La Tristeza

La tristeza es una de las seis emociones básicas (no natales) del ser humano según Paul Ekman, junto con el miedo, la ir

Views 166 Downloads 5 File size 734KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

La tristeza es una de las seis emociones básicas (no natales) del ser humano según Paul Ekman, junto con el miedo, la ira, el asco, la felicidad y la sorpresa. Es una clase de doloremocional o estado afectivo provocado por un decaimiento espiritual y expresado a menudo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, la lasitud etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres. El sentimiento opuesto es la alegría.

pena, aflicción, pesadumbre, melancolía, infelicidad, amargor, pesar, desaliento, desánimo, infortu nio, desgracia, desconsuelo, sinsabor, trance, depresión.

¿Cuáles son los efectos de la tristeza en tu cuerpo? 5-6 minutos

¿Ha habido momentos en los que te has sentido decaído y sufrido un momento de tristeza? ¿Alguna vez has sentido el dolor de ser rechazado? ¿Esa punzada cuando sufres un mal de amor? Es difícil decidir si la tristeza realmente te hará más fuerte o si terminará debilitándote de manera progresiva. Lo que sí es cierto es que puede alterar los niveles de estrés en tu cerebro y esto puede llevarte a sufrir muchas enfermedades. Aquí te explicaremos cuáles son los efectos de la tristeza.

Del cerebro al cuerpo

Cuando te sientes decaído, los circuitos cerebrales del dolor físico y emocional se solapan. Esto no solo ocurre en las áreas cerebrales relacionadas con el componente puramente afectivo del dolor, sino también en las zonas relacionadas con la percepción somática del mismo. Pero, ¿por qué ocurre esto? Esto genera un impacto negativo sobre tu cuerpo, sobre todo en el sistema inmunitario que aumentará potencialmente el riesgo de sufrir alguna enfermedad, sobre todo, inflamatoria.

Afecta la percepción de la temperatura Se ha comprobado que la sensación de tristeza puede aumentar la sensibilidad al frío mientras que la compañía te hace sentir calidez.

Cuando en los experimentos se provoca o invoca una sensación de rechazo y aislamiento, los participantes estiman que la temperatura de la habitación es menor y eligen comer y beber productos calientes. Esta relación aún va más allá de la simple sensación. La temperatura corporal baja pasado un tiempo experimentado tristeza.

Afecta el apetito

La tristeza también afectará tu apetito, de modo que aumentará el riesgo de que subas de peso y afectará tu presión arterial. El resultado directo es la aparición de la hipertensión y de problemas cardíacos a largo plazo. Además de lo anterior, disminuye la capacidad de percibir sabores dulces. Esto se debe a que se disminuye el número de receptores que perciben el sabor dulce en la lengua. Por este motivo, no es raro que al pasar por un momento de tristeza sientas que la comida no tiene sabor.

Aumenta el estrés La tristeza también afectará la hormona cortisol. Esta es importante en el control de los niveles de azúcar en la sangre, la presión sanguínea y la calidad del sueño. Todo esto hace que la tristeza sea el estado psicológico más dañino para la salud. Está relacionada con:   

Cardiopatías Enfermedades pulmonares Enfermedades hepáticas

La depresión, por su parte, puede influir en la aparición del cáncer. Tanto el estrés como la depresión pueden favorecer la precipitación de una enfermedad y agravarla. Cuando estás estresado o extremadamente triste, puedes observar cómo nada funciona con regularidad. Tus defensas bajan y el riesgo de caer enfermo aumenta considerablemente. ¿Cuál es la solución? No es el estrés el que causa los problemas del sistema inmunitario, sino la percepción de que no se puede hacer nada para impedirlo.

El cerebro necesita más energía Suele parecer un poco inusual pensar que el cerebro esté más activo cuando estás triste. Sin embargo, esto pasa porque, durante una época de tristeza, el cerebro trabaja mucho más: se activan más de 70 regiones cerebrales distintas. ¿Cómo es esto? Es sencillo de entender. Mientras estás triste puedes recordar, pensar, sufrir y razonar en busca de soluciones o nuevas alternativas. Hay quienes, en estas situaciones, apenas duerme.

De ahí que estén activos el hipocampo, la parte frontal del cerebro y los lóbulos temporales. Ten en cuenta que el cerebro utiliza el 20% de toda tu energía pero en las situaciones en que te encuentras triste, trabaja mucho más. A su vez, se eleva tu necesidad de glucosa para aliemntar el cerebro. Esto provoca que sientas ansiedad por comer cosas dulces.

Desarrollas trastornos Cuando estás triste, disminuye la serotonina y esta disminución afecta en mediano y largo plazo. Puede llegar a provocar:   

Depresión Obsesiones compulsivas Arranques violentos

Este neurotransmisor está asociado con tu motivación personal, pero tienes que ser fuerte y encontrar en esos momentos de introspección nuevos recursos con los que salir adelante. Es muy probable que en estos momentos visites al médico porque no te sientes bien. El resultado será que las pruebas médicas muestran que tu salud está perfecta. Y es cierto, físicamente está bien, pero anímicamente, no.

Necesitarás llorar

Llorar quizás te haga sentir mejor. Cuando te sientes triste, tu cerebro acumula demasiada tensión y necesita expulsar esa ansiedad de alguna forma. El llanto es perfecto para relajarte y liberar todo lo que sientes. Después de hacerlo, empezarás a segregar endorfinas que te harán sentir más relajado. Por ello, es importante que cuando sientas ganas de llorar, no te resistas. Sácalo y verás como te sentirás liberado. Algunas personas optan por otras actividades que también ayudan a generar endorfinas, como mantener relaciones sexuales o hacer ejercicio. Estas dos opciones también funcionan y no están mal. Eso sí, llorar es necesario de vez en cuando. Los efectos de la tristeza en tu salud pueden ser muy negativos. No siempre puedes sentirte bien pero sí puedes buscar alternativas para aliviar esas tensiones.

Básicamente podemos decir que hay dos clases de honda tristeza, una que es provechosa, y otra que no lo es, en palabras del sabísimo Predicador: 1.

"Mejor es el enojo [de los sabios] que la risa, porque con el decaimiento del rostro (tristeza) se enmienda el corazón."

(Kohelet / Predicador 7:3) 2.

"Ciertamente la opresión (depresión) entontece al sabio, y el soborno corrompe el corazón."

(Kohelet / Predicador 7:7)

Así pues, tenemos merirut -amargura- que es una emoción de pesar que conlleva una finalidad constructiva: "enmendar el corazón". Y tenemos atzvut -melancolía,

depresión- que es una penosa emoción destructiva, que: "entontece".

Merirut es la aflicción del que en su fuero interno siente que algo no está bien en su vida, y por lo tanto la tristeza le sirve como señal de alarma, para despertarlo y llevarlo a corregir su vida y contexto de vida. La persona que carga con este sentimiento, es uno que sufre de la agonía a causa de los errores que ha cometido, así como por las posibilidades que ha desperdiciado banalmente. Esto ocurre pues, la energía que debía usarse para hacer una obra edificante, ha sido desviada a un objetivo secundario que se ha sobrecargado, lo que produce intenso malestar; o ha permanecido estancada sin ser canalizada apropiadamente, lo que también produce malestar. Entonces, la amargura del ánimo se dispara, y despierta a la persona a la realidad, a su obligación de actuar con corrección para restablecer el equilibrio que él mismo se ha producido, a causa de su desvío o de su pereza.

(Dentro de esta clase de tristeza hallamos también los duelos normales por aquello que acontece a la persona, y que ésta no tiene forma de solucionar, es una forma de dolor por la sensación de propia-impotencia en ciertos aspectos). Merirut cuenta con una finalidad: ser un trampolín para el auto-mejoramiento y crecimiento personal.

Atzvut por su parte, es el tormento que sufre aquel que considera que su vida propia, o la vida en general, carece de cualquier sentido, y que todo es insignificante, absurdo, hueco. Esta melancolía drena sus energía disponibles, oscureciendo abismalmente los caminos que pudieran ser iluminados por la esperanza y la iniciativa.

(Dentro de esta clase de tristeza ubicamos un tipo de duelo tormentoso, melancólico, incapaz de reconocer algún valor a la vida, sumergido en intensos reproches o incluso furia). Atzvut es un pozo oscuro y que parece no tener fin.

¿Cómo podemos distinguir, si no somos expertos, entre ambos sentimientos de tristeza? Merirut: 1. 2. 3.

La persona mantiene un cierto grado efectivo de actividad. La persona suele llorar amargamente. La persona puede describir algún motivo más o menos concreto y exacto para su estado.

4. 5. 6. 7.

La persona siente sus pensamientos como en un torbellino. Tiene ideas de culpa y remordimiento sobre hechos bien definidos, en general reales. Los que están cercanos suelen sentirse con ánimos de alentarlo. Al pasar el momento crítico de amargura paralizante, la persona se pone a trabajar en procura de quitar el dolor de su vida, se propone enmendar aquello que ha dañado anteriormente, o trata de conseguir aquello que ha despreciado y ahora se arrepiente.

Atzvut: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

La persona se muestra mayormente pasiva, falta de iniciativa o actividad. La persona tiene la mirada seca y vacía. Los lloriqueos son molestos y secos. La persona no puede señalar nada en concreto como explicación de su estado. Muchas veces echan culpa a otros, al destino, etc. La persona está fijada en un número reducido de pensamientos, o con el pensamiento aletargado, vacío. Tiene ideas de muerte y vaciamiento. Suele salpicar con reproches o acusaciones a todo y todos. El sentimiento repercute en el ambiente de modo tal que los otros entran en un ánimo de pesar y decaimiento. La persona prefiere dormir, o permanecer en penumbras e inactiva. A veces suele tener arranques de furia destructiva, dirigida hacia sí mismo o hacia los demás.

(Si conoce alguna persona que cuadre con la descripción de Atzvut, haga lo posible para que consulte con un psiquiatra). En conclusión, como dicen los jasidim: "No es pecado estar deprimido, pero la depresión -Atzvut- consigue hacer a veces más daño que el pecar". Si le quedan dudas, hágamelas saber. Shalom.

La tristeza según Dios 103Share

¿Hay diferentes tipos de tristeza? En la Biblia se explica claramente que sí. De hecho, una parte fundamental del arrepentimiento es aprender a sentir el tipo de tristeza correcto.

La Biblia nos dice que es importante para nosotros entender el tipo de tristeza correcto, la cual conlleva a un arrepentimiento de corazón y al cambio. La mayoría de nosotros diría “Lo siento” si tropezamos accidentalmente con alguien en la tienda. La mayoría de nosotros sentiría tristeza si nos enteramos que un amigo cercano ha perdido algún ser querido, y de verdad lo sentiríamos mucho por esa persona. En los dos casos el sentimiento puede ser de corazón. Pero siendo así, ¿ese es el tipo de tristeza que Dios está buscando cuando se trata de arrepentimiento? El rey Salomón escribió: “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” (Proverbios 15:13). Un semblante alegre es simplemente una expresión externa de estar feliz. Es la reacción a una emoción física interna.

Pero Salomón también advierte que el espíritu se puede abatir por el dolor del corazón. El corazóndel ser humano describe la mente y el pensamiento de la persona. ¿Qué quiere decir que el espíritu está abatido? ¿Requiere Dios un espíritu abatido? El rey David escribió: “Cercano está el Eterno a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18). Hay momentos para estar quebrantados; momentos para acudir a Dios con la tristeza adecuada. La traducción para la palabra hebrea “contrito” puede significar “colapsar” (Strong´s Exhaustive Concordance of the Bible, #1793) [Strong: Concordancia exhaustiva de la Biblia, #1793]. Dios está cerca de aquellos cuya mente egoísta y orgullosa les ha sido quebrantada, y salva a los que les tienen su espíritu quebrantado. David, considerado un hombre conforme al corazón de Dios, nos dice: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:17). Owen’s Analytical Key to the Old Testament [Clave analítica del Antiguo Testamento de Owen] traduce las palabras hebreas en ese pasaje de la siguiente manera: “El sacrificio agradable a Dios, un espíritu de quebrantamiento, un corazón roto y contrito, Dios, tú no lo desprecias”. ¿Cómo se relaciona un “corazón roto” con el arrepentimiento? Aunque en Salmos 51 no se mencionan las palabras arrepentido o arrepentimiento, David expresa lo que significa tener un espíritu quebrantado —mostrando su profundo arrepentimiento y su gran deseo de ser perdonado y purificado. “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio” (vv. 1-4). Motivado por su arrepentimiento, David reconoció, confesó y admitió sus pecados. En otro de sus salmos, escribió: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Eterno; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos 32:5). ¿Cuáles son las características de la tristeza según Dios? El apóstol Pablo se sintió aliviado con la actitud de arrepentimiento de los miembros de la congregación en Corinto, después de haberlos reprendido. Acá podemos ver otro aspecto de la tristeza según Dios —el profundo deseo y compromiso para cambiar. “Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo

produce muerte. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto” (2 Corintios 7:8-11). La descripción que Pablo hace aquí es muy clara. La tristeza según Dios va a producir algo en nosotros que nos va hacer cambiar y nos va a motivar a estar lo suficientemente afligidos como para arrepentirnos. Miremos estas palabras que Pablo utilizó para describir la tristeza según Dios: 

Solicitud



Defensa



Indignación (rabia frente a lo que hemos hecho)



Temor



Ardiente afecto



Celo



Vindicación

Él dijo: “En todo os habéis mostrado limpios en el asunto”. Esta no es una tristeza temporal por la condición en que uno se encuentra, es un verdadero arrepentimiento que lleva al cambio. Es importante que nos demos cuenta que mientras que lamentarse es un aspecto del verdadero arrepentimiento, el sentimiento de tristeza en si mismo no es arrepentimiento. La tristeza según Dios nos lleva a un cambio en nuestra forma de pensar, en nuestras acciones y en nuestra vida. Hace que tengamos la actitud correcta para que podamos arrepentirnos. La tristeza según el mundo se preocupa más por el castigo o por las consecuencias. La tristeza según Dios se preocupa más por el deseo de cambiar. Clarke’s Bible Commentary [Comentario bíblico de Clarke] dice esto acerca de la tristeza según Dios: “No fue una pena por haber sido descubiertos y entonces reprendidos solemnemente, fue una pena porque habíais pecado contra Dios, cuya consideración hizo que te afligieras más que el temor a cualquier castigo” (comentario de 2 Corintios 7:9). Si un niño está haciendo algo malo y el padre lo corrige, el niño puede lamentarse porque hirieron sus sentimientos o porque no pudo hacer lo que quería hacer. Sólo hasta que tengamos el tipo de tristeza correcta podremos darnos cuenta que lo que estamos haciendo está realmente mal.

Tener el tipo de tristeza correcta va a llevar a la persona a tener un corazón cambiado. Entonces Dios puede conceder el arrepentimiento a esa persona. ¿Por qué la tristeza según el mundo produce muerte? Cuando una persona ha pecado y está sufriendo las consecuencias de sus decisiones, puede sentir una tristeza natural, según el mundo. Por ejemplo, si una persona se emborracha y es arrestada por manejar bajo la influencia del alcohol, y después se despierta en la cárcel, puede sentirse angustiado o avergonzado. Probablemente él no desearía tener el malestar de una resaca o estar preocupado por haber puesto la vida de otros en peligro. Pero entonces puede dar un giro y hacer lo mismo otra vez el próximo fin de semana. Tran pronto como está fuera de la cárcel, sin experimentar ningún malestar físico, puede que no piense mucho en lo que hizo. Este tipo de arrepentimiento es temporal —¡no conlleva a un cambio en la forma de pensar o actuar! En un sentido espiritual, si la persona no se arrepiente del pecado, entonces sigue viviendo en pecado, y la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). El castigo por el pecado —la muerte— todavía está sobre él y su tristeza temporal según el mundo no lo va a llevar a un cambio duradero. La tristeza según Dios lo guiará a un corazón nuevo En Ezequiel 18:30-31 Dios advirtió a Israel: “Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Eterno el Señor. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?”. Dios quería un “corazón nuevo” en el pueblo de Israel. Él quería verlos cambiar y que lo siguieran. Él desea lo mismo en la actualidad con usted y conmigo. Sin embargo, la humanidad no tiende a tener tristeza según Dios. Jesús dijo: “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre” (Marcos 7:20-23). Estas son las tendencias naturales del hombre. En otros apartes de las escrituras se les llama “obras de la carne” (Gálatas 5:1921). Pero cuando una persona siente la tristeza según Dios, guiándolo al arrepentimiento y al cambio, entonces Dios puede darle a esa persona su Espíritu Santo. Esto crea un corazón nuevo que puede empezar a producir el fruto del Espíritu Santo de Dios (Gálatas 5:22-23).

La tristeza según Dios, como la describió Pablo, nos guiará al arrepentimiento, que es el primer paso para responder al llamamiento de Dios, y nos va a llevar al camino de la conversión. (Si desea ahondar en este proceso de vital importancia, descargue de manera gratuita una copia del folleto ¡Cambie su vida!). El resultado de la tristeza según Dios es un corazón cambiado, y nos guiará a una nueva vida —y eventualmente a la vida eterna. “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación” (2 Corintios 7:10). Si desea leer material relacionado que le puede ayudar en este proceso esencial, vea los demás artículos en la sección “Arrepentimiento”.