y tiene un nombre, que aún en el olvido, solo el Nombre y el propio ser conocen”. Si algo no tiene nombre, no existe. De forma similar si quieres entablar un dialogo debes dirigirte al ser con quien quieres dialogar por su verdadero nombre, el secreto, el que solo él conoce aunque no lo recuerde, de otra manera no te escuchará. Ya te he revelado demasiado, lo demás tendrás que descubrirlo por ti mismo, además ya casi llegamos al Recinto de Atman, lugar al que “Hija de las Estrellas” se refirió como Valle del Silencio”.

Al término de las palabras del Guardián del Nombre, subieron una loma y desde ahí vieron el Recinto de Atman, al igual que todo en aquel lugar era una estructura de cristal, pero a diferencia del Cristal d´Akasa que se suspendía en el aíre, esta se suspendía en agua.

“Ituk Gamzu” se coloco a un lado de “Kresht Ilju” y le comentó, hasta aquí llego yo, tu deberás encontrar la forma de entrar en la cámara del centro, tu halcón y tu coyote deberán permanecer conmigo, los tres te esperaremos en el último recinto que pasamos cuando veníamos para acá. “Kresht Ilju”, dijo, está bien, más tarde me reuniré con ustedes. Luego los tres partieron hacia el recinto. “Kresht Ilju” bajó la loma para mirar más de cerca el Recinto de Atman, pronto se percató de dos cosas, la temperatura del agua que lo rodeaba era demasiado fría para nadar en ella, y la segunda fue que no había nada que se pareciera a una puerta, era una estructura de una sola pieza. Y pensó, mi cuerpo físico jamás podrá entrar, pero eso no significa que no pueda hacerlo.

“Kresht Ilju” encontró un sitio donde podía sentarse cómodamente, luego recordó lo que “Hija de las Estrellas” lo había instruido respecto a la Visión de Halcón, así que entró en un estado de transe, mediante el cual pudo separarse de su ser físico, siendo su otro ser el que sin problema hubo de atravesar las heladas y cristalinas paredes del Recinto de Atman. En el interior solo había luz y silencio. Luego en su mente se le reveló la manera en la que el Recinto se expandió a través de sus seis vértices tomando la forma geométrica de un hermoso copo de nieve, al mismo tiempo que lo absorbía integrando su conciencia a aquella forma, luego sintió como la forma se diluía en el agua que la rodeaba, cuando esto ocurrió, abrió los ojos y salió del trance.

Una vez repuesto de su experiencia pudo observar el Recinto de Atman con la misma forma que tenía antes de que su otro ser entrara en él.

Ahora estaba listo para ir al recinto del camino y contar su experiencia a “Ituk Gamzu”, así que se puso en marcha. Cuando llegó los tres lo esperaban con agua y comida caliente. Comió, bebió y comenzó a relatar su experiencia. Lo primero que comprendí fue que nada material podría entrar en el Recinto de Atman, por tanto debería entrar con mi otro ser y dejar mi cuerpo físico en la loma. Solo la conciencia puede entrar en el Recinto, pues el Recinto mismo es conciencia pura. Lugo la imagen que se formó en mi mente con la forma de un copo de nieve que se construía a partir de la estructura central del recinto, se que representa mi verdadero nombre. Esto me hizo comprender que cada nombre es una extensión y manifestación del Nombre y que el destino final de todo nombre es diluirse en el Nombre. También entiendo que cada nombre como proviene del Nombre comparte la misma esencia, pero a pesar de ello es diferente, por eso no hay dos copos de nieve iguales. El agua es la conciencia pura y su cristalización en cada forma geométrica el nombre. Como solo había silencio aun cuando visualice mi nombre, comprendí que el lenguaje de la nieve no involucra sonidos, solo forma y esencia. Ahora sé que los copos de nieve representan el lenguaje de la conciencia, el más fundamental y primigenio de todos, el único que proporciona una auténtica comunicación entre todos los seres del Nombre.

Ahora sé que si quiero comunicarme con la piedra solo tengo que visualizar su nombre, o equivalentemente la forma cristalina de su conciencia (copo de nieve), lo mismo si quiero comunicarme con un árbol, con el viento, con el mar, con el fuego, con la luna, con el venado, con el oso, en fin, con cada manifestación del Nombre. Después de escucharlo detenidamente “Ituk Gamzu”, le dijo, ahora que ya has resuelto el misterio de los símbolos del agua, aquel que se constituyo en la razón por la cual llegaste hasta aquí, ¿lo que has descubierto es lo que esperabas?, ¿sientes que tu viaje ha terminado?, ¿la satisfacción que invade tu mente es suficiente para llenar tu corazón? “Kresht Ilju” respondió, aunque mi entusiasmo es grande y mi satisfacción enorme, aún tengo un vació en el corazón y si esto que busqué no es capaz de llenarlo, no sé que podrá. “Ituk Gamzu” le dijo, esto te muestra que encontraste aquello por lo que viniste, pero no aquello que verdaderamente estas buscando. Tu tiempo de

marchar ha llegado, lo que

desconoces que buscas aquí no lo encontrarás. Parte cuando estés listo, siempre serás bienvenido. Ahora que había llegado el momento de dejar la ciudad de cristal se sentía feliz por haber encontrado el significado de los símbolos, pero también sentía un vacío por no lograr comprender qué representaba el Cristal d´Akasa. Se iba feliz por los momentos que había compartido con aquellos maravillosos seres y cuyos conocimientos sin duda marcarían la forma en la que caminaría por los senderos que aún habría de recorrer. Cuando “Kresht Ilju” estuvo listo para partir, “Ituk Gamzu”, “Ineni” y los “Guardianes del Tiempo” se reunieron para despedirlo. El Guardián del Nombre le obsequió un

báculo de cristal, y le dijo, cuando quieras hablar con el viento, solo siente el viento en tu corazón- se viento- y la imagen de su nombre aparecerá en el báculo, entonces el escuchará, lo mismo ocurrirá con todo ser con quien quieras comunicarte. “Ineni” por su parte, le obsequió un cristal pequeño que imitaba la forma del Cristal d´Akasa, le dijo, llévalo colgando de tu cuello, nunca te lo quites, cuando seas capaz de ver la esencia verdadera detrás de las formas, se activará y te llevara a donde tu corazón pertenece. Luego extendió la mano y halcón se posó en ella, la acarició y le dijo: ella te guiará. Por su parte, los Guardianes del Tiempo le obsequiaron pequeños cristales en los que se encerraba mucha información además de una hermosa y pequeña esfera todos engarzados en la forma de una corona que debía llevar en su cabeza. “Kresht Ilju” vestía una hermosa y brillante túnica blanca. Por último todos se despidieron de “Kresht Ilju”, de halcón y de coyote con el saludo de las palmas de las manos, luego los llevaron junto a un cristal que se encontraba en el centro de un hermoso jardín, le pidieron que se sentara junto a coyote y tuviera a halcón en su mano, cuando estuviera listo simplemente debía tocar el cristal con el báculo y así lo hizo. Los tres se desvanecieron y sus imágenes desaparecieron del lugar. “Kresht Ilju” no lo sabía, pero su apariencia física había cambiado, ahora era un poco más alto, su tez era más clara, y su cabello blanco.

LA ESPÍRITU DEL BOSQUE

Prácticamente en el mismo instante en el que “Kresht Ilju” estaba rodeado de los seres de túnicas blancas, se encontró en medio de un valle acompañado de coyote y su halcón. Vio a su alrededor y a lo lejos había montañas, antes de decidir hacía donde iría envió a su halcón para explorar, poco después regresó. Como “Kresht Ilju” veía a través de los ojos de su halcón, supo hacia adonde dirigirse. Cerca del atardecer ya había llegado a un valle muy verde, rodeado de un bosque junto a un gran lago. No le fue difícil encontrar un lugar adecuado para descansar. Halcón ya se había transformado en loba y coyote estaba recostado en sus pies. Al caer la noche, la luna se reflejaba en la superficie del lago, algunas estrellas podían verse; era una noche despejada, sin nubes. En la quietud se podían escuchar los sonidos de la noche, el aroma de las flores inundaba el ambiente, una escena que en nada palidecía ante la belleza de la Ciudad de Cristal. Imbuido en sus recuerdos y disfrutando de todo lo que le rodeaba no notó la presencia de la espíritu del bosque que se manifestaba abiertamente ante él. De pronto su intuición lo hizo voltear, ahí estaba revelándose ante sus ojos.

“Kresht Ilju” se acercó y respetuosamente se dirigió a ella, le solicitó permiso para construir una ciudad a las orillas y le prometió que el bosque y sus criaturas serían respetadas y protegidas. Pero le pidió permiso para usar rocas de las laderas de algunas montañas con las que colindaba el bosque para llevar a cabo la construcción de su ciudad. La espíritu del bosque le dijo: “Yo solo soy la manifestación conjunta de todos los seres que habitamos este lugar, pero cada uno tiene su propia voluntad, si necesitas de las piedras habla con ellas y solicita su aprobación, si ellas no se oponen, nosotros tampoco. “Kresht Ilju” se sintió satisfecho con la propuesta de la espíritu del bosque y acompañado de loba y coyote caminó a través de este, cuyas criaturas en paz no obstaculizaron en forma alguna su paso. Así llego a la primera ladera de una de las montañas y usó su báculo de la forma en la que el Guardián del Nombre le había indicado. De inmediato apareció el símbolo en el báculo y la roca inició el diálogo. Ella dijo a “Kresht Ilju” que sería un honor serle de utilidad en la ciudad que deseaba construir y que con gusto se desplazaría al lugar indicado, pero que solo le pedía una cosa, que no la separara de sus seres queridos. “Kresht Ilju”, le dijo, ten por seguro que hare conforme me has pedido, pero para no equivocarme, dime, ¿quiénes son tus seres queridos?, y la roca le contestó: El sol del amanecer, el viento del sur, el rocío de la mañana, la luz de la luna y las estrellas, los colores del atardecer, los aromas de las flores y la refrescante nieve de los meses de invierno. “Kresht Ilju” dijo, ten la seguridad que así será, nunca te apartare de tus seres queridos. Esa noche “Kresht Ilju”, la loba y coyote durmieron al cobijo de los seres del bosque.

LA CIUDAD DE LOS ANILLOS

Al día siguiente “Kresht Ilju” en el instante en el que loba se transformó en halcón, la visión de una ciudad en círculos rodeada por canales de agua le fue revelada. Ahora sabía que su ciudad debía emular La Ciudad de Cristal. “Kresht Ilju” salió del bosque acompañado de halcón y coyote para dirigirse al valle y al lago. Enterró su báculo en la tierra y cuando su signo apareció en él, le pidió a la tierra que se abriera en surcos circulares, dejando anillos de tierra entre los unos y los otros. Y así lo hizo la tierra, formó tres anillos circulares definiendo un centro circular y dos anillos externos. Luego se dirigió al agua del lago, y hundió en ella su báculo, cuando el signo apareció en él, le pidió al agua que inundará los anillos que la tierra había formado, para lo cual nuevamente toco la tierra solicitándole que hiciera un canal desde el último anillo hasta el lago. Hecho esto el agua comenzó a llenar el anillo externo, luego la tierra hizo un segundo canal, para que el agua fluyera hacia el siguiente anillo, y lo mismo ocurro con el más interno. Finalmente pidió a la tierra que cerrara los canales. Caminó dentro del lago hasta que el agua le cubrió la cintura, clavó su báculo en el fondo del lago y le pidió que elevara tres anillos concéntricos dejando una porción central de agua y dos anillos concéntricos a manera de separación entre ellos, y así lo hizo. Este fue el trabajo del primer día, ahora el valle lucía con anillos de agua en tierra y anillos de tierra en agua.

Anillos de agua en tierra

Anillos de tierra en agua

EL segundo día pidió a la tierra que liberara las rocas que usaría para hacer las construcciones en ambas ciudades, luego solicitó al viento que las trasladara desde las laderas de las montañas hasta su nueva ubicación. Construyó recintos en los anillos de tierra interiores y hogares en forma de media esfera con una abertura en la parte superior a lo largo del anillo de tierra exterior de ambas ciudades. Todos los recintos tenían forma circular, excepto el que se ubicaba en el círculo más interno, este era hexagonal y ninguno estaba cubierto con el fin de cumplir lo que había prometido a las rocas que participaron en la construcción. El tercer día invitó a los peces del lago a vivir en los anillos de agua de la ciudad en el valle, algunos aceptaron la invitación, lo mismo hizo con los árboles y las plantas del valle, las invitó a vivir en los anillos de tierra en la ciudad del lago. Las plantas que aceptaron fueron liberaras de la tierra, trasladadas por el viento y a su llegada

la tierra se aparto y luego una vez con sus raíces en ella, abrazó a cada una. Por su parte los árboles cedieron semillas al viento y estas fueron depositadas en los anillos de tierra. El cuarto día invitó a los animales del bosque a que hicieran los anillos de tierra de ambas ciudades su nuevo hogar. Al igual que en el día anterior, varios aceptaron su invitación y se desplazaron a sus respectivos anillos. El quinto día le pidió a la tierra que le entregara diferentes tipos de cristales de roca que requería para colocar en los diferentes recintos, esto era necesario para que cada uno realizara su función. El primero se dedicaría a la producción de alimentos, el siguiente a proveer la “fuerza” de unión entre ambas ciudades y sus habitantes. El tercero sería el recinto del conocimiento y el cuarto estaría ubicado en el hexágono central de ambas ciudades, recinto en el que se ubicaría la entrada a la Ciudad de Cristal, portal al Valle del Silencio. EL sexto día en el mismo momento del amanecer envió al halcón a los alrededores para que encontrara asentamientos humanos. Halcón le mostro tres relativamente cercanos, de inmediato “Kresht Ilju” y coyote partieron guiados por halcón. Pronto llegó con el primer grupo, no había más de doscientas familias que habitaban en cuevas cercanas. Debido a su apariencia las personas se asustaron, pero él se acercó haciendo evidente que iba en paz. Con miedo el jerarca del grupo salió del lugar donde se hallaba oculto. Gracias al báculo, “Kresht Ilju” comenzó a dialogar con él en su propia lengua, eso desde luego les brindo un eficiente medio de acercamiento.

Después de un corto diálogo, “Kresht Ilju” vio que se trataba en su mayoría de personas sencillas, así que invito a todo el grupo a vivir con él en la Ciudad de los Anillos, como supuso, solo algunos aceptaron la invitación. Intuitivamente “Kresht Ilju” decidió no visitar los otros dos asentamientos. Aquellas familias y personas que aceptaron su invitación se alistaron para partir. Algunos llevaban sus animales, otras algunas pertenencias como adornos. Pero todos los hombres portaban cuchillos de piedra y otras herramientas hechas sobre todo para cazar o defenderse. Al ver esto “Kresht Ilju” les dijo, aquel que quiera seguirme deberá dejar todo. Unos no fueron capaces de hacerlo y se quedaron. Finalmente “Kresht Ilju” partió con halcón, coyote, setenta personas y dos jóvenes huérfanos, en total 72. Cuando llegaron ubicó a 35 personas y un huérfano en cada ciudad, asignándoles una de las casas en el círculo externo de tierra en forma de esfera. El número de personas correspondía exactamente a la cantidad de estructuras esféricas de cada ciudad. Así fue como quedaron conformadas ambas ciudades en tan solo seis días.

EL SINO DE LOS 72

Una vez que sus invitados se hubieron instalado, “Kresht Ilju” llevó a todos a una loma desde donde se podían ver ambas ciudades, ahí los sentó y comenzó a enseñarles. Lo primero que deben aprender es que todo lo que ven y lo que no ven, todo lo que tocan y lo que no tocan, todo lo escuchan y lo que no escuchan, todos los aromas y sabores que conocen y todos los que desconocen conforman El Nombre o Gitche Manitú. En el Gran Espíritu no hay pérdida ni ganancia, todo permanece en equilibrio, todo se conserva. Se preguntarán ¿por qué dos ciudades y no una? Bueno, si observan bien ambas ciudades notarán que una es la contraparte de la otra, si las pusieran una sobre otra, los anillos desaparecerían y el valle volvería a su forma original. Así las dos ciudades representan el principio de equilibrio, esto significa que su construcción no afecto el valle, es el mismo, solo que ahora “las piezas” están colocadas de forma diferente, pero nada se ha perdido, ni nada se ha ganado. La segunda razón por la cual una ciudad es la contraparte de la otra es que gracias a esta forma sus habitantes siempre están unidos por una especie de telaraña que no puede verse, pero que tampoco puede romperse. Quizá también se preguntan ¿por qué 6 anillos? Bien, la estructura de la ciudades determina la conexión entre sus habitantes, pero la forma de cada una establece la unión de cada habitante con su ciudad, esto es muy importante, porque la energía que se genere en la ciudad será compartida con el cuerpo de cada habitante,

de

igual

manera,

los

sentimientos

de

cada

habitante

retroalimentarán la energía de la ciudad. Esto es así porque tanto la ciudad como su cuerpo son seres vivientes y comparten la misma geometría de energías. El cuerpo tiene 7 centros de energía distribuidos en 6 círculos y cada uno tiene su contraparte en los anillos de ambas ciudades.

Deben saber que ambas ciudades se construyeron en armonía, contando con la aceptación de todos los seres que participaron en ella, y bajo un esquema de hermandad, respeto y cooperación. Jamás destruyan algo para construir, no es necesario, la alternativa de la cooperación y la protección mutua engrandece el alma y mantiene sanos el cuerpo y la tierra. Cuando respetan a los seres de la tierra, se respetan a sí mismos. La tierra no la heredan a sus hijos, sino que la toman prestada de ellos. Ustedes son los Guardianes de la Tierra. Todo lo que le den a ella o a los seres que la habitan, les será compensado, cuando den, recibirán. Pero si toman de la tierra y de sus habitantes traicionado la hermandad de los Guardianes de la Tierra, el

equilibrio del Gitché Manitu les quitará lo que más aprecian, como amor, salud, paz, armonía. En cuanto al asunto de los alimentos, ya saben que la caza no está permitida, solo el consumo de frutas y legumbres que la tierra obsequia. Antes de continuar con el asunto de la alimentación debemos regresar a las Ciudades para que descansen y continúen mañana con sus tareas de aprendizaje. Durante el tiempo que “Kresht Ilju” permaneció en la Ciudad de Cristal adquiriendo conocimientos y habilidades, desarrolló la capacidad de proyectar su presencia en dos sitios diferentes simultáneamente. Así al día siguiente llevo a ambos grupos, cada uno en su ciudad al Recinto de los Alimentos. A la entrada grabados en piedra había una serie de símbolos, “Kresht Ilju” los tradujo para ellos. Lo que daña al ser no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella.

Algunos de los ahí presentes se dirigieron a “Kresht Ilju” diciendo, ¿cómo es eso posible? No entendemos a que te refieres. “Kresht Ilju” con gran paciencia y comprensión les respondió: lo que entra en la boca son los alimentos, dentro de tu cuerpo hay pequeñas estructuras llamadas “celdas de vida” estas son las que absorben los nutrientes de los alimentos y los transforman en energía para que el cuerpo pueda realizar sus funciones. La forma de las “celdas de vida” determina el tipo de alimento que podrá entrar en ellas. El sentimiento, que es el cimiento de las convicciones, puede cambiar sus formas. De esta manera, si tenemos la convicción

de que las frutas y legumbres que la tierra nos regala serán suficientes para obtener la energía que requiere nuestro cuerpo, así será. Pero si tenemos la convicción de que solo la carne podrá alimentarnos correctamente, así será. Como pueden ver, la nutrición no es cuestión de lo que se ingiere como alimento, sino de las convicciones ligadas a todo lo que comemos. En pocas palabras, si tenemos la convicción de que la carne nos alimenta, ingerir frutas y legumbres de poco nos servirá, de forma análoga, si nuestra convicción es entorno a las frutas y legumbres ingerir carne estará de más. Lo que sale de la boca son las palabras y ellas reflejan lo que hay en el corazón de cada quien. Si a tu corazón lo domina el miedo en cualquiera de sus manifestaciones, las “celdas de la vida” tendrán formas que le impedirán absorber los nutrientes de los alimentos y por tanto el cuerpo al no poder tener la energía para desarrollar sus funciones se deteriorará, enfermará y morirá. Lo que te alimenta es cuestión de convicción, lo que te enferma es el sentimiento inmerso en cada palabra y pensamiento. “Kresht Ilsu” les mostró los cultivos dentro del recinto, las legumbres eran grandes, sus hojas y formas recordaban la armonía y equilibrio que inundaban el ambiente en ambas ciudades. Las frutas eran de colores y texturas hermosas. Antes de salir a cada visitante se le obsequió aquella que escogió, su sabor no podía compararse con nada conocido, tocaba los límites de lo sublime, su textura era delicada como un suspiro.

Pasados algunos días, “Kresht Ilju” llevó a los grupos de cada ciudad al segundo recinto, el que nombró Recinto de los Cristales. En aquellos recintos la combinación de luz, color, sonido, magnetismo y energías de pensamiento canalizadas mediante cristales proveían la energía física necesaria para sustentar cada ciudad, mantener el vínculo entre ellas, y la unión entre los seres y sus ciudades. Este recinto estaba cubierto en su totalidad por cristales que emanaban luces de colores, con un cristal de forma piramidal en el centro que giraba hacia la derecha en la ciudad del valle y hacia la izquierda en la ciudad del lago.

El sentido del giro de los cristales piramidales proveía el entrelazamiento entre ambas ciudades, si en una la temperatura bajaba, en la otra simultáneamente subía para mantener el equilibrio. Si en una llegaba un grupo de aves, en la otra partían. Dentro de las funciones del cristal piramidal estaba la de fungir como conciencia colectiva de cada ciudad. El color del cristal piramidal al centro reflejaba el nivel espiritual de sus habitantes. Si este era alto, también lo era el de su ciudad y se reflejaba en mejores cultivos, hermosos colores, bella y abundante fauna y

flora, agua cristalina, armonía y paz en las relaciones entre sus habitantes y su ciudad. Ambas eran ciudades vivientes con un corazón de cristal piramidal. Nuevamente “Kresht Ilju” dejó pasar unos días antes de conducir a ambos grupos al tercer recinto, el del conocimiento. El Recinto del Conocimiento ubicado en la Ciudad del Valle tenía una excavación tipo media esfera en su centro, y suspendido en el aire había un cristal que tenía la forma de dos pirámides una invertida respecto a la otra y con sus bases insertadas una en la otra. La mitad flotaba fuera del hueco con forma de media esfera y la otra mitad dentro. El Recinto del Conocimiento ubicado en la Ciudad del Agua, era similar, solo que el hueco en forma de media esfera estaba delineado por agua y no por tierra como en la Ciudad del Valle. En ese recinto el iniciado debía aprender a conectarse al cristal, ya que este le permitirá

ampliar

su

percepción

sensorial

y

desarrollar

facultades

extrasensoriales, como hablar y escuchar con la mente, adquirir la visión de halcón, mover objetos sin tocarlos, trasladarse sin desplazarse de un lugar a otro, entre otras muchas que no todos lograrían desarrollar por igual. Cuando el iniciado logra eso, aprende a focalizar su percepción en aquella parte de la realidad que desean experimentar. Esto era algo que cada uno debería experimentar y alcanzar según su propio nivel espiritual.

Conforme iban alcanzando la habilidad de la percepción focalizada “Kresht Ilju” les daba un cristal como el que le fue dado a él en la Ciudad de Cristal con la forma de dos pirámides opuestas entrelazadas, mismo que siempre debían llevar colgado de su cuello. Cuando los 72 alcanzaron el nivel de la estrella de seis picos, “Kresht Ilju” los llamó nuevamente al recinto del conocimiento y les dijo, aún existe un nivel más elevado de percepción. Este solo se alcanza cuando se logra percibir la esencia verdadera detrás de los seres. Hasta ese momento los habitantes de día veían a “Kresht Ilju” acompañado de halcón y coyote. De noche de loba y coyote, pero creían que eran distintos. Esa tarde permitió a los habitantes de la Ciudad del Valle ver el instante místico en el que el halcón se transformó en loba y durante el amanecer lo mismo hizo con los habitantes de la Ciudad del Lago, permitiéndoles ver la transformación de la loba en halcón. Luego les dijo, así como a mí me ha acompañado en mi jornada la loba-halcón ustedes deberán encontrar un compañero o compañera similar para

su viaje entre las criaturas de la ciudad. Tal vez algunos de ustedes, los más perceptivos, se hayan percatado de que todo ser aquí cambia su apariencia, mostrándose de una forma durante el día y de otra durante la noche. Después de que todos fueron testigos del momento de la transformación, “Kresht Ilju” les pidió que se dirigieran a los jardines de sus respectivas ciudades y cada uno conforme a la guía de su corazón se uniera al ser que habría de acompañarlos en su inminente jornada. Pasado el tiempo unos encontraron a su compañero o compañera en el águilajaguar, otros en el oso-halcón, o en la loba-halcón, o en el águila-coyote. Cuando los 72 tuvieron sus respectivos compañeros, nuevamente fueron citados por “Kresht Ilju” en el recinto del conocimiento. Y se dirigió a ellos diciéndoles, la verdadera esencia de los seres se le revelará a cada uno en su momento justamente durante el cambio de las apariencias de sus respectivos compañeros. ¿Qué va a ocurrir?, solo les puedo decir que el cristal de doble pirámide que llevan en su cuello se activará y algo sucederá, ¿qué?, no lo sé, esa es una experiencia personal. Uno de sus iniciados le preguntó ¿cómo fue tu experiencia?, “Kresht Ilju”, contestó: no lo sé, aún no me ha llegado el momento de descubrir la verdadera esencia detrás de las formas. Pero estoy seguro que algún día mi momento llegará, como ocurrirá a cada uno de ustedes. Ahora solo debían entrar a la cámara de la oscuridad, este era el único recinto cerrado y no estaba hecho de piedra, sino de árboles entrelazados.

En la cámara de la oscuridad cada iniciado debía entrar solo y permanecer ahí únicamente el tiempo necesario. El objetivo era controlar el miedo ante la presencia de seres oscuros. Todos los iniciados que entraron tuvieron éxito, pero solo dos fueron más allá, los dos jóvenes huérfanos, uno en cada ciudad. No solo controlaron su miedo, sino que sintieron compasión por aquellos seres y los tocaron amorosamente, el destello de luz que se produjo fue tan intenso que ambos fueron llevados en luz hasta el Recinto de la Cámara Hexagonal, donde las puertas de la Ciudad de Cristal les fueron abiertas. Al igual que “Kresht Ilju” recibirían el mismo conocimiento que le fue brindado. “Kresht Ilju” nunca lo supo pero el nombre por el cual conocían en su pueblo la joven huérfana era: “Hija de las Estrellas”. Ahora los 70 restantes estaban listos para partir con sus respectivos compañeros. Pero antes de hacerlo todos debían entrar al Recinto Hexagonal de la Puerta de Cristal, donde no solo se establecía el puente a la Ciudad de Cristal, sino también, era el lugar donde cada iniciado conocería su nombre. Antes de revelar los nombres, “Kresht Ilju”, separó a uno de ellos del grupo y dividió a los 69 restantes en 3 grupos de 23 iniciados cada uno, luego asignó dentro de cada grupo 17 constructores y 6 maestros. Los nombres de los iniciados que conformaron cada grupo fueron:

Primer grupo CONSTRUCTORES Napayshini; Kanda; Wanikiya; Wahkan; Manitú; Sakina; Alyana; Takoda; Wakanda; Nidawi; Nahimana; Harvir; Elu; Imala; Urika; Meda; Umi. MAESTROS Meda; Kimana; Imala; Wemilo; Wunad; Nayati. Este grupo se dirigirá al Oeste y construiría seis ciudades. Segundo grupo CONSTUCTORES Lecabel; Aniel; Eyael; Haayah; Shehayah; Rehael; Akayah; Jaamyah; Yeratel; Yehuyah; Daniel; Poyel; Mejiel; Umabel; Anavel; Jabuyah; Mumyah. MAESTROS Miveael; Henayah; Menadel; Vehuyah; Vehuel; Ashalyah Este grupo se dirigirá al Sur y construirá seis ciudades.

Tercer grupo CONSTRUCTORES Anechka; Neeru; Chandani; Aniha; Asmi; Nirvana; Nishka; Karunda; Jyoti; Veda; Asha; Saisha; Garima; Neha; Sharmila; Vidya; Mandira

MAESTROS Kalid; Kara; Nesha; Rakha; Anandi; Nirima Este grupo se dirigirá al oriente y construirá seis ciudades. El septuagésimo discípulo llevó por nombre Era el único nombre en la lengua utilizada en la Cuidad de Cristal o lenguaje del alma, y significa Maestro Interno. Él se quedaría con “Kresht Ilju” en la Ciudad de los Anillos, su labor sería mantener el equilibro entre las ciudades, y la unión de los 69 iniciados entre sí, con sus respectivas ciudades y con la Ciudad de los Anillos. Terminada la asignación de nombres “Kresht Ilju” dio las indicaciones para el viaje de los 3 grupos. Les dijo, vayan y compartan con los pobladores de la tierra lo que han aprendido, enseñen que todo ser que existe tiene vida, es sensible e inteligente, por lo que debe ser respetado y escuchado. Enseñen a los pobladores a trabajar bajo un esquema de cooperación y respeto con los seres de la tierra. Actúen siempre conforme a lo que aquí aprendieron, sean compasivos y pacientes con los que más se resistan a comprender o se opongan a aceptar sus enseñanzas. También a ellos respétenlos y si no abren su corazón, no se interpongan en su camino. Su momento aún no ha llegado. Solo tomen por alimento lo que la tierra les obsequie. Las seis ciudades las construirán en tres pares, de cada par una será el complemento de la otra, así el equilibro se mantendrá, tal y como fue hecho con las Ciudades de los Anillos.

Las ciudades deberán tener estructuras piramidales con bases cuadradas, toda estructura será hecha de piedra. Tres ciudades se construirán en tierra y tres en agua. Si en las tierras donde se asentarán no hay lagos, entonces construirán las 6 ciudades de tal manera que las formas piramidales se construyan sobre ojos de agua o ríos subterráneos. Esto no solo asegurará el equilibrio, sino que proveerá de energía a la ciudad al tiempo que mantendrá la unión entre el mundo material y el mundo espiritual. En cada ciudad construirán tres formas piramidales principales, al terminar su construcción inscribirán los nombre de ocho de sus constructores en las aristas exteriores, dos en cada arista, estos se pronunciaran durante cada equinoccio en sentido de oeste a este. Los otros ocho nombres se inscribirán en las aristas interiores, también de dos en dos. Estos se pronunciarán en el sentido de este a oeste durante los solsticios. El nombre restante se deberá inscribir en el centro interior de la base y no deberá ser pronunciado jamás. En la arista superior, en su parte externa se inscribirá uno de los nombres de los seis maestros, otro nombre se inscribirá bajo la pirámide, ya sea bajo tierra o baja agua a una profundidad equivalente a la altura de su punta. Esto asegurará el equilibrio entre las fuerzas naturales y espirituales que estarán presentes en cada construcción piramidal. Conforme se vaya terminando la construcción de cada ciudad los constructores seguirán su búsqueda de nuevos lugares de asentamiento, dejando en ellas un maestro como responsable de la instrucción de sus habitantes. Lo mismo se hará hasta completar la construcción de las 6 ciudades. Al término los constructores se

repartirán de acuerdo a su propio deseo en las ciudades construidas y participaran en las labores de enseñanza. Cuando hubo terminado de dar a conocer las indicaciones. “Kresht Ilju” entregó a cada maestro un báculo de madera, el cual le serviría como instrumento de comunicación con los seres de la tierra, similar a su propio báculo, pero con la diferencia que en estos los nombres verdaderos representados por los símbolos de los copos de nieve no se revelarían. Al día siguiente partieron los tres grupos junto con sus acompañantes. En la Ciudad de los Anillos solo permanecieron “Kresht Ilju”, loba-halcón, coyote, Maestro Interior y su loba-halcón. Además de los seres de la tierra, como aves, animales del campo, peces, flora y fauna.

LA PERVERSIÓN DE MAESTRO INTERNO

De la misma manera en la que se construyera la Ciudad de los Anillos, las ciudades del oeste, del sur y del oriente fueron construidas en seis días. Treinta y seis días después todas las ciudades estaban terminadas bajo el modelo circular de la Ciudad de los Anillos, y con las especificaciones piramidales dictadas por “Kresht Ilju”. Conforme las ciudades se iban poblando, Maestro Interno se encargaba de supervisar que ningún vínculo se rompiera entre las ciudades con la Ciudad de los Anillos. También se mantenía entrelazado con los Guardianes de la Tierra que habían partido. Pasado el tiempo, las ciudades florecieron y sus residentes iban adquiriendo un corazón conforme al de “Kresht Ilju”, los habitantes de la tierra eran sus compañeros, la armonía reinaba y la felicidad era algo que se veía reflejada en los seres en el interior de las ciudades. Todas estaban en equilibrio con la naturaleza y con el mundo espiritual. Aparentemente todo marchaba bien, pero Maestro Interno empezó a sentir que “Kresht Ilju” tenía un reconocimiento de parte de los habitantes de las ciudades que no merecía, pues quien llevaba la responsabilidad de cuidar que el equilibrio no se rompiera y si así sucedía que se compensara, era él. Al principio solo era una pequeña inquietud, pero luego se volvió más fuerte y recurrente hasta el punto en que el amor que “Kresht Ilju” le enseño a volcar sobre

los seres de la tierra comenzó a enfocarlo sobre sí mismo, olvidándose cada vez más de los demás. Esto continuó y abusando de la confianza que “Kresht Ilju” había depositado en él, comenzó a actuar a sus espaldas, sondeando a los diferentes maestros de las 18 ciudades. Maestro Interior creyó ingenuamente que “Kresht Ilju” no estaba enterado de lo que ocurría a sus espaldas, pero no era así, “Kresht Ilju” supo desde el inicio lo que estaba sucediendo, pero dejo que avanzara con la esperanza de que Maestro Interno lo revirtiera y nuevamente dirigiera su amor a los seres de la tierra. Pero no ocurrió, así que antes de que pudiera utilizar los medios que tenía a su disposición en la Ciudad de los Anillos para pervertir a los Guardianes de la Tierra ubicados en las 18 ciudades decidió llamarlo a su presencia. Cuando “Kresht Ilju” lo llamo ante su presencia, con él estaban loba, coyote y una figura humana translúcida que parecía hecha de ¡¿agua?! Lo miro a los ojos fijamente y esperó a que el iniciara el diálogo, pero no fue así, su actitud era altiva y su expresión corporal denotaba una actitud retadora. Dada la situación, “Kresht Ilju” le dijo sabes bien por qué te llame, y eso mismo que sabes, también te dice que ya no puedes permanecer en la Ciudad de los Anillos, por lo que en este acto se te expulsa a ti y a tu acompañante. La criatura de agua, la loba y el coyote los escoltaron hacia las afueras de la Ciudad. En cuanto pasaron el umbral de inmediato el vínculo que existía entre él, “Kresht Ilju”, la Ciudad de los Anillos y los Guardianes de la Tierra fue roto. Las puertas de la Ciudad se cerraron y su apariencia, al igual que la de su acompañante fue modificada de inmediato.

Loba-halcón se separó en dos seres, su imagen de loba se transformó en un ser reptante, venenoso al que “Kresht Ilju” dio el nombre de serpiente. El Águila tomó la forma de un búho blanco. “Kresht Ilju” no quiso nombrarla para que no fuera capaz de guiar a su acompañante. Al momento que “Maestro Interno” cruzó la puerta de la Ciudad de los Anillos, “Kresht Ilju” cambió su nombre por el de “Azaroso” y su apariencia se torno indefinida, había perdido su identidad, aunque a él no le fue dado percatarse de eso. El siguió pensando que tenía una identidad, pero a los ojos de “Kresht Ilju” era tan solo un espejismo. Ahora solo el miedo podría alimentar su presencia. Y sin miedo el no tendría forma de saber que no estaba. La serpiente y el búho ya no eran formas en las que una misma esencia se manifestaba, ahora sus imágenes estarían ligadas a la de “Azaroso”. Su momento místico de la transformación se había perdido por siempre, y con él la posibilidad de descubrir la verdadera esencia detrás de las formas. Bajo la identidad de “Maestro Interno” un día su Cristal d´Akasa se habría activado, pero ahora, con el momento místico perdido por siempre, su cristal jamás se activará.

EL ASEDIO A LOS GUARDIANES DE LA TIERRA

Durante muchos inviernos nada se supo de “Azaroso”, hasta que comenzó a correr el rumor entre las ciudades del oeste sobre un extraño ser al que llamaron “Serpiente Emplumada”, luego en las ciudades del sur y del oriente se habló acerca de una criatura parte hombre, parte serpiente. Además en todas las ciudades se decía que un ser alado con rasgos humanos rondaba las cercanías. La curiosidad de unos y el temor de otros dio pie a que en algunas ciudades la “Serpiente Emplumada” y en otras el hombre-mujer serpiente fuera invitado por los Guardianes de la Tierra a sus respectivas ciudades. Una vez dentro, “Azaroso” comenzó a adulterar las enseñanzas que “Kresht Ilju” había compartido con los Guardines de la Tierra. “Azaroso” les mostró como extraer minerales de la tierra sin mostrar respeto o solicitar previamente su permiso para transformarlos en diversos utensilios. Les enseño a talar los árboles para hacer con ellos diversos objetos de “utilidad”, creando una falsa necesidad de ellos y lo más peligroso, usándolos para despertar la codicia. Con las plantas que arrancaba de la tierra les enseño a preparar brebajes mágicos para mejorar el desempeño sexual, no tener hijos, dañar la salud de las personas, rompiendo el equilibrio de cuántas maneras pudo ocurrírsele. Los convenció que comer carne era necesario y el sacrificio y asesinato de animales se volvió algo cotidiano. Los Guardianes de la Tierra que sucumbieron ante los engaños de “Azaroso” no se percataron que ahora requerían instrumentos para realizar por la fuerza lo que antes solo debían solicitar y en comunión tenían. El viento ya no movía

las rocas, por lo que tuvieron que diseñar y construir herramientas para cortarlas y trasladarlas. La tierra se volvió hostil y no siempre producía alimento, por lo que tuvieron que desarrollar formas para la mejora y producción de alimentos. El constante asesinato de animales para su sustento produjo un desequilibrio en la naturaleza y en sus cuerpos, entrando la enfermedad en ellos, además la mayoría de los animales que antes habían fungido como sus compañeros ahora los habían abandonado volviéndose hostiles. Conforme las ciudades y sus habitantes iban sucumbiendo ante la seducción de “Azaroso”, el entrelazamiento con la Ciudad de los Anillos se iba rompiendo. Así fue como “Azaroso” comenzó la era de la “civilización” pervirtiendo a muchos de los Guardianes de la Tierra. En lo sucesivo el ser tomaría por la fuerza lo que necesita de los habitantes de la tierra para satisfacer su codicia, su vanidad, su mezquindad. Todo cuanto ahora toma es para construir un burdo sustituto de los que la tierra le daba cuando la cooperación, el amor y el respeto los unían, en aquel entonces ambos mundos eran uno, y uno también con el plano espiritual. “Azaroso” engañó a los Guardianes de la Tierra enseñándoles lo que no necesitaban saber, para suplir necesidades que no tendrían por qué tener. Pero no todos los Guardianes de la Tierra cayeron en el engaño de “Azaroso”, algunos lograron escapar de las ciudades y se ocultaron de los hombres. Formaron pequeñas comunidades, transmitiendo de

padres a hijos las enseñanzas del

legendario “Kresht Ilju”. Ellos continuaron manteniendo el entrelazamiento con las Ciudades de los Anillos y con el propio “Kresht Ilju”. Cuando llegaba el momento de que los padres durmieran con sus ancestros, los hijos seguían entrelazados con las Ciudades de los Anillos y con “Kresht Ilju”, heredando cada primogénito el compañero de sus padres, pues éste no dormía.

LA ALDEA

En la aldea hogar de “Gato Inquieto” habían pasado siete inviernos, en ese tiempo Chamán hizo algunos viajes al Pueblo de Or. Una mañana mientras observaba un ciervo que corría por el valle, vio acercarse a tres personas, parecían una familia. Espero un poco para poder verlos claramente, efectivamente se trataba de un hombre, una mujer y un joven, todos usaban una diadema en la frente, vestían túnicas blancas, del cuello del hombre pendía un cristal en forma de dos pirámides opuestas insertadas en la base de la otra. El llevaba un báculo de madera y una hermosa águila los acompañaba. Chamán se percató que debían venir de muy lejos, además se veían cansados, sedientos y hambrientos, por lo que antes de entablar una conversación con ellos, los sentó afuera de su tienda, prendió la fogata y les ofreció agua y alimentos. Los tres, profundamente agradecidos, preguntaron si habría algún lugar en la aldea donde pudieran pasar la noche, el Chamán sin pensarlo les ofreció su tienda. Al día siguiente el Chamán regresó y aunque no hablaban la misma lengua, si había palabras similares. Con paciencia y buena voluntad, aunque lentamente se iban entendiendo. Chamán les preguntó, ¿de dónde vienen? El hombre respondió, más allá de las montañas, luego volvió a preguntar, ¿quiénes son sus ancestros?, ¿de dónde proviene su gente? El hombre comenzó su relato, nuestros ancestros vivieron en el Valle del Silencio, luego dejaron la ciudad para construir nuevas ciudades. En el Valle del

Silencio, un hombre sabio de gran fuerza espiritual llamado “Kresht Ilju” compartió sus conocimientos con nuestros ancestros, el enseñaba el amor a la tierra y a todos sus habitantes. El respeto a la vida en todas sus formas, el trabajo en armonía y cooperación entre los diferentes seres involucrados en la realización de alguna tarea. Enseño que no debemos tomar de la tierra nada que ella no nos obsequie para alimentarnos. Nos preparó para proteger y guiar a todo ser en el mundo. El Chamán los interrumpió preguntando, ¿qué mas saben de “Kresht Ilju”? el vestía como nosotros, llevaba una diadema de cristal en la cabeza, alrededor del cuello un cristal como este que llevo en el mío. También pendiente del cuello usaba un objeto redondo de madera con un tejido interior, del aro colgaban plumas de águila, pelo de caballo y algunas cuentas. Poseía un báculo de cristal, similar a este de madera y siempre lo acompañaba una loba-halcón. Al escuchar esto Chamán palideció, sin duda “Kresht Ilju” y “Gato Inquieto” eran la misma persona. Una vez repuesto de la sorpresa su corazón se lleno de gozo, ¡“Gato Inquieto” lo había conseguido!, había llegado al Valle del Silencio. Ocultando su emoción, Chamán preguntó ¿por qué han venido? Nuestros ancestros cuentan que cuando los primeros pobladores del Valle del Silencio salieron a compartir lo que habían aprendido de “Kresht Ilju”, uno de ellos se quedó, el que llevaba por nombre “Maestro Interno”, pero pasado el tiempo “Maestro interno” comenzó a amarse a sí mismo más que a los seres de la tierra, “Kresth Ilju” no tuvo más alternativa que expulsarlo del Valle del Silencio y cambió su nombre por el de “Azaroso”, su compañero era una loba-halcón, ella se transformó en dos seres separados, una serpiente y un búho blanco. “Azaroso” se presentó a los habitantes

de las ciudades como serpiente emplumada, hombre serpiente o mujer serpiente, engañando a los Guardianes de la Tierra al pervertir y adulterar las enseñanzas de “Kresht Ilju”. Bajo tales circunstancias nuestros ancestros fieles a las enseñanzas de “Kresht Ilju” y siendo minoría, tuvieron que abandonar las ciudades y fundar pequeñas comunidades lejos del alcance de los seguidores de la serpiente. Pero ahora los hijos de la serpiente con sus máquinas y objetos que han obtenido destruyendo a los seres de la tierra han llegado a nuestras tierras, traen consigo lo que llaman “civilización”, “tecnología” y “evangelización”. Por eso hemos huido en diferentes direcciones para advertir a los pueblos que aman a los seres de la tierra del inminente peligro. Chamán preguntó ¿“Kresht Ilju” sabe de esto?, sin duda, nuestro corazón siempre ha estado entrelazado con el suyo. Bien acompáñenme al Pueblo de Or para que le cuenten a “Hija de las Estrellas” lo que me han relatado. Después de dos días de camino llegaron al Pueblo de la Luz, ahí los recibieron “Hija de las Estrellas” y “Destello Místico”. El Chamán presentó a sus tres acompañantes y lo mismo que contaron al Chamán, le relataron a las dos mujeres. “Hija de las Estrellas” se levantó y preguntó, ¿el corazón de ustedes tres está entrelazado con el de Kresht Ilju? Los tres contestaron firmemente: sí. Bien hagan un círculo alrededor de “Destello Místico”, toménse de las manos para cerrar el círculo. Ahora, tú, “Destello Místico” siéntate en el centro del círculo. Luego dijo a los tres visitantes, sin soltarse de las manos extiéndalas y colóquenlas sobre la cabeza de “Destello Místico”.

“Hija de las estrellas” le dijo a “Destello Místico”, es momento de que busques en tu corazón a “Gato Inquieto”. Cuando “Destello Místico” este lista, pondrá una palma abierta detrás de la otra y las colocará en su corazón. En ese instante ustedes sin soltarse de las manos las separarán de la cabeza de “Destello Místico” y las levantarán hacia el cielo, permanecerán así cuanto sea necesario. Y así lo hicieron.

RESTAURACIÓN

En tanto esto sucedía en el Pueblo de Or, en la Ciudad de los Anillos “Kresht Ilju” sentía compasión en su corazón por todos los habitantes que habían quedado atrapados en las mentiras de “Azaroso” y habían roto el entrelazamiento con las Ciudades y con él. Pero también sentía gozo por el remanente fiel a sus enseñanzas y a los habitantes de la tierra. De pronto recordó los momentos felices que vivió con “destello Místico” en el Pueblo de la Luz, cuando corrían juntos, trepaban árboles, levantaban piedras, subían montañas, veían juntos las estrellas destellantes del cielo nocturno. Así llegó el atardecer, “Kresht Ilju” estaba sentado en uno de los jardines de la ciudad y halcón hizo algo que jamás había hecho, se recostó sobre sus piernas. Esto sorprendió a “Kresht Ilju”, y comenzó a acariciarla con ternura y delicadeza. Sin notarlo llegó el momento de la transformación y en el instante místico del cambió, por fin logró percibir la esencia detrás de las formas, lo que vio era la imagen de “Destello Místico”. Como si hubiera sido alcanzado por un rayo, comprendió que “Destello Místico” nunca lo había dejado, había viajado con él en todo momento, el amor que se tenían, pero del cual nunca se percató sino hasta ese memento, era el que de noche lo protegía y de día lo guiaba. En ese instante fue como si el tiempo se congelara. Finalmente el Cristal d´Akasa se había activado, su cristal comenzó a girar en su cuello, la pirámide superior giró en un sentido y la inferior en otro. Luego vio como si todo se absorbiera en una especie de espiral.

Conforme eso le ocurría escuchaba una voz dentro que le decía: Este es el misterio del Cristal d´Akasa, la esencia detrás de las formas es la forma misma del amor, ese amor es el que guía y protege. El Cristal d´Akasa abre la puerta a la percepción de mundos sustentados en el amor. El tiempo se había congelado formando un puente entre la Ciudad de los Anillos y el Pueblo de la luz. Los tres visitantes que colocaron sus manos sobre “Destello Místico” estaban entrelazados con “Kersht Ilju”, y al igual que sucediera con él, el momento del cambio de su águila a jaguar, no terminó los tres se desvanecieron dentro de la luz que surgió del cuello del hombre. Lo mismo ocurrió con los demás discípulos de “Kersht Ilju” dondequiera que se encontraran. En ese instante místico, miles de mundos sustentados en el amor abrieron sus puertas a la percepción de aquellos que conocieron la esencia detrás de la forma. Apenas terminó de escuchar estas palabras, se encontró jugando con “Destello Místico”, en eso una voz le decía “Gato Inquieto”, vamos alcánzanos si puedes.

Cuando volteó vio a “Coyote Astuto” que corría en compañía de su amiga “Cielo Arcoíris”. Desde una loma a las afueras de la cueva donde “Hija de las Estrellas”, vivía se encontraban Chamán y ella viendo jugar felizmente a los cuatro jóvenes. Chamán que siempre supo que la mujer que llegó con el viento había sido “Hija de las Estrellas”, tomó sus manos y le dijo, ahora todo ha sido consumado, “Hija de las Estrellas” lo miró con una pícara sonrisa al tiempo que asentía ligeramente con la cabeza.

EPÍLOGO Al final como toda epopeya el héroe restaura el orden de las cosas, dándose a sí mismo, y a su universo una nueva oportunidad fundamentada en el amor, el respeto, la comunión, la colaboración, el entendimiento y la participación de todos los seres de cuya existencia, él, en cierta medida, es responsable. Aquel joven huérfano cuya admiración por Chamán lo llevó a seguirlo en secreto, jamás imagino que su pequeña travesura lo transformaría en “Kresht Ilju”, hombre sabio, aún más que Chamán, cuya grandeza reflejo de su humildad, lo llevaría a restaurar su inocencia y la de todo aquel cuyo corazón fuera conforme al suyo, abriendo las puertas de la percepción a un universo sustentado en la guía y protección del verdadero amor. El relato nos enseña que solo se requiere un corazón dispuesto para que la verdad detrás de las formas, en algún punto de la jornada, se perciba como el amor que siempre ha guiado y protegido nuestro andar. Cada vez que esto ocurre, las puertas de la percepción se abren. Con el giro del Cristal d´Akasa se desdobla el espacio, el corazón se da a conocer, los nombres se esclarecen, la vida florece. ¡Un universo es liberado del Olvido! Aunque todos son bienvenidos al universo de “Gato Inquieto”, estoy seguro que el preferiría que cada uno abriera las puertas de la percepción al suyo propio. Con amor,

Ingeniero Físico con especialidad en física cuántica, ha realizado estudios en Hebreo Bíblico, Kabbalah, Geometría Sagrada, Evangelios Apócrifos, Hinduísmo, Budismo. La voz del chamán representa una narrativa ligera, plena de enseñanzas, donde las ideas de los antiguos pueblos de Norteamérica se mezclan con principios fundamentales sobre los que sustenta nuestro universo desde una perspectiva cuántica.