Historia 144 a 160

Música en los templos porteños En la Catedral de Buenos Aires en 1829 se realizaron los funerales de Dorrego donde se o

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Música en los templos porteños

En la Catedral de Buenos Aires en 1829 se realizaron los funerales de Dorrego donde se oficio una misa donde se tocó el Requiem de Mozart. La iglesia que se destacó es la de San Ignacio, dirigía las funciones religiosas el presbítero José Antonio Picasarri, excelente músico y precursor de la música culta en nuestro medio.En 1832 se estreno en festividades religiosas la Misa de Cherubini y en 1836 la Misa en Re mayor de Beethoven. La iglesia contaba con los mejores cantantes de la ciudad, con la orquesta y el coro del teatro. Su sobrino Juan Pedro Esnaola en el piano y Juan Veloz en el órgano también participaron en estas funciones.

El estreno de los ballets “La Sílfide” y “Giselle” en 1850

En 1849 actúan en Buenos Aires en la compañia dirigida por Carlos Winther, Enrique Finart y Ana Trabattoni de Finart con ellos llega al Río de la Plata el arte de la danza. Discípulos de loa gran escuela de danza clásica de Felipe Taglioni, pusieron por primera vez en nuestro medio un verdadero ballet. En 1857 la compañía Rousset prestigio el ballet romántico con sus actuaciones en el Teatro Colón ofreciendo las versiones completas de Giselle y La Sílfide. La Sílfide con libreto de Adolfo Nouant y música de Jean Schneitzhoffer y escenografía de Ciceri fue estrenada por María Taglioni en la Academia Real de Música de París en 1832. Calificada como el primer ballet romántico. Gissele, de Jean Coralli con música de Adolphe Adam, se estrenó en París en 1841. Los esposos Finart repitieron estos bailes varias veces en Buenos Aires y también en Montevideo en 1851. En 1852 en el Teatro de la Victoria actúan las bailarinas dla compañía francesa. La señora Dupré y las señoritas Eugenie y Landelle ofrecen en los entreactos los bailes La Sílfide y Giselle.

Concertistas de nota en Buenos Aires

Entre los concertistas que actuaron en Buenos Aires entre 1830 – 1850 se destacan el violinista napolitano Carlo Bassini quien arribó en 1835. Se presentó como primer violín del Real Conservatorio de Nápoles. Después de visitar Chile y Perú regresó a Buenos Aires en 1837. Compuso Variaciones sobre el Triste y el Cielito y en 1843, La Rosa de Italia. El violinista y pintor francés Amadeo Gras quien acompaño a Paganini en Londres vino a Buenos Aires en 1827 y regresó en 1832 dando conciertos en el Hotel de Faunch. El violinista y director de orquesta italiano Andrés Güelfi actuó desde 1838 en Buenos Aires y en 1840-47 en Montevideo. En 1848 llegó el violinista y director de orquesta Agustín Robbio quien había actuado en Madrid y Río de Janeiro. Ese mismo año dirigió en el Teatro de la Victoria una Fantasía sobre valses de Strauss por él compuesta. Francisco Cassale fue un distinguido compositor y pianista italiano, llegó a Montevideo hacia 1836 y en 1837 estrenó un Sinfonía que dedicó a la eminente cantante Justina Piacentini. En 1848-49 fue pianista en la orquesta del Teatro de la Victoria de Buenos Aires. En 1849 llega a Buenos Aires el violinista alemán Augusto Luis Moeser que venia precidido de meritoria fama obtenida en Europa por sus actuaciones. Su padre había sido director de la orquesta de Berlín y miembro del Cuarteto de esa capital. Berlioz dijo del joven Moeser después de escucharle en 1845 que era uno de los primeros violinistas de Europa. En 1850 llega a Buenos Aires el famoso violinista italiano Ernesto Camilo Sívori, genovés, único discípulo de Paganini. Dio varios conciertos en Buenos Aires y Montevideo. Fue alumno de Paganini y en 1828 tocó con Liszt en París. Tocó ante Rosas y su familia en la propiedad del señor Gobernador en Palermo.

El canto y la poesía gauchesca

El primero que cantó a la patria con cielitos populares fue el oriental Batolomé Hidalgo quien murió en 1822. Sus cielitos patrióticos tuvieron gran difusión de 1815 a 1821. Sarmiento en su Facundo escrito en 1845 expresa: “…porque siendo argentino dicen, debe ser músico. Esta es una preocupación popular que acusa a nuestros hábitos nacionales…”

“…El triste que predomina en los pueblos del Norte, es un canto plañidero, natural al hombre en el estado primitivo de barbarie, según Rosseau. La vidalita, canto popular con coros, acompañado de la guitarra y un tamboril…” “… En Buenos Aires, sobre todo, está todavía muy vivo el tipo popular español, el “majo”. Descúbresele en el compadrito de la ciudad y en el gaucho de la campaña. El “jaleo” español vive en el cielito, los dedos sirven de castañuelas…” Sobre el canto de los gauchos Sarmiento dice: “…el gaucho cantor es el bardo que anda de pago en pago cantando a sus héroes perseguidos por la justicia…” Payadores y guitarristas de fama fueron: José Santos Vega, guitarrista y payador nació en Buenos Aires a principios del siglo XIX y falleció en Ajó. Juan Poca Ropa, payador y guitarrista de la época. Estudió música con los sacerdotes de San Ignacio y Santo Domingo. Rosas lo nombró director de banda y tambor mayor del ejército. Compuso El tambor de Palermo, un Minué Federal, canciones, etc. Jerónimo Trillo, nacido en Buenos Aires en 1829 fue un conocido guitarrista de ese tiempo. Gran amigo de Poca Ropa formó con este un dúo de renombre hacia 1850.

CONTEXTO MUSICAL EN EUROPA Mendelssohn (1809 – 1847) Gran producción pianística. Schumann(1810 – 1856) Gran compositor de lied. Chopin (1810 – 1849) se centró en la composición de piezas de carácter. Berlioz (1803 – 1869) su Sinfonía Fantastica inaugura el Romanticismo en 1830. Liszt (1811 – 1886) poema sinfónico. Música programática. Virtuoso pianista. Wagner (1813 – 1883) se distinguió como compositor de Operas. “Tristan y Solda”, “Logengrin”,etc.