La Sangre de Cristo

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La Sangre de Cristo

Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo LA SANGRE DE CRISTO Esta doctrina muestra la importancia de la sangre de Jesús, como el fundamento del nuevo pacto. Pero esta realidad expiatoria por el pecado tiene su origen en la Ley Mosaica. Debemos de entender que la sangre en toda la Sagrada Escritura es símbolo de la vida. Esta es una de las principales razones por la cual Dios prohíbe comer la sangre de los seres vivos, ella dice: “Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre. Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado” (Lev. 17:10-14). La sangre derramada en la creencia Hebrea adquiere un significado ritual y como tal es el medio o acto por el cual se quita el pecado o la contaminación mediante un sacrificio o pago establecido por Dios, y ella llega a simbolizar la concertación de un pacto: “Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar. Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos. Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.” (Éxodo 24:6-8). La Biblia dice que el sacerdote una vez al año debía hacer una ofrenda con las sangre de ciertos animales sobre el altar del templo por los pecados del pueblo. Todo esto era según la ley Mosaica, donde la Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo sangre derramada purificaba casi todos los pecados del pueblo. Sin este derramamiento de sangre no hay perdón de pecados, leamos: “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” (Hebreos 9:22). Esta ofrenda era ofrecida cada año, se puede afirmar que era una ofrenda limitada y Dios se hastío de tantos sacrificios, por lo cual vino y se preparó un cuerpo para realizar de una vez por toda, un solo sacrificio: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.” (Hebreos 10:1-7). Por eso Jesús en la noche anterior a su crucifixión ofreció a sus discípulos una copa de vino, diciéndoles: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.” (Lucas 22:20). Todo el simbolismo cultural de la sangre del Antiguo Testamento halla su cumplimiento en la sangre de nuestro señor Jesucristo, su muerte en la cruz, es símbolo del precio de nuestro rescate: “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7). Jesús era el cordero sin mancha, un cordero sin defecto que pago totalmente la deuda del pecado que debíamos a Dios. De esta manera ya no necesitamos realizar más sacrificios por el pecado. Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo Recordemos que en el Antiguo pacto se hacia el sacrificio cada año por los pecados del pueblo, ahora en el nuevo pacto ya no es así. Cuando Jesús dijo: “¡Consumado es!” Quiso decir que la obra completa de la redención fue hecha para siempre. En Jesús hemos obtenido la redención eterna y es solo para los que creen en su nombre:  “sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:19).  “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.” (Hebreos 9:12).  “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (Hebreos 9:15-28). La sangre de nuestro señor Jesucristo no solo redime a los creyentes del pecado y el castigo eterno, sino que su sangre purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo: “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14). Todo esto significa que la sangre preciosa de Jesús nos da unas dadivas completas, veamos: 1. Su sangre nos reconcilia con Dios: “a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos3:25);… “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2ª Corintios 5:19). 2. Su sangre nos redime de nuestros pecados: “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5). Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo 3. Su sangre nos purifica: “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (Hebreos 9:14). 4. Su sangre nos santifica: “elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (1ª Pedro 1:2). 5. Por la sangre de Cristo somos justificados ante él: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.” (Romanos 5:9). 6. Por su sangre tenemos un vestido limpio: “Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Apocalipsis 7:14) 7. Su sangre establece una nueva alianza: “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” (Hebreos 9:11-22). 8. Por su sangre podemos entrar con confianza en el Santuario de Dios: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo” (Hebreos 10:19). 9. Por su sangre obtenemos la redención eterna: “y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención” (Hebreos 9:12). 10. Por su sangre seremos resucitado en los días postreros: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Juan 6:53-54). Nuestro señor Jesucristo es el mediador de un nuevo pacto, el cual es mejor que el antiguo, donde se sacrificaban animales una vez al año. Ya ese pacto fue dado por viejo. Ahora por medio de la sangre derramada se estableció el pacto de la gracia en el cual dice el señor que nunca más se acordara de nuestros pecados e iniquidades. Ahora Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo aquellos sacrificios que se hacían antiguamente, en este tiempo son inútiles para obtener la salvación. En el nuevo pacto por la sangre de Cristo somos lavados o liberados del pecado, para ser nuevas criaturas en Cristo Jesús, él es ahora nuestro sumo sacerdote:  “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.” (Hebreos 8:1-3).  “Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.” (Hebreos 8:12-13).  “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). Para terminar es importante comunicarles que por medio de la sangre de Jesús, Dios nos muestra su amor, en que siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Su sangre nos libró de la ira de Dios. Limpiando nuestros corazones y dándonos la esperanza de vida eterna. Dios no hizo parte de la Iglesia de Jesús, una iglesia sin mancha y sin arrugas, el cual nos ganó por su propia sangre:  “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” (Hechos 20:28). Fredy Delgado Teólogo

La Sangre de Cristo  “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. ” (1 Corintios 6:19-20).  “el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:6). La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado, él nos compró, podemos estar seguro que tenemos a un nuevo dueño, el cual pago un gran precio y ese precio querido hermano fue el derramamiento de su sangre preciosa. Dios les siga bendiciendo Fredy Delgado Teólogo

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