La Batalla De Villamontes

LA BATALLA DE VILLAMONTES 1. ANTECEDENTES Han pasado 76 años del fin de la Guerra del Chaco, contienda que involucró a

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LA BATALLA DE VILLAMONTES

1. ANTECEDENTES Han pasado 76 años del fin de la Guerra del Chaco, contienda que involucró a dos países; Bolivia y Paraguay. Ha sido la contienda más grande en lo militar que ha soportado Bolivia en toda su historia

y la

última

guerra

internacional hasta la fecha. Cuando la Guerra del Chaco parecía que tendría un resultado sombrío marcado por la derrota humillante, donde el término calamidad nacional no parece exagerado, con consecuencias desastrosas para Bolivia, comprometiendo su propio futuro, el destino hizo surgir a uno de los mayores héroes de la campaña bélica del lado boliviano, sino el más grande de todos en esa contienda. En 1935, la campaña por la posesión del Chaco Boreal, se encontraba en su punto crucial, el desastre de El Carmen, el repliegue general del ejército boliviano, el infame “Corralito de Villamontes” contra el Presidente Daniel Salamanca, demostraba el grado de degradación en el que se encontraba la dirigencia política y militar boliviana. El ejército paraguayo se encontraba en franca ofensiva, el Gral. José Félix Estigarribia, estaba decidido acabar la contienda, prácticamente había logrado todos sus objetivos, incluso llegó a coronar insospechadamente uno de los anhelos históricos del Paraguay, llegar al río Parapetí. Ahora estaban en la mira los pozos petroleros y toda la región adyacente a ellos. El último bastión que impediría esta hazaña era Villamontes, población que se encontraba a orillas del río Pilcomayo y a la que se llegaba a través de embarcaciones

precarias y caminos tortuosos, su abastecimiento por sí mismo era muy complicado. Este último emplazamiento era todo lo que se interponía entre una derrota total o un último estertor de dignidad de todo un país. En este lugar se jugaba el destino de dos países, si el ejército paraguayo tomaba Villamontes, tenía libertad para avanzar mucho más al Norte y al Oeste, de forma irrefrenable, sin oposición, con la posibilidad de cercenar o desmembrar tres departamentos: Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz, así como tomar dos ciudades importantes como Santa Cruz de la Sierra y Tarija. Y aún más grave, en perspectiva futura, se dirigirían a la región petrolera tomando posesión de ella como trofeo de guerra. La responsabilidad para la defensa de esta plaza fue asignada a un hombre, Bernardino Bilbao Rioja. Este militar tenía entre sus virtudes la disciplina, la organización, la estrategia, el conocimiento, empacados dentro de una personalidad valiente, responsable, sin ambiciones mezquinas, que reflejaban su aplomo y su modestia.

2. DESARROLLO Durante la Guerra del Chaco (1932-1935), Villa Montes fue escenario del conflicto bélico con Paraguay e importante en la línea logística boliviana por sus depósitos de armamento y municiones, talleres, oficinas de Comando y hospitales de campaña. Durante el desarrollo de la última fase de la guerra, de enero a junio de 1935, el fortín Villa Montes fue el núcleo principal del sistema defensivo boliviano en el Chaco. La defensa para evitar que Villa Montes cayera en poder del Ejercito Paraguayo, se encargó al Cnel. Bernardino Bilbao Rioja. El mando del ejército boliviano ante la ofensiva paraguaya consideró trasladarse a Entre Ríos y envió a Tarija el material no indispensable de permanecer en Villa Montes. Luego de la destrucción del Segundo Ejército boliviano a fines de 1934 y como efecto de la movilización general decretada por el Presidente Tejada Sorzano en diciembre de 1934 se constituyó el Tercer Ejército boliviano que con sus 36 regimientos duplicó al que tuvo Bolivia un año antes y alcanzó por tercera vez una superioridad masiva sobre el ejército paraguayo. Esta superioridad en hombres y medios le permitió a Bilbao Rioja,

en actitud defensiva, resistir el ataque paraguayo realizado a partir del 13 de febrero de 1935. Casa de Gobierno de Villa Montes y sede del Comando del Ejército Boliviano en campaña. Villa Montes. 1932 El 19 de abril de 1935, aprovechando la ofensiva boliviana en el sector central, las fuerzas de Bilbao eliminaron el bolsón creado por los paraguayos en su ataque del mes de febrero recuperando Tarairi. El General Estigarribia, Comandante General del ejército paraguayo, anhelaba terminar la guerra con Bolivia, con la conquista y toma de Villa Montes, determinación coincidente con los consejos del Estado Mayor del ejército Argentino que lo asesoraba. Habiendo llegado sus tropas al río Parapetí y a los pies de la serranía del Aguaragüe, casi todo el Chaco estaba bajo su control y el ejército boliviano arrinconado y de espaldas a la serranía. Solo le faltaba la reivindicación del triángulo de tierras bajas que el ejército boliviano defendía delante de Villa Montes. La caída de este fortín tenía forzosamente que determinar la conclusión de la guerra, puesto que era el escenario de la actividad bélica boliviana. Villa Montes era la sede del Cuartel general del Comando Superior, a la vez que el Comando del Sector Sur, asiento de la Jefatura de Etapas con sus intendencias y maestranzas, base de la sanidad, además de población donde transitaban las tropas, entrando o saliendo del Chaco, emboscados de todas la categorías, proveedores, comerciantes, burdeles y prostitutas. La defensa de esa plaza era decisiva para el ejército boliviano. Un nuevo repliegue era imposible. La “chalana” o trasbordador que hacia el servicio entre San Antonio y San Francisco en el río Pilcomayo, era el único medio con el que se contaba para el cruce de sus aguas de una a otra orilla. La defensa era decisiva un nuevo repliegue imposible. El puente que se construía kilómetros más arriba, en el primer angosto, recién iba a quedad concluido tres meses antes de la conclusión del conflicto. La historia del puente era la historia de la imprevisión civil y militar en la conducción de la guerra. El ingeniero Roberto Arce luchaba desde enero de 1933 contra la miopía oficial para hacer de esa

obra una realidad. Aunque la construcción había sido aprobada por el gobierno en mayo de 1933, las dificultades en el transporte de material, el paludismo que afectaba a la zona y los escases de trabajadores que fueron llevados a las trincheras demoraron su conclusión hasta marzo de 1935. Ante el peligro de la caída de Villa Montes a manos del ejército paraguayo, el comando militar boliviano ordeno la colocación de explosivos en las fundaciones del puente para hacerlo volar en caso de abandono del fortín. En diciembre de 1934 con el puente aún inconcluso, de producirse un desastre en la línea defensiva de Villa Montes, se habría necesitado que la “chalana” trabajara siete días y siete noches sin interrupción para evacuar el mínimo de tropas necesario para la continuación y defensa del pueblo. El dilema era claro: defender Villa Montes sin ninguna claudicación o el Paraguay tomaba el fortín e imponía la paz en las condiciones que mejor le parecía. El tronar del cañón a 12 km y la incertidumbre de si las medidas de defensa resistirían el ataque paraguayo, el Comando en Jefe del ejército boliviano consideró también trasladarse a Entre Ríos, es decir seguir retrocediendo, determinaron alejar hacia Entre Ríos y Tarija los materiales y elementos que no tenían necesidad indispensable de permanecer en Villa Montes. El Comando en Jefe del ejército boliviano considero también trasladarse a Entre Ríos, es decir seguir retrocediendo, pero con el transcurso de los días se fue mostrando la solidez material y moral de la línea de defensa y se optó por parapetarse en San Antonio, en la orilla sur del Pilcomayo. Bilbao Rioja responsable de la defensa de Villa Montes impuso su temperamento y transmitió a las tropas a su mando el aliento, ánimo y valor para defender la patria a costa de la propia vida. Todo lo innecesario fue enviado a Tarija y el fortín asumió un carácter netamente militar, austero y disciplinado. El Ejército Paraguayo se lanzó a la captura de la posición el 16 de Febrero de 1935, el mes anterior hubo intenso duelo de cañones. Se produjeron violentos ataques en todo el sector utilizando toda la potencia de fuego y artillería pesada, los combates son sumamente encarnizados en algunos lugares, muchos de ellos cuerpo a cuerpo, con bayonetas. La bravura y tenacidad de los soldados paraguayos son impresionantes, quienes incluso se lanzaban a nado para romper las líneas bolivianas, por ello el coraje y valor de los soldados bolivianos en la defensa de las posiciones, es total y

absolutamente merecido. El enemigo al que se enfrentan es formidable. La decisión y encarnizamiento es épico, en muchos sectores no quedan sobrevivientes. Sin embargo, los esfuerzos son inútiles, los paraguayos no pudieron romper las líneas de defensa. El fuego artillero concentrado y las ametralladoras, segaban centenares de vidas, fue un intento sobrehumano por parte del Paraguay, casi suicida, la palabra heroico es demasiado pequeña. Los efectivos bolivianos, con las mismas cualidades y determinación, los superaban en número y pertrechos, Bilbao Rioja tuvo bajo su mando la fuerza combativa más grande que un militar boliviano haya conducido jamás en toda su Historia, cerca de treinta (30) mil hombres en un sitio relativamente reducido. Estigarribia, reconociendo que el sitio era inexpugnable procedió a la retirada. Es el triunfo más importante de Bolivia en la Guerra del Chaco. La Victoria de Villamontes logró conservar toda la región petrolera y evitó la pérdida o un cercenamiento catastrófico de tres departamentos, que hubiese sido exigido por el Paraguay en recompensa por su triunfo y por conceder el armisticio. Bernardino Bilbao Rioja, fue el único militar boliviano a la altura de su rival José Félix Estigarribia, ambos fueron verdaderos estrategas militares, sin embargo el boliviano lamentablemente llegó al final de la campaña. Si bien el Paraguay obtuvo a la postre ¾ partes del territorio en disputa, la rica región petrolera donde se encuentran actualmente los reservorios más grandes de gas natural del continente, se quedaron con Bolivia. Se perdió

una

extensión

territorial

considerable, no

obstante,

estratégica

y

económicamente se preservó lo más importante. Quizás el testimonio más revelador de la importancia de la batalla, es señalada por el propio Presidente del Paraguay, Eusebio Ayala , respecto a la importancia de la toma de Villamontes y su objetivo a largo plazo, que terminó en derrota para sus armas y en un triunfo boliviano: “Bolivia tiene ocho millones de hectáreas de los más ricos territorios petroleros. Esa fortuna fabulosa hará de la zona uno de los más grandes centros productores del mundo. Si tomamos las petroleras, será difícil abandonarlas. Esta es una guerra nacional y el ejército no admitirá sin violencia se devuelva lo que se ha ganado con sangre” (Vicente Rivarola “Memorias”)

Bilbao Rioja fue un gran estratega militar, quien analizó las principales batallas de la Primera Guerra Mundial, donde las grandes y aparatosas ofensivas podían ser detenidas con nutrido fuego de artillería y ametralladoras. Asimismo, el cuidadoso aprovisionamiento y organización previa, como los preparativos oportunos para un transporte y suministro efectivo de pertrechos, reflejan la influencia dejada por Helmut Von Moltke, gran organizador del ejército prusiano a finales del siglo XIX.

3. PERSONAJES IMPORTANTES 

Coronel Bernardino Bilbao Rioja. (1895 - 1983) fue un militar y político boliviano que participó como comandante en la Guerra del Chaco. Por sus acciones en las batallas de Cañada Strongest, Kilómetro Siete, Retoma de Alihuatá y la defensa de Villamontes, fue nombrado y ascendido al grado de Mariscal del ejército de Bolivia durante el cuarto gobierno del presidente Víctor Paz Estenssoro, post-mortem mediante Ley 824 del 3 de abril de 1986. Se destacó más por su valentía y excelente organización en la defensa de Villamontes defendiendo esa ciudad y logrando méritos por la victoria que le da a Bolivia en esa batalla, frente al ataque Paraguayo



Enrique Peñaranda del Castillo (1892 - 1969). Nació1 en la Hacienda Porobaya del cantón Chuchulaya, provincia Larecaja (Departamento de La Paz), el 15 de noviembre de 1892. Como militar participó de la guerra del Chaco llegando a ser comandante en jefe del ejército boliviano. Como político fue el trigésimo octavo Presidente de Bolivia desde el 15 de abril de 1940 hasta su caída del 20 de diciembre de 1943.



José David Toro Ruilova (1898 - 1977) fue un militar y político boliviano, 35º presidente de la república de Bolivia, gracias al golpe de estado que encabezó, junto con su compañero y amigo Germán Busch Becerra el 22 de mayo de 1936 contra el presidente constitucional, José Luis Tejada Sorzano. Su presidencia se mantuvo hasta el 13 de julio de 1937, fecha en que fue reemplazado por su compañero de armas, Germán Busch. Había sido Ministro de Fomento y Comunicaciones del Presidente Hernando Siles Reyes.



Carlos Quintanilla Quiroga (1888 - 1964) fue un militar y político boliviano, nació en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, el 22 de junio de 1888. Se tituló de

Bachiller en Ciencias y Letras en la Universidad de San Simón de Cochabamba e ingresó al Colegio Militar del Ejército egresando como subteniente en 1907. Realizó estudios en Alemania siendo nombrado adjunto militar en ese país. Siendo teniente coronel y primer edecán del presidente fue nombrado comandante del regimiento Pérez 3 de infantería. Como comandante del Primer Cuerpo de Ejército boliviano dirigió las operaciones en el sudeste chaqueño desde fines de julio hasta comienzos de octubre de 1932. Luego de la batalla de Boquerón durante la Guerra del Chaco, fue destituido por el presidente Daniel Salamanca. A fines del año 1934 volvió al frente, participando en la Batalla de Villamontes, en la fase final de la Guerra del Chaco. Tras la muerte del presidente Germán Busch, Quintanilla fue nombrado en ese cargo por el Ejército desde agosto de 1939 hasta abril de 1940. 

José Félix Estigarribia Insaurralde (1888 — 1940) fue un destacado militar paraguayo, Presidente Constitucional de Paraguay entre 1939 y 1940. Desempeñó un papel muy importante durante la Guerra del Chaco, como comandante en jefe del ejército paraguayo en contra del Ejército Boliviano.

4. CONCLUSIONES 

Hubo buena estructura y organización del terreno que permitió un eficiente despliegue, tanto de medios humanos como materiales. La concepción estratégica estaba apoyado sobre la topografía del terreno que permitió organizar una defensa donde se observó la aplicación adecuada de todos los fundamentos. La conducción coherente y coordinada en el nivel superior, demostró en el personal de tropa una disciplina táctica, y un buen funcionamiento y abastecimiento logístico que permitió el éxito de las operaciones.



Contaban con un Comandante y un Estado Mayor sobresaliente, pero le faltaban oficiales subalternos para encuadrar las tropas existiendo una proporción de un oficial por cada 120 Soldados, dificultando así la conducción. El profesionalismo mostrado por el Cnl. Bernardino Bilbao Rioja, su Estado Mayor, Oficiales y clases fue fundamental, como también el espíritu patriótico que pusieron los soldados.



Los resultados de la defensa de Villa Montes fueron favorables ampliamente a Bolivia ya que el Paraguay no pudo conquistar Villa Montes pese a los 34 asaltos consecutivos que realizo, el Ejército boliviano debió contar con más medios humanos y materiales, y haber planificado de tal manera la defensa no sufrió muchas bajas como las que infringió al adversario terminando las acciones con una eficiencia combativa superior a la del enemigo, asimismo sus medios materiales no sufrieron mayores destrozos teniendo una capacidad combativa suficiente como para poder emprender la contraofensiva en forma inmediata.

5. Enseñanzas y experiencias 

Se pudo analizar que el apoyo logístico para nuestra tropas se vio facilitado debido a la concentración de medios en VILLA MONTES sin embargo la falta de vías de comunicación existente en el interior del país dificultaba esta operación debido a las extensas distancia a cubrir.



Por el contrario en esta etapa de la guerra las fuerzas paraguayas habían sobre extendido sus ejes de abastecimiento lo que dificultaba el mismo y que a su vez empeoraba cada día más por la situación económica crítica a la que llego.



La lucha en "Villa Montes" se caracteriza por su tenaz defensa, en la que se comprobó cuán decisivo es el factor terreno. Defendida su a la derecha por un obstáculo natural como el Pilcomayo y su izquierda por las serranías de "Chimeo" y "Tarairí", la defensa era infranqueable. Además, a sus espaldas estaban las altas serranías del "Aguarague" desde donde la artillería boliviana batía intensamente el campo enemigo, de tal suerte que las tropas atacantes se veían obligadas a efectuar ataques frontales contra posiciones fuertemente fortificadas, forma en la cual, generalmente, no se tiene éxito.



Para romper la línea, los paraguayos tuvieron que concentrarse la potencia de sus armas sobre un reducido frente, como es "Higüiraru", donde consiguieron algún éxito, de acuerdo a los principios tácticos; pero la oportuna intervención de las reservas bolivianas paralizaron la progresión de la ruptura, demostrándose una vez más la importancia y la decisión que tiene el buen y oportuno empleo de las reservas.