La Leyenda Del Calafate

LA LEYENDA DEL CALAFATE Hace mucho tiempo atrás, en la Argentina en el sur del país la comunidad Tehuelche se dio cuent

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LA LEYENDA DEL CALAFATE

Hace mucho tiempo atrás, en la Argentina en el sur del país la comunidad Tehuelche se dio cuenta que se aproximaba el frío invierno y llegaría la nieve, entonces los Tehuelches advirtiendo esto comenzaron a prepararse para marcharse, el jefe de la tribu Tehuelche reunió a todos sus miembros y les pidió que se prepararan para irse hacia el norte, donde habría comida y animales, después en la zona se habían agotado y llegaría el duro invierno, una mujer muy anciana de la tribu llamada “koonec” deseaba ir con el grupo pero le resultaba imposible por lo que se quedaría en el lugar. La familia le insistió a la anciana para que los acompañara y se fuera con ellos, pero les dijo que no podía porque sus piernas no tenían la fuerza necesaria. Sus hijos y nietos se dieron cuenta que pronto moriría, los tehuelches partieron entonces a pie y caminaron hasta que vieron un lugar donde habia animales guanacos, ñandúes en abundancia, entonces se pusieron de acuerdo para cazarlos con sus voleadoras y así alimentarse. La anciana llamada “connec” permaneció en su toldo viendo que con las primeras nevadas las aves comenzaban a marcharse, dejándola sola y triste en el lugar, Connec la anciana permaneció allí soportando el viento el frío intenso, la falta de alimentos, aguantando hasta que el tiempo mejoro, la nieve se marcho, sobreviviendo vio entonces regresar a los pájaros a los cuales les reprocho mostrándoles que se habia salvado y que aun estaba con vida, ante el reproche las aves contestaron que no se enojara que se habían marchado del lugar por la falta de alimentos, la anciana lo medito les dio la razón y les dijo que en el futuro en la zona no les faltaría el alimento, los pájaros la miraron sorprendidos y vieron como ella se convertía en un arbusto, luego de un tiempo los tehuelche regresaron y vieron asombrados al nuevo arbusto que antes no estaba y a hora allí se encontraba. Todos miraron con gran curiosidad a la nueva planta de la cual broto una gran flor amarilla y cuando se acercaron a verla mas de cerca, brotaron muchas mas y se fueron convirtiendo en frutos, el cual fue tomado por uno de

ellos y supieron entonces que les seria útil para preparar dulces, remedios, bebidas y pinturas, gracias a ese arbusto al que llamaron CALAFATE.

Otra versión cuenta que un jefe tehuelche tenía una hija llamada Calafate que era lo que él más amaba. Ella era una hermosa joven de ojos dorados y siempre había obedecido en todo a su padre. Pero las cosas cambiaron cuando el clan de Calafate recibió a un joven selknam para que estuviera a prueba entre ellos y superara el kloketen o rituales de iniciación para convertirse en hombre. Pronto surgió el amor entre los dos jóvenes y pensaron en irse juntos, a pesar de que los tehuelches solían menospreciar a los selknam y el jefe se oponía rotundamente a la unión. Por sus tradiciones, no podían dañar al muchacho durante el kloketen y para evitar que siguieran con su relación, al padre de Calafate no le quedó más remedio que pedir ayuda al chamán. Éste le respondió que no podría hacer que se acabara su amor, pero sí podría mantenerlos separados para siempre. La muchacha fue transformada mediante magia en una planta espinosa que nunca antes se había visto en esas tierras, pero que tenía flores doradas como los ojos de Calafate. Por muchos meses el joven vagó por la estepa buscando a su amada y los espíritus lo ayudaron, convirtiéndolo en una pequeña ave que podía recorrer con más velocidad las grandes extensiones patagónicas. Un día de verano, el joven metamorfoseado se posó en un arbusto que no había visto antes y al probar sus frutos se dio cuenta de que eran tan dulces como el corazón Calafate. Así lograron reencontrarse después de haber creído que no sería posible. Una variante de esta historia cuenta que Calafate era una joven selknam y que el joven era un prisionero yagán atrapado en las costas de Tierra del Fuego. En la Patagonia se cuenta que el embrujo de Calafate permanece en los frutos de calafate y que quien los coma una vez no dejará de regresar al lugar en que lo hizo. Es por eso que la leyenda dice: "El que come Calafate, siempre vuelve por más".