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LOS RELATOS DE MILAGRO EN MATEO ( HISTORIA DE LA REDACCION) 1. OBJETIVO GENERAL: Conocer y ejercitar el método de la His

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LOS RELATOS DE MILAGRO EN MATEO ( HISTORIA DE LA REDACCION) 1. OBJETIVO GENERAL: Conocer y ejercitar el método de la Historia de la Redacción aplicado al estudio de los evangelios. 2.

OBJETIVOS PARTICULARES:

Descubrir el trabajo redaccional que el autor del prim er evangelio ha realizado sobre el material tradicional trasmitido por la comunidad primitiva. Conocer más claramente cuál es la orientación teológica que el autor del primer evangelio imprime a los relatos de milagros. D escubrir que los red acto res de los evangelios no son meros compiladores, sino verdaderos autores. 3.

METODOLOGIADEL CURSO

- Se realizarán reuniones tipo sem inario, donde el profesor expondrá el método y algunos ejemplos. - En las siguientes sesiones, cada alumno irá exponiendo un relato de milagro (Mt 8-9) donde se muestre el uso de dicho método. - Cada alumno presentará como trabajo final un relato de milagro de tradición doble o triple examinado con el método de la historia de la redacción. 4.

BIBLIOGRAFIA

R. BULTMANN, Histoire de la Tradition Synoptique (Du Seuil). M. DIBELIUS, La Historia de las form as Evangélicas (Clásicos de la Ciencia Bíblicall EDICEP Valencia 1984). J. DUPONT, Etudes sur les Evangiles Synoptiques I y II (BETL 70 A-B Leuven 1985). W. MARXSEN, El Evangelista Marcos. Estudio sobre la Historia de la Redacción del Evangelio. (Sígueme Salamanca 1981). W. TRILLING, El Verdadero Israel. Teología de Mateo (Fax Madrid 1974). J. CABA, De Los Evangelios al Jesús histórico (BAC. Madrid 1971). R. LATOURELLE, A Jesús el Cristo por los Evangelios (Sígueme, Salamanca 1982). H.SIMIAN YOFRE, Introduzione alla metodología esegetica (Roma 1993) J. SCHREINER ed, Introducción a los métodos exegéticos (Herder, Barcelona 1974). J. LOZA, "Tesis sobre los métodos de la exégesis bíblica", EphMex 1/2 (1983) 11-24. W, EGGER, Lecturas del Nuevo Testam ento (Verbo Divino, EstellaNavarra 1990). A. VARGAS-MACHUCA, Introducción a los Evangelios Sinópticos. Los Métodos Histórico-Críücos.(Madrid 1979). A. VARGAS-MACHUCA, "EL Paralítico perdonado, en la redacción de Mateo (MT 9,1-8). EstEcl 44 ( 1969) 15-43. A. VARGAS-MACHUCA," (kai) idou en el estilo narrativo de Mateo: Bib 50 (1969) 233-244. H. ZIMMERMANN, Los M étodos H istórico -crítico s en el Nuevo Testamento (BAC 295; Ed. Católica, Madrid 1969).

R. H. FULLER, Interpreting the Miracles, (London 1963). X. LEON DUFOUR, Los milagros de Jesús (Cristiandad). J. PELAEZ DEL ROSAL, Los m ilagros de Jesús en los evangelios sinópticos. Morfología e Interpretación. (Valencia 1984). L. SABOURIN, "The Miracles o f Jesus: BTB 4 (1974) 115-175; 5 (1975) 146200

.

INTRODUCCION Tanto la investigación h istórico-crítica de los evangelios como la enseñanza de la iglesia a partir de 1964, distinguen tres momentos básicos en la formación de los evangelios: 1) Lo que Jesús hizo y enseñó. 2) La predicación de los apostóles y de la prim itiva com unidad cristiana. 3) La redacción de los evangelios por los autores canónicos. La exégesis ha de tener en cuenta ese proceso de form ación para estructurar sus dos étapas fundamentales: + un análisis literario de tipo ascencional: de los evangelios al Jesús histórico. + y la étapa descendente: de interpretación exegética y teológica: "De Jesús a los evangelios". a)

Análisis: de los evangelios al Jesús histórico.

Partiendo del texto evangélico, el exegeta recorrerá en sentido inverso a su form ación la historia de cada una de las tradiciones del m aterial evangélico, para encontrar los estratos más antiguos. + En prim er lugar, mediante la comparación de Mt o Le con Me ( se presupone la teoría de las dos fuentes) y los demás procedimientos técnicos de la HR, se distinguen los elementos redaccionales de cada evangelista en lo literario y lo teológico. Por ejemplo, el bloque narrativo de Mt 4,23-9,35, es una agrupación redaccional del evangelista para presentar a Jesús como Mesías-Maestro (Sermón del Monte Mt 5-7) y su actividad salvífica (Mt 8-9). En una perícopa o tradición particular, como el "paralítico perdonado" (Mt 9,1-8) tam bién se muestran como redaccionales la simplificación del relato (Me 2,1-12) y el tema de poder perdonar los pecados concedido a "los hombres" (mt 9,8). Estos elem entos redaccionales serán im portantes para reco n stru ir el "sitz im leben" de Mt. Lo mismo habría que hacer con el relato de Marcos: separar los elementos redaccionales de este evangelista en conexión con su situación vital. Aquí todavía estamos en el tercer "Sitz im Leben", inciso C.

ANALISIS ASCENDENTE

A

B

Nivel histórico de Jesús Comunidad primitiva Postpascual

A’

INTERPRETACION DESCENDIENTE

B'

C

Me Mt

Evangelistas

Le

C'

+ Descartados provisionalmente los elementos redaccionales de Mt y Me, trataremos de reconstruir los estadios presinópticos de cada tradición concreta, según los métodos de la HF, para llegar a los estratos más antiguos de la predicación apostólica. En el ejemplo de la curación del paralítico habrá que distinguir qué elementos reflejan la fe post-pascual, en qué situación vital de la primitiva comunidad se predicaba el poder de Jesús para perdonar los pecados, por qué los escribas consideraban este perdón otorgado por la iglesia naciente como blasfem ia. Tam bién es de interés exam inar histórico-form alm ente si los temas de curación y del perdón se han unido en un estadio posterior de la predicación o iban juntos desdé el principio. Hasta aquí nos movemos en el segundo "Sitz im Leben", la vida y la fe de la comunidad que, como vimos, necesariam ente condicionó y modificó los datos fácticos de la vida de Jesús penetrando su sentido a la luz de la Pascua y bajo la guía del' Espíritu Santo (zona B de la gráfica). Para algunos crítico s todo el tem a del perdón de los pecados pertenecería a la reflexión de la comunidad postpascual, mientras que otros, sólo sitúan en este estadio un mayor énfasis y desarrollo del tema, cuyo núcleo se remontaría a Jesús mismo. + Una vez delimitados los estratos más antiguos de la tradición (descartando -provisionalm ente tam bién- los elem entos que claram ente provengan de la comunidad postpascual) estamos en condiciones de aplicar los criterios de historicidad para reconstruir en lo posible el nivel histórico de Jesús y de la comunidad prepascual de los discípulos, según hemos expuesto más arriba e ilustrado con algunos ejemplos (Se investiga y reconstruye la parte A del gráfico). b)

Interpretación exegética: de Jesús a los evangelios.

Hay autores que de tal m anera centran su exégesis en esta fase de análisis literario, que olvidan o dejan en la penumbra la interpretación y el significado teológico de los materiales pertenecientes a esos tres estadios ( o zonas del gráfico). En realidad, falta todavía la étapa eminentemente exegética, que ha de hacerse en sentido inverso al análisis; es decir, siguiendo los tres estadios o momentos básicos de la formación de los evangelios, según su orden genético o descendente. Ahora es cuando se valoran esos elementos que habíamos descartado provisionalmente. + En primer lugar, hay que interpretar el m aterial primitivo al nivel histórico del ministerio de Jesús. Este paso (zona A' del gráfico) nos permitirá sistematizar las características fundamentales de su obra, en un intento por descubrir todo el significado teológico, toda la resonancia religiosa de lo que dice y hace Jesús en el contexto histórico de su vida. No se trata de reconstruir los acontecimientos externos de su existencia, sino de captar en ella la primera revelación de la profundidad de su misterio y de su misión. Aquí precisam ente será donde se manifieste aquella resonancia crístológica, mesiánica y escatológica del mensaje de Jesús que es tan característica de su "sitz im leben". Esta interpretación del prim er estadio de la tradición contiene ya implícitamente toda una cristología. La tradición posterior tendrá solamente

que explicar lo que estaba ya en germen en el m ensaje y en las acciones de Jesús. Por otra parte, es interesante notar que en muchos casos el sentido primitivo de un pasaje es más rico y más profundo que las explicitaciones posteriores. Así lo han demostrado para muchas parábolas J. Dupont y J. Jerem ías. Por todo esto es de gran im portancia la investigación del nivel histórico de Jesús, no sólo para reconstruir los hechos de su vida + Después habrá que interp retar los m ateriales pertenecientes a la profundización de la predicación apostólica ( dejados aparte en la zona B del análisis) para reconstruir la vida y la fe de las comunidades presinópticas y los distintos matices que recibió el mensaje y la persona de Jesús. Ya sabemos, por la historia d e las formas que éstos fueron motivados por las diversas necesidades de las comunidades. + Finalmente habrá que recoger todos los m ateriales redaccionales de cada evangelista, para conocer su enfoque literario y teológico en cada una d e las perícopas y en la totalidad de su evangelio, según nos enseña la HR. Reconstruirem os así el tercer "Sitz im leben" de la comunidad en que se escribió- cada evangelio. Como lo señala I. de la Potterie, "Come impostar! oggi il problema del Gesú stcaieo?: CivCat 120 (1969, II) 4 4 7 -4 6 3 " solo una exégesis de este tipo muestra "que no hay una ruptura entre historia y fe, en tre el Jesús histórico y el Cristo de los evangelios, sino una continuidad orgánica. Sólo- esta unidad e n tr e la h isto ria ev an gélica y su p rim era in te rp re ta ció n c ristia n a consignada en los evangelios, constituye el fundamento' de la fe. Ya que la revelación cristian a n o se contiene solam ente en el m ensaje histórico de jesús, proclamado en los años 3 0 (Jerem ías), ni sólo en el kerig-ma de la comunidad primitiva (Bultmann-}; se encuentra tam bién en la obra y en la palabra de Jesucristo, presentada e interpetada por la iglesia apostólica y por los evangelistas, b ajo el influjo del Espíritu d e verdad". I

BREVE PRESENTACION DEL METODO DE LA HISTORIA DE LA REDACCION

La HF había reducido al mínimo la parte de los redactores, los trataba como meros recopiladores ingenuos que retom aron con m ayor o menor acierto los elementos de la tradición. La HR trata de valorar exactamente el papel de los evangelistas: estos actúan con m ucha lib ertad fre n te al m a teria l recib id o y esto h a ce preguntarse ¿ en qué medida es com patible esa libertad con una fidelidad cierta y controlable a la tradición anterior? Por dos motivos especialmente es necesario tener presente este método: a) motivo externo: el problema suscitado por la HF que infravaloré la contribución de ios evangelistas. b) m otivo interno: la valoración exacta de la m ediación d e los evangelistas en la historia de la tradición evangélica. Numerosos trabajos han permitido señalar las intenciones teológicas de cada uno de los evangelistas, la consecuencia de esto es que se han ido borran d o las diferencias en tre el evangelio "teológico" d e Ju an y los evangelios "históricos" de los sinópticos. 1.1.

Los orígenes de la Historia de la Redacción.

El que acuñó la expresión fue W. Marxen en su obra "El Evangelista Marcos", él pretendía descubrir la form a y contenido d e los m ateriales utilizados por el evangelista, para discernir luego la naturaleza y ia extensión de su trabajo en la ordenación del m aterial preexistente, y la extensión de su

trab ajo al ordenar los m ateriales previos, y los retoques redaceionales propios. Los orígenes de la cuestión se rem ontan a la discusión establecida a fines del siglo XIX y principios del XX sobre el evangelio de Marcos: - según la escuela liberal, era posible conocer a Jesús tal como fue, a partir de Marcos, el más cercano a los hechos y el más fiable hirtóricam ente; mientras que Lucas y Mateo tenían sus "intenciones teológicas". - Wrede en su obra sobre el secreto m esiánico en 1901 mostró que también Marcos reflejaba una concepción teológica. Según él la cuestión del "secreto mesianico" es creación m arcana sin fundamento histórico. ■ El impulso mas fuerte cic la HR comenzo luego de 1945, sm embargo, Ia. Ligíhfoot en su obra "Historia e Interpretación", publicada en 1934 fue ya un prim er precursor, dem ostré que todo el evangelio' de Mareos revela una inten ció n teológica. Según él, lo s p rim eros tre c e v ersícu los son una introducción a la eristología de Me: buena noticia sobre el Mesías, Hijo de Dios. Luego de 1945 vinieron tres grandes trabajos que consagraron el método: * G. Bomkamm en 1948 estudió el relato de la tempestad calmada (mt 8 ,2 3 -2 7 ) y el paralelo m arcano. Dem ostró como Mateo rein terp retó el acontecim iento al insertarlo dentro del contexto de la llam ada a la vida apostólica y de la fe en la palabra de Jesús, por eso, en el relato mateano, la lección sobre la fe (mt 8,26) precede al gesto de Jesús aplacando la tempestad. En Marcos, el milagro precede a los reproches dirigidos a los apóstoles. * El primer clásico de la HR es el libro "El Centro del Tiempo" de H. Conzelmann, escrito en 1954, a partir de esta obra se considera tam bién a Lucas como un gran teólogo. Conzelmann ve en Le 16,16 la clave de su evangelio y de su concepción de la historia de la salvación:"La ley y los Profetas llegan hasta Juan, desde ahí comienza a anunciarse la buena nueva del reino de Dios". Según él, Lucas distribuye la historia de la salvación en tres etapas: - el tiempo de Israel, que dura hasta Juan Bautista. - el tiempo de Jesús, que dura hasta la ascensión. - el tiempo de la iglesia, hasta la paresía. Esta perspectiva afecta todo el evangelio lucano, incluso en sus mínimos detalles. * W. Marxsen, en la obra ya mencionada, escrita en 1956. El compara ios métodos de la HF y la HR, aquella considera a los evangelistas como meros recopiladores, la HR como verdaderos autores, la HF se in teresa por las pequeñas unidades y su am biente vital, la HR se interesa por los grandes conjuntos, procurando discernir los motivos explicativos. La HF n o h ace justicia a Marcos que creó el género literario "evangelio". Los estudios de la HR obligan a distinguir un triple "sitz im Leben": el de jesús, el de la iglesia y el del evangelista. * W. Trilling, "El verdadero Israel", escrita en 1959. Es una obra sobre la teología de Mateo, analizó sobre todoM t 28,18-20 y tres secciones importantes: la crisis de Israel (Mt 21,33-45; 27,15-26}; el verdadero Israel ( Mt 10,5b-6; 15,24; 18 ); la ley del verdadero Israel ( Mt 5,17-20). 1.2.

Los procedimientos del método

El objetivo es descubrir la perspectiva teológica de cada evangelista, la estructuración dada al m aterial recibido, su huella estilística. Ya lo dice la Instrucción sobre la Verdad H istórica de 1os Evangelios de 1964: ’’Han realizado una selección en los materiales tradicionales, han hecho1un trabajo de síntesis, y han adaptado su evangelio a las necesidades de las respectivas iglesias locales".

a) Selección : Los m ateriales evangélicos no fueron creados por los redactores, éstos ya lo encontraron y seleccionaron, así lo atestigua Jn 20,30; 21,25. Es notorio también que el evangelio de Marcos sea sobre todo narrativo, y que recoga solamente dos discursos ( Me 4.13). b) Estructuración: Mateo estructura su evangelio en cinco grupos de hechos y palabras, a fin de simbolizar el nuevo Pentateuco del nuevo Moisés para el nuevo Israel. El Sermón de la M ontaña es una síntesis en parte redaccional, de logia pronunciados por Jesús en diversas circustancias. El ciclo de los milagros (MT 8-9) constituye junto con el discurso ( 5-7) una síntesis que propone a Jesús como legislador y taumaturgo de los tiempos mesiánicos, este conjunto queda resumido en dos sumarios (Mt 4,23 y 9,35) que reagrupa la doble actividad de Jesús: obras y palabras. Lucas respeta la estructura cuatripartita tradicional del ministerio de Jesús ( preparación, predicación en Galilea, viaje a Jerusalén, m uerte y resurección), pero tiene dos incisos, de los cuales, el más largo ( 9,51-18,14) inserto en el viaje a Jerusalén, significa que dicha ciudad es el centro del sacrificio y de la victoria de Jesús y que la vida cristiana consiste en seguir a Jesús en el sufrimiento para entrar con él en la gloria. c) Adecuación a los lectores. M ateo escrib e p ara judeocristianos, Lucas se dirige a gentiles. Así Mateo quiere señalar a los judíos que Cristo no vino a abolir la ley, sino a perfeccionarla, propone así seis ejemplos que ilustran como la justicia de los discípulos de Jesús supera a la de los escribas (Mt 5,20-47). Lucas no habla del tema de la ley perfecta, sino que desarrolla el de la caridad expresada hasta el amor a los enemigos (1c 6,27-36). Es necesario m ostrar más detalladam ente algunos ejemplos concretos de actividad redaccional: * C orreccion es e stilística : Tan to M ateo com o Lucas rea liz a n co rreccio n es m eram ente estilísticas. Hay que re co rd a r esto p a ra no considerar cualquier m od ificación com o debid a a una intencionalidad teológica. * Omisiones: En el relato de la curación del leproso, tanto Mateo como Lucas (5,14) omiten la frase de Me 1,43: "Entonces Jesús lo despidió, ord enán d ole severam en te". La suprim ió Lucas p or su dureza o por considerarla glosa tardía. * P recisiones: El evangelista ayuda a su lector con algún dato que precisa el valor del texto fuente. Por ejemplo tou Theou de Le 22,69 es para precisar el dvnamis de Me 14,62. * Adaptación de una m etáfora: en la parábola de la casa construida sobre la roca o sobre la arena, Mt 7,24-27 piensa en una casa de tipo palestino (construyó sobre roca), mientras que Lucas en una casa de tipo griego ( cavó, ahondó, asentó los cimientos sobre roca) en Le 6,47-49. * Trasposición de perícopas: Lucas agrupa en un sólo relato (Le 3,120) dos hechos de la vida del Bautista que en el evangelio de Marcos aparecen separados, a saber, su predicación (Me 1,1-8) y su encarcelam iento (Me 6,1729). * Trasposición dentro de una misma perícopa: En el relato de la triple tentación de Jesús en el desierto, la segunda tentación de Mateo ( pináculo del templo) se convierte en la tercera y última de Lucas, probablem ente porque en la perspectiva lucana, Jerusalén es el lugar del sacrificio y la victoria de Cristo. * Reducción de dos momentos de la narración a uno sólo, en el relato de la resurreción de la hija de Jairo, Mateo no m enciona la delegación de los criados que vienen a anunciar la muerte de la niña (Me 5,3 5 ); Jairo es el único que se presenta ante Jesús para informarle de dicha muerte (Mt 9,18). * Añadido de un logion errante. En la parábola de los obreros enviados a la viña, Mateo añade un versículo: "así los últimos serán los primeros, y los

primeros últimos" (m t 20,16). Ese mismo logion se encuentra en Mt 19,30 ( jo v en rico ), en Me 10,31 a propósito de la recom pensa prom etida al desprendimiento, en Le 13,30 ( puerta estrecha para ingresar al reino). Es un logion errante que sirve de clave interpretativa para diferentes casos y que ilustra el cambio de perspectiva introducido en el evangelio. * Inserción de un logion tradicional. Marcos introduce entre la parábola del sembrador (Me 4,3-9) y su explicación (me 4,13-20) un logion del Señor que sirve de transición y que revela la teología de Marcos sobre el secreto mesiánico. Se refiere a Me 4,11. * Añadido de un relato precedente de otra tradición. Mt añade un versículo ( 27,19) en el relato del proceso de Jesús ante Pilato (Mt 27,15-26) sobre el sueño de la esposa del gobernador, que muy probablem ente proviene de otra fuente. * A breviación de un docum ento fu en te. Lucas y Mateo suelen con d en sar frecu en tem en te a M arcos en las p artes n arrativ as. M ateo especialmente atiende sólo a lo esencial de los relatos de milagros, hasta el punto de que su texto reviste con frecuencia un carácter lineal muy solemne. Las preocupaciones de Mateo son de orden catequético, incluso cuando narra, lo que le interesa es la doctrina del Señor, basta comparar en una sinopsis: Mt 8 ,2 8 -3 4 / / Me 5,1-20 geraseno. Mt 9,1-8 // Me 2,1-12 paralítico. * U tilización de p alabras gancho: Procedim iento usado muy frecuentem ente en la literatura rabínica con fines pnemotécnicos. Puede ser atribuible a la etapa oral de la tradición evangélica, pero tam bién puede revelar actividad redaccional. Así en Mt 6,5-13, la expresión "cuando oren" sirve para insertar el "padre nuestro" en la trama del sermón de la montaña. * Vinculación de perícopas aisladas: Marcos se contenta con yuxtaponer perícopas, mientras que Lucas y Mateo tienden a vincularlas, con vínculos queno tienen más que un valor literario: "entonces, luego, en aquel tiempo". Otras veces, estas transiciones son intencionales y tienen un valor de interpretación. Ejm: en la tentación en el desierto, Lucas añade: "Acabado todo género de tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno (Le 4,13); de este modo Lucas anuncia la fu tura m anifestación del diablo en tiempos de la pasión ( LC 22,3.53). * Los sumarios. Son medios de transición, pero constituyen tam bién síntesis para definir un aspecto de la actividad de Jesús. Estos sum arios, al ser com posiciones personales del evangelista, tien en una im portancia capital para conocer su teología. Así por ejemplo Mt 4,23 y 9,35 proponen a Jesús como el profeta y el taumaturgo de los tiempos mesiánicos. * Indicaciones geográficas A veces son p u ra m e n te biográficas ( Nazaret, Cesarea de Filipo,etc). también tienen a veces un valor teológico, como el "monte" del sermón mateano y no la "llanura" de Lucas, esto se explica porque Mateo ve en Jesús al nuevo Moisés que promulga la nueva ley en el monte, mientras que para Lucas el monte es el lugar de la oración solitaria de Jesús ( Le 6,12; 9,28). De sobra conocido, es el valor que Lucas atribuye a Jerusalén, como centro geográfico y místico de la historia de la salvación. * Referencia al Antiguo Testamento. La conciencia de que Jesucristo es el cumplimiento del AT es muy viva en el evangelio de Mateo, y se

manifiesta explícitamente en la fórmula que se vuelve leitmotiv: " 'Todo esto sucedió para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta". (Mt 1,22; 2,5.15.17; 3,3; 4,14-16; 8,17; 12,17; 13,35; 21,4; 27,9). * Dramatización de una escena. El sobrio relato de la curación de la sirofenicia (Me 7 ,2 5 -3 0 ) se con vierte en Mateo en una escena muy dramática (Mt 15,22-24). * Interpretación teológica de la tradición. Marcos le da al milagro de la multiplicación de los panes un sentido cristólogico, señalando que Jesús es el mesías, pastor de su pueblo que enseña y alimenta a los suyos ( Me 6,34). Lucas en el relato de la vocación de Leví, añade "dejándolo todo" para subrayar que el seguidor de Jesús tiene que renunciar a todo (Le 5,28// Me 2,14). Lucas indica que hay que cargar la cruz "cada día" (le 9,23 // Me 8,34) queriendo m arcar que la realidad de la cruz es algo que abarca toda la existencia cristiana.

1

MATEO

8-9

INTRODUCCION Los capítulos octavo y noveno form an una unidad redaccional de Mateo, en la cual el evangelista h a reunido diez relatos de milagros ( dvnameis). Tal unidad no necesita ser demostrada: está precedida por el discurso de la montaña ( 5-7), y seguida, luego del sumario conclusivo de 9,35, d éla misión de los doce discípulos en el capítulo décimo. Es bastante clara la inclusión entre 4,23 y 9,35 ("Jesús andaba alrededor de todas las ciudades y rancherías, enseñando en sus sinagogas y predicando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y dolencia"). didaskon - kervsson= discurso de la montaña (5-7) therapeuon = sanando... así en esta gran secció n el rein o es manifestado v proclamado en palabras y obras. Dejamos a un lado el discurso de la montaña para concentrar nuestra atención sobre la manifestación del reino en las obras potentes de Jesús ( dvnam eis). Después de haber presentado en los capítulos quinto al séptimo a Jesús que da inicio a la proclamación del reino con la palabra, Mateo demuestra en los capítulos octavo y noveno como este es inaugurado operativam ente mediante los signos (dvnameis) que ponen de relieve la presencia nueva de la intervención salvífica de Dios: la historia dé la salvación entra en una fase nueva y decisiva. La siguiente sinopsis m uestra tanto el contenido de la sección que debemos comentar, como la diversidad de Mateo respecto al orden seguido por Marcos y Lucas en la sistematización o estructura de la perícopa: Tesus poderoso en obras: la sección de los diez milagros Disposición de la estructura en el evangelio de Mateo: Grupo 1 Transición Leproso purificado Sien/o del centurión

Mateo 7,28-29 8,1-4 8,5-13

Marcos 1,21-22 1,40-45

Suegra de Pedro Sumario de curaciones

8,14-15 8,16-17

1,23-28 1,29-31 1,32-34

Lucas 4,32 5,12-16. 7,1-10 4,33-37 4,38-39 4,40-41

8,18-22 8,23-25 8,28-34 9,1-8 9,9-13 9,14-17

4,35-41 5,1-20 2,1-12 2,13-17 2,18-22

9,57-62 8,22-25 8,26-39 5,17-26 5,27-32 5,33-39

Grupo 2 Condiciones del seguim. Tempestad calmada Endemoniados gerasenos Paralítico perdonado vocación de Mateo Disputa sobre el ayuno Grupo 3

7

Hija de Jairo-Hemorroisa 9,18-26 5,21-43 Los dos ciegos 9,27-31 10,46-52 (20,29-34) Endemoniado mudo 9,32-34 --------Sumario inclusivo 9,35(M t4,23)

8,40-56 18,35-43 11,14-15

Observaciones generales Mateo ha reunido en estos dos capítulos, en un único conjunto, los dos bloques de m ilagros de Me 1 ( = Le 4: suegra de Pedro, sumario de las curaciones, leproso) y de Me 4-5 ( = Le 8: tempestad, endemoniado de Gerasa, hija de Jairo, hemorroísa). Dentro de esta útlima secuencia de Marcos y Lucas, Mateo ha insertado los relatos del paralítico, la vocación de Mateo y el tema del ayuno, que tanto en Marcos como en Lucas van siempre unidos, pero a continuación de la curación del leproso. En el prim er grupo Mateo incluye la curación del siervo del centurión, que en Lucas forma parte de otro grupo de milagros en el su capítulo séptimo. Omite en cambio el relato del endemoniado de la sinagoga, que es el primer milagro narrado por Me 1,2-28 y Le 4,33-37. El relato del leproso tiene una extensión diferente respecto a Marcos y Lucas.. En el grupo tercero Mateo incluye la curación de dos ciegos, que tiene muchas semejanzas con otro relato de Mt 20,29-34 y corresponde a Me 10,46-52 (1c 18,35-43), más el endemoniado mudo, que tiene sólo un paralelo en Lucas en un contexto diferente. Por tanto Mateo reúne redaccionalm ente, en un único conjunto, una serie de milagros que en Marcos aparecen en dos bloques: Me 1-2 y Me 4-5 y en Lucas están reunidos en tres grupos; Le 4-5, Le 8 y Le 7 (centurión); para completar esta serie de diez milagros, Mateo añade los últimos dos que en Marcos y Lucas aparecen en otros contextos. Este examen general de los capítulos 8-9 nos perm ite de confirm ar varias afirm aciones: 1) En estos se manifiesta una estructura redaccional de Mateo al menos de carácter literario externo. 2) Los evangelios no pretenden ser una b io g rafía en el sentido moderno: el orden y las circustancias señaladas por cada evangelista son diversas 3) Los evangelios están constituidos de unidades menores, trasmitidas por la tradición presinóptica. 4) Estas mismas unidades m enores tienen un fin kerigm ático que modifica y actualiza el relato según las circustancias. 5) Cada evangelista los reúne y modifica según una intención teológica determinada. Los puntos 4 y 5 serán el resultado de nuestra exégesis. Problem ática de las narraciones de milagros ( común a muchos otros relatos de milagros): a) histórica: ¿Jesús cumplió verdaderam ente m ilagros o son as bien añadidos pospascuales? b) Histórico-form al: suponiendo que Jesús cumplió verdaderam ente milagros ( curaciones y exorcismos principalmente), cosa que hoy admiten la gran mayoría de los biblistas, debemos tener en cuenta que las narraciones de milagros han.sido trasmitidas y modificadas por la tradición primitiva a la luz de la pascua y de la interpretación redaccional de los evangelistas. ¿Es posible llegar desde las narraciones de los milagros al nivel histórico de los h echos mismos? (Utilizamos la expresión "Form geschichte" en sentido amplio, que abraza también la historia de la redacción).

c)Teológica: ¿ qué significado tienen los milagros en la predicación de Jesús y en la presentación de los evangelios? Ciertamente para algunos lectores modernos la problemática histórica ocupa el prim er puesto de interés. De fren te a la teología del kerygm a debemos admitir que este es un aspecto im portante del mensaje cristiano, pero no el principal. Recordamos que en las cartas de Paulo se m encionan solamente la encam ación, muerte y resurrección. Por otra parte es imposible examinar el valor histórico de un paso evangélico sin un análisis literario previo: (estudio de los elementos redaccionales, historia de las tradiciones, formas de la tradición presinóptica), para descubrir los estratos primitivos y aplicar los criterios de historicidad , en un proceso ascendente de los evangelios a Jesús. Todavía es necesario evitar que la exegesis se reduzca solam ente a constatar los hechos de la vida de Jesús, sin exponer su significado teológico; - en el nivel de Jesús. - en el nivel de la tradición de la comunidad primitiva - en la redacción de cada evangelista. Realizaremos así la fase descendiente de la in terp retación : de Jesús a los evangelios. La Transición: Mt 7.28-29 Antes de pasar a la explicación de la purificación del leproso, debemos decir dos palabras sobre la transición de Mt 7,28-29: 7,28 kai egenetho hote etelesen ho lesous tous logous toutous 11.1 " " " " " diatasson tous dodeka 13,53" " " " " tas parabolas tautas. 19.1 " " " " " tous logous toutous. 26.1 " " " " " pantas tous logous toutous. Esta fórmula estereotipada de Mateo es claramente redaccional y sirve de transición a una nueva sección. La segunda parte de esta transición 7,29 es todavía más curiosa: Mtaeo tiene como introducción a su prim er relato de milagros (el leproso) las mismas palabras que tiene Marcos en 1,22, para su prim er m ilagro ( expulsión del demonio o exorcismo en la sinagoga de Cafarnaúm, omitido por M ateo). Aquí tenem os un claro ejem plo del p ro ced im ien to m ateano en tre tr a d ic ió n (7 ,2 9 ) y re d a cc ió n ( 7 ,2 8 ) . Probablemente este trozo-sumario (mt 7,29// Me 1,22) ha sido redactado por Marcos para describir la fuerte reacción de los oyentes. La enseñanza de Jesús tiene una eficacia extraordinaria. Marcos trae la justificación de tal descripción de una serie de tradiciones entregadas a él, que representan el notable enseñanza de Jesús ( ejm: 2,1-12: el paralítico; 3,1-6 curación de la m ano seca). Estas trad icion es ju stific a n tam bién un en fren tam ien to fundam ental con la doctrina de los escribas, los cuales aparecen como los adversarios dialécticos de Jesús durante su vida pública. Ellos interrogan a Jesús sobre su exousia (autoridad). Sobre el tema de la exousia de Jesús deberemos hablar frecuentemente más adelante. LA PURIFICACION (CURACION) DE UN LEPROSO. Mt 8,1-4// Me 1,40-45// Le 5,12-16 Análisis ascendente:

Nivel C: el texto evangélico.

Debemos antes comparar el texto de Mateo según la reglas de la crítica de las fuentes y de la crítica redaccional, para descubrir los elem entos propios de Mateo ( y Marcos). Como se ha dicho la colocación de esta perícopa al inicio del capítulo octavo es redaccional. Aún en el mismo relato se notan elementos redaccionales. + Notas preliminares de crítica textual: Las variantes del texto de Mateo tienen que ver solamente con el estilo y la grafía, por lo cual las hacemos a un lado. Tomamos el texto establecido por Nestie-Aland 26 Greek New TEstament. En cambio en el texto de Marcos al menos dos variantes tienen que ver con el sentido: v.40 gonypeton (D) GNT v. 41 splagknistheis- orgistheis (D) lectio difficilior, critica interna. Análisis redaccional del texto de Mateo: En Mateo encontramos una "fórmula" redaccional propia Esquema A \

- kai (también de) - proposición participial con verbo de movimiento cuyo sujeto es Jesús - verbo de modo finito - kai idou

kai exelthon ekeiten ho Iesous anechoresen eis ta mere Tyrou kai Sidónos kai idou gyne khananaia (Mt 15,21-22).

De las nueve veces en que se encuentra esta fórmula y sus variantes en Mateo, 6 veces aparece en nuestros capítulos. Hay otras ocho variantes de este esquema ( se puede llam ar B y C), por tanto 17 veces en las cuales Mateo comienza o continua un relato en la misma manera. El adopta la partícula kai idou para vincular a Jesús ( que es el sujeto de la proposición participial p reced en te) sobre todo co n lo s en ferm o s, e in d ica así el in icio verdaderamente importante del relato. Tal fórmula no se encuentra ni en Marcos ni en Lucas, entonces debe considerarse redaccional de Mateo. Además encontramos 10 pasos donde se adopta idou sin k ai. Esquema D (para continuar la narración) Participio en genitivo absoluto idou sujeto nuevo que entra en escena con un verbo de movimiento para hablar

tauta autou lalountos autois. idou archon heis proselthon proskynei autoi legón (Mt 9,18)

' •

También esta variante es redaccional de Mateo. Así finalmente encontramos en Mateo: Diecisiete casos de un esquema o fórmula narrativa fundamental ( con las variantes A.B. y C): frases participiales + verbo finito + kai idou y 10 casos de otro esquem a o fórm ula sem ejante má breye ( esquem a D): frase participial en genitivo absoluto + idou. Es decir: - un modo típico de comenzar ( esquema A y D) - un modo de continuar un relato ( esquema B y C)

uniendo dos o tres frases mediante un participio, del cual el sujeto es frecuentem ente Jesús ( cf. esquema A y B), e indicando con la partícula idou que se trata de : una persona importante que entra en la narración ( cf. esquema A y D). - o de un acontecimiento extraordinario ( esquema B) - o también de un episodio de interés en el seno del relato ( esquema C) Estilísticamente el esquema D es más apropiado para introducir una escea en estilo directo. Los esquemas A.B. y C suponen una n arración más circustanciada. Particularm ente en los capítulos 8 y 9 la rep etición del procedim iento estilístico m ateano nos in d ica su ca rá cte r red accio n al, resultado que se deduce también de otros motivos. De los 11 relatos o unidades narrativas de estos capítulos: 6 comienzan con el esquema A. 2 comienzan con el esquema D 3 ocasiones encontramos el esquema C, es decir, la espresión kai idou para subrayar las étapas sucesivas de la curación del endemoniado de Gerasa ( 8,32.34) y del paralítico ( 9,3). Importancia de la redacción en estos capítulos: Esquema A 8,1-2 (leproso), 8,23-24 (tempestad calmada), 8,28-29 (endemoniado) 9,12 ( paralítico), 9,10 ( comida con los publícanos), 9,19-20 ( hemorroísa). Esquema D 9,18 (Hija de Jairo) 9,32 ( mudo) Las perícopas 8,19-22 y 9,14-17 son diálogos y no narraciones. Las narraciones 8,5-13 ( centurión) S,14-15 (suegra de Pedro) y 9,27-31 ( los dos ciegos) inician con una construcción participial cuyo sujeto es Jesús, pero no tienen la expresión kai idou. Hemos examinado bastante difusamente esta "fórmula redaccional" de Mateo y su frecu encia en lo s capítulos 8 y 9 hace reslatar el carácter propiamente redaccional, lo que permite resolver las dudas, tal vez con una cierta presunción, en favor de una redaccionalidad mateana. v. 2 proskvnei 13x en Mt ( de estas 13x: 4x en los milagros y 2x en las apariciones), 2x en Me, 2x en Le. k y rie : 14x en Mt ( de las cuales 6x en estos capítulos. 8x en relatos de milagros) 2x en Me, 4 o 5x en Lucas ( en relatos de milagros). v.3 fa lta la conm oción aním ica o pneum ática del taum aturgo splagchnistheis. ekath aristh e // apelthen ap'autou he lepra estilo m ejor tal vez para personificar de modo demoníaco a la enfermedad en Me y Le. v.4 falta de nuevo la conmoción del taumaturgo ( cf. Me 1,43) Al final, en Mt falta la reacción del leproso sanado que no obedece el mandato de guardar el secreto como en cambio si ocurre en Me 1,45. NIVEL C:

REDACCION EN MARCOS.

Establecer lo que es redaccional de Marcos no es de por sí cosa fácil, como en el caso de Mateo. disposición: Me 1,39 después del "día de Cafamaúm" es redaccional. El milagro de la curación del leproso es muy significativo ( para la mentalidad judía contemporánea, curar un leproso equivalía a resucitar a un muerto) y subraya un momento culminante de la actividad de Jesús en Galilea; sigue al

"día de Cafamaúm" y sirve como transición a las disputas en Galilea ( Me 2,13,6). Como elem ento red accio n a l se puede señ alar la reso n an cia de keryssein polla, kervssein : v.45 ( Mt 9x, Me 14x, Le 9x) lo ha usado Me varias veces en su capítulo 1 ( vv. 4.7.14.38.39.45), en nuestro trozo trasform a al leproso en el prim er m isionero de Jesús. Parece tam bién redaccional la resonancia que da a la trasgresión del orden de callar, que obliga a Jesús a permanecer en lugares apartados ( v. 45 b). v.44b: alia hypage seauton deixon to hierei pertenece a la tradición porque no es un tema de Marcos. v. 44 a : según Bultmann sería redaccional de Marcos, como parte del secreto m esiánico. En cam bio según Dibelius es tradicional tanto por el género literario, como por la lógica del relato, hasta la confirm ación del sacerdote en el templo. EL NIVELE: PRESINOPTICO Dejando aparte todos estos elementos redaccionales de Mateo y de Marcos, llegamos al nivel B ( presinóptico, es decer de la primitiva comunidad pospascual), el cual más o menos podría ser: Me 1,40-44 + "pero aquel, saliendo, comenzó a divulgar el hecho", cf Papiro Egerton 2 (Aland, Synopsis 113): - sin mandato de guardar el secreto (v.44a). - sin eis martvrion autois al final ( 44c) - explicación secundaria de tipo novelístico, como en los evangelios apócrifos. La cuestión del género literario Bultmann: Relato de milagro. Dibelius: Novelle. -Esta es un relato más bien breve y cerrado en sí mismo, un poco más largo que el paradigma. ““ - trata tópicos profanos, y sin motivos religiosos edificantes, para m ostrar el poder taumatúrgico de Jesús ( ejm: la tempestad calmada o la curación de los endemoniados). - sitz im leben: no sería el de la predicación, sino l a difusión misionera en la comunidad helenística. - carente de valor histórico, porque servía para engrandecer la figura de Jesús. En la litera tu ra h elen ística popular encontram os varios relatos similares: Apolonio de Tyana. Pero, ¿ es lo mismo? ¿Es verdaderam ente una "novella" en el sentido de Dibelius, sin contenidos edificantes?, ¿ cuál es el significado del relato pre marcano? La narración prem arcana de la curación del leproso sigue el esquema norm al de este género narrativo y tiene sem ejanzas con los modelos populares helenísticos: 1 - encuentro ( del enfermo con el taumaturgo) v. 40. - petición de curación ( el enferm o se a rro d illa y expresa su confianza): v. 40. - cu ra ció n : co n m o ció n p n eu m ática d el tau m atu rgo ( rasgo preparatorio) gesto y palabra curativa: v. 41. - constatación de la curación : v. 42. - demostración de la curación ( con mandato de secreto y fórmula de despedida) v. 43-44. - noticia de la difusión: v. 45a.

Según nuestro esquem a, teóricam en te se pod ría p on er ahora la pregunta sobre el nivel histórico (A). ¿ curó Jesús verdaderamente leprosos? ¿ curó a este leproso? Después de haber estudiado varios relatos^d^'ítLTlagras podremos dar una respuesta más exacta. Ahora dam os solam ente algunos indicios: a) se verifica el criterio de coherencia y continuidad: "ve y muestrate al sacerdote" (Lev 13,47-14,4). b) se verifica el criterio de discontinuidad con el mundo judío: "lo tocó". Dejamos el nivel histórico y regresamos al nivel B. v. 40; sin indicación de tiempo y lugar aparece el enfermo (leproso) con la palabra (leproso, lepra) que corresponde al hebreo sara'at se indican diversas enfermedades de la piel, por lo demás la lepra propiamente dicha, pero también la enferm edad llamada vitiligio ( diversas m anchas blancas sobre la piel) y que en algunos casos puede ser de origen nervioso (DTNT IV 240). Más im portante es la consideración socioreligiosa. El lep roso se consideraba impuro (lev 13-14. Tratado Negaim de la Misnah) y debía evitar el contacto con los hombres. "Si un leproso entra en una casa se tom an impuros todos los muebles de esta casa, hasta las vigas" (Neg 13,11). "Si un impuro (leproso) permanece parado cerca de un árbol y un puro pasa cerca del árbol, se convierte en impuro" (Neg 13,7). A estos estaba explícitamente prohibido entrar en la ciudad santa S^Tjerusalén. Esta exclusión no era por motivos higiénicos, sino religiosos. Se pensaba que la lepra era como un castigo por algunos pecados y por tanto el leproso era considerado como un pecador castigado por Dios y excluido del culto ( cuasi como un excomulgado) del templo. Se debe te n e r en cu en ta e sta m entalidad p ara com prender el significado del relato. Rabí J ohanan enseñó: "Esta prohibido acercarse más de cuatro metros a un leproso". Otro rabino decía que la distancia que se debía guardar era de cien metros. R. Asi y Amni no entraban en una calle donde habitaban los leprosos. El R. Melf no comía ni siquiera un huevo puesto par una gallina en una calle donde habitaban los leprosos. En cambio en nuestro relato Jesús se comporta de m anera totalmente diversa. No huye, ni teme convertirse en impuro, sino que toca al leproso y~TíT hace puro; lo reintroduce en la comunidad cúltica, en la cercanía con Dios. Por tanto Jesús acoge al impuro, es decir, a aquel que era pecador excluido del cutio del templo, casi excomulgado y lo reintroduce en la cercanía con Dios, haciéndolo puro: katharizo= purificar; no solamente therapeuo= sanar. ¿ y ‘¿cóm o lo hace? No como el sacerdote en el templo que actuaba según las prescripciones de la ley, sino con su palabra. Esto se ve en la súplica de curación, v. 4 0 que viene subrayada por el acto reverente de ponerse de rodillas. El leproso implora a Jesús y expresa una manifestación de confianza en la voluntad ( ean theleis) y en el poder (dvnasai) de Jesús. El poder con el cual Jesús- realiza los milagros (dvnam eis). se identifica con su voluntad y precisam ente realizando la curación de un leproso, que en la mentalidad rabínica se equiparaba con la resurrección de un muerto. El narrador presenta después a Jesús con un poder en cierto modo divino ( cf. SalJ15j3 "hace lo que quiere como Dios"; Sab 12,18; 11,23). La curación se expresa con el término purificación ( katharizo) ( cfr, 2 Re 5,10ss) y parece presentar a Jesús como el profeta de los últimos tiempos ( cfr. Mt 11,4). f ' " ¿por qué se enojo Jesús? Esta es una pregunta equivocada: estamos aún en el nivel B ( predicación de la comunidad). La pregunta adecuada sería: ¿ porqué el narrador ha usado esta palabra y ha puesto una conmoción del

taumaturgo en su relato? Hay una primera respuesta de tipo histórico-form al, porque pertenece a la forma o género literario helenístico: Jn 11,33.38 enebrimesato to nneumati kai etaraxen eauton resopló interiormente y se turbó Me 7,34 estenaxen kai legen autoi suspiró embrimaomai= bufar de ira. Del punto de vista histórico-form al orgizesthai ind icaría que Jesús posee y pone en acto la fuerza necesaria para realizar este milagro difícil. Para los oyentes de aquel tiempo este gesto potente indicaba la importancia de esta curación. En la m ism a lín ea el gesto curativo es descrito con la imposición de la mano (gesto simbólico que expresa el poder) y el contacto ( que podría simbolizar la trasmisión de una fuerza especial, casi mágica). En el AT Dios es presentado " con brazo extendido" realizando los prodigios por medio de Moisés ( Ex 4,4 etc) E T p aiab ra de curación hace el gesto más explícito confirmando el poder: quiero ( thelo) se purificado ( k ath aristeth i): sirve también como unión con los elem entos siguientes: constatación de la curación y demostración. Si a esta palabra de poder qüe obra tal purificación, se añaden otras expresiones semejantes ( Me 2,10; 3,5; 5,41; 7,34; 10,52), se ve fácilmente que un aspecto importante de estos relatos dé^milagros, probablem ente aun en el estadio presinóptico, es presentar a Jesús como el profeta potente de los últimos tiempos que actúa con la fuerza de Dios. Pero estas consideraciones puramente formales no bastan, éstos lineamientos formales y externos tien en también un significado propio en el caso de un leproso. Tocar un leproso co n - \ la mano es una ruptura en relación al Levítico y a las prescripciones rabínicas; purificarlo ( no sólo curarlo) con su palabra significa acogerlo en la comunidad cúltica con el poder divino, que actúa en Jesús. Según M tjl25.= Le 7,22 (SQE 150) (Q) pertenece al tiempo escatológico, y al profeta de losúltim os tiempos la curación de leprosos. ~ orgistheis. además del valor form al de "conm oción pneum ática d eí j taumaturgo" expresa también la indignación de Jesús: ([_&?- con tra la actividad del mal que se m uestra en la enferm edad, /!k particularmente en la lepra. 1 f y ')~ tal vez también contra las prescripciones rabínicas. \~y v.42: apelthen ap'aoutou he lepra: en la coñstitación de la curación ocurrida ( cf. 1,31) la lepra es concebida como enfermedad demoníaca, que golpea al hom bre y tal vez se retira de é l. así se crea un cierto paralelo respecto a los relatos de exorcismo. — vv. 4 3 -4 4 : el mandato de”'presentarse al sacerdote está precedido por una orden'cTifguardar el secreto, introducido por una expresión enérgica: embrimaomai corresponde aquí a epitimao ( cf. 3,12; 8,30; 10,48). ekballein significa aquí "expulsar, mandar fuera" ( cf 1.34 dicho por los demonios). La orden de guardar secreto viene después de la curación. Sobre el plano formal es semejante a la orden de guardar secreto de los papiros mágicos, pero en esos se trata de no divulgar las fórmulas magicas. "No digas nada a nadie" v. 4 4 va seguido de la fórmula de despedida ( hvpage) la cual indica que la curación se ha realizado ( cf. "2 JÍ; 5,19; 5,34; 7,29; 10,52). No debes decir nada a nadie, pero la purificación ritu a l delante del sacerdote debe servir de martvrion como testimonio, como demostración. v. 44b: eis martvrion autois ( para testimonio de ellos): comprobar la curación, pero también como testimonio de acusación contra ellos ( cf. Me 6,11; 13¿9; Mt 10,18; 24,14). Sitz im leben de esto 'relato : la comunidad judeo cristiana ( ir al templo, ofrecer), pero también aparecen los primeros signos de ruptura con el judaismo.

9 Esta narración y aquella de Mt 17,24ss ( el dracm a para el templo) pueden estar in sertas en un judeocristianism o que respeta el templó^ los sacrificios y la ley, pero a causa de la nueva fe, el conflicto puede revelarse en todo momento ( cf Jn 9,1) Me 1,40 ss muestra un~estadio antiguo de este conflicto, en el cual, adaptándose, se podía evitar la ruptura abierta. Por tanto eis martvríon autois. porque no han reconocido la actividad de Jesús; así finalm ente interesa al narrador: 1) el aspecto cristológico: el poder de Jesús que cura= purifica con su palabra, y su voluntad como profeta, y acoge al lepro¥0~Tnás~aüá de las prescripciones de la ley = manifestación de poder. 2) aspecto misionero : sentido de testimonio de la obra de Jesús que puede ser reconocida o rechazada. No in teresa la confirm ación oficial del sacerdote.

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/LA

NIVEL C: EL- SENTIDO DE LA REDACCION DE MARCOS, Se deduce de las modificaciones consideradas en el C. Tal sentido se encuentra en el v. 45a/b. El final del relato original podría ser, más o menos, la noticia de la difusión: ho de exelthon erxato diaphemizein ton logon. Me í $ \ añade: kervssein polla: el que ha sido curado se adhiere al movimiento de proclamación de Jesús { cf. 1,14.38.39) y se pone a su servicio; él se convierte así "S íre rp rlm é r m isionero en el evangelio de Mareos. La segunda adición hoste en sirve para vincular la escena con el contexto precedente y sucesivo. Así en el orden marcan© al fin del capítulo primero aparece la im portancia de este relato, como apéndice de los otros relatos del mismo capítulo ( curación del endemoniado, de la suegra de Pedro y varios), como preludio de las disputas del capítulo segundo. Me pone de relieve dos puntos extraídos de la tradición precedente, pero con un acento especial: ’ ’ ~ ~ ~ 1) se trata de una purificación ( no solamente curación) = katharizo. Por tanto el lep roso es im puro akathartos com o los demonios del relato p reced en te en M arcos son pneum a ak ath arta ( Me 1,23,26; 3,11.30). Encontram os un cierto p aralelo en tre orgisth eis y ene time sen (g ritó ! —exebalen (expulsó). De frente al leproso Jesús eje rcita su poder (exousia) como prim ero lo había hecho con el endemoniado ( l,23-2& ), tam bién la ( j V exousia de Jesú s en su palabra viene alabada. Hay cierto paralelo entre exorcismo y curación por la palabra de Jesús ( Me 1,32-34; 3,7-12; 6,13). 2) Mandato de guardar el secreto. Antes de Marcos el tema del secreto pertenecía a la "form a" o género literario, y tal vez a la lógica del relato, hasta la cuestión del testimonio del sacerdote (Dibelius). En Marcos sin embargo, el silencio es impuesto sobre el sentido profundo de la curación, es decir, como m anifestación o epifanía de Jesú srjesu s se ha revelado éBTesta curación, como prim ero en la expulsión del demonio (Me 1,23-28), como ho hagios tou Theou ( v. 2 4 ). El silencio es impuesto, pero no se observa, sino que se difunde muchísimo el hecho (v. 45). ¿Qué quiere decir este contraste? Los m andatos de guardar el secreto en lo s rela to s de curaciones milagrosas deben distinguirse de las ordenes de silencio dadas a los demonios (me 1,34) y a los discípulos ( Me 8,30). Los mandatos de guardar el secreto luego de los milagros (cf 1,44; 5,43; 7,36) parecen pertenecer a la tradición recibida por Marcos. El, por tanto, no y ha creado totalmente la teoría del secreto, sino que l a h a desarrollado sobre v todo en la oposición entre secreto y revelación. Jesús n o puede permanecer escondido ( 1,45; 2,lss; 3,7-12; 3,2 0 etc), aun cuando busque de sustraerse

continuam ente al público. Los mandatos de callar que se dan a los que son curados o al público tienden sobre todo a la proclamación y a la aclamación del público. En,Me ¡,44ss aparece por primera vez esta orden de callar y tiene una función im portante, por el hecho- que sirve a l á revelación de Jesús. "El secreto mesiánico" se revela como una expresión enfática para el proceso de revelación descrito por Marcos en la actuación de Jesús ( K. Kertelge). Por tanto, el secreto luego de las curaciones, im puesto p ero n o observado, sirve, según Marcos para ilustrar el proceso de revelación de Jesús, el cual f “ - comenzo en la vida terrestre de Jesús. - y alcanza su plenitud en la proclam ación del evangelio luego de la resu rrecció n , —— — _ así Me 9,9 luego de la trasfiguración: "No cuenten a ninguno lo que han visto, síñcfhasta cuando el hijo del hom bre no haya resucitado de los muertos", La redacción de Marcos expresa su teología sobre la revelación de Jesús. El acontecim iento de la revelación de Jesucristo no fue reconocido súbitamente, si bien fue proclamada desde el inicio por aquellos que h ab lan vivido con él. Esta tiene un dinamismo interno, que la hace divulgar por todos lados, aun cuando se entiende plenamente sólo después de la pascua. El milagro de la purificación del leproso está en estrecha relación con el acontecim iento de la revelación, que es el punto clave del evangelio de Marcos y del mensaje de su tiempo: este acontecimiento se ha realizado ya en la actividad de Jesús terrestre y ahora se anuncia como evangelio. Con esta visión teológica, la purificación del leproso y su fin inmediato ( reintegración del leproso en la sociedad humana y cúltica) se colocan en la perspectiva escatológica del evangelio. Sólo así se puede com prender plenamente este hecho de Jesús como evangelio, es decir cuando se entiende esta purificación del leproso como una llamada ( simbólicamente figurada) a la comunidad de salvación fundada por Jesús y a la cual se entra mediante el evangelio. La Redacción Mateana: Ahora debem os in terp retar todos lo s elem entos señalados com o redaccionales por Mateo: V.l La fórmula kai idou es muy importante y en este primer m ilagro trasfiere el interés del leproso hacia Jesús, que de ese modo adquiere reheve y está en el centro del relato, mientras el leproso es más bien quien suplica. v.2:

kai idou lepros proselthon prosekvnei autoi legón:

9,18

idou archon (Tairo) heis elthon prosekvnei autoi legón

15,25: he de elthousa ( muier cananea) prosekvnei autoi legousa proserchomai ( acercarse) proxkvneo (adorar) son expresiones típicas del lenguaje cultual. Todo el relato se coloca al nivel teológico y cúltico para los oyentes del evangelio de Mateo; la pregunta del leproso es estilizada como la súplica del creyente. k v rie : ( la palabra se encuentra también en Le 5,12) para Mateo kvrios dicho a Jesús es equivalente a "el Señor Dios", así Jesús es invocado como kvrios en el evangelio de Mateo, solamente por los discípulos y los creyentes (Bomkamm. Los que no son discípulos le llaman "maestro" cf. Mt 19,16 (joven rico), 12,38 (escribas y fariseos) 22,16 (delegados de fariseos y Herodes), 22,36 (fariseo).

83.

CURACION DE UN LEPROSO

M t 8 1-4:

Me

Le

1 A h o ra bien, bajando él del -monte, le siguieron muchas gentes.

3 Y he aquí: un leproso, llegándose,

(S 39)

(S 39)

1 40 Y llega donde él u n leproso suplicándole

le adoraba , diciendo: «Señor,

A h o ra bien, viendo a Jesús, cayendo sobre (el) ro stro , le pidió d icien do: «Señor, y/ si quieres Trn/f, Va puedes purificarm e».

y, cayendo de rodillas, diciéndole que:

/

j «sP g a.

■ piíedes purificarme»,

extendiendo la m ano, lé tocó diciendo: . k? «Q uiero, q u e S í^ u rifica d o » . Y , al m om ento, su íepra q u ed ó . purificada. .

4 Y le dice Jesú s: «M ira, ■no (lo) digas a nadie, J . sino, m a r c h a , " ' m u H tiafe" al sacerdote

"Si quieres puedes purificarm e». 41 Y , m ovido a "com pasión, ^ v extendiendo la m ano, le to có y le d ice: / «Q uiero, queda purificado». H Y , lal m om ento; se Fue de él ia lepra y quedó purificado. 45 Y , habiéndole a m o n estad o ^ ? al m o m en to 'le echó, 44 y le dice: «M ira, no digas nada a nadie, — sino m archa, muéstrate al sacerdote

Mt

T&JOS !3 y ;

‘J

el d o n que~ p re s c rib ió M oisés c o m o 7% sH m onio p a ra

ellos».

11 Y

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