Hipnoterapia Ericksoniana Nivel Intermedio- Fenomenos Hipnoticos

HIPNOTERAPIA ERICKSONIANA NIVEL INTERMEDIO: FENOMENOS HIPNOTICOS Segunda Edición Revisada y Ampliada (Versión Resumi da

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HIPNOTERAPIA ERICKSONIANA NIVEL INTERMEDIO: FENOMENOS HIPNOTICOS

Segunda Edición Revisada y Ampliada (Versión Resumi da)

Ps. Mario Pacheco León Editor

Instituto Milton H. Erickson de Santiago Santiago, 1998

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Los Fenómenos Hipnóticos1

Ps. Mario Pacheco

Podemos definir a la hipnosis como un estado de consciencia en el cual ofrecemos comunicaciones de comprensiones e ideas al paciente, y después permitirle usar esas ideas y comprensiones de acuerdo a su propio repertorio singular de aprendizajes corporales y sus aprendizajes fisiológicos. (Erickson, 1980) Desde otro punto de vista (del terapeuta) la hipnosis puede ser entendida como un proceso de comunicación de influencia, en la cual el terapeuta extrae y guía las asociaciones internas de los clientes para establecer o fortalecer asociaciones terapéuticas en el contexto de una relación de colaboración mutua orientada a metas (Yapko, 1992). Cuando las personas entran en trance hipnótico, son capaces de experimentar fenómenos denominados fenómenos hipnóticos, que son los “ingredientes básicos” de las aplicaciones terapéuticas de la hipnosis. Además, según Yapko (1990), son los soportes básicos de toda experiencia. Para los terapeutas que practican la hipnosis tradicional o la estandarizada, es el hipnotista quien “fabrica” esos fenómenos. Desde el punto de vista de la hipnosis naturalista y de utilización, el terapeuta no coloca esos fenómenos en el paciente, sino que los evoca. Aunque hay entre quienes practican hipnosis tradicional o estandarizada aquellos que reconocen que estos fenómenos son sucesos de la vida cotidiana, las técnicas usadas para obtenerlos son incongruentes, ya que son rituales y artificiales. Aunque pueden trabajar bien en la obtención de los fenómenos hipnóticos, se apartan del enfoque de utilización en el contenido de relleno que soporta las sugestiones. (Yapko, 1990) Los fenómenos hipnóticos que aparecen en mayor o menor grado en la interacción hipnótica, son experiencias que ocurren rutinariamente en la vida cotidiana. Son una parte de la experiencia necesaria para funcionar normal y saludablemente. Estas experiencias ocurren en la vida cotidiana en forma inesperada, al azar. (Yapko, 1990) Al considerarlos como fenómenos naturales e identificar los contextos donde surgen, se facilita la evocación de los mismos al presentar al paciente una situación de la vida cotidiana en la cual es probable que ocurra la experiencia deseada. El paciente puede absorberse en dicha experiencia y mostrar naturalmente el fenómeno hipnótico, sin que se lo solicite en forma directa. Desde el punto de vista terapéutico, la utilidad de la obtención directa o indirecta de los fenómenos dependerá de las características del paciente. Si un paciente se muestra más “resistente” a la terapia, será más aconsejable usar acercamientos indirectos; sin embargo, si 1

Esta sección ha sido parcialmente modificada respecto a la edición original. 2

aparece como cooperador y poco resistente, los acercamientos directos pueden funcionar muy bien (Yapko, 1990; Robles 1991).

Utilidad de los fenómenos hipnóticos En hipnoterapia es fundamental distinguir entre inducción y utilización del trance hipnótico. La inducción (o evocación) del trance es la primera parte del proceso terapéutico, pero el hecho de inducir trance no es curativa en si misma. La hipnosis por si sola no genera cambios en el paciente. Es la fase de utilización del trance en donde puede haber una reorganización de las experiencias del paciente, lo cual puede facilitar el cambio terapéutico. En consecuencia, los fenómenos hipnóticos son de utilidad en la fase de utilización para dicha reorganización, y pueden ser ordenados o vueltos a ordenar de acuerdo a la intervención particular para ese consultante. En la tradición ericksoniana del uso clínico de la hipnosis, se habla de “trance sintomático” para referirse al hecho que los problemas que presentan las personas pueden poseer similitudes con la experiencia de trance. A la base de esta concepción subyacen los siguientes supuestos: 1.

Puede ser considerado como un principio en hipnoterapia el hecho que el mecanismo por medio del cual se mantiene un síntoma, puede ser un mecanismo de solución que puede ser usado en la inducción hipnótica. (Zeig, 1987, 1988)

2.

Los síntomas son versiones naturalistas de los fenómenos hipnóticos clásicos. La experiencia fenomenológica de los síntomas es similar a la experiencia de los fenómenos del trance hipnótico. La forma de la experiencia es la misma, pero el contexto difiere radicalmente. (Gilligan, 1987)

3.

Esta perspectiva "permite al terapeuta aceptar los síntomas como expresiones hipnóticas legítimas que ya están siendo practicadas por el cliente, y trabajar para transformarlos en las soluciones del problema." (Gilligan, 1988, p. 327)

4.

El terapeuta puede generar contextos de relación interpersonal e intrapersonal, donde los mismos procesos sintomáticos sean validados, definidos, como expresiones autónomas legítimas del inconsciente, y ser utilizados como la base para la solución de problemas y la integración del si mismo. (Gilligan, 1987)

5.

Cuando durante la terapia se identifican los fenómenos de trance que son subyacentes a la sintomatología, la terapia toma la forma de una experiencia complementaria. Por ejemplo, si la disociación está presente formando parte del problema, la asociación será una parte principal de la solución. (Yapko, 1990)

Desde la perspectiva de la hipnosis como un proceso de influencia experiencial, los fenómenos hipnóticos, como experiencias complementarias, pueden ayudar a alterar la pauta que

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mantiene el problema del cliente; o suministrar experiencias que ayuden al cliente a recuperar sus propios recursos naturales. En el estudio con detenimiento de cada fenómeno hipnótico revisaremos su utilidad clínica y entregaremos ejemplos clínicos de su utilización.

Descripción somera de los fenómenos hipnóticos A continuación describiremos junto a Erickson (Cooper y Erickson, 1950/1980; Erickson, 1944/1980; Erickson y Rossi, 1981) estos fenómenos hipnóticos:

Catalepsia Es un estado peculiar del tono muscular, paralelo a la flexibilidad cérea del paciente catatónico estupuroso. El sujeto mantiene su brazo en el aire, mantiene cualquier posición dada por el hipnotista y no muestra reacciones de fatiga. En concomitancia, hay una pérdida del reflejo de deglución, dilatación pupilar, pérdida de la movilidad facial y pérdida de toda la actividad psicomotora.

Cambios sensoriales Consisten en alteraciones del comportamiento sensorial, de carácter positivo y negativo (alucinaciones positivas y negativas). También pueden ocurrir en forma espontánea la analgesia y la anestesia, y otros tipos de perturbaciones sensoriales.

Amnesia y otras alteraciones de la memoria Constituyen otro tipo de fenómeno hipnótico, generalmente después de un trance “profundo”, los sujetos tienen una amnesia más o menos completa de todos los eventos del trance (aunque su ocurrencia no es obligatoria). Esta amnesia puede ser controlada por el hipnotista, a través de sugestiones, o los sujetos por si mismos deliberadamente pueden recobrar el material amnésico. En ambas instancias las memorias olvidadas pueden recobrarse totalmente o en parte, de acuerdo a las necesidades del sujeto. En contraposición con la amnesia hipnótica, está la capacidad de los sujetos para desarrollar hipermnesia, es decir, un incremento de la habilidad de la memoria y para recobrar recuerdos de experiencias pasadas largamente olvidadas y realmente inaccesibles en el estado de vigilia.

Regresión de edad Esto significa que basado en algún grado en los mecanismos de la amnesia y la hipermnesia, el sujeto es capaz de desarrollar amnesia para un período definido de la vida y revivir y restablecer los recuerdos, patrones y hábitos de un período anterior de la vida. De este modo, a un sujeto de 25 años puede inducírsele el desarrollo de una amnesia profunda para todos los

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sucesos de su vida después de los 15 años y reasumir sus modos y hábitos reales y respuestas pertenecientes a su nivel de desarrollo de 15 años.

Progresión de edad Es un fenómeno inverso a la regresión de edad, una orientación al futuro o “proyección del tiempo”. De este modo se le permite al paciente lograr una visión imparcial, disociada, objetiva e incluso subjetiva de lo que él cree en ese momento que ha logrado, sin percatarse que aquellos logros son la expresión de fantasías de sus esperanzas y deseos.

Disociación Este fenómeno consiste en que la hipnosis puede permitir dividir las experiencias del sujeto. Por ejemplo, uno puede separar los aspectos intelectuales de un problema y dejar sólo los aspectos emocionales al tratar con el problema (y viceversa).

Respuestas ideodinámicas Este fenómeno consiste en que la representación de ideas en un nivel aparentemente intelectual, realmente evoca procesos psicodinámicos que alteran el estado psicológico del oyente. Se distinguen estas respuestas en tres niveles: ideomotor, ideosensorio e ideoafectivo.

Distorsión de tiempo Fue descubierto por Cooper en 1948 y, según Rossi, fue el primer fenómeno hipnótico nuevo descubierto en alrededor de cien años. Consiste en que el sentido temporal (un fenómeno subjetivo) puede ser alterado deliberadamente a través de sugestiones hipnóticas. Así, un intervalo de 10 segundos de reloj puede parecer como si fueran 10 minutos para el sujeto hipnotizado.

Escritura automática Consiste en que el sujeto puede escribir automáticamente, sin estar consciente del hecho. Permite recobrar material amnésico o descubrir información necesaria inaccesible de otro modo, o que la personalidad no posee la fortaleza para enfrentarla.

Sonambulismo Es otra forma de conducta hipnótica, siempre significativa del estado de trance “profundo”. En esta condición, los sujetos se comportan y responden como si estuvieran completamente alertas, e incluso pueden engañar a los observadores con su aparente vigilia. Según Erickson, es muy apropiado para las formas de psicoterapia profunda y puede ser inducida por hipnosis repetida en al menos el 70% de todos los sujetos.

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Sugestiones posthipnóticas Consiste en que al sujeto pueden dársele instrucciones en el trance que dirijan su conducta futura, pero solamente en un grado razonable y aceptable.

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Los Aprendizajes Experienciales

María E. Viveros y Mario Pacheco

Erickson y Rossi (1979) afirmaban que las sugestiones indirectas evocan y utilizan los potenciales de respuesta de los pacientes. La sugestión indirecta no impone respuestas, sino que utiliza las experiencias de los sujetos. Erickson siempre hacía hincapié que son los aprendizajes de la vida cotidiana, las experiencias personales, la base de la conducta hipnótica. Por cierto, gran parte de los comportamientos que exhibimos las personas han sido aprendidos por medio de la experiencia, y ese aprendizaje ha ocurrido al margen de nuestro percatarnos consciente. (Erickson, 1965/1980) Estos aprendizajes en la vida cotidiana pueden ser evocados por el terapeuta hábil a través del uso de un lenguaje que apele a las experiencias del sujeto; un lenguaje descriptivo que “despierte” las memorias y comprensiones de aquel. Por ejemplo, cuando sugerimos al paciente que se relaje, estamos solicitándole que reviva sus memorias y sus interpretaciones de lo que es la relajación física para él. Y a medida que comienza a revivir esas experiencias, comienza a relajarse en una forma similar a como lo hizo en el pasado. Rossi (1986) diría que las ideas de la relajación y el recuerdo de los contextos donde ha tenido esa experiencia, son claves distintivas internas dependientes del estado2 para la experiencia de la relajación en el aquí y el ahora. Al usar hipnosis y dirigir la atención del sujeto hacia su interior, estamos solicitándole que utilice todos los potenciales de sus aprendizajes experienciales. “Esa utilización puede implicar todos los tipos de procesos fisiológicos, respuestas psicológicas y todas las funciones neurológicas ” (Erickson, 1965/1980). Erickson decía que si pedimos a un paciente que desarrolle una sordera hipnótica, éste responderá diciendo que no puede hacerlo, sin embargo su organismo está preparado para dejar de escuchar un sonido continuo; tampoco creerá que tiene la capacidad de aumentar su presión sanguínea, lo cual ocurre en una forma automática cuando es necesario. Estos automatismos eran para Erickson parte del potencial de la mente inconsciente, los cuales usamos en psicoterapia. Se hace evidente que el terapeuta que desea trabajar con hipnoterapia debe ser un observador acucioso de los procesos del desarrollo de la persona (desde la infancia a la vejez) y de los múltiples aprendizajes cotidianos. Al describir experiencialmente esos aprendizajes estará 2

Ver más adelante en este volumen el artículo “Aprendizaje dependiente del estado”. 7

colocando en marcha los procesos psicológicos, fisiológicos y neurológicos que son la base de la verdadera respuesta hipnótica. Cuando ponemos al descubierto esos recursos experienciales, fortalecemos al paciente y lo preparamos para encarar la diversidad de las tareas hipnóticas. En una de sus raras definiciones que hizo Erickson de su terapia hipnótica (Rossi, 1990/1994), podemos comprender la diferencia de este enfoque hipnoterapéutico con la hipnosis tradicional: [...] la persona hipnotizada continúa siendo la misma persona. Su comportamiento sólo está alterado por la experiencia de trance, pero aun así, el comportamiento alterado deriva de la experiencia vital del paciente y no de la del terapeuta [...] La inducción y mantención del estado de trance sirve para proveer un estado psicológico especial en el cual el paciente puede reasociar y reorganizar sus propias complejidades psicológicas internas y utilizar sus propias capacidades, en una forma acorde con su propia vida experiencial. La hipnosis no cambia a las personas, ni altera su vida experiencial pasada. Sirve para permitirles aprender más respecto a si mismas y a expresarse en una forma más adecuada. La sugestión directa está basada en la presunción que cualquier cosa que se desarrolle en hipnosis deriva de las sugestiones entregadas. Esto implica que el terapeuta posee el poder milagroso de efectuar cambios terapéuticos en el paciente, sin considerar el hecho que la terapia resulta a partir de una resíntesis interna del comportamiento del paciente, logrado por él mismo. Es verdadero que la sugestión directa puede efectuar una alteración en el comportamiento de aquel y resultar en una cura sintomática. Sin embargo, tal “cura” es simplemente una respuesta a la sugestión que no ocasiona la reorganización y la reasociación de ideas, comprensiones y memorias, tan esencial para una cura real. Es esta experiencia de reasociación y reorganización de su propia vida experiencial la que acontece en una cura, no la manifestación de comportamiento dispuest o a responder que puede, a lo má s, solamente satisfacer al observador. [...] En otras palabras, la psicoterapia hipnótica es un proceso de aprendizaje para el paciente, un procedimiento de reeducación. Los resultados efectivos en la psicoterapia hipnótica, o hipnoterapia, solamente derivan de las actividades del paciente. El terapeuta simplemente estimula al paciente para la actividad, a menudo desconociendo cuál puede ser ésta, y después lo guía y ejercita su juicio clínico para determinar el monto de trabajo que debe hacerse para alcanzar el resultado deseado. Cómo guiar y juzgar constituye el problema del terapeuta, mientras que la tarea del paciente es aprender a través de sus propios esfuerzos para comprender su vida experiencial en una nueva forma. Esta reeducación debe ser, desde luego, en los términos de las experiencias de vida del paciente, sus comprensiones, memorias, actitudes e ideas; no puede ser en términos de las ideas y opiniones del terapeuta... (Erickson, 1948/1994, p. 13-14)

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Las Mentes Consciente e Inconsciente Según Erickson

Ps. Mario Pacheco

En sus artículos teóricos y abordajes terapéuticos, Milton Erickson distinguía dos mentes que formaban una sola unidad: las mentes consciente e inconsciente. Afirmaba que “los pacientes tienen problemas porque su programación consciente está limitando sus capacidades. La solución es ayudarlos a romper las limitaciones de sus actitudes conscientes para liberar su potencial inconsciente para la solución de sus problemas.” (Erickson, Rossi y Rossi, 1976) Por esa razón es que los acercamientos de Erickson para inducir/evocar el trance hipnótico y facilitar la resolución de los problemas, estaban dirigidos a burlar las limitaciones aprendidas y la rigidez de la mente consciente de los pacientes, así como también sus actitudes habituales. Decía, “cuando estoy hablando a una persona en el nivel consciente, espero que me escuche en un nivel inconsciente, así como también conscientemente.” (Erickson y Rossi, 1981, p. 2) Para lo cual usaba métodos indirectos y formas de sugestión indirectas (v.g., dobles vínculos, metáforas, comunicación a múltiples niveles, etc.) Para Erickson, el inconsciente contiene una riqueza de recursos experienciales que se adquieren y almacenan automáticamente en el proceso de vivir. El cambio terapéutico se lograría al ayudar a los consultantes a reorganizar y reasociar sus habilidades mentales de modo que esos recursos se hagan disponibles en nuevas formas (Lankton, 1985). En esta concepción de la mente humana, pareciera que Erickson estuviese estableciendo una “dicotomía psicológica, como si comprendiera a dos entidades separadas. [Sin embargo] En sus funciones, las mentes consciente e inconsciente son a menudo entidades separadas.” (Erickson, en Rossi y Ryan, 1985, p. 144) Yapko (1990) describe al consciente y al inconsciente en los siguientes términos: La mente consciente puede ser definida como aquella parte de la mente que nos permite darnos cuenta de las cosas. Cuando prestamos atención a algo o cuando adv ertimos algo, estamos consciente de aquello. Posee la habilidad para analizar, razonar, emitir juicios respecto a lo que está bien y lo que está mal. Decide muy racionalmente lo que es posible y lo que no es posible hacer. Consecuentemente, las limitaciones de nuestra vida están basadas en la evaluación crítica de la experiencia que hace la mente consciente.

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La mente inconsciente es aquella parte de la persona que es un reservorio de todas las experiencias adquiridas a través de la vida. Son una evidencia de las funciones inconscientes nuestras experiencias, aprendizajes, costumbres, impulsos, motivaciones y necesidades para nuestra interacción con el mundo y el funcionamiento automático de innumerables conductas cotidianas. En contraste con la mente consciente, la mente inconsciente no es rígida ni analítica. Es capaz de la interpretación simbólica y tiende a ser global. Aun cuando la persona esté conscientemente absorta y focalizada, a través del proceso de la atención selectiva, estará procesando información a un nivel inconsciente. La mente inconsciente puede procesar la información en un nivel más simbólico y metafórico que la mente consciente. Mientras la mente consciente está ocupada en el análisis racional de las palabras, al inconsciente le conciernen más los significados. En los años recientes se ha identificado al funcionamiento “consciente” e “inconsciente” con el funcionamiento de los hemisferios cerebrales. El funcionamiento hemisférico izquierdo o dominante, responsable de la mayoría de las funciones del habla y del razonamiento lógico, análisis e intelecto, correspondería a la mente consciente. El hemisferio derecho, no dominante, correspondería a la mente inconsciente. Contendría a la intuición y la creatividad, operando en un nivel más simbólico que el hemisferio izquierdo; sería responsable de la concepción de mundo y la imagen de si mismo. (Watzlawick, 1980) El proceso de la hipnosis –en este contexto– es caracterizado como el proceso de distraer y ocupar el hemisferio dominante del sujeto, mientras se utilizan los recursos del hemisferio no dominante. (Watzlawick, 1980) Así como puede entenderse a la mente dividida en dos entidades que funcionan integradamente, en el trabajo de Erickson es fundamental la integración de los aprendizajes inconscientes con los conscientes. Por ejemplo, no basta con remover una fobia durante una experiencia de trance, sino que además el paciente no deberá presentarla en el estado de alerta normal. “Por consiguiente, al tratar con pacientes, siempre es necesario decidir cuán rápida y cuidadosamente necesitarán integrar lo que aprenden inconscientemente con lo que aprenden en forma consciente.” (Erickson y Rossi, 1981, p. 6)

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Fenómeno Hipnótico: Disociación

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos La disociación está relacionada con el funcionamiento de las mentes consciente e inconsciente. Se la define como la “habilidad para separar una experiencia global en sus partes componentes, amplificando la consciencia de una parte, mientras disminuye para las otras.” (Yapko, 1990, p. 285) También puede definírsela como “la habilidad para separar los componentes de una experiencia, y ser capaz de responder en forma selectiva.” (Yapko, 1988, p. 56) Durante el trance hipnótico, la persona tiene su atención enfocada selectivamente sobre las sugestiones del terapeuta. La mente consciente está ocupada con el proceso de trance y el inconsciente está en una búsqueda activa de significados simbólicos, asociaciones pasadas y respuestas apropiadas. (Erickson, Rossi y Rossi, 1976) El hecho que las mente consciente e inconsciente puedan ser divididas y utilizadas como entidades independientes, es el fundamento de la hipnosis. “La facilitación de la disociación a través del trabajo de trance permite tener un acceso más directo a muchos recursos y conocimientos de la mente inconsciente del cliente.” (Yapko, 1990, p. 136) Otra forma de considerar a la naturaleza disociativa de la experiencia de trance es a través de la teoría de la neodisociación de Hilgard. El individuo en trance hipnótico poseería múltiples consciencias, cada una operando en un nivel separado. Uno de esos niveles relativamente objetivo posee una comprensión realista de la naturaleza de la experiencia, una parte de la persona que Hilgard denomina el “observador oculto” (Yapko, 1990). Este observador oculto está separado (disociado) de la urgencia de las experiencias de trance sugeridas, y puede mantener un grado de objetividad respecto a la experiencia. Esta característica disociativa del estado de trance le permite al sujeto atender y responder a las sugestiones, mientras que al mismo tiempo puede observarse a si mismo experimentando la experiencia.

Su ocurrencia natural La disociación no es un fenómeno que solamente ocurre en la experiencia de trance, sino que es un fenómeno psicológico natural. De hecho, mientras está leyendo este documento, hay

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innumerables procesos físicos y fisiológicos que continúan completamente por su cuenta (v.g., respiración, deglución, pestañeo, etc.), sin un compromiso consciente. La

disociación

es

una

capacidad

inherente

a

toda

persona,

que

permite

compartimentalizar las experiencias; es decir, dividirlas en componentes más discretos y manejables. Según Yapko (1988, 1992), si no fuera por este mecanismo, las experiencias se juntarían en una forma continuada y confusa, de modo que el individuo no tendría la capacidad de dejar de hacer, pensar o sentir una experiencia para luego dar paso a otra. Yapko (1988, 1992) sugiere evaluar la capacidad de disociación del paciente, cuánto es capaz de separar sus experiencias, o cuánto se queda adherido a ellas. Un indicador pronóstico de recaídas es la tendencia a la ruminación en los pacientes (Yapko, 1998b), es decir, la tendencia a repasar una y otra vez el problema o los eventos. Por lo tanto, la (baja) capacidad de disociación sería un blanco de la terapia. Por lo tanto, el mecanismo de la disociación tiene en si mismo un valor natural. Posee la capacidad por igual de aumentar o disminuir una experiencia, dependiendo de las maneras en las cuales es aplicada y los resultados que genera. Puede ser un mecanismo útil para aumentar o disminuir la cualidad de las experiencias vitales, o puede ser un mecanismo de enfrentamiento desadaptativo con consecuencias destructivas, como se observa en numerosos desórdenes psiquiátricos que emplean disociación, tales como las personalidades múltiples, estados de fuga, amnesia funcional y psicosis. (Yapko, 1990)

Uso estratégico de la disociación Necesariamente el trabajo de trance involucra disociación, como una característica básica de la experiencia de trance. En este contexto, el uso de la disociación como fenómeno hipnótico puede tener diversas aplicaciones: 1. Como ratificador y profundizador del trance: Suponga que usted induce una levitación de mano, la cual se eleva y queda cataléptica, y luego le da una sorpresa a su paciente respecto a que cuando abra los ojos no podrá mover la mano en ninguna dirección. Esa mano cataléptica (inmóvil y con la sensibilidad alterada) se encontrará disociadas, o l cual tiene un efecto de ratificar el trance hipnótico, a la vez que lo profundiza. 2. Disociación del intelecto y las emociones para tratar ansiedades, fobias y traumas: Este tema sólo se menciona aquí, pues se trata extensamente en otro lugar3.

3

M. Pacheco (1997) Estrés postraumático Instituto Milton H. Erickson de Santiago 12

3. Uso de la disociación para el tratamiento de fobias y experiencias traumáticas (no amnésicas): Las estrategias descritas por Bandler (1988, p. 33-43), “curación rápida de fobias” y “curación de traumas”, pueden utilizarse tanto en trance hipnótico como en estado “consciente” (vigil). Ambas utilizan el fenómeno de la disociación como el elemento curativo que posibilita la extinción de la ansiedad asociada a la experiencia traumática. Analicemos junto a Dorothy Bowie (1991), en la exposición resumida de un caso clínico, cómo la revisión disociada de un evento permitió resolver un serio problema en un paciente: Una de mis primeras experiencias con este fenómeno fue con un hombre que tuvo un accidente automovilístico en el cual falleció su esposa. Su culpa, su angustia, su depresión no había disminuido en 8 meses. Ahora, frente a mí afirmaba que no le quedaba otra cosa que matarse y terminar así con su culpabilidad, y todo eso a pesar que a su lado estaba otra mujer que ahora le amaba y dos pequeños hijos que esperaban su retorno a casa. Interrumpiendo su llanto le dije pausadamente: “Sabes, lamento mucho no haber estado presente en esa esquina cuando ocurrió el accidente. Sólo sé que fue terrible. Pero no sé realmente, exactamente, qué sucedió... Qué te parece que me lleves contigo a ese lugar... ahora mismo... para que pueda comprender mejor y ver contigo, con mis propios ojos todo lo que pasó ese día... Imaginemos esa esquina... Nosotros vamos a pararnos aquí en la vereda, viendo pasar a los autos... algunos de color crema, otros de color azul, otros rojos... algunos que van demasiado rápido... otros más lentos, prudentes... Tú estás muy alerta... y me puedes avisar con una inclinación de tu cabeza cuando veas llegar tu auto, contigo manejándolo... para que podamos ver todo lo que pasó ese día... por última vez... todo lo que sucedió... paso a paso... las posiciones de los autos a tu alrededor en los momentos que ocurre el choque... Así es... Estemos muy atentos...” Dejo de hablar... hay una larga pausa. Observo atentamente la cara del cliente. Los ojos se mueven rápidamente detrás de los párpados, indicando actividad visual. De pronto me indica con un leve mov imiento de la cabeza. Su cara refleja la tragedia del momento y de su boca escapa un grito angustioso. Espero en silencio. Luego se aclara su cara, abre los ojos y con una exclamación de sorpresa me dice: “Sabe una cosa... o fue mi culpa. La maniobra fatal no fue la mía, fue la del otro... salió repentinamente de su pista, como que perdió el control. No fue mi culpa... ¡No maté a mi esposa!” Entre lágrimas de duelo y risas de alivio procesaba esta nueva información que le iba liberando del peso intolerable de la responsabilidad global que había conservado y de la cual se acusaba y que amenazaba su capacidad de emprender cualquier proyecto para rehacer su vida.

4. Como estrategia para el manejo del dolor agudo y crónico: Estas estrategias están tratadas en otro lugar4.

Accesos indirectos a la disociación Cualquier sugestión que facilite divisiones de experiencias es una sugestión para la disociación. M. Pacheco (1988) Manejo hipnótico del dolor. (Edición ampliada, revisada y actualizada). Instituto Milton H. Erickson de Santiago 4

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Diversas terapias utilizan la disociación como elemento terapéutico; ya sea evocándola en forma directa o indirecta. Según Yapko (1990), cualquier sugestión directa de la forma “una parte de usted está experimentando esto, mientras otra parte de usted esta experimentando aquello”, es una sugestión directa de disociación. En el trabajo de integración de partes de la terapia gestáltica (silla vacía, integración de polaridades), se está usando el fenómeno de la disociación. La sugestión de doble vínculo doble-disociación, descrita por Erickson, Rossi y Rossi (1976) facilita indirectamente el fenómeno de la disociación: Puede despertar como una persona, pero no necesita despertar como un cuerpo. (Pausa) Puede despertar cuando despierte su cuerpo, pero sin un reconocimiento de su cuerpo.

En esta sugestión, la primera parte sugiere que la persona esté disociada de su cuerpo cuando despierte; la segunda, la persona y el cuerpo son disociados del reconocimiento del cuerpo. Yapko (1990, p. 288) describe la técnica de Erickson denominada “en medio de ninguna parte”, que tiene el efecto de dividir a la persona entre la experiencia de estar en algún lugar y ninguno. Esto podría ser como sigue: ...y cuando se sienta en aquella forma, puede hacerse más fácil reconocer que usted vaga afuera... y puede vagar afuera... y usted realmente no sabe dónde va, ¿lo sabe?... al medio de ninguna parte... donde no existe el tiempo... en ningún lugar... en medio de ninguna parte... ahí sólo está mi voz... y sus pensamientos... y ninguna parte es un lindo lugar para estar... porque además en ninguna parte uno puede ser tan libre para estar en ninguna parte... después de todo, siempre ha estado en alguna parte, a veces... pero no sabe... ninguna parte es buena... y el medio de ninguna parte es un lugar muy agradable, ¿no lo es?...

El uso de metáforas, confusión y otras sugestiones indirectas también pueden facilitar la disociación. El siguiente ejemplo de una metáfora contiene sugestiones indirectas para la disociación: ...y pienso que podría interesarle saber que tuve una experiencia similar a la que usted describió... una experiencia que me enseñó mucho acerca de mi mismo y los otros... y ¿no es asombroso cuántas cosas importantes puede aprender uno de esas experiencias que parecen tan rutinarias?... como si una parte de nosotros estuviera experimentándolo y otra parte estuviera mirándonos a través de la experiencia... preguntándonos ¿qué sucederá?... y ¿cómo nos sentiremos cuando termine?... y después las cosas estarán tan confusas en un nivel y se aclaran debido a las partes de nosotros que comprenden... en un nivel muy profundo... cómo pensar creativamente... y hay una parte creativa en todos, estoy seguro que usted estará de acuerdo... y en la experiencia que tuve, yo... (Yapko, 1990,p. 288)

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Yapko comenta que en el ejemplo anterior, la disociación es sugerida en numerosas ocasiones diferentes. Es creada una parte que “experimenta”, otra que “observa”, otra que “preguntará”, otra que puede “sentir”, otra que puede “clarificar”, y además otra que puede ser “creativa”. Cada una de esas partes puede ser aislada, dirigida y utilizada para lograr alguna meta terapéutica.

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Fenómeno Hipnótico: Fenómenos Ideodinámicos

Ps. Mario Pacheco

La descripción e investigación de los fenómenos o respuestas ideodinámicas comenzó en la antigüedad, estando asociadas a encantamientos mágicos, curaciones magnéticas, “toque de sanación”, etc. En la actualidad se reconoce a las respuestas ideomotoras e ideosensorias como la base de los efectos de la imaginación. Una idea puede dar origen a respuestas motoras (conductas) y respuestas sensoriales a las cuales está asociada. La idea de mover una parte del cuerpo da origen, realmente, a una respuesta motora no reconocida, pero mensurable, en esa parte del cuerpo (Erickson y Rossi, 1981). Por ejemplo, la idea de caerse puede activar respuestas del sistema nervioso simpático, experimentadas como ansiedad; la palabra “limón” hace surgir una imagen y respuestas de salivación en muchas personas. En el siglo 19, en el período clásico del mesmerismo, hubo investigaciones que reconocieron que la naturaleza esencial del trance y las sugestiones, podía ser explicada como acciones ideomotoras e ideosensorias. Es así como Berheim escribió en 1896 que: ...Si digo al sujeto hipnotizado, “Su mano permanecerá cerrada”, el cerebro actúa la idea tan pronto como es formulada. Es transmitida inmediatamente en un reflejo desde los centros corticales, donde la idea inducida es percibida por el nervio auditivo, al centro motor, correspondiendo al origen central de la flexión. Hay entonces, exaltación de la excitabilidad del reflejo motor, el cual efectúa la transformación inconsciente del pensamiento en movimiento, inconsciente para la voluntad. Lo mismo ocurre cuando digo al sujeto hipnotizado, “Tiene una sensación de picazón en la nariz.” El pensamiento inducido a través del escuchar es reflejado sobre el centro de sensibilidad olfatoria, donde despierta la imagen memorizada de la comezón nasal, como impresiones que se han creado y mantenido impresas y latentes. Esta memoria de sensación así resucitada puede ser tan intensa como para ocasionar el acto reflejo del estornudo. También existe, entonces, la exaltación de la excitabilidad del reflejo ideo-sensorio, el cual efectúa la transformación inconsciente del pensamiento en sensación, o en imagen sensoria. En general, el mecanismo de la sugestión puede ser resumido en la fórmula siguiente: aumento de la excitabilidad del reflejo ideomotor, ideosensitivo e ideosensorial... (Citado en Erickson y Rossi, 1981, p. 114)

Estas formulaciones de la naturaleza ideomotora e ideosensoria del trance y la sugestión, suministraron las bases para su estudio experimental sistemático moderno. Weitzenhoffer –reputado 16

investigador del enfoque estandarizado en hipnosis– resumió en 1953 en la siguiente forma los trabajos experimentales sobre los movimientos ideomotores: La base psicofisiológica de la sugestibilidad es la acción ideomotora, una forma de condicionamiento. Las bases fisiológicas de la hipersugestionabilidad son (a) estimulación neumotora (homo-acción) y (b) condicionamiento abstracto (generalización o hetero-acción). Las bases psicofisiológicas de la alteración hipnótica de la consciencia es una combinación de inhibición y excitación selectiva de numerosas regiones cerebrales que llevan a la disociación de la consciencia a partir de todo estímulo, excepto la voz del hipnotista, a menos que las sugestiones especifiquen otra cosa. A través de la hipersugestionabilidad y la disociación de la consciencia, las palabras del hipnotista adquieren valor de estímulos reales. Su voz se transforma en una extensión de los procesos psíquicos del sujeto. Esto abre el camino para una amplia variedad de alteraciones perceptuales. (Citado en Erickson y Rossi, 1981, p. 117)

Definición de conceptos y su ocurrencia natural Se han descrito tres formas de respuestas ideodinámicas, las cuales Yapko (1990) define en la siguiente forma (todas son una respuesta generada en un nivel inconsciente en respuesta a un estímulo, ya sea externo o interno):

a) Respuesta ideomotora: es la manifestación física e una experiencia mental; es decir, las reacciones del cuerpo a nuestros pensamientos. Hay múltiples ejemplos cotidianos: por ejemplo, asentir o negar con la cabeza en una conversación, ya sea real o imaginada. Estos movimientos son muy leves (“tironcitos”), por lo cual permanecen fuera de la consciencia, pero pueden ser observados a simple vista. b) Respuestas ideosensorias: consisten en experiencias automáticas de sensaciones asociadas con el progreso de las sugestiones. El efecto de la palabra “limón” antes descrito, es un ejemplo de este fenómeno. La descripción con detalles elaborados de los numerosos componentes sensoriales asociados

con

una

experiencia,

permite

al

sujeto

re-experimentar

aquellas

sensaciones.

c) Respuestas ideoafectivas: son las respuestas emocionales asociadas a las variables experienciales de cada persona. Es difícil, sino imposible, sentirse completamente neutral respecto a algo; por lo tanto, mientras el terapeuta elabora sugestiones, los diferentes sentimientos asociados con las ideas contenidas en las sugestiones se acercan a la superficie.

17

Uso estratégico Según Yapko (1990), los fenómenos ideodinámicos son variables importantes en el trabajo hipnoterapéutico, por dos razones: 1) Reflejan las experiencias internas del paciente en los niveles donde se busca el cambio. 2) Son parte de la experiencia terapéutica ordinaria, y la acción, los sentimientos y la sensorialidad son los componentes básicos de la terapia con los cuales contará el paciente como la base del cambio futuro. Asimismo, los dinamismos ideosensorios e ideomotores poseen un valioso uso en hipnoterapia. Los fenómenos ideosensorios son los que permiten que el trance hipnótico sea experiencial. Las respuestas ideomotoras poseen muchos usos, a saber (Yapko, 1990):

1) Pueden usarse para facilitar la disociación. 2) Como profundizadoras del estado de trance. 3) Como indicadoras de la disposición a responder. 4) Como una forma de intercambio de información entre el terapeuta y el consultante. Pueden solicitarse como una respuesta física automática a las preguntas del terapeuta (“Su cabeza asentirá en una respuesta ‘Sí’”; “Su cabeza negará con un movimiento en una respuesta ‘No’”; “Su dedo se elevará por si mismo para indicar ‘Sí’”. Cuando se utiliza la escritura automática (habilidad para escribir o dibujar sin un compromiso consciente al hacerlo); o cuando se utiliza el habla automática (hablar sin un compromiso consciente del sujeto), se está estableciendo una comunicación directa con la parte inconsciente del sujeto. Lo mismo sucede cuando se solicitan respuestas como levitación de mano, alzamiento de un dedo, señales con la cabeza, para que el paciente indique cuándo ha finalizado un pensamiento, recuperado un recuerdo, o está preparado para continuar, etc. Erickson (Erickson y Rossi, 1981) manifiesta que las técnicas que utilizan respuestas ideomotoras poseen un valor particular con los pacientes que buscan hipnosis y que podrían beneficiarse con ella, pero que resisten cualquier esfuerzo manifiesto de inducirles trance, y que necesitan que sus resistencias sean burladas. La utilidad de las técnicas ideomotoras no descansa en su elaboración o novedad, sino que simplemente en la iniciación de actividad motora, ya sea real o alucinada,

18

como un medio para fijar y focalizar la atención del sujeto en sus aprendizajes experienciales y capacidades internas. Erickson y Rossi (1981) indican que las respuestas ideomotoras sirven a dos propósitos generales: 1) Como inductoras de trance, ya que requieren que el sujeto fije y focalice la atención, en una forma que es una autoinducción. 2) Como profundizadoras de trance; el terapeuta puede preguntar al paciente si le gustaría o está preparado para profundizar el trance. Si se recibe una señal positiva, el terapeuta le dice al paciente que vaya más profundo hasta que el inconsciente esté satisfecho con el estado de comodidad y dé una señal positiva cuando haya alcanzado ese estado. El terapeuta puede utilizar después cualquiera de los otros acercamientos clásicos para profundizar el trance (levitación de la mano, cierre de ojos, bajar una escala, etc.) y usar la señal ideomotora para controlar la efectividad de cada procedimiento de profundización. Las respuestas ideosensorias , a juicio de Erickson y Rossi (1981), son un sistema de señales singular, que puede usarse en muchas formas. Puede parecer en cualquier parte del cuerpo y experimentarse en numerosas variedades (calor, frío, presión, hormigueo, punzadas, picazón, etc.). Pueden ser usadas por el paciente para su propio conocimiento, pero es natural que no se comuniquen al terapeuta. De este modo, las señales ideosensorias pueden poseer indudable ventaja cuando los pacientes quieren explorar algo en forma privada o cuando no están preparados para comunicarlo al terapeuta. Cuando las respuestas ideosensorias ocurren en lugar de la señal ideomotora, el terapeuta puede interpretar esta situación para el paciente y alentarlo a la exploración interna en una forma privada. Posteriormente los pacientes serán capaces de elegir respecto a cómo comunicar ese material al terapeuta. Puede entenderse, entonces –según Rossi–, a las señales ideosensorias como una estación de relevo en el proceso de comunicación. Al principio pueden ser señales somáticas primitivas que surgen desde el nivel inconsciente. Una vez que son reconocidas, pueden ayudar al individuo a percatarse de algo que está en el proceso de alcanzar la consciencia. Lo ayudan a reconocer que está ocurriendo algo importante, aunque no sabe con exactitud qué es. De este modo, la persona debería detenerse por un momento y ser receptiva a los nuevos sentimientos o procesos cognitivos que requieren su atención. Desde este punto de vista, las respuestas ideosensorias se fusionan con las emociones por un lado y con las respuestas psicosomáticas por otro5.

Volveremos a este tema en otro volumen: M. Pacheco, Psicobiología de la Curación Mente/cuerpo: Las técnicas terapéuticas de Ernest Rossi y David Cheek. Un análisis bibliográfico. Instituto Milton H. Erickson de Santiago, 1995 5

19

Accesos Los ideodinamismos aparecerán siempre en el proceso de trance, sin importar lo que el terapeuta haga para facilitarlos o el paciente para impedirlos. Sin embargo, se facilitan mientras mayor sea el grado de disociación del sujeto (Yapko, 1990). Las sugestiones directas ofrecidas permisivamente son útiles para facilitar respuestas ideodinámicas. Son ejemplos de este tipo las siguientes sugestiones (Yapko, 1990, p. 297): ...cuando permita que su cuerpo se relaje... su cabeza comenzará a descender lentamente... y déjela hacer lo que desee... (respuesta ideomotora) ...y cuando sus músculos continúen relajándose... puede sentir el hormigueo en ese lugar... (respuesta ideosensoria)

...mientras recuerda aquella fotografía suya de cuando era niño... puede advertir cómo el sentimiento de la fotografía se recrea dentro de usted... (respuesta ideoafectiva) Las sugestiones indirectas son útiles y las palabras deben escogerse adecuadamente, ya que las palabras usadas producirán las respuestas específicas a obtener. Algunos ejemplos son los siguientes (Yapko, 1990, p. 297): ...No creo que su mente consciente sepa lo que su inconsciente sabe acerca de ese suceso, hasta que su dedo se haya levantado... (respuesta ideomotora) ...Me pregunto si usted recuerda cuán bien se sentía la frescura de saltar a una piscina helada después de sentir calor y haberse secado bajo el sol quemante... (respuesta ideosensoria) ...Puede ser un gran alivio descubrir que aquel pensamiento suyo de que sería una reparación mayor del auto, era solamente una pequeña avería... (respuesta ideoafectiva)

En las páginas siguientes se entregan dos estrategias terapéuticas con señales ideomotoras, la primera es una estrategia para facilitar señales ideomotoras con los dedos; y la segunda es una inducción de trance desarrollada por Rossi que utiliza fenómenos ideomotores (la cual se acompaña con los comentarios del mismo Rossi).

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Facilitación de señales ideodinámicas con los dedos (Rossi y Cheek, 1988, p. 20)

Esta secuencia tiene como objetivo obtener señales ideodinámicas, para establecer una comunicación con el inconsciente y utilizarlas en los diversos acercamientos al trabajo hipnoterapéutico. Lo interesante de este acercamiento es que puede realizarse sin una inducción formal de trance previo (el cual facilitan o inducen); o también inmediatamente después de haber inducido trance, el cual profundizan. El procedimiento es como sigue: 1. Introducción La parte interior de su mente sabe con frecuencia lo que usted ha olvidado, o lo que tal vez nunca supo conscientemente. Puede dejar que sus dedos hablen por usted.

2. Establecimiento de señales “sí” y “no” Piense y sienta “sí”—”sí” —”sí”, mientras se pregunta cuál de sus dedos levantará su mente interior para dar una señal de “sí”. (Pausa... Si no hay ningún movimiento dentro de un minuto, continúe con:) A veces se siente como si un hilo invisible lo estuviera levantando... (Esperar la señal de un dedo que se levanta diciendo “sí”) Ahora piense y sienta “no” —”no—”no” hasta que otro dedo de la misma mano se levante para dar una señal de “no”. (Pausa... Si no hay un movimiento claro, continuar con:) Ahora, realmente revise profundamente dentro de usted algo que definitivamente no quiere. (Esperar la señal de otro dedo que se levanta indicando “no”) A veces la mente interior sencillamente no está lista para que la mente consciente sepa algo, así que tome tiempo para maravillarse de esto, hasta que la mente interior dé una señal con otro dedo de la misma mano para decir: “No estoy listo todavía para saberlo conscientemente.”

3. Ratificación de las señales Regrese ahora al momento cuando se quedó dormido anoche. Mientras está quedándose dormido, su dedo que indica “sí” se levantará... (Pausa)

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Cada vez que tiene un sueño, su mente interior levantará el dedo que indica “no”. Y cuando despierte, se levantará su dedo que señala “No estoy listo para saberlo conscientemente todavía.”

Acercamiento a las señales ideomotoras con una inducción de doble vínculo “moviendo las manos” (Erickson y Rossi, 1981, p. 126-138)

Rossi adaptó la experiencia hipnótica de “mover las manos” de Weitzenhoffer”, para crear un acercamiento de doble vínculo, que puede servir como un paradigma para facilitar la experiencia de muchos fenómenos hipnóticos, utilizando sugerencias indirectas cuidadosamente controladas por señales ideomotoras, para permitir al terapeuta adecuarse a las experiencias el paciente. En el área izquierda de la página se transcribe el procedimiento sugerido, y a la derecha un resumen de los comentarios de Rossi. T: Coloque sus manos así, con las palmas una frente a la otra, a una distancia de unos 20 centímetros. (El terapeuta lo demuestra con sus manos levantadas, al frente de la cara. Los brazos y los codos no deberán tocar nada, de modo que las manos y los brazos puedan moverse libremente). Ahora, sabemos que el cuerpo humano posee un fluido magnético. No sé si usted realmente experimentará el fluido magnético entre sus manos, o surgirá cualquier otra sensación de su imaginación –pero permítase ser sensible a esa fuerza magnética que comenzará a sentirse entre las palmas de sus manos– como si tuviera manos magnéticas. T: ¡Pero no permita que esas manos se muevan aun! Sólo

Durante la pausa, el terapeuta sólo mira las manos del

permítase experimentar la fuerza entre ellas. (Pausa)

sujeto con ávido interés y expectación. Esta expectación no verbal es otra forma hipnótica indirecta que tiende a evocar respuestas automáticas dentro del sujeto. Este interés necesita ser genuino; y cuando el paciente observa

este

interés

genuino

del

terapeuta,

generalmente también focaliza y fija su mirada en sus manos. En caso contrario, el terapeuta puede hacer una leve señal no verbal moviendo la cabeza en dirección de las manos del sujeto y dirigir su mirada a aquellas. Si el sujeto aun no focaliza su mirada sobre las manos, el terapeuta señala las manos para dirigir no verbalmente la mirada del sujeto. Esta directiva no verbal tiende a debilitar los procesos conscientes dominantes. Cuando el terapeuta advierte pequeños movimientos en

22

las manos, suspira contenidamente y comenta sobre los movimientos de los dedos cuando uno comienza a escribir.

T: Correcto, déjelo que suceda. Algunos dedos se mueven un poco por si mismos y eso está bien, pero no permita que

sus

manos

se

muevan

mucho,

aun.

Sólo

experiméntelo, permitiendo que suceda por si mismo. T: Conocemos una fuerza magnética que puede atraer o

Cualquier

alejar las cosas, y lo mismo sucede con el inconsciente.

ideomotora, “sí” o “no”, se hará manifiesta, y por

Cuando quiere decir “sí” atrae a la gente para que se

definición los movimientos autónomos son una forma de

junte; cuando quiere decir “no”, aleja a las cosas o las personas. De modo que podemos usar los movimientos de la mano para preguntar a nuestro inconsciente una

respuesta

que

el

sujeto



en

forma

respuesta hipnótica. El sujeto generalme nte está tan fascinado con los movimientos incipientes que está experimentando y la posibilidad de su respuesta inconsciente a la pregunta,

pregunta interesante. Si su inconsciente quiere decir “sí”,

que no reconoce el doble vínculo. Incluso, cuando los

sentirá que esas manos se juntan. Si su inconsciente quiere

sujetos reconocen la naturaleza del doble vínculo y lo

decir “no”, sentirá que esas manos se alejan. Simplemente

comentan en forma humorista –generalmente porque lo

deje que su inconsciente mueva esas manos en una u otra

conocen y saben de su aplicación en hipnosis–, la experiencia ideomotora continúa.

forma. ¿Y cuál será aquella pregunta? (Pausa) T: ¿Cuál es la pregunta que su inconsciente está dispuesto

Generalmente

a responder con un “sí” acercando las manos, o un “no”

lentamente

alejándolas? (Pausa) La pregunta es, “¿Estará bien para el

característicos de los movimientos inconscientes. Con

inconsciente

permitirle

experimentar

un

trance

terapéutico?” (Pausa) Correcto. Permita a las manos

las con

manos

comienzan

movimientos

a

de

juntarse tironcitos,

frecuencia los sujetos sonríen; es una agradable sorpresa experimentarlo.

comenzar a juntarse para un “sí”, o separarse para un “no”. T: Correcto. Y mientras esas manos continúan moviéndose

Si los ojos no se cierran o si las manos realmente se alejan

muy lentamente, usted puede maravillarse de lo que está

o no se mueven en lo absoluto, esto significa que

sucediendo a sus ojos. ¿Están pestañeando? ¿Están

estamos encontrando resistencia. Esta resistencia puede

dispuestos a cerrarse cómodamente mientras esas manos

ser explorada y utilizada como sigue.

continúan juntándose? (Pausa) ¿Se cerrarán antes o después que esas manos se toquen? T: Correcto; aquellas manos realmente están alejándose,

Aquí se muestran algunas de las formas de tratar con la

queriendo decir que al inconsciente no le gustaría entrar

resistencia, y lo hacen a través de (1) comentar

en un trance terapéutico todavía. Y eso, porque hay

continuamente sobre cómo se está manifestando; (2)

alguna dificultad consciente o inconsciente con eso. De modo que aquellas manos pueden continuar expresando aquella dificultad alejando las manos muy lentamente. Y

asociando la conducta resistente con otra sugestión hipnótica diseñada para tratar y posiblemente resolver la resistencia a través de una serie de preguntas que son respondidas por, (3) otra respuesta ideomot ora.

mientras continúan alejándose, ¿está en su mente consciente la razón para esa dificultad? ¿Requiere el

En los casos muy raros en que no haya movimiento de

inconsciente más tiempo para trabajar otras cosas antes

manos, el terapeuta puede proceder como sigue.

23

que ocurra el trance? Sólo permítase mirar esas manos. ¿El inconsciente puede tratar adecuadamente ese problema en este momento, sin decirme algo al respecto? ¿Y esas manos comienzan a juntarse cuando haya tratado con el problema? ¿El

inconsciente

puede

detener

aquel

movimiento

mientras trata con ese problema? ¿Mantendrá sus ojos abiertos, o permitirá que sus ojos se cierren para concentrarse más intensa y adecuadamente sobre la resolución de ese problema? (Pausa) T: ¿Y qué está sucediendo con esas manos? ¿Realmente

De este modo, la falta de movimiento puede convertirse

no se mueven? ¿Cuánto tiempo puede mantenerlas

en una forma pasiva de catalepsia, con el sujeto

rígidamente ahí sin ningún movimiento? Eso es correcto,

manteniendo sus ojos abiertos y no moviendo las manos

inténtelo tan duramente como pueda, no permita que se muevan en lo absoluto. El cuerpo generalmente está siempre en un estado de constante movimiento, aunque

en lo absoluto. El terapeuta puede continuar trabajando con

el

problema,

mientras

el

cuerpo

permanece

completamente quieto e inmóvil, al igual que en un sueño o un profundo estado de concentración.

no lo advirtamos, pero en el estado hipnótico podemos tener respuestas paradojales –lo opuesto de lo que pedimos– y el cuerpo puede permanecer completamente inmóvil e incluso, a veces, por mucho tiempo. O una parte del cuerpo puede comenzar a quedarse quieto mientras otra parte del cuerpo experimenta el movimiento? ¿Qué sucede en su caso? T: Y el inconsciente puede continuar trabajando en ese

Los

problema, en aquel tiempo especial de trance, donde

convertidos en una experiencia de trance, en donde el

cada momento de trance puede ser equivalente a horas,

sujeto trata efectivamente con cualquier resistencia que

días i incluso años del tiempo ordinario del reloj. (Pausa) Y la cosa interesante es que la mente consciente puede o no puede comprender realmente lo que está sucediendo, si el inconsciente necesita mantenerlo en privado. Usted

movimientos

ideomotores

originales

han

sido

había para oponerse a los movimientos ideomotores. Incluso puede suceder que no haya resistencia activa, sino que el sujeto no tiene talento para los movimientos ideomotores. En este caso, la catalepsia pasiva es la forma más ideal para permitir que ocurra el trance.

puede permanecer exactamente como está, hasta que su inconsciente complete aquella unidad de trabajo, y usted sabrá que ha finalizado cuando tenga urgencia de moverse

y

estirarse

y

estar

completamente

alerta

nuevamente.

[Si el sujeto respondió bien al doble vínculo, “permitiendo que las manos se junten para indicar que está experimentando un cómodo trance terapéutico”, pueden explorarse habilidades del sujeto, como lo hace Rossi a continuación.]

24

T: Correcto. Y mientras esas manos continúan juntándose

La pausa le da al sujeto una oportunidad consciente

lentamente, indicando que el inconsciente le está

para oponerse a la fuerza magnética. Es interesante e

llevando a un estado más y más cómodo, usted puede

informativo

maravilla rse de lo que está sucediendo si intenta oponerse a su voluntad inconsciente. ¿Qué sucede si toma algún tiempo por un momento e intenta oponerse a esa fuerza?

advertir

cómo

los

sujetos

usan

esta

oportunidad: (1) Si las manos continúan acercándose sin interrupción, aunque se advierta el esfuerzo en la cara o quizá una sonrisa, puede significar que está tan poseído por el

¿Es posible para su mente consciente oponerse a esa

movimiento ideomotor, que no puede oponerse. Este es

fuerza inconsciente?

el tipo de sujetos que poseen un talento especial para la sugestión hipnótica y puede ser capaz de experimentar muchos de los fenómenos hipnóticos con facilidad. (2) Si las manos pueden continuar juntándose, sin que se adviertan señales faciales que está haciéndose algún esfuerzo, puede ser un sujeto que está tan cómodo con la experiencia interna, que no haría ningún esfuerzo para oponerse a ella. También puede estar dispuesto a experimentar muchos de los fenómenos hipnóticos clásicos, pero puede ser particularmente exitoso con aquellos que le permiten permanecer pasivo más que activo: inhibición ideomotora, respuestas ideosensorias y procesos imaginativos. (3) Otros sujetos toman la oportunidad con alivio y anhelo

para

probar

la

fortaleza

de

la

voluntad

consciente contra los movimientos ideomotores. El terapeuta puede observar toda clase de pruebas: muchas veces hay una oscilación entre el alejamiento obviamente consciente de las manos y después una pausa,

antes

de

juntarlas

nuevamente

en

forma

autónoma; rara vez los sujetos apartarán sus manos, bajándolas

y

comenzando

aparentemente

a

reorientarse y finalizando así la experiencia por el momento. A estos sujetos debería preguntárseles si hay alguna objeción seria para experiencias de trances posteriores.

T: Correcto, es un poco frustrante forzarse a salir de ese

Aquí Rossi está facilitando el descanso natural del ritmo

agradable estado donde las cosas suceden por si mismas.

ultradiano.

Es desconcertante debido a que siempre se siente mejor

perturbaciones y enfermedades psicosomáticas son el

dejar que el inconsciente haga lo que mejor sabe hacer, dejándolo

trabajar

sin

interferencias

de

la

mente

consciente. Usted está experimentando ahora aquella

Plantea

la

hipótesis

que

muchas

resultado del estrés que surge cuando la consciencia no permite la ocurrencia de ese ciclo natural. Asociar una sugestión posthipnótica a este ciclo, es asociar una sugestión posthipnótica a una inevitabilidad

diferencia y aprendiendo a cómo permitir que el

conductual. Esta tiende a reforzar a la sugestión

inconsciente haga las cosas. Dejando al inconsciente

mientras utiliza y facilita un proceso vital nat ural.

juntar o separar nuevamente esas manos. Realmente ese no es el asunto, la única cosa importante es que permitimos a aquella parte creativa del inconsciente determinar exactamente qué sucederá. Y es agradable saber que sólo cuando usted permita a esas manos

25

moverse nuevamente, puede usar esta nueva habilidad a lo largo del día, para ponerse ocasionalmente en contacto con usted mismo cuando el inconsciente quiera que usted tome algunos minutos de descanso, y lo deje hacer las cosas importantes que lo ayudarán en muchas formas, más de las que usted pueda darse cuenta conscientemente. Ponerse cuidadosamente en contacto con el cuerpo a lo largo del día y permitir al inconsciente tomar el tiempo y energía que necesita para trabajar con esos problemas que son muy importantes para usted. T: Mientras esas manos continúan juntándose, usted puede

Si el sujeto responde y las manos se detienen a una

ponerse en contacto con lo que está sucediendo. ¿Esas

distancia de dos o cuatro centímetros la una de la otra –

manos se pondrán un poco rígidas y torpes? ¿Hay un par

presumiendo que los ojos del sujeto están abiertos, o si

de guantes magnéticos densos sobre esas manos, de modo que no sienten nada? ¿Tan densos que el relleno del guante detiene a las manos, de modo que no pueden acercarse más que dos o cuatro centímetros? (Pausa)

están cerrados, la frase se enuncia contingentemente con la apertura de los ojos para observar este bloqueo, rigidez y entumecimiento de las manos–, el terapeuta tiene una base excelente para preguntarse en voz alta respecto a cuánta rigidez y entumecimiento hay en esas manos, de modo que el sujeto pueda experimentar una anestesia en guante.

La anestesia puede probarse posteriormente, cuando se permita que las manos bajen a la falda y no se sientan. A muchos sujetos, desde luego, les será imposible sentir algo, ya que la sugestión del guante no les permitirá tocar la falda, porque interferirá el guante magnético.

Junto a la anestesia, o en lugar de aquella, uno también puede explorar ideas ideosensorias.

T: Mientras eso continúa, usted podría ponerse en

Hay

contacto con la sensación de su cara. Todos conocemos

ideosensorias, pero ciertos principios siempre ayudan:

el calor que a veces sentimos en la cara y partes del

(1) Mencionar una historia vital en la cual el cuerpo

cuerpo cuando nos sonrojamos de emoción. Y usted puede

no

saber

exactamente

por

qué,

pero

su

inconsciente sabe cómo sentir ese calor. ¿Puede sentir el

pudo

innumerables

haber

formas

de

experimentado

evocar

la

respuestas

sensación

–el

enrojecimiento de la emoción, la frescura del viento– tiende a iniciar una búsqueda interna en un nivel inconsciente que prepara la sensación a experimentar;

calor ahora? (Pausa) Y mientras siente ese calor, ¿esas

(2) El uso de la pausa permite el tiempo adecuado para

manos bajarán haciéndomelo saber al separarse, o su

la respuesta;

cabeza comenzará a asentir en un “sí”? (Pausa) ¿O su

(3) Estableciendo una señal ideomotora que permita al

cabeza se moverá en un “no” completamente por si

terapeuta saber cuándo está experimentándose la

misma?

respuesta. Estos principios son básicos para facilitar cualquier fenómeno hipnótico en una forma permisiva.

En este momento de la secuencia, el terapeuta puede introducir cualquier rango de respuestas hipnóticas que crea son necesarias para f acilitar el trabajo futuro.

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T: Correcto. Y si el inconsciente está preparado para

En esta fase el sujeto generalmente está preparado

permitir que el trance se profundice, para que la

para

comodidad se profundice tal como cuando dormir,

ideomotoras con los dedos, que pueden usarse para

¿sentirá esas manos y sus brazos volviéndose un poco

el

trabajo

posterior.

Rossi

introduce

señales

controlar el curso de cualquier procedimiento que siga.

pesados –y después más pesados? (Pausa mientras el terapeuta observa los ligeros movimientos bamboleantes que señalan que está experimentándose un peso mayor.) Y mientras aquellas manos continúan descendiendo, esa comodidad se profundiza más. Pero esas manos no descansarán en su falda hasta que el inconsciente esté realmente preparado para descansar y aprender después otras habilidades hipnóticas que sean útiles para sus propósitos.

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Fenómeno Hipnótico: Progresión de edad

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos Este fenómeno implica “guiar” al paciente hacia el futuro, donde pueda tener la oportunidad de imaginar las consecuencias de los cambios conductuales o experienciales, e integrar los significados a niveles profundos (Yapko, 1990),

Ocurrencia natural Constantemente las personas nos estamos proyectando hacia el futuro; proyectamos una parte de nosotros mismos en esa experiencia e imaginamos cómo será o sería. Son comunes las expresiones “Te veré la semana próxima”, “Me inscribiré en ese curso el próximo semestre”, “A fin de semana compraré eso.” A juicio de Yapko (1990), la progresión de edad es una extrapolación de las tendencias personales

del

cliente,

donde

se

amplifican

sus

sentimientos,

conductas,

etc.

Muchas

configuraciones personales, conscientes u otras, son muy predecibles. El inconsciente de una persona puede predecir el futuro en algún grado, sobre las bases de aquellas experiencias que lo permitirán o lo procurarán (o no lo permitirán). Erickson (Rosen, 1986, p. 65-67) relata una metáfora que tiene mucha relación con lo anterior. En una demostración en la Universidad de Michigan, escogió a una voluntaria llamada Peggy. Al entrar en trance, sentada en el extremo de una larga mesa, escribió algo en forma automática y lo deslizó en su bolso, sin percatarse. Erickson le indujo trance y le dijo que al despertar escribiría automáticamente “Hoy es un hermoso día de julio”. La demostración fue en Abril. Peggy escribió lo que le dijo Erickson, y al estar en vigilia no reconoció haberlo escrito, ya que esa no era su letra. En Septiembre, Erickson recibió una llamada telefónica de larga distancia de Peggy, la cual le relató que le había sucedido algo extraño. Había vaciado su bolso ese día y encontró en el fondo un papelito doblado. Al abrirlo encontró escrito en letra muy extraña, “¿Me casaré con Harold?” No sabía cómo fue a parar ese papel en la cartera, y creía que Erickson tenía algo que ver con esto. Erickson le explicó que había estado en Michigan en abril. Lo más interesante es que en esa fecha Peggy estaba comprometida con Bill y no tenía dudas de su compromiso. En junio terminó

28

con Bill y en julio se casó con un compañero, Harold, a quien había visto sólo una vez, hasta que se encontraron en julio. Erickson explica esto diciendo que el inconsciente de Peggy supo con varios meses de adelanto que ella iba a terminar su compromiso. El motivo que doblara tanto el papelito fue que en abril ella no podía soportar conscientemente el hecho. Rosen acota que cuando Erickson le sugirió a Peggy que escribiera la frase “Hoy es un hermoso día de julio”, fue un “caso de aptitud para la buena suerte”. Fue el mes en que ella terminó su compromiso con su novio y es el mes que se asocia con los matrimonios en el hemisferio norte.

Uso estratégico de la progresión de edad La progresión de edad puede usarse al menos en dos formas genéricas, complementarias: como una comprobación del trabajo del terapeuta, y como intervención terapéutica.

1) Comprobación del trabajo del terapeuta: Se solicita al paciente que se proyecte al futuro, y vea cómo se ve y se siente después del trabajo terapéutico; cómo se ve y se siente manejando las situaciones antiguas de modos nuevos; cómo reaccionan los otros a su cambio; qué áreas continúan siendo difíciles para él y, en general, cuáles áreas de su vida han sido afectadas positiva o negativamente. Dicha información puede ser de mucha utilidad para la formulación de la intervención terapéutica, a la vez que comprueba el impacto del trabajo realizado. Si el paciente experimenta progresión de edad y aun presenta la misma dolencia, la terapia no ha concluido 2) Intervención terapéutica: Erickson (1954/1980) desarrolló una estrategia que utiliza progresión de edad denominada pseudo-orientación en el tiempo, consistente en dirigir al paciente hacia el futuro, cuando su problema estuviera resuelto, y les pedía que alucinaran un encuentro con él en ese futuro imaginario, en el que le contaran cómo habían resuelto sus dificultades. Una vez que le habían descrito la escena, les hacia olvidar la experiencia por medio de la amnesia y los enviaba a casa. Tras cierto tiempo, informaban, por lo general, haber resuelto sus quejas. (O’Hanlon y Weiner-Davis, 1993) La progresión de edad está a la base de las terapias estratégicas “orientadas a la solución”; es decir, en lugar de orientar la terapia hacia las situaciones problemáticas no resueltas en el pasado del paciente, se lleva a éste hacia el futuro, cuando ya habrá resuelto los problemas que lo llevaron a consultar (de Shazer, 1992; Dolan, 1991; O’Hanlon y Weiner-Davis, 1993). Según Rossi (1986/1993), la estrategia de pseudo-orientación en el tiempo de Erickson es un método a través del cual los pacientes pueden generar su propio futuro, al accesar y facilitar las posibilidades internas que solamente existen en forma embriónica.

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Watzlawick (citado por Rossi, 1986/1993) discute el uso de la imaginación a través del fenómeno "como si” y la profecía de auto-cumplimiento en la formación de nuestra realidad experiencial y nuestro “destino”. “Somos víctimas de nuestro destino cuando permitimos que nuestro inconsciente, a través de sus propios procesos creativos autónomos, construya nuestro futuro. Si tenemos poca o ninguna relación con aquellos procesos inconscientes, nada tenemos que decir en la construcción de nuestro futuro. Sin embargo, podemos dar una mano a la construcción de nuestro futuro con el trabajo interno.” (p. 108)

Accesos Las pautas para facilitar progresión son numerosas, variando desde las más directas a las menos directas.

1) Accesos directos Los accesos directos se relacionan con aquellos que se utilizan en la regresión de edad: un “vehículo especial” para viajar al futuro, una pantalla de cine sobre la cual mirar una película del futuro, un libro en el cual leer acerca del futuro, una colección de fotografías de sucesos futuros. El siguiente es un acceso directo, simple: “...y ahora que usted ha tenido la oportunidad de descubrir algo muy importante respecto a si mismo, me pregunto cuántas formas descubrirá para usar creativamente esta nueva habilidad suya, en su propio beneficio... y puede ser como si un largo tiempo hubiera pasado desde esta sesión... algunos días... y el tiempo transcurre rápidamente... después algunas semanas... y algunos meses atrás pasamos algún tiempo juntos, en donde usted aprendió que podía sentirse muy bien... y tuvo un pensamiento en aquella época que le permitió verse en una forma diferente... y sentirse diferente... y mientras se mira hacia atrás, a través de todo el tiempo que ha transcurrido desde entonces, ¿cuánto lo ha afectado ese pensamiento?... ¿Cuán diferente es usted?... ¿Qué puede hacer ahora que no podía realizar en ese entonces?...” (Yapko, 1990, p. 265-266)

Esta secuencia orienta al paciente hacia el futuro como si fuera ahora, y le da la oportunidad para reflexionar sobre el cambio reciente y sus consecuencias. 2) Accesos indirectos (Yapko, 1990, p. 266)

a) Uso de metáforas o anécdotas “Me gustaría contarle respecto a un cliente con el cual trabajé, que pudo imaginarse claramente a si mismo dos meses después de nuestra sesión, haciendo exactamente lo que hablamos ahora, y cuando se vio en esa forma, descubrió...”

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b) Sugestiones entremezcladas “A veces me gustaría mirar alrededor y preguntarme que sucederá en el futuro, cuando usted pueda mirar hacia atrás y sentirse bien por todos los cambios que ha efectuado...”

c) Presuposiciones “Me pregunto dónde estará exactamente y qué estará haciendo cuando advierta con felicidad que no ha fumado en días...” (En este ejemplo, además de sugerir la progresión de edad, se presupone [implica] que se habrá eliminado o superado la dificultad.)

d) Preguntas indirectas entremezcladas “¿Puede decirme cómo describiría la forma en que se resolverá su problema con los amigos? ¿No puede?”

Dos estrategias generales para la progresión de edad Una estrategia general para progresión de edad (Yapko, 1990, p. 266-267)

Esta estrategia descrita por Yapko puede adaptarse a las necesidades del individuo en el contexto de la psicoterapia. Está ideada en pasos secuenciales en el proceso de trance, para facilitar un mayor grado de disposición a responder en el paciente. Se compone de 11 pasos: Paso 1: Inducción. Comprende una inducción de cualquier tipo. Paso 2: Construcción de una dirección de respuesta. Imp lica ofrecer una dirección de sugestiones verificables que establece el ímpetu para responder positivamente al terapeuta. Paso 3: Metáforas que consideran el futuro. Implica ofrecer al menos dos metáforas que consideran el futuro (v.g., cambios que sucederán en la ciencia, en la medicina, en la sociedad, etc.). Paso 4: Identificación de recursos positivos. Implica la identificación de recursos positivos valiosos (v.g., inteligencia, sensibilidad, perseverancia) existentes en el paciente. Paso 5: Identificación de contextos futuros específicos. Comprende la identificación de situaciones futuras específicas que enfrentará el paciente, que son una base de interés. Paso 6: Mezcla de recursos positivos identificados en el Paso 4. Implica asociar los recursos existentes en el paciente a futuros contextos probables, donde serían útiles. Paso 7: Ensayo de la secuencia conductual. Provee una oportunidad para un “ensayo” de las consecuencias futuras, como si estuvieran sucediendo ahora. Paso 8: Generalización de los recursos positivos a otros contextos seleccionados. Suministra una oportunidad para identificar otros diversos contextos donde la misma aplicación de la habilidad será útil. Paso 9: Sugestiones posthipnóticas. Implica sugestiones específicas para usar la habilidad en contextos específicos donde pueda ser útil.

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Paso 10: Desenganche. Conduce el trabajo orientado al futuro a un cierre y el restablecimiento de los vínculos con el contexto social. Paso 11: Reorientación al estado de alerta.

La siguiente transcripción ilustra el procedimiento mencionado más arriba (tomado de Yapko, 1992, p. 157-159): La paciente estaba deprimida, y el propósito de la siguiente progresión de edad fue establecer una orientación positiva hacia el futuro, que facilitara su rol de madre, basado en perspectivas específicamente recomendadas.

Pasos Construcción de una disposición a responder

Transcripción (Después de la inducción) Ahora, usted sabe y yo sé que uno no puede predecir con precisión todo el futuro... como lo que sucederá en los deportes... o si lloverá ese día Martes en particular en enero del próximo año... pero cuando usted comienza a pensar hacia delante... en aquellas cosas que no han sucedido aun... es muy claro... que algunas cosas pueden predecirse... cambios de las

Metáforas respecto al futuro

estaciones... las personas cambian... los avances científicos... puede mirar por adelantado los nuevos lugares que visitará... nuevas personas que

conocerá...

nuevas

habilidades

que

aprenderá... nuevos artefactos que aprenderá a operar... y usted sabe profundamente... muy profundamente... que sabe cómo aprender... cómo adaptarse... al cambio de los tiempos... a las circunstancias cambiantes... y es cierto que Identificación de recursos positivos

será madre por primera vez... y puede mirar por adelantado

esa

experiencia

que

le

dará

incontables oportunidades... para aprender de si Identificación de contextos futuros específicos

misma... aprender que usted ama y cuida a su

Recursos positivos incrustados

bebé... y cómo adaptar su vida... a medida que ocurre...

cambiando

en

las

formas

más

profundas... en formas que puede anticipar... como ir a la reunión de la ATP... y formas que no puede anticipar, como la carrera que escogerá su hijo... y puede imaginar con facilidad... con detalles vívidos... la apariencia de su rostro...

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cuando sostiene orgullosa y amorosamente a su bebé... y la forma en que se sentirá orgullosa cuando enseñe al bebé a hacer algo nuevo y Ensayo de una secuencia conductual

en forma independiente... como aprender a levantarse... o comer comida sólida... y cómo pacientemente

puede

responder

a

las

preguntas aparentemente interminables del niño...

disfrutándolas

como

maravillosos

indicadores de la curiosidad... y su habilidad para

aprender...

y

adaptarse...

le

servirá

maravillosamente siendo una madre... y en otras situaciones específicas también... que puede pensar ahora... mientras yo guardo silencio durante un minuto... (un minuto de silencio)... y puede mirar por adelantado las incontables oportunidades... día a día... en las cuales puede aprender con facilidad... a usar lo que ha aprendido... para el beneficio de su bebé... y las personas a quienes usted ama y cuida. Generalización de recursos

(Cierre y desenganche)

Sugestión posthipnótica

Caso clínico: Orientación a una meta (futura) (Yapko, 1990, p. 336-338) El cliente era un hombre de casi 60 años, que presentaba el problema de “estar atascado” en una relación inestable de “terminar - volver a empezar”; lo cual lo angustiaba, tenía hipertensión arterial y estaba constantemente rumiando respecto a su carrera. Se presentaba como “estar esperando lograr el suficiente crecimiento personal para ser capaz de seguir adelante con mi vida”. No tenía metas específicas en su mente que pudieran representar “seguir adelante”. Así, una de las netas del tratamiento era desarrollar un sentido de dirección en su vida. Durante el curso del tratamiento, se utilizó una sesión de trance para fomentar el desarrollo de una sensación de futuro que lo empujara a tomar algunos cursos de acción decisivos en el presente. El cliente era un educador que decía estar bien enterado con el trabajo de hipnosis clínica en general, y con el trabajo de Milton Erickson en particular. La transcripción que sigue a continuación es la tercera sesión de 12. ...Está bien, Jerry, puede comenzar a tomar algunas inspiraciones profundas, relajantes... y poco a poco... puede comenzar a tener diversos recuerdos... pasando por su mente... como estar en un trance profundo... en una forma que sea agradable y cómoda... y estar quieto durante un rato... desde su última experiencia... un proceso de trance normal... conmigo como guía... pero hubo una época... no

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hace mu cho... cuando se acostumbró por primera vez... a escuchar mi voz... quedándose quieto... para escucharme... hablar en una forma lenta... una forma deliberada... y fue durante esa experiencia inicial... cuando comenzó a aprender algo por primera vez respecto al trance... y se abrieron muchas posibilidades futuras... que se permitió experimentar... algo de las dimensiones más interesantes... de experimentar un trance... y ya que ha transcurrido algún tiempo desde su primer trance... y ya que ha crecido en muchas formas desde esa época... puede ser mucho más fácil... ir a un trance profundo... y un estado mucho más cómodo de la mente y el cuerpo... momento a momento... y esta es una... oportunidad que vale la pena... para volver a descubrir... su habilidad... para divagar... en una forma que sea útil... en una forma que tenga sentido... y sé... de las numerosas posibilidades... a medida que usted explora sus experiencias... y por cierto puede ser muy fascinante... como las diversas posibilidades... le permiten v olver a descubrir... antiguos percatarse... que allanan el camino para nuevas comprensiones... y a medida que las nuevas comprensiones vienen... a su consciencia... cuando sucede eso es muy fácil... descubrir la poca atención que es necesaria... para permitir esa clase de comodidad... que podemos construir... en una experiencia futura... de cada día... y estoy consciente que su mente está divagando... a ningún lugar en particular... que las cosas que usted piensa en este momento... están ligadas... a las experiencias pasadas... y expectativas futuras... y usted sabe y yo sé... que muy a menudo... si las semillas... pueden plantarse hoy... generan el mayor monto... de provecho... posibilidades futuras... y cómo Erickson lo señaló correctamente... usted no puede cambiar el pasado del paciente... sólo puede cambiar la perspectiva de aquel... y cómo el pasado se relaciona con el futuro... como lo sabrá en el presente... debido a que el presente está conectado a su pasado... y lo lleva a posibilidades futuras... que deseará explorar... y su experiencia aquí... confirma que... usted construye el presente... de un futuro positivo... que incorpora aprendizajes del pasado... de cosas que experimenta en el presente... y toda la charla respecto al pasado y el presente y el futuro... realmente no es más que una forma para desorientarlo... que podría valer la pena... pues por cierto puede ayudarlo... a ver la perspectiva... que los impulsos del momento... pueden ser vistos en una forma diferente... a medida que descubre... que las cosas más valiosas para hacer... puede fabricarlas en el interior... desde dentro... en su yo profundo... su yo profundo... y si pensara para atrás... en todas las cosas provechosas que ya ha experimentado... algunas vienen con facilidad... por la simple razón... que cualquier cosa que ha obtenido... usted trabajó para obtenerla... y hubo muchas veces... en su camino para convertirse en maestro... que habría sido mucho más fácil... saltarse la clase... e ir a jugar... ir a la playa... o ir a correr... y por cierto habría sido justificado hacer eso... pero habría sentido profundamente... que hay algo más importante que obtener... en el nombre del sacrificio... y cada autosacrificio para el mejoramiento de si mismo no es realmente un auto-sacrificio... porque cuando piensa respecto a la relación entre los sacrificios y la mejoría... y usted mejora el sacrificio... y usted sacrifica más que su mejoría... usted realmente no se ha sacrificado... sólo ha mejorado... y avanzado un paso... y las preguntas dentro de si mismo... que generan el ímpetu para crecer... y experimentar... es una presión interna menguante... que cada experiencia puede dar comodidad... cada oportunidad nueva... para crecer... puede ser reconocida por lo que es... que hay mucho que aprender con el tiempo... hay muchas formas en las que ha cambiado... y cada cambio iguala la presión externa... al responder profundamente a las demandas apropiadas del interior... usted se ha hecho más hábil... y los resultados se han mostrado... y puede tener un impacto muy profundo... cuando se permite... liberarse... quizá para enseñar... en una forma compartida... que usted ya conoce... e ir a la escuela en solamente una forma... para evolucionar... y cambiar... en una forma de auto-sacrificio... que lleva a un mayor sentido del yo... y todo lo que ha experimentado antes... y todo por lo que pasó... fue auto-sacrificio... y tiene un aura... de

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cuidar de usted mismo... por debajo de ellos... y cuando uno se convierte en padre... es aparente... que el ser padre... es la superficie brillante... de una decisión egoísta... de tener hijos... que uno espera reflejarán el yo de uno... con orgullo... con logro... y el debate respecto a la naturaleza egoísta de tener hijos... continua... y el sacrificio... de una relación de amor... que le da lo que usted quiere... y usted sabe que quiere decir dar... para obtener... y cuando usted puede dar abiertamente... crece... con facilidad... y a medida que comprende más y más profundamente en su interior... que dar para obtener... es la mejor forma... para construir una relación sólida... especialmente dentro de usted... especialmente... consigo mismo... y... por qué no... egoísta y desinteresadamente... sacrificar un poco de tiempo cada día... para darse a si mismo... para ob tener de usted mismo... mucha más comodidad... y mucha menos presión... para hacer las cosas... un medio con mucha menos presión... para que circule la sangre... en un cuerpo que está muy saludable... con comodidad... y la habilidad para relajarse profundamente... y usted sabe por la gente que trabaja con usted... que usted puede simular que ellos no ha escuchado... pero usted sabe que el inconsciente de ellos está ahí... y ellos pueden simular que no escucharon... pero usted no tiene que ser engañado por eso... porque hay partes en cada persona... sin importar su nivel educacional... que tienen la capacidad de aprender... y crecer... y cambiar... y todos pueden trabajar duro para permanecer igual... pero usted y yo sabemos que el cambio es inevitable... de modo que no tiene que ser engañado por eso... y guardaré silencio por un minuto... mientras usted explora dentro de si mismo... los pensamientos y sentimientos... que pasan por su consciencia... que se convierten en significativos para usted en formas que su mente consciente tiene aun que descubrir... y cuando yo le hable nuevamente, dentro de un minuto... mi voz lo relajará aun más profundamente... y el minuto de silencio comienza... ahora... (un minuto de silencio)... correcto... puede continuar relajándose... puede continuar descansando cómodamente... y usted me ha permitido estar consciente... de los múltiples propósitos de nuestra sesión... aprendiendo oportunidades y oportunidades de crecimiento personal... y experiencias significativas... y me pregunto si será capaz de descubrir... a partir de estas experiencias de trance... a medida que advierte las ideas diferentes y las perspectivas diferentes... y puede disfrutar sabiendo... que cada proceso de trance... tendrá un efecto diferente... y genera una pauta diferente... en las formas que su mente inconsciente... puede permitir... mientas su mente consciente mira hacia delante... para descubrir... el rango de posibilidades... un día a la vez... y tómese todo el tiempo que necesite... para procesar sus pensamientos... las dimensiones diferentes de su experiencia... y pensar en sus expectativas... y cuáles aprendizajes serán más adecuados para utilizarlos... esta semana... y cuáles aprendizajes esperarán hasta la semana siguiente... y entonces, cuando esté preparado... puede comenzar a volver al aquí y al ahora... a esta sala y a este lugar... y cuando quiera... puede comenzar a moverse lentamente para volver aquí... y después puede permitir que sus ojos se abran... El cliente reflexionó sobre la verdad básica que él había tenido valor, trabajó duro para eso. Fue capaz de recordar con facilidad que parecía un sacrificio la época cuando estaba en la escuela asistiendo a clases, mientras los otros estaban fuera disfrutando de actividades recreativas. La sesión lo motivó para confrontar la falta de propósito en cada una de las áreas de su vida, y llevó en las sesiones posteriores a tratar los problemas de colocar metas, dejando al lado la gratificación inmediata mientras se esforzaba por alcanzar posibilidades futuras provechosas, y responder más en su relación (“dar para recibir”).

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Metáfora terapéutica para estimular el desarrollo de una buena imagen de si mismo, que ocupa como fenómeno hipnótico la progresión de edad (Donoso, 1995)

La siguiente metáfora terapéutica para la construcción de la imagen de si mismo, está construida de acuerdo a las indicaciones de Lankton y Lankton (1983)6 y fue utilizada en una investigación con niños con labio leporino.7 La meta terapéutica de la metáfora es que “la imagen de si mismo puede corresponder a la de una persona capaz, que mejora y se transforma a si misma gracias a su propio esfuerzo y sacrificio”. Hay una historia que me demoré varios años en averiguar. Es fascinante y valió la pena el trabajo que me costó conseguirla. Cuando mi vecino tenía seis años, lo atropelló una moto. Estuvo en el hospital un buen tiempo. Después de las operaciones, quedó con algunas cicatrices en la cara y un poco cojo. Para que sus cicatrices fueran desapareciendo, el pequeño Esteban debería usar, todo el día, unas correas transparentes de plástico en su cara. La cojera se arreglaría con unos ejercicios especiales para fortalecer sus piernas. Se fue acostumbrando, poco a poco, a esas correas en su cara. Ya casi ni se daba cuenta. Lo difícil era aguantar que sus compañeros se rieran de él y le pusieran sobrenombres. Cada vez fue juntándose menos con sus amigos. Prefería estar solo y ojalá en lugares oscuros para que nadie lo pudiera ver. Cuando se encerraba en su pieza, sus papás y hermanos se preocupaban mucho. Sabían que Esteban estaba triste. Aunque Esteban sabía que esas correas que tenía que usar en la cara lo ayudarían a verse normal de nuevo, el tratamiento parecía demasiado largo. Pasar cuatro años con esas correas sería terrible. Mientras más se miraba la cara en el espejo y se tocaba esas tiras de plástico, más triste se colocaba. Dos meses después, descubrió que había un cine muy cerca de su casa. Y mejor todavía, daban películas todo el día. Después de llegar del colegio y de hacer las tareas, partía rápidamente al cine. Veía una y otra vez las películas, tanto que hasta se las aprendía de memoria. Le gustaba mucho y, además, el cine estaba casi todo el rato oscuro, así que nadie se fijaba en él. Eso, por lo menos, era lo que él creía. Sin embargo, alguien empezó a darse cuenta que un niño pasaba todas las tardes viendo películas.

Ver, M. Pacheco, Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Avanzado. Uso de metáforas terapéuticas en psicoterapia. Instituto Milton H. Erickson de Santiago, 1993 7 El objetivo general de esa investigación era “comparar la eficacia de tres estilos comunicacionales, respecto al uso y cuidado de aparatos ortodóncicos removibles en una muestra de pacientes con labio leporino y fisura velo palatina operados.” 6

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Esa persona era el viejito que manejaba la máquina que proyectaba las películas. Un día el viejito se acercó a Esteban y lo invitó a que conociera la máquina proyectora. Desde aquel día, el niño siempre visitaba al viejo y observaba cómo colocaba las películas en la máquina; cómo prendía los motores y empujaba hacia delante la enorme palanca verde para que la función comenzara. Poco a poco, Esteban fue conociendo la historia del anciano. Venía de las montañas del sur, de un lugar que ya nadie conoce. Era el último sobreviviente de su pueblo. Esteban también le fue contando su vida y por qué tenía que usar esas correas en su cara. Entonces fue cuando el viejito sonrió y le dijo que volviera al cine esa misma noche a las once y media. Le iba a regalar un secreto especial. El niño que ya tenía nueve años estaba muy asustado, aunque igual logró llegar al cine esa noche. Esperó y esperó, hasta que, finalmente, el viejo abrió la puerta. Esteban, por orden del anciano, se sentó en un piso frente a la pantalla. El viejito sacó lentamente de una bolsita azul, una sustancia rosada que esparció en toda la pantalla. “Mira atentamente esa sustancia y ahora imagina cómo te gustaría ser en unos años más”, le dijo el anciano. La sustancia rosada fue transformándose en una imagen como de película. Y en esa imagen estaba Esteban, aunque unos años más grande y de alguna forma distinto. Estaba con otros jóvenes, se veía más fuerte, con menos cicatrices y mucho, mucho más contento. Mientras más se fijaba en esa imagen, más detalles fascinantes descubría. Especialmente le llamaba la atención que sus ojos tenían un brillo muy extraño. “¡Ven inmediatamente!”, le gritó el anciano desde la sala de proyección. El viejito estaba sentado junto a la máquina moviendo unos cables y apretando botones. “Fíjate en las imágenes que verás en la pantalla ahora, y aprende de ellas.” Entonces el viejito movió hacia atrás la enorme palanca verde y Esteban empezó a ver imágenes de si mismo cada vez más joven, hasta llegar a los nueve años que tenía en ese momento. En las distintas escenas él se veía a si mismo en muchos lugares, aprendiendo cosas, conversando con otras personas, pensando, a veces contento, a veces triste. Tocándose las correas, haciendo ejercicios y muchas otras cosas que lo hacían sentirse mejor. Y en todas esas imágenes, él tenía ese extraño brillo en los ojos. Finalmente vio una imagen de si mismo tal como estaba ahora. El viejo empujó hacia delante la palanca y el niño se vio a si mismo creciendo y aprendiendo. De pronto el anciano detuvo la película, golpeó sus manos y las imágenes de la pantalla se transformaron nuevamente en esa sustancia rosada. Luego, lentamente la sustancia se convirtió en una nuble de luz brillante. Suavemente esa nube se acercó al niño hasta rodearlo por completo. La luz empezó a hacerse más intensa, tan intensa que el niño tuvo que cerrar los ojos. Al abrirlos descubrió que estaba en su propia casa y que ya estaba amaneciendo. Tocó su cara y, claro, ahí estaban las correas. Pero se sentía distinto. Era una

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sensación extraña y agradable. Se vistió, desayunó y al despedirse de su madre, ella sonrió y le dijo, “Sabes, Esteban, es extraño, pero juraría que tus ojos tienen un brillo especial.”

Incubando curación mente/cuerpo (Rossi, 1986/1993, p. 109) Según Rossi, puede suponerse que la estrategia que se describe más abajo, estimula a las funciones de la imaginación y planeamiento de la corteza pre-frontal, así como también provee visualmente imágenes de recursos internos y soluciones de problemas que pueden no haber estado disponibles o ser inaccesibles a la consciencia. La frecuente experiencia de alivio emocional que acompaña a los insights y recuerdos olvidados que surgen “espontáneamente” a la consciencia en los tres pasos de la estrategia, son las señales típicas de haber accesado y reencuadrado terapéuticamente patrones de memoria, aprendizaje y comportamiento que han estado disociados (“aprendizaje dependiente del estado.”)8 La orientación psicológica al futuro en donde el problema está solucionado, agrega aparentemente un estímulo nuevo y un marco de referencia terapéutico que permite al paciente romper el “marco presente del problema” que ha limitado su acceso a sus propios recursos internos. La estrategia en tres pasos, es como sigue: 1.

Señal de disposición para la revisión del problema presente9 Cuando su mente interna esté preparada para revisar todos los aspectos de ese problema que está experimentando actualmente, [pausa] ¿sus ojos estarán cerrándose mientras usted revisa todos los aspectos del problema, que no sabe cómo tratar todavía?

2.

Incubando curación actual y futura Ahora explore las posibilidades de curación futura. ¿Cómo se ve a si mismo? ¿Cómo se siente? ¿Qué está haciendo ahora que el problema está completamente resuelto? [Pausa] Ahora permita que su mente interna revise cómo hará para ir desde el problema presente [pausa] al futuro, cuando usted lo haya resuelto. [Pausa] ¿Cuáles son algunos de los pasos que tomará para facilitar su curación? [Pausa]

Ver más adelante en este volumen. Rossi no acostumbra a inducir trance hipnótico formal, sino que espera la ocurrencia del “trance común de cada día”. Si el lector ha inducido trance formal, puede comenzar con el párrafo que sigue a la pausa. 8 9

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3.

Ratificación de la curación mente/cuerpo Cuando su mente interna sepa que puede continuar el proceso curativo totalmente por si misma, y cuando su mente consciente sepa que puede cooperar con esta curación, [pausa] ¿se encontrará estirándose, abriendo sus ojos, y sintiéndose refrescado, a medida que se despierta totalmente?

Pseudo-Orientación en el Tiempo Como un Procedimiento Terapéutico Para poder entender esta estrategia descrita por Erickson en 1954, se transcribirán dos de los cinco casos descritos por Erickson, y los comentarios generales que hace respecto al procedimiento.

Paciente A El paciente era un hombre de 30 años, divorciado, oficinista de posición inferior, que vivía en una casa miserable y que no tenía amistades de ningún sexo. No leía, no iba a la iglesia o al cine, tomaba sus comidas en un restorán barato, y limitaba sus actividades recreativas a conducir sin ánimo su auto por la ciudad. Durante tres años había estado bajo el cuidado de un médico general, debido a innumerables molestias somáticas en todo su cuerpo. Una vez había sido hospitalizado, como posible candidato a cirugía abdominal. Había reaccionado traumáticamente a la admisión al pabellón quirúrgico, al desarrollar un terror extremo, llorando y gritando, y quejándose de un dolor abdominal agonizante. Una laparotomía no descubrió ninguna condición patológica, pero se efectuó una apendectomía de rutina. Su convalecencia se prolongó durante un mes y marcada por más molestias aun que las que había expresado previamente. Adicionalmente, estaba periódicamente deprimido, llorando mucho y muy renuente a dejar el hospital. La operación y sus comportamientos relacionados con ésta, lo convencieron que era un “cobarde”, que no era “bueno”, “sin fortaleza” e “incapaz de ser un hombre. Por consiguiente, había funcionado en un nivel más bajo en lo personal y lo económico. Visitaba a su médico dos o cuatro veces por semana, buscando ayuda principalmente para su debilidad, dolor de espalda, jaquecas, dolores gástricos, etc. Los esfuerzos para referirlo a un psiquiatra resultaron ser inútiles. Ellos “no lo comprenderían.” A su vez, los psiquiatras lo reportaban como un “defecto de carácter”, una “personalidad inadecuada”, un “hipocondríaco profundo”, y una “personalidad psicopática de un tipo constitucional inferior.” Todos estaban de acuerdo que no estaba capacitado para recibir terapia. Sin embargo, mi impresión clínica fue mucho más favorable. Aproximadamente 18 meses después de la laparotomía, me fue referido para hipnoterapia, y el médico me hizo llegar la extensa historia clínica que había tomado. Establecí rápidamente el rapport con el paciente. Esta muy impaciente por ser hipnotizado, y probó ser un muy buen sujeto. Durante un mes lo ví una vez por semana, en sesiones de tres a cuatro horas. Durante este tiempo, dediqué todo mi esfuerzo para entrenarlo a desarrollar con facilidad todos los

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fenómenos hipnóticos de los cuales fue capaz. En todas esas sesiones induje amnesia profunda. No intenté ninguna psicoterapia, aparte del establecimiento de un buen rapport y un sentimiento general de confianza. Las dos sesiones siguientes fueron utilizadas en hacerlo alucinar una serie de bolas de cristal.10 En ellas lo induje que viera una gran colección de experiencias emocionales pendientes y experiencias traumáticas de su vida. Esas representaciones estaban “fijas” –es decir, podía pasar de una escena a otra y regresar a la anterior sin tener que volver a alucinarla. Así, pudo verse a si mismo en diversas situaciones en épocas distintas en su vida. Por lo tanto pudo observar su comportamiento y reacciones, hacer comparaciones y contrastes, y advertir la continuidad en sus pautas de reacción desde un nivel de edad al siguiente. El paciente pudo revisar, de este modo, una serie muy extensa y elaborada de eventos. Su reacción a la experiencia total era de desesperanza y resignación, “A cualquiera que le haya sucedido todo lo que me pasó a mí, no tiene muchas oportunidades.” Incluso después de haberlo despertado con amnesia para cada sesión, su ánimo era de desaliento y depresión general. La sesión siguiente fue dedicada a discutir con él, en estado de vigilia, todas las cosas que deseaba para si mismo, las esperanzas que tenía, y todas las ideas que podrían ser posibles para él. Esta sesión no fue satisfactoria, ya que mucho del tiempo lo utilizó para hacer énfasis en sus dolencias, como barreras insuperables para todo lo que quería. Al final de la sesión estaba muy desalentado. En la sesión siguiente, lo hipnoticé profundamente y le di instrucciones para que repitiera la tarea de la sesión anterior. Sus esperanzas quejumbrosas para el futuro pueden resumirse como sigue: 1.

Disfrutar de una salud física “lo justo necesaria.”

2.

Un ajuste económico “alrededor del promedio”.

3.

Un ajuste personal suficiente de modo que pudiera “progresar” con relación a la recreación, los hábitos personales, actividades sociales, intereses personales y amistades.

4.

“No demasiado” miedo, ansiedad, y sentimientos de compulsión.

5.

“Suficientes tripas para ser un hombre si tuviera que operarse, o si tuviera que defender sus derechos, “para dar una paliza como un hombre”.

6.

Un deseo de ser capaz de “tomar con un poco más de calma” todas las cosas malas que le habían sucedido o que podrían sucederle en el futuro.

7.

El deseo que podía lograr “quizá la suficiente” madurez emocional de modo que pudiera casarse por amor y no “porque alguien tenga compasión de mí.”

Lo desperté con amnesia y se fue con un ánimo depresivo. En las dos sesiones anteriores, como en las sesiones previas, no hice ningún esfuerzo más que extraer sus respuestas. En la sesión siguiente, estando el paciente en estado de vigilia, elaboré una vaga discusión general respecto a lo que él podría esperar en el futuro. Esto, le expliqué, sería la oportunidad de mirar hacia el pasado, para revisar sus dolencias y dificultades, y recordar el desarrollo de la terapia. Después, y muy importante, podía examinar todos esos logros resultantes de la terapia, que representaban su logro de esas cosas que significaban una adaptación normal. Sin embargo, esto último podría ser hecho solamente después de un lapso de tiempo, probablemente algunos meses, después del término de la terapia.

(Nota de Erickson) La idea de las bolas de cristal se presta con facilidad a la comprensión del público común, y los cristales alucinados son convenientes, pueden ser manipulados con facilidad y son muy económicos. 10

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Después lo hipnoticé profundamente, y repetí la misma discusión en términos generales similares. Estando en un trance sonambulístico profundo, fue desorientado en el tiempo y después orientado o proyectado en el tiempo11 hacia alguna fecha futura.12 La proyección al futuro que alcanzó este paciente fue de aproximadamente cinco meses, y al ambiente era la consulta. El propósito de su vista –ya que, para él, había pasado suficiente tiempo desde la finalización de la terapia– fue dar un recuento de lo que realmente le había sucedido desde entonces. Ofrecí la sugestión, con la cual estuvo de acuerdo fácilmente, que podría agradarle comenzar con una revisión breve, pero comprensiva, del pasado como se veía en las escenas de las bolas de cristal. Se ocuparon unos 10 minutos en esta revisión alucinada. Durante este tiempo, sus manifestaciones emocionales fueron de un interés empático, en lugar del temor, la ansiedad intensa y las preocupaciones que había mostrado con frecuencia en las situaciones previas similares. Después le sugerí que podría ayudar en su reporte de los desarrollos terapéuticos que había alcanzado, al visualizar los incidentes significativos en otra serie de bolas de cristal. Así, podría disfrutar observando el desarrollo progresivo de cada evento cuando había ocurrido. Estuvo de acuerdo con entusiasmo, y a medida que revisaba las diversas escenas alucinadas en las bolas de cristal, su entusiasmo y su placer aumentaba. Con frecuencia las comentaba con excitación o exigía que yo observara lo que estaba sucediendo. Algunos de los reportes que dio pueden ser resumidos brevemente como sigue: 1.

Estoy caminando en la calle. Me doy vuelta. Iré a ver al Doctor X (su médico). No, vengo de vuelta. Estoy pensando, “Gracias a Dios, no tengo que regresar nuevamente.”

2.

Estoy nadando y –observándome, haré un gran clavado.

3.

Mire, estoy pidiéndole un aumento a mi jefe. Está dándomelo. Demonios, no pude escuchar cuánto dinero. No comprendo eso. (Distraje su atención rápidamente.13)

4.

¡Dios mío! ¿Vio eso? Ese fue el inmenso tipo que siempre estaciona su auto tan cerca del mío que no puedo sacar mi auto hasta que él regresa una hora y media después. Ahora estoy terminando de conv ersar con él y le dije que si pensaba que yo era un árbol por estacionar su auto donde él pudiera hacerme esa mala jugada.

5.

Estoy en el cine. (Le pregunté qué película estaba viendo.) ¿Quién miran esa película? Estoy abrazando a mi chica.

(Nota de Erickson) Esencialmente, esta es una técnica simple aunque detallada de sugestiones a través de las cuales se le recuerda al sujeto profundamente hipnotizado la fecha actual; se le dice que los segundos, los minutos y las horas están pasando; que mañana está acercándose, está aquí, y ahora es ayer; y que a medida que los días pasan, esta semana pasará pronto y que pronto el próximo mes será este mes. Al usar esta técnica, debe darse particular importancia a la verbalización cuidadosa de la transición desde el futuro hasta el presente y al pasado, y debe hacerse en forma calmada y gradual, sin apurar al sujeto. (Nota de Mario Pacheco) Un ejemplo de esta técnica está descrito en Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Básico, capítulo “Técnicas de Confusión”, Instituto Milton H. Erickson de Santiago, 1996. 12 (Nota de Erickson) La fecha para el paciente, como consecuencia de las discusiones en estado de vigilia y trance anteriores, sería necesariamente para dentro de algunos meses en el futuro. Esas fechas futuras son mejor seleccionadas por el sujeto, ya que el hipnotista podría escoger una fecha inoportuna para la situación. Además, el período de tiempo seleccionado no debiera ser definido con exactitud. Por ejemplo, si se desea una fecha futura real, como el próximo cumpleaños, la orientación debiera ser a “algunos días antes de su próximo cumpleaños.” Después es simple llevar al sujeto a definir la fecha progresivamente, en una forma más exacta. Cuando la fecha futura real es desconocida, puede pedírsele al sujeto que mire por una ventana y describa lo que ve, lo cual revela en forma indirecta la hora del día, la estación del año, y la ubicación. Así, un sujeto describió el mediodía de Navidad, comprando apurado en una ciudad distante. 13 (Nota de Erickson) Debe ejercerse una alerta constante para impedir un pensamiento indebido que pudiera romper la orientación psicológica establecida. 11

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6.

Esa es una chica diferente y vamos a una galería de arte y después vamos a cenar. Ella es bonita.

7.

Estoy dando un discurso a un grupo de hombres. Me pregunto cuál grupo es, porque di otro discurso también, pero no puede ver con claridad.

8.

Mi auto ha sido pintado y tengo un traje nuevo. Luzco bien. Incluso lo llevo en el trabajo.

No deseaba dejar de ver las bolas de cristal, expresando mucho placer en sus logros y un deseo de describir más respecto a ellos. Sin embargo, lo orienté nuevamente al tiempo actual y le di extensas sugestiones posthipnóticas para tener una amnesia completa de todas las cosas posibles que pudieron haber ocurrido durante la sesión. Adicionalmente, que no respondiera a ninguna clase de cosas que pudieron haber sucedido durante la sesión, excepto una obediencia total a las instrucciones que estaba entregándole. Al irse se quejó de una fatiga extrema. Lo vi al día siguiente, y empleé la misma rutina. Lo orienté a siete meses en el futuro, y dio una respuesta inicial similar a esta proyección en el tiempo. Le dije lo que sigue: Según recuerdo, yo lo vi por última vez hace unos dos meses. Usted vino a reportar sus progresos. Lo coloqué en trance y lo tuve visualizándose en unas bolas de cristal, de modo que pudo d arme un recuento completo. Ahora, suponga que usted recuerda esta noche todas las cosas que dijo y vio esa noche, dos meses atrás. No piense en las cosas que nunca vio o hizo; recuerde solamente las cosas que dijo y vio e hizo mientras estaba dándome el reporte. [Esto fue para impedir que él recordara algo respecto a las instrucciones preliminares o las posteriores, particularmente con relación a la proyección en el tiempo.] Ahora revise todas esas cosas. Algunas de ellas son de muy atrás, de su primera entrevista e incluso más atrás, al comienzo del problema que usted me trajo. Piense con cuidado, con claridad, extensamente, y después discútalas conmigo. El contenido esencial de esta discusión es como sigue: Realmente yo era una porquería cuando lo conocí a usted. Un niño llorón. No podía ver cómo usted pudo aguantarme. El Dr. X se merece una medalla de oro por lo que él hizo. Me avergüenza pensar en eso. Realmente no sé lo que sucedió. Fue como un sueño, pero no era un sueño. Cualquiera le diría que se ha convertido en verdadero. Yo era un niño pequeño, y era mayor, y era más grande aun, a veces todo al mismo tiempo. De alguna forma usted hizo que yo viviera toda mi vida, de manera que pudiera verla. Realmente la viví. Después usted me hizo ver unas escenas en unas bolas de cristal. Yo estaba en esas bolas. Y miraba desde afuera. Algunas de las cosas que vi eran muy tristes. Estaba triste conmigo mismo. Pero la cosa realmente me gustaba, pero no tenía ninguna esperanza cuando usted me dijo que le dijera todas las cosas que yo quería hacer. Después, de algún modo, comencé a hacer esas cosas. Pero no puedo comprender cómo, porque yo debo haber estado en esta sala y no estaba. [Lo interrumpí de inmediato, y le di extensas instrucciones hipnóticas para que reportara solamente lo que él vio e hizo, y que no intentara comprender la situación.]

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Bien, hice cada una de esas cosas. Disfruté haciéndolas. Estoy seguro que estaba sorprendido cuando le pedí a esa mesera una cita. Era una linda chica. Y el costo de eso fueron 10 dólares. Y cuando le hablé a ese tipo porque me bloqueaba con su auto, él me tomó por un hombre. ¡Y me sentí como un hombre! No fui donde el Dr. X, aunque él estaba realmente interesado en mi. Creo que me cría, aunque no podía ayudarme. Continuó revisando con confianza, seguridad y placer, muchas más fantasías de logro, todas dentro de situaciones realmente posibles para él. Todas ellas tuvieron, aparentemente, el significado de ser realidades para él. Cuando hubo terminado aparentemente, le dije que estaba hipnotizado. Por medio de este acercamiento fue posible volver a orientarlo al tiempo actual. Nuevamente, como en la sesión previa, le di extensas sugestiones posthipnóticas para inducir amnesia para todos los eventos del trance. Estando aun en estado de trance, le di instrucciones ambiguas respecto a que su próxima cita era posiblemente para la semana siguiente, pero que eso podría ocurrir o no; que los diversos eventos que se desarrollarían determinarían el tiempo y el modo en el cual él asistiría a la cita. Sin embargo, estaría seguro que le vería nuevamente, si no era a la semana siguiente, sería muy posiblemente en dos meses más. Lo desperté con instrucciones posthipnóticas para amnesia y lo desped í sin mencionar la cita futura. Se veía exhausto y absorto en si mismo. No lo vi hasta ocho semanas después. Vestía un traje nuevo, y su auto estaba recién pintado, con los asientos con un tapiz nuevo. Lo acompañaba una atractiva muchacha joven, una secretaria. Su primer comentario fue que sentía que le gustaría darme un recuento de los eventos recientes que le habían ocurrido. Su reporte puede resumirse del siguiente modo: Durante alrededor de una semana después de la última sesión se había sentido confundido y desconcertado, pero al mismo tiempo tenía una “sensación” que “algo bueno estaba sucediéndole.” Después un día estaba preguntándose en su trabajo cuándo era su próxima cita conmigo, pero antes que pudiera clarificar su pensamiento, le había pedido en forma impulsiva un aumento de salario a su empleador. No solamente se lo habían asignado, sino que fue transferido a otra posición mejor. Esto le había dado un tremendo sentimiento de júbilo y confianza en si mismo. Al salir del trabajo esa noche, en lugar de esperar en su auto y enojarse inútilmente, porque no podía sacarlo del estacionamiento, saludó al hombre y lo invitó a tomar una cerveza. Mientras bebían le dijo al hombre con un tono de voz seco, “Creo que usted ha estado dejando atrapado mi auto, porque he sido un marica. Pero a partir de ahora, bastardo, córtela y pídame otra cerveza.” Esto había finalizado esa persecución sin importancia. Sintiendo mucho júbilo por esto, cenó en un restorán diferente esa noche, entablando una conversación con la mesera, y le pidió una cita. Ella lo rechazó, y sin perturbarse, se fue solo al cine. Subsecuentemente, se mudó a otro barrio residencial, mucho mejor. En el proceso de la mudanza, “arrojé toda la basura que había estado guardando durante años. Arrojé todos los desperdicios y realmente limpié la casa.” Se había unido al Club de Hombres de Negocios Jóvenes y se había hecho una posición en el programa semanal. Sentía que había logrado credibilidad. A partir desde entonces, “comencé a vivir una vida respetable normal y disfrutar de las cosas como el hombre promedio. De pronto abandoné mis malos hábitos y mis malos sentimientos. Fue fácil una vez que hube comenzado. Nunca lo había intentado antes. Pero una cosa llevaba

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naturalmente a la siguiente, en lugar de sentirme mal como acostumbraba, abandone eso y hago lo que debo. Conocí a mi chica en un baile, y somos una pareja establecida. Pero estamos esperando un poco para ver si estamos realmente interesados. Mi salud es buena. No presto atención a cualquier jaqueca o dolor pequeño como lo hacía antes. Lo calmo con una aspirina o algo parecido, en lugar de asustarme a morir. Algún día iré a ver al Dr. X y le permitiré que me vea en la forma que soy realmente. Fue un buen muchacho conmigo.” Después de conversar un poco más, y sin haber hecho algún esfuerzo por averiguar qué había ocurrido en su relación conmigo, se marchó. Lo ví casualmente de tiempo en tiempo en una forma social. Dos años después aun estaba ajustándose satisfactoriamente, y él y la secretaria estaban completando sus planes de matrimonio. (Erickson, 1954/1980, p. 397-404)

Paciente D Esta historia de caso se centra alrededor de un impasse durante una terapia y la utilización de una fantasía respecto al futuro para asegurar una reanudación efectiva del progreso terapéutico. La paciente sufría de una profunda neurosis ansiosa con depresión severa y reacciones de retirada, y marcada dependencia paterna. Habíamos hecho mucha hipnoterapia y su respuesta inicial fue buena. Sin embargo, a medida que la terapia continuaba, se fue volviendo más negativa y resistente. Finalmente, la situación llegó a que ella se limitara a si misma durante la hora terapéutica, con un acercamiento intelectual a sus problemas y sus necesidades, mientras mantenía rígidamente el status quo de antes. Unos pocos ejemplos serán suficientes para ilustrar su comportamiento. Por razones lógicas, ella no podía tolerar su situación en la casa paterna, pero persistía en permanecer en ella a pesar de las dificultades reales, y est aba a la espera de oportunidades favorables para irse. Estaba amargamente resentida con su empleo, pero se negaba a aceptar un ascenso realmente disponible para ella. Se daba totalmente cuenta de su necesidad de tener actividades sociales, pero evitaba, a menudo con dificultad, todo tipo de oportunidades. Conversó largamente de su interés por leer y las largas horas que pasaba en su casa deseando algo para leer, pero se negaba a entrar a la biblioteca ante la cual pasaba dos veces al día, a pesar de las numerosas promesas que se había hecho. Además, comenzó a exigirme crecientemente que yo debía tomar acciones definitivas para obligarla a hacer esas cosas que ella reconocía como necesarias y apropiadas, pero que no podía lograr por si misma. Después de muchas horas inútiles, ella se centró finalmente en la ilusión que si podía lograr al menos una de esas cosas deseadas, tendría los ímpetus y la intención forme para lograr las otras. Después que ella dio énfasis y recalcó esta afirmación, lo acepté como una mu estra de valor. La hipnoticé de inmediato y, en un estado sonambúlico, la instruí para que viera una serie de bolas de cristal. En cada una de ellas se mostraría una experiencia significativa de su vida. Ella las estudiaría, haría comparaciones, realizaría contrastes y notaría la continuidad de los diversos elementos desde un nivel de edad al siguiente. Además, de este estudio emergería lentamente una constelación de ideas que serían formuladas sin que ella fuera consciente. Esta formulación se le manifestaría a través de otra 44

bola de cristal grande, en la cual se vería mostrando placer, felicidad y entusiasmo en alguna actividad futura. Pasó aproximadamente una hora absorta estudiando las diversas situaciones alucinadas; ahora y después daría un vistazo a la oficina, como si mirara otra bola de cristal. Finalmente localizó esa bola y dio toda su atención a ella, describiéndome la escena alucinada con interés ávido. Esta fue la descripción de una escena de una boda, la de un viejo amigo de la familia, la cual no tendría lugar realmente hasta dentro de tres meses. Vio frecuentes acercamientos [close-ups] de si misma y los demás. Describió la ceremonia matrimonial, la recepción, y el baile que siguió a continuación. Estaba particularmente interesada en el vestido que su imagen estaba luciendo, pero que sólo pudo describir como “bello.” Observaba el baile, identificando a algunos de los hombres con los cuales bailó, y dijo el nombre de uno que le pidió una cita. Una y otra vez comentó lo feliz que ella estaba, y el contraste que había entre su apariencia actual y su apariencia en la boda. Fue difícil lograr que dejara de mirar la escena de la fiesta de bodas, ya que estaba muy interesada en ésta y debido a que estaba muy agradada con su comportamiento en la fiesta. Finalmente le di instrucciones para que mantuviera en su inconsciente todo lo que había visto, y que tuviera amnesia para las experiencias de trance. Además, le expliqué, que éstas constituirían una fuerza motivadora tremenda, por medio de la cual sus comprensiones podían ser utilizados en una forma constructiva. Después la desperté y la despedí con una sugestión posthipnótica para la continuación de la amnesia. Tuvimos solamente dos entrevistas más, y ambas estuvieron limitadas en libertad para la paciente. Cada vez ella afirmó que no había dicho nada, hasta que estuvo hipnotizada. Cada vez que la hipnoticé, afirmó que quería instrucciones para recordar muy claramente en su inconsciente todo lo que había visto, pensado y sentido, mientras miraba la escena de la boda. Le di las instrucciones deseadas, y después de media hora a una hora de pensamiento silencioso en el estado de trance, le pedí que despertara y la despedí. En la segundo visita ella dio por terminada la terapia. No la vi hasta algunos días desp ués de la boda, tres meses después. Entró a la oficina sin tener una cita y explicó, “He venido a contarle respecto a la boda de Nadine. Tengo un extraño sentimiento que usted sabe respecto a eso y aun no sé una cosa. Pero sé que tengo que darle una explicación por alguna razón.” Su explicación consistió en que ella y Nadine y el novio habían sido amigos de toda la vida y que sus familias eran amigas íntimas. Hacía tres meses atrás, después de la sesión terapéutica, se había sentido obligada a interrumpir la terapia y a dedicar sus energías para prepararse para esa boda. Cuando le pidieron que fuera una dama de honor, decidió confeccionarse su propio vestido. Esto hizo necesario que fuera ascendida en el trabajo, de modo que pudiera tener mejores horas en el trabajo. Adicionalmente, había tomado un departamento en el centro, de modo de no perder un total de tres horas en ir y venir al trabajo. Había salido de compras con diversas amigos para que le ayudaran a seleccionar los regalos de boda, y se las había ingeniado para invitarlos a la boda. Había estado muy ocupada. Describió la escena de la boda, la recepción y el baile. Estuvo decididamente asustada cuando le pregunté si había bailado con Ed y si él era uno de los hombres que le habían pedido una cita. Respondió muy asombrada que ella no comprendía, ya que no había hecho mención al nombre de él, y cómo yo podía hacerle esa pregunta específica. Sin embargo, había bailado con Ed, pero que había rechazado su petición para una cita, ya que ella consideraba que él no estaba a su altura. Sin embargo, había aceptado una cita para otro baile.

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Finalmente, le recordé cuál era su propósito original para verme. Su respuesta fue muy simple, “Yo era una linda niña enferma cuando vine a verlo a usted; estaba horriblemente confundida, y le agradezco mucho que me haya dado el impulso en el tiempo para que pudiera estar preparada para la boda.” No tenía consciencia que su preparación para la boda constituyó su recuperación. La he visto ocasionalmente en forma casual. Está felizmente casada y es madre de tres hijos. (Erickson, 1954/1980, p. 410-412)

Comentario General Quizá la primera discusión de estos procedimientos experimentales debiera referirse a cómo las fantasías de los éxitos pudieron probarse como una medida terapéutica efectiva. Como todos sabemos, sobre la base de la experiencia cotidiana, lo fácil que es fantasear y lo lejos que están esos esfuerzos de convertirse en una realidad. La historia fantaseada es como una obra maestra, hasta que es puesta en un papel, y la bella pintura, tan fácilmente visualizada en el ojo de la mente, se convierte en una mancha cuando el pincel es aplicado a la tela. Sin embargo, debe tenerse en mente que esas fantasías son fantasías conscientes. Ellas representan los logros separados de la realidad, completas en si mismas, expresivas, y reconocidas por la persona como no más que los deseos ilusorios conscientes. Las fantasías inconscientes , sin embargo, pertenecen a otra categoría de funcionamiento psicológico. No son logros completos en si mismos, no están separados de la realidad. Por el contrario, son constructos psicológicos con diversos grados de formulación, para los cuales el inconsciente está preparado, o está esperando una oportunidad para hacerlos parte de la realidad. No son simplemente un deseo ilusorio, sino que una intención real para el momento oportuno. Así, uno puede esforzarse por registrar una historia fantaseada en un papel, sino que sus méritos pueden derivarse de “los súbitos destellos de inspiración que vienen a la mente”. O un autor puede esforzarse conscientemente por escribir una novela y encontrar que sus personajes “no se comportan como él quiere, sino que lo hacen por cuenta propia.” En estas historias de caso, el énfasis se colocó en las fantasías respecto al futuro, y se hicieron todos los esfuerzos para mantenerlas inconscientes, a través de sugestiones que prohiben e inhiben. Al hacer esto, el inconsciente de cada paciente proveyó un rico conjunto de ideas desconocidas para la mente consciente. Después, en respuesta a las necesidades innatas y deseos de la personalidad total, el consciente pudo utilizar esas ideas al traducirlas en realidades de la vida cotidiana, como respuestas espontáneas en las situaciones oportunas. Puede citarse una ilustración experimental de esto. A un sujeto hipnótico normal a quien le disgustaba mostrar ostentación de lo que sabía, y que solamente hablaba inglés, se le enseñó en un trance profundo a recitar “Die Lorelei.” Esto fue hecho en un aparente experimento sobre la memoria, sin informarle que estaba aprendiendo un poema o que estaba en alemán. Se le sugirió una amnesia posthipnótica para esta tarea. Alrededor de dos semanas después, en una reunión social, en la cual se habían hecho algunos arreglos de antemano, un colega mío se ofreció para entretener al grupo con canciones y poemas en diversos idiomas, polaco, austríaco, italiano, francés y español. Después de escucharlo con un disgusto creciente, el sujeto afirmó “Yo puedo hablar en sílabas sin sentido, también”, y precedió a recitar “Die Lorelei.” Para su comprensión consciente, sus palabras no eran más que sílabas sin sentido, ofrecidas espontáneamente en la situación inmediata. Fue necesario volver a hipnotizarlo para convencerlo de lo contrario. 46

Este experimento difiere de las historias de caso en que las posibilidades futuras en una situación de la vida cotidiana no eran parte de una situación experimental. Por el contrario, se suministró al inconsciente del sujeto un aprendizaje especial, y después, posteriormente, se creó una oportunidad en la cual ese aprendizaje especial pudo hacerse manifiesto en respuesta a sus necesidades personales internas. En el caso de los pacientes, se desarrollaron en sus mentes inconscientes comprensiones especiales para el futuro, y sus situaciones de la vida real presentaron las oportunidades reales para utilizar esas ideas en comportamientos de acuerdo a sus necesidades y deseos internos. La forma en la cual los pacientes hicieron de sus fantasías una parte de su vida real fue de acuerdo a la evolución natural de las respuestas conductuales espontáneas a la realidad. Esto no fue una complacencia a las sugestiones, ni parecían derivar de alguna otra respuesta de los pacientes a sus realidades. Su comportamiento fue experimentado por ellos como surgiendo desde dentro de ellos mismos y relacionado con sus necesidades en su situación vital inmediata. De este modo, el Paciente A se preguntaba vagamente respecto a su próxima cita conmigo y actuó bajo un impulso súbito para pedir un aumento de salario, lo cual llevó, a su vez, a una serie de eventos. La Paciente D no abandonaba la casa paterna debido a las razones lógicas que había discutido conmigo, puesto que ella quería fabricarse un vestido que quería lucir. [...] La clase de fantasías a través de las cuales los pacientes alcanzaron sus metas posee un marcado interés y significado. No fueron del tipo grandioso de fantasías elaboradas que uno tiene cuando fantasea conscientemente respecto a los deseos de uno. Fueron fantasías acordes con sus comprensiones de metas realmente alcanzables. Por ejemplo, el Paciente A era lastimosamente modesto al desear una salud “lo justo necesaria.” Ni pensaba convertirse en un ganador de una pelea, sino que esperaba ser capaz de ser “tomado como un hombre.” [...] Y la paciente D se veía a si misma en su fantasía no como una estrella en el mundo del espectáculo, sino como una protagonista feliz en la boda de su amiga. Esas fueron todas las fantasías respecto al futuro experimentadas por esos pacientes. No iban más allá de la imaginación, sino que eran fantasías adecuadas a las posibilidades reales, acordes con su comprensión de si mismos. Es difícil especular sobre la pregunta de por qué y cómo la “proyección del tiempo” probó ser una medida terapéutica efectiva para esos pacientes. Uno podría trazar con dificultad paralelos con las experiencias comunes en la vida cotidiana. Por ejemplo, la publicidad utiliza recursos que estimulan las fantasías del futuro. Un ejemplo más cercanamente comparable a los reportes de caso descritos es el de escribir, que después de mucha indecisión, una carta aceptando un nuevo puesto. Una vez que ha sido escrita, incluso aunque no haya sido enviada aun por el correo, se desarrolla inmediatamente un sentimiento profundo que la suerte está echada en forma irrevocable. Esto resulta en una nueva orientación psicológica de una fuerza obligatoria que efectúa una nueva organización del pensamiento y el planeamiento. El acto de escribir la carta constituye la iniciación de la acción, y, como fue mencionado antes, una acción una vez iniciada tiende a continuar. Aparentemente para esos pacientes, el establecimiento de un estado disociado, en el cual ellos pudieron sentir y creer que habían logrado ciertas cosas beneficiosas para ellos, les dio un sentimiento profundo de haber logrado realidades, lo cual, a su vez, resultó en la reorientación terapéutica deseada. (Erickson, 1954/1980, p. 420-423)

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Sistematización de la técnica de proyección en el tiempo de Erickson (Hammond, 1990, p. 543-545)

Hammond ha descrito y ejemplificado 8 pasos en la técnica, y sugiere tomar precauciones cuando sea utilizada con pacientes severamente deprimidos, ya que pueden proyectarse negativamente hacia el futuro, estimulando aun más sus sentimientos de desesperanza. Los pasos son los siguientes: Paso 1: Entrenamiento para entrar en trance. Erickson reportó que todos sus sujetos estaban en trance sonambulístico e indicó específicamente que esta técnica era generalmente usada con un trance profundo. Los sujetos también deberían ser capaces de experimentar amnesia. Paso 2: Identificación de las esperanzas y anhelos para el futuro. Después de hipnotizar profundamente al paciente y mantener el estado de trance, hacerlo meditar e identificar sus esperanzas y anhelos para el futuro. Paso 3: (Opcional) Revisar la historia pasada y las pautas de ésta. Se tiene al paciente alucinando una serie de televisores (Erickson tenía al paciente alucinando “bolas de cristal”) como en una tiende de equipos de televisión. Se indica al paciente que se verá a si mismo en una variedad de situaciones (en distintas películas) y en épocas distintas de su vida. Será capaz, por consiguiente, de observar su comportamiento, reacciones y pautas en épocas diferentes, para comparar, contrastar y discernir los lazos de continuidad entre las diferentes edades. Esta revisión también puede incluir revisar los logros y los aprendizajes que han ocurrido en la terapia. Paso 4: Desorientación y confusión respecto al tiempo. Se le recuerda al paciente la fecha actual; se le dice que los segundos, los minutos y las horas están pasando; que mañana está acercándose, ya está aquí, y ahora es ayer; y que los días pasan, esta semana pasará pronto y que el próximo mes será este mes [...] De este modo se desorienta al paciente primero en el día, después en la semana, después en el mes, culminando en una amnesia para el tiempo, el lugar y la situación, pero con un reconocimiento de la identidad general de si mismo. Erickson entrega sugestiones de confusión para reorientar al paciente en el tiempo. El siguiente es un ejemplo de regresión de edad, que luego se invierte para la progresión en el tiempo: El tiempo puede cambiar, ¿no es cierto? Y quiero que olvide algo. No le diré exactamente qué. Pero estará olvidando algo en forma gradual, lentamente, con facilidad y en forma cómoda. Casi parece como si pudiera ser Lunes [el día es Domingo], o quizá podría ser Sábado, o incluso podría ser Viernes. [Va hacia atrás puesto que es una regresión]. Y quiero que parezca de ese modo, y me gustaría que se sintiera un poquito asombrado a medida que comienza a estar confundido con la edad, y disfrútelo... Y ya que usted no sabe qué día es, será difícil decir qué semana es. Y tiene que ser esta semana, pero ¿qué semana es esta semana? ¿Es la última semana de Mayo o la primera semana de

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Junio? [Realmente es Junio] O quizá en ninguna de esas semanas. Quiero que lo disfrute. Junio, Mayo, Mayo, Junio, y la primera cosa que sé es que vendrá a su mente el pensamiento de Abril [es una regresión de edad]; y no puede ser Junio, no puede ser Mayo, no puede ser Abril. Y, ahora, mientras experimenta ese sentimiento, quiero que se dé cuenta que ha olvidado algo más. Olvida que es Mayo, y si piensa que es Abril o Marzo, o incluso si piensa que es Febrero –Marzo, Abril, Mayo y Junio están olvidados, y ahora quiero que descubra que no está seguro si es 1944 o 1945 [realmente es 1945]. [En otra oportunidad se usaron las siguientes sugestiones:] Ahora escúcheme cuidadosamente. Es 1942, ¿no lo es? Y el tiempo está cambiando, cambiando, y pronto no será 1942. Pronto no será 1941. Muchas cosas están yéndose de su mente, y está olvidando y olvidando y olvidando y olvidando, y usted es una niña pequeña –sólo una niña pequeña y se siente feliz. Ahora puede hablarme. ¿Qué día de la semana es éste? Realmente no sé, ¿y usted? Tiene cosas más importantes en las cuales pensar. Después que la paciente había recibido más entrenamiento en el trance, se usaron las siguientes sugestiones para la proyección en el futuro: Y ahora quiero que comprenda, escuche con cuidado y comprenda, que el tiempo está cambiando nuevamente. Y ahora es Junio, 1945. Y cambiaré el tiempo de nuevo. Quiero que olvide Junio, 1945. Olvidar, Junio, 1945, y aun ser capaz de escucharme y comprenderme. Y el tiempo cambiará y usted no sabrá qué día es, o qué mes es, y no le importará. Estará cómoda, durmiendo profundamente. No le importará qué día es. Todo lo que quiere es dormir. Y ahora el tiempo está cambiando, y quiero que se dé cuenta que el tiempo ha cambiando ha muy rápidamente. Aun no sabe qué día es y no le importa. Pronto será Agosto, 1945. Agosto, 1945; y antes será Agosto, 1945, muchas cosas deben acontecerle. Muchas cosas diferentes. Y lentamente, quiero que le sucedan esas cosas. Y quiero que pasen por su mente [o el paciente puede verlas en las TV o en las bolas de cristal] –cada día en Julio y cada día en la primera semana de Agosto. Y quiero que esos días estén claros en su mente, hasta que comience a recordar incluso la última semana en Ju nio, 1945. Y ahora duerma y vaya en el tiempo hasta que sea Agosto, 1945. Sólo continúe durmiendo a medida que el tiempo pasa y esas cosas le sucedan –sucedan muchas cosas. Y en Agosto, 1945, usted vendrá a verme. ¿Vendrá, no es cierto? Cuando sea Agosto, 1945, quiero que duerma con sus ojos abiertos, y me hable, y me cuente esas cosas que le sucedieron la última semana de Junio, y en las semanas de Julio y la primera semana de Agosto [una directiva implicada, que permitió que la paciente tomara todo el tiempo interno que era necesario, y después suministra una respuesta conductual cuando éste ha finalizado]. Y me contará... respecto a que hizo y cómo lo hizo. Paso 5: Pseudo-orientación en el tiempo hacia el futuro El paciente es proyectado ahora al futuro. Después de ser orientado en el tiempo, se interactúa con el paciente como si ambos estuvieran en el futuro. Este paso está ilustrado en la siguiente forma: Según recuerdo, yo lo vi por última vez hace unos dos meses. Usted vino a reportar sus progresos. Lo coloqué en trance y lo tuve visualizándose en unas bolas de cristal, de modo que pudo darme un recuento completo. Ahora, suponga que usted recuerda esta noche todas las cosas que dijo y vio esa noche, dos meses atrás. No piense en las cosas que nunca vio o hizo; recuerde solamente las cosas que dijo y vio e

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hizo mientras estaba dándome el reporte. [Esto fue para impedir que él recordara algo respecto a las instrucciones preliminares o las posteriores, particularmente con relación a la proyección en el tiempo.] Ahora revise todas esas cosas. Algunas de ellas son de muy atrás, de su primera entrevista e incluso más atrás, al comienzo del problema que usted me trajo. Piense con cuidado, con claridad, extensamente, y después discútalas conmigo. Erickson explica, “Después le pedí al paciente, que ha alterado su orientación temporal, que pensara profundamente en esas cuestiones estresantes –respecto a esas cosas que lo avergonzaban y lo hacían temeroso en las situaciones de su vida actual. Y ya que él podía mirar esas cosas desde su punto de vista ventajoso, como habían ocurrido en el pasado, ¡él podía emplear la perspectiva del tiempo pasado en su resolución! Paso 6: Sugestiones extensas de amnesia Se sugiere amnesia para proteger a la riqueza de ideas inconscientes, desconocidas por la mente consciente. Una forma de entregar la amnesia podría ser la siguiente: Y quiero que mantenga ese conocimiento en su inconsciente. ¿Comprende? Y quiero que mantenga este conocimiento en su inconsciente y no lo descubra hasta después, este verano. ¿Comprende? Así como a reprimido y olvidado cosas dolorosas en el pasado, así quiero que reprima este conocimiento hasta que llegue el tiempo correcto para desbordarse en su entendimiento, de modo que realmente pueda tener la experiencia de descubrirse a si misma... ¿Comprende? Y quiero que sea un sorpresa tremendamente placentera para usted .

Paso 7: (Opcional) Repetición completa del procedimiento en la sesión siguiente Parece que en ocasiones, Erickson tenía al paciente repitiendo completamente la experiencia de la progresión de edad en la sesión siguiente. Puede haber sentido que esto formularía aun más las metas e imágenes en un nivel inconsciente en la mente del paciente, y para suministrar una repetición adicional de la sugestión. Paso 8: Sugestión posthipnótica Después de haber completado la experiencia de progresión de edad, puede volver a darse sugestiones positivas, de confianza, al paciente: “Usted sabe, dentro de si mismo, que esto es cómo ocurrirá. Realmente lo ha experimentado.” “Usted ahora sabe que puede, tiene confianza. De hecho, ha tenido éxito, y no hay nada que pueda hacer para impedir que suceda una y otra vez.”

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Fenómeno hipnótico: Alucinación hipnótica

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos

Se define a una alucinación como una experiencia sensorial que no surge de la estimulación externa (Yapko, 1990). Las alucinaciones pueden darse en cualquiera o en todos los sistemas sensoriales (visual, auditivo, kinestésico, gustativo y olfatorio). Asimismo, pueden dividirse en alucinaciones positivas y negativas. Una alucinación positiva es definida como tener la experiencia de algo que no está objetivamente presente. Una alucinación negativa es no experimentar sensorialmente algo que está objetivamente presente. Respecto a las alucinaciones negativas, son frecuentes cuando uno está absorto en otros niveles sensoriales (por ejemplo, si está concentrado leyendo estos apuntes, es probable que haya dejado de escuchar sonidos del ambiente, o quizá no se percate del reloj que lleva en la muñeca, hasta que haya leído esto). Las alucinaciones positivas son más difíciles de conseguir en el trance hipnótico, que las negativas.

Su ocurrencia natural Las alucinaciones positivas y negativas ocurren rutinariamente en la vida cotidiana. Ejemplos de alucinaciones positivas son aquellas de sentir picazón en el cuerpo cuando se encuentra un insecto sobre aquel; escuchar que nos llaman por nuestro nombre cuando no hay nadie alrededor, etc. Ejemplos de alucinaciones negativas son, por ejemplo, no escuchar la campanilla del timbre cuando uno está abstraído en otra cosa; no encontrar un objeto que está frente a nuestra vista. Para Yapko (1990), las alteraciones sensoriales y las alucinaciones son términos intercambiables. Ya que para facilitar las alucinaciones el terapeuta debe alterar la consciencia sensorial del paciente. Al alterar esa consciencia, se crean las alucinaciones.

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Su utilización estratégica Las alucinaciones positivas son de utilidad para sumergir terapéuticamente al paciente a una situación que no puede ser reproducida en el mundo “real”. Por ejemplo, alucinar la imagen de otro significativo fallecido para tener un diálogo con él. La técnica de la “silla vacía” de la terapia gestáltica, cuando es guiada en forma adecuada, es una verdadera inducción de trance, en donde la persona alucina positivamente aquello que está trabajando en la silla vacía.14 Para Yapko (1990), cuando se guía al paciente a una situación donde pueda experimentarse a si mismo o al mundo en una forma diferente, puede ayudar a incrementar la amplitud de su experiencia y obtener, en consecuencia, nuevos recursos.

Accesos Las alucinaciones pueden surgir espontáneamente durante el trance hipnótico. Alucinar negativamente el cuerpo de uno o la voz del terapeuta, son experiencias comunes para el cliente en trance (Gilligan, 1987; Yapko, 1990). Para facilitar la experiencia de alucinar, los accesos directos o los indirectos pueden funcionar igualmente bien. Las sugerencias debieran ser ofrecidas en una estructura de sugestión positiva, de modo que el paciente pueda experimentarlas. Yapko (1990) entrega los siguientes ejemplos de sugestiones directas para alucinaciones positivas: ...Puede mirar hacia su alrededor y ver a alguien a quien ha querido ver y no ha visto en mucho tiempo... ¿y cómo lo mira él?... ...Puede escuchar una voz diciéndole algo que usted realmente no debería saber... y ¿de quién es esa voz?... ¿y qué dice?... ...Puede oler el aroma del café cargado... y ese aroma surge de una situación pasada que usted no ha recordado en mucho, mucho tiempo... y ¿dónde está usted?...

En los ejemplos anteriores se especifica la modalidad sensorial, no así el contenido. También pueden utilizarse sugestiones indirectas para facilitar alucinaciones. Por ejemplo, en lugar de sugerir directamente “No distinguirá a nadie que esté presente”, para que el paciente alucine negativamente a otras personas vecinas, puede lograrse esa alucinación sugiriendo, “Puede estar solo”, o “¿Dónde se fueron todos?” Otros ejemplos indirectos pueden ser: 14

Ver, Tobin, “El proceso de despedirse”, en Esto es gestalt , Editorial Cuatro Vientos, Santiago. 52

...y ¿cómo se siente al verse ahí como un niño?... ...y ¿de quién es la voz que está escuchando?...

Erickson, Rossi y Rossi (1976) ofrecen una interesante sugestión indirecta, que cubre todas las posibilidades de respuesta en forma de preguntas, para posibilitar las alteraciones de la percepción visual o para alucinaciones positivas o negativas: Y ahora o en unos pocos momentos, cuando su inconsciente esté listo, ¿puede haber confusión o nebulosidad en el campo visual? (Pausa) Y, ¿cómo se desarrollará esa nebulosidad? ¿Habrá neblina o sombras? Y, ¿cuándo comenzarán esas sombras a ordenarse por si mismas en formas definidas? (Pausa) ¿Sus ojos estarán abiertos o cerrados? (Pausa) ¿Será interesante descubrir si ellos están brumosos, nebulosos o empañados? ¿O estarán inusualmente brillantes, penetrantes y claros cuando los abra? ¿Habrá alguna alteración del color del fondo? ¿Algunas cosas se verán inusualmente claras y otras no se verán en lo absoluto? Usted quiere saber y esperar cómodamente mientras eso se desarrolla.

A continuación, revisaremos dos procedimientos técnicos de Erickson que utilizan alucinaciones hipnóticas.

Dirección de la atención del paciente en otra dirección (Erickson, en Rossi y Ryan, 1986, p. 129-134)

Debilitación de la resistencia a través de la construcción repetitiva de un “Marco de referencia inmodificable”; Entrenamiento en alucinación; Fragmentación de la atención a través de la confusión y la distracción [Pregunta de la audiencia] ¿Cómo puede dirigir en otra dirección la atención del paciente? “Ahora, he advertido sin lugar a dudas que mientras usted mira el reloj, sus ojos muestran una tendencia a vagar. Realmente, desde luego, en todos los estudios efectuados en la atención humana, ésta tiene una capacidad muy limitada. Por consiguiente, creo que usted debiera estar interesado en advertir que sus ojos miran hacia lo lejos, y tarde o temprano volverán atrás; después vuelven a mirar hacia lo lejos, y volverán a retornar. Y he afirmado un simple hecho fisiológico.” No he corregido la experiencia de los sujetos. Les he explicado algo, porque no quiero corregir a los pacientes. Si los corrigiera les daría un sentimiento de inferioridad e incertidumbre; un sentimiento de fracaso. Quiero acentuar lo normales que son, porque quiero comportamientos normales de ellos; y usted quiere darles el sentimiento que son normales, y que ellos divaguen. Ahora, hay otra técnica que debo ilustrar, y es esta. Puedo pensar en el hombre y la mujer con los cuales trabajé. Tenían acumuladas alrededor de 30 horas [de terapia] con varios doctores, y eran excesivamente resistentes. Comencé con el hombre en esta forma:

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“Mientras se sienta en esta silla, y esta sentado allí, en esa silla, advertirá que hay un cuadro en la pared ahí. Hay una cortina allí, y hay un doctor sentado ahí, y un doctor sentado ahí. Hay una alfombra en el piso, hay una grabadora ahí y, desde luego, usted tendrá dificultades para cooperar conmigo en la hipnosis, puesto que es un paciente resistente. Usted lo sabe y no está muy seguro de eso. Pero hay un cuadro en la pared ahí, usted no puede ayudar a advertir, y hay una cortina en la pared ahí, y hay un doctor ahí, y un doctor ahí, y un doctor ahí, y un cuadro ahí en la pared. Y mientras está sentado allí en esa silla con sus pies apoyados en el piso, con comodidad, mientras ve un cuadro en la pared, el doctor ahí, el doctor ahí, la cortina ahí, la pintura ahí, el doctor ahí. Y puede sentir los zapatos en sus pies, y puede mantener la sensación del zapato en el pie hasta que dirija su atención a la pintura en la pared; y el doctor ahí y el doctor ahí, la pintura ahí, la alfombra en el piso y la grabadora.” Ahora, ¿qué hará el paciente, mirando hacia un lado y hacia el otro? Tendré su pie en ello, tendré sus rodillas en ello; tendré sus muslos en ello; y usted sabe que olvidará totalmente la pared, porque hay un cuadro en la pared. Sólo verá a ese doctor, y ese doctor, y ese doctor, y esa cortina, y esa alfombra, y esa grabadora, y lo tendrá totalmente concentrado en esas cosas, y usted puede tomar esa grabadora y moverla hacia otro lado. No se percatará, porque ya está dirigido a ver la grabadora exactamente ahí. Y alguien puede caminar y el doctor sentado allí puede moverse hacia otro lugar, pero él continuará viendo al doctor ahí. Todo lo que usted ha hecho es construir un marco de refer encia por medio de la repetición, y que no puede cambiar. Usted ha mencionado sus pies, su pie izquierdo y su pie derecho; y su rodilla y su muslo; y él ha estado intentando seguirlo y darle sentido a estas frases interminables. “Y después de un rato, usted puede ver literalmente al doctor sentado ahí, y al doctor sentado ahí, y al doctor ahí, y la cortina en la pared, la pintura ahí, la pintura ahí, y la grabadora ahí, incluso con sus ojos cerrados. Y usted sabe que puede mantener el recuerdo de la pintura en la pared, el doctor sentado ahí, el doctor sentado allí; y mantener el recuerdo de la pintura en la pared, el doctor ahí, la alfombra en el piso, y la grabadora ahí. Mientras está pensando para comprender otras cosas, usted realmente no necesita pensar en esas cosas en lo absoluto. La cosa importante es usted mismo y su problema y lo que quiere hacer al respecto, y los diversos pensamientos que están revoloteando a través de su mente inconsciente.” Le he entregado [a usted] esta técnica muy rápido, pero le dará una idea de cómo dirigir el pensamiento del paciente, de modo que esté dispuesto prontamente a olvidar cualquier cosa y cierre sus ojos y comience a pensar en el problema. Un lindo trance. Con la mujer procedí del siguiente modo. También era mu y resistente, y usé esencialmente la misma técnica, alterándola un poco para abreviarla y enfatizando sus pies y sus manos, sus guantes, sus muñecas, etc. “Puede recordar su pie derecho, pero puede olvidar su pie izquierdo, pero, desde luego, su mano derecha esta sobre su rodilla y su mano izquierda está sobre el brazo de la silla. Pero eso realmente no haría ninguna diferencia si su mano izquierda estuviera sobre su rodilla y su mano derecha estuviera sobre el brazo de la silla.”

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Bien, eso está bien. De modo que la paciente está escuchándole, pero ¿dónde está su atención? Mano derecha, mano izquierda, pie derecho, pie izquierdo, su muslo derecho –no, su muslo izquierdo, etc. Usted está dirigiendo la atención de ella. “Pero, desde luego, el asunto no es su mano derecha o su mano izquierda, su muñeca derecha, su muñeca izquierda, o su pie derecho o su pie izquierdo. El asunto es ese problema de la respiración que usted tiene y esa dolencia de la tos. Pero su mano derecha está sobre su rodilla –usted la siente allí, y le gustaría sentir la misma comodidad en su garganta y en su pecho, a medida que siente su mano en su rodilla.”

Usted puede denominarla una técnica de fragmentación, si lo desea, donde usted fragmenta el cuerpo; o podría llamarla una técnica de confusión, o denominarla una técnica de distracción. Pero todo el asunto es pedirle al paciente: “Dé su atención a esto, a esto; y permítame mantener su atención moviéndose en un espiral cada vez más estrecho hasta que su atención esté dirigida al asunto por el cual vino a verme.

En una clase del Postítulo de Hipnoterapia Ericksoniana, un alumno y yo trabajamos con otro alumno. Nuestra meta era provocar una alucinación positiva visual en él. No sabíamos muy bien como procederíamos, así que decidimos acompañar al sujeto en cualquier realidad que nos propusiera, y luego dirigirlo hacia la meta deseada. No conocíamos la técnica descrita más arriba, pero actuamos en una forma en la cual el foco de atención del sujeto quedó totalmente reducido a lo que estaba viendo y luego alucinando. Al sentarnos, el sujeto comenzó a mirar el piso (alfombrado), le preguntamos qué estaba mirando, mientras dirigíamos nuestra vista hacia ese lugar. Nos contó que desde pequeño le gustaba imaginar figuras en los pisos; le preguntamos qué figura estaba imaginando ahora, y comenzó a describirnos a un “payasito” que lo estaba mirando así y tenía sus brazos y piernas en esta y esta otra posición. Sin dejar de mirar hacia el lugar donde él veía el payaso, lo continuamos acompañando en su realidad, y estimulándolo a relatarnos qué más veía en el payaso y qué hacia éste. A medida que continuaba con el relato, con sus ojos totalmente abiertos, comenzó a evidenciar comportamiento de trance: la mirada fija, los ojos enrojecidos, las pupilas dilatadas, ausencia de pestañeo; y luego, a petición nuestra, comenzó a imitar los movimientos del payaso, comenzando a moverse en forma estereotipada y continua. Se mantuvo en este comportamiento por más de media hora, y le sugerimos que él podía escuchar alguna cosa que el payaso le quisiera contar. Para sacarlo del trance, le sugerimos cerrar los ojos, le permitimos descansar, y luego lo reorientamos en la forma usual. Al pedirle después que mirara hacia ese lugar, hacia donde estaba el payaso, su vista volvió a fijarse y a entrar en trance hipnótico nuevamente.

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Regresión de edad: Técnica de alucinación visual (de una pantalla de cine) (Erickson, en Rossi, Ryan y Sharp, 1983, p. 255-256)

Descubrí después que es mucho más fácil extraer regresión de edad con la técnica siguiente: Usted tiene a una persona alucinando una pantalla de cine, y en esa pantalla hay una película en vivo, animada. ¿Qué estoy demostrando ahora? [Aparentemente, Erickson está demostrando ahora claves corporales sutiles para reforzar la realidad de la pantalla de cine alucinada.] Mi comportamiento sugiere que yo realmente estoy mirando la pantalla. Es una comunicación no verbal, una sugestión no verbal; pero mi comportamiento –de mis ojos, mi cabeza, la posición de mi torso levantado- sugiere que realmente estoy mirando esa pantalla de cine y que estoy viendo algo en ella. “Y ahora una niña pequeña viene desde esa dirección hacia aquí, y está caminando muy feliz sola. Ahora ella se detiene, pero, ¿qué hará después?” Y mi sujeto está consciente de mi comportamiento; el sujeto mira en la dirección que estoy mirando, y también comienza a ver a la niña pequeña. Desde luego, mi sujeto es una mujer, ¿y quién es esa niña pequeña que verá probablemente? Esa niña pequeña es ella misma. A veces el sujeto (o paciente) verá a otra niña pequeña, entonces pregunto: “Hábleme de esa niña pequeña. ¿Qué está haciendo ahora? No la veo con claridad. No pude ver ese movimiento que hizo... ¿Qué fue?... ¿Qué está tomando ahora?” Y mi sujeto me lo cuenta. Después quiero saber: “Usted sabe, creo que la niña pequeña está hablando con alguien, pero no puedo escucharla. ¿Usted escuchará atentamente y me contará lo que ella está diciendo? Ahora cuénteme, ¿qué está diciendo?” Mi sujeto me lo cuenta. Y puede agregar: “¡No! ¡Ella dijo eso! Y ahora ella pensará algo, y ¿usted me contará lo que ella está pensando?” Y mi sujeto comienza a relatarme lo que la niña pequeña está pensando. Ahora pregunto: “¿Y qué supone usted que ella siente? ¿Puede advertir cómo está sintiéndose? ¿Se siente en la forma en que sus pies están colocados en el suelo? ¿Siente el movimiento de vaivén?” Y mi sujeto comienza a sentir la sensación de sus pies en el piso, la sensación de vaivén. ¿Dónde, realmente, está mi sujeto? Mi sujeto está ahí, en la persona de esa niña pequeña que está pensando y sintiendo y haciendo. Después dijo: “Usted sabe, mientras usted se mece ahí arriba, aquí a mi lado puede hablarme. Y una voz a mi lado me puede hablar.”15 Y mientras ella continúa meciéndose, y jugando con la muñeca, y haciendo tartas de barro; y una voz aquí me habla y me cuenta lo que esa niña pequeña allá arriba está pensando y haciendo, puesto que yo realmente no sé esas cosas específicas. No puedo saber cuáles son sus palabras, si le gusta el movimiento, cómo se siente el piso –de modo que la voz me lo cuenta. Es una regresión de edad en dos fases. A veces dejo que el sujeto mantenga su identidad como adulto mientras está mirando a la niña pequeña –una niña pequeña muy viva, haciendo esto y eso; y después le pido a la adulta sentada a mi lado que identifique a la niña pequeña...

Utilicé (MPL) una técnica similar con dos pacientes adolescentes (14 y 13 años), con el fin de estimular en ellos el desarrollo de pautas nuevas para enfrentar situaciones que los colocaban tensos (el primero había desarrollado síntomas psicosomáticos fóbicos [fiebre] ante el inspector del 15

Adviértase el método de disociación que está utilizando Erickson. 56

colegio; y el segundo presentaba síntomas somáticos la noche antes y las horas anteriores a los partidos de tenis en los cuales competía). A ambos pacientes les pregunté qué les gustaba más, ¿el cine o la televisión? Ambos preferían la televisión. Les sugerí que podían imaginar con los ojos abiertos un televisor apagado (o color o en blanco y negro, según ellos prefirieran) en la pared enfrente de ellos. Les pedí que me dieran una indicación con la cabeza cuando lo estuvieran viendo. Una vez que obtuve la señal, mirando yo hacia la pared, les sugerí que se prepararan para encender el televisor y ver un interesante programa donde un joven de la edad de ellos les enseñaría cosas importantes para que pudieran superar sus temores. En ambos casos, se mantuvieron por más de media hora con la mirada fija, los ojos abiertos, sin pestañear, sin presentar reflejo de sobresalto (en ambos casos el citófono de la oficina sonó y no alteraron su mirada; incluso en el primer caso tuve que abandonar la oficina por unos minutos, y le dije que iba a ausentarme por unos minutos, pero que él siguiera viendo ese interesante programa; cuando volví, no había modificado en lo absoluto su posición corporal). Para sacarlos del trance, les dije que podrían seguir revisando y recordando dentro de sus mentes las enseñanzas que ese joven les había dado, y que ahora podrían apagar el televisor y volver a prestar atención a la oficina. En ninguno de los dos casos les pedí que me comentaran lo que habían visto, y los cité para quince días. En ambos casos, en la sesión siguiente, reportaron que los síntomas habían desaparecido.

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Fenómeno hipnótico: Analgesia y Anestesia hipnótica

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos Según Yapko (1990), la analgesia se refiere a la reducción de las sensaciones dolorosas, permitiendo la percepción de las sensaciones asociadas (v.g., presión, temperatura, posición). La anestesia se refiere a una eliminación completa o casi completa de las sensaciones de una parte del cuerpo o de todo éste. Como las aplicaciones de la analgesia y la anestesia coinciden en muchos aspectos –tanto en la evocación como en la utilización– las estudiaremos juntas.

Su ocurrencia natural En un interesante artículo sobre la alteración del funcionamiento sensorio-perceptual, Erickson (Erickson y Rossi, 1979)16 afirma que como resultado de los eventos experienciales de la vida de las personas, se han estructurado dentro del cuerpo, aunque no totalmente reconocidas por aquellas,

ciertos

aprendizajes

psicológicos,

fisiológicos

y

neurológicos,

asociaciones

y

condicionamientos, los cuales hacen posible que el dolor sea controlado e incluso abolido. Todos nos hemos percatado que el dolor desaparece cuando nuestro foco de atención es compelido por otro estímulo más inmediato. Por ejemplo, muchas veces nos hemos hecho una herida en la mano, y no nos damos cuenta de ésta hasta transcurrido un rato; o quién no ha experimentado sensaciones de entumecimiento en un brazo o la pierna al quedársenos “dormidos”. Cuántas veces ha desaparecido una jaqueca mientras mirábamos una película interesante. A través de experiencias semejantes a esas, el cuerpo ha aprendido una riqueza de asociaciones y condicionamientos psicológicos, emocionales, neurológicos y fisiológicos. Ese es el potencial que ocupa la hipnosis para controlar el dolor en forma intencional, sin recurrir a drogas (Erickson y Rossi, 1979). La experiencia del dolor es modificable a través de métodos hipnoterapéuticos, debido a que el dolor es un constructo psicológico, un fenómeno subjetivo que se acompaña de manifestaciones objetivas. Puesto que es un fenómeno subjetivo consciente, con todas sus formas “Una introducción al estudio y a la aplicación de la hipnosis para el control del dolor”, en M. Pacheco, Manejo Hipnótico del Dolor (Edición revisada, ampliada y actualizada), Instituto Milton H. Erickson de Santiago, 1988, p. 71-79) 16

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de desagrado, amenaza, con significados virtualmente peligrosos, para su abordaje hipnótico se necesita una adecuada comprensión de cómo se está manifest ando en cada persona.

Uso estratégico de la analgesia y la anestesia hipnóticas El uso de estos fenómenos –inocuos en cuanto a efectos colaterales– es muy ventajoso en situaciones de manejo y control del dolor agudo y crónico. Son útiles en el control del dolor agudo con aquellos pacientes alérgicos a los anestésicos (v.g, Pacheco y Madariaga, 1989), o que no respondan bien a los analgésicos o anestésicos químicos; y también como coadyudantes de la anestesia y analgesia en pacientes que reciben anestesia química. Son utilizados, solos o combinados, en el manejo del dolor crónico. El control del dolor crónico o persistente a través de métodos hipnóticos ofrece numerosas ventajas: 1.

Da la oportunidad para aumentar el autocontrol y acrecentar la responsabilidad del paciente por su propio bienestar.

2.

Puede reducirse e incluso llegar a eliminarse los medicamentos, que pueden ser adictivos en algunos casos. Su efecto es mejorar la calidad de vida de estos pacientes (ver Haley, 1980, p. 269-284).

3.

Permite que el paciente sea menos dependiente del equipo médico para su bienestar.

Accesos A menudo la analgesia y la anestesia surgen espontáneamente al experimentar trance, ya que está asociada con la inhibición de los movimientos voluntarios (catalepsia) que se produce durante el trance, habiendo una consciencia disminuida del cuerpo y facilitando, por consiguiente, que surja la analgesia. Por lo tanto, cualquier acceso que desvíe la consciencia del sujeto de la sensación corporal bajo consideración, puede tener un efecto analgésico indirecto (Yapko, 1990). En las sesiones de entrenamiento y reforzamiento, el paciente con dolor puede aprender a distraerse y concentrarse en otros aspectos internos que lo alejen del dolor.

Accesos directos La sugestión directa de analgesia implica ofrecer sugestiones para la pérdida de sensaciones en el área específica que es dolorosa para el paciente. Por ejemplo, si un paciente experimenta un dolor agudo en el abdomen, que surge de una fuente orgánica, podría estructurarse un acceso como el que sigue:

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... y cuando sienta que sus brazos y sus piernas se vuelvan pesadas... puede ver a los músculos del abdomen soltándose... relajándose... como si fueran cuerdas de guitarra que usted va desenrollando... y cuando vea esos músculos de su abdomen relajados, puede sentir un hormigueo agradable... un hormigueo de comodidad... como cuanto tuvo una parte de usted entumecida, como un brazo o una pierna que se quedaron dormidos... podría sentir el mismo hormigueo... gustar del hormigueo agradable en el abdomen ahora... más hormigueo... ¿y no es interesante y aliviador descubrir la sensación de no tener sensaciones allí? Correcto... la sensación de no tener sensación... un hormigueo... una agradable y cómoda sensación de entumecimiento ahí... (Yapko, 1990, p. 277)

Adviértase que en la evocación del proceso descrito, no se menciona la palabra “dolor”; ya que es probable que exista una gran resistencia asociada al área molesta, y si se mencionara el no sentir dolor, quizá el paciente lo experimentaría en mayor grado; por esta razón se reencuadra diciendo “presión”, “incomodidad” o “sensación incómoda”, en lugar de la palabra “dolor.” Otro acceso directo, aunque ligeramente menos directo, es la anestesia en guante, en donde se anestesia una o ambas manos, y se puede transferir esa anestesia a cualquier parte del cuerpo que está con dolor. Este acceso podría ser de la siguiente forma: ... y en un momento, cuando tome su mano, la pondré en una posición en que pueda permanecer en forma cómoda (el terapeuta toma la mano del paciente y apoya el brazo sobre su codo)... y puede mantener su mano en esa posición con facilidad... y mientras lo hace puede advertir cómo... esta mano comienza a sentirse diferente a la otra... más alejada de usted... más distante... y mientras el resto de usted permanece muy tibio y cómodo... esta mano puede comenzar a experimentar frescura... como si una brisa fresca estuviera flotando sobre su mano... refrescándola, enfriándola... y se coloca fría... y fría... mientras el resto de usted permanece cómodamente tibio... la agradable sensación de frío en su mano aumenta... fría... fría... y mientras su mano se vuelve cómodamente fría... puede hormiguear con un entumecimiento frío... y cuando yo toque su mano... puede advertir que la única sensación que siente es un entumecimiento frío y puede colocar su mano en cualquier punto en el cual le gustaría sentir ese entumecimiento frío... (Yapko, 1990, p. 278)

La sugerencia descriptiva de la experiencia de hacer bolas de nieve con la mano desnuda, o la experiencia de introducir la mano en el congelador para sacar una bandeja con cubos de hielo, puede facilitar la experiencia de enfriamiento y entumecimiento. Otro acceso para facilitar la analgesia implica desplazar el dolor. Es decir, cambiar el dolor desde un área a otra menos peligrosa, o a un área pequeña o menos inconveniente. Por ejemplo, a un paciente que experimenta un dolor en el brazo podría sugerírsele: ... mientras continúa recordando cuánto aprendió de su cuerpo tiempo atrás... como toda la gente debió hacerlo... usted podría comenzar a recordar cuán deliciosamente equilibrado está el cuerpo... un músculo que le permite doblar su pierna, tiene su contraparte que le permite enderezarla nuevamente... y mientras hay más músculos que le permiten elevar la cabeza... también hay músculos que... permiten

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que su cabeza baje... profundamente relajada... y hay una parte de usted que puede sentirse cómoda donde había incomodidad... y cuando la comodidad fluya en el área donde a usted más le gustaría... y desaloje a la incomodidad, dejándola fluir hacia abajo... y cuando la sienta fluyendo hacia abajo, hacia su brazo, puede sentirla moviéndose en su dedo meñique... muy pequeña y fácil de olvidar... (Yapko, 1990, p. 279)

Accesos indirectos Erickson (Erickson y Rossi, 1979) afirma que en lugar de utilizar sugestiones directas para inducir una anestesia –que puede generar resistencia– es preferible evocarla solicitándole al paciente que traiga al presente una experiencia previa de anestesia local o las sensaciones tan comunes de entumecimiento en una pierna o un brazo que se ha quedado “dormido”, y transferir esas sensaciones al lugar que necesita ser anestesiado en la situación actual. Otro acceso indirecto es la disociación, la cual implica guiar al paciente a la experiencia subjetiva que su mente y su cuerpo tienen una existencia en dos niveles diferentes de experiencia. Puede haber suficiente distancia entre ellas, para que el paciente no advierta lo que está experimentando su cuerpo. Por ejemplo: ... y cuando sus pensamientos comiencen a viajar tan rápido que su cuerpo no pueda ir a la par... puede descubrir cómo la mente puede viajar más y más rápido... y puede preguntarse respecto a las cosas que existen en el universo... el tamaño del gran océano... la edad del inmenso árbol que llena el cielo... el número de estrellas en el cielo... cosas que se ha preguntado de tiempo en tiempo... y puede dejar que su mente flote libremente al lugar en que se encuentre consiguiéndolo... mientras su cuerpo permanece aquí... cómodamente aquí... no necesita moverlo... no necesita dejarlo que lo traiga de regreso... sólo puede disfrutar de la libertad de dejar a su mente flotando libremente... al lugar que más disfrute... y mientras su mente está allí... y su cuerpo aquí... puede ser tan cómodo saber que su cuerpo está aquí... aguardando... pacientemente por todo el tiempo en que a usted le guste flotar libremente... sin haberlo advertido... porque su mente puede ir a cualquier lugar que quiera ir... (Yapko, 1990, p. 279-280)

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Fenómeno hipnótico: Regresión de edad

Ps. Mario Pacheco

Y quiero que elijas un momento del pasado en que eras una niña muy, muy pequeña. Y mi voz irá contigo. Y mi voz se convertirá en la voz de tus padres, tus vecinos, tus amigos, tus compañeros de escuela, tus compañeros de juegos, tus maestras. Y quiero que te veas sentada en el aula, una niña pequeña que se siente contenta por algo, algo que pasó hace mucho tiempo, algo que has olvidado hace mucho tiempo.

M. H. Erickson (Rosen, 1986)

Definición de conceptos Puede definirse a la regresión de edad como una intensa utilización de la memoria (Yapko, 1990). Inducir una regresión de edad implica llevar al paciente retrocediendo en el tiempo a alguna experiencia, para volver a experimentarla. Se distinguen dos variedades de este fenómeno: Revivir hipnótico (vivification): en donde el sujeto está inmerso en la experiencia, reviviéndola tan intensamente como sea posible, exactamente igual al recuerdo que fue incorporado en la época en que sucedió realmente. Hipermnesia: la persona está en el presente, mientras simultáneamente recuerda vívidamente los detalles del evento.

La regresión de edad como un fenómeno natural Al definir a la regresión de edad como una intensa utilización de la memoria, se hacen patentes los aspectos cotidianos de este fenómeno, ya que las personas vagamos rutinariamente en los recuerdos. Por ejemplo, una canción relacionada con un antiguo amor puede hace que el oyente quede absorto en recuerdos de esa persona, las cosas que hicieron y los sucesos que tuvieron lugar en esa época. En esos momentos, la persona está absorta internamente y concentrada en sus recuerdos, incluso volviéndolos a experimentar profundamente. 62

Cualquier señalo estímulo que “dispare” a la persona a retroceder en el tiempo, para recordar o revivir algunos sucesos, está estimulando una regresión de edad espontánea. Es evidente que aquí estamos ante una expresión del aprendizaje dependiente del estado (Rossi, 1986; 1986/1993): una señal distintiva asociada a un evento, evoca el mismo estado de activación psicofisiológica original en el cual esa señal distintiva fue asociada (condicionada). Uso clínico de la regresión de edad Debido a que nuestras experiencias previas moldean nuestras percepciones actuales, es que la regresión de edad es una de las pautas hipnóticas más usadas en terapia (Yapko, 1990). Ya que la memoria es maleable y dinámica (Diges, 1997; Yapko, 1994), los recuerdos cambian con el tiempo y pueden influenciarse terapéuticamente debido a su naturaleza inestable. La regresión de edad puede utilizarse con tres objetivos generales, que dan origen a una variedad de técnicas: rescatar recursos, resolución de experiencias traumáticas, y fabricación de pseudo-recuerdos o pseudo-experiencias terapéuticas. Analizaremos brevemente estos tres objetivos, mencionando algunas de las estrategias terapéuticas más utilizadas.

1)

Rescatar recursos Las personas en el pasado han desarrollado habilidades y recursos que les fueron útiles para enfrentar problemas, pero que ahora no están siendo usados para enfrentar las dificultades o problemas actuales. Muy a menudo los pacientes poseen recursos de los cuales no están conscientes. Erickson decía que las personas desarrollamos muchas habilidades por el simple hecho de estar vivos, pero de las cuales no nos percatamos. Exist en múltiples formas para extraer estos recursos, y un ejemplo de esto son las metáforas terapéuticas. Se buscan los recursos del pasado y se incorporan a los contextos actuales y futuros. Como proceso implica, primero, disociar hipnóticamente aspectos específicos del individuo a través del tiempo, para dirigirlas después (a través de la progresión de edad) a situaciones vitales que el paciente enfrentará y donde le servirán adecuadamente (Yapko, 1988). De este modo, el paciente tiene la oportunidad en hipnosis para ensayar el uso de sus propias capacidades positivas en las situaciones donde son necesarias.

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2)

Resolución de experiencias traumáticas En este apartado nos dedicaremos a la resolución de experiencias traumáticas no amnésicas . El abordaje terapéutico de los eventos traumáticos amnésicos requiere de gran habilidad y preparación del terapeuta, por lo cual estas estrategias serán tratadas en otro lugar.17 Existen situaciones vitales traumáticas que para su resolución necesitan ser revividas nuevamente, de modo que las emociones asociadas (ligadas, aprisionadas, “atascadas”) a ellas puedan extinguirse (“liberarse”), mientras que simultáneamente se proveen nuevas formas de encuadrarlas (reencuadrarlas) para aliviar al paciente de las influencias destructivas que esas experiencias aun pueden estar persistiendo en su v ida. Watzlawick y colaboradores (1976) definen al reencuadre como el cambio de sentido o atribución de una situación, mientras que la situación misma permanece sin modificar o no se puede modificar. Una vez que se ha logrado atribuir una nuevo significado a una situación, ya nunca la volveremos a percibir (y por lo tanto, sentir) en la forma como lo hacíamos anteriormente. Para que esta técnica sea efectiva y el paciente no vuelva a revivir la experiencia del mismo modo como ocurrió la primera vez, se requiere usar la disociación hipnótica, de modo que el paciente pueda reencuadrar la situación. Esto puede explicar por qué la abreacción simple de los afectos reprimidos no siempre logra el cambio deseado.18 Si el evento traumático es muy amenazante para el paciente, conjuntamente con la disociación, será preferible utilizar la hipermnesia como estrategia de regresión de edad; como por ejemplo, ver las escenas como si fuera una película. Debido a que la hipermnesia es psicológicamente más distante que la vivification, el paciente puede estar más seguro en el aquí y ahora mientras trabaja con el trauma del pasado. Además de la hipermnesia, se usa el revivir hipnótico (Yapko, 1988). En el revivir hipnótico se hace uso de la vivification. Es decir, el paciente revive los episodios del pasado como si estuvieran ocurriendo en el presente. Se busca alterar la forma en que el episodio está internamente representado, y de este modo poder trabajar el recuerdo para alcanzar una resolución más adaptativa. Pueden utilizarse numerosas estrategias: destapar represiones; liberar emociones; desviar el foco de atención desde una dimensión del recuerdo a otra; ayudar al cliente a accesar y movilizar aquellos recursos que podrían ser usados con efectividad en la experiencia revivida; y el uso de técnicas de reestructuración cognitiva. En los textos de Grinder y Bandler (1982) y Bandler (1988) pueden encontrarse otras estrategias para resolver eventos traumáticos no amnésicos, que utilizan la regresión de edad y la disociación combinadas.

Estas estrategias son revisadas en, M. Pacheco, Psicobiología de la curación mente/cuerpo: Las técnicas terapéuticas de Ernest Rossi y David Cheek. Un análisis bibliográfico. Instituto Milton H. Erickson de Santiago, 1995 18 En el caso clínico reportado por Dorothy Bowie –ver “Disociación”– en donde se usa la regresión de edad y la disociación, el caso es resuelto justamente debido a la revisión disociada del evento traumático. 17

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3)

Creación de pseudo-recuerdos En la historia de la hipnosis moderna, podría afirmarse que fue Erickson quien redescubrió esta estrategia terapéutica (Erickson y Rossi, 1979/1994; 1992). El primer registro histórico de la creación de pseudo-recuerdos fue realizado por Janet (citado en Perry y cols., 1986), con una paciente que presentaba una ceguera histérica en uno de sus ojos. Janet estableció que la ceguera se había desarrollado a la edad de seis años, junto con un impétigo en un lado del rostro, como resultado de haber compartido la cama con una niña que tenía un impétigo similar al que había desarrollado la paciente posteriormente. Aunque el impétigo había sido curado por medios dermatológicos, la ceguera había persistido hasta la adultez joven. Janet removió la ceguera al regresar a la paciente a la noche en cuestión y sugerir que la otra niña no tenía impétigo; después de dos intentos, la visión fue restablecida y persistió posthipnóticamente. La racionalidad de la creación de pseudo-recuerdos consiste, por ejemplo, en que el paciente puede tener carencias importantes en su vida pasada que están influyendo en su identidad actual, y que por los métodos terapéuticos usuales quizá sea muy difícil que pueda desarrollarlos. (Pensemos por ejemplo en una persona que sufrió de gran abandono paterno en su infancia). Podríamos a través del uso de la vivification, regresar al paciente a esas épocas importantes de su vida, y proporcionarle experiencias vitales que no tuvo, como si estuvieran ocurriendo realmente en su aquí y ahora (el pasado para el observador externo, el presente para el paciente regresado en edad), y crear amnesia para esas experiencias hipnóticas. Si somos lo suficiente hábiles, vincularemos esas experiencias con aspectos de la vida posterior del paciente, cuidando de no interferir con hechos reales significativos de su vida. El siguiente ejemplo de caso, reportado por Erickson, describe el uso de la creación de pseudo-recuerdos:19 Descripción: Una mujer de 23 años comenzó a angustiarse y perder eficacia en el trabajo; gradualmente se retiró de todas las relaciones sociales y permaneció recluida en su habitación; comía si se lo rogaban, la mayor parte del tiempo sollozaba y manifestaba que quería morir. No se comunicaba con los psiquiatras, y la familia pensaba hospitalizarla. Erickson se enteró que se había junto a una amiga de un joven, él se casó con la amiga, pero ella falleció y él se marchó. Después de un año volvieron a verse y comenzaron a salir, ella estaba así desde que volvió una noche descompuesta y con muestra de haber vomitado. El joven contó que estaban hablando en el auto, y cuando quiso besarla ella vomitó y se puso histérica, diciéndole que era inmundo y vil; y huyó indicándole que no le volviera a ver.

El caso ha sido resumido y se han descrito las diversas estrategias terapéuticas utilizadas por Erickson. Este material forma parte de un texto en preparación, Jay Haley, Terapia no convencional. Las técnicas psiquiátricas de Milton H. Erickson. Análisis de los procedimientos terapéuticos utilizados por Erickson. 19

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Intervención: Hizo que la amiga fuera a la consulta con la paciente; le indujo trance a la amiga, haciendo coincidir sus sugestiones con el ritmo respiratorio de la paciente (hipnosis, en forma indirecta: manejo de resistencia); ratificación del trance a la paciente, indicándole que podía salir del trance cuando quisiera (permisividad y seguridad); sugestiones de amnesia (indicación de olvidar muchas cosas); desorientación en el tiempo para llevarla a una regresión de edad, entre los 10 y los 13 años (los inmediatamente anteriores a la muerte de la madre y porque entre ellos tendría que haber menstruado por primera vez); por los comportamientos quedó claro que estaba en una vivification. Erickson le indicó que relatara todo lo que sabía sobre el sexo, colocando el énfasis en la menstruación (en su relato, con oraciones breves e inconexas, ella reportó las enseñanzas moralistas y llenas de prohibiciones de su madre). A la pregunta, “¿por qué tu mamá te dijo eso?”, la respuesta fue: “para que siempre sea una buena chica”. Erickson se pone de parte de la madre (evitando suscitar resistencias), y repasa todas las enseñanzas dadas por la madre. Le dio la sugestión posthipnótica que al despertar le contaría todas esas cosas. Cuando la sujeto se reorientó mostró amnesia respecto a la inducción y la regresión de edad; y fue capaz de relatar las enseñanzas maternas. En la entrevista siguiente, entró en trance profundo en forma rápida; Erickson averigua que la madre falleció cuando ella tenía trece años; Erickson procede a hablarle respecto a aquellas cosas referentes al sexo que la madre no alcanzó a contarle (continúa evitando suscitar resistencias, utiliza la autoridad de la madre sobre la hija), aspectos que describen el desarrollo sexual saludable en toda mujer. Al término le indicó que tuviera en cuenta los aspectos intelectuales y emocionales (integración), y la instruye para que recuerde todo. El reporte de la paciente fue un resumen juicioso, y finalizó preguntándose qué indicaciones le habría dado su madre ahora. Erickson finaliza la sesión allí. En la tercera sesión le indujo trance rápidamente, y le indicó que pasara revista velozmente (distorsión de tiempo) y en silencio a la s dos sesiones anteriores (recapitulación). El comentario de la paciente fue que su madre trató de contarle las cosas, y que le hubiese dicho que se casara, que tuviera hijos y que fuera feliz. Erickson le indica que al despertar olvidaría por completo las tres sesiones, incluso que había sido hipnotizada, excepto su primer relato en estado de vigilia [el del final de la primera sesión] (sugestión posthipnótica para amnesia generalizada), que no recordaría cualquier comprensión nueva y satisfactoria que hubiese desarrollado. Que al despertar él le daría un repaso sistemático de la educación sexual que había recibido, tal como Erickson la había conocido a través de ella; y ella no sabría si era una probabilidad hipotética construida por Erickson. Que encontra ría verdades, significados y aplicaciones que sólo ella entendería. Erickson protege de las resistencias e inhibiciones conscientes a la paciente al proceder así, y le dio la posibilidad que tuviera un insight gradual. La reorientó y Erickson repasó el desarrollo sexual normal de una adolescente que se trasforma en mujer. A medida que Erickson hablaba, ella dio muestras de un mayor insight y compresiones, afirmando que ahora sabía lo que andaba mal con ella [por primera vez], y que ahora se iría y se lo contaría al día siguiente. En lugar de dejarla escapar, Erickson volvió a colocarla en trance, y le retiró la amnesia indicándole que podía recordar todo, y que considerara todas aquellas cosas que podían ser potencialmente útiles. Le indicó que sintiera la libertad de pedir consejos y sugerencias al despertar. Al reorientarse, se mostró con menos urgencia de irse, y pidió consejo respecto a “besarse, acariciarse y toquetearse.” Erickson aprobó esos comportamientos, en una forma cautelosa.

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Al día siguiente la joven fue a decirle que “besarse era un gran deporte.” Días después la vio en una sesión regular, acordada, Erickson se enteró que estaba comprometida, que la última sesión le permitía ahora entender el amor y las relaciones en una forma distinta. Agradeció a Erickson haber salvado su virginidad al haber evitado que se escapara de la sesión para ir a “entregarse” al joven, y le pidió consejos respecto al coito. Posteriormente se casó. (Haley, 1980, p. 67-74)

Accesos a la regresión de edad Según Yapko (1990), cualquier mensaje que ayude al cliente a retroceder en el tiempo, es un acercamiento a la regresión de edad. Existen acercamientos directos e indirectos para evocar este fenómeno hipnótico; los primeros hacen uso de la capacidad imaginativa del sujeto; los segundos (naturalistas) hacen uso de fenómenos cotidianos o del uso hábil del lenguaje para sumergir al paciente en la experiencia. Dependiendo del paciente, ambos funcionan bien.

Accesos directos Aquí se utilizan recursos como el uso de “vehículos especiales” (v.g., un tren, un avión, la máquina del tiempo, una nave espacial, un ascensor, etc.) que llevan al paciente a un viaje regresivo en el tiempo. La técnica del vehículo especial es una forma artificial, concreta y orientada al contenido, que necesita de muchos detalles para facilitar el proceso regresivo (Yapko, 1990). A continuación se presenta un ejemplo del uso de un tren que retrocede en el tiempo, el cual se sugiere después de la inducción y profundización del trance: ... y ahora que puede sentirse tan cómodamente relajado... puede permitirse tener la experiencia en su mente... de llegar a una estación de trenes especial... una estación de trenes distinta a cualquier otra que jamás usted ha conocido... donde el tren que corre es muy inusual en su habilidad para hacer que usted retroceda en el tiempo... y usted puede retroceder en el tiempo... para experimentar aquello que no ha pensado en mucho, mucho tiempo... y puede verse subiendo al tren más interesante... y puede encontrar un asiento que sea cómodo para sentarse... tan suave, que usted descansa allí... profundamente descansado... y después puede sentir que el tren comienza a moverse en forma delicada y placentera... puede experimentar el movimiento de retroceder en el tiempo... lentamente al principio... después rápido... un momento poderoso... y mientras mira a través de la ventanilla... y ve los sucesos de su vida moviéndose hacia el pasado, ve pasar como postes de teléfono en la vía, los recuerdos de ayer... después los del día anterior... y del día antes... y del día antes... y todos los días antes... puede ir sin rumbo a través de su mente mientras viaja más y más en el pasado... cuando después se convierte en ahora... y después el tren comienza a disminuir la velocidad... y después llega a una parada... y ahora usted puede salir del tren para encontrarse en aquella situación ahora, puede ver las escenas, escuchar los sonidos, y sentir los sentimientos de aquel tiempo y lugar... este tiempo y lugar... (Yapko, 1990, p. 258-259) 67

Al llegar a ese punto, las señales mínimas pueden indicarnos si el paciente está regresado en edad (v.g., cambios en la cara, gestos, actitud del cuerpo, etc.); y el terapeuta, si lo desea o lo necesita, puede preguntar al paciente en qué época está, quién está presente, qué está ocurriendo, qué está pensando, sintiendo o haciendo. Aquí se puede intervenir para reencuadrar, aumentar las comprensiones, rescatar recursos, etc. Si se necesita que la experiencia personal sea más distante, pueden darse sugestiones para que el paciente esté presente disociado, en el aquí y el ahora, y asistir al hecho “como si estuviera mirando una película de la experiencia... y mientras mira cómodamente... puede aprender algo importante de si mismo ahí...” (Yapko, 1990). Otros ejemplos de accesos directos son los siguientes: Visualícese yendo a una habitación agradable, con repisas en sus paredes. Esas repisas están llenas de diarios de vida, uno para cada día de su vida. Debieran haber algunos que se refieren al problema que lo preocupa en el momento presente, usted puede usar esos diarios para descubrir información relevante acerca de su pasado. O simplemente puede desear descubrir más acerca de su pasado. Para ayudarlo a hacer esto, están guardadas en esos diarios fotografías antiguas, cartas, y otros ayuda memoria. [Esta estrategia puede facilitar la hipermnesia](Hammond, 1990, p. 519)

Todos sabemos que los relojes pueden avanzar para registrar el paso del tiempo, o retroceder, para indicar el tiempo hacia atrás. A veces, para indicar el paso del tiempo en las películas, se muestran hojas de un calendario que van hacia atrás, o un reloj que retrocede. Es como con si usted pudiera ver el tiempo que ha transcurrido allá “afuera”. Muchas personas no saben que también hay una clase de tiempo “interior” –el tiempo que usted no puede ver. Todos tenemos una especie de reloj biológico que realmente va hacia delante o hacia atrás, que realmente puede llevarlo al pasado. Usted puede sentir ese reloj interno, incluso sin estar muy consciente de él, y podemos ir hacia atrás contando; después, podemos volver al presente, con mucha facilidad. Dentro de poco, comenzaré a contar desde [la edad del sujeto] hasta cuatro. A medida que yo cuente, el reloj biológico comenzará a ir hacia atrás y usted se hará más y más pequeño, más y más joven, de modo que cuando yo llegue a cuatro, usted tendrá cuatro años de edad. Con cada número que yo diga, perderá toda la memoria del año que corresponde a ese número, de modo que cuando yo llegue a cuatro, usted olvidará todo lo que ha sucedido después de los cuatro años. Esa es la forma en que trabaja el reloj biológico. Cuando lleguemos a cuatro, usted realmente tendrá cuatro años, celebrando su cuarto cumpleaños. Se moverá y hablará y actuará y pensará como si tuviera cuatro años de edad; será fácil porque usted realmente tendrá cuatro años y no será capaz de pensar como otra persona: tener cuatro años será muy divertido, y ser otra persona parecerá absurdo, hasta que contemos nuevamente usando el reloj biológico. Entonces, tendrá cuatro años. Cuando lleguemos a cuatro, abrirá lentamente sus ojos y mirará esta sala acogedora. Habrá alguien a quien usted conoce y le gusta, y le gustará hablarle. [Sugerencias para vivification] (Hammond, 1990, p. 522-523)

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Accesos indirectos Estos accesos implican ofrecer sugestiones indirectas que evocan los recuerdos, sin la necesidad formal de anunciarlo. Pueden tomar diversas formas:

Dirección de aprendizajes tempranos Al hablar a un paciente de aprendizajes que ocurrieron en épocas tempranas de la vida, se está evocando indirectamente la regresión de edad. Erickson no acostumbraba a evocar la regresión de edad en forma directa, y uno de sus acercamientos favoritos en su última etapa de la vida fue el uso de la dirección de aprendizajes tempranos (Zeig, 1990/1995). La racionalidad de esta inducción de trance conversacional es triple:

1) Induce un trance en una forma muy casual, inocua. 2) Evoca indirectamente la regresión de edad al hacer mención de aprendizajes tempranos en la vida de las personas. 3) Crea una disposición a responder en el oyente hacia el aprendizaje; es en la época escolar temprana donde las personas estamos más dispuestas a escuchar y aprender de un maestro (el terapeuta en este caso; aprender a resolver o enfrentar los problemas). Si el terapeuta comienza su inducción en el segundo párrafo, cuando el paciente está mostrando disposición a atender, esta inducción será casual y totalmente conversacional. Mira hacia la esquina superior de ese cuadro. La esquina superior de ese cuadro. Ahora te hablaré. (Pausa) Cuando fuiste por primera vez al kindergarten, a la escuela primaria, ese asunto de aprender letras y números parecía ser una tarea insuperable. Reconocer la letra A distinguir una Q de una O era muy difícil. Y también después la manuscrita de la imprenta eran muy distintas. Pero aprendiste a formar una imagen mental de algún tipo. No lo sabías en esa época, pero fue una imagen mental permanente. Y después en la gramática escolar formaste otras 69

imágenes mentales de palabras o dibujos de frases. Desarrollaste más y más imágenes mentales, sin saber que estabas desarrollando imágenes mentales. Y puedes recordar todas aquellas imágenes. (Pausa) Ahora puedes ir donde desees, y transportarte a Cualquier situación. Puedes sentir el agua, puedes querer nadar en ella. (Pausa) Puedes hacer lo que quieras. Incluso no tienes que escuchar mi voz Porque tu inconsciente la escuchará. Tu inconsciente puede intentar todo lo que desee. Pues tu mente consciente no estará haciendo nada de importancia. Advertirás que tu mente consciente está interesada en algo, ya que mantiene agitándose tus párpados. Pues alteraste tu frecuencia respiratoria. Has alterado el pulso. Has alterado tu presión sanguínea. Y sin saberlo,

estás demostrando la inmovilidad

que puede demostrar un sujeto hipnótico. No hay nada realmente importante, excepto la actividad de tu mente inconsciente. Y eso puede ser todo lo que tu mente inconsciente desea. Ahora existe la comodidad física, pues incluso no necesitas prestar atención a tu relajación y comodidad. Y puedes decirle a tu mente inconsciente que eres una sujeto hipnótica excelente, y cualquier cosa que necesites o desee tu mente inconsciente

te permitirá usarla.

Y puedes tomar tiempo

tu propio tiempo

dejándote entrar en trance ayudándote a comprender algo razonable. [...] Y cuando tu inconsciente lo desee quizá te gustaría despertar. ¿Te gustaría despertar? (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 5-14)

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Uso de preguntas Se hacen preguntas que orientan a la persona a sus experiencias pasadas, que comprometen al paciente en una búsqueda interna de su pasado para recordar los sucesos apropiados necesarios para responder significativamente a las interrogantes. ¿Puede verse en esa experiencia?... Cuando se vea en esa experiencia, ¿puede recordar cómo se sentía?, ¿no puede?... y esos sentimientos ¿son los sentimientos que aun forman parte de usted?... Incluso cuando usted no haya pensado en ellos por un largo tiempo... y ¿puede ver a las otras personas?... y ¿cómo la miran?... ¿cómo están vestidas?... y ¿puede escuchar que lo que dicen es importante para usted?... y ¿qué dicen? (Yapko, 1990, p. 260)

Uso de metáforas o anécdotas Consiste en hacer lo menos amenazante posible el retroceso al pasado, a través del relato de los aprendizajes relevantes que tuvieron en el pasado el terapeuta u otra persona, de modo que el paciente se proyecte en la situación que le está siendo relatada, imaginando cómo se sentiría o actuaría en ese suceso. El ejemplo siguiente se refiere a una paciente cuyos padres se habían divorciado cuando ella tenía 6 años, y que se sentía innecesariamente culpable e injusta con sus padres. Eso es interesante, ya que una niña con la cual estoy trabajando describió el mismo sentimiento... tiene casi siete años de edad ahora y se siente muy orgullosa de estar en el primer grado... excitada y emocionada, en la forma en que todos los niños una vez lo estuvieron... usted puede recordar aquello, ¿no puede?... respecto a estar en la escuela y aprendiendo a aprender todo lo que hay que aprender... y que hay un inmenso y complejo mundo fuera de aquí... un mundo mucho más grande que el mundo de los seis años... porque a los seis años de esas aun no sabe que... ella tiene que aprender a leer y escribir... aprender sobre ciencias y matemáticas... sobre los adultos y otros niños... respecto a enamorarse y pelearse con el amor... y el mundo del seis años está siempre cambiando y creciendo... pero no más veloz que lo que ella piensa... porque parte de ella aun piensa que el mundo gira a su alrededor... y que puede hacer que sucedan grandes... y no aprenderá hasta que sea mayor... que el mundo no gira alrededor de ella... que sólo tienen seis años... y siente miedo de estar sola... (Yapko, 1990, p. 261)

Uso de puentes afectivos Esto consiste en asociar un sentimiento actual del cliente con la situación en la cual lo experimentó la primera o las primeras veces. Al paciente puede decírsele: Coja ese sentimiento. La usaremos como un puente hacia el pasado; y mientras cuento hacia atrás, comenzando en 10, usted viajará hacia atrás en el tiempo y el espacio, a la primera vez

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que usted lo experimentó. Diez, nueve, ocho, yendo hacia atrás más y más, siete... [etc.]” (Edelstein, 1986, p. 157)

Esta estrategia necesita de un terapeuta hábil, pues es bastante poderosa, y puede suceder que el paciente accese un evento traumático amnésico, y se libere una intensa carga emocional. (Hammond, 1990; Yapko, 1990) La técnica original del puente afectivo de Watkins ha sido sistematizada por Hammond, como sigue: Paso 1. Obtenga permiso con una señal ideomotora para que “exploremos y comprendamos qué sucedió para ocasionar este sentimiento [sensación]. Paso 2. Regresión de edad a una experiencia reciente donde se sintió el sentimiento, compulsión o sensación. El terapeuta facilita entonces la experiencia de este esta nuevamente, haciendo que el paciente dé una señal cuando esté sintiéndolo. Paso 3. Intensificación del sentimiento. “El sentimiento [sensación] se está haciendo más y más intenso. Esta haciéndose tan fuerte que pareciera como si usted no pudiera pensar en nada más.” Paso 4. Desorientar al paciente e intensificar el sentimiento. “Está comenzando a sentirse confundido. La habitación está alejándose y todo está haciéndose muy, muy borroso. [Usar la palabra “neblina” si se acomoda más al paciente.] La única cosa que puede experimentar es el sentimiento [sensación] de _____________. Todo el mundo está lleno de ________________.” Paso 5. Regresión de edad al origen de los síntomas. “Y ahora este sentimiento es un puente que usaremos para via jar hacia atrás, hacia el pasado, como un línea de ferrocarril compuesta de _____________. Y está haciéndose más joven, yendo hacia atrás, más y más en el tiempo, hacia el pasado, viajando hacia atrás por este puente de ________________. Todo esta cambiando, excepto _______________. Es lo mismo. Y está haciéndose más joven y más joven, viajando hacia atrás por el tiempo, a través del puente de este sentimiento [sensación], yendo hacia atrás hacia la primera vez que experimento este sentimiento [sensación], yendo hacia atrás en su vida, a cuando lo sintió por primera vez.” Puede indicársele al paciente que dé una señal ideomotora cuando llegue allí. Si es necesario, puede continuar diciéndole: “A medida que yo cuente de uno hasta diez, puede dejar de viajar hacia atrás a una época temprana, a otro lugar. Puede sentirse muy pequeño y más joven, más joven y más pequeño, hasta, que en el número diez, volverá a experimentar la situación en la cual por primera vez se produjo este sentimiento. No intente recordar conscientemente. Simplemente permita que suceda y permítase experimentarlo, a medida que su mente inconsciente lo lleva hacia atrás. 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... 8... 9... 10. ¿Dónde está? ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué edad tiene? Si se encuentra otro sentimiento [sensación]que parezca fundamental, puede usarse otro puente afectivo, a partir de esta edad en la regresión de edad hacia otra edad menor. Un puente afectivo invertido también puede seguir el sentimiento [sensación] hacia delante, a partir

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de la experiencia original a una experiencia posterior que involucra el mismo sentimiento [sensación]. (Hammond, 1990, p. 523-524)

Desorientación temporal Aquí se emplea la confusión para desorientar al paciente desde el “ahora” y reorientarlo al “después”. (Veáse el Capítulo “Confusión”, en Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Básico, 1996). Lo que sucede ahora y después es que recordar el después ahora recuerda el ahora del después cuando el después es muy importante y cuando el después se convierta en ahora porque ayer condujo a hoy y puede recordar ayer como si fuera ahora porque ahora y después recordar el después como si fuera ahora puede ser muy importante... (Yapko, 1990, p. 262)

Progresión y regresión de edad conjuntas Primero se guía al paciente hacia el futuro, y estando ahí puede mirar hacia atrás y recordar las cosas que sucedieron en el pasado. Al estar orientado a futuro, se crea una gran distancia emocional respecto al pasado, con lo cual las experiencias pueden ser entendidas en otra forma, y ser usadas terapéuticamente. Además, si desde el futuro puede estar recordando algo penoso que sucedió hace largo tiempo, el hecho que esté en el futuro está indicando que sobrevivió a eso, y puede percatarse de cómo lo superó.

Ejemplo de búsqueda de recursos positivos del pasado: Ayudando al cliente a cambiar en trance20 La siguiente secuencia hipnótica fue ideada por Carol Lankton, e induce indirectamente una regresión de edad, para buscar recursos positivos del pasado en la resolución de un problema actual. 1.

2.

20

¿Qué hacen los clientes al llegar a la sesión? •

Se sientan, miran las cosas en la sala, escuchan los ruidos...



Empiezan a ponerse más cómodos, sientan su cuerpo en la silla...



Empiezan a hablar sobre su problema: suspiran, lloran, se enojan...

¿Qué es lo que quieren los clientes del tratamiento? •

Sentir más confianza en si mismos...



Sentirse más relajados, aliviados...



Obtener ayuda para pensar más claramente sobre los problemas que tienen...

Apuntes de un Seminario con Carol Lankton, 1987. Traducidos y adaptados por Dorothy Bowie, M.A. 73

3.



Conseguir algunas ideas nuevas respecto a sus vidas...



Recibir alivio de dolores y síntomas que los aquejan...

¿Cambios al entrar en trance? (dirigiéndose al cliente) •

Siente tu cuerpo descansado en la silla... siéntete muy cómodo...



Siente el calor de tu mano sobre tu cuerpo... las cosas parecen claras



Empiezas a relajarte y sientes más pesados los párpados de los ojos... surgen nuevas fuerzas... inesperadas... gratas



Percibes tu respiración levantando tu pecho, al entrar el aire, entra y sale... tranquilamente... sin ningún esfuerzo... así es... (Pausa)



Escuchas mi voz mientras vienen a tu mente imágenes interiores... ves las cosas... de otra manera... la cabeza se agacha un poquito... ves a los síntomas disolviéndose... lentamente...

4.

Cambios al profundizar el trance •

Sientes cerrarse los ojos... más apretados... y ves a las cosas que te bloquean y te producen resistencia... disolviéndose... alejándose...



Relajándote más y más... una sensación de flotar... suavemente... el t..i..e..m..p..o pasa l..e..n..t..o... (bajando la voz)



Escuchando mi voz... te sientes acompañado... más confiado... más alerta a tu meta/problema/propósito... a tus opciones... y soluciones...

5.

La atención divaga y se concentra en la tarea •

Empiezas a tornar tu mente a las tareas que quieres realizar... tu mente consciente puede tenerlas muy claras... así como también pueden estar muy vagas... sólo anhelas lo que la mente inconsciente ya está formulando.



Puedes repasarlas y seleccionar la intención más urgente para tu vida hoy... (Pausa)



Puedes tomar todo el tiempo necesario para buscar los recursos que necesitas... que han estado guardados desde hace mucho tiempo... desde la niñez... la juventud... experiencias tuyas... disponibles al pedirlas... al buscarlas...



Te recuerdas resolviendo un problema... trabajando para solucionar algo necesario para ti o algún otro... esa sensación de logro... de profunda satisfacción... de alegría... de valor... (Pausa)



Toma todo el tiempo que necesites en este momento... vuelve dentro de ti... hasta encontrar un tiempo en el pasado... algo hace mucho tiempo olvidado... pero que tu mente inconsciente ha guardado como un tesoro... para tu uso hoy... una cosa tuya...

6.

Mejorando la estimación de si mismo •

Cuando hayas encontrado esa escena de ti mismo... percátate de lo bien que manejabas la situación... (Pausa)... toma el tiempo que necesites para verte... cómo eres... mira tu cara, tu ropa... cualquier cosa... tal vez algo nuevo que no viste aquella vez... (Pausa) memoriza cómo usaste tu inteligencia... perseverancia... creatividad... percátate de cómo te sentías... al lograr algo... escucha lo que te dijiste, o algo que otra te dijo... (Pausa) Toma todo el tiempo que necesites... no hay apuro... no hay nada más importante... puedes levantar un dedo para decirme cuando hayas terminado de vivir esa escena... o si quieres tomar más tiempo... o

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buscar otra escena mejor... no es necesario que te apresures... Avísame... no más... cuando quieras... en tu propio tiempo... (Pausa) •

Percátate nuevamente de cuán bien pudiste manejar esa situación... repasa las cosas que aprendiste... que tu mente inconsciente sabía... pero que a veces la mente consciente ha olvidado... y AHORA te ves en una situación nueva, tal vez algo que estás viviendo ahora, o vas a vivir en un futuro próximo... (Pausa) y obsérvate usando esas capacidades que has encontrado dentro de ti mismo... Mira cómo te ves allí... permite que fluya a la situación toda esa inteligencia... creatividad... todo lo que necesitas para manejar en forma estupenda lo que tienes que hacer... (Pausa) y levanta un dedo para avisarme que has completado la escena... sin apuro... así es... hay t..i..e..m..p..o... (Pausa)

7.

Mejoría en autoeficacia •

Sorprendiéndote con nuevas soluciones y habilidades.



Gozando de tu nueva eficiencia y capacidad.



Confiado en tu capacidad de utilizar aprendizajes del pasado



Maravillado de tu crecimiento a través del tiempo.



Fijándote que las personas te responden de un modo diferente.

8.

Cambios pequeños en síntomas/actitudes/sensaciones corporales



Puedes darte cuenta de las emociones que han estado escondidas...



Fijándote que tu dolor se ha movido, disminuido, se ha ido...



Que ya no te importan tanto las cosas... mientras que otras son...



De gran ... v..a..l..o..r ... t..e..s..o..r..o..s ... t..u..y..o..s... (Pausa)

9.

Reorientación a la vigilia

Otros ejemplos de evocación de regresión de edad efectuados por Erickson “... Y póngase cómoda, muy a sus anchas, gozando realmente de esa comodidad... muy cómoda... Puede olvidarse de todo, salvo de esa maravillosa sensación de comodidad. Y después de un rato le parecerá que su mente abandona el cuerpo y flota en el espacio... retrocede en el tiempo. (Pausa) Ya no es 1979, ni siquiera 1978, y 1975 es el futuro (se inclina aproximándose a la S)21, es 1970 y el tiempo sigue rodando hacia atrás. Pronto será 1960, y pronto es 1955... y entonces sabrá que es 195322... y que usted es una niña pequeña. Tal vez tú23 estés esperando tu fiesta de cumpleaños o ir de visita a algún lado... ir donde la abuelita... o ir a la escuela... tal vez ahora24

Adviértase el cambio “es 1970 y 1975 es el futuro”, la desorienta en el tiempo. Además es inclina hacia la paciente en un uso de la d inámica vocal a través de cambios en la posición del cuerpo. Una asociación vocal. 22 (Nota de Zeig) Va bajando la cabeza al nombrar cada año, cambiando el lugar de emisión de la voz. Según Erickson, el futuro se ubica “arriba y adelante”. [Nota de Mario Pacheco: la programación neurolingüística enseña que los movimientos ocupares para las representaciones visuales construidas, los ojos van a la derecha y arriba; y en las auditivas, a la izquierda y arriba). 23 (Nota del traductor del texto de Zeig, 1983) En la traducción se cambia usted a tú para indicar la regresión a un estadio infantil. El tú es más informal que usted. Debe recordarse que en inglés el pronombre you se emplea en situaciones formales (usted en castellano) e informales o íntimas (t ú en castellano). 24 Ahora confirma la regresión de edad. 21

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estés sentada en la escuela, mirando a tu maestra. O jugando en el patio de recreo, o tal vez sea época de vacaciones. (Vuelve a apoyarse en el respaldo del sillón)25. Y realmente lo estás pasando bien. Quiero que disfrutes de ser una niña pequeña que algún día va a crecer. (Se inclina otra vez hacia la S)26. Y tal vez quieras preguntarte qué serás cuando crezcas. Y tal vez quieras preguntarte que serás cuando seas grande. Me pregunto si te gustará la escuela secundaria. Y tú te puedes preguntar lo mismo. Y mi voz va contigo a todas partes y se convierte en la voz de tus padres, de tus maestras, de tus compañeros, y en las voces del viento y de la lluvia.27” (Zeig, 1983, p. 91-92)

“Usted tiene esos aprendizajes en la vida adulta, puede corregirlos, (Pausa) pero realmente no es necesario corregirlos. Ellos deberían ser apreciados. Una niña ve un bastón (Pausa) Como adulta ella muestra su asombro ante el bastón que realmente es una culebra. La psicoterapia al usar hipnosis, toma nota de los recuerdos pasados en su pureza sin que haya necesidad de corregirlos. Aunque usted desearía saber lo que son. (Pausa) Aprendemos a reconocer aquellos recuerdos individuales sin corregirlos. Usted tiene la oportunidad de valorar, evaluar los componentes de una comprensión total. Usted conoce a una persona y sin razón no le gusta esa persona, pero usted debe tener una razón. Tiene la razón de un bastón, tiene la cabeza entre las piernas buscando la razón del mundo, porque ha visto algo nuevo en esa persona en términos de recuerdos, de aprendizajes. Pero como adulta, usted generalmente corrige esos recuerdos, Nuevamente usa un dinámica vocal; al volver al respaldo del sillón, su voz cambia de dirección, indicando que ese momento es el “presente”. 26 Inicia nuevamente un “viaje” en el tiempo. 27 Abarca muchas posibilidades, y a la vez que va con la S, pone en marcha muchas asociaciones. Erickson decía que cuando una persona estaba regresada en edad (en vivification), el terapeuta no estaba en las memorias de aquella, por lo cual ofrecía esta sugestión amplia para que el paciente identificara su voz con cualquier persona de su pasado, y mantener de este modo el contacto, que aceptara su influencia y poder regresarla al mundo adulto (actual) sin complicaciones. 25

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y simplemente dice que no le gusta esa persona sin ninguna razón. (Pausa) Citaré incidentes personales puesto que los conozco mejor que otros ejemplos. Cuando caminaba a casa con mi hijo Lance, en ese entonces un niño pequeño. Tuvo un problema. El no sabía que podía ver a través de una pared de ladrillos. Solamente podía ver a través de las ventanas. Mientras papi entraba a la casa dijo, “se te dijo que no jugaras con ese pañete de adorno que está sobre la mesa.” El había jugado con el pañete y ocurrió que estaba al otro lado de una ventana, y vio cuando me aproximaba. De modo que volvió a ubicar cuidadosamente el pañete, excepto que no lo centró sobre la mesa. Eso era lo que él no sabía. Y entonces atribuyó mi conocimiento respecto a que él estaba jugando con el pañete, a que yo era capaz de ver a través de la pared de ladrillos. (Pausa) Hasta que el paciente esté interesado usted no se recordará de las comprensiones adultas. Ni observará esa conducta con comprensiones adultas. (Pausa)”

Rossi y Erickson comentan: “R: Aquí usted sugiere un fenómeno hipnótico (recuerdos tempranos) por no hacer (no necesita corregir los recuerdos antiguos ni las distorsiones infantiles), de modo que eso atrae como para estar muy fácilmente en un plácido estado de trance. Esto es realmente un acercamiento indirecto para la regresión de edad. No le dice directamente a ella que regrese en edad. Por la simple mención de las formas en las cuales una niña ve el mundo en forma diferente, usted está esperando realmente evocar sus modos tempranos de percepción y así facilitar la posibilidad de una regresión de edad genuina. E: Correcto.”28

Además podríamos agregar que también hay un mensaje indirecto: lo que aprendemos cuando niños, y los significados de las cosas para los niños, no necesariamente se corresponden con la perspectiva adulta. 28

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Regresión de edad y validez de los recuerdos obtenidos en hipnosis

Ps. Mario Pacheco

El le dijo a su esposa que simplemente no podía enfrentar las cicatrices de Vietnam. En más de veinte años de matrimonio, habían ocurrido muchos episodios que la llevaron a creer en él. Una noche, él enloqueció, aparentemente en reacción ante las zapatilla s de lona que ella llevaba puestas. Después que se calmó, le dijo que había estado prisionero durante quince días después que el j e t F-4, del cual era navegante, había sido derribado. Los captores del Vietcong llevaban zapatillas similares y lo encerraron en una jaula de bambú. Lo golpeaban con regularidad y que orinaban encima de él. Relató que se había escapado después que estranguló a un guardia, que llevaba el mismo tipo de zapatillas. Finalmente fue a ver a un terapeuta para que lo ayudara con sus pro blemas, describiendo en detalle sus terribles experiencias en Vietnam y sus insidiosos síntomas. Recibió el diagnóstico de “desorden de estrés postraumático” y fue tratado por la depresión severa, la culpa extrema y la rabia explosiva que sufría. Sin embargo, el tratamiento no lo ayudó lo suficientemente rápido. Alrededor de tres años después, puso fin a su atormentada vida inhalando monóxido de carbono. Después de su muerte, su esposa intentó que su nombre estuviera escrito en el monumento a los caídos en Vietnam, declarando que él había muerto debido a las secuelas de la guerra. Su terapeuta escribió una carta para apoyar la petición de ella. Solamente entonces fueron investigados los antecedentes del paciente. ¿Podría haber sabido alguien que él nunca había estado en Vietnam? Esta es una historia verdadera. El terapeuta es un profesional al cual estimo mucho. Los síntomas severos de su cliente fueron asociados con esas memorias específicas, y él nunca se preguntó si esos eventos habían ocurrido realmente. La esposa del cliente creía en él. (¿Y quién no?) En realidad, en base a toda la evidencia, el cliente creía en si mismo. ¡Cómo pudo suceder esto! (Yapko, 1994, p. 15-16)

¿Cuán veraces son los reportes de los sujetos regresados en edad?, ¿pueden fabricarse los eventos de los cuales dan cuenta los sujetos?, ¿pueden construirse pseudo-recuerdos?, ¿cuánta veracidad existe en los reportes de experiencias intrauterinas?, ¿son confiables las metodologías utilizadas en las “regresiones a vida pasada”? Estas interrogantes quizá no tengan gran importancia para el trabajo terapéutico, pero si lo tienen para la psiquiatría forense, la psicología académica y para todo psicólogo clínico interesado en utilizar técnicas terapéuticas que se sustenten en una teoría bien construida y que permita réplicas experimentales o empíricas para probar tal teoría.

Algunas palabras preliminares respecto al funcionamiento de la memoria Una definición de la memoria es la siguiente: “es la capacidad y la facultad para retener información, pensamientos, sentimientos, y otras experiencias en la mente, y recordar lo que es pasado.” (Yapko, 1994, p. 66)

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Pueden distinguirse diversas variedades de memoria: visual, verbal, espacial, sensorial, incidental, deliberada, ligada al estado, consciente, inconsciente, etc. Sin embargo, el contexto en el cual la memoria se ha formado y es recordada, juega un rol significativo en todas las cualidades de la memoria. (Yapko, 1994) La memoria es un proceso, no un evento aislado. Hay diversos pasos, no solamente en la formación de la memoria, sino que en el recuerdo. En síntesis, estas etapas son las siguientes (Yapko, 1994): (1)

Registro sensorial de un estímulo: Para poder registrar algún evento o series de eventos, primero debemos haber sido estimulados, a través de algunos de los sistemas de representación sensorial. Esta fase puede ser consciente o inconsciente (subliminal). La memoria sensorial es de muy corta duración.

(2)

Organización de la información en unidades con significado: Esto se relaciona con los procesos de la percepción, en donde se le atribuye un significado a la información. La probabilidad de poder recordar esa información dependerá del significado otorgado al evento (si no se le otorgan asociaciones significativas, la información será rápidamente olvidada).

(3)

Almacenamiento de la información: Esto se refiere a la “codificación” de la memoria. Si se otorga a la información un carácter de significativa (por ejemplo, a través de la repetición o una carga emocional intensa), esa memoria pasará a formar parte de la memoria a largo plazo; si sólo se la está usando por pocos momentos, esa memoria a corto plazo será descartada. La memoria a largo plazo es la que permite la continuidad de nuestra experiencia; y la información que ha sido ensayada –reproducida en forma motora, diría Bandura– y se le han dado asociaciones significativas, es la que pasa a formar parte de la memoria a largo plazo.

(4)

Recuperación de la información: La fase final es la recuperación de la información; esta fase es vulnerable a muchas influencias; la angustia y el ánimo, por ejemplo, impedir la recuperación adecuada de la información. Otro factor es la longitud del tiempo entre la formación de la memoria y su recuperación. Esta fase también es afectada por los métodos utilizados para accesarla.

Yapko (1994) resume los conocimientos actuales de la memoria en los siguientes términos: 1)

La memoria es reconstructiva, no reproductiva.

2)

La memoria, como la percepción, es selectiva.

3)

Que una memoria sea verdadera, no significa que realmente lo sea. Ni tampoco lo es el monto de detalles proporcionados o el grado de emocionalidad que acompaña al relato.

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4)

La exactitud de la memoria de experiencias infantiles muy tempranas (antes de la edad de dos o tres años) es generalmente imposible de recuperar, debido primariamente a razones biológicas y del desarrollo.

5)

No hay evidencia que las “memorias del cuerpo” puedan ser consideradas exactas o confiables.

6)

Los terapeutas y los investigadores no tienen fórmulas confiables para distinguir las memorias verdaderas de las falsas.

7)

Los “prejuicios” llevan a los terapeutas a buscar información selectiva que confirme sus creencias preexistentes.

8)

Las memorias pueden ser “reescritas” retroactivamente con la nueva información adquirida.

Estudios experimentales sobre los falsos recuerdos En la actualidad hay pocas dudas que las personas creen recordar detalles más o menos complejos, e incluso episodios enteros, que en realidad nunca vivieron. (Diges, 1997) Se han realizado experimentos para implantar memorias falsas de hechos ocurridos en la infancia, y se ha entregado información engañosa para alterar los recuerdos. Los resultados de esas investigaciones indican que algunas personas llegan a creer que vieron detalles inexistentes dentro de un episodio, o que vivieron de un modo diferente un acontecimiento que habían experimentado de una manera más personal, o incluso que les ocurrieron cosas que nunca habían sucedido. Los resultados de esos experimentos apoyan la idea que un recuerdo original se puede alterar, ya sea sustituyendo una parte, o añadiendo algo nuevo. Se ha determinado que la entrega de información engañosa, para alterar los recuerdos, está más determinada por las condiciones de la situación (el tipo y formato de las preguntas sugestivas, los intervalos temporales entre la presentación del estímulo original, la sugestión y la recuperación), que por las características individuales de las personas engañadas, ya sean diferencias debidas al momento del desarrollo en que se encuentran, ya sean diferencias más consistentes y estables, como los estilos cognitivos o las dimensiones de la personalidad. Se han desarrollado diversas hipótesis para explicar estos fenómenos: (Diges, 1997) 1)

Para responder a la pregunta si es posible alterar los recuerdos, se ha acudido a tres aspectos de la memoria episódica o autobiográfica: (1) la conciencia del pasado personal, (2) la adquisición y almacenamiento de información, y (3) la conversión de la información en conducta. Los informes de los investigadores indican que sus experimentos sólo demuestran que hay modificaciones en el informe de la memoria, como consecuencia de la información engañosa posterior al suceso; es decir, al tercer aspecto mencionado más arriba. No

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puede saberse si la representación original se ha modificado o se ha vuelto más inaccesible. La cuestión es si la persona no sólo dice que recuerda algo que los investigadores saben que es irreal, sino que también si se lo cree. Experimentos realizados en 1995 y 1994 apoyan la idea que efectivamente los sujetos engañados llegan a creer que vieron un detalle que se les ha sugerido, lo cual permite decir que hay alteraciones en la experiencia consciente del pasado original. ¿Por qué llegaríamos a creer que tal detalle ha sido experimentado realmente en nuestro pasado? Se han utilizado los conceptos de memoria episódica y semántica para examinar esta cuestión. Se define a la memoria episódica como aquella que recoge y almacena información sobre episodios fechados temporalmente y sobre las relaciones espaciotemporales entre esos sucesos; la memoria episódica es un registro más o menos fiel de las experiencias de una persona. La memoria semántica es la memoria necesaria para el uso del lenguaje, aunque no se limita a éste; es el conocimiento organizado de palabras y otros símbolos verbales, sus significados, referencias e interrelaciones, y sobre las reglas que gobiernan la manipulación de esos símbolos, conceptos y relaciones. Cuando se produce el efecto de la información engañosa, cuando alguien cree recordar un detalle sugerido, parece como si la información semántica se volviera episódica por estar ligada a un contexto que proporciona continuidad entre el antes y el después. Este es un fenómeno inverso respecto a lo que produce en la amnesia, donde la información episódica queda reducida a un mero conocimiento semántico. 2)

Las condiciones que se ha mostrado favorecedoras a la aparición de los recuerdos sugeridos son diversas. Los sujetos que crean imágenes visuales con muy poco esfuerzo son más vulnerables al efecto de la información engañosa; y el efecto se produce en mayor medida cuando la información engañosa se presenta de una forma que obliga al sujeto a una participación más activa (en el sentido de la creación de imágenes mentales) cuando contesta a las preguntas o cuando intenta recomponer en su orden cronológico una narración que se ha presentado sin estructura, son dos pistas que apuntan a la idea que el recuerdo sugerido requiere que el sujeto imagine el detalle inexistente en el contexto en el que hubiera debido estar, de ser cierto. Es posible que los sujetos engañados creen de forma automática los lazos contextuales de esos contenidos con el pasado personal. Se ha determinado que cuando se proporciona información falsa con una demora suficiente como para que la huella original esté bastante deteriorada, o animar a los sujetos a contestar las preguntas aunque sea adivinando, son condiciones que favorecen el efecto de información engañosa, y puede que lo hagan precisamente a

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través de la mayor facilidad para crear lazos contextuales de un modo automático, no reflexivo. Se han encontrado tres factores para que un recuerdo falso o erróneo se considere real: (1) que resulte “familiar”, (2) que sea plausible, y (3) que contenga suficientes datos contextuales. ¿Es posible aplicar estas hipótesis explicativas a las memorias reprimidas? Diges (1997) analiza del siguiente modo este problema: Si la memoria reprimida fuera irreal, ¿cómo podemos explicar que esa persona crea ahora que aquello sucedió realmente hace tantos años? Cuando alguien cree recordar que hace 20 o 30 años sufrió un abuso sexual, o presenció una violación, acciones de las que no se ha vuelto a acordar hasta ahora, también espera que su recuerdo tenga pocos detalles sensoriales debido al paso del tiempo, pero también es posible que una buena parte de la información contextual que “recuerda” proceda del amplio conocimiento genérico del que dispone en la actualidad sobre el sexo y las relaciones sexuales. Las memorias reprimidas de este tipo aparecen casi siempre en el curso de un tratamiento terapéutico que suele incluir hipnosis como medio de regresión a la etapa infantil, además de fomentar la creación de imágenes mentales asociadas al abuso, que son factores que favorecen la creación de memorias sugeridas. Si a esto se agrega que el terapeuta está convencido de la existencia de memorias reprimidas sobre abuso sexual en la infancia, no sería extraño que sus preguntas a la paciente contuvieran sugestiones, conscientes o no, relacionadas con este tema. Y el terapeuta es una fuente creíble de información. Diges afirma que las preguntas sugestivas repetidas en cada sesión, la creación bastante automática de imágenes relacionadas, el uso de la hipnosis, un conocimiento general del que se extraen buena parte de datos contextuales, así como la expectativa de un escaso recuerdo de detalles sensoriales, pueden sentar las bases de la aceptación de la sugestión: suena familiar (después de tantos repasos e intentos por liberar la memoria reprimida), es plausible (lo cree el terapeuta, pues es un fenómeno muy común, y si la paciente no lo recuerda es porque está reprimido; es plausible también respecto a sus contenidos), y dispone de un alto grado de detalle contextual proporcionado por el conocimiento genérico del recuerdo. No es extraño, entonces, que aunque el caso no sea real, termine creyéndose que se trata de un recuerdo genuino. En cuanto a los recuerdos de la infancia, al ser contados una y otra vez en el ámbito familiar, se preservan del olvido. Por otro lado, el repaso también puede contribuir a la creación de imágenes mentales que prestan al recuerdo esa viveza que nos inclina a considerarlo como verídico. Buena parte de la información contextual de ese recuerdo puede provenir de fotografías y recuerdos posteriores que utilizan el mismo espacio físico, del mismo modo que se puede esperar que parte de los datos del contexto temporal se extraigan de esquemas o guiones actuales sobre sucesos de ese tipo.

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También pueden implantarse recuerdos falsos de la infancia. Aunque el punto de partida de la implantación incluye un marco físico con algunos datos contextuales, el sujeto añade otros basándose en lo que conoce sobre el desarrollo de un suceso de esta clase, incluidos los sentimientos a que podría haber dado lugar, produciendo relatos cada vez más detallados y coherentes. Además, el repaso a que es sometido el “recuerdo” influye sobre la familiaridad y la plausibilidad. La repetición del suceso imaginado a lo largo de varias semanas produce familiaridad, y más facilidad para generar las imágenes correspondientes, que también son más vívidas.

Hipnosis y material recordado Relinger (1986) afirma que aunque la hipnosis puede mejorar el monto de los recuerdos, no es un “suero de la verdad”. Se ha comprobado que la hipnosis puede estimular el recuerdo de material significativo, particularmente si fue aprendido bajo estrés. A juicio de ese autor, la hipnosis sería productiva al usar la regresión de edad en aquellas situaciones en que: (1) el sujeto fue expuesto a un trauma que se sabe que fue real, y que está amnésico; y (2) cuando el sujeto intento aprender el material en una situación muy estresante y, por consiguiente, fue incapaz de recordarlo. Orne (1986) afirma, además, que en esas circunstancias es probable que el paciente lo recuerde los eventos muy vívidamente, con una gran carga emocional, y se alivie de su sintomatología al hacerlo. Sin embargo –expone Orne– debido al recuerdo vívido de detalles y al alivio obtenido por el paciente, muchos terapeutas asumen que esos recuerdos hipnóticos son hechos históricamente verídicos. Las investigaciones analizadas más arriba (Diges, 1997) apoyan la afirmación que tal creencia es errónea. Es frecuente encontrar en la actualidad avisos que anuncian regresiones a vidas pasadas, como una forma de resolver los síntomas actuales que se produjeron en otras vidas anteriores de los pacientes. Quienes han cuestionado la veracidad de estos reportes no están criticando la creencia de la metempsicosis o reencarnación, así como tampoco podrían criticar la creencia de una vida futura en el cristianismo (Perry y cols., 1986), pues la verdad de ambas creencias no puede estudiarse científicamente. Pareciera que en los reportes de casos a regresión a vidas pasadas en hipnosis, intervienen los mismos factores que en los falsos recuerdos: fabulación de los sujetos, creación de recuerdos fabricados por el hipnotista, señales inadvertidas entregadas por el terapeuta, necesidad psicológica de los sujetos. Asimismo, en los casos reportados por en la literatura, se han realizado investigaciones para comprobar los datos entregados por los sujetos, no pudiéndose encontrar validación histórica de los mismos. Un caso interesante es aquel donde una mujer hablaba alemán arcaico al estar regresada en edad, el cual se supone no había aprendido antes. Infortunadamente, quienes investigaron el caso no interrogaron adecuadamente a la mujer en

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hipnosis para averiguar dónde había aprendido alemán; pues se ha demostrado en otras investigaciones que las personas pueden tener amnésicas las fuentes de sus conocimientos (Perry y cols., 1986). Es comprensible, a la luz de las investigaciones experimentales de los falsos recuerdos, que si un paciente acude a un terapeuta que avisa tratamientos con regresiones a vidas pasadas, se encuentre “recordando” existencias anteriores en el Egipto Antiguo o el medioevo. También en la literatura de divulgación psicológica y entre los centenares de terapias psicológicas ofrecidas, están las experiencias de renacer. También esto ha sido abordado desde la perspectiva de la hipnosis clínica científica, por Cheek y LeCron (Rossi y Cheek, 1988). Cheek (Rossi y Cheek, 1988) relata que comenzó a interesarse en este tipo de investigaciones ya que LeCron había encontrado que algunos sujetos en hipnosis regresaban espontáneamente al momento del parto. Al principio en sus investigaciones estaba interesado en lo que los pacientes podían creer que había sucedido en el parto, sin considerar si eran recuerdos reales o fabricados. Cheek trabajó desde el año 1957 en estas investigaciones, desarrollando un método basado en señales ideomotoras para ayudar a los pacientes a recordar y reencuadrar sus experiencias traumáticas del nacimiento. Cheek afirma que sus hallazgos poseen mayor valor que el esotérico, pues pueden encodificarse problemas mente/cuerpo en el momento de nacer, que se manifestarían posteriormente como trastornos psicosomáticos. Cheek (Rossi y Cheek, 1988) también reporta un caso sobre el cual meditó durante 22 años –antes de publicarlo por primera vez en ese volumen– que “sugiere la posibilidad que un evento crítico durante el sexto mes de gestación preparó una disposición mental de desmerecimiento y expectativas de rechazo que perduraron a través de 41 años de dolor, culpa y cirugías múltiples [en la paciente]” (p. 432). El caso en cuestión trata de una mujer con la cual se había trabajado en hipnosis, que descubrió a través de autohipnosis que su madre había tratado de abortarla introduciéndose un alfiler de gancho, y que ella lo había visto claramente y se había visto, también, tratando de escapar del alfiler. Cheek afirma, “No estoy reportando este caso con la intención de probar que las memorias prenatales son válidas, sino que más bien tener la mente abierta respecto a esa posibilidad.” (p. 437) La reputación científica de Cheek y sus largos años de investigaciones (casi 40) llevan a Rossi (Rossi y Cheek, 1998, p. 442-443) a sugerir un proyecto de investigación doctoral de estos hallazgos de Cheek. Una consideración importante respecto al método de señales ideomotoras usado por Cheek, es que si bien se extraen eventos fisiológicos de excitación emocional revividos, el mismo método es a la vez una revisión disociada, y el paciente da un reporte verbal de lo que está experimentando y sucediendo, desde una perspectiva adulta. Es decir, las cogniciones y las creencias adultas interpretan los eventos emocionales y la información extraída.

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Independientemente de la veracidad de cualquier recuerdo extraído a trav és de la regresión de edad –los cuales pueden ser reales o eventos fabricados que nunca ocurrieron–, la evidencia empírica y clínica muestra que los pacientes pueden obtener mejoría cuando se usa este fenómeno hipnótico para resolver problemas clínicos (Edelstein, 1986; Orne, 1986; Relinger, 1986). Cheek afirma al respecto, “[...] cuando usamos métodos ideomotores podemos indagar las impresiones subjetivas de nuestros pacientes. No debemos denigrarlas [...] Debemos observar la evidencia subjetiva e impedir que nuestros prejuicios interfieran con un resultado terapéutico constructivo.” (Rossi y Cheek, 1988, p. 437) Estos hallazgos terapéuticos estarían avalando la postura teórica que las personas nos formamos mapas de la realidad y nos comportamos de acuerdo a nuestros propios mapas, y no de acuerdo a una realidad en si misma, que nunca podremos conocer en su esencia (Bandler y Grinder, 1980; Watzlawick, 1979, 1988).

Algunas consideraciones finales Sin embargo, a la luz de las investigaciones experimentales sobre los falsos recuerdos, ese optimismo podría resultar en algunos casos iatrogénico.29. Diges (1997) analiza una serie de problemas actuales que tienen relación con los falsos recuerdos, y que incluso suscitaron hace pocos años acciones legales en las cortes norteamericanas e inglesas (Mardsen, 1994; Yapko, 1994, 199530). A Diges le preocupa el hecho que la psicología cada vez más está aportando (en España) procedimientos que ayudan a valorar pruebas que son producto de los procesos psicológicos de testigos y víctimas de delitos, tales como la identificación o reconocimiento de los autores de delitos. Un punto importante son las declaraciones de testigos y víctimas acerca de lo que recuerdan del delito. Un tipo de casos con aquellos que se refieren a la evaluación de declaraciones de abuso sexual por parte de las víctimas menores de edad, en la medida que surge Hace poco llegó a consultar una paciente que presentaba ansiedad y el comportamiento compulsivo de lavarse las manos frecuentemente, especialmente en su casa, y en presencia de sus hermanos. En la entrevista inicial se hizo patente que era una hija cumpliendo un rol parental desde hace muchos años (ella es la hija del medio, y cuando sus hermanos eran pequeños le decían “mamá-abuela”). Me indicó que se sentía nerviosa, pues no sabía cómo yo tomaría su caso y me contó que con la psicóloga que había ido a ver anteriormente, había descubierto que se lavaba las manos a menudo para limpiarse de los abusos deshonestos a la que la había sometido el padre. Esto lo descubrió en una imaginería en la cual se le había sugerido hacer un viaje y se había visto encerrada en una cueva, desde donde podía ver su niñez, y con “ayuda” de la psicóloga había podido ver a su padre acariciándola. Esta visión (¿recuerdo?) la había alterado mucho, y aun no podía recuperarse de eso. Abandonó a su psicóloga cuando descubrió, en conversaciones con otras pacientes, que la mayoría de ellas habían descubierto que habían sido víctimas de abuso sexual en la infancia por los padres o parientes. Me pregunto: ¿por qué la colega psicóloga no pudo “leer” la estructura familiar disfuncional a partir de los relatos en estado vigil de la paciente?, ¿qué hizo para ayudarla a salir del rol que cumplía la paciente en la familia?, ¿por qué no le indicó acudir a un psiquiatra para recibir ayuda con medicamentos para aminorar los actos compulsivos?, ¿no se percató que sus acciones “terapéuticas” estaban siendo iatrogénicas para la paciente?, ¿cómo llegó a un diagnóstico de abuso sexual amnésico, cuando la paciente no presentaba indicadores de estrés postraumático? (ver los criterios diagnósticos del DSM-IV para estrés postraumático, p. 434440) 30 Este artículo se encuentra traducido en el apéndice de este volumen. 29

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con frecuencia la duda si la declaración procede de un hecho real, de algo inventado por el propio niño, o de la sugestión introducida intencional o accidentalmente por un adulto. Diges reflexiona

que

aunque

la

psicología

no

dispone

de

un

procedimiento

que

clasifique

inequívocamente las declaraciones de los menores en algunas de esas tres categorías, las investigaciones experimentales analizadas más arriba pueden permitir un acercamiento más objetivo a esa evaluación. Según Diges, cada vez más está viéndose que los problemas de la sugestión de recuerdos derivan de interrogatorios mal realizados, tanto por los familiares del niño como por los profesionales que se ocupan de obtener las declaraciones. Muchas veces son los propios psicólogos los que muestran el “sesgo del investigador”, persiguiendo ciegamente la hipótesis única de que el abuso sexual se ha producido, y que para demostrarlo es lícito y necesario realizar una entrevista de todo acusador hacia el niño y formularle una y otra vez preguntas sugestivas sin escuchar sus respuestas. Diges afirma que esos errores que llevan a recuerdos falsos sobre lo sucedido, no son fáciles de detectar y, a veces no se pueden corregir. Las investigaciones experimentales con sujetos engañados han mostrado que éstos realmente creen lo que se les había sugerido, y son muy resistentes a cambiar sus opiniones cuando se les informa que han sido engañados. No es necesario ahondar en especulaciones respecto al daño psicológico que puede ocasionar un supuesto abuso sexual. Otro aspecto forense que hay que tomar en consideración tiene relación con la alteración de los recuerdos y las evaluaciones de declaraciones coincidentes, ya sea de adultos o niños, respecto al desarrollo de una acción delictiva o de un accidente. La sugestión introducida a través de comentarios ent re testigos y/o víctimas tras ocurrir el suceso, o a través de interrogatorios de un testigo en presencia de los otros, puede crear testimonios con un alto grado de acuerdo intersubjetivo, que suele tomarse como la “verdad”, cuando no es más que el resultado de una sugestión común introducida en las fases tempranas de la investigación.

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Fenómeno hipnótico: Amnesia hipnótica

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos La amnesia es una pérdida de memoria y puede describirse como la experiencia de olvidar algo. (Yapko, 1990) Muchos recuerdos se encuentran en el inconsciente, sin embargo no todos pueden ser traídos a la consciencia. Ya sea porque las experiencias fueron muy superficiales como para prestarles atención e incorporarlas a la memoria de larga duración; y otras son tan amenazantes que se mantienen tan profundamente reprimidas que son irrecuperables para fines prácticos.

La amnesia en la vida cotidiana Los ejemplos de amnesia en la vida cotidiana son abundantes: objetos perdidos, inasistencias a reuniones, el fenómeno “punta de la lengua”, asistir el día equivocado a una reunión, etc. Según el psicoanálisis ortodoxo, esos “actos fallidos” responden a motivaciones inconscientes; pero a la luz de los estudios de la memoria, no todas esas amnesias cotidianas son producto de los mecanismos de la represión. Erickson (1980b) analiza diversas situaciones de la vida cotidiana en la cual se producen olvidos involuntarios, a saber: 1.

Tendemos espontáneamente a olvidar las partes o detalles de una situación cuando estamos fijados o motivados por la gestalt total o una meta superior que la situación.

2.

Aquellas situaciones en que consultamos a alguien respecto a cómo llegar a algún lugar, y esa persona nos da las indicaciones correctas, pero de acuerdo a su recorrido habitual, olvidando que ahora se encuentra en una posición espacial distinta a la habitual. Esta amnesia se explicaría porque un ítem de memoria bien establecida toma la prioridad sobre la realidad inmediata, incidental, de la situación, la cual es olvidada espontáneamente; de modo que la respuesta es dada adecuadamente en términos de una memoria que corresponde a una situación totalmente diferente.

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3.

Es frecuente que teniendo en mente comunicarle algo a una persona, en el momento que la encontramos sabemos que tenemos algo importante que decirle y no recordamos qué es. Esta amnesia es debida evidentemente a la pérdida de una conexión asociativa importante ocasionada por una interrupción exterior que distrae momentáneamente a la persona y rompe su tren de pensamiento.

4.

Otra experiencia común es cuando estamos en un lugar y necesitamos algo que se encuentra en otro, al ir a buscarlo descubrimos de pronto que olvidamos el propósito de estar ahí. Esta amnesia es debida a una ruptura de las conexiones asociativas del ambiente inmediato, debido a una súbita pérdida del soporte que suministraba la situación exterior. Y al regresar al lugar original recordamos nuestro propósito original.

Las circunstancias responsables de esos olvidos cotidianos pueden ser de utilidad para evocar o sugerir amnesias en forma indirecta; o como afirma Erickson (1980, p. 61), “el trance permite al operador evocar en forma controlada los mismos mecanismos mentales que están operando en forma espontánea en la vida cotidiana.”

Naturaleza de la amnesia hipnótica La amnesia es una característica típica de los estados de trance profundo, incluso cuando no se ha dado una sugestión para amnesia. A este fenómeno se lo denomina “amnesia espontánea”. Sin embargo, no ocurre siempre y no es algo que el terapeuta pueda controlar, debido a lo cual es más aconsejable jugar un rol activo en su evocación para los fines terapéuticos. Puede considerarse a la amnesia hipnótica como una consecuencia natural del estado especial de consciencia denominado “trance” (Erickson y Rossi, 1974/1980). Puesto que se ha encontrado que aquellos sujetos que presentan amnesia espontánea para los fenómenos del trance, recuperan esos recuerdos en un nuevo estado de trance, la amnesia hipnótica puede ser concebida como un fenómeno dependiente del estado (Erickson y Rossi, 1974/1980). Es decir, los fenómenos asociados a un estado de consciencia, sólo son recuperables bajo el mismo estado de consciencia original. Según Erickson y Rossi, la aparente continuidad de la consciencia que existe en nuestro percatarnos consciente, es sólo una ilusión, que es posible gracias a las conexiones que existen entre sucesos relacionados. Cualquier evento que rompa esos puentes asociativos generará estados discretos, con pequeña contigüidad. Al salir un paciente del trance hipnótico, se romperían aquellas asociaciones y el material quedaría amnésico, o el terapeuta puede ingeniárselas para evocar estados discretos, rompiendo aquellos puentes asociativos.

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Uso estratégico de la amnesia hipnótica Un problema básico de la hipnoterapia, es cómo proteger a las intervenciones terapéuticas de las dudas, debates y efectos potencialmente negativos de los esquemas conscientes y actitudes rígidas de los pacientes. Al

administrarse

sugestiones

indirectas,

de

modo

que

no

sean

reconocidas

conscientemente, se burlan aquellas resistencias, y las sugestiones son capaces de entrar al preconsciente y/o el inconsciente del paciente, y ser utilizadas allí en una forma óptima para el desarrollo integral de aquel. De este modo, la amnesia hipnótica es una modalidad conveniente para hacer frente a las limitaciones de la consciencia y proteger las sugerencias terapéuticas de los esquemas conscientes del paciente. La amnesia hipnótica rompe en forma efectiva los puentes asociativos entre la situación de trance y la vigilia, y salvaguarda a las sugerencias terapéuticas de los efectos potencialmente negativos de la consciencia. Además, la amnesia hipnótica puede utilizarse para ayudar al paciente a reprimir recuerdos nocivos, si se estima que es necesario. Algunas sugerencias para este efecto podían ser como las siguientes: “Su mente interior puede decidir sabiamente por si misma el momento apropiado para que usted pueda conocer eso... cuando esté preparado...” “Y ese recuerdo puede quedar guardado en un lugar seguro... donde no necesite interferir con su vivir cotidiano.” (Yapko, 1990, p. 269)

“No es importante para usted recordar lo que ha logrado aquí hoy. Su inconsciente puede revelárselo En trozo y partes en el momento apropiado, y usted tendrá una buena comprensión. Y algo no recordado hoy aun está grabado en su mente.” (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 290)

La decisión de cuáles eventos necesitarán permanecer amnésicos, dependerá del juicio clínico y de las señales ideomotoras que haya entregado el paciente.

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Accesos a la amnesia hipnótica Existen numerosos accesos, que varían desde la sugestión directa a las más indirectas. Sin embargo, es menos probable que se obtenga la amnesia cuando su inducción es más directa. Rossi y Erickson (1974/1980) explican que la gran efectividad de las sugestiones indirectas puede ser formulada en la siguiente forma: En muchos trances, esta invariablemente presente algo de consciencia en la forma de una actitud observadora; el sujeto está en parte perdido en la experiencia, pero el ego está en parte observando tranquilamente lo que sucede. Cuando damos una sugestión d irecta, ese ego observador puede advertirlo y posee el poder de escoger si la hace realidad o no. Sin embargo, si la sugestión es indirecta, incluso el ego observador puede pasar por alto la sugestión que ha sido entregada, con lo cual disminuye su habilidad para debatirla y negarla. De este modo, la sugestión emerge más naturalmente en el curso de la conducta del paciente.

Los accesos indirectos pueden tomar muchas formas, a saber:

1.

Acceso indirecto y distractor “... su mente puede estar muy activa mientras se relaja... y después puede darse cuenta de cuán difícil es recordar lo que estuve diciendo exactamente hace siete minutos... podría intentar recordar lo que estuve diciendo hace nueve minutos, o lo que estuvo pensando hace cuatro minutos, pero, ¿no le parece que es mucho trabajo intentar recordar?... es más esfuerzo de lo que vale... ¿y por qué no permitirse relajarse cómodamente?... sabiendo que no tiene que recordar cuando es mucho trabajo...” (Yapko, 1990, p. 271)

2.

Técnica del “como si” (Zeig, 1985) Al usar estar estrategia, el terapeuta podría actuar como si la porción previa del trance no hubiera ocurrido nunca. Por ejemplo, podría decir, “¿Cuándo va a necesitar que yo comience la hipnosis?, con lo cual se rompe el puente asociativo con lo anterior, pues nunca existió.

3.

Confusión “... su mente consciente puede comenzar a preguntarse... sabrá qué cosas recordar... y cuáles cosas solamente necesita saber su inconsciente... y después usted puede recordar... olvidar... o puede elegir olvidar para recordar... pero cuando recuerda para olvidar lo que ha olvidado para recordar... su memoria olvidada recuerda lo que ha olvidado... pero usted sólo puede olvidar lo que ha olvidado cuando advierte que es muy difícil recordar en forma descuidada... y entonces puede olvidar toda la confusión y relajarse aun más profundamente...” (Yapko, 1990, p. 272)

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“Recordar es tan cómodo como olvidar. Usted puede hacer ambas cosas en una forma consciente y puede hacer ambas cosas en forma inconsciente. Puede recordar olvidar en forma inconsciente o puede olvidar recordar en forma consciente o puede, en forma inconsciente olvidar recordar en forma inconsciente. O puede recordar en forma consciente lo que olvidó, o puede, en forma inconsciente, recordar lo que olvidó. Y las cosas que olvidó olvidar en forma inconsciente son diferentes a las que recordará en forma consciente.” (Zeig, 1985, p. 331-332)

“La cosa importante acerca del trance, es que usted puede entrar y puede salir. La mente que entra es consciente, pero cuando está afuera es inconsciente. Pero cuando el inconsciente está adentro, trata de conservar afuera a la mente consciente que entra. Lo que está afuera de la mente está adentro en tanto que esto es algo que le concierne al inconsciente, y lo que está afuera de la mente consciente realmente no es lo importante ahora.” (Zeig, 1985, p. 332)

4.

Metáforas Anécdotas o historias que tienen entremezcladas sugestiones para olvidar. “... y cuando ella abrió sus ojos, era como si saliera de un sueño profundo, apenas capaz de recordar algo mas que las buenas sensaciones de una noche de reposo...” (Yapko, 1990, p. 272-273)

5.

Siembra de ideas Esta estrategia consiste en ofrecer por adelantado insinuaciones de sugestiones de amnesia que ocurrirán después. Esta técnica ericksoniana se utiliza en forma típica en el período de preparación del trance hipnótico. Erickson acostumbraba a relatar –en la inducción hipnótica– anécdotas que se referían a olvidos naturales. Por ejemplo, el hecho cotidiano cuando una persona es presentada a alguna otra y, después, unos pocos segundos más tarde, preguntarse, “¿Cuál era el nombre de esa persona?” También relataba que cuando les daba la fecha para un examen a sus alumnos, éstos se preguntaban después de clases, “¿cuál era la fecha?” (Zeig, 1985) “Algunas personas experimentan estados de trance tan profundos o significativos, que cuando vuelven a la vigilia después, se sorprenden de lo poco que hay para recordar... y después cambian para lo mejor, sin importarles el cómo...” (Yapko, 1990, p. 273)

6.

Disociación Aquí se ofrecen sugestiones respecto a qué recordar y olvidar, como mecanismos separados que pueden funcionar en forma independiente.

91

“Su habilidad para recordar es el complemento de su habilidad para olvidar... y cuando piensa en recordar aquella situación, sus sentimientos pueden olvidar lo que sucede, porque están recordando otra parte de gran importancia...” (Yapko, 1990, p. 273)

7.

Amnesia por distracción (Erickson y Rossi, 1974/1980) Erickson tenía como una práctica de rutina no hablar al paciente respecto a los eventos de trance inmediatamente después que éste se orientaba a la vigilia. El estado de trance persiste unos pocos momentos después de la aparición del estado de vigilia. Las preguntas durante ese período permiten, con frecuencia, el recuerdo completo de los eventos del trance. Por lo cual, Erickson, involucraba al paciente en una conversación casual, con anécdotas o historias muy alejadas de la experiencia hipnótica, durante un rato después de terminado el trance. Con esto intentaba efectuar una amnesia por distracción. O a veces “empujaba” al paciente fuera de la consulta, para evitar hablar respecto al trance. Distraía al paciente haciendo todo lo que podía convertir la situación de vigilia en una experiencia muy distinta a la del trance.31

8.

Amnesia estructurada (Amnesia por reorientación en el tiempo) (Erickson y Rossi, 1974/1980) Una amnesia estructurada se efectúa al volver a la vigilia a los sujetos en una forma que los reorienta al lugar exacto, al tiempo y al contenido asociativo de consciencia donde se encontraban cuando entraron en trance. Se estructura la situación total de modo que el período de trance cae en una laguna entre dos sucesos estructurados, que son tan idénticos que la consciencia no los reconoce como dos eventos, siendo amnésica para todo lo que ocurrió entre ellos. En la experiencia de Erickson, esta medida de reorientar en el tiempo, volviendo a despertar trenes de pensamiento y asociaciones anteriores a la inducción de trance, es mucho más afectiva para inducir amnesia posthipnótica que las sugestiones directas autoritarias. “Uno simplemente hace dominantes las pautas de pensamiento y asociaciones de ideas previas.” (Erickson y Rossi, 1974/1980, p. 84)

9.

Amnesia por interrupción de trance espontáneo posthipnótico (Erickson y Rossi, 1980) Erickson estableció que la ejecución de una sugestión posthipnótica evoca espontáneamente un breve trance hipnótico, mientras está ocurriendo el acto posthipnótico. Si a los sujetos se los interrumpe o se les impide ejecutar el acto posthipnótico, permanecen en trance y este trance posthipnótico puede ser utilizado para interpolar un nuevo trabajo hipnótico. Después se les permite completar el acto posthipnótico original y se orienta a la vigilia con una amnesia espontánea para los eventos interpolados.

Ver J. Zeig (1983) Un seminario didáctico con Milton H. Erickson, Amorrortu, B. Aires, para encontrar ejemplos de esta técnica en las sesiones de Erickson. 31

92

93

Fenómeno hipnótico: Catalepsia

Ps. Mario Pacheco

Definición de conceptos

La “catalepsia” puede ser definida como la inhibición de los movimientos voluntarios, asociada con la concentración intensa sobre un estímulo específico. (Yapko, 1990) Erickson y Rossi (1981) la definen como una “forma de tonicidad muscular bien equilibrada.” Históricamente se ha considerado que el grado evidente de catalepsia en un sujeto en trance, está directamente relacionada con el grado de “profundidad” del trance o involucración experiencial, y se la considera como un indicador de trance. (Erickson, Rossi y Rossi, 1976) Puede considerarse a este fenómeno como uno de los rasgos más básicos del trance, y por esto está asociada directa o indirectamente en, virtualmente, todos los otros fenómenos de trance. (Yapko, 1990)

Su ocurrencia natural Erickson y Rossi (1981, p. 40-41) describen diversas oportunidades en las cuales esta respuesta ocurre en forma espontánea. Por ejemplo: 1.

Cuando uno escribe una carta, se detiene por un momento a pensar. Durante ese momento, uno tiene inconscientemente el lápiz en la mano, la cual está suspendida en el aire y es mantenida en una posición inmóvil: cataléptica. De hecho, todo el cuerpo está generalmente inmóvil en una pose cataléptica durante ese momento, cuando la consciencia está enfocada y receptiva hacia nuestros pensamientos.

2.

Cuando consideramos una pregunta o un problema, uno frecuentemente moverá los ojos a la derecha o a la izquierda, hacia arriba o hacia abajo, o con los ojos fijos [según el sistema guía de nuestro sistema representacional], permaneciendo en una posición cataléptica. Este es un momento de sensibilidad y receptividad para los procesos internos de uno.

3.

Cuando la persona está ocupada en una tarea motora, y se le hace un pregunta que la haga quedar absorta, con frecuencia el sujeto det iene dicha actividad a mitad del movimiento, para permanecer cataléptico en aquella posición fija por el momento,

94

mientras considera la pregunta. La pregunta suspende la actividad muscular externa, de modo que pueda recibirse una respuesta a través de un foco de atención interna. 4.

En una situación crítica de la vida cotidiana, las personas tendemos a “congelarnos”, permaneciendo catalépticamente inmóviles, fascinados, con toda nuestra atención dispuesta para recibir una comprensión del suceso. En todos esos momentos, tiende a haber una brecha en la consciencia, mientras

esperamos expectantemente una respuesta proveniente desde el exterior o el interior de nosotros mismos. Erickson y Rossi (1981, p. 41) afirman: En esos momentos, cuando [las personas] están en una pose cataléptica, están abiertas y receptivas a los estímulos apropiados... puede recibirse una sugestión y actuarla en una forma aparentemente automática. Esta brecha momentánea en la consciencia es esencialmente un trance momentáneo. La receptividad acrecentada durante ese momento es esencialmente lo que denominados hipnótico.

Utilización estratégica La catalepsia puede ser utilizada con diversos objetivos, a saber (Erickson y Rossi, 1981; Yapko, 1990): 1.

Un procedimiento de evaluación de la disposición a responder hipnótica.32

2.

Un procedimiento de inducción de trance (inducción por pantomima).

3.

Un procedimiento para volver a inducir trance.

4.

Un procedimiento para profundizar el trance.

5.

Puede facilitar un mayor compromiso con el trance a través del reconocimiento del paciente de la habilidad de su propia mente inconsciente para responder en forma automática.

6.

Puede ser usada para ayudar a algún paciente a controlar sus movimientos, en caso que sus movimientos deban ser mínimos, para recuperarse más rápido y cómodamente.33

Ver E. Rossi (1986/1996) Escala de Evaluación de Trance indirecto (ITAS). En M. Pacheco, Hipnosis Ericksoniana: Nivel Intermedio. Apéndice: Susceptibilidad Hipnótica. Instituto Milton H. Erickson, Santiago, p. 35-37 33 Hace algún tiempo fue solicitada mi ayuda para que una paciente que tenía que someterse a un scanner al cerebro y que tenía temor a los espacios pequeños cerrados, pudiera permanecer dentro de la máquina durante una hora sin moverse. La intervención fue realizada en dos sesiones; utilicé disociación (el cuerpo podía quedarse dentro de la máquina, mientras ella podía irse a otro lugar). Para llevarla al trance utilicé señales ideomotoras, y al finalizar la experiencia le ratifiqué el hecho que podía permanecer con los ojos abiertos, su cuerpo inmóvil sin necesidad de moverlo (cataléptico), mientras su mente inconsciente le proporcionaba gran comodidad. 32

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Accesos Todo aquellos que capture el interés intenso del cliente puede facilitar respuestas catalépticas, incluidas las conversaciones interesantes, las sorpresas, los shocks y la confusión. La catalepsia puede lograrse en forma directa o indirecta, verbal o no verbalmente.

Inducción directa En la siguiente sugestión directa de levitación del brazo, son evidentes las sugestiones para catalepsia: ... mientras continúa inspirando... y exhalando... a la frecuencia más cómoda para usted... puede advertir cuál de sus manos comienza a sentirse más liviana que la otra... liviana, casi ingrávida... y su mano puede comenzar a flotar, fácil, fácilmente... subiendo... correcto... flota en el aire como si estuviera pegada a una gran pelota, usted puede sorprender al descubrir cuán agradable es experimentar su brazo flotando recto delante de usted... como si estuviera completamente ingrávido... y puede permanecer ahí mientras comienza a advertir otra sensación que puede interesarle... (Yapko, 1990, p. 283)

Inducción indirecta verbal Una forma indirecta es ofrecer sugestiones generales para relajación e inmovilidad, como la siguiente: ... puede sentirse tan bien saber que su cuerpo sabe cómo cuidar de si mismo... saber cómo respirar cómodamente... en una lenta respiración... fácilmente... y fácilmente mientras su mente vaga a algún recuerdo especial en el cual usted no ha pensado en mucho, mucho tiempo... y también sabe cómo sentarse quietamente mientras usted disfruta ese recuerdo... ¿y no es cómodo... y reconfortarte... saber que sus brazos pueden descansar pesadamente sobre la silla sin necesidad de moverlos?... y toma tanto esfuerzo, que no vele la pena moverlos cuando están tan cómodos... (Yapko, 1990, p. 283)

Inducción indirecta no verbal Erickson desarrolló dos estrategias para inducir y profundizar el trance hipnótico, que en esencia son no verbales (o de pantomima): Inducción de trance por catalepsia tocando la muñeca, e Inducción de trance estrechando la mano. A continuación se transcribirá la descripción de Erickson de ambos acercamientos; se acompaña un diagrama que muestra la posición de la mano del terapeuta en el primer método de inducción (tocando la muñeca), y se finaliza este artículo con la transcripción de una demostración del uso de esa estrategia y los comentarios de Rossi.

96

Inducción de trance tocando la muñeca (Erickson y Rossi, 1981, p. 43-44)

“Mostré mis manos vacías a la muchacha, y después extendí mi mano derecha y rodeé su muñeca derecha con mis dedos, apenas tocándola, excepto un patrón de estimulación irregular, incierto, cambiante, con las puntas de mis dedos. El resultado fue la atracción completa de su atención, expectante, preguntándose interesada en lo que yo estaba haciendo. Con mi pulgar derecho efectúe una suave presión con el área látero-volar-cubital de su muñeca, como si la volteara hacia arriba; en el mismo instante, en el área de la prominencia radial, hice una leve presión táctil hacia abajo, en el área dorso-lateral de la muñeca con mi dedo del medio; también, al mismo tiempo, hice varios toques delicados con mis otros dedos, algo comparables en intensidad, pero no sugerentes en dirección. Ella hizo una respuesta automática a los toques directivos sin diferenciarlos conscientemente de los otros toques, evidentemente prestando atención primero a un toque y después a los otros. Mientras ella comenzaba a responder, aumenté en forma variable los toques directivos sin disminuir el número y variaciones de los otros estímulos táctiles distractores. De este modo, sugerí movimientos laterales y hacia arriba de su brazo y mano, variando los estímulos táctiles mezclados con un número disminuido de toques no directivos. Estos movimientos de disposición a responder automáticos, cuyo origen no reconoció, la sorprendieron, y mientras sus pupilas se dilataban, toqué su muñeca con una sugestión de movimiento hacia arriba. Ya que su brazo comenzó a subir, delicadamente interrumpí el toque, de modo que ella no advirtió el retiro táctil y continuó el movimiento hacia arriba. Rápidamente cambié las puntas de mis dedos, varié los toques de manera de dirigir en una forma no reconocible una vuela completa de la palma hacia arriba; después, otros toques en la punta de sus dedos sirvió para enderezarlos algo, doblar otros y un toque apropiado en la punta de los dedos doblados llevó a un curvamiento continuo del codo. Esto llevó a un movimiento lento de su mano a sus ojos. Mientras esto sucedía, atraje su atención visual con mis dedos y dirigí su atención a mis ojos. Focalicé mis ojos para visión distante, como si estuviera mirando detrás de ella34, moviendo mis dedos cerca de mis ojos, bajando mis hombres en una forma relajada, y después señalando sus dedos, los cuales estaban acercándose a sus ojos. Ella siguió mis instrucciones de pantomima y desarrolló un trance que resistió los esfuerzos de las personas cercanas para atraer su atención o despertarla en respuesta a sugestiones verbales.”

El análisis de este procedimiento de Erickson indica claramente que es un acercamiento de confusión no verbal. ¿Quién mueve el brazo hacia arriba: Erickson o la sujeto? Evidentemente ella está muy confundida, lo evidencian sus indicadores de trance (pupilas dilatas, movimientos automáticos), y la disposición a responder a las señales no verbales para profundizar el trance iniciado. Erickson describe la racionalidad de su acercamiento como sigue: “Usted coge la muñeca muy, muy delicadamente. ¿Cuál es su propósito? Su propósito es permitir al paciente sentir su mano tocando su muñeca. Eso es todo. El paciente tiene músculos que le permitirán elevar su brazo, de modo que ¿por qué usted debería hacerlo por él? El cuerpo ha aprendido cómo (N.E.) La famosa mirada ericksoniana, y la cual evidentemente confunde y debilita aun más los esquemas mentales conscientes de la sujeto. 34

97

seguir a esas señales mínimas, presta más y más atención a cualquier señal adicional que usted le ofrezca. Mientras presta más y más atención a las sugestiones que usted ofrece, entra más profundo en trance. El arte de profundizar el trance no es necesariamente gritarle que entre más y más profundo; es dar sugestiones mínimas en forma delicada, de modo que el paciente preste más y más atención al proceso dentro de si mismo y, por consiguiente, entre más profundo. (Erickson y Rossi, 1981, p. 44)

Inducción de trance estrechando la mano35 (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 108-111)

Erickson, Rossi y Rossi (1976) comentan que este acercamiento es esencialmente una sorpresa que interrumpe los marcos habituales del sujeto para iniciar una confusión momentánea. Se inicia así una receptividad para sugerencias que clarifiquen la situación, con una expectativa para más estímulos y dirección. En una carta a Weitzenhoffer, Erickson describió su acercamiento como un medio para iniciar catalepsia. Cuando Erickson se separa del sujeto, éste permanece fijo en una posición cataléptica o moviéndose en la dirección que Erickson indicaba. También utilizaba este acercamiento como una prueba para evaluar la disposición a responder a la hipnosis. Los requisitos para que este acercamiento sea exitoso, son un deseo del sujeto para que el terapeuta se acerque físicamente, una situación apropiada y una situación adecuada para continuar la experiencia. Una versión editada del procedimiento, es como sigue: “Iniciación: Cuando comienzo a dar la mano, lo hago en forma normal. El “toque hipnótico” comienza cuando la suelto. El movimiento de retirada de la mano se transforma desde un agarrón firme a un suave toque con el pulgar, una retirada persistente del dedo meñique, un ligero roce de la mano del sujeto con el dedo del medio –sólo una sensación lo suficientemente vaga para atraer la atención. A medida que el sujeto presta atención al toque con el pulgar, usted cambia a un toque con su meñique. Cuando la atención de su sujeto sigue ese toque, usted cambia a un toque con su dedo del medio y después nuevamente con el pulgar. Esta excitación de la atención es simplemente una excitación sin que constituya un estímulo para una respuesta. La retirada del sujeto del apretón de manos es impedida por la excitación de su atención, lo cual establece una disposición a espera r, una expectativa. Después, pero no muy simultáneamente (para asegurar un reconocimiento neural separado), usted toca la superficie inferior de la mano (la muñeca) tan delicadamente, que apenas sugiere un empujón hacia arriba. Esto es seguido por un toque hacia abajo similar, y después rompo el contacto tan delicadamente que el sujeto no sabe exactamente cuándo –y la mano del sujeto está elevada, ni hacia

Erickson desarrolló este método cuando estaba dictando un Seminario en México (otra versión indica que fue en Venezuela), y le solicitaron que hiciera una demostración de inducción de trance con una sujeto que no hablaba inglés, y Erickson no hablaba castellano. Discurrió, después de reflexionar mucho, un acercamiento puramente no verbal, que utilizara la confusión en un comportamiento social. 35

98

arriba ni hacia abajo, sino que está cataléptica. A veces doy un toque lateral y medial, de modo que la mano esté aun más rígidamente cataléptica. Finalización: Si usted no quiere que sus sujetos sepan qué está haciendo usted, distraiga la atención de ellos, generalmente con un comentario adecuado, y termine en forma casual. A veces ellos comentan, ‘¿Qué dijo? Estuve ausente de aquí por un momento y no estaba prestando atención a nada.’ Esto es levemente angustiante para los sujetos, y es indicativo del hecho que la atención de ellos estaba tan concentrada y fija en el peculiar estímulo en la mano, que estuvieron momentáneamente en un trance, de modo que no escucharon lo que se les dijo. Utilización: Cualquier utilización lleva a una profundidad de trance creciente. Toda utilización debiera proceder como una continuación o una extensión del procedimiento inicial. Mucho de esto puede hacerse en forma no verbal. Por ejemplo, si el sujeto me está mirando con una mirada en blanco, lentamente puedo cambiar mi mirada hacia abajo, haciendo que mire su mano, la cual toco como si dijera, ‘Mire a este lugar.’ Esto intensifica el estado de trance. Después, si los sujetos están mirándolo a usted o hacia la mano de ellos o sólo están con la mirada en blanco, usted puede usar mano izquierda para tocar la mano elevada de ellos en la parte de arriba o al lado –lo suficiente para dar la sugestión de un movimiento hacia abajo. Ocasionalmente, se requiere un codazo hacia abajo o un empujón. Si se requiere un empujón fuerte o un codazo, compruebe si hay anestesia. Hay algunos colegas que no quieren saludarme con la mano, a menos que les afirme primero [que no usaré este método], porque ellos desarrollaron una anestesia en guante profunda cuando usé este método con ellos. Les doy la mano, mirándolos a los ojos, inmovilizando rápidamente mi expresión facial, y enfocando después mis ojos en lugar detrás de ellos. Después, lenta e imperceptiblemente retiro mi mano de la ellos, y lentamente me muevo hacia un lado, fuera de la línea directa de la visión de ellos. He obtenido variados comentarios, pero el siguiente es uno de los más gráficos: ‘Te estaba escuchando y quería encontrarme contigo, y tú parecías tan interesado y me diste la mano con mucha calidez. De pronto, mi brazo se había ido y tu cara cambió y te fuiste lejos. Después, el lado izquierdo de tu cabeza comenzó a desaparecer, y solamente podía ver el lado derecho de tu rostro hasta que desapareció lentamente.’ En ese momento, los ojos del sujeto estaban fijos mirando hacia delante, de modo que cuando me moví a la izquierda, fuera del campo de su línea de visión, el lado izquierdo de mi cara ‘desapareció’ primero y luego el lado derecho. ‘Tu cara lentamente regresó, te acercaste y sonreíste y dijiste que te gustaría usarme el Sábado por la tarde. Después me di cuenta de mi mano y te pregunté por qué no podía sentir toda mi mano. Me dijiste que la mantuviera en esa forma por un rato, para tener esa experiencia.’ Usted da a esa mano derecha elevada (ahora cataléptica en la posición de dar la mano) la sugestión de un movimiento hacia abajo con un toque leve. Al mismo tiempo, con su otra mano, da un leve toque indicando un movimiento hacia arriba en la mano izquierda del sujeto. Entonces usted tiene a la mano izquierda subiendo, mientras que la derecha está bajando. Cuando la mano derecha alcanza la falda, se detendrá. El movimiento ascendente de la mano izquierda puede detenerse o continuar. Me gusta dar otro toque y dirigirla hacia arriba, hacia la cara, de modo que alguna parte toque un ojo. Eso ocasiona un cierre de ojos y es muy efectivo para inducir un trance profundo, sin haber dicho ni una sola palabra. No hay sugestiones verbales. Por ejemplo, ¿qué sucede si mi sujeto no responde a mis esfuerzos con su mano derecha y la situación parece desesperada? Si no está mirando hacia mi cara, muy

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lentamente, delicadamente lo saco de la situación con movimientos (recuerde: lo saco de la situación) obligándolo a mirar mi cara. Congelo mi expresión, vuelvo a enfocar mi mirada, y con movimiento de cabeza leve dirijo su mirada hacia su mano izquierda, la cual mi mano derecha está moviendo lentamente, aparentemente sin un propósito. Cuando mi mano derecha toca su mano izquierda con un leve y delicado movimiento ascendente, mi mano izquierda con un movimiento delicadamente firme, sólo lo suficiente, presiona hacia abajo su mano derecha durante un momento, hasta que ésta se mueve. Así, confirmo y vuelvo a afirmar el movimiento hacia debajo de la mano derecha, una sugestión que él acepta junto con la sugestión táctil de la levitación de la mano izquierda. Este movimiento hacia arriba es aumentado por el hecho que ha estado respirando al mismo tiempo que yo, y mi mano derecha le da a su mano izquierda ese toque hacia arriba en el momento cuando está comenzando una inspiración. Esto es reforzado, además, por cualquier visión periférica de él que advierta el movimiento hacia arriba de mi cuerpo cuando inhalo, y a medida que elevo lentamente mi cuerpo y la cabeza y me alejo, cuando le doy a su mano izquierda ese toque ascendente.”

Erickson, Rossi y Rossi analizan la descripción anterior: “La descripción de Erickson de su inducción por apretón de mano le quita un poco el aliento al principiante. ¿Cómo tener todo eso en la mente? ¿Cómo desarrollar ese toque delicado y esa habilidad? Después de todo, ¿cómo aprende uno a utilizar cualquier cosa que suceda en la situación, como un medio para focalizar la atención del sujeto e involucrarlo internamente de modo que se desarrolle el trance? Obviamente se requiere un cierto monto de dedicación y paciencia para desarrollar esas habilidades. Es mucho más que dar simplemente la mano en una cierta forma. Estrechar la mano es simplemente un contexto en el cual Erickson hace contacto con una persona. Después utiliza este contexto para fijar la atención hacia adentro y disponer la situación para el posible desarrollo de un trance. Cuando da la mano, el mismo Erickson está totalmente concentrado en dónde está la atención del sujeto. Inicialmente, la atención del sujeto está en un encuentro social convencional. Después, con los toques inesperados en su mano cuando la separa, hay una confusión momentánea y su atención es focalizada rápidamente en su mano. En este punto, los sujetos “resistentes” podrían retirar rápidamente la mano y poner fin a la situación. Los sujetos que están preparados para experimentar trance estarán curiosos con lo que está sucediendo. Su atención es fijada y permanecen abierto y dispuestos para estímulos directivos adicionales. Los toques directivos son tan delicados e inusuales, que la cognición del sujeto no tiene forma de evaluarlos; se da a los sujetos una serie de rápidas sugestiones no verbales que mantienen su mano fija en una posición, pero no están conscientes de esas señales no verbales. La mano de los sujetos responde a los toques directivos para inmovilidad, pero éstos no saben por qué. Es un simple caso de una respuesta automática en un nivel kinestésico que desafía inicialmente al análisis consciente, debido a que los sujetos no han tenido una experiencia previa similar. A los toques directivos para el movimiento les siguen respuestas en el mismo nivel, con un vacío similar en el percatarse y la comprensión. Los sujetos se encuentran respondiendo en una forma inusual, sin saber por qué. Su atención está dirigida ahora hacia el interior, en una intensa búsqueda de una respuesta o alguna orientación. Esta dirección y búsqueda interna es la naturaleza básica del “trance”. Los sujetos pueden estar tan preocupados en su búsqueda interna que los procesos sensorio-perceptuales usuales de nuestra 100

orientación de realidad normal están suspendidos en forma momentánea. Los sujetos pueden experimentar, entonces, anestesia, una laguna en la audición o la visión, una distorsión de tiempo, un deja vu, un sentido de desorientación o vértigo, etc. En este momento los sujetos están abiertos para más sugestiones verbales o no verbales, que pueden intensificar la búsqueda interna (trance) en una dirección u otra.”

Erickson, Rossi y Rossi (1976, p. 111) proponen los siguientes ejercicios para los acercamientos no verbales: 1.

Las claves de los acercamientos no verbales a la inducción de trance son la observación, la paciencia, y el aprender paso a paso. Uno puede comenzar a aprender la inducción por apretón de mano desarrollando el hábito de observar cuidadosamente los ojos y el rostro de las personas cuando les da la mano en una forma normal. El siguiente paso podría ser la práctica de soltar la mano un poco más lento que lo usual. Después aprender a cómo retener y liberar la mano, observando con cuidado el rostro del sujeto, para “leer” las respuestas no verbales (v.g., confusión, expectativa) a su vacilación. A medida que desarrolla su experiencia, incluso en este nivel, usted comenzará a reconocer quién puede ser un buen sujeto, por el grado de receptividad ante su vacilación. El sujeto que “se queda junto a usted” y le permite ejecutar el ritmo del apretón de manos, es evidentemente más sensible y dispuesto a responder, que la persona que se va de la situación. El paso siguiente podría ser liberar la mano hasta la mitad, de modo que el sujeto esté momentáneamente confundido. Después puede practicar soltar el resto de la mano tan delicadamente que el sujeto no se dé cuenta que ya la ha liberado, permaneciendo la mano momentáneamente suspendida en el aire. A veces usted puede acrecentar este efecto hablando muy suavemente, de modo que la atención del sujeto esté más dividida, al intentar atenderle. La fase final es aprender a agregar los toques, como estímulos no verbales para inmovilidad (catalepsia) o movimiento (levitación de mano).

2.

¿Qué otras situaciones que implican toques no verbales en la vida cotidiana, podría aprender a utilizar para fijar y focalizar la atención hacia el interior para iniciar un trance?

Iniciación y utilización de la catalepsia (Erickson y Rossi, 1981, p. 50-56)

La transcripción siguiente es una demostración de Erickson enfrente a una audiencia, e ilustra cómo puede iniciarse y utilizarse la catalepsia para facilitar la experiencia de trance y el aprendizaje de otros fenómenos hipnóticos. Los comentarios de Rossi van a la derecha.

101

Establecimiento de rapport E: ¿Y usted es?

El primer movimiento es establecer rapport –

S: Janet.

un

E: Ciertamente se hizo una impresión de la grabadora. Dio el mejor silbido que pudo. ¿Cómo se siente estando frente a una impresionante audiencia como ésta?

comentario

humorístico

respecto

al

silbido de la grabadora y una pregunta a los

sentimientos

audiencia,

de

para

ella

evaluar

frente su

a

la

estado

emocional en el aquí y ahora. Desde el

J: Estoy asustada a morir.

chiste de Erickson sobre el silbido de la

E: Realmente, usted sabe, creo que ellos son los primeros que están

grabadora, ella está siguiendo la dirección

dispuestos a ser colocados en trance. ¿Puede decirme como

de

se siente?

esfuerzo para restablecer la confianza de

J: Mejor. E: ¿Está tan asustada como estaba antes? J: No.

Erickson.

El

respondió

haciendo

un

ella. Es importante que esta confianza y rapport se establezcan como la primera frase

de

positiva

una

inducción.

inmediata,

asustada,

indica

“mejor” ahora

Su y que

respuesta no

estar

se

ha

establecido un clima favorable para una inducción formal.

Catalepsia levantando el brazo E: Simplemente relájese. Elevaré su mano. Me gustaría que la mirara.

Mientras Erickson simultáneamente efectúa una

catalepsia

elevando

la

mano

y

pidiéndole que la mire, la atención de ella está siendo fijada y focalizada a través de dos modalidades sensoriales.

Alucinación visual E: Ahora observe esta mano. Y mírela. Y véala derecha ahí.

“Véala derecha ahí” es una sugestión a dos niveles: un nivel significa simplemente, “vea la mano”. En otro nivel, es una sugestión para una posible alucinación visual para continuar viendo la mano “ahí”, incluso cuando no esté más ahí.

Catalepsia mirando el brazo

Muchos sujetos inicialmente no mantienen

E: Y lo pondré abajo. Lo dejaré derecho ahí. Y sólo permanezca

su brazo en una posición fija, sino que la

mirando esa mano derecha. Puede mirar su mano. Y sólo permanezca mirando su mano derecha. Dejaré su mano izquierda recta aquí. Y ahora, lentamente...

dejan regresar pesadamente a su falda cuando el terapeuta la suelta. Entonces Erickson da esas sugestiones indirectas para mantener el brazo en una pose cataléptica. Habiéndose logrado una catalepsia del brazo derecho, rápidamente se establece la catalepsia del brazo izquierdo, para involucrarla aun más.

Disociación E: ... sus manos se abrirán. Correcto. Y me gustaría que...

Abriendo una mano “lentamente” mientras la observa cuidadosamente, es una tarea bastante inusual que tiende a promover

102

una actitud disociada y una respuesta automática.

Preguntas para foco interno E: ... mire sus manos. Sus manos están abiertas. ¿Le gustaría mirar su mano?

Normalmente,

no

tenemos

que

mirar

nuestras manos tan cuidadosamente, por consiguiente la actitud disociada peculiar continúa desarrollándose –estimulada por una pregunta, como una forma hipnótica que ahora focaliza la atención dentro de los propios procesos asociativos de la sujeto.

Cierre de ojos indirecto E: Y pude continuar mirando su mano, si lo desea, con sus ojos cerrados. Y sus manos se están abriendo más y más.

Esta sugestión indirecta para cierre de ojos es hecha contingente con (1) continuar mirando la mano (es decir, una imagen visual o una alucinación para tenerla dentro de la mente), y (2) sus propios deseos. Lo primero es otro paso hacia el aprendizaje de la alucinación visual, mientras que el segun do

paso

tiende

a

movilizar

la

motivación positiva de ella. Si cierra ahora sus ojos para aliviarlos de la tensión de esta situación peculiar, entonces por implicación significa que ella está siguiendo su propio deseo. La sugestión de Erickson para el cierre de ojos se ha convertido en el propio deseo

de

la

internalizada

sujeto; como

la

sugestión

una

es

respuesta

egosintónica.

Pausa pare permitir el aprendizaje de respuestas automáticas (Pausa de 47 segundos)

La apertura muy lenta de las manos es una

E: Si hay algo que le gustaría hacerme comprender, puede afirmar

indicación del comportamiento de trance.

o negar con la cabeza.

Ella está volviendo a aprender movimientos –desde el control auto-dirigido voluntario a aquel movimiento automático, donde sus manos

se

abren

lentamente–

aparentemente por si mismas, siguiendo la sugestión del terapeuta.

Señal de la cabeza E: De este modo tendrá una pequeña práctica, sólo me gustaría que asintiera o negara con su cabeza, lentamente. Y ahora gire cuidadosamente su cabeza de un lado a otro.

Esta es una sugestión muy peculiar, con muchas

implicaciones:

comenzando

a

(1)

ella

aprender

está

señales

ideomotoras con su cabeza; (2) se está comunicando solamente en una forma restringida, de modo que muchas de sus facultades “dormidas”;

pueden (3)

si

quiere

permanecer que

Erickson

103

comprenda

algo,

simplemente

se

lo

permitirá saber asintiendo o negando con la cabeza, lo que puede implicar una gran porción

de

conversación

imaginada

o

alucinada, y comunicación entre ellos. El ensayo

de

cabeza,

movimiento

permite

que

“lento” se

de

la

desarrolle

el

aspecto automático del comportamiento hipnótico.

Preguntas que motivan un compromiso profundo E: Y ahora, ¿hay algo particular que le gustaría aprender o que le gustaría que yo hiciera? (Ella niega con la cabeza).

Esas preguntas permiten a los sujetos un grado respetuoso de control en la situación. ¿Por qué no debería permitirse al yo hacer solicitudes

para

el

comportamiento

de

trance? Esto acrecienta la motivación y puede profundizar la involucración en los procesos del trance.

Utilización de la comodidad E: Correcto, ¿está agradada con ese sentimiento? (Asiente) ¿Está disfrutando un sentimiento más cómodo? (Asiente)

Las preguntas respecto a estar “agradada”, “disfrutar”

y

“sentimientos

cómodos”,

realmente son poderosas sugestiones que le permiten a la sujeto evocar sus propias memorias kinestésicas de comodidad y utilizarlas

para

facilitar

el

trance.

La

comodidad es una característica natural del trance.

Sugestiones contingentes para la reorientación E: Y ahora, lo que me gustaría que hiciera es descubrir que puede

Realmente hay una serie de sugestiones en

permitir a sus manos bajar a la falda cuando haya abierto los

esta única sentencia. “Lo que me gustaría

sus ojos, y cuando ellas alcancen su falda, puede despertar.

que hiciera” sugiere que ella está siguiendo a Erickson. Mientras ella llev a a cabo la cadena

de

las

tres

sugestiones,

está

reforzando su tendencia a seguir a Erickson. “Descubrir que puede permitir a sus manos bajar”

implica

aprendiendo

que cómo

la

sujeto

está

experimentar

el

comportamiento automático de bajar las manos. Permitir a las manos bajar después de abrir los ojos, da generalmente al sujeto un movimiento disociado, porque ella está mirando

sus

manos

moverse

en

forma

automática, a la vez que aun no está completamente reorientada. Se utiliza una directiva

implicada,

de

modo

que

el

despertar es hecho contingente con las manos alcanzando la falda. Si ella debe “despertar”, esto sugiere que debe haber

104

estado en trance.

Amnesia estructurada E: ¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente?

Al

J: Bien.

pregunta –¿Cómo se siente?–, que fue

regresar

nuevamente

a

la

misma

hecha justo antes de la inducción por catalepsia,

tiende

a

estructurarse

una

amnesia para todos los eventos del trance que ocurrieron entre las dos preguntas idénticas.

105

Fenómeno hipnótico: Distorsión de tiempo

Ps. Mario Pacheco

Introducción Rossi (1980b) afirma que ese fenómeno hipnótico es el primer fenómeno nuevo descubierto en alrededor de 100 años. Fue descubierto por Linn Cooper, y publicó su descubrimiento en 1948 (1948/1980). En 1950, Erickson y Cooper (1950/1980) publicaron un segundo artículo. Erickson reconoció de inmediato el valor del descubrimiento de Cooper, ya que sin saberlo había tropezado con el uso terapéutico de la distorsión de tiempo, aunque sin comprenderla (Erickson, 1954/1980).

Definición de conceptos y su ocurrencia natural Cooper (1948/1980) reflexiona que aunque la percepción del tiempo es la experiencia humana más básica, presenta amplias variaciones. Las más comunes pueden observarse en los sueños, en donde el sujeto puede experimentar muchas horas, e incluso días de vida en un sueño, pero que corresponden a unos pocos minutos de tiempo solar. También se encuentra distorsión de tiempo en aquellas experiencias que relatan personas que han estado en peligro, y en las cuales han visto transcurrir lentamente las escenas de su vida en unos pocos segundos o minutos. El tiempo pasa más rápido para los ancianos que para los jóvenes; y con ciertas drogas, como la marihuana, se ha reportado distorsión del tiempo. Se encuentran desórdenes en la experiencia personal del tiempo en lesiones orgánicocerebrales, psicosis y psiconeurosis, en el delirio y los estados tóxicos. Las escenas placenteras pueden acortar el tiempo subjetivo, y el dolor alargarlo. Cooper y Erickson (1950/1980) reportan que no es raro que individuos involucrados en emergencias hayan relatado que su desempeño experimentó mejorías debido a que parecía que tenían más tiempo para tomar decisiones. Cooper descubrió la expansión del tiempo subjetivo, en donde un corto período de tiempo solar es experimentado subjetivamente como un largo período de tiempo mental, en donde pueden ocurrir muchas cosas que pueden hacerse mentalmente. (Rossi, 1980) Erickson, trabajando con su esposa (Erickson y Erickson, 1958/1980) descubrieron que el fenómeno opuesto también era posible, la condensación del tiempo, en donde un largo período de tiempo solar puede ser experimentado subjetivamente como pasando muy rápidamente.

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Uso estratégico de la distorsión de tiempo Su uso estratégico puede ser muy útil. La condensación del tiempo se utiliza en pacientes con enfermedades terminales con dolores intensos y duraderos, en donde pueden aprender a condensar los episodios de dolor en breves períodos de tiempo subjetivo. (Erickson y Rossi, 1979; Rossi, 1980; Yapko, 1990) La expansión del tiempo puede utilizarse, por ejemplo, para expandir la percepción del tiempo de comodidad entre las contracciones uterinas de una mujer durante el parto; hacer que un largo día de trabajo parezca más corto; transformar un trabajo difícil en uno llevadero; puede facilitar un mejor desempeño en un examen cuando se percibe como más largo el tiempo real disponible (Yapko, 1990). Erickson (1954/1980) describe cómo un corto período de tiempo, 20 segundos, puede experimentarse como días, semanas, meses o años, para pasar revista rápidamente a eventos traumáticos recuperables, para luego reencuadrarlos terapéuticamente.

Accesos Yapko (1990) indica que la distorsión de tiempo tiende a surgir en forma espontánea cuando la persona cierra sus ojos y se absorbe en una experiencia interna (v.g., pensamientos, recuerdos, sensaciones), el mundo exterior permanece en el fondo y se hace difícil evaluar cuánto tiempo ha transcurrido. Las sugestiones directas para la distorsión de tiempo, especialmente cuando se ofrecen en forma permisiva, pueden facilitar la experiencia. Yapko ofrece algunos ejemplos: “... y puede parecerle como si hubiera pasado un largo período de tiempo... y que tiene muchas horas de descanso...” (Yapko, 1990, p. 299) “... una hora puede parecer como un minuto... y el tiempo puede pasar muy rápido... cuando cada pensamiento pasa a través de su mente a una velocidad tan rápida, es cómodo dejarlos pasar rápidamente, más que intentar coger alguno...” (Yapko, 1990, p. 299) “... su mente y su cuerpo han estado ocupados aquí... y toma tanto tiempo hacer todo lo que usted no ha hecho... las horas parecen haber pasado mientras usted ha estado tan preocupado...” (Yapko, 1990, p. 299) “Su mente inconsciente también puede distorsionar el tiempo. Puede decirle a su mente inconsciente que el tiempo que usted siente dolor será percibido como un corto período de tiempo. Quizá una hora pueda ser como un minuto, y el tiempo de comodidad puede ser mucho más largo. De modo que cuando sienta dolor, usted sabrá que será un período muy corto de tiempo.”

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(Distorsión de tiempo en síndrome de dolor crónico) (Condensación de tiempo) (Garver, 1984/1990, p. 62) “Puede permitirse vagar en un estado maravilloso de relajación profunda. Puede permitirse ir profundo y profundo, más y más profundo, como nunca antes. El tiempo pasa con rapidez y placer (entre 4 a 10 horas o quizá más), y no habrá fatiga, nausea o cansancio, debido a su relajación. Mientras el parto avance, cada contracción estará representada por un movimiento delicado del océano en la distancia, yendo hacia atrás y hacia delante, permitiéndole sumergirse profundo y profundo. Y cada contracción significa que usted está alcanzando su meta, permitiéndole ir profundo y profundo. (Distorsión de tiempo en el trabajo de parto) (Stoler, 1898/1990, p. 288)

Los accesos indirectos para la distorsión del tiempo siembran la idea que la experiencia del tiempo puede ser alterada. Las sugestiones indirectas, las historias que contienen ejemplos de experiencias donde el tiempo fue distorsionado, las implicaciones y los dobles vínculos facilitan la distorsión (Yapko, 1990). Algunos ejemplos son como los que siguen: “... mantener en orden el tiempo a veces es muy difícil... y ahora mismo es difícil saber si han pasado cinco y un cuarto de minuto, o cinco y medio... o han pasado cinco, seis, ocho o cinco, siete, ocho... (Sugestión para expansión d e tiempo) (Yapko, 1990, p. 299) “... Trabajé con una cliente hace poco tiempo atrás, la cual se sentía muy incomoda cuando vino... su problema la incomodaba mucho... pero cuando cerró sus ojos y se permitió escucharme... profundamente... olvidó de percatarse sobre cuánto tiempo transcurrió... y mientras parecía que se relajaba muy profundamente... parecían horas de comodidad... calmando su mente y su cuerpo... y después se sintió muy bien, por un largo período de tiempo...” (Anécdota de una experiencia de distorsión de tiempo) (Yapko, 1990, p. 299) “... y usted ha estado muy cómodo sentado escuchándome, ¿no lo ha estado?... Correcto... y no es fácil saber cuánto... mucho tiempo ha pasado, ¿es fácil?... (Implicación) (Yapko, 1990, p. 300) “... y ahora me pregunto si se ha percatado de cuán rápido y corto ha sido este período... y puede preguntarse si lo desea... ¿debería decir que solamente ha estado cinco minutos o han sido solamente diez?... (Doble vínculo que obliga a escoger entre dos tiempos, que son mucho más breves que el tiempo solar transcurrido. El tiempo puede ser expandido haciendo las opciones mucho más largas que el tiempo solar transcurrido) (Yapko, 1990, p. 300)

Hammond (1990) afirma que para obtener distorsión de tiempo puede bastar una sugestión simple como “Pasará mucho tiempo. Pero transcurre rápidamente”, o “Tendrá todo el tiempo que necesite, en su propio tiempo interno”.

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Sin embargo, hay situaciones en las cuales el terapeuta necesita usar con amplitud la distorsión de tiempo y tener al paciente en una experiencia confiable de autohipnosis. Esto puede ser necesario en el tratamiento del dolor crónico severo, en psicoterapia donde se necesita una exploración extensa de sucesos del pasado; cuando se desea hacer uso de la distorsión de tiempo como el único anestésico para la cirugía (contracción del tiempo); al igual que en investigaciones experimentales. En estas situaciones es deseable entrenar específicamente al paciente para experimentar completamente el fenómeno. (Hammond, 1990) Con este propósito, se entrega a continuación una estrategia resumida para entrenar al paciente en la distorsión de tiempo.

Entrenamiento de pacientes para experimentar distorsión de tiempo (expansión del tiempo) (Cooper y Erickson, 1959/1990, p. 551-556)

En general, la distorsión de tiempo y sus fenómenos asociados dependen del grado de absorción del sujeto en su mundo alucinado, con una pérdida de la consciencia del ambiente que lo rodea. La primera meta del entrenamiento es que el sujeto este completamente absorto en su experiencia alucinada. La secuencia del entrenamiento requiere de 3 a 20 horas; sin incluir el tiempo necesario para entrenar al sujeto en la experimentación de trances profundos. Cooper y Erickson indican que encontraron útil instruir al sujeto para permitirse asociación libre, para guiar su imaginería durante su entrenamiento inicial. Proponen sugestiones como la siguiente: “Cuando le dé la señal de partida, diciéndole ‘Ahora’, permitirá que venga a usted alguna clase de imágenes visuales o escenas. Sin diferencias qué son. Mientras las mira, vendrán otras imágenes, en forma espontánea, una después de la otra. Esas imágenes se harán más y más claras, y más reales, de modo que eventualmente se encontrará ‘realmente allá’, en otro mundo. Usted será una parte de ese mundo, el cual será tan real como el mundo que usted ve cuando está despierto, y en verdad vivirá esas experiencias como si estuviera ahí. Después de un rato le diré ‘Ahora, deje su mente en blanco’, con lo cual cesará su actividad alucinatoria. Después le pediré que me diga qué vio o hizo, pero solamente necesita decirme lo que desee de su experiencia.” Con esta sugestión se entrena al sujeto para el uso de una señal de partida y otra de término. Luego se le dan algunos minutos para que tenga la experiencia antes descrita. El siguiente paso en el entrenamiento es asignarle una tarea específica, una experiencia familiar. Podría pedírsele que se imagine un lugar, o haciendo algo. Pronto se reemplaza la palabra “imaginar”, y se le dice que estará en ese lugar, o hará eso, etc.; agregando que “será muy real, de modo que realmente vivirá la experiencia”. A medida que el entrenamiento progresa, se le entrega una secuencia de actividades. Se indica al sujeto que tendrá “todo el tiempo que necesite entre las señales, para completar la tarea”. Al principio, es conveniente no asignarle un límite de tiempo, sino que él indique cuando haya finalizado la tarea. Luego, se le asigna un tiempo entre señales; con lo cual se introduce al sujeto en el uso de actividades completas que puede terminar dentro de un tiempo dado. Algunos ejemplos de esas tareas son como sigue:

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“Cuando le dé la señal de inicio, al decir ‘Ahora’, ustéd... ... tomará una caminata. ... comprará un par de zapatos ... mirará un cortometraje ... pedirá una comida en un restorán ... lustrará sus zapatos ... cambiará una rueda al auto ... escuchará una canción.” Aquí, nuevamente, debiera obtenerse un reporte de la duración aparente para cada tarea. Al principio del entrenamiento, la duración aparente puede estar fuera de la proporción del monto de la actividad reportada. A medida que el trabajo progresa, esta desproporción tiende a desaparecer, y el monto de la actividad se hace más apropiado con el tiempo experiencial. A continuación, se introducen actividades continuas con un tiempo personal sugerido y un tiempo permitido. La “finalización” de esas actividades consiste, desde luego, en la actividad que ha continuado para el tiempo personal sugerido. Nuevamente, puede ser adecuado dejar primero a la actividad como una tarea dentro de un tiempo permitido, permitiendo que el sujeto dé una señal cuando haya terminado. Con esto, debiera indicársele al sujeto que “cuando el tiempo (tiempo personal sugerido) se acabe, dará la señal de finalización.” Esas actividades son introducidas diciéndole al sujeto que estará en cierto lugar, o haciendo ciertas cosas. En esta etapa del entrenamiento, es útil que reviva el placer de ciertas experiencias pasadas. Sin embargo, también es muy satisfactorio cualquier tipo de actividad, como las siguientes: “Cuando dé la señal de inicio diciendo ‘Ahora’, usted... ... estará en una playa. ... estará en el campo. ... estará en la escuela. ... estará en el trabajo. ... estará de vacaciones. ... estará tomando una caminata. ... estará en una película. ... estará conduciendo un auto. Debiera pedírsele un reporte después de cada tarea, y la duración aparente de la experiencia. La distorsión de tiempo se hará evidente al experimentador, y en este punto del entrenamiento es aconsejable señalar al sujeto la diferencia entre la duración aparente y el tiempo del reloj durante estas experiencias. Esto le ayudará a percatarse de la distorsión del tiempo como un hecho, y que lo pued e experimentar con mucha naturalidad. En esta forma, el sujeto estará acostumbrándose a finalizar actividades “completas” y “continuas” (con un tiempo personal sugerido) dentro de un tiempo permitido. El siguiente paso es una serie de tareas, ya sean completas o continuas (son tiempo personal sugerido), usando al principio un tiempo personal sugerido lo suficientemente largo para permitir que el sujeto termine la tarea, y después, al repetirlas, disminuir gradualmente el tiempo permitido en pasos que varían de 10 a 30 segundos. El sujeto, “atrapado” por la brevedad al principio, pronto aprenderá a ajustarse al tiempo permitido más corto, y adaptará su experiencia alucinada al intervalo permitido, sin apresurarse o comprometerse en

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ninguna forma. Así, aprende a trabajar con tiempos permitidos acortados. No sabemos en la actualidad cuán lejos pueda llevarse el proceso para ser ejecutado. Algunas breves palabras respecto al tiempo personal sugerido. Como regla, se usa solamente con las actividades continuas, y puede ser introducido con una expresión como, “Tendrá 10 minutos (de su tiempo especial) para hacer esto y esto.” O, el experimentador puede decir, después de la actividad de instrucción, “Hará esto durante 10 minutos.” Algunos sujetos aceptan con facilidad esto al principio de su entrenamiento; otros han tenido dificultad para lograrlo. La dificultad parece surgir debido a dos factores, al menos –un percatarse residual del ambiente y consecuentemente, del tiempo externo, y una convicción profunda respecto a que “es imposible.” La práctica y el uso de un trance profundo, lo ayudarán a sobreponerse a la primera dificultad. Con la segunda, puede ser útil señalar al sujeto que ha tenido muchas ocasiones en las cuales se ha entrenado a experimentar la variabilidad del tiempo subjetivo en relación al tiempo del reloj. El resultado de algunas de las primeras pruebas lo convencerán de esto cuando se le muestre. Es de mucha importancia durante el entrenamiento asegurarle repetidamente al sujeto que tendrá todo el tiempo que necesite para su tarea, y debiera ser usada con frecuencia. Tales sugestiones deben ser dadas con convicción, y a menudo es deseable repetirlas muchas veces. Algunos ejemplos: “Tendrá todo el tiempo que necesite.” “No tendrá que apresurarse.” “Tendrá todo el tiempo que necesite.” “Relájese y tome su tiempo.” “Puede retrasarse si lo desea.” “Recuerde, tiene a su disposición un suministro ilimitado de tiempo especial de trance, de modo que tome todo el que necesita.” “Tiene que hacer esto lentamente, sin apresurarse.” Hemos encontrado útiles, a veces, las siguientes técnicas para enseñar al sujeto a trabajar con tiempos permitidos cortos. Consiste simplemente en sugerir una serie de 10 tareas, cada una con un tiempo permitido de 10 segundos, con un reporte diferido hasta que las series han sido terminadas. 0 seg.: “Cuando le dé la señal de partida, diciendo ‘Ahora’, se cortará el pelo... 10 seg.: “Ahora” 20 seg.: “Ahora, en blanco. A la siguiente señal, lavará su auto...” 30 seg.: “Ahora” 40 seg.: “Ahora, en blanco. A la siguiente señal, comprará un par de zapatos...” 50 seg.: “Ahora” etc. Otra técnica útil es repetir una tarea dada una y otra vez, manteniendo constante el tiempo permitido. Aunque el sujeto puede no ser capaz de terminar al principio, a menudo aprenderá a hacerlo sin apresurarse, después de intentos repetidos. Para estimular el progreso, las instrucciones de la actividad debieran ser seguidas por sugestiones como las siguientes, dadas en forma repetida, y con convicción: “Terminará esto, sin apresurarse.”

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“Recuerde, terminará esta tarea, y no se apresurará.” “Tomará tanto tiempo como necesite para terminar la tarea sin apresurarse.” “Terminará la tarea.” Una técnica má s interesante, aprendida de Erickson y aplicable a una gran variedad de sugestiones, después de una sugestión afirmativa, es negar en pregunta, de este modo: “Terminará, ¿no terminará? (wont’you )” El sujeto, en una respuesta “Sí”, aumenta la probabilidad de llevar a cabo la sugestión. Esta técnica puede ser usada con mandatos en la forma siguiente: “Tome todo el tiempo que necesite para terminar la tarea. Hará esto, ¿no lo hará?” Incluso puede ser obtenido un refuerzo adicional al agregar, “¿Está seguro?”, después que el sujeto ha respondido “Sí” a la pregunta anterior. Como se señala en otro lugar, las producciones alucinadas con las cuales tratan estos experimentos, son, en ciertos aspectos importantes, distintas a las de la mayoría de los sueños. Por otro lado, los sueños nocturnos son la forma más común de experiencia semejante, en los cuales está presente la distorsión de tiempo. Por consiguiente, en algunos sujetos, la producción de algunos sueños inducidos hipnóticamente puede servir como una introducción útil a la experiencia alucinatoria de la clase que estamos buscando desarrollar. Si los sueños son producidos, explicamos al sujeto que no le pediremos más sueños de ese tipo, sino que buscamos producciones que son idénticas a las experiencias en vigilia, que son continuas, experiencias “reales”, las cuales realmente vivirá. De este modo “tendrán sentido” y serán ricas en detalles, y no contendrán omisiones ni vacíos. Debemos sugerir con frecuencia que las experiencias serán “muy, muy reales, de modo que realmente las vivirá.” Esto es extremadamente importante. En el mismo punto durante el tratamiento, es deseable discutir el tiempo con el sujeto. Cómo se hará esto variará con diferentes experimentadores. Generalmente empleamos algunos acercamientos como el siguiente: “Hay dos clases de tiempo: uno, el tiempo que nos indica el reloj, el otro, nuestro propio sentido de el paso del tiempo. El primero de esos tiempos es conocido como físico, o solar, o tiempo mundial. Es el tiempo usado por los físicos y los astrónomos en sus mediciones, y para todos nosotros en nuestro día de trabajo cotidiano. El segundo tiempo es denominado tiempo personal o tiempo subjetivo. Einstein se refería a este tiempo como el ‘tiempo-yo.’ “Es en este tiempo subjetivo en el que estamos más interesados aquí. Una de las cosas más importantes es que éste es muy variable. Así, si se les pidiera a varias personas que juzgen la longitud de un intervalo de cinco minutos como si lo midieran con un reloj, pueden tener muchas ideas diferentes respecto a la duración del intervalo, dependiendo de las circunstancias en las que cada persona se encuentra. Para aquellos que están disfrutando, o que están muy absortos en alguna actividad interesante, el intervalo podría parecer más corto. Por otro lado, aquellos que tienen dolor o tienen incomodidad, o ansiedad, los cinco minutos parecerán mucho más largo. Denominamos a esto distorsión de tiempo, y la mayoría de los ejemplos famili ares de esto se encuentra en los sueños. Probablemente usted mismo habrá advertido que puede experimentar muchas horas de vida de sueño en un período muy corto de tiempo del reloj. “Ahora, ha sido repetidamente demostrado que la apreciación subjetiva del tiempo puede ser alucinada al igual como usted puede alucinar sensaciones visuales o auditivas, en respuesta a las sugestiones durante la hipnosis. El sujeto está experimentando realmente el monto del tiempo subjetivo

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que le es sugerido. De modo, que en un sentido, usted tiene su propio ‘tiempo personal’, el cual usted puede denominar como desee. Además, usted tiene una cantidad ilimitada de tiempo personal. Es el tiempo de los sueños y del mundo alucinado, y ya que es fácil acceder a él, nunca tendrá que apurarse en esas pruebas. Además, no tiene relación con el tiempo del reloj, el cual, en consecuencia, usted ignorará. “Sabiendo esas cosas, ahora puede relajarse y tomar su tiempo.” Ciertas sugestiones que permiten tareas específicas que han probado ser útiles, son las siguientes: “A medida que practiquemos estas tareas, serán más y más fáciles para usted.” “Con la práctica, las experiencias serán más y más claras, y más y más reales, de modo que realmente las vivirá.” “Con cada experiencia, dormirá más y más profundo.” “La experiencia vendrá por si misma, prontamente y sin esfuerzo, cuando yo le dé la señal de inicio.” “Las experiencias se detendrán inmediatamente, cuando yo le dé la señal de terminación.” A través del entrenamiento, se obtienen las siguientes ventajas: 1.

La tendencia inherente hacia la distorsión de tiempo espontánea en las actividades alucinadas.

2.

El esfuerzo y la necesidad de parte del sujeto hipnotizado para llevar a cabo las sugestiones, especialmente para finalizar una actividad completa.

3.

El hecho que, al menos desde el comienzo, las actividades familiares son más fácilmente alucinadas que las no familiares.

4.

El hecho que el interés y la curiosidad del sujeto, y su sentimiento de ser productivo, tiende a mejorar la cooperación y el desempeño. Puede tomarse ventaja de esto al darle suficientes comprensiones de lo que él está haciendo, de modo que acepte y no lo rechace.

5.

La tendencia para mejorar con la práctica.

[..] Debe recordarse que los sujetos varían ampliamente en su capacidad de distorsionar el tiempo en hipnosis. Después de algunas horas de entrenamiento, el experimentador habrá obtenido una idea respecto a la habilidad del sujeto para adquirir esta habilidad. En nuestro trabajo experimental, nuestra política es continuar entrenando a aquellos sujetos que solamente son prometedores.

Resumen de los pasos en el entrenamiento en distorsión de tiempo (Hammond, 1990, p. 556)

1.

Experimentar una actividad continua sin sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “Está escuchando un disco.”

2.

Experimentar una actividad continua con sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “Escuchará un disco durante 15 minutos.”

3.

Experimentar una actividad completa sin sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “Cocinará un platillo.”

4.

Experimentar un actividad completa con sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “Le tomará 15 minutos cocinar un platillo.”

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5.

Experimentar una actividad continua, en un período de tiempo permitido, sin sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “Está escuchando un disco.” [Al sujeto se le dan dos minutos, sin decirle el monto del tiempo.]

6.

Experimentar una actividad continua, en un tiempo permitido de tiempo, sin sugestiones para tiempo personal. Ejemplo: “En los próximos dos minutos escuchará un disco completo, y encontrará que tiene todo el tiempo que necesita.” [Se les da un cierto número de minutos, y en ensayos subsecuentes el monto de tiempo es reducido.]

7.

Experimentar una actividad en un tiempo permitido de tiempo, sin sugestiones de tiempo personal. Ejemplo: “Mirará un programa de televisión, sin apresurarse, y tendrá todo el tiempo que necesite.” [Al sujeto se le dan tres minutos, sin decírsele el tiempo permitido.]

8.

Experimentar una actividad completa, en un período de tiempo permitido, con sugestiones de tiempo personal. Ejemplo: “En los siguientes tres minutos de tiempo, mirará uno de sus programas de televisión favorito, sin ninguna necesidad de apuro. Y encontrará que tiene todo el tiempo para disfrutarlo.”

Después de cada experiencia, se interroga a los pacientes respecto a sus experiencias. Por ejemplo: “¿Dígame que experimentó?”, “¿Cómo fue eso?”, “¿Cuán largo le pareció?”, “¿Fue capaz de terminar?”, “¿Lo experimentó desde el comienzo hasta el final’”

Uso de un metrónomo en la facilitación de la distorsión de tiempo (Hammond, 1990, p. 557)

Puede usarse un metrónomo para facilitar la distorsión de tiempo en la consulta o en el laboratorio. Al paciente hipnotizado puede decírsele: “En un momento activaré un metrónomo, que sonará una vez por segundo. Me gustaría que lo escuchara con atención, a medida que emite el sonido una vez por segundo. Y continuará escuchando el sonido del metrónomo en el fondo de su consciencia, mientras continúa haciendo un sonido cada segundo. Y con cada sonido del metrónomo, entrará más y más profundo en el trance. Y el metrónomo sonará cada segundo, y cada segundo lo hará ir más profundo.” El terapeuta tiene dos opciones. Primero, después de un período de tiempo, el metrónomo puede hacerse más lento (v.g., un sonido cada 2-4 segundos, o más rápido (v.g., 2-4 sonidos por segundo). Cuando el metrónomo se hace más lentos, es típico que los pacientes, muestren un comportamiento letárgico, depresivo y lentificado. Se hacen más hiperactivos, se ponen más contentos y finalmente maníacos cuando el metrónomo es acelerado. Segundo, puede dejarse el metrónomo a la misma velocidad, pero puede sugerirse que está haciéndose más lento o más rápido. Por ejemplo, “A medida que escucha el metrónomo, éste se acelerará más y más.” Este método produce demostraciones impresionantes, pero es más limitado en sus aplicaciones clínicas.

Ejemplos resumidos de casos clínicos donde se usó distorsión de tiempo (Hammond, 1990, p. 557-558)

Un dentista consultó a Erickson en un caso de respuesta fóbica de ansiedad, nausea y mareos ante la vista de la sangre. La paciente quería hipnosis para remediar el problema, pero no quería saber hasta que le hubieran hecho hipnosis. Después de inducir un trance sonambúlico, Erickson ofreció la sugestión que “lo primero, es que podría tener la experiencia de los diversos fenómenos comunes en el trance hipnótico, como

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una forma para mantenerla hipnotizada [en la medida que ella lo deseara] y como una medida para darle satisfacción.” El entrenamiento de trance en el fenómeno hipnótico duró 50 minutos. Erickson procedió en la siguiente forma: “Le dije que mientras estuviera en trance, permanecerían un par de fenómenos más que podría disfrutar. Uno de ellos estaba relacionado con el tiempo y estaría realmente centrado en un cronómetro, el cual le mostré. Con el fin de ser instructivo, le recordé que el tiempo pasaba rápidamente cuando ella lo estaba pasando bien, lento cuando estaba aburrida, los segundos interminables cuando esperaba un resultado en algo que tenía dudas, la rapidez con la cual una simple palabra hacía pasar por la mente los contenidos de un libro que había leído o los sucesos de un largo viaje feliz, y la tremenda rapidez y fuerza de los pensamientos y los sentimientos. Tomando lo anterior como un antecedente, le di una detallada elaboración del concepto del tiempo distorsionado, personal, especial o experiencial, contrastándolo con el tiempo del reloj. Discutí también respecto al “tempo normal” del tiempo distorsionado o tiempo experiencial. Cuando pareció haber comprendido, le ofrecí la explicación que este fenómeno hipnótico podía ser iniciado por ella al darle instrucciones simples que podía aceptar con facilidad. Esas instrucciones serían seguidas por una señal de inicio, “Ahora”, con lo cual se pondría en marcha el cronómetro. Después, cuando el fenómeno se hubiese completado, le diría que se detuviera. Repetí esta explicación hasta que la comprendió totalmente. Después, con un énfasis progresivo, rápido, enfático, intenso, obligatorio, le dije, “Comenzando por el principio, y teniendo una experiencia de tempo normal, con una gran fuerza, sin saltarse nada, alcance una total comprensión de todo respecto a la Sangre – Ahora.” Reaccionó a la palabra “sangre” con un violento sobresalto, temblando brevemente, quedándose físicamente rígida, y apretando los puños y la mandíbula. Mostraba estar teniendo una aguda tensión física, rígidamente involucrada en forma física y mental, y en acciones inadecuadas. Veinte segundos después, ante el comentario “Pare”, ella se relajó, descansó en la silla y respiró con profundidad. De inmediato le dije en forma enfática, “Ahora usted sabe, usted comprende, ya no necesita temer. No lo recordará cuando esté despierta, pero su inconsciente lo sabe ahora, y continuará sabiéndolo y comprendiéndolo en forma correcta, y le dará así esa tranquilidad que usted quiere.” Le pregunté si quería despertar o pensar las cosas nuevamente. [Esta maniobra fue exitosa para que ella resolviera el problema.] En otro experimento, Erickson procedió en la siguiente forma: “Usted a veces puede hacer un viaje en auto y disfrutarlo inmensamente. El auto estaba desplazándose muy rápido. Vio este paisaje, vio esas escenas, dijo esto, dijo aquello, todo de un modo común y corriente. El auto se movía rápidamente, pero usted estaba tranquilamente sentada, sólo yendo con él. No detuvo el auto, ni tampoco quería hacerlo. Los postes de teléfono parecían estar distantes sólo algunos pies unos de los otros, y usted los veía pasar. Veía los campos que dejaba atrás, campos grandes, campos pequeños, y estaba muy quieta mirado el campo que se aproximaba, y veía si la siguiente casa era de ladrillos o de madera. Y todo el tiempo, a medida que el auto continuaba, usted estaba sentada quietamente, sólo viendo, su pensamiento, todo a su propio modo, a su propia velocidad, sólo ocurría, y el auto continuaba moviéndose. No necesitó prestar atención al auto, sino que a lo que sucedería después , un campo, una casa, un caballo o cualquier cosa que venía a continuación. Ahora, le daré mucho más tiempo que el que necesita para hacer este experimento. Le daré veinte segundos del tiempo del mundo. Pero en su tiempo especial, esos veinte segundos, serán todo lo largo que

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usted necesite para completar su trabajo. Puede ser un minuto, un día, una semana, un mes o incluso años. Y tomará todo el tiempo que necesite. No le diré aun qué experimento o tarea realice. Tan pronto como asienta con su cabeza para mostrar que está preparada, pondré en marcha el cronómetro y le daré la señal ahora y muy rápidamente le mencionaré la tarea [como se ha efectuado en los “experimentos” previos] y comenzará con el principio de esa tarea, realmente desde el inicio, e irá hasta el final, sin importar cuánto tiempo le tome. ¿Listo? Bien, escuche cuidadosamente el sonido de inicio del cronómetro, mi señal, y el nombre de la tarea. ¡Ahora – desde la infancia hasta la actualidad – Recuerde! (El Ahora fue repetido literalmente como una doble señal.) [Veinte segundos después se le indicó a la paciente que se detuviera, preguntándole si había realizado la tarea, y si deseaba compartir lo que había revisado antes de despertar.]” En un caso similar, Erickson dio las siguientes sugestiones al paciente para entrenar sistemáticamente al paciente a “trabajar el conocimiento de la distorsión de tiempo”: “Con este cronómetro le daré un tiempo permitido de veinte segundo del tiempo del mundo, esos veinte segundos cubrirán horas, días, semanas, meses e incluso años de su vida experiencial. Cuando diga “Ahora”, usted comenzará el experimento. Cuando diga, “Alto”, finalizará. Durante los veinte segundos del tiempo del mundo, estará sentado inmóvil, sin hablar ni moverse, pero hará mentalmente el experimento, en su inconsciente, tomando todo el tiempo experiencial que necesite. Esto lo hará con cuidado. Tan pronto como le dé la señal de inicio, mencionaré el experimento y usted lo hará completamente. ¿Está preparado? Ahora – Pase por todas las causas de su problema. Ahora. Alto.”

Enseñanza de la distorsión de tiempo (Erickson, en Rossi y Ryan, 1986, p. 195-197) Utilización de sugestiones posthipnóticas para evocar un estado alterado del tiempo; una fuente espontánea de amnesia; estudio de la distorsión de tiempo en el niño

[Las preguntas de la audiencia se refieren a la inducción del fenómeno de la distorsión de tiempo.] E:

[Nombre del sujeto] ¿Y sabe que el tiempo está pasando y ha estado sentada aquí durante toda una hora? Un largo, largo tiempo. Lo suficientemente largo como para sentirse cansada, y ha estado sentada ahí desde alrededor de las 3:15, y después llegaron las 3:30, y luego las 3:45, las 4:00; y usted realmente debe llegar a su casa a las 6:00. Y esa hora está acercándose mucho, y no quiero incomodarla mucho con esto. No se irá, pero realmente tiene que estar en casa a las 7:00, o estar en algún otro lado, pero no aquí, y ya deben estar cerca las 6:00. Ahora, quiero que despierte con el sentimiento que ha estado demasiado tiempo aquí.

S:

Estoy en deuda con usted.

E:

¿A dónde piensa que irá?

S:

A casa.

E:

¿Por qué?

S:

Está cerca la hora de hacer la cena.

E:

¿Ha cocinado la cena?

S:

[Inaudible]

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E:

El [presumiblemente el esposo de la sujeto] se ve bien alimentado. Está colocándose oscuro allá afuera. ¿Cómo se siente respecto a haberme tenido tanto tiempo? Realmente no fue a propósito, ¿lo fue? ¿Fue a propósito?

S:

Usted tuvo su propósito.

E:

Yo tuve mi propósito. ¿A qué hora cocina, realmente?

S:

No sé.

E:

Haga un intento.

S:

4:30 o 5:00.

E:

4:30 o 5:00. ¿Qué le hace pensar que son las 4:30 o las 5:00?

S:

Lo siento, aunque he estado aquí más tiempo. [S está siguiendo la sugestión posthipnótica de E.]

E:

Siente que ha estado aquí un largo tiempo. ¿La he aburrido?

S:

No.

E:

¿No ha aprendido mucho?

S:

Sí.

E:

Bien, ¿por qué parece tanto tiempo?

S:

No lo sé. [S está demostrando una fuente de amnesia para la sugestión posthipnótica de E, respecto a que ella despertara “sintiendo que ha estado demasiado tiempo aquí”.]

E:

¿Conoce el sentimiento opuesto al de largo tiempo? Lo opuesto es que el tiempo se siente corto. Usted sabe, el tiempo pasa tan rápidamente que una tarde completa se siente aun como si la tarde recién estuviera comenzando. Y esa es una linda sensación, ¿cierto? Y realmente se siente como si fuera el comienzo de la tarde. ¿Cómo qué hora es?

S:

Siete minutos para las cuatro.

E:

Siete minutos para las cuatro. Correcto. Ahora quiero que sienta como si fueran las 2:30. Hemos hecho mucho trabajo en ese tiempo, ¿no lo hemos hecho?

S:

¿Lo he hecho?

E:

¿No lo ha hecho?

S:

Lavé el auto.

E:

Ha lavado el auto. ¿Qué otra cosa ha hecho?

S:

He estado perezosa.

E:

¿Qué otra cosa?

S:

Eso es todo.

E:

Y se irá.

S:

Mi esposo me llevará en auto.

E:

Y se irá. ¿Qué hora es?

S:

Alrededor de seis minutos para las cuatro.

E:

Alrededor de seis minutos para las cuatro. Lo que estado intentando hacer es saltar muy rápidamente, sin darle muchas claves a ella.

Generalmente, la distorsión de tiempo requiere muy, muy pocas sugestiones, si usted desea que [su paciente] reconozca el valor que tiene el tiempo. Todos los niños pueden enseñarles mucho respecto al tiempo. La mañana es una eternidad interminable para el niño. Usted observa el comportamiento de un niño y le pide que espere un minuto; él lo mira y espera un minuto. Es como si hubiera esperado toda la vida, y no quiere esperar por todo el tiempo de otra vida. No pueden hacerlo. Usted le dice al niño: “Aquí hay dos trozos de dulce. Hay uno corto y uno largo. Si esperas hasta mañana puedes tener el trozo largo. Si insistes en tener el dulce hoy,

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solamente puedes tener el corto y botaremos el otro.” El niño dice, “¿Puedo tener los dos?” Usted dice, “No, sólo puedes tener un trozo. Puedes tener el largo mañana, el trozo pequeño ahora mismo.” El niño no puede esperar posiblemente esa eternidad hasta mañana, y después, un día, el niño lo mira y le dice, “Si espero hasta mañana, puedo tener los dos trozos?” Usted le dice nuevamente, “No. Puedes tener el trozo pequeño hoy y el trozo grande mañana, pero si esperas hasta mañana puedes tener el trozo largo, y tiraremos a la basura el trozo pequeño hoy.” El niño responde, “Esperaré hasta mañana.” El niño ha crecido y ha desarrollado un nuevo concepto del tiempo. Si el deseo de ustedes es investigar el concepto del tiempo –todos los niños pueden enseñarles mucho respecto a la distorsión de tiempo– y todos nosotros estamos llenos de experiencias con la distorsión de tiempo.

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Fenómeno hipnótico: Escritura automática

Ps. Mario Pacheco

Según Rossi (1980c), la escritura y el dibujo automáticos eran fenómenos favoritos en las investigaciones de campo de Erickson, en donde estructuraba una situación que permitía que el inconsciente se expresara a si mismo en una forma observable. Esas investigaciones tenían como objetivo la validación de los conceptos freudianos de los mecanismos mentales y el inconsciente (Erickson, 1937/1980,1938/1980). Sin embargo –afirma Rossi– en esos tempranos estudios de la década de los años 1930, Erickson ya estaba ensayando el uso de los dobles vínculos. Este fenómeno consiste en que el sujeto pueda escribir automáticamente, ya sea sin tener consciencia del hecho de escribir, o sin tener comprensiones conscientes del material escrito. Su utilidad clínica es la de recobrar material amnésico, o descubrir información necesaria para la terapia, pero inaccesible de otro modo o que la personalidad no posee la fortaleza para enfrentarla. En sus experimentos, Erickson (1937/1980) ofrecía las siguientes sugerencias a sus sujetos para obtener el fenómeno: 1)

Llevar a cabo una discusión general respecto a la cuestión de si un acto simple podía expresar un significado y propósito consciente e inconsciente.

2)

Decidir evaluar esto a través de la escritura automática.

3)

Ofrecer la sugestión durante el trance hipnótico que “el sujeto iba a escribir algo, con un total percatarse consciente de lo que estaba escribiendo, que su escritura iba a ser claramente legible para cualquiera que estuviera presente, pero que sería su inconsciente quien guiaría su mano, y que en realidad escribiría algo que fuera más allá de lo que él o los presentes pudieran leer .”

Ejemplo de la utilización clínica de la escritura automática (Erickson y Rossi, 1979, p. 394-411)

Mientras la sujeto (J) está en trance, Erickson continúa la sesión en la siguiente forma: E: Ahora hay algo más que me gustaría que aprendiera. [Pausa] 119

Me gustaría darle la oportunidad para que aprendiera una cosa totalmente nueva. [Pausa] ¿Y desea aprender una cosa totalmente nueva? ¿Sin mucho esfuerzo? [Pausa; J finalmente asiente muy lentamente con la cabeza. Erickson dispone cuatro hojas de papel y un lápiz sobre el escritorio, de modo que él y J tengan fácil acceso a ellos.] Ahora, puede dejar de hacer Cualquier cosa que está haciendo. Puede volver a la oficina y unírseme. ¿Y puede acercar su silla? J: ¿Umm? E: Acercar su silla hacia el escritorio y los materiales para escribir. [Los ojos de J permanecen abiertos después que ella acerca la silla, pero se mantiene la cualidad de sus ojos, y los lentos movimientos del cuerpo indican que ella aún está en trance.] Ahora, la trataré como una niña. ¿Está bien? J: Seguro. E: Ahí hay papel y lápices. J: ¿Puedo actuar como una niña? ¿Y me tratará como una niña? E: No, dejaré de tratarla como— Dejaré de tratarla como una niña. [Pausa] Pero puede inclinarse hacia delante. Ahora, mientras me mira, ¿qué supone que podría hacer su mano? J: ¡Aplaudir! [Con una risa parecida a la de los niños] No sé que haría. E: Lleve el lápiz hacia el papel. J: Es difícil controlarlo [mientras toma el lápiz con torpeza]. E: Puede controlarlo, puede escribir. [Pausa] Y puede escribir algo sin saber que estaba escribiendo. J: ¿Sin saber que estaba escribiendo? E: Y podría escribir una pregunta a la cual usted no tiene la respuesta conscientemente. Y solamente saberla en forma inconsciente. [Pausa] R: Usted introduce la posibilidad de la escritura automática al establecer primero un disposición infantil o aprendizajes tempranos. Tal como ella aprendió a escribir cuando era niña, usted espera una disposición más infantil para ayudarla a escribir en forma automática. Pero ella se muestra muy entusiasta en el rol de niña, de modo que usted tuvo que corregirlo. Realmente ella estaba respondiendo muy literalmente a su primera frase que la trataría como si fuera una niña. E: Sí. Ella está respondiendo como una niña sin control. Tuve que sacarla de eso, pues los niños pueden ser muy irresponsables.

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R: La torpeza que ella experimentó al sostener el lápiz es una clave relevante respecto a su estado de regresión de edad. Entonces usted da su primera sugestión directa respecto a la escritura automática: Ella puede escribir sin saber qué está escribiendo. Desde luego, este no saber fa cilita más disociación de su percatarse consciente. E: Le daré un ejemplo. [Erickson describe aquí un ejemplo de escritura automática. A una paciente que se sentía “aproblemada con algo”, Erickson le pidió que escribiera una pregunta y después una respuesta. Erickson la distrajo con la conversación, mientras ella escribió en forma espontánea la pregunta y la respuesta, en distintas partes de una hoja de papel. Dobló la hoja y la colocó en su cartera. Tres meses después, ella reportó que encontró la respuesta a su pregunta y pidió permiso para mirar el papel que aun tenía doblado. Desdobló la hoja y vio que realmente había escrito dos preguntas. La primera era, “¿Me casaré con Bill?”. La respuesta era “No”. La segunda pregunta era, “¿Estoy enamorada de Howard?” La respuesta era “Sí”. Ahora estaba realmente comprometida con Howard. De este modo, la escritura automática de tres meses antes había reflejado su conflicto principal en esa época e indicaba los sentimientos respecto a Bill y Howard, que se manifestaron posteriormente en la ruptura con el primero y con su compromiso con el segundo.] E: Ahora, todos tenemos preguntas como esas. Esa paciente sabía por mi comportamiento que yo no leería la pregunta o la respuesta que ella escribió. Deje que su mano se mueva sola mientras sostiene el lápiz. [Pausa, J toma el lápiz.] Ahora, suponga que me habla de algo distinto a lo que su mano escribirá. R: Esto es muy típico de su acercamiento cuando un sujeto parece necesitar ayuda en el trance. Cuando un nuevo aprendizaje hipnótico está aun en el proceso de ser formulado o expresado por primera vez, usted comienza tranquila y casualmente a dar diversos ejemplos del comportamiento hipnótico deseado. Esto parece motivar al sujeto y le da claves inconscientes respecto a cómo proceder. También da tiempo para hacer las conexiones internas necesarias que harán posible el comportamiento; tiempo para que el sujeto se dé cuenta de lo que usted realmente quiere decir, y que lo esperará. Este es nuevamente el proceso básico de la focalización ideodinámica indirecta. Su mención respecto a que “Todos tenemos preguntas como esas” tiende a facilitar los procesos de búsqueda inconsciente dentro de ella para encontrar algún material significativo que se exprese por si mismo en la escritura. Usted intenta otro acercamiento disociativo al pedirle que le hable respecto a otra cosa cuando esté escribiendo. [Pausa. J mira sin pestañear hacia los ojos de Erickson, y mientras él le devuelve la mirada, la mano de ella, con una rapidez y firmeza sorprendente escribe una frase clara. Cuando su mano ha terminado la frase y cuando es claro que no volverá a escribir, con rapidez y sutileza Erickson saca de abajo la cuarta hoja de papel y la coloca sobre la hoja recién escrita. J continúa mirando hacia los ojos de él y es aparente que no advierte este cambio de hojas.] J: ¿Era una pregunta? E: ¿Humm? J: ¿Era una pregunta? ¿Escribí algunas preguntas?

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E: ¿Dónde? [J ahora ve la hoja de papel en blanco, y una mirada de asombro viene a su rostro.] ¿Escribió una pregunta? J: ¿Escribí una pregunta? E: ¿Dónde? J: Aquí. [Con un asombro obvio.] [Pausa] Pensé que el lápiz se había movido, creo. [Pausa] Creo, no supe. Estoy sosteniendo un lápiz. ¿Por qué estoy sosteniendo un lápiz? [Pausa] ¿Soñé algo? ¿Me quedé dormida? No, no me quedé dormida porque tengo recuerdos vívidos de cosas. R: ¿Por qué cubrió la escritura que ella había hecho recién? E: Usted la cubre para que ella se sienta segura: usted no está intentando fisgonear. También está enseñándole amnesia. R: Incluso durante el trance usted está protegiéndola para que no vea mucho de ese material. E: Sí. Eso le da una oportunidad para escribir más. Sabe además que usted no se aprovechará de eso. Yo no fisgoneo, no lo leo en ese momento para mi mismo. R: Todas estas preguntas de asombro y confusión de si misma son indicaciones del desarrollo de la amnesia en ella, así como también la disociación. Su yo consciente es tan precario que no está segura si ha estado soñando o ha estado durmiendo. E: ¿Recuerdos vívidos que puede compartir? J: Sí, tuve uno muy importante para mi. ¿Realmente quiere escucharlo todo? E: ¿Era la supuesta pregunta importante? J: No sé. Sólo tuve un sentimiento de importancia, o algo importante. Estaba sosteniendo un lápiz, mi mano se sentía como si no se moviera. Me sentía muy tiesa. Cuando usted sostiene un lápiz y está escribiendo, usted aprieta sus dedos. Pero el lápiz no estaba apretado en mis dedos. Por eso es que me sentía algo extraña. Estaba sosteniendo el lápiz, y la única razón que puedo pensar para eso es que he estado sosteniendo un lápiz para escribir. Pero no sentía como si estuviera sosteniendo un lápiz. Pero veo el lápiz en mi mano, de modo que supongo que lo estoy sosteniendo, ¿cierto? Pero mi mano aun siente esa clase de dureza. No tiesa como un tablero. Pero no es –no sé cómo describirlo– esa clase de entumecimiento. Hay una clase distinta de sensación ahí, ahora mismo. E: ¿Esta pregunta le hace sentido? ¿Su mano quiere escribir de nuevo? J: ¿De nuevo? Se siente como si quisiera escribir, pero no puede, porque no quiere sostener el lápiz para escribir. ¿Sabe de qué estoy hablando? E: Sí. J: Usted sostiene un lápiz, tiene sostenido el lápiz con la punta de sus dedos, de modo que pueda controlarlo y dejarlo ir en la forma que usted quiere.

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E: Lo que ella está describiendo es la disociación de su escritura y esa parte de su percatarse consciente. Esta es una descripción clásica de la disociación, desde un punto de vista subjetivo. El inconsciente de ella quiere sostener el lápiz en una forma distinta a como ella lo sostiene en un estado normal. R: ¿Por qué? E: ¡Porque es material inconsciente! Al igual que cuando usted está de vacaciones se viste en una forma diferente. ¿Diferente, cómo? ¡Sólo distinto! R: El hecho que el lápiz sea sostenido en una forma diferente es una señal de la autenticidad del fenómeno de la escritura automática. E: Sí. J: Mi mano sostiene el lápiz y se siente como si ella fuera a escribir, pero no, no sostiene el lápiz para escribir. No sostiene el lápiz en una forma aceptable para escribir. E: Quizá es escritura automática. [Pausa] J: Es posible. Nunca lo había pensado antes. Pero, ¿cómo puede ser eso? Su mano aun tiene –correcto, espere un minuto. Los músculos aun tienen sostenido el objeto para hacerlo trabajar. ¿No es cierto? ¡No siento como si estuviera sosteniendo el lápiz! [Ella, de hecho, ha estado sosteniendo el lápiz durante esta discusión.] ¡Pero veo que sostiene el lápiz! ¡No siento la presión! E: Normalmente una persona sabe que está sosteniendo un lápiz, pero no tiene que ver que está sosteniéndolo. J: Correcto, así es como me siento, pero no siento como si realmente sostuviera un lápiz, pero veo que sostengo el lápiz. E: Si, correcto. Quizá debido a que su mano quiere tener más escritura automática. [Pausa] Es posible que coloque su mano en una posición en la cual ella tenga una oportunidad. [Pausa] Quizá le gustaría verla y ver lo que está escribiendo, solamente, desde luego, usted no sabrá qué está escribiendo. [Larga pausa. La mano de J finalmente comienza a moverse con decisiva firmeza y escribe rápidamente algunas frases.] J: ¿Puedo leerlo? Hay escritura ahí, ¿es mi letra manuscrita? Mi mano se siente muy extraña, como si fuera mi mano, pero no escribió nada. E: Advierta el lenguaje cuando ella se está refiriendo a su propia mano: “se siente como si ella fuera a escribir...” Ya no es más de ella. R: La disociación la está llevando a una despersonalización de la parte disociada del cuerpo y su actividad. E: Ella ve realmente el lápiz que sabe que está sosteniendo. Esto es nuevamente una evidencia para una separación del consciente y el inconsciente. E: Advierta cómo acepto y refuerzo la despersonalización al usar un pronombre en tercera p ersona [it en el original] y lo contrasto con la parte de ella a la cual trato de “usted”. Ella puede ver lo que está

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escribiendo, pero esto implica que ella no sabrá lo que está escribiendo. Usted puede ver sin saber. Yo puedo ver sólo esos libros, por ejemplo. La pregunta de ella y la sensación extraña son características del proceso disociativo. E: Mire a este lugar. [Erickson distrae de este modo la visión de ella durante un momento y después cambia el papel nuevamente, de modo que J se enfrente nuev amente a una hoja de papel en blanco.] Usted mira asombrada por algo. ¿Quiere leerlo ahora? [Pausa mientras J mira en vano su escritura en la hoja de papel en blanco.] J: ¿Lo soñé? (Con una voz muy suave, lejana) [Pausa] ¿Lo soñé? [Erickson ahora le muestra una de las hojas con la escritura de ella.] E: ¿Es esta la escritura? J: ¿Qué es esta escritura? No se parece a mi letra manuscrita, ¿lo es? ¿Es mi letra? Lo primero de todo es que tiene que decírmelo, ¿yo escribí eso? Creo que d ebo haberlo hecho, pero no siento que haya sido yo. Me encuentro sosteniendo un lápiz: Debo haber escrito algo porque generalmente no sostengo lápices con la mano a menos que haga algo con ellos. Pero no siento que haya escrito algo. Esta mano es mi mano. [Refiriéndose a su mano izquierda que no escribió] Esta mano [su mano derecha que escribió] se siente como más separada que ésta [la izquierda]. Pero no lo saben, no se sienten como si realmente hubieran escrito. E: Sólo exprese su impresión intelectual: ¿Usted escribió esas frases en la otra hoja? J: No siento que lo haya hecho. R: El comentario de ella, “Creo que debo haberlo hecho, pero no siento que haya sido yo”, indica una clara disociación entre el pensar y el sentir. Es interesante advertir que el yo consciente asociado con el pensamiento de su hemisferio izquierdo es retenido como una parte de su identidad, mientras que el sentimiento que puede estar más asociado con la experiencia del hemisferio derecho está disociado. E: Todas esas preguntas e intentos lógicos y racionales son muy característicos de un estado disociativo genuino. R: Es como si su hemisferio izquierdo con su lógica estuviera racionalizando un acto que puede estar fuera de su experiencia, al igual como los pacientes con lesiones y déficit en el hemisferio derecho usan la lógica del hemisferio izquierdo intacto para racionalizar su comportamiento sin reconocer sus incongruencias. E: Correcto, veamos qué piensan sus manos. Deje que su mano indique la escritura que hizo. Ahora sólo mire a su mano comenzar a indicarlo. [La mano de J se eleva.] Podría coger el lápiz y escribir, “sí”. [La mano de J escribe “sí”.] J: ¿Cómo puede ella saberlo so yo no lo sé? Siento que ella puede saber, pero mi mente piensa que siento eso, siento que sé que ella escribió algo. Algo, ¡en alguna parte! Pero [Pausa] Escribí algo, pero es muy

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[pausa mientras J parece absorberse profundamente en el pensamiento] E: ¿Muy qué? M: Mi pensamiento no es muy claro en este momento [voz lejana]. E: ¿Por qué? J: Estoy muy relajada. Mi pensamiento –es como si mis sentimientos no quisieran que mi mente pensara, particularmente. E: Deje que su mano indique... la escrita automática. J: Pero señalará nada. E: Quizá escriba “sí” o “no”. [La mano de J eleva el lápiz.] E: La fuerzo a un “sí” cuando le digo que la mano podría escribir “sí”. Esto aumenta la disociación porque le muestra que ella puede escribir en forma automática, pero ella además puede responder escribiendo (respondiendo a la sugestión de Erickson que escriba “sí”). En este punto, ella no quiere pensar que ha escrito “sí” en una forma obediente, de modo que sus sentimientos no quieren que su “mente piense, particularmente.” R: Usted ha precipitado un conflicto entre el pensar y el sentir de ella. E: Eso es lo que queremos decir por “automático”. ¿Le gustaría intentar adivinar que escribirá? J: No. No quiero intentar nada. Sólo quiero que ocurra por si mismo. E: Pero puede adivinar. La mano escribirá la respuesta correcta. J: Me gustaría pensar sí y no –porque no siento que yo hubiera escrito cuando pensé respecto a cómo se sentía cuando estaba sosteniendo el lápiz. E: Mi pregunta: ¿Escribió? [La mano de J comienza a escribir.] J: Está moviéndose por si misma. Esta moviéndose por si misma. Extraño, estoy muy consciente de ello. [Susurrando muy suavemente] Continúa. [Pausa] Está sosteniendo el lápiz. Se siente, no sé, se siente como si mi mano fuera una mano cósmica. La veo como parte de mi cuerpo, pero es como una mano cósmica saliendo de las nubes. E: ¿Cree que le gustaría [a usted] intentar algo más? J: No a mi frente, pero el resto de mi ser se siente como si fuera a escribir más. Pero no solamente a mi frente. Es como si mi frente estuviera empujando el resto de mi cuerpo ahora mismo. E: Deje que su mano se coloque en la parte de arriba del papel. J: ¿Humm? [Voz lejana] E: Escriba. J: ¿Debiera comenzar a escribir o esperar? No sé cómo hacerlo. Quiero decir, no sé cómo. E: ¿Es eso suficiente? ¿Hay alguna escritura que no haya hecho que le gustaría hacer? J: Sí, creo que sí. E: Deje que su mano comience a escribir. [La mano de ella comienza a escribir algunas frases mientras mira el rostro de Erickson. Como es usual en la escritura automática, la mano se mueve rápidamente, a una velocidad furiosa, aparentemente mucho más rápido que lo normal. Cuando ha finalizado, ella mezcla las hojas sin un percatarse aparente de parte de ella, de modo que nuevamente queda arriba una hoja en blanco.]

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E: Al hacerle la primera pregunta de intentar “adivinar qué escribirá”, facilito la disociación y la dejo afirmarse a si misma que quiere escribir en forma automática. Ella después da muchas bellas expresiones subjetivas de disociación entre la mente y el cuerpo, como una persona relativamente ingenua respecto a la hipnosis. E: Ahora puede preguntar: ¿Piensa que puede escribir en forma automática? [Como si no hubiese escrito36] J: ¿Pardon? E: Dígame honestamente: ¿Piensa que puede escribir en forma automática? J: Pienso que sí. Todo es posible en el mundo. Pienso que todo es posible. E: Estoy hablando de usted. J: No sé mucho respecto a eso. ¿Cómo comenzó usted? Quiero decir, mi mano siente como –sólo es un poco mía, usted sabe. Porque parece que fuera mía, pero no lo es –y la única forma en que he escrito es tomar el lápiz entre las puntas de mis dedos. Una vez intenté escribir con los dientes. Con mi boca y mis dientes. [Durante la escritura automática, ella a veces sostuvo el lápiz torpemente entre sus dedos segundo y tercero, apretándolo, como el esfuerzo de una niña.] Pero ahora mismo, para ser perfectamente honesta, mi mano no se siente como si estuviera sosteniendo un lápiz para escribir con él. ¿Sabe de qué estoy hablando? Me siento como si estuviera hablando incoherencias. E: Está hablando con sentido, sólo que usted no lo sabe. Y el Dr. Rossi le encuentra sentido. ¿Estaría bien este papel para intentar escribir en forma automática en él? J: Bien, seguro, lo intentaré, pero quiero decir, dígame como comenzar, exactamente. ¿Dejo que mi mano lo sienta, correcto? Se siente como si no estuviera usando mi mano. ¿Cómo voy a saber si la dejo que escriba, exactamente? Se siente como si la mano saliera de una nube y yo pudiera mirarla y verla moverse, quizá si la mirara. R: Esta pregunta en este punto tiende a darle una amnesia para la escritura que ha hecho. Realmente está reorientando la conversación al momento antes que hubiera escritura automática, de modo que la escritura tiende a caer en una amnesia lacunar. Esto es lo que hemos denominado amnesia estructurada. E: Sí, dispone el acto de escribir en su propio cubículo de tiempo. Ella da después muchas expresiones clásicas del proceso disociativo: “Parece como si fuera mía, pero no le es”. R: El sentimiento de ella que está hablando incoherencias solamente es otra señal de la disociación dentro de ella. Sus palabras tienen sentido para nosotros, puesto que entendemos ambos lados – consciente e inconsciente. Pero ella no puede imaginárselo junto con entenderlo, aunque está intentándolo, y des este modo sus propios esfuerzos le suenan a “incoherencias”. E: Correcto, ahora haré algo. Me gustaría que estuviera interesada y agradada. [Erickson ahora le muestra la primera hoja de la escritura automática –Figura 1.]37 J: ¿Yo hice eso? ¡Oh, Dios mío! E: ¿Esta asombrada que haya tenido escritura automática? J: ¿Yo escribí eso? ¿Puede leerlo? 36 37

Y creando una amnesia por el método del “como si”. Las figuras se encuentran más adelante en esta sección. 126

E: Usted no sabe qué está escrito, no lo ha leído, para mi conocimiento. Puede querer leerlo o puede no querer, es su decisión. J: ¡Sí quiero! E: Esta es la segunda parte. [Revela la segunda hoja de papel –Figura 2] J: No sé si tenga buena ortografía, ¿la tuve? E: La escritura automática se caracteriza por tener errores de ortografía. J: Oh, realmente. R: ¡Lo ha hecho muy bien! R: Ella escribe sus palabras con una claridad poco usual para la escritura automática. E: Sí, generalmente hay mucha economía del esfuerzo. Un respuesta “sí” puede set condensada en una línea vertical y un “no” en una línea horizontal. R: De modo que una línea vertical es una abstracción de “sí” y una línea horizontal es una abstracción de “no”. E: Así es. Y un “No sé” puede ser una línea horizontal con variados grados de ángulos para significar que es más un “sí” (hacia la vertical) o más como un “no” (hacia la horizontal). Así: Sí

No

“No sé”

Una línea “sí” escrita en el lado opuesto del papel podría significar un “no”. Una línea “sí” en la parte de arriba de la hoja es “sí”, pero si es escrita en la parte de abajo del papel, podría significar lo opuesto, un “no”. J: ¿Puedo leerlo en voz alta? [Lo lee.] “Descansar y estar bajo el sol está bien. Bajar nuevamente sólo para deslizarse en un rayo de luna.”38 Mmm, eso significa que usted tiene que esperar hasta la noche y el sol se enfría y se esconde. [Erickson revela ahora la tercera hoja con la escritura automática –Figura 3.] ¿Yo lo escribí? Mmm, ¡qué extraña escritura! Es como si no fuera mía, ¡eso lo sé! [La lee] “El sol no está muy caliente para quemarse con él. Amo el sol y soy una con él en su centro. Somos lo mismo y dejo que el fuego arda nuevamente, sin quemar. Y el amor es como el sol.”39 [Erickson le muestra la cuarta hoja de papel con la escritura automática –Figura 4.] ¿Escribí eso también? [Lo lee con un sentimiento profundo y algunas lágrimas.] “¿Destruirá mi vida el amor no satisfecho? ¿Existe una forma de dejar el centro del sol sin saltar profundo en el fuego y caer?”40

To rest and be at one with the sun is okay./ To get down again just slide down on a moon beam. The sun is not too hot to splah in./ I love the sun an I am at one with the suns’s center./ We are the same and I leave the fire whole again, not burnt. And love is like the sun. 38 39

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E: ¿Eso significa algo para usted? J: En una forma profunda, pero no es una forma dulce. E: He hecho unas preguntas muy ridículas, le pregunto: ¿De qué color es su cabello? J: Rubio. Rubio teñido. Mi color natural es algo rubio. E: Porque mi hija me preguntaba por la muchacha de cabello rubio, y ¡yo no conocía a una muchacha con el cabello rubio! [Refiriéndose jocosamente al hecho que Erickson tiene ceguera a los colores] Y Pete Thompson, a quien he visto durante muchos años... [Erickson continúa durante algunos minutos hablando respecto al cabello rubio, e iniciando de este modo una conversación casual que la distrae del trabajo psicológico que ha estado efectuando.] E: Leer en voz alta es distinto a leer en silencio, ya que tiene que pedir un permiso específico para leer en voz alta. Este es otro aspecto de la disociación de ella. Ahora, no hago ningún esfuerzo para descubrir lo que ella quiere decir. Cuando dice que esta era una escritura “extraña”, eso significa que es desconocido para su consciencia. Usted tiene que estar consciente del posible doble significado de las palabras, como “sol” [sun], que podría ser “hermano” [son]. Usted siempre busca esas posibilidades. Yo puedo tener mis propias ideas respecto a lo que significa, pero no le preguntaré para revelarlas. R: El hecho que ella hable de la posibilidad de la posibilidad que su vida sea destruida sugiere que usted está en lo correcto al creer que los problemas son delicados y, por lo tanto, su cautela está justificada. E: Incluso, ella está intentando revelarme algo, aunque yo no me siento con el derecho en esta fase temprana del juego. De modo que le permito que me revele algo, pero yo elijo qué: su cabello teñido. R: Usted utilizó su impulso prematuro para revelar algo, al dirigir la revelación al asunto aparentemente inocente de su cabello rubio artificial. E: Después, a partir de esa revelación, además desvío la conversación a mi hija, mi vida, y finalmente hacia mi amigo Peter, lo cual la lleva lejos del material caliente. En la psicoterapia , usted saca del contexto los aprendizajes y los usa en formas nuevas. E: ¿Sabe que es eso? [Refiriéndose al tapiz en la pared de la oficina] J: ¿Es algo precolombino? ¿No sé? E:

¿Qué le hace pensar que es precolombino?

J: Vi el diseño. ¿El diseño? El diseño se parece a, ¿no sé? Realmente no sé? El rostro se parece a algo. Podría estar equivocada, pero no sé –es atractivo–, pero no sé mucho de eso. E: ¿Fui yo quien le dije que era precolombino? J: ¿Quién, usted? E: Sí. J: Bien, nunca le he preguntado eso, que yo sepa. ¿Por qué? ¿Dónde supuso que le pregunté? [Pausa] ¿Está suponiendo que me ha dicho algo al respecto? E: No lo supongo –¡se lo dije! J: ¡Realmente lo hizo! R: Aquí J está demostrando una fuente de amnesia: Ella sabe respecto al símbolo precolombino, del cual usted habló al principio mientras ella estaba en trance, pero no sabe la fuente de su conocimiento.

Will the unfilfilled love of the new destroy my life?/ Is there a way to leave the center of the sun without jumping down deep into the fire and falling? 40

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Programación versus utilización

Ps. Mario Pacheco

Desde los comienzos del uso de la hipnosis en clínica, ha existido la creencia errónea que la mente de los pacientes es una especie de pizarra en blanco, sobre la cual “escribir” (prescribir) la remisión de los síntomas. Esta creencia, sumada a la del poder del hipnotista sobre el paciente –una característica sobresaliente del enfoque autoritario de la hipnosis (Gilligan, 1987; Yapko, 1986)–, otorgó una gran carga autoritaria a los mensajes de esos terapeutas hacia sus pacientes; y, por consiguiente, etiquetar de “resistentes” a aquellos que no obedecían sus mandatos (Erickson y Rossi, 1979). Desde la perspectiva de Rossi (Rossi y Ryan, 1992), Erickson fue una figura de transición en la historia de la hipnosis: ilustró el cambio desde un acercamiento autoritario al permisivo, desde la sugestión directa a la indirecta, desde la programación del paciente a la utilización de sus propios recursos internos para la curación. En el trabajo de Erickson pueden distinguirse dos componentes que, a primera vista, pueden parecer incompatibles: directividad e indirección. La terapia de Erickson era una terapia orientada a metas (Lankton, 1985), y las metas perseguidas por él podían ser explícitas o no, compartidas o no por el paciente (de Shazer, 1989). Esta orientación hacia las metas define el carácter “estratégico” de la terapia de Erickson; es decir, se proponía influenciar la experiencia del paciente para alcanzar esas metas (Lankton, 1985). Sin embargo, a diferencia de los hipnoterapeutas tradicionales, no imponía comportamientos de acuerdo a sus propios puntos de vista, sino que de acuerdo a los deseos de cambio sugeridos o solicitados por el paciente.41 Lankton (1985) afirma que es el paciente quien tiene el crédito total y la responsabilidad por el logro real de las metas, ya que cambiará solamente en una forma que sea significativa y relevante para él. Keeney (1987) afirma que “lo más notorio de la manera de trabajar de Milton Erickson era su misterioso modo de ingresar al mundo vivencial de su cliente y alterarlo en forma tal que la sintomatología desaparecía y el sujeto podía echar mano de sus propios recursos [...] Su obra nos está indicando que los terapeutas pueden desempeñar un papel activo en la construcción de mundo de la experiencia de sus clientes.” (p. 18-19)

Una característica del aspecto estratégico de la terapia de Erickson, que la diferencia marcadamente de la hipnoterapia clásica y las terapias más tradicionales, es que en lugar de prestar atención a los contenidos del problema descritos por el paciente, trabajaba en la pauta del problema. 41

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Ese misterioso modo de trabajar de Erickson es el concepto clave de utilización. Zeig (1992) definió a la utilización como “la disposición del terapeuta para responder estratégicamente a cualquiera y a todos los aspectos del paciente o del ambiente” (p. 256) Cuando Erickson prescribía comportamientos o tareas a los pacientes, no lo hacía desde su propio modelo de mundo (como lo haría un hipnotista tradicional), sino que utilizaba los esquemas de mundo de su paciente para ofrecerles esa terapia; creaba disposición a responder (Zeig, 1987), no imponía dichos comportamientos. Y esa era la razón por la cual las personas que lo visitaban llevaban a cabo esas tareas, por muy bizarras que parecieran. El otro aspecto sobresaliente de la obra de Erickson fue la indirección. Sus sugerencias indirectas facilitaban la búsqueda inconsciente, y la recuperación de aprendizajes y habilidades personales, los cuales a su vez estimulaban a los pacientes a resolver sus problemas en formas efectivas singulares. (Lankton, 1985) Desde la perspectiva de Erickson, el rol del terapeuta es suministrar condiciones adecuadas al paciente, bajo las cuales aprenda, pero los cambios ocurren dentro de éste, y cualquier cambio resultante es el resultado de sus propios esfuerzos. “Esta es una distinción importante, deja de considerar al paciente como un receptor pasivo de ayuda, para verlo como un agente activo de su propio progreso hacia el cambio.” (Gordon y Meyers-Anderson, 1981, p. 20) Esta creencia de Erickson está reflejada en la siguiente anécdota que relató en uno de sus seminarios: Usted no puede obligar a una persona para que deje de fumar. Un día vino un hombre y dijo, “Tengo sesenta y cinco años, fumo tres cajetillas de cigarrillos al día, realmente no puedo gastar el dinero en la forma en que lo hago. Estoy aburrido y cansado de toser cada mañana en la forma en que lo hago, todas las mañanas, toda la noche, no duermo bien, y mis alimentos no tienen ningún sabor.” Al término de la hora le dije, “Perdóneme señor, pero en toda esta hora de entrevista, usted no me ha dado ninguna evidencia de que realmente quiere dejar de fumar.” Se fue a casa y se lo dijo a su esposa, y ella expresó, “¡Regresa donde ese contrahecho y dile que te conozco mejor que él, y sé que quieres dejar de fumar!” El hombre regresó. Le dije, “está despilfarrando su tiempo, pero gastaré otra hora con usted esperando encontrar evidencia de que quiere dejar de fumar.” Al término de la hora le dije, “La verdad es que no quiere dejar de fumar.” Regresó a su casa y se lo contó a la esposa, y ésta dijo, “Iré contigo para ver a ese contrahecho.” Y me dijo que debería poner a su esposo en trance y hacer que dejara de fumar. Le dije en forma privada, “Usted puede forzar a una persona a dejar de fumar a través de numerosas técnicas aversivas, pero las técnicas de aversión no perdurarían por mucho tiempo. Usted lo motiva a dejar de fumar y si él no quiere, lo cual es, sin embargo, una buena motivación, volverá a fumar.” Ella replicó, “Mi esposo quiere dejar de fumar, colóquelo en trance y vea que él lo haga.” Dije, “Lo colocaré en trance y le daré una motivación muy poderosa para dejar de fumar.” Lo puse en trance y le dije, “Fume tanto como desee. Cada vez que encienda un cigarrillo, coloque el equivalente en monedas pequeñas en una botella de vidrio, y coloque en la botella, todos los días, el equivalente en monedas pequeñas el precio de tres cajetillas de cigarrillos.” Bien, durante la primera semana estuvo interesado en la acumulación de monedas en esa botella, dejó de fumar cuando la tuvo llena de monedas. La primera semana estuvo muy excitado... nunca antes había sido capaz de ahorrar dinero. Había una botella llena hasta el borde y comenzó a planear las vaca ciones. La primera semana 130

transcurrió bien, la segunda fue gloriosa, y la tercera semana estuvo muy excitado respecto al comienzo de las vacaciones. En la cuarta semana dijo a su esposa, “No estoy acostumbrado a dormir profundamente toda la noche. Estoy acostumbrado a toser. No estoy acostumbrado a saborear mis comidas. Volveré a fumar.” Ella estaba tan enfurecida, que me telefoneó y me dijo que yo había hecho algo mal; a lo cual él añadió, “Aun estoy intentando convencer al maldito mentiroso que quiero dejar de fumar.” (Gordon y Meyers-Anderson, 1981, p. 20-21)

131

Fenómeno hipnótico: Sugestiones posthipnóticas

Ps. Mario Pacheco

Introducción Las sugestiones posthipnóticas son bastante antiguas en la literatura hipnótica, sin embargo son escasos los trabajos que las estudien en forma acabada. En la hipnosis tradicional las sugestiones posthipnóticas han sido utilizadas para evaluar la efectividad del trance y para reforzar un trance hipnótico. Por ejemplo, la conducta que se sugiere realizar ante un chasquido de los dedos del hipnotista; si el chasquido produce la conducta, entonces se concluye que el trance ha sido efectivo. Estrategia que a juicio de Yapko (1990), corresponde más bien a un acto teatral que no respeta a la persona, que al comportamiento que podría esperarse de un terapeuta. En el enfoque tradicional se concibe al estado de trance como un pizarrón en blanco, sobre el cual se escribe o programa fácilmente al individuo. En el enfoque ericksoniano o permisivo, en cambio, se reconoce que los individuos retienen su propia dinámica de la personalidad durante el trance. El trance es un fenómeno que posibilita la ocurrencia de procesos inconscientes para mediar respuestas que poseen valor clínico. (Erickson y Rossi, 1979) En un sentido amplio, puede hablarse de sugestión posthipnótica cuando se introduce una idea durante un momento de receptividad, que después se hará realidad en un comportamiento fuera del trance. Este momento de receptividad ocurre en el trance inducido formalmente o durante el trance común de cada día. Erickson (Erickson y Erickson, 1941/1980) definió al acto posthipnótico como aquel “que es desempeñado por el sujeto hipnótico después de reorientarse del estado de trance, en respuesta a las sugestiones dadas durante el estado de trance, con la ejecución del acto marcado por una ausencia de un percatarse consciente de las causas subyacentes o motivaciones para ese acto.” (p. 338) Erickson (Erickson y Erickson, 1941/1980), también se percató que cuando el sujeto ejecuta el acto posthipnótico, presenta un trance hipnótico espontáneo de breve duración. Y este trance ocurre tanto en el sujeto inexperto como en aquellos muy entrenados en hipnosis. Erickson explica que parece ser una función del proceso de la iniciación de una respuesta en la situación inmediata a la sugestión posthipnótica dada en el trance previo. A la luz de la teoría del aprendizaje dependiente del estado de la hipnosis, desarrollada por Rossi, podemos entender a este trance espontáneo como un fenómeno de trance ligado al estado.

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Es decir, si durante el trance hipnótico se da una sugestión posthipnótica (señal distintiva) para ser ejecutada fuera del trance (otro estado de consciencia, distinto al anterior), la presencia posterior de esa señal distintiva activará los procesos ligados al estado (anterior) y el sujeto volverá a experimentar el estado de consciencia anterior (trance) y ejecutará el comportamiento posthipnótico. El concepto de aprendizaje dependiente del estado permite explicar el comportamiento posthipnótico, y la construcción de sugestiones posthipnóticas que consideren este fenómeno. Otra cuestión interesante es la duración en el tiempo de las sugestiones posthipnóticas. Según Matheson (1986), las investigaciones han indicado que solamente del 2 al 3% de los sujetos muy dispuestos a responder (o muy susceptibles) han mostrado una persistencia de larga duración en la respuesta posthipnótica. Sin embargo, Erickson (Erickson y Erickson, 1941/1980) han reportado duraciones de la respuesta por períodos que varían de meses a años. Incluso Erickson (Rossi y Ryan, 1985) reporta que en un caso transcurrieron 20 años desde que fue dada la sugestión posthipnótica para entrar en trance ante una señal de él, hasta que se encontró con la persona y le presentó la señal, obteniendo una buena respuesta de trance en la sujeto. Matheson (1986) comenta que la duración de las sugestiones posthipnóticas dependerá de la naturaleza de la sugestión y el rol e importancia que posee la sugestión para el paciente. Además, los estudios de la memoria indican que se recuerda mejor el material que es significativo para el sujeto y que también ha sido presentado en forma repetida. Podríamos suponer que cuando el hipnotista supone al paciente como un “pizarrón en blanco”, sin considerar las dinámicas mentales de aquel, la duración de sus sugestiones será breve, quizá tan breves como ocurre en la hipnosis teatral. Erickson y Rossi (1979) analizan algunas estrategias para construir sugestiones posthipnóticas que consideran los dinamismos y procesos inconscientes de los sujetos en trance; las cuales revisaremos en este capítulo y que integraremos con los conceptos del aprendizaje dependiente del estado.

Uso estratégico de las sugestiones posthipnóticas Es evidente que todo tratamiento psicoterapéutico busca cambios permanentes en el paciente, y que esos cambios se manifiesten no sólo en la consulta del terapeuta, sino que también en su ambiente natural. Las sugestiones posthipnóticas son recursos útiles para este efecto. En forma esquemática, podríamos afirmar que el uso terapéutico de este fenómeno sirve a los siguientes propósitos: 1.

Asociar a través de sugestiones posthipnóticas las sugerencias terapéuticas que se han trabajado en la sesión, de modo que se hagan realidad en el comportamiento cotidiano del paciente.

133

Si, por ejemplo, estamos trabajando con una fobia a los exámenes, y hemos abordado el caso a través del uso de la disociación hipnótica y la recuperación de recursos que le serían útiles al paciente en esa situación temida, tendremos que incluir en el trance hipnótico señales distintivas que se encontrarán en la situación de examen y que en esa situación real extraigan los recursos recuperados en la sesión. 2.

Logro de comportamientos terapéuticos evocados por sugestiones posthipnóticas combinadas con amnesia para el trance. Para aquellos pacientes muy intelectuales o resistentes, habrá que usar acercamientos más indirectos (Zeig, 1987), y muchas veces habrá que evocar o construir amnesia para preservar el trabajo terapéutico (Yapko, 1990); por lo cual habrá que construir sugestiones posthipnóticas que activen la terapia –sin que el paciente lo sepa conscientemente– fuera de la consulta. Haley (1980) reporta que Erickson en algunos casos de agorafobia daba sugestiones posthipnóticas de, por ejemplo, una picazón insoportable en los pies, de modo que el paciente se encontraba caminando por los lugares temidos, pero con toda su atención dirigida a la sensación de los pies y no a sus síntomas físicos de angustia, lo cual posibilitaba la extinción de los síntomas.

3.

Facilitar la re-inducción de trance hipnótico, ya sea en la misma sesión terapéutica o en una sesión posterior.

Estrategias ericksonianas para la construcción de sugestiones posthipnóticas Las sugestiones posthipnóticas directas son de la forma, “Después que despierte hará tal o cual cosa” (Erickson y Rossi, 1979); las sugestiones posthipnóticas indirectas, en cambio, implican el uso de sugestiones indirectas y de los procesos psicológicos cotidianos. Algunas de las estrategias ericksonianas para la construcción de sugestiones posthipnóticas indirectas son las siguientes:

1.

Asociación de sugestiones posthipnóticas con comportamientos inevitables Las más usadas aquí son las sugestiones contingentes y las cadenas asociativas, en las cuales se vincula la sugestión posthipnótica con pautas de comportamiento que el paciente experimentará en el futuro. Estos comportamientos inevitables funcionarán como señales distintivas para la ejecución de la sugestión posthipnótica. Algunos ejemplos son los siguientes (Erickson y Rossi, 1979) (las sugestiones se indican en itálica): “Luego que usted despierte, le diré algo.”

134

“La despertaré y regresará al trance.”

Otras sugestiones son como siguen: “Y como una parte de esa experiencia es olvidar

aquel sueño después que despierte.

Una experiencia de olvidar

es en si misma

una experiencia que no es ajena a nadie.” (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 32)42

“Y puede contar hacia atrás, desde 20 hasta 1, en cualquier forma que desee. A la cuenta de uno despertará, pero su brazo no. (Pausa) 20, 15, 10, 5, 4, 3, 2, 1.” (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 100)43

“Y su mano derecha puede elevarse y elevarse, y disfrutarlo –disfrutarlo realmente. Y no permita que mi charla lo interrumpa. (Pausa) Bien, Paul, ¿siente que ha tenido suficiente experiencia, de modo que estará deseando aprender cabalmente después qur tome asiento? Siéntase cómo respecto a eso ahora, Paul. Y ¿siente que sabe cómo seguir una sugestión posthipnótica? ¿Y el próximo Viernes sería una buena ocasión para recordar esto –estando acá arriba e la plataforma? ¿Sería el próximo Viernes una buena ocasión para recordarlo? Correcto. Estamos de acuerdo en eso. Y ahora, regrese a su siento, ¿despertará lo suficiente como para regresar a su asiento y sentarse.” (Erickson, en Rossi y Ryan, 1985, p. 76-77)44

“Le pediré que despierte y le relataré una historia aparentemente sin sentido. inconsciente comprenderá. dieciocho,

Ahora despierte. Uno,

diecisiete, dieciséis,

Pero su mente

dos, etc., hasta veinte, diecinueve,

quince, trece,

nueve,

ocho,

siete,

seis,

cinco, cuatro, tres, dos, uno. Despierte.” (Erickson y Rossi, 1979, p. 191)45

Rossi comenta al respecto: al describir o mencionar verbalmente un mecanismo neuropsicológico como olvidar, tiende a evocarlo. Esto parece ser un método fundamental en los procedimientos de la hipnosis moderna. 43 La paciente experimentó un entumecimiento en el brazo izquierdo, inmediatamente después de haber salido del trance. (Sugestión posthipnótica contingente con despertar.) 44 Rossi y Ryan comentan: Adviértase que Erickson es cuidadoso para lograr esta sugestión posthipnótica en una ocasión definida en el futuro, el cual es inevitable. Es inevitable que llegará el día Viernes, y cuando llegue serv irá como una señal asociativa para Paul, para recibir esa sugestión posthipnótica. 45 Según Rossi, ésta es una interesante sugestión posthipnótica para rodear las limitaciones y dudas que pueda tener la mente consciente. 42

135

2.

Series de sugestiones posthipnóticas Las sugestiones se dan encadenadas, lo cual ha más difícil rechazar dos o más sugestiones dadas al mismo tiempo en una cadena asociativa, que rechazar una sola sugestión que está aislada. Analicemos junto a Rossi el siguiente ejemplo ideado para facilitar el entrenamiento e inducciones posteriores de trance en adultos (Erickson, Rossi y Rossi, 1976, p. 80): “(1)

Cuando despierte, sus ojos se abrirán...

(2)

Se moverá y quizá se estire un poco...

(3)

Puede hablar un poco

(4)

Y olvidar el resto...

(5)

Hasta que yo le pida que regrese al trance...

(6)

De modo que pueda experimentar y recordar algo más.”

respecto a lo que le interesa en su experiencia...

Rossi comenta: (1), (2) y (3) son verdades obvias que forman una cadena asociativa de comportamientos inevitables. Crean una dirección de aceptación que impide reconocer a la (4) como una sugestión sutil para amnesia posthipnótica. (5) es una sugestión posthipnótica directa para volver al trance hipnótico, que contiene una contingencia importante con la palabra “hasta que”. “Hasta que” significa que al volver al trance puede recordar algo olvidado debido a la amnesia hipnótica cuando estaba despierto. (6) continúa la cadena, vinculando un trance futuro con la experiencia actual.

3.

Condicionamiento inconsciente como sugestión posthipnótica Como ya hemos estudiado, en el “condicionamiento inconsciente” interviene el aprendizaje dependiente del estado; es decir, las claves o señales presentes en la situación de inducción/evocación de trance hipnótico exitoso, tenderán a evocar o volver a inducir ese mismo estado de trance en la próxima oportunidad en que estén presentes. Por lo tanto, los tonos de voces, miradas, gestos del terapeuta, etc., son verdaderas sugestiones o señales posthipnóticas que emite aquél y que puede utilizar y profundizar para un nuevo trabajo hipnótico.

4.

Resolución posthipnótica de expectaciones iniciadas Esto consiste en iniciar expectaciones, tensiones o patrones de comportamientos que solamente pueden completarse o resolverse después que el trance está formalmente terminado (efecto Zeigarnik). Erickson trabajaba para crear motivación y disposición a responder en el paciente, de modo que éste estuviera dispuesto a aceptar las sugerencias terapéuticas que entregaría después en la vigilia.

136

Veamos en un extracto de una sesión de terapia (Erickson y Rossi, 1992, p. 155-156) el efecto Zeigarnik, y los comentarios de Erickson y Rossi al respecto: “E:

Permítame estrecharle la mano. [MPL. Erickson ha condicionado el estrechar la mano de la paciente como una sugestión posthipnótica no verbal para que ésta ingrese en trance.]

S:

De acuerdo.

E:

Uno, dos, tres, cuatro. Uno, dos, tres, cuatro. [MPL. Erickson continúa entregando señales, ahora verbales, para la ocurrencia del trance.] (El doctor Fink pasa un papel a Erickson)

S:

Déjeme verlo. Quiero ver había en ese trozo de papel que tiene en la ma no.

E:

¿En la mano de quién?

S:

Del doctor Fink. Bueno, quiero verlo.

E:

Despierte. Despierte del todo. ¿Querría ver esto? (Le muestra el papel)

S:

Usted actúa sin sentido, igual que los otros.”

Erickson y Rossi comentan: R:

En el momento en que usted le estrecha la mano, dándole la señal para una [experiencia y] regresión hipnótica [...] el doctor Fink distrae involuntariamente la atención de la sujeto al entregarle a usted un papel. Usted se apresura a revertir sus sugestiones inductoras (“Despierte. Despierte del todo”) y la deja ver el papel. Este contiene algunas anotaciones evidentemente incomprensibles para ella (“Usted actúa sin sentido, igual que los otros”). Frente a esta interrupción, usted maneja esto diciéndole a la sujeto que despierte, para que no se extinga en parte el proceso de condicionamiento asociado al estrechar la mano, por no haberse producido la entrada en trance inmediatamente después de recibida la señal.

E:

Sí, no quería perder ese condicionamiento, pero como era una tarea interrumpida, la sujeto estaría ansiosa por completarla.

R:

Sí, se lo llama el efecto Zeigarnik.

E:

Y cuantas más inducciones haga usted, tanto más se afianzará el trance.

A continuación podemos observar este efecto, por la forma en que Erickson le indica directamente a la sujeto que ingrese en trance. Además, hace mención a la mano, la cual –aunque los autores no lo dicen– al parecer ha quedado suspendida en el aire, en la posición de cuando damos la mano a alguien: “E:

Ahora duérmase. A medida que vaya durmiéndose profundamente, quiero que su mano quede apoyada descansadamente sobre su regazo. Vaya durmiéndose profundamente y, según se vaya durmiendo, quiero que su mano quede apoyada descansadamente sobre su regazo...”

5.

La sorpresa como sugestión posthipnótica La sorpresa es una sugestión hipnótica que aumenta la expectación y provee un canal incierto para la expresión de la individualidad del paciente (Erickson y Rossi, 1979), con lo cual actúa 137

como una verdadera sugestión posthipnótica, pues predispone al paciente a recibir esa sorpresa. Por ejemplo, “¿Le gustaría experimentar una agradable sorpresa después que despierte?”. Si el paciente responde afirmativamente (inclinando la cabeza, con una señal ideomotora en el dedo, una respuesta verbal, o una sonrisa), estará abierto y receptivo a la sugestión posterior.

6.

La directiva sugerida como vehículo de sugestiones posthipnóticas La directiva sugerida o implicada (Erickson y Rossi, 1979; Erickson, Rossi y Rossi, 1976), dependiendo del uso que se haga de ella, puede servir como una forma indirecta para construir sugestiones posthipnóticas. Considérese la siguiente sugestión ofrecida por Rossi para que el paciente vuelva a experimentar trance en la sesión siguiente: Tan pronto como su inconsciente sepa que puede regresar a este estado, cómoda y fácilmente, para hacer un trabajo productivo la próxima vez que estemos juntos, se encontrará despertándose, sintiéndose refrescado y alerta.

Rossi (1986/1993) ofrece una interesante sugestión posthipnótica en forma de directiva sugerida, y que a la vez posee elementos de progresión de edad, al sugerirle al paciente que su inconsciente le puede mostrar una fecha en la cual el problema que lo aqueja quedará completamente resuelto. Es evidente que esta fecha actúa como una sugestión posthipnótica que proviene desde la interioridad del paciente, promoviendo procesos inconscientes que lo acercan a la meta deseada.

7.

Utilización de señales ideomotoras como sugestiones posthipnóticas También podemos construir sugestiones terapéuticas que se harán realidad posteriormente y solicitar que sean ratificadas por señales ideomotoras afirmativas. Si el paciente ratifica la sugestión a través de la señal ideomotora acordada, al igual que en el caso anterior, estará administrándose una profecía de auto-cumplimiento que inicia procesos inconscientes que lo llevan a resolver el problema.

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Apéndice

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MEMORIAS REPRIMIDAS*

Michael Yapko

En el año 1994, la profesión de la salud mental se encontró profundamente dividida respecto a un enfoque de la psicoterapia conocida como “terapia de las memorias reprimidas”, o TMR. La TMR se apoya en las denominadas técnicas de recuperación de memorias, para ayudar a los pacientes a “recordar” o “recuperar” episodios de la infancia, usualmente de abuso sexual –episodios que presumiblemente han sido “olvidados”. Se supone que el abuso es una causa subyacente de los síntomas actuales del paciente. La TMR está basada en la teoría que para enfrentar el trauma de haber sido abusada, la víctima empleó la defensa psicológica conocida como disociación. La disociación implica una “separación” de la consciencia, de modo que la mente consciente está “en otro lugar” cuando ocurre el abuso. El resultado es la represión, una pérdida de memoria auto-protectora, o amnesia. A pesar del hecho que las experiencias dolorosas son olvidadas conscientemente, el material reprimido aun puede ocasionar síntomas severos; a menudo esos síntomas no tienen una causa clara. El rol del terapeuta en la TMR es ayudar al paciente a recuperar esas memorias. Presumiblemente, una vez que la memoria ha sido traída a la consciencia, el problema presente del sobreviviente puede ser efectivamente tratado. La controversia profesional respecto a la TMR se centra en cuestiones como las siguientes: ¿Por qué y bajo qué condiciones un individuo reprime las memorias traumáticas? ¿Puede uno olvidar completamente los episodios de abuso sexual en la infancia? ¿Podrían “fabricarse” esas memorias que son recuperadas, para acomodarse a las expectativas y sugestiones del terapeuta, o para dar cuenta de los síntomas, que de otro modo son enigmáticos? ¿Es posible que un terapeuta lleve al paciente a creer que fue sexualmente abusado cuando esos eventos realmente no ocurrieron? Y quizá lo más importante, ¿cómo debieran comportarse los terapeutas cuando las respuestas a esas preguntas permanecen sin aclaración? Los profesionales de la salud mental están generalmente de acuerdo que el abuso sexual infantil ha sido y es un problema extendido en la población. Reconocen que históricamente, los sobrevivientes de esos abusos han sido víctimas de una “negación cultural”, que ha minimizado la esfera y la seried ad de la ofensa. Saben que crear un clima en el cual los sobrevivientes puedan seguir adelante, descubrir qué les sucedió, y que se les crea, es vital para su recuperación eventual. Sin embargo, más allá de esto, las opiniones son divergentes. Por un lado están aquellos que creen que la disociación y la represión son respuestas comunes al abuso sexual en la infancia, y que las víctimas, generalmente, pueden ser identificadas con facilidad de acuerdo a una lista conocida de síntomas. Desde este punto de vista, el tratamiento debiera levantar el velo de la represión a través de técnicas como la hipnosis o la “imaginería guiada”. El terapeuta después debe ayudar al paciente a tratar con las memorias dolorosas. Los proponentes de la TMR indican que si el terapeuta no cree en esas presunciones, se hace más difícil para los sobrevivientes del abuso sexual descubrir sus problemas, y facilita que los perpetradores evadan la responsabilidad de sus terribles actos. Rechazan la noción que las memorias

*

Represed Memories. Encyclopedia Britannica Book of the Year, 1995 (Traducción: Ps. Mario Pacheco)

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traumáticas detalladas puedan surgir simplemente debido a sugestiones, proponiendo que esas memorias necesitan ser reconocidas como verdaderas para que el tratamiento pueda tener éxito. En el otro lado de la controversia están aquellos que conciben a la disociación y la rep resión como respuestas inusuales. Tienen serias dudas que alguien pueda sufrir traumas repetidos a lo largo del tiempo y reprimir todas las memorias, solamente para recuperarlas muchos años o incluso décadas después bajo la influencia de terapia (o alguna otra fuente sugestiva, como un libro o un programa de televisión). Los opositores a la TMR no creen que las víctimas puedan ser identificadas sobre la base de una “lista de síntomas”. Además, sostienen que es erróneo hipotetizar una historia de abuso basados en síntomas que podrían ser explicados de otras formas. Reconocen que algunas personas pueden ser particularmente vulnerables en ciertos contextos – por ejemplo, psicoterapia – y pueden aceptar “evidencia” que no tienen hechos en los cuales sustentarse. Cuando los terapeutas concluyen que las pacientes han sido abusadas sexualmente, pueden llevarlas, en forma intencionada o no intencionada, a la misma conclusión. En consecuencia, el tratamiento apropiado se retrasa o se impide. Y finalmente, los opositores a la TMR están preocupados que personas inocentes puedan ser acusadas falsamente de haber cometido abuso, y que como resultado se destruyan sus vidas y sus familias. Los profesionales de ambos lados de esta controversia a rguyen sus puntos de vista en forma vehemente e inteligente, y ambos grupos están motivados por el deseo de ayudar a las “víctimas” o a las víctimas potenciales. Para acomodarse a la teoría de las memorias reprimidas, muchos estados en Estados Unidos han aprobado leyes que permiten que un “descubrimiento tardío” sirva como el fundamento para un pleito civil. De otro modo, el estatuto de limitaciones en esos casos habría expirado. Hasta el último mes de 1994, se habían iniciado alrededor de 500 acciones legales –la mayoría entabladas por una hija en contra de un padre que se alega que es abusivo. En los últimos dos años, varios casos han sido muy publicitados, llevando la controversia de la TMR ante los ojos del público común. Uno de esos casos involucró a Gary Ramona, un exitoso ejecutivo de la industria viñatera del norte de California, cuya hija Holly había buscado psicoterapia para la depresión y la bulimia (un desorden alimenticio severo) que presentaba cuando fue una estudiante del college. Durante su tratamiento en los años 1989-90, comenzó a recordar escenas de abuso sexual en la infancia, y llegó a creer que implicaban a su padre. En el proceso de la terapia, le fue administrado el denominado “suero de la verdad” (amital sódico), en un intento por validar su conclusión que su padre había abusado de ella. Mientras estaba bajo la influencia de la droga, hizo un recuento circunstancias específicas de abuso por parte de su padre. Cuando Ramona fue acusado públicamente de abuso sexual infantil, lo negó con vehemencia. Sin embargo, perdió su trabajo, su esposa lo abandonó, y sus otras dos hijas cortaron todo contacto con él. Su reputación, su familia y su carrera se arruinaron, y Ramona se querelló por 8 millones de dólares contra los terapeutas de Holly y el centro médico en el cual trabajaban. Reclamaba que habían plantado información inadecuada y dañina en la mente de su hija y que habían usado técnicas cuestionables para hacerlo. El 13 de mayo de 1994, el jurado en la corte superior del condado de Napa votó a favor de la querella de Ramona, fijando un monto de 500.000 dólares por daños. El juicio no estuvo basado en la verdad o falsedad de las memorias de Holly, sino en el cómo habían sido obtenidas. El jurado creyó que los terapeutas no se habían conducido apropiadamente en el tratamiento de Holly. Este caso fue significativo, debido a que fue el primero caso de memorias reprimidas en Estados Unidos en el cual un tercero fue indemnizado por daños. Normalmente, si un terapeuta es demandado, es un paciente quien se querella. Los casos previos solamente han considerado la responsabilidad del terapeuta hacia su paciente, no hacia los parientes del paciente. Otro aspecto interesante del caso de Ramona, fue que la

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paciente, Holly, testificó en beneficio de sus terapeutas y continuó sosteniendo que el abuso tuvo lugar, incluso después de la decisión de la corte. En otro caso ampliamente publicitado, Stephen Cook, de 34 años, de Filadelfia, demandó por 10 millones de dólares a Joseph Bernardin, Cardenal de Chicago; reclamando que Bernardin había abusado de él hace casi dos décadas antes, cuando Cook era estudiante en el Seminario. También acusó a otro clérigo de la escuela que lo había molestado [sexualmente]. Las memorias de Cook respecto al abuso de Bernardin eran tardías y fueron obtenidas bajo hipnosis. El Cardenal negó la acusación rápida y convincentemente, restándole credibilidad a las memorias de Cook. Cook consultó, entonces, a un psicólogo para evaluar sus “memorias” y determinar si había sido influenciado por el hipnotista. Posteriormente, Cook reconoció públicamente que sus memorias no “eran reales”, y a principios de 1994 retiró su alegato contra Bernardin. La acusación de Cook y su posterior desistimiento hizo surgir muchas dudas en la mente del público respecto a la validez de la TMR. (El caso de Cook contra el otro sacerdote también fue retirado de la corte.) En uno de los casos más bizarros respecto a las memorias reprimidas, Paul Ingram, un sheriff del estado de Washington, fue acusado de abuso sexual por una de sus hijas. El cargo surgió a partir de una memoria que había aflorado a la superficie en un retiro espiritual de la iglesia, en el cual se discutió el asunto del abuso sexual. Otra hija de Ingram, que estuvo en el mismo retiro, reclamó después que ella también había sido víctima de abuso sexual por parte de su padre. Los colegas de la fuerza de policía de Ingram lo estimularon a confesar, puesto que eso lo ayudaría a “recordar” los actos que debía estar reprimiendo. Aunque los alegatos de las hijas eran poco probables –ya que incluían a muchos de los compañeros de Ingram como cómplices en rituales satánicos, e incluso sacrificios humanos (cargos para los cuales nunca se encontró evidencia)– los investigadores en este caso creyeron que los abusos habían ocurrido. No pensaron que esas detalladas historias podían ser falsas. Ingram, un hombre profundamente religioso, razonó que sus hijas no serían capaces de fabricar las historias; a pesar de no tener recuerdos, concluyó que las acusaciones debían ser verdaderas. En la creencia que ni Dios ni sus hijas le llevarían a imaginar una culpa sin fundamentos, Ingram confesó y fue enviado a prisión. Su intensa religiosidad le llevó a creer que cualquier imagen que evocó en su mente, de haber cometido el abuso, debió haber sido colocada por Dios, y por consiguiente confirmando su “culpa”.** Sin una evidencia objetiva de corroboración –como una fotografía o una cinta de vídeo– ¿cómo puede distinguirse una memoria real de un abuso sexual infantil de una memoria ilusoria? En la actualidad no existen métodos confiables para distinguir la realidad de la ficción en los casos de TMR. Claramente, el problema es complejo, y se les ha pedido a las cortes que hagan justicia incluso en ausencia de hechos comprobados. En 1990, por ejemplo, en el caso de las memorias recuperadas de la californiana de 30 años, Eileen Franklin-Lipsker, el jurado envió a prisión a su padre, George Franklin, quien en 1969 habría asesinado a uno de los amigos de la infancia de ella. El jurado lo condenó después que el testimonio de Franklin-Lipsker, y de la psiquiatra infantil, Lenore Terr, convencieron al jurado, más allá de la duda razonable, que Franklin era culpable. Fue declarado culpable de homicidio en primer grado y sentenciado a prisión perpetua. A medida que la presión aumenta dentro del campo, para enfocar con extremo cuidado esos sensibles casos, es indudable que deben efectuarse investigaciones más cuidadosas. Y a medida que las reglas legales modifiquen la percepción pública y definan las responsabilidades profesionales, es probable que disminuya la (N.Trad.) Podría especularse que la controversia de la TMR correspondería a una nueva “caza de brujas”, a la cual la historia humana pareciera estar acostumbrada. Las primeras cazas de brujas tuvieron relación con lo demoníaco, luego las purgas políticas (Stalin, el nacionalsocialismo, la “revolución cultural” de la “Banda de los Cuatro” en China, la “guerra sucia” en América Latina); y ahora esta caza de brujas psicológica, en un tema especialmente sensible y oculto en la sociedad occidental. **

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controversia de la TMR. Mientras tanto, el terapeuta debe, como siempre, respetar el juramento hipocrático: “Primum non nocere” (“Lo primero, es no dañar”).

147

Una Entrevista con David Cheek, M.D.*

Michael Yapko

Solana, California

El 12 de Junio de 1996, David B. Cheek, M.D., falleció en su casa, en Santa Bárbara, California. Tenía 83 años. El Dr. Cheek fue uno de los pioneros originales en las aplicaciones médicas de la hipnosis. Cheek, un obstetra y cirujano que se desempeñaba profesionalmente en San Francisco, dedicó muchas décadas al desarrollo y al uso de técnicas hipnóticas en diversas formas, algunas no tradicionales e innovadoras. El desarrollo de la técnica de indagación ideomotora de Cheek le llevó a adoptar algunas posiciones muy controversiales respecto a la naturaleza de la memoria humana y el procesamiento de la información. Por ejemplo, Cheek afirmaba a menudo que los fetos y los bebés eran capaces de reaccionar y almacenar experiencias que pueden tener impacto emocional a lo largo de la vida, como lo describirá en esta entrevista. Cheek ha escrito extensamente sobre el uso de la hipnosis y las técnicas de indagación ideomotoras para recuperar memorias de esas experiencias, empleando conceptos y técnicas que contradicen a veces a las teorías más tradicionales respecto a la disponibilidad y confiabilidad de la memoria prenatal, neonatal e infantil. Cheek describió sus métodos, su experiencia clínica y opiniones en su libro más reciente, Hypnosis: The Application of Ideomotor Techniques (1994, Allyn & Bacon). También escribió y habló de la habilidad de los pacientes quirúrgicos para escuchar y estar conscientes de los eventos durante las cirugías mientras están bajo la influencia de la anestesia, Este fue un trabajo pionero que está disfrutando de mayor confirmación en la literatura científica reciente. Las investigaciones de Cheek respecto a la relación de la mente inconsciente con la memoria verbal y no verbal almacenada, puede tener implicaciones profundas en una mejor comprensión de la relación mente-cuerpo y la curación. De hecho, Cheek colaboró en esta área con Ernest L. Rossi, Ph.D., y el producto de esa colaboración fue el bien recibido volumen Mind-Body Therapy: Ideodynamic Healing in Hypnosis (1988, W.W. Norton). También fue coautor con Leslie LeCron del conocido texto titulado Clinical Hypnotherapy y otras numerosas publicaciones. El Dr. Cheek era un académico caballeroso. Un hombre muy amable y considerado. Era muy amigable, incluso cuando no estaba de acuerdo con usted, como yo lo experimenté de primera mano. En los años recientes, he estado muy abocado a prevenir a los terapeutas respecto a la recuperación de las supuestas memorias reprimidas del abuso sexual infantil. Cada vez que el Dr. Cheek y yo nos encontramos en una u otra conferencia, no pudo ayudarme, pero se mofó simpáticamente de mi teoría de la no-confiabilidad de las memorias infantiles, la cual consideraba poco clara. Era la única persona que conocí que podía hacer un chiste de mí en esa forma, un testimonio de la buena voluntad que el Dr. Cheek inspiraba en las personas. Es una pérdida dolorosa. Esta entrevista fue llevada a cabo en el Encuentro Anual de la American Society of Clinical Hypnosis, efectuado en Las Vegas, Nevada, en Abril de 1987. La mayor parte de esta entrevista fue publicada “An Interview with David Cheek, M.D.”, American Journal of Clinical Hypnosis, 39:1, Julio de 1996, p. 2-17. Traducción: Ps. Mario Pacheco *

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originalmente en The Milton H. Erickson Foundation Newsletter , en Enero de 1988, y es reimpresa aquí con el permiso de la Milton H. Erickson Foundation. Algunos materiales adicionales no fueron editados originalmente por falta de espacio, y se incluyen aquí para ser publicados por primera vez. M

El trabajo que usted ha estado haciendo es considerado por muchos como un clásico. Quiero comenzar preguntándole cómo evalúa usted su influencia en el campo de la hipnosis.

D

Creo que si he sido capaz de contribuir en algo, sería que he trabajado con las técnicas que realmente fueron iniciadas por Erickson, en términos de ser capaz de observar muy cuidadosamente a las personas – no solamente escuchar lo que ellos dicen, sino que ir a un nivel más profundo, respecto a qué están pensando, pero no diciendo. A veces eso es contradictorio. Un movimiento de la cabeza, por ejemplo, puede contradecir lo que una persona ha dicho. Recuerdo a la primera persona que hizo que me preguntara respecto a esto. Era una paciente fértil de alrededor de 40 años que me vino a ver después de 5 años de no quedar embarazada, y le hice la pregunta que siempre hago, “¿Quería tener bebés cuando se casó por primera vez?” Ella dijo, “Oh, sí”, mientras su cabeza estaba moviéndose de un lado hacia el otro. Me tomó alrededor de 2 años darme cuenta que ella había visto en la Biblia familiar que su madre y su padre se habían casado solamente tres meses antes de la fecha del nacimiento de esta niña. Su hermana le había mostrado la fecha, y ese era un ejemplo del fundamento para una respuesta ideomotora. Esto ocurrió varios años antes que comenzara a trabajar con [Leslie] LeCron en 1956. Vi lo rápido que podía acceder a la información inconsciente usando un péndulo de Chevreul** y también las señales de dedos. Debido a eso y el estímulo que me dio [estudiar] la audición bajo anestesia [mi interés en las señales ideomotoras creció]. Nunca había sido capaz de conseguir que alguien me hablara de una operación hasta que revisé la información inconscientemente con señales de dedo. Entonces, fueron capaces de dar información de la cual podían hablar. Creo que mi contribución principal fue ser capaz de accesar información muy rápidamente, que no está disponible en otra forma...

M

En una forma no verbal...

D

Ni en un nivel muscular motor.

M

Presumo que no todas las personas están familiarizadas con las señales ideomotoras y sus técnicas ideomotoras. ¿Puede dar una explicación sucinta de lo que está describiendo?

D

Registramos impresiones sensoriales en un nivel muy primitivo de la actividad cerebral en el tallo cerebral. Probablemente la primera y más primitiva forma de respuesta a un input es la fisiológica, v.g., hay comida o no hay comida, o hay peligro allí afuera. Los animales muy primitivos se mueven muy lentamente, en forma química al principio –v.g., animales a nivel molecular. Después, cuando el movimiento está evolucionando, los animales tienen músculos lisos, los cuales se mueven muy lentamente. Después, el desarrollo mucho más [evolucionado] vino junto con el desarrollo de la médula espinal y las vértebras, para acoger mejor la

(N.T.) El péndulo de Chevreul consiste en una prueba de sugestionabilidad en el cual se solicita al sujeto que sostenga colgando un péndulo entre el pulgar y el índice. El péndulo tiene dibujadas dos líneas rectas que se intersectan, indicando los puntos cardinales, de modo que al Norte le corresponde una “S” (Sí) y al Oeste una “N” (No). Se entregan las siguientes sugestiones al sujeto: “A medida que se relaje, respirando profundamente, puede concentrarse en permitir que el péndulo tome un movimiento particular.” Esta sugerencia es inespecífica, y a medida que el péndulo comienza a moverse se entregan sugestiones para amplificar el movimiento: “Correcto... el péndulo está comenzando a ondular más y más hacia el eje (S, N), desde la (derecha o la izquierda; o desde atrá s hacia delante), y puede ondular sin que usted separa cómo o por qué... el péndulo puede moverse en la medida que usted se concentre en él, y dejar que se mueva más y más...” Después se entregan sugestiones para detenerlo y cambiar la dirección en el otro eje. El grado de ondulación del péndulo indica el grado de sugestionabilidad del sujeto. Ya que el movimiento del péndulo es muy inconsciente, esta prueba es a menudo una sorpresa real para el sujeto y sirve para convencerlo de sus habilidades hipnóticas. (Yapko, 1990, p. 204-205) **

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necesidad de la acción rápida. Usted pone los músculos en acción, que es lo que estamos tocando cuando usamos respuestas ideomotoras. Estamos observando cómo se mueven los músculos, v.g., un dedo elevándose o un pequeño movimiento repetitivo de un péndulo que refleja los pensamientos. [Con un pensamiento] como “sí, sí, sí”, usted obtiene una pequeña ondulación del péndulo. Cuando cambiamos el pensamiento a “no”, y ya que nuestro cerebro conoce la diferencia entre un “sí” y un “no”, usted obtiene un movimiento del cuerpo un poco distinto. Es mucho más simple cuando usted usa señales de dedo. Incluso en las personas no hipnotizadas obtenemos un movimiento que seleccionan para un “sí” –no nos hemos propuesto que muevan el músculo–, piensan “sí” y rápidamente después tienen un pequeño movimiento del cuerpo. Se parece mucho a la forma en que movemos la cabeza –hacia arriba y hacia abajo para decir “sí”, o hacia los lados para decir “no”. Una vez que hemos seleccionado esos movimientos inconscientes con un pensamiento consciente, podemos hacer preguntas que sean respondidas con un “sí” o un “no”, o “No deseo responder.” Esas respuestas provienen de un nivel profundo. Así como aprendemos mecanografía o aprendemos a conducir un automóvil, relegamos esas respuestas a un nivel inconsciente. Si tuviéramos que pensar todo conscientemente, ¡nos volveríamos locos! Entonces, relegamos cosas. Y gracias a una revisión inconsciente repetitiva somos capaces de toparnos con información como el nacimiento y experiencias, experiencias de la anestesia general. Un valor particular radica en la forma que podemos extraer información subliminalmente de un testigo de un crimen. Es muy valioso, y he trabajado mucho en el examen de testigos. Si tienen el suficiente miedo, ellos solamente prestarán atención a las partes más groseras, como la pistola humeando y el cuerpo en el piso. Debido a la emoción, también rescatan una enorme variedad de otros detalles. Rescatan esas memorias y se las entregan a usted en una forma que pueden ser muy útiles en el campo legal. Creo que otras de mis contribuciones fue mi aprendizaje con pacientes quirúrgicos que habían sido traumatizados, que la mayoría del trauma no los había afectado en el quirófano, sino que cuando soñaban las noches posteriores a la cirugía. Fisiológicamente, pueden ocurrir cosas muy angustiantes que afecten la coagulación, la respiración, la acción intestinal –debido a [que el paciente] revive repetidamente el trauma de escuchar algo amenazante. A menudo no hubo intención que fuera amenazante –la conversación en el quirófano pudo haber sido casual, pero debido al modo en que piensa el inconsciente de una persona, [tienden] a atribuir que todo lo que escuchan es para ellos. Entonces, si un cirujano está diciendo algo respecto a otro paciente del día de ayer, el paciente puede sentir que tiene relación con él, [de este modo] podría ser muy dañino. M

Por medio de la sugestión tenemos la clase de influencia de la que está hablando usted, afectando los sueños de los pacientes, incluso afectando la coagulación; estamos hablando de una interacción mente/cuerpo muy poderosa. ¿Puede describir qué ha encontrado en su investigación, lo que usted considera que es esta relación mente/cuerpo, y quizás hablar un poco también de cómo cree que usted será considerado en el futuro?

D

La gente que trabaja en neurofisiología, algo que hemos conocido vagamente por muchos años, está comenzando ahora a etiquetar las neuroproteínas que son liberadas en el nivel celular en el cerebro, e incluso a través del cuerpo, y los receptores que responden a las proteínas que están llevando el mensaje. Creo que la endorfina es un ejemplo de eso: Candance Pert y su grupo en el Instituto Nacional de Salud Mental averiguaron lo que los receptores del dolor hacen con relación a nuestras propias endorfinas, las cuales son las precursoras de los efectos derivados de la morfina. Como obstetra, por ejemplo, he estado interesado durante años con lo que sucede emocionalmente y que mantiene la menstruación de una mujer. O si ella está muy deprimida o muy enrabiada, puede tener hemorragias y sangrados por largos períodos de tiempo. Curamos esto, pero es mucho más efectivo si también pensamos qué está haciendo el

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cerebro para que la mujer tenga ese sangrado. Los tumores fibroides, y [algunas otras anormalidades] del útero están definitivamente relacionadas con los factores emocionales. He tenido pacientes que han involucionado sus tumores fibroides al haber tenido una mejor comprensión de si mismas. He aprendido hace muchos años atrás que otra condición en mi campo de la ginecología tiene raíces psicológicas –la endometriosis. Aparentemente, el hipotálamo y el sistema límbico están unidos como los demonios para hacer todo lo posible que la parte baja de la pelvis quede embarazada, de modo que el peritoneo es estimulado para formar células exteriores que realmente sólo son para la lubricación del abdomen, para mantener los intestinos y los otros órganos unidos. Se metamorfosean en tejidos glandulares que realmente pueden menstruar al mismo tiempo que la mujer menstrual. En otras palabras, están intentando fabricar tejido glandular que pueda recibir un óvulo fecundado. M

Esto es asombroso. ¿Puede continuar?

D

Aparentemente, esto se relaciona invariablemente con una actitud. Las personas que característicamente tienen endometriosis son mujeres que tienen poca consideración por si mismas como mujeres, aunque al crecer se dan cuenta que son muy atractivas, que son muy apreciadas. Como mujeres, pueden haber comenzado su vida con el sentimiento que deberían haber sido varones. Es un fenómeno cultural muy común entre el pueblo judío, chino, japonés, etc. La familia quiere un varón como primogénito, y [aunque] está perfectamente dispuesta a aceptar a una niña, la niña que ha nacido tiene improntada una noción de rechazo. Esto puede tener un impacto profundo en la sexualidad y en otras áreas.

M

¿Qué quiere decir cuando usa el término “improntado"? ¿No es inusual aplicar esa expresión al desarrollo humano?

D

Bien, los psicólogos han sabido durante mucho tiempo, tanto como los zoólogos (v.g., [considere] el trabajo de Konrad Lorenz en Alemania), que las impresiones que tiene un animal muy joven (él estuvo trabajando con gansos, una especie común en Europa) se improntarán. El bebé emitirá un pequeño gorjeo (denominan a esto un sonido de “goteo de agua”), la madre responde a esto y eso se establece –como dejar una fotografía lista para tomarla. Cuando entran al agua, los jóvenes sólo se acercan a la madre, pero [Lorenz] encontró que podían equivocarse –colocando un trozo de madera delante de ellos y reproduciendo una grabación de la respuesta de la madre, y los pequeños seguían el trozo de madera y no a su madre real. Denominó a esto “pregum”, lo que significa “cuño”. Fue un proceso de aprendizaje breve, que no se desvaneció con el tiempo. Se desvanece, pero entre los animales inferiores es como una impresión fija, justo lo suficiente para que ellos conozcan a su madre, porque si siguen a la madre equivocada, se ahogan. Esto ocurre tanto en los mamíferos como en las aves. La improntación también parece ocurrir en los humanos en cualquier momento de la vida, y puede no desvanecerse, como un bebé que está siendo dado a luz por una madre que ha sido drogada por su doctor, porque ella tenía mucho dolor y estaba asustada. Este bebé está naciendo sin la voz de su madre. Como sabemos ahora, ha estado respondiendo a esa voz los últimos 3 meses antes de nacer. Esto fue mostrado por primera vez hace muchos años atrás, cerca de 40 años atrás, por Lester Sontang en Yellow Springs, Ohio, en el Intitulo Fels. (Aparentemente, el anciano de Fels-Naptha que fabricó la sopa Ivory tenía algún interés en las influencias prenatales y financió muchas de estas investigaciones). Encontré que al usar técnicas ideomotoras, podemos traducir frases reales al pie de la letra. No conocen el lenguaje cuando están naciendo, pero usted está volviendo a tocar una cinta de audio que grabaron cuando usted les habló, digamos, 30 años atrás. Pueden pasar fisiológicamente por la misma experiencia, los sonidos que captaron en la sala de partos –o no captaron– y tiene una idea de lo que ha estado dando forma a sus actitudes desde el nacimiento. Como los bebés vinculados con sus madres cuando tienen la oportunidad de escucharlas y son abrazadas y cuidadas por éstas en la sala de parto, también pueden

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tener un sentimiento de rechazo. Esto puede ser anulado por cualquier muestra de amor y afecto por parte de la madre posteriormente. Si puedo decirlo de este modo, esta es otra contribución que he hecho. Ha sido hecha por otros sobre bases especulativas, aunque realmente podemos establecer lo que ha sucedido –hemos sido capaces de comprobar con la madre y los bebés la veracidad de que los bebés recuerdan. M

¿Cómo es eso? ¿Cómo puede ser establecido? Lo qué usted está diciendo es realmente un concepto muy radical de la memoria. ¿Admitiría que la mayoría de los teóricos del desarrollo dirían que lo usted está diciendo es...

D

“Una locura.”

M

“...una locura...”, muy probablemente?

D

Sí, porque usted no tiene la información... Lo negamos hasta que tengamos una oportunidad para ver las cosas. Yo negué durante 12 años que las personas podían escuchar estando con anestesia general. Después estuve motivado a observar, debido a que tuve una tremenda ansiedad después de la cirugía en mi rodilla, cuando el cirujano [comentó que él] pensaba que yo tenía un sarcoma en lugar de una inflamación crónica. Intenté con desesperación ver si la gente escuchaba, debido a que mi ansiedad se alivió en el minuto que él me contó lo que había dicho en el quirófano. El había enviado muestras a tres patólogos distintos –uno era profesor de patología en la Universidad de Harvard, y yo no creía en ninguno de ellos. Estuve ansioso hasta que mi cirujano me dijo que él había hecho un comentario respecto a un sarcoma, debido a que le recordaba a un amigo mío, que había tenido un tumor maligno y había perdido la pierna. En forma similar, yo sabía de Freud, Breuer y Jung –todos ellos abandonaron la hipnosis, porque obtenían [resultados falsos]. Por ejemplo, Freud, no podía hipnotizar a nadie al grado que él pensaba que debían estar hipnotizados, para que tuvieran amnesia. Jung estaba encontrando que todos ellos usaban hipnosis coercitiva para extraer traumas que causaban comportamientos neuróticos. Ellos (Freud, Breuer y Jung) estaban forzando a sus pacientes a fabricar traumas que nunca habían ocurrido. Freud los encontró, Jung los encontró; Jung le contaba esto a uno de sus protegidos en una carta de 1913: Abandonó la hipnosis y la teoría del trauma debido a que encontró que no podía obtener evidencia que fuera segura.

M

Hay la idea que usted sólo está extrayendo memorias falsas. Si usted observa la literatura actual respecto a la memoria, la teoría de la construcción de la memoria es, por cierto, la más destacada. Si las personas pueden tomar información y trozos de la experiencia y la combinan para crear...

D

Sé de eso... y le digo de nuevo, usted tiene que conocer la evidencia. He intentado cambiar la memoria de un paciente quirúrgico que fue traumatizado, por ejemplo... Lo he hecho durante años, con las memorias del parto que tienen las personas [Puedo] hacerlos revivir su nacimiento como si su madre hubiera tenido un buen doctor que le hubiera explicado respecto al dolor y le hubiese enseñado a relajarse. ¿Qué habría dicho la madre [durante el parto?] Pueden fabricar lo que la madre hubiera dicho, pero, lo fabrican a partir de lo que la madre había dicho. Vea, ellos son capaces de sobreponerse. Si usted tiene a una persona que ha estado de acuerdo con esto, que le ha dado el reporte antes, y usted le pregunta, “¿Cómo se siente ahora con lo que le he dicho?”, y usted los hace prometer que mantendrán esa memoria en lugar de la otra. Después usted prueba esto un año después, y dice, “He perdido mis registros de esto... ¿Qué encontramos respecto a su nacimiento?” Ellos le darán el [recuento] del nacimiento donde la madre estaba gritando, y no podían escucharla. Se sentían solos, rechazados, sin que nadie los cuidara, pero el efecto de la experiencia ha disminuido. Ya no están [sufriendo]... porque usted puede cambiar el afecto, pero no puede cambiar los detalles de una memoria improntada. He trabajado

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mucho con esto. Realmente desafío a las personas a probar esto por si mismos. Basado en esa impresión falsa, usted puede fabricar un trauma real, como un testigo de un crimen y que lo ha alterado. Yo digo, “¡Desde luego que puede hacer esto!” Hemos conocido durante siglos que las personas en una hipnosis teatral pueden alucinar a un perro que no está ahí realmente. He tenido personas alucinando un perro en un nivel verbal, y cuando les pregunto a través de señales de los dedos, “¿Puede ver a un perro ahí?”, dicen, “Desde luego” y aun así sus dedos dicen “no”. Vea, en un nivel profundo hay mucha más integridad de observación. Lo que se ha fijado es una memoria con emoción. En el escenario del teatro no hay una emoción real. Pero, cuando ha sido fijada por una experiencia real, su impacto es un tipo de información a un nivel más superficial, usted ve lo que quiero decir, no... M

Si estuviera leyendo esta entrevista, la pregunta que me vendría de inmediato a la mente es si estamos hablando respecto a la improntación en humanos en la misma forma como en los gansos de Lorenz. Aparentemente, usted está hablando respecto a una memoria fijada en un nivel no verbal, inconsciente, y que existe antes del desarrollo de una estructura cognitiva en la cual la memoria es virtualmente incorporada. ¿En qué fase del desarrollo dirían la mayoría de los teóricos del desarrollo que desarrollamos un sentido de la memoria? Algunos podrían decir antes de los 2, o los 3 años, otros probablemente a los 6 o los 7 años, una memoria continua y significativa para el individuo. Usted está desafiando esto.

D

¿Cuál es la evidencia de ellos? ¿Cómo obtienen sus evidencias? ¿A través de estrategias verbales?

M

Presentan información al niño, y algún tiempo después les hacen pruebas para ver cuánto recuerdan en un nivel verbal. Pero este concepto de memoria no verbal y, por lo tanto, memoria inconsciente... ¿está convencido que incluso ocurre prenatalmente?

D

Oh, sí.

M

Para usted, entonces, ¿el concepto del trauma de nacimiento tiene sentido?

D

Sí. Debe ser algo como lo que especularon Freud, Otto Rank y otros. Pero ellos estaban basando su información en lo que venía a la mente en los sueños de las personas. Los sueños son muy difíciles de evaluar, puesto que el sueño es generalmente una transferencia de un nivel profundo a un proceso de pensamiento. Esto fue lo que yo comencé a mencionar. La siguiente cosa que me impresionó mucho fue lo que sucede, por ejemplo, con una experiencia quirúrgica traumática que no es tan mala en el quirófano, pero en réplicas repetidas en ciclos sucesivos de sueños, no ensoñaciones, sino que sueños profundos, los pacientes no están de acuerdo con usted [respecto a la experiencia]. Cuando usted está obteniendo una respuesta ideomotora, por ejemplo, de un dedo que dice, “Estoy soñando”, como yo comúnmente pienso respecto a los sueños –que pueden ser de la clase que son distorsionados, pueden ser simbólicos, etc.– y darán una señal cuando estén pasando por la cosa que dijo el cirujano, entre las señales [ideomotoras] que indican que está soñando. Y usted dirá, “Bien, ese es un sueño, ¿cierto?” Y le indicarán con un dedo que no es un sueño. Y después usted dirá, “Bien, ¿qué es eso?”, y dirán, “Bien, siento que es real. Estoy reviviéndolo –no es un sueño.” Y ahí está la esencia de esto, que ellos están reaccionando fisiológicamente como si fuera real. El efecto de eso puede ser una fabricación. Encontré a una mujer que desarrolló preeclamsia, calambres severos, presión arterial elevada, proteínas en la orina (una de los peligros en obstetricia), esto nunca ocurrirá a causa de un sueño. Ocurrirá debido a un proceso de pensamiento sucesivo, amenazante, que construye el efecto hasta que la persona esté actuando el estrés. Como a todos los animales les ocurre bajo estrés, retendrán sales, elecrolitos, agua. Vea, somos animales básicamente marinos, y si estamos en peligro o muy enfermos, tenemos que retener todas esas cosas o moriremos, clínicamente hablando. He encontrado que los contenidos profundos son muy poderosos, y debiéramos saber como tener acceso a esa información. Usted no puede hacerlo solamente a través de la charla o preguntando, “¿Qué soñó la última noche?” No se lo contarán. La razón del porqué siento que

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esto es real, y que hay validez en esto, es debido a que he trabajado con mujeres que han desarrollado una toxemia muy severa y han descubierto la causa de eso; ellas han sentido –y esta no es mi opinión, sino sus sentimientos subjetivos– que sienten opresión en el cuerpo, que están reaccionando a esto, una vez que conocen qué estaban soñando, es decir, en el sentido que no era real. Por ejemplo, está el ejemplo de una mujer que estaba perfectamente bien en su embarazo hasta 4 semanas antes del término. Dio una fiesta y tres personas en la sala remarcaron lo delgada que lucía, y una de ellas le dijo, “No pareces estar embarazada, Bárbara”. Ella se rió de todo esto, puesto que sabía que estaba embarazada [y que] todo marchaba bien. Pero esa noche, soñó que tenía un bebé que se parecía a un saltamontes. Fue un sueño que la asustó mucho. La vi tres días después, y su presión arterial era de 170/110. Esa mujer, tan pronto como descubrió lo que era [molesto para ella], bajó la presión con su relajación y con las otras cosas que yo le estaba enseñando. Llevó su presión arterial a niveles normales, y continuó así hasta el término de su embarazo. No dejó de eliminar proteínas en la orina, pero el obstetra sabía que las personas pueden tener proteínas en la orina y no tener problemas de salud. Es solamente [un problema] cuando la presión arterial está alta. He tenido suficientes [casos] de ese tipo para sentirme muy confiado... M

Usted está obviamente convencido que no hay que tener ninguna estructura cognitiv a de memoria establecida para operar. Prenatalmente no la hay, y en el nacimiento no la hay...

D

¿Quién lo está presumiendo? ¿Quién está presumiendo eso?

M

¿Está diciendo que no es una presunción confiable?

D

No es una presunción confiable. Suponga que escucha una conferencia en chino, ahora, hoy –supongo que usted no sabe chino, pero está interesado en el tema de la conferencia. Entonces, usted decide que ha aprendido algo y estudia chino. Usted graba esa conferencia. Escucha la grabación 10 años después, cuando sabe chino, y la comprende –¿no le hace sentido?

M

No sé.

D

Eso es lo que hacen los bebés, creo. Quiero decir, esta es mi interpretación, debido a que no tiene sentido que ellos tengan lenguaje.

M

¿Ellos almacenarán esas impresiones sensoriales, y después serán capaces de organizarlas y comprenderlas?

D

Sí. ¿Está informado del artículo que escribí sobre los movimientos de la cabeza y los hombros durante el proceso de parto? Este es un ejemplo, y creo que es muy bueno. Si usted tiene a alguien reviviendo su nacimiento mientras comprende subjetivamente sus impresiones del parto, ocurre algo más. Es decir, están grabando y volviendo a accesar sus respuestas musculares que fueron improntadas como un estímulo sensorial. Un bebé se alinea sobre un lado o el otro de la madre, y es muy raro que esté absolutamente [centrado] de frente; generalmente es a un lado o al otro. La cabeza, el acceso de la cabeza es en un ángulo recto para el acceso de los hombros. A medida que el bebé baja por el canal de parto, el diámetro mayor está en la diagonal si la madre está recostada de espaldas, de modo que la cabeza baja en una u otra dirección, no en la vertical –45 grados; después, para salir del canal, efectúa una rotación en el diámetro vertical, lo cual agranda el canal. ¿Ve lo que quiero decir? Desciende por una pendiente, gira, y después sale, hay tensión en los músculos, porque su cabeza ha girado, haciendo lo que denominamos restitución –regresar a su posición original. Es decir, si la espalda está encima aquí –bajará en esta forma y después pasará hacia acá –, el obstetra observa eso y después lo gira algo más, de modo que los hombros salgan en el plano vertical. He hecho esto con centenares de personas y lo he hecho con bebés de los cuales he sabido cómo fue su parto. Tengo sus registros que dicté hace veinte, quizá quince años atrás, y no he mirado mis registros hasta después que he hecho la entrevista, de modo que no ha sido posible que

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ellos me hubiesen influenciado. Bajo hipnosis me dieron la posición exacta de su cabeza y su espalda –en el momento de su parto–, cómo giró, y cuál brazo salió primero. Ese es un asunto de la memoria. Es perfectamente posible que hubieran escuchado a la abuela hablando del parto después, pero tengo muchas frases al pie de la letra y evidencia que lo que estaban recordando era verdadero. M

¿Esta información no fue dada verbalmente, conscientemente? ¿Fue recuperada bajo hipnosis, y no tuvieron acceso a esa información a través de otros medios?

D

Ahora, sé que usted no creerá esto, pero uno fue [improntado prenatalmente] a los cuatro meses y medio. ¡Esto realmente abrió mi mente! Un bebé que asistí en el parto, cuya madre era una mujer terriblemente neurótica, y tuve que trabajar con ella durante todo el embarazo –ella me llamaba prácticamente todos los días– incómoda con este bebé y preguntándose si estaba todo bien. Y después la vi durante años. Se trasladó a otra ciudad, pero regresó una vez a San Francisco con su hija, 13 años después. Le pedí a la hija que viniera, debido a que entretanto averigüé que ella era una chica maravillosa, que había sido presidente en su clase de gramática, etc., y quería que la madre advirtiera el trabajo maravilloso que había hecho con esta hija. La madre estaba bajo hipnosis. La chica entró en hipnosis mientras yo estaba trabajando con la madre, de modo que me dirigí a ella y le pregunté, con sus dedos respondiendo “sí” o “no”, “¿Hay alguna experiencia pasada que sea responsable de que te hayas convertido en una chica tan hermosa, tan grande?” Y yo tenía curiosidad de ver qué iba a suceder, y se elevó un dedo, temblorosamente, y dije, “Permite que venga un pensamiento a tu mente, respecto a qué estás indicando.” Y ella dijo, “Es cuando sé, supongo que soy una niña...” Y después miré a la madre, y pude ver que estaba saliendo un poco de la hipnosis, y después dije, “Por favor, regresa a eso...” Yo pensaba que estaba en la sala de parto, porque la madre estaba encantada; yo había tomado a la bebé por los pies, y ella agarró mi pulgar, y la sostuve en mi mano, y dije, “Mire a su bebé, ¡tiene grandes reflejos!” Sentí que la chica había regresado a eso, pero no era ahí donde ella se había detenido, había regresado aun más todavía, lo indicó con una señal. Conjeturé que estaba en el momento cuando ella se dio cuenta que estaba bien ser una niña, y dije, “¿Dónde estás?” Y pude ver sus ojos bajo sus párpados, moviéndose hacia todos los lados. Miraba con dificultad, y dijo, “No sé, creo que estoy adentro...” Entonces le dije, “Bien, ¿cómo lo sabes?” Ella dijo, “Mamá está sentada en el sillón... y Papi entra a la sala y la ve tejiendo algo para una niña, y él dice, “¿Por qué estás tejiendo para una niña?” Y mamá dice, “Es una niña, sé que es una niña, ¡tiene que ser una niña!” En ese punto, la madre casi se cae de la silla . Y dije, “Bien, parece que eres capaz de ver... ¿Qué vestido llevaba tu madre?” Y describió un vestido de tartán que había tenido la madre -¡incluso me dijo los colores! No quiero impresionarlo demasiado...

M

¿Cómo es remotamente posible que ella supiera lo que vestía su madre?

D

¿Cree en esas cosas como la clarividencia, la telepatía? Usted sabe que hay mucha evidencia de ambas.

M

Realmente no creo ni las niego. Creo que hay mucho que no sé o no comprendo.

D

Sólo estoy hablándole de mi investigación. No estoy diciéndole que crea en ella.

M

No creo en ella ni la niego. Sólo que lo encuentro asombroso. Cuando usted tiene suficientes casos como ese, alguien con su experiencia tiene que estar impresionado con...

D

Particularmente cuando usted ha tenido los prejuicios que yo tuve. Tuve la misma clase de entrenamiento que usted, y el mismo tipo de sistemas de creencias neurofisiológicas que me fueron improntadas en la escuela de medicina, (¡lo cual ahora parece) de hace 150 años atrás! Contra mis creencias, he tenido que aceptar esos pensamientos. Fue realmente duro al principio, porque estaba trabajando con LeCron, y le suplicaba, “Por favor Les, no hables acerca de las experiencias del nacimiento –¡esos tipos sabrán que estamos ‘cucús’, por sólo pensarlo!” Cada vez que tenía a alguien con asma o a alguien con jaqueca, indagaba [esas memorias]. Esta es la forma típica en que se aproximaba a la gente, y creo que es una

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bella forma para obtener evidencia, tener a la persona indicando que hay una experiencia pasada y después hacer preguntas como, “¿Está relacionada esa experiencia del pasado con sus jaquecas, antes que tuviera 30 años de edad?” Bien, después de tener la información en un nivel ideomotor, ellos aun no sabían por qué estaban dando la señal. “¿Fue antes que tuviera 20 años?” “Sí.” “¿Fue antes que tuviera 10 años?” “Sí.” Cada vez estaban revisando la evidencia para tener una respuesta muscular. Déjeme llevarlos hacia atrás, antes de la edad de un año y después preguntarles qué está ocurriendo y ellos le dirán respecto a su nacimiento. Cuando hacen esto en forma repetida, entonces usted encontrará que lo que estaba acoplado con la presión en la cabeza de ellos era el nivel de epinefrina de la madre. Como obstetra, una puede relacionar con facilidad cómo puede suceder esto. Los niveles de epinefrina de la madre pasan hacia el bebé a través de la placenta, de modo que el bebé está agitado si la madre tiene dolor o está asustada, o ambos estados (generalmente son los dos estados). La madre está muy estirada, debido a su dolor o su miedo, y el bebé está apretado contra los músculos de la pelvis. El único dolor que tiene un bebé durante el parto, y he asistido partos de personas con brazos quebrados, huesos del cuello rotos, (sienten ruidos, pero no les duele), el único dolor de un bebé es un dolor de cabeza. Que puede ser acoplado con la epinefrina, de modo que cuando fabrican su propio estrés (preocupándose por algo) pueden desarrollar jaquecas. Tanto las jaquecas vasculares como la migraña pueden tener esta base. Usted puede ver a las personas parando sus jaquecas cuando descubren el origen y descubren que no necesitan que suceda, no necesitan tener memorias relámpago de esta experiencia. No necesitan tener culpa respecto a haber tenido a sus madres sintiendo el dolor del parto, en primer lugar porque eso viene aparejado con eso. De modo que la culpa puede causar jaquecas posteriormente. Es una respuesta condicionada, un mecanismo muy simple que conocemos. De modo que cuando usted obtiene esa clase de evidencia en forma repetida, no puede decir simplemente, “Bien, ellos vienen aquí con alguna clase de razón lógica y eso les permite curarse a si mismos.” Hemos intentado eso en el nivel verbal durante años. M

De modo que una vez que las personas tienen ese insight , eso hace la diferencia.

D

Sí.

M

¿Podemos cambiar de tema ahora?

D

Sí.

M

Usted ha estado en este campo durante mucho tiempo y ha visto a todos los actores. ¿Podría hablarnos de algunas de las personas que más lo han influenciado, de algunas de las personas que usted cree que han tenido mayor impacto en lo que está sucediendo en el mundo de la hipnosis en la actualidad? Esa es la parte A de la pregunta, y después la parte B: ¿Podría describir la evolución del campo, ya que usted ha sido tan central en él durante décadas?

D

Bien, yo había leído algunos artículos de Milton antes que tuviera la oportunidad de reunirme con él, pero no puedo recordar mucho cuando di con ellos. Supe de él alrededor del año 1950-51, y no puedo recordar si alguien me habló de Erickson o qué, pero estudié sus artículos y me impresionó mucho. Después recibí una circular de Leslie LeCron, que fue uno de los mayores pioneros en la enseñanza de la hipnosis, donde decía que habría una reunión y unos talleres en San Francisco. Yo estaba viviendo en Chico, eso fue en 1954, en Febrero. No pude ir todos los tres días, porque estaba muy activo haciendo obstetricia en esa época y no podía abandonarla, pero fui al segundo y al tercer día y me impresioné mucho con las formas diferentes en las cuales ambos trabajaban con sujetos hipnóticos, la forma permisiva en la cual ellos hacían hipnosis. Todo lo que yo sabía antes era decirle a las personas qué hacer y qué no hacer.

M

Usted dijo ambos. ¿Está refiriéndose a Erickson y LeCron?

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D

Sí, estaban trabajando juntos, y Aaros Moss, que era dentista, también estaba allí. En ese encuentro él había estado en otra sala trabajando con todos los dentistas. Alrededor del 60% de los interesados en la hipnosis eran dentistas y alrededor del 35% eran médicos (en esa época). Había muy pocos psicólogos en ese entonces, pero ahora es un montón en aumento, y estoy feliz por eso. Los escuché a ambos hablar de la cirugía, y dijeron, “Sean cuidadosos con lo que dicen en el quirófano,” y pensé que estaban equivocados, ya que trabajo con esto. Había administrado anestesia y estaba seguro que las personas no escuchaban después que se habían quedado dormidas. Pero, la permisividad fue la primera cosa que me impresionó mucho. Leí y escuché a Erickson y trabajé con él en talleres. También trabaje con LeCron. Como sucedió de hecho, mucha de mi enseñanza fue con LeCron. Ambos tenían sus características, ambos eran personas destacables. Erickson era muy complicado e intuitivo. LeCron también era intuitivo, pero sus acercamientos eran mucho más simples. El extrajo mucho de su conocimiento acerca de los fenómenos ideomotores observando a Erickson y escuchando a Erickson aconsejarle a las personas que miraran al sujeto completo, en lugar de pensar “...¿qué le diré a continuación?” LeCron se apoyó en la idea de la posible simplicidad para obtener información, mientras que Erickson era muy complicado. Sentí que Erickson era un maestro de maestros. No era fácil para los estudiantes trabajar con Erickson para hacer algo, pero decían, “¡Mi Dios, qué cosas maravillosas está haciendo!” Mostraba a la gente, por ejemplo, que no podían hacer algo que les decía que hicieran en la misma forma, que no podrían hacerlo. Les mostraba primero que podían obstruirse a si mismo para aclarar un problema; pero después ellos encontraban alguna forma para hacerlo –estaba enseñando todo el tiempo, mientras hacía que las personas parecieran que estaban siendo manipuladas. Los psiquiatras que observaban el trabajo de Erickson a menudo estaban horrorizados, porque ellos estaban interesados en su forma manipuladora de trabajar con la gente. Pero creo que todo el tiempo que lo vi hacer esto, él estaba enseñándole a las personas que había cosas que podían ser difíciles. Incluso cuando parecía a veces que él estaba riéndose de ellos, estaban aprendiendo algo de él –si mantenían sus mentes abiertas. En contraste, LeCron siempre estaba buscando que el individuo decidiera por si mismo. El paciente no era forzado en ninguna forma, no era manipulado, sino que simplemente responder “sí” o “no” a las preguntas, como una computadora. Lo que más me impresionó fue que aprendí cosas teóricas de Erickson. Diez años después de escucharlo diciendo algo, descubrir que “¡Mi Dios! él lo había dicho, y yo pensaba que yo lo había dicho.” Estaba siempre más adelante que todos. Y hasta el día de su muerte negó que era un psíquico, que era un clarividente.i Pero todos los que observaban su trabajo sabían que él estaba captando mucho más que acción muscular. Creo que estaba captando pensamientos. Creo que algunas personas estaban perdidas con el trabajo de Erickson. Estaban mas interesadas en las técnicas que él había desarrollado y no pensaban mucho en cómo él había desarrollado esas técnicas. Para comprenderlo, ellos debieran haber ido un poco más allá de su sistema de creencias, para alcanzar la parte intuitiva. LeCron era didáctico. Las técnicas que él desarrolló, pensé, combinaban bien cuando las juntaba con lo que aprendí de Erickson. Los dos eran grandes personas, y era una pena que no se cayeran bien.ii A Erickson le molestaba que alguien sacara un péndulo; sentía que era un truco, y es un truco –si usted lo toma y lo sostiene y lo deja colgando delante de los ojos de alguien. Pero, si está revelando una acción muscular que usted no puede observar de otro modo, es un movimiento ideomotor fino –entonces no es un truco. Es una herramienta, y debemos usar todas las herramientas que podamos.

M

Usted mencionó a Erickson y a LeCron. Diría que hay otros...

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D

Mencioné a Erickson y LeCron, pero debiera haber agregado los nombres de otras grandes personas: Emile Coue, Charles Beaudoin (que escribió sobre Coue), August Forel, que mostró que los animales hibernan para protegerse, como lo hacen las personas en el trance hipnótico, Berheim, por mostrar que las personas muy enfermas y el inconsciente se comportan como si estuvieran hipnotizadas, también Ferenc Volgyesi, que unió en una forma impresionante el comportamiento hipnótico con la sobrevivencia, demostrando con su esposa, Galena Solovay, que los sangrados pueden ser controlados a través de hipnosis en relajación, y su gran artículo sobre el “Síndrome pavloviano” que ocurre en los estados inanición.

M

¿Puede describir alguna experiencia personal con Erickson en particular, que le venga a la mente como interesante o inusual?

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Bien, creo que la mayoría de las cosas que han caracterizado a Erickson ya han sido incluidas en la literatura. Su forma de contar historias, por ejemplo, parecían sin sentido. Si usted tiene la intuición para ver, eran bellas, eran como Cristo contando anécdotas que tenían sentido para la persona que veía, pero para otros solamente eran historias. Esa fue una de las grandes bellezas de lo que Erickson podía hacer. Denomínelas metáforas o en la forma que usted desee, pero siempre eran apropiadas para la persona con la cual estaba trabajando en la situación clínica. A Erickson no le gustaba hacer terapia en las demostraciones.iii Tenía mucho respeto por la posibilidad de destapar un barril de gusanos en la persona. Creo que le preocupaba lo que las personas pensarían si algo salía y la persona tenía una abreacción, frente a 100 personas, por ejemplo. Usted se incomodaría con los psiquiatras y lo que ellos pensaran. Al enseñar hipnosis, usted no quiere asustarlos de ningún modo. Encontraba que las personas podían protegerse a si mismas muy bien. Siempre les daba [formas para hacerlo] en un nivel idemotor. Si los músculos del paciente nos están diciendo “No, no quiero responder”, por ejemplo, es que él no quiere entrar en eso.

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Esa es una de las cosas que siempre me ha impresionado en sus escritos. Usted siempre les da a las personas esa forma segura para responder. Es un acercamiento seguro, que siento muy respetuoso.

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Encontré una cosa curiosa. Si tiene a alguien, por ejemplo, a quien le está preguntando, “¿Estaría bien saber algo acerca de su nacimiento?” y la señal es “No quiero responder”, encuentro que esa primera respuesta es esencialmente una regresión de edad total. Es decir, en el nivel en el cual su cuerpo está comenzando a reaccionar, él está allí. Está en la escena, y le es muy difícil manejarla. Al principio yo estaba preguntándome qué decir después, cuando cambiara desde un “No quiero responder” a “Sí.” La distancia hace, a menudo, que las cosas parezcan menos traumáticas –para todos ha sido una cosa crítica encontrar que es más fácil hablar cuando se está de regreso allí [en el pasado], que si usted está en la escena [ahora] . Yo diría, “¿Tomando el día de [hoy] como punto de partida, por ejemplo, estaría bien que supiera respecto a su nacimiento?” y tengo que el “No quiero responder” cambia a “Sí”. Yo me había percatado que si le permite al paciente ir un poco más adelante, estaría tomando distancia, así como también desensibilizando [la memoria]. Después continuar adelante en segundos, intervalos de 15, 20 segundos, que le pueden permitir estar de acuerdo e ir hacia atrás y observar su parto. Generalmente, es algo pesado, pero puede disociarse por si mismo del parto. Otra bella característica en el nivel de preguntas ideomotoras, es que no responde el “yo”, sino que mis dedos. El paciente no se siente involucrado o tonto por haber hecho algo equivocado, ya que ahora es una esp ecie de observador. Una mujer que había tenido 18 meses sin período menstrual sintió que estaba embarazada. Tenía vómitos, tenía leche en los pechos, tenía todos los síntomas del embarazo, pero no estaba embarazada. Me pidieron que trabajara con ella. Yo tenía un péndulo, porque yo pensaba que no tendría deseos de trabajar con hipnosis (le dije que la vería como una paciente clínica). Le mostré el péndulo y le dije, “La mente interna

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sabe mucho más respecto a lo que sucede en su cuerpo, y sé que usted quiere tener bebés. Descubrámoslo... y esta es la forma en que puede hacerlo... tener al inconsciente... M

¿Sin una inducción formal?

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Sin inducción. Le pedí que sostuviera el péndulo y le dije, “Por favor, piense sí, sí, sí”, y el péndulo se movió en la otra dirección de “No, no quiero responder.” Le dije, “¿Sabe su mente inconsciente que usted puede tener bebés como cualquier otra mujer? Yo sé que usted y su esposo quieren tener bebés.” Ella dijo, “Sí, probablemente –no, quiero decir no.” Y le dije, “Bien, ¿estaría bien que usted supiera por qué se siente en esa forma?” Ella respondió, “No, no quiero responder.” Ella estaba asombrada. Después le dije, “¿Y qué hay respecto a su esposo, estaría bien que él supiera?” Ese fue un golpe de suerte, porque dijo “Sí”. Después fuimos hacia atrás –“¿fue antes que tuviera 20, 30 años,” etc. [Eventualmente], ella bajó la bola, y ya sabía inconscientemente qué era. Su comentario fue, “Dios mío, ¿cómo he podido ser tan estúpida?” Yo sabía que lo había descubierto, pero dije, “¿Qué quiere decir?” Ella respondió, “Bien, cuando yo tenía tres meses de edad, mi padre falleció de neumonía y creo que yo temía que si tenía un bebé y ella era hija única, mi esposo moriría.” Le dije, “Bien, eso parece un cuento, de modo que preguntémosle al péndulo –¿esa es toda la historia?” Ella dijo, “Sí.” Le dije, “Bien, eso ocurrió hace 32 años, y tenemos antibióticos y toda clase de cosas ahora. Preguntémoselo al péndulo –“¿Se da cuenta ahora que usted es una mujer que puede menstruar y mostrar que es una mujer normal de nuevo?” Dijo, “Sí.” Para ese entonces ella estaba en trance. Le pedí que fuera hacia delante. Esta es una buena forma para encontrar dónde está la resistencia en la persona. Si estuviera alucinando, qué estaríamos hablando respecto a lo anterior, si puede hacerlo –si puede alucinar algo constructivo, puede alcanzarlo como una meta. ¿Aprecia lo que quiero decir? Todos los buenos atletas hacen esto, se ven a si mismos [teniendo éxito]. Ella tuvo una fecha [para menstruar], que era dentro de 2 semanas a partir de mi entrevista con ella. La vi posteriormente, y había menstruado, no ese día, ¡sino al día siguiente! Ahora, esos neurotransmisores y receptores...

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Destacable.

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Conté este caso en un grupo de residentes y gente interesada –nosotros teníamos una especie de cónclave de residentes antiguos de mi profesor, el Dr. Tolanda, en el John Hopkins, cuando él tenía 80 años. Debe haber habido al menos 1000 personas en esa sala inmensa. Georgina Seger-Jones estaba en la parte de atrás del auditorio. Ella también estaba en el John Hopkins y era una autoridad mundial en la liberación de sustancias desde el hipotálamo que afectan los ovarios, los pechos y el útero. Gritó desde su posición, “¿Sabe David que toma dos semanas para la liberación de las sustancias que hacen menstruar a una mujer?” Ella había estado trabajando con personas que no habían tenido menstruación por largo tiempo, y encontró que tomaba ese lapso de tiempo. Yo no lo sabía en ese momento –ocurrió antes que yo leyera al respecto. Y la paciente, ¡no sé cómo lo supo! Usted se pregunta dónde está la conexión entre algunos de esos pensamientos y lo que sucede. Hay muchas áreas de investigación –ahora pueden marcar las moléculas mensajeras. Son capaces de saber no solamente dónde están en el cuerpo, sino dónde están localizadas, adónde van para “encender las clavijas” en las células. Hay diversos lugares esperando que los investiguemos. Por ejemplo, sabemos que si hacemos que una persona esté inconsciente del sistema nervioso central para el dolor, no desarrollará la inflamación que normalmente ocurre asociada al dolor cuando un tejido es dañado un poco. Este es el trabajo que fue hecho hace muchos años por James Eisdale, en la India. El se percató que cuando una persona no siente dolor por medio de los pases mesméricos –esto ocurrió en 1845–, los otros tres signos cardinales de inflamación –enrojecimiento, hinchazón y calor local– desaparecen. Esos signos reaparecen cuando el individuo siente el dolor nuevamente.

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Un trabajo fascinante. ¿Algún comentario adicional para nuestros lectores respecto al significado de sus contribuciones?

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Si pudiera decirse que he hecho contribuciones a nuestro conocimiento, yo creo que mi reconocimiento de una forma de comprobar la ideación nocturna con métodos de repetición inconsciente, tendría mi primer voto, porque ahora está claro que la mayoría de las complicaciones asociadas con los procedimientos quirúrgicos surgen de experiencias problemáticas que ocurren en los niveles profundos del dormir. Lo mismo puede decirse con propiedad respecto a la mayoría de los problemas que ocurren con las pacientes obstétricas. Esto incluye el aborto espontáneo, el parto prematuro, la separación de la placenta en el último trimestre del embarazo, y el síndrome conocido como pre-eclamsia. Fui el primero en reconocer la importancia de la ideación nocturna en mi práctica en obstetricia alrededor del año 1952, cuando se aclaró que cerca del 60% de los abortos espontáneos comenzaban entre las 11 p.m. y las 4 a.m., después de “sueños” problemáticos. Mis pacientes creían que no eran sueños, que ocurren durante la fase REM del dormir. Eran identificados como “pensamientos” que les parecían intensamente reales a las pacientes.

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Muchas gracias por la entrevista, David.

Notas Estas notas corresponden a Jeffrey K. Zeig, Ph.D., Director de la Milton H. Erickson Foundation, que aparecieron en la publicación original de esta entrevista en el Newsletter de la Fundación Erickson. Milton Erickson fue enfático en su afirmación que lo que hizo en la clínica podía ser explicado a través de evidencia física. La señora Erickson es igualmente enfática respecto a esta cuestión. i

Los detalles de la separación entre Erickson y LeCron serán publicados en un libro de pronta aparición, con la correspondencia de Erickson (de Jeffrey K. Zeig). ii

Erickson hizo terapia encubierta en demostraciones. Ver, por ejemplo, A Teaching Seminar with Milton H. Erickson, M.D. (Editado por J. Zeig) y el capítulo de Leo Alexander en Ericksonian Approaches to Hypnosis and Psychotherapy (Editado por J. Zeig). iii

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