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Homo-sapiens, Homo-demens. Análisis a partir del libro “Los Siete Saberes Necesarios Para La Educación Del Futuro” de Edgar Morín, para la cátedra de Sociología. Por Rafael Antonio Chacón

Para definir íntegramente al ser humano y a su naturaleza, primero hay que recordar cómo ha explotado todos los potenciales que el hecho de estar vivo le ofrece, expresando de forma exaltada todas sus cualidades tanto egocéntricas como altruistas. Dicha afirmación de “hiper vitalidad” explicada por el sociólogo Edgar Morín, lleva a la conclusión de que el ser humano puede ser explicado en varias ambigüedades antagónicas, abandonando así la antigua visión humana de simple racionalidad (Homo Sapiens). Tales son. Sapiens y Demens Un ser racional, lógico y a su vez enfermizo, delirante e irracional. Faber y Ludens Trabajador, emprendedor y a su vez lúdico y ocioso. Empiricus e Imaginarius Empírico y a su vez soñador. Economicus y Consumans Económico, ahorrador y despilfarrador. Prosaicus y Poeticus Prosaico y poético a la vez. El ser humano es un ser tanto racional como irracional. Es dueño del afecto y el delirio. Capaz de control y descontrol, razón y excesos. Ansioso, gozador, ebrio, de violencia y ternura, amor y odio. Es a su vez un ser sobrecogido por lo imaginario, pero puede por igual reconocer lo real. Cree en el mito y en la magia, pero también en la filosofía y la ciencia. Ama a los dioses y las ideas, pero también critica las ideas como duda de los dioses. Se rige por los conocimientos y las supersticiones por igual. Cuando hay superposición exagerada de „demens‟ sobre „sapiens‟, las creencias fantásticas poseen a la razón y hay confusión entre lo objetivo y subjetivo, la inteligencia racional se subordina al dominio del mundo espiritual en que se desenvuelve.

La relación sapiens-demens ha tenido papeles por igual ambiguos en su medio. Ha sido creador siendo destructor. Tanto las ciencias como las artes han encontrado cohesión en la cultura gracias a las fuerzas de afecto, los sueños, los deseos, las fantasías, las ambiciones, los miedos. El hombre actual es un ser racional, trabajador, capaz de sentir afecto, inteligente, creativo, creador de arte, poesía, estudio científico, que en las últimas eras ha exaltado sus potenciales mediante la elevación de la razón y la auto-superación. La historia a su vez, nos revela evidencias de la locura (cualidad de demens) humana. Masacres, crueldad, destrucción, vicios, exterminaciones. Es un hecho que en el Siglo XX alrededor de 200 millones de personas han sido masacradas gracias a las guerras, exponiendo que la violencia entre seres humanos se sobrepone ante la de cualquier otra especie. Así como hemos profundizado y perfeccionado los conocimientos científicos y técnicos del mundo que nos rodea para moldear el ambiente a nuestro beneficio, por igual sufrimos las acciones de un Homo-demens que aprovechando la ciencia, la técnica y el potencial económico, amenaza la vida sobre la faz de la tierra. Ese hombre demente puede desatar un mal mayor en el planeta, e incluso dañarlo de forma permanente gracias a su misma genialidad y sed de conocimiento dominante sobre la razón y la cordura.