Historia Secreta de las SS R Lumsden La Esfera de los Libros 2003.pdf

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H isto ria

se c r e t a d e l a s

Robin Lumsden

Traducción de Alejandra Devoto

Ια e/fera 0 de Io/ libro/

SS

Prim era edición: octubre de 2003

Q uedan rigurosam ente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier método o procedim iento, com prendidos la reprografía y el tratam iento informático, y la d istribución de ejem plares de ella m ediante a lq u iler o préstam o públicos. Título original: H im m lers B lack Order, Sutton Publishing, G loucestershire, FU © Robin Lutnsden, 1997 © De la traducción: A lejandra Devoto, 2003 © La E sfera de los Libros, S.L., 2003 Avenida de Alfonso XIII, 1, bajos. 28002 Madrid Teléf. : 91 296 02 00 Fax: 91 296 02 06 Pág. web: www.esferalibros.com El autor reclam a su derecho moral de ser identificado como el autor de esta obra

Diseño de cubierta: Compañía Fotografía de cubierta: Cedida por el autor Fotografías de interior: C edidas por el autor ISBN: 84-9734-131-7 Depósito legal: M. 37.630 -2003 M aquetación y Fotom ecánica: Star-Color Im presión: Cofás Encuadernación: Méndez Impreso en E spaña -Printed in Spain

ÍN D IC E

Introducción .......................................................................................

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O R ÍG E N E S Y P R IM E R A E T A P A ............................................

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LA A L L G E M E I N E - S S ................................................................... O rganización general de la Allgem eine-SS ................................. Las SS: obligaciones y condiciones de s e r v i c io .......................... La elite r a c i a l ....................................................................................... Los guardianes del E s t a d o ................................................................ El im perio industrial ........................................................................ La sociedad de las SS ........................................................................ Nobles antepasados .......................................................................... La generación siguiente ................................................................... La SS G e r m á n ic a ................................................................................ El simbolismo y el atuendo de la O rd en N e g r a .......................

41 41 82 112 136 167 179 189 204 217 230

LA W A F F E N - S S ................................................................................ O rígenes y organización de la W a ffe n -S S .................................... La W affen-SS en la g u e r r a ................................................................ U niform es de la W a ffe n - S S ..............................................................

271 271 290 333

Epílogo ..................................................................................................

413

Bibliografía

..........................................................................................

433

Indice a lfa b é tic o ..................................................................................

439

In t r o d u c c ió n

L

AS

SS

SO N

una de las organizaciones más conocidas y, sin embargo,

p eor com prendidas de la historia. Para casi todo el m undo no fue

más que el brazo arm ado del Estado nazi, cuyo único objetivo era subyugar m ediante el terror. E n consecuencia, siem pre se la identifi­ cará con los cam pos de concentración, las torturas y el exterm inio masivo y, p o r tal m otivo, está condenada a ser despreciada y detestada de form a casi universal durante las generaciones venideras. Sin embargo, ese lado oscuro no es más que una parte de la histo­ ria de las SS.Toda la saga es bastante más compleja y, en m uchos sentidos, resulta casi increíble. En diez años, las SS pasaron de ser una pequeña escolta no remunerada de un político insignificante a convertirse en una fuerza que dom inó las esferas raciales, culturales y profesionales del im perio más poderoso que se haya visto jamás en el continente europeo. Todas las dependencias policiales nacionales de los territorios ocupados estaban controladas por las SS, y una red de empresas monopolísticas brindaba a los centenares de fábricas de la organización acceso directo a sus propios mercados: el interno, el de materias primas y el de trabajo. Todo tipo de personas, desde agricultores y militares hasta profesores de universidad y aristócratas, acudieron a incorporarse a las SS para satis­ facer sus propios fines egoístas. E n el centro se encontraba H im m ler, un idealista am bicioso y despiadado. D esde el día en que asumió el m ando, H im m ler fue las SS y las SS fueron Himmler. El progreso de la organización quedó vincula­ do a la carrera de su Reichsführer, que fue consiguiendo un cargo im portante tras otro hasta que, en 1945, llegó a concentrar en su p er­ sona más poder que ningún otro hom bre, excepto H itler. Cada vez que H im m ler obtenía un cargo llevaba consigo a las SS, que se con­

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Historia secreta de las SS

virtieron a la vez en la base y el instrum ento de su fuerza. En el apogeo de su influencia, H im m ler fue jefe de la Policía, ministro del Interior del R eich, Reichski ter del NSDAP, m iem bro del Reichstag, com isiona­ do del R eich para la consolidación del germanismo, com andante en jefe del Ejército nacional, jefe del arm am ento militar y com andante de los grupos de ejército del R in y delVístula. D e hecho, él y sus SS con­ trolaron todas las fuerzas militares, paramilitares y policiales del frente interno alemán durante la segunda guerra mundial. Sin embargo, con su fatídica fascinación por la genealogía, el medievalismo y las tradiciones alemanas, el Reichsführer de las SS ejerció un control absoluto sobre un gigante que no era, para él, un vehículo político sino una orden racial. Por lo que respecta a H im m ler, las SS eran, en prim er lugar y por encima de todo, una familia multinacional, un clan nórdico que acabaría reuniendo a los pueblos germ ánicos de Europa para que nunca más volvieran a surgir conflictos entre ellos. H im m ler planeaba que, tras la conclusión victoriosa de la guerra, esa últim a gran guerra de exterm inio en la que las SS dem ostraran su valor m ediante Jos logros de sus propias unidades en los campos de batalla, él y sus sucesores fortalecerían esa orden, de la que saldrían los dirigentes de la industria, la agricultura, la política y las actividades del pensam ien­ to de una nueva Europa pagana, vigilada y protegida po r las SS. Por su parte, A dolf Hitler estaba satisfecho con dar rienda suelta a las fantasías de su leal seguidor puesto que para tratar a los posibles albo­ rotadores bastaba con amenazarlos, con «entregarlos a Himmler». Saber que el todopoderoso Reichsführer m erodeaba com o una especie de coco solía ser suficiente para que H itler no recibiera más que adulación de todos, salvo de los más decididos. E n consecuencia, se perm itió que las esperanzas y los sueños personales de H im m ler para las SS, p o r irreales que fueran, forjaran la evolución de toda la organización. Escribo este libro con la esperanza de aclarar algunas ideas falsas y dem ostrar que las SS tenían m uchas más facetas que las que en general se conocen. D entro de la propia Alemania, durante el Tercer R e ic h , las SS ocuparon un lugar único. Fueron tem idas, aunque tam ­ bién fueron respetadas de verdad y, en algunos casos, incluso reveren­ ciadas. Pertenecer a las SS estaba m uy bien visto, y los uniform es y el equipo, diseñados con tanto esmero para tratar de destacar a la nueva

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elite, en seguida se convirtieron en símbolos de prestigio dentro del joven im perio. N o habría que olvidar jam ás la poderosa influencia de las insignias y los uniform es cuando uno intenta encontrar respuestas a la pregunta, tantas veces form ulada, de por qué unos ciudadanos com unes, respetuosos de la ley, apoyaron alegrem ente a una organiza­ ción que hoy en general se considera crim inal.

Robín Lumsden Cairneyhill, marzo de Í9 9 1

O

L

r íg e n e s y p r i m e r a et a pa

O S O R ÍG E N E S D E

las SS están estrecham ente vinculados con los

acontecim ientos y las repercusiones de la prim era guerra m u n ­

dial, un conflicto épico que tuvo profundas consecuencias en A dolf Hitler, quien, después de vagar sin rum bo porV iena y M u n ich duran­

te años, de pronto descubrió su verdadera vocación com batiendo en el frente occidental. D esde el m ism o com ienzo, el ejército alem án, a diferencia del británico, apoyaba activam ente que sus suboficiales y sus soldados rasos tom aran iniciativas, de m odo que el Gefreiter H itler estaba más que habituado a tom ar decisiones en la línea del frente en su condición de «representante de un oficial». C o m o m ensajero de trinchera, tuvo que soportar el acoso p erm anente de las am etrallado­ ras británicas y francesas y recibió la C ru z al M érito M ilitar de Tercera Clase de Baviera y una m ención de su regim iento p o r su valor fren­ te al enem igo. Fue herido en dos ocasiones, fue víctim a del gas, p er­ dió la vista durante cierto tiem po y acabó con la C ru z de H ierro de Prim era Clase, una condecoración insólitam ente alta para un soldado raso, que llevó con orgullo hasta el día de su m uerte. C uando se paralizó la guerra de trincheras, A lem ania se dio cuen­ ta en seguida del potencial que suponía establecer unidades de elite de soldados de infantería cuidadosam ente seleccionados para actuar com o destacam entos de asalto y para atacar las trincheras. A p rin ci­ pios de 1915 se encom endó p o r prim era vez a u n oficial, el com an­ dante E ugen Kaslow, que evaluara un equipo experim ental com puesto p o r cascos de acero, arm adura y un nuevo cañón ligero. A tal efecto, fo rm ó u n p eq u eñ o destacam ento de asalto, que fue co n o cid o con el nom bre de Sturmabteilung Kaslow. A sus órdenes y a las de su sucesor, el H auptm ann W illi R o h r, el Sturmabteilung desarrolló nuevas tácticas

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Historia secreta de las SS

para introducirse en el sistema de trincheras del enem igo. A juzgar po r las operaciones de com bate en los Vosgos, que tuvieron lugar ese otoño, las ideas tenían sentido y, en enero de 1916 trasladaron el Sturmabteilung R o h r a Verdún. En ese m om ento, el destacam ento esta­

ba form ado por equipos de tres hom bres, llamados Stosstruppe (grupos de asalto), cuyo m étodo de ataque consistía en asaltar una trinchera po r el flanco. El prim ero de los tres iba arm ado con un instrum ento afilado y cortante y un escudo hecho con el soporte de una am etra­ lladora. A continuación venían el segundo hom bre, que llevaba las mochilas repletas de granadas con m ango de espoleta corta, y el tercero, que iba arm ado con un cuchillo, una bayoneta o un garrote. La téc­ nica de los Stosstruppe resultó tan eficaz que en seguida se form aron cierta cantidad de Sturmkompanie (compañías de asalto), que se incorpo­ raron a las divisiones de form a perm anente. E n 1918 la m ayoría de los ejércitos alemanes del frente occidental contaban con unidades ampliadas, conocidas com o Sturmbataillone (batallones de asalto), cada una de las cuales estaba form ada p o r una com pañía del cuartel gene­ ral, cuatro com pañías de asalto, una com pañía artillera de infantería, arm ada con los Sturm kanone de 37 m ilím etros, una com pañía de ametralladoras, un destacam ento de m orteros de trinchera ligeros y un destacam ento de lanzallamas. A las tropas de asalto, com o las llam aban sus adversarios británi­ cos, la prensa popular alem ana les concedió la categoría de héroes rom ánticos. A diferencia de los soldados de infantería com unes, pasa­ ban poco tiem po m erodeando por trincheras m ugrientas. Por el con­ trario, atacaban de improviso y después regresaban a la base con su inevitable alijo de prisioneros. N o sólo se publicaban inform es sobre sus ataques en los periódicos civiles sino tam bién en los de la línea del frente; incluso había uno que se llamaba Der Stosstmpp y contaba con una sección habitual titulada Stosstruppgeist (Espíritu de los grupos de asalto). Estos soldados de elite utilizaban una variedad de títulos emotivos, com o Sturmtruppe (grupos de asalto),Jagdkommando (grupos de cazadores) y Patrouillentruppe (grupos de ataque), tolerados todos p o r el Alto M ando. O ficialm ente estaba m uy m al visto que las tropas de asalto usaran insignias especiales, a pesar de lo cual en cada lugar se utilizaban distintas placas, en las que aparecían bayonetas, granadas de

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Tropas de los Freikorps en Múnich, el dos de mayo de 1919. Esta fotografía fue tomada por Heinrich Hoffmann, que llegó a ser el fotógrafo personal de Hitler, y muestra con toda claridad el emblema de la cabeza de la muerte pintado en el frente del vehiculo blindado.

m ano y cascos de acero. N o obstante, la insignia más popular que adoptaron los Stosstruppe fue la Totenkopf (la cabeza de la m uerte), una calavera sobre dos tibias cruzadas, que al principio usaba el personal del 3er R e g im ie n to de Zapadores de la R eserva de Guardia, una uni­ dad com puesta exclusivam ente por voluntarios, creada para m anejar los nuevos lanzallamas. La Totenkopf llegó a representar una actitud de desp reo cu p ació n frente al peligro constante y al e k v a d o n ú m ero de bajas. D el m ism o m odo que las tropas de asalto eran lo m ejor que podía ofrecer el ejército, las nuevas form aciones de elite de la naciente fuer­ za aérea alem ana eran los vuelos de los veloces cazas que escoltaban y protegían aviones más pesados com o los bom barderos y los aviones de reconocim iento. E n ocasiones, los cazas se agrupaban com o si fue­ ran fuerzas aéreas de choque, con el fin de atacar blancos terrestres, pero po r su papel fundam ental les dieron el nom bre de escuadrones de protección o Schutzstaffeln, o Schustas, para ser más breves. E ntre los

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Historia secreta de las SS

destacados m iem bros de los Schustas figuraban H erm an n G öring y E duard R itte r von Schleich, el llamado «caballero negro», que después fue com andante del SS-Fíiegersturmbann. H itler aprovechó las valiosas experiencias adquiridas en la p rim e­ ra guerra m undial m ucho después del cese de las hostilidades. D urante los prim eros días del m ovim iento nazi, para ocupar cualquier posición de liderazgo dentro del Partido N acional Socialista era imprescindible haber tenido un puesto de com bate en la línea del fiente entre 1914 y 1918; además, la organización y la term inología m ilitar tan estrictas que posteriorm ente utilizó el NSDA P surgieron directam ente del ser­ vicio al ejército de sus miembros. Los nazis adoptaron en seguida, para sus propios paramilitares, los térm inos Stosstrupp, Sturmabteilung y Schutzstaffel, que se habían utilizado para referirse a las fuerzas alemanas de p rim e­ ra en tierra y aire, aunque después adquirirían una im portancia total­ m ente distinta en los años de posguerra. E n noviem bre de 1918 Alemania se enfrentaba al desastre. H abían perdido la guerra, el káiser había abdicado y el gobierno se había des­ m oronado. D e hecho, las fuerzas armadas se habían desbandado y había grupos de soldados de izquierdas desmovilizados, sin ninguna perspec­ tiva, que vagaban p o r las calles clam ando p o r un alzam iento bolchevi­ que com o el que acababa de hacerse con el poder en Rusia. Además, el país se encontraba bajo la presión extrem a de los revolucionarios civiles espartaquistas y los insurgentes polacos am enazaban con inva­ dir la Silesia y los territorios del este del Báltico pertenecientes al R eich. Para hacer frente a todos esos peligros, algunas tropas de derechas, ansiosas po r defender a la patria y sus valores tradicionales, pero caren­ tes de u n ejército adecuado para hacerlo, form aron rápidam ente nue­ vas unidades de Freikorps. Esos grupos estaban inspirados en los Freiwilligenkorps (cuerpos de voluntarios) que desde la Edad M edia se

reunían en Alemania en tiem pos de crisis. C o m o seguían conservando sus uniform es de los tiem pos de la guerra, las armas y los m edios de transporte, se reunían en torn o a los héroes locales o a personalidades militares m uy conocidas. El m étodo habitual de reclutam iento consis­ tía sim plem ente en que un ex oficial hacía circular m aterial de lectu­ ra o colgaba carteles invitando a los antiguos soldados a acudir a un

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lugar determ inado, en una fecha determ inada, para incorporarse a su Freikorps. En m uchos casos se presentaban a miles, ansiosos p o r alistar­

se, con paga o sin ella. Además de la promesa de acción, un gran atrac­ tivo era el hecho de que en los Freikorps la disciplina era m uy laxa en com paración con la del ejército imperial. Por lo general, se llamaba a los oficiales por su nom bre de pila y los soldados rasos sólo tenían que hacer el saludo m ilitar a aquellos oficiales a los que respetaban o adm i­ raban en persona. Los soldados apenas prestaban atención a las órdenes formales que em anaban del débil gobierno provisional y brindaban toda su lealtad al' com andante de su Freikorps, a quien llamaban Führer (líder). Para esos soldados que nada tenían, sus unidades y sus camara­ das se convirtieron en su hogar y su familia. El Estado necesitaba desesperadam ente militares entrenados para ejercer el control y los filibusteros de los Freikorps le proporcionaron la m ano de obra experim entada en el m om ento oportuno. C o n la intención fundam ental de im pedir que Alemania se convirtiera en un régim en bolchevique, sofocaron disturbios, m antuvieron el orden en las calles, protegieron los edificios públicos y se convirtieron en pilares de la ley hasta que fueron disueltos, en 1919, al m enos sobre el papel, po r el tratado de Versalles, que estableció las condiciones para crear el R eichsw ehr, el ejército reconstituido y m ucho más reducido de la R epública de Weimar. Los m iem bros de los Freikorps que no fueron aceptados otra vez en el nuevo ejército trataron de ingresar en grupos paramilitares de derechas, com o el Stahlhelm y la Reichskriegsflagge de los nacionalistas, la Jungdeutscher Orden y la Organisation Rossbach. E ntre esos hom bres figuraban el propio H im m ler y los futuros generales de las SS, K urt Daluege, «Sepp» D ietrich, R ein h ard H eydrich, F riedrichW ilhelm Krüger, Karl W olff y U d o von W oyrsch, además de m uchos otros. E n total, durante el período com prendido entre 1919 y 1920 existieron alrededor de doscientas cincuenta unidades de Freikorps, com puestas por más de setenta m il hom bres. C rearon su propia serie de medallas, distintivos e insignias, entre los que destacaban la esvás­ tica de la Brigada E hrhardt y la cabeza de la m uerte, tom ada de las tropas de asalto imperiales. E ntre los Freikorps que se sabe que usaron la Totenkopf en sus cascos y vehículos figuran los siguientes:

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a) E l Freikorps Driissow Esta unidad, al m ando del teniente Hans Briissow entre enero y abril de 1919, estaba form ada por mil doscientos hombres; posteriorm ente se convirtió en el 4o R egim iento de Infantería del Reichswehr. b) La División Eiserne Esta unidad, que tenía la fuerza de una brigada, una de las más famosas de todos los Freikorps, al m ando del com andante Bischof}', realizó intensos ataques en la zona del Báltico entre noviem bre de 1918 y febrero de 1920. Al mes siguiente fue licenciada, ju n to con la B rigada Erhardt, po r su participación en el Kapp Putsch derechista de Berlín. Sus veteranos fueron bien recibidos en las SS pocos años después. c) Las subanidades de la División Eiserne, en particular las siguientes: Bei ithener Selbstsch u tz - Kompanie Freiwilligen Batterie Zenetti Freiwilligen Jägerkorps Goldingen KurUindisches Infanterie-Regiment Ostpreussisches Jägerkorps Selbstschutz Bataillon Begerhojf Selbstschutz Bataillon Generalfeldmarschall von Hindenburg Selbstschutz Oberschlesien Freikorps Tilsit.

d) E l Freikorps Erlangen Esta unidad, del tamaño de un batallón, existió de abril a junio de 1919 y estuvo al m ando del general de division Engelhardt. Se incorporó al 47° Regim iento de Infantería y al 42° Regim iento de Artillería del Reichswehr. e) E l Freikorps Gerth Esta form ación, al m ando del teniente G erth entre abril y ju n io de 1919, estaba constituida p o r 625 hom bres y fue absorbida por el 40° R egim iento de Infantería del Reichsw ehr.

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f) E l Destacamento de Minenwerfer Henschkel U na unidad de tropas de asalto veteranas, con m orteros cié trin ­ chera, curiosam ente encabezada por un suboficial, el Feldwebel Heuschkel. g) E l Destacamento de Freiwilligen Von Schauroth U n núm ero reducido de antiguas tropas de asalto, reunidas al m ando de su antiguo oficial, el com andante Von Schauroth. Por su relación con estas unidades, la cabeza de la m uerte, que durante la guerra ya había sido insignia de osadía y abnegación, se con­ virtió entonces en un símbolo del tradicionalismo, el antiliberalismo y el antibolchevism o, un em blem a ideal para la em brionaria elite nazi. En diciem bre de 1918 dieron el alta a A dolf H itler en el hospi­ tal m ilitar de Pasewalk, cerca de Stettin, donde se recuperaba de una intoxicación de gas. Se ofreció com o voluntario para hacer guardia en un cam po de prisioneros de guerra en Traunstein, pero en enero de 1919 ya no quedaban más prisioneros. Sin saber qué hacer, aunque todavía de uniform e, H itler se dirigió a M ú n ich y se in co rp o ró al Freikorps bávaro, form ado p o r un héroe de guerra, Franz R itte r von

Epp, para liberar a la ciudad de su nuevo gobierno marxista; lo consi­ guió con gran derram am iento de sangre. Em pezaron a surgir grupos nacionalistas en toda Alemania con el objeto de librar al país de los «traidores de noviembre», que habían traí­ do la desgracia de una paz impuesta, y de los comunistas, que ante todo eran leales a Rusia. Los nacionalistas procedían de todos los niveles de la sociedad y en el extrem o inferior de la escala social m um quesa se encontraba el minúsculo Partido de los Trabajadores Alemanes de A nton Drexler, a una de cuyas reuniones asistió H itler com o observador mili­ tar el doce de septiembre de 1919. Se trataba de una agrupación que congregaba a los intelectuales racistas para combatir, m ediante la discu­ sión, la influencia marxista y la «infiltración judía» en la clase trabajado­ ra. Según ellos, los judíos eran los principales responsables de la revolu­ ción popular roja, y m encionaban el hecho de que todos los líderes del m ovim iento izquierdista, com o Karl Liebknecht, R osa Luxemburg, K urt Eisner y los demás, eran judíos. H itler com probó que las ideas de

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D rexler eran similares a las suyas. Se afilió al partido y, po r su enérgica personalidad y su capacidad de oratoria, prácticamente asumió el con­ trol desde el principio, le cambió el nom bre por el de Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (Nationalsozialistische Deutsche A rbeiterpartei o NSDAP) y le proporcionó u n program a nacionalista, antisemítico y anticapitalista ya que, hasta ese m om ento, no poseía más que un vago conjunto de ideales. Los discursos de H itler en seguida encontraron amplio eco en las filas de los Freikorps, de cuyas unidades salieron los prim eros numerosos seguidores del nuevo Führer nazi, El Hauptmann Ernst R ohm , ayudante de Von Epp, que también encabezaba su propio lleichskriegsßagge Freikorps, enviaba a H itler sin cesar oficiales, suboficiales y soldados. Siguiendo el ejem plo de los comunistas, H itler com enzó a alquilar cam iones y a llenarlos con m iem bros del partido que recorrían ruidosam ente las calles para dirigirse a algún m itin. La diferencia era que, m ientras que los comunistas llevaban ropa de lo más variopinta, los nazis, en su mayoría ex soldados, iban sentados m uy erguidos, llevaban los elegan­ tes uniform es de los Freikorps y parecían la personificación de la reins­ tauración de la ley y el orden, de m odo que a su paso siem pre eran ovacionados. El objetivo principal de H itler a esas alturas era sustituir los pequeños grupos de discusión del partido p o r m ítines masivos, el p ri­ m ero de los cuales, celebrado en la Festsaal de la Hofbräuhaus de M ú n ich el veinticuatro de febrero de 1920, atrajo a casi dos m il p er­ sonas. E n tan auspiciosa ocasión, en la que se estableció el program a del NSDAP, los supervisores fueron un grupo de Zeitfreiwilligen (voluntarios tem porales), arm ados con pistolas y vestidos con el uni­ form e gris de cam paña del R eichsw ehr de M únich, al que estaban adscritos. Es posible que dichos partidarios fuesen m uy cordiales, pero no cabe duda de que no m anifestaban una lealtad sin lím ites hacia el nuevo m ovim iento, de m odo que, a finales de 1920, se estableció una form ación nazi, regular y perm anente, llamada la Saalschutz (guardia de sala), para proteger a los oradores en las reuniones del NSDAP. Sin em bargo, la Saalschutz duró poco tiem po, porque en 1921 se am plió y se consolidó en un cuerpo nuevo, la Sturmabteilung o S A . D e ello se encargaron R o h m y u n antiguo teniente de la M arina, H ans-

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U lrich Klintzsch, que crearon la SA com o un nuevo Freikorps para m achacar a los rojos y eludir a los adversarios en los m ítines políticos. M ientras que la Saalschutz había sido diseñada para defender, la SA servía para atacar. Sin embargo, m ientras la SA estuvo afiliada al par­ tido, al principio no se puso bajo la autoridad personal de H itler, p o r­ que sus miembros apenas respetaban la diplomacia de la política. R ecibía órdenes de su propio Führer, el autodesignado com andante en jefe Oberstleutnant H erm an n K riebel, que opinaba que «lo m ejor que

podían hacer los políticos era callarse la boca». Limitada al principio a M únich, la SA realizó su prim era incursión im portante fuera de la ciudad cuando, del catorce al quince de octubre de 1922, participó en un «día de Alemania», en C oburgo, que acabó en una batalla campal con los comunistas que controlaban la ciudad. Los ochocientos h o m ­ bres de la SA que estuvieron presentes, la casi totalidad de los m iem ­ bros del Sturmabteilung, consiguieron rom per el control que ejercía el Frente R o jo sobre C oburgo, y la cobertura del incidente p o r parte de la prensa dio a conocer el nom bre de H itler a un público más amplio. El p rim er m itin nacional del N SD A P se celebró el veintiocho de enero de 1923, cuando alrededor de seis m il hom bres de la SA recién reclutados desfilaron ante H itler, que entregó estandartes a los cuatro prim eros regim ientos com pletos de la SA, llamados «M ünchen», «M ünchen II», «Nürnberg» y «Landshut». Al mes siguiente ya había suficientes voluntarios para form ar un quinto regim iento y, para tra­ tar de controlar m ejor una organización que crecía con tanta rapidez, H itler puso al fiente a otro político, un antiguo as de la aviación, el H auptm ann FI erm ann G öring G öring aportó su prestigio com o gran

héroe de guerra, el últim o com andante del escuadrónV on R ich th o fen , vencedor en veintidós com bates aéreos y poseedor de una de las m áximas condecoraciones alemanas al valor, la orden «Pour le M érite». Sin em bargo, era holgazán y perm isivo p o r naturaleza. La verdadera fuerza im pulsora de la SA siguió siendo R o h m , que co n ti­ nuó utihzando sus vinculaciones con el ejército y los Freikorps para proporcionar armas a la SA. D e m odo que, a pesar del no m b ram ien ­ to de G öring, en 1923 la SA distaba m ucho de ser sumisa. Su inde­ pendencia, defendida p o r los antiguos dirigentes de los Freikorps,

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obligó a Hitler a establecer una pequeña fuerza al m argen de la SA que fuera totalm ente leal a su per­ sona. Así fue cóm o nacieron las SS. E n m arzo de

1923 H itler

ordenó la creación de una escolta con sede en M unich, conocida com o la Stabswache, que com ­ prendía a doce antiguos camara­ das que hicieron un ju ra m en to de lealtad a su persona y no tenían nada que ver con los dirigentes de los Freikorps ni con la SA. Dos meses después, utilizando los cua­ dros de la Stabswache, nació el Stosstrupp A d o lf H itler, com pues­

to po r un centenar de hom bres, Hermann Göring como comandante en jefe de la SA, 1923. Obsérvese el casco de acero de la Brigada Ehrhardt, con la esvástica, y la orden «Pour ie Mérite» en el cuello. El grado se indica mediante las franjas anchas del brazalete.

totalm ente equipado con unifor­ mes de estilo m ilitar y con dos cam iones. El Stosstrupp adoptó en seguida la cabeza de la m uerte com o em blem a distintivo y se puso a las órdenes del Ilauptm ann

Julius Schreck y del teniente Josef B erchtold, ambos veteranos de la Brigada Ehrhardt. Su cuartel general estaba situado en el bar Torbräu, donde se reunían los prim eros m iem bros de la escolta de H itler, des­ tinados a m antenerse fieles a él de form a p erm anente y a seguir su cam ino subiendo po r la escala política. Entre ellos figuraban «Sepp» D ietrich , U lrich Graf, R u d o lf Hess, E m il M aurice, Julius Schaub y C hristian W eber. H itler se dio cuenta en seguida de que la volátil situación de 1923 era algo transitorio y decidió aprovecharla al m áximo. Calculó que su SA y sus aliados de los Freikorps podían tener finalm ente la fuerza necesaria para hacerse con el poder en Baviera y, con suerte, para m ar­ char desde M unich sobre Berlín y alcanzar el triunfo definitivo. Desde 1918 se habían producido en Alemania golpes similares, con distintos

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Hombres de la SA, con su variedad de prendas militares y civiles, se congregan en Oberwiesenfeld antes de asistir al desfile del Día del Trabajo, en Munich, el uno de mayo de 1923. Esos acontecimientos solían acabar en enfrentamientos callejeros entre nazis y comunistas, por eso se distribuyen rifles.

El Stosstrupp Hitler se dirige a festejar el día de Alemania en Bayreuth, el dos de septiembre de 1923. Josef Berchtold aparece apoyado en la cabina, junto a Von Salomon y a Ulrich Graf. Julius Schreck, con gafas, aparece sentado a la izquierda en la primera fila.

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grados de éxito, y los fascistas a las órdenes de M ussolini acababan de hacerse con el poder en Italia tras m archar sobre R o m a. A com ienzos de noviem bre se puso a los quince mil hom bres de la SA en estado de m áxim a alerta y, de pronto, el día ocho de ese mes se presentó una oportunidad adecuada. Ese día, los tres hom bres más poderosos de Baviera, el prim er ministro Von Kahr, el com andante del ejército local Lossow y el jefe de policía Seisser, asistían a un m itin político en el Burgerbräukeller de M únich, donde un escuadrón de hom bres armados no tendría dificultades para capturarlos. El Reichskriegsflagge Freikorps celebraba una reunión «social» en la cervecería A ugustiner cuando su com andante, R o h m , recibió órdenes, en su calidad de SA, de apode­ rarse del M inisterio del Reichsw ehr, en la Leopoldstrasse. Sus tropas par­ tieron de inm ediato, encabezadas por u n joven ex cadete del ejército, H einrich H im m ler, que portaba una bandera de guerra im perial, el estandarte de la unidad que llevaba su nom bre. M ientras tanto, unos

Un grupo del Reichskriegsflagge Freikorps detrás del Ministerio de Guerra bávaro, el nueve de noviembre de 1923. De izquierda a derecha, en primer plano, se encuentran Weickert, Kitzinger, Himmler (con la bandera de guerra imperial), Seidel-Dittmarsch y Rohm.

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hom bres arm ados de la SA rodearon el B urgerbräukeller y H itler hizo arrestar a Von Kahr, Lossow y Seisser y los encerró en una habitación contigua. Sin embargo, consiguieron escapar y se apresuraron a orga­ nizar la resistencia al putsch nazi. La m añana del nueve de noviem bre, las unidades del ejército regu­ lar, convocadas por Lossow, rodearon a la fuerza principal de la SA al m ando de R o h m , que se encontraba en el M inisterio de G uerra. H itler y G oring organizaron una colum na de rescate com puesta por dos mil hom bres de la SA y, acom pañados p o r el ex general Erich Ludendorff, m archaron por las calles de M unich. Se toparon con el prim er cordón de la policía de Seisser en el puente Ludw ig, pero lo pasaron p o r alto. Sin embargo, no pudieron hacer lo m ism o con el segundo cordón policial, en el extrem o de la O deonsplatz. Se encon­ traban en un punto estratégico, en el exterior del m o n u m en to a los caídos de la Feldherrnhalle, y estaban decididos a no retirarse. U lrich Graf, que estaba presente,junto con el resto del Stosstmpp A dolf H iüer, para proteger a su Führer, salió y le gritó al oficial de policía que esta­ ba al m ando: «¡No disparen! ¡Está aquí Su Excelencia Ludendorff!» Pero se trataba de la policía, no del ejército, y el nom bre de L udendorff no produjo ningún efecto mágico. Se oyó una descarga cerrada. Joseph B erchtold se desplom ó bajo una lluvia de balas. Andreas Bauriedl, p o r­ tador del estandarte con la esvástica, agonizaba, em papando con su san­ gre la bandera; la recogieron rápidam ente, hecha jirones, y la hicieron desaparecer, conservándola piadosam ente com o la famosa Blutfahne (la enseña sangrienta). H itler había trabado su brazo izquierdo con el derecho de su confidente, M ax E rw in von Scheubner-R ichter, y, cuan­ do éste cayó herido de m uerte, arrastró a H itler al suelo con él. E n ese instante, U lrich G raf se arrojó encim a de su líder y de inm ediato lo acribillaron una docena de balas que, de lo contrario, habrían m atado a Hitler. G raf sobrevivió, no se sabe cóm o. M urieron dieciséis nazis y los demás se dispersaron o fúeron capturados, pero el Stosstmpp había cum plido con su obligación principal: m antener vivo a Llitler. Los dis­ paros en el exterior de la Feldherrnhalle acabaron finalm ente con la era de los Freikorps, que había com enzado exactam ente cinco años antes, con la revolución de 1918. H abía acabado el tiem po de los com batien­ tes y com enzaba el de los políticos.

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En lugar de perjudicar a la causa del partido y a su líder, el revés sufrido en el putsch de M u n ich y el posterior encarcelam iento de H itler sólo sirvieron para darles más publicidad. Sin embargo, todavía tenían m uchos problemas p o r delante. Después del putsch, el N SD A P fue prohibido y se disolvieron la SA y el Stosstrupp. Los líderes nazis que lograron salvarse del arresto huyeron a otros estados alemanes, donde quedaban fuera del alcance de la legislación bávara. Los refu­ giados procedentes de M u nich establecieron sus propias unidades clandestinas de la SA, con el n om bre de Frontbanne, sobre las que ejercían el control absoluto L udendorff y su lugarteniente, A lbert von Gräfe. El más num eroso era el Frontbann N ord , cuyo centro giraba en to rn o a Berlín, al m ando de K urt D aluege. H itler, encerrado en p ri­ sión con sus escoltas, m ientras escribía M ein Kampf, se dio cuenta de que una insurrección arm ada contra u n gobierno que contaba con la lealtad tanto de la policía com o del ejército estaba condenada al fra­ caso. Por consiguiente, decidió utilizar sólo m étodos legales en su lucha po r el poder. Al salir de la prisión de Landsberg, el veinte de diciem bre de 1924, H itler com enzó a reconstruir su partido y en febrero de ¡925 el N SD A P se había reorganizado y se había reactivado la SA. El político H itler prohibió entonces, rotundam ente, que la SA portara armas o que funcionase com o una especie de ejército privado. Su única finali­ dad era elim inar de las calles a sus enemigos políticos, un papel contra el que protestó enérgicam ente R o h m , que concebía la SA com o un ejército de ciudadanos capaz de reafirmar y, en últim a instancia, de sus­ tituir al R eichsw ehr. El desacuerdo entre ambos se volvió tan intenso que al final R ö h m renunció al partido y se m archó de Alem ania para ocupar el cargo de asesor m ilitar en Bolivia. Su trabajo com o jefe del Estado M ayor de la SA recayó en el antiguo líder del Freikorps, Franz Felix Pfeffer von Salomon, pero este no gozaba de la confianza de H itler, de m odo que R ö h m se reincorporó en una posición más fuer­ te que nunca. fin abril de 1925 H itler form ó una nueva escolta al m ando de Schreck, Schaub y sus demás favoritos del Stosstrupp. Esa escolta, que contaba con el auspicio del alto m ando de la SA, fue conocida p ri­ m ero com o Schutzkom mando y después com o Sturmstaffel, pero el

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nueve de noviem bre, probable­ m ente po r sugerencia de G öring, adoptó el nom bre del viejo escua­ drón de cazas de Schlitzstaffel, que no estaba sujeto a ninguna de las prohibiciones gubernam entales ni se identificaba con ninguna de las tradiciones de los Freikorps. La «Schutzstaffel der NSDAP» se hizo conocer en seguida com o las SS. Desde el principio quedó claro que las SS, a diferencia de la SA, no llegarían a ser nunca una organi­ zación de masas. En septiembre de 1925 Schreck envió una circular a todos los grupos regionales del NSDA P pidiéndoles que formaran una escolta local, cuya fuerza se fijaría en un jefe y diez hombres. Así nacie­ Unos hombres de las recién formadas SS despliegan orgullosos un Feldzeichen del NSDAP a finales de 1925. Obsérvese la increíble variedad de atuendos, en particular las extrañas gorras con la inmensa insignia del águila, y el surtido de hebillas para el cinturón.

ro n

los

llamados

Zehnerstaffeln

(grupos de diez), a los que no podía pertenecer cualquiera, porque ya se habían sembrado las semillas del elitismo. Los interesados debían tener entre vemücinco y treinta y cinco años, tener dos padrinos, estar regis­

trados por la policía com o residentes por lo menos durante cinco años y ser sobrios, disciplinados, fuertes y sanos. N o se admitía a los aficionados a la bebida y al cotilleo. El motivo era muy sencillo. H itler y sus seguidores comenzaban a viajar fuera de Baviera en su incesante campaña para increm entar el núm ero de afiliados al NSDAP. Empezaban a aventurarse a entrar en zonas donde la lealtad a los nazis era local, más que al propio Hitler. El Führer necesitaba una pequeña escolta, elegida con sumo cuida­ do, en la que pudiera confiar dondequiera que fuese. Las SS tuvieron su prim era oportunidad de distinguirse en Chemnitz, en Sajonia, al final de ese año. Se atrevieron a celebrar un mitin público en ese territorio de los

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rojos, pero el audaz golpe de H ider demostró estar justificado. Previendo dificultades, Schreck reunió a cincuenta hom bres de las SS procedentes de Chem nitz, Dresde, Wauen y Zwickau. Tuvieron que enfrentarse a varios centenares de contramanifestantes armados con barras de hierro y cuchillos. Las SS les dieron tal lección de lucha callejera que, a partir de ese m om ento, los mítines de I Iitler en esa región no encontraron casi ninguna oposición. E n abril de 1926 Schreck fue nom brado escolta personal y cho­ fer del Führer, y resurgió Jo sef B erchtold para asum ir el m ando de las SS, que entonces incluían unos mil hom bres. E n el segundo aniver­ sario del putsch de M ú n ich se había proclam ado oficialm ente la exis­ tencia de las SS en una cerem onia celebrada en el exterior de la Feldherrnhalle y, en la prim avera de 1926, se form aron p o r lo m enos setenta y cinco Schutzstaffeln po r todo el país. Se creó una nueva SSOberleitung y B erchtold se proclam ó a sí m ism o Reichsführer de las SS.

El cuatro de julio, en un gesto que simbolizaba su intención de que las SS se convirtieran en el auténtico custodio de los valores nazis, H itler les entregó solem nem ente la custodia de la Blutfahne del putsch de M ú n ich y n o m bró a Jakob G rim m inger, del destacam ento de las SS en M únich, portador oficial de la Blutfahne en todos los rituales espe­ ciales del partido a partir de ese m om ento. Sin em bargo, a pesar del aum ento de sus hombres y de su prestigio teórico, las SS siguieron siendo una organización limitada, subordinada a la SA. C uando Von Salomon trató de absorberla por completo, en marzo de 1927, Berchtold renun­ ció y fue sustituido po r su lugarteniente, Erhard H eiden, que logró con­ servar su autonom ía parcial. Sin embargo, la SA siguió observando con envidia la expansión de las SS, y los comandantes locales de la SA utili­ zaron sistemáticamente a las SS que tenían bajo su m ando para desem­ peñar las tareas más degradantes, com o distribuir panfletos propagandís­ ticos y conseguir suscriptores para el periódico del partido, el Völkischer Beobachter. A finales de 1928 la moral de las SS era la más baja de todos

los tiempos y apenas contaba con 280 miembros. El seis de enero de 1929, H eiden, abatido, renunció a su cargo honorífico de Reichsführer de las SS a favor de su joven y tím ido lugarteniente Fleinrich Himmler. Los dirigentes de la SA se pusieron contentísimos: una persona tan insigni­ ficante no representaba ninguna amenaza y era el hom bre indicado

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para com andar las SS y para garantizar que siguieran subordinadas a la SA. Iban a llevarse una gran sorpresa. N o había el m enor indicio de la futura grandeza de H im m ler en 1929. El nuevo dirigente de las SS era pálido, afable y mojigato, llevaba gafas y ya empezaba a tener entradas en la frente. Había nacido el siete de octubre de 1900, pertenecía a la m ejor sociedad bávara y recibió el nom bre de su padrino, el príncipe Enrique de Baviera, de quien era tutor su padre, que era profesor. Había recibido con entusiasmo el esta­ llido de la prim era guerra m undial y se enroló com o cadete en el 11° R egim iento de Infantería de Baviera, en enero de 1918. Sin embargo, le enviaron al frente justo cuando se firm ó el armisticio y no intervino en ninguna acción, algo que siempre lam entó. El diecisiete de diciem ­ bre de 1918 H im m ler fue dado de baja del ejército, aunque conservó sus vinculaciones militares al incorporarse al Oberland Freikorps en 1919. Se diplom ó en agricultura en 1922 y consiguió trabajo com o ayudan­ te técnico en una empresa de fertilizantes, con lo que pudo ver cóm o su salario se reducía a la m itad en un solo mes, a causa de la inflación. En agosto de 1923 H im m ler se afilió al NSDAP y, dos meses después, se enroló en la Reichskriegsflagge de R o h m y participó en el putsch de M unich, con lo que perdió el empleo. Tras la disolución del partido se encargó de reorganizar el NSDAP en la Baja Baviera para preparar las elecciones de 1924. D edicó buena parte de su tiem po a recorrer el campo en una vieja motocicleta, adoctrinando a los lugareños. H im m ler en seguida se hizo conocido en círculos nazis por su energía, su entu­ siasmo y su capacidad de organización y, el doce de m arzo de 1925, H itler le llamó para nom brarlo Gauleiter (jefe de distrito) de la Baja Baviera. Fue uno de los prim eros en incorporarse a las SS al final de ese año y en 1926 era responsable de la propaganda nazi en toda Alemania, directam ente a las órdenes de Hider. Después de convertirse en el socio directo del Führer, H im m ler insistió en plantear que las SS debían ser una fuerza de elite dentro del partido, absolutamente fieles a Hider. En una época en la que la SA se estaba volviendo cada vez más díscola ese con­ cepto resultaba atractivo, de m odo que H itler accedió a nom brarlo Reichsführer de las SS para suceder a 1 leiden.

E n abril de 1929 H im m ler convenció a H itler y a Von Saloinon para que aprobaran un plan de reclutam iento que pretendía convertir

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Protegido por hombres de las SS, el tesorero del NSDAP, Franz Xaver Schwarz (a la izquierda, con abrigo), contempla un desfile en su ciudad natal, Günzburg, en septiembre de 1929. Himmler es el que se encuentra más próximo a la cámara y su posición de jerarquía como Reichsführer de las SS se manifiesta tan sólo en las tres franjas blancas de su brazalete.

a las SS en un auténtico cuerpo de elite. A diferencia de la SA, que aceptaba a todos los postulantes, para las SS sólo se aceptaban candida­ tos m uy selectos, partiendo sobre todo de su disciplina voluntaria. A unque no existía ninguno de los requisitos raciales que se im pusie­ ron más adelante a los reclutas, los prim eros hom bres de las SS tenían que dem ostrar que estaban dispuestos a realizar cualquier sacrificio, en una acción más individual que de grupo. E n ese tiem po, los reclutas tenían que com prarse su propio uniform e, que llegaba a costar cua­ renta marcos, u n gasto considerable para un desem pleado y u n factor suficiente para desanim ar a m uchos. Sin em bargo, el alto nivel perso­ nal resultaba m uy atractivo para los ex com batientes y los jóvenes nacionalistas, y los veteranos de los Freikorps tam bién se presentaron com o voluntarios en gran núm ero. A comienzos de 1930, las SS habían vuelto a alcanzar los mil hom bres, lo que preocupaba aV on Salom on. D e todos m odos, seguían subordinadas técnicam ente al alto m ando de

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la SA, a pesar de que I Iitler había dispuesto que ningún oficial de la SA estaba autorizado para dar órdenes a las SS durante sus obli­ gaciones cotidianas. Mientras las SS crecían sin parar, la SA se fue desacreditando por com pleto. Su única finalidad era ser una organización masiva de personas que luchaban en las calles a tavor de los nazis y, cuando se produjo la prim era gran victoria electoral del NSDAP, en septiem ­ bre de 1930, el 60 por 100 de los m iem bros de la SA eran rufianes sin em pleo, más leales a sus gene­ rales inm ediatos que a Hitler. E n el norte, la SA se partió po r la m itad con la llegada del nuevo jefe del partido en. Berlín, el doctor Joseph Goebbels, un vistoso intelectual, para hacerse cargo de la ciudad. La SA de Berlín com enzó a quejarse de que H itler y sus amigos bávaros vivían a cuerpo de rey mientras que sus camaradas de las ciudades del in terio r se m orían de hambre. R o h m trató de hacerse cargo de la situación, pero los líderes de la SA en Berlín, a las órdenes del SHOberführer W alther

Stennes, se

rebelaron. El uno de abril de 1931, K urt D aluege, que entonces estaba a cargo de las SS en Berlín, alertó a H itler de que en esa ciudad la SA se había puesto del lado de Stennes

«Sepp» Dietrich en 1930, como Standartenführer y jefe de las SS en la Alta Baviera. Luce una impresionante serie de condecoraciones, entre las que figuran la Cruz al Mérito Militar de Baviera, con Corona y Espadas, la Cruz de Hierro de Primera y Segunda Clase, el Águila de Silesia y la Placa de Carros de Combate, instituida el trece de julio de 1921. Se concedió esa placa a los cerca de cien veteranos supervivientes de los combates del Cuerpo Panzer alemán en la primera guerra mundial, que apenas comprendía un total de veinte carros de combate A7V y algunos vehículos blindados capturados a los británicos. Dietrich sirvió como suboficial en el carro número 560, cuyo nombre en clave era «Alter Fritz», que fue volado por los aires el día anterior a la finalización de la guerra. Llevó con orgullo la Placa de Carros de Combate durante todo el tiempo que prestó servicio en las SS y, de hecho, fue el único que al parecer fue fotografiado con ella.

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Julius Schreck en calidad de guardaespaldas y chofer personal de las SS para Hitler, en abril de 1932. En ese momento estaban prohibidos los uniformes de partidos políticos, por eso iba vestido de civil.

Hitler en plenas elecciones, en el otoño de 1932, acompañado, de izquierda a derecha, por Julius Schaub, «Sepp» Dietrich y Kurt Daluege.

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y en su contra. Al día siguiente, los hom bres de Stennes obligaron al jefe de distrito, Goebbels, a huir de su despacho y se apoderaron de las instalaciones de su periódico, Der A ngriff La revuelta se propagó por todo el norte de Alemania. Los generales de la SA en B randeburgo, Hesse, Silesia, Pom erania y M ecklem burgo estaban a favor de Stennes, y todo el m undo profetizaba la caída de Hitler. Sin embargo, al alza­ m iento le faltaron organización y fondos, y m urió con tanta rapidez com o había nacido. G öring se hizo cargo de la situación, purgó a la SA de los seguidores de Stennes y la reorganizó en todo el norte. H itler hizo públicas sus felicitaciones a las SS de Berlín, la única organización que se había m antenido fiel a Goebbels y a él durante la crisis. La devo­ ción de las SS por su Führer había quedado dem ostrada no sólo con palabras sino tam bién con hechos. E n reconocim iento, el veinticinco de enero de 1932 H itler nom bró a H im m ler jefe de seguridad del cuartel general del NSDAP en M unich, la Casa M arrón. E n la práctica, se había convertido en jefe de la policía del partido. A partir de entonces, las SS comenzaron a crecer sin parar dentro de la m atriz de una SA y un N SD A P en rápida expansión. H im m ler se entretuvo en cam biar una y otra vez el nom bre de su unidad para adaptarla a los com plejos cuadros de organización que elaboraban R ö h m y sus hom bres. Los m iem bros de las SS se quintuplicaron durante 1932, pasando de diez m il a cincuenta mil, y se nom braron alrededor de novecientos oficiales. E n cuanto se acabaron de num erar las Stürme de las SS hubo que volver a asignar esos núm eros a nuevos Standarten. Las débiles compañías de las SS se convirtieron en regi­

m ientos de las SS, más débiles todavía, y treinta pequeños regim ientos de las SS se convirtieron en dim inutas brigadas de las SS. E ntonces se dejó de lado p o r com pleto el sistema de las brigadas y se interpusie­ ron unas unidades ligeras, de carácter puram ente administrativo, conocidas com o Oberführer-Abschnitte de las SS, entre unos cuarenta Standarten y el Reichsführer de las SS. E n esa época, la lucha política en

Alemania había asum ido la form a de una guerra civil. El Partido C om unista y los socialistas organizaron milicias armadas y la SA y las SS reaccionaron. El gobierno de B rüning ordenó la disolución de los paramilitares y prohibió los uniform es políticos, pero a continuación se desm oronó, y el «gabinete de .barones» establecido a las órdenes de

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Unos hombres de las SS se preparan para prender fuego a una colección de pancartas y banderas incautadas a los comunistas de Berlín, marzo de 1933.

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El SS-Gruppenführer «Sepp» Dietrich conversa con Wilhelm Brückner, el principal ayudante de Hitler, a finales de 1933. Dietrich ya no lleva el brazalete de las SS en su uniforme negro de servicio, un recurso a corto plazo adoptado durante ese periodo para distinguir al personal del recién creado Leibstandarte de la masa de la Allgemeine-SS.

Franz von Papen levantó la prohibición. Trece m iem bros de las SS m urieron en 1932 y varios centenares resultaron heridos durante las refriegas callejeras con el Frente R ojo. Por todas partes había m iem ­ bros de la Vieja Guardia de las SS, cuyo eslogan, D ie K a m p fze it war die beste Z e it (Los mejores días eran los de com bate), se repitió con

frecuencia com o lina form a de alarde ante los jóvenes de las SS hasta bien entrado el período del Tercer R eich . A m edida que se acercaban las cruciales elecciones de 1933 a los nazis les convenía dar la im pre­ sión de que Alemania estaba al borde de la anarquía y de que la solu­ ción la tenían ellos: que H itler volvería a p o n e r orden. Se hacían

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negocios con grandes empresas. H abría em pleo para todos. C o m o era de suponer, el N SD A P obtuvo u n a im portante victoria electoral y, el treinta de enero, el viejo Generalfeldmarschall Paul von H indenbnrg, presidente del R e ic h y, desde 1925, una especie de Ersatz Kaiser, no m bró a H itler para ocupar el puesto de canciller y le encargó que form ara gobierno. El veintiocho de febrero, m enos de un mes después de que asumiera el poder, el edificio del R eichstag fue arrasado p o r el fuego y se echó la culpa a los comunistas. Al día siguiente, H id e r dictó un decreto «Para la protección del pueblo y del Estado» que otorgaba poderes policiales a la SA y a las SS. Se entregaron armas de fuego a veinticinco m il m iem bros de la SA y a quince mil m iem bros de las SS que actuaban com o Hilfspolizei (policía auxiliar), y los o p o ­ sitores de izquierdas com enzaron a ser arrestados y conducidos a p ri­ siones y campos provisionales. Poco después había veintisiete mil per­ sonas en prisión preventiva. En m arzo nom braron a H im m ler jefe de la policía de M ú nich y se inauguró el prim er cam po de concentra­ ción, o Konzentrationslager (KL) en D achau, com o un cam po de tra­ bajo más o m enos organizado, en el que se «concentraban» las perso­ nas consideradas peligrosas para el Estado, pero que no habían sido condenadas a la cárcel p o r un tribunal. Poco después se establecieron más campos, en Sachsenhausen, en las afueras de Berlín, y en Buchenw ald, cerca de Weimar. M ientras tanto, se arm aron una canti­ dad de destacamentos de las SS del tam año de una compañía, form ados p o r hom bres que cobraban u n sueldo por trabajar de form a perm a­ nente, que fueron aum entando cada vez más hasta convertirse en el Leibstandarte-S S «Adolf Hitler», la escolta próxim a al Führer, y la S S Verfügungstmppe, o SS-VT, form ada p o r tropas que vivían en cuarte­

les, siem pre disponibles para el nuevo régim en nazi. O tra ram a nueva de voluntarios de las SS, la Wachverbände, se reclutó para proteger los campos de concentración y después se hicieron famosas com o las u n i­ dades de la cabeza de la m uerte, o Totenkopfverbände (SS-TV), p o r el distintivo que llevaban en el cuello. M ientras que las SS consolidaban su posición y controlaban a sus m iem bros y a los nuevos reclutas m ediante un proceso de purga cons­ tante, la SA, con sus camisas pardas, com enzó a actuar ruidosam ente y con m ucha prepotencia. C o m o se le negó una posición en el Estado

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a la que creía tener derecho, la SA em pezó a hablar de una «segunda revolución» que arrasaría a los burgueses del partido y a los reacciona­ rios del Reichsw ehr. E n las SS llamaban Fleischschnitten (filetes) a los dirigentes de la SA, porque eran pardos p o r fuera pero rojos p o r den­ tro. R o h m , que com andaba entonces una fuerza cuarenta veces m ayor que el ejército regular y que incluía los regim ientos de caballería de la SA, los batallones navales de la SA y los escuadrones del aire de la SA, exigió la form ación de un ejército popular en el que la SA sim ­ p lem en te sustituyera al R eichsw ehr y cuyo co m an d an te en jefe, evidentem ente, fuera el propio R o h m . Los generales del ejército soli­ citaron la intervención de H itler y el Führer no pudo negarse. Desde noviem bre de 1918 el R eichsw ehr personificaba la continuidad del Estado, que se había m antenido a pesar de la derrota, la revolución y la guerra civil. H itler sabía que no conseguiría jam ás el p o d er supre­ m o sin el respaldo de los militares, de m odo que decidió que había que reducir el tam año de la SA. Suponía un riesgo demasiado grande, no sólo por la amenaza de un golpe sino p o r el perm anente desorden que creaban los mism os hom bres que deberían haber dado ejem plo de orden. Sus incesantes peleas, borracheras, violencia y com entarios irresponsables, p o r no hablar de las payasadas hom osexuales de R ö h m , provocaban un profundo descontento en la opinión pública. La c o n ­ fianza que tenía el alem án co m ú n en el nuevo régim en corría el ries­ go de derrum barse del todo. El veintiocho de ju n io de 1934 H itler adoptó la decisión definitiva de elim inar la dirección de la SA. D os días después dirigió en persona las operaciones que tuvieron lugar en M ú n ic h y en Bad W iessee, d o n d e R ö h m y sus subordinados se h a ­ bían reunido pacíficamente, a instancias de su Führer. Siguiendo un plan cuidadosam ente coordinado, los hom bres de las nuevas form aciones armadas de las SS arrestaron y ejecutaron a R ö h m y a dieciséis com andantes de alta graduación de la SA. Las SS tam bién aprovecha­ ron la oportunidad para ajustar las cuentas pendientes con viejos ene­ migos suyos, com o el ex p rim er m inistro bávaroV on Kahr, adversario de H itler durante el putsch de M únich, que apareció m uerto en una turbera con la cabeza destrozada. Por lo m enos trescientas víctimas pagaron con la vida su oposición a las SS en esa purga sangrienta, que se hizo fam osa com o la «noche de los cuchillos largos». La SA

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CUADRO DE H O N O R DE LAS SS Fecha de m uerte 1 6 /3 /3 0 5 /1 2 /3 0 7 /6 /3 1 7 /6 /3 1 1 5 /8/31 3 /9 /3 1 5 /1 0 /3 1 9 /1 1 /3 1 1 1/11/31 1 9 /1 /3 2 4 /2 /3 2 2 9 /2 /3 2 8 /4 /3 2 2 0 /6 /3 2 2 6 /6 /3 2 24/7/32 2 4 /7 /3 2

E dm und B ehnke A dolf H öh H einz Gutsche E dgar Steinbach H ein rich G robe Karl Vobis E rich G arthe Karl R adke M artin M artens A rnold Guse Fritz B eubler H en ry K obert L udw ig Frisch K urt H ilm er Friedrich Borawski Herbert Zimmermann Friedrich Karpinski

U nidad

Fecha de m uerte

1/1 /6 2 /1 /3 0 5 /III/7 1 /III/7 2 /I II/7 1 /1/20 1/1/25 1/1/40 4 /III/4 0 2 /1/25 3 /1 /1 4 1/1/28 1 /ΙΠ /7 6/11/20 8 /1 /3 0 4 /IV /5 4 /1 /2 5

2 /8 /3 2 7 /9 /3 2 7 /9 /3 2 2 1 /1 0 /3 2 2 2 /1 0 /3 2 1 /2 /3 3 5 /2 /3 3 1 2 /2 /3 3 1 5 /2 /3 3 2 0 /2 /3 3 2 8 /2 /3 3 2 8 /2 /3 3 1 /5 /3 3 3 /5 /3 3 3 0 /6 /3 3 2 8 /8 /3 3

U nidad

Fritz Schulz Jo sef Lass August Assmann Jo h an n C yranka A ugust Pfaff Leopold Paffrath F riedrich Schreiber Paul Berk Franz M üller K urt von der A he Jo sef Bleser E duard Felsen Siegfried G iithling Fritz Kratz Gerhard Landm ann A lbert M ader

2/111/42 3 /III/U 1 /11/38 1 /1/28 6 /1 /3 0 1/11/25 2 /1 /2 0 1/1/26 2 /IV /5 1 /1 /6 4/11/2 1/ I I / 6 3 /IV /2 6 7 /1 /3 5 1 /1/49 5 /I I /3

Cabe destacar que once (es decir, el 33 por 100) de estos hombres murieron c/espués de que los nazis llegaran al poder. El treinta de mayo de 1938 todos recibieron, a título postumo, la Orden de la Sangre, la máxima condecoración del NSDAP.

ex p erim en tó una pérdida de poder e influencia de la que nunca se recuperó del todo. El nuevo jefe de la SA ,V iktor Lutze, jefe de la poli­ cía de H annover, tenía una capacidad para llevarse bien con el ejérci­ to y con las SS que sólo superaba su obsequiosa lealtad a H itler. Los m iem bros de la SA se redujeron de cuatro m illones a poco más de un m illón de sus m ejores hom bres y fueron despojados de sus armas. El veinte de ju b o de 1934, en agradecim iento p o r su actuación durante el putsch de R o h m , H itler declaró que las SS, que estaban co m ­ puestas por doscientos mil hom bres, eran una form ación independien­ te del N SD A P y las retiró p o r com pleto del control de la SA. Su supre­ macía quedó así garantizada y com enzó una etapa de consolidación en la que desarrolló una nueva estructura de m ando a las órdenes de H im m ler, cuyo grado de Reichsführer de las SS adquirió p o r prim era vez un significado real, convirtiéndolo en subordinado directo de Hitler. D e inm ediato despidió de las SS a unos sesenta m il hom bres que habían sido reclutados en un m om ento en el que las SS com petían

Orígenes y primera etapa

39

con la SA p o r el núm ero de m iem bros, pero que no se ajustaban a la im agen de elitismo de las SS. El Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV adquirieron la categoría de ramas militares independientes, que aca­ baron p o r fusionarse y expandirse durante la segunda guerra m undial con el nom bre global de Waffen-SS. A partir de m ediados de 1934, la SS tradicional, no militar, la colum na vertebral de la organización, com enzó a ser conocida com o la Allgem eine-SS (la SS general), para distinguirla de las ramas armadas. D urante esos prim eros años, treinta y tres m iem bros de las SS m urieron en enfrentam ientos callejeros con los adversarios políticos de H itler y, com o correspondía, sus nom bres se inscribieron en el C uadro de H onor, o Ehrentafel de las SS. D e hecho, se convirtieron en m ártires de las SS. Su nom bre, unidad y la fecha de su m uerte figuran en el cuadro de la página anterior.

La A

l l g e m e in e - S S

O rg a n iz a c ió n g e n e ra l d e la A

D

U R A N T E EL p e r í o d o

l l g e m e in e

-S S

com prendido entre 1926 y 1928 la SS-

Oberleitung en M u nich dirigía doce SS-Staffeln locales y super­

visaba seis S S -G a u , a saber: S S -G a u Alta Baviera, con 4 Staffeln S S -G a u Baja Baviera, con 3 Staffeln S S -G a u B erhn-B randeburgo, con 2 Staffeln S S -G a u Franconia, con 5 Stafffein S S -G a u R enania-Sur, con 5 Staffeln S S -G a u Sajonia, con 4 Staffeln

E n teoría, cada Gau del partido debería haber sido un S S -G a u , aunque en realidad sólo se establecieron seis, y m uchos de sus Staffeln trataban directam ente con la Oberleitung. B uena parte de los prim eros Staffeln duraron m uy poco.

En 1929-1.930 la Oberleitung fue sustituida p o r un SS-Oberstab, que se fraccionó en cinco divisiones independientes, a saber: Abteilung

I

Abteilung

11

-

A dm inistrado n

-

Personal

Abteilung

III

-

Abteilung

IV

-

Finanzas Seguridad

Abteilung

V

-

R aza

Por debajo del Oberstab había tres SS-Oberführer, cada uno de los cuales dirigía su propia zona, u Oberführerbereiche, a saber: S S - Oberführerbereich Oriental SS-Brigade B erlín-B randeburgo, con 3 Standarten/7 Stürme SS-Brigade Prusia O riental, con 2 Standarten / 6 Stürme SS-Brigade Silesia, con 4 Standarten/6 Stürme

42

Historia secreta de las SS

SS-Oberführerberekh Occidental SS-Brigade R e n a n ia-N o rte , con 4 Standarten /1 0 Stürme SS-Brigade R enanía-S ur, con 4 Standarten/9 Stürme SS-Brigade Sur de Hannover Braunschweig, con 3 Standarten/8 Stürme SS-Brigade 1 Iesse-Nassau, con 3 Standarten/9 Stürme SS-Brigade Turingia, con 2 Standarten/7 Stürme S S - Obcrführerbereich Sur SS-Brigade Bad e n -W ürttem berg, con 1 Standarte/A Stürme SS-Brigade Franconia, con 1 Standarte /3 Stürme SS-Brigade Baja Baviera, con 1 Standarte/3 Stürme SS-Brigade Alta Baviera-Sur, con 3 Standarten /8 Stürme SS-Brigade Austria, con 1 Standarte/3 Stürme

U na vez más, en teoría, se suponía que cada Gau del partido tenía una SS-Brigade, cada una integrada p o r varios Standarten, co m ­ puestos, a su vez, por alrededor de cinco Stürme. C o m o p o r esa época había alrededor de treinta Gane, era evidente que las SS tenían una distribución más bien escasa por todo el país. La m ayoría de las u n i­ dades no contaban con los hom bres que tenían que tener en teoría. C uando H im m ler asumió el control de las SS las cosas avanzaron a u n ritm o acelerado. Entre 1931 y 1933 toda la estructura se m odificó una y otra vez para hacer frente a las crecientes demandas administrati­ vas y de hom bres que se le presentaban al m ando de las SS. Se estable­ cieron dos departam entos nuevos, el S D -A m t y el Rasseamt, para con­ trolar la seguridad y las cuestiones raciales. U n tercero, el S S -A m t, era el más grande de todos y estaba dividido en cinco secciones: I

O ficina del Estado M ayor

II Personal IÍI A dm inistración IV Reservas V Sección m édica E n el nivel siguiente se reem plazaron los Oberführerbereiche por cinco S S -G m ppen, a saber: N orte, O riental, Suroriental, O ccidental y Sur, que com prendían cincuenta y ocho Standarten.

La Allgemeine-SS

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43

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m aterial adecuado para las SS.»

rerbinbenbe Tüuuttä tft

Poco después se com enzó a clasi­

fom m en (le «n em d ot . TX>ir treffen (le rú á jt n u r in ber beu*

ficar por categorías a los candida­

3 r länger m an biefr esarrollo de la H erencia Alem ana. Se form uló una nueva filosofía moral basada en las supuestas creencias de las antiguas

192

Historia secreta de las SS

tribus germ ánicas, y se recuperaron dos ritos paganos, el solsticio de verano y el de invierno, en sustitución de las festividades cristianas. La fiesta de verano giraba en to rn o a las actividades deportivas, m ientras que la de invierno, la Yule, era un tiem po dedicado a honrar a los antepasados. Dios se convirtió en Got en los círculos de las SS (decían que así se escribía en alem án antiguo), para distinguir el dios pagano de las SS del Gott cristiano convencional; así lo sugirió Karl D iebitsch m ientras preparaba las nuevas cerem onias de bodas y bautizos en las SS. Lo que distinguía a H im m ler de R osenberg, D arré y los demás místicos de la sangre era el estilo que im puso a la tarea práctica de lle­ var a cabo su visión de un R eich germ ánico pagano. El Reichsführer era considerado un orador convincente, con su ligero acento bávaro y, sobre todo, era evidente que creía en todo lo que decía en el m o m e n ­ to en que lo decía. N adie tenía m enos pinta que él de ocupar el cargo que ocupaba, ni parecía más norm al que el jefe de las SS. Lograba convencer a los ultratradicionalistas de que eran la vanguardia de la nueva Alemania y, al m ism o tiem po, hablaba a los jóvenes del encan­ to de una orden oscura y secreta, que creía en un credo pagano, con­ trario a las norm as de la burguesía cristiana. Tam bién atraía a la m ayo­ ría de las m ujeres, porque atribuía a las enseñanzas del cristianism o el origen de su represión y su infravaloración. Afirmaba que el liderazgo de la Iglesia no era más que la glorificación de una fraternidad de hom osexuales masculinos que, partiendo de esa base, había aterro ri­ zado a la gente durante mil años, hasta el extrem o de quem ar en la hoguera a ciento cincuenta mil buenas mujeres alemanas (y hacía h in ­ capié en que 110 hizo lo m ism o con los hom bres) por brujas. Era m ucho m ejor ser pagano que cristiano, declaró en la radio en 1937. Era preferible rendir culto a las certidum bres de la naturaleza y los antepasados que a una divinidad invisible y a sus supuestos represen­ tantes en la tierra. Porque un Volk (pueblo) que honraba a sus ances­ tros y que pretendía honrarse a sí m ism o siem pre produciría hijos y, p o r tanto, ese Volk viviría para siempre. Es evidente que H im m ler se veía a sí m ism o com o el fundador de una nueva orden pagana que acabaría extendiéndose por toda E uropa y duraría, p o r lo m enos, tanto com o el m ilenio alem án que iniciaba A d o lf H itler. E n 1944

La Allgemeine-SS

193

H im m ler seguía diciendo, todavía, que la paganización de E uropa era una «misión interm inable que m antendrá plenam ente ocupado al décim o o al vigésimo Reichsführer que venga después de mí». M ientras que el paganismo dom inaba la faceta espiritual de su vida de adulto, el prim er am or histórico de H im m ler fue el m edievalismo. D e niño, el pequeño 1 leinrich seguía los pasos de su padre y coleccionaba pequeños objetos medievales de escaso valor. En la escuela leía con avidez acerca de la llegada de los vikingos a la zona del lago Ladoga, alrededor del año 700, que adoptaron el nom bre de rus, y que sus descendientes, la tribu nórdica conocida com o «rusos», expulsaron a los m ongoles y se instalaron en toda la zona oriental, desde el Báltico hasta el m ar N egro. Tam bién le fascinaban el relato de R u rik , el danés, fundador de N ovgorod y Kiev alrededor del año 856, y la historia del rey sajón E nrique I, «el cazador de aves», elegi­ do rey de toda Alem ania en el 919, que contuvo las incursiones de los bohem ios y los magiares procedentes del este y sentó las bases de la confederación alemana de príncipes que se convirtió, al m ando de su hijo O tó n , en el Sacro Im perio R o m a n o G erm ánico. Sin em bargo, el aspecto de la historia medieval que cautivó p o r com pleto la im agina­ ción del pequeño H im m ler fue el de la O rd en de los Caballeros Teutónicos, o Deutsche Ritterorden, fundada po r H ein rich W alpot von Bassenheim en 1198. Al igual que las demás órdenes hospitalarias de la época, es decir, los caballeros de San Juan y los Tem plarios, surgió para auxiliar a los caballeros occidentales que habían sido heridos o habían caído enferm os durante las cruzadas. N o obstante, a diferencia de las demás, la O rd e n Teutónica se distinguía por el hecho de que sólo adm itía a personas de origen germ ánico. E n 1211 la Bula de O ro de R ím im encom endó a sus caballeros la colonización de las tierras eslavas situadas al este del Elba. A las órdenes de su G ran M aestro, H erm an n von Salza, la O rden em prendió de inm ediato un program a de expansión alemana y extendió su dom inio sobre Prusia y los paí­ ses bálticos. Alcanzó su apogeo en la segunda m itad del siglo xiv, pero acabó abruptam ente en 1410. El quince de ju lio de ese año, los Caballeros Teutónicos fueron aplastados en la batalla de Tannenberg por una coalición de polacos, lituanos y m ongoles. El poder de la orden se quebró, aunque el recuerdo de sus hazañas valerosas, conquistadas

194

Historia secreta de las SS

coil la insignia de la cruz negra, estuvo siempre presente en los sueños de los alemanes a partir de entonces. Le parecía al adolescente H im m ler que toda la vida m edieval ale­ m ana se había centrado en la lucha constante entre nórdicos y m o n ­ goles, entre teutones y eslavos, y anhelaba poder continuar la m isión histórica de sus antepasados. C uando no era más que u n estudiante de diecinueve años escribió en su diario que esperaba algún día vivir en el este y librar batallas «como un alem án que vive lejos de la h e rm o ­ sa Alemania». Al final, H im m ler aprovechó su visión rom ántica de la historia para proporcionar un atractivo factor integrador a sus SS, for­ madas por personas reclutadas de todos los órdenes sociales. N o es casual que los colores de las SS, negro y blanco, tueran los mismos que antes usaban los Caballeros Teutónicos, que sim plem ente los transm i­ tieron a Prusia.Y cuando H im m ler habló después de la sangre com o sím bolo de h o n o r y fidelidad, estaba recurriendo una vez más a la tra­ dición medieval. £1 propio misticismo de la Blutfahne tenía su origen en la cerem onia de iniciación caballeresca, m ediante la que el señor feudal quedaba unido a su vasallo p o r la espada, el fuego y la sangre. Para las SS, el Führer era su señor feudal. C uando consolidó su poder en 1934 H im m ler pudo concretar y dar rienda suelta a sus prim eras fantasías medievales. O bsesionado pol­ la antigua leyenda de que lo único que sobreviviría al siguiente ata­ que eslavo procedente de O rien te sería u n castillo en Westfalia, el Reichsfiihrer registró el oeste de Alem ania hasta que halló en una m o n ­

taña la fortaleza en ruinas de W ewelsburg, cerca de Paderborn, llama­ da así en h o n o r de Wevvel von B üren, un caballero sin escrúpulos, que había sido el centro de la resistencia sajona contra los hunos y había sido reconstruida con form a triangular en el siglo

X VII.

Siguiendo el

ejem plo del G ran M aestro de la O rd en Teutónica, que construyó su cuartel

general

en

M a rie n b u rg ,

H im m le r

decid ió

co n v ertir

Wewelsburg en el bastión de las SS por lo que com pró el castillo y entre­ gó doce m illones de R eichsm arks al arquitecto H e rm a n n Bartels, Standartenführer del Persönlicher Stab R fS S , que se puso a trabajar para

crear un refugio cerem onial para su jefe. Entrar en el complejo finalizado en 1937 era com o retroceder en el tiempo. Había una escalinata majestuosa, con una barandilla de hierro

La Allgemeine-SS

forjado, 'decorada

con

195

m otivos

rúnicos, y de las paredes del vestí­ bulo colgaban inmensos tapices que representaban escenas germánicas y rurales. Toda la carpintería era de roble y por todas partes había esta­ tuas de m árm ol de Enrique 1, Friedrich

von

I Iohenstaufen y

otros héroes alemanes. Todas las habitaciones estaban amuebladas al estilo medieval. En el comedor, de treinta por cuarenta y cinco metros, había una inmensa mesa artúrica circular de roble macizo, en torno a la cual H im m ler y los doce SS Obergruppenführer más antiguos que

hubiera en ese m om ento celebra­ ban con asiduidad sus conferencias, sentados en sillas de alto respaldo, tapizadas en piel de cerdo, cada una con el nom bre de un caballero. El fuego crepitaba en la chim enea m onum ental y, detrás de cada general, estaba colgado su escudo de armas de las SS, diseñado espe­

Talla en roble que representa una espa­ da, un escudo, un casco de acero y runas, un ejemplo típico de las decora­ ciones murales seudomedievales que adornaban el castillo de Himmler en Wewelsburg.

cialmente por Karl Diebitsch. El com edor se alzaba encima de un sótano de piedra, con muros de un m etro y m edio de espesor, del que arrancaba un tram o de escalera que descendía hasta una cripta, semejan­ te a un pozo, que albergaba doce columnas de granito y se conocía con el nom bre del «reino de los muertos». La idea era que, a m edida que fue­ ran m uriendo cada uno de los doce señores de las SS, incinerarían su cuerpo y enterrarían las cenizas en uno de los obeliscos. Los aposentos privados de H im m ler en la fortaleza eran particularm ente suntuosos y lindaban con una cámara acorazada de oro y plata, una sala para albergar su amplia colección de armas medievales, una biblioteca con más de

196

Historia secreta de las SS

doce mil libros y una cámara im ponente donde se podían reunir, en cir­ cunstancias especiales, el tribunal extraordinario de las SS y la policía. También había espléndidas habitaciones de huéspedes reservadas para A dolf Hitler, que jamás se presentó en el castillo, lo que dio origen en la aldea al rum or de que allí enterrarían al Führer algún día. H im m ler pretendía que, en última instancia, Wewelsburg se utilizara com o Reichshans der SS-Gmppcnßührer (residencia de los generales de las SS),

pero, al comenzar la guerra, se convirtió en la SS-Schule 1 laus Wewelsburg, un centro de form ación para los oficiales superiores de las SS. Su com an­ dante era el SS-Obergrtippenfiihrcr Siegfried Taubert, que había sido el jefe de estado mayor de H eydrich y era suegro de E rnst-R obert Grawitz, el m édico en jefe de las SS. Gran parte del castillo de Wewelsburg estaba dedicado al m onarca sajón Enrique I. El Reichsßihrer aceptaba que sus hom bres lo apodaran «rey Enrique» y llegó a considerarse la reencarnación espiritual del

Himmler haciendo un panegírico de Enrique I en la catedral de Quedlinburg el dos de julio de 1936. Detrás de él, de Izquierda a derecha, aparecen Frick, Daluege, Bouhler, Darré y Heydrich.

La Allgemeine-SS

197

«cazador de aves» y la represen­ tación de su propósito de con­ solidar Alemania contra las ho r­ das procedentes de O riente. El dos de julio de 1930. al cum ­ plirse mil años de la m uerte del rey,

H im m ler

inauguró

un

solemne festival conm em orati­ vo en Q uedlinburg, cjue había sido la sede del gobierno de Enrique, y en 1938 creó la Fundación C onm em orativa del rey Enrique para recordar los principios y las hazañas del «cazador de aves». Para conm e­ m orar a Enrique com o Ewig das Reich

(la eternidad

del

R eich ), se crearon entonces numerosas insignias para las SS. A fin de inculcar una sensación general de caballerosidad en

Después de su discurso (véase la página anterior), el Reichsführer deposita una corona sobre la tumba de! rey.

todos sus oficiales y soldados más jóvenes, la mayoría de los cuales ni siquiera llegó a conocer el esplendor de W ewelsburg, H im m ler los recompensaba con los tres sím­ bolos m enos grandiosos: el puñal, la espada y el anillo, una com binación mística que, evocadora de una aristocracia guerrera y de la leyenda del N ibelungo, simbolizaría la Ritterschaft de la nueva orden de las SS que, aunque nueva, al mism o tiem po estaba arraigada en el pasado germ áni­ co más rem oto. El abrum ador entusiasm o de H im m ler po r la historia alemana, cuyos ideales servirían de base para la nueva era, lo im pulsaron a fun­ dar la /I hnenerbe- Forschungs- und Lehrgenicitischaft, que solía abreviarse sim plem ente com o Ahnenerbe (la Sociedad para la Investigación y la Enseñanza de la H erencia Ancestral), cuyo prim er presidente fue el d octor H erm ann W irth, un profesor universitario fam oso p o r su con­ trovertida obra sobre la Edad M edia y la antigüedad germ ánica.W irth

198

Historia secreta de las SS

Himmler hace el saludo al «cazador de aves» después de la ceremonia de depositar una corona que se ilustra en la página anterior, con Karl Wolff, el jefe de distrito Rudolf Jordan y Reinhard Heydrich detrás. La insignia negra que lleva en el cuello el oficial de las SS que está a la izquierda no indica, en este caso, que sea miembro del SD, como se suele suponer por error, sino que pertenece al estado mayor personal del Reichsführer.

se había incorporado al NSDA P en 1925,1o abandonó en 1926 y vol­ vió a afiliarse en 1933. R o sen b erg calificó de paparrucha su libro ¿Q ué es el alma alemana?, pero W irth logró seducir a H im m ler con la

prom esa de que podía estudiar e investigar la historia nórdica con el fin de com probar las teorías del nacionalsocialism o y las SS m ediante pruebas científicas. El Obergruppenführer D arré de la R u S H A tam bién m anifestó interés p o r el plan y su colaboración tuvo un valor eno rm e puesto que, com o m inistro de A gricultura, disponía de inm ensos recursos financieros. D e hecho, fue él quien pagó la creación y el encargo de la Sociedad, en ju lio de 1935. con los auspicios de su m inisterio. Sin embargo, al año siguiente surgieron divergencias de opinión entre Him mler, que veía al alemán com o un guerrero nóm ada en per-

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199

m anente búsqueda de nuevas derras, y Darré, que lo veía com o un sedenta­ rio, bien arraigado en su propio terri­ torio, Esa polém ica conceptual tendría profundas

consecuencias

para

la

Almenerbe. En noviem bre de 1936 se

integró dentro de la Abteilung für Kulturelle Forschung (la Sección de

Investigación Cultural) del Persönlicher Stab R fS S y, pocos meses después,

cuando el desacuerdo entre H im m ler y D arré llegó al límite, el Reichsführer nom bró representante especial ante la Sociedad al SS-Standartenführer B runo Galke para debilitar la influencia de D arré. U na de las primeras medidas de Galke fue desacreditar po r com ple­ to a W irth, que era los ojos y los oídos de D arré en la Sociedad. Entonces despidieron a W irth y en su lugar, com o presidente de la Alvienerbe, nom ­

Grabado de Willrich que muestra a un soldado de las SS, Hans Brütt, un campesino de Grethof. El estilo frontal de este dibujo recuerda deliberadamente a las esculturas medievales vikingas y normandas. O bsérvese ta m b ié n el texto seudorrúnico que acompaña al retrato.

braron al profesor doctor'W altherW üst, decano de la U niversidad de M ú n ich , que estaba a cargo de la cáte­ dra de C ultura y Lingüística Arias y tenía m u ch o más público en círculos académ icos, aparte de ser SS-O berführer y, p o r tanto, leal a H im m ler. Al m archarse W irth y desaparecer el poder que tenía D arré sobre la Almenerbe, el Reichsführer-S S procedió a reestructurar la Sociedad durante el verano de 1937 estableciendo un nuevo cuartel general, independiente, en el núm ero 16 de la Piicklerstrasse, en B erlínD ahlem . H im m ler se reservó a sí mismo el control general, con el cargo de superintendente, pero la adm inistración diaria quedó a cargo de W üst. Galke y el SS-Standartenführer W olfram Sievers, del Persönlicher Stab R jS S . W üst se encargaba de la dirección de la actividad científi­

ca, Galke era el tesorero y Sievers se ocupaba de las cuestiones gene­ rales de organización. Este últim o era uno de los administradores con

200

Historia secreta de las SS

E i julio de 1938 se celebró en Múnich un desfile patrocinado por las SS para celebrar «dos mil años de cultura alemana». Durante todo el acto resultó impresionante la mezcla del simbolismo seudomedieval y el nazi.

mayor talento del R eich y tenía muchos contactos influyentes entre financieros e industriales, aparte de tener acceso a la Sipo y al SD. P ronto estableció una base de empresas que estaban dispuestas a hacer grandes aportaciones económ icas a la Sociedad. O b tu v iero n más fon­ dos de las arcas del Sicherheitsdienst, gracias a la amistad de Sievers con el SS-Obetfiihrcr profesor doctor Franz Six, responsable ante el SD de la supervisión de las políticas universitarias. A finales de 1937 H im m ler definió la finalidad de la Ahnenerbe reconstituida: investigar la historia antigua, estudiando los hechos desde un p unto de vista científico e ideológico, de form a objetiva y sin ninguna falsificación. Tam bién se encargaría de establecer centros educativos y culturales dedicados a la grandeza de Alem ania y al pasa­ do germ ánico en cada Obembschuitt de las SS. Verden creó en Sachsenham el prim er centro de esas características y reconstruyó una aldea sajona prehistórica en :a que se exponían, entre otras cosas, un arado que tenía cinco m il años de antigüedad y unas inscripciones rúnicas talladas en piedra. La idea general consistía en enseñar a los

La Allgemeine-SS

201

alemanes que la riqueza de su tierra y su cultura no era obra de los rom anos ni de otros pueblos venidos de fuera, sino de sus propios antepasados. E n seguida se pusieron en manos de la Sociedad todas las excava­ ciones arqueológicas de Alemania. Se encom endó su dirección gene­ ral prim ero al SS-Oberstnrmbannfiihrer doctor R o lt H öhne, que se encargó en persona de investigar en Q uedlinburg para hallar los restos de E nrique, «el cazador de aves», y después al Obersturmbannführer pro­ fesor doctor Hans Schleif, que organizó excavaciones en la Selva de

Teoteburgo, donde los alemanes de A rm inius (o H erm ann) habían aplastado a las legiones romanas de Q uintilio Varo en el año 9 de la era cristiana. Posteriorm ente, Schleif se unió al Obersturmbannführer profe­ sor doctor H erbert (ankuhn para excavar el yacim iento vikingo de H aithabu, en Schleswig, un m uro levantado por el rey G odofredo en el siglo IX para defender a los daneses de las incursiones de los francos carolingios. C o n el tiem po, la Ahnencrbc organizó excavaciones simila­ res en Austria, Croacia, Checoslovaquia, Grecia, Polonia, Serbia y el sur de Rusia, y patrocinó expediciones asociadas a O rien te P róxim o y el T ibet para buscar indicios de la presencia de los antiguos nórdicos en esas zonas. A partir de 1939 se am pliaron considerablem ente las atribuciones de la Ahnencrbc. H im m ler ya no se conform aba con lim itarse a la his­ toria y la heráldica medievales, sino que esperaba dem ostrar, con m étodos científicos, la hipótesis racial del nacionalsocialismo. Junto con el SD, la Sociedad tam bién se ocuparía de otras cuestiones, com o la astronom ía, el control m eteorológico, la extracción de petróleo a partir del carbón, lo oculto y la fitoterapia (la esposa de H im m ler era una hom eópata cualificada). La Alwenerbe se expandió hasta abarcar más de cincuenta departam entos, en los que trabajaban más de trein­ ta profesores universitarios. El Reichsführer dio muestras de una libera­ lidad bastante sorprendente al nom brarlos y estableció una distinción bastante imprecisa entre la capacidad de investigación, po r una parte, y la fiabilidad política, p o r la otra. Sin em bargo, en el contrato que obligaba a firm ar a los profesionales se estipulaba que no se publica­ rían jam ás sus descubrim ientos si el resultado era contrario a la ideo­ logía de las SS.

202

Historia secreta de las SS

U na de las figuras más polémicas entre los nuevos investigadores fue el SS-Sturmbannführer doctor August H irt, profesor de anatom ía en la U niversidad de Estrasburgo, donde abundaban sobre todo los estu­ diantes de las SS. C on el apoyo de Him m ler, H irt recogió en A uschw itz miles de cráneos hum anos con el objeto de tom ar medidas antropomórficas comparativas. A continuación recorrió distintos frentes de batalla en los que había desplegados voluntarios extranjeros de la W ehrm acht, para estudiar el rendim iento y la conducta de los com ba­ tientes en función de sus categorías raciales. O tros anatomistas de la Ahnenerbe se dedicaron a exam inar las partes del cuerpo de las distin­

tas razas, mientras que al SS-Sturmbannführer doctor Ernst Schäfer se le encom endó el desarrollo de una raza especial de caballos, en las este­ pas rusas, para darles un uso m ilitar en condiciones de frío extremo. El principal sector de investigación científica de la guerra, el de las armas secretas, quedó som etido a la autoridad de la Ahnenerbe en 1944. Hasta m ediados de ese año, los program as de desarrollo de los cohetes V I y V2 en P eenem ünde habían sido dirigidos p o r el profe­ sor d octor W ernher von Braun, que era leal en prim er lugar y sobre todo a la W ehrm acht, a pesar de ser SS-Sturmbannführer en el estado m ayor de la Oberabschnitt báltica. H im m ler sabía que p o r entonces el R e ic h tenía puestas todas sus esperanzas en las armas secretas y, des­ pués del com plot para asesinar a H itler el veinte de ju lio de 1944, asu­ m ió personalm ente el control de la operación P eenem ünde, que tenía Von Braun, y se lo pasó al SS-Gruppenführer doctor H ans Kam m ler. Los program asV I yV 2 m antuvieron totalm ente ocupados a los m ejo ­ res cerebros de la Ahncnerbe durante el resto de la guerra. H acia el final de la contienda, cuando H im m ler estaba abrum ado p o r sus responsabilidades militares y policiales, decía que leer los inform es de la Ahncnerbe era lo único que realm ente le producía pla­ cer y le relajaba. Le fascinaban las disquisiciones sobre tum bas ances­ trales, costum bres germ ánicas y cerem onias de m atrim onio. E n una larga carta crítica dirigida a W iist y a Sievers, fechada el diecisiete de agosto de 1944, se refería a la tradición de las parejas de recién casa­ dos de copular sobre las tumbas de sus antepasados en las noches de luna nueva y sugería que se investigara con animales salvajes para ave­ riguar si la luna nueva favorecía la fecundidad. Escribió H im m ler:

La Allgemeine-SS

203

Una serie de insignias de plástico que se vendían para obtener fondos para la campaña de beneficencia nazi organizada por el SS-Gruppenführer Erich Hilgenfeldt. Reproducían los objetos encontrados en excavaciones arqueológicas realizadas en Alemania, Roma y Grecia, e ilustran el uso y la evolución de la cruz gamada en la antigüedad. Himmler apreciaba mucho este tipo de proyectos.

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Historia secreta de las SS

N o debemos perm itir que muera la sangre buena sin haber dado fru­ tos. Nuestras SS tienen que tener la fuerza y el vigor necesarios para que cada generación pueda poner en el cam po de batalla, sin falta, dos o tres hijos varones por familia, sin agotar el torrente de sangre germánica.Vamos a crear la oportunidad para que el pueblo germ á­ nico y Europa en su totalidad, con la dirección del pueblo ger­ m ánico, alcancen la victoria en la lucha contra toda agresión asiá­ tica. Pobres de nosotros si el pueblo germ ánico no puede ganar esta batalla, porque sería el fin de la belleza, de la cultura y del pensa­ m iento creativo sobre la tierra. Com batim os po r ese futuro sólo para poder m antener la herencia de nuestros antepasados más nobles. Para la vida de nuestro pueblo, considero necesario enseñar todo esto a nuestros nietos, para que com prendan las dificultades de sus ancestros y acepten de buen grado el m odo de vida de las SS.

La

g e n e r a c ió n

s ig u ie n t e

H im m ler se daba perfecta cuenta de que era fundam ental culti­ var las mejores m entes juveniles de Alemania para garantizar la exis­ tencia de una reserva perm anente de talento que estuviera dispuesta y fuera capaz de ocupar los puestos más altos en la jerarquía de las SS y en la del Estado nacionalsocialista. Se anim aba activam ente a los profesores universitarios y a los de instituto para que se incorporaran a la Allgemeine-SS, y a Fritz W ächtler, jefe de la N S-Lehrerbund (la liga de profesores nazis), le dieron el grado de SS-Obergruppenführer. El objetivo fundam ental era que las escuelas y las universidades más selectas estuvieran dom inadas por las SS. El veinte de abril de 1933 el doctor Bernhard R ast, ministro de Ciencia,Educación y Cultura del Reich, estableció la primera de una sene de escuelas residenciales especiales para form ar a la fritura elite germ áni­ ca. R ecibieron el nom bre de Institutos de Educación Política Nacional, o Natioiialpolitische Erziehungsanstalten, habitualmente abreviados com o N P E A o Ñapólas, aunque este último térm ino no fue m uy popular por­ que sonaba demasiado italiano. Se inauguraron tres durante el curso de 1933: uno en Plön, en Schleswig-Holstein, otro en Potsdam, en Berlín., y

La Allgemeine-SS

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el tercero en Köslin, en Pomerania. En 1934 les siguieron cinco más (en Spandau, Naum burgo. Ilfeld, Stuhm y Oranienstein) y otros ocho (en Bensburg, Ballenstedt, Backnang, R ottw eil,

Klotzsche,

Neuzelle,

Schulpforte y Wahlstatt) al año siguiente. Los lugares favoritos eran las antiguas escuelas de cadetes del ejército, los monasterios requisados o los castillos restaurados. El lem a de los N P E A era M ehr sein als scheinen, que quizás

se puede traducir com o «Sé modes­ to, pero destaca siempre». D e esos centros de formación tenia que salir un soldado político, al que se le pudiera encomendar la dirección de todo tipo de actividades de servicio público. Cada centro recibía al año

Dos escolares del NPEA de Naumburgo tomando fotografías durante las celebraciones del solsticio de invierno de 1941. Obsérvese la insignia con la runa Sigel, inspirada en las SS, que llevan en el brazo izquierdo.

una media de cuatrocientas solicitu­ des de ingreso, de las que eran acep­ tadas alrededor de un centenar. Se proporcionaba una enseñanza académi­ ca completa, que abarcaba historia, geografía, música, arte, idiomas, políti­ ca, matemática, biología, física y química, para varones entre los diez y los dieciocho años, y también se hacía m ucho hincapié en la form ación físi­ ca, Se alentaba la especialización, tanto académica com o deportiva. Algunos Ñapólas se destinaban a form ar científicos, otros lingüistas, y a muchos alumnos se les permitía concentrarse en desarrollar sus aptitudes para el remo, el boxeo, la esgrima, la equitación, el esquí, la vela, el vuelo sin motor, etcétera. Los alumnos procedían de todos los estratos sociales y, si los padres no podían pagar la matrícula, por lo general no se les exigía el pago. U na de las características más originales de los N P E A era la im portancia que daban a la educación práctica. Los jóvenes de m enor edad tenían que pasar de seis a ocho semanas al año trabajando en una

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Historia secreta de las SS

granja, m ientras que los mayores trabajaban en minas o en fábricas. La idea era que descubrieran la «nobleza del trabajo manual» y que evita­ ran las tentaciones de la exclusividad de clase. Los conocim ientos y la experiencia adquiridos encontraban su aplicación práctica en las m aniobras paramilitares que hacían en prim avera y otoño, las excur­ siones que realizaban en vacaciones y los viajes organizados al extran­ jero. La estructura de cada escuela seguía un patrón militar. Algunos centros continuaban con las tradiciones de ciertos famosos regim ien­ tos del ejército alemán y los profesores vivían en las escuelas con los alumnos. Los alum nos de los N P E A recibían el nom bre de funginannen y se dividían en Hundertschaften (compañías), formadas por un cente­ nar de jóvenes, cada una de las cuales se dividía a su vez en tres Züge (secciones) de alrededor de treinta jóvenes. P o r su parte, cada Z u g se dividía en tres Gruppen de unos diez jóvenes cada uno. El Hundertschaftsführer, el Zugführer y el CGruppenführer eran alum nos que

desempeñaban la doble función de m onitores y suboficiales cadetes de la academia militar. Los licenciados de los N P E A eran m uy buscados en la W ehrm acht com o posibles oficiales y los que seguían estudiando en la universidad podían contar con el apoyo financiero del NSDAP. Desde el principio, varios órganos del partido se disputaron aca­ loradam ente el control de las escuelas N P E A . El m en to r original del sistema de los N P E A ,Joachim H aupt, era un oficial de la SA que cayó en desgracia después de la «noche de los cuchillos largos» de ju n io de 1934. E ntonces, el doctor R o b e rt Ley, jefe del Frente O brero, in te n ­ tó abiertam ente atraer los Ñapólas hacia su propia esfera de influencia, pero su proyecto encontró tanta oposición por parte del M inisterio de E ducación que se rindió y estableció el sistema rival de Escuelas A dolf Hitler, con el apoyo de Baldur von Schirach, líder de las Juventudes Hitlerianas. C o m o siempre, H ein rich H im m ler actuó dis­ cretam ente pero con la m áxim a habilidad. Desde que se organizaron las prim eras festividades públicas organizadas po r los N P E A , en 1934, se esforzó po r ser invitado y presentado al personal com o invitado de honor. En ju lio de ese año, la Reichsführung-S S se ofreció a asum ir la responsabilidad de pagar la ropa y el equipo de los Ñ apólas, y tam bién com enzó a proporcionar becas y a pagar la m atrícula de los estudian­ tes de etnia germ ánica. El nueve de m arzo de 1936 la dedicación

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de las SS a las escuelas se vio recompensada con el nom bram iento del SS-Obergruppenführer A ugust Meissmeyer com o inspector general de

los N P E A . Estableció su propio

cuartel general, el H auptam t

Dienststelle I Ieissmeyer, y posteriorm ente exigió que todo el personal

de los N PEA se enrolara en la Allgemeine-SS. En 1940 las SS se habían hecho cargo de los Ñapólas por com pleto, con plenos poderes de decisión en cuestiones relacionadas con el plan de estudios y el n o m ­ bram iento del personal. La selección de los nuevos fungmannen que­ daba determ inada p o r la R u S í IA y los com andantes y profesores de los N P E A estaban som etidos a la disciplina de las SS. A partir de entonces, el ritm o de vida en los Ñapólas pasó a depender del de las SS. Se elim inó del plan de estudios la religión con­ vencional y la sustituyó el estudio de los ritos paganos germ ánicos. La celebración de la Julfest, la navidad de las SS, reunía a los estudiantes para adorar al hijo del sol, que surgía de sus cenizas en el solsticio de invierno. Nuevas canciones escolares conm em oraban la lucha entre el día y la noche y alababan el eterno regreso de la luz. La n o ch e del veintiuno de ju n io se convirtió en la noche del sol, cuando los jó v e ­ nes m ontaban una «guardia jubilosa» esperando la reaparición triu n ­ fal del sol. Se daban charlas sobre la superioridad racial y la ideología de las SS y se hacía hincapié en el deber, el valor y la obligación per­ sonal. La influencia de las SS en los N P E A se notaba tam bién en su form a de vestir, con la incorporación de puñales e insignias del estilo de las de las SS. A partir de 1940 se introdujo para el personal de los N P E A un nuevo esquem a de grados que coincidía totalm ente con los de las SS, a saber: N P E A - Untersturmführer

Profesor a prueba

N P E A - Obers turnsfit h rer

Profesor

N P E A -Hauptsturmführer

Profesor superior

N P E A -S tu rmban nfüh rer

Subjefe de departam ento

N PEA-O bersturm bannführer

Jefe de departam ento

N PEA-Standartenfii h rer

V icedirector

N P EA -O berführer

D irector

NPEA-Brigadeführer

Inspector de escuelas municipales

NPEA-G m ppetiführer

] aspector de escuelas nacionales

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Historia secreta de las SS

Teniendo en cuenta las necesidades de la Lebensborn y de otras organizaciones similares de las SS, en 1941 se inauguró en A chern, en Baden, el prim er centro exclusivam ente fem enino de los N P E A , al que poco después siguieron dos más. A partir de entonces, algunas de las escuelas que hasta entonces habían sido sólo para varones co m en ­ zaron a adm itir tam bién a alumnas y personal fem enino. E ntre 1941 y 1942 se fundaron nada m enos que veintisiete Ñapólas nuevos y, con la enorm e expansión que alcanzó durante la guerra el program a de los N P E A , la influencia de las SS adquirió una im portancia p rim o r­ dial. Por ejem plo, el V O M I garantizaba que la escuela de R ufach incluyera en el cuerpo de estudiantes una cantidad considerable de jóvenes Volksdeutsche procedentes de Besarabia y Bucovina. Se crearon tres escuelas conocidas com o N P E A Rcichsschideti en los territorios ocupados en O ccidente, precisam ente para acoger a estudiantes n ó r­ dicos no alemanes, los futuros líderes de la SS G erm ánica. La Reichsschule Flandern, situada en K w atrecht, en Flandes, inaugurada en

septiem bre de 1943, estaba equipada para alojar a alrededor de o c h o ­ cientos jóvenes, aunque nunca consiguió m atricular a más de ciento veinte, todos m enores de catorce años. La dirigía el SS-Obersturmführer Paul Steck. La Reichsschule Niederlande fü r Jungen, situada en Lim burgo, en H olanda, acogía a jóvenes holandeses y estaba «herm a­ nada» con su equivalente alemana más próxim a, el N P E A de Bensburg, con lo que solía haber un intercam bio regular de estudian­ tes y personal entre los dos centros. La Reichsschule Niederlande fü r Mädchen, estrecham ente relacionada con aquélla y sólo para m ujeres,

estaba situada en la localidad próxim a de H eithuijsen y la dirigía una baronesa holandesa pronazi. En diciem bre de 1944, en virtud de su éxito con los N P E A y las Reichsschulen y su posición com o com andante en jefe del ejército

nacional, H itler nom bró a H im m ler supervisor de todas las escuelas en las que se podían reclutar los futuros oficiales de la W ehrm acht y la W affen-SS. En teoría, tal nom bram iento le colocaba al frente de prácticam ente todos los centros educativos del Tercer R eich y los te rri­ torios conquistados. Para los planes a largo plazo de H im m ler convenía que las SS con­ trolaran no sólo las escuelas prim arias y secundarias sino tam bién los

La Allgemeine-SS

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centros de enseñanza superior. En 1922 ya se habían form ado grupos de estudiantes nazis en algunas universidades alemanas, pero no pasaban de ser simples encuentros de estudiantes que se habían afilia­ do al NSDA P; no se estableció una organización estudiantil inde­ pendiente hasta febrero de 1926, cuando surgió en la Universidad de JV1únich la Liga de Estudiantes N acional

Socialistas

A lem anes

(.Nationalsozialistische Deutsche Stuckntenbund, o N SD St.B ), al m ando

de Baldur von Schirach, que orga­ nizó la NSDSt.B en diez distritos, cada uno al m ando de un Kreisführer, y la organización se am plió para incluir entre sus m iem bros a los alum nos de los institutos de for­ m ación profesional, las escuelas industriales y los centros de estu­ dios empresariales. E n últim a ins­

Medalla al Mérito para jóvenes de entre diez y catorce años, pertenecientes a la Deutsche Jungvolk, la rama juvenil de las Juventudes Hitlerianas. Es inconfundible la influencia de las SS en el diseño rúnico de este galardón.

tancia, la proporción de m iem bros de la N SD St.B en la universidad era inferior a la de los que asistían a otros centros de enseñanza superior. Les invitaban a incorporarse a la SA. y a participar en los deportes m ilitares, pero lo hacía m enos de la m itad, ya que m uchos de ellos rehusaban la idea de relacionarse con los elem entos más toscos del partido. E n enero de 1933 la N SD St.B seguía contando con apenas seis mil trescientos m iem bros masculinos y setecientos cincuenta m iem bros fem eninos. Incluso después de la llegada al poder de los nazis, los estudiantes no estaban obligados a ingresar en la organización. Por el contrario, la pertenencia siguió siendo selectiva a propósito y restringida al 5 p o r 100 de los estudian­ tes. Del m ism o m odo que los N P E A sólo aceptaban a la flor y nata de los alum nos alemanes, la N SD St.B sólo perm itía el acceso a la

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Historia secreta de las SS

enseñanza superior a los mejores estudiantes y los más fiables. Cada universidad o instituto de enseñanza superior tenía una Stamm-Mannschaft (com pañía regular) de la N SD St.B, en la que no tenían cabida más de sesenta individuos, todos los cuales tenían que pertenecer ya al NSDAP, la SA, las SS, la N SK K o las H j. Se alistaban com o m ínim o p o r un año y su m isión consistía en actuar com o líderes políticos entre sus com ­ pañeros. Tanto H im m ler, que era licenciado en A gricultura, com o el .vice Führer del NSDAP, R u d o lf Hess, licenciado en H istoria y SS-O bergruppenführer, estaban sum am ente interesados en las cuestiones rela­

cionadas con la N SD St.B. Hess se refería a ella com o «una especie de intelectualidad de las SS» y H im m ler esperaba que de allí saliera la futura elite del partido. La consideraban la prolongación natural del sistema de los N P E A , que continuaría supervisando a los m uchachos y las m uchachas salidos de los Ñapólas que hubieran dem ostrado co n ­ diciones para seguir estudiando. Los dos contribuyeron a la creación de un nuevo

organism o, la D irecció n E studiantil del R e ic h

(Reichsstudetitenfiihrmig, o R SF), en noviem bre de 1936, que era, en

definitiva, la que controlaba tanto la N SD St.B com o la Asociación Estudiantil Alemana (Deutsche Studentenschaft, o DSt.) a la que p erte­ necían, autom áticam ente, todos los estudiantes alemanes. Estaba al m ando de la R S F el SS-Obergruppenführer doctor G ustav-A dolf Scheel, que fue nom brado Reichsstudentenführer. A partir de ese m om ento, las SS com enzaron a ejercer gran influencia sobre los asun­ tos estudiantiles. Poco después se equipó a los m iem bros de la N S D S t.B con u n u n ifo rm e azul oscuro, de estilo sim ilar al de la Allgem eine-SS y las Juventudes Hitlerianas. Scheel estableció la N SAltherrenbund der Deutschen Studenten, una nueva organización de ex

alum nos nazis, y obligó a las demás asociaciones de ex alum nos a afi­ liarse a ella, con la amenaza de que, de lo contrario, se les im pediría seguir participando en asuntos estudiantiles. Sólo las organizaciones de ex alum nos católicos se negaron a capitular, de m odo que H im m ler las declaró ilegales. E n consecuencia, todas las aportaciones y legados de los ex alum nos se tuvieron que canalizar a través de la Altherreribiind, con lo que quedaron som etidos al control de la R S F y,

en definitiva, al de las SS.

La Allgemeine-SS

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D espués de 1939 la mayoría de los dirigentes de la N SD Sst.B se m archaron para incorporarse a la W ehrm acht y a la Waffen-SS, dejan­ do así el adoctrinam iento de los estudiantes en m anos de individuos m enos com prom etidos. Además, la com posición efectiva del cuerpo estudiantil se vio alterada de form a radical. M ientras que antes de la guerra sólo había un pequeño porcentaje de m ujeres entre los estu­ diantes, en 1943 eran más del 35 por 100 de la población estudiantil. Ese factor, por sí solo, redujo considerablem ente la influencia de las SS, que p o r entonces seguía siendo una organización fundam entalm ente masculina, en la vida estudiantil. H im m ler alentaba con entusiasm o a los líderes potenciales de la SS G erm ánica procedentes de Flandes, H olanda, N oruega y D inam arca para que estudiaran en las universi­ dades y los institutos de form ación profesional de Alem ania a través del plan de becas Langem arck, que conm em oraba a los jóvenes estu­ diantes alemanes que habían com batido con tanto heroísm o com o voluntarios en la batalla de Langemarck, cerca de Ypres, en noviem ­ bre de 1914. Sin em bargo, en la segunda m itad de la segunda guerra m undial se desvanecieron el interés y el predom inio nazis en las uni­ versidades, que incluso, en algunos casos, llegaron a convertirse en centros de una acérrim a resistencia antinazi. A unque la mayoría de los jóvenes alemanes no tuvo nunca n in ­ guna relación con los N P E A ni con la N SD St.B , casi todos p e rte n e ­ cían, o tenían amigos que pertenecían, a las Juventudes H itlerianas (Hitlerjugend, o HJ) y a su equivalente fem enino, la Liga de M uchachas

Alemanas (Bund Deutscher Mädel, o B D M ). D espués de 1933 las HJ fueron una de las principales fuentes de reclutam iento para la A llgem eine-SS y, a m edida que el poder y el prestigio de las SS fueron

dism inuyendo, los de las SS y las 1 If fueron en aum ento. E n 1936 se decretó que toda la ju v en tu d alemana tenía que ser «educada, fuera del hogar de sus padres y de la escuela, en las HJ, física, intelectual y m oralm ente, para servir a la nación y a la comunidad». Al principio, las HJ tuvieron dificultades para satisfacer las grandes dem andas que se le hacían y, por tal m otivo, la pertenencia obligatoria se retrasó varios años. D e todos m odos, com o consecuencia del alistam iento voluntario, las Juventudes Hitlerianas alcanzaron la cifra de ocho millones de m iem bros (es decir, el 66 po r 100 de los que podían per-

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Historia secreta de las SS

fenecer a ellas) a finales de 1938. El servicio obligatorio en las HJ para todos los varones de diecisiete años se im puso el veinticinco de m arzo de 1939 y, en septiem bre de 1941, finalm ente se hizo obligatorio per­ tenecer a ellas, para ambos sexos, a partir de los diez años. M uchas de las actividades, los ornam entos y las insignias de las HJ derivaban de las de las SS, además de buena parte del antisem itism o, el neopaganism o y el uso de la sim bología rúnica, y la colaboración entre las SS y las HJ se hizo cada vez más estrecha hasta que, al final de la g u erra, las dos habían fu ndido sus intereses casi p o r com pleto. P or esa época, la m áxim a aspiración de todo jo v en hitleriano era que lo adm itieran en las SS. La rama selecta de la organización de las Juventudes H itlerianas era el HJ-Streifendienst (el Servicio de Patrulla), creado en diciem bre de 1936 que, de hecho, era una fuerza policial interna para las HJ, encargada de m antener el orden en las concentraciones y los cam pa­ m entos de las Juventudes H itlerianas, de controlar los m ovim ientos de transporte, supervisai' los albergues de las HJ y reducir la delincuencia juvenil. Cada m iem bro recibía u n pase especial y un distintivo para el puño al estilo de los de las SS y, si era necesario, un fusil de pequeño calibre. E n agosto de 1938, porque así lo acordaron H im m ler y la Reichsjugendführung de Von Schirach, el H J-Streifendienst se reorganizó

com o una especie de preparatorio para las SS. La form ación quedó totalm ente en manos de estas y se suponía que los jóvenes entrarían en las SS o en la policía al dejar el servicio. O tra form ación de las HJ m uy relacionada con las SS era el Landdienst (Servicio R ural), que tenía por objeto proporcionar asis­

tencia agrícola voluntaria, sobre todo en las provincias orientales del R eich . El Landdienst se form ó en 1934 y enviaba a los voluntarios urbanos de las HJ a trabajar en granjas durante un año, el llamado Landjahr, para proporcionarles experiencia agrícola. C u ando co m en ­

zó la guerra, el servicio contaba con veintiséis mil m iem bros. E n febrero de 1940 se creó la Siedlernachwuchsstelle O st (O ficina de Jóvenes C olonos del Este), por un acuerdo conjunto entre las SS y las HJ para form ar a los jóvenes com o Wehrbauern (guardias campesinos), para poblar y defender las zonas conquistadas en el este. A los volun­ tarios, la R u S H A los som etía a un exam en racial y tenían que apun-

La Allgemeine-SS

Voluntarios para la División «Hitlerjugend» hacen un juramento de lealtad ante las runas Sigel, flanqueados por las banderas de las Juventudes Hitlerianas, en 1944. El elegante uniforme M36 del oficial con casco contrasta mucho con la indumentaria M43, más básica, que llevan los reclutas.

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Un grupo de «Hitlerjugend» MG42, junto a un carro de combate Panzer en Normandía, en junio de 1944. Todos llevan los cubrecascos y los blusones típicos, con pantalones sueltos de camuflaje según el modelo italiano. El número del Panzer, «326», indica que se trata del sexto carro de la segunda sección de la tercera compañía, el 12° Regimiento Panzer de las SS.

tarse a la RKFDV. Para darle mayor impulso, en 1942 se am plió el concepto del Landdienst para dar cabida a los jóvenes procedentes de los países nórdicos, com o Flandes, H olanda, N o ruega y D inam arca, que se ofrecían para trabajar com o voluntarios en el recién creado Servicio R ural G erm ánico, o Germanischer I.anddienst, cuya insignia era la runa O dal y su lema, Schwert und Scholle (la espada y el terruño). Sin em bargo, ai cambiar las circunstancias de la guerra, en m arzo de 1944, se puso fin oficialm ente al Servicio R ural G erm ánico y buena parte de su personal m asculino fue trasladado a la Waffen-SS. A partir de 1936 las HJ hacían cursos de fin de semana de ejer­ cicios de cam po (Geländesport) y tiro con fusil, Al principio dependían

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Historia secreta de las SS

Durante su primera semana de acción en Normandía, estos tres soldados de la Division «Hitlerjugend» ganaron la Cruz de Hierro.

de los instructores que podían encontrar entre su propio personal y el de la W ehrm acht, pero las SS se fueron involucrando cada vez más en la form ación param ilitar de las Juventudes Hitlerianas. E n 1939 se esta­ blecieron campos de entrenam iento, o Wehrertüchtingungslager (W E Lager), donde los jóvenes entre los dieciséis años y m edio y los dieciocho tenían que hacer u n curso de tres semanas, al cabo de las cuales les otorgaban el K - Schein (certificado de entrenam iento bélico). E n 1943 había alrededor de ciento cincuenta campos de ese tipo, que incluían entre alum nos e instructores a voluntarios procedentes de Flandes, Holanda, N oruega, Dinamarca y Letonia. Las SS tenían buenos motivos prácticos para interesarse m ucho por el sistema de los W E-Lager, ya que proporcionaba a H im m ler el m edio para sortear el m o nopolio de la W ehrm acht para el reclutam iento militar. La W affen-SS no tenía n in ­ guna facultad directa de reclutam iento entre los ciudadanos alemanes, pero, si se podía convencer a un joven para que se presentara com o voluntario en la W affen-SS antes de cum plir los veinte años, la edad a la que se solía hacer el servicio militar, su preferencia p o r esa rama de

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las fuerzas de com bate se solía respetar. Por consiguiente, las SS trata­ ban de convencer a los jóvenes de los W E -L ager para que se alistaran com o voluntarios en alguna de sus divisiones de com bate después de obtener el K - Schein. E n febrero de 1943, tras la pérdida del 6o Ejército en Stalingrado, la escasez de hom bres se volvió tan acuciante que H itle r au to rizó u n program a para alentar el alistam iento voluntario de jóvenes de diecisiete años que no habrían tenido que prestar el servicio m ilitar hasta 1946. Las SS vieron entonces una oportunidad de oro para incre­ m entar sus propias fuerzas. D e inm ediato com enzaron las negociacio­ nes entre H im m ler y el Reichsjugendführer, A rtu r A xm ann, com o co n ­ secuencia de las cuales se decidió crear una división totalm ente nueva de la Waffen-SS, con jóvenes de las Juventudes H itlerianas que hu b ie­ ran finalizado sus cursos en los W E-Lager. A m ediados del verano se habían conseguido los diez m il voluntarios necesarios. E n octubre, la división recibió oficialm ente el nom bre de 12a D ivisión Panzer «Hitlerjugend» de las SS y entró en acción después de la invasion alia­ da de N o rm a ndia. Los jóvenes soldados fanáticos, ansiosos p o r dem os­ trar que m erecían llevar las honrosas runas de las SS, se lan zaro n a la batalla sin preocuparse en absoluto p o r las pérdidas, que fueron devastadoras. Más de ocho mil quinientos m urieron o resultaron heridos y, al acabar la guerra, lo único que quedaba de una de las principales divisiones acorazadas de Alem ania era un solo carro de com bate y cuatrocientos cincuenta y cinco hom bres. Las SS tam bién aprovecharon a los voluntarios de las HJ en el fren­ te interno. A m ediados de 1943 había alrededor de cien mil jóvenes alemanes en la organización auxiliar de fuego antiaéreo, dirigida po r la Luftwaffe, pero era tal la dem anda de soldados de artillería antiaérea y de operadores de reflectores que, en m arzo de 1944, G ö rin g y A xm ann tuvieron que recurrir a Alfred R osenberg para pedirle auto­ rización para alistar tam bién com o ayudantes en la artillería antiaérea a los jóvenes de los territorios orientales ocupados. La solicitud se aplicaría, al igual que en Alemania, tanto a los m uchachos com o a las chicas, a partir de los quince años y hasta que tuvieran edad suficien­ te para ser llamados a filas en sus respectivas legiones étnicas. C o m o esas legiones extranjeras estaban controladas por las SS, los jóvenes del

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Historia secreta de las SS

Este tam bién quedaron bajo la jurisdicción de H im m ler. En total se reclutaron más de dieciséis mil m uchachos y dos nul m uchachas en los países bálticos, Bielorrusia y U crania. P rim ero se los llam ó SSHcífcr; después, Luftwaffen-Hclfer y, po r últim o, SS-Luftim ffen-Helfer, y

tuvieron que trabajar en cualquier lugar del R eich. El servicio en las baterías antiaéreas era totalm ente com bativo; más de cuarenta auxilia­ res extranjeros m urieron en com bate y dos obtuvieron la C ruz de H ierro.'lodos los jóvenes llevaban Lis runas de las SS en un triángulo negro en la parte superior del brazo izquierdo, a la m anera de las insignias corrientes de distrito de las HJ. El otro ámbito en el que las SS y las Juventudes Hitlerianas m antu­ vieron un estrecho contacto fue la extinción de incendios. En ju n io de 1939 el SS-Gruppenführer doctor Johannes Meyer, com andante de la Feuerschutzpolizei, se reunió con los dirigentes de las HJ para analizar

la participación de las Juventudes Hitlerianas en la defensa contra incen­ dios. Entonces se creó el Hf-Feuerlöschdienst (Servicio de Extinción de Incendios de las HJ), que en diciembre se integró en el HJ-Streifendienst. E n marzo de 1941 se cambió su nom bre oficial por el de HJFeueruvhrscharcn (Escuadrones de Defensa C ontra Incendios de las HJ)

y sus miembros com enzaron a usar, en lugar del uniform e de las HJ, una versión modificada del de la Feucrschutzpolizei. A m edida que fue avan­ zando la guerra, la distinción entre una unidad con un entrenam iento especial, com o los HJ-Fcucrwehrscliaren, y las demás unidades de las HJ se fue desdibujando. E n 1943 habían desaparecido las restricciones de edad y todos los m iem bros de los servicios juveniles actuaban com o ayudantes voluntarios en los ataques aéreos. A mediados de 1943, sete­ cientos mil m uchachos participaron en la defensa contra incendios y, sólo durante ese año, m urieron treinta y dos, seiscientos siete resultaron heridos y trescientos fueron condecorados con la C ruz de H ierro o la C ruz al M érito en la Guerra. A finales de febrero de 1945, cuando la avanzadilla del ejército ruso se acercaba a Berlín, entre el pueblo alem án se form aron unidades espe­ ciales de sabotaje y guerrillas de partisanos con el fin de hostigar al ene­ m igo que se aproximaba. En caso de que la capital fuera capturada, los m iem bros de esas unidades, conocidos com o W eh w o lf o Freikorps A dolf Elitler, tenían que actuar detrás de las líneas aliadas en las zonas ocupa-

La Allgemeine-SS

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das, sembrando todo el caos que pudieran. Le correspondió a Him mler, com o com andante en jefe del ejército nacional, crear la organización de los Wehnvolf, que puso al m ando del SS-Obergruppenführer i íans Prützm ann, con el SS-Biïgadefiihrer Karl Pflaumer com o ayudante. N o obstante, com o todo el personal apto ya se encontraba en la línea del frente o en el Volkssturin, los IVehiwolf tuvieron que recurrir a m iem ­ bros m uy jóvenes de las 1 !J y la B D M para com pletar sus form aciones. A esos m uchachos y muchachas les encom endaron tareas m uy variadas, que incluían rescatar y ocultar armas y m uniciones, pequeños actos de sabotaje, com o pinchar neumáticos, y entregar mensajes y distribuir propagandi nazi. Los W ehnvolf de más edad, secundados desde la WaffenS S y la Allgemeiíie-SS, instalaron transmisores de radio secretos, partici­

paron en asesinatos y se infiltraron en los cuarteles generales enemigos. Sin duda, la organización de los Wehrwolf infligió daños considerables e, incluso después de la rendición, m erodeaban grupos de las SS y Juventudes Hitlerianas que participaron en actos de sabotaje contra las autoridades de ocupación estadounidenses, británicas, francesas y rusas. M ediante el adoctrinam iento de los jóvenes, a través de los N P E A , la N SD St.B , las HJ y la B D M , las SS se aseguraron de que los ideales de H im m ler y H itler sobrevivieran m ucho después de su desaparición.

La

SS

G

e r m á n ic a

O bsesionado p o r el deseo de atraer a las SS a toda la sangre n ó r­ dica de Europa, H im m ler concibió la idea de crear una nueva provin­ cia germ ánica que se llamaría B urgundia, que com prendería los Países Bajos, Bélgica y el noreste de Francia, y serviría de barrera para pro­ teger Alem ania de cualquier invasión. E n últim a instancia, B urgundia estaría supervisada y gobernada p o r las SS y, a tal fin, el Reichsführer estableció réplicas locales de la Allgemeine-S S en Mandes, H olanda y N o ru e g a poco después de conquistar esos países. A finales de 1942 se apartó a esas form aciones de la influencia de sus propios líderes políticos nacionales y colaboracionistas y se las fusionó para conver­ tirlas en una nueva SS G erm ánica, a las órdenes directas de H im m ler.

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Historia secreta de las SS

C o n la aparición de una filial danesa en 1943, la SS G erm ánica cre­ ció hasta abarcar com o m iem bros activos a casi nueve m il hom bres, cuya m isión fundam ental consistía en apoyar a la policía local, elim i­ nando a los partisanos, los subversivos y demás elem entos antinazis. Los m iem bros m antenían su propia lengua y sus costum bres, aunque era indudable que la que controlaba la situación era Alemania. Desde el principio, H im m ler inform ó a sus voluntarios occide itales: Podéis estar seguros de esto: habrá en toda Europa una sola SS. la SS Germánica, al m ando del Róchsfiihrer de las SS. A unque os resis­ táis, a m í m e da igual, porque la crearemos de todas maneras. N o os pedim os que os pongáis en contra de vuestro país, ni que hagáis nada que rep u g n e a nadie que esté orgulloso de su país, que lo aprecie y que se respete a sí m ism o.Tam poco esperamos que os hagáis alemanes por oportunismo. Lo que os pedimos es que subor­ dinéis vuestro ideal nacional a un ideal racial e histórico superior, el de un solo R e ic h germ ánico que lo abarque todo. La que se encargó en general de la supervisión de la SS G erm ánica y sus precursores fue la SS-IIauptam t, que colaboró en la creación y en la expansión del nuevo organismo. Poco después se equipó al personal con los uniform es negros sobrantes de la Allgemeine-SS, im portados de Alemania, a los que se añadieron las correspondientes insignias nacio­ nales. Se estableció una oficina especial de enlace germ ánico, o Germanische Leitstelle; su cuartel general estaba situado en el núm ero 20

de la Admiral von Schröder Strasse, en Berlín, y tenía filiales en La Haya, Oslo y C openhague, cuya m isión consistía en supervisar toda la propaganda política y las actividades de reclutam iento de las SS en las zonas respectivas de Europa occidental y los países escandinavos. Al cabo de un tiem po, se hizo evidente que los reclutas germ ánicos a m enudo necesitaban un tratam iento y u n adoctrinam iento especiales antes de poder ser aceptados plenam ente en las SS y, para cum plir esos requisitos, se creó un D epartam ento de E ntrenam iento de la SS G erm ánica, con cuatro campos principales de entrenam iento situados en Sennheim , Alsacia, en Schoten, Bélgica, en H ovelte, D inam arca y en Avegoor, Holanda. E n el program a de los campos se hacía hincapié

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en los juegos, el deporte y la form ación política. Además, había una Escuela para Oficiales de la SS G erm ánica (Führerschule der Germanischen-SS) en Hildesheim, que tenía por objeto ofrecer form ación gene­

ral a los futuros líderes políticos de la SS G erm ánica. D e hecho, la gran m ayoría de las personas interesadas en ingresar en la SS G erm ánica eran enviadas de inm ediato a la W affen-SS, sobre todo a las Divisiones «Wiking» y «Nordland», para servir en com bate. Cada una de las cuatro formaciones nacionales que llegaron a constituir la SS G erm ánica ten ía su propia h istoria, a la que vam os a refe rirn o s a c o n tin u a ció n . E n lo que respecta a Bélgica, los nazis siem pre habían establecido una clara diferenciación entre los dos pueblos que la conform an y al principio favorecieron a los flam encos de Flandes, que eran germ áni­ cos p o r su idiom a y su raza, frente a los valones deValonia, francófo­ nos y de origen rom ánico. A partir de 1940 H itler aprovechó el anti­ guo resentim iento que sentían los flamencos contra el Estado cié Bélgica, creado apenas ciento diez años antes y dom inado p o r los valones. Favoreció la disensión nacionalista en el país, apoyando a la Vlaamsch NationaalV erbond, o V N V (la U nión Nacional Flamenca) de Gustave «Staf» de Clerq, que consideraba a Flandes una parte natural de los Países Bajos, en lugar de Bélgica, y que en seguida absorbió a todos los partidos colaboracionistas de Flandes. L aV N V tenía su pro­ pia versión de la SA alemana, llamada la Dictsche Militie Zw ar te Brigade, y una red de organizaciones con una dirección política similar a la de las Flj, la NSKK, el R A D y el NSDAP. E n septiembre de 1940, dos flamencos proalemanes, Ward Herm ans y R en é Lagrou, establecieron en Amberes un equivalente flamenco de la Allgemeitie-SS. H erm ans era un m iem bro destacado de la V N V y com enzó alistando a ciento treinta de sus colegas de partido en el cuerpo, al que denom inó la Aigemeene Schutsscharen Vlaanderen (la SS General Flamenca). En marzo de 1941 contaba con 1.580 m iembros activos, además de los cuatro m il m iem bros patrocinadores, o Beschämende Leden, que hacían aportaciones financieras, com o el Fördernde Miglieder alemán. N o obstante, debido a la pérdida constante

de hom bres que ingresaban en las fuerzas armadas alemanas, sobre todo en los regim ientos «Westland» y «Nordwest» y en la Legión Flamenca

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Historia secreta de las SS

de la Waffen-SS, la fuerza de la Algcniecnc-SS Vlaanderen decayó consi­ derablem ente durante 1941, aunque nunca p o r debajo de los trescien­ tos hom bres. En 1942, los veteranos que regresaban de prestar servicio voluntario en el frente oriental volvieron a increm entar las cifras de la SS flamenca. Ese octubre, según la política de H im m ler de incluir a todas las formaciones generales germánicas de las SS dentro de una sola órbita alemana, la organización recibió el nom bre de ( lermaansche-SS in Vlaanderen (la SS G erm ánica en Flandes). Los que eran demasiado

mayores o no cum plían los requisitos físicos de la Gcrmaamche-SS podían alistarse en la unidad de reserva, conocida com o el MaanderenKorps. La política de la SS flamenca no concordaba demasiado con la

cautelosa actitud proholandesa de laV N V y recurría abiertam ente a su propio periódico, D e S S Alan, para abogar por el absoluto control ale­ m án sobre Flandes. La fuerza nom inal de la SS flamenca en ju n io de 1944 era de tres mil quinientos hom bres, de ios cuales, no obstante, mil seiscientos prestaban el servicio m ilitar en la W affen-SS, novecientos cuarenta estaban en la N SK K y quinientos, en el V'laanderen-Korps, con lo que sólo quedaban cuatrocientos sesenta m iem bros generales de la SS en activo en Flandes, cien de los cuales todavía estaban en período de prueba. A finales de ese año la mayor parte de Bélgica había sido libe­ rada, con una sola excepción significativa: el im portante p u erto de Am beres, cuna de la SS flamenca, que seguía estando en poder de los alemanes. El com andante superior de las SS y la Policía en Bélgica, el SS-G ritppcnfiihrcr R ic h a rd Jungclaus, reu n ió

los

restos

de la

G crm aamche-SS in Vlaanderen con los paramilitares ele la V N V para

form ar un C u erp o de Seguridad, o Sicherhcitskorps, de unos dos mil quinientos hom bres. U n batallón de ese cuerpo lucho ju n to a los ale­ m anes que defendían Am beres en una batalla que duró desde septiem ­ bre hasta noviembre de 1944. Fue uno de los pocos ejemplos en los que se recurrió a las SS en el oeste de Europa para luchar contra los britá­ nicos y los estadounidenses, ya que la m ayoría de sus colegas sólo com batieron en R usia. En cuanto a H olanda, antes de la segunda guerra m undial vivían y trabajaban allí más de cincuenta mil alemanes, de m odo que no es extraño que surgieran gran cantidad de grupos pronazis en los Países

La Allgemeine-SS

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Insignia que llevaban los miembros patrocinadores, o Beschermende Leden, de la SS Germánica en Flandes.

Bajos durante los años de form ación del Tercer R eich. El más im por­ tante cié ellos fue el Nationaal-Socialistische Beweging, o N SB (el M ovim iento N acional Socialista), de A nton Adriaan M ussert. El N SB era un partido m uy bien organizado y totalm ente uniform ado, con su propio sector paramilitar, el Weer Afdcelingen, o WA; en 1940 se le co n ­ cedió el m onopolio político de los Países Bajos, controlado m ediante la autoridad del Reichskommissar del país, el SS-Obergruppenführer doc­ to r A rth u r Seyss-Inquart. E n noviem bre de 1940, siguiendo el ejem ­ plo flamenco, el NSB se atrevió a establecer su propia SS dentro del m arco del partido. La iniciativa procedió del antiguo líder de la escol­ ta personal de M ussert, Johannes H e n d rik («Henk») Feldmeijer, que creó lo que sim plem ente se conoció com o la Nederlandsche-SS. En octubre de 1942, la SS holandesa dejó de ser una form ación param i­ litar del NSB; fue rebautizada com o la Germaansche-SS en Nederland y pasó a form ar parte de la gran SS G erm ánica, a las órdenes de

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Historia secreta de las SS

H im m ler. M ussert perdió el control sobre ella y todos los hom bres de las SS holandesa tuvieron que hacer el ju ra ­ m ento de lealtad personal a A dolf 11itler. La Gcrmaansche-SS en N e ­ derland tenía, en teoría, una

fuerza equivalente a cinco regimientos, a los que hay que sumar un regim iento de la policía de las SS, además de cuatro m il m iem bros patroci­ nadores, o Begünstigende Leden. Tam bién contaba con su pro­ Guerrera de un Opperschaarleider, 2° Standaard (Arnhem) de la SS Germánica en los Países Bajos, alrededor de 1944. Se trata de una prenda no reglamentaria, probablemente transformada a partir de una chaqueta de la Policía holandesa, en un momento en que escaseaban las gue­ rreras para el uniforme negro de servicio de las SS.

pio periódico, el Storm SS. Sin embargo. la cantidad de m iem ­ bros nom inales activos, que ascendían a tres mil ochocien­ tos, se reducía constantem ente por los alistamientos volunta­ rios a la Waffen-SS. U na uni­ dad de guardia atibada, estable­

cida por el H SSPf del noroeste, el SS-Obergruppenfiihrer Hanns R auter, después de que licenciaran al R eg im ien to «Nordwest», adoptó el nom bre de SS-Wachbataillon Nordwest. Estaba form ada p o r cuatro compañías, una de las cuales cumplía, sobre todo, tareas cerem oniales en el cuartel general de las SS en La Haya. Las otras actuaban com o guardias en los campos de concentración que se establecieron en H ertogenbosch, Vught y otros lugares de los Países Bajos. El SSPostschutz, en I iolanda, tam bién em pleaba a unos cuantos voluntarios

holandeses de más edad. Además de llevar consigo a su propia policía, las autoridades de ocupación alemanas en H olanda se dedicaron a reorganizar a la poli­ cía de ese país y era inevitable que las SS participaran en tal proceso. U n nuevo órgano, la Policía C om unal, sustituyó a las distintas fuerzas

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m unicipales y fue entrenada, siguiendo órdenes de las SS, en la escue­ la de policía de Schalkhaar. Se proporcionó a sus m iem bros un u n i­ form e parecido al de la Allgemeine-SS, pero con el cuello cerrado, y los policías holandeses que tam bién pertenecieran a la SS G erm ánica podían llevar las runas de las SS debajo del bolsillo superior izquierdo de la guerrera. En m arzo de 1943 el NSB creó la Landivacht Nederland (Guardia N acional Holandesa), en la que estaban obligados a prestar servicio todos los m iem bros del partido que tuvieran entre diecisiete y cincuenta años. En el mes de octubre la rebautizaron con el n o m ­ bre de Landstorm Nederland y fue puesta al m ando de las SS. Al princi­ pio, sus m iem bros llevaban el uniform e delW A o de la SS G erm ánica, pero después pasaron al gris de campaña. La Landstorm luchó funda­ m entalm ente contra la resistencia holandesa, aunque tam bién intervi­ no contra las fuerzas británicas aerotransportadas cerca de A rnhem , en septiem bre de 1944. Dos meses después absorbió al SS-Wachbataíllon Nordwest, los estados mayores de varios centros de entrenam iento y a

unos tres mil holandeses que regresaban, después de trabajar en Alemania, y se convirtió en la D ivisión de Granaderos de las SS «Landstorm Nederland», que intervino en algunos combates defensivos m enores antes de rendirse en mayo de 1945. A diferencia de los demás países occidentales ocupados, en N o ruega había un solo partido colaboracionista que tuviera cierta im portancia: el m ovim iento uniform ado N asjonal Sämling, o N S (U nidad N acional), de V idkun Q uisling. Q uisling trató de asum ir el poder inm ediatam ente después de la invasión alemana, pero le orde­ naron que renunciara y, hasta febrero de 1942, H itler no le nom bró presidente de N oruega; fue el único colaborador que alcanzó un cargo tan im portante en un país ocupado p o r Alemania. 1)e todos m odos, no le concedieron poderes absolutos. Q u ie n gobernaba de verdad en N o ruega era su archienem igo, el Reichskommissar Josef Terboven, que m anejaba un régim en implacable desde su fortaleza del castillo de Skaugum , en Oslo. En abril de 1941 Joñas Lie, jefe de la policía noruega, y Axel Stang, m inistro de D eportes y jefe del Estado M ayor de la Rikshird (la versión para la N S de la SA alem ana). presta­ ron servicio en Yugoslavia con la División «Reich» de la W affen-SS y los dos recibieron la C ru z de H ierro de Segunda Clase. E n cuanto

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Historia secreta de las SS

regresó a casa com o un héroe condecorado, Lie se puso a intrigar con Terboven contra su enem igo com ún, Q uisling. C o n la com plicidad alemana, Lie fundó la Norges-SS, un equivalente n o ru eg o de la Allgemeine-SS, reclutada entre la flor y nata de la Rikshird. Al no haber

sido ni consultado ni advertido, Q uisling se enfureció, pero no había nada que hacer, porque H im m ler había dado su bendición a la SS noruega. El Reichsführer fue a Oslo a presidir la cerem onia del ju ra ­ m ento y, com o era de suponer, nom bró com andante de la unidad a Lie, con el grado de SS-Standartenführer. Sin embargo, antes de que la Norges-SS pudiera siquiera concluir su entrenam iento básico, H itler

invadió R usia y el 85 por 100 de sus m iem bros se alistaron de in m e­ diato com o voluntarios para prestar servicio en la Legión N o ru e g a en el este. El resto ingresó en una C om pañía de la Policía, al m ando de Joñas Lie, que participó en el asedio de Leningrado. En ju lio de 1942 regresaron de R usia m uchos veteranos y la Norges-SS se reactivó. Pocos meses después, de acuerdo con la políti­

ca de H im m ler, se convirtió en la Gerrnanske-SS Norge. Se dejó de lado la antigua insignia de la Rikshird y se adoptó un sistema com ún de grados, basado en los de la Allgem eine-SS y las demás form aciones de la SS G erm ánica. La SS G erm ánica en N o ru eg a interru m p ió todo contacto con la Rikshird de la que había surgido y a partir de e n to n ­ ces sus m iem bros ya no podían pertenecer a ambas organizaciones. Se hizo un nuevo ju ra m en to de lealtad a H itler en lugar de a Quisling, y se a u to rizó el lem a de inspiración alem ana M in

Aere

cr Troskap

(En la lealtad está m i honor). N in guna unidad de la SS G erm ánica en N oruega alcanzó el tam año suficiente com o para ser considerada Standarte . Lo m áxim o que se pudo reunir fue un Stormbann (batallón),

de los que había doce en diversas partes del país. Es posible que por lo m enos cinco de ellos sólo existieran en el papel y que todos los demás siem pre tuvieran m enos hom bres de los necesarios, lo que no se debía tanto a la falta de voluntarios com o al hecho de que la SS G erm ánica, tanto en N o ru eg a com o en cualquier otro sitio, trabajara con jorn ad a parcial y a m enudo no fuera más que una m anera de entrar en la W affen-SS o en otras ramas de la W ehrm acht. D e hecho, tantos hom bres de la SS G erm ánica se alistaron com o voluntarios para trabajar con jo rn a d a com pleta en la W affen-SS que pudieron c o n tri-

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Himmler inspecciona a los voluntarios noruegos para el SS-Standarte «Nordland» el nueve de febrero de 1941.

b u ir con u n a com pañía entera al R e g im ie n to «N ordland» en la prim avera de 1943. Al m ism o tiem po, la G em um ske-SS Norge estable­ ció el SS- Wachbataillon Oslo, que reclutó a quinientos noruegos más para trabajar com o guardias en distintas instalaciones de la ciudad y en otros sitios. En N oruega, al igual que en otros países germ ánicos, se introdujo el concepto de los m iem bros patrocinadores, o Stattende Medlenmer. Según las cifras oficiales publicadas en Germaneren, el

periódico de la SS noruega, en septiem bre de 1944 la SS G erm ánica en N o ru eg a contaba con mil doscientos cincuenta hom bres, de los que trescientos treinta estaban en guardia de com bate para la WaffenS S y setecientos sesenta en unidades de la policía, incluido el SSWachbataillon Oslo; de m odo que sólo quedaban ciento sesenta n o ru e ­

gos en la activa SS G erm ánica, con lo que m uchas unidades debieron de existir reducidas a la m ínim a expresión. Al m ism o tiem po, había tres mil quinientos m iem bros patrocinadores. En el otro país germ ánico, D inam arca, antes de la segunda guerra m undial había varios partidos políticos pronazis, de los que el p rin -

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Historia secreta de las SS

oipal era el Danmarks National-Socialistike Arbejder Parti, o DNSAP, a las órdenes de Frits Clausen. El D N SA P estaba m uy bien organizado, con su propio cuerpo de líderes políticos, sección juvenil, servicio obrero y SA, la llam ada Storm A f delitiger. E n diciem bre de 1939 la SA danesa sólo pudo reunir a novecientos hom bres, pero a com ien­ zos de 1941 esa cifra había aum entado a dos m il quinientos, m uchos de los cuales fueron enviados posteriorm ente para hacer cursos de form ación en el cam po de la SS G erm ánica en Sennheim . En abril de 1941 doscientos daneses se alistaron com o voluntarios para prestar servicio en el R eg im ien to «Nordland» de la W affen-SS y, después de la invasión de Rusia, otros mil doscientos se incorporaron al Freikorps Danmark, reunido a toda prisa para com batir en el este. El com andan­

te del Freikorps era el conde C hristian Frederick von Schalburg, un aristócrata danés de origen báltico-germ ánico, que había sido diri­ gente de las juventudes del D N S A P y hasta hacía poco había presta­ do servicio com o SS-Sturmbannjührer con la D ivisión «Wiking». La unidad intervino en la batalla en mayo de 1942, adscrita a la SSTotenkopf-Division, y participó en la célebre acción que tuvo lugar en

D em jansk, en la que m urió Von Schalburg el dos de ju n io . Las au to ­ ridades nazis de D inam arca le hicieron un funeral de Estado. En defi­ nitiva, el Freikorps sufrió más de un 20 por 100 de bajas y un año después fue disuelto oficialmente. La mayoría de los veteranos del Freikorps fueron transferidos, sin tener demasiado en cuenta sus deseos personales, a la D ivisión «Nordland» de la W affen-SS. Algunos, sin embargo, entre ellos el SSObcrsturmbannführer K nud M artinsen, últim o com andante de la for­

m ación, regresaron a su patria para establecer el equivalente en todo, m enos en el nom bre, a una rama danesa de la Alígcrneine-SS. E n abril de 1943, con apoyo alemán, M artinsen creó el Germansk Korpset (C uerpo G erm ánico), que poco después rebautizó con el nom bre de Schalburg Korpset (C uerpo de Schalburg) en hom enaje al héroe del Freikorps. Varios veteranos del frente oriental se integraron en el cua­

dro de la nueva unidad, que abrió sus filas a todos los jóvenes daneses de sangre nórdica. El C u erp o se dividió en dos grupos principales: el personal activo uniform ado, en cinco compañías, y los patrocinadores ocasionales, que brindaban apoyo m oral y financiero. Estos últimos

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recibieron el nom bre de Dcmsk-Folke-Vaem (la Defensa Popular Danesa) y practicaban el uso de armas de pequeño calibre. El C u erp o de Schalburg adoptó las mismas técnicas que ios g ru ­ pos de partisanos contra los que luchaba y respondió a cada asesi­ nato de la resistencia con otro de su parte. Se decía que cada acto desabotaje provocaba uno de «Schalburgtage». Se instauró la llamada «C ruz de Schalburg», que llevaba el lem a del C u erp o : Troskab por Aere (En la lealtad está nuestro honor) y, según la publicación del

C uerpo, Foedrelandet, p o r lo m enos se concedió una medalla postum a a un hom bre de Schalburg que fue asesinado p o r los partisanos. D espués de una huelga general que tuvo lugar en D inam arca en ju lio de 1944, el C u erp o de Schalburg fue trasladado a R ingstad, en las afueras de C openhague, y se incorporó a la W affen-SS com o el SSAushildungsbataiUon (batallón de entrenam iento) Schalburg. Se enseñó

a sus m iem bros a usar armas pesadas, com o preparación para defender D inam arca de la inm inente invasión aliada. Seis meses después la u n i­ dad se convirtió en el SS Vagtbataillon Sjaelland (el Batallón de G uardia Zelanda de las SS). Sin embargo, nunca participó en com bates en la línea del frente y fue disuelto en febrero de 1945. El Efterretnings Tjenesten, o E T (el Servicio de Inteligencia), del C u e rp o de Schalburg se desprendió del órgano que le dio origen en abril de 1944 y quedó som etido al control directo del H S S P f de D inam arca, el SS-Obergmppenführer G ü n th e r Pancke. El diecinueve de septiembre, com o consecuencia de lo que los alemanes consideraron u n com portam iento poco de fiar durante la huelga general, la orga­ nización tradicional de la policía danesa fue desacuartelada en su tota­ lidad y Pancke ordenó al E T que form ara una nueva policía auxiliar para sustituirla. Ese cuerpo, conocido p o r los alemanes com o el Hilfspolizeikorps, o H ipo, adquirió en seguida m uy mala reputación y

fue responsable del asesinato de p o r lo m enos cincuenta sospechosos de la resistencia y de la tortura de otros cientos. En realidad se con­ virtió en la ram a danesa de la Gestapo. Algunos m iem bros llevaban un uniform e negro similar al del C u erp o de Schalburg, aunque la m ayo­ ría actuaban vestidos de civil. Al principio, el personal de las SS procedente de Flandes, H olanda, N o ruega y D inam arca tenía derecho a com petir p o r las insignias

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Historia secreta de las SS

deportivas paramilitares concedidas p o r los partidos pronazis de su país, elV N V , el NSB, el NS y el DNSAP, y a lucirlas. Sin embargo, cuando se consolidó la SS G erm ánica, a finales de 1942, se rom pieron esos iazos con el país y, por tanto, surgió la necesidad de conceder una nueva condecoración que lo abarcara todo. El quince de ju lio de 1943 el SS-Obergruppenführer Berger, de la SS .Hauptamt, redactó un proyecto de reglam ento referido precisam ente a una insignia de ese tipo para la SS G erm ánica. Tendría la form a de dos runas Sigel, sím ­ bolo de la victoria y, desde hacía tiem po, em blem a de las SS alemanas, superpuestas sobre una esvástica con form a de rueda solar, que se aso­ ciaba con los m ovim ientos nazis en el oeste de Europa. Por consi­ guiente, el diseño representaba la unión entre las SS alemanas y la SS G erm ánica. La condecoración, aprobada e instituida por H im m ler el uno de agosto de 1943, recibió el nom bre de Germanische. Leistungsrune (R una G erm ánica al M érito). La había de dos grados: de bronce y de plata, y las pruebas previas a su concesión eran similares a las que tenían que superar los alemanes en las SS para ser candidatos a la M edalla N acional al M érito D eportivo de Alem ania y la M edalla D eportiva M ilitar de la SA. A parte del atletism o y los deportes m ili­ tares, com o el tiro y las com unicaciones, había que dem ostrar aptitud en las teorías nacionalsocialistas. Más de dos mil m iem bros de la SS G erm ánica se presentaron a las prim eras pruebas, en enero de 1944, pero sólo las superaron noventa y cinco. La invasión aliada a Francia y las posteriores batallas sin duda im pidieron que se distribuyera am pliam ente y se cree que en total se concedieron m enos de doscien­ tas medallas. Por ser la única condecoración instituida p o r H im m ler que tuvo reconocim iento nacional, la R u n a G erm ánica al M érito ocupa un lugar único en la historia de las SS. Además de las form aciones de la SS G erm ánica propiam ente dicha, la A llgem eine-SS estableció sus propios Germanische Sturmbanne (batallones germ ánicos) en las zonas del R e ic h donde había grandes concentraciones de trabajadores procedentes de los países nórdicos. Esos extranjeros llegaron a ser varios centenares de miles a finales de 1942 y planteaban un problem a im portante para la seguridad interna de Alemania. Para facilitar su control, las empresas alemanas em plea­ ban a oficiales y soldados flamencos y holandeses de las SS, la mayoría

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de ellos recién llegados de pres­ tar servicio en la línea del fren­ te en el este, a fin de realizar una campaña Je propaganda en las fabricas. Lograron conven­ cer a tal cantidad de com pa­ triotas para que se incorporaran a la Allgcmeine-SS local, que se form aron siete batallones ger­ mánicos en Berlín, Brunswick, Dresde, Düsseldorf, Ham burgo, N u re m b e rg y Stuttgart. £1 servicio

en los

Germanische

Sturmbanne era voluntario y

no retribuido, y para prestarlo había que trabajar horas extras o los fines de semana. A finales de 1944 la SS G erm ánica en Alemania estaba

La Runa Germánica al Mérito se instituyó, según palabras de Himmler, para aquellos que «se distinguían en los deportes, el manejo de las armas y la madurez espiritual, demostrando su voluntad de alcanzar el destino germ ánico común». Aunque técnicamente podían obtenerla «todos los hombres alemanes y germánicos», nunca la llevó ningún alemán.

totalm ente organizada com o una parte de la Allgemeine-SS regular, aunque distinta de ella. La cifra m áxima de m iembros rondaba los siete nul y el SS-Obersturmbannführer M ax Kopischke ocupaba el cargo de C hef der Germanischen-SS in Deutschland (jefe de la SS G erm ánica en Alemania).Tenía com o subor­

dinados a varios Reichsreferenten, funcionarios de ios distintos grupos nacionales en los que se dividían los Germanische Sturmbanne. Sus Sonderstäbe (estados mayores especiales) trabajaban desde el cuartel

general de las Oberabschnitte en las que operaban los batallones. El centro cultural de los Germanische Sturmbanne era la Germanische J laus (Casa Alemana) de Hannover, creada por el Germanische Leitstelle de la SS

Hauptamt en mayo

de 1943 y trasladada posteriorm ente a

H ildesheim con el nom bre de Haus Germanien. Tam bién satisfacía las necesidades de vida social de los trabajadores, estudiantes y jóvenes nór­ dicos asociados, que trabajaban o pasaban las vacaciones en Alemania, organizando visitas de orquestas, cantantes, estrellas de cine y otras cele­ bridades procedentes de sus propios países. La Casa distribuía muchos

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Historia secreta de las SS

ejemplares de Das Schwarze Korps, ju n to con De S S M an, Storm SS, Germaneren y Foedreíandet. A medida que fue em peorando la situación

bélica, la Casa Alemana hacía más hincapié en ensalzar las virtudes de los hom bres de la SS Germ ánica en el frente y, a finales de 1944, se había convertido en poco más que una oficina de reclutam iento de la Waffen-SS con pretensiones.

E

l s im b o l is m o y el a t u e n d o

d e la

O

rd en

N

egra

A partir de 1934 se prom ovió conscientem ente a las SS, no sólo com o una elite racial sino tam bién com o una orden oscura y secreta. A tal efecto se crearon insignias simbólicas y uniform es diseñados con esmero, que resultaron señuelos filíales para atraer a miles de ciuda­ danos com unes hacia las estructuras de telaraña del im perio de H im m ler. D e todos los adornos del uniform e de las SS, el em blem a que se m antuvo a lo largo de toda la historia de la organización y que quedó firm em en te asociado a ella fue la cabeza de la m uerte, o Totenkopf, u n m otivo estrem ecedor que consistía en una calavera y unas tibias cruzadas. La cabeza de la m uerte fue la única insignia que tuvieron en com ún todas las form aciones de las SS. tanto la Allgemeine-S S com o la SS G erm ánica o la Waffen-SS, fueran alemanas o no. A m en u d o se ha supuesto que la 'ibtenkopf se usaba sim plem ente para aterrorizar a las personas que la veían, pero no fue así, sino que se adoptó com o un vínculo directo y em ocional con el pasado, sobre todo con las unida­ des militares de elite de la Alem ania im perial. La literatura alem ana medieval y los poem as rom ánticos estaban llenos de referencias a fuerzas oscuras y a los símbolos de la m uerte y la destrucción; un ejem plo típico es el siguiente pasaje de una ep o p e­ ya escrita en el siglo

XV

p o r G arnier von Susteren:

l í e aquí al caballero de modales oscuros y solemnes, con un a aneo en el emblema y sangre en el estandarte [...].

La Allgemeine-SS

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Este verso bien podría haberse com puesto pensando en cl unifor­ me de las SS. En 1740, una gran cabeza de la m uerte, sin m andíbulas y m irando hacia la derecha, con los huesos detrás del cráneo y bordada en plata, adornaba los arreos funerarios negros del rey de Prusia, Federico G uillerm o I. En su m em oria, los regim ientos núm ero uno y dos de Leib-Husaren, las unidades de elite de la Escolta R eal prusiana que se form aron al año siguiente, adoptaron el negro com o color de su uniform e y pusieron una inmensa TotenkopJ, con u n diseño sim i­ lar, en sus P elzm ützen (los gorros militares de piel). Lo m ism o hizo el Estado de B runsw ick en 1809, cuando la cabeza de la m uerte fue adoptada por su R e g im ie n to de Húsares núm . 17 y po r el tercer bata­ llón del R egim iento de Infantería núm . 92. La Totenkopf de B runsw ick tenía un diseño algo diferente del prusiano, porque el cráneo estaba de frente y colocado justo encim a de los huesos cruzados. D urante la prim era guerra m undial unas cuantas unidades de prim era del ejérci­ to alem án eligieron la cabeza de la m uerte com o insignia de su for­ m ación, sobre todo las tropas de asalto, los destacam entos de lanzalla­ mas y los batallones de carros de com bate. Varios pilotos de los Schutzstaffeln, entre los que figuraba el as de la aviación G eorg von

H antelm ann, que había prestado servicio en los Húsares de la Cabeza de la M uerte, tam bién usaron variantes de esta com o em blem a perso­ nal. Casi ju sto después del cese de las hostilidades, en 1918, se volvió a ver la cabeza de la m uerte, esta vez pintada en los cascos y los vehícu­ los de algunos de los m ejores y más famosos Freikorps. Por su asocia­ ción con esas form aciones se convirtió en un sím bolo, no sólo de osadía y sacrificio en tiem pos de guerra, sino tam bién del tradiciona­ lismo, el antiliberalism o y el antibolchevism o de posguerra. Los ex militares nacionalistas hasta llevaban anillos, gemelos, alfileres de cor­ bata y otros adornos con la cabeza de la m uerte, que cada uno encar­ gaba por su cuenta para llevar con la ropa de civil. N o es extraño, po r tanto, que en 1923 los m iem bros del Stosstrupp A dolf H itler adoptaran con entusiasm o la Totenkopf com o em blem a distintivo, adquiriendo al principio una pequeña reserva sobrante de insignias para gorras del ejército. A partir de entonces, sus sucesores en las SS contrataron a la empresa D eschler de M ú n ich para volver a tro­ quelar grandes cantidades de la cabeza de la m uerte sm mandíbulas,

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Historia secreta de las SS

La cabeza de la muerte alemana fue utilizada por primera vez por los regimientos prusianos de caballería en el siglo xvm. La Totenkopf aparecía en los sombreros altos y redondeados del 5° de Húsares (los Húsares «Negros» o «de la muerte»); en cambio, los sombreros, del 9o de Húsares llevaban un esqueleto tumbado que hizo que se los llamara los Húsares «de la muerte total». Este gorro militar de piel data de alrededor de 1910; lo llevaba un miembro del 1er Regimiento de LeibHusaren, que tenía su base en Danzig-Langfuhr.

de estilo prusiano, que llevaron en las prendas de su tocado durante los once años siguientes. Igual que a los guardias personales de Hitler, les gustaba tom ar com o m odelo a los húsares de la escolta im perial, que se h ab ían h e c h o c o n o c e r com o los Schwarze Totenkopfhusaren y eran aficionados a entonar la vieja canción de su regim iento, que incluía una estrofa m uy emotiva: D e negro nos vestimos, de sangre nos bañamos, con la cabeza de la muerte en el casco. ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Somos invencibles!

E n 1934, cuando las nuevas unidades Panzer del ejército (que, después de todo, eran los sucesores naturales de los regim ientos de

La Allgemeine-SS

233

Esta versión de la cabeza de la muerte de estilo prusiano fue adoptada por el Stosstrupp Adolf Hitler en 1923 y las SS la usaron hasta 1934.

El modelo de la cabeza de la muerte de las SS que se llevaba en 1934. Este ejemplo en particular fue fabricado en Múnich por la empresa Deschler.

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Historia secreta de las SS

caballería imperiales) com enzaron a usar la Totenkopf de estilo prusia­ no com o insignia de elite, las SS inventaron su propio diseño exclusivo de una cabeza de la m uerte sonriente, con m andíbula inferior, que fue la que llevaron a partir de entonces. El m odelo de 1934 de la Toten kopf de las SS al final adoptó diver­ sas form as, m irando hacia la derecha, hacia la izquierda y hacia el fren­ te, y aparecía en el tocado de tela de todos los m iem bros de la orga­ nización y en las guerreras y los vehículos de las SS-Totcnkopfverbände y la Totenkopf-Division. Era el eje del prestigioso anillo de la cabeza de la m uerte de las SS y se podía apreciar en las cadenas de las que col­ gaban los puñales y las golas, en las chaquetas del uniform e de gala, las banderas, los estandartes, las fundas de los tam bores, los adornos de las trom petas y en la insignia de la guerra de guerrillas de las SS y la policía.A dem ás, por sus asociaciones directas con D anzig, donde estu­ vieron acuartelados los regim ientos de Leib-Husaren prusianos hasta 1918, fue elegida com o la insignia especial de la form ación del SSHeimwehr D anzig y de la policía de Danzig. H im m ler quería que sus

hom bres estuvieran orgullosos de su herencia y no cabe duda de que las honorables asociaciones de la cabeza de la m uerte alem ana fueron bien aprovechadas a tal efecto. Se convirtió en una inspiración para todos los que m erecieron el privilegio de lucirla. Además de la Totenkopf, las S S Runen (las runas de las SS) represen­ taban el elitismo y la camaradería fraterna de la organización, y se las elevó a una condición casi sagrada. D e hecho, cuando los hom bres de las SS m archaron a la guerra, en 1939, cantaban su him no SS W ir Alle (Todos som os de las SS) que incluía el verso: W ir alle stehen z u m K a m p f bereit, wenn R unen und Totenkopf führen (Todos estamos Ustos

para la batalla, inspirados po r las runas y la cabeza de la m uerte). La palabra «runa» viene del nórdico antiguo run, que significa «escritura secreta». Las runas eran caracteres que constituían los alfabetos utiliza­ dos p o r las tribus germánicas de la E uropa precristiana para la escri­ tura tanto mágica com o corriente. Había tres grandes ramas del alfa­ beto rúnico y una serie de variantes m enores; algunas runas servían al mism o tiem po com o símbolos para representar características hum anas o ideales, de form a similar a com o los romanos usaban las hojas de roble y de laurel para indicar la fuerza y la victoria. E n el año 98, en

La ñllgem eine-SS

235

su obra Germania, el historiador C ornelio Tácito describía con detalle la m anera en que los germ anos hacían adivinaciones m ediante las runas. E n el siglo

XIX y

principios del

XX

com enzaron a interesarse por las

runas los m odernos Völkisch (movimientos «folk») del norte de Europa, que promovían el interés por las historias, las creencias dicionales. U n o de esos grupos fue la Sociedad Thule

y

los festejos tra­

y,

a través de su

asociación con sus actividades, 1 lunm ler com enzó a retrotraerse al mís­ tico período germ ánico de la Edad Media en busca de buena parte de su inspiración. Siempre le habían fascinado los códigos crípticos y los mensajes ocultos, de m odo que fue doblem ente adecuado que pudiera aprovechar muchas de las ideas del simbolismo pagano y adoptar, o por lo m enos adaptar, ciertas runas para que las usaran sus SS. A todos los Antwärter de la Allgemcine-SS previos a 1939 se les enseñaba e! simbolis­

m o rúnico com o parte de su form ación de prueba. En 1945 las SS uti­ lizaban catorce variedades principales de runas, que se describen a conti­ nuación

y

aparecen en la ilustración de la página 236.

A. La H akenkreuz La Hakenkreuz (esvástica o cruz gamada) era el sím bolo germ áni­ co pagano de D o n n er (o ló r), el dios de los aventureros. D urante el siglo XIX se consideraba el sím bolo del nacionalismo y la lucha racial, y en el período posterior a 1918 la adoptaron varias unidades de los Freikorps, sobre todo la Brigada Ehrhardt. C om o insignia principal del

partido nazi

y

del Estado aparecía inevitablem ente en numerosas guar­

niciones de las SS, ya sea de form a estática (es decir, apoyada en un plano) o m óvil (es decir, apoyada en un punto, para dar la im presión de un m ovim iento de avance). La SS G erm ánica en Flandes utilizaba una versión alargada de la esvástica móvil. B. La Sonnenrad La Sonnenrad, o esvástica con form a de rueda solar, era la represen­ tación nórdica antigua del sol, que fue adoptada com o emblema por la Sociedad T hule. P o sterio rm en te la utilizaron com o sím bolo las divisiones «Wiking» y «Nordland» de la Waffen-SS, m uchos de cuyos miembros eran ciudadanos escandinavos, y también el C uerpo de Schalburg. Constituía la parte principal del diseño de la R u n a Germánica

236

Historia secreta de las SS

al M érito y la llevaba la SS

(\

noruega. 4. Hakenkreuz

B. Sonnenrad

C. La runa Sigel La runa Sigel (también llamada Siegrune) simbolizaba C. Sig-R une

D. Ger-R un e

E. W olfsangel

la victoria. En 1931 el SSSturmfiihrer Walter H eck, un

\

V F. Wolfsangel (variant)

G Opfer-Rune

H.Eif-Rune

A\

A

L. Heilszeichen

ba para Ferdinand Hoffstätter, una empresa de B onn que se

γ 1. Leben-Rune

diseñador gráfico que trabaja­

J. Toten-Rune

dedicaba a crear insignias, colocó dos runas Sigel una al

K. Tyr-Rune

*

&

\f.Hagali-Rune

ΛΓ, Odal-Rune

lado de la otra, creando así la ubicua insignia de las «runas de las SS», utilizada en todas partes, po r todas las ramas de la organización, a partir de 1933. Las SS le pagaron 2,50

Símbolos rúnicos utilizados por las SS.

Reichsmarks por los derechos del diseño. H eck tam bién fue

el responsable de la insignia de las «runas de la SA», que combinaba una «S» rúnica con una «A» gótica. D. La runa Ger La runa G er simbolizaba el espíritu com unitario y se presentaba com o una variación del sím bolo divisional de la D ivisión «Nordland» de la Waffen-SS. E. E l Wolfsangel El Wolfsangel (gancho del lobo) era en un principio un em blem a pagano que se suponía que tenía el poder de alejar a los lobos. Después se convirtió en un sím bolo heráldico que representaba una tram pa para lobos y, com o tal, aparece hasta el día de hoy en el escudo de armas de la ciudad

de

W olfstein. A doptado com o em blem a en el siglo

XV

por los

campesinos que se alzaron contra los m ercenarios de los príncipes ale­

La Allgemeine-SS

237

manes, a partir de entonces el Wolfsangel se consideró un sím bolo de la libertad y la independencia, aunque tam bién recibió el nom bre de Zeichen der W illkür (la «insignia del despotismo») durante la guerra

de los treinta años. El Wolfsangel fue uno de los prim eros emblemas del partido nazi y posteriorm ente fue utilizado com o sím bolo por la División «Das Reich» de la Waffen-SS. E E l Wolfsangel (variante) U n a versión más baja del Wolfsangel, con los brazos en form a de gancho, era el em blem a de la SS G erm ánica en los Países Bajos y pos­ terio rm en te fue adoptada p o r la D ivisión «Landstorm Nederland» de la Waffen-SS, form ada p o r voluntarios holandeses. G. La runa O ffer La runa O pfer era un sím bolo de abnegación. La utilizó a partir de 1918 la asociación de veteranos de guerra Stahlhelm y, p o sterio r­ m ente, fue la insignia que sirvió para conm em orar a los m ártires nazis del putsch de M únich de 1923. Tam bién form aba parte del diseño de la insignia deportiva de la SA para heridos de guerra, que podían ganar los ex militares de las SS que habían quedado inválidos. H . La runa E if La runa E if representaba el celo y el entusiasmo. Fue la prim era insignia de los ayudantes de las SS seleccionados especialm ente y asig­ nados en persona a H itler y, p o r tanto, la llevaba R u d o lf Hess en 1929. I. La rnna Leben La runa Leben (la runa de la vida) simbolizaba la vida y fue adop­ tada po r la asociación Lebensborn y la Ahnenerbe. Asimismo, aparecía en los docum entos de las SS y en los indicadores de las sepulturas para m arcar la fecha de nacim iento. J. La runa Toten La runa Toten (la runa de la m uerte) representaba la m uerte y se utilizaba en los docum entos de las SS y en los indicadores de las sepul­ turas para m arcar la fecha de la m uerte.

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Historia secreta de las SS

K. La runa Tyr La runa Tyr, tam bién conocida com o la runa K am pf (la runa de la batalla) era el sím bolo germ ánico pagano de Tyr, el dios de la gue­ rra, y representaba el liderazgo en la batalla. H abitualm ente la utiliza­ ban las SS com o indicador de sepulturas, en lugar de la cruz cristiana; llevar la runa Tyr en la parte superior del brazo izquierdo indicaba que uno se había graduado en la SA-Reichsführerschule, que preparó a los oficiales de las SS hasta 1934. Después, fue la insignia especializada de la ram a de reclutam iento y entrenam iento de las SS y u n em blem a de la D ivisión «30 Januar» de la W affen-SS , que com prendía al personal y los alum nos de diversas escuelas de entrenam iento de las SS. L. Los Heilszeichen Los Heilszeichen (símbolos de prosperidad) representaban el éxito y la buena suerte y aparecían en el anillo de la cabeza de la m uerte de las SS. A4. La runa Hagal La runa Hagal representaba la fe im perturbable que se suponía que tenían que tener todos los m iem bros de las SS, Aparecía en el ani­ llo de la cabeza de la m uerte de las SS, así com o tam bién en los atuen­ dos cerem oniales que se utilizaban en las bodas de la organización. T am bién fue elegida com o sím bolo de la SS-P olizei-Division, p o rq u e se parecía a la insignia tradicional de la «estrella de la policía». N . La runa Odal La runa O dal simbolizaba el parentesco y la familia y la reunión de personas de sangre similar. Era la insignia de la S S Rasse- und Siedlungshauptamt y el em blem a de la D ivision «Prinz Eugen» de la W affen-SS , que com prendía fundam entalm ente a los Volksdeutsche pro ­

cedentes de los Balcanes. El simbolismo de la cabeza de la m uerte y las runas se combinaba en uno de los adornos más poderosos y, sin embargo, más siniestros del uniform e de las SS, el Totenkopfring der S S (el anillo de la cabeza de la m uerte de las SS), instituido por Him m ler el diez de abril de 1934. El

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anillo no figuraba entre las condecoraciones nacionales porque era un regalo del Reichsführer. Sin embargo, se consideraba un prem io im por­ tante dentro de la herm andad de las SS, un reconocim iento al m érito personal de su portador, su fiel cum plim iento del deber y su lealtad a H itler y a sus ideales. Sin duda, H im m ler adoptó el concepto y la forma rúnica del anillo a partir de la mitología germánica, según la cual el dios Tor poseía un anillo de plata pura que servía para tom ar juram ento (algo así com o los cristianos, q u e ja ra n sobre la Biblia), y los tratados que había que cum plir se tallaban en form a de runas sobre la lanza de O dín. El Ibtenkopfring comprendía una franja enorm e de hojas de roble en las que aparecían, profundam ente grabadas, la cabeza de la m uerte y una serie de runas. En el docum ento de concesión que se entregaba con cada anillo se explicaban estas y se las interpretaba de la siguiente manera: La runa Sigel dentro de un triángulo representaba que se p e rte ­ necía a las SS. La esvástica dentro de u n cuadrado era un sím bolo de la filosofía nazi. Los Heilszeichen dentro de un círculo eran sím bolo de pro sp e­ ridad. La runa Hagal dentro de un hexágono significaba una fe in q u e­ brantable. N o obstante, esos significados quedaban m uy atenuados en compara­ ción con los que en un principio elaboró el SS-Brigadeführer Karl-Maria Wiligut-Weisthor, experto en runas y en descifrar su simbolismo, que dise­ ñó el anillo para I Iimmler.A continuación se presentan las interpretacio­ nes de Wiligut-Weisthor que, al contar con la aprobación del Reichsführer, ofrecen una visión interesante de cóm o funcionaba la m ente de H im m ler en el m om ento en que planeaba el futuro de su O rden Negra: La runa Sigel dentro de un triángulo

El triángulo significa que la vida es eterna. Sus tres lados repre­ sentan el nacim iento, el desarrollo y la m uerte o el pasado, el presen­ te y el futuro. Cada m uerte es el cam ino hacia una nueva vida y el triángulo simboliza el ciclo eterno de la creación. La runa Sigel repre-

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Historia secreta de las SS

La insignia para el cuello con las runas Sigel, que al principio estaba reservada exclusivamente para los miembros del Leibstandarte, pero que al final llevaban todas las formaciones alemanas de la Waffen-SS.

senta el sol y la salud. Tam bién era el sím bolo pagano de la victoria. Por tanto, abarca tanto el saludo ( Heil o «Salud») com o el grito de guerra (Sieg o «Victoria») de los antepasados germ ánicos de las SS. (De esa com binación de saludo antiguo y grito de guerra sacaron los nazis su Sieg I leí!.) La esvástica dentro de un cuadrado

La esvástica com prende cuatro runas en form a de «U». La runa en form a de «U» representa el recorrido del sol y es sím bolo de fertili­ dad. D e una esvástica partida o cortada p o r :a m itad se obtiene la runa en form a de «G» o runa G ibor, que significa transm itir a los propios descendientes. Todo el sim bolismo de esta runa es el hom bre que está en arm onía con dios y con la eternidad. Los IJeilszeichen dentro de un círculo

D entro del círculo hay dos runas Sigel y una com binación de la runa Tyr y la runa Os. El círculo representa la circulación de la divi-

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Primer piano de la tecla de las runas Sigel que aparecía en las máquinas de escribir de las SS a partir de 1936. En todos los documentos de las SS y las publicaciones impresas siempre aparecían las runas Sigel en lugar de las habituales letras romanas «SS».

nidad en la naturaleza, que foijó el espíritu hum ano. Es el círculo de la vida. Las runas Sigel simbolizan las SS y la prosperidad. La runa Tyr es la lanza de Tyr, el dios escandinavo de la guerra. Todo esto significa que la m uerte es im potente y que no hay que tenerle m iedo. Los que luchan con valor para garantizar la prosperidad de su Volk serán recor­ dados para siempre. La runa Hagal dentro de un hexágono

Las dieciocho runas derivan del hexágono. Llevar este sím bolo otorga fuerza en la adversidad, ya que abarca todo el poder de todas las runas. La interpretación general de esta runa es creer en uno m ism o y así uno se convierte en el amo de todo. Es evidente que el propio H im m ler creía en todo lo anterior y tra­ taba el anillo con la m áxima reverencia. Λ1 principio, el Totenkopfring estaba reservado para aquellos veteranos de la Vieja Guardia que per­

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Historia secreta de las SS

tenecían a las SS con núm eros inferiores al tres rn.il, lo que suponía, en la práctica, que estaba restringido a los oficiales, porque el veinte de abril de 1934 H im m ler nom bró Sturmführer a todos los hom bres de las SS que tuvieran núm eros por debajo del tres m il y que todavía n o eran oficíales.Todos esos individuos, alrededor de mil, se habían incorpora­ do a las SS antes de septiembre de 1930, cuando los nazis consiguieron el prim er éxito notable en unas elecciones. Los requisitos para la con­ cesión del anillo se fueron am pliando poco a poco hasta que, en 1939, la mayoría de los oficiales de las SS con tres años de servicio tenían derecho a llevarlo, aunque ese derecho se podía postergar o desapare­ cer, durante un periodo de entre tres meses y tres años, si su portador había recibido algún castigo en virtud del código disciplinario de las SS.

El anillo de la cabeza de la muerte. Himmler entregó el primero de ellos a la Vieja Guardia de las SS el veinticuatro de diciembre de 1933, cuatro meses antes de que se publicara la orden que elevaba el Totenkopfríng a la categoría de condecoración oficial de las SS. Cabe destacar que aquellos que llegaron a reunir las condiciones para recibir el anillo tuvieron qué solicitarlo a través de los canales habituales de las SS, lo que explica el motivo por el que muchos oficiales que tenían derecho a é) no lo recibieron jamás: simplemente porque se olvidaron de solicitarlo o decidieron no hacerlo. Se sabe que se conservan menos de veinte anillos de la muerte en colecciones privadas.

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Los anillos se entregaban en fechas fijas, coincidiendo con las fiestas de las SS y el NSDAP, a saber, el veinte de abril, el veintiuno de junio, el nueve de noviem bre y el veintiuno de diciembre, y todas las concesio­ nes se registraban en la Dienstaltersliste. Al m orir el dueño de un anillo había que devolverlo a la S S Personalhauptamt, que disponía su co n ­ servación en un santuario especial, en el castillo de H im m ler en W ewelsburg. E n la prim avera de 1945, para evitar que los anillos devueltos cayeran en poder de los abados, fueron sepultados m ediante una explosión en la ladera de una m ontaña próxim a a W ewelsburg y hasta el día de hoy no se han encontrado. E ntre 1934 y 1944 se concedieron alrededor de catorce m il qui­ nientos anillos de la cabeza de la m uerte. A uno de enero de 1945 el 64 p o r 100 de ellos había siclo devuelto a las SS al m o rir su dueño (es decir, los que se enterrarían en W ewelsburg), el 10 p o r 100 se había perdido en el cam po de batalla y el 26 p o r 100 seguía estando en poder de su propietario o no se tenía conocim iento de su paradero, p o r algún otro m otivo, lo que suponía que, en teoría, al finalizar la guerra, podía haber en circulación unos tres m il quinientos anillos. El Totenkopfring llegó a ser un h o n o r tan preciado que num erosos oficia­ les de las SS y la policía que no tenían derecho a llevarlo encargaron a sus joyeros, e incluso a los reclusos de los campos de concentración, que les fabricaran en oro o plata una variedad de «anillos con cala­ veras» extraoficiales. Sin em bargo, esos anillos carecían del sim bolism o rúnico y eran im itaciones más bien burdas de los auténticos. El poderoso y sim bólico uniform e de las SS de finales de la déca­ da de 1 930 y com ienzos de la de 1940 tuvo un origen m uy hum ilde. Los prim eros nazis vestían traje norm al de civil y sólo se distinguían p o r los Kampfbinde (los brazaletes con la esvástica) de rudim entaria fabricación casera que llevaban en el brazo izquierdo. N o obstante, cuando apareció la SA param ilitar en 1921 surgió la necesidad de crear un u niform e específico para sus m iem bros. Al principio su ves­ tim enta no tenía ninguna coherencia y seguía el estilo característico de los Freikorps, por lo general en form a de cazadoras cruzadas, de color gris de campaña, remanentes del ejército, cinturones con correas cruzadas, pantalones grises, botas de trinchera, cascos de acero y gorros de m ontaña. M uchos hom bres de la SA se lim itaron a conser­

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Historia secreta de las SS

var los uniform es que habían llevado durante la guerra de 1914 a 1918, sin ninguna insignia. El brazalete con la esvástica era el único elem ento que se repetía y a veces llevaba un núm ero o un em blem a m etálico para indicar la unidad y una «estrella» de m etal o galones de tela para indicar el grado. Por ejem plo, el com andante de la I a C om pañía del R e g im ie n to «M ünchen» de la SA llevaba una cabeza de la m uerte de estilo B runsw ick encim a del núm ero «1» y una sola estrella en el brazalete. En 1923 los m iem bros del Stosstmpp A dolf H itler llevaban un atuendo similar, al que se añadía una Totenkopf de estilo prusiano en la gorra, por lo general coronada p o r una Reichskokarde, una escarapela m etálica circular con los colores im p e ­

riales: negro, blanco y rojo. Tras el fracaso del putsch de M ú n ich y la prohibición de las SS y el Stosstmpp, los hom bres siguieron llevando su viejo uniform e de m iem bros de los Frontbanne, añadiendo una insig­ nia con u n casco de acero en el centro del brazalete con la esvástica. A finales de 1924 el Leutnant G erhard Rossbach, que había sido uno de los líderes más famosos del Freikorps y la SA, com pró a m uy b uen precio un lote de camisas pardas tropicales, excedente del ejérci­ to alemán; las prendas, que habían estado destinadas a las colonias del R e ic h en África, en realidad no eran camisas, sino blusas con cuello y bolsillos que solían llevarse encim a de una camisa norm al sin cuello. E n febrero de 1925, cuando se reconstituyó el N SD A P y se reactivó la SA, H itler equipó a sus hom bres con esas camisas fáciles de conseguir y encargó corbatas, pantalones y quepis a juego. D e ese m odo, más por casualidad que p o r diseño, la SA y el partido nazi en general adopta­ ron el color pardo. C uando se form aron las SS, en abril de ese m ism o año, tam bién se proporcionaron camisas pardas a sus m iem bros. N o obstante, para diferenciarse de la SA, siguieron usando la cabeza de la m uerte del Stosstmpp y llevaban quepis negro, corbata negra y panta­ lones negros, y los brazaletes con la esvástica tenían el borde negro. A finales de 1925 la camisa parda y los com plem entos negros quedaron bien establecidos com o el «uniforme tradicional» de las SS. La gran mayoría de los hom bres de la organización, que tam bién pertenecían al NSDAP, llevaban la insignia del partido nazi en la corbata. El nueve de noviem bre de 1926, la SA, en rápida expansión, in tro d u jo las insignias para el cuello, o Kragenspiegel, para indicar la

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unidad y el grado, en lugar de las insignias y los galones que antes se po n ían en el brazalete. E n la insignia de la derecha iban los núm eros de la unidad y en la de la izquierdo, un sistema tipo Stahlhelm, con estrellas, barras y hojas de roble, para indicar el grado.

E stableciendo un contraste entre el color de la insignia y el de los núm eros se procuraba reflejar los colores corresp o n d ien tes al Estado del distrito en el cual estaba situada la unidad en cuestión. P or ejem plo, los hom bres de la SA en B erlín llevaban insignias negras y blancas; los de H am b u rg o las llevaban rojas y blancas; los de M ú n ic h , azules y blancas y así sucesivam ente. Pero ese o rden resultaba difícil de m an te n er y al final las com binaciones de c o lo ­ res e x p e rim e n taro n m uchos cam bios. Las insignias de las unidades de la SA eran p a rticu la rm e n te com plejas, ya que ten ían que in cluir no sólo el Standarte, la especialidad y el cargo, sino tam b ién el Sturm bann y el Sturm correspondientes. E n agosto de 1929 las SS

tam bién com enzaron a utilizar insignias de cuello para indicar el grado y la unidad. Al igual que en la SA, el grado aparecía en la insignia izquierda, o en ambas, de Standartenführer hacia arriba, y la in d ica­ ción de la unidad, en la derecha. D e todos m odos, el sistem a de las SS era m u ch o más sencillo que el de la SA. Todas las insignias para el cuello de las SS eran de color negro, con los núm eros, las estre­ llas, los galones y las hojas de roble de color blanco, plata o gris. A dem ás, las insignias de cuello de la u n id ad se lim itaban a indicar el Standarte, la especialidad o el cargo. Para indicar a qué Sturmbann o Sturm se pertenecía, las SS idearon un com plejo sistema propio de distintivos para el puño, o Arméistreífen, unas franjas negras estrechas que se llevaban en la parte inferior de la m anga izquierda. D entro de cada Fuss-Standarte, a cada Sturmbann se le asignaba un color para ribetear el borde superior y el inferior del distintivo. Los colores correspondientes a cada Sturmbann eran los siguientes: Sturmbann l

verde

Sturmbann II

azul oscuro

Sturmbann III

rojo

Sturmbann IV (Reserva)

azul claro

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Historia secreta de las SS

Sobre el distintivo aparecían bordados en hilo gris o plateado el núm ero y, si lo tenía, el nom bre honorífico de la Sturm del portador. Por ejemplo, un m iem bro de la 2a Sturm, 1er Sturmbann, 41° Fuss-Standarte de

las SS llevaría en el puño u n distintivo con ribetes verdes con el núm ero «2», además de un núm ero «41» en la insignia dei cuello derecho. Alguien que perteneciera a la 11a Sturm, «Adolf Höh», 3er Sturmbann, 30° Fass-Standarte de las SS llevaría en el puño

un distintivo con la inscripción «11 A dolf El sencillo uniforme tradicional de las SS, como lo llevaba Himmler en 1929.

Höh» y el núm ero de regim iento «30» en la insignia del cuello derecho. Todos los m iem ­ bros de las unidades de caballería de la Allgemeine-S S llevaban en el puño distinti­

vos con ribetes amarillos, mientras que ios de las formaciones de com u­ nicaciones y las de zapadores llevaban la insignia con ribetes marrones y negros, respectivamente. Una cantidad relativamente insignificante de insignias para el puño llevaban números ro nanos o designaciones relacio­ nadas con nom bram ientos o especializaciones. D urante elo to ñ o de

1929, al m ism o tiem po que se fabricaban y

se distribuían lasnuevas insignias para el cuello y los nuevos distinti­ vos para el puño de las SS, apareció una pequeña insignia que consis­ tía en un águila de alas puntiagudas y una esvástica, la Hoheitsabzeichen, para sustituir a la Reichskokarde en el quepis de la SA y de las SS. El uniform e de los músicos de la banda de las SS se m odificó, además, incorporándole unos «nidos de golondrina» de estilo militar, blancos y negros, que se ponían en el hom bro. A finales de 1931, las SS adoptaron el lema Meine Ehre heisst Treue (Mi honor es la lealtad), después de una carta abierta y m uy difundida que Hitler había enviado a Kurt Daluege tras el putsch de Stennes, en la que declaraba en su honor: SS Mann, deine Ehre heisst Treue. Casi de inm e­ diato se encargó a la empresa O verhoff de Lüdenscheid la confección de una hebilla para el cinturón que incluyera el lema en su diseño, para sus­ tituir a la hebilla de la SA que hasta entonces lucían todos los miembros

La Allgemeine-SS

247

Una de las primeras hebillas para el cinturón de la SA, que las SS llevaron hasta 1931.

de las SS. La nueva hebilla era de forma circular para los oficiales y rectan­ gular para los grados inferiores y se siguió usando sin cambios hasta 1945. En mayo de 1933 se diseñaron unas hombreras, o Achselstücke, para llevar sólo sobre el hom bro derecho. Esas hombreras eran adornos que se usaban ju nto con la insignia de cuello que ya existía y que sólo indicaba el nivel de la graduación (es decir, si se trataba de un soldado raso, de un suboficial o de un oficial inferior, intermedio o superior), más que el grado en sí. E n febrero de 1934 se autorizó a todos los miembros de las SS que se hubie­ sen incorporado a ella, al NSDAP o a alguna de las demás organizaciones afiliadas al partido antes del treinta de enero de 1933 a llevar en el brazo derecho un galón honorífico para la Vieja Guardia (Ehrenmnkel fiir Alte Kämpfer), de plata, con forma de «V». Posteriorm ente se ampliaron los

requisitos para incluir a antiguos miembros de la policía, las fuerzas armadas o el Stahlhelm que cumplieran ciertas condiciones y hubiesen ingresado en las SS. Por consiguiente, el uniforme tradicional de la camisa parda de las SS fue evolucionando de forma casi perm anente a lo largo de once años e incorporó numerosos añadidos o modificaciones en m omentos concretos, lo que puede resultar muy útil para determinar la fecha de las fotografías

248

Historia secreta de las SS

.* ,* * « « *

12

Distintivo para el puño, ribeteado en rojo, que indicaba la pertenencia al 12° Sturm, 3er Sturmbann de un Fuss-Standarte de las SS,

de la época. El uniform e tradicional fue desapareciendo poco a poco des­ pués de que los nazis asumieran el poder y no se utilizó de forma gei íeralizada con posterioridad a 1934, salvo cuando se lo ponían los miembros de laVieja Guardia de las SS en ocasiones ceremoniales especiales. E n esos momentos, algunos de los Alte Kämpfer incluso se ponían los viejos braza­ letes de fabricación casera de los años 1921 y 1922. E n 1932 tuvo lugar un cam bio im portante en el uniform e de las SS, en respuesta a una exigencia del gobierno de que la SA y las SS adoptaran un atuendo más «respetable» com o condición para levan­ tar la prohibición de los uniform es políticos. El siete de ju lio se pre­ sentaron para las SS una guerrera negra y una gorra con visera, que evocaban la vestimenta de los Leib-Husaren im periales, para sustituir a la camisa parda y el quepis. En p rim er lugar, esos artículos se pusieron a disposición de los oficiales y, a continuación, de los grados inferio­ res, y se llevaron sim ultáneam ente con el uniform e tradicional duran­ te 1933 hasta que se sum inistró el equipo a todos los m iem bros. A com ienzos de 1934 se habían confeccionado cantidades suficientes del uniform e negro para que todos pudieran usarlo. D urante el resto de la década de 1930 el uniform e negro de servicio fue evolucionan-

La Allgemeine-SS

249

Hombres de las SS vestidos con ei uniforme tradicional formalizado montan guardia en honor de su camarada Fritz Schulz, muerto en un enfrentamiento callejero en Berlín en agosto de 1932.

do a m edida que se am plió la organización de las SS. Se fabricaron sobretodos y se diseñaron una serie de rombos para el brazo (Armelraute), que llevaban los especialistas en la parte inferior de la m anga izquier­ da. El veintiuno de ju n io de 1936 apareció en la gorra un águila nueva y más grande, en lugar del viejo diseño de 1929, y se a u to ri­ zó el uso de camisas blancas debajo de la guerrera, en lugar de las par­ das, en ocasiones cerem oniales. Para las reuniones sociales que se celebraban por la noche, com o fiestas, bailes y demás, había unifor­ mes negros de gala para los oficiales y traje blanco de etiqueta para los camareros, todos con las insignias de las SS. A p artir del veintisie­ te de ju n io de 1939 se proporcionó a los oficiales una versión com ­ pletam ente blanca del uniform e de servicio para salir durante el verano, que oficialmente duraba desde el uno de abril hasta el treinta de sep­ tiem bre. Eos hom bres que trabajaban para las SS de form a perm anente habitualm ente recibían el uniform e y el equipo; en cambio, los que sólo

250

Historia secreta de las SS

Desfile de los hombres de la SA y las SS en la época en la que estaban prohibidos los uniformes políticos, en 1932.

trabajaban con jornada parcial tenían que com prar todos los artículos del u niform e y co rrer con los gastos. La única excepción eran las sustituciones de objetos que se hubieran perdido o estropeado en c u m p lim e n to del deber, que se proporcionaban sin cargo alguno. Si un m iem bro de las SS quería adquirir una guerrera nueva, por ejem ­ plo, podía comprarla directam ente en una sastrería que fuera un p u n to de venta autorizado del Reichszcugmeisterei del NSDAP, es decir, un com erciante autorizado para vender uniform es y equipo del partido nazi, o bien encargarla, pagando por adelantado, a su Trupp o Sturm que, a su vez, se encargaría de solicitarla en su nom bre a una de las tiendas de ropa que dependían del departam ento adm inistrativo de las SS. D icho departam ento elaboraba con regularidad listas de precios que distribuía entre todas las form aciones de las SS para que las hicie­ ran llegar a los posibles com pradores. A continuación aparece una pequeña selección de precios de enero de 1938, tom ada de la extensa lista dada a conocer p o r la AHgemeine-SS, que da una idea general del coste de los artículos que estaban en venta en ese m om ento:

La Allgemeine-SS

Artículo

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Precio en Reichsmarks

G uerrera negra de servicio

34,80

Pantalones bom bachos negros

18,00

Pantalones negros

19,90

A brigo negro

45,40

G orra con visera para suboficiales y grados inferiores

4.90

G orra con visera para oficiales

7,50

G orra con visera para generales

7,80

G orra de cam po

2,30

Casco de acero

12,30

G uerrera blanca

30,00

C haqueta de camarero

18,90

Cam iseta de deporte con las runas de las SS

3,75

Camisa parda

5,50

C orbata negra

0,85

Botas de m ontar

27,50 el par

Botas de marcha

23,70 el par

Puñal de servicio de 1933 Puñal con cadena de 1936

7 ,1 0 , 12,15

Hebilla para el cinturón para suboficiales y grados inferiores

0,50

Hebilla para el cinturón para oficiales

1,25

H om brera

0.33

R ib e te para el cuello

0,05 el m etro

Insignia para el cuello

0,60

Brazalete con la esvástica

0,80

Distintivo para el puño

0,75

R o m b o para la m anga

0.55

G alón de la Vieja G uardia

0,10

Águila para la gorra con visera

0,25

Cabeza de la m uerte para la gorra con visera

0,10

B anderín para el vehículo

1,20

Bandera de m ando

47,40

252

Historia secreta de las SS

Un Schar de la Allgemeine-SS desfilando en 1933. Obsérvese la mezcla de uni­ formes tradicionales y negros.

Al reducirse la cantidad de hom bres de la Allgem eine-SS que sólo trabajaban con jornada parcial, debido al aum ento del reclutam iento que tuvo lugar al com ienzo de la guerra, a partir de 1939 com enzaron a acumularse en las tiendas de las SS los uniform es negros excedentes. E n 1942 la policía recogió la mayoría de los uniform es negros de la Allgem eine-SS que nadie quería en Alemania y los envió al este, para

distribuirlos entre las unidades de la Schum a, o al oeste, para entregar­ los a la SS G erm ánica. A los que fueron destinados a la Schum a se les quitaron las insignias de las SS y se les añadieron las típicas solapas, hom breras, tapas de bolsillos y puños de color verde intenso. A su vez, la SS G erm ánica añadió a esos uniform es sus propias insignias especia­ les. En consecuencia, m uy pocas guerreras negras de la Allgem eine-SS sobrevivieron a la guerra con las insignias alemanas originales intactas. En 1938 la Allgemeine-SS presentó un uniforme m uy elegante, de color gris claro, para el personal que trabajaba con jornada completa, con lo que puso a las SS, en general, a la altura de los demás servicios uniforma­ dos. El nuevo conjunto tenía un estilo idéntico al del uniforme negro, pero llevaba una hombrera del estilo de las de las SS en el hombre izquierdo, ade­ más de otra en el de-echo, y sustituyó el brazalete con la esvástica por

La Allgemeine-SS

253

una version en tela del modelo de 1936 del águila de las SS, con lo que se pretendía darle el aspec­ to de un uniforme m is militar que político y proporcionar de ese m odo cierta autoridad a los oficiales de la Allgcmeine-SS que trabajaban con jornada completa y que, por el dpo de empleo que tenían, estaban exentos de prestar servicio en la W ehrmacht. El uni­ form e gris claro se entregó pri­ mero al personal de la i ¡auptamt y después a los demás que estaban en condiciones de usarlo. Los alrededor de cuarenta mil m iem ­ bros activos de la Allgemeine-SS que trabajaban parte de la jorna­

Runas Sigel grabadas en dorado, bajo la capa de celuloide que sirve para proteger del sudor, en una gorra con visera de la Allgemeine-SS, lo que indica que fue fabricada de acuerdo con las normas de los uniformes de las SS y que se entregó a través de los canales de las SS.

da y que se dedicaban, de forma casi exclusiva, a ocupaciones reservadas, no recibieron nunca los uniformes grises y siguieron llevando con orgullo los negros, mientras estuvieron de servicio en Alemania. Sin embargo, en 1945, el uniforme más impresionan­ tes de todos, que antes de la guerra había sido símbolo de prestigio, se con­ virtió en objeto de risa., porque cada vez había más gente que creía que sus portadores eludían el servicio militar. A unque las SS se convirtieron en una de las organizaciones paramilitares nazis más complejas, su estructura jerárquica se m antuvo bas­ tante estable y experim entó pocos cambios im portantes. Hasta 1930 sólo había dos grados principales: S S-M ann y SS-Staffelführer. Ese año, con la aparición de las Stürme y los Sturmbanne, las SS com enzaron a utilizar nueve grados, basándose en los de la SA, a saber: S S -M a n n SS-Scharführer SS-Truppführcr SS -S tu rm führer

254

Historia secreta de las SS

Estilos de uniforme de Ia Allgemeine-SS. De izquierda a derecha: uniforme estándar negro de servicio y desfile, modelo 1932, para un SS-Oberscharführer; «uniforme tradicional» para un SS-Unterscharführer. Fue el primer uniforme formalizado de las SS que llevaron todos los grados hasta 1932-1934, y que a partir de entonces se ponían en las ocasiones ceremoniales los miembros de la Vieja Guardia; uniforme de servicio con abrigo para un SS-Rottenführer; uniforme de paseo con impermeable para un SS-Sturmbannführer. El impermeable no tuvo mucho éxito y poco después lo sustituyó un abrigo grueso de piel. (Reproducido del Organisations­ buch der NSDAP, edición de 1937).

SS-Sturmbannführer SS-Standartenführer S S -O b e tfü h m SS-Gruppenführer S S - Obergruppenführer

El diecinueve de mayo de 1933 se crearon ocho grados más para dar cabida a todas las SS, a saber: SS-Sturm m ann SS-Rottenführer

La Allgemeine-SS

255

El galón honorífico en «V» para la Vieja Guardia. Se llegó a considerar la insignia de los nazis más acérrimos, aunque en 1939 un recluta de las SS de dieciocho años habría tenido derecho a llevarlo si en 1931 ya hubiera pertenecido, con diez años, a las Juventudes Hitlerianas.

Etiqueta de la RZM, en e! interior de una gorra con visera de la Allgemeine-SS, que indica que el fabricante contaba con la aprobación del NSDAP. A partir del dieciséis de enero de 1935 la legislación exigía que todos los artículos que formaban parte del uniforme nazi llevaran esas etiquetas. Quedaba rigurosamente prohibido fabricar equipos para el NSDAP sin autorización y el incumplimiento de esas normas daba lugar a severos castigos. La RZM estaba capacitada para clausurar las empresas que infringieran las normas y era probable que sus propietarios fueran a parar a la cárcel.

256

Historia secreta de las SS

Etiqueta de la RZM en el reverso de un brazalete de las SS, Se puede descifrar de la siguiente manera: RZM = aprobado por la RZM; SS = aprobado por las SS; D = Dienstkleidung (división de uniformes de servicio de la RZM); A4 = fabricante de insignias para prendas de vestir; 275 = número del fabricante, asignado por la RZM; A N.° 293333 = número de serie del brazalete adjudicado por la RZM.

SS-Oberscharführer SS-Obertruppführer SS-Oberstnrm führer SS-Stnnnhauptführer SS-Obcrstitnnbannführer S S - fírigadtführer

E n agosto de 1934 H im m ler fue elevado al nuevo grado de Reichsführer-SS y se le concedió una insignia exclusiva de su cargo, en

sustitución de las insignias de SS-Obergruppenführer que había llevado hasta ese m om ento. El quince de octubre de 1934 se hicieron nuevas revisiones en el sistema jerárquico de las SS:

La Allgemeine-SS

257

Himmler con el elegante uniforme gris claro de la Allgemeine-SS, que apareció en 1938.

258

Historia secreta de las SS

3íangab¡)eicf)en bcr S.-Qi. unb 6 .-6 . a u f bem Unten áfccagenfpiegeí

Se añadió el SS-Bewerber como grado inferior. Se añadió el SS-Am mrter como segundo grado, por encima del anterior. El SS-Schaiführer se convirtió en el SS-Unterscharfiihrer. El SS-Oberschatführer se con­ virtió en el SS-Scharführer. El SS-Tm ppführer se convirtió en el SS-Oberscha[führer. El SS-Ohcrtnippfiihrcr se con­ virtió en el SS-Hauptschaführer. El SS-Stiirmführer se convirtió en el SS-Untersturmfiihrer.

Insignias de grado de la SA y las SS, alrededor de mayo de 1934. Por esas fechas, las graduaciones Inferiores llevaban en el cuello unas Insignias con ribetes blancos, mientras que las de los oficiales jóvenes tenían ribetes negros y plateados y las de los oficiales superiores eran sólo de plata. Se siguen utilizando los términos primitivos, como Sturmhauptführer, y no hay ninguna insignia especial para Himmler que, a pesar de ocupar el puesto de Reichs­ führer de las SS, tenía simplemente la graduación de SS-Obergruppenführer. (Reproducido de Die Uniformen der Braunhemden, 1934.)

El SS-Sturmhauptfiihrer se con­ virtió en el SS-Hauptstmmführer. La insignia de los grados no cambió a partir de entonces y hasta el siete de abril de 1942, cuando aparecieron nuevas insignias para el cuello correspondientes a: SS-O beführer SS-Brigadeführer S S - Gruppenführer S S - Obergruppenführer

Al m ism o tiem po se creó un nuevo grado superior, el de SS-Obcrst-Gruppenfiihrer. El sistema jerárquico definitivo de la Allgemeine-SS, que data de abril de 1942 y duró hasta el final de la guerra, fue el siguiente: Mannschaften (soldados) SS-Bewerber

candidato

SS-A nw ärte

cadete

La Allgemeine-SS

SS-M ann

soldado raso

SS-Sturm m ann (Strm.)

soldado de prim era clase

SS-Rottenführer (Rotf.)

cabo de fila

259

Unterführer (suboficiales)

SS -Unterscharführer (Uschaf.)

cabo

SS-Scharführer (Schaf.)

sargento

S S- Oberscharführer (Oschaf.)

sargento prim ero

S S- Hauptscharführcr (Hschaf.)

sargento mayor

Untere Führer (oficiales inferiores) SS-Untersturmführer (Ustuf.)

subteniente

SS-Obersturmführer (Ostuf.)

teniente

SS-Hauptsturmrführer (Hstuf.)

capitán

Adittlcre Führer (oficiales interm edios) SS-Sturmbannführer (Stubaf.)

com andante

SS-Obersturmbannfiihrer (O stubaf)

teniente coronel

Höhere Führer (oficiales superiores) SS-Standartenführer (Staf. )

coronel

S S - Oberführer (Oberf.)

general

SS-Brigadeführer (Brigf.)

general de brigada

S S - Gruppenführer (Gruf.)

general de división

SS-Obergruppenführer (Ogruf.)

teniente general

S S - Oberst- Gruppenführer (Obstgruf)

capitán general

Reichsführer-S S (P fSS)

com andante suprem o

C o m o en todas las form aciones del NSDAP, H itler era, en últim o lugar, el com andante en jefe de las SS y ostentaba el título de Der Oberste Führer der Schutzstaffel.

Durante la guerra, cuando un m iem bro de la Allgemeine-SS que prestaba servicio tem poral en la W ehrm acht alcanzaba un grado militar superior a su grado en las SS, el grado en la W ehrm acht por lo general

260

Historia secreta de las SS

precedía al de las SS, en lo que respecta a las cuestiones cotidianas ordina­ rias. Sin embargo, en la correspondencia y en las publicaciones oficiales de las SS el grado de la Allgemeitic-SS siempre precedía a cualquier otra designación, incluso los cargos en el gobierno. Por ejemplo, en Das Sclumrzc Korps siempre se hacía referencia al ministro de Asuntos

E x te rio re s alem án p o r su cargo h o n o rífic o c o m o el SS-O bergrtippcnführer Von Ribbentrop, en lugar de m e n c io n a r su cargo m in is­

terial. Del mismo m odo, los grados en la Allgemeine-SS precedían a los de la Waffen-SS y la policía. E n abril de 1941 H im m ler dispuso que todos los HSSPf, sin excepción, alcanzaran los grados de Generalmajor, Generalleutnant o General der Polizei

y, después del veinte de julio de 1944, los H SSPf tam bién llegaron a ser generales de la Wajfen-SS, De m odo que alguien que fuera nom ­ brado general en la Allgemeine-SS, la policía y la Majfen-SS recibiría los títulos de SS-Obergritppenführer und

General der W affen-SS

und

Polizei, po r ese orden.

Los uniform es simbólicos y los grados y títulos exclusivos de las SS se realzaron más todavía 1 M

ss Htm

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Ht«sp..raifienr SendetonMiiw CtfüiijrviW^tfw

el uso que daba la

O rden N egra a las armas con hojas decorativas. El puñal de ser­ vicio de las SS, o Dienstdolch, fue

Insignias de grado de tas SS, alrededor de abril de 1942. En esta ilustración se puede ver el modelo definitivo de las insignias para el cuello que llevaban los generales de las SS y la Policía, cuyas insignias se modificaron al crearse la nueva graduación de OberstGruppenführer. También se representan las hombreras correspondientes a la Allgemeine-SS. (Reproducido del Orga­ nisationsbuch der NSDAP, edición de 1943.)

presentado ai mismo tiem po que su equivalente para la SA p o r el jefe interino del Estado M ayor de la SA, po r entonces su p erio r de H im m ler, el Obergruppenführer V on Krausser, m ediante la O rden num . 1734/33 del 15 de diciem bre de 1933. D e color negro y plateado, llevaba el lem a de las SS grabado

La Allgemeine-SS

261

en la hoja y unas runas y el águila en la em puñadura, y en general tenía un diseño pare­ cido al del puñal de caza del siglo

XVII

co n o cid o

com o

«Holbein», que llevaba en la vaina una reproducción de una pintura de H olbein titula­ da La danza de la muerte. El puñal de las SS, que lucían todos

los m iem bros

de la

A llgem eine-SS con el uniform e

de servicio y con el de paseo, se entregaba a su propietario tan sólo durante la cerem onia especial del nueve de noviem ­ bre, en la que dejaba de ser SSA n tw ä rte r

para

c o n v e rtirse

en SS-M aim . N o se concedía en ningún otro m om ento, ni de

El modelo de 1933 para el puñal de las SS, en el que se puede ver un solo gancho con correa (a la izquierda) y el gancho vertical (a la derecha).

form a masiva, com o los puñales de los m iem bros de la SA. C o n anterioridad a esa cerem onia, cada 55Antwärter pagaba de su bolsillo el coste total del puñal, p o r lo general

en pequeñas cuotas. El diecisiete de febrero de 1934 el SS-Gruppenführer K urt W ittje, jefe del S S -A m t (destituido al año siguiente po r hom osexualidad), prohibió la com pra o las «transacciones» particulares de puñales de las SS en el m ercado. A partir de entonces, los puñales sólo se podían encargar a los fabricantes a través del S S -A m t, y se entregaban a tra­ vés de los tres principales centros de distribución de uniform es de las SS, situados en M unich, D resde y Berlín, que habitualm ente tram ita­ ban las solicitudes recibidas de los cuarteles generales de las diversas Oberabschnitte. Además, se convirtió en una infracción disciplinaria

que un hom bre de las SS vendiera o perdiera su puñal, con el argu­ m ento de que era un sím bolo de su cargo. D e ese m odo se asegura­ ban de que nadie que no estuviera autorizado pudiera com prar o

262

Historia secreta de las SS

adquirir de algún otro m odo un puñal de las SS. A partir del veinticin­ co de enero de 1935, cuando se expulsaba a alguien de las SS tenía que entregar su puñal, aunque fuese suyo y lo hubiese pagado de su bol­ sillo. Sin embargo, en caso de renuncia voluntaria o de ju bilación n o r­ mal, se podía conservar el puñal y el interesado recibía un certificado que indicaba que tenía derecho a tenerlo. El puñal de las SS se colgaba en ángulo de una sola tira de cuero hasta noviem bre de 1934, cuando H im m ler introdujo un gancho ver­ tical que se utilizaba con el uniform e de servicio, para controlar a las m ultitudes. N o obstante, el gancho vertical, a pesar de ser más estable, recordaba demasiado al hum ilde gancho del cual se colgaba la bayo­ neta y, en 1936, se volvió a introducir una sola correa tanto para el uniform e de paseo com o para el de servicio. A p artir de entonces, el gancho vertical se reservó para las marchas de entrenam iento y para las m aniobras militares. E n septiembre de 1940, debido a las economías nacionales, dejó de fibricarse el m odelo de puñal de 1933 durante el resto de la guerra. El veintiuno de ju n io de 1936 H im m ler presentó un puñal de las SS más adornado, que sólo podían llevar los oficiales y los suboficia­ les y soldados de la Vieja Guardia que se hubiesen incorporado a la organización antes del treinta de enero de 1933. Ese puñal, conocido popularm ente com o «el puñal con cadena», era m uy parecido al m odelo de 1933, pero se colgaba p o r m edio de eslabones octogona­ les en los que aparecían finam ente grabadas la cabeza de la m uerte y las runas de las SS, y el soporte que había en el centro de la vaina esta­ ba decorado con esvásticas. Hasta 1943 este puñal sólo se podía lle­ var con el uniform e negro; a partir de entonces, se perm itió a los ofi­ ciales de la W affcu-SS y la policía de seguridad que lo llevaran con el uniform e de paseo gris de campaña y tam bién que le agregaran nudos al estilo militar. La fabricación de puñales con cadena se vio inte­ rrum pida a finales de 1943 por la escasez de m aterial y p o ste rio rm en ­ te se prohibió su uso durante el resto de la guerra. Aparte de los puñales estándar de las SS m odelo 1933 y m odelo 1936, tam bién se fabricaron diversas variantes con una presentación especial. La prim era de ellas fue el llamado puñal de h o n o r de R o h m de las SS, del cual, en febrero de 1934, el Stabschef de la SA, Ernst

La Allgemeine-SS

263

R ö h m , distribuyó nueve mil novecientos entre los m iem ­ bros de la Vieja Guardia de las SS. Básicamente, tenía la form a del puñal m odelo 1933 y, en el reverso de la hoja, se le añadía la siguiente

dedicatoria: /»

herzlicher Kameradschaft, E m st Röhm (C on sincera cam ara­

dería, Ernst R ö h m ). Después de la «noche de los cuchillos largos», el Reichsführer repartió doscientos puñales similares, con la inscripción «in herzlicher Kameradschaft, H. Himmler», entre el personal de las SS que había participado en la san­ grienta purga de la SA. En 1936 H im m ler creó un puñal de h o n o r de las SS, m uy caro y

El modelo de 1936 del puñal con cadena de las SS, con el nudo colgante reglamentario, autorizado en 1943 para ios oficiales de la Waffen-SS, la Sipo y el SD.

con m uchos adornos, con los gavilanes decorados con hojas de roble, la vaina forrada de cuero y la hoja de acero damasquinado, para prem iar a los oficiales de alta gra­ duación en reconocim iento por algún logro especial. C uando se entre­ gó uno de ellos al tesorero del NSDAP, Franz Xaver Schwarz, este encargó en secreto otio, más elaborado todavía, a la empresa E ickhorn, con los accesorios y el gancho para la cadena en plata maciza, que des­ pués entregó a H im m ler com o regalo de cumpleaños. E n el período com prendido entre 1933 y 1936 los oficiales y suboficiales de las SS que cum plían obligaciones cerem oniales estaban autorizados a llevar una variedad de sables según el m odelo del ejér­ cito, pero adquiridos de form a particular, a m enudo con accesorios de plata en lugar de los dorados reglam entarios. Sin em bargo, en 1936, se presentó una serie de espadas estándar, según el estilo clásico «Degen», de hoja recta, concretam ente para los m iem bros de las SS y la policía, destacando así la estrecha relación entre ambas organizacio­

264

Historia secreta de las SS

nes. Había pequeñas diferencias entre las Degen para oficiales y las de los suboficiales, m ientras que las espadas de las SS llevaban runas en la em puñadura y las de la policía el águila correspondiente. Los p oli­ cías que tam bién pertenecían a las SS podían lucir las runas de las SS en la em puñadura de su espada. El personal adscrito a los Reiterstandarten de las SS conservaba el sable curvo tradicional que se usaba para m ontar a caballo. La espada de los oficiales de las SS, llamada la Ehrendegen des Reichsfi'threr-SS (la espada de h o n o r del Reichsführer), era de más cate­

goría y no podía llevarla cualquier oficial de las SS, sino que sólo la otorgaba H im m ler a determ inados com andantes de la A llgem eine-SS y guaduados de las Junkerschulen de la W affen-SS de Bad T ölz y B raunschw eig. C ada vez que se entregaba una Ehrendegen, se aco m ­ pañaba con una m en c ió n en la cual el Reichsführer daba las siguientes instrucciones a la p e rs o n a q u e la re c ib ía : Ich verleihe

Ih n e n

den

D egen

der S S . Z ie h e n S ie ih n n ie ­ m als ohne N o t ! S te c k e n S ie ihn n iem a ls ein ohne E h re !

(Os concedo la espada de las SS. ¡N o la desenvainéis nu n ca sin m otivo, ni la envainéis sin h o n o r!). C ada vez

que

se

concedía una espada de los oficiales, com o o curría con el anillo

de

la cabeza de

la

m uerte, se dejaba constancia en

la

D ienstaltersliste,

que

revela q u e sólo el 86 p o r 100 de los com andantes más antiguos de las SS tuvieron derecho a llevarla; este p o rLa Ehrendegen des Reichsführer-SS (la espada de honor del Reichsführer).

centaJ e se Puede desglosar de la siguiente m anera:

La Allgemeine-SS

Standartenführer

58 %

Oberführer

83 %

Brigadefiihrcr

90 %

Gruppenführer

91 %

Obergruppenführer

99 %

Oberst-Gruppenführer

265

100 %

Las Ehrendegen dejaron de fabricarse el veinticinco de enero de 1941. Μ ás exclusivas todavía eran las llamadas Geburtstagsdegen (espa­ das de cumpleaños) entregadas por H im m ler a los generales de las SS y a otras destacadas personalidades nazis com o regalo de cum pleaños. Las febricaba p o r encargo el maestro espadero de Alemania, Paul M üller, director de la Escuela de D am asquinado de las SS en D achau, y llevaban accesorios de plata sellada y hojas del m ejor acero damas-

Himmler deposita una corona en la Feldherrnhalle en el undécimo aniversario del putsch de Munich, el nueve de noviembre de 1934. Al fondo se puede ver la enseña sangrienta, en manos de Jakob Grimminger, que lleva el uniforme con la camisa parda tradicional. En ese lugar se levantó un Mahnmal (monumento a los mártires) y cualquier persona que pasara por allí estaba obligada a hacer el saludo nazi. Dos hombres de las SS hacían guardia en el monumento de forma permanente.

266

Historia secreta de las SS

quinado, con dedicatorias personales, doradas

y

en

relieve,

del

p ro p io

H im m ler. Por ejem plo, la espada que regaló a Von R ib b en tro p en su cum ple­ años, en 1c)39, llevaba en dorado la ins­ cripción «M einem lieben Joachim von R ibbentrop zum 30.4.39 - H. Him m ler, Reichsfiihrer-SS», entre dos esvásticas, ί litler recibió un arm a similar, en cuya hoja se inscribía un encom io de las vir­ tudes y la lealtad de todo el cuerpo de oficiales de las SS. M üller siguió fabri­ cando Geburtstagsdegen por encargo de Estandartes de la Allgemeine-SS. Arriba: el estandarte «Deutschland Erwache», o Feldzeichen, del 1s' Fuss-Standarte «Julius Schreck» de las SS; abajo, a la Izquierda: bandera de batallón del Stunnbann III del 1“ Fuss-Standarte de las SS; abajo, a la derecha: estandarte de caballería del 15° Reiterstandarte de las SS. (Reproducido del Organisationsbuch der NSDAP, edición de 1938.)

H im m ler hasta 1944. E n tr e los e m b le m a s de la A l l ­ gem eine-SS tam bién cabe incluir una

amplia variedad de banderas y estan­ dartes. A partir del cuatro de ju lio de 1926, las SS tuvieron el h o n o r de guar­ dar la bandera más venerada del Tercer R.eich, la Blutfufwe, que fue llevada a la cabeza de ¡aVieja G uardia nazi durante el putsch de M unich, cuando la policía

les disparó. Estaba salpicada con la sangre de los heridos durante el enfrentam iento y a partir de entonces se la consideró, en cierto m odo, una «reliquia sagrada». Se concedió al SS-M ann jak o b G rim m inger, del destacam ento de las SS en M unich, veterano de la cam paña de Gallipoli en la prim era guerra m undial y participante, en 1922, en la batalla de C oburgo, el h o n o r de ser nom brado p rim e r p o rtad o r ofi­ cial de la Bliitfaline, puesto que conservó durante toda su carrera. G rim m inger era tallista de profesión y no tenía ninguna capacitación especial para ser el «abanderado num ero uno», aparte de haber sido uno de los que m archaban en últim o lugar cuando com enzaron los disparos en la Feldherrnhalle. En abril de 1944, cuando la Blutfahne hizo su últim a aparición pública, en el funeral de A d o lf Wagner, jefe de distrito de M únich-A lta Baviera, G rim m inger había alcanzado el

La Allgemeine-SS

267

Despliegue del Feldzeichen y la Sturmbannfahne de las SS-VT en Nuremberg, en septiembre de 1937. Todos los abanderados y portaestandartes llevan gola y bandolera.

grado de SS-Standartcnfiihrct; ya que su relación con la m ítica bande­ ra le había asegurado una sucesión constante de prom ociones. Cada Standarte de la Allgciiieine-SS tenía su propio emblema, o Feldzeichen, conocido com o el «Standarte» del regim iento. C o n ciertas

reminiscencias de la bandera cuadrada de la caballería de los antiguos romanos, tenía forma de mástil de madera, coronada por un águila de metal y una esvástica con una corona, bajo la que aparecía una placa encajada, negra y plateada, en la que iba el nom bre de la zona de las SS (por ejemplo, «Kassel» o «Giessen») o el título honorífico del regim ien­ to (por ejemplo, «Julius Schreck» o «Loepen>) en el anverso y las inicia­ les «NSDAP» en el reverso. D e la caja colgaba una bandera de seda roja con una esvástica negra estática en un círculo blanco. En el anverso lle­ vaba bordado en lulo blanco el lema Deutschland Enmche (¡Despierta, Alemania!), con las palabras «Nat. Soz. Deutsche ArbeiterparteiSturmabteilung» por el revés. Todo iba rematado con flecos y borlas negros, blancos y rojos. Salvo por la caja negra con el nom bre, el

268

Historia secreta de las SS

Feldzeichen de las SS era idéntico al

de la SA. C uando una unidad de las SS alcanzaba un tam año apro­ ximado al de un regim iento se le concedía u n Feldzeichen en una masiva cerem onia seudorreligiosa, conocida com o Fahnenweihe, que siempre tenía lugar en el mes de septiembre, com o parte de los festejos anuales del NSDAP en N urem berg. D u ran te el acto, H itler

entregaba

num erosos

estandartes nuevos a los com an­ dantes de los regim ientos y los tocaba con la Blutfalmc que lleva­ ba Grim m m ger, conectando así Banderas de comando de la AllgemeineSS. 1. Reichsführer de las SS; 2. jefes de los Hauptämter de las SS; 3. jefe del Persönlicher Stab RfSS; 4. jefes de los Äm ter de las SS; 5. Führer de la Oberabschnitt Sur de las SS; 6. Führer del Abschnitt I de las SS; 7. Führer del 34° Fuss-Standarte de las SS; 8. Führer del 1er Reiterstandarte de las SS; 9. Führer del Sturmbann I del 1er FussStandarte de las SS; 10. Führer del Pioniersturmbann 1 de las SS; 11. Führer del Nachrichtensturmbann 1 de las SS; 12. oficiales de las SS; 13. oficiales de la organización de los FM. (Reproducido del Organisationsbuch der NSDAP, edición de 1943.)

en espíritu a los m iem bros más recientes de las SS con los m árti­ res del putsch de M únich. En el cuadro que aparece en la página 269 se pueden ver los nombres de todas las regiones que tenían un Feldzeichen de infantería de la Allgemeine-SS (es decir, los que

no llevaban un título honorífico ni el nom bre de la población donde se encontraba el cuartel general del regim iento) y los correspondientes Standarten.

Los Reiterstandarten de las SS llevaban un Feldzeichen parecido pero característico, que tenía la bandera con el Deutschland Erwache col­ gada de una barra de m adera sujeta de form a perpendicular al mástil vertical. En lugar de la caja con el nom bre, esos estandartes de caba­ llería presentaban una franja negra, o Fahnenspiegel, en la tela de la bandera, que llevaba unas lanzas cruzadas y el núm ero de la unidad en plata.

La Allgemeine-SS

269

Cada SS Sturmbann estaba representado por una Sturmhamifahne (bandera del batallón) en form a de bandera, con una esvástica ribetea­ da con una cuerda retorcida, de color negro y plata. En el ángulo o cantón superior izquierdo aparecía bordada en hilo de plata una

1

NOMBRES DE I AS REGIONES C O N

S T A N D A R T 12

N om bre

N u m . de Fttss-

N om bre

N ú m . de F tiss-

de la región

Standartc de Lis S S

de la region

S t an dar te de las S S

Alta Baviera Alta Francania Alta Silesia Alto Hesse Alto Palatinado Antigua Baviera Baden Baja Baviera Baja Sajorna Baja Silesia Bajo-Enns Bajo Elba Brandeburgo Braunschweig Burgenland Carintia Charlottenburg Dithmarschen Franconia Franconia central Friedland Frisia Oriental Gothaland Gross-Beeren Hanauer Land Hart Hesse Lippe Marienburgo Masuren Mecklemburgo

34 41 23 83 68 92 32 31 12 8 52 16 15 49 11 90 6 53 56 73 66 24 14 80 86 51 2 72 64 61 22

Mosela Norte de Schleswing Nysa Ob der Enns übersteirinark Mar Báltico Marca Oriental Palatinado Pornerania Pomerania Oriental Prusia Oriental Rin-Hesse Ruhr Saale Sauerland Schleswig-Holstein Selva de Turin gia Selva Negra SteJmgen Suabia Tcmpelhof Tirol Turingia Uckermark Vistula Wartburg Weser Westfalia-Norte Westfalia-Sur Württemberg Württemberg-Sur

5 50 45 37 94 74 27 10 9 39 18 33 25 84 69 4 57 65 88 29 75 87 14 44 71 67 55 19 30 13 63

'

270 Historia secreta de las SS

Fahnenspiegel negra, con el núm ero del Sturmbann y el del Standarte en

núm eros rom anos y arábigos, respectivamente. Las banderas de comando, o Kommandoflaggen, con form a de ban­ derines rígidos en astas, se llevaban para marcar las unidades en los gran­ des desfiles o, en versiones más reducidas, ondeaban en la parte anterior derecha de los vehículos oficiales. Eran de form a cuadrada, rectangular o triangular, según el grado, y estaban hechas de una tela im perm eable blanca y negra, con hilo plateado inoxidable. Las banderas de com ando se solían cubrir con una funda transparente de celuloide para proteger­ las de las inclemencias del tiempo. Cada Oberabschnitt de las SS estaba obligada a tener a m ano una bandera oficial para el vehículo y un emblema de com ando para que pudiera usarlos el Reichsflührer-SS, en caso de que H im m ler decidiera hacer una «visita relámpago». Entre otras Kommandoflagqen, cabe m encionar las correspondientes a los jefes de las Hauptämter de las SS, los comandantes de las Oberabschnitte y los Abschnitte de las SS, los líderes de los Standarten , Reiterstandarten, Sturmbanne, las tiendas y los cuerpos de inspectores de las SS y los m iem ­

bros destacados de la organización de los FM. E n 1934 destacó H im m ler: «No basta con u n juram ento. Es imprescindible que cada hom bre de las SS esté com prom etido hasta las raíces mismas de su ser.» El sim bolism o y el atuendo de la AllgemeineS S contribuyeron en gran m edida a tal fin, infundiendo a cada m iem ­ bro de la O rd en N egra una sensación de superioridad y de «formar parte de un grupo».

L a Wa f f e n -SS

O ríg e n e s y o rg a n iz a c ió n

de la

U A N D O H i t l e r SE h i z o

W a f f e n -S S

cargo

d e la c a n c i l l e r í a , e l t r e i n t a d e

enero de 1933,1e pareció que no podía confiar totalm ente en los guardias tradicionales del R eichsw ehr y la policía nom brados po r el Estado para protegerlo. En consecuencia, en seguida dio instrucciones para que se form ara una nueva unidad perm anente arm ada de las SS. cuya única m isión fuera escoltarlo en todo m om ento, tanto en Berlín com o en sus viajes oficiales por toda Alemania. Se encom endó la tarea de form ar esa unidad a «Sepp» D ietrich, que en ese m o m en to osten­ taba el grado de SS-Gruppenführer po r ser uno de los m ejores amigos de Hitler. El diecisiete de m arzo de 1933 D ietrich había seleccionado a ciento veinte voluntarios leales de las SS, incluidos algunos antiguos m iem bros del Stosstrupp A dolf H itler, para convertirlos en el núcleo de una nueva guardia llamada la SS Stabswache Berlín. Iban arm ados con fusiles y, al principio, tenían su sede en el cuartel A lexander, en la F rie d ric h s tra s s e , 110 lejo s de la re sid e n c ia o fic ial de H itle r, la c a n cille ría del R eich. En mayo, la Stabswache se am plió y se reform ó, con el nom bre de SS Sonderkomniando Zossen, con tres com pañías de entrenam iento, cuyos instructores procedían del ejército y de la poli­ cía, en lugar de la Allgem eine-SS. A parte de sus deberes de custodia, esta «Fuerza especial» tam bién se podía em plear com o policía arm a­ da y para m isiones antiterroristas. Al mes siguiente se reclutaron tres compañías más, llamadas SS Sonderkommando Jüterbog y, en el congre­ so del NSDAP, celebrado en septiem bre de 1933, los dos destacam en­ tos se fusionaron en una sola form ación, que recibió el nom bre de «Adolf H itler Standarte». El nueve de noviem bre, frente a la Feldherrnhalle de M únich, el Standarte hizo un ju ra m en to de lealtad personal a su Führer y fue rebautizado con el nom bre de ¡jeibstandarteS S «Adolf Hitler», o LAH, que se podría traducir com o la guardia de

corps «Adolf Hitler», evocando a los famosos regim ientos im periales de guardaespaldas reales. Ya 110 quedaba la m en o r duda de que esos

272

Historia secreta de las SS

hom bres, a diferencia de los solda­ dos del Reichsw ehr, eran las tropas personales de Hitler. Por ser una unidad de las SS, en teoría el Leibstandarte quedaba som etido al control general de H im m ler, si bien, en la práctica, H itler se consideraba el director suprem o de sus actividades. Si a eso le añadim os la amistad de D ie tric h co n H itler, que el com andante de la guardia aprove­ chó al m áxim o, resulta que el Leibstandarte disfrutó de una in d e­

pendencia considerable dentro de Fanfarria de trompetas del Leibstandarte, en la ceremonia inaugural de la Exhibición Equina de Berlín de 1934. Los estandartes se confeccionaron entre septiembre y noviembre de 1933, cuando la unidad se llamaba el «Adolf Hitler Standarte». Cabe destacar que el hombre que aparece en primer plano ha enganchado el estandarte de su trompeta a! revés, de modo que la cabeza de la muerte parece mirar hacia atrás, en lugar de hacia delante.

la organización de las SS. D e hecho, antes de la guerra, el Leibstandarte, q u e

fig u ra b a en

el presupuesto nacional en lugar de estar en el del NSDAP, llegó a hacer, en

palabras

del p ropio

H im m ler, «lo que le daba la gana». D ietrich discutía a m enudo con el Reichsführer, a quien

trataba de

igual a igual, un lujo del cual disfrutaban m uy pocos oficiales de las SS. A finales de 1933 el LAH se trasladó al cuartel de B erlínLichterfelde, desde el cual se enviaban grupos de soldados, p o r turnos, a la cancillería del R eich, con el fin de proporcionar al Führer una escolta elegante, im ponente y eficaz.Tenían sus propias insignias, por entonces m uy características: unas runas de las SS, sin num erar, para el cuello derecho, y el n om bre «Adolf Hitler» para el puño. El Leibstandarte llegó a adquirir una im portancia exclusiva en to rn o a

H itler y sus hom bres actuaban no sólo com o guardaespaldas, sino tam bién com o ayudantes, chóferes, criados y camareros. Al final, sus actividades cerem oniales se volvieron casi legendarias y su actuación en el campo de entrenam iento y en las concentraciones nazis, en las

La Waffen-SS

273

cuales siempre ocupaban el lugar de honor, al final del desfile, fue insuperable. Al seis de m arzo de 1934 el Leibstandarte estaba form ado por

986 hom bres, cuarenta y cinco de los cuales no pertenecían al parti­ do nazi, sino que habían sido reclutados directam ente entre los militares o la policía. La unidad incluía, además, cierta cantidad de personas que no eran alemanas, com o

treinta

nazis

austríacos,

cuyas convicciones políticas los habían obligado a abandonar su patria y establecerse en Alemania. 1Ξ1 veinticuatro de mayo H im m ler aprobó la solicitud de D ietrich de que el LAH utilizara la terminología del ejército en lugar de la de las SS para describí]- los elementos que lo constituían, de modo que comenza­ ron a decir «Bataillon» y «Kompanie», en lugar de «Sturmbann» y «Sturm». El treinta de junio de 1934 el Leibstandarte colaboró en el aplasta-

Centinelas del Leibstandarte en el patio de entrada a la nueva cancillería del Reich, en noviembre de 1938. Al ser un regimiento de guardias, antes de la guerra el LAH pasaba gran parte del tiempo cumpliendo obligaciones ceremoniales, para las cuales se fueron introduciendo por etapas, a partir de 1936, distintas piezas de equipo de cuero blanco, como cinturones, bandoleras cruzadas, cartucheras, ganchos para la bayoneta, fundas para pistola y correas. La policía llevaba accesorios de cuero blanco parecidos cuando desfilaba.

m iento del putsch de R o h m y fue responsable, en gran medida, de la m uerte de muchos enemigos de Hider en la «noche de los cuchillos largos». La mayoría de los arrestados fueron conducidos al cuartel de Lichterfelde, que se convirtió en una especie de cámara de compensación de personas y cadáveres que nadie quería.. N o se sabe a ciencia cierta cuántos «enemigos del Estado» cayeron ante los pelo­ tones de fusilamiento del Leibstandarte, pero se calcula que participaron alre­ dedor de cuarenta verdugos. Los fusilamientos finalizaron, por fin, el dos de julio y así concluyó la primera intervención del Leibstandarte, que cum plió las órdenes de H itle r a rajatabla. El i-'ührer p rom ovió a D ietrich a

274

Historia secreta de las SS

SS- Obergruppenführer y también promovió a un grado superior a todos los miembros del Leibstandarte que habían tenido una participación activa en el asunto de R ohm . Durante la «noche de los cuchillos largos» se produjo un cambio profundo, no sólo entre la SA y las SS, sino entre la AllgemeineS S y los destacamentos armados de las SS. U na de las primeras exterioriza-

dones de esa variación fue el cambio de la guardia en el exterior del cuar­ tel general de la Gestapo, donde los centinelas del SA-Feldjiigerkorps y la Allgemeine-SS fueron sustituidos por hombres del LAH. U na variación

similar tuvo lugar en otras localidades importantes de todo el Reich. A principios de octubre de 1934 se resolvió que el Leibstandarte fuera m otorizado, un h o n o r fuera de lo com ún en una época en la cual la mayoría del R eichsw ehr seguía utilizando caballos. A com ienzos de 1935 el LAH había aum entado hasta alcanzar los 2.551 m iem bros y se convirtió en un regim iento de hecho, y no sólo de nom bre, divi­ dido de la siguiente manera: 1 estado mayor 3 batallones de infantería m otorizados 1 com pañía de motociclistas 1 com pañía de m orteros 1 pelotón de com unicaciones 1 pelo tó n de vehículos blindados 1 banda del regim iento. El Leibstandarte pasó con relativa facilidad de estar equipado y entrenado para cum plir obligaciones de policía antiterrorista a estar organizado para actividades militares, y poco después vestía el gris de cam paña.Teniendo en cuenta sus antecedentes, tan cerem oniosos, sor­ prende la rapidez con que el LAH se convirtió en una unidad m ilitar de prim era clase y lo m ucho que se asimiló dentro del resto de las SS arm ada. El uno de m arzo de 1935 la 5a C om pañía, al m ando del SSHauptsturmführer W ilhelm M ohnke, entró en Sarrebruck, a su regre­

so del Sarre a A lem ania. Tres años después, el Sarrebruck tuvo una participación im portante en la anexión de Austria. Atravesó Linz, donde proporcionó una guardia de h o n o r para Hitler, y siguió hasta Viena, donde participó en los festejos triunfales que se celebraron allí.

La Waffen-SS

275

E n la operación austríaca, el LA H reco rrió casi mil kilóm etros en alrededor de cuarenta y ocho horas, con la plena colaboración del ejército, una gran habilidad m ilitar que le granjeó el reconocim iento favorable nada m enos que del general G uderian. En octubre de 1938 el Leibstandarte participó en la ocupación de los Sudetes y, nuevam en­ te, todo el procedim iento se desarrolló sin dificultad. Todos los elem entos del Leibstandarte, a excepción del Batallón de Guardia ceremonial y de una unidad de reemplazo, participarían en las etapas iniciales de la segunda guerra mundial. P or ser la prim era unidad armada de las SS, el LAÍI estaba destinado a ocupar un lugar destacado com o la form ación más antigua y más elegante de la Waffen-SS, y ten­ dría una excelente trayectoria de com bate en el frente. Al m ism o tiem po que com enzaba a form arse el Leibstandarte para proteger a H itler se establecieron en toda Alem ania otros grupos reducidos de hom bres arm ados de las SS com o m edio para reforzar el nuevo régim en en caso de descontento social o contrarrevolución. Por regla general, cada Abschnitt de las SS reclutaba su propio Kasernierte Hundertschaft de aproxim adam ente cien soldados acuartela­

dos, varios de los cuales se fusionaban en las zonas clave para conver­ tirse en Politische Bereitschaften, o PB (reservas políticas), del tam año de compañías o incluso de batallones. Al final, todo el país quedó cubier­ to po r una red de PB, algunos de los cuales desem peñaron un papel im portante en la «noche de los cuchillos largos». El veinticuatro de septiem bre de 1934 H itler anunció que las Politische Bereitschaften tenían que unirse y ampliarse para convertirse en una nueva fuerza que se llam aría la SS- Verfügungstruppe, o SS-VT, unas tropas políticas que estaban a la disposición especial del régim en nazi. La SS-V T se form aría a partir de tres Standarten que seguirían el m odelo de los regim ientos de infantería del ejército, cada uno de los cuales com ­ prendería tres batallones, una com pañía de m otociclistas y una co m ­ pañía de m orteros. Además, habría un batallón de com unicaciones de la SS-V T que tendría un papel de apoyo. La nueva form ación estaría al m ando del Reichsführer de las SS para las tareas de seguridad interna, salvo en tiem pos de guerra, cuando estaría a disposición del ejército. La perspectiva de una nueva fuerza de elite atrajo a m uchos ex oficiales a las filas de la Vefügungstruppe. H im m ler reclutó al S¿4-

276

Historia secreta de las SS

Un batallón dei Leibstandarte desfila ante Hitler el dia de su cuarenta y ocho aniversario, el veinte de abril de 1938. Obsérvense los guantes blancos de puño largo de piel que llevan los oficiales del grupo del ejército.

Standartenführer Paul Hausser, que había sido general del Reichswehr,

para organizar la SS-V T e infundir algunos conocim ientos militares a los jóvenes soldados de las SS. En octubre de 1934 se inauguró una escuela para cadetes en Bad T ölz y, a com ienzos del año siguiente, Hausser se hizo cargo personalm ente de un segundo centro de form a­ ción para oficiales en Braunschweig. El sólido trabajo prelim inar de Hausser atrajo a una cantidad considerable de ex oficiales del ejército y de la policía, de sargentos mayores que habían sido despedidos del R eichsw ehr po r reducción de plantilla y de jóvenes militares entusias­ mados por form ar el cuadro de oficiales y suboficiales de la futura Waffen-SS. Los cuadros se distribuyeron entre los batallones dispersos

de la SS-VT, que poco a poco se form aron en regim ientos. En M unich se fusionaron tres Sturmbanne para convertirse en el SS-Standarte 1 /V T , organizado y equipado com o un regim iento de infantería tira­

do po r caballos; recibió el título honorífico de «Deutschland» en el

La Waffen-SS

277

Un batallón del Standarte «Deutschland» de la SS-VT desfila ante Hitler en 1937. Los «nidos de golondrina» distinguen a la banda del regimiento, que aparece en primer plano.

congreso que se celebró en N urem berg en septiem bre de 1935, A par­ tir de entonces, sus m iem bros llevaron las runas de las SS, ju n to con el núm ero «1», com o insignia en el cuello derecho y la palabra «Deutschland» en el puño. En H aniburgo, otros tres Sturmbanne tam ­ bién se unieron para constituir el SS-Standarte 2 / V T , que recibió el nom bre de «Germania» en N urem berg, en septiem bre de 1936. El uniform e del regim iento se caracterizaba po r llevar en el cuello la insignia «SS 2» y el nom bre «Germania» en el puño. El uno de octubre de 1936 H ausser fue designado inspector de la Verfügungstntppe, con el grado de SS-Brigadeführer. C reó un estado m ayor de la división para supervisar el equipam iento y el entrena­ m iento de sus tropas y acogió con entusiasmo a los recién llegados que aportaban a la SS-V T la prom esa de cierto dinam ism o, entre los que destacaba el SS-Sturmbannführer Felix Steiner, ex oficial del R eichsw ehr, cuyas experiencias en el frente occidental durante la p ri-

278

Historia secreta de las SS

m era guerra m undial le habían hecho oponerse a las doctrinas conservadoras de H ausser y al ejército. Estaba a favor de las tác­ ticas de los destacam entos de asalto, las tropas de choque y los grupos de batalla m óviles, para librarse de la fatal inm ovilidad de la guerra de trincheras, que con­ sistía en situar un inm enso ejér­ cito frente a otro, en una guerra de desgaste m utuo. Se en co m en ­ dó a Steiner el m ando ciel SS-V T Standarte «D eutschland», y

él

puso a prueba sus reformas en uno

de

sus batallones, cuyo

entrenam iento giraba en to rn o al Hilmar Wäckerle, comandante del Sturmbann I, Standarte «Germania» de la SS-VT, tal como lo presenta Wolfgang Willrich en 1936. Obsérvese en el cuello la insignia «SS / 2 pequeño». Wäckerle había sido comandante de la guardia en el campo de concentración de Dachau y en 1938 lo trasladaron al regimiento «Der Führer» para dirigir su tercer batallón. Después murió en com­ bate, mientras comandaba el «Westland» en el frente oriental.

deporte y el atletismo. Los oficia­ les, suboficiales y la tropa com pe­ tían

en equipos, unos contra

otros, para prom over el espíritu de cam aradería y elim inar las diferencias de grado. Se realiza­ ron experim entos con ropa de camuflaje y, en lugar del fu si1 reglam entario del ejército, Steiner utilizó

armas más prácticas y

fáciles de transportar, sobre to d o m etralletas y granadas de m ano. Poco después, hasta la misma W eh rm ach t se so rp ren d ía al ver que las tropas de S teiner eran capaces de rec o rre r tres kiló m etro s en veinte m inutos, en orden de batalla, p o rq u e algo así era inaudito. S teiner in fu n d ió a sus hom bres la idea de que eran una elite m ili­ tar y el éxito de su m o d ern iza c ió n resultaba tan ev idente que la Verfügtitigstruppe co m en zó a considerarlo su verdadero c o m a n d a n ­

te. Según Hausser, que estaba algo celoso, para H im m ler, S teiner era «su criatura favorita».

La Waffen-SS

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Estilos de uniforme de la SS-VT en 1937. De izquierda a derecha: uniforme de servicio en ei campo de batalla para un SS-Sturmmann; equipo de deporte; uniforme de desfile para un SS-Scharführer; uniforme de desfile con sobretodo para un S S-Oberführer. (Reproducido del Organisationsbuch der NSDAP, edición de 1937.)

Suboficiales y soldados del Sturmbann III, Standarte «Germania» de la SS-VT, en el exterior de su cuartel de Radolfzell, en 1938.

280

Historia secreta de las SS

Tras la anexión de Austria, en m arzo de 1938, en la que partici­ pó «Germania» ju n to con el Leibstandarte, H itler ordenó la creación de un nuevo SS-VT Standarte con personal exclusivam ente austríaco, ya fuera recién reclutado o trasladado de otras unidades de las SS. El regim iento que se form ó de esa m anera recibió el título honorífico de «Der Führer» en el congreso que se celebró en N u rem b erg en septiem bre de ese año y sus m iem bros se destacaban p o r llevar en el puño el distintivo correspondiente y eti el cuello, la insignia que decía «SS 3». D urante la m ovilización que precedió a la ocupación de los Sudetes, en octubre de 1938, «Deutschland» y «Germania» quedaron al m ando del ejército y participaron en la operación.T odos los SS-V T Standarten se convirtieron en regim ientos m otorizados al final de ese

año y, en la prim avera de 1939, se utilizaron para com pletar cierta cantidad de divisiones blindadas que invadieron Checoslovaquia. En mayo, «Deutschland» salió de m aniobras a la zona de entrenam iento de M ünsterlager, donde llevó a cabo unos ejercicios sum am ente duros y arriesgados con fuego real. H itler, que estaba presente ju n to al Reichsführer, quedó tan im presionado que concedió su autorización

para ampliar la SS- Verfügungstruppe y convertirla en una división com ­ pleta. Sin embargo, el proyecto se postergó transitoriam ente, a m edi­ da que las unidades de la SS-V T se fueron integrando con las del ejér­ cito en preparación para el ataque a Polonia. Al estallar la segunda guerra m undial la SS-V T com prendía no sólo los Standarten «Deutschland», «Germania» y «Der Führer», sino tam bién u n regi­ m iento de artillería, el SS-Regim ent z.b. Pf «Ellvangen» para despliegues especiales, un batallón de com unicaciones, un batallón de zapadores, el llamado SS-Sturm bann «N», acuartelado en N urem berg (que sum i­ nistraba una guardia para los congresos anuales del partido nazi), un batallón de reconocim iento, un batallón de ametralladoras antiaéreas y un batallón anticarro. Tam bién había cierta cantidad de unidades de reemplazo, o Ersatzeinheiten, cuya finalidad era com pensar las pérdidas que sufriera la SS-V T durante la guerra. La SS-Verfügungstruppe b rindó una valiosa experiencia m ilitar para m uchos oficiales de las SS que después llegarían a ser personalidades destacadas en las divisiones de la Waffen-SS.

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Junto con el Leibstandarte y la SS-VT creció una tercera rama mili­ tarizada de las SS con una finalidad algo más siniestra. En marzo de 1933 H im m ler creó el prim er campo de concentración dirigido por las SS en Dachau, para alojar a cinco mil de los veintisiete m il potenciales «enemigos del Estado» arrestados por la SA y las SS después del incen­ dio del Reichstag. Los hombres de la Allgemeine-SS local de M unich fue­ ron trasladados a una nueva SS-Wachverbände (unidad de guardia), que estaba al m ando del SS-O bafiihrer T h eo d o r Eicke, para supervisar a los internos de Dachau, que perm anecerían encarcelados durante bastante tiempo. Al llegar el verano de 1934 la mayoría de los campos de deten­ ción semioficiales y a m enudo improvisados de la SA en toda Alemania habían sido clausurados y, com o consecuencia directa de la «noche de los cuchillos largos», durante la que el propio Eicke m ató a Ernst R ö h m , el resto de los campos dejaron de estar bajo la jurisdicción de la SA y las autoridades civiles, y las SS se hicieron cargo de ellos de form a perm anente. Al principio, las SS-Wachverbände que constituían el personal de los campos de concentración llevaban armas ligeras y en ellas deposi­ tó la Allgemeine-S S el elem ento de peor calidad y no deseado. Sin embargo, Eicke convirtió D achau en un cam po m odelo y, en ju lio de 1934, fue prom ovido a SS-Gntppenfiihrer y nom brado Inspector de los Cam pos de C oncentración con la m isión de m ejorar la disciplina y la m oral de las SS-Wachi>erb¿inde; lo consiguió con un éxito considerable. E n m arzo de 1935, a m edida que se iban inaugurando nuevos cam ­ pos de form a sistemática para alojar a cada vez más prisioneros, las Waclwerbände se habían ampliado para incorporar a las siguientes uni­

dades, del tam año de compañías, cada una de las cuales tenía asignado un cam po determ inado:

SS-W achtm ppe «Oberbayern» en D achau SS-W achtruppe «Ostfriesland» en Esterwegen SS-W ach truppe «Elbe» en L ichtenburg

SS- Wachtruppe «Sachsen» en Sachsenburg SS-Wachtnippe «Brandenburg» en Oranienburg y en Columbia-} laus SS-W achtruppe «Hansa» en H am burgo-Fuhlsbüttel

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D urante 1935 estas form aciones quedaron totalm ente fuera del control de la Allgem cinc-SS y se reorganizaron en cinco batallones independientes, a saber: SS-W achstum ibann I «Oberbayern» en D achau SS-W achsturmbann 11 «Elbe» en L ichtenburg SS-W adistm m bann III «Sachsen» en Sachsenbure O SS-W achsturmbann IV «Ostfriesland» en Esterwegen S S -W a ch stu rm b a n n V «B randenburg» en O ra n ie n b u rg

y en C olum bia-H aus En diciembre de 1935 Eicke se hacía llamar, tal vez de form a pre­ matura, Führer der Totenkopß>crbände (comandante de las unidades de la cabeza de la m uerte). Hasta el veintinueve de marzo de 1936 los Wachsturmbannc, que contaban con una fuerza de tres mil quinientos

hombres, no recibieron oficialmente e! nom bre de SS-Totenkopfimbände, o SS-TV m se les asignaron nuevas insignias para el cuello con la im a­ gen de la cabeza de la m uerte. El uno de julio de 1937 los reagruparon en los tres regimientos siguientes, formados por cuatro mil quinientos hombres: SS-Totaikopfstandarte 1 «Oberbayern» en D achau SS-Totenkopfstandarte 2 «Brandenburg» en Sachsenhausen SS-Totcnkopfstandarte 3 «Thüringen» en B uchenw ald

En 1938 se form ó en Austria un cuarto regim iento, el SSTotcnkopfstandarte 4 «Ostmark», del que salió el personal del nuevo

cam po de concentración de M authausen. Eicke, que había sido pagador en el ejército im perial, sentía un odio im perecedero por los oficiales profesionales que veía al m ando de la SS-Vcrfüoungstnippe y uno de sus objetivos fundam entales era convertir las Totenkopfverbände en una especie de brutal fuerza de o p o ­ sición obrera a la SS-VT. H im m ler le había concedido una au to n o ­ mía casi absoluta al nom brarlo Inspekteur der Konzentrationslager y Eicke vigilaba con celo que ningún ex oficial superior se infiltrara en su organización para poner en peligro su posición. Si bien sus tropas

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Himmler, Hitler y Hausser observan las maniobras del Regimiento «Deutschland» en Münsterlager, en mayo de 1939. El oficial que está a la derecha es Jochen Peiper, que entonces era el edecán del Reichsführer.

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estaban fuertem ente armadas según las líneas del ejército, aunque con armas bastante anticuadas, Eicke trató de im pedir todo intento de im i­ tar una organización m ilitar y con frecuencia insistía en que ellos no pertenecían ni al ejército, ni a la policía, ni a la I-'efiigmigstruppe. Su única m isión era aislar del pueblo alemán a los «enemigos del Estado». Eicke m achacó tanto a sus hom bres con el concepto de los subversi­ vos peligrosos que al final se convencieron de que eran los verdaderos guardianes del R eich. Eran los únicos soldados que, aun en tiem pos de paz, se enfrentaban al enem igo día y noche... al enem igo oculto. Las norm as que regían las Totenkopfverbände se volvieron más estrictas todavía. El m iem bro que dejara escapar a un prisionero sería entregado a la Gestapo y es probable que acabara internado en un cam po de concentración. A los prisioneros que trataran de escapar se les podía disparar sin hacerles ninguna advertencia, al igual que a cual­ quier in tern o que atacara a un guardia. Las principales formas de cas­ tigo en los campos eran las palizas, los trabajos forzados y atar a los prisioneros a los árboles, y hubo varios casos de internos que m u rie ­ ron a manos de guardias de las SS-TV, cuyo odio hacia los prisione­ ros se cultivaba deliberadam ente. Eicke trataba de reclutar jóvenes de dieciséis años, directam ente de las Juventudes H itlerianas, y la m ayo­ ría de los hom bres de la Totenkopf tenían m enos de veinte años. Casi el 95 por 100 de ellos no estaba casado y apenas tenían lazos familiares. Eran ideales para ser m oldeados de acuerdo con las doctrinas de Eicke para las SS-TV. En 1939 las SS-Totenkopfverbände se habían expandido e incluían el SS-Totenkopfitandarte 5 «Dietrich Eckart», un batallón m édico, una compañía anticarro de exhibición, una unidad m otorizada de com uni­

caciones y una unidad de ingenieros senum otorizada. A pesar de las intenciones de Eicke, sus SS-TV se habían convertido realm ente en una organización militar, com o reconoció H itler el diecisiete de agosto al ordenar que, en caso de guerra, los Ί otenkopfitandarten se utilizaran com o refuerzos de la policía (Totenkopf Polizeit’crstärkung) dentro de la estructura de la Wehrmacht. En otras palabras, se desplegarían com o tro­ pas de ocupación. De su misión de guardar los campos de concentra­ ción se ocuparían los reservistas más antiguos de la Allgemeine-SS, que form arían nuevos SS-Totenkopf-Wachsturmbanne. El tercer batallón del

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El SS-Gruppenführer Albert Forster, jefe del distrito de Danzig-Prusia Occidental, pasa revista al SS-Heimwehr Danzig en agosto de 1939. El oficialque aparece a la izquierda es el SS-Obersturmbannführer Friedmann Götze, comandante de la Heimwehr, muerto por un francotirador británico en Le Paradis el veintiocho de mayo de 1940, mientras prestaba servicio en la SS-Totenkopf~Division. La muerte de Götze se produce al día siguiente de que cien prisioneros británicos desarmados, del 2° de los Royal Norfolk, fueran asesinados por tropas de la Totenkopf a las órdenes de Fritz Knöchlein.

SS-Totenkopfstandarte 4 ya había ocupado una posición defensiva, com o

una milicia nacional en Danzig, la llamada SS-Heimwehr Danzig, refor­ zada por un batallón de reserva, el SS-Wachsturmbann Eim ann. Al mismo tiempo, se llamó a filas a diez mil oficiales y soldados más jó v e­ nes de la Aügem eine-SS para prestar servicio en las unidades de la cabe­ za de la m uerte. H im m ler calculaba que podría contar con cincuenta m il hom bres de la A llgem eine-S S com o T otenkopf Polizewerstiirkung. El vínculo entre las SS-Totcnkopfi’crbande y las obligaciones de la custo­ dia de los campos de concentración no desapareció en absoluto.

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C uando al mes siguiente estalló la segunda guerra m undial, se m odificó rápidam ente el plan para utilizar a los hom bres de Eicke com o tropas de ocupación. Se desalojó a los internos de D achau y allí se congregaron los Totcnkopf tandarten, a los que se sum aron los jó v e ­ nes reclutas de la A llgem eine-SS y parte del personal policial, que for­ m aron la SS-T otcnkopfD ivisión para com batir ju n to al Leibstandarte y la SS-VT. La vigilancia de los campos de concentración quedó e n to n ­ ces en manos de los hom bres mayores, no aptos para el servicio en la línea del frente, y de los reclutas «verdes» de las SS y los auxiliares no alemanes. Las tropas de la cabeza de la m uerte, po r su parte, entraron en una nueva fase de la historia de su unidad y poco después se gana­ rían la reputación de ser los soldados más duros y despiadados de la guerra. Las condiciones de servicio en las SS armadas eran distintas de las que se aplicaban en las dem ás form aciones de las SS. Los voluntarios que se incorporaban a la SS-VT y a las SS-'I V antes de la guerra tenían que ten e r entre dieciséis y veintidós años, com o m ínim o 1111 m etro o chenta centím etros de altura y un estado físico inm ejorable. Los requisitos de ingreso al Leibstandarte eran más estrictos aún y se exigía al m enos una altura de un m etro ochenta y cuatro, y no era p o r m era fanfarronería que H im m ler afirmaba que, hasta 1936, incluso un empaste dental se consideraba una deform idad suficiente para im pe­ dir el ingreso de un joven en la guardia del Führer. D e más está decir que, com o ocurría con los m iem bros com unes de la Allgemeine-SS, el árbol genealógico ario tenía que ser inm aculado. A partir de 1935 la pertenencia al Leibstandarte y a la SS-Verfügungstruppe contaba com o servicio m ilitar y las retrib u cio n es co rre sp o n d ía n a las de la W ehr­ macht. N o obstante, las condiciones eran duras. Los soldados rasos tenían que alistarse por un m ínim o de cuatro años; los suboficiales, por doce y los oficiales durante veinticinco años. Además, todos tenían que someterse al sistema jurídico y al código disciplinario de las SS y estaban obligados a obtener la autorización del Reichsführer antes de casarse. P ertenecer a las Totenkopfverbände, a pesar de tener las mismas exigen­ cias en cuanto a condiciones de servicio, no contó com o cum pli­ m ie n to de los deberes m ilitares hasta la prim avera de 1939. A ntes de esa fecha los voluntarios de las SS -T V ten ían que cu m p lir el ser­

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vicio m ilitar obligatorio, ya fuera en la W ehrm acht o en la SSVerfiigungstruppe. Eicke prefería que sus hom bres prestaran servicio en

el ejército, la m arina o la tuerza aérea, ya que le preocupaba que, si se incorporaban a la SS-VT, tal vez quisieran seguir en esa rama de las SS en lugar de regresar a lo que él llamaba la «pesada y difícil tarea de vigilar los campos de concentración». C uando ingresaban en las SS armadas los reclutas se convertían en soldados-atletas m uy adaptables, capaces de resistir m ucho más de lo norm al en la m archa y en el com bate. Se hacía m ucho hincapié en el adoctrinam iento ideológico, el ejercicio físico y los deportes, que for­ m aban parte del program a de form ación y de la vida cotidiana. Pasaban más tiem po haciendo ejercicio, en el cam po de tiro y en clase, aprendiendo estrategia, de lo que era habitual en el ejército y, en cambio, se dedicaba m ucho menos tiem po a la instrucción, incluso en el Leibstandarte después de 1938, con lo cual se obtenía un nivel de

m aniobra y tiro en el cam po de batalla sensiblem ente su p e rio r al de la W ehrm acht. Los ejercicios militares se hacían con todo el realismo posible, utilizando fuego real y grandes descargas de artillería, de m odo que cada uno de los hom bres de la SS-V T se acostum brara a m anejar una variedad de armas y tam bién a estar a poco m enos de cien m etros de las explosiones de su propio fuego de artillería. El resultado era un soldado de un nivel superior, un m iem bro de las tro­ pas de asalto en la m ejor tradición del térm ino. A diferencia de sus equivalentes en el ejército, a las tropas de las SS se les enseñaba a pensar p o r sí mismas en lugar de depender demasia­ do de órdenes superiores. E n consecuencia, llegaron a ser m uy inde­ pendientes. Cada soldado de las SS se consideraba un suboficial en potencia y cada suboficial, u n oficial en potencia. Los cadetes, inde­ pendientem ente de sus antecedentes o su posición social, tenían que prestar servicio en los grados inferiores durante dieciocho meses antes de ascender a oficiales. Las academias militares, o Junkerschulen, de Bad T ölz y B raunschw eig tenían un program a de entrenam iento m uy duro y, en 1938-1939, cada año salían de ellas alrededor de quinien­ tos oficiales. El oficial m edio de la SS-V T era bastante más agresivo en el com bate que sus colegas de la W ehrm acht, com o se refleja en el hecho de que la casi totalidad de los prim eros cincuenta y cuatro

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cadetes que salieron de Bad T ö lz en 1934 m urieran en la batalla entre 1939 y 1942. U n factor im portante que contribuyó al carácter único de las SS armadas era el am biente de camaradería y «realismo heroico» que im pregnaba todos los grados. A los soldados de las SS se les ense­ ñaba a com batir poi el com bate en sí y si hacía falta para conseguir un bien superior, a renunciar a sí mismos en el com bate. El concep­ to m ilitar tradicional se convertía en beligerancia pura y se cultivaba un entusiasm o fatalista p o r el com bate que superaba con creces el sacrificio personal que habitualm ente se espera de un soldado. Esta característica contribuye en gran m edida a explicar la gran cantidad de bajas que sufrió posteriorm ente la W affen-SS durante la guerra y la determ inación de sus supervivientes. Los soldados del Leibstandarte, la SS-V T y las SS-TV reunían los requisitos necesarios para obtener las órdenes, las medallas y los pre­ mios militares creados por el régim en nazi. Además de esos honores nacionales se instituyeron específicamente una serie de condecoraciones para las formaciones militarizadas de las SS. Los S S Dienstauszeiclmungen (premios al servicio prolongado en las SS), anunciados p o r prim era vez el treinta de enero de 1938, según el m odelo de sus equivalentes de la W ehrm acht, incluían medallas po r cuatro y ocho años de servicio y grandes «cruces» con form a de esvástica para los doce y los veniticinco años. Estos dos últim os grados llevaban las runas de las SS borda­ das en sus cintas de color azul lavanda. Desciiler, en jVIúnich, y Petz &¿ Lorenz, en U nterreichenbach, fabricaron una buena cantidad de Díenstauszeichrmngen durante 1939, aunque no tuvieron m ucha difu­

sión puesto que, a partir de principios de 1940, la W affen-SS estuvo en condiciones de recibir, en cambio, los prem ios al servicio prolon­ gado en la W ehrm acht. D urante el período com prendido entre 1940 y 1945 la mayoría de los oficiales y soldados de la W affen-SS llevaban en los galones el águila del ejército en lugar de las runas de las SS. D e hecho, según los testim onios fotográficos, un solo oficial destacado de la W affen-SS, O tto K um m , llevó siempre, durante la guerra, el galón con las runas de la condecoración de los doce años. Los galones con las runas no se vieron nunca en la guerrera de ningún otro general de la Waffen-SS, incluidos D ietrich, Hausser y Steiner, aunque es proba­ ble que tuvieran derecho a llevarlos, en particular porque el servicio

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prestado con anterioridad a 1933 y con posterioridad a 1939 conta­ ba el doble a los efectos de la presentación. N o se conoce la existen­ cia de ninguna fotografía que dem uestre el uso de las medallas de las SS de cuatro o de ocho años, y nadie solicitó nunca la condecoración de los veinticinco años. Interesa destacar que H im m ler llevaba la medalla de los doce años, aunque en rigor no tenía derecho a ello, ya que no era m iem bro activo del Leibstandarte, ni de la SS-VT, ni de las SS-TV. Antes del com ienzo de la segunda guerra m undial, H im m ler aprobó una Placa de Puntería de la SS-V T para prem iar la destreza de los que disparaban con fusiles y ametralladoras, aunque esta co ndeco­ ración no llegó a fabricarse nunca. ¿Por qué se produjo una m ilitarización tan rápida de grandes sec­ tores de las SS? El motivo era bien sencillo: las SS eran fundam entalm en­ te una fuerza policial civil, de la cual H itler esperaba que llegara a ser capaz de m antener el orden no sólo en Alem ania sino en toda la Europa ocupada po r los nazis; para ello, sin embargo, prim ero tendría que dem ostrar su valía en el cam po de batalla. Sólo entonces las SS tendrían la autoridad m oral necesaria para cum plir su futuro papel en el N uevo O rden.Y a en 1934 H itler indicaba a H im m ler: E n nuestro R e ic h del futuro, las SS y la policía tendrán que tener un carácter m ilitar para producir el efecto deseado en los ciudadanos com unes. El pueblo alem án, a través de su experien­ cia pasada de gloriosos acontecim ientos militares y de la educa­ ción que le brinda actualm ente el NSDAP, ha adquirido una m entalidad tan guerrera que un policía grueso, sim pático y jovial, com o los que tuvim os durante la época de W eim ar, ya no puede tener autoridad. Por tal m otivo, será necesario que, en las guerras futuras, nuestras SS y nuestra policía, dentro de sus propias unida­ des cerradas, dem uestren que en el frente son iguales que el ejér­ cito y que viertan su sangre en la misma m edida que cualquier otra rama de las fuerzas armadas. D e ese m odo, se podría decir que toda la relación entre la Allgemeine-SS, la Waffen-SS y la Policía, com o com ponentes del proyectado

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Al finalizar la campaña en Polonia, que duró dieciocho dias, Hitler hizo una visita a las tropas alemanas en el frente de batalla acompañado por su destacamento de escolta de las SS, cuidadosamente seleccionado, el llamado Führerbegleitkommando. En la fotografía se puede ver uno de los rápidos vehículos de la escolta adelantando a un convoy de la Wehrmacht y obligando a un campesino a salir de la carretera. La matrícula del vehículo aparece tapada por cuestiones de seguridad y el artillero que maneja la ametralladora es un Untersturmführer del Leibstandarte.

Staatsschutzkorps, era un ejemplo de los primeros conceptos del m anteni­

m iento del orden, tal com o ios expresó el filósofo británico H erbert Spencer en 1851: «Los policías son militares que actúan aislados; los mili­ tares son policías que actúan al unísono.» Todos los m iem bros de la Allgem eine-SS estaban obligados a cu m ­ plir el período norm al de servicio militar en la W ehrm acht, que absor­ bió a la mayoría de los hom bres de las SS cuando com enzó la guerra. Sin em bargo, fueron las actuaciones del Leibstandarte-SS «Adolf 1 Iitler», de la SS-Vafügungstm ppe y de las SS-Totenkopfverbände las que obtuvieron los prim eros logros de las SS en el cam po de batalla, a los ojos del público alemán.

L a W a ffe n -SS k n la g u e r r a

C uando las tropas alemanas entraron en Polonia, el uno de sep­ tiem bre de 1939, las unidades armadas de las SS se dividieron entre

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las form aciones del ejército regular dispersas a lo largo del frente de invasión. La SS-Heiniwehr Danzig se aseguró de inm ediato esa ciudad, m ientras que el resto del personal de la Totenkopf Atravesaba el «corre­ dor polaco». El Leibstandarte, con el apoyo del batallón de zapadores de la SS-VT, se adscribió al 10° Ejército del general Von R eich en au . El Standarte «Deutschland» del SS-VT, ju n to con el regim iento de artillería de las SS y el batallón de reconocim iento de las SS, se unieron a la 4a Brigada Panzer del Generalmajor Kempf, m ientras que el «Germania» pasó a form ar parte del 14° Ejército, a las órdenes del general List. El Standarte «Der Führer» todavía no estaba entrenado del todo y, por tanto, no participó en el combate. Si bien el «Germania» perm aneció en la reserva durante la mayor parte de las cuatro sema­ nas de campaña, el «Deutschland» tuvo una participación im portante en la batalla de Brest-Litovsk. El Leibstandarte tam bién tuvo una acti­ vidad bastante intensa, ya que participó en el ataque aVarsovia y en el cerco de Bzura con la 4a División Panzer. A pesar de la evidente entrega de las SS en los combates, el ejército criticó el hecho de que sufriera una cantidad desproporcionada de bajas, atribuyéndolo a una mala dirección. Para contrarrestar esas acusa­ ciones, Hausser dijo que, con el fin de operar con eficacia, las SS arm a­ das tendrían que organizarse en divisiones completas, a lo que se opuso el ejército con energía; sin embargo, convencieron a H itler a tiem po para dar su autorización para intentarlo en la campaña occidental. AI finalizar 1939 se com enzó a utilizar el térm ino Waffen-SS en la corres­ pondencia oficial para hacer referencia a las SS armadas y, en febrero de 1940, se convirtió en un título reconocido. Más o m enos por la misma época, las designaciones propias del ejército, com o «batallón» y «regi­ miento», que el Leibstandarte venía utilizando desde 1934, reemplazaron en general a Sturmbann, Standarte y los demás nom bres de form aciones de las SS en toda la Waffen-SS. En algunas unidades de la SS-VT se siguieron utilizando, durante un período breve, algunos térm inos de grado del ejército, com o Oberleutnant en lugar de SS-Obersturmführer, p o r ejem plo, aunque H im m ler los prohibió en seguida; todo esto tenía po r objeto asimilar la nueva fuerza y facilitar la aceptación de la Waffen-SS por parte del ejército com o una cuarta rama legítima de La W ehrm acht, totalm ente al m argen de la Allgemeine-SS.

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Historia secreta de las SS

La consolidación de la Waffen-SS du raute la llamada «guerra falsa» elevó al Leibstandarte de «Sepp» D ietrich a la fuerza de un regim iento aco­ razado y magníficamente equipado, y los tres regimientos de la SS-VT form aron la prim era división completa de las SS, la SÄ- Verfügungsdivision, o SS-V, al m ando de Paul Haussen Los SS-Totenkopfstandarten se fusiona­ ron para convertirse en la SS-Totenkopf-Division, o SS-T, al m ando de Licke, y casi de la noche a la mañana se creó una tercera división de com ­ bate, la Polizei-Division, encabezada por el SS-Brigadeführcr Karl PfefferW ildenbruch, mediante la transferencia masiva de personal policial uni­ formado, reforzado por los cuadros de las tropas de la SS-V y la SS-T. Sin embargo, se suponía que la Polizei-Division friera una unidad de seguri­ dad de segunda linea y se organizó partiendo de la base de la infantería tirada por caballos, equipada con anticuadas armas checas. La campaña en el oeste estableció fuera de toda duda la reputación de com bate de la Waffen-SS. Al com enzar la Blitzkrieg, en mayo de 1940, el Leibstandarte y el «J )er Führer» se desplegaron en la frontera con

Los ingenieros y la artillería de asalto de la SS-Totenkopf-Division atraviesan el canal de La Bassée el veintitrés de mayo de 1940. Al principio de la guerra todavía no se habían distribuido demasiadas prendas de camuflaje entre las tropas de la SS-T y las guerreras de color gris de campaña del ejército, con las insignias de la cabeza de la muerte en el cuello, estaban a la orden del día.

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H olanda y casi no encontraron dificultades para arrasar el país, ase­ gurándose a su paso m uchos cruces fluviales de vital importancia. El dieciséis de mayo la SS-T entró en acción en apoyo de la 7a División Panzer de R om m el, en el sur de Bélgica y en el este de Francia, donde las SS com etieron una de las primeras atrocidades de las que se tiene noticia, cuando cien prisio­ neros británicos desarmados del 2° de los R oyal N orfolk frieron ame­ trallados, en Le Paradis, por tropas de la Totenkopf, sin experiencia y dominadas po r el pánico, total­ m ente desorganizadas com o con­ secuencia de la fiereza del reciente contraataque británico. El avance alemán en seguida dividió en dos a las fuerzas aliadas, dejando a gran cantidad de soldados británicos, franceses y belgas separados del grueso del ejército francés, al sur del «corredor Panzer». Iban al fren­

Grupo de asalto del regimiento «Germania» en Francia en mayo de 1940. Por cuestiones de seguridad se han eliminado las insignias del cuello y los hombres llevan los blusones doblados debajo del cinturón. Se pueden ver equipos y armas diversos, incluido algo que duró tan poco como las cintas de cáñamo con el diseño de las SS que lleva el hombre que está en el centro, que ha añadido unas cuantas hojas a su casco de acero.

te el Leibstandarte, la SS-V y la SST, y el «Deutschland» se distinguió particularm ente bien en el cruce de algunos canales, donde encontraron una feroz oposición. Los aliados del norte rápidam ente quedaron encerrados dentro de u n foco defensivo cada vez más reducido en torno a D unkerque. El Leibstandarte se vio seriam ente com prom etido en un com bate desesperado en la aldea cer­ cada de W orm houdt, donde D ietrich quedó atrapado durante varias horas ante una zanja ardiente mientras se libraba a su alrededor una bata­ lla encarnizada, hasta que lo rescató una unidad de asalto. Una com pa­ ñía de sus hombres, a las órdenes de W ilhelm M ohnke, se vengó m atan­ do a sangre fría a ochenta prisioneros de guerra británicos. Después de

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Historia secreta de las SS

la evacuación de D unkerque, la Waffen-SS se volvió a desplegar contra la masa principal del ejército francés, que defendía una línea a lo largo del Somme. M ientras la lenta Polizei-Division atravesaba con gran esfuerzo el bosque tie Argonne, otras unidades m otorizadas de las SS apenas tuvieron dificultades para hacer añicos las líneas enemigas el seis de ju n io y, al cabo de una semana, el leibstandarte había establecido con­ tacto con los panzers del ejército en un lugar tan al sur com o Vichy. La S S - lotenkopf-Division avanzó sobre Burdeos y la SS-Veifügungsdivision

corrió hacia Biarritz. El diecisiete de ju n io los franceses pidieron la paz y, cinco días después, había acabado la guerra en el oeste. En reconocim iento a su valor y sus dotes de m ando durante la campaña en el oeste, siete hom bres de las SS, entre los que figuraban D ietrich y Steiner, recibieron la codiciada C ru z de Caballero de la C ru z de H ierro que era. por entonces, la m áxim a condecoración m ilitar alemana. M uchos otros fueron condecorados con grados infe­ riores de la C ruz de H ierro, placas de heridos y otras condecoracio­ nes relacionadas con los combates. E n septiem bre, H im m ler entregó al Leibstandarte, en sus cuarteles de M etz, un nuevo estandarte, y H itler les dijo: «Vosotros, que lleváis m i nom bre, tendréis el h o n o r de enca­ bezar en el futuro todos los ataques de Alemania.» La W affen-SS había dem ostrado su valía de form a suficiente. El éxito de Alemania en el oeste de Europa abrió una nueva reserva de Volksdeutsche y pueblos germ ánicos pronazis, sobre los que la W ehrm acht 110 tenía ninguna capacidad de reclutam iento, pero a los cuales la SS Hauptamt de G ottlob B erger se dedicó a alistar en la Waffen-SS. C o n el consiguiente increm ento del núm ero de m iem bros

de las SS. el Leibstandarte se convirtió en brigada y se autorizó la crea­ ción de una división totalm ente nueva, com puesta en su m ayor parte por voluntarios nórdicos procedentes de Flandes, H olanda, N o ru eg a y I íinam arca. Los dirigentes de la nueva división surgieron de las for­ m aciones existentes y a ella se in co rp o ró en su totalidad el regi­ m iento «Germania» de la SS-V. La nueva unidad, que al principio adoptó el nom bre de

SS-D ivision

«Germania», fue rebautizada

«Wiking» (Vikingo) a finales de 1940 y puesta a las órdenes de Felix Steiner. Llegaría a ser una tie las mejores divisiones del orden de bata­ lla de las SS.

La Waffen-SS

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Un equipo de artilleros del Leibstandarte con ametralladoras marcha a través de la campiña francesa en junio de 1940. En esa época, la cubierta de camuflaje del casco se había convertido en un distintivo de la Waffen-SS.

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Historia secreta de las SS

Para com pensar la pérdida del regim iento «Germania», se asignó un Totenkopfstandartc a la S S - Verfügungsdivision y, en enero de 1941, se la rebautizó com o SS-D ivision «Reich». Los demás Totenkopfstandarten se reorgani­

zaron a fin de tener una partici­ pación más activa com o form a­ ciones

in d ep e n d ien te s.

D os

regim ientos de la cabeza de la m uerte, ju n to con unidades de artillería y de apoyo, form aron el SS-K am pfgruppe «Nord», y se

envió a N o ru eg a otro Standarte, en m isión de ocupación, con el Un Untersturmführer de una unidad auxiliar de la SS-V, como lo indica la falta de insignia del regimiento en el puño, en una tregua durante los combates de la Blitzkrieg occidental en mayo de 1940.

n o m b re

de

R e g im ie n to

de

Infantería núm . 9 de las SS. Los cinco Totenkopfstandarten restan­ tes fueron al cam po de e n tre ­

nam iento de la W affen-SS en Debica, Polonia, donde se volvieron a equipar y recibieron el nom bre de regim ientos de infantería de las SS. Por últim o, las demás unidades de caballería de la cabeza de la m uerte se fusionaron y se transform a­ ron en los regim ientos de Kavallerie de las SS núm s. 1 y 2. D urante la primavera de 1941 Alemania se preparó para la inm i­ nente invasión de la U nión Soviética. C uando el ataque por sorpresa de Mussolini a Grecia resultó un desastre y en Yugoslavia se hizo con el poder un nuevo régim en antialemán, 1 lid er ordenó que se em prendie­ ra de inm ediato la acción para asegurar su flanco m eridional. El seis de abril se desató una Blitzkrieg sobre Yugoslavia y Grecia. Encabezó el ata­ que la i >ivisión «Reich» de las SS y un pequeño destacam ento de asal­ to, al m ando del SS-Hauptsturmführer Fritz Klingenberg, capturó con audacia la capital yugoslava, Belgrado, el trece de abril. U tilizando una m otora, K lingenberg y sus hom bres consiguieron atravesar las defensas de la ciudad y obligaron a rendirse a su confuso y desconcertado alcalde.

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Las tropas de la SS-Totenkopf de festejo después de la caída de Francia. El hombre de la derecha lleva el brazalete blanco de Hilfs-Krankenträger, que corresponde a un camillero auxiliar y, en la apariencia de los demás, se nota la típica mezcla de vestimenta e insignias. Incluso uno de los soldados lleva insignias de dos grados distintos: en el lado izquierdo del cuello, la insignia en blanco que corresponde a un SS-Schütze y en el brazo el galón en «V» de SS-Sturm m ann. Este tipo de irregularidades se solían producir como consecuencia de las promociones en el campo de batalla.

En Grecia, el Leibstandarte participó en una serie de batallas más reñi­ das, no sólo contra los griegos sino tam bién contra tropas británicas y neozelandesas. Después de sufrir cuantiosas bajas en el paso de Klidi, el batallón de reconocim iento del LAH, al m ando del SS-Sturmbannführer K urt Meyer, tom ó el paso de Klissura, de crucial im portancia estratégi­ ca, además de casi once mil prisioneros. El veinte de abril el general Tsolakoglu, del lli C uerpo de Ejército griego, presentó la rendición a «Sepp» D ietrich y, una semana después, Atenas cayó en poder de los ale­ manes. A finales de ese mes había concluido la campaña en los Balcanes: otra victoria para la Waffen-SS. Klingenberg, M eyer y Gerd Pleiss, com andante de la I a Com pañía del Leibstandarte, que había tenido una participación m uy activa en Klidi, fueron los últimos que recibieron la C ru z de Caballero. En una película propagandística titulada Der Weg der L A H se ensalzaban sus hazañas.

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Historia secreta de las SS

Al am anecer del veintidós de ju m o de 1941 H itler ordenó a sus fuerzas que invadieran R usia y así comenzó el épico conflicto de ideo­ logías que se transform ó en una guerra de exterm inio y que cam ­ biaría para siem pre el carácter, hasta entonces caballeroso, de la Waffen-SS. Los rigores del frente

oriental,

que

abarcaban

desde

inviernos de un frío intensísimo hasta veranos sofocantes, y desde interm inables estepas y ciénagas hasta m ontañas y bosques, hicieron El Leibstandarte-SS «Adolf Hitler» participó en el desfile de la victoria en Berlín, el diecinueve de julio de 1940. Algunos de los soldados que desfilaron ya llevaban la insignia en el cuello, sin el ribete de cuerda retorcida de color negro/aluminio, que se abolió oficial­ mente al mes siguiente.

aflorar lo m ejor, y tam bién lo peor, de los hom bres de H im m ler. El despliegue alem án para la opera­ ción Barbarroja se extendió desde el Báltico hasta el m ar N egro y se organizó en tres grupos de ejérci­ to, llamados N o rte, C entro y Sur. La SS-Totenkopf-Division, la Polizei-

Division y el Kampfgruppe «Nord» fueron asignados al G rupo de

Ejército N o rte; la SS-D ivision «Reich», al G rupo de Ejército C entro y el Leibstandarte y la SS-Division «Wiking», al C.rupo de Ejército Sur, En particular estas dos últimas form aciones im presionaron a sus equiva­ lentes en el ejército por su agresividad y su pericia en el ataque. La «Reich» tuvo una participación intensa en M insk, Sm olensko y Borodino, donde Hausser resultó herido de gravedad y perdió el ojo derecho y, a fines de ese año, la división llegó a estar a pocos kilóm e­ tros de M oscú. El único fracaso que sufrieron en realidad las SS se pro­ dujo en el frente finlandés, cuando cundió el pánico entre las tropas de segunda clase del Kampfgruppe «Nord», que sufrieron una derrota aplas­ tante el dos de julio. La unidad se tuvo que retirar y renovar p o r com ­ pleto y después se reforzó con veteranos expertos procedentes de la Totenkopf-Division, para convertirse en la SS-D ivision «Nord».

La Wafíen-SS

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Himmler y el SS-Brígadeführer Knoblauch pasan revista a los soldados de caballería de la Totenkopf en Rusia, en julio de 1941. En esa etapa de su evolución los Reiterstandarten de la Waffen-SS montaban en bicicleta con la misma frecuencia con que iban a caballo. El oficial que está detrás de Himmler, con casco de acero, es Hermann Fegelein, que después fue comandante de la división de caballería «Florian Geyer».

Himmler saluda a los oficiales de caballería de la Waffen-SS en el frente oriental el veinticuatro de julio de 1941.

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Historia secreta de las SS

A finales de 1941 la gran ofensiva alemana se detuvo, totalm ente agotada. Las técnicas de la Blitzkrieg habían encontrado la horm a de su zapato en las grandes extensiones de la U n ió n Soviética y en la resistencia y las reservas de recursos hum anos, aparentem ente inago­ tables, del Ejército R ojo. La fuerza de la contraofensiva rusa durante el invierno de 1941-1942 im presionó al alto m ando del ejército ale­ m án, que abogó por em prender retiradas a gran escala; pero H itler rechazó la decisión de sus generales y asumió personalm ente el m ando del ejército, por lo que la W ehrm acht y la W affen-SS tuvieron la prim era oportunidad de m anifestar su firmeza en la defensa. Las tropas alemanas com enzaron a encontrarse incom unicadas en focos aislados, de los cuales el más notable fue el de I )emyansk, en el que había seis divisiones, incluida la «Totenkopf». La campaña de invierno fue tan dura, con unas tem peraturas que solían descender p o r debajo de los -40 °C, que después se autorizó la concesión de una medalla especial a los que habían participado en ella. Tuvo el h o n o r de dise­ ñarla el SS- Unterscharführer E rnst Krause, u n artista que actuaba com o corresponsal de guerra del Leibstandarte. En la prim avera de 1942 los alemanes iniciaron una nueva ofen­ siva en el sur para llegar hasta la región del Cáucaso, rica en petróleo. D urante el transcurso de ese año las divisiones de la Waffen-SS, que todavía sufrían com o consecuencia de las batallas del invierno anterior, fueron retiradas a su vez y se las volvió a equipar con un fuerte com ­ ponente de carros de com bate, además de cañones de asalto y vehícu­ los blindados para el transporte de personal. E n mayo, la SS-D ivision «Reich», que había ascendido de categoría, fue rebautizada con el nom bre de «Das R eich» y en septiem bre se activó la SS-KavallerieDiuision para realizar misiones antipartisanas detrás de las líneas. En

noviem bre, «Das Reich», «Totenkopf» y «Wiking» recibieron oficial­ m ente el nom bre de divisiones SS-Panzergrenadier, que equivalían, en térm inos de equipo, a muchas divisiones Panzer completas del ejérci­ to. El Leibstandarte alcanzó un grado similar y la nueva división recibió el nom bre de «Leibstandarte-SS A dolf Hitler» en recuerdo de la escol­ ta de Hitler, que fue su núcleo. El Führer estaba cada vez más im pre­ sionado por el desem peño de las SS en el com bate y en diciem bre ordenó la form ación de dos divisiones de la W affen-SS totalm ente nue-

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El rostro de las SS en la guerra: unos soldados del 6o Regimiento de Infantería de la SS-Totenkopf disparando una ametralladora checoslovaca ZB53, capturada en Rusia durante el otoño de 1941, cuando los alemanes todavía estaban llenos de entusiasmo.

vas, que se llamaron «Hohenstaufen» y «Frundsberg». A finales de ese año, las tropas de la W affen-SS en el cam po de batalla alcanzaban una cifra cercana a los doscientos mil hombres. La ofensiva soviética de diciembre de 1942 resultó desastrosa para los alemanes. Fracasaron todos sus intentos de capturar Stalingrado y, a comienzos de 1943, el 6o Ejército del general Paulus quedó totalm ente aislado y se vio obligado a rendirse. Otras fuerzas alemanas en el Cáucaso tam bién tuvieron que enfrentarse a la sombría posibilidad de quedar aisladas debido a la velocidad y la profundidad de la penetración soviética. N o obstante, el mariscal de campo Von M anstein, com andante del G rupo de Ejército Sur, consiguió retirar sus fuerzas de la trampa rusa y, consciente de que la ofensiva rusa se había extendido peligrosamente, lanzó un rápido contraataque en la región de Járkov. Jarkov era un obje­ tivo prestigioso, un escaparate del com unism o de antes de la guerra, y, para encabezar el ataque para recuperar la ciudad, se creó un SS-PanzerKorps, com puesto po r el Leibstandarte, «Das Reich» y «Totenkopf», todos

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Unos soldados de Ia «Totenkopf», fuertemente armados, hacen un descanso para comer, durante la invasión de la Unión Soviética.

bajo el m ando de Paul Hausser, que ya había adquirido cierta fama en el frente oriental com o «el general de las SS que tenía un parche en el ojo». Era la prim era vez que un grupo considerable de tropas de la W affcn-SS com batían juntas a las órdenes de sus propios generales y el

resultado fue una victoria rotunda. Los soviéticos quedaron sumidos en el caos, su l·' Ejército de Guardias quedó destruido, se recuperó Jarkov y los alemanes consiguieron restaurar el orden en el sur. Las SS sufrieron doce nul bajas en la operación. Para Hitler, que cada vez se desilusio­ naba más con los fracasos militares, fue una dem ostración de la capa­ cidad de la Waffen-SS. Llovieron las condecoraciones sobre los vence­ dores de Jarkov y los hom bres del SS-Panzer-Korps recibieron nada m enos que veintiséis cruces de Caballero, cuatro cruces de Caballero con Hojas de R oble y una C ruz de Caballero con Hojas de R o b le y Espadas. La Plaza R oja de la ciudad fue rebautizada con el nom bre de «Platz der Leibstandarte», en h o n o r de los guardias de Hitler. Además, el Führer hizo que su antiguo favorito,T heodor Eicke, que había m uerto

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r

»Λ

à Una motocicleta del Leibstandarte atraviesa una población rusa en llamas en julio de 1941. El emblema de la división, una llave maestra o «Dietrich», en alusión evidente al nombre del comandante del LAH, se introdujo por sugerencia de Wilhelm Keilhaus y se puede ver en la parte trasera del sidecar.

durante las primeras etapas de la ofensiva, friera enterrado al estilo de los antiguos reyes germánicos, con todo el ritual pagano que eso con­ llevaba. El período posterior a la recuperación de Jarkov por los alemanes fue relativamente tranquilo, mientras ambos bandos se preparaban para reanudar las hostilidades en verano. El saliente soviético alrededor de Kursk se convirtió en el foco de los acontecimientos y, cuando com en­ zó la batalla, el cinco de julio, el SS-Panzer-Korps de Hausser, con 340 carros de combate, incluidos los Tigers, y 195 cañones de asalto, se desplegó en el flanco meridional. Los alemanes avanzaron bastante los primeros días, pero la naturaleza de la guerra había cambiado y las fuer-

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Historia secreta de las SS

zas del Ejército R ojo, m uy m ejo­ radas, m antuvieron a raya al ene­ migo antes de em prender un con­ traataque triunfal. E] SS-PanzerKorps, que al final había quedado

reducido a doscientos carros de combate, volvió a com batir bien;, a pesar de haber quedado debilitado al quitársele el Leibstandarte, que se envió para reforzar al ejército ale­ mán en Italia después de la inva­ sión aliada a Sicilia el diez de julio. Kutsk fue un fracaso estratégico para los alemanes, que perdieron la oportunidad de tom ar la iniciativa y, a partir de entonces, se vieron Los soldados de las SS yacen donde han caído, muertos en la contraofensiva soviética que tuvo lugar durante el espantoso invierno de 1941-1942. Es probable que los rusos prepararan esta foto para que se vieran la mayor cantidad posible de insignias de las SS con la intención de demostrar que la Waffen-SS no era una fuerza invencible, como sostenía la propaganda nazi.

obligados a reaccionar ante los m ovim ientos de los soviéticos. D urante el resto de 1943 los ale­ manes fueron retrocediendo hacia el oeste, a través de la U nión Soviética. Las tres divisiones de elite de las SS, que habían pasado a designarse com o divisiones panzer completas, dedicaron esos meses duros a actuar com o el «cuerpo de

bomberos» de Hitler, ya que las enviaban de u n punto álgido a otro según lo exigiera la situación. La decisión con la que tanto «Das Reich» com o «Totenkopf> hicieron retroceder los ataques rusos les valió las rei­ teradas alabanzas de los generales del ejército que tuvieron la fortuna de tenerlas bajo su m ando. En noviem bre, el Leibstandarte regresó al frente oriental reequipado con grandes cantidades de los últimos carros de com bate Panther y, con las divisiones panzer de] ejército, aplastó a un cuerpo blindado soviético en U crania y recuperó Zhitom ir. M ientras la W affen-SS quedaba aprisionada en la batalla en el frente oriental, H itler seguía autorizando la form ación de nuevas

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divisiones

de

las SS, incluida

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la

«Hidcrjugend». La posición alemana en Rusia experim entó un brusco deterioro el catorce de diciembre de 1943, cuando los soviéticos lanzaron otra ofensiva masiva en Ucrania. La batalla duró cuatro meses y culm inó con la expulsión de las fuerzas alema­ nas del sur. El avance ruso fue tan rápido que cercaron grandes cantida­ des de tropas de la W ehrm acht. La «Wiking», por entonces al m ando del SS -Gruppenführer H erbert GiUe, y la \

Brigada belga «Wallonien» de las SS, de Léon Degrelle, quedaron atrapadas en Korsun-Cherkassi, en una escena que recordaba a Stalingrado, pero lograron huir, aunque les costó un 60 por 100 de bajas. Por esa acción Degrelle recibió la C ruz de Caballero y Gille, la C ruz de Caballero con Hojas de R oble y Espadas. En un enfrentam iento similar, el Lcibstandartc y algunos elementos de «Das Reich» quedaron atrapados en las cercanías de Kamenets Poclolski y tuvieron que ser rescatados por la «Hohenstaufen» y la «Frundsberg». Totalm ente exhaustas, las form aciones de la Waffcn-SS cada vez tenían m enos posibilidades de fre­ nar el avance ruso.

Alfred Wünnenberg lleva en el cuello los galones de la policía que la Polizei-Division utilizó entre 1939 y 1942. Esta fotografía también intere­ sa porque sirve de ejemplo del ardid, habitual en la prensa durante la guerra, de «retocar» las fotografías viejas por motivos propagandísticos. Wünnenberg ganó la Cruz de Caballero el quince de noviembre de 1941, como Oberst de la poiicía en Leningrado, que es donde se tomó esta fotografía. El veintitrés de abril de 1942 le concedieron las Hojas de Roble como SS-Brigadeführer y, para poder hacer un comunicado de prensa de inmediato, buscaron la vieja fotografía en los archivos y le pintaron encima las hojas de roble. Este tipo de modificaciones se observa a menudo en las fotografías de prensa que todavía se conservan y se aplica tanto a las insignias de grado como a las condecoraciones.

En la primavera de 1944 los mal­ trechos grupos de batalla Lcibstandarte y «1 )as Reich» fueron enviados hacia el oeste para recuperarse y pre­

pararse para la esperada invasión angloam ericana. El prim ero se dirigió a Bélgica, mientras que la segunda fue al sur de Francia. Se les sum a-

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Una columna motorizada del Leibstandarte entra en Járkov, el catorce de marzo de 1943.

ron la «Hitlerjugend» y la D ivisión «Götz von Berlichingen», que se había form ado en Francia unos meses antes. La «Hohenstaufen» y la «F rundsberg» fueron trasladadas a Polonia, en previ­ sión de un nuevo ataque soviético, ju n to con la escuálida «Wiking», m ientras que la sufrida «Totenkopf» siguió prestando servicio en la prim era línea del frente en el este. C uando se produjeron los desem ­ El mismo día que el SS-PanzerKorps recuperó Járkov, «Sepp» Dietrich se convirtió en el primer miembro de las SS que recibió la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y Espadas. Acompañaba la condecoración esta mención tan elaborada, firmada por Hitler.

barcos en N orm andía, el seis de ju n io , la «Hitlerjugend» fue la prim era form ación de las SS que se enfrentó al enem igo. La violencia del ataque de las SS, sumada al entusiasmo juvenil de las tropas y a la expe­ riencia de los oficiales, avezados a la lucha,

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Motociclista de la 5a Compañía de Reconocimiento, «Das Reich», en el frente del Mius en agosto de 1943. Durante la batalla de Kursk, la División «Das Reich» utilizó como emblema las dos barras que aparecen en el frente del sidecar, mientras que el Leibstandarte utilizaba una sola barra y la «Totenkopf», tres. Hausser había inventado esos signos transitorios para las formaciones con la intención de confundir a los servicios secretos rusos, antes de Kursk.

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sorprendieron a los aliados. Sin embargo, el dom inio del aire por parte de estos im pidió un buen des­ pliegue de 3a división de las SS y el ataque se interrum pió. A continua­ ción vinieron dos meses de com ba­ tes sangrientos. El Leibstandarte y la «Hitleijugend» se unieron para for­ mar un nuevo cuerpo, el Γτ SSPanzer-Korps, al m ando de «Sepp»

D ietrich, al que se encom endó de inm ediato la m isión de defender las posiciones clave en torno a Caen. La «Götz von .Berlichingen» sufrió constantes ataques aéreos en su tra­ Algunos miembrps del personal de la Totenkopf observan las posiciones rusas en el sector meridional del frente oriental en octubre de 1943. El hom­ bre que tiene los prismáticos lleva la nueva Einheitsfeldmütze, mientras que el oficial panzer lleva todavía la versión negra de la Schiffchen M40 con ribetes de aluminio. Obsérvese también el cubrechaqueta extraoficial de piel de cordero y el gorro de piel que lleva el soldado de la derecha.

yecto hacia el norte desde su base, situada en el valle del Loira, y no llegó al frente invasor hasta el once de jum o. La «Das Reich», que venía de Gascuña, tardó más todavía, porq u e la R esistencia francesa le tendió una sene de emboscadas. Frustrada p o r los retrasos y la pér­ dida de vidas consiguientes, la divi­ sión causó estragos entre la pobla­

ción local al sospechar que ocultaba a los partisanos. D estruyeron sistem áticam ente la aldea de O radour-sur-G Iane y m ataron a tiros a seiscientos cuarenta habitantes; la pequeña ciudad de Tulle tam bién fue devastada. Al final, «Das Reich» alcanzó su posición, al n o rte de St.-LÔ, a finales de ju n io , para unirse al 2 o SS-Panzer-K orps de W ilh B ittrích, que com prendía la «Hohenstaufen» y la «Frundsberg», que habían sido transferidas a toda prisa desde el este. D urante codo el mes de julio las seis divisiones de las SS lucharon sin cesar para no dejar salir a los aliados de su cabeza de playa, cobrán­ dose un alto precio en vehículos blindados británicos y estadouniden­ ses. E n un enfrentam iento notable, el SS-Obersturmführer M ichael

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El carro de mando PzKpfw III del 1® Batallón, 35Γ Regimiento Panzer de las SS, División «Totenkopf», en e! sur de Rusia, durante noviembre de 1943. El oficial de la izquierda es el Hauptsturmführer Erwin Meierdrees, que recibió la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y murió en combate cerca de Dunaalmas, Hungría, el cuatro de enero de 1945.

Soldado de la Brigada de asalto belga de las SS «Wallonien», bajo el fuego de la artillería, en Cherkassi, en diciembre de 1943. De los dos mil valones que quedaron atrapados en Korsun-Cherkassí, sólo seiscientos sobrevivieron ilesos.

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W ittm a n n Leibstandarte

y

el persona! «Tiger»

de

su

destruyeron

veintiún carros de com bate británi­ cos y veintiocho vehículos blindados de otro tipo en una sola hora. Sin em bargo, los alem anes quedaban abrum ados por las cifras de los aliados y con frecuencia se limitaban a actuar com o grupos de batalla improvisa­ dos. A mediados de agosto diecinue­ ve divisiones del ejército alemán / En una escena con reminiscencias de la primera guerra mundial, un SS-Schütze se refugia en su trinchera subterránea en el frente oriental, primavera de 1944.

habían quedado atrapadas en torno a Falaise y sólo los decididos esfuerzos de «Das Reich», «Hitlerjugend» y «Hohenstaufen» consiguieron m an­ tener abierta una brecha suficiente para que pudieran escapar. Cada vez

más, mientras los soldados alemanes estaban dispuestos a rendirse a los aliados, la que tenía que seguir luchando era la Waffen-SS. M ientras tanto, en el este, el Ejército R o jo había vuelto a atacar el trece de julio, destrozando ai G rupo de Ejército Centro. U na vez más,

Panzergrenadiers de las SS atrincherados en una aldea del frente oriental, octubre de 1944.

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estuvieron en la brecha las divisio­ nes panzer de las SS. La «Wiking» y la «Totenkopf», reunidas para form ar el 4o SS-Patizer-Korps, a las órdenes de H erb ert Gille, repelieron el ata­ que soviético a Varsovia durante agosto mientras que en los Balcanes, sirvieron de colum na vertebral de la defensa alemana la «Prinz Eugen», la «Handschar» y otras formaciones, en teoría de segundo grado, del 5o Gebirgs-Korps de las SS, de! S S Obergruppenführer A rtur Phleps, que

habían sido apartadas de sus obliga­ ciones antipar tisanas habituales. E n s e p tie m b r e , la « H o h e n ­ staufen» y la «F rundsberg» contra­ rrestaron el ataque aerotransportado británico en A rn h em y lo vencie­ ron, en una batalla en la que desta­ có el respeto m utuo de cada bando p o r la capacidad de com bate y el ju e g o lim pio del otro. Esa victoria y la mayor lentitud general del avance aliado a través de Francia, debida a la excesiva extensión de las líneas de suministro v cornuni-

«Sepp» Dietrich en la época de la ofensiva de las Ardenas, llevando en el cuello las insignias de SS-OberstGruppenführer und Panzer Generalo­ berst der Waffen-SS, el hombre en activo de mayor graduación de las unidades blindadas en el frente. Aunque fue promovido a este grado el veinte de abril de 1942, la presión de la Wehrmacht le impidió usarlo así como adoptar las insignias correspon­ dientes hasta conseguir el mando de una fuerza bastante grande, lo que logró en el otoño de 1944, al formarse el 6o Ejército Panzer de las SS.

caciones, convencieron a H itler de lanzar una gran ofensiva en el oeste para tratar de repetir los éxitos de 1940. Se reunieron dos ejércitos panzer para encabezar el ataque: el 5o E jé rc ito Panzer, al m an d o del general Hasso von M an teu ffel, y el 6o Ejército Panzer de las SS, el m ayor de los dos, al m ando de «Sepp» D ietrich. El núcleo de este ejército com prendía al Leibstandarte, la «Das Reich», la «Hohenstaufen» y la «Hitlerjugend», equipadas con algunos de los últimos carros de com bate King Tiger. El dieciséis de diciem bre com enzó la ofensiva en las Ardenas, pero el terreno, o n d ú -

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lado y arbolado, favorecía naturalm ente la acción defensiva y, después de apenas cinco días, el avance alem án se estancó. U na vez más, las SS manifestaron su frustración com etiendo atrocidades: entonces fue la masacre de setenta prisioneros estadounidenses p o r parte del grupo de batalla de Joachim Peiper, en M almédy. U na ofensiva subsidiaria en Alsacia, encabezada por la «Götz von Berlichingen», tam poco c o n d u ­ jo a nada y la división acabó atrapada en M etz. D espués de esa prac­ tica paralización en el oeste, H itler retiró sus divisiones de las SS y las envió hacia el esté, donde la situación había vuelto a ser desesperada. El doce de enero de 1945 los soviéticos lanzaron una gran ofensi­ va a través de Polonia, en preparación para el ataque definitivo a Berlín. De todos m odos, lo que más preocupaba a H itler era salvaguardar el control inestable que mantenía todavía sobre los yacimientos petrolífe­ ros húngaros. Las divisiones de caballería de las SS «Florian Geyer» y «Maria Theresa» habían quedado sitiadas en Budapest y, para tratar de rescatarlas, se envió, desde su puesto clave en la frontera germ ano-pola­ ca, a la «Totcnkopf» y la «Wiking». A pesar de que la batalla duró un mes, no se pudo salvar la ciudad, que cayó en poder de los rusos el trece de febrero; sólo pudieron huir 785 soldados alemanes, de los cincuenta mil que form aban la guarnición original. D e inm ediato hicieron acu­ dir desde el oeste al 6° Ejército Panzer de las SS y el seis de marzo com enzó el contraataque alemán, ¡levado a cabo por la m ayor concen­ tración de fuerzas de la Waffen-SS jam ás vista durante la guerra, que com prendían el Leibstandarte, «Das Reich», «Totenkop6>, «Wiking», «Hohenstaufen», «Hitleijugend» y «Reichsíiihrer-SS»; esta últim a divi­ sión había sido transferida desde el norte de Italia. Al principio, a las SS les fue bien pero, al no contar con suficientes recursos de refuerzo, a mediados de marzo su avance había quedado interrum pido. El fracaso de la W affen-SS en H ungría, después del colapso de la ofensiva de las Ardenas, tuvo consecuencias psicológicas devastadoras para H itler, que había llegado a esperar lo im posible de sus hom bres y acusó abiertam ente de traición a D ie trich y sus subordinados, a pesar de lo cual las tropas de las SS siguieron com batiendo con la m ism a lealtad de siempre, m ientras se retiraban lentam ente hacia Alemania, doblegadas por el peso de la superioridad aliada en cifras y en equipo. Por entonces, miles de m iem bros del personal de la

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Luftwaffe y de m arinos de Ia Kriegsm arine que habían quedado en tie­ rra se habían visto obligados a asumir funciones de infantería ju n to a la Waffen-SS. D urante la última semana de abril, cuando las fuerzas soviéticas irrum pieron en Berlín, Felix Steiner encabezó un grupo de batalla incondicional de la Waffen-SS, que incluía elem entos de las divisiones «Polizei», «Frundsberg», «N ordland», «W allonien», «Charlemagne» y «Nederland», además de unos seiscientos hom bres del batallón de la escolta personal de H im m ler, en una lucha a vida o m uerte para defender el Führerbunker. Sin em bargo, la mayoría de las demás unidades de las SS ya habían aceptado la realidad de la situación y preferían dirigirse hacia el oeste para rendirse a los aliados anglo­ am ericanos antes que arriesgarse a ser capturados po r los rusos. Se calcula que alrededor de ciento o ch enta m il soldados de la W affen-SS m urieron en com bate durante la segunda guerra m u n ­

dial, alrededor de cuatrocientos m il resultaron heridos y setenta m il más constan com o «desaparecidos». Todos los dirigentes de las divi­ siones de elite, el Leibstandarte, «Das R eich» y «Totenkopf», fueron bajas en varias ocasiones, y sólo sobrevivieron unos cuantos vetera­ nos avezados a la lucha para entrenar a la p e rm a n en te inyección de jóvenes alem anes y Volksdeutsche que aparecían com o reem plazos, a través de los batallones de en tren am ien to de las divisiones. Si se com para la cantidad de hom bres que figuran com o m uertos, h e ri­ dos o desaparecidos en la D ivisión «Totenkopf» (sesenta mil) y en la «Wiking» (diecinueve m il), llama la aten ció n el porcentaje de bajas. T eniendo en cuenta que la m ayor parte del tiem po ambas divisiones prestaron servicio una ju n to a otra, el único m otivo de que la «Totenkopf» sufriera una cantidad tan desm esurada de bajas debió de ser que sus com andantes m anejaron mal, o p o r lo m enos no supieron m anejar bien, sus tropas. Es cierto que Eicke y sus suceso­ res no tenían tama de hum anitarios y sabem os que la «Totenkopf» era la división de la W affen-SS que tenía más solicitudes de traslado. G ran parte de los hom bres que prestaban servicio com o voluntarios en las fuerzas de paracaidistas de las SS habían sido transferidos de la «Totenkopf» y todo el m u n d o sabía que el batallón de paracaidistas prácticam ente era un escuadrón suicida. Q u e num erosos soldados expertos decidieran h u ir de la «Totenkopf» inco rp o rán d o se a ellos

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Historia secreta de las SS

es un indicio de la intensidad y lo prolongado de los sufrim ientos que tu v iero n que soportar las tropas de la «Totenkopf». E n tre los dem ás hom bres de la W affen-SS . las unidades de la cabeza de la m u erte se conocían vulgarm ente com o las Knochm stürtne (com pa­ ñías de huesos), o «esos perdidos». E n 1944-1945 los soldados de las SS solían estar al final de la ado­ lescencia y la m edia de edad de un joven oficial de la W affen-SS era de veinte años, con una esperanza de vida de dos meses en el frente. Además, no era extraño que los com andantes de las divisiones tuvie­ ran poco más de treinta años, por ejem plo, hom bres com o Kraas, K um m , M eyer, M ohnke, W isch y W itt, que se habían incorporado al LAH o a la SS-V T alrededor de 1934 y habían ascendido de grado. El entusiasm o juvenil, el adoctrinam iento político y la dura experien­ cia constituyen una com binación ganadora, lo que explica en gran m edida cóm o es posible que una división com o la «Hitlerjugend» sufriera un 60 por 100 de bajas en un período de cuatro semanas en 1944 y sin em bargo conservara su esp íritu agresivo, consiguiendo de tal m odo para la W affen-SS la admiración tanto de amigos com o de enem igos. En definitiva, más de la m itad de los m iem bros de la Waffen-SS no eran alemanes. D e conform idad con la intención de H im m ler de con­ vertir las SS en una organización más germ ánica que alemana, se habían ido admitiendo en las fuerzas armadas de las SS pequeñas cantida­ des de súbditos extranjeros adecuados, incluso antes de la guerra; había por lo m enos un soldado que tenía la doble nacionalidad alemana y b ri­ tánica y prestaba servicio en el Standarte «Deutschland» de la SS-VT, Al principio, la prueba docum ental de la ascendencia aria era un requisito imprescindible para ser admitido pero, con la rápida expansión de la Waffen-SS después de 1940, la norm a racial quedó reducida a letra m uer­

ta. D urante la guerra, las autoridades de Ja R uS H A estaban tan apremia­ das que se conform aban con aceptar una declaración firmada de ascen­ dencia aria por parte de los soldados alemanes y del oeste de Europa que se alistaban en la Waffen-SS, que podían ser investigados más adelante, cuando hubiera necesidad o cuando se presentara la oportunidad. Al conquistar A lem ania el oeste de E uropa, los oficiales de reclutam iento de B erger se en c o n traro n con una cantidad inm ensa

La Waffen-SS

315

El SS-Sturmmann flamenco Richard «Remi» Schrijnen, de la 3a Compañía de la SS-Freiwilligen Sturmbrigade «Langemarck», desfilando ante sus colegas, cerca de Praga, después de recibir la Cruz de Caballero el veintiúno de septiembre de 1944. Lo acompañan Konrad Schellong, comandante de la brigada, y el ayudante Willy Teichert.

de recursos hum anos que la W eh rm ach t no tenía a u to rid ad para reclutar. U n

gran n ú m ero

de proalem anes, an tibolcheviques,

m iem bros de partidos políticos locales seudonazis, aventureros y simples oportunistas estaban dispuestos a inco rp o rarse al ban d o vencedor. La prim era unidad com pleta de voluntarios extranjeros que reclutaron las SS fue el Standarte «Nordland», form ado por noruegos y daneses. Poco después se le sum ó el Standarte «Westland», que com prendía a holandeses y flam encos y, en diciem bre de 1940, las dos form aciones se com b in aro n con el Standarte «Germ ania» de la SS -V T para convertirse en la SS-D ivision «W iking», que era real­ m en te una fuerza europea. El prin cip al im pulso para seguir reclu­ tando las llamadas «legiones extranjeras» fue la in m in e n te invasión de la U n ió n Soviética y, a fin de atraer cantidades suficientes de esas tropas, los alem anes no tu v iero n más rem ed io que aceptar que te n ­ drían que colaborar con los partidos políticos pronazis de cada país

316

Historia secreta de las SS

y que las nuevas unidades tendrían que conservar parte de sus propias características nacionales. El co n ­ cepto de legiones nacionales se extendió rápidam ente desde los países germ ánicos hacia los que tenían alguna afinidad ideológica con Alemania, com o Croacia. Sin embargo, p o r lo m enos durante las prim eras

etapas

de

la guerra,

H im m ler no estaba dispuesto a adm itir en las SS a voluntarios de raza dudosa, de m odo que las legio­ nes o rie n tale s, así c o m o las fra n ­ cesas, las belgas valonas y las espa­ ñolas, se asignaron al ejército. Léon Degrelle y algunos hombres de su División Valona en Pomerania, el nueve de marzo de 1945. Degrelle lleva el Pasador de Lucha Cuerpo a Cuerpo en oro y en el puño su e xclusiva insignia «W allonien» bordada a mano en letras góticas. El SS-Unterscharführer que aparece en primer plano es un francés llamado Jean Lejeune. Tras la liberación de Bélgica, a finales de 1944, Degrelle fue condenado a muerte en ausencia por colaboracionista. En mayo de 1945 viajó de Oslo a España en el avión privado de Albert Speer. Recibió la protección del general Franco, se convirtió en un próspero Industrial y en 1954 le concedieron la ciudadanía española, con la cual adoptó el nuevo nombre de León José de Ramirez Reina. En la década de 1960 asistió a la boda de su hija luciendo el uniforme completo de SSStandartenführer. Degrelle, que se llamaba a sí mismo el último líder fascista del mundo, murió el uno de abi I de 1994 a los ochenta y siete años.

D urante 1940-1941 se form a­ ron las legiones «Flandern», «N ie­ derlande», «Norwegen» y «Freikorps Danm ark», patrocinadas por las SS. Sus tropas se distinguían de las de las SS alem anas po rq u e

tenían

insignias nacionales especiales y por el juram ento, que los comprom etía tan sólo a luchar contra el com unis­ mo. Las legiones pertenecían a la categoría de «adscritas a», en lugar de «pertenecientes a» la Waffen-SS, y se designaban con el nuevo título de unidades «Freiwilligen» (de volunta­ rios). Sin embargo, el programa de reclutam iento en seguida encontró dificultades cuando los legionarios se dieron cuenta de que muchos de sus colegas alem anes

los tenían en

poca estima. A pesar de las prom e-

La Waffen-SS

317

sas de concesión de tierras en cl este conquistado para todos los sol­ dados victoriosos de las SS, y de la plena

ciudadanía

alem ana

para

todos los voluntarios extranjeros, después de la guerra los ánimos cayeron en picado, en particular cuando la «Flandern» fue diezmada en R usia a principios de 1942 y hubo que disolverla. Se reforzaron las otras tres legiones y, a finales de 1942, se fusionaron para constituir la División «Nordland». Al cabo de un año, el contingente holandés alcanzó la fuerza suficiente para separarse y conseguir la categoría de brigada

independiente, hasta

que al final se convirtió en la D ivi­ sión «N ederland».Tanto la «N ordland» com o la «Nederland» com ba­ tieron bien en el frente oriental, sobre todo en defensa de los países bálticos y, ju n to con el resto del 3er S S - Panzer-Korps

(germ ánico)

de

Felix Steiner, participaron en la célebre «batalla de las SS europeas» que tuvo lugar en N arva en julio de 1944, antes de ser destruidas en

El Obergruppenführer Artur Phteps de las SS, fundador de la Division «Prinz Eugen» y comandante del 5o SSGebirgs-Korps, en 1944. Phleps, que era de etnia germana, de origen rumano, prestó servicio en el Estado Mayor General def ejército imperial austrohúngaro durante la primera guerra mundial y después fue instructor en la Academia Militar de Bucarest. A diferencia de ia mayoría de sus subordinados Volksdeutsche, Phíeps era miembro de pleno derecho de las SS, como demuestran las runas que lleva debajo del bolsillo superior izquierdo. Fue hecho prisionero y posteriormente asesinado por solda­ dos rusos el veintiuno de septiembre de 1944, cerca de Arad.

la lucha definitiva por Berlín al año siguiente. O tras destacadas form aciones occidentales de las SS fueron la división «Wallonien», que fue transferida del ejército com o briga­ da en 1943 y se distinguió en la lucha, a las órdenes del líder fascis­ ta belga Léon D egrelle, y la división francesa «Charlem agne», tam ­ bién transferida del ejército, que fue una de las más tem ibles defen­ soras de Berlín. C o n algunos m iem bros de la antigua U n ió n B ritánica de Fascistas y otros individuos indiferentes que se encontraban en los

318

Historia secreta de las SS

Himmler inspecciona el entrenamiento de los musulmanes bosnios del Regimiento de Artillería «Handschar» en el uso del cañón anticarro Pak 38 en Neuhammer, Silesia, en octubre de 1943.

En mayo de 1944, Haj Amin al Husaini, autoproclamado gran mufti de Jerusalén y líder espiritual de los musulmanes bosnios, pasa revista a las tropas de la División «Handschar», equipadas con su característico fez de color gris de campaña.

La Waffen-SS

319

campos de prisioneros de guerra británicos se form ó un «C uerpo Libre Británico», com puesto por cincuenta y ocho hom bres, aunque sólo tuvo valor propagandístico. A pesar de la buena reputación en el com bate que adquirieron en seguida los voluntarios occidentales, sim plem ente eran demasiado pocos para cum plir el requisito de las SS de reem plazar a las bajas qué se producían en las batallas, de m odo que B erger recurrió a los Volksdeutsche dispersos por todo el centro y el este de Europa. En tan

sólo tres países, R um ania, Llungría y Yugoslavia, se calculaba que, en 1939, había alrededor de un millón y m edio de Volksdeutsche, sin duda un rico potencial de recursos hum anos. Si bien el reclutam iento de Volksdeutsche rum anos ya com enzó en la primavera de 1940, la repen­

tina afluencia de voluntarios procedentes de Yugoslavia, después de la invasión de abril de 1941, indujo a B erger a sugerir a H im m ler la for­ m ación de una división com pleta de Volks deutsche yugoslavos. E n con­ secuencia. en el verano de 1942 se creó la SS-Gebirgs Division «Prinz Eugen», destinada a actuar contra los partisanos, oponiéndose al m ovi­ m iento de resistencia de T ito, que tenía su base en las m ontañas. Más adelante, ese mism o año, ante una crisis de recursos humanos que iba de mal en peor, H itler concedió a las SS la autorización form al para reclutar a los Volksdeutsche, que estaba reñida con las instrucciones de la W ehrm acht, porque no eran ciudadanos alemanes. Así fue com o se m antuvo un nivel im presionante de reclutam iento, si bien m uchos de los reclutas eran de mala calidad y, po r tanto, las unidades de Volksdeutsche tendían a ser de segunda categoría. En poco tiem po gana­

ro n fama de especialistas en com eter masacres contra la población civil y otros objetivos fáciles. La política afín de reclutar m usulm anes croatas y albaneses para las divisiones «Handschar», «Kama» y «Skanderbeg», con el objeto de enfrentarse a los serbios cristianos de entre los cuales salían m uchos de los partisanos de Tito, fue un autén­ tico desastre y hubo que disolver las tres divisiones para que sus ofi­ ciales y suboficiales alemanes quedaran Ubres para com batir en otra parte. En la U n ió n Soviética los alemanes aprovecharon m ejor ios grupos nacionalistas locales opuestos al gobierno de Stalin y lograron conven­ cer a grandes cantidades de la población autóctona para que se enrola-

320

Historia secreta de las SS

ran en la Schutzmannschaft a fin de realizar operaciones contra la gue­ rrilla. El gran aum ento de los reclutas de la W affen-SS se produjo en abril de 1943, cuando nada m enos que cien m.i.1 ucranianos se presen­ taron com o voluntarios para form ar una nueva división de las SS, de los cuales se adm itieron treinta mil. Más del 80 por 100 de ellos m urieron al año siguiente, cuando la división ucraniana quedó atrapada en B rodyTarnow. En el verano de 1944, después de que en ju lio fracasara el com ­ plot para ponerle una bom ba a Hitler, se lo concedieron a H im m ler unos poderes militares sin precedentes, com o com andante en jefe del ejérci­ to nacional, lo que en realidad le perm itió controlar todas las fuerzas de reserva y reemplazo del Reich. Aprovechó la oportunidad para favorecer todavía más su posición personal, transfiriendo a la W affen-SS a m uchos voluntarios armenios, bálticos, caucásicos, cosacos, georgianos y turquestanos procedentes de las legiones extranjeras del ejército alemán reunidas a toda prisa. Sin embargo, aunque la participación de una variedad tan amplia de nacionalidades tuvo cierto valor propagandísti­ co, la actuación en com bate de las tropas orientales en realidad dejó bas­ tante que desear. Las divisiones bálticas de las SS, reunidas al m ando del SS-Obcrgnippenfiihrcr W alter Krüger com o el 6o Waffen-Armeekorps der SS, estuvieron a la altura de lo poco que se esperaba de ellas y se mos­

traron particularm ente feroces en la defensa de su patria, pero las demás fueron insuficientes en el m ejor de los casos y, en el peor, una m ultitud turbulenta. Para H im m ler no eran más que auxiliares pertenecientes a una raza inferior; de hecho, carne de canon prescindible. E n realidad, nunca se planteó incorporarlos a las SS y tenían prohibido llevar las runas de la organización. A unque por com odidad llevaban una especie de uniform e diluido de las SS, tenían su propia serie de insignias distin­ tivas, de m odo que no hubiera la m enor posibilidad de confundirlos con los «verdaderos» hombres de las SS. N o es extraño que siempre se cuestionara la lealtad de los hom bres del este, y su espantosa conducta cuando los soltaron en m edio de la población civil de Polonia durante el alzamiento de Varsovia, en el otoño de 1944. hizo que solicitaran varias veces su retirada incluso otros com andantes de las SS. H ubo que disolver varias unidades y algunos de sus dirigentes tuvieron que com ­ parecer ante un consejo de guerra de las SS y fueron ejecutados por com eter pillajes y otros excesos.

La Waffen-SS

321

En definitiva, los que no tenían la racionalidad alemana constituían la mayor parte (el 57 por 100) de la Waffen-SS. Se calcula que cuatro­ cientos m il alemanes del R eich prestaron servicio en la Waffen-SS durante la guerra, frente a ciento treinta y siete mil europeos del oeste puros, doscientos mil europeos del este puros y ciento ochenta y cinco mil Volksdeutsche. A continuación presentamos un desglose detallado de no alemanes, según su nacionalidad: Europeos del oeste

Holandeses

50.000

Flamencos

23.000

I taha nos

20.000

Valones

15.000

Daneses

11.000

Franceses

8.000

N oruegos

6.000

E spañoles/suizos/suecos/ luxem burgueses/británicos

4.000

Europeos del este

Cosacos

50.000

Letones

35.000

Ucranianos

30.000

Estonios

20.000

Croatas

20.000 15.000

Serbios Bielorrusos Turques tartos

12.000 8.000

R um anos

5.000

Albaneses Búlgaros

3.000

Finlandeses

1.000

1.000

Volksdeutsche (por país de origen)

H ungría

80.000

Checoslovaquia

45.000

322

Historia secreta de las SS

C roacia

25.1)00

E uropa O ccidental

16.000

R u m an ia

8.000

Polonia

5.000

Serbia ■ Eseandinavia

5.000 775

U n ió n Soviética

100

Francia

84

G ran B retaña

]0

Estados U nidos

5

Brasil C hina

4 3

Suroeste de Africa

3

Sureste de Africa

2

A m érica del Sur

2

España

2

Palestina Japón

2 2

Sumatra

2 1 1 1 1

M éxico Australia India N ueva G uinea

Si bien la mayoría de los hom bres de la W affen-SS tío eran alem a­ nes, durante la guerra el cuerpo de oficiales de la W affen-SS estaba form ado casi exclusivam ente po r ciudadanos alemanes, cjiie ocupaban todos los puestos de m ayor im portancia. La gran m ayoría de los ofi­ ciales no alemanes de las divisiones extranjeras de las SS no llevaban «SS-» com o prefijo de su grado, sino «Legions-» o «Waffen-» (por ejem plo, «W affen-Standartenfúhrer der SS»),y ni ellos ni sus hom bres constaban com o m iem bros de las SS. P o r tal m otivo, ni siquiera algu­ nas figuras «heroicas», com o L éon D egrelle, que tenía la C ru z de Caballero con Hojas de R o b le y fue el prim ero que recibió el Pasador de Lucha C u e rp o a C u erp o en O ro, fueron dignos de figurar en la Diemtaltersliste.

La Waffen-SS

323

Voluntarios cosacos pronazis cabalgan bajo la bandera de la cabeza de la muerte, en 1944.

En el verano de 1941 el cuerpo de oficiales de la Waffen-SS se encon­ traba en su mejor m om ento y recibió la afluencia de reclutas procedentes de la policía, oficiales transferidos de la Wehrmacht, funcionarios del partido y del Estado, médicos, abogados y jóvenes dirigentes dispuestos a colaborar con ia nueva elite antes del triunfal cese previsto de las hostilidades. Pero la sangría que se produjo entonces en Rusia acabó con la flor y nata de los primeros graduados de Bad Tölz y Braunschweig, y sus sustitutos apenas guardaban con ellos una leve semejanza. El uno de julio de 1943 el cuer­ po de oficiales contaba con 10.702 hombres. De todos modos, apenas 4.145 tenían el nombramiento de oficiales de carrera o profesionales y alre­ dedor de mil tenían el grado de SS-Sturmbaimfiihngr o uno superior. H im m ler reparó entonces en que la Fiihrcrdecke (cubierta de oficiales) de numerosas unidades de las SS en la línea del frente era lamentablemen­ te escasa y que la situación de.1 cuerpo de oficiales se había deteriorado de forma drástica desde la invasión de la U nión Soviética. Al finalizar la guerra había el triple de expedientes de oficiales de ¡as SS que oficiales tenían las SS en 1941. El grueso de los restantes tiene que ver con los nom bram ientos concedidos en el campo de batalla a suboficiales de la IVaffcn-SS que habían demostrado su valía en el frente entre 1942 y 1945. Eso significa que se incorporaron al cuerpo m uchos miles de oficiales en un período relativam ente breve; eran

324

Historia secreta de las SS

hom bres cuya vinculación con el NSDAP y las SS antes de la guerra era m ínim a o incluso inexistente. Por consiguiente, la «elite militar» que com andaban las SS europeas en 1944 distaba m ucho de ser el cuerpo de oficiales de la SS-VT, tan m otivado políticamente, de finales de la década de 1930. D urante el ultim o año de la guerra, en las conferencias de los altos oficiales de la W affen-SS aparecían los antiguos oficiales de mayor edad de la W ehrm acht y la policía, codo a codo con la genera­ ción más joven, m uchos de los cuales habían sido suboficiales o subal­ ternos en 1939 y habían llegado a ser coroneles y brigadieres llenos de condecoraciones. La Vieja Guardia de las SS llamaba Nur-Scldaten (nada más que soldados) a los miembros de este nuevo cuerpo de ofi­ ciales, porque eran hom bres que sólo tenían la obligación de com batir y cuyas instrucciones no incluían, en última instancia, la vigilancia de una Europa conquistada. E n consecuencia, se produjo una fragm enta­ ción del cuerpo de oficiales entre los «políticos» y los «combativos», ruptura que fue en aum ento a m edida que la guerra se acercaba a su fin. Para H nnm ler, el uniform e de la Waffen-SS nunca suplantó a la tar­ jeta de m iem bro de la Allgemeine-SS y, en 1944 o 1945, el típico oficial de la Waffen-SS en el frente se identificaba m ucho más con sus colegas manchados de sangre de la W ehrm acht, y hasta con sus sufridos enem i­ gos, que con los grandes burócratas de las SS en Berlín y M únich. A unque recibieron los nom bres heroicos adecuados desde una fecha tem prana, las divisiones de la W affen-SS no estuvieron num era­ das hasta el quince de noviem bre de 1943. Ei nom bre y la designación de la unidad se m odificaban a m enudo, ya fuera porque se había p ro ­ ducido un cam bio de condición o, sobre todo hacia el final de la gue­ rra, para disimular la verdadera identidad de la form ación y confundir a los servicios secretos enemigos. La D ivisión «Das Reich» es u n ejem ­ plo típico, ya que cam bió de nom bre por lo m enos once veces: Septiem bre de 1939

Panzerverband Ostpreussen

Septiem bre de 1939 1 0 /1 0 /3 9

Panzer Division «Kempf»

S S -1'e.rfiiguiigstruppe-Divisiori (m otorizada)

4 /4 /4 0 1 /1 2 /4 0

SS- Veffiigungsdivision SS-D ivision «Deutschland»

La Waffen-SS

28/1/41

SS-DiiHsion «Reich»

Mayo de 1942

SS-D ivisioti «Das R eich»

325

(motorizada) (motorizada) M ayo de 1942

Kampfgruppe «Ostendorf»

14 /1 1 /4 2

SS-Panzergrenadier Division

«1 )as Reich» 1 5 /1 1 /4 3

2a D ivisión SS-Panzer «Das Reich»

2 4 /2 /4 5

Aitsbildungsgmppe «Nord».

Las divisiones que contaban con personal alem án se conocían com o SS-D ívision, m ientras que las que incluían fundam entalm ente a personal Volksdeutsche o germ ánico, ya se tratara de voluntarios o de reclutas, se llamaban SS-Freiwilligen Division. Las unidades com pues­ tas en su mayor parte po r europeos del este o rusos entraban en la cate­ goría de Waffen Division der SS, un térm ino de inferioridad que indi­ caba la adscripción, más que la verdadera pertenencia, a la Waffen-SS. En el cuadro que aparece a continuación figuran todas las divisio­ nes de la Waffen-SS que se habían reunido, al m enos por escrito, antes de 1945. M uchas de las divisiones que tienen un núm ero superior al 20 no eran más que regim ientos elevados de categoría, formados a toda prisa con todo el personal «disponible», a los que se daba un título pre­ suntuoso. La cantidad de cruces de Caballero concedidas es un buen indicador de la eficacia y la experiencia en la batalla de cada división.

D IV IS IO N E S DE LA W A F F E N -S S , D E 1939 A 1945

N om bre

A ñ o en q u e

C om posición

(y cantidad de efectivos

se c o n v ir tió

fu n d a m e n ta l

a com ien zos de 1 9 4 5 )

en d iv is ió n

11 S S -P a n z e r D iv is io n «Leibstandarte-SS Adolf Hitler» (22.000)

1942

Cruces de Caballero concedidas

Voluntarios alemanes con el regimiento de escolta de las SS de Hitler como núcleo

58

326

Historia secreta de las SS

N om bre (y cantidad de electivos a com ien zos de 1 9 4 5 1

2* S S -P a u z e r D iv isio n

A f i o cii q u e

Com posición

se c o n v ir tió

fun d am en tal

en d iv is ió n

1939

«Das Reich» (18.000)

Cruces de Caballero concedidas

Voluntarios alemanes la SS-Vqfiigwigstruppe como núcleo

69

con

3a S S -P a tiz c r D iv isio n «Totenkopf» (IS.400)

1939

Voluntarios alemanes con las SS -'lóten kopfverbciud e como núcleo

47

4a S S - P o l i z á

1939

Transferidos de la policía alemana

25

5a S S - P a u z e r D iv isio n «Wiking» (14.800)

194(1

Voluntarios alemanes y del oeste de Europa

55

6a S S -G c b ir g s D iv isio n «Nord» (15.000)

1941

Voluntarios alemanes con regimientos de la lo te n k o p f como núcleo

4

Ί Λ S S -F reiw illig en

1942

Voluntarios yugoslavos

6

1942

Voluntarios alemanes con regimientos de la S S -K a v a ller ie como núcleo

Panzergrenadier D iv isio n

(9.000)

Gebirgs D iv is io n

«Prinz

Volksdeutsche

Eugen» (20.000)

8J S S -K a v a ller ie D iv isio n «Florian Geyer» (13.000)

22

La Waffen-SS

327

N om bre

A ñ o en que

(Composición

( 'mees de

(γ cantidad de efectivos

se c o n virtió

fundam ental

('.aba fiero

a com ien zos de 1 9 4 5 )

en d iv isio n

concedidas

9’ S S - P anzer Division «Hohenstaufen» (19.( )()(I)

1943

Voluntarios y reclutas alemanes

12

10 a S S -P a n ze r Division

1943

Voluntarios y reclutas alemanes

13

1943

Voluntarios del oeste de Europa, muchos procedentes de las legiones extranjeras disueltas de las SS «Niederlande», «Norwegen» y «Freikorps Danmark»

25

J 2‘ S S -P a n ze r D ivision «Hitlerjugend» (19.500)

1943

Voluntarios de las Juventudes Hitlerianas

14

13'* Waffen Gcbirgs

1943

Voluntarios musulmanes yugoslavos

4

1943

Voluntarios ucranianos

1

1943

Voluntarios letones, muchos de ellos transferidos de los regimientos de la

3

«Frundsberg» (1 5.500)

1 1J SS-Freiwilligen Panzergrenadier D ivision

«Nordland» (9.000)

Division der S S

«Handschar» (12.700)

14a

Waffen Grenadier

D ivision der S S

15'1 Waffen

(22.000)

Grenadier

D ivision der S S

(16.800)

S c h u tz m a n n s c h a ft y

los fusileros de la policía

328

Historia secreta de las SS

N om bre

A ñ o en q u e

C om posición

(y cantidad de efectivos

se c o n v ir tió

fun d am en tal

a com ienzos de 1 9 4 5 )

en d iv is ió n

1943

Voluntarios y reclutas alemanes y Volksdeutsche, con el batallón de escolta de Himmler como núcleu

17 '

1943

Voluntarios y reclutas alemanes y

S S -P an zergrena d ier

«Götz von Berlichingen» (3.500) D iv isio n

18a S S -F reiw illig en

1944

Voluntarios y reclutas V olkdeutsche

«Horst Wessel» (11.000)

húncaros

19a

W affen G renadier

20J

21a

1944

Voluntarios letones, muchos de ellos transferidos de los regimientos de la S ch u tzn ia n n sch a ft y los fusileros de la policía

1944

Voluntarios estonios, ¿nachos de ellos transferidos de los regimientos de la S c h u tz m a n n s c h a ft y los fusileros de la policía

5

1944

Voluntarios musulmanes albaneses

0

(9.000)

Waffen G renadier

D iv is io n der S S

(15.500)

Waffen Gebirgs

D iv is io n der S S

«Skanderbeg» (5.000)

1

V olksdeutsche

Panzergrenadier D iv isio n

D iv is io n der S S

Caballero concedidas

16a S S -P an zergrena d ier «ReichsfuhrerSS» (14.000) D iv isio n

Cruces de

12

La Waffen-SS

329

N om bre

A ñ o en q u e

C om posición

Cruces de

(y cantidad de efectivos

se c o n v ir tió

ju n d a m cn ta l

C a ballero

a com ien zos de 1 9 4 5 )

en d iv is io n

concedidas

1944

2 2 ' SS-Freiwilligen Kavallerie D ivision

Volksdeutsche

«Maria Theresa» (8.000)

alemanes y húngaros

23'1 Waffen

Gebirgs

Voluntarios musulmanes yugoslavos

1945

Voluntarios holandeses, muchos procedentes de la legión extranjera «Niederlande» de las SS

19

1944

Voluntarios fascistas italianos

0

1944

Voluntarios húngaros

0

1945

Voluntarios húngaros

0

1944

Voluntarios flamencos, muchos procedentes de la legión extranjera «Flandern» de las SS

Panzergrenadier D ivision « Nederland»

241 Waffen

(6.000)

Gebirgs

0

1944

«Kama» (se disolvió a fines de 1944 y se concedió el número «23» a la siguiente) D ivision der S S

2 3 ' SS-Freiwilligen

Voluntarios (S y reclutas

D ivision der S S

(3.000)

251 Waffen

Grenadier

D ivision der S S

«i iunyadi» (15.000)

26'

Waffen Grenadier

D ivision der S S

(13.000)

27a SS-Freiwilligen Grenadier Division

«Langemarck» (7.000)

330

Historia secreta de las SS

N om b re

A f i o en q u e

C om posición

(y cantidad de ejectiivs

se c o n v ir tió

fundam ental

a com ien zos de 1 9 4 5 )

28a S S - lm w illig e n

1944

Voluntarios valones. muchos procedentes de la Wallonische Legion del ejército alemán

3

1944

( Convictos rusos voluntarios

0

1945

Voluntarios fascistas italianos

0

1945

Voluntarios rusos, muchos procedentes de los regimientos de la Sehutzm anuschaft y los fusileros de la policía

0

1945

Voluntarios y reclutas

0

«Wallonien» (4.000)

Waffen Grenadier

(se disolvió a finales de 1944 y se concedió el numero «29» a la siguiente) Division der S S

29‘ Waffen

Grenadier

Caballero concedidas

en d iv is ió n

C reíladier Division

29"

C ru ces de

Division der S S

(15.000)

30a

Waffen Grenadier

D ivision der S S

(4.500)

3 1J SS-1-rciu’illigen Grenadier Division

Volksdeutsche

(ii.ooo)

checoslovacos

32n SS-FreiivilIigen Grenadier D ivision

«30 Januar» (2.000)

1945

Reclutas alemanes y personal de la escuela de formación de las SS''volúntanos y re cl u tas Volks den tscl ie

La Waffen-SS

331

S o m b re

A ñ o en que

Composición

Cruces de

(y civilidad de efectivos

se co n virtió

¡undam attal

Caballero

a comienzos de Í9 4 5 )

en d iv isió n

33:‘

Waffen Kavallerie

concedidas

1945

Voluntarios húngaros

1945

Voluntarios franceses, muchos procedentes de la Französisches Legion o 1VF del ejército alemán

1945

Voluntarios holandeses. muchos procedenti"; de la Lühlívaclit

0

D ivision der S S

(destruida poco después de su formación; se concedió el número «33» a la siguiente)

33'1 Mil(jeu

Grenadier

D ivision der S S

«Charlemagne» (7.000)

34ΛSS-Freiwilligen Grenadier Division

«Landstorni Nederland» (7.000)

35a S S -P o liie i

Nederland

1945

Transferidos de la policía alemana

1945

Voluntarios alemanes y de Europa del Este, incluidos gran cantidad de delincuentes convictos de la Brigada Dirlewangcr, una unidad de terror que se utilizaba contra civiles

G renadier Division

(5.000)

36a

Waffen Grenadier

D ivision der S S

(6.O00)

3

0

332

Historia secreta de las SS

N o m b re

A ñ o en q u e

C om p o sició n

(y cantidad de efectivos

se c o n v ir tió

fu n d a m en ta l

a com ien zos de 1 9 4 5 )

en d iv is io n

37.a SS-Freiivilligcn

Reclutas Volksdeutsche húngaros y restos de las divisiones «Florian Geyer» y «Maria Theresa»

1945

Voluntarios, reclutas y personal alemán de la escuela de formación de las SS

«Lützow» (1.000)

38.a SS-G renadier D ivision «Nibelungen» (1.000)

Caballero concedidas

1945

Kavallerie D ivision

Cruces de

D u ra n te la ú ltim a p arte de la g u e rra n o era raro que se fo r­ m asen gru p o s de batalla im provisados de las SS re u n ie n d o tropas de distintas divisiones, ni que las unidades más p eq u eñ as fueran absorbidas p o r otras más grandes situadas en las proxim idades. A dem ás, había centenares de fo rm acio n es de reem plazo, c o m o la Ersatzbrigade leto n a de las SS que, p o r sí sola, c o rre sp o n d ía a cu a­ renta com pañías enteras de ho m b res que se estaban e n tre n a n d o y algunas unidades tan p o c o conocidas c o m o la Indische FreiwilligenLegion der SS, co m p u esta p o r p risio n ero s de g u erra indios a n tib ri­

tánicos que h ab ían sido capturados en el n o rte de A frica y en Italia. U n o de los más extraños era el Osttürkischer Waffen- Verband der SS, c o m p u esto p o r tres Waffengruppen m u su lm an es de las SS, reclutados entre los tártaros del C aspio y el m ar N e g ro , que esta­ b an

al

m an d o

del

SS-Standartenjührer

a u stría c o

W ilh e lm

H in tersa tz , co n v ertid o al islam ism o m ien tras prestaba serv icio con los turcos d u ran te la p rim e ra g u erra m u n d ia l, c o n el n o m b re de H a ru n el R a sc h id Bey, ¡con el que figuraba en la Dienstaltersliste de las SS! M u y distin to de la elite racial de la década de 1930.

La Waffen-SS

U

n if o r m e s d e la

333

Waffen-SS

El perm anente interés por la Waffen-SS tiende a concentrarse en sus uniform es e insignias, m otivo por lo cual m erecen un tratam ien­ to detallado. D e la fabricación de las prendas que co m p o n en el uniform e de la Waffen-SS se encargaban empresas privadas o, cada vez más a partir de 1941, las empresas comerciales pertenecientes a las SS que funcio­ naban con los auspicios de la Wirtschafts- und Verwaltungshauptamt de las SS. La prim era fábrica de ropa de las SS, o SS-Bekleidungswerke, se estableció en el cam po de concentración de D achau, donde tam bién estaba situado el principal depósito de ropa de la Waffen-SS. En 1939 se inauguró una escuela de form ación para sastres y m odistas en R avensbrück y, después de la ocupación de Polonia y R usia, la socie­ dad Industrias O rientales de las SS, u Ostindustrie G m bH (Osti), em pleaba a los judíos locales para fabricar los uniform es de invierno y distintas partes del equipo, con los bienes y las m aterias prim as decomisados p o r ios alemanes. Las ropas civiles que se confiscaban a los internos de los campos de concentración por lo general se volvían a procesar y a teñir para transformarlas en uniform es para la WaffenSS. E n 1944 la gran mayoría de las prendas de las SS y la policía se fabricaban en los siguientes establecimientos: El cam po de trabajo de Bayreuth, en Baviera El cam po de concentración de D achau, en Baviera El cam po de concentración de O ranienburg, cerca de B erlín El cam po de trabajo de Poniatow a, cerca de LubHn, en Polonia El cam po de trabajo El cam po de trabajo

de Posen, en Polonia de R adom , en Polonia

El campo de concentración de Ravensbrück, cerca de Fürstenberg El campo de concentración de Schróttersbuig, cerca de Plock, Polonia La prisión de Straubing, en Baviera El cam po de trabajo deT raw niki, cerca de Lublin, en Polonia Sus productos a veces llevaban el sello «SS-BW», seguido de un código correspondiente al taller en cuestión. De todos m odos, m uchos

334

Historia secreta de las SS

artículos fabricados en la SS-Bekleidtingswerke no llevaban ninguna marca. D urante 1944-1945 la escasez de m ateria prmia produjo una crisis tan grande en la industria de los uniform es que 111 siquiera los c am ­ pos de concentración podían satisfacer las necesidades de vestim enta de la W affen-SS. P or tanto, los soldados recién reclutados para la línea del frente de las SS acabaron poniéndose uniform es capturados, sobre todo artículos italianos obtenidos después de la caída de M ussolini. Los veteranos de más edad trataban de conservar todo el tiem po posi­ ble sus prim eras guerreras, gorras y botas, que eran de m ejo r calidad, a m enudo basta que se deshacían, literalm ente, y existían p o r lo m enos tres unidades totalm ente m otorizadas, las llamadas SS-BekleidungsInstandsetzungszüge 500, 501 y 502, cuya única m isión consistía en

viajar de una unidad a otra arreglando los uniform es. Cada form ación de la Waffen-SS presentaba con regularidad una soli­ citud al Führungshauptamt de las SS, encargándole los uniformes que nece­ sitaba. Si se aprobaba la petición, el SS-EHA daba instrucciones a la Wirtschafts- und Vcnmltiingshauptanit para que hiciera el envío necesario.

A su vez, la SS-"WVHA se encargaba de despachar el material a la unidad, ya friera directamente desde la fabrica o a través de alguno de sus doce depósitos principales de suministro, los Hauptwirtschaftslager. De lo contra­ rio, los artículos de uniform e se podían poner a disposición de la unidad en el subdepósito más próxim o de la SS-W VHA, o Tnippenwirtschaftslaget; de los que había veinte en todo el R eich. En el frente oriental, los m an­ dos de suministro de las SS, o Nachschubskommandantar, estaban situados en Bobruisk, D nepropetrovsk, O ulu y Riga, com o nexos entre la SSW V H A y los subdepósitos locales. Cada m ando de suministro tenía capa­ cidad para gestionar contratos con empresas privadas de su zona o hacer­ les compras. Además, cuando era probable que operaran las formaciones de campo de la Waffen-SS en una zona determinada, por un período pro­ longado, por ejemplo, la «Prinz Eugen» en los Balcanes, se establecían bases especiales de suministro, o Stützpunkte, en puntos convenientes. Se suponía que todos los oficiales de la W affen-SS com praran los artículos de su propio uniform e y los oficiales recién ascendidos reci­ bían para ello una ayuda especial, de entre trescientos cincuenta y ochocientos Reichsm arks. C uando obtenía la ayuda para adquirirlo, se

La Waffen-SS

335

suponía que el oficial com prara el uniform e en alguno cié los puntos de venta de ropa de las SS, o Kleiderkasse, situados en B erlín, Kiev, Lublin, M unich, Oslo, París, Praga, R iga y Varsovia. En esos estableci­ m ientos se encontraban amplías existencias de artículos de gran cali­ dad, confeccionados por sastres, com o las guerreras de M o h r & Speyer y H olters, las botas de B reitspecher y las gorras de R o b e rt Lubstein, cuya marca «ER.EL» era famosa en todo el m undo. Sin em bargo, tanto los m edios com o la oportunidad de que los oficiales de la línea del frente se equiparan con uniform es caros quedó lim itada, en cierto m odo, durante la segunda m itad de la guerra y ía mayoría de ellos recurría a las tiendas de su unidad para que le proporcionaran artícu­ los del uniform e de campaña, previo pago. La mayoría de los oficiales solía llevar guerreras estándar, sin ninguna m odificación, aunque algu­ nos las cam biaban un poco para adecuarlas a su gusto personal. Las alteraciones más habituales se introducían en las solapas de los bolsi­ llos y en los cuellos, que se reem plazaban p o r otros más elegantes. A partir de agosto de 1943 com enzaron a recogerse y a venderse a los oficiales, de segunda m ano, artículos confeccionados po r sastres, tres veces más caros que el precio de venta de sus equivalentes estándar, de m odo que los que todavía tenían ganas de parecer «superiores a los demás» pudieran darse el gusto. C uando un soldado de la W affen-SS m oría o quedaba inválido y fuera de servicio había que devolver a su unidad todos los artículos que constituían su uniform e y su equipo. Lo que seguía estando en condiciones de uso se conservaba intacto y los artículos que estaban un poco gastados se enviaban a las unidades de reem plazo y entrena­ m iento. Las prendas viejas o estropeadas se reexpedían a los campos de concentración, donde se reducían a pulpa para poder volver a uti­ lizarlas. Los artículos de metal que estuvieran rotos, com o las puntas y las hebillas de ¡os cinturones, se desm ontaban y se enviaban a la indus­ tria de arm am entos para fundirlos. D e ese m odo, las SS m antenían un ciclo com pleto de fabricación-venta-uso-extracción de la pulparefabricación-reventa con respecto a las prendas del uniform e. La evolución cié los principales com ponentes del uniform e de la Waffen-SS, es decir, las prendas para cubrir la cabeza, las guerreras, el

equipo y las insignias, tue dando al soldado de las SS su propia aparien­

336

Historia secreta de las SS

cia única y a esa evolución vamos a referirnos a continuación con detalle. Las prendas estándar para cubrir la cabeza que llevaban las form a­ ciones armadas de las SS fueron evolucionando de form a perm anente desde 1933 hasta el final de la segunda guerra m undial; cada año apa­ recía un m odelo nuevo, se m odificaba un estilo an terio r o se descar­ taba algún artículo anticuado. En m arzo de 1933 se entregaron a los miembros de la Stabswache de las SS en Berlín unos pesados cascos de acero que habían sido del ejército, m odelos 1916 y 1918, pintados de negro, a m ano o con aerosol, para que los llevaran cuando estaban de guar­ dia. Esos Stahlhelme, sencillos, que en esa época no llevaban ninguna insignia de las SS, fueron los prim eros artículos distintivos que se pusieron en la cabeza las unidades armadas y servían para diferenciarlos de la Allgem eine-SS. D urante el verano de ese m ism o año, las gorras de cam paña sin visera, con form a de pastel de cerdo, conocidas con el nom bre de Krätzchen, se com praban en los depósitos de excedentes del ejército, se teñían de negro y se repartían entre los hom bres del Sonderkommando Zossen y el Sonderkommando Jüterbog de las SS para

que las llevaran durante el entrenam iento y las faenas. E n esas gorras tan impopulares y que duraron tan poco se prendían las insignias estándar de las SS. A finales de 1933 se sugirió que los cascos de acero, modelos 1916 y 1918, eran demasiado pesados para las tropas armadas de las SS, cuya misión fundamental entonces era la seguridad interior más que la gue­ rra. Se distribuyó, po r tanto, una pequeña cantidad de cascos experim en­ tales del ejército, de fibra vulcanizada, m odelo 1933, pero eran tan feos que en seguida fueron rechazados. E n consecuencia, durante la prim era parte de 1934, la Reichszcugmeisterei del NSDAP, o K Z M (la oficina de contratas del partido nazi), encargó el suministro de nuevos cascos para las SS, con una form a, un peso y un aspecto ligeramente distintos de sus equivalentes del ejército. El m odelo de casco de la R Z M estaba hecho de una aleación de acero más ligera, tenía unos orificios de ventilación de tam año estándar y un barboquejo más ancho, fácil de soltar. Había dos marcas de inspección grabadas en el interior del cuello del casco negro azulado: las runas de las SS, a la izquierda, y el símbolo de la R Z M a la derecha, y el forro solía llevar el sello de propiedad de la unidad, en tinta;

La Waffen-SS

337

Los hombres del Sonderkommando Zossen hacen un alto en su entrenamiento en Essenfassen, en el verano de 1933 Todos llevan la gorra negra de campo Krätzchen y el uniforme de faena de dril de algodón gris.

por ejemplo, «Il/SS 2» correspondía al 2o Sturmbann del Standarte «Germania». El casco de la R Z M era popular y se distribuyó para des­ files y para m ontar guardia hasta 1939. El veintitrés de febrero de 1934 se introdujeron insignias especia: s para llevar en todos los cascos de acero de las SS, al p rincipio p in­ tadas a m ano y después en form a de calcomanías. Se autorizó al Leibstandarte, por ser único, a usar las runas de las SS, en blanco, sobre un escudo negro (que poco después fue reem plazado p o r runas negras

sobre un escudo plateado) del lado derecho del casco y un escudo según el m odelo del ejército con los colores nacionales: negro, blan­ co y rojo, en barras diagonales, del lado izquierdo. Las tropas de las Politische Bereitschaften y sus sucesoras en la SS-V T llevaban runas

negras con el borde blanco, dentro de un doble círculo blanco, del lado derecho del Stahlhelm y una esvástica negra con el borde blanco en el lado izquierdo. El quince de diciem bre de 1934 com en 2 aron a pintarse los cascos de acero de] llam ado «gris tierra», u n tono gris pardo, para las m aniobras militares y, al m ism o tiem po, se presentó una

338

Historia secreta de las SS

gorra de campaña nueva para los sol­ dados, del m ism o color, en sustitu­ ción de las Krätzchen negras. El m odelo de gorra de 1934 tam bién se usaba sólo para la instrucción y tenía la forma de una barca invertida, por eso la ap o d ab an Schiffchen (bar­ q u ito ). Su diseño se basaba en el quepis del ejercito, con el trente festo­ neado y unas piezas laterales que su propietario podía bajar para taparse las orejas cuando hacía frío. Las pri­ meras Schiffchen venían con una ver­ sión bordada a máquina del m odelo de águila de 1929 del lado izquierdo Insignias de las SS para ios cascos de acero, que llevaban los solda­ dos de las siguientes unidades: A Leibstandartc-SS «Adolf Hitler» (del 23 de febrero de 1934 hasta el otoño de 1934); B - LeibstandarteSS «Adolf Hitler» (desde el otoño de 1934 hasta el once de agosto de 1935)· C - Politische Bereitschaften y SS-VT (del veintitrés de febrero de 1934 hasta el once de agosto de 1935); D - todas las formaciones de las SS (desde el doce de agosto de 1935 hasta 1945).

y un distintivo blanco de metal liso en el frente. Sin embargo, poco des­ pués de su introducción se sustituyó el b o tó n liso por otro que llevaba grabada la cabeza de la m uerte. E n m arzo de 1935 se autorizó a las tropas de la SS- Wachverbände a lle­ var una enorm e Totenkopf prusiana, pintada en plata, del lado izquierdo del casco de acero, para distinguirlas del Lcibstandartc y de la SS-VT. Sin

em bargo, esa insignia duró poco tiempo, ya que el doce de agosto de 1935 se presentó una nueva serie de insignias estandarizadas para los cascos de todas las unidades de las SS, en sustitución de las que se lle­ vaban antes. La nueva insignia, diseñada po r el profesor Hans Haas, com prendía las runas negras de las SS sobre u n escudo plateado, que se llevaba del lado derecho del casco, y un escudo rojo con u n disco blan­ co que contenía una esvástica negra, que se llevaba del lado izquierdo. Según el decreto original, esas insignias tenían que

ir

pintadas, pero el

catorce de agosto se anunció que la empresa de C. A. Pocher, de N urem berg, las vendería en form a de calcomanía al precio de 25

La Waffen-SS

339

Un suboficial del Leibstandarte con el casco de acero M35 a las afueras de Járkov en marzo de 1943. Se puede ver con toda claridad la calcomanía con las runas de las SS.

R eichm arks los m il pares. Las unidades de las SS recibieron instruccio­ nes de aplicar las calcomanías en todos los cascos antes del congreso del NSDA P que se celebraría ese mes de septiembre. [lacia finales de 1935 se introdujo una versión gris tierra de la gorra negra con visera de las SS para los oficiales del Leibstandaite y de la SS-VT para que la llevaran en todas las ocasiones en que no fuera necesario el casco de acero, l a nueva Schirmmütze tenía la parte superior de color gris tierra, una cinta de terciopelo negro y ribetes blancos para todos los ofi­ ciales hasta los SS-Stattdartenfiifmr, estos incluidos. Los grados superiores llevaban ribetes plateados. Los oficiales que se desempeñaban com o jue­ ces y árbitros en las maniobras militares llevaban cintas desmontables de paño blanco en la gorra. El uno de noviembre de ese mismo año el M inisterio de Guerra reservó una partida del nuevo m odelo más ligero de casco de acero del ejército, con la pequeña protección para el cuello, una visera menos prom inente y unos orificios de ventilación sencillos,

340

Historia secreta de las SS

que no sobresalían, para distribuirla entre las SS armadas, i il Leib.-;Mudarte y la «Deutschland» recibieron los suyos el once de mayo de 1936 y lo mismo sucedió poco después con las demás formaciones de la SS-VT. Sin embargo, los modelos tradicionales de 1916 y 1918 se siguieron usando durante bastante tiempo, sobre todo entre los oficiales y durante los des­ files. El treinta y uno de m arzo de 1936 se com enzó a fabricar una gorra de campaña para los soldados, en negro, para llevar con el unifor­ m e negro de servicio para salir a pasear, y en «m arrón tierra», para el El SS-GruppenführerGille fue el primer oficial de la Waffen-SS que recibió la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, Espadas y Diamantes. Para esta fotografía de presentación, tomada el veinte de abril de 1944, luce un buen ejemplo de una Schirmmütze correspondiente a un general de las SS con ribetes de aluminio.

personal de la SS-TV que m ontaba guardia dentro de los campos de concentración. Las insignias siguie­ ron siendo las mismas, aunque el m odelo de águila de 1929 fue susti­ tuido después, ese m ism o año, por el tipo característico de las SS. En 1937 se distribuyó un nuevo uni­ form e gris de campaña para todas

las ramas armadas de las SS, por lo que cambió también lo que se ponían en la cabeza. Se sustituyeron las Schiffchen gris tierra y m arrón tierra por una versión ubicua de color gris de campaña, y la gorra con visera de los oficiales tam b ién se com enzó a fabricar con la p arte su p erio r de color gris de campaña. El veinticinco de febrero de 1938 se creó una nueva gorra de cam paña para los suboficiales. Tenía u n aspecto sem ejante a la Schirmmütze, pero la visera estaba hecha del m ism o paño que la parte

superior y no llevaba barboquejo m ningún refuerzo en la parte supe­ rior. Se podía doblar para guardarla en la m ochila o en un bolsillo de

La Waffen-SS

341

la guerrera, m otivo p o r el que se la apodó la «chafada». M uchos sub­ oficiales que después llegaron a ser oficiales siguieron usando esa gorra, que fue m uy popular durante toda la guerra, y algunos encar­ garon a sastres particulares que les fabricaran variantes con. viseras de piel, cintas de terciopelo y forro de seda. Los suboficiales estaban obli­ gados a llevar las insignias reglam entarias de m etal blanco, aunque las fotografías dem uestran que con ella se llevaban una amplia variedad de insignias, tanto de m etal com o de tela. E n 1939 se autorizó a los suboficiales a llevar, cuando estaban cerca de su cuartel, una versión m enos elaborada de la gorra con vise­ ra de color gris de campaña. Sólo después de que dejara de usarse el uniform e negro com o ropa de paseo se distribuyó entre los soldados, o se les perm itió com prar, la gorra con visera de color gris de cam ­ paña para pasear. Era similar a la Schirmmütze de los oficiales, pero tenía un barboquejo de cuero negro en lugar de las cuerdas de alu­ m inio que se pasaban por debajo de la barbilla y una sencilla cinta de tela, en lugar de la de terciopelo. En ju n io de 1939 se autorizó a los oficiales a com prar una gorra con visera no reglam entaria, co n la parte superior blanca, para llevar con el nuevo uniform e de verano. Al com enzar la guerra, en septiembre de 1939, algunas unidades de m enor grado de las SS usaron por prim era vez el llamado Edelstahlhebn, que hasta entonces sólo se había distribuido a los policías y los bom be­ ros y estaba hecho de una fina capa de acero. Poco después, siguiendo la costum bre del ejército, se com enzó a usar un galón invertido, o sontache de ribete trenzado, del coior correspondiente a cada rama del ser­

vicio, en la parte delantera de la gorra de campaña de los soldados, enci­ ma del botón de la cabeza de la m uerte, que a partir de entonces se com enzó a pintar de color gris de campaña. Los oficiales de las SS arm a­ das seguían sin tener su propia gorra de campaña reglamentaria y duran­ te los prim eros m eses de la guerra m uchos co m p raro n el quepis para oficiales del ejército, m odelo 1938, y sustituyeron o taparon la escarapela nacional con una cabeza de la m uerte de las SS hecha de metal o bien con una pequeña de plata, sacada de cualquier insignia para el cuello de las unidades panzer del ejército. Sin embargo, esa evi­ dente deficiencia de las prendas para la cabeza de las SS se solucionó en diciembre de 1939, cuando se autorizó una nueva gorra de campaña,

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Historia secreta de las SS

concretam ente para los oficiales de la }-¥a(fen-SS. T am bién tenía form a de barco, pero la parte delantera no era festoneada y los laterales esta­ ban ligeram ente inclinados al estilo de las Fliegennütze de la Luftwaffe. La parte superior de la orejera estaba ribeteada con cordón de alum i­ nio y la insignia consistía eu el águila de las SS y una Totenkopf, tejida a m áquina en alambre de alum inio sobre fondo negro. Encim a de la cabeza de la m uerte iba un soutache con los colores del arma. Todos los oficiales recibieron órdenes de procurarse la nueva gorra de campaña antes del uno de enero de 1940. El veintiuno de m arzo de 1.940 se dio orden de quitar la chillo­ na calcomanía con la esvástica negra, blanca y roja de los cascos de acero de las SS mientras durara la guerra, por una cuestión de cam u­ flaje. Al mism o tiem po, los cascos se com enzaron a pintar con un tono más oscuro de gris de campaña- y se les em pezó a dar una textura superficial más basta, m enos propensa a reflejar la luz. En ju m o se pro­ hibió seguir fabricando las gorras con visera para el verano con la parte superior blanca. El quince de octubre de 1940 la gorra de cam ­ paña, m odelo 1934, de los soldados se sustituyó po r un nuevo estilo de Schiffchen, con un corte idéntico a la versión de ios oficiales. Se la llam ó la F eldm ütze neuer A r t (el nuevo m odelo de gorra de cuartel) y llevaba un águila tejida a m áquina y una cabeza de la m uerte en la parte delantera de la gorra, en lugar del b o tó n de la Totenkopf y el águila en el costado. El uno de diciem bre de ese m ism o año las n u e­ vas unidades alpinas de la [Vaßeti-SS recibieron una Bergmiitze (gorra de m ontaña) de color gris de cam paña para llevar en lugar de la Schiffchen .Tenía el diseño básico de la gorra para esquiar, con una vise­

ra corta para proteger lo suficiente del resplandor del sol y de la meve. Los laterales festoneados se podían bajar para tapar las orejas y se suje­ taba po r delante con dos pequeños botones. Las gorras de los oficia­ les tenían ribetes de alum inio alrededor de la coronilla. Las insignias conó-rían en una cabeza c. la m i l i t e ·■}'· : m la parte

ne or de la

gorra y u n águila del lado izquierdo. En febrero de 1941 la fabricación y la venta al por m enor de las gorras con visera de la Waffen-SS quedó fuera del control de la llZ lM y, a partir de entonces, cualquier sombrerero podía fabricar la Schirmmütze por encargo. Cuatro semanas después se dio la orden de retirar del ser­

La Waffen-SS

343

vicio los cascos de acero de los modelos de 1916, de 1918 y el de la R Z M , así com o las partidas viejas de gorras de tela de color gris tierra que siguieran en uso, y de enviarlos a los talleres de los campos de con­ centración y las cárceles para reciclarlos y volver a enviarlos a las unida­ des de reserva de la W ehrm acht. En ei invierno de 1941-1942, en la Wíiffcn-SS se generalizó por primera vez el uso de gorras de piel, sobre

todo las ushankas capturadas a los rusos. D e inm ediato surgió una varie­ dad casi indescriptible de gorras de invierno oficiales, semiofidales y extraoficiales y las insignias utilizadas dependían exclusivamente de lo que se pudiese conseguir en ese m om ento. Se han visto fotografías en las que aparecen chapas de metal para las Schirmmütze, insignias de tela para las Feldmütze, águilas para las mangas e incluso cabezas de la m uer­ te recortadas del cuello de la SS-'ïotenkopf-Division. El uno de agosto de 1942 se dejó de lado, p o r cuestiones eco n ó ­ micas, la suave ondulación hacia dentro del borde del casco de acero, con lo cual el m odelo de casco de 1942 adquirió una silueta m ucho más nítida. Al mes siguiente se dejó de lado la soutache, que ya no vol­ vió a aparecer en las gorras de campaña. En 1943 la experiencia prác­ tica en el frente había dem ostrado que la Schiffchen era casi inútil en com paración con la Bergmütze. Por consiguiente, el uno de octubre de ese año se presentó una nueva gorra de cam paña en sustitución de todas sus prcdecesoras. C o n o cid a com o la Einheitsfeldm ütze (gorra de cuartel estándar), era m uy parecida a la gorra de m ontaña, pero tenía la visera más larga y la coronilla más baja. El uno de noviem bre de 1943 se dejó de usar la calcom anía con ias runas en los cascos de las SS durante el resto de la guerra. Además, en el año 1943 se introdujo el lez, o Thrlntsch, para que lo llevaran, en lugar de la gorra de cam pa­ ña. los m iem bros de las unidades m usulm anas de las SS. El fez estaba hecho de fieltro grueso de color gris de campaña y llevaba una borla de seda de color verde oscuro y una insignia estándar tejida. En el interior, sin forrar, había una faja fina de piel. D e paseo o cuando des­ filáb an lo s oficíales a veces llevaban una versión de color castaño, pero se trataba de una variante extraoficial, obtenida a partir del fez civil estándar, y una solución tem poral m ientras no se distribuía el tipo de color gris de campaña. Los m usulm anes albaneses tenían su propio fez cónico. E n 1944 las form aciones italianas de las SS utilizaban m ucho

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Historia secreta de las SS

El siete de octubre de 1944 Himmler pasó el día de su cumpleaños visitando a las unidades de la Waffen-SS en el frente occidental La mayoría de los jóvenes soldados de las SS que aparecen en esta fotografía llevan la Einheitsfeldmütze.

las antiguas gorras de campaña del ejército italiano, las gorras con visera y los cascos de acero, añadiéndoles sus propias insignias y, en 1945, algunos voluntarios indios procedentes de la W ehrm acht lleva­ ban turbantes con el uniform e de la Waffen-SS. Para H im m ler, eso debió de ser «el colmo» en la evolución de las prendas para la cabeza de las SS. C o m o ocurre en general con el uniform e de las SS, las fechas que acabamos de m encionar en relación con la historia de las prendas para la cabeza pueden tener u n valor m apreciab:; para fechar las fotogra­ fías de época de las tropas de la Waffen-SS. Lo m ism o se puede decir de las guerreras, de m odo que tam bién m erecen un exam en detalla­ do. Los m iem bros de las prim eras unidades armadas de las SS llevaban el uniform e negro de servicio, m odelo 1932, en todas las ocasiones. Era idéntico al atuendo que se entregaba a la AUgemeine-SS pero, si bien resultaba im presionante cuando se llevaba en un desfile o para pasear, resultaba m uy poco práctico para usar en el cam po de batalla

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Por su aspecto flexible y gastado, la gorra «chafada» se convirtió en un tocado popular hasta el final mismo de la guerra. En esta fotografía la vemos en la cabeza de dos suboficiales de la SS-Panzer-Aufklärungs-AJDteilung 1, en Kaiserbarracke, en las Ardenas, el diecisiete de diciembre de 1944. El piloto de! Schwimmwagen se ha agenciado un casco civil de motorista de cuero.

o para desem peñar tareas generales en los cuarteles. Para proteger el uniform e negro en esas circunstancias, en el verano de 1933 se fabri­ caron guerreras y pantalones de un dril de algodón ligero de color blanco grisáceo. A partir de entonces los oficiales y suboficiales lleva­ ban una chaqueta de dril que tenía un corte m uy similar al de la gue­ rrera negra, aunque a veces llevaba escondidos los botones, y sobre la cual iban las insignias del cuello y una hom brera. Los soldados tenían una guerrera más fea, sin form a ni insignias, con el cuello rígido. Λ comienzos de 1935 se em pezó a entregar a los soldados del Leibstandarte y de la SS- Veifüautigstnippc un nuevo uniform e gris fierra de

estilo idéntico a la indumentaria negra de servicio, aunque no se lo m en­ cionó en las órdenes oficiales hasta el veinticinco de noviembre de ese año. Las guerreras de los soldados rasos tenían cinco botones en la delan­ tera, en lugar de cuatro, y se podían usai- con el cuello cerrado. C om o el brazalete estándar de las SS, con sus colores brillantes, era sin duda inade-

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Tres SS-Hauptsturmführer adscritos a la división «Handschar» a finales de 1943. Por sus condecoraciones sabemos que se trata de ciudadanos alemanes. El oficial del centro, veterano de la concentración de las SA/SS que se celebró en Brunswick en 1931, lleva una insignia en blanco en el lado derecho del cuello, como hacían algunos miembros de la «Handschar» antes de que se introdujera la insignia de la cimitarra y !a esvástica para esta división. Obsérvese también que ya se usaban el fez castaño y las polainas estirias.

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Un Obersturmführer del Leibstandarte, que parece pequeño al lado de los dos reclutas con el uniforme ligero de faena, en el otoño de 1934. El oficial lleva una chaqueta de dril gris, hecha a la medida, que hace juego con la gorra y los pantalones bombachos del uniforme negro de servicio. Obsérvense también las calcomanías del LAH que aparecen en los cascos correspondientes al segundo modelo.

cu a do para usar en el campo de batalla, en la manga izquierda de la gue­ rrera gris tierra se pusieron, en su lugar, un águila y una esvástica. En marzo de 1936 se fabricó una versión castaño tierra del uniform e para que lo usara el personal de guardia de las SS-Totenkopfverbände en el cum ­ plimiento de las tareas cotidianas dentro de los confines de los campos de concentración. N o lo podían llevar los centinelas apostados en la entrada principal, que estaban a la vísta del público, ni tam poco com o uniform e de paseo. La guerrera castaño tierra llevaba insignias en el cuello, una hom brera y el brazalete de las SS. E n 1937 los uniform es gris tierra y castaño tierra de la SS-V T y las SS-TV fueron sustituidos po r un nuevo uniform e norm alizado de color gris de campaña. Tomaba corno base el del ejército, pero la Feldbluse conservaba las características propias de .las SS: bolsillos late­

rales oblicuos de ojal y el cuello ribeteado en negro y plata, del mism o color que el resto de la guerrera. Al año siguiente com enzaron a

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entregarse al Leibstandarte unas guerreras del ejército, que se distin­ guían por el cuello verde oscuro y sin ribetes y los bolsillos laterales de parche plisados, para llevar durante los entrenam ientos. A tíñales de 1939, con la repentina form ación de la SS-linetikopfD i vision y la Polizei-Division, hubo que generalizar el uso de las gue­

rreras del ejército porque los uniform es grises de cam paña al estilo de las SS no alcanzaban para todos. D ebido a las diferencias fundam enta­ les de corte entre los dos m odelos y al deseo de H im m ler de unifor­ m ar la vestim enta, durante el invierno de 1939-1940 se dieron varias órdenes contradictorias, que establecían las prendas que debían usar­ los oficiales, en oposición a los suboficiales y los soldados, cuándo se tenían que abotonar o no el cuello, y demás. Por lo general, todos los interesados pasaron po r alto esas órdenes, con lo que el resultado fue una curiosa mezcla de prendas utilizadas de form a sim ultánea, inclu­ so en las unidades más reducidas. En mayo de 1940, com o era inevitable, habían com enzado a apa­ recer las guerreras del ejército en las filas de la SS-Vetfügangsdivision y poco después se generalizó su uso en toda la W affen-SS. E n el trans­ curso de 1940 se fueron retirando progresivam ente los cuellos de color verde oscuro a favor de los gris de campaña y en agosto de ese año dejaron de usarse los ribetes negros y plateados para el cuello. A partir de 1942. exclusivamente por cuestiones de econom ía, los bol­ sillos de parche dejaron de ser plisados y en 1943 se enderezó el extre­ m o inferior de las solapas de los bolsillos. Tam bién se redujo conside­ rablem ente la cantidad de lana que llevaba la guerrera m odelo 1943, lo que trajo com o consecuencia un peor aislamiento térm ico y m enos resistencia a la tensión. El veinticinco de septiem bre de 1944 se pre­ sentó un estilo totalm ente nuevo de guerrera de servicio en el cam po de batalla, semejante a la chaqueta del uniform e de batalla del ejército británico, para que la llevaran todas las unidades alemanas de com bate en tierra, incluidos los m iem bros de form aciones auxiliares com o el R A D y la NSKK . Para ese uniform e hacía falta m ucha m enos tela que para los modelos anteriores y los orificios para las puntas del cinturón, p o r lo general dos o tres, se redujeron a una sola posición. Tam bién se suprim ió el bolsillo interior. Para las nuevas prendas se inventó un color universal, llamado Feldgrau 44, que tenía un to n o más verde

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Oficiales del LAH, la SS-VT y las SS-TV en un desfile, en el exterior del edificio del Führer en Múních, el nueve de noviembre de 1938. Durante esa época, las SS armadas seguían usando el uniforme negro en ocasiones ceremoniales, acompañado en esta fotografía por los cordoncillos trenzados de hilo de aluminio y el cinturón de brocado de los oficiales. La mayoría de estos hombres han recibido el casco de acero modelo M35, aunque algunos conservan todavía el modelo tradicional M i6/18.

grisáceo pizarra que el gris de campaña, con la intención de unificar los colores de los distintos uniform es militares y paramilitaires que se habían visto hasta entonces en el campo de batalla. N o obstante, en realidad surgieron muchos tonos diferentes. El uniform e de batalla de i 944 tuvo muy poca aceptación y fue objeto de una distribución insu­ ficiente, que no bastó para cambiar de form a radical la apariencia de la í Vaffcti-SS. Las disposiciones relacionadas con el uniform e para los oficiales de la W qlfeu-SS se diferenciaban, en cierto m odo, de las de los solda­ dos, Hasta 1939 los oficiales del Lcibstaiidartc tenían una sola g u erre­ ra de color gris de campaña, la Rock, que tenía un corte idéntico al de la guerrera negra de servicio de. las SS y se llevaba siempre con el

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Los vencedores de Jarkov: Rolf Möbius, «Sepp» Dietrich, Rudolf Lehmann y Hubert Meyer, abril de 1943. Möbius lleva el modelo estándar de guerrera de campo del ejército, de aspecto más basto que las prendas hechas a la medida de Dietrich y Lehmann. La guerrera de Meyer es una Rock de preguerra convertida, que todavía conserva en el brazo el modelo 1936-1938 del águila de las SS.

cuello abierto, con camisa parda y corbata negra. Al principio de la guerra algunos oficiales de las SS, para ahorrarse el gasto que suponía te n e t que com prar una guerrera para com batir, hicieron arreglar la que tenían, añadiéndole un cuello que se podía llevar alzado o no y se podía abotonar. O tros le agregaron un cuello abierto, de color verde oscuro, a pesar de que H im m ler lo había prohibido expresa­ m ente. Se tom aron varias medidas provisionales similares hasta que se prom ulgó una orden general, en diciembre de 1939, que establecía que, a partir de entonces, las guerreras de cam po de los oficiales tenían q u e ser del m ism o estilo que las de los soldados. D u ra n te el resto

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de la guerra, po r lo general los ofi­ ciales de la IVaffen-SS llevaban o bien las guerreras de cam po hechas a la m edida, com o las de sus cole­ gas del ejército, o bien las básicas que com praban en las tiendas de su unidad. Tam bién se fabricaron unas blancas para el verano, aunque se las prohibió oficialm ente en ju n io de 1940; entonces se solía aprove­ char el b rin de algodón de las tiras de lona capturadas a los soviéticos para fabricar guerreras de batalla, sin forrar, que se usaban en el fren­ te oriental cuando hacía calor. Así co m a fueron evolucionan­ do las guerreras, lo mismo ocurrió

Tras ser capturado, un SS-Sturmmann del Leibstandarte es interrogado acerca de los billetes rusos hallados en su poder, en el otoño de 1944. Lleva la guerrera modelo 1943, con las solapas de los bolsillos rectas y en el brazo un águila de cabeza redonda, típica del final de la guerra.

con los pantalones correspondien­ tes. El m odelo de 1937 de los pantalones de campo, o Feldhose, tenía las perneras rectas para usarlos con botas altas; en cambio, los Keilhose (pan­ talones en cufia) de julio de 1942 tenían la parte inferior más estrecha porque estaban diseñados para introducirlos en los nuevos botines con polainas Los oficiales que estaban de servicio en el campo por lo gene­ ral llevaban pantalones bom bachos de m ontar, con refuerzos de gam u­ za gris en los fondillos y en la paite interior de la pierna. Sin embargo, en agosto de 1944 se les ordenó usar sólo pantalones largos para m os­ trar cierta uniform idad con sus hom bres. N o hace falta decir que casi nadie obedeció esa orden. Si bien la mayoría de las unidades de la Waffen-S S recibieron una o más de las series de uniform es m encionadas, según la fecha de su for­ m ación, los italianos Rieron los únicos que no recibieron ninguna. A finales de 1943 el SS-Ohei^ruppeiifiilirer Karl/Wolff, el H S SPf en Italia, consiguió negociar con el intendente general del ejército para que le proporcionaran cien m il uniform es capturados al ejército italiano a fin de que los llevaran sus fuerzas de las SS y las antipartisanas de la policía. C on posterioridad, m uchos de esos artículos sirvieron para equipar a

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las divisiones 24“ y 2Ψ de las SS, cuyos miembros Llevaban una m ezco­ lanza del atuendo italiano verde grisáceo, el caqui colonial y el camu­ flaje mediterráneo con sus propias insignias exclusivas. La creación de prendas de camuflaje normalizadas fue la aportación más significativa de la Waffen-SS a la evolución de la historia de los uni­ formes militares y tuvo profundas consecuencias en el aspecto de todos los soldados modernos. En febrero de 1937 el SS-Sturmbcmnfti¡¡rer W ilhelm Brandt, doctor en ingeniería y comandante del batallón de reconocimiento de la SS-VT, comenzó a trabajar en el diseño de pren­ das y equipo de camuflaje para sus tropas. Compartió la tarea con un profesor de Munich, Johann Georg O tto Schick; juntos desarrollaron

Tres oficiales médicos de la Waffen-SS atienden al personal de la 15a División (escocesa), después de la liberación del campo de concentración de Neuengamme, en abril de 1945. El Untersturmführer de la izquierda lleva el uniforme de campo de 1944, que guarda un notable parecido con ei traje de campaña británico, que también aparece en la fotografía. El hombre del centro, con la guerrera (Vt42, tiene insignias de grado contradictorias: las que Iteva en el cuello corresponden a un Untersturmführer y las hombreras, a un Obersturmführer. La Einheitsfeldmütze que lleva el tercer oficial de las SS presenta la insólita águila triangular de una sola pieza y la insignia do la cabeza de la muerte.

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los prototipos de las tiras de lona y las cubiertas de camuflaje para los cascos, que probó con éxito el SS-Standarte «Deutschland» en las maniobras de campo que se realizaron en diciembre de ese año, duran­ te las cuales se calculó que reducirían las bajas de los combates en un 15 por 100. E n ju n io de 1938 se concedieron al Reichsführer de las SS las patentes correspondientes a esos artículos, para que el ejército no pudiera copiarlos y antes del uno de noviem bre ya había com enzado su fabricación, contratada a través de las empresas de Warei, Forster y Joring, En enero de 1939, a pesar de que encontraron grandes dificul­ tades para conseguir cantidades suficientes de brin de algodón im per­ meable y del hecho de que la estampación se tuviera que hacer a mano, se habían suministrado a la SS-Verfitgungstmppe ocho mil cuatrocientos suelos im perm eables y seis mil ochocientas cubiertas para cascos. Tam bién se iban a distribuir blusones y Hausser dio instrucciones para que cada unidad recibiera por lo m enos veinte para uso exclusivo de las tropas de asalto. Las prendas de camuflaje no se utilizaron demasiado durante la cam paña en Polonia; de todos m odos, algo tan revolucionario com o los suelos im perm eables y las cubiertas para cascos de las SS m erecie­ ron grandes alabanzas del Generalmajor K em pf, que envió m uestras al Alto M ando del Ejército en Berlín para su evaluación. En ju n io de 1940 la estam pación a m ano había sido sustituida por un proceso a m áquina m ucho más rápido, que utilizaba com o colorantes el «Anthrasol» y el «Indantreno», que perm itió la producción en serie de treinta y tres mil blusones para abastecer a todas las unidades de la W affen-SS en el cam po de batalla. Sin embargo, el ete rn o problem a,

incluso en esa prim era etapa, era la escasez de m ateria prim a. Se cal­ culaba que harían falta todos los meses más de cuarenta y dos mil m etros de brm de algodón im perm eable para fabricar una cantidad suficiente de suelos im perm eables, cubiertas para cascos y blusones y, en enero de 1943, casi no quedaba más tela, de m o d o que hubo que sustituirlo p o r dril, que no era im perm eable. Al final se fabricaron al mism o tiem po num erosos estilos de camuflaje, entre ellos los m odelos llamados «hoja de roble», «plátano», «palmera», «abrojos», «flor» y «grupo». Por lo general se em pleaban cuatro colores y, durante la guerra, cada vez se tendía más a usar dise-

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ños con m otas de tonos más claros. La mayoría de las prendas hechas de brin de algodón im perm eable se estam pa­ ban por los dos lados y eran reversi­ bles; de un lado predom inaba el verde y del otro el castaño, para usarlos en función del lugar y la estación. Al final, las prendas de dril se estam paban po r una sola cara y no eran reversi­ bles. Todos esos m odelos se distribu­ yeron de form a indiscrim inada en toda la Waffen-SS. La tira de lona, υ Zeltbahn, tue el prim er artículo del uniform e de cam u­ flaje que se distribuyó am pliam ente entre las unidades de las SS. Tenia forma triangular, medía 203 p o r 203 po r 240 centímetros y se podía usar com o capa o poncho o, cuando se abotonaba con otras tres piezas, se obtenía una tienda de campaña para cuatro personas. Eli Tropas de asalto de las SS con los nuevos blusones y los cubrecascos de camuflaje, en mayo de 1940.

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reahdad se Podmn com binar diversas cantidades para hacer refugios más grandes todavía. C uando se unían las

Zeltbahnen cie tal m odo, había que procurar que los modelos fueran idén­

ticos, o por lo menos parecidos, para m antener el efecto de camuflaje; a tal fin se im prim ía un núm ero de identificación en la base. A unque se com binaran partes de diseños diferentes, se proporcionaban «losas» de color para los bordes, a intervalos regulares, para fundir entre ellos ios dis­ tintos modelos. Ln diciembre de 1943 se decidió no distribuir más tiras de lona entre los hombres del frente oriental, por una cuestión econó­ mica, y a partir de septiembre de 1944 ya no se produjeron más. La cubierta para el casco de acero se fabricaba con retales de la misma tela que la Zeltbahn y, por tanto, de vez en cuando llevaba el núm ero de identificación del m odelo estampado. Estaba diseñada para ajustarse a la form a del m odelo de Stahlhelm de 1935 y se enganchaba

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El registro de un SS-Uriterscharführer, en febrero de 1945. La falta del cordoncillo trenzado en el cuello indica, probablemente, que este hombre acababa de ser ascendido en el campo de batalla Se puede ver con toda claridad que el interior de la guerrera da dril de camuflaje no está teñida.

p o r m edio de tres pinzas de acero ennegrecido, con resortes, sujetas con rem aches de alum inio pelado, una a cada lado y la otra en la parte posterior. El prototipo de 1937 tenía además una cuarta pinza en la parte delantera, que después fue sustituida por un simple doblez de tela y que al final no se llegó a utilizar nunca en el campo. Las cubier­ tas fabricadas a partir de 1942 llevaban presillas cosidas para enganchar hojas. El blusón de camuflaje era una prenda reversible, que se ponía y se quitaba por encim a de la cabeza y se ajustaba al cuello m ediante una cuerda regulable y en las m uñecas y la cintura, con elástico. N o tenía cuello y el prim er m odelo tam poco tenía bolsillos, sino sólo dos aberturas verticales en la delantera, para que quien la llevara tuviera acceso a la guerrera que estaba debajo. D urante la guerra se le in tro ­ dujeron diversas m odificaciones, com o la adopción de una «falda» más larga, presillas para las hojas, cosidas de tres en tres a los hom bros y la parte superior de las mangas, y la incorporación de dos bolsillos late­

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rales con solapas con botones. N o obstante, todos los blusones seguían el proceso de fabricación estándar: se cortaban a partir de una tira larga de la tela de la Zeltbahn, con u n agujero en el centro para pasar la cabeza. Se dejaron de fabricar en enero de 1944, aunque se siguie­ ron usando m ucho hasta el final de la Oeuerra. El quince de abril de 1942 se distribuyó una máscara de camufla­ je, que al principio había sido rechazada por Hausser durante los ensa­ yos previos a la guerra, para usar ju n to con la cobertura para el casco y el blusón. Consistía en una serie de cuerdas sujetas a una correa elastizada y colgaba com o una cortina sobre el rostro; era m uy eficaz cuan­ do se usaba en un terreno donde había m uchos arbustos o hierba y era m uy apreciada por los francotiradores. El uno de ju n io de ese inisino año se presentó una gorra de campaña de camuflaje, tam bién fabrica­ da con la misma tela im perm eable de la Zeltbahn. Tenía una form a parecida a la de la Bergmützë, por lo general no estaba forrada y era reversible. A partir de diciem bre de 1942 se fabricaron insignias espe­ ciales, tejidas en seda artificial verde y castaño, para llevar sobre la gorra, aunque parece que no tuvieron demasiado éxito. El uno de marzo de 1944 se presentó una versión de camuflaje del uniform e de dril para usar en el cam po de batalla y tam bién com o ropa de faena. Incluía una guerrera y pantalones con el m ism o corte que el m odelo de 1943 del uniform e de batalla, aunque hechos de una sarga ligera, de fo rm a de espiguilla, sin forrar, con un tip o de cam u ­ flaje estándar, con m otas o «guisantes», estam pado de un solo lado. E n verano se podía llevar solo o encim a del uniform e habitual para el cam po de batalla, cuando hacía frío, y estaba diseñado para sustituir al blusón y, en últim a instancia, al uniform e com ún de batalla y al de dril. La intenció n era que sólo se llevaran el águila y la esvástica y las insignias especiales de grado en la manga izquierda de la guerrera, aunque de vez en cuando tam bién se veían hom breras y otras insig­ nias. Entre el uno de noviem bre de 1944 y el quince de m arzo de 1945 se suspendió la distribución del uniform e de camuflaje de dril p o r las intolerables pérdidas sufridas durante los meses de invierno. D e hecho, no se volvió a distribuir nunca más. A unque la gran mayoría de las tropas de la W affen-SS llevaba una o más de las prendas de camuflaje que acabamos de m encionar, en

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La infantería de la Waffen-SS avanza a través de las Ardenas, en diciembre de 1944. El hombre que está en primer plano, armado con un MP40, lleva la chaqueta de dril de camuflaje encima de la guerrera estándar de color gris de campaña.

m uchos casos se adoptaron artículos no reglam entarios. N o era extra­ ño que las guerreras se hicieran a la m edida en el cam po de batalla, con m aterial sobrante de la Zeltbahn, y se fabricaron gran cantidad de gorras, guerreras y pantalones de corte alemán con tela de camuflaje capturada a los italianos en 1944. Tam bién hubo algunos casos aisla­ dos de personal de la Waffen-SS, sobre todo de m iem bros de la 14a D ivisión de las SS, que llevaba blusones de camuflaje según el m odelo del ejército alemán. Hasta existe una fotografía, que aparentem ente m uestra la captura de un francotirador de las SS en N orm andía, con el m ono de camuflaje de una sola pieza que se entregaba a las tropas estadounidenses que prestaban servicio en el frente del Pacífico. Sin embargo, bien podría tratarse de una fotografía de propaganda prepa­ rada po r los aliados. En la primavera de 1945 era evidente que tanto la W ehrm acht com o la W affen-SS preferían tener un solo m odelo com ún de camuflaje. D espués de varias pruebas y experim entos lle­ vados a cabo po r Schick y tres oficiales de las SS, de la Bekleidunswcrkc

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El nueve de julio de 1940 el batallón de reconocimiento de la SS-Verfügungsdivision atravesó el puente de Hendaya, en la frontera francoespañoía, para formar una guardia de honor durante una entrevista entre Hitler y e! general Franco, Estos hombres pertenecen a la unidad de vehículos blindados y llevan la Panzerjacke de las SS y la infortunada Baskenmütze, que dejó de usarse poco después,

de D achau, se presentó un nuevo diseño que incluía partes en negro carbón, que evitaban que su portador fuera detectado po r los rayos infrarrojos. N o se distribuyó nunca durante el Tercer R e ic h , aunque serviría de base para los m odelos de camuflaje que adoptarían la mayoría de los ejércitos con posterioridad a 1945. Las tropas blindadas de la SS-V T recibieron su propio uniform e panzer negro en 1938. En la cabeza llevaban una bom a flexible de lana, o Baskenmütze, encajada sobre un casco p rotector interno, el Schutzmütze, que llevaba un forro muy acolchado. En la parte anterior de

la boina iba cosida una gran águila de las SS bordada y una Totenkopf de diseño exclusivo, no m uy diferente de la cabeza de la m uerte pan­ zer del ejército, pero con el m axilar inferior al estilo de las SS. La Baskenm ütze dejó de usarse en 1940, cuando se com probó que resul­

taba poco práctica para com batir. La sustituyó una versión negra de la

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El SS-Untersturmführer Michael Wittmann con el equipo de su Leibstandarte Tiger, después de ser condecorados en enero de 1944. Murieron cerca de Caen, siete meses después, no sin antes convertirse en el mejor equipo de soldados de un carro de combate de !a historia, tras destruir más de doscientos setenta vehículos enemigos. E! único que sobrevivió a la guerra fue el artillero Balthasar Woll, el segundo de la izquierda.

gorra de cam paña Schiffchen, que a su vez fue reemplazada po r una Einheitsfeldmütze negra en octubre de 1943. La guerrera para los carros

de com bate de la Waffen-SS, o Pauzcrjacke, era una chaqueta cruzada negra, corta y ceñida, que se cerraba con botones ocultos. Se diferen­ ciaba de la que usaba el ejército en que la delantera estaba cortada en sentido vertical, en lugar de oblicuo, las solapas eran más pequeñas y no tenia una costura en m edio de la espalda. El cuello de la chaque­ ta estaba ribeteado en plata para los oficiales, pero no llevaba ribete para los soldados, y sólo los suboficiales del Leibstandarte podían llevar el cordoncillo reglam entario en el cuello. En la primavera de 1941 se entregó a los miembros del SturmgeschützAbteilung del Lábstandarte una versión en color gris de campaña del uni­

forme panzer. En agosto de 1942 se había distribuido esa indumentaria a

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otras unidades de artilleros de asalto y cuatro meses después su uso se extendió a todas las formaciones anticarro de la Waffen-SS. El quince de enero de 1943 los equipos que m anejaban los carros de com bate de las SS recibieron un unifo rm e de faena com binado de una sola pieza, confeccionado en b rin de algodón im perm eable de camuflaje, idéntico a la tela que se utilizaba para fabricar los blusones y la Zeltbahn. Al m ism o tiem po se presentó una com binación de in v iern o , c o n dos capas de tela, blancas p o r u n lado y c o lo r gris de campaña por el otro, que se usó m ucho durante la batalla de Jarkov. Esas com binaciones de m onos 110 tuvieron nunca demasiado éxito po r la sencilla razón de que era difícil ponérselos y quitárselos, lo cual, sum ado al éxito de las prendas de tela vaquera que entonces em pezaban a salir y a la gran escasez dé b rin de algodón im perm ea­ ble, hizo que en enero de 1944 se tom ara la decisión de dejar de fabri­ car la com binación de camuflaje y producir, en cam bio, una versión ligera del uniform e para carros de com bate, hecha de sarga con form a de espiguilla. C o m o era de esperar, apareció dos meses después, al m ism o tiem po que el u niform e de dril de camuflaje presentado para todas las demás unidades de la Waffen-SS, y tenía el m ism o patrón estándar de motas com o «guisantes», sin forro y estam pado p o r una sola cara. El uniform e de camuflaje para carros de com bate prestó amplios servicios, sobre todo en el frente occidental. El u n o de noviem bre se in terrum pió su distribución durante el invierno, pero el traje de camuflaje ya no se volvió a distribuir nunca más. A unque la vestimenta del personal de las unidades blindadas de la W affen-SS siguió siendo bastante estándar, hubo una iniciativa funda­

m ental, a nivel de las divisiones, que cambió de forma drástica el aspec­ to de m uchos equipos panzer que participaron en la campaña de N orm andía. D urante el otoño de 1943 el Leibstandarte había participa­ do en el desarme de las fuerzas italianas que se habían entregado y en los combates contra los partisanos en el norte de Italia. D urante ese pro­ ceso, la división había confiscado grandes cantidades de vehículos de transporte a m o to r abandonados por los italianos y de uniform es para com plem entar sus propios suministros, bastante escasos. Entre los artícu­ los del uniform e confiscados figuraban muchísimas chaquetas y panta­ lones de cuero para los submarinos alemanes, que al principio había

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vendido H ider a la M arina de Mussolini, y cuantiosas partidas de m ate­ rial de camuflaje del ejército italiano. Este últim o se aprovechó en seguida para fabricar gorras, guerreras y m onos al estilo alemán, que se entregaron a los soldados del Leibstandarte y de la «Hitlerjugend» que estaban en Francia. La ropa de los subm arinos alemanes fue a parar casi toda a los equipos de jóvenes de la «Hitlerjugend» que m anejaban los carros de com bate y. sin duda, sirvió para evitarles graves quemaduras. Tam bién los paracaidistas de la Waffen-S S tenían su propia form a de vestir. El batallón 500 de la SS-Fallschirmjäger se creó para cum plir «obligaciones especiales» a finales de 1943, en vísperas de la tan com entada liberación del depuesto M ussolini p o r el SS-H auptsturm fiihrer O tto Skorzeny, ese septiem bre, que había tenido que depender

del apoyo de los planeadores y los paracaidistas de la Luftwaffe. C ontrariam ente a lo que todos creían, ese batallón no era una unidad de castigo, sino que estaba com puesto exclusivam ente p o r volunta­ rios, totalm ente entrenados para cum plir el papel de paracaidistas, y todos sus oficiales y suboficiales eran militares profesionales con m ucha experiencia en la línea del frente que, com binada con el espí­ ritu de la fflaffen-SS, produjo paracaidistas de lina habilidad increíble. La prim era acción im portante en la que intervino el batallón, la operación «Rösselsprung» (el salto del caballo), consistió en dejarse caer de un planeador justo sobre el extenso complejo del cuartel general de los partisanos del mariscal T ito en Bástasi, cerca de Drvar, en Yugoslavia, donde el hijo de W inston Churchill, el comandante R andolph Churchill, era el jefe de la misión militar británica. El plan consistía en capturar a T ito el día de su cumpleaños, el veinticinco de mayo de 1944, y m ante­ nerlo prisionero hasta que llegaran los refuerzos de la División «Prinz Eugen» y de otras formaciones convencionales de tierra que estaban cerca. Pero los paracaidistas de las SS eran m uy pocos para enfrentarse a las brigadas de partisanos atrincherados en la fortaleza de las montañas, que los rodearon en el cem enterio de D rvar y estuvieron a punto de exterminarlos a todos. Los supervivientes se volvieron a formar, esta vez com o el batallón 600 de la SS-Fallschirmjägei; al m ando de Skorzeny, y se entrenaron para arrojarse sobre Budapest para capturar al hijo del recal­ citrante líder húngaro, el almirante H ortby, que, com o era de esperar, se rindió a los alemanes. Algunos paracaidistas de las SS participaron más

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adelante en. la ofensiva de las Arderías; los demás com batieron com o infantería en el frente oriental y fueron capturados al final de la guerra. D e todas las ramas de la Waffen-SS, de la que m enos se sabe acerca de su uniform e y su equipo es la de los paracaidistas. N o ha salido a la luz ninguna disposición oficial sobre los uniform es, por lo cual hemos de fiarnos casi por com pleto de unas cuantas fotografías de la época de la guerra que se conservan todavía. Parece que la Luftwaffe se encargó no sólo del entrenam iento y el transporte aéreo de tos paracaidistas de las SS, sino también de suministrarles la vestimenta y el equipo especializa­ dos, C uando Skorzeny y su pequeño com ando conjunto de las SS y la Luftwaffe rescataron a Mussolini del Gran Sasso, donde estaba prisione­ ro, todos llevaban la vestimenta tropical reglamentaria de la fuerza aérea, con todas Ins insignias de la Luftwaffe. Sin embargo, en un encuentro fes­ tivo que se celebró poco después en el Palacio de D eportes de Berlín, los hom bres de las SS volvieron a su uniform e norm al gris de campaña. Los m iembros de los batallones 500 y 600 de la SS-Fellschírtnjager lleva­ ban el m odelo de 1940 de la gorra de campaña Schiffchen de las SS, las hebillas para el cinturón de las SS y las guerreras estándar de color gris de campaña de la Waffen-SS, con la insignia de sus unidades anteriores, ya que no había ninguna que fuera exclusiva de los paracaidistas de las SS. La Luftwaffe les suministraba toda la vestimenta de protección, que comprendía: el casco de acero habitual de los paracaidistas, que podía tener o no la calcomanía del águila de la fuerza aérea y la cubierta geo­ métrica de camuflaje, m odelo «astilla»; el blusón de camuflaje, m odelo «astilla», para paracaidistas, que podía tener o no el águila de la Luftwaffe en el pecho; pantalones de paracaidista, de color gris azulado o gris de campaña, polainas de lona y botines. Se conserva una fotografía en la que aparecen dos paracaidistas alemanes con los blusones habituales de camuflaje distribuidos por las SS, aunque se cree que se trata de perso­ nal de la Fallschirmjäger de la Luftwaffe en Italia que habría tenido la oportunidad de conseguir los blusones de las SS de la D ivisión Panzer «H erm ann Göring», que había sido equipada con ellos. En otra foto­ grafía insólita aparece un paracaidista de las SS vestido, aparentem ente, con la guerrera y los pantalones de dril de camuflaje, con el diseño en forma de «guisantes», mientras cumplía funciones de infantería en el frente oriental, casi al final de la guerra.

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Paracaidistas de las SS atrincherados en posiciones defensivas en los alrededores de Schwedt, en el frente oriental, en febrero de 1945. Todos llevan el casco de los Fallschirmjäger de la Luftwaffe y los hombres que están en primer plano tienen la guerrera estándar de color gris de campaña de la Waffen-SS.

A unque las tropas de la W affen-SS no intervinieron nunca en el norte de África, las SS tenían un uniform e tropical especial. Varias uni­ dades, fundam entalm ente el Leibstandartc, la «Wikmg», la «Prinz Eugen» y la «Reichsfiihrer-SS», participaron en acciones en los Bal­ canes, el sur de R usia e Italia donde, a causa de las sofocantes condi­ ciones estivales, llevar el uniform e convencional resultaba, sin duda, m uy incóm odo. Sin embargo, la dem anda de prendas para un clima cálido solía ser localizada y transitoria, de m odo que la evolución de un uniform e tropical para la W affen-SS fue gradual y se hizo aprove­ chando los elem entos disponibles. La prim era vez que se solicitó una vestim enta tropical fue en abril de 1941, durante la invasión a Grecia, organizada a toda prisa, p ero el quince de abril H im m ler prohibió expresam ente a sus oficiales que usaran la vestim enta tropical del ejército que se acababa de presentar, de m odo que las tropas del Leibstandartey la «Reich» acabaron de atra­

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vesar el país con las pesadas guerreras y gorras reglam entarias, lo que distaha m ucho de ser lo ideal. C uando no tenían que com batir, algu­ nos m iem bros se acostum braron a llevar el equipo básico de deporte de las SS, que consistía en una camiseta y pantalones cortos, m ientras que otros iban con el pecho desnudo. U n a solución parcial a corto plazo consistió en distribuir los cascos de m édula, o Tropenhelme, ale­ m anes, italianos y holandeses, y los capturados a los británicos, que sustraían a la 5 a División ligera del ejército. Pero esos artículos en general no tuvieron m ucho éxito y no se llevaban demasiado. C uando se los ponían, las SS 110 portaban ninguna insignia. D urante el otoño de 1942 la División «Wiking» de las SS se in ter­ nó en la región del Cáucaso y otra vez se hizo evidente la necesidad de contar con un vestuario apropiado para un clima cálido. C o m o H im m ler había prohibido que se usara el uniform e tropical verde oliva del ejército, parte del personal de la «Wiking» adoptó en su lugar la versión de la Luftwaffe, hecha en dril de algodón de color habano claro, que com prendía una guerrera sin forrar con cuatro bolsillos, la gorra de cam paña Schiffchen y pantalones anchos. Se elim inaron todas las insignias de la Luftwaffe y se sustituyeron por las insignias habitua­ les de las SS, tomadas del uniform e gris de campaña. E] quince de febrero de 1943 se crearon los galones en «V» de las SS, de color haba­ no pardo sobre negro, para que los llevara el personal de los grados de Sturmmann y Rottenführer, con la guerrera tropical. Al m ism o tiem po

se prohibió el uso de insignias en el cuello con la guerrera tropical. E n septiem bre de 1943 se presentó y se distribuyó a toda una unidad de la Stunnbrígade «R eichsführer-SS», que estaba en Córcega, un uniform e tropical totalm ente nuevo y, p o r prim era vez, form aliza­ do, de la Waffen-SS. Se trataba de un extraño híbrido, posiblem ente confeccionado aprovechando las prendas italianas que los alemanes acababan de requisar. La guerrera tenía bolsillos de parche plisados, al estilo del ejército, era de color habano claro, al estilo de la Luftwaffe, y presentaba un efecto com o de capa por la parte superior, al estilo de la sahariana italiana; los picos de la «capa» fo rm ib an las solapas de los bolsillos superiores. Las insignias se lim itaban oficialm ente a las h o m ­ breras, los galones en «V» de la m anga tropical y una versión especial, tejida, en color habano pardo, del águila para el brazo de las SS, aun-

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que de vez en cuando tam bién se veían algunas insignias norm ales en el cuello. La gorra tropical de las SS, que hacía ju eg o con la nueva guerrera, era de la misma form a que la Einlieíísfeldrmitze, pero sin orejeras ni botones.Tenía el mism o corte que la gorra de campaña de camuflaje de las SS, tam bién era de color habano claro y llevaba, teji­ das en habano pardo, el águila y la cabeza de la m uerte. D e las p ru e ­ bas fotográficas se deduce que la única vez que se distribuyó en grandes cantidades el m odelo de 1943 de la guerrera tropical de la W affen-SS fue para la Sturmbrigade

El abrigo de cuero de color gris de campaña de «Sepp» Dietrich, con las hombreras de SS-Obergruppenführer. Lleva la etiqueta del fabricante «Schuchart & Tschach, Dresde».

«Reichsfuhrer-SS» y que, incluso entonces, los m iem bros de esa form ación no la siguieron usando cuando se fueron de C órcega para convertirse en el núcleo de la 16a SS-Panzergrenadier Division. Parece que se eligió a la Sturmbrigade, una

fuerza com puesta po r alrededor de dos mil hom bres que se form ó a partir del batallón de escolta de H im m ler, para probar en el cam po de batalla la nueva guerrera y hacer experim entos con ella. N o se sabe si m ereció un inform e adverso o si dejaron de fabricarse nuevas p arti­ das de la guerrera por una cuestión de econom ía y po r la falta de campañas tropicales con posterioridad a 1943. En cualquier caso, nunca más volvió a distribuirse en grandes cantidades, aunque usaron algunas chaquetas los oficiales de la D ivisión «Skanderbeg» y los h o m ­ bres del 8o R e g im ie n to de SS-Panzergrenadier, que estaba en Grecia. Por su parte, la gorra de cam paña tropical de las SS se distribuyó m ucho entre las diversas unidades que com batieron en Italia durante 1944-1945 y era un elem ento del uniform e que tenía bastante éxito. D urante el últim o año de la guerra, los m iem bros de las form a­ ciones de las SS que com batían en Italia, Austria y los Balcanes volvie­ ron a llevar una mezcla de prendas tropicales de la W ehrm acht e italia-

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Un soldado de la 51a División (Highland) con dos prisioneros de la Waffen-SS en Normandía, El oficial que está en el medio lleva el abrigo reglamentario de los motociclistas. Obsérvense también las cuerdas extraoficiales que ha incorporado a su gorra de campo «chafada».

ñas, según la disponibilidad y las condiciones climáticas. Los más apre­ ciados eran los artículos de la Luftwaffe, sobre todo la guerrera y la Schiffchen; a esta últim a se le añadían a m enudo las insignias de m etal

de las SS que se retiraban de la gorra con visera. Además, a pesar de la versatilidad de la cubierta de camuflaje para el casco, no era extraño que los hom bres de la Waffen-S S pintaran los cascos de acero de am a­ rillo arena cuando prestaban servicio en la zona del M editerráneo. E ntre todo el personal de la W affen-SS, cualquiera que fuese la rama en que prestaran servicio, se distribuyeron con profusión diversas prendas de protección. Ya en ju lio de 19.35 se entregó al Leibstandarte un abrigo cruzado de color gris tierra, o M antel, con el cuello ribe­ teado y gran cantidad ele insignias. Lo reemplazó en 1937 una versión en color gris de campaña y, c on la evolución m ilitar de la SS-V T y las SS-TV, se tendió a seguir de cerca tas m odas de los abrigos del ejér­ cito, con lo cual poco a poco se fue adoptando un cuello verde oscuro y se fueron elim inando las insignias del cuello. Al estallar la guerra, la

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situación en lo que respecta a Lis insignias de los abrigos era confusa y se dieron diversas órdenes para tratar de aclarar la situación. Fd cuello verde oscuro fue aprobado oficialm ente en diciem bre de 1939, aun­ que se suprim ió pocos meses después. Los ribetes para el cuello de los demás grados cayeron en desuso en agosto de 1940 y todos los ejem ­ plos que todavía se conservaban del viejo abrigo gris tierra se retira­ ron en m arzo de 1941. Λ los oficiales que tuvieran el grado de S S Obe führer o uno superior se les autorizó a llevar el abrigo con los tres

botones superiores abiertos para que quedaran a la vista las solapas características, de color gris plateado y, a partir de 1941, codos los que tuvieran la C ruz de Caballero o cualquier otra medalla para el cuello recibieron la misma autorización, para que pudieran lucir sus conde­ coraciones. A m edida que fue avanzando la guerra, para com pensar la peor calidad del M antel de rigor, m uchos oficiales se hicieron confec­ cionar abrigos a m edida, según sus propias especificaciones. Esas prendas incluían m ejoras, com o torros totalm ente desmontables, botones reforzados, bolsillos adicionales y cuellos de piel de quita y pon. En. consecuencia, llegaron a confeccionarse y a llevarse al m ism o tiem po docenas de variaciones del abrigo de la W affen-SS, m uchas de las cuales contravenían las disposiciones oficíales. Además, se diseñó una versión en o rm e del M ante1, llamada sobretodo o Ubennantel, para que llevaran encim a del abrigo com ún los conductores de los vehícu­ los a m o to r abiertos o los centinelas que hacían guardia inm óviles. Los oficiales tenían la posibilidad de adquirir un abrigo de cuero de color gris de cam paña, pero era un artículo dem asiado caro y pocos subalternos podían perm itirse ese lujo. Había diversas vanantes, tanto en lo que respecta al corte com o en el uso de las insignias. C o m o alternativa al Ledermantel m uchos oficiales jóvenes y suboficia­ les com praban el im perm eable gris de campaña, m odelo 1938, el lla­ m ado Regenmantel, que resultaba m ucho más barato; era de b rin de algodón revestido de caucho y parecía de piel, O tros usaban el abri­ go reglam entario de los motociclistas, o K m dschutzmantel, que al p rin ­ cipio se presentó para los mensajeros del ejército ν acabaron lleván­ dolo, cuando hacía mal tiem po, distintos m iem bros de la W ehrm acht, la í Vaffeu-SS y la policía. Los prim eros tenían el cuello de tela de color verde oscuro pero, a partir de 1940, todo el abrigo estaba hecho de

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tela de caucho. El faldón se podía abrir y abotonar alrededor de las piernas para que resultara más fácil m ontar en la m otocicleta. D espués de la desastrosa campaña invernal de 1941-1942, duran­ te la cual los soldados alemanes que com barían en el frente ruso no recibieron la ropa de abrigo adecuada, se hicieron preparativos para diseñar y sum inistrar las prendas correspondientes del u n ifo rm e para que no se repitiera una crisis similar. A corto plazo se enviaron cha­ lecos y gorras hechos con las pieles de diversos animales o con lana de oveja, y los anoraks para la nieve, destinados al principio a las tropas de m ontaña destacadas en N oruega, se m andaron, p o r el contrario, al este. Cada vez que se seguía notando alguna carencia se rem itía la ropa de abrigo capturada a los soviéticos, añadiéndoles las prendas civiles recogidas en A lemania. D urante todo 1942 la W affen-SS desarrolló su propio uniform e de com bate de invierno, o W inter-Sonderbekleidung, independientem ente de la W ehrm acht, que consistía en un abrigo grueso, sem ejante a una cazadora, forrado de piel y confeccionado en una gabardina impermeable de color gris cem ento con cubrepantalones a juego. C uando el suelo estaba nevado se repartían un blusón blan­ co con capucha, sin teñir, y pantalones. Estaban diseñados para llevar­ se encim a de la cazadora y los cubrepantalones eran fáciles de lavar. Al final del año se distribuyó una cazadora acolchada reversible, de rayón im perm eable, blanca p o r un lado y de color habano o verde ju n c o por el otro, para protegerse del viento. El uniform e definitivo de invierno de la W affen-SS no entró en se rv ic io hasta 1 9 4 3 -1 9 4 4 ; in clu ía cap u ch a, c h a q u e ta , p a n ta lo n es y m itones, fabricados todos ellos con dos capas de tela im perm eable y una entretela de rayón de lana. Todo el atuendo era reversible, blanco por un lado y con el camuflaje de otoño de las SS por el otro, y estaba diseñado para llevarse encim a del uniform e de batalla norm al. El lado blanco se solía ensuciar en seguida, con lo que dejaba de cum plir su objetivo, de m odo que se ordenó a las tropas que lo llevaran con el lado de camuflaje hacia fuera, a m enos que com batieran efectivam ente en un terreno nevado. D urante 1944 se fabricó una pequeña cantidad de prendas similares utilizando los blusones del m aterial de camuflaje capturado a los italianos. Por lo general, la fabricación de artículos forrados en piel para la W affen-SS corría a cargo de la O stindustrie

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G m bH y era una especialidad de la SS-Bekleidutipwcrkc de la zona de

Lublm, fundam entalm ente en los campos de trabajo de Pom ato wa y Trawniki. Había órdenes de reco­ ger y enviar a Lublin, para reciclar­ las, las prendas de piel que se qui­ taban a los internos de los campos de concentración de todo el R eich. Lam entablem ente, m uchos solda­ dos de la IVajfcn-SS llevaban uni­ formes de invierno forrados con pieies de zorro y estolas pertene­ cientes

a ancianas que

habían

m uerto en Auschwitz, M ajdanek, Sobibor y Treblinka. Lejos de la línea del frente, el equipo de deportes básico de las SS consistía en una camiseta blanca, pantalones cortos negros, calceti­ nes blancos y calzado negro. En la delantera de la camiseta aparecía

Tropas de la Totenkopfen Jarkov, en marzo de 1943. El comandante del carro de combate (al que casi se le ha despegado de la gorra la cabeza de la muerte) lleva un chaleco de piel de cordero que no es reglamentario; en cambio, a s u s colegas les han dado la cazadora gris cemento con forro de piel.

una gran insignia negra tejida en la que se veían las runas de las SS dentro de un círculo.Tam bién había una camiseta negra que llevaba los colores de la insignia invertidos, com o alternativa para usar en las com peticiones por equipos en las que los contrarios iban de blanco. Los m iem bros del Lcibstandartc tenían su propia insignia en forma de escudo para la camiseta deportiva, que consistía en la cabeza de un águila coronada p o r el m onogram a «LAH». Se confeccionó un chándal negro, de dos piezas, con las runas de las SS en blanco, para hacer ejercicios de «calentamiento»; en cam ­ bio, los esgrimistas de las SS llevaban las runas plateadas dentro de un rom bo negro, cosido a la parte superior izquierda de la manga de su acolchada chaqueta de esgrima. Por lo general,no se entregó más ropa de deporte a la IV affhi-SS después de 1941 por cuestiones de eco n o ­ mía; a partir de entonces, se reservó para los m iem bros de los equipos

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deportivos y para los soldados heridos que hacían ejercicios y fisioterapia para recuperarse. El calzado estándar de las pri­ meras tropas armadas de las SS incluía dos pares de botas altas para marchai', uno para usar todos los días y ei otro para los desfiles. A par­ tir de 1934 todo el personal del Leibstandartc-, m enos los oficiales, recibió también un par de botas de

marcha del ejército,más cortas, para usar en el campo de batalla, llama­ das Knobelbecher (cubilete), y un par de botines acordonados para el trabajo en los cuarteles. Por lo Ni siquiera el uniforme de combate de invierno, con forro de piel, bastaba, a veces, para dar suficiente calor. Este pobre artillero de la Waffen-SS, que ocupaba una posición estática en el bosque de Toropez a finales de 1943, ha tenido que envolverse los pies y las piernas con una manta.

genera], los oficiales llevaban botas altas negras de montar, que cada uno compraba por su cuenta y, por tanto, no eran del mismo modelo. La primera medida de economía de guerra que afectó al calzado de las SS fue la disminución de la altu­

ra de las botas de marcha en noviembre de 1939. A partir de noviembre de 1940 ya no se distribuyeron más Knobelbecher entre las unidades de reemplazo y las de reserva y. a partir de julio de 1942, se entregaron a la mayor parte del personal de la Waffett-SS unos bonnes acordonados están­ dar en lugar de Jas boras de marcha. Siri embargo, el mero concepto de botas cortas y polainas desagradaba a la mayoría de los militares alemanes, que las llamaban «polainas de retirada», y conservaban todo lo posible sus botas altas de marcha, aunque en realidad estas propiciaban en sus porta­ dores las varices, y más de un soldado de infantería de la IVajfcn-SS tuvo sobrados motivos para arrepentirse después de haber usado sus preciadas botas altas. Las botas que se entregaban a las tropas de m ontaña tenían la caña con cordones, especialm ente diseñada, y la suela gruesa y claveteada,

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para que fuera más fácil escalar y esquiar. En el verano de 1943 la Waffen-SS inventó su propio estilo de polainas de m ontaña, según el

antiguo m odelo «estirio» del ejército austríaco. Estaban hechas de dis­ tintos tipos y colores de piel y iona, cubrían la parte superior de la bota, com o las polainas, y se acordonaban p o r la parte posterior. Se dis­ tribuyeron gran cantidad de polainas estirias entre las divisiones «Prinz Eugen» y «Handschar», que estuvieron en los Balcanes en 1943 y 1944. Se crearon varios artículos m uy resistentes, entre los que cabe m encio­ nar unas cubrebotas hechas de fieltro, piel o capas gruesas de paja tren­ zada, com prim idos y moldeados, para hacer tírente a las tem peraturas bajo cero que se registraban habitualm ente en el frente oriental. D urante 1944 y 1945 la calidad del calzado expedido se fue reduciendo de form a im presionante y al fina! de la guerra no era extraño ver a ios soldados de la W affcn-SS con botas capturadas al enemigo. Si bien los uniform es de la W affen-SS se distinguían en m uchos aspectos de los de las demás fuerzas de la W ehrm acht, durante la segun­ da guerra m undial se entregaron a la W affcn-SS las mismas armas y equipo que al ejército alemán. El equipo lo com prendía todo, desde los cinturones de cuero, las correas y las armas de bajo calibre hasta m orteros, vehículos blindados y artillería pesada..Al principio, los per­ trechos y los vehículos se pintaban de gris de cam paña o gris pizarra, pero, en 1943, resultó que esos tonos no eran prácticos para usar en frentes con diferentes terrenos, de m odo que en toda la W ehrm acht se adoptó un amarillo arena oscuro com o color estándar de base para el equipo de metal. D urante el resto de la guerra, los carros blindados, los cañones de asalto, los Panzerfaust (lanzagranadas) y hasta las grana­ das de m ano salían de fábrica pintadas de amarillo oscuro, con la idea de que en cada lugar se pudiera aplicar otra m ano de la pintura de camuflaje más adecuada. A todos los suboficiales y los soldados de la W affen-SS se Jes entre­ gaba un cinturón de cuero negro de cuarenta y dos m ilím etros de ancho, o Koppel, con una hebilla rectangular, según el m odelo de las SS de 1931, en acero niquelado o una aleación gris m ate, que se llevaba eoii todo tipo de uniform es. C o m o era tradicional retirar el cinturón, p o r m otivos de segundad, cuando se arrestaba a algún m ilitar (para que no se ahorcara con él), llegó u n m om ento en que su ausencia se

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consideraba una degradación y los únicos suboficiales que podían salir del cuartel sin el cinturón eran los que se encontraban en hospitales militares o convalecientes. La hebilla de los oficiales de las SS, de form a redonda, había sido diseñada para usar en tiem pos de paz y solía rom perse o abrirse durante el com bate. N o obstante, H im m ler recha­ zó de form a categórica todos los intentos de m odificarla, con la excu­ sa de que había sido «diseñada por el propio Führer a partir de los bocetos que había hecho él mismo». E n consecuencia, m uchos oficia­ les adoptaron, para estar en el campo, bi.cn la hebilla rectangular, más resistente, de los soldados de las SS o bien la hebilla básica del ejérci­ to, abierta y con dos dientes. La mayor parte de los soldados rasos que había en las unidades de las SS en la línea del freí te iban arm ados con fusiles Kar 98k de 7,92 m ilím etros y bayonetas M 8 4 /9 8 ; en cambio, los suboficiales y los jefes de los escuadrones de asalto llevaban metralletas M P38 y M P40. Tam bién se solían entregar a la W affen-SS otras armas autom áticas y se m ia u to m ática s, c o m o las M P 28, M G 3 4 , M G 4 2 , M P 4 3 , M P 4 4 y StG44. H abkualm ente, el ejército recibía herram ientas para cavar trincheras, máscaras antigás, paneras, mochilas, cuchillos de com bate, portam apas y prism áticos, si bien algunos ardeulos del equipo para el cam po de batalla se fabricaban para las SS en sus propias fabricas, situadas en los cam pos de concentración y en las cárceles. Por lo gene­ ral, las pistoleras se com praban o se entregaban con el arm a corres­ pondiente, Las pistolas de servicio de la W affeti-SS eran la Luger Parabellum P O S de 9 m ilím etros y la W alther P38, aunque al p rinci­ pio de la guerra tam bién se llevaban con frecuencia gran cantidad de armas obsoletas, com o la M auser «broomhandle» y pistolas checas y polacas capturadas. El arm a preferida po r los oficiales para llevar col­ gada del cinturón era la práctica W alther PPK de 7,65 m ilím etros, que se podía adquirir en la Kleiderkasse local de las SS tras presentar los docum entos de identidad del oficial. Según una orden de H im m ler del uno de enero cie 1943 había que llevar la pistola sobre la cadera izquierda, con el cañón hacia atrás, cuando uno se encontraba en la zona de operaciones, y sobre la cadera derecha, con el cañón hacia delante, cuando se encontraba en su propio territo rio (es decir, cuan­ do la espada o el puñal con cadena se podían llevar del lado izquier­

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do). E n octubre de 1944 se ordenó a los oficiales de las SS que, en público, llevaran siem pre la pistola cargada y se les recordó que debían tornar m uchas precauciones para que no se la robaran cuando acudían a estaciones de ferrocarril, salas de baile y lugares similares. Además de estos. Ia W affethSS llevaba habítualrnente varios obje­ tos personales más, com o linternas de campana, gafas protectoras, b rú ­ julas, lápices, mapas, gafas graduadas y artículos diversos, com o tabaco y condones del ejército. Sujeto alrededor del cuello con una cuerda, cada h om bre de las SS llevaba un disco de identificación de cinc, de form a ovalada, dividido por la m itad m ediante perforaciones, en el que figuraban su núm ero de servicio, la unidad y el grupo sanguíneo (este últim o tam bién se le tatuaba bajo el brazo). En caso de que m uriera en acto de servicio, se partía el disco p o r la mitad; la parte sujeta a la cuerda quedaba en el cuerpo y la otra m itad se retiraba para dejar constancia en el registro. A unque la mayoría de los uniform es de la W affen-SS en tiem pos de guerra eran confeccionados por empresas que pertenecían a las SS, las insignias que se les añadían solían ser fabricadas po r empresas p ri­ vadas alemanas de reconocido prestigio, para lo erial hacían falta una estandarización y un control de calidad m uy estrictos, cuya adm inis­ tración se encom endó a la Reichszeugmeisterei, o R Z M , un órgano que ya se había establecido el uno de abril de 1929 para supervisar la fabricación y los precios de todos los artículos que constituían el u n i­ form e del partido nazi. Las funciones básicas de la R Z M consistían en asegurarse de que los contratos del N SD A P llegaran a empresas arias y en garantizar que los productos finales tuvieran gran calidad y al m isino tiem po, un precio adecuado para el bolsillo del m iem bro m edio del partido.Tam bién actuaba com o una especie de «cámara de compensación» entre los fabricantes, por una parte, y los mayoristas y m inoristas p o r la otra. El dieciséis de m arzo de 1935 se in tro d u jo y se adjudicó un núm ero de contrato para cada empresa aprobada por la R Z M y, a partir de esa fecha, ese núm ero sustituyó a las marcas de los fabricantes en todo el equipo del NSDAP. Así fue com o los b o to ­ nes, las puntas de los cinturones y demás de la Allgemeine-SS, que siempre siguió siendo un órgano del partido nazi, presentaban siste­ m áticam ente las marcas de la R Z M , En cambio, los de la W affen-SS

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que, de hecho, durante la guerra fue un brazo del Estado, no solían llevarlas. Las insignias de la W affen-SS, com o las de las SS en general, se cla­ sificaban en varias categorías diferentes, según la fabricación. Las cha­ pas metálicas, com o las águilas y las cabezas de la m uerte para la gorra con visera, los botones de la Totenkopf para el m odelo de 1934 de la gorra de campaña, los m onogram as de las hom breras y las estrellas de grado estaban hechos con m ateriales m uy diversos, que dependían, fundam entalm ente, de la techa de fabricación. Las com binaciones más habituales eran las siguientes: Î. Chapa de bronce o Iomhakbronzc (1933-1936) 2. Alum inio chapado en cobre con una m ano superficial (1936-1945) 3. A lum inio pelado (1936-1945) 4. A cero chapado o pintado (1939-1945) 5. C inc chapado o pintado (1942-1945)

(i. Cinc pelado (1944-1945). En térm inos generales, la calidad de los metales fue em peorando a m edida que avanzaba la guerra, a pesar de lo cual el acabado gene­ ral siem pre m antuvo un buen nivel. Las águilas y las cabezas de la m uerte para la gorra, que eran frecuen­ tes tanto para la Allgemeine-SS com o para la Waffen-SS, solían llevar las marcas de la R Z M , ya sea impresas una por una sobre el reverso de la insignia o repujadas en ella corno parte del proceso de vaciado. Algunos ejemplos típicos: «RZM M l/5 2 » (Deseider &¡ Sohn de M únich) y «R Z M M I /167» (Augustin Hicke deTyssa,cerca de Bodenbach).Algunos artículos llevaban también el sello de inspección «VA», correspondiente al Venmltungsamt de las SS. D urante la guerra se modificó el form ato de los

códigos de la R Z M que se utilizaban en las insignias de metal de las SS: se eliminó el prefijo «Ml» y se añadió un sufijo para el año, por ejemplo: «R Z M 499/41». N o se tiene constancia de que se conserve ninguna lista de esos códigos posteriores, de m odo que no se han descifrado nunca. Las prim eras insignias de tela de las SS se bordaban a m ano y los soldados de las SS armadas llevaron insignias de ese tipo entre 1933

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Selección de insignias de tela de [a Waffen-SS: A - insignia para el cuello, modelo 1943, de la cabeza de la muerte en sentido horizontal, modelo BEVO, tejida a máquina con hilo de algodón gris piata; B - insignia para el cuello con tas runas de (as SS, las runas Sigel, bordada a máquina con algodón gris plata; C - águila de las SS para el brazo, con la cabeza curva, modelo 1938, bordada a máquina con algodón gris plata, alrededor de 1942 o 1943; D - insignia para el cuello de 7,5 centímetros, con la cabeza de ia muerte en sentido vertical, bordada a mano con hilo de aluminio; E - insignia de grado para el cuello, correspondiente a un SS-Untersturmführer.

y 1935. Los bordados a m ano se podían hacer con hilo de algodón blanco o gris plata, hilo fino de alum inio o plata bruta; estos dos últi­ m os estilos solían estar reservados para los oficiales, aunque en septiem ­ bre de 1934 se autorizó tam bién a los suboficiales y los soldados del LAH y la SS-VT a llevar insignias de hilo de alum inio con el unifor­ m e negro, para distinguirlos de sus colegas de la Allgcmeine-SS. Los bordados a m ano no eran nunca idénticos, puesto que se hacían uno po r uno. Los fabricantes de insignias po r lo general em pleaban a m uje­ res para hacer ese trabajo o lo encargaban a las costureras locales.

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Las insignias que aparecen en la página anterior vistas del revés. Obsérvese la etiqueta de papel característica de la RZM, adherida a la insignia de la cabeza de la muerte de 7,5 centímetros, previa a 1940. Esas etiquetas no aparecían en las piezas confecciona­ das más adelante, durante la guerra.

En 1936, cuando la R Z M había quedado bien organizada a las órdenes del R eichszeugmeister R ich ard B üchner, com enzaron a fabri­ carse y a distribuirse en grandes cantidades las insignias bordadas a m áquina para que las llevaran los soldados rasos y los suboficiales de las SS. Ese cipo de bordado era barato y rápido de hacer, parecía apre­ tado y quedaba en relieve. Los fabricantes de insignias bordadas a m áquina eran, por lo general, empresas bastante im portantes, ya que eran las únicas que se podían p erm itir el costoso equipo necesario para el proceso de fabricación. Esas empresas estaban sometidas al rígido co n tro l de la R Z M y sus p ro d u cto s ten ían que llevar una etiqueta con el núm ero de contrato correspondiente. Además de las eti­ quetas de papel estándar de la R Z M que utilizaban todas las form a­ ciones del NSDAP, se inventó un sistema de pequeñas etiquetas teji­

La Waffen-SS

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das en blanco y negro, concretam ente para los artículos de las SS. Cada una llevaba el sím bolo de la R Z M y las runas de las SS, ju n to con el núm ero de contrato del fabricante y el año; po r ejem plo: « R Z M 2 í /3 6 SS». C uando se contrataba a una empresa para hacer sólo el tra­ bajo de bordado se añadían a la etiqueta las letras «St», que indicaban Stickerei (bordado); p o r ejem plo: « R Z M St 4 5 9 /3 6 SS». N o era

extraño que se pusieran dos etiquetas de este tipo en una misma insig­ nia, sobre todo en los distintivos para el puño, cuando participaban dos empresas en su fabricación, debido a la subcontratación: una eti­ queta correspondía al fabricante tie la tela posterior y la otra, al bor­ dador. Tam bién era bastante habitual añadir otra etiqueta que dijera: Vom Reichsfiihrer-SS befohlene Ausführung, que indicaba que el artículo

en cuestión había sido fabricado de acuerdo con las disposiciones de las SS en lo que respecta a uniform es. Por todo lo anterior, a las insig­ nias bordadas a m áquina se las conoce com o el «estilo R Z M ». A partir de 1939 comenzaron a fabricarse insignias tejidas a m áqui­ na, utilizando seda artificial y o bien algodón o hilo de aluminio. Quedaban muy planas y el proceso de fabricación, por el que se podían tirar centenares de insignias idénticas en una sola banda continua de tela, com o una cinta, perm itía incorporar m uchos detalles en el diseño. La principal productora de esas insignias era la empresa B andíabrik Ewald Vorsteher, de W uppertal-Barm en, cuya marca, «BEVO», se ha converti­ do en sinónim o de insignias tejidas a máquina. En 1944 se com enzó a usar la serigraiïa para fabricar ciertas insig­ nias de la W affen-SS, aunque lim itándola, fundam entalm ente, a los distintivos de los voluntarios extranjeros, los brazaletes para los auxi­ liares de guerra y las insignias especiales de grado para las prendas de camuflaje. Pero la mala calidad de los productos acabados quedaba más que justificada por los bajos costos de producción y las insignias impresas tuvieron m uy poco éxito. Los procedim ientos necesarios para la aprobación y la fabricación de las insignias de la W affen-SS eran m uy complicados. Diversos depar­ tam entos de las SS, sobre todo la SS Hauptamt, el SS Fiihnmgshattptamt y la S S Wirtschafts- und Venvaltimgshauptamt, estaban perm anentem ente com o el perro y el gato con respecto a quién era responsable de esa cuestión, y el proceso m ediante el que se proponían y se introducían

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Historia secreta de las SS

insignias nuevas no quedó resuelto hasta mayo de 1944, cuando se acordó lo siguiente: 1. La S S-H A se convirtió en la principal encargada de diseñar y proponer al Rjsichsfithrcr de las SS las insignias «políticas» de las SS, es decir, los emblemas nacionales, las insignias para el cuello, los distintivos para el brazo y las insignias de las form aciones. Sin embargo, la SS-HA tenía que solicitar p rim ero la opinión del SS-FH A , antes de presentar muestras a H im m ler. 2. El SS-FIIA se convirtió en el principal encargado de diseñar y proponer al Rcichsfühm de las SS las insignias «no políticas», es decir, las insignias de grado, los distintivos, para el puño, los de com petencia, las insignias correspondientes a cada rama del servicio y las de los especialistas. Si surgían consideraciones políticas con respecto a alguna de ellas, el SS-FH A tenía que solicitar la opinión de la SS-H A antes de presentar la propues­ ta a H im m ler. 3 .Tras o b ten er la aprobación del Reidisfiihrer, la S S-H A enviaría al SS-FH A las insignias que figuran en el p u n to 1. E ntonces, el SS-FH A tenía que encargarse de su confección y distribución en colaboración con la SS-W V H A . El SS-FH A y la SSW V H A colaborarían hasta acabar las m uestras definitivas de esas insignias. 4.

La m anera de llevar las insignias nuevas se decidiría en función de la manera de usar las anteriores. En caso de que fuese necesario modificar la forma de llevarlas, el SS-FHA se encargaría de efectuar esos cambios. N o obstante, en el caso de las insignias que se con­ templan en el punto 1, el SS-FHA tenía que solicitar prim ero la opinión de la SS-HA. Eso tiie lo que ocurrió en 1944, cuando se decidió cambiar los distintivos de los voluntarios extranjeros de su lugar tradicional, 1,5 centímetros por encima del distintivo para el puño, y colocarlos en otro sitio, más arriba, en la manga izquierda, 1,5 centímetros por debajo del. águila del brazo de las SS. La SSFIA recibió innumerables quejas de las unidades de voluntarios extranjeros, cuyos miembros consideraron una afrenta la subordina­ ción de las banderas y los escudos de armas de su país al águila nazi.

La Waffen-SS

379

Para complicar todavía más las cosas el propio Himmler sugirió tam­ bién que se introdujeran insignias especiales, como distintivos para el puño, para algunos regimientos y divisiones de las SS que todavía no tenían nombre. Se encargó en persona de algunos diseños y consultaba a menudo a dos artistas de su Persönlicher Stab, el SS-Oberfiihrer profesor Benno von Arent y el SS-Obeifährer profesor Karl Diebítsch, Cuando el Reichsfülmr aprobaba un diseño este pasaba a la SS-WV11A que, u su vez.

autorizaba a la R Z M a fabricar la cantidad necesaria. Entonces, la R Z M suscribía un contrato con alguna de las empresas acreditadas y las insig­ nias acabadas se enviaban a alguno de lus depósitos de ropa de las SS, por lo general a Dachau, desde donde al final se enviaban a la unidad corres­ pondiente. D e modo que, para producir una insignia nueva, podían inter­ venir, y probablemente intervenían, nada menos que cuatro departamen­ tos: la SS-HA, el SS-FHA, la SS-W VHA y el Pers. Stab R S S . En septiembre de 1944 la R Z M se sentía tan presionada que se vio obligada a dejar de participar en el suministro de insignias para la Waffen-S S . El mes de diciembre siguiente anunció que, a partir de

entonces, las águilas, ias cabezas de la muerte, las insignias para el cue­ llo, las hombreras y los distintivos para el puno de la W affen-SS se podían fabricar sin necesidad de contrato para su venta directa a los mayoristas y minoristas autorizados mientras durara !a guerra. En esa época, había nada menos que veinticuatro empresas que fabricaban insignias de tela para la Waffen-SS: Gebrüder Auerhammer, Weíssenburg Albrecht Bender, Weissenbuig Max Dorfei, Eibenstock Lothar von Dreden & C o., Wuppertal-Elberfeld Oskar Frank, Eibenstock Geissler & Hast, Ansbach August Göbels Söhne, Gross-Schönau E. Günther, Eibenstock H ensel &r Schulm iann, Berlin Hinterleîtner, Bruimacker & Co.,Weissenburg E. Köliler. Annab erg Kruse & Söhne, Wuppertal-Barmen

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Historia secreta de las SS

Sigm und Lendvay, Vlena Lucas & Vorsteher, W uppertal-B arm en F. M üller, R ossbach R . Nirzsche, E ibenstock J. F. R ieleder, H eilbronn Julius Riess, Erfurt Franz R ö n n efah rt, B randeburgo H erm an n Schm uck & Co., W eissenburg l'hiele & Steinert, Friburgo Tröltsch & H anselm ann, Berlin Ewald Vorsteher, W uppertal-B arm en Ferdinand W in te r,!re u c h tlin g en Λ1 igual que otras form aciones militares del Tercer R eich , la WaffenS S utilizaba determ inados colores para el diseño de sus uniform es y s

equipo com o m edio para identificar la unidad. Esos colores aparecían en las hom breras de la guerrera, en los ribetes de las gorras, etcétera, y se conocían como los colores de la rama del servido, o Waffengattungsfaben, a u nque se les solía ciar el no m b re abreviado de Waffenfarben. Antes de que estallara la segunda guerra m undial, el ribete de todas las SS armadas era blanco, plata o negro y plata enrollados, com o el de la AHgemeine-SS. Sin embargo, en diciembre de 1939, debido a la mayor

militarización de la W affen-SS y a su reciente asociación con las fuerzas de la W ehrm acht, aparecieron hom breras ribeteadas con los Waffenfarben del ejército. Algunos oficiales com enzaron a equiparse tam bién con gorras con visera y pantalones largos con ribetes de los Waffenfarben, confeccionados por encargo a través de la Kleiderkasse local de las SS, pero H im m ler lo prohibió en seguida y dio órdenes de que los ribetes de esos artículos siguieran siendo blancos. A continuación se produjo cierta confusión, porque en mayo de 1940 el Reichsführer se echó atrás e indicó que, a partir de entonces, las gorras con visera podían llevar un ribete con los Waffenfarben, aunque todos los pantalones de paseo tenían que llevar ribetes grises. El mes de noviem bre siguiente, H im m ler cam ­ bió de opinión una vez más y dijo que había que volver a lim itar los Waffenfarben a las hombreras y el soutache de la gorra de campaña, y que el resto de los ribetes debían volver a ser blancos o color aluminio,

La Waffen-SS

381

según el grado. Resulta evidente que el Reichsfüiirer quería que sus hom bres m antuvieran una apariencia uniform e, diferente de la del ejér­ cito, si bien cierto núm ero de oficiales y soldados de la W affen-SS siguieron llevando los Waffenfarben en la gorra con visera hasta el final de la guerra, haciendo caso omaso de las órdenes de Him mler. Los colores Waffenfarben autorizados oficialmente para su uso por parte de las ramas de la Waffen-SS aparecen en el cuadro siguiente. N o obstante, conviene destacar que algunos colores desaparecían, se volvían a asignar o incluso cambiaban de nom bre de vez en cuando, y en todo caso las diferencias entre algunos de ellos eran tan leves que casi no se distinguían, situación esta que se complicaba por la variación de los tin­ tes de los distintos fabricantes, el efecto blanqueador del sol y el desgas­ te general de los ribetes en las condiciones del cam po de batalla.

S.S W A F F E N F A R B E N Waffenfarbe

R am a de servicio de la W affen-SS

1. N egro

U nidades de construcción Ingenieros

2. Azul oscuro

U nidades médicas

(«violáceo») 3. Azul claro

Servicio postal de cam po (a partir de febrero de 1943) Escuela Técnica del M o to r (hasta julio de 1942) Unidades de suministro U nidades de transporte (hasta agosto de 1944)

4. Azul celeste 5. C obrizo

A dm inistración U nidades de reconocim iento (hasta ju n io de 1942)

6. M arrón claro

Personal de los campos de concentración

382

Historia secreta de las SS

Waffenfarbe 7. Verde oscuro

R am a de servicio de la Waffen-SS Oficiales de la reserva (se in terru m p ió en 1942) Personal especializado (hasta ju n io de 1942)

8. Verde hierba

Tropas de m ontaña (a partir de mayo de 1942) División de la Policía (se interru m p ió en 1942)

9. Gris claro

Oficiales en general Estado Mayor de Him mler (hasta junio de .1942)

10. Gris oscuro

Estado M ayor de H im m ler (a p artir de ju m o de 1942)

11. Anaranjado

U nidades de la Policía M ilitar Tropas de las guarniciones Escuela Técnica del M o to r (de ju lio de 'I ^42 a agosto de 1944) U nidades de reclutam iento U nidades técnicas Personal de asistencia

12. R osa claro

Escuela T écnica del M o to r (a partir de agosto de 1944) U nidades de transporte (a partir de agosto de I944)

13..Rosa violáceo

U nidades Panzer U nidades anticarro

14. Salmón

Geólogos militares U nidades de artillería

1 5. R o jo intenso

U nidades de fuego antiaéreo U nidades de lanzacohetes 16. Granate

Personal ju ríd ico

17. Carmesí 1 (S. Torzal rojo y gris

Personal veterinario Personal especializado (a partir de ju n io de 1942)

La Waffen-SS

Waffenfarbe

R am a de servicio de Ia Waffen-SS

19. Blanco

U nidades de infantería

20. D orado

U nidades de caballería

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Unidades de reconocim iento (a partir de jim io de .1942) 21. A m arillo lim ó n

Servicio postal de cam po (hasta febrero de 1943) U nidades de transmisiones Corresponsales de guerra

La estructura de grados de la Waffen-SS era bastante similar a la de la Ällgcmciue-SS, con muy pocas excepciones. El grado más bajo de la Waffen-SS era el de SS-Sdiiitze (soldado raso), mientras que un soldado

que había prestado servicio d u ran te seis m eses se c o n o cía co m o SS-Obersehütze. El grado más alto de los suboficiales era el de SSSturmschafführer (sargento mayor de una compañía); cualquiera que

tuviera el grado de Unterführer podía ser nom brado para desempeñarse com o SS-Stabscharführer (suboficial a cargo) y cum plir diversas funciones administrativas y de inform ación y recibía el apodo de der Spiess (la lanza), térm ino tradicional que se rem onta a los piqueros medievales. Los grados comprendidos entre SS-Untersturmfiihrcr y SS-Hauptsturmfülirer se conocían com o oficiales de la compañía, mientras que los com prendi­ dos entre SS-Sturmbannführer y SS-Obetführer se llamaban oficiales de campo. A los grados superiores se les llamaba oficiales en general. Todos los generales de la Waffen-SS recibieron la graduación correspondiente en 1940 y fueron designados de la siguiente manera: SS-Brigadeführer und Generalmajor der W affen-SS SS-Gntppenfiihrer und Generalleutnant der W affen-SS SS-Obergruppenführer und General der W affen-SS SS-Oberst-Gruppenführer und Generaloberst der W affen-SS

Los ciudadanos no alemanes de países germánicos que prestaban ser­ vicio en las legiones extranjeras reclutadas por la Waffen-SS sustituían el

384

Historia secreta de las SS

prefijo de grado «SS-» p o r el de «Legions-» (por ejemplo, «LegionsHauptsturmfuhrer»), mientras que los que formaban paite de unidades no germánicas em pleaban el prefijo «Wa­ ffen-» (por ejem plo, «W affen-H auptsturm fiihrer der SS»), que indicaba que estaban adscritos a la Waffen-SS en lugar de pertenecer a ella directamente. Norm alm ente, el candidato a oficial de la Waffen-SS o Führerbewcrber (FB), que se distinguía por llevar una barra con dos galones en las hombreras, reci­ El SS-Gruppenführer Walter Krüger, comandante de «Das Reich», en septiembre de 1943. Lleva en el cuello unas insignias con muchos bordados y las hombreras de un general de las SS.

bía cuatro meses de entrenam iento bási­ co al cabo de los cuales se convertía en cadete, o Führerammrter (FA), y obtenía el título de SS-Jnnker, con el grado equi­ valente de SS-Unterschaiführer. A conti­ nuación, asistía a un curso de dirección militar que duraba seis meses y culmina­

ba con su prom oción a SS-Standartenjunker, equivalente a SS-Scharfiihm. Al cabo de otros seis meses de entrenamiento para oficiales era ascendido al puesto de SS-Standartenoberjunka; que equivalía a un SS-Hauptschaffîihrer, y se le autorizaba a llevar ios cordones de la gorra, la hebilla del cinturón y los ribetes de aluminio en la insignia del cuello que usaban los oficiales. A continuación lo enviaban otra vez a su unidad, en la que, tras un perío­ do mínimo de dos meses, era ascendido a SS-Untersturmführer. Los oficia­ les que no tenían intención de seguir una carrera militar y que sólo pre­ tendían prestar servicio en la Waffen-SS mientras durara la guerra recibían el título de oficiales de reserva y se conocían com o Resave-Führerbewerber (RFB), Reserve-Fiihmanwärter (RFA), SS-Junker der Reserve, S S Untcrsturmfiihrer der Reserve, y así sucesivamente.

Los suboficiales potenciales, o SS-Vntcijührerbewerber, por lo gene­ ral recibían form ación a nivel de la com pañía y ascendían a SSUnterfiihreranmirter y después a SS-Unterscharführer. D urante su form a­

ción llevaban una barra con un solo galón en las hombreras, si se habían

La Waffen-SS

385

alistado por doce años o más, y un cordón tino y retorcido en el Waffenfarbe adecuado si se habían alistado p o r m enos de doce años.

La W affen-SS em pleaba tam bién a especialistas civiles (intérpretes, m édicos, abogados, etcétera), conocidos com o Sonderfiihrer y, poste­ riorm ente, Fachführer, que recibían nom bram ientos acordes con sus funciones y podían tener los siguientes grados: SS-LJnterscharfiihrer

(S) o (F)

SS-Hauptscharführer

(S) o (F)

SS-Untersturmführer

(S) o (F)

SS-Hauptstitrmführer

(S) o (F)

SS-Sturmbannführer

(S) o (F)

H asta ju n io de 1942 el SS-Fachführer llevaba una insignia en blan­ co en el cuello derecho y ribetes de color verde oscuro en la h o m ­ brera. Después de esa fecha, el ribete era un torzal rojo y gris. Si un especialista dem ostraba ser capaz de com andar una unidad m ilitar correspondiente a su grado de Fachführer; perdía este y continuaba con sus obligaciones com o oficial o suboficial de la Waffen-SS. Los grados de la Waffen-SS se indicaban m ediante una com bina­ ción de insignias para el cuello y hombreras. Las prim eras unidades armadas de las SS pertenecían, técnicam ente, al personal de cada Abschnitt y, por tanto, sus m iem bros llevaban insignias en blanco en el

cuello derecho. A partir de mayo de 1933 las insignias de los oficiales se com enzaron a ribetear con un cordón retorcido de alum inio y negro y las de los demás grados con un cordón blanco. C o n la rápida expansión de las form aciones militarizadas de las SS en seguida resultó evidente que el Leibstandarte y las Politische Bereitschaften necesitaban algún tipo de insignia distintiva para el cuello y, hacia finales del año, se distribuyeron insignias entre los soldados del LA H, con las dos runas Sigel bordadas a mano, en plata bruta para los oficiales y en algodón blanco o gris plata para los soldados. E n ju n io de 1934 se autorizó a las PB de las SS que estaban adscritas a las Oberabschnitte Sur, Suroccidental y C entro a llevar las insignias rúnicas «SS 1», «SS 2» y «SS 3», respectiva­ m ente, con las cifras del m ism o tam año que las runas, y tres meses después se distinguió aún más a los suboficiales del LAH y la SS-VX al

386

Historia secreta de las SS

permitírseles usar bordados en hilo de alum inio en las insignias del cue­ llo. E n octubre se modificó el ribete de las insignias de los oficiales, que se convirtió en el cordón definitivo, en alum inio liso, m ientras que, a partir de entonces, los soldados adoptaron el torzal negro con aluminio. D urante el resto del período previo a la guerra se introdujeron las insignias de cuello bordadas a m áquina para el uniform e del cam po de batalla, las cabezas de la m uerte y otros diseños para las SS-TV y las unidades especializadas, m ientras que los Standarten «Deutschland», «Germania» y «Der Führer» adoptaron las insignias «SS 1», «SS 2» y «SS 3», esta vez con núm eros pequeños. Cuando se introdujeron las hombreras según el m odelo del ejército para las SS armadas, en marzo de 1.938, resultó evidente que no era nece­ sario duplicar las insignias de grado tanto en el cuello izquierdo (el grado de las SS) como en las hombreras (el equivalente del ejército). N o obstan­ te, Fiiinmler decretó que se siguieran mostrando los grados de las SS. La situación se agudizó al estallar la guerra, con la asignación de funciones concretas al LA H, la SS-VT y las SS-TV, ju n to a la W ehrm acht. Al solda­ do alemán norm al le desconcertaba el sistema de grados de las SS y no sabía m uy bien a cuáles de sus hombres tenía que hacer el saludo militar y a cuáles estaba obligado a obedecer. Por consiguiente, resultaba absolu­ tam ente imprescindible, por motivos prácticos y disciplinarios, que las insignias de grado de la Waffen-SS se correspondieran con las de las fuer­ zas armadas y fueran fáciles de reconocer com o tales. Por tanto, cuando se formaron las primeras divisiones de campo de las SS, en el otoño de 1939, se decidió que su personal no llevara las insignias de grado de las SS, sino que recibiera insignias de cuello a juego, con las runas o la cabeza de la m uerte a ambos lados. Sus grados se indicaban exclusivamente m edian­ te las hombreras, com o en el ejército. Sin embargo, los oficiales y los sol­ dados de la WaJfen-SS de antes de la guerra conservaron celosamente sus insignias de cuello, que indicaban el grado que tenían en las SS, El increm ento del uso de los blusones de camuflaje, que ocultaban las hombreras y, de hecho, cualquier otra insignia, salvo las de cuello, impulsó a H im m ler a rescindir la orden de usar insignias de cuello haciendo juego, del diez de mayo de 1940, y a volver a introducir )a insig­ nia de grado de las SS para todos los miembros de la Waffen-SS. Al mismo tiempo, la necesidad de seguridad durante la invasión de los Países Bajos

La Waffen-SS

y Francia

volvió

387

obsoletas

todas las insignias de cuello de la SS-VT y las SS- IV que lle­ vaban cifras o letras y hubo que retirarlas. En consecuen­ cia, por un breve período, durante la cam paña en el oeste, el personal de la SSVcrfüoungsdmsion no llevó nin­

guna insignia en el cuello. A partir de ese m om ento, la insignia básica de las runas de las SS se normalizó para todas las form aciones alemanas y germánicas de la Wqffén-S.S, salvo

las

Totenkopf,

unidades cuyos

de

la

m iem bros

siguieron usando la cabeza dé­ la muerte, fabricada entonces en una versión horizontal, más adecuada para llevar con la guerrera del campo de batalla,

Insignias extranjeras de las SS, para el cuello, diseñadas, aunque nunca aprobadas por Himmler, ni enviadas jamás a las unidades correspondientes: A - Los daneses de la «Nordländ»; B - 14a División/30a División; C - «Horst Wessel»; D - «Skanderbeg»; E - 29a División (rusa); F - 29a División (italiana); G - «Wallonien»; H - 30a División; I - tártaros; J - caucasianos; K - Legión India.

que tenía el cuello cerrado. En agosto de 1940 se abobó el torzal negro y aluminio que rodeaba las insignias de los soldados, con lo cual las insig­ nias quedaron sin borde durante el resto de la guerra. A medida que en la Waffen-SS se fueron reclutando cada vez más per­ sonas 110 alemanas, a partir de 1940, preocupaba a H im m ler que utilizaran la insignia de las runas de las SS unas personas que, racialmente, no fueran idóneas para pertenecer de lleno a ella, de m odo que dio instrucciones para que dichos reclutas llevaran alguna otra forma de insignia en el cue­ llo derecho, A partir de ese m om ento, las SS diseñaron y confeccionaron una variedad de insignias de cuello adecuadas (y, en ocasiones, inadecua­ das) para sus unidades extranjeras y, hasta que se distribuían, a m enudo las nuevas unidades llevaban insignias en blanco com o medida provisional. Los oficiales y suboficiales alemanes de las SS que prestaban servicio en las formaciones extranjeras seguían teniendo derecho a llevar las insignias de

388

Historia secreta de las SS

Insignias de cuello de la Waffen-SS. Se tiene constancia de que, durante la segunda guerra mundial, las recibieron y las usaron las siguientes unidades: A - todas las formaciones alemanas y germánicas de la Waffen-SS; B - el Standarte «Deutschland» de la SS-VT; C - las unidades de la Totenkopf; D - la SS-PolizeiDivision y los regimientos de la Policía; E - las unidades extranjeras y de especialistas que no tenían asignada ninguna otra insignia; F - «Prinz Eugen»; G - «Nordland»; H - «Handschar»; I - la 14a Division; J - la 15a Division; K - la Legión letona/las divisiones 15a y 19a; L - la 20a Division (insignia oficial a partir de junio de 1944); M - la 20a División (insignia extraoficial a partir de octubre de 1943); N - la 20a División (insignia oficial a partir de octubre de 1944); O - la 20a Division (insignia extraoficial confeccionada en Tartu, en febrero de 1944); P - «Maria Theresa»; Q - Legión Holandesa/«Nederland» (insignia oficial a partir de noviembre de 1941); R - Legión holandesa/«Nederland» (insignia extraoficial); S - «Nordwest»/ Freikorps DanmarklLegión Flamenca/«Langemarck»; T - «Landstorm Nederland» (prolongación extraoficial del Landwacht Nederland); U - Brigada Dirlewanger/36a División; V - guardianes de campos de concentración que no pertenecían a las SS.

La Waffen-SS

389

cuello con las runas de las SS y, a partir de ju lio de 1943, si decidían identificarse con sus hom bres poniéndose la insignia distintiva de la unidad^ estaban obligados, en cambio, a llevar las runas de las SS b o r­ dadas debajo del bolsillo superior izquierdo. Esta última insignia era idéntica a la que llevaban los hom bres de las SS en la policía alemana. El uso de las insignias de cuello no siempre se ajustaba a la n o r­ mativa. Si bien en 1940 se prohibieron las insignias a juego y las cabe­ zas de la m uerte verticales, se siguieron llevando hasta bien avanzado el año 1942, y en el cam po de batalla los oficiales solían usar otras insignias de grado o quitar los cordones de sus propias insignias. En 1943 se fabricaban versiones tejidas a m áquina de las runas de las SS y las insignias de la cabeza de la m uerte en sentido horizontal, aunque los ejem plos anteriores, bordados, todavía se seguían produciendo al final de la guerra. Los reclutas que estaban som etidos a entrenam ien­ to a m enudo no llevaban ninguna insignia en el cuello. En el cuadro siguiente figuran todas las insignias de cuello para las unidades de la SS-VT, las SS-TV y la Waffen-SS, cuyo uso confirm an las fotografías o las pruebas docum entales de la época. Sólo se hacían en la versión bordada, a m enos que se indique lo contrario. INSIGNIAS DE CUELLO DE TA D iseñ o

W A F F E N -S S

Período

U n id a d que la licuaba

de uso

Ninguno

1933-1945

SS

1933-1945

SS/1 grande SS/2 grande SS/3 grande D

1934 1934 1934 1934-1937

Unidades de especialistas, departamentales o del Estado Mayor del cuartel general que todavía ¡10 tenían insignia LAH; después, a partir de 1940, todas las unidades alemanas y germánicas a las que no se hubieran adjudicado otras insignias PB «Süd» de las SS PB «Südwest» de las SS l’B «Mitte» de las SS Batallón de Guardia (1 >achau)

390

Historia secreta de las SS

l )isefw

Pcrioilo

U n u itul que Ui llevaba

de uso

K

19.14- 1937

Ü

1934-1937

SS/T

1934-1940

S S /p ica y pala

1 9 34-1940

SS/rayo

1934 1940

SS/1 pequeño SS/B

1935-1940 1935 1940

SS/V Cabeza muerte Cabeza muerte

1935-1940 1936-1942

ele la vertical Je la verdcal/I-V

C abeza de la

muerte vertical/1-26 Cabeza de la muerte vertical/S SS/2 pequeño SS/S SS/N Cabeza de la muerte verrical/K SS/3 pequeño Calones de la policía Galones de la policía (tejidos) Cabeza de ¡a muerte horizontal León con ¡lacha León con hacha (metálica) U b ljs a ii^ e l

1936-1937

Personal de los campos de concentración Campo de entrenamiento de Dachau Escuela de oficiales de Bad Tölz Batallón de zapadores de la SS-VT Batallón de comunicaciones de ia SS-VT «Deutschland» Escuela de oficiales de Braunschweig Escuela de administración Unidades de la T o tcn k o p f

1 9 3 6-1940

Estado mayor de los batallones de la SS-TV Compañías de la SS-TV

¡930-1940

Batallón médico de la SS-TV

1936-1940 1936-1940 1936-1940 1937-1940 1938-1940 1939-1942

«Germania» Batallón médico de la SS-VT «Nürnberg» Estado mayor de los campos de concentración «Der Führer» División de la Policía

1939-1942

División de la Policía

1940-1945

Unidades de la

1941-1943 1941-1943 1941-1945

egión noruega Legión noruega Legión holandesa/ «Nederland» i

Totcnkopf

La Waffen-SS

D isc; Ίο

Periodo

í 'iiidiicl

391

que la llcvaha

de uso

Trifos

1941-1945

i.ira Bandera danesa Runa í )dal SoMicnnni abierta SS (tejida)

1941 -1945 1942 1942-1945 I943-1945 J943-1945

Cabeza de la muerte horizontal (tejida) Cimitarra y esvástica León rampante Esvástica

1943-1945

«Prinz Eugen» «Noi'dland» Todas las unidades alemanas y germánicas a las cuales no se hubieran asignado otras insignias Unidades de la T o lcn k o p f

1943-1945

«Haudschar»

1943 1945 1943-1945

Sol y estrellas E y brazo con cota de malla/espada Aciano H Fusiles cruzados V granada Tres leones pasantes Esvástica de dos brazos

1944-1945 1944-1945

14a División Legión letona/ 15a División/ 19a División 15J División 20' División

Granada encendida ( ¡ranada encendida (metálica)

1945 1945

1944-1945 1944-1945 1944-1945 1944-1^45 1944-1945

«Nord west» / Freikorps D a n m a r k / Legión tiam e ilca/ «Lan ge marck» Escuela de música Frcikori's D a n m ark

«Maria Theresa» «Hunyadi» Brigada D i r lc u w iß r / 36'’ División Cuerpo Libre Británico Guardianes de los campos de concentración que no pertenecían a las SS «Landsíonn Nederland» «Landstorm Nederland»

Se diseñaron una cantidad de extrañas insignias para las form aciones extranjeras de las SS, sobre todo las divisiones del este, aunque H im niler no las aprobó nunca ni las usó el personal correspondiente. Hasta 1935, cuando se introdujo el uniform e gris tierra, los m iembros de las SS armadas sólo llevaban del lado derecho las h om bre­ ras estándar de la Allocnicinc-SS. lin ju lio de ese año, los oficiales de la

392

Historia secreta de las SS

SS-V T

recibieron

ói'denes

de

ponérselas en los dos hom bros del uniform e gris. Los soldados reci­ bieron el m odelo de hombreras del ejército, hechas de tela lisa, de color gris tierra, o m arrón tierra para las tropas de Lis SS-TV En 1936 se sustituyeron las hombreras de esos soldados prim ero por una versión en negro, de borde redondeado, ribeteada con un cordón retorcido negro y alum inio y después por otra en negro, sin ribete, con los extremos en punta. N inguna de Selección de hombreras de la Waffen-SS: A - hombrera M38 con ribete obsoleto de cordón retorcido negro y aluminio, para un Sturmscharführer de la SS-VT; B - hom­ brera M39 con ribete blanco Waffenfarbe, para un Untersturmführer de las SS; C hombrera M38 con cadeneta «1», para un Scharführer del Totenkopfstandarte 1 «Obertayem» de las SS; D - hombrera M40 con ribete blanco Waffenfarbe y una etiqueta de quita y pon con la inscripción «LAH» bordada a máquina, para un Unterscharführer del Leibstandarte: E hombrera M40 con una etiqueta de quita y pon con un «4» en cadeneta, para un Scharführer del 4o Regimiento de Infantería de la Totenkopf de las SS.

esas hombreras primitivas indicaba el grado del usuario, que ya apare­ cía en las insignias del cuello. En m arzo de 1938 se propor­ cionó a todos los oficiales de las SS armadas unas hom breras según el m odelo del ejército, con el fiel­ tro interior negro y estrellas dora­ das y los suboficiales com enzaron a llevar galones de alum inio, o Tresse, y «estrellas» metálicas blan­

cas. A partir de ese m om ento, el grado se indicaba con toda clari­ dad en las hom breras. D esde

diciem bre de 1939 los oficiales lucían ribetes de colores con los Waffenfarben entre el cordón de alum inio y el fieltro inferior y los sol­

dados recibían sus hom breras negras definitivas, con ribetes de Waffenfarben y los extrem os redondeados. Bastantes insignias de identi­

ficación de las unidades se llevaban en las hom breras (véase el cuadro de la página 393), Para los oficiales, las cifras y las letras eran de metal dorado y, después de 1940, de bronce. Los soldados se las hacían b o r­ dar directam en te en las hom breras o en etiquetas de quita y pon,

La Waffen-SS

PLACAS PARA LAS JlOMBRERAS DE LA

Insignia

W A F F H N -S S

l hndad

A

Regimiento de Artillería de la SS-VT

A (gótica)

Batallón de Reconocimiento de la SS-VT

Αίν/Ι

Escuela de Artillería I

AS/II

Escuela de Artillería II

Rueda dentada

Unidades técnicas

D

Standarte

«Deutschland»

DF

Standarte

«Das Führer»

E/núnicxo romano

Oficiales de reclutamiento

Fl

Batallón de Ametralladoras Antiaéreas de la SS-VT

G

Standarte

«Germania»

JS/B

Jm ik erschu le

de Braunschweig

JS/T

Ju n kerschu le

de Tölz

L

Escuela Técnica del Motor

L (gótica)

Centros de formación

LAH

L eib sta n d a rte-S S

Lira

Bandas

MS

M u sik sch u le

N

Standarte

P (gótica)

Batallón Anticarro de la SS-VT

Serpiente

Unidades de Veterinarios

Serpiente + bastón

Unidades Médicas

SK/D

Guarnición de Dachau

SK/P

Guarnición de Praga

US/L

IJnteiführcrschule

de Lauenburg

U S/R

IJnterführerschulc

de Radolfzell

W

Standarte

1-17

Standarten T o te n k o p f

«Adolf Hitler»

de Braunschweig

«Nordland»

«Westland»

393

394

Historia secreta de las SS

a p a rtir de 1940, En el cuadro ap arecen las distintas insignias de id en tifica c ió n que sabem os que se usaron en las h o m b reras de la W affen-S S .

En octubre de 1943 H im m ler suprim ió el uso de esos símbolos mientras durara la guerra por m otivos de seguridad. En todo caso, seguía siendo fácil identificar a las unidades y al personal especializado m ediante las demás insignias, con la única excepción del Leibstandarte, a cuyos m iem bros se autorizó a conservar com o honorario el m o n o ­ gram a LAH. Los distintivos para los puños, unas cintas negras tejidas de unos 28 m ilím etros de ancho y 49 centím etros de largo que se llevaban en la parte inferior de la manga izquierda de la guerrera y el sobretodo, pasaron a ser elem entos distintivos del uniform e de las SS; aparte de servir para identificar la unidad del portador, a ellos se debió, en parte, el notable esprit de corps de la Waffen-SS. Todos los regim ientos ante­ riores a la guerra y la mayoría de las form aciones subordinadas de la SS-V T y las SS-TV tenían sus propios distintivos para el puño, que se entregaban al m ism o tiem po que la ropa. Cada hom bre recibía cua­ tro, uno para cada um form e, y se suponía que tenían que durarle nueve meses. Los prim eros distintivos para los puños llevaban letras góticas bordadas, m enos la insignia del Leibstandarte «Adolf Hitler», en la que aparecía la antigua form a alemana de escritura que se conoce com o Sütterlin, y que oficialmente, a partir de 1936, estaba reservada a los guardias del Führer. Ese estilo de escritura arcaica había sido proniocionado por u n profesor de diseño gráfico de Berlín, Ludw ig Sütterlin (1865-1917) y se enseñó en todas las escuelas de Alemania hasta 1941. El uno de septiembre de 1939 la «SS» gótica que se utilizaba en algu­ nos distintivos para los puños fue sustituida por una versión rúnica y tres meses después la escritura gótica cayó totalm ente en desuso y se com en­ zó a utilizar la escritura latina estándar. En mayo de 1940 se abolieron los distintivos para el puño que llevaban las unidades secundarias de la WaffenS S ,p o r ejemplo SS-Pionimturtnbaim y SS-Nachrichtenstiinnbann, po r cons­

tituir un peligro para la segundad. En cambio, se siguieron usando los nombres de ios regimientos, com o «Deutschland», incluso después de que comenzaran a usarse los nombres de las divisiones. Estos no se materia­

La Waffen-SS

395

lizaron hasta 1942 y los llevaba el personal de las divisiones que no tenía derecho a usar los distintivos del regim iento en los puños. De m odo que un m iem bro del bata­ llón de comunicaciones de la SSVerfiigutigsdiwion llevaría el distin­

tivo de SS-Nachrichtensturmban hasta mayo de 1940, después nin­ guno y, por último, el distintivo «Das Reich» a partir de septiembre de 1942. A medida que tue avanzando la guerra ios distintivos de los puños adquirieron una importancia reno­ vada y comenzaron a presentarse en El disiintivo para el puño del Leibstandarte «Adolf Hitler», bordado a mano en la escritura SüUerlin. Esta fotografía de una guerrera incautada fue tomada por un corresponsal de guerra británico en 1945. El escudo de la campaña de Crimea sólo sirve para impresionar y lo habitual era coserlo en la parte superior de la manga.

solemnes ceremonias durante las cuales los comandantes de las uni­ dades recordaban a quienes los reci­ bían el gran honor que se les con­ cedía y que no debían hacer nada que deshonrara los nombres que llevaban en los puños. N o se cono­ ce el criterio exacto que se aplicaba

para conceder los nombres y los distintivos, pero lo que sí es cierto es que muchas divisiones de las SS, como la 14' y la 15a, nunca tuvieron un nom ­ bre,y que en cambio otras, como la «Handschar» y la «ManaTheresa», nunca tuvieron un distintivo para el puño. Aparentemente, Him m ler juzgaba cada solicitud por sus propios méritos y rechazó a algunas unidades nuevas adu­ ciendo que el distintivo del puño había que ganarlo en el campo de batalla y a otras porque se habían formado com o un recurso temporal, durante la guerra, con personal que se consideraba radalmente inadecuado para perte­ necer a las SS. Todo soldado de la W affen-SS que pasara de una unidad a otra se tenía que quitar el distintivo que llevaba hasta entonces en el p u ñ o y reem plazarlo p o r el de su nueva unidad. Sin embargo, si a esta no le

396

Historia secreta de las SS

habían adjudicado ningún distintivo para el puño, podía seguir usan­ do el de su unidad anterior, lo cual explica que, al final de la guerra, el cuadro de oficiales de la 24a D ivisión de las SS en el n o rte de Italia usara distintivos de «Adolf Hitler» y de «Der Führer», además de la variación de distintivos que utilizaban los paracaidistas de las SS. En algunos casos se podían llevar dos distintivos juntos. Por ejem plo, los cadetes que recibían entrenam iento en Bad T ölz al principio estaban autorizados a llevar el distintivo «SS-Schule Tölz» p o r encim a de los distintivos de sus propios regim ientos o divisiones, m ientras que los corresponsales de guerra y los policías militares a m en u d o llevaban los distintivos «SS-Kriegsbenchter» y «SS-Feldgendarmerie» por debajo de los del regim iento o la división a los que estaban adscritos. A par­ tir de agosto de 1943 quedó prohibido seguir usando, de esta m an e­ ra, más de un distintivo para el puño. Los distintivos para los puños podían ser de cuatro clases, según la form a en que estuvieran hechos: 1. Bordados a mano con hilo de aluminio Producidos a partir de 1933 y hasta ju n io de 1942. Hasta 1936 los llevaban todos los grados y, a p artir de entonces, sólo los oficiales. 2. Bordados a máquina con hilo de algodón blanco o gris plata Era el llamado «estilo R.ZM». Producidos de 1936 a 1943 sólo para los soldados. 3. Tejidos a máquina con hilo de aluminio Producidos de 1939 a 1943 para que los llevaran sólo los ofi­ ciales. 4. Tejidos a máquina, en plano, con algodón gris o hilo de plata El llamado m odelo «BEVO». Producidos de 1943 a 1945 para que los llevaran todos los grados. Si bien aquí hem os detallado los usuarios ideales de los distintos estilos de tabricación, no era extraño que los oficiales utilizaran los dis­ tintivos de los soldados en el puño de sus uniform es para el campo de batalla, ni que los suboficiales consiguieran los distintivos de los oficia­ les para llevar en sus guerreras de vestir. Además, se siguieron usando

La Waffen-SS

397

las viejas reservas de algunos de los prim eros distintivos m ucho después de que se suspendieran oficialmente. Sabemos que existieron algunos estilos raros o incluso únicos, de los que se pueden citar, a m odo de ejem plo, los distintivos para el puño «Adolf Hitler» que llevaba duran­ te la guerra «Sepp» D ietrich, que se los había hecho bordar en oro bruto, a la m anera de un general de la W ehrm acht. En el cuadro de la página 398 figuran todos los distintivos para el puño de la SS-VT, las SS-TV y la WajJeti-SS que, según dem uestran los testim onios fotográficos, fueron autorizados y se utilizaron. U na pequeña cantidad de distintivos no aprobados, com o los de «Narwa» y «Estland», que llevaban algunos m iem bros de la 201 División de las SS, tam bién han sido confirm ados a partir de fotografías. Los distintivos que figuran en el cuadro siguiente fueron autoriza­ dos durante la guerra, aunque no se distribuyeron nunca, por diversos motivos. DISTINTIVOS PARA EL PUÑO QUE NUNCA SE EXPIDIERON D istin tiv o

A u to r iz a d o para

Artur Phleps

13° Regimiento Gebirgs,

7'

I )ív isió n

de las SS Charlemagne

33a División de las SS

Finnisches Frw. Bataillon

Batallón de Voluntarios Finlandeses

Der Waffen-SS Hinrich Schuldt

43° Regimiento de Granaderos,

30 Januar

32a División de las SS

Landstorm Nederland

34J División de las SS (este distintivo

191 División de las SS

ya existía para la unidad holandesa de la SS ( lerinánica del mismo nombre) Larvija

2'

Osttürkischer

Regimiento Tártaro de las SS

Brigada, 19a División de las SS

Waffen-Verband der SS Woldemars Veiss

42° Regimiento de Granaderos, 19J División de las SS

398

Historia secreta de las SS

DISTINTIVOS l’ARA EL PUNO EXPEDIDOS POR LA D istintivo

A ñ o en que

W A F F E N -S S

U nidad que lo llevaba

se presentó

Adolf Hitler

1933

Leibstandarte/ V

División de las SS Brandenburg

1937

SS-Totenkopfstandarte 2

British Free Corps

1944

Cuerpo Libre Británico, 11a División de las SS

Danmark

1943

24° Regimiento de Granaderos, 11a División de las SS

Das Reich

1942

2“ División de las SS

Cabeza de la muerte

1938

SS- Jbtei ikopfStandarte 1

Den Norske Legion

1941

Legión Noruega

Der Führer

1938

Standarte

De Ruiter

1943

49° Regimiento de

(insignia)

«Der Führer»

Granaderos, 23a División de las SS Deutschland

1935

Standarte

Elbe

1937

S S-W achstiirm bann

E SS/TV

1939

Unidades de

«Deutschland» II

entrenamiento de la SS-TV Florian Geyer

1944

8a División de las SS

Freikorps Danmark

1941

Freikorps D anm ark

Frundsberg

1943

10a División de'las SS

Frw. Legion Flandern

1941

Legión Flamenca

Frw. Legion Nederland

1941

Legión Holandesa

Frw. Legion Niederlande

1941

Legión Holandesa

Frw. Legion Norwegen

1941

Legión Noruega

La Waffen-SS

D istintivo

A ñ o en que

399

U n id a d que lo llevaba

se presentó

General Seyffardt

1943

48“ Regimiento de Granaderos, 23a División de las SS

Germania

1936

Standarte

Götz von

1943

17a División de las SS

1944

11° Batallón Panzer y

«Germania»

Berlichingen Hermann von Salza

11a División de las SS Hitlerjugend

1943

12a División de las SS

Hohenstaufen

1943

9a División de las SS

Horst Wessel

1944

18a División de las SS

Kdtr. Ü. L. Dachau

1935

Campo de entrenamiento de Dachau

Kurt Eggers

1943

Regimiento de Corresponsales de Guerra

Langemarck

1942

4° Regimiento de Infantería, 2a División de las SS y 27a División de las SS

Legion Niederlande

1941

Legión Holandesa

Legion Norwegen

1941

Legión Noruega

Michael Gaissmair

1944

12° R.egimiento Gebirgs, 6a División de las SS

Nederland

1944

23a División de las SS

Nordland

1940

11a División de las SS y Regimiento de Granaderos «Nordland», 5a División de las SS

400

Historia secreta de las SS

D istintivo

A ñ o en que

U nidad que lo llevaba

se presentó

Nordwest

1941

Standarte

Norge

1943

Batallón de Esquiadores,

«Nordwest»

6a División de las SS; y 23° Regimiento de Granaderos, 1Γ División de las SS Oberbayern

1937

SS-Totenkopfstandarte 1

Ostfriesland

1937

SS-W achsturm bann

Ostmark

1938

SS-Totenkopfstandarte 4

Águila de la policía

1942

4a División de las SS

Prinz Eugen

1942

T

Reichstührer-SS

1943

16a División de las SS

Reichsführung-SS

1940

Estado Mayor del Alto

IV

(insignia) 1)ivisión de las SS

Mando de las SS Reichsschule-SS

1943

Escuela para auxiliares femeninas de las SS

Reinhard Heydrich

1942

11° Regimiento Gebirgs, 6a División de las SS

Sachsen

1937

SS-W achsturm bann

Sanitätsabteilung

1936

Batallones Médicos de

III

la SS-VT y las SS-TV Skanderbeg

1944

21a División de las SS

SS-Ärtzliche Akademie

1939

Academia Médica

SS-Feldgendarnierie

1942

Policía Militar

SS-Heimwehr Danzig

1939

S S -H e im w e h r

SS-Inspektion

1936

Cuerpo de Inspectores

Danzig

de la SS-VT SS-KB-Abt

1941

Batallón de Corresponsales de Guerra

La Waffen-SS

D istintivo

A ñ o eti que.

401

U nidad que lo llevaba

se presentó

SS-Kriegsberichter

1940

Corresponsales de Guerra

SS-Kriegsberichter-Kp

1940

Compañía de Corresponsales de Guerra

SS-Musikschule

1941

Braunschweig SS-Nachrichtetisturmbann

Escuela de Música de Braunschweig

1937

Batallón de Comunicaciones de la SS-VT

SS-Pioniersturmbann

1937

Batallón de Zapadores de la SS-VT

SS-Polizei-Division

1942

4a División de las SS

SS-Schule Braunschweig

1935

Escuela de Oficiales de Braunschweig

SS-Schule Tölz

1934

Escuela de Oficiales de Tölz

SS-Totenkopfvervände

1937

Refuerzos del F.stado Mayor de la SS-TV y la Policía

SS-Übuiigslager Dachau

1937

Campo de Entrenamiento de Dachau

SS-Unterflihrerschule

1940

Escuela de Suboficiales

SS-Verwaltungschule

1935

Escuela de Administración

Theodor Eicke

1943

6o Regimiento de Granaderos, 3" División de las SS

Thule

1942

5o Regimiento de Granaderos, 3a División de las SS

402

Historia secreta de las SS

D istin tiv o

A ñ o en qui­

U n id a d que lo llevaba

se presentó

Thüringen

1937

SS- Totenkopfstandarte 3

Totenkopf

1942

3'1 1)ivisión de las SS

Wallonien

1944

28a División de las SS

W. 13. Dachau

1935

Empresas Económicas de Dachau

Westland

1940

10° Regimiento de Granaderos, 5a División de las SS

Wiking

1942

5a División de las SS

El águila del brazo de las SS se convirtió en una paite caracterís­ tica del uniform e de la W affen-SS. El águila y la esvástica se estable­ cieron com o el em blem a nacional, o Hoheitsabzeichen, del Tercer R e ic h el siete de m arzo de 1936, aunque los prim eros en llevar el águila de las SS en la guerrera fueron «Sepp» D ietrich y varios otros, en el verano de 1935, con el nuevo uniform e gris tierra recién estre­ nado. El uso de águilas en el bolsillo superior derecho quedó restrin­ gido p o r ley al ejército, la m arina y la fuerza aérea, de m odo que los m iem bros del LAH y la SS-V” se acostum braron a ponerse las suyas en la parte superior del brazo izquierdo, en lugar del exagerado bra­ zalete de la Allgeineine-SS, a todas luces inadecuado para usar en el cam po de batalla. El m odelo del águila en la m anga que adoptaron oficialm ente las SS armadas en mayo de 1936 fue el que se introdujo sim ultáneam ente para la policía ferroviaria, con el águila m irando hacia la derecha, con las alas recogidas. Se dejó de usar al cabo de tan sólo dos años, aunque algunos veteranos de las SS todavía la llevaban en 1943. El segundo y definitivo m odelo del em blem a nacional de las SS, con el águila m irando hacia la izquierda y las alas rectas, acabadas en punta, se concibió en 1938 y de él llegaron a producirse distintas

La Waffen-SS

403

variaciones. El m étodo de fabricación más com ún fue el bordado a m áquina, con hilo de algodón blanco o gris plata sobre negro; esas águilas de estilo R Z M venían en los tres tipos siguientes, según la época de su producción: T ip o 1

con la cabeza cuadrada m uy marcada (1938-1941)

T ip o 2

con la cabeza curva m enos m arcada (1942-1943)

T ipo 3

con la cabeza redonda y baja (1944-1945)

Según confirm an reiteradam ente las fotografías, las variaciones de los tipos dependían de la época más que del fabricante. El águila de cabeza cuadrada, «Tipo 1», aparece con frecuencia en las fotos anterio­ res a la guerra y en las tomadas durante las Blitzkrieg en el oeste y en los Balcanes, en 1940 y 1941, m ientras que la insignia con el águila de cabeza redonda no aparece nunca en esas fotografías. E n cambio, el águila de cabeza redonda, la del «Tipo 3», aparece de form a sistemá­ tica en las guerreras de instrucción de camuflaje durante la batalla de N orm an d ía y la de las Ardenas, m ientras que la insignia de «Tipo 1» brilla po r su ausencia en esa etapa de la guerra. En 1939 com enzó a aparecer una versión B E V O tejida a m áqui­ na del m odelo de 1938 del águila para la m anga, hecha en algodón gris plano o hilo de seda para los soldados y en hilo fino de plata para los oficiales. Se llevó m ucho en los uniform es de todo tipo de la W affen-SS durante toda la guerra y las auxiliares fem eninas de las SS

llegaron incluso a utilizarla com o insignia para la gorra. El águila B E V O tam bién se fabricó en color habano a partir de 1943 para el uniform e tropical. Los oficiales con frecuencia se hacían bordar a m ano las águilas de la manga en plata bruta y una vez más «Sepp» D ietrich, para poner de relieve su posición exclusiva, se hacía hacer las insignias en hilo de oro. Además de los diversos tipos reglam entarios del m odelo 1938 del Hoheitsabzeichen de las SS, a veces se llevaban otras águilas en el brazo

izquierdo de la guerrera de la Waffen-SS. Varios ex oficiales del ejér­ cito que habían pasado a la W affen-SS y extranjeros que habían pres­ tado servicio en las legiones de la W ehrm acht llevaban en la manga el águila que en el ejército se llevaba en la delantera, ya fuera para des-

404

Historia secreta de las SS

La versión BEVO, tejida a máquina, del águila de las SS que llevaban en el brazo los soldados.

tacar sus orígenes o sim plem ente porque les costaba m enos conseguir el águila del ejército. El uso de águilas del ejército se popularizó sobre todo durante la rápida expansión de la Waffen-S S en 1939 y 1940, cuando escaseaban las águilas de las SS, y los ribetes con los Waffenfarben al estilo del ejército y las insignias de cuello haciendo ju eg o estaban a la orden del día. U nos pocos hom bres de la SS-V T y las SS-T V que habían sido trasladados a unidades del ejército incluso llevaban el águila del ejército en la parte delantera, a la derecha, m ientras que seguían usando el águila de las SS en el brazo izquierdo. Las SS italia­ nas tenía su propia versión del águila de la m anga, que miraba hacia la derecha y sujetaba unas fasces en lugar de una esvástica y, entre agosto de 1942 y octubre de 1944, los m iem bros de la SSFcldgendarmcrie llevaban el águila de la policía alemana, confecciona­

da en hilo anaranjado. Además de las insignias m encionadas, com unes para la mayor parte del personal de la Waffen-SS, existían varias otras parecidas que tan sólo m erecen una breve m ención. Se crearon una serie de escu­ dos para el brazo para los voluntarios extranjeros de la Waffen-SS, que

La Waffen-SS

405

Un Obersturmführer del Batallón Médico de la SS-TV, trasladado temporalmente al ejército para su entrenamiento, en 1939. Además de la habitual águila de las SS en la manga, lleva el águila del ejército encima del bolsillo superior derecho. Esta es la única fotografía que se conoce en la que aparecen las dos insignias al mismo tiempo.

406

Historia secreta de las SS

T

BU

POP

►14

B

g

Selección de escudos de los voluntarios extranjeros, muchos de los cuales eran de la Wehrmacht y se siguieron usando cuando la Waffen-SS absorbió las unidades correspondientes, durante ei último año de la guerra. Se identifican aquí los siguientes: (a) ucranianos; (b) armenios; (c) cosacos de Terek; (d) flamencos; (e) rusos; (f) croatas; (g) cosacos del Don.

en general tenían la form a de banderas nacionales bordadas a m áquina sobre un fondo negro de tela que medía aproximadamente sesenta por cincuenta milímetros. Se estandarizaron en 1943 y, en su mayoría, los confeccionaba una empresa de Berlín llamada Tröltsch & Hanselmann. Al principio, los escudos se llevaban por encim a del distintivo del puño y más adelante, por debajo del águila del brazo; poco a poco, fueron reemplazando a las versiones del ejército que hasta entonces llevaban m uchos extranjeros. En esos escudos aparecían las banderas de Bélgica, D inam arca, Estonia, Francia, G ran Bretaña, H olanda, Letonia y N oruega, m ientras que las insignias de los voluntarios albaneses, croa­ tas, finlandeses, flamencos y ucranianos solían presentar motivos herál­ dicos. Se diseñaron una serie de insignias de oficios que indicaban apti­ tudes y especialidades, en form a de rom bos de tela negra que se lie-

La Waffen-SS

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vaban en la parte inferior de la manga izquierda. Las insignias se co n ­ cedían al finalizar el curso de form ación correspondiente de las SS y los que se graduaban en las escuelas militares estaban obligados a lle­ var la insignia del oficio del ejército, en lugar de la de las SS. A partir de octubre de 1943 las tropas de m ontaña llevaban un edelweiss b o r­ dado a m áquina del lado izquierdo de la Bergmiitze y en la manga derecha de la guerrera, por encim a del galón de h o n o r de la Vieja Guardia, si tam bién lo llevaban. Las auxiliares fem eninas uniform adas de las SS tenían una sola insignia, que consistía en un óvalo negro con las runas de plata de las SS, que se cosía al bolsillo superior izquierdo. O tros empleados civiles recibían brazaletes bordados, tejidos o im pre­ sos, con las palabras W affen-SS o Im Dienste der W affen-SS cuando estaban de servicio y los jóvenes ayudantes de las SS para el fuego antiaéreo, procedentes del este, llevaban brazaletes con los colores nacionales. D urante la segunda guerra m undial, los soldados de la W affen-SS podían aspirar a toda la gama de condecoraciones militares nazis, com o la C ruz de H ierro, la C ruz de Alemania, la C ruz al M érito en la G uerra, etcétera. Por su participación en las batallas de C rim ea, Dem yansk y Curlandia, los hom bres del Leibstandarte, la SS-TotenkopfD i vision y el 6o Waffen-Armeekorps der S S recibieron las distinciones de

cam paña correspondientes, m ientras que las tropas de todas las unida­ des llevaban placas de asalto de infantería, placas de asalto general, medallas por las batallas con fuego antiaéreo y Panzer, placas de h e ri­ dos, galardones p o r destruir carros de com bate y el Pasador de Lucha C u erp o a C uerpo. D e entre la plétora de condecoraciones de com ­ bate del Tercer R e ic h , no obstante, la única que destaca es la M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas, por tener una relevancia espe­ cífica para las actividades de la W affen-SS y, po r tal m otivo, m erece un tratam iento detallado. Poco después de que Hitler invadiera la U nión Soviética, en junio de 1941, la W ehrm acht tuvo que enfrentarse a un tipo de enemigo total­ m ente nuevo: partisanos con una organización profesional que atacaban en grandes grupos y eran capaces de abordar y derrotar a unidades ale­ manas que tuvieran la fuerza de un batallón o incluso de un regim ien­ to. El m ovim iento de partisanos surgió com o consecuencia de la pre-

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senda, en el territorio ocupado po r Alemania, de unidades enteras del Ejército R o jo que habían quedado aisladas po r la rapidez del avance alemán. Ya en julio de 1941 el com ité central del Partido C om unista invitó a los ciudadanos soviéticos a incorporarse a esas unidades y a alzarse en armas y, al año siguiente, el alto m ando soviético tom ó m edi­ das para coordinar la actividad de las guerrillas, estableciendo el estado mayor central del m ovim iento partisano. Se fueron suministrando cada vez más oficiales de enlace, equipos de radio, armas y suministros y las operaciones de los partisanos se integraron por com pleto dentro de la estrategia del Ejército Rojo. Además de los ataques generalizados a las comunicaciones alemanas, los partisanos realizaron esfuerzos concretos para apoyar las ofensivas soviéticas, sobre todo en Kursk, y consiguieron facilitar el avance de las fuerzas convencionales al asegurar puentes e instalaciones clave a m edida que avanzaban. La extensa superficie que se extendía detrás de las líneas alemanas y el terreno de bosques, m onta­ ñas y pantanos se prestaba a los ataques de la guerrilla y los partisanos obtuvieron un éxito tras otro. Llegaron a ser alrededor de cuatrocientos mil en Varsovia. trescientos noventa mil en Yugoslavia, doscientos trein­ ta mil en los países bálticos, ciento cincuenta mil en Bielorrusia, cin­ cuenta mil en el norte de Italia, cuarenta m il en U crania, cuarenta mil en Grecia y treinta y cinco m il en Albania. E n la mayor ofensiva alema­ na antipartisana de la guerra, la «operación Cottbus», que tuvo lugar en Bielorrusia en ju n io de 1943, participaron casi diecisiete mil soldados alemanes; fue tan brutal e implacable que en la zona de las operaciones no quedó nada con vida, ni seres hum anos ni animales. N o obstante, com o solía ocurrir en ese tipo de hostilidades, «Cottbus» no logró cap­ turar a su presa y constituyó un grave contratiem po para los alemanes. E n la lucha entre nazis y partisanos ni se pedía m se daba cuartel. A las atrocidades cometidas contra los soldados alemanes capturados se res­ pondía con una política de exterm inio p o r parte de las fuerzas de ocu­ pación. Por ejemplo, al entrar en Taganrog, el Leihstandarte encontró los restos mutilados de seis de sus hombres, a los que habían m atado y arro­ jado a un pozo. D urante los tres días siguientes las tropas de D ietrich fusilaron a alrededor de cuatro mil prisioneros rusos en represalia. La lucha antipartisana cada vez com prom etía a más soldados alemanes de todos los servicios de com bate y, en poco tiem po, grandes tramos del

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territorio ocupado por los alema­ nes se convirtieron prácticam ente en zonas en las que no se podía entrar, lo que facilitaba todavía más la coordinación de la actividad de los partisanos. La campaña contra ese «ene­ m igo invisible» dio un giro im por­ tante cuando, en octubre de 1942, encom endaron a H im m ler todas las operaciones antipartisanas. En un discurso que pronunció poco después, m anifestó que el nuevo enem igo no m erecía el título de «partisanos», que tenía connotacio­ nes patrióticas, ya que sim plem en­ te eran m iem bros de lo que él lla­ m aba pandillas de forajidos, o Banden, y ordenó que, en todos los

casos, había que acabar con esas guerrillas de gángsteres y ejecutarlos sin ju icio previo. H im m ler nom bró jefe de su contraguerrilla al SSObergruppenführer E rich von dem Bach, un hom bre que sentía un

odio tan patológico por todo lo eslavo que, en noviem bre de 1940,

Insignias gremiales de las SS. Se lleva­ ban en la manga izquierda, por encima del distintivo del puño, e indicaban las siguientes especializaciones o aptitudes: A - herrero; B - oficial técnico; C - encargado de las comunicaciones; D - suboficial de transporte; E veterinario; F - oficial médico; G ordenanza médico; H - músico; I - oficial jurídico; J - oficial adm inistrativo; K - suboficial armero; L - timonel.

había suprim ido el «Zelewski» del final de su nom bre por parecerle «demasiado polaco». H im m ler y Von dem Bach dispusieron la form ación d.e gran cantidad de regim ientos de policía de las SS, regimientos de fusileros de la policía y batallones de la Schimia para luchar contra los partisanos, dejando de ese m odo libre al ejército para prestar servicio en la línea del frente. En agosto de 1944 se alzaron en Varsovia los partisanos del «Ejército N acional Polaco», previendo la asistencia del Ejército R ojo, que se aproxim aba, pero que no llegó a concretarse nunca. Al principio, los rebeldes co n ­

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siguieron controlar dos tercios de la ciudad, pero la ferocidad de la res­ puesta de las SS y la policía, que arrasaron la capital de Polonia, obli­ gó a las guerrillas a pasar a la clandestinidad, a refugiarse en las alcan­ tarillas, donde poco a poco fueron reducidas y derrotadas po r fuerzas equipadas con vehículos blindados y lanzallamas, con el apoyo de los escuadrones de Stukas de la Luftwaffe. Entre las tropas de las SS que m ayor actividad desarrollaron en Varsovia figuran las brigadas Kaminski y Dirlew anger, unidades terroristas compuestas por delin­ cuentes convictos, especialm ente seleccionados p o r su brutalidad y su prescind ibilidad. Aplastar el alzam iento de Varsovia fue la victoria antipartisana más destacada que obtuvieron los alemanes durante la gue­ rra.Von dem Hach, que estuvo en persona al m ando de un g rupo de batalla durante la acción, recibió la C ruz de Caballero cuando la lucha concluyó con éxito. A raíz de la ferocidad de la guerra que se libró contra los partisa­ nos, al final surgió la necesidad de crear una nueva condecoración para com pensar a los que habían participado en ella durante un p eríodo prolongado. El treinta de enero de 1944 H itler instituyó la Bandenkampfabzeichen, literalm ente la «medalla de la batalla de los ban­

didos» o, más exactam ente, la «Medalla al M érito en la G uerra de Guerrillas». Se le dio el no m b re oficial de K am pfabzeichen der W a ffen -S S und Polizei (medalla de la batalla de la W affen-SS y la

policía) y fue la única condecoración m ilitar del Tercer R e ic h atri­ buida concretam ente a las SS. La concesión de la m edalla no se hacía en nom bre del C om andante Suprem o de la W ehrm acht, com o solía o cu rrir con las condecoraciones militares, sino en n om bre del Reichsführer de las SS. Ln una orden expedida por el cuartel general de

cam po de H im m ler el uno de febrero de 1944 se establecía lo siguiente: 1. La M edalla al M érito en la G u erra de G uerrillas reconoce el valor y la conducta m eritoria de quien la recibe. 2. Se concede en tres grados: bronce, plata y oro. 3. La Medalla al M érito en la G uerra de Guerrillas se puede con­ ceder a todos los oficiales, suboficiales y soldados que hayan participado en operaciones contra la guerrilla.

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4. La calificación para la concesión es la siguiente: (a) bronce

-veinte días de com bate

(b) plata

-cincuenta días de com bate

(c) oro

-cien días de com bate.

5. Se entiende p o r día de com bate aquel en el que el receptor ha participado en com bate directo (cuerpo a cuerpo) con los guerrilleros. 6. Los días de co m b ate se p u e d e n c o n ta r a p a rtir del u n o de enero de 1943. 7. La M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas se puede lle­ var encim a del bolsillo superior izquierdo de todos los unifor­ mes de las SS, la policía y el NSDAP. 8. La m edalla se concede con una m ención. 9. La entrega de medallas postum as para quienes las m erecieran antes de m orir en combate se hará a sus familiares más cercanos. Por consiguiente, los requisitos para recibir la medalla eran m uchos, con lo cual la Batidenkampfabzeichen resultaba m ucho más difícil de con­ seguir que otras condecoraciones similares, com o la Placa de Asalto de Infantería. El diseño de la M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas esta­ ba basado en el de la insignia del Freikorps de Silesia de 1919 y pre­ sentaba una corona de hojas de roble alrededor de una espada con una esvástica con form a de rueda solar (que representaba a las fuerzas ale­ manas y las auxiliares) clavándose en una hidra (los partisanos). La hidra era una serpiente de m ar fabulosa de la m itología griega, dota­ da de m últiples cabezas, que prácticam ente resultaba indestructible, puesto que las cabezas volvían a crecerle en seguida, en cuanto las cor­ taban. El paralelismo con las fuerzas de los partisanos, que volvían a surgir con energía una y otra vez, resulta evidente. En la punta de la espada había una cabeza de la m uerte, apropiada por partida doble, puesto que simbolizaba al m ism o tiem po la participación de las SS y el carácter m ortal de la lucha que se desarrollaba. H im m ler se reservó el derecho a conceder personalm ente la medalla de oro, lo que no es de extrañar, puesto que equivalía a ganar dos veces el prestigioso Pasador de Lucha C u erp o a C u e rp o en oro.

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En el Völkischer Beobachter del vein­ tiuno de febrero de 1945 se infor­ maba de que: «El Reichsführer-S S entregó ayer las prim eras medallas al M érito en la G uerra de G uerrillas en O ro a cuatro m iem bros de la W affen-SS que participaron en los

com bates que tuvieron lugar en la costa del Adriático.» El prim ero en recibirla fue el SS-Obersturmführer Erich K ühbandner, de la 24a División La Medalla al Mérito en la Guerra de Guerrillas en bronce. Los primeros en recibir esta condecoración poco común fueron oficiales y soldados de las SS durante el segundo semestre de 1944.

de las SS, que había sido ascendido concretam ente para luchar contra los partisanos en la meseta de Kras y en los Alpes Julianos. Teniendo en cuen­ ta que ya estaban al final de la guerra y el tiem po que se tardaba en tram i­

tar las solicitudes y organizar las ceremonias de concesión, es poco pro­ bable que se entregaran más medallas de oro. Hasta las medallas de bronce y de plata eran m uy cotizadas por la W affen-SS y la policía, y se concedieron m uy pocas veces, ya que las probabilidades de sobre­ vivir a más de unos cuantos días de com bate cuerpo a cuerpo con los partisanos eran, sin duda, remotas. E n m uchos sentidos, el diseño y la historia de la M edalla al M érito en la G uerra de Guerrillas representa la situación desesperada y hostil en que se encontraba la W affen-SS en el últim o año de la gue­ rra. Todavía cuesta conciliar los notables éxitos obtenidos por las SS en el cam po de batalla con las indudables atrocidades que algunas de sus unidades com etieron contra soldados y civiles por igual.

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p íl o g o

1944 la O rd en N egra había conseguido casi

todo el poder político, m ilitar y económ ico en Alemania, y sólo

había dos hom bres que contaban realm ente en todo el R eich: A dolf H itler y H ein rich H im m ler. La prensa sueca ya llamaba a H im m ler el «dictador alemán» y, com o C o rin g había caído en desgracia hacía tiempo, muchos eran de la opinión de que el Rcichsjiihrcr de las SS se limi­ taba a esperar la m uerte de H itler para situarse a sí m ism o a la cabe­ za del régim en nazi. C o m o com andante en jefe del ejército nacional,

fue H im m ler quien trazó los planes para la defensa desesperada de la patria y am enazó con castigar a todos los desertores, no sólo con su propia ejecución, sino tam bién con la de toda su familia. E n todo el país se pusieron en acción con­ sejos de guerra sumarios de la W a fjen -S S

y

c o m en zaro n

a

ahorcar en árboles y farolas a los holgazanes y a los que se escaqueaban, para que sirvieran de ejem plo a los demás. Los hom ­ bres de la Allgemeine-SS que prestaban servicio en la W ehr­ m acht y con el Volkssturm se m antenían cada vez más atentos por

si se

oían

com entarios

derrotistas, e informaban si las sentencias de los consejos de guerra regulares respetaban los rígidos principios de Him mler. E n noviem bre, el poder del Reichsfiihrer alcanzó el punto cul­

minante, porque el nueve de ese mes se le concedió el privilegio

El Reichsführer de las SS en noviembre de 1944, cuando ya había sido aceptado como heredero forzoso de Hitler.

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Historia secreta de las SS

Hitler saluda a «der treue Heinrich» en el cuartel general del Führer, mientras Martin Bormann acecha al fondo. Sobre el bolsillo superior izquierdo, Himmler lleva la Medalla al Piloto Observador en oro con diamantes, un regalo personal de Hermann Göring.

único y simbólico de ocupar el lugar de H itler para pronunciar el dis­ curso tradicional en la cervecería para conm em orar el putsch de M unich. F.n el fondo, no obstante, acechaba un misterioso rival en la lucha por el poder. M artin B orm ann, jefe de la cancillería del partido y p rin ­ cipal asesor de Hitler sobre el NSDAP, había recibido la O rd en de la Sangre, pero no por haber tenido participación alguna en el putsch de M unich sino porque había pasado un año en la cárcel po r un asesinato político. Era SS-Obergruppenführer, pero sentía un odio celoso hacia 1 Iiinm ler y anhelaba su caída. B orm ann sabía que el Reichsführer no era buen estratega militar y, en un artero intento para desacreditarlo, con­ venció a Hitler para que nombrara al jefe de las SS para ocupar el puesto vacante de com andante del grupo de ejército del alto R in, a p rinci­ pios de diciembre, con lo cual, en efecto, H im m ler asumía las respon­ sabilidades de un mariscal de campo de la W ehrm acht en el m om ento crítico en que las fuerzas armadas se desm oronaban en todos los fren­ tes. C om o era de esperar, el archipolicía H im m ler fracasó po r com ple­ to en su nuevo papel de militar y no le fue m ejor cuando le nom bra­ ron para hacerse cargo del G rupo de Ejército del Vístula en enero de

Epílogo

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La oficina de reclutamiento de la Waffen-SS en Calais, abandonada, el doce de octubre de 1944. Más de ocho mil franceses se incorporaron a la Waffen-SS durante la segunda guerra mundial.

1945. Perseguido por el espectro de la derrota, incapaz de asumir sus obligaciones personales, por entonces inmensas, e inseguro de seguir gozando del favor de H itler en esos tiempos imprevisibles, H im m ler cogió una larga baja por enferm edad, por una «fuerte gripe», y se refu­ gió en el hospital de las SS en 1 lohenlychen, dirigido por su viejo amigo Karl Gebhardt. El veinte de marzo, el Führer, desilusionado, lo relevó del m ando del ejército delVístula. El plan urdido por B orm ann había sali­ do a la perfección y le convirtió en el nuevo favorito para suceder a H itler com o jefe del NSDAP. Tras su súbito desprestigio y habiendo perdido, en consecuencia, toda esperanza realista de sucesión, H im m ler decidió entonces salvar su propio pellejo y el de sus camaradas de las SS, para lo cual inició en secreto negociaciones de paz con los aliados occidentales, utilizando com o baza a im portantes internos de los campos de concentración. A principios de abril, el conde Folke B ernadotte, vicepresidente de la C ruz R o ja sueca, que fue aceptado com o interm ediario en las conver­ saciones, se entrevistó con H im m ler po r segunda vez en H ohenlychen

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para analizar las posibilidades de acordar una capitulación de Alemania en el frente occidental. B ernadotte estaba dispuesto a apelar a Eisenhow er sólo si H im m ler se declaraba sucesor de Hitler, disolvía el NSDAP y liberaba a todos los prisioneros escandinavos retenidos en Alemania. Pero H im m ler no se decidió. Se veía a sí mism o com o el nuevo salvador de la Alemania nazi, pero, a] mism o tiem po, no podía desprenderse de la abrum adora influencia psicológica de Hitler, a la que había estado som etido desde 1923. El trece de abril de 1945 el propio H im m ler denunció por traidor a su antiguo ayudante, Karl Wolff, cuan­ do este inició por su cuenta sus propias negociaciones de paz con los aliados en Suiza. La situación em peoró de form a alarmante cuando otros destacados líderes de las SS fueron presa del pánico y com enzaron a abandonar en grandes cantidades la nave que estaba a punto de nau-

Uno de los suboficiales veteranos de ia Totenkopf en Belsen, cuando le registran los soldados británicos, tras la liberación del campo, el diecisiete de abril de 1945.

Epílogo

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Oficiales y soldados de las SS retiran cadáveres en Belsen, el diecisiete de abril de 1945. A finales de 1944 y principios de 1945 los prisioneros de Auschwitz, Majdanek y los demás campos de exterminio fueron obligados a marchar hacia el oeste, ante el avance ruso, y depositados en campos de concentración alemanes. Fueron los «esqueletos humanos» que los británicos y los estadounidenses liberaron al finalizar la guerra.

fragar.Tres SS-Obergruppenführer, a saber, Felix Steiner. C u rt von G ottberg y R ichard Hildebrandt, se plantearon seriamente un plan para asesinar a H itler'com o un m edio para poner fin a la guerra rápidamente, e incluso Ernst Kaltenbrunner, de la R SH A , tramó la rendición de Austria a los estadounidenses. En las SS reinaba el consenso general de que lo que m ejor convenía a sus intereses para después de la guerra sería que el jefe del Estado fuera H im m ler y que este pudiera negociar en su nombre.

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El SS-Standartenführer Walther Rauff (a la izquierda), jefe de la Policía de seguridad de Milán, se rinde a los estadounidenses el treinta de abril de 1945. Rauff también era Korvetten-Kapitän der Reserve en la marina y participó en las acciones de la Kriegsmarine en el norte de África, por lo que recibió el distintivo para el puño de la campaña de «África», que aparece aquí en la manga de su uniforme de las SS.

El diecinueve de abril, el SS-Brigadcfulirer W alter Schellenberg, subordinado de K altenbrunner, im ploró por últim a vez a H im m ler, en nom bre de una sección cada vez más num erosa de dirigentes de las SS, que depusiera a H itler y firm ara la paz. El R