INFERTILIDAD

INTRODUCCIÓN La infertilidad es una condición que afecta a una de cada seis parejas en el ámbito social, fisiológico y p

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INTRODUCCIÓN La infertilidad es una condición que afecta a una de cada seis parejas en el ámbito social, fisiológico y psicológico. La infertilidad es la incapacidad de completar un embarazo luego de un tiempo razonable de relaciones sexuales sin tomar medidas anticonceptivas, esta puede estar causada por la postergación del momento en que se decide tener hijos, alteraciones en la calidad del semen debido a hábitos como el tabaquismo y el alcohol, cambios en la conducta sexual y eliminación de la mayoría de los tabúes. La aparición de nuevas tecnologías de reproducción asistida ha brindado una oportunidad de estudiar los procesos reproductivos básicos y el desarrollo de la biología molecular y de la genética se han hecho muy importantes para el estudio, diagnóstico y evaluación de las parejas, muchas de ellas consideradas hasta ahora como parejas infértiles sin explicación. En este trabajo explicaremos las posibles causas y los respectivos tratamientos de la infertilidad.

OBJETIVO

El objetivo de este trabajo es conocer que es la infertilidad, cuáles son sus causas, como ha afectado en la población para asi conocer y llevar a cabo el tratamiento de este.

LA INFERTILIDAD

La infertilidad se define como la incapacidad de completar un embarazo después de un tiempo razonable de relaciones sexuales sin medidas anticonceptivas. Los términos esterilidad e infertilidad en ocasiones son usados de manera intercambiable y algunas veces definen poblaciones diferentes. La definición de la palabra esterilidad es la dificultad de lograr un embarazo, al tiempo que el término infertilidad es utilizado cuando se desarrolla el embarazo pero es interrumpido en algún momento; por lo tanto, es utilizado como sinónimo de pérdidas recurrentes de embarazo. Por el contrario, la población fértil es definida como la de aquellas mujeres que quedan embarazadas después de un tiempo razonable de relaciones sexuales regulares. La fecundidad es la probabilidad que tiene la mujer de quedar embarazada en un ciclo menstrual específico y es 20%, dependiendo de su edad. Esto lleva a que el tiempo promedio para desarrollar un embarazo sea de aproximadamente cuatro meses. La fertilidad es la capacidad de parir un recién nacido vivo. La infertilidad puede ser primaria o secundaria, en este último caso ocurrió un embarazo o nacimiento previo, pero han pasado más de 12 meses de relaciones no protegidas sin lograr uno nuevo. Otro término que se ha usado es el de infecundidad, que es la incapacidad de una mujer para lograr la gestación en un determinado ciclo menstrual. También se ha utilizado el término subfertilidad, que hace referencia a la pareja, aparentemente sana, con dificultad para lograr un embarazo. Todas estas definiciones son estrictamente clínicas y, en algunos casos, dejan dudas sobre la conducta que hay que seguir antes de cumplirse el lapso de 12 meses, porque pueden existir otros factores como la edad y los antecedentes de enfermedades previas que ameriten que el estudio se haga antes de que haya transcurrido ese período. Por tanto, el momento de inicio de la evaluación de una pareja infértil debe ser individualizado.

A pesar de que la infertilidad debe ser analizada como un problema de pareja, es a la mujer a la que se le realizan la mayoría de los tratamientos y la que con frecuencia lleva la mayor carga emocional, tanto en los éxitos como en los fracasos.

EPIDEMIOLOGIA Y ETIOLOGIA

En torno al 15 % de las parejas no logran el embarazo en el plazo de un año y solicitan tratamiento médico para la infertilidad. Finalmente, el 5 % se queda sin tener hijos en contra de su voluntad. La infertilidad afecta tanto a varones como a mujeres. En el 50 % de las parejas que no tienen hijos en contra de su voluntad se identifica un factor asociado a infertilidad masculina junto con parámetros seminales anormales. Es posible que una pareja fértil pueda compensar el problema de fertilidad del varón, de modo que la infertilidad suele manifestarse cuando ambos miembros de la pareja presentan una fertilidad disminuida. La fertilidad puede verse reducida como consecuencia de:   

Anomalías genitourinarias congénitas o adquiridas. Infecciones de las vías genitourinarias. Aumento de la temperatura escrotal (por ejemplo, como consecuencia de

   

un varicocele) Trastornos endocrinos. Anomalías genéticas. Factores inmunitarios. En el 30 %-40 % de los casos no se identifica ningún factor asociado a infertilidad (infertilidad idiopática). La infertilidad idiopática quizá pueda explicarse por varios factores, entre ellos, trastornos endocrinos como consecuencia de la contaminación ambiental, radicales reactivos del oxígeno o anomalías genéticas.

CAUSAS

La infertilidad puede ocurrir debido a varios factores. Algunos son fáciles de detectar y de tratar, y otros no. La edad afecta la fertilidad. Todas las mujeres comienzan la vida con una cantidad fija de óvulos. Esta cantidad disminuye con la edad. La fertilidad de la mujer comienza a disminuir de manera gradual aproximadamente a los 32 años y disminuye a un ritmo más rápido después de los 37 años. Por estos motivos, las mujeres de 35–40 años que no han podido quedar embarazadas al cabo de 6 meses o las mujeres de 40 años o mayores deben considerar hacerse una evaluación de infertilidad. La fertilidad del hombre también disminuye con la edad, pero no de una manera tan predecible. Ciertos factores en el hombre y la mujer contribuyen a la infertilidad. Los factores en la mujer causan infertilidad en más o menos una tercera parte de las veces, y los factores en el hombre en más o menos una tercera parte de las veces. En aproximadamente un 15% de los casos, tanto los factores en el hombre como en la mujer influyen. En un 20% de los casos, nunca se determina la causa. Esto se denomina infertilidad de origen desconocido. Algunas de las causas más comunes de infertilidad son las siguientes:  

Problemas con la ovulación (liberación de un óvulo de uno de los ovarios) Problemas en las trompas de Falopio, como una obstrucción que le impide



al óvulo fertilizado desplazarse hasta el útero. Problemas en el útero que evitan que el óvulo fertilizado se adhiera al útero

 

o que el embrión se desarrolle normalmente Problemas con la cantidad o el estado de los espermatozoides Trastornos de las hormonas que afectan la función reproductora Los factores del estilo de vida pueden influir en la infertilidad.

Las mujeres cuyo peso se encuentra por debajo o por encima de lo normal, o que hacen demasiado ejercicio, pueden tener más dificultad para quedar embarazadas. Beber niveles moderados o altos de alcohol y si una de las parejas fuma puede reducir la fertilidad. En los hombres, el uso de marihuana y

de esteroides anabolizantes puede reducir la cantidad y el movimiento de los espermatozoides. El hábito de fumar puede causar disfunción eréctil. Las causas de infertilidad femenina más comunes son: INFERTILIDAD ANOVULATORIA La anovulación es definida como la condición en la cual el desarrollo y la ruptura folicular están alterados y por lo tanto el ovocito no es liberado del folículo; se han identificado varias causas, las cuales encierran la insuficiencia ovárica intrínseca, que incluye factores genéticos autoinmunes, y otras como la quimioterapia. La disfunción ovárica, secundaria a la regulación gonadotrópica es otra causa. Puede subdividirse en causas específicas tales como la hiperprolactinemia y el síndrome de Kallmann, y funcionales que incluyen bajo peso corporal, exceso de ejercicio, uso de medicamentos e infertilidad idiopática. La deficiencia de gonadotropina se ve en casos de tumor hipofisario, necrosis de la hipófisis y trombosis. Pueden ocurrir alteraciones de la acción de las gonadotropinas como en el síndrome de ovario poliquístico. En mujeres en quienes se sospecha una falla ovulatoria, las causas más frecuentes de la anovulación pueden derivar de una de las siguientes condiciones. HIPERPROLACTINEMIA Se pueden esperar variaciones en la dosificación de prolactina, dependiendo de las concentraciones de estrógeno en la paciente; por lo tanto, bajo condiciones hipoestrogénicas se consideran normales valores entre 20 y 25 ng/ml, mientras que si la concentración estrogénica es superior, las concentraciones habituales son de 30-40 ng/ml. La prolactina es una hormona con una sensibilidad de secreción considerable, debido a que concentraciones elevadas

de

prolactina

pueden

provenir

de

sustancias

tales

como

medicaciones digestivas, antidepresivos, neurolépticos, antihipertensivos, así como condiciones de estrés, ejercicio excesivo, alta ingesta proteica,

traumatismo torácico, cirugías, relaciones sexuales y otros factores. La hiperprolactinemia altera los pulsos de secreción de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) y con base en las concentraciones de prolactina circulantes, pueden aparecer manifestaciones clínicas tales como una fase lútea inadecuada, anovulación y amenorrea. Es de rigor el estudio de la función tiroidea en todas las mujeres con hiperprolactinemia, dado que habitualmente aparece hipotiroidismo con concentraciones elevadas de prolactina. HIPOGONADISMO HIPOGONADOTRÓPICO Esta afección se expresa por concentraciones de estradiol 20 mUI/ml en determinaciones repetidas. Esta es la situación habitual en las pacientes menores de 40 años de edad con insuficiencia ovárica prematura, mujeres con ovarios resistentes o con trastornos genéticos. HIPOGONADISMO HIPERGONADOTRÓPICO Las concentraciones plasmáticas de FSH pueden ser > 20 mUI/ml en determinaciones repetidas. Esta es la situación habitual en las pacientes menores de 40 años de edad con insuficiencia ovárica prematura, mujeres con ovarios resistentes o con trastornos genéticos. OVARIOS POLIQUÍSTICOS Se trata de la patología endocrina de mayor prevalencia y la causa más frecuente de anovulación. Las mujeres con ovarios poliquísticos pueden presentar una amplia gama de síntomas y signos clínicos; sin embargo, la anovulación y el hiperestrogenismo son considerados prerrequisitos en esta patología. En 1844, Chereau describió cambios escleróticos en el ovario humano. En 1935, Stein y Leventhal mostraron el cuadro clásico. La elevación de LH fue descrita en 1958, pero en 1976 la afección fue definida con una LH normal. Más adelante, la presencia de este síndrome fue asociado con resistencia a la insulina y durante la década de 1980 se describieron hallazgos ecográficos en mujeres con ovarios poliquísticos. Esta cronología ilustra el

amplio rango de presentaciones clínicas, la evolución de los criterios diagnósticos y otras fisiopatologías bastante oscuras. INFERTILIDAD TUBÁRICA-PERITONEAL Los factores tubáricos-peritoneales son responsables de ~30% de las causas de infertilidad. Las funciones de las trompas de Falopio están íntimamente ligadas a la integridad del epitelio ciliado responsable de la captación de ovocitos. La fertilización tiene lugar en el extremo externo de la sección ampular. Las trompas también participan en el desarrollo temprano del embrión y en su transporte a la cavidad uterina. Por consiguiente, cualquier alteración anatómica o funcional de las trompas está asociada con infertilidad. En la sociedad contemporánea, los cambios culturales que incluyen, por ejemplo, el uso de los anticonceptivos, han anticipado el inicio de la actividad sexual varios años antes de alcanzar una estabilidad de pareja o de inclusive considerar la fertilidad. Por lo tanto, hay un mayor riesgo de desarrollar ciertas afecciones relacionadas con la génesis del factor tubárico-peritoneal, las cuales incluyen adherencias pélvicas secundarias a infecciones, enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), cirugías previas o endometriosis. Las infecciones genitales figuran entre los principales culpables del daño tubárico-peritoneal. Muchas ETS pueden estar vinculadas indirectamente con la infertilidad, pero solo dos microorganismos han demostrado tener efectos directos sobre la fertilidad luego de la infección: Neisseria gonorrhoea y Chlamydia trachomatis. Las infecciones genitales provocadas por Chlamydia son actualmente la causa más importante de ETS. Este microorganismo es responsable de ~60% de las salpingitis agudas en mujeres jóvenes. Se ha sugerido que las probabilidades de infertilidad por factor tubárico, así como el embarazo ectópico están considerablemente aumentadas con cada episodio infeccioso; la aparición de

infertilidad tubárico-peritoneal también está asociada con la severidad de la infección. En términos de prevención de las ETS asociadas con infertilidad, se deberían considerar dos líneas de acción. En primer lugar, la prevención primaria está dirigida a evitar la aparición de infecciones, y debería aconsejarse utilizar métodos anticonceptivos de barrera. En segundo lugar, la prevención secundaria requiere una evaluación y tratamiento tempranos en los casos en los que se sospecha salpingitis, con tratamiento de la pareja y control posterior a fin de evitar la reinfección. ENDOMETRIOSIS Hace mucho tiempo se estableció la asociación entre endometriosis e infertilidad. Se ha demostrado una mayor incidencia de pacientes infértiles (48%) en comparación con individuos fértiles (5%). Se han sugerido varias situaciones para explicar la presencia de infertilidad en pacientes con endometriosis, entre las cuales hay alteraciones anatómicas, anovulación y de la fase lútea. No obstante ello, no ha sido posible describir un único mecanismo que sea totalmente responsable de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Es indudable que tanto la endometriosis como las adherencias producen distorsiones anatómicas, limitan la movilización de las fimbrias y obstruyen las trompas o causan fimosis. La obstrucción tubárica distal está generalmente asociada con adherencias, mientras que las oclusiones proximales habitualmente están relacionadas con focos de endometriosis intramurales o con crecimiento invasor de las lesiones peritoneales. Las principales opciones para evaluar la integridad tubárica-peritoneal son la histerosalpingografía y la laparoscopia. La primera es un procedimiento ambulatorio que calcula la permeabilidad tubárica y la cavidad uterina con complicaciones mínimas de infecciones y sangrado; es sumamente útil para evaluar la permeabilidad tubárica, el

diámetro de las trompas y su mucosa. Sin embargo, no se puede utilizar como la única herramienta para el estudio del estado de las trompas, dado que su sensibilidad para evaluar las adherencias peritubáricas es baja. La laparoscopia realizada en la sala de operaciones bajo anestesia general permite una evaluación pélvica completa y un examen de las condiciones extraluminales y peritubáricas, así como la detección de otras afecciones, por ejemplo endometriosis. No se obtiene información sobre la luz de las trompas o el estado de la mucosa. La

histerosonografía

y

la

sonosalpingografía

pueden

ser

efectivas,

especialmente con el uso de soluciones salinas o materiales de contraste. Sin embargo, la primer evaluación morfológica del útero y de las trompas se debe realizar con histerosalpingografía; luego ir a la laparoscopia, dependiendo de cada caso particular. La histerosonografía y la salpingosonografía todavía no son sustitutos de los dos primeros mé- todos, pero brindan una excelente aplicabilidad y su uso puede ser bastante promisorio. INFERTILIDAD UTERINA Hay un amplio espectro de anomalías uterinas, ya sea congénitas o adquiridas, asociadas con la presencia de infertilidad o abortos recurrentes. Entre los ejemplos se incluyen alteraciones congénitas, exposición intrauterina a medicamentos, miomas submucosos, pólipos y sinequias. Si bien efectivamente hay una asociación de ese tipo, estas afecciones también pueden darse en forma simultánea con la evolución del embarazo, lo que hace más difícil establecer una relación causa/efecto. Posiblemente esto sea debido a la falta de datos sobre la frecuencia de la aparición de estos hallazgos en pacientes infértiles. Estos tipos de alteraciones rara vez son detectados mediante el interrogatorio y el examen físico. El método de evaluación de primera línea es la histerosalpingografía.

Habitualmente la laparoscopia complementa la información en caso de alteraciones congénitas. La histeroscopia permite la evaluación y la corrección de los defectos de la cavidad uterina en el mismo procedimiento quirúrgico. La ecografía, histerosonografía y resonancia magnética (RM) contribuyen al diagnóstico de las alteraciones uterinas y brindan información sobre el aparato urinario, un blanco importante de investigación en casos de anomalías congénitas en el desarrollo del aparato genital. Las causas de infertilidad masculinas más comunes son: DISFUNCIÓN EYACULATORIA Existen diferentes tipos de alteraciones de la eyaculación. Aneyaculación significa ausencia de eyaculación, producida por traumatismo como en el caso de los pacientes con una sección completa o incompleta de la médula, que puede ser iatrogénica (luego de un vaciamiento ganglionar retroperitoneal), farmacológica (ingesta de antihipertensivos, antidepresivos, antipsicóticos, etc.), metabólica (diabetes) y psicológica. La eyaculación retrógrada también puede ser de origen traumático, iatrogénico, farmacológico, metabólico o psicológico. La eyaculación prematura que impide una inseminación vaginal adecuada puede tener una causa sistémica, como en algunos casos de esclerosis múltiple. También puede ser debida a inflamaciones como las que aparecen en la prostatitis. La causa más frecuente es la psicológica. VARICOCELE El tema del varicocele ha generado controversias desde la primera publicación sobre los aparentes beneficios que surgen de tratar esta afección. Ciertamente la experiencia sugiere que el varicocele es una patología frecuente, en especial en hombres con bajas concentraciones de espermatozoides. La frecuencia observada en individuos jóvenes sanos es entre 10 y 25%. De acuerdo con la OMS (1992), entre los hombres que consultaron al médico por problemas de fertilidad, se identificó varicocele en el 11% de aquellos que tenían semen

normal y en el 25% con semen anormal. La mayor dificultad reside en determinar si el varicocele realmente afecta la función testicular y por ende al semen. Por otra parte, surge el interrogante de si su cura realmente mejora la fertilidad y si ese es el caso, en qué grupos de pacientes lo hace. Aparentemente el varicocele afecta la espermatogénesis y muestra una relación clara con el semen anormal; sin em bargo, los mecanismos no han sido todavía establecidos. Ciertamente ha sido posible correlacionar una falla en la regulación de la temperatura con deterioro de la calidad de los espermatozoides en presencia de varicocele. Cualquiera que sea la fisiopatología del varicocele, hay suficiente evidencia para demostrar que produce daño testicular progresivo, y los posibles mecanismos incluyen reflujo de los catabolitos a las glándulas suprarrenales, baja concentración de oxígeno, y aumento de las concentraciones de CO2 , ácido láctico y norepinefrina. Sin embargo, hay una importante discusión sobre si el tratamiento realmente mejora la fertilidad, con evidencias a favor y en contra. Inclusive hay una publicación que establece una capacidad reducida de los espermatozoides para desarrollar embriones con fertilización asistida en hombres con varicocele. INFECCIÓN DE LOS ANEXOS Existe un segundo grupo de etiologías frecuentes que también es controvertido de acuerdo con la OMS. No hay duda de que las ETS pueden producir semen patológico; sin embargo, quedan dudas sobre las infecciones subclínicas. La transmisión de enfermedades sexuales depende altamente de las razas y las culturas; en Asia, por ejemplo, hay solo una incidencia de 3%, mientras que el valor correspondiente es de 12,2% en África. La gonorrea, por ejemplo, puede producir una obstrucción de los conductos seminales. La Chlamydia en los hombres puede causar una obstrucción tubárica en su pareja femenina.

Una de las consecuencias de la infección seminal es la producción más elevada de leucocitos, que puede estar asociada con un aumento de las sustancias reactivas al oxígeno. El incremento de estas sustancias está relacionado con dificultades para tener una concepción espontánea y también para la fertilización in vitro (IVF). Es importante no olvidar que los leucocitos pueden provocar una cantidad excesiva de sustancias reactivas al oxígeno a pesar de que tales aumentos también pueden ser producidos por los espermatozoides anormales. Por consiguiente, el diagnóstico y las implicancias terapéuticas todavía deben ser adecuadamente elucidados. Existen también, una serie de casos especiales en la infertilidad, tales como: INFERTILIDAD INMUNE Las respuestas inmunes entre algunos tejidos en los aparatos reproductores de la mujer y el hombre pueden ser causa de infertilidad. Está bien establecido que tanto los hombres como las mujeres pueden desarrollar anticuerpos que reaccionan contra los espermatozoides e interfieren con la fertilidad. Se cree que esto es lo que ocurre si surge aglutinación o inmovilización debido a la presencia de aquellos anticuerpos cada vez que el transporte de los espermatozoides o la fertilización están afectados. En los hombres pueden haber anticuerpos antiespermáticos que se adhieren a los espermatozoides en el plasma seminal y en la sangre. En las mujeres pueden aparecer anticuerpos antiespermáticos en el moco cervical, en los fluidos genitales y en la sangre. La incidencia de anticuerpos antiespermáticos es 9% en el hombre infértil y de 13 a 15% en la mujer infértil. Durante la evaluación de una pareja infértil, se comprueba la presencia de anticuerpos antiespermáticos si se detectan anomalías en la prueba postcoito o en el espermograma de evaluación. En relación con el pronóstico del

embarazo, este último depende del título de anticuerpos y la duración de la búsqueda del mismo. El embarazo en sí podría estimular enfermedades inmunes en la mujer. La unidad feto-placentaria es un semi-injerto, ya que la contribución genética masculina tiene una expresión antigénica parcialmente desconocida para la madre. La evolución normal del embarazo contradice las reglas de la inmunología del trasplante. Para cada mecanismo de protección surge una alteración que necesita ser suficientemente fuerte como para desencadenar una pérdida del embarazo. La respuesta inmune generada contra las diferencias genéticas en distintos individuos de la misma especie es llamada aloinmunidad. A fin de determinar que la pérdida del embarazo fue producida por una causa aloinmune, deben descartarse otros motivos, incluyendo los factores genéticos, infecciosos y endocrinos. INFERTILIDAD Y GENÉTICA Los avances en la biología molecular han llevado a la detección de causas genéticas determinantes de trastornos reproductivos, tanto en hombres como en mujeres; sin embargo, esto representa un grupo muy pequeño de pacientes. Hay algunas causas con un patrón bien definido de alteraciones puramente genéticas y otras con participación de genes múltiples. Hasta el presente se han descrito formas anormales de desarrollo y de la función, que pueden ser provocadas por alteraciones a diferentes niveles del eje hipotálamohipófisoovárico. INFERTILIDAD INEXPLICADA La infertilidad inexplicada o sin causa aparente es un término usado para aquellos casos en los que los estudios de la infertilidad muestran resultados normales. Esta situación ocurre en alrededor del 15% de las parejas y

habitualmente es frustrante, tanto para el médico como para la pareja, debido al sentimiento de expectativas perdidas al no disponer de un diagnóstico específico. Las parejas con infertilidad inexplicada podrían tener un defecto sutil en su capacidad reproductiva, que no puede ser identificado a través de una evaluación estándar. También es posible la existencia de causas específicas, pero desconocidas hasta la fecha o que su detección está más allá del dominio de los procedimientos diagnósticos disponibles.

TRATAMIENTO

Las opciones de tratamiento disponibles dependen del tipo de problema detectado. Algunas posibles recomendaciones son hacer cambios en el estilo de vida, uso de medicamentos, cirugías, o el uso de tecnología de reproducción asistida. Se pueden combinar varios tratamientos diferentes para mejorar los resultados CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA Si se identifican factores del estilo de vida, puede haber varias maneras para mejorar su probabilidad de quedar embarazada. Por ejemplo, podría tener que adelgazar o aumentar de peso, o hacer más o menos ejercicios. Usted o su pareja masculina podría tener que dejar de fumar o usar drogas o reducir el consumo de alcohol. CIRUGÍA En las mujeres, se usa la cirugía para reparar trompas de Falopio bloqueadas o de alguna manera afectadas. Si las trompas de Falopio se encuentran muy afectadas, el uso de la tecnología de reproducción asistida puede dar mejores resultados para lograr un embarazo. La endometriosis es comúnmente asociada con la infertilidad. Esta enfermedad se trata con medicamentos o cirugía. El tratamiento de la endometriosis con cirugía puede aliviar el dolor, pero no mejora la probabilidad de lograr un embarazo. Aunque el uso de cirugía para extraer tejido afectado por endometriosis mejora la probabilidad de lograr un embarazo, no se sabe hasta qué punto lo hace. En casos graves de endometriosis, se podría recomendar el uso de tecnología de reproducción asistida. En los hombres, se usa la cirugía para tratar algunos problemas de infertilidad. Un problema común que causa infertilidad masculina es un varicocele. Los varicoceles a veces se pueden tratar mediante cirugía.

TRATAMIENTO DE PROBLEMAS HORMONALES En las mujeres, la presencia de niveles anormales de hormonas puede causar ovulación irregular o impedir la ovulación. Por ejemplo, el síndrome de ovario poliquístico es una condición donde los niveles de ciertas hormonas son anormales y los períodos menstruales son irregulares o no ocurren. Esta es una causa común de infertilidad. A menudo se trata esta condición con cambios en el estilo de vida o con el uso de medicamentos. La progesterona se puede usar para tratar algunos problemas de ovulación. Se deben descartar también otros problemas hormonales que afectan la fertilidad de la mujer, como una enfermedad de la tiroides. INDUCCIÓN DE LA OVULACIÓN La inducción de la ovulación es el uso de medicamentos para promover la liberación de un óvulo. Este tratamiento se usa cuando la ovulación es irregular o simplemente no ocurre y se han descartado otras causas. INSEMINACIÓN INTRAUTERINA En la inseminación intrauterina, se introduce una gran cantidad de espermatozoides saludables en el útero en la fecha más cerca posible de la ovulación. A menudo se usa con la inducción de la ovulación o con la superovulación. La pareja de la mujer o un donante proporciona los espermatozoides. También se pueden usar espermatozoides recuperados anteriormente y congelados. TECNOLOGÍA DE REPRODUCCIÓN ASISTIDA La tecnología de reproducción asistida abarca todos los tratamientos de fertilidad que implican óvulos y espermatozoides. En esta tecnología por lo

general se usa la fertilización in vitro. Durante la fertilización in vitro, se combinan espermatozoides con un óvulo en un laboratorio y el embrión se transfiere al útero. Este tipo de fertilización se realiza para las siguientes causas de infertilidad: 

Trompas de Falopio que de alguna manera están alteradas o

   

bloqueadas y que no se pueden tratar con cirugía Algunos factores de infertilidad masculina Endometriosis grave Insuficiencia ovárica prematura Infertilidad de origen desconocido La fertilización in vitro consta de muchos pasos. Hay varias maneras diferentes para realizar estos pasos con el fin de aumentar su probabilidad de lograr un embarazo, y estas dependen de lo que causa su infertilidad.

CONCLUSION

Concluimos que la infertilidad en la mayoría de sus casos se puede tratar de modo en que se pueden hacer cambios en el estilo de vida, usar medicamentos, cirugía o la tecnología de reproducción asistida. El tratamiento requiere tiempo y usualmente es muy costoso, además que exige un gran compromiso por parte de ambos miembros de la pareja. Se recomienda a las parejas que sufren de esto, hablar con su médico sobre las opciones de tratamiento disponibles para el caso especial de cada paciente.

BIBLIOGRAFIA



SADLER TW. Embriología Médica Panamericana 1996.

de

Langman. 7.ª Edición

Ed.