La Rosacruz de Oro

LA ROSACRUZ DE ORO por CATHAROSE DE PETRI 1 INDICE 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 Prólogo

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LA ROSACRUZ DE ORO

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CATHAROSE DE PETRI

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INDICE

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Prólogo La escuela espiritual en manifestación El orden en el templo La voz humana El ojo, transformador de la fuerza de luz Ser verdaderamente un ser humano Los siete focos La fuerza de luz de la naturaleza original pura La corriente circular de la contranaturaleza El campo envolvente de la nueva tierra Y ocurrirá que todo el que invoque el nombre del Señor será bienaventurado La medusa El hombre-alma en mí debe crecer y yo debo menguar La tentación en el desierto El santo sacerdocio del nuevo estado de vida El nuevo vehículo astral, el manto de amor El sellamiento de la frente con la nueva señal La cosecha y la vendimia La Gnosis le llama también a usted La fase de la salvación ha comenzado ya El regreso al corazón de su microcosmos El simbolismo del templo

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PROLOGO

El número cuatro de la Serie de las Rosas quiere interpretar para la humanidad el trabajo innegable de la Fraternidad Universal. El quiere explicar y mostrar a la humanidad: por qué razón la Fraternidad Universal desciende en la decadencia terrestre; por qué razón la humanidad es invitada continuamente para recorrer ante todo el Único Camino de Liberación; por qué razón el hombre deberá desgarrar la vida ilusoria de la que él mismo es el autor. Que el contenido de este pequeño libro pueda contribuir a mostrar a las almas buscadoras, que hayan adquirido alguna comprensión, el Camino de Santificación, para que en ellas se lleve a cabo la realización del Alma Espíritu. Que una multitud numerosa experimente un día, corporalmente, que ella es colocada por la Joven Gnosis en este único Camino verdaderamente Liberador. 24 de Diciembre de 1960

Catharose de Petri

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CAPITULO 1

LA ESCUELA ESPIRITUAL EN MANIFESTACION

Cada día de manifestación, formado de varios años estelares, contiene períodos durante los cuales el hombre caído recibe la ocasión de elevarse por encima de la naturaleza de la muerte. En cada año estelar hay muchos momentos que se prestan particularmente a las actividades gnósticas. Cada día de manifestación tiene naturalmente un comienzo y un fin, aunque para el hombre actualmente en manifestación estos dos extremos no pueden ser determinados: en primer lugar, porque los períodos de tiempo que intervienen aquí son inconcebiblemente largos, y, en segundo lugar, porque el “tiempo “ no es un fenómeno constante, sino sometido a la relatividad. Durante cada día de manifestación la Gnosis desciende un incalculable número de veces a la naturaleza de la muerte con el propósito de poder remontar con una abundante cosecha. En consecuencia, en el transcurso de cada día de manifestación son ofrecidas a la humanidad caída numerosísimas ocasiones para poder formar parte de la cosecha de los liberados. En el transcurso normal de lo que sucede durante un día de manifestación o en uno de sus años estelares, se hace perceptible el fin que se aproxima. Este fin de las cosas se puede reconocer por el nivel que alcanza la cultura dialéctica, cuando el conjunto de las creaciones del hombre y su cultura llega a tocar el núcleo de la génesis de la vida; entonces es cuando se alcanza el límite cultural de la vida dialéctica. Se puede notar este final en la aceleración general del ritmo de vida, como si una fiebre se apoderara de toda la humanidad. Se puede notar también la tendencia de la humanidad por querer descubrir los fundamentos de la existencia y asirlos fuertemente entre sus manos para asegurarse así su futuro. Muy pronto, el mundo no ofrecerá ninguna posibilidad de vida según las normas de la naturaleza ordinaria. Llegará un día en que no habrá más alimentos y que todas las energías habrán sido agotadas. Y así es como se desencadena el gran peligro de la ciencia atómica. La Gnosis ha previsto todo esto y trabaja febrilmente, antes de que llegue esta época, para recolectar su cosecha. Ahora bien, la Gnosis opera impersonalmente. La Gnosis trabaja a través de una Escuela Espiritual Séptuple, que es su instrumento. Esta crea a su alrededor, por el sacrificio de sí misma, un campo de vida en el cual y por el cual la Fraternidad liberada puede proyectar la Fuerza necesaria a las personas que buscan la Liberación Tal Escuela Espiritual Séptuple existe también en nuestra época. Ella ha tomado forma en la Comunidad denominada “Lectorium Rosicrucianum”. El gran instrumento para la cosecha ha vuelto a tomar vida. 2

Si una Escuela Espiritual quiere trabajar para liberar a la humanidad, ella debe ser quíntuple en su estructura manifestada. Ahora y de manera creciente, los alumnos del Cuerpo Viviente vivifican cuádruplemente a la Escuela Espiritual. Sin embargo, si la Gnosis y la Fraternidad quieren que su última cosecha regrese al Sexto Plano Cósmico antes de que se produzca la noche cósmica -la cual se acerca a grandes pasos- entonces hace falta, con rapidez y dinamismo, animar el quinto aspecto del Cuerpo Séptuple, el de los grados interiores, denominado la “Cabeza de Oro “. Deberá estar animado y poblado por almas renacidas en estado adulto. Estas almas renacidas deben elevarse desde el cuarto aspecto de la Escuela Espiritual, llamado “Falange Sacerdotal “, el cual constituye el eslabón de unión. Ellas deben volver al nuevo Campo Astral radiante y luminoso por el gran sacrificio de sus actos, alegremente consentido y demostrado de manera efectiva al servicio razonable de Dios. Los que recorren voluntariamente el camino de cruz deben volverse conscientes de ello, ya que un cuerpo sin cabeza está muerto, y ninguna alma puede habitar en él. Un cuerpo en cuya cabeza vagabundean las quimeras del pasado o del ser yo del presente, es una forma resquebrajada. Todo esto debe ser reconocido por los que quieren pertenecer a la Escuela Espiritual, ahora que los tiempos han madurado. En estos momentos, una gran confusión se apodera en el mundo de todo lo que ella puede abarcar. Esta confusión existe, ya sea porque falta la cabeza, los pies, o ambos. La humanidad está sin cabeza, o tiene la conciencia dividida, porque está privada de la verdadera Razón Divina. Está sin pies porque su dirección privada de razón no encuentra ninguna base sólida, lo que hace aparecer en el mundo un desinterés general. ¡Por lo tanto, el desmoronamiento es inevitable! Una exigencia para nosotros y para la Escuela Espiritual Gnóstica consiste en no caer en tal desmoronamiento. El Cuerpo Viviente de la Joven Gnosis debe poseer una cabeza de Oro resplandeciente, de donde puedan emanar dirección y fuerza liberadoras. Entonces habrá una larga fila de discípulos e interesados. Así se trazará una larga cola de fuego en contraste con el rojo oscuro de la decadencia: la fila de los redimidos. ¡Que todos abran su corazón a la Gnosis para su purificación!

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CAPITULO 2

EL ORDEN EN EL TEMPLO

Cuando un alumno dirige sus pasos hacia un Templo de la Escuela Espiritual de la Joven Fraternidad Gnóstica, es decir cuando un miembro de la Comunidad Religiosa “Lectorium Rosicrucianum” desea asistir a un Servicio en una de las Canteras consagradas, es deseable, en primer lugar, que conozca bien las reglas de disciplina usadas en el Templo, así como otras disposiciones que conciernen directamente a cada alumno. Hace falta saber que los edificios del Templo, o los Centros, deben satisfacer un mínimo de exigencias de naturaleza gnóstica. Todos los emplazamientos de la Sede Internacional de Haarlem y numerosos edificios de nuestros Centros han demostrado durante treinta y seis años que satisfacen estas exigencias. Pero es evidente que el grupo que periódicamente ocupa los edificios del Templo y de los Centros deberá comportarse también de una manera enteramente conforme al objetivo de estos edificios para mantener así el justo equilibrio en todos los aspectos. Por esto, en el transcurso de los años, se debió instar a los alumnos cada vez que una de las exigencias fundamentales fue más o menos descuidada. En el Templo, o en la Cantera consagrada, son de rigor una gran calma y un gran silencio, pero es evidente que esta calma y este silencio son también necesarios en los espacios situados alrededor del Templo o de una Cantera consagrada. Por esto se pide continuamente a los alumnos que guarden absoluto silencio en los guardarropas antes y después de los Servicios, con el fin de que no se produzca un alboroto de conversaciones, ruidos y tumultos que rompen el silencio de manera disonante. El orden clásico que debe reinar en el Templo de la Fraternidad de la Rosacruz de Oro pide a sus alumnos acoplarse gradualmente a sus disposiciones. Un Templo es, en más de un sentido, un foco de la Cadena de la Fraternidad. El Templo es al mismo tiempo un foco del Cuerpo Viviente de la Joven Fraternidad Gnóstica, y, por lo tanto, es también un órgano vital del Cuerpo Viviente. Por consiguiente, el orden en el Templo no constituye un decoro, sino que corresponde a una conducta muy inteligente y responsable, conducta que no puede de ninguna manera ser forzada, sino que debe emanar espontáneamente como algo natural. Todo alumno serio del Lectorium Rosicrucianum forma parte del Cuerpo Magnético de la Escuela espiritual y, evidentemente, cada alumno serio es una parte viva e integrante de este Cuerpo. Así, es lógico que se hable de un orden en el Templo. Cuando los alumnos están reunidos en el Templo, el Cuerpo del Templo funciona, realizando un acto que el Cuerpo entero debe sostener con tranquilidad, armonía e inteligencia, y cada miembro del Cuerpo debe colaborar. Así, el Orden en el Templo -un justo comportamiento en el Templo- es una necesidad absoluta. 4

En relación con esto, diremos algunas palabras sobre el estado biológico adecuado del alumno que va a participar en el Trabajo del Templo. Nos referimos al estado corporal, y más especialmente al estado corporal que el alumno mismo puede determinar y dirigir, es decir, que puede ser guiado por la voluntad, la orientación, el comportamiento y la comprensión. Para comprenderlo bien, sepa que no se trata de consejos de naturaleza ética, puesto que éstos son de poca calidad e ineficaces, pues no son más que moralismo y cultura dialéctica del bien que atan al mundo. No, se trata de una necesidad absoluta en el Trabajo del Templo. Su cuerpo, lo que usted acostumbra a considerar su cuerpo, forma parte de un sistema más complejo, de un microcosmos. Usted puede oír hablar frecuentemente en el podium de las actividades que tienen lugar en este microcosmos, y cómo actúa en él la Cadena de la Fraternidad Universal. Por consiguiente, es evidente que su conciencia le empuje a doblegar su cuerpo a las exigencias de todos estos procesos. Este cuerpo es completamente dialéctico y debe desaparecer, pero mientras el microcosmos no disponga de otra personalidad, el cuerpo deberá desempeñar un papel muy importante en todo el proceso que se realiza en el Templo. Es necesario que comprenda ante todo que el cuerpo es un sistema de circulación de fuerzas espinales, astrales y etéricas. En el Trabajo del Templo en particular, y en la vida del alumno en general, estas fuerzas que circulan en el cuerpo son empujadas a una actividad máxima. La piel, el sistema respiratorio, los tres santuarios, el fuego de la serpiente, la secreción interna, los cabellos y las manos desempeñan un papel muy importante en este proceso de circulación. Por esto, el alumno se compromete espontáneamente a hacer todo lo posible para mantener su cuerpo a la altura de estas exigencias. Después de la introducción precedente, podemos establecer para nosotros mismos un esquema de cuidados. El alumno de la Escuela Espiritual Gnóstica que quiere participar en el Trabajo del Templo debe lavar cuidadosamente su cuerpo para asegurar de la justa manera la respiración cutánea. La boca y la cavidad faríngea deben estar completamente limpias, de modo que la respiración pueda efectuarse correctamente, y por consiguiente también el hablar y el cantar. Esta pureza es sobre todo importante para el orador, pues mientras habla aporta con su respiración y su laringe cierto ritmo en el Templo, en relación con el tema y la tarea. Evidentemente, las manos y las uñas desempeñan también un papel muy importante. A través de las palmas de las manos se irradian fuerzas que son divididas en diez rayos por los dedos. Unas manos no lavadas o sucias detienen ese proceso y pueden perjudicar el Trabajo del Templo, y un aliento descuidado puede traer al Templo mucha impureza. También son muy importantes los cuidados del resto del santuario de la cabeza. El santuario de la cabeza es un microcosmos completo en pequeño dentro del macrocosmos. En el santuario de la cabeza están representadas todas las fuerzas del microcosmos y del macrocosmos.

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Los servidores de la Gnosis se sorprenden mucho cuando observan que hay mujeres entre los alumnos que se tiñen los cabellos, o se hacen enjuagues de colores, únicamente con el fin de dar a su cabellera otro aspecto que el que tiene en realidad. Esto perturba totalmente la circulación de las fuerzas. ¡El campo de radiación del santuario de la cabeza es aniquilado así completamente! Es absolutamente cierto y sin exageración que el uso de peróxidos y de tintes de cabello puede comprometer gravemente el futuro espiritual de un alumno de una Escuela Espiritual de buena fe; la pineal y su campo de luz son enteramente enquistados por efectos de los cabellos teñidos u oxigenados. De esta manera, la Luz en el santuario de la cabeza, la Rosa Sagrada nunca podrá ser encendida. El alumno se vuelve hipernervioso, lo cual es muy comprensible, y no puede comportarse en el Templo como un alumno serio. Tal persona pone su luz debajo de un celemín. ¿Por qué hacen esto algunos alumnos? ¿Por parecer jóvenes o más jóvenes? Sin embargo, ¿que ganan con la apariencia? ¿No es acaso trágico? Cuando se es joven se quiere ser mayor o más mayor, y cuando se avanza en edad se quiere ser joven de nuevo. Es un correr detrás de sí mismo en el circuito cerrado de la dialéctica. Evidentemente, no hay ningún inconveniente en cuidar los cabellos, pero hágalo con inteligencia y sensatez. Para el alumno que quiere participar verdaderamente en el Trabajo del Templo, sea como alumno, sea como colaborador, las exigencias requeridas son muy importantes. Naturalmente, en primer lugar son necesarias la pureza y la orientación del alma, y el cuerpo debe colocarse espontáneamente en concordancia. El cuerpo debe poder expresar perfectamente en todos sus aspectos, y en la medida en que nosotros podamos actuar sobre ellos, lo que somos interiormente. Si uno quiere considerarse alumno de una Escuela Espiritual Gnóstica, si uno se estima un alumno serio, pero el estado del cuerpo y de la indumentaria, en lo relativo a los cuidados, quedan por debajo de las exigencias necesarias y realizables, es seguro que hay algo en el estado interior del alumno que no está en orden. Todavía unas palabras dirigidas a las alumnas que no se sienten suficientemente arregladas si no se pintan los labios. El pintarse los labios, aunque sólo sea eso, perturba las funciones mentales; además daña los órganos sensoriales, el sentido del gusto y las funciones digestivas. No quite el sol de la cabeza y trate de conseguir la nobleza de la faz del verdadero estado del alumno por los cuidados bien comprendidos del rostro y los cabellos. Hace falta reflexionar sobre todas estas cosas, porque se trata del Sagrado Trabajo del Templo y del justo comportamiento como alumno. Se trata de conducir a la Morada, por una Vida renovadora, a todos los que lo quieran. De esto se puede concluir que un alumno de la Joven Fraternidad Gnóstica debe estar muy concentrado, cuando penetra en el Templo de la Rosacruz de Oro, sobre el trabajo que ha de 6

realizar en colaboración con los demás alumnos. De esta manera, una visita al Templo no es ninguna rutina o una agradable costumbre, sino una orientación conscientemente dirigida. Esto no tiene por qué sorprendernos, ya que nuestro trabajo diario también nos pide concentración y orientación consciente. En la vida diaria hay numerosas actividades que requieren toda nuestra atención para ser coronadas con éxito. Lo menos que se puede esperar de los alumnos es que se comporten de la misma manera cuando entran en el Templo de la Rosacruz de Oro. No se trata de forzarse, produciendo esas tensiones nerviosas que a veces se vuelven una atmósfera tan perceptiblemente pesada. Cuando el alumno, así concentrado, se dirige hacia el Templo, entra en un estado en el que se encuentra frecuentemente en su vida cotidiana, pero que, sin embargo, contiene algo excepcional. Cuando en la vida cotidiana se está ocupado con un trabajo que requiere toda la atención, uno no piensa en sí mismo. ¡Uno se pierde a sí mismo en su trabajo! Entonces puede ocurrir que, por un tiempo más o menos largo, todos los problemas y conflictos sean olvidados ¡Pues bien!, así debe entrar el alumno en el Templo, olvidándose totalmente de sí mismo. Así encontrará la prueba de que el olvido de sí no tiene nada de irreal o de extraño como algunos creen. La diferencia entre esta actitud en la vida cotidiana y la preparación para una visita al Templo consiste solamente en la naturaleza del olvido de sí mismo. En efecto, hay diferentes aspectos y grados en el proceso del olvido de sí mismo. Es fácil olvidarse de sí mismo en cosas que retienen toda nuestra atención, en las cosas que amamos de corazón. Para llegar al olvido de sí mismo, debe haber un motivo que lo englobe todo. Y nosotros podemos esperar de los alumnos de la Escuela de la Rosacruz de Oro (si al menos tienen amor por la Escuela y por el Camino Liberador) que la causa que conduce al olvido de sí mismo -la causa que engloba todo- esté para ellos en la Escuela. Por esto estimamos natural que el que penetra en el Templo posea esta concentración, acompañada del olvido de sí mismo que le hace sumergirse enteramente en la tarea que hay que realizar. Cuando el Templo es abierto antes del comienzo del Servicio y los alumnos penetran en él, se forma, en ese momento, un lugar de trabajo y una cadena de trabajadores, todos orientados hacia la misma tarea y ocupados en el mismo trabajo. ¿De qué trabajo se trata? ¡Conseguir la Santificación! Cada Templo o Cantera consagrada de nuestra Escuela Espiritual tiene un Lugar de Servicio. El Lugar de Servicio en el Templo es el lugar donde las fuerzas del Espíritu Séptuple Universal son derramadas, en conformidad con la orientación y las posibilidades de los trabajadores. Y a través del Lugar de Servicio, estas fuerzas son captadas por los trabajadores, siguiendo el método de la cadena. Esta cadena no debe tener interrupciones y sus eslabones deben ser orientados hacia el mismo objetivo y con la misma concentración.

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De esta manera, todos los que están en el Templo son alimentados con el Pan de la Vida, con el fin de poder realizar, con este alimento, su tarea de alumnos en su vida cotidiana fuera del Templo. Todo este proceso de interacción entre la Cadena de la Fraternidad Universal y los alumnos que participan verdaderamente en el Campo Magnético de la Escuela, es un proceso muy preciso y delicado. Por esto, todos los alumnos son colocados ante una exigencia importante: Prepararse lo más minuciosamente posible para cada visita al Templo.

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Capítulo 3 LA VOZ HUMANA

En el capítulo precedente se ha tratado en particular sobre la naturaleza del silencio. Un alumno bien orientado que forma parte de una Escuela Espiritual Gnóstica, amará el silencio, y permanecer callado será una de sus cualidades. Tal vez sea ahora deseable que le informemos desde otro punto de vista sobre estas cualidades útiles e indispensables, para esclarecer el “porqué “. El hombre produce sonidos articulados por medio de la laringe, la cual posee en particular cuerdas vocales, con cuya vibración podemos producir conjuntos de sonidos y por consiguiente palabras. Los matices vibratorios provienen de la variación de la tensión de las cuerdas vocales, así como de su posición respecto al aire soplado a través de la laringe. Esta es, junto con las cavidades de la boca y de la garganta, uno de los instrumentos de música más perfectos de que el hombre dispone. Se puede decir que la voz humana es el resultado de la colaboración de diversos órganos. ¿Sabe usted que nuestra voz y las palabras que pronunciamos dependen igualmente del conjunto de nuestra orientación, de nuestros pensamientos, de nuestra vida sentimental, de nuestras tensiones sanguíneas, de todo nuestro estado de ser? ¿Sabe que, además de dar a conocer nuestro estado de ser por nuestra voz, propagamos nuestro estado de ser total alrededor de nosotros por nuestra voz? Esta exteriorización de nosotros mismos no sólo es debida a la radiación que emitimos, pues por nuestra voz activamos esta radiación en la naturaleza hasta el punto de hacer de ella un poder mágico. Cuando alguien nos habla con una orientación personal y nosotros le escuchamos, todo su estado de ser es proyectado conscientemente en nuestro radio de acción y nosotros lo absorbemos. Detrás de la voz del que nos habla no sólo hay ideas, sentimientos o actividades de la voluntad, sino también cuatro éteres en tres estados, o sea, doce aspectos. Y junto a la fuerza del aire que viene de los pulmones y que hace vibrar la voz, estos doce estados etéricos personales son proyectados en nuestro propio sistema, siendo la mayoría de las veces aceptados completamente por nosotros y, por consiguiente, activados. Así, por nuestros diálogos tejemos numerosos lazos, enganchándonos irrevocablemente en esta red de la naturaleza como un insecto a una tela de araña. Por eso, el alumno de una Escuela Espiritual de buena fe habla, en la medida de lo posible, de un modo impersonal. El verdadero alumno evita lo más posible la conversación banal. De vez en cuando se recuerda al alumno que es conveniente ante todo estar callado y tranquilo. De esta manera se protege a sí mismo y evita molestias a los demás. 9

Durante los contactos personales necesarios, la Escuela espera de sus alumnos que se comporten de manera que eviten todos los peligros para sí mismos y para los demás. Un Templo no es simplemente un lugar de reunión. Un Templo de la Joven Gnosis es siempre un foco de intervención de la Fraternidad Universal, un “vacío en medio de la naturaleza de la muerte. Nuestros Focos, Templos y Centros de Conferencias fueron fundados y fortificados en el transcurso de numerosos años de trabajo y deben ser protegidos, conservados y respetados por todos. Por consiguiente, es necesario, ante todo, comprensión en relación con estas cosas. Durante la permanencia en el Templo de la Sede Internacional de Haarlem, donde frecuentemente están reunidos de novecientos a mil alumnos y a veces más, esta exigencia es muy importante, ya que si un gran número de alumnos arrastran los pies, carraspean, tosen o estornudan al mismo tiempo, el Campo del Templo sería deteriorado completamente. Cuando un alumno se siente físicamente indispuesto debe abstenerse de ir al Templo, o al menos debe colocarse al final, para poderse alejar en caso necesario sin provocar trastorno. La negatividad en el comportamiento dentro del Templo puede también expresarse por una tendencia a dormir. ¿Qué entendemos en general, por la noción de “negatividad “? Bajo este concepto entendemos el ser todavía incapaces de reaccionar al Campo del Templo y a la Esfera del Templo. Si consideramos la Esfera del Templo como un polo positivo, para poder reaccionar a ella, usted debe formar el polo negativo. Cuando lo positivo y lo negativo se encuentran, se produce una chispa, una llama, y en consecuencia brota una luz; si es así, todo está bien. Cuando esta chispa no se produce, el alumno se encuentra de hecho en un campo que le es totalmente extraño, en el cual no puede respirar, aunque a veces debe permanecer en él una hora entera. La consecuencia natural es entonces intranquilidad o tendencia a dormir, distraimiento o expulsión de la conciencia diurna. Ni la alocución más atrayente ni el Servicio más dinámico pueden cambiar nada, o como mucho sólo durante algunos momentos. ¿Por qué se produce esta negatividad tan penosa para las personas implicadas? Para su tranquilidad hay que decir que, aparte de algunas excepciones, muchos alumnos principiantes reaccionan de manera totalmente negativa al Campo del Templo, pues teniendo en cuenta que la conciencia del corazón no se ha despertado todavía, ésta no puede reaccionar. El Campo del Templo actúa únicamente sobre el corazón, sobre el aura del corazón, sobre el sistema magnético del corazón, cuyo foco es la “Rosa”. Si esta conciencia del corazón no ha nacido todavía, la reacción es siempre negativa. Otra reacción es por el momento absolutamente imposible. Lo que el alumno principiante sí posee es una Rosa del Corazón más o menos activa, o sea, un punto sensible. Usted puede comparar esto al estado de los orígenes de nuestra raza actual, antes de que nuestra conciencia mental despertase. El hombre era entonces un ser consciente puramente biológico; en la cabeza sólo actuaba, como ahora, un poder sensorial quíntuple y una especie de sexto sentido, basado en una pineal más o menos sensible. 10

Esta glándula pineal era sensible a la Luz y en general a las impresiones vibratorias, las cuales podían despertar respuestas vagas y efímeras en la conciencia biológica. Esta pineal sensible creó también una cierta clase de inquietud, insatisfacción y ansiedad ante numerosos peligros. Y lo mismo ocurre con los alumnos en general, en los que el átomo original del corazón se ha vuelto más o menos sensible. ¿Cómo prevenir la tendencia a la intranquilidad o al sueño en el Campo del Templo? Con esta pregunta tocamos el punto central de nuestro tema. Nunca podremos aconsejar suficientemente a los alumnos que se preparen para todos los Servicios del Templo. Antes de un Servicio eviten, por ejemplo, cualquier exceso de actividad corporal; como alumno bien orientado vigile también más que nunca su alimentación, porque un régimen justo y sensato le evitará muchas dificultades. Unas palabras todavía sobre la actividad de nuestros pensamientos. Cuando un pensamiento nace en nosotros y es examinado por nuestra comprensión, nace una luz, una radiación en el santuario de la cabeza. Esta luz es como el destello de una lámpara a través de una ventana. Un observador capaz podrá reconocer, por la naturaleza de la luz, qué clase de pensamientos ocupan al interesado. Además, es evidente que estas radiaciones de los pensamientos pueden actuar constructiva o destructivamente, auxiliadora o perjudicialmente, ser gnósticamente aceptables o degradantes. Comprenderá ahora cuán necesario es tener la actividad mental bajo control cuando se dirige hacia el Templo, así como cuando entra y mientras permanece en él. El espacio de un Templo lleno de pensamientos radiantes de amor y orientados hacia la ayuda, en total armonía con el Ritual y con todo el proceso del Templo, forma una poderosa radiación ígnea en nuestros países tan sombríos. En la segunda Epístola de Pedro, capítulo primero, versículos 12 al 15, leemos: “Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque lo sepáis y estéis fortalecidos en la Verdad presente. Pues tengo por justo, en tanto que estoy en esta tienda, el despertaros con amonestación, sabiendo que en breve debo abandonar esta tienda, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. También procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.” A través de los siglos se han tejido muchas leyendas alrededor de estas palabras de Pedro. También se piensa que hacen alusión al martirio que Pedro padeció en Roma. Según esta explicación serían una especie de propaganda divina en favor del sufrimiento humano en general, y del martirio y las torturas en particular, ya que ¿no se lo había hecho saber el Señor a Pedro? Para poder comprender la significación de estas palabras y profundizar en su significado transfigurístico, usted debe comprender en primer lugar que la palabra “tienda” designa una morada provisional, una especie de refugio de emergencia. Por eso, esta imagen puede ser 11

empleada excelentemente para reflejar la meta de un transfigurista. Esta citación Bíblica puede ser comprendida así: “Mi cuerpo dialéctico es una tienda en la que permanezco temporalmente, pero mi verdadera morada es en realidad completamente diferente. Y actualmente la Gnosis me hace saber que rápidamente podré cambiar mi morada temporal por la Única Verdadera.” De ninguna manera se refiere a un martirio venidero, sino a un hecho gozoso, una santa penetración en la Vida Nueva estructural y microcósmicamente, es decir, la coronación del Ministerio Transfigurístico. El declive del cuerpo-tienda sólo es un incidente. Por ello dice Pedro a continuación: “Porque no os hemos dado a conocer la Enseñanza Universal siguiendo fábulas artificiosas; hacéis bien en estar atentos a ellas.” Usted también, amigo o amiga de la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis, preste atención a esto, pues hasta ahora usted ha podido comprender quizás teóricamente éste o aquel misterio oculto, porque un misterio oculto puede ser comprendido por un desarrollo dialéctico progresivo, hasta llegar a cierta meta final. Una evolución semejante a la de un pequeño grano plantado que se vuelve planta, luego flor y después fruto. Pero el Misterio transfigurístico es más complicado. El no presenta un desarrollo basado en la personalidad ordinaria o en el yo superior, el ser aural, sino que implica el aniquilamiento del yo superior y del yo inferior según la naturaleza. Implica una transfiguración de todo el microcosmos, con el establecimiento de un nuevo firmamento y de una nueva personalidad, a partir del átomo original. El que penetra en estos Misterios y es introducido en los procesos de aniquilamiento y ascensión, puede hablar entonces -en lo que concierne a la antigua naturaleza- de una morada temporal, de una tienda. Un alumno así orientado espera el momento que le será anunciado para dejar la morada temporal como la gloria maravillosa del coronamiento. Cada servidor y cada servidora de la Gnosis se esforzará hasta el extremo para recordar, a todos los que quieran escucharlo, la poderosa y maravillosa Salvación del Renacimiento, que ahora puede ser realizada de nuevo.

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Capítulo 4

EL OJO, TRANSFORMADOR DE LA FUERZA DE LUZ

Usted sabrá ahora que un Templo es un foco del Cuerpo Magnético de la Escuela Espiritual. De la misma manera que el Cuerpo Magnético -el Campo de Fuerza de la Escuela- es, en un sentido más amplio, un foco de la Cadena de la Fraternidad Universal, de igual modo un Templo es, en sentido más restringido, un foco de intervención de la Fraternidad. Ambos focos están sometidos al crecimiento y a la expansión. No deduzca de esto que pudiera ser posible a algunas personas ambiciosas establecer una red de focos semejantes. Esto ha sido intentado en vano en el transcurso de los siglos, pero tal sistema sólo puede desarrollarse cuando forma parte de un cuerpo mucho más grande, del que toma Fuerza, poder y Vida. Cuando un sistema de este género es emprendido en desunión con el Cuerpo más grande, al margen de la decisión y de la colaboración continuada del Verdadero Ser de la Fraternidad Universal, este esfuerzo, esencialmente sin vida, fracasará siempre. Por esta razón muchas actividades humanas, aunque alimentadas con dinero y esfuerzos, aunque dotadas de una numerosa colaboración y de una buena organización siempre están condenadas al fracaso. La decisión primera, la actividad inicial para fundar un nuevo sistema-célula en el marco de una Escuela Espiritual, debe emanar de la Cadena de la Fraternidad Universal, y en ningún caso de una iniciativa humana dialéctica particular. Encontramos confirmada esta Ley en la estructura de la Relación Universal. Una célula que aporta la vida debe emanar siempre de una vida más grande y más amplia, de un cuerpo ya existente. Por esto, los intentos habituales dialécticos presentan dos resultados: o un fracaso total, o una manifestación dialéctica completamente igual a sus creadores. El que quiere volverse Hijo de Dios e intenta ayudar a los otros en su devenir Divino, no puede actuar movido por “la voluntad del hombre, la voluntad de la carne”. Sino que debe “haber nacido de Dios”, haber sido aceptado por la Gnosis. En consecuencia, un Campo de Fuerza con su sistema de focos en el sentido de la Escuela Espiritual, no se explica por la naturaleza ordinaria; es el Templo “nacido de Dios”, “inflamado por el Espíritu Santo”, según el sentido del prólogo de Juan. La Escuela de la Rosacruz de Oro vibra en la radiación Crística y por esta razón es un privilegio poder pertenecer a esta Escuela de la Joven Gnosis y visitar sus Templos. Y los alumnos que lo comprenden, acoplarán su comportamiento a esto. No se comportan de manera estrictamente formalista, pues muchos son los que han sucumbido en el formalismo. El formalismo consiste en someterse a una serie de prescripciones, como por ejemplo: “Debo comportarme así; esto se puede hacer y esto no se puede”. Formalismo es fariseísmo. Un hombre formalista no obra por sí mismo, por convicción interior, sino según la ley. 13

En un círculo de personas que sólo se preocupan de la forma, no se puede ser uno mismo. Se puede apreciar fácilmente quién vive su aprendizaje de manera muy formalista. Tal alumno no se atreve a ser él mismo. Quien vive real e interiormente su estado de alumno nunca debe tener miedo de mostrar su verdadero yo tal como es en ese momento. Para quien se centra en la forma, por ejemplo durante su permanencia en el Templo, su devoción comienza en un determinado momento y termina después del Servicio, pasando así de un extremo al otro. Suponga que se le obliga a una devoción formal, entonces es inevitable que se produzca una reacción cuando en un momento dado se estima que ya no es necesario aplicar la ley. En tanto que foco del Campo de Fuerza, un Templo no es un lugar rigurosamente delimitado, sino que el foco fluye en el Campo de Fuerza de una manera regulada. Por lo tanto, el alumno lo demostrará espontáneamente por su comportamiento. ¿De qué comportamiento, de qué actitud se trata? Normas formales harían nacer una cierta falsedad, o por lo menos un comportamiento forzado. Y un comportamiento forzado no puede mantenerse durante mucho tiempo. Por esto esperamos que el aprendizaje siempre sea vivido interiormente y que la conducta lo demuestre cada vez más. Mientras avanzamos juntos en el crecimiento interior del alma, una manifestación exterior será la consecuencia evidente. Por esto rechazamos el formalismo y les invitamos a una preparación interior en vista de una tarea exterior. La intervención de la Fraternidad comprende diversos estadios. El crecimiento del aprendizaje interior y el correspondiente comportamiento exterior deben marchar absolutamente a la par con el crecimiento escalonado de la manifestación del Campo de Fuerza y de los Focos. Cuando un alumno de la Joven Gnosis está presente de manera seria en el Templo, entonces él es o se vuelve apto para ser tocado por las radiaciones que emanan de la Cadena de la Fraternidad Universal. Entonces él ayuda también al derramamiento de una corriente de Fuerza en el Templo al servicio de todos los que están presentes y al servicio del Campo de Fuerza, cuya maravillosa tarea será comprendida ahora por usted. Queremos explicar ahora brevemente cómo se produce este toque de la Fraternidad, cómo lo provocan los mismos que visitan el Templo y cómo podrán conseguir de este toque el máximo provecho para el Trabajo. La actividad de la Gnosis en el Templo depende de dos factores. el primero está constituido por los que ocupan el Lugar del Servicio, y el segundo por los alumnos presentes en el Templo. Entre estos dos factores debe desarrollarse un campo de fuerza. La calidad de este campo de fuerza es de gran importancia, pues nosotros, como alumnos, sostenemos este campo de fuerza, y su calidad es determinada, en particular, por nuestros órganos sensoriales. Como usted sabrá, hay siete sentidos: cinco conocidos ampliamente y dos poco conocidos. 14

Hablar de la actividad de estos siete sentidos en este proceso nos llevaría demasiado lejos. Por esto atraemos su atención solamente sobre uno de ellos: el ojo, el órgano de la vista. Usted sabe que el ojo irradia y capta rayos luminosos, activando así las otras funciones sensoriales. Nuestro ojo está siempre dirigido hacia un cierto punto, sea interior o exterior. El suscita el pensamiento, la voluntad, el sentimiento, o al menos actúa conjuntamente con ellos. Se dice del ojo que es el espejo del alma. El ojo está en contacto con el corazón y con la cabeza por medio de la hipófisis. El ojo indica, por consiguiente, la naturaleza de la conciencia manifestada por el pensamiento, por la voluntad y por la actividad del corazón. Absolutamente todo puede ser leído en el ojo. El ojo habla un lenguaje. Así, después de algunas consideraciones y reflexiones, podemos constatar que aparte de sus funciones ordinarias y conocidas, el ojo no sólo emite luz, sino también fuerza: una fuerza que puede realizar muchas cosas, ¡una gran fuerza mágica! Profundizando en esto, constataremos que las fuerzas mágicas en relación con el ojo pertenecen a las más formidables de nuestro sistema vital. Cuando están reunidos en el Templo, existen generalmente diversas posibilidades de radiación de los ojos. Imagine que usted estuviese orientado de una manera puramente intelectual; o totalmente mística, encerrado en sus sentimientos; o de una manera oculta negativa; o indiferente; completamente ocupado con usted mismo o con otros, animado con pensamientos de rencor o de crítica; o, en cierta medida, con una atención ficticia, es decir, teatral, premeditada, o animado por intenciones particulares; entonces no hay duda de que la radiación, la fuerza de luz del ojo manifestará todas estas realidades. De ello resultará una gran disonancia y no podrá hablarse de un campo de fuerza orientado hacia un mismo objetivo. En tal campo disonante, la Fuerza de Radiación de la Fraternidad no podrá manifestarse. Cuando el oficiante llega al Lugar del Servicio, en general, apenas existe un Campo de Fuerza de Luz de orientación uniforme. Por esto el oficiante no sólo tiene que prestar atención a su ritual, a su alocución, o a su conferencia, sino que debe saber que también está al servicio de la Escuela espiritual y de la intervención de la Fraternidad Universal. El debe tener conciencia de que debe dar a la Fraternidad Gnóstica la posibilidad de emitir su Fuerza. Por esto, el que dirige el Servicio tiene una gran responsabilidad que debe comprender bien. Antes de comenzar el Servicio, examinará si existen los factores necesarios para tener éxito. Preparará con gran cuidado el espacio en el que debe trabajar (nos referimos a los oficiantes que realizan su trabajo al Servicio de la Comunidad Eclesiástica denominada “Lectorium Rosicrucianum”), ya que el grupo de alumnos no viene con la sola intención de verles y escucharles. Tampoco el oficiante está allí en consideración de los asistentes, sino al Servicio de la Escuela Espiritual y de la Gnosis, y, a este respecto, para realizar un servicio a los hombres. Por eso, la relación entre el trabajador en el podium y el grupo de alumnos presentes en el Templo es siempre de naturaleza muy especial. 15

Cuando el oficiante se instala en el podium debe ocuparse en primer lugar de que el campo de fuerza de luz inarmonioso sea enquistado, sea circunscrito. Para hacerlo, invoca a la Fuerza de Gracia de la Cadena de la Fraternidad Universal, y en la medida en que puede liberar esta Fuerza en sí mismo, él la expande como un manto por encima de su auditorio. ¡Eso lo realiza con la mirada, con la Fuerza de Luz de sus ojos! No por un procedimiento mágico forzado, empujado por la voluntad; no mirando personalmente al auditorio, sino dirigiendo la mirada por encima de él; debe ser una radiación impersonal de los ojos por el toque lleno de gracia de la Fraternidad Universal. Cuando este manto de Luz es desplegado, el oficiante debe cuidar de que no sea desgarrado, de que no se produzca ninguna perturbación en el Campo de Fuerza así realizado. La Fuente de Luz Gnóstica puede irradiar entonces sus dones de gracia. Dones que deben ser puestos al servicio de los alumnos presentes en el Templo o en el Taller Consagrado. La protección de este Manto de Luz debe obtenerse también por la mirada, por la radiación de los ojos, ya que el ojo es el transformador de la Fuerza de Luz. Usted comprenderá que el oficiante nota inmediatamente dónde aparece un intento de perturbación en el Templo. Si él no lo viera, lo percibiría de manera sensorial o corporal. Cuando el oficiante nota esa perturbación y sabe también quien la provoca, nunca se producirá un encuentro personal, sino que continuará con fuerza redoblada para mantener el todo. Cuando este trabajo se ha realizado, “el Señor está en el medio”, “la Llama arde” y el oficiante pasa a la actividad siguiente: el Ritual, la alocución o la prosecución de la conferencia, con cuya ayuda él intenta transferir la Gracia del Campo de Luz a cada oyente. ¡Así nace la armonía y así se produce la efusión del Espíritu!

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Capítulo 5

SER VERDADERAMENTE UN SER HUMANO

El cuerpo físico del hombre es vivificado y mantenido en cada átomo por un doble etérico o cuerpo vital. Por lo tanto, el organismo físico vive gracias al cuerpo etérico. Se habla de un “doble”, porque el cuerpo etérico penetra y rodea todo el cuerpo físico, duplicando así al material. Son dos cuerpos que juntos forman uno. También se sabe que estos dos vehículos del hombre están penetrados y rodeados por otro cuerpo, más sutil y más grande que los dos cuerpos citados, denominado cuerpo astral. Por consiguiente, hay tres cuerpos que colaboran mutuamente en unidad y posibilitan la creación viviente: el cuerpo astral, el cuerpo etérico y el cuerpo físico. Estos tres cuerpos se distinguen claramente. Los tres están organizados, tiene un sistema, una forma exterior que presenta una semejanza con el tipo del cuerpo material nacido de la naturaleza. Cuando el hombre duerme, la personalidad compuesta de tres vehículos está dividida y el cuerpo astral está casi siempre muy activo de manera autónoma; entonces podemos reconocer claramente en el ser astral la imagen del que duerme. No se debe suponer que esto define a la totalidad del hombre en manifestación. El que creyera esto, cometería un gran error, ya que el hombre dispone además de un poder del pensamiento, de un cuerpo del pensamiento. En realidad, es inexacto hablar en la actualidad de un “cuerpo mental”, ya que este cuerpo está todavía lejos de haberse desarrollado. En el inmenso período de tiempo del desarrollo humano, puede ser considerado como la adquisición más reciente de la humanidad. Todavía no puede ser considerado como el cuarto cuerpo que debe penetrar y rodear a los otros tres. Es como mucho una actividad llameante y resplandeciente que se puede reconocer a la altura del santuario de la cabeza. Por consiguiente, no se puede decir que el hombre ya dispone plenamente de un poder del pensamiento. Lo que ahora posee no se asemeja en nada al poder del pensamiento desarrollado. E incluso cuando exista este poder del pensamiento, el ser humano no podrá ser denominado aún “Hombre” si no dispone de una triple manifestación espiritual en concordancia con los tres rayos primarios del Espíritu Séptuple, designados en la Escuela Espiritual como el Triángulo Equilátero. Así podemos considerar al hombre verdadero y perfecto como una Manifestación Séptuple: cuatro vehículos y tres manifestaciones del Espíritu, formando un triángulo de manifestación espiritual y un cuadrado de construcción. Si usted se imagina así al hombre verdadero, entonces sabrá con certeza que el hombre, tal como lo conocemos, todavía no puede ser llamado “nacido” en el sentido divino absoluto. Estamos todavía en un estado de desarrollo; somos todavía, tal como dijo Pablo, “los no nacidos”. A la luz de esto, usted podrá examinar sus problemas y dificultades. 17

La vida que vivimos ahora no es una Vida Humana verdadera, porque todavía no poseemos las capacidades para llegar a ella, aunque sí las posibilidades. Nuestra expresión vehicular más elevada es el cuerpo astral, como en los animales; por eso Hermes Trismegistos nos agrupa con ellos. El hombre que negativamente dispuesto lea y reflexione sobre todo esto, tal vez adopte el punto de vista siguiente: “¿Por qué preocuparnos e inquietarnos entonces? Nosotros somos "no-nacidos", todavía en estado de desarrollo. Esperemos tranquilamente el momento de nuestro nacimiento, ya que entonces seremos verdaderamente hombres.” Muchos hablan así, y rinden admiración a la doctrina de la evolución. “Primero estuvimos en el estado mineral, después en el vegetal, después en el animal y ahora estamos en vías de convertirnos en hombres. En el radio de acción de la era de Acuario, en la cual hemos entrado actualmente, podremos subir de nuevo un importante escalón de la escalera evolutiva.” Está bien saber que la Escuela Espiritual rechaza categóricamente esta concepción, puesto que no se trata de una evolución que se realiza automáticamente y sin trabas. Hubo una vez, en relación con nosotros, una evolución que se realizó bajo la Dirección Divina. Pero este período, esa fase, está ya muy distante de nosotros. Tan pronto como los tres vehículos -el cuerpo físico, el cuerpo etérico y el cuerpo astral- se engranaron el uno en el otro en una bella y maravillosa unidad, y muy lentamente la “llama del pensamiento” fue encendida, una tarea fue asignada al hombre en desarrollo. Esta tarea debe ser realizada por el hombre con una actividad plenamente autónoma. Esta tarea puede ser llevada a cabo porque la colaboración de los tres vehículos pone al hombre en desarrollo en posesión de un alma, y porque la llama del pensamiento, apenas alumbrada en su joven pureza, da al hombre en desarrollo una comprensión suficiente de la Razón Divina, que le permite comer del Fruto del Árbol de la Vida que se encuentra en medio del Paraíso de Dios. Usted debe saber que una gran parte de la ola de vida humana ha abusado de la Pureza Original, de la preparación para la auto actividad, y que se apartó de la Raza Original. Nosotros debemos saber esto, y podemos saberlo, porque todos nosotros pertenecemos a las entidades que, como consecuencia de esta falta, forman en el presente el grupo humano todavía no nacido que yerra en la noche y la muerte, el sufrimiento y la pena, en medio de tantas aspiraciones. La muerte es nuestra compañera y la ilusión nuestro estado de vida. Hemos perdido nuestra Pureza Original. Un vestido abandonado es difícil de limpiar al principio, pero si tardamos mucho tiempo en intentarlo, será imposible limpiarlo. El vestido se deteriorará y no podrá volver a ser utilizado. Y así, lo que sucedió antaño de manera dramática con una parte de la humanidad sólo sería un vago recuerdo de algo que ocurrió en el pasado original. Pero, ¡gracias a Dios!, nuestros microcosmos pueden recibir, por revivificación, una nueva posibilidad de penetrar en un auténtico nacimiento como Hombre verdadero.

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Si usted lo comprende interiormente, no querrá esperar un día más para aprovechar el tiempo mientras sea posible.

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Capítulo 6 LOS SIETE FOCOS

La parte de la humanidad que constituye la Fraternidad que prepara el Camino está dividida en siete grupos. Por consiguiente, partimos de la idea de que el Séptuple Logos Terrestre emite siete grupos de siete rayos. Estos cuarenta y nueve Rayos o Fuerzas forman juntos el Espíritu Santo, el Espíritu Santo Séptuple, o las Siete Jerarquías. Es evidente que todo alumno que desea recorrer plenamente el Camino deberá aprender a reaccionar a estos cuarenta y nueve rayos. Pero usted comprenderá que no es posible colocar al alumno principiante bajo el poder completo de esta gran Fuerza de Luz. Por esto, la primera reacción del alumno será esforzarse por responder a uno de estos cuarenta y nueve rayos. Pero no quiere decirse con ello que todos los hombres que emprenden esta tarea deben comenzar por reaccionar al mismo rayo de la Luz de cuarenta y nueve aspectos. Las reacciones son muy diferentes dado que hay siete veces siete, o sea, cuarenta y nueve posibilidades. Esta diferencia se puede atribuir a la sintonización fundamental del átomo-chispa de Espíritu de cada uno. La Enseñanza Universal dice que la Rosa del Corazón tiene cuarenta y nueve aspectos, y que por ello la sintonización de nuestro santuario del corazón con la radiación del núcleo de la mónada es diferente para cada uno. Esta sintonización del corazón está relacionada, en primer lugar, con uno de los siete grupos de siete Fuerzas de Luz. Cuando este grupo particular de fuerzas llega a tocar a un ser, este contacto empieza solamente por uno de los siete rayos de este grupo. Como la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis está poblada de alumnos verdaderamente serios, se puede decir que esta Escuela conoce cuarenta y nueve tipos humanos diferentes, por lo tanto, también cuarenta y nueve reacciones diferentes. Tal vez ahora no se sorprenderá cuando vea que alguien reacciona a un toque de la Escuela de un modo completamente diferente al suyo. Ambos orientados hacia el mismo objetivo, y, sin embargo, con una percepción de las cosas muy diferente. Puede ser que ahora comprenda claramente la función de los siete Focos, pues, por medio de ellos son diferenciados los cuarenta y nueve Rayos en el campo de vida dialéctico, para corresponder con los cuarenta y nueve aspectos del núcleo de la mónada. Existen Siete Escuelas porque hay un Logos Terrestre Séptuple, un sistema de siete esferas que giran concéntricamente. Cada esfera emite siete Rayos. Por lo tanto, cada una de estas esferas deberá tener un foco en la séptima esfera, el campo de nuestra manifestación natural. Teniendo en cuenta que la Escuela de la Rosacruz de Oro es la Séptima Escuela de la Cadena Gnóstica Universal, existiendo ya las otras seis, y que nuestra Joven Escuela Gnóstica ha nacido de la sangre y de las lágrimas, se puede decir con certeza que el Gran Trabajo ha comenzado. 20

Desde hace algunos años, las cuarenta y nueve Fuerzas irradian sus influencias sobre el mundo y la humanidad. Así se puede estar seguro de que cada alumno recibirá la radiación alimenticia que su interior necesita, siempre y cuando se trate de un aprendizaje serio. En el caso contrario entra en vigor la ley de la Sala Nupcial que usted quizá conoce. Es muy raro encontrarse con alguien cuyo átomo-chispa de Espíritu tenga exactamente la misma sintonización fundamental que el nuestro. El verdadero aprendizaje comienza siempre en la soledad, pero a medida que el hermano o la hermana progresa en el Camino de la Liberación se manifiesta un desarrollo que finalmente deberá conducir a una entera unidad con cada uno de los hermanos o hermanas. Cuando las cuarenta y nueve posibilidades contenidas en la radiación del núcleo llegan a desplegarse en el corazón, entramos a formar parte de la Fraternidad Divina del Reino Inmutable. Citemos ahora algunos ejemplos. Queremos atraer su atención sobre los colores. En el espectro de los cuarenta y nueve Rayos Universales hay: Siete colores rojos, siete colores naranjas, siete colores amarillos siete colores verdes, siete colores azules, siete colores índigos, y siete colores violetas. Estos cuarenta y nueve rayos forman juntos la Única Luz Verdadera que es proyectada sobre la humanidad. Usted no puede decir que la mitad de esta Luz le es suficiente. Las Siete Escuelas de la Cadena Universal Gnóstica forman un solo Sistema para el desarrollo completo del alumno. Admitamos que usted es un alumno serio de la Joven Gnosis -por consiguiente, provisto de una Rosa del Corazón activa-, entonces puede descubrirse usted mismo con la ayuda de la llave siguiente: - los siete colores del rojo se relacionan en particular con la sangre; - los siete colores del naranja, con el fluido nervioso; - los siete colores del amarillo, con la conciencia; - los siete colores del verde, con las actividades de la fe y de la esperanza; - los siete colores del azul, con los sentidos; - los siete colores del índigo, con la energía dinámica, y - los siete colores del violeta, con el Campo de Radiación de la Redención, el Cuerpo Viviente de la Joven Gnosis. El Lectorium Rosicrucianum constituye actualmente la Séptima Escuela. Por esto, en el aspecto de la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis, el color violeta es el rayo Conductor, la Fuerza Propulsora. Así son emitidos cuarenta y nueve rayos por los Siete Focos, y el Trabajo de Santificación relativo a todo hombre debe comenzar por uno de los cuarenta y nueve aspectos de la radiación fundamental y del corazón, descrito por esta razón simbólicamente como una joya pulimentada. Si combinamos de manera justa los siete veces siete colores, los cuarenta y nueve rayos, obtenemos el color blanco. 21

Entonces llevamos finalmente los vestidos puros, limpios, de un blanco inmaculado, tejidos con hilos ígneos de las cuarenta y nueve luces. Estos vestidos se desarrollan, tal como lo dice la Biblia: “de la sangre del Cordero”. La sangre del Cordero hace alusión a la Plenitud de Radiación de los Siete Focos de la Cadena Universal que actúan colectivamente. Es el Agua Viva, el Agua Viva de la Gnosis Universal, transmutada en un poder soportable por nosotros. Este es el sacrificio de la Fraternidad Universal, que puede desarrollarse con toda su fuerza. El sistema ha llegado a ser perfecto, y con plena realidad el Cordero de Dios puede ser, y será, preparado ahora para usted.

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Capítulo 7

LA FUERZA DE LUZ DE LA NATURALEZA ORIGINAL PURA

De las Sagradas Escrituras se desprende muy claramente que la Tierra es el campo embrionario, el campo de desarrollo del género humano divino. Un simple examen nos hará descubrir fácilmente que el Evangelio es evidentemente hermético. También puede verse innegablemente que ha de considerarse como excluida la posibilidad de que la perfección pueda ser alcanzada sobre la Tierra. Lean el Sermón de la Montaña y consideren los primeros versículos. Esas palabras fueron pronunciadas una vez, hace mucho tiempo, ante un grupo sacerdotal, en el que la Razón Superior del Poder del Pensamiento Divino comenzaba a despertar. Un grupo ocupado en penetrar en el Mundo Divino y que fue llamado para la realización de una tarea sacerdotal en favor de todos los que luchan y trabajan en la tierra. A ese grupo se le dijo: “Vosotros sois la Luz del mundo y la sal de la tierra”, lo que quiere decir que ha recibido la Luz, una nueva fuerza astral pura. Esta Luz deberá ser empleada en la Tierra por el hombre sacerdotal como fuerza depuradora y purificadora, para ayudar a los hombres que buscan. El objetivo del trabajo de todos estos Enviados de la Cadena Universal es mostrado claramente y situado en su justa luz. El Mundo Divino, al que el hombre verdadero es llamado, es frecuentemente denominado “el Reino” o “el Reino del Padre”. Jesús el Señor vino para traer a la Tierra “el Evangelio del Reino”, y en ningún caso para establecer dicho Reino sobre la Tierra. Por esto, Jesús dijo (véase Mateo 10:34): “No penséis que ha venido para traer la paz sobre la Tierra. No he venido para traer la paz, sino la espada.” ¿Por qué la espada? Porque la vocación del hombre embrionario consiste en elevarse por encima del campo de creación terrestre en tanto que Hijo de Dios. Mas ¿No ocurre ahora, que una gran parte de la ola de vida humana, llamada durante esta era a elevarse hacia el estado de Hijo de Dios, yace, por autodestrucción, prisionera de las redes del campo astral, presa de la falsa luz de Authades y de todos los demás arcontes de los eones? El Hijo de Dios, el alumno de la Gnosis que ya participa en cierta medida en la Salvación liberadora, no puede realizar su verdadero nacimiento libremente. Por esta razón viene en su ayuda la espada del Santo Grial. Es la espada de la bondad suprema, de la verdadera y absoluta justicia, de la pureza serena que se lanza a socorrer al prisionero. Es la espada que ha demostrado ser invencible a través de todos los tiempos, siempre que el prisionero invoque incondicionalmente esta Espada Luminosa y se someta a Ella por la ofrenda completa de sí mismo. En definitiva, esta Espada es la Fuerza de Luz de la Naturaleza Original Pura. No obstante, el prisionero debe aprender a invocar esta Luz, ya que el hombre ordinario cree que invocar no es más que repetir una fórmula aprendida o las oraciones dichas por un pastor 23

espiritual. Pero nosotros debemos comprender el tan conocido: “ora et labora”, ora y trabaja. Orar es trabajar; trabajar incansablemente en sí mismo en la Fuerza de la Luz. Por esto la Pistis Sophia debe trabajar orando tres veces, tal como se expresa en sus trece cantos de arrepentimiento. El hombre que aspira al nacimiento verdadero deberá volverse una Petra, una Roca. Es de lo que habla y testimonia Mateo en el capítulo 16. El que entra en el estado del verdadero renacimiento es definido como un ser “pétreo”, es decir, un inquebrantable. Con tales hombres, la Luz Universal penetra en una comunidad indestructible, una comunidad ante la que no podrán prevalecer las puertas del reino de los muertos. Tales hombres recibirán entonces las llaves del Reino de los Cielos. No hay un solo Portador de llaves, el Pedro histórico, pues todos los alumnos de la Escuela Espiritual deben convertirse en portadores y portadoras de llaves. Solamente entonces serán revestidos de una gran fuerza, la cual puede ser comprendida y probada. A estos fuertes se les dice: “Yo os daré las llaves del Reino de los Cielos, y lo que ataréis en la Tierra, será atado en los Cielos, y todo lo que desataréis en la Tierra, será desatado en los Cielos”. ¡Cada hijo de Dios recibe las llaves del Reino! Cada hijo de Dios tendrá la certeza de que todas las acciones y desarrollos de naturaleza astral desatados en la Tierra, y que destruye completamente como tales, también desaparecerán completamente en el Mundo Divino. Cada hijo de Dios puede tener la certeza de que si consigue encender en él la Gloria del Espíritu Séptuple, asegurando así su renacimiento, estas Fuerzas Santas serán los aspectos de su ser en el Reino. Un tesoro enorme de material bíblico nos permite constatar y confirmar la Enseñanza Hermética. Así, en el capítulo 7 del Apocalipsis leemos: “Una gran multitud, que nadie puede contar, una multitud de liberados, reunidos de todas las naciones de la Tierra”. Y a la pregunta: ¿Quienes son éstos?, suena la respuesta: “Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y le sirven día y noche en su Templo”. Usted comprende estas palabras. Ellas son como un bálsamo para su alma. También usted lleva la señal del Hijo del Hombre en el estigma de su aprendizaje. También a usted le es ofrecido pertenecer a la multitud de Liberados ¡Que por su auto-actividad esto pueda convertirse pronto en realidad!

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Capítulo 8

LA CORRIENTE CIRCULAR DE LA CONTRANATURALEZA

El alumno de la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis ha escuchado muchas veces que el campo de la existencia -con sus dos esferas- en el cual se realiza la rotación de nuestra rueda de vida, no es más que una parte mínima de la esfera que pertenece al sistema séptuple del Septenario Cósmico. No podemos liberarnos de nuestro minúsculo campo de existencia porque somos prisioneros de un campo electromagnético. La fuerza gravitatoria de este campo nos tiene prisioneros en esta naturaleza. Sabemos que estos efectos electromagnéticos particulares radican en nosotros mismos, lo que hace que nuestra naturaleza, y por consiguiente nuestra vida, sea tal como es. Desde el alba de nuestra caída, nuestro estado de ser fundamental ha producido una disonancia en el estrato terrestre de las fuerzas naturales, y esa inarmonía acelera intensamente el movimiento de nuestra rueda de vida. Si tomamos con las manos un hilo de cobre fuertemente electrizado, no podremos despegarnos de él. De este mismo modo podemos considerar nuestra marcha de vida antinatural. Nosotros hemos forzado las tensiones electromagnéticas de las fuerzas de la naturaleza y ya no podemos liberarnos de ellas. Una liberación verdadera sólo es posible cuando la corriente circular es cortada en nuestro propio ser. La corriente circular de la contranaturaleza, en la cual todos los hombres están aprisionados desde hace tantos eones, ha ocasionado además un cambio estructural total de nuestra personalidad y de muchos otros aspectos de nuestros microcosmos. El sistema de los centros de fuerza del ser aural, por ejemplo, ha sido modificado profundamente. De esta forma, muchísimas personas se han adaptado totalmente a la corriente circular de la contranaturaleza, pues, al no conocer nada mejor, encuentran en ella su placer, su objetivo y la satisfacción de sus más íntimos deseos, de modo que precisamente de esta manera la mantienen intacta. Tal vez usted se pregunte cuáles son esas fuerzas superiormente dotadas que dirigen esta contranaturaleza en tanto que jerarquía suprema. Por un lado hay una jerarquía que surge de la vida humana, pero esa jerarquía puede ser considerada, como mucho, como una subordinada de la jerarquía suprema que no proviene de la vida humana, pero que está estrechamente vinculada a ella. Intentemos desvelar este misterio. Cuando se produjo la caída, fue engendrada una reacción disonante en el estrato terrestre de las fuerzas naturales. Esta reacción no debe ser considerada simplemente como una reacción ciega o mecánica, pues estaba vivificada. Del estrato terrestre de las fuerzas naturales, de la contranaturaleza, se desarrollaron poderosas entidades. 25

Estas fuerzas, estos eones de la dialéctica, viven y existen por la impureza humana. Estas son las fuerzas que ahora gobiernan a la humanidad en tanto que jerarquía suprema. ¡Gobiernan para autoconservarse! Puesto que nuestra existencia es su existencia, nuestra liberación significaría su caída, su desaparición. Pero hay que ver con claridad que una revolución cósmica no significa el fin de estas fuerzas. Como mucho son inactivadas, ¡“la bestia” es atada! Por consiguiente, mientras haya hombres que por su comportamiento mantengan intacta la corriente circular de la contranaturaleza, los eones vivirán, la ley de gravitación de la contranaturaleza persistirá y la rueda de la vida y de la muerte continuará girando. Pero si el átomo-chispa de Espíritu es inflamado por el Espíritu Divino Original, y así es encendido en nosotros otro Fuego, entonces seremos elevados a otra corriente circular y atraídos por otra fuerza magnética de gravitación. Es evidente que al principio habrá una escisión, ya que nuestro microcosmos está entera, fundamental y estructuralmente adaptado a la corriente circular de la contranaturaleza, y no podrá ser admitido automáticamente en el nuevo Campo de Vida de manera fundamental y estructural. Para esto hace falta la Transfiguración. Por esto el alumno principiante de la Escuela Espiritual vive de hecho en dos campos de existencia. En uno muere lentamente, y en el otro crece lentamente. El proceso concerniente a la muerte según la naturaleza es denominado “morir en Jesús el Señor”; el que concierne al crecimiento en la nueva Esfera de Vida es denominado “renacer por el Espíritu Santo”. Ciertamente aparecerá con claridad que en este maravilloso proceso de redención llegará un momento en que, ni durante el sueño ni por la muerte natural, ya no seremos retenidos por mucho tiempo en las esferas del otro lado del velo, sino que nos elevaremos por encima de ellas. Uno de estos campos vibratorios disminuye, el otro campo vibratorio crece, y en este proceso se desarrolla un “vacío”, una “nada”. En uno de los capítulos siguientes indicaremos cómo atraviesa el alumno este vacío.

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Capítulo 9

EL CAMPO ENVOLVENTE DE LA NUEVA TIERRA

A medida que profundice en la Literatura de la Joven Gnosis, usted obtendrá una comprensión muy diferente; en un momento dado poseerá una noción completamente nueva en relación con el concepto “cielo”, del cual se nos habla en las Sagradas Escrituras. La humanidad está de tal modo familiarizada con la idea de “cielo” y lo asocia tan automáticamente a la esfera reflectora de nuestro plano de vida, que se hace difícil y extraño el llegar a una comprensión diferente y más amplia. Un cielo es un campo envolvente trazado alrededor de cierta creación. Cuando existe un cielo, también existe una tierra que vive y existe por su cielo o sus cielos. Puesto que en el universo ordinario todos los cuerpos celestes son diferentes entre sí, también todas las constelaciones difieren entre sí. Si estudiamos la constelación celeste del Nuevo Campo de Vida -con la cual los alumnos están estrechamente relacionados- descubriremos que no se puede hablar o escribir simplemente de un “cielo”, sino más bien de “cielos”. Si reflexionamos sobre los tres misterios descritos en la literatura de la Escuela Espiritual, comprenderemos que estos tres misterios corresponden con tres cielos, con tres estados del Campo que envuelve nuestra Nueva Tierra. Se distinguen en total siete aspectos, que corresponden con el Espíritu Santo Séptuple de la Gnosis Universal. En las Sagradas Escrituras, estos siete campos de radiación son denominados frecuentemente los “siete ángeles” y están en conexión con siete misterios o estados de desarrollo. Todo alumno serio que entra en la Escuela Espiritual y está orientado hacia el objetivo de la Escuela, cumpliendo con las exigencias requeridas, es admitido en el Cuerpo Viviente de la Escuela y, en consecuencia, entra directamente en el Primer Misterio. Usted debe intentar comprender que tal alumno es incorporado o elevado al primero de los cielos del Nuevo Campo de Vida. Eso significa que se vuelve sensible a un campo de radiación de naturaleza gnóstica que se adapta enteramente a su estado de ser. De esta manera, tal alumno ya no será tocado por un campo gnóstico de la naturaleza general, dirigido hacia los buscadores para llamarles, sino que será admitido en un campo de radiación, cuya estructura le permitirá ser unido al nuevo Cuerpo. Los antiguos Rosacruces llamaban a esto “ser inflamado por el Espíritu de Dios”. Este es el verdadero despertar de la Rosa. El que acepta esta unión realmente y está preparado para asumir las consecuencias implícitas a esta unión, será incorporado inmediatamente al segundo cielo, es decir, a un campo de radiación 27

más fuerte que le conducirá al camino de cruz, con el fin de que se haga posible el nacimiento de la luz, la auténtica resurrección. Por lo tanto, comprendemos que por esta entrada en el segundo de estos cielos el alumno se convierte en un verdadero Rosacruz. El une la Rosa a la Cruz. El sigue el Camino del Hijo y se vuelve un verdadero Cristiano. El muere en Jesús el Señor; él muere con Jesús el Señor; para resucitar verdaderamente. Sólo de esta manera se abre el tercer cielo; es la ascensión al Tercer Misterio. Es la fuerza celeste que hace que despertemos y vivamos realmente en el Nuevo Campo de Vida. Esta fuerza celeste posibilita la verdadera percepción del alma, así como su total estado de lucidez. Pablo habla con una gran modestia de esta grandiosa y sublime experiencia en la Segunda Epístola de los Corintios, capítulo 12, versículos 1 al 4: “Ciertamente no me conviene glorificarme, pero os hablaré de las visiones y revelaciones del Señor. Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años -si en el cuerpo no lo sé, si fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y sé que este hombre -si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar”. Ahora podrá comprender perfectamente estas palabras y analizarlas hasta en sus mínimos detalles. Así aparece de nuevo que toda la Enseñanza Universal confirma y demuestra lo que nosotros debemos darle a conocer.

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Capítulo 10

Y OCURRIRA QUE TODO EL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA BIENAVENTURADO

Si profundizamos por un instante en esta sentencia divina, sabremos que la invocación del Nombre del Señor es un proceso mágico que no puede ser comparado con la manera común de rezar del hombre religioso según la naturaleza. Por esta sentencia extraída de Joel, descubrimos la magnitud de nuestra degeneración dialéctica y hasta qué punto hemos deshonrado el Sagrado Nombre de Dios. En el mundo entero son invocados los Nombres Sagrados sin que se tenga realmente la más mínima intención de despedirse interiormente de la esencia de la vida dialéctica. “Y ocurrirá que todo el que invoque el Nombre del Señor será bienaventurado”. Los hombres hablan mucho de Dios y se disputan con vehemencia a causa de Su Ser y de Sus Obras. Exponen sabias argumentaciones y están en completo desacuerdo entre sí. Pero de hecho es sacrílego utilizar el Nombre de Dios mientras continuamos viviendo en la impureza. Siempre debemos tener presente que “la Vida Divina está allí donde la vida dialéctica no está”, para expresarlo con los términos de Jacob Boehme. Sin embargo, el Reino Divino penetra e inflama todo. En su concepción dialéctica, muchos piensan que el Reino de Dios está lejos, cuando en verdad está más cerca de nosotros que nuestra sangre y nuestra respiración. ¡Dios está en la Rosa del Corazón, Dios está en nosotros mismos! ¡Su Reino está en nosotros! La pronunciación de un nombre es una actividad mágica. Así, por la expresión irreflexiva del Nombre de Dios y conversando sobre sus intenciones, se evocan numerosas reacciones profanas. ¡De esta manera mancillamos la Esencia de Dios! Todo lo contrario ocurre con el hombre que es consciente de su decadencia y percibe la triste marcha circular dirigida por el espíritu de este mundo; con el hombre que lucha en la vida por romper las barreras de su prisión y, lleno de fe y de confianza, invoca el Sagrado Nombre de Dios y el de sus servidores. Esta forma mágica de expresarse emana de una emoción lúcida, es decir, de una vibración del corazón. Entonces, en respuesta, a través de toda la resistencia, un Rayo del Espíritu Santo penetra en el alumno, llamándole a la Vida. “Y ocurrirá que todo el que invoque el Nombre del Señor será bienaventurado”. Entonces el Sol irradiará y la Rosa exhalará su perfume. 29

Los antiguos iniciados hablaban del Nombre Inexpresable de Dios, el cual se componía exclusivamente de consonantes. Los antiguos misterios relatan que pronunciar este Nombre sólo era posible para aquellos que habían aprendido a pronunciarlo. Si partiendo de sus condiciones dialécticas se pone a buscar la exacta imagen sonora mantrámica del Nombre Inexpresable de Dios, podemos afirmar que usted podría buscar indefinidamente sin encontrarla nunca. Pues estamos tan familiarizados con la función de la laringe y los poderes creadores que están unidos a ella, que se piensa que ninguna otra lengua podría ser expresada de manera audible sin intervención de la laringe. Posiblemente piense que se trata de una imagen mental, ya que un pensamiento puede ser proyectado o enviado. Tal vez piense en una serie de sentimientos que el hombre puede desarrollar sin que la laringe tome parte activa. Pero tampoco en esto está el secreto de la pronunciación del Nombre Inexpresable del Señor. Se trata a este respecto, de un “estado de ser”, de una realidad de vida que debe ser alcanzada y realizada. Se trata, en lo que a usted se refiere, de la suma total de su estado de vida en un determinado momento de su existencia; se trata de un comportamiento de vida. Cuando el hombre pasa por muchas experiencias y su ser ha sido purificado suficientemente, como resultado global todo su ser engendra un sonido, una vibración particular. ¡Y este tono, esta vibración, es la pronunciación del Nombre Inexpresable de Dios! Vibración que al emanar de lo más profundo de nuestro ser puede ser la invocación del Nombre del Señor. Antes de que el alumno pueda pensar en este estado de ser, antes de que pueda desarrollarse la más mínima actividad sentimental consciente en relación con esto, y antes de que quiera hacer vibrar en palabras sus ideas o sentimientos, este tono ya ha sido escuchado por Dios. De aquí, la frase: “Antes de que me llamen, Yo responderé”; puesto que el alumno ha madurado con todo su ser para la intervención Divina. Con todo su ser emite el tono, la vibración, en base a la cual el Espíritu Santo puede responder. Si este hecho dependiera de los pensamientos, sentimientos o palabras que a lo largo de los tiempos hemos enviado al espacio, ya nos habríamos adueñado como mínimo de todas las estrellas del cielo. Pero no es así, ya que todo nuestro ser deberá acoplarse a lo que se exige de un alumno que se encuentra en el Camino Liberador. Si el alumno satisface estas exigencias, la vibración básica surge por sí sola; entonces todo su ser entona el canto del Nombre Inexpresable; entonces todo su ser es acordado con el propio Ser Divino. ¿Comprende la indicación oculta de que el Nombre del Señor se compone de consonantes? “Y ocurrirá que todo el que invoque el Nombre del Señor será bienaventurado”. La unidad con el Espíritu Séptuple Universal no se realiza hasta que la vibración básica emane del centro del ser real, que está en Cristo. Si usted quiere pronunciar el Único Nombre que lleva a la liberación, sólo lo conseguirá si brota de lo más profundo de su ser, del Alma de su ser purificada en el Fuego. Si llama de este modo, el Padre que está en el secreto le responderá.

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“Y ocurrirá que todo el que invoque el Nombre del Señor será bienaventurado”, o “iluminado por el Espíritu Santo”. Entonces, a través de toda resistencia, un rayo del Espíritu Santo tocará al alumno para llamarle a la Vida. El que es tocado por esta lanza de fuego, y lleva consigo la señal de este contacto, es simbolizado por el peregrino que penetra paso a paso en las profundidades de Dios. Que sean numerosos los que comprenden el Camino que conduce a la Vida y rinden testimonio por sus actos.

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Capítulo 11 LA MEDUSA

Si usted conoce el funcionamiento de la ley de cohesión, entonces sabe que por la actividad de esta ley toda la humanidad forma una unidad en los campos de la dialéctica. La humanidad dialéctica forma una colectividad, y como la totalidad de nuestro estado biológico constituye nuestra conciencia, usted puede concebir que exista una conciencia global, una conciencia representativa de toda la humanidad. Esta conciencia global, representativa del mundo entero, es un fenómeno patente en los acontecimientos dialécticos procedentes del estado biológico de cualquier ser que se arrastra bajo el sol, en cualquier parte del mundo. Cuando las Sagradas Escrituras hablan del príncipe de este mundo, atraen su atención sobre este hecho irrefutable. La conciencia global envuelve este mundo como una nube, como una atmósfera. Nosotros pertenecemos a ella, somos uno con ella. Esta conciencia global tiene dos aspectos enteramente en concordancia con la naturaleza del ser humano: un aspecto bueno y un aspecto malo. La faz del aspecto malo hace muecas como la Medusa, como Satanás. La faz del aspecto bueno se presenta como un espíritu luminoso y sublime. Ambos aspectos examinados en conjunto son denominados en la Epístola de Pedro “Lucifer”, lleno de grandeza y de cólera. Si nos examinamos a nosotros mismos en esta realidad, vemos que nuestra conciencia está en completa armonía con la conciencia biológica global. Si nuestras reflexiones son malas, la conciencia global nos alimenta de su granero de abundancia y Satanás está con nosotros. Si nuestras reflexiones y nuestras actividades son buenas, la conciencia global nos lleva al cultivo de la personalidad. Estas dos corrientes de la conciencia global corresponden por consiguiente a las de nuestra conciencia personal, y por lo tanto, nuestra rotación alrededor de nuestro eje es igual a la rotación del mundo dialéctico. Nosotros somos uno con el mundo y con el espíritu del mundo, del mismo modo que somos uno con la humanidad. Este estado de ser está enteramente descrito en todos los libros sagrados y puede ser demostrado de todas las maneras posibles. Pero hay pocas, desgraciadamente muy pocas personas que hayan experimentado esta verdad absoluta. Nosotros podemos constatar intelectualmente que algo es absoluto, pero otra cosa es tener una experiencia tangible de ello. La experiencia de la actividad del espíritu del mundo, la experiencia del cautiverio en que nos encontramos encerrados, la poseeremos solamente cuando, por un momento, seamos arrancados del espíritu del mundo y elevados por encima del nivel de nuestro estado biológico. 32

Solamente entonces se experimenta por completo la terrible y sofocante atadura de Satanás y las tentaciones engañosas de Lucifer. Solamente entonces experimentamos la lucha con el espíritu del mundo, el cual intenta sujetarnos en su atmósfera. De esta experiencia, sólo pueden hablar los alumnos que han conocido la Radiación de la Luz de Cristo y el toque misericordioso del Espíritu Santo. Sólo en esta Luz y en esta Fuerza vemos y experimentamos el demonio del mundo en todo su horror. Tal como lo narran todas las leyendas clásicas, el alumno principiante es objeto de la actividad de dos mundos; él debe escapar al dominio de la naturaleza para pertenecer eternamente a la Verdadera Luz. El momento crítico de la elevación fuera de la naturaleza de la muerte fue denominado por los antiguos maestros iniciados y sus alumnos con la expresión “ver la horrible Medusa”. Se dice que “el que ha visto una vez a la Medusa, quien la ha contemplado cara a cara, debe morir”. La contemplación cara a cara del estado caído, de la verdad desnuda de la cultura dialéctica y sus resultados, que datan de eones, significa la muerte absoluta de todo el ser de la antigua naturaleza. Todo alumno serio que contempla la naturaleza dialéctica en toda su realidad, y que es confrontado corporalmente con ella, la superará en una fracción de segundo. Por esto, ver a la horrible Medusa significa la gozosa elevación por encima del mundo caído y sus dos esferas. El alumno que se encuentra en esta muerte, muere según la naturaleza del horror, pero los principios de la Vida Nueva en su microcosmos son vivificados por el Aliento de Amor de Dios, para que, en este Aliento Divino, crezca el nuevo Árbol de Vida y se despierte la Vida Nueva, para pertenecer con certeza y eternamente a la Verdadera Luz. Que día a día pueda serle dado profundizar en estas cosas, para que vea cada vez mejor el Camino y sienta el calor imperecedero del Amor de la Fraternidad Universal.

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Capítulo 12

EL HOMBRE-ALMA EN MI DEBE CRECER Y YO DEBO MENGUAR

Pregunta: ¿Dónde se encuentra el centro de la conciencia dialéctica? ¿Cómo debe ser neutralizado? ¿Está en mí poder conseguir dicha neutralización? Respuesta: En primer lugar, debe examinar en usted mismo la extensión del radio de acción de su centro de conciencia que reside en el santuario de la cabeza. En general, la vida consciente del hombre es muy limitada. Sobre todo, no confunda conciencia con poderes intelectuales, ya que sucede frecuentemente que cuanto mayor es el desarrollo intelectual, más vaga es la vida de la conciencia. En cuanto a la pregunta: “¿De qué manera debe ser neutralizado el centro de la conciencia y si tiene el suficiente poder para llevarlo a cabo?”, debemos responder que en tanto que personalidad dialéctica, usted no posee el poder de hacerlo, sino que el secreto reside en la medida con que las radiaciones de la Luz tocan su átomo del corazón, atrayendo así a sus sistema nuevas fuerzas y nuevos éteres y fijándolos en su sangre. En efecto, la nueva posibilidad de vida tiene todo su fundamento en una justa disposición de apertura en la recepción de la Radiación Crística, de ahí que la realidad existencial de la nueva raza que ha de venir sólo podrá constituirse en base a esta Sustancia de Vida Divina. Para poder llegar a ello es necesario, ante todo, que su estado sanguíneo natural cese de ser la fuente de energía de sus actividades en este mundo material. ¿Por qué? Porque su conciencia dialéctica sólo puede manifestarse a través de su ser sanguíneo. Usted neutralizará la conciencia dialéctica orientando todo su ser interior hacia el punto central de sus intenciones, o sea, transformarse un día en el Hombre Nuevo y ser admitido en el Campo de Fuerza de la Escuela Espiritual; recorriendo voluntariamente el Único Camino de la Vida que la Escuela Espiritual le muestra y para el cual ella le da la libertad interior de abrirse a la Fuerza de la Gnosis, que toma forma en el hombre-Jesús sin pecado. A medida que este proceso avanza en el alumno, la personalidad dialéctica se retira por si misma a un segundo plano y el rey-yo cesa de reinar en su campo de vida dialéctico. Por esto, la destrucción de uno hace posible la construcción del “Otro en usted”. Ocurrirá entonces con usted como con Juan Bautista: se encuentra en el proceso, se prepara para él. Trabaja con dinamismo y, sin embargo, sabe que: “El que viene en pos de mí, es más fuerte que yo”. Es el proceso del gran sacrificio que el yo dialéctico puede realizar en la Fuerza Crística. Si esta fase del trabajo preparatorio ha sido concluida, el hombre-Jesús aparece. El Espíritu Original asume su tarea y Juan es decapitado y muere. Pregunta: ¿Cómo se debe entender esto? Respuesta: Debe saber que existen doce Fuerzas Celestes que deben dirigir el gran proceso de transmutación hasta la perfección, y que conducirán a la realización en Dios de la semilla 34

sagrada. Muchas veces le hemos hablado de los doce discípulos, de las doce radiaciones de la Fraternidad Universal. El misterio del Santo Grial es un Misterio de todos los siglos. Y, por la leyenda del Grial, usted conoce probablemente a los doce hermanos caballeros del Grial. Cada uno de los doce caballeros tiene su propia tarea y su propio radio de acción. Estos doce campos de acción aparecen en el microcosmos en una división dodécuple del sistema nervioso, en los doce pares de nervios cerebrales, los cuales, cada uno, de manera especial, dominan los puntos magnéticos del santuario de la cabeza. En el nuevo proceso alquímico, el proceso que nace de la confesión de nuestros pecados, cada uno de estos grupos de nervios es tocado y cambiado sucesivamente en la Nueva Fuerza. El desarrollo de este proceso es diferente para cada persona. El hombre, en cualquier campo de vida donde se encuentre, se envuelve necesariamente con el vestido de su polaridad biológica. El vestido en el cual usted está envuelto, es decir su cuerpo etérico, su vestido psíquico, da testimonio de qué y cómo es usted. Usted debe saber que el sistema microcósmico también posee en su exterior un aparato receptor dodécuple. Este aparato receptor dodécuple lo denominamos en su aspecto exterior “el sistema magnético”, y en su aspecto interior “el sistema nervioso dodécuple”. La Gnosis, la Luz primordial pránica, enciende tanto los doce órganos exteriores como los doce interiores. Siempre es la misma Fuerza Gnóstica, aunque en determinado momento empleemos nombres diferentes para indicar algún aspecto del sistema. Sólo hay una Fuerza, la Gnosis, la Luz Divina primordial pránica. Esta Fuerza única cumple todo en todos en este grande y poderoso organismo divino tan maravillosamente constituido. El Lectorium Rosicrucianum y sus servidores esperan ardientemente el día en que los hijos de Dios dispongan plenamente de su dodécuple sistema magnético divino, con el que expresar la alabanza, la gratitud, la adoración, y su entrega al Padre de las Luces, al Logos eterno que es todo en todos.

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Capítulo 13

LA TENTACION EN EL DESIERTO

Del mismo modo que Jesús el Señor fue tentado tres veces en el desierto de la vida, y que Buda fue atacado tres veces por el mal, también cada peregrino en el camino hacia la Nueva Vida del Alma será confrontado un día con el mal y deberá resistir hasta en la sangre de su corazón estas tres tentaciones y vencerlas como prueba personal. Este es el camino que ningún alumno de una Escuela Espiritual Gnóstica puede evitar, ya que es una marcha muy natural de las cosas en el Camino Liberador, el cual debe ser recorrido hasta el último paso. Cuando la Luz de la Gnosis ha tocado a un alumno y emprende su viaje a través del sistema vital del alumno, es inevitable que la antigua y la nueva naturaleza se enfrenten cara a cara. Dos estados de conciencia se desarrollan en el alumno por el Toque de la Luz Gnóstica. Pues cuando el proceso de elevación ha progresado hasta el punto de provocar una tensión vital, y cuando las fuerzas naturales rechazadas -así como sus efectos- han alcanzado los límites de su campo de existencia, siendo para ellas cuestión de “ser o no ser”, estas fuerzas redoblarán sus influencias, quedando como única alternativa posible o la victoria del alumno o la ruina definitiva de estas fuerzas. La nueva conciencia del alma se establece en el sistema del alumno y quiere tomar las riendas de toda su vida para poder transfigurarle, es decir, renovarle. En este momento, las fuerzas naturales rechazadas que todavía ocupan los límites del sistema, formarán finalmente el último baluarte que el alumno tendrá que franquear para alcanzar la libertad total. Este último umbral es el más importante y decisivo. Por eso muchos llegan a las puertas, pero muy pocos las atraviesan, ya que este último obstáculo parece fundamentalmente infranqueable, y la triple tentación de las antiguas fuerzas naturales que luchan por su existencia son todavía muy poderosas para ofrecerles resistencia. El proceso del aniquilamiento según esta naturaleza se realiza con bastante rapidez hasta que se llega a cierto punto, pero cuando el límite extremo, el último umbral, está a la vista, la tensión se vuelve grande y, muchas veces, desgraciadamente, demasiado grande. Se comprende que durante numerosos períodos de vida se haya presentado esta lucha como algo romántico, dando origen a muchos cuentos y leyendas, cuyo tema central giraba en torno a esta última batalla. Sin embargo, es necesario comprender bien su verdadera naturaleza, pues las leyendas y el romanticismo pueden despertar y mantener el miedo, y el miedo paraliza. Por esta razón le presentamos algunas indicaciones sobre esta lucha. En muchos aspectos todo nuestro sistema microcósmico está gobernado por el ser aural. En este ser aural se encuentra una red de puntos magnéticos, de focos magnéticos, que envían rayos en todas las direcciones del sistema y así lo gobiernan. No obstante, cuando el hombre recorre el Camino de la Renovación, atrae otras corrientes magnéticas, y en concordancia se encienden otras luces en el ser aural y se despiertan otros 36

puntos magnéticos. Lentamente pero con seguridad, todas las antiguas líneas de fuerza magnéticas son rechazadas y pierden su dominio sobre el sistema. Finalmente la fuerza magnética en cuestión se retira hasta el punto magnético correspondiente del ser aural, lo que hace que estos puntos magnéticos estén fuertemente cargados, pero ya no pueden proyectar fuerzas. Ellos forman juntos “el umbral”, el núcleo de la antigua naturaleza, “el mal”. Este mal debe ser expulsado definitivamente. Estos puntos nucleares conscientes deben ser apagados definitivamente para que no haya más huella del hombre antiguo. Comprenderá que este último combate, la victoria sobre el antiguo campo de tensión, de la antigua naturaleza, tiene tres aspectos: el aspecto de la voluntad, el aspecto del deseo y el aspecto del pensamiento. Si estos tres aspectos son suficientemente puros y fuertes según la nueva naturaleza del alma, ningún alumno deberá temer este último encuentro. Pero si todavía hay impureza e inclinaciones hacia la antigua naturaleza, entonces el antiguo sistema magnético tomará de nuevo sus antiguos derechos, con todas las consecuencias que resultan. ¡Que esta exposición pueda ser para usted una enseñanza y, al mismo tiempo, una advertencia!

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Capítulo 14

EL SANTO SACERDOCIO DEL NUEVO ESTADO DE VIDA

Queremos comenzar este capítulo citando algunos versículos de la Primera Epístola de Pedro, especialmente los versículos 13 a 16 y 23 del primer capítulo, y los versículos 1 y 5 del segundo capítulo: “Por lo tanto, ceñidos los riñones de vuestra mente y viviendo sobriamente, tened vuestra esperanza completamente puesta en la gracia que os ha traído la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes no os conforméis a los deseos que antes teníais, estando en vuestra ignorancia; antes, conforme a la santidad del que os llamó, sed santos en todo vuestro proceder, porque escrito está: "Sed santos, porque santo soy yo". Como quienes han sido engendrados, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios. Despojaos, pues, de toda maldad y de todo engaño, de hipocresía, envidia y de todas las maledicencias. Vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo.” Usted es confrontado con estas palabras, porque de ellas resalta muy claramente de lo que es capaz un alumno en el Camino Liberador, en el estado de conciencia racional y moral. Cada alumno de la Escuela Espiritual que recorre el Camino Liberador según su propia aspiración y su propia decisión, está perfectamente en estado de ceñirse los riñones de su razón en sentido gnóstico. Usted comprenderá este lenguaje figurativo. En Oriente, los hombres tienen que ceñirse o recogerse la túnica para no ser obstaculizados en la realización de su trabajo. La Escuela Espiritual de la Joven Gnosis se dirige, en primer lugar, a la razón con su Fuerza de radiación, y muestra que la Epístola de Pedro tiene por objetivo decirle que por este toque usted se vuelve apto para una actividad nueva e inmediata. Este toque racional suscita a continuación una conmoción moral. Y a continuación se le da un consejo que deberá tomar muy en serio. El hombre que se encuentra en esta conmoción moral está muchas veces tan inquieto y nervioso, que este estado le impide obtener resultados concretos. De ello resulta un diluvio de lágrimas y un profundo sentimiento de culpabilidad, al mismo tiempo que en él surge una multitud de propósitos contradictorios. Entre tanto, la conmoción pasa rápidamente, y como son tantas las cosas de la vida corriente que requieren de nuevo su atención, se demuestra que no es posible una verdadera cosecha como resultado de este primer toque. La conmoción mística no sensibiliza al esternón para el segundo toque y por esto la Bendición no vendrá. Por esto se le dice: Usted sabe lo que la Escuela Espiritual pretende. Pues bien, cíñase los riñones de su entendimiento y prepárese inteligentemente para una actividad inmediata.

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Por lo tanto, cuando el toque racional tenga lugar y usted esté enteramente abierto a él, entonces reciba con calma la conmoción moral. No se deje dominar por la emoción, pues esto le hace perder el control de sí mismo; deje que el proceso de transmutación actúe en usted con una gran calma, comprensión y lleno de alegre esperanza, de manera que la Corriente de Gracia de la Gnosis pueda ser inhalada por el esternón, pues éste es el alimento, el rocío, que la Rosa del corazón espera anhelante. Ahora conoce el proceso. Cuanto más se revele ante usted el primer toque, más claramente verá el camino y, por consiguiente, la ignorancia en usted será destruida cada vez más. De esta manera, tranquilo y sereno, podrá discernir todo lo que es de esta naturaleza y considerar hasta dónde puede participar en ella, sin dañar su proceso de santificación, al cual se ha sometido y se somete libremente. La Santificación es su vocación. La Escuela Espiritual busca la santificación de todos sus alumnos, y por ello es natural que el alumno lleve una vida santificante, puesto que ha sido capacitado para ello tanto moral como racionalmente. Usted puede llevar una vida santificante si permanece centrado continuamente en su aprendizaje, puesto que la Fuerza Imperecedera, es decir la Semilla de la Palabra viva y duradera, está en usted. En consecuencia, no es solamente deseable, sino necesario que de usted emane un nuevo y radiante comportamiento de vida, lo cual es posible. Así podrá ser desechada toda maldad, engaño, hipocresía, envidia y maledicencia, los cuales deben pertenecer al pasado. Estas son las cinco reacciones negativas en el estado del alumno, o mejor dicho, las cinco manifestaciones positivas de una fuerte egocentricidad. Comprenda para qué es llamado y capacitado, y vea cuáles son los peligros que amenazan a estas posibilidades de santificación. Prepárese totalmente para ser una Piedra de Construcción Viviente, ya que sólo como Piedra de Construcción Viviente podrá ser utilizado en la edificación del Gran Templo Universal, en el Sacerdocio Sagrado del Nuevo Estado de Vida.

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Capítulo 15

EL NUEVO VEHICULO ASTRAL, EL MANTO DE AMOR

De la Primera Epístola de Juan, citamos los versículos siguientes: “Dios es Luz y en El no hay tiniebla alguna. Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, entonces estamos en comunión unos con otros. En eso conocemos que le hemos reconocido. Pero el que guarda su palabra, en éste realmente el amor de Dios es verdaderamente perfecto; en esto conocemos que estamos en El. En esto hemos conocido el amor, en que Jesús dio su vida por nosotros; también nosotros tenemos el deber de dar nuestras vidas por nuestros hermanos. Amémonos unos a otros con este Amor, y aquel que ama, ha renacido de Dios y reconoce a Dios”. Podemos suponer que estas citaciones, extraídas de los cuatro primeros capítulos de la Primera Epístola de Juan, son suficientemente significativas para usted. Ahora mejor que nunca sabemos lo que la Lengua Sagrada Universal entiende por Luz y Amor. Dios, es decir, la Gnosis, es Luz, y por esta Luz existe el Amor. En el Nuevo campo de Vida, el Cuerpo Magnético de la Escuela, ya no se habla del deseo para designar el aspecto astral del Alma, sino únicamente de Amor. Las normas más elevadas en el sentimiento de la vida dialéctica siempre están encerradas en el marco del “deseo”. Por consiguiente, no existe persona dialéctica que no esté envuelta en el manto del cuerpo de los deseos, el cual es una esfera de fuerza astral atrayente, por la que el hombre siempre está unido a sus propios intereses, poniéndose constantemente límites. Pero de igual modo que en la Luz de la Gnosis no existen las tinieblas ni contranaturaleza alguna, del mismo modo el Amor que brota de la Gnosis es absoluto, contiene todo y no excluye a nada ni a nadie, es omnipresente y unifica de manera absoluta. Por esto comprenderá que todos aquellos que en virtud de su estado de ser entran en el estado de vida del alma, “están mutuamente en comunión”. Una comunidad en la que no hay lugar para la imposición de intereses egocéntricos en detrimento de los demás. Esta vivencia de grupo no puede ser comparada con la unidad del grupo que los alumnos de la Escuela anhelan en estos momentos y están ocupados en realizar. La unidad del grupo en el Campo Viviente del Alma es un estado de vida que resulta de una propiedad del estado de ser. Es imposible que tal unidad no estuviese presente en algún momento. Nuestra unidad de grupo sólo es por el momento una aproximación, una tentativa imperfecta de la realidad futura. No es que sea mentira, ni engaño, sino algo parcial. Por la fe y la esperanza, nos aproximamos al Nacimiento de la Luz de la ilimitada unidad de grupo del Amor, del cual da testimonio la Enseñanza Universal. Aquel que entra en el 40

Nacimiento de la Luz y puede dejarse envolver por este manto de Amor, el nuevo cuerpo astral, demostrará por su estado de ser que conoce a la Gnosis “cara a cara”. Tal hermano o hermana puede “guardar la Palabra”, es decir, demostrar que en él o en ella el Amor Divino se ha vuelto realmente perfecto. El Hombre-Alma renacido demuestra que es digno del manto de Amor por la presencia de sus otros dos aspectos: el aspecto mental y el aspecto volitivo, antes de emprender su tarea liberadora de la humanidad en entrega total, ya que nunca ha habido un servidor o servidora de la humanidad en el sentido de la Gnosis, que ha llevado a buen fin su tarea en el desierto de la vida sin estar revestido de este Manto de Amor. El que no lo tiene, el que no lo posee todavía, es como mucho un aspirante que cree y espera, y, trabajando y afanándose, debe purificar aún su propio ser, y por esto recorre un camino de sufrimiento y aflicción, de penas y de lágrimas, y, por consiguiente, de amargas experiencias. Pero usted comprenderá que sin la fe ni la esperanza, con sus altibajos, no hay Amor. Sin la entrega total bajo el empuje de la fe y de la esperanza, no hay serviciabilidad del Amor. Por eso, ¡siga avanzando lleno de coraje y sin desfallecer! Un día el Nacimiento de la Luz le cubrirá y usted conocerá el amor y lo poseerá corpóreamente; ese Amor con que todos los grandes de todos los Tiempos nos han amado, aportándonos la total ofrenda de su Ser. Así, un día usted podrá servir de esta manera a sus hermanos y hermanas y, realizando la Ley Sagrada por su entrega total al Amor, se autorrealizará y será revestido con su nuevo cuerpo. Probablemente ha leído que en las antiguas Escuelas Transfigurísticas había un grupo de entidades llamados los “puros” o los “perfectos”. Ahora usted sabe por qué ellos pudieron merecer tal apelación. El Amor de Dios se había vuelto perfecto en ellos. Ellos poseían el Manto del Amor, el nuevo vehículo astral y, en él y con él, podían servir a sus hermanos y hermanas.

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Capítulo 16

EL SELLAMIENTO DE LA FRENTE CON LA NUEVA SEÑAL

En los dos libros apocalípticos de la Biblia se habla de una Señal o Sello, con el que ciertos hombres fueron marcados en la frente. En Ezequiel (9:4) leemos: “Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén y pon una señal en la frente a los que gimen y suspiran a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella”. Y en el Apocalipsis (7:3): “No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hallamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios”. Con estas palabras se da a entender claramente que todos los que llevan esta señal milagrosa poseen un “poder” que les permite liberarse de la marcha de la naturaleza y escapar así a la ley ineluctable de la decadencia y de los acontecimientos que la acompañan En la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis se ha hablado muchas veces de esta señal misteriosa del “Hijo del Hombre”, como también es denominada. Pero deberá tener en cuenta que atraemos su atención sobre esta señal porque es una alusión especial sobre una radiación totalmente nueva y bien determinada de la hipófisis. La hipófisis está situada encima de la médula en la cuarta cavidad del cerebro, por esto la Escuela Espiritual la denomina “el cuarto candelabro”. La Luz de este cuarto candelabro es irradiada hacia el exterior por la cavidad frontal. De la cavidad frontal, entre las dos arcadas superciliares, la luz del alma brilla hacia el exterior. El núcleo del alma está situado en la cuarta cavidad del cerebro, en el cuarto candelabro. El sellamiento de la Nueva Señal de la frente, la Señal del Hijo del Hombre, es la misión confiada a todas las Escuelas Transfigurísticas para conectar con la Fuerza de Luz Gnóstica, de manera especial y exclusiva a todos aquellos que sufren bajo las abominaciones dialécticas y suspiran por la liberación. El alma buscadora que se acerca a la Escuela Espiritual, se une a ella en primer lugar por la fe. En ese estado, el cuarto candelabro es preparado mediante la Rosa del corazón, la sangre y el sistema nervioso automático. En esta fase, uno de los lóbulos de la hipófisis es totalmente unido al nuevo estado del corazón, en el cual brilla ya la Rosa. Así es como la luz de la fe irradia en la frente. De esta unión de la fe brota la esperanza, la cual hace posible el nuevo estado de vida, y, en consecuencia, el otro lóbulo de la hipófisis se vuelve receptivo a la Luz de la Vida.

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Así, no sólo toda la hipófisis está unida al nuevo estado del corazón, sino que, por la receptividad del segundo lóbulo de la hipófisis, todo el instrumental de los sentidos y de la inteligencia del alma se vuelve sensible a la penetración directa del fuego magnético de la Gnosis. Entonces el alumno ve acercarse el Milagro y la Señal en la frente se transforma de nuevo. Al lado de la característica de la fe se ve la señal de la Esperanza, la cual es una primera impresión de “la Vida Nueva” que crece en nosotros. En ese momento, el alumno ha recibido la Nueva Señal. El es dotado de un poder. El recibe el primer don de gracia del Espíritu Santo. Tal como podemos observar en las Bodas Alquímicas de Cristián Rosacruz, con esta señal el alumno puede vencer, porque cuando está dispuesto a abandonar el yo y a ponerse en camino hacia el Templo de la Liberación, la corriente de Luz Gnóstica penetra por la puerta abierta de la hipófisis hasta la cima del santuario de la cabeza, hasta el centro cerebral de la pineal, donde está situado el núcleo del sistema magnético del cerebro. Este alumno que poseía la Señal de la Vida, recibe ahora la Corona de la Vida, es decir, la unión magnética directa con la Gnosis a través del sistema magnético del cerebro. En este momento, el Alma Nueva nace, o también se puede decir que el alma antigua renace en el proceso de la transfiguración, porque desde este momento, los cinco aspectos del alma: la sangre, el fluido nervioso, el fluido hormonal, el fuego de la conciencia y el fuego de la serpiente están directamente unidos a la Luz Gnóstica. De esta manera, cada uno puede controlar en sí mismo y por sí mismo si el renacimiento del Alma está próximo y qué distancia le separa del nacimiento efectivo del alma. ¿Está usted en la fase de la Fe y la Fe es suficientemente fuerte en usted para afrontar las pruebas de la vida? ¿Brilla ya en usted la Esperanza que perfeccionará la Nueva Señal? ¿ Ha encontrado ya una morada en usted el nacimiento de la Luz Divina en su fase final? ¡Usted posee sin duda alguna el Poder! ¡Utilícelo y triunfe! ¡Porque sólo podrá vencer con la Señal del Hijo del Hombre!

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Capítulo 17

LA COSECHA Y LA VENDIMIA

En el capítulo 14, versículo 14 al 20, del Apocalipsis leemos lo siguiente: “Miré y he aquí una nube blanca; y sobre la nube estaba sentado uno semejante al hijo del hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando con potente voz al que estaba sentado sobre la nube: Arroja la hoz y siega; porque la hora de la siega ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube arrojó su hoz a la tierra y la tierra fue segada. Otro ángel salió del Templo que está en el cielo, y tenía también en su mano una hoz afilada. Salió otro ángel del altar que tenía poder sobre el fuego y clamó con fuerte voz al que tenía la hoz afilada, diciendo: Arroja la hoz afilada, y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras. El ángel arrojó su hoz sobre la tierra y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en la gran cuba del furor de Dios. Y fue pisada la uva fuera de la ciudad, y de la cuba salió sangre hasta los frenos de los caballos por espacio de mil seiscientos estadios”. Tal vez comprende el contenido de la cita que precede, extraída del Apocalipsis. Se trata de una doble recolecta: una cosecha y una vendimia, una cosecha del cuerpo y una vendimia de la sangre, del mismo modo que en la Santa Cena se reparte el Pan de la Vida y el Cáliz de la Sangre. El aspecto dramático de este mensaje de la Biblia es el de la vendimia, porque cuando el grano es recolectado en los campos y está preparado para ser empleado, todavía puede ser conservado durante muchos años antes de ser molido. Pero las uvas deben ser prensadas inmediatamente en los lagares para obtener el vino. Para comprender el profundo significado de este relato, debe considerar que la verdadera personalidad sólo puede elevarse de la sangre. Si un alumno de una Escuela Espiritual Gnóstica quiere ser cosechado de los campos de la vida, deberá estar preparado para la purificación de la sangre. La sangre de la naturaleza dialéctica inferior debe ser prensada y derramada para que un vino puro y limpio pueda crear una nueva personalidad. El camino de la purificación de la sangre no es el simple camino de un comportamiento vegetariano con algunas reformas de vida más, sino que es un intenso y profundo camino de lucha cotidiana contra el propio pasado y contra todo lo que está escondido en el sistema magnético del ser aural. Sólo cuando su sangre esté purificada y se haya elevado en vibración -y esto sólo puede ser alcanzado por la aplicación de la Quíntuple Gnosis Universal manifestada en la Escuela Espiritual- usted estará preparado para la unión con el Agua de la Vida, con la Corriente Divina. 44

Cuando de este modo se puede beber el Cáliz del Nuevo Testamento, todo su ser será transformado por el Agua de la Vida. El Agua de la Vida tiene dos aspectos: el Pan y el Vino. ¡Intente comprender el misterio encerrado en ese Mito de la Salvación! Usted lleva en su corazón una semilla: la Rosa maravillosa. Si recorre el Camino, tal como es indicado en la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis, esa semilla madurará, y en el momento oportuno será cosechada por la Fraternidad de las Almas Inmortales, es decir, será aceptada con el fin de ser utilizada para su objetivo. El objetivo consiste, en primer lugar, en que la sangre de la naturaleza dialéctica inferior, la sangre dominada por el plexo solar y el dios lunar, sea reemplazada por un nuevo estado de sangre en armonía con la Semilla del corazón. Sólo entonces se puede hablar de una cosecha verdadera; sólo entonces puede celebrarse la Santa Cena con Pan y Vino; solo entonces la victoria se convierte en una auténtica fiesta. ¡Que esta victoria pueda ser celebrada pronto por usted!

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Capítulo 18

LA GNOSIS LE LLAMA TAMBIEN A USTED

Este capítulo debe servir para introducirle en la vivencia de la Magia Gnóstica. Desde el punto de vista mágico, muchos alumnos de la Escuela Espiritual son todavía muy pobres. Esto no puede ser de otro modo, puesto que nadie puede aplicar la Magia Gnóstica sin perjuicio para sí mismo y para los demás, si no está completamente preparado. Por esto fue necesario que pasáramos por años de preparación antes de poder actuar mágicamente. Sin embargo, el tiempo ha llegado en que se puede hablar y escribir sobre la Magia Gnóstica, y ser introducidos en ella. No es que esto sea comprensible, saludable, liberador y posible, sino que se ha vuelto una necesidad urgente para prevenir ciertos peligros. El grupo de alumnos está ocupado desde hace mucho tiempo en absorber en la sangre Fuerzas Gnósticas. Estas Fuerzas constituyen la fuerza germinadora, la fuerza creadora de la Nueva Alianza establecida con los alumnos. Ahora bien, usted comprenderá que un alumno no puede continuar absorbiendo continuamente estas fuerzas sin emplearlas en un momento dado. Acumular Fuerza sin utilizarla conduce a explosiones, rupturas, situaciones y comportamientos sumamente indeseables. Nuestra imagen sanguínea ha sido y es cambiada por la absorción de elementos gnósticos, pero si no se producen actividades que concuerden con estos elementos, la imagen sanguínea enfermará nuestro cuerpo y enquistará todos los órganos de nuestra sensibilidad y nuestra inteligencia. El resultado de ello es un debilitamiento de la memoria y un reblandecimiento de la conciencia muy grave. Por esto no basta con alegrarse por la absorción de Fuerza Creadora de la Nueva Alianza, sino que debemos tomar clara conciencia de la seriedad del momento presente, en el que queremos enseñarles el desarrollo mágico gnóstico de la conciencia. Usted debe volverse consciente de las nuevas posibilidades en su ser e igualmente consciente de su fuerza. Por consiguiente, usted debe entrar en la práctica de la Magia Gnóstica por el bien de usted mismo y de los demás. Usted debe ser consciente de esto en cada momento, con el fin de poder entrar en esta maravillosa Vida del desarrollo mágico de la conciencia. La Biblia, que tal vez conoce muy bien, está llena de indicaciones, apelaciones y prescripciones gnóstico-mágicas que se dirigen a todos nosotros para que podamos comprenderlas y aprender de ellas. El grande y persistente peligro es que, estando todo preparado, usted deje pasar sus días con preocupaciones e infortunios terrestres por falta de desarrollo mágico de la conciencia. Como se dice en el capítulo 3, versículo 16, de la Primera Epístola a los Corintios: “¿No sabéis que sois Templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyese el Templo de Dios, Dios le destruirá; porque el Templo de Dios, el cual sois vosotros, es santo. 46

¿No sabéis que vuestro cuerpo es el Templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros y que habéis recibido de Dios, y que no os pertenece a vosotros mismos?”. Si usted es consciente de esto, intente vivir de este estado de conciencia y entonces se volverá, tal como se dice en el capítulo 3 del Apocalipsis, “un pilar en el Templo de la Gnosis. Del que venza haré una columna en el Templo de mi Dios, de donde nunca más saldrá. “El Reino de Dios ha venido a vosotros con gran fuerza”. “El Reino de dios está en vosotros”, dice Jesús el Señor. Por consiguiente, tome conciencia de este estado de cosas. Evidentemente, los que son invitados a franquear las puertas del Sexto Plano Cósmico son los más pequeños del nuevo Reino de la Humanidad-Alma. En esto no nos hacemos ninguna ilusión. Pero el menos importante en este Reino Celeste, ¿no es acaso más grande que el representante más destacado de la antigua vida? Por lo tanto, sea consciente de las posibilidades que le son ofrecidas por la Gnosis y saque las consecuencias que están ante usted. ¡Que el que pueda comprender, comprenda! El que quiera recorrer realmente el Camino, podrá liberarse ahora de las fuertes influencias contrarias. ¡Que el que quiera realmente ser libre, desate ahora los lazos que le frenan! ¡Rompa sus cadenas; la Gnosis le llama también a usted!

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Capítulo 19

LA FASE DE LA SALVACION HA COMENZADO YA

El conocimiento de la Salvación, la Enseñanza Universal de la Vida que se ha hecho muy actual, no necesita ser sometido a especulaciones, y sin embargo, el mundo y la humanidad tendrán que contar con su realidad inmediata. La Escuela Espiritual de la Joven Fraternidad Gnóstica, a causa de su gran poder, expande diariamente una atmósfera especial alrededor de la tierra, y todos aquellos que entran en unión con esa Fuerza de Radiación Liberadora, así como aquellos que ya están unidos a ella, verán la Luz y experimentarán la Fuerza que de ella emana. Se trata de la concentración de las Nuevas Fuerzas Magnéticas de la Séptuple Escuela de la Joven Fraternidad Gnóstica, transformadas en una vibración que se adapta en cierta medida a la de la humanidad dialéctica. Aunque están todavía ocultos numerosos desarrollos intercósmicos, es seguro que los procesos naturales de la dialéctica serán perturbados por esta Radiación fuertemente Magnética. Usted comprenderá que la humanidad ignorante considerará esto como una catástrofe que no podrá superar, pero el alumno de una Escuela Espiritual podrá permanecer tranquilo, ya que, tal como leemos en Mateo, capítulo 24, versículo 31: “Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y reunirán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro extremo de la tierra”. En relación con lo que nos ocupa, podemos comparar las trompetas con las radiaciones que emanan de la Cadena de la Séptuple Fraternidad Universal. Estas radiaciones serán tan poderosas que darán la posibilidad de franquear los límites de la antigua vida a todos los que han obtenido la unión con estas radiaciones de Fuerza de Luz. Este proceso de salvación ya ha comenzado. La Joven Gnosis está preparada para realizar este grande y maravilloso Trabajo; sin embargo, usted sabe que también ahora son numerosos los que, a pesar de ser llamados para pertenecer a los salvados, no demuestran suficientes signos de reacción. La Lengua Sagrada emite este lamento: “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. La significación de estas palabras trágicas es que a pesar de que muchos “pueden” en base a su estado de ser, relativamente pocos son los que realmente “quieren”, y este “no querer” tiene muchas veces su causa en una voluntad débil. No ocurre acaso que muchos han perdido el coraje y desesperan diciendo: “¡No soy capaz de esto!” ¡Cómo se equivocan! El hecho de que muchos hacen tantos sacrificios para obtener algo del maná de la Vida es una prueba de que llevan en su microcosmos un átomo-chispa de Espíritu. Por consiguiente, la Fuente del Espíritu vive dentro de cada uno de ellos. Hay Agua, Agua Viva para todos; sin embargo, usted debe extraerla por un comportamiento de vida especial. 48

El Agua Viva -el Renacimiento por el Agua- es la resurrección del Hombre Nuevo por los Cuatro Alimentos Sagrados. Seguro que usted no quiere ser tan tonto como para continuar caminando a través del desierto a través de la interminable arena, sin ver otra cosa que la línea horizontal. ¿Cuántas veces la sed le consumiría? Sin embargo, si usted quiere descender a las profundidades de su ser, coloque en su ser la roca al desnudo y por un solo golpe de martillo, por un solo latido del corazón, el Agua Viva brotará. ¿Qué le retiene? Nada, pero sin duda usted ha olvidado dónde se encuentra la Fuente. Usted todavía intenta la aventura con lo irreal. Mientras le falte coraje, será retenido por la ilusión organizada que se desliza como la arena fina a través del puño cerrado. El hecho de que muchos alumnos, si no todos, se unen por su propia voluntad a la Escuela Espiritual, da a los servidores la esperanza de que también usted se convertirá ahora en un verdadero voluntario. El Camino de la Liberación se abre de nuevo ampliamente. El Portal de la Vida ha abierto sus Puertas. Usted no tiene más que entrar. Una ayuda incomparable le es ofrecida, pues la Joven Gnosis está a su lado.

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Capítulo 20

EL REGRESO AL CORAZON DE SU MICROCOSMOS

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” Cada alumno percibirá que este refrán no tiene nada que ver con las cosas cotidianas y usuales, sino que tiene un sentido mucho más profundo del que se ve a primera vista. Existe una separación absoluta entre las nociones y valores “tiempo” y “Eternidad”. Siguiendo la concepción usual, el tiempo es una condición que se divide en horas y años, y la Eternidad es algo así como “un tiempo que dura siempre”, algo que se extiende después del tiempo. Esta concepción es, sin embargo, absolutamente errónea. El tiempo, la esencia del tiempo, no es otra cosa que “el tiempo que dura siempre”, y corresponde completamente con lo que la concepción popular adjudica al concepto de Eternidad. Cuando el cuerpo físico no puede sostener más su realización existencial y muere, la otra parte del ser humano dialéctico se va hacia un plano y un estado de vida que también son medidos por el tiempo. Quien piensa que después de la muerte del cuerpo físico se pasa a una vida sin tiempo, está en un error completo. La eternidad de que hablan las Sagradas Escrituras no se encuentra en el más allá. La Eternidad es la realidad existencial del Reino Inmutable, un mundo que no tiene ningún punto en común con este mundo. La entrada en la Eternidad significa la participación y la admisión en el Reino Inmutable y la desvinculación absoluta con el mundo del tiempo. Estos dos mundos existen simultáneamente. El mundo del cual habla la Fraternidad Gnóstica está más cerca de nosotros que nuestras manos y nuestros pies. La participación en esa Eternidad no comienza después de la muerte física, sino que puede ser inmediatamente un hecho absoluto. ¡Es una experiencia, un estado de ser en el presente! El refrán: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, es una llamada a su inteligencia. Es evidente que estas palabras se dirigen únicamente a las personas que buscan interiormente la Realidad Eterna. También usted busca la Eternidad, ¿no es cierto? ¿busca la Vida Nueva incorruptible? ¡Pues bien! Ella está aquí, en el presente. El Éter perfecto le es ofrecido de doce maneras a los que quieren escapar de la ilusión del tiempo. Los que lo comprenden y quieren recorrer el Camino de la Transmutación, del cual hemos hablado tanto, ven ante ellos la Nueva Senda y pueden recorrerla. Usted, tan habituado a medir todo con el tiempo, debe comprender que gracias al Amor infinito de nuestro Señor, la Senda Sagrada se abre entre usted y el Reino Inmutable. Ella está aquí en el tiempo para conducir a la Eternidad a todos los que quieran. El Señor de toda Vida no dice al ladrón: “Mañana tu estarás conmigo en el Paraíso”, sino que dice: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. 50

Por esto, no deje para mañana lo que pueda hacer hoy. No se aferre al tiempo, sino libérese, con el fin de que las Puertas de la Eternidad se abran para usted. Así se puede establecer que, para el que quiere realmente recorrer el Camino, la única misión esencial es regresar al corazón de su microcosmos. Cuando usted haya penetrado hasta este corazón, entonces su salvación estará a su lado. Pues en este corazón penetra la Fuerza de Radiación de la Gnosis, para impulsarle y conducirle hasta la Magnificencia Eterna del Reino Inmutable. ¡Entonces Dios estará con usted y en usted!

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Capítulo 21

EL SIMBOLISMO DEL TEMPLO

Es posible que para muchos, dentro y fuera de la Escuela Espiritual de la Joven Gnosis, no esté claro el motivo por el que está expuesto el símbolo de la Rosacruz de Oro en el Lugar de Servicio de los Templos y Talleres consagrados. Además, en el centro del Templo de Renova hay una rosa en el centro de la fuente, sobre la cual irradian una luz de color violeta; y en el Templo de la Sede Central de Haarlem, en el Lugar del Servicio hay también una rosa en la fuente y, por encima de ella, otro símbolo en la pared, en el que aparecen los siete veces siete rayos de oro. Estimando necesario que toda persona interesada sepa lo que la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro quiere expresar con estos signos exteriores, damos aquí algunas explicaciones más amplias al respecto. Los alumnos de la Escuela de la Joven Gnosis que durante años han vivido el progreso del trabajo de la Escuela, saben que hubo a menudo cambios en lo que concierne al simbolismo de la rosa y de la cruz. Con el fin de explicar el porqué, es necesario volver a la época en que la Escuela se encontraba todavía en el estado del trabajo público. Cuando el trabajo del Templo era aún accesible al público interesado, los Templos tenían como símbolo la cruz blanca, y en el corazón de esta cruz una rosa blanca. De este modo, los interesados que entraban en el Templo de la Rosacruz, en tanto que almas buscadoras, eran confrontados con una cruz y una rosa blanca. El símbolo de la rosa blanca les fue ofrecido, en el Templo, por la Fraternidad Juanista, anunciándoles la aproximación de la Luz Crística. La rosa blanca simboliza el átomo-semilla inmaculado en el santuario del corazón, el cual deberá ser coloreado de rojo con la propia sangre del corazón del alumno que comienza el Camino, por medio de la transmutación del ser de la personalidad, de forma que la rosa blanca se convierta en una rosa roja. La rosa simboliza también el principio espiritual latente en el campo aural que envuelve como un manto a cada ser humano. Este manto es invisible a los sentidos humanos y en él está registrada toda la vida del camino personal a través de la materia. Cuando después de muchos años la llamada de la Escuela fue irradiada, y un número suficiente de almas humanas hubieron franqueado el umbral de la Escuela Espiritual, ella tomó un carácter cerrado, y los que estaban en el Templo fueron colocados ante la rosa roja, considerándose que se habían unido con la sangre de su corazón a la Llamada de la Escuela. La Dirección Espiritual de la Escuela ascendió con sus alumnos escalón tras escalón por la escalera del desarrollo, puesto que era necesario aportar a la rosa roja la Luz Eterna ¡la Luz del Espíritu Santo Séptuple! La religión exterior debía volverse en el alumno religión interior. La Enseñanza Universal debía ser reconocida interiormente y el símbolo debía llegar a ser una realidad viviente. 52

A medida que los alumnos ocupados en este trabajo experimentaron el toque de la Luz Gnóstica, volviéndose conscientes de ello, en los Templos fue cambiada la rosa roja por la rosa de oro y la cruz blanca por la cruz de oro. La perspectiva y el discernimiento del alumno se ampliaron y la atención fue fijada en la rosa de oro y en la cruz de oro. Se puede considerar con seguridad que en estos momentos casi todos los alumnos confesionales de la Joven Gnosis han realizado en su interior la rosa roja y crecen interiormente hacia la realización de la Rosacruz de Oro. El alumno confesional que pertenece a la Rosacruz de Oro ya no está orientado en principio hacia las cosas terrestres, aunque vive en la materia en tanto que hombre personal y se ocupa de sus deberes. La cruz de oro simboliza este estado de ser, mientras que la rosa de oro es la prueba visible de que el campo aural del alumno está impregnado por la Radiación y la Fuerza de Luz Crística. De este modo se advierte que la rosa blanca que el alumno recibió al principio del alumnado, él mismo deberá colorearla. Nadie lo puede hacer por él. Para el alumno en el Camino Liberador, desarrollar la rosa roja consiste en saber que todo su ser sanguíneo está unido a las exigencias consecuentes de la Cadena de la Fraternidad Universal. Sólo entonces puede haber un estado de apertura suficiente para que penetre la Luz Gnóstica, y, por ella, la Fuerza del Espíritu, de manera que todo el microcosmos del alumno sea bañado por la Luz de Cristo Jesús, nuestro Señor y Redentor. En cada Templo o Taller Consagrado de la Comunidad Eclesiástica “Lectorium Rosicrucianum” donde la Rosacruz de Oro está colocada en el lugar del Servicio, constituyendo un foco de unión con la Intervención Universal, habrá una unión ininterrumpida con la Cadena Universal. Se verá claramente que para el alumno confesional esta Rosacruz de Oro significa el objetivo final absoluto y simboliza la aurora de la realización en el Templo. Sería maravilloso que se pudiera decir de una multitud innumerable: “¡están en Camino!”. Y vemos que lo que antes no era posible todavía, o no podía funcionar sino parcialmente, ahora se hace realidad para la humanidad. Desde hace algunos años, los siete focos de la Fraternidad Universal han llegado a su manifestación completa, y por este hecho, nos acercamos al Símbolo del Templo de la Sede Central de Haarlem: el símbolo de los siete veces siete rayos. Los siete Focos, con sus cuarenta y nueve rayos, son una ayuda intensa para los que lo desean de todo corazón, para quienes la Rosacruz de Oro que comienza a alborear se convierte en un Presente luminoso Ha nacido un Fuego de Renovación, un Fuego de Renova. Por esto, en medio del Templo de Renova, consagrado a este nuevo trabajo divino, hay una Fuente, de cuyo centro, de cuyo corazón brota un chorro de agua resplandeciente. Durante los servicios, los alumnos se sientan en grupo alrededor de ella. Y en los alumnos serios ya se ha realizado en su propia vida algo de esta Rosa. Como un hecho incontestable, colocamos nuestra rosa y nuestra cruz de vida en medio del Templo de Renova y las confiamos al Agua Viviente de la actual renovación.

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Como símbolo, pensará usted. Naturalmente, pero un símbolo que nos coloca ante una posibilidad directa, concreta y absoluta, y, al mismo tiempo, da testimonio de ella. Este Símbolo de Renova es para nosotros la representación de un Presente luminoso. Es el Presente y la Rosacruz de Oro es el futuro. Mediante este Presente renacido y tan lleno de gracia, debemos aproximarnos al Futuro. El símbolo de Renova nos muestra, además, que el Corazón del Templo está iluminado por una luz de color oro-violeta. Esto expresa el rayo predominante de la Séptima Escuela, que sirve de manto al Gran Trabajo que realiza la Escuela Espiritual y sus alumnos. El manto violeta del sacerdocio real es un vestido que deberá tejer todo el que desee recorrer el Camino Liberador. Y el que realmente lo desee, será capacitado desde ahora para realizar este trabajo. Si usted comprende todo esto, sabrá que la Comunidad Eclesiástica “Lectorium Rosicrucianum” recorre con sus alumnos un camino muy consciente, un camino que conduce a la Verdadera Liberación.

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