La Destrucción de La Aturaleza

La presencia de cada planta y de cada animal es muy importante, ya que, es consecuencia de un conjunto de factores ambie

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La presencia de cada planta y de cada animal es muy importante, ya que, es consecuencia de un conjunto de factores ambientales y accidentes históricos. Es sorprendente como en la superficie del país caben casi todos los paisajes naturales del planeta, ya que se calcula que en México vegetan unas 35 000 especies de plantas vasculares, en tanto que naciones más extensas, como Estados Unidos solo 18 mil especies. Es por eso que debemos valorar la belleza que hay en nuestro país, cuidarla y sobre todo ayudar a las especies en peligro de extinción a que no se extingan, debido a que con la continua desaparición de especies, estamos afectando gravemente los ecosistemas. El fuego es un instrumento importante de la colonización y expansión del hombre sobre la Tierra, ya que es utilizado por los agricultores para limpiar hectáreas de bosques para despejarlas y realizar la agricultura sobre ellas. Por eso el fuego y la explosión legal y clandestina de recursos forestales son unas de las principales causas de la destrucción de la naturaleza en nuestro país. El ganado tiene un efecto directo sobre la capacidad de regeneración de los pastos de los cuales se alimentan, ya que compactan la tierra impidiendo que el agua se filtre y por lo tanto se empieza a erosionar el suelo. También cabe resaltar que las ovejas y las cabras son muy dañinas para la regeneración del bosque ya que arrancan todo material vegetal del suelo. La lluvia ácida que es también muy perjudicial para los terrenos con poco calcio sufren grandes daños, ya que consiste en la formación de óxidos anhidros de azufre y nitrógeno durante la combustión de petróleo y carbón y sus derivados, que en contacto con el agua se transforman en ácido, el cual por medio de la evaporación y la lluvia llega a afectar gravemente a los ecosistemas. El uso de fertilizantes en los campos de cultivo, que después son lavados por la lluvia y arrastrados hacia ríos y lagos, puede llegar a tener un efecto muy importante sobre la flora y la fauna acuática. El incremento de nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas, como fósforo y nitrógeno, ocasiona una proliferación de cianobacterias y otras algas, así como malezas acuáticas como el lirio acuático y la lentejilla de agua; además, la proliferación de algas ocasiona un incremento en la materia orgánica en suspensión, lo que a su vez provoca una proliferación de microorganismos y una reducción del oxígeno disponible. La proliferación del lirio y la lentejilla acuática ocasiona una reducción de la iluminación del agua que mata a la flora benéfica del fondo y al fitoplancton, así como otros cambios en la temperatura y oxigenación del agua. En este caso también se incrementan las pérdidas de agua por evapotranspiración del lirio (Penfound y Earle, 1948). En México, las especies de plantas y animales que se encuentran en peligro de desaparecer se hallan en esta situación por dos motivos principales: la sobreexplotación de los individuos de cada especie y la destrucción de su hábitat natural. La destrucción o reducción del hábitat natural es sin duda el principal factor que está poniendo en peligro la sobrevivencia de la mayoría de las especies, pues una vez destruido el medio ambiente al cual una especie

está adaptada, su posibilidad de recuperarse a través de la reproducción queda virtualmente eliminada. Por eso la preocupación por la conservación de la naturaleza es un fenómeno nuevo en la sociedad mexicana, que afortunadamente se extiende cada día a sectores más amplios de la población, ya que toda acción conservacionista que se haya tomado o que se tome en el futuro requerirá de la participación y colaboración de todos. De otra manera es difícil pensar que el deterioro de la naturaleza pueda terminar. Algunas de las acciones conservacionistas son: 1) creación de áreas protegidas; 2) explotación conservacionista de los recursos naturales; 3) bancos de germoplasma; 4) emisión de leyes y reglamentos para proteger la naturaleza, y 5) acciones educativas que formen una nueva mentalidad con respecto a nuestra relación con la naturaleza. Hemos presenciado un importante cambio de actitud con respecto a la naturaleza en una parte de la población de México. En el pasado era común la tendencia a eliminar a todo ser vivo extraño que se atravesara en el camino de los niños, incluso con la aprobación de sus propios padres. "Mata a ese bicho" era una expresión cotidiana en muchos hogares. Ahora mucha gente muestra un respeto mucho mayor a los seres vivos y lo transmite a sus hijos. No cabe duda que esto es consecuencia de toda la enseñanza de la ecología, no sólo la que se realiza en la escuela, sino también de la información que accidental o conscientemente se cuela en otros medios de difusión de información como la radio, la televisión, el cine, y los diarios. Aún resta mucho por hacer, sobre todo en el campo. Muchos campesinos son conscientes de la importancia de la conservación de la naturaleza y tienen una gran riqueza de conocimientos sobre ella; sin embargo, su situación económica los presiona a actuar en contra del ambiente. La mejor forma de solucionar el problema de las plagas es mediante el restablecimiento del equilibrio perdido, de manera que las especies que se transforman en plaga tengan enemigos naturales que controlen su número. Para esto se requiere conocer más profundamente la biología de las especies y la estructura de las comunidades afectadas. La solución al problema de la destrucción de la naturaleza depende de que la convirtamos en causa común que se refleje en nuestras acciones. Es necesario ejercer presión, a nivel social y político, para que se combatan los causas del deterioro y se castigue a los culpables de violar las leyes al respecto y transmitir a las nuevas generaciones una forma nueva de ver y apreciar el mundo vivo que nos rodea. Bibliografía Carlos Vázquez Yanez y Alma Orozco Segovia (1996). La destrucción de la naturaleza (5ta edición). Fondo de cultura económica.