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• Maria Ramirez Erazo

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Juego de la cerveza -BEER GAME BEERGAME-VALLADOLID es un juego de simulación, que trata de facilitar el estudio de las interacciones entre las decisiones aparentemente racionales tomadas por individuos y el sistema en el cual intervienen. Con este juego se pretende demostrar de forma experimental, mediante la participación del jugador, cómo el control de sistemas complejos (en este caso un sistema de producción-distribución de productos en una cadena de empresas, o divisiones de empresas) resulta prácticamente imposible sin la comprensión por parte de todos los tomadores de decisiones de cómo está configurada la totalidad del sistema, su estructura y sus interrelaciones. El juego, permite ser utilizado a través de los ordenadores personales, bien en redes locales (Intranet) o bien a través de Internet. La utilidad de los conocimientos que se pueden adquirir mediante este juego es muy elevada, ya que la estructura que en él se presenta es muy frecuente en el mundo real (tanto empresarial como no empresarial), pudiendo encontrarse ejemplos de ella tanto en sistemas económicos, como en sistemas ecológicos, educativos, sanitarios, bancarios, etc. Tradicionalmente el juego se ha venido jugando sobre un tablero, el cual generaba una gran pérdida de tiempo en los preparativos del juego, así como en la explicación del mismo. Por ello se pensó en desarrollar un “Beergame” automatizado, que permitiera jugar a los participantes desde un ordenador. Una automatización de la mecánica del juego, evitaría a su vez cometer errores en anotaciones de inventario, peticiones a proveedores ó entregas a clientes, y en general todo error cometido por mal entendimiento del mecanismo del juego, como era común encontrarse al jugar en el tablero. Estos errores frenaban el desarrollo del juego e incluso en ocasiones forzaban a iniciarlo de nuevo.

Fundamentos y funcionamiento del juego Beergame-Valladolid Fundamentos del juego "Beergame" Una de las herramientas más utilizadas para aplicar un enfoque sistémico al estudio de problemas complejos es la Dinámica de Sistemas. Esta es una metodología desarrollada por J.W. Forrester en los años 50 en el M.I.T. Una de las ideas centrales de esta metodología consiste en considerar que la causa del comportamiento de cualquier sistema radica en la estructura del sistema ("la estructura determina/condiciona el comportamiento"). Por consiguiente si se desea modificar un comportamiento supuestamente indeseado de un sistema lo que debemos hacer es, en primer lugar, identificar su estructura y a continuación realizar en ella los cambios pertinentes, con el fin de que el comportamiento pueda modificarse. La estructura está formada por la forma según la cual se toman las decisiones así como por las cadenas causales cerradas de realimentación existente en el sistema. Una de las causas que hace muy difícil reconocer las causas de un mal comportamiento del sistema, reside en la existencia de retardos en las cadenas de influencia. Concretamente los circulos de realimentación negativos (bucles reguladores, o buscadores de un objetivo) cuando contienen retardos generan

necesariamente vaivenes en el proceso de consecución de su objetivo. Comprender el funcionamiento de estos bucles y los efectos de sus interacciones es lo que se pretende con el juego "Beergame". La participación en este juego debe generar en quienes lo realizan una comprensión de la necesidad de enfocar los problemas de forma sistémica. Para ello intentarán comprender la totalidad del sistema, no solamente la parte de la cual son responsables, y seguidamente al saber cuales son las estructuras que generan las oscilaciones, pueden intervenir en su modificación con el fin de reducirlas y de este modo lograr un comportamiento adecuado, tanto de la parte del sistema de la cual son responsables, como de su totalidad. Funcionamiento del juego "Beergame" El juego "Beergame" nos muestra un tipo de organización muy frecuente, consistente en una unidad de producción, un distribuidor, un mayorista y un minorista. Los clientes realizan sus pedidos al minorista, y éste en función de las existencias de que disponga en la tienda servirá los pedidos y a su vez emitirá pedidos al mayorista con el fin de reponer su inventario. Lo mismo sucede con el mayorista. Éste al recibir los pedidos del minorista realizará las entregas correspondientes, si dispone de mercancía. A su vez realizará sus pedidos de reposición al distribuidor que es su proveedor, con el fin de mantener su inventario ajustado al nivel que considere adecuado para hacer frente a la demanda que recibe del minorista. Igualmente el distribuidor cuando recibe los pedidos del mayorista los atiende y a su vez emite pedidos de reposición a la fábrica. A continuación mostraremos en la figura 1.2 la estructura del sistema.

El juego consiste en que cada responsable, tanto de la fábrica, como el distribuidor, el mayorista y el minorista, han de tratar de mantener satisfecha la demanda de mercancía que les llega desde los clientes, en el caso del minorista, y del minorista, mayorista y distribuidor en el caso del mayorista, distribuidor y fábrica, respectivamente. En el juego se penaliza el exceso de inventario y aún más la carencia de inventario, ya que en este caso se corre el riesgo de perder los clientes de forma permanente, al existir el peligro de que acudan a proveedores alternativos. Desde que se emite un pedido hasta que se recibe la mercancía transcurre un tiempo. Hay retardo desde la emisión de un pedido hasta que éste llega al proveedor correspondiente y hay también retardo desde que el proveedor envía la mercancía y esta llega a su destino. Son estos retardos los responsables de la complejidad del sistema y los que contribuyen al comportamiento oscilatorio que de forma casi universal se produce cada vez que se realiza el juego. Los comportamientos supuestamente racionales de los diferentes actores, tratando de atender adecuadamente la demanda y al mismo tiempo minimizar los costes de inventario e intentando que este no se haga cero (incurriendo en una mayor penalización) da lugar a un comportamiento oscilatorio de los inventarios de todos los componentes del juego (minorista, mayorista, distribuidor y fábrica). Las causas de las oscilaciones son debidas a la existencia de bucles de realimentación negativa con retardos, encadenados. La lección que se obtiene con el juego es el reconocimiento del hecho de que un comportamiento supuestamente racional a nivel local (tratando de servir la demanda y controlar el inventario) en cada posición, no se traduce en un comportamiento satisfactorio, ni en cada posición ni en el conjunto del sistema.

La estructura influye sobre la conducta El juego de cerveza nos proporciona las herramientas necesarias para explorar las influencias de la estructura sobre la conducta. Pues nos muestra como cada personaje culpa a los demás, o se centra en la de él; pero no toma en cuenta que es más importante comprender la estructura que modela los actos de cada uno.