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• Flor Gh

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LA CRISIS DEL ORDEN COLONIAL: durante el siglo XVIII los reyes españoles de la dinastía de los Borbones impulsaron un conjunto de reformas que buscaban mejorar el control, la administración y la defensa de sus colonias americanas. Otro de los objetivos era aumentar la recaudación de impuestos, afectada por el contrabando. Estas reformas incluyeron la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776. Estas reformas generaron tensiones entre criollos y peninsulares que se intensificaron cuando los franceses invadieron España y tomaron prisionero al rey Fernando VII. El vacío de poder generado por esta crisis monárquica fue aprovechado por las elites de América Latina para crear juntas de gobierno locales. La negativa de la mayoría de los peninsulares a acatar las nuevas autoridades derivó en las guerras de independencia, que finalizaron en 1824. La mayoría de las colonias españolas se habían emancipado. REFORMAS BORBONICAS: Felipe V y sus sucesores llevaron adelante una serie de reformas administrativas, políticas y económicas, que para América significaron la implantación de un nuevo modelo de gobierno y de explotación colonial. -

REFORMAS ADMINISTRATIVAS: con el objetivo de controlar de manera más eficiente sus dominios americanos y de reforzar su defensa, implementaron una reestructuración de las unidades administrativas coloniales (virreinatos). El más afectado fue el del Perú, que se redujo, ya que de su territorio se desprendieron el Virreinato de Nueva Granada, el Virreinato del Río de la Plata, la Capitanía General de Chile y la Capitanía General de Venezuela. Para mejorar la administración, el control y el sistema defensivo de los territorios situados al sur del Perú e incrementar la recaudación de impuestos, la corona española creo el Virreinato del Río de la Plata y fijó su capital en Buenos Aires. La defensa del territorio representaba un verdadero problema, ya que los portugueses establecidos en Perú, buscaban expandirse y pretendían dominar la Banda Oriental (actual Uruguay).

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REFORMAS ECONÓMICAS: para reformar el sistema mercantil se promulgó el Reglamento de libre comercio. Esta disposición legal no eliminó la prohibición para las colonias americanas de comerciar libremente con otras potencias europeas. Flexibilizo el comercio entre España y sus colonias, suprimiendo el monopolio que tenían los puertos de Sevilla y Cádiz, habilitando 24 puertos en América. Esto por un lado perjudicó a los comerciantes de Lima y México, que perdieron influencia y poder. Beneficio a los puertos que, como Buenos Aires, habían sido marginales antes de las reformas y los habitantes del Río de la Plata ya no debían esperar meses para recibir mercaderías desde Lima. Sus precios bajaron, se redujo el precio del flete y se evitó la participación de intermediarios y la rotura y deterioro de los productos a causa del largo viajes por tierra. Por otro lado se incluyeron en el territorio del Virreinato del Río de la Plata las minas de plata de Potosí, con los impuestos que se cobraban a la actividad minera, los virreyes obtenían el dinero que necesitaban para solventar los gastos administrativos del virreinato.

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REFORMAS COMERCIALES: a partir de la apertura del puerto de Buenos Aires al comercio legal por el Atlántico, comenzaron a circular por el Río de la Plata grandes cantidades de mercaderías. Esto fue muy conveniente ya que la aduana cobraba tasas de exportación e importación a cada producto que entraba o salía del puerto.

INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS: Los colonos norteamericanos se reunieron en el Primer Congreso Continental que exigió al rey derogar las medidas tomadas contra las colonias (impuestos sobre ciertos productos) y el establecimiento para ellos de los derechos propios de los británicos. El Rey Jorge III rechazo las demandas y consideró a los habitantes de las colonias en estado de rebeldía. Los norteamericanos convocaron un Segundo Congreso Continental, el cual nombro a George Washington comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas y en 1776 aprobó la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América, la cual no fue aceptada por el gobierno británico, que no estaba dispuesto a perder sus colonias. Comenzó una guerra, que en 1777, Francia y España intervinieron a favor de los norteamericanos, con el fin de debilitar a Gran Bretaña. Francia privó a Gran Bretaña del dominio del mar. Los británicos firmaron la Paz de Versalles, donde se reconoció la independencia de los Estados Unidos de América. LA REVOLUCION INDUSTRIAL: tuvo lugar gracias a la invención de máquinas movidas por la fuerza del vapor. Esta máquina se la podía acoplar a máquinas para coser, hilar o tejer, para que funcionaran en forma continua. De esta manera, permitieron fabricar en serie gran cantidad de productos, a costos más bajos que los elaborados manualmente. Los propietarios de las máquinas recibían el nombre de burgueses e instalaban las maquinas en grandes galpones, llamados fábricas. Para operarlas contrataban a trabajadores que recibían un salario. Muchos de los asalariados eran trabajadores que habían abandonado las áreas rurales, después del cercado de las tierras comunitarias, al no poder cultivar esas tierras les ni hacer pastar ahí a su ganado. Desprovistas de su medio de vida, migraron hacia las ciudades en busca de empleo en las fabricas. Las primeras fabricas eran lugares oscuros y mal ventilados, en las que los hombres, mujeres y niños manejaban las máquinas durante largas jornadas de trabajo (entre 14 y 16 horas diarias). Contrataban especialmente a mujeres y niños porque sus manos pequeñas se adaptaban mejor a las máquinas, prestaban menor resistencia a la disciplina y les pagaban menos que a los hombres. Los obreros no disfrutaban de ningún beneficio social ni retribución, excepto el salario. Para mejorar sus condiciones de trabajo, los obreros se agruparon en sindicatos, organizaciones que frecuentemente recurría a las protestas y a las huelgas como forma de hacerse oír y obtener respuestas a lo que pedían. Todas estas transformaciones dieron origen al capitalismo industrial, un sistema económico en el que los medios de producción (el dinero, las máquinas y las fábricas) son propiedad de empresarios pertenecientes a la burguesía. Estos empresarios contrataban a obreros para que fabriquen bienes a cambio del pago de un salario, con el que los trabajadores compran a su vez lo que necesitan para vivir. REVOLUCION FRANCESA: Francia tuvo una revolución de carácter político. La mayor parte de la población francesa estaba compuesta por el tercer Estado (comerciantes, jornaleros, campesinos y artesanos). Ellos mediante el pago de impuestos, mantenían a los sectores privilegiados de la sociedad: el rey, su familia, los nobles y los miembros del clero. En 1788 el rey Luis XVI aumentó los impuestos para poder pagar las deudas de Estado, entre ellas solventar los gastos de la guerra de independencia de Estados Unidos. Al año siguiente una mala cosecha del trigo derivó en el aumento desmedido del precio del pan. El pueblo de Paría,

harto de las penurias económicas, los altos impuestos y la insensibilidad de la monarquía, en 1789 tomó la Bastilla, fortaleza que se utilizaba como prisión real y en la que había armas y municiones. Así estalló la Revolución Francesa. Los miembros del tercer Estado, dirigidos por la burguesía y reunidos en la Asamblea Nacional, aprobaron la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Esta declaración eliminó los títulos de nobleza y proclamó la libertad, la igualdad ante la ley y la fraternidad entre todos los hombres. En 1791 los revolucionarios franceses sancionaron una constitución que establecía una monarquía parlamentaria, basada en la división de poderes.