Karate Para La Mujer

CONTIENE 171 ' I FOTOGRAFIAS Elke Vaughan KARATE para la MUJER • Su autodefensa • Su salud • Su silueta _ El tí

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CONTIENE 171 ' I

FOTOGRAFIAS

Elke Vaughan

KARATE para la MUJER • Su autodefensa

• Su salud

• Su silueta

_

El título y las características de esta Colección han sido debidamente registrados. Queda prohibida su reproducción.

Queda hecho el depósito que previene la ley 11723. 0 1968. Editorial Cayini S. C. por A. 15 de Noyiembre 1149. Buenos Aires.

Impreso en la Argentina

Printed in Argentina

INTRODUCCION Aristóteles afirmó: VIDA ES MOVIMIENTO. Sí; la vida es movimiento y algo más que aún no nos ha sido revelado. Pero no vamos aquí a estudiar el origen de la vida, sino la manera de conservarla. “El ser humano no muere, sino que se mata”, dijo Buffón. Es que tenemos un afán suicida. Y aunque no creamos ni por un instante en la eternidad de la materia, y sí en la indestruc­ tibilidad del espíritu, no hay duda que nos empeñamos en vivir la mitad del tiempo que nos está señalado, por nuestros excesos y falta de higiene. No es la vida larga la más rica. Pero debemos desear vivir bien el tiempo que nos está indicado; es decir, en plena obedien­ cia de la materia a nuestra voluntad sincronizada al ritmo del espíritu. La salud se puede perder sin que el cerebro caiga en desgra­ cia; pero es preciso haberla poseído alguna vez para arrancar estímulos a la materia que de otra manera no se hubieran obte­ nido, y realizar los fuertes trabajos que organizan la personalidad. Un ser fuerte irá más lejos que otro débil en todo. Podrá estudiar más horas, soportar un trabajo más intenso, concentrar mejor su atención; saltar, incluso, sobre los obstáculos que para otros son insalvables. El carácter noble, la alegría, el optimismo, la celebración po­ derosa, no tienen otra fuente que la salud. Pero, ¿cómo cuidarla? La vida abundantemente artificial de las ciudades, el medio social que la esclaviza, reduciéndola a una mecanización alarman­ te, donde además se pierde el gusto por la vida sencilla, son sus enemigos naturales. Existen, empero, métodos para cuidar la salud. El primero de todos: EVITAR LOS EXCESOS. Es decir, la larga concentración, el sedentarismo, el comer fuera de medida, el no alternar el trabajo con la distracción.

El segundo: UNA ALIMENTACION ADECUADA. La comida espartana se reducía a unas cuantas frutas secas —que no hemos reemplazado— y un poco de pan negro, que hemos reemplazado por el blanco con todo error. La mejor co­ mida es la más sobria y la más rica de elementos, aquella que la naturaleza, proporciona: frutas, legumbres, etc. A la moderación y a la alimentación adecuada, deben seguir LOS DEPORTES. Estos ponen en movimiento todos nuestros músculos, aun aquellos que la especialización del trabajo no utiliza, y contri­ buyen a evitar la diferencia existente entre el organismo exter­ no —descansado— y el organismo interno en plena labor. Todo cuerpo en gimnasia será más sano y resistirá mejor la labor a que se le someta. Y bien; la práctica del KARATE constituye una cultura física de innegables valores. En el KARATE entran en juego todas las partes del cuerpo, las cuales se desarrollan armónicamente, adquiriendo así, quien lo practica, fuerza y suavidad. FUERZA Y SUAVIDAD. He aquí el gran secreto que hace este deporte —en apariencia rudo y violento—, absolutamente adecuado para la mujer. Todos los ejercicios pueden ser practicados indistintamente tanto por los hombres como por las mujeres, con tal que su salud sea normal. No obstante, en esta breve obra, hemos tenido en cuenta únicamente las técnicas adecuadas a la mujer. O sea, las que le proporcionen: ESBELTEZ, GRACIA Y SALUD. La práctica constante del KARATE es el mejor y único sis­ tema para lograr la soñada esbeltez. Por otra parte, el KARATE ofrece a la mujer el mejor medio de autodefensa, sin necesidad de emplear arma alguna. La autodefensa de la mujer, en esta apresurada época, es una necesidad. Una mujer capaz de defenderse por sí sola se siente más segura, y por lo tanto más bella, más equilibrada, más capa­ citada para lograr el éxito, cualquiera sea la actividad que des­ empeñe. El ama de casa puede, por medio del KARATE, defender sus hijos y su hogar. Por todo lo expuesto es que afirmamos: EL KARATE PARA LA MUJER le ofrece: SU AUTODEFENSA. SU SALUD. SU SILUETA.

PRELIMINARES

El KARATE es, sin duda alguna, el mejor medio de autode­ fensa sin necesidad de emplear arma alguna. A mano limpia, uti­ lizando brazos y piernas, es posible vencer a un enemigo mascu­ lino robusto y fuerte. La técnica del KARATE es sencilla y precisa. No obstante, su estudio no puede emprenderse sin tomar las debidas precau­ ciones, ya que las prácticas son peligrosas. En verdad, no debemos ocultarlo, su espíritu es el vencer o morir, como en todas las artes marciales japonesas (Kendo: esgrima; Kyudo: tiro con arco; Aiki­ do: deporte similar al Yudo, pero sin reglas que lo limiten; •Atemis: el arte de atacar los puntos vitales, etc.), y la eficacia de sus técnicas, verdaderamente terribles. Por estas razones el KARATE fue mantenido en secreto durante largos años. Su enseñanza, en el antiguo Japón, estaba reservada únicamente a los nobles y a los guerreros (samurais). Pero después de la restauración mo­ derna del Japón, el KARATE ya no se emplea como instrumento de violencia, es decir, con el criminal objetivo de aplastar al ad­ versario, sino como un noble deporte que permite a quienes lo practican alcanzar habilidad física y gran fortaleza moral. Las escuelas japonesas incorporaron su práctica a la instrucción física. Asimismo, los Dojos (gimnasio o sala donde se practica el Karate, el Yudo y demás artes marciales) son actualmente populares en todo el mundo. Y suman muchos miles las mujeres que practican KARATE, como una disciplina física y moral. Porque la práctica de este singular deporte constituye una cultura física de innega­ bles valores. En sus prácticas, entran en juego todas las partes del cuerpo, las cuales se desarrollan armónicamente, proporcio­ nando así a sus cultores fuerza y suavidad. También es un ejer­ cicio ideal para el espíritu. Nos enseña, en este aspecto, a enfren­ tar con valor cualquier obstáculo; a ser amables, corteses y ha­ cernos recordar constantemente que la modestia es la virtud que más ayuda al éxito en la vida; a respetar a los demás, sean ami­ gos o enemigos, superiores o inferiores.

KARATE (Kara: vacia - te: mano) significa: combate a manos vacías. Practicado con las normas de un deporte, es una técnica agradable y de utilidad, ya que ofrece a sus cultores agilidad, no­ ble espíritu de lucha y el arte de autodefenderse con un mínimo esfuerzo; es decir, un deporte digno continuador del remoto arte de los samurais (guerreros altamente caballeros, auténticos nobles en la lucha). Puede definírsele como forjador del Hombre, siem­ pre en búsqueda de la Verdad del ideal humano; proporciona modestia, idea de justicia y del sacrificio de uno mismo. O sea, INICIACION A UNA MORAL SUPERIOR. Porque por medio de la superioridad física se llega, sin duda, al valor de apelar a la bondad. Si el KARATE se practica inmoralmente, sin conciencia, sin espíritu deportivo, atacando salvajemente (en lugar de usadlo únicamente como defensa y sólo recurrir al ataque en casos de legítima defensa, extremos, en que está en serio peligro la pro­ pia vida), no es nada más que un arma peligrosísima, indigna de un ser humano. Y ello sería traicionar el espíritu del KARATE, tal como lo concibieron los heroicos samurais que luchaban sin armas y tan sólo al servicio de causas nobles, y tal como lo con­ ciben los grandes maestros del mundo, como el gran Funakoshi; que fuera presidente de la Asociación Japonesa de Karate (Nihon Karate Kiokai). Esta breve obra no pretende ser más que un Manual Práctico para aprender los katas (todos los movimientos fundamentales que permiten el estudio a fondo de este arte) del Karate, que ofrecen a la mujer las mejores condiciones para estimular la ener­ gía, el dinamismo, reflejos mentales de increíble rapidez, vigor, suavidad y salud; y también las condiciones esenciales para ac­ tuar, en casos de legítima defensa personal, cuando la vida está en peligro. Ahora bien; llegar a perfeccionarse en la técnica del KARATE no es sencillo. Todos los movimientos, por simples que parezcan a primera vista (y a veces parecen hasta absurdos), deben ser realizados con exactitud matemática... Y ESTO NO ES FACIL. Lo aconsejable es recurrir a un buen profesor y trabajar con cons­ tancia. Esta obra, entonces, no es una panacea maravillosa que pre­ tende apurar todas las facetas del tema en tan breves páginas. El KARATE no es materia de este tipo. Sus secretos no pueden dominarse leyendo simplemente el texto, ni tampoco, natural­ mente, mediante cortos e indisciplinados ensayos de las técnicas aquí descriptas. Para lograr dominar las técnicas hay, pues, dos caminos positivos: adiestrarse junto a un profesor conciente y trabajar disciplinadamente con todo ahinco.

Pero esta obra ofrece dos buenos motivos (más que suficien­ tes para decidirnos a ofrecerla a la lectora): introducir a la mu­ jer en una ciencia que puede reportarle infinidad de beneficios y enseñarle a dominar algunos principios elementales de ella. Aquí mostramos sólo la mecánica de algunos lances y si se trabaja con disciplina (una hora diaria, con la mente concentrada en lo que se está haciendo) es perfectamente factible llegar a dominarlos. Las técnicas del KARATE son tantas que aún los más avezados profesores deben continuar ejercitándose toda la vida... NO OLVIDAR que se trata de aprender un arte noble y no el arte de asesinar. Es menester disponer de un espíritu elevado, un estricto sen­ tido de la moral y una cultura suficiente. El KARATE no da ja­ más sus secretos a las naturalezas bajas. Y una aclaración para la principiante: a simple vista, las pa­ labras japonesas pueden desorientarla; mas, a poco que se estudie esta obra, esas palabras le resultarán familiares mucho antes de lo que pueda suponer. Fuerza, agilidad y belleza atlética pueden adquirirse con las prácticas del KARATE. El KARATE se puede practicar en cualquier lugar. Nó re­ quiere ninguna instalación especial... aunque, naturalmente, en las instituciones donde se enseña por medio de capacitados pro­ fesores, se practica en el dojo (sala de entrenamiento, dotado de un acolchado especial) y vestido con un kimono llamado judogi (co­ mo el que lucen las modelos de las fotografías que ilustran esta obra), compuesto de un pantalón y de una blusa de tejido fuerte blanco. Pero nada impide que la lectora practique en cualquier lugar de la casa: una habitación limpia y ventilada, una o dos mantas dobladas, para aislarse dé la dureza y de la frialdad del suelo, y nada más. También es interesante practicar en un jar­ dín, al aire libre. Las sesiones de ejercicios durarán media o una hora, según las posibilidades de tiempo de cada persona. El mejor momento para practicar los ejercicios es al mediodía, media hora antes de comer, o al levantarse por la mañana, o media hora antes de cenar. Los requisitos personales para hacer los ejercicios son los mismos que se aconsejan para practicar la gimnasia occidental: buen estado de salud, o en el caso de estar débil o convaleciente de una enfermedad pasada, pedir el asesoramiento médico corres­ pondiente. Con viente practicar los ejercicios sin cremas o maquillajes, ya que esto dificultaría la libre traspiración a través de la piel. También es importante poseer las siguientes tres cualidades,

muy necesarias para poder dominar las técnicas, que se adquieren instruyéndose concienzudamente. Físicamente: Es necesario éonocer con toda minuciosidad la posición ventajosa a asumir, los movimientos a realizar y es ne­ cesario poseer un cuerpo ágil (lo cual puede adquirirse mediante los ejercicios de ablandamiento que veremos más adelante). Espiritualmente: Disponer de una desarrollada actividad men­ tal y ser rápidos en la concepción de las medidas a adoptar. Intuición: Con el ejercicio se llega a prever la acción del ad­ versario; porque es necesario conocer el golpe unos instantes an­ tes de haber sido lanzado. MODESTIA Y EDUCACION son otras dos cualidades impres­ cindibles, que siempre deben imperar en los actos de quien pre­ tenda ser y asimilar las técnicas de unos caballeros como son los japoneses. / Si el KARATE, tal cual se enseña actualmente en todo el mundo, es: NOBLEZA FRENTE A LA AGRESION.

SUAVIDAD FRENTE A LA VIOLENCIA. El practicante deberá ser noble ante el enemigo, ágil frente a la violencia. Este libro sólo servirá, como ya hemos dicho, para preparar teóricamente. La parte práctica, sólo la asimilará usted con mu­ chas horas de práctica y mucha perseverancia. Piense que los li­ bros nunca han substituido a la práctica; el libro ha de ser orien­ tador, guía, informador teórico. , Para llegar a dominar este sutil arte la principiante debe, co­ mo toda otra deportista, someterse a un plan de vida: entrenarse todos los días; luego una ducha y un buen descanso. Privarse de todo vicio: no fumar, no beber alcohol. Trasnochar es pésimo. Estas son normas, no. sólo para cualquier deporte, sino para toda persona sana y deportista en el sentido más elevado de la pala­ bra. Preocuparse principalmente de mantener la flexibilidad: cin­ tura ágil y elástica, junto con rápidos reflejos la ayudarán para llegar a la meta. Esto se logra UNICAMENTE con entrenamiento y constancia. Es decir, que se trata de emprender un camino difí­ cil. El otro camino, el del vicio, es muy fácil y cualquiera está en condiciones de recorrerlo. Vida social y vida deportiva, aun sien­ do dos vías distintas, deben ir unidas. En sociedad, .demostrar que se es muy buena deportista, y en el deporte hacer gala de excelente educación. Seguir estas normas, significa llegar a un éxito de personalidad avasalladora. CONSEJOS - SUGERENCIAS

No espere ni intente lograr desde los primeros días la ejecu­ ción completa de las técnicas. Es menester un largo período de adiestramiento para la mayor parte de los ejercicios, aun los de apariencia más simples, como las posiciones. Si llega al fin de la sesión de los ejercicios con decaimiento o cansancio, es indicio de que los hace con nerviosidad. Proceda siempre con suavidad. El modo de respirar tiene gran importancia. En el instante de la espiración el ser humano es más débil; por ello, hay que evitar respirar con la boca abierta, para que el adversario no pueda advertir el ritmo de la respiración. No olvidar que el KARATE no es un pasatiempo para seño­ ritas “snobs”, aunque tampoco es un deporte violento. Es el de­ porte de la flexibilidad y de la suavidad; es decir, que todos los movimientos son suaves, no exentos de fuerza, por supuesto. Ra­ zón por la cual la práctica constante de los movimientos de gim­ nasia preparatoria constituye un auxiliar indispensable. El KARATE se puede practicar en cualquier lugar; podemos practicarlo solas o acompañadas aunque, naturalmente, esto úl­ timo es lo aconsejable. Al respecto, le sugerimos -que empiece, las prácticas en, compañía de su amiga de más confianza... ¡y la que abandone primero deberá pagarle una multa a la otra...! Es un buen truquito para no desmayar en las primeras prácticas y continuar durante mucho tiempo el aprendizaje. El KARATE le proporcionará el mejor medio de autodefensa que existe. Asegura invencibilidad, casi sin excepciones. Aim en un combate a mano limpia contra varios atacantes. También su Constante práctich, con seriedad, nos proporcionará la sorprendente facultad de penetrar en el pensamiento del rival, facultad que se irá adquiriendo de manera inconsciente. El KARATE se asemeja al Yudo por sus movimientos, pero por su entrenamiento y práctica se asemeja al Kendo, esgrima. Se debe proceder siempre con SERIEDAD Y ATENCION al entrenarse con otra; no olvidar en ningún momento que un error puede ocasionar graves consecuencias para quien haga las veces de enemigo en las prácticas. El fin del KARATE es la defensa; por esta razón todos los Katas se componen de movimientos defensivos únicamente; aun­ que se trata de una defensa positiva, por cuanto todos sus mo­ vimientos van seguidos, instantáneamente, de ataques.. Recordar, en las prácticas, que la RAPIDEZ Y EL PODER son los elementos fundamentales del KARATE. Esta técnica japonesa de autodefensa no sirve para hacer ex­ hibiciones, ya que se trata de algo muy serio: vida o muerte.

Por esta razón, también, es que quien aprenda a dominar el KA­ RATE (simple, muy simple... pero teniendo en cuenta que, pre­ cisamente, en su simplicidad está el secreto: nada debe hacerse improvisadamente, sino siguiendo las reglas, aunque parezcan ton­ tas o absurdas a simple vista, o aim factibles de mejorar por propia iniciativa o inspiración) no debe luchar porque sí, ya que la superioridad de la experta en KARATE es tremenda y puede, sino matar, lastimar muy seriamente al oponente: de otro modo no se puede luchar y esta es, justamente, su única desventaja. O se lucha para vencer terriblemente o no se puede intervenir en ninguna lucha. El boxeador puede, en una pelea eventual, pre­ sentar lucha y vencer sin dañar seriamente al adversario. Quien domina el arte del KARATE no puede pelear, precisamente por su evidente y terrible superioridad. PERSEVERANCIA Es necesario aprender bien los Katas. Y comprenderlos; esto es importante. A simple vista —lo repetimos— pueden parecer simples, infantiles, ineficaces, susceptibles de mejorar... pero.no es así. Cada posición, cada movimiento, debe realizarse con rigurosa precisión. Durante las prácticas no se debe emplear la fuerza. Por el contrario, debe ponerse los cinco sentidos en las faces de cada movimiento, CON SUAVIDAD, olvidando la fuerza. Esto es pri­ mordial. Quien al practicar utilice la fuerza para derribar a su oponente, jamás aprenderá KARATE. Siempre se debe estar en la posición correcta, exacta. Nada, ni el más mínimo detalle puede dejarse librado a la propia inspiración. Justeza en cada movi­ miento, por insignificante que este pueda parecer. En su estricto cumplimiento reside toda la magia de este arte. Cada uno de los movimientos debe ser considerado como parte de uno solo: el definitivo. No comenzar por los movimientos espectaculares. Esto sería el más grave de todos los errores que usted pueda cometer. El mayor empeño, la mayor parte del tiempo, debe ser empleado en practicar los movimientos de apariencia modesta; es en estos movimientos que el KARATE halla su brillante expresión de arma poderosa. O, practicado sola, su brillante expresión de ar­ monía y ritmo para ayudarla a lograr una delicada silueta. Los ojos deben estar constantemente alertados. Siempre fijos sobre los ojos del rival. Especial atención a los ojos, pues. Boca cerrada, herméticamente; la respiración debe ejercerse por la nariz; fuerza en la parte del abdomen, que está situada dos dedos debajo del ombligo.

EJERCICIOS DE ABLANDAMIENTO Antes y después de cada sesión de adiestramiento, deben lle­ varse a cabo los ejercicios que detallamos gráficamente para su mejor comprensión. Son de imprescindible necesidad: provocar un aumento de la circulación sanguínea, lo cual disminuye con­ siderablemente las posibilidades de lesiones o distensiones mus­ culares o de cualquier otro componente del cuerpo. Repetimos: los ejercicios de ablandamiento SON IMPRESCIN­ DIBLES. Practíquelos durante los primeros quince días de prác­ tica, antes de comenzar con los Katas; y siga practicándolos siem­ pre, antes y después de las sesiones diarias. Veamos: 1) Giro del cuello, a un lado y otro, arriba v abajo (Figs. 1, 2. 3 y 4).

FIG. 1

HG. 2

FIG. í

FIG. 4

2) Rotación de cabeza y cuello; primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda (Figs. 5 y 6). 3) Rotación de cuerpo. Con las piernas separadas, inclinadas hacia adelante, de derecha a izquierda y viceversa (Figs. 7 y 8).

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~ FIG. 6

5) Flexión de torso. Comenzar de la posición vertical; flexio­ nal' la cintura y. con ambas manos, tocar las puntas de los dedos del pie y luego los talones. Las palmas deben apoyarse en el suelo (Figs. 11. 12 y 13).

FIG. 8

4) Rotar las rodillas; muy unidas y flexionadas, en forma circular (Figs. 9 y 10). Las rodillas deben estar unidas con fuer­ za; manos apoyadas sobre las rodillas.

FIG. 9

FIG. 10

FIG. 13

6) Rotación de terso: las piernas muy abiertas; la palma de la mano derecha toca el suelo, por delante de los dedos del pie iz­ quierdo: luego la palma izquierda hace lo mismo ante los dedos

7) Elevación del cuerpo: separar las piernas todo lo posible, apoyado en las plantas de ambos pies, con las puntas de los dedos hacia adelante. Los brazos sostienen el peso del cuerpo; avanzar el cuerpo hacia adelante, con un movimiento circular del tronco; repetir el movimiento hacia atrás, también en forma circular (Figs. 17-18-19). Este ejercicio debe ejecutarse apoyán­ dose en los cincos dedos de cada mano; repetir, al cabo, apoyán-

FIG.

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8) Sentarse: Este ejercicio debe ser realizado por dos perso­ nas. Acostarse, manos bajo la cabeza, pies entrelazados con los de la compañera, de la manera que indica el detalle en la fotografía (Fig. 20). Ambas compañeras se elevan al mismo tiempo hasta to­ car las respectivas rodillas con la frente; los brazos siempre cru­ zados tras la cabeza, unidas las manos (Fig. 21).

FIG. 20

FIG 21

LOS PUNTOS VITALES En las fotografías están señalados los puntos vitales del ser humano. Naturalmente, no sólo es necesario conocer la ubicación exac­ ta de cada punto, sino también saber golpear. Y, además, también saber si en el punto tal debe aplicarse un golpe de hacha o un puñetazo endemoniado. (Denominaciones de golpes que veremos más adelante). Lo aconsejable es aprender bien dos o tres puntos: su lugar exacto y el golpe a utilizar. Veamos esos puntos sensibles o vitales del cuerpo humano: CABEZA (Fig. A): De frente: 1, cumbre de la nariz; 2, Base de la nariz; 3, Men­ tón; 4, Nuez de Adán; 5, Tráquea; 6, Ojos. De lado: 7, Sien; 8, Lóbulo de la oteja; 9, Mejilla; 10, Mandí­ bula inferior; 11, Carótida. Detrás: (Fig. C): 12, Base del cerebelo; 13, Ligamentos del Estemocleidomastoideo;l 4, Ligamentos del trapecio. BRAZOS (Figs. A y C). Antebrazo: 15, Nervio radial, Muñeca; 16, Nervio medio, Ma­ nos; 17, Ligamentos interóseos dorsales. CUERPO (Figs. B y C). De frente: 18, Clavículas; 19, Axilas; 20, Corazón; 21, Plexo solar; 22, Pliegues inguinales; 23, Testículos. De espalda: 24, 5* vértebra dorsal; 25, 7* vértebra dorsal; 26, 1* vértebra lumbar; 27, Riñones; 28, 4* vértebra lumbar; 29,Bordes laterales del sacro. De costado: 30, Falsas costillas; 31, Nervios internos del brazo hacia el epitrócleo. PIERNAS (Figs. B y C). De frente: 32, Tendón rotuliano; 33, Base de los dedos del pie. De costado: 34, Cara interior de la tibia; 35, Tobillo. Detrás: 36, Hueco poplíteo en la rodilla; 37, Base de la pan­ torrilla; 38, Tendón de Aquiles.

(Fig. A):

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■H B O H B I

ELKE VAUGHAM

(Figs. B ).

(Figs. B y C).

ENTRENAMIENTOS Para fortalecer. los brazos (manos, muñecas y codos) y las piernas (pies, rodillas), se debe recurrir al MAKIARA. Este es un aparato muy simple: pieza de madera de dos metros de alto, de los cuales unos sesenta centímetros se hallan clavados en el piso del Dojo (Sala de entrenamiento). Sobre el tercio superior de ese poste se halla una almohada de paja trenzada de unos 25 a 30 centímetros de largo y unos pocos de espesor. Sobre el tercio superior otra almohadilla igual. La de arriba sirve para adiestra­ miento de los brazos, golpeando sobre ella; la de abajo, para forta­ lecer y entrenar los golpes de pie. Si usted toma lecciones con un profesor, éste le pondrá frente a un MAKIARA, pero si opta por practicar en su casa, por medio de este manual, le resultará muy sencillo fabricarse un MAKIARA que enclavará en cual­ quier lugar de su casa. También se utiliza el SUN ATAW ARA. Se trata de una bolsa de tela resistente, llena de arena, de unos 60 centímetros de largo por unos 30 de diámetro. Es similar a las bolsas de entrenamiento que usan los boxeadores y que, sin duda, usted- conoce. Colgada del techo, permite el adiestramiento de los brazos. En el suelo, sobre el piso, para ejercitar los pies; arrodillándose frente a ella, para adiestrar el borde de la mano. También es conveniente utilizar el tensor, con el fin de desa­ rrollar los músculos. Y practicar levantamiento de pesas. Pero la mujer puede prescindir de estos elementos de entrenamiento, pues debe tratar de adquirir la habilidad necesaria para saber golpear: el punto y la manera de hacerlo. En el MAKIARA se debe ejercitar golpes de codo y también de Shuto (la mano como un sable). Para realizar todos los entrenamientos, si es que usted quie­ re agotar las mejores posibilidades del KARATE, lo aconsejable es asesorarse debidamente por un buen profesor. Pero veamos algunas indicaciones importantes al respecto: ENTRENAMIENTOS CON EL PUÑO Para golpear en el MAKIARA con el puño hay varias técnicas. 1) Para entrenarse con el puño derecho: adelantar la pier­ na izquierda, sosteniendo en ella el peso del cuerpo; ambos puños en las caderas, con las palmas hacia arriba, codos atrás. Golpear con el puño derecho, haciéndolo girar de derecha a izquierda, pe­ ro dando el impacto en el MAKIWARA en el instante justo en que el puño está con la palma hacia abajo. Los golpes deben efec­ tuarse haciendo que el puño siga la línea más directa y más recta.

Dar el impacto con las articulaciones metacarpo-falangianas de los dedos índice y mayor; con fuerza y velocidad progresivas. Es­ te golpe se denomina Hon-Ken y es fundamental en el KARATE. 2) Ura-Utchi-Ken (con el puño de revés). Es decir, con el reverso de la mano, con el puño cerrado. Hay dos maneras para este entrenamiento: a) directo, con el puño frente a la cara, la palma vuelta hacia uno; el golpe se da contra el MAKIWARA a una distancia de medio brazo, con el reverso del puño derecho; la pierna derecha se adelanta casi simultáneamente con el puño; b) golpe de lado; el puño derecho a la altura del estómago, pulgar Jarriba; el MAKIWARA se halla a nuestro lado derecho, a medio brazo de distancia. El golpe se propina con el reverso del puño derecho cerrado, sin mover el cuerpo. El entrenamiento continuo contra el MAKIWARA causa una leve deformación del puño, por el cual se reconoce a los practi­ cantes expertos de KARATE. ENTRENAMIENTO DE SHUTO También el entrenamiento para usar la mano como un sable —arma temible—, tiene dos maneras: a) colocarse al lado del MAKIWARA con el pie derecho adelantado y golpear a la de­ recha. La mano sigue la trayectoria paralela al'suelo; en el pre­ ciso instante del golpe debe estar bien paralela al MAKIWARA. Observarse que el pie adelantado es siempre el correspondiente al de la mano que golpea; b) pie derecho adelantado, piernas flexionadas; efectuar el golpe directamente ante usted misma. La mano queda abierta, los dedos agrupados, el pulgar recogido contra la palma dirigida hacia la cara y a su misma altura; antebrazo do­ blado sobre el brazo, codo separado del pecho. ENTRENAMIENTO DEL PIE El golpe se lleva a cabo directamente levantando primero la rodilla e impactando con el pie. El impacto debe producirse ins­ tantáneamente, una vez levantada la rodilla. Ejercitar primero con el pie calzado y luego de unos días, con el pie desnudo. LA MUÑECA La muñeca también se entrena en el MAKIWARA. Sin embargo, sino se dispone de ese elemento, es posible ejer­ citar y reforzar las muñecas de manera muy simple: golpeándolas una contra otra, con los puños cerrados. De esta manera se llega a endurecer muy bien el borde exterior de la muñeca, o sea la parte más empleada en la defensa. En el KARATE nada debe ser forzado, exagerado; por el con­ trario, hasta el más mínimo movimiento debe ser ejecutado con naturalidad, con soltura, con armonía... como en los movimien­ tos de una bailarina de Ballet.

LA POSICION >

La posición ha sido objeto de minuciosos estudios por los más expertos profesores. Por lo tanto, se advierte que sin una correcta posición no es posible practicar el KARATE con eficacia. JUMBI-SHIZEI. O sea La Promesa. Esta posición, o movi­ miento, no debe omitirse antes de iniciar las prácticas. Es una tradición que significa un juramento o promesa que el karateman se hace a sí mismo; difiere según las distintas escuelas, pero su significado es siempre el mismo. En el ejemplo que ofrecemos, tal vez el más usual, vemos sus cuatro movimientos con claridad en las fotografías (Figs. 22, 23, 24' y 25). Esta posición, compuesta de cuatro movimientos, signi­ fica, al igual que en sus variantes, la promesa ética que el jugador se hace a sí mismo con sentido de juramento: No debo olvidar que aprendo KARATE para tener una clara conciencia de todo; que estoy dispuesto a defender la justicia y a proteger a mi prójimo; que jamás, por ningún motivo, me mos­ traré cruel o orgulloso; que jamás usaré de mis conocimientos de KARATE con fines innobles, sino únicamente en los casos que no pueda, de ninguna manera posible, evitarlo y, aún así, siempre como un medio de defensa y nunca como un ataque. ELEMENTOS DE LA POSICION Ashi-No-Hiraki (La separación de los pies). Es importante que los pies conserven, siempre, una cierta distancia entre sí; cuando la separación de los pies está mal cal­ culada, no es posible efectuar los golpes con eficacia. Si esa dis­ tancia es excesiva, perjudica la movilidad; si es demasiado peque­ ña, perjudica la estabilidad. ¿Cuál es, pues, la separación correcta de los pies entre sí? La distancia de uno a otro pie debe ser similar a la que existe entre el talón y la rodilla. Para estimar a simple vista esa distancia, es suficiente con apoyar una rodilla en el suelo; ésta ha de poder tocar el tobillo del otro pie, sin adelantar los dedos. Esta es, pues, la posición

FIG. 23

correcta de los pies, válida para todas las posiciones fundamenta­ les, excepto en las siguientes: Hatchi-Ji-Tatchi, Té-Ji-Tatchi, KibaTatchi y Sei-Soku-Tatchi. JO-TAI (La posición correcta de la parte superior del cuerpo). Debe mantenerse el cuerpo perpendicular, jamás inclinado ha­ cia adelante o hacia los costados; incluso debe permanecer así aún en los instantes de dar o recibir los golpes. Los hombros deben permanecer paralelos al piso con naturalidad; el mentón recogido, la cabeza bien erguida, no inclinada hacia un lado, y la boca siem­ pre cerrada. KIHON-SHISEI (Posiciones fundamentales). El axioma del KARATE es: , Dar siempre el frente al enemigo, pero jamás a su ataque. Para llevarlo a cabo debemos estar siempre orientados hacia el adversario, algo inclinadas, siguiendo los dedos del pie que te­ nemos adelantado, siguiendo la dirección del adversario en todos sus movimientos, con los ojos bien atentos. (Figs. 26, 27 y 28). Esta

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es la posición fundamental de partida para todas las demás. Ad­ viértase: derecha, mentón recogido, hombros naturales, piernas ligeramente separadas, brazos a lo largo del cuerpo, puños cerra­ dos con las palmas vueltas hacia atrás. Importante: el espíritu debe hallarse libre de todo otro pensamiento que no sea el de los mo­ vimientos a realizar. Antes de proseguir con las posturas, veamos LA GUARDIA, de tanta importancia, la cual comprende seis fundamentales posi­ ciones. KAMAE - KATA ( La Guardia). La guardia para el KARATE adopta posiciones muy simila­ res a las del Kendo (o sea esgrima, de las artes marciales del Ja­ pón), es decir, como si se tratara de un combate a espada, lanza o bastón. Seis son las posiciones fundamentales del Kamaé-Kata: 1) Jo-Dan-No-Kamaé: ideal para adoptar ante un enemigo de físico mayor al nuestro (Figs. 29 y 30). Toma como centro la par-

te superior del cuerpo del enemigo; los ojos, fijos en los del ata­ cante. Se trata, en suma, de una guardia alta. 2) Tchu-Dan-No-Kamaé: Se centra entre el cuello y el ombli­ go (Fig. 31); esta es Ja guardia básica y la más frecuente. En rea­ lidad, de esta guardia derivan todas las demás. 3) Gé-Dan-No-Kamaé: o guardia baja (Fig. 32); toma como centro la parte del cuerpo situada del ombligo a los pies. Ideal para defenderse contra ataques de pies.

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4) Tchu-Dan-Uké: se la puede considerar como la más impor­ tante de las guardias del KARATE. Es la que se adopta para de­ fender la región cervo-torácica, es decir la parte más atacada. (Figs. 33-A, —de frente— y 33-B —de perfil—). Es también la guardia más fácil de transformar. No se puede adelantar en el KARATE si no se sabe adoptar correctamente esta postura. Ob­ servemos: deja libre la pierna que se halla delante (el peso del cuerpo está sobre la pierna que se encuentra flexionada. atrás), por lo cual debemos golpear con ese pie y usar la rodilla, levan­ tada, para la defensa. Los ojos, siempre fijos en los del rival. En suma: quien adopte esta postura correctamente, manteniéndola al avanzar, retroceder o moverse hacia los costados, ya sea para ¡a defensa o el ataque, puede considerarse hábil en la técnica KA­ RATE. Se recomienda, entonces, ejercitar con paciencia esta guar­ dia. Tatchi-Kata-Kos: desplazamientos. Vamos ahora las distintas posiciones que permiten desplaza­

Los puntos principales, en los cuales debe centrarse la aten­ ción de estas posiciones son pies y piernas. Los pies, pueden estar juntos o separados, cerrados, parale­ los. Las piernas, pueden estar flexionadas, separadas, juntas... Ken-Kutsu-Tatchi: posición para ataque; un pie adelante, con la punta hacia el rival, pierna flexionada, soportando el peso del cuerpo; la otra pierna, hacia atrás, en tensión, con el pie forman­ do un ángulo de 459 aproximadamente con el otro (Fig. 34). Ko-Kutsu-Tatchi: aquí vemos la posición correcta contraria a la anterior. La pierna que se halla atrás (la izquierda, en la fo­ tografía) es la que sostiene el peso del cuerpo (Fig. 35). Observar que el pie izquierdo forma un ángulo de 909 aproximadamente con el que se halla en línea recta, hacia adelante (el derecho). Es po­ sición de defensa, con la pierna rígida. Néko-Ashi-Tatchi: Esta posición adopta forma similar a la del gato en actitud de saltar (Fig. 36), pierna adelantada, flexionada; pierna atrás, soportando el peso del cuerpo. Observar en la foto­ grafía la posición de los pies: el pie de adelante, apoyado sobre la punta, listo para avanzar o retroceder.

FIG. 34

ba. (33A)

Fi«. (33B)

FIG. 35

KARATE PARA LA MUJER

FIG. 36

Shi-Ko Tatchi: Pierna abiertas, flexionadas, con las puntas de los pies hacia afuera (Fig. 37). Sagi-Ashi-Tatchi: Pierna doblada, cruzando la otra, que está rígida, a la altura de la rodilla (Fig. 38). Posición que se adopta para golpear con el pie; se logran golpes efectivos y, especialmen­ te, muy rápidos. Han-Ko-Tatchi: Posición muy similar a la Shi-Ko-Tatchi, pero en este caso con las caderas más altas y las piernas algo menos separadas (Fig. 39). Kiba-Tatchi (Nai-Hantchi): Piernas flexionadas, con las pun­ tas de los pies hacia adentro; rodillas separadas (Fig. 40). Es como si se montara a caballo.

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ARMAS Y TECNICAS

FIG.

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El KARATE-WAZA (técnica de KARATE), se divide en dos grupos: ' 1) Té-Waza: técnicas de manos. 2) ' Ashi-Waza: técnicas de piernas. TE-WAZA Las técnicas de manos disponen de cinco armas fundamenta­ les, y se dividen en tres grupos. Las cinco armas sor): 1) Kobusshi (el puño cerrado). 2) Tanagoroko (borde exterior de la palma de la mano). 3) Yubí (punta de los dedos). 4) Hiji (codo). 5) Udé (brazo). Los tres grupos en que se dividen las técnicas para emplear las cinco armas son: A —KEN (el puño). B — SHUTO (la mano utilizada a manera de sable). C — HUI-ATE (golpes con el codo). ASHI-WAZA Las técnicas de piernas, disponen de cinco armas fundamen­ tales: 1) IZA (rodillas). 2) SUNE (tibia). 3) KAGATO (talón). 4) ASHI-NO-KO (empeine del pie). 5) ASHI-NO-URA (planta del pie). TE-WAZA Veamos los tres grupos en que se dividen las técnicas para utilizar las cinco armas del Te-Waza, y la manera de entrenarse para ello. Primera técnica: KEN (el puño). Veamos, primero, como doblar el puño: Las cuatro fotogra­ fías muestran la manera de cerrar el puño correctamente (Figs. 41, 42, 43 y 44). Ejercítase, pues no es tan sencillo como puede parecer. Observe la colocación correcta del pulgar.

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FIG. 41

FIG. 44

19) HON-KEN. El puño regular o normal, comprende dos formas: a) Doblando los cuatro últimos dedos, con vigor, hacia la palma (Fig. 45); el pulgar, doblado con fuerza, apoyándose sobre la parte externa de la segunda falange del índice y el mayor; b) Se logra colocando los dedos de manera muy similar a la anterior manera, con la diferencia de que la primera falange del índice no se dobla, sino que se deja ligeramente floja y apoyada sobre la base del pulgar (Fig. 46).

FIG. 42

KARATE PARA LA MUJER

En ambos casos, no importa que forma de puño hemos adop­ tado (lo cual depende de como se sienta más cómoda cada una) el golpe se asesta con la cara dorsal de la segunda y tercera arti­ culación metacarpo-falangiana de los dedos índice y mayor, en el instante del impacto, el puño debe mantenerse con la palma hacia abajo (Fig. 47). 2) Tate-Ken (el puño de perfil): • Se da vuelta un cuarto de puño, hacia la derecha, de mane­ ra que la palma mire hacia arriba y el pulgar quede al costado (Fig. 48).

FIG

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3) SAKASA-KEN (El puño hacia arriba): Se gira el puño media vuelta, de izquierda a derecha, de ma­ nera que la palma mire hacia arriba y el. pulgar quede al cos­ tado (Fig. 49). 4) LJra-Utchi-Ken (el puño al revés). El golpe se da con el reverso del puño o con la cara dorsal de las articulaciones metacarpo-falangianas de los últimos cuatro dedos. Esta parte de la mano es, sin duda, la más dura y, por lo tanto de mayor eficacia en los impactos (Fig. 50).

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FIG. 50

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5) Han-Utchi-Ken (el puño semicerrado): El impacto debe descerrajarse con la segunda articulació"» fa­ langiana de los tres dedos del medio de la mano (Fig. 51). Este golpe es siempre muy doloroso, ya que penetra profundamente en el músculo afectado, como clavándose lo cual, además, puede cau­ sar la parálisis de los miembros impactados. 6) Tsutchi-Ken (el puño como martillo). El golpe debe darse como si utilizáramos el puño como un martillo, cuya base fuese el borde libre del metacarpo del dedo meñique (Fig. 52).

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7) Ishi-Ken (con un solo dedo del puño). El impacto se da con la punta de la primera articulación de un solo dedo doblado (Fig. 53). Se puede utilizar, indistintamente, el dedo índice o el mayor, rebasando siempre la superficie del puño normal. Una variante de este golpe: utilizar el dedo pulgar como indica la fotografía (Fig. 54). Obsérvese cómo el dedo pulgar refuerza el sostén del dedo medio, junto con el índice. Este golpe se denomina: ONI-KEN, es decir puño demonio. 8) Nishi-Ken (puño a dos dedos). El impacto se da con las puntas de los dedos índice y mayor, bien extendidos y separados del puño, también puede darse el gol­ pe con los dedos mayor y anular, separados, en tensión y sosteni­ dos por el mayor y el meñique, respectivamente (Fig. 55). METODOS PARA GOLPEAR CON EL PUÑO (Entrenamiento) Son numerosas las técnicas para golpear con los puños. Vamos a ver las relacionadas con el Chu-Dan-Kamaé, es decir, guardia media, explicando el ataque de puño directo de frente.

FIG. 53

FIG. 54

La guardia (Kamaé-Kata). El pecho saliente, el mentón reco­ gido, boca cerrada, codos pegados al cuerpo, puños cerrados, las palmas hacia arriba, a la altura de las caderas; piernas separadas (Fig. 56). Jun-Tsuki Avance un pie, con la pierna doblada bajo el peso del cuerpo y lance el golpe con el puño opuesto (Fig. 57). Impactar con el puño derecho cuando la pierna izquierda se encuentra adelantada, y con el puño izquierdo cuando es la pierna izquierda la que está adelante, avanzando. De esta manera es como se logran los golpes más poderosos.

FIG. 57

KARATE PARA LA MUJER

Giaku-Tsuki En esta técnica el golpe se lanza al mismo tiempo que se ade­ lanta la pierna. El impatco debe ocurrir en el mismo instante en que el pie toca el suelo. La pierna derecha avanza y se detiene, flexionada, golpeando el suelo; simultáneamente el puño derecho descarga su golpe. Por la izquierda, el procedimiento es, por su­ puesto, a la inversa: la pierna izquierda avanza, la punta del pie golpea con fuerza el piso, y, al mismo tiempo, el puño izquierdo golpea. Soto-Uké En guardia, como en la figura 56. La pierna izquierda retro­ cede un paso, al tiempo que la derecha, flexionada, recibe el peso del cuerpo. El impacto se da con el puño izquierdo. Se vuelve a la posición inicial de guardia y se repite el movimiento, esta vez del lado opuesto, es decir retrocediendo un paso con la pierna derecha. Al referirnos a las defensas, volveremos a mostrar estas últi­ mas maneras de golpear. Segunda técnica. SHUTO (la mano utilizada como un sable). Este segundo grupo de técnicas del TE-WAZA (técnicas de las manos), es la que se refiere a utilizar la mano a manera de sable, asestando el golpe con el borde, como si se intentara cor­ tar algo, precisamente con un sable. Consta de ocho prácticas. 1) Shuto La mano se coloca abierta, con los dedos extendidos y jun­ tos, el pulgar doblado hacia el interior de la palma (Fig. 58). Esta es, sin duda, la tnejor arma del KARATE, ya que sus golpes son altamente eficaces, como ya hemos dicho antes. Es posible gol­ pear eon el shuto hacia la derecha, hacia la izquierda, a la ca­ beza, al cuello, las clavículas, los costados, los brazos. 2) Ura-Shuto La mano se coloca abierta, con los dedos extendidos y juntos, el pulgar doblado hacia el interior de la palma (Fig. 59). 3) Nuki-Té El golpe se ejecuta con la punta de los dedos y debe ser rea­ lizado como si se tratase con la punta de un sable. Lanzado el gol­ pe con la punta de los cuatro dedos y el pulgar doblado contra la palma de la mano se obtiene, tal vez, uno de los golpes más for­ midables (Fig. 60). También se puede realizar este golpe con uno, dos o tres dedos; especialmente para dirigir el impacto en los ojos del enemigo (Fig. 61). 4) Kuchi-Bashi-Tsuki Este golpe se lanza con la punta de los dedos juntos, unidos

FIG. 60

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FIG. 61

FIG. 63

en forma de pico de ave (Fig. 62). Para entrenarse en esta ma­ nera de golpear se llena un tazón de arroz y allí se golpea. 5) Tanagokoro-Tuuki Se impacta empleando el talón de la mano (Fig. 63).

6) Hira-Utchi Es la clásica cachetada; se da con la mano abierta, por el lado de la palma; también puede aplicarse con el reverso de la palma. 7) Ko-Utchi Este golpe se efectúa con el reverso de la muñeca doblada. Es, también, un golpe muy formidable (Fig. 64).

METODOS PARA LOS GOLPES SHUTO (Entrenamiento) 1) En posición Hei-Ko-Tachi, (piernas en prolongación del cuerpo, pies paralelos), se avanza un paso con el pie derecho, pier­ na flexionada bajo el peso del cuerpo; levantar la mano derecha, mientras el puño izquierdo permanece junto a la cadera (Fig. 65). Descender la mano derecha hacia la izquierda, como cortando...; volver a elevarla... y tornar a descenderla ahora en acción de cortar hacia la derecha; al cabo, llevarla hasta la altura del hom­ bro izquierdo. Partiendo de allí, la mano corta hacia adelante y a la derecha; al cabo, girar esa mano con la palma arriba (Fig. 66). Con la palma así, la mano va hacia la altura del hombro derecho para enseguida salir cortando hacia adelante y la izquierda; al cabo se eleva, como en el primer movimiento; desde allí baja ráudamente hacia adelante, cortando perpendicularmente al suelo. Concluidos todos estos movimientos (que se habrán observado con suma atención) se vuelve a la posición inicial. Se da un paso ha­ cia adelante con el pie izquierdo y se repiten todos los ejercicios señalados, pero ahora con la mano izquierda.

FIG. 65

2) Repetir los ejercicios del primer movimiento, pero ahora con la siguiente variante: la mano levantada debe hallarse al lado opuesto del pie avanzado; pie izquierdo un paso adelante, ma­ no derecha levantada; ál fin de este ejercicio, repetirlo a la in­ versa. 3) En los dos ejercicios anteriores hemos visto prácticas en las cuales un pie avanzaba un paso y todos los movimientos se realizaban en esa posición. Ahora se debe practicar así: un pie retrocede y la mano opuesta se levanta. Practicar de ambos la­ dos, es decir: a) el pie derecho retrocede, la mano izquierda se levanta y realiza los ejercicios; b) el pie derecho vuelve a su lugar y entonces retrocede el izquierdo al tiempo que se levanta la mano derecha. 4) Para este ejercicio proceder igual que en el anterior, pero con la variante que ahora es la mano correspondiente al pie que retrocede, la que se levanta y viceversa. 5) Ejercitar de la siguiente manera: el pie da un paso hacia un lado y se hacen los mismos movimientos que hemos visto, de derecha a izquierda; con uno y otro pie y con una y otra mano. En síntesis: Los entrenamientos que hemos visto son adaptaciones a todas las direcciones de los ejercicios explicados en el primero. Una vez ejecutados a la perfección los ejercicios anteriores, resultará fácil comprender de que manera se debe proceder para entrenarse en Ura-Shuto, es decir, para los golpes dados con el lado de la mano opuesto al pulgar. Ejecutados con precisión, los golpes shuto penetran muy bien la guardia del rival (Figs. 67, 68 y 69). Tercera técnica HIJI-ATE (golpes con el codo). El último grupo de las técnicas para golpear con las manos, enseña la manera de efectuar impactos con el codo (Hijí-Até), parte del cuerpo que puede considerarse como la más dura del brazo. Estando bien entrenada, es posible dar golpes potentes y de terribles efectos. Lo interesante del empleo de esta arma natural es que permite actuar muy de cerca al enemigo, sin retroceso. Veamos los ocho principales golpes con el codo: 1) Kaiten-Até Este es el movimiento más importante del Hfiji-Até. Se utiliza cuando un enemigo pretende tomarnos por las man­ gas del vestido y consiste en un golpe dado de lado por el codo, al que sigue un movimiento para esquivar el cuerpo (Fig. 70). Se adopta la siguiente posición: un pie adelante, pierna flexionada bajo el peso del cuerpo, el cual está vuelto hacia la izquierda; la

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FIG. 70

cara mirando adelante; la mano izquierda abierta, palma arriba, y el codo pegado a la cadera izquierda. El golpe se lleva a cabo con rotación del cuerpo hacia la derecha, llevando el codo al brazo o al puño del enemigo en el mismo instante en que toma nuestra manga. 2) Ushiro-Até Golpe con el codo hacia atrás, en el preciso momento en que somos tomados por la espalda. Ambas piernas deben estar en el mismo plano, codos pegados al cuerpo, antebrazo perpendicular al brazo, palmas arriba (es decir, con los pulgares hacia adentro). El impacto se descerraja con el codo derecho; el cuerpo gira por el lado derecho, hacia atrás, al tiempo que la pierna derecha re­ trocede y gira la mano derecha. Esta mano, la derecha, siempre con la aplama hacia arriba, se coloca enérgicamente en la cadera y allí se gira de derecha a izquierda, con lo cual, en el instante del impacto, se halla palma abajo (con el pulgar mirando hacia adentro). (Fig. 71).

3) Yoko-Furi-Até Este golpe se utiliza cuando el enemigo nos sorprende de cos­ tado, derecho o izquierdo. La pierna del lado del cual somos ata­ cados, da un paso lateral, al mismo tiempo que ambas piernas se flexionan y adoptamos la posición Shi-Ko-Tachi (ver Posiciones). Manos en las caderas, palmas arriba, y el puño derecho cerrado. Para dar el golpe hay que acentuar la flexión de las piernas, en especial la del lado atacado. El impacto se realiza con el codo (Fig. 72), al tiempo que el puño de ese brazo derecho se dirige, justamente en el instante del impacto, con la palma hacia abajo V cerrado.

FIG. FIG. 71

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4) Irimi-Até Este golpe se dirige con el codo hacia adelante para golpear pecho o mentón del atacante, en los casos en que este ataca de frente. Recibe el nombre japonés de Sutemi (sacrificio), porque para darlo es absolutamente necesario avanzar de un salto hacia adelante, con lo cual se corre serio peligro. Debe adoptarse la si­ guiente posición: pierna derecha hacia adelante, apoyando el peso del cuerpo en ella; mano izquierda en la cadera, palma de la mano hacia arriba; puño cerrado, frente al lado derecho del rostro. El golpe se dispara dando un paso hacia adelante rápidamente, al tiempo que el codo se levanta vigorosamente (Fig. 73).

FIG. 73

5) Utchi-Harai-Até Este golpe se utiliza para hacer perder el equilibrio al ene­ migo; como golpe en sí, no es muy eficaz. Mas una vez que el atacante haya perdido su equilibrio nos resultará fácil atacarlo con éxito. La posición que se debe adoptar es similar a la de la técnica anterior: puño cerrado al lado derecho de la cara, mien­ tras en antebrazo se halla levantado, de modo que forma un ángu­ lo recto con el brazo. El impacto no se ejecuta con el codo, sino con la parte interior del brazo situado al lado del codo; dicho de manera más simple: se empuja desde el interior hpcia el exterior (Fig. 74).

FIG. 74

6) Soto-Harai-Até Igual al anterior, pero en este caso se empuja con la parte exterior del brazo del lado del codo (Fig. 75) desde el interior hacia el exterior. 7) Kaho-Até Este golpe se utiliza .cuando el adversario, que está agachado, se lanza sobre nosotros; todo consiste en esquivarlo, mediante un paso hacia atrás, agachándonos. El impacto se da con el codo sobre la espalda y entre los hombros, con el puño cerrado (Fig. 76).

8) Yoko-Muki-Até Golpe para un enemigo que nos ataca de un lado, derecho o izquierdo, en sentido frontal. Posición: piernas abiertas, con la derecha avanzada, realizando con esta un medio paso de lado. La mano izquierda, palma arriba, se halla en la cadera; la mano derecha, palma abajo, pegada al pecho; la punta de los dedos se encuentra casi apoyada en nuestro hombro izquierdo. El golpe se lanza sin cambiar la orientación de la mano derecha, con el '•cdo izquierdo (Fig. 77).

FIG.

77

ASHI-WAZA Las técnicas de piernas (ya hemos visto que disponen de cinco armas fundamentales: rodillas, tibia, talón, empeine del pie y planta del pie), tienen ocho golpes principales, de los cuales veremos ahora sus respectivos movimientos. 1) Maé-Géri O sea, golpe dado directamente con el pie hacia adelante. Se propina con el derecho y toda la planta, especialmente con el ta­ lón y la base de los dedos. El pie izquierdo debe quedar atrás, soportando el peso del cuerpo, con la pierna flexionada. Una vez realizado el impacto, debe volver rápidamente a la posición ini­ cial, es decir: pierna derecha ligeramente doblada, con el pie apo­ yado en el piso. Puede golpearse con ambos pies, alternando el de apoyo; también puede darse el impacto con la parte de arriba de pie (Fig. 78).

FIG. 78

2) Yoko-Géri Golpe dado con el lado del pie. Que puede darse con el borde del pie, interior o exterior. Con la parte de afuera es ideal para golpear la rodilla o la ingle del rival; con la parte de adentro, la tibia o el tobillo. Estos golpes son rápidos, inesperados, y pueden lanzarse desde muy cerca (Fig. 79).

FIG. 79

3) Ushiro-Géri Golpe de lado, con el talón (Fig. 80). Disparado contra el borde de afuera de la rodilla, puede des­ articularla; contra la tibia, en su cara exterior, puede quebrarla. También es un buen golpe contra el flanco y el estómago. Siem­ pre, en todos los casos, se trata de un golpe violentísimo.

4) Kéri-Komi Este se un golpe ideal para complementarlo con el Maé-Géri (el primero que hemos visto de esta técnica Ashi-Waza); es decir, cuando el enemigo se halla ya en el suelo por efectos de un golpe dado con el pie directamente hacia adelante. Entonces, enseguida, con el mismo pie que hemos efectuado el Maé-Géri, disparamos este golpe Kéri-Komi (Fig. 81), con toda la planta del pie. 5) Tobi-Kéri Se golpea con ambos pies sobre el pecho del enemigo. Para ello, es menester saltar en el aire y hacia adelante, proyectando los dos pies hacia el enemigo. AGE-ATE Es la técnica que nos permite proteger la cabeza, la cara y el cuello, por medio del antebrazo levantado, ante un ataque con el puño cerrado. Entrenamiento: Adoptar la posición inicial de guardia KamaéKata, (ver Posiciones); avanzar un paso con el pie derecho, flexionar esta pierna apoyando en ella el peso del cuerpo (posición Ken-Kutsu); levantar el puño a la altura de la cabeza, palma hacia, adentro; dirigir el puño hacia adelante, describiendo un cuarto de círculo, concluyendo cerca del puño izquierdo; al mismo L1empo. el puño derecho gira también un cuarto de vuelta; levan­ tar el puño derecho vivamente, girando en sentido inverso, de modo que al final del movimiento quede con la palma dirigida hacia adentro; el lado interior de la muñeca está a la altura de la frente; el antebrazo protege la cabeza. Enseguida, ligera reti­ ración del cuerpo, llevando su peso, sin mover los pies, a la pierna que se halla detrás; tornar hacia adelante mediante un desplazamiento del peso del cuerpo sobre la pierna adelantada y, simultáneamente, ejecutar un movimiento como de siega con el puño derecho y el antebrazo, hacia arriba y la derecha. Este mo­ vimiento obliga a elevar el codo. Volver a la posición inicial de defensa, bajando el codo, poniendo la muñeca a la altura de la frente, de modo que el antebrazo proteja la cabeza. Otra práctica: iniciar desde la posición de Kamaé-Kata. Re­ troceder la pierna izquierda, transfiriendo el peso del cuerpo a la pierna derecha, la cual se dobla ligeramente (Zen-Kutsu); al mismo tiempo el brazo derecho se levanta y efectúa los mismos movimientos descriptos en el primer ejercicio. Retorno a la po­ sición inicial; retroceso de la pierna derecha; al cabo el peso del cuerpo se pasa a la pierna izquierda, flexionándola ligeramente; levantar el brazo izquierdo y realizar los tres primeros movimien­ tos vistos en el primer ejercicio.

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FIG. 81

Harai-Té: Técnica de usar el antebrazo para realizar un barri­ do; es decir, quitar el brazo o la pierna del adversario, que nos la había dirigido a la parte baja, entre el estómago y los pies. Iniciar en posición Kamaé-Kata; avanzar un paso con el pie iz­ quierdo y flexionar las dos piernas, quedando en posición Shi-KoTachi; girar el cuerpo hacia la derecha, manteniendo el rostro mirando al adversario (Fig. 82); segar con el puño derecho hacia la izquierda, luego hacia la derecha. Volver a la posición inicial. Repetir los mismos movimientos, pero ahora con el puño izquierdo después de haber adelantado el pie izquierdo. No olvidar que el puño que barre es siempre el que corresponde al pie adelantado. Yoko-Té: El puño nos protege la cara, moviéndose desde el exterior al centro (Fig. 83). Brazo levantado, pues, con el puño a la altura de la frente, el antebrazo cubriendo la parte de la cara que corresponde a su lado (derecho para el brazo derecho y vice­ versa). Este movimiento se lleva a cabo con la pierna adelantada (Ken-Kutsu) o hacia atrás. FIG. 83

Shuto-Té: Esta técnica ofrece dos modalidades: defensa con una o con ambas manos. Se realiza en todas direcciones: adelan­ tando la pierna correspondiente a la mano levantada (Fig. 84) o retrocediendo la pierna opuesta. Sukui-Té: Técnica para defenderse de golpes en la cara, el pecho o la ingle. Las dos manos se mueven como si fuesen una pala (Fig. 85). Cuando nos atacan con las manos, se toman los brazos del rival a la altura de sus codos; si el ataque se efectúa, con los pies, la toma de estos se efectúa a la altura de los talones del rival.

FIG. 85

TECNICAS PARA GOLPEAR CON LOS BRAZOS Veamos, gráficamente, el modo correcto de golpear con los brazos, empleando puños y codos. (Fig. 86): Golpe de puño hacia adelante, al estómago.

KARATE PARA LA MUJER

(Fig. 93): Golpe de hacha (shuto) a la clavícula.

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TECNICAS PARA GOLPEAR CON LAS PIERNAS Veamos ahora las maneras correctas para golpear con las piernas, o sea con pies y rodillas: (Fig. 99): Puntapié de frente, al mentón.

FIG. 99

FIG. 101

DEFENSAS

Uke-Kata, o sea, la defensa. El cuello de la mano (Té-Kubi) es el arma más utilizada. Por lo tanto, conviene ejercitar la mu­ ñeca, preparándola convenientemente (ver Entrenamientos, en el capítulo PRELIMINARES). Soto-Uké (Defensa por el exterior). Entrenamiento: el atacan­ te (denominado tori) avanza un paso hacia adelante con el pie derecho, al tiempo que lanza un golpe directo con el puño cerrado al que recibe (denominado Uké). Rápidamente avanza un paso con el pie izquierdo, descerrajando el golpe con el puño izquier­ do; así sucesivamente, siguiendo un ritmo: puño derecho, pie de­ recho; puño izquierdo, pie izquierdo, etc. El Uké (quien recibe) debe adoptar la cadencia requerida: retrocede su pie derecho ante el avance del pie derecho de su atacante; en respuesta, levanta su muñeca izquierda de manera que barra, desde el interior hacia arriba y al exterior, la muñeca del tori; enseguida, retrocede el pie izquierdo y siega con la muñeca derecha la izquierda del atacante; así sucesivamente. Las siguientes fotografías ilustran modos de defensa por el interior: Soto-Uké (shuto) (Fig. 105); Soto-Uké, se­ guido de un Hiji-Até (Fig. 106); Soto-Uké seguido de un puñetazo (Fig. 107).

Utchi-Uké (Defensa por el exterior). Entrenamiento: en este caso, la muñeca siega desde afuera hacia adentro, es decir, todo lo contrario del movimiento que hemos visto antes. El retroceso de piernas y cuerpo, siempre sincronizado con el ataque. Las fotografías ilustran modos de defensa Utchi-Uké. Veamos: Utchi-Uké (Shuto) (Fig. 108). Soto-Harai (Ken) (Fig. 109). Soto-Harai (Ken) (Fig. 110).

FIG. 107

BLOQUEOS DEFENSIVOS Gráficamente veremos ahora una serie de técnicas para blo­ quear golpes del atacante. Observar bien todos los detalles (colo­ cación de pies, brazos, cuerpos) y practicar. Bloqueo alto, hacia arriba (Fig. 111).

fig.

m

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Bloqueo a media altura, hacia afuera (Fig. 112).

FIG. 112

Bloqueo a media altura, interno (Fig. 113).

FIG. 115

Bloqueo hacia arriba con la muñeca flexionada (Fig. 116).

fig. lió

Bloqueo por golpe de hacha (shuto) la mano utilizada como un sable (Fig. 117).

Bloqueo por gancho hacia arriba (Fig. 118).

Bloqueo circular (Mawashi-Uké): Coloqúese las manos como indica la fotografía (Fig. 119); realícense movimientos circulares con las dos manos; la izquierda está defendiendo ataques de arri­ ba, al tiempo que la mano derecha protege de los golpes dirigidos hacia abajo (Fig. 120); completar el movimiento circular de las manos: la derecha hacia arriba, hasta el hombro derecho, al tiem­ po que la mano izquierda baja hasta la cintura (Fig. 121) las dos manos golpean hacia adelante: la derecha al mentón del enemigo imaginario; la izquierda hacia el plexo solar (Fig. 122).



FIG. 119

DEFENSAS ANTES DEL GOLPE El enemigo aún no se ha colocado en guardia. Desplazarse rápidamente, con paso laterahdel pie derecho ade­ lante y a la derecha; tomar,instantáneamente, con la mano dere­ cha, la parte baja de su manga (Fig. 123); enseguida, con violento

FIG. 123 FIG. 122

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movimiento de derecha a izquierda, tirar de su manga hasta que nuestra mano derecha llegue al hombro izquierdo del otro (Fig. 124). Observar cómo, valiéndose de su reacción por mantener el equilibrio, lo derribamos haciendo una zancadilla con el pie dere­ cho en su talón izquierdo; al mismo tiempo, debemos tirar vio­ lentamente de su brazo izquierdo hacia atrás.

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Otro caso: ahora el enemigo ha adoptado una guardia normal, con el puño izquierdo y el pie izquierdo hacia adelante. Avanzamos Un paso con el pie derecho, hacia la derecha, de manera de ubicarlo en el exterior de su pierna izquierda; tomamos con la izquierda su muñeca izquierda, o la manga, y tiraremos con violencia hacia atrás y hacia la izquierda, al tiempo que desce­ rrajamos el impacto con el pie izquierdo sobre su bajo vientre (Fig. 125).

Otro método: El rival está en guardia, adelantado con la pier­ na izquierda; nos tiramos al suelo sobre el lado derecho, apoyán­ donos con la mano derecha y colocando el pie derecho contrae! pie izquierdo del adversario, por la parte de afuera (Fig. 126). Roda­ remos sobre la derecha, al tiempo que forzamos la pierna derecha de derecha a izquierda, y la izquierda de izquierda a derecha. El enemigo caerá, irremisiblemente, sobre el costado izquierdo, hacia adelante. Concluiremos la defensa aplicando un golpe con la mano derecha sobre su cara o garganta;'o, cuando esté en el suelo, rodillazo al bajo vientre.

FIG. 126

DEFENSAS CONTRA GOLPES El enemigo está delante nuestro, en actitud de boxeo.- Nos desplazamos lateralmente, hacia atrás, manteniéndonos fuera de su alcance. Atacamos con un golpe de pie a las rodillas, tibias o bajo vientre; un golpe de pie,, bien realizado, es siempre la mejor defensa contra el boxeo (Fig. 127). Otro método: el adversario, en guardia, busca la distancia re­ chazando con su puño izquierdo o descargando cortos directos con el mismo. Si tiene el pie derecho adelantado, nos desplazaremos hacia la izquierda y haciaátrás, retrocediendo un paso. Al mismo tiempo, tomaremos la muñeca de-su puño, tirando largamente y torciéndola de adentro a afuera. Simultáneamente, propinaremos un golpe de pie al corazón o plexo solar.

DEFENSAS CONTRA PUNTAPIES Nos atacan con el pie, el tobillo o la tibia. Sin mover la parte alta de la pierna, doblamos la rodilla llevando rápidamente el pie hacia atrás, con la punta rozando el piso. Sin colocar el pie en el suelo, usaremos su movimiento hacia atrás como impulso para llevarlo hacia adelante y golpear con la punta del pie la tibia o rodilla del adversario (Fig. 128). Vuelto el pie hacia atrás, lo pondremos en el suelo y girando sobre su planta, de adentro a afuera, golpearemos con el talón del otro pie el bajo vientre o la tibia del rival.

FIG. 128

Otra técnica: Ante el mismo ataque, desplazaremos el pie avanzado, con la punta rozando el piso, hacia el pie que se halla detrás. Sin dejar el pie en el suelo, aprovecharemos el impulso lateral y hacia atrás, para volverlo rápidamente hacia adelante y golpear el bajo vientre o el interior de la rodilla del adversario con el borde externo (Fig. 129).

FIG. 129

KARATE PARA LA MUJER

Contra puntapiés de punta: El enemigo nos ataca, de frente, con un puntapié derecho dirigido al bajo vientre. Damos un paso atrás con el pie izquierdo en cuarto de círculo, de derecha a iz­ quierda, y tomamos con la mano izquierda el tobillo del rival, levantándole la pierna (Fig. 130). Adelantamos la parte derecha del cuerpo, tomamos también con la derecha el pie del otro y, con las dos manos girando en el mismo sentido, tiraremos de la

111

pierna hacia nuestra izquierda y hacia1 arriba (Fig. 131); simultá­ neamente descargaremos un golpe de pie derecho al bajo vientre, Variante: Efectuaremos una zancadilla de adentro afuera su pierna derecha con nuestra pierna derecha. Pondremos su pie de­ recho, con la mano izquierda, por debajo de nuestro brazo izquier­ do, empujándolo violentamente con la mano derecha apoyada en pleno pecho, justo en el instante’ en que nuestra pierna derecha, a la altura de la pantorrilla, enlaza su pierna izquierda por detrás de la rodilla. Otra técnica: Nos atacan con un puntapié derecho dirigido al bajo vientre. Tomaremos su tobillo con las muñecas cruzadas (derecha so­ bre izquierda y el interior de ellas hacia nosotros). Rápidamente, con la derecha tomaremos su talón y con la izquierda la punta del pie; levantaremos las manos lo más alto posible, para tirarlo ha^ia atrás. También se le puede torcer el pie. La caída será violenta, mas si es necesario terminar definitivamente con el ad­ versario, lo golpearemos con el pie derecho entre las piernas (este punto, alcanzado por detrás, provoca un síncope de muerte). Otro éjemplo: el enemigo nos ataca con puntapié dé costado.

FIG. 130

FIG. 131

Detendremos el golpe, con impacto del borde exterior de la muñeca, por el costado atacado; golpearemos arrastrando del inte? rior al exterior con el puño cerrado. Enseguida tomaremos la pier­ na del enemigo con el brazo que ha desviado el pie y propinaremos un golpe con el otro pie en el bajo vientre. CONTRA GOLPES DE PALO El palo o el bastón manejados con habilidad son armas alta­ mente peligrosas... pero si nos mantenemos muy cerca del ene­ migo así armado, esas armas pierden su eficacia. Golpe de arriba abajo: El enemigo levanta su palo, con la mano derecha, con el fin de descargarnos un golpe de arriba abajo (Fig. 132). Bloquearemos la descarga con golpe de hacha derecho

FIG. 132

hacia arriba (Fig. 133); continuaremos con giro y quebradura de brazo por encima del codo, aferrando con las dos manos su derecha

armada (Fig. 134); obligándole a soltar el palo. Terminaremos la operación con un golpe de codo izquierdo posterior al estómago del atacante (Fig. 135).

Otro ejemplo, ante el mismo ataque: El enemigo se apresta a lanzarnos un golpe de palo a la cabeza, de costado (Fig. 136); efectuamos golpe de palma derecha a sus testículos, terminando con golpe de mano abierta a su garganta (Fig. 137).

FIG. 130'

CONTRA CUCHILLADAS Se advierte que para realizar estos adiestramientos, no es ne­ cesario utilizar un cuchillo auténtico, sino que bastará con un pedazo de madera de forma aproximada. Veamos un caso: Ante el ataque, nos tiramos al suelo, a la derecha del enemi­ go, apoyando las dos manos en el piso para esquivar una cuchi­ llada que viene desde arriba. Simultáneamente, patada a los tes­ tículos con giro hacia la derecha, terminando con golpe de codo de atrás a las costillas. Otro caso: El atacante está frente a nosotros; damos un paso a la izquierda, adoptando la postura de gato (Neko-Aahi-Tatchi) y efectuamos bloqueos de palma hacia arriba; enseguida, golpe de hacha al antebrazo del enemigo y simultáneamente, piquete de ojo con dos dedos, derecho (Figs. 138, 139, 140 y 141).

te

FIO. 138

FIG. 141

FIG. 140

Otra técnica para contrarrestar el mismo golpe: Supongamos que, por haber advertido algo tarde el golpe, no podemos bloquear el brazo armado lo suficientemente necesario;, aunque frenado, ese brazo continuará bajando sobre nosotros con fuerza. También po­ demos encontrarnos ante esta misma situación si el brazo del atacante no se ha levantado más arriba del hombro. Entonces, debemos proceder de la siguiente manera: Avanzamos rápidamente un paso con el pie izquierdo y colo­ caremos el borde de la mano izquierda, abierta, cerca de la muñeca contra la parte correspondiente del puño derecho adversario. Ce­ deremos al empuje del puño rival, progresivamente, retrocediendo el pie izquierdo en un cuarto de círculo de derecha a izquierda; simultáneamente, con la mano izquierda tomamos su muñeca, con la palma contra la cara interior de aquella, describiendo un am­ plio círculo de arriba abajo, de izquierda a derecha. Al propio tiempo, nuestra mano izquierda ejercerá sobre la muñeca del rival una dolorosa presión, que obligará al enemigo a soltar el arma y también simultáneamente, descargaremos un golpe de hacha sobre el lado izquierdo de su garganta o, con el pie derecho, un puntapié al bajo vientre. Otro ejemplo: El enemigo, con su arma en la derecha, intenta darnos una cuchillada de abajo arriba. Damos un paso hacia adelante con el pie izquierdo, que queda colocado en el exterior de su pie derecho; bloqueamos su muñeca en el ángulo formado por las dos muñecas, la derecha sobre la izquierda (Fig. 142). Avanzamos sobre él, empujando el braza hacia abajo y atrás; nuestra mano derecha sube sobre el exterior del antebrazo derecho del rival para tomar el codo, del cual tira­ remos enseguida hacia el exterior, abajo y a la derecha; al mismo tiempo, nuestro puño derecho sube hacia el interior y la parte de atrás, forzando así al enemigo a doblar el antebrazo sobre su es­ palda (Fig. 143). Continuaremos levantándole la muñeca hacia arriba y tirán­ dole del codo: se producirá fractura del hombro o ruptura del brazo; por supuesto, el enemigo soltará el arma. Si fuese aún ne­ cesario derrotar más ampliamente al enemigo, concluiremos con golpe de hacha de la mano derecha detrás de la nuca (Fig. 144). Otra técnica para defendernos dé cuchillada de abajo arriba: El ataque es igual al del ejemplo anterior. ' Retrocederemos el pie derecho un paso atrás y a la derecha; flexionaremos las rodillas, haciendo que el peso del cuerpo quede apoyado sobre la pierna derecha, mientan la tequíente»W PARA *A MUJER Lps artes marjales de la salud, la cgirdad y el ritmo. Contiene 141 fotos.

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