LA SUERTE DE LA FEA

La Suerte de la Fea Por Alejandro Licona 1 “LA SUERTE DE LA FEA” Comedia en un acto original de Alejandro Licona. La

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La Suerte de la Fea

Por Alejandro Licona

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“LA SUERTE DE LA FEA” Comedia en un acto original de Alejandro Licona. La comedia ¿Qué hace a una mujer fea o hermosa? Los conceptos son ambiguos, y peor aún, cuando se confunden uno con el otro, los resultados pueden ser desastrosos. Linda es una mujer normal, con una vida simple y amigas comunes, pero cuando la vida le echa su ‘fealdad’ en la cara, tendrá muchas dificultades para recuperar el camino en su vida. Esta comedia del autor mexicano muestra cómo la mujer puede detener su vida por los estereotipos de la belleza.

( Entra LINDA, mujer común y corriente. Se dirige a proscenio. ) LINDA:

Mi nombre nunca me ha gustado. Los papás luego en un afán por declarar cosas sobre sus hijos les ponen nombres que luego a la larga llegan a ser fuente de bromas o de sarcasmo. Por ejemplo yo en primaria tenía un compañero que se llamaba Einstein. Sí, Einstein López y era el más estúpido de todos nosotros. A mí me pusieron Linda que es un nombre ostentoso, poco modesto y peligroso ¿Qué tal si he salido como mi prima de Tlaquepaque que está fea como la desgracia o que tal como mi tía que es una desgraciada con vista al mar? Sí, es Linda pero sólo de nombre, hubiera escuchado muy seguido por ahí. Pero en fin, no vine a hablar de eso sino a ponerles de sobre aviso, a prevenirles que no dejen que la moda de estos tiempos –esto es la búsqueda frenética de la belleza física- les impacte en sus espíritus y se convierta en una obsesión que sólo ha de acarrearles sufrimientos y miseria. La mayoría de las mujeres no sé por qué quieren verse como las estrellitas de la televisión: rubias y anoréxicas. Maestras, vivimos en México. Aquí somos chaparritas, morenas y llenitas. Pretender ser como las gringas –y no todas ¿Eh? He visto unas monstruosamente gordas- es una estupidez. Amigas, no permitan que nadie les maltrate su auto estima y si de algo les sirve mi experiencia quisiera platicárselas para que no caigan en la serie de errores en los que yo incurrí, por estupidez o por falta de conocimiento. Empezamos. Música, maestro... ( Entra MÚSICA grandilocuente, como de culebrón. A LINDA no le gusta pero con resignación continúa. )

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LINDA:

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Sí, olvídense de enfermedades o de problemas de dinero. Lo más espantoso que les puede pasar es perder el amor propio. Yo no me considero fea. Tampoco una belleza, si no estoy tonta. Tengo espejo y bastante autocrítica y lo que me pudiera faltar de atractivo físico que según yo lo tengo en dosis moderadas, lo suplo con una buena plática y discretos halagos al compañero en turno. Mi vida era como la de cualquier otra mujer común y corriente hasta que una tarde recibí la visita de Ruth y de Lilia, amigas de hace mucho tiempo que me invitaron a asistir a una sesión espiritista. Ojo, ése fue mi primer error. No lo hagan. ( Entran RUTH y LILIA, al igual que LINDA mujeres comunes y corrientes. Sale la MÚSICA. )

RUTH:

¿En serio no conoces a madam Chandú?

LILIA:

Cómo va a ser, si sale en televisión, Linda. Es famosísima. Todo lo que te predice fatalmente se cumple sin falta.

LINDA:

( Aparte ) Mis amigas, Ruth y Lilia.

RUTH:

Ay, nada pierdes con ir ¿Qué tal si te dice tu porvenir o te contacta con el espíritu de algún familiar tuyo?

LINDA:

( Acercándose a ellas ) ¿Y qué te hace pensar que quiero hablar con la bola de ojetes de mis difuntos parientes?

LILIA:

Bueno, con Pedrito Infante. Ay, vamos. Sirve que te oreas para que no estés pensando ociosidades aquí encerrada.

LINDA:

( Aparte ) Y yo de tonta que acepto ir. En parte porque tenían razón. Me la paso enclaustrada y en parte por salir de la rutina ¿Consultar a una médium? Suena interesante. Claro, de haber sabido lo que me esperaba, las mando muy lejos y me encierro a piedra y lodo. ( LINDA toma un suéter que le ofrece una de sus amigas y se lo pone. )

LINDA:

( Aparte ) Tomamos un taxi para dirigirnos a una exclusiva zona residencial de la ciudad ( por sus amigas ) Este par de idiotas iban emocionadísimas...

LILIA:

¿Y a quién piensas invocar, Ruth?

RUTH:

¿Vieras que aún no me decido si entre Javier Solís y Luis Pasteur?

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LILIA:

¿Sabes hablar francés?

RUTH:

¿Eso qué tiene qué ver?

LILIA:

Cómo qué. Se presenta Luis Pasteur, te dice el secreto de la vida y de la muerte y tú sin entender ni jota. No mames. Para eso caso mejor Javier Solís.

RUTH:

Sí ¿Verdad?

LINDA:

( Aparte ) No tardamos en llegar a una mansión muy elegante cuya sala estaba repleta de personas que como nosotras iban ahí a consultar a la tal madam Chandú. Nos tuvieron las horas esperando ( Cont. ) mientras veíamos salir de un salón a gente muy afectada, llorosa, impactada seguramente por las tremendas revelaciones que les llegaron del más allá. La manga, qué.

LINDA:

( Suena un gong y entra MÚSICA de misterio. Aparece MADAM CHANDÚ ataviada como la clásica médium para ponerse en trance. ) LINDA:

( Aparte ) No tardamos en pasar con ella. Yo la verdad estaba muy escéptica ( suspira ) Que me iba yo a imaginar que mi vida daría un giro de 180 grados y que mi ego sufriría el golpe traidor.

RUTH:

( En voz baja ) Ay, ojalá se aparezca Luis Miguel.

LILIA:

( En voz baja ) Luis Miguel no está muerto.

RUTH:

( En voz baja ) Por eso.

LINDA:

( Callándolas ) Sssh, ya.

CHANDÚ:

( Negando fatalista ) La muerte más espantosa ronda a una de ustedes. Qué cosa más horrible. En menos de un mes pasará a mejor vida en medio de los más atroces sufrimientos. Morirá exactamente a las once de la noche...

LILIA:

( Impactada ) ¿Quién?

CHANDÚ:

La más fea de este grupo... ( LILIA y RUTH al unísono voltean a ver con compasión a LINDA. )

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LINDA:

( Sintiendo las miradas ) ¿Qué?

CHANDÚ:

Tendrá que librar la más encarnizada de las luchas por sobrevivir pero tendrá ayuda sobrenatural si ella lo desea. Contesta ¿Lo deseas o no?

RUTH:

( A LINDA ) Contéstale.

LINDA:

¿Y por qué yo?

LILIA:

Sí, sí lo desea.

CHANDÚ:

( Haciendo pases mágicos ) De una de dola, de tela canela, zumbaca tabaca de vira virón. Que la fea reciba su ayuda de volón. ( MADAM CHANDÚ se marcha. Sale la MÚSICA. )

LINDA:

Qué les pasa ¿eh?

RUTH:

( Fingiendo demencia ) ¿De qué, Linda?

LILIA:

Yo estoy así porque no se presentó ninguna de las personas que yo esperaba. A eso te refieres ¿No?

LINDA:

No.

RUTH:

¿Entonces?

LINDA:

No finjan demencia por favor. Dijo que se iba a morir la más fea del grupo. Y ustedes de inmediato voltearon a verme ¿Qué se traen?

LILIA:

Ay, yo no recuerdo haberlo hecho. Estaba muy nerviosa ¿Tú, Ruth?

RUTH:

Igual. Pero tú no crees en esas tonterías. Fuimos a... divertirnos, a estar a la moda. ( RUTH súbitamente se quebranta y llorosa abraza a LINDA. )

RUTH:

( Gimiendo ) Ay, Linda.

LINDA:

¿Qué?

RUTH:

( Componiéndose con prisa ) Nada. Es que nunca te he dicho lo buena amiga que eres.

LILIA:

Te vamos a extrañar mucho.

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LINDA:

¿Por qué?

LILIA:

( Comprendiendo que metió la pata ) Pues...te vas a ir de viaje ¿No? Tú nos platicaste.

LINDA:

Eso fue hace un mes, Lilia.

RUTH:

No nos hagas caso. Esa sesión con madam Chandú nos dejó... un poco tontas.

LILIA:

( Se quita una pulsera ) Ten. Te la regalo.

LINDA: LILIA:

¿Y esto? Tú siempre me has dicho que te encanta mi pulsera y que darías lo que fuera por tener una igual. Pues ya se te hizo ( sonriendo ) ¿No te da gusto? ( LINDA avanza a proscenio sosteniendo la pulsera en tanto RUTH y LILIA hacen mutis. )

LINDA:

De momento no entendí ¿Por qué esas súbitas e intensas muestras de cariño? Sí, nos queremos, nos buscamos pero nunca lo habían externado de esa manera... antes de irme a mi casa pasé a un centro comercial a comprar unas cosas y ahí tuvo lugar una revelación... ( Entra una EDECÁN cargando una cajita con muestras. Se le acerca a LINDA )

EDECÁN:

Buenas noches, señorita. Permítame ofrecerle la última novedad de los laboratorios Ontario en cuanto a la belleza instantánea se refiere. Olvídese de costosas operaciones de cirugía plástica. Con este maravilloso lift-nouse usted puede lucir una nariz hermosa, rápido y sin necesidad de ir con un doctor.

LINDA:

( Barriéndola con la mirada ) ¿Y por qué me lo ofrece a mí?

EDECÁN:

( En aprietos ) Este...para mejorar su apariencia.

LINDA:

¿Usted piensa que debo mejorar mi aspecto?

EDECÁN:

Nunca está de más lucir una nariz hermosa.

LINDA:

A ver permítame una de esas cajas ( leyendo ) “Olvídese de su nariz de alcanza queso” ( mira severa a la chica ) “Que ya no le digan que parece loro huasteco” ¿Me está usted diciendo fea,

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señorita? EDECÁN:

N-no. Es...sólo para mejorar la apariencia ¿Entonces qué? ¿Le pongo una?

LINDA:

( Controlándose ) No, gracias. Me gusta mi nariz tal y como la tengo. Váyasela a ofrecer...a alguien que lo necesite.

EDECÁN:

Como usted diga ¿No quiere ver nuestra crema facial mágica? Es una maravilla para quitar arrugas y poros abiertos. Es especial para las personas que tienen la piel como queso cottage ( por la mirada de LINDA ) Por si usted se la quiere regalar a alguien.

LINDA:

No. Gracias... ( Se marcha la EDECÁN )

LINDA:

( Aparte. Indignada ) Y ahí delante de la tarada ésa que me cae el veinte pero grueso. Las hijas de la chingada de mis amigas ¡Se estaban despidiendo de mí! Ahora resulta que la fea del grupo y digna de quebrarse como dijo la idiota del turbante, soy yo ¿Qué les pasa, idiotas? Ya se podrán imaginar cómo llegué a mi casa. ( Un cenital ilumina un espejo de cuerpo entero. LINDA al descubrirlo se acerca a él para observarse con aire crítico. )

LINDA:

( Tras largo examen ) Es que no estás fea, Linda. Tal vez si la Chandú hubiera dicho la menos agraciada, puede que pero...no, ella dijo la más fea y yo la verdad me veo igual que mis amigas. Ni más fea ni más bonita. Igual ( se examina el cuerpo ) Tengo lo mío. ( para sí ) No te hagas, Linda. Te pudo y cañón lo que te dijo la pendeja ésa de la tienda ¿No te la pasaste después mirándote en cuanto espejo se te cruzó en el camino? ¿De veras está bien mi nariz o la tengo como Benito Juárez? ( con firmeza ) La tengo bien. No necesito de ningún artilugio para mejorarla. Y si se va a morir alguien en un mes, puede ser cualquiera de nosotras tres. ( LINDA se aparta del espejo visiblemente afectada en su amor propio. )

LINDA:

Pinche gente ¿Cómo permiten que anden diciendo esas cosas así, como si nada? Te vas a morir. Mira, serás muy famosa y saldrás en televisión pero eso no te quita que seas una charlatana impostora. Y no te enojes con tus amigas. Pobrecitas, se sienten más bonitas que tú. Eso no es ningún defecto. Todas tenemos nuestro amor propio y yo no voy a permitir que nadie pisotee el mío. Oquéi. No eres un cuero pero tampoco estás tirada a la calle. Feo Quasimodo, el

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Fantasma de la Ópera, tú no mírate. Y no te vas a morir. Ni te sugestiones ( suelta una risita ) Además que ni se apure la fea ¿no lanzó un conjuro para tener ayuda sobrenatural? ¿Entonces? ( LINDA se regresa a donde se encuentra el espejo. ) LINDA:

Espejito, espejito ¿Verdad que no estoy tan de a tiro?

ESPEJO:

¿La verdad, la verdad? No estás fea, sólo mal acabada.

LINDA:

( Congelada ) ...

ESPEJO:

¿Qué? ¿No te gustó? Me pediste que te dijera la verdad. Linda, no me chingues ¿Cómo te atreves a preguntar algo que es obvio y que salta a la vista? ( Por el marco sale un hombre vestido de traje y de aspecto severo. )

LINDA:

¡Ay, Dios mío! ¿Y usted quién demonios es?

ESPEJO:

( Tras breve pausa ) ¿En serio no lo sabes? ¡Pues tu espejo, quién más! El fiel reflejo de tu cuerpo.

LINDA:

¿Ah, sí? ¿Y por qué entonces no es igualito a mi?

ESPEJO:

Oye no, tampoco. Pobre de mí, si fuera igualito a ti ya me hubieran roto o nadie me hubiera comprado. Ten piedad.

LINDA:

Los espejos no hablan.

ESPEJO:

Eso cree todo mundo pero siempre estamos hablando. Que no nos oigan, es otra cosa ( sonríe ) ¿Qué puedo hacer por ti? Y no me vayas a salir con que te levante la auto estima que te acabo de chingar con mis comentarios porque nosotros siempre decimos la verdad.

LINDA:

Cosa que no pretendo rebatir. Lo que sí necesito es que me expliques qué haces aquí afuera de tu...ámbito, del cristal y del marco donde por lo común sueles estar.

ESPEJO:

¿La verdad, la verdad? Tú me la puedes decir. Eres fea, no pendeja.

LINDA:

¡No estoy fea!

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ESPEJO:

Oh que la chingada. A ver ¿Por qué crees que estoy aquí? ( ante la duda de LINDA. ) Tú te sabes la respuesta, anda, suéltala.

LINDA:

¿Por alguna misteriosa conjunción de fuerzas cósmicas?

ESPEJO:

No mames, Linda.

LINDA:

¿Tú eres la ayuda sobrenatural?

ESPEJO:

¿Ves lo que te digo? No eres ninguna tonta. Ergo, si la ayuda sobrenatural te llegó a ti, eso solamente significa que...

LINDA: LINDA:

( Aplastada por la revelación ) Es que no puede ser. No estoy ciega. Diario me veo delante de ti y te juro que no me encuentro ni fea ni ( Cont. ) ...bonita. Normal, pues.

ESPEJO:

Puede que a comparación de tus amigas sí estés feíta.

LINDA:

Ajá, suponiendo eso ¿Y cómo piensas ayudarme?

ESPEJO:

Para serte sincero, no tengo la más puñetera idea.

LINDA:

¿Podrías dejar de ser tan majadero?

ESPEJO:

Lo siento, soy como tú me percibes...

LINDA:

( Sin entender ) ...

ESPEJO:

Las personas agraciadas físicamente nos perciben amables, aduladores y en extremo educados. En cambio las horribles...

LINDA:

Y dale. Que no estoy fea.

ESPEJO:

¿Qué piensas hacer ahora que sabes que te queda poco tiempo de vida, Linda?

LINDA:

Qué insistencia ¿Por qué he de ser yo la que se ha de morir?

ESPEJO:

Porque tú lo crees. Entre lo que te dijo la chava de la tienda y lo que te acabo decir yo, ya estás más que convencida. No solamente soy reflejo de tu cuerpo sino de tu pensamiento ¿O no, Linda? Dime que no estás pensando eso.

LINDA:

Digamos que no tengo la seguridad ¿Qué estoy diciendo? Ésas son tonterías. Babosadas que dijo la Chandú para sacar billete.

ESPEJO:

Pero muy en el fondo algo te dice que tú puedes ser la elegida para

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quebrarte. LINDA:

¿Tú piensas que realmente me voy a morir?

ESPEJO:

Soy un reflejo de ti. Tú misma te estás haciendo la pregunta ¿Lo crees?

LINDA:

Por supuesto que no. Esas son tonterías. Nadie puede saber cuando se va a morir nadie.

ESPEJO:

Pero...

LINDA:

Muy en mi interior queda la duda ¿Por qué? Porque reconozco que hay cosas fuera de nuestro entendimiento y de nuestra lógica. Y lo ( Cont. ) que pasamos allá con la loca de la Chandú pudiera inscribirse dentro de lo inexplicable...

LINDA: ESPEJO:

( Instándola a seguir ) Ajá ¿Y?

LINDA:

Dentro de este pensamiento y sin admitir aún plenamente el título de la fea del grupo ¿Qué pasaría si yo logro quedar más bonita que mis amigas?

ESPEJO:

Chingá, eso es optimismo. Por eso me caes bien ( por la cara de LINDA ) ¿Decías? Ya que estés menos hórrida de lo que ya estás ¿Qué?

LINDA:

( Cortada ) Si quedo un poco más agraciada, tal vez la muerte no sepa a quién de las tres llevarse, se haga camote y la logre salvar.

ESPEJO:

Eso es lo más idiota que he escuchado en mi vida ( por la mirada iracunda de LINDA ) pero tú muy en el fondo lo crees. Se vale.

LINDA:

Se aceptan sugerencias.

ESPEJO:

No soy nadie para rebatirte ( sonriendo ) ¿Entonces qué? ¿Te vas a poner guapa?

LINDA:

No te burles, cabrón.

ESPEJO:

( Aguantándose la risa ) No ¿Quién se está riendo?

LINDA:

Chinga tu madre.

ESPEJO:

Acuérdate que soy espejo.

LINDA:

¿Vas a estarme contestando todo lo que diga?

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ESPEJO:

¿Y qué quieres qué haga si soy espejo? ( tras breve pausa ) ¿Sabes en dónde te pueden ayudar cabrón?

LINDA:

¿En dónde?

ESPEJO:

En la colonia Buenos Aires. No por nada pero ahí hay unos hojalateros que hacen maravillas.

LINDA:

No seas hijo de la chingada y dime la verdad ¿Tan de a tiro estoy?

ESPEJO:

Maestra, mírate en este espejo. Yo lo digo por salvarte. ( LINDA se dirige a proscenio. Mutis discreto del ESPEJO. )

LINDA:

Fue inútil. Todos mis más íntimos pensamientos, el ojete del espejo los decía en voz alta. Fue del nabo estarlo oyendo cómo se burlaba de mí y yo bien desconcertada buscándome defectos o fealdad en mí...( desolada ) que no tardé en hallar.

LINDA:

( Al ESPEJO ) Bueno, ya llégale. Me voy a acostar.

ESPEJO:

¿Qué? ¿Te da pena que te vea? No mames, si te he visto to-do.

LINDA:

...

ESPEJO:

Sí, hasta cuando te pones a cantar ( la remeda grotescamente ) el tiempo pasa y no te puedo olvidar / te llevo en mi pensamiento constante, mi amor...( etc ) ( LINDA se retira del ESPEJO que sigue cantando y bailando como cuando uno lo hace delante de la luna del ropero. )

LINDA:

Movida por un oscuro pensamiento ( al ESPEJO ) Ya cállate ¿Quieres?

ESPEJO:

( Imitando a Pedro Infante ) Cariño que Dios me ha dado sin merecerlo....

LINDA:

Movida por un oscuro presentimiento me dejé envolver –fíjense qué tonta- en mi inseguridad. De pronto ya no era normal. Todos los defectos me cayeron como alud, aplastando mi menguante auto estima y sin desearlo ni pedirlo, de repente me vi hojeando revistas y poniendo especial atención en los anuncios de cómo ser más bella. Espeluznante ¿no? pero verdadero. Logré callar al espejo cuando lo

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tapé con una cobija... ( Se marcha el ESPEJO ) LINDA:

Y por primera vez en mucho tiempo, utilicé la báscula comprada y abandonada hacía años. Recordaba perfectamente mi peso. Si yo había engordado, lo sabría al instante. ( LINDA se dirige ahora a una báscula de baño y va a pesarse pero se detiene para quitarse los zapatos, el suéter y todo aquello que represente peso. Al subirse, la báscula comienza a gritar “gorda-gordagorda” como guajolote. Se baja al instante y desconcertada lo vuelve a intentar con idénticos resultados. Se llena de tristeza.)

LINDA:

Ay, dos kilos de más no es estar gorda. Ésos en una semana fácil los bajo ( se revisa la cintura ) Puta, es que no puede ser. Para nada me veo gorda. O me quiero mucho, o estoy ciega o es puro cuento todo lo que me han dicho ( reflexiva ) ¿no me habrá hipnotizado la desgraciada ésta? Sólo así se explicaría que el espejo y la báscula me hablen. ( LINDA se sube a la báscula )

BÁSCULA: Órale. Súbanse de una en una, no todas en bola. Me van a descomponer. LINDA:

( Bajándose de la báscula ) Oquéi. Si voy a ponerme a hacer ejercicio es porque lo necesito, no para verme mejor. Eso que quede bien claro. Me dije en ese entonces y temprano que me salgo a correr ( tras pausa ) No, fue de la chingada. Todos los perros de la colonia me empezaron a corretear. Y ahí como pude que los ahuyento... ( LINDA trota como si se hallara corriendo. De vez en cuando arroja piedras imaginarias. )

LINDA:

Órale, sáquese pinche perro. A corretear a su madre.

PERROS:

( En OFF ) ¿Oíste, Firulaís? ¡La albóndiga habla!, No es albóndiga, Nerón. Es un pedazo de manteca...guau. ( LINDA deja de trotar con desaliento y triste se marcha. Entra el DOCTOR jalando un biombo. )

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DOCTOR:

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( Por un interfón ) Que pase la paciente que sigue, señorita. ( Entra LINDA. )

DOCTOR:

( Pegando un brinco, sobresaltado ) Ay, hija de la chingada.

LINDA:

¿Cómo dijo?

DOCTOR:

( Como si nada ) Que tenga la bondad de pasar ¿Qué podemos hacer por usted? ( por la mirada de LINDA ) ¿Pasa algo?

LINDA:

Es que me pareció oírlo hablar, doctor.

DOCTOR:

Sólo le dije buenas tardes y que pasara ( cambiando la voz ) Puta, las había visto feas pero como tú ninguna. Qué cosa más espantosa ( con su voz normal ) ¿Me decía, señorita?

LINDA:

( Desconcertada ) Vengo a que...me arregle, doctor.

DOCTOR:

Para eso estamos. No por nada pero soy el mejor cirujano plástico de la ciudad. Dígame ¿Qué desea usted mejorar?

LINDA:

Pues...( se toca la cara ) La cara tal vez...

DOCTOR:

¿La cara? ¿Qué tiene su rostro?

LINDA:

Usted puede decírmelo. ( El DOCTOR se acerca y con ambas manos toma la cara de LINDA para examinarlo. )

DOCTOR:

Pues...tiene unas pocas ojeras, nada grave. Quizá un poquitín de papada. Arrugas casi no tiene ( cambiando la voz ) Nada que no solucione una máscara del Santo o de Blue Demon.

LINDA:

¿Perdón?

DOCTOR:

No encuentro nada...que merezca ser arreglado ¿Por qué mejor no me dice usted qué quiere que se le cambie?

LINDA:

¿Usted me encuentra fea, doctor? Sea sincero por favor.

DOCTOR:

Fea, lo que se dice fea pues no, señorita ( cambiando la voz ) Lo que usted necesita es volver a nacer porque está más horrible que un susto a medianoche. Y todavía lo pregunta.

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LINDA:

¡Doctor!

DOCTOR:

¿Dígame?

LINDA:

( Aparte ) Ahí ya no tuve duda. La hija de la chingada de la Chandú me había hipnotizado para que estuviera oyendo todo lo negativo acerca de mi apariencia física. Me hice el propósito de buscarla más tarde para que me dejara como estaba antes.

LINDA:

¿Y cómo ve si me aumenta el busto, doctor?

DOCTOR:

Usted dígame cuantas tallas más quiere que le aumente ( cambiando de voz ) Yo que usted me ponía talla 34 E para que los hombres en lugar de verle la cara le vean las chiches. Usted sugiérame, doctor.

LINDA: DOCTOR:

Usted es talla B ¿No? podría ser una copa C o si quiere verse más abundante pues hasta D. Usted decida.

LINDA:

C estaría bien.

DOCTOR:

Pase atrás de ese biombo para examinarla. Quítese la blusa. ( LINDA se mete tras un biombo. )

DOCTOR:

¿De qué material quiere sus implantes? Hay silicón y hay solución salina.

LINDA:

¿Cuál sería la diferencia, doctor?

DOCTOR:

Con el silicón le quedarían muy duros y con la solución salina, suavecitos ¿Ya está lista?

LINDA:

Sí, doctor. ( El DOCTOR se asoma por detrás del biombo y señalando burlón a LINDA comienza a carcajearse. )

DOCTOR:

( Cambiando la voz ) No mames ¿Le llamas chiches a esas chingaderas? Parecen huevos pero estrellados... ( Humillada, LINDA abandona el biombo y avanza a proscenio en tanto el médico sin dejar de reír se marcha llevándose el biombo. )

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LINDA:

Por supuesto que ya no regresé con ese doctor ni me hice ninguna operación. Traté de ya no pensar en nada de eso pero por más que me esmeré, fue inútil. La semilla destructora de la inseguridad había germinado en mi mente. A partir de ese día me sentí la mujer más fea del planeta ( Tras pausa ) ¿Cómo estaría yo que hasta mi testamento hice? Neta. ( LINDA saca su teléfono celular y marca. Luz a otra parte del escenario donde aparece una CHICA con el auricular en el oído. )

CHICA:

Buenos días, Centro Cultural Esotérico, para servirle...

LINDA: CHICA:

Buenos días. Quisiera hacer una cita con madam Chandú. Huy no, seño. La madama, que es todo amor y armonía para los vivos y esperanza para los muertos regresa hasta octubre. En este momento se encuentra en Buenos Aires derramando alegría y consuelo.

LINDA:

Oiga pero me urge hablar con ella. Necesito que rompa una maldición que me lanzó.

CHICA:

La madama que es todo amor y armonía para los vivos y esperanza para los muertos no lanza maldiciones. Yo creo que usted está confundida.

LINDA:

Bueno, usé mal la palabra. Me...¿No podría darme su teléfono para hablar yo directamente con ella y explicarle?

CHICA:

Lo siento, seño. Eso no es posible pero en octubre, con mucho gusto le doy una cita para que le exponga personalmente su problema.

LINDA:

¡Para octubre ya me morí!

CHICA:

No importa. Ella se comunica con los muertos. Le doy cita y ella que es todo amor y armonía para los vivos, se contacta con usted al más allá... ( LINDA cuelga el teléfono. La CHICA se marcha. )

LINDA:

Hija-de-su-pu-ta-madre ¿Saben qué? Me vale madre ser una pinche fea, que no lo soy y no acepto ninguna fatal sentencia de muerte sobre mí. Yo valgo por lo que soy. Por mi yo interno ( aparte ) Dije en esa ocasión ¿Me estaba comportando como los enfermos terminales que empiezan con la negación? Chance y sí. ( Insegura LINDA se dirige a donde se

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encuentra el espejo para contemplarse. ) LINDA:

( Desconcertada ) Vamos a ver, Linda ¿De veras estás fea? No tuviste una mamá de ésas echadoras de porras que se la pasan diciéndote que eres bella y única. Tampoco una tía, de ésas que te chingan la autoestima. Yo me veo normal. Ni muy, muy ni tan, tan. ( Entra el ESPEJO )

ESPEJO:

Eso es valor ¿Quieres que te diga la verdad? Haz adelgazado pura madre. Mira nada más las llantas, chingá. Tú no te pones la falda, te la atornillas.

LINDA: ESPEJO:

Cuáles llantas, pendejo. Fíjate bien. Ay, Linda –que pinche nombre- ¿A quién quieres engañar? ¿De veras crees que la muerte es tan idiota que no va a saber a quién llevarse? Mejor ya atáscate de alimentos y deja de estar comiendo lechuga como conejo. Date la gran vida, maestra que ya te queda muy poco tiempo ¿De qué te va a servir lucir delgada en tu ataúd? No seas gacha, piensa en los gusanos. Van a mentarte la madre.

LINDA:

Para tu información me vale una pura y dos con sal, todo.

ESPEJO:

( Cantando ) Que se mueran los feos, sí / que se mueran todititos todititos los feos, sí...

LINDA:

Chinga tu madre.

ESPEJO:

Huy, que genio. Todavía que intento levantarte el ánimo.

LINDA:

Sí, diciéndome fregadera y media.

ESPEJO:

Verdades, querida. Verdades. No hay espejo que mienta. Bueno, los distorsionados de la casa de los espejos en Chapultepec. Ahí cuando gustes verte más delgada. ( Se escucha el timbre de la entrada. )

LINDA:

Bueno, sésgate ¿No? que tengo visita.

ESPEJO:

¿Cómo le pides al reflejo de un espejo que se vaya? No mames ( por la mirada dura de LINDA ) Sea quien sea no puede oírme. Sólo tú. ( Nada convencida LINDA se marcha para regresar con RUTH. )

RUTH:

( Entregándole una cajita ) Que bueno que te decidiste a usarlo. Es

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una maravilla. LINDA:

¿Qué bueno que me decidí a utilizarlo? ¿O sea que necesito el bótox?

RUTH:

( Tras leve titubeo ) No, yo también lo uso. Todo mundo. Siempre es bueno verse mejor ¿Ya sabes cómo se pone?

LINDA:

( Viendo la cajita ) Sí, me dijiste. ( RUTH se dirige al espejo para examinarse. )

RUTH: ESPEJO:

Oye, Linda ¿Es cierto el rumor que anda corriendo? ( A RUTH ) Ay, masita. Bizcocho, pachurro. Despedazo. Quiero.

LINDA:

( Incómoda por el ESPEJO ) ¿Rumor de qué?

RUTH:

Yo por eso pregunto ¿Es cierto que vas a salir con Odilón?

LINDA:

¿Tiene algo de malo?

RUTH:

No, al contrario. Es un buen hombre, trabajador y digno de tener una buena compañera. Sí, está un poquito feíto...

ESPEJO:

¿Y por qué crees que va a salir con él? Porque sólo un feo aceptaría reunirse con Linda.

LINDA:

Sólo vamos a tomarnos un café. No pienso acostarme con él, Ruth.

RUTH:

No tendría nada de malo ¿No dicen que el hombre debe tener las tres efes? Feo, fuerte y formal. Yo sinceramente lo pensaría, Linda. Está muy entusiasmado. Hasta un traje creo que se compró. Y loción

LINDA:

Pues sal tú con él.

RUTH:

Créeme que lo haría si no tuviera ya galán...¿Y te habló él o tú?

LINDA:

No me acuerdo, qué importa ( por la cajita ) ¿Duele?

RUTH:

Pero vale la pena. Ya verás los resultados. ( LINDA se marcha. RUTH mientras tanto enciende un cigarrillo. )

LINDA:

( En OFF ) Oye, Ruth ¿Y tú no has visto u oído algo raro en estas últimas semanas?

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RUTH:

No ¿Cómo de qué?

LINDA:

De nada. Nomás para hacer plática ( aullando de dolor ) ¡Ay, chingada madre! ¡Carajo! ¡Ay!

RUTH:

Arde un poco.

LINDA:

¿Un poco? No mames. Es como inyectarse chile. Putísima madre... ( RUTH se vuelve a observar en el espejo)

ESPEJO:

No, mamacita. Los tienes maravillosos. Mira nomás que buena estás. Que nalgas, carajo. ( Suena el teléfono. )

RUTH:

¿Estás bien? ( no hay respuesta ) ¿Quieres que conteste?

LINDA:

( En OFF ) Por favor...

RUTH:

¿Bueno?...ah que tal, Odilón. No te vas a morir...

ESPEJO:

( Voz en cuello ) Pero otra sí.

RUTH:

Estábamos hablando de ti... Por supuesto que bien. Yo creo que ya puedes venir por ella ( voz en cuello ) ¿Qué sí ya puede venir Odilón por ti, Linda? ( no hay respuesta ) Tú, ven...órale, igualmente. ( cuelga ) ¿Linda estás bien? ( Entra LINDA. Trae hinchados los labios de manera grotesca. )

LINDA:

( Tartajeando ) ¿Cómo me veo?

RUTH:

( Tras breve pausa ) Bien. Preciosa. Guau, te quedó boca de actriz de cine.

ESPEJO:

Sí pero de película de mujeres madreadas. No chingues. Parece que te fuiste de hocico contra la banqueta.

RUTH:

Ay, Linda. Que tengas mucha suerte en tu cita. Ahí luego me platicas ( RUTH y el ESPEJO se marchan por distintos lados. LINDA avanza a proscenio. Apenas se le entenderá. )

LINDA:

No, fue del nabo. El Odilón bien lindo en lugar de llevarme a un café

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que me lleva a un sitio de postín y como el gran gastador que pide champán, coñac y puros platillos exóticos. Para nada mencionó esto ( se señala los labios ) ni el hecho que no pudiera articular palabra. Y las miraditas de todos. Esta pendeja apenas lleva una copa y ya está hasta la madre. Mírenla, todo lo que se lleva a la boca se le cae. No sé si les ha pasado que después de ir al dentista y de recibir un piquete de anestésico, uno es incapaz de tomar agua. Toda se te cae. Te bates. Imagínense ahora con vino o con coñac cómo me quedó el vestido y todo por querer ser más bonita. Fue de la chingada. Permítanme...

LINDA:

( LINDA se marcha brevemente y regresa ya con su boca normal. Gesticula como para recuperar la sensación táctil.) El día tan temido por mí, llegó inexorable. Para ese entonces yo ya me había resignado a entregar el equipo y contra lo que había pensado, esto es hacer una cena de despedida y regalar mis exiguos bienes a mis más cercanas amistades, no quise hacer mayor cosa. Para qué y me senté a esperar a la parca...Y hasta aquí llega mi narración. En qué va a terminar esto, no lo sé. Si gustan acompañarme... ( LINDA toma asiento como esperando la visita de la muerte. Pasan unos momentos y consulta su reloj. No soporta la espera y se pone de pie para pasearse impaciente por la estancia. No sabe en qué entretenerse. Se asoman LILIA y RUTH. )

LILIA:

( Susurrando ) Todavía está viva...

LINDA:

( Aparte ) Cabronas.

RUTH:

¿Se puede? Andábamos por aquí y dijimos ¿Por qué no pasamos a saludar a la Linda?

LILIA:

Traemos una botella, botana. Cámara de video y si andas de humor, hasta un churro.

LINDA:

Que tierno de su parte. Pásenle ( aparte ) ¿Y la cámara de video para qué? ¿Será para filmar cómo me quiebro? No seas mal pensada. Con suerte y es para tener un recuerdo tuyo. ( LILIA se mira en el espejo. )

ESPEJO:

Ay ¿Qué comen los canaritos, masita?

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LINDA:

Siéntense por favor.

RUTH:

¿Qué cuentas, querida? Sí has seguido utilizando el bótox ¿Verdad?

LINDA:

No. Así es mi boca.

RUTH:

Ay, pues se te ve preciosa ¿Verdad que sí, Lilia?

LILIA:

( Haciendo un gesto de “perfecta” ) ...

RUTH:

Tú no hagas nada. Eres la homenajeada.

LINDA:

¿Y por qué la homenajeada, si hoy no es ni mi santo ni mi cumpleaños? ( aparte ) A ver qué me contestan, cabezonas. ( RUTH y LILIA intercambian una mirada de apuro. )

LILIA:

Pues...porque ésta es tu casa. Sí, ándale.

RUTH:

Además es una fiesta de no cumpleaños ¿Te sirvo una copa? ( Se contesta así misma ) Claro que sí. Las penas con vino son menas.

LINDA:

¿Penas?

LILIA:

Mira. Trajimos la botana en platos desechables para que no te molestes lavando nada ( a RUTH. Enfática ) ¿Ya viste la hora?

RUTH:

( Minimizando ) Ya no ha de tardar.

LINDA:

¿De quién están hablando?

LILIA:

De nadie. Es una sorpresa. Te va a fascinar.

LINDA:

( Aparte ) Serán lo que ustedes gusten y manden pero se están preocupando por mí y conociéndolas como las conozco, de seguro contrataron a un strípper. Ay, ojalá sea bombero o policía.

LINDA:

Ahí tengo tequila y whisky por si gustan.

RUTH:

Esa voz me gusta. A comer y a chupar que el mundo se va a acabar.

LILIA:

Es a coger y a chupar.

RUTH:

Oh, cómo sea ( a LINDA ) Y hablando de ¿Y tú ya...con el Odilón?

LINDA:

Cómo crees. Te dije que sólo íbamos a cenar y a platicar un poco.

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LILIA:

Ay, estaba tan entusiasmado el Odilón ¿Verdad, Ruth? Nos costó un trabajo convencerlo de...( se va callando al sentir la mirada recriminatoria de RUTH. )

LINDA:

¿Ustedes me lo echaron a andar?

RUTH:

¡Por supuesto que no! él desde cuándo te traía ganas. Lo único que nosotras hicimos fue...darle un empujoncito.

LILIA:

Linda, te hace falta. Ya tienes rato de que nada de nada.

ESPEJO:

Claro. Como dice el refrán: que Dios nos confiese cogidos. Quieren que te marches bien contentota.

LINDA:

Tú cállate, idiota ( a sus amigas ) Le digo al espejo.

RUTH y LILIA: ( Mirándose. Al unísono ) ¡Ah! ( Se escucha el timbre de la entrada. ) RUTH:

Ya llegó tu sorpresa.

LILIA:

Yo abro.

LINDA:

Ay, muchachas. De veras no tenían por qué molestarse.

RUTH:

Cuál molestia. Tú hubieras hecho lo mismo por nosotras. Ahorita te dejamos a solas con él.

LINDA:

No, cómo a solas. Quédense y lo compartimos entre todas. ( LILIA abre la puerta. En la entrada aparece un SACERDOTE. Mutis discreto del ESPEJO. )

LILIA:

( Besándole la mano ) Buenas noches, padre Huatabampo. Que bueno qué pudo venir.

PADRE:

Traigo un poco de prisa porque todavía tengo que ir a un rosario ¿Dónde está la moribunda?

RUTH:

Es ella, padre.

PADRE:

( Descubriéndola. Sobresaltado ) Ay, hija de la...santa madre iglesia. Ave María purísima...( no responde LINDA ) Tienes qué contestar Sin Pecado Concebida.

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LINDA:

¿Me trajeron a un sacerdote para que me confesara?

LILIA:

Confesara y te diera la extremaución.

RUTH:

( Señalando su reloj ) No es que te apure, Linda pero ya no queda tiempo. Para que no te la hagan de pedo para entrar al cielo. Hazlo por nosotras, para que nos quedemos tranquilas.

LINDA:

¿Y cómo saben que yo soy la qué se va a morir? ¿No se han puesto a pensar qué puede ser otra que no sea yo?

RUTH:

Tal vez tengas razón. Padre ¿quién de las tres es la más fea?

PADRE: PADRE:

( En apuros ) Ay, hijas. Yo vine aquí a confesar no a hacerla de juez ( Cont. ) ...de belleza. Yo no sé de esas cosas.

LILIA:

Necesitamos una opinión sincera y desinteresada, padre. Qué mejor que la de usted. ( Las tres mujeres se abrazan )

RUTH:

No tema ofendernos, padre. Sabremos recibir su dictamen con la mejor de las actitudes ¿verdad, Linda?

LILIA:

Hable usted.

PADRE:

Pues...la menos agraciada, porque todas están bonitas, es...

ESPEJO:

( Haciendo sonido de redoble )

PADRE:

( Señalando a LINDA ) Eres tú, hija...

ESPEJO:

( Haciendo sonido de platillazo )

PADRE:

¿Te vas a confesar o no, hija? ( LINDA, asiente triste. El sacerdote con un ademán le señala en una dirección y ambos se marchan. )

RUTH:

( Soltando un suspiro de alivio ) Ay que bueno que por fin aceptó su condición. Sírveme un poco de vino, Lilia.

LILIA:

Qué bárbara ¿No? ¿Cómo ves que estaba pensando que una de nosotras éramos la fea? Pobre.

RUTH:

Ya se va a quebrar. Tenle ciertas consideraciones, además las feas nunca se ven como tales. Ya ves tu prima Elena preguntándose la

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tonta por qué nunca se le acerca ningún chavo. Maestra, ponte una máscara del Santo y puede tengas suerte. LILIA:

No, pero lo que sea de cada quién Linda no está como mi prima. Así de horrible no ( misericordiosa ) Tiene lo suyo, escondidito pero lo pero lo tiene. Ay ¿Irá a tener una espantosa agonía?

RUTH:

( Encogiéndose de hombros ) Espero que no pero también piensa en que dejará de sufrir por no ser una mujer bella.

LILIA:

Eso es cierto, salud.

RUTH:

Salud.

PADRE:

( Entran el sacerdote y LINDA. ) ( A LINDA ) Vade retro, Satanás ( corrigiendo ) Digo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que...descanses en paz, hija.

LINDA:

Gracias, padre.

PADRE:

( A las demás ) Con su permiso. Que pasen buena noche.

RUTH:

Gracias por venir, padre.

LILIA:

Lo acompaño a la calle. ( Se marchan LILIA y el sacerdote. )

RUTH:

¿Te sirvo una copa? ( LINDA asiente ) Vamos, Linda, no estés triste. Antes di que tuviste la oportunidad de despedirte, de poner tus cosas en orden. Cuánta gente se quiebra así de sopetón sin tener chance de nada. Tú sí.

LINDA:

Uta, que buena suerte tengo.

RUTH:

Bebamos y brindemos por tu...viaje. Vas a conocer a un chingo de gente que sólo has visto en películas o libros de historia, Linda. Además dicen que allá arriba uno siempre está joven y...joven.

LINDA:

Anda, dilo. Joven y bonita. Gracias. ( Entra a toda velocidad LILIA. )

LILIA:

¿Todavía la alcanzo o ya se...

LINDA:

Todavía estoy viva, Lilia. Bueno, pues al mal tiempo...brindemos. Por su...invaluable amistad. Porque a donde me vaya me encuentre a

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personas como ustedes. RUTH:

( Quebrantándose. La abraza ) Ay, Linda. Te vamos a extrañar. No te mueras.

LILIA:

( Lloriqueando ) ¿Qué podemos hacer si el destino quiere que esta noche se muera una fea? ¡Nada!

LINDA:

No me lo estén restregando en la cara ¿Quieren?

RUTH:

Ya faltan unos minutos para que se cumpla el plazo fatal ¿Te puedo hacer un encargo antes de que te vayas, Linda?

LINDA: RUTH:

Dime. ¿No puedes decirle a Pedro Infante si se me aparece? También tú, si quieres.

LILIA:

Pero avisas antes para no llevarnos un sustote de aquellos.

LINDA:

Gracias, amigas.

RUTH:

No. Ella se refiere a que los fantasmas siempre asustan ¡Nunca te olvidaré, amiga!

LILIA:

Yo tampoco. Fuiste a todísima madre. ( Comienzan a sonar once campanadas de un reloj de péndulo. Las amigas abrazan con fuerza a LINDA y cierran los ojos esperando a que todo termine. Las campanadas dejan de sonar y poco a poco abren los ojos, sorprendidas de que LINDA siga viva. )

RUTH:

Estuvo buena la broma ¿No? Yo cuando menos nunca me creí lo que dijo la ruca ésa ¿O tú sí?

LILIA:

( Sin entender ) ¿Qué no era en... ( comprendiendo ) Ah, claro que no. Queríamos ver cómo te comportabas.

RUTH:

Y la verdad nos impresionaste. Que temple el tuyo. Yo no hubiera soportado.

LILIA:

Pensar que la tal madam Chandú es bien famosa ¿Verdad, tú?

RUTH:

Uta, lo que hace la televisión.

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( LINDA súbitamente se lleva una mano a la garganta lanzando un gemido desgarrador. Lentamente se va hincando para luego morir. LILIA y RUTH se quedan primero atónitas y luego desconcertadas. ) RUTH:

No mames. Era en serio...Se quebró.

LILIA:

¿Y ahora qué hacemos?

RUTH:

Pues ir por un médico, supongo. Para que le haga el certificado de defunción ( enjuga una lágrima ) Menos mal que no sufrió. Descansa en paz, amiga.

LILIA:

( Llorosa ) Fea, fea pero era a toda madre. La voy a echar de menos.

RUTH:

Vamos, Lilia. ( LILIA Y RUTH toman sus cosas y se marchan. Pasados unos momentos, LINDA se incorpora y sacudiéndose la ropa, se la acomoda. )

LINDA:

Yo también las voy a extrañar, par de cabronas. Ni te quejes, Linda. Te pudo haber ido peor ¿Qué tal si además de remacharte que estás fea, te han dicho horrores como los que luego se escuchan en los velorios? No lo hicieron y se los agradezco ( suspira ) Bueno, pues siempre no te moriste... ( LINDA se acerca al espejo para encararlo. )

LINDA:

¿Oíste? No me quebré. Eso significa varias cosas: la primera y más importante es que no estoy como me hicieron creer. Fea. La segunda es que la tal madam Chandú es una farsante impostora defraudadora que con tal de sacar una lana no le importa decir cosas que te pueden destruir. Hija de la chingada...¿Por qué no me contestas?... ¿Espejo, estás ahí? Contéstame, cabrón...No, pues no está...¿Qué ya habrá terminado la ayuda sobrenatural? O mejor dicho, ya se acabó la hipnotizada... ( Con precaución LINDA se sube a la báscula pero ésta no dice nada. Hasta da unos pequeños brincos pero no se escucha ni pío. )

LINDA:

En efecto. Ya expiró la tortura. Olvídate ya de seguir escuchando

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esas voces que tanto daño te hicieron. ( Se regresa a contemplarse en el espejo con aire crítico. ) LINDA:

LINDA:

Híjole, Linda. Tu cara no es simétrica. Y tu nariz debería estar más corta. Mira nada más esa boca, está muy chica y tus labios muy delgados ( se toca los senos ) Están muy pequeños...( sufriendo una revelación ) Maldita madam Chandú. Tenía razón. Sí se murió alguien esta noche ( mira hacia el público ) Se murió mi amor propio. Ojalá hubiera sido yo y no mi confianza en mí misma ( denegando ) ¿Estaré condenada a colocarme cuanta crema exista en el mercado? ¿A acudir al cirujano plástico para que me extraiga grasa, estire mi piel y me deje sin una arruga? ¿A estar como esas mujeres que de ( Cont. ) ...tantas operaciones perdieron la expresión de su rostro? ¿A correr desesperadamente y sin descanso todas las mañanas en un afán por estar marcada de mi cuerpo? sinceramente mejor me hubiera muerto yo... ( Comienza a escucharse la canción “Bonita” de Luis Arcaraz. LINDA toma la báscula y se la arroja al espejo para hacerlo pedazos mientras cae el TELÓN.

México, D.F., a 4 de octubre de 2005.