Karla Luna - The Bad Girl and The Good Boy PDF

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Correctoras Dabria Rose

Kuami

mayelie

Crys

Loby

Neige

Fatima85

Maggiih

PepitaCPollo

Gamez

Maria_clio88

Gissyk

Recopilación y revisión Kuami

Diseño Móninik

Indice Sinopsis

Capítulo 18

Capítulo 36

Capítulo 1

Capítulo 19

Capítulo 37

Capítulo 2

Capítulo 20

Capítulo 38

Capítulo 3

Capítulo 21

Capítulo 39

Capítulo 4

Capítulo 22

Capítulo 40

Capítulo 5

Capítulo 23

Capítulo 41

Capítulo 7

Capítulo 24

Capítulo 42

Capítulo 8

Capítulo 25

Capítulo 43

Capítulo 9

Capítulo 26

Capítulo 44

Capítulo 10

Capítulo 27

Capítulo 45

Capítulo 11

Capítulo 28

Capítulo 46

Capítulo 12

Capítulo 29

Capítulo 47

Capítulo 13

Capítulo 30

Capítulo 48

Capítulo 14

Capítulo 31

Capítulo 49

Capítulo 15

Capítulo 32

Capítulo 50

Capítulo 16

Capítulo 33

Epílogo

Capítulo 17

Capítulo 34

Sobre la Autora

Capítulo 35

Sinopsis —Soy Evelyn. Evelyn Jo. ¿Quién eres tú, guapo? Una chica en ropa interior se presenta al pulcro cuatrojos Zavier Coin, agarrando su mano y haciendo que se sonroje, y la vida como la conocía, nunca volvería a ser la misma. Cabello oscuro, conjuntos negros, tatuajes de chica dura, y con una sonrisa perpetua, Evelyn Jo es una chica mala. Hace lo que quiere, cuando y como quiere, y disfruta desafiando a la autoridad. Una chica dura de verdad. Zavier Coin, por otra parte, es el perfecto chico bueno. Es amable, ama a su madre, saca muy buenas notas, el favorito del profesor, y miembro del club de Matemáticas. Son polos opuestos y probablemente nunca se habrían conocido si no hubiera sido por un accidente de auto, un incendio en la escuela, una vengativa figura de autoridad y un divertido giro del destino que dejó a Evelyn en la casa de los Coin. ¿Pero los opuestos se atraen de verdad? ¿Y la amistad y el amor realmente van a vencer todas las adversidades cuando se enfrenten a psicópatas chicos males, adultos aguafiestas despistados, y otros obstáculos aparentemente insuperables? ¿La chica mala y el chico bueno se llevarán bien, se convertirán en buenos amigos y tal vez… serán algo más?

1 Algunas malas noticias • Evelyn Jo • —¿Crees que está muerto o inconsciente? Giré para mirar a Drake, que tenía su mano en la barbilla, con escepticismo mirando al hombre de mediana edad inmóvil tendido en el suelo. Estábamos en camino para ir a buscar algo de comida deliciosa cuando encontramos a este tipo en un callejón cercano. De hecho, era uno de los chicos que nos debían dinero por darle algunas cosas especiales. Vestía un traje de negocios, pero su corbata, que solía ser de color azul claro, ahora estaba cubierta de suciedad y lo que parecía ser sangre seca. Así que, obviamente, esto había llamado nuestra atención ya que algo malo debió suceder. Quiero decir, tenía que haber una razón por la que estaba aquí, así. De repente, Drake dio una patada al chico sin vacilación. Pateó con fuerza, y justo en el estómago, por lo que el chico rodó a un costado. Todos nos quedamos en silencio durante unos segundos, mientras los otros dos chicos de nuestro grupo –Ian y Darrel– se acercaron más para oír al hombre, en caso de que hiciera algún sonido humano. Entonces el hombre se quejó después de un par de minutos, y Drake dio una mirada de aprobación con una leve inclinación de cabeza. —Inconsciente, de acuerdo. Pero apenas todavía con vida. —Luego caminó alrededor del hombre, con sus manos unidas detrás de él, parecía estar absorto en sus pensamientos. Quería rodar mis ojos, pero todo lo que hice fue sonreír un poco de lo guapo que estaba ahora mismo—. ¿Qué debemos hacer con este tipo, entonces? —Yo digo que lo matemos —dijo Ian inmediatamente, sin perder un solo segundo. Se encogió de hombros justo después, como si no fuera gran cosa el hecho de que íbamos a matar a un chico que ya parecía estar en su lecho de muerte por ahora. —Psh, yo digo, que saquemos todo lo que tiene que de hecho realmente es valioso, y luego tiremos el cuerpo indefenso en ese contenedor —Darrel sugirió, como si fuera obvio que era la mejor idea jamás concebida. También señaló al enorme contenedor verde justo en frente de nosotros. —Está bien, se hará la idea de Darrel. —Drake ni siquiera lo pensó dos veces. Hizo un gesto a Ian y Darrel para hacerlo, cuando se volvió y me miró. Me mordí el labio y

crucé los brazos sobre mi pecho, justo mientras él se acercaba a mí para poner su brazo alrededor de mis hombros—. ¿Qué opinas? —me preguntó. Sacudí la cabeza, mirando a Ian agarrar al chico por los brazos y tirando hacia arriba en una posición sentada, mientras Darrel revisaba todos sus bolsillos; encontrando un reloj, una cartera, y algunas entradas. —¡¿Entradas para lucha libre?! —Darrel gritaba con entusiasmo, mientras él e Ian se daban los cinco. No podía dejar de reírme de los dos idiotas. Lo bueno es que en realidad eran cuatro entradas, sin embargo. A todos nos encantaba ir a torneos de lucha considerando que estos chicos luchaban también, e incluso se tomaron el tiempo para mostrarme algunos movimientos, que era en realidad muy divertido. ¿Coincidencia de que había boletos suficientes para todos nosotros? No lo creo. —¿Asustada? —Me burlé ante la pregunta de Drake, mientras él deslizaba la mano en mi cintura, tirando de mí más cerca para que nuestros estómagos se pudieran tocar. Me agarró la cara y suavemente apartó mi ondulado cabello castaño para que él pudiera verme con claridad. —Creo que no deberíamos estar haciendo esto —le dije honestamente—. Acabamos de verlo aquí... quiero decir, claro que nos debe dinero, pero ¿qué pasa si nos metemos en problemas cuando técnicamente no le hicimos ningún daño? —Oh, Eve —Drake sonrió, ligeramente pellizcando mi barbilla mientras me movía la cabeza, levantando una ceja Siempre haces que parezca tan difícil. Has estado en este grupo durante bastante tiempo ahora. No debes cuestionar lo que hacemos con las personas que no entienden las consecuencias. Al igual que este chico, claramente. Lo pensé bien entonces. Lo que hacíamos a la gente era mucho, mucho peor, a veces, pero no podía dejar de preguntarme quién hizo esto. O si el hombre realmente hizo algo para sí mismo antes de que llegáramos a él. —Siempre me he preguntado... —Ian se acercó después a nosotros, comiendo algunas patatas fritas de una bolsa de papel blanco. Le di una mirada de disgusto. ¿De dónde diablos sacó eso? ¿Del contenedor de basura?—. ¿Cómo es que casi no llamamos nuestro "pequeño grupo" pandilla? —Si quieres llamarlo así, entonces está bien, da igual. En realidad no importa. — Drake se volvió hacia mí, y luego me besó suavemente en la frente. Sonreí cuando sentí sus labios suaves y cálidos en mí—. Ahora, salgamos de aquí. Me agarró la mano, y luego salimos todos juntos del callejón. He estado con esta pandilla desde que estaba en el décimo grado. Ahora, estaba en mi último año, lo que significa que he estado con estos chicos cerca de dos años. Tenía razones por las que decidí unirme a su banda de delincuentes. Pero era un tema muy delicado para mí, así que siempre lo mantuve en secreto. Y Drake era el único que sabía acerca de mi pasado. Pero bueno, el pasado estaba en el pasado. Nos hizo lo que somos hoy. Y las cosas malas seguirán persiguiéndonos sin importar qué. Pero a veces, sólo teníamos que olvidarnos de todo, porque ahora, el futuro está más cerca, y es en realidad lo más importante. De todos modos -lo siento, a veces me pongo profunda y toda esa mierda-, lo que en realidad hicimos fue romper algunas leyes aquí y allá; drogas, robo y herir a la gente, si pensamos que era necesario hacerlo. Básicamente, hicimos todo lo que un niño bueno e inocente no se atrevería a hacer.

Drake Lancaster era el mayor. Tenía 19 años, y fuera de la escuela secundaria, era conocido como el líder de la pandilla. También era mi novio desde que empecé a salir con él y los otros dos. Tenía los ojos oscuros, el cabello corto y oscuro. También fue el que me había salvado de mi miserable pasado, y me mostró su manera de vivir bastante interesante. Luego, estaban Ian Cohen y Darrel Ivanova. Esos dos, podrías decir, aparte de su aspecto ya que Ian tenía el cabello castaño claro y ojos verdes, mientras que Darrel tenía el cabello rubio y ojos azules oscuros. Pero sus personalidades eran muy parecidas. Eran los bromistas y los más adorables. Pero no dejes que eso siempre te engañe, porque al igual que nosotros, ellos son un infierno completo una vez que te enredas con ellos. Claramente era la única chica en la pandilla. Conocida con el nombre de Evelyn Jo. Yo era más del tipo luchadora, tenía una actitud maliciosa que a veces hablaba en serio, lo que era habitual cuando decidía ponerme dura con la gente. Hice algunas cosas malas y me enseñaron a luchar y rebelarme. Tenía cabello castaño largo y sedoso con grandes ojos azules y era delgada con piel aceitunada. Una vez tuve pinta de inocente, pero obviamente todo eso cambió. Ese era todo el grupo de momento. Éramos el tipo de gente de la cual los padres advierten a sus hijos, pero por supuesto, no mucha gente sabía quiénes éramos ya que siempre ocultábamos nuestros rostros mientras estábamos haciendo algo que podría implicar la cárcel si alguna vez nos agarraran. Drake era el único que había estado alguna vez en el reformatorio, sin embargo, durante cuatro años, cuando era sólo un poco más joven. El resto de nosotros todavía no hemos hecho nada para que nos hayan enviado a un reformatorio, sobre todo porque no estábamos planeando ser descubiertos. Pero ¿quién sabe? Cualquier cosa puede pasar.

*** —Agh. Tomé un sorbo de mi Coca-Cola y miré a Drake, que estaba mirando su teléfono con una mirada frustrada en su rostro. —Tenemos que irnos —dijo, poniendo su teléfono en el bolsillo. —¡Espera, espera! ¿Ahora mismo? —preguntó Ian, levantando la vista de sus patatas fritas, que estaban amontonadas una encima de la otra como en el juego de Jenga. —Psh, sí, ¿estamos como a medias es esto? —Darrel sacudió la cabeza ante Drake. Pero Drake sólo dio un puñetazo en la mesa y se levantó. Señaló a los dos chicos. —Si no están en el auto en 45 segundos, jodidamente los dejo aquí. —Se fue después de eso, saliendo justo por la puerta trasera. Entonces supe que teníamos encima un negocio de drogas, lo que explicaría la actitud dura de Drake. Odiaba perder una cosa por culpa de nosotros. O, más bien, a causa de Ian y Darrel.

Suspiré profundamente, agarré mi chaqueta, y me levanté de la mesa. Me detuve a mirar a los dos idiotas, que casi parecían más emocionados que un niño en la mañana de navidad. Típico de Ian y Darrel. Luego hice la única cosa que borraba esas caras felices de inmediato. Agarré una patata frita de la parte inferior y tiré un poco, haciendo que toda la torre se derrumbara... junto con sus caras bonitas. —¡Evelyn! —gritaron ambos al unísono, consiguiendo miradas y miradas extrañas de las personas que nos rodeaban. Simplemente miré hacia atrás y hacia ellos, diciéndoles mentalmente que se metieran en sus asuntos. —Saquen sus traseros fuera y vayan al auto a menos que quieran que un cabreado Drake rompa sus cabezas contra el auto.

*** Se oyó un fuerte gemido desde donde estaba sentada en el coche. Drake sugirió que se lo dejáramos, por lo que podría volver a casa justo después. Pero admito, no me gustaba ser excluida. Mi puño necesitaba algo para golpear justo ahora. ¡¿Qué?! Siempre he tenido la necesidad de hacerlo, incluso cuando estaba bastante tranquila. Mmm... Fruncí los labios con el aburrimiento. Tal vez podría jugar ese juego zombi en mi teléfono. Tengo que pasar ese nivel que, después de todo. —Oye, chicos, ¿está mi teléfono ahí atrás? Tengo que... —Me detuve cuando me di la vuelta para ver a los dos idiotas estirados sobre el asiento de atrás con la boca bien abierta, ya que prácticamente estaban durmiendo como bebés. Roncaban e Ian incluso tenía su puño a medio camino en la boca de Darrel. Patético. Un poco asqueroso. Y estúpidamente hilarante. Me encogí de hombros y hundí el puño en el botón de la bocina, recibiendo aullidos y gruñidos justo después del fuerte pitido. El auto se movió, ya que ambos se despertaron, e incluso oí a uno de ellos golpearse su cabeza contra en el techo del auto. Sonreí inocentemente como si no hubiera hecho nada. —¿Qué demonios, Evelyn? —preguntó Ian, al igual que Drake mientras deslizaba con cuatro grandes paquetes de dinero. Me dio uno y, a continuación, arrojó a los chicos su parte. —¿Por qué golpeaste al chico? —pregunté, recordando los fuertes gemidos de antes. ¿Quién sabía?, tal vez el chico estaba enojando a Drake y apuesto a que lo lamentaba mucho ahora. —¿Qué? —Drake preguntó con una expresión confusa. Levanté mis cejas hacia él hasta que se dio cuenta de lo que había querido decir—. ¡Oh!, el tipo sólo resbaló en el barro húmedo, eso es todo. —Déjame adivinar. Solo te reíste, como, mucho. Y luego, ni siquiera pensaste en ayudarlo a levantarse. Sólo agarraste el dinero y te fuiste. Asintió como si no tuviera importancia.

—Básicamente, sí. —Puso en marcha y nos marchamos. No me perdí esa sonrisa en sus labios sin embargo—. Me conoces muy bien, cariño. —Te conozco tan bien... porque ¡completamente habría hecho lo mismo! —Me reí y juguetonamente golpeé su brazo. Él sólo se rió de mí. —Por cierto, ¿por qué pulsaste el claxon? No estuve tanto tiempo. —En primer lugar, duró diez minutos, y ya sabes lo impaciente y aburrida que me pongo en sólo diez minutos. Entonces, decidí que quería jugar un juego de zombis y recordé que mi teléfono estaba en mi mochila ahí atrás, pero estos dos estaban durmiendo. Drake miró a los chicos desde el espejo retrovisor y suspiró. Creo que estaban durmiendo otra vez... —No me sorprende mucho —dijo—. Vamos a ir a casa ahora. Este fue un día bastante ocupado.

*** Llegamos a nuestra casa en menos de quince minutos. Todos vivíamos juntos en una casa de un piso que tenía dos dormitorios. Fue pintado de color marrón claro y negro, y lo manteníamos muy limpio debido al leve TOC1 de Drake. Ian y Darrel compartían una habitación, mientras que Drake y yo compartimos otra. Teníamos camas separadas, ya que en realidad nunca fuimos tan lejos entre nosotros, incluso al estar juntos tanto tiempo. Yo era virgen, pero supongo que la mayoría de la gente no espera eso de alguien como yo. Aunque, era una probabilidad, ya que era muy buena jugando con los chicos. Drake me permitía compartir su cama a veces -por alguna razón, no de muy buena gana-. Y tengo que admitir que fue muy divertido hacerlo. Pero eso fue todo lo que he hecho. Soy una delincuente, sí, pero no era activa sexualmente ni nada de eso. Y me alegré de que Drake no fuera como uno de esos idiotas que exigían sexo, o pensaban que era la única manera de tener una relación. Realmente era un buen chico en el fondo, incluso con todas las cosas malas en las que está involucrado. Abrí la puerta de entrada a nuestra casa con una pequeña sonrisa en mi cara, y me di cuenta de lo cansada en realidad que me sentía en ese momento. Aunque cuando levanté la vista, prácticamente mi corazón dejó de latir ante la visión frente a mí. Allí, de pie justo en delante de nosotros, estaba el director de mi escuela, el supervisor de todo el distrito, un chico de los servicios sociales, y algún otro chico que se parecía a un policía encubierto. Bueno, a mí me lo parecía. Mierda. Esto no puede ser bueno. Espera, ¿cómo demonios incluso han entrado aquí? Agh... Ian debió haber dejado la maldita puerta abierta. De nuevo. En serio debemos de dejar que sea la última persona en salir de la casa. 1

TOC: Trastorno obsesivo compulsivo

—Juro que ella lo hizo —dijo Ian inmediatamente, levantando los brazos en defensa mientras me señalaba. —Fue toooooodo su culpa —Darrel imitó, empujándome hacia adelante. Rápidamente me di la vuelta para mirar a los dos. Sí, ¡es bueno saber que ustedes tienen mi espalda! —U-umm... ¿qué está pasando?—pregunté con la voz más angelical que pude reunir. —Evelyn Jo —dijo mi director, y como siempre, nunca dejó de parecer tan feliz nótese el sarcasmo, por favor-—. Tenemos una noticia muy importante que decirte. —¿Q-qué es? ¿Estoy en problemas? Siempre preguntaba eso, a pesar de que ya sabía la respuesta. Pero bueno, tal vez– y sólo tal vez– un día, sería diferente. ¡Ja! Muy buena, Evelyn. Está bien, no era el momento para bromear en ese momento. —Bueno, eso y… —el supervisor habló esta vez—, estamos aquí para decirte que cambiarás de escuela. Otra vez. ¿Qué? No, no, no. ¡No hay otra escuela que quede en el barrio! Está bien, quizás destrocé el auto del director y prendí fuego a casi la mitad de la escuela no fuera realmente una buena idea, ahora que había pensado en eso. Pero aun así, debo admitir, ¡que fue malditamente muy impresionante! —Teniendo en cuenta que no tienes tutor legal y eres menor de 18 años... —¡Espere, espere! Ella me tiene a mí —Drake intervino mientras apretaba su mano en el pecho, dando a ambos una mirada dura—. Tengo 19. Además, ella pronto tendrá 18 en sólo un par de meses. De hecho, puedo tomar la custodia de ella. —Lo siento, señor, queremos decir tutores legales, no novios pretenciosos — continuó el supervisor—. Es cierto que puedes tomar la custodia total, pero, sinceramente, creo que eres el causante de que se comporte de una manera tan terrible y rebelde, que es la razón por la cual la policía ahora mantiene una estrecha vigilancia sobre usted y sus pequeños amigos aquí. Miró a Ian y Darrel casi con desaprobación. »Quiero decir, podríamos llevarte a la cárcel, pero no tenemos ninguna prueba de las cosas que podrías haber hecho en el pasado. Aún. Fue entonces cuando Ian y Darrel prácticamente comenzaron a ocultarse y retroceder como si ni siquiera estuvieran involucrados en toda esta conversación. Pero entonces, maldecían en voz baja cuando se toparon con algunos agentes de policía que habían aparecido justo en la puerta. —¿Qué rayos… —Sin comentarios —dijo el supervisor con voz severa, interrumpiendo a Drake, que parecía a punto de saltar sobre él en ese mismo momento con la mirada que estaba emitiendo.

—Así que —empezó el director —vamos a tener que llevarte lejos, Evelyn. Pero tienes dos opciones. —Hizo un estúpido y dramático silencio, me di cuenta también que quería saltar sobre alguien—. …la primera opción es el Orfanato. ¿Qué? No... no quería volver allí. Tuve que vivir allí desde que era pequeña, teniendo en cuenta que nunca había conocido a mis padres biológicos. Pero esas personas en el orfanato me trataron tan mal. Pensé que se suponía que tenían que ser buenos y amables con nosotros, pero nunca lo fueron. Me tenían enojada. Tan enojada que solo... Apreté los puños y traté de dejar de pensar en ese lugar cruel, malvado y repugnante. Fue literalmente repugnante, demasiado, por cierto. Ellos nunca limpiaron el lugar. En su lugar, nos hicieron hacer todo el trabajo sucio por ellos. —O tenemos un estado maravilloso, Nueva Jersey, donde tendrás que asistir a otra escuela secundaria pública, que por cierto también será la última. Allí, vas a vivir con una joven psicóloga, quien hablará contigo acerca de tus problemas. —Pero... pero, ¡no pueden hacer eso! ¡Yo no tengo ningún problema! —¿Qué diablos se creen estos tipos? ¿Diciéndome a dónde puedo o no ir? Sé que hice cosas malas, ¿pero en serio significa que tengo que hacer todo esto? —Sí, podemos —el supervisor estúpido escupió. Quería darle un puñetazo en este momento, pero eso no me haría nada bien, ya que los policías estaban aquí con nosotros—. A menos que quieras terminar en algún lugar mucho peor que el orfanato. Oh, maldita sea. ¡Maldita sea! No había manera de salir de ésta ahora.

2 Llegando a una nueva casa •Evelyn• Decir adiós fue muy difícil. Como, verdaderamente, muy difícil. Quiero decir, estoy segura de que la mayoría de nosotros hemos tenido que pasar por esto más de una vez y es bastante triste. Pero no me permitiré llorar. Ni ahora, ni nunca. Ya he derramado suficientes lágrimas muchos años atrás y definitivamente no estaba por empezar de nuevo. Veré a mis chicos de nuevo pronto y lo sabía. —Adiós, pequeña —dijo Ian, cuando me dio un gran abrazo de oso mientras sostenía un pedazo de rosquilla en una de sus manos. Una vez que nos apartamos, sonreímos uno al otro y luego de la nada, me entregó la rosquilla—. Toma, quiero que tengas esto. Miré el pequeño pedazo de rosquilla. —Pero, Ian... esto es como, un bocado. Agarró mis hombros y asintió. —De nada. Alegremente rodé los ojos mientras se alejaba para que Darrel pudiera venir y abrazarme mucho más fuerte, prácticamente quitándome el aliento. —Te echaré de menos —dijo mientras se alejaba—. Puff, ¿puedes creer que prácticamente nos culparon de todas las cosas que claramente hicimos? Increíble. Negó ante la idea cuando empezó a alejarse para que Drake pudiera finalmente llegar a mí. Mantuve mi mirada en él. Sus puños enterrados en los bolsillos de sus vaqueros mientras miraba fijamente mis ojos azules. —Supongo que esto es un adiós por ahora —le dije, tratando de sonreírle pero fallando miserablemente en ello. Lo siguiente que supe, era que estuve entre unos brazos fuertes y un pecho firme. Suspiré y aspiré su olor, abrazándolo muy cerca de mí como si no quisiera dejarlo ir.

—Sí... —Se apartó de mí y miró mi cara—. Mientras tanto, espero que encuentres un gran tipo en Nueva Jersey. Son todos unos idiotas aquí en Virginia —Sonrió y me guiñó un ojo, pero todavía tenía que asimilar las palabras que acababa de decir. —Espera... ¿qué? Él se rió y tomó mis manos entre las suyas. Las mías siempre se sentían tan pequeñas cada vez que las sostenía en las suyas. —Estaremos separados durante todo un año, puesto que prácticamente cumplirás los 18 cuando termines la secundaria, significa que de alguna manera conoceremos a otras personas. Supongo que muy probablemente lo harás, ya que te mudarás a un estado totalmente diferente y una nueva escuela. —Se encogió de hombros—. Quién sabe, tal vez encontrarás otros chicos malos. Se rió y me acarició la mejilla, pero sólo lo miré sin ninguna expresión. Sinceramente, no sabía qué decir a todo esto. Pero estaba claro que rompía conmigo en la forma más sencilla que podía. —Pero bueno, recuerda que aún te quiero. —Justo en ese momento, una pequeña sonrisa estiró mis labios—. Y siempre seremos buenos amigos, ¿de acuerdo? Siempre estaré aquí para ti, compañera en crimen. Levantó su puño, haciéndome sonreír más ampliamente cuando golpeé el puño con el suyo. —Está bien... está bien, trato hecho. Sabía que no iba a encontrar a alguien por ahí como Drake. Pero todavía había esperanza. Al menos sabía que quedaríamos como buenos amigos. Estaba bien con eso, porque el chico que me había salvado de mi pasado todavía iba a estar de mi lado sin importar qué. Abracé a Drake por última vez y le dije: —Gracias, Drake... por todo. Sentí su sonrisa ante eso. Cuando entré en el avión, señale un último adiós a los tres chicos con los cuales cometí delitos los últimos dos años. Realmente les iba a extrañar. Tenía la esperanza de que en este lugar de Nueva Jersey, encontraría un grupo igualmente maravilloso como ellos. Sonreí para mis adentros al pensarlo. Bueno, si eso era incluso ligeramente posible. —Así que... Miré al supervisor, que "con mucho gusto" decidió venir conmigo a Nueva Jersey, para asegurarse de que fuera directamente con esa psicóloga. —Así que no volverás con tus pequeños amigos delincuentes —dijo cuándo mi voz se fue apagando. Me dio una falsa sonrisa también y volvió a mirar por la ventana del automóvil. Ni siquiera iba a preguntar eso, gilipollas.

Estábamos en este momento en un taxi, de camino a la casa de la psicóloga, cual mencionó que era una casa bastante grande. Pero no tan grande como una mansión, desafortunadamente. Aunque en serio, si esta señora iba a ser mi tutora durante el próximo año o algo así, al menos podría haber venido y haberme recogido en el maldito aeropuerto. Más que nada así no tendría que haber estado con este idiota todo el camino. Me quedé tranquila el resto del viaje hasta allí, ya que parecía como si alguien estuviera con bastante mal humor. Quiero decir, cielos, solo buscaba conversación ya que realmente odiaba los silencios incómodos, pero, al diablo. Odiaba al tipo de todos modos. Costó más de veinte minutos llegar a la grande casa en que la psicóloga vivía y me quedé algo boquiabierta con la vista cuando finalmente llegamos allí. No era una mansión... pero joder, ¡era preciosa! Era una casa de dos pisos de color azul claro que probablemente tenía un sótano, también. El techo era de un azul mucho más oscuro y tenían un bonito jardín alrededor del porche delantero. Todo era simplemente tan bonito y limpio, parecía casi estilo nuevo. —Está bien, sal del auto ya, así puedo irme —dijo el supervisor, sacándome de mí trance tocando la ventana bastante fuerte. Miré hacia él mientras abría la puerta. En el proceso, la puerta golpeó en su cadera, haciéndole tropezar un poco. Miró hacia mí. —Ya salgo. ¿Feliz? Además, no te hice venir conmigo, grandísimo quejica —le dije, fingiendo una sonrisa enorme. Entonces rodé los ojos justo cuando se mofó y arregló los botones de su estúpido traje. —No tiene modales, lo juro —le oí murmurar. Puff, asquerosos modales. Nadie pierde tiempo con eso. No voy a dejar que alguien me pase por encima y me trate sin respeto. Bueno, realmente no trataba la gente agradable con mucho respeto. Pero bueno, sólo les respondía si eran mayormente molestos. Esta psicóloga no fuera molesta o incluso peor que este supervisor, porque juro por Dios...

*** —Así que ella debe ser Evelyn Jo —dijo al supervisor una hermosa joven, con cabello castaño-rubio claro y liso, a pesar de que me miraba. En su mano tenía una taza de té blanco y noté sus ojos azules muy claros mirándome. Su piel era tenue, entre pálida y morena y también era delgada y bastante alta. ¿O los tacones la hacían tan alta? Mmm...

Me encogí de hombros ante el pensamiento. Parecía bastante agradable. Pero apostaba que cambiaría una vez que el supervisor se fuera. Realmente no necesitaba sermones sobre la mierda que había hecho. —Evelyn —nos presentó el supervisor—. Esta es la señora Coin... —Oh, Bradley —lo interrumpió la señora Coin con una sonrisa divertida y un gesto de la mano—. Te lo dije, ese es sólo mi nombre cuando estoy en el trabajo. —Pero técnicamente, vas a estar trabajando todos los días, ya que esta chica delincuente se quedará contigo durante el próximo año. Me contuve de darle una patada en la espinilla ya que estaba de pie junto a mí. Me irritaba muy fácilmente. —Bueno, Evelyn, esta es tu casa ahora. Incluso si estoy en el trabajo, puedes llamarme por mi nombre real, Stormy. ¡Vaya, impresionante nombre! Quería preguntarle al respecto, pero el estúpido Bradley me interrumpió antes de que incluso tuviera la oportunidad de decir algo. —Espero que todo vaya bien. Vendré en noviembre para ver cómo le va. Era en realidad principio de octubre, por lo que me di cuenta, me echaron de la escuela cuando estaba apenas a un mes y unos días de mi último año. Nuevo record, ¿eh? No está mal. No está nada mal. —Muy bien. Muchas Gracias, Bradley. —Le sonrió y por suerte para mí, él ni siquiera miró en mi dirección mientras salía. Solté un suspiro de alivio. Gracias a Dios que se fue. Hubiera matado a alguien, o incluso a mí misma, si no se marchaba lo antes posible. —Muy bien, Evelyn, sígueme hasta tu nueva habitación —me dijo Stormy mientras agarró mi maleta. Me colgué mi mochila en mi hombro y la seguí por la escalera resplandeciente. Incluso las propias escaleras estaban hechas de vidrio, ¡maldita sea! ¿Cómo no iba a set esto una mansión, en serio? Quiero decir, por fuera no parecía mucho una mansión, ¿pero por dentro? Hombre, era increíble. No podía esperar para explorar el resto de esta casa. Tal vez tenían algo de alcohol escondido por aquí... Oh, pero cuando entré en mi enorme habitación, sabía que necesitaba a alguien que me sostuviera antes de desmayarme por la vista delante de mí. Las paredes eran de un color rojo, pero tenían algunos diseños arremolinados de color blanco que me recordaron a mis tatuajes de la parte superior de mis brazos. Tengo mis dos brazos cubiertos de tatuajes hermosos y significativos, pero en este momento, los tenía cubiertos con mi chaqueta de cuero negro. Me pregunté si Bradley, también conocido como el mayor gilipollas, como vosotros lo conocéis, le hablo a Stormy sobre mis tatuajes. Aunque, nadie debe juzgar a los demás sólo por sus tatuajes o apariencia. Pero también sabía que consumí algunas drogas y por supuesto, que rompí un montón de reglas. Así que él tenía sus propias razones para juzgarme.

―Esta es tu nueva habitación. La mía está justo al otro lado del pasillo desde las escaleras ―declaró Stormy, poniendo sus manos en sus caderas para mirar alrededor de la preciosa habitación. ―Entonces... ―empecé, todavía admirando mi habitación. Tenía una cama de matrimonio con sábanas de color azul oscuro, e incluso un maldito balcón―. Umm... ¿sólo vives tú aquí, en esta casa grande? ―le pregunté, notando que esas eran apenas las primeras palabras que había logrado decirle desde que llegué aquí. ―Oh, teniendo en cuenta que mi marido y yo nos divorciamos hace unos años, sólo tengo a mi hijo que vive conmigo. Su habitación es justo la siguiente puerta al lado de la tuya. Ganó un pequeño viaje con su clase de francés y no volverá hasta mañana. Me mordí el labio inferior y repetí sus palabras en mi cabeza. ―¿Tienes un hijo? Así que sólo somos tres en esta casa grande, ¿eh? Debe ser interesante. Me pregunté cómo era ese muchachito. Bueno, probablemente sólo era un idiota. Por otra parte, Drake era también un idiota, pero en una manera buena. Si eso siquiera tenía sentido. ―Sí. Él es un gran joven. ―Ella echó un vistazo alrededor de la habitación, una vez más, como si la estuviera viendo por primera vez―. Bueno, vamos a ayudarte a desempacar y luego podemos ir a comer algo de comida que preparé para tu bienvenida. Sentí como si de hecho me iba a gustar realmente esta señora. Sólo estaba temiendo esas sesiones de terapia.

*** Esto era el cielo ahora mismo. Hombre, ¡tenía que conseguir la receta para esta cosa! Ni siquiera sabía cómo se llamaba, pero joder, ¡era tan bueno que iba a seguir comiendo como si fuera mi última comida! ―Mmm... ―murmuré, a medida que escuché una risita procedente de Stormy. Eligiendo hacer caso omiso de ella sin embargo, me puse más comida en mí ya llena boca. Oye, cuando estaba así de hambrienta y la comida era así de buena, comía como un cerdo. Pero no me importaba. Cualquiera podría estar comiendo como un cerdo después de devorar esto. Era como comer un montón de pequeños pedazos de cielo, hombre. —Veo que te gusta mi famoso guiso de pollo. ―Levanté la vista de mi comida y vi a Stormy sonriendo―. Oh, eres como mi hijo. Es su plato favorito y prácticamente se lo come en un chasquido de un dedo. ―Su rostro se ensombreció un poco una vez que se dio cuenta de algo―. Eh... lástima que probablemente vas a acabarlo todo, porque esta ya es tu quinta porción, cariño. En ese momento, agarré la enorme cazuela y tiré de ella hacia mí, prácticamente abrazando a la cosa preciosa.

Stormy sólo terminó riéndose de mí otra vez. Tenía un gran comedor y justo al lado estaba la cocina. Una vez que olí la comida y puse mis ojos en ella sin embargo, no podía alejarme de mi asiento en el mostrador de la cocina. Seguía babeando hasta que estuvo listo y conseguí comerlo. ―Así que, he oído mucho sobre ti de Bradley. ―¿Mmm? ―Y él dice que eres una chica muy... ―Ella llevó las manos hacia arriba y las movió alrededor, como si pensara en qué palabra decir―. Salvaje. ―Apuesto a que no dijo nada bueno sobre mí, y tú no lo quieres deciiiiir ―dije cantando. Malas palabras él tampoco puede decirlas delante de mi cara tampoco. Puff, gilipollas. ―No, no, querida ―palmeó ligeramente mi mano―. Nada de eso. Pero empiezas la escuela este lunes. Y recuerda, es la última a la que irás. Si no, ¿quién sabe lo que harán contigo hasta que seas mayor de edad? Odiaba que no tener los dieciocho hasta mayo que es cuando terminaría mi último año. Drake realmente le mintió a Bradley y a mi director cuando dijo "un par de meses", ya que estaba demasiado lejos para ser un par de meses. —Ya te inscribí en la Secundaria Lavider. Mi hijo suele ir con su amigo por las mañanas, así que... —Oh, ¿es un estudiante de último año, también? ―la corté, sintiendo la necesidad de conocer a su hijo un poco más. Quiero decir, yo sólo sentía curiosidad por él, eso es todo. ―Sí. Uno muy inteligente, también. Así que si quieres, puedes ir con él y su amigo. O, yo estaría más que feliz de llevarte hasta allí. ―Gracias, pero no es necesario que actúes toda como una madrastra conmigo. Ya veremos lo que pasa, sin embargo. ―Le di una sonrisa cálida por eso. Era realmente agradable, a pesar de que recordaba porqué fui enviada aquí en primer lugar—. Ahora... voy a subir a mi nueva habitación y terminar este plato maravilloso.

*** Sentí como si ni siquiera pudiera ver mis propios pies en este momento. Eso era un infierno de un montón de comida. Ni siquiera creo que fuera capaz de levantarme durante las próximas dos horas. O, posiblemente, en los próximos días. Pero, demonios, valió la pena. Miré al techo y pensé en cómo todo este año probablemente iba a ir. Si lograba encontrar un nuevo grupo, simplemente esperaba que fueran tan malos y terribles como mi estúpida de donde venía. ¿Nueva escuela? Todo el mundo, o incluso nadie, hablaban sobre la nueva chica. Aunque cuando me dieron un vistazo, seguro que tenían algo de qué hablar. Supongo que era sólo interesante para ellos por no sé qué razón. Tal vez eran los tatuajes. Tal vez eran las perforaciones. Tal vez era toda la ropa de color negro que me pondría, me preguntaba. Pero, bueno, seguí.

Ahora... ¿esta casa grande? Diablos, sería genial para una fiesta, ahora que se me pasó por la mente. Tenía otras tres habitaciones, todas con su propio cuarto de baño. Además, el patio trasero tenía una enorme piscina y un gran jardín. Me imaginaba todas las cosas impresionantes que podrían suceder aquí. De repente, el hijo de Stormy pasó por mi mente también. Y ella ni siquiera me mencionó su nombre por alguna razón. Pero un chico inteligente, ¿eh? Era uno de esos niñatos sabiondos? ¿O era secretamente inteligente, pero malo en el interior y sólo estaba demasiado asustado para mostrarlo a alguien más? De repente sentí algo vibrar cuando miraba alrededor. ¿Qué era eso? Después de unos segundos, miré mi iPhone que estaba justo al lado de mi cadera y lo recogí para comprobar lo que acababa de recibir. Drake me había enviado un texto rápido: Me dejaron enviarte un regalo. Lo verás la mañana del lunes; D Te quiero dulzura, cuídate. Supongo que no me podía enviar más mensajes de texto ya que estaba segura de que tenían sus teléfonos, computadoras y otros dispositivos electrónicos censurados. Fruncí el ceño. Ya echaba de menos a mis chicos. ¿Pero un regalo? Los regalos de Drake eran generalmente excelentes. Me preguntaba lo que tenía guardado para mí esta vez. Supongo que sólo tenía que esperar y descubrirlo por mí misma el lunes por la mañana. Pero por ahora, iba a dormir como si no hubiera mañana.

3 Conociéndola • Zavier Coin • —¡Devuélvemela! —¡No! ¡La necesito! —Bueno, noticia de última hora, amigo, ¡tal vez yo también la necesito! —¡No, Jesse, para! Cerré los ojos y golpeé ligeramente la cabeza contra la ventana del autobús. Luego puse mi dedo índice en la montura negra de mis gafas y las levanté cuando comenzaron a deslizarse por mi nariz. Estábamos viajando en un autobús, ya que habíamos hecho un viaje a un montón de museos, restaurantes, e incluso casas al azar que "supuestamente" representaban un poco de material francés que todavía no entendía. Y yo entendía todo. Bueno, en realidad, entendía muchas cosas relacionadas con la escuela. Porque, sinceramente, no era realmente muy de la calle. Estábamos de camino de regreso a casa ahora y eran realmente, miré mi reloj negro en mi muñeca izquierda para leer la hora, las 18:48. —Ethan, juro por Dios, si no me das eso, yo… —Vous deux, déjà-taisez vous! [¡Ambos, cállense ya!] —gritó la señora Danix, nuestra profesora de francés, a los dos chicos sentados a mi izquierda, Jesse Mullins y Ethan Wander, quienes eran ambos, por desgracia, mis dos mejores amigos. —¡Cristo, es sólo una calculadora! ¿Para qué están haciendo matemáticas aquí? ¿Eh? ¡Esto es francés, chicos! ¡Francés! Jesse y Ethan estaban peleando por esa calculadora científica por alguna extraña razón -que nunca se sabía con estos chicos-. Los he conocido a ambos por tanto tiempo como podía recordar y eran prácticamente los únicos chicos con los que pasaba el rato en la escuela. Pero Jesse podía ser un poco... irritante, si debo admitirlo. Así que tenía muy mal genio y a Ethan le encantaba meterse con eso, probablemente para ver si Jesse podría convertirse en la sombra más brillante de color rojo en el universo. Jesse era más del tipo extrovertido, era como el payaso de la clase, mientras que Ethan era el más tímido y el más agradable. ¿Pero los dos juntos? Eso era simplemente malo.

Quería reírme de ellos en este momento, pero en cambio, sólo tosí en mi puño y mantuve mis ojos en el mundo exterior hasta que finalmente volvíamos a Lavider High. Mamá me había enviado un mensaje de texto diciendo que esa chica de la que había estado hablando sin parar la semana pasada apenas llegó a casa ayer. Y, por supuesto, compartiríamos nuestra casa con ella. Ella también tendría la habitación al lado de la mía, lo que no me importaba en absoluto. Es que, en realidad nunca he compartido una casa con otra chica, además de mi madre. En realidad no había necesidad de ello, realmente. Pero esta chica... ella era, bueno, mamá dijo que ella era diferente. Y no sabía si tomar eso como algo malo o algo bueno. Así que estaba bastante nervioso por toda esta situación, sobre todo porque tenía mi edad y sin duda iba a asistir a la escuela conmigo. Oh, ¿la razón por la que estaba nervioso? Bueno, voy a decirte esto. Definitivamente no era un chico de mujeres. Cuando era más joven, casi vomité cuando una chica me dijo "hola" y desde entonces, he tratado de mantenerme alejado de cualquier chica. Pero era difícil; estaban por todas partes. ¡Por todas partes! -Sí, estoy exagerando aquí, pero es igual-. Una vez, incluso estuve considerando una escuela solo de chicos, pero eso era simplemente demasiado. Y era sin duda era un cobarde. Por un lado, no podía coquetear, como, en absoluto. Uno, me hubiera sorprendido si una frase cursi se escara de mis labios. Dos, tartamudeaba como un loco y me reía, inventando alguna mala excusa para irme siempre que me pusiera severamente tímido. Además, a veces decía cosas que pensaba, o decía cosas que ni siquiera había pensado todavía. Y tres, simplemente no podía mirar a las chicas sin ruborizarme o sentirme cohibido. Podría sonar estúpido, pero sentía como que estarían mirando directo en mi alma -como los gatos-. Con las mujeres de más edad, como mis maestras, sin embargo, estaba completamente bien. Pero, sin embargo, creo que estaba bastante asustado de las chicas, sin importar lo estúpido que sonara. —Hola, Zavier. Inmediatamente miré a mi izquierda y vi a la chica más hermosa que existía, sentada en el asiento justo delante de mí. Jocey Rodríguez era su nombre, la llamábamos Joss, para abreviar, sólo para que lo sepan. Tenía los ojos azul zafiro y el cabello largo rubio, delicioso. Al parecer, me gustaba desde que estábamos en el sexto grado. Así que han pasado alrededor de 6 años desde que empezó a gustarme, lo que suena bastante desesperado, ¿no? Encontré mi mirada con la de ella, pero luego me aclaré la garganta y fingí mirar hacia a mi simple camiseta blanca. Oh, mira eso, una mancha invisible encontró su camino en el momento más perfecto. —Oh, uh... h-hola, Joss —murmuré, sintiendo la sangre trepando hasta mis mejillas. Realmente, realmente odiaba ruborizarme. ¿Por qué tiene que estar justo en mi cara, donde todo el mundo lo podía ver? Era demasiado obvio. —¿Qué pasa contigo? Has estado mirando fuera muy intensamente.

—Oh, uh... —Miré por la ventana y vi algunas de las casas que pasaban—. Sólo... miraba hacia afuera. —Vaya, eso fue estúpido. ¿Realmente, Zavier? Sólo golpéate en este momento. Por favor, ponle fin a tu miseria—. Q-quiero decir... s-sólo, aburrido. Cansado, en realidad. Ella se rió y se dio la vuelta en su asiento y empezó a hablar con su amiga que estaba sentada a su lado. Solté una respiración profunda y apoyé la cabeza en el respaldo de mi asiento y cerrando fuertemente los ojos por la vergüenza. Realmente no debería tener permitido hablar con chicas. Ni siquiera podía contar las veces que me he avergonzado frente a ellas. Pero sólo para referencia en el futuro, fueron 47 veces. De repente, sentí que alguien me observaba. Y sentí el aliento en mi cuello, también... ¡Qué dem...! —¡Ah! —Ahora había abierto los ojos y saltado una vez que vi el rostro de Ethan demasiado cerca para mi gusto, además de la cara espeluznante y sonriente de Jesse mirándome. ¿Conocen esa sonrisa espeluznante que tu amigo hace cada vez que estás hablando con tu enamorada? Sí, esa sonrisa espeluznante. Me estremecí ligeramente y sólo me di la vuelta para mirar por la ventana con el ceño fruncido. Realmente tenían que dejar de hacer eso -y sí, lo hicieron antes y eso se las arreglaba para asustarme-. —Hermano. —Jesse me dio una palmadita brusca en la espalda, pero yo todavía mantenía los ojos fijos en la ventana—. Realmente tienes que invitarla a salir ya. Me tomó un tiempo responder. Sólo quería que todo esto desapareciera. Joss nunca iba a salir con un chico como yo. Ella era inteligente -sí, yo era inteligente también, pero ella era la líder de nuestro equipo de Mathlete 2, sólo digo-, ella era divertida y habladora -seamos sinceros, cuando se trataba de chicas, casi al instante me volvía mudo- y sobre todo, ella era preciosa. Perfección de modelo, incluso. ¿Yo? Bueno... no era un supermodelo, eso es seguro. —Yo... no es tan sencillo, Jesse —contesté finalmente. —Oh, por supuesto que lo es —dijo Ethan, un poco demasiado entusiasmado—. ¡Sólo ve y ruégale para salir! Sabes, una vez, realmente, tuve el valor de decirle a una chica que debíamos salir. ¡Y maldición, fue una exigencia! —¿Y? —Jesse y yo estábamos prácticamente radiantes ahora, esperando su respuesta. Ethan nunca nos contaba historias sobre cosas que habían ocurrido en su pasado, así que esto me interesó de inmediato, especialmente si se trataba de él y una chica. —Todo salió bien, el lugar se llenó de humo pero nada más. Jesse puso los ojos en blanco y se palmeó la cara, sabiendo que Ethan estaba hablando de una salida, así como una salida de emergencia, no una salida real, romántica con una chica real. 2

Mathletes: Concursos de matemáticas

—Ya has hablado con ella un montón de veces, hombre —dijo Jesse, devolviéndonos al tema Joss—. Y te ha gustado desde que jugamos ese estúpido juego de girar la botella en el receso de sexto grado. Simplemente haz un movimiento, por favor, me estás matando aquí. Asentí, recordando ese día exacto. Nuestra clase tenía receso dentro ya que era un día de lluvia, así que decidimos jugar a girar la botella. Cuando fue el turno de Jocey, ella consiguió una consecuencia… ¿y adivinen lo que esa consecuencia era? Besarme. Por supuesto, no en los labios -aunque yo realmente deseaba que fuera en los labios- no, sino en la mejilla. Quiero decir, siempre pensé que Jocey era una chica bonita, pero cuando ella me besó, sentí pequeñas chispas y eso hizo que me gustara instantáneamente. Incluso empezó a hablarme más y me di cuenta de lo increíble que era en realidad. Sí, sonaba estúpido. Simplemente olviden que he explicado nada. Llegamos a Lavider High en no menos de 5 minutos. Tomamos nuestras mochilas, que estaban llenas de ropa y algunas otras cosas que necesitábamos durante el viaje. Nos alojamos en un par de casas al azar y era seguro decir que nunca iría a otro viaje de estudios de nuevo. ¿Qué pasó con aquellos realmente geniales como en la escuela primaria? Oh sí, crecimos. —Muy bien, chicos —anunció la señora Danix a todo el mundo—, recojan sus cosas y salgan de mi vista. Por desgracia, los veré mañana en clase. Una agradable manera de decir adiós, ¿eh?

*** —Entonces, ¿cómo es esta chica? —¿Qué edad tiene? —¿Es gótica? ¿Hipster? ¿¡Una estirada!? —¡Jesse! —grité, golpeando mi cabeza contra el cojín en el asiento del pasajero de su Jeep rojo, ya que nos estaba llevando a casa. Mamá quiso comprarme mi propio auto una vez, pero ¿por qué hacer eso cuando Jesse te acompañaba a casa gratis?—. No lo sé. Todo lo que sé es que se está quedando en mi casa, y que es mi edad. Eso es todo. Ni nombre, ni características. Ni mechones de cabello, en caso de que estés pensando en hacer un clon más tarde. Siempre trataba de hacer eso ya que era un friki de la ciencia, pero no lo había hecho bien por el momento. Una vez, tomó un mechón de mi cabello negro mientras dormía. ¡Dormía! Solo tiró y me caí de la cama. Créanme, Jesse tenía la valentía de colarse en tu habitación en el medio de la noche sólo para eso. ¿Pero no podía al menos preguntar agradablemente y hacerlo durante el día? Supongo que era Jesse para ustedes...

Ni siquiera sé por qué quería hacer un clon mío de todos modos, y honestamente, ni siquiera quiero saberlo. —Entonces eso es bueno. ¡Ohhh, nos quedaremos esta noche, amigo! —Lo siento, Jess, mamá dijo que no. Ella quiere que la conozca adecuadamente. Mi madre, Stormy Coin, conocida como psicóloga profesional, me enseñó todas las cosas sobre cómo ser un caballero y todo eso. Por supuesto, si tuviera un problema psicológico, ella me hubiera ayudado de forma gratuita. Pero teniendo en cuenta que la chica de la que me habló estaba allí sobre todo para sesiones de terapia, lo que, obviamente, no le conté a los dos chicos a los que llamo mis mejores amigos; entonces no sabía si sería súper loca. No era crítico sin embargo. Era sólo que... no estaba muy a gusto con la idea. Por lo general, las sesiones de terapia las llevaba a cabo en su oficina en el trabajo... y nunca había dejado a un paciente quedarse y vivir con nosotros. Me preguntaba por qué dejó que esta chica en particular se alojara... —Aww, hombre —gruñó Ethan desde el asiento de atrás, haciendo un mohín. Estos dos simplemente amaban a las chicas y eran los típicos chicos que miraban de arriba a abajo a cualquier chica que pasaba. Pero las chicas nunca les prestaban atención y ellos eran horribles al coquetear. Pero bueno, eran mejores que yo, y eso realmente estaba diciendo algo. —Muy bien, hasta luego entonces, Zavier —dijo Jesse, estacionando en el camino de entrada de mi casa—. Cuéntanos todo sobre ella mañana. —No voy a tener que hacerlo. Ella va a venir a la escuela con nosotros, ¿recuerdas? —Oh sí. Bueno... ella va a necesitar que la lleve, ¿no es así? —Sonrió y guiñó un ojo, pero yo sólo sacudí la cabeza y me eché a reír. —Nos vemos, muchachos —les dije, antes de salir del auto y caminar hasta la puerta principal de mi casa. Cuando saqué mis llaves, oí el Jeep de Jesse ir por la calle. Una vez que estaba dentro de mi cómoda casa, me di cuenta que estaba extremadamente silenciosa... ¿Mi madre siquiera en casa? Bueno, sólo para asegurarme... —¿¡Mamá!? ¡Estoy en casa! —grité. Puse mi mochila en el suelo de la sala de estar, y empecé a caminar hacia la cocina, donde vi una sombra que salía. Fruncí el ceño ligeramente ante la pequeña figura. —Ella está en la ducha. Salté y retrocedí un poco una vez que vi una hermosa chica sólo un poco más baja que yo, junto a la entrada de la cocina. En ropa interior. Y a pesar de que llevaba una camisa de botones que la cubría hasta la mitad del muslo, todavía me sentía incómodo. Sonrojándome, aparté la vista y me aclaré la garganta. —Tú debes ser el hijo de Stormy. —Ella se acercó y se detuvo justo en delante de mí, lo que sólo hizo que me sonrojara más. Su cabello largo, de color castaño oscuro estaba suelto y llegaba hasta su pequeña cintura. Era delgada, pero no tan sumamente

delgada que fuera insalubre. Su piel era oliva también, y... vaya, ella incluso tenía un montón de tatuajes. ¿A los17 años? —Vaya, ustedes dos se ven un poco diferentes. Estoy seguro de que ella estaba hablando de mi cabello y mis ojos. Mi cabello era oscuro, negro como era el de mi padre, donde quiera que estuviera en este momento. El cabello de mi madre era mucho más claro. Mis ojos eran de color marrón oscuro, también, pero ambos teníamos el mismo tono de piel. —¡Aww, no eres simplemente adorable! —La chica de repente pellizcó mis mejillas, haciendo que mis gafas se deslizaran por mi nariz. Las agarró antes de que cayeran, y casi de inmediato tomé las gafas de sus manos y me las puse de nuevo—. ¡Podría simplemente besarte! No, gracias. Estoy guardando eso para alguien especial. Sí, alguien especial que nunca será tuya. Sólo admítelo. Sin darme cuenta hasta segundos más tarde, sus labios estaban en mi oído, haciéndome ponen rígido como una piedra. —Y te llevaría a la cama conmigo —susurró, mordiéndome el lóbulo de la oreja. Mi respiración quedó atrapada y de repente me sentía caliente por todas partes. Bueno, ella estaba seriamente tratando de hacer que me sonroje con el rojo más brillante, lo juro. ¿En serio esta era la chica de la que mi madre había estado hablando tanto? ¿La que iba a estar viviendo con nosotros? —¡Zavier! —Miré hacia arriba para encontrarme con los ojos de mi madre. Estaba bajando por las escaleras, con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, lo que me sorprendió, ya que ella no había sonreído así de grande desde... bien, nunca—. ¡Hijo mío, estás aquí! Esta es la chica de la que he estado hablando sin parar. —Oh, por cierto, le enseñé cómo jugar un montón de juegos de cartas todo el día. Ella dijo que eras muy bueno con ellas, pero ella incluso terminó ganándome —dijo la chica, caminando hasta mamá para chocar los cinco con ella. —¡Voy a vencerte en Go Fish ahora, hijo mío! ¡Bravo! Para ahora, las estaba mirando fijamente, casi sin habla. —¡¿Q-qué?! —Estaba mayormente confundido. ¿Mamá acababa de conocer a esta chica ayer y ya era como una hija y mejor amiga para ella? —Oh, lo siento —dijo la chica, se acercó a mí y me agarró la mano. Reaccioné nerviosamente tragando un nudo en la garganta y una vez más, sonrojándome. ¡Deja de sonrojarte ya! ¡Bueno, esta es la primera vez que he estado tan cerca de una chica de esta manera, está bien! Sólo dame un respiro. Por Favor. —Soy Evelyn. Evelyn Jo. ¿Y tú, guapo? —¿Guapo? ¿Adorable? ¿De verdad quería decir estas palabras o simplemente estaba jugando conmigo? Tal vez ella era la que necesitaba las gafas, no yo.

—¿Zavier? —Negué con la cabeza cuando escuché la voz de mi mamá. Ella, obviamente, sabía que estaba en mi propio pequeño mundo cada vez que tomaba una pequeña pausa. Volviendo a mirar a esta hermosa chica, Evelyn, noté sus centellantes ojos azules. Se mordió el labio y me encontré mirando hacia aquellos llenos labios rosas, recordando cómo hace sólo unos segundos ella estaba mordiendo el lóbulo de mi oreja. Me sonrojé ante la idea y estreché su mano en su lugar, la mano que aún sostenía la mía. —S-soy Zavier. Zavier Coin.

*** Mamá realmente no debería decirme noticias sorprendentes cada vez que estoy bebiendo algo. Casi me ahogué una docena de veces en los últimos años, y todo porque ella no podía esperar a que terminara mis bebidas. Ahora mismo, estaba bebiendo un poco de agua fría cuando me contó la noticia más preocupante. Todavía estaba con un ataque de tos cuando traté de repetir sus palabras en mi cabeza. —¿¡Una delincuente!? ¿¡En serio!? —susurré-grité. Mamá acababa de decir que esta chica Evelyn Jo vino aquí porque fue expulsada de su última escuela secundaria. Y fue expulsada de una tonelada de escuelas de las que ni siquiera podían llevar la cuenta, por lo que es por eso que había sido enviada aquí. Era esto o tenía que ir a este Orfanato, que supongo que no le gustaba en absoluto, teniendo en cuenta que decidió quedarse aquí con nosotros para que mamá pudiera hablar con ella sobre sus "problemas". Honestamente, pensaba que ser un delincuente era una opción, no un problema. Pero ¿en serio? ¿Una delincuente "una criminal" se estaba alojando aquí con nosotros? ¿Y si ella...? —¡¡¡Shhh!!! Levanté mis cejas oscuras hacia mi madre, que parecía estar callándome mucho más fuerte de lo que yo estaba hablando. Pero Evelyn se estaba duchando arriba y la última vez que revisé, teníamos paredes muy gruesas. Además, que el último escalón de las escaleras tenía este pequeño sonido chirriante que fácilmente se podía escuchar. —Sí, está bien. Pero ella realmente necesita toda la ayuda que pueda conseguir. Podría ser una criminal, pero es divertida una vez que llegas a conocerla mejor. —Mamá, sólo jugaste Go Fish con ella, eso no es realmente conocer a alguien. — Por otra parte, Jesse siempre me decía que realmente conoces a alguien cuando su comida quedaba atrapada en una máquina expendedora... —Hablamos y ella me contó acerca de sí misma un poco ya. Pero sé que hay una razón por la que es la chica que es. Por qué es la chica que no le importa nada o lo que la gente piensa. Toma esta oportunidad, Zavier —dijo y se detuvo para poner su mano sobre la mía—, para llegar a conocer a una chica. Para llegar a conocer a alguien nuevo y ver cuán iguales o diferentes son en realidad. Nunca juzgues, esa es una de las muchas cosas que te enseñé, cariño. Haz la prueba. Le dije que tratara de ser tu amiga.

Pensé en ello. Pensé en ello duro. Alguien nuevo... y había una razón por la que mamá dijo la parte de la chica. Por supuesto que ella era una chica, pero mamá sabía lo terrible que era alrededor de las chicas y cuánto "miedo" les tenía. Tal vez podríamos ser amigos. Tal vez podría ayudar a superar esta timidez que tenía, para que finalmente pudiera dejar de ser un pelele. ¿Realmente estaba considerando todo esto? Sí, lo estaba haciendo. En realidad lo estaba haciendo.

•Evelyn• Cuando finalmente puse los ojos en el hijo de Stormy, Zavier Coin, lo primero que vino a mi mente fue, "¡Vaya!" Simplemente un niñito... vaya. Y también me recordaba a un lindo, pequeño osito de peluche, por lo que decidí que sería su apodo, para burlarme de él. Tenía el mismo tono de piel y la pequeña nariz linda como Stormy, pero aun así no se parecía mucho a ella. Le hice un cumplido porque uno; parecía ser uno de esos chicos lindos, tímidos y cohibidos. Y dos, porque realmente era guapo y adorable, en mi opinión. Así que sólo tenía que decirlo. Su cabello negro azabache estaba un poco largo, lo suficiente para cubrir la parte de atrás de su cuello un poco y rizarse un poco sobre su frente un par de veces. Los ojos marrones oscuros son los más comunes en todo el mundo, pero sus ojos me mantuvieron en mi lugar de una manera hipnotizante -tan cursi como suena-. Y cuando le dije que simplemente podría besarlo, oh chico, ¡¿estaba siendo honesta?! Simplemente no podía mantener mis manos para mí misma. Me encantó la reacción que recibí de él cuando le mordí su pequeño y hermoso lóbulo de la oreja. Supongo que nunca le hicieron eso antes. Me alegré mucho ser la primera para eso. Llevaba una camisa roja y azul abotonada con una camiseta blanca debajo, e incluso entonces podía definir todos los músculos básicos que tenía. Así que entrenaba, ¿eh? Bien. Mientras estábamos jugando todo tipo de juegos de cartas, Stormy decidió hablarme me al menos un poco sobre su hijo. Él era un chico inocente con tan impresionantes notas en la escuela que bien podría ser un estudiante universitario. Era un muy buen bailarín, pero nadie sabía eso, salvo su madre y otros miembros de la familia -y yo, así que ahora realmente tenía que conseguir que me mostrara algunos de sus movimientos-. Le gustaba ayudar a unas pocas organizaciones benéficas y en general, era un chico muy agradable y atento. Quería saber más acerca de este lindo sabelotodo, pero Stormy dejó el resto como un misterio y estaría mintiendo si dijera que no quería saber más sobre Zavier. Era tímido y eso era claramente evidente. Ah, y Stormy, dijo que no solía estar rodeado de chicas, así que probablemente era por eso que él se sonrojó tanto cuando me

vio. ¿O fue porque estaba en ropa interior y se sentía incómodo? No lo sé, sentía como si todo era mucho mejor sin pantalones, ¿saben? Estoy segura de que muchos de nosotros nos sentimos de esa manera. Mmm... Realmente pensaba que él y yo tendríamos juntos un montón de diversión por aquí. Y de alguna manera, sentí que nosotros compartiendo una casa durante un año no iba a ser tan malo como pensaba.

4 La secundaria apesta -ZavierEse domingo por la noche, cenamos juntos en la sala mientras veíamos Los Vengadores, la cual era una de nuestras películas favoritas de todos los tiempos. Mamá y Evelyn parecían llevarse muy bien y me encontré agradecido por eso, teniendo en cuenta de que mamá apenas tenía chicas o amigos con quien hablar. Todo lo que tiene es a mí, y aun así nosotros no salíamos mucho. Pero Evelyn parecía diferente -Y no, no era porqué probablemente mató a alguien en el pasado-. Sin embargo, ahora que lo pienso, voy a empezar a cerrar por dentro mi habitación por las noches. Para estar seguro, ya sabes. Soy una persona paranoica. Bien, no seas ridículo ahora. Ella no está tan loca como para hacer algo como eso. Bueno, en 24 horas todavía no la había conocido completamente, así que no estaba cien por ciento seguro. También era para mí muy difícil confiar en la gente. Siempre ha sido así, por alguna razón en particular. Tenía que saber un poco más de Evelyn -cosas simples, en realidad, como su color favorito y animal-, aunque descubrí algunas de las cosas que hizo en su antiguo hogar. Mamá no las quería oír -por ejemplo, las drogas y el alcohol-, pero Evelyn dijo que la ayudó con el estrés. Nos contó todo sobre sus tatuajes y tenía más de cuarenta, en su mayoría unos pequeños cubriendo sus brazos. También tenía unas quince perforaciones, la mayoría cubría sus orejas, pero también tenía en su nariz, ombligo y caderas. Diría que no quería verlos, pero entonces me estaría mintiendo a mí también. Por Dios, ella estaba ahora mismo convirtiéndome en uno de esos chicos. Y por "los chicos" me refiero, obviamente, a Jesse y Ethan, quienes solo querían ver a chicas. A veces no sabía cómo era amigo de ellos. También odiaba las agujas, así que si apuestas a que me haría cualquier tipo de tatuaje -incluso una línea o algo así-, perderías esa apuesta ahora mismo. Así que era mejor no tener esperanzas conmigo. Le conté un poco sobre mí, también. Como las cosas que me gustan hacer -que no es mucho... además, mamá ya le había dicho el secreto de que bailaba-, y las cosas que me gustaría lograr -como convertirme en un maestro o incluso en el Presidente de los

Estados Unidos- lo cual parecía bastante ridículo diciéndolo en voz alta. Pero solo me sonrió cuando lo dije. Realmente me gustó mucho su sonrisa... Después de eso, todos nos fuimos a dormir. Y cuando me desperté a las 6:00 a.m., y fui a ver si ya estaba despierta, me encontré con que Evelyn ya se había ido. Mamá dijo que ella había recibido un gran regalo de este chico que conocía es su anterior a casa, pero no tuvo la oportunidad de decirme lo que era porque tenía que llegar a la escuela a tiempo. Jesse me recogió y nos llevó a Ethan y a mí a la escuela -como siempre-. Cuando llegamos allí, busqué por todas partes a Evelyn en el estacionamiento, pero no estaba a la vista. ¿Por qué estaba tan preocupado? Ah sí, porque mi madre me dijo que estuviera pendiente de ella. Bueno pero, ¿cómo iba a hacerlo cuando incluso no sabía dónde estaba? No sabía ni siquiera que los tres estábamos caminando hacia la entrada de la escuela, cuando escuché mi nombre. —¡Oye, Zavier! ¿Me puedes ayudar con la cadena de mi bicicleta? Me di la vuelta para ver a un chico que siempre vestía camisas de vestir con tirantes y estaba en mi equipo de matemáticas. Su nombre es Gregory y era en realidad un buen tipo. Solo había enfermado tanto que casi me recordó a ese tipo de iCarly 3 que quería estornudar cada vez que una sola palabra escapaba de su boca. Afortunadamente, Gregory ya no tose o estornuda mucho. Pero tenía una nariz bastante mocosa, una de las razones por la que le aconsejé llevar toallitas desinfectantes, por el bien de los demás. Me acerco y lo ayudo a poner las cadenas de su bicicleta a la parrilla. Me toma algún tiempo ya que las cadenas estaban muy duras, pero Gregory era un tipo súper flaco así quería ayudarlo. Después de un minuto o algo así, finalmente la puse en su lugar. Solo espero que sea capaz que irse después de la escuela. —Está bien, Gregory, ahí tienes... —Empecé a decir, pero cuando me di vuelta, ya se había ido. Solo me encogí de hombros y busqué dentro de mis bolsillos delanteros por mi identificación de la escuela que teníamos usar para entrar—. ¿Van a venir? Levanté la mirada para notar a Jesse, Ethan y a todas las personas en el estacionamiento mirando exactamente a la misma dirección. ¿Qué estaba pasando? Miré sobre la multitud para encontrar una moto roja y a una chica bajándose de ésta. Supongo que era bastante raro ver a alguien en esta escuela con una moto, pero ver a una chica en una de esas era más extraño y no algo que se vería muy a menudo. En el momento en que se quitó su casco, mis ojos se abren cuando veo que la chica es Evelyn. Moviendo su cabeza de lado a lado, con gracia, pavoneando su hermoso

iCarly: es una serie de televisión estadounidense formato comedia de situación (Sitcom) creada por el productor de televisión, Dan Schneider y transmitida originalmente por la cadena Nickelodeon. La serie trata de la historia de Carly Shay, una niña que junto a sus dos mejores amigos Sam Puckett y Freddie Benson crean un webshow llamado iCarly. 3

cabello que aparentemente se mueve a cámara lenta. Ella sonrió e incluso tuvo el coraje de guiñarle el ojo a unos tipos que la estaban mirando. Me di cuenta de que llevaba un muy ajustado traje de cuero negro, que parecían atraer a la mayoría de la población masculina -y algunas de la población femenina también-. —¿Guaooo, nueva chica? ¡Maldita sea! —Escuché a Jesse gritar y luego silbar. Estuvo a punto de caminar hacia ella cuando Ethan agarró su mochila para sacarlo del camino. Pero Ethan ni siquiera podía alejar sus ojos de ella. Lo siguiente que supe era a Evelyn estaba dirigiéndose directamente hacia a mí, haciendo que todo el mundo —y me refiero a todos— la miraran mientras caminaba hacia a mí. De repente me sentí nervioso, pero desde luego era normal para mí estar nerviosa con una chica. Sabía que iba a tener que acostumbrarme a Evelyn. Me aclaro mi garganta y siento todo el calor arrastrarse hasta mis mejillas. Realmente odiaba atención. Y si, ella se acercó más… —¡Zavier, mi osito de peluche! —De repente me abraza y me da un beso en la mejilla. Me ruborizo en un tono rojo más fuerte, mientras toma mi mano y me lleva lejos de la multitud. Pero todavía sentía todos los ojos sobre mí. Mientras caminaba, hice contacto visual con Joss que se encontraba en la entrada. Parecía confundida e incluso un poco perturbada por Evelyn. Me dio una cálida sonrisa con un guiño interrogante, pero solo miré hacia abajo, estropeando mi cabello un poco en el proceso. Evelyn tenía lápiz labial rojo, así que creo que sus labios estaban justos dibujado sobre mi mejilla para que todos pudieran ver. ¡Maldición, Evelyn! Me detuve por un momento y la enfrenté. —¿Qué estás haciendo? —Viniendo a la escuela, ¡eh! —Ella se rió y alejé una hebra de cabello oscuro que estaba sobre su bello rostro. Espera, ¿por qué hice eso? ¡Detente, Zavier!—. Agh, la secundaria es realmente exasperante, sabes. ¿Por qué quieres volver a ser un maestro? —Se mordió su labio y miró a su alrededor como si ella estuviera de pie cerca de un antiguo basurero. —Para enseñarle correctamente a los chicos —respondí rápidamente, tratando de limpiar su lápiz labial con un pañuelo que encontré en mi mochila—. Mi madre te ha registrado ya, ¿no? —Siiiii... —Por ahora, se veía un poco molesta mientras fruncía los labios. —Genial, déjame ver tu horario —exigí, sosteniendo mi mano. —Mi, ¿qué? Oh... Pensé que lo utilizaría como papel higiénico. ¡Maldita sea, mi culpa! —Ella sonrió. Le di una mirada asqueada, pero solo puso sus ojos en blanco y mantuvo esa sonrisa que alcanzó hasta los ojos. Parecía feliz de estar aquí...

Oh no, realmente tenía que mantener un vistazo sobre ella. La han echado de muchas escuelas hasta ahora. Es decir, esa sonrisa lo más probable es que solo signifique una cosa "problemas". —Estoy bromeando, osito de peluche. Aquí... —Me entrega su horario y lo tomo, pero no podía sacar ese apodo de mi cabeza ahora. Me ha llamado así ya dos veces. Y al principio pensé que lo decía por decirlo, pero ahora que lo pienso... —¿Por qué me llamas de esa manera? Pellizca mi mejilla otra vez y besa mi nariz. Incluso aunque me ruborizo, la sigo mirando mientras ligeramente frunzo el ceño. —Porqué... eres lindo, adorable y tierno. Pero con toda honestidad... —Toma el cuello de mi camisa y me arrastra cerca, haciendo que mi corazón de un vuelco. Miro sus labios suaves sin pensar en ello—. Solo quiero llevarte a la cama y hacer cosas muy malas. ¡Dios mío, no hagas cosas malas con un osito de peluche! Luego pone sus brazos alrededor de mi cuello, pero aclaro mi garganta, mirando al alrededor a todos los chismosos, y retrocedo lejos de ella. Reviso su horario y me doy cuenta que estamos en muchas de las mismas clases. Mamá. Si ella quería algo, estaba dispuesta sobornar a la gente para que eso ocurriera. No es broma. Apuesto a que sobornó a nuestro director para que pusiera a Evelyn y a mí en la mayoría de mis clases, así que no tengo excusas para mantener mi parte del trato. Pero el problema era, que en su mayoría que tenía clases de AP4. Esperaba que ella pudiera lograrlo. Aunque fuera una delincuente no quiere decir que no es lo suficientemente inteligente. —Bien. —Respire profundamente—. Entonces tenemos AP de historia estadounidense en primer lugar. —Genial, vamos. Guíanos, guapo —Evelyn se rió y me agarró de la mano entrelazando sus dedos con los míos. Dejé que lo hiciera, por ahora, mientras salía del pasillo conmigo. Si llegábamos a clase antes, mejor. Odiaba cómo las personas estaban mirándonos, como si nunca habían visto a una chica hermosa. De repente, Jesse y Ethan nos detuvieron. Casi tropecé con Jesse que estaba mirando entre Evelyn y yo, mientras que Ethan miraba como un perrito perdido. Estaba aferrado a su carpeta de color verde lima, mirando más bien tímido. Probablemente era porque Evelyn estaba directamente delante de él y no tenía adónde dirigir si mirada, más que el suelo. —¡Zavier! Hola hermano, ¿no nos vas a presentar a ésta preciosa nueva estudiante? —Jesse meneo sus cejas hacía a mí como si fuera a decir "!está buena, amigo!", pero solo levanté mi mano hacia mi cuello e hice un gesto con mi dedo índice, así entendería el mensaje de que se callara y se fuera lejos. Mentalmente, estoy murmurando, ¡ve a hacer lo que estabas haciendo, Jesse! ¿Capisce?

4

AP: Advanced Placement. Clases avanzadas

—¡Bueno, Hola! —Evelyn gritó con entusiasmo, soltando mi mano para saltar a Jesse, solo por un simple abrazo. Una vez que se alejó, Evelyn pasó hacia Ethan, tomó su rostro y lo besó… justo en los labios. Jesse y yo prácticamente estábamos paralizados ahí de pie, mirando con los ojos abiertos mientras Ethan miraba a su alrededor. Luego miró hacia abajo a sus labios unidos, y sus ojos prácticamente salieron de sus órbitas. Evelyn se alejó y rió, mirándonos a los dos. —Vaya... —Jesse murmuró con una sonrisa enorme pegada en la cara. —Para ser honesta, iba a darle ese beso a Zavier. Todo el mundo se volvió hacia mí, pero Ethan todavía parecía atónito, mirando a Evelyn, como si ella fuera la versión femenina de Dios. Yo miraba a Evelyn, sonrojado y metiendo mí cabello un poco. Lo hice mucho en situaciones como ésta, si puedo decir. Pero Ethan probablemente ya había besado a una chica y probablemente fueron siete minutos en el cielo en una fiesta de la escuela intermedia a la que de seguro no estaba invitado. Pero sin embargo, aún habría sido un beso. —Jesse, obtendrás tu beso pronto, amigo... de una chica muy especial —Ella guiña un ojo y Jesse solo sonrió pensativo. Pero no creo que Evelyn se refiera a ella misma cuando dijo "chica especial"—. Y Zavier —se detiene para mirarme—, está muy claro que no has besado a nadie tampoco, así que no quise quitarles eso a ustedes chicos —dijo en un tono muy dulce. —¡Maldita sea, suertudo idiota! —Jesse grita y golpea a Ethan en la parte superior de su cabeza, mientras él estaba, claramente, todavía en trance. —Adiós, chicos. Los veré a todos... luego —Evelyn guiñó el ojo y caminó entre Jesse y Ethan, llevándonos hacia el pasillo. —¡Hablamos más tarde, hombre! Espera... ahora que lo... ¿esa es la chica que es...? ¡Oh, demonios no! Negué hacia Jesse y me fui para clases con Evelyn. Bueno, éste probablemente iba a ser mi día más interesante en la escuela.

*** Una vez en AP de Historia estadounidense, todos —incluyendo nuestro profesor— nos miraron fijo a ambos. Yo todavía estaba sosteniendo la mano de Evelyn mientras ella saludaba a algunos chicos babosos que pasamos para llegar al escritorio del profesor. —Hola, ¿por qué llegan tarde? —preguntó el Sr. Workhizer, mirándonos a ambos con decepción—. Zavier, te das cuenta de que es la primera vez que llegas tarde. Honestamente, no me importaba. Así que solo lo ignoré y le mostré el horario de Evelyn, mientras él salía de su escritorio y lo miraba. —Lo siento señor, estaba ayudando a nuestra nueva estudiante.

—Ya veo. No hay problema entonces. —Él Sr. Workhizer llevó su mano sobre su barba imaginaria en un movimiento de pensamiento—. Evelyn Jo, ¡bienvenida! No tenemos un orden de asientos, así que siéntese donde le guste. —Caray, gracias, señor. —Evelyn soltó mi mano y se fue a la parte de atrás de la clase para encontrar un asiento. Ella agitó su mano, instándome a seguirla a una mesa libre cerca de algunos chicos que nunca me cayeron bien. Solo negué y señalé a un asiento en la parte delantera de la clase. Saqué la mochila y la puse en el suelo, empezando a sacar mi libro de texto y cuaderno de notas. Pero cuando miré hacia arriba, mi corazón dio un salto, notando a Joss sentada a mi izquierda. Frenéticamente miré a alrededor un poco, preguntándome cómo diablos ella se apareció allí tan rápidamente. Ella hizo atletismo una vez. Sí, lo sabía. La miraba desde la barrera a veces. Está bien, sonó muy espeluznante y pervertido, así que por favor, olvida que he dicho eso. —Hola, Zavier, ¿cómo estás? —preguntó, mientras sacaba el cabello de su rostro. Me di cuenta de que llevaba un vestido de verano hoy, que encajaba perfectamente en su cuerpo -no te preocupes, mamá me informó que "revisar" el cuerpo de una chica de esa manera, era muy irrespetuoso... así que aparté mis ojos-. —Yo-yo estoy bien, gracias —respondí, empezando a abrir mí libro de texto para la tarea de hoy—. ¿Qué hay de ti? —Estoy genial, gracias. —Sonrió y luego se volvió hacia su izquierda. Cuando se dio la vuelta, yo ya estaba empezando a leer la tarea en el tablero. Quiero decir, esas eran realmente las únicas palabras que generalmente me dijo, pero yo sentía que ella quería decir algo más en esta ocasión. Y lo hizo—. Así que... ¿quién era la chica que vino contigo, sosteniendo tu mano? ¿Es tu novia? Empecé a ahogarme y a toser un poco tan pronto como ella dijo eso, pero traté de reírme de ello. ¿Realmente preguntó eso? —¿Qué? N-no, no, ella es solo... —-Insertar mala palabra aquí-. Estaba frustrándome ahora. Todos habían estado mirándome de manera diferente también. Incluso tuve a algunos de los chicos "populares" mirándome de arriba a abajo como diciendo "¿por qué él y no yo?" O dándome un gesto de aprobación a mi supuesto logro. Diablos, mientras Evelyn y yo estábamos caminando juntos por el pasillo, un chico realmente silbó con aprobación y fue lo suficientemente descarado como para agarrar mi muñeca y levantar mi mano para que él pudiera chocar los cinco conmigo. —Está bien. —Joss se rió—. Ella no parece ser tu tipo, es todo. —Encogiéndose de hombros, empezó a escribir algo en su cuaderno de espiral. Simplemente asentí, entendiendo. Evelyn era obviamente una de esas chicas malas que no dan un... comino -sí, vamos a usar esa palabra ahora... qué diablos-, y yo era como el pequeño tonto chico bueno. ¿Ella y yo? Nosotros no quedamos bien juntos. ¿Por qué ella alguna vez estaría interesada en alguien tan aburrido como yo? Bueno, yo debería saber, considerando que he tenido mi ojo en una chica que me ha gustado desde hace años y no parecía haber ningún indicio de que ella estaba de algún modo interesada, lo que era simplemente ridículo y deprimente al mismo tiempo. Sí, todo era excelente -nótese el sarcasmo-.

—Lo sé, ella es solo... —Jesús, no quería decirle la verdad real. No pienso que Evelyn lo agradezca en absoluto—.... una amiga de la familia quedándose con nosotros. —entonces me encogí de hombros, esperando que ella me creyera. Yo estaba, sorprendentemente, hablando mejor de lo que esperaba a su alrededor. Créeme, también soy un mentiroso muy malo. A veces, cuando mentía, solo me quebraría por ninguna razón en absoluto y terminaría pareciéndome a un loco. O saldría con una mentira completamente idiota que probablemente ni siquiera sería posible. Oh sí, no podía ir a verte porque estaba… entrevistando a Clark Kent para el periódico escolar. Totalmente una mentira que me hubiera gustado que fuera realmente cierta... —Ya veo, eso es bueno... quiero decir, ¿vas a ser capaz de llegar a los Mathletes después de la escuela hoy? ¿Cuál fue la primera cosa que ella había dicho? Negué y reí entre dientes. Estaba leyendo demasiado entre las cosas, ¿no? —Eh... sí, yo-yo estaré allí… —¡Ey, osito de peluche! Suspiré profundamente y me volví para mirar hacia atrás, a Evelyn, viéndola saludarme con ambas manos para obtener toda mi atención. Solo asentí y le murmuré "qué", para que pudiera seguir adelante con ello. ¿Por qué tenía que interrumpir justo ahora? En realidad estaba empezando a tener una conversación decente con Joss. Probablemente la más larga. —Stormy dijo que estaba bien que viajes conmigo después de la escuela, ¡solo para que, ya sabes, no vayas a ir a ese club de empollones tuyo después! Puse mis ojos en blanco, notando que Joss también se giraba para mirar a Evelyn. Creo que incluso la oí burlarse. Sabía por qué. Odiamos ser llamados empollones solo porque estábamos en ese determinado club. —¡Mathletes! —siseé, mientras algunas cabezas se giraron hacia mí ahora. Excepto el señor Workhizer que estaba leyendo una revista, ya que nunca le importaba si hablábamos mientras trabajamos, siempre y cuando termináramos nuestro trabajo, lo que la mayoría no hacía. —Sí, ¡ese mismo! —Evelyn insistió. Bueno, para ella lo era. Y sí, probablemente, para un par de personas más, también. Pero, ¿mamá realmente tuvo que contárselo si ella solo iba a burlarse de ello? —¡Tengo una moto Ducati impresionante que mi amigo Drake me dejo esta mañana! ¿No es él solo... impresionante por eso? Agh, casi me olvidé que tenía esa cosa con ella esta mañana. ¡De ninguna manera me iba a subir a eso! ¡¿Quería deshacerse de mí tan pronto?! Espera, ¿por qué mi madre incluso aprobó esto? Por otra parte, nunca dijo nada malo sobre motos. Pero aun así, he oído mucho acerca de los accidentes y gente matándose en esos artilugios del diablo. ¿Estaba dispuesto a montarme en ella? Para ser honesto, prefiero caminar los pocos kilómetros hasta casa. ¡E incluso en el calor, también! Pero si mamá realmente le dijo a Evelyn que me llevara a casa... no podía discutir con eso. Nosotros apenas la conocíamos, ha pasado solamente un par de horas después

de todo, pero mamá parecía confiar en ella ya. Y yo nunca podría desobedecer a mi propia madre.

•Evelyn• Vaya. La escuela secundaria apestaba. Realmente lo hacía. ¡No me extraña que estuviera tratando por años de conseguir que me expulsaran de todas y cada una a las que fui! Pero a pesar de que realmente odiaba la escuela, tenía que quedarme en ésta por mi propio bien. No me gustaría ser enviada a un internado, o peor, al maldito Orfanato. No le dije a Zavier sobre el Orfanato pero Stormy lo sabía, le pedí que no se lo dijera. Él no necesita saber todas las cosas que pasaron allí. Odiaba la lástima, de todas las cosas, y Zavier parecía el tipo de persona que les daría fácilmente a otros su simpatía. Por otra parte, no lo conozco plenamente aun. ¡Era finalmente el almuerzo ahora y me estaba muriendo de hambre! Aprender, leer y escribir podría realmente vaciarte el estómago -no hice nada de esos, por cierto-. Además, solo agarré una barra de granola al azar y me fui a dar una vuelta en mi nueva Ducati esa mañana. En serio, esa cosa era el cielo sobre ruedas. Simplemente hermosa. No podía esperar a que Zavier la montara conmigo después. Necesitaba compañía y estaba segura de que él era lo suficientemente valiente para hacerlo. Entrando en la cafetería, noté que casi todo el mundo me miraba. Me hizo poner mis ojos en blanco. En serio, ¿por qué tienen que mirar? Al principio solo lo ignoré, como, "Oh ey, eso es probablemente porque soy una estudiante nueva y todo". ¿Pero ahora? Ellos realmente deberían ocuparse de sus propios malditos asuntos y continuar con sus vidas. Quiero decir, si tenían alguno. Algunos de ellos parecían asustados de venir y ser amistosos conmigo. Los muchachos solo me vieron y guiñaron, lo que a veces parecía que solo estaban teniendo un tic, o tal vez un accidente cerebrovascular. Y no quiero ni hablar de las chicas. Me dieron miradas sucias como si yo fuera una zorra. Pero ey, al menos cubrí la mayor parte de mi piel en público y no traté de seguir adelante con un individuo al azar en el armario del conserje. Vi a Zavier y sus pequeños amigos —quienes, ahora que lo pensaba, no me habían sido presentados del todo— en una mesa cerca del frente. Paseé hasta allá, obviamente, todavía sintiendo todos los ojos en mí. Pero justo cuando estaba a punto de sentarme en la silla más cercana a Zavier, esa muñeca Barbie se acercó y se sentó allí. Ella puso su mano en su barbilla y le sonrió. —Hola, Zavier —dijo en el tono más dulce posible. —Oh... H-Hola, ¿Joss? —Zavier le sonrió, pero no me perdí el ligero rubor en sus mejillas. Oooh... ¿Le gustaba? ¿Y a ella posiblemente le gustaba él? Bueno, vamos a averiguar, ¿de acuerdo? Vamos, Evelyn, trabaja tu magia. Caminando más cerca de la mesa, todos me miraron. Uno de los otros chicos sonrió mientras que el que yo había besado antes solo se sonrojó y miró hacia abajo. La muñeca Barbie "Joss" solo me miró con una pequeña sonrisa.

—¡Hola, chicos! ¿Les importa si me siento con ustedes? —Me detuve y fingí mirar alrededor de la mesa—. Oh, mierda... no hay más asientos disponibles. —Otra silla o dos podrían caber en el lugar, pero no había más sillas en la mesa y la cafetería estaba realmente llena. —Umm, creo que hay una mesa vacía por allá. —dijo Joss dulcemente, apuntando sobre alguna parte, pero yo simplemente lo ignoré y le sonreí. —No, gracias, me sentaré aquí en cambio. —Caminé hacia Zavier y me senté en su regazo. Se movió un poco cuando puse mi mano sobre su pecho firme—. Hola, Zavier —dije, casi seductoramente. Pero en el fondo me estaba riendo de la reacción de Joss. No atrapes moscas en tu boca, chica. Creo que le gustaba Zavier. La necesitaba para mostrárselo a él. Por un lado, sabía que él realmente necesitaba una novia. Ya sabes, una chica con la que estar cómodo, para amar, para siempre confiar —todas esas buenas, cosas acarameladas—. Como Drake y yo por ejemplo. Dios, lo extrañaba. Todavía no podía creer que él gastó todo lo el dinero que había ahorrado -robado- en una moto para mí. Yo no habría aceptado, pero conociéndolo, él nunca habría tomado el regalo de vuelta. Honestamente, creo que ya hubiese tomado la moto y escapado de regreso a mi ciudad natal con mis chicos para este momento, si no fuera por dos razones. Primero, me encontrarían incluso antes de cruzar la frontera de Nueva Jersey, y segundo, me encontré con ganas de quedarme solo por Zavier. Tenía muchas ganas de conocer al tipo y ayudarlo con sus problemas de "chicas". Además, era divertido molestarlo. Era demasiado adorable, lo juro. —Uh, ey, Evelyn... Me reí y tomé su mano izquierda. Luego la llevé hasta mi muslo mientras él se tensaba y se aclaraba la garganta, mirando a Joss. Y, por cierto, ella no parecía feliz. Su rostro era de un rojo brillante y yo hasta terminé sonriéndole. —Bueno, Evelyn... nos encontramos de nuevo. Miré hacia arriba e hice contacto visual con uno de los amigos de Zavier, el más extrovertido. Él me estaba sonriendo mientras yo reía y agarraba una patata frita de su plato. Zavier ya debe de haberles dicho mi nombre. —Mi nombre es Jesse, y este es Ethan. —Le dio unas palmaditas al pobre Ethan en la espalda, haciéndole ahogar con su bebida—. Oops, lo siento, amigo. Los dejé tranquilos después de eso, y me volví a Zavier, jugaba nerviosamente con sus manos en su regazo. Agarré su barbilla y le hice mirarme. Lo noté tragar con fuerza, también. —Te dejaré para que hables con ella —susurré. Él frunció el ceño, ruborizándose, mientras en broma rodé mis ojos—. Es obvio que te gusta, es fácil de ver. Solo habla con ella, conviértanse en grandes amigos y vamos a tomarlo desde allí. —Hice una pausa para arreglar el cuello de su camisa y pasar una mano por su cabello suave—. Solo sé tú mismo. Y con eso, me disculpé y salí de la cafetería sin una sola mirada hacia atrás. Pero por alguna razón, me encontré no queriendo dejarlo a solas con ella.

5 Sólo enséñale •Evelyn• No sabía qué hacer durante el resto de la hora del almuerzo, así que decidí caminar un poco alrededor de la escuela. Zavier no me había mostrado todo, pero de los lugares que sí me mostró… bueno, no les presté mucha atención, para ser honesta, así que no importa. Pero bueno, estaba segura que estaría bien, que no iba a perderme. Al doblar una esquina, mientras miraba hacia a mi iPhone para comprobar rápidamente la hora, me detuve en seco en mis pasos una vez que me di cuenta que había llegado a un callejón sin salida. Mierda. Estaba perdida. Me di la vuelta, tratando de no parecer demasiado aterrorizada. Giré mi cuerpo en cada dirección en un intento de encontrar la salida, pero no pude encontrar nada. Probablemente no debería de haber dejado a Zavier en primer lugar. Debería haberle ayudado tanto como podía y hablar con la muñeca Barbie -obviamente su apodo de mi parte, que no vencía para nada a osito de peluche- sobre las muchas cosas que Zavier no hacía durante su tiempo libre, sólo para hacerlo parecer más interesante y menos aburrido. Sólo estaba bromeando un poco. Por otra parte, le dije que sea él mismo. A decir verdad, realmente me parecía bastante interesante. Él simplemente no se mostraba a la gente tan a menudo como debería. Sacudiendo la cabeza, giré una vez más, sólo a jadear cuando vi a alguien muy cerca, y justo delante de mí. De inmediato le di, un puñetazo en el estómago, por lo que estuvo de rodillas en un instante. Lo oí gemir pero solo lo ignoré. Llevaba una sudadera gris con la capucha puesta, así que no podía decir exactamente quién era... ¡Bueno, no importa! Me volví y le di una patada impresionante al hombro. Solía hacer una patada en el cuello, pero esa muy probablemente lo habría matado al él/ella, y no quería eso, como

la impresión de mi primer día aquí. Así que una patada en el hombro era, obviamente, mi mejor opción. —¡Toma eso, violador! —grité, limpiando la parte de atrás de mi mano sobre una gota de sudor que había aparecido en mi frente. —Dios... maldita sea, eres fuerte... Respiré, sintiéndome sorprendida y aliviada al mismo tiempo, y me puse de rodillas una vez que -más o menos- reconocí la voz un poco oxidada procedente del "extraño". Quite la capucha de su cabeza y mis ojos se abrieron más una vez que vi quien era en realidad. Probablemente pensarías que en realidad estaría toda, "Oh ¿estás bien? ¡Lo siento, amigo!" Bueno, amigo, creo que estás olvidando el hecho de que nunca fui la chica buena, que inmediatamente se preocupaba por la gente cuando eran heridos. Especialmente si yo fui la que realmente les causó dolor. Así que esa fue la razón por la cual sólo di una palmada en el brazo del chico en lugar de preguntarle cómo se encontraba después de esa patada impresionante que acababa de darle. —¡Jesse! ¡¿Qué demonios estaba haciendo?! ¡Asustándome hasta la mierda! Se ganó otra palmada de mí parte, mientras él sólo jadeaba y se aferraba a su pobre brazo, que fue también el que había pateado. Probablemente debería haberlo golpeado más suave. O golpear el otro brazo en su lugar... —¡Ay! Maldita sea... —Pasó su mano por su cabello rizado ligeramente oscuro— . Estaba… tratando... de buscarte... pero ahora estoy... sangrando internamente... gracias a ti. —Había tomado un montón de pausas y respiraciones profundas ya que probablemente perforé sus pulmones. —¡Bueno, eso es totalmente comprensible, pero grita mi nombre la próxima vez! ¡Pensé que eras un maldito violador! —grité, agarrando sus manos para ayudarlo a levantarse. Hizo una mueca y puso su mano en su espalda baja una vez que estuvo de pie—. Ahora, de nuevo, ¿por qué estás aquí? Tomó otra respiración profunda, y sólo me agarró del brazo con fuerza, como si ya ni siquiera pudiera sostenerse de pie. —Zavier... quería venir a buscarte el momento en que saliste de la cafetería. Esta escuela es un edificio de cuatro pisos y no conoces los caminos todavía. No quería que te perdieras. Pero siendo el mejor amigo impresionante que soy… —Tomó una pausa para arreglar dramáticamente el cuello de su camisa azul—. Lo dejé con su "dama amiga enamorada" y vine a buscarte. ¡Ahora sé que no debo volver a hacerlo nunca más! — dijo esa última parte para sí mismo en voz alta, agarrando a sus costillas. Después de un segundo, miró a su alrededor, probablemente para comprobar y ver si había algún maestro alrededor para regañarnos por no estar en clase.

—¿Así que cuándo empieza la siguiente clase? —le pregunté, haciendo a Jesse levantar la mirada para mirarme a los ojos. Frunció el ceño ligeramente y luego miró su teléfono, creo que para comprobar la hora. —El almuerzo termina en unos 30 minutos. —Se encogió de hombros, alejando su teléfono mientras fruncí mis labios, pensativa. —¿Dónde está Ethan? —Oh, no quería ser la tercera rueda. Además, tenía deberes que hacer, así que fue a la biblioteca en su lugar. Lo que significa... —Se detuvo, dejándome pensar en las palabras correctas después de eso. —Zavier y Joss están completamente solos, ¿eh? Pues bien, vamos a sentarnos y puedes contarme todo acerca de estos dos amantes, porque estoy segura que Zavier nunca me hablaría de ello en absoluto. —Le di un golpecito con el codo y le guiñé un ojo. Me dio una mirada extraña, pero sin embargo, se echó a reír cálidamente. —Vaya, eres realmente algo, Evelyn. Me gustaría que hubiera más chicas como tú en esta escuela. —Me llevó a un pasillo vacío diferente, donde nos apoyamos en algunas taquillas frías y duras y nos deslizamos hasta el suelo. —¿Qué quieres decir? —No sé... imprudente, rebelde, divertida. Quiero decir, besaste a Ethan por amor de Dios. Eso sólo salió de la nada, también. Asentí, pensando en eso. Ethan era tan lindo. Simplemente no me pude resistir. Pero, sinceramente, quería besar Zavier en su lugar. Sólo sabía que en realidad me sentiría mal por robar su primer beso. Pero fue una buena cosa que no lo hiciera, ¿no? Era obvio que estaba reservando eso para la señorita "muñeca Barbie", Joss. Le sonreí a Jesse, que me estaba dando una pequeña sonrisa de vuelta. Dio una palmada con sus manos y se sentó un poco más derecho ya que comenzó a deslizarse por el suelo resbaladizo. —Muy bien, Zavier podría matarme por decirte todo, pero no importa. Él necesita toda la ayuda que pueda conseguir con esta chica, lo juro. —Jesse casi de inmediato entro en modo de maestro serio—. Verás —Hizo gestos con sus manos mientras comenzaba. Simplemente levanté mis cejas hacia él—. Como la mayoría de la gente, Zavier y Joss son completamente ajenos a los sentimientos del otro. A ella le gusta, pero él no lo sabe, ni siquiera lo ve. Él le gusta ella, pero ella tampoco lo ve. Además, son demasiado vergonzosos y miedosos para escupir sus malditos sentimientos. Eso era comprensible. Era difícil y aterrador decirle a un flechazo que te gustaba, o decirle a una persona que lo amabas. Es probablemente porque piensas que hay una posibilidad de que no les gustes o te quieren a cambio. Y si eso es cierto, simplemente sabrás que toda tu vida habría terminado, aun cuando en realidad no lo haría. Si me preguntas, alguien por ahí afuera probablemente te ama -o te amará-, sólo tienes que encontrarlos. Bueno, en serio, ¿qué pasa conmigo y toda esta charla profunda de mierda? De vuelta a Jesse hablando ahora. Por Favor.

Puse mi puño en mi barbilla y miré hacia Jesse, quien estaba levantando las cejas, probablemente esperando alguna pequeña respuesta de mí parte para que pudiera continuar. Entonces un pensamiento cruzó mi mente casi al instante. —¡Oh! Bueno, entonces ¿por qué no le dices a Zavier que a ella realmente le gusta? —¿Por qué no podía haber pensado en eso? ¡Era obvio! Pensé que lo contrario, una vez que vi a Jesse darme una sonrisa falsa y sisear. —La cosa es que Zavier... bueno, es una especie de pesimista. Así que no cree que todo en su vida, especialmente su vida amorosa, será alguna vez perfecto como lo que sucede en esos cuentos de hadas de mierda, con una hada madrina para conceder todos sus deseos. Piensa que probablemente es imposible que a alguien tan bonita e inteligente como ella le guste él. No sé lo que pasa en la cabeza de Joss, pero estoy seguro que ella también piensa en sus propias inseguridades, y así mismo piensa que Zavier es demasiado bueno para ella o algo así. Pero eso es sólo lo que creo yo. Negué ligeramente. Realmente odiaba cuando dos personas eran el uno para el otro y en realidad se gustaban, pero pensaban que al otro no le gustaba. Bueno, en este caso, a Zavier le gustaba Joss, y a Joss le gustaba Zavier. Entonces, ¿qué los detenía de preguntarse el uno al otro si querían salir? El pensamiento de ellos estando juntos, sin embargo, de repente me hizo sentir náuseas en el estómago. Aspiré profundamente y dejé escapar un profundo suspiro. Oh, vamos, Zavier definitivamente se va a convertir en el próximo maldito presidente, y tú eres sólo una criminal. Poner estos dos juntos es como... como poner jugo de naranja y pasta de dientes juntos. Asco... definitivamente no es una buena combinación. —Stormy dijo que él tenía estos problemas con las chicas —dije mientras jugaba con mis pulgares y descansaba mis muñecas sobre mis rodillas. —Ah, sí. Zavier es terrible con las chicas, tanto que ni siquiera es gracioso. Está bien, para ser honesto, lo es a veces. Pero el problema es que sólo se pone demasiado tímido, y se sonroja tan fácilmente se nota a kilómetros de distancia. Es horrible en el coqueteo. —Jesse murmuró algo en voz baja, pero no lo entendí ya que puso sus manos sobre su cara—.Me sorprendería si una sola frase cursi de coqueteo escapara de sus labios. —Jesse se rió entre dientes, haciéndome reír, también. —Ya veo. Pobre Zavier. Hubo una pequeña pausa entre nosotros, y sólo oía el tic de reloj, haciéndome sentir un poco ansiosa. —Así que... ¿quién eres exactamente? —Jesse preguntó de la nada. —¿Yo? Bueno, sólo soy una chica. Golpeó ligeramente mi brazo mientras sonreía. —Lo digo en serio. —¡Bueno, yo también, imbécil! —le grite bromeando, pero luego me puse seria para responder a su pregunta—. Soy una chica delincuente que fue enviada a vivir con Zavier, para que pudiera tener sesiones de terapia privadas con su madre. Eso es todo.

Otra pausa se apoderó de nosotros, mientras Jesse trataba de procesar las palabras que acababa de decirle. Se río entre dientes, pero sabía que era falso. —¿E… eres una delincuente? —Parecía como si quisiera gritarlo, pero lo contuvo en un susurro en su lugar, por lo que estaba agradecida. Asentí —Bueno, eso es lo que ellos piensan que soy. Quiero decir, sí, he hecho cosas malas. Y sé que voy a ir al infierno, pero ni siquiera he estado nunca en la cárcel. —¿Nunca demasiado malo o...? —Todo lo que tenía que hacer era pagar unos honorarios y permanecer en una celda de detención. Pero no fui atrapada con las cosas súper malas, mi querido Jesse. — Le doy una palmada en el hombro y le guiñó un ojo—. Soy así de buena. Jesse asintió, levantando las cejas y mirando al espacio justo en frente de él. —Guau. No puedo creer lo tranquilo que Zavier parece estar sobre eso, ya que obviamente lo sabe, teniendo en cuenta que estás viviendo en su casa. —Oh, realmente enloqueció un poco. Stormy me lo dijo. Pero se calmó, sabiendo que estoy bajo vigilancia, y porque acepté en realidad ser su amiga y ayudarle a salir un poco de esos problemas suyos con las chicas. Asintió. —Eso es bueno. Honestamente, voy sonar gay, pero el chico es realmente guapo. Me reí para mis adentros. Ey, las chicas llaman a otras chicas hermosa todo el tiempo, por lo que los chicos podían hacer eso, también. Era sólo... digamos que era como una cosa de chicos. Dejé de reírme cuando me imaginé a un chico diciéndole a su mejor amigo hombre, ¡chico, eres jodidamente hermoso! Ahora, eso sí que sería simplemente impresionante. —Las chicas estarían sobre él. Es solo la timidez, la torpeza, la falta de capacidad de coquetear. Además, la parte tímida es lo que en cierta forma consigue que no lo estén. Pero, en realidad, la parte friki; -bien, lo admito, también soy un nerd, más que nada un nerd de ciencias-, eso es sólo nosotros siendo nosotros mismos. Son los otros tres rasgos los que tiene que cambiar. —¿Hay alguna razón por la que él sea de esa manera alrededor de ellas? —Supongo que es porque es muy consciente de sí mismo, lo que no entiendo. Porque, una vez más, es un hombre apuesto. Me reí, recordando lo rojo remolacha que estaba Zavier cuando lo conocí. No había una razón para que fuera tímido. Era, sinceramente, realmente apuesto. Apuesto a que si le dijera eso, sin embargo, no me creería en absoluto. —Creo que tengo una pequeña idea... —Jesse sonrió, moviéndose de tal manera que pudiera sentarse con las piernas cruzadas justo delante de mí. —¿Y cuál es? —le pregunté, inmediatamente interesada. Oh, cómo me gustaban los planes, especialmente los planes malvados. Pero por alguna razón, sentí como si este no fuera realmente un plan malvado. De cualquier manera, iba a escuchar si tenía algo que ver con Zavier.

—Enséñale. Arqueé una ceja. ¿Enseñarle? ¿Enseñarle qué, exactamente? La palabra "enseñar" simplemente me recordaba a "maestros", lo que sólo me daba sueño enseguida. Pero lo dejé continuar. —Enséñale a Zavier cómo estar realmente cómodo alrededor de las chicas. Ya sabes, como su idioma, lo que les gusta, odian, y por supuesto, enséñale sobre el cuerpo. Es decir, cómo besar, cómo tratarlas bien y ser suave, como hacerlas sentir bien. Ese tipo de cosas. Quiero decir, ¿y si su vida sexual apesta? Me siento mal por el chico. Yo lo hago, lo que significa mucho viniendo de su mejor amigo. Eso no era tan mala idea. Realmente le ayudaría. Además, nos vincularíamos y llegaríamos a conocernos mucho más, teniendo en cuenta que íbamos a vivir juntos por un tiempo. La cosa era, que Zavier y yo en realidad teníamos una gran cosa en común. Los dos éramos vírgenes. Así que, si en realidad yo terminaba tomando la suya, obviamente, él tomaría la mía.

*** Era el final de la escuela, y elegí este momento para finalmente buscar mi casillero. Una vez que lo localicé, después de un largo rato, que fueron como cinco minutos realmente, suspiré de alivio. En serio, una maldita larga caminata. Sólo quería llegar a casa ya y tirarme en esa nube suave que tenía por cama en mi habitación. Agh, pero Stormy estaba planeando darme mi primera sesión de terapia más tarde hoy. La idea de hablarle a alguien sobre mi vida personal sólo me daba ganas de vomitar. Así que, me limité a alejar el pensamiento y marqué la combinación de la taquilla. Cuando se abrió, eché un vistazo en el interior del pequeño espacio vacío. Teníamos casilleros de color azul oscuro, y estaba contenta de haber conseguido una de los casilleros de arriba en vez de los de abajo. No querría agacharme cada vez que tuviera que tomar algo. Ya estaba cansada de todos los silbidos y gritos que recibí hoy. Pero bueno, ¿quién dice qué yo vaya a usar esto alguna vez? Me reí para mí y cerré de golpe mi casillero. ―Bueno, hola. Me giré al sonido de una femenina voz familiar. Efectivamente, muñeca Barbie estaba justo ahí, de pie a unos metros de distancia en su casillero. Conté cinco casilleros más alejados del mío. Bueno, esto es simplemente genial. Me dio tal enorme sonrisa que pensé que su rostro se iba a romper en cualquier momento. Miré detrás de mí, sólo para asegurarme de que me estaba hablando a mí, pero cuando me di la vuelta, ella sólo se rio como si lo que hice fuera gracioso. Levanté mis cejas y las fruncí hacia ella. ―Evelyn, ¿verdad? ¿La chica nueva? Vaya, Zavier me habló sobre ti durante el almuerzo. Eres una amiga de la familia, ¿verdad? ¿De qué demonios está hablando esta chica? ¿Amiga de la familia?

Espera… ¿estaba Zavier realmente tan avergonzado de que fuera una delincuente con especial "necesidad" de terapia de su mami? Muy bajo, amigo. Muy bajo. Puse una sonrisa falsa y aclaré mi garganta mientras permanecía de pie. —Claro... —Decidí seguirle el juego por ahora. Pero me aseguraré de tener una "pequeña" charla seria con Zavier cuando lleguemos a casa. ―Bueno, eso es dulce. ¡Oh! No me he presentado formalmente todavía. Soy Jocey. Jocey Rodríguez. Pero claramente, la gente me llama Joss en su lugar. ―O muñeca Barbie… Puse otra sonrisa falsa. Pero ésta era un poco menos falsa que la anterior. Parecía agradable, pero nunca confié en los agradables. ¿O era en los más callados? Estoy segura que era en los más callados pero… oh, ¡lo que sea! ¡Sólo no confío en nadie! Joss extendió su mano para que las estrecháramos y yo estaba pensando acerca de si escupir o no en mi mano antes de estrechar la suya. No hago esto, lo admito, la imagen fue bastante asquerosa. Aunque siempre quise hacerlo con alguien, sólo para ver cuál sería su reacción. La reacción de Joss viéndome en el regazo de Zavier unas horas antes fue muy graciosa, así que creo que fue suficiente por hoy. Umm, pero los apretones de manos no eran realmente lo mío. Sin pensarlo, solo golpeé su mano y ella me miró un poco confusa y desconcertada. ―Va-le… ―sonrió de nuevo―. Así qué… ¿Zavier y tú son muy cercanos? ―Escucha, quiero preguntarte algo antes ―dije y ella asintió―. ¿Qué piensas exactamente de él? De repente se ruborizó, sin encontrarse con mi mirada firme. ―Es muy agradable… muy lindo, también. ―Mmm Bueno, creo que él… ―¿Evelyn? Mi corazón dio un vuelco cuando oí esa voz angelical. Oh, ¿Qué demonios, Evelyn? Ten tu mierda junta, de verdad. ¿Por qué mí corazón hizo eso? ¡No hagas eso, corazón! Me di la vuelta y sonreí a Zavier. Parecía un poco preocupado y yo sólo quería achucharlo con un fuerte abrazo en ese mismo momento. ―¿Sí, osito de peluche? Zavier suspiró, probablemente todavía tratando de acostumbrarse a mi pequeño apodo para él. ¿Qué, preferiría? ¿Que lo llamara osito pooh? ¿Honey-boo5? Aquellos sólo sonaban totalmente mal.

5 Honey-Boo: Es un reality show americano, llamado “Here comes Honey Boo Boo” (Aquí viene Honey Boo Boo) que trata de la vida de una niña de 8 años (que se apoda Honey Boo Boo) y su familia.

―Yo, eh… ―Se rascó la nuca tímidamente y se ajustó esas gafas lindas suyas―. Te he estado buscando. ―Su mirada se movió hacia Joss, y sus mejillas se iluminaron con más color―. ¿Qué está pasando aquí? Abrí mi boca para responderle, cuando muñeca Barbie me interrumpió con alegría. ―Estábamos hablando. Quería conocerla ya que es una amiga de tu familia, así que pensé que ella estará pasando mucho tiempo contigo este año. Zavier movió sus ojos entre Joss y yo. Yo simplemente encogí mis hombros hacia él, como si no supiera de qué demonios estaba hablando. ―Umm, sí claro. Eso es genial. ―Giró su cabeza hacia la izquierda, y juré que le oí murmurar un "supongo". ―Bueno entonces, no nos andemos con rodeos. Vamos. ―Me volví para ver a Joss echando humo ahora. ¿Bipolar?―. Adiós, Jossy. Ella se puso roja cuando la llamé así, mientras susurró débilmente un "adiós" a Zavier y luego se fue pisoteando lejos sin mirar atrás. Me volví y salté hacia Zavier, agarrando su mano con la mía. Toda la escuela estaba medio vacía ahora, y mientras lo guiaba al estacionamiento, donde estaba mi maravillosa moto Ducati, en toda su valiosa gloria. Sólo estábamos paseando cuando de repente se detuvo en seco, tirando de mí hacia atrás por lo que choque con su pecho. ―¿Estás segura que no… le dijiste nada más? ―preguntó Zavier. Mi corazón latía con fuerza contra mi propio pecho mientras miraba a sus hermosos ojos marrones. Sus mejillas seguían coloreadas, pero me miró con tanta curiosidad. Tragué un enorme nudo en mi garganta. ―Nop, no te preocupes. Supongo que te sentirías muy avergonzado si la gente supiera la verdad sobre mí, y por qué estoy viviendo contigo. Pero le conté a Jesse la verdad, sólo un aviso. Soltó mi mano y retrocedió un poco. Sus cejas se unieron como si no pudiera creer lo que le acababa de decir. ―Evelyn, yo... no le dije la verdad porque quería respetarte. Simplemente no voy a decirles a todos que eres una… una chica delincuente que necesita de terapia. Sólo… pensé que no te gustaría que se lo dijese. Me disculpo por hacerte pensar las cosas mal. Seguí mi mirada a la suya, sintiendo mariposas en mi estómago. En serio, cuando le miré, todo lo que vi fue amabilidad y seguridad. No era un gran imbécil a quien no le importaban los sentimientos de una chica. Maldita sea, ¿¡por qué estaba haciéndome esto a mí!? Eso fue adorable… Agh, no. Nada fue adorable, Evelyn. Él no era adorable. ¡Adorable no existe! Sólo lo malo existía en el mundo. Eso fue la única cosa que me han enseñado y contado alguna vez. Entonces, ¿por qué demonios el chico delante de mí, me hace pensar otra cosa? ―Bueno entonces… ¿gra… cias? ―dije lentamente, sobre todo ya que sabía que por lo general no uso esas palabras. Se sentían bastante raras en mi lengua.

Zavier se rio y tímidamente se rascó la nuca con su mano libre, ya que la otra mano sostenía tres grandes libros de textos. Maldita sea, sus brazos deben de ser realmente fuertes. ―Muy bien entonces, ¡vámonos! ―grité con entusiasmo, agarrando mi casco y saltando en mi Ducati. Me acomodé y luego miré a Zavier, que parecía estar un poco pálido. Di una palmada al sitio justo detrás de mí―.Vamos. Sube. ―Yo… ¿Quieres que me suba contigo… en una moto? Bueno, esta fue completamente obvia. Decidí ser un poco sarcástica para suavizar el ambiente. ―Genial, realmente eres inteligente. Uno nato. Sabes exactamente lo que es. Ahora, sube. ―Esta vez, asentí hacia el lugar detrás de mí. ―Pero… ―¿Asustado? ―Sonreí, haciéndole sonrojarse una vez más. Me encantaba hacerlo sonrojar y realmente no era tan difícil. Parecía simplemente adorable en él. ―No, solo pienso que… ―Genial, vamos entonces. ―Pero… mira, a juzgar por la velocidad en la que podemos ir en esta cosa, y la minúscula oportunidad que tendrías para pisar los frenos cuando un auto, o incluso un camión, se cruzara en nuestro camino… entonces yo digo que hay una gran probabilidad de que choquemos, ¡las consecuencias serían devastadoras! Ambos podríamos salir volando en una trayectoria ascendente enormemente empinada que, lo más probable es que nos rompa todos los huesos del cuerpo cuando aterricemos… que probablemente no seríamos capaz de… ―¿Zavier? Zavier. ―¿Qué pasa con la palabra "vomitar"? ―¿S-sí? ―Cállate. Y súbete ya ―exigí con el tono más grave que podía manejar. ―Oh, rayos… ―Zavier se mordió su labio y echó la cabeza hacia atrás para mirar el cielo sin nubes. ―Sólo prométeme una cosa. Por favor. ―Sus perfectas, suaves mejillas aún tenían ese color rosado. Le fruncí el ceño. ―Umm… vale, ¿qué promesa? ―Tampoco suelo hacer promesas… pero me preguntaba cuál era su pequeña petición. ―¡No nos mates!

6 Sin mangas •Evelyn• —¡Abre los ojos! —grité a Zavier, ya que el viento era demasiado fuerte para que escuchara mi voz. —¡No, estoy bien! ¡Gracias! Me reí y me recosté en su firme pecho, sintiéndolo ponerse rígido. Le había dado mi casco ya que sabía que se iba a poner paranoico acerca de todo esto. Y para mantenernos unidos, tenía que envolver sus brazos alrededor de mí mientras maniobraba la moto en la dirección correcta. Sus brazos estaban realmente muy apretados a mi alrededor, y eso hizo que mi corazón saltara de alegría. Nunca había conducido una moto con alguien detrás de mí, y estaba muy contenta que Zavier fuera el primero. Seguí sonriendo todo el viaje, sobre todo porque me pareció muy divertido y lindo lo asustado que estaba. Finalmente deteniéndonos en su camino de entrada, apagué el motor y giré mi pierna por encima de la moto. Zavier se bajó al mismo tiempo que yo, pero perdió un poco el equilibrio, así que agarré sus hombros para sostenerlo. No pareció sentir mi mano sobre él, ya que simplemente chequeó sus brazos, pecho, estómago, piernas, cara y, luego dio un suspiro de alivio cuando una pequeña sonrisa linda se abrió paso en su cara. Tenía esos hoyuelos tan lindos en el centro de las mejillas, y sus dientes eran tan rectos y de color blanco nacarado. En serio, estaba celosa. ¿Cómo podía ser tan cohibido si era así de hermoso? —Oh, no seas ridículo. Lo estaba haciendo bien —le dije, cuando empezamos a caminar hacia la puerta principal. —Creo que la velocidad a la que íbamos era ilegal. Muy ilegal. —Se ajustó la mochila en sus hombros, ya que se deslizaba hacia abajo. En el viaje, le dije que pusiera esos tres enormes libros de texto en el interior para que no acabaran cayendo al suelo. Oh, ¿mencioné que no llevé nada a la escuela hoy? ¿Ni siquiera una mochila? Iba muy poco preparada y no me importó. Todo lo que tenía que hacer era pedirle a alguna chica muy tímida un lápiz y papel, y ella me lo daría sin ningún tipo de preguntas –para ti información, usé el lápiz y el papel para dibujar cualquier mierda al azar-. Zavier se detuvo en la puerta principal y buscó dentro de los bolsillos de sus pantalones vaqueros. Sacó sus llaves y abrió la puerta. Justo cuando estaba abriendo la

puerta para que yo pasara primero, la golpeé abriéndola completamente y entré como un torbellino, ya de camino a ver a mi mejor amiga. La nevera. Escuché una risa cálida detrás de mí, pero elegí ignorarla por ahora y simplemente saqué un montón de comida para poder empezar a devorarla mientras veía aleatoriamente las imágenes en la televisión. Había estado pensando en qué hacer con esta habitación mía. Quiero decir, no me malinterpreten, parecía genial y todo, pero sentía que necesitaba algo más, algo interesante. Me encogí de hombros. Después de todo, solo habían pasado unos días desde que había llegado. Podía hacer todas esas cosas más adelante, si no me sentía demasiado perezosa, que casi nunca sucedía. Eran las 18:30, y me preguntaba qué estaba haciendo Zavier ahora mismo. Estaba bastante segura de que no estaba en su habitación, ya que hacía unos minutos lo había escuchado caminar por el pasillo y bajar las escaleras. El último peldaño de la escalera hacía un sonido extraño, así que por eso lo sabía. Caminando por esas mismas escaleras, vi a Zavier sentado en la pequeña mesa cerca de la cocina mientras hacía su tarea, probablemente ya estaría haciendo tarea universitaria, ya que era muy inteligente. Me quedé boquiabierta cuando le di cuenta de que llevaba una camisa gris, sin mangas con algún tipo de diseño de color rojo en la parte delantera. Aún no estaba en el último escalón, por lo que no me notó mientras estaba hojeando uno de sus libros de texto. Me mordí el labio al ver cómo sus músculos malditamente perfectos se flexionaban cuando escribía con su mano derecha, y pasaba las páginas del libro de texto con la mano izquierda. Poco a poco hice el resto del camino hacia abajo, y cuando levantó la vista, sus ojos deambularon por todo mi cuerpo. Sabiendo que probablemente Stormy le enseñó bien, supongo que solo me estaba mirando porque llevaba una camisa de gran tamaño, cortesía de Drake, y pantalón corto que casi no se veían debido a la longitud de la camisa, lo que podría parecer como si estuviera en ropa interior de nuevo. Pero bueno, nos conocimos cuando iba solo con ropa interior, así que no hay ninguna diferencia. Sabía que no estaría usando muchos pantalones por aquí, así que era mejor que se fuera acostumbrando. *Guiño, guiño* Se sonrojó y se aclaró la garganta, tratando muy duro de mirar hacia cualquier lado excepto a mí. Simplemente no podía. —Hola —dijo en voz baja. —Hola, brazos sexy —comenté, guiñándole un ojo mientras se sonrojaba un tono aún más profundo, que casi igualaba el diseño rojo en su camisa. —Osito de peluche, ¿y ahora brazos sexy? —Su voz se quebró un poco al final, haciéndome sentir caliente de lo ronca y cansada sonaba. —No es mi culpa que seas tan lindo como un osito de peluche y que tengas unos brazos súper sexys... —le dije y le sonreí —que me gustaría tener alrededor de mí.

No pudo evitar sonreír. Trató de ocultarlo mirando su trabajo. —Por lo general uso esto en la libertad de mi propia casa, ya que me siento cómodo aquí estando solo mamá y yo. —Hizo una pausa para tomar una respiración profunda— . No iba a usarla de nuevo, pero ella me dijo que solo porque viviera con nosotros una chica, no significaba que debía dejar de hacer lo que hago... supongo. —Frunció sus cejas oscuras como si no entendiera lo que acababa de decir. Pero yo lo entendí. Era bueno que no quisiera cambiar solo porque yo, todavía una extraña para él, estuviera aquí, viviendo en su casa, el lugar en el que él creció. —Deberías usarla fuera, como en la escuela y esas cosas. Atraería a un montón de gente. —Infiernos, probablemente incluso atraería a algunos chicos, también. Zavier se limitó a mover la cabeza en desacuerdo. —¿Por qué? En el tono más seductor que pude, le dije: —Porque ciertamente me atrae a mí. Reaccionó sonrojándose y tragando el nudo en su garganta. Su clavícula era bastante visible, también, haciéndome desear besar la piel frágil allí. De repente, por fortuna de Zavier, sonó su teléfono. Lo tomó en el primer sonido sin revisarlo para ver quién era, y lo puso contra su oreja. Frunció el ceño y levantó sus gafas con la mano libre. —Hol... —¡Comprueba Facebook! ¡Ahora! Contuve una risa cuando Zavier apartó el teléfono de su oreja y lo miró con escepticismo, luciendo muy confundido. Reconocí que la voz en el otro extremo de la línea era de Jesse, y no sonaba muy emocionado. Demonios, incluso silbaba como un gato que acababa de ver a un perro. Luego, colgó. Algo raro debe estar pasando, ¿eh? —¿Tienes Facebook? ¿En serio? —pregunté. Zavier negó con la cabeza y abrió su MacBook, empezando a escribir a un ritmo muy rápido. —No, solo uso el de Jesse siempre que quiero comprobar algo. No soy realmente muy aficionado a los medios de comunicación social. —¿Por qué? —Son más bien una distracción. Cuando era más pequeño, siempre dejaba todo para después. —Traté de imaginar un Zavier que postergaba las cosas, pero no podía. Parecía el tipo de chico que terminaba todos sus deberes en menos de dos horas, que estudiaba durante al menos una hora o así, y luego se sentaba, tomaba una bebida caliente agradable, y leía un buen libro hasta el toque de queda. —Oh, no... —Pareció palidecer un poco mientras miraba la pantalla, sin siquiera apartar los ojos ni por un segundo. —¿Qué pasa? —Inmediatamente me interesé y me senté en el regazo de Zavier para mirar la pantalla. Como la primera vez que me senté en su regazo, él se movió un poco, haciéndome morder el labio ante la sensación de su cuerpo justo debajo de mí.

Lo miré de nuevo, viendo que se cubría la boca y se sonrojaba como loco. Dios, tan lindo. —Bueno, ¿qué pasa? Saliste del navegador. —Bien, umm... lo siento... —Tragó saliva de nuevo y se movió. No me di la vuelta mientras él se acercaba a la pantalla. Simplemente me tomé tiempo para mirarlo mientras la luz de la computadora portátil se reflejaba en su rostro suave y adorable. Sus oscuras pestañas rozaban un poco sus altos pómulos cuando parpadeaba, y la lente de sus gafas cuando miraba hacia arriba. Su cabello oscuro caía sobre su ceja derecha. Tuve que detener mis manos de pasarlas por su cabello sexy y disparado en todas direcciones. De repente se quedó inmóvil y me miró directamente. —¿Qué? —Nada. —Sonreí—. Entonces, ¿qué pasa? —Me volví hacia la pantalla e inmediatamente me encontré cara a cara con un perfil en Facebook con el nombre de Willow Rogers. Su imagen dejaba claro que era el tipo de chica que llevaba el cabello recogido con palillos clavados profundamente. Tenía un poco de acné y gafas muy grandes. Nada que ver con los lindos que llevaba Zavier. Además, su sonrisa era un poco demasiado. Y por demasiado, me refería a espeluznante. Y por espeluznante, me refería a espeluznante como "cara de violadora". Fruncí los labios, con ganas de mirar a otro lado. Pero era tan horrible que no me atreví a apartar mis ojos hacia otro lugar. —¿Quién es...? —Jesse dice que ella ha estado enamorada de mí, quién sabe cuánto tiempo. Sinceramente, no sé por qué. Pero su estado de... —Señaló hacia su último estado—. Ella dice que está saliendo conmigo. Leí el estado, y de hecho decía: "En una maravillosa relación con Zavier Coin." Incluso tuvo el descaro de añadir una cara con un guiño. A decenas de personas les gustaba, y yo ni siquiera quería ver los comentarios. Oh, demonios... ¿quién era esta maldita chica? Me di la vuelta de repente. Zavier se dio cuenta de lo cerca que mi cara estaba de la suya, pero no se movió ni se inmutó en absoluto. Era como si lo esperara. —¿Lo está? —Obviamente no, solo... como que, quería asegurarme. Estar 100% segura, también. —¿Qué? ¡No! N-no... —Puso su mano sobre la cara, pero solo me reí y agarré esa mano para alejarla de su hermoso rostro. Sin pensarlo, seguí mis dedos por su brazo. Se estremeció, siguiendo el rastro que mis dedos dejaban en su piel caliente—. ¿Qué estás...? —Shhh... —Mi mano, finalmente llegó a la parte superior de su brazo, sintiendo los duros bíceps. Empezó a respirar más rápido mientras sus ojos recorrían mi cuerpo una vez más. Se sorprendió cuando me moví para sentarme mejor en su regazo y llevé mi mano hacia arriba para tirar suavemente de su cabello suave y desordenado. Me aparté y miré hacia abajo a sus suaves labios rosados. Sí que parecían bastante apetitosos al estar tan cerca de él.

—¿Alguna vez has besado a una chica? —pregunté. Y él se sonrojó. Sabía que lo haría. Miró hacia abajo y jugó con el bolsillo del chándal de Adidas que llevaba puesto. Le quedaba muy bien, y del tipo que parecía como de equipo de fútbol. —Está bien si no lo has hecho. No hay nada de qué avergonzarse. —Sí que lo hay. Soy un estudiante de último año en la escuela secundaria, que ni siquiera ha tenido una cita en toda su vida. Eso es simplemente estúpido. Quería decirle lo contrario. No me gustaba que se sintiera mal consigo mismo. Pero en cambio, quería saber más sobre esa muñeca Barbie y por qué parecía que le gustaba tanto. Admito, ella parecía simplemente la chica perfecta para él. Bonita, inteligente, dulce. Era el paquete completo. —Háblame de Joss. Se mordió el labio y lo mordisqueó. Maldita sea, quiero morder ese labio. —No... no creo que yo... —¿Por favor? —Lo miré con grandes ojos de cachorrito mientras mordía mi labio y pasaba mi dedo índice a lo largo de su pómulo perfecto. Él se estremeció ante mi tacto. —Yo... no es nada. —Lo es. Tú la aaaamas, ¿no? Se sonrojó y miró hacia abajo, permaneciendo en silencio por un largo tiempo. Levantó la mirada hacia mí después de lo que pareció media hora más tarde. —Es que... me siento tonto diciéndolo en voz alta. Pero me ha gustado desde que estábamos en sexto grado. —¿Y qué te hizo darte cuenta de que estabas enamorado de ella? —Primero, no diría que estoy enamorado de ella. No demasiado, por lo menos. En segundo lugar, fue solo ese estúpido juego de girar la botella que hicimos en el recreo, y ella fue desafiada a besarme. —¡Así que has besado a una chica! —Señalé con el dedo acusador hacia él con una gran sonrisa en mi cara. Pero él se quedó serio. —No. —Su mano tomó mi muñeca y puso mi mano de vuelta en mi propio regazo—. Fue solo un simple y pequeño beso en la mejilla. Eso es todo. —Yo te he besado en la mejilla —señalé. —Sí, pero yo sentí chispas cuando ella me besó. Me quedé en silencio, mirando fijamente a sus ojos. Así que incluso sintió chispas. Realmente debe haber significado algo para él. —Dios, eso suena estúpido dicho en voz alta —se quejó. Estaba a punto de abrir mi boca para decir algo cuando oímos el portazo de auto fuera. Duro. Maldición, ¿quieres romper esa puerta tuya? No es tan barata. Zavier casi saltó de su asiento, así que me levanté. Pero terminé tropezando con una de las patas de la mesa al tratar de alejarme.

Zavier inmediatamente me agarró por la cintura antes de que pudiera caer, tirando de mí a su duro pecho. Su apretón repentino y fuerte de alguna manera hizo que mi camisa se levantara exponiendo el final de mi estómago, mostrando los piercings de mi cadera y ombligo. Bajó la vista hacia ellos mientras me apoyaba sobre sus anchos hombros, sintiendo sus cálidas manos sobre mi piel expuesta. —¿Estás bien? —susurró, todavía mirando hacia abajo. Solo asentí y puse mis manos en su pecho bien construido, antes de agarrar su camisa en mis puños. Oh, como quiero esta camisa fuera. —Ves, después de todo pusiste estos sexys brazos tuyos a mí alrededor —bromeé, inocentemente mirándolo a través de mis pestañas largas. Las comisuras de sus labios se curvaron como si estuviera tratando de no sonreír, sus mejillas tan rosas y dulces. De alguna manera, las palabras de Jesse llegaron a mi mente en ese momento exacto. Enséñale a Zavier cómo estar realmente cómodo con las chicas. Enséñale sobre el cuerpo. Es decir, cómo besar, cómo tratarlas bien y cariñosamente, cómo hacerlas sentir bien... ¿Debo realmente hacer eso? Sería bastante divertido, llegar a enseñarle, conseguir besar esos labios suyos. Oh, ahora sonaba toda romántica y esa mierda. Pero quería que él me hiciera sentir bien, incluso si eran solo mis hormonas locas hablando. —¡Sí! Bradley, ¿quieres dejar de preocuparte por la pobre chica? solo han pasado tres días. Al oír la voz de su madre, Zavier me soltó y tímidamente se rascó la nuca. Yo me quedé allí junto a él, tratando de reajustar mi camiseta. —Ella está bien. Ahora debo irme. Su sesión está por comenzar —escuché al Sr. Jilipollas decir algo a través del teléfono antes de que Stormy le colgara y nos mirara. Ella nos dio una de sus enormes, hermosas sonrisas—. Hola, chicos. —Hola, Stormy —saludé. —Hola, mamá —intervino Zavier, le dio a su madre un cariñoso beso en la mejilla, y tomó todas las bolsas que tenía en sus manos. —Oh, gracias, dulzura. ¿Qué estaba pasando? Podría haber parecido distraída mientras hablaba por teléfono, pero sin duda vi a Zavier alejándose rápidamente de ti, Eve. Me sonrió, haciéndome tapar mi boca, reprimiendo una risita. Zavier se sonrojó y negó con la cabeza hacia mí ya que él estaba justo detrás de Stormy. Luego, desapareció en la cocina con las compras en sus manos. —Nada. Solo estábamos conociéndonos mejor. —Eso es genial. ¿Cómo fue tu primer día de escuela? —Genial, en realidad. —Y lo fue. Esta fue la primera vez en una escuela donde no conseguí que me enviaran a la oficina del director, y donde no conseguí una hoja de papel que dijera ¡DETENCIÓN! Pero probablemente iba a conseguirlo el día siguiente. Lo sabía.

Esa noche fue mi primera sesión de terapia con Stormy. Ella me pidió más información sobre la escuela hoy, pero sobre todo sobre mi vida en mi casa. Quiero decir, la única razón por la que realmente hice todas esas cosas malas con los miembros de mi pandilla fue a causa de las formas muy crueles en que me trataron en el Orfanato. Como si yo fuera un montón de mierda, básicamente. Realmente odiaba hablar de ello, pero da igual. Necesitaba tomar el control y lo hice. Por el bien de que ella me ayudara. Fue algo muy bueno que solo hiciéramos estas sesiones de terapia una vez a la semana. Fue un poco demasiado pronto para la primera, pero supongo que estaba bien. Solo esperaba poder sobrevivir al resto.

•Zavier• Hombre... ¿por qué no podía sacarla de mi mente? Eso solo sonó... cursi y cliché, como lo que un chico podría pensar en una película sobre la chica que le gusta. Pero sabía que no me gustaba Evelyn. Además, acababa de conocerla. Y además, era una delincuente. No es que la juzgara, porque no lo hacía, pero eso era lo que ella era y me sentí bastante extraño sobre ello. También era una chica mala a la que no le importaba nada, y bueno, yo solo era el mismo de siempre. Pero, honestamente, no parecía tan mala. A veces, ni siquiera podía imaginarla drogándose, bebiendo, y sobre todo, matando. Era alguien diferente, y algo muy grande debe haber sucedido en su vida para que hiciera las cosas que hizo. La forma en que me habló, coqueteó conmigo, como si no fuera nada; la forma en que hacía cosas sin siquiera pensarlo dos veces, como sentarse en mi regazo, preguntándome las cosas que más la intrigaban, y la forma en que ella me tocó el brazo de esa manera... ¿Brazos sexys? Ejercitaba casi cada noche y mañana para adquirir fuerza. No quería tener demasiado músculo y que las chicas pensaran que era asqueroso, pero tampoco quería ser demasiado flacucho. Pensé en usar camisetas que realmente mostraran mis brazos tonificados, pero eso sonaba como si quisiera llamar la atención cuando en realidad, la odiaba. Ah, ¿y las delgadas sudaderas? En realidad, solía jugar al fútbol y las encontré muy cómodas y adecuadas, así que compré un par en mi año Junior después de que dejé de jugar. Cuando Evelyn se sentó en mi regazo, me moví casi inesperadamente. La sensación de su cuerpo tocando el mío me estaba enviando al borde. Por alguna razón, me excitó de arriba abajo. Y me refiero a todas partes. Me cohibí, me puse nervioso, y obviamente me sonrojé como loco. Yo solo... ni siquiera lo sé. Apuesto a que en donde vivía, ella era una maldita diosa del sexo. Podría conseguir a cualquier hombre que quisiera. Probablemente ellos solo se lanzaban en su camino. Entonces, ¿por qué eligió pasar el rato conmigo el primer día? ¿El idiota, paria, y torpe perdedor?

Bueno, era su primer día después de todo, así que realmente no conocía nada alrededor y no conocía a nadie más. Apuesto a que en los próximos dos días, iba a ser parte de la multitud popular y me dejaría estar. Encogí el pensamiento lejos y comprobé el reloj de alarma en mi mesita de noche. Eran actualmente las 20:40, así que decidí leer uno de mis libros de historietas, que era un pequeño secreto mío. Las chicas no estaban en esas cosas, ¿lo estaban? Quiero decir, cuando estuve en la tienda de cómics con algunos chicos y vimos a una chica, fuimos como esos chicos de la serie "The Big Bang Theory". Nosotros literalmente miramos fijamente a la chica, casi como si ella tuviera no solo dos, sino tres cabezas en su cuerpo. Esto era solo un pequeño pasatiempo mío, sin embargo. Estaba a la mitad de mis cómics de Superman, que en mi opinión, era el mejor superhéroe en meta-existencia, cuando la puerta de repente se abrió. No pensé. Tiré el libro de cómics al otro lado del cuarto y rápidamente tomé mi MacBook. La abrí y fingí escribir algunas cosas. Miré hacia arriba, como si estuviera apenas notando a alguien en la puerta. Evelyn estaba usando exactamente la misma ropa de antes. Su cuerpo era tan pequeño que sentí que la rompería si la sostenía demasiado fuerte. Estuve pensando en eso antes. Había visto los piercings en su ombligo y cadera y pensé en algo que nunca había pasado por mi cabeza antes. Se veían tan bien en ella. Ella se rió. —No creas que no te vi tirar ese cómic a través del cuarto, Señor. Caracoles. —¿Llamaste? —pregunté, tratando de cambiar el tema mientras me sentaba derecho en mi cama y colocaba mi portátil a un lado. Me ajusté el suéter negro que tenía puesto, y apoyé mis codos en mis rodillas. —No golpeé —guiñó. —Bueno, ¿y qué pasa si me estaba cambiando o algo así? —oh, ¿¡por qué tenía que decirle eso!? —Oh... Me encantaría esa vista. —Se mordió el labio mientras gemía y me cubría la cara en vergüenza. —Me aseguraré de bloquearla entonces… —además, todavía me sentía un poco paranoico—. …¿para qué estás realmente aquí? Ella saltó a sentarse a mi lado. —Solo quería venir y preguntar... —Tomó una larga pausa y miró alrededor de mi habitación, que era más o menos como la de ella, excepto que yo tenía unos grandes armarios con toneladas de libros, un montón de cosas de tecnología; videojuegos, un par de instrumentos, y las paredes estaban pintadas de color azul con un par de referencias de videojuegos y superhéroes pintadas sobre ellas. Adelante, Evelyn. Ríete de mí. Estoy esperando. Ella ni siquiera esbozó una sonrisa ante toda la vista. Era como si lo esperara todo.

—¿Qué vas a hacer con esta chica Willow? No terminamos de hablar de ella —se encogió de hombros—. Esos brazos tuyos me distrajeron. De hecho me sentí muy culpable por alguna razón, pero ¿por qué debería estarlo? Ella me estaba tomando el pelo. Era algo que descubrí que hacía mucho. Pero esa mirada en sus ojos cuando vagaban por mis brazos, hizo que mi garganta se cerrara. Nunca en mi vida había sido revisado. No pensé que fuera realmente digno de ello. —Ella es... —me aclaré la garganta, sintiendo mi voz agrietarse un poco—. Ella está en mi Mathtletes... —Oh, ¿ese club de estúpidos tuyo? Exhalé y agaché mi cabeza. ¿Por qué la gente siempre asume eso? —No —dije con severidad, haciéndola sonreírme inocentemente—. Ella es una de los realmente tímidos. Rara vez me habla, y cuando lo hace, es aterrador. —Aterrador, ¿cómo en ese acosador en las películas de miedo que respira muy despacio a través del teléfono cuando inesperadamente te llama? Creo que se puede decir así, también. —Más o menos, sí. —Entonces, eso es todo lo que necesito saber. Honestamente, no odiaba a Willow. En cierto modo sentía lástima por ella, en realidad. Ella no tenía amigos, y la gente o se asustaba de ella, o se burlaba. Su vida parecía bastante triste. Soy el tipo de persona que siente simpatía hacia los demás, pero a Evelyn, pude leerla un poco y sabía que odiaba la lástima. Mucho. Así que me aseguré de no dársela. Sabía que ella no necesitaba terapia. Solo necesitaba que alguien estuviera ahí para ella cuando se sintiera deprimida o algo así. Honestamente, quería ser la persona ahí para ella en todo momento. Pero solo si ella realmente me dejara. —Sabes, pareces estar acostumbrándote a mí muy rápido —dijo Evelyn, levantándose de mi cama y arreglando su larga camiseta. Me preguntaba quién se la dio porque era sin duda de hombre. —Sí, pero eso no es algo malo. Pasaremos juntos mucho tiempo, después de todo. Y todo era verdad. Por lo general, tartamudearía y solo reiría sin razón en particular. Incluso enmudecería, también. Pero me estaba acercando a ella muy rápido. Tan rápido que era casi demasiado extra-extraño para mí. ¿Por qué es así?

7 Confrontación •Evelyn• Estaba pensando en llevar a esta chica a un pasillo vacío, algo así como esos vaqueros en las películas que se enfrentan entre sí y lanzan una mirada asesina hasta que algo sucede, dejando que la planta rodadora se deslice con el viento. Mi otra opción era no darle importancia, lo que la mayor parte del tiempo era la única opción para mí, y solo agarrar su maldito cuello y estrellarlo contra esos casilleros de acero y metal. Sí, realmente esa no era una mala idea. Pero, ¿por qué estaba pensando en eso de nuevo? Oh, sí. La idiota pensó que estaba saliendo con Zavier Coin. Y obviamente, él no se sentía cómodo con eso, así que solo estaba cuidando de él. Él estaba claramente enamorado de la perfecta muñeca señorita Barbie, y como me había dicho Jesse, debía ayudar a mi adorable pequeño Zavier. Hoy, martes, Jesse fue lo suficientemente dulce para acompañarme a la escuela. Escuché que Zavier siempre se sentaba con él en la parte delantera, pero hoy, eligió sentarse conmigo en la parte trasera y le dejó a Ethan el asiento delantero por una vez. —Evelyn, ¿en qué estás pensando tanto? Levanté la vista y cerré los ojos a Jesse en su espejo retrovisor. Frunció sus cejas mientras sacudía la cabeza y trataba de mantener un rostro serio. Fallé desesperadamente. —Nada —dije, aclarando mi garganta para tratar de disimular mi carcajada. —Si estás pensando en darle una paliza a Willow cuando lleguemos a la escuela, por favor no lo hagas. Me volví hacia Zavier. Estaba mirándome directamente, sus ojos marrones tan honestos y sinceros como eran la mayor parte del tiempo. Hoy, vestía una camisa azul oscuro abotonada que abrazaba perfectamente a su torso, y unos vaqueros oscuros. Completó el conjunto con unas Vans azul claro. Me di cuenta de que tenía un montón de Vans, el resultado de haber estado en su habitación. La puerta de su armario estaba un poco abierta, así que eché un vistazo allí cuando entré y vi a todos esas Vans de diferentes colores. Pero en general, se veía muy bien. En cierto modo parecía como que tuvo tiempo para pensar en lo que llevar a la escuela. Pero también era evidente que no hizo nada

con ese sexy cabello desordenado suyo. Parecía como si lo hubiera arreglado un poco con sus manos esta mañana, y ya está. Yo, por otro lado, alaciaba mi cabello, usaba maquillaje ligero, y elegí una blusa negra sin tirantes con un pantalón corto blanco. Completé mi apariencia con unas Converse negras. Estaba feliz de que, por una vez, no tuvieran un estúpido código de vestimenta. —No te preocupes, por Dios —le repliqué—. No la voy a moler a palos. Solo voy a amenazar a la pequeña perra. Zavier suspiró y se estremeció un poco, probablemente por el uso de un lenguaje ofensivo al final de mi frase. —Vamos, Evelyn —susurró, y tuve que rendirme a él. Sinceramente, sus ojos eran muy difíciles de resistir—. No tienes que hacer nada. Puedo manejarlo.

*** —¡Dije que lo manejaré! —Eres demasiado lindo, ¡me estaba irritando! A estas alturas, ya había pasado el primer periodo, lo que significaba que íbamos a llegar tarde para la clase avanzada de Historia de los Estados Unidos de nuevo, pfff, como si me importara. Busqué a Willow toda la mañana, y Zavier me pisaba los talones todo el tiempo. Cuando finalmente la localicé, iba a su clase de Matemáticas, creo, así que antes de que pudiera entrar, la atrapé y tiré de ella por la parte posterior de su jodida mochila fluorescente. En serio, ¿por qué colores fluorescentes? Los odiaba profundamente. Zavier me colocó inmediatamente detrás de él y trató de hablar dulce con Willow. Ya sabes, para preguntarle amablemente por qué puso ese estado de Facebook. Ella se disculpó y dijo que no sabía lo que estaba haciendo. Zavier solo la perdonó y dijo; "Oh, está bien, no fue tu culpa". Casi le golpeé en la cabeza en ese mismo momento. Bien, y un rábano. —¡Para, déjala ir! —espetó Zavier, con sus mejillas sonrosadas mientras daba un vistazo alrededor. Pero en este momento estábamos solos en el pasillo, conmigo estrellando a Willow contras los casilleros de metal, y Zavier cerca detrás de mí. —Escúchame. Y escúchame bien. A Zavier no le gustas. Evidentemente pusiste ese estado de Facebook para hacerte sentir mejor, lo cual es realmente bajero. Mentir no es bueno y no va a llevar a tu trasero a ningún lado. —Ella asintió, muerta de miedo por lo molesta que estaba yo. Estaba mirándola de muerte en un nivel completamente nuevo, también—. Ahora, vas a eliminar ese maldito estado. —Se quedó quieta mientras yo estaba esperando a que ella sacara su maldito teléfono para eliminar el estúpido estado. ¿No me entiende o…? »Ahora —espeté, agarrando su cuello más fuerte, haciéndola respirar con dificultad mientras buscó en el bolsillo de sus vaqueros su teléfono—. Y nunca lo vuelvas a hacer. Si alguien pregunta por Zavier y por ti, solo diles que fue una broma terrible, o que estabas ebria. Créeme, en verdad lo van a creer.

Sé que sonaba posesiva y eso, pero en serio. ¿Quién se creía que era? ¿Qué pasa si un lameculos colgara un estado, diciendo que tú y él/ella estáis saliendo? No te gustaría eso ahora, ¿verdad? ¿Cómo podía Zavier actuar tan tranquilo y agradable sobre eso? ¿Y realmente creer que ella lo hizo por accidente? ¿Él en verdad siente pena por esta chica? —¡Y-ya! ¡Por favor, déjame ir ahora, no lo voy a hacer de nuevo! ¡Lo prometo! — gritó con la palma de sus manos levantadas, cerrando firmemente los ojos como si estuviera esperando a que la golpeara ahora. Tuvo suerte de que no lo hiciera. Le di una gran sonrisa y finalmente la dejé ir. Mientras la estaba levantando, sus pies apenas tocaban el suelo, así que se tropezó un poco. Yo todavía estaba cerca de ella cuando me miró, reajustando sus gafas que tenían cinta en medio. Saqué mi mano para limpiar algo de "polvo" en su chaqueta de camuflaje. Todavía me miró cuando crucé los brazos sobre mi pecho. —¿Qué estás esperando? Fuera de aquí. Salió corriendo como si un guepardo estuviera persiguiéndola, pero sin dejar de mirarme por encima de su hombro mientras se iba. Solo asentí como si dijera, "¿quieres algo más?" Pero la mano de Zavier se levantó para agarrar mi codo, antes de que pudiera ir detrás de ella otra vez. —¿En serio? La acabas de asustarla de por vida. ¿No crees que esa pobre chica ya esté lo suficientemente asustada? Psh, apuesto a que le asustaban las mariquitas. —Por favor, le hice un favor. —¿Qué favor? No tenía idea. Pero todo lo que me preguntaba en este momento era cómo Zavier se vería si estuviera súper enojado. No parecía realmente del tipo de coger una rabieta, pero tampoco del tipo de golpear una almohada. —Mira, vamos. Vamos tarde para clase, y este ya es el segundo retraso en toda mi vida. —Zavier agarró mi muñeca y nos llevó a clases. El maestro estaba muy tranquilo, como ayer, por lo que no le importaba. Solo estaba sorprendido de que Zavier llegara tarde de nuevo. También parecía como si los estudiantes trabajaran todos los días y él solo se sentara allí todo el tiempo. A mí ya me estaba bien. No hice nada de todas formas. Esta vez, me senté junto a Zavier con la muñeca Barbie justo detrás de él. Mis orejas se habían espabilado cuando claramente la escuché preguntándole sobre toda la "relación" con Willow. Incluso me tenía poniendo los ojos en blanco. Apoyé la cabeza en mis brazos sobre el escritorio, simulando tomar una siesta para poder escuchar toda su conversación. —Ella solo estaba bromeando sobre todo eso, no es la gran cosa —respondió Zavier, su voz temblando un poco. Pero oye, no tartamudeaba mucho, así que era una muy buena señal.

—Bueno, esa fue una terrible broma. ¿Por qué iba a hacer eso? Es simplemente horrible. —Asentí un poco cuando la muñeca Barbie dijo eso. Vaya, ¡Está de mi lado! ¡Venga esos cinco, chica! —En verdad no es la gran cosa… —¿Realmente te gusta ella? —No me perdí el desprecio celoso y la ira en la voz de Joss. Mierda, ¡debería haber traído palomitas! ¡Incluso me dieron buenos asientos! ¡Esto va a ser bueeeeno! —¿Qué? —Ah, Zavier a la defensiva estaba surgiendo—. N-no, no, no. Yo solo… solo… bueno yo solo… —Él solo —empecé seriamente—, no le gusta ni un poco. Se sentía extraño y todo, pero qué puedes hacer con una chica loca como ella, ¿eh? Zavier me dio una mirada que me hizo sonreír con suficiencia. Realmente parecía cerca de golpear su cabeza en el escritorio. —Vamos a dejar el tema, por favor —murmuró antes de girarse en su asiento y trabajar en lo que sea que se supone que todos deberíamos estar trabajando. Esta era la clase de Historia, ¿verdad?

*** Todos los días, cada vez que alguien se reía de Zavier y le decía algo sobre Willow, yo los fulminaba con la mirada, los golpeaba, o ambas cosas. Y la mayoría de los que se burlaban de él eran chicos, así que era malo para ellos porque sabían que no podían golpear a una chica, no, si no querían ser odiados. A mí, personalmente, no me importaba porque habría golpeado sus traseros antes de que sus dedos incluso rozaran mi piel. Nunca dejaría que nadie me golpeara, especialmente un maldito chico. Las chicas eran difíciles también. Y a veces, en cierta forma eran más crueles. Ahora era la hora del almuerzo, pero decidí saltármelo e salir para conseguir un poco de aire agradable y fresco. Escuché a unos cuantos chicos saliendo por la parte trasera de la escuela donde los maestros no podían encontrarlos, así que decidí pasar el rato allí con ellos. No es como que necesitara tiempo sola para pensar, por el momento. Pero cuando doblé la esquina, inmediatamente me estaban saludando cinco personas con cabello de colores, ropa muy oscura, y rostros perforados e inexpresivos. Levantaron la vista hacia mí, y me di cuenta de que se estaban drogando, ya que uno de los chicos tenía un cigarrillo en los labios con un encendedor en la mano, y la otra tenía lo que parecía ser cocaína en una bolsa Ziploc. —¿Evelyn Jo? Cuando escuché mi nombre, eché un vistazo alrededor, sin saber de quién vino esa voz. Pero cuando miré al grupo de nuevo, vi a cuatro de ellos apartarse en sincronía para que un chico con un Mohawk azul y verde pudiera salir y echarme un vistazo. Fruncí el ceño mientras se acercaba.

—Si… —respondí lentamente, queriendo cogerles un cigarrillo e irme por mi cuenta. Maldición, hacía mucho que no fumaba. Lo extrañaba. —Chica nueva —dijo él, mientras las otras cuatro personas, tres chicos y una chica, creo, me miraban directamente—. Nosotros, eh, vimos cómo te enfrentaste a esa chica Willow esta mañana. ¡Puedo decir que realmente fue genial! —Sí, genial —dijo la chica viéndose inexpresiva. —Muy genial —expresó otra voz. —Muy, muy… —Bien —fingí una risa y puse la palma de mi mano en alto para detener al chico con el largo cabello negro y el cigarrillo—. Lo entiendo. —¿Quién demonios eran estas personas? —Necesitamos a alguien como tú. Aquí. Con nosotros —dijo el chico del Mohawk, y entonces supe que él era básicamente el líder de esta pequeña banda. Ya sabes, ese chico que siempre tenía a todos sus amigos siguiéndolo de cerca como cachorros perdidos, haciendo lo que les pedía. —¿Alguien como yo? —Casi me burlé mientras di un paso y empujé su pecho. Él parecía desprevenido mientras miraba hacia mi dedo—. Lo siento, pero no hago todas esas cosas locas de palabrería que hacéis aquí. —Por supuesto, además de las drogas—. Así que, no gracias, amigo. Seguro, sus cabellos parecían un poco extremos, las ropas encajaban, y las perforaciones eran nauseabundas. Pero todo era demasiado, especialmente cuando no tenían emociones en absoluto. Además, no me van esas cosas de pequeñas bandas escolares. Hice lo de las pandillas. Pandillas malas, ilegales y divertidas. Estos chicos parecían bastante aburridos a decir verdad, pero, ¿quién era yo para juzgar por las apariencias? —Eso está bien —respondió él, sacando una bolsa de cocaína y una caja de cigarrillos de los bolsillos de su sudadera con capucha. Caminó hacia mí y después metió la mano dentro de otro bolsillo y sacó lo que parecía ser una botella de píldoras mixtas prescritas. —Todavía puedes salir con nosotros, si lo deseas. Escoge lo que más te guste.

•Zavier• —Y entonces… ¡BAM! Salté cuando Jesse palmeó sus manos literalmente a un centímetro de mi cara. —El exorcista solo se quedó allí y le dijo a esa chica, "Perra, levántate de una puta vez, acabas de llegar tarde a tu reunión". Era la hora del almuerzo del martes, lo que básicamente significaba que era la hora de los cuentos del martes con Jesse.

De verdad contaba las historias más extrañas, y Ethan era todo oídos. Por lo general, yo también lo era, pero hoy no podía dejar de golpetear mis pies con bastante ansiedad y buscar alrededor de la cafetería a alguien. ¿Dónde demonios estaba Evelyn? No me había hablado a lo largo de los cuatro periodos y estaba empezando a preocuparme. ¿Dónde podía haber ido? ¿Posiblemente piensa que dejarme solo para hablar con Joss era una buena idea? Porque en primer lugar, los martes, Joss comía en la sala de conferencias de los maestros, lo cual tenía algo que ver con ser asistente de los maestros algunas veces. Y en segundo lugar, no es que ella viniera a sentarse a nuestra mesa habitualmente. Secretamente, pienso que estaba un poco asustada por Jesse y Ethan. No la culparía, de cualquier forma. Ayer fue realmente la primera vez que eligió sentarse conmigo, y no sé exactamente por qué. No soy hábil con esas cosas, pero ¿podría ser porque Evelyn estaba aquí? Podría Joss estar… cuál era la palabra… ¿celosa? Nah, Zavier, estás pensando demasiado las cosas. Evelyn ha conseguido confundir tu cabeza ahora, ¿no? —Entonces, ¿dónde está Evelyn? —¡¿Dónde?! —Me levanté inmediatamente de la silla y miré alrededor después de escuchar la voz suave de Ethan, como si estuviera muy asustado de hacerme esa pregunta. Me gané algunas miradas confusas alrededor de la cafetería, pero las ignoré, a pesar de que mis mejillas estaban subiendo de tono. Me senté en mi asiento. Resulta que, Ethan me preguntó dónde estaba ella, pensé que dijo "allí está Evelyn". Suspiré profundamente y me comí una uva verde de mi bandeja del almuerzo. —Eso es lo que he estado tratando de descubrir durante la última hora. —¡Espera, espera, espera, detente, amigo! —Levanté mis cejas ante Jesse, su rostro serio reemplazando sus rasgos divertidos—. ¿No escuchaste mi historia? Maldición, ¡era la mejor de lejos! Luché contra el impulso de poner los ojos en blanco y golpearlo en el brazo. Ignorarlo era la mejor opción en este momento, así que hice eso en su lugar. —Mira, no sé dónde está. Ha estado en todas las clases hasta ahora, ¿por qué se saltaría el almuerzo? Pensé que el almuerzo sería su materia favorita, pero ni siquiera estaba aquí. Psh, espera hasta que ella consiga un pedazo de mi mente. Espera, no, ella probablemente me golpearía hasta hacerme puré. Oh, ¡no seas tan cobarde, Zavier! Olvídalo. —Bueno, probablemente deberías ir a buscarla —sugirió Jesse, dándome una palmadita suavemente en la espalda mientras me reajustaba las gafas—. Te echaría una mano, pero no quiero hacerlo. Vaya gracias, Jesse, qué estupendo amigo eres. —Estoy bromeando, amigo. Solo estoy demasiado cansado para caminar alrededor de este edificio de cuatro pisos. Estoy seguro de que la encontrarás pronto, ella

no va a llegar muy lejos. Ayer, casi fue un callejón sin salida. —Se encogió de hombros, justo cuando tiré mi bandeja del almuerzo y agarré mi mochila para irme. Miré primero alrededor de todo el segundo piso, que estaba en el mismo piso que la cafetería. Pero, por supuesto, no la encontré en absoluto. Después pensé en algo. ¿Y si estaba intentando robar un auto? ¿Qué? Era una sugerencia, ¿está bien? A lo mejor ella solo salió con uno de esos porreros que hay aquí y... ¡Oh, no! Prácticamente corrí a toda velocidad fuera del edificio, eché un vistazo alrededor del estacionamiento principal. Después, corrí alrededor de la escuela hasta que llegué a la parte trasera. Mis ojos se abrieron como platos cuando vi a Evelyn con los ojos inyectados en sangre, riendo como una mujer loca con uno de esos tipos porreros. —¡Zavier! —Ella me había localizado ahora, mientras se alejaba del chico dándome una sonrisa de suficiencia. Tenía el Mohawk de colores, con demasiadas perforaciones en la cara. Para ser honesto, realmente me asustó. El destello en sus ojos hizo revolver mi estómago con incomodidad. Evelyn casi se había tropezado con sus propios pies, pero antes de que pudiera caer y estrellarse contra el suelo, el chico la agarró y la sostuvo contra él. De repente, mis puños se apretaron a mis costados y empezaron a temblar. No sabía si era por la rabia o el miedo. —Bueno, esta chica está bastante jodida en este momento, así que puede no ser una buena idea que la lleves adentro de nuevo —dijo el chico, sus ojos dirigiéndose hacia la escuela. Tragué saliva y empecé a caminar lentamente más cerca de él. Pero al ver lo incómodo -y asustado- que estaba, él solo suspiró y trajo a Evelyn hacia mí en su lugar. Me saludó, mientras bajaba la mirada hacia la chica menuda ahora en mis brazos. Una vez que levanté la vista, él había desaparecido completamente. —¡Oye, Zavier! —Cerré firmemente los ojos ante la voz alta y resonante de Evelyn—. Realmente deberías intentar… ese cosa de polvo blanco… ¡realmente es algo! ¡Me hace muy feliz estar aquí con tal —hizo una pausa para pellizcar mi nariz—, chico lindo y adorable! No. ¡No, no, no! ¡ ¿Tomó cocaína?! Mi madre definitivamente iba a matarme por dejar que esto pasara. Tenía que conseguir llevar a Evelyn a casa para que pudiera descansar, y mamá no tuviera una rabieta o algo así. Quiero decir, claro que ha tratado con las personas adictas a las drogas, pero esta era la primera vez que yo había estado involucrado en este tipo de situaciones. Así que, por si no lo sabias ya, esto era malo. Básicamente estaba jodido. —Eso es todo. —Apreté mi agarre en su cintura, mientras llevó las manos a mí alrededor, acariciando su cara en mi cuello. Me estremecí cuando me dio besos suaves en la clavícula. Ella gimió, haciéndome respirar con dificultad ante el leve sonido.

—He querido besar esta clavícula sexy… —Muy bien. Vamos a llevarte a casa —sonrojado, rápidamente tomé mi teléfono y marqué el número de Jesse. —¿Hola? —saludó. Escuché el jaleo en la cafetería detrás de él. —Jess, ven fuera y dame las llaves de tu auto. Voy a llevar a Evelyn a casa. —Vaya, ¿qué sucedió? ¿Está bien? Tomé ese segundo para bajar la vista hacia Evelyn, quien tenía la cabeza hundida ahora. No sentí su respiración. Chispas, no se movía. ¡No se movía ni respira! Casi me da un ataque cardiaco, ella jadeó fuertemente mientras levanta su cabeza para mirarme y sonreír. Exhalé con alivio mientras me concentraba de nuevo en la conversación con Jesse. —Solo ven, verás lo que pasa tú mismo.

8 Fueron las Drogas •Zavier• Y yo que pensé que era difícil poner a los niños pequeños a dormir. Pero claramente, la gente no ha lidiado con la genial Evelyn Jo. Una vez que finalmente conduje el auto de Jesse a mi casa, ella corrió hacia el interior y encendió la radio. La música que se estaba sonando era básicamente la música de la radio que siempre se repetía más de una docena de veces al día. Música de club era como la describiría. Evelyn se volvió hacia mí y sonrió con superioridad, empezando a balancear sus caderas seductoramente mientras me quedaba allí apoyado en el marco de la puerta para mirarla. No sé qué clase de pensamientos corrieron por mi cabeza mientras se levantaba la camisa para exponer ese ombligo y esa cadera con piercings, pero guau, mi cuerpo se estaba calentando sólo con sus pequeños movimientos. ¿Era así como los chicos siempre se sentían a su alrededor? Porque nunca, jamás en mi vida, realmente vi bailar a una chica así justo frente a mi cara. De alguna manera, una imagen de su cuerpo firmemente presionado contra el mío mientras movía sus caderas vino a mi mente. Gemí y me cubrí la cara, sintiendo toda mi sangre agolpar mis mejillas. Debido a que Evelyn está aquí, me estaba convirtiendo en un gran pervertido, ¿no? Esto era malo. Ni siquiera debería estar pensando en esas cosas. Era completamente equivocado. Mi madre me crió mejor que esto. Respetaría a todas las mujeres. Evelyn no cambiaría quien era. Sus fuertes vítores cuando la canción terminó me hicieron volver a la realidad. Me di cuenta de que estaba caminando hacia mí ahora. Me aclaré la garganta e intenté de bajar el tono de mi vista, pero eso era sólo imposible. —Nunca has besado a una chica antes, ¿verdad? —preguntó de la nada. ¿No me había preguntado algo como eso antes? Bueno, estaba en algo justo ahora, por lo que probablemente se olvidó de mi respuesta.

—N-no —tartamudeé, hundiendo mis puños profundamente en los bolsillos de mis pantalones vaqueros. —¿Puedo besarte entonces? —preguntó mientras se mordía el labio y me miraba con ojos de cachorro difíciles de resistir. Fingí una risa y presioné mi espalda contra la puerta, como si pudiera ir directo a través de ella si apretaba lo suficiente. —Y-yo no creo que sea una buena idea... De repente, me agarró de las muñecas y nos dio la vuelta para poder quedar pegada a la puerta ahora, conmigo de pie cerca justo delante de ella. Puso mis manos sobre su cabeza, mientras miraba hacia abajo a esos labios suaves de ella. ¿Quería besarla? Nunca he besado a nadie antes, pero he visto y leído cómo se hace —estoy hablando, por supuesto, de películas y libros—. —Bien, entonces besa mi cuello. Mis ojos se abrieron ante la mención de ello. Llevaba una camiseta de color negro sin tirantes, por lo que todo el cuello, además de una parte de su pecho, estaba claramente expuesto. Incluso estiró el cuello para darme más espacio, pero no era como iba a hacerlo, ¿verdad? Su piel se veía tan suave y dulce sin embargo. Negué ante la idea de considerarlo siquiera por un segundo. —E-eh... N-no... —¿Por qué no puedo hablar correctamente? Me sentí cómodo alrededor de ella bastante rápido antes. Así que ¿por qué no ahora? Probablemente debido a la forma íntima que éramos, y lo tentador que ella se veía—. Evelyn... —Di mi nombre de nuevo —susurró, moviendo sus caderas contra la puerta. Yo tragué, dándome cuenta de que su nombre saliendo de mi boca casi sonaba como si estuviera gimiendo. ¡¿Cómo en el mundo pasó eso?! Ella agarró mi cabello y tiró más cerca mi rostro del suyo. Entonces, besó ligeramente mi mejilla, mi mandíbula, y luego se dirigió hacia abajo, hacia mi cuello. Me moví mientras ella empezó a desabrochar los tres primeros botones de mi camisa, chupando duro en mi cuello mientras tiraba de mi cabello ligeramente. Un extraño ruido sonó en lo profundo de mi garganta mientras sus manos viajaban por mi torso. Sus suaves dedos, cálidos remontando lentamente la piel desnuda en mi estómago. Luego, sus dos dedos índices se engancharon a sí mismos en las trabillas de mis vaqueros, empujando mis caderas hacia ella. Los dos nos quejamos con la sensación placentera. No, tenía que detenerla. No debería estar haciendo esto... nosotros no deberíamos estar haciendo esto. Además, no podía tomar ventaja de una chica en este estado. Incluso si parecía disfrutarlo. Incluso si era ella la que había empezado todo, primero. —Evelyn —le gruñí, apretando los puños contra la puerta—. Detente. Después de unos segundos, se detuvo y me sentí agradecido, pero extrañamente raro y... ¿decepcionado?

Echando un vistazo a Evelyn, realmente vi cuán desgastada y cansada estaba. El sudor le besaba la clara piel, sus labios estaban abiertos mientras trataba de recuperar el aliento como yo. Su espalda estaba arqueada contra la puerta, nuestras caderas y estómagos todavía haciendo un ligero contacto entre sí. —Puede que quieras... calmarte un poco entonces —dijo ella sin aliento mientras me hacía guiño, mientras llevaba su mirada hacia abajo. Fruncí el ceño ante ella, y luego miré hacia abajo ¡oh no! No... nop, no podía ser. Quiero decir, esto ha ocurrido antes, por supuesto. Soy un hombre, pero, ¿cómo no me di cuenta de esto antes? —Perdóname, pero... —¡Mierda! ¿Acaso Evelyn hizo esto? Bueno, era bastante obvio desde que me estaba besando y tocando todo para tener todo mi cuerpo excitado, especialmente la región sur. Jesse siempre decía que los chicos nunca podíamos controlar eso. ¿Qué se supone que haga ahora sin embargo? Ella ya la había visto. Supo lo que me hizo. Y la causa de eso nunca a fue el sexo. De hecho, esa era la mayoría de la acción que había tenido hasta ahora en toda mi vida. Estaba tan avergonzado que me di la vuelta, escondiéndome de Evelyn. Ella se rió y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura rígida, besando mi hombro, que por suerte todavía estaba cubierto por mi botón de arriba. Aunque me di cuenta de que ahora mi camisa estaba medio desabrochada. Estaba respirando pesadamente, mi corazón acelerado. ¿Por qué tenía que hacerme esto? —No te avergüences, osito de peluche. Somos adolescentes. Sólo queremos divertirnos. Y tú eres un chico. Es lo que se suponía que iba a suceder. —Mordió el lóbulo de mi oreja, haciéndome apretar el puño, apretar los dientes con el sentimiento— . También significa que te gustó. Realmente, realmente te gustó. ¿Estaba en lo cierto? Bueno, ¿por qué iba a pasar esto? ¿Por qué más iba a saltar yo de repente y a ponerme todo feliz? Es una pena, amigo mío, no recibirás nada. No recibirás nada hasta que estés malditamente casado, ¡¿entendido?! Estaba seriamente volviéndome loco. Tal vez debería haberle pedido a mi madre algunas sesiones de terapia. Pero hablar con ella acerca de esto hubiera sido sólo extremadamente raro y torpe. Ya me había dado una conferencia sobre esto. Y ahora que Evelyn estaba aquí, había estado tratando de hablar conmigo un poco más sobre el sexo y las hormonas adolescentes salvajes. "Querido, los chicos de tu edad pronto querrán salir y tener experiencia. Pero si embarazas a una chica, no dudaré en matarte".

Por supuesto, ella no quería decir eso literalmente (con suerte). Era realmente estricta de todo el asunto del "sexo antes del matrimonio". Estaba pensando en guardarme a mí mismo hasta el matrimonio (porque era un perdedor por el estilo), por lo que no tenía que preocuparse en absoluto. Ahora, necesitaba calmarme y llevar a Evelyn arriba a descansar un poco. La droga en su sistema era por qué había hecho todo esto, después de todo.

•Evelyn• El despertar al día siguiente después de tomar drogas fue una molestia. Me sentía muy agotada, pero sobre todo un poco irritada. Miré alrededor de mi habitación y luego comprobé el reloj de alarma en mi mesita de noche, diciéndome que eran las 9 a.m. Eso me hizo sentar rápidamente, por lo que me dolió la cabeza por el movimiento. ¡Mierda! ¿Hoy no era miércoles? Íbamos tarde para la escuela, ¿no? Espera, ¿qué me importa? Siempre llegaba tarde a la mayoría de mis clases de todos modos. Pero ¿qué pasa con Zavier? Decidí ir abajo para ver si había alguien en casa. No había nadie en la sala de estar, pero cuando oí ruido de ollas, supe que había alguien en la cocina. Abrí la puerta giratoria que llevaba a la cocina y vi a Zavier agachado, tratando de recoger algunas sartenes del suelo. Su camisa de botones a cuadros blancos y negros lo hacía parecer como si se sintiera frustrado, ya que el cuello estaba ocultando la mayor parte de su cuello y los botones estaban en los agujeros equivocados, y sólo la mitad de la camisa estaba metida dentro de sus pantalones. Mmm. —Hola, Zavier —dije lentamente. Una vez que escuchó mi voz, dejó caer las ollas de nuevo y se sonrojó. Llevó su mano derecha a su cara y reajustó sus gafas. —E-eh, H-Hola, Evelyn. Te levantaste temprano. Q-Quiero decir, no muy temprano, no es temprano. ¿Es temprano? Es temprano —tartamudeó rápidamente mientras se reía entre dientes y nerviosamente se rascaba la nuca. Yo sólo levanté una ceja y le ayudé a recoger las ollas todavía en el suelo. —Cierto, sí. ¿Por qué no estamos en la escuela? Eso lo hizo mirar hacia mí, sus lindos ojos marrones, repentinamente, se volvieron más oscuros. —¿Qué piensas que pasó ayer? En serio, pfft... estás pensando las cosas ahora. ¡¿Infiernos?! ¿De qué estaba hablando? ¿Y por qué sonaba tan nervioso? ¿Estaba perdiéndome algo?

Estaba realmente actuando extraño. ¿Y por qué nos habíamos saltado la escuela? Él nunca, nunca ni en un millón de años faltaría a la escuela, ¿no? Quiero decir, vamos, era como un buen chico. ¿Qué clase de buen chico faltaba a la escuela? Después de que ponemos las ollas en el mostrador, puse mi mano en mi cadera y miré directamente sus ojos. Quería y necesitaba saber lo que estaba pasando en esa cabeza inteligente suya. —¿Zavier? —¡No pasó nada, está bien! Eso me hizo saltar con un poco de sorpresa. Por Dios, ¿por qué tan a la defensiva? —¡Q-quién te dijo algo, fue un total y completo mentiroso! ¡No sucedió nada! Jaja, tengo que hacer pis en mi mamá ahora. Quiero decir, tengo que hacer pis, y luego llamar a mi mamá. Pshh... ¡Adiós! Alcé la ceja cuando salió de prisa, tropezando un poco con sus dos pies. ¿Qué en el jodido infierno acababa de pasar? Él estaba bien ayer, antes de tomar las drogas. Pero no recuerdo mucho de lo que había ocurrido justo después. La mayoría de la gente es adicta a esas cosas, pero yo sólo las probé una vez sin apegarme demasiado a ellas. Así que tuve suerte con eso. Encogiéndome un poco, decidí que necesitaba una manera de hacer que Zavier me lo dijera. No podía ser tan malo, de verdad. Corriendo hasta el final al piso de arriba, me detuve justo frente a su habitación. La música rock estaba sonando de fondo, mientras oía un montón de cosas siendo lanzadas a través de la habitación. Iba a llamar, y supe que podría estar cerrado, así que sólo me puse de rodillas, y hundí mis dedos en mi cabello, sabiendo bien que una horquilla estaba en algún lugar de ahí. Una vez que la encontré, sonreí con malicia y empecé a forzar la cerradura con ella. Se abrió con un clic en cuestión de segundos, por lo que hice un "baile feliz" mentalmente. Cuando abrí la puerta y entré, vi a Zavier con su camisa desabrochada, haciendo que mis piernas se debilitaran debajo de mí. Su magnífico paquete de seis estaba claramente mostrándose, mientras que su piel tenía ese increíble resplandor que sólo hacía que sus músculos ondularan con cada respiración ronca que daba. Quería pasar mis dedos por ese torso de aspecto suave, y, oh sí, también pasar mi lengua por ahí. Maldita sea, ¿cómo podía uno pequeño muchacho nerd tener ese tipo de músculos? Y espera, ¿qué era esa marca en el lado derecho de su cuello? ¡Oh, infiernos no! —¿¡Qué estás haciendo !? —gritó, cerrando el botón de su camisa de nuevo.

No podía responder a esa pregunta debido a que tenía mi propia gran pregunta que realmente necesitaba ser contestada. —¿¡Eso es un chupetón!? —Oh Dios mío. ¿¡Quién te hizo eso!? ¿¡Y por qué no me lo dijiste!? Antes de que siquiera parpadeara, ya tenía una de las bufandas de Stormy alrededor de su cuello mientras fingía una terrible carcajada. —¿Qué? Pffft... Realmente debes estar alucinando. ¿En serio? ¡No estaba ciega! ¡Lo vi! —No, vamos, ¡déjame ver! —Me acerqué a él y traté de quitarle la bufanda, pero él mantuvo un fuerte control sobre ella. —En realidad, n-no es nada. Estaba aspirando con mi mini aspiradora y llegué a mi cuello. —Hice una pausa para levantar la ceja—. ¡Qué, puede suceder! Ajá... —Zavier, ¡vamos! —Seguí tratando de tirar de la bufanda, asegurándome de que no estaba ahogándolo en el proceso, a pesar de que se aferraba a ella. Estábamos teniendo una guerra de tirones con la bufanda cuando de alguna manera terminamos tropezando en el suelo, y estaba ahora en la parte superior de Zavier, a horcajadas sobre él para comprobar ese maldito cuello suyo. Realmente, ¿¡Qué tan malo podía ser!? Debería estar orgulloso de sí mismo por conseguir eso. Pero mi gran pregunta era, ¿quién le hizo exactamente eso? Distraída, sentí dos grandes manos en mis caderas, haciendo que todo mi cuerpo sintiera un hormigueo de placer. Se me dio la vuelta al suelo, con Zavier ahora encima de mí, su cuerpo presionado firmemente entre mis piernas. Oh... ¡Vaya! Nos miramos mientras sus manos se apoderaban de la alfombra justo debajo de nosotros. Sus mejillas estaban volviendo a su color rosado adorable mientras su labio inferior temblaba. Arrastrando mis manos arriba y abajo de su sexy torso, lo sentí temblar mientras miraba hacia abajo a mis manos. Aproveché esa distracción para tomar la bufanda de inmediato. Di un grito ahogado al ver el enorme chupetón en el lado derecho de su cuello. —¡Es un chupetón! ¡Zavier! —Lo abracé con fuerza, haciéndole perder el equilibrio, por lo que ambos sólo caímos de vuelta al suelo. Nuestros cuerpos estaban muy cerca ahora, y me las arreglé para darme la vuelta para poder estar en la parte superior y a horcajadas de nuevo. —¿¡Quién te hizo eso!? —le pregunté, tapándome la boca de emoción. Él cerró los ojos con fuerza y se cubrió la cara roja, murmurando algo en voz baja. —Lo siento, ¿qué? Lo repitió una vez más, pero esta vez, fue mucho más bajito.

—¡Zavier! —Le di una palmada en el brazo. Pero bueno, con esos músculos estoy segura que no sintió nada teniendo en cuenta que no se inmutó en absoluto por mi áspero toque. —¡Fuiste tú! ¡Tú me diste el chupetón, está bien! Esas palabras me hicieron congelarme directo en mi lugar. No... ¿Qué? Eso no podía ser. —¿Qué...? —Estaba temblando ligeramente de pies a cabeza mientras fruncía el ceño hacia él. Pero él estaba jodidamente serio, me di cuenta. Mi siguiente pregunta fue cómo sucedió. Porque creo que acordaría chupar algo de piel sexy así—. ¿Cómo? ¿Qué pasó ayer entre nosotros? Me bajé de él y lo ayudé a incorporarse mientras me sentaba sobre las rodillas, esperando a que me lo explicara todo. —Yo, umm... Bueno... —Levantó las manos como si tratara de explicar una lección como un maestro. Pero estaban temblando mientras fruncía el ceño y ponía mala cara ligeramente, por lo que me retorcí por lo adorable que se veía. Oh, ¡sólo dejar de joder, Evelyn! —Verás, nosotros... bueno... Yo suspiré profundamente mientras él seguía tratando de averiguar la forma correcta de explicar todo esto. Después de unos segundos, finalmente solté—: ¡Sólo escúpelo, Zavier! —¡Muy bien, muy bien! —Tomó aliento profundamente y se arrodilló, descansando los codos en la parte superior de ellas—. Tú... tomaste algunas-drogas-dela-clase-que-no- sabes-muy- lo-que-estás-haciendo-o-lo-que –te-estás-metiendo. Lo dijo todo súper rápido, así que apenas le entendí. Pero fue algo bueno que de hecho, lo hiciera. Me reí y quité un mechón de cabello suelto detrás de mi oreja. —Está bien, ¿qué tipo de cosas? —M-mira Evelyn, no sabías lo que estaba haciendo y nos detuve, así… así que todo está bien ahora, no hay necesidad de volver sobre nuestros pasos. La realización me golpeó como un ladrillo con sus palabras tropezando. —¿Nosotros...? —Empecé, señalando a los dos de nosotros. Eso hizo que su rostro se encendiera de la sombra profunda de rojo, y entonces se puso de pie. —¡No! ¡Dios, no! ¿Por qué incluso...? ¡No! —Me puse de pie detrás de él mientras pasaba sus dedos por su oscuro cabello. Luego se echó a reír, pero era obvio lo nervioso que en realidad estaba. —No... No lo hicimos. Pero hubo algunos... —Tos, tos—. Toques... agarres... tirones... —Tos, tos—. Y besos ligeros. —Así que... ¿nos besamos? —Bueno, me preguntaste si me podías besar.

Maldita sea, ¿lo hice? Mentalmente me maldije por no recordar eso. —¿Y lo hicimos? —Umm, n-no, en realidad no... —¿Así que soy la que te dio un beso en el cuello? ¿Intentaste detenerme? —Mi voz estaba llena de burla, por lo que él movió sus ojos por la habitación para mirar cualquier cosa excepto a mí. —Como que yo... Yo solo... Tenía la esperanza de que lo hubiera excitado. Estaba muy agradecida de que hice todo eso drogada, ya que sabía que necesitaba un poco de acción en su vida. Me reí que Zavier se viera tan incómodo. Poco a poco me acerqué a él mientras se quedaba en su lugar. Estiré mi brazo y jugué con su cabello, sintiéndolo tensarse bajo mi gesto menor. Sólo esperaba que las cosas volvieran a la normalidad después de esto. No me gustaría que se sintiera a mi alrededor incómodo. Bueno, aún más torpe de lo que ya se sentía. —¿Te gustó en absoluto? Quiero decir, ¿lo que hicimos? —Oh que me demanden, pero malditamente quería saber cómo realmente lo hacía sentir. —Mmm... — murmuró Zavier, tragando un nudo en su garganta mientras se rascaba la frente, que como que resplandecía con un poco de sudor. —Sé honesto. Está bien. ¿Disfrutaste en absoluto, osito de peluche? —Moví mi dedo índice por su mejilla, luego hacia abajo a su pecho firme, y finalmente a su paquete de seis. Antes de ir más abajo, me agarró la muñeca para detenerme. —Detente —Alcanzó a decir, diciéndome que estaba casi sin aliento sólo por ese toque suave. Sonreí, sabiendo que le estaba poniendo todos sus estados. Supe mi respuesta entonces. Retrocediendo, sólo actué tan normal como siempre. —Entonces, ¿fui difícil de manejar mientras estaba drogada? —Sí —dijo él, comenzando a volver a la normalidad. Se enderezó, aclarándose la garganta mientras su voz estaba todavía un poco tensa—. F-fue difícil ponerte en la cama, en realidad. Estaba oscureciendo y apenas te quedaste dormida… —hizo una pausa para reír—. ¡E incluso hablaste de mi viejo fútbol, alegando que era Arnold de Hey Arnold! Aspiré una risa ante eso. Oh Dios, siempre decía cosas embarazosas cuando estaba drogada. Me pregunto lo que le dijo a Stormy. Espera... ¡Mierda! —¿Dónde está Stormy? —le pregunté, de repente, llegando a estar muy seria. Pero Zavier se encogió de hombros, no se inmutó en absoluto por la mención de su madre, quien estaba a cargo de los dos. ¿¡Qué mierda!? ¿¡Cómo podía estar tan tranquilo!? ¡Le debí haber metido en tales serios problemas y que su castigo fue no ir a la escuela! Pero ¿qué pasa con mi castigo? Me alegré de no ir a la escuela, hombre.

—Ella se fue temprano —dijo en voz baja—. Ayer por la noche cuando llegó a casa del trabajo, le dije que estabas muy cansada, enferma y que necesitabas mucho descanso, lo que no era una mentira total. Por suerte, ya estabas profundamente dormida en tu propia habitación para entonces. No le dije que tomaste drogas, por cierto —dijo, para tranquilizarme antes de ponerse todo mono de mierda. Me sentí un poco culpable ahora. Zavier mintió (bueno, casi) ¿para salvar mi trasero? —Te revisé un montón toda la noche. Quería asegurarme de que estabas bien y que no estuvieras muriendo cuando sólo te teníamos de regreso. —Se rió entre dientes— . No creas que estoy tratando de deshacerme de ti, tampoco. Maldita sea, ¿por qué era tan dulce? No creo nunca haber conocido a alguien tan agradable. Era raro. ¿Cómo podía ser tan dulce, incluso con aquellas personas crueles de este mundo? Debe de haber sido duro... —Gracias, Zavier —dije honestamente—. Realmente no tenías que hacer todo eso... —Pero los dos sabemos lo que hubiera ocurrido con nosotros si ella realmente lo hubiera averiguado. —Me dio una pequeña sonrisa, que casi parecía una sonrisa. Oh, qué sexy. ¿Estaba captando eso de mí tan fácilmente? —Espera, ¿la escuela? —El chico bien perfecto e inteligente, Zavier Coin, tenía todavía ausentismo escolar. ¿Cuál era su pequeña excusa? Él cerró los ojos con fuerza, como si estuviera avergonzado de sí mismo. —Ya eres probablemente una mala influencia para mí, pero está bien. Tengo que llamar a mamá y decirle a la escuela que ninguno de ambos no nos sentíamos demasiado bien. Mi voz tembló un poco, pero ella no entendió la mentira. Tenía mis tareas, también, y ya las había terminado antes de despertar. ¿¡Diablos!? ¿¡Acaso este chico tenía Google grabado en su maldito cerebro!? Ahora, eso sería increíble.

9 El Chico Malo Perfecto •Evelyn• —¿Quién eres y qué diablos le has hecho a mi mejor amigo? —preguntó Jesse inmediatamente, una vez Zavier y yo habíamos salido de la casa el jueves por la mañana. Decir que él estaba sorprendido era un eufemismo. Parecía un poco enfadado, mientras miraba fijamente a Zavier, casi como si fuese un completo desconocido. Por supuesto, puesto que Zavier y yo nos saltamos la escuela ayer, estaba sorprendido, Ethan también. Pero oye, parecía que Jesse sólo expresó honestamente lo que sentía y lo respetaba. —Vamos a la escuela —dijo Zavier, apartando a Jesse del camino con un poco de más fuerza de la necesaria haciéndole tropezar. Pero conociendo a Jesse sólo de dos días, ya sabía que no dejaría nada de esto ir fácilmente. Por lo tanto, extendiendo su brazo, puso su mano firmemente en el hombro de Zavier. Zavier lo apartó bruscamente y se dio la vuelta para mirar a su mejor amigo con una mirada dura. ¡Maldita sea, se veía tan sexy! Pero también parecía a punto de matar a su mejor amigo, incluso aunque sabía que no lo haría. Nunca. No importa que tanto quisiese hacerlo en verdad, muy en el fondo. Pero ¿por qué estaría enfadado con Jesse? ¿Debido a sus ciertas suposiciones y acusaciones? —Oh, ¿para que puedas saltártela otra vez? —preguntó Jesse, haciendo a Zavier rodar sus ojos hacia el cielo mientras deja salir un profundo suspiro—. Dime, Zavier, cómo es vivir en el lado rebelde ahora, ¿eh? —Cruzó los brazos sobre su pecho para parecer un poco más serio mientras frunzo el ceño ante sus palabras. ¿Quiso decir el lado oscuro por el lado rebelde? Porque, déjame decirte, no había jodidas galletas aquí. Teníamos que hacerlas nosotros mismos y sabían cómo la mierda. Más desde que Ian "accidentalmente" rompió los huevos de forma incorrecta y lo que puso dentro no era azúcar exactamente, por así decirlo. —No hay rebeldes involucrados —contestó Zavier con voz severa, pasándose la mano por el cabello. Jesse sólo alzó las cejas, mirándome mientras arreglaba mi camisa.

Llevaba una camiseta blanca apretada con unos pantalones cortos blancos y un par negro de viejas Converse, con mi cabello hacia arriba en un desordenado, pero sexy, moño. Sí, era uno de esos días. —Bueno, tenemos a una rebelde justo aquí. ¿Estuviste involucrada en esto, Evelyn? —preguntó Jesse, con sus ojos decididos en mí mientras señalaba a Zavier, quien parecía estar volviéndose muy impaciente por cómo pateó la tierra bajo sus pies. Definitivamente no me perdí el ligero rubor apareciendo en sus mejillas, posiblemente recordando exactamente el por qué nos habíamos saltado la escuela ayer. Aunque no recordaba todo, sabía qué tanto lo había alterado. Sonreí socarronamente a Jesse. —Tal vez sí, tal vez no. Obviamente presionando los botones equivocados, lo dejó ir por el momento ya que llegaríamos tarde si no nos dábamos prisa. Pero me advirtió que de alguna forma lo averiguaría, a lo cual respondí mentalmente "buena suerte con eso, amigo".

*** Mientras caminábamos hacia la entrada de la escuela, Jesse se detuvo de golpe, haciendo que ambos, Zavier y yo, chocáramos con fuerza contra su espalda. Pero no pareció perturbado en absoluto cuando metió su mano dentro de su bolsillo trasero y sacó su teléfono. Zavier suspiró y lo rodeó, empezando a dejarnos atrás, claramente de mal humor. Quiero decir, en el auto, sólo se puso los auriculares y miró por la ventana todo el tiempo. Me cansé de hablar con él o darle un golpe para conseguir su atención, pero sólo me ignoró hasta que decidí rendirme. Vale, pensé que estaba enfadado con Jesse, pero ¿por qué conmigo? Está bien, siendo la zorra egoísta que era, tomé drogas y tuvo que hacerme de niñera. Además, mintió a su propia madre, quien también supuso que me ayudaba. Pero parecía no tener problema con ello ayer. —¡Mierda! —el grito de Jesse hizo que me estremeciera, e inmediatamente quedé intrigada por su teléfono. —¿Qué? —Ethan y yo preguntamos al unísono, corriendo a revisar su teléfono que todavía sostenía cerca de su rostro con los ojos muy abiertos. Ethan agarró el teléfono y lo puso delante nuestra para que todos pudiésemos leerlo al mismo tiempo. Pero Jesse sólo se cubrió los ojos, como si el texto pudiese quemar sus jodidos ojos si lo miraba una segunda vez. Estaba confusa por el contenido del texto, que decía algo sobre un tipo llamado Davne Conrad que abandonó la cárcel. Fruncí el ceño confusa, ya que Jesse y Ethan alzaron la vista en sincronía hacia Zavier. Algunas personas a nuestro alrededor también recibieron el mensaje, y parecieron tan sorprendidos e impresionados como nosotros. No sabía exactamente el por qué.

Zavier se había detenido en seco a pocos metros de distancia y cuando se dio la vuelta, todos nos dimos cuenta de que tenía su teléfono agarrado con fuerza en su mano derecha, mirando hacia él, con los ojos muy abiertos. Su rostro estaba pálido y juro que estaba a punto de desmayarse en ese mismo momento. Mi suposición era correcta, ya que Jesse y Ethan rápidamente lo rodearon y lo atraparon cuando se tropezó hacia atrás. Tragó, su nuez de Adán viéndose claramente, cuando miró frenéticamente alrededor del estacionamiento. —Tío, Zavier —Jesse animó a Zavier cuando comenzó a toser y respirar rápidamente. Dios, incluso estaba asustándome a mí. ¿Qué demonios estaba pasando? Parpadeé rápidamente cuando Jesse subió su mano y abofeteó a Zavier en la cara, haciendo que su cabeza gire en un rápido movimiento y casi caer en otra dirección. Pero de buena gana, Ethan le cogió justo a tiempo—. ¡Zavier! ¡Cálmate! ¡No es como si el tipo estuviese aún detrás de tuyo! ¡Aún no sabemos por qué está de vuelta! —Sólo sácame de aquí —Zavier consiguió decir entre duros jadeos—. No me importa si me… —tropezó en sus palabras, tratando de liberarse de los brazos fuertes sujetándole con firmeza en su lugar—. ¡No me importa! —Su rostro estaba rojo de la ira y juro que estaba a punto de golpear a sus dos mejores amigos que realmente estaban intentando calmarle. —Zavier, ¿¡qué pasa!? —le pregunté, notando que la gente que pasaba caminando le miraba. Su camisa azul oscura estaba siendo tirada tanto que su clavícula y su hombro fueron expuestos, y vi cómo sus músculos se flexionaron de lo tenso que estaba. Si no fuera por lo asustada que estaba ahora mismo, probablemente lo que él estaba teniendo era una especie de ataque de pánico, habría tenido algunos pensamientos sucios acerca de lo jodidamente atractivo que parecía, incluso si él estaba aterrado. —¡Nada! ¡Soltadme! Tenía que ayudarle. Quería ayudarle. Pensando en los momentos en los que Drake siempre me consoló, recordé cómo siempre me sostenía de modo que me sintiera segura en sus brazos. Hablaría con él sobre cualquier cosa y me sentiría bien sólo teniendo a alguien escuchando toda la mierda que tenía que decir. Así que sin ninguna otra vacilación posible, di unos pasos hacia delante hasta llegar a los tres chicos. Inmediatamente, puse mis cálidas manos en las mejillas de Zavier, cuando alzó la vista con ojos suplicantes. Tenían tanto en ellos, pero ahora mismo sólo me dijeron cuán realmente asustado que estaba, cuán desesperado estaba por salir de este lugar. Vivo. —Soltadle. Le tengo —dije en voz baja a los dos chicos que todavía le sujetaban. Ethan miró a Jesse por una respuesta, mientras que Jesse sólo hizo una pausa y finalmente suspiró como si está de acuerdo. Lentamente comenzaron a soltarlo y me aseguré de no alejar mi mirada de Zavier. Parecía simplemente un niño perdido, con una vida no-tan-perfecta. De repente me recordó a… bueno, a mí. Cómo de rota parecí cuando necesité a alguien. Bueno, yo era una delincuente, la criminal que supuestamente no tenía corazón y necesitaba ayuda. Pero, ¿Zavier? Me estaba cambiando lentamente, y no iba a dejarlo

cuando él estuvo para mí estos últimos días. No iba a dejarlo allí sin esperanza. No iba a dejarle solo para hacerle frente a cualquier problema que tuvo que pasar. —Está bien —le dije, aunque aún no sabía el porqué de tanto alboroto. Agachándose sobre sus rodillas cuando sonó la campana, me puse en cuclillas junto a él. De repente, agarró mi cintura y tiró de mí hacia su cuerpo tembloroso. Estaba sorprendida, por no decir más, pero esto era agradable. Dios, era tan caliente. Pero el hecho de sentirlo temblar tanto inmediatamente me hizo temer por su vida. Su respiración salió en jadeos irregulares, y sentí su aliento gélido en mi cuello. Mi espalda estaba arqueada por su apretado agarre alrededor de mí. Puse mis brazos alrededor de su cuello, deslizando mis dedos en su cabello oscuro para abrazarlo con la misma fuerza. Al cabo de un rato, se había calmado un poco, sólo por tener a alguien sosteniéndole. Tímidamente alzando la vista, encontró mis ojos y vi unas cuantas lágrimas en ellos. Sus cejas surcadas con tristeza y necesité toda mi fuerza de voluntad para no besarlo en ese momento, para hacerle olvidar el maldito mundo que nos rodea. Pero cuando se inclinó un poco más cerca, sentí a mi corazón sobresaltarse con emoción. Me incliné un poco, también, trayendo sus labios más cerca de los míos tirando gentilmente de su suave cabello. Excepto que las cosas buenas siempre tienen que terminar, ¿verdad? —¿Z-Zavier? Alejando su mirada de la mía, giró su cabeza hacia la izquierda para ver a la persona que le había llamado por su nombre. Mis labios tocaron su mejilla derecha ahora, y me escondí, abrazándolo y ocultando mi cara en su cuello. No sé por qué lo había hecho, pero bueno, su enamorada sólo nos vio muy íntimos, y la verdad es que me pregunté cómo se sentía. No necesitaba darme la vuelta para mirarla, y parecer que le restregaba todo esto en la cara. Esto habría sido genial si no fuese por la gravedad de la situación. —Joss. Umm… —tragó con fuerza, cuando le di un mordisco suave en el cuello. Cambió con mi toque, tratando de separarme de él ahora. Aghh, ¿de verdad? ¿Sólo porque la señorita Barbie perfecta estaba aquí para salvar el día? Bueno, Osito de peluche, ¿por qué no le vas llorando a ella entonces? Mi opinión cambió cuando se levantó temblorosamente y me agarró la mano para ayudarme también. Pero esta vez, no me apartó. —¿Qué está pasando? Le pregunté a Jesse y a Ethan sobre ti, y conseguí este mensaje. Pensé que te gustaría un poco de compañía, pero obviamente ya la tienes — dijo dulcemente, su mirada de ida y vuelta entre nosotros. Ante eso, Zavier bajó la mirada como avergonzado de lo que hicimos. Alborotó su cabello un poco, haciendo que algunas partes se levanten. Después de lo que pareció unas decenas de minutos más tarde, finalmente habló, su voz rompiéndose un poco. —Y-yo estaba a punto de llamar a mi madre para viniera a recogerme, o ir a la enfermería porque estoy…

—Si quieres, puedo llevarte a casa en su lugar —sugirió, jugando con sus dedos mientras le sonríe, como si fueran los únicos allí. —Y-yo no sé qué… —¿Por favor? Davne realmente te asustó, puedo decirlo. Ante la mención del nombre, Zavier se estremeció y casi aplastó mi mano por cuán fuerte se aferró a ella. Me di cuenta ahora de que se veía un poco menos asustado, aunque su voz todavía temblara y tartamudeara sus palabras. También parecía un poco más tranquilo, probablemente sólo por tener a la muñeca Barbie cerca y hablando con él. Soltándole la mano, alzó la vista hacia mí con preocupación. Pero sin una palabra más, caminé hacia el interior de la escuela, haciendo caso omiso de las llamadas de Zavier. Él estaba en mejores manos y yo lo sabía.

*** —Vale, en serio, ¿quién demonios este tipo, Davne, que tiene a Zavier prácticamente bajo un espasmo, sólo ante la simple mención de su nombre? —pregunté, golpeando mi bebida Arizona en la mesa. Ethan se alejó de sus deberes, mirándome y sonrojándose. Era tan mono, pero necesitaba a Jesse hablando ya. Por lo tanto, sentándome entre ellos, y mirando a Jesse que estaba a mi izquierda, levanté mis cejas como para decir "empieza a hablar". Suspiró y cerró el libro de ciencia ficción que estaba leyendo mientras bebía un poco de su Sprite, probablemente para aclararse la garganta y prepararse para contarme toda la historia. —Davne Conrad, tu tristemente típico chico malo. —Un chico malo, ¿eh? Interesante. —La cosa es, siempre solía meterse con Zavier cuando crecían. Era el único con él que se metió. Se burlaba de él, le hizo tropezar con las escaleras y una vez incluso golpeó tanto a Zavier, que éste casi tuvo que ir al hospital. Oh, mierda, pobre Zavier. Ahora sabía por qué estaba tan asustado. —Básicamente, la vida de Zavier era un infierno hasta que Davne fue enviado al reformatorio hace unos seis años por, se rumorea, asesinar a su padre y a su alcohólico hermano mayor. Creció sin su madre, también, así que todo lo que tenía eran esas dos personas que lo trataron como la mierda, como dice el rumor. Lamiendo mis labios, miré sin expresión la mesa. Esto era mucho para asimilar. Incluso Drake no se podía comparar con este tipo, Davne. Parecía dudar menos, y seis años fueron dos más de los que Drake había conseguido. Ian, Darrel y yo habíamos conseguido que nos arrestasen un par de veces antes, pero sólo para pagar multas. Nunca

nos cogieron por hacer cosas súper malas, mayormente sólo por ser menores de edad bebiendo, algunos documentos de identidad falsos, y peleas. —Eso es… vaya, ¿de verdad? —pregunté tontamente. Jesse sólo asintió y Ethan se encogió de hombros comiendo algunas de sus verduras. —Esa es básicamente la razón por la que enloqueció antes. Davne casi lo mató una vez, y él sabe que ese tipo no tiene miedo de hacerlo si alguna vez tuviese una oportunidad. —¿Crees que Zavier alguna vez ha hecho algo para merecer ese trato? Jesse se rio entre dientes por eso, pero no tenía ninguna gracia. —¿Ni quiera conoces a Zavier? El chico no puede matar ni a una maldita mosca. Es un niño demasiado dulce. Davne lo amenazó un montón de veces, demasiadas, por lo que hay una pequeña posibilidad de que Davne podría venir a por él, ya que probablemente cree que Zavier le dijo a la policía sobre el asesinato. Quiero decir, si eso es cierto. Bueno, eso era un montón de mierda. Zavier no era esa clase de persona y yo lo sabía. Era muy dulce y lo admiraba por ser capaz de mantener su temperamento, o no tener ninguno. Pero teniendo en cuenta lo que vi hoy, me di cuenta de que era capaz de enfadarse y asustarse muy rápido, sólo por una persona, que sin duda hizo de su vida un infierno. Pobre Zavier. No sentía compasión por los demás, pero ¿quién querría hacer daño a alguien como él? Quienquiera que sea este tipo, Davne, sabía que iba a tener que hablar con él. Nadie iba a hacer daño a mi Osito de peluche. Con esos músculos, estaba segura de que Zavier sabría cómo defenderse. Quizás se ejercitó bien después de que Davne fuese arrestado, quién sabe. Pero junto a "enseñarle cómo estar cómodo con las chicas", me encontré queriendo enseñarle también sobre defensa personal y confianza, para confrontar y golpear a un idiota en la cara, si es que alguna vez se encontrase en ese tipo de difícil situación. —Espera, ¿dónde está Zavier? —habló Ethan, señalando la silla en la que siempre se veía sentado a Zavier. —¿A quién más ves ausente? —le pregunté, gesticulando alrededor del comedor. Ethan levantó las cejas y sacó su lengua para pensar mientras revisó la mesa de la chica bonita, donde finalmente lo comprendió. De repente, el tímido Ethan se había ido. Pero, una vez más, todo el mundo tenía dos lados. —¿En serio? ¿Qué hiciste con él? Incluso está hablando con normalidad con Joss, sin vomitar. Sólo has estado con él, qué, ¿cuatro o cinco días? Estás cambiándolo ya. Sólo me encogí de hombros como respuesta. No tenía ni idea de lo que había hecho, pero estaba tanto contenta como furiosa conmigo misma por ello. Se estaba sintiendo más cómodo a mi alrededor, pero también con su… Uf, ¿por qué sueno como una novia celosa y pegajosa? Apenas conocía al chico, y eso no era algo que por lo general hacía. Sólo jugaba con los chicos. Nunca me ha gustado nadie antes, sólo Drake, y…

Ni siquiera podía pensar en el primer chico que terminó rompiendo mi corazón en pedazos hace tiempo, antes de conocer a Drake. Mi primer amor, el único que me había cambiado en esta persona. Pero, ¿era posible que un chico dulce y adorable me pudiera transformar en quien solía ser? No, tendría que detenerlo antes de que empezara. —Sabes, Evelyn… —miré a Jesse a través de mis largas pestañas, mientras masticaba su comida—. Personalmente, creo que tú y Davne se llevarían bien. Quiero decir, él es oh, muy muy sexy. Inhalé una risa ante su terrible intento de una chica. Su tono de voz agudo se agrietaba, cuando entrelazó sus dedos juntos e intentó poner una pequeña expresión de colegiala soñadora. —Es malo, tiene esa maldita sonrisa, y es alto, oscuro, voluminoso; el chico malo perfecto. Chico malo, chica mala. —Apretó sus labios e hizo gestos, pesando ambas ideas en sus manos, probablemente tratando de mostrarme el ranking de igualdad entre este tipo y yo, y cómo de "perfectos" seríamos juntos—. Quiero decir, obviamente te gusta estar con chicos malos, ¿no? Abrí mi boca para responder, pero no salió nada. —O te van más los chicos dulces y agradables que están en un equipo de matemáticas y leen cómics. —Sonrió con satisfacción, haciendo que casi le dé un puñetazo en el brazo. Está claramente hablando de Zavier, pero ¿realmente me gustan tipos como él? Ni siquiera lo sabía con seguridad. —No lo sé, para ser sincera —declaré, mi voz apenas por encima de un susurro. —Bueno, como en la mayoría de las historias, la chica buena siempre tiende a enamorarse del típico chico malo. Pero la cuestión aquí es, tú, la chica mala, ¿realmente te enamorarías del tonto chico bueno? Con eso, sentí como si todo mi mundo se derrumbase sobre mí. Esto era estúpido, pero necesitaba averiguar lo que pasaba conmigo. ¿Por qué Zavier? ¿Por qué no un chico como Davne? Amaba a los chicos malos. Me encantaban los problemas. Amaba jodidamente a criminales y delincuentes. Amé a cualquier tipo que me podría llevar a dar un paseo en auto, pero también me gustaba el misterio que era Zavier Coin. ¿Por qué parecía querer a Joss? ¿Por qué era siempre tan dulce? ¿Por qué era siempre tan tímido? ¡Todo! Así que recogiendo mi bolso, sí, traje un bolso a la escuela, sorprendente, me levanté de mi silla, dando a los chicos una cabezada. —Me tengo que ir, chicos —dije antes de correr afuera de la cafetería y de la escuela. Mi destino era la casa de Zavier. O, bueno, mi casa.

10 Tres son multitud •Evelyn• Literalmente, tenía que agenciarme un maldito auto por aquí cerca para poder llegar a casa lo más rápido posible, solo porque no tenía mi moto hoy. Oh, no te asustes, solo estoy bromeando. En realidad, no lo estoy. Robé un auto, pero era uno de los autos de las zorras de la escuela, una mierda y a la vez de un muy buen gusto, incluso para ellas. Pero oye, probablemente lo devuelva. Si no, lo tiraré en el contenedor. Tan simple como eso. De camino a casa, el límite de velocidad es aproximadamente 45 km/h. El maldito auto me dejó ir a 80 km/h, ¿o tal vez 90 km/h? Estoy segura de que casi atropellé a una ardilla y también a una anciana cascarrabias en el camino. Pero bueno, como he dicho, casi. Así que, obviamente, y afortunadamente, para la vieja bruja, no lo hice. He llevado mi moto a la escuela, pero viendo cómo Zavier estaba demasiado asustado de solo mirarla, decidí solo montarla en otro lugar. A menos que él fuese lo suficientemente valiente como para subirse de nuevo conmigo. Así que Jesse nos llevaba gratis, que no fueron gratis en lo absoluto ya que él nos cobraba unos 5 dólares por pasajero. Pero cuando lo agarré de su cuello y amenacé con cortarle las bolas, él se rió nerviosamente y dijo que solo estaba bromeando. Tal caballero que era, incluso mantuvo la puerta abierta para mí. Después de unos 5 minutos —que me hubiera tomado de 15 a 20 minutos a velocidad normal— por fin llegué a la casa. Ni siquiera estacioné recta en el camino de entrada, pero eso no importa. Sé que tengo las llaves de la casa bajo el felpudo, a la vieja escuela. Pero es muy útil ya que siempre me olvido de mis propias llaves de la casa. En casa, Drake las mantenía debajo de una planta, por lo cual, si un desconocido se acercaba demasiado, inmediatamente sonaba como un auto de policía en una persecución. Eso asustaba fácilmente a la gente. Lo sé, pobre cartero. Finalmente desbloqueo la puerta, rápidamente la abro, pero me quedo helada cuando veo a Zavier de pie justo delante de Joss, mientras que su mano roza los músculos de su brazo izquierdo expuestos. Oh, demonios, ¡¿qué está haciendo?! ¡Solo yo puedo tocar sus sexys músculos tonificados! ¡Oh, qué m... Evelyn, deja eso ya! Él está claramente enamorado de ella, y no es definitivamente tu tipo en absoluto.

¿Pero no era esa la razón por la que vine? ¿Para estar completamente segura de que no iba a enamorarme de alguien como él mientras estábamos viviendo bajo el mismo techo? Él es inteligente, todavía ingenuo, e inocente muchacho y yo soy la chica que alguna vez fue parte de una pandilla, una delincuente e infractora de la ley. No importa cuántas veces la gente diga que los opuestos se atraen, no lo veo en nosotros. No me importa lo que diga Jesse, ya que no sucederá. Nop. De ningún modo. —¿Evelyn? —La voz de Zavier me toma por sorpresa, mientras Joss se gira y rápidamente saca su brazo como si no acabase de tocarlo. Noto su rostro, también, mientras ella lo estaba tocando. Él estaba completamente shock, y sus mejillas estaban rosadas y adorables, era bastante obvio como todo su cuerpo se puso rígido y tenso. —Lo siento, yo... —Cubro mi cara para evitar mirarlos de nuevo, corro por las escaleras tan rápido como mis piernas temblorosas me pueden llevar. —¿Me disculpas por favor? Sacudo la cabeza al oír la voz tartamudeante de Zavier, corro más rápido hasta que por fin veo la puerta de mi dormitorio. —¡Espera, Evelyn! Casi llego, pensé, mientras mi puño tantea el aire justo cuando llego a mi habitación. Pero entonces, mi maravillosa suerte, torpemente tropiezo con mis propios malditos pies y caigo de bruces al suelo. Oigo una persona sin aliento justo detrás de mí y me doy cuenta de que está tratando de evitar entrar en la histeria salvaje. —¿Evelyn? —Cállate —murmuro, levantando la cabeza para darme cuenta de que mi cabello está por toda mi cara, probablemente haciendo que parezca un nido de pájaros, para gran entretenimiento de Zavier. —Aquí, déjame ayudarte. —Se pone de pie frente a mí y se agacha mientras extiende su mano. Pero solo lo miro y le doy un manotazo a su mano mientras me levanto. Él asiente, curvando los labios en una mueca mientras cierra su mano abierta en un puño apretado. Se pone de pie y estaba justo en frente de mí segundos después. —¿Por qué no vuelves a bajo con Joss y me dejas? Ustedes dos parecían muy acogedores antes de que los interrumpiese. Sonrojándose, Zavier hunde las manos en sus bolsillos traseros. Parecía perdido en sus pensamientos, mientras muerde su labio inferior. Me sentí estúpida, pero todavía lo observaba hacer eso ya que es tan atractivo. —Mira, estaba nervioso por estar aquí solo con ella, ya que quería faltar a clase solo para estar conmigo. Y ella nunca, nunca ha hecho algo así. Asintiendo, le animo a que siga a pesar de que en el fondo, solo quiero ir a encerrarme en mi habitación y tomar una cerveza o algo, mientras rockeo con Hollywood Undead. Sí, eso suena bien.

—Y cuando me pongo muy nervioso, me pongo muy torpe —continua Zavier—. Así que me golpeé el mismo brazo alrededor de tres veces en lugares diferentes, en la pared, en los armarios, en el mostrador, casi con todos los objetos inanimados. Quería asegurarse de que no estaba herido así que solo me pidió que le mostrase mi brazo y bueno, probablemente se veía como algo más desde donde estabas parada. ¡Ohhhh, esa tiene que ser la excusa más patética en el maldito libro! —Resulta que mañana voy a estar luciendo unas cuatro o cinco diferentes contusiones. —Trató de reírse, pero todavía le doy una mirada dura, haciéndole aclararse la garganta y dejar de reír casi de inmediato. Asentí ya que en realidad no tenía una respuesta ingeniosa, traté de pasar por su lado, cuando él me siguió. Rodando los ojos, pongo mi mano en mi cadera y levanto mis cejas como si quisiera preguntarle: "¿te importa?" —Lo siento, ¿hice algo mal? Pareces enojada conmigo... En la última palabra, parecía como si quisiera meterse en un agujero profundo y ocultarse lejos de mí por toda la eternidad. Él realmente es inteligente, porque una Evelyn Jo enojada no es linda para nada. Ella simplemente no debería ser molestada. Pero la verdad es que estoy irritada y cansada, lejos, pero cerca, de estar enojada. —Le puedo pedir a Joss que se vaya si eso es lo que... —No, no, está bien. Ve por ello. Quiero decir, la chica finalmente está hablando contigo. Además, fui yo quien decidió dejarlos solos después del pequeño ataque de pánico de Zavier. No debería estar molesta, ¿verdad? Estoy ayudando. Él asintió, apoyando su hombro derecho en la pared. —Sí, es extraño. Riendo entre dientes y rodando los ojos en broma, le doy una pequeña sonrisa sin pensar. —¿Qué tiene de extraño? —Ella empezó a hablarme más después de que llegaste tú. Incluso me preguntó una vez sí... tú y yo... —Se detuvo para dejarme averiguar el resto, y se sonrojó mientras tímidamente se rascaba la nuca y desvió la mirada a otra parte. Oh... Oh, ¿realmente? —Sabes qué, no creo que vaya a sobrevivir allí a solas con ella. Voy a poner una película o algo. Solo por favor, por favor ven abajo con nosotros. No puedo tener otra paliza auto infligida. Bufando una risa, estuve de acuerdo. —Zavier Coin, faltando a la escuela una vez más. ¿Qué va a decir tu madre? Pero sobre todo, ¿qué van a decir Jesse y Ethan? —pregunto en tono de broma, señalando con el dedo a modo de acusación. Él sonríe con cariño, moviendo mi mano lejos de su rostro.

—Solo voy a decir que has llegado a mí y me estás enseñando tus maneras encantadoras. —Te voy a enseñar mucho más si lo deseas —coqueteo, guiñándole un ojo mientras él traga un nudo en su garganta—. Solo pregunta, osito de peluche.

*** Nos sentamos en el mismo sofá largo durante horas, solo viendo películas impresionantes de comedia y acción. Cómo Stormy en realidad podría permitirse todas estas películas, no sabía, pero es simplemente impresionante por esto. Todas mis películas favoritas estaban aquí, y estábamos faltando a clase. La vida es muy dulce en este momento. Mientras miraba las películas, seguí echando vistazos a Zavier y Joss. O debería decir, osito de peluche y muñeca Barbie -guiño, guiño-. En verdad, parecen tan naturales juntos. Como, ¡¿en serio?! Joss estaba bastante cerca de él, en la esquina derecha del sillón, mientras que Zavier estaba en el centro con los brazos cruzados. Me entraron ganas de reír ya que tenía el ceño fruncido hacia la pantalla, como si tuviese una avería importante la cual él no podía entender. Pero me quedé en silencio y reí en su lugar mentalmente. Uf, realmente tenía que hacer a estos dos hablar. Estoy segura de que Zavier ya había visto cada película en esta casa. ¿Y Joss? Ella daba esa sensación de que había visto esto antes, también. De repente empujo la rodilla de Zavier, ya que él está sentado a mi derecha, se gira para darme una mirada de reojo mientras asiente. Señalo con la cabeza la mano de Joss colocada muy cerca de su pierna, y susurro: —Sostenle la mano —aunque él baja la mirada hacia ella, se gira hacia mí y niega lentamente. Nos mantenemos teniendo una charla mental, y sé que no hay manera de que agarre su mano y la coloque en su muslo para entrelazar sus dedos juntos de esa manera estúpida, cursi, y linda. Suspirando, hago un gesto hacia el tazón medio vacío de palomitas que está en la mesa. Él frunce el ceño y agarra el tazón, empujándolo hacia mí. Pero simplemente sacudo la cabeza y murmuro el nombre de Joss. Él respira hondo y decide solo dárselo para que deje de molestarlo. Agarra el cuenco con fuerza y lo mueve en dirección a Joss. —Oye Joss, ¿quieres algo de... —Tuve que taparme la boca de tanto reír porque Zavier había dejado literalmente todo el cuenco sobre ella. Él solo estaba tratando de acercarle la cosa para que pudiese agarrar un poco, pero los accidentes ocurren—... Palomitas? Ella abrió la boca y se puso de pie, quitándose las palomitas de encima. Zavier se pone de pie a su lado, y luego lo hago también. Sonriéndome a mí misma, pienso en un siniestro plan.

—Joss, estoy tan... Corto a Zavier vertiendo caramelos de goma dentro de su camisa. Se gira al decir la palabra "tan" mientras sacude la parte posterior de su camisa para sacarse las gomitas. —¿¡Por qué has hecho eso!? —Una vez que él estira el cuello para mirarme, agua es vertida en su pecho, haciéndole girar de nuevo para mirar a Joss, quien tiene un vaso vacío de agua en su mano—. ¿¡En serio!? Joss solo sonríe mientras asiente hacia mí. Leo su nota mental perfectamente. Parece que ya no vamos a mirar más esas películas.

*** —No quiero ni preguntar —Stormy admite cuando llega a casa, mirando a los tres. Zavier decidió contraatacar con comida pegajosa, palomitas de maíz, bebidas y dulces básicamente cubriéndonos a ambas. Así que en general, no nos veíamos muy bonitos. Además, la cocina y la sala de estar eran un desastre. ¿Así que supongo que tendremos que limpiar todo? Stormy es genial, pero esta vez la tuvimos que trabajar bastante. Ella no gritó, fue bueno que solo nos hiciese limpiar los mostradores y el suelo sucio. Después de entusiasmarse por conocer a Joss, por ser casi la única chica que Zavier trajo a casa, muy a su maravillosa vergüenza, Stormy, incluso la hizo limpiar, algo de lo cual "supuestamente" ella creyó genial. Pero realmente, ¿quién en su sano juicio estaría de acuerdo con la limpieza? Bueno, no estoy segura de sí las personas con TOC realmente disfrutan limpiando las cosas, pero lo que sea. Nos tomó alrededor de tres horas terminar, ya que trabajamos mucho juntos. Y cuando aún estábamos limpiando, Stormy salió de la casa de nuevo, asegurándose de darnos una advertencia por si destrozábamos la casa de nuevo. Pocos minutos después de que Stormy se fuera, Joss también lo hizo con una enorme sonrisa en su rostro. Zavier siguió mirándola hasta que su auto desapareció de su vista, como si fuera la cosa más angelical del mundo. Solo observar la forma en que la miraba me hizo pensar. ¿Alguien, siquiera Drake, me miró de esa manera? ¿Con pasión, felicidad y admiración? Supongo que nunca sabría la respuesta a eso. —Bueno, eso fue... —¿Divertido? ¿Loco? ¿Ilegal? —pregunté, señalándolo con mis dos dedos índices, mientras que saltaba. Él solo sonrió y metió las manos en los pantalones de color caqui ajustados. —¿Divertido? Sí. ¿Loco? Sí. ¿Ilegal? —Parecía estar pensando en ello, pero solo terminó riéndose—. De ningún modo.

—Entonces, ¿cuál es la definición de ilegal para ti? Él frunció los labios y miró hacia el espacio, tratando de pensar. Entonces, contando con los dedos, comenzó: —Hacer el amor en los terrenos escolares, ir muy por encima del límite de velocidad... —Está bien, esas no son cosas malas. He hecho peores cosas, pequeño señor santurrón de dos zapatos —digo mientras empujo su duro pecho, haciéndole reír mientras se tocaba el pecho como si le hubiera empujado demasiado duro. Luego, vuelvo las cosas un poco más serias, porque honestamente quería saber cómo estaba después de todo el asunto de Davne. —¿Cómo estás? —pregunto a Zavier, mientras mira hacia abajo y se encoge de hombros. Las comisuras de sus labios se inclinan en una sonrisa muy débil. Está claro que no está bien, pero al menos había dispersado su mente por un buen tiempo. —Podría estar mejor. Gracias por el...eh… —Hace una pausa y se sonroja— …abrazo de antes. Realmente necesitaba eso. Teniendo en cuenta que él era el que me había atrapado en sus cálidos brazos acogedores, su gratitud me hizo sonreír. Pero ¿qué sí él hizo eso con Joss mientras todavía estaba en la escuela, y no me lo mencionó a mí? Ese pensamiento hizo que mi estómago se agitara de preocupación. Uf, Joss parecía la chica perfecta para él. Necesito conseguir que esos dos pájaros despistados se junten. —Ni lo menciones. Si alguna vez necesitas otro... —Sonrío y abro los brazos de par en par, haciéndolo reír mientras sacude su cabeza—. Oh, ven aquí. Necesito uno, mi osito de peluche. Parpadeo hacia él con ojos de cachorro, haciendo un puchero con mi labio inferior. Él cede casi de inmediato. Me animo y corro hacia él, atacándolo con mi versión de un gran abrazo de oso. Se tambalea hacia atrás un poco sorprendido, pero aún aprieta sus brazos alrededor de mi cintura, mientras pongo los míos alrededor de su cuello. Sabía que él estaba nervioso por estar tan cerca de mí, ya que parecía estar temblando. Y su corazón... bueno, su pecho estaba presionado contra el mío, así que podía sentir el fuerte sonido de su corazón, latiendo rápido. Poco a poco alejándonos, nos miramos el uno a otro. Él traga saliva y mira hacia abajo a mis labios mientras sus adorables ojos marrones brillan. Oh, cómo me hubiera gustado que solo se hubiese inclinado y besado. Me gustaría ir a por él sin ninguna duda, pero, por desgracia, se estaba reservando para su futura esposa, Jocey Rodríguez. Maldita sea, ¿por qué estaba de repente cada vez más cerca? Entonces sonó mi teléfono. Apartándome, tomé mi teléfono del mostrador de la cocina y solo respondí sin siquiera mirar la pantalla. Zavier se quedó en el mismo lugar, mirando de lejos mientras apretaba los puños por alguna razón. —¿Hola? —¡¡¡¡Evelyyyyyn!!!! —dicen dos voces masculinas al unísono. Frunzo el ceño—. Niña, ¿¡cómo te va!?

Eso hizo que una gran sonrisa se dibuje en mi rostro. Estaba sin palabras y después de un rato, supongo que se percataron de ello. —Mierda, ¿¡Has marcado el número equivocado otra vez!? Lo juro por Dios, voy a cortar tus malditas bolas si... —¡No, está bien! ¡Este es el número correcto esta vez! ¡Sé que lo es! —Mejor que lo sea, porque no quiero ser atrapado por una anciana de nuevo. Riendo, me tapo la boca para reprimir la risa. —¿¡Ian!? ¿¡Darrel!? ¡Dios, extrañé a esos idiotas tanto! Si tan solo pudiera abrazarlos a través del maldito teléfono, pero por desgracia, están a millas de distancia. ¿O no? Quiero decir, ¿cómo pudieron llamar si todo les fue quitado y censurado por la policía? —¡Ya sabes! —Ian rió—. ¡Te hemos echado mucho de menos! —Ni siquiera ha pasado una semana completa, chicos —digo. —Lo sé, pero siempre nos veíamos, todos los días —dijo Darrel, y también lo oí mascar de una manzana en el fondo. —De todos modos, ¿cómo has estado? ¿Cómo va la cosa de la terapia? —pregunta Ian. —Umm, va bastante bien. Solo he tenido una sesión hasta el momento, así que supongo que vamos a tener al menos una sesión cada semana. Ella en realidad es realmente genial, de todos modos. —Olvidé por un ligero segundo que Zavier todavía está en la habitación, lo miro y sonrío. Estaba sentado en el sofá, pretendiendo navegar por los canales de tv. Es bastante claro, sin embargo, incluso para mí que está muy curioso acerca de lo que estoy hablando. —¡Eso es genial! ¿Cómo está la escuela secundaria? Es un gran dolor de bolas. —¡Lo sé! —Sonrío, recordando cómo le dije a Zavier exactamente lo mismo, pero bueno, estos chicos eran como hermanos para mí y me conocen bien—. Pero va bien. Mi terapeuta tiene un hijo, en realidad... —Oh, por favor no le hables de mi a nadie —murmura Zavier, cubriéndose el rostro con una almohada de punto gris del sofá. Solo me rio y me voy hacia la cocina para darme un poco más de privacidad. De alguna manera, sabía que Zavier no vendría ni espiaría. —Un hijo, ¿eh? —pregunta Darrel, e incluso así me doy cuenta de que está moviendo las cejas en el otro extremo de la línea. —Sí, pero no te gustaría. Incluso si me gusta a mí. —¿Por qué? —pregunta Ian. —Porque él es uno de esos buenos muchachos. Tú sabes, nunca ha hecho una sola cosa mala en toda su vida. —Maldita sea, ¿hice que eso sonara como un insulto? Oh, pero Zavier sobresale, supongo que es un comienzo para hacer algo malo, ¿verdad? Casi no recuerdo mi primer mal acto.

—¡Oh, puff, eso apesta! —Pero él solo... no sé. Es diferente. —¿Oh en serio? Suspirando, me muerdo el labio y me imagino a Zavier en mi mente. Es un caballero dulce. Y es tan adorable, como ya lo he dicho un montón de veces. ¿Cómo no desear pellizcar esas mejillas suyas y besarlo y abrazarlo? —Sí. Entonces, ¿dónde está Drake? —pregunto con ganas de cambiar de tema ahora que lo que siento por Zavier es un poco extraño para mí. Acabo de conocer al tipo y todo, así que mi cerebro está siendo raro. No suelo ir por tipos como él. Supongo que es porque estoy viviendo con él y es fácil sentirme atraída. Maldita sea, tenía que encontrar a alguien más parecido a mí. Más o menos como un anti-Zavier. Realmente no quiero cambiarlo. —Aquí mismo, nena. —Escuchar la voz de Drake hace que mi corazón lata muy fuerte. Le echo mucho de menos. Él era mi salvador y aunque no estaremos juntos nunca más, sé que nunca siquiera pensaría en dejarme. Siempre cuidaría mi espalda y yo la suya—. ¿Cómo están las cosas? ¿Van bien? —Lo estoy haciendo bien, Drake. Gracias —respondo con una sonrisa en mis labios—. ¿Y tú? Él se ríe entre dientes. —Bueno, salvo por la parte que está bastante aburrido sin ti aquí. Necesito que te burles de estos dos idiotas conmigo. —¡Oye! —dicen Ian y Darrel al unísono. Pero Drake simplemente opta por ignorarlos, haciéndome reír. —Pero de todos modos, tengo, eh, tengo algo que decirte. —Él parece tropezar con su elección de palabras un poco—. Sé que es un poco demasiado pronto. Pero he conocido a alguien. Y no una de esas típicas chicas malas, como tú. Ella es casi exactamente lo contrario a ti, excepto que las dos están muy bien. —¿Drake Lancaster... y una chica buena? Así que Jesse tenía razón después de todo. Pero, ¿cómo sucedió eso? ¿Y tan repentino? Porque, como he dicho, solo he estado fuera por poco tiempo. ¿O es que ya tenían algo como amigos antes? Sabía que Drake no engañaría a nadie sin embargo. Debería haber visto las señales. Tal vez solo se sentía extraño por sus sentimientos como lo hago yo con Zavier... —Oh, vamos. Es solo... raro, sin embargo, es una buena sensación. Basta de hablar de mí. ¿Qué pasa contigo? ¿Algunos chicos malos con los que te hayas cruzado? ¿Quizás algunos buenos muchachos? Sinceramente, no sé qué responder a eso, y cuando estaba a punto de tartamudear algunas palabras, oí a Ian hablándole sobre el buen chico con el que estaba viviendo. —Eh... —Drake chasqueó la lengua pensativamente—. Bueno, si ambos en realidad terminan juntos al final, espero que él sepa la gran chica que tiene.

De repente me sonrojo, sintiéndome muy rara al respecto porque, Evelyn Jo, no siempre se sonroja. Le agradezco a los cielos por no tener a Zavier de testigo. —Entonces, ¿cómo es que ustedes me llamaron? Pensé que estaban bajo arresto domiciliario —bromeo, tratando de aligerar el estado de ánimo un poco -y sí, cambiando de tema, también-. Se aclara la garganta. —Oh, nos dejaron hacer una llamada a algunas personas pero siguen manteniendo sus ojos en nosotros. Uno de ellos está realmente buscando profundamente en mi alma en este momento y me está asustando, así que voy a tener que colgar pronto, amor. Solo tenemos un par de minutos por llamada y por eso estábamos tratando de ser rápidos. No sabemos cuándo podremos tener la oportunidad de volver a llamar. Eso me hizo sentir triste y me recosté contra la pared. —Está bien... —doy una débil sonrisa—. Ten cuidado, Drake. Dile a Ian y Darrel lo mismo. —Por supuesto. Te quiero. —También te quiero. Al colgar, siento este sentimiento de agitación extraño en la boca del estómago. Echando un vistazo a la sala, veo a Zavier poner algunas flores falsas en un florero en el centro de la mesa. Parece tan relajado y me hace preguntarme cómo sería sí realmente alguna vez terminamos juntos. No, eso era una locura. ¿Verdad? Me sigo diciendo eso a mí misma, pero ¿por qué el pensamiento se mantiene arrastrándose en mi mente? ¿Está tratando de decirme algo? Supongo que me voy a enterar muy pronto.

11 Fiesta Ruidosa •Evelyn• Cuando el sábado llegó, me encontraba malditamente muy aburrida. Stormy averiguó que Zavier faltó a clase esta semana y decidió darle una charla hasta que salí y -de alguna manera- mentí sobre cómo esto no era exactamente faltar, sino que fue debido a la seguridad de Zavier. Con precisión no mencioné el nombre de Davne. Pero cuando Zavier fue y lo dijo el nombre, me sorprendí un poco y definitivamente no esperé que Stormy fuera y lo abrazara con toda sus fuerzas. Creo que definitivamente sabía acerca de este tipo Davne, pero entonces otra vez, estaba segura de que Zavier siempre venía a casa con lágrimas y un ojo morado cuando era pequeño. Pobre Zavier. Realmente me pregunté como en realidad enfrentó todo eso, porque seguramente yo no lo haría. No podía enfrentarme con todo el dolor que siempre sentí y conseguí cuando era más joven. Él verdaderamente era un luchador fuerte, aunque fácilmente mostraba sus miedos. En este momento, estaba acostada sobre mi cama y era mediodía. Generalmente dormía los fines de semana, así que he estado en mi cama durante las últimas horas, solamente pensando. ¡Vamos, Evelyn, es un maldito sábado! Ha pasado una semana desde que te has mudado a un nuevo estado, un nuevo hogar y una nueva escuela. ¡Debe haber algo para hacer por aquí un sábado! No era del tipo de quedarme dentro todo el día, todos los días. Seguramente durante un día de descanso, sí, pero hoy, ansiaba alguna gran diversión. Es cuando recordé algo. Jesse había mencionado una gran fiesta que, como se suponía, debía suceder esta noche, y era básicamente una fiesta que uno de los chicos populares lanzó al azar. Y justo en este momento, tenía una cosa planificada. Llevaría a Zavier a su primera fiesta en la secundaria. Oh sí, esto definitivamente iba a ser divertido.

*** —No. —Zavier simplemente dijo, mientras limpiaba la gran estantería en su habitación. Trató de ignorarme ya un par de veces, pero no iba a dejarlo tan fácilmente.

Iba a persistir, hasta que cediera. Quiero decir, esta era una fiesta de la secundaria joder, y eran siempre bastante locas. Él tenía que salir y divertirse, si realmente quería superar sus miedos. ¡La muñeca Barbie probablemente iba a estar allí, también! ¿Qué daño le haría ir a una fiesta en su vida? —¿Vamos, por favor? —emití, poniendo mis palmas sobre sus hombros e inclinándome tan cerca que mi nariz casi tocó su suave mejilla. Pronto le di mi mirada de cachorro, que siempre parecía convencer a la gente a ceder a mis deseos, oye, este rostro inocente realmente es una gran ventaja para mí. —No. Significa. No. —Me dio una sonrisa falsa que se fue más bien rápidamente, y lanzó uno de sus libros sobre el anaquel. Estaba tan segura que vi algo de color rosa arrastrarse hasta sus mejillas, probablemente por mi cercanía, pero decidí ignorar eso por ahora. —Por favor. ¡Vamos, Zavier! Conduciremos al centro comercial, conseguiremos algunas ropas increíbles… —Primero… —interrumpió, sosteniendo un dedo mientras se daba la vuelta para enfrentarme—… no entraré en aquel artefacto del diablo—. Me habría reído del nombre que le dio mi motocicleta si no fuera por cuán serio lucía ahora mismo. »Dos, no voy a ir a la estúpida fiesta. Fin de la discusión. —¡Oh… vamos! —seguí lloriqueando—. ¡Todas las chicas babearán por ti! — Sabía que siempre lo tenía—. ¡Prometo que será divertido! ¿Me aseguraré de hacerlo divertido, por favor? —¡No, no estaba ni siquiera cerca de desistir este chico! —¿Divertido? —Me miró con el ceño fruncido, y luego sujetó otro libro mientras fingía una sonrisa—. Evelyn, las fiestas del instituto son básicamente solo adolescentes manoseándose el uno al otro y haciendo algo asqueroso sobre la pista de baile, vomitando todo el contenido de su estómago, y teniendo una inmensa resaca el día siguiente. Esto, personalmente creo, que no es mi idea de diversión. —Lanzó el libro sobre el anaquel, igual como hizo con el otro—. Por favor, no me hagas ir.

*** —¡No puedo creer que me estés obligando a ir! Todo lo que hice fue sonreír malvadamente con sus palabras, mientras ambos nos miramos en el espejo que Stormy acomodó en el pasillo. Llevaba un minivestido ajustado, negro, sin tirantes que abrazaba mi cintura y mostraba mis curvas. Zavier vestía una camiseta blanca cuello V, una chaqueta negra, que podría lucir como si fuera una chaqueta de cuero desde lejos, unos vaqueros ajustados oscuros, y unas Vans blancas. Para ponerlo sencillo, lucía magnífico y delicioso. Yo solamente podría comérmelo completo. Arreglé mi cabello rizando las puntas, y cuando me di la vuelta hacia Zavier para atusar su cabello, me miró con el ceño fruncido y trató de arreglarlo. —¡Ey!

—Oh, deja de lloriquear. Luces genial. —Le di un guiño, viéndolo enrojecer mientras se dio vuelta para ocultarse. El sonido del timbre lo salvó, Jesse y Ethan pronto nos saludaron en el pórtico, dado que Jesse era nuestro conductor porque Zavier realmente no quería ir en mi moto, nunca más. Lo dejó bastante claro. La fiesta no era demasiado lejos, pero la caminata pareció agotadora para mí. A veces, no sé cómo mantengo mi cuerpo sano y en forma. —Muy bien. ¿Entonces cómo entramos? —Jesse preguntó una vez que estuvimos en la puerta principal de la casa donde se celebraba la fiesta. Obviamente se oía la música, e incluso sentía las vibraciones en mi pecho—. No tenemos, uh, en realidad nunca conseguimos ser invitados a la fiesta de la escuela. Ni tampoco nos hemos colado en ninguna. —Hizo una pausa para golpear a Ethan sobre el pecho con la palma de su mano—. Este tipo solo logró hacerlo en la escuela secundaria una vez. ¿Cómo vamos a sacar esto adelante? —Calma, chicos. Mientras estén conmigo, no tendrán que preocuparse de una sola cosa —dije con una sonrisa.

•Zavier• Después de que algunas técnicas bastante interesantes de Evelyn sobre como entrar en una fiesta de la escuela, que sobre todo consistió en coquetear con un tipo borracho al azar que había abierto la puerta, y luego darle un puñetazo en la cara, definitivamente me sentía aún más extraño. Mientras tanto, Jesse y Ethan parecieron sentirse aún más vivos, como si en realidad pertenecieran a este tipo de gente. Pero nunca en mi vida había visto este tipo de fiesta. Y honestamente, llámame débil, pero me asustó. Todos esos cuerpos acalorados casi me aplastaban, y todos los besuqueos y vómitos no eran realmente atractivos. ¿Por qué estuve de acuerdo con venir otra vez? —Me siento realmente extraño, Evelyn —admití, mirándola con ojos esperanzadores de modo que ella supiera que real y sinceramente no quería estar aquí con esta gente. Esto no se parecía a mí en absoluto. Quiero decir, la ropa era genial y todo eso, lo admito, pero de todos modos, me dio algo así como la onda de "chico malo", y definitivamente no quería eso. Además, las chicas borrachas comenzaban a mirarme como si fuera un pedazo de carne. Esto me puso nervioso mientras rascaba la parte posterior de mi cuello y miraba alrededor. —Solamente toma una bebida y baila. Tal vez hablar con algunos chicos o chicas. —Me moví a un lado cuando esta pareja trató de contonearse cerca de mí—. O hacer un trio. Me quejé asqueado y cubrí mi rostro con mis manos.

De repente, sentí un movimiento cerca de mí y estuve a punto de distanciarme y posiblemente dejar esta casa para siempre ahora, cuando dos brazos se envolvieron alrededor de mi cuello, atrapándome. Destapé mi rostro para bloquear mi mirada con Evelyn, quien estaba moviendo sus caderas de un lado al otro muy cerca de la mía. Miré abajo a la cercanía de nuestros cuerpos y tragué un enorme bulto en mi garganta, ruborizado y tratando de mirar algo más además de sus brillantes ojos. —Evelyn… —Solo muévete al ritmo —dijo, todavía mirando directamente hacia mí acercándose más cerca y más cerca—. Pon tus manos sobre mis caderas —susurró. —¿Q… qué? —tartamudeé, de repente recordando una vez esta semana cuando ella estaba drogada. Estuvo tan cerca de hacer lo mismo otra vez, pero ahora, estaba completamente sobria. —Pon… —¡No, no digas eso otra vez! —dije en voz muy baja mientras eché un vistazo alrededor de la sala de estar. Las personas estaban todos alrededor de nosotros mientras diferentes luces coloreadas brillaban sobre cada uno. Esto incluso le dio un brillo especial al rostro de Evelyn. —¿Por qué susurras? Nadie más puede escucharte, excepto yo. Ahora, hazlo. Aclarando mi garganta y mirando profundamente a sus fascinantes ojos, despacio coloqué mis manos sobre sus caderas. Claramente no fue suficiente, ya que ella puso los ojos en blanco y firmemente presionó las palmas de mis manos para agarrar firmemente sus caderas. Mi respiración se dificultó cuando volvió a rodear sus brazos alrededor de mi cuello para acercarnos más el uno al otro, haciendo que nuestras narices se tocasen. Mirando sus ojos solamente me hizo querer atraerla más cerca y mantenerla para siempre. Lucía increíblemente inocente y solo maravillosamente exquisita. Era extraño como ella fue la primera chica con la que me sentí cómodo tan rápidamente. No sé cómo logró hacerlo, honestamente, pero me gusta esto. Amaba la manera en que me sonreía, el modo en que me irritaba, pero sin embargo todavía me hace reír después. En lo más profundo, me alegré de que viviera conmigo, porque fácilmente estaba haciendo una nueva amiga. Sonriendo, Evelyn metió sus dedos en mi cabello, haciéndome temblar. Por ahora, nosotros todavía no llevábamos el compás con la música del hip hop. En cambio, nosotros estábamos bailando lento. Incluso dejamos de mirarnos a los ojos para mirar fijamente a los labios del otro. Nunca besé a una chica antes obviamente. Pero sus labios simplemente lucían bastante dulces y deliciosos estando tan cerca. La vainilla y el cacao que irradiaba de su cuerpo me hicieron querer inclinarme solo un poco más cerca, solo para conseguir un simple gusto de ella. Sus siguientes palabras me cogieron con la guardia baja e hicieron que mi corazón palpitara más fuerte contra mi pecho. —¿Qué harías si te besara ahora mismo, osito de peluche?

—Uh… yo umm… —¿Qué haría yo? ¿Besarla de vuelta? ¿Pero qué si principalmente era muy malo besando? ¿Me apartaría porque me estaba guardando para Joss? ¿Escaparía y la evitaría por el resto de mi vida? No, eso parecía extremadamente duro, y absurdo. Nunca haría algo así. Sin siquiera pensarlo dos veces sobre ello, respondí: —Te dejaría. Todo lo que ella hizo fue mirarme con asombro. —¡Guao! ¡Maldito santo! Evelyn y yo nos separamos rápidamente el uno del otro y dimos vuelta ante el sonido de una voz de chica demasiado emocionada sonando sobre la música ruidosa. Esto es cuando un montón de ojos fueron puestos sobre nosotros, haciéndome querer ocultarme lejos de todos. Aborrecía la atención. Después que esa chica gritó algo, un grupo de los demás comenzó a gritar cosas que yo apenas podía seguir. —¿Es ese Zavier? ¿Zavier Coin? —De ninguna. Maldita. ¡Manera! ¡Es él! —Él luce muy biiien. No puedo creer que nunca notara eso. —¿Es la chica nueva? ¿¡Están saliendo!? —Seguro él luce apetecible, ¿eh? Oh no, no las chismosas. Realmente tenía que salir de aquí. —Bueno hola, trasero sexy. Mis ojos se abrieron amplios al escuchar una voz de hombre diciendo eso. Casi creí, por un segundo, que un tipo en realidad me golpearía. Pero cuando di vuelta para enfrentar a Evelyn, un tipo grueso, voluminoso trataba de mover sus caderas con la suya. Yo echaba humo. ¿Cómo se atreve a tratar a una mujer así? Incluso si estaba borracho, era simplemente patético, innecesario y completamente repulsivo. Quise destrozarlo y apartarlo de ella. Mis puños apretados en mis lados mientras lo fulminé con la mirada. Pero él ni siquiera pareció notarme estando de pie allí. —Apreciaría si me dejas ir —dijo Evelyn en el tono más tranquilo—. Estoy aquí con alguien más. —Fue entonces que el tipo me notó, y me miró con el ceño fruncido sobre su rostro. Se rió con malicia a continuación. —Es solo un maldito y estúpido idiota. Un chico. No es un hombre como yo en absoluto. Un jodido nerd es todo lo que es, y todo lo que siempre será. Es entonces cuando Evelyn jadeó y lo apartó parándose directamente delante de mí como si fuera a protegerme.

—No hables así de él —silbó. Sentí algo en la profundidad de mi estómago de ser defendido por alguien en este momento. Palabras como esas siempre lastimaban, pero crecí acostumbrado a ellas durante años. Sin embargo sus palabras picaron un poco más. El tipo pareció ignorarla cuando se puso delante de mi cara y agarró mi cuello. Solamente lo fulminé con la mirada, incluso cuando en el fondo me asustaba por mi vida. Nunca he estado en una pelea antes, y no quería morir en una fiesta de la escuela. Tenía tantas cosas que quería hacer en la vida. —¿Qué es lo que el chico nerd va a hacer, eh? Vamos entonces, friki, vamos a luchar por "tu" chica. La siguiente cosa que supe, era que estábamos afuera por una enorme piscina que nadie parecía estar ocupando, y todos estaban ya mirándonos a nosotros. Incluso la mayoría de los adolescentes dentro de la casa salieron fuera, y la música se extinguió. Todo lo que escuché después se coreaba, y mi corazón casi sale de mi pecho. Mi cuello estaba dolorosamente lastimado debido a su fuerte apretón, y estaba tan seguro que iba a haber obvias marcas de su mano allí más tarde. Traté de echar una mirada alrededor por Evelyn, pero me pareció que ella no se abrió paso por la gran multitud a tiempo. El tipo me soltó, y antes de darme cuenta, de forma violenta me dio un puñetazo directamente en mi pómulo, haciéndome caer y toser. Ni siquiera conseguí abrir mis ojos antes de que fuera levantado por el cuello de mi camisa. —¡No! —Escuché el grito de Evelyn, justo cuando estaba siendo lanzado a la piscina. Débilmente traté de abrir mis ojos una vez que estaba profundo en el agua, y cuando vi mis lentes caer más abajo, nadé y los agarré antes de finalmente nadar hasta la superficie. Respiré una vez que mi cabeza estaba fuera, y me sacudí para deshacerme de algunas gotas de agua sobre mi rostro. Entonces tiré mi cabello mojado hacia atrás y miré alrededor para notar a un grupo de chicas saltando dentro ahora. —Obviamente tú pierdes, cabrón —gritó el tipo, haciéndome fulminarle con la mirada otra vez mientras nadaba sobre el borde de la piscina. Estaba a punto de salir cuando noté a Evelyn sacudiéndose con furia mientras llegaba para encararlo. —Eres una pequeña mierda —escupió ella, haciendo que casi toda la multitud entrara en ohhhhhs. Realmente quería subir y ayudarle, pero parecía tan rebelde, tan despiadada, y sin miedo. Todo lo que definitivamente no tenía o no era yo. Sabía que habría perdido enseguida, ¿pero ella? —Oh, nena, te hice un favor. ¿Ves a ese chico? Es solo un estúpido chico nerd, y tú eres un caliente pedazo de culo. No sé qué más decirte. —Ese "chico" es mejor hombre de lo que tú alguna vez serás. Prefiero a un dulce nerd que a un repugnante cabrón. Y que tiene que para vivir una vida mejor, también. Así que eres pura mierda. Lo siguiente que supe, es que estaba dándole un rodillazo directamente entre las piernas, incluso me dolió a mí y a todos los otros chicos mirando.

Cuando cayó sobre sus rodillas, ella giró e hizo un movimiento de karate, que consistió en darle una patada directamente en el cuello, quitándole la mayor parte de su aliento que pensé que moriría en ese mismo momento. La gente que nos rodeaba enloqueció y se quedaron boquiabiertos con Evelyn mientras caminaba hacia mí. Levanté la mirada y extendió su mano para que la agarrara. —Vamos, osito de peluche —dijo, ayudándome a salir de la piscina. Ignoramos a todos animando y palmeando a nuestra espalda mientras Evelyn me llevó hasta arriba a una habitación vacía. Estaba cerrado, pero siendo ella, eligió forzar la cerradura. Me quedé impresionado. Me hizo sentarme en la cama en medio de la habitación, y estábamos tan cerca que nuestros muslos se tocaron. Estaba aún empapado pero quitó mi chaqueta y quitó mi camisa mojada de mi torso ya que estaba prácticamente transparente. Evelyn terminó poniendo una botella de cerveza helada en mi pómulo amoratado, haciéndome reír. No me había dado cuenta que la agarrara, y no estaba realmente sorprendido de que fuera cerveza en lugar de una bolsa de hielo o incluso guisantes congelados. —Lo siento —dijo culpable—. No quería que toda esta jodida mierda pasara. Me estremecí cuando puso demasiada presión sobre la cerveza colocada sobre mi moretón, haciéndola alejarse un poco disculpándose. —Está todo bien. —No, no lo está. Ese imbécil no debería haberte tratado de esa manera. —Lo más importante fue la manera en que te estaba tratando a ti. Pero le diste una lección. —Eso la hizo sonreír. Luego, suspiró profundamente y miró mi herida, la que muy probablemente estaba tornándose rojo y púrpura. —Solo trata de ocultar el moretón. Si no, Stormy se va a enojar. Infiernos, te prestaré mi corrector si lo tengo. No te preocupes por usar maquillaje, mientras esté oculto. Asentí, entendiendo. Pero un pensamiento me seguía molestando. Realmente necesitaba preguntarle esto. —Evelyn... —empecé, mientras mordisqueaba nerviosamente mi labio inferior. —¿Sí, Zavier? —¿Querías... realmente me habrías besado allá atrás? —pregunté finalmente, haciéndole caer la cerveza a su regazo mientras me miró con escepticismo. Inclinándose, suavemente colocó sus cálidos labios en mi mejilla, dándome una respuesta simple. Entonces, se levantó y me agarró la mano. —Vamos, vámonos. Mi estado de ánimo terminó debido a ese gilipollas. Vamos a casa para que puedas cambiarte. —Mientras bajábamos las escaleras, la gente parecía haberse olvidado de la pelea y de nosotros, por lo que estaba eternamente agradecido. —¿Dónde están Jesse y Ethan? —pregunté cuando llegamos a la sala de estar.

—Oh, escucharon sobre lo que pasó. Creo que están fuera, y si están al menos un poco borrachos, conduciré yo. Eso me asustó enseguida. Con Evelyn en la moto, me hice pis en mis pantalones de miedo. Evelyn con un auto de verdad. Sí, era hombre muerto. —¿Sabes qué? Creo que conduciré yo. —Oh no, estás herido. Queremos mantener esa herida sana —dijo mientras me guiñaba un ojo y me llevó hacia la puerta principal pero terminamos chocando fuerte contra otro tipo en el camino. Oh no quería meterme en otra pelea. ¿Por qué tuvo que pasarme esto? ¿No era una buena persona? —Cuidado. Me congelé, y mi corazón prácticamente dejó de latir todo a la vez cuando me encontré cara a cara con la persona que siempre hizo mi vida miserable cuando era un chico más joven. Mi rostro palideció y todas las emociones drenaron de mi sistema, excepto por una que nunca parecía irse, miedo. —¿Zavier? —preguntó mientras sonrió y me miró. O más bien miró a Evelyn y a mí otra vez. —¿D… Davne?

12 Perdido en estéreo •Evelyn• Cuando nos encontramos con el supuesto Davne Conrad, incluso mi cuerpo se puso rígido mientras sentía a Zavier tensarse a mi lado. Maldita sea, se asustó y casi le da un ataque de pánico cuando se enteró de que su peor enemigo estaba saliendo del reformatorio y entrando otra vez en su vida. ¿Pero verlo cara a cara después de años? Tenía que asustarlo hasta la muerte. Parecía mantener su mirada directamente sobre Davne, y todo el lugar se detuvo otra vez para mirarnos. Noté que aún sostenía la mano de Zavier. Estaba temblando, y muy mal, así que le di un apretón reconfortante. A Davne parecía gustarle la idea de que la gente esté muy asustada de él. Pero afortunadamente, personalmente no conocía al tipo, y he conocido chicos malos como él. ¿Qué podría ser lo peor que ha hecho? Recuerda la regla #1: Nunca, jamás, preguntes a un chico malo qué hizo para conseguir ser encerrado en una celda por quién sabe cuántos años. Este era el tema más delicado para ellos, y lo sé por experiencia personal. Drake me contó su historia, y definitivamente fue un tema delicado para él. Así que me advirtió no hacerlo con otros chicos que conocíamos. —¿Me extrañaste tanto que enmudeciste, eh? —Davne preguntó, su voz ronca y profunda cuando le sonrió a Zavier. Incluso pareció perder el control de su propia respiración ya que vi cómo su pecho subía y bajaba muy rápido. Trasladó su atención hacia mí. Me miró y pareció gustarle lo que vio, pero todo lo que hice fue mirarlo. Sin embargo, tuve que admitir que este tipo era inmensamente magnífico. Tenía el cabello castaño oscuro corto, ojos color avellana y piel ligeramente bronceada. Tenía todos los músculos correctos y una mandíbula tan sexy, fuerte. En general, parecía más como que pertenecía a Broadway o a un maldito Instituto de modelos y no a un pequeño pueblo de Nueva Jersey. Realmente eligió quedarse aquí, ¿eh? ¿Qué demonios pasaba con este tipo? Este... este era el infame Davne Conrad. Simplemente no podía creerle a mis ojos. Todos los chicos malos que conocí eran sexys, pero carecían de una pizca de humanidad. Sabía que era difícil para ellos, pero no mataría por ellos para probarlo. Davne me sonrió y luego se mordió el labio, indicando que de hecho le gustó lo que vio. Entonces separé mis labios para gritarle al maldito por todo el mal que había hecho, cuando habló, interrumpiendo totalmente algunas de las palabrotas que iba a lanzarle.

—¿Y tú quién eres? No creo haberte visto alguna vez por aquí antes. Sonriendo, ingeniosamente respondí: —Realmente, bueno, tú estabas en el reformatorio durante cerca de seis años, entonces no hay manera que me hubieras conocido. Riéndose, miró hacia al suelo, luego volvió a subir su mirada hacia mí. —Ya me caes bien. —Cuando sacó su mano, inmediatamente empujo a Zavier detrás de mí mientras continúa fulminando con la mirada a Davne. Realmente pensé que ya habría salido corriendo de aquí, dejándome sola con su enemigo, pero estaba siendo tan valiente ahora. Me sentí orgullosa—. No te preocupes, no muerdo. A menos que... —Ni lo intentes, amigo —dije, sosteniendo mi mano en alto para mostrarle que no estaba interesada. Era extremadamente atractivo y amaba a los chicos malos, pero algo me decía que era muy, muy malas noticias y no quería dejar a Zavier por un tipo que lo lastimó tanto en el pasado. Él no merecía eso. Me sentía muy apegada a Zavier y quería convertirme en su protectora, por así decirlo. Davne no iba a lastimarlo más mientras estuviera cerca. —Soy Davne. Pero a juzgar por las miradas y por Zavier escondiéndose detrás de ti, estoy seguro de que ya has averiguado sobre mí por esta gente —dijo con una sonrisa, mientras sus ojos color avellana se volvieron más oscuros de lo que ya estaban. Ni siquiera intenté negarlo mientras le di una sonrisa falsa. —Claro que sí —le dije, mientras golpeé la mano que estaba levantando para estrechar la mía. Eso lo hizo presionar sus labios para impedir reírse de mí—. Y me gustaría que te alejes de mí, especialmente de Zavier. Ya le has causado suficiente daño y no quiero que lo lastimes más. —Eres divertida. —Pero no se rió en absoluto. Parecía terriblemente serio, pero aun así me mantuve firme, apretándome un costado con la mano libre—. A ver, he salido del reformatorio, obviamente. Pero he cambiado. Y puedo realmente demostrarles a las personas eso, comenzando con Zavier. —Se volvió hacia Zavier y le dio una sonrisa reconfortante. Realmente parecía sincero, también—. Zavier, sé que lo que hice en el pasado estuvo mal, pero aprendí de ello. Sé que te hice daño y que probablemente todavía estés muerto de miedo de verme, pero estoy aquí para hacer una tregua. Te prometo no causar más problemas contigo o tu familia y amigos. Me disculpo sinceramente. La amigable, honesta y sincera mirada que Davne le dio a Zavier casi me hizo creerle. Zavier no parecía tan seguro y ni siquiera parecía querer estrechar la mano de Davne para una tregua tampoco, pero a pesar de todo asintió a regañadientes. —Por favor, vamos —susurró Zavier y lo sentí temblar aún más. Definitivamente sabía que no era debido a que estuvo en el fondo de una piscina fría hace unos minutos. —Chicos pueden irse sin ningún problema. —Davne comenzó. Pero luego, sonrió burlonamente y apuntó un solo dedo hacia mí, una vez más mirándome como si fuera un pedazo de carne fresca. Pero oye, aprendí que la mayoría de chicos que conocí hacían eso primero. Aunque, mientras que la mayoría de los chicos me miraba como si quisieran abalanzarse sobre mí, Zavier primero me miró como si quisiera esconderse en un profundo hoyo de la vergüenza. Era adorable y sabía que nunca lo olvidaría. Fue la

primera vez y lo respetaba por eso—. Pero me gustaría que ella se quedara un rato y bailar —terminó Davne. Entonces me puse otra falsa sonrisa y comencé a bailar estúpidamente la canción que estaba sonando, Harlem de New Politics. Algunas personas que nos rodeaban soltaron una risita o sonrieron por mi horrible baile. —¿Contento? —le pregunté inocentemente, mirándolo a través de mis pestañas oscuras. —Lindo. Verdaderamente eres graciosa. —Me miró con los ojos entornados—. Quise decir bailar conmigo. Y luego pueden irse. Prometo no interferir después de esto. Frunció el ceño ligeramente y sostuvo sus palmas arriba como si quisiera demostrar inocencia. Sin embargo, estaba segura que cada persona en la casa sabía que esa mirada no estaba completamente llena de inocencia en absoluto. Me enojé y solté la mano de Zavier. Entonces me dirigí a un ligeramente atractivo Davne. —Bien, cualquier cosa para hacerte callar —me burlé, jalándolo a la ahora vacía pista de baile para disfrutar mi sexy baile.

•Zavier• ¡Sácame de aquí, sácame de aquí, por favor, solamente sácame de aquí! Tratando de controlar mi respiración, mientras Evelyn llevaba a Davne hacia la pista de baile, era ligeramente más fuerte comparada a cuando estaba parado justo en frente de mí. No podía creerlo. El matón de mi infancia estaba de vuelta, y era más fuerte que nunca. Cuando se disculpó, sabía que lo acepté, pero también sabía que aún no podía confiar en él en absoluto. Quiero decir, tú no puedes ir al reformatorio por seis años y pasar todo el tiempo pensando profundamente en todo lo malo que le has hecho a un niño tonto. ¿Verdad? Tenía que salir de aquí antes que me asfixiara. Pero no podía dejar a Evelyn fuera de mi vista, ahí con él. Podría hacerle cualquier cosa como violarla, matarla, secuestrarla y posiblemente incluso... De repente salté fuera de mi asiento en el taburete del bar cuando alguien abruptamente puso su mano en mi hombro izquierdo. —Amigo, vamos —Jesse dice bruscamente mientras él y Ethan alcanzaron mi brazo. Pero de mala gana los aparté después de intentar calmar mi corazón acelerado— . ¡Vamos, amigo! —repitió más venenosamente. —Me quedo... —Me las arreglé para susurrar, apenas escuchando mi propia voz a través de la ruidosa multitud—. No me importa si me asusta o tengo un ataque aquí, no lo dejaré solo con ella. —Siseé, mientras trataba de controlar mi áspera respiración y mareos repentinos.

La primera vez que todo ocurrió, cuando escuché que Davne había regresado, me sentí absolutamente horrible. Sentí que iba a morir. Si no fuera por Evelyn viniendo a consolarme, creo que habría atacado a mis dos mejores amigos ahí mismo. Pero ahora, no estaba tratando de salvarme a mí mismo. Y fue duro, pero lo manejaba. —Amigo, ella puede protegerse sola. Viste cómo manejó al otro tipo, quien puedo recordarte, básicamente intentó asesinarte... —¿Conoces a Davne? —le pregunté mientras lo fulminaba con la mirada—. ¿Alguna vez has recibido una paliza de él? No. Pero sin duda yo sí, y no es divertido. Con toda seguridad va a lastimarla. ¡Seguramente va a hacerle daño a alguien! Pero no lo dejaré. Puede matarme siempre y cuando la deje ir inmediatamente después. No sabía que era lo que repentinamente había entrado en mí. Estaba defendiendo a Evelyn. Demonios, básicamente estaba arriesgando mi propia vida por la suya. ¿Por qué era eso? Claro, arriesgaría mi vida por cualquier chica, pero nunca se lo admitiría a nadie, especialmente a mis dos mejores amigos, frente a frente. Jesse y Ethan parecían aturdidos con mis palabras, pero abracé mi pobre cuerpo temblando y mantuve mis ojos sobre Davne y Evelyn, que parecían estar divirtiéndose entre sí. Bueno, Davne se estaba divirtiendo, en cambio Evelyn... parecía odiarlo tanto como yo lo hacía. Bueno. Incluso no soportaba la idea de ellos llevándose bien. Quiero decir, él era un chico malo, y ella era una chica mala. Estaba tan seguro de que cuando escuchó sobre él, iba a querer ser su compañera en el crimen y hacer todas esas cosas ilegales con él. Y estaba tan seguro que cuando vio cómo lucía realmente, me dejaría ahí. Lo admito, lucía mucho mejor que yo. Me encantó que ella ni siquiera le diera una sola mirada coqueta. ¿Es posible que eso signifique algo? No, No, Zavier, te estás adelantando. Cálmate, él solo está metiéndose en tu cabeza como siempre lo hizo. —No me digas que vas a confiar en el tipo ahora. —Ethan de repente dijo, haciéndome un ceño y me giro hacia él en un rápido movimiento. —¡Por supuesto que no! Nunca llamé a una tregua. Siempre mintió e hizo ese tipo de cosas. ¿Cómo puede volver y sólo cambiar? Ser malo se supone que tiene que ser divertido para él. No puede dejar de hacer lo que cree que es divertido. ¡Simplemente no ocurre! —gemí y firmemente cerré mis ojos cuando sentí mi pulso aumentar y mi respiración trabarse. Solo incliné mi cabeza hacia atrás y recé para que Evelyn y yo estuviéramos bien al final de la noche. Sólo quería que la noche terminara completamente. Quería volver a casa, descansar y dormir fuera de todo esto, esperando que esto sea solo una horrible pesadilla. —Calma, Zavier —dijo Ethan, palmeando mi espalda consoladoramente. Jesse estaba a punto de afirmar algo, cuando la risa de Davne lo interrumpió completamente. Todos dimos la vuelta para observarlos, parecían estar riéndose y desafiándose el uno al otro. Esperaba que ya terminaran su estúpido baile, pero lo dudaba. En ese momento, la canción All Time Low de "Lost in Stereo" empezó a sonar fuerte a través de los altavoces y todos casi inmediatamente se quedaron fascinados por los movimientos de Evelyn (por todos, me refiero a la mayoría de la población masculina).

Y sí, ella estaba haciendo esos movimientos de cadera que me mostró cuando estaba drogada, aunque llevaba más el ritmo de la canción. —Maldita sea, nunca me dijiste que ella podía bailar así. —Jesse murmuró para sí mismo, olvidando toda nuestra discusión de no hace ni siquiera un minuto. Me sonrojé, pensando que Jesse mágicamente había leído mi mente y vio todo de cuando ella estaba drogada más temprano, cuando estábamos bailando tan juntos. Evelyn volteó su cabello y giraba, todo mientras movía esas sexys caderas suyas... espera, ¿qué acabo de decir? ¿Sexy caderas? No, no, no, Zavier. Basta. ¡Basta ya! ¡Bragas de abuelita, bragas de abuelita! ¡Maldición! ¡Qué te pasa! ¡Nunca en mi vida he pensado en ese tipo de cosas! ¿Qué me estaba haciendo esta chica? Sin pensarlo dos veces, me volví en mi taburete y me abofeteé. Cerrando mis ojos por el impacto y solamente enterré mis manos en mi cabello oscuro, respirando profundamente. La música todavía estaba sonando, y tan mal como me encontraba quería dar la vuelta y verla otra vez, sabía que no podía (y definitivamente no debería). Pero de repente, la letra realmente me llegó. "Me recuesto, tengo que recuperar mi aliento. Porque cada vez que la veo, sé que ella va a volver de alguna manera... Tatuajes y una actitud cortante. Ella está fuera de control, tan hermosa... en estéreo, perdida en estéreo". Ahora me encontré riendo en voz baja, sabiendo tan malditamente bien cuánto describía esa canción a Evelyn. Era mala, un tipo de chica fuera de control. Pero oh, cuán hermosa era. Y no iba a negarlo ni un poco. Era la verdad. Y esperaba que lo supiera profundamente dentro de ella también. Incluso tenía ese rostro de niña inocente, cuando en realidad... bueno, todos sabíamos de lo que era capaz de hacer después de dar una paliza a ese gran voluminoso tipo por mí. —¿Zavier? Girando mi cabeza hacia la derecha, casi me ahogo en mi propia estúpida saliva cuando vi a Joss. Sus hermosos brillantes ojos azules mirándome en shock, e hice lo mismo con ella. Llevaba un sencillo vestido corto amarillo de coctel, y mantuve mi mirada en la suya mientras mis mejillas comenzaron a arder. Maldición, ¿escuchó lo que dije? ¿En mi cabeza? Oh, esto era malo, esto era tan, tan malo. ¡Aborta la misión, Zavier! Realmente necesitaba abofetearme otra vez. ¿Qué estaba pensando? ¿Esto era lo que solía pasar en las fiestas de la secundaria? ¿Los chicos intensamente volviéndose locos incluso si no beben un solo sorbo de alcohol? Porque eso era lo que me estaba pasando y no me gustó nada. Realmente me estaba asustando. —¿Guau, yo... tú, en una fiesta de la secundaria? —preguntó, juguetonamente poniendo los ojos en blanco mientras se recostó contra el mostrador del bar. Pero pareció perder un poco el equilibrio, haciéndome sentir bastante preocupado por su repentino extraño comportamiento—. Vaya, si alguien me decía que el chico genio, Zavier Coin, iba a ir a una fiesta su último año, no lo habría creído —se detuvo para hipar—, y me

habría reído justo en sus caras. Además les hubiera palmeado en la espalda —otro hipo—, y los llevaría directo al hospital mental más cercano. —Se rio, pero de repente se detuvo—. Espera, tu madre es psicóloga, ¡así que estoy segura que ella podría ayudar, también! —Y se rio de nuevo, como si fuera la más grande y más genial broma en la historia. Oh no, estaba definitivamente borracha. ¿Joss, la estudiante sobresaliente y también hija del predicador, estaba fuera un sábado por la noche, emborrachándose en una fiesta de la secundaria? Quiero decir, entendí su shock sobre mí estando aquí, pero Evelyn prácticamente me arrastró hasta aquí. ¿Quién posiblemente podría haber arrastrado a Joss aquí? ¿Ella sola? ¿Un... un chico malo? ¡Ja! Esa fue una buena. —¿Qué estás haciendo aquí, guapo? —preguntó batiendo sus pestañas y descansando las manos en su barbilla. Sólo miré alrededor y me sonrojé al instante con sus palabras. Pero estaba borracha, así que estaba diciendo estas cosas, ¿correcto? Sí, sí. No sacar conclusiones precipitadas y culpar al alcohol en su lugar. Oh, pero cómo deseaba que estuviera realmente sobria. —Sabes Zavier. —Se detuvo para sonreír e hipar nuevamente—. Me gustas. Eso hizo que mi corazón saltara de alegría, pero traté de calmarlo cuando recordé cómo estaba justo a mi lado ahora mismo. El día que de verdad le gustara a Joss sería el día en que Jesse y Ethan (en su mayoría Jesse) dejaran de obsesionarse con las chicas. Sí, tú lo adivinaste, eso nunca iba a suceder. —Yo... Yo umm... —Tragué con fuerza, aclaré mi garganta y luego tímidamente rasgué la parte posterior de mi cuello. ¿Qué le decías a una chica borracha cuando te decía algo como eso? Oh, caramba, gracias... o Nah, nah, nah... o ¡Oh, basta ya, tú! Fruncí mis cejas juntas mientras miraba hacia abajo a la mesa justo delante de mí. Sentí sus ojos sobre mí, y eso me puso más nervioso. —Joss... —¡Oh! Deberíamos totalmente jugar un juego ahora mismo. ¿Cómo, sobre preguntas? —gritó eufóricamente mientras agitaba sus brazos en el aire. Eso me hizo reír. Era muy adorable. —Lo haría, pero no creo que tú recuerdes nada de eso. —¡Oh, claro que sí! Vamos a ver... —Poniendo su dedo índice en su barbilla, miró al lado mientras ella comenzó a pensar intensamente—. ¡Oooh! ¿Qué tal, tienes novia? Al instante fruncí el ceño y llevé mi mano hasta mi frente. ¿Por qué, de todas las preguntas en el mundo, tenía que ser esa? Vamos, podrías haber preguntado si era un ecologista y no me importaría (ejem, entonces qué si lo fuera, ¿por qué importaba?). Bueno... al menos no me preguntó sobre mi primer beso como Evelyn, o peor, sobre mi virginidad. Tiemblo con el pensamiento. —¿Así que...? —Levanté la vista hacia Joss, dejé escapar un suspiro y luego eché un vistazo alrededor. No vi a Evelyn en ningún lugar y la música cambió a alguna electrónica—. ¿Tú? —preguntó otra vez mientras frunció los labios y jugaba con su dedo

índice y medio sobre la mesa. Entonces me di cuenta que se estaba acercando, pero no pensé en absoluto en el movimiento. —Umm yo… —¿Y qué pasa con Evelyn? ¿Es ella tu novia? Sentí un hormigueo cuando escuché algo como celos en su tono. Sus cejas también se habían fruncido y tenía su mano en la cadera. ¿En general, se veía un poco... irritada? ¿Enojada? No estaba tan seguro. —No, ¿por qué sigues insinuando eso? —pregunté en un tono suave. —Porque, siempre estás con ella. Veo cómo la miras. Los vi chicos, bailando antes, también. Vamos, no mientas. Todo lo que podía hacer era sacudir mi cabeza. —Joss... —¿Te gusta ella? —Me gustas tú. —Después de gritar eso, me sentí como si todo en la habitación se quedó en silencio. Pero no pasó nada. Todo estaba en mi cabeza. Solo le había confesado algo que siempre he querido, pero nunca era lo suficientemente valiente. Estaba respirando más rápido ahora, y me sentía todo Demi Lovato ya que parecía que iba a tener un maldito "Heart Attack" justo ahora (no me pregunten cómo sabía acerca de la canción). Joss quedó con sus ojos amplios y su boca ligeramente abierta. Oh hombre, ¿qué he hecho? De repente, empezó a caerse. Pero rápidamente intervine y la atrapé en mis brazos. Miré y vi que nadie nos estaba mirando, ellos estaban disfrutando en su lugar. Ella se acaba de desmayar sobre mí, ¿qué debo hacer? Suavemente la situé en el taburete del bar para por lo menos buscar ayuda decente, inmediatamente sentí que alguien tomó mi mano, arrastrándome fuera. —Vámonos de aquí, Zavier. —Evelyn me dijo mientras agarró firmemente mi mano, haciendo que me preguntara si estaba enfadada por Davne. Definitivamente no le culparía. Antes que pudiera llevarme a cualquier parte sin embargo, la detuve y la hice girar, lo que provocó que golpeara mi pecho. Tragó con fuerza, como si estuviera nerviosa, pero casi de inmediato se enderezó y me miró a los ojos. Levantó sus cejas hacia mí, esperando mi respuesta en cuanto a por qué acababa de impedirnos salir. Quiero decir, dije que no quería venir aquí en primer lugar. —Es Joss... —¿Qué pasa con ella? No me digas que finalmente quieres confesar tu amor eterno por ella. ¿En serio? —De repente, me agarró por el cuello y me sacudió—. ¿En este momento, osito de peluche? —¡No! —Agarrando sus muñecas para tirar sus manos lejos de mí, aclaré mi garganta y arreglé mi cuello—. Mira, ¿ella está un poco... borracha?

Evelyn se quedó allí durante un minuto o así, completamente en shock y congelada, pensé que ya no estaba con nosotros. Incluso llevé mi mano derecha arriba para agitarla delante de su rostro cuando me di cuenta que no parpadeaba en absoluto. Entonces, de repente, comenzó a reír. Sí, empezó a sufrir un colapso tan fuerte que temía que podría no estar respirando más de cuán silenciosa su risa se volvió. —Espera, espera, así que... "la llamada chica buena", ¿Jocey Rodríguez, solo vino y consiguió su trasero borracho? Creo que estás viendo las cosas ahora, osito de peluche —dijo, mientras golpeó mi nariz y continuó con su risita. Tomé esa oportunidad para suspirar y volver a Joss, quien estaba empezando a deslizarse desde su asiento. Afortunadamente, la agarré justo a tiempo. La sonrisa de Evelyn se desvaneció una vez que regresé con Joss en mis brazos, quien estaba completamente desmayada. —Oh, hablabas en serio. Suspiré otra vez y me encogí de hombros. Seguía mirando a Evelyn y cuando se cruzó de brazos y puso los ojos en blanco, creo que finalmente consiguió mi nota mental. —Dame su otro maldito brazo.

13 Reglas Matemáticas •Zavier• —Está bien, lo primero es lo primero. Lo lamento mucho, a todo el mundo, por tener esta reunión del club de matemáticas súper temprano el lunes por la mañana — anunció Joss, mientras permanecía de pie al frente del aula de química, la que teníamos que usar en vez de nuestra habitual aula de matemáticas. Volví la cabeza hacia la izquierda para ocultar mi cara cuando bostecé. Sí, me había levantado más temprano que de costumbre, y apenas conseguí dormir anoche. Seguía pensando en la noche del sábado. Evelyn y yo llevamos a Joss a casa, y tuvimos suerte de que sus padres tuvieran el sueño muy pesado. Evelyn usó sus habilidades "ilegales" para forzar la cerradura y abrir la puerta para poder entrar, como si fuera cualquier otro día entrando en su casa. Habíamos llevado a Joss a su habitación y me encontré deseando tanto quedarme con ella, pero sabía que no podía, también porque sería bastante espeluznante, ya sabes, mirarla dormir. Ella podía de cuidar de sí misma, pero aun así... me sentí mal, ¿sabes? Evelyn parecía irritada y ni siquiera habló en todo el domingo. Al principio pensé que estaba enojada conmigo, pero supongo que no estaba más que irritada por la forma en que Davne coqueteaba y actuaba con ella. Y cada vez que pensaba en eso, me encontraba estando igual de enojado. Luego, llegó la última cosa que me estuvo molestando desde esa noche. Sí, lo adivinaste, confesarle a Joss que me gustaba. Pero en serio, no era como si realmente lo recordara, ¿verdad? Cuando la saludé esta mañana, parecía un poco cansada, pero todavía fue profesional en todo. Me preocupaba que tal vez, sólo tal vez, se acordara de todos los detalles de aquella noche. Me mantenía en pánico y con miedo, regañándome colosalmente por ser tan estúpido como para soltarlo cuando seguía dando a entender que Evelyn y yo estábamos saliendo, cuando apenas nos conocíamos uno al otro. Además, nunca he tenido novia antes, y Evelyn ni siquiera saldría con un tipo como yo. Sólo es un hecho. Pero de todos modos, Joss... bueno, parecía estar actuando de manera normal como siempre.

Por lo general, cuando alguien te decía que le gustabas, no podías actuar de manera normal con ellos nunca más, ¿no? ¿Ustedes sólo siguen con su día como si nada hubiera pasado? Oh, Zavier, cállate. —¡¿Alguien incluso me escucha?! Fue entonces cuando sacudí la cabeza y parpadeé varias veces para volver a la realidad. Vi a Joss casi mirando a algo a su derecha (bueno, a mi derecha) del aula, así que sólo mordisqueé mi labio inferior y fruncí el ceño, volviéndome a ver lo que había captado su atención y que la había enojado tan rápido. Mi ceño sólo aumentó cuando me di cuenta de que cuatro de nuestros estudiantes —todos varones— miraban intensamente a Evelyn mientras dormía plácidamente en un escritorio en la esquina derecha del aula. Sí, ella me acompañó. Dijo, y cito, "quería venir y verme en acción". Pero, obviamente, no se quedó despierta para ello. Tampoco consiguió dormir mucho anoche al igual que yo o simplemente la matamos de aburrimiento cuando la primera palabra de matemáticas fue dicha Cuatro chicos, uno de ellos el suspendido Gregory, estaban literalmente rodeándola. Todos tenían sus puños en sus barbillas mientras sonreían y prácticamente admiraban su belleza, como si fuera algo completamente fuera de este mundo. Sí, era extrañamente raro ver una hermosa chica con nosotros, pero ¿en serio? ¿Mirarla dormir? Como había dicho antes, eso era sólo espeluznante. Fue por eso que no lo hice con Joss tampoco. —Es tan bonita —dice suavemente Gregory, mientras tocaba ligeramente un mechón de su cabello castaño claro. Entonces, es cuando sus otros compinches decidieron decir sus pensamientos en voz alta. —Wow... sólo... wow. —Como un suspiro soñador... tan, tan soñador. —Mira esos pómulos. Cómo incluso... ohh. Sacudiendo la cabeza a su rareza extrema, volví la cabeza hacia la izquierda para mirar a Jesse y a Ethan, los dos chicos que entraban y salían del equipo de matemática todo el tiempo. Era básicamente cuando si se aburrían, o si sólo necesitaban ayuda o querían ayuda. Podrían ser buenos cuando querían. Realmente. Me di cuenta de que Jesse estaba en silencio riéndose para sí mismo, con los pies apoyados en la parte superior de su escritorio, mientras Ethan miraba la escena con un poco de preocupación y humor. Y sí, lo admito, era muy gracioso. Pero vamos, necesitábamos poner este espectáculo en camino, y con los fans de Evelyn casi babeando mientras dormía, la situación era perturbadora, inquietante, y como me he mantenido mencionando, simplemente espeluznante. —¡Oye! —De repente, todos escuchamos tres fuertes aplausos a medida que estirábamos nuestros cuellos hacia el frente de la clase de nuevo—. Estamos aquí para discutir qué hacer con la competición el próximo mes, y su presencia aquí es una gran distracción. Así que por favor, todo el mundo, de vuelta a sus asientos originales.

Hubo un largo silencio, y después de un tiempo, todos los chicos todavía estaban volteados para mirar a Evelyn. Guauu. Por lo general, admiran a Joss, pero ahora que Evelyn estaba aquí, había cierta competencia. ¿Creían que Evelyn era más guapa, o sólo querían a alguien nuevo con quien ser espeluznantes? Bien, así que la tienda de cómics y los lugares de reunión del equipo de mate eran dos lugares donde no había chicas acercándose nunca. Mira, fue por eso que prácticamente asustaba a las personas y los llamaban nerds y fanáticos. Yo, por mi parte, admiraba a Joss, pero al menos no la asustaba. Aunque todavía estaba sorprendido de que me hablara. —Me rindo —dijo Joss mientras suspiraba y bajaba la cabeza. Vaya, me hubiera gustado ayudarla, pero no sabría qué hacer con estos chicos en absoluto. Eran un poco extraños, si no era obvio ya. Sólo negué y lamí mis labios, mirando a mi actual paquete de matemáticas de cálculo de AP. Supongo que si iba a estar aquí, debería al menos hacer algo del trabajo que se nos había asignado por el momento. Pero justo cuando estaba a punto de llegar a mi calculadora, encontré una sombra que cubría la mayor parte de mi trabajo. —H-hola, Zavier. Miré a la voz y noté a Willow Rogers, tímidamente de pie delante de mí. Estaba agarrando su carpeta verde limón tan apretada contra su pecho, que temí que la rompería. Todo lo que hizo fue sonreírme de oreja a oreja y mover su mano. Oí risas, así que me volví hacia mi izquierda para ver a Jesse gruñir hacia mí mientras se escondía detrás de un libro de texto de matemáticas, mientras que Ethan sólo se aclaraba la garganta para detener su risa mientras se ocupaba de algún trabajo. Traté de evitar poner mis ojos en blanco hacia ellos mientras formaba una débil sonrisa y me volvía para enfrentarme a Willow. Todo lo que podía recordar era el estado de Facebook, así como su expresión de terror cuando Evelyn la había enfrentado. Eso me hizo sentir muy mal por ella, sinceramente. Realmente no me hubiera gustado estar en su posición. —Umm, hola, Willow. ¿Qué necesitas? —Fue entonces cuando ella puso su carpeta en la parte superior de mi trabajo, por lo que levanté las cejas. —Yo, sólo necesitaba un poco de ayuda con este problema —dijo, mientras señalaba a un problema en particular de su tarea de matemáticas—. Joss parece que no está de buen ánimo, y no quiero molestarla más de lo que ya hice. Bueno, eso era muy bueno de ella. Pero necesitaba recordarme lo que hizo. Me mintió. Pero no quiso hacer eso tampoco, ¿no? Bien lo que sea, era el pasado, así que pasemos de eso. —Eh, sí... sí, claro. Por qué no —respondí mientras le daba una dulce sonrisa y asentía al asiento a mi derecha. Saltó de alegría y tomó asiento, sentada un poco demasiado cerca para mi gusto. Tosí cuando su fuerte perfume llenó mis fosas nasales. Oh, cómo odiaba cuando las chicas llevaran demasiado de esa cosa. A veces, incluso

pensaba que moriría por lo sofocante que era. No estaba diciendo que no me gustaba el perfume en las chicas, pero sólo un poco ¡por favor! Eso va para los chicos, también—. Así que eh. —Tosí una vez más y le di otra sonrisa mientras la miraba—. ¿Cuál es la... —Según he oído, tú y Evelyn están saliendo —dijo demasiado rápido lo que casi hizo que ni siquiera la escuchara en absoluto. Pero lo hice, y casi me congelé por la conmoción que sus palabras me trajeron. Si tuviera una bebida, estoy seguro que de que la hubiera escupido sobre ella para este momento. ¿¡Qué acaba de decir!? ¿¡Qué yo... q-qué!? ¿¡Dónde oíste eso!? Espera. ¡Dilo en voz alta, Zavier! Ah, cierto. —¿Dónde has oído eso? —pregunté finalmente. En realidad, resultó ser un poco demasiado alto, ya que Jesse y Ethan se volvieron hacia mí con expresiones confusas, así como Joss. Estoy seguro que los otros chicos me habían oído también, pero eligieron ignorarme y continuar con su mirada fija en su lugar, como si nada más importara. —Bueno, de la fiesta —respondió Willow, de hecho, mientras masticaba algunas galletas que aparentemente tomó de la nada. Se acomodó sus gafas y vi un toque de rojo en sus mejillas mientras trataba de ocultar su vergüenza. Era una chica tímida, y era extraño que estuviera hablando conmigo. Pero me pidió ayuda, y no creo que viniera y me preguntara si el chisme que se escuchó alrededor de la escuela era real. Odiaba el drama y los chismes que le daban la vuelta a esta escuela. —El... —Fue entonces cuando me frustré y sacudí y revolví mi cabello con mis manos, jugando completamente con él. Entonces, me llevé mis manos a la cara y herméticamente cerré los ojos. La fiesta. ¡¿La fiesta?! La fiesta a la que Evelyn me llevó —a la que me arrastró— y prácticamente me vistió para que fuera. Me enfermaría. —¿Quién te dijo eso? —Traté de preguntarle de la mejor manera posible, aunque sentía mis dientes apretándose, por lo que chasquearon un poco. —E-está por toda la escuela. —Se encogió de hombros inocentemente—. Fueron juntos, bailaron juntos, e incluso golpeó a un chico por ti. No muchas chicas aquí harían eso. —Willow, Evelyn y yo no estamos saliendo. Apenas la conocí. Sólo me arrastró a la fiesta y todavía estamos conociéndonos entre sí. Además, viste cómo es. —Me detuve y podría haber jurado que la vi estremecer con esa última afirmación—. No hay manera de que ella y yo, ya sabes, terminemos juntos. ¿Verdad? —¿Significa eso que todavía tengo una oportunidad? —preguntó tímidamente con esperanza en sus ojos. Respiré hondo y traté de soltar el aire suavemente. —No. —Sólo hizo un puchero y husmeó, arrugando la nariz como si oliera algo malo a su alrededor. Todos nos giramos hacia la derecha cuando oímos un escritorio raspar ruidosamente contra el suelo de baldosas.

—¡Está despertando! —gritó Gregory Whisper, haciendo que Joss gimiera con irritación. —¡La veo despertar! —¡Voy a despertarla! —Los otros dos chicos gritaron después de él. Entonces, de repente, tuve un mal presentimiento, así que me dirigí a ellos con los ojos abiertos e hice lo que pude para advertirles de cuáles serían las consecuencias si... En ese momento, Evelyn gimió y abrió los ojos. Cuando vio las caras de los cuatro chicos, gritó y se puso en modo de pelea contra ninjas mientras se levantaba y daba rodillazos y patadas a todos los chicos donde realmente les dolía... pronto, todos estaban gruñendo en el suelo. —Así que supongo que no vas a venir aquí nunca más —me dijo Ethan, mientras Jesse se reía entre dientes y murmuraba un "bonito" a la reacción de Evelyn. Evelyn se volvió hacia mí mientras se acomodaba su chaqueta de cuero. —Necesitas mantener a tus nerds con correa. Todo lo que hice fue gruñir y golpear mi cabeza contra la mesa.

•Evelyn• Esos estudiantes de matemáticas seguro sabían cómo hacer que la gente se sintiera bienvenida. Y sí, estaba siendo sarcástica, ¡gracias por darse cuenta! Pero en serio, sin embargo, sólo estaba tratando de dormir un poco y ¡ellos sólo se habían arrastrado hacia a mí de esa manera! Lo admito, elegí venir a las reuniones para mostrarle a Zavier lo interesada que estaba en las cosas que hacía durante su tiempo libre. Pero, obviamente, nunca me acercaré a esos nerds de nuevo. Jesse y Ethan estaban allí y en realidad eran chicos bastante fríos. Luego estaba esa chica, Willow, con quien todavía estaba indignada. Parecía tenerme miedo, pero Zavier me dijo que dejara ir todo, así que lo hice. Joss estaba mayormente confundida y parecía un poco irritada porque entré con Zavier embargo. Pero todo lo que hice fue sonreír, y te juro que vi una vena saltar en su frente. Sería candidata al Oscar. Pero de todos modos, cuando Joss había abierto la boca y dijo "bienvenidos", inmediatamente me dormí. Nunca fui de las que permanecía despierta cuando la gente hablaba de las materias de la escuela, y fue realmente muy sorprendente cómo me quedé despierta en la mayor parte de mis clases de estos últimos días. Supongo que sólo tenía un montón de diversión porque ellos no aprendieran. Bostezando (sí, todavía sentía un poco de sueño... ¡demándenme!), entré en la cafetería donde la mayoría de las mesas ya estaban llenas de gente ruidosa. En la secundaria, estaban todos. Los frikis, los monstruos, los deportistas y las animadoras. Y luego estaba yo.

Había estado viniendo a la escuela desde hace una semana y ya era conocida como la chica mala a la que nadie quería tener cerca. Pero no era cierto. Mucha gente hablaba conmigo y pensé que era guay y divertido. Otros, sin embargo, pensaban que daba miedo, y también —por alguna razón— pensaban que si siquiera miraban en mi dirección, los desaparecería con mis ojos láser. Ja, la gente realmente me sorprendía. Aunque, si tuviera ojos con láser, no tendría que mover un músculo para vencer a alguien. Eso sería tan impresionante y muy práctico. —¡Evelyn! Al oír mi nombre, me volví para ver a Jesse y a Ethan ya sentados en una mesa cerca de la ventana. Ethan tenía una cuchara en la boca y parecía estar lamiendo lo último de su contenido. Simplemente me encogí de hombros y fui hacia la mesa redonda, sentándome directo enfrente de ellos. —Oh, pensé que Zavier estaba contigo. No lo vio entrar, y sé que sabes que él sabe que Davne Conrad está de vuelta —dijo Jesse. Ese nombre sí que me hacía gruñir de molestia. Era un chico malo perfecto, lo reconozco. Pero recuerda, lastimó a Zavier tan mal que tiene ataques de pánico cada vez que se menciona su nombre. Me sorprendió en la fiesta, pero sabía que sólo estaba tratando de controlarse. Y así lo hizo. Pero todavía tenía miedo por su vida. —Mierda, aquí viene... Al oír a Jesse anunciar eso, inmediatamente me puse a mirar alrededor, pero no vi a Davne. Cuando no lo encontré, me volví a Jesse de nuevo y vi que ocultaba toda la cara, enterrándola profundamente en un libro, que, por cierto, estaba al revés. —Tenemos que salir como el infierno de… —¡Hola! ¡Jesse! Yo... ¡¿ese eres tú?! —Una gran mano salió disparada para agarrar la parte superior del libro de Jesse, y lentamente lo bajó para revelar a un Jesse, con una falsa sonrisa. Suspiré profundamente con el sonido de su voz, sabiendo bien quién era. Jesse sonrió ampliamente y de hecho parecía emocionado, pero sabía bien que se estaba muriendo por dentro. —¿¡D-Davne !? ¡¿Amigo, amigo?! ¿¡Cómo has estado!? —Fue entonces cuando Jesse se volvió a mí y me dio una mirada que decía ¡Por favor ayúdame o lo mataré ahora! De hecho, decía ¡sal como la mierda de aquí mismo! Entonces, se volvió hacia Davne como si nada acabara de suceder. Miré a Davne y lo vi sonreír, pero cuando se encontró con mi mirada, esos labios se convirtieron en una sonrisa de satisfacción en toda regla. Maldita sea, las sonrisas... era siempre las sonrisas. —Hola. Evelyn, ¿verdad? —preguntó con un guiño. Puse los ojos en blanco y volví a mirar por la ventana para tratar de salir de esa situación, esperando que captara la indirecta y, ya saben, irse y hacer lo que fuera que hacía. Sólo es algo que no me involucraba (ni a Zavier) de todos modos. —Oh, vamos, conejita, no seas de esa manera.

¿Conejita? ¿Quién demonios era conejita? Mejor que ni me pusiera apodos, porque juro por todos los dioses, que voy a patear su... —Davne. —escupí con asco mientras seguía mirando por la ventana sin ningún interés. Davne sólo se rio y se sentó junto a Jesse a mirarme. Le di una mirada a Ethan y lo vi completamente ido. Los papeles en realidad volaban alrededor del lugar que recientemente se había desocupado. Maldita sea, estos chicos eran rápidos. Recordé que una vez Zavier se puso rápidamente la bufanda de su madre para ocultar un chupete, podía ser que hubieras pensados que era mago por un segundo. Jaja. Un mago, Zavier. Hombre, me estaba volviendo una rarita. —Bueno, eso es muy amable de tu parte, Evelyn, tal manera adecuada de saludar a alguien. —¿No tienes ningún otro lugar en el que estar? —interrumpí—. Como, no sé, deslizarte en un coche de policía, llegarle a una chica al azar, volver a la cárcel... —Mi voz se apagó, mirando sus ojos color avellana. Sólo se rio de nuevo, dejándome totalmente irritada. En serio, ¿cómo podía reírse y no estar molesto en lo más mínimo? Ah, sí, chicos malos, por eso. Los tipos como él y las chicas como yo éramos obviamente diferentes. Éramos igual de malos, pero teníamos nuestras diferencias, también. —No, no en absoluto. Sólo vine para decirles "hola" a mis compañeros de clase, y tal vez incluso a alguna nueva chica a la que no parezco gustarle mucho. Ouch. —Hizo un puchero por un segundo, y luego volvió a su sonrisa. Seguí mirándolo, dándole una mirada horrenda—. Oh, vamos, Evelyn, ¿qué hice mal? Zavier superó la cosa, ¿no? Me disculpé. Soy el chico bueno ahora. ¿Por qué no me crees? ¿No, Jess amigo? Me crees, ¿verdad? Fue entonces cuando se detuvo para volverse a Jesse, quien se movió lentamente bajo la mesa. Maldijo cuando se dio cuenta de que había sido visto, por lo que volvió a enderezarse en su asiento. —Oh eh, pfft, tsk, pfft, tsk... joder, ¡mira la hora! —dijo, mientras miraba su reloj de pulsera—. Tengo que irme a hacer alguna cosa... —¿Qué cosa? —preguntó Davne, claramente no creyendo sus palabras. —Una cosa que no puede esperar. —Y antes de que pudiera siquiera parpadear, Jesse se había ido y estaba fuera de la cafetería. Zavier y sus amigos eran realmente bastante rápidos. Sí eso podría muy útil, sobre todo si nos atrapaban y teníamos que huir de la policía. Ja. Estaba bromeando. Un poco... —Y ahora apenas estamos los dos. —Davne sonrió mientras se sentaba en el anterior asiento de Jesse, que estaba mucho más cerca de mí ahora—. Entonces, ¿cómo están tú y Zavier, por cierto? Un pajarito por ahí me dijo algo muy interesante. En ese momento, mi cabeza giró hacia él, y le di una mirada furiosa (si eso era posible). ¿El puto pajarito le dijo algo interesante? ¿Acerca de mí, tal vez? Si era así, iba a matar a ese pajarito.

Como si hubiera leído mi mente, continuó y contestó mi pregunta no formulada. —Sí, eh, oí que tú y Zavier están saliendo. —Me dio una sonrisa—. Felicidades. Es un buen tipo. Sólo lo miré fijamente, parpadeando y esperando que sólo estuviera soñando despierta. O que estuviera drogada... Maldita sea, ¿qué demonios acababa de salir de su boca? —¡Espera, espera, espera! ¿Cómo te enteraste de eso? —Oh, está por toda la escuela, dulces mejillas. Podrías haberme engañado. Pensé que eras de chicos malos como yo, no... —Levanté mis cejas hacia él, amenazándole a que continuara con esa frase— ...no con los buenos, inocentes chicos como Zavier. — Se encogió de hombros como si fuera nada para él. Pero realmente vi lo mucho que le molestaba. ¿Qué, no le gustaba algo de competencia? Porque Zavier habría ganado en un deslizamiento de tierra, vamos. Bueno, por desgracia, esa era una mentira. Pero Zavier realmente tenía un poco de músculo. Podría vencer a Davne, especialmente con mi ayuda. —Bueno, para que conste, sería un mejor novio que tú —declaré con una sonrisa, agitando mis pestañas hacia el chico malo. —¿No quieres divertirte? —Después de decir eso, quería escupir que Zavier era una persona muy divertida con la cual estar. ¡Honestamente! Sólo lo mantenía oculto. Lo pensé mejor sin embargo y me quedé callada, porque a quién le importaba lo que pensara Davne, ¿verdad? Poniendo mis manos encima de la mesa, me puse de pie, y Davne se me quedó mirándome antes de escudriñar todo mi cuerpo. —Diría que fue un placer hablar contigo... —Empecé, mientras lo miré por encima, mostrando claramente mi disgusto—. Pero entonces, estaría mintiendo. Al salir de la cafetería, empecé a buscar frenéticamente alrededor por Zavier. En serio, me estaba preocupando ahora. ¿Dónde estaba mi peluche? Necesitaba hablar con él urgentemente, sobre todo acerca de todo el estúpido rumor. Mi pregunta fue respondida cuando doblé la esquina del pasillo y quedé cara a cara con Zavier. Inmediatamente nos pusimos a gritar y uno con el otro al unísono. —¡La gente sigue diciendo que me estoy saliendo contigo! ¡No, te estoy saliendo! ¡Sí, sí estoy saliendo! Quiero decir, ¡no! ¡No, no estamos saliendo! ¿¡Dónde oíste eso!? ¡Fue la cosa de la fiesta! ¡Deja de hablar! ¡Deja de hablar! ¡Déjame hablar! —Era como si fuéramos de esos gemelos que siempre decían lo mismo al mismo tiempo, pero afirmaban que nunca sucedía cuando la gente les preguntaba. Al final de la última frase, terminé diciendo "maldita sea". Pero siendo el buen pequeño Zavier que era, no dijo nada de eso. Bueno, eso último puso fin a nuestro laberinto de palabras. —Mira, tenemos que arreglar esto —dijo Zavier al mismo tiempo miraba alrededor del pasillo, mientras se pasaba las manos por el cabello en señal de frustración.

—Sí, mierda —contesté, sintiéndome un poco culpable justo después de tomarla contra él cuando ni siquiera era su culpa. Cerró los ojos por un momento, y dejó de caminar para mirarme. —Por Favor no jures. Simplemente me hace sentir peor. Asentí, sólo después de escuchar su dulce tono. —¿Crees que deberíamos actuar distantes en la escuela para que los rumores se alejen? O puedo, ya sabes, vencerlos a todos con este calcetín con mantequilla que guardo en mi... —No, Evelyn. —Me interrumpió cuando puso sus manos sobre mis hombros y miró profundamente mis ojos. Sabía que también lo ponía nervioso, sus mejillas estaban rojas, pero simplemente lo dejó ir—. Nadie golpeará a nadie. No puedes ir por ahí golpeando a la gente por ninguna razón en particular, sobre todo con un... calcetín ¿¡lleno de mantequilla?! ¡Una idea que tomaste de un show, nada menos! —Oh, no es realmente ningún problema en absoluto. Lo hice en este banco una vez. —Se quedó mirándome con los ojos muy abiertos y me reí—. Estoy bromeando... —Suspiró con alivio—. Como que... —Fue cuando sólo me miró, como si me dijera que me mantuviera seria en una situación como esta. Me aclaré la garganta en ese momento—. Cierto, lo siento. —Creo que deberíamos mantener nuestra distancia uno del otro, si está bien contigo —dijo, mientras sus pequeños ojos tristes me miraban, haciéndome retorcer, queriendo tomarlo en mis brazos. —Oh, bueno, está bien. Pero bien, todavía hablaremos en casa, ¿verdad? Pareció dudar antes de contestar, luego me dio una sonrisa. —Claro. Por supuesto. Pero de alguna manera, sabía que su sonrisa era falsa y su respuesta forzada.

14 Su distancia •Evelyn• Ahora era la tarde del martes y Zavier me había ignorado todo el día por alguna razón. Quiero decir, en serio, ¿qué problema tiene? Sugerí sólo ser distante en la escuela. ¿Pero en casa, también? Sabía que había algo detrás de ese seguro suyo, junto con esa sonrisa falsa. No me quiere cerca. Nunca le agradé. Todo fue para aparentar, ¿no? Sólo de pensarlo, me enfadé tanto como para querer golpear la pared más cercana. Pero, sinceramente, no me atrevía a creer nada. Era dulce y, sobre todo, muy cariñoso. Sabía que no iba a hacer algo así. Supongo que estaba alejándose por sus estudios. Y creo que lo entendía. Sabiendo que no iba a hablar conmigo y ya que acababa de terminar mi segunda sesión de terapia con Stormy hacía una hora, agarré la moto y fui a la ciudad, con la esperanza de poder colarme en algún bar. Realmente necesitaba un trago o dos, necesitaba relajarme. Me prometí no emborracharme demasiado, para que Stormy no se enojara conmigo y para que Zavier no tuviera que mentir de nuevo, para salvarme de los problemas. Encontrar un bar cercano no era tan difícil como pensé que sería. El que encontré se llamaba El Delgado. Dejé la Ducati en el estacionamiento y entré. Si tenías 17 años o más, te dejarían pasar; pero tendrías que tener 21 años y una identificación que lo confirmara, para poder beber. Con suerte, no me pedirían la identificación. Al entrar, vi todas las luces parpadeantes y sonreí a algunos de los chicos que me observaban, mientras balanceaba mis caderas. Las niñas bien me miraron, o miraron a sus citas y les golpeaban en la cara para que volvieran a la realidad del lugar de la tierra de los sueños; donde probablemente se imaginaban haciéndome cosas muy traviesas. Sólo me reí y fui hacia la barra, sentándome en un taburete vacío. Ahora, esperaré para ver si algún chico atractivo viene y me ofrece una… —¿Puedo ofrecerte un trago? Mi sonrisa cayó y fue, inmediatamente, reemplazada por un ceño de disgusto al oír la voz profunda y ronca. En serio, ¿tenía que estar aquí? ¿De todas las personas? ¿Y de todos los lugares?

Suspiré. Bueno, era un chico malo, después de todo; o eso me decía a mí misma. ¿Qué chico malo no iría a un club una noche de escuela? Evidentemente, éramos muy parecidos. Salvo que yo lo odiaba y él no era capaz de dejarme en paz. Hice una mueca cuando se acercó demasiado. Descansó su antebrazo en el mostrador mientras me sonreía, sus ojos color avellana brillaban bajo las tenues luces de colores. —Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? —Tenemos una chica vagamente molesta que sólo quiere que la dejen sola. A menos que alguien quiera que sus dientes sean arrancados y su máquina de hacer bebés sea cortado —respondí. Mientras ponía los ojos en blanco y giraba en el asiento para mirar el bar. —¡Espera, espera, espera! Francamente, no me gustaría cualquiera de las opciones, sobre todo, la segunda —aseguró—. Pero, vamos, no hay necesidad de ser tan violentos. Te estoy ofreciendo una copa, al fin y al cabo. Justo en ese momento, una chica menuda, que parecía tener unos veinte años, se acercó y me frunció el ceño. —¿Identificación? —preguntó. Haciéndome gruñir profundamente en la garganta. Fue entonces cuando vi a Davne tomando su billetera y colocando de cincuenta dólares en el mostrador. Se inclinó para, posiblemente, echarle un mejor vistazo a la camarera. —Oh, está conmigo. ¿Puedo tener unos chupitos de vodka? —preguntó. Guiñándole un ojo. Mientras, ella se sonrojaba y trataba de batir sus pestañas con coquetería. Intenté no reírme de lo mal que quedaba en ella. Se estaba esforzando demasiado… Por lo menos, yo lo sabía. —Por supuesto, Davne —contestó. Poniéndose a trabajar de inmediato. No tenía ni idea de por qué Davne conocía a la gente del bar lo suficientemente bien para no necesitar identificación. Pero, maldita sea, ¡acaba de salvarme de una situación embarazosa, ¿o no?! Por lo general, tenía una identificación falsa que Ian me había hecho. Pero el Señor Imbécil (si recordáis, es el supervisor que me trajo aquí, en primer lugar) me quitó todo eso. Así que, obviamente, no tenía nada. Aunque me preguntaba, ¿de dónde demonios saca Davne tanto dinero? Eché un vistazo rápido a su cartera y tenía un montón de dinero, además de varias tarjetas de crédito. Sí, definitivamente estaba robando. Con suerte lo atraparán, lo mandarán de nuevo a prisión y, al fin, me dejará tranquila. No dejó tranquilo a Zavier antes de que pasara un tiempo en el reformatorio… ¿así que, ahora, también iba a molestarme a mí? —Entonces, ¿por qué estás aquí sola? —cuestionó. Después, miró a su alrededor y se acercó aún más. Lo miré mal, con la esperanza de que entendiese lo que quería decir y se alejará rápido, antes de que yo… —Sabes que necesitas una identificación para conseguir auténtica diversión. ¿No? —Me guiñó un ojo y sonrió, irritándome por cómo parecía ser siempre su cara habitual. A pesar de que podría haberse visto sumamente atractivo, no cedería ante él, en absoluto.

—¿Por qué estás aquí? Sabes que todas las zorras que realmente están dispuestas a follarte… —enfaticé la última palabra, mientras lo miraba desinteresadamente y señalé donde bailaban todas las perras locas— …están allí. ¿Verdad? Simplemente sonrió de oreja a oreja, asintiendo con la cabeza a mi réplica. —Vaya, realmente eres algo especial. Fue entonces cuando la camarera, por fin, nos dio como una docena chupitos de vodka, mientras deslizaba una servilleta para Davne. Quién le dirigió una sonrisa espléndida, la primera que le vi usar, y tomó la servilleta. Una vez que ella se había ido, simplemente la rompió por la mitad, la tiró y tomó un chupito. —¿Por qué rompiste el papel? Estoy segura de que le gustaría un rapidito en algún momento —bromeé. Simplemente me miró a través de sus espesas pestañas y luego, casi de inmediato, sonrió. —Bueno, no me interesa. Loco, ¿eh? Ya que la mayoría de los tipos como yo parecen estar muy interesados en el sexo. Pero, sinceramente, estoy interesado en alguien más. Mi sonrisa comenzó a desvanecerse, lentamente, cuando me di cuenta de la mirada penetrante que me daba. Entonces, suspiré profundamente y miré alrededor al club lleno de gente. —Aquí. —Mirando hacia atrás, a Davne, lo vi sosteniendo un vaso de vodka hacia mí—. Deja que todas tus preocupaciones se alejen flotando. Lo pensé un poco. Pero luego me encogí de hombros y bebí el vaso, con un rápido movimiento. A la mierda. A la mierda todo. Seamos libres. Dejemos atrás todas las preocupaciones y, simplemente, divirtámonos.

*** —No parece que el alcohol realmente te afecte —declaró Davne mientras me observaba mirando a los bailarines locos en el club. Me sentí burbujear y si me levantase, estaba segura de que, probablemente, me caería. Pero nunca afectó mi cerebro. Tengo una tolerancia muy alta al alcohol. —No es así. También me pongo rara y esas cosas, pero no digo cosas sin querer. —Sonreí, a la vez que bebía otro—. No necesito alcohol para eso. Sobria o no, soy brutalmente honesta así que... —Me reí y le guiñé un ojo, mientras él asentía con la cabeza. Miró alrededor del bar y llamó la atención de algunas chicas, que susurraban y se reían tontamente de él. Muchas me miraban e incluso algunas se acercaron y lo invitaron a bailar, pero se negó suavemente y les dijo que estaba con otra persona. Quería preguntarle con quién estaba, pero cuando llamó mi atención, no había ninguna duda de que se refería a mí. Ese cabrón...

—Tal vez debería llevarte a casa —dijo de pronto—. No quiero que seas uno de esos imbéciles que conducen borrachos y terminan matando a alguien. —Levantó las manos en defensa—. Puedo ser malo o lo que me quieras llamar, pero detesto a los conductores ebrios asesinos. Lentamente asentí. —Oh, he conducido bebida antes. Mala idea, pero afortunadamente todo salió bien. Pero no lo recomiendo —afirmé. Mientras me acordaba de alguna mala experiencia. Nunca más estaría dispuesta a correr ese riesgo. —Bueno. Así pues, ¿está dispuesta a tomar mi oferta, entonces? En broma, puse los ojos en blanco y, en realidad, terminé sonriendo cuando me di la vuelta para mirarlo. Resulta que nuestros rostros se acercaban, ya que ambos mirábamos los labios del otro. Sabía que lo hizo adrede; pero, accidentalmente, me encontré mirando sus labios rosas. Y no podía dejar de compararlos con los de Zavier. Mi osito de peluche... —Conduje mi moto hasta aquí —apunté inocentemente. —Sexy. Pero aun así, tal vez, debería llevarte a casa. Me gustaría que tu muerte no recayera sobre mí. Acabarían culpándome también a mí. —Rió entre dientes—. Además, no bebí mucho, así que estarás bien. —¿Y por qué no bebiste mucho? —pregunté con curiosidad, mientras comenzaba a inclinarse más cerca de mí. Me encontré inclinándome más cerca también y sabía que, pronto, nuestros labios se estarían tocando. ¿Realmente quiero besar a este chico? ¿El tipo que le hizo la vida imposible a Zavier y fue enviado a prisión por 6 años? Bueno, si vieran lo sexy que se veía, también se encontrarían atraídas por él. —Porque... —Me miró intensamente cuando se detuvo, sacando una mano para tocar mi mejilla. Lo que me hizo suspirar y morderme el labio al sentir su mano suave— , tenía muchas ganas de estar contigo, para llevarte a casa… Poco a poco cerré los ojos y, justo cuando sentí sus labios rozando los míos, oí una dulce y suave pero sobretodo dolida, voz que hizo que se me parase el corazón, —¿E-Evelyn?

•Zavier• —Está bien, está bien, sólo cálmate... ¿¡Este tipo hablaba en serio!? —¿Calmarme? ¡No puedo calmarme, Jesse! —vociferé, caminando de un lado a otro en mi habitación. Casi terminé tropezando con mis cosas, pero lo ignoré y rápidamente recuperé el equilibrio—. La viste la última vez que salió huyendo. Tomó cocaína, Jess. —Hice una pausa para poner el teléfono directamente sobre mi boca, para

asegurarme de que me oyera con claridad en el otro extremo de la línea—. ¡Cocaína, ¿de acuerdo?! Y, francamente, en realidad no fue una buena experiencia. —Me estremecí ante el recuerdo de nosotros estando juntos cuando estaba drogada. —Vale, vale, lo entiendo. Pero lo ha hecho antes, ¿no? Si tan sólo entendiera. Ni siquiera quiero saber lo que hubiera hecho él en una situación como esta. ¿Y si fuese el que tuviera una madre psicóloga? ¿Y si fuese el que estuviera cargo de una chica mala, delincuente como Evelyn? —Jesse, pero por favor... —hablé con más calma—. Por favor, dime que estás en camino. Realmente tengo que ir a buscarla. Las imágenes de lo que pasaría si la dejamos sola eran las más terribles que he conjurado en mi cabeza. Será mejor que no esté en la cárcel o... ¡Oh, realmente teníamos que encontrarla! —¿Estás seguro de que está en El Delgado? —preguntó Jesse. Desconectándome, por un segundo, de mi mundo de pesadilla. —Por supuesto, es el club más cercano por aquí. Si no está allí, entonces estaremos en serios problemas. Bueno, ella está en serios problemas, pero ¿qué le diré a mi mamá? Estuve más y más ansioso por momentos. ¿Acaso Evelyn realmente cree que voy a cubrirla cada vez que se marcha y se comporta como solía hacer? Quiero decir, estaba enojado con ella por eso y, aun así, me encontré queriendo ayudarla. Agh. ¿¡Por qué tenía que ser tan agradable!? Evelyn estaba en lo cierto. Estaba empezando a irritarme, también. Realmente no debería haber estado ignorándola. Tal vez por eso se fue así. ¿Odia cuando la gente no le hace caso de esa manera? Bueno, sólo estaba haciendo lo que creía que era lo mejor para nosotros. Los rumores pararon un poco. Pero en realidad, creo que me estaba apartando por mi buena reputación. No llevaba aquí ni un mes y yo había estado faltando a la escuela y teniendo peleas. En serio, nunca hubiese tenido tanta acción si ella no estuviese aquí. Pero aquí estaba y yo era, en parte, responsable de ella. Estaba aquí para recibir ayuda y quiero estar siempre ahí para ayudarla. Pasaron otros cinco minutos hasta que Jesse finalmente vino a recogerme con Ethan. Parecía que estaban juntos más y más cada día, pero eso no importaba ahora. Fuimos en coche a El Delgado y entré con facilidad. Lo cual fue bueno, porque ninguno de nosotros tenía tiempo para hacer una estúpida identificación falsa sólo para poder entrar y atrapar a una chica que, probablemente, ya estaba muy ebria. —Búscala cerca de los baños —mandé a Ethan—, tú, en la pista de baile —le dije a Jesse—, yo miraré en la barra. Asintiendo, nos dirigimos a nuestros destinos. Mirando el reloj, vi que ya eran las seis y media. Negué y traté de pasar a través de todos los cuerpos sudorosos que me rodeaban. No podía entender cómo podían gustarle estos sitios a Evelyn y cómo podía, realmente, permanecer en ellos. Pero necesitaba dejar de ser un cobarde y superar el día de hoy. Había sido un largo día.

También traté de llamarla mientras veníamos, pero creo que había apagado el teléfono. Realmente, esperaba que estuviera bien. Si no, iba a enloquecer... Corté mis pensamientos, mientras asimilaba la escena que se desarrollaba justo en frente a mí. Me quedé helado y sentí la necesidad de tomar mis gafas, limpiar las lentes con mi camisa y sólo esperar que estuviese alucinando. Pero sabía que esto era demasiado real. Estaba aquí, de acuerdo, pero con él. Se acercaba a ella. Unos centímetros más y se estarían besando. ¿Por qué no quería que la besara? ¿Era porque lo odiaba? ¿O era porque yo…? —¿E-Evelyn? —pregunté. Notando lo rota y herida que sonaba mi voz. Se quedó inmóvil y jadeó ligeramente. Abriendo los ojos, giró a la izquierda para mirarme directamente a los ojos. Davne sólo suspiró y miró hacia otro lado, lejos de nosotros. Obviamente molesto por haber interrumpido su casi sesión de besos. Las palabras no pueden describir lo enojado y traicionado que me sentía en ese momento. ¿Cómo iba a hacerlo? ¿Cómo podía malditamente hacer esto? Y estar aquí, ¿¡con él!? En la fiesta, ella no mostró ningún interés. Quiero decir, tuvo que bailar con él para quitármelo de encima, incluso a ella. Pero, ¿por qué sucedía esto? ¿Qué estaba ocurriendo? —Zavier... yo... —Comenzó a levantarse, con la frente arrugada por la preocupación y la culpa. Pero sólo fingí sonreír y reí, mientras miraba al suelo y daba un paso atrás. No necesito esto. No necesito nada de esto. Sólo quería ir a casa, encerrarme en mi cuarto y centrarme en mi futuro. En lugar de preocuparme por una chica que, claramente, no le importaba lo más mínimo cómo me sentía. —Nada, no importa... yo… yo no debería haber venido. Entonces me di la vuelta para empezar a caminar. La oí gritar mi nombre, pero no hice ningún movimiento para girarme y enfrentarla. Quería besar a Davne, era evidente en su rostro. ¿Por qué, simplemente, no me deja en paz y regresa con el chico malo de oro de esta ciudad? ¿Por qué tuve que interrumpir su pequeño momento romántico? Si no los hubiese interrumpido, estoy seguro de que hubieran acabado lo que empezaron y, probablemente, después irían a algún lugar más privado. Ese pensamiento solo hacía que se me revolviera el estómago. De repente, sentí una pequeña pero fuerte mano apretándome el codo y me volteé. Evelyn me miró con las mejillas rojas y las cejas fruncidas, mientras yo la miraba. Todo esto era nuevo para mí. Nunca miré a nadie y, por la expresión de su cara, se sorprendió al verme así. —Zavier, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Qué pasa? —preguntó. Con un tono suave en la voz. Supongo que ya sabía lo que me pasaba. No pude evitar preguntarle de inmediato:

—¿Qué estás haciendo aquí? ¡¿Con él?! ¿Sabes lo que le hace a las chicas como tú? ¿¡Eres tan estúpida!? —No tenía ni idea de dónde vino eso y, justo después de decirlo, rápidamente me tapé a boca con la mano. Ahora me miraba. Cualquier indicio de culpabilidad se había ido. —Bueno, nada que te importe. Ya que, obviamente, estoy fuera de tu vida. Tenía que hacerlo. No tenía ninguna intención de atacarla así, pero estaba tan frustrado, ansioso y, sobre todo, enfurecido. —Evelyn —fingí otra carcajada. Es mi manera de tratar de calmarme, pero casi nunca funciona—, trae problemas y no quiero que estés con él. —¿Por qué eres tan posesivo ahora? —¡Quiero que estés segura! —Al darme cuenta de que acababa de gritarle por segunda vez, me pasé las manos por el pelo. Respiré lentamente y traté de ignorar las miradas que recibí de las personas que nos rodeaban—. Eres mi amiga, Evelyn — murmuré, pero lo suficientemente alto como para que me oyera—. Y mi madre es lo suficientemente buena como para ayudarte. No puedes tirarlo todo por la borda por un tipo. Eso no es para lo que estás aquí. Hasta ahora, has tomado drogas ilegales en la escuela, has quebrantado el límite de velocidad, has golpeado a un tipo. Quiero decir, sabía que era para defenderme, pero aun así, no quiero que resultes herida. Puede que todo eso no te parezca mal, pero a mí sí. Y, en serio, ahora... ahora estás emborrachándote, con el chico malo de la ciudad. Tragó saliva y siguió mirando hacia abajo. Se me hizo un poco incómodo. Pero ya he dicho demasiado, diciéndole lo que pensaba acerca de sus opciones y decisiones, así que ¿por qué no continuar con mi discurso? —Evelyn, ¿no ves por qué mantuve mi distancia? Es porque cosas como estas suceden. ¿Por qué tienes que marcharte y hacer estas cosas cuando...? —¡Porque quiero ser libre! —Me estremecí un poco cuando me habló en ese tono, lo que nos ganó más miradas de la gente. Pero supongo que estaban demasiado borrachos y drogados para prestar atención a lo que estábamos hablando—. ¿No te has dado cuenta todavía lo jodidamente jodido que está este mundo? Tengo mis impulsos y quiero escapar del mundo real, aunque sea por un rato. ¡¿Entiendes?! —Oh, lo entiendo perfectamente. Sí, adelante entonces. Regresa con Davne y besaos. Ve y haz lo que sea que los chicos y chicas malas hacen. Dormir juntos y dañar a la gente. —Cerré los ojos con fuerza cuando reparé en su expresión de dolor. Entonces, de repente, no podía respirar, mientras una imagen de Davne golpeándome me vino a la mente. No me digas que esto estaba sucediendo de nuevo. Por favor, por favor, no otra vez. —Zavier, ¿estás bien? Oí la suave voz en la distancia, mientras sentía como mis rodillas golpeaban el suelo. Me agarré el cabello y respiré con dificultad. Oí a mi corazón latiéndome con rapidez en el pecho, algunas voces gritando y la música, poco a poco, desapareciendo. Traté de hablar, diciéndole que estaba completamente bien, a pesar de que, obviamente, no estaba. Pero mi voz estaba atrapada en algún lugar en lo más profundo de mi garganta.

—No, no lo estás. Oh, Dios mío... —Entonces sentí unas manos calientes en mis mejillas, ayudándome. Inclinándome la cabeza hacia arriba, ya que se sentía tan pesada en estos momentos—. Quédate conmigo, por favor. ¿Me escuchas, Zavier? ¡Quédate conmigo! —¿Qué está pasando? —Escuché a Jesse preguntar, aparentemente, también desde la distancia, justo antes de que maldijera—. ¡Todo el mundo, largaos de aquí y dejadlo respirar! —Ahora sólo oía su voz, además de un montón de susurros—. Maldita sea, vas a estar bien, amigo —musitó—. Es sólo un ataque de pánico, tenemos que sacarlo de aquí —más murmuraciones—. Tiene que calmarse y contener la respiración durante unos tres segundos. Pero cuando se asusta así, no puede hacerlo correctamente, lo que obviamente no está haciendo... Luego su voz se cortó. En ese momento sentí unos labios suaves, delicados pegados a los míos...

15 Se necesita uno para reconocer a otro -EvelynMantuve mis labios en los de Zavier unos segundos más de lo necesario. Saboreando la sensación de sus labios suaves y dulces antes que me apartara y lo mirara, para ver si estaba completamente bien ahora. Todavía estaba inmóvil, casi como una estatua. Temía que pudiese haber muerto sobre mí mientras lo besaba. Pero entonces, empezó a respirar lentamente mientras abrió los ojos para mirarme, su iris de color marrón brillan por la conmoción. Sus mejillas eran de su habitual color de rosa rojizo, mientras se esforzaba por decir algunas palabras. Antes de que pudiera decir nada, sin embargo, sólo lo abracé muy cerca de mí y besé su hombro. —Dios mío, estás bien. Estás bien... Miré a Ethan, para verlo pálido y sin embargo aliviado. Luego le eché un vistazo a Jesse, quien dejó escapar un profundo suspiro y miró alrededor del concurrido lugar, mientras se rascaba la cabeza. Estaba claro que estos dos realmente amaban a Zavier como a un hermano y odiarían verlo desaparecer. No sabía si exageraba. Pero, realmente, parecía que si no lo hubiéramos ayudado a respirar correctamente, hubiese muerto en ese mismo instante. Ahora sabía que, definitivamente, algo le pasaba. Tenía algún tipo de enfermedad que lo hacía reaccionar a las cosas de esa manera particular o, en este caso, reaccionar ante Davne de esa manera. Tenía miedo. Estaba tan muerto de miedo que, realmente, encontraba difícil respirar. Puse mis dedos ligeramente en mis labios, sintiendo aun sus labios suaves y carnosos presionados contra los míos. Quería besarlo un poco más, besarlo a fondo. Pero esto fue sólo para ayudarlo. No tenía la intención de darle un beso, sólo paso. Necesitaba contener la respiración de alguna manera, parecía que le era imposible hacerlo en ese momento. No sabía qué más hacer. Hasta yo estaba entrando en pánico. Sentí que si no lo ayudaba pronto, sería demasiado tarde y me culparía por ello. Dios, todo esto era una locura. Había estado a punto de besar Davne no hace ni cinco minutos, pero terminé besando a Zavier en su lugar.

Sacudiendo la cabeza para alejar todos los pensamientos locos, apreté mis brazos a su alrededor, pero me aseguré que aún podía respirar correctamente. Sentí el rápido latido de su corazón a través de su ropa y su respiración todavía era un poco irregular. Incluso tosió ligeramente un par de veces, pero sabía que estaba bien. Iba a estar completamente bien porque estábamos allí con él. Regresamos a casa en silencio. Zavier no dijo nada después del pequeño beso. Tomó el asiento del pasajero y bajó las ventanillas. Me senté detrás de él, capturando su mirada un par de veces en los espejos laterales, lo que hizo que se sonrojase y mirase hacia abajo con timidez. Me gustaba cómo nerviosamente alzó sus lentes cada vez, o cómo su cabello lacio fluía perfectamente con el viento. Probablemente todavía estaba procesándolo todo y, al mismo tiempo, tratando de calmarse. Genial, le robé su primer beso y estaba enojado conmigo. Esto puede sonar perverso, pero dudo que Joss hubiese sido su primer beso. Todavía se lo hubiese robado, aunque hubiese estado a punto de hacerlo con ella. Mirando de nuevo a la ventana, una vez que finalmente llegamos a casa, de inmediato mis pensamientos se dirigieron a Stormy. Sin embargo, una vez que todos entramos, no le dijimos exactamente donde habíamos estado y ella no preguntó. Tendía a dejarnos mantener nuestra privacidad y lo respetaba. Pero a veces me preguntaba si realmente me estaba ayudando, porque incluso Zavier parecía mucho más preocupado por mí que ella. —Por amor de Dios —dijo, mientras daba un vistazo a Zavier. De alguna manera había vuelto a ponerse pálido y comenzó a respirar más rápido, mientras se aferraba a uno de los sofás—. Por favor, no me digas esto fue Davne. Me enojé con sólo el nombre. Esto fue todo por su culpa... él era la maldita causa de esto. —Cariño, ven —le indicó Stormy a Zavier, mientras lo agarró de sus hombros y lo llevó a su habitación. Todo el tiempo, Jesse, Ethan, y yo nos sentamos pacientemente en la sala de estar, esperando que Stormy regresase para que pudiera explicarme un par de cosas más. Tenía la sensación que lo necesitaba y, en realidad, iba a decirme algunos secretos desconocidos sobre Zavier. Cuando regresó, suspiró profundamente y se sentó a mi lado. —Lo sé, estás esperando una explicación, ¿no? —preguntó, mirándome directamente. Sólo la seguí mirando después de que dijese esas palabras, frunciendo levemente las cejas en inquietud y preocupación; pero, sobre todo, con curiosidad. Estaba esperando que me lo explicase todo de una vez o, al menos, por qué Zavier tenía ese tipo de reacción cuando Davne estaba cerca. Quiero decir, sabía que la mayoría de la gente enloquecería, pero su reacción no era en absoluto normal. No podía respirar y estaba prácticamente en su lecho de muerte por el amor de Dios. —¿Qué le pasa, Stormy? —indagué. A pesar de que apenas salió como un susurro, ya que temía decirlo demasiado fuerte y que pudiese oírme desde el piso de arriba. Estaba segura que estaba

descansando, sin embargo, y esperaba que lo estuviese. Realmente necesitaba descansar en serio, aunque sea por un rato. —Tiene un trastorno de pánico. —Mi corazón dio un vuelco en el momento en que esas palabras salieron de su boca. No. No, no...—. Desde que Davne Carnrode... —Conrad —corrigió Jesse, mientras echaba la cabeza hacia atrás en el sofá. Stormy sólo le dio un vistazo rápido, con una mirada dura, antes de volver a mirarme a la cara. —Lo que sea. Dañó a mi niño, el único niño que tengo. Odio a ese chico tanto como Zavier debido a lo le que hizo. Y sí... —hizo una pausa para tomar una respiración profunda—...él es la razón. —¿L… la razón? —pregunté tímidamente. —Sí. Los ataques de pánico comenzaron a suceder alrededor de la época en que Davne lo acosaba. Por supuesto, Zavier se curó cuando Davne fue a la cárcel o al reformatorio, como dicen. Pero ahora... oh, ahora que ha regresado, eso tenía que volver. Tragué saliva. Sabía que por eso, se refería a los ataques de pánico. Sabía lo terrible que era para las personas que los tenían. En el orfanato, vi a gente que los tiene todo el tiempo, pero nunca supe cómo ayudarlos incluso cuando quería. Eso era por lo que estaba tan asustada con Zavier. Estaba encantada y agradecida, de que Jesse y Ethan estuviesen allí para decirme qué hacer. —Ninguna rehabilitación funcionó para Zavier, incluso cuando traté de ayudarlo. —Stormy frunció el ceño, casi parecía como si fuese a llorar—. Sólo los medicamentos y pastillas ayudaron por un corto tiempo, pero dejó de tomarlos. De repente, me levanté de mi asiento. Había oído hablar bastante de esto. Maldita sea, me sentía furiosa. —¿Por qué... por qué nadie me dijo esto? —pregunté, mi voz elevándose después de que cada palabra saliese de mi boca. —No le gusta que nadie se entere, cariño —afirmó Stormy simplemente. Se frotó la mejilla con el dorso de su mano, como si tratara de secar las lágrimas invisibles—. Se siente muy mal sobre ello, pero dice que no es gran cosa. —¡Bueno, esto es una gran cosa! ¡Esto es definitivamente algo grande! No pude contener mi ira y me sentí un poco culpable por recriminárselo de esa manera. Pero si tenía que vivir aquí con Zavier, entonces necesitaba saber estas cosas; en caso de que estuviera sola con él y comenzara a tener un ataque de pánico. No era una maldita profesional. ¡No sabía nada acerca de estas cosas! Pero con suerte, puedo ser capaz de ayudarlo en vez de ser inútil. —Cálmate, por favor —suplicó Stormy. Mientras sollozaba, ya al borde de las lágrimas—. Todavía tengo su medicación y todas esas cosas, pero por favor... por favor déjenme pedirles un favor. Todo lo que hice fue seguir mirándola fijamente. Entonces me senté y apreté los labios en una fina línea, esperando que continuara. —Cuídenlo. Sé que puede sonar infantil hacerle de niñera, pero Jesse, Ethan — hizo una pausa para mirar a los dos chicos con rostros preocupados. Estaba claro que se

preocupaban por su mejor amigo—. Chicos, ya saben por qué necesito que lo cuiden. — Se volvió hacia mí—. Lo más probable es que Davne esté en el radar por estar en libertad condicional, pero aun así. Y Evelyn, necesito que simplemente mantengas a Davne lejos de él, de alguna manera. Sinceramente, no sé a qué se refería. Pero espera... Davne parecía realmente intrigado por mi comportamiento y apariencia, dudaba que me escuchase si le dijera que me dejara en paz. ¡Y lo más probable es siempre estaría con o cerca de Zavier, eso significaría que mantener a Davne lejos de Zavier iba a ser muy duro! Pero, sin embargo, asentí hacia Stormy. —Está bien —susurré apenas.

*** Contemplar si ir o no a su habitación me estaba irritando. La puerta estaba abierta e, incluso si no lo estaba, todos sabíamos que la habría desbloqueado y simplemente entrado (ejem, incluso si él estaba cambiando...). *guiño guiño* Suspirando profundamente, decidí abrir lentamente la puerta, haciéndola crujir mientras echaba un vistazo dentro. Zavier estaba acostado en su cama, mirando a la pared con las manos cuidadosamente colocadas sobre el vientre. Las mantas estaban descansando por encima de su cuerpo, colocadas justo debajo de sus brazos mientras respiraba lentamente dentro y fuera. —¿Zavier? —No se volvió a mirarme, pero sabía que estaba despierto—. ¿Estás bien? —Por supuesto que lo estoy —respondió demasiado en serio y me sorprendió un poco. Pero entonces, se volvió hacia mí y sonrió dulcemente—. Me salvaste —incluso mientras lo dijo, sabía que recordaba claramente nuestro beso ya que mayormente se sonrojó. Me reí y me puse un mechón de cabello detrás de la oreja. —Nop, no lo hice. No salvo personas Zavier. —Pero lo hiciste. Eso simplemente va a demostrar que incluso una persona como tú puede tener un buen corazón y, realmente, le gusta ayudar a las personas. —Ahora, no exageremos. —Eso le hizo reír un poco—. Incluso aunque sea una delincuente, no quiere decir que no me importa la gente. —Tú... —Tragó saliva, ligeramente cerrando los párpados como si con eso quitara una imagen que acaba de ver en su mente. Luego, en un susurro roto, que tenía mi corazón dolorido, dijo—: T... tú estabas con él... —Con él obviamente refiriéndose a Davne. Nunca me olvidaré de su rostro cuando nos vio juntos y lo enojado que se puso. La culpa estaba regresando de nuevo. Nos vio juntos y eso fue lo que desencadenó todo.

No quería que enloqueciera de nuevo, así que hice mi mejor esfuerzo para cambiar de tema. —N... no era nada —aseguré, acercándome y rozándole el cabello de la frente con los dedos. Tuve la repentina urgencia de besar su frente, pero me contuve. Creo que necesitaba otro trago—. Sin embargo, parece que la gente realmente puede entrar en pánico... en la discoteca —afirmé de repente. Con una sonrisa jugando en mis labios, mientras juguetonamente rodó los ojos y se rió de corazón. —¿Realmente, una referencia de banda? —Eh, es el momento perfecto para usarla. —Me encogí de hombros e hice una mueca—. Por cierto, tu madre me lo contó. Suspiró y cerró los ojos de nuevo, sólo unos segundos. —Lo odio. Cada vez que tengo un ataque, se siente como... como si estuviera a punto de morir y... —No lo hagas. —Cerró la boca una vez que escuchó mi tono firme—. No pienses en ello. Sólo sigue descansando y todo estará bien. Sólo quería comprobarte, así que... Estaba a punto de salir, cuando su mano atrapó mi muñeca para detenerme. Me giré y podría haber jurado que vi sus adorables ojos marrones humedecerse por las lágrimas, viéndose afligido. Sabía lo que significaba esa mirada. Necesitaba a alguien. Necesitaba a alguien muy, muy desesperadamente. —Quédate. No puedo... no puedo manejar esto. No por mi cuenta, en este momento. Por favor... —Está bien —aseguré rápidamente con una sonrisa—. Me quedaré. Respirando profundamente, mientras que soltaba rápidamente mi muñeca, eché un vistazo alrededor de su impresionante habitación. Para al menos intentar entretenernos a ambos. —¿Quieres un cuento antes de dormir? —Eso lo hizo sonreír como un tonto, pero en realidad simplemente se veía hermoso en él—. Podemos leerte... —dije juguetonamente mientras sacaba un libro al azar de su estante. Era manga, por lo que he oído—. ¡One Piece! O... —saqué otro libro al azar—. ¿Scott Pilgrim? Levanté ambas cejas, casi seductoramente, y él se echó a reír. Mi corazón se agitó por la calidez del sonido. Me encantó hacerlo así de feliz. —Claro... esos son algunos de mis favoritos. Son muy divertidos. —¡Bueno, entonces, vamos a leer! —grité con entusiasmo, mientras salté a su cama y me acosté a su lado. Abrí el primer tomo de Scott Pilgrim, sintiendo sus ojos en mí mientras reía calurosamente en voz baja cuando apoyé la cabeza en su pecho. Su corazón estaba latiendo tan rápido, dejándome saber que estaba nervioso, como de costumbre, pero esta vez dejándose llevar. —Capítulo Uno... Y luego, nos fuimos a otro mundo mientras leía y él seguía adelante. Pero me encontré incapaz de concentrarme cuando lo sentí jugar ligeramente con mi cabello. Maldita sea, que bien se sentía.

*** Al notar cómo mi teléfono vibraba en mi bolsillo, me desperté sobresaltada y me senté en la cama. Gemí y asimilé el entorno. Estaba un poco a oscuras, excepto por la pequeña lámpara en el cuarto de Zavier... Espera. Girando la cabeza hacia la derecha, vi a Zavier durmiendo profundamente en el otro lado de la cama. Sus gafas estaban ahora en la mesita de noche, pero su cabello cubría ligeramente su frente y sus cejas. Al poco tiempo, me encontré poniendo la mano en su frente. Alejé su cabello para ver su cara dulce, inocente y adorable; mientras, suave y lentamente, respiraba dentro y fuera. ¡Para! ¿Adorable? ¿De dónde vino esa palabra? Nunca antes he usado algo así para describir a alguien... se sentía raro. Sacudiendo la cabeza y retirando mi mano como si su piel, cálida y suave, me hubiese quemado, bajé de la cama tan silenciosamente como pude. Luego, salí y caminé hacia mi habitación, saltando en mi cama. Entonces me di cuenta que mi teléfono aún seguía vibrando, lo que significa que alguien seguía llamándome y que no planeaba detenerse pronto. Era poco más de medianoche, así que ¿quién demonios me estaba llamando ahora? Preguntándome si podría haber sido Drake o los otros chicos, tratando secretamente de ponerse en contacto conmigo, presioné el botón de respuesta. Lamentándolo al instante, cuando escuché una voz familiar, venenosa y ronca en la otra línea. —Hola bunny, ya era hora de que respondieras. Dios, por favor hazme el honor de matarme justo en este momento. —¡¿Qué demonios?! —me quejé, oyéndolo reír ahogadamente mientras puse mis dedos en mi frente. De repente, notaba cómo me empezaba un dolor de cabeza—. ¿Cómo demonios conseguiste mi número de teléfono? ¿Por qué fui tan estúpida como para responder, pensando que en realidad era Drake? —Oh, tengo mis métodos —fue su respuesta. Simplemente me burlé. Típico. Los chicos malos siempre tenían sus maneras. Veamos, la manera en que consigo los números de teléfono de las personas es amenazando a sus personas más cercanas. Pero sólo necesitaba números cuando estaba con algún asunto de tráfico de drogas o algo muy serio. No lo hacía por jodida diversión o para molestar a alguien al que sabes que no le gustas. Como este tipo, por ejemplo. —Por supuesto que las tienes —comenté. Con una mueca en mi cara, mi tono serio y duro. —Oye, ¿crees que ya habríamos tenido sexo si, en realidad, hubiésemos conseguido besarnos antes?

Agh. ¿En serio? ¿Tenía que sacar eso? Era lo último sobre lo que quería hablar antes de ir a dormir. ¿Debería colgarle a este imbécil? Estaba a punto de responder, diciendo que había besado a Zavier en su lugar y que era mucho mejor de lo que Davne podría haber sido. Pero por alguna razón, respondí otra cosa. No tenía tiempo para su mierda. —No estuvimos a punto de besarnos. ¿De acuerdo? —Incluso fingí una sonrisa, sabiendo muy bien que no podía verla; pero funcionaba bien con mi representación. Todo lo que él hizo fue reír, me lo imaginé echando la cabeza hacia atrás. Hombre, cada vez que se echó a reír, quise golpear su estúpida cara, sobre todo, porque su risa sonaba muy profunda y atractiva. Sí, demándame por encontrarlo extremadamente guapo, aun si es irritante. Maldita sea, era mi tipo. Pero tenía que mantenerse alejado de mí, sobre todo de Zavier. Si le quería hacer daño de nuevo, tendría que pasar a través de mí primero. —Oh, vamos, era evidente en tus ojos que me querías tan desesperadamente como yo a ti. —Rodé los ojos mientras él tarareaba, lo que me sonó más parecido a un gemido—. No lo niegues. Me excita. Mucho. Me burlé e hice una mueca, mientras se reía en voz baja una vez más en el otro extremo de la línea. Pero esta vez, por alguna razón, sentí a mi corazón acelerarse. Así que sin más vacilaciones estúpidas, le colgué y bloqueé el número. Estaba segura, sin embargo, que iba a encontrar alguna otra forma de llamarme, sólo para poder molestarme. Realmente quería que yo cometa un asesinato, ¿o no? Seguramente sabía que no tenía miedo de hacerlo. Gimiendo, salté en mi cama cómoda, tratando de dormir y sacar la imagen del Señor Chico Malo de mi cabeza. Pero era difícil, incluso cuando traté de pensar en el chico adorable en la habitación de al lado. ¿Cómo diablos se supone que debo conseguir que Davne se aleje de mí, si en realidad estaba atraída por su estúpida terquedad y arrogancia? No seas jodidamente estúpida, Evelyn. Casi le costó la vida a Zavier esta noche.

16 Su primer beso •Zavier• Era la mañana del miércoles y las imágenes de lo sucedido ayer seguían fluyendo alrededor de mi cabeza, persiguiéndome. Evelyn me besó. De hecho, me besó. Y ahora era muy difícil para mí, aunque no podía mostrarlo mucho. Me alegré de que ella ni siquiera lo mencionara ayer. Pero aquí, estando en el auto con Jesse (Evelyn se llevó su motocicleta), todavía era muy difícil olvidar todo. Él estaba haciendo preguntas sin escalas, incluyendo cómo me sentía honestamente con todo el asunto. Incluso mencionó que probablemente sería el siguiente, lo que significaba que sólo quedaba él para besar a Evelyn. Sacudí la cabeza ante sus locas ideas. Evelyn nunca le daría un beso, ¿verdad? Ella no daba besos a cualquiera. Pero todavía robó mi primer beso. No, no, no... Quiero decir, sabía que sólo había estado tratando de ayudarme y todo, pero... oh Dios, ¿por qué tenía que pasar esto? ¿Estaba exagerando? ¿Estaba siendo un estúpido al respecto? ¿Debía, oh no sé, esperar que Evelyn me besara y me ayudara a finalmente acabar con eso de una vez? Tenía muchas ganas de preguntarle si apestaba al besar, a pesar de que era sólo un besito en el que me quedé inmóvil por completo por el extremo shock y la sorpresa. Sacudiendo la cabeza de nuevo, me bajé del coche una vez que llegamos a la escuela, y miré mi reflejo en la ventana del lado del pasajero, justo cuando cerraba la puerta. Mi cabello era la habitual confusión, y estaba completamente de acuerdo con eso. También tenía mis Beats rojos colgando alrededor de mi cuello, los que mamá me había regalado la Navidad pasada. A veces los usaba durante los periodos de transición, en la sala de estudio, o cuando estaba en la biblioteca, por lo general para ahogar el ruido de todos esos chicos locos, que actuaban como si una fiesta estuviera pasando todo el tiempo. Era sólo una molestia. Entonces me di cuenta de que mis chupetones, más los moretones de mi primera pelea, que ya empezaban a desvanecerse. Y por suerte para mí, mi madre nunca se fijó en ellos. Estuvo a punto de hacerlo, sin embargo, un par de veces. Sí, me sentí culpable por mentirle, pero, ¿no era lo mejor? ¿Para qué no se asustara y enviara a Evelyn lejos? No estaba cambiando a causa de ella. Sabía que nunca dejaría que alguien me cambiara, sobre todo en una mala persona.

¿De qué estaba hablando? Ella era una mala persona, sí. Pero no era realmente una persona malvada, si es que aún tenía sentido en absoluto. Le importaba y en el fondo era protectora, además de que era una persona divertida y salvaje a quien no le importaba lo que los demás pensaran de ella. Realmente la respetaba por tener esas cualidades. Todavía no tenía ni idea de por qué necesitaba la ayuda de mi madre. A veces, la gente simplemente era juzgada mal. —¡Hola, Zav! —Mirando hacia arriba, vi a un chico de mi clase de inglés caminando hacia mí. Tenía una graciosa señal en la frente, debido al rayo de sol que venía detrás de mí. —Umm. —Hice una pausa, tan pronto me di la vuelta para ver si en realidad estaba hablando conmigo. Sabía que probablemente no era el único Zavier por aquí—. ¿Sí? El chico se mordió la lengua, y lanzó su pulgar por encima del hombro para señalar en el frente de la escuela en la que todo el mundo estaba bien perezosamente o caminando alegremente. Puede que sea fácil adivinar que en realidad estaban sonriendo ante la idea de ir a la escuela. —Eh, Evelyn está buscándote. —Y con eso, se salió de su grupo de amigos, mientras yo fruncía el ceño. ¿Por qué estaba diciéndole a alguien, que me dijera, que me estaba buscando? Podría haberme enviado mensajes de texto, o incluso llamado. Oh, no, ¿estaba rompiendo conmigo? ¡Vaya! Eso era melodramático, Zavier. Sí, ¡ella estaba "rompiendo" contigo cuando ni siquiera tenías una relación con ella para empezar! Bueno, romperíamos como amigos, supongo. ¿Finalmente habría decidido dejarme por Davne? Sólo de pensarlo me daban ganas de vomitar en ese hermoso arbusto justo ahí. Encogiéndome de hombros y sacudiendo mi cabeza, decidí enviarle un texto a Evelyn, para ver por qué me estaba buscando y donde estaba. Si me estaba buscando, lo mejor era decirle exactamente dónde estaba. Mentiría si dijera que no estaba nervioso acerca de verla. Todavía era incómodo entre nosotros. ¿Mencioné que ni siquiera la había mirado correctamente o incluso hecho contacto visual desde ya-saben-qué? Bueno, cuando lo hice (o estaba muy cerca), inmediatamente apartaba la mirada. Y ahora que quería hablar... bueno, sabía que sería difícil no mirarla. Yo: ¿dónde quieres que te encuentre? Evelyn: Habitación 320. Fruncí el ceño ante su respuesta extremadamente rápida. Que yo sepa, la habitación 320 era una habitación de química abandonada donde muchos clamaban que estaba embrujada o algo así. No creo en esas historias, y tenía curiosidad en cuanto a lo que Evelyn quería de mí, en esa clase en particular. Pero

todavía me acordé de que guardábamos nuestra distancia, así que supongo que no estaba más que manteniéndolo "bajo". Me encogí de hombros y caminé dentro de la escuela, en dirección a la clase, que estaba en el tercer piso. Una vez que estaba justo en frente de la puerta, no vi ninguna luz en absoluto, así que me pregunté si Evelyn estaría haciéndome una broma o algo así. Ya saben, para aligerar un poco el estado de ánimo entre nosotros. Pero antes de que pudiera irme, la puerta se abrió rápidamente, y una mano salió disparada para agarrar mi cuello. Me tiró directo dentro y sentí mi corazón correr a ciento cincuenta kilómetros por hora contra mi caja torácica. Oh, no, y si no era Evelyn quien me envió ese mensaje, y el chico que me habló de su deseo de reunirse conmigo, era sólo una parte de una banda a la espera de atraparme y... Está bien, respira profundo Zavier, no te asustes. No lo hagas, tiene asuntos peores con los cuales... —¡Zavier! ¡Señor Jesús, toma el volante! —¡Zavier! —De repente, las luces se encendieron y vi el hermoso rostro angelical de Evelyn mirándome con preocupación y un ligero ceño—. Cálmate, sólo soy yo. Soltó mi cuello y se volvió. Traté de serenarme y de actuar normal. Me aclaré la garganta e inspire. Sólo actúa natural. —Eh, ¿qué pasa? —Sólo... —comenzó, mientras caminaba alrededor de una estación de laboratorio donde yacían un par de viejos tubos de vidrio rotos—. Quería comprobarte. Chicos, me hubiera venido con ustedes esta mañana, pero Drake me dio esa hermosa motocicleta por una razón. Asentí y tragué mientras me rascaba la nuca. Ahora estaba en la inspección de una gran pieza de vidrio como si no tuviera miedo de romperlo. Pero mí me daba miedo de que se cortara y viniera tras de mí con esa cosa. No, ella no... Haría eso... Tosí alto y miré hacia arriba. Ella suspiró y dejó el vaso con mucho cuidado. En ese punto, me ruboricé, sólo recordando nuestro pequeño beso. Pero no era gran cosa, ¿no? Fue mi primer beso, pero en realidad no fue un beso, por decir. Entonces. ¿por qué actuaba así? —Pareces tenso —comentó ella, comenzando a caminar hacia mí como si fuera su presa. Oh, ¡cállate, Zavier!—. ¿Estás bien, oso de peluche? —Eh shh... u… umm, sí... sí, ¡estoy totalmente bien! ¡Tan bien como puedo estar! —Una vez que solté la última parte, me di una cachetada yo mismo, pero lo único que hizo fue soltar una risita que se hizo eco por toda la habitación. Realmente me encantaba ese sonido... ¡si no estuviéramos en esta habitación espeluznante y no sonara como que básicamente quería matarme! —Seguro que lo estás. —Justo cuando dijo eso, tuvo el descaro de hacerme un guiño, y me di cuenta de lo coqueta que era en realidad.

Tuve que revisar lo que había dicho embargo. Porque cuando estaba a su alrededor, decía las cosas antes de pensar en ellas primero. Ella estaba realmente haciéndome algo para mí, ¿no? —Pero en realidad, estoy preocupada por ti. Tragué y asentí, mirando hacia abajo para distraerme jugando con mis manos que de pronto se enfriaron debido al ligero frío en la habitación. Pero Evelyn no parecía molesta en lo más mínimo, y llevaba una camiseta y un pantalón corto. —Yo… yo podría haber sido mejor. Ella frunció los labios y asintió. —Mira, no quiero que las cosas sean realmente incómodas entre nosotros. Ese beso que compartimos... —¿C… cuál beso? —Levantó las cejas hacia mí—. Oh, ¡ese beso! Oh, no fue nada, sólo un beso, ¿verdad? No fue un beso, los besos son para las parejas, y para la gente a la que le gusta besarse entre sí, y es sólo la saliva dos de personas mezclada y... —Zavier, Zavier. —Ella vino para tomar mis mejillas para que pudiera mirar directo a sus grandes ojos azules—. Por favor, cálmate y déjame hablar. Mantén esa boquita linda tuya cerrada, ¿de acuerdo? —Asentí lentamente y me soltó. Se dio la vuelta y empezó a examinar las viejas cosas colocadas en las estaciones de laboratorio, como si fueran las cosas más interesantes en las que nunca hubiera puesto sus ojos—. No quiero que actuemos de manera diferente, es todo lo que estoy diciendo. He estado diciéndole a mucha, mucha gente que no estoy saliendo contigo en absoluto y algunos realmente parecen creerme. Se mordió los labios, haciéndome pensar que podría haber estado mintiendo ahora—. Pero lo que sea. ¡Mierda! ¡Lo siento! Me olvido de que no te gusta que maldiga pero es prácticamente mi naturaleza, por lo que no puedo evitarlo. Joder con lo que la gente piense. Nunca me importó y a ti tampoco debería hacerlo. Somos amigos, y estamos aquí para el otro, ¿no? Poco a poco asentí y ella con gusto continuó: —Entonces, debemos poder mantenernos unidos. Y el beso que compartimos... bueno, piensa en él como un pequeño gesto amistoso. —Todo lo que hice fue seguir mirándola, teniendo cada palabra—. Quería ayudarte y tuve un enorme ataque de pánico. Sinceramente, odiaba verte así. Tenía miedo. Miré tímidamente mientras ella jugaba con mis dedos. Su preocupación era prueba de que una chica mala no siempre era mala. Ella tomaba malas decisiones, sí, pero no cuando trataba de salvar a otros. Podría ser cuidadosa en el fondo y no era como si no tuviera completamente nada de miedo. Se sentía bien, saber que realmente se preocupaba por mí, el chico nerd. —Gracias, Evelyn —dije, mi voz quebrándose un poco debido a mi timidez alrededor de ella. Oye, me ponía cómodo a su alrededor, pero todavía estaba nervioso a veces. Era posible, sobre todo después de ese beso que compartimos. Pero como dijo, fue sólo para ayudarme, y me ayudó. Debería dejar de pensar en él. Todo lo que hizo fue asentir y mirar alrededor de la habitación mientras golpeaba una de las mesas con sus largas uñas. —¿C… cuándo fue tu primer beso?— Mis ojos se abrieron ante eso, e incluso volví la cabeza lejos de ella, sonrojándome aun agradeciéndole a los cielos que no había casi

ninguna luz aquí para que viera mi enrojecimiento. Pero no era como si importara — me sonrojaba todo el tiempo. Hablando en serio, ¿¡por qué acabo de decir eso y por qué no había siquiera pensado en eso primero!? ¿¡Ves lo que quiero decir!? ¡Ella estaba haciéndome esto a mí! —Oh... —Evelyn sonrió mientras poco a poco miraba hacia ella de nuevo—. ¿Estás preguntándome eso en serio? —Yo, umm... ¿supongo...? Ella se echó a reír mientras caminaba más cerca de mí. —Está bien, Curious George6. Fue entonces cuando agarró un taburete y se sentó sobre él. Quedó mucho más abajo que yo, debido a eso, y su rostro estaba probablemente en mi pecho o más abajo, pero yo me quedé de pie. ¿Era en serio que me iba a decir sobre su primer beso? Sí, tenía curiosidad, pero, ¿realmente iba a decírmelo así como así? ¿Sin siquiera preguntar por qué se lo pregunté? Oh bien... —En realidad no fue tan especial. Fue en quinto grado. Este chico y yo como que anduvimos un poco, y estábamos casualmente en la parte trasera de la escuela, simplemente charlando sobre cosas dulces. —Se burló y puso los ojos en blanco, pero todavía había humor en su tono—. Siempre era agradable conmigo, pero no sentía nada por él en absoluto. Aunque, era un gran amigo. Así que estábamos hablando y yo estaba contra la pared... entonces ¡boom! —Eso causó que saltara debido a que aplaudió inesperadamente con sus manos justo en frente de mi rostro—. Alguien lo golpeó en la parte posterior de la cabeza con un balón de fútbol, de fútbol americano... No sé cuál exactamente. Todo lo que sé, es que pudo haber sido un maldito tractor a juzgar por lo duro que lo golpeó. Y la cosa fue que, estaba justo en frente de mí. Así que cuando lo golpeó, lo hizo tropezar más cerca de mí y aterrizar sus labios directo en los míos. Nos quedamos así, con los ojos muy abiertos con los labios fruncidos qué… —Frunció el ceño y miró su reloj invisible—... ¿siete, seis segundos? Me reí y miré hacia abajo. Vaya, una vez que dijo la parte ¡boom!, pensé que sólo fue directo a ella y la besó. Pero alguien lo golpeó y fue básicamente fue un beso accidental. ¿Quién lo hubiera pensado? La misma imagen me hizo reír. Eso debió haber sido un beso incómodo para ella. ¿Fueron todos sus besos torpes? Tenía curiosidad por saber eso también. —Ese, mi querido osito de peluche, fue mi primer beso. —Está bien —dije entre risas. Entonces me di cuenta de que me estaba mirando con ojos brillantes. ¿Qué estaba haciendo? Cada vez que me miraba de esa manera, sabía que me hacía algo. No sé qué es exactamente, pero... sabía que había algo definitivamente. —¿Quieres saber la historia de mi primer beso con lengua? Vamos a ver... — Parecía sumida en sus pensamientos, cuando de repente, chasqueó los dedos, como si una bombilla se hubiera apagado en la parte superior de su cabeza—. Ah, sí, fue a finales de noviembre, y su hermano mayor lo acababa de avergonzar diciéndome que tenía un pequeño...

6

Hace alusión a una caricatura llamada así.

—¿Sabes qué? —la interrumpí, empezando a caminar hacia atrás con una sonrisa falsa, mientras señalaba con mi pulgar por encima del hombro, lo que indicaba que me iba—. Creo que la clase está a punto de comenzar... —Y con eso, salí. No necesitaba saber ese cuento.

•Evelyn• A la hora del almuerzo, me dirigí a nuestra mesa de siempre y vi a Ethan lanzándole pedazos de zanahoria a Jesse, quien los atrapaba con su boca. Bueno, lo intentaba, por lo menos. Después de que Zavier me dejó en ese cuarto abandonado de química, me quedé allí un poco antes de decidir salir a clase también. Estábamos en clase de historia cuando me miró y se sonrojó cuando le guiñé un ojo y le sonreí. Parecía un poco nervioso y tímido debido a que Joss estaba sentado junto a él. Interiormente me reí mientras seguía robándole miradas a ella. Oh, cómo me pregunté cómo habría sido si realmente hubiera recordado esa fiesta. No pensé que hablaran correctamente desde entonces. Quiero decir, sí tuvieron esa reunión de mate-atletas, pero ni siquiera estuve despierta la mitad de ella (o en alguna parte de ella, en realidad). Por la forma en que la miraba, sin embargo, sé que se sentía extraño. Sólo esperaba que él no se sintiera incómodo por nuestro beso —o con nuestro beso, por decir. Quería saber cómo se sentía realmente él sin embargo. ¿Le gustó? ¿Querría besarme de nuevo? A pesar de que parecía callado, ¿tal vez estaba enojado porque le había robado su primer beso? En realidad no era un beso de todos modos. Todavía podía salir y besar a Joss. Podía ver lo mucho que realmente le gustaba, y la había conocido todos estos años. Quería ayudarle a finalmente hacer un movimiento después de tanto tiempo... pero, por otro lado, tampoco quería ayudarlo. Él no era mío, pero quería que estuviera solo... ¿o conmigo? No lo sé. Era una estupidez de mi parte pensar siquiera de esa manera. Nunca pensé que una chica como yo y un chico inocente como él pudieran congeniar así, sin importar lo que oí. Creía que la gente como nosotros debíamos permanecer separados. Realmente sólo éramos amigos e incluso eso era raro. Todo esto no sonaba bien para mí. ¿Qué pasa si quería hacer algo ilegal? (... Que casi siempre quería hacer.) Pero qué tal si él quería —oh, no sé—, ¿jugar a las damas o alguna mierda así? No podía imaginarnos haciendo nada de eso juntos. Joder, ¿en qué estaba pensando? Probablemente sólo estaba muriéndome de hambre en este momento. Poniendo mi bolsa en el suelo junto a Ethan, ya que confiaba en ese hijo de puta más que en Jesse, me alejé para conseguir mi almuerzo. Busqué a Davne, pero él no parecía estar aquí hoy, lo que me hizo muy feliz. Me sentía extraña con él y eso era bastante difícil de explicar, también.

Ahora, él y yo encajábamos como un rompecabezas. Éramos iguales, sin embargo, diferentes, si eso tenía sentido. Cuando conocí a Ian y a Darrel, eran pendejos molestos. Pero nos llevamos bien lo que hizo que fueran muy divertidos. Eran chicos malos y divertidos, lo que significa que no eran tan serios todo el tiempo. Odiaba cuando la gente era demasiado seria. ¡Tienen que aprender a reírse del mundo, de la gente! Entonces me reí de mí misma y agarré el almuerzo. Después de pagar y caminar de vuelta a nuestra mesa, me di cuenta de que Zavier estaba sentado en el otro extremo de la misma, estudiando, o al menos eso parecía. Sabía que estaba nervioso otra vez porque su pie derecho estaba golpeando frenéticamente el suelo. Jesse le arrojó un trozo de comida, y fue entonces cuando Zavier lo miró, molesto. —¿Qué quieres? —preguntó, mientras yo iba y me sentaba al lado de Ethan. —Hola, chicos —dije, aunque sólo miré a Zavier—. ¿Qué pasa? —El tipo está actuando raro —comentó Jesse, mientras miraba a Zavier con una cara un poco disgustada y cruzando los brazos sobre el pecho. —¿Cómo que estoy actuando raro? ¿Estudiar y leer es raro? —preguntó Zavier—. En todo caso, es normal. —Sí, pero —Ethan se detuvo para ponerse de pie y llegar adelante para agarrar el libro de texto de Zavier. Entonces, se sentó de nuevo y cerró el libro para enseñarnos la portada—. Sólo se lee un libro de Salud cuando se quiere evitar algo. Zavier se adelantó y arrebató el libro de las manos de Ethan. Él entrecerró los ojos hacia él y luego abrió el libro en una página al azar. —Eso no es cierto. Me gusta leer sobre... —Echó un vistazo a la página que abrió— ... los órganos genitales masculinos. Él frunció los labios como si no fuera gran cosa. Pero todos continuamos mirándolo con cejas elevadas. Fue entonces cuando resopló y cerró el libro, cayendo hacia atrás en su asiento para pasar las manos por su rostro. —Está bien, se trata de Joss. Jesse gruñó ante eso y puso los ojos en blanco. —Buddy, ella no recuerda nada, y lo sabes. ¡Así que superarlo ya! ¡Por Favor! —Pero, ¿y qué si la gente le dice al respecto? —No seas ridículo, nadie lo sabe. ¡Hola, Joss! —¡Amigo! —Zavier inmediatamente fue a tapar la boca de Jesse, pero todos sabíamos que era una estupidez, puesto que ya era demasiado tarde. Joss estaba en camino y Zavier estaba prácticamente sentado en el regazo de Jesse. Jesse incluso trató de empujarlo fuera mientras decía: —Sal como el infierno fuera de mí, hijo de… —Hola, Jesse —dijo Joss, mientras Zavier se alejaba de Jesse y trataba de actuar tan normal como le era posible. Ella le sonrió al grupo, pero pareció desvanecerse cuando me notó. Le sonreí y apuñalé mi comida con mi tenedor... duro. Ella incluso se

dio cuenta y se encogió, volviéndose a los chicos con una sonrisa que probablemente era tan falsa como su pequeño... —Hola, Joss. Me estaba preguntando. ¿Qué harás este viernes vecina... —Jesse no llegó a terminar la frase ya que Zavier había cubierto su boca con su mano. La muñeca Barbie los miró como si estuvieran locos. —Él está actuando extraño en estos momentos, diciendo cosas que no quiere decir sin pensar acerca de ellas primero. Deberías irte. —Zavier le dio a Joss una sonrisa bonita, y ella asintió antes de salir de la cafetería. Ethan y yo compartimos una mirada, y luego comimos lentamente un trozo de nuestra comida. Bien entonces... qué acababa de pasar, ¿eh? —¡Ew! ¡Jesse, asqueroso! —chilló Zavier y se limpió la palma de la mano en el rostro de Jesse y en su camisa. Jesse se limitó a sonreír, pero era evidente que estaba molesto por lo que Zavier acababa de hacer. ¿Yo? Estaba como, más o menos, haciendo un baile feliz dentro de mi mente. Tee—hee. —¡Esa fue tu oportunidad, grandísimo cobarde! —dijo Jesse, mientras golpeaba a Zavier en la cabeza, y empezaban a discutir y darse bofetadas entre sí. Recordé que Jesse me dijo acerca de ayudar a Zavier a estar más cómodo alrededor de las chicas. Pero eso significaría enseñarle mucho. Entonces, ¿tendría que hacerlo? ¿Sólo para que finalmente pudiera ir y estar con Joss ya? La idea todavía me mareaba, pero no era como si realmente fuera a terminar enamorada de él o estando con él, así que supongo que sólo tenía que tomar la oportunidad y hablar más tarde con él. Siendo Zavier, estaba tan seguro de que le negarían la oferta de inmediato... o al menos eso pensaba.

17 Charlas y hurtos •Evelyn• ¡Finalmente, viernes por la noche! Pensé emocionada cuando me senté en el sofá con un tazón de palomitas de maíz para ver mi canal de surf. Stormy se había ido y Zavier llegaría en pocos minutos porque tenía, nuevamente, alguna reunión friki. Me preguntó si quería ir con él. Pero diablos, no quería ver a sus pequeños amigos raritos, y no quería aburrirme hasta la muerte otra vez. Lo siento, pero esas cosas son muy aburridas. ¿Cómo podía hacerlas? Realmente debe amar las matemáticas. Umm, ¿pero qué tal si estaba allí para ver a Joss? ¡Oh, eso tenía mucho sentido! Dios, recordé que tenía que hablar con él más tarde. Había evitado la charla acerca de nuestro pequeño trato desde el miércoles. En su mayoría me involucraba a mí ayudándole con las niñas, y él me ayudaría con... bueno, con lo que me viniese a la mente. No creo que me ayude a vender drogas, o cualquiera de esas cosas, así que estaba completamente fuera de cuestión. Intenté pensar en algo, por si aceptaba mi trato, ¿tal vez había llegado a algo por su propia cuenta? Oh mierda, ¿y si dice que me enseñará algo sobre cada hueso del cuerpo humano? ¡Por supuesto que no! Sacudiendo esos pensamientos, cambié a MTV y decidí ver Awkward. Ahora, esta chica no podía decidir con qué chico quiere estar. ¡Oh, el drama! Pero en realidad me gustaba. No había otra cosa de todos modos. A eso de las 16:30, escuché un golpe en la puerta. Pero, maldita sea ¡Había una pelea en la televisión ahora mismo! Después de escucharlo una y otra vez, sin embargo, me quejé y me levanté para abrir la puerta. Nunca quité los ojos del televisor, incluso cuando abrí la puerta. Pero vamos, si fuese un ladrón el que estaba golpeando, le patearía el culo antes de que ponga un solo pie en la casa. Afortunadamente, no era un ladrón. Era sólo el pequeño Zavier Coin. —Gracias por abrir la puerta cinco minutos después de que la golpeara —dijo sarcásticamente mientras cerraba la puerta después de entrar. La televisión acababa de ir a los comerciales, así que me giré hacia él y lo vi sosteniendo una bolsa de plástico. —Realmente necesitas llevar tus llaves. ¿Qué pasa si no hubiese habido nadie en casa? Yo hubiese entrado fácilmente ya que sabía cómo abrir cerraduras, pero, qué haría él realmente, ¿romper una ventana? ¿O quedarse fuera a esperar por estar demasiado asustado como para hacerlo?

—Uno, sabía que estabas en casa. Dos, siempre pierdo las llaves por alguna razón. Y tres, si no abres la puerta durante al menos media hora, hay un pasadizo secreto en el patio trasero que se utiliza sólo para emergencias. Oh, ¿en serio? Tendría que comprobarlo algún día. Pero en este momento tenía mucha curiosidad por saber que había en esa bolsa. ¡Huele a chocolate, que bien! —¿Qué hay ahí? —Traté de mirar dentro de la bolsa de plástico, pero Zavier golpeó suavemente mi mano, haciéndome fruncirle el ceño. ¡Bueno, cielos, muchacho! Yo sólo quería saber. Soy una niña curiosa. —No lo toques. Mamá dijo que recogiera una tarta de la casa de una señora. No sé para qué la quiere, ya que no es el cumpleaños de nadie. Pero no la comas antes de que mamá vuelva a casa. Se ve muy sabrosa, pero si yo puedo controlarme entonces tú también puedes hacerlo. —Me dio una mirada seria, y cuando me eché a reír, él empezó a sonreír. —Te veías tan serio —dije entre risas. —Bueno, estaba tratando de serlo —respondió, mientras agarraba su mochila y comenzaba a caminar hacia las escaleras para ir, probablemente, a su habitación el resto de la noche. —¿Cómo estuvo la reunión de frikis? —Le espeté, provocándolo mientras lo miré inocentemente. Se giró y me observó bastante molesto. Estaba esperando eso. —No es una reunión de frikis, se trata de una reunión de Mate-atletas. —La misma cosa —bromeé, mordiéndome el labio para no reírme en voz alta—. ¿Cómo fue? ¿Asustado por Joss otra vez? Suspiró y miró hacia abajo, mordiéndose el labio inferior. Oh, yo quería morder ese maldito labio delicioso. ¡Cuando le besé, debería de haberlo mordido! No, espera, ¿eso podría estar mal? ¡Ja! ¿Desde cuándo me importaba si hacía algo malo? Pero no quería hacerle daño en ningún momento. —Es estúpido. Todo este asunto —dijo mirándome con esos ojos marrones adorables. Parecía un ángel en este momento, no importaba lo estúpido que podía parecer eso viniendo de mí. —¿Qué? ¿Gustar de alguien? —Gustar de alguien por años y no hacer nada al respecto. Fruncí el ceño ante sus palabras. No era más que un chico tímido que tenía miedo al rechazo. Bueno, la verdad es que todo el mundo teme al rechazo. Pero Zavier es muy consciente de sí mismo, así que ponerse a sí mismo por ahí es mucho más difícil para la gente como él. Si le digiera que a Joss realmente le gusta, entonces pensaría que le estoy mintiendo para que se sienta mejor por toda la situación. —Ella me dijo en la fiesta que le gusto, pero... Me quedé boquiabierta ante eso. —¿¡Qué!? —Me acerqué y juguetonamente abofeteé sus brazos. Él pareció sorprendido—. ¿¡Ella hizo eso!? Pues bien, ¡vamos, muchacho! —Fue entonces cuando

lo agarré de su mochila y lo tiré al otro lado de la habitación, y empecé a empujarlo hacia la puerta. Estaba prácticamente pegada a sus talones—. ¡Ve por ella! —¡Espera! —Se giró y me agarró de las muñecas para detenerme—. Ella estaba borracha, realmente no le gusto. —No seas terco. ¡Cuando la gente está borracha, dice la verdad! Todo el mundo excepto yo. Como la vez que de dije a Davne, ¿por qué tengo que decir la verdad mientras estoy borracha cuando digo la verdad cuando estoy sobria? —De cualquier manera, ¡no estoy listo! Todavía soy muy tímido y me pongo nervioso a su alrededor. ¿Cómo se supone que voy hablar con ella y hacer todas las cosas amorosas de una relación? Esta era mi oportunidad. Yo le podría ofrecer mi pequeño trato para ayudarlo. Quiero decir, estaba más cómodo conmigo a pesar de conocer a Joss desde hace mucho tiempo. ¿Pero quizás había algo diferente en mí que le hacía sentir cómodo más rápido? Sin embargo, quedaba claro que era tímido con cualquier chica cuando se trataba de besos y partes de una relación. Por lo tanto, yo quería ayudarlo con eso. Sinceramente, pienso que sería un gran novio también. Joss sería una chica con suerte. —Tal vez pueda ayudarte, Zavier —dije finalmente con cara seria. Él sólo frunció el ceño, mirándome como si tuviera una tercera ceja. De hecho, conocí a alguien así una vez—. Ya sabes, soy una chica, obviamente. —Me reí de eso, pero él todavía parecía estar confundido por mis palabras. ¡Oh! ¿Cómo debía plantear esto, para que dijera que sí en un instante?—. Y puedo ayudarte a sentirte más cómodo con las chicas. Te puedo enseñar sobre las relaciones y hablarte de cómo son las niñas y cosas por el estilo. —¿Quieres decir... —Tomó una pausa para pensarlo. Entrecerró los ojos y me mordí el labio, esperando a que pensara que es una muy buena idea—. Me dirías cómo son realmente en el fondo, y me enseñarías a sentirme cómodo con... —¿Enseñarte a... besar correctamente? Umm... —¿Qué más podía decir? Quería hablar con él acerca de lo que le gusta a una chica y que odia, pero sobre todo quería enseñarle a estar con una chica físicamente. Como besar, tocar... ¡Oh, me estaba poniendo caliente y molesta con sólo pensar en esas manos sintiéndome y... ¡Deja eso ya, Evelyn! Tus hormonas están salvajes, en serio. ¡Hagan esto juntos! —¿B-besar? —preguntó, tropezando un poco con la palabra, y sus mejillas se tornaron de un color rojo brillante—. ¿Me enseñarás la forma correcta si no lo hago bien? Tarareé un sí para él. —Sólo si quieres. Puedo mostrarte cómo sostener correctamente a una chica. Cómo ser amable, y cómo cuidar de ella. Aunque estaba segura de que trataría de ayudar a cualquier chica que se encontrara en grave peligro. Me reí por dentro en ese momento. De hecho, me gustaría ser así y cuidar de mi novio si no estaba hecho para luchar. Aunque, realmente prefiero conseguir uno que luche a mi lado. Eso sería más divertido.

Eché un vistazo a Zavier. De ninguna manera terminaremos juntos. Era posible, sí, pero si me preguntan a mí, sería imposible. Zavier seguía mirándome, hasta que tímidamente miró con esas mejillas rosadas y adorables. Maldita sea, ¿¡podría dejar de ser lindo por un segundo!? Él realmente no sabía lo atractivo que era. —Yo... —S-sí no quieres hacerlo, está totalmente bien. Olvida que te pregunté —le dije rápidamente presionando mis labios juntos mientras nerviosamente me balanceaba sobre un solo pie. ¿Por qué estaba nerviosa? No lo sabía. Pero creo que tenía que ver con su respuesta. ¿Realmente quería hacer esto? Sí, esto me daba una razón para estar con él. Besarlo, sentirlo, enseñarle... todo. Sonaba tonta y cliché en ese momento. En serio tenía que detenerme. Era viernes. Supongo que sólo me estaba volviendo loca después de una semana muy larga. —Voy a, umm... Me lo pensaré —dijo en voz baja. Mis ojos se abrieron demasiado grandes, pero con felicidad en el interior. ¿Él realmente lo pensara? ¿He oído bien? —Está bien —le dije con una pequeña sonrisa, agarrando el borde de mi camisa, mientras corría por las escaleras hasta su cuarto. Bueno, entonces, supongo que tenía que esperar su respuesta final. Pero esperaba que eligiera la respuesta que quería.

•Zavier• Una vez que llegué a mi habitación, arrojé mi mochila por algún lugar en el suelo y me tiré de espaldas en la cama pensando en lo que Evelyn me había ofrecido. ¿Realmente estaba pensando en esto? Quiero decir, no era una mala idea, para ser honesto. No sé, tal vez solo estaba loco, pero sonó como si realmente quisiera ayudarme con mi timidez y autoconciencia. Ni siquiera debería preocuparme más por el beso. ¿Y qué si técnicamente robó mi primer beso real? Ya no importaba. Como que quería hacer esto, también. Evelyn es la única chica con la que realmente me sentía bastante cómodo. Así que si ella me enseñaba todas estas cosas diferentes, no me haría sentir demasiado extraño. Bueno, tal vez en algunos casos. ¿Pero debo dejar que me enseñe a besar y esas cosas? ¿No nos haría las cosas incómodas de nuevo... sólo que más? Porque sabía que odiaba que nos sintiéramos incómodos entre nosotros. Dios, no sabía nada. Y tampoco sabía cuánto tiempo estuve así, mirando al techo y pensando en todo más de cincuenta veces. Pero cuando oí pasos acercándose, sabía que debía de haber pasado horas. Ni siquiera me molesté en mirar hacia arriba cuando escuché mi puerta crujir lentamente.

—Zavier, ¿puedes ayudarme a comprar algunas cosas en el mercado? —preguntó Evelyn mirando alrededor de mi habitación como si la estuviese viendo por primera vez. Algunas cosas estaban arrojadas por todas partes, así que había un ligero desorden. Pero no me importaba en este momento. Todavía estaba pensando. Tal vez un poco demasiado. —Eh. —Me aclaré la garganta y me senté lentamente, mientras que me rascaba la nuca. ¿El mercado? ¿Qué demonios quería del mercado? Teníamos suficiente comida aquí. ¿O no era suficiente para ella?—. ¿Supongo...? —Mientras caminemos y no usáramos esa moto. Ella asintió y sonrió, pero cuando observó algo en el lado derecho de mi habitación, se quedó sin aliento. Me di cuenta de que estaba mirando dentro de mi armario. —Awww, ¿tienes gorros? —Antes de que pudiera detenerla, ella caminó a la derecha y se acercó a mi colección de gorros peruanos colgados en el interior de la puerta de mi armario. Sonrió adorablemente y tomó uno de mis favoritos. Era un sombrero blanco suave y esponjoso con orejitas de panda negras en la parte superior. Las solapas de cada lado alcanzaban mi clavícula, también—. ¿Cómo es que no te he visto usarlos? Me gustaba usarlos, pero no en la escuela. Recibía burlas a causa de ello, sobre todo de parte de Jesse. Siempre se preguntó por qué me encantaban los sombreros. —Yo... porque el clima no es muy frío —le contesté a Evelyn encogiéndome los hombros, aunque sonó más como una pregunta. —Pero hace frío hoy. ¡Póntelo! —dijo con entusiasmo sonriendo de oreja a oreja mientras saltaba en la cama. Estaba muy cerca ahora ya que se encontraba de rodillas, con una de ellas tocando mi muslo, mientras ponía el sombrero en mi cabeza. Tímidamente miré hacia abajo. Luego arregló mi flequillo expuesto y colocó sus manos en las pequeñas aletas, muy cerca de mi cuello. —¡Te ves adorable! Bueno, siempre lo haces, pero el sombrero te hace aún más adorable —dijo mientras me guiñaba un ojo, haciendo que me sonrojara y tragara saliva. Me miró con tanta intensidad que comencé a sentirme nervioso. Ni siquiera me atreví a hacer contacto visual. Quizás es porque ella era realmente hermosa. Entonces, de repente, me besó en la nariz y se rió, como si fuera de lo más común. Y lo era, al menos para ella. Recordé que hizo lo mismo en su primer día de escuela. No sabía si era posible estar incluso más rojo. Afortunadamente, casi de inmediato saltó de la cama después de eso. Pero antes de salir de la habitación agarró mi gorrita Domo y rápidamente se la puso. —¡Vámonos!

*** Ya que nunca, nunca más en mi vida me volvería a subir en esa Ducati, le pregunté a mamá si podía tomar el auto. Ella preguntó por qué, ya que era un poco sospechoso que nos fuéramos de repente y no solía usar su auto. Pero sólo le dije que íbamos a ir de

compras, lo cual es cierto. Aunque, por alguna razón, sentía como que Evelyn tenía algo bajo la manga. Nah, puedo estar equivocándome. Tal vez sólo quería un poco de Nutella o algunos Bollos de Miel. Nosotros realmente no comprábamos mucha comida chatarra de todos modos. Por supuesto, mamá confió en mí por completo, no dudó y me entregó las llaves de su Cadillac Escalade gris. Pero fuera de la calzada, Evelyn intentó arrebatarlas lejos de mí. —Ep, ep, ep —dije mientras sostenía las llaves fuertemente en mi puño—. Yo conduciré esta vez. Ella hizo un mohín y encorvó sus hombros, formando una pequeña sonrisa en mis labios. Era tan linda. ¿Por qué estaba teniendo todos estos pensamientos acerca de ella? Siempre, incluso desde el primer día, pensé que era hermosa. Pero ni siquiera recuerdo la última vez que llamé a Joss linda o adorable. No se trataba de como lucía, sin embargo. Sobre todo me gustaba Joss debido a su belleza interior, pero como lucía, era un extra. Evelyn era sólo una amiga, aunque éramos muy diferentes. Manejé al mercado a la velocidad adecuada y noté que Evelyn estaba molesta. —Sabes, osito de peluche, llegaríamos mucho más rápido si pisas el acelerador sólo un poquiiiito más. Me lamí el labio superior. Oso de peluche. No me molestaba tanto como lo hizo la primera vez. Me gustaba el hecho de ser el único al que le ha dado un apodo. O al menos eso creo. —Me alegro de saberlo, pero no estoy planeando mi muerte hoy. —Lo que sea —dijo, aunque podía oír el humor en su voz. Llegamos al mercado de la ciudad, que siempre parecía estar lleno, en unos siete minutos. Pero hoy no había mucha gente, por lo cual estaba agradecido. Realmente odiaba ir de compras cuando había filas muy largas. En serio, a veces me gustaría dejar las cosas que tengo la intención de comprar y caminar a la salida porque me pongo impaciente. —Muy bien, ¿y qué es lo que necesitas de aquí? —le pregunté mientras empezábamos a caminar hacia la entrada. Evelyn sonrió y saludó a algunas personas al azar, y una anciana incluso se rió y nos señaló claramente divertida. Es entonces cuando me di cuenta de que Evelyn me había agarrado del brazo y parecía como si fuésemos pareja. Oh genial, no esta vez. Era bueno no estar en la escuela. Pero existía la posibilidad de ser vistos por personas de la escuela aquí. ¿Todos ellos sabían que Evelyn estaba viviendo conmigo? ¿Y que ella no era una amiga de la familia, como yo le había dicho a Joss? Niego quitándome esa idea cuando noté a Evelyn tomar un carro y seguir caminando, incluso cuando un cartel cercano decía claramente que no lo hiciera. Pero bueno, ¿desde cuándo ella sigue las reglas?

—Sólo un poco de Nutella —respondió con un encogimiento de hombros. ¡Lo sabía!—. Y algunas otras cosas. Necesitamos comida chatarra, Zavier. Necesitamos de todo. Yo tenía razón. Pero oye, estaba deseando algo para mí mismo. —¡Muy bien, entonces! Voy a pagar por ellos así que no te preocupes. Simplemente no compres muchas cosas —dije con una sonrisa, aunque sólo me sonrió mientras colocaba un par de brownies, bollos de miel y donas en el carro. Después de que colocó todo dentro del carro, lo empujé para nosotros. —No hay necesidad. Bueno, todo bien entonces... Espera, ¿qué? ¿Tenía dinero? No tenía un trabajo, pero mamá siempre me daba algo por las tareas que hacía y esas cosas. En realidad no soy el típico de 5 o 20 dólares, tampoco. Por lo general me daba mucho más de lo que merecía, a pesar de que le dije que no quería mucho. Ella no quería que trabajara siendo tan joven. Pero era casi un adulto. Tendría que dejarme de sustentar pronto. Un pensamiento de repente me llamó la atención. ¿Qué pasa si Evelyn estaba traficando drogas? Le di un vistazo rápido, pero sólo parecía mirar a su alrededor, sonriendo como un niño en el día de Navidad. Estaba tan intrigada por cada trozo de comida, como si quisiera comprarlos todos. Después de unos quince minutos más o menos, todo el carro estaba lleno hasta el borde con todo tipo de comida chatarra, desde los chips y papas fritas a buñuelos y pasteles de chocolate, así como también de pops y ponche de frutas. Lo teníamos todo, en tantas variedades diferentes. ¡En serio! ¿Estaba pensando en hacer una fiesta? Porque si estaba pensando que la dejaría destruir mí casa, ¡puede pensarlo otra vez! —¡Vaya! Eso debería ser suficiente —aplaudió, mientras movía el carro y sonrió, aplaudiendo una vez más. ¿¡Suficiente?! ¡Ella no podía estar hablando en serio! ¡Esto probablemente podía suministrar a una pequeña parte de África! ¡Es demasiado! —¿De verdad compraremos todo esto? —Finalmente exclamé—. No darás una fiesta, ¿verdad? —Le di una mirada de sospecha mientras rápidamente pinchaba mi nariz con su dedo índice. —Ridículo. Vamos, yo sólo quiero todos estos alimentos para... —se detuvo y apartó los ojos un poco—... la caridad. Oh, tenía que estar mintiendo. No me engañaba. Intenté protestar, esperando que dejara la mitad de estas cosas pero no escuchó. En cambio, desapareció de mi vista, probablemente para ir a buscar algunas otras cosas que podría haber pasado por alto. Solo suspiré y cuidé el carro, consiguiendo algunas miradas extrañas de la gente que pasaba. Elegí ignorarlos. Después de un par de segundos, salté cuando escuché la alarma encenderse en la tienda. Y luego vi las luces rojas. Es entonces cuando Evelyn salió de la nada, con una sonrisa de oreja a oreja. Se echó a reír histéricamente, como una loca, y mi corazón empezó a acelerarse cuando la

vi correr todo el camino hacia las puertas con toda la compra. Espera, ¿¡no pagara por esas cosas!? ¡Oh, no, me siento enfermo! —¡Evelyn!

*** En este momento, estacionamos en paralelo en alguna calle al azar mientras trataba de recuperar el aliento. Estaba prácticamente sin respiración, también, sólo de pensar lo que acabamos de hacer. En la tienda, todo el mundo estaba empezando a correr al aire libre, ya que no tenían idea de qué hacer. La alarma sonó como una alarma de incendio, pero creo que fue una especie de alarma de seguridad la que Evelyn, muy probablemente, había activado. Así que, en realidad nadie nos vio. Y salimos de allí sin captar la atención de nadie. Evelyn descargó toda la comida en la parte trasera del auto tan rápido como un rayo. Y nos sacó de allí antes de que los policías pudieran aparecer. Aunque, ahora que me doy cuenta, ¡ni siquiera debería haber dejado que ella ponga todas esas cosas en el auto! ¡¿Qué estaba mal conmigo?! —Probablemente estamos prohibidos en esa tienda ahora —dijo Evelyn mientras mordía una magdalena cremosa con relleno blanco y rosa. Percibía diversión en su tono, pero todo lo que hice fue mirarla con una expresión que mostraba lo loco que pensaba que fue. —¿Qué fue exactamente lo que hiciste ahí atrás, Evelyn? Ella frunció los labios y parecía hacer un Flashback Mundial. —Ehh... Casi golpeé un vidrio en la carnicería. Y desafortunadamente, causó que la alarma sonara. Por supuesto. ¡Brillante! Sólo espero que no tuvieran ninguna cámara, sin embargo, porque si la tenían, estábamos en enormes problemas. —No te preocupes, me escondí de las cámaras cubriendo mi rostro con mi cabello. Ellos casi no tienen ninguna, de todos modos. —Me moví un poco hacia atrás cuando ella abruptamente puso su mano en mi hombro y se echó a reír con ganas—. Zavier, he hecho estas cosas antes. No es importante. —¿¡No es importante!? No... —Me tranquilicé y respiré hondo otra vez. ¡Casi tuve otro ataque de pánico a causa de su comportamiento imprudente! —. Sabes qué, nada. No importa. Finalmente, después de calmarme, los dos nos mantuvimos callados mientras que conducía a casa. Pero una vez que llegamos a la entrada, la miré de nuevo con la misma expresión que tenía cuando la vi salir corriendo de la tienda con la comida. —¿Sabes que podría haber pagado por todo yo? ¡Hubiera sido demasiado, pero todavía hubiera sido mejor que robar!

—Quería hacerlo por diversión, de manera ilegal, oso de peluche —dijo con calma dándome un guiño y tomando su Coca-Cola—. Lo siento si te metí en problemas. Pero realmente necesitas aflojarte un poco. Solo jadeé y pasé una mano sobre mi rostro antes de salir fuera del auto. Ella salió detrás de mí y vi a mi madre salir de la casa con una taza de té al mismo tiempo que abrí la puerta trasera de su auto. Demonios, ¿qué iba a pensar de esto? No tenía tiempo para pensar en un pequeño plan ya que estaba boquiabierta al ver la cantidad de comida chatarra en su auto. —¡Oh Dios mío! ¿¡De verdad los dos compraron todo eso!? —Nope, ellos nos lo dieron gratis —dijo Evelyn inmediatamente con una sonrisa juguetona en su rostro mientras corría dentro de la casa, gritando por encima del hombro—. ¿Tienes alguna caja de cartón o algo? Mi madre se giró para mirarme con las cejas levantadas y una expresión llena de shock. Pero todo lo que hice fue asentir y sonreírle tímidamente, mientras torpemente caminé detrás del auto para esconderme. Dios, cómo odiaba mentir. O tal vez era sólo el miedo por decir la verdad el que me hacía un cobarde, como Jesse había dicho en el pasado. Pero, ¿y si digiera la verdad y mamá enviaba a Evelyn lejos? Por alguna razón, odiaba la idea de que ella estuviera lejos de mí. Probablemente porque creo que realmente gané a una amiga muy buena. Claro, ella era una muy mala influencia pero pensé que me estaban empezando a gustar sus travesuras. ¿Sonaba loco?

18 Un sabor igual al arcoíris •Zavier• —Así que, ¿dónde guardáis la cerveza? Cuando escuché la voz de Evelyn bajando las escaleras, llevé mi mano al rostro y suspiré profundamente. ¿En serio? ¿En serio me acaba de preguntar eso? Ayer, fuimos a por un montón de comida basura (corrección, robamos), e incluso tuvimos que poner gran parte en el sótano porque había demasiada. Y ahora ¿ella quería un poco de maldita cerveza? Bueno, después de todo era Evelyn Jo. Realmente no debería estar sorprendido. Sacudiendo la cabeza, cerré mi MacBook y lo coloqué en la mesa del salón mientras tomaba un sorbo de mi té con hielo. Evelyn se acercó y me miró, probablemente esperando mi respuesta, pero sólo le alcé las cejas como si no supiese de lo que estaba hablando. No se lo digas, no se lo digas… Vale, la verdad era, que en realidad mi mamá guardaba un montón de bebidas alcohólicas en el sótano. Estaban dentro de un armario con una puerta deslizante. Pero había un candado en él, por lo que nadie más que mi mamá podía entrar. Sabía que si Evelyn lo averiguase, abriría esa puerta en no más de diez segundos. Hace tiempo, me di cuenta de que bloquear la puerta de mi habitación por la noche no iba a funcionar, por lo que simplemente ya no la bloqueaba más. No estaba tan paranoico como cuando la conocí por primera vez, pero todavía era bastante paranoico si tuviese que admitir la verdad. —¿Hola? ¿Osito de peluche? Volví a la realidad cuando una mano estaba agitándose frente a mi cara. Me di la vuelta para mirar a Evelyn y empujé hacia arriba mis gafas cuando los sentí caer del puente de mi nariz, justo dónde Evelyn inocentemente me besó ayer. Era tan directa. Me preguntaba cómo se sentiría realmente besar sus suaves labios. Me aclaré la garganta y me rasqué la parte posterior de mi cuello ya que sentí que mi cara se calentaba. ¿Por qué justo estaba pensando en esto? —¿Qué? —Pregunté dónde guardáis la… —No, no, no lo preguntes de nuevo. Aquí no hay cerveza. Tampoco ningún otro alcohol. —Sin quererlo, mis ojos la evitaron y miraron directamente a la puerta que

llevaba al sótano. Entonces, le di una risa falsa. Horriblemente—. ¿P-por qué pensarías que tenemos cerveza aquí? En serio… psh. ¡Guau! Evelyn me miró con la lengua dentro en su mejilla y después me estrechó los ojos con sospecha. —¿Por qué acabas de mirar hacia la puerta del sótano? —Pfft, ¿¡qué!? No lo hice. —Miré hacia la puerta de nuevo—. No miré hacia ella. —¡Detente Zavier! ¿¡Por qué eres un mentiroso tan terrible!? Era bastante bueno, ya sabes, mintiéndole a mi madre sobre algunas cosas. Pero supongo que depende del tipo de persona a las que estaba mintiendo. Evelyn me puso nervioso y lo admito, un poco asustado ya que sabía las cosas que podría hacerme. Como, posiblemente, matarme. Así que no quise meterme con ella y sin duda no quise mentirle. Pero lo acababa de hacer y vio a través de mí. Ella era buena. —¿Qué hay allí abajo, Osito de peluche? —¡Nada! —contesté un poco demasiado rápido, haciendo que interiormente quisiera abofetearme—. Q-quiero decir, la comida basura, por supuesto. —Dios, mátame ahora. —¿Me estás mintiendo? —preguntó y cerré firmemente mis ojos una vez que se acercó e intimó. Estaba prácticamente sentada en mi regazo y hasta movió su mano sobre mi pecho. ¿Mencione que estaba usando una de mis camisas negras sin mangas? ¿Junto con otro par de pantalones pitillo Adidas que tenía por allí? Había dormido con ellos, así que nunca me los quité. Pero ahora me arrepentí, ya que comenzó a acariciar hasta mis bíceps. Mi corazón estaba latiendo como un loco, e intenté con esfuerzo calmarme, pero no sirvió de nada, especialmente cuando estaba tan cerca de mí. —Yo, uh… umm… —Simplemente di no, di no, di…—, no —apenas susurré. Siguió mirándome fijamente y yo sabía que no me creía ni un poquito. Pero ¿quién lo haría? Era tan terrible para mentir. ¿¡Sin embargo, no podía dejar de mirarme fijamente así!? ¡Es como si ella está mirando directo dentro de mi alma! ¡Como un maldito gato! Intenté apartar la vista, pero todavía sentía que su mirada fija me quemaba, haciéndome sentir tan incómodo que ni si quiera podría incluso apartar la mirada. Y ni cinco segundos más tarde, finalmente solté la verdad. —¡Está bien, están en el armario de abajo, simplemente deja de mirarme de esa manera! Ella sonrió y me dio un beso rápido en la mejilla antes de largarse. —Eso es todo lo que necesitaba, Teddy. ¿Qué estaba mal con esta chica?

***

Como había predicho antes, ni siquiera tomó diez segundos para romper la cerradura. Bueno, no la rompió exactamente, pero la abrió con mucha facilidad. Todo lo que necesitó era algo afilado y puntiagudo. Tomó algún Jack Daniels y cerró la puerta, como si nunca hubiésemos estado cerca de ella. Entonces, sonrió en señal de triunfo y subió las escaleras mientras me quedé allí, reflexionando sobre conseguir o no un poco de la comida basura que está sobre la mesa. Sólo para ahogar algunas cosas… Pero siempre me he preguntado, ¿por qué mi madre tenía licor y cerveza en ese armario? Y ¿por qué me lo dijo cuándo sabía que no podría guardar secretos? Apartando el pensamiento, agarré una bolsa de pequeñas galletas de chocolate y volví arriba, donde Evelyn ya estaba tomándose la botella de Jack Daniels como si fuese agua. Sonrió con satisfacción cuando me vio y me ofreció un poco. Amablemente rechacé su oferta y en su lugar, fui a tomar un vaso de agua fría. Empecé a beber cuando la oí mascullar: —Sólo se bebe una vez. —Entonces ella se encogió de hombros. ¿Qué? Puse mi vaso en la encimera y la miré con el ceño fruncido. —¿Qué demonios significa eso? —¿Una nueva versión de "Sólo se vive una vez"? —No lo sé. —Apretó sus labios y realmente pareció pensarlo—. Supongo que es mi propia versión de YOLO. —Ah, así que tenía razón—. ¡Oh, Dios, no! —De repente, se estremeció como si la idea en sí le pusiese la carne de gallina—. ¿En quién me estoy convirtiendo? Agh, olvida que alguna vez dije eso. ¡Por favor! —Lo haré. —Estuve de acuerdo al mismo tiempo que levantaba mi vaso y me trasladaba al salón para ver la televisión.

•Evelyn• Tarareando para mí, me miré en el espejo y aparté algunos de los nidos de pájaro en mi pelo. Odiaba cuando eso sucedía. ¿Acaso los pájaros pequeños venían hacer nidos en mi pelo mientras dormía y hacían que se enredase y esa mierda? ¡Joder! Salté un poco cuando sonó mi teléfono, asustándome. Bajando mi cepillo, recogí mi teléfono y miré el identificador de llamadas. Stormy. Probablemente estaba llamando para ver cómo estaban las cosas. A veces llamaba y comprobaba lo que estábamos haciendo y si estábamos bien (y si no hemos quemado la casa todavía). Quiero decir, ella confiaba en Zavier para que me cuidara como haría una niñera, pero hasta el momento, no había funcionado muy bien. No tenía ni idea de las cosas que habíamos hecho. Realmente a veces me sentía un poco culpable. Pero si alguna vez lo descubría, tendría que entender que este era mi estilo de vida y nunca lo dejaría.

Esta era yo. Y estaba haciéndolo sólo por mí. Sí, claro, estaba arrastrando conmigo a su angelical hijo. Pero probar cosas nuevas era genial. Necesitaba relajarse. Estaba demasiado tenso y sólo parecía preocuparse de los deberes. Era un adolescente por el amor de Dios. No teníamos mucho tiempo hasta que creciéramos y nos convirtiésemos en aburridos, adultos "responsables". —¿Hola? —contesté, poniendo el teléfono entre mi hombro y la oreja, todavía tratando de cepillarme los nudos del pelo. —Hola, cariño —dijo con ese pequeño tono alegre suyo—. Sólo quería llamar y ver cómo estabais chicos. —Oh, sí, estamos bien, Stormy, Completamente… —Me detuve para echarle un vistazo al Jack Daniels al lado del fregadero—…bien. —terminé mientras dejaba mi cepillo y tomé un sorbo del dulce líquido. —Genial oírlo. —Pareció dudar un poco durante demasiado tiempo y escuché algunas voces al fondo. Sabía que trabajaba en su oficina en un hospital mental la mayoría del tiempo. En realidad temo que me encierren allí algún día—. Umm, ¿Evelyn? —Sacudí la cabeza para deshacerme de los pensamientos y miré mi reflejo—. ¿Davne ha, ya sabes, molestado a mi chico en algo? Ah, cierto. ¿Qué pasó con ese imbécil-sexy-chico-malo? ¿Había conseguido ser detenido otra vez? —Últimamente no lo he visto por aquí. —Sólo comprobaba. ¿Recuerdas lo que te dije? —Asentí y sonreí, aunque no podría verme. —Por supuesto, Zavier está a salvo y siempre me aseguraré de eso. —Con eso, dijimos adiós y colgamos. Me di cuenta de que no sólo Zavier era mi niñera, sino que básicamente yo era la suya también. Aunque no me molestaba. Habría hecho cualquier cosa para mantenerlo seguro y alejado de ese chico malo. Suspirando, agarré mi Jack y tragué una cuarta parte de él. Después, cogí mi cepillo de nuevo y continué desenredándome el cabello. Después de unos segundos, oí la voz de Zavier justo fuera de mi cuarto de baño, lo que significa que lo más probable era que estuviese en mi habitación. —Oye, ¿Evelyn? —¿Sí? —respondí, oyendo el más leve eco de mi voz. —Esos brownies están muy buenos. ¿Son de la tienda o los hiciste? Me reí tontamente e hice una mueca. ¿Yo? ¿Hornear? Nunca en un millón de años. Incendiaría toda la cocina. —Ah, no. Nada de eso. En realidad son de… —Esto es cuando dejé caer mi cepillo con un golpe sordo y salí rápidamente del cuarto de baño—. ¡Zavier, espera! Me escuchó y se dio la vuelta. Pero ya era demasiado tarde, el brownie estaba en su mano y lo masticaba sin preocupaciones en el mundo. —Estos están realmente buenos —murmuró mientras gemía y continuaba comiéndolo.

Le observé, pero podría haber parecido que sólo trataba de esconder mi risa, que, lo admito, lo estaba. —No se supone que te los comieras —mi voz salió ligeramente alta y aguda cuando me puse la mano en la frente. Genial, ¡comía brownies de marihuana y ni siquiera lo sabía! —Oh… —ligeramente hizo pucheros y contempló sus manos vacías. Entonces, me miró y se encogió de hombros—. Deberías mantener tu comida guardada y escondida entonces. ¡Nunca puedes confiar en nadie por aquí! ¡Lo juro! —¡Jodido infierno, Zavier! ¡Obviamente no se suponía que se las comiera! Pero la típica yo de siempre tuvo que dejarlos allí, ¡jodidamente visibles! Evelyn, asegúrate de pegarte un tiro más tarde. Entendido. Ah, ¿el motivo por el que los tenía en primer lugar? Pues bien, ¿recuerdas aquellos drogadictos que anduvieron en la parte de atrás de la escuela y me ofrecieron todo tipo de drogas después de que Willow enfrentó a esa chica? Ja, una historia realmente graciosa. El líder, al que los tipos llamaban Mohawk, prácticamente me dio un par de brownies de marihuana gratis. Así es. Sin precio alguno. No hay truco. Sólo me los dio sin querer nada a cambio. Según él, yo era lo suficientemente genial. Bueno, ¿cómo podría rechazar una oferta así? No había tenido marihuana en un tiempo, así que al diablo. Pero ahora me lamenté profundamente de tomarlos, especialmente dejándolos así. Maldita sea, ¿qué iba a hacer con Zavier? ¿Un novato en la mariguana? ¡Nunca he tenido que lidiar con esto antes! Me di la vuelta hacia él y le vi apoyarse en mi cómoda, prácticamente abrazándola, riéndose por nada y jugando con las pequeñas perillas. —Por Narnia… —susurró para sí, haciendo que me queje y me acerque a él. Agarré sus hombros cuando pareció que se tropezó con sus pies. Vaya, las drogas realmente se le subieron súper rápido. Ahora piensa, Evelyn, ¡piensa! Simplemente ponlo en la cama y déjale descansar o algo así. No, no, eso es imposible. Estará por todas partes. Agh… ¿qué hizo conmigo cuando yo estaba drogada? Porque también sabía que nunca debió de cuidar de alguien así antes. Pero, sin embargo, lo hizo bien. A pesar de que pudiera haberle hecho algunas cosas traviesas, todavía aguanta mi mierda e incluso me ha protegido. Ahora bien, era mi turno de hacer lo mismo. Sé buena, Evelyn, por tu lindo chico bueno. —Ven aquí, Osito de peluche —dije, cuando comencé a dirigirle hacia su cama, pero parecía estar empujando hacia atrás. Estaba riéndose como un loco y mirando alrededor como si estuviera asombrado. —No sabía que tenías una gemela, Evelyn. —Puso su puño en la boca e intentó sofocar la risa. Sin embargo, fracasó miserablemente y se echó a reír. Me sentí irritada

cuando incluso se puso de rodillas y siguió riendo—. ¡Espera! ¡Trillizos! ¡Sois trillizas! —Me observó con los ojos desorbitados. Rodé los ojos y le agarré del brazo otra vez. —Eres jodidamente afortunado de ser tan mono, incluso cuando estás drogado.

*** Para este momento, estábamos acostados en su cama y se reía mientras jugaba con un mechón de mi pelo. Deja de hacer eso, me encanta. Tardé aproximadamente unos quince minutos en llevarlo a su propia habitación para descansar. Pero incluso entonces, se negó a descansar. Así que me quedé en la cama con él para impedirle moverse o levantarse. Sin embargo, no me estaba quejando. Me encantaba pasar tiempo con él. ¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué de repente me sentía de esta manera a su alrededor? Era Evelyn Jo. No salía en absoluto con chicos buenos inteligentes, tímidos e inocentes. Pero Zavier Coin, él era otra cosa. Giré mi cara un poco y le miré mientras él miraba hacia el techo con una enorme sonrisa en su rostro. Estaba drogado, pero aun así se las arregló para lucir hermoso como siempre. Me intrigaba y me hacía sentir un extraño cosquilleo por dentro. Maldita sea, me sentía como una estúpida colegiala enamorada, pero era cierto. De repente, se movió un poco y comenzó a hablar. No podía ayudarle, pero me mordí el labio cuando vi los músculos de su brazo doblarse. Nunca se quitó esa camisa sin mangas. Me alegra que se sienta lo suficientemente cómodo conmigo para llevar lo que quisiera en casa. Sonreí sin que se diese cuenta, pero cuando escuché sus palabras, me paralicé y mi sonrisa lentamente empezó a desaparecer. —Sabes… no te pareces nada a Joss. Sin embargo, realmente, realmente me gustas. ¿Por qué mi corazón golpeaba con tanta fuerza contra mi pecho? ¿Era porque estaba drogado y me estaba diciendo todo lo que realmente estaba en su mente? Fruncí el ceño y seguí mirándole fijamente, animándole a continuar. Quise que él continuara… con tantas ganas. Necesitaba saber todo ya que por lo general él era muy reservado conmigo. El pequeño y tímido Zavier no estaba aquí en este momento, y quería aprovechar esta oportunidad para satisfacer al menos un poquito de mi curiosidad. Con mucho gusto siguió cuando no dije ni una sola palabra. —Nah, ¿un delincuente y un santurrón juntos? ¡Eso es una locura! —Rápidamente se sentó. Si le dolía la cabeza por el movimiento, no lo mostró en absoluto. Fue totalmente casual—. Te gustan los chicos malos. ¡Los chicos malos y las chicas malas encajan como las piezas de un rompecabezas! ¡Ah! ¡Esa es una palabra graciosa! ¡Rompecabezas, rompecabezas…Evelyn! —Salté y tragué con fuerza. Entonces me di la vuelta para mirarle otra vez—. Realmente disfruté de nuestro beso. Nunca lo admití… ¡pero me gustó… —Se mordió tímidamente el labio. Maldita sea, yo quería morderle el labio,

tantísimo. Buscaba en mi rostro y sus adorables ojos marrones parecían brillar. Pero no sabía si eran las drogas—…un montón! —Zavier… —mi voz apenas se escuchó. ¿Qué diablos me estaba haciendo? ¡Habla bien, Evelyn! No le dejes hacer esto. ¿Hacer qué? Contrólate. —También te encuentro linda. Y ni si quiera encuentro linda a Joss. ¡Oh, diablos! Tenía que dejar de hablar ahora antes de que terminara besándolo por todo aquél dulce rostro, simplemente para callarlo. Para ser honesta, odiaba que me llamaran "linda". Yo no era así. Pero cuando lo dijo, pareció que todo el significado de ello había cambiado. —Ella es bonita e inteligente, pero tú eres algo más. Eres salvaje y no te importa lo que piensen los demás. Me gusta eso, también. —Se calló y comenzó a toser un poco mientras se agarraba la cabeza. Sostuve su brazo para calmarlo, pero empezó a temblar y a respirar un poco fuerte. Me asusté tanto que sin pensar en ello me senté a horcajadas sobre él en la cama y tomé su rostro en mis pequeñas manos. Le mantuve en el lugar y le hice mirarme. Por favor, por favor, está bien. No quiero que te pase nada. Estás empezando a significar mucho para mí y no sé por qué. —Oye, oye, ¿estás bien? Empezó a reírse y cerró los ojos por un segundo, antes de abrirlos de nuevo y mirar alrededor. Sus manos estaban detrás de él y no parecía darse cuenta de que estaba en su regazo. Sin embargo, sabía que si estuviera sobrio, se sonrojaría como un loco mientras trataba de evitar mis ojos. Estaría temblando de nervios y su corazón latiría descontrolado en su pecho. Pero ahora, parecía estar bien con ello, como si fuese una cosa cotidiana. —Estoy tan alto en el cielo, tan alto en el cielo. ¡Muy alto! Cantó. Me habría reído si no estuviera tan perdido en sus adorables ojos marrones. Psh, sí, muy cursi, Evelyn. Por favor para. Simplemente detenlo, ¡ahora mismo! Pero no podía hacerlo. Y no lo haría. Seguí mirándolo fijamente a los ojos y de repente, puse mis manos en su cabello y lo acerqué hacia mí, dándole un beso que nos tomó por sorpresa. Entonces, puso una mano en mi cintura y otra en mi muslo. Pero antes de que cualquier cosa pudiese suceder, me alejé de él. —Evelyn… —susurró, mirando hacia mis labios. Pero sólo sacudí la cabeza y me mordí la lengua para evitar besarlo otra vez. Quería que más de esto sucediera, pero no quería parecer que me estaba aprovechando de él. Quería que estuviese totalmente sobrio cuando juntos compartiéramos nuestro verdadero primer beso. Y sí, estaba obligada a hacer que eso suceda. Una vez más, soy Evelyn Jo. Así que definitivamente iba a hacer que eso sucediera.

19 Es un trato hecho •Zavier• Dios, en ese momento estaba molestándome un fuerte dolor de cabeza. ¿Qué pasó ayer? ¿Hice tantas ecuaciones matemáticas que terminó dañando mi cerebro? Nop, no habría hecho daño a mi cerebro. De hecho, disfrutaba bastante las matemáticas. Estaba en el equipo Mateatletes después de todo. Pero en serio, era como si me hubiera atropellado un maldito camión o algo. —¿Zavier? —Saltando por la voz que me sobresaltó, miré hacia arriba y entrecerré mis ojos. Sólo vi un poco borroso, así que extendí la mano hacia mi mesilla y traté de sentir dónde estaban mis gafas. Pero en vez de eso, sentí una mano sosteniendo mis gafas—. Aquí, te las quité cuando te quedaste dormido y las mantuve conmigo. —¿Por qué no los pusiste en mi escritorio o en mi mesilla? —Tomé las gafas de la mano de Evelyn y me las puse, entrecerrando los ojos hasta que pudieran ajustarse plenamente. Apartó los ojos y sonrió ampliamente, ignorando por completo a mi pregunta. Bueno, entonces... —¡Oye! Te traje un poco de agua y una pastilla en caso de que tuvieras un dolor de cabeza. Poco a poco tomé el vaso y la pastilla de sus manos mientras le di una mirada sospechosa. —Yo no... ¿Te dije que tenía dolor de cabeza? —Todo lo que hizo fue morderse el labio y mirar alrededor de la habitación. Decidí dejar eso pasar y hacerle algunas otras preguntas más importantes—. ¿Qué pasó ayer? —Era consciente de que hoy era domingo, pero realmente no recordaba lo que había sucedido el sábado. Sólo recordé a Evelyn bebiendo su Jack Daniels. Mis ojos se abrieron ampliamente con horror. —¿Me emborraché? —¡Oh, no, no, no, por favor, dime que no lo hice! Debo abofetearme a mí mismo. Todo esto podría ser una gran pesadilla. ¡O Evelyn podría solo estar bromeando! Sí, por supuesto, eso fue lo que hizo, ¿no? ¡Ella era la bromista todopoderosa aquí! —En realidad... —Rápidamente giré mi cabeza y miré a Evelyn. Oí un ligero pop en mi cuello, pero lo ignoré por ahora—. Tú... más o menos, algo así... ¿comiste un brownie de marihuana?

Me quedé helado una vez que terminó su frase y juro que mi corazón también se detuvo por unos segundos. Pero entonces, empecé a reírme, a pesar de que no tenía ninguna gracia. —Estás bromeando, ¿verdad? —Nop. No estoy para nada bromeando. Oh, ella estaba hablando muy en serio. —¿Qué? —¿¡Marihuana!? ¿¡Jodida marihuana!?—. ¡¿Dónde está mi madre!? — ¡Oh, no, ¿qué iba a decir sobre todo esto !? —Oh, está abajo en este momento. Le dije que tenías diarrea muy mala. Me sonrojé por eso y me cubrí el rostro con las manos. —¡Evelyn! —¡Estoy bromeando! Por Dios, estoy bromeando. Nada de lo que avergonzarse, sin embargo, nos sucede a todos nosotros. Hice una mueca de disgusto, deseando que cambiara de tema. —Bueno, así que la historia es, te sentías un poco mal después de hacer muchos deberes, lo cual ella realmente creyó en seguida, ¡y te dio un dolor de cabeza enorme! ¡Voilà! Bella durmiente. ―Cuando dijo eso, se sentó a mi lado y apoyó la barbilla en mi hombro, batiendo sus pestañas de una manera tan adorable. Interiormente suspiré. Sí, no negaría nada ahora. Si yo la llamé linda, adorable o hermosa, sabía que estaba diciendo la verdad. —¿Algo... —hice una pausa para tragar un repentino nudo en la garganta― pasó... otra vez? —Estaba tan incómodo que me volví una sombra aún más brillante de color rojo. Claramente recordé cuando ella estaba drogada... ¿así que tal vez otro lado de mí fue convocado mientras yo estaba drogado? —No, los dos estamos sin chupones y sin excitaciones. —Me guiñó un ojo y se fue, mientras dejaba escapar un suspiro que no sabía que estaba conteniendo. Ella definitivamente va a ser mi muerte.

•Evelyn• El lunes por la mañana, todos nos montamos juntos en el Jeep de Jesse. Estaba tan cansada que prácticamente estaba durmiendo en el camino. Demonios, incluso me acosté y apoyé la cabeza en el regazo de Zavier en el asiento trasero. Parecía un poco tenso al principio, pero luego se relajó y se puso cómodo, asegurándose de que no le haría daño a mi cabeza. Me hizo sonreír. Pero muy pronto, llegamos al infierno. A pesar de que parecía que no hice la mayor parte de mi trabajo, lo cual no hice, realmente prestaba atención cuando se me daba una lección. Sí, claro, a veces me pude

haber dormido. Pero antes de cada prueba o examen, lucharía para estudiar. Tenía una buena memoria, así que me las arreglé para pasar todo con B o C -a veces D-. Está bien, así que estaba fallando Matemáticas con una E, creo. Pero vamos, ¡esa era la peor materia del mundo! ¿Cuándo demonios iba a necesitar resolver la raíz cuadrada de x más pi menos y con una fracción de…? ¡Mierda! De cualquier manera, Zavier no sabía cómo pasé todas mis otras pruebas. Era un misterio para él. Definitivamente pensó que estaba haciendo trampa. Pero me mantuvo en buenos términos con Stormy, así que todo estaba bien. Nuestra próxima sesión de terapia era esta noche o mañana. Hablar con ella me ayudaba a aliviar toda la rabia y el dolor de mi pasado. He aprendido a dejar irla, pero se las arreglaba para atormentarme a veces, así que era difícil. Sin embargo, me alegraba que ella estuviera allí conmigo, en cada paso del camino. Me di cuenta de que era el final de octubre. Después, sería obviamente noviembre, lo cual no estaba esperando con ganas, sobre todo porque tendría que ver al Sr. Imbécil de nuevo. Probablemente estaba tan emocionado como yo. ¡Hurra! Jodidamente dispárenme ahora. Aunque, no podía creer todo lo que había sucedido en el último mes. No me podía ni siquiera imaginar lo que pasaría los próximos meses hasta que cumpliera 18 años... y me fuera. ¿Por qué eso sonó tan mal? Quería que el tiempo pasara más rápido, por lo que finalmente podría salir y vivir por mi cuenta, ¿no? ¿O es que realmente quiero quedarme aquí en este pueblo? Ni siquiera sabía lo que quería ya. ¿¡Qué demonios!? —¿Evelyn? Tarareé en respuesta a la voz dulce. Sonaba tan lindo y un poco asustado en realidad, pero supuse que estaba todavía bastante cansado. Pensé que habría estado enfadado conmigo por haberle dado brownies de marihuana. Pero parecía estar bien con ello. Fue un accidente, después de todo. Pero todavía me sentía culpable. Me burlé. ¿Desde cuándo, Evelyn Jo, me siento culpable? Él realmente me estaba cambiando. No quiero ser una de esas chicas buenas. Me enfermaban. Pero parecía que me estaba convirtiendo en buena sólo para él, y él estaba volviéndose malo sólo para mí. No, no eso era ridículo. Gemí un poco cuando sentí los suaves, tiernos dedos acariciando mi cuello, la mandíbula y la mejilla. ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba tratando de volverme loca? ¡Porque no lo conseguiría! —Oye, despierta. Ya estoy despierta. Sólo quiero quedarme aquí, contigo. Quiero sentir esas manos cálidas en todas partes... —Estoy despierta —murmuré mientras me sentaba, frotándome los ojos antes de que los abrí y se ajustaron a la luz. Me di cuenta de que Jesse y Ethan ya estaban caminando hacia la escuela, y fue entonces cuando me di cuenta de que íbamos tarde para la clase. De nuevo. Pensé que obtendríamos una detención esta vez, pero a nuestro profesor de Historia rara vez le importaba. No nos enseña nada de todos modos. ¡Aplausos para los culos perezosos, si!

Agarrando la mano de Zavier, comencé a salir del vehículo. —Oye, vamos, vamos a llegar... —Fui interrumpida cuando de nuevo tiró directamente de mí hacia él, hasta que estuvimos sentados prácticamente cara a cara. Se sonrojó y soltó mi mano. Miró hacia abajo y abrió los labios, antes de lamerlos y decir. —En realidad, quería quedarme y hablar contigo. Mi corazón dio un vuelco, y por alguna razón, sentí escalofríos por todo mi cuerpo. —E-está bien, ¿sobre qué? —¿Desde cuándo diablos me convertí en un idiota que tartamudea? Calma. Tú. Mierda. Es sólo Zavier. —Acerca de... Umm, el trato que me ofreciste el otro día. —Mierda. Iba a decir que no y me dejarme salir con facilidad y demás. Pero, ¿por qué me sentía tan malditamente decepcionada por ese pensamiento? Obviamente, fue su elección. Pero todavía recibiría ese puto beso de él. Siempre obtenía lo que quería, y lo que quería eran esos suaves labios deliciosos, en los míos de nuevo, pero esta vez correctamente. —Y no quieres hacerlo. Lo entiendo. Está completamente bien. Valía la pena intentarlo, sin embargo. —Esa no es mi respuesta, Evelyn. —Me quedé boquiabierta y luego fruncí el ceño. Ladeando mi cabeza hacia un lado como para preguntarle a qué se refería. ¿En realidad lo iba a hacer?—. Mira, antes de que esté de acuerdo, necesito saber algunas reglas básicas o lo que sea. Dime exactamente lo que podrás ofrecer, y veré con lo que puedo pagarte. Cuando dijo eso, tenía una mirada extraña en su rostro. Probablemente pensó que todo esto sonaba como si yo fuera una prostituta entregándome a él, pero sabíamos lo que realmente estaba pasando. *Guiño, guiño* Muy bien, entonces. Esto iba a ser fácil. Finalmente nos pondríamos a trabajar. Sólo tenía que hacer que esto sonara como si fuera asombroso, y asegurarme de que se sintiera como si no lo lamentaría, porque no lo haría. Definitivamente no lo haría. —Dije que te enseñaría todo. Las chicas son diferentes, pero me puedes decir acerca de Joss si te sientes lo suficientemente cómodo. Conozco a "chicas buenas" como ella —¡Asco! Esas dos palabras juntas siempre me dieron ganas de vomitar. No eran buenos combos para mí—. Además, obviamente soy una chica y tenemos muchas cosas en común, también —Bueno, honestamente, si me preguntas, no sé cuántas cosas en realidad teníamos en común—. Daré lo mejor de mí para enseñarte todo. Y, también puede ser una cosa como de amigos con beneficios. Sus ojos se abrieron ante eso, pero rápidamente me redimí a mí misma antes de que no estuviera de acuerdo y rápidamente saliera fuera del vehículo. —Pero, pero no de esa manera si no lo deseas. Quiero decir, como, cómo actuar cuando vayas a salir en citas o cuando estén solos. Besar, tocar. Ser dulce, eso es todo. No follar. Él no pudo evitar echarse a reír cuando le dije eso. Aunque, yo sabía que estaba incómodo al respecto debido a sus manos un poco temblorosas y mejillas sonrosadas. A continuación, se mordió el labio y miró hacia abajo, probablemente pensando en ello.

—¿Quieres dejar de ser tímido para que finalmente puedas invitar a salir a Joss y estar con ella? —Apreté el puño. Eso fue definitivamente forzado a salir. Odiaba la idea de ellos juntos. Y sí, lo admitiría. —Sí —dijo lentamente. —Entonces, a cambio... —pensé en ello y ligeramente toqué mi dedo índice en su rodilla. Vi su inhalación repentina y cómo apretó los puños. Pero no apartó mi mano. Sólo me miró con esos ojos de adorable Osito de peluche—. Bueno, no sé exactamente lo que quiero a cambio todavía, pero ya veremos más adelante, ¿de acuerdo? Asintió lentamente y se lamió los labios de nuevo antes de presionarlos en una línea densa y fina. Después de lo que parecieron horas, tomó una respiración profunda, sonrió y me miró mientras tomaba mi mano y la apretó. —Está bien —Está bien... está bien, ¿qué?—. Vamos a hacerlo.

*** Muy bien, así que había sido un poco vertiginoso desde que comenzó la escuela ese día. Supongo que estaba simplemente bastante feliz de que Zavier de hecho aceptó mi pequeño trato. Ahora, podría estar toda encima de él, como había querido estar desde el primer día. Podría besarlo, podía besarme; Podría tocarlo, podía tocarme... Y estos no eran más que mis hormonas hablando, ¿sabes? Sí, estaba muy atraída por el chico nerd, que era extremadamente raro teniendo en cuenta que casi nunca me gustaron los tipos como él. Pero detrás de esa tímido y geek exterior se escondía un dulce, cariñoso y sexy, me refiero adorable, adolescente. No estaba enamorada del chico, sin embargo. Ni siquiera me gustaba de esa manera. Sin embargo, últimamente, he tenido estos sentimientos extraños sobre mí cuando él estaba a mí alrededor, pero estoy segura de que no era nada. ¿No? Probablemente sonaba estúpida, pero todavía quería ser la que le enseñará todo sobre el cuerpo y cerebro femenino. Sólo odiaba, detestaba y despreciaba que quisiera la ayuda sólo para obtener a la pequeña Miss Muñeca Barbie. Quería hacer con ella exactamente lo que le había hecho a algunas muñecas Barbie cuando era pequeña. Arrancar su cabeza. En realidad la estaba mirando a ella ahora, mientras se reía con algunos amigos que estaban empezando a dejar el estacionamiento de la escuela. Pero sabía que tenía que quedarse. Ella era -supuestamente- una de las mejores alumnas de la escuela, después de todo. Rodé los ojos mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho. Y eso fue sólo cuando comenzó a caminar hacia la entrada de la escuela, donde yo tenía que estar de pie. —¡Evelyn, hola! —gritó con entusiasmo, con un gesto de su mano escuálida. Bien, así que esta chica no me había hecho nada y viceversa. Pero cuando la vi por primera vez y sentí esa una vibra de "niña buena", sólo no la vi siendo una de mis buenas amigas. Sin embargo, ella parecía pensar lo contrario.

Mirándola en ese momento, pude ver por qué a Zavier le gustaba tanto. Era hermosa, inteligente, realmente agradable y eso realmente me irritó. Pero cuando miré muy de cerca, vi por qué no me gustaba tanto. Era demasiado perfecta, tanto que era injusto, por lo que es posible que muchos chicos de esta escuela y en esta ciudad se sintieran muy atraídos por ella. Era tan inteligente que hizo a los profesores parecer idiotas. Y bueno, era demasiado agradable y obviamente no me gustaba eso. Me había acostumbrado a la dulzura de Zavier y la suya era en realidad bastante adorable, pero no soy lesbiana. No es que hubiera nada malo en ello. De hecho, encontraba a algunas chicas muy atractivas. Pero de todos modos... —¿Cómo estás? ¿Estás esperando a Zavier? Oh, qué mal, ¡él va a quedarse después de la escuela con nosotros durante nuestra reunión de Mateatletes! Sí, probablemente olvidé mencionar que ella también era bastante -muy- fastidiosa para mí. —Sí... —apreté los dientes para contenerme de gritarle o darle puñetazos en plena cara. Nunca antes en mi vida había odiado a una persona tanto. En realidad, lo hice, muchas veces antes. Así que era claramente una gran mentira. No la odio exactamente, sin embargo. Simplemente no me gusta. Gran diferencia. —Bueno, ¡te veré más tarde entonces! —Ella sonrió ampliamente y justo en ese momento, vi directamente a través de su pequeña fachada. Me odiaba tanto como a mí no gustaba ella, ¿no? Era evidente. ¿Pero por qué? Mmm, probablemente porque yo era todo lo contrario de ella. Oh, lo siento, probablemente te has estado preguntando por qué estaba aquí, frente a la escuela en primer lugar. Bueno, obviamente Zavier tenía su pequeña y linda reunión de Mateatletes. Y puesto que Jesse fue quien nos trajo, él y Ethan no tenían más remedio que quedarse vagando alrededor de la escuela durante una hora. No tenían a donde más ir. Claramente, no tenían vidas. Pero yo... oh, me conseguí una maravillosa hora completa de castigo por haber llegado tarde esta mañana. Nuestro maestro de historia no fue el que me castigó sin embargo, fue uno de los decanos que nos vio entrar demasiado tarde, una vez más. A Zavier se le castigó durante el almuerzo ya que era obvio que estaría ocupado en este momento. Pero vamos, eso era simplemente injusto. Me gustaría que le hubiera castigado conmigo, porque realmente no tenía muchas ganas de ver a todos los perdedores castigados. Está bien, quizás yo también era una perdedora por estar ahí, pero el castigo nunca fue divertido a menos que estuvieran algunos chicos realmente malos en allí contigo.

*** Jodidamente hablé demasiado pronto. —Muy bien, pequeños delincuentes. Miré a nuestro supervisor-de-castigo, y ya estaba molesta con él. Tenía mis pies encima de un escritorio, por lo que cuando pasó junto a mí, los bajó de un empujón. Sólo miré al frente de la clase, con ganas de golpear la cara de Davne tan mal en este

momento. Él estaba sonriendo como si hubiera ganado un enorme premio desde que me vio cuando entró. ¡Maldita sea! Debería haberme saltado este castigo. Pero era mejor sacar las cosas del camino en vez de meterse en más problemas. Tengo que mantenerme en un segundo plano a veces, ¿sabes? —El castigo sirve para las personas que no se toman muy en serio la escuela —Oh, aquí vamos... —. Así que le damos una hora de no hacer nada, porque queremos hacerles perder el tiempo al igual que ustedes querían hacerlo en el primer lugar —Nos sonrió, mientras caminaba alrededor de su escritorio para recoger algunas cosas—. Voy a estar en la sala de profesores. Pero si oigo un solo pío viniendo de aquí, no dudaré en mantenerlos aquí durante dos horas más. Antes de darme cuenta, se había ido y salido por la puerta. Bufé y puse mis pies sobre la mesa otra vez, mientras abrazaba la mitad superior de mi cuerpo. Tiré mi cabeza hacia atrás y cerré los ojos, queriendo nada más que una buena siesta. Por supuesto, no todos los deseos se hacen realidad. —Entonces, ¿qué te trajo aquí, conejito? —tomé una respiración profunda y moví mi cabeza hacia la derecha. Davne fue detenido junto con un tipo raro en la esquina, jugando con un encendedor que ni siquiera parecía funcionar, dos chicas góticas silenciosas, y dos deportistas por las ventanas. Ninguno de ellos parecía divertido para mí. Y si me movía o caminaba alrededor, estaba tan segura de que Davne estaría siguiéndome. Si me escapaba, me seguiría, también. —Sabes, no creo que tú seas del tipo que escucha. Quiero que me dejen sola — espeté mientras me volví a darle mi mejor mirada fulminante. Pero parecía divertido y me miró. ¿Él simplemente no tenía a nadie más a quien molestar, verdad? ¿En serio no había otras chicas malas o chicas buenas aquí para él? Pensé que se suponía que los chicos malos fueran detrás de las chicas buenas! ¡Yo no era buena! Quiero decir, supongo que podría ser buena -si sólo quería serlo-, pero eso rara vez sucedía. De hecho, sólo parecía ocurrir cuando Zavier estaba cerca. —Por supuesto, yo no soy del tipo que escu… —Por favor, vete —Lo interrumpí antes de que siguiera adelante. Excusas, excusas. Sé que dije que estaba atraída por este tipo, pero realmente me irritaba. Con Drake, fácilmente me llevaba bien con él. En realidad, estaba aterrorizada de él, sin embargo, me sentí más segura que nunca cuando estaba con él. ¿Pero cuando estaba con Davne? Meh, claro, quería besarme con él para que se callara, pero también quería darle una bofetada con una silla. —¿Sabes qué? Tengo un pequeño trato para ti. —Oooh, qué emocionante —declaré sarcásticamente mientras aburridamente toqueteaba con mis uñas. Dios, necesitan ser re-pintadas. Debería haber traído mi esmalte de uñas negro. —Lo prometo, hago una cruz en mi corazón y sino que me muera. —Por favor hazlo. —Está bien, este tipo me estaba dando la oportunidad perfecta para arremeter contra él, ¡y no era como si yo fuera a dejar pasar la oportunidad de hacerlo!

—Dejaré en paz a Zavier completamente ―continuó, ignorando completamente mi observación—. Ni siquiera le voy a decir "hola" al chico. ¡Ni siquiera voy a mirarlo si quieres! Sé que te importa ese friki. ¿Por qué lo haces, sin embargo? —En ese momento, una imagen de Zavier me vino a la cabeza. Estaba sonriendo dulcemente, nerviosamente ajustándose las gafas mientras miraba hacia abajo. No sabía toda la razón por la que me importaba él. Sólo sabía que lo hacía, y eso era todo al respecto de ello. —No es asunto tuyo. —¡Guao! Bueno, está bien —Él se rió entre dientes antes de continuar—. Pero si te gustan los nerds tanto, puedo hablar como nerd para ti con la misma facilidad —Se aclaró la garganta y rodé mis ojos, mirando el reloj marcar muy lentamente. Ve más rápido, maldita sea—. ¿Qué te parece si vamos a mi habitación y hacemos algunos cálculos, ¿eh? Añade una cama, resta nuestra ropa, divide tus piernas... y multipliquémonos. Hice una mueca. —Eres repugnante. Y claramente sacaste eso del internet. —No era lo suficientemente inteligente como para ocurrírsele eso. Era demasiado bueno. —Así que tal vez lo hice. Pero vamos, sé que lo quieres. Me reí de eso. —¿Querer qué? Porque si estamos hablando de una polla, claramente no tienes una. Me miró y sabía que estaba empezando a llegar a él. Vamos, sólo un poco más y lo haría estallar en llamas. —De todos modos —Maldita sea, ¡él simplemente no podía dejar de hablar!—. Desde que te veo mucho con él, y... —puso sus manos juntas, apretó los labios, y me dio ojos inocentes—. ...ya que parece significar tanto para ti... —Mis ojos se ampliaron una vez que me di cuenta de lo que estaba haciendo. Inmediatamente me di la vuelta para fulminarlo con la mirada, mientras me extendí para agarrarlo por el cuello. Lo halé cerca para que pudiera ver qué tan seria y enojada estaba—. Espera, espera, ¿quieres hacerlo aquí? —susurró mientras miraba alrededor. Pero nadie estaba prestándonos atención realmente—. Me siento honrado, pero no me gusta la cosa pública como a ti. Para callarlo, reuní la saliva en mi boca y lo escupí directo en su cara. Sí, no muy de dama, pero no me importa un carajo si estaba o no estaba siendo una dama. Yo sólo quería que cerrara su estúpida boca ya. El escupitajo rodaba por su mejilla mientras apretaba la mandíbula y empezó a respirar con dificultad. Luego se limpió antes de mirarme de nuevo. —Escucha, si siquiera le haces daño, no estoy bromeando, no voy a dudar en matarte —Nunca en mi vida había amenazado a alguien así. Por lo general, Drake lo hizo por mí, pero eso fue porque me amó tanto que prefería morir antes que dejar que alguien me mate. Pero, ¿qué estaba haciendo yo? ¿Protegiendo a un chico que había conocido por alrededor de un mes más o menos?—. No tengo miedo de hacerlo, Davne. No me retes. —Pequeña Evelyn, siempre obtengo lo que quiero —dijo entre dientes, y los dos estábamos en un concurso de miradas pesadas. Ninguno de nosotros se atrevió a mirar hacia otro lado—. Y ya que te quiero a ti —hizo una pausa para mirar por encima de mí

mientras se mordía el labio—. Estoy dispuesto a hacer un pequeño trato contigo —Sólo seguí mirándolo, apretando mi agarre en su cuello. ¿Qué diablos era ese estúpida trato suyo?—. Lo voy a dejar en paz, completamente, si te pasas tiempo conmigo en secreto. —¿Qué? —le susurré, casi pareciendo aturdida. Pero quería saber más, si era para mí osito de peluche. Davne sonrió. —Evelyn, es obvio que harías cualquier cosa para salvar a ese chico. Y, bueno, me gusta amenazar a la gente de esta manera. Es muy divertido para mí, si no puedes notarlo ya. —Estás jodidamente enfermo. Sólo se rio como si fuera un cumplido. ¿Y quién sabía?, tal vez en su mundo, lo era. —Podría ser. Pero vamos, conejito. Somos gente mala. No nos importa nadie más que nosotros mismos —Esas palabras me golpearon como un ladrillo—. Acabo de regresar de un reformatorio. Tú y yo sabemos lo que soy capaz. E incluso si intentas matarme, o incluso ir por una orden de restricción, lo que sea, siempre voy a estar un paso adelante porque soy más fuerte. Que no haya mala sangre entre nosotros. Entonces, ¿qué va a ser? Es fácil. Tú no tienes que verme en público o en la escuela. Ni siquiera existiré para ti durante ese tiempo. Pero cuando se trate de vernos en privado, bien, espero estar contigo. Nadie tiene que saberlo. Ni siquiera tu precioso pequeño Zavier. Estás conmigo en secreto, siempre que estés libre, y no voy a lastimar al pequeño chico nerd. Odiaba esto. Y era una estupidez. Pero si él era más fuerte, y podría hacer más daño, ¿qué otra opción tenía sino para proteger a Zavier? ¡Maldita sea! Estaba jodida.

20 Olvídate del ayer •Evelyn• Sólo habían pasado unos días desde el castigo, y ahora era martes, también a primero de noviembre. Mi sesión de terapia para la semana acababa de terminar, pero estaba distraída y bastante tranquila durante la mayor parte de ella. Así que Stormy decidió dejarme pensar por un tiempo sola, hasta que me sintiera lo suficientemente cómoda para decirle qué tenía en mi mente. Era sólo que desde que hice ese trato con Davne, no podía dejar de pensar en ello, o las cosas malas que acarrearía. Sus palabras simplemente no dejarían de perseguirme y temí que me volvería loca si no lo hacía. ―Está conmigo en secreto, siempre que estés libre, y no voy a lastimar al pequeño chico nerd... Tú y yo sabemos lo que soy capaz de... Realmente quería contárselo a Stormy, pero tenía miedo de lo que le haría a ella, también, si se enteraba. No quería hacerle daño a Zavier y su madre. Eso sería horrible. No podía ir a la policía, tampoco. Sabía que incluso Drake habría tenido sus maneras, así que por supuesto Davne tenía las suyas. No podía hacer nada y esa era toda la verdad. Mierda. Todo esto estaba jodido. Por esto es que no debes meterte con los chicos malos. Eran peligrosos. No tenía miedo de él. Estaba asustada de lo que le podría hacer a estas personas, sobre todo uno en particular. ―¿Evelyn? ¡Evelyn… Evelyn! Volví a la realidad cuando vi una mano que ondeaba delante de mi cara. Parpadeé y tragué saliva. A continuación, eché un vistazo alrededor de la habitación para revisar mi entorno actual, y me di cuenta de que estaba en la sala de estar. La televisión estaba en un episodio al azar de Supernatural que ya había visto, pero tenía un volumen muy bajo. Todo lo que realmente escuché fue mi corazón acelerado y la respiración entrecortada. Poco a poco miré a mi derecha y vi a Zavier sonriendo dulcemente. ―¿Estás bien? Era la cosa más adorable del mundo. Todo lo que me habían enseñado siempre era malo. Este mundo era malo, y peligroso, e injusto... y todas las otras palabras sinónimas a eso. Y sin embargo, aquí tenía a Zavier, quien probó que esas cosas estaban equivocadas. No dejó que este mundo jodido le afectara demasiado. Estudió para seguir sus sueños de convertirse en un maestro o tal vez el futuro presidente de mierda, sólo para demostrar a las personas que estaban equivocadas. También fue dulce con la gente

que podría haber sido grosera o molesta con él. Y era tímido y nervioso, pero a pesar de las situaciones incómodas él usualmente persistió sólo para poder estar cómodo en el futuro. Nunca había conocido a nadie como él. Y no creo que nunca lo haría. ¡Maldita sea! Necesitaba salir de este lugar. Quería que él estuviera seguro, y alejándome era más seguro que cualquier cosa. Ojalá pudiera, pero por desgracia, las cosas no eran así de fácil. Lo mejor que podía hacer es aceptar el acuerdo de Davne. Claro, pasaría tiempo con el idiota, pero haría cualquier cosa si eso significaba que dejaría a Zavier en paz y vivo. ―Sí ―mentí, dándole una sonrisa falsa―. ¿Dónde estábamos? ―Estaba empezando a decirte acerca de Joss. Tú lo pediste, y creo que puede ayudar con la toda la... ―Se calló para dejarme recordar. Oh, cierto. Teníamos nuestro propio pequeño trato por el que pasar, también. Tomé una respiración profunda, me senté con las piernas cruzadas en el sofá y lo enfrenté. Él asintió con la cabeza y se lamió los labios antes de poner un pie en el sofá enfrentándome a mí también. ―No te pongas nervioso ―dije mientras agarraba su mano y la apretaba para tranquilizarlo. Miró las manos entrelazadas, y luego unió lentamente los dedos, me sorprendiendo un poco por el pequeño movimiento―. Está bien, dime. Movió los ojos hacia atrás y adelante. ―¿Te digo qué exactamente? Suspiré profundamente. Estuve de acuerdo en ayudarlo, pero odiaba la forma en que tenía que hablar con él acerca de Joss. Tal vez Davne debería haber ido por Joss. Esa idea me pareció mucho más agradable que Zavier estando con ella, y Davne estando conmigo. ―Sólo dime exactamente lo que ves en ella y, umm... sólo dime... ―Evelyn... ―Sus cejas se tejieron juntas con interés y ligera confusión mientras se sentaba cerca de mí y lentamente llevó las manos para ahuecar mis mejillas―. No... ¿Por qué lloras? Mis ojos se abrieron de par en par mientras buscaba su rostro. ¿Qué? No estoy... Llevando mi mano para tocar mi mejilla, sentí la humedad y me di cuenta que estaba llorando de hecho, sin siquiera darme cuenta. ¿Cuándo me empecé a llorar? Pero lo más importante, ¿por qué estaba llorando? No lo entiendo. No había llorado desde... bueno, hace mucho tiempo. Esto era tan extraño para mí. No lloraba simplemente sin motivo. ¿Qué me estaba pasando? ―Lo siento. ¿Hice algo? ―¡Detente! ―Le espeté antes de que continuara. Se sorprendió. Lo miré a través de mis pestañas y vi sus adorables ojos marrones brillando con preocupación y aún más confusión―. Deja de ser tan amable conmigo, Zavier. ―No puedo soportarlo. Tengo miedo... temo que no voy a ser capaz de protegerte algún día. ¡Maldita sea! Davne ya encontró mi punto débil. No podía hacer esto. Tuve que luchar contra ello. Era fuerte, era valiente y era independiente. Esas palabras sonaron tan falsas para mí, aunque...

Deja de quejarte y llorar como un bebé, Evelyn. Davne es nada. Puedes seguir adelante con tu plan y nada va a salir mal. Demonios, puedes darle un puñetazo en la cara, si quieres. ¿Qué va a hacerte? ¿¡Jodidamente matarte?! Bueno, si él estaba dispuesto a hacerlo, sí... ―Yo... tú eres mi amiga, Evelyn ―Al oír la voz ligeramente rota de Zavier, regresé a la realidad y olí―. Me preocupo por ti. Si lloras justo en frente de mí de esta manera, no sólo puedo dejarlo ir y seguir adelante con mi día. Necesito que sepas que estoy aquí para ti. Necesita un hombro para llorar, está justo aquí ―Se rió entre dientes mientras palmeaba el hombro, haciéndome darle una sonrisa temblorosa―. Necesitas hablar con alguien que no sea mi madre, entonces yo estoy aquí. Soy todo oídos... ―Se detuvo y miró fijamente a mis ojos, haciéndome querer llorar de nuevo. Odiaba esa mirada. Lástima. Simpatía. Compasión. Lo odiaba todo―. Necesitas que alguien te sostenga mientras lloras... y que no diga nada en lo absoluto, entonces estoy aquí. ¿De acuerdo? Asentí mientras él tomaba mi barbilla y la acariciaba. Muy lentamente, me acerqué a él y le puse mis piernas sobre sus muslos para que así estuviera prácticamente en su regazo. Él sólo me miró mientras puse mi cabeza sobre su pecho. Su respiración era lenta, y su ritmo cardíaco era como música para mis oídos. Estaba latiendo sólo un poco más rápido de lo normal, pero sonreí por ello sin embargo. Sorbiendo por mi nariz, jugué con su camisa de botones mientras colocaba un brazo alrededor de mis hombros y jugó con mi mano libre. ―No sé lo que está mal, pero por lo general no veo llorar a una chica ruda ―dijo y me reí con él, suavizando su camisa un poco―. Pero está bien. Incluso los hombres lloran cuando tienen que dejarlo salir todo. Lloro todo el tiempo, mientras leo libros, y no me importa ―reí de nuevo―. Sea lo que sea que te tiene así, olvidarte de ello por un momento ―Casi salté cuando él puso su barbilla en la parte superior de mi cabeza. Pero traté de calmarme y respirar lentamente hacia dentro y hacia fuera―. Olvídate del ayer, eso es sólo el pasado. Si puedes, también olvidarte del mañana. Sólo absorbe este mismo momento. ―Y lo estaba haciendo. Estar en el calor de sus brazos, bueno, me dio una razón para olvidarme de lo que había sucedido el mes pasado como si fuera sólo un sueño brumoso. Él estaba en lo cierto. Supongo que Stormy le había estado enseñando cómo hablarme para calmarme cuando me sentía así. Y estaba tan agradecida por ello. Después de unos minutos, oí tacones tintineando contra el suelo de madera, y se detuvo mientras sentí a Zavier levantar su barbilla de mi cabeza. Sabía que Stormy estaba de vuelta, absorbiendo lo que estaba pasando y cómo estábamos en nuestras posiciones actuales. Pero ella no dijo nada, aunque creo que probablemente sonrió al verlo. Nos llevábamos bien y confiábamos el uno en el otro, y eso fue probablemente lo que ella quería en primer lugar. Cuando unos segundos pasaron, oí un suave suspiro y luego sus tacones desaparecieron en otra habitación. Me relajé nuevo después de sentirme tensa y cerré los ojos, abrazando la cintura de Zavier con la mano que no estaba entrelazada con la suya. No quería irme o incluso moverme. Quería quedarme aquí, con mi osito de peluche, y no quería que él me dejara ir alguna vez. Pero no pasó mucho tiempo antes de que el sueño finalmente se hiciera cargo de mí.

*** Me desperté con un grito ahogado cuando sentí que mi teléfono vibró contra mis pantalones. Me froté los ojos y bostecé mientras miraba alrededor. Estaba en mi habitación, toda cubierta y debe haber sido alrededor de las nueve de la noche. Probablemente me quedé dormida mientras Zavier me sostenía, por lo que para que me sintiera cómoda, me llevó arriba a mi propia cama. Eso fue dulce de su parte. ¿Dónde estaba él sin embargo? Oh Dios, probablemente sólo en su habitación. No te asustes, él estaba bien allí. Negué con la cabeza un poco y agarré mi teléfono, que todavía estaba vibrando como loco. Entrecerré mis ojos, pero se ampliaron un poco una vez que vi quien estaba realmente llamando. Mierda, era Davne. Él no me quería en este momento, ¿verdad? Hice una mueca y presioné el botón verde de respuesta antes de traer lentamente el teléfono a mi oído. ―Estoy afuera, conejita ―dijo―. Tienes cinco minutos para encontrarte conmigo aquí. ―Ni siquiera tuve la oportunidad de decir nada desde ya que se cortó casi de inmediato. Miré mi ropa. Todavía estaba en mis jeans ajustados desde muy temprano y mi top negro. Así que saltando fuera de la cama, agarré mis botas de combate negras y me las puse, junto con mi acogedor suéter gris que me llegaba por encima de mis rodillas. Fue entonces cuando un pensamiento me vino a la mente. ¿Qué pasa si Zavier o Stormy entran en mi habitación? Por lo general no lo hacen, pero tenía el sueño muy pesado, por lo que incluso si hubieran hecho eso, no lo sabría. Sin dudarlo un instante, rápidamente puse mis almohadas debajo de mi manta para hacer que parezca como si estuviera allí, en caso de que abrieron la puerta a comprobarme. No esperaba que lo hicieran, y esto era un tipo de cosa de la vieja escuela, pero era lo mejor que podía hacer por el momento. Podría haber bloqueado mi habitación, pero incluso eso probablemente podría parecer sospechoso para ellos. Suspirando, me acerqué a la ventana y la abrí, dejando que algo del viento frío entrara en mi habitación. Rápidamente me bajé y la dejé un poco abierta para cuando regresara más tarde. Miré a mí alrededor y luego me agaché un poco a mientras me deslicé por la azotea. Salté en el aire y aterricé justo en mis pies sobre la hierba, al lado de la casa. Sonreí para mis adentros. Todavía tengo los movimientos. Mirando alrededor, vi a Davne al otro lado de la calle, apoyado en una magnífico, negro, moto Yamaha. Me quedé boquiabierta en todo el camino y luego me volví para mirar a la casa, donde todas las luces estaban completamente apagadas. Ellos no nos podían ver, ¿o podrían? Esperaba que no. Davne me sonrió, mientras me miró por encima hasta que estaba justo en frente de él. Pero mantuve mi distancia. ―Oye, conejito. Escuché que amabas las motos. ―Davne mordió su labio y me guiñó un ojo, antes de pasarme su casco y subirme a su bicicleta. Sólo lo miré fijamente y agarré el casco en mis manos, imaginando su cabeza en su lugar.

―¿Adónde vamos? ―pregunto con los dientes apretados, y aun así admirando la hermosa moto. Realmente esperaba que no pudiera ver lo hinchados que estaban mis ojos por mi llanto de antes. Era bastante oscuro pero aun así, ¿qué pasa si él pensaba que era una niña débil? Por otra parte, podría darse cuenta de que no me quiere más y me dejaría en paz. ¡Maldito aleluya! ―Sólo confía en mí. ¡Ja! ¿Confiar en el chico malo más grande de la ciudad? No lo creo. ―Te va a encantar. Ahora súbete, por lo que puedes tener una excusa para aferrarte a mí. ―Era tan engreído, lo juro. Rodando mis ojos, coloqué el casco sobre mi cabeza y subí a la moto hermosa. Incluso la acaricié y le susurré a ella: —Eres mejor que él. ―Entonces puse lentamente mis brazos alrededor del cuerpo cincelado de Davne y lo sentí vibrar un poco debido a su repentina risita. ―Vamos, más fuerte. Quiero sentir todo de ti. No quiero que te caigas, tampoco. ―Realmente sonaba preocupado, así que sólo suspiré y abracé su torso con más fuerza. Sentí sus abdominales y sólo me hizo pensar en Zavier por alguna razón. Oh, sí se enteraba de dónde estaba -en su mayoría con quién estaba- Estoy bastante segura de que enloquecería otra vez y nunca me perdonaría. Pero si llegara a saber, espero que escuchara lo que tengo que decir en primer lugar. Él no era como esos idiotas por ahí, y yo sabía eso por seguro. En nuestro camino a donde-demonios-sea-que-Davne-nos-llevaba, todo lo que hice fue poner mi cabeza sobre su espalda, mirando con una expresión aburrida. Después de unos pocos minutos, que parecieron horas, finalmente llegamos a este avejentado edificio, que tenía un estacionamiento lleno. ¿Dónde diablos estamos? Davne detuvo la moto en frente y continuó manteniéndola en posición vertical antes de saltar fuera. Tomé su casco, y él estaba a punto de llegar a mi lado para ayudarme cuando le di un manotazo apartándolo. Le di una sonrisa inocente. ―Puedo salir por mí misma, muchas gracias. ―Sí, puedo ver eso ―Me miró mientras me bajé de la moto y coloqué el casco por las asas―. Tal vez tú y yo podemos competir el uno con el otro, o montar nuestras motos uno al lado del otro algún día. ―No lo creo. ―Maldita sea, de hecho siempre quise hacer eso, pero no con él. Definitivamente no con él. Asintió con la cabeza y frunció el ceño, pero parecía demasiado divertido a medida que miraba el edificio. Ahora escuchaba todos los vítores que estaba pasando allí adentro. En serio, ¿A dónde diablos me trajo este chico? ―Vamos. ―caminó delante de mí y no podía hacer nada más que caminar detrás de él. Estaba un poco nerviosa para ser honesta. Pero si era algo de miedo, sabía que podía manejarlo.

Una vez que finalmente entramos, no podía dejar de mirar boquiabierta con emoción cuando vi lo que estaba pasando aquí. ¡Él no lo hizo! ¡No he estado en uno de estos en mucho tiempo! Había una gran multitud de personas -en su mayoría de hombres, y había una cerca en el mismo centro. Contenía como tres personas. Uno tenía una camisa a rayas en blanco y negro con un silbato en sus labios. Él era el locutor. Eso era obvio para cualquiera que lo mirara. Entonces, había dos hombres sin camisa jóvenes, cada uno en diferentes esquinas, mirándose el uno al otro. Uno era rubio, mientras que el otro tenía el cabello de un color oscuro azul luz de luna. Si no lo habías adivinado ya, Davne aquí me trajo a un maldito partido de lucha en la jaula. No pude contener mi emoción a medida que me abrí paso entre todo la gente, para que poder estar lo suficientemente cerca de agarrarme de la valla. El locutor se acercó al rubio e hizo señas hacia él al hablar en un micrófono que de repente apareció en su mano. ―En esta esquina, tenemos a Light. Imparable y vicioso. Cada golpe te hará ver la luz ―hizo una pausa para dejar que la multitud gritara, y lo hice, también. No conocía a ninguno de los chicos, ¡pero a la mierda! ¡Gritaré todo lo que quiera esta noche!―. Y en esta esquina ―Ahora hizo un gesto hacia el otro chico que se había subido a la valla, levantando el brazo para decirle a la gente que animara―. ¡Tenemos a Death! ―Ahora, la gente prácticamente gritó y animó aún más. Ahora estaba claro que este tipo era el favorito del público―. Feroz, venenoso, ¡y el doble de imparable! ¡Él es Death y no tiene miedo de ser fiel a su nombre! Me reí a medida que comenzó la lucha, y demonios Death estaba golpeando bien a ese chico. Hombre, ¡amaba esto! Parecía que sabía mucho más de las Artes Marciales. Era extremadamente bueno golpeando y yo repetía sus acciones, con la esperanza de que pudiera luchar así de bien algún día. Light era igual bueno, pero simplemente no podía vencer a Death. Debo decir, que ambos eran excelentes luchadores, pero uno siempre tiene que ganar. Durante la lucha, sentí una presencia detrás de mí. Descansaron una mano en mi cadera y pusieron su barbilla en mi cabeza. Pero estaba demasiado distraída y no había mucho espacio para que me apartara, así que sólo lo dejé pasar.

*** Una vez que la pelea había terminado, la gente empezó a irse. Pero todavía tenía esta enorme sonrisa en mi cara mientras salía del edificio. No puedo creer que Davne hizo esto. Estaba más o menos esperando que él me llevara a su casa para hacerme cosas (ya que él dijo que "yo lo quería"). Pero en cambio, me llevó a un partido de lucha impresionante que acaba de alegrar toda mi semana. Creo que tengo que agradecerle a pesar de que me arrastró hasta aquí, ¿verdad? Caminamos de regreso a su moto en silencio y me entregó su casco de nuevo. ―Me gusta verte sonreír. Se ve más sexy que tenerte frunciéndome el ceño. ―comentó, mientras saltaba en su moto y me dio una sonrisa. ―Davne, nunca pensé que diría esto, pero en realidad me divertí esta noche.

―Siempre vengo aquí para un poco de diversión. Incluso he luchado un par de veces, pero nadie es mejor que Death ―Eso es cierto. Yo estaba animando a ese tipo a partir de ahora―. Y ya que me gusta estar aquí, sabía que a ti te gustaría, también. Así que me alegro de oír eso, conejita. Gruñí por el nombre. ¿Es así como Zavier se sentía cada vez que lo llamaba "oso de peluche"? ¿O es que realmente le gusta? ¡Agh, sácalo de tu cabeza! ―Estoy bastante segura de que si te dijera que no me llames así, no me escucharías de todos modos. ―No ―respondió sin rodeos, mientras asentí y me puse el casco en la cabeza antes de volver a saltar sobre su maravillosa moto. Cuando estábamos casi en la casa de Zavier, toqué el hombro de Davne y le dije: —Puedes detener la moto aquí. ―Me escuchó y detuvo la moto justo en frente de la casa del vecino. Había arbustos altos entre las dos casas. Así que desde aquí, Zavier no nos podría ver incluso si estaba observando por la ventana o algo así. ―¿No quieres que el chico nerd nos vea juntos? ―Davne preguntó con una sonrisa, mientras me quité el casco y se lo di antes de saltar fuera. Estaba empezando a alejarme sin decir una palabra, pero él agarró mi muñeca y me tiró hacia su cuerpo, que estaba apoyado en su bicicleta ahora. Miré hacia él cuando me mantuvo firme en su lugar con las manos en la cintura―. Oh, vamos, no esa cara de nuevo. Pensé que estábamos bien ahora. Además, no me estarás dejando tan pronto. Todavía necesito una cosa más. ―Me di cuenta de que se aferró a mí como si me estuviera amenazando. Si me suelto, él probablemente heriría a Zavier sólo por eso. ―¿Qué más quiere ―Mis palabras fueron cortadas cuando él tomó mi cara entre sus manos y me besó con fuerza en los labios. Mis ojos se abrieron de par en par por su acción repentina, pero sabía que tenía que ir con ello. Debo decir sin embargo, sabía cómo usar los labios. Una vez que nuestros labios se conectaron entre sí, fue directo a ello. Incluso puso sus manos en mi cintura para mantenerme en lugar, mientras gemía y mordió mi labio inferior. Abrí la boca para concederle la entrada para que pudiera explorar mi boca y la batallar su la lengua con la mía. Me haló más cerca, presionando mi cuerpo duro contra el suyo, y profundamente suspiré. Él sabía dulce sin embargo a menta fresca. Nuestras bocas trabajaron en sincronía y no tenía ningún lugar para poner mis brazos, excepto en su duro pecho. Quería empujarlo, pero al mismo tiempo, estaba demasiado atraída por él. ¿¡Qué demonios estaba mal conmigo?! Seguí recordándome a mí mismo porqué estaba haciendo esto. Es por Zavier, es sólo por Zavier... ¡Maldita sea! Lo siento tanto, osito de peluche.

•Zavier• ¿Qué iba a hacer? Estaba tan muerto de miedo en este momento. ¿Cómo podía simplemente escaparse así sin ninguna advertencia? ¿Ella sabe lo enfermamente preocupado que estoy ahora? ¿Qué estaba haciendo? Sentado en su cama vacía, me mordí el labio mientras trataba de marcar su número. Seguí llamando y enviando mensajes de texto, pero ella no contestaba y se fue directamente a su correo de voz. Sabía a ciencia cierta que no iba a dejar su teléfono aquí, y que casi siempre respondía de inmediato. Esto debe significar que algo está mal o ella sólo silenció su teléfono, para lo cual debe tener una muy buena razón para hacerlo. Marqué su número de nuevo y aún no hay respuesta, haciendo que apretara mis puños y rechinar los dientes. Quería tan mal simplemente tirar mi teléfono contra la pared. Quería gritar su nombre, de modo que ella pudiera saber qué tan asustado y enojado estaba. ¿En qué estaba pensando ella? ¿Que nosotros no somos responsables por ella? ¿Qué voy a seguir cubriéndola? Estaba llorando antes, por el amor de Dios, ¡y ni siquiera sabía por qué! ―¡Maldita sea! ―murmuré para mí mismo, conmocionado aunque sin importarme que acabara de decir una palabra como esa―. ¡Maldita sea, Evelyn! No creo que poder hacer esto más. Respirando profundamente ya que me sentía mareado, decidí simplemente tumbarme en la cama y calmarme. Es Evelyn. Ella va a estar bien, ¿verdad? Fue entonces cuando cerré los ojos y me quedé dormido. Ella va a estar bien.

21 La ignorancia, mi mejor amiga •Evelyn• Una vez que por fin había logrado colarme dentro de la casa, mi corazón comenzó a golpear rápido y con fuerza contra mi pecho una vez que vi a Zavier profundamente dormido en mi cama. Silenciosamente me acerqué y solo lo observé en silencio mientras él respiraba lentamente. Se veía tan lindo y tranquilo, y no quería hacerle daño, sobre todo porque sabía que él no haría nada para hacerme daño. Pero sé que lo hice, por lo que había hecho allí, y a pesar de que me decía a mí misma que solo lo estaba protegiendo, eso no era muy cierto. Todo esto era estúpido. ¿Por qué no podía simplemente decirle a Davne que se fuera? ¿Es que realmente me gustaba pasar tiempo con él? Bueno... para ser honesta, quiero ver a qué otras aventuras me ha de llevar. ¿Era tan malo? Esa era una pregunta retórica, por cierto. Oh, ¡lo que sea! Suspirando, me acosté junto a Zavier, tratando de no moverme demasiado para despertarlo. Él estaba abrazando mi almohada de Jack Skellington, pero noté su teléfono deslizándose por debajo. Fruncí el ceño, y luego me puse pálida, mientras buscaba mi teléfono en mi suéter. Maldita sea, ¿qué pasa si había llamado? Revisando mi teléfono, tenía 20 llamadas perdidas, 5 mensajes de voz, y 13 mensajes de texto. ¡Todos de Zavier... y solo de Zavier! ¡Maldita sea! Lo había preocupado, ¿no? ¿Por qué no había ajustado el volumen a bajo o vibrador, en caso de que él llamara? ¿Por qué siquiera había venido a mi habitación por la noche? Supongo que todavía estaba preocupado por mí, por lo de antes, cuando había llorado sobre toda su camisa. Era demasiado dulce. No lo merecía como amigo en absoluto. Él no se merecía tener que cuidar de mí, o preocuparse por mí. Además, lo estaba convirtiendo en una mala persona, ¿no? O en una persona... ¿más divertida? Ni siquiera lo sabía ya. Pero sí sé que ya me está cambiando. ¿Era realmente para mejor?

*** Por la mañana, me desperté en una cama vacía. Supongo que Zavier despertó en algún momento de la noche y decidió volver a su habitación. Apuesto a que se sentía un poco incómodo al respecto, pero yo encontraba eso muy adorable. Me levanté de la cama y comencé a prepararme para la escuela. Una vez que terminé, tomé todas mis cosas y bajé corriendo las escaleras para tratar de hablar con Zavier. Quería explicarle lo que (no) había sucedido ayer por la noche, cuando parecía tan preocupado por mí, aunque me sentía realmente terrible y culpable solo de pensarlo. Al entrar en la cocina, Stormy me sonrió mientras cocinaba unos huevos, mientras Zavier estaba comiendo algunos cereales de coco en el mostrador. Sabía que eran sus favoritas, ya que él las comía casi cada mañana y noche. Cuando notó que llegaba, podría haber jurado que lo vi rodar sus ojos y suspirar con molestia. Luego se levantó y puso su tazón en el fregadero, antes de agarrar su mochila y arrojarla sobre su hombro, besando a Stormy en despedida. —Está bien, mamá, me voy. Jesse está afuera. —Está bien, ten un buen día, cariño. Se dirigió a la sala de estar, y yo simplemente me encogí de hombros y lo miré completamente desorientada. ¡¿Qué demonios?! —¡Zavier! —Ni siquiera desayuné. Sólo agarré mis cosas otra vez y salí de la cocina, tratando de alcanzar a Zavier antes de que me dejara—. Umm, ¿no vas a esperarme? Suspiró cuando se volvió hacia mí. Me miró sin expresión alguna, y me dolió verlo de esta manera. Estaba enojado conmigo, ¿no? —Drake te dio esa moto por una razón —me dijo de plano. Guau. A pesar de que no me golpeó ni nada, aun así eso me llegó. Era como si me estuviera diciendo que no quería que fuera con ellos, excepto que realmente no dijo las palabras exactamente. Aunque estaba en lo cierto. Él no sabía la verdadera razón, y yo me había escabullido. Supongo que no había nada que discutir. Odiaba cuando la gente me trataba de esta manera. Si él no me importara tanto, probablemente ya habría causado un alboroto para ahora. —Bien. Solo tienes que irte entonces —dije sin emoción, y se quedó allí, mirándome, probablemente tratando de ver a través de mí. Era muy afortunada de que no pudiera. Estaría en un gran problema si fuera así. Se lamió los labios y miró hacia abajo. Oh, no te hagas el inocente ahora. No actúes como si te sintieras mal. Pero, de nuevo, no actuaba. Estoy segura de que en realidad se sentía mal, pero estaba tratando de permanecer enojado conmigo. Lo dejaría tranquilizarse. Trataría de hablar con él más tarde, durante el almuerzo o algo así. Suspirando, revolvió su cabello ya desordenado y salió, cerrando la puerta detrás de él.

Apreté la mandíbula y asentí, antes de ir por las llaves de mi moto y conducir hacia la escuela. No me sentía hambrienta. Cada clase pasó muy lentamente y robaba miradas a Zavier. No parecía fijarse en mí en absoluto. Y pensé: ¡vaya! Este chico es bueno. Pero por lo general, participaba en la clase y podía incluso decir las respuestas que nadie sabía. Hoy, él no dijo una palabra. Los profesores hasta se pusieron incómodos y no dejaban de mirarlo fijamente. Pero lo único que hizo fue mirar hacia abajo y escribir Dios sabe qué en su cuaderno. Su ensayo de la universidad, ¿tal vez? ¡No lo sé! Traté de llamarlo. Pero, por supuesto, me ignoró. No fue hasta el almuerzo que me sentí muy irritada. Sé que quería que se enfriara, pero nunca había podido tener a alguien simplemente ignorándome. Puedo ignorar a otros, eso está completamente bien. ¿Pero otros ignorándome? Me daban ganas de golpear una pared. Una vez que había entrado en la cafetería, busqué frenéticamente a un niño nerd adorable con gafas. Había chicos con gafas en todas partes, pero ninguno de ellos era tan adorable y sexy como Zavier. Finalmente lo encontré en una mesa en la esquina de la cafetería. Era extraño que él no estuviera en nuestra mesa de siempre. Quiero decir, no era como si estuviera ignorando a Jesse y Ethan, también. Zavier estaba comiendo una bolsa de zanahorias de su bandeja de comida que estaba a pocos centímetros de él. Pero lo que estaba justo en frente de su cara era un maldito libro de Salud. Y como Ethan había dicho, eso significaba que estaba tratando de evitar algo. Y ese "algo" era obviamente yo. Cuando me acerqué a él, ni siquiera me atreví a pensar antes de hablar. Solo lo hice. Necesitaba escucharme, incluso si lo que estaba a punto de decir... iba a ser una mentira enorme y horrible. —Está bien, lo siento. Y realmente deberías apreciar esto porque casi no me disculpo. Solo "a veces", o nunca... jamás. —Todo lo que hizo fue suspirar mientras sorbía su Rock Star—. Pero mira, solo por favor, ¡osito de peluche! ¡Por Favor! No soporto verte enojado conmigo. —¿Dónde estabas? —exigió, ni siquiera mirarme. Sus ojos siguieron en ese estúpido libro de Salud. Quería agarrarlo, cerrarlo, y tirarlo por la estúpida ventana. Cada objeto era estúpido ahora mismo para mí. Ese lápiz es estúpido, esa mesa es estúpida, esa silla es estúpida, esa... esa... —¡Maldito estúpido! Justo cuando grité eso sin querer, un chico que pasaba con su bandeja del almuerzo comenzó a llorar mientras me miraba. —Lo siento, ¡era la única camisa que quedaba en mi tamaño! Sé que me queda horrible. —Salió corriendo de la cafetería, con las personas (incluyéndome a mí) dándole algunas miradas confusas. ¡¿Qué demonios acaba de pasar?! Me volví hacia Zavier mientras suspiraba, cruzando los brazos sobre la mesa mientras me miraba intensamente. Él estaba haciendo contacto visual, lo que significa

que estaba tratando de ver si estaba mintiendo. Pero había estado haciendo esto por mucho tiempo. Podía hacer contacto visual y mentir honestamente a la gente. Aunque esta vez, probablemente me sentía muy culpable por hacerlo. ¡¿Ven lo que me está haciendo?! —Está bien, continúa —dijo—, y no me mientas. Era tan afortunada de ser una mentirosa increíble. Lo siento mucho, Zavier. Pero solo tengo que hacer esto por ti. Sé que tengo la opción de luchar contra esto. Pero cuando se trata de chicos malos, no puedo luchar por mi cuenta. Le dije que lo mataría, y no estaba bromeando, pero obviamente sabe más que yo. No he sido esta clase de chica toda mi vida y él probablemente ya había nacido con esa sonrisa en su rostro. Solo no soy rival para él. Y si eso suena como si me estuviera rindiendo, entonces que así sea. Pero un día, voy a conseguir devolvérsela. Un día. Nunca dejo que las personas se salgan con la suya en las cosas que me hacen. —Tenía que estar sola y pensar las cosas. Así que di un paseo. Caminar por la noche realmente ayuda a calmar mi mente y aliviar algo de la tensión que he estado sintiendo. No podía quedarme en mi habitación. Necesitaba estirar las piernas, también. Lamento haberte preocupado. No va a suceder de nuevo. Te avisaré la próxima vez. Pareció pensar en esto mientras miraba hacia abajo. Apretó los labios y luego me miró mientras suspiraba profundamente. —Está bien, te perdono. Eso me hizo sonreír y correr a su lado. Prácticamente lo apreté en un abrazo cuando me senté a su lado. Él se rió y mi corazón se calentó. Realmente extrañaba su risita. Sin duda hacía mi día mejor. Puso su brazo alrededor de mí cuando me senté con la espalda recta, y puse mi cabeza en el hueco de su cuello mientras respiraba su aroma. Siempre olía muy bien, como un coche recién lavado. —Evelyn. —Tarareaba mientras agarraba su mano y acariciaba suavemente su piel. Ahora, estaba segura de que la gente iba a pensar que éramos pareja de nuevo. Pero no me importaba una mierda esta vez. Yo estaba aquí, con Zavier, y él iba a estar a salvo... conmigo—. ¿Por qué llorabas? Yo estaba empezando a entrar en pánico ya que no sé muy bien qué hacer cuando una chica llora. Jesse dice que es el momento de cortar y correr. —Nos reímos. Sí, ese era Jesse—. Pero lo manejé porque no quería dejarte así. Me puso la mano en la barbilla y me levantó la cabeza para mirarlo a los ojos. Me dio una linda sonrisa inocente y sentí ganas de llorar de nuevo, pero me detuve a mí misma. No lloraría delante de estas personas. Si me veían llorar, sabía que me verían de manera diferente y ya no sería la chica mala de la ciudad. Pero bueno, soy humana, como todo el mundo. Se me permitía sentir otras emociones aparte de ira. —No sé por qué lloraba. Solo sucedió —le susurré con honestidad, cuando él ladeó la cabeza hacia un lado de una manera muy adorable. Negué ante esos pensamientos y le sonreí—. Oye, ¿qué tal si empezamos nuestra primera lección de hoy después de la escuela? ¿Bien? Te prometo que no seré un desastre emocional esta vez. —Levanté mi dedo meñique y él sonrió dulcemente antes de enroscar su dedo meñique con el mío. —Está bien —dijo, pero sus ojos estaban mirando hacia mis labios.

*** Después del almuerzo, estaba caminando por el pasillo hacia mi siguiente clase. Pero cuando di la vuelta a una esquina y vi a Davne justo en frente de mí, me di la vuelta. Él, por supuesto, me siguió, caminando junto a mí, y de repente me llevó a un rincón donde nadie nos vería. Me quejé y lo miré con disgusto. —Lo pasé muy bien el otro día contigo —me susurró al oído mientras lo mordisqueaba, lo que me hizo empujarlo—. Hagámoslo de nuevo. ¿Esta noche? ¿Mi casa? ¿Sin ropa esta vez? —Sigue soñando, señor Chico Malo. —Hice una mueca y comencé a caminar de nuevo, pero aun así me alcanzó. —Oye, vamos, no seas así. —Agarró mi muñeca y me dio la vuelta para mirarlo de nuevo mientras rodaba los ojos. Umm, ¿eso no quebrantaba su propia parte del trato? ¡Pequeño hijo de puta!—. Tú y yo sabemos que te gustó. Mucho. Está bien, quizás había disfrutado de ello cuando no debería haberlo hecho. Tenía un don con los labios. No eran solo para mostrar. Así como ese cuerpo podría no serlo tampoco… —Davne, no voy a ser alguien a quien llamar para tener sexo si eso es lo que estás planeando. —Sabes, ahora que lo has mencionado, en realidad no parece una mala idea. —¡Cállate! —susurré, haciéndole levantar las manos en defensa mientras le golpeaba la cara en broma—. No puedes llamarme cada maldita noche. Sabes que él ya está sospechando, ¿no? Además, dijiste que no existirías durante el horario escolar o incluso en las horas del día. Así que a partir de ahora, no te conozco ni me importas. Oh, espera, nunca lo hiciste. A-di-oós. Cuando lo empujé a un lado y me alejé, le oí reír detrás de mí, haciéndome taparme la boca para ocultar la sonrisa que amenazaba con extenderse sobre mis labios. Eso fue raro.

•Zavier• —No estoy diciendo que sea una mala idea, solo estoy diciendo que a lo largo del camino, tal vez ustedes dos acaben juntos. —Ethan, Ethan, amigo, no digas más. —Jesse levantó la mano para detener a Ethan de hablar. Ethan cerró la boca y se recostó en el asiento mientras Jesse volvía sus dos manos al volante. Nunca digo nada, pero no me gusta cuando conduce con una mano. Él fácilmente podría perder el control y tengo inmediatamente esta compulsión

de rezar sin siquiera ser religioso—. Zavier aquí sabe en lo que se está metiendo. Además, ¿por qué Evelyn iría por un tipo como él? Sin ánimo de ofender. Todo lo que hice fue suspirar y rodar mis ojos mientras miraba por la ventana. No había ni siquiera un punto en decir lo usual, "no me ofendo", porque siempre hacía este tipo de cosas de todos modos. —Con la gran ayuda de Evelyn, Joss y Zavier estarán juntos. Te lo garantizo. — Bueno, no era malo todo el tiempo. Él podía ser muy favorable y un gran amigo que siempre estaba ahí para mí—. Bueno, en realidad, este hijo de puta... —Estoy fuera —le dije justo cuando detuvo el coche delante de mi casa. Sabía que probablemente otro insulto escaparía de su boca, por lo que prefería no estar allí para escucharlo. Ni siquiera me molesté en despedirme ni nada. Si yo fuera uno de esos tipos (ya sabes cuáles, ¿no?), entonces me enojaría con ellos o algo así. Pero soy demasiado bueno, como ya hemos establecido. Pero mientras caminaba lejos, Jesse tocó la bocina y me gritó: —¡Oye! Asegúrate de utilizar la lengua cuando ella te muestre cómo... Cerré los ojos con fuerza y bloqueé mi puerta después de haber entrado. No quería escuchar la última parte de esa frase. Era, sin duda, malo o grave, o ambos. Jesse era un montón de cosas, como ya sabes. Era inmaduro, coqueto, desagradable, ofensivo, y solo un poco pervertido. Oh, espera, ¿no lo eran la mayoría de los chicos? Bueno, obviamente no soy la mayoría de los chicos. Y me alegro de no serlo, aunque me haga un "perdedor" o algún sinónimo de eso. Pero, en realidad, a veces ni siquiera sabía por qué Jesse era mi mejor amigo. Ethan era más del tipo tranquilo, pero sabía cómo era en realidad. Bueno, al menos guardaba sus pensamientos en su interior. A Jesse no le importaba. Decía lo que pensaba, lo cual era realmente malo, obviamente. El caso en cuestión, él había conseguido demasiadas detenciones en el pasado por decir groseramente lo que pensaba en clase. Al entrar en la cocina, ya estaba deseando algo de la comida chatarra que teníamos en la planta baja. Teníamos un poco de ella en algunos de los gabinetes de aquí, sin embargo. Mamá quería regresarlo todo o regalarlo, y ella nos lo decía todos los días. Pero, por supuesto, la ignorábamos. ¿Quién querría renunciar a ellas? Tal vez debería hacerme un sándwich y luego comer un poco de Nutella o algo así. Vaya, ¡eso sería impresionante! Mientras estaba haciéndome un sándwich de jamón, de repente sentí una presencia detrás de mí. No recordaba que esta casa estuviera embrujada, pero lo que sea. No tenía miedo de un pequeño fantasma. —¡Hola! Tan pronto como escuché eso, grité y me di vuelta, mientras agarraba mi pecho donde mi corazón latía rápidamente. —Evelyn —susurré apenas, mientras ella sonreía tiernamente e inclinaba la cabeza hacia un lado. Tenía sus manos atrás, por alguna razón, así que caminé lentamente lejos de ella. —¡Deja tu sándwich y agarra tus libros de romance! —dijo en una manera imponente mientras señalaba con el dedo hacia mí. Así que ella no tenía nada en sus manos, ¿eh?—. ¡Es hora de la clase Chicas y Amor 101!

Tres incómodos segundos pasaron antes de que me echara a reír. Ella abrió la boca y me golpeó en el brazo. —¡Ay! ¿Qué fue eso? —Hombre, ella era fuerte. —¡Te estás riendo de mí! Yo te estoy enseñando todo lo que hay y todo lo que sé. ¡Ahora vámonos! —Agarró mi muñeca y empezó a alejarse. Pero antes de que me pudiera sacar de la cocina, rápidamente alcancé mi sándwich y tomé un bocado de él. Me llevó arriba a su cuarto y me senté en su cama. Su habitación era agradable y olía igual que ella (sonaba como un desgraciado con eso. ¡Lo siento!). También era bastante oscura. Muchas de sus cosas eran negras, al igual que su ropa. Pero todo le quedaba. Ella no se parecía a esa gente aterradora. A menos que se enojara. Entonces tendría una mirada tan aterradora que lo más probable es que se apareciera en tus pesadillas (no es la gran cosa, en realidad). Me di cuenta de que ella seguía mirándome mientras comía mi sándwich y lo terminé rápidamente. Me sentí incómodo al mirar alrededor, tratando de averiguar por qué estaba observándome de esa manera. ¿Estaba siquiera parpadeando? —¿Qué? —le pregunté finalmente. Ella sólo se rió y se sentó a mi lado en la cama, muy cerca. Pero no me moví y ni siquiera pensé en moverme. —Nada. Vamos a empezar ahora. Asentí y le di una pequeña sonrisa. Me alegré de que pareciera más feliz que la última vez que intentamos esto. Todavía estaba muy curioso en cuanto a por qué ella solo lloró así delante de mí. Tal vez extrañaba a sus amigos en casa o algo así. Yo solo había sabido que quería mantenerla en mis brazos y nunca dejarla ir. Ella se había roto y lo había notado. Así que quería estar con ella en cada paso del camino. —Muy bien, ¿así que con qué empezamos? Ella sonrió. —Cómo actúa y siente una chica. Dime qué piensas acerca de ellas. En general, supongo. —Se encogió de hombros y esperó mi respuesta. —Bueno, siento como si las chicas fueran más diferentes de lo que en realidad parecen ser. Ella asintió. —Está bien, eso es correcto. Mira, nosotras tendemos a ocultar la mayor parte de nuestros sentimientos en el interior. Si Joss te dijera que está bien que fueras, no sé, tres horas tarde a su primera cita... Qué, tres horas tar… —¿Por qué iba a hacer eso? —Es un ejemplo, cálmate. —Ah, claro—. De todos modos, si ella dijera que está bien, realmente estaría enojada en su interior. Si ella te viera con otra chica y dijera que es genial que tengas amigas, en el interior, podría estar hirviendo de celos. Traté de imaginar eso. Nada ocurrió. No salía con muchas chicas a menos que vinieran a mí pidiendo ayuda con una clase. Vamos, ¡soy el nerd! Cuando hay proyectos de grupo que valen el 30% de la calificación, soy de repente el chico más popular de la clase. Nunca han coqueteado conmigo tampoco. Está bien, tal vez un poco, pero todas,

en su mayoría, saben cómo soy. ¿Recuerdas? Sin experiencia con las chicas... ¿realmente no querían un tipo así, verdad? Así que, técnicamente, la única chica con la que salía era Evelyn. Oh, bueno, ¿pero cómo resultaría eso? Quiero decir, ¿si Joss y yo estuviéramos en una cita? En realidad no parece del tipo celoso, pero entonces, realmente no la conocía. Podría pensar que no, pero como Evelyn me acababa de decir, las chicas tienden a ocultar sus emociones bastante bien. Es por eso que son tan difíciles de leer la mayor parte del tiempo. Por el resto de la noche, Evelyn me dijo todo sobre las emociones y los sentimientos de una chica, e incluso me dio algunos muy buenos ejemplos para que yo pudiera entenderlas perfectamente. Me enteré de cosas acerca de las que no sabía mucho, o en absoluto. Me di cuenta de que iba a ser una gran ayuda. Tenía la esperanza de conquistar mi miedo en algún momento, a pesar de que todavía parecía muy estúpido para eso.

22 La debilidad de ella •Evelyn• Me metí detrás de Zavier en el sofá la noche del jueves, y aplaudí justo al lado de su oreja, cuando estaba terminando un poco de tarea de matemáticas. Él saltó y me miró con las cejas ligeramente arrugadas. ―Sí, gracias por ese mini infarto ―dijo, señalándome con su lápiz mecánico azul. Solo le di una gran sonrisa y tomé el lápiz de sus manos. ―¡Hoy es la lección númerosi dos, Zavier! Me dio una pequeña sonrisa con una mirada que me dijo que probablemente iba a corregirme o algo así. Puff. ―Umm... ―Sí, me va a corregir―. Estoy bastante seguro de que es número dos. Número no puede ser plural porque te refieres a un número, que es dosii, y no indica una cantidad, si eso tiene algún sentido. ―No lo tenía, pero supongo que lo entendía. Lo que sea. ¡Quería iniciar esta lección ya! Y tengo mis razones de por qué. ―Bueno, mi error, no tomé francés ―bromeé mientras me tiré en el sofá. Zavier inclinó la cabeza hacia un lado y la expresión de su rostro era como la que tendrías después de ver a alguien herirse a sí mismo. Me encanta ver a la gente lastimarse a veces, en realidad, sobre todo si yo, de alguna manera, causaba el dolor. ¿Eso no me hace simplemente un angelito? ―Eso es español. Número dos en francés es... número deux. ―¿¡Sabes qué?! ―espeté juguetonamente, irritándome un poco por sus correcciones. Sabía algunas de estas cosas, supongo. Solo lo olvidé, ¿de acuerdo? De cualquier manera, el pequeño Señor Sabiondo simplemente tenía que hacer que alguien se sienta como un verdadero idiota. Pero maldita sea, ¿por qué él hablándome así me excitaba tanto? Zavier entró en modo de "buen chico" (no es como si nunca estuvo en esa modalidad), y apretó los labios para probablemente detenerse de hablar de nuevo. Tomé una respiración profunda y me relajé de nuevo. ―Lección número dos, una lección física. Nosotros, mi compañero Zavier, aprendimos todo sobre las emociones de una chica ayer y hoyyy, vamos a aprender acerca de la debilidad de una chica.

Está bien, quizás me estaba moviendo un poco demasiado rápido en estas cosas, pero lo siguiente era el beso francés, así que todo estaba bien. Confía en mí. Todo era muy apropiado, y necesitábamos empezar a poner estas cosas en movimiento. Claro, puede sonar como que lo estoy usando en este momento con las lecciones "físicas" pero realmente quiero enseñarle. Quiero que supere su miedo y deje de estar nervioso y cohibido. No voy a convertirlo en algún idiota. ¡Por supuesto que no! Solo lo convertiré en un joven que sabrá exactamente cómo tratar a una chica con respeto, cómo ser suave (y cuando ser duro, si sabes lo que quiero decir), y, básicamente, cosas por las cuales ya he pasado. Y aunque todo esto era para que él pudiera llegar a Joss, me sentí honrada de ser su primer todo. ¿Supera eso, Joss? Apuesto a que no puedes. Miré a Zavier y noté que me dio una linda cara confundida, una que difícilmente veo en él, ya que es, obviamente, oh-tan-demasiado inteligente. ―Umm, ¿la debilidad de una chica? ¿No debería aprender primero a cómo, sostener su mano o algo así? Levanté un dedo para cortarlo. ―Ah, esos son los fundamentos básicos, osito de peluche. Vamos, la abrazas, sostienes su mano, ¡eso es todo lo que hay que hacer! Solo tienes que ser casual al respecto, así no hay torpeza. Se burló. ―Sí, porque no soy torpe en absoluto. Bueno, cuando lo pones así... Seguí de todos modos, como si no acabara de oír ese pequeño comentario. ―Y sé bueno, no la obligues a ello. No nos gusta eso. Pero de todos modos, no solo te enseñaré acerca de cómo son las chicas, sino también acerca de la sexualidad. ―Mientras dije la última parte, no podía dejar de sonreírle mientras sus adorables ojos se agrandaron con horror. ―Espera, espera, ¿¡qué!? ―Es una cosa normal. Necesito ayudarte con tu vida sexual, solo es justo en realidad... Tragó saliva y puso su mano sobre su cara en frustración. ―Oh dios... ¡Bravo! Demonios. ―Bien, ya estás aprendiendo a gemir. ―Aplaudí y luego lo señalé con una cara seria―. Ese estuvo bueno. ―Evelyn. ―Se sonrojó y suavemente golpeó mi brazo a pesar de que sabía que estaba definitivamente bromeando (algo así). Suspiré y rodé los ojos juguetonamente. ―Dije que te enseñaría cómo besar también, ¿recuerdas? Este es un paso antes de eso. ¿De acuerdo? Solo quiero mostrarte cómo hacer que una chica se sienta bien. Una relación es todo. Pero después, ustedes realmente querrán saltar sobre los huesos del otro y será muy difícil...

―¡Evelyn! ―Me advirtió de nuevo con severidad, lo que me hizo resoplar y hundir mis hombros, como si fuera un niño siendo castigado por comer comida chatarra antes de la cena. ―Está bien, voy a estar en silencio. Silencio... Odiaba tanto el silencio. Siempre necesitaba algún tipo de sonido, por lo general era solo música. Pero no había ninguna en ese momento, así que hice mi propia pequeña "música" y comencé a hacer sonidos de pop con mi boca, que -a la mayoría de la gentele sería muy molesto. Y oye, tal vez eso es exactamente lo que buscaba. Sin duda, le llegó a Zavier. Así que después de unos segundos, suspiró y se frotó la frente. ―Yo... supongo que si tenemos que... No le di ningún tiempo para terminar la frase antes de que agarrara su brazo y lo arrastré hasta el piso de arriba a su propia habitación, con una indescriptiblemente enorme sonrisa en mi cara. Tiempo de pasar un buen rato de verdad ahora, ¿sí? Lo tiré en la cama, y parecía sorprendido mientras daba un vistazo alrededor de su propia habitación, probablemente tratando de conseguir poner en orden su entorno y sistema. Parecía bastante asustado ahora mismo, así que voy a tratar de hacer esto con una pequeña charla para animarlo antes de comenzar. El tema–las chicas buenas. Joss era una buena chica, podríamos decirlo fácilmente. Pero sabía más que eso. Probablemente hizo cosas malas también, incluso si es la hija de un predicador. La gente hace cosas malas todo el tiempo. Es la naturaleza humana. Puede que no sean del tipo de cosas malas que siempre estoy haciendo. Pero supongo que mentir es bastante malo. Hacer trampa es muy malo también, aunque no tengo ni idea de por qué podría engañar. Estoy hablando de los exámenes aquí. Probablemente ha sido elegida como la gran sabelotodo en todo el estado de ¿en qué estado estamos de nuevo? Ah, sí, Nueva Jersey. Dios, a veces sigo pensando que estamos en mi ciudad natal. La extraño así de tanto. Cierto, volviendo al tema. Me salía tanto del tema a veces, es anormal. A las chicas buenas (conocidas como dos palabras que odio puestas juntas) les gusta de hecho los chicos malos. Ya sabes, es parte de todo el asunto cliché de la escuela secundaria. Y eso es exactamente lo que empecé diciéndole a Zavier, pero más en la línea de... ―A las chicas buenas les gustan los chicos malos, también ―...lo que, ahora me doy cuenta, no es tan diferente de lo que había pensado en un principio, pero lo que sea que funcione. ―¡Oh, si tuviera un dólar por cada vez que escuché esa... ―Cállate, chico nerd ―Zavier juguetonamente rodó los ojos hacia mí y suspiró profundamente. Una vez que supe que no volvería a interrumpirme, seguí―. ¿Dirías que Joss es una chica buena? ―Él abrió la boca para contestarme, pero no le di la oportunidad de explicarse―. ¡Respóndeme, muchacho! ―Bueno...

―¡Demasiado tarde! Ahora, ―hice una pausa para levantar un dedo y empezar a pasearme de un lado a otro de la habitación―. Todos somos buenos y malos, pero tenemos una calidad más que la otra. Personalmente diría que Joss es una de las buenas chicas con, más o menos, unos malos hábitos. ―Paré y giré para encararlo, haciéndolo mirarme con pequeños ojos tímidos―. ¿Estás de acuerdo con eso? ―¿Vas a dejarme contestar? ―preguntó con bastante rapidez en un solo suspiro. ―Umm... ―Fingí pensar en ello mientras daba ligeros golpecillos a mi barbilla voluntariamente―. Te voy a dar un minuto para responder. Zavier suspiró y asintió antes de hablar. ―Supongo que... quiero decir, que la conozco desde hace mucho tiempo, sé cómo es ella. Es amable con las personas a su alrededor ―Puff, demasiado molestamente agradable―. Es divertida, fácilmente puede hacerte reír ―O vomitar. Eso funciona, también―. Y ella es solo una gran ayudante. Además, es inteligente. Si piensas que soy inteligente, deberías ver sus boletas de calificaciones durante los últimos años. Puras A. Fruncí mis cejas hacia él como si estuviera sorprendida. ―¿Qué? ¿Nunca has tenido puras A antes? ―Solía obtener unas pocas B. Ahora consigo solo A, pero nunca bajo eso. ―Asentí y empecé a pasearme de un lado a otro en la alcoba de nuevo―. Entonces, ¿qué pasa con la cosa de chicas buenas, chicos malos? ―¿Dirías que las chicas buenas son... digamos, buenas? ―¿Eh? ―Mi error, no es realmente la pregunta que quería hacer. Quise decir, ¿dirías que las "chicas buenas" no se excitan sexualmente? ―Inclinó la cabeza hacia un lado un poco mientras se mordía el labio. Sus mejillas se pusieron color de rosa y parecía incómodo, por lo que dejé ir esa pregunta en su lugar. Odiaba hacerle sentir de esa manera. Solo estaba tratando de hacer divertidas las cosas. Ya sabes, aligerar el estado de ánimo. Pero estábamos llegando a las partes más serias ahora. Extendí mi mano para que él la tomara, y pareció vacilar mientras lentamente llevó su mano para tocar la mía. Cuando por fin y apropiadamente agarré su mano con la mía, sentí su nerviosismo. Quería que se sintiera lo suficientemente cómodo como para no sentirse de esta manera. Se pone tímido cuando algo sexual se está utilizando en una frase o algo relacionado con ello. Así que realmente necesitaba ayuda sobre cómo ser simplemente casual con cosas así. ¿No están los chicos de secundaria siempre hablando de cosas pervertidas y todo eso? Con toda la fuerza que tenía en mí, lo tiré hacia arriba y terminamos chocando entre nosotros. Estábamos cerca, muy cerca, causando que él tragara saliva mientras trataba de mirar a lo que sea, excepto mis labios. No me importaba si me pillaban mirando hacia alguna parte (tal vez en algún lugar inadecuado), por lo que en realidad estaba mirando hacia abajo a sus labios suaves y dulces como si fuera una cosa cotidiana. Y más o menos lo era para mí, tan extraño como pueda sonar. Lo he besado un total de dos veces. Y la primera vez, se quedó paralizado porque no sabía qué hacer y no podía respirar bien. La segunda vez, había devuelto el beso más o menos (lo cual fue caliente) pero estaba drogado, así que era como una persona diferente entonces.

Ahora, estábamos en la primera base de la atracción física. A continuación, estaría besando esos labios y luchando una batalla con su lengua. Sabía que tenía el coraje para besar sus labios en este momento, pero éstas eran solo lecciones para él. Y por alguna razón, eran un poquito más que eso para mí. ―Muy bien, la primera lección sobre el cuerpo de una chica ―le susurré, mientras agarré sus muñecas y tiré de él hacia adelante. Golpeé la pared pero lo mantuve muy cerca de mí para que poder sentir algo de su ropa y el calor de su cuerpo. ¡Maldita sea! Todo estaba volviéndome loca, pero tenía que controlarme. Jodidamente tenía que hacerlo. ―¿Sí...? ―preguntó, pareciendo ya sin aliento mientras miraba hacia abajo a mis labios. ¿Por qué demonios estaba haciendo eso? ¡Basta! ―Encuentra su debilidad ―terminé diciéndole a medida que estiré el cuello y apunté hacia él. Por el rabillo de mis ojos, lo vi mirando hacia abajo y haciendo un camino con sus ojos por mi cuello expuesto mientras se sonrojaba intensamente. Maldita sea, oso de peluche―. Besa mi cuello hasta que lo encuentres. Y luego tiéntame con él. Él comenzó a negar. ―Yo... ―Hazlo. Se detuvo un momento, y luego se puso más cerca de mí. Sentí esos duros abdominales suyos a través de nuestra ropa y quería nada más que rasgar la camisa de su cuerpo para rozar y besar su piel. Mi corazón latía como loco. Oh dios, sus labios están en mi piel ahora. Me moví un poco, pero luego sentí su manos grandes agarrar mi cintura desnuda, para, probablemente, mantenerme en el lugar. Podría jurar que mi visión se puso borrosa en ese mismo momento. Sentí el calor y leve roce de sus labios en este momento, y en realidad estaba siendo suave, apenas besándome. O simplemente empezando a... ―Vamos ―dije, riendo para mis adentros. Pero fui interrumpida cuando me tiró aún más cerca de su cuerpo, sintiendo su aliento caliente en mi cuello, lo que causó que muchos estremecimientos y hormigueos corrieran a través de mi cuerpo. A continuación, rozó su linda nariz contra mi punto débil, el cual estaba en mi clavícula, haciéndome gemir suavemente. Lo encontró... De repente, sin pensar, cerré los ojos mientras llevé mis manos para acariciar su pecho, hasta su duro abdomen. Empecé a meter mis manos bajo su camisa para realmente tocar su cuerpo, pero entonces, él agarró mis manos, entrelazó nuestros dedos, y los estrelló en la pared por encima de mi cabeza, haciendo que jadeara hacia él de placer por lo duro que estaba siendo repentinamente. Maldita sea... que caliente. Pero muy a mi pesar, terminó alejándose de mí mientras se dio la vuelta y levantó las manos para agarrar su cabello negro y desordenado. ―Lo siento, no puedo hacer esto. Es demasiado y yo solo, yo...

―No, has llegado demasiado lejos, Zavier. Vamos. No dejes que se desperdicie. Hazlo. ―Esto no era solo para mi placer, aunque pueda parecer que es solo para eso. Solo necesitaba aprender, como he dicho muchas veces ya. Pero, ¡demonios! A juzgar por la sensación de ello, parecía que ni siquiera necesitaba aprender nada de mí. Parecía que él lo anotó todo. Agarrando su mano, poco a poco tiré de él hacia mí. Y después de unos segundos de solo estar allí de pie y mirando hacia el suelo, se puso en la misma posición que estaba antes. Entonces descansó las manos en mi cintura, pero su agarre era más ligero esta vez, como si no quisiera hacerme daño en absoluto. Estiré mi cabeza hacia atrás cuando ahuecó suavemente la parte posterior de mi cuello, haciendo que yo dejara escapar un profundo suspiro. Él encontró el punto débil una vez más y besó la piel allí, pero más esta vez. Sacó su lengua y lo lamió un poco antes de empezar a chuparlo, a empujarme realmente por el borde. No pude evitar traer mi mano hacia arriba para tirar suavemente de su cabello suave y espeso mientras suspiraba profundamente de placer. Sentí mariposas estúpidas en todas partes, ¿o era un maldito zoológico? Uf, él era tan bueno. Me sentí tan hormigueante y asombrosa por todos lados, realmente no me estaba haciendo pensar correctamente. Zavier continuó besando mi piel frágil y quería tirar de él más cerca de mí. Quería entrar de lleno en sus brazos y hacerlo besar más de mí, en contra de esta misma pared. He sido besada antes, sí. Pero nunca he tenido tanto deseo sexual en solo cuestión de segundos. Zavier era un buen chico. Me hizo querer convertirlo en travieso y malo solo para mí. Soy buena solo para él, debe hacer lo mismo para mí, porque maldita sea... lo siento (no), pero realmente me estaba volviendo jodidamente loca. Y si él pensó que podía salirse con la suya, entonces pensó mal. Definitivamente pensó mal. Conseguiré a mi chico bueno, de una manera u otra. Una vez que había terminado y se había alejado de mí, miró profundamente a mis ojos. Se lamió los labios y luego mordió su labio inferior mientras miraba hacia abajo Al lugar que acababa de crear. Solo Dios sabía lo mucho que quería lamer y morder esos labios por él en su lugar. ―¿Qué? ―Zavier preguntó de repente, me agarró por sorpresa mientras interiormente me maldije a mí misma. Mierda...¿¡qué?! ―¿Qué? ―le pregunté. ―Tú solo... ―Se veía mayormente confundido en este momento y me mordí el labio, sintiendo como mis rodillas estaban tan cerca de renunciar a mí―. Acabas de decir que querías lamer y morder mis labios... Doble mierda. ―¿Di-dije qué? Lo no hice. ―¿Qué carajo, Evelyn? ¿Por qué estás hablando como yoda ahora? Zavier rió y el sonido era tan angelical. Aunque me las arreglé para verme enojada mientras golpeé su brazo musculoso. Pero apuesto a que ni siquiera lo sintió, a juzgar por lo duro que se sentían su bíceps. ―¡Te rías de mí no! ―¡Maldita sea! Él seguía riendo cuando dijo las dos palabras que me congelaron en el lugar.

―Eres linda. Espera, ¿qué? ¿Realmente acaba de decirme eso? ¿¡Y sobrio?! ―¿Qué? ―pregunté, porque realmente necesitaba saber si mi estúpida mente no estaba solo jugando estos patéticos juegos conmigo. ―Dispara... ―Se sonrojó y bajó la mirada con timidez antes de mirar hacia arriba, apuntando hacia su cabeza―. Eso estaba destinado a quedarse en mi cabeza. ―Estaba silencioso, una vez más, con ambos simplemente mirándonos el uno al otro. A continuación, se aclaró la garganta y comenzó a hablar de nuevo. Sinceramente, podría escucharlo todo el día. No me importa un carajo si suena malditamente cliché―. Así que... ¿lo sabes , cómo? ―Perfecto. Y así es como se hace ―dije con un guiño, lo que lo hizo soplar una respiración profunda y ruborizarse. Pero trató de ocultarlo con una risa cálida mientras se rascaba la parte posterior de la cabeza. ―Muy bien... umm, bueno... ―¡Chicos! ¿¡Dónde están!? ―Stormy llamó desde abajo de las escaleras, pero Zavier se puso un poco paranoico y se apartó de mí en un parpadeo―. ¡Es hora de cenar! Tengo mi famoso guiso de pollo aquí. A eso, Zavier y yo lentamente nos miramos antes de dirigirnos rápidamente hacia la puerta. Estaba cerrada con seguro sin embargo, así que tuvo que desbloquearla. Pero me lancé sobre él y la abrí en su lugar. Empecé a correr, pero él me tiró hacia atrás e hizo una carrera para llegar a ello, por el pasillo hacia las escaleras. Bueno, era el que tenía mejor aptitud física aquí. ¡No era justo! Grité cuando de repente regresó y me tiró encima de su hombro, y luego bajó corriendo las escaleras. ¡Maldita sea, que era fuerte!

•Zavier• Todo eso de volver a besar el cuello fue bastante intenso para mí. Estaba tan cerca de dar marcha atrás porque me sentía tan nervioso que apuesto que Evelyn podía escuchar mi corazón acelerado desde donde estaba. Pero para ser honesto, estoy tan contento de que ella me obligó a hacerlo. Todo este trato era para que deje de ser tímido, ¿no? No puedo vivir mi vida solo rindiéndome cuando tengo la oportunidad de hacer las cosas. Es como tener una oportunidad para conseguir una gran beca y simplemente rechazarla. Y he recibido muchas becas. Es solo la elección de qué colegio o universidad sería mejor para ir. Toda la cosa era rara de pensarla por alguna razón. Siempre me he preguntado a donde irá Evelyn cuando se vaya. Lo que va a estudiar y solo... No debería realmente pensar en eso ahora. Ese es el futuro y es igual a lo que le había dicho a Evelyn el otro día: el pasado es el pasado, por lo que solo intenta vivir en

el presente. Si no lo hago, podría perderlo todo. Atesorarlo porque no creo que vaya a tener ninguna oportunidad de ver mucho de Evelyn en el futuro. Cuando finalmente llegamos a bajar las escaleras, la puse en el suelo cuando llegamos al último escalón. Su rostro estaba rojo de risa y probablemente de toda la sangre fluyendo a su cabeza cuando estaba encima de mi hombro. Aún se las arregló para lucir bella, incluso con el cabello desarreglado. Mi mirada se dirigió hacia el lugar donde había besado su maravilloso, dulce cuello, hasta que se lo cubrió. Chico, cuánto quería besar sus labios allá atrás. Pero eso era probablemente para otra lección, ¿verdad? Solo sabía que quería que fuera ya. Nunca pensé que me encontraría en una situación como esta, sin embargo. Sin darme cuenta, todavía estaba mirando a Evelyn, hasta que me di cuenta de su expresión yendo de una, ya sea ira, irritación, molestia, desagrado, o todo lo anterior. No estaba seguro, ella tiene esas miradas todo el tiempo, y era difícil para mí recordar cuál era cuál. Seguí su mirada en su lugar. Y justo al lado de la puerta había un hombre de mediana edad con un traje gris sin corbata. Él es casi tan alto como mi madre (cuando usa tacones sin embargo), y tiene oscura piel bronceada con el pelo castaño oscuro y algunos rastros de barba en el mentón. ¿Quién es este tipo? ―Oh, este es mi hijo, Zavier ―Mi madre le dijo al hombre. Y tomé un vistazo rápido a Evelyn, quien estaba mirándolo ahora. Oh, así que era ira lo que sentía hacia él. El hombre ofreció una mano hacia mí para que la estrechara mientras inclinó ligeramente la cabeza. ¿Así que tenemos a un caballero aquí también? ―Umm... ―No tenía ni idea de qué decir. ¿Mi madre estaba empezando a salir en citas o algo así? Han pasado años desde que papá nos dejó. Pero entonces, ¿por qué está Evelyn mirándolo de la manera más disgustada posible? Estaba tan confundido aquí. ¿Qué está pasando, puede alguien por favor explicar? ―¿Hola? ―digo, sosteniendo mi mano hacia afuera para estrechar su mano. Tenía un agarre muy firme, también. ―Encantado de conocerte, hijo. ―¡Dijo hijo, dijo hijo! De acuerdo, Zavier, eso no significa nada. Los hombres suelen llamar a los chicos más jóvenes de esa manera. Simplemente estás buscando demasiado en ello―. Soy Bradley Munchuck. ―Él cenará con nosotros ―dijo mamá, causando que Evelyn falsificara una risa y se excusara a la otra habitación. Estuvo silenciosa después de eso, pero segundos más tarde, escuchamos gritos y cristales rotos. Sip, definitivamente ira. Bradley intentó sonreír a medida que asintió a mi madre y dio una palmada. ―Entonces, ¿qué hay para cenar?

23 Su Historia •Evelyn• El Sr. Idiota y yo estábamos en un partido muy intenso de miradas durante la cena cuando Stormy miraba hacia abajo o hacia otro lado. Pero, en realidad, yo era la que continuaba mirándolo incluso cuando ella miraba hacia nosotros. Él se limitaba a lucir esa estúpida sonrisa falsa suya y fingía que no pasaba nada en absoluto. ¡Mierda! Todavía odiaba a este tipo por quitarme mi libertad. Quería al menos hablar con mis chicos allá en casa de vez en cuando, pero ellos ni siquiera podían hacer eso sin ser intensamente vigilados por la policía. Además, me hacía sentir como una loca al conseguir una psicóloga para mí. Todavía no tenía un problema, era sólo la forma en que actuaba y hacía las cosas, lo que podía ser realmente malo para algunas (o la mayoría) de las personas. Sin embargo, como que me sentía un poco agradecida de que me enviara aquí, porque si no lo hubiera hecho, no habría conocido a Zavier Coin. Lo miré por el rabillo de mi ojo a lo largo de la cena también y me di cuenta de que se sentía incómodo y perdido a cerca de toda la situación. Estoy segura de que Stormy le dijo cuán grandioso era Idiota, pero me aseguraría de ponerlo al corriente sobre las verdaderas cosas después. Todavía no le había contado todo sobre mi vida. Pero por alguna razón, me sentía cómoda ahora. Quería contarle todo. Quería que él realmente llegara a conocerme y se diera cuenta de por qué era así. Más temprano, me había asegurado de cubrir la hermosa marca que había dejado en mi piel. Una vez que la había tocado, me mordí el labio y mentalmente lo felicité. Realmente lo hizo bien. No podía esperar hasta que llegáramos a cosas más intensas. —Así que... —Uff, Idiota va a empezar a hablar. Preferiría no estar aquí para eso— . ¿Cómo ha estado Evelyn? Estoy seguro de que... —hizo una pausa para mirarme, y luego se volvió hacia Stormy con esa falsa sonrisa de idiota en su rostro—,... ella ha sido una chica bastante problemática. —Oh. —Stormy rio mientras tomaba un sorbo de su bebida—. Ella ha estado trabajando muy bien conmigo durante nuestras sesiones de terapia —le informó, mientras él asentía. Pero parecía como si no pudiera creer del todo sus palabras—. En general, bueno, es una delincuente, no puede realmente cambiar sus formas tan fácilmente. —¿Ha sido arrestada? —No.

—¿Ha estado tomando drogas? —No que yo sepa, no. Me mordí el labio. ¡Vamos, incluso Zavier ha tomado drogas! Stormy puede ser bastante ciega veces, pero le doy gracias a Dios por eso. Si no, estaríamos en un enorme problema ahora. Estoy segura de que me enviarían lejos de nuevo si Idiota se enterara. —¿Ha estado bebiendo? —No. —Asesinado... —¡No! Bradley, por favor. —Stormy era la que lo estaba mirando fijamente ahora. Y ¿adivinen qué? Él tuvo el maldito descaro de mirarme cada vez que preguntaba una de esas preguntas. Ya sabía que no tenía fe en mí. ¿Por qué lo haría? Pero vamos, ¿no me envió aquí para ser una mejor persona o alguna mierda así? Sé que no me estoy convirtiendo en una persona mejor, pero la gente tiene que entender que ser mala está prácticamente en mi sangre. He tenido un pasado oscuro que sólo un par de personas conocen, incluida Stormy. Así que ella entiende lo que está pasando conmigo y por qué me he vuelto así. Además, la única persona por la que me estaba como trasformando en buena era Zavier. Y ni siquiera sé la razón detrás de eso. Es sólo un chico, sólo otro chico. Pero ahí es donde mi cerebro estaba equivocado. No era sólo un chico. Era un muchacho sexy (¿qué? ¡tenía que decirlo!) que seguramente se convertirá en un gran hombre. Él también era dulce (odiaba lo dulce, por lo que definitivamente eso estaba diciendo algo). Él también era alguien que simplemente hacía que el mundo pareciera un poquito mejor. No sé, era bastante difícil de explicar. Pero él era simplemente diferente. Idiota decidió ignorar a Stormy y se volvió hacia Zavier en cambio con una enorme sonrisa fea, en su cara, la misma falsa que me decía que realmente sentía ganas como de asfixiar a alguien ahora mismo, probablemente a mí. —Hijo, ¿qué dices tú? Todos los ojos estaban puestos en Zavier ahora mientras él comía tranquilamente. Probablemente no lo escuchó, así que cuando lentamente levantó la vista y vio todos los ojos en él, parecía completamente perdido. Era simplemente adorable. —¿Qué? —preguntó, todavía masticando su comida. Idiota suspiró profundamente y apretó los puños para tratar de relajarse. Si él siquiera pensaba en golpear a Zavier o algo así, realmente habría una escena del crimen aquí. Nadie va a hacerle daño. Ni siquiera le daré la oportunidad de gritarle. —¿Cómo ha estado tratándote Evelyn? Porque estoy seguro que todos los que estamos aquí sabemos qué clase de chica es realmente. Zavier tragó su comida y volvió su mirada hacia la mía. Yo sólo le di una expresión en blanco, preguntándome lo que realmente le diría a Idiota. No iba a soltar todas las cosas malas que habíamos estado haciendo, ¿verdad? O al menos, ¿lo que yo he hecho? —Me ha estado tratando bien, señor —dijo, con la voz tan débil, que era difícil no darse cuenta de ello. Sabía que estaba extremadamente nervioso por estar en el lugar.

Idiota me miró por un breve segundo antes de volver a Zavier con una risita. Luego bajó su tenedor y entrecerró los ojos. —Sabes que ha lastimado a personas inocentes, ¿no? —Eso no es cierto —dije con los dientes apretados. No quería que alimentara a Zavier con toda esta mierda para conseguir que dejara de hablar conmigo. ¡No lastimo a personas inocentes! ¡Bueno, un poco, pero no demasiado! Sobre todo voy detrás de los pequeños idiotas que van de acá para allá, pensando que pueden salirse con la suya. Además, de aquellos que nunca pagaron por las drogas que les di. —Oh, tengo tu expediente criminal aquí, Evelyn —dijo sin quitar su mirada de Zavier y dándole palmaditas a su abrigo, señalándome que tenía los papeles dentro de su abrigo. Quiero decir, ¿¡hablaba jodidamente en serio!? —¿Sabes a cuántas personas ha matado? Bueno, hijo, por desgracia, no lo sabemos. Pero estoy seguro de que son demasiadas incluso para llevar la cuenta. Ella debería haber ido a la cárcel por eso, ¿no crees? ¿O a rehabilitación? —¡Cállate! —siseé, pero aún seguía hablando mierda. Me di cuenta de que Stormy estaba muy asustada de lo que estaba por venir. —¡Ella te puede matar en cualquier momento! ¿De verdad crees que está siendo una persona amable contigo? Ella es una ruina. Es descuidada, desagradable. ¡Es una jodida criminal! Qué crees que hacen, ¡¿eh?! ¿¡Cambiar y convertirse en una buena persona!? ¡Se quedan mal! Todo quedó en un silencio de muerte una vez que me levanté bruscamente de mi asiento, haciendo que el suelo chillara en agonía. Seguí mirándolo fijamente. Todo mi cuerpo estaba temblando de furia, mis puños estaban cerrados con ganas de darle un puñetazo y mi mandíbula estaba apretada también. Pero me mordí el labio para evitar gritar. —Vete. A. La. Mierda —dije simplemente, justo antes de salir de allí y encerrarme en mi cuarto, donde ningún Idiota me podía molestar. Quería tanto darle un puñetazo, pero estoy segura de que tenía cámaras o incluso jodidos policías esperando fuera, por lo que fácilmente me podían llevar si le hacía algo malo. ¿Por qué es esto que cuando él está cerca, mi día sólo cambia para peor?

•Zavier• Miré hacia abajo ya que el ambiente en la sala se convirtió en incómodo por completo. Estaba silencioso y ninguno de nosotros podía pensar en algo más para decir. Todavía no sabía quién era en realidad este tipo Bradley, pero acababa de lastimar a Evelyn con sus palabras y ya lo odiaba. Y nunca en mi vida he odiado a alguien tan rápido. ¿Qué le daba el derecho de venir a cenar y hablar así de ella? ¿Cómo si ella ni siquiera estuviera en la habitación?

Miré hacia él cuando mi madre se levantó y sacudió la cabeza. Ella parecía seriamente decepcionada cuando puso sus dedos sobre su frente para posiblemente evitar que un dolor de cabeza se expandiera a través de su cráneo. —Bradley, creo que deberías irte —trató de decir tan bien como era posible, pero se podía oír claramente el veneno en su tono. Estaba tratando de no perder el temperamento ante él. Era el invitado, pero se iba a ir ahora. —Sabes que es verdad, Stormy. Ella puede estar actuando inocentemente en este momento, pero es sólo otra mocosa malcriada que está... —No hable así de ella —le espeté, haciendo que los dos se congelaran y se volvieran para mirarme. Mi madre parecía sorprendida de que incluso hubiera hablado, pero mayormente parecía conmocionada por lo enojado que estaba. Pero enojado era un eufemismo. Estaba tan enfurecido, que quería romper el cráneo del hombre. Hombre, ¿desde cuándo pensaba tan violentamente? Supongo que ese es uno de los peligros de salir tanto con la chica mala. Bradley se rio entre dientes, aunque no era nada gracioso. —¿La estás defendiendo? —Sí. Usted realmente no sabe nada de ella ni de su vida, por lo que no puede decir cosas como esas y juzgar a alguien del que ni siquiera conoce la mitad —le dije con los puños apretados. Estaba respirando pesadamente y mi corazón latía como si estuviera corriendo en una maratón. Él realmente acababa de cruzar la línea. Bradley estaba a punto de hablar mientras se acercaba a mí. Me hizo dar un paso cauteloso hacia atrás, pero mamá le puso la mano en el pecho para que dejara de seguir avanzando hacia mí. —Estoy con mi hijo en este caso. La enviaste aquí para obtener ayuda y eso es justo lo que estoy haciendo. Eso es lo que estamos haciendo los dos, tratando de ayudarla. Pero no permitiré que la trates de la forma que acabas de hacerlo, sobre todo en calidad de invitado. Nadie merece que se le hable de esa manera. Así que vete, ahora, antes de que amablemente te saque de una patada en el culo de aquí. Me quedé boquiabierto ante mi mamá, pero me tapé la boca, con muchas ganas de reír, a pesar de que usualmente no tolero ese tipo de lenguaje, ni siquiera de mi propia madre. Después de todo, ella había dicho las palabras que yo había querido pronunciar tanto desde que él abrió su gran boca. —Lo verán muy pronto —comenzó Bradley, cuando nos señalaba a los dos mientras retrocedía hacia la puerta principal—, que razón tengo. ¡Ambos lo verán! Y él estaba en la puerta, cerrándola con fuerza en el proceso mientras mamá exhalaba un gran suspiro de alivio. Me mofé. En serio, ¿quién era ese tipo? —Ese es Bradley. Ha estado intentado de pillar a Evelyn desde que se mudó aquí. Y por si te estás preguntando, es el supervisor del distrito, por lo que ahora sabes por qué Evelyn ha sido expulsada de todas las escuelas que hay. Levanté las cejas ante esa noticia. Sabía que ese era el por qué ella había sido enviada a vivir aquí con nosotros, pero siempre me preguntaba con qué tipo de

problemas se había metido para conseguir ser expulsada de todas las escuelas, las que podrían haber sido muchas. —Estoy muy orgullosa y sorprendida de que ella haya permanecido en la escuela este mes que ha pasado. Pero de todos modos... —comenzó a subir las escaleras y asintió hacia mí—. Voy a ir a hablar con Evelyn ahora. A ver si está bien. —Mamá —le grité, haciendo que hiciera una pausa a mitad de camino por las escaleras mientras levantaba las cejas, esperando mi respuesta—. ¿P-puedo ir a hablar con ella en tu lugar? Ella me dio una mirada que me decía lo feliz que estaba de que Evelyn y yo estuviéramos llevándonos bien. Y para ser honesto, también me alegraba. —Por supuesto, cariño. Ve tú. Estaré en mi oficina si necesitas algo. Volvió a bajar y me besó en la mejilla antes de ir por el pasillo que conducía a su oficina. Tomando una respiración profunda, subí las escaleras y me quedé mirando la puerta cerrada de Evelyn el resto del camino. Esperaba que no se hubiera ido de nuevo a hurtadillas de la casa y sin duda esperaba que ella no hiciera nada loco allí dentro. Sacudiendo los pensamientos, poco a poco puse mi mano sobre su picaporte. Estaba más o menos seguro de que estaría cerrada para mantenernos alejados, pero ella nunca la bloqueaba. Sabía que debería haber golpeado. Sabía que debería al menos haberle dicho que iba a entrar desde el otro lado de la puerta, ¿pero escuchaba yo a mis instintos? No. Así que cuando abrí la puerta sólo para tomar un pequeño vistazo en el interior, es como si todo el mundo hubiera dejado de girar ante la vista que tenía delante de mí. Mi corazón se sentía como si estuviera a punto de estallar, golpeando rápido como una bomba de relojería a punto de explotar. Mi respiración se aceleró, pero esta vez, no era de pura ira. Era de puro deseo, ganas y necesidad. Evelyn estaba parada frente a su espejo alto, con una expresión en blanco escrita en su hermoso rostro mientras se miraba a sí misma. Estaba vestida con su ropa interior de encaje negro. Y cuando di el primer vistazo, se estaba quitando la camisa para mostrar su dulce, torso excitante. Tenía unas curvas increíbles y en todos sus buenos sitios. Su vientre plano estaba bien definido, mientras que sus piernas parecían kilométricas. El piercing en su pequeño ombligo y caderas gritaba hacia mí, brillando con el reflejo de la luz que entraba en la habitación. Y sus pechos eran perfectamente redondos, exquisitamente abrazados por su sujetador. Su cabello estaba suelto, no como antes, y estiraba el cuello para inspeccionar la marca que había dejado en ella. Por alguna razón, no quería que la ocultara. Quería que todos supieran que estaba tomada, a pesar de que era sólo un acuerdo entre nosotros. No quería que nadie la viera siquiera. Al igual que la forma que la estaba mirando ahora mismo. Cada centímetro de ella era precioso, suave y nítido… su piel oliva brillaba, que es probablemente una de las cosas que hacía que todo el mundo sintiera lujuria por ella. Mis hormiguearon desesperadamente, con ganas de acariciar ese cuerpo suave y sedoso suyo. Mis labios estaban abiertos, con ganas de besar y saborear todo de ella. Y mi abdomen parecía estar agitado por todo el lugar.

Cerré los ojos con fuerza. ¡Caramba, me sentía como un horrible degenerado! Nunca voy a sacar esa imagen de ella fuera de mi cabeza ahora, siempre que la mire. De repente, sonó mi teléfono, haciéndome saltar cuando traté de localizarlo en algún lugar de mis pantalones de chándal. Empecé a ponerme muy nervioso. ¡No quería que ella descubriera que había estado observándola prácticamente desnuda! Oh Zavier, ¿en qué te has convertido? ¿Mirando su cuerpo de esa forma? Pero sabía que no estaba simplemente mirando su cuerpo. Lo estaba admirando. Ella era tan inhumanamente seductora, hermosamente impresionante y glamorosamente exquisita. Nadie se podía comparar a sus características de modelo, ni siquiera mi enamoramiento de 6 años con Jocey Rodríguez. —¿Zavier? Al oír su suave voz cerca de mí, cerré los ojos con fuerza. Tenía mi teléfono en la mano, pero era un número desconocido y ni siquiera les respondí. Realmente buena hora para llamar, chicos. ¡Gracias! Me volví lentamente e intenté muy duro no mirar hacia ella ya que todavía sólo vestía su maravillosa ropa interior. Realmente necesitaba ponerse algo antes de que yo perdiera el control completamente y la tirara contra mi cuerpo para sentir todo de ella. —¿Sí? —pregunto, sintiéndome tembloroso una vez más mientras poco a poco levantaba la vista hacia ella para ver sus labios regordetes luciendo más atractivos que nunca. ¿Por qué no tengo las malditas agallas para agarrar su mano y tirar de ella hacia mí para besar esos amorosos labios suyos? —¿Q-qué estás haciendo aquí? —Yo umm... —Tragué un repentino nudo que tenía y me aclaré la garganta, rascándome con ansiedad la parte posterior de mi cuello—. N-no estaba observándote, de ninguna manera, y-yo simplemente estaba, yo hm... q-quería uh, venir a ver cómo estabas. —Sí, bien hecho, Zavier. Estás cortejando a la multitud. Ella se burló, fingiendo una sonrisa justo después mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, haciendo que sus senos sobresalgan aún más mientras yo lamía mis labios secos. ¡Detente, pervertido! Necesitaba darme un puñetazo en la cara, preferiblemente en innumerables ocasiones. —Estoy bastante segura de que él ya te alimentó con mentiras. Vamos, Zavier, huye de mí antes de que te mate. —Estaba a punto de decir algo, pero ella continuó—. Sabes, honestamente lo odiaba cuando cerrabas tu habitación, pensando que en realidad iba a matarte por la noche. Suspiré, cerré los ojos y tiré mi cabeza hacia atrás. Sí, claro, siempre pensé eso, pero en realidad sabía que no lo haría. No estaba orgulloso de mis pensamientos sin embargo. ¿Por qué no pensé en cómo ella se sentía sobre toda la situación? Me sentía como un idiota. —Evelyn... —Gracias, sin embargo. —De repente empezó a caminar más cerca de mí, poniéndome el doble de nervioso cuando puso sus manos pequeñas y delicadas sobre mi pecho. ¿Qué tan fuerte estaba latiendo mi corazón? Porque estoy seguro de que podía sentir el pulso justo debajo de sus dedos delgados y delicados—. Me defendiste ahí abajo y eso realmente significa mucho.

Arrojó sus brazos alrededor de mí en un instante y dejé de respirar. Hemos estado así de cerca antes, seguro, pero no con la otra persona con tan poca ropa. Me abracé firmemente a ella, respirándome, e hice lo mismo mientras poco a poco aseguré mis brazos alrededor de su pequeño marco, digno de una escultura. Su piel era tan cálida y suave bajo mis manos y yo no quería saber nada más que empujarla dentro de la habitación y darle un beso con toda la pasión que podía darle y tratarla de la manera que cada chica debía ser tratada. Poco a poco, ella se apartó de mí y nos miramos a los ojos y luego hacia abajo a los labios del otro. Pero probablemente ella detuvo su ser interior, igual que yo, lo que explicaría por qué se apartó de mí por completo antes de apartar la mirada y hablar. —Y tengo que decirte algo.

•Evelyn• Una vez que me puse algo de ropa, que consistía en una gran camiseta, pantalón corto y calcetines hasta la rodilla, nos quedamos sentados en el borde de mi cama. Fijé mi cabello hacia arriba un poco, jugando con los extremos mientras me mordía el labio y me sentaba sobre mis rodillas al lado de Zavier. Necesitaba decirle todo. Quería decirle todo. Idiota acababa de arruinar mi noche y la única manera de mejorar las cosas era hablar con alguien en que he aprendido a confiar, como mi osito de peluche. —Zavier... —Mi voz sonaba tan rota que tomó toda mi voluntad no llorar delante de él otra vez. Se veía tan triste y preocupado que quería estar en sus brazos para que pudiera calmarme de nuevo y me dijera que todo iba a estar bien, que pensaba que todo lo que dijo Bradley allí era una completa y total mentira, incluso aunque yo sabía que no lo era en absoluto. De repente, Zavier alcanzó lentamente mi pequeña mano derecha y entrelazó nuestros dedos juntos. Me quedé mirando nuestras manos conectadas que estaban bien abrazándose una a la otra y luego lo miré. —Puedes contarme cualquier cosa —susurró, mientras yo asentía antes acurrucarme cerca de él. Esto era todo... —¿Quieres saber la verdadera razón por la que soy como soy? —Él frunció el ceño y me dio una mirada que me dijo que no entendía realmente de lo que estaba hablando— . Zavier, la gente mala... los chicos malos, las chicas malas... tienen razones de por qué se convierten en la forma en que son. Y yo... yo quiero decirte por qué soy esta chica tan mala, criminal y delincuente. —Asintió lentamente, separando sus labios, animándome a seguir adelante porque era todo oídos. Y sabía que no me iba a juzgar en absoluto por lo que estaba a punto de decirle—. No tengo padres. Nunca los conocí. Supongo que me dejaron en alguna parte. Y estoy segura de que nunca los veré. Ahora sin duda, ¿ya sabes a dónde envían a los niños sin padres? —Mmm... Orfanatos o casas de acogida.

—Me enviaron a este orfanato. —Empecé a sonreír, pero era una sonrisa completamente falsa—. Sonaba como la mejor cosa para mí, vivir con todos estos tipos de niños, a la espera de ser llevada a una gran familia que realmente me amara, cuidara de mí y no me dejara. —Mi sonrisa se apagó y la ira llenaba cada fibra dentro de mí mientras miraba hacia el suelo, recordando cada detalle de mí pasado allí—. Pero ninguna familia jamás llegó. La gente, los propietarios y empleados de ese orfanato, nos mantenían allí para trabajar para ellos. Éramos como sus pequeños sirvientes. Y si hacíamos algo mal, ¡bam! —Parpadeé y lo miré, sus cejas estaban arrugadas con tristeza y preocupación—. Ellos abusaban de nosotros. Y no sólo una pequeña bofetada. Tenía tantas contusiones al final del día, que me sorprendía todavía estar viva al final. Apenas teníamos tiempo para siquiera dormir bien. Prácticamente teníamos que trabajar cada hora de cada día. —Nos llevaban a la escuela, sin embargo. Me gustaba aprender y era buena en casi todas las materias. —Hice una pausa para reírme—. Excepto en matemáticas. —Zavier sonrió débilmente y me apretó la mano—. Pero por alguna razón, los niños allí, siempre hablaban mal de mí a mis espaldas. Y siempre me pegaban, lo que hacía las cosas peor porque ya estaba muy golpeada. Les dejaba caminar sobre mí y lo odiaba. —En mis sesiones de terapia, siempre le cuento a Stormy sobre el orfanato. Pero ella sabe muy poco acerca de la otra parte de mi vida que me hizo así. —Respiré profundamente y fingí otra risita—. Mi primer amor. Esta era la parte en la que odiaba pensar la mayoría de las veces. El amor se suponía que era un viaje increíble y salvaje. Pero era la razón por la que no quería volver a amar porque estaba muy asustada. —Yo era joven, alrededor de 15, pero sabía que estaba profunda y estúpidamente enamorada. Él era mi todo, era mi mundo. —Puse los ojos en blanco ante mi propia elección de palabras. Patética—. Pero yo no era nada para él. Terminó rompiendo mi corazón al dormir con una chica detrás de otra, hablando mierdas y admitiendo que jugó conmigo un poco después. Sé que fue estúpido, pero no podía soportarlo. Probé la cosa del amor y simplemente no funcionó para mí. Me las arreglé para escapar después de todo esto y conocí a Drake y los otros chicos. Él cambió mi vida y se preocupó por mí al mismo tiempo. También salimos, pero sólo lo amaba como persona porque simplemente no quería amar a nadie así de nuevo. De todos modos, a partir de ese momento, era conocida como la chica con la que nadie quería meterse. Era esa chica por lo que la vida me había dado. —Me mordí el labio cuando un sollozo escapó de mi garganta. Para ahora, las lágrimas comenzaban a caer, pero antes de que pudiera frotar mi cara, Zavier llevó su propia mano suave y rozó las lágrimas con la yema de su dedo pulgar. Él me estaba dando esa mirada estúpida, sin embargo y la odiaba tanto. —Deja de hacer eso —prácticamente le espeté y se quedó sorprendido mientras me miraba. Me puse de pie y entrelacé los dedos en mi cabello en señal de frustración. —Deja de darme esa mirada —le susurré—. La odio. No quiero que sientas pena, o lastima por mí. Esto es justo lo que la vida me ha dado. Da mierda a todos. —Me sequé el resto de las estúpidas lágrimas que encontraron su camino por mis mejillas—. Soy una mala persona, Zavier. Ya sea debido a mi pasado o no, sigo siendo mala. —Y ni siquiera deberías preocuparte por mí.

Esta vez, me dio una mirada de incredulidad mientras se ponía de pie directamente en frente de mí. —¡No eres una mala persona! Simplemente fuiste criada de esa manera y tratada de esa manera, Evelyn. Es culpa de ellos, ¿de acuerdo? —Empecé a sacudir mi cabeza, mis cejas arrugadas con completa tristeza, pero él tomó mis mejillas en sus grandes y cálidas manos para que lo mirara fijamente a los ojos... esos ojos marrones adorables que me hacían sentir segura, a salvo y normal—. Es culpa de ellos que te convirtieras de esta manera, no tuya. Aspiré por la nariz y tragué un nudo en la garganta. Dios, realmente no lo merezco, ni siquiera como amigo. —¿Por qué eres tan amable conmigo? Las comisuras de sus labios se inclinaron hacia arriba cuando miró hacia abajo a mis labios. ¿Por qué seguía mirándolos? —Porque me preocupo profundamente por ti. Fui criado con respeto por mi madre. E incluso si veo mal en este mundo todo el tiempo, puedo aprender a ir más allá de él y tú también deberías hacerlo. —Pero soy la mala —dije, justo antes de reírme. Se rio conmigo también y entonces buscó mi cara. Mi corazón latía con rapidez a través de mi caja torácica y era como si todo el oxígeno se escapó de mi sistema cuando muy lentamente puso sus suaves labios calientes sobre los míos por un tierno beso. Me quedé de piedra. La primera vez, lo había besado de puro pánico ya que pensé que él iba a morir. La segunda vez fue cuando él ni siquiera sabía lo que estaba pasando. ¿Pero ahora? ¡Él me besó... por su propia voluntad y completamente sobrio! Apartándose, parecía aturdido mientras se tensaba. —Yo... —Empezó a decir alejándose de mí, haciéndome fruncirle el ceño—. Lo siento, Evelyn. Yo... —negó y simplemente salió de la habitación, mientras agarraba su cabello y me dejó allí de pie completamente sola. ¿Qué acaba de pasar?

24 La Chica Buena •Evelyn• —En serio, Evelyn, me disculpo profundamente en nombre de ese hijo de puta. No tenía ningún derecho a hablar contigo de esa manera después de haber sido invitado a cenar tan agradablemente. Me encogí de hombros mientras Stormy seguía disculpándose por Cabeza de Pene. No tenía que hablar por él, no era como él fuera decir lo siento si realmente tenía la oportunidad o algo así. Así que tranquilamente comí mis fideos y jugué con la comida con mi tenedor mientras murmuraba: —No tienes que pedir disculpas por ese cabe... uh, desgracia de hombre. Gran desgracia. —Obviamente, había empezado a decir "cabeza de pene", pero al mirar hacia arriba, ella me dio una mirada de advertencia, atreviéndome a que continuara. Hace apenas unos días, ella hizo una cosa "de padres" en la que si maldecía tendría que poner un dólar en un frasco cada vez. Ya había puesto en él un par de dólares, pero recuperaría mi dinero después. Si realmente aprendía a no maldecir, lo cual ciertamente no sucedería pronto. En realidad, tenía un par de buenos dólares ahorrados de mi tráfico de drogas. Pero no quería tener todo mi dinero apilado en un maldito frasco sólo por maldecir. —Bueno, estás aprendiendo. Ahora asegúrate de mantener eso —dijo Stormy, mientras me daba una pequeña sonrisa y continuaba poniendo platos y tazas en los gabinetes. Ayer, cuando dije "polla", ella no me hizo poner dinero en el frasco, porque al parecer, ella también había maldecido. Y eso definitivamente lo merecía todo. ¡Infiernos sí! Ese tipo realmente era molesto. Quería aplastar su cabeza contra una pared de ladrillos. Repetidamente. —¿Qué te he dicho sobre pensar cosas violentas, Evelyn? Miré a Stormy, que tenía una mano en la cadera, sus labios fruncidos en una forma que mostraba decepción. Pero yo no lucía culpable en lo más mínimo. En cambio, moví mis ojos de izquierda a derecha, múltiples veces. —¿No tengo que decirlo en voz alta? Ella suspiró y lució profundamente molesta. Sólo le di una pequeña sonrisa. —Es fin de semana, deberías salir.

Ahí fue cuando casi inmediatamente salté de mi asiento y cogí las llaves de mi moto. —Muy bien, voy a ir robar un banco. —Acababa de comenzar a alejarme cuando me cerró el paso, mientras levantaba sus manos. Me reí por dentro. ¿Realmente había creído eso? En realidad, creo que no iba totalmente en broma. —No robar, no herir, ni nada por el estilo —dijo mientras entornaba los ojos con una mirada un poco disgustada en su rostro—. Por favor, sé una buena chica. —Ante eso, finjo hacer ruidos de arcadas pero ella me ignora y rueda los ojos—. Evelyn, por favor. Sal y diviértete, pero no demasiado. ¿Bien? Soy tu tutora. ¿Recuerdas cada palabra que te he dicho? Tomé una respiración profunda y pensé en eso. Está bien, está bien. Ella me había enseñado mucho sobre cómo todas las acciones tenían consecuencias. Pero era muy difícil hacerlo pasar a través de mis raíces. No podías simplemente cambiar a alguien con el chasquido de un dedo, y definitivamente no podías cambiar a una mala persona tan fácilmente. Toma a Davne por ejemplo. Estuvo en la cárcel por unos seis años, o eso dicen los rumores (en realidad creo que él estuvo allí por muchos más años). Y él todavía es malo. Lo veo ahora, gastando su tiempo en el reformatorio por engañar, pelear, tratar de escapar, o simplemente pasarla bien con sus compañeros de cárcel. ¡Hombre! —Está bien, voy a irme. —Me mordí el labio y pensé en los lugares a los que podría ir. ¿Los bolos? No, habría gente. ¿Un restaurante? Habría gente allí, también. Pero bueno, me gustaba la comida, así que qué diablos. Finalmente pensando en alguna cosa, le enseñé mis dedos a Stormy, mostrándole que tenía un concepto. —Para ese... yogurt, umm, lugar, cosa. —¿Yo-Yo Mi Yogurt? —preguntó, como si fuera la cosa más obvia. Actuaba como una adolescente a veces, lo juro (y eso es impresionante). No pude evitar un resoplido ante el nombre sin embargo. En serio, ¿a quién se le ocurría un lugar de yogur? En realidad creía que le iría algo más al estilo "Palacio Yogurt". O al menos eso era lo que había en casa. —Claro, ese lugar... Stormy se encoge de hombros. —Muy bien, normalmente no vamos allí. Solía ser muy popular hasta que la competencia abrió un buen número de otros lugares. —Bueno —empecé, agarrando las llaves de mi motocicleta una vez más y dándole una sonrisa ganadora—. Seamos agradables por un día y vayamos allí en su lugar.

*** Bueno, este lugar parecía viejo. Pero si Stormy decía que su yogurt era bueno (aunque ya no popular), entonces debía ser cierto. Creía en la palabra de esa mujer tanto

como creía en el pollo frito. Maldita sea, ¿he mencionado lo mucho que me gusta el pollo frito? Porque lo hace, de verdad. Tal vez debería ir a KFC y... No, pues no. Estoy aquí, así que vamos a hacer esto. Pero tal vez pueda ir más tarde. Cuando entré en el lugar de yogures, escuché el pequeño ring de la campana, así como una breve, pegadiza canción en la parte posterior. No era muy concurrido. Probablemente era la única aquí aparte de una abuela y su nieto. Sólo había una chica rubia trabajando en el mostrador, que estaba de espaldas a mí, preparando algunas cosas. Me tomé ese tiempo para buscar en el menú encima de su cabeza y decidí por un yogur de fresa con muchos, muchos ingredientes deliciosos. —Yo-Yo Mi yogurt, ¿en qué puedo...? —La chica dejó de hablar una vez que se dio la vuelta para mirarme, y tengo que decir, estaba tan sorprendida —si no, mucho más— que ella. Oh, sin duda mucho más. Santo infierno, ¡quería reír! ¿Quién hubiera sabido que la chica más inteligente de toda la escuela trabajaba en un lugar como este? Adivinaste, la pequeña señorita muñeca Barbie estaba aquí, en una pequeña camiseta y un lindo sombrero de vaca mientras su rostro se ponía del color de la leche en sí. ¿Estaba bien? ¿O acababa de sacar a la luz su pequeño secreto sucio? Quiero decir, vamos, ¿es una pequeña ciudad en Nueva Jersey y ella se preocupaba por que la gente supiera dónde trabajaba? Apuesto a que hay mucha gente yendo y viniendo de la escuela. ¿O era sólo que tenía miedo de mí? Puff, ella era toda alegre y vertiginosa en la escuela. ¿Por qué estaba tan silenciosa ahora? En cierto modo, como que, realmente quería tomar mi teléfono y sacarle una foto. Hombre, ¡esto era oro! —¿Estabas diciendo? —le pregunté con una sonrisa. La sola observación trajo de vuelta los recuerdos de Zavier y nuestro pequeño trato. Ella se parecía a él en este mismo momento: asustada, inocente, muy irónica y agradable. Oh, ese ambiente de amabilidad que ambos manifestaban. Había querido hablar con Zavier desde su maravilloso beso que definitivamente me había cogido por sorpresa. Pero ¿adivinen qué? Él ha estado evitándome de nuevo. Y esta vez, decidí dejarlo ir hasta que se sienta lo suficientemente cómodo. No quisiera poner las cosas torpes una vez más, ¿no? Pero de todos modos, ¿realmente estaba ayudándolo a conseguir a esta chica? No era tan difícil, parecían muy parecidos. Al igual que Davne y yo. Olvida que dije eso. —Umm, E-Evelyn, ¿q-qué te trae por aquí? —tartamudeó, fijando su sombrero como si estuviera avergonzada de llevarlo. Pero yo sólo le di una sonrisa dulce y sincera. —¡Estoy aquí para probar el yogurt, por supuesto! Me gustaría uno de fresa con frutos secos, trocitos de chocolate, crema batida y añade un poco de M&Ms. —Está bien, está bien, lo tienes —dijo ella mientras comenzaba a hacerlo con una sonrisa muy nerviosa. Parecía estar muy impaciente y muy apresurada. ¿Por qué fue eso? —No había terminado —le espeté, y la expresión de su rostro me dijo que estaba aterrorizada. Pero yo sólo reí y sacudí la cabeza—. Estoy bromeando, ¡no te asustes tanto! —En ese momento, le di un suave puñetazo en el brazo. O suave para mí, porque

parecía que realmente le había dolido ya que se frotó el brazo y me dio una sonrisa muy tímida. —Es-Estará listo en tan sólo unos pocos... n-no te preocupes. —Oh, genial. Dos minutos más tarde, mi increíblemente delicioso yogur estaba hecho y yo prácticamente estaba babeando. Bueno, ella había hecho un gran trabajo, debo admitir. —Gracias Bar... Quiero decir, Jocey. —Estaba a punto de darme la vuelta y alejarme, cuando la escuché hablar un poco nerviosa de nuevo. Me quedé inmóvil, sonreí, rodé mis ojos, y me di vuelta sobre los talones de las botas para mirarla rostro a rostro. Sus ojos color zafiro brillaban con algo, pero no podía entender qué. —Umm, ¿E-Evelyn? No le dirás a Zavier acerca de esto, ¿verdad? Incliné la cabeza hacia un lado de manera confusa después de que ella dijera eso. ¿Zavier? ¿A ella no le importaba si otras personas se enteran? ¿Por qué sólo él...? Oh, cierto, había un enorme posibilidad de que esta chica en realidad estuviera muerta por él, aunque no estábamos muy seguros (pero sobre todo Zavier). Parecía bastante cierto para mí, sin embargo, pero ¿cómo era que ella no había hecho nada para pedirle salir? Creo que las chicas deberían ir por el chico que les gusta antes de que esté tomado. Porque, Barbie, si ustedes no funciona tan bien, iré tras mi osito de peluche. O sólo podría robarlo antes de que ustedes siquiera terminen juntos. Chasqueé mi lengua contra mi labio y la miré intensamente. De esa manera, sería más probable y fácil sacarle la verdad. —Ahora, ¿por qué te importaría si le dijera al pequeño chico nerd? —Me estaba riendo tan fuerte por dentro. Realmente. Tenía una mínima idea de por qué, pero tenía ganas de llamar a Zavier "Pequeño Chico Nerd" para hacer que sonara como una especie de insulto. Y adivinaba que había funcionado por cómo sus ojos se abrieron un poco ampliamente. —Yo solo... —Hizo una pausa para tragar saliva. Levanté mis cejas, haciendo señas para que continuara en lo posible sin asfixiarse—. Realmente nunca le hablé de esto. Y no querría que se expandieran rumores... umm, él es no del tipo de rumores, adivino que eso ya lo sabes, pero umm, sí... Es que... oh Dios, por favor, sólo no se lo digas. Fingí que pensar en ello cuando lo dijo. Juro que casi se puso de rodillas y besó mis pies. —Tú secreto, o lo que sea, está a salvo conmigo —dije finalmente, haciéndola sonreír y enderezar la espalda. Pero tenía otra cosita planeada. Joder, yo iba a odiarme tanto por esto, pero era para Zavier. Recuerda, estoy ayudándole y eso es lo que estoy dispuesta a conseguir aquí. —Pero, ¿qué dirías de una cita con él?

•Zavier• Golpeé mi pie contra la moqueta y tamborileé mi lápiz sobre la mesa de madera a ritmo con la música a todo volumen en mis oídos. Mis ojos rozaban el libro justo en frente de mí, pero nada se quedaba en mi cabeza. Era como si estuviera leyendo pero no recordara nada en absoluto, porque algo estaba en mi mente. Realmente, por alguna razón, seguía pensando y pensando en una persona... y sólo una persona. Evelyn Jo. Mi mente estaba tan confundida. Una mitad me estaba diciendo que me gustaba, y no sólo como persona, si entiendes a dónde voy con eso. Pero luego, la otra mitad me decía que estoy loco y que esto era sólo una especie de fase. Eso no me caía muy bien, simplemente estaba muy atraído por ella. Me quejé en silencio de mí mismo mientras ponía mis manos sobre mi rostro en un intento de borrarla de mi mente de alguna manera. Pero no, ella todavía estaba ahí y yo la estaba besando y sólo... Sinceramente, no sabía qué se había metido en mí. Sólo quería besarla, mucho, así que decidí, ¡qué diablos! Sacudiendo la cabeza, reuní todos mis libros y puse mi mochila sobre mis hombros. Mientras caminaba fuera de la biblioteca, me despedí de todos. Pasaba mucho tiempo aquí, estas personas eran como una segunda familia para mí. Me acerqué a Sherly Gibson, una de las mujeres de edad avanzada que trabajan allí que siempre decía "hola" y "adiós" a todas las personas que entraban y salían. Ella era una de mis inspiraciones, sobre todo ya que era una sobreviviente de cáncer. Eso significaba que ella era una gran luchadora, por encima de todo, ya que incluso pasaba parte de su tiempo trabajando aquí. Los libros eran su vida y recordé que también había sido escritora hasta que se había retirado. Me agaché delante de ella y alzó su mirada a la mía mientras le daba una dulce sonrisa. —¿Cómo te va, Sherly? Tomó mi mejilla en su frágil mano y me dio una sonrisa igual de dulce. —Me está yendo muy bien, cariño. ¿Qué hay de ti? ¿Cómo van tus estudios? ¿Irás a Harvard pronto? Rodé los ojos en broma. —Sí, eso espero. —Bueno, ¿estás navegando entre las tres escuelas? —Las tres escuelas era Harvard, Yale y Stanford. Siempre había dudado de ir a una de ellas, ya que eran algunas de las escuelas más prestigiosas del mundo. Pero lo bueno era que me habían ofrecido muchas becas, así que realmente no tenía mucho de qué preocuparme. —Eres un chico listo, tengo tanta fe en ti. Vas a hacer algo más grande, lo puedo ver ahora. —Gracias —le susurré. Ella siempre aumentaba mi autoestima diciéndome cosas como estas y yo lo apreciaba mucho.

—Ahora —Se detuvo para sentarse derecha y puso su sonrisa juguetona—, ¿quién es la afortunada? ¿Qué? —¿Q-qué? —Oh, cariño, estás radiante. ¡Tiene que haber alguien especial por ahí! ¿Quién es ella? Empecé a sacudir la cabeza. Yo no quería hablar de esto, especialmente con alguien que había vivido tanto como ella. No estaba seguro de que ella encontrara tantos amantes maravillosos y trágicos en sus días. —No hay... —No estás engañándome. Vamos, podría morir esta noche y ya estás ocultándome este gran secreto que podría nunca conocer —bromeó, pero yo no me reí en absoluto. —No digas eso —le dije, con las cejas arrugadas. No quería pensar en las personas muriéndose, especialmente las que me importaban tanto. Miré a Sherly y ella todavía parecía genial y feliz y... simplemente, como si disfrutara del mundo. Como si disfrutara cada pequeño minuto que le queda. Pero ella tenía por lo menos 75, y no parecía que fuera a irse pronto, lo cual me alegraba. Suspirando profundamente, asentí una vez y le dije por lo menos un poco sobre la chica que me gustaba. —Bueno, ella es diferente. Y sé que sólo estoy diciendo lo de siempre, pero confía en mí, realmente lo es. No la conozco del todo bien en realidad, pero es una gran persona. Y la gente suele malinterpretarla a veces. Ella es inteligente y hermosa... — Dejé de hablar una vez que me di cuenta de algo. Sherly estaba sonriéndome, pero creo que yo estaba pálido en ese momento. ¿A quién acababa de describir exactamente? Porque para mí, eso realmente sonaba como Evelyn y Joss juntas. Me volví hacia Sherly cuando ella golpeó ligeramente mis nudillos. Negué con la cabeza a todos esos pensamientos y le eché un vistazo. —Dos chicas, ¿eh? —Ella me podía leer tan bien que daba miedo—. Si estás enamorado, ya sea de ambas o sólo una, entonces está bien. Está bien estar enamorado, aún como, de dos diferentes personas, cariño. No es un crimen. Asentí, mirando hacia abajo. ¿Lo que estaba diciendo era verdad? ¿Estaba enamorado de ambas? No, no podía ser. —O tal vez, sólo tal vez, estás enamorado de la idea de ellas. Tal vez quieres una chica inteligente, hermosa, con un pasado oscuro. Aunque, cuando tenemos dos amores, uno de ellos siempre hace que nuestro corazón lata un poco más rápido que el otro. Ahora, puedo sonar como una abuelita cliché aquí, Zavier Coin, pero escucha a tu corazón. Y escucha bien. Tiene todas las respuestas.

*** Mientras conducía a casa, pensé en las palabras de Sherly. Esa mujer sabía casi todo, sobre todo sobre el amor. A lo largo de los últimos días, lo admito, había pensado más en Evelyn que en Joss. Pero seguía repitiéndome a mí mismo que eso nunca sucedería. A Evelyn le gustaban los chicos malos, y no estaba dispuesto a cambiarme a mí mismo sólo para que pudiera gustarle. Ahora, sobre Joss, no tenía ni idea de cuál era su hombre ideal, pero definitivamente no los chicos malos... ¿verdad? ¿Dios, dónde siquiera estaba parado? Todos mis pensamientos volaron por la ventana en el segundo en que puse un pie dentro de mi casa. Había un silencio absoluto, y mi madre probablemente estaba en su oficina. La mejor manera para ella de trabajar era con un poco de música terrible. Ella realmente podía ser una adolescente a veces. Pero en la distancia, escuché algo horrible. Una vez que finalmente me di cuenta de lo que era, inmediatamente dejé todas mis pertenencias y corrí por las escaleras como un rayo. El sonido venía de la habitación de Evelyn y no era agradable en absoluto. —¡Evelyn! ¡Evelyn! —Caí dentro de su habitación y luego miré hacia la puerta de su cuarto de baño, que estaba abierta sólo unos pocos centímetros. Corrí y me detuve una vez que la vi agachada al lado del inodoro, un ceño grabado en su rostro. —No, vete, Zavier, esto es un asco —ordenó, pero me quedé donde estaba. Siguió vaciando su estómago en el inodoro y yo suavemente suspiré antes de ir hacia ella y tirar su cabello lejos de su rostro. Froté la parte posterior de su cuello, dándole pequeños masajes allí para calmarla. —Hay cosas asquerosas, pero tenemos que lidiar con ellas —le dije, mientras acariciaba con mi mano su hombro y brazo. Podía sonar sensual, pero sólo quería que se calmara y respirara. No quería que estuviera enferma incluso después de deshacerse de los malos contenidos que habían llenado su estómago. Una vez que acabó un par de minutos más tarde, se cepilló los dientes y los dos fuimos a su habitación para sentarnos en el suelo. Todavía estaba jugando con los mechones lisos y suaves de su delicado cabello. Me encantaba la forma en que se sentía en mis dedos y no quería nada más que seguir jugando con él y suavemente tironearlo cuando yo... Muy bien, no nos pongamos muy húmedos aquí, ella está enferma en este momento y ¿tú estás pensando en esas cosas? —Antes de que preguntes, no, no estoy embarazada —dijo ella, casi haciéndome ahogar en mi propia saliva. ¡Ni siquiera había pensado en eso! Pero ella tenía experiencia, estaba seguro. ¿Acaso eso era posible? No. El sólo pensar en ella haciendo ese tipo de cosas con otros chicos me hizo enojar, de repente. Oh, no seas estúpido, Zavier. No es tuya. Ella puede estar con cualquier chico que quiera. A excepción de Davne... no aprobaría eso, no importaba lo posesivo que podría hacerme sonar eso. A ella le gustaban los chicos malos, pero nunca podría olvidar lo que ese tipo me había hecho.

—No, eso es una locura. Estaba pensando que era algo que habías comido. ¿Qué has comido? —le pregunté. —Sólo... bueno, la deliciosa comida de tu madre y nunca me ha puesto enferma así que... —Hizo una pausa y me miró boquiabierta, lo que significaba que algo había estallado, posiblemente de repente, en su cabeza. Levantó la vista hacia mí con esos adorables ojos claros. Agarrándome por sorpresa, de repente se apoderó de mis hombros y me miró a los ojos. Lo admito, estaba muy asustado en ese momento—. Joss —dijo entre dientes, mientras se ponía de pie y se acercaba a su mini cubo de basura. ¿Joss? ¿Qué pasaba con ella? ¿Había hecho esto? Si era así, no podía creerlo. No del todo. ¿Cómo podría incluso haber pasado? Respondiendo a mi pregunta, Evelyn buscó en su cubo de basura y sacó lo que parecía ser una taza de yogur de Yo-Yo Mi Yogurt. Fruncí el ceño cuando ella se acercó a mí y me mostró la pequeña taza. Lo cogí y la miré mientras se levantaba, paseándose por la habitación, y señalaba a la taza como si fuera algún artefacto demoníaco. —¡Ese maldito yogurt fue lo que me hizo sentir mal! —Yo... bueno, tal vez, pero... —Esa perra —susurró, y me sentía tan confuso que me puse de pie y la agarré por los hombros para calmarla de nuevo y entender exactamente lo que me estaba diciendo, o tratando de decirme—. Joss, ella lo envenenó o algo. Yo… —¿Qué? ¿Ella te dio yogurt? —Bueno, eso era sólo inesperado. ¿Estaba simplemente repartiendo yogures gratis o algo así? —No, yo... mierda, me dijo que no te dijera pero ella trabaja allí y me hizo eso y ahora estoy enferma. Es la única explicación. No estoy loca, a pesar de que suene loco. ¡Mierda, mierda! —Mira, cálmate —le dije, mirándola profundamente a los ojos—. ¿Bien? Tal vez el yogurt estaba malo y ella no lo sabía. Ese lugar solía ser muy popular, pero probablemente no cambian el yogur ya que la gente casi no va por allí... —Traté de explicarle, pero ella me interrumpió. —No, no, no, no te pongas en modo defensor, ¿de acuerdo? La vi, o bien, recuerdo brevemente que actuó toda nerviosa cuando puso mis ingredientes. Ella hizo algo. Ahora mírame, soy un desastre. Zavier, estas cosas sólo no me pasan. Sé que fue ella. —No haría eso. —Joss no podría... no, sabía que no lo haría. —Oh, como ya te he dicho, ¡realmente no la conoces! En lo profundo de ese dulce exterior es en realidad una mentirosa perra manipuladora. Y tal vez, ella no sea la pequeña niña buena que piensas que es —dijo justo antes de salir de la habitación, dejándome solo para disfrutar de todo lo que acaba de decirme. ¿Joss realmente haría algo así? ¿Pero por qué?

25 Recógeme •Evelyn• Corrí en mi moto de nuevo hasta el lugar de los yogures sabiendo que Zavier estaba justo detrás de mí, apenas un poco más lejos, persiguiéndome. Gracias a Dios que me sentía mejor del estómago ya que no sería nada lindo vomitar a esta velocidad. ¡Puaj! Supongo que la furia que sentía ahora calmo por completo mi dolor y mi malestar estomacal. Ahora sí, iba a matar a la perra. Llegué al Yo-Yo Mi puto yogurt (el nombre real ya ni siquiera me parecía gracioso) y me apuré a entrar. Oí a Zavier detrás de mí mientras salía del auto y me gritaba que me detuviera y esperara. Pero, por supuesto, lo ignoré. Tenía una enorme oportunidad de atrapar a la muñeca Barbie y cuando tenía una oportunidad de hacer algo, nunca la desperdiciaba. Joss estaba barriendo el suelo con una escoba cuando me vio, toda furiosa. Sus ojos se abrieron como platos a medida que corría al otro lado del mostrador, haciéndome reír por dentro. ¿De verdad pensaba que eso me detendría de golpearle la cara? Le di una pequeña y falsa sonrisa que probablemente la asustó todavía más, pero era solo gracias a mi increíble actitud. ―Hola Joss, ¿unas últimas palabras? Estaba justo por abalanzarme encima de ella cuando sentí dos brazos, que me sostenían alrededor de la cintura, atrapando mis brazos también de forma que no podría ser capaz de golpearlo o moverme. ¡Mierda que era fuerte! Ignoré mis hormonas y cerré los ojos fuertemente para tratar de deshacerme de esta migraña que comenzaba a latir en mi frente. ―¡Zavier, suéltame! ―siseé entre dientes, y, no sé por qué, pero me sentí un poco más tranquila cuando puso sus labios cerca de mi oído para susurrarme: ―¡Cálmate por favor! No hagas nada estúpido. ―¿Acaso sencillamente te gusta envenenar a la gente? ―le grité a Joss quien se estaba escondiendo y viéndonos inocentemente con una mirada de horror en su cara. Podía darme cuenta de que realmente me tenía miedo, pero no pensaba dejarla salir de esto tan fácilmente. Sobre mi puto cadáver. Si todavía no te habías dado cuenta, me tomo las cosas muy personales. Pero todavía más cuando la gente trata de hacerme cosas y salir impune. Incluso si suena como si estuviera exagerando a veces. Pero esto no era exagerar, esto era una mierda demasiado real.

―E…Evelyn, no tengo idea de lo que estás hab… ―¡Oh! ¡Vamos, termina con la actuación de inocente de mierda que haces y ven aquí a pelear! ―Estaba luchando muchísimo para salir del abrazo de Zavier, pero no cedía en absoluto. Sabía cómo pelear, pero al mismo tiempo, odiaría lastimarlo al patearlo en las pelotas o algo así. ¡Mierda! ¿Por qué me estaba volviendo tan buena? Joder. Joss se cubrió las orejas y sacudió la cabeza. Realmente parecía como si estuviera a punto de romperse o volverse loca (más de lo que estaba), pero antes de que pudiera gritarle otra vez, un tipo viejo (probablemente de la edad del idiota) vino hacia el mostrador con el ceño fruncido y puso las manos en los hombros de Joss consolándola. ―¡Por Dios! ¿Qué está pasando aquí? ―demandó saber, pero todo lo que hice fue mirarlo mientras escuchaba a Zavier exhalar profundamente. ―Lo siento mucho, señor. Ya nos estábamos yendo… ―¡Ni loca! ―le grité tratando nuevamente de salir de su fuerte restricción. No funcionó para nada, así que solo resoplé y señalé a Joss, a quien muy despacio iba asesinando con la mirada―. Esa cosa de ahí envenenó el yogurt. O le hizo algo porque, obviamente, todavía estoy viva, pero quién sabe si no moriré más tarde, ¿eh? ―¡Oye, oye! ―el viejo movió las manos con las palmas arriba como si tratara de decirme que me calmara―. Mi sobrina nunca haría algo así. Puede ser que el yogurt estuviera en mal estado, y me disculpo por eso porque es mi culpa, únicamente. Ten ―dejó de hablar y caminó hasta la registradora para abrirla―, te devolveré el dinero y podemos olvidar toda esta situación. Me reí, pero sin una gota de humor. Me quería ir de ahí. No sé por qué de repente había cambiado de opinión, pero solo sabía que necesitaba salir de ahí. ―No quiero tu patético dinero. ―Y con eso, salí fácilmente del agarre de Zavier, ya que había comenzado a deslizar sus brazos, y me dirigí a la puerta. Pero me detuve abruptamente cuando lo oí decir: ―Lo lamento tanto, Joss. Respondió con un tono presumido pero aún muy asustado. ―E… Está bien Zavier. Por cierto, no puedo esperar más hasta nuestra cita. ¡Mierda! ¡Eso no! ―¿C-cita? ―preguntó. Obviamente estaba, en mayor parte, confundido. Pero solo me giré, le agarré la mano y lo saqué de allí antes de que pudiera decir algo más. Mi ira todavía estaba presente. No sabía qué creer. Tal vez estaba alucinando, tal vez era verdad, pero estaba furiosa con todo el mundo, especialmente con ella. A Zavier todavía le gustaba, aun cuando era una perra. Todavía tenía que ayudarlo debido al trato que habíamos hecho, aunque fuera una perra. Aun así, todavía no me gusta porque es una perra. Quiero decir, yo también era una perra, pero definitivamente de otra clase. Hay dos clases diferentes: las que se hacen las perras porque son confiadas y las que lo son de verdad. Si, supongo que yo era de las dos, pero ella definitivamente no.

―Espera Evelyn… ―dijo Zavier y yo me detuve, suspiré profundamente antes de voltearme para enfrentarlo. Mientras comenzaba a hablar, yo comenzaba a ponerme el casco y subirme a mi moto―. ¿Sabes de qué estaba hablando? Yo nunca… quiero decir, podría jurar que la oí correctamente, pero no recuerdo haberle pedido salir en una cita. ―Sí, no cumplí mi parte del acuerdo. Sabes donde trabaja, a pesar de que ella no quería que lo supieras, por alguna extraña razón. Y le dije que guardaría su estúpido secreto si salía en una cita contigo. Todavía se veía confundido a medida que abría la boca para decir algo… pero supongo que seguía un tanto aturdido como para decir algo más. ―Supongo que sí quieres ir, ya que te gusta tanto, no puedo detenerte. Pero todavía falta una semana, ―no dejaría que esa perra se llevara su primer beso real, sexy. Era mío ahora, y luego ella podría llevárselo, a pesar de que todavía me enfureciera tanto―, pero por ahora, eres mío cariño. Vamos, tendremos otra lección. Tímida y adorablemente miró hacia abajo, arrastrando los pies contra el suelo. ―No una física, ¿o sí? Le sonreí de costado y encendí la moto. ¡Joder! Era tan adorable. Me sacó toda la ira de inmediato y la reemplazó con calor y cosquilleos. De verdad, esto era demasiado extraño. ―¿Quién sabe? Al final, tal vez termine siendo una. Y guiñándole el ojo, me fui. ―Bebé, te trataré como trato a mi tarea: te tiraré sobre la mesa y te prestaré atención toda la noche. Una vez que lo dije, Zavier se congeló con los ojos abiertos como platos. Quería reírme por su reacción, aunque ya sabía que sería esta. Así y todo, era lindo. ―Así que, frases para conquistar, eh ―dijo sonrojándose, y mientras se mordía el labio negaba casi con renuencia―. Realmente no… ―Solo dime lo que sabes, está bien. Estás aprendiendo. Las frases para ligar tienen que ser buenas a menos que a algunas chicas les gusten las cosas cursis ―insistí tratando de ocultar mi sonrisa. Si, ya me sentía mucho mejor solo por estar con él. Él podía, de verdad, quitar toda mi furia. Como ya he dicho: tal vez era mi arma secreta para ser feliz. ¡Dios! Eso sonó románticamente cursi. Yo no era así para nada. Realmente me asusta qué me está pasando. ¿Estaba empezando a perder mi lado malvado solo por estar con él? Porque de verdad que no sé si es para mejor o peor. ―Está bien ―dijo Zavier encogiéndose de hombros. Respiro profundamente antes de empezar. Podía ver cómo se ponía serio, casi apasionado y sincero. ¡Oh! Esto va a estar bueno. ―Estoy tan atraído por ti que los científicos van a tener que encontrar una quinta fuerza fundamental. Bueno... espera ¿qué? Lo mire incrédula mientras trataba de entender sus palabras una y otra vez. ―¡¿Y eso qué significa?!

Se encogió de hombros mientras buscaba mi cara. Sabía que le estaba frunciendo el ceño y lo miraba de una manera curiosa, confundida. Pero, en serio, ¡¿qué?! Me hizo quedar como una idiota de verdad. Si había algo que odiara a la par de las matemáticas, eran las ciencias. Aunque, supongo, era bastante buena en general. Sin embargo, en lo referente a él, cuando entré a su habitación, había un montón de cosas asombrosas súper nerds y aparatos que nunca me interesaron realmente lo suficiente como para curiosear. En lo que nos concierne, él podría ser uno de los responsables de nuestro futuro. ―¿No es obvio? Veras, si tan solo te tomaras el tiempo de pensarlo, entenderías que… ―De hecho, no quiero escucharlo. Es una charla de ñoños, ella también lo es, así que supongo que lo entenderá ―le dije moviendo la mano juguetona y dramáticamente. Zavier se rio mientras sacudía la cabeza, pero luego se puso serio nuevamente. Odiaba ver que su sonrisa se esfumara. Entones, traté de decir algo que encendiera el humor de nuevo. Pero antes de que pudiera decir algo, empezó a hablar él. ―Evelyn, ¿qué piensas de ella? ―Yo… ―Tragué con dificultad y traté de pensar a quién se estaba refiriendo exactamente, a pesar de que era completamente obvio. ¿Qué le importaba lo que pensaba de su enamoramiento? ―Ella… bueno… es … ¡ah!, ¿de verdad me vas a obligar a responder esa pregunta cuya respuesta es obvia? ―me quejé y me deje caer en el sillón, en mi sitio. Sacudió la cabeza y frunció el ceño. ―No, no, solamente… bueno, me parece un poco extraño, ¿sabes? que tú me ayudes cuando en realidad la odias. Me burlé. ―No la odio ―estoy empezando poco a poco―. Solamente, realmente no me gusta. Eso es todo. Hay una gran diferencia. Asintió como si entendiera y después aplaudió. ―Bueno, ¿por qué no te gusta? ¿Te hizo algo antes de que la llamaras perr… hoy? Me reí de él porque todavía no quería maldecir, pero cerré los labios para prepararme para responder. ―Obviamente soy una chica de otra clase y, usualmente, no me gusta nada que sea bueno, especialmente una chica buena. —Así que no te gusto, porque soy bueno —afirmó, y no sonó herido para nada, pero esos ojos adorables me dijeron lo contrario. —Me gustas —le dije con los ojos inocentes, mientras ligeramente tocaba su mano. Bajó la vista a nuestras manos tocándose y se sonrojó—. De hecho, me gustas mucho. Él pareció un poco aturdido por mi declaración, y fue entonces cuando me di cuenta de que lo que acababa de decir sonó de manera más íntima de lo que pretendí. ¿Me gustaba-gustaba? ¿O era solo mi mente jugando una especie de juego de nuevo conmigo? Ya sabes, enamorarme del chico bueno. No, era una locura solo de pensarlo.

—Eres un gran amigo, Zavier —dije sin pensar, haciéndolo mirarme con una pequeña sonrisa débil. ¿Por qué se veía triste? Al menos no estaba diciendo que lo despreciaba o no me gustaba—. Ahora, vamos a volver a la lección. Pasamos unos minutos más hablando de líneas de coqueteo y cómo elegir a una chica a la perfección, y de hecho se le ocurrieron algunas de las cosas más lindas y más románticas. ¿Quién lo hubiera pensado? No estaban bromeando cuando decían que las personas solteras sin experiencia pensaban las mejores cosas para las relaciones. Así que ¿por qué estaban solteras? ¿Por qué Zavier estaba soltero? Y es precioso. Tan tremenda y jodidamente hermoso, y todo realmente me hacía preguntarme a veces. Tal vez lo quería todo para mí, para siempre. ¡A la mierda Joss! A la mierda todos los demás. Mierda... Paré de bailar delante de mi espejo (sí, estaba haciendo eso) una vez que sonó el teléfono. Oh querido señor, ¿quién podría ser? Solo una persona... —¿Qué quieres? —le exigí, ni siquiera dejando que Davne dijera hola ni nada. Solo quería saber qué era lo que quería de mí esta noche, hacerlo y acabar con todo. Lo admito, la última vez fue impresionante, ¿pero qué si esta vez me quería para algo más... algo raro? —Vaya, gran manera de saludarme, conejita. Suspiré profundamente. ¿Cuándo iba a parar de llamarme por ese apodo horrible? Los conejos eran lindos. Me gustaban los conejitos. ¿Pero llamarme conejita? ¿En serio? No recuerdo que los conejitos fueran tan... desagradables. —Sal fuera y entra en el Mustang verde, vamos a dar un paseo salvaje. Bueno, de verdad espero que no se refiera a sexo. Uno nunca sabe con ese chico. Él había colgado después de decir lo que tuvo que decir, y sacudí todos los pensamientos de mi cabeza y empecé a prepararme. Ya tenía mis vaqueros negros y camisa, por lo que simplemente me puse mis Converse, mi chaqueta de cuero, y un gorro gris antes de salir. Stormy tenía un turno de noche, así que no había ningún problema con ella a pesar de que todavía eran las 19:00. Y me aseguré de mandarle un texto a Zavier para que no se preocupara por mí esta vez. Una vez que salí, estuve agradecida de que Davne hubiese aparcado un poco lejos, así que no era perceptible desde las ventanas en absoluto. El mustang verde me hizo parar en seco y fruncir el ceño. Davne obviamente estaba ahí, en toda su gloria de chico malo, con los brazos cruzados y una sonrisa pegada en su hermoso rostro mientras se apoyaba en el hermoso coche. Lo que el coche tenía, sin embargo, era un montón de pegatinas que representaban algo. También tenía el número 1 enyesado por todas partes. Así que una cosa era definitivamente clara: se trataba de un maldito auto de carreras. —Hola, conejita —saludó mientras acariciaba el capó del coche. Tenía dos rayas negras en el medio, pero con todas las pegatinas, eran casi invisibles. Aun así, era hermoso. —¿A dónde vamos ahora? —pregunté, a pesar de que estaba claro para mí exactamente dónde íbamos. Pero bueno, él podría utilizar este coche para pasear alrededor. Nunca se sabe.

—A una carrera callejera, mejillas dulces. —Él sonrió ampliamente mientras abría la puerta del pasajero para mí. Me encogí de hombros y me deslicé dentro. Y en unos 15 minutos, estábamos en una calle abandonada, sin embargo, había una gran multitud allí. Una vez que la gente vio el coche que venía, comenzaron a aplaudir como locos y se movieron fuera del camino. Ya había un viejo mustang rojo allí, probablemente en espera de Davne, y una chica en un escaso atuendo de pie entre los dos coches que estaban compitiendo. Ella sostenía una bandera blanca y negra. Davne abrió la ventana y fue recibido inmensamente. —¿Listo para la carrera, Markus? —gritó a la multitud de personas. Cuando miré al tal Markus, era petulante, y parecía bastante rudo. Probablemente era unos 10 años mayor que nosotros, y vestido con ese look de malo como Davne, excepto que tenía una barba patea-traseros y un pañuelo alrededor de la cabeza. —¿Listo para perder, Davne? —preguntó, haciendo que la gente soltara 'Ooh' ante su comentario mientras se metía en su coche. Estaba a punto de salir a pesar de que no quería. Quiero decir, es una carrera y estar en un coche que va más de 160 kph era lo mejor, pero pensé que Davne solo quería que viera la carrera, ganar y qué sé yo. Ya sabes, para ser un fanfarrón. Pero justo cuando abrí la puerta y estaba a punto de sacar un pie para tocar el pavimento, lo sentí agarrar mi muñeca y tirarme hacia atrás. Parecía o bien molesto o simplemente confundido... —¿Dónde diablos vas? Te quedarás conmigo. Todo lo que hice fue encogerme de hombros y cerrar la puerta ya que la carrera estaba a punto de comenzar. Pisó el acelerador duro por lo que iba más rápido y más rápido cada segundo que pasaba. La ventana no estaba abierta pero todavía me sentía libre. De vuelta en casa, participaba en carreras callejeras a veces y me encantaban. Si tan solo pudiera hacerlo de nuevo. El coche iba tan inmensamente rápido, que apenas podía ver los árboles ni nada, solo líneas borrosas. Markus nos pasaba de vez en cuando, pero Davne todavía iba en ello. Lucía sexy mientras conducía también, con las cejas fruncidas y con la mandíbula apretada mientras sus músculos se ondulaban debido a la fuerza con la que sostenía el volante. Y supongo que sabía por qué su coche tiene el número 1 en él, porque, obviamente, ganó. Lo malo, sin embargo, fue que cuando salimos de su coche, él me agarró y me besó con fuerza en frente de todos estos extraños. No quería que la gente supiera acerca de esto. Pero no conocía a nadie aquí, y no creo que la gente de la escuela saliera con él por aquí. Todos están asustados de él. —Ahora es tu turno, conejita —dijo, después de alejarse de mí cuando me entregó unas llaves. Lo miré con incredulidad y luego volví a ver un auto de carreras negro estacionado detrás de todos. Se movían y lo tomé como mi señal para entrar. Pero ¿contra quién correría? Sería fácil vencer a Markus, ese chico era un condenado caracol. Pero estaba equivocada. Una vez que hube aparcado el coche justo por la línea de meta, vi a Davne sonreír antes de entrar en su coche nuevo. ¡Vaya! ¿Correr contra él? ¿Él no es como imparable? O eso es al menos lo que he oído de unas pocas personas. Sonreí, sin embargo, poniendo el coche en marcha y empezando a hacer ese maravilloso sonido vroom con él. —Esto va a ser bueno, Davne.

La carrera comenzó y prácticamente conducíamos lado a lado, pero yo tenía mis pequeños trucos para ir más rápido. Mi corazón latía con fuerza y me sentía seriamente tan grande en ese momento. Esta era yo y me recordé que me encontraba aquí para quedarme. Parecía que estábamos a la par, pero antes de llegar a la línea de meta, le gané a escasos centímetros. Todo el mundo rodeó el coche y cuando salí, Davne me dio una sonrisa y me guiñó un ojo. —Buen trabajo, conejita. Me sentí orgullosa de que yo, Evelyn Jo, había vencido el chico malo (también conocido como el conductor #1 aquí) en una carrera callejera. Aunque todavía sentía que probablemente me dejó ganar, me gustaba pensar que en realidad le gané. En silencio me colé en el interior, a pesar de que Zavier sabía dónde estaba (caminando alrededor y pensando por mí misma, no en una carrera), y me fui directa arriba. Tuve la esperanza de que mis labios no estuvieran rojos ya que Davne decidió tener una sesión de besos pesada antes de irme. Maldita sea, era un buen besador. Pero besarle solo me hacía anhelar tener los labios de un particular muchacho en especial sobre los míos. Sonreí para mí mientras me acercaba a la puerta de Zavier, que estaba abierta unos centímetros. Y una vez que eché un vistazo dentro, mis entrañas comenzaron a agitarse deliciosamente y mis hormonas entraron en acción. Por lo general, él se ejercitaba en el sótano. Donde nadie le molestaría o llegaría a verlo (que mal). Pero esta noche, debido a mi gran suerte, estaba levantando pesas, ¡y se encontraba completamente sin camisa! Llevaba una gorra blanca colocada hacia atrás en la cabeza, haciéndome gemir internamente. ¿Quién sabía que en realidad podría hacerlas verse bien? Pequeñas gotas de sudor eran visibles en su tonificado torso cincelado. Sus músculos de los brazos flexionados cada vez que levantaba un peso hasta los hombros, y su paquete de seis brillaba, esperando a ser lamido. Oh, lo necesitaba. Me sentía como una puta, al pasar de un tipo a otro. Pero uno necesitaba mi ayuda, y el otro era para protección, y solo me interesaba un chico en particular en esas dos situaciones. Nadie tenía la menor idea de lo mucho que quería besar a Zavier y entrar de lleno en esos brazos sexy. Sonreí justo cuando pensé en la idea más perfecta. Así era como se inicia un beso increíble porque ya no estaba esperando. Él era mío esta noche.

•Zavier• Tomé una respiración profunda mientras bajaba las pesas y alcancé la toalla en la cama, para poder limpiarme algo del sudor de mi cuerpo. Eran las 20:30 y hasta ahora no había tenido noticias de Evelyn, pero sabía que podía cuidar de sí misma. Me reí. Ella incluso se encargaba de mí a veces porque era muy buena protegiéndose. Aunque, a veces, yo quería ser su salvador, su protector, su... —¡Zavier!

Me quedé helado cuando oí mi nombre viniendo en un grito petrificante. ¿Esa era...? —¡Zavier, ven aquí! ¡Por Favor! —¿¡Evelyn!? —En eso, tiré todas mis cosas y me dirigí directamente hacia su habitación. Por suerte, la puerta estaba abierta, así que solo corrí dentro para ver cuál era el problema, mientras que mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Aunque, se detuvo por completo una vez la vi bien. Ella estaba de pie junto a la ventana, mirando hacia mí mientras se mordía ese labio inferior tan lindo suyo. Y querido señor, ¡¿por qué tenía que estar prácticamente desnuda delante de mí otra vez?! ¿Qué estaba haciendo? Porque, sinceramente, no creo que posiblemente pueda controlarme a mí mismo esta vez. Me estaba volviendo jodidamente loco.

26 Su Beso Francés •Zavier• ¡Mira lejos, mira lejos! Ni siquiera escucho la voz interior en mi cabeza mientras seguí admirando la belleza verdadera de Evelyn. Estaba mirando sobre ella, pero bueno, me estaba asegurando de que estaba bien. ¿De qué se trataba todo ese griterío? —U-umm... —Cerré fuertemente mis ojos y tragué duro a la vez que apretaba mi mandíbula. Mantén la calma. Sólo contrólalo. Mis puños se apretaron juntos así puedo podía pararme a mí mismo de correr hacia ella, recogerla, y besar sus suaves labios dulces y más—. ¿Q-qué...? Umm, ¿qué pasa? —Mi tartamudez sólo estaba allí cuando estaba muy nervioso, así que, obviamente lo estaba terriblemente en este momento. ¿Por qué infiernos estaba haciendo esto? ¿Sabía ella lo loco que me estaba poniendo? Miré tímidamente, esperando que ella al menos se pusiera una maldita camiseta. En lugar de ello, sin embargo, se rió cuando comenzó a caminar más cerca de mí. Llevaba ropa interior de encaje rosa, sus bragas eran una cosa esponjosa toda linda, y ella incluso añadió esos calcetines lindos hasta la rodilla que honestamente me llevaban al borde siempre que los llevaba. —Entra y cierra la puerta —dijo ella, dándome la espalda mientras vacilante seguí sus órdenes—, lección extra hoy. Oh mi... Se acercó a la ventana de nuevo, y cuando no me moví ni un centímetro de mi lugar, levantó las cejas hacia mí, casi con impaciencia. Se cruzó de brazos y golpeó el pie contra el suelo. —Vamos, siéntate en la cama. ¿Qué me iba a hacer? No, Zavier, no pienses demasiado las cosas. Solo respira y (con suerte) estarás bien al final. Confías en ella, ¿no? Caminé lentamente hacia el final de su cama mientras me quito la gorra y la coloco en el suelo por el momento. Todavía me sentí incómodo ya que ella estaba básicamente desnuda y yo no tenía camisa. Estaba completamente cómodo con mi propio cuerpo, y por lo visto, ella, también. Pero, ¿era realmente una buena idea estar así cuando estábamos solos? Éramos adolescentes y todos sabíamos cómo estas podrían ir las cosas. Incluso sin experiencia, tuve tantos pensamientos. Y ese pequeño demonio juguetón en mi hombro me estaba diciendo que debería ir a Evelyn y hacer cosas con ella que nunca imaginé hacer.

¡No! ¡Cállate! Empecé tosiendo un poco y respirando con dificultad. Evelyn miró preocupada mientras se acercaba a mí, a pesar de que sólo haría que este asunto peor para mí. —Oye, está bien. No estés nervioso. Esto tenía que pasar tarde o temprano. — Espera, ¿¡qué!?—. Muy bien, ahora cierra los ojos y relájate. —Hice lo que me dijo casi de inmediato, y tomé respiraciones profundas así no iba a tener un ataque de pánico estúpido sólo por ella. Me sentí aún peor cuando sentí la cama hundirse y sus piernas a mis costados. Vale, vale, así que ella estaba sentada a horcajadas en mí ahora. Genial. Muy genial. Me sonrojé furiosamente y lentamente abrí mis ojos para ver su cuerpo más cerca que nunca del mío. Hemos estado cerca antes, seguro, pero no era nada parecido a esto. Nuestras frentes estaban prácticamente tocándose y pude sentir todo el calor que irradiaba de su cuerpo maravilloso. Decir que me aterraba era más o menos corto. ¿Qué esperaba que hiciera? No, no había tantas posibilidades y una de ellas... bueno, yo sólo supe que no podía manejar eso en absoluto. ¿Por qué estoy de acuerdo con esto otra vez? Ah, sí, porque si Joss o alguna otra chica eran de estar en esta posición ahora, conmigo, entonces sería muy torpe. Pero justo ahora, sólo era incómodo para mí porque Evelyn parecía completamente tranquila y casual al respecto. Por supuesto, ella sabía cómo estar con los chicos. Sabía jugar con ellos, y sabía exactamente qué hacer para conseguirlo. Porque lo estaba logrando conmigo. —¿Estás bien, osito de peluche? Ni siquiera puedo mirarla sin volverme loco. Agarró mi barbilla y trató de hacerme quedar hacia ella pero no me moví en absoluto. No podría hacer esto. Ni siquiera podía mirarla, y ¡mucho menos darle un beso o algo así! —Sabes qué, vamos a olvidarnos de todo esto y seguimos adelante... —Vamos, tienes que acostumbrarte al cuerpo de una chica, también, osito de peluche. Lo sé, pero el tuyo es sólo que... Dios, ni siquiera pude ponerlo en palabras. Artístico, extravagante, encantador, por poseer... Y habían muchas más palabras. —Bueno, sí, p-pero n-no es como yo, no en este momento, no estaba... —Me sonrojé aún más ahora que yo tartamudeaba como el idiota que era. Ella sólo se rió y me agarró la mano para ayudarme a rastrear su muslo—. Eve… —Me detuve una vez que mi respiración se complicó. —Shhh... no te preocupes. No te voy a convertir en un jugador idiota o algo así. Esta es una práctica para más tarde, cuando vosotros realmente os améis y os sentáis cómodos el uno con el otro. —Ella le guiñó un ojo, lo que hizo la situación aún mejor... ¡No!—. La única cosa a la que todas las chicas tienen miedo es la violación, también. Así que, no hagas eso. No seas un cabrón de mierda y la fuerces, capullo. Eso me hizo perderlo. Me reí cuando miré hacia abajo. Ya me estaba insultando cuando no había hecho nada malo todavía. Pero sólo me sorprendió en lugar de ofenderme. Aunque, sabía que nunca, en un millón de años, haría algo tan terrible como eso a una chica preciosa. Ninguna chica se merece eso. Deben ser apreciadas, amadas y admiradas por alguien genial.

Por eso me sentí tan mal y herido cuando Evelyn me habló de su primer amor. Eso es lo que siempre temía. Que jueguen conmigo o me utilicen. El primer amor debería ser algo increíble, y fue terrible para ella que ni siquiera cree más en él. —Ni siquiera he mirado el cuerpo de una chica —le dije. Bueno, quiero decir, lo hice, pero no bajo lo poco que lleva puesto—. No violaré a nadie. Te lo prometo —dije en voz baja mientras miraba a sus ojos. Estaba temblando un poco todavía, pero estaba más tranquilo mientras ella estaba hablándome. Había sido muy fácil hablar con ella y me tranquilizó no importa qué. Todos los nervios de mi cuerpo saltaron cuando se mordió el labio y puso sus brazos alrededor de mi cuello, acurrucándose más cerca de mí. Me tensé y miré de nuevo mientras cogía mis cabellos oscuros con sus manos suaves. Juguetonamente tiró de él, haciéndome suspirar por lo bien que se sentía. Entonces, de repente, puso mi cara más cerca de la suya así nuestras narices estaban prácticamente besándose ahora. —Dame un beso —susurró, juntando sus delicados labios contra los míos. Mis ojos se abrieron a pesar de que sabía que tenía que suceder con su actuar de esta manera tan de repente y todo eso. —¿Q…qué? Ella juguetonamente me puso os ojos en blanco. —Vamos, ya nos hemos besado un par de veces antes, ahora vamos a hacer un beso de verdad. —¿A-así que esos besos no eran besos reales? —Que de… —No, esos eran... —Ella hizo una pausa para fruncir los labios y pensar en algo para compararlo—. Ellos eran en realidad más como picotazos en la mejilla que tu abuela te daría. —Uf... bien cuando ella lo puso así...—. ¿Y? ¡Un beso real, ahora! Beso francés. —Sólo esas palabras juntas me habían sonrojado de nuevo locamente y yo lo odiaba. —Yo-umm, n-no, yo no... —Tomaste francés, ya sabes lo que es —bromeó—, vamos, quieres ser el que bese a Jocey primero, ¿no? —S-sí, supongo... —También sabía que la mayoría de las chicas esperaban a que el hombre dé el primer paso, ya que era sólo un poco más romántico y esas cosas. Así que yo estaba dispuesto a hacerlo, ¿pero con Evelyn? Sólo había hecho el primer movimiento una vez y ahora iba a tener que ser una sesión de besos completa. ¿Quién sabe lo que podría pasar mientras estábamos en ello? —Entonces, sólo hazlo. Suspiré. Sí, yo estaba tratando de detenerme un poco porque sólo necesitaba tiempo para calmarme. Todo esto fue pasando muy rápido. —Bien. Pero, no n-no puedo realmente hacerlo cuando estás ahorcajándome — sugerí—. Quiero decir, ¿no se supone que debo ir a ti? Ella entrecerró los ojos a mí como si estuviera siendo sospechoso. Que, no iba a huir nada. Al menos, no todavía.

—Umm, tienes razón. Bien. Voy a estar de pie contra la pared, llegas y me besas. Has leído suficientes libros para saber cómo, ¿cierto? Yo en broma puso os ojos en blanco y reí. Se levantó de la cama y se quedó junto a la pared, me dio suficiente espacio para respirar de nuevo. La miré y me mordí el labio antes de lentamente levantarme y acercarme lentamente a ella. Mi corazón estaba volviéndose loco, probablemente preparado para explotar. Evelyn era tan increíble y hermosa. Nerviosamente me acerqué a ella, sin romper nuestro contacto visual en absoluto. Una vez que estaba de pie a pocos centímetros de ella, deslicé una mano alrededor de su cintura y tiré de ella más o menos cerca de mi pecho desnudo. Un suspiro escapó de sus labios mientras sus puños se acercaron a mi pecho. Ahora también parecía nerviosa, mientras ella tímidamente miraba hacia mí. Mi mano libre luego dio la vuelta al resto en la parte posterior de su cuello. La sentí temblar bajo mis caricias y sonreí interiormente. Estaba haciendo algo bien, ¿no? Luego tuve que seguir así para mostrarle que sí sé y que yo realmente estaba aprendiendo de ella. Lentamente inclinándose, nuestros labios apenas rozándose juntos, para hacer parecer que me estaba tomando el pelo. Y después de unos segundos, ella finalmente dijo algo en voz muy ronca: —Sólo bésame, Zavier. Puedes hacerlo. Fue entonces cuando decidí a apartarme de ella y quedarme de pie en la pared al lado de ella, frotando mi frente en señal de frustración. —Lo siento —le susurré, al oírla suspirar pesadamente. Sonaba enojada conmigo ahora y yo sabía exactamente por qué. Ella quería esto, pero no lo admitiría. Bueno, vamos a ver lo mal que ella realmente, realmente quería esto. —Está bien. Te puedes ir si necesitas tiempo o lo que sea. —Comenzó a salir para ir probablemente a su armario y cambiarse. Pero justo cuando ella dio un paso hacia adelante, cerré mi mano alrededor de su pequeña muñeca, tiré de ella para que coloque suavemente su espalda contra la pared, y estrellé mis labios a los de ella. Definitivamente no iba a ser un simple besito esta vez. Ella gimió suavemente cuando presioné mi cuerpo más cerca del de ella y la besé plenamente. Ella era una chica increíblemente difícil, así que estoy seguro que ha tenido mejores besos que este. Pero no me resultaba difícil tratar de hacerlo lo mejor que ella jamás tendrá. Me detuve un momento, pero luego empecé a chupar el labio inferior antes de introducir poco a poco mi lengua en su boca para que ambas lenguas pudieran bailar y luchar por el dominio. Besé a Evelyn con tanta pasión como yo podía darle, asegurándome de no hacerle daño, hacerlo torpe o bruto. Sus labios ahora eran más suaves y más dulces. Tiernos. Acaricié sus labios regordetes con los míos y continué saboreándola mientras la sentía ligeramente tirando de mi pelo desde atrás. Nuestros labios se movían en perfecta sincronización y sólo me hizo estar más excitado cuando ella tomó mis mejillas y profundizó el beso aún más. Ambas manos se movieron hasta su cintura y la apretó, mientras el beso se volvía más ansioso, lleno de tal hambre que estaba haciendo que mi mente se nublase.

Se sentía bien. No, ¡genial! Y, sinceramente, me alegro que ella me diera mi primer beso real. No pude dejar de besarla, y no me podía importar menos el aire en ese momento. Todo lo que quise era seguir besándola y tocándola. Dios sabía cuánto tiempo he querido que esto pasase. Sus gemidos sólo hicieron que mi estómago se revolviera en mareo mientras ponía las palmas cálidas de sus manos bajo mi estómago, agarrando mi lazo de cinturón para empujar mis caderas hacia las de ella, y no muy suavemente tampoco. Incluso sentí presionando sus pechos contra mi pecho, sabiendo sólo lo loco que me estaba volviendo. Vaya, ¡se sentía tan bien! Gimiendo, de repente perdí el control completo de mí mismo y me olvidé todo acerca de ser agradable y bueno e inocente. Porque con ella, sabía que estaba realmente aprendiendo cómo vivir. Sin dudar, coloqué mis manos debajo de sus muslos y la cogí por sorpresa cuando la recogí para que pudiéramos estar más increíblemente cerca. Sus delgadas piernas sedosas bien envueltas alrededor de mi cintura mientras presionaban firmemente mi cuerpo con el de ella. Luego, poco a poco me abrí paso hasta su cama y suavemente la puse abajo en el cojín suave. Yo me estaba moviendo sobre ella ahora, cubriendo su cuerpo pequeño. Aun cuando no quería, me aparté de ella y solo observe cada centímetro de su belleza. Ella estaba jadeando, respirando con dificultad, y tenía las mejillas color rosa mientras me miraba con ojos lujuriosos. Poco a poco arrastraba su pierna derecha a mi lado, para que su rodilla estuviera tocando el punto bajo de mi brazo. Me mordí el labio y le acaricié la pierna, detrás de mi mano hasta su muslo caliente mientras ella suspiraba y echó la cabeza hacia atrás. ¿Estamos haciendo demasiado ahora? ¿No se suponía que era solo un beso francés? ¿Por qué estoy dejando que esto suceda? ¡Nunca he hecho nada como esto antes! Oh, ¿qué me importa ahora? Colocando las manos en ambos muslos, siempre tan lentamente la hice subir sus bragas adorables para agarrar sus caderas desnudas. Sólo puedo mirar hacia abajo a sus tatuajes hermosos que he querido trazar con la punta de mis dedos, pero sobre todo sus piercings que han estado gritando a mí desde que los vi. Evelyn gimió más fuerte y se hizo eco por toda la habitación mientras yo puse mi boca caliente sobre su piercing en la cadera. Lo chupé en el acto allí, sintiéndola tirando de mi pelo. Interiormente y con aire de suficiencia sonreí pero seguí chupando su piel. Luego me fui para su ombligo antes de ir más lejos y más arriba, besando su conjunto, su estómago oliva plano mientras ella arqueaba su espalda hacia mí, suplicando y con ganas de más. Mi corazón latía cada vez más y más fuerte cuando alcancé sus pechos redondos perfectos. Ella tenía los ojos cerrados y sus manos estaban ahora rascando ligeramente mi espalda. —No te detengas —susurró—. Dios, Zavier, no te detengas.

Al oír esa declaración... Dios, las cosas que esta chica me hizo. Ella me hizo querer olvidarme de todo y sólo centrarme en ella. Ella me hizo quererme convertir en malo sólo para ella. Golpeando sus manos sobre su cabeza, puse mi boca de nuevo en su piel, pero ahora en sus deliciosos, pechos suaves. Toqué mi lengua lentamente por encima de ellos, y luego les di un beso, mordiéndolos muy suavemente, sintiendo su excitación sobre la pequeña tela que llevaba. Sabía que estaba excitado desde que comencé a besarla. Después de eso, fui por sus labios de nuevo, cautivándolos como lo había hecho la primera vez. La besé por lo que parecieron horas, sólo abrazando su cuerpo al mío mientras ella me agarraba de las muñecas y me hizo a tientas apretar sus pechos. Pero cuando la sentí agarrando mi cinturón en algún momento, escuchamos la puerta principal abriéndose. —¡Niños, estoy en casa! —gritó mamá, con humor grabado en su voz—. ¡Será mejor que vosotros dos no estéis haciendo nada ilegal ahí arriba! Miré hacia abajo a Evelyn con los ojos muy abiertos, y luego rápidamente me levanté y miré alrededor por mi camisa. Pero fue entonces cuando me di cuenta de que vine corriendo aquí sin camisa, así que no tenía camisa aquí en absoluto. Me rasqué la parte de atrás de mi cuello torpemente y vi como Evelyn empezó a ponerse algo de ropa. —Niños, ¿estáis aquí? —Escuché a mi madre gritar de nuevo. Fue entonces cuando me di la vuelta y salí de la habitación, por las escaleras, y a la cocina para saludarla. Sabía que debería haberme puesto una camiseta, pero estaba fingiendo llegar desde el sótano, que era donde normalmente me ejercitaba. —Sí, mamá. ¡Hola! —Fui a ella y le di un beso en la mejilla, pero ella me miró y se alejó con una mirada juguetona de disgusto en su rostro. —Uf, Zavier, ve a cambiarte o ducharte. Estás todo sudoroso. ¿Te ejercitaste? — preguntó mientras sacaba algunas provisiones de sus compras en la tienda. —S-Sí, claro, algo como eso —le dije la verdad. Realmente me preguntaba por qué Evelyn no se apartó de mí allí. ¿No encontraba asqueroso cómo estábamos besándonos en la cama y yo acababa de terminar de hacer ejercicio? Me mordí el labio y cosquilleó con deseo. Ya echaba de menos sus labios y eché de menos lo dulce que su piel se sentía bajo la punta de mis dedos. Si mi madre no hubiera vuelto a casa, ¿habríamos ido más lejos o yo no estaba preparado para eso? ¿O por lo menos no todavía?

•Evelyn• Cuando Zavier dejó de la habitación para saludar a su madre, decidí quedarme atrás por un poco de tiempo para no hacer que las cosas parezcan sospechosas. Me sentí chillando como una colegiala tonta que acababa de hablar con su amor platónico y no podía borrar la gran sonrisa de mi rostro.

Puse mis dedos suavemente en mis labios y reí. Todavía sentí sus suaves y dulces labios en los míos. ¿Hombre, sin experiencia, dijo? Bueno, permítanme decir esto, era un infierno de maldito buen besador. Me tenía hambrienta por más. Incluso cuando oí la puerta abrirse, todavía quería cerrar, bloquear la puerta de mi dormitorio y tirar de él hacia abajo en la cama así podía besar todo su cuerpo. Me controlé y luego me deslicé una de mis grandes camisetas. Me quedé en mi ropa interior, porque no he caminado alrededor sin pantalones en mucho tiempo, y comencé a bajar las escaleras para saludar a Stormy. Me di cuenta de que Zavier subía justo cuando iba hacia abajo. Él me miró y se sonrojó mientras tímidamente se rascaba la parte posterior de su cuello mientras le lanzaba un beso y le guiñaba un ojo. Él sabía que íbamos a terminar más tarde, porque conseguí lo que quería: un beso francés increíble de él. Y ahora me tenía con ganas de más. —Hola, Stormy —saludé a la mamá de Zavier mientras cogía una galleta del tarro de galletas. Ella me miró y me dio una sonrisa. —Oh, Evelyn, te ves muy feliz hoy. Y tengo algunas noticias para ti que te harán aún más feliz. —Levanté las cejas, esperando lo que iba a decir. Ella parecía un poco mareada y yo no sabía si debía tener miedo o sentirme emocionada. Uno nunca sabía con esta mujer—. Ya que pareces estar comportándote bien, es decir, no se te ha expulsado, ¡ni siquiera has sido suspendida! No has sido arrestada ni nada de eso tampoco, así que puede ser que vayas a casa más temprano que tarde. En lugar de estar feliz (bueno, yo lo estaba, pero no tanto como pensé que iba a estar), sentí que mi corazón casi se detuvo. Espera, ¿Acabo de oír lo correcto? ¿Me voy a casa antes de tiempo? ¿Estaba dando a entender lo que yo pensaba que ella estaba dando a entender? —Mira, Bradley es sólo un antiguo supervisor, que en realidad no tiene nada contra ti. Bueno, él sí, pero no tiene tanto poder. No cree que deberías ir a casa hasta el próximo año, pero creo que deberías. Así que he estado hablando con la policía y la seguridad allí, e incluso diría que Drake y los otros chicos han empezado a actuar civilmente. —Casi me reí de eso. Drake, Ian, y Darrel—¿siendo civiles? ¡Ja! Eso es una buena, Stormy. Pero, de nuevo, sabía que estarían reaccionando de la misma manera si se enteraran de que estaba empezando a ser "buena". —Entonces, ¿qué piensas sobre eso? —preguntó, haciéndome pensar profundamente acerca de toda esta situación. Sí, no quise estar aquí en primer lugar. Sí, quería ir a casa con mis amigos y todo. Pero no me emocionó tanto como lo hubiera estado antes. Una parte de mi realmente quería quedarse para todo el año en el que se suponía que debía quedarme, sobre todo debido a... sí, un chico empollón sexy con el que acababa de hacer un montón. —Creo que eso es increíble —le respondí, sintiendo la mentira filtrar su camino hasta mi garganta. —Me alegra oír eso. Ahora, ¿sesión de terapia semanal?

[Capítulo Escondido] Comic Con • Zavier • —¡Hombre, ¡me encanta el Comic Con! —dijo Jesse mientras hundía sus puños en sus bolsillos y se sacudió con ya sea excitación o frío. No lo sé, ya me sentía bastante frío yo mismo. Me reí y revisé mi teléfono por el momento. Seis y cincuenta y siete de la tarde. Estábamos esperando actualmente en la cola para entrar, y estaba tan emocionado como él lo estaba ya que me encantan estas cosas. Ethan había venido junto con nosotros, con su camisa de Hulk. Jesse llevaba una de Spider-Man. Y yo, por supuesto, me puse mi camisa de manga larga de Superman con los vaqueros rojos y unas Vans toda blancas. Mi capa de Superman estaba colgando en la espalda, abrazando mi torso. Y a medida que la fila siguió moviéndose, reajusté mis gafas y me volví a mirar a lo lejos en la distancia. Encontraba estas cosas impresionantes, sobre todo porque veías a todos. Al igual que Sasuke de Naruto y Sebastián de Black Butler, junto con un montón de superhéroes de Marvel y DC. Estaba a punto de dar la vuelta alrededor cuando la vi. Parecía aún más hermosa de lo normal, si eso fuera ligeramente posible. Un vestido corto tocaba su cuerpo y curvas un poco demasiado ajustado. Cuando se acercó, me di cuenta de que el vestido tenía azul de la cintura hacia abajo, y el rojo y el color oro de la cintura para arriba. El vestido era sin tirantes, e incluso llevaba una diadema de oro con una estrella roja en el centro, junto con los calcetines y los zapatos de tacón hasta la rodilla de color rojo. No había duda de ello. Se había vestido como la Mujer Maravilla. Esa pequeña sonrisa incluso estaba jugando en sus labios y me sonrojé ante la idea de besar esos labios suaves y cálidos hace apenas unos días. Me rasqué la parte de atrás de mi cuello y me volví para mirar a los chicos, cuando me di cuenta de que sus ojos se centraron en ella. Fruncí el ceño y me volví a mirar a los otros chicos, ¡sólo para verlos mirándola con asombro, también! Fue entonces cuando me di cuenta de que sería una gran distracción. Esto era como los Mathletes y la Comic Store7.

7

Comic Store: tienda de historietas.

Por el amor de Dios, ella cortó a través de toda la fila, ¡y ninguno de ellos parecía importarle o tomarlo en cuenta! Ella sólo felizmente se dirigió hacia mí y ya comenzó a ponerme nervioso por tocarme el brazo de esa manera coqueta por la cual era conocida. Quería seguir mirándola, pero entonces, no quería, porque estaba tan nervioso. Claro, estaba más cómodo con ella de lo que lo estaba con otra chica, pero aun así. Ella, y me refiero a todo de ella, hizo que mi corazón se volviera loco, y mi mente nebulosa. Esa cara de ángel de ella estaba atrapada en mi mente, pegada allí para que pudiera permanecer por el tiempo que quisiera. Nuestra relación estaba tornándose bastante peculiar pero divertida, sin embargo. En serio, sólo ayer estábamos luchando por la cazuela de pollo de mi madre. Y después de que empezáramos a discutir un rato, empecé a hacer mis propias respuestas horribles. Yo había dicho: —¿Sabes qué?, espero que Chewbaca se meta en tu habitación por la noche y te coma viva. ―Así que, claramente, mis amenazas eran tan débiles como el levantamiento de pesas de Jesse. Pero Evelyn sabía. Sabía exactamente lo que me molestaba. Así que me siguió la corriente y dijo: —¡Espero que se deshagan de todos tus cómics de Superman! ―Y por eso, le arrojé mi cuchara y me levanté de mi asiento, haciendo que la silla raspara con fuerza contra el suelo duro. Le dije que se retractara, pero no escuchó. Así que todo era una locura para nosotros. Ahora, no tenía idea de lo que estaba haciendo en un lugar como este. ―Evelyn, ¿qué estás haciendo aquí? ―le pregunté en un tono duro una vez se puso tan cerca que podía oler el dulce de durazno y fresa que irradiaba de su cuerpo. Incluso me abrazó apretadamente y se sentía tan pequeña y delicada alrededor de mis brazos. Ella era cálida y... Estaba guiñándoles a los chicos que la miraban... por supuesto. Antes de que pudiera distraerse otra vez sin embargo, le dije: —¡No puedes estar aquí así! —¿Por qué no? ―preguntó, tratando de actuar inocente y darme ojos de cachorro mientras se mordía el labio. Mi estómago estaba estúpidamente revoloteando. —Bueno, para empezar, eres... —¡Jodidamente hermosa!—... estás... vestida así! —Podemos traer disfraces, osito de peluche. Está bien. —N-no, no lo está, no está bien. —No estaba bien en absoluto, ella debería saber esto. —Pero esto es Estados Unidos. —No, sí, sé que esto es Estados Unidos, pero eso no importa, ¡¿cómo importa eso en una situación como esta!?

—Mira... —Se acercó y arregló cuello de mi camisa y mi capa. Me quedé completamente inmóvil—. Honestamente, sólo me vestí con esto porque sé que amas a Superman así que quería ser tu Mujer Maravilla. Bueno, eso era medio dulce. Sacudiendo la cabeza ante la idea, le susurré a ella: —Está mostrando demasiado. Estoy seguro de que la mayoría de los chicos te miraban a ti en vez de firmar y comprar las cosas... —¡SIGUIENTE! —gritaron mientras le daba un vistazo a Evelyn de nuevo. Entonces me quejé, rodé mis ojos, y aseguré mi mano grande con la suya pequeña para traernos dentro. De hecho, me olvidaba que los chicos estaban con nosotros, pero no me importaba mucho al caminar por ahí con los tacones de Evelyn haciendo clic a mi lado. Ni siquiera sabía cómo podía caminar en ellos. Los chicos que nos rodeaban estaban todavía, por supuesto, mirándola fijamente y realmente no me gustaba. Quería decirme a mí mismo que era sólo debido a la distracción que causaría por aquí, con la gente que realmente les gustaban las mismas cosas que a mí lo que no me gustaba. Pero ahora, mi mente me decía que no era el caso en absoluto. No quería que se acercaran a Evelyn, y ni siquiera quería que la miraran. Así que agarré con fuerza su mano como si fuera la mía, cuando en realidad, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo o por qué lo estaba haciendo. Y cuando miré a mi izquierda, pretendiendo admirar a una chica vestida como Maka y un hombre vestido como Soul, me di cuenta de cómo Evelyn estaba tratando de ocultar su sonrisa. Incluso traté de ocultar lo nervioso que estaba poniendo mi cabeza hacia abajo, pero sin dejar de mirar alrededor para ver lo que podía encontrar. Y había un montón de cosas que parecían interesantes para mí. —¿Así que es lo que hay para hacer por aquí? —Le oí preguntar mientras envolvía su brazo con el mío para entrelazarlos apretadamente. Todavía no la miraba pero la oí jadear y sentí que me sacudía un poco—. ¡Mira a esa familia por allí! Una vez que miré hacia arriba para ver lo de que estaba hablando, vi Batman y Gatúbela juntos, mientras su pequeño hijo era Robin y su hijo mayor era el Joker. ¡Y parecían bastante geniales! Quería hacer algo así con la familia que espero tener más adelante. Fue entonces cuando Evelyn me dio la vuelta y lo hizo parecer como si me estuviera mirando por encima, pero sobre todo en mi camisa de manga larga, por no sé qué razón. Tarareó mientras frunció sus labios. —Este pequeño traje necesita algo. Superman debe ser capaz de mostrar sus malditos músculos. —S-Se supone que debe ser así, además no es realmente un dizfr…¡ ¿Qué estás haciendo!? —grité justo cuando sentí sus pequeñas manos sobre mis hombros, tirando de la tela que se encontraba allí. —Rasgando las mangas para que se vea más sexy. Vamos, estoy segura de que tienes más de una camiseta de Superman en ese armario grande tuyo. —Antes de que

pudiera siquiera detenerla, arrancó las mangas largas para exponer mis brazos musculosos eso medio mostró algunas de mis venas también, probablemente de mis nervios. Ella las quitó a medida que tímidamente miré a su alrededor, pero entonces sólo tomó mi barbilla y me hizo volver a mirarla. —Confía en mí, se ve mucho mejor. No me importa lo que piensen los demás tampoco, a menos que piensen que te ves sexy. — Me guiñó un ojo y sabía que me había sonrojado—. Pero me aseguraré de que estas chicas sepan que eres mío, osito de peluche. Esas palabras hicieron que mi corazón perdiera un latido por un segundo o dos. Me sentí aún más nervioso que antes, lo que realmente no creo que era posible. Yo era... ¿suyo? ¡Suyo! Bueno, ella no quería decir eso y lo sabía. No hay necesidad de mantener eso en mi cabeza. Realmente necesitaba dejar de pensar de esta manera ya que sabía la verdad real, así como ella lo hace. Sacudiendo la cabeza ante la idea estúpida, miré hacia abajo a mis brazos y luego miré alrededor. ¿Qué debo hacer con Evelyn aquí? Planeaba hacer mucho, pero no estaba seguro de si a ella le gustarían. Aunque, ella eligió venir aquí, así que supongo que no le importaría. En la parte de atrás, vi a algunas celebridades de espectáculos actuales y futuros de televisión en los paneles. Tal vez podríamos chequearlos y ver lo que tenían que decir. Espectáculos con suficiente acción y material original me interesaban más. Y también esperaba que fueran a hacer más películas de Superman y posiblemente un programa de televisión. Aunque, si no se apegaban a los cómics, tendría que estrangular a alguien. Muy bien. —Muy bien, Evel… —Me volví hacia Evelyn, cuando me enteré de que ella se ha desaparecido por completo. Fue entonces cuando empecé a sentir pánico. Me di la vuelta una y otra vez, pero no estaba a la vista. Creo que giré en círculos demasiado cuando Jesse se acercó a mí, me agarró de los hombros, y me dio una bofetada. Volví a la realidad y me había calmado entonces... o lo intenté, por lo menos. —Jodidamente calma ya —dijo, y luego otra bofetada de su mano me golpeó, casi tirando mis gafas. Él las agarró antes de cayeran, y luego comenzó a levantar su mano y fingió una carcajada cuando me agaché lejos de él. —Está bien, está bien, estoy tranquilo. —Arreglé mi camisa y ligeramente puse mala cara al ver mis mangas rasgadas. Unas chicas que pasaban miraban bien sea mis brazos o mi camisa rasgada. Oh, bueno, estoy seguro de que era la camisa. Yo preguntaría por qué se rompió también. —Evelyn no está fuera tratando de secuestrar a Dylan O'Brien o fumar un cigarrillo con Jensen Ackles. Inhalé y exhalé, y luego volví a mirar a los paneles. ―¿Siquiera están aquí? —Bueno, Dylan todavía está aquí y él está...

—¿Dónde está Evelyn? —pregunté y luego empecé a mirar alrededor otra vez cuando Ethan se acercó con un libro de historietas de lo que parecía ser X-Men. Señaló sobre algún lugar y fue entonces cuando un suspiro de alivio se me escapó cuando vi a Evelyn de pie junto a un montón de cajas. Parecía confundida, agarrando unos cómics y mirándolos escépticamente. Ethan se alejó sin decir otra palabra (como dijo una en primer lugar), y fue entonces cuando agarré el codo de Jesse y lo atraje hacia mí lo suficiente como para sisear en su rostro. —¡Jesse, ayúdame a sacarla de aquí! Se volvió hacia mí y luego miró a Evelyn terminado. Él se encogió de hombros y se mordió el labio. —Estoy pensando que está bien aquí. Mi mandíbula se apretó mientras él continuaba mirándola más. Entonces agarré su codo fuertemente y lo saqué de ello. No podía mantener mis propios ojos fuera de ella, pero ¿¡por qué tenía él que ver, también?! —Jesse, te juro... —¿Quieres relajarte? —Movió mi mano e hizo un gesto hacia ella. Sólo lo miré fijamente con una mirada que decía que será mejor que me ayude o me volveré loco. Y, honestamente, ya estaba empezando a hacerlo—. ¿Qué?, creo que está completamente bien estando aquí. Mientras me dijo eso, los dos nos volvimos para ver a Evelyn, cuando me llamó. Ella levantó un cómic The Flash. —¡Oye, Zavier mira, las cosas que usted y los otros nerds leen! Me llevé la mano a la cara y oí una risa proveniente de Jesse... ahí es cuando gruñí y me acerqué a Evelyn. —Evelyn, ¿estás seriamente... —Me aislé cuando vi un montón de cómics de Superman en una caja llena—. De ninguna manera, ¿ellos acaban de dejar estas aquí? —pregunté, mis ojos probablemente brillando con el hecho de que yo podría ser capaz de llevarme esta cantidad de cómics a casa. Aunque casi tenía cada edición. Evelyn me sonrió y asintió con la cabeza. Luego señaló a la parte delantera de las cajas y vi la gran palabra que todo el mundo ama escuchar: GRATIS. La miré con los ojos abiertos y luego sonreí. Miré a mí alrededor y vi a la gente sólo pasando a su lado como si han estado consiguiendo cosas gratis toda su vida y estuvieran más o menos acostumbrados a ello por ahora. —¡¿Y en serio no hay nadie aquí tomándolos!? —Nop. Bueno... —arrugó la nariz hacia arriba pensando—. Unos pocos frikis vinieron pero les hice esa cosa donde yo pretendo coquetear y luego patearlos en el... —Bien. Lo entendí. —Esa imagen mental hasta me hería. Ni si siquiera me acercaría a cinco pasos de ella si supiera que me haría eso. ¿Pero en serio ella guardó estas para mí? La miré y le di una sonrisa genuina. Realmente me preguntaba, ¿vino aquí por una razón específica? Podría ser sólo para venir y ver cómo iban las cosas. Quizás quería aprender acerca de nosotros los nerds.

Tal vez quería hacerme feliz. Porque cuando le di esa sonrisa mostrando todos mis dientes, vi sus mejillas sonrojarse con felicidad y sus ojos destellaron brillantemente, también. —Yo… gracias, Evelyn. Me guiñó un ojo y se acercó para arrojar sus brazos a mí alrededor. Realmente amaba sentirla contra mí así, en una forma segura y tibia. Era agradable y dulce. Cuando se alejó, sus pequeñas manos descansaban en mis brazos desnudos. —Me alegra que te gustara. Oh, y uh. —Alcanzó una bolsa que apenas había notado colgando de su hombro y sacó un papel. Fruncí el ceño y lo tomé de sus manos— . Los creadores de las películas de Marvel firmaron todos estos. Me colé en la fila una vez que los chicos me vieron. No sé por qué están tan intrigados por la Mujer Maravilla. Ella sí patea traseros, sin embargo. Dejé de escuchar al sonido de Marvel y juré que podía gritar de la felicidad como una niña. Pero definitivamente no iba a hacerlo. Eso sería tanto raro como vergonzoso y femenino. Así que en lugar de eso, tartamudeé. —¿C-cómo… logra… lograste… —Pero no pude siquiera emitir otras palabras antes de que ella envolviera sus brazos en mi cuello y frotara su nariz con la mía antes de ligeramente alejarse. Ignoré el sonrojo en mis mejillas por primera vez. —¿Cómo me colé en la fila cuando llegué aquí, osito de peluche? Por supuesta. La vieja strut y colarse. No tenía idea de lo que eso significaba siquiera, pero lo usaría. Evelyn strutted y se coló en la fila todo a la misma vez. Esa era sólo la manera en que ella trabajaba su magia. Era simplemente asombrosa. Tan hermosa y… Temí que las personas de hecho leyeran mis pensamientos, considerando que escuché a la gente hacer “aww” cundo nos vieron. —¡Mira! ¡Superman y la Mujer Maravilla! ¡Oh, qué tierno! Agaché mi cabeza y sentí mi sonrojo empeorando, si era posible. Miré fijamente a Evelyn y la vi sonriéndome con un guiño. —Ves, están viéndonos ahora. ¡Todo el mundo lo está! Ni siquiera quería ver, pero sabía que estaban detrás de esa chica cualquiera que lo chilló. No, ¿por qué ella tuvo que hacer eso? No quería atención como esta. —Entonces dales algo para ver. ―No tuve suficiente tiempo para reaccionar mientras que Evelyn agarró mi nuca y aplastó nuestros labios juntos. Me tomó por sorpresa pero a medida que escuchamos más “awws”, además de algunos aplausos, agarré su pequeña cintura con una mano y con la otra, ahuequé su cuello y su nuca. Besarla era como si una bomba atómica estuviera explotando dentro de mí. Así de intensas eran las chispas. Chispas… Lo que había sentido cuando Joss me besó. Pero con Evelyn, es como que siento algo completamente diferente y de hecho no parecía importarme.

Retrocedí y miré su expresión. Había algo en sus ojos que decía que ella quería más, a pesar de que se había ido para el momento que se volteó y vio a una niña y un niño pequeños señalándonos. —¡Mami, mira! ―La niña gritó mientras se aferraba a la mano de su mamá. Ella la apretaba y halaba a su mamá hacia nosotros. La niña apuntaba a Evelyn mientras que el niño vino hacia mí con una sonrisa enorme en su rostro. —¡Genial! ¡Superman es el mejor! ¡Te ves como si fueras él con las gafas! ―El niño pequeño me dijo mientras me agachaba para estar al nivel de sus ojos. —Gracias, amiguito. ―Jugué con su cabello un poco y miré a Evelyn y a la niña pequeña. La niña estaba sonriéndole con admiración, y cuando me vio, se acercó con una expresión boquiabierta. —¡Es él! ―le dijo a su mamá. Sólo le sonreí a la niña mientras gentilmente le pellizcaba su mejilla. Ella sonrió y se mecía de ida y vuelta con timidez. —Ella quiere preguntar algo ―dijo la mujer y le asentí a la pequeña niña. —¿Qué cosa, dulzura? —pregunté mientras noté a Evelyn sosteniendo la mano del niño pequeño. Y se veía como una de las cosas más maravillosas. —Ella es un poco tímida. Ahí es cuando decidí levantarla y arrojarla sobre mi hombro. Chilló de felicidad y luego abrazó mi cuello después de un rato. —¡Estoy aquí al rescate! —grité como si no estuviera tímido o sonrojándome ya. —Allí. Eso es perfecto, ustedes dos. ―Mientras la mujer decía eso, Evelyn y yo, ambos nos volteamos hacia ella y vimos que tomó una fotografía con su Galaxy S5. Después cuando pensamos que había terminado, nos volvimos hacia ella y luego vimos otro flash. Después de ello, se fueron con sus “gracias” y escuché por encima algo acerca de ellos tomándose fotos con cada superhéroe y villano allí afuera. Luego de eso, Evelyn y yo hicimos un montón de cosas divertidas y hubo veces cuando Jesse y Ethan se nos unirían. Pero la mayoría del tiempo, nosotros dos fuimos dejados para nuestro propio entretenimiento. Cuando Jesse y Ethan se nos unían, ni siquiera parecía notarlo ya que mantenía mis ojos y atención directo en Evelyn. Ella era la única en la cual tenía mi atención… y en Superman también, por supuesto. Pero me gusta esto. En serio lo hacía.

27 Enséñale las movidas correctas •Zavier• —¡Vamos, amigo! —Jesse me gritó mientras él y Ethan alcanzaban mis brazos para levantarme. Actualmente estaba sentado en un sofá en uno de nuestros lugares de reunión, que era un lugar popular para los niños de la escuela secundaria. Pero aquí, es como si todos nos lleváramos bien. Era muy raro, en realidad. Se llamaba "El Hangout" y era como un restaurante de comida rápida con computadoras, juegos y televisión, donde, en lugar de cabinas y sillas, teníamos pufs y sofás. Era impresionante. Había pasado un largo tiempo desde que estuvimos aquí, pero nosotros (o debería decir yo, no quiero presumir) acababa de ganar una competición de Mateatletes contra esta otra escuela secundaria en el distrito. Pues bien, con la ayuda de Joss y los otros chicos, sabíamos que íbamos a ganar con bastante facilidad. Lo mejor fue que Evelyn estaba allí para apoyarme. ¡Y no se durmió esta vez! Pero me di cuenta de que Joss se puso un poco irritada por ella gritando y animando desde las gradas, sobre todo cuando prácticamente se me arrojó después de toda la cosa. Jesse incluso me dijo lo celosa que ella estaba. Obviamente lo negué todo porque soy el Señor En la Negación con ese tipo de cosas. Aunque, cuando la miré, parecía estar hirviendo de furia mientras miraba a Evelyn. ¿Estaba realmente perdiéndome algo o simplemente no le gusta Evelyn en general? Todavía me preguntaba acerca de la cosa del yogur a veces, para ser honesto. —No, realmente no quiero levantarme —respondí a Jesse, agarrando mi bebida para que no se deslice hacia fuera. Quería que me levantara y bailara al ritmo de Hollywood Undead8, que también pasó a ser la banda más preferida de Evelyn. Los chicos realmente sabían lo mucho que amaba bailar y había pasado un tiempo desde que lo había hecho. No tenía ganas de bailar, sobre todo delante de todos los presentes. Casi nadie sabía que era uno de mis pasatiempos. —Pero vamos, son los jodidos Hollywood Undead, sé que has estado haciendo en secreto algún tipo de baile para la adkehfr —Jesse completamente paró de hablar cuando me puse de pie y le cubrí la boca con la mano. A pesar de que Evelyn no estaba, estoy seguro de que tenía algún tipo de audición de hombre lobo increíble. Era a la vez impresionante y espeluznante. —Realmente no quiero que le digas de... 8

Hollywood Undead: Es una banda estadounidense de rap rock originaria de Los Ángeles, California.

—¿Decirme acerca de qué? Ante el sonido de su voz, en cierto modo grité y me escondí detrás de Ethan. Evelyn levantó una de sus cejas y me dio un movimiento sospechoso del ojo. —¿Qué está pasando? —Oh, no te preocupes, Stormy te dirá de esto más tarde —dijo Jesse a medida que (maliciosamente) rió, me dio unas palmaditas en la espalda, y se alejó con Ethan caliente en su cola. Apreté los labios ya que no tenía a nadie para esconderme ya y solo miré a Evelyn, que sostenía una copa también. Donde el mío era un refresco, estoy seguro que el de ella era una bebida ilegal de algún tipo. En este lugar, los chicos medio alcoholizaban las bebidas sin tapas y las daban. Y estoy seguro de que a Evelyn no le importaba en absoluto. —¿Qué está pasando, osito de peluche? ―preguntó con esa sonrisa en su rostro, mientras se acercaba cada vez más. Me reí nerviosamente y retrocedí un paso cada vez que ella se acercaba más, hasta que estaba prácticamente en contra de las ventanas de vidrio. ¿No quería que se enterara todavía porque en cierto modo quería que esto fuera una sorpresa? Pero vamos, es Evelyn. No sería capaz de guardarle un secreto a ella, incluso si estuviera a medio camino del otro lado del país. Era aún más difícil cuando estaba aquí, de pie muy cerca y justo en frente de mí, con otros testigos que ni siquiera estaban prestando atención o mirando hacia nosotros. En realidad lo estaban, pero solo para ver a Evelyn. Estoy seguro de que ni siquiera sabían que estaba allí con ella. Suspirando profundamente, empecé a decirle al menos una parte de mi pequeña sorpresa (ya sabes, menos la parte de Hollywood Undead que Jesse estaba a punto de decir). Por Dios, ¿cómo obtuve amigos tan impresionantes, realmente? —Muy bien, mamá quería decírtelo más tarde. Ella se emociona mucho todos los años por esto. Tenemos este tipo de competencia de baile, cosa de recaudación de fondos con nuestros amigos, familiares y otras personas de la ciudad —Asintió, realmente pareciendo interesada en esto. Me dijo que en realidad no bailaba, pero estoy seguro de que sería excelente en ello, así que, ¿por qué no?—. La gente vota por los grupos o parejas que les gusta más y ponen dinero en ellos. Y también, los mejores bailarines consiguen una tonelada de dinero en efectivo para dar a sus obras de caridad. Lo hacemos sobre todo por los hospitales mentales y cáncer de por aquí. Estaba estrechando sus ojos, y tenía una especie de miedo de que hubiera terminado de escuchar. Pero luego, poco a poco empezó a sonreír. —Ya veo. ¿Por lo que necesitas un compañero de crimen? —preguntó, mientras aleteaba sus pestañas y se mordió el labio. No pude evitar mirar hacia abajo a esos suaves labios y lamer los míos. Hombre, quiero volver a besarla. —Yo, uh... s-sí, supongo. Por lo general, solo lo hago con uno de mis primos o incluso mi mamá. Pero este año, ya que estás aquí, quiero que pruebes una de nuestras pequeñas tradiciones. Me dio esa sonrisa angelical de nuevo, solo que más ancha. —Sí, claro. Pero debes saberlo, no soy una buena bailarina. —En ese momento, giró una vez y se rió, haciendo que me riera con ella.

Dios, qué linda es. Pero si le dijera eso, estoy seguro de que me daría un puñetazo en la cara. —No te preocupes, voy a hacer mi mejor esfuerzo para enseñarte cómo hacerlo. —Tal vez esto puede ser mi pago. Te estoy enseñando todo sobre las chicas y las relaciones mientras me estás enseñando a bailar. Eso es verdad, en cierto modo necesitaba pagarle con algo, pero realmente no sabía con qué todavía. —Espero —hizo una pausa y salté un poco cuando puso su cálida palma en mi brazo—, que podamos hacer lo que hicimos el otro día. ¿Te he dicho lo fantástico que eres besando? Eso me hizo mirar hacia abajo y sonrojarme. Vaya, bueno, ¡¿qué se supone que debo decir a eso!? Me sentí orgulloso de mí mismo, en realidad, pero aun así. No sabía que era tan bueno. —Umm... —Me aclaré la garganta—. Yo... ¿gracias? —Acabas de saltar a la lección física número tres, osito de peluche —dijo con un guiño—. Ahora, puedes ir a alardear de besar a una chica delante de tus amigos nerd en matemáticas. Suspirando profundamente otra vez, tiré mi cabeza hacia abajo. Siempre estaba tan a la defensiva acerca de estas cosas aunque estaba bastante acostumbrado a ellos. —Son mis Mateatletes. No quiere decir que seamos nerds solo porque nos gustan las matemáticas. —Solo levantó sus cejas hacia mí y en broma rodé mis ojos—. Está bien, lo hace, en tu mundo. Y otros... pero mira, lo que sea, soy bueno en eso. —Genial, porque, uh… —tímidamente rascó su cabeza mientras miraba hacia otra parte—. Estoy medio reprobando… —sonó más como una pregunta que una declaración. Eso causó que frunciera el ceño por sus palabras. —¿Qué quieres decir con, medio reprobando? ¿Es, como, ha bajado a D, C o algo? —Ja, mira, ¿de hecho es como una F? La miré boquiabierto y prácticamente me atraganté con mi bebida. ¿Juro que casi me sentí débil también? Yo estaba bien, sin embargo. No, nop, no lo estaba. Nunca he tenido tal calificación, pero si la tuviera, estoy seguro de que realmente me desmayaría. Entendía que mucha gente tenía tales calificaciones y que era porque no lo intentan, o que realmente no entendían la materia. Sabía que Evelyn no era estúpida, ni era perezosa, (está bien, lo es) pero si necesitaba ayuda en algo, entonces yo quería ayudarla. Quería ayudarla a subir esas calificaciones. —¿Tal vez puedo ayudarte? —pregunté casi sin aliento, tratando de mantener mi postura normal. Si ella me mostraba esa calificación, estaría abajo y en el suelo. Sé que estoy exagerando, pero vamos, soy un friki y lo admito. No se lo admitiré a Evelyn sin embargo, para que pueda seguir burlándose de mí para reírse. —¿Harías eso? —preguntó, su cara adorablemente iluminándose, haciéndome sonreír. —Por supuesto.

—Muy bien, solo dame hojas de trampas y estaremos listos para ir. —¡Espera, espera! —Le fruncí el ceño y fingí una risa—. Está bien, sin trampas. Nunca engañar, Dios siempre está observando. —No sé, mi profesor de secundaria de historia siempre nos dijo eso y yo estaba bastante asustado, aunque no soy ni un poco religioso. Pero Dios es un hombre grande y poderoso. Entonces, ¿quién sabe? El infierno en realidad no me parece atractivo, aunque estoy tan seguro de que iré allí en vez de a... Evelyn suspiró profundamente y se cruzó de brazos. —Bien, bien, ¿solo dame tutorías todos los días después de la escuela por lo menos durante una hora? O, después de tu club de nerds. Suspiré y bajé la cabeza una vez más. ¿En serio? ¿Va a decir esto cada vez? —Por última vez, es mateatletes. Ella simplemente agitó la mano con fastidio mientras se volvía para empezar a caminar. —Sí, sí mateatletes, nerds, misma diferencia.

*** Tomando una respiración profunda, traté de concentrarme de nuevo. Quiero decir, ¿por qué estoy todavía tan nervioso a su alrededor? No es que no he tenido mi cuerpo pegada al de ella ya. ¡Oh, no, no pienses en eso! ¡Hace las cosas diez veces peor! Demoni… —¿Estás bien? Me aclaré la garganta y vi los ojos adorables de Evelyn mirándome. Su mano izquierda estaba en mi hombro derecho, y mi mano derecha en su cintura. Estaba tocándola muy ligeramente, pero solo quería pasar mis manos por todo su cuerpo como la última vez. ¿Qué me detenía siquiera? Era bastante incómodo en este momento ya que no estábamos tomados de la mano aún para hacernos conectar plenamente con el fin de bailar. Así que nuestras manos libres estaban flojas y a nuestros costados, sin saber cuándo ir directo a ello. ¿Debo hacer la movida ya o...? —Yo... sí, sí. Estoy muy bien —mentí directo a través de mis dientes. No, Evelyn, no estoy bien. No cuando estás tan cerca de mí, pero tan lejos. —¿No se supone que, nos tomemos de las manos o lo que sea? —afirmó con una pequeña sonrisa de satisfacción mientras que tomé una respiración profunda. Está bien, podría hacer eso. Podía sostener su mano y actuar como si no significara nada para mí. Porque eso es lo que era, nada. Éramos nada. Hace unos días, cuando me dijo que yo le gustaba, juro que mi corazón estaba a punto de latir directamente fuera de mi pecho. Pero pronto se murió justo cuando dijo esas malditas palabras: Eres un gran amigo, Zavier. Honestamente, no tenía ni una maldita idea de por qué me molesté tanto. Así que yo no le gustaba como quería que lo hiciera, pero ¿por qué incluso le gustaría de esa

forma en primer lugar? Por esto es que no quería empezar a enamorarme de ella ni nada. Sabía que me rompería el corazón, así que, ¿qué mejor que hacer que seguir adelante con nuestro pequeño trato? Conseguiría a Joss porque realmente me gusta. No me enamoraré de nadie más en el proceso. Evelyn amaba a sus chicos malos y yo claramente no lo era. Aunque, ¿por qué mi mente me seguía diciendo que en cierto modo quiero hacer esas cosas malas con ella? Quiero divertirme, no importa cuán ilegal podría ser. Ya he probado la marihuana por el amor de Dios, así que, ¿que podría ser lo peor? Mi mentalidad realmente estaba cambiando solo por ella estando aquí conmigo, ¿y sabes qué? Realmente no me importaba si lo estaba. Muy lentamente, puse mi mano libre sobre su cintura y se veía mayormente confundida. Quería reírme de lo linda que estaba siendo, pero todo lo que hice fue en realidad sonreírle con suficiencia. Sí, le sonreí con suficiencia directamente a la chica mala. Se sentía de una forma extraña, no voy a mentir. Pero viendo la reacción de Evelyn hizo que mi estómago se revolviera en una muy buena manera. Pareció sorprendida y sus ojos brillaban con algo. Algo que no podía leer hasta que desapareció con la misma rapidez. Entonces, apreté suavemente su cintura y tiré de su cuerpo cerca del mío, escuchando su inhalación. Estaba llegándole y lo sabía. Y hombre, ¡eso me enorgullecía! Se lamió los labios y miró mi pecho, sin atreverse a mirarme a los ojos. ¿Realmente tengo a la chica mala sin palabras y derrotada? Decidí dejar de burlarme de ella, a pesar de que en realidad era bastante divertido, y poco a poco fui por su mano esta vez. Toqué ligeramente su brazo y la sentí tensarse mientras pequeña piel de gallina se formó en su piel. Esta vez, se atrevió a alzar la vista hacia mí y nos miramos a los ojos. No moví mi mirada a medida que agarré su mano cálida en la mía. Trayéndola hacia arriba, los dos miramos nuestras manos tocándose al mismo tiempo, y luego entrelacé nuestros dedos, mirándola tragar duro a la vez que mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Todavía estaba nervioso como el diablo, pero esto en realidad se sentía bastante agradable. Obviamente, nunca he hecho esto antes y por el aspecto de la misma, probablemente esto no le ha ocurrido a ella tampoco. Nuestras manos encajan perfectamente, como si estuvieran destinadas a abrazarse, como si estuviera hecha la una para la otra. Pero eso sonaba muy por encima, ¿no? No estábamos hechos el uno para el otro. Obviamente, no podía predecir el futuro, pero es que... no sé. Realmente puedo ser un gran pesimista a veces. —Zavier —susurró, mientras la acerqué un poco más a mí, para que así nuestras frentes se toquen. Nuestras narices casi se tocaban también y ella respiraba con fuerza, mientras cerraba sus ojos. —Sí —susurré de vuelta, cada vez más cerca y más cerca de sus dulces labios. —Yo... puede que me vaya pronto.

En ese momento, me puse rígido y la miré con mis cejas fruncidas. Incliné la cabeza hacia un lado y pensé que estaba escuchando cosas. ¿Qué acaba de decir? ¿He oído posiblemente bien? Esperaba que no lo hubiera hecho, pero lo hice. —Yo... ¿qué quieres decir con que te vas pronto? —No es como, en un día o algo así —bromeó—. Quiero decir, tal vez antes de lo que se supone que debo. Quiero decir, eso es lo que Stormy me dijo. En realidad, he estado en la escuela por un poco más de un mes, por lo que eso es nuevo. —Se encogió de hombros y la quedé mirando, sin saber qué decir. Bueno, ¿qué puedes decir a eso? ¡Oh, eso es una gran noticia! Supongo. Porque, sinceramente, para mí, no se sentía como tan buenas noticias. Quería que ella estuviera aquí, conmigo, al menos hasta que nos graduáramos, para que pudiéramos incluso graduarnos juntos. Esto era ridículo. Ella finalmente conseguía lo que quería y no debería sentirme mal por ello. Quería irse, ¿así que por qué iba a querer detenerla? —Está bien —dije, fingiendo una sonrisa. Realmente no quiero hablar de esto, así que simplemente lo ignoré por ahora—. Vamos a comenzar. —Ella me dio una pequeña sonrisa que también parecía ser falsa y se irguió mientras la guie a través de un par de movimientos. Ella seguía siendo una principiante, así que tuvimos que comenzar fácil y pequeño (a pesar de que ya sabía cómo bailar lentamente bastante bien), lo cual fue bueno, porque a veces (o muchas veces) durante los movimientos rápidos terminó pisando mi pie. Justo después de ello, se disculpó por todos y cada paso, y lo dejé pasar. Realmente no era nada. Podría manejarlo. —Está bien, bueno, voy a ir a buscar un bocadillo rápido —dijo entre nuestros descansos mientras me tiré en el sofá—. Lo siento de nuevo, osito de peluche. ¿Quieres algo? —Sí, una bolsa de hielo estaría bien.

•Evelyn• Rodé los ojos y crucé mis brazos sobre mi pecho mientras miraba al chico malo, tendido en su cama tamaño King, una sonrisa ganadora plasmada en su rostro. Aunque en realidad, ¿cuándo no tiene él esa cosa estúpida en la cara? Se ha estado volviendo molesto y el único chico que lo hacía muy atractivo ahora era Zavier el nerd sexy. Maldita sea, ¿me hizo derretirme y retorcerme al mismo tiempo? ¿Me estaba tomando el pelo ahí atrás? ¿Y realmente dejé que sucediera? Me mordí el labio con solo recordar lo que había pasado cuando comenzamos a bailar. ¿Por qué tenía que ser tan estúpida y jodidamente arruinar nuestro pequeño momento? Se sentía tan agradable, especial y lindo.

Maldita sea, me estaba convirtiendo en una de esas chicas enamoradas. Pero no me estaba enamorando de Zavier. No quiero. Se merecía mucho mejor y yo no lo era. Él no me merecía y yo no lo merecía así que antes de que siquiera lo piense, no voy a dejar que me apegue demasiado a él. Simplemente no puedo. Tragando saliva, volví a mirar a Davne mientras palmeaba su cama, haciendo señas para que fuera a sentarme a su lado. O, más bien, encima de él. ¡Hijo de puta! —No iré allí —dije sin rodeos. Puedo sentirme atraída sexualmente hacia él, pero meterme en la cama con él era un no-no definitivo. —Vamos, solo por diversión. Nos besamos un poco, nos quitamos la ropa, nada de sexo. Ya sabes, a menos que lo desees. No es violación si no dices que no. —No. Se rió casi oscuramente, mientras tomaba una de sus almohadas y empezó a apretarla. —Sería divertido, ya sabes, ver lo rudo que es ese pequeño tonto chico nerd tuyo. Fue entonces cuando empecé a respirar con fuerza y mi corazón tamborileó más rápido. —Tiene los músculos correctos para ello, que yo sepa. Pero estoy seguro de que no sabe cómo luchar en absoluto. Sería una verdadera pena si le golpeara la cara y... —Malditamente cállate —dije con los dientes apretados, haciéndolo reír, pero él entrecerró los ojos mientras se levantó y comenzó a acercarse más y más hacia mí. No me atreví a retroceder, porque quería verme sin miedo. Este chico no me molestaba y no me haría nada, ¿verdad? —Jodidamente te odio —escupí, justo cuando sabía que tenía la oportunidad de hacerlo. Lentamente estaba empezando a odiar a este tipo. ¿Cómo podía solo amenazarme con lastimar a Zavier así? ¿Está jodidamente demente? Di un grito ahogado cuando Davne repentinamente se apoderó de mi cuello, mientras me inmovilizó contra la puerta. Abrí la boca para respirar, pero parecía estarme sofocando. ¡Oh, mierda, me estaba ahogando! —Cuida esa bonita boca tuya, conejita. No solo lo heriré a él, también a ti. No te preocupes, no soy abusivo y nunca, nunca golpearía a una chica... a menos que realmente lo necesite, por supuesto. Pero tú solo me vuelves lo suficientemente loco como para hacerlo. —Hizo una pausa para soltarme poco a poco—. Ahora, ¿quieres seguir con lo que quiero de ti? Recuerda nuestro pequeño trato. Tosí, lo fulminé con la mirada, y poco a poco asentí. —Buena chica.

28 No me importa nada •Evelyn• Las chicas malas quedarán como chicas malas. O al menos eso es lo que he estado tratando de decirme desde que me convertí en una y me mudé aquí. Aunque, realmente parecía que estaba perdiendo mí vibra con este tipo de cosas. No me gustaría volver a casa y decirle a Drake, Ian, y Darrel que me he convertido en lo que se conocía terriblemente como "chica buena". Quiero decir, sólo con pensar en ello, me están dando escalofríos por todos lados y siento ganas de vomitar mi propia sangre. No me estoy volviendo buena y tampoco Davne. Aunque para él, es más obvio que le encanta tanto ser malo, existe sólo 1 de cada 100.000 posibilidades de que alguna vez se vuelva bueno, aunque sea un poquito. Los chicos malos no están volviéndose buenos, y no se convertirán en buenos para sus pequeñas niñas buenas (a excepción de Drake, por supuesto, creo). Pero Davne es un verdadero chico malo y, se mantiene fiel a sus raíces. Ayer, había hecho exactamente lo que él quería que yo hiciera. Nos besamos, nos besamos en gran medida, en su cama, nos quitamos la ropa el uno al otro, y eso fue todo. Como él había dicho, no hubo sexo a menos que yo realmente quisiera, lo cual no quise. No importa qué tan atraída estuviera a alguien, no sólo iba a entregarme a ellos tan fácilmente. Después de ello, Davne me dijo lo patético que esos otros "chicos malos" eran. Que sólo porque una buena chica entró en su vida no significa que tengan que cambiar lo que son. Eso también significa que ellos no son malos en absoluto, y nunca fueron malos para empezar. Ahora no tenía ni idea de qué decir a eso. Por supuesto todos los chicos malos van por las chicas buenas, pero eso es sólo cómo eran las cosas ahora (como Jesse me había explicado, oh, hace tanto tiempo). Pero Davne y yo aún éramos diferentes. Él iba por las chicas malas, porque le gustaban salvajes y luchadoras, lo cual explica su enorme atracción hacia mí. ¿Y yo iba por los chicos malos? Excepto, el único chico malo con el cual he estado era con Drake. Y ahora él tenía a alguien más. Davne era el otro chico malo, pero, con toda honestidad, no podía verlo de la manera que veía a ese chico totalmente friki y nerd. ¿Sabes de cuál estoy hablando? Por supuesto que sí. Internamente me reí. ¿Quién hubiera pensado que a la chica mala no le gustaría el chico malo, sino el chico bueno? Por supuesto, no tenía ni idea de si realmente me gustaba-

gustaba, pero sí sabía que era mucho mejor que Davne. Y que pronto, estos sentimientos se convertirían en más, a pesar de que no quería que lo hicieran. Los chicos malos te trataran mal, pero Zavier era dulce y gentil conmigo. Y lo admito, me encantaba, más que nada. No me gustaría tener que renunciar a eso. Él me hacía sentir mejor. Sentir amada. Me hacía sentir que valía pena, que pertenecía aquí. Y estoy sonando muy poética y romántica, y esa definitivamente no era yo. Ahora bien, puedes ver que definitivamente me estaba cambiando lentamente. Sabía que tenía que aclarar mi mente, sin embargo, y la única manera de hacerlo era subirme a mi moto y sólo pasear alrededor. A medida que llegué a un barrio que era más o menos familiar para mí, sonreí mientras pensaba en el escondite secreto de los chicos con Mohawk y los otros drogadictos. Supuestamente, ellos tenían la mejor "mierda" que había, y como no tenía a dónde ir ni nadie de quien depender, entonces supuse que podía ir allí. Así lo hice, sin ninguna duda. Necesitaba despejar mi cabeza y, sobre todo, necesitaba ser Evelyn Jo, la chica que siempre salía a pasar un buen rato... la chica que era mala... la chica que simplemente no le importaba una sola mierda. ¡Vamos!

•Zavier• ―Entonces, ¿cómo han estado ustedes chicos con los bailes? Mi madre me preguntó a través del teléfono. Todavía estaba en el trabajo y siempre odiaba cómo trabajaba casi todo el tiempo. Quiero decir, rara vez llegaba a verla a veces y eso mayormente apestaba. Estoy seguro de que si tuviera un padre, las cosas serían más interesantes por aquí y de hecho tendría a alguien con quien hablar. Pero ni siquiera se hablan entre sí ahora y prácticamente no existo para él. Y eso estaba bien, ya que era lo mismo en ambos sentidos. Sólo me preguntaba si mi madre tendría citas de nuevo. Claro, cuando conocí a ese tipo Bradley me asusté, pero cualquiera podría conseguir el amor no importa la edad que tuvieran. Y ella no era tan vieja. Además, hay que admitirlo, Bradley era un tipo realmente terrible, y esa palabra D que Evelyn me dijo de cómo lo llamaba (que no voy a usar porque todavía soy demasiado cobarde). ―Muy bien, mamá ―respondí mientras masticaba algunos trozos de manzana que acababa de cortar―. Ella ha estado haciéndolo muy bien. Y lo estaba. Evelyn estaba mejorando en el baile mientras más le mostraba. Aprendía bastante rápido, incluso con las pequeñas pisadas que me dio. Pero aparte de eso, era bastante buena y no podía esperar para mostrarle los otros movimientos que tenía.

―Es bueno escuchar eso, cariño. ¿Dónde está ahora? ―Umm... Me levanté del sofá y miré hacia afuera para darme cuenta que su moto se había ido. Típico. ¿Adónde puede haber ido ahora? Lo juro, esta chica se iba por la ciudad tanto que estoy seguro de que en realidad la conocía mejor que yo. ―No estoy seguro. Pero creo que simplemente fue a pasear o pasar el rato con algunos amigos. ―Umm... bien, entonces. ¿Puedes decirle que me dé una llamada rápida cuando vuelva? Tengo que ir a cuidar de un paciente. Así que los veré más tarde. Cuídate. ―Está bien, mamá. ¡Adiós! Cuídate. Al colgar, recibí una llamada casi de inmediato. Y como era Evelyn, contesté y de inmediato le pregunté dónde estaba, para que mi madre no estuviera tan preocupada mientras trabajaba. Odiaba estresarla, y los pacientes que le tocaban a veces estaban bastante mal y/o locos. Así que realmente no ayudaba. ―¡Oye, amigo! Fruncí el ceño y puse mi teléfono lejos de mi oreja cuando escuché un tipo gritando en la otra línea. ¿Me estaba llamando la persona correcta? ―¡Oye, Evelyn, enciéndelo! ―¡Ya lo tienes! Mis ojos se abrieron como platos al oír el grito de la voz de Evelyn. No sonaba como ella. Sonaba drogada o algo así. En serio, ¡¿otra vez!? Quiero decir, sé que esta era su manera de divertirse y todo eso, pero no podía tenerla haciendo esto. ¡Necesitaba encontrarla ahora mismo! Antes de que algo malo ocurriera. Oh, la ironía. Ella es mala, así que ¿por qué esperaba que algo bueno viniera de ella? ―¿Dónde diablos está? ―exigí con un tono duro en mi voz. El hombre se echó a reír, pero me dijo, sin embargo. Probablemente pensaba que iba a ir a pasar el rato y consumir drogas con ellos, también. Psh. ¿Escondite secreto para los drogadictos? Me esperaba eso, pero no esperaba realmente que Evelyn pasara el rato con ellos después de la primera vez. En realidad, en cierto modo lo hice. Ella era una chica mala con una necesidad de drogas, y ese grupo parecía ser el único que las tenía en la escuela. Me aseguraré de darles las gracias por darme ese brownie de marihuana. A decir verdad, era bastante bueno, hasta que supe lo que en realidad había en él. Una media hora más tarde, llegué a mi destino. El tipo me dijo exactamente donde estaba y realmente lo felicité por recordar algo mientras estaba totalmente drogado. Por supuesto, mamá tenía el vehículo, así que tuve que llamar a mi pequeño chofer, Jesse, quien llegó con su pequeño compañero, Ethan. Jesse se entusiasmó con la idea de una nueva aventura, pero Ethan declaró que prefería permanecer en el automóvil y fuera de problemas, lo que me hizo preguntarme por qué incluso vino. Lo que ellos quisieran estaba bien conmigo. Sólo tenía que buscar a esta chica y volver a casa. Cerré la puerta del carro, o más como que la tiré, y me acerqué más a fondo en el callejón oscuro con Jesse detrás de mí —hasta que encontré la puerta "secreta" para el lugar del "escondite secreto".

Estaba a punto de meterme en la pequeña puerta, cuando este chico afroamericano literalmente salió de la nada. Tuve un mini infarto, especialmente cuando me di cuenta de lo grande que era. Era tan alto como un edificio, estaba prácticamente elevándose sobre mí. ―Contraseña ―exigió mientras puso su gran mano sobre mi pecho. ¿¡Tienen maldita seguridad aquí?! ¡Tienes que estar bromeando! ―U-Uh ―tartamudeé, mientras miraba su mano. Santa mierda, ¡era del tamaño de mi cabeza!―. Ja, ya ves, nosotros uh… ―Tomé ese momento para mirar detrás de mí para buscar ayuda de Jesse, pero él ya estaba corriendo hacia el vehículo. Cobarde... En cierto modo quería huir, pero sabía que no podía. Me volví hacia el chico con una gran sonrisa falsa en mi rostro y fingí reír, pero casi sonó doloroso―. Contraseña. Es... uh... ¿Agh, realmente? ―gemí y me llevé una palma a mi rostro, avergonzado. ―Correcto, puedes entrar ―dijo, mientras asentía casi aprobándolo y se alejó de la puerta. Me dio espacio suficiente para arrastrarme hacia adentro, también. ―E-espera, ¿hablas en serio? ―En este punto, en cierto modo empecé a cubrir mi rostro porque había levantado sus manos, pero fue para darme una palmadita en la espalda con mucha suavidad. ―¿Quieres que patee tu culo fuera de aquí en su lugar? ―sugirió, con un rostro muy serio―. Porque estaría más que halagado de hacerlo. Fue entonces cuando inmediatamente me enderecé y arreglé mi cuello. ―Y-n-no, señor. Entraré directamente. Gracias por su paciencia. Rápidamente ingresé, lo que llevó a un pequeño túnel. Y cuando puse un pie en el suelo otra vez, pude oler el humo apestoso grueso y escuchar a los adolescentes riendo. Me volví cuando algo de la música rock en la distancia se detuvo, y las luces me cegaron antes de que se apagaran, mostrando una hoguera justo en el centro. ―¡Oh, mi Dios! ¿¡Quién es este apuesto?! ―escuché a una chica gritar, y pronto, el chico del mohawk, mejor conocido como el "líder" de este grupo de drogadictos, vino hacia mí y me mostró su tenebrosa, perforada sonrisa a medida que me daba palmaditas en la espalda. ―¿Zavier, cierto? Tragué duro, sin querer responder. Pero asentí sin embargo. ―¡Genial! Bienvenido, amigo. ―Hizo una pausa para volverse hacia el resto―. ¡Alguien que le dé una cerveza a este chico! ¡Es un novato! ―Entonces se volteó hacia mí―. Contento de tenerte, hombre. ―¡No, no, no! Sólo estoy… Aclaré mi garganta, sonrojándome cuando noté a las personas mirándome raro. Pero la mayoría de ellos estaban obviamente drogados, así que estoy seguro de que ni siquiera podían ver quién era, lo cual estaba bien para mí. No quería que la gente pensara que yo, Zavier Coin, chico nerd inocente, vine aquí a "consumir drogas" y lo demás que sea que tenían aquí. ―Sólo estoy aquí por Evelyn. ¿E-está aquí? ―Por supuesto.

Asentí una vez y lo miré, esperando que continuara. Pero sólo hubo un silencio incómodo. ―¿Dónde está? ―pregunté. En serio, ¿quién era este tipo? Estoy seguro de que nadie conocía siquiera su nombre real. ―Acaba de ir al baño rápidamente, y debería estar aquí pronto. Paciencia, pequeño saltamontes. Todo lo que hice fue seguir mirándolo, casi de una manera extraña, cuando de repente empezó a reírse, golpeándose la rodilla y todo. Se rio durante un minuto, y me estaba poniendo muy impaciente con él. ―¡Tipo, deberías haber visto tu rostro! Oh dios, nunca voy a hablar en ese tono de voz de nuevo. Disfruta de ti mismo un poco. Relájate. Tenemos algunas chicas aquí. O chicos, si estás en eso ―dijo, justo antes de darme palmaditas en la espalda y alejarse. Negué y llevé mi mano a mi cabello desordenado mientras empecé a buscar por todas partes a Evelyn. Tal vez ella ya regresó y no vio mi "gran" entrada. ―Hola. Salté un poco al escuchar a la misma chica de antes. Ella no parecía tan drogada, más como si estuviera lista para saltar sobre alguien —y querido señor, esperaba que no fuera yo. ―Uh... hola ―le dije, tratando de mirar hacia fuera buscando a Evelyn. Pero la chica sólo me agarró la mano y me llevó a algunos asientos acolchonados en un rincón. No sé por qué la dejé hacerlo, pero creo que sólo estaba distraído. De hecho, estaba muy distraído, que para el momento que me giré hacia ella de nuevo, sus labios ya estaban en los míos... así como su lengua. Me congelé, con los ojos bien amplios. No sabía qué más hacer que besarla de vuelta un poco, y ella estaba prácticamente llegando a mi paquete de seis, o a algún lugar por allí. Pensé que estaba a punto de montarme a horcajadas como Evelyn había hecho, pero al igual que ella puso su pierna sobre mí y continuó besándome mientras enroscó sus dedos en mi cabello, me quedé helado cuando escuché ese tono duro que honestamente me alivió bastante al escuchar. ―¡Jodidamente aléjate de él! La chica dejó de besarme y se dio la vuelta para enfrentar a Evelyn, quien le estaba dando una sonrisa con sus brazos cruzados. Honestamente, parecía que estaba bien con todo... excepto por ese pequeño destello en sus ojos que me dijo que medio quería matar a alguien, o estaba lista para matar a alguien. Oh, ¡maldita sea! ―Mira, Evelyn, yo lo vi primero. Evelyn se limitó a reír, pero no era gracioso. Y no ayudó que la chica estaba prácticamente sentada en mí. ―Todos tenemos ojos, estoy segura de que todos lo hemos visto antes. Pero en realidad, no hay mucho que ver. Auch.

―Escucha, Eve, no sé quién te crees que eres, pero no puedes darme órdenes como si este fuera tú territorio. ―La chica se rio y se volvió hacia mí para acariciar mi pecho―. Me gusta el pequeño chico nerd, por lo tanto, voy a hacerlo con el pequeño chico nerd. ―Oh, ¿¡qué hacer...!? ―Umm... No me gusta la perra, por lo tanto, voy a golpear a la perra. ―¡Oye, oye! Ambas chicas dejaron de tirar respuestas, pero todavía se miraban una a la otra cuando el chico mohawk se acercó con las manos levantadas para indicar una especie de alto el fuego. ―Hay un montón de Zavier para todas, ¿no? Cuando me miró esperando mi respuesta, rápidamente negué par de veces para que entendiera que era muy en serio. ―Bien entonces. ―Hizo una pausa y se volvió a su vez a la niña sentada sobre mí, ninguna emoción grabada en su rostro para mostrar su seriedad mientras asentía hacia otro lado―. Stacie, fuera de aquí. ―¡¿Por qué!? ¡Estaba aquí primero! ―Se quejó, y su voz sonó en mi oído debido a lo ruidosa que era. Mohawk puso su mano hacia arriba y su rostro mostraba claramente su molestia. ―No hagas eso. El muchacho entró aquí a buscar a Eve. Ahora vete, antes de que le diga a Gran George que te saque. No te gustaría eso ahora, ¿verdad? Con esas últimas palabras, Stacie se bajó de mí y se alejó, aun mirando a Evelyn. Me sentí contento de que no era el único que le tenía miedo a ese enorme edificio allá afuera. ¿De dónde incluso lo sacaron, en serio? Un tipo grande tal como él debe ser el guardaespaldas de una estrella de cine en lugar, no de los distribuidores de drogas. ―Gracias, hombre ―dijo Evelyn a chico Mohawk, mientras asentía y se fue, así, para dejarnos solos. Evelyn suspiró profundamente y echó la cabeza hacia atrás para enfrentar el cielo. Entonces, se mordió el labio y me miró antes de venir a sentarse cerca de mí. ―¿Qué estás haciendo aquí, osito de peluche? ―Yo uh... ―Rasqué mi nuca―. Sólo quería asegurarme de que estabas... eh, bien. Todo lo que hizo fue mirarme fijamente e inclinar la cabeza hacia un lado. Me puso nervioso, incluso más de lo que ya estaba, y me di cuenta de que podía ser que acababa de cometer un error al venir aquí. Después de todo, no soy su maldita niñera. Puede cuidar de sí misma. Es fuerte e independiente y sólo... ―Maldita sea ―murmuré para mí mientras me levanté y la miré. No tenía ni idea de por qué he estado diciendo maldiciones un par de veces últimamente, incluso en mi cabeza, pero supongo que las cosas me estaban aturdiendo―. Mira, tal vez debería irme. Eres lo suficientemente mayor para esto, ¿no es así? Has hecho esto antes y yo estoy aquí, preocupándome por ti. En ese momento, se había puesto de pie en frente de mí, un ceño fruncido grabado en su rostro.

―Me preocupo, me preocupo, y jodidamente me preocupo cuando probablemente no debería. Pero no me lo perdonaría si algo llegara a sucedert… No llegué a terminar la frase ya que puso sus manos en mi cabello, y acercó más mi rostro al suyo para que nuestros labios simplemente se tocaran. Nos quedamos así durante unos segundos antes de que se apartara y me diera una pequeña sonrisa. Nada se dijo mientras se sentaba en el sofá, y la seguí detrás. Nos quedamos en silencio y miré alrededor, sintiéndose un poco incómodo. ¿Por qué siempre tengo que hacer las cosas difíciles? ¿O era sólo mi mente que me decía que todo esto era incómodo cuando en realidad no lo era y... ―Por cierto, cuando le dije a la chica que no había mucho que ver, sin duda era una mentira. Hay bastante que ver, y mucho más, además. Estoy esperando ver más pronto ―dijo con un guiño. Tragué saliva y sentí la sangre subir hasta mis mejillas una vez más. Me puse aún más nervioso y un poco asustado cuando me di cuenta de que sacó cigarrillo. Pero ha fumado antes, así que no fue un gran problema, ¿no? Me sentí muy mal por mentirle a mi madre, y realmente no sé por qué Evelyn seguía haciéndose esto a sí misma. No es saludable. ―Aquí. La miré de nuevo y la vi entregándome el bastón de cáncer. Mis ojos se abrieron y ni siquiera pensé en agarrar esa cosa. ―E-Evelyn, no... Ella me cortó colocando su dedo índice contra mis labios. ―No te preocupes, es sólo un poco de humo. ―Rio―. Relájate, vive un poco. ―Entonces tomó el cigarrillo, fumó, y luego me besó sin ninguna duda. Cuando abrió mi boca con su lengua, me alejé casi al instante, tosiendo por el humo que había entrado de alguna manera a mi boca. Levanté la vista hacia ella como si estuviera loca (porque realmente, ella lo estaba), pero lo único que hizo fue darme otra sonrisa inocente. ―¿Ves? Ahora tómalo y hazlo tú mismo. Sólo un poco de humo no te hará daño, a menos que tú sabes, sigas fumando durante el resto de tu vida. Sinceramente, no sé lo que me llevó a hacerlo. Tal vez fue el hecho de que ella me dio esos ojos dulces. No podía posiblemente decirle "no". O tal vez porque tenía razón, tenía que vivir un poco. Siempre me han enseñado que fumar es malo, pero tal vez sólo un pequeño humo no me hará daño. Puedo estar haciendo algo realmente estúpido, pero sé que cuando estaba drogado, me olvidé del mundo. Me olvidé de lo que todos, en especial mi madre, pensarían. Esta era mi vida y podía hacer lo que demonios quisiera con ella, ¿no? Así que ¿por qué no probar algo nuevo? Me prometí no hacer estas cosas nunca más si no terminan bien. Seguí tosiendo cada vez que tomé aunque sea una pequeña calada, pero después de un tiempo, me acostumbré a ello. Evelyn había conseguido otro cigarrillo, pero a veces me besaba de nuevo, mientras yo tenía el humo en la boca para conseguir algo de él. Un poco más tarde, incluso consiguió algunas botellas de cerveza para que ambos bebiéramos. No le dije "no". En su lugar, tomé la botella y bebí sin una sola preocupación

en el mundo. ¿Estaba moviéndome demasiado rápido en este estilo de vida? ¿Siquiera importaba ahora? Al igual que Evelyn, me sentí libre. Me sentí muy, muy libre. Y me encantó. ―Vayamos a robar algún lugar, muchachos ―dijo de repente el chico mohawk, a medida que todo el mundo empezó a levantarse. Evelyn se levantó también con una sonrisa en su rostro. Pero una vez que me agarró del brazo para tirar de mí, negué con la mano suavemente y me levanté a mí mismo... o al menos lo intenté. Me sentía tan aturdido que se sentía como que iba a perder fácilmente el equilibrio. Vaya, todo el mundo se ve tan diferente ahora. ¿Me veo diferente, también? ―Estoy... bien. ―Arrastrando las palabras con una risa y un hipo. Me tapé la boca para de alguna manera detener las risas escapando de mis labios, pero seguí adelante―. ¡No soy ladrón, chicos! ―Les dije a todos con los brazos levantados―. Amante. ―Esta vez, empecé a caminar hacia este hombre con un mohawk azul. Parecía divertido y tenía cosas brillantes en su rostro. Toqué su rostro y continuó―: No un luchador. Honesto, creyente, no un pecador... Rock, sean chicos punk rock, ¡¿por qué no pueden ser más punk rock como este tipo!? Sean. ¡Punk! ―Hermano, ¿qué diablos estás hablando? ―Le oí decir, mientras alejó mis manos de su rostro pálido. Pero se rio, sin embargo―. Este chico es jodidamente raro, vamos a llevarlo. Sentí todos los ojos en mí mientras cerré los míos e incliné mi cabeza hacia el cielo. Una mano cálida atrapó la mía y oí un susurro muy superficial entrar en mi oído, algo en la línea de―: Sé malo, Zavier. No hará daño, sólo por esta vez. Todavía me sentía como si estuviera balanceándome. Todavía me sentía libre. Sonreí sin dudarlo. —Maldita sea, sí ―susurré.

29 No puedo dejarte ir •Evelyn• ―Este pequeño idiota. ―Escuché murmurar a Jesse desde el asiento del conductor, mientras se mantenía observándonos a Zavier y a mí en el espejo retrovisor. También se veía un poco decepcionado. Pero, probablemente, sólo estaba enojado por el hecho de que Zavier había vomitado por todo el piso del asiento trasero de su "hermoso" jeep. Habíamos abierto las ventanas para deshacernos del olor, pero había dejado que Zavier se acostara y pusiera su cabeza en mi regazo para que se relajara y tomara una siesta. Todo esto era mi culpa, después de todo. Realmente no tenía idea de qué estaba mal conmigo. ¿Por qué estaba tratando de convertir a un dulce, inocente chico en alguien malo como yo? Aunque… ¿por qué siquiera lo hizo? No tenía sentido. Estaba tan segura de que me habría detenido y me habría llevado a casa para que no nos metiéramos en más problemas. Estaba empezando a creer que algo estaba ocurriendo. Pero ahora que en realidad todo esto había sucedido, iba a enfrentarlo todo. Stormy estaría en casa temprano esta noche, estaba segura de ello. Tal vez de esta manera, me metería en problemas y tendría que quedarme por más tiempo. Sí, no quería irme. La terapia estaba bien; pero, honestamente, no importa cuántas veces Stormy me dijo que las cosas que hacía estaban arruinando mi vida, iba a hacerlas de igual manera. Así que, ¿qué pensaría si su pequeño hijo "bueno" estuviese consumiendo drogas y bebiendo? Sólo no quería que estuviera en problemas. Tomaría toda la culpa por esto. Lo haría, por él. Porque, honestamente, no podía tan sólo irme. No podía dejarlo ir tan pronto. Había tantas cosas que necesitábamos hacer y aprender el uno del otro. Sólo necesitábamos hacer esto. Simplemente no creo que fuese capaz de admitírselo a nadie. ―Muy bien, estamos aquí. Ahora sácalo de mi automóvil. ¡Por favor! ―suplicó Jesse cuando se estacionó justo fuera de la casa. Aún se veía bastante fastidiado, con su pequeña nariz toda arrugada con disgusto. ¿Pero no podía siquiera molestarse en salir y ayudarme a cargar Zavier dentro de la casa? Quiero decir, yo no era lo suficientemente fuerte para esto. Ethan, por otro lado, sólo se veía como si no le importara una mierda mientras miraba por la ventana hacia la casa. Me gustaba el chico, sólo era tan calmado con respecto a todo, sabes… a menos que justo sucediera que hubiese una araña o algo en su hombro. Ahí es cuando realmente empieza a enloquecer. Nunca conoces a alguien realmente.

―Bueno, está bien, ¿te importaría ayudarme? ―pregunté, gentilmente agarrando la cabeza de Zavier para hacer que se sentara un poco. Estaba muy segura de que sólo estaba desmayado, ya que aún estaba respirando. Tan agradecida de que no se nos murió. Jesse se pausó por unos pocos segundos, probablemente para tomar unas pocas inhalaciones profundas, antes de ayudarme a cargar al chico a su habitación. Zavier probablemente era el único que levantaba pesas en el grupo. Pero obtener ayuda de alguien era mejor que hacerlo solo. ―¿Todo el camino hasta arriba? ―cuestionó Jesse sin aliento cuando finalmente llegamos a las escaleras. Los brazos de Zavier estaban envueltos alrededor de su cuello y del de Ethan, juro que se veían como si acabaran de correr una maratón. ―Creo que ya estoy probando sangre. ¿Dónde demonios está Stormy? ―Stormy, ―al escuchar el tono frío y duro de Stormy, mi corazón casi se detuvo y todos nos quedamos de pie, tensos―, está justo aquí. Cerré los ojos con fuerza y apreté los labios. Mientras tanto, ambos chicos probablemente, seguramente, habían olvidado todo acerca de sostener a Zavier; así que cuando se voltearon para enfrentar a Stormy en la puerta delantera, también terminaron dejándolo caer al suelo. Un fuerte golpe se escuchó e inmediatamente me apresuré hacia él a medida que empezó a abrir los ojos, mientras agarraba su adolorida cabeza. Afortunadamente, no se golpeó la cabeza por la caída. Sólo era por la ebriedad. Estos imbéciles… ¡suponían que lo sostuvieran! ―¿¡Por qué apesta a humo y por qué está ebrio mi niño?! —gritó Stormy. Haciendo que Jesse se rascara su nuca con nerviosismo. Ethan sólo evitó el contacto visual y metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros. Para que Stormy supiera que ellos no hablarían. ―Evelyn… Mordiendo mi labio para contenerme, me volteé para mirarla y vi la decepción e ira en sus ojos. Sí, Stormy, esto fue todo por mí. Todo esto por mi culpa y debería ser castigada por ir a tales extremos. No me importaba. Sólo castígame ya porque eso es lo que siempre busco… problemas. ―Ustedes chicos llévenlo al sofá y buscaré algo para el dolor de cabeza. ¡Señor!. Después de decir eso, se fue directamente hacia la cocina; mientras que Jesse y Ethan agarraban a Zavier nuevamente y lo arrojaban gentilmente en el sofá. Gruñó y trató de ponerse cómodo; mientras tanto, suspiré y puse una cobija sobre su cuerpo. Me senté en el piso al lado del sofá, junto a Zavier y peiné su cabello lejos de su frente. Cerró sus ojos así que tomé la oportunidad para quitarle sus gafas. ―Bueno, nos iremos… Jesse estaba probablemente a punto de salir corriendo cuando Stormy apareció justo a su espalda, haciéndolo gritar mientras agarraba el cuello de Ethan. Estaba

impresionada de que Ethan ni siquiera hizo nada… el chico ni parpadeó. En serio. Era un soldado valiente, le daré eso. ―Ustedes chicos, se quedaran hasta que les diga que se vayan. Me dirán lo que ocurrió, para así poder descifrar exactamente quién le hizo esto a mi pobre chico. ―Stormy frunció el ceño y caminó alrededor de los chicos para sentarse al lado de Zavier y darle la medicina para el dolor. Después de eso, sólo suspiró y, gentilmente, acarició su mejilla. Honestamente, sólo verla de esta manera, de hecho, me hizo sentir mal por hacer todo esto. Y no puedo decir que recuerde la última vez que me sentí realmente mal por algo o alguien. Usualmente sólo lo dejo ir. Pero esto… esto, no puedo dejarlo ir. ―Sólo deja que se vayan, Stormy ―susurré, apenas encontrando mi voz. Ni siquiera podía hacer contacto visual con ella y antes no tenía ese problema. Solía ser tan fácil para mí y, sin embargo, no podía hacerlo. Me sentía jodidamente horrible―. No fue su culpa. Sólo me acompañaron hasta aquí. Te lo explicaré todo. Había dejado mi moto con la pandilla y Mohawk me había prometido traerla de vuelta por mí. Era un tipo bastante genial, te diré eso. Realmente no sé por qué asustaba a algunas personas. Bueno, supongo que las perforaciones alejan a las personas, pero en realidad eran bastante geniales. ―Ustedes chicos pueden irse, antes de que llame a sus padres y les diga justo dónde ustedes… Con eso, Jesse ya estaba corriendo por la puerta, mientras que Ethan se despidió de mí y salió lentamente. Le di una pequeña sonrisa de vuelta, diciéndole que estaría bien. Esperando, que estuviese bien. ―Evelyn, ¿por qué te sigues haciendo esto a ti misma? ―preguntó con una pequeña negación de su cabeza, mientras miraba al espacio vacío que los chicos dejaron frente a ella―. Realmente no entiendo y no veo por qué tienes que arrastrar a mi hijo contigo. ―Lo sé… ¿está bien, Stormy? Lo sé. Sólo no puedo parar. Esto es algún tipo de obsesión, o una maldita adicción que necesita ayuda. Sólo no puedo detenerlo ―reconocí, mi voz subiendo con cada palabra. Terminé haciendo una pausa para tragar el bulto en mi garganta―. Soy mala y he dicho eso bastantes veces antes, en su mayoría a mí misma. No puedo dejar de ser quien soy y lo que está en mi sangre. Todo lo que hizo fue negar, haciéndome pensar que era lo único que haría. ―El pasado ha sido duro para ti. Pero déjalo ir. Estoy tratando de ayudarte a ser una persona mejor. ―¡Nunca me convertiré en una mejor persona! ―¡Te quedarás más tiempo aquí, entonces! ―gritó de vuelta. Pero cuando Zavier se movió en sus sueños, empezó a susurrarme. Pero podía notar que estaba siendo severa—. Hasta que te entre en la cabeza… justamente lo mucho que estas arruinando tu vida. Justo en ese momento, me había quedado sin palabras y podía ver, claramente, las pequeñas lágrimas formándose en las esquinas de sus ojos. No quería hacerla llorar por esto. Bueno, obtuve lo que quería. Ahora es momento de terminar por completo esta conversación.

―Lo siento. Mira, Zavier me estaba buscando y lo presioné a hacer todo. Esto fue toda mi culpa. Pero entiende… no cambiaré. ―¿Ni siquiera por él? —Tragué duro y me mordí la lengua, mientras miré a un durmiente Zavier—. Lo entiendo, Evelyn. No cambiarás por nadie. Pero los veo a ambos y veo algo grande sucediendo. No soy psíquica pero sé que te gusta él, aun cuando quizás todavía no te des cuenta. ―No me gusta. ―Se sintió tal mentira cuando lo dije en voz alta… incluso en mi cabeza. ―Tal vez estoy equivocada ―me interrumpió―. Pero significa algo para ti. Quizás deberías hacer esto por él, si en realidad significa tanto para ti. O vete, si no significa absolutamente nada. Por seguro sé que no estarías manteniendo alejado a Davne, como si yo te lo hubiera pedido, si no te importara. Después de decir eso, volvió a salir y me quedé con Zavier, sólo viéndolo dormir mientras inhalaba y exhalaba suavemente. Maldita sea… tal vez tenía razón y sólo estaba ignorando mis propios sentimientos. Creo que ya no puedo esconderlos por más tiempo. ¿Pero realmente son así de obvios? Pero a él nunca le gustaría alguien como yo. Le gusta esa chica Barbie, porque es tan malditamente perfecta y yo soy… yo. Sólo era la criminal y él el friki. No podía suceder. ―Sí, claro, síguete diciendo eso ―murmuré para mí misma.

•Zavier• Han pasado alrededor de dos semanas y el baile para la recaudación de fondos era finalmente este fin de semana. Mientras más practicábamos Evelyn y yo, mejor lo hacía ella y era absolutamente impresionante. En serio, era extraordinaria, casi como si hubiera estado bailando toda su vida. El baile no era súper difícil, pero si tenía que cargarla en un punto y ella necesitaba saber exactamente qué hacer para poder hacer el salto correctamente. Aun me molestaba lo mucho que me metió en problemas con mi mamá después de haber ido a beber y fumar con ella. La cosa fue bastante terrible, especialmente tener la resaca. Pero no podía creer que había aceptado toda la culpa por mí. Yo fui tras ella. Yo decidí quedarme. Yo agarré el cigarro y la botella. Todo fui yo y sólo yo. Y realmente no entendía por qué me había defendido tanto. No era mi dueña ni nada. Sólo estaba preocupado y… ―¡Zavier! Oh, mátame ahora. Ignorando completamente la voz, rápidamente golpeé mi casillero para cerrarlo y comencé a caminar para alejarme lo más rápido que pude, sosteniendo apretadamente las tiras de mi mochila. La voz siempre me hacía tener piel de gallina por todos mis

brazos, como si acabara de ver un fantasma. Y quién sabe, quizás Davne era peor que un fantasma. Realmente no sabía qué querría en este momento, quizás una pequeña cita estúpida con Evelyn o hasta sexo. Tal vez quiere saber algo de ella. Realmente me repugnaba a veces, pero en su mayoría… me asustaba. Para ser honesto, estaba bastante asustado por mi vida en este momento. ―Zavier. Mi corazón se saltó unos pocos latidos y detuve mis pasos al escuchar cuan frío era su tono. Ni siquiera me había dado cuenta de que la gente ya estaba corriendo hacia clases y que casi éramos los únicos que quedaban en los pasillos. Tragué duro y supe que no podía ignorarlo, así que lentamente me volví para enfrentarlo. Quiero decir, podría correr pero ya me sentía sin aliento. No quisiera morir mientras corría a medio camino hacia… espera, ¿¡a dónde iría siquiera si corriera ahora mismo?! ―Hombre, te he estado llamando por como cinco minutos ―dijo con una carcajada―. Sólo pensé que tenías puestos tus audífonos como haces normalmente. La música siempre es un gran escape. Todo lo que hice fue apartar los ojos, preguntándome por qué, repentinamente, estaba actuando tan agradable y feliz conmigo. Este no era el Davne que conocí una vez. Lo que normalmente haría sería insultarme, hasta el punto en que mi autoestima fuera tan baja como su coeficiente intelectual. No estoy siendo malo aquí, pero apenas tocaba siquiera algún libro o hasta un lápiz; así que mi suposición era que le iba terrible en la escuela. Pero también me golpeaba por lo que sea o sin ninguna razón en lo absoluto. Él era la razón por la cual estaba tan asustado del mundo y de lo que tenía para ofrecer. Y era la razón de esos estúpidos ataques de pánico que, cuando los tenía, se volvían cada vez peores. Nunca había odiado tanto a alguien, ni siquiera a mi propio padre. Pero al menos nunca me hirió tanto como Davne Conrad lo ha hecho. ―Bueno, umm… ―hice una pausa para aclarar mi muy seca garganta. Necesitaba algo de agua. Y mucha―. Estoy aquí… ―Excelente. Salté cuando repentinamente colocó su mano en mi hombro. Estaba usando un suéter y aún sentí cuan helada estaba su mano… casi tan fría como la muerte. ¡No, no pienses eso! ¿¡Por qué estás pensando en eso?! Esta podría ser tu muerte de verdad, ¡así que, en su lugar, empieza a estar de luto por ti ahora mismo! En serio, estaba temblando como loco. ―Sólo me gustaría saber si querías pasar el rato. Esta vez, de hecho, empecé a retroceder. Pero dio un paso hacia adelante y me agarró ambos hombros. Afortunadamente no demasiado duro, pero lo suficiente para mantenerme en el lugar. ―Mira, sé que he sido una mala persona contigo. Para ser honesto, he sido una persona bastante mala con mucha gente, pero me he dado cuenta de algo. ¿Por qué ser malo cuando puedes ser bueno? En serio, ¿a dónde iba con todo esto, por el amor de Dios? ¿Estaba drogado? ¿Enfermo? ¿Era esto un truco? Lo más seguro es que fuera un truco. ―M… mira, Davne…

Realmente no comencé a tartamudear. Lo odiaba, porque significaba que estaba, ya sea bastante nervioso o realmente asustado. Y lo suficientemente asustado para empezar a tener un ataque de pánico. Estar siempre tan aterrado me hacía sentir como un cobarde. Lo odiaba tanto. ―Vamos, quiero mostrarte algo en la azotea ―aseguró Davne. Mientras me rodeaba con el brazo y me guiaba hacia las escaleras que llevaban a la azotea. Honestamente, nunca he estado ahí, pero se ha dicho que no es nada realmente impresionante. Aunque, había un jardín que siempre quise ver. ¿Pero por qué querría llevarme allí arriba? Oh no, iba a enfermarme. Deteniéndome, fingí una risa y arrojé mi pulgar sobre mi hombro para apuntar los pasillos a mi espalda. ―Sabes qué, necesito ir a clases. En realidad no… ―No te preocupes, amigo ―afirmó, mientras empezaba a dar los primeros pocos pasos por las escaleras―. No te empujaré del edificio. Si fuera a hacer eso, no lo habrías sabido. Oh, ¿¡y se supone que eso me haga sentir mejor?! ―Ahora, vamos. Vas a divertirte. Lo garantizo. Estaba a punto de comenzar a hablar de nuevo… para rechazar su "amable" oferta, cuando repentinamente agarró mi brazo y me arrastró por las escaleras consigo. Una vez que estuvimos arriba, no voy a mentir, me sentía un poco mareado. Realmente debí haber corrido. Mi muerte habría sido mucho mejor allí que aquí. ¿Aun así, iba de veras a matarme? Si tanto quería hacerlo, lo habría hecho hace mucho tiempo, ¿cierto? Pero la pregunta más grande que siempre tuve fue, ¿por qué siempre me trataba tan mal? Había otros chicos alrededor. Pero no, me eligió a mí. ¿Le hice algo malo en algún punto de nuestra infancia? Porque si lo hice, de verdad no lo recuerdo en lo absoluto. Todo era sólo un borrón. Lentamente lo seguí y lo vi mirando hacia abajo por el borde. Cuando me acerqué lo suficiente, noté que teníamos una vista clara del frente de la escuela. Era una vista buena, pero no estaba esperando lo que Davne dijo a continuación. ―A esta hora, tienen a algunos de los equipos de deportes entrando por la puerta principal por alguna maldita razón estúpida. Así que tengo estos huevos y globos guardados que le arrojo a la gente para mi propia diversión. Mis ojos se ampliaron cuando realmente sacó un cartón de huevos y un cubo lleno de globos de agua, o al menos creí que era agua. ¿Qué demonios? ¿¡Pensé que quería ser bueno?! Sabía que todo esto era sólo una broma. Sólo quería que entrara en el ámbito de los malos… el ámbito de Evelyn. Aunque, no creo que esto fuese tan malo como lo que había hecho con ella hace dos semanas. Ella aún estaba en problemas, así que sólo tenía permitido ir a la escuela. Si quería ir a otra parte, ya sea Stormy o un policía tenían que acompañarla. Para que fuera cuidadosa de no meterse en problemas de nuevo. Mientras que yo simplemente quería ser cuidadoso. Fue mi culpa, pero Evelyn me amenazó con cortar una de las partes de mi cuerpo si decía algo. Así que, obviamente, no tomaré ese riesgo. Sé que no lo pensaría dos veces ante de hacerlo, también, para ser honesto. ―Aquí vienen.

Volví a la realidad al volver a escuchar la voz de Davne. Y para mantenerlo en este "buen humor" o lo que sea, decidí seguirle la corriente y arrojar algunos huevos y globos a la gente… vacilante. Me sentí mal, pero, después de un rato, se sintió bastante bien. Yo estaba bien. Los profesores de gimnasia o los entrenadores ni siquiera estaban allí, pero la mayoría de los chicos terminaron mirando hacia el cielo, preguntándose de dónde venían los huevos y globos de agua. Algunos casi nos vieron y gritaron, pero Davne y yo nos agachamos justo a tiempo. De hecho, terminé riéndome cuando vi algunos de sus rostros. Dios, ¡eran hilarantes! ―Tienes buena puntería, hombre. ―Davne levantó su mano en el aire y yo salté un poco. Era un matón. Por supuesto que tenía miedo de que golpeara mi rostro, probablemente por algo que ni siquiera sabía que había hecho mal. Sin embargo, terminó riéndose de mí y bajó su mano, probablemente, para mostrar que no quería hacerme daño―. Cálmate, no te haré daño. Aquí, dame un puño de hermanos. Hice lo que me dijo y llevé mi puño hacia arriba, para chocarlo con el suyo. En realidad, también se sintió bastante extraño. Hasta fruncí el ceño y miré hacia atrás a la vista, buscando una distracción… hasta que me di cuenta de que en verdad necesitaba regresar a clases. No necesitaba faltar a clases sólo por esto y meterme en problemas con mi madre. Probablemente terminaría culpando a Evelyn y tampoco quería eso. Así que sin dudarlo más, me levanté y comencé a caminar de regreso. ―R… realmente debería ir a clases. No puedo tener ausencias, mi mamá me mataría. ―Di la vuelta para irme cuando lo escuché hablar nuevamente. ―Siempre le pequeño chico bueno. Sabes, de hecho siempre he admirado eso de ti, Zavier. ―Me puse tenso cuando lo oí levantarse, acercándoseme―. Pero nunca te entendí. Nadie puede ser así de bueno y acabas de probármelo. Lentamente me volteé, mientras agarraba fuertemente las tiras de mi mochila. Probablemente lo miré molesto… pero sus palabras eran… ¿qué? ¿Ciertas? ¿En realidad tenía razón con respecto a mí? ―Puedes hacer algo malo y reírte de las personas. Seguro, puede que te sientas mal al inicio. Pero debes divertirte alguna que otra vez, por lo cual tu mente te dice más tarde que en realidad no fue tan malo. ―Con eso, se pausó por un momento con suspiro profundo―. Sabes, las personas más calladas tienen el carácter más grande. Las más inocentes hacen las cosas más traviesas. Y las más agradables hacen las cosas más horribles. Simplemente tienen mucho miedo de mostrarlo. Ahora ven aquí y dime si estoy equivocado. Solo continué mirándolo fijamente, sin decir nada en absoluto. Sí, son ciertas para algunas personas. Y lo sabía, porque dos de esas podrían ser verdad para mí. Dos de esas podrían probablemente, seguramente, ser ciertas para mí. Quizás hasta todas y más, sólo que no me daba cuenta. ―Ahora, vayamos a clases ―indicó mientras pasaba justo a mi lado, asegurándose de gentilmente golpear mi hombro con el suyo―. Tenemos Física juntos, ¿cierto?

Me olvidé de esa. Entonces, prácticamente me guió hacia clases. Ni siquiera sentí mis pies moviéndose, o vi lo que estaba pasando a mí alrededor. No había absolutamente nada, sólo los pensamientos de lo que Davne me acababa de decir allá atrás. Evelyn se veía preocupada y pálida una vez que me vio entrar a la clase. Pero todo lo que hice fue hacerle un gesto con la cabeza y darle una pequeña sonrisa, mientras me senté en el asiento a su lado. ―Zavier, estuve tan cerca de irme en medio de la clase sólo para buscarte ―afirmó. Mientras yo observaba la pizarra que tenía tantas palabras escritas sobre ella, palabras que ni siquiera podía leer apropiadamente en ese momento―. ¿E… estás bien? Después de lo que pareció varios minutos, lentamente la miré y la noté fulminando con la mirada hacia una dirección. Cuando me di la vuelta para ver qué, o quién era, vi a Davne sonreír con suficiencia y darle un guiño. Por alguna razón, apreté mis puños y dientes respondiendo su pregunta: —Sí, estoy excelente. ¿Pero lo estaba?

30 Los pequeños secretos •Evelyn• —¡MIÉRCOLEEEEEEES! Juguetonamente rodé mis ojos y me volteé para ver a Jesse entrar a la cafetería con la bolsa de su almuerzo en su mano. Ethan estaba demasiado intrigado en su libro notarlo o cualquier cosa a su alrededor. Y Zavier… bueno, sólo digamos que ha estado un poco fuera de sí desde el lunes. Realmente no era extraño verlo estudiar en la mesa, pero al menos no estaba leyendo su maldito libro de Salud. En serio, cuando él tenía esa cosa, sólo quería cerrarlo y arrojarlo por la ventana. Aún me preguntaba qué había ocurrido el lunes sin embargo, o si Davne jodidamente le hizo algo. Los dos entraron a clases al mismo momento exacto y Zavier se había visto un poco impaciente acerca de algo. Después de eso, simplemente no habló mucho. Casi parecía bastante enojado y no tenía idea de porqué. Aún no tenía idea de porqué. Pero de verdad estaba ansiosa por saber, y cuando le pregunté nuevamente, no cedió y quiso que dejara ir el tema, como lo haría normalmente. Pero no lo dejaré. —Oye —dije, decidiendo mostrar que reconozco la existencia de Jesse a medida que se desplomó en el asiento justo al lado de Ethan. Me dio un asentimiento y una sonrisa, poniéndose cómodo. —Qué pasó, qué pasó —dijo, mirando tanto a Ethan como a Zavier. Ethan asintió en reconocimiento y pasó una página en su libro. Pero Zavier ni siquiera dijo o hizo nada. El chico estaba simplemente en su propio mundo pequeño. Sabía que todavía existíamos, ¿ciertos? No estaba solo en casa ni nada. Aún estaba en la escuela, y sus amigos estaban tratando de hablarle. De verdad espero que no esté ignorándonos, porque sentí como si hubiera estado tratando de hacer eso a menudo últimamente. Jesse y yo nos vimos mutuamente, y luego a Zavier, quien estaba distraídamente mordiendo una cuchara de plástico que en realidad no tenía nada en ella. Suspirando profundamente, decidí simplemente patearlo justo debajo de la mesa para hacer que por fin nos notara. Se sacó la cuchara de la boca mientras gruñía y casi golpeó su cabeza en la mesa. Pero estaba bien. Sólo lo pateé en la espinilla. Una vez que el dolor se había ido (creo), miró arriba hacia mí con una expresión de sorpresa. Estaba un poco rojo en el rostro también. —¿¡Por qué hiciste eso?! —demandó mientras agarraba su espinilla. Simplemente me encogí de hombros como respuesta. Quería tanto reírme sin embargo, ya que su voz se puso un poco aguda en las dos primeras palabras.

—¿Qué estás leyendo? —Pateas duro —murmuró un poco molesto a medida que se enderezó en su asiento y miró de vuelta abajo hacia sus libros y trabajos. Estuvo callado por un pequeño rato… hasta que se dio cuenta de que le había hecho una pregunta. Me miró con esas lindas orbitas marrones y luego volvió a mirar hacia abajo igual de rápidamente como si tuviera miedo de hacer cualquier contacto visual conmigo por el momento. Pero de nuevo, no le estaba dando una mirada muy agradable. Bueno, era mi rostro cuando estaba bastante enojada. O era sólo mi expresión facial por defecto. A veces no podía diferenciarlas, para ser honesta. —E… eh, sólo algunas cosas de Historia para ese pequeño examen sorpresa que tene… —¿¡Tendremos un examen sorpresa?! —Jesse gritó, arrojando algo de lechuga de su emparedado por el aire por lo muy asustado que estaba probablemente—. ¡Maldita sea! Qué demonios… —Quiero decir, si es que tenemos un examen sorpresa, Jess. Nunca sabes. — Zavier se redimió a sí mismo con una pequeña sonrisa, causando que Jesse gruñera y felizmente arrojara su puño en el aire. —¡Oh, gracias a Dios! Hombre, me preocupé por un segundo. —No habrías estudiado de todas formas —señalé lo obvio. —Lo sé —Se encogió de hombros, haciendo que Zavier rodara sus ojos y viera de nuevo abajo hacia su libro—. Pero me habría asegurado de sentarme al lado de algún chico inteligente o algo. —¿Tú no eres un listillo, también? —pregunté, tratando de esconder mi risa, aunque fallé en hacerlo. Jesse me fulminó con la mirada y luego volvió su mirada hacia su emparedado. —¿Estamos olvidando que soy el friki de Ciencias aquí? Y tal vez un poco de matemáticas también… pero definitivamente no uno de Historia. ¡Dios, no! —Miró de vuelta hacia Zavier, quien había vuelto a ignorarnos otra vez mientras escribía alguna mierda en su cuaderno. Me ha estado dando tutorías en matemáticas estos pasados días por alrededor de una hora al día. Y lentamente estoy empezando a entender unas pocas cosas. Él simplemente las hace parecer mucho más fáciles. Realmente debería ser profesor. Siempre estoy durmiendo en la clase de matemáticas y no ayuda el hecho de que el profesor tenga una voz tan suave. Por otro lado, podría escuchar a Zavier todo el maldito día. —… mientras que este tipo… —Jesse continuó, obviamente hablando de Zavier ya que lo miró fijamente todo el tiempo—, sabe todo acerca de lo que sea —Se rió cuando Zavier no dijo nada y se inclinó para susurrarme en su lugar—. Excepto que no tiene inteligencia de calle en lo absoluto. —Aún puedo escucharte —dijo Zavier en una voz más profunda. Por el resto del periodo del almuerzo, sólo hablamos un poco. Zavier continuó sin reconocernos, pero decidí que le hablaría más tarde.

Pero justo cuando sonó la campana, y él apenas estaba comenzando a guardar sus cosas, me llamó. Miré hacia atrás para ver qué ocurría y noté que se veía un poco herido. Estaba respirando pesadamente mientras agarraba su lápiz en su mano tan apretadamente que creí que lo rompería en cualquier segundo. Y cuando miró arriba hacia mí, vi cuán oscuros sus ojos marrones se habían tornado. ¿¡Qué le pasaba?! —Zavier, ¿qué sucede? —pregunté mientras empecé a caminar de vuelta hacia él. Pero puso su mano hacia arriba señalizando que me detuviera mientras cerró sus ojos por sólo unos pocos segundos. Tomó unas pocas respiraciones profundas antes de abrir de nuevo sus ojos. Supongo que no podía verme en este momento sin embargo, y sólo me preocupó más. —Evelyn, ¿puedo hablar contigo más tarde? Como, en casa… en privado —me preguntó tímidamente en voz baja. Realmente debe ser algo importante. Estaría sonrojándose si fuera con respecto a una parte de nuestras lecciones o algo. Asentí. —Sí, por supuesto. Después de la escuela. ¿Sala de estar? Esta vez, me miró con esos ojos adorables de osito de peluche que amaba tanto. Repentinamente se volvieron más ligeros y sólo se veía como un cachorrito perdido. Era adorable y sólo quería acercarme y abrazarlo… y besarlo por siempre. Realmente me hacía sentir tan bien y cálida por dentro todo el tiempo. Nunca pensé que era posible. Mayormente sólo tenía oscuridad y maldad rodeándome, pero, él había cambiado eso. Ha cambiado mi perspectiva del mundo muy lentamente. Me dio una pequeña sonrisa y asintió antes de comenzar a recoger sus cosas. Pero en lugar de irme, me acerqué, besé su mejilla y lo ayudé para que pudiéramos ir a clases juntos. Estaba determinada a estar con él en todo momento durante la escuela… y mantenerlo alejado de Davne, tanto como pudiera. Creo que algo pasó entre ellos más de lo que Zavier dio a entender. Me diría o iría tras Davne para hacer que lo escupiera. Estaba bastante distante también, y eso era simplemente demasiado jodidamente raro de su parte.

*** Caminé de ida y vuelta en la sala de estar, chequeando afuera cada minuto o más para ver cuando demonios llegaría finalmente Zavier. Usualmente sus amigos locos lo traerían. Lo habría llevado en mi moto, pero primero que nada, aún estaba asustado por su vida por el pensamiento de montar la cosa para subirse de nuevo en ella, y segundo, estaba en una de sus reuniones de nerd en la escuela… con la pequeña señorita muñeca Barbie perfecta. Aún no me gusta ella con pasión. ¿Es realmente odio lo que siento por ella? Me di cuenta de que lo era. ¿Pero podrían ser celos lo que sentía también? ¡Ja! ¿Celosa de qué? ¿De qué podría posiblemente estar celosa? Es linda. Lo que sea. Es inteligente. Lo que sea. A Zavier le gusta. Lo que… Malditamente le gusta. ¿Por qué demonios le gusta en serio esa chica?

Estaba profundizando un poco en los pensamientos cuando escuché la puerta del frente empezar a abrirse. Dejé de caminar y miré hacia arriba con labios ligeramente separados, para ver a Zavier entrando con su chaqueta negra en una mano y sus libros en la otra. Estaba a punto de decir algo, quizás un poco de: "hola, osito de peluche" con mi típica sonrisa juguetona. Pero he estado esperando por esto todo el día. Así que ahora que el momento había llegado, sólo no tenía palabras y me irritaba eso. Siempre tenía algo que decir, así que, ¿por qué ahora no? Este chico en serio me robaba las palabras. ¿Cómo hacía eso? Simplemente siendo él mismo, quizás. Maldita sea… maldito él. —Oh, eh… hola, Evelyn. —Me frunció el ceño a la vez que colocó su chaqueta en la percha al lado de la puerta. Tenía puesta una franela blanca de manga corta debajo, así que intenté no mirar fijamente demasiado sus bíceps, brazos o siquiera sus manos… porque demonios. Muy bien. No te distraigas, Evelyn. No está haciendo esto a propósito, ¿cierto? Definitivamente no… no… nop. No es a propósito. Oh, cállate ya. Estás pensando demasiado. Sólo deja de pensar y simplemente hazlo. Estaba a punto de abrir mi boca y finalmente decir lo que fuera que saliera de mi boca en el momento (lo cual probablemente habría sido algo completamente estúpido), pero él se me adelantó. —¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué… en realidad está hablando en serio ahora mismo? Tomando una respiración profunda y poniendo una sonrisa que se veía muy calmada, sin embargo falsa, finalmente dije: —He estado viviendo contigo por varias semanas ya, por supuesto que voy a estar aquí. Pero te esperé hoy, porque me dijiste más temprano que necesitabas hablar conmigo acerca de algo. Se quedó congelado en el lugar y lamió su labio superior antes de ligeramente morderlo. Después apartó sus ojos, se encogió de hombros, y sacudió su cabeza como si no fuera nada. —Nada importante ya. Supongo que tan sólo me olvidé de ello. —Rascó su cabeza—. Quiero decir… olvídalo. Sólo olvídalo, por favor. —Zavier… —llamé cuando se fue hacia la cocina. Lo perseguí y dejó de caminar para descansar sus palmas encima del mostrador. No podía ver su rostro pero parecía estar haciendo unas inhalaciones profundas. —No es nada, de acuerdo —dijo, con su voz dura y vacía, lo cual significaba que algo estaba mal. Simplemente no quería decírmelo. Había cambiado de opinión, pero no lo iba a dejar ir tan fácilmente. —Es algo. Por favor dime qué está mal. No puedo ayudarte si… —Quiero que me enseñes a pelear —dijo repentinamente a medida que giró alrededor para enfrentarme. Estaba impactada, lo admito, pero hablaba mortalmente en serio. Se veía pálido y tenía un pequeño ceño fruncido a través de su rostro.

—Yo… ¿qué? —pregunté, sólo para asegurarme de que estaba escuchándolo correctamente. Nunca pensé que me pediría algo así. Seguro, estaba ayudándolo a aprender con respecto a cómo son las chicas y lo que les gusta. Pero eso era por su estúpido y pequeño enamoramiento. Ahora quiere que le enseñe a pelear. ¿Pero con qué propósito? ¿Quería pelear con alguien? Pero él no era así. ¿Estaba alguien molestándolo hasta el punto que no podía soportarlo más? Pero nunca vi a otros molestarlo. Ellos sabían que les patearía el trasero si tan siquiera lo miraban de una mala manera. ¿Pero tal vez sólo quería aprender para defenderse? Sí. No tengo que pensar mucho en ello. Las personas quieren aprender a luchar para defenderse todo el tiempo. Esa básicamente fue la razón por la cual yo quise aprender. Zavier miraba a todas partes excepto a mis ojos y apretaba sus dientes, enrollando sus manos en puños apretados como si estuviera enojado y quisiera golpear algo. Pero quizás sólo estaba molesto consigo mismo, porque no recuerdo que él hiciera nada malo para que estuviera así. No podía estar enojado conmigo más temprano. —Yo sólo… ya no quiero ser ese pequeño chico asustadizo. Quiero aprender a pelear si algo llegara a suceder. Quiero ser capaz de golpearlos y no mirar atrás. Por favor, Evelyn. Esta vez, la ira había muerto y me dio esos ojos adorables de cachorrito. Pero no creo que supiera que prácticamente me estaba haciendo pucheros. Puede ser bastante inconsciente a veces, pero era lindo. —¿En serio quieres esto? —pregunté sólo para asegurarme, a medida que di un paso más cerca de él. No se movió de su punto, mientras me miró profundamente a mis ojos y lenta aunque vacilantemente asintió—. Muy bien. Si estás seguro. Esta vez, alcancé sus brazos y lentamente deslicé mis dedos en sus manos. Estaba tenso, pero eso era probablemente sólo por mi toque. Amaba cómo lo hacía sentir de esa manera. —Tienes grandes y fuertes manos. Funcionará muy bien para los golpes. Te herirás menos. Pero siempre asegúrate de no poner tu pulgar dentro de tu puño, porque se romperá. —Asintió. Después, llevé mis manos a su pecho y sentí lo rápido que estaba latiendo su corazón. Me miró todo el tiempo y noté que tragó duro a medida que di un paso más cerca hasta que mis labios estaban revoloteando justo al lado de su oreja. —No te tenses tanto. —Me reí mientras me alejaba y agarré sus manos para verlo, a la vez que mordía mi labio—. Un luchador debe estar seguro de sí mismo. Nunca muestres tu miedo a otra persona. Te destruirá. Asintió nuevamente entendiendo, a medida que movió sus brazos un poco y se enderezó. —Umm, eres un bailarín. Asintió a pesar de que esa no fue una pregunta. —¿Haces break dance? —Yo… s… sí, es mi tipo de baile. —Bien. Si puedes hacer break dance, puedes usar eso y hacer movimientos para ser capaz de pelear.

Me frunció el ceño de nuevo. —¿En serio? Nunca lo pensé de esa manera. —Bueno, por supuesto. De hecho es bastante simple si usas eso. ¿Quieres probarlo ahora en el patio? Te enseñaré algunos de mis movimientos de karate también. —Le di un guiño mientras me alejé y comencé a caminar al patio. Me siguió todo el camino al herboso espacio abierto. —¿Sabes karate? —preguntó, haciéndome reír por la pregunta tonta. ¿No golpeé a un chico por él en su primera fiesta? Por supuesto que sabía algunos movimientos como el Karate Kid9. Tal vez no tan buenos como las de él pero bastante cerca, creo. —Umm, un par de movimientos. Definitivamente puedo enseñarte a hacer una patada al hombro, cuello, rostro… pelotas… Tragó duro y miró hacia abajo con dolor. —Oh, dios. —Espero que eso sea un "sí". Ahora… —Hice una pausa para sonreírle y me paré justo frente a él. Entonces, puse mi puño hacia arriba para mostrar que estábamos a punto de iniciar nuestra primera lección de lucha—… empecemos, osito de peluche.

*** Luego de una buena cantidad de tiempo enseñándole al chico cómo pelear, decidimos tomar un descanso por el día. Ahora estábamos sentados en las sillas del patio, bebiendo algo de Gatorade que había traído para cuando hubiéramos terminado. Zavier estaba sudando y decidió quitarse su franela en algún momento del proceso. No me importaba, la vista era asombrosa. Lo hizo bastante bien para su primer intento, pero estaba un poco áspero en los bloqueos. —¿Cómo lo hice? —pregunto tímidamente, portando una sonrisa linda. —Nada mal, friki. Nada mal. —Esta vez, se rió y sonrió como un adorable niño pequeño en su cumpleaños. Entonces repentinamente se volvió bastante callado y un poco incómodo. Odiaba el silencio, así que dije la primera cosa en la que pensé. Pero la verdad era, esto había estado en mi cabeza por demasiado tiempo e iba a obtener las respuestas ahora. No iba a evadirlo, irse o detenerme de saber lo que quería tanto. —¿Algo ocurrió contigo y Davne? Se congeló por un momento y luego lentamente puso su Gatorade en la mesa. —El día en que entraron juntos a clase. Sólo de verdad quiero saber. El tipo es un gran idio… —No —respondió un poco demasiado rápido aunque con confianza—. Nada sucedió. Sólo una coincidencia que entramos al mismo tiempo. Además, estoy bastante seguro de que estaría en pánico si siquiera lo viera caminando hacia mí. —Realmente no parecía estar mintiendo. Pero quién sabe, tal vez se ha estado volviendo bueno en ello por mi culpa. 9

Karate Kid es una película estadounidense de 1984 dirigida por John G. Avildsen.

—Oh. ¿Qué estabas haciendo antes? Difícilmente entras tarde a clases a menos que, tú sabes, yo sea la causa. Asintió cuando pensé que al menos se reiría un poco de esa última parte. Porque vamos, ¡era cierto! —Sólo estaba ayudando a algunos de los profesores con los chicos de Educación Especial. He hecho cosas malas contigo, no quiere decir que no pueda continuar haciendo cosas buenas para otras personas. Correcto. Por supuesto. ¿Qué estaba pensando? Es aún un buen chico en el interior. Además, probablemente estaría enloqueciendo hasta la muerte si Davne siquiera le hablara. Estuvo silencioso por un rato nuevamente y seriamente no podía pensar en nada más que decir. Fue aún más incómodo esta vez y medio quería golpearme a mí misma. Pero entonces, él hablo otra vez. Sin embargo, realmente no esperaba que dijera lo que dijo. —Umm… ¿hay algo sucediendo entre Davne y tú? Tragué duro y traté de mantenerme calmada. No podía enterarse. Realmente necesitaba protegerlo más y si le decía que he estado saliendo secretamente con Davne, bueno, sería arriesgado. No quería eso. Me reí nerviosamente y negué como si la idea fuera demente. —No. ¿Por qué pensarías eso? Sacudió su cabeza un poco y giró su vaso alrededor. —Sólo estoy preguntando. Él estaría interesado en ti y todo. Sólo realmente no lo veo dejando de intentarlo. Y Davne Conrad siempre sigue intentando. Nunca se rinde. —Bueno eso es verdad. —Sólo alégrate de que no lo esté intentando —mentí mientras asintió y miraba hacia abajo—. Ahora, olvidémonos de Davne y pensemos en nuestra próxima lección en el amor. Esta vez, se rió cuando sonreí y moví mis cejas. Noté el pequeño tinte de sonrojo en sus mejillas y mordí mi labio. Sólo quería agarrar esas mejillas y besarlo. Tuve una idea justo allí y en ese momento, la perfecta para nuestra siguiente lección. —La tengo —le dije, haciendo que se sentara derecho y se inclinara hacia mí como si fuera un gran secreto. —Muy bien, Evelyn, ¿qué hay guardado para mí en la próxima lección? —Zavier Coin, me llevarás a una cita. Y demonios que era una orden.

31 Llévame a una cita •Zavier• Toqué mi cabello por lo que parecía ser la millonésima vez desde que empecé a arreglarme. Ni siquiera cayó sobre mi cara. Supongo que estaba tan, tan nervioso que incluso parecía estarme irritando el sólo estar allí. Quiero decir, esta era mi primera cita. Así que tenía una especie de miedo de estropearlo a pesar de que no era de hecho una cita real. Evelyn me estaba mostrando qué hacer y qué no hacer en citas con chicas. Tan simple como eso. Nada más. Pero Joss y yo en realidad iríamos en nuestra primera cita después del baile de recaudación de fondos. Estuvimos de acuerdo con ello y estaba bastante contento de que Evelyn quería que yo la llevase a una primero. No quería avergonzarme a mí mismo por completo con Joss... o al menos, mucho más de lo que suelo hacer. Estoy seguro de que la cita sería bastante horrible, si ese era el caso. Pero, ¿por qué estaba temblando tanto ahora mismo, sólo de pensar en llevar a Evelyn a un restaurante? Hemos comido juntos antes. A veces, incluso solos, porque mi madre no estaba en casa para la cena algunas noches. En realidad no es diferente, ¿verdad? Hoy, viernes, mamá tiene un turno de noche y todavía se preocupa acerca de a dónde Evelyn me podría llevar o a dónde podría ir ella misma. Pero he mantenido mi ojo en ella y ha sido buena. Esperemos que esta cita no se torne para lo peor. No quiero estar comiendo algunos buenos espaguetis y luego irme a fumar con los drogadictos. —Maldita sea. —murmuré para mí mismo mientras me quité mi corbata negra y agarré mi cabello otra vez. Sé cómo jodidamente ponerme una corbata. Incluso me enseñaron a una edad muy joven. ¿Por qué demonios no me puedo poner una ahora? —Así que... Al sonido de la voz, acabé gritando un poco y saltando mientras me puse de cara hacia mi cama. Sentado allí no estaba otro que mi mejor amigo, Jesse. Él asentía con satisfacción a mi atuendo mientras me daba un pequeño saludo como si casi no me hubiera dado un ataque al corazón. Aunque en serio, ¿¡cómo demonios siquiera llegó hasta aquí sin que me diera cuenta?! La puerta estaba abierta, pero lo habría visto o escuchado.

¿O estaba un poco demasiado distraído? Quiero decir, él podía ser muy discreto a veces. Pero ahora... Generalmente me daba cuenta de las cosas un poco más rápido que esto. —Jesse, ¿qué diablos... estás...? —¡Decidí venir y ver cómo está mi amigo! Yendo a una cita, ¿eh? —preguntó con una sonrisa mientras movía sus cejas. Creo que ha estado recibiendo demasiadas cosas de Evelyn que no son buenas. Con el ceño fruncido, me di la vuelta para enfrentar el espejo y desordenar mi cabello un poco. El restaurante nos obliga a vestir bonito y todo, pero no es demasiado elegante. Y no soy el tipo de estilizar mi cabello. No les importará el cabello sucio, ¿no? ¡Oh, no! Pero ¿qué pasa con las gafas? ¿Cómo se verían? Quitándomelas, entrecerré mis ojos y parpadeé con fuerza. —¿Crees que debo mantener mis gafas puestas? Jesse suspiró profundamente y estoy bastante seguro de que estaba sacudiendo su cabeza o algo así. No sé, no podía ver. Todo era un borrón. —Déjatelas puestas, hermano. No puedes ver nada sin tus gafas tontas. Me reí como si su idea fuera mejor y sólo empecé a caminar hacia mi baño. —Psh, voy a estar bien. Estoy seguro de que no quieren tontos —Me callé a mí mismo cuando sentí mi cara hacer contacto con algo duro. —Esa es la pared, amigo. Un poco a la derecha de eso está el baño. Asentí e hice lo que dijo... sólo para ser golpeado de nuevo por la pared. —¡Maldita sea, Jesse! ―grité cuando agarré mi palpitante frente. Todo lo que oí fue su risa, casi como si se estuviera burlando de mí, que estoy bastante seguro de que lo estaba. —¡No hay necesidad de ese tipo de lenguaje! Pero lo siento, realmente tenía que hacerlo. Cuando me volví de nuevo, me topé con algo más suave. Y luego, vi claramente de nuevo ya que Jesse me había puesto las gafas por mí. El mundo era mucho mejor cuando puedes ver lo que estaba justo en frente de ti... a menos que fuera algo malo. —Eso es lo que te pasa por pensar que está bien no tener las gafas puestas. Suspiré y las empujé hacia arriba en mi nariz una vez que empezaron a caer un poco. —Todos te hemos visto con gafas, nada nuevo. Además, se ve bien con lo que llevas puesto y todo. —Si tan sólo pudiera realmente ponerme la corbata. —Miré a mi elección de ropa. Llevaba una camisa de vestir y una chaqueta, con vaqueros oscuros y un par de Vans todas blancas. Sabía que se suponía que tenía que estar elegante pero era lo mejor que podía hacer, está bien. Estaba claramente nervioso. —Deja la corbata. Sólo desabróchate unos pocos para mostrar ese pecho. Me reí de eso.

—Estoy seguro de que Evelyn no se vestirá súper elegante tampoco. Ella se verá promedio, pero vas a una cita con una chica muy caliente, que es todo excepto promedio... —Hola, muchachos. Ante el sonido de su voz, mi corazón empezó a latir muy rápido mientras Jesse y yo nos volteamos hacia la puerta. Mi mandíbula casi se cayó al suelo e incluso oí a Jesse murmurar una pequeña maldición. Allí estaba ella, con una sonrisa adorable en su cara como si nosotros mirándola fijamente fuera una cosa habitual. Y probablemente lo era. Era simplemente así hermosa que no podías posiblemente no mirarla. Su suave cabello castaño estaba prolijamente liso con un par de rizos rebotando. Llevaba maquillaje muy ligero pero era mejor así, ya que mostraba más de su belleza natural. Me había puesto una camisa de vestir blanca debajo. Así que me alegré de que se hubiera puesto blanco, también. Su entallado vestido de suéter era blanco y abrazaba sus curvas perfectamente. Miré más abajo y noté sus medias de encaje con botines negros. Sólo... no tenía palabras. Estaba aturdido. Se veía tan perfecta y hermosa. —Vaya… —Fue todo lo que salió de mi boca, y ella se rió y giró alrededor una vez. —Asegúrate de complementar muy bien la chica con la cual vas a una cita. No babees demasiado. Se supone que babees cuando la comida está por venir. Porque vamos, es comida. —Estoy seguro de que él tiene hambre de algo más, aunque... —Jesse dejó de hablar cuando le di un codazo en pleno estómago. Gimió y cerró los ojos con fuerza, pero sólo traté de actuar tan normal como siempre y le sonreí a Evelyn en su lugar. —Tú, uh, te ves realmente hermosa. —Vaya, gracias. Te ves muy atractivo y apuesto. Asentí y miré hacia abajo a mis manos, sintiendo mis mejillas tornarse rosa. En serio odiaba cómo todavía me sonrojaba a su alrededor. No era todo el tiempo como medio solía ser, pero aun así. Lo odiaba tanto. —Muy bien vamos a parar con la incomodidad —dijo Jesse, todavía agarrándose el estómago. Pero entonces, me empujó hacia Evelyn y me sonrojé de nuevo cuando casi me tropecé con ella. Me reí nerviosamente y atrapé mi equilibrio antes de que pudiera caer justo encima de ella. Eso hubiera sido bastante horrible. —Ahora, ustedes niños vayan a divertirse. ¡Pero no demasiado diversión, sí! Maldita sea, no necesitamos una repetición de la última vez.

*** Estoy muy contento de que Jesse me prestara su Jeep para mi cita -después de que fue a limpiarle mi vómito-. Era muy buen amigo, cuando quería serlo por lo menos. No hacía daño el haberlo limpiado un poco, sin embargo. Estoy seguro de Evelyn casi encontró un pájaro muerto aquí dentro una vez, de lo sucio que estaba. Estoy bromeando. Esperemos que no vayamos a encontrar eso. Estaría fuera del vehículo en cuestión de segundos si lo hiciéramos. Sólo estoy un poco preocupado por lo que Jesse iba a hacer en mi casa durante unas tres horas más o menos aunque... completamente solo, con muchas maneras diferentes de... —Tenemos que volver —dije de la nada, cuando empecé a hacer un cambio de sentido. Pero Evelyn puso la mano en el volante y me hizo conducir recto de nuevo. —Ethan está en camino. Le dije que se asegurara de que Jesse no quemara la casa o la convirtiera en un enorme cubo de basura. Así que estamos bien. Ha estado actuando bastante calmado últimamente por alguna razón, así que espero que no tengamos que limpiar tanto cuando volvamos. Ahora tranquilízate y conduce. Tomando una respiración profunda, la escuché y nos dirigimos al restaurante. Había hecho reservas justo el día en que a ella se le había ocurrido la idea, y decir que estaba incluso nervioso en el teléfono era un eufemismo. Pensar en todo esto me puso muy nervioso que tartamudeé como un idiota, aunque, quería reír como un loco. Sin embargo estaba feliz. ¿Así que qué? Iba a mi primera cita con una chica increíble. A veces pienso que ni siquiera estoy despierto porque es demasiado bueno para ser verdad. Ella sólo me ha estado ayudando tanto, sin embargo, también me ha estado haciendo sentir cosas que nunca he sentido antes. Era raro aunque muy agradable. Como el perfecto caballero, abrí las puertas del auto y restaurante para ella. Pero cuando caminaba delante de mí, maldeciría a los cielos por encima por casi hacerme ver como un gran bobo. ¿Por qué, te preguntarás? Cuando abrí la puerta, casi la golpeé y a mí mismo. Pero las cosas parecen ir perfecto hasta el momento. ¿Cierto? —Está bien, si pongo esta silla para ti y te caes, podría sólo ir a tirarme desde un puente en este momento —dije mientras le ofrecí a Evelyn la silla. Sólo se rió, me besó en la mejilla, y se sentó. Y jodidamente me sonrojé cuando fui a sentarme en mi propia silla. ¿Por qué estas personas tienen que mirar fijamente? Ocúpense de sus propios malditos asuntos. —Eso no es muy agradable, Osito de peluche. Miré hacia arriba con el ceño fruncido y vi a Evelyn sonriéndome. Dejé de fruncir el ceño en ese mismo momento y desvié mis ojos. ¿He dicho eso en voz alta? Genial, ahora más personas están mirando. ¡Maldita sea!

—Sólo olvídate de todo el mundo a tu alrededor. Esto se supone que eres tú y la noche especial de tu cita. Sólo son ustedes dos y nadie más existe. ¿Está bien? —dijo mientras recogía el menú y lo miraba. Asentí comprendiendo y recogí mi propio menú mientras ella empezó a hablar. —Haz una pequeña charla primero, entonces por arte de magia se construirá si ella no está muy súper tímida. Si está literalmente muda, no sé por qué te gustaría ir a una cita con ella. Bueno, tal vez, sólo para ser agradable porque eres oh tan dulce, o simplemente para disfrutar de la comida juntos —Se encogió de hombros y se mordió el labio—. Oh demonios, tienen pollo. Me reí y descansé mi puño en mi mejilla, mirando hacia ella de vez en cuando. Pero ella seguía admirando las opciones de comida en el menú, sus ojos dilatándose. Estaba realmente enamorada la comida, ¿o no? —Oh, un... si ustedes quieren hablar de matemáticas y otras cosas, sigan adelante, pero eso es muy aburrido para mí y otras chicas —bromeó. O por lo menos creo que bromeó. Sólo parecía demasiado seria en este momento para ser capaz de decirlo—. Tal vez ustedes encontrarán que tiene diferentes intereses, sólo asegúrate de no ser espeluznante o hablar mucho de cosas como, árboles o algo así. —Pero los árboles son realmente muy fascinantes y nos proporcionan... —Ni siquiera empieces. Así que me mantuve la boca cerrada y luego el camarero vino. Tomó nuestros pedidos y nos dejó solos de nuevo, para que pudieran preparar la comida. La atención de Evelyn estaba de lleno en mí ahora, haciéndome sentir nervioso de nuevo. Pero no creo que nunca dejé de estar nervioso. ―Ahora, comienza una conversación, osito de peluche. Respiré hondo y miré alrededor. Pero luego ella chasqueó sus dedos, haciéndome regresar hacia ella inmediatamente. No me gustaría ser golpeado en este momento, o en cualquier momento, de verdad. —Psst, psst. Mantén el contacto visual. Es más romántico y agradable, o lo que sea. ―dijo mientras hacía señas con sus manos. —Y-yo un... —Me aclaré la garganta y tragué saliva antes de mirar hacia ella. Tenía sus dedos entrelazados, y ambos colocados debajo de la barbilla. Parpadeó dulcemente y ella sólo veía tan jodidamente adorable. Esto se sentía como una cita real con ella. ¿No era una cita de verdad? Estoy seguro de que no se sentía de esa manera para ella. Esto era sólo una lección. Siempre serán lecciones para ella. Pero si soy honesto, no son lecciones para mí. Se sienten más real que cualquier cosa y todo lo que quiero es simplemente pasar cada minuto y cada segundo con ella. Tú sabes, a menos que tengamos que ir al baño o algo así, porque, ¡vamos! Pero aun así. Quería hablar con ella y quería estar con ella. Mi corazón latía tan rápido cuando estaba con ella, tal vez incluso más que cuando estaba con Joss. ¿No se supone que eso significara algo? ¿Realmente me gusta Evelyn? ¿Más que amigos?

Ah, claro, ¡tengo que pensar en un iniciador de conversación! No te distraigas, no... —No pienses demasiado en ello, Zavier —me dijo con calma mientras me daba una sonrisa dulce—. ¿Cómo has estado? —He estado... he estado bien. ¿Tú? Pareció detenerse un poco, sólo mirándome profundamente a los ojos. Pero entonces, se humedeció los labios y asintió. —He estado bien, también. La escuela ha sido dura pero este idiota nerd y friki me ha estado ayudando mucho con mi clase de matemáticas. No sé, él es tan hijo de Dios por ayudarme en realidad. Quiero decir, ¿quién sabe tanto de matemáticas? Traté de contenerla, pero me reí y conseguí algunas miradas de nuevo. No me importaba en absoluto sin embargo. Sólo éramos nosotros dos. Y eso era todo lo que importaba. —Los profesores de matemáticas, de hecho. —Tú debes ser maestro entonces. Serías uno muy sexy —dijo con un guiño—, Sr. Coin. Dios. Me sonrojé y me mordí el labio mientras nerviosamente miraba hacia abajo. Por suerte, fue justo cuando nuestra comida llegó. —¡Guau! —dije mientras miraba a los platos que se veían deliciosos—. Llegó más rápido que la comida rápida. Evelyn rió y comenzó a comer de inmediato. A veces, todavía estaba asombrado, porque demonios, esta chica seguro que puede comer. Pero ella estaba comiendo toda sofisticada ahora, cuando en realidad, ambos éramos como cerdos cuando se trataba de comer. —El baile es mañana —dije vacilantemente mientras jugaba con mi comida—. ¿Estás nerviosa? Se encogió de hombros. —Nop. Es decir, un poco, pero eres el mejor bailarín que conozco, así que lo más probable es que ganaremos con tus movimientos. —Me hizo reír de nuevo cuando ella movió sus hombros en su asiento. —Estoy, uh, haciendo también un baile con mis primos —dije tímidamente, mientras que ponía el tenedor en la boca—. De hecho, estamos haciendo un baile a una canción Kpop y… —Oh. ¿Escuchas Kpop? En ese momento, me cubrí la cara con una mano. —Debes pensar que soy un friki total ahora. Bueno, incluso más de lo habitual. Casi no le digo a la gente que me… —No, no, es muy genial que a un chico le guste esa cosa. Esos tipos de bandas son en realmente grandes bailarines, y obviamente conozco a alguien que claro que puede bailar, seguro. —Esa es en parte la razón por la que me gustan. Los bailes son únicos y originales. Ellos uh... medio me metieron en el baile, también.

Ella sonrió y agarró su bebida, trayéndola hacia arriba para un brindis. —Pues entonces, ¡demos gracias a esos dioses Kpop por darte tanto talento! Sonreí amplio y traje mi vaso hasta chocar con el de ella. —Ah, y no ser un tacaño, tampoco —afirmó cuando comenzó a comer de nuevo— . Si esa chica quiere comer, va a comer. Obviamente —dijo mientras señaló toda su comida, que, para ser sincero, era mucho más de lo que pedí. Pero estaba completamente bien con todo. Le compraría el mundo completo. —Entendido —noté—. ¿Debo llevar flores?, ¿cómo que antes de la cita o algo así? —Mmm, a las chicas les gustan las flores. Personalmente a mí no. Mueren al día siguiente, así que prefiero obtener algo más, como drogas, para ser completamente honesta. —¡Evelyn! —le susurré en voz baja cuando conseguimos las miradas fijas de nuevo. Sin embargo, esta vez, eran más de desaprobación y estoy seguro de que un camarero incluso la escuchó y se alejó tan rápido como pudo. Pero lo único que ella hizo fue reír hasta que sus mejillas se pusieron rojas, haciéndome perderlo y reírme con ella mientras cubría mi cara con las dos manos—. Oh, Dios mío. —¡Estaba bromeando! —Sí, probablemente deberíamos irnos antes de que llamen a la policía. —Vamos a estar biiien. No hay nada en nosotros en este momento. Negué con la cabeza hacia ella y traté de dejar de reír, pero fallé. Continuamos comiendo y charlando de cualquier cosa y nada a la vez. Nada era incómodo, lo cual fue genial para mí. La cita estaba yendo absolutamente genial y estaba agradecido eternamente de que Evelyn Jo fuera mi primera cita. Porque ciertamente lo hizo algo para recordar. Y cuando por fin nos dirigimos hacia fuera, no podía contenerme a mí mismo en lo absoluto. Se veía completamente impresionante y hermosa... Cuando estábamos justo fuera de la puerta, la detuve agarrándola de la mano. Se volvió hacia mí con una mirada inquisitiva, pero todo lo que hice fue seguir mirándola profundamente a sus ojos preciosos, y luego hacia abajo a sus labios carnosos justo antes de acercarla, susurrando su nombre contra sus labios y besarla. Absolutamente amaba la forma en que sus dulces, labios suaves se sentían contra los míos. Podría honestamente sólo besarla por la eternidad. Sus labios, sólo me hicieron sentir caliente por todas partes y me encantó. ¿Soy el único que se siente de esta manera? Ella no podía saber nada al respecto. Simplemente no podía. Una vez que nos alejábamos, sentí mis mejillas calientes por el beso. ¿O estaba simplemente sonrojándome como siempre lo hago? Mi corazón estaba volviéndose loco otra vez y me sentí temblar un poco a medida que me frunció el ceño. Así que para cubrirme, le di una sonrisa fresca antes de decir: —¿Cómo estuvo eso? Sólo practicando los besos y esas cosas. Umm, para ver cómo lo estoy haciendo.

Hubo algo que pasó a través de sus ojos. ¿Era posible decepción? O era simplemente... no, estaba viendo cosas. Eso es todo lo que era. Siempre veo cosas que en realidad no significan nada. —Tú, uh... te has vuelto bueno. Mucho mejor, en realidad —dijo en voz baja antes de mirar hacia mí con sus ojos bondadosos. Se quedó en silencio durante un rato, y me arrepentí por completo de la siguiente frase que dije. Aunque, era completamente suertudo y estaba seguro de que no me entendería en absoluto. —Yo... pense que je suis tomber pour vous. Dur. Se veía tan confundida y sólo quería reírme de lo linda que estaba. —¿Q-qué? Pero respondí un poco demasiado rápido con una risa nerviosa y obvia. —Umm... nada. Sólo hablo francés a veces. Ni siquiera sé lo que eso significa. No importa. ¿Debemos, uh, debemos ir a casa ahora? —No quiero ir a casa. Ni siquiera era tan tarde. Pero mientras estuviera con ella, estaba bien con eso. —No —dijo mientras se quitó los zapatos y me agarró la mano—. Vamos a la feria. Y así corrimos hacia la feria como dos niños simplemente disfrutando del mundo. Aunque, por el resto de la cita, no he podido dejar de pensar en lo que había dicho. Casi no podía ni creerlo. Le dije esas palabras, porque simplemente no podía malditamente decirlas en español. Evelyn... creo que me estoy enamorando de ti. Fuertemente.

32 Toma la iniciativa •Evelyn• Inhala. Exhala. Inhala. Exhala. Inhala... exhala... ―Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. ¿Puedo? ―me pregunté mientras terminaba de ponerme el vestido para el evento de esta noche. El baile de recaudación de fondos finalmente estaba aquí y decir que estaba nerviosa y asustada como el infierno era un eufemismo. No debería estar tan nerviosa por esta cosa del baile, ¿verdad? No es como si fuera una enorme actuación que probablemente vaya a... es más probable que... ¡arruine! Y si no ganamos, no conseguimos el dinero para nuestras obras de caridad, lo que probablemente moleste a Stormy, y no quería eso. Quería que se sintiera orgullosa de mí como si ahora fuera su propia hija. Quería ser buena. ¿Oh, qué diablos estoy balbuceando tanto? Soy Evelyn Jo. Y es una chica muy, muy ruda. No es buena para nadie. Y definitivamente no cree que sea una maldita perdedora. Es una ganadora. No pierde, ¡y definitivamente no piensa tan condenadamente mal de sí misma! Está confiada acerca de todo y va a hacer esto bien. Solo piensa en ti misma y en nadie más. Estás haciendo esto por ti misma. En realidad, lo estás haciendo para Stormy. ¿O era para Zavier que estabas haciendo todo esto en realidad? ¿Eh, Evelyn? ―Oh, jodidamente cállate ―murmuré airadamente para mí misma mientras fruncía el ceño ante mi reflejo, casi tirándole mi puño ya que no había nada más cerca que lanzar. ―Lo vas a hacer muy bien. Al sonido de la voz, suspiré ligeramente y me volví para ver que Zavier ya vestido en su traje. Era evidente que estaba haciendo algo más que un solo baile por lo que tenía otro en una bolsa de plástico para que pudiera cambiarse en el lugar, que, Stormy nos dijo iba a ser diferente de todos los últimos años a los cuales ha asistido, porque este año, sería un evento bastante grande y hermoso.

¿Significaba eso que los otros fueron feos sin embargo? Quiero decir, ella prácticamente lo dijo, no yo. ―Oh umm... ho-hola, Zavier ―tartamudeé como una idiota mientras me volteé hacia el espejo y me miré otra vez. Así no tendría que mirarlo a los ojos. No sé por qué, pero me sentí demasiado incómoda en ese momento y no suelo sentirme en lo más mínimo un poco incómoda acerca de las cosas tampoco. Era como si estuviera súper nerviosa por esta cosa del baile. En serio, ¿por qué era eso? Completamente lo admito, nuestra cita de ayer fue verdaderamente increíble. Fue la mejor noche de mi vida y eso sin duda es decir algo, ya sabes, siendo una criminal y todo. Después de que fuimos a la feria, solo caminamos por la ciudad y exploramos diferentes lugares. Zavier me mostró algunas cosas alrededor, también, de las que siquiera sabía al respecto, y sostuvo mi mano todo el tiempo. Fue muy dulce. Después de eso, fuimos al parque por la noche y solo hablamos de cualquier cosa. Solo la vida. Se puso profundo a veces, pero me aseguré de hacer una broma aquí y allá un par de veces, porque así es solo como la vieja tonta Evelyn se sale de una conversación muy intensa. Pero si amaba hacer reír a mi chico bueno. Todavía me preguntaba acerca de lo que había dicho en francés, sin embargo, después de la cena. Lo habría buscado si supiera cómo jodidamente deletrearlo. Quiero decir, ¿por qué no español o algo así? Conozco un poco de eso, por lo menos. En el orfanato, estaban estos mexicanos de los cuales había aprendido unos insultos. Pero no es como si Zavier me insultaría. Era demasiado agradable. Aunque, también ayudaría si recordaba todo el asunto que él había dicho. Solo recuerdo el "yo" y el "dur", "der" o "dure" al final. ¡Malditamente no recuerdo! Me tiró completamente fuera de mí porque cuando sí busqué la palabra "dur", bueno, digamos que estaba muy curiosa y un poco sospechosa porque él no parecía ni un poco "duro". Y bueno, sabía que no era lo que pensaba que era. Definitivamente podría haber dicho algo a lo largo de esas líneas y literalmente me estaba matando el no saber a ciencia cierta. He querido volver a preguntar, pero él solo lo esquivó. Jodidamente siempre cambiaba de temas, y maldita sea, es bueno en eso, también. ―¿Quién sabe si lo haré excelente?, pero ambos sabemos que tú lo harás. ―dije, viéndolo sonreír con la cabeza hacia abajo. Fue extraño aunque no se ruborizó como usualmente lo haría. Más extraño aún era que era yo la que se había sonrojado esta vez. Pero a duras penas, ya que mis mejillas estaban ya un poco de color rosa del maquillaje que me había puesto. El azul era nuestro color para esta noche. Yo llevaba un vestido brillante color azul cielo que estaba cortado hacia abajo con un cuello en V en mi pecho y mostraba mi espalda desnuda y hombros. La parte inferior estaba cortada en tiras algo así como grandes tiras o franjas gruesas, también.

Zavier solo llevaba un traje azul oscuro, pero justo debajo, llevaba una camisa de vestir azul más claro. Su corbata de moño era exactamente del mismo color que mi vestido y tenía las mangas de la camisa remangadas hasta los codos. Maldita sea, encontré eso extremadamente atractivo, sobre todo cuando él lo hizo. ―Ambos lo haremos muy bien juntos ―dijo con esa pequeña sonrisa dulce suya mostrándose plenamente. Llevó su mano a su despeinado cabello oscuro una vez, antes de morderse el labio y acercarse mientras me miraba por encima en el espejo. Eso solo me hizo cerrar mis ojos por unos segundos mientras mi corazón se detuvo un poco o se aceleró mucho. Ni siquiera podía decir cuál era y también daba un poco de miedo para ser perfectamente honesta―. Oh, todavía necesitas subir totalmente la cremallera. No quisiera que todo se caiga durante nuestra rutina. Eso sería una pesadilla. Ven, te ayudaré. ―Yo, uh, gra… gracias ―dije en voz tan baja a medida que lo vi por el rabillo de mi ojo comenzar a caminar lentamente hacia mí. Y antes de que pudiera decir un rotundo "seguro", sentí sus cálidas y suaves manos deslizándose sobre mi espalda un poco hasta que llegó a la cremallera del vestido. Se me puso la piel de gallina y juro que sentí todas esas pequeñas mariposas estúpidas flotando alrededor de mi estómago como si fuera su propio maldito pequeño parque. ―Es un vestido muy hermoso ―comentó Zavier―. Se vería aún mejor con una flor azul falsa en tu cabello ya que lo tienes todo recogido en rizos y esas cosas. Me reí y miré hacia abajo mientras apartó sus manos de mí. Quería que se mantuviera tocándome. Sus manos me hacían sentir segura. Mataría solo para mantener la sensación de ellas deslizándose sobre mi piel todo el tiempo. Demonios, ¡mataría solo para estar con él cada minuto de cada día! Exactamente no lo había admitido a mí misma, pero estoy segura de que me he enamorado de este chico bueno nerd. Pero, ¿cómo saber exactamente cuando estás enamorado? El amor... el amor es solo una palabra tan fuerte. Pero me gusta más la palabra "odio", teniendo en cuenta que básicamente odio casi todo y a todo el mundo. Claro. Estoy esquivando mis sentimientos de nuevo. En serio, ¿por qué lo hago? ¿Porque solo estoy asustada de enamorarme o sentir algo fuerte hacia alguien que probablemente ni siquiera me da la hora del día? Pero el primer tipo fue solo un idiota. Sabía que Zavier era alguien que me trataría bien. Alguien que no me utilizaría para su propio beneficio. Me he enamorado de él, porque es una persona tan excelente. Pensé que me sentía atraída por los malos. Pero es todo lo contrario lo que en realidad me atrae. Y tenía que al menos hacerle saber cómo me sentía, ¿verdad? Realmente no cambiaría nada. Excepto siendo un pequeño idiota torpe, bueno, obviamente se va a sentir incómodo hasta que sea hora de que me vaya. Y realmente no me gustaría que se sintiera extraño simplemente hablándome. Esto era jodidamente duro, en serio. Me quedé sin aliento y volví a la realidad una vez más cuando sentí dedos tocando ligeramente mi cabello. Parpadeé duro y vi a Zavier poner una hermosa flor azul en mi

cabello que encontró en alguna parte. Su cara era la de un lindo niño pequeño tratando muy duro de concentrarse en la construcción de un castillo de juguete o hacer una muy difícil tarea de matemáticas. Simplemente adorable. ―Listo, eso se ve muy bien en ti ―dijo una vez que había terminado. Le di las gracias y ambos levantamos la mirada al espejo al mismo tiempo y solo miramos profundamente a los ojos del otro. Una vez que empecé a ver sus mejillas teñirse un poco, se lamió los labios y miró hacia abajo, aclarándose la garganta. Fue entonces cuando decidí hablar de algo de lo que realmente odiaba hablar. Pero las lecciones han sido solo para que aprenda y esté con Joss. Irá a una cita con ella esta noche y yo quería que fuera... genial. Tal vez no tan perfecta como la nuestra, pero aún genial. Sé que él hará que sea genial. Oh maldito infierno, no puedo... ―Así que... ―Su cabeza subió cuando me oyó, como si estuviera esperando que le gritara por poner la flor en mí. Pero me aseguré de darle una sonrisa tranquilizadora y pareció exhalar profundamente―. Irás a tu cita con Joss, ¿después de la competencia de baile? ―pregunté, aunque sabía claramente la respuesta. Quería darme una palmada a mí misma por preguntar, en serio. ¿Por qué demonios estoy haciéndome esto? ―Umm... s… sí. Usaré este traje, también, así no tendré que cambiarme a un tercer atuendo. Asentí. ―Bueno, espero que todo vaya muy bien entre tú y ella. Abrió la boca, a punto de decir algo, pero parecía como si lo pensó mejor y cambió de opinión. Luego me dio esa risa adorable. ―Es, uh, n… no es realmente una competencia. ―¡Ohhh, definitivamente es una competencia! Golpearemos sus culos y conseguiremos el dinero para los pobres necesitados. ―Él sonrió más amplio y arregló el reloj en su muñeca. Luego estiró los brazos y se puso las manos en los bolsillos. Me di cuenta de sus venas con bastante claridad también, diciéndome que se había estado poniendo tenso de nuevo. ―Sabes, cuando quieres serlo, eres una persona muy agradable. Me quedé boquiabierta y lo golpeé juguetonamente en el brazo. ―¡Oye! Puedo ser muy agradable. ―Oh, sí ―dijo mientras comenzaba a caminar más cerca de nuevo―. Eres muy, muy agradable... Eso me hizo perder el aliento mientras mi corazón se aceleró. Sentí que estaba perdiendo la calma con este tipo. Me ponía un poco nerviosa, y me hacía sentir cosas que nunca pensé era posible que yo sintiera. Esto era real. Él era real. ¡Mis sentimientos por él eran malditamente reales! ―Vamos, tenemos que irnos. Inicia a la una ―dijo, mientras extendía su mano hacia mí.

Bajé la vista hacia ella y luego de vuelta hacia él. Levantó sus cejas hacia mí y me dijo con una mirada que insistía en que yo tomara el calor de su mano en la mía. Y así, lo hice.

*** Mientras caminábamos hacia el lugar, que ya parecía un poco demasiado lleno, Stormy me estaba contando un poco sobre cómo todo esto iría. Bueno, no toda, toda la cosa entera pero más sobre cómo los jueces iban a actuar y cómo eran los demás competidores. Este año, Stormy sería una jueza, pero podría también bailar un poco más tarde con su hijo. Nuestras sesiones de terapia han sido buenas, también. Han estado normales y de verdad que he estado escuchándola, para poder ganar su confianza de nuevo. Y estaba muy feliz de que no tendría que irme tan pronto. Definitivamente no quiero eso. ―¿Puede ella ir un poco más lento? ―le susurré a Zavier mientras veíamos a Stormy caminar en sus tacones negros de quince centímetros. Mis tacones eran apenas de casi ocho centímetros y ella podía caminar mejor. Aunque me aseguré de que podría bailar en estos. Y lo admito, nuestro baile era muy, muy impresionante. ―Algunas personas ―oímos decir a Stormy―, se vuelven un poco locas en estas cosas. O por lo menos unas pocas familias lo hacen. Pero solo asegúrense de ignorarlos. Son inofensivos... más o menos. Eso es cuando pasamos frente a unas pocas personas de pie justo afuera de la puerta para practicar o hablar. Parecían ambos para mí, de verdad. ―Uno, dos, tres... ¡sigues pisando mi pie! ¡Ve a mi derecha! ¡A mi derecha! ―¿Mi derecha o tu derecha? ¡Maldita sea! ―¡Ohhh, no uses ese tono de voz conmigo! ¡Estúpido este...! Incliné la cabeza hacia un lado a la pareja de baile y me volví para ver otra discusión. Sin embargo, uno de ellos parecía que hacía todo el griterío mientras que el otro se quedó de pie tan congelado como el hielo. ―¡Basta! ¡Deja de estar allí de pie y mirando hacia la nada! ¡Me estás asustando mucho! Me acerqué a Zavier y él aumentó la presión sobre mi mano. Desde que salimos de mi habitación, no hemos realmente dejado ir nuestras manos y eso me hizo extremadamente feliz. No podía dejar de sonreír, aunque lo intentara. ―Guau ―le susurré mientras él asintió. ―Estas perras están locas por alguna maldita competencia de baile. Después de escuchar eso, Zavier se detuvo y se volvió hacia sus dos mejores amigos. Y sí, el gran Jesse y Ethan han decidido unirse a nosotros en tan poco tiempo. ¡Los pequeños hijos de puta! ―¿Recuérdame de nuevo por qué ustedes dos están aquí?

―Comida gratis, ¿por qué más? ―Jesse respondió con indiferencia―. Oh, hay algunas chicas muy bonitas por aquí, también. No me perdería la oportunidad de conseguir algunos números, si sabes lo que quiero decir. Rodé mis ojos hacia él y miré a Ethan. Él solo mordió su uña y se encogió de hombros hacia mí, en realidad sin darnos una respuesta por su venida. ¿Era yo o estaba él tornándose más silencioso y tímido cada día? ―Solo no hagas nada estúpido ―dijo Zavier. Comenzó a caminar de nuevo, pero se detuvo y se volvió hacia ellos una vez más―. No hagas nada para hacer que nos echen o nos avergüence es lo que realmente quiero decir. ―Sí, señor ―dijo Jesse con sarcasmo con un saludo mientras que Zavier resopló y se dio la vuelta. Estábamos finalmente dentro y el lugar era más grande de lo que pensé que sería. Parpadeantes luces de colores por todas partes a medida que comenzaron a tener el escenario en el centro listo. Un par de mesas estaban alrededor también, y por supuesto, la comida. Pero había mucho más espacio para que la gente caminara y bailara. Solo piensa en esas cosas de baile de la escuela secundaria. Jajá, nunca voy a esas cosas. Tal vez para dañarlo, sí, pero... ―¡Hola, Zavi! Fruncí el ceño cuando oí una voz ligeramente aguda procedente de un nivel inferior. Pero una vez que miré hacia abajo, vi a una niña linda en un vestido de color rosa, sosteniendo una muñeca mientras que tímidamente sonrió hacia Zavier y a la vez coquetamente parpadeando sus ojos. Oh... así que hasta una niña pequeña está enamorada de él. ¿Qué edad tenía ella, cinco? Tengo que admitir, sin embargo, ella era bastante jodidamente linda. Zavier me soltó la mano muy despacio, como si no quisiera dejarme ir, y se agachó para estar a la altura de los ojos de la niña. Le dio una dulce sonrisa y ella se acercó a abrazarlo apretadamente. ―Anita, mira cuánto has crecido. ¿Cómo ha estado mi pequeña princesa desde la última vez que la vi? Ella se rió y se sonrojó un poco. ―Ha estado bien. ¡¿Vas a estar bailando esta noche!? ¡Definitivamente tienes mi voto! ―¡Por supuesto que lo estoy! No pierdas demasiado dinero apostando por mí, sin embargo. ―Oh, vamos, que es para las obras de caridad ―dije, haciendo que los dos miraran hacia mí―. Y Stormy dijo que has ganado un montón de veces antes, ¿quién puede decir que será diferente esta vez? No dejes que tu pareja de baile te detenga de brillar. Zavier simplemente me dio una sonrisa torcida con una risita y un leve encogimiento de hombros. La niña, Anita, me estaba mirando por encima pero en lugar de parecer celosa o algo, sus ojos parecían brillar con una especie de admiración.

―¿Quién es ella, Zavi? ―Oh. Esta es Evelyn, mi amiga. Agh, esa palabra otra vez, amiga. ¿Por qué no nos volvemos todos simplemente amigos, eh? ¡Los amigos son jodidamente geniales! Ja, "amigos". ¡Simplemente fantástico! ―Evelyn Jo, conoce a mi prima favorita en todo el mundo, Anita Floresa. ―Encantada de conocerte ―le dije, mientras llevé mi mano para estrechar la de ella. Pero en cambio, ella corrió, y me dio un abrazo. Fruncí el ceño, pero reí sin embargo por su ternura. Zavier se levantó y parecía realmente gustarle lo que estaba viendo, una niña pequeña y yo llevándonos bien. Para ser honesta, sin embargo, por lo general los niños me molestaban. Pero este pequeño ángel parecía ser bastante genial. ―¡Eres bonita! ―gritó ella mientras se alejaba de mí. ―Vaya, gracias, cariño. ―¡Ani! En ese momento, ambos miramos hacia arriba y vimos a una joven, mujer hispana mirando a Anita. ―¡Vente para acá! Lo siento, ¡qué contenta de verte, Zavier! ―gritó mientras le sopló un beso. Ella dijo el nombre de Zavier como Javier, probablemente ya que no podía pronunciar bien porque su acento era bastante grueso. Zavier la saludó y luego se inclinó para mirar a Anita directamente a los ojos de nuevo. ―Ok, mamá te llama. Mejor ve. Cuídate, princesa. Tal vez te veré más tarde. Guárdame un baile, ¿de acuerdo? ―¡Ya lo tienes! ―gritó mientras le dio un pulgar hacia arriba a medida que empezaba a correr hacia su madre―. ¡Adiós, Eve! ―¡Adiós, querida! ―grité de vuelta. Y cuando ella estaba fuera de la vista, me volví a Zavier con una pequeña sonrisa jugando en mis labios―. Pensé que no eras suave con las mujeres. Se sonrojó ante eso. ―Oye, es una niña. Ella va a tener sus amores y estoy seguro de que no voy a ser yo. ―Oh, definitivamente serás tú. Sabes, serías un gran padre, también. Él parecía sonrojarse aún más con eso y se aseguró de no hacer mucho contacto visual conmigo. ―Umm, gracias... ―¿Tu familia está llena de latinos? Stormy no parece en lo más mínimo latina. ―Umm, soy solo como medio latino. Nunca supe mucho de mi papá, pero él era venezolano. Pero nunca aprendí español. ―Deberías. Es uno de los idiomas más románticos allí afuera.

―Sí... junto al francés, por supuesto.

*** A medida que la cosa de la competencia de baile, recaudación de fondos-lo que sea, siguió, me estaba refrescando. Habían llamado primero a las parejas de baile a subir al escenario. Sorprendentemente, obtuvimos toda una tonelada de gente votando por nosotros por lo que ya teníamos mucho a favor de nuestras obras de caridad. Pero si los jueces nos elegían, unos cien mil dólares serían dados a nuestras obras de caridad como premio. Me sentí muy débil, sin embargo, una vez que nuestros nombres fueron llamados porque era nuestro turno para ir a bailar. Jesse y Ethan habían, en realidad, por una vez, realmente ayudado en algo. Pusieron un montón de canciones increíbles juntas que podríamos bailar y mezclarlas. El baile consistía en su mayoría de Zavier y yo solo bailando lento, luego se fue a un poco de jazz, un poco de tango sexy (más Zavier agarrándome en un punto y girándome en el aire un par de veces), después al final, hicimos una parte increíble de hip-hop. A la mitad de ello, dejé de estar nerviosa y solo me reí de todo el asunto. Todo esto era extremadamente divertido y simplemente hacerlo con Zavier hizo todo mejor. Me encantó la forma en que en un punto, hizo un giro impresionante y se quitó su abrigo en el proceso. Hacía bastante calor, por decir lo menos. Casi me hizo parar el baile y morderme el labio mientras seguía mirándolo, pero sabía que el espectáculo debía continuar y, sinceramente, no esperaba la cantidad de aplausos que recibimos una vez que habíamos terminado. ¡Soplamos la casa abajo! La mayoría de los votos de los jueces fueron dieces y estoy segura de que si Stormy pudiera, nos daría cien más. Le di una gran sonrisa y saludé. La hice sentir orgullosa y yo estaba muy contenta por eso. ―Evelyn. Me di la vuelta para hacer frente a Zavier, pero antes de que pudiera siquiera parpadear, ya estaba en su cálido abrazo. ―¡Lo hiciste muy bien! Se apartó y me miró fijamente a los ojos. Él estaba tan feliz y solo me hizo sonreír ampliamente, mientras que agarraba sus mejillas sonrosadas. ―Tú lo hiciste muy bien, también ―le susurré mientras él se rió y me abrazó con fuerza de nuevo. Pero este abrazo se sentía como si significara algo más, tal vez más que un beso, porque sus brazos estaban tan seguros alrededor de mí. Me hicieron sentir segura, agradable y nunca quería que me dejara ir. Me había enamorado de este idiota. Y le diría. Jodidamente iba a decirle esta noche. Pero, ¿por qué siento como si algo terrible estaba a punto de suceder?

33 Mueve tu cuerpo •Evelyn• Si no estaba nerviosa antes, definitivamente lo estaba ahora. Extremadamente Quiero decir, nunca en mi vida tuve que lidiar con una situación como esta. Decirle a alguien, especialmente a un buen amigo, cómo te sentías en verdad por ellos, significaba arriesgar la asombrosa amistad que tenían. Pero supongo que simplemente estaba dispuesta a tomar ese riesgo. Sé también que tendré el corazón roto al final, porque a Zavier obviamente aún le gusta la señorita Joss, quién todavía es tan perfecta como una pequeña tonta muñeca Barbie. No le gustaba yo, a pesar de que estaba actuando más dulce de lo normal. Pero eso probablemente no era nada. Probablemente solo estaba siendo agradable y posiblemente ya sabe acerca de mi estúpido pequeño enamoramiento y está tratando de dejarme ir gentilmente; muy, muy gentilmente para no herirme demasiado. Maldito infierno. ¿Realmente puedo hacer esto? No creo que pueda. ―¡Evelyn! Salté cuando escuché mi nombre ser gritado justo al lado de mi maldita oreja. Ahora, la "vieja" Evelyn habría golpeado directamente en su rostro a la persona que decidió deliberadamente gritarle en la oreja. Pero estaba demasiado inmersa en mis propios pensamientos y también estaba tratando de deshacerme de todos los reflejos que tenía. Un consejo de Stormy. Y le he estado haciendo caso por mi propio bien. Tomé una profunda inhalación y me volteé hacia un demasiado divertido Jesse, con Ethan, como siempre, directamente a su lado. ―¡Amiga, totalmente lo rockeaste! ―gritó Jesse―. Guao, quién sabría que podías bailar así. ―Pretendí estar molesta fulminándolo con la mirada, pero después de un segundo solo me reí―. Puedes bailar también en la cama porque yo… ¡auch! Amigo, qué demoni… ―Gracias, Ethan. No me sentía con ganas de abofetear a una perra hoy ―le dije a Ethan con un guiño mientras me di la vuelta para enfrentar el centro del escenario. Zavier y alrededor de cinco de sus primos iban a tomar el escenario aproximadamente en un minuto más o menos, ya que su actuación final era un baile de K-pop. Y estaba emocionada de finalmente poder verlo.

Se han estado encontrando para practicar durante su tiempo libre y una vez, de hecho seguí a Zavier al escondite secreto de su primo, el cual era en realidad su garaje. Pero él supo que estaba siguiéndolo, así que esperó hasta que me fui porque no quería que viera el baile aún. Aparentemente, jamás puedes seguir a alguien secretamente mientras montas una motocicleta. Pero oye, tenía un casco puesto. Realmente podría haber sido alguien más. Puff. ―¡Todo el mundo, cállese! Mi mejor amigo está a punto de subirse allí y no necesito estar pateándole el trasero a nadie en este momento. ¡Oye tú, chico! Tengo mi ojo en ti. Ni creas que no veo el lápiz láser en tu mano. Después que eso fue escuchado por casi todo el lugar, me puse una palma en mi rostro, avergonzada. Creo que es bastante claro que todos sabíamos que ese era Jesse, quien tenía un asiento en primera fila, listo para ver a su mejor amigo trabajar. Yo estaba un par de asientos detrás de Jesse, de pie. Solo no quería que Zavier estuviera tan nervioso que no se pudiera concentrar mientras me veía observarlo. Nadie escuchó realmente a Jesse cuando les ordenó a todos que se callaran, pero sí hicieron silencio una vez que Stormy agarró el micrófono para anunciar algo. ―Y ahora, para nuestra actuación final, un baile grupal. Aplaudan para mi hijo, ¡Zavier y sus primos: Zayne, Zandy, Alejandro, Adrian y Leonard! A eso, todo el mundo empezó a animar salvajemente, Jesse y yo siendo probablemente los más escandalosos, a medida que vimos a Zavier y sus cinco primos corriendo y saltando en el escenario. Saludaron a la audiencia, a pesar de que Zavier parecía estar buscando alrededor por algo, o mejor dicho alguien. Traté de esconderme lo mejor que pude una vez que él estaba intentando buscar mejor en mi dirección; pero cuando miré de vuelta hacia él después de un rato, estaba saludando ligeramente a alguien más… Fruncí el ceño y seguí sus ojos. Mi corazón se sintió como si estuviera adolorido, cuando vi que ese alguien más, era Joss. Él estaba sonrojándose un poco, rascando su nuca como lo hace cuando está un poco tímido. Aunque, eso solo me recordó cuando lo hacía en cualquier momento que estaba conmigo. Dolió, para ser honesta. Pero me sentí entumecida en el momento. No iba a cambiar de opinión solo porque saludó a la chica que en realidad malditamente le gusta. Todavía le diría. Y si aún le gustaba ella, lo cual estoy segura de que le gustaría aún después de decirle, entonces que así sea. Al menos era lo suficientemente valiente para decirle mis verdaderos sentimientos. Al menos era lo suficiente valiente para decirle que la chica mala ha caído por el chico bueno Miré de vuelta a Zavier y sus primos, y aún me las arreglé para llevar una gran sonrisa una vez que empezaron su baile. Los colores de sus vestimentas consistían mayormente en negro, gris y blanco. Le había dicho a Zavier exactamente qué usar, y oh, se veía muy bien. Pero en serio, ¿cuándo no se veía bien? Era imposible para él verse horrible, en serio.

Lo que Zavier usaba era un chaleco universitario blanco y negro con una capucha gris, y la letra Z cosida en el lado izquierdo. Debajo, usaba una camiseta blanca de botones sin mangas, añadiendo una corbata negra. Vaqueros ajustados oscuros fueron agregados con sus famosas Vans blancas, y se aseguró de ponerse su capucha, solo porque yo pensaba que se vería genial. El baile K-pop que estaban haciendo era asombroso, y Zavier era el líder del grupo así que estaba en el frente la mayoría del tiempo. También sabía que baile estaban haciendo después de un rato, considerando que alguien gritó "¡Overdozed de Exo! ¡Amo esa banda!" así que hice una nota mental para buscar la banda real y la canción más tarde. Porque en serio, no era del todo mala. ¿Quién habría sabido que el pequeño Zavier no era en realidad demasiado tímido para mostrarle a todo el mundo lo que de verdad podía hacer? Porque oh, vaya, ¡podía bailar! Sus primos estaban bien. Estaba a punto de animarlos cuando se quedaron de pie completamente quietos después que la canción se detuvo. Entonces repentinamente, otra canción venía y no pude evitar jadear y gritar un gran: ¡DEMONIOS, NO! Ellos jodidamente iban a hacer otro baile. Pero esta vez, era con una canción de mi banda favorita, Hollywood Undead. Y sabía que Zavier había hecho la coreografía para este baile, porque no había ninguna rutina de baile creada para la canción "Lights Out". Dios. ¿Hizo esto por mí? Realmente hizo todo esto, por mí… ¿Era posible que de hecho sintiera algo por mí? ¿O era posible que lo haga ahora, al menos? Tenía que averiguarlo.

•Zavier• Una vez que el baile terminó, sonreí y exhalé profundamente, quitándome mi capucha en el proceso. Estaba mirando a través de una gran multitud de personas. Pero estaba volviéndose tan loco que algunos de hecho comenzaron a subirse al escenario para felicitarnos. Jesse prácticamente saltó hacia mí y estaba contento de que podía cargar al chico, pero después de un segundo, tuve que hacer que se quitara de mí para ir a buscar a Evelyn. Honestamente, ella era la única razón por la cual hice esto. Quería que viera en lo que he estado trabajando. Quería sorprenderla y realmente esperaba haberlo hecho. ―¿¡Evelyn?! ―grité, girando alrededor un poco para tratar de encontrarla. Pero después de pasar muchos segundos, o minutos-honestamente no lo sé- buscándola, no estaba a la vista y mi corazón estaba volviéndose completamente loco. ¿Dónde estaba? No podía verla en ningún lado. ¿No acababa de verla? No puede simplemente irse. No puedo simplemente dejarme aquí… por favor…

¿Por qué demonios estoy enloqueciendo de esta forma? Probablemente sólo se perdió. Posiblemente se fue a ver a alguien más. Seguramente fue al baño por un rápido segundo. Pero si no la encuentro… no creo ser capaz de… oh no, no puedo respirar. Cuenta, Zavier. Solo cuenta hasta diez y estarás bien. Estarás muy bien. Demonios, no necesito estar en esta situación. No en un lugar repleto otra vez. Nadie podía estar aquí para ayudarme esta vez, así que tenía que intentar de calmarme yo mismo. Odiaba los hospitales y no quería volver allí solo por culpa de un estúpido ataque de pánico con el cual no podía luchar yo mismo. ―Uno… ―Me las arreglé para susurrarme a mí mismo, sintiendo un par de personas empujando para pasarme. ¿Cómo podían no notar esto? Es realmente difícil lidiar con ataques de pánico cuando estás solo en un lugar lleno de gente y que nadie sepa que está sucediendo. ¿Dónde está mamá? ¿Se fue Jesse? ¿Ethan? ¿Alguien? ¡No pueden simplemente haberse ido! ―Dos… Aún recordaba cuando Evelyn me dio mi primer beso y salvó mi vida a la misma vez. Eso seguramente era algo… algo que nunca, jamás olvidaré. ―T… tres… También fue cuando mi vida empezó a ser un poco salvaje… cuando realmente comencé a ver la vida en una forma totalmente diferente, y de hecho viví. También me di cuenta que hay tantas otras cosas que hacer que solo estudiar e intentar hacer el futuro perfecto. ―Cuatro… Cuando Evelyn entró a mi vida, tan solo se expandió en algo aterrador aunque fascinante. Una persona que no sabía que estaba dentro de mí mágicamente escapó. Era otro yo, y no podía decir que no estaba feliz de que llegué a conocerlo mejor estas pocas semanas pasadas. ―Cinco… Sentí lágrimas picando en las esquinas de mis ojos mientras agarré mi estómago, sintiendo mis gafas tornándose un poco nebulosas debido a mis respiraciones desiguales. Se estaban deslizando por mi nariz un poco debido al hecho de que estaba hundiéndome en mis rodillas nuevamente, temblando casi incontrolablemente. ―Se… seis. ―Mi voz había empezado a romperse terriblemente y realmente no estaba seguro de que podía hacer esto por más tiempo. El conteo ya no estaba funcionando. Necesitaba ayuda. Necesitaba a alguien. Necesitaba a Evelyn. ―¿Zavier? No me di cuenta de que mi cabeza estaba colgando hacia abajo, o que mis ojos estaban lentamente comenzando a cerrarse, o que probablemente estaba muy cerca de

desmayarme. La oscuridad estaba lentamente rodeándome y no podía encontrar ninguna luz que me trajera de vuelta. Iba a… ―Si… sie… te mmm… ―¿¡Zavier!? ―Sentí tibias, suaves manos agarrar mis mejillas para levantar mi cabeza, pero mis ojos apenas estaban abriéndose un poco. Solo podía ver un borrón―. Por favor dime que estás bien. Solo respira, mantén tus ojos abiertos. Estarás bien y llamaré a alguien para que ayude. Me quedé quieto por unos pocos segundos justo allí y en ese lugar, mis ojos apenas siendo capaces de quedarse abiertos. Me sentía cansado. Solo quería ir a casa y dormir. ―Sie… och… Ya no podía contar más. Allí fue cuando lentamente empecé a ver hacia arriba de nuevo a la persona justo frente a mí. Solo quería intentar una última cosa si iba a… ―¿Zavier? ―preguntó ella otra vez con una ligera, preocupada voz. Miré directamente a Evelyn, agarré sus suaves mejillas y la besé, justo como ella había hecho la primera vez. Podría ayudarme a mantener mi aliento para poder respirar normalmente de nuevo. No necesitaba ninguna maldita ayuda. Solo la necesitaba a ella. Siempre la necesité solo a ella. Cuando sentí que finalmente podía respirar apropiadamente de nuevo después de solo unos pocos segundos, me alejé y lentamente abrí mis ojos para ver su belleza, la belleza que ha sido mi única calma. La belleza que me ha ayudado a dormirme en la noche. La belleza que era una de las muchas razones por las cuales me había enamorado de ella. Pero esta no era ella. Esta persona no era Evelyn. ―¿J… Joss? Tragué duro y miré fijamente los ojos azules brillantes e impactados de Joss. Sus labios estaban ligeramente abiertos y sus mejillas estaban sonrojadas. No podía creerlo. ¿Cómo la confundí con Evelyn? Estaba alucinando pero estaba seguro de que sus labios se habrían sentido y sabido diferente. ¿¡Oh, cómo pude ser tan estúpido?! ―G… guao, umm… ¿por qué fue eso? ―Joss dejó salir tartamudeando. ―T-tú… ―Tú no eres Evelyn. ¿Dónde estaba ella?―. Yo… Maldita sea. ¿¡Qué se suponía que dijera entonces?! Había olvidado completamente que le había pedido a Joss que viniera. Dijo que no podía venir hasta la presentación final y estuve bien con eso… pero ahora, honestamente solo deseo que no hubiera venido. ―Joss, mira… ―¡Vaya! ¡Zavier, no nos has presentado a tu pequeña novia!

Volteé mi cabeza y vi a mis cinco primos dirigiéndose hacia mí. Zayne, el más viejo de nosotros, había gritado eso con una sonrisa de suficiencia en sus labios. Siempre era el bromista, y bastante mujeriego, también; básicamente lo opuesto a mí. ―Yo… ella no es mi novia ―dije a través de dientes apretados, sintiéndome sonrojar. A pesar de que miré hacia abajo para tratar de esconderlo, Zayne se acercó e inclinó mi cabeza hacia arriba y miré a Joss, quien me estaba dando una pequeña sonrisa con un sonrojo también. ―En serio, bueno, parece totalmente fuera de tu alcance de todas formas así que… ¡auch! ―Ni siquiera necesito voltearme debido al hecho de que sé que era el hermano más joven de Zayne, Alez, quien en realidad era bastante como Jesse. Así que siempre tenía que asegurarme de mantener a esos dos separados cada vez que venían a visitar. ―¡Alez!, ¡Mi hombre! Demasiado tarde. ―¡Jess! ―finalmente me volví hacia Alez y lo vi cargar a Jesse mientras Jesse desordenaba su cabello. Se veían como los mejores amigos… esos que muy, muy locos amigos de los cuales a veces te preocupas. Espera… ¡quizás él sabe a dónde fue Evelyn! Abrí mi boca, cerca de llamarlo, pero entonces Zayne agarró mis hombros y me volteó para enfrentar a Joss, quien estaba prácticamente incómoda de pie allí. ―Muy bien, ahora no seamos groseros y preséntanos a esta adorable joven futura Sra. Coin… ―¡Amigo! ―Me estaba sonrojando furiosamente ahora. Y también lo estaba ella. Él era tan malditamente vergonzoso. Jesús, muchas gracias, Zayne. De verdad te amo. ―Bueno, yo soy Zayne. ―Acto seguido, arrastró a mi otro primo por su camiseta. Se veía exactamente como él, solo que con cabello rubio ya que Zayne había teñido el suyo de negro―. Este es mi hermano gemelo Zandy, y nuestro hermano menor por un año, Alezandro, quien está siendo gay por allá Jesse… como siempre. ―Tu familia de verdad tiene algo por la letra Z ―dijo Joss con una ligera risita. Pero solo la miré fijamente. Me había enamorado de esa risita una vez. Ahora, todo en lo que podía pensar era en Evelyn. Y no pude evitar sentirme triste y solitario. Ella me dejó. No le importa, ¿lo hace? Nunca le importó. Es la chica mala. ¿Cuándo demonios le iba a importar de verdad? ―Y allí está Adrian y Leonard, quienes son hermanos también, solo que no nuestros. Simplemente escuché la voz de Zayne haciendo eco a través de mi oreja. Personas pasaban al lado pero es como si el mundo entero se había desvanecido para mí. Era el único aquí. Fui dejado solo. Cuando ella no está, me siento más que vacío. Hay un hueco en mi corazón donde se supone que esté ella. Si este mundo no la tenía, estaría muerto y desaparecido, también. Era mi todo y yo era nada para ella.

Jaja. Por supuesto. ¿Por qué pensé que de hecho sentiría algo? ¡Porque malditamente hice eso! ¡Dios! ¡Soy tan jodidamente estúpido! ―¿Zavier? Oye, ¿estás bien, amigo? Negué con mi cabeza pero luego asentí a Jesse. Ni siquiera lo estaba mirando, sin embargo. Todo lo que podía hacer era fulminar con la mirada el espacio frente a mí. Realmente me odiaba a mí mismo en el momento. Estoy aquí sollozando por gustarme una chica cuando tengo a alguien más con quien podría estar en su lugar. Pero mi corazón me estaba diciendo que no escuchara a mi cerebro. Oh bueno, tal vez mi corazón simplemente ha estado equivocado todo este tiempo. Quizás yo he estado equivocado todo este tiempo. ―Zavier, te ves pálido. Seguí ignorando las voces. ―Zavier. No hay nadie más. ―¡Zavier! Una vez que sentí una mano en mi hombro, me gire rápidamente alrededor y golpeé a la persona directamente en el rostro. Escuché algo romperse y allí es cuando suspiré y parpadeé a la vista frente a mí. Oh no. Voy a vomitar. ¿A… acabo de hacer eso? ¿Y a mi mejor amigo? ―¡Jesse! Alez y los otros chicos fueron para ayudar a Jesse, quien estaba en el suelo con una hemorragia nasal horrible. Y estaba más que seguro de que acababa de romper su nariz. Me sentí aún peor ahora, mayormente cuando Ethan vino y corrió hacia él, agarrando su brazo para tratar de levantarlo porque parecía como si estuviera a punto de desmayarse también. Las hemorragias nasales de Jesse siempre eran malas y necesitaba ayuda especial para ellas cuando no se detenían después de un buen rato. ¿Qué demonios estaba mal conmigo, en serio? ¿Por qué acabo de golpearlo en el rostro? ¿Por qué estaba enojado conmigo mismo? ¡Esa no es una razón para hacer algo como esto! Me estoy volviendo violento ahora, esto no está bien. ―¡Consíganle ayuda! ―gritó Ethan mientras Alez y él pusieron los brazos de Jesse alrededor de sus cuellos para ayudarlo a pararse derecho. Las personas alrededor le estaban dando espacio para poder pasar. Y a pesar de que sus ojos estaban en un sangriento Jesse… la mayoría de ellos estaban robando vistazos hacia mí para juzgarme por lo que había hecho. Y mi familia… ¿qué va a pensar de mí ahora? Nunca en mi vida había golpeado a alguien antes. La única persona que de verdad quise golpear siempre fue a Davne. Las palabras no podían posiblemente describir lo mucho que lo odiaba. Y él estando interesado en Evelyn solo me enfurecía más. Quería ser suyo. Sin embargo ella nunca podría ser mía.

Observé irse a Ethan y Alez, con los otros chicos haciendo su camino detrás de ellos, tratando de hacer que la gente se moviera de sus caminos. A pesar de que no perdí la mirada fulminante que Ethan me envió. Aunque, sus ojos estaban también llenos de decepción. Quiero decir, ¿cómo podía haber herido a nuestro mejor amigo? Este jodido rarito que siempre ha estado allí para nosotros cuando lo necesitábamos. Seguro, podría habernos arrojado insultos aquí y allá, ¿pero en serio se merecía eso de mi parte? Por supuesto, no. ―¿¡Zavier?! Justo entonces escuché la voz de mi madre. Aún no estaba pensando mucho. Pero realmente, ¿siquiera estaba pensando? No, no lo estaba. Simplemente no me importaba ya. Ya no quería sentir nada por nadie. Quería sentirme completamente entumecido por una vez. Así que agarrando la mano de Joss, le di una última mirada fulminante a Zayne, quien estaba de pie allí después de presenciar a su pequeño inocente primo golpear a alguien como nunca antes. ―Salgamos de aquí.

*** ―Sabes que está completamente bien, Zavier. Yo… podemos disfrutar nuestra cita y fingir que esta noche nunca ocurrió. Bueno, quiero decir esa parte, no está. Seguí caminando con mis manos en mis bolsillos mientras Joss seguía hablando. No obtuve una oportunidad de cambiarme ya que corrimos, así que aún estaba en mi camiseta sin mangas y vaqueros. Era una cosa buena que no estaba planeando ir a un restaurant elegante ni nada. Mayormente porque no quería que esta cita fuera mejor de lo que fue la de Evelyn. Pero aún estaba dispuesto a hacerlo divertido para Joss. Era lo menos que podía hacer luego de asustarla con lo que había hecho allá atrás. Ella debería estar corriendo, pero de nuevo, nunca heriría a una chica así. Solo las personas dementes lo harían. Allí es cuando una imagen de Davne hiriendo a Evelyn me vino a la mente. Tuve que parpadear por unos pocos segundos para hacer que toda la imagen dejara mi mente. Y fue difícil hacerlo. Solo pensar en él hiriéndola de la forma que siempre me hiere a mí, me enfureció de nuevo. Me recordé a mí mismo sin embargo de que no podía enojarme de nuevo porque si Joss solo me tocara el hombro como lo hizo Jesse… ―De verdad lamento que hayas tenido que presenciar eso. ―Me disculpé mientras seguimos caminando a través de las ocupadas calles de New Jersey. Solo me recordó a cuando le estaba mostrando a Evelyn estos lugares. Todo me recordaba a ella. Creo que tengo que superarla ya. Pero sabía que no era así de simple. ―Así que, ¿qué tal si vamos…

Fui interrumpido cuando el teléfono de Joss repicó. Me dio una mirada disculpándose y dejamos de caminar para que así pudiera buscar en su bolso por su teléfono. ―Sostén ese pensamiento, me está llegando un mensaje. Podría ser importante, mis padres pueden ser muy estrictos. ―Sí, lo entiendo ―dije con una sonrisa pequeña. La observé mirar su teléfono y vi cómo su rostro fue de calmado ha impactado. Y un poco de disgusto―. ¿Qué pasa? Ahí fue cuando mi teléfono sonó, diciéndome que tenía un mensaje también. Rápidamente busqué en mi bolsillo y lo saqué, revisando el mensaje fortuito de un número desconocido. Pero me arrepentí de abrirlo, porque lo que vi solo me hizo enfurecerme de nuevo.

34 Reparar los corazones rotos •Zavier• —Buena chica… No sabía por qué y realmente me odiaba por hacer esto, pero todo lo que podía hacer ahora era responder al maldito estúpido video que alguna persona aleatoria había decidido enviarnos a Joss y a mí en nuestra primera cita. Esto era asqueroso en muchos niveles. Quiero decir, claro, parecía bastante divertido para ellos, pero ¿para mí? Lo odiaba. Le odiaba a él. Odiaba esto. Odiaba todo. Y odiaba… No… nunca podría odiar a la persona de la que me he enamorado. Simplemente no podría. Si quisiera hacerlo, significaría que ella tendría que hacer algo que fuera lo suficientemente horrible para hacerme sentir de esa forma sobre ella. Aunque, esto estaba más allá de horrible para mí, no solo por una, sino por dos razones. Y sinceramente, simplemente no podía permitirme odiarla por algo como esto. Si ella quería estar con el chico malo, entonces que esté con el chico malo. Quería pasar su tiempo libre con él en vez de conmigo, que lo haga. Quería mentirme cada maldita vez a la cara, solo para que pudiera correr directa a él para vivir su feliz y salvaje vida… Entonces… Deja. Que. Lo. Haga. Dije que no quería preocuparme… y santo cielo ¿me era difícil hacer eso? Pero tenía que superarlo. Era tan estúpido, que ni siquiera tenía el valor o el coraje para detener el video que me han enviado. Entendía la reacción de Joss por la forma en la que se hizo. Pero principalmente estaba disgustado por Evelyn y por qué había elegido hacer esto con Davne, mi peor enemigo. No podía seguir con esto… —Oh, sí, definitivamente he estado esperando esto demasiado tiempo —escuché decir a Davne con voz ronca, haciendo que cerrara los ojos mientras apretaba mis manos alrededor del teléfono otra vez. En serio, ¿qué demonios era esto? ¿Por qué siquiera habían decidido enviarnos esto? ¿Para hacerme enfadar? Porque lo estaba, más enfadado de lo que alguna vez pensaba que podría estar. Y el sentimiento solo me hacía querer golpear a alguien todavía más, o incluso vomitar por las náuseas que me había provocado.

—Cállate de una maldita vez y quítate tú estúpida ropa para que podamos liarnos o lo que sea —escuché decir brevemente a Evelyn. —Codiciosa, ¿no es así, conejito? —Davne se rio y oí las suaves palmaditas de una cama, haciéndome gruñir ligeramente cuando sentí una mano tocando la mía ligeramente. Joss me quitó el teléfono y le di un puñetazo a mi rodilla, enterré mi rostro en mis manos y me despeiné el cabello con frustración. Nos sentamos en un banco el uno junto al otro en la calle, para que pudiera calmarme, porque en serio, no estaba bien. Estaba seguro de que estaba a punto de tener un ataque de pánico por segunda vez en la misma noche y eso no habría sido bueno para mí. Si lo tenía, Joss tendría que llamar a la ambulancia porque un pequeño beso no funcionaría esta vez, especialmente ahora ya que sabía que a la que había devuelto el beso ahí era ella y no a Evelyn, como había querido que fuera todo el tiempo. Pero ¿quién sabe? Tal vez Evelyn siempre había ido a besar a Davne antes de cada vez que yo la besaba. ¡Ja! Patético. Ni siquiera debería odiar a nadie por esto. Odiaba a Davne, eso era seguro. Pero era por la forma en que me trató cuando éramos jóvenes. Estaba empezando a ser amable conmigo y eso era extremadamente extraño y sospechoso. Pero yo tenía razón. Solo había querido llegar a Evelyn y bueno, ahora la tenía. ¿Por qué la querría conmigo? ¿Para que pudiera verla amar a alguien más que no era yo? Ahora eso era lo que me enfadaba, en el fondo, que yo no fuera la razón de sus sonrisas, o sus risas, o su felicidad. Quería ser el que luchara por ella y la protegía, incluso aunque había sido al revés con nosotros. Quería que fuera mía. Toda mía. Pero simplemente… —Simplemente no puedo… —susurré para mí mismo mientras volvía a poner mis manos en mi rostro, cubriendo mi nariz y mi boca. Mis ojos se estaban llenando de lágrimas y no tenía ni idea de por qué. Estaba enfadado, triste, y cualquier otra emoción que podías calificar de horrible. Estaba sollozando y estaba temblando y simplemente… no podía. —Zavier, deberías de dejar de ver eso —me susurró Joss por lo que parecía ser la milésima vez. Me dijo que dejase el video pero simplemente no podía. Simplemente no podía apartar la mirada, así que todo lo que hacía era seguir ignorándola y lo veía como si fuera la cosa más entretenida. Pero no lo era. Definitivamente no lo era. Todavía tenía que encontrar a Evelyn, pero solo para que me explicase esto. Oh, ¡seguro que me encantaría escuchar la fantástica historia detrás de ello! Como me había mentido a la cara y actuó a mis espaldas para… —Joder… ¡maldita sea! —Con la última palabra, había golpeado el banco y abruptamente me había levantado mientras respiraba fuerte y miraba alrededor a los caminos ocupados. Agarré mi cabello con fuerza mientras frenéticamente me volvía a todas partes, observando cómo la tierra se movía casualmente alrededor de mí.

Pero Evelyn era mi mundo y mi mundo giraba en torno a ella. No hubo ni un solo segundo en todo el día que no había dejado de pensar en ella. Cada. Maldito. Minuto. Ella estaba en mi mente y no podía detenerlo. Pero ahora, sabía que tenía que hacerlo. Simplemente odiaba sentirme de esta forma por alguien como ella. Estuve en lo correcto cuando la conocí. Ella no es más que una delincuente, y yo solo soy el buen e inocente chico. Bueno, solo me hacía querer convertirme en un chico malo para que ella pudiera ver lo que se perdía. ¡Maldita sea, eso sería algo! —Zavier, por favor cálmate, esto no es saludable para ti —me dijo Joss, mientras empezaba a acercarse a mí, pero con mucha cautela como si tuviera miedo de ser herida. Todo lo que hice fue levantar los brazos a la altura de mi cintura y reír como una persona loca. —¿No es saludable para mí? —De repente detuve todas mis sonrisas falsas y las risas y en cambio la fulminé con la mirada—. Como si tú supieras algo sobre mí. —Con eso, empecé a acercarme a ella, haciéndola fruncir el ceño y dar un paso atrás. ¿Eso ya me convertía en una mala persona? Bueno, sinceramente no me importaba—. Todo lo que me has dado es un simple pequeño beso, no ha sido nada especial. Así que deja de halagarte cuando no has hecho absolutamente nada por mí. Ella tragó saliva, apretó los dientes y negó con la cabeza frenéticamente. Entrecerré los ojos hacia ella, esperando a oír lo que tenía que decirme. Recordé sentir algo fuerte por ella solo por algún estúpido juego de La Botella. En serio, ¿todavía me gustaba? ¿Quería que me siguiera gustando solo porque a Evelyn no le importaban ni un poco mis verdaderos sentimientos? Tal vez. Tal vez no era tan malo que me siguiera gustando. —Tendrías que haber ido al hospital si no hubiera sido por mí. Zavier, este no eres tú. Por favor, no hables así —dijo ella. —Necesito fumar. O una bebida —murmuré para mí mismo mientras entrecerraba los ojos y miraba alrededor en la calle. Empecé a caminar a esta Tienda de Licores que había visto, cuando Joss me agarró el brazo y me empujó hacia atrás. Pero cuando me atrajo hacia ella, todavía no dejaba de mirar a la Tienda de Licores. El alcohol no era tan malo para mí en el primer trago. Se sentía bien contra mi lengua y por mi garganta después de unos cuantos tragos. Tal ver podría curar el dolor y el pesar que ahora tenía en todas partes. Solo quería olvidarlo todo en el momento y perderme. Quería divertirme. Vivir un poco. Quiero decir… lo que sea, ¿no? No era nada. —¡Escúchate! —Justo cuando Joss explotó, me congelé y volví hacia ella. Sus ojos azules salían más de lo normal debido a las lágrimas en sus ojos, las cuales amenazaban con caer en cualquier momento—. ¿No lo vez, Zavier? ¡Me gustas! ¡Siempre me has gustado! Y… ¡y Evelyn simplemente ha sido una mala influencia para ti! Desde que puso un pie aquí, ha traído problemas. Ha cambiado el dulce, inocente y bueno de Zavier Coin cuando no debería haberlo hecho. Ni siquiera lo vale. ¿Lo ves?

Con eso, volvió a poner mi teléfono en mi rostro. Las manos de Davne estaban por todo el pequeño cuerpo de Evelyn y no quería nada más que arrancarle los brazos para que yo pudiera ser el único que la pudiera tocar. Sus labios estaban en ella, también. Y cuando sus labios se tocaron, simplemente tuve que apartar la vista, porque esa era la peor parte para mí. Verlos besarse íntimamente cuando pensaba que solo le gustaban mis besos. Fruncí el ceño y chasqueé la lengua contra mi mejilla mientras Joss apartaba el teléfono otra vez, y lo guardó en su bolso para asegurarse de que no echaba un vistazo al estúpido video. —No se preocupa por nadie que no sea ella. Así de malas son las chicas. ¡Así de mala es la gente! Descuidada. Despiadada. Ni un poco de altruista. Es una criminal, ¿de qué más se va a preocupar? Por la ley no, por supuesto. Y si fuera a la cárcel, solo te pediría que le pagases la fianza. Solo te usaría. Eso es lo que hacen… y…y ¡también juegan con tu mente! Y ella simplemente está jugando con la tuya. Ha estado jugando con la tuya todo este tiempo y tú simplemente has sido demasiado inconsciente para darte cuenta. Debería odiarla ahora mismo por decir esas cosas de Evelyn así. Pero ¿no era verdad? ¿No tenía razón? ¿O mi mente estaba siendo estúpida como lo había sido todo este tiempo? Ya ni siquiera sabía qué creer, para ser completamente sincero. No quería creer nada. Solo quería que las cosas fueran tan simples como lo eran cuando Evelyn no estaba en mi vida. Pero la quería en mi vida, aunque claramente ella no me quiere en la suya. Me estremecí un poco cuando sentí la mano de Joss en mi mejilla mientras la acariciaba suavemente y me miraba a los ojos. Simplemente le fruncí el ceño y la miré directamente a sus ojos azul zafiro. Este realmente no era yo. Si ella le estuviera haciendo esto al verdadero Zavier Coin, él se estaría sonrojando como un loco y haciendo todo lo posible para no mirarla directo a los ojos porque simplemente era así de vergonzoso con ella. ¿Pero ahora? Claramente estaba cambiando. Incluso le había dado un puñetazo en el rostro a su mejor amigo y corrido lejos del problema. Eso es lo que había estado haciendo, solo corriendo de todos sus problemas como si realmente fuerana desaparecer por sí solos. Y quién sabía, si era para mejor o para peor que estuviera cambiando. —No dejes de ser tú mismo solo por una chica. Me gustas por cómo eres. ¿Está bien? No cambies. ¡Por favor! —dijo Joss, mientras se inclinaba y me daba un pequeño beso en la esquina de mis labios. Estaba rígido y no me moví en absoluto hasta que se apartó de mí completamente. —Lo siento, Joss —susurré mientras intentaba darle al menos una pequeña sonrisa. Luego limpié las lágrimas de la esquina de mis ojos, cuando me di cuenta de que aún no podía sonreír. Estaba siendo débil y estúpido. Siempre era débil y un completo cobarde. Y no era tan inteligente como pensaba la gente. Tomaba decisiones que eran igual de malas, si no peores, de las que ellos tomaban. Y había muchas veces en las que no había usado mi cerebro adecuadamente. Simplemente es difícil de saber exactamente cuando no estoy pensando con claridad.

—Está bien. Simplemente sigamos con nuestra cita y pretendamos que no ha pasado nada, por favor. Significaría mucho para mí. Asentí. —Está bien. —Sigamos con nuestra cita y olvidemos todo y a todos. Como había dicho Evelyn, solo éramos nosotros. Nadie más importaba. Nadie más había importado nunca—. Vayamos a disfrutar de nuestra cita, Joss.

•Evelyn• Había estado luchando, intentando salir de estas malditas cuerdas con los que estos idiotas me habían atado. No tenía ni la más remota idea de lo que había pasado en la recaudación de fondos. Solo estaba observando a Zavier hacer sus extremadamente sexys movimientos de baile, cuando de repente sentí como si estuviera siendo empujada por dos personas. No tenía ni idea de quién eran, sin embargo. Cuando miré, entré en pánico porque vi que tenían capuchas en sus cabezas y máscaras en sus rostros. Realmente no tenía ni idea de quiénes eran estas personas que me estaban llevando lejos. Nadie pareció notarlos ya que lo hicieron muy casualmente. Pero vamos, ¡parecían ladrones! Había estado cerca de gritar o de darles una patada en el culo, pero realmente eran muy inteligentes. Tenían un plan antes de llevarme… ¡para que no pudiera hacer nada por lo que me estaba pasando! Ahora, estaba en la parte trasera de esta vieja camioneta negra, con dos extraños sentados frente a mí. Habían estado mirándome fijamente durante los últimos minutos, tal vez hora y media, no estoy segura del todo, como si fuera a escaparme pronto. Sinceramente, me estaba incomodando mucho. ¿Por qué demonios tenían que mantener sus ojos en mí tanto? ¿Y por qué sus ojos parecían tan familiares? ¿Quiénes eran estos tipos? Ahí es cuando tuve suficiente y decidí hablar. —Así que ¿cuándo van a sacarme de aquí, idiotas? Estoy cansada de ver sus feos rostros todo el rato aunque ni siquiera puedo verlos adecuadamente. Todo lo que hicieron fue entrecerrarme los ojos, mientras se acercaban más al descansar sus codos en sus rodillas. Fruncí el ceño e intenté apartarme. No me gustaba que la gente se acercara tanto a mí. Es mi espacio personal, perras. —¿Qué, no pueden hablar? ¿Un jodido tigre les ha quitado la lengua? —Es gato para tu información —dijo uno de ellos, provocando que el otro le diera un fuerte codazo en las costillas. Fruncí el ceño e incliné la cabeza a un lado. Incluso su voz sonaba familiar, pero ¿por qué demonios no podía decir quién era exactamente? —Quítense las máscaras —demandé. —¡Tú no eres mi jefa! —gritó el mismo tipo y ahí es cuando escuché la voz un poco mejor y me di cuenta de quién era realmente. ¡Por supuesto! Pero joder, no podían ser ellos. Simplemente no podía.

—Oh Dios… ¿D-Darrel? —Jodido inferno, ¡simplemente no podías estar callado! —le gritó el otro a Darrel, quien definitivamente sabía que era Ian. Luego, suspiraron profundamente y se quitaron las máscaras que cubrían sus narices y bocas, para que pudiera ver sus rostros mucho mejor. Luego también se quitaron las capuchas, y se despeinaron el cabello. Ha pasado mucho desde que había visto a estos chicos. Claramente no habían cambiado. Supuestamente, se han estado comportando bien en casa, pero la idea todavía me hacía reír. Estos chicos pueden verse como el tipo que no pueden hacer daño a una sola mosca, pero han hecho tantas cosas malas que definitivamente ellos verán cómo es el infierno. Y quiero decir infierno real, no escuela. Simplemente digo. —Hola, Eve —dijo vacilantemente Ian mientras tímidamente levantó las manos un poco—. Sorpreeesaa... Fue silencio por un tiempo después de que él dijo eso. Yo sólo lo miré. —Tú, pequeño gilipollas, desátame —exigí una vez más mientras él rápidamente fue directo a ello. En serio, a causa de estos dos, no podía decirle a Zavier cómo me sentía hasta que lo viera después. Tenía tanta suerte, ¿no? No es que no estaba feliz de ver a mis chicos malos, porque lo estaba. Pero aun así, esto era realmente muy importante para mí. Aunque, siempre hay un después. Todavía podía decirle a Zavier mis verdaderos sentimientos después. Simplemente tenía que llegar a casa y todo iba a estar bien. Nada me detendrá esta vez. —¿¡Por qué jodidamente hicieron esto!? —les pregunté en un tono muy áspero. Porque en serio, ¡ellos podrían solo haberme dicho que estaban aquí en lugar de prácticamente secuestrarme! Pero a Ian y Darrel no les gusta ser como los demás. A ellos les gusta ser "originales" o lo que sea, por lo que les gusta hacer las cosas de manera diferente... normalmente sólo para asustarme. —Bueno, maldita sea, pensé que estarías contenta de vernos. Trasero rudo —dijo Ian mientras ponía su mano en frente de mi cara y miró hacia otro lado como si me diera algo de su buena vieja actitud descarada. Tío, extrañé a este chico. —Sólo cállate y dime. —¿Cómo se supone que voy a decirte si quieres que me calle, eh? ¿Alguna vez has pensado eso? —Ian. Al escuchar mi tono amenazante, dejó de ser el gran bobo que era y se enderezó para explicarme exactamente lo que estaba pasando. —De acuerdo. Sólo queríamos recuperarte y llevarte a casa. Pero entonces nos acordamos de que prácticamente nos escapamos de nuestros problemas... —¿No están en libertad condicional o algo así?

—Técnicamente lo estábamos, pero encontramos una manera de salir de ello, sin dejar rastro o nada en absoluto. Drake no quería más problemas sin embargo. ¡Si él tan sólo supiera que realmente nos fuimos! —ante eso, Ian y Darrel compartieron un apretón de manos. Pero ante la mención de Drake, sentí mi corazón cayendo. A él le había extrañado más. —Umm... ¿Drake no está aquí? Ian se burló. —Infiernos no, no podíamos conseguir que dejara Virginia. El hijo de puta quería quedarse por su buena niña. Ahora, ¿hacia dónde nos dirigimos? ¡Estaba pensando en la Florida o Los Ángeles, nena! —¡Infiernos, si! —gritó Darrel mientras golpeaba su pecho para mostrar su emoción. —Chicos, no me voy a ninguna parte. —Una vez que estuvo dicho, se quedaron bloqueados mirándome—. Tengo asuntos pendientes. Además no puedo irme así. La verdad era que quería quedarme con Zavier durante todo el tiempo que pudiera. Y realmente no tenía ganas de mudarme a otro estado de nuevo sólo para hacer los mismos viejos delitos con estos chicos. Las cosas no serían lo mismo sin Drake. Además, en cierto modo yo quería dejar de hacer esas cosas malas. Era una locura pensar eso, pero por Zavier, yo estaba dispuesta a ser tan buena como podría ser. Seguiría siendo la perra agresiva sin embargo. No cambiaria eso. —Oh, ¿es el chico buen del que te enamoraste? —preguntó Ian mientras movió sus cejas y me sonrió. Odiaba cuando ellos hacían eso. —¡Todo el mundo se está enamorando de alguien bueno! ¿Qué es tan genial sobre la gente inocente? —preguntó Darrel. —Ella sólo quiere convertir la inocencia de él en travesuras —respondió Ian por él, a pesar de que estaba sonriendo y guiñándome un ojo. Suspiré y dejé caer mi cabeza en vergüenza. —Sí, os extrañé mucho chicos —dije en un tono sarcástico, provocándoles hacer "aww", mientras se acercaron y me abrazaron fuerte. Pero luego caí en algo, así que los aparté de mí y miré a Ian directamente a los ojos. —Espera, ¿entonces quién está conduciendo? —pregunté. Ian se encogió de hombros antes de responderme. —Mátame, ni siquiera sé de quién es este monovolumen. Bueno, mierda.

*** Tuvimos la oportunidad de salir de la camioneta cuando se detuvo en una luz roja. Y por suerte para nosotros, ni siquiera estábamos muy lejos de la casa de Stormy, estaba a sólo menos de un kilómetro de distancia. Pero Darrel siempre se quejó de tener que caminar largas distancias, por lo que lo amenacé si no se callaba. Y sabían cómo de aterradora podía ponerme cuando estaba muy irritada. Hablando de manejo de la ira. —¡Así que esta es la famosa residencia Coin! —dijo Ian mientras miraba la casa desde el exterior y apoyaba los brazos detrás de la cabeza—. Seguro le gana a nuestra vieja casa pequeña. —Miren, todavía no están aquí, pero le he le conté un poco sobre vosotros antes, así que tal vez, sólo tal vez, si ella confía en vosotros lo suficiente, entonces puede aceptaros dentro por lo menos un par de días... hasta que salgan de aquí o consigan su propio lugar. —Genial, genial —dijo Darrel con algunos asentimientos de cabeza. —Entonces me alegro de haber robado un banco antes de llegar aquí —dijo Ian, haciéndome sacudir la cabeza hacia él todavía riendo sin embargo. Todos saltamos justo entonces y giramos nuestras cabezas a la calzada cuando oímos una puerta de coche cerrarse. Stormy estaba yendo a la casa, llevando unas cuantas cajas en sus manos junto con su bolso. Porque viajes dobles simplemente no valían la pena, como le he dicho antes. Y parecía que ella tomo el consejo. Y tanto. Darrel viéndola en apuros y siendo el real "agradable" chico, corrió hacia ella y agarró las cajas de sus brazos frágiles. Pero ella todavía no había levantado la vista de sus llaves. Estaba oscuro así que ella no pudo habernos visto cuando ella conducía. —Aquí, déjame ayudarte con eso. —Oh, gracias querido, eso es tan... —se interrumpió para gritar mientras golpeaba a Darrel en la cabeza con su bolso, el cual se veía grande y completo—. ¿Quién eres? Voy a llamar a la policía. ¡Tengo spray de pimienta en mi bolso! Olvidé que prácticamente parecían atracadores con esa ropa que llevaban puesta. —¡Espera, Stormy, espera! —me paré frente a ella, ya que parecía que ella estaba bastante cerca de patearlo justo donde podría seriamente doler. Y quería ser la única que hace eso. ¡Y él realmente no se lo merecía por ser realmente de ayuda—. No es un ladrón. —Obviamente esto era una mentira—. No es un mal tipo —sigo completamente mintiendo—. Es un amigo mío. —Sin una mentira esa vez... en cierto modo. —Oh... ¡oh!—rió Stormy nerviosamente mientras se arreglaba el pelo y el vestido. Después, se lamió los labios secos y miró a Ian y Darrel. Estaba un poco indecisa también. —Bueno umm, Es... ¿son chicos agradables?

—Súper agradable —contesté para tranquilizarla, para que no tuviera nada de qué preocuparse. Ian y Darrel eran malos por supuesto, pero ellos no lastimaban a la gente sin motivo. Lastimaban a las personas por ser completamente idiotas. Y obviamente Stormy no era así. Ellos lo más probablemente la amarían como yo he aprendido a hacerlo. —¡Pero qué di… —¡Ian! —¡…divertido hecho es ese! Hola, señora, mi nombre es Ian. Ese idiota justo ahí es Darrel. No le hagas caso. Nunca tuvo su lección de modales. —¡Hey! Stormy se rió de los dos y estrechó la mano de Ian, asintiendo hacia Darrel ya que sus brazos estaban completamente llenos. —Bueno, fue un placer conocerlos. ¿Por qué no entran a comer algo, eh? —Ella es una cocinera alucinante chicos, confíen en mí. —¡Oh diablos, sí! —gritó Ian mientras hacía una carrera por la puerta. Darrel en cambio intentó correr hacia la puerta mientras sosteniendo las cajas, pero casi terminó dejándolas caer, así que lo ayudé con algunas. —¿Ellos necesitan un lugar para quedarse? —preguntó Stormy mientras veíamos a los dos chicos de pie junto a la puerta, tratando de ser tan pacientes como podrían ser. Me rasqué la cabeza un poco y le di una sonrisa tímida. —Uh, sí, algo así. —Bueno, está bien. Pero no demasiado tiempo, ¿de acuerdo? Asentí. —Entiendo. Les echare si hace falta. Ella se rio de mi broma y estaba a punto de caminar hacia la puerta, cuando se detuvo y retrocedió el par de pasos que había dado hacia delante. —¿Y son inofensivos verdad? —Me aseguraré de que se comporten bien. —Bueno. De acuerdo. Estaba a punto de caminar hacia la puerta de nuevo cuando agarré suavemente su brazo para hacerla parar y girarse para mirarme. —Umm, Stormy, ¿dónde está Zavier? —Oh, en su cita con Jocey —respondió ella con una sonrisa—. Es una chica tan agradable. —Oh, umm... —maldita sea, eso todavía me molesta en serio. Odiaba la idea de él estar con ella y no aquí, conmigo, en su lugar—. ¿Sa…sabes cuándo va a volver? —Podría ser en un par de horas. Le dije que no se quede fuera tan tarde. Que la lleve a casa antes de las 11 y todo. Y eran alrededor de las 9pm, así que al menos yo aún tenía tiempo con mis chicos. Le podría decir después lo que sentía. Sólo tenía que esperar un poco.

Después de dos horas completas de acomodar a Ian y Darrel y Stormy conociéndoles un poco (pero no demasiado sobre los delitos para no asustarla), todos nos fuimos a nuestras habitaciones designadas para finalmente descansar. No pude dormir hasta que Zavier llegó a casa. Esto en serio no podía esperar hasta mañana. Tenía que decirle esta noche. Empecé a ponerme extremadamente nerviosa y temblorosa cuando oí el pomo de la puerta de comenzar a moverse, diciéndome que él estaba finalmente en casa. Tuve que respirar profundamente y me paré justo en frente de la puerta para que pudiera ser la primera cosa que él viera. Cuando entró, sin embargo, tenía la cabeza baja y cerró la puerta mientras mantenía su chaleco en su mano. Luego colgó las llaves por el colgador de llaves y levantó su mirada para dirigirse hacia las escaleras. Cuando finalmente me vio a unos pocos metros de él, completamente se congeló y se puso tenso. Mi corazón se estaba volviendo loco. Este era el chico del que me había enamorado y por fin él iba a saber cómo me sentía. Sólo esperaba que no se sintiera incómodo al respecto después y me dejara de hablar por completo. Eso sería horrible. —¿Qué es lo que quieres? —exigió con el ceño fruncido, mientras me miraba con una expresión que parecía ser disgusto. Bueno. ¿Por qué de repente está siendo así? ¿Hice algo mal? ¿Fue su cita una total mierda? Quiero decir, es Joss de quien estamos hablando aquí. —Yo... ¿cómo fue tu cita? —todavía pregunté, tratando de calmar mi tono un poco. —Oh, la mejor —dijo con una sonrisa y un tono sarcástico, cuando cruzó los brazos sobre su pecho bien construido—. Pero estoy seguro de que tu tiempo con Davne fue aún mejor, ¿verdad? Yo... ¿qué? Oh, joder, no, mi corazón no podía aguantar esto. Ya estaba absolutamente loco cuando él entró. Pero ahora, parecía haberse sólo detenido, al igual que mi respiración lo hizo. —¿De qué estás... —Ni siquiera pienses en mentirme, Evelyn. Quiero decir, está bien mentir un poco cuando se trata de ciertas cosas, pero esto... ¿Debo siquiera molestarme por ello? No. — Su voz se elevó con cada palabra—. Porque tú puedes hacer lo que te dé la gana, ¿no? Pero el mentir e irte detrás de mi espalda con el chico que me ha causado tanto dolor y sufrimiento es sólo... Evelyn, él casi me mata una vez y no pienso dejar que eso vuelva a suceder. —Lo hice para protegerte, Zavier. ¡Estoy con él sólo para protegerte a ti! ¡Tienes que entender eso! —por favor... por favor créeme. Tuve que morderme el labio para detener que las lágrimas cayeran. —Oh, ¿para protegerme? —se rió y me dio miedo cuando justo después dio un paso atrás para mirarme fijamente—. Bueno, esto seguro no me pareció a mí —dijo, justo antes de pasarme y dirigirse a las escaleras. —Dios santo, ¿qué está pasando aquí? —escuché a Stormy preguntar.

—Nada, mamá. Estoy cansado. Vamos a dormir —le dijo Zavier mientras yo me frotaba las lágrimas de mi cara. Pero ellas seguían viniendo y me alegré que todavía estuviera frente a la puerta y no en las escaleras, lo que significaba que ellos no podían verme. Maldita sea, era débil. Débil y sola. Había sido dejada sola una vez más. —Evelyn, ¿cariño? —Joder —susurré para mí misma, ignorando por completo la voz preocupada e inquieta de Stormy. Entonces aspiré, me froté las lágrimas otra vez y me acerqué a agarrar las llaves de mi motocicleta. Salí por la puerta principal sin siquiera mirar atrás. Muy bien, vamos a ver lo que esta chica mala realmente puede hacer.

35 Y la mala regresa •Evelyn• Me reía mientras caminaba a lo largo de la grava de la acera con una cerveza en mano y un cigarrillo en la otra. Estaba oscureciendo afuera y sabía que estaba borracha y fuera de mí. Así que había decidido dejar mi moto estacionada en algún lugar donde más tarde podría encontrarla fácilmente, porque honestamente, caminar era mejor que conducir. No era estúpida. No quería matarme, o a cualquier otra persona inocente por ahí, solo porque decidí emborracharme. Así que me di un paseo por el barrio vacío. Al menos hasta que me sentí lo suficientemente sobria como para ir en otro sitio. Aunque realmente, ¿a dónde iría después? Porque volver a casa de Stormy definitivamente no era una opción teniendo en cuenta lo que acaba de pasar. Prefiero ir dormir en un callejón con un imbécil vagabundo al azar; solo de pensar en volver a ver a Zavier me hizo sentir tan... Maldita Sea. Me reí de nuevo y puse mi mano sobre mi boca, mientras sentía las lágrimas empezando a rodar por mi rostro. Pero es como si no me diera cuenta que las lágrimas estaban allí, ya que las deje correr y continué a caminando por la calle oscura. Mi cabello estaba enredado por todo mi rostro, fluyendo con el viento, y estoy segura de que mis ojos estaban inyectados en sangre. No podía dejar de reír al mundo, y se sentía tan bien a olvidar cada cosa mala que me habían hecho. En un momento, comencé a tararear para mí y bailaba alrededor de un poco como una loca estúpida. Oh Dios ¡quería hacer daño a tanta gente en ese momento! Empezando por Davne, ese chico malo. Tsk, tsk... Chico, se merece algunos horribles golpes. Si solo no fuera tan pequeña, me gustaría darle una paliza yo misma. Pero estoy segura de que me habría ahuyentado como si fuera una mosca en su camino. Claro, lo que sea que Zavier vio, u oyó acerca, era probablemente de alguien que realmente no me gusta. ¡O tal vez Davne mismo le había enviado algo para demostrar que he estado con él en secreto todo este tiempo! —Oh, ¡pequeña mierda! —me susurré, aunque me reí justo después. Cuando estoy enojada y borracha, es lo que suele ocurrir. Solo quiero sonar muy, muy feliz, pero ¡odiar

a todo el mundo al mismo tiempo! Por otra parte, siempre me gustó el mundo, pero en este momento, solo lo odiaba un poco más. Solo un poco. Y cuando pensaba en una persona que realmente no le gusto... bueno, pensé en una persona que realmente no me gustaba tampoco. Quiero decir, admití hace mucho tiempo que no me gustaba esta persona, pero la verdad real era, los odiaba con cada fibra de mi ser. ¡Y mira aquí! Allí estaba ella, para salir de un auto bonito y caro, con unas bolsas en la mano. Casi se me olvida esta chica vivía aquí. No es de extrañar la casa parecía bastante familiar. Aw, ¡y llevaba un vestido azul muy a juego con sus ojos azules! Que mierda adorable. ¿Era para su pequeña cita con Zavier? Jaja. Oh me pregunto cómo les habrá ido. Bastante horrible, supongo. Tal vez por eso Zavier estaba bastante enojado antes. Pero ella parecía feliz y muy a gusto en el momento; no quería nada más que golpear su tonto, falso rostro de Barbie. Quería mostrarle cuán mala era yo realmente. El autocontrol puede ser la cosa más difícil que he tenido que aprender estas últimas semanas, pero necesitaba descargarme con alguien. Mucho. He estado manteniendo la mayor parte de mi ira, y ¿quién mejor para lo sacarlo que con alguien que odiaba? La casa parecía estar bastante vacía. Oh, ¿Por qué Evelyn, déjalos tener un poco de diversión, de acuerdo? ¡Oportunidad perfecta también! ¡Supongo que vamos a empezar con ella en vez de Davne! Después de todo, nunca es demasiado tarde para ser la chica mala que había nacido para ser... otra vez. Sonriendo y poniendo el cigarrillo en mis labios para tomar una larga calada, me tropecé hacia donde estaba Joss. Y como estaba sosteniendo algunas bolsas, luchaba un poco para abrir la puerta con sus llaves. Estaba dando mi mejor esfuerzo para no reírme en este punto ya que tranquilamente caminaba por las escaleras a su porche delantero. Yo estaba inspeccionándola, preguntando si ella era aún la dulce, inocente y buena chica que Zavier siempre pensó que era. Porque vamos, nadie puede ser tan buena. Lo hemos establecido muchas veces antes, y Zavier estaba probado también. Solo no es posible. Él es un chico muy despistado. Me enteré de que no podía ser tan bueno, ya que era demasiado difícil de creer. Ahora, no estoy tan segura de él, pero yo quiero ver lo malo de Joss. Quiero que ella explote y que me muestre quien es realmente por dentro. Y si no... Bueno, todavía voy a golpear su rostro. —Sabes... Joss se quedó sin aliento y dejó caer todas sus bolsas en el sonido de mi voz. Ella de repente se dio la vuelta para ver quién era. Cuando vio que era yo, frunció el ceño y trató de recuperar el aliento, ya que estoy segura de que perdió el segundo oyó a alguien cerca ella tan tarde en la noche.

—Nunca creí que las buenas chicas eran realmente buenas. Quiero decir, vamos, Jocey. A la sola mención de su nombre completo, tragó saliva y se agarró firmemente su bolso, que estaba colgado previamente por encima del hombro, pero había caído a su codo cuando se volvió hacia mí. —Estoy segura de que me odias tanto como yo, ¡no se puede negar eso! —Hice una pausa para mirar profundamente en sus ojos. Trató de mirar lejos un par de veces, pero yo seguía dándole una mirada mordaz. Así se dio por vencida y se quedó mirando a mí, mientras yo sonreía y luego miré hacia el cielo—. Así que ¿por qué no dejas de ser un poco perra? Me entraron ganas de reír una vez más porque cuando dije eso, sus grandes ojos parecían ser todavía más grande a causa de mi agresión. Pero eso no era incluso un insulto para mí. Mis insultos eran mucho peor y creo que ya hemos establecido eso por ahora también. ¿No estaba acostumbrada ya? —Deja de ser un estúpida, maldita perra, también. Solo miró y fingió una sonrisa mientras olfateaba. Entrecerré mis ojos en la oscuridad y vi algunas lágrimas en sus ojos. —Evelyn, ve a casa. Estás borracha. Yo... ¿quieres que te lleve? —preguntó en ese tono falso y dulce suyo—. No quisiera que te lastimes. Estos barrios en la noche son peligrosos. Stormy y Zavier estarían... —Oh, ¡para ya con esa mierda! —le grité mientras tiraba mi cabello y luego estiraba mi cuello tratando de calmarme un poco. Pero una vez más, terminé riendo y echando la cabeza hacia atrás—. No das una sola mierda por mí. Estoy segura de que si yo me subiera a ese auto contigo, chocas a propósito solo para hacerme daño. Posiblemente incluso matarme. Todo lo que hizo fue mirar fijamente a mí, pero entonces sacudió la cabeza lentamente. —Nunca fui tras de ti, Evelyn. Quería ser amable contigo y apenas me acusaste de estas cosas y las asumiste. Yo no soy así. —Por favor, tu solo quería a Zavier para todo tu precioso ser —me burlé. —Yo... —Hizo una pausa para fruncir el ceño de nuevo como si en realidad estuviera en gran parte confundida—. ¿Es de lo que todo esto se trata? ¿Zavier? Mi corazón se rompió ante la mención de su nombre. Pero no quería sentir absolutamente nada de él nunca más. Ni siquiera me dejo explicarle lo que realmente estaba pasando con Davne y yo después de que él se enteró de Dios sabe dónde. Él era tan egoísta como todos los demás y yo quería olvidar todo acerca de él. Por mi bien. ¿Pero realmente era la razón por la que decidí venir aquí y hacer frente a Joss una vez que la vi? ¿La chica con que le gusta desde... siempre? Porque no era su culpa que se sintiera de esa manera. Era solo la forma en que sus sentimientos trabajaron. Solo lo odiaba. Odiaba no ser a la que amaba. Odiaba no ser amada en absoluto. Solo quería... —Puedes decir que Zavier no me importa, porque eso es lo que la gente mala hace, ¿verdad Joss? Ellos no se preocupan por nada ni por nadie en absoluto. —Tomé una

última calada de cigarrillo y luego lo deje caer, pisándolo bien después. Pero ni una vez moví mis ojos de su rostro todavía asustado—. Son idiotas, temerarios y solo... ¡no pueden amar! ¡Eso es lo que es! Genial, iba a empezar a gritar. Pero no es como si pudiera detenerlo. Este era el tipo de borracha donde no podía retener lo que estaba pensando en mi cabeza. Tenía que expresarlo. Solo tenía que hacerlo. —La vida es una mierda, sabes. Pero hay una cosa que realmente hace latir la vida a veces. Y eso es el amor. El amor es solo una cosa tan horrible, ¿no te parece, Jocey? Sabía que enamorarme otra vez fue un error. ¿Por qué mi corazón tiene que sentirse de esta manera por un chico nerd que yo sabía, no debía gustarme en absoluto? Seguro. Los opuestos se atraen, y en algunos casos, admito que debido a la relación de Drake con su buena chica, estoy segura que iba muy bien. Y yo estaba tan feliz por él. Pero es como si el universo me odiaba de nuevo por todas las cosas malas que había hecho. No quería que estuviera con Zavier. Y seguro que no creía que yo sería buena para él. La cosa más horrible que había hecho ni siquiera se acercaba a nada de esto. Me han asaltado horriblemente en el pasado y en realidad tenía que herir a esa persona muy mal para defenderme, que muy bien podría estar muerto. Era una cosa tan horrible y yo debería haber sido enviada a la cárcel, incluso si se trataba de algo, claramente, en defensa propia. Pero no importaba lo mal que estaba, no iba a lastimar tan grave a nadie esta noche. Mis instintos me dijeron debía hacerlo, pero me detenía cada vez antes de hacer algo realmente estúpido. —Realmente, Evie, vamos a llevarte a casa, ¿de acuerdo? So-solo cálmate y voy a llevarte a un paseo o algo así. Traté de mantenerlo en este momento, pero me reí de nuevo hasta que de repente me detuve y la miré. ¿Evie? Oh, qué patético. —Maldita zorra —dije, haciendo que su ojo se contrajera de una manera muy irritante mientras se lamía los dientes superiores, mientras que haciendo su mejor esfuerzo para sonreírme y no golpearme. Quiero decir, vamos, fue fácil conseguir que explote, y lo sabía. Aunque la explosión no era enorme, sabía que iba sacarla lo suficiente como para decirme algo, tal vez algo que me molestara, o enojara, o deprimiera.es la forma en que funciona. —¿Sabes? Ahora estamos saliendo. Oh, ¡ahí está, eso es lo que estaba esperando! —Él me pidió que fuera su novia en nuestra cita increíble, Evie. Y siento decirlo, pero él te ha olvidado. Eres absolutamente nada para él, y me dijo lo así mismo. Él no quiere tener nada que ver contigo y solo tienes que entender eso. Así que solo déjalo en paz. Me mantuve en silencio durante un par de segundos hasta que empecé a reír una vez más. ¡Esta chica era demasiado divertida!

—Como si yo diera una mierda. —Pero yo sabía que todo era una mentira. Ya no me importaba más que nada. Pero ella no podía saber eso. Eso sería decir que está ganando y yo no era las que perdían... a pesar de que yo ya perdí a mi chico bueno. No podía tomar su palabra sin embargo. Diablos ¡no! Necesitaba verla con Zavier darse besos y hacer todas esas cosas tontas de amor a pesar de que sin duda me harían mucho daño, y desear estar en su lugar. Pero supongo que las cosas destinadas habían terminado. Las lecciones se habían terminado, e incluso nuestra amistad había terminado, debido a que había estado tratando de protegerlo, cuando podría haber hecho otra cosa en lugar de pasar el rato con su enemigo. En realidad estaba tan asustada que no pensé con claridad. No podía pensar en otras maneras para protegerlo. Preguntaría a Ian y Darrel por ayuda, ya que estaban de vuelta. Pero realmente, ¿cuál era el punto? No pude salvar lo que tuve con Zavier y no podría arreglarse tampoco. —Oh, Evie, no puedes hacerme daño, ya sabes. Zavier te odiará. —Oh, Dios mío... ¡tienes toda la razón! —le grité mientras sujetaba mi cabello y luego apunte hacia ella—. Pero espera, eso no me importa. —Él ya me odiaba. Así que de nuevo, ¿cuál era el punto? No iba a cambiar nada, ¿verdad? ¿Acaso lastimar a Joss era peor que salir con su enemigo? Pshh... —Solo continúa diciéndote eso… Sus palabras fueron completamente cortadas cuando mi puño hizo contacto con su rostro —perfecto— de muñeca Barbie. He tenido suficiente de su estúpido chismorreo. Y maldita, ¡se siente bien finalmente golpearla! Incluso se había caído al suelo, sus ojos ya hinchándose con un moretón apareciendo alrededor. Yo no golpeaba ligero. E incluso si trataba de golpear juguetonamente a la gente, probablemente los habría herido seriamente, incluso si fingían que no. A la gente simplemente le gusta hacerse la dura, eso es todo, como si sus cuerpos fueran de acero. Como si fueran el Hombre de Acero. ¡Ja! —¿Qué estabas diciendo? —le pregunté mientras ahuecando mi mano sobre mi oreja—. No te he oído sobre el sonido de... ¡me sigue sin dar una mierda! Ella tosió mientras estaba todavía en el suelo y trató de sentarse, pero sus brazos tambaleaban por lo que se dejó caer hacia abajo y escupió sangre. —Perra —susurró, di un paso adelante. Pero ella se asustó de nuevo y puso la mano en defensa—. ¡Muy bien! ¡Lo entiendo! —No es tan difícil ahora, ¿verdad? —le dije, justo antes de volver a salir de allí. Pero luego, rápidamente me di cuenta de algo. Me acerqué a agarrar las bolsas que se habían caído, sabía que había comida en ellas. Así que pensé, ¿por qué infiernos no? Ella estaba indefensa en el suelo, yo tenía hambre, y ella no se merecía lo que había en esas bolsas en absoluto. —Me voy a malditamente llevar tu comida.

Así que ahí fue cuando realmente me fui. Estaba tan harta de su mierda. ¡Estaba tan harta con la mierda de todos! No había pensado ni una vez en volver a casa. Seguí caminando y caminando, empezando a sentirme un poco más sobria cada minuto. Sabía, sin embargo, que todo lo que necesitaba era un conjunto de muchas más bebidas, pero solo había otro lugar en el que podía pensar. Un lugar que lo tenía todo, pero no era un club ni un bar, y no como los otros lugares en los que me gustarían y en los que, por lo general, terminaba yendo. Cuando llegué a ese destino final, intenté fijar mi cabello un poco para parecer dulce y sobria y toda esa mierda. Estaba a punto de llamar a la puerta, cuando se abrió sola, revelando a la otra persona a la que también quería dar un puñetazo en la cara. Pero ni siquiera me importaba más. Nada realmente importaba ya. —Vaya conejito ¿qué te trae por aquí?

•Zavier• Bostecé y me moví hacia un lado de mi cama mientras arrugaba mi nariz y comenzaba a parpadear para abrir mis ojos. Era algo que hacía siempre antes de despertarme cada mañana, a pesar de que ya estaría viendo un inmenso borrón una vez que abriese mis ojos, debido a mi horrible ceguera. Aunque, tenía la sensación de que alguien estaba respirando justo al lado de mí oreja. Y mi brazo cosquilleaba como si algo estuviera arrastrando justo encima de éste. Esto en cierto modo me hizo reír… y casi me asustó al mismo tiem… Abrí completamente mis ojos justo después y giré mi cabeza hacia la izquierda. Prácticamente grité y salté fuera de la cama una vez que vi un chico rubio desconocido en mi maldita cama, mirándome fijamente. Terminé cayendo al suelo con un ruido sordo mientras me sujetaba mi palpitante cabeza antes de levantarme rápidamente. Tenía un bate de béisbol de acero debajo de mi cama que nadie realmente conocía, así que lo agarré, lo saqué fuera y lo apunté hacia el chico. —¿¡Qui-quién eres!? Todo lo que hizo fue sonreír y saludarme con la mano. Fue entonces cuando mi corazón se aceleró de nuevo al ver a ese otro chico —esta vez, uno de cabello castaño— mirando las cosas en una de mis estanterías. Que la…¿¡quién eran estas personas!? ¡No quería morir así! Aunque ellos parecían simpáticos. ¡No! Un cachorro puede parecer amigable pero éste también puede comportarse como si un demonio acabara de entrar en su alma. ¡Maldito infierno! —En serio, este bate puede romper el brazo, la mandíbula y la nariz de una persona… ¡todo a la vez! —grité con bastante confianza, pero ellos solo se quedaron

quietos y en silencio. Me di cuenta después de que lo que acababa de decir era a la vez estúpido y cierto. El chico rubio en mi cama solo frunció sus labios y puso sus ojos en blanco al de cabello castaño. —Definitivamente de él —dijo, haciendo que el otro se riese a carcajadas y volvió la mirada hacia mí. —Tranquilo, amigo, tu madre nos dejó quedarnos aquí —dijo el chico de cabello castaño mientras jugaba con mi perro Slinky. Debería sentirme avergonzado por incluso tener eso en mi habitación, pero realmente no me importó en ese momento. Quiero decir, vamos, ¡"Toy Story" era increíble! Pero de todas formas, esto se sintió un poco extraño para mí. ¿Están estos chicos solo intentando calmarme y luego saltarían sobre mí una vez que baje el bate? Jaja. Porque no estaba cayendo en ello. Quizás solo tengo mentalidad de escolar, pero he estado aprendiendo la sabiduría de las calles, también, especialmente sobre la manera de tener cuidado al tratar con extraños. —¿Por qué no te creo? —le exigí, tragando con fuerza mientras mis manos sujetaba el bate incluso más apretado. Estoy seguro que si fuera todavía el chico que era unas pocas semanas atrás, habría corrido sin ninguna duda o tal vez incluso habría saltado por la ventana. Sí, eso sería gracioso. —¿Ian? ¿Darrel? Dónde… Oh. Todos nos giramos hacia la puerta cuando mi madre entró, sosteniendo su cesta de la ropa sucia mientras lucía una pequeña sonrisa. —Veo que ustedes dos han conocido a mi hijo. Suspiré profundamente y bajé el bate. Luego lleve mi mano hacia mi rostro sudoroso y la miré, señalando hacia los otros dos chicos que estaban todavía actuando como si ellos fueran Jesse y Ethan. Ni siquiera ellos hicieron esto, ¡por Dios! Bueno eso es una mentira. Eso es definitivamente una mentira. Ellos lo hicieron, pero en una manera un poco menos espeluznante. —Mamá, ¿quién son estos chicos?—pregunté con el tono de voz más tranquilo que podía posiblemente reunir. Aunque estoy seguro que la molestia en mi voz es más que notable, también. —Oh. Son solo los amigos de Evelyn. ¿No se presentaron todavía? —¡Ups! —el rubio gritó cuando finalmente se levantó de mi cama. Después agarró mi mano y me dio un apretón de manos, jalándome en un abrazo justo después de que ni siquiera me moleste en devolvérselo—. Mi nombre es Darrel. —Ian. —Oí al chico con cabello castaño murmurar con un saludo mientras continuaba mirando sobre mis cosas. —Sí, Zavier. Uh, encantado de conocerlos —dije sarcásticamente mientras me volví hacia mi madre con los dientes apretados—. ¡Podrías habérmelo dicho esta mañana!

—¿Por qué chico? ¿Pensabas que éramos ladrones o algo? —Ian preguntó justo cuando mi madre abrió la boca, lista para responder. —No voy a mentir. Sí. —Esta confianza solo iba en aumento. Estaba siendo sarcástico y sincero. Y no estaba actuando como un pelele. ¿Estaba esta parte del proceso cambiándome? Ian se encogió de hombros como si a él le hubieran dicho eso millones de veces antes. Y siendo el amigo de Evelyn, estoy seguro de que era cierto también. No dije nada, no los estaba juzgando tampoco. Solo que… ellos son probablemente los chicos malos de los que me ha hablado antes. ¿Pero, no había un tercero en el grupo? ¿Dónde estaba? —Pfft. Batman por todas partes, amigo. Gemí para mis adentros y me di la vuelta para ver al espeluznante chico Darrel tocando alguna de mis cosas de Superman. —Solo déjalo en paz —le dije, sintiendo que mis mejillas se enrojecen. Y ni siquiera sabía si esto era directamente por la vergüenza o la rabia. Es verdad que estaba obsesionado con Superman pero no me importa. Solo compro lo que me gusta. Y me han gustado un montón de cosas. —¿Sabes de la colección de Batman de Evelyn, cierto? —Ian dijo—. ¿No han tenido discusiones sobre esto? Las tiene bastante intensas desde que Drake era todo de Superman. Una pequeña luz se encendió en mi cabeza ante la mención de Drake. Así que era el otro chico. Lo había olvidado completamente. Quiero decir, él le consiguió una maldita moto y todas las cosas en su primer día de colegio. Él siempre sonaba como un gran chico. Era bueno para Evelyn, también. Evelyn… —Hablando de… oye, listillo, ¿sabes a donde se fue Evelyn? —Ya me estaba empezando a enojar con este chico Ian. Pero no le presté atención al sobrenombre de "listillo", ya que lo aguantaba a diario de todas formas. Pero espera, ¿A qué se refiere con esa pregunta? ¿Ella no ha regresado a casa desde anoche? ¿O ella volvió de nuevo y se fue temprano esta mañana? Ya que estaba acostumbrada a hacer algo así, por lo que esto no me sorprendía. ¿Pero con ella quedándose fuera toda la noche? Eso era diferente. —Espera un momento, ¿no está aquí todavía? —pregunté, y ambos solo se miraron el uno al otro con el ceño fruncido y sacudieron sus cabezas. Ahora, estaba preocupado. Pero se suponía que debería estar furioso con ella. Una pequeña parte de mí me decía que debería sentirme mal por no permitirle explicarse al menos un poco más la noche anterior, pero estaba tan enfadado que ni siquiera quise escuchar su voz en ese instante. No importa cuánto lo quisiera realmente, todo lo que podía escuchar y recordar eran sus gemidos. Y ni siquiera sabía si ella en realidad lo hizo con Davne. Esa fue la peor parte de toda esta situación, para ser honesto.

Pero quería encontrarla. Quizás le permita explicarse. Ya que durante la noche, fui capaz de pensar mucho y calmarme. Todavía sentía algo fuerte por ella y solo no quería perder nuestra amistad por algo como esto. Solo porque no me gustase el chico, no quería decir que ella lo tenía que odiar, también. Ella era mala, él era malo, ¿Qué más había que decir? Además, ella podía cuidar a sí misma, ¿no? Maldita sea. Solo detestaba todo esto. Me odiaba a mí mismo aún más, por actuar de la manera que lo hice anoche con Evelyn y Joss. Ellas no se merecían que les hablara así, ¿No? Salté rápidamente a conclusiones precipitadas con Evelyn, y le grité a Joss por intentar ayudarme con mi mini crisis nerviosa. Siempre estaba diciendo lo de respetar a las mujeres, y mira lo que he hecho. Me he convertido en un idiota integral. —Bueno, creo que ella volverá más tarde. Luego podemos ir de fiesta o alguna mierda. —Ian se rio—. ¡Mierda! Echo de menos a nuestra pequeña niña mala. Ella siempre hizo las fiestas salvajes. Seguro hizo todo salvaje. Bajé mi mirada y lamí mis labios, pero luego abruptamente levanté mi mirada cuando escuché el tono de llamada de mi teléfono. Busqué en los bolsillos de mis pantalones, pero no estaba allí. Entonces recordé que lo dejé sobre mi escritorio, sin embargo cuando me giré para ver si estaba allí, escuché a Darrel responderlo con una gran sonrisa, y guiñándome un ojo. Todo lo que podía hacer era apretar mis manos formándolas en puños y suprimir rápidamente un gruñido. Porque vamos, no quería pelearme con esos chicos por un teléfono. Ellos me golpearían hasta hacerme papilla. —¿Amarillo? —respondió con una pequeña sonrisa de suficiencia. —¿Por qué diablos estás diciendo "amarillo"? —Escuché claramente a Jesse burlase todo el camino desde donde me encontraba. Él solo era así de ruidoso—. No me escuchaste decir "Oh Azul, Verde, Morado, Rojo" Psh. ¿Dónde demonios está Zavier? —¡Jaja! —Darrel se río y tiró su cabeza hacia atrás sobre la almohada—. ¡Me gusta este chico! —me dijo justo antes de poner de nuevo el teléfono en su oreja—. Zavier no puede contestar el teléfono en este momento, pero por favor deje un mensaje. —Cualquier cosa. ¡Zavier! —Darrel hizo una pausa para poner el altavoz del teléfono. —¿¡Sí!? —¡Vamos a colarnos en una fiesta hoy! Vas a venir con nosotros. Ya estoy en camino así que no puedes decir que no. Invita a tus otros pequeños amigos, también. Sean quiénes demonios sean. ¿Fiesta? Oh, no. No, no, no. Ha pasado un largo tiempo desde que fui a mi primera fiesta e incluso esa vez no fue tan bien. ¡No quise ir a otra! —Pero…

—Sin peros. Necesitas relajarte un poco. Solo será unas horas, como mucho, te lo juro. —Jesse, te golpeé en la cara. No lo olvides. —Era aún un idiota con mis amigos. Realmente estaba cambiando para peor. Y si él piensa que una fiesta arreglaría eso, entonces está loco. Bueno, incluso más de lo que ya estaba. —Tienes toda la razón. Me lo merecía por ser un idiota todos estos años. —Se echó a reír, pero ni siquiera esbozó una simple sonrisa—. Les dije a todos que tenías razón. ¿Por qué crees que tu madre no está enojada contigo? Yo le aseguré que todo estaba bien. No estabas pensando correctamente, por eso es porqueeee… ¡necesitas venir de fiesta! Solo una pequeña fiesta. Nada realmente grande. Hey, incluso Joss estará allí. Solo olvida el puñetazo, mi nariz está perfecta. Ni siquiera necesite un hospital. Pero probablemente conseguiré que mi trasero grité de alegría una vez que vuelva a casa por escaparme. Ethan está loco también, sin embargo, él no está realmente aquí, lo cual es raro ya que siempre está aquí. —Hizo una breve pausa para respirar profundamente—. De todas formas, te veré allí. Lleva puesto algo bonito, Zavier Coin. ¡Nos vemos! Es cuando Ian se giró alrededor mirando hacia mis cosas de nuevo, y Darrel colgó el teléfono con una inmensa sonrisa. —¡Parece que habrá una fiesta después de todo! —gritó con euforia. —Y no te preocupes, te enseñaremos lo que es estar con gente como nosotros, Zavier —dijo Ian con un guiño y una sonrisa, haciendo que me tragase los nervios que estaban rápidamente formándose en algún lugar de mi estómago. Esto no iba a acabar bien, ¿cierto? La primera fiesta realmente no lo fue. ¿Pero cuando iban bien las cosas eran cuando las malas estaban alrededor?

36 El juego enfermo que jugamos •Zavier• ―De nuevo… estoy muy feliz de que robáramos ese banco antes de venir aquí ―dijo Ian mientras caminamos a donde se suponía que estaba dándose esta "fiesta". Ya que apenas había algún espacio para estacionar cerca, tuvimos que caminar unas pocas cuadras. Honestamente, todo lo que hice fue apartarme unos centímetros del tipo cada vez que decía algo como eso. No podía correr. Me atraparían en un parpadeo, especialmente con esas piernas largas ya que ambos eran más altos que yo. De hecho parecían chicos agradables, relajados, pero me asustaban como la mierda. Aún estaba tratando de actuar tan casual como podía con respecto a las cosas, sin embargo. En realidad ni siquiera debería estar asustado. No quería seguir actuando como el cobarde que era. ¿Pero cómo se suponía que tenía que actuar entonces? ¿Se suponía que actuara como si fueran mis nuevos mejores amigos? Porque estoy seguro de que Ethan ha terminado conmigo. ¿Y Jesse? Bueno, él parecía más que casual acerca de todo también, él y Darrel parecían estarse llevando bastante bien. ¡Oh no! ―Así que, nerd. Gruñí interiormente y fulminé con la mirada a Ian. Apuesto a que me escuchó, porque lo vi sonreír. ―¿Cuál es la cosa entre Evelyn y tú? Evelyn. Aún estaba preocupado por ella y por dónde había ido anoche. No había venido a casa todavía, pero le dije a mamá que me avisara si la veía. Y sí, tuve que mentirle acerca de esta fiesta. Y me siento aún más horrible sabiendo que Evelyn estaba allí afuera, pero yo estoy, todos estamos, ¿en alguna fiesta estúpida en su lugar? ¿No nos hace parecer eso, oh no sé, bastante rastreros? Éramos simplemente personas geniales, ¿cierto? ―No te preocupes. Puede cuidarse por sí misma. Drake nos enseñó todo. ¿Sabes? Él estaba igual de roto y jodido que todos nosotros. Pero aún decidió ayudarnos y enseñarnos esta forma de vivir.

¿Esta forma de vivir? ¿Quería decir ser criminales y delincuentes? Drake parecía un gran chico, como he dicho antes, ¿pero en serio pensó que ser "malos" los ayudaría? De nuevo, ¿yo pensé que ser malo me ayudaría? Supongo que no estaba pensando correctamente, con todo lo que ha estado sucediendo. Profundo en mi interior, realmente no quería ser malo. Solo quise ser malo para ella. Solo para ella. ¿Pero en realidad ella alguna vez valió la pena el reto? Honestamente, valía todo para mí. Pero ahora, ni siquiera sabía que pensar. ―Darrel, de hecho, perdió a su mamá a los trece años. Entonces su padre le dio la espalda después de eso, diciéndole que era su culpa, que se muriera y demás. Estaba bastante herido hasta que Drake lo encontró. Ahí es cuando dejó de soportar mierda de las personas… completamente. Nunca fue de nuevo ese chico triste, tímido. Se defendió por sí mismo e incluso defendió a otros. Le di un vistazo rápido a Darrel y vi sus ojos brillando como un niño pequeño mientras hablaba con Jesse. No parecía tan roto, más como feliz. Realmente era feliz, como si nadie jamás lo hubiera herido en absoluto en el pasado. Aunque son considerados malas personas, sabía que ese no era el caso. Chicas malas. Chicos malos. Solo eran personas con historias horribles. Chicas buenas. Chicos buenos. Son solo personas con historias. Y realmente, las personas pueden ser buenas o malas, pero la verdad es que nunca lo sabemos por seguro. ―Quizás Drake nos haya enseñado a no dar ni aceptar mierda de nadie. Pero nos enseñó a sentirnos a salvo, seguros y felices. Darrel es mi mejor amigo y verlo tan abatido simplemente me hizo miserable ―dijo Ian, mientras sacó un paquete de cigarros y encendió uno. Lo observé llevarlo a sus labios y encontré la urgencia de agarrar uno también. Pero sabía que pensaba que era un buen chico nerd, así que no me ofrecería. Aunque si lo hiciera, ¿siquiera lo tomaría? ¿Sigo siendo acaso ese chico bueno ya? Ni siquiera lo sé. Solo me estaba confundiendo a mí mismo. ―¿Algo te sucedió a ti? ―pregunté con cuidado antes de que mi mente fuera a los extremos otra vez. Ian se encogió de hombros y tomó una profunda calada de su cigarro antes de soplar el humo hacia afuera. Ni siquiera me molestó o tosí. Solo inhalé el aire como si fuera normal. ―La gente es cruel. Ya no importa. No soy el que debe hablar de ello. Pero tú, nerd ―esta vez, de hecho sonreí y rodé mis ojos a medida que puso sus brazos alrededor de mí, tomó otra calada de su cigarro―. Quiero saber que está pasando con nuestra pequeña Eve. Sé que hay más en la historia. Comencé a negar con mi cabeza, empezando a sentirme culpable de nuevo solo con escuchar su nombre. Está bien, pasó que quería golpearme a mí mismo muy mal, pero Ian parecía como un tipo bastante genial (aun con la irritación que me había dado más temprano). No quería que supiera que herí a Evelyn. Quiero decir, sabía que me merecía la golpiza, pero parecía como que él realmente podía luchar. Así que si no era obvio aún, aquí está la cosa, mayormente estaría muerto si él y Darrel se enteraran de todo. Bueno, únicamente no la dejé explicarse, ¿así que me darían una pequeña advertencia antes de que me golpearan? ¿Una ventaja de cinco segundos,

tal vez? Ian había dicho que Evelyn era como su hermana menor y sabía que si yo tuviera una hermana menor, sería más protector con ella que con cualquier cosa en este mundo. ―Yo… mira, en realidad no hay nada pasando entre nosotros y si es que lo hubiera… ―Bueno, ¡estamos aquí! ¡Festejemos, gente! ―Jesse gritó mientras caminó frente a nosotros y se volteó para que pudiéramos ver su rostro. Tuve que apartar la mirada cada vez que nos enfrentaba porque la vista en serio me hacía encogerme. Su nariz se veía horrible. No creía que pudiera golpear tan duro. Ni siquiera creo que merezca su perdón por lo que hice. Quiero decir, es mi mejor amigo. No puedo creer que esté bien con esto. Su nariz estaba un poco torcida ahora, y vendada, y era obvio que aún había un gran moretón alrededor de ella. Jesse era el mismo sin embargo, y se veía tan feliz como siempre. Me hizo odiarme todavía más. ¿Cómo podía estar de esa manera? Yo me habría devuelto el golpe. Tú sabes, me habría levantado del piso, pretendido que la hemorragia nasal no era gran cosa, ¡y bam! Pero no, él solo tenía que ser amable. ¡Maldita sea, Jesse! ¿Eliges ahora para ser amable? ―Así que Zavier, quita ese ceño fruncido, vamos a disfrutar esto ―dijo con una sonrisa inmensa mientras se volteó, olió el aire fresco, y caminó hacia la casa como si fuera dueño del lugar. Sacudí mi cabeza aunque no pude evitar sonreír a medida que todos los seguimos de cerca. Esta no era como la primera fiesta, donde un tipo ebrio estaba resguardando la puerta y Evelyn tuvo que coquetear con él solo para golpearlo segundos después. Así que entramos directo y la fiesta parecía más calmada. ¿Quizás apenas estaba empezando? No lo sé. Me pregunté a mí mismo porque siquiera vine. ¿Para distraerme? ¿Porque estos tipos prácticamente me arrastraron hasta aquí? Siempre me arrastraban a lugares, maldita sea. ¿Cuándo voy a dejar de estar tan asustado y decir "no"? ¡Prácticamente me vistieron, también! ¿Qué pasaba con los chicos y chicas malas usando tanto negro todo el tiempo? ¿Para hacerlos parecer más aterradores? Supongo que lo hacía, ya que la gente se terminaría riendo si usaran algo colorido en su lugar. ―Así que, ¿qué hace New Jersey con sus fiestas? ―preguntó Ian, a pesar de que parecía más una declaración. Lamió su labio inferior antes de agarrar un vaso de algo y empezar a beberlo. ―En realidad no somos fiesteros ―dije mientras miraba alrededor. Cuando vi hacia el frente sin embargo, abruptamente me detuve antes de tropezarme con Jesse ya que él se había tropezado accidentalmente contra alguien más. Suspiré un poco y fruncí el ceño con preocupación cuando vi a Joss justo frente a él. Y justo como Jesse, tenía un moretón en su rostro. Aunque, el suyo era apenas notable y era alrededor de su ojo izquierdo en su lugar. Sospecho que el suyo era mucho más grande también, ya que pudo haber usado maquillaje para cubrirlo fácilmente.

Caminé justo al frente de Jesse sin apartar mis ojos de ella. Entonces lentamente empecé a traer mi mano hacia arriba, cuando se apartó de mí. ―Joss… ¿q-qué ocurrió? ―Oh nada umm, caminé directo a un poste, es todo ―respondió con una sonrisa nerviosa. Entonces todos volteamos hacia Ian cuando lo escuchamos resoplar. ―Más como que te golpeaste contra el poste. Esa es la excusa más vieja en el libro, niñita ―dijo, apuntando su cigarro hacia ella mientras sostenía su vaso con la otra mano―. Claramente la golpearon en el rostro. Conozco un golpe cuando lo veo. Y ese, niñita, el que tienes ahí, es uno seriamente bueno. ―¿Y quién eres tú? ―preguntó ella, parecía irritada con él casi de inmediato. Supongo que así era Ian. Irritante, suave, aunque un bromista. Le sonrió. ―Ian, querida. Chico malo de Virginia. Un placer conocerte. Ella fingió una sonrisa. ―Muy bien. Bueno, Ian, no me golpearon en el rostro. Si no, creo que lo sabría. ―Probablemente no lo harías ya que posiblemente te desmayaste antes de que te noquearan ―comentó Darrel con una risita, haciendo que Jesse mordiera su labio y me mirara. Creo que quería decirme algo pero todo lo que hice fue encogerme de hombros. Entonces dobló sus brazos y levantó sus cejas hacia mí mientras asentía hacia Joss. En serio, qué demonios estaba tratando de decir… ¡Ohhh! Aclaré mi garganta y miré a Ian y Darrel. Pero entonces, Jesse me cortó antes de que siquiera abriera mi boca. ―Muy bien, vamos chicos. Dejemos al chico solo para que lidie con su novia. ―Ahora, en lugar de sonrojarme, solo cerré mis ojos y suspiré mientras arrojé mi cabeza hacia atrás para ver el techo. ¿En serio, Jesse? Ni siquiera la invité a salir. Solo fue una cita que tuvimos, eso fue todo. Pero no, este tipo… ―¿Es tu novia? ―Ian preguntó con un tono juguetón. Ni siquiera necesité mirarlo. Sabía que estaba sonriendo―. ¡Oooh, el chico nerd haciéndolo! ¡Ow, ow, ow, déjame ir! Demonios ―se quejó cuando Darrel agarró su oreja para alejarlo de nosotros. Pero cuando lo miré de nuevo, aún estaba sonriendo mientras me hacía una seña de aprobación con sus pulgares, moviendo la cabeza al ritmo de la música que estaba sonando. Él definitivamente sería laborioso. Otro problemático, debo decir. Solo no termina nunca. Me volví hacia Joss y miré su moretón otra vez.

―Oye, puedes decirme lo que pasó ahora ―dije con una voz llena de preocupación, porque en realidad estaba preocupado por ella. ¿Quién la heriría de esa manera? ―En realidad no es nada ―contestó con un rostro serio, pero solo negué con mi cabeza. No dejaría ir esto. Debe haber sido una pelea, quizás un malentendido. Jesús, su madre podría ser abusiva o algo. ―Joss… ―Zavier… Suspiré. ―Eso no está bien, ¿sabes? Golpear a la gente en el rostro… ―A menos que fuera de verdad necesario. Estaría bien entonces, ¿cierto? ―Se lo hiciste a Jesse y él te perdonó. Bueno, cuando lo pones de esa forma… ―Ese es un mejor amigo que debes mantener cerca. No te preocupes por mí. ¿De acuerdo? Aún seguí mirando su moretón. A pesar de que sabía que ella ya debe haber cuidado de ello, aun quería traer algo de hielo para ella o algo. Solo para ayudar un poco. ―¿Estás segura? ―Sí. Estoy bien. Solo ve a divertirte con tus amigos. ―Yo… bueno, pueden divertirse sin mí. Solo me quedaré contigo, si quieres. Se quedó callada por un rato, entonces sonrió y agarró mi mano. ―Está bien… umm. ¡Oh! Hay un juego de gira la botella a punto de iniciar en la sala de estar. ¿Quieres unirte? Mordí mi labio y supe que definitivamente iba a rendirme a esos ojos de cachorrito con los que estaba mirándome. No solía hacer eso conmigo. Las personas difícilmente hacían esos ojos conmigo. Funcionaban en mí, pero no con ciertas personas… como Jesse, aunque sospecho que funcionaría con Ethan, por alguna razón. Huh, gira la botella… el juego que en sexto grado empezó todo mi enamoramiento obsesivo con Jocey Rodríguez. Quiero decir seguro, jugaré. Pero… ¿realmente debería? ¿Qué podría salir mal? No debería haber dicho eso siquiera. En serio, sentí como que estaba a punto de traerme una tonelada de mala suerte. ―Siempre he amado este juego ―Joss declaró con un encogimiento de hombros―. No tengo idea de por qué. Solo me gusta el misterio en ello, ¿no crees? Podemos averiguar más acerca de las personas. De lo que son capaces. Cómo se sienten realmente… ―Joss, esta es la escuela secundaria. No el sexto grado. Quién sabe de lo que son capaces de preguntar. ―En sexto grado, nos retaron a arrojar un huevo a un corredor,

pero hasta eso era demasiado extremo para mí. ¿Y un pequeño beso en la mejilla de Joss? Demasiado extremo para mí, aun cuando no fue siquiera mi reto. Ahora en la secundaria, las personas mayormente retaban a entrar a un armario con otros cinco para tener una… Ni siquiera quiero pensar en ello. Estoy pensando en salirme ya, pero eso me haría parecer más cobarde de lo que ya soy. Tampoco quería que Joss se involucrara en ninguna de esas cosas inapropiadas. Y obviamente no quería involucrarme en ese tipo de cosas, tampoco. Pero ella ya me estaba llevando hacia la sala de estar, donde había un grupo de unas diez personas alrededor de la mesa, y ya tenían la botella en su lugar. ¿Realmente haremos esto a la vieja escuela, eh? ―Oigan chicos, estoy de regreso. Podemos ir directo y empezar ahora ―dijo Joss a medida que se sentó en el sofá. Pero no había más lugar en donde ella estaba, así que me senté a su lado en el sofá contiguo. Sentí mi corazón detenerse una vez que vi quienes estaban sentados en el sofá conmigo, sin embargo. Evelyn y Davne. Casi inmediatamente me volteé cuando los vi, pero sabía que ella me había notado. Pretendió otra cosa sin embargo. Ni siquiera me dio una sola mirada mientras bebía de su botella de Jack Daniels y luego se la daba a Davne. Así que así es como era. Yo estaba aquí, preocupándome como enfermo por ella y no podía dejar de pensar en ella todo el día. Fui horrible por no haberla dejado explicar. Me sentía horrible por no salir y buscarla. ¡Pero esto casi me hizo querer reír! Estaba aquí, en alguna fiesta estúpida. ¡Con él! ¡Qué fantástico de su parte! ¿Siquiera debería importar ahora? Ni siquiera sé por qué me importa ya, honestamente. Solo me enojaba tanto. No podía controlarlo. Le gustaba él en lugar de yo. Le gustaba el chico malo en lugar de yo. Lo quería a él… no a mí. También dolió. No había hecho más que preocuparme por ella, y hasta la encubrí cuando lo necesitó, solo para que no se metiera en problemas con mi mamá. Pero esto es lo que sucede cuando eres demasiado bueno y jodidamente amable con la gente. He terminado. Sabía que había terminado. ―Giraré primero ―dijo Joss a medida que agarró la botella de la mesa y la giró. No le presté atención en lo absoluto. Pero una vez que aterrizó justo en Evelyn, se levantó de su asiento en el sofá y casi de inmediato, levantó su brazo con emoción, haciendo que casi todo el mundo se volteara para mirarla. Por supuesto. Estaba ebria ya, ¿cierto? Mientras Evelyn veía a Joss, noté que tenía esta mirada oscura en sus ojos mientras que su labio temblaba, a medida que ponía una de esas sonrisas de suficiencia que

usualmente tiene. Le di un vistazo a Joss muy cuidadosamente y noté que estaba tratando de evitar mirar a Evelyn, casi como si estuviera asustada de decirle algo. Y se movió para que así su cabello también cubriera el horrible moretón en su ojo. ―¿Cuál es el reto, mi querida Jocey? ―dijo Evelyn mientras estaba recostada en el sofá como si no tuviera una preocupación en el mundo. La miré de nuevo, pero mantuvo sus ojos directos en Joss con la misma sonrisa engreída. Davne también tenía una sonrisa de suficiencia, pero estaba viendo a los otros rodeando la mesa. Me volteé hacia Joss y la vi mirar hacia abajo mientras sonreía, o daba una sonrisa falsa. Ni siquiera podía distinguirlas a veces. En serio, ¿me estaba perdiendo algo aquí o…? ―Evelyn, te reto que te sientes a horcajadas encima de Davne. Te beses con él por todo un minuto sin detenerte. Debería ser fácil, ¿cierto? Si hubiera estado bebiendo algo, estoy seguro de que lo habría vomitado encima de ella. ¡Qué. Demonios! ¡No! De ninguna jodida manera iban a hacer eso aquí, no frente a mí. ¡Por favor no frente a mí! Pero Evelyn solo pareció tan aburrida como siempre y se encogió de hombros. ―Bien, lo que sea. Oh. Ja. Eso es correcto. No es como si no hiciera estas cosas con él de todas formas. Tosí. Debí saberlo. Poniendo mi mano en mi frente, hice mi mejor esfuerzo por no golpear nada. Tomé respiraciones profundas y apreté mi mandíbula mientras observé a Evelyn levantarse por la esquina de mi ojo, e ir a sentarse a horcajadas sobre Davne, quien estoy seguro aún tenía esa estúpida sonrisa de suficiencia en su estúpido rostro. ―Un minuto ―susurró Evelyn mientras empezó a encerrar sus labios con el chico que más odiaba. Solo mantuve mis puños apretados y fulminé con la mirada la estúpida botella que simplemente tenía que detenerse en ella primero. ¿Pero por qué Joss le daría siquiera ese reto? ¿Porque sabía que se merecían el uno al otro? ¿O porque supo de ellos todo el tiempo? Un gruñido escapó de mi garganta cuando escuché gemidos y recordé ese vídeo. Las manos de Davne estaban por todas partes de ella y las personas alrededor estaban contemplando con atención con inmensas sonrisas en sus rostros, como si estuvieran malditamente muy entretenidos. ¡Maldita sea! ¡Maldita sea a todos los infiernos! ¡Me estaba enfureciendo nuevamente! Sin siquiera pensarlo dos veces, abruptamente me levanté del sofá y caminé a la cocina, agarrando mi cabello en el proceso. Ni siquiera noté a Ian, Darrel y Jesse allí dentro jugando algún juego de beber hasta que escuché a Jesse rápidamente venir a mi lado, viéndose preocupado.

―Vaya amigo, qué… ―se cortó a sí mismo y se alejó mientras cubría su cabeza una vez que me vio golpear la pared más cercana con un gruñido alto. Estuvo callado entonces mientras traté de respirar profundamente, apretadamente cerrando mis ojos por el dolor que mis nudillos tenían. Estaba comenzando a sangrar ya pero jodidamente no me importaba. Quería golpear la pared mucho más que solo una docena de veces. Ya había un hueco enorme en ella. Podría usar unos más, ¿cierto? Después de todo, mi mano no dolería tanto como mi tonto corazón. ―Bueno, mierda ―dijo Ian. ―Impresionante ―escuché a Darrel susurrar―. ¿Estás pensando lo que estoy pensando? ―Zavier… ―Jesse cuidadosamente empezó mientras lo escuché acercarse otra vez. Pero puse mi mano hacia arriba para detenerlo. No quería herir a mi mejor amigo de nuevo. No quería a nadie herido excepto Davne. ―Oye, cálmate amigo. Está bien. ¿Qué ocurrió? ―Ella ―apreté mi mandíbula nuevamente―, malditamente esta besándose con él justo frente a mí. ―Por eso, me volteé y él estuvo sorprendido de ver lágrimas en mis ojos. ¿Por qué demonios estaba llorando por esto? Era estúpido llorar. No quería, pero solo sucedió―. ¿Por qué vine siquiera? ―susurré, mientras me limpié las lágrimas con mi antebrazo. ―¿Joss estaba besándose con alguien más? ―preguntó con una mirada incrédula en su rostro, como si repentinamente se hubiera enojado―. Qué demoni... ―No, no es ella. Es Evelyn con Davne. Estuvo silencioso otra vez y después de unos pocos segundos, ambos escuchamos a Ian y Darrel hablar al unísono. ―¿Davne Conrad? ―¿¡Lo conocen?! ―Jesse preguntó sorprendido, mientras nos volteamos para enfrentar a los dos chicos. ―Sí, es un idiota ―dijo Ian con un encogimiento de hombros mientras bebió de su vaso rojo―. El único tipo con ese nombre ridículo. Quiero decir, ¿Davne? ―Es bastante extraño ―dijo Jesse. ―Es así, sin embargo. ―¿Davne? Suena como un maldito imbécil. ―Muy bien ―dije severamente, haciendo que ambos se detuvieran―. ¿Cómo lo conocen? ―Bueno, prácticamente es conocido por cualquier pandilla alrededor de Virginia. Es así de notorio. ―Nunca tuve el placer de presentarnos apropiadamente ―dijo Darrel con un ceño fruncido mientras cruzaba sus brazos―. ¿Evelyn está con él?

―Ella no haría eso ―Ian negó―. Nunca supo de él. Maldita sea, si solo le hubiéramos dicho quién era él se habría mantenido lejos. Sabía que debíamos haberlo hecho. Simplemente cerré mis ojos nuevamente y luché contra la urgencia de golpear la misma pared. ―Yo solo… no puedo hacer esto. Me voy ―dije mientras golpeé mis manos en el mostrador y empecé a caminar hacia la puerta. Pero no pude ir ya que Jesse me bloqueaba el camino mientras sostenía sus brazos hacia arriba para detenerme. ―Amigo, no salgas caminando solo, es demasiado peligroso. ¿Qué, la gente piensa que no sería capaz de cuidarme por mí mismo ahora? Casi resoplé y me reí de él. ―Como si me importara una mierda… ―Estaba a punto de caminar a su alrededor, cuando me agarró el brazo esta vez y me dio una mirada seria. Pero vi cuán preocupado estaba realmente. En realidad se preocupaba por mí. ―Zavier. Suspiré y froté mi rostro con mi mano. ―Estaré bien, Jesse. Lo juro. Solo necesito respirar. ―De hecho estaba sorprendido que fui capaz de controlar mi respiración lo suficiente para no tener un ataque de pánico. Pero me sentía como que estaría viniendo demasiado pronto si no conseguía algo de aire fresco. ―Sí, bueno, si estás vivo y puedes hablarme ahora mismo, entonces puedes respirar. Solo quédate. Tú y Evelyn necesitan hablar. ¡Ja! ¿¡Estaba hablando en serio ahora?! ―No quiero hablar. ―Ustedes dos hablarán. O que Dios me ayude los golpearé a ambos ―hizo una pausa, luego miró de lado a lado―. De hecho no, Evelyn me asusta como la mierda y golpearla seria abuso. Y tú me golpeaste, así que estoy bastante jodido. Pero oye, oye. Ian y Darrel me cubren. ¿¡Cierto, chicos?! Me miró con una sonrisa inmensa, pero después frunció el ceño cuando notó que estaba hablando a un espacio vacío. ―Esas pequeñas cabezas de mierda ―murmuró―. Ustedes dos aún hablarán. Los encerraré en una maldita habitación si tengo que hacerlo. Bueno, eso sería divertido.

37 Fijado en ti •Zavier• —Todavía no puedo creer a estos gilipollas. Me abandonaron —continuaba repitiendo Jesse con sus brazos cruzados, haciéndome poner la mano en mi frente. Estuve a punto de salir cada vez miraba para otro lado, pero él siempre se las arreglaba para coger mi brazo a tiempo, lo cual me hizo gemir. —Mira, debí saberlo. No confiar en los chicos malos, no importa cuán divertidos son. —Hizo una pausa, pero luego me hizo saltar cuando de repente se rió y golpeó mi espalda. Duro—. ¡Ja! ¿Qué estoy diciendo? ¿Qué hay de Davne? Es un idiota total. Estaba a punto de abrir mi boca y finalmente, decir algo, cuando escuché la puerta de la cocina abriéndose de nuevo. Me alejé y me quedé de pie junto a Jesse. Entonces, mis ojos se abrieron completamente una vez que vi a Ian llevando a una inconsciente Evelyn en sus brazos, con Darrel a su lado con la misma enorme sonrisa en su rostro… Sólo sosteniendo una barra de chocolate. —Oye, tío, la tenemos —dijo Ian con un guiño hacia Jesse—. Ahora ¿dónde quieres ponerla? Me quedé boquiabierto. Eso era todo lo que podía hacer sinceramente, en ese momento. ¿Realmente hicieron…? ¿Qué coj…? ¿Qué le hicieron? Han trabajado realmente rápido, demasiado. No estaba sorprendido en absoluto, sin embargo. Pero de todas maneras. ¿Por qué harían esto? No quiero ni siquiera saber cómo la tuvieron inconsciente en el primer lugar. Me hacía temblar. —¡Sabía que vosotros chicos cuidabais mi espalda! —les gritó Jesse mientras iba y ponía su brazo alrededor de Darrel—. ¡Nunca dude de vosotros ni un segundo! —Vosotros… —me las arreglé para decir, pero luego me detuve para cubrir mi boca y tomar una respiración profunda—. ¿Vais en serio ahora? —Infiernos sí, ¿parece que estamos jodiendo contigo o algo? Ahora date prisa antes de que se despierte. Si lo hace, empezará a dar patadas… y bastante duro… en todos los lugares malos. —Espera, ¿quién va a recoger a Zavier? Una vez que Darrel preguntó esto, mis ojos se fueron ampliando todavía más y traté de hacer una carrera para ello. Aunque Jesse e Ian me bloquean inmediatamente.

Y aunque Ian aún tenía a Evelyn en sus brazos, aun así logró agarrarme. En serio, ¿cómo infierno logró eso? Maldita sea. Sin embargo, ¿Jesse tenía razón? ¿Realmente tenía que hablar con ella? No es como si fuera a cambiar algo. Y estaba siendo estúpido una vez más, ¿no? Necesitaba al menos hablar con ella. Odiaba no hablar con ella como solíamos. Sólo quería nuestra amistad de vuelta, aunque yo no podía ser solamente un amigo con la chica que amaba. Era una tortura, no llegar a ver su sonrisa de la forma que solía, a pesar de que han sido apenas un día o dos. Quería que incluso me llamara "osito de peluche" otra vez. He cogido el gusto a eso, porque ella parecía tan guapa diciéndolo. Y la quería de vuelta antes de que decida plenamente ignorarme por completo. No quería nuestras cenas incómodas y en silencio. No quería verla en la casa y tener su mirada fija en mí. No quería verla en las aulas, pasando justo por mí lado como si ni siquiera me conociera. Y no quería que alguien le preguntara por mí, sólo para que ella diga que completamente se ha olvidado de mí, o incluso que no me conoce en absoluto. En realidad, estaba derrumbado en mis pensamientos. Así que Jesse estaba en lo correcto. Necesitaba hablar con ella y hacer las cosas bien antes de que vayan horriblemente mal para siempre, a pesar de que parecía que estaban ya empezando a hacerlo. —Dejadme ir —les dije en un tono serio, escuchando además mi voz quebrarse un poco. Sentí todos los ojos en mí, pero mantuve mi cabeza baja y mirando el suelo—. No me marcharé, sólo déjame a Evelyn y me la llevaré arriba a una habitación vacía en la que pueda descansar. Se hizo silencio por un segundo y sentí como los chicos están mirando uno al otro inquisitoriamente. —¿Es… estás seguro? Me volví a Jesse justo entonces y él pareció dar un poco un paso atrás cuando vio mi rostro. Pero no estaba enojado con él. Estaba muy enfadado conmigo mismo. Necesitaba pensar correctamente y hacer esto. Necesitaba hacer lo correcto. —Necesito hablar con ella —le digo en un susurro y por el sonido de mi voz, sus ojos se volvieron suaves y suspiró al mismo tiempo agarrando su cabello y mirando a Ian. —Eh, fue fácil —dijo Darrell, mientras me daba la vuelta para mirarlo. Él sólo se encogió de hombros, puso sus manos hacia arriba y siguió comiendo su chocolate. —Muy bien, tío —dijo Ian mientras me entregaba a Evelyn cuidadosamente para que yo pudiera cargarla en mis brazos. Ella era tan pequeña, ligera y delicada… y se veía completamente… Muerta. Pestañee fuerte y de inmediato alejé la idea de mi mente. No tenía idea de por qué este pensamiento de repente me vino a la cabeza, pero sabía que lo quería lejos.

Miré a los chicos y ellos miraban a Evelyn, aunque sentí los ojos de Jesse en mí. Le vi palpar su nariz y después, agarrarla, como si estuviera con dolor. Y tal vez lo estaba. Realmente debería haberme golpeado. Y todavía me pregunto quién golpeó a Joss... —Cuida de ella. Es como nuestra hermana pequeña. —No es como que nos fuerais a dejar aquí —le respondí a Ian con el ceño fruncido—. Espera... ¿no? Ian me sonrió en ese mismo momento que puso su mano en mi hombro. —Quise decir para más adelante, muchacho nerd. Yo... ¿más tarde? ¿Qué quiso decir con eso? —Estaremos alrededor. Sólo dinos cuando hayáis terminado con el ñaca-ñaca. Estoy bromeando, amigo, estoy bromeando. Mientras tanto, sin duda mantendré a Joss entretenida conmigo... ¡estoy bromeando otra vez! Por Dios, deja de mirarme así. Maldita sea, para un chico bueno nerd seguro que tienes una mirada que asusta bastante para matar a alguien. Eso realmente casi me hace reír esta vez. ¿Estaba asustando al chico malo? Bueno, eso era algo nuevo para mí. Antes de salir para ir arriba para encontrar una habitación limpia y completamente vacía, miré a Jesse y asentí hacia él como un "gracias". Un "gracias" para hacer darme cuenta de lo estúpido que he estado actuando últimamente. Si él no quiso golpearme, por lo menos debió haberme abofeteado. Creo que habría golpeado algún sentido real a mí más pronto. Muy bien, otra cosa en la que tenía que trabajar era detener hablar tan sucio, aunque fuera sólo en mis pensamientos. Se ha vuelto mucho peor que me temo que mi mamá va a necesitar un frasco de palabrotas hecho especialmente para mí. Y definitivamente no quería eso. Me haría sentir irresponsable y horrible, como si no fuera la persona que una vez fui. Pero entonces, no sabía que ya he cambiado. Entonces, ¿cuál sería el punto de negarlo, en realidad? Encontrar una habitación apropiada en la casa era bastante difícil. Seguía escuchando gemidos, unos gritos y algún raro golpe mientras pasaba por al lado. ¿En serio, gente? Parece como si solo vienen a fiestas para hacer este tipo de cosas. Bueno, básicamente lo hacen. Negué y fui hasta el fondo de un pasillo oscuro hasta que finalmente llegué a una puerta abierta que mantenía una habitación muy oscura. Tomé una respiración profunda y la empujé lentamente de par en par con el pie para tener un buen vistazo al interior. Parecía completamente vacía, así que encendí las luces para obtener una mejor vista. Suspirando profundamente, entré, cerré la puerta detrás de mí y la bloquee con la llave. Luego, coloqué suavemente a Evelyn en la vacía y cuidadosamente cama hecha. Estaba muy sorprendido que había en realidad una habitación vacía aquí. Por lo general, con estas fiestas, todas estarían ocupadas. Tragué duro y enterré mis manos en mis bolsillos, mientras miraba a Evelyn con sus ojos cerrados, respirando lentamente dentro y fuera. Si no despertaba pronto, no

sabía si podría seguir haciendo esto. Quiero decir, ¿qué se supone que debo empezar a decirle? Probablemente voy va a terminar diciendo algo completamente estúpido y torpe. Así es como siempre he sido después de todo. Estúpido, torpe y nervioso. Pero, tal vez podría empezar por dejarle a ella hablar. No tuvo oportunidad para esto antes. Estuve tan enfadado de que ella estuvo con Davne en ese vídeo. Pero al verlo otra vez, sí, lo hice y estoy así de loco, que parecía como si fuese, no sé, ¿prácticamente obligándose a sí misma hacer esas cosas que hicieron juntos? Por lo tanto debe haber una razón detrás de ello. Tenía que haber. Simplemente lo sentía. Me sentí como derribado por algo, sin embargo. ¿Por qué no podría ser sencillo para nosotros? ¿Por qué no podría ser realmente bueno de una vez? ¿Por qué no puedo simplemente estar con ella como me quería estar? Apreté la mandíbula y me senté en la cama cerca de los pies de Evelyn. Después, pongo mis codos sobre mis rodillas y mi cabeza entre mis manos, mientras rápidamente repiqueteo mi pie contra el piso alfombrado. Todo lo que hice entonces fue mirar al espacio vacío de delante de mí, por no sé cuántos minutos, mordiendo mientras mi labio. Entonces, sentí estas estúpidas lágrimas en mis ojos ya empezando a formarse. No tenía absolutamente ninguna idea de por qué quería llorar. Sólo sentía el pecho doliendo, como si fuera comprimiéndose por un segundo. No he hecho nada con respeto a esto. Simplemente sentía como si había dejado de respirar y ni siquiera me importaba. No me importaba en absoluto. Ya la estaba perdiendo. Iba a perderla. Y perderla sólo quería decir que había acabado y terminado con todo en este mundo. Si tan sólo ella… —Maldita sea —susurré a mí mismo mientras cerraba fuerte mis ojos y dejaba una lágrima bajar por mi mejilla pálida. Y entonces fue cuando escuché su voz suave llamándome.

•Evelyn• Verlo como que… sólo era el peor escenario en el que podría sentar mis ojos. Verlo sufrir me hizo querer herir cada una de las personas que incluso se atrevió a mirarlo riéndose de él. Verlo roto me llevó a querer pegar a alguien… quien sea. Verlo llorar me daba ganas de abrazarlo y consolarlo durante toda la noche para que él se sienta seguro y protegido de cualquier peligro en el mundo. Fui estúpida. Estoy seguro de que todo el mundo se dio cuenta de eso antes. He lastimado a mi chico bueno cuando eso es lo que estaba tratando de evitar en primer lugar. No tenía ni idea de lo que estaba pensando anoche. Sólo estaba enfadada por el hecho de que él no me dejó hablar. Así que me fui a casa de Davne después de darle finalmente a Joss lo que pensé que se merecía. Sin problemas. Nos tomamos unas copas, hablamos un poco, pero eso

era todo. Me hubiera entregado a él. Le hubiera ayudado en lo que sea, o ambos. No me pregunto nada, lo cual me hizo muy complacida, pero decidí que esto estaba terminado. Todo estaba simplemente terminado. Hice esto para proteger a Zavier, pero todo lo que hice está jodidamente dañándole en las peores formas posibles. Y no podía hacer esto más. Por lo tanto, si Davne quería hacerle daño, sólo iba a tener que hacerme daño a mí en su lugar. No me importa. Tanto tiempo que dejaba a Zavier en paz, yo estaba de acuerdo. Hola, Infierno, soy Evelyn. Apuesto a que has estado esperándome por un tiempo. Por ahora, Zavier y yo teníamos que hablar. Estoy suponiendo que por eso estábamos presentes en la habitación en primer lugar. O quizá sólo quería que descansara. Pero sea cual sea el motivo, iba a hablar con él. Sabía que el Zavier que conocí por primera vez todavía estaba allí. Él me escucharía, sin importar el tiempo que me cueste explicarle. —Umm… ¿Zavier? —susurré, lo que le hizo congelarse hasta que lentamente se volvió hacia mí. Vi sus ojos llorosos, mientras aspiraba y frotaba su cara con las manos y se giraba a mirar el espacio en frente de él. Luego, apretó la mandíbula antes de abrir ligeramente la boca para presionar su lengua en contra el interior de la mejilla. Creo que estaba tratando de calmarse ya que apretó los ojos cerrados, respiró profundamente y a continuación, furiosamente apretó los puños. Hubo silencio en la habitación y todo lo que podía oír era la música ensordecedora ligeramente desde abajo y un montón de voces fuera, todas mezcladas en una distraída cacofonía. Aunque todo lo que realmente importaba era Zavier en este momento. Sus primeras palabras me impresionaron. —Soy tan idiota. Guau… esto seguramente me sorprendió. Nunca hubiera pensado que se llamaría a sí mismo como algo malo, sobre todo no algo como esto. Había una enorme razón por la cual él se sentía de esta manera y no me gustó escucharlo decir algo malo como esto que de sí mismo. Realmente no debería haber dicho eso. Hizo cosas en mi corazón que no podía comprender exactamente. —Zavier… —No, solo… —Inmediatamente se levantó una vez que empecé a estirarme por él. Este pequeño movimiento propio dolor disparar a través de mi pecho. Lo odié absolutamente—. Ya es bastante difícil. —Agarró su cabello y fingió reír como si todo esto fuera divertido. Pero se puso serio al instante y permanecí viendo esas lágrimas en sus ojos—. ¿Vale? Ya es bastante difícil verte cada maldito día y no poder abrazarte como quiero. Ya es bastante difícil verte y no poder besarte correctamente. Abrazarte para que te sientas segura y protegida. Protegerte de cualquier peligro. Estar contigo como realmente quiero estar. Abrí mi boca para decir algo, pero sólo salió un leve quejido. No tenía ni idea de que decir a algo como eso.

Me quedé estupefacta y sorprendida. Mi corazón estaba alocándose y mis pensamientos estaban por todo su rostro, su risa, su sonrisa, cualquier cosa y todo lo relacionado con él. Eso es lo que quería ver de nuevo. Solo necesitaba mi chico bueno. Yo no quería cambiarlo. No quería ser una mala influencia. Y no quería verlo así. Yo quería verlo feliz, porque, si él estaba feliz, entonces yo estaría feliz también. —Pero eso es una locura. Me volví hacia él mientras continuó hablando—. Es estúpido. —Se rió y se tapó la boca con su mano. Esto me hizo fruncir el ceño, porque él haciendo esto era algo nuevo y no creo que podría acostumbrarme a ello. Mi suposición era que él se reía para esconder sus emociones. Pero, ¿por qué se volvió tan serio tan rápido después de que se rió? —La chica mala y el chico bueno. Lo que incluso pensarían las personas, ¿eh? Miré hacia abajo y jugué con mis manos. Eso era cierto. ¡Pero que infierno! ¿Por qué tendría que dar una mierda por lo que piense la gente? Zavier apretó su mandíbula una vez más y después, volvió a mirar directamente a mí. —Sabes, cuando te conocí no pude dejar de pensar "Guau… mírala. Es tan decidida." —Eso en realidad hizo que mis labios se curvasen un poco en los lados—. Por supuesto que nunca lo admití, ni siquiera para mí mismo. Pero también pensé, ¿por qué a esta chica le gustaría un nerd como yo? Quien está pasando todo el día en su habitación tratando de averiguar ecuaciones matemáticas, leer cómics y no tiene ninguna experiencia con las chicas. En serio. Ninguna. —Pero tú me enseñaste. Estaba realmente encantado de encontrar a alguien que no creía que ninguna de esas cosas era estúpida. Seguro, estúpida pero… también honesta conmigo y me has enseñado a tener más confianza. Pero deberías saber algo. — Hizo una pausa para tomar respiraciones profundas. Me levanté cuando me di cuenta que ponía sus brazos en torno a sí para detenerse de temblar. Tenía los ojos llorosos, empezó a respirar más difícil de lo habitual y estaba tosiendo. Estaba teniendo un ataque de pánico. —¡Oh, dios mío! —dije para mí misma mientras rápidamente corría hasta él. Me sentí mareada y estaba contenta de que no estuviese tan borracha como probablemente estaba antes. Puse mis manos en los temblorosos hombros de Zavier y traté de conseguir que me mirara. —Hey. —Agarré su rostro pero él no se movía. Mantenía su cabeza hacia abajo, como sus labios curvados—. Zavier, por favor… por favor, respira. —Creo que necesito… —Tosió e inhalo profundamente—. Tengo que… Yo… Te necesito. Con esto más lágrimas fluyeron hacia abajo mientras se abrazaba él mismo aún más.

Mis cejas estaban fruncidas con preocupación y me sentí como llorando yo también. Pero todo lo que hice fue abrazarlo y besar su cabeza, alisando su cabello cuando lloraba en mi hombro. Maldita sea. Sólo quería que estuviera bien. Iba a estar bien y yo iba a asegurarme de ello. —Y yo estoy justo aquí —susurré, aclarando mi garganta y mirando hacia arriba para detener mis lágrimas de fluyendo hacia abajo. Inhalé y hablé más fuerte, asegurándome que mi voz no sonase tan rota como la suya estaba—. No me voy, ¿vale? ¿Entiendes? Siempre estoy aquí para ti. Siempre voy a estaré aquí para ti, Zavier. Todo va a estar bien. —Estás con… e-él. —Su voz sinceramente rompió mi corazón. Se refería a Davne, e incluso pensar en él me hizo enojar. Quería tanto hacerle daño, por obligarme hacer sufrir a Zavier de esta forma. —A quién diablos le importa de él —dije, apretando fuerte mis puños. —Yo solo… —Exhala Zavier y solloza un poco más en mi hombro—. No puedo. Yo… Te amo. Mi corazón completamente paró justo entonces y ahí cuando me dijo esas dos palabras especiales para mí. Es como esos tiempos, donde todo se congela y no es más que nosotros dos. No escuché nada más que su latido y sus sollozos. No sentí nada más que su cálido cuerpo contra el mío. Y no sentí ninguna otra emoción, excepto el amor que tenía para él. Y él… él dice que me ama. El realmente… No… no, no, no, no podía. Él no lo haría. ¡No puede! ¿Por qué incluso…? —Zavier, yo… —Estaba completamente bloqueada cuando se detuvo abrazándose a sí mismo y puso sus brazos alrededor de mi cintura para atraerme hacia él. —N-no. No digas nada —Exhaló de nuevo, aun tratando de calmarse—. Ca-cada vez… yo solo, estoy pensando en cambiar contigo… y-y besarte. Y sostenerte… toda la noche. Es entonces cuando apretó los brazos alrededor de mí, haciéndome jadear. Todavía podía respirar, no estaba sosteniéndome tan fuerte. Tenía tantas ganas de llorar. Sí, quería hablar con él sobre lo que estaba pasando. Simplemente no creí que íbamos a terminar estando… aquí. —Entonces, hazlo osito de peluche —le susurré y me podría haber jurado sentirlo tensarse además de relajarse al mismo tiempo. Espero que no crea que lo dejé, incluso después de que esto sucedió. Esta fue una gran confesión. Y me sentía justo de la misma manera. No tenía nada de qué preocuparse, en absoluto. Estaba aquí para él y él estaba aquí para mí. Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando, de repente, Zavier levantó su cabeza, ahuecó mis mejillas en sus manos y trajo sus labios bruscamente además de apasionadamente a los míos.

No me moví en absoluto al principio. No tenía idea qué otra cosa hacer. Todavía estaba en completo shock por lo que me había dicho. Quería que me besara. Solo que no me creí que sería lo suficientemente atrevido para realmente hacerlo. Pero lo hizo. Y logré levar mis manos para tirar de su suave cabello oscuro para responder al beso. Sus labios eran dulces, además de sentir algunas de sus saladas lágrimas. Pero no me importaba. Sólo sabía que quería seguir besándolo y tenerlo en mis brazos siempre. Sólo quería estar con él y no tener a nadie molestándonos en absoluto. Así que seguimos besándonos y lentamente yendo a la cama de nuevo… donde nos detuvimos de besarnos y sólo nos miramos el uno al otro. Todavía respiraba difícil, pero también lo hacía yo. Su ataque de pánico paró enseguida y también sus lágrimas, lo que me hizo suspirar de alivio porque verle llorar estaba rompiendo mi corazón. Nunca en mi vida quiero verlo así otra vez. Estaba tan roto y asustado. Y lo odiaba más que nada. Así que quería abrazarle el resto de la noche para asegurarle que todo iba a estar bien. Y decirle que íbamos a estar bien si nos quedamos juntos e ignoramos a todos y todo lo demás. Pero en lugar de ello, me agarró y me sostuvo cerca de su cuerpo, besando lo alto de mi cabeza, jugando con mi pelo con una mano y sosteniendo mi mano con la otra. Todo esto se sentía tan bien y reconfortante. Yo, nosotros, no teníamos de qué preocuparnos en ese momento y me encantó. Me encantó estar con él. Me encantó la manera que él estaba. Y yo… estaba empezando a dormir pero me recuerde algo. Quería decirle parte de la razón por la cual había estado esperando para hablar con él. Mi voz era apenas un susurro suave, pero sabía que él me escuchó cuando le dije: —Lo... lo hice para protegerte… —Justo antes de dormirme en sus brazos.

38 El plan B •Evelyn• Me volví hacia un lado y parpadeé unas veces antes de abrir completamente mis ojos, ajustándome a la luz del sol entrando por la ventana. Era demasiado brillante para mí, así que decidí mantener mis ojos cerrados, cuando escuché un ligero chirrido en el piso. Alguien estaba en mi habitación, acercándose a la cama, todavía tratando de ser tan silencioso como posiblemente podían ser, por lo que no los notaría. —Ni siquiera pienses en ello, gilipollas —gruñí, viendo ya el mohín de Darrel mientras salía lentamente de la habitación. Fue entonces cuando me reí para mis adentros. ¿En verdad, pensó que podía simplemente escabullirse en mi habitación, rociar mi mano con crema batida, y después hacer cosquillas en la nariz con una pluma para hacerme golpear mi rostro con ello? ¡Psh! En verdad, ¿quién cae en eso hoy en día? —¿En serio, Darrel? ¡¿De nuevo?! —Escuché gritar a Ian—. ¡No puedo creer que siempre caiga en eso! Está bien… supongo que Ian era una excepción. Generalmente cuando Darrel lo hacía, podría rascarme la cara con la mano limpia y golpear la crema batida en su cara. Lo haría enfadarse por tanto tiempo y eso simplemente era adorable. Era un niño. Era una buena cubierta para un niño malo. Pero es más inmaduro que malo, para ser honesta. —¿Cómo es que Evelyn siempre lo sabe? ¿Tiene un sensor de movimiento? ¡En verdad! Sonrío con suficiencia ante eso y decidí quitar mi manta, sintiendo el aire fresco en mis brazos y piernas desnudas. Me estiré un poco y estaba a punto de levantarme, cuando se registró un golpe ligero en mi puerta. Si se trataba de Ian o Darrel, entrarían directamente sin importar qué. Y Stormy, como casi siempre, tuvo una noche larga, lo que significaba que todavía estaba dormida así que no había duda de que se trataba de Zavier. Ese chico, siempre utilizando sus modales. —Adelante —dije, colocando mis piernas de nuevo en la cama mientras veía la puerta abierta.

Zavier entró con su cabello en un desastre lindo, usando una camiseta roja de cuello V con pantalón de pijama a cuadros rojo y negro. Estaba sosteniendo una bandeja en sus manos. El latido de mi corazón se aceleró y aclaré mi garganta mientras él me dio una sonrisa cálida. —Hola, Zavier… Él me sonrió de nuevo, pero parecía muy nervioso mientras dejaba la bandeja en mi escritorio y tímidamente se rascó la nuca. —¡Oh, oye! Buenos días. Yo umm… pensé que tendrías una resaca o lo que sea, así que en cierta forma solo… bueno, yo solo, me desperté temprano y acabo de hacer esto. E-esta es comida. Sé lo mucho que te gusta la comida. Quiero decir, realmente, ¿a quién no le gusta? Esto es Estados Unidos, somos un montón de gordos… quiero decir, lo siento, no quise decir eso. Yo solo… solo come por favor. Me disculpo si es horrible. —Después de decir eso, él sólo resopló y apartó la vista para evitar cualquier contacto visual conmigo. Todo lo que hice fue sonreír ante su ternura y mirar la bandeja del desayuno. Realmente era tan dulce. —No tenías que hacer eso —dije—, mi resaca está bien. Realmente no es tan mala como pensé que sería, en verdad, lo cual es un milagro. Asintió una vez, sonriéndome de nuevo mientras agarraba la bandeja y lentamente la acercó a mí. —Además, espero que esto todavía ayude de alguna manera. —Puso la bandeja en mi regazo y estaba a punto de salir, cuando hablé. —¿Puedes venir aquí, por favor? —pregunté, haciéndolo tragar saliva. Pero obedeció y se acercó más a mí. —Más cerca. Solo voy a decirte algo rápidamente. —Oh, um… está bien. —Lamió sus labios y acercó más, por lo que su oreja estaba justo al lado de mis labios. En lugar de decirle algo sin embargo, le di un gran beso en la mejilla, susurrando un —Gracias, osito de peluche. —Antes de dejarlo ir. Sus orejas ahora eran de color rosa. Y el color se estaba arrastrando hasta sus mejillas, pero solo se rio: —Solo estás tratando de ser amable. —Y ése es el verdadero Zavier Coin. Sonrió pero entonces frunció el ceño cuando puso sus manos en los bolsillos: —¿Tú umm… —Entonces se detiene. Levanté la vista hacia él con las cejas levantadas, algo de tocino colgando de mi boca—… recuerdas… lo que sucedió? Dejé caer el bacón de mis labios mientras estaba masticando lo que había en mi boca. —¿Qué paso anoche? ¿Golpeé el trasero de alguien? No he hecho eso en un tiempo. —Fue entonces cuando se congeló por completo, pero solo se rió entre dientes y bajó la

vista—. Estoy bromeando. Es un poco confuso pero yo… por suerte, recuerdo la mejor parte de anoche. Se sonrojó ligeramente de nuevo y me di cuenta de que las comisuras de sus labios empezaron a inclinarse hacia arriba en otra hermosa sonrisa. Pero antes de que toda su sonrisa pudiera tomar forma por completo, frunció de nuevo el ceño y bajó la vista hacia sus manos. —¿Recuerdas por qué estabas… con Davne? Me mordí el labio, sin preocuparme por el tema de Davne. —Oh, bueno… —No podía decir nada. Sabía que tenía que explicar todo pero… ¿Por dónde mierda siquiera empezar? Tu archienemigo me obligó a ser su polvo asegurado. Sin embargo no tuvimos sexo, pero estoy segura de que parecía que lo hicimos. Ese idiota y yo hicimos un acuerdo de que te dejaría en paz si acordaba estar con él en secreto, así que por eso te mentí un montón de veces acerca de escabullirme. Oh, pero solo para protegerte. ¿Eso suena bien? Suena mal, ¿no es así, Zavier? Ahora me odias… por supuesto que sí. ¡Mierda! —Evelyn —sacudí la cabeza para aclarar mis ideas y miré hacia la expresión inquieta y preocupada de Zavier—, dijiste que lo hiciste para protegerme. Y antes, también dijiste que lo estabas haciendo para protegerme, y, bueno… quiero escuchar toda la situación, si no te importa. ¡Por favor! Tomé una respiración profunda y puse mis manos sobre su rostro. Entonces, puse la bandeja de nuevo en mi escritorio. Amaba la comida, sí. Pero tenía que explicar esto ahora, sin interrupciones en absoluto. —Yo, umm… está bien. Es una larga historia, ven a sentarte aquí, por favor. Él obedeció, y entonces le dije. Explicando todo acerca de la situación, incluyendo los momentos en que me escapé. Odiaba contarle de los besos y esas cosas, porque la mirada en su rostro simplemente era muy desgarradora. Pero también lo vi apretar su mandíbula, con lo que me pareció ser, ira. Así que llevé mi mano hasta su mejilla y besé la otra para, al menos, calmarlo un poco. Sin embargo no le dije que Stormy prácticamente me pidió que le ayudara a mantener a Davne lejos de él. Ella pensó que solo estaba hablando con él en la escuela o algo así. Bueno, en verdad no podía decirle a nadie sobre el acuerdo que hice con ese idiota, siquiera a ella. Sin importar lo mucho que realmente quería hacerlo. Después de que lo había hecho, mis labios se pusieron en una línea dura y vi cómo Zavier respiraba con dificultad y entonces se levantó de la cama. Su espalda estaba frente a mí, y él se agarraba el cabello de forma bastante apretada. Cuando se volvió, vi cómo sus ojos una vez marrones se veían mucho más oscuros que antes. Todo este tiempo, mantuvo su mano derecha escondida, y ayer no puse atención cuando estaba con él. Pero ahora que realmente había puesto su puño en su boca, vi el enrojecimiento en sus nudillos. ¡Había sangre seca en ellos! Me levanté, caminé hacia él, y agarré su mano, tocando ligeramente sus nudillos amoratados. Pero él se alejó con un ligero silbido. —Zavier…

—Deberías denunciar esto a la policía, Evelyn. Yo no puedo… quien de… —gruñó y se dio la vuelta, tratando de calmar su respiración. Entonces, después de algunos segundos, se volvió para mirarme—. Él no puede tratar a una chica así, especialmente a ti. Me quedé tranquila y me encogí de hombros como si no fuera un asunto importante. —Puedo hacer que parezca que soy tan dura, pero en realidad no lo soy. Si hay una cosa de la que estoy profundamente asustada, es de chicos como él lastimando a personas que me importan. Y sí, la policía ha estado en mi mente, sabes. Pero también he hecho cosas malas que probablemente ellos conocen. Y siendo Davne, es probable que ya tenga docenas de pasos por delante de mí. Quiero decir, así es como era Drake. Los tipos malos siempre tienen planes de respaldo. —Es un jodido psicópata, ¡ellos tienen que creerte de cualquier manera! ¡Él ya ha asesinado a gente antes, a la edad de 12 años! ¿No crees que esté seriamente jodido? Él es… un jodido loco y necesita ser enviado a la cárcel para siempre. Seis años claramente no fueron suficientes para ese capullo. —Zavier, Zavier —dije en un tono suave cuando me acerqué a él y agarré sus mejillas. Estaba temblando y tratando tanto de evitar el contacto visual, pero solo mantuve su rostro justo enfrente de mí y presioné nuestras frentes juntas. Después cerré los ojos—. Está bien… hice todo esto por ti. Solo recuerda eso. Fue para mantenerte a salvo porque significas mucho para mí. ¿Está bien? —Abrí mis ojos de nuevo y lo vi mirándome con el ceño fruncido—. Le dije que se acabó. Puede lastimarme, no me importa… siempre y cuando no te lastime a ti. —¡No! —Zavier, estoy haciendo esto… —¡Evelyn, no! No estás haciendo esto. Todo está bien. Él puede lastimarme, mientras te deje en paz, por favor. Me aparté para tomar una mejor visión de él. —Dijiste que casi te mató una vez, ¡No puedo dejar que eso suceda de nuevo! Esta vez pudiste terminar en el hospital o algo peor. Él se quedó quieto y sus labios parecían temblar. —De hecho, terminé después en el hospital. —Él fingió sonreír pero era tan falso que se fue muy rápido—. Simplemente no me gusta hablar de ello y le digo a la gente que no lo mencione a nadie, porque fue horrible. No podía respirar, tenía una tonelada de huesos rotos, perdí mucha sangre, Evelyn… y sin embargo, al día de hoy, todavía no tengo idea de por qué me odia tanto. N-no quiero que te lastime tanto, por favor. Él no va a dudar en hacerlo, también. Duele cómo su voz temblaba y cómo en realidad se rompió al final. Davne entró en nuestras vidas solo para arruinar todo. Y ahora qué sé cuánto había lastimado a Zavier, quería matarlo yo misma. No me importa si me meto en problemas. Estaría jodidamente feliz en mi celda sabiendo que mi chico bueno estaba sano y salvo, estudiando para ser un maestro o algo. Él estaría fuera de peligro, pero… Ambos estaríamos tristes por estar lejos el uno del otro.

¿Por qué demonios no lo confesaba yo misma? Él me ama, ¿Por qué simplemente no podía decírselo entonces? ¡Es tan simple! Yo. Te. Amo. Lo he dicho antes. Pero nunca me he enamorado con tanta fuerza como lo estoy de Zavier. Simplemente debería decirlo, sin rodeos… porque así es como soy generalmente, sincera. Maldición, ahora estoy volviéndome una pelele. ¡¿Qué demonios?! —Osito de peluche, yo… —Espera, por lo menos dile a Ian y Darrel. —Por favor, no lo hagas. No les digas —ordené con un tono que se suponía que sonaba serio pero en cierta forma sonaba apresurado. No sabía qué se había apoderado de mí. Ellos eran mis mejores amigos. ¿Y no quería decirles qué estaba pasando? Bueno, en realidad tuve unas cuantas razones. Pero supongo que tampoco quería que Davne traiga a su propia pandilla y los lastime. —Evelyn, esa es una decisión estúpida. —Esos tipos son malos, sí. Pero apenas podían sobrevivir sin Drake. ¿Crees que son capaces de hacer temblar a Davne en absoluto si él tenía alguna clase de respaldo con él? —¡Entonces llámalo o algo! Solo… —Zavier, ¡no puedo! ¡No puedo simplemente llamarlo y decirle que esté aquí! Él sabría que algo está pasando. —Los chicos querrían ayudar, Evelyn. Son tus mejores amigos. Al menos tienen derecho a saber. Suspiré y bajé la vista. Él estaba haciendo esto realmente difícil para mí pero sabía que tenía razón. —No puedo decirles —dije en un tono suave, apenas un susurro, que pensé que no me escuchó. Así que levanté mi voz para la siguiente frase—. Simplemente no quiero meterlos en más problemas. La policía los captura, y ellos están en la cárcel para siempre. Me di la vuelta y me senté en la cama, con Zavier siguiéndome para sentarse junto a mí. —¿Los registros? —Supuso cuando tocó sus nudillos ensangrentados con sus dedos. —Muchos registros. No muy buenos, tampoco. Hubo una pausa larga y sabía que estaba deseando preguntar algo. Así que lo dejé pensar hasta que se sintió listo para preguntar. Honestamente no me importa lo que iba a preguntar. Estaba dispuesta a responder cualquier cosa por él. —¿Ustedes realmente nunca mataron gente? Tragué un nudo en mi garganta y dudé antes de responder. Sabía que odiaría la respuesta y no quiero que esté más asustado de mí. Él había empezado a estar lo suficientemente cómodo como para realmente enamorarse de mí. No quiero arruinar eso. Y ya era bastante increíble que lo esté. —Sí… secuestramos a algunas personas, pero nunca supe nada de eso. En realidad asumí que ellos los mataban o lastimaban de alguna forma, ya que Drake siempre me

dijo que no me preocupara. Pero la mayoría de esas personas merecían morir. Eran el tipo de criminales que lastiman a personas inocentes, como tú. Y odiábamos verlos lastimar a los demás. Pero como era de esperar, nosotros éramos los únicos que se consideran malos. Quiero decir, obviamente lo somos. Pero hicimos la mayoría de esas cosas para ayudar a la gente buena, también. Sí, claro, hicimos otras cosas como robar bancos y esas cosas. Pero eso solo fue para pasar el rato, no como que hemos traído armas y amenazamos con disparar a la gente. Bueno, llevamos armas, pero en realidad nunca tenían balas reales. —Y entonces con el tráfico de drogas… bueno, solo era algo que Drake hizo por un poco de dinero extra. No siempre podemos robar bancos, sabes. —Me reí entre dientes, pero Zavier solo asintió y bajó la vista. Fue uno de esos momentos en que me hubiera gustado poder ver adentro de su mente para ver lo que escondía allí. Él siempre ha sido así de misterioso y no era muy divertido tratar de averiguarlo. Bueno, es como era en realidad, pero en momentos como éste, no tanto. —¿Alguna vez pensaste que ninguna de esas cosas eran buenas? —preguntó sin mirarme. Y a pesar de que él no lo estaba, sabía que del rabillo de su ojo él podía verme negando. —Por supuesto que no lo es. Lo sé. Sé que las drogas y las cosas del crimen son todas malas. Y entiendo por qué me enviaron aquí para obtener ayuda. Pero solo fue algo que me sucedió. Tuve una mala vida, así que pensé que estaba bien para mí por ser tan mala en esta vida, ¿sabes? Él lamio sus labios y asintió, entendiendo lo que había querido decir. Entonces, tenía mi propia pregunta qué hacer. —¿Cómo te enteraste de todo? Con Davne, quiero decir. —Se envió un video. Era de ustedes dos… solo… bueno, juntos. ¿Qué demonios? ¿Por qué habría un video de nosotros? Y de ser así, ¿él lo envió a los demás? Quería matarlo más de lo que ya quería. ¡Maldito idiota! Traté de actuar tan calmada como pude cuando le di a Zavier una sonrisa reconfortante, solo para asegurarme de que no sabía que quería matar a alguien en ese momento… mucho. —¿En verdad tienes ese video? —Yo… sí, sí… —Él entonces buscó en sus bolsillos por su teléfono. Parecía un poco nervioso, también. Lo vi fruncir el ceño mientras se desplazaba a través. No se veía bien para mí—. Espera… N… no está aquí. Juro que estaba justo aquí. —Él… —Gemí y agarré mi cabello—. Está bien, él es esa clase de inteligente. Zavier se burló y apagó su teléfono antes de volver a ponerlo en los bolsillos de su pantalón de pijama. —No creo que fuera listo, en absoluto. Reprimí una sonrisa ante su insulto sutil. —Puedes ser una mala persona y ser muy inteligente al mismo tiempo, sabes. Podría serlo con las típicas cosas académicas o… —¿Podría serlo con sofisticados crímenes de alta tecnología?

—Sí, más o menos. Él se rio entre dientes y tenía una sonrisa petulante. —¿Sabes cómo hacer eso? —Bueno, yo eh… —Me aclaré la garganta. Esa sonrisa suya acaba de hacer cosas graciosas en mí, lo juro—. En su mayoría estaba Drake, él era el nerd tecnológico y todo. Yo solo podía abrir cerraduras y… —Bueno, eso explica cómo abriste mi puerta a veces al azar. Reí, por lo que su sonrisa crece más amplia. —Oye, ahora no la bloqueas tanto. Me he dado cuenta. Él se encogió de hombros y entonces ligeramente golpeó su brazo con el mío. —No hay razón para mantenerla bloqueada. —Incluso cuando… —… me estoy cambiando? —Él puso los ojos alegremente en blanco y se rio entre dientes—. Sí, Evelyn. Puedes disfrutar de la vista. A pesar de que parecía estar bromeando, todavía le guiñé un ojo y repliqué: —Maldición, lo haré.

•Zavier• —¿Evelyn se ha ido? —pregunté a Darrel cuando volvió a entrar en la cocina. Me miró y entonces frunció el ceño como si no supiera de lo que estaba hablando. Pero luego su boca formó una "O" mientras recordaba. —¡Oh, sí! Su moto no está en la calzada. Maldita sea esa Ducati, Drake debería haberla robado para mí. —Bueno… está bien, entonces. —Genial, ¿Cómo conseguiste que se fuera? —preguntó Ian. —Le dije que estaban dando pollo frito gratis en el mercado. —Nunca hacen eso aquí —dije. Pero Darrel solo se encogió de hombros. —Es mejor apresurarse entonces, porque va a estar enojada. Los tres nos congelamos entonces. Pero después de un segundo o dos, Ian y yo vamos directo a trabajar y nos movimos dos veces más rápido. Estábamos por casi todo el lugar, pero Darrel solo nos estaba viendo mientras comía algunos dulces que encontró en algún lugar de los gabinetes. Él y Evelyn. Los dos están tan enamorados de la comida, juro que realmente está emparentado. —Bueno, muy bien. Así que en cierta forma tengo un plan —dije, una vez que estábamos de regreso en la cocina después de media hora—. Ya le dije a Jesse qué encontrar, es inteligente con estas cosas, así que solo estoy espera…

—Entendido, hermano. —Jesse volvió a entrar en la cocina con un montón de papeles, un bolígrafo entre sus dientes mientras golpeaba los papeles en el mostrador—. Davne aparentemente ha ido a carreras callejeras todo este tiempo. Generalmente es de noche, pero nosotros no tenemos escuela hoy, probablemente él ya esté allí a pesar de que todavía es de día. Está en una calle abandonada. No está lejos de aquí en realidad. ¿Tal vez de allí podemos seguirlo? También revisé a qué otros lugares puede ir, no pude encontrar nada más. Como donde vive. El tipo es muy bueno cubriendo sus huellas. —Supongo que es suficientemente bueno entonces —dije mientras examinaba los papeles que había impreso fuera de su computadora. Básicamente tenían algo de información básica sobre Davne, algunos mapas, registros y otras cosas—. Solo por favor, por favor, no le digas a Evelyn que les dije esto —dije a Ian y a Darrel—, patearía mi culo bastante duro. Ian asintió. —Eso es verdad. Ella tiene unos pies muy fuertes. Pero teníamos que saber. Ese tipo ya es un gran idiota y no se está saliendo con la suya al lastimarla así. Entonces, ¿Cuál es el plan? Fue entonces cuando me acerqué de un lado a otro con mi mano en la barbilla, pensando mucho. Todos estaban parados juntos al otro en una línea recta, viéndome pensar. En cierta forma me sentí a cargo, también, y me sentí bastante bien… como si estuviera en completo control. Podría estarme viendo un poco petulante, también. —Está bien, primero necesito que uno de ustedes distraiga a Evelyn cuando regrese. Solo hasta que los otro tres regresemos a casa. Si deseas ser voluntario, por favor, da un paso adelante. Ahí es cuando Darrel y Jesse dieron un paso atrás, dejándome saber que definitivamente no quieren hacer el trabajo. Ian se veía aburrido pero cuando vio a Darrel y Jesse detrás de él, me vio con pánico: —¡Nooo! ¡Pero… espera! ¡Yo no…! —Gracias, Ian, eres un gran hombre —dije mientras le doy una palmadita en la espalda, justo antes de regresar a la pila de papeles. —¡Cabrones! ¡No soy bueno en distraerla! —Ella va a golpear mi culo por la cosa del pollo frito amigo, ¿crees que quiero morir hoy? ¡Demonios, no! Darrel se rió entre dientes e Ian gruñó ante él, haciéndole dar un paso junto a mí y sacar la lengua. —Uh… ¿Ha llamado Ethan? —pregunté a Jesse, haciéndolo suspirar. —Él ya no está tan enojado contigo así que tal vez puede aparecerse para ayudar. ¿Quién sabe? Asentí. Ethan tenía razones suficientes para estar enojado. Yo estaba siendo, bueno, no yo mismo. Y supongo que una parte de él solo quería a uno de sus amigos de vuelta. He querido hablar con él, descubrir por qué ha estado de esa forma desde que llegó Evelyn. Cada día él acaba de estar más y más tranquilo, y realmente hizo preguntarme.

Justo en este momento, sin embargo, quería enfocarme en Davne. Y no podía creer en la cantidad de valor que tenía en mí esta vez. Después de escuchar que había lastimado a la única chica que realmente quería, bueno, supongo que sólo me puso lo bastante enojado para hacer algo al respecto. Esto. Esto era solo el primer paso, sin embargo. —Realmente eres un valiente hijo de puta. Levanté la vista hacia Ian una vez que dijo eso, y fruncí el ceño, mis ojos corriendo a toda velocidad de un lado a otro, sin realmente saber que decir. —Um… gracias, ¿supongo? —No. Quiero decir, el tipo casi te mató una vez y tú quieres hacer esto por tu chica. Tengo que decir, chico nerd, estoy muy impresionado. —Eso me hizo reír y bajé la vista, sintiendo un poco de rubor venir hasta mis mejillas. Mi chica… Mi chica mala… Guau, eso sonaba realmente raro, ¿verdad? En ese momento, Jesse sonrió con suficiencia y agarró las llaves de su coche, balanceándolas alrededor de su dedo índice. —Vamos a dejar este show en el camino entonces, perras.

39 Los fugados •Evelyn• —¡¡Darrel!! —grité mientras cerré la puerta y entré con una mirada asesina fija mi rostro. Oh sí, resulta que no hay pollo frito gratis en el mercado. ¿Fue mi culpa que en realidad creí en ese hijo de puta? Probablemente. Pero vamos, ¡tenía que ir a ver al menos! ¡En caso de que se acabara! Y si lo hiciera, lo tomaría de otra persona. Me importa poco. Va a pagarme por esto. No se juega con una chica y su amor por la comida. ¡Diablos no! En serio, ¡¿cómo se atreve?! Pero es un chico valiente, le daré eso. —Evel… Justo cuando vi a alguien saliendo de la cocina, le di un puñetazo justo en el cuello y luego arreglé el cuello de mi chaqueta. —Bueno, supongo tenía que verlo venir —dijo, su voz sonaba horriblemente quebrada debido al dolor en la garganta que probablemente estaba sintiendo. Fruncí el ceño cuando vi la cabeza llena de cabello marrón en lugar de la de cabello rubio que esperaba. —¿Ian? —pregunté, mientras se dejó caer el piso sobre su estómago para descansar. —Sí. —Apenas gimió, agarrando su cuello mientras tosía. —Maldita sea —susurré mientras me agaché y traté de sacar la mano de su cuello. Pero no se movía. Todavía estaba gimiendo mientras cerraba los ojos fuertemente y eso me hizo sentir muy mal—. Eso era para Darrel. Y en la mejilla, también, pero tú eres demasiado alto. Lo siento... ¿dónde está Darrel? —Sí, ¡gracias por tu preocupación! —gimió, debido a que probablemente le dolía hablar. Me levanté y me lamí los labios. Maldita sea, ¿por qué tengo que golpear tan duro? —Te daré un poco de hielo o algo así. ¿Necesitas algo más? —El hospital, tal vez. —Oh, no exageres. Has sido golpeado en sitios peores. —Es cierto... ¡Pero aun así! Maldita sea... ¿Has estado trabajando en tus golpes?

Me encogí de hombros, sin embargo casi sonreí al recordar golpear a Joss. Eso fue algo bueno. —Más o menos. —Así que rápidamente fui a la cocina y cogí una bolsa de hielo que Stormy mantiene allí, en caso de emergencias. Y, bueno, ¿supongo que esto era una especie de emergencia? Volví y sostuve la bolsa de hielo para Ian. Lentamente trató de alcanzarla, así que sólo alejé suavemente la mano de su cuello y puse el hielo allí. Él siseó pero luego dejó caer su cabeza. Ten en cuenta, estaba todavía en el suelo. Miré hacia arriba cuando oí a alguien bajando las escaleras. Stormy estaba caminando por las escaleras de cristal vistiendo su bata de color rojo oscuro, que en realidad me pareció bastante encantadora porque tenía su apellido en letra cursiva en la parte de atrás... en letras doradas, también. ¡Jodidamente genial! —Chicos, ¿qué está pasando? —preguntó con una voz dulce, al ver a Ian en el suelo. Pero yo sólo le di la sonrisa más dulce que pude reunir—. ¿Qué pasó? ¿Por qué está Ian en el suelo inconsciente? Fingí una risa y miré hacia Ian de nuevo. —Él no está in... oh joder, ¡está inconsciente! Mierda, ¡dije una mala palabra! ¡Joder! Está bien, lo siento, tres dólares en el frasco, ¡lo tengo! —Fingí otra risa cuando me dio una mirada llena de decepción—. Los conseguiré luego, sólo ayúdame a ponerlo en el sofá por favor. Suspiró profundamente y ambas agarramos a Ian por sus brazos, colocándolo en el sofá. Me aseguré de sentarme y poner su cabeza en mi regazo para que pudiera, convenientemente sostener la bolsa de hielo en su cuello. Pobre tipo, no se merecía eso. Era sólo yo asustándome por no tener pollo frito gratis. Darrel es ligeramente más bajo que Ian, por lo que hubiera sido más fácil darle un puñetazo en la cara. Pero ahora que lo pienso, realmente no debería haberlo hecho —incluso si era un escurridizo mentiroso. Siento que algo está pasando aquí. Conozco a Darrel, y no se quedaría bajo el mismo techo que yo sí hizo algo así. Suele bromear, pero no haría esto sólo por la diversión de que le pateara el culo. Vamos, el tipo es... bueno es un idiota como el resto de nosotros, pero podría ser un tipo muy inteligente, también. Stormy resopló y se sentó en otro sillón, alejando su cabello rubio del rostro mientras me miró con ojos serios. —¿Dónde está todo el mundo? ¿Está Zavier aquí? —Sé que es un hecho de que Darrel se ha ido. Pero no sé sobre Zavier. —Zavier no está arriba y no estaría en el sótano a esta hora —dijo mientras miraba su reloj. Entonces puso su mano de vuelta en su regazo—. Creo que está con Darrel entonces. —Hizo una pausa por un momento y se mordió el labio—. Él no lo metería en ningún problema, ¿verdad? Oh... ¿cómo lo hago yo? Bueno...

Entrecerré mis ojos un poco, mientras pensaba. Darrel era un gran bobo, pero todavía era problemas. Ahora bien, este hecho también preocuparía a Stormy. Pero él no querría que Zavier se convierta en malo ahora, ¿lo querría? Durante todo el tiempo que hemos estado viviendo juntos, Zavier ha cambiado. Se ha vuelto diferente. Pero en el fondo, el tímido, nerd y dulce Zavier Coin todavía estaba allí y lo amaba. Él era del que me había enamorado y sabía que no era el tipo de herirme como mi primer amor lo había hecho. Pensé en ello —y fue estúpido. Un amor que hizo que bloqueara mis sentimientos por Zavier desde el principio. Pero ahora que los he dejado entrar, sabía que tendría que decirle pronto. Tenía que decirle ya. No podía seguir bloqueándolo por la sagrada mierda. Me sentía tan feliz sin embargo. Él se sentía de la misma manera. Se sentía justo de la misma manera, cuando pensé que no lo haría. La idea todavía me sorprendió y parece bastante loco. Supongo que ellos tenían razón. Y Jesse tenía razón, más que todos. Me había enamorado del torpe chico bueno. Y ha pasado demasiado tiempo para mantener este maldito secreto. —Esperemos que no. —Le contesté a Stormy—. Apuesto a que ellos sólo salieron por un helado.

• Zavier • Yoooo! I’ll tell you what I want, what I really really want! So tell me what you want, what you really really want! I’ll tell you what I want, what I really really want! So tell me what you want, what you really really want! I wanna. I wanna. I wanna. I wanna… 10 —¿Pueden parar los dos por favor? —grité mientras bajaba la música, por lo que Jesse y Darrel gimieron al mismo tiempo. —Zavier, esta es una canción clásica, por supuesto que vamos a cantar —dijo Jesse cuando volvió a levantar el volumen—. If you want my future… La volví a bajar después de escuchar su horrible voz aguda cantando de nuevo.

10

Wannabe: Canción de las Space Girls.

—En serio, Jesse. No necesito esto. —Entonces le arrebaté la copa que tenía en la mano con la que no estaba conduciendo—. ¿Y de verdad? Tenías que parar en la tienda de helados. Tomó la copa de nuevo y bebió de ella antes de volver a hablar. —No se puede pasar por el Dairy Queen11 y esperar que no compre algo. —Se burló y luego se echó a reír—. Si querías alguno, podrías haberlo pedido. Sé lo mucho que amas la masa de galletas. En este punto, estaba a punto de perder los estribos mientras apoyaba mi mano en la frente con irritación. Yo casi nunca perdía los estribos, pero esto era muy serio e importante para mí... y se había pasado bromeando todo el camino. Entiendo que así es Jesse, y que también tiende a bromear y tratar de hacer reír a todos con las estupideces que dice, y hace. Pero por el momento, estaba poniéndome un poco nervioso y molesto, incluso si en el fondo pensaba que estaba ayudando a calmarme o algo así. —Lo siento, mal humorado —dijo, haciéndome tomar una respiración profunda y girarme hacia él. Muy bien... bueno, lo intenté. —¿Jesse? ¿Puedes detener el coche un momento? Se rio y se ralentizó. —¿Para qué? Negué una vez como si no fuera la gran cosa. —Sólo un momento. Se encogió de hombros, y una vez que se detuvo, se volvió a mirarme y sólo le sonreí. —¿Qué quieres ahora, Su Alteza? Mantuve la sonrisa y asentí, pero de repente me puse muy serio. —Ahora, fuera. Se rio y puso las manos en el volante. —¡No voy a salir! Este es mi coche, y soy tu mejor amigo. Te estoy ayudando. Me quejé por dentro, pero luego asentí. —De acuerdo, bien. Y lo agradezco, pero realmente tengo que concentrarme en leer estos documentos. —Levanté los papeles que me había dado antes y los miró con el ceño fruncido. —Te conté todo lo que hay que saber —dijo mientras empezaba a conducir de nuevo, pero ahora un poco más rápido, para no perder más precioso tiempo. Gracias. —Hay más, tienes que leerlos con más cuidado. —Bueno, eso es divertido. —Podía oír el sarcasmo en su voz, pero opté por ignorarlo mientras me mordía el labio y empecé a leer los papeles de nuevo. Darrel

11

Dairy Queen: Tienda de Helados.

estaba en medio del asiento trasero y había hablado mucho antes de comenzar a cantar. Honestamente, no parecía tan inteligente, pero estoy seguro que lo era. Parecía más bobo que cualquier otra cosa. Pero en cierto modo me sentí un poco más seguro con él alrededor, ya que probablemente había hecho cosas como estas antes con Ian y Evelyn. Sacudí la cabeza para eliminar esos pensamientos y me concentré más en la investigación que Jesse había hecho de Davne para mí. Fruncí el ceño cuando encontré algo interesante. Luego me giré y miré a Jesse que parecía estar cabeceando al ritmo de la canción de Fall Out Boy que estaba sonando. Pero por lo menos decidió no cantar esta vez. —No sabía que tuviera una hermana... Siguió moviendo la cabeza —Oh sí. Ella apenas tenía cuatro años de edad cuando fue asesinada. —¿Ellos la mataron? Se encogió de hombros. —Murió, lo que sea. Otro misterio acerca de ese tipo. Pero en realidad nunca supe cómo murió. Asentí hacia él, pasé a otra página, y empecé a leerla. Eran sus fotos policiales y alguna otra información que más o menos he oído hablar. Esta era la razón por la que la gente estaba intrigada y también asustada de él. ¿Quién iba a matar e ir a un reformatorio a los 12 años? Bueno, obviamente él. Pero mirando los hechos sobre Davne, algo no parece correcto, como si no tuviera sentido. Tal vez hay más de él que estos documentos me puedan decir. ¿Quién sabe? Los chicos malos sí tienen sus misterios. —Está bien, los rumores son: matar a su hermano envenenando sus bebidas — leí—, y su padre por haciendo que caiga por las escaleras de alguna manera. —¿Y su madre? —preguntó Darrel. Jesse se encogió de hombros una vez más. —Los dejó, supongo. Todos estaban jodidos, obviamente, pero especialmente Davne. Me quedé tranquilo después de eso y sólo bajé los papeles cuando sentí que tuve suficiente de leerlos. Estaba empezando a ponerme aún más nervioso, golpeando rápidamente el pie contra el suelo y respirando con dificultad. Tal vez sudando un poco también, ¿o eran esas lágrimas de miedo a morir posiblemente esta noche? Oh, demonios, no podía hacer esto. ¿En qué demonios estaba pensando? ¿Creía que de repente me volví un tipo duro y podría hacer esto por la chica que amaba? Pero no podía echarme atrás ahora, ¿podía? Definitivamente no. Estaba haciendo esto por ella. Sólo por ella y no me estaba rindiendo. No importa qué tan asustado realmente estaba. Puedo morir esta noche sabiendo que Evelyn Jo está sana y salva. —Muy bien, el lugar se está llenando —susurró Jesse, lo que hizo que me sentara más derecho cuando se detuvo a unos metros de distancia. Me aclaré la garganta y toqué mi cara sudorosa.

—Amigo, estás pálido como la mierda —comentó Darrel, haciendo que cerrara mis ojos más fuerte y reí. Pero la verdad era que probablemente parecía un fantasma, si no peor. Mis nudillos también se volvieron blancos de lo fuerte que me sostenía al asiento. —No es nada. Sólo... s-sólo tienes que seguirlo de cerca. —Me detuve a mirar por encima de los papeles de nuevo—. Tiene un mustang verde, ¿no? Mustang verde. Sí, uno de los coches de carreras, no lo puedes perder. Jesse me miró, todo el humor y la risa desapareció de su rostro. Pero seguí mirando al frente con el ceño fruncido, tocando con mi lengua la parte interior de mi mejilla. —Zavier, ¿estás seguro de que quieres hacer esto? No le hice caso y seguí mirando en busca de Davne. Se estaba haciendo tarde y mi plan era seguirlo y ver algo —cualquier cosa. Sólo algo que no sabíamos sobre el chico. Tal vez otros lugares en los que le gustaría pasar el rato. No sé qué exactamente. Pero supongo que cualquier evidencia que pudiéramos llevar a la policía para demostrar de que es genuinamente un chico malo y que no debe permitírsele vagar libremente entre el público desprevenido. —¿Los policías no mantendrían un ojo sobre él como lo hacen con nosotros? — preguntó Darrel. —Sí, bueno, los policías por aquí realmente no dan una mierda a veces. Ustedes lograron escapar, ¿no? —respondió Jesse—. Pero sí mantienen un ojo en él donde quiera que viva, y hay una determinada distancia que tiene que mantener dentro de la ciudad. —Espera, espera... —levanté mi dedo para silenciarlos y entrecerré los ojos, finalmente viendo a Davne. Estaba sonriendo y apretando las manos de un par de tipos, pero luego asintió a dos de ellos y estos lo siguieron hasta su coche—. Está empezando a salir con esos dos chicos. Acércate. Definitivamente no estaba dando marcha atrás.

*** —¿Por qué demonios estaría aquí? —preguntó Jesse cuando se detuvo detrás de algunos arbustos para que Davne no viese el coche. Tuvimos que mantener nuestra distancia porque definitivamente habría sabido si alguien lo estaba siguiendo. Darrel y yo mantuvimos un ojo sobre su coche, y realmente no fue difícil seguirle la pista. Su coche era de un verde fosforescente con un montón de pegatinas y sellos. Parecía como si lo hubiéramos seguido por horas ya que estaba oscureciendo rápidamente. Había ido a muchos lugares que ni siquiera parecieron en lo más mínimo interesantes. Solo los garitos12 habituales, lo cual me hizo pensar que tal vez estábamos perdiendo nuestro tiempo. —Quizás es secretamente un chico listillo como tú. —Bromeó Darrel mientras me daba una palmadita en la espalda—. ¡Pobre chico olvidó sus apuntes! 12

Garitos: Lugares de reunión de mala reputación.

Entonces rápidamente me bajé del coche, escuchando a Jesse gritar detrás de mí mientras oí el Jeep apagarse. No estaba ofendido o enojado, solo quería terminar con esto ya. He estado esperando mucho tiempo y mis nervios necesitaban desaparecer. ¿Ahora porque el chico malo local estaría aquí en el colegio? —¡Zavier! —Escuché a Jesse susurrarme-gritarme, pero eso sólo hizo que me agarrase con firmeza las mangas de mi chaqueta mientras seguía caminando. Doblé la esquina hacia el colegio y me detuve cuando no vi a nadie a la vista. Cuando escuché mi nombre de nuevo y pasos detrás de mí, me agaché un poco e hice una carrera por una de las entradas. —Este maldito bastardo. —Escuché a Jesse sisear después de escuchar a alguien caerse. Llegué a la entrada y tomé unas cuantas respiraciones, tocando mi cabello desordenado y luego me acomodé las gafas. Esperé por Jesse y Darrel mientras intentaban alcanzarme, ambos sin aliento. Bueno, Jesse parecía como si estuviera a punto de morir. Darrel, por el contrario, parecía tan alegre como siempre, como si esto fuera una cosa habitual. Lo miré y asentí hacia la puerta. —Muy bien, Darrel, enséñanos lo que tienes —le dije mientras sonreía y se tocaba el cabello rubio. Jesse sonrió pero aún estaba intentando recuperar el aliento. —Oh, ¿con qué lo va a abrir? No es como si tuviese una navaja en su… ¡Mierda! Tío, ¿Por qué tienes una navaja? —Maldijo y se escondió detrás de mí cuando Darrel sacó una navaja de, bueno, de su bolsillo. —Siempre tienes que venir preparado —dice Darrel con un guiño mientras nos hizo señas para que nos apartáramos del camino así podía llegar a las puertas. Mantuvimos nuestras manos arriba y nos movimos. Se hincó sobre una radilla y comenzó a trabajar en la cerradura con la punta de su navaja. —El record de Evelyn es como de, diez segundos o algo así. ¿El mío? —Se puso de pie cuando escuchamos un clic—. Siete. Asentí, impresionado, haciendo que Darrel se ría mientras apuntaba la navaja justo hacia nosotros. —Soy increíble, lo sé. —¿Puedes guardar eso ahora? —dijo tímidamente Jesse desde detrás de mí, obligándome a agarrar su camiseta y empujarlo hacia adelante. Darrel solo sonrió y guardó de nuevo la navaja en su bolsillo mientras abrió la puerta para que entráramos— . Es tan espeluznante estar aquí cuando está oscuro y vacío. —¿No es también escalofriante durante el día? —preguntó Darrel mientras caminaba delante de Jesse en busca de Davne o alguno de sus amigos. Sabía que los había visto entrar aquí. Ellos aparcaron justo fuera. Todavía me preguntaba qué es exactamente lo que estaba haciendo aquí. Y esperaba descubrirlo antes de irnos. Quizás de esta manera, podía saber más sobre él, podía mirar en su pequeño y enrevesado plan, y finalmente podía vengarme de él por fin.

Quería destruir al chico malo, darle un puñetazo en su cara, golpearlo por todos los años que me ha torturado. Solo provocarle un intenso dolor. Mierda, casi me reí de forma amenazadora por los violentos pensamientos pasando por mi cabeza, especialmente de él yaciendo en el suelo sobre un charco de su propia sangre. ¿En qué demonios me estaba convirtiendo? Abruptamente me detuve y cuando sentí a alguien chocarse conmigo, me giré rápidamente, preparado para saltar encima de ellos, cuando vi a Jesse levantar sus manos en modo de defensa. —Por favor no me des un puñetazo de nuevo. Esta vez no creo que pueda perdonarte. Bajé mi puño y le di unas palmaditas en su espalda. —Lo siento —susurré, y después miré detrás de él. Fruncí mi ceño cuando descubrí que Darrel se había ido—. Oh, ¿Ahora a donde se había ido? ¿Habrá ido por un tentempié a la máquina expendedora? Unos segundos después, Darrel volvió. Estaba comiendo, pero también sostenía algo oscuro en su otra mano… —¿Quién es este pequeño capullo? —preguntó mientras sostenía a alguien por la sudadera con capucha como si fuera un simple papel Klennex. Jesse se inclinó hacia adelante y luego quitó la capucha del chico. Mis ojos se abrieron como platos cuando vi quien era. —¿Ethan? Ethan sonrió tímidamente y saludó. Pero no dijo ni una palabra, como era habitual. Pero ¿que estaba siquiera haciendo aquí? —¿Conoces a este chico? —preguntó Darrel. —Sí, es uno de nuestros amigos. El chico tímido, pero está tan loco como yo — respondió Jesse. —¡Oh, sí hombre! Mi nombre es Darrel, encantado de conocerte. —¿Chicos? —dije mientras acerqué mi cabeza hacia el pequeño círculo que habían hecho cuando se juntaron—. ¡Sí! Hey, quietos ahí. ¿Podemos saltarnos las presentaciones y continuar con el plan? —Hablaremos más tarde, amigo —susurró Darrel mientras le sonreía y arreglaba el cuello de Ethan, el cual estaba un poco arrugado ahora. Ethan solo se rascó la cabeza y miró a cualquier parte excepto a mí. Él todavía estaba actuando tan raro. —¡Oye, Davne! Me quedé inmóvil y levanté mi dedo para indicarles que permanecieran callados. Darrel se detuvo entre bocado y bocado pero en realidad nunca dejó de comer por completo. —En serio, amigo, gracias por hacer esto.

Jesse me dio un golpecito en el hombro e hizo algo bastante inapropiado con sus manos, articulando “trío” hacia mí. Solo le di una mirada de indignación y me acerqué más hacia las voces en su lugar. Estábamos justo al lado de la oficina y si íbamos incluso más cerca, estoy seguro de que ellos nos verían y nos lograrían atrapar. Cuando tomé el riesgo de echar una mirada, vi a tres chicos parados junto a un ordenador y algunos archivos en la oficina. Por lo general, los colegios tendrían algunas cámaras de vigilancia. Éste sin embargo las tenía solo en la oficina. Pero vi que estaban en ese momento apagadas, lo cual definitivamente debió haber sido hecho por Davne (o sus cómplices). Una voz diferente empezó a hablar entonces: —Realmente necesitamos cambiar nuestras notas y dijiste que íbamos a hacer esto. No parece como que sea… —Cállate. —Davne le siseó mientras tecleaba algunas cosas en el teclado—. No me presiones. ¿No ves que lo estoy haciendo? Conseguirán lo que quieren, pero ambos me van a ayudar con mi propio plan. ¿Trato? El chico se cruzó de brazos y estoy seguro que también puso sus ojos en blanco hacia él. —Sí, sí, lo que sea. Tan pronto como consiga esas buenas notas, porque de ninguna manera voy a ir a una escuela militar. El otro chico le golpeó en el brazo. —El colegio de verano o repetir un curso por quinta vez es peor. Esos chicos eran completamente idiotas. —Solo cierren la boca. Los dos. —Davne siseó de nuevo mientras seguía tecleando. Unos pocos minutos pasaron y ellos estaban totalmente callados. Tenía que respirar muy lentamente ya que sentía como que iba a sonar demasiado fuerte si respiraba como lo haría normalmente. Los chicos estaban apoyados contra la pared conmigo, y estaba contento de que estuvieran en silencio, también— especialmente cuando ellos suelen ser bastantes ruidosos. Creo que para mantener a Darrel en silencio, tenía que jugar con algo. Y ese algo, en ese momento, justo tenía que ser el cabello de Ethan. —Muy bien, hecho… Miré sobre la oficina y vi a Davne ponerse de pie directamente y se quitó el polvo. —Ustedes imbéciles tienen sus notas, ahora todo lo que tenemos que hacer es… Todos nos quedamos inmóviles cuando la alarma de repente se activó. Mierda. —¡Mierda! ¿Quién diablos… —Cuando escuché a Davne gritar, todos nos miramos los unos a los otros y salimos corriendo de allí. Los chicos estaban justo en frente de mí así que estaba todo el camino en la parte de atrás, intentando correr tan rápido como lograse. Mis pulmones se sentían pesados y mi garganta parecía estar cerrada debido a lo asustado que estaba.

Y por supuesto, justo como esas estúpidas películas de terror, tropecé y caí al suelo boca abajo. Jesse se giró y corrió hacia mí, ayudándome a levantarme mientras él estaba mirando hacia atrás. Una vez que estuvimos fuera, vimos a Darrel y Ethan corriendo hacia los arbustos, pero Jesse y yo no tuvimos suficiente tiempo. Así que minimizamos el riesgo de ser vistos por Davne y sus secuaces o cualquiera, nos escondimos justo detrás de una pared donde sabíamos que Davne no pasaría. Después de unos minutos, vimos a tres de ellos correr hacia el coche de carreras verde de Davne. Se alejó del aparcamiento en un abrir y cerrar de ojos y me di cuenta que había estado aguantando la respiración… y la mano de Jesse. Observamos nuestras manos entrelazadas y rápidamente nos alejamos, temblando. —Mierda santa —dijo Jesse, entre carcajadas. Y no pude evitarlo pero solté el aire y me eché a reír, también—. ¡Amigo, eso fue increíble! Me dio unas palmaditas en la espalda en ese momento mientras ambos caminábamos hacia su Jeep. De camino a casa, estábamos intentando descubrir unas cuantas cosas. Éste solo fue el primer paso de mi plan y creo que algo ocurrió. Y éste ayudará mucho, también. Davne tenía un plan con esos dos chicos. ¿Para hacer qué? Eso es lo que más me asustó en todo el viaje a casa. Una vez que llegue a casa, Evelyn me interrogaría como mi madre lo haría, quien justo estaba sentada en el sofá con un Ian aparentemente agotado. Él me indicó con unos “pulgares arriba” que todo iba bien cuando mi madre no estaba mirando, y Darrel se le acercó como el amigo que era. —¿Dónde estabas, Zavier? Me giré hacia Evelyn e inspeccioné sus ojos azules que estaban llenos de preocupación, y algo que no podía captar. Pero solo me reí nerviosamente, me encogí de hombros, agarré su mano, y la besé antes de responderle. —Solo… salimos por algo de helado.

40 Quien quiera que sea la tercera rueda •Zavier• —¿Ahora están saliendo Jocey y tú? —preguntó mamá con un destello en sus ojos, dándome una sonrisa enorme y cursi, mientras colocaba sus codos sobre el mostrador de la cocina. Estaba sosteniendo su taza apretadamente y estaba más o menos, en cierto modo, realmente enloqueciéndome con esa mirada. Nunca antes me había dado esa mirada. Sacudí la cabeza muy lentamente y enterré mi mano izquierda en el bolsillo de mis vaqueros. Con la otra alcancé mi botella de agua. —Solo voy a hablar con ella, mamá. No es gran cosa. —Píllalo, hombre. Píllalo —dijo Ian mientras pasaba a mi lado, haciendo que me atragantase con el agua que estaba bebiendo cuando golpeo fuertemente mi espalda. En serio, ¿por qué estos chicos tenían que hacer eso? Ya pasó más de cinco veces en los últimos días. Entonces, ¿por qué no fue cuidadoso después de las dos primeras veces? —Hablando con ella en el Grill X. Sí, es definitivamente una cita —aseguró ella mientras se acercaba y arreglaba el cuello de mi camisa. Una vez que empezó a pellizcarme las mejillas, me sentía como un niño pequeño. Agarré sus muñecas antes de que fuera y lamiera sus dedos para arreglar mi cabello. Siempre había odiado eso. Pero era una mamá, así que lo hacía de todas formas. Después de años, finalmente dejó mi cabello en paz, solo porque no se podía arreglar. Estaba totalmente despeinado y como que me gustaba de esa forma. —Mamáaaaa, detente —gimoteé, agarrando una barrita de cereales y abriéndola. Mientras, se reía y caminaba hacia su oficina para esperar a sus pacientes. Esta vez, Darrel pasó junto a mí y agarró la barrita de cereales que estaba a punto de morder. —Ohh, el pequeño niño de mami —se burló. Oh, sí, gracias por tomar mi comida, por cierto.

Rasqué mi cabeza y los miré a ambos. Ian había agarrado algunos Frosted Flakes y vertido leche en ellos, así no tendría que tomar un tazón. Estaba sorprendido de que Evelyn nunca hiciera eso. A veces podía ser tan perezosa. —Si ehm, así que… exactamente, ¿cuánto tiempo van a quedarse aquí? Ahí es cuando ambos miraron al otro y luego a mí. Darrel, de repente, tiró la barrita de cereales sobre el mostrador de la cocina, haciéndome brincar, mientras caminaba hacia mí con rostro muy seria. Oh no, ¿qué hice ahora? No hice nada, solo hice una simple… —¿Qué, no somos suficientemente agradables para ti? —Yo… no, no eso no… para nada. ¿Está bien? —Me reí nerviosamente, mientras él sujetaba mi camisa y me miraba. —¿No somos atractivos? —Sonrío y no pude mirar a otro lado salvo a sus brillantes ojos azules—. Ahora escúchame, buen chico. Nunca hagas una pregunta como esa de nuevo. ¿Lo entiendes? —Yo… si seguro. Definitivamente seguro, lo entendí. Santo cielo, su repentino cambio de humor realmente me aterrorizaba. No creo haberlo visto tan serio antes. ¿Esto era nuevo? —Bien, bien. —Me dejó ir y arregló mi camisa. Tragué el bulto de mi garganta. —Ahora me iré a la habitación de al lado. Y me reiré un poco amenazadoramente. Solo un poco. Ahí fue donde sonrió y se fue… Se rio de manera bastante intimidante, como había dicho. A pesar de que no sonaba solo un poco amenazadoramente para mí. Era como si estuviera diciendo "¡Demonios no, no voy a hacer eso!" en esa risa. Aclaré mi garganta y miré hacia Ian, que me miró mientras masticaba su comida. Luego vio cuán asustado estaba realmente y eso lo hizo sonreír. —¿Qué fue eso? —pregunté. Sacudió su cabeza hacia mí pero continuó sonriendo —Eso es solo Darrel. Difícilmente muestra ese lado suyo. Ya sabes, ¿tratando de ser serio para asustar hasta la muerte a otra persona? Es divertidísimo. Si, bueno, seguro que casi me hizo tener un ataque al corazón. Ni siquiera estaba asustado cuando tenía la navaja el otro día, pero ver cerca esos ojos amenazadores… bueno, eso fue bastante malditamente siniestro. —Me voy ya —comenté rápidamente mientras pasaba a su lado. Pero luego me detuve, me volví y apunté hacia los cuchillos cerca de la ventana. Nerviosamente me reí de nuevo y los agarré—. No creo que necesitemos tantos en la casa, así que… —Ante eso, los tiré por la ventana hacia los arbustos y caminé directamente fuera de la casa, hacia el auto de mamá Sí, ridículo, pero ¿qué más se supone que haga? Estos chicos no me matarían o algo, sé eso. Pero en el fondo, estaba un poco asustado de tener objetos afilados… en una casa llena de rudos mafiosos.

Genial, ahora sonaba como si los estuviese juzgando, cuando no lo estoy haciendo. Dios, iré a los arbustos y los encontraré más tarde. O compraré un juego nuevo para mi mamá. Ser paranoico solo hace que mi cabeza colapse algunas veces… o un montón. Han estado ocurriendo un montón de cosas sobre las que no sé qué pensar… o con qué lidiar primero. Pero algo que me ha estado molestando desde hace un tiempo, fue lo raro estaba actuando Ethan. Darrel parecía llevarse bien con él, pero en el trayecto a casa estaba actuando bastante sospechoso. Así que le dije a Jesse que le preguntara sobre eso más tarde. Jesse dijo que no le diría una sola cosa. Solo bromearía… como diciendo que, probablemente, solo estábamos imaginando cosas. Planeaba ir y preguntarle y no irme hasta que me dijera algo. Porque, realmente, esto se nos estaba yendo de las manos. Habíamos sido amigos por años y estaba actuando tan extraño, que ahora ni siquiera Jesse llegaba a él. Me estaba preocupando bastante. ¿Por qué estaba Ethan en la escuela el día en que seguimos, más bien, acosamos a Davne? ¿Quién activó la alarma de incendios? ¿Qué demonios estaba planeando Davne? Maldita sea, ciertamente tenía un montón de cosas que averiguar. Y, originalmente, no planeaba salir hoy; pero creo que soy demasiado buen chico. Me sentía mal por abandonar a Joss en la fiesta. Ya sabes, ¿dónde prácticamente derramé mi corazón hacia Evelyn? ¡Sí, esa misma! Pero realmente necesitaba decirle algo importante a Joss. Ya no podía seguir fingiendo más.

•Evelyn• Bajé por las escaleras y fui hacia la cocina, viendo a dos de mis chicos favoritos sentados pacíficamente en el mostrador de la cocina. Jugando a las damas… Bueno, eso era extraño. Casi nunca jugaron a eso. Sin embargo, lucían seriamente concentrados. Bueno, Ian estaba concentrado… mientras tanto, Darrel solo estaba esperando a que él hiciera su movimiento, la esquina de sus labios ligeramente inclinada hacia arriba en una pequeña sonrisa petulante. Apuesto a que Ian se estaba esforzando. Cuando finalmente movió una de sus fichas, Darrel inmediatamente hizo su movimiento y lo venció enseguida. —¡Maldita sea! —gritó Ian, mientras lanzaba el tablero de damas del mostrador. Darrel solo suspiró y miró las piezas dispersas sobre el piso. —No te ayudaré esta vez. —¿Cómo diablos sigues ganándome en esto?

Presioné mis labios juntos mientras observaba a Ian levantarse y agarrar su cabello castaño, frustrado. —¡Este… este es un juego sencillo y tú… apenas puedes abrocharte correctamente los pantalones, hermano! —Sí puedo —se defendió Darrel. —Amigo, súbete el cierre —gruño Ian y apuntó hacia los vaqueros de Darrel. Pero pareció no importarle una mierda mientras mantenía contacto visual con Ian. —Quién dice que no lo necesitaré más tarde. —Asqueroso, ni siquiera… —Um… hola chicos —dije tan normalmente como pude, entrando en la cocina mientras se giraban para mirarme. El rostro de Darrel se puso en blanco y pienso que también se puso un poco pálido. Pero solo le di una sonrisa dulce y fui hacia los armarios, tarareando un poco. Todo está increíble. La comida es increíble. Comida, comida, comida. —Hola, Dare. Olvidé lo mucho que solía llamarlo así. Realmente nunca significó nada. Solo creo que le quedaba perfectamente, considerando su personalidad. Un niño extraño y raro, que estaba dispuesto a tomar cualquier reto que le dieran. Está bien, tal vez no cualquier reto, pero estaba claro que le gustaba un desafío. —Siento como que todavía estás planeando venganza contra mí, por ese día que te mentí sobre el pollo. Estoy bastante seguro de que me matarías mientras duermo, pero aún no lo has hecho. —Psh, no. ¡No seas tonto! ¿Fueron por helado solo por eso? ¿Solo porque pensaban que los asesinaría? —respondí a Darrel con una pequeño puchero. Pero sabía que había algo más que ellos yéndose así… y manteniendo a Ian aquí. Zavier no podía mentir, pero parecía estar actuando tan dulce que no podía evitar creerle. Quiero decir, ¡también besó mi mano! ¡Vamos! Podía haber sido estúpido, pero realmente besé la mano que él besó, cuando no estaba mirando. Maldita sea, me sentía ridícula. Pero él no dio ninguna pista, lo que significa que no estaba nervioso o algo, sobre hacia donde se fueron. Así que solo lo dejé pasar, por ahora. —Sí, la verdad. Porque sabemos que a E-jo no le gusta cuando la gente miente sobre comida. —No me digas así. —Sabes que solo te llamo así cuando tú me llamas Dare. —Pero Dare es genial. —También lo es E-jo, E-jo. Levanté la mano para detenerlo y solo me dio una dulce sonrisa burlona.

—De todas formas… ¿dónde está Zavier? Me puse esta camiseta de Superman por él, a pesar de que soy del equipo de Batman. Pero quién dice que no me pueden gustar ambos, ¿no? —Me encogí de hombros y puse en mi boca algunos cacahuates que había encontrado. —Quedó con la señorita Fui-Golpeada-Por-Un-Palo —comentó Ian con una risa—. Estoy seguro que su ojo todavía no ha sanado… pero, lo que sea. Eso hizo que me detuviera un poco y analizara sus palabras de nuevo. Espera… ¿él… salió en una cita? ¿Después de decirme que me amaba? Por otra parte, no le he dicho mi secreto y los días han pasado. ¡Eso es! Dejando caer los cacahuates, enojada agarro las llaves de mi motocicleta y empiezo a caminar hacia la puerta. Pero Ian corrió rápidamente hacia mí y Darren prácticamente brincó sobre el mostrador para bloquear la puerta, así no podría salir. —¡Espera, espera! No vamos a matar a nadie, ¿verdad? —preguntó Darrel, extendiendo los brazos —No, por supuesto que no. Todavía. —Eve. —Ian levantó una ceja hacia mí—. Esa mirada significa algo. No solo te gusta ese chico nerd y eso es muy obvio para cualquiera. —Tengo que irme. Darrel todavía estaba bloqueando la puerta y le miré fijamente. —No me hagas… ¡Oye! Agarró mis muñecas y luego mis manos, que estaban cerradas en puños apretados. Los suavizó con su pulgar y eso me ayudó a calmarme un poco. Siempre lograba hacerlo. —Dijo que no era una cita. Solo iba a hablar con ella. Te vamos a dejar ir porque… vamos, no podemos detenerte… a menos que… —Ni siquiera lo pienses. —Está bien, no estoy pensando sobre eso —afirmó—. Pero en serio, simplemente cálmate. Haz lo que necesites hacer, solo… sin problemas. Está bien, no demasiados problemas. Eres E-jo, así que estás atada a… Está bien, dejaré de hablar ahora. Te puedes ir, lo siento mucho. Con eso, dejó ir mis manos y caminó hacia Ian mientras se rascaba la cabeza. Me volví para darle una pequeña sonrisa y un asentimiento. Ese apodo realmente era bastante lindo. Pero no iba a decírselo… solo porque si… —Chico bueno no excede el límite de velocidad, pero seguro que tú sí —dijo Ian, mirando a Darrel y luego asintiendo hacia la puerta—. El chico nerd está en el Grill X. Ve por él.

*** El Grill X no era mi tipo lugar para pasar el rato. Claro, puede tener alguna buena comida e incluso un bar (que era celestial). Pero, para ser honesta, era el tipo de personas que trabajaban e iban ahí lo que realmente no apreciaba. Por supuesto, estoy segura que la Muñeca Barbie realmente escogía estos lugares por ellos. Bueno, señorita Fui-Golpeada-Por-Un-Palo-Llamado-Evelyn, vas a ver ahora a quién quiere Zavier realmente. No iba a continuar deprimiéndome por no tener al chico que amo… porque iba a tenerlo. Antes de entrar al lugar, me aseguraré de echar un vistazo al interior. Había una banda de motociclistas en el bar y algunos deportistas en la mesa de billar, algunas chicas casi sin ropa. Vamos, ¿dónde está mi sexy nerd? —¡Zavier! Parpadeé y giré hacia el sonido que parecía una perfecta imitación de una morsa moribunda. Joss estaba haciéndole señas a Zavier, quien estaba caminando hacia ella, luciendo un poco nervioso. Empujó sus gafas hacia arriba y le dio una pequeña sonrisa, haciéndome gruñir por cómo lo miraba. Mirando a mi hombre. Dándome cuenta de algo, miré lo que yo llevaba puesto. Era poco después del mediodía y me había cambiado en algo más… bueno, más como Evelyn Jo. Vestía una camiseta de tirantes, que mostraba bastante escote. Y ¿qué podría hacer lucir más sexy a mis piernas que los pantalones ajustados de cuero que llevaba? Mi cabello estaba suelto y un poco alocado, pero podía echarlo fácilmente hacia atrás. Luego acomodé mi chaqueta de cuero, mostré una sonrisa sexy y empecé a caminar hacia la mesa de Zavier y Joss con confianza, manteniendo mi cabeza en alto. Solo estaban hablando. Pero en mi camino a la mesa, algunos chicos decidieron evaluarme y darme esos típicos silbidos y aullidos. Las chicas probablemente estaban mirándome, posiblemente porque no estaba cubriéndome tanto como ellas. Pero no estaba ahí por nadie más que mi chico bueno. Y cuando escuchó a los chicos llamándome con sus aullidos, miró hacia mí e, inmediatamente, hicimos contacto visual. Su sonrisa cayó un poco mientras me repasaba. Cuando miró de vuelta a mí, apretó su mandíbula y sus orejas se volvieron un poco rojas. Ya lo tenía justo donde lo quería. Los ojos de la gente todavía estaban en mí, mientras llegaba a la pequeña mesa alta que Zavier y Joss habían ocupado. Que estaba, exactamente, en medio y en frente del bar. Quería ver la reacción de Joss mientras entraba. Y chico, me hizo sentir absolutamente aturdida cuando la vi.

Me miraba fijamente, apretando los puños. Si pudiera, apuesto que estaría echando fuego por la boca, a juzgar por la furia en sus ojos. Pero todo lo que hice fue continuar mostrando mi sonrisa sexy mientras llegaba a Zavier, que todavía estaba mirándome con admiración y sorpresa y… ¿eso era deseo? ¡Vaya! Debí haberme equivocado con eso, aunque deseaba muchísimo que fuera cierto. No pude encontrar otro asiento y las sillas eran demasiado altas; así que tristemente no podía sentarme en el regazo de Zavier esta vez, como lo hice la vez que Joss tomó mi asiento en la escuela. Así que, todo lo que hice fue girar alrededor y me empujé hacia la primera persona que vi, que fue un chico como de nuestra edad que estaba comiendo con sus amigos. Se giró hacia mí y le di una dulce sonrisa, haciéndolo sonreír tímidamente y girarse hacia sus amigos, como si estuviera orgulloso de su logro. Pero después de unos segundos, dejé de sonreír y dije: —Muévete. Lo que hizo que inmediatamente que se levantara y se escondiera detrás de uno de sus amigos. Solo sonreí, tomé la silla que una vez estuvo ocupada y la llevé hacia la mesa. Me senté muy, muy cerca de Zavier y no se alejó. Solo cubrió su boca, como para evitar decirme algo. —Hola, Zavier —dije, cuando besé su mejilla por bastante tiempo, haciéndolo sonrojar y cubrir su rostro justo después. Tomé la oportunidad de guiñarle un ojo a Joss, quien parecía tan enojada que casi me reí en voz alta. Pero mantuve la calma—. Jocey, ¿Cómo lo está haciendo la hija del predicador? Oh cariño, ¿chocaste otra vez contra un poste, o algo? Bueno, nos pasa a todos, ¿cierto? Solo pregúntale a Dre Parker13. Permaneció en silencio y parecía estar temblando. Pero Zavier no notó nada mientras quitaba las manos de su rostro y nos daba una sonrisa que parecía lucir bastante tensa. —Está bien. Bueno, las cosas acaban de ponerse extremadamente incomodas —lo comentó más para él que para nosotras—. Esto, ¿quieren algo de beber chicas? — preguntó con una voz aparentemente calmada. —Coca. —Una cerveza —contesté, justo cuando la muñeca Barbie dijo "Coca", haciéndome reír por dentro. Zavier probablemente se sintió bastante incómodo, no solo con la mención de la cerveza; sino también conmigo estando allí, para arruinar lo que sea que estuviera a punto de hacer con este pedazo de basura. —Está bien ya vuelvo con dos Cocas —dijo mientras comenzaba a levantarse, pero me reí y levanté mi dedo. —Zavier, eso no es lo que… —Es ilegal y lo sabes. Así que, Coca-Cola. Solo hablen y sean agradables hasta que regrese. 13

Dre Parker: protagonista de la película Karate Kid (2010).

La parte de ser amable fue obviamente por mi bien. Pero claramente, no sabía que Barbie también necesitaba la advertencia. Porque una vez que se fue, Joss comenzó a decir lo que pensaba con esa linda actitud suya. Dios, esta chica. —Está bien. Escucha, perra. Espere, espera… ¿Directo al blanco? Me gusta esto. En serio. Pero solo aparenté no escucharla y rasqué un lado de mi cabeza, riendo. —Esto… ¿cómo acabas de llamarme? —Me escuchaste, perra. Aléjate de él. Genial, ahora tendremos eso en la historia. Sonreí y me reí un poco mientras colocaba mis manos bajo la barbilla, dándole mi mirada más inocente. —Y uh, ¿por qué te escucharía? Zavier es mi amigo… —aunque espero que no lo sea por mucho tiempo—… y no voy a escuchar a una fulana como tú, que no puede entenderlo. Él piensa que es una buena chica, ¿verdad? Bueno, mi osito de peluche, cuan equivocado estás. —Puedo decir que acabas de golpearme y mi… eso no rompería su pobre corazoncito. —¿Cómo demonios rompería eso su corazón? Probablemente rompería su diafragma de reír tanto. Ja. Ja. Ja. Continuó mirándome, mientras yo seguía sonriendo. Solo eran dos Coca-colas, ¿qué le llevaba tanto tiempo? La perra me hizo querer maldecir en diferentes lenguas… si solo las conociera. —Me gusta. Y quisiera recordártelo, dijo que era su novia. A Zavier no le gusta una chica mala con una triste historia sobre su estúpida vida. Es mío y ustedes dos nunca estarán juntos mientras yo… —Ups. Igual que la primera vez, corté sus palabras golpeándola. Pero ahora, mi puño fue directo a su nariz, haciendo que jadeara y gritara. Sé que no debería haberlo hecho. Pero solo me enojó tanto y ella… Lo hizo a propósito. ¡Oh, maldito infierno! —¿Qué sucedió? Levanté la vista para encontrar a Zavier con dos vasos de Coca, su ceño fruncido con preocupación. Colocó los vasos en la mesa e inmediatamente fue por Joss Sangrante. Ella tomó sus brazos y lo empujó más cerca, como si la hubiera asustado. Zavier puso sus brazos a su alrededor para tranquilizarla. —Yo… ella solo se lanzó sobre mí y me golpeó en el rostro sin ninguna razón, Zavier.

Me miró como si dijera "¿Qué mierda sucedió?’’, pero habló en su usual tono calmado, aunque este también tenía algo de decepción: —¿Por qué harías eso? —Yo… Zavier se volvió hacia Joss cuando comenzó a hablar otra vez. —Necesito algo de hielo, por favor… y servilletas. Oh Dios, estoy sangrando mucho. —Alcanzó las servilletas e inclinó su cabeza, mientras él la ayudaba. Vi la forma en la que la miraba. Y obviamente vi cómo me miraba a mí. No me gustaba ninguna de ellas ni un poco. —Uhm… Evelyn, creo que solo deberías irte. Me estremecí por cuán serio y enojado sonaba. Su voz aún era baja, con el fin de no atraer a las personas cercanas. Pero, de todos modos, la gente ya estaba mirando. —Pero, Zavier… —Solo vete —susurró a través de sus dientes apretados. Ni siquiera podía hacer contacto visual y eso me hizo sentir incluso peor—. No creo que sea una buena idea que sigas aquí. Quería quedarme, pero aun así lo escuché, no queriendo que se enojara más. Pero antes de irme, me volví hacia ellos y vi a Joss sonriéndole a Zavier y luego mirándome cuando tomó su mano. La pequeña perra Barbie sabía cómo actuar. La odio.

*** Cerré la puerta de un golpe y fui inmediatamente a la cocina. Vi una nota amarilla con una letra horrible y la tomé con el ceño fruncido. Salimos un rato, pequeña. Stormy tomó un taxi y yo tomé un turno de noche, así que tú y el chico nerd pueden estar solos para, tu sabes…TENER ALGO DE ACCIÓN. De cualquier modo, te veo más tarde. Ian. Había otra nota en la parte de atrás. ¡Hola! Darrel. Bufé y tiré la nota a la basura antes de ir al frigorífico y tomar algo de tarta que Stormy había hecho el otro día. Porque la comida ayudaba con todo, especialmente en situaciones deprimentes. ¿Eh? ¿Dónde estaban los cuchillos? No encontraba ninguno y puedo jurar que solían estar aquí.

Entonces, es algo bueno que siempre lleve mi navaja de bolsillo conmigo. Nadie sabía eso, pero básicamente todos en nuestro grupo lo hacían. Nunca sabías lo que podía suceder. Y estaba limpia, así que no habría rastros de sangre en mi comida. Eso sería asqueroso. Honestamente, desearía cortar a esa muñeca Barbie con esto en su lugar. Pero eso sería demasiado. Al menos debería esperar a que no hubiese nadie cerca, ¿sabes? Había demasiados testigos allí. Me subí al mostrador después de conseguir mi gran pedazo de tarta y la comí en silencio. Odiaba el silencio, pero en ese momento era mi único amigo. Honestamente, casi nunca sentía esta tristeza. Pero me sentí triste de que Zavier estuviera enojado conmigo. Luego enojada de que la muñeca Barbie estuviera con él. El plan claramente no había ido según lo planeado. Creí que podría controlarme pero… su nariz estaba allí… tenía el ángulo perfecto y mi puño necesitaba algo de ejercicio. ¡Vamos, simplemente no podía dejar escapar la oportunidad! Suspirando pesadamente, me recosté en el mostrador por unos minutos después de terminar de comer. No quería moverme o ir a otro lugar. Había terminado por hoy y, muy probablemente, por mañana y el día después también. Estaba medio dormida cuando escuché abrirse la puerta de entrada. Me levanté tan rápido que caí al piso con un chillido. Pero me levanté rápidamente y revisé cada hueso de mi cuerpo para ver si algo estaba roto. Suspiré aliviada, pero luego rápidamente fui a esconderme a un lado del frigorífico. Contuve la respiración cuando vi a Zavier entrar, con su cabello despeinado como siempre. Tiró sus llaves y fue alrededor del mostrador. Hice todo lo que pude para seguir escondida, pero supe que me vio cuando puso sus manos sobre el mostrador. —Sé que estas escondiéndote —admitió, su cabeza baja. Un gemido escapó de mis labios cuando intenté hablar. —Zavier… lo siento tanto… Disculparse, para mí, era bastante difícil. Aunque cuando se trata de Zavier, se sintió natural y normal. Él me hacía estas cosas y no podía expresarlo o explicarlo lo suficientemente bien para que alguien en verdad lo entendiera. Estaba en silencio y eso me hizo asumir que aún estaba enojado conmigo. No podía ver su rostro, solo su nariz y sus gafas. Y quería tanto ir allí y gritarle todo lo que estaba en mi mente. Pero para mí no era tan fácil. —Zavier, por favor… —¿Por qué lo hiciste? Estaba allí para decirle algo importante y tú solo… ¿Por qué lo hiciste? Y con eso, finalmente se volvió para mirarme y vi que ya no estaba enojado conmigo. Solo estaba… bueno, parecía bastante roto y confundido. Me sostuve al frigorífico y miré lejos de su hermoso rostro y tristes ojos marrones —Yo… yo solo me puse celosa, supongo.

Y no estaba mintiendo sobre eso. ¿Zavier dándole toda su atención a otra chica así? Bueno, honestamente dolió… especialmente porque era alguien que probablemente terminaría lastimándolo al final. Quería ser la única que él mirara. Quería ser la única que abrazara, tocara, besara, acariciara… Solo quería ser suya. ¡Ya quería ser jodidamente suya! —¿Celosa? —preguntó, como si fuera una cosa muy absurda—. ¿Por qué estarías celosa? —¿Porque eres mi amigo? Odio ser tu amiga, osito de peluche. Quiero ser más…mucho más. —Bueno… —Arrugó su nariz de una forma muy bonita—. No hagamos eso. Estoy enamorado de ti, Evelyn. Y escuchar cómo me mandas a la zona de amigos, no es la cosa más reconfortante del mundo. —Rió y ver su pequeña sonrisa calentó mi corazón una vez helado—. Además, lo que tenía que decirle a Joss era muy importante y en verdad, no esperaba que estuvieras allí. —Solo estaba siendo egoísta, Zavier. Lo siento. ¿Cómo está su nariz? Por favor deja que este rota. Por favooooor Dios, que este rota. —Bueno, está bastante rota. —Se encogió de hombros y puso su mano sobre su rostro, haciéndome susurrar "¡sí!" mientras agitaba mi puño. Pero rápidamente recuperé mi postura, una vez que su mano se alejó de su rostro y me miró otra vez—. Pero en verdad apreciaría si te disculpases con ella. Espera… Alto, ¿qué? ¡Infiernos no! —Zavier, —reí falsamente—, tú y yo sabemos que no me disculpo. —¿Entonces por qué te disculpaste conmigo? —Se acercó y tomó mi mano, alejándome del frigorífico. Mi corazón estaba volviéndose loco, mientras me acercaba a su rostro sonriente—. Vamos, Joss es la chica más dulce que he conocido. Te perdonará, ¡estoy súper seguro de eso! Maldición Zavier. Eres inteligente, pero bastante tonto para no ver sus verdaderas intenciones de mierda. Creo que, quizás es porque la ha conocido por más tiempo, así que cree que en verdad la conoce cuando todo fue solo una estúpida fachada. —No es agradable —aseguré, a través de mis dientes apretados. Frunció el ceño pero mantuvo la sonrisa en su rostro. —La he conocido por años, Evelyn. Es muy buena. —No es buena. —Evelyn… No podía soportarlo más. —¡Es una perra! Métetelo en la cabeza, Zavier. ¡Por favor! Su sonrisa se esfumó, mientras dejaba ir mi mano.

—Está bien, quizás le haya dicho algunas cosas malas, pero probablemente no se las merecía. Y definitivamente no se merecía el puñetazo que le diste. —Definitivamente se lo merecía. —Siempre ha sido buena y nunca he… —¡Con gusto la golpearía otra vez si cree que puede llevarse al chico que amo! Ambos nos tensamos y creo que también dejé de respirar. Mi corazón estaba enloqueciendo y quería arrancármelo por sentir emociones tan locas. —Yo… ¿Q… qué? Le di la espalda y mordí mi labio. Estaba temblando y perdiendo mi voz, ya que se quebró cuando hablé otra vez. —Tu idiota… Estoy seguro de que no tenía palabras, porque esto era muy sorprendente para ambos. Pero seguí adelante antes de que pudiera detenerme y huir de todo esto. —Te amo, tú culo-friki nerd. Amo tu timidez, tus sonrojos, tus gafas, tu rareza, tu obsesión con los comics y Superman, tu inteligencia, tu amabilidad… solo amo todo. — Justo entonces fue cuando decidí volverme y mirarlo. Simplemente me miraba, conmocionado y sorprendido; como yo lo había estado cuando me lo confesó a mí. Pero sus ojos tenían amor y eso me hizo querer seguir y seguir, diciéndole todas las cosas que amaba de él. —Crecí pensando que el mundo era un lugar malo, con malas personas. Crecí sintiendo que no había nadie bueno allí afuera. Crecí sintiendo que estaría sola y no había una cosa como… esto… lo que tenemos. Pero entonces me mudé aquí y conocí este tipo increíblemente dulce, que es bueno conmigo. Es genial tener a alguien a quién le importe tanto y que sea amble y dulce por una vez. No eres como los demás, Zavier. Que sea cliché. Seamos cliché, no me importa. Eres diferente y especial. Y te amo… más que a nadie en este maldito mundo. Permaneció en silencio, solo mirándome intensamente. Y eso me hizo querer vomitar. Mis nervios eran un desastre. ¿De dónde venían todas esas palabras? Estaba tan enamorada del chico que me hizo poética y esa mierda. ¿Pero no iba a decir nada? ¿Al menos decir que también me ama, incluso aunque ya lo sabía? Estaba volviéndome algo paranoica y enloqueciendo de que se alejara de mí en ese momento. Quería arrastrarme a un agujero oscuro y quedarme allí para siempre. —Lo siento, solo olvida todo lo que dije. Creo que estoy ebria. Creo que solo… Mis palabras son abruptamente interrumpidas por sus labios suaves y dulces, aterrizando en los míos con un suave beso. Me sujetaba la mejilla y la nuca para acercarme a él, haciendo que envolviese los brazos alrededor de su cuello para besarlo más y más profundo. Otra cosa, de las muchas que absolutamente amaba de él, eran sus labios. Amaba la forma en la que sonreía cuando estaba feliz, hacía pucheros cuando estaba triste o pensando, se fruncían cuando estaba confundido o encontró algo extraño.

Pero más que nada, amaba el modo amaba en que se sentían cuando estaban presionados con los míos. Han pasado solos mucho tiempo, únicamente esperando para que los labios correctos encontraran los suyos. Y ahora, era como si encajaran con los míos a la perfección, como lo hacían nuestras manos. Cuando nos alejamos para respirar, miré sus hermosos ojos marrones y no pude evitar sonreír y reír. —Se mío, osito de peluche —le susurré antes de darle un dulce beso rápido. —Ya era tuyo.

El chico del que ella se enamoró (Antes de la confesión) •Zavier• Me sentí mal cuando Evelyn dejó The Grill X por lo que le dije. No quería ser grosero o gritarle, viendo que ya teníamos suficiente audiencia. Pero observarla alejarse no fue lo que esperaba. No, más o menos esperaba que se quedara y siguiera hablando. Quizás siguiera haciendo lo que fuese que estaba haciendo, lo cual, ahora que lo pienso, era probablemente seducirme. Sin embargo, la chica me volvió loco y observarla entrar como si fuera dueña del lugar… bueno, solo me puso muy, muy caliente. Pero fui capaz de tranquilizarme y preguntarme por qué siquiera estaba aquí y cómo lo sabía. Pero entonces recordé, Ian y Darrel. Porque mi madre no se lo hubiera dicho si creyera que esto era una cita. Honestamente, todo el camino hasta aquí, me sentí muy nervioso. Quizás no extremadamente nervioso, pero aun así tuve que quedarme algunos minutos en el auto solo para pensar en qué decir. ¿Y ahora? Bueno, no era una muy buena idea decirle a Joss lo que quería decirle… al menos, aún no. Evelyn tiene buena puntería, puedo asegurarlo. El rostro de Joss era un desastre y tuve que seguir consiguiendo servilletas para su sangrado de nariz. Al igual que yo había hecho con Jesse, ella lo hizo con Joss. Rompió su nariz. Pero aún no tenía ni idea de por qué lo había hecho. Para mí, fue un acto reflejo. Y para Evelyn, esto definitivamente no lo fue. Lo más probable es que fuese su temperamento. —Zavier —se quejó Joss y apretó mi mano. Había decidido tomarla y no la solté porque creí que, de algún modo, la calmaría. Pero se sintió mal para mí. Estaba tocando su mano y no sentí absolutamente nada. No sentí nada cuando la vi, o cuando me miró con esos ojos azules. Nada. Era como estar con un amigo. Cuando la vi ya no me sentí como solía hacerlo. —Deberíamos irnos. Llevarte a un médico o algo. —No, no… está bien. —Hizo un gesto con la mano—. ¿Puedes llevarme a casa por favor? No tengo como volver. Suspiré y miré la entrada por donde Evelyn acababa de salir.

Tenía que haber una razón por la cual hizo esto, ¿cierto? Evelyn Jo no golpea a la gente sin razón. Bueno, en realidad, a veces sí lo hace. Así que, ¿quién sabe? Estas chicas me confunden mucho. —Está bien, vamos. Con eso, tomé su brazo suavemente y caminamos lentamente hacia el auto. Estaba siendo muy cuidadoso, así no la dejaría caer o algo; porque eso sería horrible, especialmente cuando aún seguía sangrando. No creí que mi madre apreciase tener manchas de sangre en su auto, pero pagaría para que lo lavaran o algo. —Mi mamá es enfermera. Puede ayudarme con esto, Zavier. Yo en verdad… — Se detuvo y su rostro lució como si estuviera a punto de estornudar, pero se detuvo antes de que pudiera entrar en pánico—. Lo siento si arruino el asiento con mi sangre. —Este bien, solo quédate ahí. Conduciré con cuidado, no te preocupes por las manchas. Estaré limpiándolas por algunos días, si es que salen. Como le había dicho, conduje cuidadosamente hacia su casa. Pero normalmente era un conductor cuidadoso, así que no había necesidad de preocuparse en ese sentido. En el camino, la miraba de vez en cuando y vi que estaba temblando, llorando y mirando por la ventana con todas las servilletas ensangrentadas en su nariz. Eso me puso enojado y decepcionado con Evelyn. Creí que ahora tenía auto control y pensé que no haría nada mientras yo estuviera con Joss. Lo cual, fue una de las razones por las que no le dije sobre reunirme con mi viejo enamoramiento. Pero ahí va ella, con su hermoso rostro besable, su cuerpo encantador y su expresión malvada. Eso me preocupó y me hizo querer salir de allí lo más pronto posible. Como si supiera que traería problemas cuando entró14. Y no, no estoy citando a Taylor Swift. Pero ahí fue cuando bajé la música… Tenía que dejar de escuchar la estación de radio. Ni siquiera me gustaba esta música. Pero, de nuevo, mi madre era la que normalmente usaba el auto, así que supongo que era fan o algo. Negué y suspiré, mientras estacionaba en la entrada de Joss. Apagué el motor y salí, luego corrí al otro lado y abrí la puerta para que saliera. Su rostro estaba pálido y tenía lágrimas secas sobre todo su rostro. Lucía débil y me puso triste verla así. Así que tomé su cintura y la ayudé a salir del auto, hacia el pórtico y luego a la casa, una vez que me dio las llaves, por supuesto. Parecía que no había nadie en casa. Pero cuando accidentalmente pateé la puerta cerrándola realmente fuerte, una mujer de mediana edad salió rápidamente y me miró con una expresión horrorizada. —¿¡Quién eres tú?! Estaba a punto de hablar cuando tomó un trapo y comenzó a golpearme con él. 14

Parte de la letra de I knew you where trouble de Taylor Swift.

—¡Abusador, ladrón, loco! —Mamá, mamá… —dijo Joss y la mujer dejó de golpearme cuando puse cuidadosamente a Joss en el sillón. Rió y nos acomodamos, pero también gimió cuando se movió un poco. Probablemente rozó su nariz—. Es un chico bueno. Solo está ayudándome. —Cariño, ¿quién te hizo esto? No toleraré violencia aquí. —No es nada. ¿Puedes solo ocuparte de ello? La mujer suspiró y luego asintió hacia su hija antes de irse rápidamente, probablemente a conseguir un botiquín de primeros auxilios. Una vez que la señora Rodríguez hubo terminado y Joss lucía mucho mejor que antes, decidió dejarnos para hablar, pero me dio una seria mirada de advertencia antes de salir de la habitación. Muy sincero para una mujer que acababa de decir que no toleraba la violencia. —¿Estás bien ahora? —pregunté a Joss yendo a tomar su mano y aun así pensándolo dos veces, antes de eventualmente dejar caer mi mano—. En verdad lamento que esto pasara. Probablemente debería irme. Me puse de pie y tomó mi brazo para evitar que me fuera. —¿Puedes quedarte? En realidad no quiero estar sola. Eso hizo que me sintiera mal otra vez, viéndola así y sabiendo de quién era la culpa en realidad. —Joss, necesito decirte algo. No puedo quedarme después de esto, porque sé que no querrás que lo haga. —Frunció el ceño en confusión, pero se quedó en silencio para dejarme hablar. Entonces tomé una respiración profunda antes de hablar—. No puedo. Mira yo no… en realidad creo que no funcionará entre nosotros. —¿Qué quieres decir? —Quiero decir… una relación. —Ahí fue cuando comencé a caminar hacia la puerta mientras agarraba mi cabello. Pero me detuve y me giré hacia ella, la vi parada junto al sillón ahora, su rostro poniéndose incluso más triste—. Me gustabas, Joss, mucho. Desde el sexto grado, para ser exacto. Pero no creo que un simple enamoramiento signifique con quien debemos estar. Verás, esa persona quizás no se sienta del mismo modo, o incluso reconozca la existencia de la otra. —Siempre me has gustado, Zavier. —Aparece Evelyn y de pronto te interesaste, Joss. —Nunca me perdí eso, simplemente elegí ignorarlo. Así que sí, encontré extraño que ella rara vez me hablara hasta que la chica mala apareció con toda su ropa de cuero y tatuajes—. En verdad, no sé qué pensar sobre eso. Quizás es todo fingido, pero no harías eso, ¿no? Abrió su boca para hablar, pero entonces bajó la vista, pareciendo no tener palabras con respecto a lo que acababa de decirle. —Solo no puedo. No puedo seguir fingiendo que siento algo. Y en verdad siento mucho esto. No voy a ir por toda la cosa de "no eres tu soy, soy yo", porque en realidad no es nada de eso. Eres una gran persona y hay alguien para ti ahí afuera. Solo no puedo decir que soy ese alguien para ti.

Siguió en silencio, ni siquiera haciendo contacto visual conmigo y sentí que había dicho todo lo que necesitaba decir. Al menos creo que lo hice… —Espero que podamos seguir siendo amigos. No deberíamos dejar que esto arruine nuestra amistad, simplemente porque el otro no se siente de la misma forma. En verdad lo siento, Joss. No tenía nada más. Había terminado. Finalmente le había dicho lo que tenía que decirle en The Grill X, antes de que Evelyn entrara toda caliente y preparada. Sentí que no diría nada más, así que solo suspiré, abrí la puerta y salí. Comencé a bajar los escalones hacia el auto, cuando escuché su voz otra vez. La voz que creí amaba, pero nunca lo hice en verdad. Me recordó lo que Sherly, la dulce anciana en la biblioteca, me había dicho una vez. Mi corazón latía muy rápido cuando estaba con Joss, pero nunca fue la indicada. Evelyn me hacía sentir todo tipo de emociones diferentes y sentía como si mi corazón, literalmente, fuera a saltar de mi pecho cuando la veía o escuchaba su voz. Podría incluso amenazarme y aun así lo amaría. No lo dudaba, Evelyn hacía que mi corazón latiese más rápido. Ahora, eso es loco estúpido amor. Me detuve y miré a Joss sobre mi hombro. Ya no estaba llorando, pero aún tenía lágrimas en los ojos. Me sentí responsable por ellas, pero sabía que debía dejarla ir. —Los chicos buenos no terminan últimos. Es un dicho estúpido. ¿Pero cuál es la verdadera razón por la que te estás yendo? Evelyn Jo… la chica mala que pelea con todos, incluso con chicos. —Estoy enamorado de alguien más —respondo, justo antes de subirme al auto y encenderlo otra vez. No quería ver el rostro de Joss, pero cuando no pude evitar mirar, vi el mismo tipo de dolor que sentí cuando creí que nunca podría tener a Evelyn Jo para mí. Ahí fue cuando me alejé.

El chico del que ella se enamoró (La confesión) •Zavier• No podía dejar de pensar en Joss y Evelyn cuando me dirigía a casa. Joss, porque me sentía muy mal por ella. ¿Qué le voy a hacer? Simplemente soy muy buena persona, supongo. Pero me sentí mal por las contusiones que tenía y como fue rechazada por mí ahí. Rechazada... por mí. Y, honestamente, nunca pensé que rechazaría a una hermosa chica como ella. Siempre he pensado que las chicas me rechazarían en su lugar, lo cual era una de las razones por las que nunca me he molestado en hablar con ellas. Cuando me gustó Joss, quería estar con ella, pero pensé que me rechazaría. Supongo que las cosas no siempre salen como se piensan. Finalmente, me di cuenta que había estado equivocado todo el tiempo y que tenía que dejar que mi corazón tomara el control de mi cabeza. Después de todo, era más o menos ganar de todos modos. Todo comenzó el día en que una chica hermosa, seductora y muy interesante, vino a mi casa y se paseó en nada más que una gran camisa y ropa interior. Ahora, ahí es cuando mi vida realmente comenzó a cambiar y se puso cada vez más intensa… por así decirlo. Tener a Evelyn viviendo con nosotros fue probablemente la mejor cosa que me ha pasado. Me sentía muy mal por juzgarla ese primer día, cuando no la conocía en absoluto. Pero ahora, que la he llegado a conocer… que he tenido el valor de hacer muchas cosas que nunca pensé que haría. Algunas eran peligrosas, pero muchas eran divertidas. Hacía que mi aburrida vida fuese emocionante, salvaje y divertida. Me hizo pensar que podríamos morir en cualquier momento, así que teníamos que ir a por ello. Teníamos que hacer cosas locas, sin importar qué. Y sí, hubo consecuencias… pero con ella, es como si ni siquiera me preocupasen. Estaba profundamente enamorado de ella. Y aunque lo intentara, ella no podía abandonar mi mente. Siempre estaba ahí. Joss fuera de escena era suficiente. No quería que se entrometiese entre nosotros. Puede sonar duro, pero era cierto. No sé si Evelyn quiere estar conmigo. Soy más bien un chico despistado. Pero sería sorprendente si se sintiera de la misma manera. Joss siendo rechazada por mí, debe haber dolido. Creo, sin embargo, que me dolería mucho más si la única persona que realmente, realmente amaba me rechazara.

Pensando en Evelyn, todavía estaba un poco enojado, para ser honesto. Pero necesitaba saber un par de cosas. Cuando llegué a casa, sin embargo, quería pedirle inmediatamente Evelyn que fuera mía. Seguí mordiéndome el labio una vez que conduje el auto en el camino de entrada. Quería parar, e incluso caminaba muy lentamente a la casa, por el amor de Dios. Estaba nervioso, me daba miedo y me sentía un poco mareado, pero estaba bien. Yo estaba bien... Me aclaré la garganta y busqué mis llaves de la casa. Cuando las encontré, comencé a abrir la puerta y respiré hondo, o algunas respiraciones profundas, antes de entrar. Me di la vuelta cuando oí que alguien gritó, pero solo me encogí de hombros y decidí ignorarlo. La casa parecía estar vacía, pero sabía que Evelyn estaba aquí porque vi su motocicleta en el jardín delantero. Vi que estaba tumbada, así que la recogí. Sí, estaba haciendo tiempo. Quería llamar por Evelyn, pero decidí ir a la cocina primero. Aunque sabía que era probable que estuviera ahí, considerando lo mucho que amaba la comida. La conocía, baja a las tres de la mañana y agarra comida para ocultarla en su habitación. Así que caminar ahí me puso un poco nervioso, pero me quedé tranquilo y solo lleve mi mano a mi cabello ya desordenado. Dejé las llaves y luego caminé alrededor del mostrador. Mi corazón dio un vuelco cuando vi una pequeña figura agachada al lado de la nevera. No miré, pero sabía que era mi chica. No quise hacer nada por el momento, así que descansé mis manos sobre el mostrador; preguntándome por qué siquiera se estaba escondiendo, ya que no era el tipo de persona que hacía eso. Así que, para hacer que saliese, hablé en voz alta: —Sé que te estás escondiendo. —Zavier... lo siento mucho... Su voz hizo que mi corazón latiera aún más rápido. Me encantó el sonido de la misma y mi nombre rodando fuera de su lengua me provocaba cosas que ni siquiera podía explicar. Tuve que tomar respiraciones profundas, la casa estaba tan silenciosa que incluso podía oír el ligero tictac de mi reloj. —Zavier por favor... No pude mantenerlo. Tuve que preguntarle qué pasaba. —¿Por qué lo hiciste? Estaba allí para decirle algo y simplemente... ¿por qué lo hiciste? Finalmente me volví a mirarla, frunciendo el ceño en lo que podría haber parecido como confusión o tristeza. Pero realmente estaba confundido de por qué lo hizo todo. ¿Por qué vino? ¿Por qué actuó como lo hizo? ¿Por qué le dio un puñetazo Joss? Solo necesitaba saber, porque me confundía bastante. Evelyn se aferró a la nevera y parecía que no quería ni mirarme. Cuando se avergonzaba de la verdad, no me miraba de frente. Sabía eso, también.

—Yo... me puse celosa, supongo. ¿Qué? ¡Eso era una locura! ¿Por qué Evelyn se pondría siquiera un poquito celosa de que estuviera con Joss, hablando y pasando el tiempo? —¿Celosa? —pregunto—. ¿Por qué estarías celosa? —¿Porque eres mi amigo? Maldita sea. Odiaba esas palabras desde el principio, incluso si las usaba yo mismo. No quiero ser su amigo. No quiero ser nada de eso. Quería ser su amante, novio, como sea que se llamara. —Bueno... —Arrugo la nariz para cubrir de alguna manera lo que estaba sintiendo en realidad—. No hagamos eso. Estoy enamorado de ti, Evelyn y escuchar que me pones en la zona de amigos no es realmente la cosa más reconfortante en el mundo. —Me reí, pero me sentí un poco nervioso acerca de decirle que la amaba con todo otra vez—. Además, lo que tenía que decirle a Joss era bastante importante y, realmente, no esperaba verte ahí. Tal vez, solo tal vez, una pequeña parte de mí se alegró de verla allí. Pero no quería admitirlo. —Estaba siendo egoísta, Zavier. Lo siento. ¿Cómo está su nariz? Sus palabras sonaban como si realmente estuviera preocupada por Joss, así que le dije la verdad. —Bueno, está bastante rota. Me encogí de hombros y puse mi mano sobre mi rostro solo de pensar en toda la sangre y... Dios mío estaba muy contento de que la sangre no me ponga enfermo como a los demás. Pero aun así, no me gustaba esto, así que supongo que lo menos que Evelyn podía hacer era ir y pedir disculpas a Joss por golpearla. Ja, probablemente eran celos porque no pasábamos tanto tiempo juntos, ¿verdad? Sí... definitivamente, ya que era su amigo y todo eso. Miré de nuevo a Evelyn y la vi en una posición bastante rara, simplemente me sonreía, o lo intentaba. —Pero agradecería muchísimo si fueras disculparte con ella. —Zavier —dio una risita que parecía bastante falsa para mí—, tú y yo sabemos que no pido disculpas. —¿Entonces por qué te disculpas conmigo? —Rápidamente, agarré su mano, alejándola de la nevera que parecía que amaba desde el día en que llegó aquí. ¡Maldita sea, incluso la nevera recibe más amor que yo! Ni siquiera sería capaz de competir con el amor que sentía por la comida. Pero era bastante sorprendente. Realmente no podía culparla. —Vamos, Joss es la chica más dulce que he conocido. Te perdonará, ¡estoy súper seguro de ello! La conozco desde hace mucho tiempo y ni siquiera una vez, ha sido mala o brutal con la gente. Es una de las cosas que me gustaban de ella. Aunque, su buena onda me hacía pensar en lo mucho que amaba la rebeldía, sobre todo viniendo de la chica mala de pie justo en frente de mí. —No es agradable —aseguró Evelyn con los dientes apretados.

Eso hizo que frunciera el ceño, aunque todavía tenía una sonrisa en mi rostro. Me sorprendió un poco, pero traté de no reaccionar. —La conozco desde hace años, Evelyn. Es muy agradable. —No es agradable. —Evelyn... —¡Es una perra! Métetelo en la cabeza, Zavier. ¡Por favor! Mi sonrisa desapareció de inmediato cuando la llamó eso. Nunca me gustó esa palabra, sobre todo si se dirige a una niña inocente. En realidad, ¿qué estaba pasando con Evelyn? Algo no estaba bien aquí. Le dije a Joss algunas cosas malas y ahora, las estaba lamentando. No se merecía nada de lo que le hicimos. —Está bien, puede ser que le haya dicho algunas cosas malas, pero no se las merecía. Y, definitivamente, no se merecía ese golpe que le diste. —Definitivamente lo hacía. —Siempre ha sido agradable y nunca me he... —¡Me hubiera encantado golpearla dos veces si pensaba que podría quitarme al chico que amo! Eso me puso tenso y mi aliento quedó atrapado en mi garganta. Mi corazón se detuvo por un segundo, pero ahora que iba rápido con estos pensamientos yendo a través de mi cabeza. ¿La escuché correctamente? ¿He oído posiblemente, realmente, que la chica que amo, prácticamente me dijo que también me quiere? No, tenía que haber oído mal. Así que debería... Dios, ¿acaba Evelyn de...? Maldita sea, necesitaba respirar. No tenía más palabras. —Yo... ¿Q… qué? Se dio la vuelta con bastante rapidez y parecía estar temblando tanto como yo. —Idiota... —Escuché su susurro, antes de que siguiera—. Te amo, tú culo-friki nerd. —Si esto no fuese tan grave, me hubiera reído con eso—. Me encanta tu timidez, tu rubor, tus gafas, tu rareza, tu obsesión por los cómics y Superman, tu inteligencia, tu bondad... Me encanta todo. Se dio la vuelta y me miró. Sus ojos azules me mantuvieron cautivado, como siempre lo hicieron y podría haber jurado que sentí mi latido fuerte vibrar todo mi cuerpo. Me quedé muy sorprendido por esto. Me sorprendió que acabara de decir todo eso para mí. Pero no había terminado. —Crecí pensando que el mundo era un lugar malo, con malas personas. Crecí sintiendo que no había nadie bueno allí afuera. Crecí sintiendo que estaría sola y no había una cosa como… esto… lo que tenemos. Pero entonces me mudé aquí y conocí este tipo increíblemente dulce, que es bueno conmigo. Es genial tener a alguien a quién le importe tanto y que sea amble y dulce por una vez. No eres como los demás, Zavier. Que sea cliché. Seamos cliché, no me importa. Eres diferente y especial. Y te amo… más que a nadie en este maldito mundo.

Me quedé tranquilo, pero seguí mirándola con amor, la admiración, la intensidad… casi todo lo que estaba sintiendo en ese momento. Se veía tan pequeña y asustada, quería abrazarla, besarla y protegerla para la eternidad. Apenas podía creer esto, pero yo... yo estaba tan feliz. También me ama. Realmente ama a este nerd, buen chico torpe. Y nunca hubiese pensado que fuese a suceder. Siempre he pensado que lo malo y lo bueno nunca funcionaría. Pero estaba equivocado. Y no podía estar más extático. —Lo siento, simplemente olvida todo lo que acabo de decir. Creo que estoy borracha. Creo que estoy solo... Antes de que pudiera continuar, rápidamente me acerqué, tome su mejilla y la parte posterior de su cuello y dulcemente besé los labios que tanto me gustaban... solo para que dejara de tratar de negar todo lo que acababa de decirme. Porque no hay manera de que la deje hacer eso. Tengo una confesión suya y no tenía necesidad de aplastar mis sueños diciendo que estaba borracha. Porque borracha o no, dijo la verdad. Borracha o no, se sentía así. Y mierda santa, ¡yo no podría estar más feliz! Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y me besó profundamente, haciendo de nuestro simple beso, uno más apasionado. Sus labios son los únicos que siempre he querido sentir. Fue mi primer beso y, sinceramente, no lo habría querido con nadie más. Estaba tan contento que no fuese con otra chica que no significase nada para mí. Debido a que esta chica de aquí, lo era todo para mí. Cuando nos alejábamos para respirar, la miré a sus ojos hermosos, sus pupilas dilatadas mientras sonreía y luego rio. Me encantaba su risa. Y viéndola feliz me hizo sentir todo el interior vertiginoso. —Sé mío, osito de peluche —me susurró antes de darme un beso en los labios. Quería ser suyo. Eso era todo lo que siempre quise. Aunque, como he dicho, había sido mía desde el comienzo; incluso si estuve con Joss por un rato. Tal vez debería mencionar, que no oí de Joss de nuevo después de esa noche. Lo último que supe fue que ella y su familia se mudaron lejos y hasta ahora todavía no tengo idea de por qué. Pero no me importó. Ella ya no importaba. Tenía a la chica de mis sueños justo en frente de mí y era la única que importaba... la única que siempre lo hará. —Ya era tuyo —aseguré. Y luego, la besé de nuevo…

41 Vaya barco de locos •Evelyn• Todavía seguía siendo un jodido buen besador. Así que por supuesto, nos fuimos a sentar en el sofá y a poner una película al azar mientras que en realidad nos besamos casi todo el tiempo sin preocupaciones en el mundo. Además no me importaba. Esta manera era mejor que cualquier otra. Esto era honestamente todo lo que buscaba. Justo estaba llegando a su lado y teniéndolo todo para mi sola, sin ninguna interrupción. Pero claro, el buen, fantástico, y por lejos el más caliente momento tenía que ser arruinado. Alguien siempre tenía que interrumpir, maldita sea. —Si quieres la D, estoy seguro que Zavier te podría haber tutelado para ese — dijo Ian mientras escuchábamos la puerta del frente cerrarse. Se rió y eso causó que Zavier se alejara y se sonrojara. Pero yo solo sacudí sus manos y miré sobre mi hombro para mirar hacia los dos entrometidos que solo decidieron venir en el peor momento. O sea, no íbamos a hacer nada…todavía. Solo besarnos. Simplemente pequeños besos. —Pensé que no ibas a volver por horas —dije—. Estaba realmente esperando que no lo hicieras, en realidad. Ian rió y puso una mano en su pecho como si seriamente hubiera lastimado sus sentimientos. —Vaya, ouch. Solo estábamos afuera mirando un apartamento o algo, caray. Pensé que habías terminado de frickle frack15... —¿Vas a parar con eso? —Zavier chasqueó, él todavía estaba enrojeciéndose un poco con la mención de eso. Claro que todos sabíamos a qué se refería, Ian solo no quería decirlo por alguna extraña razón. Pero era Ian después de todo. Debo realmente estar sorprendida. —Qué, ¿finalmente cambió tu flojo disco en un fuerte drive?

15

Frickle frack: Manera de decir: tener sexo

—Oh mi… —Zavier murmuró pasmado. Escuché la risa de Darrel, o tal vez estaba tratando de no reírse así no tendría que patear su culo después. —Bueno, bueno, busqué unos comentarios nerds. —Ian levantó su teléfono y lo desbloqueó—. Puedo totalmente seguir. Ejem, estas tan caliente que te derretiría el… —Para —Zavier dijo mientras se levantaba de su asiento y comenzaba a caminar arriba hacia su habitación. Pero Darrel estaba justo a su lado en un segundo y puso su mano en el pecho de Zavier para detenerlo. Eso hizo a Zavier darse la vuelta y volver mi lado. Solo suspiré y levanté una ceja a Ian. —Es un hermoso día, vayan afuera. O lo que sea que…las personas Jersey hagan. ¡Ja! Oh, esta es una bueeeena. —Sabes qué… —me volví hacia Zavier y lo vi hundirse en su asiento un poco nervioso cuando me paré y lo levanté conmigo. Estaba sorprendido por mi fuerza así que se paró un poco tambaleante, pero tomé sus brazos para equilibrarlo—. Nosotros vamos a salir. Vamos, novio. Empezamos a salir, tomando nuestras chaquetas, gorros y llaves mientras Ian nos miraba con su ceño fruncido. Su boca estaba abierta pero no podía formar las palabras, mientras miraba a Darrel con una mirada que parecía sorprendida pero realmente feliz. Todo lo que podía escuchar era un corto "¿novio?" después de que finalmente salimos. —¿Novio, eh? Mordí mi labio y me giré a Zavier quien tenía sus manos en sus bolsillos, sus hombros levantados mientras sonreía. Su sonrisa siempre me daba un sentimiento cálido por dentro. Pero ahora, era más como que trataba de reírse de mí. —¿Entonces eres mi novia? —Bueno…sí. A no ser que tú quieras que sea tu novia. Sé rió y tomó mi mano, empujándome hacia él para darme un dulce beso. Entonces besó mi frente y miró al auto y después a mi moto, cerrando un poco sus ojos por el sol. Además parecía un poco inseguro sobre algo mientras empujaba sus lentes. Pero entonces suspiró y apuntó a las llaves de mi moto, empujando sus propias llaves fuera de los bolsillos de sus jeans. —¿Qué hay sobre nosotros tomando la moto? Una sorpresa para mí. Él prácticamente odiaba esa moto, o eso pensaba. ¿Por qué querría tomarla por encima del auto? —¿Estás seguro? No quiero que andes si eso te asusta. —No estoy asustado… —Puso un poco de mala cara y miró abajo, haciéndome querer ir y pellizcar sus cachetes y besar su nariz Pero todo lo que hice fue exageradamente rodar mis ojos y esperar en mi hermosa motocicleta. —La última vez, temblabas como si estuviéramos por debajo de los 0 grados y estabas comiendo hielo. Pero no te preocupes, mientras tanto estés conmigo, —palmeé la moto y le guiñé—. Voy a mantenerte seguro, osito de peluche.

*** —Siempre odié a los niños, pero ahora no tanto. Son solo molestos, medios, y se mantuvieron mirando dentro de mi alma. Zavier solo se rió de mis palabras y mordió su pretzel con pepperoni. Decidimos parar por el parque, y ellos solo pasaron a tener un pretzel y panchos parados allí, pero nosotros obviamente preferimos los deliciosos pretzels. No podía realmente mirar nada más desde que me detuve a mirar su monería. Se había puesto uno de sus adorables gorros peruanos mientras yo solo tenía un regular. Su hoyuelo se mostraba mientras masticaba y me miraba. —No son tan malos. —Fácil para ti decirlo, solo te ven y tú eres como un ángel. Bueno, es porque eres uno. —Sonreí cuando miró abajo y trató de ocultar su propia sonrisa—. ¡Me veo aterradora para ellos sin embargo! ―Y era la verdad. Solía tener esa mirada todo el tiempo. Tú sabes, esa que parece un rostro malévolo. Además, no creo que tenga esa expresión tan seguida como solía hacerlo—. Me veo aterradora, Zavier? Salté enfrente de él y comenzó a caminar atrás. Movió sus ojos y aclaró su garganta, chupó su labio. —Terrib… —Sii, eso es muy lindo de tu parte. —…lemente hermosa y grandiosa —terminó, haciendo presionar mis labios juntos y caminar a su lado otra vez. Me giré y solo me sonrió. Ok, entonces él nunca me había dicho exactamente eso antes, ¿no es así? Solo estaba siendo franco sobre eso ahora y no creí que lo dijera directamente. El diminutivo de "horrible" parte ―cual pensé que era una broma, fue bastante dulce—. ¿Estás bien? Tu… Oye, ¿estás…enrojeciendo? —Tomó mi brazo haciendo detenerme y mirar lejos, tratando de evitar el contacto visual. Mis mejillas se sentían ardientes por un segundo—. ¡Lo estas! Se quedó quieto cuando empujé su gorro abajo así le cubrí sus ojos. Corrí lejos y reí porque también había empujado sus lentes. —¡Ey! —¡No hice nada! —grité mientras él empezaba a correr por el parque de juegos. El parque de juegos estaba muy vació así que corrí alrededor y mientras trataba de esconderme por unos toboganes, tratando de cerrar mi boca de mis carcajadas. —¡Evelyn! Escuché su grito. Eché un vistazo y lo vi parado en el medio del césped, girando en un círculo con sus ojos cerrados. —Evelyyyyyn, —gimoteó como un niño pequeño, haciéndome reír—. Où êtesvous? Où est ma belle?16

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Où êtes-vous? Où est ma belle?: Significa ¿Dónde estás? ¿Dónde estás mi hermosa?

—¿Qué? Habla en inglés, tonto. Ahí fue donde paró de girar, abriendo sus ojos, y me vio, sonriendo como si hubiera conocido a Superman por sí mismo. —¡Atrapada! —Tu pequeño jodido inteligente… —murmuré para mí misma. Entonces, empecé a caminar hacia él despacio, sabiendo que no había ningún sentido correr lejos desde que quería estar en sus brazos de toda formas—. ¿Qué en el infierno dijiste de todas formas? Se encogió de hombros y tomó mis manos para tirar de mi más cerca de su calor. Sentí como el hogar debería ser. —Nada importante, excepto llamarte mi hermosa, si eso está bien. —Eso es… oh mierda. —Esa no era la respuesta que… —Zavier se paró cuando se dio cuenta que no le estaba prestando atención. Entonces sigue mi mirada y vio al idiota más grande del mundo caminar hacia nosotros, pero él estaba usando lentes de sol, y tenía un cigarrillo entre sus labios, y estaba mirando abajo a su teléfono. Zavier se giró para mírame y me di cuenta que me tenía agarrada de la mano con fuerza como si tuviera rabia o miedo de dejarme ir. —No creo que sea el tiempo suficiente para… —Me paré a mí misma cuando él tomó ambos de nuestros gorros. Entonces puso su gorro peruano en mí y puso su capucha celeste sobre su cabeza. —Cierra tus ojos —dijo, haciéndome dudar pero los cerré de todas formas. Sentí que me puso sus lentes y antes de que lo supiera, sus labios estaban apasionados sobre los míos. Y en el momento en el que sentí sus dulces labios en los míos, fui instantáneamente transportada. Estaba en un diferente mundo donde solo él y yo existíamos. No hubo ninguna duda sobre eso, Zavier se convirtió en la persona que más amaba, la persona que más me importaba, y la persona que más admiraba. Y era tan listo como para haber pensado en esta distracción así el chico más imbécil del mundo no nos reconocería. Hablando del chico malo, estaba feliz de suponer que Davne paró de llamarme. Estaba actuando jodidamente extraño últimamente y odiaba no saber la razón detrás de eso. Pero no iba a ir hacia él, ni siquiera si llamaba. Escuchamos unos pasos acercándose y eso causó que Zavier tomara mi pelo un poco fuerte mientras me besaba fuerte. Un pequeño gemido se escapó de mi garganta y ahí es cuando escuché a Davne hablar. —Chicos estúpidos —murmuró, y escuchamos los pasos irse lejos despacio poco después. En realidad quería reír pero tenía mis labios presionados desde que Zavier me alejó. Además mantenía mis ojos cerrados y podía jurar que escuchaba su maldita sonrisa. —Te ves linda con mis lentes. —¡Estas prácticamente ciego! ¿Cómo puedes verme sin ellos? —Rudo. Estas justo delante de mí, puedo verte.

—Sácalos, tu nerd. Se rió y los tomó. Abrí mis ojos y rápidamente me giré, mirando a Davne casualmente cruzar la calle con autos pitándole porque no estaba prestando atención. Él solo les dio el hermoso dedo. Solo deseaba que por lo menos uno de esos autos pasara sobre él. Cuando me doy la vuelta, Zavier se puso sus lentes otra vez y estaba mirando el gorro que me había puesto. —El gorro se ve… —No digas lindo. …aunque pienso que tú eres él único que se ha permitido llamarme así. —Iba a decir exquisito, alucinante, encantador… —Podía decir que estaba bromeando mientras paraba de reír, dándome un vistazo de su encantador hoyuelo otra vez. —Eres tan afortunado de ser lindo —dije con falsa irritación. —Ey —dijo mientras mordía su labio y tomaba mi mano—. Solo jugaba. Vamos a comer. —¡Joder, siii! —grité mientras saltaba sobre él así podía darme un paseo en sus hombros. Pensé que podría tropezar o dejarme caer, pero él es más fuerte de lo que parece. —Zavier Coin, me tienes como "¿¡Mamá!? ¡Estoy en casa!" Se rió de nuevo y camino hacia el restaurante más cercano de comida rápida. —Hermosa impresión, eh. Conocí la chica de ropa interior. —Dulces, dulces recuerdos.

*** —Pareja. —Pareja. —¿Pareja? —Pareja. —Pareja. —Zavier. —Puse mi patata frita abajo y me quedé mirándolo mientras sorbía su bebida, dándome ojos inocentes por no sé qué razón. Pero parecía lindo, puedo decirte eso—. ¿Cuántas veces vamos a repetir la misma palabra para hacerte entender? —Oh, entiendo claramente. La hemos repetido un total de 17 veces ya —suspiré y dejé caer mi cabeza. Pero entonces, tomé una respiración profunda y lo miré de nuevo con una gran sonrisa que podría haber parecido falsa, pero no lo era. —Pareja…

—18... —dijo en una voz cantarina mientras ponía sus labios sobre su pajita. Golpeé su brazo y él sonrió, pero me deja continuar hablando. —Es solo una cosa que la gente hace, ya sabes. Sé que sabes esto, no pretendas que no sabes esto porque tú sabes que tú sabes, ¿sabes? —No —dijo con una sonrisa descarada, pero estaba claro que él estaba bromeando. Le encanta bromear, ¿no? Estoy viendo a un nuevo Zavier hoy y maldición, yo lo amaba aún más por segundo—. De acuerdo, querida Evelyn. —Se sentó en su asiento y preguntó—. ¿Cuál es la pareja? Me mordí el labio y pensé en ello. Pensé en ello muy bien. Entonces, es como que vino a mí tan de repente. Es como si escuché a los ángeles cantando, o vi la luz del cielo bajando, o tal vez presenciar al mismísimo Dios siendo resucitado... Está bien, eso es probablemente demasiado. Pero aun así, era así de genial. —Zav… no tengo nada. Zavier se rió cuando me senté de nuevo... porque no me di cuenta de que me había levantado de mi asiento. Pero entonces, mis ojos se abrieron y lancé mis dedos hacia él y agité mis manos sobre su cara. Él solo siguió mirándome con esos ojos marrones adorables. Entonces me agarró de las muñecas y asintió hacia mí, instándome a decirle lo que estaba pasando. —Zavelyn... ¡nuestra pareja! ¡Esa es nuestra pareja! Y oí a los ángeles cantar de nuevo... —Zavelyn... —Zavelyn. —¿Zavelyn? —Zavier, no empieces conmigo otra vez. Agarró una papa frita y me apuntó. —Tú estás loca. Me, me han llamado cosas peores. Lo admito, él mismo se consiguió a una muy demasiado mandona culo–loco. —Oh, osito de peluche. Querido, cariño, adorable, sexy, caliente, malditamente bien... —El punto... —dijo, pero vi el tinte de color rojo en sus mejillas y casi me embelesé a causa de ello. Me sentí ridícula. Parece como si solo mostraba este lado de mí misma a él. —Si esto fuera una historia, la gente estaría tan animándonos. Tomó lentamente un bocado de sus patatas fritas y levantó las cejas hacia mí. —Lo dudo mucho.

*** Ha pasado un tiempo desde que he tenido mi propio tipo de diversión. Honestamente, estar con Zavier era todo lo que necesitaba para ser feliz. Pero a veces, todavía tenía que hacer las cosas que aprendí a que me gustaran a lo largo de los años. Seguí tirando de su mano, llevándolo hacia el club. Sí, este nerd era bastante fuerte, pero yo también era fuerte, así que me las arreglé para al menos tirar de él hacia mí un poco cada vez. Él gruñó y se quejó cuando me las arreglaba para hacerlo, y cuando finalmente estuvimos justo en frente de las puertas, él resopló, rindiéndose por completo. Me hizo sonreír en señal de triunfo en mis maneras de lidiar con algo como esto. —¿Club? —Miró a las puertas—. ¿En serio? —Miró a las puertas de nuevo—. Yo no quiero beber... —Tú no tienes que. No bebas en absoluto. No te estoy obligando a nada. Y yo no beberé tampoco. Es ilegal, ¿recuerdas? —dije, como si no fuera gran cosa. Me sentí como una completa perra cuando básicamente lo obligué a beber y a fumar (aunque tenía una buena razón... creo). Pero ese no era Zavier, y yo no quería cambiarlo haciendo que haga cosas que no quería hacer, o las que no eran específicamente apropiadas para él. Él seguía siendo el chico inocente que conocí, y quería que se mantuviera de esa manera. Me odiaría a mí misma si le hiciera hacer cosas que no quería. Bueno, lo estaba obligando a ir un club. Pero es solo por un poco de diversión. Sin preocupaciones. Esta vez, él no tendrá un ataque de pánico, y me voy a asegurar de eso al permanecer a su lado todo el tiempo. —Mmm... Todavía. ¿Cuándo Evelyn Jo incluso se niega a hacer algo porque es ilegal, eh? Eso es nuevo, ¿dónde se fue ella? —Puso su mano sobre su frente y fingió buscar en el área circundante. Pero yo solo me reí y tomé su mano de nuevo. —Solo... ¡vamos! Una vez dentro, escuchamos la música fuerte tocando "You Make Me Feel..." y me giré a Zavier con una sonrisa, moviendo mis hombros al ritmo. Entonces bombeé mi puño en el aire mientras saltaba y me moví más hacia la multitud, viendo como Zavier tímidamente miró a su alrededor y cortésmente decía "discúlpeme" a algunas personas a su alrededor para que pudieran salir de su camino. Unos chicos le dieron miradas extrañas, como si él no perteneciera, mientras que algunas chicas lucían lo suficientemente hambrientas como para comérselo. Me tenía rodando mis ojos mientras me acerqué a él, lo agarré de la mano y grité: —¡Este nerd está conmigo hijas de perras! —Las chicas me miraron airadamente y los chicos me despidieron con la mano. Pero oye, estábamos enamorados el uno del otro, así que nadie más importaba. Zavier se sonrojó y se cubrió el rostro con su mano libre, pero escuché su cálida risa mientras lo tiraba más cerca de mí. Puse sus manos en mi cintura y besé el punto por debajo de su oreja, escuchando su ingesta de aliento.

Sonreí para mí misma y me aparté un poco para mirarlo, así nuestras narices estarían tocándose. Sus manos sobre mí apretadas y puse mis brazos alrededor de él, comenzando a mover mis caderas a la música. Él me miró con ojos llenos de lujuria mientras tiraba de mí más cerca, de repente alejándome para girarme alrededor y tirar de mí a él de nuevo. Solo que esta vez, él me besó cuando estábamos cerca de nuevo. Continuamos bailando el uno con el otro, riendo y sonriendo porque nos sentimos felices y libres. Era como si no hubiera nada de qué preocuparse justo en ese momento y me encantó. Esto era lo que me encantaba. Y estar con Zavier, me hizo darme cuenta de que yo no estaba tan mal. He hecho cosas malas, pero en realidad soy una buena persona en el corazón. A menos que, tú sabes, alguien me ponga de los nervios. Pero eso es solo la cosa. Si alguien me pone de los nervios, los golpeo o digo algo ingenioso. Si alguien me pone de los nervios y está molestando a Zavier... bueno, te convendría llamar a una ambulancia porque no había manera de que alguien estaba haciéndole daño a mi osito de peluche. Me encantaba estar con él, cada segundo de cada minuto, y quería ser la que pateara el culo de cualquier persona que lo hiriera. Una vez que llegamos a casa, todavía tenía ganas de estar con él. Así que haciendo caso omiso de los dos bobos discutiendo sobre qué ver en la televisión, llevé a Zavier a mi habitación y le hice sentarse en mi cama. Una vez allí, él estaba nerviosamente mirando a su alrededor como si nunca hubiera estado allí antes. Me saqué mi chaqueta y su gorrita y luego sonreí, una vez que empecé a quitarme la camisa. —Vaya, vaya, está bien, necesitas algo de privacidad o algo porque yo, yo me puedo ir, ya sabes, me puedo ir y... —Shhh... —dije mientras empecé a deslizarme fuera de mi pantalón para darle la vista de mi cuerpo. Tragó saliva y agarró la sábana—. Nada que no hayas visto antes. —T–tú vas a parar allí, ¿no es así? —tartamudeó y sonreí a su ternura y nervios. —Seguro... ¿si eso es todo lo que quieres? —Se sonrojó ante mi pregunta mientras poco a poco empecé a caminar hacia él—. Deberías quitarte la ropa, también. —Solo una sugerencia. Y una muy buena en eso. —Es... tengo frío —tímidamente sonrió y se abrazó a sí mismo, frotándose los brazos para entrar en calor. Pero él no se veía ni un poco con frío, aunque era diciembre. —El calor del cuerpo, mi osito de peluche. Además, me desnudé. No hace tanto frío. —Me encogí de hombros y me acerqué a él, pero levantó las manos como si quisiera detenerme—. ¿Qué? Él apretó los labios y cerró los ojos con fuerza antes de abrirlos de nuevo. Lo miré inquisitivamente y vi cómo se puso de pie y se sacó su chaqueta y buzo. Luego, fue al cinturón de sus vaqueros y se lo quitó, dejándolo caer al suelo al lado de su chaqueta. Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho mientras él agarraba el borde de su camisa y lentamente la levantó para mostrarme sus abdominales esculpidos.

Suspiré cuando por fin tenía fuera su camisa, la que también tiró al suelo. Él no me había mirado todo este tiempo y supongo que eran los nervios. Pero hemos estado así antes, pero no como una pareja. No quería que se sienta muy nervioso, por lo que poco a poco fui hacia él y agarré su mano. Él me miró y miré abajo hacia su pecho, colocando la palma de mi mano libre sobre su suave, caliente, clara piel. Acercándome más a él, besé dulcemente la base de su cuello. Él estaba respirando lentamente, sin embargo, su corazón iba salvaje contra mi palma. Seguí dando a su pecho dulces pequeños besos y agarré las trabillas de sus vaqueros, tirándolo cerca para que sus caderas encuentren las mías. Él gimió y eso me hizo empezar a chupar su piel frágil. Sus brazos estaban colgando a los costados pero podía sentirlos tensarse a medida que continuaba besándolo y mordisqueándolo. Antes de que me diera cuenta, su fuerte brazo estaba alrededor de mi cadera y fui arrojada a la cama, jadeando ante la acción repentina. Miré a Zavier pero no tuve tiempo suficiente para registrar lo que estaba pasando ya que sus labios vinieron abajo con fuerza a los míos. Él estaba siendo duro, pero apasionado, con sus labios y sus manos. Lo sentí tocándome en todas partes y me encantó. No pude evitar gemir cuando él agarró fuertemente mis muslos y presionó su cuerpo más fuerte contra mí, haciéndome sentir todo. Y estaba claro, que como yo, él quería más. —Zavier… —susurré mientras empezó a besar mi cuerpo, dejando pequeños mordiscos de amor y un poco de vestigios de aliento donde su caliente boca estuvo antes de cada beso. Él estaba agarrando más bien fuerte mis manos cuando me estaba besando todo sobre mi estómago y la vista de él era la cosa más caliente nunca. Sus músculos y venas estaban desorbitados y cuando él se acercó a besar mis labios otra vez, empujó la mitad inferior de su cuerpo contra el mío, haciéndonos a los dos gemir. —Mierda —juró mientras se alejó de mí. Sus mejillas estaban rosadas y respiraba con fuerza, mirando hacia abajo en nuestros cuerpos—. Yo, yo no puedo, no puedo ir más allá de esto, yo solo... soy tan perdedor. —Hey. —Rápidamente me senté y tomé su rostro en mis manos. Él me miró con preocupación y tristeza en sus ojos y lo odiaba. Quería verlo feliz otra vez. No quería que él se pusiera mal por algo como esto—. No es una gran cosa. ¿Está bien? Eres cualquier cosa menos un perdedor. No tenemos que hacer nada si no quieres, pero tienes que saber que aún te amaría sin importar qué. Está bien. Todo está bien, oso de peluche. Bajó la vista hacia mis labios, y luego a mis ojos de nuevo. —¿En serio? Pero yo solo... —Solo nada. Ven aquí. Y así es como esta nueva y loca pareja pasó de tener una caliente sesión de besuqueos a una tarde y noche llena de acurrucamientos, comida y películas.

42 La banda Vs El silencio •Evelyn• No tenía ni idea de cuándo Zavier iba a decirle a Stormy que estábamos saliendo, pero estaba esperando una reacción muy feliz cuando el aleatoriamente se lo dijo cuándo despertó la mañana siguiente. Pero lo que tuvimos en su lugar fue ella dándonos un enorme abrazo, sorprendida sonrisa y estoy bastante segura que se quemó su mano con todo el café puesto que apretó el vaso desechable lo suficientemente fuerte. Estaba caminando lentamente atrás cuando ella pestaño y trato de procesar con claridad lo que su hijo acababa de decirle. Quiero decir, ¿qué dices cuando tu inocente, buen hijo te dice que está saliendo con una delincuente? Para ella, pareció no tener palabras en absoluto. Quería tanto mirar dentro de su cabeza. —Vale, bueno, esto va a necesitar algo… pensar detenidamente. Estaré en mi oficina. No me molesten. Se había ido antes de que el reloj pudiera marcar otro segundo. Zavier suspiró y me miró. Entrecerré mis ojos mientras ponía una mano en el bolsillo y hacia señal sobre esto con la otra. Después fingió una sonrisa. —Bien, ¡no parece odiar la idea! —Zavier… Paró de sonreír y aclaró su garganta. —Bueno, tal vez odia la idea pero te ama. Ha estado ayudándote y estaremos bien. Sólo necesita pensar, como dijo. Y con su —paró para morder su labio y encogerse de hombros—, ¿eso de que necesitaba tiempo? Puede que te evite y posiblemente a mí, también. Pero todo estará bien. Te lo prometo. Tome un profundo respiro pero sin embargo asentí. Estaba a punto de caminar hacia él para darle un dulce beso, cuando Ian se desliza justo entre nosotros saliendo de la nada y me miro. Corta-rollos. —Eve, cariño, compañera, mejor amiga, compañera del crimen… —¿Qué quieres? —pregunto mientras cruzo mis brazos. Zavier aprieta su nuca un poco incomodado pero quedándose allí. —¡Sorpresa! ¡Tenemos un apartamento! Darrel está esperando por mí. ¿Quieres ir a revisarlo? Por supuesto que quieres, ¿cierto? —Agarro mis hombros y me saco camino

afuera. Llamé a Zavier así podía seguirnos y todos caminamos a donde sea donde este chico nos estuviera llevando, lo cual no era muy lejos. En no menos de cinco minutos, estábamos delante de un edificio de apartamentos, mirando hacia arriba a ello. Ian parecía estar mirándolo como si estuviera orgulloso de sí mismo por elegirlo y casi comencé a dar un paso atrás para darle algo de privacidad. —Hermoso, ¿no es así?— pregunto mientras agarraba a Zavier y a mí por la parte de atrás de nuestras camisetas, poniéndonos a cada uno a su lado así podía poner sus brazos alrededor de nosotros. Era como si tuviera ojos en su espalda a veces. Nunca dejaba a nadie escapar. —Demonios, me gustaría tomar una foto de eso. —Espera… —me giré hacia Zavier y lo vi mover su cabeza de lado mientras una sonrisa se construía—. Ethan vive en uno de esos apartamentos —dijo. —Oh, ¿sí? —pregunté mientras miraba de nuevo. —Se, solo se mudó temporalmente así sus padres pueden trabajar sus cosas. Apartamento B4, es justo lo que dijo Jesse. Pero el tipo no ha estado hablando o saliendo con nosotros últimamente. Algo está pasando con él. Está actuando realmente…ehh para, ¿qué es lo que estás haciendo? —preguntó Zavier cuando me vio comenzar a caminar hacia el apartamento con Ian justo delante de mí, entusiasmado cliqueando sus llaves y moviendo su cabeza. —A mirar el apartamento de Ian y Darrel —contesté—. Obviamente. —No…Si Ethan estaba actuando raro, conocía una manera para conseguir que me diga que es lo que estaba pasando. Nadie tan tranquilo sería incluso tan callado con sus mejores amigos. Él se suponía que sería loco, un poco menos loco que Jesse, pero aún loco. Ha estado realmente fuera casi tanto como Davne. Oh… lo que pienso que estaba pasando… mejor que no esté pasando. —No parece así en realidad. —Quiero ir a hablar con Ethan. Ahí. —No escuche a Zavier para nada cuando nos fuimos al nuevo apartamento de Ian y Darrel, donde Darrel estaba esperándonos con dos cajas de pizza. Una de ellas estaba vacía cuando nos hizo señal de saludo con la boca llena. Era en verdad mi hermano perdido, si comía tanto. —Chicos, vamos a hablar con el dulce Ethan, en el apartamento B4 —dije con una voz tan dulce y gentilmente como podía—. Ahora tomen las pistolas. —¿¡Que!? ¡No! No estás… —Estoy bromeando, osito de peluche —dije mientras miraba a Ian y Darrel estando detrás de mí todo el rato mirando a Zavier. Y él realmente se veía bastante pálido cuando nos miraba a todos juntos. —Por favor, no asusten al pobre chico. —Dios, se veía tan lindo cuando se preocupaba. —Seremos gentiles, no te preocupes. —Le di a Zavier una dulce sonrisa y luego me volví hacia Ian y Darrel—. Darrel, tu toma la cinta. Ian, tu toma las cuerdas y… —Evelyn.

Levanté mis manos y me giré para mirar a Zavier, pero después me gire hacia los chicos de nuevo. Fruncí mis labios. —Bien, bien. Aguarda las cuerdas, usaremos las cintas para las manos, también. —No hagas eso, vas a asustar al pobre chico… Gire sobre los tacones de mis botas a él. —Ese es el plan. Él dirá algo después. Hemos hecho esto antes, es bastante fácil — suspiré y fui a besar su nariz—. Ahora, tú quédate aquí, mira algunos dibujos. Tienen Netflix chicos, ¿verdad? —Oh, joder, tenemos todo instalado ya. Trabajamos bastante rápido —contestó Ian mientras agarraba la manija de la puerta con una sonrisa en sus labios. —Genial. —Me gire de vuelta hacia Zavier y cogí sus suaves mejillas, sonriéndole—. Así que Osito de peluche, quédate aquí y relájate. Y todo va a estar bien. *** —Sorpresa hijo de puta —dije cuando finalmente abrió la puerta. Le di una sonrisa muy dulce y escuché a Darrel detrás de mí sacar una cinta adhesiva. De acuerdo, supuestamente debería haberle dicho dulcemente "Hola Ethan" primero. Pero esto parecía un modo más divertido. Sus ojos se abrieron ampliamente por el horror cuando nos vio y trató de cerrar la puerta rápidamente, pero mi pie fue incluso más rápido. Así que pateé la puerta, abriéndola, lo que causó que se cayera al suelo agarrándose el estómago mientras nos miraba. Me reí y caminé hasta él. —Hola, hola ahora, Ethan. Estamos aquí solo para hacer algunos negocios. — Crucé mis brazos y miré por el apartamento—. Bonito sitio tienes aquí. ¿Tienes algo de pollo frito? Ethan tragó saliva y despacio negó moviendo la cabeza. Fingí una sonrisa y me acuclillé en frente de él viendo como temblaba ante mi proximidad. A continuación, puse mi mano en su barbilla y lo obligué a mirarme directamente a mis ojos azules, los cuales probablemente provocaban miedo mientras miraba en los suyos. —Una pena... es una pena terrible. Personalmente, perdonaría a cualquiera que tuviera pollo frito. Oh, pero para ti… —Me reí, me levanté y comencé a caminar ida y vuelta en el lugar—, eso no será posible ahora, ¿no? —Yo... ¿q-qué quieres? —preguntó mientras comenzaba a arrastrarse atrás y lejos de nosotros. Miró a Darrel y a Ian que estaban detrás de mí y frunció el ceño—. ¿Quiénes son ellos? —Ya me has conocido a mí. ¿No te acuerdas? —preguntó Darrel—. Cuando entramos a escondidas al cole para seguir a Davne y... ¡Oh, mierda! —Se tapó la boca con la mano cuando Ian se volteó y lo miró ferozmente—. Se suponía que no te enteraras de esto, Evelyn. Pero conseguimos un helado y ¡estaba riquíiiiiisimo! Sólo lo miré fijamente y decidí dejarlo pasar por ahora. —Tú me lo explicaras más tarde. Pero ahora...

Miré nuevamente a Ethan y les hice gestos a los dos tontos que estaban considerados chicos malos por ahí. —Ethan, me gustaría presentarte a mi pandilla de Virginia. ¡Oh! Pero no te preocupes, no te lastimaran. —Ethan se puso pálido ni bien escuchó la palabra "pandilla" y trató de presionarse contra la pared. Probablemente, teniendo la esperanza de poder desaparecer. —Dare, Ian, muéstrenle cuán buenos sois. Así es como, Ethan terminó con las dos manos vendadas con cinta delante de él, al igual que sus tobillos. Estaba en el suelo, pero Darrel se quedó sentado con él para mantenerlo en su lugar y Ian se quedó de pie estando muy tranquilamente a su lado. Yo era quien hacía las preguntas, ellos eran los que harían algo... si se negaba a responder. —D-de verdad, ¿q-qué queréis? —tartamudeó mientras me miraba. —No sabía que tartamudeabas tanto como Zavier, Ethan mi niño. ¿Te acuerdas de Zavier? ¿Zavier Coin, uno de tus mejores amigos? ¿Y de Jesse? Jesse es un tipo genial. —Sí, de verdad lo es —dijo Darrel con una sonrisa pícara mientras jugaba con el cabello castaño de Ethan. —No actúes como gay otra vez, amigo —le dijo Ian mientras apoyaba la suela de su bota en la pared detrás de él. —Ahora, mi Osito de peluche dice que estás actuando un poco extraño y está seguro de que te está pasando algo. Sólo quiero saber por qué o qué es lo que te hace estar así. Si estás así de nervioso... Ian, ¿qué era lo que pasaba cuando lidiamos con gente nerviosa antes? Sonrió. —¡Ah! Eso. Tienden a mentir. O tratan de mentirnos cuando sabemos que algo está pasando. Amigo, si estás nervioso es porque algo enorme está ocupando tu mente. Deberías tener miedo de lo que te podríamos hacer en vez de estar nervioso para cubrir tu mentira. Así que, por tu propio bien, habla ahora... o esto no será nada lindo. —Genial manera para decirlo —dije mientras miraba a Ethan—. ¿Y bien? Apretó fuerte los labios y alejó la cabeza del alcance de Darrel. Y, si te alejas de Darrel, se enoja un poquito. Pero levanté mi mano como diciéndole que no hiciera nada. —Me gusta Jesse, ¿de acuerdo? —dijo Ethan muy rápidamente. Sólo lo mire fijamente, realmente en choque, más bien sorprendida ya que no esperaba que me dijera eso. Algunos chicos tenían enamoramientos con otros chicos y estaba bien. Era normal. Pero Ethan ahí….tenía escondido algo más. —No, no. Hay algo más. No me mientas. —No te estoy mintiendo —dijo mientras se retorcía—. Sólo un pequeño flechazo, eso era todo. No estoy enamorado de él. —Eso cuenta como dos intentos, ¿no, Eve? —preguntó Ian despreocupadamente mirando los anillos en sus manos. Los usaba todo el tiempo y cada uno de ellos significaba algo para él. Con el que estaba jugando ahora era el que tocaba siempre que se sentía irritado o frustrado.

Ethan ya estaba irritando a estos dos de una manera que nadie debería. —El tercer intento da bastante miedo —dije simplemente. Aquí es cuando entraría Drake. Pero, como no estaba aquí, iba a tener que hacerlo yo. Honestamente, no lo lastimaría demasiado. Con suerte, asustarlo un poco lo incentivaría a decir algo... o eso esperaba. Ethan exhaló ruidosamente y apretó la mandíbula. —Bien. Tiene que ver conmigo, con Zavier y con Davne. —Así que comenzamos con eso… y ante la mención de esos dos nombres me sentí cada vez más curiosa sobre qué estaba sucediendo. Ethan tenía un pequeño secreto y eso estuvo bien claro ni bien abrí la puerta sorprendiendo al hijo de puta. Alcé las cejas animándolo a continuar. —E-esto fue cuando todos éramos pequeños, apenas en la escuela primaria. Todos nos quedamos callados y lo miramos, esperando a que continuase. Estaba respirando con dificultad y tenía la cabeza gacha dándonos la mirada que lo decía todo: miedo, furia y posiblemente culpa. Culpa... Esta era la más importante para mí. —E... era s-solo una e-estúpido puesto de limonadas que mi madre y yo decidimos hacer. Porque vivíamos enfrente del parque los chicos pasarían por ahí, ¿no? D-Davne tenía una hermana que era menor que nosotros. Ella... estaba con nosotros. Quiero decir, estaba conmigo y tenía una gran pelota violeta. Y-yo estaba solo con ella, así que supuse que debería cuidarla hasta que mamá volviera ya que había entrado a la c-casa a buscar más limonada. Mi corazón aumentaba su ritmo con cada segundo que pasaba, quería saber qué es lo que había sucedido. Ethan se había parado para respirar para al menos detener un poco su tartamudez, pero pronto siguió. —E-entonces, estaba con ella pero me di vuelta solo un s-segundo. Y cuando la volví a mirar ella estaba... bueno, de alguna manera había dejado caer su balón y éste rodó todo el c-camino hasta el medio de la carretera. Corrió por ello y yo no la detuve. Sólo miraba. N-n-n-no grité, no corrí a salvarla, nada. —Puso las manos en su cara—. La… atropellaron y murió. Apretó los labios y levantó la vista para mirarme. Vi las lágrimas en sus ojos mientras él fingía una sonrisa —Tan sencillo como eso. Solo asentí y me quedé pensando un poco. Ella era tan solo una niña inocente que no debería haber cruzado la calle por su cuenta en primer lugar. O incluso ni siquiera la deberían haber dejado sola. Davne debería haber estado con ella al menos, pero parecía que no fue así. —¿Qué pasó después? —Corrí. Me escapé y me escondí. Todos estaban pendientes del accidente, de la ambulancia y yo... escuché a Davne hablando con una señora que pasaba por ahí con su hijo. Davne le preguntó, estaba muy enojado pero también muy triste "¿Estaba con alguien? ¿Había alguien cuidándola antes de que pasara esto?" Y ella respondió con "Creo que el chico del puesto de limonadas. Es el único con quien la vi".

Ethan se lamió el labio superior y miró al techo. Probablemente para evitar que las lágrimas cayeran, pero no sentía nada de lastima por él. —Como estaba escondido, Davne no me vio. Pero, justo en el momento preciso, había un chico en el puesto de limonadas cuando Davne fue a ver. Se cubriéndose la cara de lo asustado que estaba por... Mi Osito... —N-no sabía que estaba ahí, o por qué. Pero desde entonces Davne se aseguró de hacerle la vida imposible. Pensó que había dejado morir a su hermana. Pero Zavier solo era un niño inocente y sé que hubiera corrido hasta ella y hubiera tratado de s-salvarla si hubiera estado en mi l-lugar. Pero yo fui el idiota, el débil y detestable niño. Zavier nunca sabría nada de esto. Se vio interrumpido cuando escuchamos que la puerta se abrió fuertemente. Entró Zavier y cuando nos vio y vio nuestras caras se preocupó. —Evelyn, ¿qué le estás haciendo? Te dije… —Ven aquí, Osito de peluche —le dije seriamente haciendo que frunciera el ceño. Pero igualmente vino se quedó a mi lado mirando a Ethan quien parecía a punto de llorar y confesar todo. —Evelyn, míralo. Entiendo que esto es lo que ustedes hacían, o hacen, pero por favor… por favor, libérenlo. No se merece esto… Lo ignoré y miré a Ethan —Bueno, vamos. Dile lo que me acabas de decir a mí. Ethan agachó la cabeza y Zavier sólo se quedó mirándolo confundido. —Dile —demandé. —Ethan, ¿de qué está hablando? —Tiene algo que decirte, Zavier. Solo escúchalo. Aquel Zavier calmado ya no existía después de haberse enterado de todo. Parecía como si quisiera golpear todo pero, al mismo tiempo, estaba sobre todo conmocionado. Al igual que todos nosotros. Pensé que lo perdonaría y se olvidaría, tal como lo haría Zavier Coin, porque él era así de bueno. Pero ese no era aquel hombre en ese momento. Como otras veces, se rio, pero, considerando cuán rápido se detuvo y lo enfadado que se veía, sabía cuan enojado estaba por dentro. —¡No te lo puedo creer! —dijo en un tono serio, haciendo puños con sus manos mientras miraba a Ethan. —Zavier no sabes lo asustado que estaba. —Ya no podía ni siquiera mirarlo a los ojos. Se sentía avergonzado y extremadamente culpable. Pero han pasado años y estoy segura de que si yo no hubiera venido, lo hubiera seguido ocultando por el resto de su vida—. Y Evelyn es mala también —agregó desesperado. Alcé las cejas y lo observé hablar nervioso.

—Sólo… pensé que te había convertido en una mala persona como Davne. Y también tenía miedo de que te enteraras de todo esto. O peor, tenía miedo de que ella se enterara. —Mi novia nunca me convertiría en alguien como él y lo sé —le espetó Zavier a Ethan. Nos miró sorprendido ante la noticia, pero Zavier estaba más preocupado por otra cosa—. Nunca me lo dijiste siquiera. Ethan, él casi me golpea hasta matarme y ni siquiera tuviste la cortesía de decirme la verdad. Deberías habérmelo dicho al menos. Te hubiera ayudado. —Estoy tan ape… —Las disculpas no te llevarán a ninguna parte una vez que ya ha sido hecho hace tanto tiempo —dijo Ian. Y era verdad. Para algunos, podía ser. Pero no parecía como que Zavier iba a perdonarlo en ningún momento cercano… o nunca, al caso. —¿Sabes qué? —Zavier se rio otra vez y luego se volvió a poner serio a medida que se alejaba—. Ni siquiera me hables. Ni siquiera te me acerques. Sólo… estoy harto de ti. —Ya te está cambiando. ¡Desde el primer día te ha estado transformando en una persona horrible como ella! —gritó Ethan haciendo que Zavier se detuviera y se volteara. Lo miró como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. A continuación, se agachó enfrente de Ethan y lo miró fijamente. —Di una cosa, una sola cosa más mala de ella y te juro que te lastimaré. —El Zavier de verdad nunca amenazaría a su mejor amigo de esta manera. Zavier se rio, pero sin humor. —Sí, bueno ¡Tú sí que eres el mejor amigo! Dejaste que un tipo me golpeé hasta casi matarme solo para salvar tu propio pellejo. Así que no, no voy a dejar que un ex "mejor amigo" mío insulte a la chica que amo. No he cambiado, Ethan. Es la gente como tú que me ha hecho de esta manera. Se puso de pie y comenzó a alejarse nuevamente. —Solamente he estado escondiendo este lado mío todo este tiempo.

•Zavier• Me quedé acostado sólo en mi cuarto, después del incidente con Ethan, analizando detalladamente las cosas ya que se sentía un día demasiado largo. Ethan, uno de mis mejores amigos de hace mucho tiempo ha estado mintiéndome todos estos años. O solamente ocultándomelo. Lo que sea que aplique a esta situación. No es que me importara realmente. El solo… ¿De verdad solamente había sido un mero espectador mientras Davne me molía a golpes? Nunca dijo nada y eso era probablemente lo que más me dolía. No sabía nada y no sabía por qué Davne siempre me había odiado tanto. Sencillamente me odiaba tanto que casi me mató y como resultado comencé a tener estos ataques de pánico.

Pensé que era porque odiaba ver a la gente feliz. O simplemente porque odiaba a la gente buena como yo. Pero nunca pensé que era por esto. Nunca siquiera supe que tenía una hermana hasta aquel día en que lo seguimos hasta la escuela. El día del accidente sentí pena por la pobre niña. Si Davne hubiera sido realmente un buen hermano mayor la habría estado cuidando. Pero claramente no lo estaba. Así que parcialmente era su culpa también y me ponía furioso que me culpara a mí. Odiaba a Davne. Odiaba a Ethan. Odiaba todo esto. No era mi culpa que la hermana de Davne muriera y él simplemente asumió que sí. Sé que todavía tenía un plan desde aquel día que lo seguimos, y todavía quería descubrirlo, aunque fuera muy peligroso. Quizás la involucraba a Evelyn, o quizás no. Pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener a mi chica a salvo. No alejé mis ojos el techo cuando la sentí entrar. Y ciertamente tampoco dije nada. Pero por suerte, ella habló primero. Así que solo permanecí acostado en mi cama con los brazos cruzados detrás de mi cabeza. —Darrel y yo nos quedamos un poco más con Ethan —comenzó Evelyn. Incluso su nombre me revolvía el estómago. No sé, quizás estaba exagerando pero, ¿no era esa la razón por la cual Davne estaba aquí? ¿Persiguiéndonos? ¿Acaso ésta podría ser una de las razones por las cuales prácticamente se convirtió en "el chico malo" —Y Dare me contó que entraron a escondidas a la escuela y persiguieron a Davne —Evelyn continuó mientras seguía caminando bloqueando la puerta detrás de ella. Mierda. Se suponía que no debía enterarse. Ciertamente no quería que lo supiese. No quería que supiera nada acerca de ello por varias razones. —¡Ah! Y aparentemente Ethan también estaba allí. Así que es allí donde se conoció con Darrel. Apareció de la nada. Dijo que Jesse lo había llamado antes de hacer el plan así que los siguió hasta la escuela. Casi me burlo. Seguramente era una mentira. —Y, Osito de peluche —Evelyn sorbió por la nariz y vino a sentarse a mi lado. Esta vez la miré y me acarició la mejilla, lo que me ayudó a calmarme —. No quiero que hagas nada peligroso como perseguir a Davne. Es estúpido y no quiero que salgas herido. Está bien. Nos desharemos de él pronto. Solo, por favor… Todo lo que hice fue mirarla y darle una pequeña sonrisa. Luego tomé su mano y la besé. Parecía como si sus ojos brillaran cada vez que hacía eso. Yo mismo iba a lidiar con Davne, ya que aún había lastimado a mi chica. Pero como de hecho todavía tengo corazón, he decidido no decirle nada a Davne de que Ethan era el que había dejado morir a su hermana. Sencillamente yo no era así. Y de todos modos, no me hubiera creído. Estaba seguro. No podía importarme menos salir herido. Pero definitivamente no iba a dejarlo salir impune de haber lastimado a Evelyn. Lo iba a atrapar ni bien pudiera. No me importaba nada más. Nada más.

43 Todos son vírgenes •Zavier• Mi madre todavía no había hablado con nosotros y me sentía un poco aterrado sobre qué estaría pensando exactamente. Y siendo ella una profesional en terapia y psicología… bueno, sabía bastantes cosas. No sabía lo que podría estar pensando o incluso planeando en esa cabeza suya. Pero sin importar el qué, iba a permanecer con Evelyn. La amo y ella me ama. No querría que mi madre nos separara o algo. Por lo que realmente estaba esperando que no hiciera nada loco como mandarla lejos. Estaría completamente con el corazón roto. Debido a que tengamos unos cuantos días de nieve (obviamente quería decir sin escuela), había estado en mi habitación todo el día, sin comer, solo pensando en todo lo que se fue a la ruina el otro día. Amaba a Evelyn, pero ella sabía que necesitaba tiempo para mí mismo así que me dejó solo, solo llamando a mi puerta unas cuantas veces para saber si estaba bien. Ella incluso eligió respetar mi decisión de bloquear mi puerta y ni siquiera forzó la cerradura. Sabía que necesitaba al menos salir o algo, pero creo que era mejor calmarme un poco antes. Jesse vino unas cuantas veces, quedándose fuera de la puerta para preguntarme cosas o decir algo corriente, o vociferar como el chico que él era. Pero nunca contestaba o decía mucho. Evelyn le había puesto al corriente y cuando lo descubrió, sintió como para arrancarle la garganta a Ethan. Supongo que salir con esta gente (alias Evelyn, Ian y Darrel) nos hizo un poco violentos. Pero hacer algo de verdad sería un poco demasiado. Quiero decir, tenía el ángulo perfecto. Podría fácilmente haber golpeado o algo a Ethan, pero no lo hice. Porque sabía que estaba mal. Así que al final, decidí alejarme de él. Aunque tenía permitido estar enfadado. Llegue a darme cuenta que él probablemente se sintió asustado y culpable. Era solo un niño, todos éramos niños. Pero aun así, solo pensó en sí mismo. Si hubiera estado en su lugar, lo hubiera admitido y hubiera dicho que era toda mi culpa. Entonces, todavía hubiera conseguido la misma paliza, nada nuevo ahí. Pero al menos, me la hubiera merecido. Gruñendo, decidí levantarme y buscar una camiseta limpia. Había estado sin camiseta todo este tiempo, solo llevando mis pantalones deportivos y calcetines. Mi

estómago estaba rugiendo, queriendo ser alimentado y me sentí estúpido por haber devuelto toda la comida que Evelyn me había traído. Fue realmente buena conmigo y esto me hizo sentir especial. Si hubiera sido otra persona, ella se habría comido la comida. Pero nunca lo hizo con la mía, creo. —Mierda —murmuré mientras continuaba buscando una camiseta limpia. Parecía que no había ninguna alrededor y no quería buscar en mis cajones o armario por una. Así que decidí, al infierno. Esta es mi casa. Está bien andar sin camiseta. Toqué mi desordenado cabello oscuro con mi mano derecha y empujé arriba mis gafas mientras abría la puerta de mi habitación y empezaba a caminar por el pasillo. Estaba a punto de tocar la puerta de Evelyn para al menos saludarla y agradecerle lo que había hecho, pero cuando oí la ducha supe que iba a ducharse. Así que suspiré y empecé a caminar escaleras abajo. Para mi sorpresa, Ian y Darrel estaban ahí, sentados en el sofá como si fuera su casa. ¿No tenían ellos un apartamento ya? Quería pasarlos, fingiendo que no los había visto. Pero en su lugar, los escuché hablar y la primera cosa que oí no era un tema agradable… por así decirlo. —Ahí fue cuando perdí mi virginidad —dijo Darrel a Ian. Sabes qué, de repente ya no tengo hambre, jaja, así que voy a volver arriba y... —¡Zavier! ¡Amigo! Eh… No debería haber dicho eso. ¡El hombre de Evelyn! — gritó Ian. Cerré los ojos con fuerza y me giré para enfrentarlos dándoles mi mejor risa falsa. —Mueve el culo hacia aquí. Aclaré mi garganta y decidí caminar lentamente hacia allí y sentarme en el otro lado del sofá que estaba Ian. Muy lejos de él, no sé por qué razón. —¿Estás bien? Hombre, le dijimos a Eve. Le dijimos que podíamos haber manejado con ese chico Ethan… —Está bien. E-Estoy bien. Q-Quiero decir, está bien. No necesitan hacerle nada. No me gustaría si lo hicieran. Ian rió, pero parecía ser una risa falsa mientras descansaba su brazo en la espalda del sofá. —Si alguien me hiciera eso a mí, estaría seis metros bajo tierra ahora mismo. — Mis ojos se ampliaron ante eso y pensé que al menos estaría bromeando. Pero él era un chico malo y definitivamente no parecía estar bromeando. Así que tragué y me levanté, rascando nerviosamente la parte de atrás de mi cabeza. —Bueno, ¡genial saberlo! V-voy a… a… voy a ir a comer —dije mientras señalaba la puerta de la cocina, pero por la esquina del ojo vi a Darrel mirarme sospechosamente, o algo parecido, como si se estuviera preguntándose algo. Me giré y me dirigí a la cocina. Por favor no me preguntes, por favor no me preguntes. ¡Por favoooor!

—¡Oye, Zavier! —Oh, aquí viene…—¡Bonitos pantalones! ¿Dónde los conseguiste? —Respiré con alivio y me giré hacia Darrel, luego miré a mis pantalones grises. —Oh, ehm… N-No me acuerdo, en realidad. —Oh… bueno, son estupendos. Le di una sonrisa y metí las manos en mis bolsillos. —Gracias. —Entonces me giré de nuevo. ¡Uf! Pensé que me iba a preguntar si yo… —Así que Zavier… ¿cuándo perdiste tú la virginidad? —soltó Darrel inesperadamente. Apreté mis manos y me preparé por lo peor. Esa era una pregunta bastante personal ¿verdad? Para mí, ser virgen a esta edad era bastante embarazoso porque al parecer, por aquí, tienes que perderla cuando tienes… 12, o 13. ¿14 tal vez? Rodando esa edad. Ni siquiera lo sé. Así que la gente difícilmente sepa que soy virgen. Pero, ¡vamos! Era bastante obvio ¿no? Conmigo siendo bastante inexperto con las chicas, podrías fácilmente adivinar, que todavía no lo he hecho. Oí a Darrel quejarse justo después de haber escuchado una cachetada así que supongo que Ian le ha pegado fuerte en el brazo. —Tío, ¡tú no acabas de preguntar eso! Disculpas, Zavier. Ven aquí, querido amigo. Bueno cuando él hablaba así, en su lugar me daban ganas de correr de aquí. ¿Qué le pasó al chico nerd? Realmente prefería que me llamara eso. Pero sabía que no podía correr porque sabía que probablemente me agarraría más rápido que el propio Flash. Así que simplemente me giré lentamente y caminé de vuelta al sofá. —Nada de lo que avergonzarse, algunos chicos en realidad esperan hasta después del matrimonio. Así que… —Pausó para sonreír y golpearme en la espalda. Todavía estaba sin camiseta por lo que su mano se sintió muy fría y temblé ligeramente. —Todo el respeto hacia ti. La gente de por aquí, lo convierten en un gran problema cuando no deberían. Eso causa presión y alguna ansiedad social. Es íntimo y puede parecer importante para las relaciones, pero descubrirás pronto lo que realmente es. Lo que realmente significa y lo que realmente importa. Procesé sus palabras, pero principalmente me lo quedé mirando como si estuviera loco. —Yo… ¿en qué estás? —Estaba actuando bastante raro… pero bastante profesional. Aunque, sonaba casi como… Mi madre. De repente, de la nada, sacó un libro y se encogió de hombros hacia mí. —Leí uno de los libros de tu madre. A veces, no hay nada mejor que hacer por aquí. —¿Lees los libros de mi madre? —¿Qué, tiene un montón de libros sobre Educación Sexual allí? Realmente nunca he mirado su librería. Y empezando hoy, realmente no tengo intención de hacerlo. Ian rió y lanzó el libro a algún lado, rompiendo un jarrón. Vale, algo para que limpie después. —Ese no es el caso. El caso es que no deberías sucumbirte en esta presión grupal o lo que sea. Puede ser difícil, pero lo mismo es para el primer beso, la primera novia o

el primer novio, el primer todo. Tú eres tu propia maldita persona y deberías sentirte bastante orgulloso de ti mismo. Se quedó en silencio tras eso mientras lo meditaba. Vale, a lo mejor él tenía razón, o los libros la tenían. Lo que sea. Pero no era tan simple para mí. Simplemente me sentía fuera de lugar. Me sentía como un perdedor. Y me sentía estúpido. No sé, a lo mejor solo era yo pensando así. Sí que tiendo a pensar un poco demasiado sobre estas cosas. Pero no debería. Supongo que tenía razón. —Nah —oímos a Darrel decir mientras reía, rompiendo totalmente el silencio. — ¡Ve y ten sexo! Pero con protección, hermano. Todavía no necesitamos a pequeños Zaviers y Evelyns corriendo por ahí. Oh, ¡mátame!

*** Mastiqué mi sándwich e intenté distraerme jugando a algún juego en mi celular. Pero sinceramente, desde que los chicos se fueron, he estado pensando sobre la misma cosa una y otra vez. ¡No dejaba mi mente! Vamos. ¿Qué esperaban? Soy un chico. Es normal para mí pensar estas cosas ¡¿verdad?! Pero demonios, era una decisión difícil. ¿Solo acabar de una vez, o seguir esperando? ¡No tenía ni idea! Salté cuando Evelyn entró por la puerta en pantalones cortos y una camiseta, secándose el pelo con una toalla blanca. Me vio y sonrió, acercándose para darme un rápido beso en la mejilla. —Hola —me saludó, mientras iba a la nevera. Su primer amor. Sí, la nevera. Bueno, bueno… ¡Soy su último amor así que toma esa! Oh hombre, me estoy volviendo loco. ¿Qué demonios está mal conmigo? Tengo que parar. —¿Qué estás haciendo? —N-Nada solo… sentado aquí haciendo nada. Ian salta en mi cabeza: "Tú eres tu propia maldita persona y deberías sentirte bastante orgulloso de ti mismo". Después, Darrel, "Nah… ¡ve y ten un poco de sexo! Gruñí y bajé mi celular mientras ponía mis manos en mi cara. Genial, ahora es como que Ian y Darrel estuvieran en mis hombros, confundiéndome sobre cuál es la mejor opción. Esto era demasiado para mí. ¿Por qué el tema de vírgenes tuvo que salir hoy? No necesitaba esto. Ni siquiera no hubo tanta presión hasta ahora. Vale, de alguna manera sí que lo hubo. Siempre estaba en mi mente, pero intentaba empujarlo lejos e ignorarlo. Ahora, me siento como que si fuera a salir en este momento, un niño aleatorio me va a señalar y gritar, "¡Mira Mami! ¡Un virgen! No. ¡No necesitaba eso!

Vale, de nuevo estoy exagerando. Un niño ni siquiera sabría qué es. —Vale, osito de peluche, algo está mal contigo —dijo Evelyn mientras llego detrás de mí y puso sus manos a mí alrededor. Se sentía tan caliente mientras besaba mi hombro desnudo y sentí que no podía respirar. Eran nervios. Solo nervios. Pero estaba bien… completamente bien con esta belleza tan cerca de mí. Mientras todavía estaba sin camiseta. —Pfffffft,¡ n-nada está mal! E-Estoy perfectamente bien. —Bueno, ese ha sido un largo pfffffft. En serio ¿qué está mal? Mi corazón se estaba acelerando, pero me sentí un poco más calmado mientras ponía sus manos sobre mis mechones oscuros. Pero una vez empezó a besar ese lugar bajo mi oreja y hacia abajo por mi cuello, me reí nerviosamente y me levanté rápidamente, casi cayendo en el proceso. —¡Hey! ¿Quieres algo? Una bebida, un batido, zumo, no cerveza. ¿Qué hora es? —Miré a mi reloj. —Definitivamente no es tiempo de verano. ¿Que sobre tristeza de verano? ¿No te encanta esa canción? Es una canción genial. N-No tengo ni idea qué estoy divagando pero deberíamos divagar más a menudo, ¿no crees? Evelyn me cortó cuando decidió agarrarme mis mejillas y besarme duro. Se alejó tras unos segundos y me miró a los ojos. —Yo… ¿p-por qué ha sido eso? Juntó sus labios y se encogió de hombros. —Quería besarte duro… ya que parece que te encanta la canción. También era para callarte. Y para parar otro ataque de pánico, si iba a haber uno. Principalmente quería besarte, por supuesto. Eso me tuvo sonriendo como un tonto. —Ahora, ¿qué está mal, osito de peluche? Algo está mal contigo. Normalmente no eres tan raro… ya no. —¡Pfffffft! —Alzó las cejas hacia mí y eso me hizo parar mientras aclaraba mi garganta—. Vale, lo siento. —Cogí sus muñecas en mis manos y suavemente las saqué de mis hombros—. De verdad, no es nada. —Bien, si tú lo dices. —Te necesito para perder mi virginidad —dejé escapar, cubriendo inmediatamente mi boca, justo después de decirlo. ¡No puedo creer que le haya dicho eso! ¿Realmente le dije eso a mi novia? ¡No, no, no! Evelyn se me quedó mirando y yo me volví completamente rojo, de nuevo. Era una de esas veces donde deseaba poder ir atrás en el tiempo y borrar algunas cosas del pasado. Pero esto era la vida real y una vez dicho, no puedes retractarte ¿puedes? Esperaba que ella preocupadamente preguntara si estaba bien, o si estaba seguro. Pero en su lugar, ella explotó en risas y casi me ofendió. Casi se cayó al suelo de la risa. ¡¿Qué era tan gracioso?! —Y-Yo… oh Dios, osito de peluche. ¡Creí que habías dicho que necesita perder tu virginidad! —Continuó riendo, pero entonces se dio cuenta lo serio que estaba. Tras un

rato, cogió el punto esencial y paró de reír inmediatamente—. Oh mierda, realmente ibas en serio. —Yo… bueno, sí, —dije. No había necesidad de negarlo ahora. Ya estaba fuera, así que mejor seguir con ello—. Tú eres experimentada ¿verdad? Bueno, yo quiero experiencia. —Pero… pero, ehm… ¿qué pasó con lo de sexo después del matrimonio? ¿No tienes eso en mente? No tienes que hacerlo, Zavier. —No, no, quiero hacerlo. Puede parecer muy pronto ya que acabamos de empezar a salir pero… quiero decir, sé que eres tú. Tú eres la única con la que quiero estar. Además, no debería ser un gran asunto ¿verdad? —Como dijo Ian, realmente no debería ser un gran asunto. Pero de nuevo, si no lo era, ¿por qué estaba haciendo esto? ¿Por qué le estaba preguntando para hacer esto por mí? —Zavier, yo… realmente, no tienes que hacerlo. —Me encantaba lo preocupada y cariñosa que era con todo esto, pero sabía que estaba seguro. Solo tenía que mostrarle que yo estaba completamente bien con todo ello. —Aprecio la preocupación, de verdad. Pero para ti, no debería ser nada, a no ser que no quieras hacerlo. Porque te respeto, entonces no tenemos que hacerlo si no quieres. S-Solo estoy diciendo… —me encogí de hombros y me mordí nerviosamente el labio. El sonrojo todavía estaba ahí y ha estado ahí desde que empecé a hablar. Lo odiaba—. Para mí, está bien. Yo… bueno, realmente no me gustaría esperar tanto. Solo, por favor, si puedes… haz esto por mí. Ella me miró y se veía muy pensativa, como si no estuviese tan segura de esto. Pero entendí. Si yo fuera el experimentado y me preguntaran, pensaría detenidamente sobre ello. Por desgracia, los papeles estaban invertidos. —Yo... ¿Estás seguro? —Preguntó, después de unos momentos de silencio. —Por supuesto, estoy seguro. Sé que es estúpido preguntar y puede parecer como que estoy siendo egoísta pidiéndolo, porque ahora que lo pienso, parece que sólo quiero eso de ti. P-pero no. Definitivamente no lo hago. Confía en mí. Me importaría poco si tú me permitieras que lo haga así que... —Shhh. Deja de hablar. Sólo respira. No me di cuenta que había dicho, básicamente, todo eso en un solo aliento conjunto. Así que la escuché a ella y tome unas cuantas respiraciones profundas. —No es estúpido. Está bien. Voy a uhm... pensar en ello. Le di una pequeña sonrisa tímida y me acerqué a darle un beso. La miré a los ojos y agarré sus manos en las mías. —Cuando lo desees sin embargo. No tiene que ser de inmediato. Ella sonrió y me besó. —Te amo —dijo, haciendo que mi corazón deje de latir. —Te amo, también.

•Evelyn• A medida que pasaba la semana, traté de hacer a Zavier olvidar todas las cosas que había hablado con anterioridad y me pidió. Era una locura y todavía me sorprendió. Estaba siendo estúpida por no decirle que todavía era virgen, pero la verdad es que, sinceramente, no me importaba. Lo amo y él es el único con el que quiero estar. Puede sonar cursi o lo que sea, pero es el único y lo he sabido desde el principio. Supongo que sólo estaba tratando de bloquear la situación ya que me sentí bastante nerviosa. Es normal sentirse de esta manera. Y es normal sentirse un poco asustada. Pero quería hacerlo por él y también quería hacerlo porque sabía que iba a ser una cosa increíble para nosotros. Lo bueno es que Stormy parecía aprobar nuestra relación también. Finalmente tomó la palabra y dijo que estaba bien con nosotros estando juntos, siempre que mantengamos los problemas a mínimo. Claramente, ella se refería a mí. A pesar de que a veces parecía tratarnos como si no estuviéramos juntos en absoluto, lo que supongo que está bien. Creo que ella todavía está tratando de acostumbrarse a ello. Era fin de semana. Y teníamos una semana más de escuela hasta que llagaremos a las vacaciones de Navidad. Stormy, como de costumbre, nos dejó solos y dijo que tendría un turno muy tarde esta noche. Me puse nerviosa pero me quedé en mi habitación toda acurrucada, comiendo un helado. Estaba viendo algún programa al azar, pero parecía estar distraída sólo pensando en el chico de la habitación de al lado, que estaba estudiando para sus exámenes finales como loco. Realmente no necesitaba estudiar, puesto que ya era inteligente, pero entendía que le ayudaba mucho. Estaba contenta de que su mente se distrajera por el momento. —Hola, preciosa. Mi corazón dio un vuelco al oír el sonido de su voz suave y apacible, que parecía sonar como si se acabara de despertar. Cuando miré a la puerta, estaba de pie allí con un plato de fruta y su cabello en un completo desastre. Y estaba sin camiseta, también. Maldita sea, había estado haciéndolo mucho recientemente y sólo me hacía quererlo aún más. Pero me alegré de que estuviese empezando a sentir confianza suficiente como para hacerlo. ¡Y llegué a revisar ese cuerpo sexy, también! —¡Hola! —le dije, mi voz baja mientras el cerraba la puerta detrás de él y ponía una pieza de fruta en su boca. Luego, se acercó a poner el recipiente en mi escritorio cuando vino a sentarse a mi lado, mirando recto a la TV. Después siguió mirando... y todavía estaba mirando después de más de un par de minutos. ¿No iba a decir nada? ¿Solo entró aquí para ver la televisión y comer conmigo? Bueno, eso sonaba justo, ¿no? —Así que... ¿Cómo va tu estudio? —le pregunté mientras colocaba mi tazón de helado vacío en mi escritorio, al lado de su plato de fruta. Siguió mirando la TV como si le interesaba más que nada. Después, se encogió de hombros y tomo otra pieza de fruta.

—Lo habitual, cosas bastantes fáciles. —Genial —le dije mientras asentía—. Uhm, así que... ¿cómo está la fruta? Ante esa pregunta, simplemente se inclinó para agarrar un pedazo y se giró para mirarme. Sus ojos marrones parecían más oscuros a la luz tenue. —Abre —dijo. Obedecí y puso la fruta en mi boca, me di cuenta de que le puso un poco de especias. —Esto es realmente bueno —dije con la boca llena, haciéndole reír y puso sus dedos en mi barbilla para cerrar mi boca. —Termina de comer y luego habla. —Al diablo con eso. Y a la mierda ser una dama también. Se rio de nuevo y me besó en la mejilla. —Una de las cosas que me gusta de ti. Simplemente no te importa. Le di una sonrisa y me acurruqué cerca de él. Sentí sus latidos y me di cuenta que estaba un poco nervioso. Pero esta parecía ir como cualquiera de nuestras viejas conversaciones, por lo que todo estaba bien. No es como que si fuera a ser franco de nuevo y decirme que quiere 'sexo', aquí y ahora... en mi cama, esta noche. No, yo soy la única que realmente quiere eso en este momento. Y este muchacho, era el que iba a obtenerlo. Sin siquiera pensarlo dos veces, agarre el control remoto de la TV y la apagué. Entonces, me senté a horcajadas sobre Zavier y me quité mi camisa casi al instante. Estaba sorprendido, por decir menos. Pero antes de que pudiera balbucear algunas palabras, agarré sus mejillas y lo besé con fuerza, sintiendo su cuerpo moverse debajo de mí, ya sea por los nervios o por cómo reaccionaba por lo que estaba recibiendo. Le di un beso profundo y agarré sus suaves y oscuros cabellos en mis pequeñas manos sintiéndolo sentarse para agarrar mi cintura desnuda, recorriendo con sus manos sobre mi espalda y el estómago. Se sentían suaves y cálidas y las quería por todos todo el resto de mi cuerpo. Suspiré y me alejé de sus labios, suavemente tirando de su pelo mientras sentía su lengua en mi cuello. Me dio besos dulces pero entonces lo sentí mordisqueando mi piel, haciéndome morderme el labio y gemir. —Zavier —susurré, haciendo que me recostara con mi espalda en la cama y así su cuerpo podría caber entre mis piernas. Me besó de nuevo y luego bajó a mis pechos, acariciando suavemente mordiendo uno mientras gentilmente jugaba con el otro. Luego bajó a mi estómago y jugo con mis piercings. El dolor entre mis piernas se estaba volviendo más fuerte mientras él continuaba y quería, lo necesitaba, ya. Mal. Más que nunca. —Evelyn... —susurró mientras me miraba, sus ojos marrones mostrándome lo mucho que quería esto, también. —¿Estás seguro? —pregunté. —¿Estás tú segura?

—Sí —le respondí mientras me estiraba a mi cajón y tomaba un condón. Sonreí cuando se lo mostré. Sus ojos se agrandaron y sus mejillas se tornaron de ese color rosado adorable. —T-Tienes un... Levante mi dedo. —Shhh. Protección, osito de peluche. —No, l-lo sé, quiero decir, en cierto modo me dieron algunos, también. —¿Darrel? Suspiró y miró hacia abajo, avergonzado. —Dijo que eran un regalo de navidad. —Típico —Hubo una pausa—. Bueno, no necesitamos tenerlos justo por ahí sin usar, ahora, ¿verdad? Trató de no sonreír, pero terminó sonriéndome igual. —Supongo que no. En cuestión de segundos, toda nuestra ropa se habían ido, algunas fueron sólo arrancadas y tiradas en el suelo de mi dormitorio. No podíamos dejar de besarnos mutuamente. Era como si fuera nuestra única opción de vida en el momento y me encantaba. Zavier estaba un poco más nervioso mientras colocaba el condón, pero suavemente tracé su piel para tratar de calmarlo un poco. Momentos más tarde, estábamos completamente listos. Gemí de dolor una vez que empecé a sentirlo entre mis muslos. Vale, vale. Momento horrible, pero... —Zavier... Soy una virgen —dije rápidamente. En vez de empezar a avanzar, se quedó paralizado y me miro en estado de shock. —¿¡QUÉ !? Traté de darle una sonrisa tranquilizadora. —Parece que ya no lo soy. —No, no, no. Yo-yo tengo que malditamente salir de aquí! —Zavier, sólo sigue... —¡No! No, Y-yo sólo voy a parar y... —Cállate y sigue adelante. —Yo... ¿E-estás segura? —Sí. —Evelyn... —Vamos, está bien. Suspiró y tragó saliva, mirando hacia abajo para admirar mi cuerpo desnudo.

Entonces él agarró mi muslo duro y se mordió el labio, retomando su ritmo... hasta que la habitación se llenó de gemidos y gruñidos, sentí el sudor por todo el cuerpo y lo vi cubierto a él, también. Después estaba rasguñando su espalda y se estaba poniendo muy acaparador conmigo mientras susurraba su nombre varias veces. Pero todavía era dulce y gentil conmigo. Me encantó. Aparte de esto siendo totalmente incómodo en el principio, fue sin embargo, perfecto en el final. Lo que me hizo sentir terrible fue dejarlo solo en mi habitación justo después de que supe que se había dormido.

44 Mucha incomodidad •Evelyn• —Llega tarde, señorita Jo. Una vez más —dijo mi profesor de inglés mientras me daba una mirada de desaprobación, viéndome caminar sin un pase o incluso preocupación en el mundo, como de costumbre. Pero esta vez, mis razones eran completamente diferentes de las del pasado. —Sí, bueno, si usted escuchara los rumores que circulan acerca de usted, entonces ni siquiera querría estar aquí —me dije a mí misma mientras me cubría la cara y me dirigía a mi escritorio. Desde esta mañana, he tenido que ocultar mi cara y ponerme la capucha sobre la cabeza para evitar que nadie me viera. Funcionó solo un poco, pero no realmente. Caminando esta mañana recordé por qué odio tanto a la gente. —Hola, Jo, ¿cómo se siente acostarse con el chico nerd perdedor? Cuando Tobie, el chico detrás de mí, dijo eso, todo lo que hice fue ignorarlo pero apreté los puños cuando oí algunas risas provenientes de sus amigos. —¿Oh umm ... crees que pueda ser el siguiente? Ya que estás tan desesperada por alguien... No llegó a terminar la frase ya que me había girado rápidamente hacia él y le di un puñetazo en plena cara, por lo que toda la clase jadeó o gritó. —Jo, a la oficina del director. Tobie, vaya a pensar acerca de la vida en la oficina de la enfermera por favor —dijo el maestro, ni siquiera se giró para mirar a ninguno de los dos, y empezó a escribir en la pizarra. —Condenadamente con mucho gusto —le espeté cuando agarré mis cosas y me fui directamente de clase, ni siquiera mire al chico que amo, que estaba sentado junto a la ventana con la cabeza hacia abajo por la vergüenza y la deshonra. Realmente debería comenzar con lo que pasó esta mañana.

*** Cuando Zavier se durmió anoche, quería quedarme y admirar su hermoso rostro pacífico y adorable un poco más. Quería dormir junto a él y sentir su calor, porque eso habría sido una de las cosas más dulces después de lo que acababa de hacer.

Aunque me sentía muy mal por haberlo dejado solo en mi habitación, tenía una razón para ello. Sabía que Stormy no debería venir y encontrarnos a los dos juntos, en la misma cama, desnudos. Así que en vez de despertarlo (porque bueno, como he dicho, se veía demasiado malditamente pacífico), hice la siguiente mejor cosa que podía pensar. Lo dejé en mi habitación, y bueno, fui a su habitación para dormir allí. No podía dormir sin embargo. Aún sentía el dolor entre mis piernas, aunque también seguía sonriendo pensando en ello. Pero también me sentí un poco mal. ¿Era demasiado pronto? ¿Era malo que hiciéramos esto? No podía lamentar nada ahora. Pero estaba segura de que en la escuela estaría evitándolo, me sentía algo tímida. Solo un poco, que era también probablemente, una gran sorpresa. Bueno, me siento un poco extraña. Pero estoy segura de que va a desaparecer. Esta fue mi primera vez. Esta fue su primera vez. Por supuesto que va a ser un poco incómodo para los dos, especialmente para él. Pero no soy de las que se ocultan. Así que este era un comportamiento extraño para mí. Solo me preguntaba cómo de extraño e incómodo estaría actuando él ahora. Eran las 2 a.m. cuando escuché el coche de Stormy en la calzada. Me puse de pie para mirar por la ventana y luego miré alrededor de la habitación de Zavier. Acababa de entrar aquí con mis sábanas envueltas alrededor de mi cuerpo y sabía que ella era el tipo de madre que va a la habitación de su hijo para comprobar si dormía bien. Así, sin siquiera pensarlo dos veces, saque las sábanas de mi cuerpo y las escondí debajo de la cama. Entonces, fui a sus cajones y cogí un par de bóxer y una camisa que eran muy grandes en mí. Pero no me importó. Entonces, me lancé en la cama y traté de poner las mantas sobre mí. Por último, me di la vuelta por toda la cama. Incluso me caí de ella y traté de levantarme tan rápido como pude. Cuando estaba por fin en la cama de nuevo, no tuve tiempo para poner las mantas sobre mí antes de recostarme, así que fue demasiado tarde una vez que la puerta se abrió para revelar una Stormy de aspecto cansado. Mi cabello parecía un nido de pájaros y traté de sonreír, mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. —Evelyn... ¿qué estás haciendo en la habitación de mi hijo? —Parpadeó con fuerza y encendió las luces—. Quiero decir... entiendo que ustedes dos están saliendo ahora, pero no estoy segura de sentirme muy cómoda con esto —dijo ella en un tono serio, haciéndome sentir un poco nerviosa. Fingí una risa y agarré mi pelo. Piensa, piensa, piensa. —Oh... umm, en realidad... es... ¡es una cosa de relación! Sí, ya ves, si umm... si una pareja vive en la misma casa pero ambos tienen habitaciones separadas, intercambian las habitaciones por lo menos una o dos noches. Es así para que... sintamos lo que se siente al estar en los zapatos del otro. Es una nueva tendencia —¡¿Qué real mierda, Evelyn?! Parecía estar pensando en ello mientras sus ojos vagaban por la habitación. —¿Eh... así que tu duermes aquí y él duerme allí? Asentí cuando ella señaló a mi habitación. —Los adolescentes son tan raros —murmuró para sí misma.

—Oh, no entres y lo avergüences con esto, por cierto. Solo intenta cosas nuevas, ya sabes, soy su primera novia y eso. Ella tarareó y asintió, pero luego me miró de nuevo y frunció el ceño. —Espera, que está... también estás usando su ropa, Evelyn. Miré hacia abajo a la camiseta blanca y bóxer rojos que tenía adelante. Pero solo reí y agité mi mano. —Oh, es... ¡es otra cosa sobre la tendencia! Sí, tenemos que llevar ropa de cada uno para dormir. Hubo una larga pausa mientras ella chasqueó la lengua contra la mejilla. —Así que me estás diciendo... que mi hijo está usando tu sujetador y pantalones cortos en la cama ahora mismo. Quería reírme de las imágenes, pero mantuve mis labios apretados y traté de actuar tan normal como pude. —Posiblemente... Su cara era inexpresiva mientras tomaba otra larga pausa. Entonces, de repente, ella se limitó a mover la cabeza hacia mí. —Sabes qué, tuve un turno largo y estoy cansada. Solo voy a ir a dormir y olvidar que esta conversación sucedió. Buenas noches, Zavier. —Evelyn. —Sí, claro... Lo que sea. ¡Buenas noches! Respiré con alivio cuando la puerta finalmente se cerró de golpe. Está bien, no creo que ella realmente haya creído eso y yo probablemente debería haber despertado Zavier y ponerlo en su propia habitación. Entonces hubiese evitado esta situación incómoda. Stormy era muy inteligente, pero supongo que su cansancio simplemente no la hace pensar con claridad. Así que estaba bien. Me las arreglé para conciliar el sueño después de eso y me desperté a las 6:30 de la mañana a prepararme para la escuela. Sabía que Zavier se levantaría a eso de las 07 a.m. o por ahí, en cierto modo quería darle su espacio por si lo necesitaba. No sé por qué me sentía así. Supongo pensé que necesitaría un poco de espacio después de lo que había sucedido. Probablemente iba a darle el mensaje equivocado pero le explicaría cuando pudiera más tarde. Porque apuesto a que sacaría las conclusiones equivocadas. Asomé la cabeza y vi la puerta de mi dormitorio cerrada. Así que empecé a andar de puntillas por el pasillo, pero me detuve y salté al sentir una bolita de papel de aluminio golpeándome. Fruncí el ceño y miré en la dirección de la que venía. Darrel estaba sentado en la parte superior de la escalera, sonriendo y saludándome. —¿Dura noche, E-jo? Conseguiste una...ruda. Porque él fue probablemente rudo contigo. ¡Jaja! —¡Cállate! —susurré en voz baja mientras miraba la puerta del dormitorio de Stormy. Miré a la puerta de mi dormitorio y junte las manos.

—Oh, ¿estás tratando de escaparte para ir a la escuela y evitarlo? El viejo joder y correr. Eso es frío, E-Jo. Realmente frío. —¿Qué demonios estás haciendo aquí? —Te olvidas, yo sé cómo abrir cerraduras de maneras más rápida que t… —Está bien, lo tengo. Y no estoy haciendo el viejo "joder y correr" o lo que sea, me siento un poco incómoda. Me miró y luego, lentamente, comenzó a levantarse. Caminó hacia mí y se cruzó de brazos, apoyando el hombro contra la pared. —¿Tú... incomoda? —Sucede. Él negó y sonrió. —No solo sucede contigo. Zavier está cambiando su auto nerd incómodo. —No, no lo está. Estás exagerando —suspiré y miré hacia otro lado, entonces miré hacia él y le di mi mirada más inocente—. Ahora... ¿puedes ir allí y conseguirme ropa fresca y limpia? Voy a ducharme en su habitación. —Evelyn... —¿Por favor? —le pregunté mientras le di mi mejor cara de cachorro. Está bien, esto le gustaba y apenas tenía que intentarlo, ya que cedía ante mí muy fácilmente. Pero en momentos como este, podría simplemente golpearlo o amenazarlo. Se mordió el labio y me miró. —Te ves muy sexy en este momento. Me sorprendió. Darrel no parecía atraído por mí... nunca, en toda su vida. Algunas, o mucha, de las personas parecían pensar que era gay, pero eso era solo la forma en que actuaba. Era un tipo extraño, come casi cualquier cosa y tiene un fetiche por tocar o jugar con el pelo suave de la gente. ¿Pero nosotros? Nunca estuvimos, ni de lejos, atraídos el uno al otro de esa manera. Así que yo estaba segura al 99,9% de que estaba jugando para conseguir algún tipo de reacción de mi parte. Pero en cierto modo me entró el pánico y di un paso atrás contra la pared una vez que se acercó a mí. Él sonrió mientras puso su frente contra la mía, y sus grandes manos en mi cintura diminuta. —Oye, Eve, ¿por qué estamos poniéndonos tan nerviosos? Lo miré y sacudí la cabeza. No estoy nerviosa. Tengo más miedo del por qué estaba haciendo esto, especialmente cuando mi novio estaba durmiendo en mi habitación, a solo unos metros de distancia. —¿Te trata bien? ¿O debería mostrarte lo que hace un hombre de verdad? —Una vez que sus labios comenzaron a avanzar poco a poco hacia los míos, fruncí el ceño y lo empujé lejos. La mayoría de las niñas probablemente lo habrían abofeteado. Pero vamos, yo no era de las que da bofetadas. Tuve que golpearlo, sobre todo después de lo que acababa de intentar hacer conmigo. Se tocó los labios y luego miró la sangre en su dedo. Sonrió y me miró, sus oscuros ojos azules se iluminaron.

—Das siempre buenos golpes. —¿Qué carajo, Dare? Él puso los ojos en mí. —Sabía que no era una buena idea debido a que tienes un lindo puño allí, pero tenía que hacerlo —se encogió de hombros y se acercó a la puerta de mi dormitorio, agarrando la perilla. Antes de abrirla, se giró hacia mí y me dio una de sus dulces sonrisas genuinas. Darrel estaba de vuelta—. Eso fue una prueba, por cierto. Eres honestamente una gran chica para Zavier. Él es un tipo con suerte. Cuando llegó al interior de la habitación, agarré la camisa de Zavier en mis manos y no pude evitar sonreír ante lo que acababa de decir. Si alguien tiene suerte, seguro que soy yo. Dejé de sonreír una vez que Darrel asomó la cabeza para mirarme. —Probablemente no quieres besarme tampoco, pero bueno, tengo que admitir que estoy totalmente besable. —Sus palabras se confundían cuando me reí y empuje la cabeza hacia atrás dentro de la habitación. Sabía que Zavier llevaría el auto de Stormy a la escuela, y no tenía ganas de ir en mi moto hoy, así que decidí pedir un aventón con el querido viejo Jesse. Como de costumbre, a él no parecía importarle. Él solo preguntó sobre Zavier, pero cambie de tema. Sabía que lo hice sospechar porque hizo esa mirada nerviosa pero también me hice una nota mental para explicarle más tarde. Porque vamos, era Jesse, no deja ir algo hasta que se entera de lo que está pasando. Y tarde o temprano iba a averiguarlo de todos modos. Simplemente no podía decir nada en este momento. Llegar a la escuela era un fastidio. Estaba cansada, y mi cuerpo dolía un poco. Quería quedarme en casa o tal vez incluso dejar de ir, pero sabía que no podía. Las últimas semanas, Zavier me mostró cuán importante era la escuela. Puede ser el infierno, lleno de drama, lleno de idiotas, pero me di cuenta de que quería hacer algo con mi vida. Así que mis calificaciones eran importantes. En cierto modo sonaba como Zavier realmente, pero vamos, estábamos saliendo ahora. Así que era normal que me pegara un poco de su nerdidad. Jesse estacionó su Jeep y ambos salimos. Una vez que lo hicimos, me di cuenta de que cada par de ojos miró hacia mí. Junté mis cejas y ni siquiera miré a alguno de ellos. Caminé junto a Jesse, él también se dio cuenta de lo tranquilo que repentinamente se había quedado todo el estacionamiento. —¿Por qué demonios están estos idiotas mirándome? —le susurré. Se encogió de hombros, y ahí fue exactamente cuando sonó su teléfono para avisarle que tenía un nuevo mensaje. Lo miró y me di cuenta de que se puso un poco pálido, con el rostro lleno de shock. —Vaya, está bien. Evelyn, no creo que te vaya a gustar mucho esto. Fruncí el ceño y luego le arrebaté su teléfono y miré la pantalla. ¡Oh, joder, no! —¿Ustedes durmieron juntos? —susurró Jesse mientras miraba alrededor.

Pero no estaba realmente escuchándolo, más bien estaba tramando el asesinato de quien sea que hizo esto. Lo ignoré y a todos los demás silbando y gritándome, y fui pisando fuerte hacia el edificio de la escuela, mirando a casi todo el mundo que se reía o me miró de forma equivocada. Incluso miré a los niños inocentes que parecían bastante asustados por alguna razón. Tuve que buscar a un particular buen chico nerd con adorables lentes. ¿Dónde estaba? Estaba segura de que ya estaba aquí, aunque me fui mucho antes. Pero la verdad era que Jesse y yo fuimos a dar un paseo en el centro y eso, para pasar algún tiempo antes de ir a la escuela. Mierda. Zavier no debería ver esto. Él no podía estar aquí si esto estaba alrededor… ¡de toda la maldita escuela! Pero maldita sea, probablemente ya lo había visto desde que fue enviado a los teléfonos de todos. Yo no me moleste en comprobar mi propio estúpido teléfono. Me congele cuando lo vi en el final de pasillo. Algunos atletas estaban a su alrededor, obviamente molestándolo. Parecían estar hablando con él todavía sonriendo, y él estaba sonrojado, sosteniendo sus libros apretados contra su pecho como un pequeño niño asustado. Yo estaba jodidamente lista cuando tiraron sus libros y lentes al suelo y se rieron en su cara. Me enojé y me acerqué, ni siquiera dudando en golpear y patear a los tres de ellos, diciéndoles que incluso un tipo como él consiguió más de lo que alguna vez ellos lo hicieron. Zavier me miró una vez que los deportistas lo dejaron con severo dolor, sus ojos llenos de preocupación y miedo. Suspiré y recogí sus lentes mientras él iba por sus libros. No dijo nada más. No tiene qué. Apreté mi mandíbula y los puños cuando comencé a escuchar todo tipo de cosas detrás de mí. —Qué. Puta. —Incluso un chico idiota la consiguió. —Eso es porque ella es así de fácil de conseguir. —Completamente patético. Eché un vistazo a Zavier una vez más y él miró hacia abajo como si estuviera avergonzado. Bueno, eso duele. Seguro, el video que todo el mundo consiguió no contenía todo. Simplemente me contenía a mí saliendo de la habitación con las sábanas de la cama alrededor de mi cuerpo desnudo. Zavier, por otra parte, se veía claramente mostrado, dormido y sin camisa. Pero era obvio para todos lo que habíamos hecho el fin de semana. Odiaba esto. Odiaba este tipo de atención y adiaba la risa y el juicio que estaba consiguiendo de estas personas. No daba una mierda por cualquiera de ellos. Pero ¿por qué dolía entonces? Me sentía como si doliera tanto que no podía aguantarlo más y corrí hacia el baño más cercano en su lugar. Pero no me enoje otra vez. Ni siquiera lloré porque sentí que no había nada por que llorar. Todo lo que necesitaba era tiempo para estar sola para pensar y calmarme, lejos de toda esta estupidez. Me quedé allí durante varios minutos, incluso después de que la campana había sonado para la primera hora. Entonces, me decidí a ir a clase en lugar de correr a casa,

solo para ver exactamente dónde está mi límite. Y no quiero ser una cobarde y seguir ocultándome todo el día, o peor, toda la semana. Esa no era yo. Lo que yo estaba consiguiendo era meterme en problemas por golpear a ese idiota de Tobie justo en la nariz por hablar mierda. Pero oye, tenía que sacar mi enojo con alguien. Y cuando entré en la oficina del director Graham, supongo que ya me estaban esperando allí.

•Zavier• Cuando me desperté esta mañana, lo primero que quería ver era el rostro de mi hermoso ángel. Pero cuando encontré el cuarto completamente vacío, sentí dolor en alguna parte de mi intestino porque ella me había dejado solo. Entonces, comencé a hacer esa cosa donde enumeré las posibles razones de por qué Evelyn me había dejado tan de temprano en la mañana. 1. Ella podría haber hecho una cosa totalmente-Evelyn y estar comiendo una tonelada de comida porque estaba ambienta después del esfuerzo de la noche pasada. 2. Quería ir a la escuela temprano porque realmente quería estudiar para sus finales, lo cual sería totalmente atípico en ella. Pero oye, era una posibilidad. 3. Quería ir a algún lugar en esa moto suya. 4. O caminar. Caminar funcionaba. Ella estaba en una caminata para limpiar su cabeza y esas cosas. Sí. 5. O ella no quería estar conmigo. No, eso era una locura. 6. Probablemente descubrió que había pollo frito gratis en el mercado. Cuando en realidad nunca lo hubo. 7. …O no quería estar conmigo… 8. ¡Joder! No quería estar conmigo. 9. Vamos con la cosa del pollo frito. Espera. 10. Mama. ¡Mama! Así que por supuesto, tenía que haber ido con la "Mama" primero, teniendo en cuenta que lo hicimos sin su conocimiento. Bueno, definitivamente no quería que ella lo supiera y estoy completamente seguro de que Evelyn tampoco. Los dos la respetábamos demasiado, supongo. Ella me rechazaría completamente si se enteraba. Así que estaba realmente, realmente esperando que este video no fuera enviado a cada persona en Nueva Jersey. Estaría avergonzado de salir alguna vez de casa. Mi madre probablemente no me dejaría salir de casa para asegurarse. Estoy bastante seguro de que podría incluso llevar la universidad a mí.

Está bien, respirar. Solo respira. Zavier, estás exagerando, como de costumbre. Esto no era tan malo, ¿verdad? No es como si la persona, quienquiera que fuese, hubiera filmado cada detalle. Pero eso era lo único bueno de todo esto. Odié ser burlado, recogido, amenazado, o incluso chocar los cinco esta mañana. Todas estas personas estaban llamando a Evelyn con malos nombres, pensando que solo estaba por ahí para conseguir a cualquier tipo para su propio placer, incluso el chico tonto de la escuela. Quería que ellos me llamaran a mí con malos nombres. Se rieran de mí. Lo que sea. No me importaba. Porque sabía que Evelyn no se merecía lo que estas personas estaban haciendo con ella. ¿Y por qué siquiera les importaba? Me puso triste ver su mirada rota, como si no pudiera manejar nada más. Ella era la Evelyn que había llegado a conocer. Incluso con la gente llamándola "la chica mala", incluyéndome, yo sabía que no era del todo mala. En el fondo, estaba asustada. Y ella no podía manejar ciertas cosas por su cuenta. Quería ayudarla. Pero también sabía que necesitaba estar sola por ahora. Y supe que había tomado la decisión correcta cuando la oí romper la nariz de Tobie, tan solo cinco minutos después de que había entrado en clase de Inglés. Ella podría haber roto mi nariz. Realmente le gusta golpear esa parte de la cara, ¿no? Suspirando profundamente, me senté en mi asiento y miré hacia el techo. —¿Han terminado... —El maestro estaba a punto de hablar cuando uno de los asistentes del director entró con una hoja de papel en sus manos. El profesor me miró, empujando sus gafas—. Sr. Coin, le esperan en la oficina del director. Mi corazón tamborileaba violentamente contra mi pecho mientras fruncía el ceño y comenzaba a recoger mis cosas. La clase estaba "oooh". Pero al igual que durante el inicio de la jornada, elegí ignorarlos y salí. No tenía ni idea de por qué me esperaban allí. Puede ser bueno o malo. No lo sé exactamente. Pero estaba nervioso porque sabía que Evelyn estaría muy probablemente allí también. Acabo de verla allí, después de todo. Me puse más nervioso cuando me llevaron a la oficina del Director Graham y lo vi sentado en su escritorio, esperando pacientemente. Evelyn estaba sentada en una de las sillas frente a él, con la mano en la mejilla como si estuviera aburrida o cansada, lo cual era lo más probable. Una vez que me aclaré la garganta, ella se volvió bruscamente y me vio. La miré durante unos segundos y luego volví al Director. —¿Usted umm, quería verme, señor? —pregunté, mientras él asentía y me señalo el asiento al lado de Evelyn. Tomé una respiración profunda y luego me senté, totalmente derecho con las manos juntas y los antebrazos descansando en los brazos de la silla. —Evelyn. Zavier —Comenzó con una falsa sonrisa mientras miraba hacia un teléfono y luego lo giró para que pudiéramos verlo. Sentí que mis mejillas se volvían rosa

cuando me di cuenta de que era el video. El estúpido vídeo que sabía que todo el mundo ya había visto—. ¿Les gustaría explicarme esto? —Sí —Evelyn habló mientras fingía una sonrisa, haciéndome frotar mi cara con mi mano. Oh, aquí vamos... —. Algún loco de mierda decidió entrar y mirar por la ventana y filmarlo. Es repugnante ya que, claramente quería hacer un maldito video porno o algo así. Ahí fue cuando decidí hablar, sintiéndome bastante incómodo debido a su elección de palabras y colorido vocabulario. —Mis disculpas, Director Graham. —Empecé, haciendo a Evelyn mirar hacia otro lado mientras rodaba sus ojos. Creo que se enfadó ya que ella juró y me disculpe por eso. Pero no la quería irrespetando a otros con eso, no importa si ya lo había hecho antes—. Pero creo que esto no es exactamente pornografía infantil o algo por el estilo, así que no... —Sr. Coin. Este vídeo es todavía muy inapropiado para ir alrededor de la escuela. Este es un lugar de aprendizaje, no de... esto. Ahora dime por qué dejas que esto suceda. ¡Es prácticamente una cinta de sexo! —Oh, cálmate, ¿quieres? —Evelyn rompió, haciéndonos a ambos girar para verla—. La mitad de estos chicos tienen sexo justo en esta misma escuela. No es una cinta de sexo. Apenas muestra nada. Claramente este enfermo quería ver nuestros cuerpos desnudos justo después, pero el pobre hijo de puta no tuvo la oportunidad. ¿No es así, Zavier? Yo solo me sonrojé y cubrí mi cara con las manos. ¡Maldita sea, Evelyn! —Claramente dormimos juntos. ¿Qué coño hay que ocultar Graham Crackers? Con eso, sacudí mi cabeza en decepción y me levanté, caminando justo hacia fuera de la habitación. Una vez que había llegado al pasillo, donde podía respirar mejor, apreté mi cabello en mis manos. Anduve de un lado a otro, pensando en un montón de cosas y entonces de repente pensando en nada en absoluto. Evelyn salió al pasillo con una nota de detención un par de segundos más tarde. Y en lugar de parecer enojada, parecía como que más o menos lo esperaba. —Detención hoy. ¿No es increíble? Oh, y no podemos ir al baile formal de Invierno el viernes. ¡Vaya! Apreté los puños y los dientes. —Evelyn, no puedes hacer eso. —¿Hacer qué? —Faltarle el respeto al Director de esa manera. ¡O decirle lo que hicimos! —gruñí justo después, le grité y me di la vuelta para tratar de calmarme al menos un poco. —¡Era obvio! ¿Qué hay que ocultar, Zavier? Todos esta mañana me lastimaron y se rieron pero a quién coño incluso... —Evelyn. —Me di la vuelta para mirarla bien—. Mira... lo siento. Lamento todo esto que ocurrió pero no finjas que no te importa, porque sé que lo hace. —De camino a la oficina, pensé en ello —dijo con una sonrisa que ya parecía falsa—. ¿Qué tiene de importancia siquiera eso?

—No puedes pretender que las cosas están bien. Simplemente no puedes fingir más. Por Favor. Eras... —Cerré los ojos con fuerza durante unos segundos antes de abrirlos de nuevo y bajar mi voz—. ¡Eras virgen y ni siquiera me lo dijiste! Eso no estaba bien. También me hace sentir como un idiota por hacerlo. Parecía nerviosa antes de que comenzara a hablar. —Yo no... Yo no quería decirte "no" a ti, así que solo lo hice. No es gran cosa, ¿de acuerdo? —¿No es gran cosa? ¡Prácticamente te violé! —¡Zavier, no me violaste! ¿Está bien? —Ella se mordió el labio y miró a su alrededor antes de mirar de vuelta a mí, sus ojos azules llenos de tristeza—. Quería hacerlo. Yo quería hacerlo. ¿Sabes por qué? Porque... se supone que lo hagas con la persona que amas, entonces yo quería hacerlo, porque te amo. Y sabes cuánto te amo. Sacudí mi cabeza hacia ella como si estuviera absolutamente loca. —Yo-yo no debería habértelo pedido sin embargo. No eres... prácticamente te llamé puta, también, ¿no? Dios, soy... soy horrible... Realmente siento que esto hubiera pasado. Y-y si es culpa de alguien, es toda mía. Me di la vuelta otra vez y traté de respirar. Sentí mi garganta cerrándose, mis labios se sentían secos, y me sentí muy, muy caliente de repente. —¿Zavier? —La mano de Evelyn aterrizó en mi hombro, pero yo me alejé como si estuviera quemando mi piel. Tragué un nudo en mi garganta y tosí, comenzando a respirar un poco de nuevo correctamente. —Tengo que... bueno, ni siquiera creo ser capaz de tomar esto. Me tengo que ir. —Antes de que ella pudiera detenerme, o incluso perseguirme, salí corriendo de allí. Simplemente no quiero estar aquí en absoluto. No quiero estar en ningún sitio. Y probablemente por primera vez en toda mi vida, odiaba estar en la escuela.

45 Medio ilegales •Evelyn• Ver a Zavier irse de la escuela era bastante horrible. Probablemente porque se sentía como si se estuviera huyendo de mí. Y también, tal vez, porque quizás esta gente no era la culpable de todos los problemas, en absoluto. Quizás lo era yo. Y odiaba que él prácticamente tuviera que esconderse el resto de la semana, solo hacía los exámenes finales y agachaba la cabeza cuando terminaba. Y, siendo el chico tan listo que era, siempre terminaba de contestar más de doscientas preguntas en menos de quince minutos. Pero parecía que no podía concentrarme y, a veces, tenía que hacer los exámenes afuera. Pero aun así, él todavía estaba en mi cabeza. Los chicos seguían riendo y jugando. Pero después de la escuela, terminaba pateándoles el trasero mientras Zavier los pasaba de largo como si no le importara nada, usando los auriculares Beats sobre las orejas que lo ayudaban a escapar del mundo aunque fuera por un rato. No habló con ninguno de nosotros tampoco. Solo dijo una o dos palabras o apenas asentía como saludando cuando pasaba. Yo seguía intentando hablarle, pero él seguía alejándome. Sólo quería saber qué era exactamente lo que le pasaba. Era la noche del viernes, la noche del baile de Invierno Formal y yo estaba sentada en el sofá cubierta por una tonelada de mantas, cambiando de canal en canal en la tele. También tenía una botella de alcohol que había robado de abajo. He dejado de beber, pero al antojo se le dio por aparecer esta noche y realmente necesitaba un trago para dejar de pensar en ciertas cosas. Zavier, al igual que toda la semana, estaba encerrado en su cuarto. Y justo entonces yo quería olvidarme de él, aun así, a pesar de cada gota de alcohol, todavía pensaba en él. Todavía estaba y siempre estaré estúpidamente enamorada de él. Y me dolía que me alejara cuando solamente debería hablarme y dejarme entrar. Ni siquiera salté cuando de repente la puerta se abrió y entraron mis chicos. Darrel gritó: —ESTOY EN CASA. —Y caminó derecho a la cocina, para variar. Ian se rió de él, cerró la puerta suavemente y caminó hasta mí. —Hola, Eve —dijo en tono amable y con una enorme sonrisa. Pero una vez que me vio y vio el desastre que era, su sonrisa murió inmediatamente—. ¡Darrel! Ven aquí, vamos a patear algunos…

—Ian, no —le dije, apenas encontrando mi voz mientras sollozaba y me sentaba. Frunció el ceño y vino a sentarse a mi lado cuando le dejé lugar. Darrel entró con los cuchillos de cocina ya en sus manos, a pesar de que tenían algunas hojas y un poco de hierba. —Estos son para los arbustos de afuera. Ian lo despidió con la mano. —Ahora no, vuelve y come algo. —Oh, ¡gracias a Dios! Una vez que Darrel se fue, Ian pasó su brazo a mí alrededor y me acurruqué cerca de él, descansando mi cabeza en su pecho. Exhaló y jugó con mi cabello para tranquilizarme un poco. —¿Qué está mal, Eve? —preguntó y me hizo apretar los labios más fuerte. —No hablará conmigo —gemí, sintiendo ya otra vez mi corazón romperse por lo que parecía la centésima vez esta semana. Los chicos no habían sido capaces de venir porque estaban con los exámenes pero me alegraba de que lo hicieran esta noche. Realmente necesitaba que me levantaran un poco el ánimo y sabía que estos tontos al menos me harían reír un poco. O también podía solo hablar conmigo y hacerme sentir mejor—. Siento que hice algo mal. Respiró hondo y me dio palmadas en el hombro. —Bueno… fue él quien sintió que hizo algo mal. Claramente. Probablemente, piensa que lo odias o que ni siquiera deberías hablarle por eso. Pero, si te hace sentir mejor, nada de esto es tu culpa, o la suya, lo sabes. Vosotros solo queríais intimar y esa es una de las mejores partes de una relación. Va a ser difícil a veces, pero vais a tener que salir adelante juntos. Asentí y pensé sobre ello. Bueno, Ian tenía un buen punto con cada cosa que acababa de decir. Pero, ¿qué…? —¿De qué hablas…? —le pregunté desconfiadamente y lo miré haciéndolo lanzar sus manos al aire y sacar un libro de la nada. Sí, prácticamente del puto aire. —Bueno, la verdad leí los libros de su madre. ¿Me hace quedar mal? ¿Está mal que a veces llegue a ese punto de aburrimiento? ¡Jesús! Le fruncí el ceño y él solo sacudió la cabeza descartando el asunto. Quiero decir, solo quería saber. Me estaba dando una buena charla y realmente había escuchado lo que dijo. Tal vez debería trabajar con Stormy. ¡Ja! Eso sería gracioso. —Gracias Ian. Es solo que realmente odio todo ahora —dije—. En realidad también quería ir a ese estúpido baile formal con Zavier, pero nunca lo admití, ni siquiera a mí misma. Lo habríamos pasado bien y lo sabía. Con él en un traje sexi y siendo todo dulce… habría sido muy divertido. Y normalmente, yo odiaba esa clase de cosas. Pero Zavier hacía que muchas cosas fueran mucho mejor. ¡Demonios, osito de peluche!

Justo entonces me di cuenta de que Ian estaba sonriendo y levanté las cejas hacia él. —Bueno, creo que deberías. Tal vez no con él, sino sola. Solo recuerda quiénes somos. Muéstrales quién eres, Evelyn. A la mierda lo que piensen. Eres Evelyn Jo. ¡A la mierda lo que piensen! Sonreí ante su elección de palabras, pero luego pensé seriamente en lo que dijo. Si se refería a mostrarles quién era, entonces implicaba mostrarles las cosas que realmente podía hacer. Y no creo que pudiera hacerlo otra vez. Me expulsaron de mi anterior escuela por hacer algo grande, algo por lo que probablemente deberían haberme arrestado, o mandado a un hospital psiquiátrico. Pero no quería que sucediera algo así otra vez porque estaba enojada y fui imprudente. Sabía que estos chicos como que extrañaban a mi viejo yo. Pero la verdad es que no había cambiado tanto. Y no quería que Ian me incitara a hacer algo malo otra vez porque ya estaba harta de causar problemas. Bueno, eso es medio mentira. Quiero decir, sí que pateé muchos culos esta semana, y fue bastante divertido. Pero más que eso, no quería hacer nada más. —No… No puedo hacer eso, Ian. Me expulsarán antes de siquiera darme cuenta. No puedo meterme en problemas y terminar volviendo. Asintió como si de verdad me entendiera. —Bueno, no tienes que meterte en problemas. Solo ten un poco de diversión aquí y allí. Seguro, nuestra diversión implica hacer un par de cosas malas, pero no tienes que matar a alguien o lastimarte horriblemente para divertirte. Se levantó y me tendió las manos. Las tomé y me levantó. Luego, sacó una bolsita del bolsillo de su chaqueta y la puso en mis manos. Le fruncí el ceño pero sentí que era marihuana. Hacía que mi corazón aumentara su ritmo, casi como si la estuviera probando por primera vez. —Solo para divertirte un poco. Así te puedes relajar. Me reí para mis adentros mientras observaba las llamas estallar. Me animé y me tapé la boca para no reírme en la cara de la gente cuando vieran el desastre. Lo juro, me sentía como Carrie cuando lastimó a todos en su escuela. Si tuviera sus poderes, ¡infiernos, sí! ¡Mataría a cada una de estas personas! ¿O era demasiado cruel? Na, no era demasiado cruel. Me habría encantado. Era un sentimiento de poder y libertad, y aun así, él seguía en mi cabeza. No había forma de que se fuera. Siempre estaba allí, tratando de convencerme de que nada de esto era algo bueno. Pero odiaba que me estuviera ignorando y que actuara así. No me gustaba. Pero supongo que si quería ser de esa manera, entonces así sería. Yo actuaría a mi manera. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuché al director Graham Crackers gritar: —¡Allí está ella! —Lo que, obviamente, me hizo salir corriendo del lugar donde estaba escondida.

Todos me vieron y parecían realmente enojados, pero yo solo seguía riéndome. Quizás era por las drogas, pero de cualquier forma, se sentía bien. E incluso cuando la gente que trataba de salir corriendo afuera bloqueaba las puertas, yo seguía riendo acuclillada en el piso sosteniendo mi estómago como si me doliera. No pude seguir corriendo cuando sentí que dos hombres me agarraban de los brazos. Los pusieron en mi espalda y me sentí un poco corta de aliento cuando sentí las esposas tocar mis muñecas. Sin problemas. Eso quería. Eso esperaba. Pero aquí estoy, en una celda esperado que alguien, quien sea, pagara la fianza y me sacara. Fue completamente estúpido de mi parte ir a sabotear el baile… drogada… y quemar un montón de cosas con un encendedor. Además, lastimé un par de personas que se habían reído de mí antes de que entrar al lugar vistiendo como lo haría un día normal. Pero creo que fue la ira lo que me hizo hacer estas cosas. Quizás no suene como una buena excusa, pero tengo problemas para lidiar con la ira a veces, y, de vez en cuando, me llevaba a esto. Tenía la esperanza de que Ian viniera y me salvara el trasero. Tal vez incluso Darrel. Pero a quien vi hizo que se me revolviera el estómago y lo vi a los ojos por primera vez en mucho tiempo, suplicante. Hasta que Zavier alejó su mirada primero. Se dirigió a uno de los oficiales y comenzó a charlar con ellos, haciendo que me levantara lentamente ya que estaba en el suelo, exactamente donde había caído cuando prácticamente me tiraron aquí. Me agarré de los barrotes y sostuve mi cabeza, tocando un moretón, pero no sabía cómo lo había conseguido. Honestamente, me dolía todo en ese momento y me quería ir a casa a descansar con mi osito de peluche. Si me dejara. Pero, ¿qué estaba haciendo aquí? De toda la gente que conozco, es el único que realmente no esperaba que me viniera a rescatarme. —Hola, mejillas dulces. —Puse los ojos en blanco y mi giré para ver al tipo que estaba en la celda junto a la mía. Había estado intentando hablar conmigo pero apenas le presté atención ya que me encontraba tan molesta. Estoy segura de que hubiera estado mal atraerlo para que viniera cerca de mí y luego patearle el culo, justo en frente de la policía—. Veamos esas mejillas dulces. Me guiñó el ojo y todo lo que hice fue mirarlo con asco y girarme de nuevo para ver a Zavier. Estaba asintiendo, mirando un par de papeles y escuchando al oficial que le hablaba. De repente, me miró y sus ojos hicieron que quisiera esconderme. Estaban llenos de decepción. Tanta decepción y lo odiaba, a pesar de que sabía que lo merecía. Pestañé duro cuando él alejó la mirada y solo señaló la puerta donde vi entrar a Stormy. Se disculpó y puso algunas cosas en su bolso. Genial, ahora me sentía incluso peor. ¿Por qué siquiera lo hice? Fue idea de Ian, pero no lo estaba culpando. Era todo

culpa mía y solo quería arrastrarme hasta la oscuridad para no ser nunca más vista u oída. Hasta yo creía que había terminado con estas cosas. Pero claramente no. Y tenía miedo de qué podría suceder más adelante. ¿Seré expulsada? ¿Me mandarían de nuevo a aquel orfanato? ¿O tal vez Stormy podría mantenerme aquí hasta que fuera mayor de edad? Suspiré profundamente y agaché la cabeza, abrazándome a mí misma ya que tenía un poco de frío. Cuando miré hacia arriba nuevamente me di cuenta de que uno de los oficiales más jóvenes me estaba mirando como si le despertara intriga o interés. Fruncí apenas el ceño pero le mantuve la mirada fija, preguntándome por qué me estaba mirando y qué era exactamente lo que estaba pensando. Parecía increíblemente joven, tal vez diecinueve o veinte años. Su cabello rubio oscuro estaba despeinado y sus ojos celestes parecían misteriosos mientras me miraba. Después de un rato me sonrió y bajó la mirada, sacudiendo la cabeza. Eso me hizo mirarlo furiosamente a pesar de que él ya no me podía ver. Bueno, eso fue raro. —¿Evelyn Jo? —Levanté las cejas cuando escuché mi nombre y miré al oficial que estaba hablando con Zavier hace un rato. Solo lo miraba a él, pero aun así podía ver a Zavier y a Stormy por el rabillo del ojo. Me estaban mirando y se murmuraban cosas— . Estás libre para irte… ¿Guillermo? Llamó al mismo tipo rubio que me estaba mirando antes. Cuando escuchó su nombre, vino directamente con un par de llaves en sus manos. Estábamos de frente cuando puso las llaves y abrió la celda. No quería mirarlo, pero cuando lo hice, vi que me estaba mirando fijamente, me estaba mirando en detalle y yo lo odiaba. Me di cuenta de que Zavier nos estaba mirando, su aura se estaba oscureciendo un poco. —No puedo creer que no se dieran cuenta de que tenías el cigarro de marihuana —me susurró Guillermo sonriendo y me congelé—. ¿Cómo puede ser si es tan fácil de oler? —preguntó, pero yo ni siquiera llegué a responder cuando abrió la puerta completamente y me hizo señas para que saliera. Caminé rápidamente hasta Zavier y Stormy sin mirarlo a él. Zavier simplemente descruzó los brazos y caminó derecho a la puerta ignorándome. Agaché la mirada y luego la volví a levantar tímidamente para ver a Stormy, tenía miedo de que ella también tuviera esa cara de decepcionada. Pero simplemente se veía tan calmada como siempre y dijo: —Vamos, Evelyn. En el coche Zavier acabó conduciendo y Stormy en el asiento de atrás. Yo estaba por seguirla, ya sabes para evitar problemas, pero sacudió la cabeza y señaló el asiento del pasajero. Casi me quejé pero cedí y me senté allí mirando por la ventanilla todo el camino hasta el trabajo de Stormy, ya que solo había salido para ayudar a Zavier a sacarme de la celda. Una vez que se fue… Oh la incomodidad volvió y esta vez era peor que siempre.

Zavier agarró fuertemente el volante mientras volvíamos a casa y yo me encontraba muy nerviosa y un poco asustada. A veces, es como si tuviera un lado aterrador, lleno de ira. Y aunque me resultaba un poco sexi a veces, amaba más a mi chico bueno. El dulce que me habría abrazado cuando pagaron la fianza. El atento que me hubiera mirado preocupado mientras todavía estaba allí. El gentil que me tomaría la mano ahora mismo como si tuviese miedo de dejarme ir. Pero nunca hizo nada de eso, y me molestó un poco. Vale, probablemente no merecía siquiera nada de eso porque podía ver por qué me odiaba en ese momento. Hice algo malo y me atraparon. ¿Y quién sabe qué pasaría ahora por eso? Ni siquiera quiero pensar en eso. No quería pensar en nada en absoluto. Zavier aparcó en la calle, yo estaba a punto de abrir la puerta y salir corriendo a mi habitación para esconderme allí para siempre. Pero bloqueó la puerta, así que no tenía más opción que quedarme y mirarlo con curiosidad. Permaneció en silencio un momento mientas miraba el volante. Me di cuenta de que estaba apretando los dientes y los puños. Así que, sí estaba claramente enfadado conmigo. Creo que me di cuenta de eso cuando estábamos todavía un kilómetro de distancia. Pero entendía por qué estaba enojado. Y estaba dispuesta a permitirle hacer lo que fuera necesario para aliviarlo. Gritarme. Regañarme. Cualquier cosa. Sabía que no me lastimaría, así que estaba bien porque, honestamente, creo que debería gritarme. —Pensé que ya habías terminado de hacer estas cosas —dijo en un tono frío—. Solo que… ¿Por qué te sigues haciendo estas cosas, Evelyn? No sabía qué responderle. ¿Por qué me estaba haciendo esto? Estaba furiosa conmigo por esto. —Esta no eres tú. —Esta soy yo. —Bueno, esa era una gran, gran mentira—. Esta siempre he sido yo. Entonces se volvió hacia mí, pero todavía no lo miré. —Solo pensaste que necesitabas ser mala. ¡Pero esa nunca has sido tú! ¿De la que me enamoré? Esa eres tú. Eres genuinamente una buena persona, Evelyn. Y lo sé. —Odio que usen esa palabra conmigo. —¿Buena? Eres buena, en tu interior. Sí, has hecho algunas cosas malas, pero eso no significa que tienen que definir quién eres. ¿Qué hubiera pasado si nunca te hubieran lavado la cabeza con tantas cosas malas?... —Fingió sonreír pero enseguida se detuvo— . Es solo que… no me gusta. Lo lamento, pero de verdad no me gusta. Sabes que te amo. Y ese amor por ti es tan fuerte que necesito hacer algo al respecto. Siento que debería. —No puedes hacer nada al respecto, Zavier. Pero lo lamento. Sé que estuve mal en hacerlo. —Solo no lo vuelvas a hacer. Era ahora cuando debería enderezarme y preguntarle sobre lo que estuve pensando toda esta semana. Esta noche, pensé que casi me olvido. Pero ahora que de hecho me estaba hablando, tenía que saber qué le estaba pasando. —¿Por qué me has estado ignorando? ¿Crees que lo del video fue mi culpa? ¿Crees que el hecho de que nos hayamos acostado fue mi culpa?

Pasó sus manos por su cara antes de volver a mirarme. —No es la culpa de nadie. Lo siento, exageré. Pensé… honestamente, pensé que me odiarías. —Nunca podría odiarte, Zavier. Lo hicimos, ¿y qué? No fue una violación. Claramente, yo lo deseaba. Te deseaba. No tiene por qué ser un gran escándalo. Todo lo que hizo fue agachar la cabeza y tenía la sensación de que no tenía que decir nada más. —Lo lamento, Evelyn… —Me miró de nuevo y se me rompió el corazón al ver que sus ojos marrones estaban más débiles, tristes, ya sin nada de ira en ellos—. Tengo una idea de quién pudo haber hecho ese estúpido video. Sabía que cuando Zavier dijera el nombre, sería la causa de todo esto. De veras, ¿cómo pude no haberme dado cuenta? O tal vez era alguien a quien odiaba totalmente. No lo sé. Supongo que nunca lo había pensado demasiado. Solo lo ignoré porque pensé que no importaba. Oh, Evelyn, era solo un acosador. ¡Qué equivocada! Qué equivocada que estaba. Teníamos nuestras suposiciones. Pero mi primera opción era el chico malo local, como Zavier lo había dicho antes. Aquel estúpido chico del que no he oído nada, ni visto, en las últimas semanas. Honestamente, ni siquiera sabía si todo esto se había terminado para él o si todavía seguía. Y una parte de mi estaba bastante asustada de lo que posiblemente estaba planeando ya que me había dejado en paz hace un tiempo. Probablemente estaba planeando arruinarnos la vida, y esto era solo el comienzo. Un imbécil total. Y justo, para terminar esta magnífica noche, él me llamó justo después de que Zavier saliese de la casa para caminar a algún lado. Quería ir con él, pero me dijo que me quedara. Su pequeña sonrisa me decía que necesitaba estar solo y lo respetaba. ¿Pero ahora? Realmente desearía no haberlo escuchado y haber ido igualmente. Porque tenía un mal presentimiento. Y, en tiempos como estos, tener un mal presentimiento significaba que algo malo obviamente estaba a punto de suceder. —¡Hola conejita! Tanto tiempo. Miré la pared mientras escuchaba su voz al otro lado de la línea. Quería colgarle e ir y asesinarlo. Pero sabía que llamó por algo y necesitaba saber qué era en caso de que involucrara de alguna manera a Zavier. —¿Te gustó el video que hicieron mis amigos? Aww… Durmieron juntos. Qué dulce. Déjame ir a vomitar. Quería contestarle algo, pero parecía que mi corazón, que latía muy rápidamente, me lo impedía. Ve a vomitar todas tus tripas entonces. ¡Por favor! —Ahora, realmente no entiendo por qué pasó. ¿De verdad conejita? ¿Él? Soy mil veces más hombre que él, lo sabes. —Me daba asco. —Oh, baja los humos. La mayor parte de tu polla se ha ido a tu cabeza. De hecho, toda —le espeté haciéndolo reír.

—¡Uh! ¡Auch! ¡Y ahí estás! Sí, bueno, acabo de ver a tu noviecito, tu juguete sexual, tu ñoño, como quieras llamarlo. —Eso me puso más enfadada y muy preocupada. ¡Oh, no! ¡No no, no! —¿Qué…? —¡Sí! Lo acabo de ver. Estaba en la tienda y acaba de salir con unas estúpidas flores. Luego sacudió la cabeza y volvió a entrar. Aww…que dulce, dulce nerd. Me encantaría darle una sorpresa cuando salga. —Prácticamente podía oír su estúpida sonrisa. —¿Por qué mierda estás haciendo esto? Se rió. —Los chicos malos solo quieren divertirse, Conejita. Odio a ese estúpido idiota y va a pagar por lo que ha hecho de una vez por todas. Mi corazón se detuvo por completo cuando la línea murió después de eso. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Zavier!

46 Vamos hacia abajo •Zavier• Quería buscar a Davne y tratar con él de una vez por todas. Ha pasado demasiado tiempo esperando. Y las vacaciones de navidad ya están aquí, quería que él se fuera. Tenerlo en mi vida solo hacía las cosas peor y yo había hecho eso. ¿Qué habría pasado si él nunca hubiese entrado en mi vida? ¿O Evelyn? Eso probablemente habría causado menos daños y enojo entre todos los involucrados. También sentí que debería darle a Evelyn algunas disculpas por lo grosero e injusto que he estado siendo toda esta semana. Las personas la estaban tratando horriblemente y yo siendo el "mejor novio", me quedé viendo las cosas pasar como si no me importara. No hablé con ella, nada. Una cosa que era cierta. Me sentí muy mal por hacer esa petición la noche del vídeo estúpido. Ahora me doy cuenta de que fue un mal movimiento. Así que decidí ser agradable y llevarle algunos tulipanes de colores. Pero, por supuesto, cuando salí de la tienda, me acordé de que a ella no le gustaba recibir flores, por lo que tuve que volver a entrar. Bueno, ¿dónde se supone que iba a conseguir drogas o lo que sea? ¿De los stoners17? Sinceramente, no le daría eso. Definitivamente no. Tal vez algo más. Algo más apropiado. Una vez que regresé, la chica en la caja registradora me miró con el ceño fruncido. Solo le di una pequeña sonrisa y señalé a las flores. —Me gustaría devolver estas por favor. Ella se quedó en silencio durante unos segundos, pero luego apretó un botón en la caja registradora y asintió. —Claro... siempre y cuando aún no estén muertas. ¿Tienes el recibo? Puse un dedo para indicar que necesitaba un segundo, y luego comencé a buscar en mis bolsillos. Después de un par de segundos, me reí nerviosamente y seguí buscando. Incluso me saqué mi gorrita y miré allí, pero nada. La niña solo se rió de mí y mis mejillas empezaron a arder un poco por vergüenza.

17

Stoners: Persona que consume regularmente drogas, especialmente marihuana.

—Y-yo podría haberlo tirado a la basura en el camino —dije, pero luego señalé a la basura afuera—. ¿D-debo ir a conseguirlo? —No, no. —Se tapó la boca para detener su risa pero incluso cuando ella siguió hablando, no podía dejar de reír—. Nunca he visto un chico comprar flores solo para devolverlas dos segundos después. Hice un puchero por un segundo y luego se encogió de hombros. —Sucede. —Claro —dijo mientras me sonrió. Negué. —En realidad, no quiero nada del dinero de regreso. Te lo guardas. Así, aquí, dáselas a tu novio o algo así. Estoy seguro de que le gustaran. —Me acerqué y puse los tulipanes en el mostrador. Bajó la mirada hacia ellos con confusión y los recogió. —No tengo un novio. ¿A los chicos les gustan los tulipanes? —Bueno, yo... ¿tal vez, quién sabe? Dáselas a tu abuela, a un amigo enfermo, tu perro —¿Perro? ¿Realmente, Zavier? Eso la hizo reír de nuevo. En serio, ¿qué era tan gracioso? Solo quería conseguirle a mi ángel algo agradable. Algo que le gustase en realidad. —¿Por qué no me las guardo para mí misma? —Eso casi me ahogo. —Yo-no estoy tratando de... Y-yo no estaba... —Oh, no como eso. Cielos. No te preocupes. Se las daré a mi novia en su lugar. Ella ama los tulipanes. —No sabía qué decir a eso, así que me limité a asentirle. Levantó las cejas hacia mí y luego se rió—. La gente casi no espera eso. Le di una sonrisa torcida. —No hay nada malo en ello. Espero que le gusten. Ahora, si me disculpas, voy a ir a buscarle a mi novia un poco de pollo frito. —Porque, en realidad, estoy seguro que todo el mundo sabía que para que Evelyn perdonara, solo tenías que decir lo siento y antes de que ella grite, cerrar los ojos y sacar ese gran cubo de pollo frito. Sí, suena bastante bien. Regresé de la tienda y dirigí mis ojos hacia el cielo oscuro, luego hacia abajo a mi reloj. Realmente no sé por qué me decidí a caminar en lugar de tomar el auto. Porque por aquí es bastante peligroso salir de tarde. Muy bien, me consideraba un chico inteligente, el nerd, pero eso es sobre todo en la escuela. Creo que es solo en la escuela en realidad. Porque fuera de allí, puedo cometer algunos errores y decisiones bastante tontas. Quería reírme de ellos en este momento pero seguí caminando y miré alrededor de algunos lugares. Puse mi capucha sobre mi cabeza y puse mis manos en los bolsillos porque el aire se estaba poniendo un poco de frío. Al pasar por unas pocas personas me puse un poco paranoico, porque en cierto modo tuve un mal presentimiento sobre algo. No sé, tal vez era porque casi nunca estoy fuera, o porque de hecho sentí la necesidad de hacer algo al respecto con Davne. Pero

vamos, ¿qué podía incluso hacer con ese tipo cuando todo lo que ha hecho en estos últimos años es herirme y asustarme? En este punto, me sentía más paranoico y decidí que tenía que ir a casa ya. Pensé que no podía hacer esto, sobre todo estando solo. Pero una vez que me di la vuelta, mi corazón casi dejó de latir al ver al tipo con ropa oscura y una sonrisa que he visto durante años... tanto en la vida real como en mis sueños. Parecía que lo hubiese visto hace solo unos días, cuando en realidad no lo he visto realmente por mucho tiempo. Quiero decir, me alegré por esto. Pero en realidad, ¿en este momento es cuando se decidió a aparecer? ¿Justo cuando apenas había cualquier gente alrededor? Por otra parte, esa es la forma en la que solía trabajar. Él era bastante inteligente con estas cosas. Apretando la mandíbula, lo fulminé con la mirada. Pero en el interior, estaba empapado de miedo y temblando por todas partes. Pero no quería que él viera lo asustado que realmente estaba. Porque a pesar de que sabía que no lo era, quería ser valiente esta noche, por una vez. Davne mantuvo su sonrisa y luego me sonrió casi genuinamente. —Hola, Zavier. ¿Qué haces por aquí tan tarde? Los buenos chicos tienen que ir a la cama. —Señaló hacia abajo a su reloj de pulsera y se rió entre dientes—. La hora de dormir, ¿no? ¿Tienes una hora para acostarte? Todo lo que hice fue tragar el nudo de la garganta y apretar los puños. Maldita sea, ¿qué se supone que debo hacer? La gente realmente no sabe esto, pero en cierto modo empecé a entrenarme a mí mismo para luchar después de que Evelyn me mostró un par de movimientos. Podría intentarlos ahora, pero es más probable que me mate aquí... y no quiero eso. Pero, de nuevo, siempre y cuando él la deje sola, estaba dispuesto a hacer casi cualquier cosa. Davne estaba de pie a unos metros de distancia de mí. Solo verlo me hizo parar y querer volver sobre mis pasos y, básicamente, correr tan lejos como fuera posible. Pero eso no serviría de nada, especialmente cuando vi a los dos chicos venir a pararse junto a él. Los mismos dos chicos que vi irrumpir en la escuela con él hace unos días. Me acordé de él hablando de un plan así. Puesto que él ayudó a los chicos con sus calificaciones, supongo que esto era... Oh, no, esto... esto no puede ser eso. Esto no puede ser su paga por el favor. Mi respiración se volvió más fuerte y sentí un intenso dolor en el pecho. Me sentía sudoroso y me debo haber puesto pálido y no podía pensar en otra cosa salvo mi chica. Evelyn... tú vas a estar bien. —Mira, Zavier, creo que ha quedado muy claro que realmente no me gustas. — Davne dijo mientras buscaba en su bolsillo y sacó un encendedor. Pensé que tomaría un cigarrillo pero siguió con el encendedor en la mano y jugueteó un rato con él—. Me gusta cómo has llegado a Evelyn. Mis amigos aquí me dieron la evidencia de ello. Bien. Lo que no saben, es que ella vino hacia mí primero.

—Estás mintiendo. —Una vez que dije eso con un tono frío, dejó de sonreír y puso su encendedor lejos en su bolsillo, aplaudiendo. —Bueno, amigo lo siento, pero no lo estoy. —Sé que lo estás. ¿Crees que te creería? Todo lo que has hecho es darme una paliza todos estos años por algo que nunca fue siquiera mi culpa. Estaba a punto de abrir la boca para decir algo, cuando lo interrumpí una vez más. Y me di cuenta de que su mal genio solo estaba subiendo. Yo estaba muy probablemente a punto de morir en este momento, así que sólo quería que mis últimas palabras a sean buenas. Decirle cosas que siempre he querido. —Crees que eres un tipo duro. Un chico malo. Bueno, te voy a decir lo que pienso y sé que eres... un absoluto imbécil. Y de repente sentí una descarga de adrenalina a través de mi sistema. Mi sangre se sentía fría y me congelé, cuando de pronto sacó un arma fuera de sus pantalones vaqueros en un abrir y cerrar de ojos. Ahora lo sabía, me iba a morir en cuestión de segundos. Y no podía hacer nada al respecto. Básicamente estaba rodeado. Todo lo que hice fue mantener mis ojos en la pistola y esperar que el gatillo no se apretara. —Ahora he hecho un pequeño acuerdo con Evelyn hace un tiempo —dijo, y vi como sus ojos se volvieron aún más demoníacos—. Sí ella se quedaba conmigo, no te haría daño. Obviamente, no podía hacer eso, así que dejé de llamarla después de un tiempo. Ella es una caliente, una chica mala, Zavier. Ella no se merece a alguien como tú. No puedo dejar pasar la oportunidad para finalmente deshacerme de ti cuando estás de pie justo en frente de mí. —Él se rió y miró a su alrededor—. No hay testigos alrededor, solo yo y mis chicos, tu nerd, y esta pistola apuntando derecho hacia ti. —¿Crees que conoces la vida de alguien que ha estado pasando tan mal toda su vida? Claro, perder a alguien es malo. Pero perder a alguien más antes de eso y tener personas que arruinan tu vida a causa de los que has perdido... —el aura oscura a su alrededor se estaba poniendo más oscura y él se echó a reír casi con malicia—...ahora eso, no es divertido. Odio a la gente como tú. Viviendo una vida perfectamente normal, sin que nada malo les suceda. Debido a que son buenas personas. Lo odio. Tú y todos los demás me enferman. —Ni-ninguna vida es perfecta. —Zavier, ni siquiera empieces esa mierda conmigo. Porque estoy tratando de decidir si voy o no a dispararte una vez, dos veces o tres. Tengo solo tres balas aquí, amigo. ¿Así que cuántas van a ser? Eso me asustó aún más. Pero tan cliché como suena, ninguna vida es realmente perfecta. Ser malvado... algunas personas piensan que eso es lo que hace las cosas mejor, hacer a los demás miserables. Como Davne por supuesto. Estaba enojado y deprimido en el interior, pero en el exterior, esa sonrisa siempre estaba ahí cuando iba a herir a alguien. Pero los otros, los que realmente ven más en las cosas. No importa lo mal que se ponga la situación

terminan de vivir la vida como si nada hubiera pasado, o como si no pasara nada. No tratas de hacer la vida de otras personas peor que la tuya. Intentas hacerla mejor. Sinceramente, no creo que Evelyn siempre esté tratando de hacer a cualquier persona miserable. Ella entró en mi vida y desde luego es una persona que nunca tuve el placer de conocer antes. La gente puede parecer mala. Ella tenía sus razones, pero las cosas que hacía eran únicas que la hacían olvidar. Eran malas decisiones, lo admito, pero en el interior era una buena persona y yo lo sabía. Solo quería verla por última vez. Quería tenerla en mis brazos, abrazarme fuertemente a su cuerpo menudo como si nunca la fuera a dejar ir. Quería besar esos labios suaves y rosas que siempre están llenos de risas y sonrisas. Y sí, un par de sonrisas aquí y allá. Pero, sobre todo, quería demostrarle lo mucho que significa para mí y lo mucho que realmente la amo. —Me tienes aquí —dije mientras lo fulmino con la mirada, sosteniendo mis brazos como si no tuviese miedo en absoluto. Lo único que me ayuda en este momento es pensar en Evelyn—. Dispárame. Davne me miró y luego sonrió, sosteniendo el arma más fuerte y apunto derecho a mi cabeza. —Con mucho gusto. Ahora bien, este es uno de esos momentos en los que sentía como si las cosas pasaran en cámara lenta. Podría haber sentido la bala en el brazo, el estómago, el pecho o la pierna. Cualquier lugar era posible a pesar de que lo esperaba en la cabeza para que me mate de inmediato. Pero no sentí nada en absoluto. Sin embargo, todavía tenía miedo de abrir los ojos y ver por mí mismo justo lo que estaba sucediendo.

•Evelyn• Ya tenía lágrimas corriendo por mi cara mientras corría para conseguir las llaves de mi moto. Quería asesinar a Davne, sin ninguna vacilación en absoluto. Quiero decir, ¿por qué no nos dejaba en paz? Lo odio tanto, sobre todo por ir tras de mi oso de peluche. Traté y traté de llamar a Zavier. Una y otra vez. Pero no sirvió de nada. Él nunca respondió y me pregunté sí era porque no llevó su teléfono o porque estaba en silencio. Pero maldita sea, realmente deseaba hablar con él. Quería oír su voz y quería saber si estaba bien para no tener que preocuparme tanto. Y también sería capaz de advertirle sobre Davne y decirle que se quede en cualquier tienda que estuviese para que no le hiciera daño. Entonces me encargaría de Davne por mí cuenta, de cualquier forma que pudiera. Estaba más enojada de lo que nunca he estado en toda mi vida. Alguien queriendo herir a la persona que amas, sobre todo por algo que ni siquiera había hecho, cruzaba la maldita línea. Lo había hecho antes y no iba a dejar que lo hiciera de nuevo.

Por desgracia, no sabía dónde se encontraba cualquiera de ellos exactamente. Pero decidí ir directamente a la ciudad. Estaba gritando el nombre de Zavier, tratando de no llorar así no me estrellaba con algo. Mis ojos estaban borrosos por las lágrimas. Sabía que al menos un policía me encontraría rompiendo el estúpido límite de velocidad. Pero no hice caso de las luces rojas, azules y blancas que vienen detrás de mí y solo fui más rápido. Parecía que me tomó horas encontrarlos pero una vez que vi al idiota con gafas y tres chicos delante de él, no lo pensé dos veces. Me tiré de mi moto y corrí derecho hacia ellos. —¡Oye! —Oí que alguien gritó detrás de mí y sabía que era el policía que estaba detrás de mí cuando estaba en mi moto. Pero si ellos me siguieron también, verían lo que estaba pasando a unos metros de distancia de nosotros. Había dos tipos detrás de Davne. Davne sostenía un arma. Y estaba apuntándole a Zavier, listo para dispararle. Quería gritar un poco más pero me contuve y corrí más rápido hacia ellos. Lo que paso después me tomó por sorpresa. Quería ser el héroe, ya sabes. La heroína que salvaba a su amor verdadero o lo que sea. Como un sacrificio. Porque, sinceramente, cuando amas mucho a alguien, prefieres que te hieran a ti antes que ellos salgan heridos. Y eso era exactamente lo que quería hacer, saltar enfrente y recibir la bala por él como lo haría cualquier persona que lo amara. De hecho, estaba muy cerca de hacerlo. Pero lo que no esperaba era que el viejo amigo traidor de Zavier, Ethan, llegara y empujara a Davne justo cuando él apretó el gatillo. Estaba boquiabierta ante ellos justo donde estaba, un jadeo apenas audible salió de mis labios secos. El dolor era como un shock. Un horrible shock que se estaba extendiendo lentamente a lo largo de mi costado. Comencé a caer lentamente. Toqué mi costado y ya podía sentir la sangre brotando de la herida de bala. —Eh, tú ahí. ¡Alto! —Oí que alguien gritaba detrás de mí, pero mantuve mis ojos en Zavier, que aún tenía que darse la vuelta y verme. Las lágrimas se habían detenido y me sentí un poco mareada. Estaba comenzando a ver pequeños puntos negros mientras trataba de tomar respiraciones profundas, incluso a pesar de que dolieran. —Mierda. Pidiendo refuerzos, tres chicos corriendo hacia la Avenida Harverville. Tenemos una chica herida por la tienda de flores en Day Road. Necesitamos una ambulancia. —En cuestión de segundos estaba en unos cálidos brazos y cuando traté de mirar hacia arriba, todo lo que vi fue un cabello rubio y unos ojos azules claros. Él me resultaba familiar, pero no podía recordar, exactamente, donde lo había visto antes. Todo lo que sabía era que él era un policía. —Oye, quédate conmigo. Te conseguiremos… —¿Evelyn? ¡Evelyn!

Tosí y traté de mantener mis ojos abiertos para ver a Zavier. Su voz sonaba tan rota y perdida, y quería estar en sus brazos. El agente de policía me dejó ir y fui puesta suavemente en brazos más familiares. Los brazos que se habían convertido en mi hogar desde que había llegado aquí. Traté de sonreírle a mi osito de peluche, pero solo pude conseguir reunir la energía necesaria para darle un vistazo a sus ojos preocupados y mejillas llorosas. —No, no, no… e-esto no se supone que pasara. Se suponía que y-yo iba a recibir un disparo pero… él… tú sólo… ¡Maldita sea! —gritó y apoyó su cara en mi cuello. Mantuvo la presión en mi mano que estaba en mi cintura y me besó un montón de veces antes de mirarme nuevamente y descansar su frente contra la mía—. B-bien, estarás bien. Estarás bien solo por favor, por favor mantén los ojos abiertos. Ellos llegaran pronto. —Osito de peluche —susurré, lentamente con mi temblorosa mano libre acaricié su mejilla húmeda—. No llores… no debes llorar —Sus ojos solamente brillaron con más lágrimas—. Y-yo te amo, tú… —Tragué saliva y volví a toser—. T-tú ya lo sabes. Lamento que esto tuviera que… —No, n-no hay razón para lamentarse. También te amo. —Luego me agarró la mano y la besó—. Solo quédate conmigo. Te quedaras conmigo, ¿cierto? Traté de darle otra sonrisa, sentí mis labios secos temblar. Mis parpados se sentían más pesados a cada minuto, y sabía que el sueño no tardaría en llevarme. —Evelyn… Evelyn. Zavier me sacudió, pero simplemente dejé caer mi cabeza contra su brazo. Supongo que después de todo sí recibí la bala por él. Por mi verdadero amor. Y estaba feliz.

•Zavier• Todo sonido en el pasillo era lejano para mí. También cada persona aquí era inexistente. Todos trataban de hablar conmigo ya que parecía tan calmado, solo sentado y mirando al suelo. Pero no quería hablar para nada, porque no tenía absolutamente nada que decirle a ninguno de ellos. Mis lágrimas se habían detenido de camino aquí y aunque quería llorar de nuevo, sabía que era inútil. Me sentía triste… más triste de lo que nunca había estado en toda mi vida. Y aun así me sentía enojado. Porque lo que yo había hecho allí, supuestamente, era por ella, y ahora se encontraba en cirugía, y no tenía ni idea de si ella iba a lograrlo o no. —Esto sin duda dio un giro para peor —oí decir a Ian mientras se acercaba a la puerta que conducía al quirófano a donde se habían llevado a Evelyn—. Está bien, ella debió de habérnoslo dicho. Pudimos haber estado allí. ¿Ella realmente pensó que podía manejar todo esto por si misma? Ahora está ahí y nosotros ni siquiera… —Oye, cálmate —dijo Jesse a Ian ya que éste parecía querer golpear o romper algo.

—Odio a ese tipo más que a nada. Ella es como una hermana para mí y está ahí mientras él esta jodidamente suelto. ¿Crees que eso es justo? Cerré los ojos con fuerza y me acordé de los policías hablando de no encontrar o atrapar a Davne. Él todavía estaba ahí a fuera, pero sus amigos o socios o lo que sea, los atraparon. Así que ahora estaban en la comisaria, siendo interrogados sobre Davne, con la esperanza de poder encontrarlo más rápido. Yo solo quería que lo atraparan ya. Lo quería encarcelado durante toda su vida. Quería que estuviera fuera de aquí. Simplemente no quiero volver a saber nada sobre él por el resto de mi vida. Lo odio más que a nada. Al abrir los ojos de nuevo, tomé una respiración profunda y crucé los brazos sobre mi pecho, sorbí por la nariz. El mismo policía con cabello rubio y ojos azules que había sostenido a Evelyn después de que ella fuera abaleada, estaba cerca, susurrándole algo a Jesse mirándome a mí. Solo lo miré porque era lo único que podía hacer. Miré a todos los presentes para que supieran que no debían hablarme. Pero este era un policía. A él obviamente no le importaba. Después de unos minutos, él asintió a Jesse y le palmeó la espalda antes de caminar y sentarse en la silla junto a mí. Suspiré y me moví incómodamente en mi asiento, apretando los puños. Recuerdo cuando le abrió la celda de Evelyn y se acercó un poco demasiado a ella para mi gusto. Claro, aunque estaba muy enojado con ella no quería que otra persona se acercara a ella de esa manera, policía o no, y aún más porque todavía era joven y tenía esa mirada que parecía atraer a un montón de chicas de nuestra edad. Se quedó en silencio por un momento y me miró como si me encontrara muy interesante. Pero supongo que solo lucia roto, sufriendo y deprimido. Porque lo estaba y todo eso era probablemente más evidente que cualquier otra cosa. —Hola, Zavier —dijo en voz baja, y fue entonces cuando me di cuenta de la pequeña libreta que tenía en una de sus manos—. Soy el oficial Guillermo. Pero me puedes llamar Memo. —Después de haber dicho esto, extendió la mano para que la apretara, pero no le presté ninguna atención. Yo si era educado, en otro momento habría tomado su mano, sacudiéndola con una sonrisa sincera, y presentándome. Pero no tenía energía para nada. Además, este tipo no me agradaba para nada. O tal vez era el hecho de que casi odiaba a todo y a todos en este momento. Excepto a esa chica especial en el quirófano. Memo bajó la mano al saber que no iba a aceptarla y volvió a hablar. —Muy bien, para este caso, voy a necesitar que me respondas algunas preguntas, si eso está bien. Solo me quedé tranquilo, mirando al frente. Noté que Darrel estaba en el asiento de enfrente, su capucha sobre la cabeza mientras él jugaba con algunas bandas elásticas en sus manos. Todo el mundo sabía lo molesto que él estaba debido a su falta de apetito

desde que habíamos llegado aquí. Y no podía culparlo. Sabía lo mucho que significaba Evelyn para Ian y él. Pobres chicos. —Zavier, voy a necesitar que me hables. A menos que prefieras ir a la comisaría de policía y responder las preguntas allí… —No —dije en un tono severo finalmente mirando a Memo—. Me quedo aquí. Él asintió. —Bien, eso está bien. Solo tienes que responder algunas preguntas y estaremos bien. ¿Te parece? Apreté mi mandíbula y volví a mirar mis manos. Mis puños estaban magullados y ensangrentados, purpura y rojo. Había ido al baño para secar mis ojos. Pero simplemente no podía resistir golpear con ira la pared más cercana varias veces. Jesse trató de ayudarme con los moretones una vez que los vio, pero se sentía mejor dejarlos así. Memo claramente lo notó, entonces él se marchó y regresó como dos segundos más tarde con un blanco, enrollado vendaje y gasas. Él me los entregó y luego se volvió a sentar. —Está bien, Zavier, lo primero… A partir de ahí, básicamente me preguntó todo lo que sabía de Davne. Y entonces le respondí todo lo que sabía realmente. Cómo era él en el pasado, lo que había pasado entre él y las personas que conocía. Cuan horrible, repulsivo y escandaloso él era cuando estaba por aquí. Muchas cosas, en realidad. Había mucho que decir sobre este tipo y comencé a enojarme cada vez más con solo hablar de él. —¿Así que originalmente él iba a dispararte? —preguntó Memo, y lentamente asentí—. ¿Entonces por qué le disparó a la chica en tu lugar? Solo me encogí de hombros. Después de que Davne había dicho "Con mucho gusto", fue cuando cerré los ojos y esperé. Pero nada sucedió. ¿Así que no sé si hizo algo para dispararle accidentalmente a Evelyn, o si lo hizo a propósito? Ojala lo supiera. Pero de cualquier manera, lo quería ahora muerto más que nunca. —Está bien, vamos a hacer lo mejor que podamos para encontrar a este tipo. Mientras tanto, vamos a continuar vigilando aquí por si llegara a aparecer. Asentí hacia él y me dio unas palmaditas en la espalda antes de girarse cuando escuchamos al doctor. —Umm, ¿hay alguien aquí por Evelyn Jo? Rápidamente me levanté y me dirigí hacia el doctor, junto con los otros chicos. Incluso Memo se acercó, como si fuera un viejo amigo de Evelyn. —Sí, Doctor, ¿cómo esta ella? —pregunté, y él apretó los labios mientras nos miraba a todos nosotros. —¿Ustedes son la familia —preguntó, haciéndome tirar de mi pelo. Solo quería que nos dijera sí estaba bien o no. Evelyn no tenía familia. Bueno, tal vez sí, pero no biológicamente. Nadie, ni ella siquiera sabía nada de ellos. Así que no tenía sentido.

—Nosotros somos sus hermanos —dijo Ian, señalando a Darrel y a sí mismo—. ¿Cómo esta ella? El doctor suspiró y miró algunos papeles en su portapapeles. —La bala entró bastante profundo, afectó algunas costillas, pero nos las arreglamos para sacarla —suspiré aliviado—. Perdió bastante sangre, pero la ayudaremos con eso. —¿Podemos ir a verla? —le pregunté con ojos esperanzados. El doctor sólo me miró fijamente y parecía bastante nervioso o asustado de decirme algo. —Ella todavía no ha despertado, y… no estoy seguro de que lo haga. Sentí que mi corazón cayó hacia mi estómago mientras apretaba mi mandíbula, deteniendo las lágrimas que amenazaban con caer de nuevo. No. Ella tenía que despertar. Tal vez no ahora mismo, pero si más tarde, ¿no? Tenía que hacerlo. Solo tenía que hacerlo. No sabía si podría manejar que ella… —Estoy seguro que ustedes chicos saben que a veces, cuando alguien recibe un disparo o simplemente es gravemente herido, entra en estado de coma. Y, bueno, el coma a menudo es impredecible. No estamos seguros de cuando despertará, o si incluso lo hará. Solo hay que tener esperanza. —Todos estábamos en silencio después de eso, pero se notaba simplemente por nuestras caras lo deprimidos y conmocionados que estábamos—. Si desean verla, está en la habitación 256. Pero uno a la vez, por ahora, por favor. No podemos tener a cinco chicos acaparando el lugar. Todos asentimos y le dimos las gracias antes de que se fuera. Toqué mi pelo otra vez para calmarme y estaba regresando a mi asiento cuando Ian me llamó. Me giré y alcé mis cejas. —¿No vas a ir a verla? —preguntó, señalando en dirección a la habitación. Negué. —Vayan ustedes chicos. Tienen… —Está bien Nos gustaría que fueras primero. —¿Están seguros? Una vez que él asintió, lentamente comencé a caminar hacia su habitación. Estaba temblando todo el camino, mordiéndome la lengua para no gritar. Quería verla, pero al mismo tiempo no, porque me rompería el corazón de nuevo. Parado enfrente de la puerta que decía "256" era casi como debatir si entrar a un sueño, o permanecer en el mundo real. Bueno, el mundo real siempre tendría problemas y acontecimientos desafortunados. Un sueño podría ser un paraíso. Pero en este caso, el sueño era la habitación de Evelyn y no quería estar allí para nada. Quería que ella estuviera aquí, en el mundo real, junto a mí, sin importar lo mal que se pusieran las cosas. Pero no lo estaba. Y sabía que no tenía más remedio que entrar de todos modos. Así que lo hice.

47 Llamada para despertar •Zavier• Esta era como esas veces cuando escuchas sobre una persona quien en verdad ama a alguien que fue lastimado y terminó en coma. Entonces, esa persona solo se sentará allí, casi día y noche, deprimida, esperando que su ser querido despierte. Bueno, siempre he escuchado de ellos. E incluso me ha dolido. Pero el hecho de que en verdad terminó sucediéndome fue lo peor. Quería que Evelyn despertara. Honestamente, ni quiera me importaba si ella despertaba y me decía que todo era una enorme broma. Una horrible, sí, pero preferiría eso comparado con esta dolorosa realidad. El mes pasado, apenas dejé su habitación. Apenas comí. Apenas dormí. Y apenas hablé con alguien. Era como si todo estuviera apagado y estuviera durmiendo junto a Evelyn, mi cuerpo en un lugar, aun así mi alma estaba mirando y dando vueltas. Pero incluso entonces, solo presté atención a su cuerpo pálido e inmóvil. De vez en cuando, el pitido del monitor del corazón llegaría hasta mí y terminaría enloqueciendo por alguna razón. Casi causó que tuviera ataques de pánico como lo hacía cuando entré aquí por primera vez. La vi y el hecho de que un fuera a despertar pronto estaba asustándome tanto que apenas podía respirar bien. El doctor terminó entrando y me ayudaron a llegar a una habitación donde pude calmarme. Así que después de eso, tenía cuidado de no tener más ataques de pánico porque no quería irme, y no quería que me revisaran, incluso aunque en realidad, no estaba bien. Mi madre estaba preocupada. Por Evelyn, y por mí por supuesto. Por cómo estaba actuando, y el hecho de que ni siquiera reconocí su existencia cuando la vi. Después del trabajo, ella sabía que estaba aquí. Así que vendría y visitaría a Evelyn, también intentaría y cuidaría de mí como una buena madre. Sabía que le importaba, pero nada iba a ayudar. La única cosa que ayudaría seria mi ángel despertando. Era domingo por la noche, a mediados de enero, y ella entró después del trabajo. Todos los días hacia las mismas preguntas. —¿Cómo lo está haciendo? ¿Aún no ha despertado? Luego vendría conmigo y me preguntara como me estaba yendo y esas cosas. Obviamente, no respondía en verdad. Eran más como asentimientos, una sacudida de cabeza. Nada más. Quizás respuestas cortas, pero básicamente era eso. Nunca tenía mucho que decir. —Cariño, te traje algo de comida Mexicana. Sé que la amas.

Me alcanzó las bolsas pero solo negué. —No tengo hambre —susurré, aclarando mi garganta justo después, ya que mi garganta estaba doliendo un poco. Mamas negó con preocupación y vino a sentarse en la silla junto a mí. Solo mantuve mis ojos en Evelyn, incluso después que mi madre comenzó a hablarme otra vez. —Dios, Zavier, necesitas comer. Ha pasado un mes y apenas has comido algo. Por favor. Traje mi cacerola de pollo ayer y tú ni siquiera la miraste. ¡Es tu favorita! — Honestamente lo hice, era probablemente una de mis cosas favoritas en el mundo. Pero solo me recordó más a Evelyn. Sé que quizás parezca que estoy demasiado deprimido, pero acababa de conseguir al amor de mi vida, ¿y ahora había una posibilidad de perderla? No era para nada justo. —No tengo hambre, mama —susurré otra vez, mientras frotaba mi frente. —Bueno… solo lo dejaré aquí. Necesito descansar, tomar una ducha. ¿Vienes? —Iré más tarde. —Sólo vendrás a ducharte y eso es todo, Zavier. A veces te duchas aquí. Mira, al menos deberías venir las otras noches conmigo. Ya ni quiera vas a la escuela. Tu educación aun es importante, lo sabes. —Solo han pasado unos días, los compensaré. —Eso no es lo suficientemente bueno, Zavier. —¿¡Puedes simplemente dejarme solo?! —grité, congelándola y haciendo que me mire con la boca abierta. Después de unos segundos, me doy cuenta de lo que hice y me pongo de pie rápidamente. Me sentí un poco mareado, pero lo ignoré y la miré—. Dios…lo siento, mama. En verdad lo siento. Yo-Yo no quise gritarte. Solamente respiró profundo y fingió una sonrisa, abrazando su bolso cerca de su cuerpo, como si tuviera miedo de su propio hijo. Me sentí tan mal, pero sólo salió. En verdad no quería decirlo. —Está bien, cariño. Creo que lo mejor es dejarte solo. —Sólo estoy frustrado, lo siento… Intentó darme una verdadera sonrisa esta vez mientras caminaba hacia mí y besaba mi frente. —Entiendo. Me gritan todo el tiempo. Es raro que mi hijo lo haga, pero está bien. Entiendo por lo que estás pasando. Solo por favor… no olvides cuidarte. Cuando Evelyn despierte, querrá saber cómo has estado. Así que hazlo por ella. Cuando se fue, seguí pensando sobre como dijo "cuando" en lugar de "si". Como si en lo profundo, supiera que Evelyn despertaría pronto. Como si hubiera esperado que eso sucediera. Y yo también quería tener ese tipo de esperanza. Pero era muy difícil. Ella tenía razón. También necesitaba cuidar de mí, sin importar cuán difícil era para mí en este momento. Si Evelyn estaba mirando, no creo que le gustara. Entonces tomé la comida que mi madre trajo y comencé a comer tanto como pude, lo cual no fue mucho, pero aun así lo intenté. Momentos después que terminé de intentar comer, Ian y Darrel entraron.

—Todavía rompe mi corazón entrar aquí cada vez —dice Ian—. Hola, Zavier. Intenté sonreírles, notando como Ian ni siquiera me llamó "chico nerd" desde que esto sucedió. Y el poco feliz, glotón de Darrel… ya no estaba tan feliz. Odiaba el ambiente. Aunque mostraba cuanto nos preocupábamos por Evelyn. Ian caminó hacia su cama y tomó su mano. Luego la dejó ir mientras apretaba sus ojos y se volvía hacia las ventanas, agarrando su cabello. Darrel lo observó y luego mordisqueó su labio, caminado hacia Evelyn. Exhaló, pero luego, lentamente se movió más cerca y besó su frente. Y eso fue todo.

*** Ya había pasado una semana, con los mismos suspiros profundos y las tristes rutinas. En ese momento, el doctor estaba revisando a Evelyn así que debimos quedarnos fuera de la habitación. Ian y Darrel decidieron salir y comer un poco. Me invitaron, pero los rechacé y fui hacia las máquinas expendedoras en su lugar, para conseguir agua y una barra de granola. Al menos las personas aquí no me veían tan raro. Apuesto que veían tipos tristes y cansados todos los días, con el cabello desordenado y enormes ojeras bajo sus ojos. Porque, obviamente, así era yo todo el tiempo aquí. En la tienda, le había conseguido algunas cosas lindas a Evelyn. Pero había una cosa especial que siempre mantenía cerca de mí, justo en mis manos. Como si tuviera miedo de soltarlo. Un osito de peluche. Seguro, quizás pareciera extraño para algunos. En realidad solo debería haberlo dejado en su habitación, o junto a ella. Pero honestamente, era la única cosa que me ayudaba a dormir un poco, por alguna razón. Suspirando profundamente, me senté en una de las sillas fuera de la habitación de Evelyn y abrí mi barra, dejando el oso de peluche en mi regazo, y el agua en el piso. Comí y pensé en un montón de cosas. No pude evitar pensar en cómo las cosas podían empeorar todo el tiempo. Siempre causaba que enloqueciera y me asustara, lo cual era el detonante para mis ataques de pánico. Entonces me senté allí, mi cabeza en mi mano, mientras intentaba respirar profundamente, dentro y fuera. No quería a ninguno de los doctores o enfermeras notándolo otra vez, así que esperaba que se fuera lo antes posible. Está bien, está bien, solo… respira. Respira. Solo. Respira. —Oye, ¿estás bien? Salté un poco al escuchar una ligera voz y giré hacia la izquierda, notando a una chica de cabello oscuro sentada junto a mí. Sus ojos verdes me observaron y tosí, asintiendo.

—¿Estás seguro? Yo… no lo parece. ¿Debería conseguir un doctor? —N-no, no, no…Y-yo estoy bien —le dije, viéndola con una bata azul, inyecciones conectadas a sus brazos, y tubos en su nariz—. Estoy bien. —Está bien… Espero que lo estés —dijo, bajando la mirada hacia mi osito de peluche y de nuevo hacia mí. Apreté los ojos y abracé más fuerte al osito de peluche, como si ella estuviera a punto de llevárselo—. Sabes, cada vez que salgo para dar mi caminata diaria, te veo aquí. —Me quedé en silencio y respiré profundamente—. Escuché que la chica aquí está en coma. Asentí. Luego silencio. —Bueno… escuché sobre este chico —comenzó a decir después de unos segundos incomodos—, estuvo en coma por tres años, hasta que su familia finalmente decidió darle descanso y ponerlo en un sueño pacifico. En verdad no sé cómo eso pueda ayudar, lo siento. Pero puedo decir que la chica allí dentro es alguien muy especial para ti. —Si…—La chica más especial. —¿Cuál es su nombre? —Um… —me senté derecho y tragué el bulto en mi garganta. Mi voz estaba ronca, casi como si acabara de despertar de un profundo sueño—. Es Evelyn. Evelyn Jo. —Ese es el nombre más simple que escuché. —Rió ella—. ¿Y segundo nombre? —Nunca fue mencionado. —Ahh. Bueno…Soy Allie. —Afirmó mientras tendía una mano frágil. La sacudí suavemente, notando cuan delgada era. No era horrible, ella parecía saludable para mí. Pero obviamente, estaba enferma. Solo no quería preguntar. Parecía entrometido para mí, incluso aunque estaba preguntando sobre Evelyn también. Aunque supuse que no importaba. —Soy Zavier. —Encantada de conocerte —dijo con una enorme sonrisa—. Ahora, se lo que te estás preguntando. Estas preguntándote que está mal conmigo. Está bien preguntar. Soy Anoréxica, Zavier. He estado en el hospital por algunas semanas, y me iré en algunas más. —Oh. ¿E-estás mejorando ahora? —Estoy mejorando, sí. No es divertido. Pero solo tienes que tener esperanza que las cosas terminarán bien. Al igual que tú y esa chica. Estará bien, y lo sé. Siempre hay esperanza. Asentí, y no pude evitar notar cuan feliz lucia. Quizás, no estaba verdaderamente feliz, pero aun así intentaba mantener una actitud positiva. Desearía poder ser así. —Cierto, bueno, fue agradable conocerte. Espero verte alrededor, así podremos hablar otra vez. —Asiente hacia mí y se pone de pie. Luego miró mi osito de peluche— . Es un bonito osito, por cierto. ¡Ooo! ¡Puedo decirte osito de peluche! Zavier, el osito de peluche. —Yo-yo um... —exhalé—. ¿Puedes por favor no decirme así? —Por favor…

—Seguro, por supuesto. Solo estaba bromeando. ¡Bueno, adiós! —Me saludó y comenzó a alejarse. La observé irse y luego me puse de pie cuando escuché al doctor dejando la habitación de Evelyn también. Cuando me volví para entrar, me choqué contra Memo, haciéndome sofocar un gruñido irritado. También me detuve de rodar mis ojos, viéndolo con donas en sus manos y una taza de café. —Enserio, ¿Qué hay con ustedes los policías siempre comiendo donas? El solo me miró y mordió su dona, hablando con la boca llena. —Luchamos contra el crimen todos los días, danos un respiro. —Difícilmente lucharás contra el crimen si estas comiendo demasiado —murmuré para mí. Estaba a punto de entrar otra vez cuando puso su brazo en frente para detenerme. Apreté mi mandíbula y puños. —También puedo arrestarte por insultar a un oficial, lo sabes. —No, no puedes. —Espeté, mientras intentaba pasar por la puerta. Pero no se movió en absoluto—. Mira, ¿Por qué si quiera estás aquí? Ni siquiera la conocías. — Aun así siempre estaba entrando y saliendo como si hubiera sido amigo de ella por mucho tiempo. En serio, ni siquiera Ian o Darrel lo hacían. Quiero decir, lo hacían…pero aun así. —Soy la seguridad de la habitación, recuerda. —Está bien, sí, lo era, pero vamos. La mayoría del tiempo, ni siquiera lo parecía. En verdad no me gustaba este tipo. —Sí, seguro, está bien. ¿Y luchando contra el crimen todos los días? Ustedes, chicos, no luchan contra el crimen verdadero, como matar o violar. Tú sabes que la policía por aquí nos hace sentir más atemorizados que a salvo, ¿verdad? Es patético. —Oh, ¿lo hacemos? —preguntó, mientras se colocaba frente a mí. Sólo lo miré, ni siquiera amenazado por el hecho de que era un policía. Al principio pareció agradable, pero pasa algunos días con él y encontraras que es un total imbécil—. Bueno, estoy feliz por eso. Nos hace los más fuertes, incluso aunque ya lo somos. Honestamente, no podría importarme menos… —Ahí fue cuando levanté mi puño, listo para golpear su cara cuando el atrapó mi puño en un movimiento rápido. Negó y sonrió—. ¡Oye, oye, oye! Solo estoy deteniéndote porque no quiero ponerte esposas por primera vez aquí. —Bajó mi puño—. Ahora eso no sería agradable, especialmente para tu chica ahí. Se encogió de hombros y entró, haciéndome querer hacerle cosas tan horribles por actuar de ese modo cuando no debería. Desafortunadamente, sería arrestado por ello. Y no quería eso en mis antecedentes. Estaba a punto de entrar, incluso si Memo estaba allí también, pero me detuve y giré cuando escuché la voz de Jesse. —Oye, amigo —dijo, pero mis ojos estaban en el tipo junto a él. Estaba a punto de correr hacia el tipo cuando Jesse me detuvo poniendo sus manos en mi pecho. Estaba respirando pesadamente otra vez. La ira aún estaba allí—. Vaya, vaya, está bien. Está aquí por una razón. Solo escúchalo.

—¿Qué estás haciendo aquí, Ethan? —demandé, manteniendo mis ojos en su pequeña figura asustada, Miró a Jesse y luego a mí, y recordé como estaban sus ojos cuando me contó toda la verdad. Ellos definitivamente no estaban así. —Yo…bueno yo…yo umm… Levanté mis cejas hacia él. Jesse suspiró mientras lo observaba, y luego se volvió para enfrentarme. —Davne golpeó a Ethan justo después que lo empujó cuando estaba apuntándote, lo cual causó que la bala golpeara a Evelyn en su lugar. Estaba sorprendido y asombrado de escuchar eso. Miré a Ethan y me pregunté porque haría eso. ¿Pero siquiera lo creía? No quería tener nada que ver con este chico. ¿Por qué el siquiera…? —Este chico te salvó, Zavier. Él simplemente no vio a Evelyn corriendo detrás de ti, entonces la bala la golpeó. Puse mi mano en el hombro de Jesse y lo corrí gentilmente, así podría acercarme Ethan. —¿Por qué no creo eso? Ethan tomó una respiración profunda y corrió el cabello de sus ojos. Vi los moretones en su ojo y frente. Luego, desabrochó su chaqueta y también había moretones en su cuello. Levantó su camiseta y tuve que alejar la mirada cuando vi incluso más moretones, lucían incluso peores. Me pregunté cómo siquiera podía caminar en este momento. —Él, umm…me golpeó hace unos días. Los policías aún no lo han encontrado pero se ha estado escondiendo. Yo-yo no sé dónde sin embargo. Yo… ha estado hablando poco conmigo. No se la razón, yo solo… —Oye, cálmate. Tenemos que hacer que te revisen —le dijo Jesse. Luego se volvió hacia mí—. Sé que quizás no lo parezca, pero sucedió esto. Y lo sabes. —Davne solía darme moretones como esos —le dije, encogiéndome ante los recuerdos—. Solo haz que los revisen. Jesse asintió y puso su brazo alrededor de Ethan para ayudarlo a caminar. Aun no podía creer que el hizo eso. ¿Intentó salvarme? Desearía que no lo hubiera hecho. O desearía que Evelyn no hubiera venido. Pero las cosas no siempre salían como esperabas. Girándome para finalmente dirigirme a la habitación de Evelyn, vi a Ian y a Darrel caminando hacia mí. Intenté sonreírles pero parecían estar frunciendo el ceño a algo que se aproximaba. Dejé de sonreír y me volví para ver al chico alto y de cabello negro con ropa negra. Estaba detrás de mí. Entonces, Ian y Darrel lo alcanzaron y saludaron. —Estás aquí —dijo Ian simplemente—. ¿Por qué estás aquí? —Estoy aquí para ver a Evelyn —dijo el tipo, su voz profunda, y robó una curiosa mirada de mí. —Bueno, ha pasado un mes amigo. ¿Qué demonios estás haciendo aquí ahora? Podrías haber venido mucho antes.

—No podía salir. Quedé atrapado por algo y me mantuvo allí. Pero lo que sea, no importa. ¿Dónde está ella? —¿Quién eres? —pregunté de la nada, siendo incapaz de guardar mi propia curiosidad. Me odié por preguntar, ya que no era de mi incumbencia, pero oye, si estaba involucrado con mi novia, entonces quería saberlo. Todos me miraron y el chico me dio una sonrisa genuina antes de responder. —Soy Drake. El ex novio de Evelyn. Oh. Está bien entonces.

48 Su Superman •Zavier• Ex. Ex. Ex. Ex Está bien, tranquilízate, Zavier. No era como si este chico estuviera aquí para recuperar a Evelyn. No, el vino aquí para visitarla y ser un buen y comprensivo amigo como Ian y Darrel. No pienses otra cosa de ello porque eso era todo lo que era. ¿No? Por favor dime que tengo razón. —Y estoy aquí para recuperarla —dijo con una sonrisa y eso me hizo apretar mis puños. Probablemente vio cambiar mi aura y entonces rió, levantando su mano para detenerme de arrojarme sobre él. Como si pudiera, este tipo podría simplemente tomarme del cuello y lanzarme contra la pared. No estaba arriesgando nada con él—. Nah, solo estoy bromeando contigo, hombre. No te preocupes. Tengo a mi chica en Virginia. Evelyn significa mucho para mí, así que vine a verla por un tiempo. ¿Cuál era tu nombre otra vez, gafitas? Tomé una respiración profunda e intenté darle una sonrisa amable, aunque pareció algo falsa. —Soy Zavier, su novio actual. —No sé porque puse énfasis en la palabra "actual" pero solo sentí que tenía que hacerlo, incluso después de decirme que tenía su propia novia. Tendí mi mano para que el estrechara y todo lo que fue mirarla y chocarla. Bueno… el saludo perfecto, eh. Puedo ver de dónde sacó eso Evelyn. —Encantado de conocerte, gafitas. Genial, un nuevo apodo. Estaba casi sorprendido que nadie apareciera con ese antes. ¿Pero cómo podía este chico Drake actuar todo alegre y feliz cuando su ex novia estaba en coma? ¿Era esa solo una forma de olvidarla? Eso esperaba. Porque lo estaba haciendo bastante bien. El no vendría aquí solo para divertirse con todo esto, ¿verdad? —Entonces, eres el eh… el chico del que Eve ha estado hablando. Pareces un buen tipo. Si, la lastimas te mato. Tragué, pero intenté parecer menos asustado ante esa declaración. Sabía con seguridad que él no estaba mintiendo con respecto a eso. —Pero en realidad, no estoy aquí para causar problemas. Quizás algunos. Ahora, ¿en qué habitación esta? —preguntó, e Ian señaló hacia la habitación. Darrel se quedó conmigo pero nunca hizo contacto visual, solo continuó mirando hacia abajo. Cuando, de pronto, habló. Su voz bastante ronca por apenas hablar.

—¿Zavier…? Lamí mis labios y lo miré otra vez, a pesar que aún seguía mirando hacia abajo. Era casi como si viviera en su capucha, nunca quitándosela. Rasqué mi nuca y esperé que me dijera lo que sea que quisiera decirme. —¿Crees… crees que estará bien? Inhalé y metí mis manos en los bolsillos. Oh, esperaba que estuviera bien. Ella era una chica fuerte. Una luchadora. Incluso aunque tenía dudas, siempre quise creer que, al final, estaría bien. Porque ella era Evelyn Jo. La chica ruda patea traseros. Cuando estaba sentado en silencio en su habitación, recordé esos momentos cuando ella venía y me salvaba. Nunca aprecié esos momentos tanto como lo hago ahora. Y ellos hicieron que quisiera ayudarla a cambio. Quería salvarla de cualquier modo que pudiera. Para cuando despertara, sabría que tendría un chico que haría cualquier sacrificio por ella. Tiene un chico que continuaría respetándola y amándola. Tiene un chico que la protegería de cualquier problema que estuviera en su camino. Tiene un chico que no sería un absoluto cobarde. ¿La gente quería herirla? Tendrían que pasar sobre mi primero. Con suerte, para cuando despertara, sabría que soy su Superman. —Si… —le susurré a Darrel, haciéndolo lucir como si estuviera sorprendido de que dijera eso, en lugar de "no lo sé" o "eso deseo". Le di una sonrisa sincera y me acerqué para quitarle gentilmente su capucha. —Ella estará bien—terminé. Y en realidad, no pareció una mentira para mí.

*** Una semana después, llegué a conocer a Drake y Allie un poco más. Drake estaba en la habitación de Evelyn conmigo casi todo el tiempo y me contó sobre todas las cosas locas que hizo en el pasado. Algunas me asustaron un poco, algunas eran en realidad bastante divertidas. Me gustó la distracción que trajo, incluso aunque seguía sintiéndome triste. Cuando el descubrió que Davne hizo esto, quería matarlo tanto igual que yo y creo que en realidad estaba planeando como terminarlo. Eso me hizo bastante feliz. Ahora con la pandilla junta otra vez, creo que derribarlo no sería imposible. Con Allie, llegué a la conclusión de que era una chica más dulce de lo que aparentaba ser. No interfirió con Evelyn y conmigo, pero todos los días hablaría en el pasillo o caminaría conmigo. Aprendí muchas cosas de ella y supongo que podríamos decir que ya estábamos haciéndonos más cercanos. Cuando hablaba con ella, el tiempo parecía pasar tan rápido que casi me sorprendía. No pensaba en nada más. En verdad podía sonreír, una sonrisa real otra vez. Luego, de regreso en la habitación de Evelyn, me deprimía otra vez. Pero sabiendo que ella iba a estar bien, me hacía querer intentarlo y sacar mi mente de ello. Las

personas han tenido seres amados en coma por meses, años tal vez. Si ella iba a tomarse tanto tiempo, no quería desperdiciar toda mi vida antes que despertara. Si iba a dejarme, me iría con ella. Simple como eso. En lugar de estar tranquilo con ella, le hablaba como si estuviera escuchando. La besaba, dormía junto a ella… porque simplemente quería estar cerca de mi hermoso ángel. Honestamente, creí que Drake sería una amenaza, pero era un buen tipo, como Evelyn había dicho. Es extraño conocer a personas que han hecho cosas malas y aun así, son agradables y divertidas. Ambos parecíamos volvernos bipolares todo el tiempo en esa habitación. Hablábamos, reíamos, y de pronto nos poníamos muy, muy tristes. Pero las cosas buenas eran que yo hablaba más, en realidad sonreía más, comía más, dormía más… todo. Mi esperanza estaba construyéndose más, por alguna razón, y sabía que Evelyn despertaría pronto. Solo quería que fuera lo más rápido posible, porque la extrañaba mucho. Fue increíble como pasé de estar completamente triste por todo un mes, a volverme un poco más feliz en cuestión de días. Ni siquiera sé cómo sucedió, pero estaba feliz de que sucediera. Porque estar sentado, pensando que Evelyn estaría muriendo, era horrible. Quiero decir, a veces, pensaba eso. Pero pensar en ella permaneciendo fuerte y viva era mucho mejor. Honestamente, en verdad ayudó. En ese momento, estaba en su habitación de hospital intentando dormir en una posición muy incómoda en una de las sillas, mientras apretaba un osito de peluche. Por Dios santo, estaba poniendo mis piernas sobre los apoyabrazos de las otras sillas, lo cual era por lo que estaba incómodo. Casi quería tirarme al suelo, solo para poder tomar una simple siesta. Pero en su lugar, me senté recto y empecé a cerrar mis ojos. Pero entonces, escuché la puerta abrirse así que pretendí estar bien despierto. —Hola, cariño —Escuché decir a mi mama, mientras cerraba la puerta silenciosamente detrás de ella. Le echó un vistazo a Evelyn y vi su rostro cambiar. Ella solía lucir preocupada y preguntar cómo había estado ella. Pero esta vez, parecía dubitativa sobre algo. —Hola, mama —saludé. Suspiró y presionó sus labios juntos antes de hablar otra vez. —Está bien, umm… es mejor decirlo ahora. Yo eh… llamé a Bradley, el tipo que conociste que me trajo a Evelyn. Y… bueno, acordamos que si no despertaba antes de lo que esperamos… entonces no puede quedarse aquí. Eso hizo que me pusiera de pie. —Vaya… ¿Qué? —Nunca me gustó ese tipo Bradley—. ¿P… por qué? ¿Por qué, por qué van a llevársela? Encogió un hombro y desvió la mirada. —Les he dicho estas cosas porque tenía que hacerlo. No tuve elección. Escucha, cariño, me gustaría que fueras honesto conmigo. Tu sabes, decirle a tu propia madre

sobre Davne y ella y porque sucedió todo esto. Pero honestamente, no creó que la estoy ayudando. Y tampoco creo que ella esté ayudándote a ti. Me quedé callado y luego me reí de repente. —¿De qué estás hablando, mamá. Y… y… ella ni siquiera tiene que ayudarme con nada. —No creas que no hemos notado tu comportamiento desde que ella llegó aquí — dijo, cuando se acercó a mí—. Quiero decir, sí, pensé que sería bueno para ella. Eres especial, un buen chico, hijo. Ella necesitaba aprender a ser una buena persona. —Ella es buena, mamá. Ella es una buena persona. Mi voz estaba subiendo más alto y no quería. Pero casi parecía como si incluso mi propia madre estaba empezando a hablar mal de mi novia y contra nuestra relación. —¿Una buena persona te ofrecería drogas y alcohol? Estoy segura que ha estado lavándote el cerebro y convencerte que hagas todas estas cosas locas. Estoy simplemente asustada de que tires tu vida por la borda por culpa de ella. Que si ella decide no ir a la universidad. ¿Estarás de acuerdo y no iras tampoco? Me reí otra vez y sacudí la cabeza. Lo que estaba pensando ahora, ¿en serio? Esta no era mi madre. ¿Qué demonios le paso recientemente? —No estoy tirando mi vida. Si ella opta por no ir a la universidad, entonces bien. No me va a detener. Pensé que tu apoyarías esta relación, mamá. ¿Cuándo he traído una chica a casa para que tú la conozcas? Nunca. Evelyn es la única, ¿vale? Sé que lo es. —Lo siento, cariño. Es una buena chica, pero ella es mala para ti. La mire durante unos segundos antes de asentir y responderle. —Tal vez me gusta eso. —Estaba a punto de darme la vuelta, pero me detuve y señale hacia ella, caminando un poco más cerca—. Y solo para que lo sepas… quiero pasar el resto de mi vida con ella también. Ella sacudió la cabeza hacia mí como si estuviera loco. Y demonios, tal vez lo estaba. Loco de amor. —El Zavier que una vez conocíamos nunca hubiera consumido drogas o beber un solo sorbo de alcohol. Ella tuvo que haber cambiado esto. Tú has cambiado. He pensado que podías ser algo bueno, algo especial, que ella podía cambiar con tu ayuda. Pero estaba absolutamente equivocada. Ella te ha cambiado a ti a peor en su lugar. ¿Dónde está mi niño inocente? Porque esto no es él y le echo de menos. Sonreí pero pareció más falso que cualquier otra sonrisa que he tenido que exponer en estas últimas semanas. —Bueno, nunca lo tendrás de vuelta. No tengo más nada que decir después de eso, así que solo di la vuelta y regrese a mi asiento. Había terminado con esta conversación. ¿Cómo puede mi madre pensar esto? Entiendo que Evelyn hizo cosas malas y que una madre sólo se interesa profundamente por su hijo pero... aun así. ¿Por qué ella…? —Javier Roberto Romero.

Estoy completamente parado cuando la escuché decir todo eso en un acento español. Tragué duro y lentamente volví mi rostro hacia ella. Estaba tan conmocionada por decirlo así y estaba tapando su boca, también. —¿Cómo me llamaste? —le pregunté. No parecía querer hacer contacto visual conmigo. —Yo… n… nada, Zavier. Yo no he dicho nada. —Me has llamado Javier. Nadie más que la mamá de Anita me llama de esta forma porque ella no puede pronunciar mi nombre real. El único nombre que realmente he reconocido era Roberto, ya que era mi segundo nombre. Pero no tenía idea de por qué me llamó Javier. O por qué dijo Romero al final. El nombre completo simplemente sonaba tan extraño y desconocido para mí. —Tengo que irme —dijo rápidamente mientras caminaba directamente fuera. Todavía estaba en shock, pero después de unos segundos, salí corriendo y no la vi más. Gemí y puse mis manos en mi rostro por la frustración. Después tiré fuerte de mi cabello y volví a pegar mi puño contra la pared más cercana. Aunque inmediatamente me detuve cuando vi a Allie ahí de pie con cara de miedo. Si alguna vez golpeara a una chica, me odiaría una eternidad. —Maldita sea, yo… lo siento, he… —¿Estás bien, Zavier? —preguntó mientras levantó su mano para tocar mi mejilla. Pero me aleje, lo cual provoco que quitara su mano y bajar la mirada. —Sí, sí, estoy… bien—respondí con una voz severa. Después había intentado tomar unas cuantas respiraciones profundas antes de volverme hacia ella y darle una suave mirada—. Me disculpo sinceramente por lo que acabas de ver. Normalmente no soy así. Ella asintió y me dio una pequeña sonrisa, moviendo su pelo oscuro de sus ojos verdes. —Está bien, Zavier. Yo realmente venía a preguntarte algo. Mordí mi labio y asentí, esperando lo que sea que estaba a punto de preguntar. Ella parecía nerviosa y tímida y esto me hizo pensar que era lo que iba a preguntar. Ya que por lo general, ella era extrovertida y me decía casi todo lo que pasaba por su mente. —Umm… bueno, sé que nos conocimos sólo hace unos días, pero… —Hizo una pausa y tomó una respiración profunda—. Me gustas, Zavier —dejó escapar. Simplemente la observé y después aparté mis ojos por un momento antes de decir lentamente: —¿Qué? Sonrió y continúo. No perdí el pequeño rubor formándose en sus mejillas. —Y te quería preguntar si irías en una cita conmigo. —Me sonrió y ahogo una risa nerviosa mientras ponía un mechón de cabello detrás de su oreja—. Yo… bueno por supuesto, fuera de aquí. Tener una cita aquí sería tonto, ¿no crees? —Ya estaba perdido cuando dijo "me gustas" ahora me pedía una… ¿qué? —¿Qué?

Una vez más, sonrió y lamió sus labios antes de alcanzar mis manos. Se sentía tan poco familiar para mí. Era frio. No caliente como era con Evelyn. Espera… Rápidamente me alejé de sus manos como si me hubiera quemado y puse mis manos en mi cabeza para pensar en que decirle exactamente. —¿Por qué me estás diciendo esto? ¿P… por qué estás pidiéndomelo? —Porque me gustas. —Sí, entendí esa parte, pero Allie… —Le di una sonrisa, tratando de llevarla fácilmente—. Yo no… mira yo… está bien. —Esto iba a ser más difícil de lo que pensaba. Probablemente más difícil que lo que había sucedido con Joss, a quien recordaba haber alejado sin ninguna advertencia después de mi rechazo, lo cual era raro. —¿Qué pasa Zavier? —preguntó Allie, con esperanza en sus ojos verdes. He intentado prepararme para esto a pesar de que surgió de la nada. Honestamente, no creo que a Allie le gustaría alguien como yo y mucho menos confesármelo. Pero supongo que no puede evitar a quien le gustes. —Evelyn, la chica de allí… nosotros tenemos una especie de relación —dije con mucho cuidado, viendo como su sonrisa desaparecía. Sus cejas se juntaron, cuando comenzó sacudir su cabeza. —Yo… no. No, ustedes no. No están juntos. —Allie, pensé que sabias esto. —Nunca pronunciaste la palabra novia mientras estaba alrededor. Escuchando su voz cada vez más fuerte me provocó levantar mis manos como para mostrarle que quiero decir sin perjudicar. —Oye, Oye… no tenía porque. Supuse que lo sabías. Pido disculpas por hacerte creer que no estaba ocupado. —¿Sabes qué?, eres un idiota como todos los demás. Creía que eras dulce, pero estas tonteando por ahí, ¿no? Consiguiendo que otras chicas se enamoren de ti. Qué patético, Zavier. Realmente patético. Estaba sorprendido. ¡Genial! ¿Qué? ¿Qué hice? Sólo intentaba desanimarla suavemente. Honestamente creía que sabía que la chica especial ahí era mi novia. No mi hermana o algo así. Antes de que pudiera decir algo más, Allie gruño y se alejó de mí. Incluso hizo aquel insoportable, descarado volteo de cabello cuando se giró. Jesús. Cada uno se está convirtiendo en demasiado para soportar aquí. Por favor angelito, despierta y ayúdame salir de aquí. ¡Estas personas me están volviendo loco! —Oye, gafitas. Oh, ¿ahora qué? Suspire y me di la vuelta para encontrar a Drake acercándose a mí con una sonrisa en sus labios.

—Encuentra el capullo —¿Capullo? Rodo los ojos hacia mí. —Es el nombre en código de Davne. ¿Qué? —Hizo una pausa y miró a su alrededor. Después se volvió hacia mí y vino un poco más cerca para susurrar—. ¿Crees que deberíamos usar algo un poco más duro? —Umm… —No sabía mucho sobre esta clase de nombre, pero Davne sin duda era un capullo. Y muchas otras cosas. —Capullo está bien, supongo. —Genial. —Luego miro hacia mi osito de peluche y frunció el ceño—. Deja el bonito osito de peluche, nos vamos.

*** Mientras Drake conducía hasta el que sea el destino donde estaba el Capullo, mis nervios y miedos aumentaron. O realmente muy nervioso y asustado. Ian y Darrel estaban en el asiento trasero y experimenté un tipo de temor con ellos siendo igual de enfadados con Davne, lo que les haría actuar irracionalmente. Quiero decir, seguro, ellos son la clase de chicos que no les importa la ley, pero realmente nunca les he visto haciendo nada como una pandilla completamente. Realmente no tenía ni idea de por qué Jesse decidió acompañarnos. Le dije que se quedara con Evelyn pero quería venir también. No quise perder mi tiempo intentando hacerle quedar, por lo tanto solo le ignore. Drake bajo la música y se giró hacia mí por un segundo rápido antes de mirar de nuevo el camino. —Por tanto, gafitas, ¿alguna vez has sostenido una pistola? Esto casi me hizo atragantar mientras le daba una mirada incrédula. —¿Qué? —No me digas que tendremos que disparar a Davne, también. Él me dispararía antes de que yo pudiera alcanzar mi arma. —Estoy bromeando, no las utilizamos. Bueno, tengo algunas en caso de que el cobarde saque alguna. Pero aparte de eso, no es mi mejor arma para este tipo de situaciones. —Entonces… entonces, ¿cuál es? —pregunté con cautela. —Este hombre puede luchar—contesta Ian—. ¿Has visto a Evelyn? Drake le ha enseñado, pero no le ha enseñado todo. Hombre, este chico es como un luchador MMA18, pero mejor. Después Ian puso su mano encima y revolvió el cabello oscuro de Drake. Drake rió y sacudió la cabeza.

18

MMA: Artes marciales mixtas.

—Apenas. —Entonces, ¿cómo sabes dónde está Davne? —le pregunté, haciendo a Drake inclinar su cabeza hacia un lado y levantar una ceja. Suspire—. Entonces, ¿cómo sabes dónde está el Capullo? —Ah, es un chico inteligente con ciertas cosas pero no ha hecho cosas como estas tanto tiempo como yo. Él seriamente tiene que aprender más. Puedo capturarlo más rápido que la policía. Además, si fuera lo suficientemente inteligente hubiera dejado el país ahora, o al menos el estado. —Hizo una pausa por un momento y se estiró hacia su bolsillo para tomar un papel. Lo leyó y me lo mostró. Estábamos en una luz roja, justo ahí—. Y si no fuera tan estúpido, no me hubiese dicho exactamente donde estaba ahora. —¿Qué si es solo un engaño? —pregunto Jesse. Drake se encogió de hombros. —Entonces lo encontraré. Pero no creo que este sea un engaño. Lo observe un par de años. Hablé con él antes y le dije algo para cabrearle. Él definitivamente va a estar allí. Estaba a punto de volver a colocar el papel en su bolsillo, cuando rápidamente lo agarré, desabroche el cinturón de seguridad y bajé del coche. Escuche mi nombre (como también algunas maldiciones), pero lo ignoré mientras corría tan rápido como podía. No tenía ni idea de lo que tenía que pasar. Sabía que esto era completamente estúpido por la última vez que estuve solo con Davne, pero tenía ganas de verlo y hacer todo lo posible para castigarlo. Por otra parte, sólo hice esto porque sabía que los chicos llegarían después para ayudarme. Aunque por ahora, esto era todo para mí. Llegar al sitio no fue tan difícil. Era un poco lejos y estaba sin aliento, pero tenía una gran cantidad de energía, solo pensando en nosotros consiguiendo terminar con Davne. El lugar que había elegido para reunirse era un oscuro callejón. Acojonante. Caminaba en silencio y mirando por él. Mi corazón se corrió más rápido una vez lo vi cerca, contra la pared de ladrillo, con un cigarrillo entre sus labios. Una vez que me vio, sonrió socarronamente y tiró el cigarrillo, quitándose de la pared para acercarse a mí. Parecía enfadado pero también contento de verme. Y todo lo que hice fue mirar detenidamente al Capullo. —Bueno, bueno. No quería ni oír lo que tenía que decir. Sólo me fui derecho y golpeé mi puño en su rostro. No lo esperaba, así que mientras sostenía su pómulo le golpee una vez más, haciéndole tropezar. Entonces, pareció incluso aún más enfadado que antes y empezó pelear también. Traté y traté, recordando lo que aprendí y lo que Evelyn me enseñó. Todo fue bien hasta que... Estuve empezando a tener un estúpido ataque de pánico. Y por supuesto, traté de golpear, esquivar y patear. Pero era inútil. Estaba empezando a sentirme débil y Davne tomó esta oportunidad para empezar a golpearme como siempre lo había hecho en el pasado.

Estaba tosiendo en el suelo, cuando escuche muchas pisadas. Me di cuenta de que se habían caído mis gafas y eran sólo a unos centímetros de mí. Así que entorne mis ojos y me estire por ellos. Una vez que me las puse de nuevo, miré la escena delante de mí, todavía respirando bastante pesado. Los tres chicos estaban golpeando a Davne y me sorprendió ver cómo todos ellos trabajaban juntos. Davne no tenía ni una oportunidad. Supongo que fue realmente estúpido para caer en este engaño. Tosí y me agarré del pecho, sentí como si apretara fuerte. Escuché maldecir y a continuación sentí un par de manos sobre mí, tratando de relajarme. —Ey, ey —dijo Jesse—. Aguanta ahí, amigo. Solo mantén tu respiración. Piensa en Evelyn. Algo. Joder, lo siento pero voy a besarte. Todo lo que hice entonces fue cerrar mi boca y apreté mi nariz mientras fuertemente cerraba los ojos. Después de unos segundos, quite mis manos y exhale duramente. Una vez que Jesse supo que estaba bien, suspiro de alivio y miró de nuevo a los chicos. Ian y Darrel miraban al suelo al ensangrentado Davne, inmóvil. Drake caminó alrededor de su cuerpo y después salido de la nada, saco esposas y también un teléfono celular. Entonces, sonrió socarronamente. —Está bajo arresto, Conrad. Bueno... no sé si estás consiente pero lo que sea. Llamare a los policías ahora, haciéndoles saber dónde estás. Robe estas esposas, de modo que espero que aprecien el hecho que ya has sido esposado. —Asintió a Ian y Darrel y ellos fueron a ponerle las esposas a Davne. Jesse exhaló y después, se giró hacia mí. Me miró absorto en su pensamiento y me abofeteó el brazo de la nada. —¿Estas jodidamente loco, amigo? Sólo inhalaba y exhalaba ya que todavía estaba tratando de recuperar mi aliento. —L… lo hice por ella. No me importaba si iba a morir. Lo… lo hice por ella, Jesse. Me dio una mirada como si estuviera loco por hacer todo esto. Y bueno, lo era. Casi pensé que podía manejar a Davne y ser el héroe de Evelyn, pero estaba alegre de saber que los chicos iban a venir a ayudar. Si no, definitivamente habría muerto allí. —¡Jodido infierno, amigo! —gritó Jesse—. No quiero a mi mejor amigo matándose así. Sólo tosí una vez más y vi a los otros tres chicos empezando a caminar, dejando el inconsciente cuerpo de Davne, ahí. También he oído sirenas de policía cerca. Miré a Jesse y me encogí de hombros. —Lo siento —susurre. Jesse miró hacia mí y luego golpeo mi espalda y sacudió su cabeza antes de ayudarme a levantarme.

—Eres tan tonto.

*** Volví al hospital con un labio abierto, un ojo negro, una nariz sangrando y toda una tonelada de otros golpes. Sabía que tenía conseguir que me las miraran, pero por ahora, tenía que ir a un lugar mucho más importante. No obstante, apenas antes de caminar a la habitación de Evelyn, me congelé al ver una nota en la silla que me solía sentar fuera. Miré alrededor, pero no vi a nadie sospechoso, así que me agaché y la agarré una vez que vi mi nombre en ella. Zavier, Pido disculpas sinceramente por lo de antes. Supongo que simplemente los chicos me Susan para jugar conmigo. No tenía que haber actuado de la manera que lo hice, o tratarte como lo hice. Y por esto estoy profundamente arrepentida. Solo espero que me perdones y que podamos seguir siendo amigos. Sólo empujo mis sentimientos fuera porque… bueno, ya eres elegido. Y yo no interferiré en eso. Lo prometo. Allie. Tras volver a leer una vez más, doblé la nota y cuando sentí un toque en mi hombro, me volví a ver Allie allí de pie, sosteniendo algo en sus manos. Parecía otra nota, excepto por el hecho de que esta era un sobre de color crema. Fruncí y miré de nuevo en sus inquisitivos ojos verdes. —Zavier, ¿qué te pasó? —preguntó preocupadamente. Moví mi cabeza. —N… nada importante. Tendré que comprobarlas más tarde. No te preocupes por mí, por favor. Ella me dio una cálida sonrisa y después empujo el sobre hacia mí. —Bueno entonces… aquí, yo creo que esto hará que te sientas mejor. No mires lo de delante, solo ábrelo y ve lo que hay dentro. Mantuve mi ceño fruncido hacia ella y miré el sobre. Una vez abierto, bastante lento, fui sorprendió por lo que encontré dentro. Honestamente, empecé pensando que todo esto no era más que un sueño una vez que empecé a leerlo y lo acabe. —Yo… tu… tu… Ríe con picardía. —Bueno, un amigo hizo todo esto para mí. Por lo tanto se lo debes agradecer. Su padre es uno de los más importantes de ahí. Tiro unas pocas cuerdas, le dije que mirara tu GPA, SAT y las puntuaciones ACT, todo eso. Le dije que sería realmente impresionado. ¡Y lo fue!

—Y… U… una entrevista con Harvard simplemente… no es algo que ocurra como nada. —Bueno, supongo que es un milagro entonces. Miré con asombro hacia ella y luego me reí, tapando mi boca y mirando en la nota otra vez. Incluso sentí la necesidad de hacer esa cosa de quitar mis gafas, limpiar las lentes y ponerlos de nuevo. —Ni siquiera me he graduado, ¿cómo hiciste… —Tienes suficientes créditos para graduarte antes. Así que eso es lo suficientemente bueno. Has sorprendido a personas, Zavier. —Sonrió y me dio un ligero golpe en el brazo—. Se orgulloso. Continué riendo y luego una vez que no pude más, me acerque para abrazarla fuerte. Incluso me sentía como girándola alrededor, pero hice una mueca por el dolor y decidí alejarme, notando un poco de rubor en sus mejillas una vez que la miré de nuevo. —G… gracias, Allie. Esto es realmente una de las cosas más increíbles que alguien ha hecho alguna vez por mí, te estoy tan agradecido. Ella sonrió y luego se fue y me dejo solo con una gran sonrisa en mi rostro que duró hasta el día siguiente. —¿Por qué trajiste esto aquí? —le pregunté a Darrel cuando andaba a lo tonto en la tarde y colocaba un cubo de pollo frito al lado de Evelyn. Sólo me dio una pequeña sonrisa y comenzó a salir. —Sólo para celebrarle a ella… viviendo… Iba a decirle que estaba actuando como si ella estuviera muriendo, pero una vez que le oí suspirando, rápidamente me gire hacia Evelyn. Había estado sosteniendo su mano todo el tiempo, como lo hago todos los días, y mi corazón estaba latiendo fuerte contra mi pecho cuando sentí su apriete en uno de mis dedos. Empecé a sonreír ampliamente cuando la vi moverse un poco. Entonces, me levanté y sin quitar los ojos de encima, grite: —Chicos, chicos, está despertando. ¡Está despertando! Todos, incluyendo el doctor corrieron en ese momento, uno detrás del otro y miraron a Evelyn felices mientras ella lentamente abrió sus ojos y miró a su alrededor, casi confusamente. —E… —Aclaro su garganta—. ¿Esto es pollo frito? —Esta es una nueva —dijo el doctor con una risa mientras empezaba a controlarla un poco. Darrel se rio. —Sólo Evelyn. ¡Debería haber traído un balde lleno de pollo frito años atrás! — dijo mientras iba hasta ella con una enorme sonrisa y brazos abiertos—. ¡Evelyn! Sonreí hacia ella y la sentía apretar mi mano más fuerte. Mi ángel estaba finalmente despierto.

49 Promesa que cumplir •Zavier• Cuando el doctor dejó la habitación, Evelyn les sonrió a los chicos que iban a abrazarla, prácticamente la estaban atacando con todo el amor y cuidado que tenían por su amiga cercana. —Hola chicos —saludó. Su voz todavía parecía atontada por no haber hablado durante semanas. Una vez que los chicos se alejaron y me miró, frunció el ceño y me miró detalladamente, como si no tuviera ni idea de quién era—. ¿Quién es el idiota? La sala se quedó completamente en silencio y mi sonrisa fue muriendo poco a poco. Sentí cómo mi corazón se rompía y se me iba directamente a la boca del estómago. Me sentía mareado. Tenía ganas de llorar otra vez. ¿De verdad no recuerda quién soy? Era imposible. No tenía daño cerebral. Estaba a punto de dar la vuelta e irme bien lejos de aquí, hasta que despacio alcanzó mi mano y me sonrió. ―Hola osito de peluche ―susurró. Sonreí ampliamente y no pude resistirme más, besé sus labios, suaves y dulces. Me apretó y me acercó hacia ella, mientras me alejaba y miraba sus hermosos ojos brillantes, que contenían necesidad y felicidad. Mantuvo su agarre y se mordió el labio, probablemente para dejar de llorar. Después me abrazó bien fuerte y casi me olvido de que no estábamos solos. ―¡Mierda Eve! Casi le das un infarto. No fue agradable ―comentó Ian riéndose―. Pero bueno, ¿cuándo eres agradable? ―bromeó. ―Aprendió un montón de mí ―dijo Drake. Me alejé para mirar a todos los chicos. Luego volví a Evelyn y acuné su suave mejilla sin soltar su otra mano. ―Hola ángel. Sonrió y me miró otra vez, parecía tener rostro de enojo y preocupación. Como si acabara de notar todos los moretones que tenía. —Espera. ¿Quién... quién te hizo eso, osito? ―Solo seguí sonriendo y moví la cabeza como si no fuera nada. Mi ángel estaba despierto y no había nada que pudiera cambiar mi humor—. ¿Quién te hizo eso? ―demandó saber.

Pero todo lo que podía hacer era seguir sonriendo y acariciando su pómulo con la yema de mi dedo. ―¿Te acabas de despertar después de estar dos meses en coma y te preocupas por mí? Se sorprendió ante la parte del coma, pero luego sacudió la cabeza como si estuviera segura de haber entendido mal. ―Te pongo primero que yo, por supuesto que me importas más. Agaché la cabeza y no pude evitar comenzar a llorar. Las lágrimas ya estaban empezando a salir y, esta vez, no pude detener su avance por mis pálidas mejillas. Evelyn suspiró y abrió los abrazos ampliamente para que pudiera abrazarla de nuevo. La abracé fuertemente, como si fuera mi único remedio y la necesitara para poder vivir, lo que en realidad era cierto. Mi voz se quebró mientras le hablaba al oído: —P… pensé que te había perdido... No quiero perderte nunca, ángel. Se rió y nos apartamos para mirarnos a los ojos. —Nada puede detenerme, osito de peluche ―aseguró, mientras me sacaba las gafas y me limpiaba las lágrimas―. Ni siquiera la muerte. ―Me besó en la punta de la nariz y puso los lentes de nuevo en mis ojos―. Ahora, ¿qué quieres decir con dos meses en coma? ¿Qué demonios sucedió? ¿Comí demasiado pollo? Demasiado nunca es suficiente, lo sabes. Me reí cuando sonrió y descansé mis codos en la cama tomando sus manos y besándolas. ―Emm, bueno, Davne estaba detrás de mí y, aparentemente, cuando estaba a punto de dispararme Ethan vino y lo empujó. Así que la bala terminó dándote a ti, ya que estabas corriendo detrás de mí. Se quedó boquiabierta y miró hacia abajo como si estuviera pensando profundamente. —Recuerdo que Ethan hizo eso... ―Luego apretó la mandíbula―. Davne, el imbécil, ¿dónde mierda está? Te lastimó, ¿no? Joder, yo... ―Comenzó a levantarse pero la detuve sosteniéndole suavemente los hombros. ―Ya está todo resuelto. El tipo estará en la cárcel por un tiempo muy largo. Cuando escuchó hablar a Drake se giró hacia él. Sabía que estaba allí desde que se había despertado, pero todavía estaba sorprendida de verlo ahí de pie con una sonrisa sincera. ―Drake, exactamente, ¿cuándo llegaste? ―Al fin te das cuenta de que estoy aquí. Dios, estaba... ―Puso su mano en su corazón como si de veras se estuviera rompiendo de tanto dolor―. Me daba la sensación de que te habías olvidado completamente del líder de tu g... ―Ejem, akjshdsjhf. Todos miramos extrañados a Ian cuando comenzó a hacer una tos falsa y a aclararse la garganta también de mentira. Pero nos volteamos hacia la puerta y vimos a ese tipo, Memo, entrando y mirándonos a todos.

Puse los ojos en blanco y me giré para mirar a Evelyn encogiéndome de hombros. ―¿Quién es el idiota? ―preguntó Evelyn, haciendo que le tapara la boca. Pero simplemente me quitó la mano—. De verdad, ¿Quién...? Oh. Memo la miró y sonrió. —Así que está despierta. Comenzó a acercarse y todos se movieron, pero me quedé donde estaba mirándolo ferozmente. Desde el primer día me dio la impresión de que estaba tratando de acercarse a mi chica. Pero eso no iba a suceder, no iba a dejar que sucediera. ―Bien, te recuerdo. ¿Por qué está aquí? ―preguntó Evelyn mientras inclinaba la cabeza hacia un lado y lo miraba simplemente como si le disgustara. ―Como seguridad en tu cuarto en caso de que Davne se colara. Ella se rió pero paró de inmediato. —Sí, bueno, ustedes ya lo atraparon. Y les agradezco por eso, de verdad. Pero, eh, sí, por favor, váyase ahora. Gracias. Memo apretó la mandíbula y se giró para mirar a Drake y a los chicos cuando empezaron a reírse. Pararon inmediatamente en cuanto vieron su mirada. Drake fingió mirar el mundo de afuera, Darrel las paredes de color crema e Ian solo comenzó a silbar y a mirar a todos lados. Memo volvió a mirarnos. —He estado tratando de atrapar al tipo durante bastante tiempo. Ya ha herido a mucha gente, incluso a algunos conocidos míos. Así que cuando me enteré de que ustedes se juntaban con él, solo quise ayudar para encontrarlo. Pude haber parecido un idiota, pero en realidad soy un buen tipo. —Sonrió y palmeó la cama de Evelyn―. Es bueno que estés despierta. No te molestaré más. Solo quería ayudar a salvar una vida. ―Sostuvo sus manos arriba y comenzó a salir de la habitación pero luego se detuvo y miró a Drake―. Es genial lo que hiciste. Drake fingió una risa. —No sé de lo que estás... Memo puso los ojos en blanco y se rió. —No tienes que mentir. Creo que serías un buen policía encubierto. Deberías pensarlo alguna vez. Buen trabajo. Y con eso, se fue. Dejando a Drake pensando por un momento. Después quedamos en un silencio incómodo, así que Darrel decidió romperlo saltando sobre nosotros. —¿De verdad mi pollo te despertó E-Jo? Evelyn le sonrió. —Bueno ya me estaba despertando. Pero después olí a pollo así que supongo que podría decirse que así fue. Pero hombre, me estoy muriendo de hambre. Después de todo, no he comido en dos meses, ¡Joder! ―Entonces giró y trató de alcanzar el pollo. Le sonreí y se lo pasé―. ¡Oh, delicioso!

Entonces Darrel trató de agarrar un poco, pero Evelyn le alejó la mano de una palmada y juntó las cejas. —Es mi pollo ―dijo, haciendo que él se agarrara la mano e hiciera puchero―. ¡Oh, estoy bromeando! Venga chicos, agarren y celebremos. Drake se rió y fue a agarrar un poco también, junto con el resto. —Estás compartiendo la comida. Nunca lo hubiera imaginado. ¿Qué te ha pasado mientras no estuve? Evelyn se encogió de hombros y todos agarramos alas de pollo después de ella. A continuación, comenzamos a celebrar y a reír comiendo el pollo. Tenía la boca llena cuando mi madre decidió entrar. ―Oh. ―Nos miró a todos y puso una sonrisa amistosa―. Hola a todos. Evelyn, que bueno que finalmente estés despierta. ―¡Stormy! ―gritó Evelyn mientras le mostraba la caja de pollo―. Ven aquí estamos celebrando, así que agarra un poco. Negó y movió la mano. —No gracias, cariño. ―Oh, vamos. No seas tímida, Stormy. Solo sonrió otra vez y miró a cada uno de nosotros. Luego suspiró. —Yo, emm... Tengo que hablar contigo. Y, Zavier, contigo también. Solo giré para ver a Evelyn, no quería hablar con mamá ahora... o nunca. Prácticamente quería separarnos y yo que pensaba que estaba bien con esto. Todavía no podía creer lo que me dijo el otro día. ¿Y ese nombre? Todavía no me sonaba. ―Cariño, ¿por favor? ―Entonces habla ―le solté cuando me di la vuelta para mirarla y abrí mis brazos―. Estoy escuchando. Todos lo estamos. Suspiró y miró a todos los chicos con una pequeña sonrisa de disculpas. —Podrían los tres, por favor, ¿esperar afuera unos minutos? Los chicos se miraron entre sí y comenzaron a salir sabiendo que, fuera cual fuera la razón por la que estaba aquí, era importante. Mamá estaba justo detrás de ellos y cerró la puerta en cuanto todos salieron. Caminó hacia nosotros otra vez cuando de pronto la puerta se abrió. Jesse comenzó a entrar y parecía el dueño del lugar, pero por suerte los chicos rápidamente lo sacaron. —Evelyn, mi chic... oigan, oigan ¿por qué me están sacando? ¡Evelyn, hola! ¡Qué suerte que hayas vuelto! Por favor no me maten chicos. Lo lamento. Mi madre suspiró cuando la puerta se volvió a cerrar y caminó hasta el otro lado de la cama para vernos. Yo estaba mirando hacia abajo, jugando con la mano de Evelyn porque, precisamente en este momento, no creía poder mirar a mi madre a los ojos. No después de lo que había dicho de la única chica a la que amo. Pensé que como ella siempre ayudaba a la gente, inclusive adolescentes como nosotros, entendería esta clase

de situación. Pero supongo que me equivoqué. No entendía para nada. ¿A quién había estado tratando de ayudar todo este tiempo? ―Mira, cariño... ―¿Qué quieres? ―demandé, haciendo que Evelyn mirara de un lado al otro entre nosotros. ―De acuerdo... ¿qué está pasando? ―Solo un par de cuestiones. Levanté la cabeza y miré a mi madre después de que dijera eso con voz calmada. —Sí, como el hecho de que me dijeras que era mala para mí. O que se estaría yendo pronto. ―¡Vaya! ¿Qué? Zavier, ¿de qué estás hablando? ―preguntó Evelyn girándose para mirarme, pero solo mantuve la mirada en mi madre. ―Evelyn, te irás en cuanto salgas del hospital ―le contestó mi madre. Inmediatamente Evelyn se volvió hacia ella. —¿Qué? Stormy... ―Déjame explicarte primero. ―¡Mamá, ya me has explicado lo suficiente! ―le dije―. Yo se lo explicaré a Evelyn, ¿está bien? Dejó caer sus hombros, que estaban rígidos. —¿Recuerdas cómo te llamé? ―Negué mientras agachaba la cabeza apretando los dientes de la ira―. Javier Roberto Romero. ¿Te acuerdas? ―¿Quién demonios es ese? ―preguntó Evelyn―. ¿Algún cantante español? —Zavier, es tu viejo nombre —explicó mi mamá, haciendo que poco a poco volviera a mirarla―. Tu padre... te llamamos Javier y su apellido era Romero. Nos separamos y quiso el divorcio, así que terminamos marchándonos y... ―Pausó para pasarse la mano por la frente respirando hondo―. Bueno, simplemente no podía soportar ese nombre. Lo odiaba porque solo era un recordatorio. Así que simplemente cambié una letra de tu nombre para hacerlo sonar diferente, mantuve tu segundo nombre y te cambié el apellido por el mío. La miré sin poder creerlo. ―¿Qué? ¿Por qué nunca me lo has dicho? ―Nunca quisiste siquiera saber sobre tu padre, una vez que te enteraste de que sencillamente nos abandonó como si nada. Pero... ―Respiró hondo nuevamente y se lamió los labios que estaban secos―. Era una mala persona, Zavier. ¿De acuerdo? Y a veces, trataba de cambiarme. Solo estaba preocupada. —Miró de un lado al otro entre a los dos―. Sabes... sinceramente, por dentro, sé que los dos podrían funcionar. Pero tenía miedo de que cambiaras demasiado, inclusive si solo estabas creciendo. O... de que alguno de ustedes terminara dejando al otro con el corazón roto, como yo. ―Bueno, tienes razón, no quiero escuchar sobre mi presunto padre o lo que hizo. Pero, ¿y Bradley entonces? Dijiste que habías accedido a que Evelyn se fuera.

—Sí, bueno... se enteró de lo que estaba pasando. Lo canceló todo y como Evelyn no tendrá dieciocho años hasta marzo, deberá que irse y volver a Virginia. ―Presionó los labios. Evelyn se quedó boquiabierta y comenzó a respirar pesado, mientras sacudía la cabeza con pánico. ―¡No...no, no! Stormy, ¡Por favor! ―rogó, mientras sus ojos comenzaban a llenarse de agua rápidamente. —Traté de detenerlo. Pero luego me recordó a mi ex esposo y solo... no debería haber dicho esas cosas, Zavier. Ese hombre está loco. Pero no hubiera podido detenerlo tampoco y, por eso, lo lamento mucho. Sé que no soy tu persona favorita en este momento y lo entiendo. Todo lo que hice fue acunar la mejilla de Evelyn y asentir, susurrándole que todo estaría bien porque así sería, lo sabía. Siempre y cuando estuviéramos juntos, nada podría detenernos de amarnos y de mantenernos juntos. Nada. ―Sé que no se me puede perdonar. Pero me disculpo. ―Mi madre suspiró y comenzó a irse―. Bradley estará aquí probablemente mañana o pasado. Los doctores te darán el alta mañana al mediodía una vez que te chequeen un poco más. Una vez se fue, corrí a abrazar a Evelyn, acercándola cuando comenzó a llorar. Odiaba esto más que cualquier otra cosa.

•Evelyn• En cuanto me calmé lo suficiente, Zavier fue a buscarnos algo de comida para, así al menos, hacerme sentir un poco mejor. No podía creerlo. Me llevarían en un par de horas. ¿Cómo podía estar pasando? ¿Era mi culpa? Supongo que sí. Odiaba esto. Y por las pocas horas que me quedaban, todo lo que quería hacer era pasarlas con Zavier. Porque, obviamente, volver a Virgina significaba que los chicos también lo harían. No tenían ninguna razón para quedarse aquí. Así que abandonaron el hospital más temprano para prepararse para irse, mientras me quedaba sola en la habitación. Escuché la puerta abrirse y cuando miré, esperaba ver a mi osito, o inclusive al loco de Jesse a quien también extrañaré. Pero todo lo que vi fue a una chica con el cabello largo y negro, ojos verdes y brillantes, usando una bata de hospital y luciendo una dulce sonrisa. Le fruncí el ceño a medida que se acercaba. Se detuvo al final de mi cama pero no dijo nada, solo me miraba fijamente; lo que era en verdad bastante escalofriante. ―Emm... ¿Estás en la habitación correcta? ―le pregunté con un resoplido. Me puse el pañuelo en la nariz para limpiarme los asquerosos mocos. Negó.

—Solo quería pasar y conocerte. La mire fijamente y me di cuenta lo delgada que era. Mucho más delgada que yo, lo que daba miedo. ―¿Quién eres? Saludó con la mano y se rió. —Allie. Empecé a hablar con Zavier hace un par de días y realmente parecía devastado por el hecho de que estuvieras en el hospital. Honestamente, no pensé que eran pareja, pero supongo que mi estúpido cerebro no lo entendía. Todo lo que hice fue seguir mirándola. Bueno, en serio, ¿quién es esta chica? Solo una estúpida cualquiera... ―Pero quería venir y conocerte. Bueno, quería decirte que estoy contenta de que estés bien y despierta, porque ver a un amigo triste es una de las peores cosas. —Pausó para sonreírme y parecía sincera―. Tienen tanta suerte de tenerse. Solo quería hacerle un poco de compañía y terminó bien así que... sí. Se fue ni bien terminó de decir eso y yo no dije nada más. Es como si hubiera desaparecido y como si mentalmente me hubiera dicho que no la volveríamos a ver. Qué raro. Me encogí de hombros y cerré los ojos como si nada hubiera pasado. Gemí interiormente cuando escuché que la puerta se abría y vi que todavía no era mi osito. Aunque yo todavía estaba agarrando un osito de peluche, que aparentemente él había estado sosteniendo todo el tiempo que estuve en coma. Me lo dio y me pareció tan adorable y dulce. ¡Oh, Dios! ¡Iba a extrañarlo como loca! Sin embargo, de lo único que estaba feliz era que nunca más tendríamos que volver a preocuparnos por Davne. Mientras yo no esté, no será una amenaza para Zavier. Incluso quería agradecerle a Ethan por lo que hizo. Porque si Zavier estuviera en esta cama, en coma por dos meses, me hubiera vuelto completamente loca. Toda mi vida giraría en torno a la cama en que estaría acostado. Perderlo significaría perder la vida. ―¿Qué tal, chica? ―dijo Jesse, mientras entraba pavoneándose. Una vez que se acercó más, se deslizó hacia mí con una sonrisa en su rostro. ―Hola, Jesse, ¿dónde está Zavier? Salió a buscar comida, no sé cuánto tardará. Jesse puso los ojos en blanco juguetonamente y sacudió la cabeza. —¡Ese chico! La comida aquí es gratis. ―¡Mier...! ―Tranquila, toda la comida aquí es gratis. Pero sí, aun así la paga. Sobre todo por una cuestión de caridad al hospital. ―Asintió y metió sus manos en los bolsillos del pantalón vaquero―. Oh, pero... este pequeño niño enfermo y esta chica con la que ha estado hablando, Fallie... ―¿Allie? ―Alli, Kallie, Tallie, lo que sea. La misma diferencia estúpida. Ella y el niño lo detuvieron. No pudo decirle que no al niño, así que solo están jugando. Volverá en un ratito. ―Asentí y apoyé la cabeza en mi almohada chupando mis mejillas. Las siguientes palabras de Jesse me enojaron un poquito. Solo un poquito―. Sabes, desde que has

estado en coma, Zavier no ha podido sonreír de verdad. Pero cuando estaba con ella, parecía que sonreír le resultaba más fácil. Oh. Ajá. Sí, bueno. Seguro ―¿Le gusta? ―pregunté distraídamente. Jesse se cruzó de brazos y asintió como si no fuera nada. —Como una amiga, tal vez una hermana, sí. Pero está completamente enamorado de ti. No puede dejar de amarte de un día para el otro. A pesar de que a la chica sí le gusta él, aparentemente. ¿Le gusta? Tranquila. Oh, ¡A la mierda! ―¿De verdad? ―le pregunté. Me di cuenta de que mi voz salió un poco aguda, lo que significaba que era obvio que estaba conteniendo la furia, tratando de no gruñir. Sin embargo, Jesse ni siquiera pareció notarlo. Solo me miró raro y señaló su garganta. —¿Le pasa algo a tu garganta? ―Sonreí y negué así que se olvidó del asunto―. En fin... sí. Es bastante obvio que le gusta. Todavía suele gustarles a todos. Asentí y fruncí un poco los labios. —Ajá, está bien. ―Alli... bueno―. Oye, amigo, ¿cuál es su apellido? Desvió la mirada. ―No... ―¿Habitación? ―Evel... ―Número de la seguridad social. Con eso, Jesse levantó los brazos mostrándome la palma de sus manos. —Oye, vamos, no tienes que estar tan celosa como para matarla. ―Oh, ¿celosa? ¡Na! Na, No estoy celosa. Solo... le daré una dulce visita. Sí. Una visita de Evelyn. Se rió. —Tranquilízate, la decepcionó fácilmente y ella actuó un poco loca, pero después se disculpó. De hecho, le consiguió una entrevista y posiblemente una beca a Harvard. Harvard. ¡Ja! ¿Puedes creerlo? Es la escuela de sus sueños. Abrí los ojos como platos cuando escuché eso. —¿Qué? ¡Es asombroso! No me lo dijo. ―Oh, ¿no? Bueno, ¿por qué no? Fue una gran sorpresa para él. Cuando me lo dijo, me pidió que lo pellizcara en caso de que estuviera soñando. Entonces lo abofeteé. — Me reí y me cubrí el rostro. Estaba feliz de que Zavier consiguiera algo tan asombroso como esto―. Y bueno... es real. No es un sueño en absoluto. El chico está feliz.

Esa chica Allie ¿de verdad hizo eso por él? Bueno, espero al menos poder agradecerle por hacer a mi osito de peluche feliz. Pero... ¿y qué si yo no podía hacerlo feliz? Suponía que lo hacía... podía verlo en sus ojos y en su sonrisa cada vez que me veía. Solo que a veces se hace difícil. Porque a veces no eres lo suficientemente buena para la otra persona. Pero quería ser lo mejor que pudiera por él. Sin importar qué sucediera. Pero el asunto era que me estaba yendo a otro estado. A mi viejo estado, de nuevo al orfanato porque aparentemente todavía no tenía la edad legal o lo que fuera. Lo que era completamente patético, pero supongo que eso es lo que hacen. No sabía siquiera cómo podían pensar en hacer eso. Pero hasta la policía de mierda estaba de acuerdo. Sin embargo, estaba feliz de que me hubieran mandado aquí en primer lugar, porque así llegué a conocer a un chico tan dulce y genial. Llegué a conocerlo, a salir con él, le enseñé un par de cosas. Y también llegué a amarlo, un montón. Más de lo que pensé que era posible. ¿Pero irme ahora? No había pensado en nada de eso hasta ahora. ¿Podríamos siquiera mantener nuestra relación sin tener contacto? ¿O al final terminaría olvidándome? Bueno, estás pensando demasiado. Détente antes de asustarte aún más. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando Zavier finalmente entró, haciendo que Jesse se fuera sin siquiera saludarme. Zavier tenía un par de bocadillos en las manos y una enorme sonrisa en el rostro a medida que se acercaba para besarme en los labios, pero me quedé quieta. ―Hola ángel. Traje un par de bocadillos que te encantarán. ―Me voy Zavier ―susurré. Se encogió de hombros, pero siguió sonriendo mientras dejaba la comida en mi cama y en la mesa. ―Bueno, lo sé. Quiero decir, es horrible, pero todo estará bien. Sé que lo estará. Antes de que pudiera continuar me senté y hablé otra vez. Puse el tono de voz y el rostro serio pero también triste para que supiera qué estaba pasando. —Pero, no sé si podremos hacerlo funcionar o no. ¿Qué diablos estaba haciendo? ¿Pensaba que esto era lo mejor para él o nosotros? Su sonrisa murió cuando me miró. —Claro que sí. Te quiero a ti, Evelyn. Sacudí la cabeza y le di una sonrisa sincera, a pesar de que era muy difícil por lo que le estaba diciendo. —No entiendes. No me dejaran. Sé que no me dejaran tener ningún contacto contigo o los demás, ni siquiera por teléfono. Quiero decir, sé que logré salir la última vez, pero ahora el lugar es más seguro. No me puedo ir hasta que sea mayor de edad por culpa de estos idiotas. ―P-pero yo... Seguiremos estando juntos, ¿no? Suspiré y tomé sus manos, besándolas.

—Será difícil. Y quiero luchar por ti. Lo haré sin importar qué pase. Pero esto es un poco diferente. Además, no quiero retenerte tampoco. Hago esto por ti, porque me importas. Todo lo que hizo fue asentir y agachar la cabeza. Sus ojos tristes me dieron ganas de llorar, pero esta era mi decisión. Lo odiaba, pero era lo que se necesitaba hacer para que las cosas estuvieran bien, incluso a pesar de que en realidad no lo estuvieran. ―Osito de peluche... Antes de que pudiera decir algo más, me soltó las manos y se fue tirando de su cabello. Lo llamé a gritos pero no volvió. Sencillamente, no volvió y me quedé ahí, completamente sola. Quería decirle que a pesar de que no estuviéramos juntos, o ni siquiera en contacto, todavía podríamos volver a vernos más adelante y volver a estar juntos. Por supuesto, si él quería. Pero hasta entonces, solo tendríamos que esperar. No iba a dejarlo ir. Claro que no. Todavía era mi osito de peluche. Siempre sería mi osito de peluche.

•Zavier• Corrí por toda la casa buscándola. Empecé a enloquecer cuando no vi ninguna de sus cosas en su cuarto. Eso me hizo pensar que, tal vez, llegué demasiado tarde. Bueno, sí. Estaba molesto por lo que dijo. No obstante, la entendía. Supongo que verla hacía que el dolor resurgiera o empeorara. Odiaba no poder ir con ella o no llegar a escuchar su voz durante meses. ¿De qué otra manera se suponía que tenía que reaccionar? Soy un idiota. Podría haber pasado el poco tiempo que tenía con ella, pero solo... ¡Mierda! ¡Ahora ya se había ido! Quería gritar y romper todo lo que veía. Me desperté y todas sus cosas habían desaparecido. Pensé que se iría más tarde; pero mi mamá me llamó y me dijo que ya se estaba yendo sin siquiera querer decirme adiós, lo que me dolía un montón. Pero sabía que me lo merecía. Lo que odiaba era el hecho de que el osito de peluche que le había regalado estaba en mi mesita. Pensé que también habría una nota diciendo que no podía quedárselo y que me extrañaría y que todavía me amaba. Pero no había absolutamente nada. No había dejado rastro. Es como si nunca hubiera vivido aquí conmigo. Y odiaba pensar eso. Rápidamente busqué mi teléfono y llamé al tipo que me llevaría al aeropuerto más rápido que cualquier otro. Claro que respeta el límite de velocidad y le cobra a sus pasajeros. Pero aun así, no tenía a nadie más. ―Jesse, ven aquí lo más rápido que puedas. ¡Por favor! Y, como dije, vino tan rápido como pudo. No preguntó, solo le dije que tenía que llegar al aeropuerto lo más rápido posible. Durante todo el trayecto el osito de peluche estaba en mi mano, al igual que otra cosa que había conseguido para Evelyn. Algo que

tenía planeado darle más adelante. Pero supongo que ahora era el momento indicado. Si llegábamos a tiempo y todavía no se había ido. Finalmente, llegamos y ni siquiera esperé a que Jesse detuviera el auto. Iba entre ocho y quince kilómetros por hora cuando salté y corrí como si mi vida dependiera de ello. Sostuve las cosas en mi mano fuertemente y frené cuando vi lo lleno de gente que estaba. Casi entro en pánico cuando miré alrededor, buscando a alguien en particular. Pero no podía encontrarla y eso me enfadaba. Me enfadaba conmigo mismo, claro. Estaba a punto de ir en una dirección, cuando escuché a la mujer en el intercomunicador decir que el vuelo a Virgina estaba saliendo de la sección ocho. Así que giré para el otro lado y corrí. Pero gemí y agarré mi cabello cuando vi lo lejos que estaba desde donde me encontraba. No creía llegar ni siquiera corriendo. Maldije y miré a mi izquierda, donde vi a un chico mirando su teléfono. Tenía un monopatín en la otra mano. Miré nuevamente a la sección ocho y me dirigí hacia el chico rápidamente. ―Oye, discúlpame. ―Se detuvo y me miró, apartándose el cabello largo con la mano―. ¿Puedo usar tu monopatín? Es una emergencia. Frunció el ceño y se abrazó a la tabla como si fuera su salvación. ―De ninguna manera, hombre. ―Por favor, solo... Realmente necesito... ―Dije que no. ―Vamos, ¡por favor! ―No. ―Solo, por favor... Entonces Jesse prácticamente salió de la nada, me empujó y le dio una mirada que daba miedo al chico. —Escucha bruja, ¡la chica que ama se está yendo a otro estado! Ahora, si no llega a tiempo bien podría perderla para siempre. Así que, ¿vas ayudarlo o no? Ante eso, el chico miró de un lado al otro entre nosotros. Lo miré triste y con pánico, fue raro cuando de verdad empezó a sollozar dándome su tabla. ―Ve por ella, hombre ―dijo mientras se secaba las lágrimas con la muñeca. Miré de nuevo a Jesse y todo lo que hizo fue empujarme muy fuerte. ―Ve, hijo de puta. No dudé cuando puse el monopatín en el piso y me subí, yendo tan rápido como podía hasta la sección ocho. Dado que había miles de personas y un par de escaleras, tenía que tener cuidado. Casi choco contra una pila de cargamento, pero por suerte, llegué justo a tiempo para ver a Evelyn, y a Bradley, en fila para el vuelo. ―¡Evelyn! ―le grité mientras detenía el monopatín y corría hasta ella.

Miró alrededor casi confundida, pero cuando me encontró, quedó boquiabierta. Miró a Bradley y le sonrió cálidamente de mentira, antes de volver a mirarme con una mirada de miedo. Él no parecía complacido de verme, aunque solo se giró como si no le importara el por qué estaba allí. Bueno, hola a ambos. ―Zavier, ¿qué estás haciendo aquí? ―preguntó Evelyn, a medida que me acercaba y le sonreía dulcemente. ―Solo... lamento el modo en que me comporté. Parece que lo estoy haciendo un montón y es solo porque no soy lo suficientemente hombre para darme cuenta de que tú también sales lastimada en el proceso. Pero no es eso lo que quiero. Quiero que seas feliz, incluso si no es conmigo. A pesar de que no sería feliz sin ti. Solo... supongo que lo que estoy tratando de decir es que, estoy feliz de haberte conocido. Me enseñaste a hacer muchas cosas. Cómo reír, cómo vivir. Pero sobre todo... cómo amar. Y te amo más que a todo en este mundo. Me lamí los labios y agarré la pequeña cosa que había querido darle. Estaba en una pequeña caja negra. La abrí y se la mostré, viendo como jadeaba y se llevaba la mano a la boca por la sorpresa. —Tengo este anillo como promesa. Por favor, úsalo todos los días y recuerda que estoy aquí para ti, sin importar nada. Que te amo. Que estaremos juntos más adelante, ya sea que encuentres a alguien o no. Que nunca nos perderemos. Me miró con esos ojos brillantes color avellana que parecían llenos de lágrimas. Dándome una dulce sonrisa, me tendió la mano y suavemente le puse el anillo en el dedo. Era plateado, con un corazón grabado, rodeado de pequeños diamantes y tenía nuestras iniciales en cursiva escritas en el interior. Evelyn sonrió ampliamente y se tapó la boca mientras miraba el anillo. —¡Oh, Dios, es hermoso! ―se las arregló para susurrarme mientras me miraba y prácticamente atacaba con un fuerte abrazo―. Te amo tanto. ―También te amo. Después de un rato, dado que la gente comenzó a sentirse realmente irritada, nos separamos y volvió a la fila. Estaba diciéndole adiós con la mano y no quería irme hasta que estuviera dentro del avión. Pero no quería verla irse, tampoco. Así que me volteé y comencé a irme... cuando me di cuenta de algo a mitad de camino. Miré hacia abajo y sentí el suave osito de peluche marrón en mis manos. Luego miré a la entrada y vi a Jesse de pie ahí, dándome una mirada confundida mientras asentía. ¡Mierda! ¿Cómo pude ser tan estúpido? ¡Estaba en mis manos también! Entonces me giré y volví a correr. Esperaba que no fuera demasiado tarde.

50 Esto termina aquí •Zavier•

5 meses después Sostuve fuertemente el lápiz y comencé a escribir otra vez, sin embargo, mi mano se sentía aún más insegura que la última vez. Querido ángel… No. Nop. Ya no estábamos saliendo. Ni siquiera nos habíamos visto en un tiempo. No-estábamos-saliendo. ¿Por qué a veces no podía recordarlo? Ah, por eso... porque la había extrañado tanto y me preguntaba cuando ella, o los chicos, me responderían, lo que probablemente sería: nunca. Querida Evelyn… No, no. Ahora sonaba muy sensiblero. ¿Qué demonios estaba haciendo? si creía que nunca me respondería, entonces ¿por qué estaba perdiendo el tiempo haciendo esto? Cuando en cambio debería estar preparándome para hacer las maletas e irme a la universidad. Pronto. Hola Eve: Qué bueno finalmente poder… ¡Oh, genial! Ahora sonaba como si la aburriera tanto hasta inducirla a otro coma. Era solamente una amiga ahora. ¡Oh! ¿Qué diablos estoy haciendo? En serio, solo... ¿qué me está pasando estos últimos días? ¿Mandarle una carta? Esto no era una película para chicas. ¿Sabes qué? Sencillamente lo tiraré. Inhalando, arrugué el papel y lo tiré al piso con los otros… cien papeles arrugados.

Di la vuelta con la silla del escritorio y miré la habitación. Ya había puesto casi todo en cajas me tiré el pelo para atrás y me arreglé las gafas cuando vi el osito de peluche sobre una de las cajas. El puto osito de peluche del que no podía desprenderme. Si hubiera llegado a tiempo, se lo hubiera dado y ella se lo hubiera llevado a Virginia. Pero no corrí lo suficientemente rápido para alcanzarla. Durante el siguiente par de días después de eso, estuve enojado, triste y decepcionado conmigo mismo y con todos los demás a pesar de que no quería. Pero me aferré al osito de peluche casi como lo hice cuando estuvo en coma. Como si tuviera miedo de lo que pasaría más adelante. Porque de verdad tenía más miedo que nunca. Era como que se salvó de la bala, lo que significaba que no la perdería. ¿Pero, ahora? Bueno, se ha ido y no he oído nada de ella durante cinco meses. Lo mismo con Drake, Ian y Darrel. Aun así todavía tenía miedo de perderla de algún modo. Un montón de preguntas me daban vuelta en la cabeza: ¿y si se olvidó de mí? ¿Y si ahora ya no quería tener nada que ver conmigo? ¿Y si encontró a otro? ¿Alguien como ella? Alguien mejor. Había tantas posibilidades. La extrañaba tanto y estaba contento de que casi saliera de ese horrible lugar. O quizás ya había salido. No lo sabría hasta que realmente fuera hasta allí. Pero el problema era que no podía. Me tenía que ir a Harvard pronto y no tenía nada de tiempo para ir hasta allí antes. Obviamente me aceptaron aun cuando pensé que no lo harían y era una oportunidad de estudiar lo que quería. En la escuela, todo era normal. Como en mis tres años de la secundaria. La gente que pasaba a mi lado como de costumbre, de hecho me sonreía como si fuera alguien famoso o genial. Era alguien famoso o genial. Aunque no me importaba ninguno de ellos o de sus estatus sociales. Solo seguí preocupado por mi educación como debería hacer cualquier chico en la escuela. Sin chimes. Sin drama. Sin estupideces. Nada. Tenía que enfocarme solo en la escuela. A pesar de que la chica de la que estaba enamorado permaneciera en mi mente todo el tiempo. Pero también fue ella quien me enseñó a no estresarme sobre las cosas. Sacudiendo mi cabeza me levante y fui a agarrar el osito de peluche. Lo apreté como si quisiera romperlo y lanzarlo por la ventana, pero nunca lo haría. Este osito de peluche me recordaba demasiado a Evelyn. Estaba casi contento, de hecho, de que se lo hubiera olvidado. Dejé de apretarlo tan fuerte y pasé mis pulgares por la suave tela. Luego gentilmente lo volví a bajar cuando de pronto escuché que la puerta de mi habitación se abría. Me di la vuelta y vi a Jesse entrando con una caja. Le fruncí el ceño y miré cómo dejaba la caja en la cama. ―Eh... hola Jesse ―lo saludé despacio. ―Hola, amigo ―replicó mientras me sonreía y palmeaba la caja. ―¿Qué hay en la caja? ―le pregunté cuidadosamente, sabiendo que Jesse podía estar planeando hacerme una broma o algo. Porque sencillamente así era él. En mi

cumpleaños, de hecho sí me dio un regalo. Y decir que cuando lo abrí estaba sorprendido, es decir poco. El peor regalo que alguna vez me dieron. ―Oh, yo, eh... Tengo una caja llena de condones ya que ¡te estás yendo a vivir la vida universitaria! ―gritó mientras meneaba las cejas y me sonreía ampliamente. Me cubrí la cara con la mano y sentí que mis orejas se calentaban un poco. ―¡Amigo! ―Estoy bromeando, estoy bromeando. ―Se te han pegado demasiado las características de Darrel, sabes. Jesse se lamió el labio superior y puso las manos en su cintura―. Hombre, lo extraño. De todos modos, en la caja hay un par de vibradores… ―¡Jesse! Levantó las manos en señal de rendimiento―. Bueno, bueno. En serio, tiene un par de comics y juegos y alguna otra mierda que dejaste en mi casa los últimos años. ―¿De verdad, Jesse? ¿Por qué me lo devuelves ahora? ―Oh, no quería devolvértelo a menos que te fuera, y te estás yendo. ―Suspiró y comenzó a mirar todas las cajas que tenía llenas. Luego me preocupé un poco cuando lo escuché sollozar. ―Bueno... bueno, Jess, ¿estás bien? ―Pfff, traspiro por los ojos, ¿acaso tus ojos no transpiran? Dios, Zavier, ven aquí hombre. ―Abrió los brazos y vino a abrazarme. Me sorprendí un poco pero, incómodamente, lo abracé también. Luego de repente susurró muy cerca de mi oído―: Hijo de putaaaaaaaa. ―Sí, está bien. ―Me reí y lo alejé palmeando su hombro. Solo asintió y sorbió por las narices otra vez―. Oh, ¿has visto a Ethan? Ni bien Evelyn se fue, aprendí a olvidar el pasado y perdoné a Ethan. Sabía que tenía mucho miedo por todo lo que pasó. Y aunque él no pensaba que debería ser perdonado, sí me salvo de ser impactado con una bala. Le dio a Evelyn, y odiaba eso, pero él no sabía que ella estaba ahí. Solo quería ayudarme a mí, y se sentía mal por no haberme dicho la verdad todos estos años. Y ahora que Davne estaba en prisión por muchos años, no tenía nada de qué preocuparse. Y eso solo me ponía feliz. ―Bueno también tiene que hacer las maletas para irse a la Universidad, así que está en su casa. Pero no estoy seguro de si vendrá a verte antes de… que desaparezcas. ―Su voz se rompió en la última palabra y entonces fui a pasarle un brazo alrededor para palmear su espalda―. Te lo juro, solo estoy transpirando… ―Sí, seguro amigo, está bi... ―Me detuve cuando escuché que sonaba mi móvil. Fruncí el ceño cuando vi un número desconocido. Pero atendí de todas formas―. ¿Hola? ―respondí. ―Hola, chico nerd. ―Ante el sonido de su voz no pude evitar poner los ojos en blanco y sonreír mientras ponía el teléfono en altavoz así Jesse también podía escuchar. Solo había una persona que me llamaba así y ya no me ofendía tanto como antes. ―¿Estás llamando a Zavier? ―escuché que preguntaba Darrel a lo lejos.

―Oh, sí, ¡es el chico nerd! ―gritó Ian. ―Y Jesse ―gritó Jesse a través del teléfono. ―¡Jesse! ¡Hola! ―gritó Darrel. Ian se rio antes de volver a hablar―. Así que, ¿Qué hay de nuevo? Perdón por no haber podido hablarte antes. O quedarme. Pero queríamos estar aquí en caso de que Evelyn se metiera en problemas nuevamente. Solo escuchar su nombre hacia latir más rápido a mi corazón. —¿No han hablado con ella? Suspiró profundamente. —No hemos podido ver o hablar con ella en absoluto. Pero nos quedamos cerca. Y, eh, bueno… finalmente salió. No tenía nada que decir pero por dentro estaba extremadamente contento de que finalmente fuera un adulto mayor de edad y que no tuviera que vivir bajo ninguna de sus estúpidas reglas. ―Pero, ehm... sí, salió. Pero se fue. ―¿Q-Qué? ―¿Se fue? Así que, ¿se ha ido? Jesse tomó el teléfono de mis manos cuando se dio cuenta de que estaba inmóvil. —¿Qué diablos quieres decir con que se fue? ¿Ya no está más por allí? Escuchamos otro gran suspiro de Ian. —No… no sabemos dónde está. ―¿Qué diablos quieres decir con que no... ¡Ahhhh! ―Jesse y yo casi saltamos cuando de pronto la puerta se abrió y vimos a Ian y a Darrel. Lo juro, casi me da un infarto. Y bueno, solo digamos que Jesse y yo estábamos bastante cómodos y muy cerca en ese momento. Cuando gritó, no solo tiró mi teléfono al piso, sino que también de alguna manera terminó en mis brazos, lo que fue muy extraño cuando los chicos nos miraron. Se congelaron y dejaron un saludo por la mitad para solo mirarnos fijamente, sin saber qué demonios estábamos haciendo. Después de un rato, Jesse y yo nos miramos y ahí fue cuando lo deje sobre el suelo y actuamos como si nada hubiera sucedido. ―Muy romántico chicos ―dijo Ian mientras Darrel corría para levantar a Jesse sorprendiéndolo. ―¡Amigo! ―¿Qué están haciendo aquí, chicos? ―les pregunté dándome cuenta de que mi corazón todavía latía rápido por la gran entrada que hicieron. ¿Cómo no los escuchamos dentro de la casa? Pero, por otro lado, eran ladrones. Podían hacerlo. Sin embargo, Ian no me contestó. Todo lo que me dio fue una gran sonrisa pícara y cuando se corrió de la puerta mi corazón se detuvo un segundo y luego comenzó de nuevo incluso más rápido que antes. Casi no podía creerlo cuando vi a mi belleza, mi ángel, de pie con una sonrisa en su rostro perfecto. Casi sentía como si no la hubiera visto por años, pero todavía se veía igual. Solo que la ropa era un poco diferente.

Estaba usando un vestido de verano con tacones de moños, aunque su increíble chaqueta de cuero todavía estaba allí. Y se veía tan hermosa que pensé que mi corazón iba a estallar. Siempre se las arreglaba para quitarme el aliento y hacerme perder la concentración. ―Bueno, nosotros... eh, los dejaremos ―dijo Ian. Pero Evelyn y yo seguíamos mirándonos como si no hubiera nadie más en la habitación. ―Vamos chicos. Salieron los tres y en cuestión de segundos la puerta se cerró. Honestamente, no tenía idea de qué decir. La extrañé como loco y ahora estaba de pie frente a mí, después de cinco meses de estar separados. Y yo no hacía nada más que mirar. Bueno, no podía negar que era un admirador... Porque, ¡Mierda! ―Zavier, ¿estás bien? Sacudí la cabeza y me lamí los labios mientras sentía que mis mejillas se teñían de rosa. Terminé riendo nerviosamente y rascándome la nuca mientras miraba a todos lados. ―Oh, yo... sí, sí, totalmente, bien. Completamente bien. ¿Te cortaste el cabello? Te queda muy, muy bien. Como muy bien. —Oh, ¿Qué estás diciendo? ¡Estás quedando en ridículo! Es como si casi ni conocieras a la chica. Es que, no estaba en ropa interior. Pero me gustaría… Oh, ¡concéntrate! Evelyn solo se rio y caminó hasta mí. Me miró otra vez y trajo su mano para, suavemente, correr mi cabello hacia atrás. ―Tal vez eres tú quien necesite un corte de cabello. ―S-sí... tal vez un poco. Sacó su mano y liego alcanzó la mía que estaba cerrada en un puño de lo nervioso que estaba―. Te extrañé, osito de peluche. Ante eso, quite mi mano y rápidamente la tomé en un cálido abrazo, apretándola tan fuerte como si nunca la pensaba dejar salir. Porque no lo hacía. Era como si mis brazos fueran su hogar y finalmente ella había vuelto a mí. Estaba tan feliz de tenerla nuevamente. Extrañaba su belleza, su esencia, su sentido del humor, su actitud, su dulzura. Cada mínima cosa de ella. No había excepciones porque amaba todo de ella. Lo juro, nunca pude mirar a otra chica mientras estuvo fuera. Porque ninguna de ellas me importaba. Era solo esta única chica especial que me importaba, incluso si yo a ella no le importaba. Para nuestro examen final de inglés tuvimos que hacer un ensayo. El tópico era a elección. Así que, por supuesto, siendo el chico "romántico" que era ahora, lo hice sobre las emociones que sentíamos cuando estábamos enamorados. Y cuán estimulante, pero también aterrador, es estar enamorado. Con Evelyn, era como probar nuevas cosas. Era divertido, emocionante y, por supuesto, a veces, aterrador. Pero la parte más aterradora era que al final, más tarde, terminé perdiéndola.

Estaba tan enamorado de ella. Todavía lo estoy. Solo esperaba que ella se sintiera exactamente de la misma manera que yo.

•Evelyn• El tiempo que pasé en el orfanato no fue tan malo como pensaba. Les encantaba el hecho de que hubiera vuelto (eso era totalmente mentira) y de verdad creían que podían tratarme de la misma manera que lo habían hecho hace años. Pero no. No lo permití porque era una persona con ideas propias y no necesitaba vivir bajo las patéticas reglas de otros, incluso a pesar de que viviera allí. Sin embargo, ¿cómo es que un lugar así podía estar lleno de gente tan patética? Realmente despreciaba ese lugar. De hecho, me había enterado de que nadie sabía dónde estaban mis padres. Me habían dejado porque me habían tenido muy jóvenes y no tenían trabajo ni un medio con el que cuidarme y criarme. Realmente no me puso triste, pero estaba contenta de haber averiguado algo después de tantos años de estar preguntándome. Como esperaba, terminé en un montón de problemas mientras estaba allí pero miles de personas estaban de mi lado, así que no estaba sola. Hice mi mayor esfuerzo para tratarlos bien y ayudarlos también, así no terminaban como yo. Pensar en Zavier me hacía hacer un montón de cosas buenas y me ponía contenta. Incluso paré de hacer ciertas cosas como fumar, beber o robar. Pero, no. Nunca me detendría de patearle el trasero a alguien si era necesario. Era una de mis mayores destrezas y, por supuesto, no podía desperdiciarla. Sin embargo, extrañé a mi osito de peluche como loca. Pensar en él no solo me hacía hacer cosas buenas, sino que también me ayudaba a sobrellevar cada día hasta que finalmente fuera el momento de irme. Esperaba irme sola, o tal vez tener cerca a Drake para que me recogiera. Pero el mundo esta tan lleno de sorpresas, ¿no? Primero, Drake sí se convirtió en policía encubierto el tiempo en que estuve fuera. Una gran sorpresa para mí y para todos los demás. Segundo, la madre de Zavier fue quien me recogió cuando salí. Claro que todavía no estaba complacida con ella. Dudaba que alguna vez volviéramos a tener la relación que teníamos antes. Y cuando la vi, sospeché. ¿Para qué estaba allí? ¿Para alejarme otra vez y así no volver a ver otra vez a su hijo perfecto? ¡Por favor! Cuando caminé hacia ella, rodé los ojos y empecé a decirle todo lo que no fui capaz de decirle antes. Cuando tuve que irme, no dije nada porque no quería seguir luchando si no hacía ninguna diferencia. Así que me quedé callada. ¿Ahora? No podían hacerme ninguna mierda. —Está bien, ¿qué demonios haces aquí? No quiero verte. Ella suspiró y se encogió de hombros.

—Estoy aquí para llevarte de regreso. Me reí y agarré con fuerza mis maletas. —¿De regreso? ¿De regreso dónde? No eres mi guardián. No eres mi amiga. Y ciertamente no eres alguien que me importe. Así que sugiero que te muevas y me dejes. Estoy segura de que tu hijo ha estado completamente bien sin alguien malo como yo. —Evelyn, estoy aquí para llevarte de regreso a Nueva Jersey. Durante unos segundos, realmente le creí ya que entregó esta noticia con una cara seria. Pero luego me reí de nuevo y sacudí la cabeza. —Está bien, no te entiendo. Primero, eres esta persona genial que me ayuda con los problemas que tengo. Porque sí, me he dado cuenta de que tengo una tonelada de problemas. Pero luego, cuando me dispararon, te conviertes en este tipo de persona que odio tratando de separar a dos personas debido a "algo que te pasó". Y ahora, ¿qué? ¿Estás tratando de hacer que te perdone? Porque te puedo asegurar, eso no pasará a corto plazo, ¿de acuerdo? No tenía nada más que decir después de eso, así que empecé a alejarme, escuchando sus tacones contra el suelo detrás de mí. Sólo me hizo gemir, rodar mis ojos, y caminar más rápido. Pero ella seguía hablando. —Me equivoqué, Evelyn. Realmente me equivoqué. Y ni siquiera debí tratar de hacerlos romper porque lo que ustedes tienen es especial. Lo sé porque estos últimos meses, Zavier ni siquiera me ha reconocido, o apenas. Fue el hecho de que tuviste que volver aquí que lo hizo odiarme y a casi todo lo que lo rodea. A veces, sólo me daba una actitud, preguntándome si estaba feliz. Iba a la escuela, se concentraba, haciendo todo lo que tenía que hacer, y lo aceptaron en la universidad que quería. Y estoy feliz por eso. —Sus siguientes palabras me hicieron dejar de caminar—. Pero me di cuenta que sólo estaba feliz contigo. Poco a poco empecé a girar a la derecha y mi mirada pareció irse lejos, aunque seguía allí. —Es por eso que voy a llevarte de regreso. Además de las drogas y los cigarrillos y algunas otras cosas que has hecho, realmente eres una gran persona en el fondo y ahora lo veo. Simplemente no sabía en qué me había metido en el hospital. Aparté los ojos un poco y pensé en ello. Todavía no me gustaba lo que había hecho pero si estaba siendo realmente honesta conmigo, entonces iba a tratar de escucharla. Pero tenía una condición para ella. Y en realidad así es como terminé regresando a Nueva Jersey con Ian y Darrel. Le pedí a Drake que viniera con nosotros, pero él tenía una sorpresa. Estaba comprometido, y se convirtió en un policía encubierto. Así que tenía sus razones para quedarse y respeté eso. Sin embargo, definitivamente me iba a invitar a la boda. Pero de todos modos, así fue como terminé sorprendiendo a mi osito de peluche. Y aquí estaba ahora, finalmente en su cálido abrazo que he llegado a amar y extrañado mucho. Sin duda se sentía como estar en casa.

Cuando me aparté de él, luché contra el impulso de besar esos suaves y dulces labios suyos con los que soñé durante varias semanas. Nuestras narices casi se tocaban, así que nuestros labios estaban a solo un suspiro. Cuando me miró profundamente a los ojos y acarició suavemente mi mejilla, sonreí y retrocedí. Eché un vistazo alrededor de su habitación y sonreí al pensar en cómo solía estar, llena de cosas raras y nerd. Ahora se hallaban en cajas de cartón. Así que eso significaba que se iba muy pronto. —Así que vas a Harvard, ¿eh? Se mordió el labio y miró hacia algunas de las cajas, dándome esa sonrisa adorable que mostraba su hoyuelo que tenía la forma de una gomita. —Uh, sí. —Miró su reloj—. Me voy hoy, en realidad. Sólo tengo que bajar esas al auto. —¿Qué vas a estudiar allí? —En su mayoría Política y Economía. El tipo de cosas de Gobierno. Yo… probablemente te aburriría pero… —Creo que serías genial en ese tipo de cosas —le dije, mirando alrededor otra vez y recordando todas las cosas que pasaron por aquí. ¡Maldita sea! El tiempo pasaba volando. —¿Qué planeas hacer? Inflé mis mejillas mientras pensaba. Muy bien, así que mientras me quedé en el orfanato, conseguí estudiar un poco y hacer pruebas con el fin de obtener mi diploma de secundaria y todo. Sabía que tenía que hacer algo con mi vida, y creo que la carrera que elegí sorprendería a casi cualquier persona que me conocía. —Planeo estudiar justicia penal, en realidad. Parecía sorprendido (lo cual imaginé desde el principio), pero también parecía muy feliz por eso. —Yo… ¡vaya! ¿En serio? —Claro, ¿porque no? En realidad me interesa ahora. Quiero decir, ¿oíste sobre el líder de una pandilla que se convirtió en policía encubierto? —Le sonreí y sólo le tomó un par de segundos darse cuenta de a qué me refería exactamente. —¡Nooo! —comenzó, y me limité a asentir—. No. No, de ninguna manera. ¿En serio? No. —¡Sí! Es bastante impresionante realmente. Incluso yo me sorprendí. Pero pudo funcionar para Drake, y probablemente podría ayudarme a salir también. —Levanté las cejas y él se encogió de hombros. Zavier sonrió tímidamente y bajó la mirada. —Sí, eso es increíble. ¿Ya sabes, umm, a cuál universidad vas a ir? Suspiré. —No. Quiero decir, estoy buscando pero… —Mi voz se apagó cuando finalmente lo noté. Quiero decir, debería haberlo notado ya cuando miré, pero ahora me llamó la atención.

Zavier me vio mirando, así que se giró y vio al oso de peluche allí. Cuando se dio la vuelta para mirarme, mantuvo la mirada baja. Así que sonreí y me acerqué a agarrar el osito. Acaricié suavemente sus orejas y pelaje, besando la parte superior de su cabeza, recordando cómo me dije que Zavier lo sostuvo casi cada minuto que estuve en el hospital en coma. —Sabes —susurré—, en realidad dejé el osito de peluche por una razón. —Zavier no contestó, pero sabía que me miraba. Mi espalda estaba frente a él—. Era como un pequeño mensaje. Lo dejé porque era como decirte entonces que no era un adiós. —Me mordí el labio cuando realmente sentí lágrimas formándose. Pero sonreí alegremente cuando le eché un vistazo al anillo de promesa que seguía en mi dedo. El anillo que no dejé en absoluto. —Quería regresártelo, pero estaba tan despistado para recordar que lo tuve en mis manos cuando fui a darte el anillo. —Bueno, tu anillo de promesa definitivamente fue un mensaje, también. Le sonreí de nuevo y estaba a punto de colocar el peluche en su lugar, cuando de repente sentí una mano cálida cerrarse alrededor de mi otra muñeca. Me giré y labios suaves atraparon los míos. La mano de Zavier estaba en mi cadera, tirándome imposiblemente más cerca de él mientras su otra mano ahuecaba suavemente mi mejilla mientras me besaba como si no me hubiera besado en años. Casi como si fuera su único salvavidas. Como si se hubiera estado muriendo de hambre desde siempre y me necesitara para ayudarle a remediarlo. Terminé sonriendo contra sus labios suaves y envolví mis brazos a su alrededor, agarrando sus cabellos oscuros para darle un beso profundo. Y a través de eso, todavía tenía el peluche en la mano. Zavier olía a rosas y su tacto era cálido y seguro, ya me sentía protegida sólo por estar cerca de él. Y maldita sea, todavía lo amaba. Después de un rato, se apartó de mí y toqué su labio inferior con la yema del pulgar, haciéndolo sonreír y besar mis labios de nuevo. Entonces me agarró la mano y también la besó dulcemente. Le dio un vistazo al anillo de promesa y una mirada de admiración y amabilidad pareció pasar por sus ojos. —Te di este anillo de promesa —dijo—, para recordarte que estoy aquí para ti sin importar qué. Que te amo y que estaríamos juntos, ya sea si encontrabas a alguien o no. —Me besó la mano de nuevo—. Que no nos perderíamos el uno al otro. Lo sabía, recordaba exactamente lo que dijo ese día en el aeropuerto. Terminé susurrándomelo algunas veces antes de irme a dormir y me hizo sonreír en mis sueños. Simplemente era demasiado perfecto. —Estoy aquí para ti, Evelyn. No nos vamos a perder el uno al otro. Ahora estamos juntos. Y te amo tanto. —También te amo. —Sentí las malditas lágrimas otra vez, así que sólo le di un beso con fuerza, extrañando su sabor y la sensación de ellos—. ¿Todavía eres mío, osito de peluche?

Se rió entre dientes. —Bueno, si tú quieres, sí. Le fruncí el ceño y ladeé ligeramente la cabeza. —¿Qué? —Evelyn Jo, ¿quieres casarte conmigo? —preguntó, y juro que mi corazón dio un montón de golpes mientras me quedé quieta, sólo mirándolo con sorpresa y shock—. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. No pude evitar sonreír como loca cuando dijo esas palabras. ¿De verdad dijo lo que creía que acababa de decir? Porque sé que escuché bien. Pero aun así… A pesar de que me sentía locamente feliz por dentro, intenté actuar casual al respecto y me alejé un poco para darle una mirada seria mientras apoyaba las manos en mis caderas. —¿Dónde está mi anillo? —pregunté en broma, mordiendo el interior de mi mejilla para evitar estallar en carcajadas ante su cara adorable. Se rió y me agarró la mano para acercarme de nuevo. —Te daré un anillo cuando estemos listos. Lo que quieras, mi amor. —Me hizo girar como si estuviéramos bailando, y terminamos íntimamente cerca—. Sólo sé mía para siempre. —Sí, osito de peluche —dije—. Me encantaría casarme contigo. Estábamos a punto de besarnos, cuando escuchamos una serie de "awwws" justo fuera de su habitación. Nos detuvimos a mitad de camino y miramos hacia la puerta, donde luego escuchamos un par de susurros y quizás incluso llanto. Zavier suspiró y se acercó para abrir la puerta. Cuando finalmente la abrió, Ian, Jesse y Darrel cayeron al suelo uno encima del otro. Ambos nos quedamos mirando a los tres chicos y cruzamos los brazos. Sonrieron tímidamente hacia nosotros y saludaron, tratando de actuar como si no estuvieran espiando toda nuestra conversación allí. —¡Holaaa, chicos! —dijo Darrel. —Bonito techo, muy bonito techo —dijo Ian con un asentimiento. —Estoy sudando, totalmente no llorando —lloriqueó Jesse mientras se frotaba los ojos con el puño. Negué con la cabeza hacia ellos y ayudé a Darrel mientras Zavier ayudaba a Ian y Jesse. Una vez que todos estuvieron de pie, junté mis manos y sonreí. —Muy bien, vamos a bajar esas al auto. ¿Está bien, chicos? —les dije mientras señalaba las cajas—. ¿Al auto de quién exactamente? Zavier colocó la palma de su mano en su mejilla, pensando, cuando me quedé mirándolo. —Umm, bueno, mamá me iba a llevar, supongo, o Jesse puede… —¡Oye! —gritó Darrel mientras levantaba su mano en el aire. Todos lo miramos fijamente y parecía que estaba bastante emocionado. Zavier se sobresaltó un poco cuando él gritó para llamar nuestra atención—. ¡Todos podemos ir en mi camioneta!

—¿Tienes una camioneta? —preguntó Zavier. —Era la más parecida a una de secuestro cuando llegamos aquí. —Por supuesto… —¡Bueno, vamos entonces! —grité mientras todos agarrábamos algunas cajas para llevar. Eché un vistazo al oso de peluche y le di otro beso antes de colocarlo suavemente en una de las cajas también.

*** En la camioneta solo había una cabina para tres personas en la parte delantera. Nos quedamos seguramente en la parte trasera de la camioneta. Darrel conducía, Jesse estaba en el asiento del medio, e Ian en el asiento junto a él. Todos decidieron venir y llevarnos a Massachusetts, así Zavier y yo podríamos conseguir un apartamento y vivir juntos. Decidimos quedarnos con las cajas en la parte trasera, ya que no había nada de espacio delante. Pero igual habría elegido estar atrás de todos modos porque podía estar a solas con él. Tenía su brazo envuelto a mí alrededor, nuestras piernas entrelazadas, y nos acurrucamos, apoyando mi cabeza en su pecho y jugando con su camiseta de algodón suave. Estaba feliz. Y nada nos separaría ahora, siempre y cuando estuviéramos juntos. Éramos polos opuestos. Y la gente podría tratar de separarnos, pero ambos sabíamos que nos necesitábamos más que nada para sobrevivir. Los otros simplemente no importaban en absoluto. Sólo nosotros. Mientras conducíamos hacia Massachusetts, nos contamos lo que había estado sucediendo en nuestras vidas desde que nos separamos. Escuché todo lo que tenía que decir y él me escuchó a mí. Estaba bastante sorprendido por el hecho de que dejé de beber y consumir drogas. Porque créanme, tenía un montón de esas cosas en el orfanato y siendo la chica que era, me habría escabullido y robado todo eso solo para ahogar el dolor de no tener a Zavier conmigo. Pero él era la razón por la cual no lo hice. También le dije lo que pasó con Stormy y prometió llamarla cuando llegáramos a Massachusetts. Porque no me gustaría que pelearan y actuaran como si no se conocieran debido a otra persona. Quería que se llevaran bien. Después de eso, simplemente hablamos de cosas al azar y nos hicimos reír. —¿Sabes? —Empecé a decir mientras lo miraba, jugando con los botones de su camisa. Me miró y besó mi nariz, esperando que continuara—. Totalmente deberías convertirte en presidente. —Eso es, como, casi imposible. Ni siquiera sé de dónde sacaste eso. —Pfft, nada es imposible. Creo que ya hemos averiguado eso hace mucho tiempo. Ser presidente sería la cosa más impresionante. ¿Puedes imaginarlo? ¿Alguna vez lo has imaginado? Rodó los ojos juguetonamente.

—Bueno, sí, pero… —Honestamente serías genial. Y si te conviertes en presidente, umm… —Fruncí mis cejas y fingí pensar mucho—. ¡Entonces puedo convertirme en uno de tus espías o tal vez incluso ser tu guardaespaldas! Podemos besarnos en secreto en la oficina oval. Sólo se rió ante la idea y me atrajo para darme un largo beso en los labios. —Me gustaría eso, en realidad. Aunque preferiría que sólo seas mía todo el tiempo, Sra. Coin. Mi corazón terminó haciendo esa cosa de nuevo, donde va cada vez más rápido por segundo. Sólo me pasaba con él porque era muy especial. Incluso podía simplemente mirarme y sucedería. —Perfecto —susurré mientras apoyaba la cabeza en su pecho justo después de besar su adorable hoyuelo. Pero luego levanté la cabeza de nuevo para mirarlo—. Ah, y… por casualidad, si realmente pasara, puedes… —No, Evelyn, no voy a hacer que la cerveza sea gratis. Golpeé juguetonamente su brazo y lo miré boquiabierta. —¡No iba a pedirte eso! Terminé con la cerveza, ¿no escuchaste? Se rió y levantó una mano. —Está bien, está bien. Sin cerveza. Asentí. —Muy bien. —Tampoco pollo frito gratis los viernes. Hice un mohín. —Vamos, ¿por favor? —Sólo sonrió y negó con la cabeza—. El pollo es vida, estás loco. Chiflado. Loco. —Locamente enamorado de ti19 —dijo, haciéndome fruncirle el ceño con un pequeño sonrojo. Odiaba sonrojarme, pero parecía ocurrir sólo con él, y sólo en momentos como estos. Maldita sea, era bueno. —Pensé que no sabías español. —Sólo sé algunas palabras simples. Además, me gustaría decirte que estoy locamente enamorado de ti en muchos idiomas diferentes. —Tienes que dejar de ser tan malditamente perfecto. Me dio una pequeña sonrisa, y antes de besarme, dijo: —Me detendré una vez que tú lo hagas. Y así, mis queridos amigos, es como la chica mala y el chico bueno terminaron juntos. ¿Quién habría pensado que estar en ropa interior causaría una gran primera impresión?

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Loco: Español original.

Epílogo La vida universitaria funcionaba bastante bien para ambos. Mientras mi osito de peluche estudiaba Políticas y Economías en la Universidad de Harvard, me quedé en la universidad local para estudiar Justicia Criminal, lo cual todavía era raro para todas las personas que conocía, considerando que yo misma fui una criminal una vez. Estábamos finalmente felices, sin ningún problema siguiéndonos en absoluto. Seguro que había un par de peleas y discusiones, desde que eso era normal para las parejas. Pero el hecho de que podríamos volver a nuestro buen apartamento y tener sexo tórrido después de hacer las paces… bueno, eso hizo toda la diferencia. De alguna manera Zavier se hizo más caliente. Ni siquiera sé cómo era eso posible. Todavía mostraba el aspecto nerd, pero dentro todavía era un chico malo. Era una locura como consiguió un tatuaje del ying-yang por mí, así como un infinito. Nunca lo imaginé que fuera un tipo que le gustara los tatuajes. Pero una vez que tuvo uno, quería más y acabó añadiendo más en sus brazos esculpidos. Y hombre, se veían sexys. Debería decir que todavía era un bastardo. O bastardo, como me gustaba llamarlo. Zavier me había conseguido un hermoso anillo de diamantes, un anillo de compromiso, para ser más precisos. Pero un año en la universidad, no queríamos casarnos de inmediato así que esperamos un poco, por lo menos hasta que nos graduáramos y estuviéramos listos para vivir nuestras vidas y tener una familia. Drake, Ian y Darrel venían a visitarnos de vez en cuando y como siempre, lo hicieron todo raro y divertido. Esos hijos de puta eran los mejores, y amaba que vinieran constantemente a visitarnos. Eran mi familia. Incluso Jesse era como un hermano, y Ethan estaba a su lado otra vez durante los días de instituto. No quise perdonarlo por lo que hizo, y Zavier no me hizo hacerlo. Aunque como él, tuve que superarlo y olvidarlo. Davne fue descubierto sobre todo, considerando que Zavier era realmente lo suficiente valiente para ir a visitarlo en prisión. Pensó que Davne merecía la verdad, y no porque quisiera delatar a Ethan por sus mentiras. Solo quería honestidad y paz entre todo el mundo. Era como un buen chico. No quería que nada le pasase al amor de mi vida sin embargo, así que le pedí a Drake que se quedase en caso de que Davne intentase hacer algo. Drake lo hizo por mí, especialmente desde que no le gustaba el chico del todo. Pero también era ahora un policía. Él sabía más que Davne. Y así Davne tenía razones para tener miedo. Al igual que tuvo miedo cuando su hermana murió, cuando su madre se fue, y cuando envenenó a su padre y a su hermano mayor. Si, él era un psicópata. Oh, bueno. El día de mi boda fue el mejor día de mi vida. Finalmente conseguí llamarme a mí misma Señora Coin. Tuve un hermoso vestido de encaje vintage y Zavier tuvo un traje oscuro y una pajarita. Drake me llevó bajo el pasillo como mi padre hubiera hecho si estuviese conmigo. Jesse fue el padrino de Zavier (y él todavía no estaba admitiendo que lloró), y solo déjame decir, ambas de mis Damas de Honor fueron hombres. Aunque Ian

y Darrel no tuvieron que llevar vestidos. Ellos solo llevaron bonitos trajes con alfileres de flores. Y admitieron llorar, no como alguien que conozco. Todavía tenía que parar las cosas que hice, pero le dije a mi sexy marido que en realidad no hacían falta llaves de la casa si podía fácilmente forzar una cerradura (solo digo). Se convirtió en necesario para mí, sin embargo, parar todas esas cosas cuando Zavier se convirtió en profesor en un instituto local. Más aun cuando un par de años después de eso, cambió de carrera y decidió estudiar leyes y entrar en la política. En los siguientes pocos años, postuló para concejal, siguiente el congreso y entonces para el senado. Entonces en el 2030, entró en el las primarias del Partido Democrático y consiguió la aprobación del partido. ¡Ese mismo año se unió a las Elecciones Presidenciales y ganó! Juro que se veía tan adorable, y sabía que iba a ser el mejor Presidente que este país había tenido cuando hizo un baile feliz en la fiesta de la victoria. Bruce Wayller, su oponente, incluso esbozó una sonrisa cuando vio el baile y elegantemente felicitó a Zavier. Incluso a la mitad de sus treinta, Zavier todavía se veía joven, refinado, y hermoso. Las chicas adolescentes en realidad llamaban el Presidente de los Estados Unidos la pieza de trasero más caliente de ahí fuera. Porque lo era, y era todo mío. Nuestros chicos, mellizos, parecían tan hermosos como él. Podíamos decir que cada uno consiguió al menos dos de nuestras características. Nuestro hijo, Vans, era un bombón y Zavier llegó a nombrarlo. Le gustaban los nombres únicos. Así que en lugar de Vance o algo como eso, lo cambió por Vans, recordándole los zapatos que amaba y sigue llevando. Yo nombré a mi niña. Siempre estuve intrigada por la torre Eiffel y deseé algún día verla de cerca. Ella me dio la esperanza de que conseguiría verla antes de que muera, y solo la amaba con todo mi corazón. Mas yo no era del todo buena con los nombres, así que eso fue lo mejor que pude hacer. Eso fue lo mejor que pudimos hacer ambos. Pero sabíamos que podíamos ser los mejores padres por ahí fuera. Para este día… solo amo toda la vida que se me ofreció. Ya no creo que solo lo malo existir en el mundo, incluso si sigue ahí. Ya no me llamaba a mí misma una mala persona tampoco. Soy solo yo. Y lo que soy, es una ruda, difícil, y chica increíble, locamente enamorada de su dulce chico nerd. Soy más que afortunada. La vida se pone buena.

Fin

Sobre la Autora Nacida en México en 1996, el sueño de Karla siempre ha sido convertirse en un autor y dirigir sus propios libros en películas. Prefiere permanecer en el interior para crear un mundo mejor y le gusta fingir que sus personajes son personas reales. La música es su vida, sus obsesiones son gorros y rancheros alegres, y espera poder inspirar a la gente con sus escritos y hacerlos felices.