La Escuela Un Lugar Peligroso

La Escuela un lugar peligroso Gutiérrez, F. (s.f.).Pedagogía de la Comunicación, Editorial Costa Rica. Yo opino que la e

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La Escuela un lugar peligroso Gutiérrez, F. (s.f.).Pedagogía de la Comunicación, Editorial Costa Rica. Yo opino que la escuela también es lugar peligroso para los maestros y para la misma sociedad. Claro que esta afirmación no vale para todas las escuelas. Hay algunas que han empezado a transformarse; sin embargo "la mayoría de las escuelas siguen siendo lo que siempre han sido, un lugar peligroso para los niños o para cualquiera que quiera vivir en ellas, aprender en ellas". De ordinario los niños antes de entrar a la escuela son más hábiles, más curiosos, tienen menos miedo a lo que no saben, son mejores para encontrar soluciones, más confiados, tenaces e independientes de lo que jamás volverán a ser. Y en pago de estos desaprendizajes, ¿Qué es lo que ofrece la escuela? Los niños aprenden en la escuela a copiar, memorizar sin entender ni comprender, en ocasiones a engañar, estar ociosos, a aburrirse, a estudiar cuando les obligan. Y todo este aprendizaje se hace con base en competición. Nadie puede sobresalir en la escuela si no es a costa de los otros. La escuela es eminentemente competitiva. Tanto como la sociedad. El alumno que ya no puede competir aprende además a ser indiferente y hasta hostil. Para obtener estos objetivos la escuela exige de los alumnos sumisión, silencio y hasta inmovilidad. Obligamos al niño a guardar silencio y a quedarse quieto por horas. Si un enemigo del espacio estuviera planeando invadir la Tierra, y si su estrategia fuera preparar a la humanidad para su invasión, haciendo que los hijos de los hombres fueran lo más estúpido posible, no encontraría ninguna manera mejor de lograrlo que haciendo que durante varias horas al día estuvieran callados sin moverse. Los resultados están absolutamente garantizados." ¿Cómo dejaría de ser la escuela un lugar peligroso? “Desde el momento mismo que los docentes muriendo como maestros (sabelotodo) se pusieran en una actitud de aprendizaje. Y ¿qué es lo que podrían aprender los maestros de sus alumnos? Muchísimo. Los niños pueden enseñar a sus maestros muchas cosas. Pueden enseñar entre otras: originalidad, amplitud de criterio, claridad de visión, adaptabilidad, sensibilidad espontaneidad, entusiasmo, alegría, gracia, desinterés, etc. Los maestros aprenderían además paciencia, integridad, y desde luego aprenderían a aprender. Se está haciendo mucho y se tendrá que hacer más para que las escuelas y los docentes se conviertan en agentes educadores y culturales de verdad.” 1.- ¿Qué puedo hacer como docente para romper los paradigmas que han entorpecido, enraizado y estancado los procesos de calidad educativa?

2.- ¿Cuál es la importancia de la didáctica en la educación?

Sistematización del proceso educativo Consiste en ‘una reflexión (auto-) crítica sobre la experiencia’. A pesar de que esta reflexión puede no ser ‘sistemática’ y tampoco intencionada, la disposición a sacar las lecciones de nuestras experiencias cotidianas, incluso de las más triviales, constituye indudablemente el punto de partida de la sistematización. Así, una de las formas fundamentales del aprendizaje, el tanteo y error ‘consciente’, descansa fundamentalmente en una actitud sistematizadora: ir descartando progresivamente componentes que resultan infructuosos, mientras se van reteniendo y perfeccionando los que parecen llevar al resultado esperado. La actitud sistematizadora, esta disposición, o incluso, esta necesidad vital de identificar y consolidar los aprendizajes que nos deja la acumulación de saberes empíricos, constituye indudablemente un factor fundamental en la evolución cultural de toda sociedad. La importancia de la sistematización es que a partir de determinadas experiencias y/o prácticas se produzcan procesos de aprendizaje, se generen nuevos conocimientos, y también de esta manera se busca la participación activa de los actores de organizaciones sociales, instituciones educativas y otros, los cuales tengan relación con la práctica a ser sistematizada. Básicamente, la sistematización apunta a describir y a explicar qué sucedió durante una experiencia y por qué pasó lo que pasó. Los resultados de una experiencia son fundamentales, y describirlos es parte importante de toda sistematización, pero lo que más interesa en el proceso de sistematización es poder explicar por qué se obtuvieron esos resultados, y extraer lecciones que nos permitan mejorar nuestra práctica. Sin embargo, a pesar de la importancia de la sistematización, la práctica de la reflexión, sobre nuestras prácticas y experiencias, no es un hábito, no es algo frecuente y solamente después de fracasar valoramos la importancia de la reflexión. De ahí que en la Educación toma a la sistematización como un aspecto que tiene un rol protagónico ya sea en la sistematización de determinada práctica educativa, de la participación comunitaria en procesos formativos, porque el conocimiento colectivo que produce la sistematización de experiencias nos permite recoger las enseñanzas de las mismas, ese es el propósito fundamental de la sistematización. Por lo tanto, realizar la sistematización significa para la Educación Permanente no un fin en sí misma, sino un medio para construir nuevos conocimientos, mejorar la práctica y compartir de manera comunitaria estas experiencias para enriquecer nuestra propia práctica. Es necesario que esta sistematización sea de verdad y que valla dirigido a: • Compartir nuestros aprendizajes con otras experiencias similares. • Contribuir a la construcción teórica, partiendo de nuestra práctica. • Mejorar nuestra propia práctica. Es decir, el proceso de sistematización debe contribuir sustancialmente a la transformación de la realidad en que vivimos, lo que implica su carácter político ideológico y por ende, su vínculo con la esencia de la Educación Popular.

CUATRO PASOS PARA ELABORAR EL PLAN DE SISTEMATIZACIÓN 1. Definir los objetivos ¿Para qué queremos sistematizar? Este paso consiste en definir el objetivo de la sistematización, qué conocimientos se espera obtener, la utilidad que tendrá para la institución y los miembros de la comunidad educativa. Se pueden elaborar objetivos generales y específicos que responderán a las siguientes preguntas (Crespo, 2004):   

¿Qué beneficios se espera obtener de la sistematización? ¿Qué lecciones o conocimientos se espera alcanzar? ¿A quién o a quiénes beneficiará?

2. Identificar el objeto de la sistematización La experiencia que vamos a sistematizar: ¿Qué queremos sistematizar? Aquí, se trata de definir el objeto de la sistematización en relación a un espacio con tiempo y lugar específicos. Para seleccionar la experiencia es necesario tomar en consideración criterios como:   

Relevancia: ¿Es importante esta experiencia?, ¿para quién o quiénes?, ¿por qué? ¿Cuál es su riqueza? Pertinencia: ¿Ha sido útil? ¿Por qué queremos sistematizar esta experiencia y no otra? Validez: ¿Respondió a alguna necesidad o problema? ¿Se modificó nuestro quehacer docente? ¿Facilitó el aprendizaje?, ¿Cuál es la motivación del grupo de actores de la experiencia?

3. Identificar los ejes A continuación se detallan algunas recomendaciones para identificar la experiencia y definir los ejes de la sistematización Definida la experiencia a sistematizar, es importante establecer el hilo conductor que guíe el análisis de la experiencia. Este paso permitirá orientar la recopilación de la información y profundizar en el análisis. Este paso se conoce también como “definición del eje de sistematización”, es decir, los lentes con los que se mirará la experiencia. Toda experiencia puede ser sistematizada desde diferentes ángulos o ejes y tiene relación con los intereses, necesidades y objetivos. Este proceso supone abrir un abanico de posibilidades y perspectivas de lectura según permita la experiencia. Luego, se priorizan las opciones que conduzcan a definir ciertos ámbitos y dimensiones que, por consenso, interesa recuperar y socializar. (UNICEFPROANDES, 1977).

La definición del aspecto central facilita el proceso de sistematización para que los actores centren su atención en el campo escogido y no se pierdan en numerosos aspectos irrelevantes. En este paso, se procede a la formulación de preguntas como las siguientes (Crespo, 2004): • •

¿Qué dimensiones o aspectos de la experiencia queremos priorizar? ¿Cuáles serán las preguntas más importantes que quieren hacerse a la experiencia?

Si en el proceso de sistematización de la experiencia se descubre otro eje importante, será necesario realizar otro proceso independiente y determinar cuándo se hará y con qué actores. No es recomendable realizar la sistematización de una experiencia en torno a varios ejes, ya que esto puede llevar a confusiones y errores. A modo de ejemplo, se exponen los siguientes ejes: • • •

Aplicación de estrategias metodológicas para promover la comprensión lectora. Uso en el aula de nuevas tecnologías de información y comunicación para la enseñanza-aprendizaje de Ciencia y Ambiente. Utilización de medios educomunicacionales para el aprendizaje de matemática.

4. Definir la metodología: Aquí se responde a las preguntas: ¿Cómo se piensa sistematizar? y ¿qué metodología vamos a utilizar en la sistematización? Aquí se definen aspectos como: los momentos y plazos en los que se realizará la sistematización, qué recursos humanos, técnicos y económicos son necesarios, cuáles son los recursos con los que no se cuenta, a qué fuentes de información se debe acudir y de cuáles se dispone. La persona o el equipo de sistematización determinan la metodología que va a utilizar y los instrumentos que será necesario crear para recopilar y procesar la información.

REFERENCIA: Ministerio de Educación (2014). Unidad de Formación Nro. 8 “La Sistematización en los Procesos de la Educación Permanente”. Cuadernos de Formación Continua. Equipo PROFOCOM. La Paz, Bolivia.