Gilgamesh

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GILGAMESH 0 la angustia por la muerte (poema babilonio) traducción directa del acadio, introducciOn y notas de

JORGE SILVA CASTILLO

EL COLEGIO DE MEXICO

GILGAMESH 0 LA ANGUSTIA POR LA MUERTE (poema babilonio)

Impresion de sello cilmndrlco. Epoca dinástica sumerla. Combale tie heroe con animates. Tomada de Martin A. Beck. Atlas of Mesopotamia. Nelson, Paris, 1962.

GILGAMESFI o la angustia por la muerte (poema babilonio)

TraducciOn directa del acadio, introducciári y notas de JORGE SILVA CASTILLO

l EL COLEGIO DE MEXICO

Este libro forma parte del programa de traduccion at espanoi de fuentes pan ci estudio de Asia y Africa, realizado per ci Centro de Estudlos de Asia y Africa de El Coiegio de Mexico, con ci apoyo del Fondo inccrnacionai Para la PrornociOn de la Culcura, de la UNESCO.

808.1 G473 Gilgamesh 0 la angustia per la muerte poema babilonio / traduccjOn directa del acadlo, introduccion y notas de Jorge Silva Castillo. -- Mexico El Colegio de Mexico, 1994. 226 p. ii. 22 cm. ISBN 968-12-0598-7 1. Literatura Cpka mcsopotámica.

Portada de Monica Dicz Martinez Ilustraclón de la portada: Impreslon de selto ciilndrlco. Epoca dinstica arcaica. Tornado de P. Amict, La Glyptique Mesopotanjienne Archaique. Editions tu Centre National de la Recherche SCientifique, 1961.

Prirnera ediciOn, 1994 D.R. © El Coiegio de Mexico Camino at Ajusco 20 Pedregal de Santa Teresa 10740 Mexico, lip. ISBN 968-12-0598-7 Impreso en Mexico/Prints in Mexico

A la memoria de ml querido profesor REné Labat y en testimonlo de gratilud a ml profesor y gran amigo Jean BottEro

INDICE

PrOlogo

II

TntroducciOn Gilgamesh en la literatura y en La historia El poema de Gilgamesh en las fuentes cuneiformes Gilgamesh, personaje histOrico El traslondo histOrico de la leyenda de Gilgamesh El ciclo de leyendas sumerias en torno a Gilgamesh EL poema acadio El alcance universal del poema de Gilgamesh La traducciOn

13 13 13 14 16 18 21 24 30

EL POEMA

Preámbulo Tablilla 1, versos 1-44

43

PresentaciOn y encuentro de los heroes TabillIa 1, versos 45-73: Gilgamesh, el tirano Tablilla I, versos 74-270: Endik, el salvaje Tablilla II: El choque y la amistad

47 49 65

Las proezas La expediciOn at Bosque de los Cedros Tablilla III: Proyecto y preparativOs Tablilla IV: En camino Tablilla V: La lucha contra Humbaba Tablilla VI: El combate contra el Toro del Cielo

71 71 71 80 89 98

7

El castigo divino Tablilla VII: EnfermeclacJ y muerte de Endikij TablJIla VIII: Elegia y honras fQnebres dc Endikü

113 113 126

En pos de la inmortalidad Tablilla IX: A través del camino del sol Tablilla X: Travesfa del océano c6smico y encuentro con Utanapfshtim Tablilla XI: El fracaso Versos 1-196: NarraciOn de la historia del diluvio Versos 197-257: La prueba del sueflo Versos 258-300: La planta de la juventud Versos 301-307: El retorno a Uruk

133 133 141 158 173 178 182

Apéndice 183 Tablilla XII: Una visiOn del mundo de los mucrtos 183 Versos 1-75: Gilgamesh pierde las insignias de su realeza y EnkidU intenta recuperarlas 183 Versos 76-155: Revelacj6n de Enkidtj sobre el Infierno 189 Notas

195

Bibliografia

223

8

1

0;-

I

PROLOGO

El primer esbozo de esta traducción fue ci resultado de las notas que tome en un seminario de traducciOn de textos cuneiformes que dictaba en la École Pratique des 1-lautes Etudes ci recordado profesor René Labat. En sus cursos se complacla en senalar no sOlo las minucias de la escritura cuneiforme y los meandros de Ia gramática acadia, sino La manera de cxpresar Jos rnatices de la lengua con precision y elegancia. A él debo el haber saboreado por primera vez ci poema de Gilgamesh en su forma original. Desde entonces soflé con pubhcar aigdn dIa su traducciOn directa del acadio al espaflol. Por muchos años estuvieron mis apuntes guardados. Nunca quise precipitarme. La traducciOn de una obra literaria exige tiempo y ambiente propicios. Mis responsabilidades administrativas no me permitian encontrarlos. El tiempo me lo dio urn licencia sabática, que El Coiegio de Mexico generosamente me permitiO gozar; el ambiente propido me lo proporcionO el Centro de Estudio y de Conferencias de La FundaciOn Rockefeller en Bcllagio. Me lievt mis notas y, durante un mes, me di a la urea de poner en un espanol iiterario la traducciOn que yo habla hecho, paiabra pot palabra, del acadio al frances. Dc ahi saliO ci primer borrador en espaflol. En Bellagio trabajé fundamentalmelite sobre el espanoi de mi traducciOn, Unicanlente con mis notas y sin diccionarios, Quedaban pot resolver infinidad de dudas sobre ci significado de ciertos términos acadios y por encontrar muchIsimas palabras, expresiones y giros ms castizos. El tiempo y el ambiente necesarios para ello nuevamente los encontré en Gif-sur-Yvette, donde mi antiguo prolesor y gran amigo, Jean Bottéro, me invitO a quedarme mas de un mes en su casa, mientras él hacia un viaje. Yo habia seguido el curso en que él habia expuestO su transcripciOn del cuneiforme. En ese seminario se hacla hincapié en ci texto, Sn estructura y las ideas en U contenidas. Una cascada de informaciOn y de reflexiOn interesantisima... a velocidad de fiancés provenzal. imposible aimacertar tanta sabidurla en las notas que un alumno puede tomar en un curso. Pero en Gif, Jean me abriO su casa. y sus comentariOs! Un tesoro de erudiciOn, que me ayudO a comprender mejor el texto y sus probieii

mas, a resolver mis dudas, a decidir mis propias opciones. Además, habia fragmentos nuevos quc yo no conocia. Revise enteraniente mi traducdon y nuevamente la deje reposar unos meses, tiempo que dedique a rumiar los problemas que me quedaban par resolver y a sacar otros cornpromisos pendientes. Mientras más pulIa la traduccion, más inquietudes surgian respecto de Ia comprension del fondo y sabre la manera en que convenia vaciarlo al espaflol. La Ultima etapa de mi sabatico me dio la oportunidad de retomar la traduccion. Jack Sasson con gran generosidad me acogiO en Chapel Hill, ci bellIsimo lugar en que tiene su sede mãs importante Ia Universidad del Estado de Carolina del Norte. Naturaleza hermosa, ciudad universitaria tranquila. Un ambiente ideal que me hizo rnuy Ilevadero ci encierro en un cubIculo de la Biblioteca Davis y me permitiO, por fin, Ilegar a la EraducciOn que ahora ofrezco a Jos lectores de habia hispana. Agradezco pues a todos, tanto a las instituciones coma a las personas que me ayudaron dándome Jos medics materiales e intelectuales para Ilevar a cabo este proyecto largamente acariciado El Colegio de Mexico, la Fundacj3n Rockefeller, mis profesores, Rãné Labat y Jean Bottéro, asi coma a ml amigo el profesor Jack Sasson, quien, ademds de facilitar mi trabajo en Chapel Hill, me ayudo a enseñar a mi computadora a escribir los signos diacriticos con que convencionalmente se transcribe el acadio. Agradezco tamblCn a mis buenos amigos a quienes impuse la Earea de leer ml traduccion, Jo que aceptaron con mucha amistad: los profesores de El Colegio de Mexico Manuel Ruiz y Ruben Chuaqui, del Centro de Estudios de Asia y Africa, asI como a Luis Astey y Antonio Alatorre del Centro de Estudios LingUistieos y Literarios. Los primeros me hicieron valiosas observaciones sobre ci fondo y la forma unto de la introduccion coma de La traduccion en general; los segundos hicieron sugerencias sobre ci estilo y correcciones del texto en espanol. La mismo debo a mi buen amigo Francisco Segovia, literato y avezado en Ia tarea dc leer Jos textos pensando en ] as minucias editoriales; sus indicaciones sobre este aspecto importante en La presentacion de una obra poetica fueron preciosas, pero por encima de todo aprecio su estlmulo y entusiasmo pot ilevar a Jos Icctores de habla hispana esta obra que a éI le parece, como a ml, tan vigente aün, a pesar de su alta antiguedad. Gracias a todos ellos mi texto resultará más correcto y más castizo. Espero que el esfuerzo de darle al poema acadio una expresion espaflola digna logre transmitir, por Su lectura, esa emociOn estetica que yo he gozado con Ia traducciOn del texto original. JORGE SILVA CA5TILLO 12

INTRODUCCION

GILGAMESH EN LA LITERATURA Y EN LA HISTORIA

El poema de Gilgamesh en lasfuentes cuneifortnesl NInive, la capital del imperlo asirlo, y Sabilonia, la prestigiosa metrOpoli de la Mesopotamia central, son ciudades cuyos nombres evocan en nuestra mente la grandeza de la mãs antigua civilización en la historia de La humanidad. Una civilizaciOri que al momento de extinguirse, hace dos mil años, habia vivido ya más de dos veces los veinte siglos de nuestra era. Y, sin embargo, sOlo hace poco más de den aflos que se comenzO a recuperar su historia, de la cual solo hablan subsistido referencias escasas y dispersas en algunas cuantas obras griegas y romanas y en la Biblia. La reconstrucciOn de esos siglos perdidos se ha logrado gracias all hallazgo y desciframientO de innumerables tablillas de barro inscritas con caracteres Ilamados cuneiformes por estar formados por incisiones que tienen la apariencia de cuñas o clavos. Entre las muy numerosas tablillas que nos han develado la historia y la cultural de la Mesopotamia antigua figura prominentemente el poema de Gilgamesh. El texto mis completo, aunque mutilado, del poema acadio de Gilgamesh the encontrado en Las ruinas de Ninive, entre las tablillas de una colecciOn de obras literarias conocida como la Biblioteca de Asurbanipal, el rey de Asiria que reinO del año 668 al 627, aC. Airededor de ciento cincuenta fragmentos más 0 menos importantes, descubiertos ahI y en otros sitios de Iraq —Uruk, Babiloflia, Tell Harmal, Nimrud, Assur— y Sina —Sultan Tepe—, hacen ver que existia una versiOn que se copiaba Para una relación detallada de los documentos cunciformes que han transmludo La ieyenda de Gllgamesh, ci lector Interesado puede consultar una obra impresciridibie: JefUnifrey H. Tigay, The Evolution of the Gilgamesh Epic (quc abrcvlart en adelanLe EGE), sucinta, en inglés y en iSs Dc manera 1981 versity of Pennsylvania Press, Philadelphia, frances puede recurrir respectivalflente a Stephanie Dailey, Myths from Mesopotamia, Oxford University Press, 1989, p. 45-47 (que abrevlart en adelante MM) y a Jean Bottéro, L'Epopee de GilRamesb, Gallimard, Paris, 1992, p. 37-51 (que abreviaré EG). 13

fielmerne, sin modificaciones nuyores, aunque con variantes de detalle, por in que se pucde Ilamar versiOn estándar, denominaciOn clue yo he adoptado para esta traducci6n, 2 basada fundamentalmente en dicha versiOn. Los estratos en que se ban encontrado aigunos de estos fragmentos, asi como su anáiisis textual y otros criterios, hacen pensar que Ia versiOn estndar se compuso durante ci ditimo tercio del segundo milenio. A partir del siglo ix, esta obra, atribuida a un sacerdote exorcista babilonio Hamado Sin-ieqi-unninni, 3 se reprodujo con on alto grado de fidelidad hasta los albores de nuestra era, difusión unto más sorprendente cuarno que tenemos testimonios de que sobrepasO ]as fronteras de Ia Mesopotamia: Sc han encontrado fragmentos en lugares tan apartados como Meggido en Palestina, Sultan Tepe y Emmar, en el este y en ci n p rte de Siria, respectivamente, asI como en Boghaz-Koi, capital del imperio hitita en Anatolia central, donde, ademas, se eiaborO una version de toda la leyenda en forma abreviadi en la Iengua de ese pueblo. La composiciOn de Sin-leqi-unninni se basa en otra versiOn ntis antigua hecha en Babilonia hacia el primer tercio del Segundo milenio, per In que Sc puede llamarpaleobabilOnica. 4 Se han encontrado numerosos fragmentos que apuntan a una amplia difusiOn del poema antiguo dentro del pals, pero no es seguro que haya habido por entonces un tcxto fijo, comparable al dc la versiOn estándar, por lo que se supone quc puede haber habido no solo varias ediciones con variantes menores, sino incluso otra u otras versiones. El estado prccario de los fragmentos no permite emitir un juicio definitivo a! respccto.5

Gilgameth, personaje histdrico Ames de set raptado por la imaginaciOn popular y transformado en un personaje icgendario, Gilgamesh6 fue un personaje histOrico de came y 2 Frecuentcmcnte Sc la ibma Version ninivita o VersiOn tard(a (Late Version). Me parece quc La prirnera de estas dos denominaciones pucde hacer olvidar que, aunque ci tex. to de Ia Biblioteca de Asurbanipal Cs ciertamente ci mãs complete, noes e! dnico. La segunda (Late Version) Sc presta a confusion porque Ia Version esidndar data muy probablemente del segundo tercio del segundo milenlo yes, por to tanto, muchos siglos anterior a otros fragmentos que datan de mil anos después. Cf. EGIi p. 12. 4 Se Ic conoce tamhién conio Version ant igua o Version babilOnica; esta ,3ltlma denominaciOn por contraposiciOn a ninivita. 5 Pan una amplia discusiOn del problema, cf. EGE, p. 43-47. 6 No he querido cambiar 12 ortografla del nombrc de nuestro héroe per aparecer ya en numerosas obras en cspafioi bajo Ia forma de Gilgamesb que, en realidad, se debe pro-

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hucso. Si bien Ins azares de los hallazgos arqueolOgicos no han permitido rescatar ninguna inscripciOn suya, si se han encontrado inscripciones de personajes que indirectamentc tienen relaciOn con Ins acontecimientos que se narran en alguna de las leyendas a quc dio origen su rcnombre 7 y, en un caso, se tiene copia de una inscripciOn en que tanto esos personajcs como tl mismo son mencioriados en una re1aci6n de quicnes construyeron 0 reconstruyeron un templo. 8 Pruebas ciertamente tenucs de la existencia real de un héroe lcgcndario. Y, no obstante, In que nos ha liegado acerca de éL pot algunas de las narraciones contenidas en sus leyendas encaja tan bicn dentro de los rnarcos de la historia de aquellos tiempos remotos quc no es pensable que no contengan un fondo de verdad. En las brumas de la protohistoria, mitos y Icyendas recogian la memoria de hechos reales y de situaciones sociales que se interpretaban como signo y reflejo de acontecimientos del mundo sobrenatural, mntimamente mezclado con el hurnano en los tiempos primordiales. Por eso no se puedcn tomar las Ieyendas como fruto dc ficcion pun. Y por eso tambien, tras un prudente esfuerzo pot decantar cl sustrato histOrico del pensamiento mItico, mitos y lcycndas pueden ilurninar y dat profundidad a las escuctas y magras informaciones que nos ofreccn la arqueologIa y la paleografia. Para Los propOsitos de esta introducciOn, he creldo convcniente comenzar por exporter muy brevemente el marco histOrico de la época en quc vivió nuestro héroc, mencionando, de Paso, algunos elementos —nombres geograficos, divinidades, y otros más— que aparecerán en el poema de Gilgamesh y que, a modo de referencias, podrán it familiarizando al lector con el marco dentro del cual se desarrolla el poema.

nunciar Guilganiesh. El signhficado de este nombre sumcrio ha sido objeto de diversas proposiclones, todas cilas discutibles. Lade "El Viejo Cs (aim) Un lo ven " parece, Si no filologicamente segura, si más acorde con la personalidad del h(-roe y con so bimsqueda insaciable de la vida. Dc Mebaragessi se conservan dos inscripciones, una de las cuales le da ci ticulo de fey de Kish. Este personale foe el padre dc Agga, quien puso side ala ciudad de Uruk pero fur derrotado per Gilgamcsh. Un comentario sobre estos acontecimieritos Se puede leer hajo ci subticuio "El ciclo de leyendas sumerias en tome a Gilgamesh", en esta introduccián. La copia de la inscrlpci6n en que aparecc Gilgamesh como uno de los reconstructores del santuario de Ninlil es conocida como The Tuminal Inscription (E. Soilberger y J.R. Kupper (eds.), Inscriptions Royales Sumeriennes et Akkadiennes, Editions du cerf, Paris, 1971, P. 39). En ella se atribuyc La construcciOn del santuario a Mebaragessi y su reconstrucclOn, ames de Gilgamesh, a Mesannepada y Meskiagnuna, de quienes se tienen Varias inscripclones (sollberger y Kopper, ibid. p. 41-43).

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El trasfonclo histOrico de la leyenda de Gilganiesh El pals que los griegos liarnaron Mesopotamia, 'entre rIos', por se t las cuencas del Eufrates y del Tigris su rasgo geogrâfico predominante, es Ia regiOn que vio surgir Ia mis antigua civilizacion de Ia historia humana. Seis mil años antes de nuestra era aparece ya en el extremo sureste de las planicies c omprendidas entre los dos grandes ribs una serie de poblaciones que se habrIan de transformar en las ciudades mis antiguas del mundo; entre ellas están Shurupak, escenaric, scgUn la tradiciOn local, del drama del diluvio universal, y Uruk, ía patria dc nuestro héroe, Gilgamesh. Todo hace pensar que hasta finales del cuarto milcnio, 9 las varias poblaciones construidas en torno de antiguos y prestigiosos templos constitulan ciudades-estado, independientes unas de otras. La prOspera economfa de la regiOn, cuyos excedentes agrlcolas permitlan mantener una extensa red de ihtercambios comerciales, dinamizaban el desarrollo de una refinada sociedad urbana. Hacia esa época, en los albores de la protohistoria, el pueblo predominante en la region era el de los sumerios,'° que convivia con pueblos de diversos orIgenes étnicos, entre ellos, muy especialmente, los de lengua semftica'' que se conocerlan posteriormente como acadios 12 y a quienes tanto Ins asirios como los babulonios habrIan de reconocer como ancestros culturales. La civilizacion de la Mesopotamia, en efecto, se debe calificar de sumeria en esas i5pocas remotas. A ese pueblo genial se atribuye la invenciOn del mis antiguo sistema de escritura, que con el correr de los siglos habrIa de transformarse en lo que nosotros denominamos escritura cuneiforme. La religion que se desarrollO a In largo de los tres mll aflos de 9 Todas

]as fechas, Sc entlendc, son anterlores a nuestra era. sumerios, que Sc ilaniahan a si mlsmos cabezas negras', hablaban una lengin que no tienc relacion con ninguna otra conocida tema &tc de debates interminables. Sc puede afirmar que estuvicron presences en la Mesopotamia desde mediados del cuarto miienio, pero nose sabc con certeza si ya habitaban Ia regiOn antes de esa época osi emigraron a ella per entonces. Tanto los elementos de origen semitico quc comprende ci láxlco sumcrio come la onomástica, c inciuso la tradicit5n quc atrlbuyc nornbrcs semiticos a ciertos monarcas Icgendarlos apuntan ala presencia dc pueblos de origen semi tico desde tiempos inmemoriales. Un punto sobre ci que concuerdan Jos historiadores es quc de la ciudad de Kish hacia ci forte predominaban los pueblos de iengua semfrlca aunque Ia impronta cultural sumena, per lo mcnos liasta medlados del tercer milenjo, es indlscutibic (cf. Cambridge Ancient History vol. I, cap. IV/iv, p. 145 ss.). 12 Pon ci nombre de la capital del irnpdlo de Sargon, Ia ciudad de Akkad (segundo cuarto del tercer milenlo). 10 Los

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historia de la Mesopotamia preclsica tuvo en so base un definido carácter sumerio que dejO honda huella en la expresiOn religiosa de los muchos pueblos que convergieron en esa regiOn pluricultural. Muchos de Los dioses mesopotámicos —cuyos atributos esenciales, Si no siempre los nombres, habrian de perdurar hasta la desapariciOn de la cultura mesopotámica a fines del primer milenio— son deidades sumerias. El nombre de Anu, padre de los dioses, patrOn de Uruk, significa 'cielo' en sumerio y su templo, Eanna, 'casa del cielo'; ci de Enlil, caudilto de Jos dioses, venerado en el E-KUR, 'templo de la montana', dc la prestigiosa ciudad de Nippur, significa 'señor del aire'; el de Ea, dios civilizador, sabio, bondadoso, morador del Apsu, abismo de las aguas dulces subterráneas, puede ser un nombre semItico, pero sus atributos no son sino los del sumerio Enki, 'señor de la tierra', e Ishtar, la Venus mesopotámica, noes otra sino la voluptuosa y conflictiva manna, diosa sumeria del amor. Una verdadera tcocracia, la del Sumer protohistOrico! En la base de la pirámide social, el pueblo produce —para ello habIa sido creada la homanidad!, segdn una tradiciOn que ha Ilegado hasta nosotros en un mito conocido con el nombre de Atr4hasis—; 13 en la cüspide, la casta sacerdotal organiza el trabajo y distribuye su producto: ofrendas para los patronos divinos, raciones para los hombres, sus servidores. Los Unicos edificios monumentales caracteristicos de las ciudades mesopotmicas hablan sido hasta cntonces los templos, el espacio sagrado, morada de los dioses - - - pero tambián centro vital de la economia estatal, almacén de excedentes agricolas, punto del que partian las caravanas de emisarios comerciales y a donde ILegaban Los productos inexistentes en aquellas planicies de aluviOn y quc Sc obtenian pot intercambio: maderas, piedras preciosas y mineralcs. Y el ENSI, jefe religioso y politico a la vez, gobernaba la ciudad y presidia un Consejo de Ancianos en nombre de Los dioses patronos tutelares de cada ciudad. Todo esto, hasta fines del cuarto milenio. Por entonces acacce un fenOmeno politico de enormes consecuencias: se inicia una época heroica. i Heroica y conflictiva! Las ciudades han crecido y so expansiOn trae consigo, como consecuencia lOgica, el choque de unas con otras. Los choqucs, a su yea, dan oportunidad a los más audaces de hacerse del poder, primero temporalmente, mientras dura la crisis, después permanentemente, cuando la crisis deja de ser un accidente y se vuelve ci modo normal de las reLaciones interestatales. Y el caudillo, que se ha hecho vi13 Atrdhasis signirica 'el m5s sabio y Sc aplica a Utanapishtim, ci hëroe del diluvio scgün Ia tradicion babiloni-a (cf. W. G. Lambert y A. R. Millard, Atrahasis. The Babylonian Story of the Flood, Oxford, 1969).

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talicio, tiende a transmitjr su poder a un miembro de su farnilia: surgen asi las dinastias, la de Kish y 12 de Uruk entre ellas, que pugnan entre si por el prcdominio. La arqueologia ilustra elocuentemente con su propio lenguaje, ese fenOmeno historico. En los estratos clue corresponden a esa época, las viejas ciudades se rodean de muralias. iSigno de tiempos ásperos! Apareccn, adems, edificios importantes cuyo nUcleo no Cs ya Un santuario. En carnbio, Ns habitaciones son numerosas y algunas tiencn proporciones netamente mayores. El todo forma un conjunto compacto. Es ci E-GAL, la 'gran-casa', ci palacio donde hablia y se hace fucrte con sus guardias el LO-GAL, literalmente, 'el hombre grande', es decir, el hombre fuerte del regimen, el caudillo. El rey! El ciclo

de leyendas sutnerias en tomb a Gilgamesi,

Los cantos sumerios compuestos en torno ala figura de Giigamesh,' 4 en su estrato más profundo —Ia litcratura, como la arqueologfa, también tiene su estrarigrafia_, ilustran asimismo el fenomeno del surgimiento, los anhejos, las ambjciones de un monarca tipico de la edad heroica de Sumer. Gilgamesh es un caudillo de tJruk, belicoso y audaz. Asi lo pinta una leyenda' 5 en la que el hace frente a Agga, rey de Kish, la primera cmclad que, se supone, ejerciO la hegemonia sobre ci resto de las ciudadesestado sumerias. jCiudad prestigiosa, Kish! Tanto asi que durante varios siglos Jos monarcas que pretendian la preeminencia politica Se habrIan de dat el titulo de re-y c/c Kish. Agga, viendo quizâs en la construcci6n de las murallas de Uruk una amcnaza Para su supremacla, exige su sumfsiOn. El Consejo de Ancianos de la ciudad sitiada Se inclina por la rendiciOn. No asi el sacerdote de Kullab, un barrio de Uruk, Gilgamesh! El arrastra a los jóvenes guerreros, que se hacen fuertes tras las sOlidas niurallas, reciën construidas, de su ciudad. Los sitiados rompen el cerco y las huestes de Kish se dispersan. Uno de los seguidores de Gilgamesh se distingue en la acci6n: Enkidü. Ha surgiclo un caudhllo que toma el poder: Ia tradición In presenta como un sucesor dc Lugalbanda, Pero no su hijo, puesto que Ia Lista Real sumeria lo dice que fue "hijo de un li/lu, de ICullab" (un 4 CI. S. N. Kramer, The Epic of Gilgaoiesh and its Sumerian Sources",Journal of the American Oriental society, 64(1944), p. 7-23; y del mismo autor, Me Sumerians, p. 185-205. 15 S. N. Kramer, "Gilgamesh and Agga of Kish", The Sumerians, p. 186-190. ' 6 Th. Jacobsen, The Sumerian King List, Assyriologicaf Studies XI, Chicago, 1 939, p. 88.

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Ill/u saccrdote o demonio?; en todo caso no se trata de Lugalbanda, rey

legitimo y protagonista de leyendas heroicas también). Si las leyendas a las que dio origen su fama tienen, como es muy p0sible, una base histOrica, Gilgamesh fue entonces también Un monarca emprendedor. Una de ellas 17 lo ileva al este de la Mesopotamia a luchar contra un monstruo terrorifico, personificaciOn de una deidad del Elam montañoso, lo que sin duda encierra, a manera de parabola, la riarraciOn de una empresa que tenla por objeto traer la madera necesaria para ]as construcciones monumentales que emprendian los monarcas ávidos de afirmar su prestigio. SegUn la misma leyenda, La motivaciOn de la expediciOn era más elevada: lade "poner en alto su nombre". .. La vista de unos cadáveres que flotaban en las aguas del Eufrates habia ilevado a Gilgamesh a tomar conciencia de lo efImero de la vida humana, lo que lo decidiO a buscar la trascendencia por la fama: hacer de su nombre un nombre eterno.. Los reyes de esa época se haclan enterrar con su séquito: de ello dan testimonio las célebres tumbas teaks dc Ur, pues el monarca requerla Ins servicios de su corte en ci inframundo después de su muerte. Pero esta odiosa costumbre también nos habla muy claro de las preocupaciones de aquellos monarcas por la muerte. Y Gilgamesh sufriO una verdadera obsesiOn por La muerte. Dos poemas abordan ese tema directamente. lJno de elios' 8 versa sobre las circunstancias que parecen haber rodeado la muerte Enkidd. El contexto es enteramente mitolOgico. Gilgamesh accede a una sdplica de la diosa manna, quien le pide desalojar a tres monstruos —Imdugud, Lilith, y una serpiente— quc han anidado en un arbol de cuya madera La diosa queria hacer un trono. GiLgamesh desaloja a los intrusos y derriba el árbol, en recompensa de to cual Manna Ic hace don de un misteriosopukku fabricado con In raIz del árbol y un mekku, hecho con sus ramas (,tambor y baqueta 0 aro y vara, instrumentos de juego o bien insignias de su poder real?), de los que Gilgamesh se habrIa de servir para tiranizar a los jóvcnes de la ciudad. De qué manera? Es un enigma. El hecho es quc la queja de estos provoca que pukku y me/thu caigan a! infierno. Enkidü, que intenta rescatarlos, queda atrapado en el inlierno por iniringir las reglas estrictas que reglan el mundo de los muertos. Gilgamesh obtiene la posibilidad de encontrarse con su amigo, quien Ic revela las condiciones de la vida en el mãs allá.19 "Gilgamesh and the Land of the Living', en Kramer, The Sumerian-c, p. 191-197. Kramer, ibid. p. 197-205. 19 El cncuentro de Enkldü con Gilgamesh está narrado en la Ulcima tahlilla del poema acadjo. 17 IS

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La otra leyenda cuyo tema gira en tomb de la muerte 20 parece referirse —el texto encontrado está muy mutilado— a la muerte del propio Gilgamesh, a quien Enlil revela Clue su destino es morir. El texto se interrumpe, pero al final del poema Gilgamesh y su familia presentan oftendas funerarias a los dioses del infierno. No sabemos Si la muerte de EnkidU o la de Giigamesh ocurren como un castigo per haber dado muerte a! Toro del Cieio, 2 ' tema de una quinta le y enda del ciclo sumerio, segUn la cual ci monstruo fue enviado por Anu para destruir Uruk en venganza por Ia ofensa Clue Gilgamesh Ic habia hecho al despreciar Jos avances amorosos de manna, la diosa del amor. Ahora bien, cuando no sOlo leemos en el poema acadio que Gilgamesh era dos tercios divino sino Clue sabemos que fue venerado pot los mesopotamios coma un dios, puede venir a nuestra mente la pregunta COmo podia temer la muerte un set semidivino? ... No es acaso Ia inmortalidad una caracteristica esencial de la divinidad? COmo podIan los mesopotamios pensar Clue habia temido y sufrido la muerte un personaje a quien dos consideraban como un dios? ... Su nombre aparcce escrito con ci dcterminativo quc precede a los nombres divines y, mas adn, Gilgamesh era objeto de cuito! La respuesta es quc ci concepto Clue Jos mesopotamios se hacian de la muerte no coincide con ci nuestro. Para los hombres y Ns mujeres de la Mesopotamia habia aigo ms terrible que la experiencia de la muerte biolOgica y era aquello clue les esperaba en ci más all, en la vida —si cabe ilamarla asi— precaria y triste del mundo subterrneo, morada de los muertos, reino tenebroso de la diosa Ereshid-gal, quien inspiraba terror a los dioses unto como a los hombres. La muerte era cacr en ese inframundo Habia deidades celestiales y deidades infernales. Las deidades celestiales podlan caer en ci infiemno ... Podlan morir! En él cayO Nergal, ci esposo de Eresh-ki-gal, que habla sido un dos celestial. En éi cayO Dumuzi, ci primer amante de Inanna-Ishtar, y ci recuento de su muerte provocaba año con año los lamentos rituales de las plaflidemas. La historia del descenso a los infiernos de Nergal y de Dumuzi nos hace ver quc los dioses experimentaban terror ante la idea de quedar prisioneros de Ia Tierra sin Retorrio. Los doses Clue moraban o habian caido en Jos infiernos cnn dioses muertos, Gilgamesh, en la lcyenda, cxperimcnta ci temor sobrecogedor que sufre todo 5cr humano — 0 divino, poco importa!— ante el pcnsamiento de la muerte. La divinizacion de

111

The Death of Gilgamesh", en). a Pritchard, Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old l'es g a,nent Princeton University Press, 1955, p. 50-52. 21

El argumento cstJ descrico por Kramer, en The Sumerians, p. 15.

20

Gilgamesh, un dios muerto, no impedla pensar que él, como todos los hombres, o como los dioses misnios, hubiera temido la muerte.22

El poema acadio

Las diversas tradiciones sumerias fueron recogidas en un solo poema épico acadio, 23 cuya primera versiOn data de una época particularmente rica en la producción literaria mcsopotámica, la época paleobabilOnica (at primer tercio del segundo milenlo aC.). Sc trata del momento en que, habiendo desaparecido ci Estado sumerio sumergido por Las etnias de lengua semitica cada vez ms numcrosas, estas dltimas pareccn tomar conciencia del riesgo de perder la riqueza del legado sumerio y se dan a la tarea de poner por escrito las tradiciones orales sumerias o de copiar y traducir las obras sumerias que ya existian en forma escrita. Las tradiciones sobre Gilgamesh se conservan; los cantos del ciclo sumerio se copian. Pero la creatividad de los literatos babilonios no se detiene ahi. Sc clabora un poema épico quc 110 CS Unicamcnte una simple recopilación, traducciOn, ordenamiento lOgico de los diversos elementos sumerios. Se tonian, si, ideas fundamentales; Sc recogen incluso algunos de los poemas sumerios apenas modificados. Pero se dejan de lado otros que no corresponden a la imagen del hê.roe que convienc al nucvo poema. Se introducen, sobre todo, elementos que afectan el fondo y la forma de la ieyenda. El poema acadio es una obra nueva, una creaciOn 22 La muerte tie los dioses descrira come un descenso a los Infiernos es ci tema de varios mites en que Sc ye quc tambith para ellos la muerte era terrible. Nagal SC resiste a quedarse en el Inferno, segün on miro en que se transforma en ci esposo de Eresh-ki-gal (E. A. Speiser, 'Nergal and Ereshkigal', enJ. B. Pritchard, Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament —abrcviado ANET), Princeton University Press, 1950, p. 103104 y 0. R. Gurney, "The Myth of Nergal and Ereshkigal", en Anatolian Studies, X, 1960, p. 105-131). En frances se puede consultar R. Labat, Us Religions du Proche Orient, Fayard-Denol, 1970, p. 98-113. La traduccion más reclente Cs Ia de J. Bottéro y S. N. Kramer, Lorsque las Dicux Falsaicnt IHomme (dtada en adelante LDFH), Galtimard, 1989, p. 437-464. Dc una ruanera ms dramtica, Dumuzi, dios de La vegeracion, reemplaza a Ishtar en los Infiernos, donde Ia diosa habia descendido imprudentemente (ANET, p. 106108). TambiCn Se pueden leer estc y orros mites referidos at mismo terna en LDFH, p. 275337, Esta obra es fundamental Para quien quiera concoct y profundi7ar en Ia mitologla mesopotámica. Los dos autores son eminencias de La asirioLogfa y surnerologia, respectivamente, y ademIs Los me lores y más exitosos divulgadores de Les textos cuneiformes originaies en Inglis y frances. 23 Convencionalmente se arribuye el nombre genérico de acadia a las lenguas pertenecientes a la rama oriental del tronco semitico, entre ellas muy especialmente a las de Los asirios y Los babilonios.

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literaria: obra perfectamerite estructuraria en once tab! illas con una idea central de una dimension e importancia tales que se equilibra sabiamente dentro del marco de una introducciOn en que los personajes son presentados detafladamente, y un amplio deseniace al que hace alusión la parte introductoria Al pocta semItico no Ic parcciO pertincnte echar mano de la imagen del héroe histOrico, puramente humano, ni del modo conio Ste tuvo acceso al poder. En su concepciOn de la historia, el episodio del desaflo a Kish carecla de Ia importancia que reviste para nosotros como testimonio de una época histOrica. En camhio conserva, aniplifica y reinterpreta las dos grandes aventuras de Gilgamesh, la Expea!iciOn al Bosque etc los Cedros y El combate contra ci Toro del Cielo, de Ns quc ci pocta redactor toma pie, pot decirlo asi, para explayarsc en ci tema de la intrascendcncia humana y transformarlo en un drama existencjal. Pan ello, presenta a Gilgamesh como un tirano que hace insoportable la vida de sus sUbditos, tema apenas evocado en ci ciclo surnerio, EnkidU, creado expresamente por Ia diosa madre para domcnar al tirano, es Un ser salvaje que vive entre ]as fieras hasta que, humanizado por las artes del amor de una prostituta sagrada (Tablilla I), se enfrenta a Gilgamesh, lucha de la que nace una amistad que lo transforma no ya en su servidor, como aparecia en la Icyenda sumeria, sino en su 'igual", su otro yo. Esta amistad, a su vez, humaniza a Gilgamesh (Tablilla II), tema Ste tota!mente inexistente en ci cido sumerio. Gilgamesh encauza entonces su fuerza incontenible a trascender por la fama y emprende con su amigo una proeza sobrehumana: la expedicion al Bosque de Jos Cedros, custodjado per un terrorIfico monstruo, 1-lumbaba (Tablilla III), Es la gran aventura de los dos htroes, y la quc más impresiono a los mesopotamios a juzgar por su representadon gliptica: si no tuviêramos sino los sellos cilhndricos como fucnres para reconstruir la leyenda, Gilgamesh y Enkidü no scrian sino Ins heroes que dieron muerte a Mumbaba (TablillIas IV y V). 24 Gilgamesh regresa a Uruk engrandecido. . Y ensoberbecidol A tal grado que desprecia los avances amorosos de la misma diosa del amor, Ishtar, quien, despechada per tamaño desaire, obtiene de Anu, el padre de los dioses, la creacion dc un Toro del Cielo quc habria de castigar al insolentc Gilgamesh. Pero Sic, con ayuda de Enkidu, lo derrota y Ic da mucric (Tablilla VI). La afrenta Constituye un verdadero desaflo al poder divino, per lo cual, 24

Prkucamcnce Ia tnica representacion segura de Gilgamesh y Enkidü en ci arte es lade la escena en que macan a 1-tumbab2. Cf. W. G. Lambert, "Gi!gamesh In Literature and Art, en A. E. Parkas et at (eds.), Monsters and Demons in Medieval World. Verlag Phillip von Zabern, Mainz on Rhine, 1987, p. 37-52. 22

Enlil, caudillo de los dioses, decreta la mucrtc de Enkidü (Tablilla VU).25 Gilgamesh sufre, como en came propia, la enfermedad y Is muerte de su amigo (Tabhlia VIII) y, press de una verdadera angustia existencial, toma conciencia de quc éi mismo habmá de morir, como todo set humsno. Desesperado, Sc rebela ante su destino y Sc lanza a un viaje que lo Heva hasta ci mismo fin del mundo, donde habita Utanapishtim, ci héroc del diiuvio y Unico hombre quc ha atcanzado ci don de La vida sin fin, para arrancarie ci secrete de la inmortaiidad (TabhHa IX). Traspasadas las montaflas quc sosticncn la bóveda celeste, cruza ci océano cOsmico y, habiendo ilegado a la isis dondc habita Utanapishtim, se entrevista con 6. Este Ic exphca que ci hombre per naturaleza es limitado, mortal, intrascendente (Tablilla X). Como dcmostración de ello, después dc narraric la historia del diiuvio (una interpolacion tardia: primera parte de la Tablilla XI), to somete a La prueba de resistir sin dormir seis dIas y siete noches. iGilgamesh sucumbe al sucño, imagen y anticipo de la muertc!... Como prcmio de consucio, UtanapIshtim reveia a Gilgamesh ci secreto de la eterna juventud: una planta que Ste arranca del fondo del abismo dc las aguas subterráneas. Pero Giigamesh pierde la prcciosa pianta, que Le roba la Serpiente Primordial, micntras éi, en su camino de regreso a Uruk, Sc bana en una poza de aguas frescas. Fracasado, vueive a su ciudad, cuyas murailas perpetUan su nombre (segunda parte dc la Tablilla XI). El dcscniace es inusitado para un poems épico: no regresa a Uruk un hémoc victorioso, ni termina Giigamesh como un héroc trágico, engrandccido per una muerte dramática. Vuelve a su obra humana: SUS murallas. El héroe se desvanece. No queda sino ci hombre. iParábofa dram gtica de la concepciOn pesimista que tenia de la vida ci mesopotamiol La Tabiilla XII es is traducciOn casi literal de La parte del poems sumcrio Llamado Giigamcsh y ci Arbol Huluppu, en ci que se rccogc otra versiOn completamente distinta sobre la muertc de EnkidU y el encuentro de su espectro con Gilgamesh, a quien describe las condiciones de la morada de los mucrtos. Este apéndice, anadido de una manera artificial, contradice ci argumcnto del poema acadio y se traduce aqul sencillamente para dar cuenta de la manera como ha sido encontrada su version mccicntc. 25 El poerna sumerio sobre la muertc de Enkidil atribula la muerte de éste a que h2bin descendido al infierno pan rescatar ci pukku y ci meleku de Gilgamesh y habia quedado atrapado en ese inundo subterraneo, morada de los muertos. Dicho episodic, que se añadlO tardiamente al pocma acadio en una duodécima tablilla, encaja mal con ci argumento de Ins once cablillas precedentes.

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Sin contar el apéndice, se disringuen cuatro grandes temas quc dan coherencja al argumento general del poema: I)

Preãmbuio presentacion y encuentro dc los heroes (Tablillas 1)' II) 2) Las proeas: Ia cxpedicion al Bosquc de los Cedros (Tabliijas Iii, lv y V) y ci combate contra ci Torn del Cielo (Tablilla VI) 3) El castigo divino (Tablillas VII y VlI1) 4) El viaje en pos de Ia inmortalidad y el fracaso (Tablillas IX, X y XI) (ApCndice: Una visiOn del munclo de Ins muertos [Tablilla XII}) EL ALCANCE UNIVERSAL DEL POEMA DE GILGAMESI-I

El poema acadio de Gilgamesh gozO de una gran aceptacion durante la arltigUcdad precisica y, de las obras litcrarias producidas en la Mesopotamia, lucia que logrO la ma y or difusiOn, lo que se dcbiO sin duda a su calldad estética, pero tambh1n al hecho de clue reflcja, dc una mancra sumamente viva, la autopercepciOn dc la sociedad del Oriente Mcdio antiguo: Giigamesh es la encarnacion dc un prototipo social; no representa la cxperiencia de un individuo sino la proyecciOn de la imagen que se hace de si misma la sociedad de la Mesopotamia El pensamiento mesopotmico, quc se caracterizO per un profundo pesirnismo antela vida y ante )a muerte, Sc deriva de su concepciOn del hombre 5cr totalmente intrascendente frente a un mundo divino absolutamente trascendente: QuiCn puede alcanzar el cielo, amigo mb? SOlo los dioses moran con Shamash en ci ciclo, crernamente" (TabJilla 111, col. iv, verses 140141), 26 dice Gilgamesh a Enkicli5 cuando Cste, cansado de la inactividad de la vida urbana, cac en la depresiOn. Giigan-icsh entonces Ic proponc ianzarsc a Ia gran aventura de Ia eXpediciOn al Bosquc de los Cedros y, ante las objeciones de su amigo, quc trata de disuadirlo, fundamenu su decision en trascendcr pot la fama de sus proezas. Trascender dc la Unica manera posible para un mortal, puesto que sOlo los dioses po26 Algunos rnitos hablan ciertamente de deidades Clue nsorfan al descender al Infierno, ci mundo de los nluertos, pero éstos no son sino vescigios de hs religiones primitivas, que divinizaban alas fuerzas de la tiaturaleza y personiflcaban de esa 'flancra a las hipOstasis de Ia vegetaclon quc rnuere y resucita. En estos casos Ia muerte de closes inmorraics Se cxplicaba corno resultado de Un decrero particular del consejo de los dioses supremos. El hornbre, en carnhio, dcsdc Jos orfgenes Inismos de su creacian, habia sido destinado a norir, a descender at Infierno, Inundo tenebroso y triste, de polvo y de Ilanco,

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seen la vida --- los hombres estin destinados a la mucrte: "La humanidad tiene sus dIas contados. todo cuanto hace es viento" (Tablilla Hi, col. iv, versos 142-143). Enkidü, creatura salvale, semihombre, semianimal, se habIa humanizado por los ritos del amor de una hieródula. Gilgamesh, rey tjránico y en ese senrido deshumanizadO, inicia un proceso de humanización pot La amistad de Enkidü, pero deberá sufrir 12 muerte de su amigo para tomar conciencia dc su intrascendencia humana, y sufrir ci fracaso de su intento pot lograr la inmortalidad para llegar al fin de cse proceso: sOlo cuando vuelve a Uruk resignado y asume su condiciOn humana alcanza Gilgamesh una humanizaciOn completa y, de ese modo, se convierte en el antihtroe, prototipo del hombre-mujer mesopotámiCo. La ideologIa que sirve de trasfondo al poema acadlo SC enmarca dentro de esa linea general de pensamiento. Sin embargo, es interesante observar que sus distintas versiones parecen transmitir mensajes con matices diversos, cuya consideraciOn nos puede ayudar a calar ms hondo en las sutilezas del pensamiento que transmiten. La versiOn paleobabilOnica, a juzgar por un pasaje que no recogicron las versiones posteriores, ofrecia una suerte de escape al fatalismo pesimista de la intrascendencia; Siduri, una tabernera clue a la orilla del océano cósmico trata de disuadir a Gilgamesh de emprcnder la travesia de ese mar de aguas mortales, cia al héroc consejos que no nos sorprenderIan en boca de on filOsofo romano que viviera segUn las normas del carpe diem:

Gilgamesh, hacia dOnde corres? La vida que persigues, no Ia encontrarás. Cuando los dioses crearon a la humanidad, le impusieron La muerte; La vida, la retuvicron en sus manos. TU, Gilgamesh, Ilena tu vientre; dia y noehe vive alegre; haz tie cada dia un dia de fiesta; diviértete y baiLa noche y dia! Que tus vestidos estén inmacutados, lavada cu cabeza, to mismo estés siempre bañado. Mira al niño que te tiene tie la mano. Que tu esposa goce siempre en tu seno. Tat es el destino tie la humanidad! (Fragmento Meissner

MVAG 7/1 : VAT 4105, col. iii, P-14) 25

Esta actitud de resignaciOn relativamente optimista se desvanece en épocas posteriores, como consecuencia de una quiebra del sistema mesopotámico de valores tradicional, a rafz de las incertidumbres provocadas por la experiencia de una sucesiOn de calamidades que siguieron a la caida del primer imperlo babilónico y de la mediocridad cultural y poiftica del periodo casita (Segundo tercio del segundo milenio ac.).27 Los poemas sapienciales que se elaboran por entonces (Ultimo tercio del segundo milenio) y que hablan de encontrar eco en el job yen ci Qohelet biblicos, 28 son su expresiOn hteraria. La versiOn estándar atribuida a Sinleqi-unninni se remonta a ese periodo; y a esa posiciOn frente a la vida y a la muerte corresponde ci discurso de UtanapIshtim que cierra, en nuestra versiOn, la Tablilla X (col. v, versos 36-47,- y toda la col. VI): dPor qué Gilgarnesh, te has dejado invadir por la ansiedad. . Has perdido ci sueOo, qué has sacado? En (us insornnios te has agotado. Tus carries están lienas de ansiedad. Haces que rus dias se acerquen a so fin. La hurnanidad ileva pot nombre Como caña de canaveral se quiebra. Se quiebra aun el joven ileno de salud, aian In joven Ilena de salud. No hay quien haya visto a Ia muerte. • la muerte nadie Ic ha Wale In earn. • la muerte nadie le ha oldo la voz. Pero, cruel, quiebra 27 Sobre

este tema, cf. Jorge Silva Castillo, 'tIn estado de aflomia en Babilonia", Es-

ladles Orientales, IV/3 (1969), p. 280-07. 28 Sobre la Ilteratura sapiencial, cf. W.G. Lambert, Babylonian Wisdom Literature, The Clarendon Press, Oxford, 1960. El autor de este libro publicO en espafiol la traducción directa de dos poemas sapienciales, Diálogosobre lajusticia Divina", Estudios Orientates, VII/2 (1972), p. 211-225 y Diáiogo del Pesimismo", Estudios Orientales, Vlll (1971),

p.82-92.

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la. muerte a los hombres. aPor cuánto tiempo construimos una casa? ,Por cuánto tiempo seliamos los contratos? Por cuánto tiempo los hermanos comparten lo heredado? Por cuánto riempo perdura ci odio en la tierra? Por cuánto tiempo sube ci rio y corre su crecida? Las efimeras que van a la deriva sobre ci rio, apenas sus cans yen la cara del so!, cuando, pronto, no queda ya ninguna. allo son acaso semejantes ci que duerme y ci muerto? So dibujan acaso la imagen de la muerte? En verdad, ci primer hombre era ya su prisionero Los Annunaki, los grandes dioses, reunidos en consejo,.. determinarofl la muerte y la vida. Pero de la muerte no se ha de conoccr el dia." El destino general de los hombres, segUn esta expostcidn de la doctrina tradicional sobre ía intrascendencia humana, ha sido fijado desde siempre y de una vez pot todas en un tiempo primordial: la mortalidad es La condición del hombre. En ci lenguaje tigurado proplo del mito, esto equivale a decir, segün Ia manera tie expresar racionalmente nuestra conccpciOn sobre la condición humana, que La mortalidad del hombre se explica pot su naturaleza, por su esencia propia, reflexiOn cuyas repercusiones rebasaron los limites de Ia cultura propiamente mesopotámica. La intrascendencia humana es la otra can de Ia trascendencia divina, y la idea de la trascendencia divina habrIa de Ilevar del henoteIsmo —la 27

veneraciOn privilegiada de una deidad por encima y con exclusion de tod2 otra— a! nlonotefsn,o29 La secuencia iOgica del discurso sapiencial de Utanapishtim se interrumpe con la interpolacion de Ia historia del diluvio en la primera parte de Ia Tablifla XI (versos 1-196), cuya conclusion pone el acento en ci decrew de Jos dioses, como Si se tratara de un simple probiema de autoridad: UtanapIshtim narra la historia del diiuvio y explica que los dioses, reunidos en consejo, decretaron en su favor la inrnortandad, como premio por haber salvado a la humanidad de la destruccion total, después dc Jo cual conciuye dicicndo a Gilgamcsh: jQuién reunirá a Jos dioscs para que cncuentrcs In vida que tü buscas?

(Tab/i/ta XI, 197-198) La idea quc transmite el discurso de Utanapishtim antes de la narradOn dc la historia del diluvio (Tablilla X, col. v, 36-47 y toda la col. vi ) es una reflexiOn 'filosOfico-teoiOgica", mientras que la que rcsuita dc la narraciOn del diluvio parece ntis bien de tipo "jurIdico": ci hombre es mortal pot decreto divino, aunque otro decreto —quc no ocurrepodria modificar su condiciOn. Una diferencia de matiz, ipero fundamenta1130 Ahora bEen, Si es cierto clue ci mensaje del pocma de Gilgamesh corresponde a una Ilnea dc pensamiento que no necesariamente es ya la nuestra —sea porquc ci cristianismo, como ci islam y el judaismo farisco, con la promesa de una vida eterna feliz, resuelven ci problema abriendo una ventana a la intrascendcncja humana; 0 bien porque ci escepticismo racionalista simplemente no se hace Ia pregunta; o, en fin, porquc ci 99 La Tahillia VII del J,'n,,nw, v/Itt, la gran cocmoonIa kablienin, ha &ido Interpretada como cxprcsiOn de on intenco de hcnotelsmo: Marduk, dios titular de Babiionia, asume y resume a todos los closes. Giiganwsh, el mesopotamio intrascendente, Sc SitUa, conao ul, A inicio dc ese camino. Sc puede consultar esta obra en las craducciones de Speiser, en inglés (AN/IT, p. 60-72), y dc l3ottéro (LDFJ-f, p. 602-679 y flO, P. 36-73), en trances. En cspanol han edicado una traducciOn dc cste poerna dc la crcacián Lois Astey (El Poema de la Creacuin lEnuma El/sb, traduccion y notas de Lois Astcy V., ColccciOn de cultura tiniversitaria - Seric/Poesia, 11AM, Mexico, 1989) y Federico Lam Pcinado (Poema babilome de la Creaci6n, Editora Nacional, Madrid, 1981). Cabrfa prcguncarsc si ci dcsliz del pesimismo tcoioglco hacia una vision en clue prevalcce ci sentimlento del peso del aucoritarismo —ci decreto decide ci destino del hombre— no tiene relacion con otra cxpericncia de la historia: ci dcsarrollo del imperialismo asirio.

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ateIsmo niega a cualquier Dios como causa de La condición humana—, también Cs cierto que el poema acadio sigue teniendo vigencia gracias a Ia fuerza que se deriva a la vez de su belleza Jiteraria y de la actualidad perenne del problema fundamental que plantea: La imposibilidad absoluta de escapar ala muerte, que hace sufrir a Gilgamesh una verdadera angustia existencial. "Tengo miedo de la muerte" (Tablilla X, col. Hi, 26; v, 17). "Lo que le sucediO a ml amigo me sucederá a ml" (Tablilla X, col. ii, 8; iii, 27; v, 18), repite obsesivamentc Gilgamesh, y termina con una pregunta que queda sin respuesta: "Qu hare, UtanapIshtim, a dónde ire?. En ml mismo lecho yace la muerte y donde pongo mis pies ahI está la muerte" (Tablilla XI, 230-233). La angustia del hombre intrascendente, que predominO en las preocupaciones del perisamiento filosófico durante la primera mitad de nuestro siglo, estã pintada en el poema acadio de Gilgamesh con trazos de una verdad profundamente humana: Cómo podria no estar lleno de angustia mi vientre? COmo no habria de tenet el rostro como ci de quien ha hecho on largo viaje, maltratada la cara pot ci frio y ci calor? ,ECOmo no habria de andar vagando pot la estepa? Mi amigo, asno saivaje, onagro del monte, pantera de la estepa, lIegO a su fin, destino de la humanidad! Seis dias y siete noches itort pot dl y no Ic di sepultura hasa que de su nariz cayeron los gusanos. Tengo miedo de la muerte y aterrado vago pot la estepa! Lo quc Ic sucediO a ml amigo me sucederá a ml! (Tab/il/a X cot. iii, versos 11-15, 23-27)

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LA TRADtJCCION

Muy numerosas han sido las traclucciones de la Ieyenda de Gilgamesh, espccialmcnte al alcmán, al inglés y al frances, pero existen también en otras lenguas occidenrales y no occidentales. La más rcciente y la más completa de ellas se debe al gran asiriOlogo frances Jean Bottéro, trabajo que tiene la particularidad de poner al alcance del lector, en una edicion de difusiOn considerable, los más importantes fragmencos publicados hasta la fecha —incluso algunos no publicados aUn en su texto acadio,3' En inglés, Ia traducciOn de Stephanie Dailey es bastante reciente y tiene ci mérito de incluir los fragxnentos de la version paleobabilOnica; la de Maureen G. Kovacs, menos reciente pero todavIa asequible, es una traducciOn seria, limpia y clegante que, dirla yo, 'se deja leer". 32 Esa misma caracteristica guarda la traducción de Rend Labat, 33 aunque por La fecha de su publicación —1970— ya está superada, pues el no dispuso de fragmentos importantes publicados recientemente. En español conozco cuatro ediciones del poema: la de Agustf Bartra, con prologo del gran maestro Bosch Gimpera, publicada en Mexico; la de Flylamr Blixen, publicada en Uruguay; La de Federico Lara, en Madrid, y, ültimamcntc, una traducciOn al espaflol de la que Florence LabatMalbran hizo al frances. 34 El esfuerzo y el mCrito de estos autores me permitiO servirme de esos textos en los cursos que impartf antes de trabajar mi propia traduccion. Ahora bien, por qué intcntar una traducciOn mâs a! espaflol? Una primera justificaciOn scrIa Ia de que ninguna de estas ediciones incluye textos muy importantes publicados más recientemente. Una más, que cada autor aporta ideas nuevas que enriquecen la comprensiOn de la obra literaria. La tercera es que la traducciOn directa del acadio permite un mayor acercamiento a la idea y at tono del texto original. Yo he gozado encontrando —y sufrido buscandol— giros más adecuados para la ex31 J . l3ott6ro, it 'Epople de Gil9amesb, Gallimard, Paris, 1992.

32 Stephanie Dailey, Myths from Mesopotamia, Oxford University Press, OxfordNew York, 1 989; Maureen G. Kovacs, The Gilgamesh Epic, Stanford University Press, 1989. 33 R. Labat, L 'Epopee de Gilgdmesh, en Los Religions du Proche-Orient Asiatique, Fayard-Denoel, Paris, 1970. 34 AIJSt1 Bartra, La Epopeya de Gilgamesh, Escucla Naclonal de Antropologia c Historia, Mexico, 963; Hylmar Illixen, El Cantar tie Gilgamesh, Montevideo, 1980; Federico Lan, Poema do Cilgamesh, Editora Nacional, Madrid 1960. Florence Maibran-Labat (tra' ducciOn al espafiol de Nicolás Darical), Gilgamés, 7 Documentos en tomb tie la Biblia, Verho Divine, Estella (Navarra), 1982. 30

presiOn de algunos pasajes con contenido erOtico; en algunos cases ci matiz del pensarniento a del sentimiento en español Se acerca más a! acadio Si se evade la referenda a las proposiciones de traducciOn que ofrecen Las versiones a otras lenguas; en otros, en fin, ha gratificado ml esfucrzo ci haliazgo de algün término espanol que corresponde mejor a la rala del acadia... Al lector interesado en profundizar en los problemas de fonda dedico, at fin del texto, un nümero considerable de amplias notas en las que encontrará la explicaciOn y justificaciOn de muchas traducciones fibres, asi como comentàrios sabre ci pensamiento que transmite ci poema: ci amor, la muerte, la amistad. . .; a sobre la forma: recursos literarios, contrastes dramãticos per la evolucion de los caracteres y de sus actitudes; juegos de palabras, las más de las veces intraducibles (el usa de un homOfona tiene una intenciOn prasodica, pero también puede indicar un sentido oculto que hay que afladir at prirnero e inmediato), emplea de términos con diversos matices semánticos, etc. Pero no he querido cansar al lector que Sc interese más a tinicamente —y con raziOn!— en La emocion estética que suscita la lectura del poema. A ese lector Ic dedico notas más simples y más breves a pie de página, en las que encontrarã inmediatamente dates sabre algtin nombre propia, divino a humana, a la explicaciOn de aiguna referencia cultural que conviene tomar en cuenta y, solo excepcionaLmente, La justificaciOn de alguna apciOn del traductar. Y me permito incluso sugerir al primero de ese tipa de lenares que primero lea ci poema sin recurrir a las tiaras. La emociOn estética, mezcia de las sentimientas que producen ci drama de la leyenda y La belieza con que se expresa, se enjuta y se seca cuando se le pane mucha cabeza. Después de toda, qué imparta si me atrevi a traducir en un cantexta kuzba par 'atractiva (sexual)' y en otra per ci 'goce' que pracura su posesiOn. iLo impartante es que ci lector experimente la fuerza de un texta que transmite emocianes intensas! Ya después se padrá valver a la lectura lInea par lmnea para pedirie al traductor que exp!ique per qué se dccjdiO Pot urn u aria rraducción. La rnismo se puede auirmar dc términos, canceptas a pasajes que a la simple lectura parecen ascuros. 4No acaso las paetas recurren a pensamientas y lenguajes cripticas? iCuAntas veces en nuestra prapia lengua teemas paesias que no comprendemas cabaimente pera de las que gustamas ernacionalmentc! Respecto del estila literaria prapia del paema acadia, se ha de tener en cuenta que, coma en tada obra literaria fruta de un media cultural alejada del nuestro en el tiempo y en el espacio, su compasiciOn respande a ciertas convencianes prapias del media en que Sc produja y que, coma toda canvenciOn, escapa a quien no tiene accesa a esas referencias. Quizã Ia más importante que hay que señalar a este prapósita es que las abras 31

literarias en aquellas épocas —y esto no es privativo de la literatura cunelforme— no estaban destinadas primariamente a la lectura sino a la recitadon oral, a la declamaciOn a que daban ocasiOn diertas ceremonias o fiestas religiosas. En ci caso de nuestro poema, tal ocasión pueden haberla dado las ceremonias que se celebraban en ci mes de Abu y que inclulan nueve dIas de competencias de lucha35 en honor de Gilgamesh. La repeticiOn de ciertos pasajes, a manera dc largos estribillos que a nosotros nos pueden parecer redundantes, Sc explica por el efecto de fijaciOn en la mente dc los oyentes de ciertos pasajes importantes para comprender el sentido del poema o de fragmentos intensamente cargados de emociOn estética. Repeticiones que, dieho sea de paso, ban permitido reconstituir numeroso pasajes fragmentarios. La obra acadia es Un texto literario —recurre a términos elevadosy poético —los acentos de cada verso y de cada heniistiquio tienen una intenciOn prosOdica. He hecho un esfuerzo para encontrar una expresiOn noble pero no altisonante en ci tenguaje de ml traducciOn y he buscado clue los versos tengan tin cierto ritmo. He dividido los hemistiqulos en lIneas separadas, la segunda de las cuales Lleva una sangria, con el objeto no sOlo de reflejar la forma prosódica del poema acadlo, sino también de ayudar al lector a percibir ese esfuerzo de redacciOn rItmiea. Cuando ci verso acadio es más largo, lo que sucede frecuentementeal final de ciertos pasajes, o bien cuando ci giro español exige un mayor ndmcro de palabras, he dividido el verso en tres lineas, to cual no corresponde al verso acadio, pero ayuda a mantener ci ritmo buscado. Otra observaciOn importante es La de que he querido ofrecer al lector un texto 'que se deje leer"; quise una lcctura fluida, sin inventar lo que esc texto no da, pero completando lo que se colige razonablemente como rcstituiblc en los pasajes fragmentarios. La forma en la que Los braductores del texto original acadio tradicionalmente expresan gráflcamente el esfuerzo de ILenar las Lagunas del texto es poner entre corchetes y paréntesis las restituciones. Esto es, cuando gracias a un texto paralelo, a una expresiOn idiomática conocida o al uso privilegiado de un complemento con cierto verbo, ci traductor que restituye una palabra, lInea 0 lineas que no aparecen en los textos acadios fragmentarios, pone esas palabras o lincas entre corchetes. Cuando ci traduetor no puede justificar con una palabra, frase u oraciOn acadia determinada la restituciOn por 61 propuesta, pero lo hace con algOn término o frase cuyo sentido es plausible por el contexto, usa los paréntesis. El respeto del texto acadlo hace 35 Cf. Mark H. Cohen, The Culttc Calendars of the Ancient Near East, CDL Press, Bethesda, Md., P. 319.

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clue Jos corchetes se introduzcan incluso dentro de la palabra y la dlvidan, para indicar lo que se puede leer de esa palabra en el texto cuneiforme. Gracias a los recursos que permite el uso de la computadora, he tratado de obviar el inconveniente, pequefio o grande, que se tiene al leer textos entrecortados por corchetes y partntesis destacando con cursivas Las palabras, silabas o letras que no se leen claramente en la tablilla pero que pueden reconstruirse, y he reducido el uso de corchetes solo para aquellos casos en que la restituciOn es ad sensum. Por Ultimo, distingo la versiOn paleobabilOnica de La versiOn estándar empleando urn fuente tipográfica distinta de la que se ha usado en la composiciOn del cuerpo principal del texto; las cursivas indican el material reconstruido, siguiendo el mismo criterio que se emplcO en 12 versiOn estándar. Cuando he juzgado conveniente introducir un texto de la version paleobabilOnica que reempiaza o completa el de La versiOn estándar me valgo de esa misma fuerite tipogrática Por otra pane —pero es cosa más importante— he preferido renunciar a Ia traducciOn de pasajes sumamente fragmentanios en clue apenas se adivina urn que otra palabra, sin que se pucda colegir un contextO más o menos plausible. 6 Me interesa hater conocer el argumento de la Icyenda más que ci estado de un texto o versiOn en particular, por lo que también he optado por recurnir en dos casos a sustituir el texto básico de la versiOn estãndar por el texto paralelo de la versiOn paleobabilOnica —to quc hago y en segün he explicado en el párrafo anterior—, aunque soy muy consciente de quc se trata de versiones diferentes que corresponden a momentos culturales distintos. Lo he hecho asi en el caso de las TabliIlas Ii y iii, muy fragmentanias en La versiOn estánthr y en cambio bastante completas en la versiOn paleobabilOnica. E.A. Speiser, que publicO la traducciOn mejor conocida en inglés, y René Labat, quien hizo otro tanto en frances, se sirvieron de ese mismo recurso pana reemplazar el texto de la Tablilla II y, yendo ms lejos, Maureen Kovacs, entre otros, toma pasajes de una y otra versiOn y los entremezcla, no sin reconocer quc ci procedimiento noes del todo feliz. /De pnncipi s non est discutenduin! Yo justifico mi opciOn dado que, por Jo que se conoce de las dos versioneS, en esas dos tablillas en especial el paralelismo es tan importante que hace pensar que Ste es uno de los casos en que ci autor de la versiOn cstándar se sirviO bastarite de la versiOn antigua. 37 En otros casos, en que la faIn 36 Los pasajes rotos quedan indicados por una linca de puntos. 37 La comparaciOn entre In versiOn estindar y Ia paleobabilOnica (tablillas de Filadelflay de Yale) quc presenta en apéndice a su obra Jeffrey H. Tigay hace vcr claramcntc que el paralelismo de Jos panics en cuestiOn es suliciente pan justiricar Ia sustituciOn de In pri-

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de UI paralelismo no permite la misma afirmaciOn, he preferido consignar en las notas a pie de página el texto que, sin set paralelo, completa o enriquece ci contenido del texto que aparece en ci cuerpo de la traducdOn. El lector vera que, a pcsar de que sOlo disponemos de menos de la mitad de los versos del poema en su versiOn estándar (quedan alrededor de mll seiscientos de Jos tres mil que debe haber tenido el poema), ci hilo de Ia narración se sigue con bastante fluidez. No está de más confesar que en los cases en que me he visto ante dos o mas opciones de traducciOn justificables he optado por aquella que permite al lector una comprensiOn más inmediata sin tener que recurrir a las notas. Una ültima observación a propOsito de la numeraciOn de los versos. Cuando ci estado de los textos era sumamente fragrnentario, normalmente se numeraban progresivamente los versos comenzando columna per columna —cada tablilla de la versiOn cstándar esiá dividida en seis columnas—; ahora que algunas tablillas se ban reconstituido en forma bastante completa, es preferible y más cOmodo para el lector tenet una numeradOn progresiva por cada tablilla. SOlo cuando ello no es posible —Tablihas IV y V— he indicado La numeraciOn por cada columna e incluso he consignado la referencia dc archivo del texto en que me baso. En todos los casos he indicado, sin embargo, dónde empieza cada columna. For sucrte, la traducciOn de Jean Bottéro me ha precedido y la referenda a su tradueciOn permitird que quicn tenga alguna duda respecto de la eorrespondencia de algUn verso en particular resuelva ci problema recurriendo a esa traducciOn que, mientras no aparezca una ediciOn critica del poema, tendrá êl valor dc autoridad como referenda obligada. Algo más importante que hay que añadir: he preferido hacer hincapiá en la estructura temática del poema ms quc en su divisiOn por tabliHas y columnas. Me explieo: desde luego he consignado la manera como aparecen en el texto acadio las tablillas con su nUmero, asi como las columnas en que Sc dividen; las he puesto al margen izquierdo eon caracteres cursivos y más pequeflos Los tItulos quc yo he atribuido a las partes del poema, segUn su estruetura temática, tienen la finalidad de permitir al lector seguir ci bilo del argumento con facilidad; he jerarquizado estos tItulos en tres eategorlas que el lector reeonoeerá per la caraeterizaciOn tipográfica que se hace de cada una de ellas. Reconozco que en la versiOn estándar del poema en cada tablilla, Si no en eada columna, se adivina cierta unidad temátiëa, pero ci estado fragmcntario de la misma y la neecsidad de sustituir dererminadas panes per narradiones tomadas de vcrsiones más antiguas (Tablilbas II y III) restan peso al argumento que militarla Inerapor las scgundas (EGE, p. 270-283).

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en favor del respeto absoluto de la divisiOn del poerna conforme a las tablillas y a las columnas en que ha Ilegado hasta nosotros en su versiOn más completa pero, repito, fragmentaria. Esta es una opciOn del traductor que se puede discutir. En todo case, espero que ci haberla tornado facilite la comprensiOn de la idea rectora de la Ieyenda y su desarrollo Jogico, caracterIsticas que constituyen, corno he dicho ya e insisto en ello, uno de los meritos literarios de la composiciOn del poema acadio. He hecho un esfuerzo porque la traducciOn se apegue a la letra del texto original cuando ello ha sido posible y siempre que lo he considerado conveniente. Hay cases en que la traducciOn literal puede incluso set mks expresiva que cuando se recurre a algün circunloquio.. Esto no siempre es posible: traduttore, traditore. iEs inevitable! Sin embargo, me he propuesto ofrecer al lector aquello que considero más importante en una obra literaria. He querido que esta traducciOn transmita la fuerza del argurnento de la leyenda acadia de Gilgamesh y me he esforzado, en la medida de lo posible, en transmitir tarnbién la ernociOn estttica que produce su belleza literaria. Creo que Se traiciona menos el poema cuando se le trata con amor. Y éste es mi caso. Ojalá el lector perciba el interés de algunos pasajes que ilustran rasgos culturales, curiosidades antropolOgicas, indicaciones sobre las concepciones religiosas, morales. - pero, sobre todo, la belleza del texto y la profundidad del pensamiento que Jo impregna y In hace vibrar, porque no está expresado por medio de raciocinios secos sino por irnágenes vivas y sugestivas. Yo he gozado al hacer esta traducciOn; ojalá ci lector goce igualmente su lectura.

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histdrlcas de

rI

hterarin

I

3200 Sumer 2750 Surgcn las monarquias: liachas interesiasales

Conflicto enhre Lagash y Umrna 2500 Inicnios de hegemonia

Primeros textos pictográflcos labililas arcaicas: docurnentos adminisrrativos Drs arroiio etc is escnirura cunel(orme I nscnipciones votivas Milos y leycndas Iransmilidas oralmente Florecirnlento del esiado de EMS en Sins semihicooccidental

head (primer estado semitico centralizado) SargOn (2334-2279) Natant Sin(2254-2218) 2200 irrupciOn de ins Gun 2150 Renacimicnto sumerio Ill Dinasnia de U: 2000 Desaparece Cl esrado sumerio Dinastras amornitasi (Asinia) (flablionla) Hammurabi Shamahi(1792-1750) 'dad I (1814-1782) 1600 Caida de Babilonia 15M Epoca etc dominio casita

Babilonia] INabucodo- nosor ] 1100 (1124-1103)

nia Tigiat-falasar I (1115-1077)

urnlpai (66M27) CaldadeNlnis Nuevo itnpcnlo babilonio Nabucodonosor 11(604-562) 539 dcc ci Pets, ocupa BabiloAia

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Primers adaptation del sistema tic escnirura cunciforme pans expresar tins iengua scmuhica Abundante documentaclOn administrativa y jurfdlexi Inscripciones hlstOnicas Textos bilingues inscnipciones iitcranias Redaccion de obras Ilterarias sumerlas ProliferaciOn de textOs ad mm is Era U vos Sc nedacian en Pnirneras coieccioncs de lcycs, sumerio (attn Tcxtos rciiglosos (salmos, sumermo de Oraciones) Gligamcah) Dumentos hlstoniogrMicos Se sarroliaa ci genera epistolar St claboran ci (carras a los dioses) poems acadio dc Abundante documenraclOn Gilgamesh adnainistrativa (oficial y y ci mao de la privada) Juridic, y religion crcaciOn dci (adivinaciOn, prorecias) hombre Sc copian cextos lilerarios sumenios y Sc ciaboran textos originates en acadio Sc rceIabora Is El atadio-cunelforrnc Sc USS como icngua de Im relacianes version estindar de Sin-Icqeinlernacionales unnini Sc dcsarrola is Jiterarura sapiencial' Sc rcaetiva is copla de textos I ileranjos Sc escribe Is grant epopcya dc Is creation (Enunaa-ciish) y ci poems Cplco del dim Errs Sc colcccionan en Asiria los learns religlosce y literarios Version landIs sumerios y acadios del poems etc Proliferan lax inscnipciones Gilgamesh histOries, de propaganda politics (crOnicas) U biblioteca de Asurbanlpai en Ninive consliruyc Is colccdOn max Importance de obras iitcranias de is antigucdad preclisica

on el marco sic 'a IIterasura

—Gilgamesh, rey cit Uruk, personajc real

—Gilgamesh, divinizado,

Sc

transforma on personaie legendaris,

—Gilgasnesh considerado antecesor por excelencia de Ins monarcas sumerlos Lcyendas sobre Gllgamesh tnnsmlildas por iradician oral (puede haber habido alguna —o algunas— escritas quo no at han eneontrado) Gilgatnesh y ci Ilosque de Ins Cedros

Gilgarnesh y Agga de Kish

Preseniacion y B encueniro de = Gilgamesh y Enkidü

__ ___ _ La mutne cit Riimesh y ci Toro del Clelo Gilg:lmesh

Las ,w proezas dos de heroes

Muerte de EnkidO

I Gilgamesh y ci I---, I rboI Huluppu I

Viaje on pot de Ia inmonalidad, a petit ,badei sueno, Ia planta de Ia juveentud

I

Atriha is

I Preseniacion y encuentro de E Gilgamesh y Enkidü

Presentacion y encuenlro de

Las proezas

Las proezas

Muene de EnkidU

I Muerte dc Erikidd

Viaje on pos de is Inmorlalidad, Ia pentbsdeI ssseño, la plarna de Ia luventud

I Viaje on I Narraclon l'rueba del I de Ia I del duluvio I Planta de

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Apéndice: VisiOn del . mundo cit los muenos



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