Huaraz

C, AUGUSTO ALBA HERRERA HUA RA S HISTORIA DE UT{ PUEBLO EI{ rRA¡/S FORMACIOT{ EDICIoNES "ÉL INCA" INTRODUCCION EI eú

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C, AUGUSTO ALBA HERRERA

HUA RA S HISTORIA DE UT{ PUEBLO EI{ rRA¡/S FORMACIOT{

EDICIoNES "ÉL INCA"

INTRODUCCION EI eújetivo principat de este libro es llenar eI vacío existente hoy en la I"listoria de Huards; pues sólo tenemos Ia obra, "Huarás, Visión Integral, pero cu)t(, aut1r es el profesor Francisco GonZáles, que no es un historiador, recuento el en es un hombre con perspectiva histórica, que se ha desbordado de datos y actitudes de las 87 estancias que rodean la ciudad de Haarás, testimonio que servirá para los estudios sociohistóricos en elfuturo. I,ll olro obietivo es responder a una sugerencia, mejor dicho al reto que tne liexn. algunos amigos de AEPA, y el insistente aliento de un discípulo qui nu' ofreció ser el editor de la Historia general de Huarás. Honrosísima enct¡ntienda Ia que se me ha conferido para escribir y presentar aI lector:

IIUAMS: HISTORIA DE UN PUEBLO EN TR;TNSFORMACION. Pretentlo reconstruir el pasado captado con amplitud la complejidad de los grupos humanos que desde hace más de 10,000 años poblaron Iazona, en la llanura alta y en los estrechos repliegues del Ande, en paciente lucha para satisfacer sus necesidades básicas de alímento, vestido y vivienda. Para poseerlos necesitó producirlos y para producirlos transformar la naturaleza con instrumentos cada vez más perfeccionados.

se ha prioriZado,

al recurrir aI

,n¡urrr",

inéditas, indicando sí, que uso de los materiales recolectados de

Esta obra se sustenta parcialmente

archivos del país.

la raiz

toponímica del que tuvo y Ia influencia nontbre: Huarás, su relación con el planeta venus en Ia vida de los primitivos habitantes.

EI primer capítulo tiene por objeto buscar

lll

segundo capíturo tiene er propósito de divurgar las breves reseñas de los viajeros y los estudios realizados por los arqueólogos de los vestigios o restos dejados por el hombre prehistórico; y en lo que respecta, a la domi_

nación incaica, utilizamos las crónicas de Garcilaso Inca de Cabello de Valboa, príncipalmente.

la

Vega,

El tercer capíturo se refiere a ra Conquista y coroniaje. En ra primera parte trata,mos de deterntinar lugares y fechas del arribo y establecimiento

de los españoles en la zona de Huarás. En la segunda parte, virtualmente desconocida por la historia regionar y peruana tratamos de satisfacer er vacío que ha¡,.

El cuarto capítulo referente ar proceso de ra Independencia, nuestra finalidail es resaltar la sacrificada contribución de Huarás en hombres, víveres, animales, zurrones de plata y alhajas de los templos, durante la preparación de contingentes guerreros para ocupar ra ciudad de Lima; y en la organización der Ejército Libertador para ra campaña finar de Junín y Ayacucho- Luego trazamos ra síntesis biográfica d,e ros patriotas ilustres que actuaron en Huarás.

EI quinto y úItimo capítulo está dedicado a la República por su amplitud ; y complejidad en acontecimientos históricos de la ciudad cipital det depar_ tq,mento, no pienso haber agotado las informaciones, ni haber abarcado todas las perspectivas. Está sujeto a la omisión que da motivo a escribir para la edición de unnuevo libro: Ecrucacióny cambio. por otra parte, er camino está abierto a Ia investigacíón y ar estudio sociohistórico y económico. Como no es Ia primera vez que trato sobre Ia Historia de Htmrás, pues anteriormente escribí: "Atusparia y la revolución campesina de lgg5',, he llegado a percibir no sólo ro que hemos sido sino ro que no hemos sido ¡, ls que podemos ser, sin caer en pesimismo de creer que cuarquier tiempo pasado fue mejor, sino tener fe en er futuro, creer que ra tierra de ros hijos será mejor que Ia de los padres. He podido comprender que Ia Historia es la ciencia del eterno devenir todo Io que han hecho para mejorar su destino en esta tierra.

si el l3 de diciembre de I94I un aluvión destruyó

una parte de Huarás,

el barrio moderno del centenario, que cuar Ave Fénix se levantó de

ros

escombros para ser ho¡' ta Capitar der floreciente distrito de ra Ind,ependencia. En cambio, el sismo det 3I de maTts ¿. 1970 ha marcado una división

en el tiempo: Huards antes der sismo

1,

Huarás después der sismo. Esta

primera divisíón la hemos rememorado ampliamente y su finalidad

es

cnseñar a los hombres a través de Io que hicieron nuestros antepasados, a tcner fe en el trabajo, en la ciencia ¡, en la técnica. . Es una lección de avance en ntedio de una revolución social que marcha decidida en busca de los ntétodos que resuelvan los nuevos problemas. La segunda parte, después del sismo, no hemos podido cumplir a cabalidad al truncarse lct continuidad histórica. Fue todo de instinto e improvisación. De un fondo nebuloso surgió aspiraciones, descontentos, propósitos )t esperanzas. Fue entonces, que pudimos apreciar deficiencias 1' ul mismo tien'tpo insurgir fuerzas energéticas írresistibles que fueron influyendo en los esfuerzos conscientes de los hombres. No pudiendo hacer otra cosct, que apresurqr Ia realización de los resultados que conduzcan por el cantino del progreso. Frun.cist:o Gonzdles, en la revista "Asterisco" N" 7 nos dice: "EI sismo remer:ió rlcsrlc sus cimien.tos Ia ciudad ¡, Ia sociedad huarasina que sufrieron

por prinrcra vez un desastre de tal magnitud, viviendo en ramadas y tu¡4urios... Destru¡,i el Casco Urbano...". Y Io arrasó el caterpilar y finalntente la dinamita hizo volar Ia cúpula del templo. No se dejó las piedras ttrqqradas de Huarás antiguo. ..50 años Io describió así:,"La I)¡ttt Antonio Raimonclí hace cerca de regular mayor parte de sus calles Huarás tiene una extensión, Ia t'ittdtul de son rectas, pero nxuy estrechas, pues su anchura es de cinco metros lo que da a la población un aire oprimido. Las casas son sencillas, carecen de

belleza artística, pero en general son espaciosas y sólidamente construídas.

En muahas es digno de notarse un hermoso empedrado de sus patios, formado de piedras blancas y negras, dispuestas en díbuios variados de regular efecto...". Pudimos apreciar todavía esa vieja fisonomía urbana de calles angostas, de manzan&s rectangulares, casas con pisos de ladrilLos o tierra apisonada, algunos balcones cerrados de madera, techos de teias, de aleros anchos; los corredores de las casas solariegas con columnas hacia el patio y huertas interiores. En cambio, vemos ho¡,, adustos edificios con el triunfo de las líneas rectas, de las paredes lisas, los cubos de cemento armado con tiendas comerciales )) restaurantes con vista a las calles en el enmarañado plano ideado por "Ghunter ¡, Sentinario", invadida por enorme marejada social con diversidad de c&racteres de todos lo puntos del territo' rio nacional, favorecida por el sismo, que con asombrosa velocidad viene contribu),endo

a la

transformación profunda de Ia ciudad; pero se va

perdiendo el espíritu de Ia solidaridad, de justicia y sinceridad, sin que importe

el pasado porque pesa más los factores de disgregación. Felizmente se va superando la etapa de los ensayos y de luchas pári orgonizorri ,n un

movimiento consciente de trabajo comercial de iertfgfniso or,"ir*r¡An hacia la "modernización deshumanizada,,,,al llegar a ti era de lo., ,:,o*pu_ tadoras, de la informática gtobat y Ia información televisiva; pero tenemos que lamentarnos, Que la educación no marcha paralela al desarrollo social y económico; y por ro tanto, ra (Jniversidad Nacionar ,,santiago Antúnez d.e Mayolo" debe encabezar un movintiento espírituar de crarfficación de varo_ res, humanización de ros conocimientos y áfundrr una poritica de intdentificación que conduzcan a inregrarnos, respetándo ras dif)rencias y i"'f,ironao

que cambiamos continuamente.

Finalmente, er auto.r desea expresar aquí ra deuda que tiene con todas las,personas que en forma directa o ,o*o represent,ntes de entidad.es públicas o privadas han contribuido para ta pubricación d.e esta obra, y en manera especial, al editor, profesor, Rómulo pa.iuelo prieto.

El Autor: C. Aagusto Alba Herrera

CAPITULO

I

TOPONIMIA DE HUARAS El hombre en toda la Historia Prehispánica ha practicado formas y ritos, con sus ceremonias y sacrificios encaminados a aplacar o agradar a sus deidades. Y Huarás desde su nombre geográfico está unida íntimamente a la religión. Los comienzos de su historia se remonta de 1,000 a 2,000 A.C. como la religión era la parte integral de la vida de los huarac, es de suponer que el ritmo de su historia estaba ligada a sus dioses que gobernaban a las fuerzas de la naturaleza y conocerían con precisión el tránsito de venus por el espacio celeste, porque Ia astrología presidía la vida del niño desde que nacía, siendo la pubertad la que mayor atención alcanzó para ofrecer a la Estrella del Amanecer al adolescente, preparándolo a una nueva vida de trabajo, etc. La primera noticia escrita que se tiene sobre el nombre de Huarás es en

la crónica de viaje de Hernando Pizarro de cajamarca al santuario de Pachacámac en enero de 1533. El autor Miguel de Estete en esta narración señala "que fue a comer a un pueblo grande que se dice Guarax y el señor de é1, Pumacaxinay".

El extirpador de idolatrías Pablo José de Arriaga (162r) a quién repite el Arzobispo Pedro de villagómez en sus Extirpaciones de la Idolatría del Arzobispado, cuenta en su crónica: "Al poner las huaras o pañetes,cuando son de ocho a diez años, suelen tener casi las mismas superticiones. y se

lrn halln¡Lr l¡ullo cn csle ¡tnrlioultr, coll'to dicen, que usaban antiguamente, ¡*r'lilir'¡rrtrkr nl l,rreero l r¡uion cn esta provincia llaman Huarac y quizá eslo nlurlc trl nor¡rbre rlo HUAIIAS.

l'ctlro llcyna Maldonado (1653) añade a la versión de Arriaga: "Al ¡rorrel los ¡r'irncros vestidos a sus hijos suelen tener casi las mismas su¡rcllicioncs, sacrificando al Lucero, a quien en esta provincia llaman lluarac, y quizá a esta aluda el nombre de Huarás. y cuando a sus hijos les vicne la primera flor, hacen superticiones y ofrecen sacrificios para que cÍezcan buenas y hermosas" (Citado por Waldemar Espinoza Soriano en Huarás, poder, sociedad y economía en los siglos XVI y XVII). Con gran probabilidad, pensamos que el maíz fue el factor fundamental y determinante en el tránúto de los nativos de la vida errante a la sedentaria. La agricultura y en especial el cultivo del maíz contribuyó a que las tribus primitivas y salvajes que poblaron la tierra de estas regiones pasaran a un grado mayor de civilizació,n. Su frecuente observación en el tiempo transcurrido desde el momento de la siembra de la semilla del maíz en el suelo pantanoso de Huarás, rica en materia orgánica, factor de fertilidad. Su atenta observación participante constituiría para ellos una experiencia histórica al comprobar que una semana era el tiempo necesario para que las semiilas del maiz después de sembradas reaparecieran sobre la tierra con er brote de sus primeras hojas verdes, asociando en su percepción de que ei Lucero era invisible cada cierto período del año al desaparecer por la cordillera Negra hacia el inframundo, tardaba el mismo tiempo en reaparecer como Estrella Matutina. Los movimientos de venus en el cosmos se convertirían en el centro del pensaniento de que arrastraba las fuerzas energéticas del Sol para dar vida a los seres.

La práctica constante del sembrío y cultivo de maiz observando la germinación y la costumbre ceremonial de ofrecer a los muchachos que ingresaban a la pubertad al Lucero creó tiempo después un tipo de buen maíz de cancha llamado "guaractambo o Huaractambino" en mazorcas de color rojizo. En la ocupación incaica la división geográfica de su territorio continuó sujeta a la cosmovisión, pues al lado oriental donde aparecía el Lucero de la Mañana 1o denominaban "Llaguards", la zona donde residían los llachuaces o foráneos dedicados al pastoreo de auquénidos en los pastizales de las punas. Y la parte central del valle se llamaba "Huarás pampa" 18

(parnpa del amanecer) donde residían los huaris o naturales. En la visita practicada por el Corregidor de Huánuco, Licenciado Diego

y 19 de enero de 1558, encuentra que la cncomienda de Huarás de Sebastián de Torres estaba dividida en dos con sus caciques principales: la de "Llaguarás" de Ruy Barba Cabeza de Vaca y la encomienda de Huarás en poder del infante Hernando de Torres. Alvarez de Sierra, los días 16

Al

fundarse la reducción de Huarás, la división en parcialidades obedeció a un nuevo criterio que posteriormente daremos a conocer.

El padre franciscano Manuel Sobreviela en su descripción de Huarás (1786), inserta en la obra "Curacas y Encomenderos de Rafael Varón Gabai, nos dice: "que a la capital del corregimiento, los indígenas lo conocían con el nombre de "Llucllagttr&rós", que significa en el quechua regional, Estrella Mentirosa del Amanecer", y los extirpadores de idolatría refieren que el Lucero fue considerado como una deidad que hace que el nombre de Huarás, tuviera carácter sacro en la gentilidad; y por lo tanto, hay necesidad de plantearnos algunas hipótesis de la influencia cultural que tuvo el Lucero. En la observación de los nativos, el "Guarac Koillur" o Estrella Matutina aparecía refulgente, antes que los fuertes rayos del Sol por las cumbres de la Cordillera Blanca, anunciando el amanecer y seguido por el Astro Rey, como si entablaran una lucha tenaz por la supremacía de radiación a la tierra, entre la chispeante Estrella del Amanecer que poco a poco va cediendo a la potente luz del Sol en su avance al Cenit. Su desaparición en la pelea a la altura de "Huarás Pampa" fue considerada por los indígenas como engañosa, para luego aparecer nuevamente tras el Sol en las tardes comp Estrella Vespertina y finalmente, entablar una nueva batalla con las fuerzas de la oscuridad y desaparecer por la Cordillera Negra, volviendo a aparecer al día siguiente ya regenerado. Venus para los indígenas huarasinos en su misteriosa o engañosa transformación en dos cuerpos luminosos, aparentemente distintos y- visibles (Estrella de la Mañana y Estrella de la Tarde) fue motivo para que lo llamaran "Llucllaguartis", dando certeza de'conocer el tránsito de Venus por el espacio celeste y lo asociaban dándole un sentido alegórico a su espacio geográfico.

Por el lado Este del valle, en la Cordillera Blanca, veían surgir a la Estrella del Amanecer por lo que le denominaban a este sector" Llaguarac.

t9

La partícula "lla" al anteponerlo a "guarac" le limita la significación indicando la zona por donde aparece la-estre'a. Estamos enteádos que a la parte central del va'e, "Guarac pampa,, pampa. En suma, había una 'amaron " ^.""""". ;" ," íntima reración entre er hombre-cosmos-natu_

taleza.

CAPITULO

II

HUARAS PREHISPANICO RESTOS PREINCAS La Provincia de Huarás se encuentra ubicado en el Callejón de Huaylas del departamento de Ancash - Región Chavín, entre los 77" 17' y 49" de Longitud Oeste y los 09" 2l' y 31" a09",28' y 46" de Latitud Sur del Meridiano de Grenvich.

Conociendo que los factores condicionan la vida del hombre, lo que importa es examinar las interrelaciones humanas que se desarrollaron en la acción y reacción del espacio geográfico del Callejón de Huaylas, entrando el hombre a un movimiento dialéctico con la naturaleza, interesándonos las posibilidades que tuvieron para su desarrollo socio-cultural. Nuestro conocimiento del pasado ancashino y en particular del Callejón de Huaylas, depende enteramente de los vestigios dejados por los hombres en su desarrollo histórico. Para entender los primeros momentos de la vida humana en el Callejón de Huaylas, nos valemos de los trabajos de investigación arqueológica de Thomas F. Lynch, Alberto Bueno Mendoza, Steven Wegner, César Aguirre Chan Jui. 20

,E,arou.eó^r,,,::::f":L:"",:r::'::;llo"u,,o*cienríricode los restos dejados por el

más antiguo nüure que habitó er departamento de Ancash y tuvo como morada la cueva de ,,Guitarrero,,. Sus hallazgos arqueológicos están escritos en su libro: ,'Guitarrero

the Andes".- Cornell University, New

oxoavaciones estratigráficas de la Cueva de Guitarrero, ofreciéndose las si guientes dataciones:

a)

cave: Early Man in

yord, 19g0, 32g pp.

ubicación'- La cueva de Guitarrero

plejo IIb (8,000-7,400 a,C.) tienen el más antiguo muestrario de

se encuentra a2,500m. sobre el nivel del mar' a 150 m' del río Santa en el margen correspondiente a la cordilrera Negra, a 52 Km. de Huarás y en er disirito de shupluy, frente

Es una zona ecológicamente muy variada, rica

y

cestería precerámica del continente, siendo además los ejemplos más viejos de las técnicas torzal entrelazado, con las cuales confeccionaron canastas, bolsos, sogas, soguillas, etc. en totora.

a Mancos.

complementaria que

ofrecía una gama de recursos naturales por poseer variedad de climas que el hombre supo aprovechar.

t)

Elmer Atalaya _ universidad

integrante del grupo de trabajo monográfico de la Nacional de San Marcos en 19g3, un clpítulo sobre la "Cueva de Guitarrero". "r"rib" Fuerzas Productivas.- Existía una constante interacción entre los eremen_ tos que constituyeron las fuerzas productivas:

-

Hombre.' La gente de Guitarrero era altamente activa y supo aprovechar

Complejo 1; (10,800 - 9,500 a.C.) el más antiguo con industria lítica (puntas de proyectil, raspadores, perforadores, choppers, hojas, etc). Complejo P (9,860-200 a.C.) considerado transición entre el Complejo I al Complejo II. El Complejo IIa (8,600-8,000 a.C.) y el Com-

Los Complejos II y

III;

de la Cueva de Guitarrero representan la más temprana evidencia de los orígenes de la textilería de los Andes, pues de las técnicas de la cestería y cordelería se pasó a las técnicas textiles precerámicas tempranas. Así el Complejo III (5,780 150 a. C) muestra fragmentos de bolsas en técnica anillada y textil fragmentado de trama y urdimbre.

c)

Por último, el Complejo IV (100 a.C. - 100 a. C.) tiene como característica predominante materiales paralelos a la difusión de Chavín y

los recursos que re ofrecía este vaile intermontañoso. La cueva de Guitarrero no fue un lugar de vivienda perenne, sino

que perduran hasta los comienzos de nuestra era. La presencia de tusas de maiz en este Complejo mantiene abierta la discusión sobre el tema

. La actividad principal habría sido la "producción de instrumentos de piedra", como por ejemplo: puntas de proyectil ,,cuchillos,

para la sierra interandina.

temporal.

raspadores,

piedras esferoidales de tar manera qu" no habría habido la n"cesidad d" emigrar a otras zonas, bastando movilizarse dentro del mismo valle para poder vivir.

La aparición

del hombre de Guitanero ocurre en un período de gran_ des cambios en el medio ambiente (al final der preistoceno); cuanáo el volumen glacial tendía a descender; predisponiendo a amezas continuas para la provisión de arimentos, estimulando Ia movilidad y quizás a una

Bueno Mendoza en la misma obra "Ancash, Historia y Cultura", nos diseña las "Nuevas Perspectivas": "Sucesivos estudios arqueológicos han demostrado la diversidad de ocupaciones sociales en todos los ecosistemas del territorio ancashino entre el mar, las cumbres niveles y sus profundos cañones. De la misma manera se está descubriendo la gran antigüedad de la presencia del hombre en las cordilleras Negra y Blanca, así como la evolución original de sus culturas en creciente complejidad.

forma de relación con otros grupos, a juzgar por los parecidos a la fabricación de sus instrumentos líticos, cón ros grupos próximos a e'os, como Quiski puncu y pampas Lampas.

Las evidencias arqueológicas señalan ocupación efectiva y continuada de cuevas, campos y abrigos situados en ecosistemas de laderas vertien-

Alberto Bueno Mendoza comentando el estudio realizado por Thomas Lynch en el año de 196g-1969, nos presenta la cronología de las

Guitarrero (Shupluy) y Kishkipunku (Vicos) se han estudiado complejos culturales con artefactos líticos que indican la presencia de gente estacionaria ocupada en cazat camélidos y cérvidos, recolectar tallos,

tes a la cuenca del río Santa (Callejón de Huaylas). En la Cueva de

), 23

raíces y rizomas comestibles, frutos e interesada en explorar los territorios todavía anchos y ajenos (10,800 a.C.-4,000 a.C).

El registro arqueológico demuestra que hacia los 8.600 a.C. los hombres de la Cueva de Guitarrero confeccionaban cestas, canastas y cordeles

técnicas torzaly anillada, consumían frijoles, pallares, rizomas y frutos andinos. Tuvieron pues una dieta variada basada en los recursos naturales de la región que les permitió además, conocer plantas para confecciones industriosas ya reseñadas".

en

Por lo que nos presenta Bueno Mendoza de su versación arqueológica, entendemos que la Cueva de Guitarrero no fue el único abrigo natural del hombre de esa época o que establecieron temporalmente su morada.

Estamos convencidos que no existía un equilibrio entre el hombre y la naturaleza. La relación sería dura, de lucha a muerte por la subsistencia. La vida de ellos sería organizada de una naturaleza llamada banda con un individuo jefe de coordinación y distribución de las fuerzas y experiencias naturales para el logro de sus necesidades primarias que a la pos-

tre le daría poder de control sobre su medio, mediante la progresiva elaboración de refinación de medios e instrumentos.

Experimentarían nuevos asentamientos en áreas llanas de condiciones climáticas óptimas que propiciaron la temprana domesticación de tubérculos como la oca, el olluco, la papa, la achira, etc.; el aií y el maí2.

El aficionado a estudios arqueológicos, Hernán Osorio Herrera, descubrió en la llanura de Tontup varios tipos de puntas de piedra bien trabajadas, faltando ubicar el lugar exacto de su procedencia, del asentamiento humano o simplemente fue una zona de caza porque su configuración geográfica es apropiada, como también para la domesticación de plantas y de auquénidos. Esta zona se encuentra frente a Ia campiña de

Carás, al pie de una estribación de la Cordillera Negra promedio de 100 metros sobre el río Santa.

y a una altura

Steven Wagner, que últimamente ha venido estudiando sobre Huarás antiguo, nos dice: "Alrededor de Huarás no se han encontrado todavía muchos restos de los primeros pobladores aparte de algunas armas, descubiertas en Balcón de Judas y Marcun Jirca en la banda Oeste del río Santa. Estas puntas de piedra de una antigüedad entre 6,000 y 2'000 A.C' sirvieron paralanzar dardos y cuchillos enlacazade huanacos, vicuñas y

En Balcón de Judas se han encontrado también algunos fogones r:c|crnoniales de la época de Chaucayán (2,500-1,000 a.C.) pertenecienYa se había domestif os a comunidades sedentarias con ritos especiales. ni los metales"' lacetámica conocieron cado algunos animales, pero no - DepartamenCultura de Nacional (Cultura Recuay, Ediciones: Instituto tal de Ancash, Museo Arqueológico de Ancash).

Hernán Amat' Olazábal, encontraron "en los cstratos profundos del sitio de Huari coto, en el Callejón de Huaylas, un tipo de cerámica... considerada hasta ahora, la forma de cerámica más temprana para la Sierra de Ancash... (copia del curso dictado por Amat en la UNASAM). Gary S. Vasceluis

y

Pumacaydn Este resto arqueológico corresponde al período Formativo de transformación social y económica parasitaria a la economía productora de alimen-

tos que se inicia en el estadio,final del arcaico, con la práctica intensiva del cultivo del maíz y la papa. El "inicio del pastoreo de camélidos y la críanzade cuy"; y su establecimiento permanente trajo consigo la edificación del santuario de acuerdo a la concepción monumental de los Huaylas,

de impresionante homogeneidad: chupacoto, Tumshucaico, Huansacay, de terrazas escalonadas, formando pirámides truncadas. "El morro actual de Pumacayán es la acumulación de siglos de ocupación y construcción humanas" y con la influencia Chavín se iniciaría la preparación de tierras de cultivo y el drenaje de las áreas cenajosas {Aprox. 1,000-2,000 a.C.).

El morro artificial tuvo por objetivo principal ser un templo adoratorio, pudiendo haber servido también para otros fines. Urge que nuestros arqueólogos busquen financiación para el estudio y conservación del monumento arqueológico. pumacayán a la llegada de los españoles había sido destruído, como consecuencia de una sangrienta guerra de imposición religiosa; pero esta destrucción continuó al fundarse la reducción de Huarás y construirse los edificios públicos y la extirpación de la idolatría, pero esta destrucción se aceleró después del terremoto de 1125.

tarucas ".

24

25

Sirvió de cantera de materiales pétreos para la construcción de la Iglesia Matriz, el convento de los franciscanos, pues el lro de marzo de 1689 iniciaron a sacar piedras y llevarlas a Mulinu Ruri. Iguarmente, el 3 de marzo de 1693 volvieron a sacar para erigir el convento nuevo y definitivo de los franciscanos que conocimos antes del sismo. En 1703 la Hospitalidad de Belén solicitaba al Corregidor de la provincia para sacar piedras por largo tiempo para la cerca de sus oficinas y por ser posible hallar plata y oro enterrado, admita su registro en todo el cerro desde "los cimientos hasta la coronilla, según documento que publicó el antropólogo Florencio Quito Molina (Queymi, Nro 25, I.N.C.D. Ancash, 1963).

Al parecer a la llegada de los españoles ya estaba en ruinas el templo adoratorio de Pumacayán, y no habían esculturab líticas que adornaban el morro, y lacita del Cronista Cieza de León se refiere a otro lugar; pues estando en Piscobamba, dice: "Más adelante está la provincia de Guarás que está de piscobamba ocho leguas en sierras bien ásperas, y es de ver el real camino cuan bien hecho ya por ellos, y cuan ancho y llano por la peña viva para hacer sus descansos y escaleras. También tienen estos indios medianos cuerpos, son grandes trabajadores y eran dados a sacar plata y en tiempo pasado tributaban con ella a los reyes ingas"... Entre los aposentos antíguos se ve una fortaleza grande o antigua, lla que es una a manera de cuadra, que tenía de largo ciento cuarenta pasos de ancho mayor, y por muchas partes de ella están figurados rostros y tailes humanos todo primitivamente obrado; y dicen algunos indios que los ingas en señal de triunfo por haber vencido cierta batalla, mandaron hacer aquella memoria, y por tenerla para fuerza de sus aliados. Otros cuentan y lo tienen por más cierto, que no es esto, sino que

antiguamente, muchos tiempos antes que los ingas reinacen, hubo en aquellas partes hombres a manera de gigantes, tan crecidos como lo mostraban las figuras que estaban esculpidas en las piedras, y con el tiempo y la guerra grande que tuvieron con los que ahora son señores de aquellos campos se disminuyeron y perdieron, sin haber quedado de ellos otra memoria que las piedras y cimiento que he contado. Adelante de esta provincia está ia de Pincos...". Leyendo con detenimiento y reflexión esta crónica de Cieza, referente al camino de los Incas por Conchucos a Huánuco, la cita no corresponde 26

¡r I lrrarás,

pudo haber sido un error del mismo Cieza o del copista.

Ahora veamos la Crónica de Miguel de Estete, del viaje de regreso del cirpil"írn Hernando Pizarro a Cajamarca. El 1ro de abril de 1533, "desde rlicho pueblo de (Taparaco) fue a dormir otro que se dice Pindosmarca". El jueves 2 de abrll partió del pueblo ya dicho por un valle y población rnaizales, e fue a dormir a un pueblo que se dice Guari, hasta el cual sr:r'ían tres leguas de camino y en la mitad dél hay otro río muy hondable (cl Pucchca) y ahosicado..."

cr

Viernes 3, "partió el capitán del pueblo que es dicho y fue a dormir a otro que se dice Guancabamba hasta el cual, serán cinco leguas de camino hspero y de sierras". Otro día sábado partió de Guancabamba "e fue a dormir a otro pueblo que se dice Piscobamba, que serán tres leguas de camino..." Confrontando las dos crónicas, nos damos cuenta que Cieza de León no se desvió de su ruta y continuó por el mismo camino de los Incas por Conchucos a Huánuco y pasó por los mismos lugares citados por Estete. De Piscobamba a Huari antiguo hay ocho leguas. Además, como la crónica de Cíeza es descriptiva, anotaba lo que veía y observaba en el trayecto por los lugares de su paso. No tuvo porque desviarse para glosar la idiosincrasia y rasgos físicos de los habitantes de Huarás y la antigualla de Pumacayán que están a más de 25 leguas a la derecha del camino que seguía a Huánuco; y luego, volvet a la misma ruta para llegar a Pincos, recorriendo otras tantas leguas.

No dudamos que Cieza se refería a Huari antiguo, llamado hoy Huaritambo. Duviols nos proporciona un dato muy importante para aclarar la referencia de Cíeza: En Santo Domingo de Huari encontró el mismo Visitador (Estanislao de la Vega Bazán) "un adoratorio de ídolos de piedras" en 1651 .Y Huari antiguo está a sólo cinco Km. al Norte del actual. Estos ídolos serían destruídos por el Visitador de Idolatría. Sin embargo, Santiago Márquez ZorciIla en su libro "Huari y Conchucos", dice: "...quedan unas cuantas piedras labradas en la entrada de la capilla y en laplazuela. El resto de las piedras talladas fueron traídas a Huari actual y aún se ven en las graderías de laPlaza de Armas y en los umbrales y patios de las antiguas casas señoriales. Lo que queda en pie, desafiando a los siglos son 25 cuartitos en forma cónica".

27

Póngor Póngor fue conocido en 1594 como Pueblo Viejo de Póngor. Está situado en la Cordillera Negra, casi frente a la ciudad de Huarás a unos 7 Km., comprendía desde las orillas del río Santa a la cumbre de la Cordillera Negra.

A través de la obra de don Antonio Raimondi, "El Departamento de Ancash y sus Riquezas Naturales", publicada en 1873, sospechamos la importancia que tuvo Póngor como espacio geográfico de arte lítico desarrollado en Ancash. Don Antonio Raimondi llegó a Huarás en 1860 y se casó en esta ciudad en 1869 con la dama Adela Loli, descendiente de la élite de la burguesía intelectual huarasina, de ésta, el-sabio recibiría información, igualmente de otras personalidades de la época acerca de la procedencia de los monolitos que adornaban los mulos exteriores del Cementerio de Yucyupampa, inaugurado el 14 de abril de 185l Nos refiere Raimondi: Es digno de mención el Cementerio o Panteón... no por cier:to por su arquitectura, sino por las numerosas piedras esculpidas por los habitantes del Perú, piedras que han sido traídas de varias partes y han sido como embutidas en la pared exterior que circuye a dicho Panteón, con el objeto sin duda de conservar estos importantes restos de la antigua civilización peruana".

"La mayor parte de estas piedras han sido traídas de un lugar llamado Póngor, situado en la falda de la Cordillera Negra, casi en frente de Huarás. Todas estas piedras rcpresentan hornbres más o menos deformes, de figura grotesca: algunos parados y otros con las piernas cruzadas; unos son esculpidos en bajo relieve, otros son más o menos en bulto. Las formas en general son groseras, pero el trabajo de algunas es más acabado que el de otras "

"Todas estas grotescas figuras humanas tienen la cabeza ceñida con una especie de corona, que varía en cuanto a su forma. Unas pocas tienen un bastón o cetro en las manos; otras parecen tener decoraciones". "Además de estos figurones hay otras piedlas que representan animales y algunas pocas unos grupos que seguramente deben tener algún significado y pueden considerarse jeroglifos o escritura figurada". Los de Póngor por tradición han sido los mejores picapedreros de la región.

| 'l | )r'. Suriano Infante, decía del Cementerio: "tuvo el mérito de haber,, , onstnríclo oon material auténticamente arqueológico. Sacerdotes ilusrr,'.,. l\4rnucl Villarán y Loli, Julián de Morales, José María Robles y José l\ l.rrrrrt'l tlol Castillo (abogado)... tuvieron indudablemente la feliz iniciati-

r,r rlc t'xor-nar los muros del Cementerio Católico, con esculturas, estelas r' ¡rt'lroglil'os preincásicos, índice de la antigua cultura alcanzada en llrr¡rrls. La sociedad de Ilustración cooperó en las obras del Dr. Julián de Nl,rrrlcs, de legítima estirpe incaica, seguramente, encabezó. Luego, 1o , ,,¡rsitlcra "Precursor de la Arqueología Nacional y del Museo Arqueolór,rt o tlc Ancash" y añade, "cuando aún no comenzaba las investigaciones .rrr¡rrcol(rgicas en América" (Memoria, del Dr. Augusto Soriano Infante a lrr llcncficencia Púbiica de Huarás, año de 1949, Imprenta "El Lucero"o llrrrrnis). Nosotros también pensamos que el Dr. Julián de Morales haya ,,irlo cl promotor de adornar los muros exteriores con arte lítico preinca por ',n itlcntificación con la historia de sus antepasados y su preocupación de ,¡rrc perdurara en el tiempo. t,¿r Beneficiencia Pública de Huarás en sesión de 2 de abril de 1919, rrcolrló el traslado de ias piezas monolíticas prehispánicas, que se hallaban crr los rnuros del "Panteón Viojo" de la ciudad de Huarás, al hospital del lrrrrrio de Belén; por reoomendación del Dr. Julio C. Tello.

Keka Marca Keka Malca fue una población antigua que existió entre 1os riachuelos tlc Auqui y Quilcay que Steven Wegner calcula entre los años 300 a. C. y .100 d. C. Estaba cubierta de ruinas en una gran extensión de terreno cncerrado por los riachuelos ya anotados. El arqueólogo Wendell Ciark Benett antes que el aluvión del 13 de diciembre de 1941 lo destruyera arrasánclola, refiere :

"Es una saliente rocosa con varias terrazas artificiales de piedra. Las ruinas son extensas y consisten de terrazas, paredes y algunos cuartos... Un gran bloque de granito de 2.5 metros de largo, 1 metro de ancho y 50 cm. de espesor, tiene una figura en relieve tallada en su cara convexa, la figura representa a un hombre con sus manos (de 5 dedos cada una) levantadas y piernas separadas con pies de 5 dedos. El tallado es en relieve, la boca rectangular y dientes en punta... Otras dos estatuas forman parte de

29 28

estas ruinas, pero sin asociación definitiva... La apariencia general de las ruinas, a excepción de las estatuas es de construcción Inca".

(Bennett 1944, pp. 12-13)

allí un gran monolito de piedra que llamó "Copcha Wilca"... representó a un hombre guerrero desnudo y desplegado..., la mayoría de la cerámica es de estilo llamado Steve Wegner, refiere que Tello descubrió

"Huarás" blanco sobre rojo, pero hay de estilo Recuay. Asimismo, Steve cree que "coetáneamente a esta ciudad ocupó el cerro Marcum frente a Tacllán donde se notan rnuros de piedras grandes. Unos siglos después se fundó el pueblo Anta Jirca por Queshcap. Tiene varios muros, plataformas, edificios, esculturas líticas de seres mitológicos". Después del apogeo de la cultura regional vino gente del imperio Wari de Ayacucho (600-1000 d. C.) quienes influyeron a los grupos locales en

su arquitectura, alfarcría e ideología. Construyeron mausuleos (chulpas) grandes como Wilcahuaín y otros pequeños como Huaullac para el entierro de difuntos. Cerca de Huarás habría existido (tal vez en Ushkush) en esta época una ciudad semejante en Janko Pampa al Este de Pariahuanca. En la quebrada de Quilcayhuanca, el pueblo antiguo de Nuevo Tambo debe pertenecer a esta época, los waris mantuvieron contactos políticos con Cajamarca y Cusco". (Ediciones Instituto Nacional de Cultura...).

"ljl cdificio principal se halla hacia el extremo

Oeste y es de mayores y Norte por una lados Este rodeado en sus acabado, l,¡,,lrorciones inmediaciones una escultura de conserva en sus o teffaza, aun ¡rlrrlrrlirrma Ios llarnados "dinteles" Recuay.

y

l,a arqueóloga Clotilde Valladolid observa que la manpostería es de ¡rit'tlra rústica y pachillada con mortero de barro, incluye además en sus .rrrllulos grandes bloques canteados en las esquinas de ios recintos, detalle rrrrry cspecial de Ia arquitectura Wari. Este edificio principal tiene cerca otlils construcciones colapsadas que muestran rasgos de haber sido reutiliz;rrlos por agricultores comtemporáneos".

'Iambién le rodea una especie de pirca muy bien elaborada. Tiene dos , rrrrrinos orientados hacia el Sur y Norte que posiblemente fueron agregarlos durante la restauración hecha por el padre Soriano Infante, que han rlistorsionado la forma original de estos restos cambiando su fisonomía Iurcia una utilidad doméstica". Para Alberto Bueno Mendoza pertenece al

intcrmedio tardío.

Vilcahuaín e lchíc Vilcahuaín Estos dos restos arqueológicos, Vilcahuaín (casa sagrada) e Ichic Vilcahuaín (pequeña casa sagrada) se hallan aproximadamente a 7 Kms. rlc Huarás y al Nor Este en la carretera que va a la laguna de Llaca. Corresponde a la expansión Wari fueron estudiados por Wendell Clark

Waullac halla ubicado en la parte de la ladera de la margen izquierda del río Paria muy próxima a su confluencia con el río Auqui que da nacimiento al río Quilcay. Se

César Aguirre Chang Jui, escribe la Arqueología del distrito de Huarás en "Huarás-Visión Integral" de Francisco González. "Este conjunto arqueológico que ha sido restaurado por el padre Soriano Infante tiene una factura de la cultura Wari (700- 1000 cl. C.) y por tanto debió estar vinculada a Willcahuaín y Honkopampa, componiéndose de

cuatro chulpas o tumbas principales de una sola cámara, flanqueadas algunas de ellas por unos nichos extensos, alargados de aproximadamente 50 cm" de altura.

llcnett y fue restaurado por el padre Soriano Infante, mereciendo críticas rlc los arqueólogos actuales.

El arqueólogo Aguirre Chang Jui, dice: "El edificio principal

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Willcahuaín (casa del nieto) fue construído sobre una superficie rellenada ¡rarcialmente para aplanarla. Su extensión es de 15.6 m. de largo por I 0.7 m. de ancho con una altura de 9.25 m.presentado en sus lados norte y oeste una terraza aproximadamente en su base norte tres pequeños nichos, con planta en forma de T". Este edificio tiene tres pisos con una entrada respectiva orientada al oeste el primero, al sur el segundo y al este el último. Internamente ¡rresenta habitaciones unidas por pasajes, las que guardan un indudable ¡rlano simótrico, variando únicamente por los cambios en la orientación de 31

sus entradas y en las galerías que parten de éstas, siendo el número de habitaciones de 5 en el primer piso y 7 en los dos restantes. "En el lado norte internamente existe un tipo de ventilación que recorre los tres niveles. "La Mampostería de sus muros es de piedra rústica con uso de pachillas unidas con mortero de barro, los techos. jambas y dinteles lo constituyen lajas megalíticas dispuestas convenientemente, en el caso de los techos alineados paralelamente, sirviendo de piso a las habitaciones superiores. El úitimo piso o techo de todo el edificio, tiene además una cubierta de tierra afirmada para brindarle impermeabilidad que presenta una caída curva hacia los lados. La presencia de aleros y cornisas que lo circundan en un complemento arquitectónico".

"Aproximadamente al sur de este edificio a un Km. de distancia se halla otro conjunto conocido como Ichiq Willcawaín y se compone de edificios menores, pero del mismo estilo, con habitaciones que tienen entrada particular, no existiendo una comunicación entre los mismos". (Huarás-

Visión Integral).

La Tumba de .Ianca Steven Wegner explica: E,l sitio queda aproximadamente a doce kilómetros al este de Huarás a una altura de 3,800 y 3,900 msnm. y cerca de las quebradas de Quilcayhuanca y Shallap de la Cordillera Blanca. Actualmente, Jancu es una estancia de agricultores y ganaderos, pero en el pasado se enterraron allí aigunos miembros de la élite de la Cultura Recuay.

En febrero de 1969, se descubrió la tumba por casualidad durante la construcción de una escuela. Al recoger piedtas para los cimientos, los residentes destaparon un largo pasadizo subterráneo que conducía a una cámara grande debajo de un peñón -qranítico. Sacaron diecisiete ceramios y vielon restos humanos desconpuestos. Unos días después, el profesor Javier Cotillo Caballlero llegó y examinó los restos humanos, encontrando un plumaje de 1ámina de oro al lado de la cabeza de un cadáver. Felizmente los artefactos fueron lievados a Huarás para su mejor resguardo y exibición posterior en el Museo Arqueológico".

La entrada de la tumba en el lado este es un poco cilíndrico que fue

t,r¡r;rrltr ¡ror lajas y señalado con una huanca o piedra erguida. Hacia el norte '.r ,rlrt: una escalera de cinco gradas que se une al fondo con un pasadizo ,1,' r'irrc:o rnetros de largo que se diri-een hacia el oeste. Todo el pasadizo es-

lir r('vr)stido con mampostería pirca, formada de lajas verticales alternando ¡rachillos o piedras chatas horizontales. A1 oeste el pasadizo llega al lrlrr tlcl peñón y a la entrada de la cámara funeraria que mide casi 4 m. por '' r¡r. y 1.4 m. de alto. Las paredes interiores están revestidas de mampostería Ir¡rr con varios pequeños nichos cuadrados formados por lajas graníticas. llt' rrncontraron restos humanos en algunos compartimientos. Uno contenía r¡n clcláver en cuclillas con dos ceramios al lado y el plumaje de oro en el ¡rrlictal derecho delacabeza. Probablemente este individuo fue un jefe que rrrrrlccía entierro especial. Muchos de los ceramios se encontraron en una rr'¡risa cerca de la bóveda monolítica de la tumba y otros dentro de los r¡iclros de pequeños u otros compartimientos. Además en las gradas c{el ¡rrstrdizo había dos vasijas utilitarias que contenían material calbonizado".

r rrrr

Las trece vasijas finas de arcilla blanca con pintura roja y negra sirvieron para ritos funerales. Hay tresjarrones grandes de forma ovoide, dosjarr'os globulares, un jarro con efigie de una mujer llevando un bulto con I liclla, una botella paccha de doble recipiente con silvato debajo del animal rnodelado. Otra botella con la cabeza de un cóndor es negra por cocción en una atmósfera de reducción. Las dos vasijas utilitarias son simples pero también deben ser del estilo Recuay. Al final hay un jarro de estilo Huarás Illanco-sobre-rojo que es el antecesor semejante a ornamentos llevados en los tocados de hombres Recuay representados en cerámica y litoescultura".

"La cámara principal de la Tumba de Janku es más grande y

rrrás

elaborada que muchas tumbas Recuay conocidas en las zonas de Huarás y Catac. Algunas de estas tienen pequeños nichos pero ninguno tiene los compartimientos cuadrados para cadáveres individuales. La Tumba de Janku sirvió para entierros sucesivos de miembros de una familia o de un

grupo

élite". (Ediciones: Instituto

Nacional de Cultura-Departamental

Ancash.-Museo Arqueológico de Ancash).

El Templo del Sacrificio Gordon Childe, citado por Hernán Amat Olazábai dice que el hecho de edificar un templo constituía en si mismo una forma de "ofrenda" y "altar"

33

con canales para retirar la sangre, demuestra aún al más torpe arqueólogo, que era también escenario de sacrificios periódicos". Gracias al historiador Manuel Reina Loli hemos leído ra información que se dió en "El Perú Ilustrado" con el rubro "Antiguedades" de haberse descubierto en las inmediaciones de Huarás un resto arqueológico "todo de piedra" que lo denominamos "Templo del Sacrificio',, en medio de él "hay una pira destinada al holocausto". "Una gran faza de piedra se halla colocada debajo de la mesa o altar de

sacrificios para recibir la sangre de las víctimas. Debajo de la taza hay un sótano desde donde se puede manipular para dar respuesta a los oráculos muy probablemente no faltaron sacerdotes y sibiles,,. "Sobre el altar hay dos grandes conchas de mar unidas por medio de. una cadena de oro; ellas constituyen el símbolo de la oración y están erizados de hojas de oro finísimos de más de l8 kilates. Se asemejan en algo a las tórtolas cubiertas de plumaje de oro. varios cordoncillos secundarios que pasan dentro de tubos de oro unen un caracol con otro. Las cadenas unas son de plata, otras de oro y las otras de cobre,'.

M onolito Arq ue o ló gic o de Vilc ahuaín

"Las hojas de oro son semejantes a las del laurel, están laminadas a la mayor perfección posible y cortadas probablemente con tijeras, así lo revela la seguridad y la forma de corte". "Se ha encontrado en el altar una sabanita de oro, tan suave como hilo".

"Hay además del altar de los sacrificios dos bueyes de oro (deben ser tarucas) cerca de las conchas. Los caracoles están soldados con plata y otros con oro y algunas con estaño".

Existen estas pruebas en poder del comerciante Sr. Estremadyro, del farmacéutico don Manuel Gonzáles y del mecánico don Fabián Maguiña. Este último hace algunos estudios sobre estas antigüedades" (El perú Ilustrado,23 de marzo de 1891). La tradición ubicaba estos restos en Cushiroyoc, hoy los pinos. El tem-

plo subterraneo en mención tendría por objetivo principal inquirir la voluntad de los dioses según las normas de la maestría adivinatoria del sacerdote para suplicar la ayuda o el perdón mediante la ofrenda y er sacrificio de animales como el cuy y llamas, ya que estaban sometidos a la dependencia de los fenómenos naturales (lluvias, huaycos, tempestades, temblores y sequías), las fuerzas naturales actuaban sobre ellos de manera terrible y

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34

Monolito Arqueológico de lchic - Vilcahuaín

Monolito del Museo

,,rlrtir:lros¿r por lo que tuvieron necesidad de brindarles alabanzas con una ',{'r r(' (lo ritos y ceremonias. Los símbolos en el altar estaban representados

Arqueológico

i'tr ol o, de trabajo altamente especializado. El caracol es la simbología del ,r¡lrrir, las tarucas a la tierra (productos-pastos) y la emblemática plumaria ,r los lt-:nómenos atmosféricos que venían con el viento. Los sacerdotes con r,u rrragia-religiosa harían las revelaciones que entre los temores de la vida, I I lrrrs fbrmarían en consuelo.

Desintegración del Imperio Wari

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lil imperio Wari se desintegró por la invasión de los Llacuas alrededor rlcl siglo I,100 d. C., surgiendo nuevos cacicazgos como las de Huaylas, I luarás, Recuay, Conchucos, etc. Luego surge el reino de los Huaylas rlominando a los cacicazgos de la región (1,450 d.C.) hasta que vino la t'onquista por los Incas.

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LA DOMINACION INCAICA

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Vasija Jancu

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E,l Tahuantinsuyo fue un estado imperialista y militar de manifiesta ideología dual: la de ser poderosos y fuertes y la de brindar-los conocimientos de su cultura. Su imperialismo no tuvo exclusivamente una finalidad esclavizadora, sino la de formar alianzas; de manera que los reyes locales

conservaran ciertos privilegios de acuerdo a administrativa y religiosa del Tahuantinsuyo.

la organización

política,

Los antiguos ancashinos de sicología rebelde, no comprendieron el verdadero objetivo expansionista y se negaron aaceptar los r:equerimientos de la diplomacia imperial, temerosos de perder su libertad se aprestaron a organizar la defensa del territorio, haciendo inevitable la guerra. Garcilaso nos reliere:

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Que el Inca Cápac Yupanqui, hermano de Pachacútec, después de someter la provincia de Chucurpu... paso a mano derecha del camino real, y con 1a misma industria y maña, redujo otras dos provincias muy grandes y de mucha gente, la una llamada Ancara y la otra Huayllas; dejó en ellas,

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lto Montmtento Arqueológico de Waullaq

37

como en las demás, los ministros de gobierno

y

de la hacienda

y

Conquistada esta provincia, regresó al Cusco, al fin de tres años de haber salido de esa ciudad donde su hermano el Inca Pachacútec lo recibió con grandes fiestas y triunfo de sus victorias.

La Huida de los Chancas en Huarás En la relación del Rvdo. padre Miguel Cabello de Valboa, "Historia del Perú bajo la dominación de los Incas", escrita en l5l6 a 1586, encontramos

una referencia sobre la huída de los Chancas que partiendo de Huasas Tambo (Guarás-Tambo). "Habiendo llegado el ejército a Huasas Tambo a la entrada del valle de Huaylas, a media noche los chancas levantaron su campamento y secretamente abandonaron el ejército. Un gran número de soldados cusqueños, habiendo notado este movimiento, creyendo que había sido ordenado por el general y que el ejórcito entero se ponía en marcha con intención de sorprender al enemigo, se unieron pues a los chancas y sólo a la salida del Sol se percibieron de su error; quisieron regresar sobre sus pasosr pero era demasiado tarde. Los chancas les obligaron a acompañarios y llegaron al día siguiente a Huaylas, cuyos habitantes creyendo que el ejército del Inca regresaba, vinieron a darles el encuentro.

Los chancas aprovechando de su error, los atacaron de improviso, degollando un gran número, y se retiraron cargados de botín, tomaron en seguida hacia la derecha, atravesaron la gran Cordillera entre Huánuco y Chachapoyas y se instalaron en la vertiente oriental en las provincias de Hananmayllo y Rupa Rupa. Cuando Cápac Yupanqui supo de la huida de los chancas, montó en cólera y se puso en su persecusión, con intención de exterminarlos; pero no pudo alcanzarlos, sino cuando hubieron llegado a las montañas y ser un iugar donde no podían obtener sobre ellos ninguna ventaja. Cápac Yupanqui desfogó entonces su cólera contra los conchucos y sus aliados, los derrotó en diversos encuentros. Se apoderó de Huamachuco y sitió Cajamarca.

38

División del Reino de los HuaYIas

la

guarnición necesaria.

Los huaylinos siempre refractarios a los advenedizos grupos de poder instalaron en su territorio, constituyeron una latente amenazapata lrrs autoridades del incario impuestos desde eI cusco. por subsistir una irritabilidad constante en los pueblos de Huaylas, por lo que urgía aplac¿rrse con nuevas medidas para asegurar la unidad del Tahuantinsuyo; y cstas fueron de índole sentimental.

(lr.rc se

El Inca Huayna Cápac por estrategia política decidió tomar como esposas secundarias a Contarhuacho

y

a Añas Colque.

La primera hija de Pomapacha, curaca de Hurín Huaylas y la otra, hija clc Huacachillac Apo, líder étnico de Hanan Huaylas. "Sólo así se logró suavisar el descontento de la nobleza del reino de los huaylas fiente a los cusqueños a quienes veían como invasores e imperialistas que intervenían

en el destino de las naciones extranjeras, según asevera el distinguido historiador Waldemar Espinoza Soriano, en "Dos casos de señorialismo y f'eudalismo en el Imperio Inca".

Huayna Cápac al tomar como a sus mujeres secundarias a Contarhuacho y a Añas Colque las convertía en los símbolos de la integración del reino de los Huaylas al Imperio del Tahuantinsuyo, propiciando una conciencia integracionista de los huaylinos. Leyenclo

la fotocopia

entregado por

el Dr. Espinoza Soriano a

la

Biblioteca Nacional de la información original existente en el Archivo General de Indias, Sevilla: "Información de oflcio realizado por Francisco de Ampuero y doña Inés Huaylas Yupanqui, hija de Huayna Cápac y Contarhuacho, ¡rujer del Inca, para demostrar sus derechos al señorío de los Huaylas, 1551 -62". En la inlormación hey valiosos datos y en cuanto a la clivisión del reino, el curaca del repartin-iiento de Huaylas don Antonio Poma en la quinta pregunta que le hacen, respondió: "que oyó decir a sus padres que había dado y r:epartido el Inca Huayna Cápac.a la madre de Inés Yupanqui (la señora contarhuacho); "y señalando en el dicho repartimiento de Huaylas seis guarangas que eran seis mil indios que son el repartimiento que era de doña Francisca Pizarro. E que así mismo dio a la madre de don Pablo, su hi jo, que era natural de la dicl-ra provincia de Huaylas, otros seis mil indios en el repattimiento que agora tiene Aliaga e licenciado Torres e Barba e

39

Hernando de Torres, menor. E que asimesmo oyó decir como las dichas mujeres de Guayna Capac habían tenido e poseído los dichos repartimientos e indios que el dicho Inga les señaló no sabe que tiempo porque este testigo no lo vio más de haber oído a sus padres". Don Antonio Poma, natural de Atún Huaylas, más o menos de 35 años era hijo del cacique Pomapacha, hermano de Contarhuacho y por lo tanto primo hermano de Inés Huaylas Yupanqui.

El feudo de Contarhuacho se extendió desde Lacramarca en Macate (al norte) hasta la margen derecha del riachuelo de Pariahuanca en la Cordillera Blanca y Purguay en la Cordillera Negra.

Los derechos territoriales de Hanan Huaylas fueron otorgados por Huayna C6pac a su mujer Añas Colque, madre de Paulo Inquil Topa Inca. No sabemos el lugar exacto del nacimiento de Añas Colque, pudo haber sido en Guarac o Choquerrecuay, principales asientos de Hanan Huaylas, en los que se encuentran restos de la ocupación Inca. En cambio, conocemos el lugar de nacimiento de Contarhuancho y de su hija Inés al aparecer en la información ya aludida. Nacieron en Tocas (hoy) Tocash de Atún Huaylas. Tocas sería el barrio residencial del cacique Pomapacha, se encuentra ubicado al pie de la actual Plaza de Armas, hacia el morro preinca de Chupacoto donde se encuentra la escuela de varones.

El Dr. Espinoza Soriano afirma que doña Contarhuacho y doña Añas Colque, "Eran pues, unas señoras fabulosamente ricas. Pero 1o curioso es que aquellos trabajadores no sólo laboraban para ellas, sino también para sus curacas varones titulares. Para el Estado parece que mitaban muy poco, como lo demuestra la visita de Ichoc y Allauca Huarás, en la cual no figura que haya ocurrido cosa en contrario".

CAPITULO

III

HUARAS EN LA CONQUISTA Y BL

COLONIAJE EL PASO DE LOS CONQUTSTADORBS POR HUARAS El proceso de conquista de Ancash se inicia desde el moménto

que,

Hernando Pizarro con 20 a caballo y algunos arcabuceros, pasaron a lo largo del departamento con dirección al santuario de Pachacámac. La expedición fue dirigida -dice Edmundo Guillén-. por un hermano de Ata Wallpa (cuyo nombre aún desconocemos) y los capitanes Urco Waranqa y Mayta Yupanki, los cuales llevaron bajo su responsabilidad a Hernando Pizarro y a su pequeña hueste de jinetes y peones". (La Guerra de reconquista Inka).

Viaje de Hernando Pizarro a Pachacdmac El cronista Miguel de Estete, es quien da el itinerario del viaje que hizo Hernando Pizarro de Cajamarca a Pachacámac de 1533, pasó por los pueblos de Ichocán, Huancabamba, Huamachuco hasta Andamarca, de aquí tomó el camino que pasaba por el Callejón de Huaylas, fue a dorlnir a Totopampa (punas de Pallasca). Continuando el viaje pasa por Corongo e Imiga. El l7

40

de enero fueron a un pueblo grande denominado Guayllasmarca; pero en el viaje tuvieron que atravesar "un gran río muy furioso" (el Santa) que lo describe indicando que e'ran dos puentesjuntos, hechos de red. Por uno de estos puentes pasan los señores y capitanes y está siempre cerrado y que se abrió para que pasara Pizarro. En Guallasmarca descansaron dos días. Luego siguieron el viaje, volviendo a atravesar el río por lazonade Carás, durmieron en Imigay (Yungay). El domingo 22 de enero fueron a almorzar a Almajar en Carhuás y pasaron a dormir a un pueblo sujeto a Huayllasmarca que sería Taricac o Tarica a una distancia de l9 a 20 Km.; habiendo hecho un recorrido ese día de unos 35 Km. aproximadamenteLunes 23, partió el dicho capitán deste pueblo, e por el mismo valle fue

a comer a un pueblo grande, que dice Guarax; e el señor dél se llama Pumacaxinay (Pumacapillay,'edición Vedia), y é1 y sus indios recibieron muy bien al Capitín e Ios españoles con comida e gente de carga e servicio. Este pueblo está en un llano, a la par de un buen r'ío; paréncese desde él e por el camino algunos pueblos, es de mucho maíz y ganado, tanto que solamente para dar de comer al dicho capitán e la gente que con él iba, tenían en un corral más de doscientas cabezas de ganado. De allí salió tarde, e fue a dormir Hernando Pizarro, a otro pueblo mayor que se dice Sucorocuay (Recuay) donde hicieron buen tecibimiento e dieron todo lo que fue menester para aquella noche. Llámase el señor principal de aqueste pueblo Marco, y otro Collas. E,n este pueblo descansó el dicho capitán un día por respeto de la gente de a pie, e por los caballos e este -gente de servicio. En pueblo se hizo buena guarda, por ser grande y estar cerca de donde decían que estaba el capitán, Calcuchimac con oincuenta rnil hombres". E,l pueblo donde fueron a almoÍzar fue Huarás, clebiendo haber acampado en el Tambo que según Cabello de Valboa cstaba situado a la entrada del valle entre Tacllán y Belén. El río que se menciona era el Quilcay. Habían hecho un recorrido de 20 Km. Fueron a donnir siguiendo siempre la mar-een derecha del río Santa al pueblo viejo Chuquirecuay, habiendo caminado aproximadamente 23 Kms.

Miércoles 24 de enero fueron a dormir al pueblo pequeño de Pachacoto; "que aquí se deja el camino real y que se va a la ciudad del Cusco y tomó eI de los Ilanos".

El viaje a Pachacoto lo hicieron faldeando los cerros de la Cordillera Blanca; y el pueblo de Pachacoto estaría en las cercanías del actual pueblo 42

tlc Pachacoto a27 Km. para atravesar al día siguiente el río Santa e tr a dormir a dos leguas de allí a Marcara (Marca), y el señor Corcora. Siguieron por la quebrada del Fortaleza por Huaricanga a Paramonga y por la Costa a Pachacámac.

Viaie de Francisco Pizarro al Cusco Muerto el Inca Atahualpa, don Francisco Pizarro y los suyos salieron de Cajamarca el 11 de agosto de 1533 rumbo a Ia Capital Imperial. Viajaban por la misma ruta que siguió don Hernando Pizarro por el Callejón de Huaylas. Caminaban don Diego de Almagro, el dominico fray Vicente de

Valverde, el nuevo Inca Túpac Huallpa, el general Calcuchimac como prisionero, 400 hombres, miles de indios auxiliares, negros, moriscos y sus perros. Una larga columna de cargueros indígenas les seguía con el oro y plata y con los abastecimientos. El secretario de don Francisco Pizarro es el cronista queftazaelitinerario de viaje al Cusco. Pero don Pedro Sancho de la Hoz lo hace con muchas impresiciones, por lo que el historiador don José Antonio del Busto se tomó el trabajo de hacer algunas precisiones que la utilizamos en gran parte. El lunes 1l de agosto de 1533 salieron de Cajamarcay el23 estaban ya en Andamarca y el 27, salían por el camino del Callejón de Huaylas.

El sábado 30 de agosto muy de mañana saldrían del antiguo Corongo para llegar a una jornada de Atún Huaylas y dice la relación de Sancho de la Hoz que "mandó el Gobernador un capitán suyo que fue el mariscal don Diego de Almagro con gente a caballo para que tomase un puente a dos leguas de Guaiglia, cuyo puente era fabricado de manera que luego se dirá. Este capitán tomó el puente junto a un monte fuerte que dominaba aquella

tielra. El Gobernador no tardó en llegar con el resto de los suyos y habiéndolo pasado, partió otro día de mañana que f'ue domingo'.' El puente que se referÍa Sancho estaría ubicado en Pángar y el fuerte que tomó don Diego de Almagro sería "Tunashcotu" en la Cordillera Negra Don Francisco Pizarro y su hueste acamparían a la margen izquierda del río Santa y no como su hermano en un lugar de la margen derecha (Puyó).

Domingo

3l

de agosto, partió de mañana a Atún Huaylas

y Pedro

f

Pizarro dice que llegaron a las l0 de la mañana. Momentos después oirían misa y luego entraron a los aposentos de Inés Huaylas Yupanqui, de su madre y del curaca Pumapacha en Tocas, en la actualidad estas tierras se denominan "Carpa", posiblemente en recuerdo a la tienda de campaña que se instaló para las tropas durante la permanencia de los conquistadores.

El lunes 8 de setiembre de 1533, "partió con la gente a otro día pasó otro puente de criznejas que estaba sobre dicho río, el cual pasa por un valle

lcguas hasta donde

el capitán Hernando Pizarro llegó cuando iba a

l)achacámac...". E,n este lu,qar "El Gobernador enderezó su camino y por sus jornadas llegó a tierra de Caxatambo". Viernes 26 de setiembre partiría de Pachacoto por el camino de Lampas al pie de la Cordillera Blanca, pasando por "Uchu Huánuco" o Pueblo Viejo para ir a dormir a Collana de Lampa, para continuar por Ticllos, Tambo de Urgas a Cajatambo.

muy deleitable". El martes 9 de setiembre en la mañana atravesarían el puente para entrar

al "valle deleitable" de Carás y siguieron la ruta por un camino llano para

iradormiraYungay.

' Miercoles l0 de setiembre avanzaron 16 Kms. para almorzar bn Almajar (Carhuás); y seguir viaje de 20 Kms. e ir a dormir a Taricac o Taricá. En total ese día hicieron una caminata de 36 Kms. Jueves I 1 continuaron viaje a Guaray (Huarás), pienso que se quedaron a dormir por las facilidades que otorgaban los habitantes, caminarían sólo 20 kms.

Viernes 12 pasarían al pueblo mayor de Sucoracuay para almorzar y se quedaron adormir en el lugar. En este pueblo dice el Dr. Antonio del Busto que el escribano Jerónimo de Aliaga, extendió una carta de obligación entre los soldados del Gobernador, Hernando de Montalvo y Pero Martín Bueno sobre Ia venta de un caballo rucio. Nunca iba a sospechar el escribano Aliaga, que en este pueblo de Coracuray como llama a Recuay, quedaría su encomienda.

Los días 13 y 20 de setiembre Aliaga vuelve extender cartas de obligación a los soldados. El Dr. Juan José Ve-sa lefiere que en Recuay los cargadores huamachucos y conchucos fueron reemplazados por los huancas y "aquí también se dió licencia para que los yana-guerreros Chachapoyas de Guamán, retornaran a sus tierras; casi todos lo hicieron (Los Incas frente a España). Jueves 25 de setiembre de 1533, dice el Dr. Bustos, "Se parte de Recuay con intención de pasar la noche en Pachacoto", caminaron aproximadamente 27 Kms.

La relación de Sancho refiere que desde Huaylas "caminaron treinta 44

Los Conquistadores en la Gu'erra Civil Asesinado el Marqués don Francisco Pizarro por los de Chile, Don Diego de Almagro "El Mozo" fue proclamado por sus partidarios como Gobernador. Los capitanes pizarristas don Alonso de Alvarado y don Pedro Alvarez de Holguín se proclamaron leales a su Real Majestad. Don Alonso de Alvarado que era el teniente del Marqués en Chachapoyas en cuanto tuvo noticias de lo sucedido en Lima, reunió 120 hombres de guerra de pie y a caballo; salió a la Costa en busca del Licenciado don Cristóbal Vaca de Castro que había anunciado su viaje al Perú, aprovecha para escribirle poniéndose a su disposición. Pero Alvarez de Holguín se pronuncia a favor del Monarca con un grupo de leales en el Cusco, siendo proclamado capitán General de la hueste real; Gómez de Tordoya colno su Maestre de Campo; y son designados como capitanes de lanzas Perenzures y Garcilaso de la Vega, el padre de nuestro cronista. Después de jurar servir bajo las banderas del Rey salen con dirección a Jauja donde logra burlar la persecusión deljoven Diego de Almagro, tomando el camino a Huarás. Desde aquí pide la ayuda de don Alonso de Alvarado, temeroso de una incursión almagrista.

Don Alonso de Alvarado en su viaje en dirección al Callejón de Huaylas, recibe muchas adhesiones en Trujillo y San Miguel de Piura. con toda la gente reunida va a sentar sus reales a Yungay'

Los dos capitanes, Alvarado y Alvarez Holguín, envían mensajeros a Vaca de Castro, comunicándole todo lo que había sucedido hasta el momento y le solicitan aptesurat'a su viaje. Vaca de Castro les da la respuesta y les dice que pese a su delicada salud se dará',prisa de carninar". En el Callejón de Huaylas esperaban los reales 45

del Rey, que "eran pasados de cuatlocientos españoles, muy lúcidos y entre

ellos muchos caballeros hijodalgos", dice Cieza de León en la Guerra de Chupas. Vaca de Castro a su arribo a Trujillo como Gobernador del Perú ya tenía más de doscientos soldados con los que pasó a Santa y uuzó la Cordillera Negra por Moro y Quisquis, llegando a Atún Huaylas muy agobiado pol

el soroche de la puna. Eran los primeros meses de 1542 y en Huaylas encuentra a Gómez de Alvarado y al Provincial de los dominicos, fray Tomás de San Martín que habían salido del campamento de Alvarado por descrepancias personales.

La llegada a Huayias de Vaca de Castro fue en la víspera de la Pascua de.Resurrección del mencionado año. E,l Dr. Alvarez Brun. señala que "En Huaylas la hueste permanece dos días. Gómez de Alvarado y fray Tomás de San Martín salen antes por orden del Licenciado, para unirse con el Capitán, el que olvidando el disgusto pasado y por intersección de fray Tomás de San Martín, recibe a Gómez de Alvarado con "muestras de mayor arnistad".

"Lo que ocurría en realidad era que reinaba la discordia entre los caudiilos que habían levantado banderas por el Rey. Tanto Peralvarez (Pedro Alvarez de I-Iolguín), y con ello el resto de los capitanes es¡reraban alcanzar posiciones de mandos y privilegios ante el Gobernador. E,ste mismo hecho fue que determinó que los dos capitanes permanecieran en campos diferentes hasta el arribo del representante real". (Ancash una historia regional).

El Gobernador mismo decide emprender la campaña. sale de Huaylas a Yungay, en donde Alonso de Alvalado lo recibe con todos los hono-

y va

res a su alta investidura, desde 1as afueras de su campalncnto con su _qente a caballo y de a pie, "muy armados, con picas ballestas y arcabuscs, lbrmando escuadrón como si hubieran de pelear para que el Gobernador conociela cuan diestros eran en el arte militar. Apenas Vaca de Castro se presentó, "todos los oficiales de Alt,aradc¡ con él a la cabeza, se produce ios protocolarios saludos y el sometimiento general al repl'esentante de su Majestad, en nedio de gran alboroso.

Vaca de Castro después de permanecer tres días en el campo de Alonso cle Alvarado, continúa su marcha, realizandose en las afueras del tambo de Huarás con todos los que se hallaban en Yungay hacia ei Real de Huarás una solemne ceremonia con alocuciones de Alvarez de Holguín y el mismo Vaca de Castro.

Antonio de Herrera en su Década VII, toma indiscutiblemente la información de Cieza de León y cuenta que: "Habiendo mandado juntar los capitanes, cavalleros y pefsonas principales del ejército, cada uno en su lugar, conforme a su calidad, estando en una tarima de tres gradas en alto, cubierta de terciopelo, con una silla de terciopelos, arrimado a ella sin sentarse, dijo, que daba a Dios muchas gracias, porque después de ayer, pasado tantos trabajos, le hubiese llevado allí a donde había juntos tantos cavalleros y personas, en los' cuales maravillosamente resplandecía la lealtad que al Rey mostravan, contra los que, apartados de su servicio, avían toinado las armas, y que pueS mediante su ayuda esperava castigar a los desobedientes, así confiaba, que el Rey gratificaría muy bien a cada uno su ser.vicio, y él en su nombre haría en e11o 1o que pudiese, como verían con afecto. Y aunque por los traslados de la provisión Real que se envieron. avían visto la autoridad del Gobernador', que el Rey le dava, todavía lc parecía necesario, que allí se viese la cédula original, para que con mayof f'undamento le recibiesen por Gobernador y Capitán General. Y dánclola al Secretario, mandó que la leyesse, y 1eyda, movió esta oración, hecha según el tiempo, y el lugar, a que se levantó gran vocería diziendo: viva el Rey, y que le acatavan por Governador y Capitán Generai. Con esto se fue a su aposento, y ordenó, que pues allí avía personas de todas las ciudades se juntassen los de cada una de por sí e hiziessen Cabildo, y por tanto recibiessen por Gobernador y Capitán General". Días después vaca cle casiro puso en acción el plan que había discutido, nombrando según Gercilaso "seis capitanes de a caballo, que fueron Pedro

Alvares Holguín y Alonso de Alvarado, Pedro Anz.urez, Gómez de A1varaclo, G¿rsilaso cle 1a Vega y Pe