La Construccion de Un Imperio

Tras años de oscuridad Italia devolvió la luz al mundo. Emergió de la nube devastadora de la peste negra y aportó la inn

Views 44 Downloads 0 File size 310KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Tras años de oscuridad Italia devolvió la luz al mundo. Emergió de la nube devastadora de la peste negra y aportó la innovación, el espectáculo y la glorificación del hombre. Fue una explosión de nuevas ideas de algunas de las mentes más brillantes de la historia. Filippo Brunelleschi era puro ingenio. Creo algunas de las obras arquitectónicas, artísticas y maravillas de la ingeniería que el mundo ha visto jamás. La ingeniería del renacimiento recupera conocimientos ancestrales, ningún periodo de la civilización occidental nos ha dejado tantas genialidades como este. Sin embargo alcanzar este nivel de genialidad fue todo un reto, los constructores tuvieron que batallar con epidemias, el dogma de la iglesia, e incluso los unos con los otros. La península italiana se convirtió en el reñidero, el centro de la batalla. Fue la era de los arquitectos, una era que nos demostró que nada era imposible.

LA CONSTRUCCION DE UN IMPERIO LA ERA DE LOS ARQUITECTOS. En el 476 DC cae el imperio romano, y con él termina su época de dominación, los emperadores que gobernaron y formaron la región desaparecen, Europa está dividida. Durante siglos Europa será gobernada por una saga de reyes alemanes que bautizaron sus dominios con el nombre de “El sagrado imperio romano”. Sin embargo en el siglo 12, comienzan a formarse una seria de repúblicas italianas, juntas lucharan por recuperar la pasada gloria romana, revitalizaran Europa, y dibujaran los planos del mundo occidental moderno.

“Hola, soy Peter Wellen, en el 2001 vine aquí a estudiar un master historia del arte del renacimiento italiano en la universidad de Siracusa en Florencia. El renacimiento italiano es tan abrumador como bello, es la época más impactante del ultimo milenio, Fue la era de los inventos, la época de Da Vinci, Copérnico y Gutenberg, pero también fue la era del culto a la personalidad, una época en que ese artesano desconocido se convertirá en artista, la época en que ese constructor sin nombre será el arquitecto.” Italia empieza a renacer en los siglos XII y XIII, empiezan a recuperar la estabilidad, sobre todo gracias al imperio romano y al sistema que conocemos como feudalismo, la ciudad recupera su importancia. En estas ciudades modernas nace una nueva clase de líder. Los gobernantes de las ciudades estado italianas son los mercaderes, no pertenecen a la aristocracia tradicional, no son nobles, lo que da lugar a la vibrante vida urbana del siglo XIII. Familias como los Medici pasaron de dirigir bancos y negocios a gobernar ciudades. La riqueza dio paso al poder y el poder les dio la posibilidad de comprar arte y arquitectura. Las pequeñas ciudades empezaron a construir a gran escala, siempre pendientes de superar al vecino y mantener la independencia. La base del renacimiento es la ciudad, todo lo que pasa en el renacimiento, desde el arte, la arquitectura, la ingeniería, literatura, todo sucede en el marco de la ciudad. Siena es una ciudad ambiciosa en busca de poder en esta nueva era, una república prospera situada en una importante ruta de comercio entre Francia y Roma. “Vengo aquí a la Piazza del Campo una vez al año para ver la arenga medieval a caballo llamada “EL PALIO”. Los caballos dan tres vueltas alrededor de la plaza, son 90 segundos de velocidad y violencia a caballo, los caballos pasan por delante de esta maravillosa fuerte del siglo XV, llamada FONTE GIA, obra de Giocoppo de la Carcha, actualmente cuando abrimos el grifo damos por sentado que va a salir agua, pero los habitantes de Siena necesitaban esta fuente porque su gran momento de prosperidad atrajo a más gente, y como ya hemos visto en Persia, Cartago, Roma, Los Mayas las clave era el agua”

Sin embargo abastecer de agua esta gran ciudad resulto ser un gran reto, Siena no tiene un rio cerca, así que debían buscar el agua en otra parte, pensaron que podrían hallar agua construyendo túneles subterráneos, cavaron una red de túneles subterráneos llamados BOTINOS. Los trabajadores localizaron los pequeños manantiales y las aguas subterráneas que rodaron Siena. Poco a poco el agua se filtraba por el terreno, llegaba a los túneles y de ahí a los depósitos. Sin embargo excavar los Bottinis no fue tarea fácil. Los trabajadores utilizaron palas, picos y cinceles, para eliminar los depósitos cálcicos de los túneles oscuros y polvorientos que apenas tenían varios metros de altura. “Un botioi como este puede tener varios kms de longitud, y los ingenieros debían encontrar la manera de orientarse, de vez en cuando cavaban un agujero hacia la superficie, estos agujeros se llamaban Okis (ojos) y servían a los ingenieros para saber dónde estaban. Si se desviaban podían corregir la trayectoria del botino.” El agua recorría los túneles abovedados hasta la parte de la ciudad donde se necesitaba. Cruzando las calles abarrotadas de la ciudad hasta la fuente de Siena, como la Fonte Gia. Estos canales debían tener una pequeña inclinación, imperceptible al ajo, de menos de 1º, porque si no el agua podía desbordar el sistema. Para evitar que sucediera esto los ingenieros recurrieron a un objeto llamado ArquiPendulo, que no es más que un péndulo, un palo con una cuerda y un peso, o una piedra, que independientemente de la inclinación, siempre marca la vertical en relación a la horizontal. De esta forma, el agua fluía tranquila y constantemente, hasta la Finte Gia de Siena, En el año 1345 más de 16 Km de túneles recorrían las calles de Siena, una ciudad cuyo crecimiento y prosperidad parecían imparables. “Más agua, trajo a más gente ala magnifica ciudad, y al venir más gente se necesitaba más terreno, en poco tiempo Siena controlaba la mayor parte del sur de la Toscana. La prosperidad y la invasión por así decirlo de alguna manera, se convertirá en una carga para uno de sus vecinos” Florencia y Siena eran las dos repúblicas dominantes en la Toscana. Eran rivales a todos niveles, económico, político, artístico. En el siglo XV la ciudad estado de Siena, era claramente superior a Florencia en todas estas categorías. Las tensiones de las dos repúblicas estallaron en la batalla de Montaperti en 1260. Siena lucha contra Florencia y dicho claramente, Siena les da una paliza, Florencia se va a casa humillada y vencida, pero estaba claro que la cosa no iba a quedar así. La ingeniería que hizo de Siena lo que era, no logro paliar una de las mayores catástrofes del mundo. En 1347 llego la peste negra y según el eminente escritor humanista Giovanni Bocaccio, testigo presencial de la plaga, la enfermedad era tan fulminante que podías comer con tus amigos y cenar con tus ancestros en el cielo. Se estima que siena perdió el 60% de su población en cuestión de meses. Una cosa esta clara, tras la peste negra Siena no volvería a ser lo que fue ni a jugar un papel decisivo en la formación de la Italia moderna. La peste marco el fin del papel de Siena en la escena internacional, por otra parte marco el principio del ascenso de Florencia. La ciudad de Siena estaba destrozada, lo que dejo el camino libre para que su archirrival Florencia, ocupase su puesto y se las ingeniera para su espectacular ascenso que culminaría con uno de los monumentos más fantásticos de la era moderna, una estructura que nadie pensaba que se podía construir.

En los siglos XIII y XIV las ciudades se convirtieron en los centros de poder de Italia. Pero el de Florencia es un caso aparte. La elite dispone de poder y dinero, el hombre y su potencial ilimitado se convierten en el centro de todo, es una idea revolucionaria llamada HUMANISMO. El humanismo no es más que la vuelta al mundo antiguo, en Italia lo único que había que hacer era girar la vista hacia las ruinas para entender la importancia del pasado. Lo tenían todo allí. Si lograban imitar sus construcciones, si conseguían develar sus principios y aplicarlos a sus edificios estaba claro que lograrían construir algo sorprendente. Sin embargo la peste negra volvió a Europa en 1347, Florencia no fue inmune. La enfermedad se llevó a la mitad de la población de la ciudad, la región tardaría más de medio siglo en recuperarse, pero protagonizaría un ascenso espectacular, se llamó el Renacimiento. En la toscana un grupo de familias adineradas dedico su fortuna a la financiación de proyectos artísticos humanistas. Los supervivientes querían disfrutar de la vida, hacer más cosas, sentir que la vida estaba para vivirla y disfrutarla. Los Medici de Florencia, una de las familias más ricas de Italia, jugaron un papel muy importante a la hora de recuperar la gloria que había disfrutado Roma y transformar la ciudad en una nueva Atenas. La estructura de poder estaba cambiando, los mecenas no recurrían a los artistas y a los arquitectos para homenajearse. Un claro ejemplo de esta tendencia será la catedral del corazón de Florencia, jamás habían visto una estructura que se pareciera la que querían construir, era cuestión de ambición, de ideas. “ven la gran iglesia que tengo a mis espaldas rodeada de andamios, se llama Santa María de la Flores, también conocida como el duomo o la catedral de Florencia. Fue construida por Arnolfo Di Cambio alrededor del año 1200, pero saben una cosa, murió antes de verla terminada. Arnolfo quería que la catedral tuviera una cúpula, pero se murió antes de construirla. Durante varias décadas la iglesia careció de cúpula, por fin en el año 1400 llegó un muchacho con un ingenio envidiable llamado Filippo Brunelleschi, que además de cambiar por completo la idea de la construcción revoluciono el campo del diseño y la arquitectura. Brunelleschi se crio en una familia de clase media y estaba destinado a ser burócrata del gobierno como su padre, sin embargo a Brunelleschi le interesaba el arte del diseño y se convirtió en orfebre. A los 30 años empezó a estudiar lo que hoy conocemos como arquitecto. Brunelleschi era todo un inconformista y tenía mucho desparpajo, su padre era notario y él quería estudiar escultura, se pueden imaginar la gracias que le hizo a su padre verdad? Probablemente su padre reacción como mi padre cuando le dije que quería ir a Nueva York a ser actor. En cualquier caso a los 20 años Brunelleschi era un gran orfebre, en 1401 el Bautisterio de Florencia decide que quieren cambiar las puertas y convocan a un concurso al final solo quedan dos muchachos, Brunelleschi y el artista gótico internacional del momento Lorenzo Giberti. Giberti gana y Brunelleschi se va con el rabo entre las piernas, humillado por la derrota.” Giberti ganó el concurso en 1401, Brunelleschi vio la oportunidad perfecta para dejar Florencia, ir a Roma y estudiar los secretos de los antiguos. Brunelleschi pasó casi dos décadas estudiando en Roma, examinando las estructuras más importantes de la ingeniería romana. Los italianos del renacimientos estaban fascinados por la forma en que se hacían las cosas en la antigua Roma, incluida la construcción. Gran parte del motor de la ingeniería del renacimiento, consistía en recuperar su sabiduría ancestral. Hubo una estructura en particular que impresionó al joven Brunelleschi, el Panteon, pueden que los romanos encontrasen la forma de construirlo sin un andamio de madera? A lo largo de dos décadas

debió examinar cada centímetro de la construcción de más de 43 mts para lograr descifrar los secretos de su construcción. Cuando Brtunelescci regreso a Florencia se trajo con él los secretos de la construcción romana, parece que Brunelleschi reapareció en Florencia al mismo tiempo que el clero estaba planteándose sacar a concurso el diseño de la construcción de la cúpula. Una vez completa la catedral seria la iglesia más grande de la cristiandad. Sería el reto de construcción más importante al que se enfrentaría Italia. La querían hacer más grande para mostrar al mundo la importancia de la ciudad a todos los niveles, el problema es que si no lo hacían bien, la caída sería aún más grande. Al contrario que los demás arquitectos, Brunelleschi propuso un método que lo convertiría en objeto de burlas, diseño una cúpula sin los tradicionales muros de carga, soportes de madera, ni andamios interiores. La opinión general era que Brunelleschi se había vuelto loco, pero también vieron que nadie tenía ni idea de cómo hacerlo, por lo que poco a poco comenzaron a prestarle atención. Brunelleschi consiguió el favor de los jueces con su diseño único, pero para su disgusto el encargo vendría con una condición muy clara: parecía que el destino se burlaba de él, ya que debía de trabajar con su némesis Lorenzo Giberti. Con el convencimiento de muchos de que el diseño jamás saldría adelante, Brunelleschi tuvo que organizarse para diseñar su gran cúpula y orquestar la derrota de su enemigo. El 7 de agosto de 1420 empezó la construcción de la cúpula, bajo la atenta supervisión de Brunelleschi. Lo que hizo Brunelleschi fue construir dos cúpulas, una dentro de la otra. Desde dentro de la catedral la gente vería la hermosa cúpula decorada, pero desde fuera la cúpula exterior serviría a un propósito más funcional, utilizo una segunda capa para proteger la cúpula interior de la lluvia, pero al mismo tiempo le dio un aspecto más “Confio Magnífico”, majestuoso y regio a la catedral. Para fundamentar la cúpula se colocaron piezas de mármol en todos los ángulos de la estructura octogonal, después se rellenaron con una construcción de ladrillos de 90º de inclinación, sin embargo Brunelleschi se enfrentaba a un gran problema logístico, la forma de elevar toneladas de material a alturas de más de 60 mts. Brunelleschi diseño un montacargas con poleas, el montacargas era un mecanismo de ruedas dentadas que se utilizaba para bajar y subir la carga, la pieza clave era una polea que cambiaba automáticamente el sentido de la marcha de adelante a atrás, y de arriba abajo, lo que quería decir que no había que sacar a los bueyes del arnés y girarlos, podían seguir caminando en la misma dirección para subir y bajar la carga, lo que suponía un gran ahorro de horas a lo largo del día. Al final del proyecto se elevaron aproximadamente 30 millones de kilos, sin embargo el material que habían levantado con tanto cuidado tenía que ser desplazado lateralmente y colocado perfectamente a cientos de metros en el aire. Para completar esta tarea imposible, Brunelleschi diseño un segundo mecanismo llamado Castello. El Castello era una especie de grúa que utilizaban para desplazar el peso horizontalmente. Colocado sobre la cúpula y similar a una horca, utilizaba una viga transversal y un sistema de contrapesos, gracias al cual los albañiles podían colocar el material con precisión milimétrica. Estas son las maquinas que invento y gracias a las cuales se pudo construir la cúpula. No obstante todo este pensamiento creativo no logro solucionar el reto fundamental de construir una cúpula sin soporte internos, Brunelleschi debía averiguar cómo evitar que se cayera, tuvo que exprimir su ingenio al máximo, combinado con muchos cálculos para evitar que su proyecto se convirtiera en un desastre. La solución, una técnica muy ingeniosa de disposición de ladrillos basada en ángulos, colocación y fricción. Brunelleschi decidió utilizar esta invención romana, que utilizaban para decorar, se llama Disposición en Forma de Espina de Pez, se

colocan los ladrillos en diagonal, un ladrillo corto entre dos más largos, y lo que hace es repartir el peso horizontalmente para evitar que la cúpula se derrumbe. Para solucinar el problema contrario, es decir que los ladrillos salieran hacia afuera, Brunelleschi organizo una serie de refuerzos horizontales que rodeaban la circunferencia de la cúpula. Iban a construir una CATANE, o sistema de refuerzos horizontales que mantendrían el empuje lateral de la cúpula. Se intercalaron 5 refuerzos en especio regulares para aguantar la cúpula que funcionaban como contrafuertes invisibles. Dada la complejidad de la colocación de los contrafuertes, Brunelleschi vio la oportunidad de deshacerse de Giberti. “En agosto de 1423 Brunelleschi dijo que podía ir a trabajar porque estaba enfermo, de mala gana, Giberti comienza a dirigir el proceso de colocación de los refuerzos de madera. En cuanto Brunelleschi se enteró de que había comenzado el proyecto se recuperó milagrosamente, inspecciono la calidad del trabajo de Giberti y lo critico públicamente diciendo que debía deshacer todo lo que había hecho” Con la humillación pública de Giberti, Brunelleschi fue declarado jefe del proyecto de por vida. El 30 de agosto de 1436, tras 16 años, se completó la construcción de la cúpula más grande del mundo. Sin embargo la carrera de Brunelleschi estaba muy lejos de terminar, incluso antes de completar el duomo, comenzó a experimentar con las perspectivas y las proporciones matemáticas, aunque sus estructuras pueden parecer simples y de diseño limpio sus construcciones jugaban con el espacio, una de las grandes innovaciones de Brunelleschi, fue un concepto que aún hoy sigue siendo una de las piezas claves de la ingeniería actual: la perspectiva lineal. Observando el baptisterio coronado por la cúpula octogonal y los edificios que la rodean, Brunelleschi concluyo que si colocaba edificios tridimensionales en un plano bidimensional desaparecerían en un punto infinito llamado el Punto de Fuga. La idea de que el tamaño aparente de un objeto disminuye cuando aumenta la distancia del ojo, revolucionaria el paisaje de artistas y arquitecto de todo el mundo y marcaría el nacimiento del plano. “lo que hacen en arquitectura es cambiar la historia, como lo hicieran Frank Lloid Raid o Frank Gerid, la arquitectura no consiste solo en construir, no es solo coger barro y decir si esta pared mide tanto.. el chapitel tiene que medir esto otro… Ahora pueden deducirlo y ponerlo por escrito, ya no son los obreros los que tienen el control, el arquitecto lo controla todo” Antes de Brunelleschi los proyectos se basaban en maquetas aproximadas, esta tendencia termino cuando Brunelleschi comenzó a practicar lo que podríamos llamar ARQUITECTURA SOBRE EL PAPEL, donde indicaba claramente cuáles eran sus intenciones, así empezó la tradición de la arquitectura moderna. Los nuevos diseños de Brunelleschi, se sometieron a la prueba de fuego en 1442, en la construcción de la capilla de los Patsi. “El edificio que se encuentra a mis espaldas es la sala capitular de Santa Croché, una iglesia franciscana, se llama la capilla de los Patsi. Esta capilla difiere de las obras de Brunelleschi ya que se basa sobre todo en las relaciones, intento averiguar cómo organizar todas las piezas para que encajaren a la perfección igual que todos los huesos encajan en nuestro cuerpo. El arquitecto del renacimiento gracias a la perspectiva, puede representar el espacio, esta fue la gran aportación de Brunelleschi, aprender a ver las cosas en 3 dimensiones, a imaginar en 3 dimensiones” Las innovaciones de Brunelleschi en diseño y técnicas de construcción han sido emuladas por los arquitectos de todo el mundo durante siglos. Sin embargo amanecía una nueva era para la arquitectura, las ciudades rivales avivaron la viejas

rencillas, los artistas que se habían convertido en arquitectos e ingenieros debían prestar un nuevo servicio público. Debían orientar sus mentes creativas al arte de la guerra. 1459 Filippo Brunelleschi se convierte en el padre de la arquitectura del renacimiento y hace de Florencia la meca del diseño renovador y de la construcción. Su éxito es tal que sus métodos e ideas van más allá de su republica ya que los arquitectos de toda la región planean la construcción de ambiciosos proyectos. Filippo Brunelleschi transformo los diseños arquitectónicos utilizando diseños romanos (columnas, pilares y proporciones numéricas) que integró en un todo elegante y maravilloso, que no se centra en una de la partes, pero jamás los escribe. Será un muchacho llamado León Baptista Alberti el que lo haga una generación más tarde, el chico escribió sobre todo, arquitectura, arqueología, ciencias políticas, religión, incluso escribió sobre montar a caballo, era una arquitecto bastante bueno, la fama de Alberti se va extendiendo y llega hasta uno de los hombres más poderosos del momento: Eneas Silvius Picolimini, quien se convirtió en el papa Pio II en el año 1458. En 1459 se concentró en convertir su ciudad natal Corsignano en la ciudad ideal. “Estoy en la ciudad Toscana de Piensa, donde se organizó la construcción de los edificios en torno a la edificación de la catedral, las calles intrincadas realizadas de esa manera a fin de que la gente no pensara que era muy pequeña la ciudad, por lo que siempre hay alguna esquina que obstaculiza la vista para dar la sensación de que es más grande de lo que en realidad es. La transformación se completó en 1464, para entonces se habían construido o reformado más de 40 edificios, cada uno era una expresión importante de los ideales revolucionarios, sin embargo era la ciudad como un todo lo que representaba todos los principios dela época, aun así la armonía de Piensa no duraría mucho, los nuevos ideales radicales que glorificaban al hombre y el potencial humano, estaban a punto de ser desafiados. 1492, además de ser el año en el que Colon descubrió América, es el año de la muerte de Lorenzo De Medici, el gran mecenas del arte en Florencia, sin embargo la ciudad está hasta de los Medici y de sus amigos y quieren deshacerse de toda la familia. Además han escuchado los sermones de un pequeño fraile dominicano llamado Girlamo Sabonarola que predica desde el pulpito del duomo contra la corrupción en la iglesia y el estado. Aboga por la reinstauración de la republica Florentina, el orgullo cívico y valores piadosos. Sabonarola advierte que si Florencia, sigue así los vientos de la venganza de Dios recorrerán la ciudad, de hecho un viento maligno está a punto de recorrer Italia en forma de Carlos VIII de Francia que reclama Nápoles en nombre de su país, y amenaza con saquear cualquier ciudad italiana que se le ponga por delante.” Sabonarola predice una invasión, que por fin llega por lo que puede decir: “lo veis, lo predije”, se convierte en una especia de profeta, al más puro estilo del antiguo testamento. La visión del fraile de una invasión se hizo realidad, 1494 Carlos VIII, rey de Francia, estaba listo para entrar por la frontera Toscana, y marchar por Italia con su ejército, compuesta por pequeñas republicas enemistadas las unas con las otras, Italia era un caramelito. Los mismos artistas que habían erigido monumentos que exaltaban la humanidad, en esta nueva era dedicaban sus mentes privilegiadas a la guerra. “No existía la figura de los ingenieros militares, así que los grandes arquitectos del renacimiento, aunque no supieran nada del tema, fueron llamados a diseñar las fortificaciones de las grandes ciudades italianas” Las innovaciones y las nuevas tecnologías estaban ahora al servicio del ejército, el arma que eligió Carlo VIII fue un nuevo cañón, las murallas medievales se derrumbaban ante su fuerza imponente. El cañón era un arma efectiva, además podía lanzar proyectiles más grandes, más pesados y a mayor distancia. Carlos VIII se llevó los cañones a los

Alpes, donde comprobó que podía destruir todas las fortificaciones que se le pusieran por delante. Era una gran crisis, porque no podían hacer nada para contenerlos. La fuerza de los nuevos cañones destruía las murallas delgadas y finas, con lo que las ciudades italianas quedaban desprotegidas, las antiguas murallas ni siquiera podía soportar el peso del armamento utilizado contra los invasores. El nuevo cañón tenía mucha potencia, no se podía colocar uno de estos cañones sobre las murallas y dispararlo porque derrumbaría la muralla. Los ingenieros italianos decidieron construir una muralla más baja y más robusta, capaz de soportar el peso del armamento y resistir el ataque de las balas de cañón. Esta nueva muralla resistió el, ataque de los cañones, porque era capaz de absorber el impacto de los proyectiles, los ingenieros también rediseñaron la disposición de las nuevas murallas que rodeaban la ciudad, en lugar de la muralla medieval recta y vertical, los ingenieros optaron por una muralla angulosa, los bastiones angulosos o fuertes en forma de estrella mantenían a los atacantes a distancia, ya que los ángulos dispersaban la artillería. Todas las ciudades tenían forma de estrella, con bastiones en ángulos para proteger las murallas de la ciudad, los ángulos creaban una serie de caras, las caras son importantes, porque las diferentes esquinas de la ciudad pueden protegerse unas a otras. El bastión se convirtió en el nuevo modelo de las fortificaciones defensivas, y puso a prueba la imaginación de los comandantes militares de toda Europa. Sin embargo, Florencia no tardaría en dejar de ser el centro de atención, en pro de una vieja potencia que de redimiría a través de verdaderos monumentos de gloria y maravillas de la arquitectura y la ingeniería. Siglo XV, Italia, Florencia se había convertido en la cuna del renacimiento tras su aportación de nuevas ideas sobre arquitectura, arte e ingeniería,. Sin embargo no tardo en cederle el puesto a una antigua potencia que volvía a florecer, el poder y la gloria volvían a la ciudad que conquisto el mundo: ROMA. A principios del año 1300 hubo un gran conflicto en Roma por saber quién era exactamente el papa. El papa viajo a Francia y por varias décadas, el papado estuvo allí, en 1370 cuando el papa regreso a Roma, se encontró con que era una ciudad fantasma, durante los siguientes 100 años y el renacimiento cada papa intenta reconstruir Roma, en 1490 cuando los Medici son expulsados de Florencia, la ciudad se convierte en una república, pero están arruinados, todos los famosos Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael abandonan la ciudad porque ya no tiene interés. Si quería ser alguien había que ir a Roma. Roma no fue nada en el siglo XIV, porque los papas se habían mudado, cuando regresaron en el siglo XV, empezaron la tarea de reorganización del estado papal. Un papa en particular se embarcó en una ola de reformas y construcciones sin precedentes, se llamaba Sixto V. Sixto y los papas venideros sintieron la necesidad de convertir Roma en la capital de la cristiandad, Sixto V se dedicó a la tarea de re urbanizar la ciudad. Si roma iba a ser de nuevo el hogar de la iglesia católica, la ciudad necesitaba una reforma extensiva, sin embargo la reconstrucción de Roma sería una tarea de dimensiones épicas, primero Sixto quería limpiar sus calles de maleantes, la ciudad estaba llena de criminales, Sixto ordeno localizarlos y eliminarlos a todos, el siguiente paso era reconstruir los acueductos, uno de los grandes símbolos de la ingeniería romana, el regreso del agua vino acompañado de un aumento de población, la ciudad comenzaba a prosperar.

Pavimento los caminos, las calles se ensancharon y la ciudad exploto con nuevas construcciones. No obstante Sixto no había terminado, tenía un plan perfecto para la ciudad, un marco para organizar el futuro desarrollo a través de la colocación de gloriosos monumentos. Una de estas prácticas habituales era utilizar los obeliscos egipcios, que los romanos trajeron a la ciudad, eran trofeos militares que colocaron por toda la urbe, hoy sabemos que hay más obeliscos en Roma que en Egipto, y como Sixto los uso como signo de admiración urbanos. Sixto quería trasladar uno de estos obeliscos a una nueva catedral llamada la Basílica de San Pedro, pero había un problema, pesaban más de 300 toneladas. Mover el obelisco no era tarea fácil, Sixto le encomendó el reto al arquitecto e ingeniero Doménico Fontana. El plan de Fontana parecía simple, pero su ejecución resulto ser casi imposible, para proteger la piedra metió el obelisco en una colosal torre de madera, protegida con barras de hierro por los costados, la torre tenia columnas que se extendían a más de 30 mts hacia el cielo, con cuerdas atadas a las barras de hierro para que el obelisco pudiera ser levando por los cabestrantes. El plan era utilizar un grupo de más de 900 hombres para ejecutar el movimiento, con 40 cabestrantes levantarían el obelisco del suelo y lo colocarían sobre una plataforma de troncos, que lo trasladarían a su nuevo destino. El 30 de abril de 1589 bajo la atenta mirada del papa Sixto el grupo empezó la ardua tarea de mover el obelisco. 17 días luego de comenzar el traslado el obelisco llegaba a su nuevo destino, la Basílica de San Pedro, donde descansa hoy. Los rumores de la maravillosa transformación de Roma se expandieron pro toda Europa, la capital del mundo antiguo volvía a ser lo que era, y la era de los arquitectos que empezó en Florencia había transformado Roma y el resto de Europa. Artistas de cualquier disciplina podían crear obras de gran belleza. Como la Basílica de San Pedro, trasladar el obelisco por toda la ciudad de Roma o la cúpula de la catedral de Florencia, devolvió la importancia a la humanidad y volvíamos a ser el centro de todo, muchos afirman que la cultura moderna empieza con el renacimiento.