horticultura-ACELGA

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS ESCUELA PROFESIONAL DE AGRONOMÍA HORTIC

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN CRISTÓBAL DE HUAMANGA FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS ESCUELA PROFESIONAL DE AGRONOMÍA

HORTICULTURA (PV - 541)

ACELGA (CHENOPODIACEAEAE VENT. BETA VULGARIS L.) DOCENTE

: Ing. MATEU MATEO, Walter

INTEGRANTES

: QUISPE QUISPE, Ruyer

AYACUCHO – PERU 2019

ACELGA I. HISTORIA La acelga es una hortaliza de origen mediterráneo. Se tiene certeza que los griegos la utilizaban desde el siglo V a.C. En la edad media y durante muchos siglos fue un alimento básico de las sociedades europeas.

La acelga era un alimento básico en la Europa medieval

II. CENTRO DE ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN El origen de la acelga está vinculado a las tierras bañadas por el Mar Mediterráneo, sur de Europa y Norte de África, y algunos expertos consideran Italia como primera referencia para su utilización en la alimentación. Esta zona costera cuenta con un clima benigno, sin cambios bruscos de temperaturas, donde la planta se desarrolla rápidamente. También se encuentran textos que hablan de un posible consumo de esta verdura en Mesopotamia, durante el siglo IX a.C. Las acelgas han supuesto un aporte alimenticio para animales y humanos desde el Neolítico, aprovechando sus hojas y raíces. Durante la antigüedad fue habitual disfrutarla en mesas de Egipto, Grecia en el siglo V a.C., Roma o el mundo árabe. Pero sería este último pueblo quien daría el primer paso para cultivar esta hortaliza y aprovechar sus amplias propiedades medicinales y terapéuticas. Posteriormente el papel de la acelga en la cocina quedó reducido a recetas para personas con escaso poder económico y forraje para animales. A lo largo del siglo XIX incluso se abandonó el consumo de su raíz, destinándose está a la producción de azúcar o extracción de alcohol. Otras variedades no aptas para el consumo humano o la producción comercial quedaban para alimentación animal. Afortunadamente el consumo de acelgas en los hogares remontó el vuelo convirtiéndose, junto a las espinacas, en dos verduras fundamentales para llevar a cabo dietas sanas.

III. ZONAS DE PRODUCCIÓN. En la Península Ibérica el cultivo de acelgas destaca en las comunidades del norte, centro y este, incluyendo Murcia, Valencia y Cataluña como principales productoras. A nivel internacional existen plantaciones de una gran extensión, sobresaliendo los países de Europa central y meridional, así como América del Norte y Asia, donde fue introducida por los europeos. En la Región de Murcia crece de forma silvestre la Acelga del Campo, no obstante se ha desarrollado el cultivo de esta verdura principalmente en la Huerta de Murcia, Campo de Cartagena, Lorca y Comarca del Noroeste. En los municipios y pedanías cercanos a la vega del Segura a su paso por la capital de la región es habitual encontrar plantaciones de acelgas y otras hortalizas que han sustituido en los últimos años a diversos frutales, así como el ahorro de costes en su riego y recogida. En el Campo de Cartagena la llegada en las últimas décadas del siglo XX de las aguas del Trasvase Tajo-Segura propició el cambio de una agricultura extensiva de secano a ciertas plantaciones de regadío entre las que se encuentran numerosas variedades de hortalizas. Durante los años 80 y 90 del pasado siglo se produjo un aumento en la producción de acelgas en estas dos áreas debido a la proliferación de plantaciones bajo plástico que adelantaban las cosechas, reduciendo además la utilización y el gasto en agua.

IV. CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA Encuadramiento taxonómico de la acelga Chenopodiaceaeae Vent. Beta Vulgaris L. var. cicla L. Descripción botánica de la acelga Beta Vulgaris L.- Plantas herbáceas anuales, bienales o perennes, alógamas con autocompatibilidad parcial. Raíz generalmente engrosada. Tallo ramificado y acostilado. Hojas basales en roseta, ovado-cordadas a rómbico-cuneadas y hojas caulinares rómbicas. Peciolos suculentos. Flores en panículas cimosas, axilares o terminales, con más de 6 flores por cima. Segmentos del periantio de hasta 3mm en su máximo desarrollo. 2n=18, existiendo cultivares triploides (2n=27) y tetraploides ( 2n = 36 ) obtenidos artificialmente. Se cultiva por su raíz sacarífera, forrajera o comestible o por sus hojas y peciolos comestibles o forrajeros.

Taxonomía

Reino:

Plantae

Subreino:

Tracheobionta

División:

Magnoliophyta

Clase:

Magnoliopsida

Subclase:

Caryophyllidae

Orden:

Caryophyllales

Familia:

Chenopodiaceae

Género:

Beta

Especie:

B. vulgaris

Subespecie:

B. vulgaris var. cicla (L.) K.KOCH

V. VARIEDADES CULTIVARES

Y

Las acelgas no han merecido gran atención de los genetistas; existen pocas variedades bien definidas. En Cuba las más utilizadas son las de tipo españolas (Lucullus, White Ribbon) y las chinas (Pat Shoi Canton, Pat Shoi Shangai y PK-7). La acelga es una verdura perteneciente a la familia Quenopodiaceae y de la especie Beta vulgaris. Se trata de una planta bianual, de ciclo largo cuyo sistema radicular presenta una raíz bastante profunda y fibrosa que protege los nutrientes del suelo en el que es cultivada sin agotarlos. Sus hojas son la parte comestible mostrándose ovales, suavemente acorazonadas, con marcados nervios que nacen desde la zona central del tallo y un color uniforme que abarca toda la gama de verdes, dependiendo de la variedad. Las pencas son largas, anchas y carnosas, con tonos blancos, amarillentos e incluso rojos. Tras un periodo de temperaturas bajas ofrecen una floración con flores solas o en grupos de dos o tres, con cáliz verdoso compuesto por 5 sépalos y 5 pétalos. Su fruto contiene en el interior 3-4 semillas. Por norma general las acelgas se recolectan cuando su peso alcanza entre 750 gramos y 1 kilo, presentando las hojas un tamaño cercano a los 25 cm., indicando entonces el momento óptimo para la cosecha.

VARIEDADES. Existe un número reducido de variedades de acelgas, aunque su producción es muy elevada. Se clasifican dependiendo de su color, tamaño de las hojas-pencas, grosor de estas últimas y grado de recuperación que presenta la planta tras el corte de las hojas. Las dos variedades más cultivadas en Europa y Norteamérica son: Amarilla de Lyon. De hojas grandes, con forma ondulada, tonos verde-amarillo claro, penca blanca de 10 cm. de anchura, producción abundante y excelente sabor, de ahí que sea muy apreciada por su calidad. Bressane. Sus hojas son onduladas, de gran tamaño, verde oscuro, pencas anchas y blancas. Se trata de una planta muy vigorosa que necesita de un amplio marco de plantación. Estas dos variedades garantizan que durante todo el año los mercados dispongan de acelgas para su comercialización, no obstante existen otras que complementan la oferta como Paros, Green, Fordook giant, Lucullus, Brigntlights o Gigante carmesí. Acelga del Campo. Crecen espontáneamente en la huerta y el campo en la Región de Murcia, por lo que han sido recogidas tradicionalmente para elaborar ensaladas y otras preparaciones gastronómicas. También son conocidas como acelgas negras o bledas. Lucullus Es una variedad muy popular que algunos expertos culinarios utilizan con preferencia para dar un ligero sabor parecido a la espinaca. Tiene hojas verde-amarillas, grandes y arrugadas, de ancho medio; los pecíolos y los tallos son espléndidos para hacer crema. Su ciclo es de 60 días. White Ribbon Presenta hojas de color verde oscuro y pecíolo fino, de coloración verde claro.tiene un ciclo de 40 a 45 días y su fecha de siembra está enmarcada desde septiembre hasta febrero. Pak Choi Cantón Las hojas son de color verde intenso, con el pecíolo blanco. El ciclo de esta variedad des de 60 días y se puede sembrar durante todo el año. Pak Choi Shangai Las hojas son de color verde brillante, presenta un pecíolo estrecho. El ciclo de vida es de 40 días y se cosecha la planta entera. Se puede sembrar todo el año. Acelga China PK-7 Es una variedad de hojas anchas, enteras, de color verde claro, lustrosas pecíolos gruesos y jugosos de color blanco. Desarrolla entre 5 y 8 hojas. Las hojas se disponen en rosetas. Se puede cultivar todo el año. Su ciclo económico: 38- 45 días

VI. VALOR NUTRICIONAL El alto contenido en agua de las acelgas les confiere pocas cantidades de hidratos de carbono, proteínas o grasas, proporcionando escaso valor energético y convirtiéndola en un alimento recomendado para elaborar dietas de adelgazamiento. Pero si es un producto muy rico en nutrientes reguladores como la fibra, sales minerales o vitaminas. Entre estas últimas destaca la abundancia en folatos, sobresaliendo la protovitamina A (que se transforma en Vitamina A una vez ingerida por el ser humano y a medida que la necesita

el organismo) y vitamina C, recogidas en las hojas más externas, las más comercializadas. Estas sustancias aportan beneficios como la formación de anticuerpos para el sistema inmunológico, prevención del desarrollo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares o cáncer, antioxidantes, elaboración de enzimas en el hígado, hormonas sexuales o suprarrenales, mejoras en la visión, así como buen estado de la piel, mucosas, cabello y huesos. Otro grupo de personas que se ven beneficiados por las propiedades de esta hortaliza son las propensas a padecer infecciones respiratorias como la faringitis, laringitis o bronquitis. También dispone la acelga en su composición de potasio, magnesio, sodio, yodo, hierro y calcio. Las propiedades de estos minerales regulan la actividad muscular, equilibran el funcionamiento de intestinos, nervios y músculos, potencian la salud de los huesos, mejoran la inmunidad, así como colaboran en la labor intestinal con un suave efecto laxante y diurético que reduce la hipertensión o la retención de líquidos. También intervienen en el buen funcionamiento de la glándula tiroides y en el desarrollo del feto, por lo que su consumo resulta muy beneficioso en mujeres embarazadas. Las cantidades de hierro que aporta la colocan como uno de los productos a ingerir en caso de anemia. Además la presencia en su composición de ácido oxálico previene la formación de cálculos renales y artritis.

VII. IMPORTANCIA NUTRITIVA Se consume principalmente cocida. Es laxante y digestiva. Es muy recomendada en dietas de control de peso al ser muy saciante, nutritiva y con pocas calorías. A lo largo de la historia le han otorgado una gran cantidad de beneficios medicinales: anticancerígeno, diurético, depurador, favorece el tránsito intestinal, ayuda a la buena formación del feto durante el embarazo, etc. Las acelgas son muy ricas en vitaminas y minerales, aportan mucho yodo, hierro y magnesio y algo menos potasio y calcio. Además, aportan folatos, vitamina C, vitamina A, niacina y luteína. En los últimos años está creciendo su demanda por parte de la industria agroalimentaria, bien en congelado o conserva, o bien procesado fresco para IV gama. Actualmente gran parte de la producción se obtiene hoja a hoja en oleadas o golpes sucesivos tras permitir el desarrollo de nuevas hojas, siendo menos frecuente la recolección de la planta entera.

VIII. CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS Generalidades. Es una planta bianual de la misma especie botánica que la remolacha. A diferencia de esta, la raíz es ramificada y poco carnosa. Las hojas son muy grandes, con un pecíolo y nerviación central muy desarrollados. Los limbos de las hojas son grandes y redondeados y en ocasiones recubren ligeramente los pecíolos hasta su base. El color de las hojas es variable, desde colores amarillos hasta verdes oscuros. Esto a que se ha producido una selección en función de las exigencias del mercado de cada zona. En función de la parte que se quiera consumir el estado fenológico de recolección será diferente. Si se pretenden consumir las hojas enteras, se dejara desarrollar la hoja hasta un porte medio o pequeño. Si lo que se quiere aprovechar es el pecíolo o pella, se dejará a la planta que desarrolle ampliamente las hojas. En el segundo año de cultivo emite el tálamo floral. Este tallo es muy ramificado y con flores dispuestas en tallo ascendente. La infrutescencia es un glomérulo debido a que 2 o 3 flores quedan englobadas en un solo fruto. En 1 g se pueden encontrar 60 glomérulos, y su poder germinativo es de 4 años. Caracteres fisiológicos de la acelga Es un cultivo que prefiere los climas templados- húmedos. Se adapta muy bien al los fríos que se producen en el clima continental español y a las condiciones de las zonas templadas de España. Cuando las hojas están totalmente desarrolladas se muestran sensibles a las heladas. Se desarrolla mejor en suelos de consistencia media, frescos, profundos y bien provistos de materia orgánica, por lo que habitualmente necesita aportes de estiércol bien descompuesto. Es poco tolerante a la acidez y tiene una tolerancia media-alta a la salinidad. Ciclo biológico o agronómico de la acelga La siembra de este cultivo se puede realizar durante todo el año, con excepción de los meses más fríos: noviembre, diciembre, enero y febrero. En zonas templadas se puede incluso sembrar en noviembre y febrero, siempre que las temperaturas no bajen demasiado. Debido a este escalonamiento es posible obtener producción durante todo el año, sobre todo si se van cortando las hojas según van creciendo. De todos modos, la época más corriente de siembra es en los meses de verano, debido a que se consigue el máximo crecimiento y la menor tendencia a la subida a flor. El cultivo.

La acelga es una planta de clima templado, que vegeta bien con temperaturas medias, le perjudican bastante los cambios bruscos de estas y cuando las bajas siguen a las elevadas, pueden hacer que se inicie la subida a flor. La planta de acelga es muy sensible a las heladas. Estas si son leves pero sucesivas pueden producir daños graves en la hoja, llegando a depreciar totalmente el producto. Por debajo de -6 ºC las plantas perecen. La temperatura óptima para el desarrollo se sitúa entre 15 y 25 ºC, interrumpiendo el desarrollo vegetativo por debajo de 6 ºC y por encima de 30 ºC. Es una planta poco exigente en luz, perjudicándole cuando esta es elevada, más si va acompañada de un

aumento de la temperatura. Respecto a su fotoperíodo, florece en días de 12 horas de luz en adelante. En algunas regiones tropicales y subtropicales se desarrolla bien, siempre y cuando esté en zonas altas, y puede comportarse como perenne debido a la ausencia de invierno marcado en estas regiones. La acelga necesita suelos de consistencia media; vegeta mejor cuando la textura tiende a arcillosa que cuando es arenosa. Requiere que sean profundos, permeables, con gran poder de absorción y ricos en materia orgánica. Es un cultivo que soporta muy bien la salinidad, resistiendo bien a cloruros y sulfatos. Requiere suelos algo alcalinos, con un pH óptimo de 7,2, vegetando en buenas condiciones en los comprendidos entre 5,5 y 8. No tolera los ácidos. Dentro de las variedades de acelga hay que distinguir las características siguientes: • Color de la penca: blanca o amarilla. • Color de la hoja: verde oscuro, verde claro, amarillo. • Grosor de la penca: tamaño y grosor de la hoja; abullonado del limbo. • Resistencia a la subida a flor • Recuperación rápida en corte de hojas. •Precocidad. El material vegetal que encontramos en el mercado no es muy numeroso y se puede encuadrar en dos grupos: •‘Amarilla de Lyon’. Hojas grandes, onduladas, de color verde amarillo muy claro. Penca de color blanco muy puro, con una anchura de hasta 10 cm. Producción abundante. Resistencia a la subida a flor. Muy apreciada por su calidad y gusto. • Verde con penca blanca ‘Bressane’. Hojas muy onduladas, de color verde oscuro. Pencas muy blancas y muy anchas (hasta 15 cm). Planta muy vigorosa, por lo que el marco de plantación debe ser amplio. Variedad muy apreciada. Otras variedades de este grupo son ‘R. Niza’, ‘Paros’ y ‘Fordook Giant’. La mayoría de las que hoy se comercializan son selecciones de estos cultivares originarios. La elección de la variedad está marcada por el mercado, normalmente acelgas de tipo ‘Amarilla de Lyon’, para el mercado en fresco, aunque también se utilizan variedades de hoja verde, sobre todo cuando se recolectan con hoja pequeña. En la agroindustria se emplean exclusivamente variedades de hoja verde. La acelga requiere suelos bien acondicionados para mostrar su mejor desarrollo y producción. Es muy sensible al apelmazamiento y encharcamiento del suelo, de forma que cuando se produce, el desarrollo de las plantas se ve reducido y la producción disminuye notablemente. Por esta característica de la planta, y por la amplia duración de su cultivo, es vital una perfecta preparación del suelo, en profundidad, eliminando las posibles suelas de labor y dotando de una estructura suficiente para todo el ciclo de cultivo. En plantaciones de verano-otoño se trabajará el suelo en profundidad, estando este seco y con aperos de reja profunda, tipo subsolador. No es interesante además desmenuzar demasiado el suelo para evitar la compactación posterior. Se dará una labor profunda al suelo y si se aporta estiércol se aprovechará la labor para enterrarlo. A continuación se darán un par de labores de cultivador, grada o fresadora, aprovechando alguna de esas labores para aportar el abonado de fondo. La última labor se hará con un apero que deje lisa y enrasada la superficie del suelo, sin zonas deprimidas en donde se acumule al agua del riego, ya que se dará en esa zona mayor compactación. Según la forma de recolección de la acelga, la preparación del suelo será diferente. Así, cuando la recolección se hace por corte de hojas se puede cultivar en caballón o en era. Las mesas de cultivo tendrán una separación entre sí de 0,90 a 1 m. La siembra puede hacerse directa o por trasplante, ambos métodos son adecuados. La preferencia por uno u otro viene determinada por factores locales y por la importancia que se le asigne al cultivo. La siembra directa se realiza con máquinas sembradoras en mesas de cultivo de 1,40‐1,60 m. La

profundidad de la siembra oscila entre 0,5‐1,0 cm en función de las condiciones del suelo y el tipo de riego. Colocando de 2 a 3 semillas por golpe, distantes 0,35 cm sobre líneas espaciadas de 0,4 a 0,5 m, ya sea en surco sencillo o doble. La densidad de cultivo de la acelga también depende del tipo de recolección que vayamos a hacer. Si el destino del cultivo es una recolección continuada en el tiempo cortando hojas, se colocan 7 plantas/m2 para posibilitar un espacio suficiente, tanto para el cultivo, como para una recolección adecuada y cómoda, ya que al cosechar no liberamos el terreno y las operaciones de recogida y envasado son más dificultosas. Si la recolección se lleva a cabo cortando la planta entera es recomendable una densidad mayor, 15 plantas/m2, que permita una mayor producción.

IX. ETAPAS DE DESARROLLO DEL CULTIVO Las épocas de siembra de acuerdo a la zona son las siguientes: • En zonas frías, la época de siembra es de octubre a marzo y alcanza la madurez entre los 50 y 60 días. • En zonas cálidas/templadas se siembra durante todo el año y alcanza la madurez entre los 55 y 65 días. Figura 1. Acelgas con distintos colores de penca

Durante los primeros estadios de la planta es común dar labores de bina al suelo. Cuando las plantas son más adultas esta operación se sustituye por una escarda manual o química que mantenga al suelo limpio de malas hierbas. Si se acolcha el suelo estas labores solo se realizarán antes de su instalación. Es recomendable un acolchado total de la superficie con láminas de color negro de 100 a 200 galgas. Esta técnica nos evitará en gran medida el problema de malas hierbas, además de simplificar el riego del cultivo y el manejo de la humedad. La colocación del acolchado se llevará a cabo una vez concluida la preparación del suelo y, si es posible, con un cierto grado de humedad en el mismo. Es importante una buena sujeción de la lámina plástica al firme para que no se mueva perjudicando a las plantas. Si el cultivo se realiza en llano, ocupando todo el espacio del suelo del invernadero, entonces se ponen franjas lo más anchas posible, solapándose unas con otras y cubriéndolo todo. El plástico debe quedar lo más tenso posible y muy pegado a la tierra, con el fin de que las plántulas de malas hierbas tengan poco volumen de aire para su desarrollo. Es un cultivo exigente en materia orgánica, es aconsejable aportar 2,53 kg/m2 de estiércol para obtener el máximo rendimiento. Los requerimientos de nitrógeno son elevados desde que comienza el rápido crecimiento de la planta hasta el final del cultivo. Las necesidades de potasio también son elevadas a lo largo de todo el ciclo. La acelga es un cultivo que debido a su gran masa foliar necesita, en todo momento, mantener en el suelo un estado óptimo de

humedad. Para obtener una hortaliza de buena calidad no conviene que la planta acuse síntomas de deshidratación durante las horas de mayor temperatura en el invierno, para evitar que los tejidos se embastezcan. Una vez realizada la plantación se aportará un riego lo suficientemente profundo como para humedecer todo el perfil del suelo. Es muy importante en esta fase no provocar encharcamiento para el desarrollo adecuado de las plantas. Así pues este primer riego tendrá muy presente el drenaje y la velocidad de infiltración del suelo (textura del suelo). La recolección de la acelga puede hacerse de dos formas, bien recolectando la planta entera cuando tenga un tamaño comercial de entre 0,75 y 1 kg de peso, o bien retirando manualmente las hojas a medida que estas van teniendo un tamaño óptimo. En el primer caso, la recolección no supone ninguna dificultad. En el momento adecuado de desarrollo, se corta la planta dando por finalizado el cultivo. En este tipo de producción en los ciclos señalados es esperable una producción de entre 15 y 20 kg/m2 de acelga. En el segundo, las hojas del tamaño comercial adecuado se van separando del tallo en cada pase de recolección, dejando la planta que vegete nuevamente, hasta que las hojas que hemos dejado más pequeñas, vuelvan a crecer y se vuelvan a recolectar. Este sistema requiere de un trato adecuado a la planta para evitar que las heridas producidas al separar la hoja del tallo afecten negativamente. El corte debe ser limpio, sin desgarros. Igualmente importante es no cortar hojas demasiado pequeñas que suponga un debilitamiento de la planta, una ralentización de su desarrollo y, en definitiva, una merma en su potencial productivo. La longitud de las hojas es un indicador visual del momento de la cosecha (25 cm), siendo el tiempo otro parámetro, 60-70 días el primer corte y después cada 12 a 15 días. Es recomendable cortar las hojas con cuchillos, evitando dañar el cogollo o punto de crecimiento, ya que podría provocarse la muerte de la planta.

X. ECOLOGÍA DEL CULTIVO

EXIGENCIAS CLIMA Planta bienal. Las condiciones climáticas en Cuba no son adecuadas para la formación de tallos florales y producción de semillas, pero en invierno sí son muy propicias para el desarrollo del follaje. TEMPERATURA La temperatura óptima para la germinación de las semillas es de 20oC-25oC y para el rápido crecimiento de las hojas 21oC-30oC, de aquí su buen comportamiento en las siembras de frío. LUZ La acelga es una planta de día largo, muy exigente a la intensidad de la luz, por lo que la insuficiencia de ésta provoca reducción de los rendimientos y afectación de la calidad del producto. HUMEDAD Este cultivo es algo exigente con relación a la humedad del suelo, sobre todo durante la germinación de las semillas y durante las fases tempranas. Se considera como humedad normal el 60 % - 70 % de la capacidad de campo. La acelga no admite exceso de humedad ni un alto nivel de agua subterránea.

SUELO La selección de las áreas en las cuales se producirá la acelga es determinante en todo el proceso del cultivo. Una buena selección de los campos eliminará la ocurrencia de muchos problemas en las futuras plantaciones. Al seleccionar las áreas de siembra debe tenerse en cuenta que este cultivo generalmente se desarrolla bien en los siguientes tipos de suelos. • Arcillosos-arenosos. • Arcillas rojas. • Arenosos. • Aluviales. DETERMINACIÓN DEL pH El pH es otro factor a considerar a la hora de la selección del suelo, para lo cual se deben tener en cuenta los valores óptimos en los cuales se desarrolla este cultivo. Por lo general los suelos arenosos son los que poseen un pH más bajo que el recomendado, en estos casos se procede a realizar un encalado para elevarlo. Cuando sea necesario realizar el encalado, se tendrá en cuenta el pH y la capacidad de cambio de base que tenga el suelo. El encalado se realizará siempre a no menos de 30 - 40 días antes de la siembra. TOPOGRAFÍA Debe ser lo más llana posible, sin depresiones donde se acumule el agua de riego o lluvia y en condiciones para la mecanización; debe poseer buen drenaje interno y externo. OTRAS CONDICIONES • Las áreas seleccionadas deben tener la menor cantidad posible de piedras y obstáculos que impidan la mecanización. • Deben escogerse áreas con garantía de agua para todo el ciclo productivo del cultivo. • Las áreas a seleccionar para las siembras de primavera deben tener una topografía que garantice un buen drenaje superficial. • Se evitarán los suelos plásticos y arcillosos. • La acelga responde muy bien a los suelos fértiles, manifestándose esta respuesta a través de una vegetación exuberante, hojas grandes y pecíolos extraordinariamente anchos y gruesos. • Deben aprovecharse las regiones con microclima especial. XI. FERTILIZACION La acelga responde ampliamente a las aplicaciones de estiércol, lo que estimula el desarrollo de las hojas, que alcanzan gran tamaño y buena presentación. Se han establecido dosis de aplicación de abonos, de acuerdo al tipo de suelo y según el aprovechamiento considerado para cada grupo de suelo, atendiendo a la dinámica de los nutrientes. En cuanto al análisis agroquímico, se considera que en las áreas dedicadas a las hortalizas el potasio constituye un elemento crítico, por lo que los aportes de K2O fluctúan libremente de acuerdo con la fórmula que se utilice. Según los tipos de suelo, se pueden emplear, en una primera aplicación, 0,5 -0,6 t/ha de fórmula completa (9-13-17) y una segunda aplicación a los 25-30 días de 0,1- 0,15 t/ha de nitrógeno, con lo cual se abastecen correctamente las necesidades nutritivas de la acelga.

XII. LABORES CULTURALES SIEMBRA La siembra puede hacerse directa o por transplante, ambos métodos son adecuados. La preferencia por uno u otro está determinada por factores locales y por la importancia que se le asigne al cultivo. SIEMBRA DIRECTA La siembra directa se realiza en canteros de 1,40-1,60 m con 1,00-1,10 m de plato; se realiza con máquinas sembradoras tipo Saxonia o Stanhay. La profundidad de la siembra oscila entre 0,5-1,0 cm en dependencia de las condiciones del suelo y el regadío. SIEMBRA EN CEPELLONES Cuando se siembra en cepellones el sustrato a emplear puede ser compost de cachaza, humus de lombriz, turba parda de la ciénaga. Estos deben cumplir con las siguientes exigencias: • Bien descompuestos o compostados. • Con análisis químico previo para la detección de nemátodos. • Conductividad eléctrica (CE) no mayor de 0,8 mS/cm. • pH de 6 a 7,5. • Desinfectados con Trichoderma spp. a razón de 300 mL de biopreparado por 10 kg de sustrato. La producción de posturas requiere de un programa de protección fitosanitaria estricta que incluye tratamientos preventivos con medios biológicos (Bacillus thuringiensis) contra la Plutelella xylostella. Este tipo de producción de posturas se desarrollará en instalaciones protegidas. El riego deberá ser preferiblemente con microaspersión a razón de 1 L/ bandeja/día.

ÉPOCA DE SIEMBRA Y DOSIS DE SEMILLA Las variedades de tipo español (Lucullus y White Ribbod) se siembran de septiembre a febrero como época normal y de octubre a enero como período óptimo; en cambio, las de tipo chino se pueden sembrar todo el año, siendo el período óptimo de septiembre a octubre. Cuando se siembra de forma directa sobre el cantero, debe hacerse a 50 cm entre hileras y 15 cm entre nidos, con 3 semillas por nido, dejando finalmente una por nido después del raleo. La dosis de semilla para una hectárea es de 3 kg. RALEO Se pondrá especial atención en las siembras a chorrillo para dejar una planta por nido a la distancia establecida (distancia de narigón) según la variedad. RIEGO

El riego se podrá realizar por aspersión o gravedad, aunque debe predominar el primero, debido a que la mayoría de las siembras son por el sistema directo, aunque se puede utilizar el transplante mediante la tecnología de cepellones. En pequeñas áreas se podrá utilizar el sistema de riego localizado por microjet. La siembra se realiza en seco e inmediatamente después se aplica el riego y se continúan los mismos cada 2-3 días hasta los 5-7 días después de haber germinado. Posteriormente se continúan cada 3-5 días hasta la cosecha en dependencia del tipo de suelo.

Las variantes de las dosis están en función de la eficiencia del sistema de riego y tipo de suelo. El límite productivo recomendado para el cultivo es de 90 % de la capacidad de campo.

XIII. PLAGAS Y ENFERMEDADES COMUNES PLAGAS • Babosas y diferentes especies de caracoles. • Plutella xylostella L. (polilla de las crucíferas). • Ascia monuste eubotea Lot. BABOSAS Y CARACOLES Atacan una amplia variedad de plantas especialmente aquellas que son cultivadas en estaciones frescas y húmedas. Daños El daño lo producen los adultos juveniles al alimentarse, principalmente de noche y en los días nublados. Preferiblemente dañan las plantas en almácigos, afectan los tallos tiernos, hojas y raíces y otros órganos suculentos de las plantas hospederas. Esto lo hacen con una estructura llamada rádula, provista de pequeños dientes con la cual raspan y destruyen los tejidos vegetales. Las plantas aparecen con raspaduras superficiales en los órganos afectados. Un daño más profundo son los orificios irregulares que llegan a comprometer parte importante de la planta. Esto va acompañado por la huella de baba y presencia de focos oscuros y alargados que deprecian los productos para su comercialización. Recomendaciones • Destruir los nidos mediante araduras, azadón o cultivador. • Recolectar y destruir los ejemplares, especialmente en horas crepusculares o en días nublados. Se pueden ubicar pilas de pajas, trozos de madera, ladrillos y piedras a cierta distancia del cultivo,

con el propósito de concentrarlos y destruirlos. También se pueden enterrar vasos conteniendo cerveza, lo que ayuda a la atracción de las babosas. • Evitar las siembras en los suelos pesados o mal drenados. • Eliminar todas las malezas en los bordes del cultivo o en las orillas de los regadíos o zanjas de drenaje. Control Para el control se colocan pedazos sacos húmedos en horas de la tarde de modo que siervan de refugio y colectarlos a la mañana siguiente. Los ejemplares colectados se matan de forma mecánica o por otros métodos. Se ha utilizado en forma de cebos tóxicos a razón de 3 kg en polos Metiocarb granulado al 4% a dosis de 3 kg/ha. Los insecticidas Ainfos metilo, Carbaryl y Triclorfon ejercen un control parcial de los moluscos. PLUTELLA XYLOSTELLA Polilla de las crucíferas. Sus larvas son las causantes de las pérdidas económicas de los cultivos. Cuando éstas eclosionan del huevo, penetran las hojas, haciendo pequeñas galerías y posteriormente salen y se alimentan del follaje, dejando pequeños orificios. Además de las hojas, perforan el corazón y otras partes comercializables, las que pueden quedar llenas de galerías, excrementos y tetillas. Las larvas más grandes pueden dañar flores y tejidos superficiales de los tallos. Saneamiento Se recomienda incorporar al suelo, mediante araduras, los residuos de cosechas; también se sugiere cultivar crucíferas asociadas con tomate o zanahoria, en siembras tempranas. Control biológico Aspersiones foliares de Bacillus thuringiensis para el control de plagas. ASCIA MONUSTE EUBOTEA Comen con gran apetito durante dos y media semanas, juntándose en grupos, es decir, son gregarias y causan grandes daños. Abundan mayormente desde marzo a diciembre. Recomendaciones. Se pueden utilizar los mismos procedimientos que para el combate de la polilla de la col (Plutella xylostella). ENFERMEDADES.

Cercospora beticola sacc Ataca plantas viejas, originando manchas circulares necróticas de 3-6 milímetros de diámetro. Tratamiento: Pulverizaciones preventivas con oxiclururo de cobre.

Rhizoctonia sp Produce una podredumbre radicular muy grave. Tratamiento: Rotaciones de cultivo, desinfección del suelo y aplicaciones de trichoderma harzianum o trichoderma viride.

XIV. COSECHA La cosecha de la acelga se realiza a partir de los 55-60 días, según la variedad. En cada área cultivada se pueden realizar varias recolecciones, las cuales se hacen cortando las hojas externas a medida que adquieren tamaño comercial; el corte se realiza a 2 cm sobre la tierra, empleando cuchillo o de forma manual y evitando dañar las hojas más nuevas. En caso de que llueva y las hojas se llenen de tierra, se efectuará un lavado previo en la formación de los manojos para su comercialización, la cual se realiza en mazos. BIBLIOGRAFIA Cuba. MINAG. Instructivo Técnico de Hortalizas Menores. Ciudad de La Habana, 1984. 100 p. Cuba. MINAG. Servicio de Inspección y Certificación de Semillas. Catálogo descriptivo de variedades inscriptas en la Lista Oficial de Variedades Comerciales. Ciudad de la Habana, 1984. Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical. Manual técnico para organopónicos, huertos intensivos y organoponía semiprotegida. La Habana: ACTAF, 2007.184 p. Maroto Borrego, J.V. Horticultura herbácea especial 3a. ed. Madrid: Ediciones Mundi - Prensa, 1992. 539 p. Giaconi, V., Escaff, M. Cultivo de hortalizas.Decimoquinta edición.Santiago de Chile: Universitaria, 2004: 95-105 p. Guenko, G. Fundamento de la horticultura cubana. 4ta Edición. Ciudad de La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1981.339 p. Grupo Multidisciplinario de Especialistas. MINAG. Informe. Resumen de los resultados de los años de investigaciones en hortalizas en el Valle de Caujerí. Guantánamo, 1991. 34 p. Garcia Zumel, M. (2012): «El cultivo de la acelga»; Cultivos herbáceos intensivos. ETSIIAA de Palencia-Universidad de Valladolid. Giambanco de Ena, H. (2009): Historia de la acelga. Giner, A; Aguilar, J. M.; Nuñez, A.; Najera, I.; y Baixauli, C.: Producción de Acelga, de penca blanca y verde, para recolección en primavera. Fundación Cajamar Valencia.