LA GANCHANA (Cuento andino peruano)

LA GANCHANA (Quechua) Hugo ROJAS RIVERA Docente* ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4974-5914 Eran dos niños huérfano

Views 65 Downloads 58 File size 160KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

LA GANCHANA (Quechua)

Hugo ROJAS RIVERA Docente*

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4974-5914

Eran dos niños huérfanos que vagaban por el mundo sin rumbo, una noche cuando caminaban cansados en la oscuridad, vieron una luz a lo lejos, esa luz provenía de la casa de la ganchana que vivía en una cueva, caminaron tanto que al fin llegaron y llamaron señora, señora; la ganchana respondió pitay kaykan, nosotros abuelita respondieron los niños, wawalao wawa imanirmi purirkanqui, imata pasasha, yaykuy yaykuy huambrakuna, ñoga ushashanakampis mikuyta, mikuy mikuy chaylata huambrakuna, papalatapis michukurkuy, gracias abuelita dijeron inmediatamente los niños, pero grande fue su sorpresa, al comprobar que eran collotas que no podían comer por ello se miraron mutuamente, la ganchana replico; mikuy mikuy huambrakuna, warag tutalla aywashun uriag, diciendo esto tomo al varoncito de su cabeza e invito a dormir con ella, gamga puñunki quiquillayqui; a media noche la niña escucho entre sus sueños el quejido de su hermanito acachau, acachau en ello despertó y llamo ¿abuelita, abuelita que le estás haciendo a mi hermanito?, la abuela respondió usanta jorgoyka, al oír esto la niña volvió a caer de sueño, a pocos minutos otra vez acachau, acachau la niña replico ¿Qué le estás haciendo a mi hermanito abuelita?, la bruja replico imatapis rurachu usahumantam piltayka, al oír esto la niño cansada volvió a dormir profundamente y al despertar en la madrugada pregunto ¿abuelita dónde está mi hermanito? La ganchana respondió pay mayna uriag haywasha, gamga gella kanky, wayra wayrala yacuta apamuy, diciendo esto alcanzo una canasta y fue al manantial, donde la niña no pudo llevar ni una gota de agua ante la bruja, abuelita no puedo traer, el agua se pasa, al escuchar esto la ganchana se puso furiosa y le dijo; ñoga apamusha yakuta, gamga caychu takuykuy, mana mankata timpumugting quichanquichu, salió con la canasta con dirección al manantial, mientras la niña, preocupada por su hermanito salió a divisar por todas partes, no hallándolo con un presentimiento abrió la olla y para sorpresa de ella, su hermanito hervía, desesperada agarro una manta,

saco el cuerpo de su hermanito se cargó e inicio su huida con rumbo desconocido, al regresar la ganchana no encontró a la niña, reviso presurosa la olla tampoco estaba el niño y dijo; kanansi huambra maychupish tarishayki, chaychumi golpishayqui wanongamkama, diciendo esto tomo el cuchillo y salió en busca de los niños, mientras tanto la niña al huir vio a waachway señora que lavaba a orillas de un riachuelo, cuando estuvo cerca con voz entrecortada y lleno de lágrimas le dijo; señora, señora ayuda por favor, ayúdame una abuelita se lo quiere comer a mi hermanito, wachway señora respondió, maldición sabandija bruja imatapish rurashapish; kay espejula, kay peinilaj, explico cuando este cerca la ganchana arroja el espejo se convertirá en una inmensa laguna, y el peine en una muralla sin fin, vaya por allá, en esa loma pedirás auxilio, encargo a la niña, mientras la ganchana se acercó presurosa a preguntarle, ¿maychu rikaskanki hichig huambrakunata? mana imatapish rikashcachu gamlata maldición bruja, diciendo esto la golpeo con su mazo en todas partes de su cuerpo pero escapo despavorida, mientras tanto la niña avanzo un trecho del inmenso campo pero no tanto por lo que la bruja lo vio y apuro el paso para darle alcance, pero la niña ya no podía más de hambre y cansada; en ello escucho una voz, kanansi huambra, maytatag haywaykanqui, la niña incrédula de lo dicho por wachway señora lanzo el espejo delante de la bruja y el espejo para sorpresa de ella se convirtió en una inmensa laguna, mientras la ganchana rodeaba la laguna la niña avanzó hacia la cumbre y cuando sudorosa se encontraba a media falda otra vez kanamsi pichogpaj wirushayqui, kaychu pitag shamunga, pitag rikamunga, al oír esto la niña presurosa arrojo el peine convirtiéndose en una alta e inmensa muralla, la ganchana dijo; maldición pasasha pitag gorushunqui kay trampakunata, imañuypapis charishayqui, diciendo esto inicio a trepar la malla como pudo, en tanto la niña llego a la cima al no ver a nadie cayo llorosa y de rodillas pidió a Dios que se lo cogiera, Dios escucho su pedido y le envió una cadena de oro que bajo del cielo del cual se agarró firmemente y cuando estuvo a unos metros de alcanzar la cadena se elevó, entonces igual la ganchana pidió a Dios que le envié otra cadena y bajo del cielo una soga del cual se agarró firmemente e inicio a subir de tras de los niños, diciéndole kanansi maychupish tarishayki, maychupis, cuando decía esto ya cerca a las nubes, la ganchana escucho cuch, cuch, cuch, cuch; cuch, cuch, cuch, cuch por lo que dijo: ucuhs, ucush imata mikuykanki, ñogaga cieluta haywayka kay acapa huambrakunata kutichinapag y cuando decía esto el ratón rompió la soga y la ganchana empieza a precipitarse a la tierra

diciendo hualankalamampis, muchkalamanpis y su cuerpo cayo pesadamente a la tierra saltando su sangre por todo el mundo convirtiéndose en ortigas, mientras los niños desde esa fecha viven en el cielo y son representados por shipshin lucero y waran lucero. Autor. Lic. Hugo Z. ROJAS RIVERA

LA GANCHANA (Español) Eran dos niños huérfanos que vagaban por el mundo sin rumbo, una noche oscura vieron una luz a lo lejos, esa luz provenía de la casa de la ganchana que vivía en una cueva, caminaron tanto que al fin llegaron y llamaron señora, señora, la ganchana respondió ¿quiénes son ustedes?, nosotros abuelita respondieron los niños, ¿hijos porque están andando, a esta hora que ha pasado?, pasa, pasa ya termine de cenar también sírvanse papita siquiera –gracias abuelita- respondieron los niños, pero grande fue su sorpresa al comprobar que eran piedras redondas que no podían comer, por ello se miraron mutuamente, la ganchana replico, comen, comen niños, mañana temprano iremos a trabajar, diciendo esto tomo al niño de la cabeza y le invito a dormir con ella, tu dormirás sola, a media noche la niña escucho entre sus sueños el quejido de su hermanito acachau, acachau en ello despertó y llamo ¿abuelita, abuelita que le estás haciendo a mi hermanito?, la ganchana respondió, su piojo le estoy sacando, al oír esto la niña volvió a caer de sueño, a pocos minutos otra vez acachau, acachau, la niña replico ¿Qué le estás haciendo a mi hermanito abuelita?, la bruja replico no le estoy haciendo nada, su cabeza lleno de piojo le estoy peinando, al oír esto la niña cansada volvió a dormir profundamente y al despertar en la madrugada pregunto ¿abuelita dónde está mi hermanito? La ganchana respondió el temprano se fue a trabajar, tu eres ociosa vaya a traer agua, diciendo esto alcanzo una canasta y fue al manantial, donde la niña no pudo llevar ni una gota de agua ante la ganchana, abuelita no puedo traer, el agua se pasa, al escuchar esto la ganchana se puso furiosa y le dijo; yo voy a traer el agua, tu siéntate aquí, cuando hierve la olla no vas a destapar, saliendo con la canasta con dirección al manantial, mientras la niña, preocupada por su hermanito salió a divisar

por todas partes, no hallándolo con un presentimiento abrió la olla y para sorpresa de ella, su hermanito hervía, desesperada agarro una manta, saco el cuerpo de su hermanito se cargó e inicio su huida con rumbo desconocido, al regresar la ganchana no encontró a la niña, reviso presurosa la olla tampoco estaba el niño y dijo; ahora si niños les voy a encontrar, allí les voy a golpear hasta que mueran, diciendo esto tomo el cuchillo y salió en busca de los niños, mientras tanto la niña al huir vio a la señora huachua que lavaba a orillas de un riachuelo, cuando estuvo cerca con voz entrecortada y lleno de lágrimas le dijo; señora, señora ayúdame por favor, ayúdame una abuelita se lo quiere comer a mi hermanito, la señora huachua respondió, maldición a la bruja que cosa también le voy hacer, toma este espejo y este peine, les dijo; cuando este cerca la ganchana arroja el espejo se convertirá en una inmensa laguna, y el peine en una alta muralla sin fin, vaya por allá, en esa loma pedirás auxilio, encargo a la niña, mientras la ganchana se acercó presurosa a preguntarle, ¿no le abras visto a una niña? No he visto nada solo a ti bruja, diciendo esto la golpeo con su mazo en todas partes de su cuerpo pero escapo despavorida, mientras tanto la niña avanzo un trecho del inmenso campo, pero no tanto por lo que la bruja lo vio y apuro el paso para darle alcance, pero la niña ya no podía más de hambre y cansada; en ello escucho una voz, ahora si niños, a donde van, la niña incrédula de lo dicho por la señora huachua lanzo el espejo delante de la ganchana y el espejo para sorpresa de ella se convirtió en una inmensa laguna, mientras la ganchana rodeaba la laguna la niña avanzó hacia la cumbre y cuando sudorosa se encontraba a media falda otra vez ahora si te voy agarrar a palos hasta hacerte añicos, aquí nadie va venir, nadie va ver, al oír esto la niña presurosa arrojo el peine convirtiéndose en una alta e inmensa muralla, la ganchana dijo; maldición quien te dio estas trampas, como sea te voy agarrar, diciendo esto inicio a trepar la malla como pudo, en tanto la niña llego a la cima al no ver a nadie cayo llorosa y de rodillas pidió a Dios que se lo cogiera, Dios escucho su pedido y le envió una cadena de oro que bajo del cielo del cual se agarró firmemente y cuando estuvo a unos metros de alcanzar la ganchana la cadena se elevó, entonces igual la ganchana pidió a Dios que le envié otra cadena y bajo del cielo una soga del cual se agarró firmemente e inicio a subir de tras de los niños, diciéndole ahora si, donde sea te voy agarrar, donde sea, cuando decía esto ya cerca a las nubes, la ganchana escucho un sonido cuch, cuch, cuch, cuch; cuch, cuch, cuch, cuch por lo que dijo: ratón, ratón que estas comiendo, yo estoy yendo al cielo a hacer volver a esos niños y cuando

decía esto el ratón rompió la soga y la ganchana empieza a precipitarse a la tierra diciendo en las espinas no más pues, en las cenizas no más pues y su cuerpo cayo pesadamente a la tierra saltando su sangre por todo el mundo convirtiéndose en ortigas, mientras los niños desde esa fecha viven en el cielo y son representados por el lucero del anochecer y el lucero del amanecer. Autor. Lic. Hugo Z. ROJAS RIVERA