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Guion Metamorfosis (Adaptación)

Acto 1 Escena 1 (Habitación, Gregorio se encuentra en una habitación sencilla, hay una cama; en la pared colgaba un cuadro que mostraba una mujer; afuera llueve) Personajes: Gregorio Samsa, Madre, Padre, hermana Narrador: Una mañana de 1915 Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto. -Gregorio Samsa: (Acostado boca arriba, levanta la cabeza) -¿Qué me ha ocurrido?(Intenta levantarse varias veces sin conseguirlo) - Qué cansada es la profesión que he elegido… siempre viajando. Las preocupaciones son mucho mayores cuando se trabaja afuera; la comida mala, irregular; relaciones que cambian constantemente. AL DIABLO CON TODO.-Gregorio: (Se estira sobre la espalda en dirección a la cabecera de la cama, intenta rascarse con una pata) (Retira la pata rápidamente) –Estoy atontado de tanto madrugar, no duermo lo suficiente. Si no fuera por mis padres, ya hace tiempo que me hubiese marchado. Pero todavía no he perdido la esperanza. En cuanto haya reunido la cantidad necesaria para pagarle la deuda de mis padres; unos 5 o 6 años más, pero tengo que levantarme, que el tren sale a las 5.-Gregorio: (Voltea hacia el despertador que se encuentra sobre el baúl) –DIOS MIO, SON MAS DE LAS SEIS Y MEDIA ¿Es que no habrá sonado el despertador? ¿Qué pasará ahora? ¿Y si dijera que estaba enfermo?-Madre: (Toca la puerta)-Gregorio, son cuarto para las siete ¿No tenías que ir de viaje?-Gregorio: -Si, sí. Gracias, madre. Ya me levanto.-Padre: (golpetea GREGORIO-

la

puerta) –GREGORIO,

GREGORIO

-Hermana: -Gregorio, ¿No estás bien? ¿Necesitas algo?-Gregorio. –Ya estoy bien-Hermana: (Susurrando)-Abre, Gregorio, por favor-

¿Qué pasa?....

-Gregario: (Intenta levantarse, se quita la colcha y su cambio en los brazos y piernas) (Intenta mover el caparazón)- LAS SIETE YA Y TODAVIA SIGUE LA NIEBLANarrador: En ese momento llamaron a la puerta del piso Fin escena 1 Escena 2 (Habitación de Gregorio y sala) Personajes: Gregorio, Madre, Padre, Hermana, Criado, Gerente del almacén -Gerente: (toca la puerta) -Gregorio: (Se cae de la cama) –Debe ser alguien del almacén-(Se soba la cabeza en la alfombra) -Padres- (Abren la puerta) -Gerente: (Caminando por el lugar) -Algo ha ocurrido ahí dentro-Hermana: (Susurrando) –Gregorio, está aquí el gerente del almacén-Gregorio: (Susurrando) –Ya lo sé-Padre: -Gregorio, ha venido el señor Gerente y pregunta por qué no tomaste el primer tren. No sabemos qué contestarle. Además desea hablar personalmente contigo. Así que haz el favor de abrir la puerta. El señor tendrá la bondad de disculpar el desorden del cuarto.-Gerente: -¡Buenos días, señor Samsa¡ -Madre: (Preocupada) –No se encuentra bien. Está enfermo, créame ¿Cómo si no, iba a perder el tren? Gregorio no piensa más que en el almacén. Se sienta con nosotros alrededor de la mesa, lee el periódico en silencio o estudio itinerarios. Su única distracción es la carpintería. Por otra parte, me alegro de que haya venido usted pues nosotros no hubiéramos podido convencer a Gregorio de que abra la puerta. ¡Es tan testarudo¡ Seguramente no se encuentra bien, aunque antes dijo lo contrario.-Gregorio: (Débilmente) -Voy enseguida.-Gerente: -Seguro es como usted dice, señora. Espero no sea nada serio. Aunque, por otra parte, he de decir que nosotros los comerciantes, tenemos que saber afrontar a menudo ligeras indisposiciones, anteponiendo a todo los negocios.-Padre: -Bueno, ¿Puede entrar ya el señor?-Gregorio: -No.-

-Hermana: (Comienza a sollozar) -Gerente: -Señor Samsa, ¿qué significa esto? Se ha atrincherado usted en su cuarto y no contesta más que con monosílabos. Inquieta inútilmente a sus padres y, además, falta a su obligación con el almacén de una manera inconcebible. Estoy asombrado; yo lo consideraba a usted un hombre formal y juicioso, y no entiendo estas extravagancias. La verdad es que el señor director me insinuó esta mañana una posible explicación de su ausencia. Yo dije que respondería personalmente que no había que pensar en tal posibilidad; pero ahora, ante esta incompresible actitud, no siento ya deseos de seguir intercediendo por usted. Últimamente su trabajo ha dejado mucho que desear. Es verdad que no es ésta la mejor época para los negocios; nosotros mismos lo reconocemos. Pero, señor Samsa, no hay época, no debe haberla, en que los negocios se paralicen.-Gregorio: -Ya voy (Grito fuera de sí). Una ligera indisposición me retenía en la cama. Pero ya me siento bien. Ahora mismo me levanto. ¡Un momento¡ Aún no me encuentro tan bien como creía. Pero ya estoy mejor. Ayer me encontraba perfectamente. Si mis padres lo saben. Mejor dicho, ya ayer tarde percibí los primeros síntomas. ¡Por favor, tenga consideración con mis padres¡ No hay razón para los reproches que me acaba de hacer; nunca me han dicho nada parecido. Además, saldré en el tren de las ocho. Con estas dos horas de descanso he recuperado las fuerzas. No se entretenga usted más. En seguida voy al almacén. Explique allí esto, se lo suplico, y presente mis respetos al director (Se intenta incorporar apoyándose en el baúl y cuando logra incorporarse se desploma sobre una silla).-Gerente: -¿Han entendido ustedes una sola palabra? ¿No será que se hace el loco?-Madre: (Llorando) ¡Por el amor de Dios¡ Tal vez se encuentre muy mal y nosotros le estamos mortificando ¡Grete¡ ¡Grete¡ -Hermana (Grete): ¿Qué quieres, madre? -Madre: Tienes que ir en seguida a buscar al médico; Gregorio está enfermo. Ve corriendo. ¿Has oído como habla? -Gerente: Es una voz de animal. -Padre: ¡Antonio¡ ¡Antonio¡ Vaya inmediatamente a buscar al cerrajero. -Hermana y Antonio: (Salen corriendo). -Gregorio: (Arrastra la silla hasta la puerta y se recarga en ella, abre la puerta con sus mandíbulas) -Gerente: Escuchen. Está girando la llave. -Padre: (Suspira) Bueno; no ha sido necesario que venga el cerrajero.

- Gerente: Ahh- (Se tapa la boca con la mano y retrocede lentamente) -Madre: (Se desploma con la cabeza inclinada al pecho) -Padre: (Lo amenaza con el puño y expresión hostil) -Gregorio: (Empieza a llorar, de tal modo que sacudía su robusto pecho) -Gregorio: Bueno. Enseguida me visto, recojo el muestrario y me voy. Me dejará que salga de viaje ¿verdad? Ya ve usted, señor gerente, que no soy un testarudo y que trabajo por gusto. Viajar es cansado; pero yo no sabría vivir sin viajar. ¿Adónde va usted? ¿Al almacén? ¿Si? ¿Lo contara todo tal como ha sucedido? Uno puede tener un bajón momentáneo; pero es precisamente entonces cuando deben acordarse los jefes que superado el contratiempo, trabajará con redobladas energías. Por otra parte, tengo que atender a mis padres y a mi hermana. No me ponga las cosas más difíciles de lo que están. Póngase de mi parte. Ya sé que al viajante no se le quiere. Todos creen que gana dinero a montones, sin trabajar apenas. Usted sabe muy bien que el viajante, es fácil blanco de habladurías, contra las cuales no le es fácil defenderse. No se retire sin decirme algo que pruebe que me da usted la razón, por lo menos en parte. -Gerente: (Mientras habla Gregorio, se da la vuelta y avanza lentamente hacía la salida estirando el brazo a la escalera) -Gregorio: (Intenta avanzar hacía el gerente, cae al suelo y se sostiene con sus patitas, se empieza a mover) -Madre: (Horrorizada) ¡Socorro¡ ¡Por el amor de Dios¡ ¡Socorro¡ (Se desploma sobre la mesa, derramando café) -Gregorio: ¡Madre¡ ¡Madre¡ (Abre sus mandíbulas repetidas veces al ver el café derramado) -Madre: (Grita y corre a los brazos del Padre) -Gerente: (Huye) -Padre: (Con inflexibilidad, intenta hacer retroceder a Gregorio) -Gregorio: (Decide lentamente dar la vuelta a su cuarto, se atora en la puerta) -Padre: (Patea a Gregorio adentro del cuarto) ¡Y no salgas¡ -Gregorio: (Cae en un profundo sueño como un desmayo) Fin del Acto 1

Acto 2 Escena 1 (Se desarrolla en el cuarto de Gregorio y la sala) Personajes: Toda la familia Samsa y el criado

-Narrador: Un día, ya había pasado un mes de la metamorfosis Hermana (Grete): (Entra a la habitación de Gregorio y observa por la ventana, después sale de ella rápidamente) -Gregorio: (Se esconde debajo del sofá) -Hermana: (Entra, acomoda y limpia el cuarto de Gregorio y le deja algo de comer) -Padres: (Observan a su hija desde afuera) -Hermana: (Sale del cuarto) -Padres: ¿Cómo esta Gregorio? ¿Ha comido? ¿Muestra señales de mejoría? -Madre: ¡Déjenme ver a Gregorio! ¡Pobre hijo mío! ¿No comprenden que necesito verlo? -Padre: De acuerdo, pero sólo una vez a la semana, no quiero que estés mucho tiempo ahí adentro con esa cosa Llega la noche -Gregorio: (Empieza a trepar por las paredes en forma de zigzag, se cae, pero no sale herido) -Gregorio: (Se esconde debajo del sofá y se duerme) Llega la mañana -Hermana: (Entra a la habitación y observa la baba que dejó Gregorio) Parece que te gusta trepar (Limpia el cuarto e intenta sacar la mayor parte de muebles a excepción del sofá, baúl, escritorio y una sábana) -Hermana: (Sale del cuarto) Madre, necesito tu ayuda para sacar los muebles del cuarto de Gregorio -Madre: (Acude eufórica al llamado de la hermana, pero se detiene en la puerta del cuarto) -Gregorio: (Se esconde debajo de la sabana) -Hermana: Pasa, no se le ve (Lleva a la madre adentro tomándola de la mano)

-Madre y hermana: (Sacan el baúl) -Madre: (Susurrando) Al quitar los muebles, ¿No pareciera que renunciamos a toda esperanza de mejoría y que lo abandonamos sin más a su suerte? Yo creo que sería mejor dejar el cuarto como antes, para que Gregorio, cuando vuelva a ser uno de nosotros, lo encuentre todo como estaba y pueda olvidar más fácilmente todo lo que ha pasado. -Hermana: ¿Acaso no quieres darle una habitación más confortable a Gregorio? Además yo sé que el en verdad desea esto. -Madre y Hermana: (Sacan el escritorio y otras cosas) -Hermana: ¿Y qué nos llevamos ahora? -Gregorio: (Sale de su escondite y toma el cuadro que tenía en la pared, pero se atora en él) -Hermana: (Observa a Gregorio y dice con voz temblorosa) Ven, vamos al comedor un momento -Madre: (Se percata de la presencia de Gregorio y gritando dice) ¡Dios mío¡ ¡Dios mío¡ (Se desmaya) -Hermana: (Con mirada y tono de reprobación) ¡Gregorio¡ -Gregorio: (Sale corriendo a la habitación de al lado y con esfuerzo se desprende del cuadro) -Hermana: (Empieza a agarrar frascos, entra al cuarto y cierra la puerta. Empieza a lanzarle los frascos a Gregorio y uno de los frascos le da y le daña de gravedad) -Gregorio: (Comienza a trepar las paredes hasta que se cae en la mesa) -Criado: (Cocina tranquilamente en la cocina) -Padre: (Toca la puerta) -Hermana: (Sale rápidamente a abrirle al padre) -Padre: (Enojado) ¿Qué ha pasado? -Hermana: (Ocultando su cara en el pecho del padre, dice de forma ahogada) Mi madre se ha desmayado, pero ya esta mejor. Gregorio se ha desmayado. -Padre: Lo sabía. Se los advertí; pero ustedes, las mujeres, nunca hacen caso. -Gregorio: (Se lanza a la puerta de su habitación aplastándose contra ella) -Padre: (Grita furiosamente) AHHHHHHHH-Padre: (Tira su gorra sobre el sofá)

-Padre y Gregorio: (Empiezan a dar lentas vueltas por el cuarto) -Gregorio: (Decide huir de su padre) -Padre: (Corre rápidamente a por el frutero) -Gregorio: (Observa la primera manzana lanzada) -Padre: (Comienza a bombardearlo con las manzanas y le pega con una) -Gregorio: (Indefenso, recibe el bombardeo y una manzana se le clava) -Hermana: (Abre la puerta del cuarto de Gregorio) -Madre: (Gritando) Ahhhh- (Corre a los brazos del padre) -Gregorio: (Corre al interior de su cuarto) -Madre: (Llorando) Por favor no mates a mi hijo -Padre: Espero eso sea suficiente Fin Escena 1

Escena 2 (Cuarto de Gregorio y sala) Personajes: Familia Samsa y Los inquilinos -Padre: (Sentado en el sofá) ¡Vaya vida ¡¿Ni siquiera los últimos años voy a poder estar tranquilo? -Madre: La cena esta lista -Todos se sientan a comer -Criado: Señor quería comentarle sobre el último atraso de mi pago -Padre: Claro, aquí tienes, ya no tenemos más que darte así que considérate despedido (Le da su dinero) -Criado: Buenas noches y muchas gracias (Se retira) Tiempo después -Hermana: Mamá, Gregorio casi no ha comido -Madre: Grete, cierra esa puerta. -Padre: Hay que mover todas las cosas que estorben al cuarto de esa cosa, los nuevos inquilinos llegaran pronto

-Inquilinos: (Tocan la puerta) -Madre: Deben ser los inquilinos, yo abro (Abre la puerta) -Inquilinos: (Entran a la casa) -Padre: Pasen, pasen, por aquí está su habitación (Los guía al cuarto) -Inquilino 1: Señor, ya que vamos a pasar nuestra estadía aquí, le pedimos de la manera más atenta que no hagan desorden -Inquilino 2: También le solicitamos que limpien la casa, no queremos vivir en una pocilga, (Nombre), ya viste la cocina, que vergüenza de lugar -Inquilino 1. Tienes razón (Nombre inquilino 2) que repugnante, sobre todo esos trastes sin lavar, por favor señor Samsa, hágase cargo de esta asquerosidad de hogar -Padre: Claro señores, ustedes descansen tranquilos, nosotros nos ocuparemos de nuestro desorden -Familia Samsa: (Empiezan a limpiar la casa, mientras los inquilinos reposan, por error dejan entre abierta la puerta del cuarto de Gregorio) -Madre: Señores la cena esta lista (Les arrima las sillas) -Inquilinos: Muchas gracias -Gregorio: (Susurrando) Que hambre tengo (Preocupado) Pero no son estas las cosas que me apetecen… ¡Como comen esos huéspedes¡ ¡Y yo, mientras, muriéndome de hambre¡ -Inquilinos: Muchas Gracia por la comida (Se levantan y se sientan en los sofás) -Inquilino 1: (Comienza a leer el periódico y le ofrece una hoja al otro) -Inquilino 2: (Acepta la hoja y se pone a leer) -Hermana: (Comienza a tocar el violín) -Inquilinos: (Escuchan la música y se levantan para ir al lugar de donde proviene) -Padre: ¿A los señores le molesta la música? De ser así, puede terminar al momento -Inquilino 1: Todo lo contrario (Asegurando con autoridad) ¿No querría la señorita tocar aquí? Sería mucho más cómodo y agradable -Padre: ¡Claro, no faltaba más¡ -Todos regresan al comedor -Padre: (Sale corriendo por el atril y las partituras)

-Hermana: (Comienza a tocar) -Padres: (La observan detalladamente) -Inquilinos: (Se sientan en los sofás) -Inquilino 2: (Le ofrece el sofá a la madre) -Gregorio: (Atraído por la música avanza poco a poco, levantando polvo a cada movimiento) -Inquilino 1: (Se percata de Gregorio y con repugnancia dijo) Señor Samsa… -Hermana: (El violín se enmudece) -Padres: (Se voltean de inmediato a los inquilinos) -Padre: (Voltea a ver a Gregorio con una mirada agresiva) Tu maldito bicho (Se precipita hacía él y, extendiendo sus brazos, trata de empujarlo a su habitación, ocultándolo de los inquilinos) -Hermana: (Suelta el instrumento en el regazo de su madre y corra a hacer las camas de los inquilinos y sale del cuarto) -Inquilino 1: (Observando a los padres y con desagrado dice) En vista de las repugnantes circunstancias que en esta casa ocurren, (Escupe al suelo) en este momento me despido. Por supuesto, no voy a pagar lo más mínimo por los días que aquí he vivido; al contrario, pensaré si he de pedirles una indemnización, la cual obviamente, sería muy fácil de justificar. -Inquilino 2: También yo me despido -Inquilinos: (Se van a su cuarto y cierran la puerta de golpe) -Padre: (Se sienta en su sofá) Todo permanece en silencio e inmóvil Fin Acto 2

Acto 3 Personajes: Familia Samsa e inquilinos

-Hermana: Queridos padres (Dando de introducción un golpe en la mesa), esto no puede seguir así. Si ustedes no lo quieren ver lo yo sí. Ante este monstruo, no quiero ni pronunciar el nombre de mi hermano; y, por lo tanto, sólo diré que tenemos que

librarnos de él. Hemos hecho todo lo humanamente posible para cuidarlo y soportarlo, y no creo que nadie pueda hacernos ningún reproche -Padre: Tienes toda la razón -Madre: (Comienza a toser ligeramente) -Hermana: (Corre hacía ella y la sostiene) -Padre: (Se levanta del sofá y empieza a jugar con su gorra) -Hermana: Hay que deshacerse de él. Esto acabará matándonos a las dos. Cuando hay que trabajar como nosotros trabajamos, no se puede soportar, encima, una tortura como esta. Yo tampoco puedo más (Suelta a llorar sobre el rostro de la madre) -Madre: (Limpia su rostro mecánicamente) -Padre: Hija mía (Con compasión) ¿Qué podemos hacer? -Hermana: (Llorando y en tono interrogativo) Si al menos nos comprendiera -Padre: Si al menos nos entendiera (Cierra los ojos), tal vez pudiéramos llegar a un acuerdo con él. Pero en estas condiciones… -Hermana: Tiene que irse. No hay más remedio, padre. Basta que procures desechar la idea de que se trata de Gregorio. El haberlo creído durante tanto tiempo es, en realidad, la causa de nuestra desgracia. ¿Cómo puede ser Gregorio? Si lo fuera, hace ya tiempo que hubiera comprendido que unos seres humanos no pueden vivir con semejante bicho. Y se habría ido por su propia iniciativa. Mientras que así, este animal nos acosa, echa a los huéspedes y es evidente que quiere apoderarse de toda la casa y dejarnos en la calle. ¡Mira padre¡ (Gritando) ¡Ya empieza otra vez¡ (Se aparta del sofá y se refugia en el padre) -Padre: (Extiende los brazos con un gesto protector) -Gregorio: (Lastimado, se gira para ir a su cuarto y entra a él) -Hermana: ¡Por fin¡ (Cierra la puerta con llave) -Gregorio: ¿Y ahora? -Narrador: Gregorio permaneció en la oscuridad, en su estado apacible hasta que sonó el reloj de la iglesia a las tres de la madrugada, donde entonces dejó caer la cabeza y de su hocico surgió débilmente su último suspiro. A la mañana siguiente tras la muerte de Gregorio, la familia Samsa salió como no había hecho en mucho tiempo.

Fin del Acto 3