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HOBSBAWM : El origen de la revolución industrial: La revolución industrial es una aceleración del crecimiento determinad

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HOBSBAWM : El origen de la revolución industrial: La revolución industrial es una aceleración del crecimiento determinada por la transformación económica y social. A fines del siglo XVIII, esta transformación se produjo en una economía capitalista y a través de ella: la persecución del beneficio privado condujo a la trasformación tecnológica, a la industrialización capitalista. Pero eso solo serían los factores externos. ¿Por qué los orígenes se encuentran en Gran Bretaña? ¿Qué la convirtió en el primer taller del mundo? De tres elementos: su estructura agraria que a partir de transformaciones en el siglo XIV y XV impulsan cierto grado de industrialización (cercamiento de parcelas e innovaciones en la tierra) que no son aptas para todo el territorio, por lo que surge la protoindustria (sistema de industria rural –por mano de obra barata- o a domicilio) donde se reduce el corto de los productos y se genera un mercado más amplio favorecido por el gran mercado interno y externo por medio del comercio ultramarino (basado en un mercado extractivo de las materias primas de las colonias). Con esta nueva red se produce la aparición de la circulación de mercancías que genera más estímulos a la producción. Inglaterra había acumulado y estaba acumulando un excedente lo bastante amplio como para permitir la necesaria inversión en un equipo no muy costoso, antes de los ferrocarriles, para la trasformación económica. Buena parte de ese excedente se concentraba en manos de quienes querían invertir en el progreso económico. El desarrollo industrial estaba dentro de las capacidades de muchos pequeños empresarios y artesanos tradicionales por la comunicación y el transporte relativamente fáciles y baratos, porque no se requería trabajadores con cualificaciones científicas especializadas y porque se requería poca inversión inicial que con lo que la expansión podría solventarse con los beneficios extraídos. Y esta relación con los beneficios está basada en una economía de empresas privadas que solo buscan innovaciones tecnológicas que facilitarán la producción, bajará los costos y obtendrán más a cambio. ¿Cómo se presentaron en la Gran Bretaña del siglo XVIII las condiciones que condujeron a los hombres de negocios a revolucionar su producción? Se debe tener en cuenta un balance entre tres cuestiones: el mercado interior, el mercado exterior o de exportación y el gobierno. Pero también influye mucho el factor población que fue creciendo gradualmente entre los siglo XVII y XVIII. Y más gente quiere decir más trabajo y más barato, lo que con frecuencia fue un gran estímulo para el crecimiento económico capitalista, que también fue posible gracias a una economía que ya era dinámica. Además, más gente significa más consumidores y esto proporciona un estímulo tanto para la agricultura como para la manufactura. Y esto es un círculo vicioso, que genera como fin que los ingresos medios aumenten sustancialmente y la cadena siga su curso. Hacia 1750 comenzaron a dedica su productividad extra a un mayor número de bienes de consumo que al ocio. Desde principios del siglo XVIII se llevaron mejoras sustanciales y costosas en el trasporte tierra adentro (por canal, río y carretera) con el fin de disminuir los costos prohibitivos del transporte de superficie. Y todo fue posible al mercado interior por su creciente demanda urbana de alimentos (industria que compitió con la textil porque para ambas había un amplio mercado) y combustible. Fue este mercado el que proporcionó también una salida importante para lo que más tarde se convirtieron en productos básicos: ej. el consumo de carbón (en los hogares, en las máquinas de vapor, etc.). Pero su principal ventaja radica en su gran tamaño y estabilidad en las épocas preindustriales, su participación en la revolución promovió el crecimiento económico y siempre estuvo para desempeñar un papel de amortiguador en el caso de que las industrias de la exportación cayeran. El mercado interior proporcionó la base para una economía industrial generalizada .Las industrias para la exportación trabajan en condiciones muy distintas y potencialmente mucho más revolucionarias. Estas industrias se extendieron más rápido que los mercados internos, tenían un efecto multiplicador. Su potencial expansivo se debía a que podían controlar los mercados de exportación en otros países y la destrucción de sus competencias en el interior, a través de los medios políticos o semipolíticos de fuera y colonización. El país que conseguía concentrar los mercados de exportación de otros, o monopolizar los mercados de una amplia parte del mundo, podía desarrollar una industria a un ritmo revolucionario. Y estofue lo que pasó en Gran Bretaña.

Esta conquista de mercador por la guerra y la colonización requería un gobierno dispuesto a financiar ambos sistemas de penetración en beneficio de los manufactureros británicos e Inglaterra estaba de acuerdo en subordinar su política exterior a sus fines económicos. Sus objetivos bélicos eran comerciales, es decir, navales. La política inglesa del siglo XVIII era la agresividad sistemática, sobre todo con su principal competidor: Francia. Siempre mantuvo una postura ofensiva en las guerras y el resultado de este siglo de conflictos fue: los monopolios virtuales de las colonias ultramarinas y del poder naval a escala mundial. La guerra, además, contribuyó a la innovación tecnológica y a la industrialización (era el mayor consumidor de hierro). El modelo tradicional de expansión europea había peligrado en la gran depresión económica del siglo XVII, pero el nuevo tipo de relaciones establecido entre las zonas adelantadas y el resto del mundo tendió a intensificar y ensanchar los flujos del comercio. En un primer aspecto, hacia 1750 la venta consistía en productos textiles, té y café. En un segundo aspecto, en el tráfico de esclavos. Y en el tercer aspecto, el siglo XVIII contempló el resurgir de los imperios más antiguos y la expansión y explotación de otros nuevos como el británico y el francés. “La revolución industrial, 1780-1840”: Hablar de Revolución industrial, es hablar del algodón. Este producto fue el iniciador del cambio industrial y la base de las primeras regiones que determinaron una nueva forma de sociedad, el capitalismo industrial, basada en la nueva forma de producción, la fábricas La manufacturera del algodón fue un típico producto secundario derivado de la dinámica corriente del comercio internacional, sobre todo el colonial. La única industria de algodón puro conocida por Europa era a principios del siglo XVIII la de India. Pero la industria lanera inglesa logró que en 1700 se prohibiera su importación, lo que generó que la industria fabrique un sustitutivo con destino al mercado interior, mientras destinaba al exterior una alternativa a los superiores productos indios. Con todo este contexto, el algodón adquirió una vinculación importante al mundo subdesarrollado. El mercado interior británico a partir de la década de 1790 exportó la mayor parte de su producción. El algodón fue esencialmente una industria de exportación. El problema técnico que determinó la mecanización en esta industria fue el desequilibrio entre la eficiencia del hilado y la del tejido La industrialización de Gran Bretaña en ninguna etapa conoció la escasez de gentes competentes para trabajar los metales, y los técnicos más cualificados podían reclutarse rápidamente entre los hombres con experiencia práctica de taller. Con todo este movimiento surge una nueva clase, los industriales, también aparece un nuevo sistema industrial basado en una nueva tecnología. Hay dos consecuencias que nombrar del proceso: 1- la desintegrada estructura comercial de esta industria, tiene la ventaja de ser flexible y se presta a una rápida expansión inicial, pero en fases posteriores del desarrollo industrial genera rigideces e ineficacias considerables 2-el desarrollo de un fuerte movimiento de asociación obrera en una industria caracterizada por una organización laboral inestable o débil. El nuevo sistema se componía de tres elementos: la división de la población industrial entre empresarios capitalistas y obreros que no tenían más que su fuerza de trabajo, que vendían a cambio de un salario; una producción en la fábrica, combinación de maquinaria especializada con trabajo humano; una economía a fines capitalistas y de acumulación de beneficios. Los productos de algodón constituían la mitad del valor de todas las exportaciones inglesas: la balanza de pagos británica, dependía de los azares de esta única industria, así como también del transporte marítimo y del comercio ultramarino en general. El algodón estimuló la industrialización y la revolución tecnológica en general, por ejemplo las industrias pesadas de base: el carbón forzó a la minería a emprender un cambio técnico ya que de este dependía la máquina de vapor; la guerra y la flota proporcionaron a la industria del hierro constantes estímulos y un mercado intermitente. Pero estas dos industrias no experimentaron su revolución hasta mediados del siglo XIX, si tuvieron una importancia mayor en la era del ferrocarril que creó a su vez una industria del acero. Una industrialización así limitada y basada esencialmente en un sector de la industria textil no era ni estable ni segura. La Gran Bretaña industrial atraviesa una crisis que alcanzó su punto culminante en la década de 1830 y primeros años de 1840. Fue una marea de descontento social la que abatió al país en oleadas sucesivas entre las guerras y la década de 1840: sindicalistas y socialistas utópicos, demócratas y cartistas, etc. Y este descontento no se da sin

la desesperanza y el hambre. Fue la pobreza un importante factor en las dificultades económicas del capitalismo. Dos cosas tenían en mente los negociantes y economistas del siglo XIX: el monto de sus beneficios y el índice de expansión de sus mercados. Los mercados no estaban creciendo con la rapidez suficiente como para absorber la producción al nivel de crecimiento al que la economía estaba acostumbrada y esa lentitud se agudizó. El extranjero no estaba dispuesto a importar tejidos británicos y los no desarrollados no eran capaces de absorber la producción de ese país. Las tensiones del período comprendido entre 1829 y 1842 se debieron en gran parte a la combinación de las clases obreras desesperadas porque no tenían lo suficiente para comer y los fabricantes desesperados porque creían que las medidas políticas y fiscales del país estaban asfixiando la economía. Para 1840 el espectro comunista se cernía sobre Europa.

CAPÍTULO 2: EL GRAN En 1848 culmina la última revolución general en occidente, y empieza a producirse un grave retroceso en el ciclo comercial que lleva a un período de gran transformación y expansión económica que comprende los años entre 1848 y 1870. Período conocido como “El gran boom” donde el mundo se volvió prácticamente capitalista. Según Hobsbawm, este gran boom económico, trajo consigo distintos tipos de beneficios para la comunidad británica, entre ellos: Enorme celeridad de las exportaciones británicas entre 1850 y 1857. Facilidad del pueblo para obtener beneficios por la combinación de capital barato y un rápido aumento de los precios. Aumento de los puestos de trabajo tanto en Europa como en ultramar. consecuencias políticas a la comunidad británica: Dio un respiro a los gobiernos sacudidos por la revolución. Hizo naufragar las esperanzas de los revolucionarios. Logró hacer entrar a la política en un período de hibernación. Terminó con el cartismo en Gran Bretaña. El 1857 se produce una interrupción en la edad de oro del capitalismo, que reanuda en la década de 1870 y tiene su auge entre 1871 y 1873. La política revive en tiempos de unificación entre los pueblos alemanes e italianos, que después de 1859 coincide con la expansión económica de 1851 a 1857 gracias a las políticas liberales tales como reformas constitucionales, libertades civiles, etc. En la primera mitad del siglo XIX hay un contraste entre el gran aumento del potencial productivo de la industrialización y su incapacidad para ampliar su base, por tanto, a pesar de que la industrialización creció mucho, no puedo ampliar el mercado para sus productos. En la mitad del siglo XIX hay un cambio en la energías de la época, que pasarían a ser ahora el humo y el vapor. Los Estados entonces, no podían mantenerse como grandes potencias si no contaban con industrialización. Sin tener en cuenta ahora su capacidad de generar puestos de trabajo, la industrialización capitalista creció dramáticamente, pero se mostró incapaz de ampliar el mercado para sus productos. Pero esos dos problemas no tendrán vía libre por dos motivos fundamentales (+2): En primer lugar, y gracias a la presión de su propio capital acumulado, la temprana economía industrial descubrió el ferrocarril. En segundo término, y en parte debido al ferrocarril, al buque de vapor y al telégrafo - Todo el mundo se convirtió en parte de esta economía. - Esta circunstancia fue crucial para el desarrollo económico porque sirvió de base a aquel gigantesco auge exportador - El capitalismo tenía ahora a su disposición a todo el mundo Hobsbawm agregara a estos dos motivos, dos más que se basan en las visiones de los contemporáneos:

Un tercer factor: los grandes descubrimientos de oro en California, Australia y otros lugares luego de 1848. Esto multiplico los medios de pago y brindó 3 consecuencias: 1. contribuyó, al origen de una época de precios en ascenso o de inflación moderada, aunque fluctuante 2. Los lingotes contribuyeron a crear un sistema estable basado en la libra esterlina 3. los buscadores de oro, crearon “mercados de la nada” intensificando la actividad económica del país. Un cuarto factor: fue la liberación de la empresa privada, motor que potenciaba el progreso de la industria. Esto se refiere a un momento en el cual economistas, políticos y administradores potenciaron una formular decrecimiento económico: el liberalismo económico.  Esquema histórico del gran “boom”: 1. En la década de 1850, inicio del esplendor económico. 2. La depresión de 1857, fue una pausa al crecimiento económico. 3. En 1860 incrementa a gran escala el desarrollo económico. 4. El gran esplendor alcanzó el auge en 1871-73. El texto “El Gran Boom” planteo que el mundo se hizo capitalista por una significativa expansión económica de los países desarrollados que se convirtieron en centros industriales. A pesar, de que estos países desarrollados fueron el auge económico, el resto del mundo quedó en el entorno económico, como productor de materia prima.Este capitalismo se refiere a una economía global donde, la competencia por el mercado, iba hacer frecuente en diferentes países. Ésta misma, llevó a una crisis económica de sobreproducción de productos en 1873. Pero la necesidad de recuperar el mercado era muy necesaria, esto hizo que la producción industrial se recupere con rapidez. Esta misma recuperación llevo a que los puestos de trabajo aumentaran, haciendo que tanto en Europa como en el ultramar los hombres y las mujeres emigraran en grandes cantidades. Simultáneamente la mano de obra resultó relativamente barata, debido a la cantidad de puestos de trabajos. Y los precios aumentaron en la bolsa de la compra, específicamente los cereales. No obstante el eje principal de esta expansión económica ha sido el ferrocarril, el acero y el hierro. ECONOMIA CAMBIA DE RITMO El período que se desarrolla entre 1875 y hasta 1914 está caracterizado por un gran dinamismo económico, en el que de advierten dos grandes fluctuaciones, una depresión y un rápido incremento en la economía mundial. Las depresiones más acentuadas se encuentran entre los años 1873 y 1890. Período en el que hubo:

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Depresión económica. Producción en constante aumento, aunque a un ritmo más lento. Se encontraba en juego la rentabilidad y no la producción del producto. Sector seriamente afectado: “la agricultura” por bajas rentas obtenidas. Y sumado a ello aparecen plagas que amenazan gravemente la producción. Migraciones: (campesinos) quienes no poseían o poseían tierras pobres preferían abandonar sus países, con la esperanza de estar un poco mejor. Algunos más afortunados pudieron acceder a créditos. El único país que no tuvo que preocuparse por la reacción del campesinado fue Inglaterra porque ya no los tenía. Época de: unión de sociedades para la compra de suministros, comercialización, y procesamiento cooperativa.

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Bajos precios (1873- 1896) algunos atribuyen a la escasez del oro – medio mayoritariamente utilizado para los intercambios comerciales. Los gobiernos comienzan a escuchar a sectores de interés y votantes. ( se pedían por protección a los productos nacionales)

La depresión económica de este período puso fin al dominio absoluto del liberalismo económico, al menos en lo que hace referencia a los artículos de consumo. Las tarifas proteccionistas comenzaron a aplicarse en Alemania e Italia s finales de 1870 y culminaron hacia 1890. Inglaterra de todos los países industriales fue el único que seguía defendiendo la libertad de comercio sin restricciones. Sus razones.

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Ausencia de un campesinado numeroso. Ausencia de un voto proteccionista importante. Era el exportador más importante de los productos industriales, de capital, de servicios como: financieros- comerciales- y de transporte  Además era el mayor importador de productos primarios del mundo y dominaba el mercado mundial de algunos de ellos. La industrialización y la depresión hicieron que creciera un grupo de rivales económicos, los beneficios de una parecían amenazar lo de otras. Salidas de la crisis: 1- Integración económica vertical y horizontal, concentración: vertical es cuando una empresa pasa a manejar todo, controla los costos (recorta sacando intermediarios) manejo del precio final. Horizontal es cuando compra la competencia ( o acciones) o en ultima instancia ponerse de acuerdo para manejar el mercado ( con la cartelización que tiene efecto sobre los precios y listas negras de trabajadores) La concentración avanzó a expensas de la competencia de mercado, las corporaciones a expensas de las empresas privadas, los grandes negocios y grandes empresas a expensas de las pequeñas, esta tendencia implicó una tendencia hacia el oligopolio, el cual fue indudable en las industrias pesadas, o en aquellas estrechamente dependientes de los pedidos del gobierno (como armamentos). 2- Racionalización empresaria y gestión científica de la producción: TAYLORISMO objetivo maximizar beneficios reduciendo tiempo ocioso. El padre de la gestión científica de la fábrica capitalista fue Taylor, sus principios fueron: -Aislar a cada trabajador del resto del grupo y transferir el control del proceso productivo a los representantes de la dirección. -Medir el tiempo y el ritmo de trabajo, una compensación sistemática de cada proceso en elementos componentes cronometrados. -Pagar salarios por productividad, sistemas distintos de pago de salario que supusiera para el trabajador un incentivo para producir más. 3- Imperialismo: El reino unido ya no podía mantener su posición hegemónica como “taller” del mundo. Que poseía hacia 1860. Creación de nuevas potencias que imitan el modelo británico. Imperialismo formal: colonias. Imperialismo semiformal: grandes empresas pasan a gobernar. Imperialismo informal: dependencia comercial. SEGUNDA REVOLUCION INDUSTRIAL: -Nuevas industrias: química, electricidad, petrolífera, siderúrgica.

-nuevas fuentes de energía: petróleo y electricidad. -mayor complejidad en el proceso de producción: mayor especialización de mano de obra, más obreros no calificados, más máquinas y herramientas. -Mayor magnitud de las empresas: tendencia a la concentración -mayor magnitud del capital involucrado: bancos -mayor tecnología: ciencia y nuevos procesos -nuevos liderazgo económico: Alemania y EE.UU.

Killick : revolución industrial en estados unidos Los EEUU disponían de una serie de ventajas que favorecían el desarrollo económico: una estructura política estable, educación y riquezas difundidas, una clase comercial agresiva y próspera, además de una serie de prácticas comerciales y de instituciones útiles. Pero también existían obstáculos: la mano de obra era cara debido a la existencia de una frontera abierta, el capital era escaso y los bancos eran prácticamente inexistentes y un deficiente sistema de transportes impedía la formación de un mercado nacional, la especialización regional y una economía de escala. A fines del siglo XVII, distintos acontecimientos favorecieron la superación de estos obstáculos e iniciaron el proceso de industrialización. La Independencia permitió a los colonos liberarse del monopolio comercial británico y crear un gobierno que propiciara la expansión económica. Las guerras desencadenadas con la Revolución Francesa (1793-1815) fueron un gran estímulo para el comercio. Pero fue la Revolución Industrial británica la que trajo mayores consecuencias, abrió un enorme mercado para la exportación de algodón en bruto y generó competencias entre los industriales americanos que los llevó a producir de manera más eficiente y a menor precio. Además, las técnicas industriales británicas llegaron rápidamente a América donde fueron perfeccionadas. La Revolución Industrial en Europa, además, generó un gran desplazamiento de población hacia América. A medida que los EEUU crecían económicamente, disminuyó la influencia europea y su expansión dependió cada vez más de la interacción de los diferentes sectores de su propia economía nacional. TRANSPORTES: A

comienzos del siglo XIX, el costo del transporte terrestre era elevado por las grandes distancias. Mayor importancia tenía el transporte fluvial. El Mississippi y sus afluentes permitían la vinculación de extensas zonas del Medio Oeste (MO) y del Sur (S), con la ciudad de Nueva Orleáns como nexo. Durante décadas este río sólo fue transitable mediante el uso de balsas. Recién desde 1811, con los barcos de vapor, se pudo remontar el río aguas arriba. Paralelamente, en el NE se inició la construcción de una serie de canales para vincular los distintos ríos y lagos, y lograr un acceso propio al O Los primeros ferrocarriles fueron construidos durante la década de 1830 en aquellas ciudades que tenían pocos canales y trataban de ampliar sus mercados occidentales. Hacia 1850 el FFCC alcanzó el MO y en 1860 ya había varias líneas en sentido E-O. La construcción de nuevas líneas se retomó después de la Guerra Civil (1860-1865), lográndose la primera línea transcontinental en 1869 Según J. Killik, las mejoras en el transporte fluvial producidas a comienzos del siglo XIX fueron el resultado y no la causa del creciente comercio. La colonización del MO fue por delante de los transportes, y los FFCC se construyeron para satisfacer una demanda ya existente. El sistema de transportes (canales y vías férreas) fue importante para desarrollar: • La industria metalúrgica y la fabricación de maquinarias absorbiendo una gran cantidad de mano de obra

• la empresa moderna (separación de propietarios, directores y trabajadores) • la expansión de los mercados de valores a partir de compra de acciones y bonos por parte de los pequeños ahorristas. NORDESTE: A principios del siglo XIX existía en el NE una serie de ciudades que contaban con un gran número de molinos harineros y de fábricas de madera; además estaban desarrolladas la industria de construcción de navíos y la pesquera El aumento de la inmigración y la mejora en los medios de transporte permitieron que las condiciones del mercado mejoraran para los productos textiles. El crecimiento de la industria textil “arrastró” al crecimiento a otras industrias (calzados, maquinarias textiles, relojes, máquinas de coser). El mercado interior se amplió y se unificó. Los países capitalistas europeos se expandían colonizando regiones lejanas; los estadounidenses se desarrollaron principalmente dentro de su país, concentrando esfuerzos en la explotación de sus inmensos recursos naturales. Las grandes industrias típicas de la Segunda Revolución Industrial se desarrollaron hacia el interior, en la zona de los Apalaches por la disponibilidad de materias primas (hierro y carbón) Al mismo tiempo, el crecimiento industrial del NE provocó la expansión de las ciudades más importantes. EL SUR: los estados del S fueron fundamentalmente agrícolas durante todo el siglo XIX, contribuyeron a la industrialización del NE. Las enormes exportaciones de algodón que se iniciaron hacia 1790, no solo generaron divisas sino que demandaron bienes y servicios que fueron proporcionados por el NE. Después de la Guerra Civil, los plantadores perdieron la capacidad de negociar su producción en pie de igualdad con los comerciantes del N. No obstante, desde 1880 se notaron algunos cambios: empezaron a surgir industrias vinculadas a los textiles y al tabaco y el nivel de vida de la población comenzaba a subir. EL OESTE: La industrialización desplazó las tierras colonizadas hacia el O. La colonización había comenzado a principios del siglo XIX. Luego de la Guerra Civil el movimiento colonizador se aceleró, coincidiendo con la construcción de las líneas férreas transcontinentales. La demanda de productos alimenticios, tanto en los Estados Unidos como en Europa occidental, fue el gran estímulo para la incorporación de nuevas tierras. La minería (oro) fue un factor más que estimuló el poblamiento en algunas zonas, como las montañas Rocallosas. ESTA ZONA ACTUO COMO fue una fuente de abastecimiento del E (pieles, oro, minerales, alimentos) a cambio de manufacturas, servicios y capitales; generó una demanda industrial que mantuvo el ritmo de las innovaciones tecnológicas (la construcción de ferrocarriles que continuó hasta 1890, incidió sobre la industria siderúrgica, que para esa época superó a la británica) Grandes llanuras cultivadas por pequeños propietarios. Minería, cuero, pieles. En zonas rocosas. Como producto de la industrialización, crecieron los ingresos per cápita. Sin embargo, esto oculta diferencias regionales y ocupacionales. Los agricultores del S, mayoritariamente negros, posiblemente empeoraron su situación con la obtención de la libertad y con el régimen de aparcería instalado luego de la Guerra Civil. En el Oeste por el contrario, el nivel de vida creció rápidamente. En el Lejano Oeste, los agricultores y mineros gozaban de altos ingresos desde un comienzo. En el Medio Oeste, la creciente industrialización y las mejoras introducidas en la agricultura contribuyeron a elevar las rentas: el aumento de la demanda y la mejora en los transportes llevó a los agricultores a invertir en mejoras de la maquinaria y aumentar la superficie sembrada. Los salarios pagados en la industria y en el comercio del Este aumentaron más que los salarios agrícolas. En 1830 la clase obrera industrial era pequeña y

capacitada, por lo que los empresarios tenían que pagar altos salarios para atraer trabajadores. Para 1900 la inmigración solucionó el problema de la falta de mano de obra.

De Vries, Jan: La economía de Europa en un período de crisis 1600-1750 Capítulo 1º Durante el siglo XVII se estanca la expansión del siglo XVI. En el siglo XVI se produjeron las rutas comerciales y en el siglo XVIII la revolución industrial por ende el siglo XVII fue un periodo de crisis.Este periodo de Crisis no fue tan asi, en algunos casos fue una etapa de oro, pero para otros la decadencia y “oscurantismo”. El siglo XVII los absolutismos limitan la economía local. Estancamiento demográfico en el siglo XVII. Pestes, enfermedades asolaron algunos sectores de Europa. La fuerza de trabajo se vio afectada en el campo, ya que no había producción y por ende se producía malnutrición y alimento insuficiente. España Italia Francia. En Crisis.// Semi crisis Inglaterra// edad de oro Holanda. Con la escases de grano, se comenzó a afectar la natalidad y por ende se afecta la mitad del siglo siguiente ya que no nace gente, la población se va a estancar. Cambios climáticos que potenciaron este proceso. Los países con colonias no supieron dominarlas, autosuficiencia de estas.Crisis comercial grandes cant. De productos bloquean las rutas comerciales. La guerra de los 30 años.La especulación monetaria afectaba a España Francia e Italia. 4 explicaciones para las crisis: 1 precios agrícolas en aumento. 2belicosidad de la época. Principal causante de la crisis. 3 los reyes no tenían para comprar la mercancía para sus ciudades por lo tanto reevaluaban la moneda como a ellos les parecía conveniente. No hay datos suficientes para esto 4 condiciones de Europa, institucionalmente para la limitación técnica de la producción. Agricultura: La sociedad europea del siglo XVII era una sociedad rural, esto es, que los estamentos privilegiados, los reyes, aristócratas y clérigos eran estamentos dependientes de la economía campesina. En este siglo, se trató en toda Europa de reorganizar la agricultura, aumentar el poder estatal y renovar las relaciones entre los campesinos y las clases superiores. En torno a la segunda década del siglo XVII, en casi todas las comarcas europeas crecía el grano como producto básico, y en las áreas más apartadas de las vías de comunicación y de los mercados urbanos, se tendía a la especialización de la cría de ganado. La labor a la que se enfrentaba la economía europea era tratar de incrementar la producción agrícola. El modo más directo de conseguirlo era a través de la extensión de la superficie de la tierra cultivable por medio de deforestaciones, pero no se disponía del capital requerido para ello. Así mismo, se podía aumentar la fertilidad del suelo, lo que implicaba una mayor cantidad de estiércol y un aumento en los rebaños que reducía a su vez la zona arable. El campesino conocía otras opciones como el llamado cultivo alterno, que mejoraba la fertilidad del suelo, y sabía también que podía aumentar la cantidad de estiércol extendiendo la tierra arable si encerraba el ganado en los establos y los cebaba allí. El campesino era conocedor de prácticas para aumentar la producción, sin embargo, se encontraba con un lastre añadido, puesto que las instituciones eran muy reacias a los cambios. Este es el caso de los propietarios de las tierras que temían que sus arrendatarios agotasen el suelo con demasiadas cosechas, así mismo, el dilema más serio lo constituían los campos comunales en los que la tierra se dividía en bandas, siendo una cantidad de ellas para cada cultivador. El uso de este suelo, además, estaba regulado por una asamblea de todos los labradores de la aldea. Esto suponía que para introducir una innovación agrícola, llegar a un acuerdo resultaba muy difícil y llevaba mucho tiempo. Incluso el propio campesino constituía la oposición ya que intensificar los cultivos significaba aumentar su jornada de trabajo. El campesino para cubrir las enormes presiones

económicas a las que estaba sometido, acentuadas durante los siglos XVII y XVIII, provocaron que el campesino tuviera que fijar un nuevo horizonte, hacia el mercado. Así mismo, como el crecimiento de la población se hizo más pausado, la demanda de bienes de consumo de primera necesidad aminoró, por lo que los precios bajaron; mientras que la demanda de productos agrícolas de lujo tendía a aumentar. Los cambios políticos y las presiones del mercado, muy diferentes según las circunstancias, hicieron que los estados europeos tomaran caminos divergentes en la agricultura, caminos buenos para unos y malos para otros. España: La agricultura española, había sido incapaz de cubrir las necesidades de la nación desde las tres últimas décadas del siglo XVI. El control real en los precios del grano ocasionó el desinterés del campesino en la producción de este producto, hasta el punto, de que en la década de 1590-1600 fue necesario importar grano. Estos controles se mantuvieron hasta 1756. Por otro lado, la producción de lanas, principal exportación española; se vio beneficiada por la Corona al prohibir ésta cerrar los campos para no perjudicar a los pastos. A cambio de estos privilegios, la Corona recibía una importante fuente de ingresos por parte de la aristocracia, que tenía en sus manos la cría de ovejas. No obstante, la lana fue perdiendo salidas en el comercio internacional y a finales del siglo XVII, los rebaños se redujeron a la mitad. Italia Sicilia era la región de Italia que producía un mayor volumen de cereales. El incremento de la población en el siglo XVI provocó a su vez el aumento de la demanda, lo que fomentó una deforestación masiva del suelo en beneficio de la tierra para cultivar. La nobleza, propietaria de la tierra, vivía lujosamente en Palermo y no se preocupaba de invertir capital para aumentar la producción sin agotar el suelo. Así mismo en Nápoles, se creó una clase de agricultores dedicados a los cereales y en el siglo XVII cuando cayeron los precios, se pusieron en una difícil situación y se endeudaron. La Iglesia y los grandes propietarios acumularon entonces grandes fincas dedicadas a la cría de ovejas. En el norte de Italia, Venecia, Lombardía y Piamonte disfrutaban a finales del siglo XVI de una agricultura intensiva basada en una fuerte demanda urbana y en grandes dosis de trabajo. Sin embargo, tras el colapso de las industrias urbanas italianas en el siglo XVII, se redujo la demanda de muchas de las especialidades agrícolas de esta región. En resumen, podemos decir que la agricultura italiana a partir de 1650 evolucionó hacia una posición menos orientada hacia el mercado y a una situación política y social más feudal. Alemania Occidental:, la diversidad social de los estados del oeste de Alemania, evitó la extensión de una agricultura en manos de la nobleza latifundista. Su agricultura, por tanto, se basaba en unidades de producción campesinas. Al término de la Guerra de los Treinta Años en 1648, Alemania cayó en un profundo caos monetario, los príncipes se esforzaron entonces en modelar regímenes absolutistas y desarrollaron una política de oposición al latifundio y de protección al campesinado. Estas medidas que beneficiaron a la población rural, las encontramos también en Francia, Países Bajos e Inglaterra, que crearon una clase sólida de grandes agricultores. Francia un grupo de agricultores compró tierras a los pequeños campesinos arruinados y se formó un grupo de grandes arrendatarios: los laboureurs, sin embargo, los campesinos siguieron explotados hasta finales del Antiguo Régimen. Inglaterra desde la Restauración, los grandes nobles se dedicaron a incrementar sus tierras que formaron grandes haciendas con una fuerza de trabajo libre. La estructura agraria inglesa tuvo su éxito en el aumento de la eficacia de la administración de las haciendas y la influencia de las familias adineradas de propietarios en momentos de precios agrícolas bajos. Pero, a pesar de todo, la revolución agrícola fue sobre todo el producto de los laboriosos agricultores. Inglaterra se convirtió en el mayor exportador de cereales en el siglo XVIII. El gobierno también fue responsable de esta revolución agrícola. En 1670, puso fin a la antigua protección al consumidor en el comercio de los cereales. Las famosas Corn Laws fueron dictadas para animar las exportaciones de cereales.

LA INDUSTRIA La caída de los precios del grano estimuló la demanda de productos de lujo como carne, bebidas, cultivos hortícolas y manufacturas. La situación llegó al extremo de que los productos de primera necesidad fueron los que más descendieron de precio. Por otro lado, los agricultores incapaces de reajustar sus sistemas de cultivos o de bajar sus costes de producción dieron lugar a una sustitución del trabajo agrícola por el industrial. Esta oferta barata de fuerza de trabajo provocó el desplazamiento de la industria al campo, ya que la industria urbana padecía de unos altos costes de producción. Las familias, entonces, dejaron de depender de forma primordial de la agricultura y pasaron a depender del trabajo asalariado y de la industria. Apareció entonces un modelo proletario de matrimonio precoz y altos índices de natalidad. Contribuyó también a estos cambios, la difusión de nuevos métodos (cambio tecnológico), las subvenciones y las medidas proteccionistas de los gobiernos y la expansión colonial. Esta fase de la industria, llamada proto-industrialización consiguió una reducción importante de los costos y un aumento de la oferta que puso los cimientos de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII. Así pues, la proliferación de la proto-industria vino a crear las condiciones necesarias como la concentración de capital y la creación de una fuerza de trabajo experimentada en el trabajo industrial, que prepararon el terreno para la transición a la producción fabril. La industria textil resultó ser la más afectada por la influencia de los comerciantes. En Inglaterra, la República Holandesa dominaba la producción de los new draperies (paños más ligeros de lana de pelo largo. Los años posteriores a 1630 fueron testigos de un enérgico esfuerzo por parte de Inglaterra por retomar los mercados extranjeros. Para los años 60 y 70, Inglaterra ya se había hecho con el mercado de los new draperies. Este éxito inglés hay que buscarlo en sus bajos costos de producción. EL COMERCIO A comienzos del siglo XVII, los europeos habían extendido ya sus rutas comerciales a casi todo el mundo y cuya pieza clave de esas rutas Sevilla. en la primera década del siglo XVII, las importaciones de metales de Sevilla descendieron, y se experimentó con emisiones de cobre, de tal manera, que Europa se vio sumida en una gran crisis económica en 1919-22. Esta crisis creó la oportunidad de establecer hegemonías basadas en el poder marítimo, una de ellas fue Holanda y otra Inglaterra. Inglaterra avanzó hasta conseguir el liderazgo comercial. Sus productos coloniales como el azúcar y el tabaco se convirtieron pronto en el sector más importante del comercio inglés junto con el de la lana. Como el despegue de la economía inglesa se produjo en las décadas de la segunda mitad del siglo XVIII, muchas veces los historiadores han supuesto que existe un lazo causal entre el comercio colonial ingles y su Revolución Industrial. LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL Y LA BURGUESÍA La burguesía, poco a poco, iba acumulando capital, pero existía una mala inversión. Especialmente en las ciudades de provincia, la burguesía era todo menos una clase que fomentaba la industria y el comercio, ya que su capital iba encauzado hacia un sector no capitalista e inerte, compuesto de tierras agrícolas y cargos administrativos. Lo más importante fue el constante esfuerzo por elevarse hacia las filas de la aristocracia; para ello, compraba un título o rango social con el cual esperaba vivir con el cobro pasivo de las rentas, en lugar de vivir de ingresos comerciales. EL ESTADO Muchos historiadores atribuyen la evolución de la vida económica durante este período (siglo XVII y XVIII) al mercantilismo: legislaciones aduaneras, guerras comerciales, reglamentaciones industriales, leyes sobre impuestos y manipulaciones monetarias, etc. Todo ello se identifica con una tendencia a la unificación económica del estado nacional para el enriquecimiento de la nación en su conjunto. La economía mercantilista dirigía pues su atención al impulso de la producción y exportación. Sin embargo, algunas medidas mercantilistas iban encaminadas al enriquecimiento de unos pocos y se crearon importantes oportunidades para la corrupción. También se dedicaban a atesorar metales preciosos como única finalidad.

Surgió, además, otro problema: el desempleo. Los cambios en el valor relativo del oro y la plata, los aranceles aduaneros y devaluaciones extranjeras influían en las existencias de moneda nacional que al disminuir, menguaban también la capacidad y la voluntad de los comerciantes de financiar la industria a domicilio con el escaso capital circulante. Este descenso en la inversión reducía el nivel global de empleo, con la consiguiente pobreza y marginación social. Inglaterra fue capaz de crear medidas para resolver este problema: prohibiciones a las exportaciones de materias primas y medidas proteccionistas encaminadas a sustituir las importaciones. Otro medio para acrecentar la riqueza de la nación era mediante el aumento de los impuestos, que como hemos visto, era el propósito de todo gobierno del siglo XVII. Esta presión fiscal hacía aumentar las oportunidades para la creación de distintos tráficos comerciales y de especialización. De esta forma el Estado, la fuerza militar y la economía privada podían cada uno de por sí estimular el crecimiento de los demás.

CONCLUSIÓN Sí lo consiguió Inglaterra, que tenía acceso a materias primas baratas, y tenía sus sectores industriales relacionados entre sí. Así mismo, los bajos costos de producción y el acceso a mercados extranjeros estimularon su industria nacional. En consecuencia, Inglaterra poseía la economía mejor preparada para dar comienzo a la Revolución Industrial.