Gritos del Infierno para despertar al Mundo BONETA

GRITOS DE EL INFIERNO, PARA D E S P E R T A R A L MUNDO. DEDICADOS A QUIEN ESTÁ EN PECADO mortal. SU A U T O R ni D

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GRITOS DE EL INFIERNO, PARA D E S P E R T A R

A L MUNDO. DEDICADOS

A QUIEN ESTÁ EN PECADO mortal.

SU A U T O R ni

D O C T O R B O N 7 0 5 EPH B O N E T E , Racionen/ de U Santa Iglesia del Salvador de U CÍadad de Zaragoza* ' CON LAS LIC E N C IA S N ECESARIAS?
omtno suo damat* E l otro fin porque se dedica un Libro i uti señor es porque lo defienda} y mas defiende el miedo que la autoridad ; pues mas guarda la casa un gran perro en Ja puerta, que un gran señor dentro; y como San Juan (jó pecador!) te trata de perro, te pongo en la entrada de este Libro pa­ ra que lo guardes: Foris canes. Apoc, i z . Inven­ tiva que no carece de egemplar , pues puso otro perro la antigüedad en la puerta del Infierno: se­ ria , porque como el perro ahuyenta con gritos, juzgo que no habia modo para huir del Infierno* como el de oír gritos del Infierno , por eso lo in­ troduce ladrando. iE n cid , 6,

,

Cerberas h&c ingerís Utratti Regna trifaaci adverso ruaban* tn manís tn antro

Persotiítt y

.



Busca también un libro í la Nobleza mas an­ tigua porque le haga sombra , y el pecado es mas antiguo que A d á n , porque nació en los Angeles; y aun en ellos llevó la gracia un instante de antigüedad a la culpa; bien 3 que si por ella tu Pa­

dre Adán busco para sí sombra de las hojas de un A rb o l, mal podrís tu darla á las hojas de un L ib r o : solo por las tinieblas que te obscurecen, tienes sombra para tener , y para dar. Las de Egipto es de Fé , qüe eran horribles, y respeóto de las tuyas fueron buenas, porque eran de pe­ na , y las tuyas son de culpa» con que de las tu­ yas í las mas horribles hai diferencia, Ja que de lo malo á lo bueno: aquellas, ni aun sombras pudieron ser de tus tinieblas s pues fueron de tres noches, y las tuyas serán eternas: H¿ sunt quilas procelU tenebrartm servAta e$t in átermm3 cap. 1 3 . Ep. Judae. En fin , pecador , aunque seas el señor mas es* clareado del mundo , eres en lo moral tan mal nacido , y tan mal emparentado, que el demonio es tu padre , y la sobervia encarnada en una sier­ pe es tu m adre; tus hijos son vivoras , y tu gene­ ración es a d u lte ra ,y declarada infame en públi­ cos pregones por la Ciudad de D io s ; todo esto es la sobervia * y aun con todo esto es sobervia. Consta lo dicho de los Divinos Anales. Joan. 8. v. 4 4 . Math. 1 2 . & lib, 1 . R e g , cap. 2. v . 30* Oui contemnunt me crunt ignobües. Esto es haber ha­ llado el árbol de tu turbia ascendencia, y con pro­ banza irrefragable. Engañen otros en las D edi­ catorias á sus Mecenas y tngiriendolos en el árbol de algún R ei 9 ó de algún Principe, que yo en es­ to no puedo dejar de desengañarte, que en quanV i

to-

to pecador , desciendes por línea re&a del in­ fernal Principe de las tinieblas. N o solo desciendes del dem onio, sino que se­ gún Christo , lo eres: Vno de vosotros es diablo, d ijo , Joan* 6 . y aunque hablaba de Ju d a s; pero San Bernardo d ic e ,.q u e son tantos Jos Judas, como son los que pecan mortalmente. E l C h risostomo dice > que el pecado es un demonio voluntario , y una voluntaria locura : Apud Alapide ín 1 2 . ad H $b r. Por esto San Vicente Ferrer trata de endemoniado al que está en pe­ cado , y que aposenta en sí tantos demonios como culpas tien e: Qtti viril tn peccate quot peetata habet m anima tot desmanes babet secum Serm. D om in. 1 5 . Pent. Fúndalo en Ja lei de que los hijos del Cautivo nacen Cautivos de quien lo es su padre; y que como nosotros nacemos hijos de Adán , que fue Cautivo del demonio, con esto nacemos también Cautivos su yos, y Es­ clavos marcados con el hierro de la culpa > y por el consiguiente endemoniados. Verdad e s , que el Bautismo cura de este m al, y se confirma, con que las palabras que en él se dicen, según el R it u a l, son formalmente exorcismos contra Sa­ tanás ; entonces lo desaloja la gra cia; pero en bolviendo í pecar los hom bres, buelve á entrar en elLos el demonio , y quedan endemoniados, esta es verdad tan llana , como eJ latín con que U d ic e : Postea peccando e m gratia D el} & f rr-

rcvemtrtur Dcemenes in é s , & sunt indm oakth' Serm, i . Infraoch N ativ. En otro Sermón dice , que entran, y salen los demonios en quien está en pecado: con la espe­ sura que salen, y entran las abejas en un colme­ nar ; de m o d o , (¡ó qué h o rro r!) que si ahora mis­ mo te conjurasen, hablarían los espíritus malignos que encierras en tu alma , si estás en pecado mor­ tal. Aqui hace una aguda reflexión San G rego­ rio Niseno. Este dice , que no sin acuerdo se pu­ so en la Oración del Tadre nuestro la clausula: que estas en los Cielos, porque si no se advirtiera que se habla con el Padre que está en los Cie­ los , quando el que está en pecado dijera : Fadre nuestro f al punto le respondería el Demonio: Hijo , \qué quieres ? T an cierto es , que mientras estás en pecado estás endem oniado, y que habla­ rían esos demonios que guareces en tu pecho , y tan cierto es que eres hijo de Satanás Nísen* lib. de Bedú. j Pero ay infelicísimo de t í ! que aun siendo tal tu padre , aun eres peor que é l , porque aun re trata el Chrisostomo de mas diablo que el día* blo ; y si no ve sumando el exceso da tu m alicia, el diablo pecó una vez , tu muchas j el diablo pe­ có solo de pensamiento, tu de pensamiento s pala­ bra , y obra : el diablo no pecó despues de haberle Dios perdonado, tú s í , el diablo pecó contra su Criador , tu contra tu C ria d o r, y R ed en to r; el diablo pecó antes de ver que condenaban pot f 4 per

p ecar, tu despues de saber quantos son los que por esto se condenan; el diablo pecó sin que pre­ cediese haber muerto Christo por el pecado, tu despues de haber muerto Christo por el pecado, y por t í ; el diablo ahora, ni peca , ni puede ar­ repentirse de lo pecado; tu pecas, y pudiendo no te arrepientes* ¿Pues cómo no tiemblas de man­ tenerte peor que Satanás ¿Cómo no te aflige la nueva que te d o i, de que hierben en tu alma aho­ ra mismo tantos infernales dragones 5 como peca­ dos tienes? Con ellos comes s con ellos te acues­ tas , y con ellos te atreves á dormir* ¡Oh locura, Voluntaria ! N o beberías el agua 3 si hubiese en ella una v iv o ra ; y sabiendo que en cada peca­ do hai un demonio , te bebes como agua los pe­ cados : gHÍ b'ibit quasi aqttam m qukatm . Job*

,55 * v. 16 . N i hai ruindad , traición , ó villanía en que no estés com prehendido, pues por la profesion de Ghristiano juraste un R e i , y una L e í, y con tu culpa quiebras esa Leí 3 y te buelves contra ese R e i. T e alistaste en sus vanderas, y te pasas fu­ gitivo á su contrario , desde donde haces guerra al mismo de quien estás cobrando el sueldo del sér que gozas, y con la misma mano que recibes estos bienes, y con sus mismos bienes tiras á des­ truir á quien te los d i ; mira si hai vileza que sea comparable á esta vileza : la mayor entre Jas mas grandes es el Crimen Une Majestatis; quanto, y qual será este, que es Crimen Use Diyinkatis* S i

dices que esto es asi para con D io s , pero que en el mundo nadie por el pecado deja de estimarte por quien eres; es decir implícitamente , que co­ mo el mundo , que es un lo c o , aprecie tu noble­ za , no importa que te repute por vil toda la San­ tísima T rin id a d ; i que te respondo, no ha­ llar réplica que pueda cubrirte de mas horror, que tu respuesta misma. N oble era para con el mundo Nabucodonos o r , Reí de Babilonia, y el pecado lo transfor­ mó en una horrible fiera , ó por mejor d ecir, en un monstruo artejado de muchos monstruos. Cabeza , y puntas de Buei \ rostro , melena, y co* Ja de León ; cabellos de plumas de Aguila ; nariz de Elefante; uñas de Ave de rapiña, el vientre JJeno de un emjambre de vivas ran as, que de mil modos le afligían : comía en el campo heno, y amarrados pies, y m anos, pisaba con las ma­ nos, y los pies, & c. Estas, y otras particulari­ dades (que omito por curiosas) tralien de otros Alapide in 4* Dan. y O rio sobre T ertu lian o, tit. n, cap. r^ . Asi pacía en las selvas su Real Ma^ gestad, siendo siete años comensal de las bes­ tias, y espanto de los hombres. Y si esta fue he­ chura del pecado, ya tienes la, materia para que Dios te mude en esta forma ; diferenciase tu mise­ ria de Ja suya , no en el ser , sino en que aquella se da jó v e r , y Ja tuya es aun invisible : mira quan fácil es á Dios correr la cortina , y denigrar aun la estimación de hombre que tienes con los hom­ bres,

b re s, y transponerte en formidable bruto. Por esto también te busqué para objeto de nri Dedi­ catoria , pues como los Príncipes , ó por autori­ dad , 6 por terror tienen en el patio algún T ig re, ó León , ú otra monstruosa fiera , yo te pongo á t í en el arrimo de este L ib r o , como al monstruo mas monstruo entre los monstruos, para que i quien entre á leer le causes terror, espanto, y escarmiento* E l otro fin porque suele dedicarse un libro es, por los beneficios recibidos, y no son pocos los que ocasionalmente hace í los otros tu pecado, pues tu engañada temeridad , causa en los demás cautela , y hace la costa i sus escarmientos. Como en Palacio azotan al hijo del Esclavo porque te­ ma el hijo d e lR e i, asi Dios te castiga í t í , como esclavo que eres de Satanás, para que los justos, que son hijos de Dios le teman; egecuta este cas­ tigo en el cadahalso portátil de tu pecho , donde dá tantas, y tan apretadas vueltas el torcedor de tu conciencia, que á poderse oír tus tristes latidos, compungirían tanto como los hondos gritos del Infierno ; y triste de t í , si esto no te tiene triste; pues es señal, que ni sientes, ni sientes que no sien­ tes , que es el ultimo grado de la insensibilidad mas desaunada; ¿Ne dixeris f eccavi, & quid inihi accedit mste> &c. Eccl. 5. E stud ia, pues, © peca­ dor , en el daño de estos gritos que te presento, mientras los justos quedan estudiando cautelas en tu peligro , y escarmientos en tu daño.

Ultimamente 9 si el fin de un Autor en dedicar un Libro í una persona suele ser el que lo lea, este (ó pecador!) es también mi fin. El fin de este fin es despertarte con estos gritos. Aquien duer­ me , solamente despierta , 6 algún gran ruido , ó algún gran fuego que se le avecina; pues si í su Jado se enciende una hoguera , no puede tardar , ó á levantarse del sueño, u í quedar abrasado en ella ; aquí, pues, te ofrezco los dos despertadores de un gran sueño; el ruido en los gritos de los condenados, y la hoguera en el fuego que los abrasa, y asi no hai medio ; ó despertar de el sue­ no del pecado ahora > ó quedar ardiendo en ella para siempre. Con fuego finge la antigüedad* que se estancó la maligna reproducion de cabe­ zas , que brotaba la Hidra fabulosa , que al poder de este elemento, ni la mentira osó fingir resisten­ cia , aun en una Hidra , porque es el fuego el ulti­ mo de los males, y según los M édicos, el ultimo de los remedios, y si es el u ltim o , ya no te que­ da o tro. Los reprobos mas impíos confiesan ahora en el tormento que lo fueron,por no haber conocido de vista , ó oído algún condenado del Infierno : Non €st qui agnitus sit rever sus ¿ib Inferís: Sap. 2. N o dicen porque ninguno hai que haya buelto de ella, sino porque no llegó á su conocimiento: Oui& non cst agnitus: significando 3 que a tener esta no* ticia , ó no hubieran pecado , 6 se hubieran lue­ go arrepentido. M ira tu en éste Libro quantos han

han buelto del Infierno , aparee ten d ose í los v i ­ t o s , y quando no veas sus figuras, oirás sus vo ­ ces, y podrás conocerlos por sus grito s, y no ten­ drás aun la disculpa insuficiente, que tuvieron los pecadores mas impíos. Solo , en fin , se diferencia esta Dedicatoria de Jas o tras, en que las otras acaban pidiendo a Dios guarde la vida de sus Mecenas muchos años: y yo en esta co n clu yo , pidiendo á Dios, que si has de repetir mañana ese pecado, y m oi i r en él, te quite hoi la vida, y hoi mismo recon­ dene : Mdius est m feccato mori , quam ad feaatum vivere. S. Ambros. 2. de Abel. c. 1 7 . Petición que es buena en sí, y conveniente á tí, pues í Dios se Je ahorra esa ofensa, y í tí ese nuevo titulo pa­ ra padecer mas en el Infierno; y para que veas que no te engaño , ni deseo para t í , lo que no pido para m í, quedo yo rogando á Dios para m í lo m ism o; en primer lugar , que no permita Je ofenda; pero en caso que provea a que he de caer en una sola culpa g rave, y morir en ella: Je' pido que por esc usar esta nueva ofensa suya, me quite luego la vida , y me condene hoi mismo en estedia 4. de Enero de X70Ó. C R IA T U R A L A M AS A B O M IN A B L E , Y abominada de Dios, , es el dulce, porque se intitula; Gracias de la Gracia , el qual con sus donai­ res recrea, y suaviza , lo que este aflije, y espanta. No es purga este, como las otras* que dan sneño, antes lo quita, por ser p#r¿s despertar ál mundo ; y como dormir con la purga es frustrar su efeéto, y trocar el reme­ dio en daño, asi dormir con esta confusa vo­ cería de condenados, será trocar el desperta­ dor que se hizo contra el sueño en música, que lo mantenga; sino es haberte habituado como el Lobo á los gritos: teme, pues, si á los tor­ mentos del Infierno no buelves, que tu sueño pasó á letargo, y tu letargo á insensibilidad; y que si el fuego, que rompe á un peñasco las entrañas, no te rompe el sueñó, será mas pe­ sado que una peña Flamma comburens montes. Psalrih 82No despierta el relox porque suena con nu­ mero * y con orden, y el despertador s í, por­ que disparado suena sin guardar orden, ni nu­ me -

mero. Relojes son otros libros, por el concier­ to, y orden con que te hablan. Este es des­ pertador, porque en él se dispáran los repro­ bos en gritos tan desconcertados, como sin or­ den : Ubi nullus ordo, sedsempiternus horror inhabitat. Job. 10. A Piíatos (aunque injusta­ mente) movieron mas los gritos que las razo­ nes ; pues á las que tenia para librar á Christo, prevalecieron losgritosdel pueblo, que pedia lo contrario. Aqui, ó Le&or, verás en los C a­ pítulos las razones; en el fin de ellos, oirás los gritos; uno, y otro aboga en tu bien: no quie­ ras ser contra ti mas duro que un Pilatos; yá que no te dés al partido de la razón, ríndete á los gritos. Y si Dios juntó en un mismo Libro la ale* gria, y el ay de los condenados. La alegria era el Carmen i y el ay ene! V z . Corn. Alap. Car -■ mina heatorum^vce damnatorum, In 2, Ezecb, Yo te doi juntos á un mismo tiempo» aunque en dos Libros, los dos proprios motivos. El ay de los condenados en este de Grites del In­ fierno , y la alegria en el Libro de Gracias de la G racia , con que no dejo piedra por mover* para moverte; pues muevo en este Libro las lenguas de los Precitos, y muevo en el. otro, las de los Santos. Virg. Fle&ere si nequeo,superos Acheronta moveho. Si nada de esto te mueve*. d|ré lo que Chris-

to á los Fariseos, (R/fotth. 1i« v. i¡£.) ¿A quién compararé esta gente; cuya malicia no tiene semejante? Porque yo, dice Christo* los he in­ citado á una espiritual alegria, y no la han re­ cibido; y viendo que esto no bastaba, los he aterrado con lamentos, y tampoco les han sa­ cado una lagrima; esta es malicia incompara­ ble. Luego si despues de incitarte yo á una es­ piritual alegría en el Libro de Gracias de la Gracia , y el llanto de tus culpas en este de Gritos del Infierno, te quedas como antes, se­ rá tal tu malicia , que el mismo Dios no le ha­ llará comparación: Cui autem assimilabo generatiomm istam , Cecinimus vobts, £? non saltases, lamentavtmus, & non flanxistis , Matth. ubi supr. Paso yá del complexo de ambos Libros á ca­ lificar el titulo de este, tanto por nuevo, como por ser esta la materia de los Prologos, su ti­ tulo e s: Gritos del Infierno, en queintroduzco con voz á los condenadosv á quienes, aunque la Escritura no les diese habla, el arte Retho* rica se les dária por Idolopeyá, figura: Qua mortuos loqui fingimus, corriendo por parabó­ lico lo hablado; pero á mas de innumerables textos, lo profetiza Ezequiel 3 2. v,i 1* Loquentur ei potentissimi robustorum de medio Infernu Y que no solo hablen, sino que griten, cons­ ta de Isai*5* Clam0vitk dolore cordis, &

pr¿e contritione spiriúus ulíulabltts*En fin, S. Lucas hace Evangelio á esta verdad, cap. 1 6, Vencida la dificultad del habia, resulta ia de que lo hablado pueda ser bueno, naciendode enemigos jurados de Dios: á que respondo con los Theologos, que lo egecutan violentados, no siendo la primera vezque ei Señor se va­ lido de estos enemigos para nuestra salud. San Antonino trae , que como un Predicador , a! subir ai Palpito enfermase, tomó su habito, y figura el Demonio, y predicó reprehendiendo el vicio, y exortandoá ta virtud; pero con tal fervor, que el superior tuvo aquel zelo por so­ bre humano, y conjurándolo, respondió era el Demonio , que para mayor condenación del Auditorio, y para ser castigo, y fiscal en el jui­ cio, le permitió Dios predicase las verdades, que no habían deseguir. Omito otros muchos casos deí genero por tan cortiunes * como sa­ bidos. En quanto al árgumento, y materia, dicea algunos, y graduados, (bien que en prudencié humana) que estos Libros de terror no son con­ venientes. A mi me dijo un Religioso grave: T d tengo el Crisol del Crisol que Vmd. imprimó\ pero no me atrevo á leerlo aporque temo á ese Libro . Yo le respondí: iQ ú étem eF .R .qu eh ' salvel Si eso teme, bien lo puede leer, que no lo salvará el Libro si V * R . no quiere*

A otro del primer crédito, Insté tnncho to­ mase á su cargo este LibrodeGr/tar de! Infierano■; y no por huir yo del trabajo, sino porque esta inventiva no se malograra en mis manos, y se me escusó; yo pensaba sería por. tenerse í menos de discurrir sobre idéa mia, y nofue (se­ gún me dijo) sino porque estos asuntos horro­ rizaban á las almas* ¡O santo Dios! ¿Puede ha­ ber razón para que por no darles ua horror tan breve, como medicinal, las condenemos á otro horror tan irremediable, como sempiter­ no ? Sempiternus horror inhabitas*; 0 Santo Dios! Vos por palabra, por obras, por Escri­ turas, y por vuestros Santos encomendáis esta memoria, ¿y hai quien no la tenga por útil? N ihil ita est utile ac da gehena sermocmuru Chris,. Tom. 2. ad Thesal. Pero yo doi que sfca desabrida la noticia del Infierno; ¿no lo será mas tu. tolerancia? Si ¿a consideración, que ni aun calienta , y que se puede interrumpir, y dejar,aflige; ¿qué hará su fuego que abrasará tanto, y que, ni le poJrás tu dejar á él un instante, niel te podrá dejar á tí en toda una eternidad ? Dicen que algunos por pensar en esto se han llenado de melanco­ lías, que otros han perdido el juicio,otros la sa­ lud, y otros la vida. Esta razón, si lo fuese, mi­ litaba contra las Escrituras de Dios, que habían de lo mismo, y asi tampoco se habían de leer.

Lo i . qué los trabajos dichos pueden ser efec­ to, no de esta causa; sino de otra; pueden s e r. pena de las culpas del paciente, ó egercicio con que Dios lo habilita para el premio. Lo que ojalá fueran fruto de la tristeza originada de jas culpas „ que traen & semejantes que San Pablo,, y yo n:rs ol ganados; Gaudeo mn,qma contristan esti?, sedqula contristati estis ad poenitentiam. Epjst. id Cor. 7. Lo 4, que si ao se impide d comer, aunque ■ de comer enferman muchos,ni el navegar; aun* que se anegan otros, ni el. beber vino , aun­ que Atantos priva el juicio; ¿por qué ha de im­ pedirse á un a alma la lección de estos asuntos* aunque fuera verdad, que de ello hubiera re-' sultado á unos perder la salud, á otros ia vida* y el juicio á otros? El abuso de lo buerjo, nun­ ca puede prescribir á su uso* Y esto solamen­ te lo disuadiría yoá quien está yá confirmado en la unitiva. Lo que me cae en gracia es, que muchos lo dejan; según dicen, por no dar en escrúpulos* y mienten, porque no huyen de e^tos Libros, sino porque los devengarían, de lo que no quie­ ren saber, para con ti nu.fr lo con mayor liber­ tad, y con menor zozobra. Sepan, pues, que no logran el fin; porque en no querer saber que es malo loque obran pecan, y los trata Díost de execrables: Prov. 28. v. A m as, que por lo

Jo mismo que huyen de saber su obligación, es rara la obra en que no tengan la duda, que basta para quesea pecado: Noluit intelUgere* ut hene agere. Psalm. 3 5, En fin, tengo á los que disuaden á todos de leer estos asuntos, no solo por malos christianos, sino por sospechosamente cathoíicos. Lo primero, porque desvian de que se lea lo que Christo en tantas partes escrivió, y predicó. Lo 2, porque de estas armas usaron los Hereges contra fa Iglesia, y se las quitó San Agus­ tín. de la mano, con la eficacia de su ingenio. ¿Pues cómo puede ser Catholico, quien las co­ ge para bolver á jugarlas tan perjudicialmen­ te? AugustA\b*2 z ,contra Faust . cap . 2 5. Daríales la razón si se fundaran en que á ningún racional, puede hacer mas fuerza lo que Dios castiga, que lo que Dios merece; y que es raen^ gua del hombre necesitar del palo para ir á Dios, sobrándole su bondad para atraerlo. Por esto si, que me daría gustosamente por con­ cluido, si fuera lo que.dicen que debia ser; pe­ ro todo? saben, aun por sí mismos, que, ni tan­ ta bondad fecunda de tanto premio, y arma­ da de tanto castigo , basta para que sea , ni amada , ni temida de los hombres. Tanto emparienta e l dicho diétamen con el mió, que acostumbro decir, que para amar á Dios por Dios, basta ser un hombre bien naW *

ci-

xido, porque fio puedo creer, que quien nace xon obiigaciones, falte á las que debe á Dios .por el temor de su azote; pues como ningún hombre de bien deja de poner manos en su Pa­ dre por miedo dé la justicia, sino por el amor ; qae le tiene; asi ningún hombre creo, que de- . je de ofender 4 Dios por el miedo de su justi­ cia, ni que se duela de sus ofensas por el temor deí castigo, sino por su bondad. Por esto nada me ha contentado mas» en t quanto he leido, que la imprudencia humana, ¿inventiva divina de aquella gran.señora, que salió á medio día en cuerpo por las calles, coa 3a melena- tendida, con un jarrode agua en una mano, y unos carbones encendidos en la otra; y encontrándola uno, asombrado de la admi­ ración que le causó una Dama ilustre, cuerda^ hermosa, y prudente en aquella forma, le pre^ guntó ¿donde iba, y qué intentaba? A qué res­ pondió: Con estas asquas vol á quemar al Cielo, y con estaaguwvoi d extinguir al Infierno^ f a r a que no habiendo premio, ni pena, no hay a &ro motivo de amar a Diosque por si mismos Püuitt. f. de Resur. Suponiendo v pues, que con, genial adhesión siento yo lo mismo, no: dudará.1?, ó Leéíor,;tne''mortifico, en procurar . vencerte^ con- lo quéiio me vence á m i,pér. suadiendbte á que ames.por su justiciará quién dejustick^dcbes amar por. su bondad ; pero £ ¿

^

IOS

los mas-mueve más el miedo * que el amor, y debo conformarme con todos, por ser deudor á todos, :segun San Pablo. Ad Rom. i. A los que por Cartas me han pedido expen* da mas las'noticias en gracia de Jos Predica­ dores, por queno todos tienen donde verlas,por extenso, respondo, que lo hago porabreviac él Torno, á fin de que se lea; porque, ó por la inapetencia á lo espiritual, ó por la colera dé nuestra nación , si el libro es largo , ó no lo leen, ó si lo leen, no todos; ó si todos, no todo; fin por que el Venerable P. Frai Luis de G ra­ nada, sacó á los principios en Tomos peque­ ños Jas obras que ahora corren en folio. Por este no uso poner las autoridades latinas, co­ mo también por no cansar al Leétor, con lo que á mi me cansa; yá por no cortar eí hilo del contexto, repitiendo en un idioma lo que se dice en. otro; yá porque los dodtos no lo nece-* sitan, y: á Jos indodos no se les da nada : sin embargo, lo egecutaria en este libro, si su es­ tampa sufriera margen en que orillar las auto­ ridades; pero si Dios me da vida,y medi9s,sa' ciaré este, y otros deseos al Leétor en obras de mas tomo. En fin, despues de la segunda parte de este Libro, tengo para sacar á luz otro Librito, in­ titulado: Gritos de los Niños dvl Limbo contra las madres deünqumtes* Tanto por decir San ,v - r



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Vicente Ferrer, que en el juicio han de pedir & voces justicia contra ellas, por haberlos pri­ vado de la Bienaventuranza: Tales resurgen# die jjudhii in ¿ztate triginta atmorum, S cognpscent Par entes , £? petent justitiam d Deo* £r$. Dom* Paina. Como también* porque será no Tratado importante, y necesario, no solo á casados, sino á Confeseres , á Penitentes, á Médicos, y á Boticarios, especialmente des­ pues de la condenación de la proposicion 34. por Inocencio X I, Con esto yá no queda región del otro mun­ do capaz de gritar, que no te la haya hecho oír; porque has oído Gritos del Purgatorio, oye Gritos del Infierno** y oirás Gritos del Limbo: y porque los que gozan del Cielo * no pueden prorrumpir en gritos, sino en gracias, te las doi en el L ib ro , que con este sale á luz de Gracias de la Gracia , despues te daré la co­ secha de mis mayores estudios. En el ínterin: Vale viv e,& ora pro me*

PRO TESTA DEL AUTOR. N obediencia de lo que los Sumos Pontífi­ ces han mandado, protesto que quanto escrivo en este Libro de Gritos d d Infierno par* despertar al mundo > y en todos los demás que he escrito, y escrtviré, lo sujeto &la corrección de nuestra Santa Madre Iglesia Catholíca Romana, sin cuya aprobación no aspiro se dé mas fe á lo que contiéne, que la que merecen los Autores que cito, sometiendome en todo á la Cabeza de la Iglesia, como el hijo mas rendido de ella, en cuyo gremio deseo vivir, mientras no logro el morir en su defensa.

K e avenar aurem tttm a smgultn m eo, & clamo-

ñbus. T hren. Je r. $*vers.5Éí. Cum dum annnt a i >eum m ñ audiét; de tñbuUthnon sdyjbtteos, Isai. 46* v . j *

Super hoc pUngamy érullulabor. ya&am spolia^ tus 1 & m áu s: fm am pUnttttm velut draco íM/tfi, & luttum quasi WHtbtonüm* M ich. 1 . vers* 8.

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jlfííor Do»*. Jo sef Bornta*,

Gritos del Infierno* G ritos del PurgatorioGracias de la Gracia de los Santos^

Crisol dd Crisol.

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TRATADO PRIMERO D E L O S P A D R E S D E F A M IL IA *

C A P I T U L O PRIMERO.

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' A R B I T R I O C I E R T O > T FÁCI L QV% los Padres de Familia pueden mejorar d todo el mundom :5f V ^

jE f *í£J4

L arbitrio con que. los Padres de $ Familia pueden mejorar al mun5 d o , es empeñarse todos á edu-£ car bien á. sus hijos j la razón es,

Por 9ue l ° s clue a^ora son niños, de aquí á sesenta años han de componer á todo el mundo ; luego si estos fue­ ran buenos, llegaría tiempo en que seria bueno todo, el mundo. N o solo seria bueno, pero ni podria ser ma­ l o ; porque el hom bre, según e lF iío s o fo ? nace ía a indiferente al m a l, tom o al bien. De esta Á ÍA-v



% Grites del Infierno indiferencia solamente lo saca aquel primer egemplo que m ira , ú oye ; y como en suposi­ ción de estar todos bien,educados, no habría egemplo para el mal , tendrían todos los que necesitaban para ser buenos, y les faltaría lo que habian menester para ser malos* Y a sé que no dudas ser cierto este arbitrio, por eso no desperdició pruebas en su apoyo. L o que no es fácil de creer e s, que sea fácil de practicar , por ser im posible, que todos los Pa­ d res, siendo tantos, se unan á tener este espe­ cial cuidado i y dirás, que si los otros te hu­ bieran de segu ir, serías tó el primero que lo praéfcicára por contribuir á un logro tan útil co^ mo universal. A esto te respondo con una reflexión salada, y doctrinal de San. Pedro Alcantara. Dijole un gran Señor: Ha P adre, ¡quién pudiera reme­ diar a todo el mundo 1 Y dijole el Santo: Eso, en manos de V . Exc, y mia esta* ¿Cóm o, repÜcó el Señor? A s i, si V* Exc. e sp a n to , lo será su fam ilia; si su fam ilia, la d élo s veci­ nos : y si las de estos, lo.será la Corte. Al egem­ plo de esta Corte lo serán las otras ; con que quedaba santificado el mundo. L o mismo dijo el Santo de s í , eñ orden á su O rd en , y dé la suya en orden á las demás. Si t u , ó Padre de fam ilia, educas bien á rus hijos con tu egemplo, lo pra&tcará el vecino; io n el de éste, el o tro ; con el de uno y otro, loe

j a u d e sp e n a , almando ¿ '£ los Sem as; y cpn el de: los demas, to d o s; y en fin', quandó los btco.s/falten á esta obliga* ción tendí*ás tu el consuelo,, ,y fruto d e £c.uí«plir k tu y a , habrá eso meaos que enmendar , y dé tu parte, h a b rá s'y n ijp e z a d o i m ejorar-el m undo, y aun lo :habtís mejorado qtmd sítfjíácnttam * püés para ;ello pusiste los medios qué bastaban, que podías v quie,-debías, y que ¡pen*-. diaa de tí. r ':.r .:‘.:-¡ í; No! ha de ser la virtud menos poderosa: que la peste : esta tieneprincipio Je - u n o ; efe éste pasa á muchos s y de.muchy fac.il para que todos los arboles crezcan á ni ano derecha inclinados á ella quien' los planta ;, asi lo sería para que el mundo andubiera, derecho > y para Con el tiempo no hubiera en él "siniestro alA % gu-

^ Grbo's drt'Infierne guno 3 et inclinar lós Padres í las tiernas plan­ tas de sus hijos á la mano derecha que es la de los justos i y con esto he mostrado el arbitrio* su certidumbre > y facilid ad , que son las tres partes á que el titulo del Capitulo me empeñó. Pero porque en cada Capituló deseo dejar un desengaño práctico que se arrime á las costum­ bres, sea el de este el prevenir sobre lo dicho, que aunque algunos Místicos dicen á vulto que Dios premia el deseo como la obra-, se ha de entender, según los Escolásticos, quando e ld e seo es eficaz , y ía obra no esta en tu mano; porque si lo está , y no pones los medios para su egecucion, entonces , ni el deseo es. eficaz, ni Dios lo adm ite, antes lo rehúsa como mo­ neda fálsa. - P orque, ¿como ha de ser verdad lo que sueles decir í Dios , quisiera oír; todas las Misas que se dicen en el mando * si pudiendo oír dos no oyes sino una l -¿Cómo ha de ser ver­ dad el deseo de tener mucho para dar á po­ bres, sí pudiendo dar-poco no les das lo que puedes? Lo mismo digo de tantos, que dicen desearían padecer martirio entre. Infieles, y un desaire, que es tan incomparablemente menos, no sufren éntre Christianos. . * Explicóse en esta materia (según trae Cara~ bantes) Christcr con un ReJigíóso, al q.úal se le ¿pareció en la oracion con la Cruz acuestas; pero tan brumado que hizo el ademán de dar con su peso en ttéjfra, Entonces el Religioso acudió pron-

f¿¥& despertdr 4 nfundó, '5 pronto á ayudarle; pero Christo con cnfádo lo echó de sí , diciendole: Anda alia , na puedes llevar la Cruz de tu Estado * y quieres IJevaF la mía \ Oh y í quántos¡, que ■especulativamente piensan que harían y y padecerían por Christo, si tubieran ocasion , les respondería con el mis­ mo desdén : Andad a llá , no teneis paciencia para instruir í vuestros h ijo s, y fam ilia, y quereis darme á entender la tendríais para padecer hogueras, y cadahalsos? ¿No sufrís los despre­ cios de un progimo , y sufriríais las cuchilladas de un tirano \ Esos son unos deseos que cuesr tan poco , ó nada ¿ y valen 1q que cuestan. Los deseos que en el divino,contraste se apre­ cian como obras ? son los que ¡ deja de cumplir el hombre porque no puede;-petro en prendas de que lo desea Con eficacia , pone lo que puede, y conduce para la egecucion. la­ menta su naufragio , y con hondos gemidos des^ pierta á los que duermen en su gobierno , para que vean , -oigan y y admiren su peligro; Out navigmt mare enarrent perkula ejus & audientibus m nkis nnstm admirabimur, Eccles. 3 4 , v. 1 4 ,

para despertar al mundo*

GRITOS DE UN PADRE DE FAMILIA condenado. TLvigtlabunt in opobrum ut yHeant scmper. Dan. 1 2 . ver, 6 . O soi (mortales) un Padre de Fam ilia, que m orí, que fui juzgado, y que estoi yá con­ denado, jO que tres cosas! ¡Q^án piesto se di­ cen , y quán acervamence se experimentan. Morí. N o teneis que cansaros, porque ni puede enten­ derse , oí explicarse quámo es lo que aflige á una conciencia descuidada una inopinada muerte. Suponed que un hombre que jamás vió T o ­ ros , se viera en un recinto angosto sobre un in­ dómito Caballo , que tampoco los hubiera vis­ to , y que improvisamente se arrojase contra él un ferocísimo T o r o : ¿No os parece que la vis­ ta solo de tan espantosa novedad lo sacaría de s í , y de el Caballo 3 y que caído del bruto, como de animo , uno y otro serian triunfo des­ pedazado de aquella fiera? Pues mas fiera es la muerte que la fiera mas fiera , porque estas ma­ tan por acaso a y la muerte por esencia. M i cuerpo , que era el Caballo , no habia visto á la muerte porque no la habia padecido j mi al­ ma , que era el gínete, tampoco la conocía, porque jamás la habia considerado; con que al A4 dar

Y

g Gritos del Infierno dar sobre mí esta fiera en el recinto de una ca-* ma j fue tan espantoso el susto de su cercana vista que al punto me hizo caer de anim o; y turbándome el uso del alm a, y cuerpo fueron uno y otro indefenso despojo de su furia : Eqmm, & ascensorem dejeát in mure* Exod. ín Can.M oys* Esto nació de no haber puesto en mi vida los ojos en mi m uerte, pues no me espantara vista entonces si la tubiera prevista antes; pero mientras viví el mismo vivir me engañaba; mien­ tras enfermé me engañó mi familia * mientras empeoré me engañó el d e d ic o ; pues no pudíendo negar el m al, me negó el peligro, con-* solándome con que no era enfermedad de muer­ te. [O crueldad temeraria ! Esto solo puede de­ cirlo el que una vez lo dijo que fue el H ijo de D io s ; Infir mitas b $ Qué es esto que oigo de rí? Luego daba oídos í lo que de su familia le con­ taban. Llam ó luego al criado , y le p id ió , y tomó cuentas; M d e raüonem villcationis Despues de haber oído pasó á la averiguación, y

E

Gritos dú Infierno le quito el oficio , y lo despidió de casa : Do-3 tmnus meas aufen i me vilkatlonem: Luego oyó' para averiguar > y averiguó para despedir al cul­ pado. Aun apoya también Ja doctrina que di i Jos informantes, porque estos no tubieron es­ crúpulo de disfamar al acusado : Ef iñc difamatus a t , en fe de que fue solo para con su due­ ño- Apud illum* Estos tampoco le avisaron cier­ tamente que le disipaba la hacienda, sino que casi se la disipaba, ó se portaba como si se la disipase: Cuasi dis sipasset bonatpsius. Verían en e l algo , aunque p o c o , y le dirían al A m o , que de aquello poco seria infiel en lo m uch o;tam ­ bién es del mismo texto : Oú tn medico imquus tst 9 & in majon íúqms cst, jO quintos reparos se dejan de poner por es­ tos reparos! Y á porque no quiero que pierda por mi 5 yá porque lo que sé no es aun cosa grave ; yá porque si lo es no lo sé ciertamente. N ada de esto escusa de avisarlo, ni al dueño de oírlo para la averiguación > y el rem edio; y si no vean lo macho que valió esta política al Pa­ dre de Familia referido por Christo ; pues por esto recobró su hacienda antes que se la disípa­ se el criado ; y si hubiera desechado por chis­ me el aviso 5 tendría la noticia quando yá no rubíese hacienda , ni recobro ; y asi oiga el Pa­ dre de Familia á todos, para que la esperanza, de ser bien oídos los anime á no celarle nada. E li ( i , R eg, 2.) ya hizo mucho de esto , pero

no

f Ara despenar al mundo* 17 no todo : f por eso murió repentinamente, y se condenó. O yó , averiguó, y reprendió: On¿r& fatitis res hujusmodl quas ego audio res pessmtds. Pero 110 despidió a j o s dcJinquentes, y po> eso fue condenado á muerte temporal , y eterna; Corripfycraí filios stíos; sed ¿¡uta non djecerat delinquentes retrorsum ceádity &. moituus esr, San AnbtL ir* w Tim ot* 3 . y Tritem ío orat. 4. djgfjzflcuujMas urgente egemplar trae la Escritura en T o ­ b ía s , el qtial oyó hasta la voz de un cabrito,, é instigado de la obligación ..de Padre de Fanu-: lia pasó í la información de lo oído para hscer justicia- Videte ne fmúbus sk 3 redke eum. Habíay á entonces cegado , y . compensó _el defecto de, su vista con la agena: Vtdcte. ¡ O -, qué do-'umeneo dio en esto Í Son los oídos ojos de q,¿;cn no v e ; y como el dueño mientras duerme ni \é, m veta , solo le queda el oído para yer despues lo que sucedió mientras dorm ía; de donde quien cierra el oído para el inform e, y los ojos para el sueño, no deja puerta abierta por donde pue^ da entrar el remedio ■ de su casa , ni por donde pueda salir el daño de ella. Oiga 3 pues,./des­ pierto lo que no vio quando dormía v y vea des­ pués maduramente lo que. oiga , para, que co a vista , y revista de la causa haga justicia: -,Cim youm b&Unth tudlsstt , yidet^ /■ ■ Coronen lo dicho los Jueyes de Perdía, que instituyeron Ministros que se llamaban o jo s, y B 01 e-

ig

Gritos del Infierno

orejas del R e i : Estos tenían por oficio v e r s y o ír quanto hablaba , y obraba el Pueblo para par­ ticiparlo a su Magestad ; asi suplía el R ei su au­ sencia j y multiplicaba su presencia; y asi los va­ sallos, no ignorando que el R ei habia de saber­ lo , obraban , y hablaban como si lo tubiesen de­ lante : y s i, según Platón, cada familia es un R eino pequeño, no era menester sino que hubie­ ra en cada casa sirvientes que fueran ojos y orejas del am o, para que en su ausencia todos.se con­ cibieran ma s , y delinquieran menos* Pero advierto (para quitar escrúpulos á los ig­ norantes) que no es esta obligación tan universal que no cese en muchos casos* Cesa la obiigacion de a v isar, quando e! dueño es tan imprudente, que ha de revelar á quien se Jo dijo , y. seguírsele de eso grave mal. Cesa también quando yá el due­ ño lo sabe , y lo permite. Cesa también quando del aviso ha de resultar mas daño que provecho; y cesa en otros muchos casos, que para escusarme de referirlos , y al Le&or de errar le acon­ sejo que se lo s : pregunte al Confesor. Advierto tam bién, que estos avisos se han de dar al que tiene jurisdicción, y con el fin de que remedié el maL, no con el fin de que el agresor caiga de su gracia , porque con este fin es propiamente chism e, y pecado tan horrible , como se dirá en el Capitulo siguiente.

pitra despertar d mundo*

C A PITU LO

III,.

PONDER4 SE Ienorme, y .e lq u e aborrec#Dios dé: to d oco razo n : Ef septimum detestatur mima mea» N o solo es contra D io s, en quanto Dios* sino eái quanto D io s , y H o m bre; porque según, ia Escri-: tura, encarnó, nació, vivió , tñurió*y resucitó para plantar la paz en la tíerra;y el chismoso, extirpan­ do esta p a z ,. echa por tierra una obra que co sfeó Christo con su V id a ^ y Muerte, ¿Qué es esto, sino., ser el chismoso un Ante-Chrísto adelantado^Rogando á D ios el V . Yepes por dos Monjas, que murieron de pocos añ os, y en pocos di as 5 le respondió el Señor : no me hables de esos dos tizones de el Infierno, porque por los chismes B 1 con

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■ Gritos del Infierna

con que llevaban turbado el Monasterio , las arlauqué de é l, las quité la v id a 3 y condené sus almas* En los Anales de Dios dan las obras filiación. (Jo an .8. vers.40*) Los chismosos perfeccionan, y cumplen el deseo del D em on io, que es encender discordias* (Job 4 1 .) Luego son hijos del Dem o­ nio* Confiim alo este entina era a. Los que poseen la paz son hijos de Dios: Luego los que desposeen de ella son hijos de Sa­ tanás, La consecuencia es de San Gregorio , y el antecedente es de Christo.(M attLi.5,v.9.) ¿Quién, p u es, no se avergüenza de ser hijo de tal padre* y de egercer su oficio \ En Portugal ningún hom­ bre blanco tañia violin , por ser instrumento qu« tocaban los negros. Ningún hombre de sangre ahorcaría í o t r o , por ser empleo de verdugos. ¿Pues qué persona honrada no se correrá de pro­ ferir un chisme, quando no por Dios, siquiera por no egercer el oficio mas proprlo del Demonio? N o solo es el chismoso hijo > y oScial suyoa sino que pasa í ser dem onio, y peor que él, (M att. 1 3 . ) Preguntando á Christo , ¿quién era el Autor de la cizaña? respondió : que el hombre enemigo, y según Lyra, era el diablo* Veis ai, lq positivo es también peor; pues como para exage^ rar nosotros la malicia de un hom bre, decimos: ese hombre es un demonio ; asi para encarecer Ghristo k malicia, de aquel demonio 3 dijo : esa

fard despertar di tiítíhdo. 4i demonio es un hombre cizañero : húmicas bomo¿ (L yra > ib i.) id est Diaboltts, . Com o los hijos heredan los bienes de sus Pa­ dres , estos heredan los males dei Demonio s qu§ son las penas del Infierno, (Matth, 2,4* v ers.i 5 . ) porque en mi concepto, no hai culpa que se esla­ bone mas con él que la del chismoso. De él ha­ bla D io s , según el Chaldéo , (Prov. 1 6 . v* 4 7 * ) y dice, que cava el m al, y arde ya el fuego en sus labios : F&dk mdam , & \n Ubns illms ignls ardes-* m . Cava > dice , por lo que ahonda , y discurre para el m a l; ó porque como el cavar es bolver la tierra de abajo arriba, asi el chism oso, para echar tierra í la amistad presente, suele desembolver 3a injuria que estaba yá enterrada en el olvido ; si no es que diga , que cava en atención á la metáfora de tratar Christo al chisme de semilla , y no sin gran proporcion: pues como basta un puño de simiente á bolver en bosque todo un b ru to , asi un chisme cunde tanto que trueca en un confuso bosque a toda una comunidad , ó casa. E l gran Quirino de Salazar entiende por el ca­ var del T e x to í quien mina por sendas subterrá­ neas para volar á una peña; y dice, que asi el chis­ moso suele por sendas ocultas meter fuego para volar la amistad mas firme que una roca; cuyo fue­ go (Prov.6.) es en su boca luminaria con que ce­ ba , y en su coraron polvera con que destru­ y e ; O radim ore f erverso p r m w d e cogttdt maB3 lm *

■£z Gritos del Infierno tum , & jurgu semtnat* Entra diciendotí'el chis­ moso con la boca : cierto sentí lo que oí á folána contra vos , y Dios sabe que no lo digo por da­ ros -pesadumbre , sino para que bolvais por.vues­ tro punto j porque es indignidad que un hombre como él hable asi de una- persona como vos; y es­ to no os 3o diría si no fuera por lo que os estimo, y amo. M iente, que no es por lo que os ama , si­ no por lo que os aborrece; y si no* ¿qué amor puede ser daros ese disgusto 5 y esa ocasion de que os matéis con él ? N o oigáis í hombres ta­ je s, y no habrá tales hombres. Vespasiano mandó azotar á los chismosos ? sa­ cándolos i la afrenta pública. Asi acabó con los chism es; puertas falsas por donde tantos se entra­ ban tan adentro de su Palacio. Otras muchas leyes veo contra los chismes, pero ninguna contra quien los o y e ; y en mi concepto , estos son los mas culpados y pues con oírlos los fomentan , y les dan en su oído madriguera para que hagan cria de mas chism es, y crezca esta ponzoñosa plaga. E l mismo Quirino dice 3 que el cavar del chis­ moso es para abrirse el propio la sepultura : Fo~ áit sM fove¿m , in qua áomum-tnádens perihk : Y que su muerte será irremediable» y repentina: Su* bita, & non meditara* (Prov.'; 6* v* 1 5.) 'Ex- p.emph veniet perdiúo sua, & súbito1 comer titur} na habebit ultra mcdicmam, Y porque algunos, según eí mismo Q iiirin o , (aunque no l o aprueba) por Ex

f df a despertar al mundo * 23 templo lee.i exempio, diciendo será su ruina tal que pueda servir de egempio. Referiré una , que no solo sirve de egem pio, sino de confirmación de todo Jo dicho. Vivieron dos casados treinta años con suma paz ; y aunque en todo ese tiempo trabajó el de­ monio para malquistarlos, nunca pudo conseguir­ lo, Entró una mala vieja en esta casa, y con el zelo de Jo que estimaba al marido 3 le habló mal de su muger, Despues hizo la misma diligencia con ía muger contra el m arido, y en solos tres días sembró tal discordia en ambos a que yá el marido consintió el matar í su consorte; pero antes dis­ puso Dios que se apareciese el demonio á la mal­ dita vieja , y la dijera : Mas sabes que y o , pues Jo que yo no he podido en treinta añ os, has lo­ grado tú en tres d ia s; y asi mas digna eres da mi puesto; asiendose furiosamente de ella , se la llevó arrastrando por la tierra abajo í los abismos* Carab, 1 . 5 . Bste suceso apoya quanto dejo d ic h o , pues en él se vé que el chismoso cumple los deseos5y obras que no puede el dem onio, y que es peor que él m ism o, como el mismo confesó. También mues­ tra , que la pena de esta culpa es muerte inopina­ da,.repentina, irremediable, temporal, y eterna, y que donde mas se extrema es en quien malquista los casados ; Perversas susátat lites. Y el Hebreo; Segara? rnar'mm aut tonjugm. (Apud Salaz. ibL) B4 C i»

24 Gritos del infierno " Canonice lo mismo orro egempio de lá Escri­ tura. ( i.R e g . 22.) Por.solo un chisme que llevo ^Doe^ á Saái * hizo Saúl estragos tan sacrilegos* que mató ochenta V cinco Ministros de Dios, re* vcsddos con los Ornamentos Sacerdotales; des'truyó u n a C iudad,y derramó innumerables vidas; pero para que el chismoso no queda.se sin pena» correspondiente á su culpa, (¿Vpud Philon. Biblia) le embió Dios un gusano de fu e g o , que royéndo­ le Ja lengua lentamentt*, le quitase rabiosamente la vida , Janzandolo al ln herno, donde la misma ' lengua, que sirvió de fuelle contra otros, está avi­ vando eternas llamas contra s í: Et InUbtis íilius ignis ¿trdesíit* A un condenado por este vicio, (Prat. 1,4.) v iá un Siervo de Dios en el Infierno que se despeda­ zaba la lengua con sus mismos dientes: Bolvi» í reintegrarse, y bolvia á despedazársela, clamando d desdichado; A y de mil que no he de hacer otra cosa eternamente, por ser justicia de D io s , qué padezca en la lengua quién le ofende con la len­ g u a ; Cowm¿ndtíiavtyunt linguas suas pro. dolore• A p . 1 6, v. 10 . Poco ha tjuc en España (Gar, 1* 5 4 .) se acostó un chismoso sano, y bueno , y á la ma­ ñana lo hallaron m uerto, y feo como un demo­ nio; y para mostrar Dios que fue pena de esta cul­ p a , le salían de la boca dos monstruosas lenguas^, cada una de á palm o, verificándo el T exto dfe Su1sarro, & billngms 3 que servirá de tema para los si­ guientes Gritos. G R I-

párd despemr d mundo*

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GRITOS DE

UN

CHISMOSO

C O N D E N A D O . Susurro, &biUmguís malediñas; tnuUos enlrn turbavip fAcem habentes, Ecctes. 2 8 . vers. 1 5 . Uger -y 6 hombre chismoso 3 «abe que tienes mas mal que el que sabes. Y á casi en esa vida te puedes llorar por tan condenado como y o , si no deshaces el chism e, desencantando esa amistad que con él tienes suspendida ; porque ■si para la condenación es menester pecado* y a 'Viste que «1 tuyo es el mas grave. Si es menester que preceda una muerte sin tiempo para reme­ diarlo, yá viste que lleva consigo esa culpa muer­ de irremediable, y repentina. Si es menester de­ monio que acuse , y í viste que lo eres, y peor. Si es menester Juez que te declare por maldito, y a viste que Dios desde el T em a te declara por t a l : Susurro & bilingtiis malediftus* Si es menester ■fuego, y í viste que en tu misma boca lo llevas. Sí es menester gusano , ya viste el gusano de fuego que padeció D o e g , á cuyas manos murió en ese m undo; y que le roe en este sin que haya de morir jamás; Ver mis w u m non morletur, Isai* c.6 6 . v .2 4 .

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*05 -

$6 Gritos del infierno «Cómo, pues, vives un instante sin deshacer ese chisme , viendo que mientras no lo haces llevas contigo todo el recado de condenarte? ¿Y cómo te consuelas í dilatarlo para otro tiem po, viendo que te amenaza una muerte tan sin tiempo , como inopinada ? hioys súbita , & non medítate , &c. Quando la pena no te amedrente, ¿cómo la cul­ pa no te horroriza * Culpa , que á diferencia de otras no basta confesarla, si no se quita la causa que tubo la p az: Culpa , que aun entre Genti­ les era afrentosa, y afrentada : Culpa , que espe­ cialmente se opone á D io s, en quanto D io s , y en quanto Hombre : Culpa , que como el fuego del Infierno prende en las anim as, el suyo en los áni­ mos : C ulp a, que hace pedazos al Cuerpo místico ^.del Redentor,porque divide la unión de sus miem­ bros que son los progim os: Culpa, en fin, incom­ parable , por privar del bien de la, am istad, que no tiene comparación : Amico fideli nttlU est com­ partió. (Ecli.ó.) ¡Y con todo esto hai quien ácada, paso la comete J ¡O dolor 1 Pero aún es mas el que nadie ia impida , el que nadie la castigue, y* que sean tantos los que en sus oídos la fomentan. Si un Tigre entrara por un Lugar arrancando á unos un brazo, y á otro una pierna , se pondrían todos en armas > y le tirarían á m atar: y despe^ dazando un chismoso al mistico Cuerpo de uta Hombre D ios, y dividiendo sus m iem bros, nadie se mueve contra él ¡> antes suele hallar en el mis­ mo

para despertar al mundo. 2,7 m o que ofende, acogida , . y premio. Quejase por David el Redentor ( P s a l . i t . ) de que le contaron los huesos : entre las reglas del arte de coníar una es la del partir; y como los Fieles son sus huesos , se queja de que .se los par­ ta el chismoso con la discordia que introduce en ellos. Expresamente se explicó: (Eccli. ¿8 .) Plaga tingu¿z continuér ossd* E l Syro : Confringet essa. E l hueso dislocado tiene rem edio, pero no el parti­ do , porque es insoldable^su rotura ; asi hai chis­ m es , que han partido tan por medio algunas amistades que no han podido jamás soldarse* E s­ ta es la culpa que le arranca quejas á D io s, y í que corresponde una pena, que tampoco tenga medicina , ni jamás se pueda soldar : Nec babebié ulttd medicinam. Esta es (ó mortales!) mi pena,porque esta fue m i aun de no casarse? E l tercer docruraento e s, que se haga mas examen que el que se acostumbra de la criada que se adm ite, por Ínfima que sea, informán­ dose exadtamente, no solo de su persona, sino de sus padies, y deudos# < Si de un G a lg o , ó de un Caballo se averigua 'si es de buena casta,1 mas necesario es este informe de una criada, quanto es mas lo que daría, sí no es de buena casta , ó si no es casta , ni buena ? Y o admiro el gran cuidado que hai de cerrar la puerta de la calle , porque no entre de noche el ladrón en casa, y el poco reparo que hai en admitir una criada , que si es infiel, es un la d r ó n q u e de día, y de noche está dentro de casa. Un trapo apes­ tado infesta una C iu d ad , y una rapazuela mal Criada , es bascante á inficionar toda una fami­ lia : Por esto en su eleccipn se ha de preferir á todas , las habilidades el temor de Dios , por­ que la que no teme ofender á Dios , que es m as, menos temerá ofender al amo , que es me­ nos ; y si teme á D io s, en falta del dueño, su misma conciencia hará veces de amo , que siempre tendrá presente, y que nunca lo per­ mitirá el desorden. Por lisongear í un E m pc-

46 Gritos del Infierna perador H erége, dejo un Privado 'suyo la Leí de Christo , y abrazó la heregía de su Principe; y este , ú punto lo mató á puñaladas, diciendo: ¿ Cóm o habiais de ser leal á mí , siendo á tu Dios traidor? (Sigon. lib. 10. deO ccid. Imp. ) Una criada de escalera abajo bastó á prevaricar á la Cabeza de la Iglesia, que fue San Pedro* (Matth. Nació de un rato-de conversación ala lum­ bre. ¿ Qué puede esperar, ó por mejor decir te­ m er, el amo-, no de una conversación a sino de taiítas, que en noches del Invierno tiene á Ja lum­ bre la criada con un criado, y,con un criado, que no es Apostol, ni vive como un San Pedro ? Eví­ tense, pues, estas ocasiones: bagase diligente exa­ men de las costumbres de las criadas, y entre to­ das sea preferida, no la mas despejada, sino la mas egemplai*, y virtuosa*. Aquí viene una duda que cada dia se ofre­ ce , y que muchos desearán saber su resolu­ ción.- La duda es; ¿qué ha de responder quien despidió á una criada por. algún delito' grave al que se informa de él para admitirla en su casa? R espondo, que nunca es licito abonarla , y que peca contra caridad , porque faltando í la ver­ dad , perjudica en cosa grave al proxim o, que se fia de él. El arbitrio que cabe e s , no res­ ponder al informe * remitiendo á quien se lo pide á que lo tome de otro. Pero dirás 3 que sahendo en público este arbitrio , lo mismo será eximirte de d a rlo , que desacreditar á U

para despertar d mundo

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¿ria d a , respondo , que escusandote de respon-> d e r, no la desacreditas positivamente, sino que dejas de acreditarla : Lo segundo , que-ella fue la que se desacreditó quando delinquió : y en fin, nunca es bien , que por atender yo al crédito de la culpada desatienda , engañe, y perjudique al inocente, y en materia que pende la hacienda, ó honra de su casa. E l ultimo documento que doi á los amos e s , que saquen fruto espiritual del alimento corporal que dan á sus criados, dándoseles, no solo por sirvientes, sino por necesitados, pro­ testando , que aunque na militara aquel fin , los mantendrían por este. Asi ganarán con el mis­ mo gasto el mérito de no pocas virtudes: El ds la Justicia, en hacer lo que deben : El de la M i­ sericordia , en socorrer al proxim o: Y el de la Obediencia , y C aridad, en egecutarlo, por et amor que tienen á D io s, que lo manda, y se sir-* ve de ello. : A íos criados, y criadas solo doi el docu­ mento de San Pablo, (ad Col. 3.) que sirvan á sus dueños con el fin de que Dios quiere que les sir­ van ; Sirbientes skut D eo , & non bommifais. Es ­ te es un arbitrio para mejorar de amo , sin per ­ der el que tienen , y para asegurar el salario t ía sus servicios, pues en toda una eternidad Jes p.al­ gara el Señor del Cielo el premio que no cobra­ rían en una eternidad de el Señor de la tier ra; qm d liím m f & y t s m D vm m s esn fa

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Gritos del Infierno

Ccelts, V en un concepto, merecerán mas en servir al amo por Dios , que si inmediatamente sirvieran al mismo Dios. Fundóme , en que a muchas almas ha dicho C h risto, que si su Ma-* «estad les mandaba una cosa, y su Confesor , ó Prelado o tra , hagan antes esta, que aquella: Luego obedecer á la criatura por D io s , lo es anas agradable f y es mas m eritorio, que sí ai mismo direftamente se obedeciera ; porque á la manera que hace mas quien obedece á un Alguacil por el R e í, que si obedeciera al mis* mo R e i , que personalmente le. mandara: Así merece mas quien obedece al amo por Dios» que si obedeciera á Dios en lo que por su misma boca le mandase;, y la razón será,; yá porque entonces no lograba el mérito de la F e , que aho­ ra , y yá porque entonces parece que pagaba Dios el mérito de la obediencia con dejarse o ír, v e r, y servir; y como en obedecerá una criatura por Dios, nada de esto milita, con esto es mas meritoria la obediencia* Usen , pues, d e esta reflexión los que sirven: ¿Si esto que me manda « 1 amo me lo mandara Dios cara á cara 3 no lo haría con gusto, con paciencia, con prontitud, y con gran consuelo ? Luego con mayor lo de­ bo hacer mandándomelo el amo , porque el obedecer á este por D io s, es de mayor agrado su y o , y mayor mérito uno. De aqui se sigue* que al paso que sea mas impertinente el due­ ño ^ será mayor el merecimiento de los que por

Dios

pjra despertar al mundo.' 49 D ios lo sirven , porque hacen, y padecen mas por su Magestad; í losquales por San Pedro (i.Bpist. 2.v. 1 .) ofrece su gracia i esto es, á ios que sirven Bien , y son correspondidos m al; í Jos que sufren las injustas desigualdades de un señor ; á los que sirviendo con ventajas, son pagados con ingra­ titudes. A estos consigna también San Pablo ei premio de la herencia de Dios,(ad Coios. 3.) diciendoles su Magestad : N o os aflijáis, porque ese amo os dexe de pagar 5 que si lo servís por m í á mi cuenta está el satisfaceros; y no por viá de salario, que eso era trataros y o como cirados, sino por via de herencia , que es trataros como i h ijo s: S dente s qiwd 4 Domian ¿cápietis retributhnem hareditaü\ Gj'an lastima es , que estos consejos de la Escritura 4 y estos premios da Dios cai­ gan en v a cío , por ser tantos los que en el mundo sirven , jr tan pocos los que se sirven de ellos: Y mayor lastima e s , que los des­ precien , no trayendoles mas trabajo , que el mismo que tienen , pidiendo so lo , que le dea bue# fin* Si el Rei ofreciera una gran su­ ma í quien se acordase de él en lo que en­ tre dia obrara, no habría criada, ni criado que dejara de acordarse , viendo que una cosa tan leve le habia de valer dinero : Pues si aquí lo ofrecido es m as, y mas inefable, quien lo ofrece, ¿ de qué nace el que rio se ha­ ga Con puntualidad, y gusto ? D e que cocerían al O R ei,

50 Gritos del Infierno R e í , y a Dios no lo creen , ó por lo menos lo o l­ vidan, olvidándose de sí mismos, y desús almas. T en gan , pues, desde ahora presente todos los que sinven a criaturas, el que en ellas sirven al C riador, porque en quanto amos lo representan; y protesten cada día, que en quanto les sirven, les sirven por ser voluntad de Dios el que les sirvan, y que padecen, y hacen por Dios todo quanto hacen, y padecen por sus amos : Quodcmnqus facitis ex animo operamini skttr Domino , & non hommibus. (¿\d C ol. 3 ,) Con esto Se emplean en un servir tan noble , que es un reinar: Servir e Deo regmre est. Con estp no pueden dejar de ser pagados sus servicios, ya con la gracia, según dije con San Pedro, ya con la gloria según dije con. San Pablo: con esto , la gracia que les valdrá, sua­ vizará los afanes que padecen, y grangearán de Díos el que mueva al que los trata m a l, para que los trate bien. Con esto, en fin, hacen la vuluntad de D ios, y como no hai mas que hacer, no hai mas que d ecir: Facientes voltmtatem Dei. T od o quanto se ha dicho de la obediencia de el criado, se entiende quando no es ilícito lo que se mande, porque en lo malo , ni puede , ni debe obedecer. En otros cosas, podrá replicar, de que no debe ofenderse el dueño, con el egempiar de Pió Q u in to , á quien alabándole ios Car­ denales i. un criad o, les respondió : Bueno es, ai nque a nada me contradice teniendo esto por falta en un criado. Pero aunque San Gregorio d i­

para despertar d mundo, yí £ice y ( l . ao. Moral, c. 21*) que el rigor de los dueños hace Santos á los criados, y que la duuez* de ios criados hace Santos á los dueños, por­ que según San Pablo, í los queaman á Dios todo se Ies convierte en bien ; pero y o d ig o , que co­ mo unos, y otros tienen moderado este amor, deben también unos, y otros moderar sus condi­ ciones: Omnia cooperantur m bonrni bis ¡ & c . (A,d R om . 3 . v. z 8*)

GRITOS DE UN AMO CONDENADO por descuidar de sus domésticos. Si quis stíortim , & máxime domestuoram m a m non haber, & fidem negaylt-, & est tnfiddi d etm or* 1* ad tit.cap* 1 . Adre de Familia , Christiano, contigo habla el tema , no con el Infiel, porque del In­ fiel , no diría que era peor que el Infiel, y asi por tí lo dice ; porque siempre que pronun­ cias : Yo ya doi de comer a mis criados, pero en lo que toca á sus almas, no he de ser cura- de ello s; allá se lo hayan con sus conciencias, á mí no me incumbe ese cuidado , & c. Siempre que dices esto , niegas la Fé; porque es de Fe , que de­ bes tener ¡ese cuidado ? por decirlo la Escritura ü i del

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Gritos á d Infierno

del Tema; y negarlo,es negar la Fe: Fidem negavit. Aún te trata el Tema de peor que él In fiel; Infi­ del1deterior : será porque los Infieles son guardas mas fieles de sus familias, j O , Christianos* quaa bien os estaría obrar en esto como unos Turcos! Ellos cuidan tanto de sus hijos, y mugeres, que sus mugeres, ni v é n , ni son vistas; y sus hijos lo primero (y aun lo único) que aprenden , es la doc­ trina de su Religión, aunque falsa* Mira, ó Padre Christiano, y descuidado, si eres en esto peor,aún que el Infiel, Pues sabe, que Dios, en su juicio me pidió cuenta desde el alma del primer criad o , y criada, hasta la del ultimo que tuve en mi vida, cargando á mi cuenta los infinitos pecados, que cometieron , sin mi noticia, por mi descuido. D i­ rás , que como se me imputó á culpa lo que no supe: y fue, porque no velé para saberlo; porque no les quicé la ocasion , y porque sabian, que so­ lo gritaba por faltar á las obligaciones de la casa, y no por faltar á las obligaciones de Christianos: con eso les sirvió mi descuido , y mi silencio de salvo co n d u íto para delinquir. Los gritos, pues, que doi ahora en el Infier­ no , es por los gritos que dejé de dar en mi casa. A llí gritaba por quebrar la criada un vaso de mi gusto, y por quebrar la Lei de Dios nunca daba un grito : _alli gritaba por faltar á mis manda­ mientos ; pero por ver que entre año faltaban á los de Dios, nunca levanté ía voz, antes permití, y tal vez mandé á los criados quebrantasen sin r»í* -

p/tra despertar ¿tí inunde• 53 necesidad las Fiestas, y antepusieran mis precep­ tos á Jos de la Iglesia. Por preferir en esto mi vo­ luntad á la de D io s, padezco aquí la violencia de no hacer en cosa alguna mi voluntad, y hacer , y padecer en todo contra ella* Considera, quese­ ra estar siempre deseando , y nunca cumplirse lo que deseo. N o poder dejar de querer, y ex­ perimentar lo contrario de lo que quiero. Querer arrojar de. mí este tropél de penas, y estar siempre embistiéndome éstas , penas á tropel. Desear la ruina del Dios que me castiga , y saber que es tan imposible su ruina , como mi deseo. Desespera­ ción , que está haciendo pedazos á mi voluntad. Esta imponderable angustia has de empezar á experimentarla en la muerte. ¡O , la fuerza con que desearás entonces vencer á la enfermedad; yá , por los dolores, que te causará; yá por los bienes de que te privará ; y yá por los males 9 que te amenazará ! Pero en pena de haber hecho has­ ta entonces tu voluntad contra la de Dios, hará Dios su voluntad entonces contra la tu­ ya , quitándote la vida , quieras que no quie­ ras. Y asi, no hai sino hacer tu gusto en la vi­ da >que Dios hará el suyo en tu muerte. Enton­ ces lo invocarás llorando, y responderá riyendo: Ego quoqtte in interku vestro ñdebo* (Prov* 1 . ) Y quien creerá y que esta experiencia, en la salida de ese mundo no es comparable con el de la entrada en este; porque en fin , el moribundo, ni sabe, ni cree que no ha de mejorar, antes Jo D 5 es-

Gritos del Infierno. espera. Pero aqui se cree, se sabe , y no sepiensa! en otro , que en la imposibilidad de haver de te­ ner ya el mal remedio. ]O,mortales, si quando y o lo era huviese oído , ó leído, la calidad de esta pe­ na , cómo ( costara lo que costara ) me kuviera preservado de ella ! . Di me ahora tú que Ja oyes, y lees , si entra­ ses a decir á otro, que la casa se le caía , para que saliese de e lla , y despues de tí entrase o tr o , y o tro á decírselo í voces , y él no quisiera mo­ verse de la silla en que estaba , \ qué juicio ha­ rías de este hombre ? Harías ju icio , ó que no tenia ju icio , ó que no.creía el aviso. Pues valga Ja razón: Si y o te digo á gritos: O Padre de Familia descuidado , que las culpas de tu casa (que cada una pesa mas de mil mundos) caen sobre t í, si al mismo-tiempo entra la Escritura del Tema , diciendote lo propio : Si oyendo esto te estáis sentado en tu acostumbrada negligen­ cia , y no te mueves á quitar el riesgo ageno, y preservarte del proprio, qué quieres que infie­ ra de t í , sino las dos consequencias que tú sa­ cabas del otro: es á saber, ó que te falta el jui­ cio , pues quieres tu propria ruina , y no quieres evitarla, ó que^nq crees í la Escritura del Tem a que te lo avisa $ y esto es negar la F e : Er FIdem

negavh. Temeroso Jacob (Gen. 3 y.vers. i . ) de que las Ciudades confinantes se levantarían contra él, la primera diligencia fue ( quién lo creerá ) juntar to-

V a u despertAf d ntmde, 55 toda su familia, para explorar, y saber „ si ha­ bía en ella algún Idolo escondido. En que .ense­ ña Jacob al Padre de Familia, que quando le amenace ajgun contratiempo , empiece por esta diligencia , temiendo , que en pena de la emi­ sión en esto, suele Dios llover á Cielo roto tratrabajos sobre una casa, También le enseña, no solo a quitar los Idolos manifiestos, sino los es­ condidos, no solo á extinguir el d añ o, que sabe que h a i, sino á inquirir el que puede haber, sin que él lo sepa. E ntra, pues, ó Padre de Fam ilia, dentro de tí mismo, y mira si faltasen algo de lo qiie en ese tratado se ha advertido; si oyes bien á quien te avisa el mal de tu casa; si vas sobre aviso para el examen, y la enmienda; Si crees, y no castigas al chismoso ; si no despides ald elin quente; si velas, para que tu familia sepa, y- obre lo necesario, para que no ofénda , y sirva á Dios; si la ocupas sobre su salud, y fuerías ; si la mal­ tratas de palabra, ó obra, si le mandas lo prohi­ b id o ; si gritas por las ofensas de D iosrotfió por las tu y a s; sí le toleras el ocio 5 ■ si le pagas el sa­ lario;, si en algo la escandalizas ; y en fiív, si tie­ nes este cuidado, qüe te encarga el Tema j- por­ que si n o , serás peor que el infiel en la^cÉrlgá y y muclio mas atormentado que él en la petía-: Bt infideli deterior. ‘ s v: - ..1 :

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Gritos d d Inferno

TRATADO SEGUNDO de

los

casados

E N T R E SI C A P I T U L O P RI MERO. PE L A S C A V S A S

QVE

DESGRACIAOS

d matrimonia* O

hai que advertir entre nos , que el matrimonio es santo* pues saben, y creen qiie lo cano­ nizó Dios, queriendo ser el prime* casamentero, d d mundo , y que despues Christo lo consagró en Sacramento , aprobando con su asistencia una bo­ da ( bien que llamado á ella ) en que sacó á luz la habilidad,dehacer m ilagros, estrenándola, no en alguna diver^on, (como ahora se usa) sino en una conversión, símbolo de la de nuestras aimas. Joam t*D e donde los que tratan al matrimonio de in­ soportable carga * le imponen un defe¿to>queno es del estado , sino de los que lo profesan ; porque e l . matrimonio por sí no es insufi ible.Los mal casados ha»

para despenar al mundo. „

57 hacen qne lo sea : y si el error de un Artífice no se atribuye al Arte, ni el engaño del ArisaíetiCo á la Arismetica, ;tx>r qué se ha de atribuir la culpa»que es del casado al casamiento? Un hombre solo no podra llevar un gran madero, y si lo lleva irá con él arrastrando; pero dos lo llevan bien* La Cruz del matrimonio requiere dos hombros ; si todo el peso recae en uno , ó no lo podrá llevar > ó irá con él reventando, apliquen ambos el hombro á 3 a carga , y verán la suave facilidad con que se . lleva : Suportantes inviiem ia chamare. ( Ad Ephes* * v * *0 La segunda razón de oprimir este peso , con­ siste en la desigualdad de los que se unen á lle­ v a rlo : porque si uno es a lto , y el otro bajo , re­ funde en este codo el gravamen , y esto tampoco es'cuípa del estado, sino de quien no casa coa ig u a l; y no es mucho , que pese mucho al que no buscó quien le ayudase* D io s, que quiso dár i Adán muger que le ayudára r se la buscó seme­ jante» u n o, y otro dice elGenesis 2, 18. Sean, pues* iguales los consortes, sí quieren despues correr parejas, porque de lo contrario nace la falta de unión; y sobra de pesares suele ser el interés el agresor de esta culpa , antepo­ niendo los medios al fia , y son despues los mismos medios verdugos de ese fin; porque quando el linde quien casa , es la hacienda, ó la hermosura, suele ser el juego, ó la edad quien sin 4

divorcio los desune. El dinero} y la yelUza con

5S Gritos del Infierno el tiempo se gastan , pero la virtud, y cordura se aumentan con el tiempo;, dicelo en muchas partes Salomón , el mas sabio de los hombres, y el mas experimentado en mugeres, pues tuvo setecientas mugeres proprias, y trescientas concu^ binas. 1 1 .) Aunque son tantos á mas de los dichos los es­ collos en que rompe Ja paz de los casados, la causa radical de todos sus infortunios , es a mi ver, la mala, poca, ó ninguna disposición con que recibieron este Sacramento.; y que esta culpa tan frequente en muchos , como reprehendida de pocos, sea quien lo desgracie, lo fundo en ra­ zón tan cierta, que no la probaré, y es la siguien­ te. El efedto proprio de un Sacramento se da , se­ gún la disposición de quien lo recibe , ( ya se en­ tiende ex opere operantis ) y como el efecto propriad e este Sacramento sea la unión; de ai es, que ha de ser poca la unión, y paz de los casa­ dos > que con poca disposición lo recibieron. N o fundo las dos premisas, porque ningún T eo lo go las niega* Que en muchos sea ninguna esta disposición, dígalo por un común la experiencia : Q uantos, y quantas se casan , aunque no saben que en aque­ lla acción hacen , y reciben un Santísimo Sacra­ mento ; y quantos que lo saben, se casan sin acor­ darse de ello; y quantos que se acuerdan, se casan sin tener la intención , que es tan necesaria , que descomulga el Tridentifloá quien Jo niegue: tan rse-

fdr¿t despertar d mandó. necesaria, que si falta, ni la Iglesia, ni Dios Ja su­ ple ; y tan necesaria , que sin dia no hai Sacra­ mento. Verdad e s , (para quitar escrúpulos) que basta la intención de hacer lo que la Iglesia quiere en aquel aóto; \ pero quántos hai, que tie­ nen la noticia, la memoria , y la intención , y se casan en pecado grave ? Sepan , pues, que hacen otro nuevo pecado en casarse , y que es sacrile* gio , culpa mas horrible, que la de matar hom­ bres. Ahora vean* ¿como ha de dar este Sacramen­ to Ja gracia de la unión á los que no reciben es­ te Sacramento en gracia? Y desengáñense , que Ja falta de paz que despues tienen , es pena de la falta de esta espiritual disposición con que se ca­ saron. Quien recibe menos dignamente un Sacramen­ to , dice el Crisostomo, desacredita í Christo * y al Sacramento, y quantc es de su parte le. priva de honra,y fama* (Homil. 6 6 . ad pop.) Hs de pon­ derar , que no habla de quien lo recibe indigna­ mente j sino menos dignamente, porque dice: Mlnus digne % y si esto hace quien lo recibe con disposición , no tan perfe&a , \ qué hará quien lo reciba con la positiva indisposición de mortal culpa ? Desde luego les anuncio fatales progre­ sos , y peores fines, no solo á ellos, sino á su des­ cendencia. T an común como sabida es la propriedad de la vivora , que conociendo que de principio dañado no puede nacer parto feliz , sa­ cude antes de juntarse con su'consorte el vene­ no,

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Gritos del Infierno

no,para no emponzoñar la prole: Luego los que antes de casar no escupen el veneno de la culpa, no quieren la gracia de unión,y paz del Sacramento, sino ser mas crueles que vivoras contra s i , y sus descendientes. San Vicente Ferrcr ( Serm. 4. post. Epiph.) confirma todo lo que he dicho , y di­ ce ; Que porque los que se casan no combidan á su boda á Christo, como los de Cana , por eso asisten á ella los demonios ; y que en pena de esta cu lpa, Jes permite D io s , que influyan despues en los casados iras, zelo s, pobreza, ¿d ios, y esterilidad , ó para que no tengan hi­ jo s , ó sí los tienen , para que salgan inútiles, impedidos, cojos, ó mancos, ó traviesos: Quia

nuptU ve$tr que fue quando escribió; ¿ qué diría de las de ahora, en que ha crecido trescientos grados de altura la Vanidad? En punto están estas bodas, que como repa­ ró un doéto, diria nota d ver en una de ellas

par¿ despertar al mundo.

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I unfReligioso Descalzo, ó Capuchino; y no sien­ do por asistir á la celebridad de el Sacramen­ to , me habéis de conceder, que es por las conco­ mitancias indecentes con que aquel Sacramen­ to se celebra* En fin; quanto se o y e , y se ve, todo con mas, ó menos recato, se encamina á la impu­ reza 3 trages > tonos, convites, conversaciones, to­ do es provocativo* 0 ? Sangre de Jesu-Christo, consignada en este Sacramento , ¿por dónde en­ trarás , cegando así el paso á tu corriente J ¿Dón­ de caerás, eio cabiendo yá en esos vasos, por es­ tar hasta la boca llenos de torpezas ? ¿Dónde ha de caer sino en aquel suelo, donde ¿s con sacrilega disolucíon pisada ? Conculcar erunt me inimki me i. ( Psal. 5 5 - ) Sobre tales fundamentos, ¿ qué ca ­ sa pueden levantar estos casados > Bien pueden traher mucho, y aumentar mucho, que todo será en va n o , no habiéndose fundado e n . la primera piedra, que es el Señor: Níjí Dominas edíficavc-

ñ t domum ln vanum labor avermt qui edificant eam* Psalm. i2.ó„ «Pero qué hará quien yá casó en pecado para remediar lo hecho , y atajar los efeífcos aciagos. que padece, ó le amenazan ? Supongo , que el Sacramento por eso no dejó de ser válido , aun­ que fue ílicíto. S. Francisco de Sales apunta el re­ medio. Antiguamente, dice, hacían fiesta los casa­ dos cada año en el dia correspondiente al dia en que se casaron ; y dice el Santo, que aprobada esta tiesta , si consistiera en confesar, y comulgar ? aquel

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Gritos del Infierno

aquel día m arido, y m u g e r , encomendando á Dios el progreso de su matrimonio , renovando los buenos propositos de santificarlo en é l , pi­ diendo , y tomando animo de su Magestad, para llevar, y cumplir las obligaciones de su estado. Y para que nadie, por ignorar el m odo, se escu­ se , yo se lo reglaré en la siguiente Oración , con. la qual buelva la honra , y fama , que de su parte quitó áC h rísto , y al Sacramento, por haberlo efe&uado, y recibido sin digna disposición, ó cbn disposición indigna. O R A C IO N * Q JV E

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marido , y mugcr , para recobrar el fruto que per­ dieron , por recibir el Sacramento del M atrim onio con poca disposición de espíritu* , Lementísimo Jesús , á vuestros pies pos­ trados os pedim os, por el Desposorio d& vuestra Sastísima Madre , nos perdoneis la falta de pureza con que hicimos , y recibimos el Santo Sacramento del M atrimonio; y deseosos de rein­ tegrarnos en el fruto de su gracia , arrepentidos de las ‘culpas con que llegamos á é l, y de las que despues hemos cometido contra vuestra inefable bondad , ratificamos ahora la intención, renovamos el consentimiento, y proponemos, ayu*

C

para despertar al mundo, 63 ayudados con vuestra gracia , cumplir en adelan­ te cotí nuevo fervor las obligaciones de nuestro estado, en honra , y gloria vuestra* Amen* A D V E R T E N C IA A LOS CO N FESO R ES.

Uéle ofrecerse en el Confesonario un caso, tan dificultoso, que apenas tiene salida por donde no encuentre con algún inconveniente ; y porque le tiene aun el declarar el caso , me expli­ co con el d o tío , diciendo , que es el que hallará en el Curso Salmanticense,traá,9.deMa trina,cap. 3 ,11,114, Bn cuyo caso, el remedio que dá Dicasúllo, (ibi:)es mui aventurado; el que dá C a­ yetano , casi infructuoso; y el que T ru llen c, im­ practicable, por no creíble 5 y otro que d¡ín Teoldgos de clase, lo tengo por poco decen­ te en la boca de un Confesor : Y para evitar estos riesgos, y asegurar el efeáto , puede el Confesor aconsejar al tal penitente , rece coa su consorte dicha oracion , alegándole para es­ to el m o tivo, que no le será ingrato de en­ mendar las faltas con que recibieron el Sacra­ mento , para quitar con eso la raíz de donde Jes nacen los trabajos que padecen, ó que les ame­ nazan. O tro consejo como este dot á todos los Chris­ tianos , ' movido de oír suspirar á muchos: \ Qué sería de m í, si por ignorancia , olvido , ó descuida dejó algo de lo esencial quien me bautizó?

S

Si

64 Gritos del Infierno Si así fuera * y í no podia ya salvarme; por otra parte no lo puedo saber, ni me puedo bol ver á bautizar, ni aun sub condinone , porque no tengo fundamental duda de lo contrario. ¿Pues qué he de hacer ? Respondo, que en una palabra puede qualquiera desocuparse de ese escrupulo, que e s , con decirle á D io s, que si no está validamen­ te bautizado, lo desea estár; y que si fuera su voluntad, bolvería á bautizarse, pero que deja te dialogo de inutiJes controversias* aunque, tenga razón; ya porque merece mas, quien cede con ra?on , que sin ella; y^porqiié de ma­ nejar mucho una llaga se indigna mas la llag a , y , se ensangrienta U m a a o , porque como se aviva el futgn , quanto mas se- m ueve, asi hai cosas que al paso que mas se dispuntan¿ mas se encien£ 4. den.

71 ■ Gritos det Infierne den. En fin , las ñeras se embravecen quando las curan , y hai condiciones tan fieras que Jas daña mas el remedio que el mismo m a l» y . entonces ,debe el marido cuerdo sepultar la question echan* do tierra de silencio encima* Sobre ser perjudicial esta discordia, es indig­ na del generoso sexo del hom bre, por ser la. -muger un contrario tan indefenso como des* ig u a l, pues no tiene mas armas que las voces, las quales no pueden lastimar al marido mas que la y en él aun la mas leve es m ortal: Divtsum est cor -torum nunc intertbunt. (Oss. 10. vers. 2.) Miren mucho como hactn división los casados 5 porque qualquiera división, si es por odio , es culpa gra­ ve. El Genesis dice, que serán dos en uno , y el G riego calla el dos, y solo dice serán en uno; sin duda, porque quiere sea tal esta unidad que ■ni aun en lo escrito se cruce una palabra de por =■■ . me-

74 Gritos del Infierno m edio; \qué es una palabra , ni úna silabaft Qyanto peor será que entre los dos se crucen pa­ labras que impidan la unidad , y causen la d :vi­ sión : Erunt in carne una* En fin , lo que Di«s ju n tó , nadie suele dividirlo sino el Diablo: Pero porque la división mas grave , y mas frequente es la del adulterio, trataré de él en el parrafo si­ guiente, §> I L

DE LA C V L P A , T P EN A D E L AD ULTERIO *

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' N A de las heregías de Tertuliano fu e, que ■Dios no perdonaba el adulterio j \ lib. de fu d it , ) no sé como á este entendimiento falto memoria del que perdonó Christo. (Joan. 8 .) Lo cierto es , que en la antigua Lei no habia sacri­ ficio para este pecado; y quizás por esto David, para lavar el s u y o , apeló í el M ire ntdgnum de la Divina misericordia: Secundum magnam mise* mordiam titum . Pero aun los errores en esta cul­ pa sirven de encarecer su gravedad; porque con errar Tertuliano en que Dios no podta perdo­ nar el adulterio tubo á su malicia por mas gran­ de que á la piedad de Dios que es infinita ; y re­ putó por mayor pecado á este que á todos los pecados juntos, pues creyendo que podia per* donar i los demás , padeció el engaño de que no podia perdonar í este. De lo dicho salen dos consecuencias. La prim era, que el adulterio es tan

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part despertar al mundo. 7? tan malo , que hubo quien erro > pensando que Dios no lo podía perdonar, l a segunda, que Dios es tan bueno, que es de F é , que puede per¡donar al adulterio. N o hai sino tres grados de encarecer í una co­ sa , positivo , comparativo ? y superlativo; y to­ dos tres he notado ^que se agotan en abomina­ ción de este vicio. El positivo, porque el G e nesis lo trata de pecado grande : Feaatam g ran ~ de. (cap. 2 9 .) El com parativo , porque San Pe­ dro Jo trata del mas g rav e: Quid adulterio g ra ~ vías. (S.Clem. Ep.ad Jac.) E l superlativo, porque Jobio trata de máximo : Im qukas maxtma , y el Deuteronomio de pésimo 22. Y despues de lle­ gar á decir todo quanto es posible contra el* confiesa la Escritura, (Gen. 39*) que aún exce­ de á lo que se puede d ecir, que esto significa lla­ marlo obra nefaria : Opm nefari§ ; esto es, de quo non potest f m .

Si es Ja vara de la pena vara de medir la cul­ pa, apenas hai penas que no hayan fulminado las Leyes contra esta *, aun la L e i, sin Lei de M ahoma , y de otros Barbaros * la condenan í muerte* La Lei de Moisés apedreaba las adulteras, y al­ guna vez las quemaban vivas como í T a m a r, y en el campo porque sus cenizas no infestasen los poblados. La Iglesia castigó antiguamente a los adúlteros 3 privándolos por quince años de los Sacramentos, é imponiéndoles publicas riguro­ sas penitencias. E l Codigo Teodosiano llama sa-

76 Gritos del Infierna crilegoS de las bodas i los adulteuos, y quiere, que cosiéndolos vivos dentro de un costal, sean arrojados aL mar. Y én fin , dignos, según Fi­ lón , de pena capital por públicos enemigos del línage humano. A l poderoso dá poca pena la pena, por ser él sobre el Juez; ¿pero que responde á San Pa­ blo , que d ic e , que Dios ha de juzgar los adúl­ teros ? Especifica á estos, habiendo de juzgar á tod o s, por prevenir quizás que aqui no habia de juzgarse el adulterio, y por eso Dios se abo­ ca esta judicatura: (A d Haebr. 1 3 , ) Adúlteros jttdkabit Deus. Pregúntenle á D a v id , aunque tan poderoso , ¿cómo le fue con este Juez ? Por un adulterio que cometió ( 2. Reg. 12. ) le intimó no se apartaría su omnipotente acero de su ca­ sa jamás. Este tan fatal cometa , (ó adultero!) ta amenaza : Una espada del Cielo , cuya cenicien­ ta punta pronostica infalibles sangrientas muer­ tes, y cuya formidable cola es de consecuencias tan largas como eternas: Quam obrem non recedet g U d m i domo tua usque tn sempternum . Y para que ni el consuelo tubiera de el secreto de su de­ lito , prometió D io s , y cumplió que lo había de hacer notorio í todo el R e in o : (1, Reg- 12* v . i ¿ .) Quod efíimfecisti abscond'tre, & c . ¡O quantos, y quantas piensan que nadie sabe su adul­ terio , quando, ó por castigo de D io s, ó por in­ dustria del demonio nadie lo ignora. Ahora considera: ¿qué importa que el Juez no te

para despertar al mundo, 77 te condene > ó porque no lo sabe , ó porque no se usa l ¿Y qué importa que el marido no te mate, porque lo ignora, si por poderoso, y cauro que seas, no puede Dios dejar de saber, juzgar, y castigar ese pecado? (Jerem.5. v .7 .) Del Juez, ó del aiarido podías retirarte , ó defenderte, pe­ ro no de D ios; y la vida que esos te pueden qui­ ta r, aunque te la dejen , te la ha de quitar una fiebre con el tiempo; pero Dios te ha de quitar la vida temporal del cuerpo, y la eterna vidst del alm a: U n o , y otro contesta el caso que trac San Pedro Dam iano, (Epist. 13 . ad Desid.)que sucedió en Parma. Despues de haber adulterado un mal hombre con la muger de un buen Labra­ dor fue á la Iglesia 5 y al entrar en e lla , se entró en él Satanás, y á vista del concurso, que era nu­ meroso, empezó á maltratarlo con acerbas ex­ torsiones. Jugaba con su cuerpo í la pelota, y lo impelía contra el suelo con tal furia que re­ saltaba hasta el techo de la bobeda ; despues Jo sacudió en las paredes con tal vehemencia , que reventándole las entrañas, quedó allí el cadaver embuebo en su fea vertida sucia sangre , y bajó su alma á los infernales calabozos del abissno; JPerdet animam suam* (Prov. cap. 6,) Para que no dudes, ni del castigo , ni del vi­ gor , sabe , que esa muger e s , y fue antes Esposa de Dios que de su m arido, con que en el adulte­ rio , mas que al m arido, ofendes, y desprecias á Dios* Por esto no dijo í David ¿ ¿por qué despre­ cias-

78 Gritos del Infierna ciaste í U rías, que era el m arido, sino por qué me despreciaste á mí ? Eo quod despexeris me* Y por esto, despues llovía sobre esta circunstancia su arrepentimiento * diciendo: pequé contra tí solo. A mas de eso desaíras ingratamente á Chris­ to porque destruyes quanto es de tu parte el fin del Sacramento, de que fue Autor. Pues el fin de darte en el matrimonio muger propria, fue para *storvar el que acudieses á la agena; y el fin de este fin para que no te condenaras; y tú quan­ do adulteras, dices con la obra lo siguiente : Asi que Dios hizo mia esra muger á fin de que no fuese y o á otra ; pues no le ha de valer á Dios ese f in , porque á su pesar he de explayarme i Ja que no es m ia; y si el fin de ese fin fue estorvar mi condenación, tampoco ha de salir Dios con la suya , porque í pesar del estorvo que me po­ ne, he de adulterar , y condenarme, ¡O qué re­ solución tan heroica ! Ea, pues, no hai sino pro­ seguir , que si te deja correr su providencia, no tardará í alcanzarte su justicia, como al que o ir ras ahora.

fa ra d esfertá ra t mundo*

GR I T O S ‘ DE U N A D U L T E R O C ONDENADO. VonVse ve _§a^»ubiic6 :

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io a Gritos del Infierne bierto con un paño de seda, y oro , es señal, que encierra dentro algún cadaver. Féretro del alma es el cuerpo , y quando este cuerpo se cubre con vahas vestiduras de oro , y seda, es señal que incluye dentro de sí una alma que es cadaver, y muerta por la culpa : Va vob'ts símiles sef ulcris de alv&tis. (Matth. 23*) Sirva de egemplo Jo que en esta.materia he visto yo proprio. Pasaba por una calle, á sazón, que daban en una casa gritos 3 y lamentos; entré en ella, y preguntando el m otivo, me respon­ dieron , que acabando la Señora de tocarse, y prenderse para recibir unas visitas que esperaba* cayó muerta de repente. Y o vi á la difunta que estaba aún con los mismos adornos que un ins­ tante antes se habia puesto : su rostro diformemente trocado, menos el color de las megillas* que por no ser natural, sino sobrepuesto, no tubo en él jurisdicción la muerte. En fin Vv í aquel ca­ daver profanamente ataviado. ; ¡O , que otra fue la visita que tubo de la que es­ peraba ! T odo quantó se puso para recibir la otra se hubiera quitado si supiera que habia de recibir esta ; porque como Dios en la muerte, según Sofonías , viene como Visitador , y Juez á castigar galas, y modas peregrinas; no querria recibir al Visitador vestida del mismo delito que venia á castigar: Viiitab? supérenmes qui indrn sunt veste fereg ü n ¿. (Sophon* .cap* 1 . v. 8 .) , En ninguna hará efe&o este; egemplar, enga­ ñan-

f ara despertar a l mundo, 1 05 itandose con que no por eso ha dq suceder á ro­ das j ó con que no querrá Dios que le suceda. Y o sé que oyó Ja difunta- orros casos semejantes al su yo , -y quizás se consolaría con esas mismas ra­ zones; y sin embargo sucedió á ella, lo mismo* Y quiso Dios que le sucediera. T em a, pues, la muger quando se prende , que podrá ser que no pueda por sí. misma desprenderse , porque antes la habrá llamado Dios á su riguroso Tribunal, adon­ de comparecerá con es* moda , que lleva ella tan fríen a y Dios lleva tan maU . Ya el extremo de= Ja vestidura que desperdi­ cian por, el suelo les acuerda con el excitado pol­ vo el extremo de la y ida. Los Cometas , que son también unas superfluidades de vapores, en la cola suelen amenazar, las muertes. Este es el me­ nor daño , porque en fip es temporal. Lo mas de­ plorable es, que embuelve males eternos,, Pues segujri el Appcalipsi, arrolló Luzbel en su cola las tres partes de Espíritus Angélicos, que puros lucientes Astros, convirtió en abrasados negros carbones. Ultimamente * en la cola de la vasquiña de una muger que entraba en el T em plo, vio un Santo Sacerdote muchos Demonios arrimados, y que asidos unos de otros ? saltaban, y brincaban en ella como en su centro; Entonces, dijo á Dios el Sacerdote : Señar , haced que todas las mugeres que hai en U Iglesia vean este enjambre de Diablos par 4 que f'Sf4wiimten+ Vieronlos , y quedaron tan



G *

ato-

10 4 r Gritos ie l infierno atónitas como enriendadas. (Specul. Exémp. t i¿ de Vestí, fol. 78 0 . 4 Siendo el inmoderado trage tan culpable por sí, ¿qué sera por él fin , y la iriténción ? lía qual, si no es buena , aun á láS obras buenas hace ma­ las. Sepa, pues, la iuugér, que en qufahto vis4 te , habia, obrá » ó m ira, si es ¿on el fin tié que otro iifipurártíetité la desee, peca mortalinerme r y esto, ¿unqué rió se siga el deseo del o tro , como peca quien dispara una pistola con­ tra uno , aunque y erré él turo; Echen ¿ pues Y la mano en el pecho de 5üsf conciencias las mugeres, y examinen el fin qtíe tienen' en adornarse:; si es puramente el no ser desagradables a las gen­ tes , y el adorno es moderado, no es ilícito ; si es el fin agradar s para qüfr desee quien no püé^ d e , pecá itiórtalmente-, -üü solo en adortíarsé£ pero en quitarse un guiiiÉéy én_ bolver los ojos» y en la palabra, ó obra'más tíiinima sí es con este fin.

fara desferrar d mundo.

.105

G R IT O S DE

ÜNA; M Ü G E R C O N D E N A D A , por la deformidad de sus ‘ trages. ■,

Va qul opulenú estis m S m ingrediens pornpmce mum Israel. A m os, cap. 6. v* 1*

A con esta es la segunda vez quer A* salgo al mundo , porque soi 1 j aquella muger condenada, que Q se vé en el Espejo de los egm plofi 7 ^ 1 * Aquella que Subió de estos abismos a responder í una Señora, ;qlae quiso saber la culpa con que utu ittuger desagrada mas í Dios i Apárcame á ella entonces brümada:de suplicios formidables,, y ajusticiada-'de' atrocísimos demonios. Confortó Dios sá vida parí que no se la apagase la vista; de mi horrible figura, y el terror.de misimpiá-i cabJés gritos, que fueron los siguientes# ' > A y de riíM La muger mas infeliz entre todas las mugeres ’: A y de mí í Que fui abstinente;; que fui limosnera , que fui, (atendedme, y asom­ braos) que fui casta , y que soi eternamente con­ denada. La; causa que el juicio de Dios hizo i s í i alma fue el nimio.ornato de mi cuerpo. No „ ■ iiv? ^ >

io 6 Gritos del Infierno incluía mas el proceso, pero en este solo renglón v i el copioso numero de hombres, que tropezan­ do en mis galas, cayeron con el pensamiento. T o ­ dos estos con sencimientos que previ puso el Juez á mi cuenta , y desde entonces tne di yá por per­ dida j porque viendo en las llagas del mismo que me juzgaba el valor de una sola alm a; y viendo en mi cargo tantas como yo perdí, ¿qué podia esperar sino desesperar ? fas.. Luego según eso , dijo la Señora .que me oía, lo que mas aborrece Dios en nosotras , es este ex­ ceso en el ornato , y trage \ Asi e s, l a . respon­ dí : Pues para eso me embia á tí el Áltíssmo ; y porque quiere que lo sepas, no solo por el o í­ do , sino por los ojos: mira lo que por esto pa­ so. Entonces y i o , que dos ferocísimos demo* nios atropelladamente con lan2as dé vivo fuego ine empujaron en un profundo pozo Jleno da plomo tan derretido, que í pesar dé su pesar surgía , y resurgía en flujos, y reflqjoscon apre­ surado orgullo. Aqui y \é que me dejaron, don­ de estoi, y estaré luchando con un .torrente pe­ sado; de llamas. Imaginad la aflicción que causará agonía tan fuerte, ,y tan perpetua a la ternura delicada de una muger. Desde aqtli< me oyó. en­ dechar con gemidos arrancados dermis entrañas: A y de mí ] la mas loca, y desalumbrada de las mugeres, pues elegí el padedecer un, mal tan eter­ no , por un bien parecer tan caduco :. Va9 La segunda vez que salgo ai mundo es ahora,. ea

107 en la estampa de este menguado libro: yá sé que no haré el fruto que en la primera , porque enton­ ces aquella Señora, al estruendo de mis gritos* reformó trage, y vida* Diréis, que por qué alli se oyeron, y aqui no se oyen, sino que se leen. Pues quereis que á cada muger embie D ios, como & esta otra muger , por ei mismo vicio condenada. Decís que no 3 porque os costaría la vida el susto. Pues si no quereis el desengaño por la vista, acep­ tadlo por el oído. Oíd en ei V& del Tema vuestra condenación ; y si no quereis este desengaño poc los ojos porque os atribularía, y no lo admitís por el o íd o , 5 por qué no os reformáis? A y de vosotras, que no solo no quereis vuestra salva­ ción, sino que cerráis los condu&ospor donde os puede entrar 1 Va. Acordaos del M onge, que vio dos bestias muí disformes, que ponían una red ea la puerta del Cielo 3 y oyó una voz que le dijo: para despertar al mundo,

Esa red son las galas .de las mugeres ,y los trages pro* fafíos que. impiden entrar en U gloria *

Omitiendo* pues, las abominaciones que fulmi­ na la Escritura contra, este exceso , os alego algu­ nas que en el juicio de Dios conocí, y que en es­ tos calabobos experimento. Sabed, que aún es mas ¿njusta que el fuego del Infierno una de «stas mugeres: yá porque este fuego no provoca A la culpa, antes suele estorvarla, y estas mugeres incitan con su ornato á ella ; yá porque este fuego daña , no i los justos, sino í los pecadores, y estas i justos, y pecadores dañan. Y á , porque es-

ioS Grkos del infierna este fuego solo enciende á los cercanos, no á los discantes, y estas í unos, y á otros y sí de unos* y otros son vistas; ya porque este fuego hiere en su territorio que es en el abismo ; pero estas mu­ geres en todo lugar, sin exceptuar al Templo, antes este suele ser el amfiteatro de sus espiritua­ les ruinas, porque para ir á él aumentan el or­ nato , y gala* Esto es afilar los cuchillos para hacer carnicería de almas al que Dios labró para refugio de ellas. En firi, es este abuso un hacha envenenadamente encendida que pega, no lum­ bre „ sino fuego por donde pasa , sin excepción, ni de persona, ni de estado, ni edad, ni de terre­ no 3 pues contra su egecutiva fuerza , ni el sagra­ do es sagrado , ni la Iglesia inmunidad. Nota, pues, que el v& del Tema, que significa condena­ ción , cae sobre quien entra con esta pompa en la casa de Israel, que significa a la de Dios: V& opa* Icnti ingredientes pompatice domtím IsraeL

También cae sobre las personas opulentas: Va eptilenti 7 para que las riquezas no les valgan , ni aun disculpa. Rico por antonomasia es el conde­ nado, que muestra S. Lucas c«ió. y uno de los car­ gos de su condenación fue la preciosa profanidad de su vestido : índucbMur purpura. Fiaos ¿h que puede llevar vuestra hacienda el trage qué lle­ váis. Pero porque la mano que me rige la lengua no me deja sembrar do¿triñas', de que puedan nacer escrúpulos, callo las opiniones que podían angusciaros; y solo digo lev que no está en opinión,

y

f s ya despenar al munde, 1 09 y ¿ícen todos. El trage excesivamente costoso, es pecado mortal en quien por llevarlo deja de pagar alguna deuda, ó de socorrer la estrema ne­ cesidad del pobre; si no hai este, ó otro perjui­ cio } será venial por el exceso. Pero el trage que de sí es provocativo, y próximamente incita, siempre, y en todo caso , y en todas personas ts pecado mortal. Ni vale decir , mi intención es parecer bien, no ocasionar el mal. Pues yá se explicó Dios ( Exod* 2 1.* ) declarando por reo de la muerte de un jumento , y mandando que lo pagase al que no cerró la caverna en que c a y ó , aunque el de­ jarla abierta no fuera con esa intención. Pues el Dios que culpa á quien sin intención ocasiona la ca/da de las bestias, mas culpará á la que ocasio­ na , aunque sea sin intención , la caída de las al­ mas- En fin, no se escusaria de homicida el que mostrase un basilisco á otro , aunque no fuese con el fin de que lo matase, sino de que se divir­ tiese con su vista. Temblad, pues, mugeres 5 temblad maridos s y temblad también los que sois sus Confesores, porque á todos condena este desorden ; á la mugerj porque lo usa: al marido, porque lo permite: y al Confesor, porque lo absuelve. A l Venera­ ble Enrique Susón reveló el Señor se condenaba gran muchedumbre de Señoras principales por esto. No hai sino escusaros con que vestís como se usa, que y í oís que se usa también condena­

no Gritos del Infierna res las que asi vestís. Prosigue la revelación di­ ciendo : Que morían m al, porque no se confesa­ ban bien , d ejan d o de enmendarse en esto por la ignorancia crasa de creer que no pecaban contra lo que en Libros, Pulpitos, y Confesonarios se Ies dice : ín morte ad desfermonem petrabuntur momifique obeunt stmpitermnu

E l mismo dice lo mismo á los Confesores, que por complacerlas, ó no las amonestan, ó las absuelven. ( O , quan estiechos calabozos ciñen aqui í Confesores tan anchos! Tampoco es dis­ culpa que quieren vuestros maridos, pues en lo ilícito no debéis obedecerlos. Con que no os queda puerta alguna por donde salir deJ mal que os amenaza si no reformáis trage , y ornato, pues que no es disculpa la de no ser la intención mala > no lo e s, la de yo no lo tengo por peca­ do ; no lo e s, k de asi se usa; no lo es s la de lo quiere mi marido ; pues yo tubesobre estas el egercício de tantas virtudes como oísteis a y á mas de ellas la de la pureza corporaí; y sin eso, y con eso, por el nimio ornato, fu i, soi, y seré, ay de m í, condenada para siempre l Va qui opuim ti y estis , & c. En los últimos delinquios del mundo, desde la menor hasta la mayor lumbrera cubrirán su hermosa cara* cortando negros lutos para ex­ presión de su angustia, y se pondrán color san­ griento para rotular su vergüenza. Preguntad á los Santos ,é Interpretes, ¿qué es esto, y por qué es

para despertar d mundo. m es esto ? San Efren dice, ¿qué es penitencia que hacen, y porqué l Porque concurrieron al pe­ cado de ios hombres, haciéndoles luz * y alum­ brando de d ia , y de noche i sus traiciones, y delitos. N otad, que son tan impecables, como insensi­ bles , que alumbraban en cumplimiento del man­ dato del Criador , que no concurren í la culpa de los hombres como causa, sí ño como ocasion ; y que aun ese inocente influjo es con trepidación» y no obstante, porque tubieron esa tan distante inculpable coomperacion ea desplegar sus faldo­ nes luminosos, de que se valió la malicia de las criaturas contra su Criador, se cubren de vergüen­ za quando hace reseña el clarín que ha de llamar a juicio j truecan su fulgurante gala en saco ceni­ ciento , y hacen finalmente en eso una aparente penitencia. ¿Qué muger oye esto, que habiendo rozado galas en su vida contra el gusto de su Criador, y no como ocasion , sino como causa de el mal, no hace penitencia , y no teme el juicio, que tiem­ blan aun los que no tienen juicio? ^Qyé mari­ do habrá tan proterbo que no arranque una raíz de donde brotan tantas espinas; quando no por su paz., por su hacienda: quando no por su ha­ cienda , por su honra; quando no por su hon­ ra , por su salvación; y quando no por la suya, por la de su muger, que á uno , y í otro dá por condenados el Aposto! de Valencia ? Vxorts va~

,

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x iz Gritos del Infierno m non solant damnat s e sed vtros consentlentes, Fer. i* Pernee. n* 6.

La razón e s , porque el escandalo, para serlo, no ha menester fundarse en cosa que sea mala, basta que'sea menos buena; asilo requiere su difinicion: Minus re&um , y que sea este abuso menos bueno, nadie lo duda $ que dé ocasion de pecar, es mas que verdad, porque es verdad, y experiencia: luego no puede dejar de ser pecado. Mira la penitencia larga, y auster.ísima que por este vicio hizo la Magdalena>y esto aun despues de saber por el mismo Dios que estaba perdonada. Meiios un día, todos la subian después los An­ geles al C ielo; y el dia que le falto este bien, fue, según dice San Vicente Ferrér, porque vlendose en el agua se complació algo en su hermosura. Si asi se castiga complacerse un instante en su na­ tural velleza, ¿cómo se castigará el complacerse en un espejo tantas horas ? Oye á San Cipriano, y habla con las que componen esta profanidad con la pureza : Si dios ptrdas & velat gUdius,

,

,

,

& venmtm te vid entibas preveas excusan non pótese qitm mente casta sis redargitit te cultus improbas & imptídkus ornatus, (de Hab. Virg, u

par^a despertar al mundo,

C A P I T U L O

ti

3

V.

C O N S E J O V T I L J S I M O :-jfc T Ott'Of LOS estados y y espeádlmmte al de el Matrimonio•

i ■ ... ■^ ^ Omo tomes> ó L e íto r, éste consejo y te per­ dono que olvides los demás y porque’ este los abarca todos. Lo que siento e sy .no poder estampar en tu mente ;jeL digno, concepto de su importancia. Sabe Dios ¿ ( y le pido me tome lía palabra ) que daría gustoso mi sangre j si con ;ella se huvi era de imprimir en.: sola uno su incompa­ rable utilidad.- E l consejo , pues, se reduce, no á m a s q u e á un rato >de meditación cada dia. Su importancia es: universal á todos, y especial, como,probaré despues á los casados. Ahora en­ tro, á coger dos puertas, por donde se salen los mundanos para no tener Oración, La una puerta e s , con que ,no saben , . y por' aqui se salen los legos, y rudos.; La otra es, con que no pueden* y poraqul se salea los ocupados-, y hombres de negocios. Mi fin , pues s en este Capituló , se­ rá mostrar-* que estas sorí puertas falsas , f . pro­ curarlas. condenar, para: salvar 4 los que pof ellks se salen de la obligación de oran -i- • ■

C

Gritos d d infierna

i . I.

C O N D E N A S E LA P V E K T A FAL S A ü No $L T 7 L Demonio, según Santa Teresa , en elavíJ £ y so diez y seis, están sobervio, que pre­ tende entrar por las puertas que entra D ios, y poner ponzoña en lo que es medicina. Una de es­ tas puertas, dice que es la Oración ; y porque la ponzoña que pone en muchos es , que este egercício no es para Seglares , sino para Teologos, ó personas de letras;, paso í puriticarde este ve­ neno í esta puerta , y á mostrar que es falsa, pro­ bando que la Oración mental es para todos, y que nadie puede escusarse de ella porque no sabe. Lo primero, porque la Oración no es otra co­ sa , que pensar en D ios, ó en lo perteneciente al Alma de cada uno. N o hai hombre, por barba­ re quesea , que no conozca á.Dios; luego no hai hombre , por barbaro que sea , que 110¡pueda sa­ ber tener Oración , según lo mucho , ó poco que de Dios conoce. ^ . ■r Lo i . porque según los Santos, el provecho de la Oración , no está en discurrir mucho y sino en amar mucho; y por esto, la Oración .mas fructuo­ sa es aquella en que sutiliza menos el entendi­ miento, y obra mas la voluntad; luego el tener menos entendimiento, será atajo para tener mas

para despertar al inundo. 11 j Util Oración. Lo que yo veo e s , que' Dios por medio de la Oración se ha explicado en mas fa­ vores con los simples, que con los sabios; y pre­ guntado alguna.vez de la causa , ha respondido* que porque como los sabios tienen entendimien­ to , tienen vanidad , y con este aire expelen al del Espíritu Santo ; pero que como los ignoran­ tes son humildes- .no ponen ese impedimento, y así fes mas. familiar-su'trato con los simples: Cum stmplkíbus smnocmmo ejus. Prob. 3. ' Lo 3. Pregunto, ¿ ó sabes pecar , ó es tal tu ignoranca,. que ni aun pecar sabes?-. Si no sabes pecar, no te pido Oración -y pero si* sabes pecar, no puedes decir que no sabes tener Oración, por­ que las dos mismas potencias , que sirven para Ja culpa sirvep . ser sabios para lo malo é igHi no-

ii 6 Gritos del Infierno norantes para lo bueno* Sapientes s u m , ut f sino ventaja; y para que te animes, acuerdate de la Oración del Pu~ bit-

f¿tr¿ despertar &l mundo* 117 bücano, que se redujo á tan pocas palabras, comó á decir solamente : Tened misericordia de mít que soi g rm pecador. Luc. 18* Y io bueno es, que dice San Vicente Ferrer, que no sabia otra Ora­ ción, mira quán rudo sería, y no obstante Christo propone esta Oración por egemplar imitable á los mayores Sabios: luego, ni por corto de letras, ni falto de palabras te puedes escusar de tener la Oración que éste, diciendole í Dios : Señor, tened misericordia de m í, que soi gran pecador: repíteselo una, y otra vez, que lo mismo debía de hacer el Publicano , pues no sabia otra Ora­ ción : N aciebat 9 alum Orationem. Serm. Dom . io , Pent. - Si dices, que, ni aun esto, aunque tan fácil, y tan breve, sabrás: te admito, aunque no te creo la réplica, y digo, que aunque sea asi, no te lia de valer esa escusa. Ponte en presencia de D io s, di: Señor, aquí me postro para hablar con Vos; pero ni sé s ni me ocurre cosa alguna que deciros, y quedare asi un rato , que no tardará su Mages­ tad ¿excitar en tí algún buen pensamiento ; y si tarda , espera , calla, y buelvele í repetir Jo mis­ mo. Ahora si que no puedes, aunque quieras res­ ponder , que ni aun esto sabes, porque lo que te pido e s, que digas á Dios lo que me dices á mí: no me dices á m í, para escusarte , que quisieras tener Oración, pero que no sabes , porque eres ignorante; pues dile esa á D ios, y tendrás una Oración como un David. H5 E st

11S Gritos del Inferno Este oraba , diciendo, Señor , aqui estoi en vuestra presencia coroo un jumento , (Psalm .yi,) Y ^an ilarion para protestar con la postura esta consideración , oraba con las manos sobre la tierra: Oración en que conoce el hombre su bajeza, y juntamente la grandeza de D ios, y la dependencia , y necesidad de su auxilio, cuya consideración es la que dá mas gusto á D ios, y trae mas provecho al hombre; y así entra diciendole: Señor, aqui teneis á esta pie­ d ra, movedla: aqui teneis á este tronca, v i­ vificadlo : aqui teneis á este bruto, dadle enten­ dimiento : Vt jHmenttím fatttis sum apud te , y aun te honras mucho, dice el Apostol de V a­ lencia , porque peor eres que el jumento, pues á este si se aparta de la senda , el palo le hace bolver al camino , y para contigo no bastan tantos golpes como teda Dios cada d ia , para que andes derecho por la senda de la virtud , y sin declinar al descamino de los vicios. Serm. i . Sexa. Lo 6* porque aunque te escuses de hablar á D ios, porque no sabes, no puedes escusarte con que no sabes oirlo , pues para oír no es menester discurso , el dia que aun ios irracionales oyen. Ponte, pues, en su acatamiento con animo de oírJo , que él te entenderá antes que le hables: Antequam cUmcnt ego ex quedate un rato en silencio, es­ perando oír lo que te dice al corazon : Loquar ad cor ejtts. No desfallezcas de esta esperanza , aunque tarde á explicarse en los consuelos que acostum­ bra , que á mi cuenta, que con el tiempo los con­ sigas. Esto conducirá mucho que sea delante de un Crncífixoj si lo tuvieres á mano, para que pon­ gas los ojos en él; porque si en los que lo veían en imagen menos proporcionada > como fue en la sierpe de metal hizo prodigios, ¿ qué hará en quien lo vea en su verdadero Retrato ? La anti­ güe-

i zt Gritos d d Infierno guedad quenta , ó finge, que huvo una Estatua formada con tal artificio, que siempre que la he­ ría el Sol en los labios hablaba como una perso­ na ; luego sí te pones en disposición de que este Sol de Justicia te hiera con un rayo de su luz, prorrumpirás en voces, y conceptos, aunque seas una Estatua : R e^he in fu ie m C b risú tttu En el S. de los probemos > beatifica Dios á es­ te mismo genero de Oración : Bienaventurado, dice, ü que me ój e , y vela a mis puertas cada dia9 y está acechando por ellas, Lo primero, le llama bien­ aventurado, porque como el oficio de estos en el C ielo , es conocer, y amar í Dios* este , y 110 otro es también el empleo de quien o ra ; cono­ cer, y amar á D io s, con que la Oración es un ensayo déla gloria. Lo segundo , dice, no e] que me habla, sino el que me oye a para calificar la Oración del ignorante, que se pone en presencia de Dios con el fin de o i rio* Qut audtt me. Lo tercero, d ice: El que vela ¿ mis puertas y estd por días acechando , nótese que no apli­ ca esta Bienaventuranza al que en Ja Oración entra dentro del misterio, sino al que por no alcanzarlo se queda á la puerta, desde donde aun no lo v e , sino que lo acecha; y porque te parecerá que este , no solo no gana para con D ios, sino que pierde tiempo, te sacaré de ese engaño con el siguiente simil. Un page que esperará su amo en la puerta de una casa , sirve á su amo entonces 9 aunque enton­ ces

fd td despertar al mundo* 113 ccs esté, ó sin hacer nada, ó saltando, ó trave­ seando; la razone?, porque el estar aili es por el Amo : allí le aguarda para seguirlo quando salga, y allí permanece con el animo preparado de ha­ cer lo que mande, asi quien se pone en oracion, aunque no entre en lo interior de los misterios, aunque se quede á la puerta de lo que ha de me­ ditar , porque no sabe; y aunque aquel rato esté su imaginación saltando de un disparate en otro, y traveseando de aqui por a lli, porque no la puede atar, sirve entonces á Dios, porque alli está esperando a D ios, porque alli aguarda que Dios le inspire para seguirlo ; y porque por Dios se puso a lli, y porque permanece aíli por Dios con animo preparado de hacer su volun­ tad. Cuya Oración es tal vez mas meritoria que. la que se tiene sin distracciones, y con arrobos, según probé en el Cap. 4. del libro a. de Gritos del Purgatorio. Lo 4. pide el Texto,que esto sea cada día: Qtiotidie en que encarga la perseverancia. La Escritu­ ra dice en muchas partes que se ha de orar siem­ pre: y unos Hercges 3 según Alapide, lo enten­ dieron como suena,y decian que ningún Ghristiano habla de trabajar jamás> sino siempre orar: heregía que parece, que siguen algunas Beatas de este tiempo. El sentido , pues, de este siempre, según los Santos, es el que ores siempre, cada dia en aquella hora, ó media hora que señalaste, sin que en esto haya intermisión , porque los ine-

í 2-4 Gritos del Infierno inefables bienes de la Oración están situados, no en la de un día * ó otro , sino en la de cada dia: Qum áw \ y si no haces una resolución animosa de perseverar , te prevengo, que á pocos dias te la hará dejar el.Demonio, sugeríendote , que no es para tí, que no haces nada , que es tiempo per­ dido 5 y que mejor será rezar , aunque sea’con la acostumbrada distracción; y en fin, te llenará de cien mil tedios áeste egercicio; pero él te dirá esto de parte de su infernal odio : yo de parte de de D ios, y de todos sus Santos te digo , que in­ violablemente la continúes, sin dejar un d ia; y que quanto mas se colige el Infierno todo á acon­ gojarte con esta asechanza, sea mas prolija til Oración en imitación de Christo: Faftus %n &go~ nía prolixius orabat.

Santa Teresa, con la experiencia que.tuvo en tantos años de esta tentación , te aconseja lo mis­ mo diciendo, que estar en la Oración sin sacar nada , no es tiempo perdido, sino de mucha ga­ nancia , porque se trabaja sin Interés, y solo por la gloria de D ios, que aunque te parezca que tra­ bajas en valde , no es a s i, sino que acontece co­ mo á los hijos que trabajan en las haciendas de sus padres, que aunque á la noche no lleven jornal, al fin del año lo llevan todo*

part despertar al mundo •

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§. II. COND-E-SAS*

LA PV ER T A de no puedo,

FALSA

O R esta puerta se salen paca no tener O ra­ ción los hombres de negocios, y los casa^ d o s, pareciendolesy que este egercicio es incom­ posible con el trafago del mundo, y gobierno de la casa > y para condenar esta puerta con el mis­ mo arte que la otra , entro probando , que la razón que alegan para no tener Oración , es ra­ zón para tenerla. Os escusais.., dice San Basilio, con que estáis embueltos en negocios del mun­ do. Pues necios , por lo mismo necesitáis mas de Oracion, que los que están fuera del mundo, y no tienen mas negocio q u e d de su salvación, porque estos se hallan fuera del peligro y y vo-, sotros en medio de é l, y como sería locura el dicir; para m ino es el preservativo, porque an­ do entre apestados para mí no son las medici­ nas 3 porque estoi .enfermo»,; para-mí no sop las armas y. poique vivo entre enemigos: asi es locura el decir , para mí no es la Oración, porque vivo dentro el mundo , siendo la Ora­ ción el preservativo, la medicina, y el arma con que se vencen todos estos riesgos: Matt. 2 7 ., vers, 2 1 . •: . San Gregorio dice : por lo mismo q.ye tienes, . mu-

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Gritos del Infierno

machos negocios has de cuidar mas de la Ora­ ción para entrar en ellos bien , y salir de ellos bien. El Maestro Avila se maravilla, como en una vida tan acosada como esta , podia nadie de qualquier estado vivir sin Oración , porque juz­ gaba que la Oración habilitaba á todos para to­ do, y se explicaba con los hombres de letras, di­ ciendo , que el primer libro que habían de consul­ tar antes del estudio , era al Do£tor R odillas; y Santa Teresa en el aviso 1 7 . previene, que qualquiera negocio grande que se haya de determi­ nar pase primero por la Oración , porque con aquella luz se ve todo; y quien acude alli por consejo , quando no determine lo m ejor, es im­ posible que resuelva lo malo. Sean prueba real de esta Do&rina un Rei Da^ vid, y un San Luis, R ei, ambos en medio el mun­ do : ambos casados, gobernando Palacios, R.einos, y Milicias; y David oraba á media noche, y siete veces al dia , y San Luis no dejó de orar aun en el dia tan aciago , en que perdió aquella tan innumerable armada, y sus importantes fi­ nes , en que perdió hasta la libertad, siendo prisionero de el Barbaro Sultán , entonces ( ¡ 0 > asombro I ) entró en la tienda de su enemigo, y en vez de ahogarse en ansias del corazon , ó desahogarse en lagrimas de sangre, prorrumpió en preguntar á un page dónde puso las horas de la Virgen. Ahora a vista de uno, y otro egemp ío , qué hombre particular osará escusarse con que

para despertar al mundo. 12 7 que no puede tener un rato de Oración , ó por­ que vive en el mundo, ó porque el lugar no le dá lugar , ó porque su oficio no leda tiempo , 6 porque sus contratiempos no le dejan con sazón para nada. Desengáñense, que no es no poder, sino no querer; y si no , pruebense á desearlo con ansia, y verán como hallan tiempo para cum­ plirlo ; mayormente aceptando Dios por Ora­ cion lo mismo que obran, si se lo dedican, y lo juntan con su presencia, lo qual no hai empleo, ni lugar en que no se pueda hacer, y si n o , vamos & Ja demostración. ¿Qué empleo , ni qué lugar mas impropio, que el ver torneos en una plaza? Y alli oraba el Em ­ perador Teodosio- El Venerable Aguilar, Pía-* tero, vendiendo alguna joya se quedaba está­ tico# Santa Teresa se arrobó en la Cocina coa la_ sartén en la mano. El Patriarca Josef oró en la Cárcel, Job en el muladar* Inés en el pu­ blico. E l Eunuco en el Coche* Los Macabéos en la Guerra. Isaac en el campo. Dimas en la Horca ; íuego con ningún empléo, ni lugar , es incomposible este egercício, pues se compo­ ne con ver torneos, coja vender, y comprar, con guisar, con estar preso, con yacer en un estiércol, con estar un publico, con ir en un coche, con militar en la guerra» con pasear en el campo, y con ser ajusticiado; tampoco con ningún lugar, pues á quien quiere orar, sir­ ve de Oratorio la Plaza, la Tienda, la Cocina» la

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Gritos d d Infierno

la Cárcel, el Muladar, el Publico , el Coche, la Guerra , el Paseo, y la Horca i luego si no hai ocupacion, ni lugar en que no. se pueda tener Ora­ ción 3 nadie se puede escusar por el lugar, y la ocupacion. Aparecióse Christo al V . Yepcs^y le dijo encar­ gase á su Confesor, que á todos los penitentes, de qu al quiera estado , les enseñase á tener Oración mental; y para que ninguno se cscusase , les diera este método fácil 5 de que enfrente de la pieza en que de ordinario están , pongan una O grande, y otra o pequeña , para que en la O grande medita­ sen la eternidad de la otra vida , y en la pequeña la brevedad de esta , diciendo entre sí quando la vean: ¡O , qué poco! ¡O , que mucho! ¡Qué poco lo de aca i ¡Qué mucho lo de allá! Lo qual será al justo consuelo, porque conocerá quán poco es lo que aquí ha de padecer, y -quán mucho lo que alii ha de gozar , y será:despertador al mundano, porque exclamará : jO.qué poco me han de du­ rar estas vanidades! jO , qué mucho he de pade­ cer por ejlasl Y como los hombres, ledijoC hrísto , hagan esto , yo les ayudaré , para que inter­ namente se recojan , y vivan , y mueran bien, A los que no , les haré cargo en ei juicio de que no lo hicieron; y para su mayor tormento tendrán siem­ pre delante ]as dos letras en el Infierno, í cuya vis­ ta clamarán .¡ O , qué poco fue lo que gozamos! ¡ 0 . 3 quémucho * y qué insufrible e s , y qué in­ terminable; lo que padecemos .aqui í ¡ 0 ? ó ! G U I-

para despertar al mundo.

G RITOS / DE M A R I D O , Y M U G E R CONDENADOS. Témpus breve est t ut q ú babeni ux&res tanquam non babentes s'mt : : : : & qtá uttinmr boc mnnd9 ranqmm non utantar 9 pr& m it emm, figura. hu-« jus mundi. Voló , aatem y os , s m solkitudin* ese. Ad Corinth. 7 .a v. 29.

A negra hacienda! ¡Ha negra casaj ^ ^ cate* y por la ha, cienda, que ya todo se acabó, paL decemos rigores, que nunca han t de acabarse. Corre mui valido en f f W W l ese mundo, que lo primero es cuidar cada uno de su casa, y miente * porque la. Eterna verdad dice: Qye lo primero es buscar el Reino de jos Cielos; bien* que diciendo el mundo que ese cuidado era el primero, suponía otro, que era el del alma , é implícitamente intimaba lo que claramente el Tema, que repartiésemos el tiempo, pues las dependencias eran dos, y el tiempo breve; Tempus breve est ; pero nuestra ciega codicia hizo al cuidado de la hacienda un primero sin seguu1 4 ?, ..

15 0 Gritos del Infierno d o : E rro r, que a nuestro pesar conocemos aho­ ra , como antes de mucho conoceréis el vuestro, tantos como nos seguís, ¡O qué contentos están los niños, yá formando casillas del lo d o , yá siguiendo , y persiguiendo al pajarillo que los burla j yá en otras puerilidades, en que gastan abobados todo el d ia , no hai gus­ to que les parezca mas delicioso; pero despues, quando grandes, se avergüenzan, y admiran de sí mismos, acordándose de que pudieran gastar el tiempo en tan sutiles burlerías! Lo mismo nos su­ cede aq u i, siempre que nos acordamos ( y nos acordamos siempre) de la materia indigna en que gastamos el tiempo en ese mundo; jO , loque nos corremos ahora de haber tenido por gustos esos gustos, por honras esas honras, y por bienes esos bienes! Minora la distancia los objetos; y como es tanta la que hai de esta infernal hondura des­ de donde los miramos, nos parece todo in­ finitamente menos que nada. ¡ O con qué ver­ güenza gemimos aqui haber gastado la vida en hacer, y levantar una casa de lod o, que dio tan presto en tierra, en seguir tantos años unos honores , que como pájaros , al echar­ les la m ano, volaron fugitivos ! Preterir enhn jiguta hujtts mnndi, El Griego : Decipit ; en afa­ narnos d ia , y noche por unos bienes de fortu­ na , á quienes servimos nosotros mas que ellos 4 nosotros, que á quatrq dias los dejamos, y nos

para despertar d mundo. 13 1 ños dejaron , que pararon en un heredero , que" por agradecido que sea , yá no puede sacar­ nos del Infierno en que caímos. Esto es, mi­ rando los bienes no mas , que por lo poco que en si valen ; v e d , que será careándolos con lo que aqui nos cuestan , sufriendo por gustos tan pueriles} y ligeros unos males tan intensos, y pe­ sados; y perdiendo por gozar un rato de estas ni­ ñerías, el gozar por toda la eternidad de Dios, que como no hai mas que perder 5 tampoco hai mas que decir. En la hora de la muerte , yá empezareis (como nosotros) á la luz de la candela , á ver quán des­ preciables son las cosas del mundo , y á minorac el concepto de ellas; pero despues de este salto,j luego que pongáis el primer pie en esta eterni-» dad de llamas, conoceréis ásu luz su ningún va­ lor ¿ aqui veréis quan juegos de niños son esas felicidades, esas grandezas, que os llevan ahora; tan mareados; aqui será romperse vuestro corazon de rabia, viendo, que por cosas tan de bur­ las os despeñasteis i suplicio? tan de veras; aqui se os caerá la cara de vergüenza > por haber gastado la moneda incomparable de él tiempo, en comprar aire, en seguir sombras» y en re­ coger humo. Esta memoria del tiempo, que echasteis en la calle, sin recogtr un rato cada día para vuestra alma* El conocimiento de que no tendreis yá mas tiempo, os embravece­ rá contra vosotros mjsmos, y hará que os estéis Iz cor-

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Gritos del Infiern9

comiendo á bocados en despique de un tan ciego error , y tan descabellado engaño. Usad, pues, del mando, según dice el Tema, como sino lo usaseis. Diréis, ¿qué significa esto? Mirad del enfermo, que aunque toma el alimento, lo buelve todo al instante; decís que aunque co­ me s es como sino comiese, porque nada de lo que toma convierte en carne 3 y sangre. Asi usa­ rán del mundo , como si no usasen los casados, que tomen de él lo preciso , sin hacerlo carne, y sangre, sino con la pronta resignación de bolverlo , luego que Dios, y su Leí lo pidan, porque no prohíbe Dios que tengáis los dineros encer­ rados en el arca , sjno entrañados en el coraron: No os prohibe el cuidado de casa, hijos , y ha­ cienda, sino la solicitud, según el Tema, y ni aun esa os estorva , como no perjudique al alma. ELa fin, os permite el uso, noefabuso, ni el dominio» porque la propiedad de vuestros bienes es de D io s, y asi habéis de usarlos, co mo el camiaante usa de las alhajas de la venta, con el conoci­ miento de que esos bienes os han de servir poco, y que dentro de poco qs han de dejar, San Agust. apud Alap, íb i: y San Pablo : Corf are feregrim mttr, 2. ad Cor. c. 5, Los Perros Egipcios no páran para beber del K ilo , andando beben, y bebiendo andan, soloto;man el agua precisa para seguir su viage. Asi los Viadores habéis de tomar las aguas de ese mun­ do no mas que lo preciso} y eso de paso, para r¡f>

pArd despertar al mundo. 13 5 no perder la jornada: que continuamente ha­ céis acia la Patria, como lo aconseja San Agustín sobre él: De torrente m vía viyit. Psalm. 105?. como hacían los Padres Antiguos, de quienes no se lee s que fabricasen casa , ni de Noé; sobre que vivió novecientos y cinquenta años} porque se tenían por peregrinos: Peregrinas sicas omnes pa* tres f i é . Psalm. 38. Y ahora no piensa el hom­ bre en otra cosa, que en fabricar su casa, ó en levantar la fabricada ; y para quatro días, no cui­ dando de labrarse habitación para donde ha de inorar eternamente. Considerad , pues, que teneis dos casas, la de barro en que v iv ís, y la eterna adonde vais: ibi homo m domum srernkaüs s h ¿ , Ecch 1 1 . v. 5. Luego siendo dos , habéis de repartir la solici­ tud en ambas, y quando no m as, siquiera debeis cuidar tanto de la que mas importa , como de la que importa menos ; co a esto se contenta un San Agustín. Nadie se abrazaría con una cása que estuviera cayendose , sino que recurriria á otra permanente , y dejais la permanente, por acudir á la que está por puntos amenazando ruina: Non habemus bk manentem c m t m m , sed fmuram m quirmus: Ad Haebr. cap* 1 3 . v. 14 . Si supierais que fyabia de acabarse el mundo el mes que viene, andaríais compungidos, y no anc­ laríais í aumentar la casa, y medrar los hijos; pues necios, que importa que el mundo no haya de caer presto sobre vosotros,, Si vosotros habéis

15 4 Gritos d d Infierno de caer presto debajo el mundo. ¿N o acaba el mundo para quien se muere? Luego para voso­ tros, lo mismo es el poder morir presto : que. el haber presto de acabarse el mundo ; . & scenA mago ? & verbo at absolvam , nibU.

Donde aun no trata al mundo de Comedia, sino de imagen suya ; porque en fin, acabada la Co­ media , quedan las personas, y quedan los ves­ tidos, & c. Pero en este mundo todo fenece, y nada queda, ni aun la imagen; Imaginem í/>sorum ad nihUum rediges, Psalm. 7 2 . En una pa­ labra a nada viene á ser todo, porque todo vie­ ne í ser nada: Ef verbo y ut absolvam 5 lábil*

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Gnm del Infierno

TRATADO TERCERO DE LOS PADRES EN ORDEN A SUS HIJOS. C A P IT U LO P R IM E R O , C O N T R A EL NJMÍO D E S E O DE H í j f O ^ y consuelo de los que no los úenm> o' los p e r den* Q g Q frrtsS fffi I por tener hijos los casados son dichosos y ni infelices por faltar­

les ; uno , y otro es bien , porque uno, y otro es don de Dios. De bien no conocido trata Eurípi­ des al carecer de hijos, y con ra­ zón; pues si se conociera como bien, no se suspira­ ría como mal 3 y menos si le conociese como bien de D ios; el qual, tanto suele favorecer con lo que niega, como con lo que d á : Por esto debieran dár iguales gracias á Dios los casados, por el hijo que se muere, como por el que nace. Sabe Dios, que si el hijo vive , ha de condenarse ,á sí, y ha de acabar á sus Padres: con que lleván­ doselo D ios, dá la vida eterna al h ijo , con­ serva la vida temporal í sus Padres, Vean si V*-

para despertar al mundo. 137 ganancias como estas son dignas de estremos de dolor : THile est morí sine liberis , quam haberc fo­ lios impíos: Eccles. 16 . v, 4, San Vicente Ferrér estrana que rio se alegren ios Christianos en Ja muerte de sus hijuelos; porque si lo harían quan­ do el Rei se los llevare á su Corte para tenerlos á su lad o, y llenarlos de premios, mas deben complacerse , quando Dios se los lleva í la su­ y a , para partir con ellos su Reino, Suelen pre­ textarlo con la viveza que el muchacho descu­ bría , y preocupa este motivo D ios, previnien­ d o , que por lo mismo se lo lleva , antes que la malicia prevarique su entendimiento : Ne mditi¡t mutaret intelecium.

Artagesges Mnemnon se vio un dia en medio de ciento y quince hijos á quienes dio la vida , y despues ellos se la quitaron : y aunque Metelo no tuvo sino quatro hijos se llamó Padre dichoso; porque todos los quatro, i fuerza de su reóta edu­ cación , fueron Cónsules de Roma, La Reina D o­ na Isabel, digna Esposa del Católico Rei Don Fernando , no fue tan célebre, y celebrada, por­ que sus quatro hijas llegaron í ser Reinas, co­ mo porque í todas, á su vista, y á su egemplo, las hacia hilar, y coser. La felicidad mas santa de Santa Felicidad, no fue tener siete hijos , sino exortarlos, y verlos morir por la re : luego ni el tener hijos es dicha , ni el perderlos desgracia , si­ no una indiferencia , que la denomina fe liz , ó in­ feliz la calidad de h vida > ó el fin de ella. D e-

1 3g Gritos dtl Infierno Deseando h ijos, deseas pesadumbres en criar­ los, trabajos en instruirlos, afánen sustentarlos, inquietudes en sufrirlos, ansias en promoverlos; y en fin , deseas quíen quizás te quitará la vida con su v id a, ó te deseará la muerte por tu heren­ cia : si lo deseas, porque la hacienda quede en un propio, por lo mismo debes conformarte si no tie­ nes h ijo; pues t u , que eres mas propio, que lo se­ ría tu h ijo , te la Uevas contigo en ese caso , por­ que la empleas en obras pías , cuyo usufru&o es­ tarás gozando eternamente. Por esto, preguntan­ do á un moribundo sin hijos, gá quién nombraba heredero* Respondió , que esa pregunta solo po­ día hacerse á quien no tenia alm a, dando á en­ tender , que solo uno que no tiene alma , puede dejar de constituirla su heredera. En fin , logras por este lado tener por hijo , no á otro miserable como t ú , sino al mismo D ios; y no lo digo solo porque lo dejas heredero en cabeza de el pobre; porque si en la falta de hijos te conformas con su voluntad, no solo eres Padre , sino Madre de D ios, según el Evangelio. (M atth. i í . v. 50.) Job era R e i, tenia hijos, y blasonaba no de Pa­ dre de Principes, sino de Padre de Pobres: Pitter eram pauperum. Si deseas hijos por dejar nombre, y porque contigo no muera tu casa , debes considerar, que muerto tú , ni el dejar nombre te utiliza, ni el no dejarlo te daña. ¿ Que sabes si en el hijo dejas quien infama tu nombre ? Nadie ha dejado mas nom-

fa rd despertar d mando, 139 nombre, y fama en el mundo que Heredes, y PiJatos, pero ninguno les embidia su fama. A mas, que aunque fuera buen nombre, y buena me­ moria la que tu -hijo continuara , también ha de llegar día en que esa memoria , y nombre mue­ ran, que es el final, en que ha de acabar con los hombres la memoria de los hombres: si quie­ res dejar memoria, que jamás fenezca , y que sea eterna, fúndala en succesion de virtudes, que te constituyan Ju sto , y asi haces tu me­ moria eterna ; In memoria m t justas. Psalm. n i * En una Ciudad de Aragón , desearan dos casa­ dos mui poderosos un hijo. N o dejaron Santo, que no obligasen con festivos costosos obsequios para este fin. Viendo Dios, que no se daban por entendidos, de que negarles esta gracia era por su propio bien , los castigó con darles lo que tan importunamente le pedian , que fue un hijo. Aqui fueron las alborozadas demostraciones de alegría, explicadas hasta en una corrida publi­ ca de TorGs, y permitió Dios , que antes que murieran sus padres , Je quitase un verdugo k Vida en un cadahalso. \ No conoces tú ahora, quanto erraron estos casados, en ansiarse por te­ ner un hijo , y en conocer, que pues Dios se les negaba, no les convenía? No esperes, pues, ex­ perimentar lo propio, y cree, que mientras Dios te lo niega, no te importa ; y que tanto puedes desagradarle con ese inmoderado excesivo deseo,

14 0 Gritos del Infierno deseo, qne se vengue su Magestad en cumplírtelo. Sea , pues, remedio general, para quien no tie­ ne suecesion, ó pierde la que tiene el que usó Job, quando de un golpe vio muertos a siete hijos * y á tres hija?, todos desgraciadamente: Entonces 110 puso los ojos en el enemigo que los mató , que fue el demonio, sino en quien lo permitió, que fue D ios, y Je probó tan bien el remedio que le bol vi ó Dios tantos hijos, é hijas * como le qui­ tó. Reparo y o , que en las palabras de su consue­ lo , no dice Dios los dip, y Dios los qüito\ sino el Señor los dio , y el Señor los quitó : Domtntís dedit > Dominas abstulit : Porque como nadie sien­ te que le quite una alhaja el dueño de ella, que se Ja prestó , tampoco ha de sentir nadie, que Dios le quite el hijo de quien es Dios dueño , y Señor, y está tan lejos de hacer injusticia , que es la mis­ ma esencia de la justicia, porque usa en eso como señor de su dominio, en lo que es suyo: Dominus 5 & c. Dios nada te debe í t í , y tú en nada le tienes obligado a Dios , antes le tienes tan desobligado como ofendido : luego hace jus­ ticia en lo qtae te quita como Señor de ello, y tú serás el injusto , si en quanto siervo no te con­ formas con su voluntad. Demetrio era G en til, y decía: solo me puedo quejar de D ios, de que ha tardado tanto á noti­ ciarme su voluntad, porque todo ese tiempo tar­ dé yo á conformarme con ella; y decía í D ios, si quereis mis hijos, tomadlos que para vos los crié,

pxra despertar al mundo.

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sí quereis mi vida 3 quitádmela, que no hago mucho en dar lo que tan presto he de perder: No sera dártela, sino rcstituittela, y detesta suerte le iba haciendo plato de quanto era, y poseía 3 no teniéndolo por mérito, sino por deuda de justicia. Por lo mismo David estaba con la vida en las manos, para ofrecersela á su A utor: Anima me¿t m mmibtis mús semper* No dice tenia la vida en la sangre , ni en el corazon , sino en las manos, para no detenerse un instante en sacarla 3 y podér­ sela dar al punto, Y también dice siempre semper para no capitular con Dios los plazos que algu­ nos 3 de no quisiera morir en esta edad, ó en este estado , semper , en qualquiera estado, ó edad, siempre que pidáis mi vid a„ la tengo á mano para darla sin dilación : In mmtbus meis sem per ; pues si se debe resignar la vida propia en Dios con tan generosa conformidad, mejor se podrá la agena vida de un hijo. Un Rei de los de Persia, halíandose con un Estrangero & la falda de una altísima Torre, don­ de tenia muchos vasallos,para mostrar alEstrangero la obediencia que los suyos le tenían , llamó por su nombre á uno de los que en la Torre esta­ ban , y a i instante se arrojó desdearriba, cayen­ do á sus pies hecho pedazos 5 iba á llamar á otros, y compasivo el Estrangero , se lo estorvó , cono­ ciendo que se huvieran despenado todos, si á to­ dos fuera llamando. (Fulgos. lib, i . cap; 1 . ) De

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Gritos del Infierno

De otro Reí barbaro trae , ( Sabelto l. 6. ^ n t u ) que no mas que por probar la fidelidad de los que tenía presentes, les mandó, que todos matasen á sus hijos, y sacando los alfanges pu­ sieran al punto sus cabezas á las planeas de su R e i. Si esta sangre no saca colores á los Chrislíanos 3 será, ó porque no tienen sangre, ó porque no tienen vergüenza, pues lo es gran­ de , que los barbaros, por conformarse con uti Rei barbaro, les quiten, y dén las vidas de sus hijos con daño temporal, y eterno , y que los Fieles lleven m al, que el Autor de Ja vida recobre las que Ies prestó * y para mejorárselas eternamente* Pero callen todos los exemplos con el de Maria Santísima , la qual dicen los Santos, que í falta de verdugos, que quitasen la vidaá Christo , si fuese voluntad de Dios , ella mis­ ma 5 con sus proprias manos, lo hubiera crucifi­ cado , y muerto ( S „ lldefonsus serm. de Assumj>.) Ponderese que nohuvo, ni puede haber Madre* que amase mas í su Hijo que María , ni Hijo, que fuera mas digno de ser amado que Christo 5 y si por cumplir la voluntad de Dios, hubiera muerto una Madre como esta á un Hijo como este, no sé cómo hai Padres que 110 se conformen con Ja voluntad de Dios, en los hijos que les quita , ó que no les dá* N o se ponen al fin de este capitulo Gritos, porque tiro í que la doftnna que doi a un esta­ do,

Vara despertar al mundo.

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d o , aproveche á codos; y entre los casados, son menos los que no tienen hijos* Baste saber, que las culpas á que este deseo arrastra ? tiene í mu­ chos , y á muchas voceando en el Infierno. Esta loca pasión, mas que el deleite, obligó á T a mar áque adulterase coa su suegro; y este mis­ mo deseo cegó á las hijas de Lot í mezclarse in­ cestuosamente con su' Padre. Lo primero, dice Teodoreto, y lo segundo Orígenes; pero lo que dicen todos, y nadie ha de ignorar e s, que el te-ner uno muchos hijos, el tener otro pocos, y otros no tener pocos, ni muchos es , no solo dis­ posición de ia providencia, sino especíalísima, y por fines tan importantes á quien los desea , que si los supiera haría oracion para que Dios se los negase, Pererio dice , que leyó en uno de los Pa-* rafrates Hebreos, que quatro llaves no dejaba Dios de la m ano , ni aun para fiarlas de un An­ gel, y una de ellas es la de la fecundidad, In 0.30* Genes, apoyándolo con : Recordaras Dominas 1U íhelis afermt v d v m ejat. Gen. 30. v. a i .

Gritos dd Injierm

C A P I T U L O

IL

O BLIG ACIO N , H I N T E R P R E T E S DE Padres en educar bien d sus hijos.

S

uponiendo por sabidos tantos Textos de Cánones, de Concilios , y Escritura, que encargan esta obligación , entro á la de con­ ciencia, que dicta > pecan mortalmente los Pa­ dres, que por s í, ó por: otro no educan bien á sus hijos. Esta obligación nace de la Leí N a­ tural;,- D ivina, y Humana ; y asi, quien falta £ ella , quiebra de un golpe tres Leyes, y que obligan con tan especial rig o r, que ni la nece­ sidad escusa de su cumplimiento; pues.como la madre, que no puede criar por sí á su hijo por falta de leche, debe buscar quien.lo crie; a si, quien no puede educar por sí á su hijo , no queda escusado , en conciencia , de buscar quien lo haga, Es tanto el interés de los Padres en esto, que parece que está de sobra el m andato; y es tanto el descuido en cumplirlo, que pa­ rece, ó que no lo manda D ios, ó que man­ da lo contrario* Si les naciese un bionstruo sin facciones de hombre , y con partes de bestia , lo ahogarían , como Romulo , que hi­ zo Lei de que echasen en la Mar í los hijos que nacian de mal talle, y los Chastianos per-

f a r t despertdr 4 mund?. *45 fruten í sus hijos 3 que sean monstruos en sus cos­ tumbres , y bestias por sus pecados, pero ni aun como á tales ios crian, pues disciplinando a y re­ frenando al Caballo, y alimentando al jumento, no les debe un hijo , ni ese cuidado, ni esa discl^ plina : Maj&rem A úm rum , & ^ q u o ru m , qttam J£Imum curam babm ust Chris, hom.6, in Match. En Africa los Pueblos Atlantes no ponían í sus hijos nombres , lo qual sería loable si fue?e como en otras Provincias para que se adquirie­ ran el nombre con sus hechos. Los.Trogloditas no ponían i sus hijos el nombre de su padre, sino el nombre de algún bruto : A un hijo llamaban T igre, á otro Perro, á otro Lobo. Esta costumbre sería ahora difinicion de algunos h ijos, y conve­ niencia de alguuos padres. Sería difinicion de algunos hijos, porque tendrían el nombre de quien tenían las propiedades , y sería conve­ niencia de algunos padres, pues no informar ian sw nombre con sus delitos; pero , ahora como lle­ van el mismo apellido quantas bajezas comete el hijo delinquente, llevan la firma del inocen­ te padre: In filiis sais cognoscmr vwv EccL c. n . vers. 3. Lo frequente, es yá cuidar mas de que vivan mas, que de que vivan bien. aflicciones traa el hijo si enferma ? ¿Oye llantos si muere \ Pero si maldice, miente, ó jura, ni el p^dre se aflige > n¡ la madre llora, y tal vez le celebran por gracias los pecados. Pues pregunto, ¿que es mas digno d¿ K lio

1^6

Gritos d d Infierno

;

llorar , ver que un hijo dá el Alma al Diablo pe­ cando , ó ver que dá el Alma á Dios muriendo?

, *

,

,

Si films m oriattir pLartgit illum si fe c c e t non ilíam pUngtt tune erat pUngendus cum pejus m ortws lüxm osé xivens quant moriendó luxurmn finkns

,

.

Aug. in Psalm. 3 7 . En los de mayor clase * aun no tiene el hijo es-* tado de razón quando lo imponen, y í en la razón de estado, olvidándose, ó no sabiendo , que el primer uso de razón se ha de estrenar en creer, y amar á D ios; y que los que no lo hacen , pecan, según Santo Tomás* Sepan esto los padres, para - que luego que en sus hijos despunte el discurso, lo empleen en esperar > creer, y amar í Dios.: pri­ micia de potencias , á que tiene derecho , como Señor de ellas ; y si hasta aqui han tenido la escusa de la ignorancia de este precepto , ya desde mi aviso quedan sin ignorancia, y sin escusa. Gran lastima es, que luego los impongan en conocer al Señor , que es menos, y al que es igu al, para que sepan cómo han de corresponder í cada uno , y que no se les dé á conocer antes al Señor de los Señores, para que sepan cómo deben conocer, y reconocer lo que lo deben * Por esto, despues se les hace tan arduo corno nue­ vo seguir á D ios, y á su L e i, y viven tan sin D io s, como sin L e í ; y por esto , en fin , mueren como viven; toda esta cadena arrastra el infeliz hijo por el torpe descuido de sus Padres. Raro es el Señor que instruya po¿* sí mismo á

para despertar ai mundo, 14 7 sus hijos habiéndolo hecho muchos Monarcas. Catón Censorino jamás los fió á otro. O&aviano Augusto 5 á C a y o , y L u cio , aunque eran no mas que adoptivos, les enseñó por sí mismo aun a sa­ ber nadar : Qul docet filium süum Uudabitur in ilh , EccL 30. Omito los ilustres, y muchos egemplos que trae de esta costumbre Alapide en la exposi­ ción del versículo primero del capitulo treinta del Eclesiástico, y pasó á ponderar que ahora quien mas hace es darlos A y o , y en esto hai dos abu­ sos : el uno es, cometer ese ministerio á criado secular, t i qual por ¿riado tira masa ganarle la voluntad, que á instruirle el entendimiento, y por secular ha de ser menos advertido, y,mas diver­ tido que el Eclesiástico , mayormente siendo tan común en criados de Señores, por no perder la gracia del amo, aventurar la de Dios. El otro abuso es, elegir entre los Eclesiásticos, no al mas doílo, ni al mas Santo, fundados en que su hijo no se cria para Cura , ni ha menester A yo que le arrugue el corazon, sino uno que lo desaho­ gue para las cortesanías del trato; y por esto esco­ gen , no ai mas temeroso de D ios, sino al mas in­ teligente del mundo. Desengáñense , pues, que ei mas virtuoso será el mas bueno para todo, porqus si tiene conciencia * y no tiene política, el cargo de enseñarla le obligará á aprenderla ; y si el dis­ cipulo aprende virtud aprenderá política , por­ que-nadie como la Leí de Dios enseña la Leí que se ha de guardar al hombre: En esta cartilla K .1 apren-

Gritos d d Infierne

aprendió política D avid, y ios otros Santos R e­ yes , que trae Ja Escritura de los Reyes. De don­ de se sigue, que la virtud es el mas proximo me­ dio para este fin en el A y o , y en el discípulo; en aquel, jorque la obligación de enseñar política lo compelerá ¿aprenderla; y en este, porque no puede ignorar la política de los hombres si sabe la política de Dios» sin cuya ciencia nada hai bueno, Vbi non est scientia anima , non est bonum. Prover* 19 . cap. 2. Los Persas no enseñaban letras á sus h ijo s, y no obstante les tenian A yo s, no para otro ¿n , sino únicamente para que les impusieran una so­ la cosa, que era el discernir lo malo de lo bueno» como si hubiesen oído e l : D’m r t e i malo , & fa e bonutn, de nuestro Psalmista R eí. Yo no quisiera sino que A y o s, y Padres enseñasen esta sola dis­ creción a sus hijos s que no habian menester otra para ser en to d o , y del todo perfe&os. Discre­ ción es, que quien la enseña , dice, y hace» no tiene otra boca con que compararse , si que coa la de D io s: Si separavtris ftm osH m a Vüli quasi os metimeris * Jerem. 1 5 . vers. 19 . Es mui tierno, dulce, y singular el modo con que traen los Hebréos que fue formado el Psalh i o i i 2 . dicen, que dispuso el Rei David , que quando se levantasen sus hijos de la cama pasa­ sen por la suya, y é U luego que entraban , les de­ cía : Laúdate fu trí Üomtnmn, hadare nomen Dominh Alabad niüor al Señ#r , alabad su Samo nom-

para despertar d mundo♦ ,1 4 $ nombre. Los chicuelos entonces respondían el segundo verso , que dice: Sea por cierto bendita por los siglos todos: Sit nomen Domirti bemdk ttím ex hoc ntínc x & usque in sáCülum: El Padre decía el versículo siguiente , y los hijos el otro; con que entre hijos y y padre concluyeron alter­ nativamente todo el Psalmo : el qual propuso Atanasio despues i Marcelino por pauta , por donde se ha de enseñar, y aprender á conocer * jr alabar i Dios : Sic L om as , ibi. A mas de ser los padres acreedores de la en­ señanza de los hijos , lo son también, según San Pablo, de la corrección, y castigo ; EducAtc tilos in ¿hápütu , & conexione > lo qual para que apro­ veche , ha de ser en la tierna edad: Curva cerviz itm ejtís in júren m e . Ecch ^o. Corona del padre es el hijo, según la Escritura de los Proverbios 17 . v. 6, y entiende el Texto corona de laurel; el lauréi para que corone se ha de doblar , y para que se doble ha de ser en 3a edad de verde; porque st se seca , antes quiebra qué setuer.ee, por eso dice Dios: Ftlii tibi sm t emái tilos curva ilíos a. ¡>arkij> Eccles.7.v,n . No hacerlo asi, es criar el padre en su hijo, no un laurel pava sus sienes, sino un palo para su Cruz, ó un leño para su hoguera. Jerem. 7. vers. 17 . Si entiende ei Textó, Corona de oro, el oro pa­ ra ser Corona ha de,pasar antes por el crisol del fuego , y los golpes -del martillo asi deja de set oro bruto, y pasa í ser Corona; y síi el padre con K 5

los

t jo

Gritos del Infierno

los golpes que al hijo dá en su infancia, lo saca del andar de bruto , y se labra en él una Corona.' de oro, como si Jo deja de hacer , le será Corona de espinas que en esta vida Jo atraviesen, y en la otra lo abrasen :. Tunde Utere ejus dum wfans ne induuT^ & non crcdat tibi,- &c, Eccl. 3 o¿ v, 12.. ' Ko; hai bruto mas torpe que el O so, pues ni aun por tierra parece que sabe andar ;.y yo lo he visto, no soJo andar, sino danzar, y 110 en Ja tier­ ra , sino en el aire, y s.obre Ja trémula estrecha litnea de una maroma. La vara, y la instrucción en la tierna edad de cachorro hizo este prodigio; tanto es el poder del Maestro entonces, y tan poca la.resistencia del discípulo, que de la fuerza de uno , y de la flaqueza de otro nace esta mons­ truosa habilidad. En fin, dicen , que es otra na­ turaleza la costumbre:, y yo digo, que si es an-* ticipada es sobre la naturaleza misma , como se vé.-pn tantas maravillas, que dejan de ser mi­ lagros por,naturalizarlas el poder de la instruc­ ción temprana, y la lima de un castigo conti^ nuado* Reprehender , y castigar es. la .prueba de que Dios ama al hombre : Quos amo, arguoy & castigo, Ap*3 .v.ip* y porque el Padre ama á su hijo , deja de castigarlo,y reprehenderlo, en que no solo, obra contra lo que Dios hace, sino contra lo que di­ ce ; Qui dilígk fillum sutim assiduat Uli flagelU, Eccles.30. No diga este tal que lo ama, porque amar es querer bien al amado, y es contradicion que­ rer-

despertar al mando. 15 1 rerlo bien,y criarlo mal* Diga* como mal Christia­ no, que no tiene por mal la culpa , sino la pena, y por eso lo guarda de esta , y no de aquella : si s& ahogase, lo sacaría de los cabellos aunque le ar­ rancase muchos; y ahora , por no tocarle en un pelo, deja que se ahogue en un abismo de vicios, y pecados. Deben, pues, cuidar los padres, dice San Ambrosio , de Jos hijos como de los ojos> y será , porque como si en ellos se cruza una.pagita , se saca luego? í pesar del dolor que dá, y el llanto que causa, asi no se ha de tolerar en los hijos lo que monta' una paja > ni porque lo sien­ tan , ni porque lloren. No hai cosa en que peligre mas el amor que en lo permitido: permite D io s, y aun manda, que ame el padre á sus hijos. En otra parte pro­ híbe el exceso , queriendo que el amor sea or­ denado , (Cant. z ,) y pelean el exceso que prohibe con el amor que manda ? amando desorde­ nadamente. ¡O, qué bien corresponde i esta cul­ pa de no tener orden en el amar, la pena de un Infierno , que tampoco guarda orden en afligir! Vbi nullus ordo , & c , . Por imposible tengo el triunfar de este abu­ so , por ser materia en que los Padres de mayor juicio lo pierden , ausentándoles la voluntad al entendimiento, para que no conozcan verdad tan ú til, como necesaria* Yo , cierto los discul­ paría si se les pidiera que no amasen á sus hijos; pero dejándoles el am or,y no pidiéndoles sino K4 el

152Grites del Infitim el que lo disimulen es una culpa sin disculpa. Si al doliente de una mano inflamada pidiese el Medico que no sintiera el dolor, le pediría ua imposible , pero no si le pide que cubra Ja mano, y no la saque al aire. Dios no te pide que no sientas en tí esa inflamación de afeólo acia tus hijos porque seria un imposible natural; lo que pide es» que la encubras , y no la manifiestes; lo qual 9 no solo es mui posible y sino mui fácil. Si tienes hijos * dice en la Escritura Dios , na Ies muestres demasiado amor* Donde te prohí­ be la demasía , te encarga el disimulo, y te deja él amor. No es menos vencible un grande odio, y tai vez Ib disimulas, yendo á ver á quien no puedes ve r; y esto , ó por conveniencia propria, ó por atención humana. Aqui redundan huma­ nas conveniencias , y divinos fines; no pueda masj pufes, un. niño pequeño, que un enemigo grande; y si i este disimula el odio , disimula í un rapáz el amor. No es tan general esta regla que alguna vez no prevalezca la contraria; porque quando na aprovecha el castigo, y la severidad, se ha de pro­ bar la mano con la blandura , como aquel Padre, que sabiendo (según Valerio Máximo) que su hi­ jo buscaba asesino que lo matase, le dijo lla­ mándolo á solas; Yo sé, hijo mió* que buscas quien me quite la vida** aqui la tienes, toma mi pro-* pria espada, y pasamela por el corazon , que me­ nos publico será si tú lo haces ? que si otro por tu or-

}¿ r d dtspem r al mmde. . 155 bl*cfen le egecuta. Ea,'aquí me tienes, lo que has ■de hacer hacerlo luego# El hijo , lleno de confu­ sión, asombro, y arrepentimiento, le pidiój pos­ trado á sus pies> no solo que lo perdonara , sino que por el amor de Dios 3 de sus al* mas a y de las de sus hijos, sea esto en lo que es­ pecialmente los instruyan ; y si no pueden 3 ó sa­ ben 3 hagan que aprendan i leer en libros de est® asunto* Los Lwdemonios embriagiban hombres pa-

$ara despertar al mundo* 16 1 para que viendo sus hijos ei estrago que el vino hacia en ellos, huyesen de.él; Muestren los padres Christianos á sus hijos, en este, ó en otros Libros el estrado que en un pecado hace ia cul­ pa , para que huyan de ella y toda su vida la aborrezcan. La proporcíon del vino, y el peca­ do es común en la Escritura: Twbat't smt , & itjoti smt skut ebrias. Psalm, 106. El vino turba al hombre la vista para que no míre., ni aun por s í, y hace que falseándole pies, y cabeza caiga en un cieno , donde se rebuelca como un bruto, y se queda como un tronco.:. No de otra suerte el pecado .turba al hombre la visti.del Alma , y Íg hace dar, no solo en la tierra, sino en el cen­ tro de ella; lodo de donde, ni él puede saiir, ni todo el mundo lo puede sacar; ¡i diferencia del embriago , á quien el. tiebnpo, ó ó .iueno lo sanan ; pero al pecador condenado, ni eternos cauterios bastan á que buolva ¿ ¡ni del mal ,j ;ni de el infierno :■ Non m agníttis., ,>£¡bii. rewrstit iit ab inferís.

Si replica el hijo, y dice : Padre, ¿como siendo tanto mal el pecado vive tan akgre el pecador? Se le ha de satisfacer con el mismo sím il: no ves hijo, ¿cómo el borracho:rebosa alegria> pbr los ojos; y que ai paso que él canta , baila , y xie, lo están-compadeciendo , y lastimando los /cuerdo^ que lo miran? Pues asi le sucede al pecador., que al paso que él está bajísdo de gozo en su,s placeres,:, los cuerdos, que íoí\ los Justos, los Angeles, y L

el

i 6i . Gritos del Infiemo el mismo Christo , están compadeciendo , y llo­ rando su desventura : Flevir super illam. Lucas 19 . La razón de esta miseria en uno, y otro es la falta de razón. Al ebrio , embota el vino la po­ tencia con que ha de conocerse, y llorarse, y al pecador le entorpece la culpa, el entendimien­ to : Non i n t e l l e x h Psalm. 48. cegándolo con la falsa opinion, de que esa es vida siendo.fuera de toda opinión muerte , que en la verdad lo de­ nomina muerto: NQtnen babes ¡ quod vivas y & mortms es. Apoc. 5,-v. i . I Pues qué, si informasen á una criatura lo que se castiga un pecado en el Infierno? Estoi enten­ diendo , que esto solo, seria su total preservativo, porque en esa edad se imprime qualquier cosa con facilidad » y sin resistencia; y mas los afe¿to$ de temor , que los de amor, porque para amar, carecen del conocimiento que se requiere , y para temer tienen el sentido que bastan * y asi no dudo, que con sola esta noticia cobrarían tal horror al pecado, que despues huirán cien mil leguas de incurrir lo. Aun en personas mayores hacia este efefto la vista de menores estragos: pues San Juan de Dios llevaba í . las Rameras al Hospital, en que curaban á otras como ellas; y viendo que í u m aserraban un pie, a otra un brazo, y que á otras cortabarí á pedazos las car­ nes , amedrantadas del rigor del remedio, quita­ ban la causa al daño: asi lograba, que las atro­ cidades que curaban á unas , preservasen á otras. Pues

f a u despenar al mundo*

Pues si en edad mayor, en que es menor el mie, d o , enmendaba la vista de una curación, porque era fuerte, mas obrará en quien por ser me­ nor de edad, es mayor su miedo; la noticia de las atrocidades, no de un remedio , sino de un perpetro castigo» que no tiene remedio, tengo por indubitable que ningún muchacho, informa­ do de esto pecaría, quando no por el amor de D io s, por el temor de tan espantosa, y formi­ dable justicia. Estos castigos eternos de una culpa quería yo explicar á los niños, 6 á los Padres , para que se Ies explicasen í ellos; pero pues entre otros mu­ chos sabemos que hai un niño en el Infierno ^ ha.galo él por su misma boca gritando, lo que en ca­ beza propria está yá padeciendo*

GRITOS D E UN N I N O C O N D E N A D O , contienen doctrina general á niños y y grandes s por tratar de las penas de sentido. §» X* Tosidebünt parvuli stultlm m . Prov* 14 . v. 1 8 .

O soi, $ quien lo creeria, sí Autor tan canonizado como san Gregorio no lo escribiera S Yo soi un Niño, que tenia cinco Li años

Y

1 64

Gritos del Infierno

años de edad, y desde los brazos de mi pa­ d re, en Cuerpo , y alma me arrebataron los Demonios á este abismo. Los brazos, que fue­ ron instrumento de mis caricias , lo fueron de mi castigo ; y asi, desde ellos tomó aire el ím­ petu de mi precitada condenación- ¡H á , hijos! j H á , padres i ¡ Há , Maestros! Quanto tardais ¿ instruir á la niñez la noticia del mal de un pe­ cado , la de su remedio, que es la confesion , y especialmente su castigo, que es la eterna, y cruel carnicería que aqui se hace. Antes saben pe­ car los hijos, que sepan lo que aqui cuesta un pe­ cado. Yo tenia por malo el jurar ; pero conocía su malicia con un concepto obscuro, que es la estulticia culpable, que dice el Tem a, que po­ seen los párvulos : Postdebunt f¿trvttít stultlmm: pero como, ni por experiencia, ni por informe supe Jo que aqui se' pasa por ese , y qualquiera otro pecado, con eso seguia, y prosiguia mi cos­ tumbre ; mas si me huvieran dado clara luz de la menor pena que aqui corresponde í una culpa, huviera perdido mil vidas antes que echar un ju­ ramento ; pues cuidado , niños, que aquí pade­ cemos tormentos graneas; cuidado padres, y en mi perdición cautelad,^ y redimid la vuestra, y la de vuestros hijuelos; y como aquellos Gen­ tiles , para- preservar á sus hijos del vino, les mostraban el estrago que hacia el vino en un Es­ clavo, vosotros que sois Christianos, mostrad á yuestros hijos el estrago que hace I4 culpa en

fítYd despertar al mundo. t 6f m í, que soi yá Esclavo perpetuo de todos los Demonios: Similis est puerilts di spositio abrm aá, Cayetan. in v. 15 . cap. 2,2. Prover. Diga , pues, cada Padre á su hijo : ¿Niño, no Ves los tormentos * que este, y otros libros dicen de los condenados? ¿No oyes los gritos que haceri dar á este, que es de tu edad l Pues sabe , que to­ do esto es porque juró, porque fue desobediente, porque no temió á Dios s y en una palabra , por­ que pecó , miraá lo que trae un pecado ; y sabe que sí pecas, te amenaza í tí lo mismo y y asi, en tu vida te resuelvas a decir 9hacer, ni pensar cosa quesea , ó que la tengas por pecado. No hai mal en todo el mundo que te puada hacer mas mal. Mayor mal te haces con un pecado, que el que te pueden hacer todos los condenados, todos los demonios, todo el Infierno, ni todo Dios; aunque desafuere su omnipotencia > no te puede hacer tanto mal, como el que te haces con una culpa. Mayor mal es, que si te pasase una es­ pada eL corazon.-Mayor mal es , que si caye­ ras de una torre , y te deshicieras en cien mil pedazos. Mayor mal es, que si un arnbriento Dragón te tragase vivo , porque al fin , esos males tenían fin; esos males mata­ ban á un cuerpo, que si no moria entonces* habia de morir despues; y si no de esa cau­ sa , habia de morir de otra; pero el pecado, en el Infierno trae una inmortal muerte'de un Aima. inmortal>esos males eran pena > i>o culpa, pero el L3 mal

1 66 Gritos del Infierno mal de un pecado, es una culpa contra D ios; una culpa , que trae una pena, que siempre te ha de afligir , y nunca ha de cesar, siempre has de estar quemándote vivo en estos hornos, y siempre han de estar lloviendo cruelísimos azotes en ese tu tierno cuerpecho , que han de abrir horri­ bles llagas en él, y que sobre esas llagas han de boiver á descargar azotes, y mas azotes, y no es decir que con látigos, sino con pesadísimas cadenas de encendido hierro , que í un tiempo te rasguen la carne, y quemen lo que rasgan; y no es decir que viene este castigo de mano de Maestros Christianos, sino de monstruosísimos Demonios, que como jamás se cansan jamás des­ cansan , con que siempre , y sin cesar has de estár padeciendo sus inhumanas hostilidades, siem­ pre viendo sus feísimas figuras, siempre oyendo sus horrorosos bramidos, de que asustado, y oprimido, desearás morir por librarte de estas agonías, y no podras porque has de estar siem­ pre muriendo, y siempre deseando morir, sin alcanzar nunca Ja buena dicha de acabar una vez con tu vida : Besiderabunt morí, & mors fn~ gtet ab eis, Apoc. 9. v. 6* No pienses tampoco que este fuego es como ese. ¿Quemas quisiéramos sino fuera m?.s> Mui sabido es, aunque no mui meditado el dicho de San Agustín que ese fuego del mundo es como pintado, respecto de este; y para entenderlo, pon la mano en un quadro de San Lorenzo, y mira si

que-

p ¿ u despertar d-tnundo. 16 7 quema , dirás, que ni aun calor dá ¿ pues si todo el fuego del mundo es como ese en cotejo de este, se sigue , que esas llamas que ves en los hor­ nos, y que te atemorizan tanto, m queman* ni aun dan calor T comparadas con lo que abrasan estas. Aun tira mas lavarra San Vicente Ferrér, diciendo, que esse fuego del mundo era frío en parangón de este : noster frtgidus est respectu iílius iaferm. Serm. 1. Infraoáfc. Aseen, in­ fiere ahora, |qué grados de ardor alcanzará, qüan­ do el mas verdadero fuego es, respecto de este, como pintado , y quando en su'comparación las mas horribles llamas son frias ? Considera, que no solo padezco yá este ardor, sino que me sirve esta hoguera de cama en que recibo los demás tormentos : Crutm tn bac ¡UmmA. Con­ sidera el conftid;o á que me trajo una culpa. Considera lo que debes á D io s, no solo en no tenerte aqui, sino en querer que te avise yo con tiempo para que no te suceda lo que á m í; y si ahora no jurarías ^ si supieras que te habían de azotar una semana, ¿quanto mas de­ bes huir de ese, y qualquieraotro pecado, des­ de que sabes lo que por el se padece aqui, y no por una semana, sino por una eternidad de eter­ nidades? Quien viera que mi padre me castigaba enton­ ces por jurar, diría que era un cruel en lastimar á una criatura de cinco anos; y quien viera lo que aqui me lastiman, le tendrían á bien si al priL 4 mer

i 6% Gritos dd Infierne mer juramento me huviese arrancado la lengua de la. boca, ojalá , que al primer olor de cuJpa que percibió en m í, me huviera hecho pedamos, con eso no huviera coligado mi pueril edad tantas pecaminosas estulticias. Estas rio tienen otro remedio, que la vara del castigo , dicelo Sa­ lomón en un T exto , que se dá la mano con el del Tema, y que en términos apoya este asun­ to : Stídtma colíigata est in cordc pueri, & v irga disciplina fugabir eam. 12 2 . v. 1 5 . Esta medi­ cina, según Corn. Jansen. (ibi:) es propia deesa edad, que con el temor de la pena se labra vir­ tuosa : Hat virgtfugat stultimm a puerls qui timore peana , ad virmtes sunt formmdi', y Hugo Car­ denal lo expone , diciendo , que como para lim­ piar del polvo á un costal le sacude con la vara, asi se han de purificar los ¡muchachos, aun de los polvos.de las mas ligeras culpas: Sktit venti­ la d um fugat muscas , & virgd putverem. Apud Quirin. Salaz, ibi. No sacudió mi padre con golpes los culpables resabios de mi ninéz, y por librarme del breve ¡sinsabor de su castigo, me trajo á este tan des­ apiadado, y eterno* Ved ahora, ó padres, si con dejar de castigar á vuestros hijos los escudáis de que padezcan : lo que hacéis es renunciar voso­ tros de esa egecucion , para que la cumplan es­ tos verdugos infernales; en fin, quando no por re­ dimidos de tantos males , por grangearles esos mismos bienes que les deseáis, debierais hacer-

par a despertar di mundo.

l o , pifes-si deseáis que vuestros hijos no sean íuines, traviesos, perdidos, ni malhechores,sino que sean honrados, y bien vistos de Dios, y de los hombres , solo con infundirles en la niñez es­ te temor de D ios, y del pecado lo conseguiréis, como Tobías de su hijo: Áb infantil dolttk timere Deum , & abstmere ab omni peccdto ; y si solo este medio basta para todos estos fines, yo no sé cómo componéis el quererlos bien , y no solici­ tarles tanto bien ; el quererlos bien , y n o escusarles tanto mal, el quererlos bien , y no hacerlos temporal y eternamente dichosos, pudiendo tan de valde. O íd , pues, unos, y otros, niños, y gran­ des: oíd el apostrafe que pone en mi boca San Agustín. (Serni. 102. deTemp.) Dios, por su pecientísima bondad, no solo os avisa ahora, sino que os ruega , qüe os abstengáis de toda culpa gravfe. Ahora os ruega por su Profeta , que tengáis misericordia de vuestras mismas almas. E l mismo os pide vuestra conveniencia misma, y no puede conseguir, que hagais vuestra misma conveniencia; \ pues cómo quereis que os oiga entonces quando os juzgue , si vosotros no ía quereis oír ahora quando os ruega , y siendo lo que os ruega negocio vuestro, y no suyo? Re* cibid algunas de sus clausulas, si la ternura os deja ojos para leerías: Deus te rogat , ut tai wiscrearis , & non vis ; cansam tuam apad te agit9 & a te non potest impetrare; & quemado te á«dief

17 0 Gritos del Infierno dtet MU tn áte judien süpplkantem s eutn tu eum pro te ipso nollumt audite rogantem , & Apud Alap. in 30. Bcclici. En fin , sacad todos de m i desventurada suer­ te vuestra imponderable dicha. Considerad quanto ha que deja Dios de teneros eterna­ mente perdidos, pues aunque lo hubiera hecho desde que teniais cinco años, no sería justicia sin egemplar > supuesto que Ja egecutó conmigo, y otros; sacad Ja cuenta por la edad que teneis, los muchos años mas que os espera , que me es­ peró a m í: admirar su misericordia , y confun­ did á vuestra ruindad s ponderando , que al paso que os ha multiplicado la vida, habéis multiplicadQ sus ofensas s y colegid con quanta justifica­ ción os condenara s y con quanta temeridad proseguís en esperar, que os ha de esperar; y porque esta es la raíz de pecar todos los Christianos, la estirpará el Autor en el parrafo si­ guiente. CAPITULO POR

gV E

SIW D O

TANTO

IV . MAL EL PECADO

son tantos los que pecan,

A respuesta es , porque el hombre , como material, solo siente lo que siente ; y co­ mo los males de el pecado no se mandan por los sentidos, con eso mientras vive no le dá pe.

L

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pena la tulpa, y se v e , poique nadie hurtar/a , si supiera que al punto se le habian de perleticar las manos, ni miraría impuramente í una muger, si supiera que habia luego de cegar, ni murmura^ ría , si supiera que habia de quedar mudo para siempre, ni nadie cometería esa deshonestidad tan común contra naturaleza, si supiera que ha­ bia de caer muerto de repente, como sucedió í todos los comprehendidos de esa cúlpala noche que nació Christo. \ Pues cómo , siendo mayores los males que causa en el alma el pecado , Jos temen menos ? La razón es, porque estos ma­ les no los ven , ni los pasan de contado, y el hombre se deja llevar de lo que v e , y ve solo lo que tiene delante ; pues perdóneme , que en esto no se porta como hombre sino como bruto, el qual , ni tiene ado reflejo, ni transciende á lo futuro. - Entregase á la cebada que tiene presente; pero ni hace seflexion de lo que ha­ ce ni de lo que se ha de seguir despues; pero como al hombre dio el Señor este noble poder para uno, y otro , quien no lo egerce para temer estos males de la culpa aunque invisibles, y futuros , renuncia de racional , y su falta de temor, es falta de encendimiendo : Ottis det eos talem b¿tbcre wentcm , ut timeant ?ne„ Deuter. 5. Yá sé, que no esta el mal en no conocer el mal, sino en no creer que les alcance, por esperar arrepentirse antes s fundándose en la vida que pa­ ra

17 2 Gritos del Infierno ra esto se prometen : y porque este es laxo con que el demonio los hace ca er , y con que tiene atados í todos, aconsejo á los que escriben , y predican, que no gasten ya la polvera en persua­ dir al hombre que ha de morir , sino en la proxi­ midad de esa muerte, el qual le dijo: Andey y dígale d su Ama , que no me voi del mundo% que yd le ¡¡agare ; y no sé si había llegado aún á su casa el criado, quando acometió al Caballero una aplopegía de que nobolvió: con que decir no me voi del mundo, y llevárselo Dios del mundo fue una misma cosa. De otro trae el Damiano s que enfermó de muerte, empezó á rebolcarse como una sierpe en la cama» y á quejarse con amargos alharidos; Preguntáronle la causa, y respondió, que lo estaban cruelmente azotan­ do j por no haber pagado seís ducados que á una viuda debia; y lo pónderable es, que dijo le daban á él tantos azotes, como ella dio pasos pa­ ra pedirle la deuda. Tanto tengo que decir contra el no pagar, que por no caber en esta primera parte, lo dejo para la segunda. No me bolveré contra los deudores que no pagan, sino contra los Confesores que los ab-

*7 6 Gritos del Infierno absuelven , porque aunque supongo que se justi­ fican , pero no sé cómo, ni con qué, porque no hai probabilidad que los favorezca , pues quien no puede todo , debe pagar algo , como al pobre Oficial, 6 Criado á quien debe ciento; si pue­ de pagarle quatro, debe en conciencia: como también si juega , ó hace gastos ociosos, ó tie­ ne familia superflua., debe reformar todo esto; y si avisado no lo hace ^ se le ha de negar la ab­ solución. Tenga también presente el Confesor^ que aunque los Teologos permiten al Caballe­ ra dilatar la paga , si por pagar ha de caer de su punto, se entiende del punto que tase la dis­ creción agen a , y no su propria vanidad , como también lo que importantemente avisa Santo Tomás, que esto se entiende con el qué nació Caballero, no con el que con bienes de fortuna se pone a serlo. Esto he dicho de paso, por asom­ brarme quan común es en el mundo, especial­ mente entre señores, el confesar, y comulgar, y deber, y no pagar. Pero el principal despojo que de este parrafo ha de coger el pecador, es considerar, no solo que se ha de morir , sino que ahora mismo se está mu­ riendo , y de aqui sacar el proposito de portarse