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• Denis Dominguez

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

PRESENTACIÓN

Presento este trabajo que es producto de mi esfuerzo de recopilar los capítulos importantes que se mostró en la película “LA CONQUISTA DEL IMPERIO INCAICO LA VERDADERA HISTORIA”. Esperando que sea de su total agrado pongo a disposición el siguiente trabajo.

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LA CONQUISTA DEL IMPERIO INCAICO LA VERDADERA HISTORIA La Conquista del Perú (1532-1533) es el proceso histórico de anexión del Imperio incaico al Imperio español. Felipe Guamán Poma de Ayala, cronista del país, señala el primer contacto entre un español llamado Pedro de Candía y Huayna Cápac. Sin embargo, fue a principios de 1532 que un ejército incaico se topó con los Conquistadores españoles, durante la guerra civil entre los dos herederos al trono cuzqueño, Huáscar y Atahualpa, hijos del recién difunto Emperador Inca, Huayna Cápac. En este encuentro, Atahualpa fue tomado preso por Francisco Pizarro y semanas después fue ejecutado. Sin embargo, tras la conquista española y desmoronamiento Inca, focos inconexos de resistencia aborígen existieron hasta 1574. El video revela los descubrimientos hechos por arqueologos peruanos en unas tumbas cerca de Puruchuco, Lima; donde se encontraron restos de nativos indios que posiblemente hayan participado en el Cerco de Lima (1536) y la rebelion de Quizu Yupanqui. Entre los restos se han encontrado el cadaver de "mochito", un personaje que podria considerarse como el primer caso de muerte documentada de un nativo por un arma de fuego traída por los conquistadores españoles. Las armas y su contribución en la conquista del imperio incaico A su arribo a América los españoles contaban con armas más avanzadas que los nativos americanos. Como carabinas, arcabuces, cañones de corto alcance, espadas, escudos y armaduras.

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El arcabuz es una antigua arma larga de fuego de avancarga, antecesor del mosquete. Su uso estuvo extendido en la infantería europea de los siglos XV al XVII. A pesar de su longitud, el disparo era de corto alcance (apenas unos 50 metros efectivos), pero letal, en esa distancia podía perforar armaduras. Era fácil de manejar y desplazó rápidamente el uso de la ballesta, que desapareció a mediados del siglo XVI. Si se comparan sus prestaciones en combate con los arcos y ballestas, era imprecisa y de menor alcance, pero más poderosa, intimidadora y requería mucho menos destreza para manejarla con eficacia.

Siendo las armas de fuego y en especial los arcabuces los que causaron gran impresión debido al estruendo que producía. Sin embargo, su efecto militar fue escaso. Las espadas de acero y de hierro, los cuchillos y las armaduras demostraron ser mucho más efectivos militarmente. Por ello, cuando alcanzaban el dominio de alguna nación, los españoles prohibían el acceso a las armas de hierro por parte de los pobladores sometidos. Ante la honda, realizada con tejidos, con la que arrojaban piedras calentadas hasta el rojo vivo, envueltas en algodón y brea. Utilizando estas armas los quechuas arrasaron Cuzco ocupada por los españoles en 1536, que era la principal arma del imperio incaico, el ejército andino no contaba con nada más a su favor que su gran número de habitantes; sin embargo, esta ventaja se vio

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afectada por la guerra civil por la que atravesaba, además de los pueblos, al norte del imperio, que recién se habían unido al imperio, y cuya libertad estaba fresca.

Los animales fueron otro factor militar. Por un lado, la introducción del caballo por parte de los españoles, les permitió, en algunos casos, moverse con rapidez y lanzar rápidos ataques. Sin embargo, en las zonas montañosas y selváticas, los españoles se mostraron menos adaptados tecnológicamente (los indios utilizaban a la llama y técnicas especiales para construir caminos y puente adaptados a ese tipo de terrenos), pero los perros fueron muy útiles para rastrear y atacar a indígenas y esclavos en la selva y en los bosques.

La forma de hacer guerra de los españoles, como la de la mayoría de europeos, era más sangrienta e involucraba más guerreros que los indígenas americanos estaban acostumbrados a utilizar. Las armas de hierro y acero producían lesiones tan evidentes como las de las flechas envenenadas. Además, algunos pueblos andinos no tenían la costumbre de matar gente en el campo de batalla, sino que los capturaban y los mantenías vivos para

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ocasiones de sacrificios rituales. De ahí que las prácticas europeas en la guerra adquieran un carácter más brutal.

Finalmente, vale decir que la principal arma de los españoles era su mente ambiciosa, sin Francisco Pizarro a la cabeza, quizá la conquista hubiera sido un fracaso como las anteriores expediciones. Pero quizá las plagas que se venían también hubieran acabado con el imperio incaico. LA CONQUISTA DEL IMPERIO INCAICO LA VERDADERA HISTORIA

La Conquista del Perú (1532-1533) es el proceso histórico de anexión del Imperio incaico al Imperio español. Felipe Guamán Poma de Ayala, cronista del país, señala el primer contacto entre un español llamado Pedro de Candía y Huayna Cápac. Sin embargo, fue a principios de 1532 que un ejército incaico se topó con los Conquistadores españoles, durante la guerra civil entre los dos herederos al trono cuzqueño, Huáscar y Atahualpa, hijos del recién difunto Emperador Inca, Huayna Cápac. En este encuentro, Atahualpa fue tomado preso por Francisco Pizarro y semanas después fue ejecutado. Sin embargo, tras la conquista española y desmoronamiento Inca, focos inconexos de resistencia aborígen existieron hasta 1574. El video revela los descubrimientos hechos por arqueologos peruanos en unas tumbas cerca de Puruchuco, Lima; donde se encontraron restos de nativos indios que posiblemente hayan participado en el Cerco de Lima (1536) y la rebelion de Quizu Yupanqui. Entre los restos se han encontrado el cadaver de "mochito", un personaje que podria considerarse como el primer caso de muerte documentada de un nativo por un arma de fuego traída por los conquistadores españoles. Las armas y su contribución en la conquista del imperio incaico

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A su arribo a América los españoles contaban con armas más avanzadas que los nativos americanos. Como carabinas, arcabuces, cañones de corto alcance, espadas, escudos y armaduras.

El arcabuz es una antigua arma larga de fuego de avancarga, antecesor del mosquete. Su uso estuvo extendido en la infantería europea de los siglos XV al XVII. A pesar de su longitud, el disparo era de corto alcance (apenas unos 50 metros efectivos), pero letal, en esa distancia podía perforar armaduras. Era fácil de manejar y desplazó rápidamente el uso de la ballesta, que desapareció a mediados del siglo XVI. Si se comparan sus prestaciones en combate con los arcos y ballestas, era imprecisa y de menor alcance, pero más poderosa, intimidadora y requería mucho menos destreza para manejarla con eficacia.

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Siendo las armas de fuego y en especial los arcabuces los que causaron gran impresión debido al estruendo que producía. Sin embargo, su efecto militar fue escaso. Las espadas de acero y de hierro, los cuchillos y las armaduras demostraron ser mucho más efectivos militarmente. Por ello, cuando alcanzaban el dominio de alguna nación, los españoles prohibían el acceso a las armas de hierro por parte de los pobladores sometidos. Ante la honda, realizada con tejidos, con la que arrojaban piedras calentadas hasta el rojo vivo, envueltas en algodón y brea. Utilizando estas armas los quechuas arrasaron Cuzco ocupada por los españoles en 1536, que era la principal arma del imperio incaico, el ejército andino no contaba con nada más a su favor que su gran número de habitantes; sin embargo, esta ventaja se vio afectada por la guerra civil por la que atravesaba, además de los pueblos, al norte del imperio, que recién se habían unido al imperio, y cuya libertad estaba fresca.

Los animales fueron otro factor militar. Por un lado, la introducción del caballo por parte de los españoles, les permitió, en algunos casos, moverse con rapidez y lanzar rápidos ataques. Sin embargo, en las zonas montañosas y selváticas, los españoles se mostraron menos adaptados tecnológicamente (los indios utilizaban a la llama y técnicas especiales para construir caminos y puente adaptados a ese tipo de terrenos), pero los perros fueron muy útiles para rastrear y atacar a indígenas y esclavos en la selva y en los bosques.

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La forma de hacer guerra de los españoles, como la de la mayoría de europeos, era más sangrienta e involucraba más guerreros que los indígenas americanos estaban acostumbrados a utilizar. Las armas de hierro y acero producían lesiones tan evidentes como las de las flechas envenenadas. Además, algunos pueblos andinos no tenían la costumbre de matar gente en el campo de batalla, sino que los capturaban y los mantenías vivos para ocasiones de sacrificios rituales. De ahí que las prácticas europeas en la guerra adquieran un carácter más brutal.

Finalmente, vale decir que la principal arma de los españoles era su mente ambiciosa, sin Francisco Pizarro a la cabeza, quizá la conquista hubiera sido un fracaso como las anteriores expediciones. Pero quizá las plagas que se venían también hubieran acabado con el imperio incaico. Cerco de Lima El Cerco de Lima tuvo lugar entre el 10 y 26 la conquista española del Perú. Las fuerzas dirigidas por su lugarteniente Quizu Yupanqui, Ciudad de los Reyes (Lima), defendida por un

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de agosto de 1536,durante del soberano Manco Inca, cercaron la recién fundada ejército español-indígena al

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mando de Francisco Pizarro. El objetivo de Manco Inca era evitar queFrancisco Pizarro mandara refuerzos para romper el Sitio del Cusco. Desarrollo Quizu Yupanqui, tras aniquilar cuatro expediciones de españoles que iban en auxilio de los sitiados en el Cuzco, organizó una expedición a la Ciudad de los Reyes, la actual Lima, cumpliendo las órdenes de Manco Inca. Para tal efecto, se instaló en el valle de Jauja, donde gastó tiempo reclutando gente e intentando obtener el apoyo franco de los jefes huancas. Con una fuerza aproximada de 40.000 hombres, Quizu Yupanqui inició por fin la marcha hacia Lima. Iba acompañado de los capitanes Illa Túpac y Puyo Vilca. Algunas crónicas mencionan también los nombres de otros capitanes, como Páucar Huamán, Yanqui Yupanqui, Hualpa Roca, Apu Siloalla y Allín Songo Inca. La fuerza inca avanzó sobre Lima en tres direcciones: por el camino del norte, los tarmas, atavillos, huánucos y huaylas (bajo mando de Puyu Huillca); por el sur, pasando por el adoratorio de Pachacámac, los angaraes, huancas, yauyos y chavircos (bajo mando de Illa Túpac). Y por el centro iba el mismo Quizu Yupanqui, al frente de los batallones cusqueños. Quizu Yupanqui descendió de la sierra de Huarochirí, por el pueblo de Mama y acampó en las faldas del actual cerro San Cristóbal previamente capturado antes de entrar en Lima y destruida la cruz que allí se encontraba. En Lima los vecinos españoles se refugiaron en el puerto a la espera de que los barcos los recojan para Panamá mientras los defendía Francisco Pizarro y unos mil soldados españoles, quienes se prepararon para la lucha, contaban, además, con el valioso apoyo de miles de indios aliados. Una avanzada del ejército incaico trabó combate con un contingente español-indígena al mando de Pedro de Lerma, en el lecho seco del río Rímac. Los cuzqueños lograron matar un caballo y a un español y a herir a varios españoles; sin embargo, la

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lucha más recia se trabó entre las fuerzas indígenas rivales. Luego de la lucha, ambas fuerzas se retiraron a sus posiciones. En Lima, los españoles desataron medidas de terror para evitar cualquier traición de parte de sus aliados nativos. Una de las víctimas civiles de tales crímenes fue Mama Asarpay, hija de Huayna Cápac, a quien por orden de Francisco Pizarro dieron muerte con el pretexto de haber estado en entendimiento con los atacantes. Según una Relación Anónima de 1539, Quizu Yupanqui, al sexto día de asedio, reunió a sus capitanes y les dijo: ”Yo quiero entrar hoy en el pueblo y matar todos los españoles que están en él, y tomaremos sus mujeres con quien nosotros nos casaremos y haremos generación fuerte para la guerra, los que fueren conmigo han de ir con esta condición, que si yo muriese mueran todos y si yo huyese huyan todos”. Tras estas palabras, el ejército inca, luciendo sus estandartes y sus indumentos de vistosa policromía, y al compás de sus pututos y tambores, inició el asalto de la ciudad de Lima, al grito de “¡A la mar barbudos!”. Quizu Yupanqui, que iba adelante, cargado en andas, junto con un selecto número de sus capitanes, cruzó el río Rímac, pero cuando ya comenzaba a entrar por las calles de la ciudad, en la zona donde después se elevaría el barrio de Santa Ana, fue emboscado por la caballería española. Según fuentes españolas, Quizu, que combatía desde su litera, recibió un lanzazo en el pecho, que le privó de la vida; la autoria de esa hazaña se le atribuye a Pedro Martín de Sicilia. Los demás jefes incas que acompañaban a Quizu sufrieron la misma suerte. En otras versiones se asegura que Quizu Yupanqui recibió un disparo de arcabuz que le destrozó una pierna, herida que le causó la muerte, cuando ya se hallaba retirado en la meseta de Bombón, cerca al lago Chinchaycocha, en la sierra central del Perú. A pesar de ello, la lucha continuó por algún tiempo más, aunque con resultados desfavorables a los incas, pues no sólo tenían que enfrentar a la

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caballería, armas de fuego y ballestas españolas sino también a los miles de aliados .

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