La Santa Inquisicion

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TYCOOM TITULO: LA SANTA INQUISICION Y LA PENA CAPITAL Publicado de acuerdo con Pequeño, Café y Compañía (Inc.), Ixtapaluca, Edo. México, Estados Unidos mexicanos. Todos los derechos reservados. Del texto: 2009, Grecia Ivett Parra Piedra TYCOOM Ediciones Generales.

C

De esta edición:

Tycoom Ediciones Generales, S.A. de C.V. 2009 Av. Escondida 679, Col. Santa Barbará México, 56530, Edo. México.

Estas son las sedes del Grupo Tycoom: México, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica.

Primera Edición: Abril del 2009. ISBN (RUSTICA): 987-706-11-3300-9

Impreso en México. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada ni transmitida por el sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni en ningún medio.

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INDICE PROLOGO………………………………………………………………………………………………pág. 4 ORIGEN DE LA SANTA INQUISICION………………………………………………………pág. 5 INQUSICION MEDIEVAL…………………………………………………………………………pág. 6 INQUSICION ESPAÑOLA………………………………………………………………………..pág. 7 INQUISICION ROMANA ………………………………………………………………………..pag.11 INQUISICION Y BRUJERIA……………………………………………………………………..pag.12 INQUSICON EN MEXICO……………………………………………………………………….pag.13 INSTRUMENTOS DE TORTURA……………………………………………………………..pag.14 PENA CAPITAL………………………………………………………………………………………pag.38 PENA APITAL ACTUALMENTE……………………………………………………………….pag.39 ICONOGRAFIA……………………………………………………………………………………..pag.42 INDICE DE ILUSTRACIONES………………………………………………………………….pag.43 BIBÑIOGRAFIA…………………………………………………………………………………….pag.44

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PROLOGO Fue el Concilio de Tolosa, para acabar de destruir la herejía maniquea heredada de Persia, el que dió lugar a la creación de los llamados “inquisidores de la fe” en 1229, que daría lugar después al llamado Tribunal del Santo Oficio, cuya función fue destruir cualquier signo que fuera contra la religión católica, llegando a convertirse en una de las policías más crueles y severas de cuantas han existido.

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ORIGEN DE LA SANTA INQUISICION En los inicios de la Iglesia la pena habitual por herejía era la excomunión. Cuando los emperadores romanos convierten el cristianismo en religión estatal en el siglo IV, los herejes empiezan a considerarse enemigos del Estado y se empieza a formar la iglesia católica. En su momento San Agustín aprobó con reservas la acción del Estado contra los herejes, aunque la Iglesia en general desaprobaba en ese momento los castigos físicos. En el siglo XII, en respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, se produce en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida contra la doctrina albigense, la cual no coincidía con los puntos de vista de la iglesia católica en relación al matrimonio y otras instituciones de la sociedad. Como reacción el papa Inocencio III organizó una cruzada contra los albigenses promulgando una legislación punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos iniciales destinados a someter la herejía no estuvieron bien coordinados y fueron ineficaces. Fue el Concilio de Tolosa, para acabar de destruir la herejía maniquea heredada de Persia, el que dió lugar a la creación de los llamados “inquisidores de la fe” en 1229, que daría lugar después al llamado Tribunal del Santo Oficio, cuya función fue destruir cualquier signo que fuera contra la religión católica, llegando a convertirse en una de las policías más crueles y severas de cuantas han existido. Sin embargo, la Inquisición o el Tribunal del Santo Oficio no entró en los reinos de Castilla y León sino hasta 250 años después de que se había establecido en toda Europa. Antes, la vigilancia de los obispos y de otros prelados de la iglesia había sido suficiente para reprimir la herejía, de hecho, hasta la segunda mitad del siglo XV se toleraba que moros y judíos celebraran su culto pacíficamente. Tanto las mezquitas como las sinagogas gozaban de fueros particulares y eran protegidas en sus derechos.

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LA INQUISICION MEDIEVAL

Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir la herejía es una práctica antigua de la Iglesia católica, la Inquisición medieval fue establecida en 1184 mediante la bula del papa Lucio III Ad abolendam, como un instrumento para acabar con la herejía cátara. Fue el embrión del cual nacería el Tribunal de la Santa Inquisición y del Santo Oficio. El castigo físico a los herejes fue asignado a los laicos. Mediante esta bula, se exigía a los obispos que interviniesen activamente para extirpar la herejía y se les otorgaba la potestad de juzgar y condenar a los herejes de su diócesis. A las anteriores disposiciones agregamos el que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su archidiácono o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles.1 En su primera etapa (hasta 1230), se denomina "Inquisición episcopal", porque no dependía de una autoridad central, sino que era administrada por los obispos locales. En 1231, ante el fracaso de la Inquisición episcopal, Gregorio IX, mediante la bula Excommunicamus, creó la "Inquisición pontificia", dirigida directamente por el Papa y dominada por los dominicos. En 1252, el papa Inocencio IV en la bula Ad extirpanda autorizó el uso de la tortura para obtener la confesión de los reos. En ningún caso podía mutilarse al reo ni poner en peligro su vida. Las penas eran variables. Los herejes relapsos eran entregados al brazo secular para la ejecución de la pena de muerte. La Inquisición pontificia funcionó sobre todo en el sur de Francia y en el norte de Italia. En España, existió en la Corona de Aragón desde 1249, pero no en la de Castilla.

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INQUISICION ESPAÑOLA La Inquisición Española fue creada en 1478 por una bula papal con la finalidad de combatir las prácticas judaizantes de los judeoconversos españoles. A diferencia de la Inquisición medieval, dependía directamente de la corona española. Se implantó en todos los reinos de España donde antes no existía, en Sicilia y Cerdeña (que entonces formaban parte de de la Corona de Aragón) y en los territorios de América (hubo tribunales de la Inquisición en México, Lima y Cartagena de Indias. La Inquisición se convirtió en la única institución común a todos los españoles, con excepción de la propia Corona, a quien servía como instrumento del poder real: era un organismo policial interestatal, capaz de actuar a ambos lados de las fronteras entre las coronas de Castilla y Aragón, mientras que los agentes ordinarios de la Corona no podían rebasar los límites jurisdiccionales de sus respectivos reinos.

La inquisición española empecé con Ferdinand II de Aragón y el Papa Sixtus IV. Ferdinand preguntó el permiso del Papa Sixtus IV para empezar una inquisición que sería controlado por la monarquía. El Papa Sixtus IV no quiso dar el permiso a Ferdinand II empezar la inquisición pero Ferdinand II presionaba el Papa Sixtus IV así que el Papa, realmente, no tenía un remedio. Él dijo sí a Ferdinand II. La reconquista de España de los musulmanes motivó la creación de la inquisición española por las muchas religiones diferentes que estaban en España de eso tiempo (católicos, judíos, y los musulmanes). Por las persecuciones de las antisemitas (normalmente refieren a las discriminación, hostilidad, o los prejuicios dirigen a los judíos) y anti-islámicos, muchos judíos y musulmanes convirtieron a la fe cristiana o dejaron España. Estas personas que convirtieron se llamaban conversas. Unos de estos conversos eran sospechados de no convirtiendo sinceramente. El decreto de Alambra de 1492 mandó que todos los judíos dejar España. Por eso, muchos judíos convirtieron a cristianismo. Por las conversiones a cristianismo, muchos judíos se escaparon la persecución. También, ellos eran concedido los derechos a muchas oficinas y posiciones que no tenían el acceso participar en previamente. Esos judíos que no convirtieron fueron a Portugal y Marruecos. La cantidad de los judíos que dejaron España durante esto tiempo no es exacta, varía entre 80.000 a 800.000 SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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personas. En el siglo dieciséis la inquisición española se quemaba sobre 100 protestantes como herejes. La inquisición española servía la monarquía, sino que servía por la Santa Sede. La inquisición española fue abolida oficialmente en el 15 de julio, 1834. De los años de 1476 a 1834, 3.000 a 5.000 personas fueron ejecutados. Esas ejecuciones eran más activas de los años de 1480 por 1530. La tortura había sido utilizada solamente en 2 por ciento de los casos y muchos de los castigos varían de las multas a las ejecuciones. Las personas que consideraron a ser condenados necesitaban participar en la ritual de auto de fe Historia La historia de la Inquisición española puede resumirse en las siguientes etapas:

Fundación (1478 a 1530): gran actividad. Objetivo principal: los conversos y otros herejes, los focos protestantes de la Universidad de Alcalá de Henares y de Sevilla. Periodo de severas penas. Decaída (1530 a 1640). La actividad del tribunal fue menor, salvo un pequeño rebrote durante el reinado de Felipe II. El Santo Oficio se hizo más burocrático. El objetivo principal en esta época fueron los cristianos nuevos y la censura de libros a causa de la represión ideológica derivada del Concilio de Trento. Empezó una represión contra los erasmistas (Carlos I era erasmista). La falta de reos hizo a los inquisidores extender su jurisdicción a causas relativas a sodomía y se encargó de vigilar estrechamente las actividades de los extranjeros relacionadas con delitos ideológicos y de fe. Rebrote (1640 a 1660). Se reinició la actividad, principalmente sobre conversos o cristianos nuevos. Disolución (1668 a 1834): inactividad cada vez mayor. El tribunal se limitó a coartar la libertad de expresión y a impedir la propagación de las ideas ilustradas o excesivamente progresistas. El maestro valenciano Cayetano Ripoll, acusado de deísta, fue el último condenado a muerte por el tribunal y ejecutado, en julio de 1826, sin que, según Modesto Lafuente (Historia de España, 19: 140 y ss.), se hubiera escuchado su testimonio ni hubiera recibido asistencia de abogado. Las reacciones en Europa SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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de la opinión pública y los gobiernos conservadores, incitaron a Fernando VII a marcar distancia con el suceso y acercaron el final de la institución. La Inquisición española no fue abolida definitivamente, durante el gobierno de Martínez de la Rosa, hasta julio de 1834, aunque pudo tener alguna vigencia todavía en los territorios dominados por los carlistas, que propugnaban su reimplantación.

Organización La Inquisición española estaba dirigida por el Consejo de la Suprema, que elaboraba instrucciones para los tribunales, examinaba informes de las vistas, ordenaba inspecciones, revisaba causas, y actuaba como tribunal para los miembros del Santo Oficio que hubiesen cometido algún crimen. Su presidente era el Inquisidor general. Los demás eran prelados, letrados e inquisidores provinciales designados por el rey. Los tribunales que juzgaban a los reos estaban formados por tres inquisidores, la gran mayoría clérigos seculares con sesuda formación jurídica, además de otros funcionarios como fiscales, secretarios, alguaciles, notarios e incluso la oscura figura de un defensor del reo, cuyo papel se limitaba por lo general a asesorar a éste en cuestiones de procedimiento. Colaboraban también en la actividad inquisitorial los familiares, servidores laicos del Santo Oficio que tenían ciertos privilegios (estaban exentos de contribuciones fiscales, podían ir armados y poseían privilegio de jurisdicción) y cuyo prestigio social venía del hecho de que ser familiar del Santo Oficio era una prueba de limpieza de sangre.

Proceso penal Al llegar a una población se proclamaban dos edictos, el "edicto de fe", obliga a los fieles, bajo pena de excomunión, a denunciar a los herejes y cómplices, y el "edicto de gracia", en que el hereje, en un plazo de quince a treinta días, podía confesar su culpa sin que se le aplicase la confiscación de sus bienes, la prisión perpetua ni la pena de muerte. Esto provocaba autoinculpaciones, pero también numerosas delaciones, protegidas por el anonimato. Los denunciados no conocían en ningún momento de qué se les acusaba. El secreto sumarial con que el Santo Oficio llevaba sus procesos, con el fin de evitar represalias, provocaba un gran temor en la población y convertía a cualquier ciudadano en un posible delator o colaborador del tribunal. Por otra parte, los acusados tienen derecho a proporcionar previamente el nombre de los que tendrían un motivo para perjudicarles, lo que constituye un modo de recusar su denuncia. En caso de falso testimonio, la sanción equivale al castigo previsto para el acusado. El primer interrogatorio tiene lugar en presencia de un jurado local constituido por clérigos y laicos cuya opinión se escucha antes de promulgar la sentencia. Con el fin de evitar represalias, el nombre de los acusadores es secreto, pero el inquisidor debe comunicarlo a los asesores del juicio que deben controlar e investigar la veracidad de las acusaciones. Si el acusado mantiene sus negativas, sufre un interrogatorio completo cuyo fin es el de recibir su confesión. En 1235, el concilio regional de Narbona pide que la condenación sea decidida

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exclusivamente a la vista de pruebas irrefutables bajo el pensamiento que más vale soltar a un culpable que condenar a un inocente. El detenido era encarcelado en una cárcel especial. Se secuestraban sus bienes para su mantenimiento y los gastos de su proceso. Incomunicado, el reo ignoraba a menudo por completo los cargos que se le imputaban. El proceso consistía en una serie de audiencias en que se escuchaba a los denunciantes y al acusado. Este último contaba con un abogado defensor, que no la defendía sino meramente le amonestaba a que confesase sus culpas o le asesoraba en cuestiones de procedimiento. Para obtener la confesión se podía utilizar la coacción; ya sea mediante la prolongación de la prisión (carcer durus), ya sea por la privación de alimentos, o bien, en útlimo lugar, por la tortura. Durante mucho tiempo la iglesia fue hostil a ello. En 886, el papa Nicolás I declaraba que este método "no era admitido ni por las leyes humanas ni por las leyes divinas, pues la confesión debe ser espontánea". En el siglo XII, el decreto de Graciano, una recopilación de derecho canónico, repite esta condena. Pero en el siglo XIII, el desarrollo del derecho romano provoca el restablecimiento de la tortura en la justicia civil. En 1252, Inocencio IV autoriza su uso por los tribunales eclesiásticos, con condiciones muy concretas no existentes en los tribunales civiles: la víctima no debe correr riesgo ni de mutilación ni de muerte; el obispo del lugar debe dar su consentimiento; y la confesión obtenida debe ser reiterada libremente para ser válida. Al final, y después de consultar al jurado, el proceso podía terminar con la libre absolución (en pocos casos), con la suspensión del proceso o con una condena. La condena podía ser leve o vehemente. En el primer caso el castigo podía ser una multa, una reprensión y llevar un sambenito para que la gente supiese que había sido penitenciado por el Santo Oficio y prestase atención a lo que decía por si volvía a cometer herejía. En el segundo caso, era, según la fórmula, "relajado al brazo secular", esto es, entregado a la jurisdicción ordinaria para su ejecución. Si el reo a ajusticiar se arrepentía, se le ahorcaba (baja condición social) o se le degollaba (alta condición social); si no abjuraba de sus errores, se le quemaba vivo. Los procesos podían hacerse también en ausencia del reo, de forma que si se sentenciaba al mismo a la máxima pena, se les podía quemar en efigie, en forma de un muñeco con sus rasgos. Si el reo había muerto ya, se desenterraban sus huesos y se quemaban. Eso pasó, por ejemplo, con los padres del humanista Juan Luis Vives. Las ejecuciones se realizaban en los autos de fe, actos públicos en los que se buscaba la ejemplaridad del castigo y que terminaron convirtiéndose en aparatosos festejos.

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INQUISICION ROMANA La Inquisición romana, también llamada Congregación del Santo Oficio, fue creada en 1542, ante la amenaza del protestantismo, por el Papa Pablo III. Se trataba de un organismo bastante diferente de la Inquisición medieval, ya que era una congregación permanente de cardenales y otros prelados que no dependía del control episcopal. Su ámbito de acción se extendía a toda la Iglesia Católica. Su principal tarea fue mantener y defender la integridad de la fe, y examinar y proscribir los errores y falsas doctrinas. Al comienzo, la actividad de la Inquisición romana se restringió a Italia, pero cuando Gian Pietro Caraffa fue elegido Papa, como Pablo IV, en 1555, comenzó a perseguir a numerosos sospechosos de heterodoxia, entre los que se encontraban varios miembros de la jerarquía eclesiástica, como el cardenal inglés Reginald Pole.

En 1600 fue juzgado, condenado y ejecutado el filósofo Giordano Bruno. En 1633 fue procesado y condenado Galileo Galilei. En 1965 el papa Pablo VI reorganizó el Santo Oficio, denominándolo Congregación para la Doctrina de la Fe.

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INQUISICION Y BRUJERIA Recientemente se publicó "Las actas del simposio internacional: La inquisición", gracias a la apertura de los archivos secretos de la Congregación para la Doctrina de la Fe (el antiguo Santo Oficio) ordenada por Juan Pablo II en 1998. En estas actas se recogen toda la documentación sobre los procesos inquisitoriales en la Europa católica donde regía el Vaticano en el campo espiritual. Desmitifíca una parte del genocidio en países como España por brujería, exagerados por la exitosa campaña protestante (ver Leyenda Negra de la Inquisición Española) para mejorar su oposición al Imperio Español de la época. Primero habría que comentar que se inició como un fenómeno popular, la aparición de la figura de la bruja poseída por el diablo, y así se irían ajusticiando por la población local. En 1484, cuando Inocencio VIII da por oficial la existencia de la brujería por medio de la bula Summis desideratis affectibus: Ha llegado a nuestros oídos que gran número de personas de ambos sexos no evitan el fornicar con los demonios, íncubos y súcubos; y que mediante sus brujerías, hechizos y conjuros, sofocan, extinguen y hacen perecer la fecundidad de las mujeres, la propagación de los animales, la mies de la tierra.

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INQUSICION EN MEXICO Una vez consumada la conquista los Reyes Católicos dispusieron establecer en tierra americana todas las leyes e instituciones vigentes en España, entre ellas Santo Tribunal de la Fe. En 1571 llegó a la Nueva España don Pedro Moya de Contreras en calidad de Inquisidor Mayor. El cuatro de noviembre todos los habitantes de la ciudad de México de doce años en adelante fueron convocados a la Iglesia Mayor, para oír misa, sermón y prestar Juramento de la Fe bajo pena amenaza de excomunión en caso de no asistir. Ese día y en ese lugar el secretario Pedro de los Ríos leyó las provisiones y mandatos del rey Felipe II, para que el Santo Oficio recibiera "el auxilio y favor del brazo real." Acto seguido, fueron leídos el resto de los documentos que legitimaban el establecimiento de esta institución y se tomó juramento al pueblo todo para que denunciase a los herejes y prestara apoyo incondicional al Santo Oficio. Se dio un plazo de seis días para que toda persona que se hallara con cargos de herejía hiciera sus confesiones y manifestara contrición y arrepentimiento para salvarse de la cárcel, la pena de muerte o confiscación de bienes. Sin embargo, el Santo Oficio despertó una oleada de pánico. No era necesaria una denuncia formal para que alguien fuera procesado por en Santo Oficio, cualquier rumor o carta anónima era suficiente para que se iniciase el juicio. Los juicios se llevaban al cabo en sitios públicos con lujo de crueldad pero el Tribunal del Santo Oficio nunca anunciaba ni ejecutaba sentencias y entregaba a los reos a la autoridad secular para que actuara en consecuencia. En el edificio que ocupó el Tribunal del Santo Oficio, al subir la escalera había una inscripción que decía: "Siendo Sumo Pontífice Clemente XII; Rey de España y de las Indias Felipe V; inquisidores generales sucesivamente los exmos señores D. Juan de Camargo, obispo de Pamplona, y D. Andrés Orbe y Larrentegui, arzobispo de Valencia: inquisidores actuales de esta Nueva España los señores lics. D. Pedro Navarro de Isla, D. Pedro Anselmo Sánchez de Tagle, y D. Diego Mangado y Clavijo, se comenzó esta obra , a cinco de Diciembre de 1732 y se acabó en fin del mesmo mes de 1736 años a honra y gloria de Dios, y tesorero Don Agustín Antonio Castrillo y Collantes". El Tribunal del Santo Oficio fue completamente extinguido en 1820.

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INSTRUMENTOS DE TORTURA LA POTRO

El potro, es un instrumento de tortura en el que la víctima, atada de pies y manos con unas cuerdas o cintas de cuero, a los dos extremos de este aparato, era estirada lentamente produciéndole la luxación de todas las articulaciones -muñecas, tobillos, codos, rodillas, hombros y caderas-. Este método, se tiene constancia que se aplicó durante todo el período que duró la Inquisición en los países de Francia y Alemania; si bien ya se conocía desde mucho antes y por supuesto se utilizaba frecuentemente en las lúgubres mazmorras de castillos, prisiones y palacios de justicia. EL BORCEGUI

El borceguí era el tipo de calzado más popular del siglo XV, cubría el tobillo y era abierto por su parte delantera y se ataba con correas o cordones. Pues bien, en este período se popularizó un método de tortura que se denominó con el nombre del calzado, puesto que consistía en apretar el tobillo de la víctima por medio de varias maderas enlazadas por unas correas o gatos de hierro, para administrar presión, hasta quebrantar los huesos.

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LA RUEDA

La rueda, era un instrumento que fue introducido en Francia en el siglo XVI, y que era muy utilizado en la zona germánica de Europa. Sin duda alguna, fue el aparato más versátil de la Edad Media, ya que la víctima se encontraba a merced total del torturador. El reo era ataba desnudo a la rueda, de pies manos y cuello; mientras que el torturador le rompía poco a poco los huesos de sus miembros, que era el objetivo de esta tortura, pudiendo aderezarla con hierros candentes, cortes, mutilaciones y algunas cosas más, que se le pasara por la imaginación. También era habitual, colocar un miembro de la víctima o todo el cuerpo, entre los radios de la rueda y hacerla girar, quebrantándole los huesos. Como remate se podía dejar al reo atado en la rueda a la intemperie, para que los animales carroñeros se lo fueran comiendo poco a poco. Ha sido uno de los instrumentos de tortura más crueles inventados por el hombre. EL CASCO

El casco es un instrumento de tortura aplicado en la edad media, destinado a reventar los huesos del cráneo.

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La maquina denominada "Aplasta cabezas" estaba compuesta por dos barras de hierro forjado, y en cada punta, tornillos con el principio de prensa o morza. La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior, y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. Los efectos de este proceso son evidentes. Primero, se destrozan los alvéolos dentarios, después las mandíbulas, y luego el cerebro se escurre por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo. Hoy en día ya no se utiliza como pena capital, pero goza de gran estima para su uso como interrogatorios en buena parte del mundo. En la actualidad, el casquete y la barra inferior están recubiertos de un material blando que no deja marcas sobre la víctima.

Existen unos instrumentos con una finalidad parecida llamadas "rompecráneos", que como su nombre indica se diferenciaban del "aplastacabezas" en que en vez de aplastar el cráneo lo rompían. LA DONCELLA

La Doncella de Hierro era una especie de sarcófago provista de estacas metálicas muy afiladas en su interior, de este modo, a medida que se iba cerrando se clavaban en la carne del cuerpo de la víctima que se encontraba dentro, provocándole una muerte lenta y agónica. Las más sofisticadas disponían de estacas móviles, siendo regulables en altura y número, para acomodar la tortura a las medidas del "delito" del torturado. Además, podemos encontrar desde el modelo más básico, que es un sarcófago de hierro puro y duro; hasta las más refinadas obras de arte, ricamente decoradas con relieves. EMPLUMAMIENTO

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Emplumar es un castigo físico aplicado a la mujer para denigrarla públicamente. Siempre consiste en cortarle el pelo y exponerla a continuación a la vista del público, prohibiéndole cubrirse la cabeza

LA ORCA

La horca, instrumento de muerte que todos conocemos, formado por una barra horizontal, sostenida sobre dos barras verticales, de la que pende una soga con un lazo en la que eran colgados los condenados a esta pena. En la Edad Media era la pena que los señores feudales reservaban a sus vasallos plebeyos, de ahí, que el ser ahorcado fuera la manera más vil de morir. En España, las Cortes de Cádiz de 1812 la abolieron, siendo ratificada en 1828 por Fernando VII; aunque no nos engañemos, puesto que este método de muerte fue sustituido por el de garrote vil desde1832.

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EL GARROTE

El garrote consiste en un aro de hierro, con el que se sujeta contra un poste fijo, la garganta de la persona que se va a ejecutar; oprimiéndola por medio de un tornillo de paso muy largo hasta conseguir la estrangulación. También el tornillo penetraba en la parte trasera del cuello rompiendo las vértebras y por tanto, la espina dorsal. La muerte podía sobrevenir por dos medios, asfixia o por el quebranto de la columna vertebral de la víctima. En cualquier caso, el sufrimiento estaba garantizado. LA GARRUCHA

La garrucha consistía en sujetar a la víctima los brazos detrás de la espalda, alzándole desde el suelo con una soga atada a las muñecas, mientras de los pies pendían las pesas. En tal posición era mantenido durante un tiempo, agravándose a veces el tormento soltando bruscamente la soga -que colgaba de una polea o garrucha- y dejándole caer, con el consiguiente peligro de descoyuntar las extremidades. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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EL APLASTAPULGARES

El Aplastapulgares es una de las torturas más antiguas y simples. Si bien se usaron diferentes dispositivos mecánicos para llevarla a cabo, la tortura en sí consistía en el aplastamiento de uñas, falanges y nudillos en forma lenta y progresiva, extendiendo el dolor durante días sin provocar daño mortal a la víctima. El nivel de desgarramiento podía ser controlado hasta el punto de provocar prácticamente la mutilación del miembro. Para los crímenes graves generalmente la tortura se hacía lentamente, comenzando por las uñas, luego pasando a las falanges y terminando en los nudillos, destrozando así ambas manos completamente

CURA DE AGUA

Método de tortura que consistía en mantener al procesado totalmente inmovilizado sobre una mesa de madera, colocándole luego una toca o un trapo en la boca, deslizándolo SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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hasta la garganta; luego, el verdugo procedía a echar agua lentamente, produciéndole la infeliz sensación de ahogamiento. Una variación incluía alimentar a la víctima solamente con alimentos salados y agua sucia. EL CEPO CHINO

El cepo chino es un instrumento de tortura de origen chino, consistente en una caja, generalmente de madera, en la cual se colocaba los pies del torturado los que a través de una manivela, utilizando los principios básicos de la prensa y el tornillo, eran apretados por el verdugo. Teniendo así el zapato Nº 30 en el pie de un hombre que calza 41, obviamente con todos los huesos rotos. El dolor de la víctima aumentaba gradualmente desde una simple sensación de presión en el pie hasta convertirse en un dolor insoportable acompañado de trituración ósea podal. EL CEPO

Un cepo es un instrumento de tortura en el que la víctima es inmovilizada de pies y manos para ser expuesta, generalmente, en la plaza del pueblo, y sometida a todo tipo de vejaciones, como el ser golpeada, escupida, insultada, e incluso en ocasiones, la plebe orinaba y defecaba sobre ella. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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CILICIO

Un cilicio es una prenda de vestir o accesorio utilizado para provocar deliberadamente incomodidad o sufrimiento en quien lo viste. Su uso estuvo extendido durante mucho tiempo en las diversas comunidades cristianas como medio de mortificación corporal, buscando así combatir las tentaciones de la carne y, sobre todo, la identificación con Jesucristo en los padecimientos que sufrió en la Pasión y los frutos espirituales que de ella se derivan.

APLASTAMIENTO POR ELEFANTE

El aplastamiento por elefante fue un método de ejecución común para aquellos que eran condenados a muerte en el sur y sudeste asiático, especialmente en la India, durante casi 4.000 años. Los elefantes se utilizaban en este caso para aplastar, desmembrar o torturar a los cautivos en ejecuciones públicas. Esta utilización de los elefantes a menudo atrajo el interés de los viajeros europeos, que se horrorizaban con las escenas, y se recogió en numerosos diarios contemporáneos y relatos de viajes a Asia. La práctica fue

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finalmente suprimida por los imperios europeos que colonizaron la región en los siglos XVIII y XIX.

LA FLAGELACION

La flagelación es el acto de azotar el cuerpo humano, normalmente con látigos o palos. La flagelación puede referirse a:

Un castigo corporal por azotamiento, practicado en ciertos países islámicos, cuando las personas no respetan los princípios de la religión (sexo fuera del matrimónio, consumo de bebidas alcohólicas, etc) La parafilia de azotar por motivos eróticos (sadismo o masoquismo). La práctica de mortificación de la carne por motivos religiosos; por ejemplo, la que practicaban los miembros del movimiento flagelante cristiano en el siglo XIII y los musulmanes (particularmente los pertenecientes al sufismo y al sunismo) en la actualidad. CINTURON DE CASTIDAD

Un cinturón de castidad es un cinturón o braga de hierro, cerrable con llave, que supuestamente se obligaba a usar a algunas mujeres en la Edad Media para evitar las infidelidades o deslices sexuales. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA CIGÜEÑA

La cigüeña es un instrumento de tortura en el que no se aprecia a simple vista el dolor que puede causar, puesto que en apariencia su principal función es la de inmovilizar a la víctima. La cigüeña, en sí, es un aparato hecho de hierro que sujetaba al condenado por el cuello, manos y tobillo, y lo sometía a una posición incómoda que provocaba calambres en los músculos rectales y abdominales, y a las pocas horas de todo el cuerpo. La víctima que estaba sujeta a este instrumento sufría de calambres de diferente magnitud, en este orden: primero en los abdominales y rectales, luego en los pectorales, cervicales y en las extremidades. Al cabo de unas horas, el dolor se volvía insufrible y continuo, sobre todo en abdomen y recto. Mientras se sufrían los terribles dolores el condenado podía ser quemado, mutilado o golpeado.

LA BOTA DE AMAYA

La bota malaya es un artilugio con forma de bota de madera con un mecanismo de prensado. Al girar la palanca, la bota se va encogiendo por dentro. El resultado final son los huesos del pie rotos y terribles dolores.

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CINTURON DE SAN ERASMO

El cinturón de San Erasmo consiste en un collar, cinturón o brazalete provisto de pinchos en la cara interior y que se le pone al reo. Con cada pequeño movimiento (incluso la respiración) el collar araña y hiere la carne. El proceso de tortura es progresivo: en primer lugar, un dolor lacerante. Posteriormente se produce la infección, tras la cual se llega a la putrefacción y tras ésta, una gangrena que puede causar la muerte. El torturador puede añadir, a su criterio, gusanos carnívoros en las llagas que se introducen en la carne royendo hacia el interior. CUNA DE JUDAS

La cuna de Judas es un instrumento de tortura utilizado principalmente para sacar confesiones. Consiste en una pirámide puntiaguda, sobre la cual se alza a la víctima para después dejarla caer una o varias veces, de modo que la punta topara con la zona genital o anal con mayor o menor presión dependiendo de cómo evolucionara la confesión.

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EL DESGARRADOR DE SENOS

El desgarrador de senos es un instrumento de tortura con forma de tenaza acabado en cuatro afiladas puntas, utilizado ya durante el Imperio Romano y posteriormente por la Inquisición en Europa. La tortura consistía en aplicar las cuatro puntas estando al rojo vivo o frías sobre los senos, desgarrándolos. Los lugares donde más uso se hizo aunque en diferentes épocas fueron algunas regiones de Francia y Alemania hasta el siglo XVIII. Aplicado durante varios siglos, un número indeterminado de mujeres que fueron condenadas por delito de herejía, blasfemia, adulterio, aborto provocado, otros “actos libidinosos”, magia blanca erótica y algún delito más padecieron este tormento en sus senos.

EL DESMEMBREMIENTO

Desmembramiento, es una técnica de tortura en la cual se les desprenden los miembros a la víctima. Esta sufre primero esguinces, luego se desprenden las extremidades del cuerpo.

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EL EMPALAMIENTO

El empalamiento es un método de tortura y ejecución donde la víctima es atravesada por una estaca. La penetración puede realizarse por un costado, por el recto, la vagina o por la boca. La estaca se solía clavar en el suelo dejando a la víctima colgada para que muriera.

ESTIRAMIENTO

Es un método de tormento que consistía en atar todas las extremidades del reo y estirarlo al marcar a un caballo con un hierro al rojo vivo. Este sistema de martirio se convirtió, con el paso de los años, en una mesa con cadenas la cual se estiraba mediante engranajes en las cámaras de tortura en el Reino Unido. En está tortura la personas terminaban con los musculos destrozados y con los huesos sacados de sitio.

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FLAUTA DEL ALBOROTADOR

Posiblemente fabricada a base de madera, bronce o hierro, la flauta del alborotador era un instrumento de castigo por faltas menores, y solía ser usado delante la opinión pública. El collar se cerraba por detrás el cuello, y los dedos eran colocados entre la barras de hierro, que eran apretadas por el verdugo a voluntad, llegando a todo tipo de heridas en los dedos, hasta el aplastamiento de carne, huesos y articulaciones. LIMPIEZA DEL ALMA

Método de tortura empleado por la inquisición española consistente en hacer beber a la víctima alguna cosa hirviente o caliente ya sea agua, hierros, carbones, e incluso jabón, dada la creencia de que el alma de las brujas era un alma corrompida y de esta forma se limpiaría.

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EL PENDULO

La tortura del péndulo consiste en la dislocación de los hombros mediante la rotación violenta de los brazos hacia atrás y arriba. Utilizado en ocasiones únicamente como una preparación de la víctima para posteriores tormentos, el suplicio del péndulo es barato y eficiente porque no necesita equipos complicados: se cuelga a la víctima por las manos, que han sido atadas a su espalda. Inmediatamente, los húmeros se desarticulan junto con la escápula y la clavícula. Tal dislocación produce horribles deformaciones, a menudo permanentes. La agonía se podía estimular mediante pesas agregadas progresivamente a los pies, hasta que al fin el esqueleto se desmembraba. Al final la víctima moría paralizada.

LA HORQUILLA DEL HEREJE

Se colocaba un aro de metal en el cuello del supuesto hereje, como veis tenía una gran barra cuyo extremo terminaba en cuatro pinchos. Al apretarse el colgante los pinchos se clavaban fuertemente en la barbilla impidiendo así poder articular palabra alguna. Generalmente este instrumento se utilizaba la noche antes de quemar al preso para aumentar así más su suplicio. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA RUEDA

La rueda para despedazar. Era el instrumento de ejecución más común en la Europa germánica, después de la horca, desde la Baja Edad Media hasta principios del siglo XVIII. En la Europa latina el despedazamiento se llevaba a cabo con barras de hierro macizas y mazas herradas en lugar de ruedas. La víctima, desnuda, era estirada boca arriba en el suelo o en el patíbulo, con los miembros extendidos al máximo y atados a estacas o anillas de hierro. Bajo las muñecas, codos, rodillas y caderas se colocaban trozos de madera. El verdugo, asestando violentos golpes con la rueda de borde herrado, machacaba hueso tras hueso y articulación tras articulación procurando no asestar golpes fatales.

LA SIERRA

El reo era puesto en una posición invertida, asegurando la llegada de sangre al cerebro de manera que la víctima no perdía el conocimiento. Con esta posición se evitaba también la muerte por desangramiento rápida. Generalmente no se perdía el conocimiento hasta que la sierra no llegaba al ombligo o incluso al pecho. Era una tortura muy utilizada por la inquisición sobre todo para ajusticiar a homosexuales(de hecho en la ilustración son tres homosexuales los representados), tambien en España fue un método de ejecución militar hasta el siglo XVIII. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA SILLA

La víctima debía sentarse totalmente desnuda sobre este sillón. Esta sufre de manera atroz mientras, el inquisidor con aire tranquilo y músculos tensos, comenzaba a realizar las preguntas al acusado, mientras un escribano tomaba apuntes de la sesión. Si el inquisidor lo creía conveniente podía mandar al verdugo golpear al preso, lo que provocaba que los pinchos entrasen con más profundidad en la piel o incluso si el asiento era de hierro mandarlo calentar para que los pinchos al rojo vivo entrasen mejor en la piel. Generalmente el reo no tardaba demasiado en admitir su culpabilidad(aunque fuese inocente, pues prefería terminar pronto con el suplicio).Dependiendo del inquisidor el preso seria llevado a la hoguera o se pudriría en un sucio calabozo expiando sus pecados. LAS JAULAS COLGANTES:

Hasta finales del Siglo XVIII, en los paisajes urbanos Europeos, era habitual encontrar jaulas de hierro y madera, adosadas al exterior de los edificios municipales, palacios ducales o de justicia, etc. Los reos, desnudos o semidesnudos, eran encerrados en las mismas. Morían de hambre y sed, por el mal tiempo y el frío en invierno; por el calor y las quemaduras solares en verano. A veces, las víctimas habían sido torturados o mutilados como escarmiento. No solo significaban una incomodidad tal que hacían imposible al preso dormir o relajarse, ya que estaban atados a los barrotes de las mismas. A veces se introducían en ellas gatos salvajes, a los que los verdugos azuzaban con varillas al rojo vivo, o se encendían fogatas debajo para abrasar al condenado.

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LA PERA:

Estos instrumentos se usaban en formatos orales y rectales. Se colocaban en la boca, recto o vagina de la víctima, y allí se desplegaban por medio de un tornillo hasta su máxima apertura. El interior de la cavidad quedaba dañado irremediablemente. Las puntas que sobresalen del extremo de cada segmento servían para desgarrar mejor el fondo de la garganta, del recto o de la cerviz del útero. La pera oral normalmente se aplicaba a los predicadores heréticos, pero también a seglares reos de tendencia anti ortodoxas. La pera vaginal, en cambio, estaba destinada a las mujeres culpables de tener relaciones con Satanás o con uno de sus familiares, y la rectal a los homosexuales. Los medios mecánicos tampoco eran de despreciar. Algo tan simple como unas tenazas en las manos de un hábil torturador podía arrancar de cuajo muchos dientes e incluso, si se terciaba, la lengua. ZAPATOS CON PINCHOS QUE SE CLAVABAN EN LOS PIES

Los zapatos metálicos de la imagen poseen en la planta unos pinchos que en caso de apoyar al planta de pie se clavan por la parte baja del pie, para no perforarte debias mantenerte de puntillas el máximo tiempo posible, para más sufrimiento este método de tortura se combinaba con un sistema que inmobilizaba las manos y muñecas cerca de la cabeza y te obligaban a permanecer erguido. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA ZARPA DEL GATO

El torturado era colgado desnudo y con un instrumento dotado de garfios en la punta y era “rascado”. Las afiladas uñas de esta zarpa de gato desgarraban la piel y arrancaban tiras de carne, a menudo los garfios penetraban tan hondo que dejaban el hueso a descubierto e incluso podían “rascarlo”. El torturado solía morir desangrado o quedaba inconsciente debido al dolor. EL TORO DE FALARIS:

En este caso se quemaban a los herejes dentro de la efigie de un toro a Falaris, tirano de Agrakas, que murió en el año 554 a.C. Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía. El toro de Falaris estaba presente en numerosas salas de tortura de la Inquisición de los siglos XVI, XVII y XVIII. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA CUNA

Esta se podría considerar una forma evolucionada de la cuna de Judas. Se obligaba a la víctima a sentarse sobre una cuña de metal extremadamente afilada, el peso del cuerpo unido al de las cadenas y bolas pesadas que se le unían a los tobillos causaban que se fuera clavando el metal en el cuerpo hasta que causaba la muerte, normalmente por desangramiento aunque en algunos casos si el cuerpo se torcia podía incluso amputar una extremidad. EL SANBENITO

Traje que obligaban usar a las víctimas para una celebración que se llamaba “Autos de Fé”. Ceremonia que duraba un día entero delante de toda ciudad. Vestidos de sambenito los hacían desfilar y luego leían las condenas; el pueblo que observaba se burlaba de ello; mientras los verdugos los ponían en jaulas que a su vez se usaban para llevarlos a la hoguera.

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MASCARAS INFAMANTES

Estos artilugios, que existían con gran profusión de formas fantasiosas y, a veces, francamente artísticas, desde 1500 hasta 1800, se imponían a quienes habían manifestado imprudentemente su descontento hacia el orden, contra las convenciones vigentes, contra la prepotencia del poder o, de cualquier forma, contra el estado de las cosas en general. A través de los siglos, millones de mujeres, consideradas “conflictivas” por su cansancio de la esclavitud doméstica y los continuos embarazos, fueron humilladas y atormentadas; así el poder eclesiástico exponía el escarnio público a los desobedientes y a los inconformistas. La Iglesia castigaba una larga lista de infracciones menores mediante este método. LA TURCA Este método de tortura fue ideado para arrancar las uñas. En 1590 y 1591 Juan Fian fue sujeto a esta y otras tantas torturas en Escocia. Después que sus uñas fueron arrancadas le clavaron clavos en su lugar.

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MORDAZA O BABERO DE HIERRO

Este artilugio sofocaba los gritos de los condenados para que no estorbaran la conversación de los verdugos. La “caja” de hierro del interior del aro es embutida en la boca de la víctima, y el collar asegurado a la nuca. Un agujero permite el paso del aire, pero el verdugo lo puede tapar con la punta del dedo y provocar la asfixia. A menudo los condenados a la hoguera eran amordazados de ésta manera, sobre todo durante los autos de fe, porque sino los gritos interferirían con la música sacra.

EL COLLAR DE PUAS

Está provisto de pinchos en todos los lados. El instrumento de la fotografía pesa más de cinco kilos, se cerraba en el cuello de la víctima, y a menudo se convertía en un medio de ejecución: la erosión hasta el hueso de la carne del cuello, hombros y mandíbula, la progresiva gangrena, la infección febril y la erosión final de los huesos, sobre todo de las vértebras descarnadas conducen a una muerte segura, atroz y rápida. Aparte de esto, el collar presentaba la ventaja de economizar tiempo y dinero: su función es pasiva y no requiere el esfuerzo, ni por tanto el pago, de un verdugo; “trabaja” por sí mismo, día y noche, sin descanso, sin problemas y sin manutención. Por ésta razón todavía es usado por la policía en muchas partes, no sólo del Tercer Mundo. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA PICOTA EN TONEL

Era una especie de vergüenza pública que se aplicaba sobre todo a los borrachos. Había dos clases de “picotas en tonel”: las que tenían el fondo cerrado, en las que la víctima se colocaba dentro, con orinas y estiércol o simplemente con agua podrida, y las abiertas para que las víctimas caminaran por las calles de la ciudad con ellas a cuestas, lo que les producía un gran dolor debido a su gran peso. TABURETE DE SUMERSION

El taburete de sumersión era una tortura utilizada en prostitutas y en violadores de menores, pero mayoritariamente en mujeres. La víctima era sentada en un taburete atado a un brazo móvil al pie de un río o estanque, en el que sumergían el taburete. Los controladores del brazo decidían cuánto tiempo la víctima tendría que estar bajo el agua. Las víctimas sufrían de ahogamientos y en casos más extremos, hipotermia por el frío de las aguas.

UÑAS DE GATO SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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Grandes casi como cuatro dedos de hombre, estos artefactos, montados encima de un mango, se usaban para reducir a tiras la carne de la víctima y extraerla de los huesos, en cualquier parte del cuerpo: abdómen, espalda, extremidades, senos, etc. LA GUILLOTINA

La guillotina tradicional consiste en un armazón de dos montantes verticales unidos en su parte superior por un travesaño denominado chapeau (sombrero), que sostiene en alto una cuchilla de acero con forma triangular con un lastre (mouton) de plomo de más de 60 kilogramos en su parte superior. En su parte inferior se dispone un cepo de dos medias lunas (fenêtre) de las cuales la superior es móvil. Justo detrás de la máquina hay una plancha de madera que actúa como báscula. Hasta el siglo XX, era común que la guillotina estuviera elevada sobre un cadalso y pintada de rojo. Una ejecución puede completarse en menos de un minuto; de hecho, la acción mecánica es tan rápida que la cabeza permanece consciente unos 30 segundos después de haber sido cercenada. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA PENA CAPITAL La práctica de la pena de muerte ha sido aplicada en todas las culturas y sociedades. En el mundo oriental, en las culturas griega y romana, y aunque parezca contraproducente también en el mundo del cristianismo. Las instituciones jurídicas de la Iglesia imperial, la bárbara, la feudal y la Inquisición aplicaron la pena capital como castigo a aquellos reos que no hubieran cumplido con las premisas morales básicas, y cuya desviación ética fuera incorregible. Aun así hay que mencionar que existieron algunos pueblos primitivos donde la muerte ocupó un lugar muy apartado de sus códigos jurídicos. La pena capital ha tenido una evolución histórica desigual. Desde el siglo XVIII hasta la actualidad, el desarrollo de la pena de muerte ha sido diverso y fructuoso. Durante el siglo XVIII primó en los estados un código penal represor y contundente, donde la pena capital tenía un espacio propio. La aplicación de las ejecuciones a los reos de forma desigual, discriminatoria y cruel se convirtió en una práctica habitual. Ya en el siglo XVIII surgió el embrión del movimiento abolicionista actual. Al principio, este movimiento no era total, es decir, no exigía la eliminación plena de la pena capital. Inicialmente lo único que se reclamaba desde el movimiento abolicionista originario era la reducción de los delitos castigados con la muerte. Es en este siglo cuando surge por primera vez la contraposición entre movimiento abolicionista y antiabolicionista. El siglo XIX supuso un cambio radical en la aplicación de la pena capital y las reclamaciones del movimiento abolicionista. Éstos ya plantean la eliminación total de la pena capital. Ningún reo debe ser ejecutado, sea cual sea su delito. En el derecho germánico se recoge el derecho que los familiares de la víctima muerta tienen a dar cumplida venganza de su agravio con la vida y la propiedad con el autor del hecho delictivo, o bien con los miembros de su parentela. En el derecho germánico se entiende por pena capital la pérdida de la vida y recoge fórmulas diferentes de su aplicación dependiendo del delito. Así el descuartizamiento mediante el hacha era pena reservada, casi exclusivamente, para los delitos de traición. En cuanto a la posición y la influencia del catolicismo en la aplicación de la muerte como pena podríamos afirmar que las posiciones están muy diferenciadas. Algunos opinan que hay que separar el discurso de la religión y la pena capital. Otros piensan que la influencia religiosa en las conductas y conciencias de los hombres ha sido enorme, y que el debate de la pena de muerte no puede ir desligado de la religión. SANTA INQUISICION Y PENA CAPITAL

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LA PENA CAPITAL ACTUALMENTE Para hablar de la pena de muerte es necesario tener un conocimiento claro de de su significado. La pena de muerte se puede definir como"Sanción penal que ordena la privación de la vida al delincuente. Ejecución que tiene muchas variantes, pero en común deben matar a quien se aplique". Técnicamente consiste en privar la vida del condenado por sentencia impuesta por los tribunales del Estado. La pena consiste en ejecutar al condenado. Por lo tanto se concluye que la pena de muerte es la eliminación definitiva de los delincuentes que han mostrado ser incorregibles y por lo tanto un grave peligro para la sociedad. A medida que la sociedad moderna ha evolucionado en sus postulados, ha surgido una pregunta esencial: ¿la pena capital es una medida de disuasión y coerción eficaz? Actualmente no existe homogeneidad en los criterios. Existen grupos políticos y sociales que defienden su idoneidad y eficacia, y otros que presentan su repulsa ante esta práctica, y que exigen su eliminación a través de diferentes canales de presión. La pena de muerte se ha convertido en uno de los temas más debatidos a todos los niveles. Los actores políticos, sociales, y los medios de comunicación analizan los criterios de una práctica aun vigente. La clase política ha asumido que la unificación de los criterios institucionales con respecto a la pena capital es una responsabilidad prioritaria. Los actores sociales se dividen en organizaciones, asociaciones y grupos en favor y en contra de la pena de muerte. Y los medios de comunicación convierten los casos particulares de los condenados en espectáculo mediático. El simple hecho de privar de la libertad a una persona, de por si es un castigo abrumador para cualquiera. Imagínense entonces el efecto que tiene para un ser humano el saber que su vida tiene un plazo ya predeterminado por unas personas que se consideran aptas para decidir su muerte, eso es algo devastador, pero además deben lidiar con el sistema a utilizar para ejecutar la pena que en la mayoría de los casos es además de cruel, aberrante. Algunos de estos medios de ejecución son: Ahorcamiento: El preso es colgado de una cuerda atada alrededor del cuello y muere debido a la fuerza que, por la gravedad, ejerce el peso del cuerpo. La inconsciencia y la muerte son causadas por lesiones en la médula espinal o, si esto no es suficiente, por estrangulamiento, debido a la constricción de la tráquea.

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Fusilamiento: La ejecución la lleva a cabo un único sujeto o un pelotón. El preso muere por una o varias de las siguientes causas: lesiones de órganos vitales, como el corazón, lesiones del sistema nervioso central o hemorragias. Aunque en un disparo a corta distancia en la nuca debería producir la inconsciencia inmediata, el procedimiento puede durar más tiempo en los fusilamientos por un pelotón, en los que los soldados tiran desde una mayor distancia -y por lo tanto con menor precisión- y pueden haber recibido la orden de apuntar al tronco, más fácil de alcanzar que la cabeza. Aunque algunos presos pueden permanecer conscientes después de los primeros disparos incluso en las ejecuciones normales por un pelotón, algunas ejecuciones han sido concebidas para prolongar el sufrimiento. Electrocución: La electrocución surgió en los Estados Unidos en 1888, alegándose que sería más humana que la horca. El procedimiento es el siguiente: después de amarrar al preso a una silla construida para este fin, los ejecutores sujetan electrodos de cobre húmedos a la cabeza y a una pierna del condenado, las cuales han sido rasuradas para asegurar un buen contacto entre los electrodos y la piel. Se aplican fuertes descargas de corriente eléctrica durante breves periodos. La muerte se produce por paro cardíaco y parálisis respiratoria. La electrocución produce efectos destructivos visibles, al quemar órganos internos del cuerpo; el condenado a menudo salta hacia delante, tirando de las correas que le sujetan, cuando aplican la corriente; y puede defecar, orinar o vomitar sangre. Los testigos presénciales siempre dicen que hay un olor a carne quemada. Inyección Letal: Este método de ejecución consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad letal de un barbitúrico de acción rápida en combinación con un producto químico paralizante. El procedimiento es similar al utilizado en un hospital para administrar una anestesia general, pero los productos son inyectados en cantidades letales. Ejecución Por Gas: El condenado es amarrado a una silla dentro de una cámara hermética; se le ata al pecho un estetoscopio conectado a unos auriculares en la vecina sala de testigos para que un médico pueda controlar el desarrollo de la ejecución. Se libera gas cianuro en la cámara, envenenando al preso cuando éste respira. La muerte se produce por la asfixia debida a la inhibición por el cianuro de los enzimas respiratorio que transfieren el oxígeno desde la sangre a las demás células del organismo. Aunque puede producirse la inconsciencia rápidamente, el procedimiento tarda más si el preso intenta prolongar su vida, reteniendo la respiración o respirando lentamente. Como en otros métodos de ejecución, los órganos vitales pueden seguir funcionando durante algún tiempo, esté o no inconsciente el condenado.

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Decapitación: Según el método utilizado en Arabia Saudita y en Qatar, y previsto en la legislación de la República Árabe del Yemen y de los Emiratos Árabes Unidos, se separa la cabeza del tronco mediante un golpe de sable. Aunque la intención es que el filo aguzado del arma corte rápidamente la médula espinal y provoque la inconsciencia por el trauma, pueden ser necesarios varios golpes, ya que el sable es un arma relativamente ligera y la duración de la ejecución depende de la fuerza y de la destreza del verdugo. Lapidación: La ejecución por lapidación suele llevarse a cabo estando el reo enterrado hasta el cuello o atado de algún modo. La muerte puede ser causada por lesiones en el cerebro, asfixia o una combinación de lesiones. Como una persona puede soportar golpes fuertes sin perder el conocimiento, la lapidación puede producir una muerte lenta.

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ICONOGRAFIA NOMBRE: Saint Dominic Presiding over an Auto-da-fe AUTOR: Pedro Burreguete LUGAR DE APARICION: Museo del Prado, Madrid, España. FECHA: 1495

NOMBRE: Escudo de la Santa Inquisición FECHA: 1571 (1571) AUTOR: Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición

NOMBRE: Cuadro de Goya AUTOR: Francisco De Goya FECHA: XVIII

NOMBRE: Galileo y el santo oficio AUTOR: Joseph Nicolas Romero FECHA: 1679

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INDICE DE ILUSTRACIONES Saint Dominic Presiding over an Auto-da-fe................................... pág. 1 Escudo de la santa inquisición ………………………………………pág. 4 Cuadro de Goya ………………………………………………………. pág. 5 Decreto de Alandra …………………………………………………… pág. 6 Rueda de la fe…………………………………………………………. pág. 7 Galileo y el santo oficio ………………………………………………. pág. 10 Confesión espirtual…………………………………………………... pág. 11 Tortura …………………………………………………………………. pág. 12 La garrucha…………………………………………………………… pág. 13 La rueda……………………………………………………………….. pág. 13 El borceguí……………………………………………………………. pág. 14 La doncella de hierro ……………………………………………….. pág. 16 El casco………………………………………………………………. pag.15 La horca………………………………………………………………. pág. 17 El garrote……………………………………………………………... pág. 18 La garrucha…………………………………………………………… pág. 18

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BIBLIOGRAFIA MUSEO DE LA INQUISICION Y PENA CAPITAL Julio Caro Baroja: El señor inquisidor y otras vidas por oficio, Madrid: Editorial Alianza, 2006, ISBN 84-2066-009-4 Marcelino Menéndez Pelayo: Historia de los heterodoxos españoles, Madrid: CSIC, 2001, ISBN 84-0007-289-8 Emil van der Vekene: Bibliotheca bibliographica historiae sanctae inquisitionis. Bibliographisches Verzeichnis des gedruckten Schrifttums zur Geschichte und Literatur der Inquisition. Vol. 1 - 3. Vaduz: Topos-Verlag, 1982-1992, ISBN 3-28900272-1, ISBN 3-289-00578-X - (7110 títulos sobre la Inquisición) Emile van der Vekene: La Inquisición en grabados originales. Exposición realizada con fondos de la colección Emile van der Vekene de la Universidad San PabloCEU, Aranjuez, 4-26 de mayo de 2005, Madrid: Universidad Rey Juan Carlos, 2005. ISBN 84-96144-86-0 Pérez Villanueva, Joaquín y Escandell Bonet, Bartolomé (dirs.): Historia de la Inquisición en España y América, Centro de Estudios Inquisitoriales, 1984-2000, 3 vols. ISBN 978-84-220-1157-6

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Santa inquisición y pena capital se termino de escribir en Abril del 2009, en litografia Ingramex, S.A de C.V.,Escondida 669, col. Santa Barbara. C.P. 56530, Ixtapaluca Edo. México

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