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Amy Jo Cousins

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Esta traducción está realizada por el Grupo de Traducción de Adictos al Tema y es de fans para fans. Ningún miembro de este Grupo de Traducción obtuvo u obtendrá ganancia con este documento, ya que es una Traducción no oficial en la que sólo traducimos un libro del inglés al español, lo corregimos y editamos. Si el libro llega a tu país, apoya al escritor comprándolo o promocionado su libro. Esta obra posee contenido HOMOERÓTICO, es decir tiene escenas sexuales explícitas de M/M y por ello es solo apto para mayores de 18 años. Queda terminantemente prohibido modificar los archivos de los proyectos del grupo.

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Staff NinnD'Anaxkolasi

Ágora Shizuku

Aislinn D'Luale

Peliroja

Nadur Kayling

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Sipnosis Hay más de una manera de ser una estrella del rock. Evan Pak es un Friki con carnet (incluso tiene el trabajo para demostrarlo), pero cuando su hermano fotógrafo le invita para ayudar en una sesión de fotos con la estrella del rock Riley Flood, él piensa que serán dos días de comerse con los ojos, ojos en blanco y nada más. Pero el temerario chico malo no es nada como él esperaba, y Evan es hipnotizado por la mezcla de arrogancia y dulzura que ve en Riley. Cuando una idea espontánea termina con Evan desnudo bajo las calientes luces, para un íntimo retrato para la próxima portada de Riley, Evan está absolutamente seguro de que su conexión no terminará cuando las luces se apaguen. Sobre todo porque Riley no puede mantener sus manos fuera de los tatuajes que Evan esconde bajo su ropa. Incluso una consentida estrella de rock quiere dar el control a veces, aunque sólo sea por un fin de semana. El mundo esta lleno de gente que quiere cosas de Riley y las exigencias sobre él nunca se detienen. Evan sabe exactamente cómo apagar el ruido en la cabeza de Riley y empieza poniéndolo de rodillas. Juntos, se empujarán mutuamente a lo más alto y más lejos que cualquiera de ellos nunca ha ido antes. Es fácil asumir riesgos cuando hay un límite de tiempo en el juego. Pero cuando su tiempo ha terminado, ¿Qué viene después si no quieren que el juego termine?

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Larga Exposición “Mejor no vienes conmigo que sólo quieres burlarte de Riley Flood” . Evan Pak amaba a su hermano. Confiaba en él para hacer las cosas bien, siempre. Estar atentos a su familia y sus amigos, hasta para sus tontos-egocéntricos-famososs clientes. Así que Evan le mintió a la cara “¡Por supuesto que no!” Por supuesto que sí. Pensó para si mismo. Obviamente iba a ir a Chicago con el único propósito de burlarse de una estrella del pop. Evan no iba a hacerlo en su cara. ¿pero vamos, saltarse una oportunidad de trabajar alrededor de uno de esos chicos malos destinados a “tocar fondo” para un fin de semana? El potencial de chismes solo seria astronómico. No es que estaba planeando vender alguna fotos sórdidas a alguna revistas de cotilleo, Por favor. Evan utilizaba más que su parte justa de ser ácido y sarcástico, pero no era gilipollas. Simplemente disfrutó de la clase de historias que se cuentan devuelta a casa mientras tomas unas cervezas en el bar, sobre cómo vio a Laura Bush en el salón de té, en la original Neiman Marcus en Dallas aquel tiempo. ¿Qué? los Popovers1 eran para morirse. ¿Con esa mantequilla de fresa? Yum, y la señora Bush fue una dama perfecta. Tenía que admirar a alguien que tenía clase a pesar de su marido. Esta sesión de fotos con su hermano tenía el potencial para ser mucho mejor que eso. Gasto veinte años en trabajar desde su casa en gestión de bases de datos, lo cual no hizo exactamente que desbordara de alegría. Ser despedido le había lanzado a una carrera de consultor que era incluso más exitoso que su trabajo anterior, pero después de unos años, Evan se había dado cuenta de que cada "¿Qué has estado haciendo?" que le hacían, fue respondida con "no mucho. Trabajo, supongo". "Trabajar, supongo" eso no era manera de vivir. Evan no quería ser una el tipo mayor que se sienta en el extremo de la barra hablando de los viejos tiempos en la universidad, o peor ... la escuela secundaria. Él quería ser el tipo con las historias impresionantes sobre ese tiempo en él que fue arrestado golpeando a dos estrellas del porno calientes en el baño de la sala VIP de alguna discoteca caliente. Esto estaba todavía en la lista de cosas por hacer. ¿Si la mayor parte de su vida iba a ser aburrida? Entonces Evan quería algunas excepcionales historias para contar sobre sus aventuras ocasionales. Y las probabilidades de llegar a casa en Chicago con una, después de ayudar a su hermano con esta sesión de fotos de esta estrella del rock estaban muy a su favor. Él no lo había pensado dos veces antes de que se lo hubiera dicho Tommy. Había ayudado a su hermano un montón de veces en el pasado. Al principio de su carrera, Evan 1

Popovers: bollo hueco

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había sido asistente, así que Tommy no tenía que pagar a alguien para que lo hiciera. Pero en los últimos años, una gran éxito significó que Tommy sólo llamaba a Evan ahora por que se compadecía de la situación de Evan en los Outer Banks de Carolina del Norte, viviendo con su padre. Por lo que Evan, de vez en cuando, echaba una mano a Tommy, pero nunca había trabajado nada como esta sesión de fotos. Esto eran las grandes ligas. El rey de los chicos malos. Riley Flood había sido la sensación adolescente que condujo su motocicleta en un centro comercial, hasta las escaleras mecánicas, mientras que los agentes de seguridad le perseguían con sus Segways. Quién dejo caer los pantalones en una entrega de premios con insuficiente demora para evitar el retardo de tiempo de emisión, costando a la FCC una pesada multa. El era una de esas enormes estrellas del rock comerciales sobre quien Evan diría a sus amigos, "sí, su música apesta, pero maldita sea, el chico puede cantar tu estupidez. Una pena por la actitud". Es cierto que en sus comerciales, parecían haber mejorado, porque los cuentos de las acrobacias temerarias y escandalosas travesuras parecían haberse calmado un poco en los últimos años. Pero Evan imaginó que dos días en la Compañía Flood deberían darle buenas historias que contar cuando volviera a casa. Entonces sí . Mentir a Tommy era una obviedad. Por supuesto, en ese momento Evan condujo hasta el aeropuerto de Norfolk el miércoles por la noche, voló a Chicago, a continuación descubrió la manera de tomar el tren para llegar al centro¿Lo que era genial?, ya que las cosas estaban en marcha. Flood abandonó su equipo, no se presentó para su vuelo de Los Ángeles ayer. Es posible que no vaya. "Fóllame"- Evan se quejó con amargura en el texto de Tommy en su móvil, se dejó caer en la parte trasera del coche. Pulsó en el icono de llamada. Tommy respondió de forma inmediata. “Hola, hermano.” "Tio, lo siento", dijo antes de que Tommy pudiera decir nada más. Fue un viaje en vano para Evan, pero si Tommy estaba siendo arrancado de una comisión tan grande, fue un duro golpe. "Es una putada" El suspiro de Tommy era audible. "Sí, bueno, sólo vamos a preparar y ver qué pasa. A lo mejor seguirle la pista por la mañana". Tiempo para animar a Tommy. "Voy a estar en el hotel en una media hora o así", dijo Evan, tirando de un marco de tiempo al azar, como si tuviera alguna idea de cuánto tiempo se tarda en llegar a algún lugar en el transporte público de Chicago. "Vamos a ir a cenar. Me pareció ver un restaurante

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impresionante donde pintan tu mesa con chocolate, frutas y cosas, y se junta todo con las manos, comiéndolo después". "Mierda". Pero ahora Tommy estaba riendo, que era el objetivo. "Te conformas eso." Evan se hundió aún más contra su mochila, que estaba llena con la ropa del fin de semana . "Ven a lamer la mesa conmigo, hermano. Y luego vamos a encontrar un lugar guay y a bailar". "La última vez que fui a un bar gay contigo, ese tipo se ofreció a darme una mamada en el baño" "Sigo diciendo que tu deberías haber aceptado eso. ¡Qué historia!, ¿verdad?" A veces Evan no podía creer que Tommy era su hermano. El tipo no tenía sentido del humor. "No voy de aventuras como tu vas de aventuras." Prácticamente podía oír Tommy moviendo la cabeza. "Tu pérdida. Encima, un rato antes de eso, la chica con el BFF2 gay que estaba coqueteando contigo y ella estaba caliente" "Eso es cierto ..." Y se podría decir Tommy estaba de acuerdo. Los hermanos Pak, en la ciudad de nuevo. Darse una ducha y 30 minutos para dar a su padre un chequeo rápido y lidiar con cualquier pregunta de última hora de Gayatri acerca de posibles enganches durante el fin de semana, y Evan estaría listo para tomar Chicago. Temprano a la mañana siguiente, Tommy todavía estaba hablando de la cena, ya que se establecieron en el espacio del estudio/ almacén alquilado "... quería servirlo sobre la corteza de árbol con la rama de pino. Ellos quemaban hojas secas en su mesa, por lo que olía como a otoño en Nueva Inglaterra” "¿No podías simplemente ir a buscar la barbacoa coreana como la gente normal?" la artista de maquillaje favorita de Tommy estaba arreglando su increíblemente complicada configuración de una mesa contra las ventanas que iban desde el piso al techo, aprovechando la luz natural. Latonya siempre les daba mierda sobre cómo ella, la chica negra, amaba el carbón ahumado y la diversión de la parrilla de la barbacoa Coreana, mientras que Tommy y Evan, los chicos coreanos, no estaban interesados. “La gastronomía molecular es donde está, bebé" dijo Evan , y amenazó con golpear la cadera en la mesa.

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Mejor amigo para siempre

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La mirada de Latonya decía: "Eres hombre muerto si lo haces”, y él sabía por experiencia que la mujer podía derribar a una bridezilla3 con su sarcástico látigo, así que no lo hizo. "Además". Ella siguió ardientemente, sujetando su cinturón de herramientas de cepillos, esponjas y pañuelos de papel como el cinturón de un pistolero en las caderas, "Me sorprende que estés sin resaca” "¡Una vez!" Era casi un ritual ahora, después de todos sus años de salir con estos dos. Él lanzó sus manos en el aire de todos modos, porque le gustó cuando ellos bromeaban así. "Me emborraché una vez, tenía diecinueve años y no podía creer que me dejaron entrar en el bar, mi identificación falsa era tan mala". Tommy y Latonya se rieron de él, haciendo imitaciones de un Evans con resaca. "Voy a morir, no se lo digas a mamá, Tommy". Gemidos falsos de su hermano, que siempre clava en esta imitación. "Ahh, no puedo creer que estoy rimando, dispararme ahora". "Huelo como un vómito, ¿no? Ese tipo nunca va a llamarme, creo que vomité en él". Gemidos patéticos de Latonya. Nunca dejaran ir ese detalle, maldita sea. "Ustedes chicos apestan. ¡Han pasado siete años!" Riéndose a pesar del calor en su cara, él les levanto el dedo mientras camina hacia atrás hacia la puerta al pasillo. Él nunca dejaría que le vuelva a suceder. Si trabajaba con Tommy, él tenía un límite de dos bebidas por la noche hasta que el trabajo se realizara. La vergüenza no merecía la pena. "Voy a traeros tanto café negro. O, o... té". Su tarea más importante del día era jugar al niño del café, y sabía qué tan efectivo era la amenaza que había emitido. Ni su hermano ni Latonya podrían pasar las dieciséis horas al día en una sesión sin infusiones regulares y constantes de cafeína fresca. "¡No lo hagas, Evan!" "¡Evan, te queremos!" "¡No te olvides de las llaves!" El se fue pisoteando fuerte por la puerta del estudio, sus risas lo seguían hasta el ascensor industrial con las puertas horizontales gigantes que había que tirar con una cuerda para cerrar. Los engranajes sonaban cuando se ponían a funcionar en cuanto se pulsaba el botón de abajo, lo cual no inspira confianza. Acarició el llavero en el bolsillo, de doble control, ya que no había nadie más de alquiler en el edificio, y ya había descubierto que no había señal del teléfono móvil. Mientras esperaba, las risas que había mantenido en secreto en el estudio se filtraron. Gracias a Dios no hay nadie aquí para cogerle riéndose de sí mismo en una sala vacía, como un loco.

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Bridezilla es un término estadounidense compuesto que se refiere a esas novias (bride, en inglés) que en los meses previos a dar el sí se convierten en una especie de monstruo Godzilla capaz de arrasar con todo con tal de alcanzar la boda de sus sueños

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Tommy y Latonya se habían conocido en la universidad, y Evan todavía estaba esperando para presentarse a uno de estos improvisados show de vacaciones/asistente y descubrir que finalmente habían caído juntos en la cama. No había casi ninguna duda de que algo había en el ambiente entre esos dos, ellos eran tan perfectos juntos, él no podía dejar de pensarlo. Seria la solución perfecta para las malas elecciones de Tommy con las mujeres y los largos períodos de sequía de Latonya. Nadie debería estar tres años sin sexo. Nadie. Suprimió un estremecimiento ante la idea, y deliberadamente se negó a hacer las cuentas de su propio estado de celibato. No es que fuera difícil de calcular. Siempre que había salido por última vez de la ciudad para el fin de semana era cuando él había conseguido demasiado. La escena gay en los Outer Banks no estaba ocurriendo. A menos que quisiera conducir hasta Virginia Beach o Wilmington, las opciones eran limitadas. No en el verano, es cierto, cuando los caminos y restaurantes y bares estaban llenos de turistas. Pero durante el resto del año, Evan se sentía como el único chico de menos de treinta años en Ocracoke, gay. Añadir en el aspecto de chico geek IT4 y el "Yo vivo con mi papá" en una conversación, era demasiado. Pero esto ... ¡esto es Chicago! Los muchachos gay calientes están por todas partes. Voy totalmente a conseguir follar a alguien este fin de semana, incluso si tengo que usar "¡Conocí a Riley Flood!" . No es que el Sr. Rock Stars estuviera dando alguna señal de mostrarse en esta sesión de fotos. Tal vez pensó que la compañía discográfica le estaba insultando por la reserva de la nueva portada de su nuevo álbum en solitario como si fuera un recién llegado. Tan famoso como Flood estaba con su banda, Evan pensó que podría tener algún tipo de fotografía de la realeza. Como ... como ... Annie Leibovitz o algo así. Mierda. Evan realmente no conocía a ningún otro fotógrafo aparte de su hermano, que era conocido por sus imágenes hiperrealistas que parecían más pinturas que fotografías. Por supuesto, Evan pensó que el trabajo de Tommy sería una mierda caliente en una cubierta del álbum, y que no necesitaba un arma en la cabeza para admitir que la estrella de rock era muy caliente. Con ese pelo de aspirante a Jesús, rubio oscuro y ondulado, pegado en su cara, pareciendo que no se había lavado en tres días, lo que debería ser asqueroso, pero de alguna manera era sexy como el infierno. Añadir a eso, ojos azul profundo, que Evan juró que parecía photoshop, y la

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Técnico

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inclinación por el uso de pantalones de cuero y poco más, y ... ¡Tenemos un ganador en el concurso de sexo ardiente! El conseguiría una mirada completa de él durante dos días, suponiendo que él se muestre en algún momento antes del lunes. Trabajar como consultor le dio a Evan mucha flexibilidad con su horario, pero no significaba que pudiera desaparecer por tiempo indefinido. Su socio Gayatri, que también había sido enviado al despido que llevó a Evan a crear su consultoría, estaba llevando a todos los clientes por los próximos días, pero ese período de gracia terminaba el lunes. Evan estaría volando temprano en la mañana del lunes, estrella de rock o no estrella de rock, y sus clientes sin duda habrían inundado su bandeja de entrada con solicitudes de "emergencia" mientras tanto. En la cafetería de más abajo de la calle, Evan golpeó el mostrador con sus dos bandejas de bebidas calientes, uno con las legítimas bebidas y otra con dos grandes tés calientes, con etiquetas de papel colgando de cuerdas. Se esperaba que provocara pánico mediante la muestra de la bandeja con el té y su enorme batido de congelado de chocolate / café. Con crema batida. Una gran cantidad de crema. Él dio un codazo a la puerta de la cafetería para mantenerla abierta y se dirigió de nuevo al estudio/ almacén, con una serie de juegos de palabras con crema que haría un adolescente orgulloso, corriendo a través de la cabeza. Jesús. Para. No todo se trata de sexo. Pero las delgadas caderas y los hombros musculosos del tipo caminando a media manzana por delante de él no ayudaba a aliviar la distracción. Incluso encorvado, con las manos metidas en los bolsillos debido a la frío -- ponte una chaqueta como una persona normal, amigo, es Octubre -- el tipo estaba, obviamente, construido como un nadador. Hombros anchos, cintura estrecha, culo apretado. Una negra descolorida camiseta corta se aferraba a los hombros del individuo, dejando al descubierto los brazos que eran delgados, pero cubierto con suficiente músculo fibroso para hacer a Evan desear verlos de cerca. Antebrazo pornográfico. Suspiro. Era totalmente su tipo. El tipo de Evan. Incluso si el tipo en cuestión llevaba uno de esos estúpidos sombreros de punto que cubrían toda su cabeza. Le recordó a Evan casi todas las fotos de Orlando Bloom en las que se había desmayado el años pasado durante Piratas del caribe, regresando del instituto. Las fantasías de Will Turner con una camisa blanca desabrochada hasta la cintura y el abrigo largo y acampanado de un pirata lo mantuvieron ocupado hasta llegar a la puerta del almacén, donde el pórtico que protegía la entrada apestaba a humo de cigarrillo. Frente a la puerta, se dio cuenta de que las llaves estaban en el bolsillo. Después de un intento fallido de apilar las bandejas -

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claramente un desastre a punto de suceder - se inclino para ponerlas en el suelo, cuando una voz le hizo saltar. “¿Cuál es el mío?” La voz ronca le produjo un jadeo fuera de él mientras se levantaba abruptamente, con las manos todavía llenas. "¿Qué?". El hombre larguirucho con el sombrero desaliñado que había seguido por la calle estaba acurrucado en la esquina más alejada de la puerta cortafuegos, con gafas de sol oscuras, un cigarrillo apretado entre dos dedos y los brazos envueltos alrededor de su pecho. Parecía que su estrella de rock lo había hecho disparar después de todo. Evan sabía que estaba mirando a Riley Flood, no sabía qué decir, pero en realidad, ¿qué demonios iba a hacer? Tal vez había sido capturado con la guardia baja, o tal vez era algo sobre la ronquera de esa voz, como si el hombre llevara veinticuatro horas cantando el blues en una barra oscura y húmeda, las caderas dando vueltas mientras tiraba un micrófono. Su pecho desnudo, curvando su cuerpo alrededor del micrófono como un amante ... No seas idiota. No canta blues. Lo que canta apenas califica como música para más de trece años. Evan parpadeó. De vuelta a la vida real, donde estás mirando al hombre como si fueras una chica de séptimo grado con un enamoramiento de un cantante de banda. "¿Qué?" -repitió, consciente de que ya había dicho eso, pero incapaz de conseguir que su boca formara otra palabra. El sucio cabello rubio escapó del sombrero de Flood y le rozó los hombros cuando inclinó la cabeza y levantó una ceja detrás del borde del marco de las gafas de sol. Miró las bandejas de café. Como si Evan obviamente lo reconociera y también psíquicamente supiera lo que le llevaba. O mierda, probablemente había sido explicado en un detallado contrato de Tommy. Había oído acerca de ese tipo de cosas para las estrellas del rock tocando en las salas de conciertos. Cuencos de color verde de M&Ms y 107 botellas de agua mineral Fiji, o lo que sea de la siguiente demanda rara. La casual arrogancia de él le rallaba, así que él era más grosero de lo que él parecía ser. ¿Qué tenía que decir?, él debería ser educado, pero a veces la boca de Evan se le escapaba. "Estos son para las personas que se presentaron a tiempo esta mañana". Oh, mierda. Su estómago cayó a algún lugar cerca de sus rodillas. El hombre lo miró desde detrás de esas gafas impenetrables sin decir una palabra. Resultó que las palabras no eran necesarias para fijar que cada pelo en el cuerpo de Evan se erizara. Flood cruzó los brazos, lentamente, como si no pudiera molestarse en hablar, pero quería comunicar su disgusto, no obstante. Mensaje recibido. Oh Capitán, mi capitán.

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Esa fue la broma incorrecta, incluso dentro de su propia cabeza, porque Oh Capitán, mi capitán era para la gente que él admiraba, no para imbéciles que exigían una limosna del café después de no presentarse para su cita programada. Lo cual no necesitaba restregárselo al gran cliente famoso, amigo. "Lo siento, estoy bromeando, pero sí, no te conseguí nada, no estábamos seguros de que vinieras". Esto era una manera de recuperarse. Flood alzó los brazos desnudos a los costados como diciendo: Aquí estoy. Él inclinó la cabeza hacia abajo, su mirada sobre las sombras entregando un mensaje claro. Café. Ahora. Así que no era photoshopped, en realidad. Maldición, esos ojos son azules. Todo lo que Evan quería era entrar. Pero la llave todavía estaba en su bolsillo y poner las bandejas de café en el suelo de alguna manera parecía pegajoso ahora, y no podía pedirle al cantante que las sujetara. No me toques, no me hables, no me pidas que haga nada por ti, tengo a la gente para eso absolutamente alrededor de este tipo. No es que hubiera habido alguien de su gente aquí, tan fascinante como Evan podría decirlo. Lo cual era raro. Entonces Flood habló de nuevo, y Evan no pudo evitar mantenerse vacilante ante la irritación apretada que cubría la voz baja. "Se supone que esto es algo pequeño. Fotógrafo y maquillaje. No habría multitudes". Los ojos de Flood bajaron sobre el cuerpo de Evan, haciendo que su piel hormigueara como si le hubiera acariciado. Era más bajo que Flood, pero de alguna manera se sentía de repente como una multitud de parásitos andando por él. Evan se sonrojó, sintiendo que su estúpida cara se calentaba y sabía que sus mejillas estaban volviéndose rosadas. “No. Es sólo ellos y yo”. Ambos miraron las cinco bebidas que llevaba en dos bandejas de cartón. "Es una broma o algo así". Y ahora parecía la broma más tonta del mundo. La necesidad de explicarse quemó en la boca de Evan, así que se mordió el interior de su mejilla hasta que sangró. No hables del tipo que vomitaste en el bar y ahora tienes que traerles té como venganza para las pruebas. No lo hagas. No te atrevas. "Tengo latte para Tommy y un blanco para Latonya, eso es nuevo, no estoy seguro de lo que es realmente, y mi litro de azúcar”. Estaba balbuceando ahora. –“Los tés eran la broma, pero podrías tener uno de esos si quieres, supongo, si bebes té”.

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La estrella del rock, extendió una mano, luego hizo señas con ella, dame, cuando Evan no se movió. Extendiendo una mano lentamente, le entregó a Riley Flood una bandeja de bebidas de cartón reciclado. El soplo de un aliento impaciente declaró su infinita ansiedad. Flood levantó una barbilla hacia la puerta. ¿Lo vas a abrir, o qué? Evan se llevó una mano a las costillas y se estabilizó. Esto era raro, sí, pero él quería una aventura. Sacó la llave del bolsillo delantero de los vaqueros. "Estamos en el cuarto piso, el ascensor es una trampa de la muerte.” Algún día aprendería a dejar de hablar cuando estuviera nervioso. Tal vez podría tomar clases. Urgente Instalación de Cremalleras de Bocas. Dentro del elevador de carga, tomó la bandeja de regreso de Flood sin pensar en ello, así tomo la ayuda de nuevo cuando hizo todo de nuevo subiendo lentamente hacia el último piso. Flood estaba fuera del ascensor antes de que pudiera parpadear, saltando sobre la mitad inferior de las puertas horizontales antes de que Evan las hubiese abierto todo el camino. “¿Dónde están las escaleras?” -murmuró el hombre mientras se ponía al lado, esperando a Evan. Si se había puesto pálido antes, ahora estaba blanco como la nieve. Y sudando. "Jesús". “¿Da miedo, eh? “ No obtuvo respuesta, así que por supuesto siguió hablando. "Miré las escaleras, pero parecen algo de una película de asesinato en serie , así que estoy a bordo del expreso de una muerte rápida, gracias". En la puerta del estudio, Flood le tendió las manos nuevamente y Evan en un segundo de locura casi empujó sus caderas hacia adelante como esperando que el hombre metiera una mano en su bolsillo delantero. Dios, por favor. Toda esta risa-de-la-tonta-cosa-de-la-celebridad de repente parecía el peor plan. Obviamente el tipo no terminó en todas las estaciones de radio y estaciones Pandora del país sin tener algún tipo de carisma. ¿Alguna clase de.....? Está saliendo de sus malditos poros o algo así. Haciéndome hacer cosas estúpidas como tratar de hacer que me sienta patas arriba. Evan entregó las bandejas temporalmente y abrió la puerta, antes de sostener la puerta abierta con el pie mientras tomaba las bebidas. De nuevo. Suave, amigo. Muy suave. Siguiendo los pasos de Flood, Evan se sentía como si él estuviera detrás de un SEAL de la Marina, o un mafioso que tenia un contrato para sacarle su vida —alguien que buscaba amenazas—cuando la estrella de rock giró su cabeza , examinando el espacio abierto. Tommy se acercó a saludarlos.

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"Hey, hombre. Tommy Pak. Ella es Latonya. ¿Café? Elige lo que quieras", le ofreció Tommy mientras aliviaba a Evan de su carga, porque el hermano de Evan era mucho más frío de lo que Evan jamás sería, y nunca tartamudeaba con gente famosa. Evan dejó caer a su mochila de mensajero en el suelo de la esquina, junto a los maletines abiertos que habían mantenido las luces y los reflectores, que ahora estaban de pie como árboles altos alrededor del espacio que habían cubierto de tela para un fondo neutro. Conociendo a Tommy, Evan estaría moviendo todo alrededor para aprovechar las paredes de ladrillo, la pared exterior de las ventanas de cristal agrietadas, o incluso acarrearlas hasta el techo. Eso es suponiendo que pasaron estos primeros momentos tensos, y Flood no se fuera antes de que Tommy tuviera la oportunidad de empezar. Porque algún gilipollas le dijo que no se presentó a tiempo para tomar una taza de café. Evan se mantuvo de espaldas a la habitación, con la esperanza de permanecer invisible, o al menos no provocar a la celebridad más. La palabra que salió de la boca de Flood sonó como oxidada, como si se hubiera olvidado de hablar en voz alta entre los escalones y el estudio. "Voy a tomar un té. He oído que es lo que reciben los recién llegados". Evan levantó la cabeza. Flood no lo estaba mirando, pero podría haber jurado que esas palabras se dirigían a él. La onda de buen humor que rodeaba la voz de Flood le sobresaltó. El relajado conjunto de los hombros de Flood y la sonrisa fácil en su rostro fueron una sorpresa también. Era como si toda la tensión se hubiera derretido de su cuerpo en los últimos dos minutos. Evan no lo habría jurado cuando Tommy y Flood comenzaron a discutir sobre el reportaje— habría supuesto que lo había imaginado en realidad—pero por una fracción de segundo, cuando Flood se quitó el sombrero y se lo metió en el bolsillo, y su pelo se derramo sobre sus hombros ... por un momento, Evan creyó ver al hombre hacerle un guiño. Evan culpó su ritmo cardíaco elevado durante la siguiente hora a ese guiño. Las horas pasaron volando cuando Tommy trabajó en las ideas preliminares, tratando de cumplir con los objetivos establecidos para él por la compañía discográfica, evitando no enfadara al prodigio. Evan siempre encontró fascinante todo el proceso, cambiando su manera de ver las cosas para el tiempo que duró la sesión de fotos. Él vio más en profundidad dentro de este mundo después de pasar tiempo con su hermano, y deseó que pudiera encontrar una manera de mantener esa visión más allá de la superficie cuando estaba lejos de Tommy, también.

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En el almuerzo, Evan se quedó sin cafeína, añadiendo inyecciones de café expreso a las bebidas de cada uno porque sabía que lo necesitaban. No miró a Flood cuando tomó su orden —el café negro ... por supuesto— pero no pudo evitar mirar los brazos del hombre, las nudosas muñecas que se le atraparon toda su atención ... apetecible. Escapar de la creciente tensión en la habitación — ninguna de las imágenes fueron satisfactorias para Flood, a pesar de que Tommy estaba entregando exactamente lo que había sido discutido por los representantes de la compañía discográfica en las negociaciones previas—fue un dulce alivio. No sabía cómo su hermano logró mantener la calma mientras hablaba con la estrella del pop monosilábica que no hacía otra cosa que mirar ferozmente y exigir que Latonya engrosara su delineador en cada descanso hasta que parecía uno de esos demonios de death metal. Soltó la bandeja de café para luchar contra la puerta cuando llegó a su piso. Dejándolo abierto detrás de él — alguien podría tomar las "escaleras de asesinos en serie" para quejarse de ellos si necesitaban el ascensor — y se dirigió a la puerta del estudio. Un hombre con un traje muy apretado estaba fuera de ella, con el teléfono presionado a la oreja. Las ordenes bruscas curtidos salían de la boca del hombre cuando empezó a caminar. Cuando vio a Evan, el hombre terminó su llamada. "Me pondré en contacto contigo, alguien está aquí por fin". La voz enojada le impidió abrir la puerta y dejar que alguien más tratara con ese tipo. Hombre, Tommy realmente no necesita contratarme más para estos reportajes. No tengo la actitud correcta hacia la arrogancia. "¿Quién eres tú?". preguntó Evan, deteniéndose frente a la puerta, pero sin sacar la llave. "Soy de la compañía discográfica". El tipo violó todas las definiciones posibles del espacio personal de Evan en un intento de empujar más allá de él, una vez Evan abrió la puerta. El olor de su colonia hizo que Evan se arrugara la nariz. "Abre la puerta, chico". Probablemente debería haberlo hecho, sabía que tal vez estaba empeorando las cosas, de nuevo, con un gran cliente. Pero algo acerca de ser tratado como un esbirro sólo sacó lo peor de Evan. Así que… no lo hizo. Pateó la base de la puerta hasta que alguien de adentro gritó que ellos habían llegado. "Tommy, estoy fuera de la puerta con un tipo del estudio que dice que debe estar ahí" Él trató de transmitir gran imbécil, no me gusta con su tono. La mirada furiosa del tipo de la discográfica le dijo que no había hecho un mal trabajo con eso.

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"¿Quién está afuera?" Una voz masculina se elevó bruscamente en respuesta, pero no era la de Tommy. Flood. Los nervios atacaron a Evan. Lanzó una oración rápida que estuviera haciendo lo correcto ". ¿Cuál es su nombre?" Flood pregunto a través de la puerta. Evan miró al hombre del traje y, a cambio, consiguió una mueca. Él no estaba repitiendo la pregunta, ya que el tipo obviamente la había escuchado. "Es Tanner, Riley. Abre la puerta." Nadie podía malinterpretar el silencio sepulcral que siguió a ese anuncio. "Espera, chico. " Flood ordenó. Evan dedujo que él era el chico en cuestión. Era bueno saber que sus genes coreanos le conseguían una rebaja en su edad, por millonésima vez. "Tengo que averiguar dónde puedo conseguir señal en el maldito edificio, y tendré respaldo aquí en un minuto." ¡No hay nada que perder! "Revisa por la ventana donde apilé los estuches de las luces. Ahí tengo señal." Él esperó por un gracias u otra palabra sobre qué demonios se suponía debía hacer, atrapado en el pasillo con un hombre en un traje de cinco mil dólares listo para comérselo con sus dientes de tiburón, pero nada. Gracias, Flood. Envíale mis huesos a papá, Tommy. Él se apoyó en la puerta. El del traje se puso a dar vueltas. Esto es ridículo. El goteo lento del silencio, como una tubería que gotea para volver loco a un prisionero con tortura acuática, llenó el pasillo. Evan hasta juraría que podría escuchar su propio latido. O tal vez era el ejecutivo de la discográfica y el golpeteo furioso de la vena palpitante de la sien del hombre. Un estruendo en el piso inferior, seguido por el silencio, y luego el sonido de fuertes pasos golpeando las escaleras. Un hombre calvo del tamaño de un luchador de la WWE apareció en el pasillo unos minutos después, y Evan imagino que seguramente tanto él como el idiota en el traje se estremecieron ante la vista. El enorme hombre observó hacia arriba y abajo del pasillo antes de caminar hacia ellos y lanzó un saludo casual a Evan. "Ve, muchacho. Tengo esto." Una mano como mazo cayó sobre su hombro y apuntó hacia la puerta. Luego el tipo —¿de seguridad? ¿guardaespaldas personal? — se movió entre Evan y el idiota. "¿Qué estás haciendo? Quítate del camino. Estas despedido." El malhumorado hombre del estudio claramente tenía deseos de morir. " No trabajo para ti. Y el hombre que firma mis cheques dice que tú no eres bienvenido aquí." La montaña retumbó mientras Evan se agachó detrás de él y metió la llave en la puerta. Sin aliento y sudando por el repentino estrés de todo el conflicto, Evan forcejeó con la cerradura, que estaba pegada por supuesto, porque ahora era el momento para que todas las cosas mecánicas lucharan con él.

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"¿Por qué no esperas a el Sr. Flood en el hotel?" Cuando consiguió irrumpir en el estudio y cerrar la puerta detrás de él, Evan estaba jadeando y su mano temblaba de adrenalina. En medio de la habitación, Flood estaba con los pies extendidos y con las manos en las caderas, frente a la puerta como si fuera el último espartano en el valle ante el ejército de Xerxes. Dios, eres tan tonto. Incluso tus referencias de batallas son de un libro de comics. No sabía si eran los amplios puños de cuero que le pusieron a Flood antes, más como unos vambraces5 , o el corte del six-pack del abdomen de Flood—es tan musculoso…delgado, pero musculoso, como un luchador callejero—pero el crudo dibujo de la novela gráfica 300 de Frank Miller se le cruzaba por la mente y no desaparecía. Riley Flood definitivamente estaba buscando una pelea. No con Evan, de todos modos. "Gracias por custodiar la puerta. " Flood lo miró directamente y asintió, y Evan casi se estremeció con la oleada de placer que chocó en su cuerpo al haber hecho algo que a este hombre le gustaba. Tommy caminó y se quedó al lado de Flood, con los brazos cruzados. "Sabes que es su dinero. Y si a ellos no les gusta lo que les damos, ellos sólo te harán hacerlo de nuevo." Flood estrechó los ojos, aún seguían enfocados en la puerta que prácticamente vibraba por la indignación del tipo del traje en el pasillo. "No si les damos algo tan malditamente impresionante que no puedan decir que no." "Ellos siempre pueden decir que no. " El siempre práctico Tommy dijo. Rompiendo su postura de batalla, el cantante dejó caer sus hombros mientras se abrazaba a sí mismo, como si estuviera evitando un escalofrío que no estaba ahí. Ese parecía ser su estado natural de reposo. "De hecho, no pueden. Aún no he firmado el contrato para este álbum. Si son idiotas, puedo amenazar con irme." "¿En serio? " Tommy sonó sorprendido. "Pensé que usualmente todo está más allá de ese punto en el momento en que ustedes llegan a la etapa de la portada." Flood encogió los hombros, amplios hombros huesudos que hipnotizaron a Evan con su palidez. "Hemos estado reteniéndolos con pequeños ajustes y cambios durante casi un año. Pero ellos no querían retrasar el lanzamiento, así que se siguió con lo demás. Grabaciones. Promocionales. Lo que sea. " "¿Cómo te las arreglas con eso?" la sorpresa sonaba más como un shock ahora. "Mi madre en realidad es una buena abogada." Lo cual sonaba como algo que debería ser dicho con una voz cariñosa, pero salió cortada y resentida. Evan como que quería escuchar la historia detrás de ese tono, pero si Flood se relajaba y aclaraba algo cuando sólo ellos cuatro estaban en la habitación, sus veta de cotilla no durarían mucho. Él 5

Pieza de las armaduras antiguas, cuyo propósito era cubrir y proteger el antebrazo.

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giró la cabeza hacia la esquina en la que habían estado trabajando y se dirigió hacia ahí, deteniéndose a mitad del camino para regresar por el café que Evan le había traído. Su breve sonrisa envió otra chispa de placer por la espina dorsal de Evan. En ese momento, Evan se dio cuenta que nunca podría usar Conocí a Riley Flood como una frase de ligue en un bar, porque su estúpido cerebro había convertido esa línea de un Si, ese tipo es bastante caliente a un ¿Cómo consigo que me sonría de nuevo? y ese tipo de sentimiento no podía ser utilizado para ligar o para bromas baratas de vuelta en casa. Eres tan idiota. Durante la siguiente hora, se forzó en mantenerse ocupado cambiando los objetivos para Tommy y cambiando las luces, manteniendo sus ojos apartados de un Flood cada vez más irritado. "Esto no está funcionando. Demasiado ego, hombre. " En el extremo de la habitación, Evan estuvo de acuerdo, pero se sorprendió de que Flood lo notara. El hombre se paró con una pose burlona, con una exagerada lascivia en su sobre-maquillado rostro gótico, las manos levantadas en el aire detrás de él, con las muñecas cruzadas como una perversa crucifixión. "Todos vengan. Rindan culto a mi altar." Él bajó los brazos con un encogimiento de hombros." Es aburrido. Se ha hecho millones de veces. Y apesta." Evan se acercó a la mesa de catering. Había estado demasiado intimidado antes para agarrar cualquier cosa de ahí, pero escuchar al hombre referirse a su portada de álbum como demasiado egocéntrica hizo que Evan dudara que Flood le reprocharía una galleta. Además, tú ya tienes lo que pudo haber sido un guiño y una media sonrisa. Ya eres de los chicos cool, totalmente. Tonto. Flood no lo había mirado en absoluto desde que empezaron con la sesión de nuevo. No es que Evan lo estuviera buscando. Pero él había hecho de buen perro guardián por lo tanto el reconocimiento tuvo que ser fugaz. "No…" Tommy empezó a discutir. Evan sabía por el tono de Tommy que su protesta era con convicción. Por lo que había oído, la compañía discográfica había dado instrucciones detalladas acerca de los resultados que querían ver. Ese nivel de control era lo que sin duda estaba irritando a Tommy. Estaba haciendo un esfuerzo, de todas formas. "Es un asco." Latonya interrumpiendo a Tommy, siendo esto algo nuevo. Evan miró a los tres artistas, enfrentándose entre sí en un triángulo. "Ni siquiera tú crees lo que estás diciendo, Tommy. Admítelo." "¿Qué es lo que harías si tuvieras rienda suelta?" Flood inclinó la cabeza, observándola. Latonya se tomó un minuto para caminar alrededor de él, inclinando su cabeza casi rapada y observándolo con los ojos entrecerrados. "Te lavaría la cara y te cortaría el cabello bien corto. Al ras, incluso." Le dijo Latonya, resuelta ya que su experiencia estaba siendo solicitada. Invadió el espacio personal de Flood y él se estremeció,

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pero no protestó cuando ella retiró el enredado cabello color rubio-sucio de su cara, exponiéndolo a la mirada colectiva. "Te tendría desnudo. Vulnerable." "Si." La palabra salió de Tommy como un siseo mientras se agachaba. Estaba con la mirada perdida en la distancia, imaginando el resultado y empezando a sonreír. Los ojos de Flood eran grandes en sus círculos de negro6 moviéndose de un lado a otro entre los dos. "Deja tu personaje. Por una vez. Te fotografiaré sin toda esa mierda glamurosa." Evan contuvo el aliento, esperando a ver lo que Flood diría. "Pero no sólo yo." argumentó Flood, pero asintiendo, como apelando la idea base. "Autopromoción al desnudo es sólo… " Él suspiró. Frunció el ceño. "Si sólo nosotros pudiéramos, eso sería genial. "Podemos conseguir un modelo. Alguien para que pose contigo. Íntimo, como un amante." Tommy sacudió su cabeza hacia atrás y se quedó quieto. La energía crepitaba de él. Después de un momento en silencio, el preguntó: "¿Eres bisexual, cierto?" "Más que nada gay, de hecho. Es bastante raro para mí salir con una chica." Dijo Flood tranquilamente. Si él se molestó por la pregunta, no lo mostró. Tommy asintió. Él podía bromear, pero aún el tipo que quería darle una mamada en aquel club no perturbó al hermano de Evan. "Sí, pero la mayoría de gente piensa que eres bisexual. Y tus canciones son todas, cuál es la palabra…" La voz de Evan interrumpió. "Género neutro. Sin pronombre." Era la única cosa que le había gustado de ellas. Las canciones de Flood siempre podían ser tomadas de cualquier manera, gay o hetero, o simplemente abiertas para cualquier cosa. Por primera vez en una hora, él sintió los ojos de Flood en él como si fuera más que una parte del mobiliario. "Cierto." La sonrisa de Tommy decía que estaba dispuesto a sacarles el dedo a los de la compañía discográfica si Flood lo estaba. "Si tuviera rienda suelta, haría una portada del álbum que asegurara que todos supieran quien eres exactamente." Evan podía imaginarlo. Una versión actualizada de Lennon y Ono, con un Flood desnudo envuelto alrededor de un tipo caliente. Inhaló bruscamente y los ojos de Flood se centraron él. En un instante, Evan se dio cuenta que debió haber pasado la mayor parte del día medio duro, porque su polla se fue todo el camino hasta el fondo en sus pantalones como el Halcón Milenario7 llegando a la velocidad de la luz. En uno de los saltos donde algo no salió mal, eso es. La mirada de Flood descendió a la entrepierna de Evan cuando éste movió sus manos en un reflejo para cubrirse, aun cuando el dobladillo de su camisa por fuera le cubría cualquier cosa embarazosa.

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Se refiera a todo el delineador que le habían aplicado en los ojos.

7

Nave espacial perteneciente al universo ficticio de Star Wars.

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Nunca había estado tan contento en la vida de ser adicto a el look ligeramente pijo de sus camisas con botones azules o rosas o amarillas sobre camisetas blancas. Antes de que tuviera la oportunidad de preguntarse si Flood podría de alguna manera ver a través de su camisa a su pene, el cantante se dio la vuelta y comenzó a caminar. Se enredó una mano en el largo cabello y tiró fuerte. "Mierda. Me van a matar." Algo de su bravuconearía era falsa entonces. Aunque no toda, porque Evan podía verlo, el momento en que Flood se decidió. Su cuerpo entero tembló, como si una ola de miedo lo azotó y lo dejó temblando de adrenalina a su paso. "Hagámoslo." Tommy y Latonya se pusieron en acción, recién re-energizados, voces tarareando. Evan se mantuvo ocupado componiéndose mientras el resto de ellos discutían los detalles de la nueva dirección. Cuando él miró de nuevo, Flood estaba sacudiendo la cabeza mientras Tommy hablaba con él tranquilamente en la esquina. Sus voces se enredaron inaudibles hasta que el tono de Flood se elevó de repente alto y fuerte. "No puedo esperar. Tiene que ser ahora. Hoy." Se sacudió la mano de Tommy de su brazo y se alejó hacia el borde de la tela gris oscura tenue que estaban usando como telón de fondo. Después de un momento de reflexión, se giró para mirar a través del gran espacio hasta donde Evan estaba agachado al lado del equipo. "Hey, tú. Chico del café. Tienes un dulce culo. Necesito tomarlo prestado." El acto de aparentar confianza resonó alto en la voz de Flood. Él se había comprometido por los nervios que todos podrían sentir, y la verdad de eso cogió a Evan desprevenido. Admirara las decisiones del hombre o no, él no estaba a punto de ir corriendo como un perro respondiendo a un silbido. Su fuerza de voluntad lo mantuvo de mostrarle a su cliente famoso el dedo medio que habría apuntado a cualquier otra persona en la habitación. "El nombre es Evan. Y no soy un modelo." "Me importa una mierda, Evan. Todo lo que quiero es tu espalda desnuda. Luces en muy buena forma." Una sonrisa se formó en la esquina de la boca de Flood. "Y tal vez sólo un poco de ese culo." Tommy ya estaba metiéndose entre ellos, las manos en el aire. "Ehhh, no sé acerca de utilizar a mi hermano. Él no es…" "Lo haré." Evan ignoró a Tommy, mirando directamente a Flood. Porque ¿Con quién demonios creía que se estaba metiendo? No había manera que él no hiciera esto. "Haz que te paguen extra, chico del café. Los modelos hacen dinero. " La sonrisa de Latonya era feroz. Evan podía ver que este nuevo apodo se iba a quedar durante una década o dos. Gracias, Riley Flood.

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Evan levantó sus cejas. "¿Qué es lo que dicen los modelos? No salgo de mi cama por menos de diez mil al día." Él se empezó a reír de su propio chiste. "Hecho. " Flood asintió, mientras que Tommy escupió, e incluso Latonya se miraba sorprendida. Santa mierda. GRACIAS, Riley Flood. Evan miró fijamente, su boca colgando vergonzosamente abierta, cuando Flood dijo lo más importante, las dos palabras que hicieron de su furiosa erección un asunto de gran preocupación. "Ahora, desnúdate." En la esquina del estudio, Evan no se molestó en ir detrás de la cortina de privacidad para quitarse su camisa. No era como si fuera a quedarse completamente desnudo. Lejos de los reflectores, el aire era más frío. Sus pezones se pusieron como guijarros en el momento que su torso estaba desnudo. Genial. Nada dice que estoy sobreexcitado como unas tetas puntiagudas. El frío lo ayudó con su duro problema. Lo suficiente para darle esperanza que para el momento que iniciara la sesión no se avergonzaría a sí mismo. Él pudo oír que alguien se acercaba mientras doblaba su camisa y la metía en su mochila. Probablemente era Tommy viniendo para advertirle que no babeará en su cliente. "Oh, hola, chico roquero encubierto." Las palabras gruñidas enviaron un escalofrío sobre la piel expuesta de Evan que no tenía nada que ver con el aire frío de afuera. Bueno, demonios. Tanto para deshacerse de la erección. Los pantalones de cuero de Flood crujieron detrás de él. El calor que irradiaba del cuerpo del roquero calentaba la espalda de Evan. "Mira eso." Él sabía lo que Flood estaba viendo, había gastado meses en viajes de carretera de fin de semana y un montón de dinero trabajando con su artista favorito del tatuaje en Asheville, después de haberse tomado un año trabajando en el diseño que él quería. La docena de troncos de árboles rectos que crecían de raíces entramadas que se deslizaban por sus caderas, la mayoría de los pinos tatuados se disminuían gradualmente en la mitad de su espalda. Sólo un árbol se elevaba hasta su hombro, una forma asimétrica con ramas altas y espinas envueltas en sus hombros y alrededor de su costado también. "¿Puedo tocarlo?" El aliento detrás de esas palabras le hizo cosquillas en los pelos de la nuca. Esta era la línea en la arena, en la obscenidad, en el maldito piso del cemento del estudio. Lo que sea. Evan había venido a Chicago por diversión, para pasar tiempo con su hermano y tener una aventura e ir a casa con una historia que contar acerca de la vez que conoció al famoso cantantechico-malo. Incluso en sus fantasías más locas, nunca había imaginado al hombre con las manos en su piel. Esto era todo, el momento en el que la mierda se volvía real. Evan cruzó la línea, Él asintió con la cabeza, Sí.

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El rastro de una de las puntas de sus dedos atravesó sus hombros, debajo de su omóplato, trazando su espina dorsal, dejando una línea como fuego. Cada rama de su tatuaje se encendió mientras las recorría individualmente. "¿Son un bonsai?" Un sonido suave de Flood. "Un pino coreano." Un gesto hacia la herencia de la cual se sentía desconectado la mayoría del tiempo. "Levanta tus brazos." Flood murmuró mientras sus dedos recorrían las rama que envolvía las costillas de Evan —y no le había dolido esa parte como la mierda— que se unía en un punto debajo de su pectoral izquierdo. Aturdido, Evan obedeció, y Flood lo rodeó como un predador que decidía dónde morder primero. Unas uñas romas rasparon el pecho de Evan, atravesando desde sus costillas hasta la clavícula y haciendo círculos hacia abajo de nuevo. Sus pezones estaban tan duros que dolían, especialmente aquel con el piercing de barra, y ya no podía culpar al frío por eso. "Escucha, Sr. Flood…" Tuvo que buscar profundamente para ser cortés con la estrella de rock cuya compañía discográfica estaba pagando una maldita pila de dinero por las habilidades fotográficas de su hermano. Esto NO es un bar para ligar. Cuida tu boca. "Riley." En voz baja, como si el cantante ni siquiera lo hubiese oído realmente. Riley no levantó la vista, el cabello largo cayendo en su cara, se mantuvo tocando y acariciando y dándole caricias intimas8 a Evan mientras le murmuraba. "Es un magnífico trabajo. ¿Quién lo hizo?" — Dijo un nombre del que Evan nunca había oído hablar. Evan trató de inhalar para reír, pero no le cabía más aire en sus pulmones. Exhaló con un silbido y se estremeció cuando Riley presiono una cálida palma en el centro de su pecho. Me pregunto sí él puede sentir mi corazón acelerado. "Riley. No. Un tipo que me gusta de Asheville. Tu ni siquiera tienes tatuajes." Las palabras sólo estaban saliendo de su boca, pero su lógica incongruente no puso a Riley fuera de balance. "Le tengo miedo a las agujas, pero me gusta mirar los tatuajes. Asheville, de ¿Carolina del Norte?" Riley hizo esa confesión extrañamente íntima mientras tiró de los hombros de Evan para darle vuelta hasta que Riley pudo mirar su espalda de nuevo. Tan cálido. Sus manos eran como llamas. "Toqué en un festival de música ahí una vez. " Evan no pudo imaginárselo. Asheville era folk rock y bluegrass y góspel. La música de Riley era glam rock con ocasionales incursiones de melodrama angustiado alternativo. Respiró el olor a sudor y el humo de cigarrillo. "¿En serio?" Riley levantó la vista esta vez, los labios se retorcieron en una media sonrisa. "No siempre fui una estrella del pop. Fui un músico de verdad hace algún tiempo, sabes." 8

En el texto original utiliza el término petting, refiriéndose a las relaciones sexuales que consistentes en caricias intimas sin penetración. Vendría siendo similar al magreo o al faje.

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Por un momento el hombre lucía como una persona real, entonces las palabras se deslizaron antes de que Evan pudiera atraparlas con sus dientes. "¿Eras bueno?" Riley soltó una carcajada, y Evan de repente recordó exactamente quién estaba con sus manos sobre él. No estaba fuera del alcance la posibilidad de que una de las estrellas del rock más grande del país pudiera hacer que su hermano fuera excluido de trabajar en la industria, si Evan le molestaba. El repentino ácido en su estómago ardía. El hacer planes para molestar a su compañía discográfica debe haber puesto a Riley de buen humor, porque simplemente se mordió el labio, los dientes levemente torcidos cavando en la piel color rosa, y respondió con una cara seria. "Era asombroso." Entonces le hizo un guiño a Evan. Le guiñó, maldita sea, esta vez Evan supo que no se lo estaba imaginando. Y agarró la pequeña barra del pezón derecho de Evan con su pulgar y el dedo índice, y lo retorció. La chispa de dolor de ese toque viajó del pezón de Evan hasta sus bolas como un cohete. "Tú no le temes a las agujas" Riley murmuró, tocando el piercing, jugando con el, como si no quisiera soltarlo. Evan exhaló lentamente, dándose por vencido en conseguir que su pene bajara en sus pantalones vaqueros antes de que su lujuria por la sorprendentemente táctil celebridad se volviera demasiado notoria. Todos tendrían que lidiar con ello. Esa lujuria debió distraerlo, porque dijo la verdad antes de que pudiera pensarlo mejor. "No, sí lo hago." Una ceja rubia oscura arqueada. "¿En serio?" Se encogió de hombros, incómodo. "Mi padre dice que tuve una mala reacción a una inyección cuando era pequeño. Las agujas siempre me asustaron después de eso." "¿Entonces por qué hacer esto?" El desliz de los dedos contra su piel de nuevo, lo encendió. Otro golpeteo en su piercing hizo que el aliento se le atrapara en la garganta. Él podía oler el champú o el jabón con el que Riley se había lavado en algún momento, intenso y almizclado. Y a cigarros todavía, en el fondo. "Porque lo quería. Y ya no quería tener miedo." "¿Eso es todo lo que te costó, entonces?" Riley habló en voz baja, como si la pregunta no fuera para Evan en absoluto "¿Querer?" Evan se encogió de hombros. No sabía que decir. No estaba ni siquiera seguro de que Riley buscara una respuesta. Y la frase, todo lo que costó, minimizó todo por lo que él paso. La hiperventilación y el miedo y el posponerlo por años porque estaba asustado. No era como si pensara que había atravesado por algún tipo de horrible batalla para conseguir su piercing y su tatuaje. Pero no había sido fácil tampoco, y el recuerdo de eso lo anclaba cuando estaba nervioso.

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El levantó una mano y tocó sus costillas. No podía sentir el tatuaje, por supuesto. Había sanado perfectamente. Pero saber que estaba ahí se había convertido en un amuleto para él, calmando sus nervios. "Eso es casi inspirador, chico del café" Dijo Riley, arrastrando sus dedos por el costado de Evan por última vez. Evan nunca había estado encantado en su vida de ser naturalmente delgado, porque se sentía como si Riley se detuviera por un segundo en cada costilla como si las contara, y Evan quería ese toque en su piel por el tiempo que fuera humanamente posible. Esta es la aventura más caliente en la vida. Voy a masturbarme con este recuerdo hasta el día que muera. Lo cual era vulgar, tal vez, sin embargo—afrontémoslo—honesto. El peinado y maquillaje fueron una cosa apresurada. El rostro de Evan no iba a aparecer en la sesión, así que Latonya no tuvo que hacer mucho en él excepto por el trabajo en su cabello. Ella lo quería colgando en su cara, no arreglado en suaves puntas. Limpiar toda la base y el delineador del rostro de Riley tomó más tiempo, la pila de pañuelos manchados de negro y de beige desbordaban la papelera y se derramaban sobre el suelo. Cuando el zumbido de la rasuradora hizo su aparición, Evan y Tommy, ambos se acercaron, curiosos, pero ella los alejó con una seña. "Vayan a comer algo" ella repitió el gesto protector, moviendo la mano en dirección a la mesa del catering. Él no necesita de ustedes dos mirándolo fijamente fue el mensaje tácito. Cuando ella llamó finalmente a Evan y Tommy para que volvieran, él Riley que los esperaba crepitaba con energía nerviosa. La mano de Latonya que reposaba ligeramente en su hombro pudo haber sido la única cosa que le impedía de salir corriendo de la puerta. Los ojos de Riley habían sido llamativos por su color único. Sin embargo, sin el cabello enredado para esconderse detrás, estos se veían enormes. Orejas sorprendentemente delicadas reclinadas contra el cráneo desnudo de Riley, evidencia aún más la fobia del cantante a las agujas con su falta de pendientes. La vulnerabilidad que había querido Latonya irradiaba del rostro de Riley. "Jesús" Evan respiro. "Hasta yo creo que no soy Dios. No del todo." Riley bromeaba, pero Evan podía oír los nervios debajo. Evan luchó por encontrar una manera que no fuera estúpida para expresarse. Eres más hermoso ahora de lo que nunca has sido, pero Tommy le ganó en eso. "Nadie. " El dio vuelta alrededor de Riley, mirándolo desde todos los ángulos. "Nadie te ha visto así nunca". Vas a dejarlos deslumbrados. Los ojos de Riley, sin embargo, se dirigieron a Evan. Cuestionándolo. Evan asintió.

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Una lenta inhalación y exhalación mientras todos esperaban. Riley presionó las palmas de sus manos y luego se sacudió todo, como un perro sacudiéndose el agua de la lluvia. "Hagámoslo." La primera media hora que pasaron averiguando la postura precisa de Riley y Evan pasó como un borrón. Sobre todo, se sintió como una adorno mientras Tommy dirigía por el escenario a Riley en varias poses alrededor de él. Como una silla particularmente incómoda o un taburete alto, quizás. La tensión —tan alta en el primer toque de la piel desnuda de Riley contra la suya mientras yacían en la tela arrugada como una sábana en el suelo, luego sentados estrechándose entre ellos, y finalmente parados juntos— se fundió con la frustración cuando pose tras pose fueron rechazadas, Evan el totalmente silencioso espectador en esta lucha para capturar algo indescriptible. "Dos minutos, chicos. Estoy cambiando objetivos " Anunció Tommy. Evan y Riley se relajaron lo suficiente para separarse por unas pulgadas. No lo suficientemente lejos para desvanecer el olor del sudor de Riley o dejar que la piel de Evan se relajara de su hipersensibilidad a cada toque, cada pedacito del calor que radiaba de su cuerpo. Permanecieron así, silenciosamente. Él tenía que decir algo. Tenía que romper la tensión presionando entre ellos como un borracho mano larga en una pista de baile. Quería decir algo que fuera halagador. Un cumplido acerca de la música del hombre, quizás, si Evan pudiera recordad una de sus malditas canciones, o algo de su gira reciente. Él estuvo de gira este verano, ¿cierto? Él tenía que hacerlo. Todo el mundo se va de gira en verano, ¿no? Mierda, apestaba en esto. Sólo no digas nada de sus abdominales. Porque, honestamente, eso era lo único que podía ver. Levantar la mirada para encontrarse con los ojos de Riley era demasiado peligroso. Cada vez que lo hacía, el calor pasaba por él, pulsando en sus bolas y haciendo que se le dificultara respirar. Así que miraba el estómago plano del hombre. Delgado. Riley era delgado pero fuerte, como alguien que no comía suficiente y fumaba demasiados cigarrillos. Su pecho era casi lampiño, pero su pantalón de cuero caía tan bajo que Evan prácticamente podía seguir el rastro de vellos de su ombligo hasta el comienzo de su pubis rubio oscuro. Jesús. Esto no es mejor que mirar a sus ojos. Estaba hipnotizado por los marcados músculos en forma de uve de las caderas de Riley, imaginando arrastrar sus pulgares por esas crestas hasta donde los pantalones se lo permitieran. Di algo. Di algo. Que no sea acerca de su rastro de vellos. Di algo agradable. Él respiró profundamente. “Apestas a cigarrillos.” Mierda. “Quiero decir, puedo olerlos en ti. Y obviamente has estado fumando, por lo cual, realmente pensaste en ir afuera, ¿sabes? Es un poco grosero hacerlo alrededor de un grupo de personas que obviamente piensan que es asqueroso. Quiero decir, no es como si estuvieras fumando clavos de olor o algo que huele bien. O podrías conseguir una de esas cosas de vapor. Puedes comprarlos y tienen sabor a caramelo y menta y otras

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cosas, que en realidad suena bastante asqueroso. Pero no tan asqueroso como los cigarrillos…” Su voz se desvaneció al notar el silencio total que había caído en el estudio. Alguien había apagado la música y todo el mundo —todo el mundo — le estaba escuchando balbucear. Doble mierda. El pálido pecho delante de su cara se alzó, como si Riley también hubiese inhalado de repente. Evan la esperaba, la respuesta sarcástica, el comando totalmente legítimo para irse y no volver a menos que fuera con un modelo que no insultaría a la estrella del rock mientras se les pagaba miles de dólares para estar de pie durante un par de horas sin camisa. El pecho de Riley cayó lentamente mientras exhalaba, su aliento rozando la cara de Evan. Y no apestaba. Sí, podía oler el humo de tabaco quemado, pero olía a café también. Y algo dulce, como si Riley hubiese comido uno de los croissants de chocolate del buffet. "Fumo más cuando estoy nervioso." Una risa corta que rasgó a Evan como si fuera un papel. Siempre, maldición. Siempre que se preparaba para la estrella del rock, él obtenía una de estas confesiones que cortan sus piernas de debajo de él. Cuando Riley levantó una mano, Evan echó un vistazo a tiempo para verlo pasar esa mano sobre su cráneo desnudo como si sintiera el escudo perdido de su pelo largo. Riley había levantado su rostro a la luz que entraba por las altas ventanas, sus ojos cerrados como si se estuviera bañando en el tenue calor. "Hablo más cuando estoy nervioso", admitió Evan, porque se sentía como uno de esos momentos en los que debía ofrecer algo a cambio. Riley lo miró ahora. Sonrió. Pero bien, como si estuviera bromeando. "Me di cuenta." Evan trató de morderse los labios para no sonreír, pero sabía que Riley podía verlo. Dulce Madre María y José. “Me callo ahora.” "Tú hablas. Yo fumaré. Todo irá bien." "Besar a un fumador es como lamerse el interior de un cenicero." Cerró los ojos. Susurró. "Oh Dios mío. Oh, mí jodido Dios. Sólo mátame. Mátame ahora." Incluso con los ojos cerrados, sabía exactamente cuántas pulgadas había entre los dos. No es suficiente. Pudo sentir cuando Riley se adelantó con la punta de su bota hasta que sus pies encajaban entre los de Evan. "¿Quieres besarme, Evan?" Evan se preguntó si alguna vez no sentiría como si Riley estuviera lamiendo su nombre cuando lo decía. Antes de que Evan pudiera responder o incluso asentir con la cabeza —o ponerse de rodillas y presionar su cara a lo largo de los pantalones de Riley, los cuales se han presionado contra él durante la última hora— Tommy estaba de vuelta y estaban haciendo tomas de nuevo. El cuerpo de Riley vibró con tensión después de otro intento fallido de capturar el ambiente que Tommy había propuesto. Al final, se quejó.

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"No. Los vaqueros no funcionan. Tiene que perderlos.” Riley tiró del cinturón de Evan mientras hablaba con Tommy como si Evan no estuviese allí. "Se trata de una clasificación por edades. No estoy tratando de mostrarles con quién salí en la secundaria. Les estoy enseñando a quién folló ahora. Queremos clasificación R." "Espera." Evan no quiso decir espera, no, exactamente. Pero espera, no estoy totalmente seguro de querer desnudarme frente a una multitud, incluso si la mitad de la multitud se relaciona conmigo era una posibilidad definitiva. Además, ¿qué tipo de pose de clasificación R estamos hablando? Incluso Tommy asintió, frunciendo el ceño, pero sin estar en desacuerdo. "Sí. Yo lo veo." "La misma toma, pero más explícita." Más miradas fijas en Evan como si él no fuera una persona, lo cual estaba empezando a molestarle. La tentación de hacer o decir algo que les haría mirarlo como el consultor de programación bastante exitoso y el fan de la película de ciencia ficción que era tiraban de él. No es que Riley supiera nada de eso acerca de él. La mano que Riley rozando sobre su espalda lo mantuvo en silencio. "En realidad no mostramos la grieta de su culo, porque mi mano está allí. Mi dedo la cubre, como en su grieta. Pero puedes ver todo lo demás.” Su dedo en la grieta de tu culo. Con eso, Evan estaba tan aturdido por olvidarse de respirar, que se sintió mareado. "Menos charla sobre el culo de mi hermano, antes de que decida que es una idea terrible." Tommy evitó mirar directamente a Evan, probablemente pensando que la única cosa que él nunca había querido era tomar fotos desnudas de su hermano. “Espera.” Evan mantuvo su voz tranquila pero firme. “¿De qué estamos hablando exactamente?” "Puedes usar uno de esos calcetines de gallo si quieres", Riley sugirió con aire de suficiencia, el humor iluminando su rostro. "Quiero decir, personalmente, estaría mucho menos avergonzado de tener mi polla fuera. Pero tal vez sea un poco atrevido para ti.” "Evan—" Tommy habló detrás de él. Su hermano lo conocía, sabía que Evan nunca había rechazado un reto en su vida. Con los ojos clavados en la neblina azul de medianoche de Riley, Evan desabrochó, desabotonó, bajó la cremallera y empujó sus pantalones vaqueros y ropa interior al suelo todo en un solo empujón. "Eso es todo." La sonrisa de Riley era feroz, un incendio estallaba en una tormenta de nieve. No miró hacia abajo, como si estuviera haciendo un punto en no hacerlo, lo cual era una pena porque la polla de Evan era digna de mirar. "Vamos, chico del café. Vamos a sorprender al mundo. " "Evan". Se preguntó cuántas veces iban a jugar este juego, donde Riley se distanciaba y Evan le hacía detenerse. El cantante no dijo una palabra, estrechando los ojos ante el desafío. “Me llamo Evan.” Ya sabía que Riley iba a ceder ante él.

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Manteniéndose en silencio mientras esperaba a que Riley hablara, sin embargo, sus pechos desnudos relucientes con las huellas del aceite usado para resaltar los músculos, era lo más duro que Evan había hecho. Su corazón latía en su pecho como un pájaro tratando de escapar de una jaula. Riley Flood todavía llevaba esos pantalones de cuero ridículamente calientes, y Evan estaba jodidamente desnudo frente a él. "Evan". Como si estuviera saboreando el nombre. Riley mantuvo su voz lo suficientemente baja para hacer sus palabras privadas. Entre los dos. “La adrenalina es muy alta, ¿no?” Evan no tuvo que responder a eso. Estaba bastante seguro de que el calor que sentía en su rostro y la forma en que había tenido que abrir la boca para respirar respondía esa pregunta por él. "Vamos a ponernos en marcha, ¿de acuerdo?" Entonces Riley enredó sus dedos con los de Evan y lo atrajo de nuevo bajo las luces. No había un hueso en el cuerpo de Evan que no quisiera ir allí con él. La vergüenza de estar desnudo delante de Tommy y Latony le mantuvo casi blando, lo cual era jodidamente estupendo. Evan todavía tenía la intención de mantenerse de espaldas a ellos hasta que él y Riley estaban de pie en la postura que había sido acordada. El lado izquierdo de Evan y parte de su espalda se dirigían a la cámara, con el brazo envuelto alrededor del cuello de Riley y la cara contra el otro lado. El brazo derecho de Riley se alzó y apretó el hombro de Evan, con los dedos apretados lo suficiente para mostrar, mientras Riley miraba directamente a la cámara. Esa mano izquierda, con los callos del guitarrista raspando su piel, se extendió por el culo de Evan, con el dedo medio anidado en su grieta como si hubiera encontrado una casa allí. Grandes ojos abiertos de par en par. Feroz. Evan había visto las tomas de prueba y sabía que era una imagen magnífica. Sabía también que cualquiera que hubiera visto su tatuaje sería capaz de reconocerlo. No me importa. Ninguna de esas personas son clientes. Y no me importa. Una extraña intimidad se había desarrollado entre ellos bajo las luces calientes. Lo que Riley quería era importante para Evan. Y si Evan pudiera, se lo daría. Le daría cualquier cosa. Justo antes de que Tommy estuviera a punto de empezar a hacer las tomas, Riley decidió empujar la adrenalina a un nivel más alto. “Espera.” Riley habló en voz alta para hacer que todos hicieran una pausa. Evan se soltó cuando Riley dio un paso atrás. Le miró sorprendido mientras Riley se quitaba las botas y se despojaba de los pantalones. No llevaba nada debajo de ellos. Por supuesto. "Mejor." Cuando Riley los juntó de nuevo, Evan no pudo saber cual corazón latía más fuerte. Tuvo que recordarse a sí mismo que recobrara el control. Es un intérprete profesional. Esto es sólo negocios... arte... lo que jodidamente sea para él. Está nervioso por lo que esto podría significar para su carrera. No tiene nada que ver con tener su polla fuera con la tuya.

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Porque así era. La polla desnuda de Riley Flood estaba presionada contra la cadera de Evan. Y Evan había mirado, así que sabía que Riley estaba circuncidado y casi rosado y que no se afeitaba ni una maldita cosa. Algo acerca de tener ese conocimiento en su cerebro... lo rompió. Bajo la cubierta de tener su rostro metido en el cuello de Riley, Evan puso los dientes en un tendón que corría hacia el hombro de Riley y mordió. El cuerpo en sus brazos se tensó, luego se relajó, mientras Riley se escondió aún más cerca de Evan. Evan mantuvo los ojos cerrados, sudando en el calor de las luces, y voló.

*** “¿Estás listo?” “¿Disculpa?” Evan levantó la vista desde los botones de su oxford, finalmente vestido de nuevo en la esquina del estudio. Había tardado quince minutos en recuperar la compostura tras su sesión de fotos, y no estaba del todo seguro de que las palabras le hubieran vuelto al cerebro. Riley lo miró a los ojos. Ni siquiera intentes actuar como si no supieras lo que viene. Fuera cual fuese la tontería que había tenido antes se desvaneció, como si su energía estuviera tan baja que había empezado a cerrar funciones innecesarias para conservarla. Hablar. Innecesario. Ambos sabían lo que vendría después. Desde el otro lado de la habitación, Evan podía sentir la mirada de su hermano, advirtiéndole. Recordándole que Riley Flood era una celebridad de fama mundial con un paquete ambulante de paparazzi al acecho de todos sus movimientos y una gran cantidad de chicas modelos buenas en el sexo y chicos estrellas de rock tras él. Esto es fuera de tu liga, hermano pequeño, decía la mirada de Tommy. Y tenía razón. La tenía. Evan lo sabía hasta sus huesos. Este hombre podría follarlo o alimentarlo o mantenerlo durante el fin de semana, pero lo patearía a la acera en el momento en que se aburriera, y seguiría adelante. Con un escalofrío de cuerpo entero, volvió a ese momento bajo las luces calientes, todo el cuerpo desnudo presionado contra Riley, el sudor atrapado entre ellos. El flash vertiginoso de las luces de la cámara. La presión de la mano de Riley en su culo, el dedo metido entre sus nalgas. Su mordisco oculto contra el lado del cuello de Riley que nadie más vio, pero había hecho que la polla de Evan se alzara contra el desaliñado pubis de la sorprendentemente descuidada estrella del pop. Apretó la mano contra sus costillas tatuadas. Respiración profunda. Lo sé, dijo la mirada que lanzó de nuevo a Tommy. Lo sé, y no me importa.

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“Te veré aquí mañana por la mañana. Temprano.” La voz de Tommy era severa. Las ventanas detrás de él estaban oscuras. Habían trabajado hasta altas horas de la noche. “No.” Riley movió una mano por el aire, cortando a Tommy. Sus oscuros ojos azules eran grandes en su cara, sentados en las sombras de las cuencas de los ojos que parecían magullados de agotamiento. “Ya hemos terminado. Es bueno. Te pagarán por el rodaje completo, pero ya terminé.” Evan siguió a Riley fuera de la habitación sin decir otra palabra.

***

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Fotos Instantáneas 
 (Snapshoots) Jueves por la noche. La energía en el ascensor sorprendentemente pequeño del hotel es tensa. Evan comprueba su correo electrónico —no hay emergencias, nada de su padre, siempre un alivio— y se encuentra haciendo una broma cuando Riley lo mira fijamente. Evan empuja el objeto ofensivo de vuelta en su bolsa de mensajero. "¿Vas a confiscar mi teléfono o algo así, para que no tome fotos y las venda a los tabloides?” Evan pregunta. En el taxi, Riley se había cerciorado con su chico de seguridad y dio el visto bueno al hotel. No hay ejecutivos de la compañía discográfica a la vista. "Después de hoy, ¿crees que me importa una mierda las fotos?" La voz de Riley es áspera, y sus ojos evitan su propia cara en las paredes reflejadas del ascensor con decorado artístico. Su cráneo desnudo parece frágil en la luz verdosa que brilla a través del techo de cristal. "Acabo de hacer una cubierta de álbum gay. ¿Crees que me importa un carajo lo que puedas hacer?” Evan está aprendiendo los ritmos de este hombre, sus oscilaciones mercuriales de calma suave a la emoción a una ira alimentada por el pánico. Al parecer, una cosa es coquetear públicamente con la bisexualidad en momentos de borrachera en clubes o fiestas privadas, sabiendo que el público especularía. Es algo completamente diferente hacer un anuncio explícito con una cubierta de álbum, santa-mierda-sus-pollas-están-tocándose al desnudo. El pánico de Riley está pateando. "Tal vez". Lejos de las cámaras y la audiencia, la propia ansiedad de Evan se está evaporando como niebla. Se inclina hacia atrás contra los espejos, más seguro ahora que está leyendo esto correctamente. Toda la historia de Riley de actuar se lee de manera diferente a través de la lente de un hombre que pasa por sus años de adolescencia en el centro de atención, tratando de empujar hacia atrás contra la definición de otros sobre él mismo. Y tal vez en su vida real Evan hubiera vacilado, pero Evan en una aventura no se acobardaba "A lo mejor ayer no te importó, porque todo era una broma. Pero acabas de torpedear potencialmente tu acuerdo con la compañía discográfica, así que tal vez hoy te importe un poco.” Si él piensa que puede retroceder contra Riley Flood rasgando adrenalina, está equivocado. Riley lo lleva a la esquina del ascensor hasta que la barandilla se clava en el culo de Evan. La camiseta de Riley huele a un día largo debajo de luces calientes. Sudoroso. Almizclado. Evan quiere comer ese olor de la piel de Riley con su lengua. "¿Quieres tomar una foto de mí chupando tu polla, chico del café?" Sacude la cabeza, sonriendo. Todo el tiempo, ellos harán esto. “Evan.”

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"Chico del café". Presionando su polla contra la de él hasta que Evan apenas puede respirar por el deseo de tener a Riley de rodillas. "¿Por qué no? Vamos a hacerlo." El silbido débil del ascensor que llega al ático le recuerda que esta es su última oportunidad de hacer demandas antes de que sea succionado bajo el remolino de los deseos necesitados, exigentes y abrumadores de Riley Flood. El se aferró a la única cosa que el quería, que necesita, si esto no iba a a resultar ser una noche que le deja en un terrible naufragio más tarde. "Evan." Él aspira en una respiración profunda y mira a Riley. "O voy en el ascensor de regreso al vestíbulo y puedes chupar tu propio pene." Riley lo mira, y Evan lo siente. Siente lucha que lleva a este hombre a ceder. Siente también cuanto Riley necesita para hacer solamente eso. Se miran el uno al otro hasta que Riley se da la vuelta y entra en la suite del hotel. "Entra. Evan.” Sabe en qué se está metiendo. Sabe que Riley Flood va a follarlo. Y Evan, que cambia de posición en teoría, pero raramente va abajo, no vacila en seguirle.

*** Por lo que se siente como la centésima vez ese día, Riley lo sorprende. Detiene a Evan en la oscuridad y empuja la correa de la bolsa de Evan de su hombro. El ruido de la bolsa que golpea el azulejo duro y pulido es el único sonido en una enorme y vacía suite que parece que se extiende por kilómetros. No hay luces encendidas. El brillo de la línea del cielo de la ciudad es lo suficientemente brillante. Más que suficientemente brillante para que él pudiera ver a Riley pasar una mano sobre su cráneo de nuevo. "No quiero estar más en mi cabeza." Los ojos de Riley son agujeros negros en la habitación oscura del hotel, iluminados sólo por el resplandor de las luces de la ciudad a través de la orilla de las ventanas a las que él mira. “Tengo que dejar de pensar.” Evan levanta la mano hacia la mejilla de Riley. Gira su cara hasta que se miran. "Lo dices en serio", respira después de un largo y silencioso momento de mirarse fijamente. Riley baja los ojos, inclina la cabeza hacia abajo. Evan desliza sus dedos detrás del cuello de Riley y lo atrae hacia adelante hasta que su frente presiona contra el hombro de Evan. Lo sostiene allí por un momento antes de murmurar en esa concha expuesta de una oreja. "Sí. Puedes parar ahora. Puedo hacer que se detenga.”

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Calor, querer, la necesidad ruge a través de él como una conflagración. Porque Riley quiere lo que quiere y Evan le prendió fuego. "De rodillas." El azulejo duele, pero Riley necesita eso. Riley se cae como si sus cuerdas hubieran sido cortadas, las manos apretadas contra las rodillas de Evan. "No te lastimes," Evan murmura, pasando su mano abierta sobre la cabeza desnuda de Riley. Dejando caer su mano, él sujeta la garganta de Riley, no lo suficientemente apretado para hacer nada, excepto opacar su agarre. “Puedo hacer eso por ti.” Las palabras importan. Casi más que lo que haces, las palabras son importantes. Seguirá susurrando a un silencioso Riley —elogio que quiere decir sinceramente, amenazado con que no puede— mientras Riley abre sus pantalones vaqueros y toma su polla. Quiere hacerlo durar, revolcarse en el húmedo calor de la boca de Riley. Para ver como uno de los hombres más famosos en el país se somete y abre la boca para llevar a Evan hacia dentro. Evan sabe que esto va a doler. No es pequeño y se permitirá perder el control hasta que Riley tosa y se ahogue por breves momentos, los ojos de Riley siempre mirando hacia arriba, siempre sobre él. Se imagina el rostro de Riley con el pesado delineador de ojos desde la primera parte del rodaje de hoy. Como esa mancha negra manchaba y corría con las lágrimas, dejando rastros por las mejillas de Riley, y deseaba que pudiera verlo algún día. Sabe que no lo hará. La imagen lo hace venir tan fuerte que grita en el vestíbulo que hace eco. Él tira de Riley hacia arriba y envuelve sus brazos alrededor de ese delgado torso, acariciando la espalda de Riley hasta que ambos respiran uniformemente de nuevo.

*** Se duchan en silencio, Evan dejando las luces bajas y tomando el control del lavado. Maneja la erección de Riley clínicamente, levantándola para lavarla, pero no burlándose y ni siquiera reconociendo su existencia. No se pierde el jadeo de Riley cuando lo lava. Pone las manos en la espalda de Riley hasta que Riley se inclina con las manos contra la pared y Evan lo lava, aunque sea más íntimo, pero sin forzar la energía entre ellos más profundamente en lo erótico. Los brazos de Riley tiemblan hasta que Evan lo hace ponerse de pie de nuevo. Gira a Riley para que queden frente a frente, haciendo que se incline contra él mientras se enjuagan bajo la suave ducha.

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*** Evan aleja a Riley de las ventanas mientras caminan por la habitación principal de la suite, consciente de un impulso protector que no quiere que el hombre se exponga a más ojos de los que ya ha sufrido hoy. “Podemos evitarlas.” Riley sonríe y levanta la cabeza, el embaucador juguetón regresa brevemente. Él tira de la mano de Evan en la suya los conduce hasta el cristal. “Nadie puede verlo. Es privado." Evan está de pie frente al océano de cristal del piso al techo, toda la ciudad se extendía ante él como un collar resplandeciente a lo largo del borde del lago. Riley se aprieta detrás de él. La erección que ambos ignoran es como una marca. "Dime qué quieres. Dime y lo haré ", susurra Riley en su oído, las manos moviéndose lentamente como la miel arriba y abajo del pecho de Evan, drogándolo con su toque. "Cualquier cosa." Las palabras emergen sin pensamiento consciente mientras Evan empuja hacia atrás con su culo, un cambio sutil que se comunica tan bien como él, inclinándose para agarrar sus tobillos y exponerse a sí mismo. "Me gusta tu boca." La exhalación contra su cuello podría ser una risa. O un suspiro de aprobación. La boca de Riley se mueve hacia la columna vertebral de Evan y comienza una caída lenta donde los dedos de Riley han encontrado su hogar otra vez en el culo de Evan. El aire es fresco contra la piel húmeda del pliegue de Evan mientras Riley lo abre y usa su boca hasta que los gemidos burbujean del vientre de Evan y salen a la oscuridad. Se inclina contra el cristal, su aliento empañando y desvaneciendo la vista. Está duro de nuevo. Apoyándose con una mano, palma la curva de la cabeza de Riley, los débiles comienzos de su cabello cosquilleando en su mano.

*** En la habitación donde Riley duerme, la cama es tan grande como un lago. Él acuesta a Riley en ella, cara abajo, y lo folla como si no importase. Le dice con las manos y la boca y las palabras cuánto debe hacer. Ser utilizado es lo que este hombre quiere, pero Evan le obligará a sentirse valorado mientras lo hace. "Eres tan bueno." Las palabras hacen que Riley se estremezca bajo él.

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En algún momento entre la segunda vez que hace correrse a Riley, chupándolo en el ancho lago de esa cama con la mitad de la mano en el culo de Riley, y el cielo relampagueante anunciando la cercanía del amanecer, Riley le susurra. Es tan silencioso, que Evan podía fingir no oírle. "Quédate." No dice nada por un minuto. Se pregunta cómo se verá este estado de sueño a la luz del día. Una mano se mueve en la oscuridad para estrechar la suya. “Evan.” Él asiente. Riley no puede verlo. Se necesitan más palabras. Sólo una palabra, en realidad. "Sí."

*** Viernes por la noche Incluso la neblina sexual de una estrella del rock se desvanecía después de horas de llegar y correrse y dormir el sueño del emocionalmente agotado. “Necesitamos salir”. Ellos están comiendo en la cama, porque las migas en las sábanas no importan cuando alguien las cambiaría dos veces al día si es necesario. Las bolas de Evan están doloridas de correrse. A él no le importa. “Realmente no.” El primer instinto de Riley siempre es retroceder, discutiendo contra cualquier idea que no fuera propia. Evan está preparado para esto. Él se siente significativamente menos que el Señor de la Casa de Mierda, con el amplio sol inundando la habitación. Él está aprendiendo que la dominación 24/7 no es para él. Ahora mismo él necesita algo normal. Un maratón de películas. Mini golf. Un paseo a lo largo de la orilla del lago con vientos fríos peinando su cerebro. Él le da otra galleta a Riley. Mira a Riley cuando va a devolverla a la bandeja. El hombre no come suficiente, pero puede ser tentado con dulces. “En serio. Tu magnetismo animal o lo que sea, está jodiendo mi cabeza. Necesito aire fresco.” “Entonces, ve.” Riley se aparta de él, empujando la sábana alrededor de sus hombros estrechos y encogiéndose. “La puerta no está cerrada.” Por primera vez, Evan siente como que está tratando con un adolescente enfurruñado. Él suspira. Un hombre quien nunca fue alentado a apartarse de sus deseos por cualquier persona durante sus años de formación puede ser un total dolor en el culo.

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“Me importa una mierda.” Él mantiene su voz firme, la cual se siente extraña cuando él está intentando traerlos a la tierra, a una conversación normal, una actividad normal. Todavía algún control debe ser ejercido. “Adelante. Ve. Dile a todo el mundo que te follaste a la estrella del rock. De todas maneras tú serás famoso cuando esa portada sea lanzada. Todos estarán buscándote.” Él lo sabe. Hace que su boca se inunde de saliva, la ansiedad que se propaga sobre él. No se supone que sus aventuras lo sigan a casa. “¿Quieres qué lo haga?” Él sabe que la respuesta es no. Puede leer el deseo por melodrama escapando de Riley como si estuviera escrito sobre su piel con neón. Ninguna respuesta. Inaceptable. “¿De verdad piensas que podría?” Un ahogado no sale a través de las almohadas sobre la cara de Riley. “¿Qué fue eso?” Él ahora está molesto y necesita más que una admisión de mala gana. Riley tira la almohada al suelo y lo fulmina con la mirada. “No, no pienso que le dirías a cualquiera.” Él se levanta, y entonces continúa hasta que él se inclina sobre Evan, bloqueándolo sobre el colchón. “Pienso que dejaste fuera de la foto ese culo porque te pedí que no le dejaras entrar. Pienso que te quitaste la ropa posaste conmigo porque yo te lo pedí. Y pienso que permanecerías aquí todo el fin de semana y me follarías de cualquier forma que yo quiera, si yo te lo pidiera.” Evan está sin aliento otra vez. Un estado permanente alrededor de este hombre. “¿Estoy en lo cierto?” Riley exige, sentando sobre su pecho, el suave saco de sus bolas sobre el esternón de Evan es casi la única cosa en la que Evan puede pensar. Él no tiene suficiente capacidad mental para mentir. No lo quiere, en cualquier caso. “Si.”

*** Evan observó a Riley en el espejo, usando cola de maquillaje y lo que parece piel raspada de una rata callejera para darse asimismo bigote revuelto y barba de vello púbico. Riley ya le ha mostrado los videos de Youtube que él vio para perfeccionar sus habilidades para disfrazarse de adolescente. “Huh, si me hubieras preguntado, hubiera dicho que no podrías verte de otra manera que jodidamente caliente. "Él sonrió a Riley en el espejo. “Habrías estado equivocado.” La voz de Riley es irónica. Él pega más virutas de roedor muerto en la piel encima de su labio superior. “Tan equivocado.” Evan frunció su nariz. “No voy a besarte con esa mierda en la cara. Que lo sepas.”

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“Te chuparé la polla con esta mierda en mi cara, y me rogarás para no parar.” Riley el arrogante ha vuelto. Evan deja de respirar. “Oye, no digas cosas como esas cuando vamos a salir en público, ¿de acuerdo?” Él presiona una mano en su de repente polla dura y exhala lentamente. La sonrisa reflejada de Riley es malvada.

*** “Oh dios mío. Cambio de opinión. Yo puedo estar avergonzado.” Riley se detiene en la acera, los talones colgando en el bordillo. Él mira fijamente al grupo de bulliciosos seguidores llevando puesto jerséis de Blackhawks and Bulls precediéndoles dentro del largo edificio iluminado con señales de neón parpadeantes . “No seas un snob.” Evan ríe. Nadie los está mirando. La cabeza rapada de Riley y la horrible pelusa facial lo hace irreconocible, aunque Evan no había sido capaz de convencerlo de dejar las gafas de sol detrás, así que Riley parece tan imbécil como los tíos que le hacen estremecerse. “¿Qué hay de malo con ellos?” La voz de Riley sube. “¿Y por qué llevan esas ropas tan horribles?” Evan ríe y tira de su brazo, tirando de él dentro del salón recreativo. “Eres una mierda. Ellos se están divirtiendo. No seas un aguafiestas.” Retorciéndose de su agarre, Riley logra mirar hacia debajo de la nariz en Evan sin quitarse las gafas de sol. ”No querer parecer un imbécil no significa que yo sea un aguafiestas. ¿Y de todas formas quién dice eso? ¿Tienes doce años?” “Venga. Será divertido.” “Lo dudo.” Pero permite ser llevado hacia adelante. Esto será una aventura para él. Para Evan, es tocar sus objetos de confort. Es importante para él recordar quién es él. Perderse en la Riada Riley sería demasiado fácil.

*** La colección del salón recreativo es de la vieja escuela. De la vieja escuela incondicional. Después de una hora de Galaga, Pac-man y Defender9, Riley olvida que esta en público y la estupidez de la

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Juegos

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atmósfera general, gritando a la pantalla cuando el fantasma rojo mata su Pac-man por tercera vez en una ronda. “Ese cabrón está terminado para mí, lo juro. Me iba a la izquierda. ¡Izquierda!” Evan sonríe como Riley golpea la bola roja del joystick en la dirección que rechaza tomar su Pac-Man. Encorvado sobre la consola de dos jugadores, sus rodillas encorvadas a los lados, Riley ha llegado a ser un jugador obsesionado, rehusando dejarlo hasta que él pase al siguiente nivel. “Puedo hacerlo. Puedo hacerlo. Ve, ve, no, ve a la izquierda, tu estúpido… ¿Por qué me atasco en las esquinas? Dámelo, dámelo… ¡ja! ¿Quién es el siniestro ahora, tu cabrón?” Él cacarea como un loco cuando su Pac-Man come una píldora de poder, entonces persigue al fantasma más cercano y lo toca a él, enviando al fantasma afuera para ser regenerado. La próxima vez Riley pierde, Evan lo separa de la consola. “Oh, bien. ¿Podemos finalmente salir de aquí?” Riley intenta burlarse en su cara, pero sigue mirando con deseo sobre su hombro a la mesa Pac-Man que se aleja detrás de ellos. “No. Hora de bolos.” Evan anuncia alegremente. Los hombros de Riley se hunden, su espalda se desploma, su estómago colapsa, hasta que el hombre es una C caminando. “¿Bolos? Yo soy un asco con los bolos.” Evan nunca ha pasado tiempo con alguien cuyas emociones cambian tan rápidamente y con tal aparente melodrama. Es como si Riley fuera conectado a una toma de corriente y alguien se mantiene tirando y reconectando la toma, encendiendo y chupando toda la energía de él de un momento en momento. Él dobla un brazo a través de Riley y se acerca con él al callejón de la mini bolera saliendo al lado del salón recreativo central. El volumen de los chirriantes zumbidos y los tañidos de las campanas es aquí ligeramente más bajo y espera que las cosas se calmen un poco. Además, Riley acaba de derrotarlo en cada video juego que jugaron. Evan pasó la mitad de infancia en la calle de una bolera. Su maltrecho ego necesita una victoria. “Venga. Necesitamos conseguir los zapatos.” Tira de Riley al mostrador donde una chica gótica se sienta con una revista, con los auriculares puestos. Riley se queda atrás “Oh, asqueroso. Los zapatos de bolos son desagradables.” “Supéralo, princesa. Tu vas a llevarlos.” “Sin embargo, yo voy a quemar mis calcetines después. Mejor averigua como encender esa chimenea.”

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Dos horas más tarde, ellos esperan en el mostrador de cristal por la cajera para pasar la tarjeta de crédito de Evan. “Voy a quedarme estos zapatos.” La voz de Riley tararea con satisfacción detrás de Evan. Riley no está mirando, así que Evan gira sus ojos. Tanto por el ego levantado por los bolos como por el estado fuera de control de la estrella del rock.. “Tú sabes que han sido llevados por, algo así, como mil personas.” Riley puso sus valiosos zapatos sobre el mostrador, pero deja una protectora mano sobre ellos, como si la cajera pudiera quitárselos si él los dejara. “No me importa. Soy un jugador de bolos increíble. Los recuerdos son necesarios.” “Eres multimillonario. Puedes comprar zapatos nuevos de bolos. Unos sin sudor de otras personas en ellos.” Evan no puede ayudarlo, no esta seguro si él es habla en serio o sólo esta burlándose. El hombre tiene millones y no duda en alardear —Evan incluso no quiere preguntar cuánto cuesta el ático en ese hotel por noche—¿pero ahora Riley quiere quedarse un par de cutres zapatos azules y rojos? En serio, ¿Riley es tan bueno en todo? Él no había esperado el resquemor mucho en esto — no esperaba el resquemor en absoluto— perdiendo cada juego que habían jugado toda la noche. Sin embargo, el chico dorado no duda en alardear para empujarlo de nuevo, sin embargo. “No puedo creer que tú te hayas asqueado por esto. Llevar los apestosos zapatos de otra gente fue tu idea, ¿recuerdas?” Riley eleva una ceja hacia él en el espejo detrás del mostrador. Es totalmente injusto cuan caliente es esa ceja en un chico cuya cabeza rapada está fantasmalmente pálida comparada con el resto de su piel. Debería parecer un fugado de alguna prisión mundial postapocalíptica. En vez de eso él parece ligeramente demoníaco y totalmente sexual para las palabras. Cuando la tatuada chica gótica vuelve con el recibo de Evan, Riley empuja efectivo a través del mostrador y suplica con todo ese ridículo carisma hasta que ella lo toma y le permite salir con su compra. Ellos se dirigen a la puerta principal del salón recreativo, las gafas de sol firmemente colocadas en Riley, lo que le permite deslizarse sin ser reconocido. Evan no le importa su regreso por un segundo, tanto si significa una mano dura envuelta alrededor de la parte superior de su brazo como si él se dirige al camino a través del oscuro pasillo de salida del edificio. Él sigue hablando sobre su hombro. “Si, pero es un cosa para llevar puesto por una hora. Es un nivel totalmente innecesario de ordinariez llevarlos a casa contigo.” “No me importa.” Riley abraza sus zapatos con un brazo contra su pecho, con petulancia. “He recapturado mi juventud, y los zapatos de la gloria conmemorarán eso.” Evan se abstiene de rodar los ojos. “Eres tan bicho raro. Ahora sé que eres una celebridad.” En la calle, ellos están debajo de las farolas y Riley chupa en la parte trasera de su cuello mientras Evan llama un taxi. Él ya ha decidido hacer que Riley lo follé cuando regresen al hotel. Después de

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perder en todo, toda la noche, Evan se imagina que Riley puede manejar su racha de gloria hasta un final triunfal en el culo de Evan mientras él se tiende allí y permite a la estrella del rock hacer todo el trabajo. Cuando él le avisa de esto en la parte de atrás del taxi, Riley se ríe y lo besa tontamente.

*** Sábado por la noche Evan pasa una media hora buscando online y fuerza a Riley a salir con él a un antiguo cine que sirve jarras de cerveza barata y muestra los favoritos de los fan mientras la audiencia grita líneas clásicas a la pantalla. Ellos se cuelan en el casi vacío balcón y se acurrucan en los asientos en la primera fila con sus pies sobre la barandilla frente a ellos. Él hace beber a Riley la cerveza casera de grifo producida en serie y se burla de él cuando le gusta. “¿Qué dirían los paparazzi ahora?” susurra en la luz temblorosa, la longitud de su muslo presionando contra el de Riley. Él jadea melodramáticamente, entonces deja caer su voz otra vez. “¡Estrella del pop bebe Budweiser!” Riley eleva su mentón e intenta parecer superior. Estando disfrazado otra vez, este es un reto. “Eres tan idiota.” “Si.” Evan deja la satisfacción rebose de su voz mientras él inclina su cabeza contra el hombro de Riley y envuelve su brazo alrededor de la pierna de Riley. Mío. Si solo es por ahora. “Y te gusta.” “Secreto, idiota sexy chico roquero". El susurro agita su flequillo. “Ese es un apodo largo.” Evan siempre oirá esas palabras en sus memorias. Su avión despega en treinta y seis horas. Él ya está pensando de si mismo como si ya estuviera parcialmente fuera. “Cállate y mira la película.” Pretty Woman es un clásico, ellos se dan cuenta, porque una joven Julia Roberts irradia en la pantalla, las emociones volando de ella como una bola de disco en llamas. Ansiedad incómoda, alegría, indignación y humillación. Evan está hipnotizado. Hasta que la mano de Evan se desvía hacia abajo a su entrepierna. Hay próximo evidentemente un trabajo manual, sacudiendo el brazo en la oscuridad mientras la gente sentada dispersa en las filas detrás de ellos no pueden ver. Sólo es abrir la cremallera lentamente y el masaje del pulgar de Riley sobre la cabeza de su polla. Deslizando presemen en lentos círculos. Durante una hora. Evan no es el único que sabe como burlarse y torturar. Es Evan quien se corre al final, después de estar al borde del deseo por tanto tiempo que sus huesos le duelen. Riley está todavía tocándole también cuando Evan se enrolla alrededor de la mano de

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Riley, derramándose en su mano. Riley lame su mano limpiándola y Evan se imagina arrodillándose y tomando a Riley en su boca mientras cualquiera pudiera ver. “Voy a chupar tus neuronas por tu polla.” Evan murmura, reajustándose en sus vaqueros así puede caminar. Riley se vuelve a poner sus gafas de sol y toma el brazo de Evan, sonriendo.

*** En el hotel, Riley está en un extraño humor tranquilo, empujando a Evan con él hacia el sofá de terciopelo rojo, que tenía una ridícula parte trasera alta parecida a una concha de mar rellena, mientras que en frente de ellos se extiende una chimenea, que ellos no saben cómo encender. Mejor el sofá que las pequeñas extrañas sillas con asientos de piel de cebra y el respaldo hecho con encajes de remolinos metálicos. Evan se pregunta si ellos se tumbarían en el suelo sobre la alfombra de piel de oso, tan Marilyn Monroe como eso sonaba, debido a lo artístico e incómodo de los muebles en el área del salón de la suite. Pero Riley parece contento en el sofá, tumbado entre las piernas de Evan y su cabeza sobre el pecho de Evan. Evan acaricia su espalda con largas y delicadas caricias de sus palmas. “¿Por qué nadie está aquí contigo? ¿Aparte de The Rock?.” Pregunta Evan, apodando al chico de seguridad quien está disponible 24/7 por lo que Evan puede decir. El hombre nunca parece parpadear ante ninguna solicitud. No ese Riley ha hecho alguna, aparte de mantener a la gente lejos de él. Riley no ha respondido ninguna llamada de móvil en días. Evan no está seguro si está incluso encendido. Él ha comprobado el suyo regularmente, contento por el mágico karma que ha manteniendo las emergencias fuera de su vida para estar libre. Con la salud de su padre, eso nunca es una garantía y dejarlo en casa por largos periodos es causa ansiedad. “Yo habría adivinado que tú normalmente viajas con a grupo de gente.” “Lo hago. Hacía.” Riley responde después de un momento. Hace una pausa antes de continuar. “¿Alguna vez has necesitado, sólo necesitado, escapar de todo al que conoces? No porque ellos fueran malos. ¿Pero sólo ser capaz de escucharte pensar?” Evan empieza a sacudir su cabeza no. Su problema es estar solo más que necesitar tiempo solo. Pero no era el caso por una vez. Él sonríe a la memoria, enrollando su mano alrededor de la nuca de Riley. “Si. Trabajé en DC después de la universidad durante un tiempo. Un trabajo ridículo pagándome una mierda por ochenta horas a la semana. Estaba tan estresado que lo dejé a la semana. Empaqueté la tienda de campaña de mi compañero de habitación, apagué mi teléfono, y entré en Maryland a una reserva natural para acampar. Quería acallar todo y sentarme en la oscuridad, siendo comido por mosquitos, mirando mi fuego morir bajo la lluvia, y así lo hice.”

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Riley resopla, los dedos extendidos por el estómago de Evan. “Suena miserable.” “Bien, al menos no estaba pensando en el trabajo.” Él aprieta gentilmente el cuello de Riley. “Yo realmente no soy de acampadas.” “Glamourcamping, quizás.” Y entonces Evan tiene que explicar glamour camping a Riley, y lo arrastra cariñosamente a través de una repentina explosión de entusiasmo que tiene al equipar al hombre con el equipo y una caravana para sacarlo a la reserva nacional más cercana antes del almuerzo el próximo día. Sin embargo Evan siente todavía curiosidad y el modo hablador de Riley se mantiene, así que él empuja más de una vez, mientras ellos se relajaron en el sofá. “¿Así que tú abandonaste a todos y viniste aquí por ti mismo?” Riley se encoge de hombros. “Parece como una cosa que yo haría sin tocar las narices de nadie demasiado mal.” Él ríe secamente. “Mal, como siempre.” “¿Qué estabas haciendo para tocar las narices de todos?” “Tomando decisiones tontas. Siguiendo a la compañía de discográfica porque era más fácil que discutir con ellos. Ellos han estado empujándome por años para hacer un álbum en solitario. Para dejar mi banda.” Riley sacude su cabeza. “Ellos me dieron la banda. Sólo era un chico tocando la guitarra y cantando festivales aleatorios antes ellos me firmaron. Ellos pusieron a esos chicos juntos. Los hicieron tocar conmigo.” “¿Y no te gustan?” Él ahora está adivinando, inseguro de las emociones arremolinadas en la voz de Riley. Joder a este hombre es fácil. Hablar con él es duro. “No estaba seguro.” Riley se queda quieto por tanto tiempo que Evan se preguntó si habían terminado de hablar. Entonces Riley habla de nuevo. “Pensé que sólo era un trabajo, cheque para ellos. Pero ahora me siento mal. Como que hice algo mal, dejándolos atrás. Y los echo de menos. Los músicos de estudio no son lo mismo.” “¿Puedes hacer que vuelvan?” Evan no sabe demasiado para saber que preguntas son estúpidas. Riley suspira. Agacha su cara más. “Eso llevaría mucha discusión.” Esta parte, Evan la entiende. A Riley le encanta discutir como diversión, pero le duele hacerlo de verdad. Chupa su vida estar frente alguien y decir no. “Mi madre siempre está diciendo que ella no discute por mí, pero sólo son cosas sobre el papel.” La tela de la camiseta de Evan es tibia con la respiración de Riley. Húmeda con algo más que el finge no notar. “Ellos nunca dejan de hablarme, todo el día.” Evan no ha escuchado mucho acerca de la madre de Riley en estos días. Sólo lo suficiente para darle la foto de una mujer tensa en traje elegante con cara fría. Antes de que guardara su teléfono, sonó con la notificación de email de documentos que necesitan la firma y textos con cuestiones de negocios, pero nunca sonó con la voz de ella al otro lado de la línea.

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Al principio, ese espacio en blanco (ausencia) de la familia habría hecho a Evan envidioso, sin embargo él respondió al cuarto mensaje de texto de su padre del día acerca de cómo encontrar Netflix en Roku otra vez. Pero después Evan al fin devuelve una de la docena de llamada de Tommy – entrando en una larga discusión acerca de cómo estaría de bien si Tommy no hiciera el Día de Acción de Gracias —y entonces se rinde y llama a su padre para guiarlo a cambiar al correcto canal de televisión así él podría ver sus programas. Finalmente se da cuenta que el espacio vacío en la vida de Riley es triste, no liberador. Cuando Evan deja de acariciarlo, Riley se tensa otra vez. Así que él sigue tocándolo, este fogoso y frágil hombre que le haría una paja en un cine, entonces se convierte en uno preocupado acerca de molestar a gente un minuto después. Él deja sus manos sobre el cuerpo de Riley anclando a Riley en el presente, con él. “No quiero hablar de esto más. Es estúpido.” No lo es. “De acuerdo.” “¿Podemos… sólo dormir? ¿Esta noche?” La pregunta es suave, como si Riley está preparándose para la negación antes de que las palabras salieran. Evan recuesta su cabeza en la oscuridad y parpadea una y otra vez, tragando dos veces para aclarar nudo de su garganta. Su voz es áspera cuando habla. “Si. Está bien.” Ellos se desnudan en la oscuridad, cayendo su ropa al suelo y gateando hacia el medio de la gran cama donde Riley se enrolla alrededor del cuerpo de Evan y se aferra con firmeza.

*** Domingo por la mañana temprano Cuando Evan se despierta en la oscuridad, está solo en la cama. Música se oye a través del silencio. La primera música que él ha oído en la suite desde que llegó el jueves por la noche. Él no ha querido preguntar por qué. El lío de emociones alrededor de la música de Riley está más allá de su habilidad de joder directamente en la cabeza de Riley. Él encuentra a Riley sentado ante el gran piano en la esquina del salón, la lámpara encendida. Él recuerda la película y sonríe. La cabeza de Riley se ha inclinado por los sonidos de los pasos, aunque no se gira para mirar a Evan. “¿Estás teniendo un momento de hombre de negocios solitario?” “¿No te hace eso la puta con el corazón de oro?” El giro de los labios de Riley no es completamente agradable. Su humor melancólico no ha mejorado mientras Evan dormía solo en la gran cama. Evan monta a horcajadas, los pies en el otro lado del banco del piano, y cubre con sus brazos los hombros de Riley. Con la lámpara sobre el piano detrás de él bloqueada por su espalda, las sombras

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cubren la cara del hombre frente a él. Por un momento, desearía que él pudiera empujar una mano dentro del pelo de Riley y tirar de su cabeza atrás hasta que se estremezca el cuerpo de Riley. “¿Cuánto me pagarías por hacértelo, Riley Flood?” Susurra las palabras en su boca, siente los labios de Riley abiertos para hablar y la respiración de Riley en su cara. “Todo."

*** Desde luego, esa es una alfombra de piel de oso. Evan ha tenido la intención de hacer algo obsceno sobre ella todo el fin de semana. “Venga.” Él se baja del regazo de Riley y tira de él fuera del banco, dirigiéndolo donde la alfombra se extiende en toda su gloria frente a la chimenea de mármol negro. “Desnúdate y túmbate. Manos sobre tu cabeza.” Él señala la alfombra y entonces gira su espalda, buscando el interruptor que debe existir para encender la estufa de gas. Detrás de él, silencio. Evan se pregunta si Riley está de mal humor por esa clase de juego. Alguna idea de que él en realidad conoce a este hombre – lo suficiente bien para averiguar cuando está obsesionado sobre cosas que no puede controlar—es un producto estúpido de su imaginación. Tres días de sexo y pasar el rato no hacen a Evan distinto de cualquier tío con el que Riley se este revolcando para distraerse de sus propios problemas. Ya se está mintiendo a sí mismo. Cuanto más se acerca esta el cierre sin embargo, lo más importante parece mantener su ilusión como interludio, bajo estricto control mental. Buff. El sonido de una campana siendo tocada libre. El cinturón retumba como si golpea el suelo. Evan se dirige a encender el fuego mientras el susurro de ropa siendo apartada continúa. Se mueve al bar, buscando un chupito y algo sabroso. Whisky, vodka, ginebra. Ugh. No. Oporto. Si. ¿Un Taylor Fladgate de 40 años seco? Demonios, si. El trae la botella y el vaso de vuelta al hombre desnudo tirado frente al fuego. Se quita su propia ropa y se arrodilla al lado de él. Él aprieta las manos de Riley, masajeando sus pulgares sobre las líneas en las palmas hasta que esos largos, delgados dedos se retuercen. Amor cuan quisquilloso él es. Evan coge el vaso de cristal cuadrado de chupito con la base pesado y lo coloca en el centro de la palma de Riley. “Sostenlo. No lo derrames.” Destapa la botella y la vierte hasta que el vaso brilla con líquido de color ámbar profundo, lleno hasta el borde. Tapando la botella, la coloca al lado y vuelve a la forma desnuda de Riley con una sonrisa. “No quieres que te facturen por arruinar esta ridícula y algo repulsiva piel de animal, ¿verdad?”

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“¿Y? Sólo pagaría por ello.” Riley está empujando el límite de no estar dispuesto. Pero su pulso corre por su garganta y quitándose su ropa fue suficiente para ponerlo duro. Cuando Evan se detiene para controlarse con el – la apariencia que dice nosotros podemos parar—Riley sacude su cabeza no. Evan suspira y exagera su giro de ojos. “¿Finge que eres una persona normal por un ratito? Alguien que no puede permitirse comprar otra alfombra de piel de oso en un santiamén. O finge que te sientes mal por los osos.” "No me importa una mierda acerca de los osos." El puchero de Riley hizo a Evan querer chupar su labio inferior hasta dejarle un moretón. Luego. No comenzaría con las zonas peligrosas o me vendría demasiado pronto. “Esto es lo que pretendía decir. Ahora calla” "¿Qué estás haciendo?". A Evan no le importaba. La piel de Riley brilla en el resplandor del fuego, y su erección besa su estómago, dejando un punto brillante que captura la luz. No importa lo que Evan está haciendo. Riley está dentro. "Leí sobre esto en un libro una vez." Sus mejillas se ruborizan mientras habla, porque el tipo en el libro que había hecho esto había sido un montón de cosas que Evan no es. Grande. Musculoso. Experimentado en los juegos sexuales. Un policía. No era uno de esos, pero no ha parado de joder los pensamientos de Riley Flood. ¿tal vez así se aclare las comparaciones?. La improvisación estaba funcionando bastante bien hasta ahora. Él cerró su mente y permitió que su cuerpo tomara las riendas. El comienza observado simplemente. Como Riley no se esconde del mundo, dejándose ver en toda su desordenada gloria, este nivel de vulnerabilidad, tranquila y desnudez, no es algo que nadie más que Evan consiga de él. Sus largos brazos y piernas se extienden, los músculos apenas tensándose bajo la mirada de Evan. Las muñecas y las caderas y las clavículas de Riley sobresalen, como si fueran demasiado grandes para su piel. Un mapa de venas se envuelve sobre los músculos de sus antebrazos, desapareciendo cuando el débil trazo azul se aproxima a su corazón. "¿Qué estás esperando?" Todavía empujando. "Esto no es sobre ti ahora, así que cállate." Evan pone sus dedos en los labios de Riley, deteniendo sus palabras. "Voy a tocarte de la manera que quiero. Supongo que te gustará, pero no lo hago por ti". Él es, por supuesto. Pero Riley se enamora y las palabras son la mitad de la magia. Efectivamente, Riley cierra los ojos y se hunde dentro de la piel blanca, totalmente sumisa. La vista de él, estirado para el uso y el placer de Evan, hace la sangre de Evan calentarse.

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Evan desliza sus manos por los tobillos de Riley, rizando el pelo a contrapelo. Hueso y piel, hasta que curva sus dedos alrededor, detrás, y la suavidad de los músculos de las pantorrillas de Riley cede bajo sus yemas de los dedos. Se detiene para presionar más profundamente allí y consigue un gemido por sus esfuerzos, trabajando en una pierna y luego en la siguiente. Sin aceite ni loción, el calor se acumula rápidamente bajo sus manos. Las pasa más arriba de las piernas de Riley hacia sus cuádriceps, sabiendo que ellos están cálidos y calmados. Imagina cómo esas manos calientes se sentirían en sus propias piernas, levantándose lentamente hacia su ingle. Sobre todo relajante. Evan sonríe. Como el Sr. Miyagi en Karate Kid. Ver la nueva versión lo había conducido al original. Evan cede al impulso - ¿ de qué sirve ser raro sino se puede disfrutar de las tonterías ? – y se sienta para aplaudir sus manos dramáticamente y luego frotarlas furiosamente hasta que arden. Riley comienza con el aplauso, luego abre los ojos, su boca cae ante la vista. “Eres un idiota”. Riley habla lentamente, finalmente, una sonrisa curva sus labios. Evan se muerde el labio, tratando de fingir modestia. "Te encanta." Esa cosa de la modestia, era causa perdida. "Cera encendida", susurra Riley. “Cera apagada”. Envuelve sus manos alrededor del muslo de Riley. El cuerpo cayó completamente relajado lo que lo hace sentirse orgulloso. Contento. El frota una pierna y luego la otra durante unos minutos, disfrutando de la transición de la pierna peluda a la piel desnuda de la parte superior del muslo de Riley. Suave y delicado cuando se acerca a la ingle de Riley. Deja que sus manos se deslicen, acariciando los bordes del culo de Riley donde el músculo se flexiona rítmicamente. Para burlarse de sí mismo, ha mantenido los ojos en las piernas de Riley, en el juego de la luz en su piel, cabello y articulaciones. Él no le ha permitido mirar más arriba, un juego que le permite perder personalmente ahora mientras levanta la mirada y mira fijamente a la ingle de Riley. El apretón de sus bolas bajo la dura longitud de él. La maraña de pelo rubio oscuro. La leve extensión de sus muslos, separándose poco a poco. Lo pedía. No se da cuenta de que sus manos han caído hasta que Riley jadea y levanta la vista para encontrar los ojos de Riley abiertos y fijos sobre Evan. ¿Quién ha estado sentado allí durante varios minutos ahora, mirando fijamente la polla de Riley? "No es como que tu no lo hayas hecho ..." Riley se arrastra hacia Evans. Shhh "Yo lo he hecho. Pero no he mirado sólo para mí. Necesito memorizar todo esto." Sobre esto, desliza sus palmas hacia arriba y cubre tanto de Riley como él puede manejar, cerrando sus ojos para imprimir al hombre en su misma piel. Riley está húmedo, sudando ahora mientras Evan lo

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toca, la dureza de él convirtiéndose en mármol en las manos de Evan. El largo y lento gemido que se desprende de la garganta de Riley está en las bolas de Evan, su polla, su culo. No ver es imposible. Evan abre los ojos. Un rubor rosado se extiende desde los pómulos de Riley hasta las orejas, el cuello y la piel pálida de su parte superior. Su espalda se arquea en el suelo, levantando su vientre y presionándolo con más fuerza en el agarre de Evan, suplicando por su toque. "No puedo." Riley gime las palabras. "Voy a acabar." Evan ha olvidado su propio juego. Pellizca el interior del muslo de Riley, haciéndose que se retuerza jadeando. “Sostén el vaso.” “Ya sabes que antes estaba jugando" dice Riley, con la espalda arqueada como un arco. El sudor corre por su sien, todo su cuerpo resplandeciente. "En realidad no sé si alguien puede vernos. Nadie examinó este hotel. Tenían reservado otro sitio." La adrenalina curva los dedos de Evan bajo su trasero. Su imagen salpicando todas las revistas del país. No volverá a casa con la historia de una aventura insólita. Pero será perseguido allí, acechado, chismorreado, y no en la manera tonta que era casi agradable cuando la notoriedad era suave y local. Ese muchacho de lejos que conoció a Laura Bush en el almuerzo una vez. Ahora, ese muchacho folló a la estrella del rock. "Cállate", es todo lo que dice. Se agacha y toma a Riley en su boca. "Joder." La palabra se repite por largo tiempo cuando Riley termina gimiendo. El olor a alcohol dulce y ahumado inunda la habitación. Evan saca de su la boca lentamente la longitud de Riley, haciendo círculos con su lengua mientras él se levanta. Chupa con fuerza la punta para sacar otra gota de ese sabor fuerte del interior del cuerpo de Riley. Se sienta derecho y se lame los labios. “Lo derramaste”. Él pasa una mano sobre el brazo de Riley hasta que puede agarrar el vaso y le toma la palma cubierta por el pegajoso vino Oporto. Sosteniendo el vaso en una mano, usa la otra para llevar los dedos de Riley a su boca. Chupa los dedos de Riley como si fueran su polla . Él chupa los dedos de Riley como si fueran su polla. Riley está jadeando y suplicando en ese momento. Evan lo monta a horcajadas y usa el condón y el lubricante que había traído con él desde el dormitorio. Se hunde en la polla de Riley tan lentamente que apenas puede respirar, luego sostiene sus brazos y lo folla hasta que Riley convulsiona debajo de él, gritando. El pene de Riley se suaviza en su culo aunque sigue siendo lo suficientemente gruesa como para quemar mientras Evan se acaricia así mismo para llegar al orgasmo sobre el pecho de Riley, con los ojos fijos en el rubor de las mejillas de Riley. Él marca a Riley y se prometió a sí mismo que recordará esto.

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*** Noche de domingo Un largo y perezoso día dedicado casi enteramente a la cama. Sin follar. Pero Riley no lo deja de tocar. Una mano sobre su estómago, un pie rozando su pierna, un muslo sobre la cadera de Evan. "Puedes hacer tu trabajo en cualquier lugar, ¿verdad?" Riley le pregunta en un momento, intercambiando medio sándwich con Evan porque Riley acaba de descubrir que el pâté es de hígado y eso es asqueroso. Cuando Evan vacila, tomando un bocado gigante del nuevo bocadillo aunque el pâté no es su cosa preferida tampoco, Riley retrocede inmediatamente. "No quiero decir como para siempre. Estaré de gira pronto, viajando bastante. Simplemente, si deseas pasar el rato, podrías visitarme." Evan imagina el avión que aterrizará en Chicago en las primeras horas de la mañana. Se ve así mismo. “ Lo deseo”

*** "El problema es que la gente aquí se preocupa para que seas una estrella del rock" El sabe que no puede arreglar ninguno de los problemas de Riley. No puede tomar el estrés permanentemente de su cuerpo, ni ofrecer ningún consejo útil a alguien cuya vida está lejos de su propia existencia ordinaria. Pero no puede dejar de hablar de cosas que podrían mejorarlo, necesitaba dejar a este hombre en un lugar mejor que donde lo encontró. "La gente en todas partes." La relajación droga la voz de Riley. "Nah. Deberías ver nuestro bar local de regreso a casa." Él está sentado sobre Riley, frotándole la espalda. Describiendo su vida en casa, se siente como contar una historia que comienza Érase una vez ... “Hay seis viejos geniales pescadores sentados allí todas las noches, bebiendo 10 y recordando los viejos tiempos. El camarero tiene tantos DUIs11 que él monta su bicicleta para trabajar ahora. Y a nadie le importaría que hubieras tenido diez éxitos número uno.” "Doce éxitos número uno," Evan está de acuerdo, y presiona su boca sobre el cuello de Riley, probando sal y sudor. "Y no habrían oído hablar de ninguno de ellos." "¿Dónde está eso? Suena como el cielo. " Riley arrastra las palabras, los ojos cerrados, las pestañas descansando contra sus mejillas mientras se duerme.

10 11

Cerveza Driving under the influence - Conducir bajo la influencia del alcohol.

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Evan se reclina sobre sus caderas, alisando sus manos contra la piel cálida de Riley en la parte baja de la espalda. Mira alrededor de la gran habitación del hotel, la línea del cielo de la ciudad brillando a través de las enormes ventanas." Lejos, muy lejos de aquí."

*** El se sienta al lado de Riley el hombre - no Riley Flood, superestrella, que tiene toda la atención, el chico malo - y espera a que venga a él. La idea de que se convertiría este fin de semana mágico en algo verdadero. Algo que durara más de tres días. Puedes hacer tu trabajo en cualquier lugar, ¿verdad? Él podía. A sus clientes no les importa dónde se encuentra Evan, siempre y cuando resuelva sus problemas y arregle sus embrollos cuando llaman en el medio de la noche. Pero hay una razón por la que vive donde lo hace, y no es porque no pueda permitirse el lujo de trasladarse a otro lugar. Un anciano con problemas de salud intermitentes, que enseñó a Evan a montar en bicicleta y le compró piezas de computadora cada vez más complejas cuando un pasatiempo de la infancia se convirtió en la pasión de un adolescente y el curso en sus estudios de un joven adulto. Que era madre y padre después de la pérdida temprana de una esposa amada, nunca reemplazada, nunca olvidada. Ellos son la razón para la soledad de Evan y no es lo suficientemente tonto como para imaginar que pueden ser rechazadas. Él tira de las cortinas opacas cerradas antes de dejar la habitación, un pliegue de papel de escribir del hotel en la mesita de noche para que Riley lea cuando despierte. Deseo. Te recordaré.

***

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Impresiones Finales Volver a casa era como salir del armario y volver al mundo real después de vivir por siempre jamas en Narnia. Nunca había entendido claramente Evan el resentimiento de aquellos niños de Pevensie12 , de un mundo que se negaba a reconocer lo diferente que eran de lo que habían sido antes. Cuando encendió su teléfono tan pronto como su avión aterrizó en Norfolk, Riley ya le había enviado un mensaje de texto. Cinco veces. La azafata de la salida rió al verlo, porque Evan no pudo ocultar su amplia sonrisa. Eres un idiota por irte sin despertarme. Te odio A continuación una foto de su pene. No lo vendas a las revistas. Cara de idiota. Luego un emoticón gigante con cara de enfado. Te echo de menos. Si Riley hubiera querido abrazar sus zapatos de bolos en el pecho durante toda la noche, eso no era nada para la nueva adicción al teléfono celular de Evan. Durante un par de semanas, comprobó su teléfono aproximadamente setecientas veces al día, buscando nuevos textos y encontrándolos en ráfagas furiosas, entre brechas de una hora cuando Riley estaba obviamente ocupado. Al principio Evan respondió inmediatamente a cada notificación, no así las llamadas, necesitaba distancia para mantener lejos la soledad. Una de las ventajas de trabajar para él mismo fue no culpar a los demás por no contestar los mensajes de texto de Riley durante las teleconferencias. Pero cuando él mismo capturó para enviar a Riley una imagen del nido de águilas pescadoras en el puerto donde su padre voluntariamente con los ex-guardacostas daban lecciones de navegación a los adolescentes, se dio cuenta de que había enviado tres textos seguidos a Riley sin una respuesta. Riley le había hecho lo mismo a él demasiado en algunos momentos, si Evan estaba en una llamada que duró mucho, o salía a navegar con sus vecinos, pero el pensamiento flotó a través de su cerebro, no obstante. Tómalo con tranquilidad. Te ves como un acosador Comenzó a controlar el ritmo en sus respuestas, siempre esperando durante más tiempo el espacio entre su texto y la respuesta de Riley para enviar otro texto. Hasta que pasaron varios días sin que ellos compartieran palabras. Todo se desató exactamente como él sabía que estaba destinado a hacerlo, sólo quedó una delgada cuerda que lo conectó a esos días. 12

Hace referencia a la película de Narnia

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Cuando su padre atrapó la gripe durante las vacaciones, Tom volvió a casa después de todo, para alternar turnos en el hospital con Evan, quien no preguntó qué proyectos tuvo que cancelar para permitir esto. En algún lugar entre Acción de Gracias y Navidad, se dio cuenta de que una semana o más había pasado sin que él se acordara de responder al último mensaje breve de Riley. Caminó a través de los tranquilos pasillos del hospital hasta el estacionamiento y encendido su teléfono de nuevo para contestar. Se paró durante un largo tiempo bajo la luz de las estrellas, mirando a la brillante pantalla de su teléfono, tratando de hacer los cálculos de cuántas semanas habían pasado desde su tiempo en Chicago. La falta de sueño le hacía estúpido, porque parecía que había pasado más tiempo de lo que podría haber trabajado en el calendario. Esos días se sentían tan lejos. Él pasó unas pocas palabras inútiles y se dirigió hacia el interior. Espero que estés bien. Caos aquí. Feliz Navidad, en caso de que esté desconectado de nuevo. Él no leyó la respuesta que llegó casi de inmediato.

*** En febrero, Riley le envió una captura de pantalla de una lista de fechas de gira, las palabras Raleigh, Carolina del Norte, rodeadas por una débil línea roja. La tentación fue feroz. Todo estaba tranquilo en su casa y en el trabajo de nuevo, y el atractivo de unirse a Riley para otro tramo de días vagos y eróticos era abrumador. Compró su billete, pero no dijo nada a Riley, sin saber que tan sincera podría ser esa invitación. Cuatro meses. Casi ninguna palabra en estos días. Estaba seguro de que había imaginado la intensidad de cualquier manera. Dos semanas antes del show de Raleigh, su padre desarrolló neumonía de repente y volvió a entrar en el hospital, en la UCI esta vez. Evan se trasladó a un motel de mierda en el camino, porque conducir todo el camino a casa para dormir en su propia cama cada noche era peligroso. Estaba demasiado lejos e inquieto, despierto hasta el amanecer y demasiado agotado para funcionar. Tom trabajó más y envió dinero sin preguntar, ya que Evan redujo sus contratos. Apagó la alerta de Google que había puesto al nombre de Riley. El ping de sus notificaciones por correo electrónico era constante y agotador con noticias que no le importaban. Ahora no. No leyó sobre el concierto íntimo especial añadido en el último minuto a la gira de Riley Flood hasta meses después de que sucedió, de vuelta a casa con su padre sano de nuevo. El calor del verano ya se había desvanecido en las calurosas noches de septiembre, cuando dejó asimismo recordar y demasiado vino llevó a una sesión de Google de última hora. Una noche sólo en Outer

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Banks, Riley Flood había cantado para los lugareños asombrados, en un estudio montado en el último minuto en el campo local del equipo de béisbol AAA. Las entradas habían sido entregadas por las estaciones de radio locales, ninguna de ellas para la venta, todas las estaciones emitían una solicitud para una persona anónima -que sabía quién era- para llamar y pedir el billete que llevaba su nombre. Los blogs de chismes y los sitios web de música estaban llenos de historias sobre la nueva canción sin título que Riley Flood había cantado al final del concierto. La estrella de rock había ido en acústica, tocando sin la banda que había traído de vuelta a la gira con él, después de la grabación de su álbum en solitario. Los teléfonos celulares habían grabado la actuación, los fans transcribiendo las letras, nadie estaba de acuerdo cien por ciento sobre cada palabra. Evan los oyó perfectamente. Escuchando el estribillo que quedó flotando sobre una muchedumbre silenciosa mientras la música se desvaneció. Eternamente y para siempre Evan. Él buscó en línea y leyó, leyó y leyó. Sus manos temblaban y sus ojos dolían. Su padre lo invitó a cenar y se detuvo cuando el toque de su mano en el hombro de Evan le hizo sacudirse. La cena se enfrió y fue pospuesta en lugar de alcohol, cuando Evan dejó que las palabras se derramaran, finalmente. Haciendo todo de nuevo real después de muchos, muchos meses de decirse a sí mismo que era sólo un fantasía. Cuando terminó, llamó a su hermano.

** * Evan iba a vomitar la harina de avena, con manzana y canela manzana que había comido para el desayuno dentro del lujoso vestíbulo del hotel lleno de macetas de hortensias. En el ascensor hacia el ático, tiró de collar verde claro con la insignia plástica colgando de su cuello y recordó lo que le habían dicho. “ Esta vez ellos están en alta seguridad. No sé por qué lo está aguantando. Es como si a él le diera igual en este momento. Sólo se muestra y va donde le dicen. Como un robot.” Evan no creía que todo eso dependiera de él. No era suficiente egoísta para pensar que Riley había sido afectado por todo el año, porque no tenía a Evan a su lado para joderlo ridículamente y hacerle ir a los bolos. Pero puede ser que fue un poco por su culpa. Y necesitaba arreglarlo, si pudiera. Por lo menos, había estado dispuesto a rogarle al gigante de la seguridad de Riley por alguna ayuda secreta y un pase de prensa para ingresar en la suite. " Tú vas a conseguir que me despida. Y yo voy a tomar tu culo. Y no me refiero a cómo te gusta,

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¿Me oyes? “ la voz grave había resonado a través del teléfono, haciendo que Evan se encogiera. "Tengo una maldita alma romántica, pero también una hipoteca grande.” Le se lo había agradecido al hombre y había vuelto a Chicago, esta vez sin la tranquilizadora red de seguridad de Tommy y Latony a para allanar el camino. Tommy estaba en casa con su padre, trabajando en un plan a largo plazo que Evan sólo podía esperar que fuera necesario. Fuera de la pesada puerta de madera de la suite, perdió los nervios, paseando por la gruesa alfombra que mantenía su presencia oculta. Dentro del ático estaban la fantasía y la realidad. Se acordó de su propia imaginaciones estúpidas de lo que sería pasar el rato con el fondo de un Riley Flood en la sesión de fotos, haciendo comentarios sarcásticos en su propia cabeza y almacenar chismes maliciosos para más tarde. La memoria le hacía querer darse una bofetada. Una joven mujer de pelo oscuro abrió la puerta y ni siquiera lo miró antes de entrar para conducirlo a sentarse en una fila de sillas a lo largo de la pared cercana. Evan no se sentó. No podía. “ Yo tengo que echar una meada. No estoy nervioso. Jodidamente relájate." La voz enfurecida empujó en la habitación, delante de los tensos hombros de Riley y paso rígido. Evan absorbió de la imagen de él, su pelo creciendo hacia fuera en manojos descuidados, eyeliner firmemente devuelta en su lugar. El quería tomar a Riley y limpiarlo, acariciar su cabello, y hacerlo desnudarse ante los ojos de Evan. Para hacer que Riley se sienta bien de nuevo. No era por eso que estaba aquí. Descubrirse a si mismo era tarea de Evan ahora, no de Riley. Cuando Riley lo vio de pie en medio de la habitación, su rostro se escurrió de cualquier color. "¿Vuelves para otro juego de fin de semana? Lo siento. Estoy reservado.” Los ojos de Riley estaban cerrados. Sin expresión. El asintió con la cabeza a la gente que esperaba de la prensa, que se agachaba sobre sus teléfonos móviles en sillas dispersas a través de toda la habitación. "Puedes esperar tu turno para una cita, si quieres." Salió de la habitación sin más palabras o una mirada hacia atrás. Por lo tanto, esto es como se siente una stripper de cumpleaños no deseada. Puede ser porque Riley no había levantado su voz o pasó más de tres segundos insultando, que el asistente no le pidió a Evan que se fuera. Solo sacudió la cabeza como si las estrellas del rock fueran más problemáticas de lo que valían y se dirigieron a la habitación privada de la que había salido Riley. Evan no estaba seguro de cómo logró pasar la siguiente parte sin que nadie levantara la vista y jadeara. Seguramente si la chica de pelo oscuro hubiera entrado en la habitación, habría estado en el culo, en latido del corazón. Pero no lo hicieron y ella no lo hizo, y así cuando Riley pisoteo de nuevo a través de la habitación abierta donde estaba tomando entrevistas, Evan dio un paso adelante para encontrarse con él. Totalmente desnudo.

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Entonces la gente lo notó. "Oh, Dios mío, un hombre loco." Riley se abrió paso entre la multitud de personas que habían saltado para ir hacia Evan. Podía oír los susurros que se erigían mientras la gente reconocía los tatuajes en su espalda. Ese álbum había roto todos los récords. Todos en la habitación se habían quedado mirando fijamente la portada durante semanas. Meses. “¿Qué diablos esta mal contigo?” "Estoy bastante avergonzado en este momento." Nada más que la verdad. Evan miró fijamente a Riley, deseando que el estuviera haciendo esto sin audiencia, pero recordando exactamente lo grande que la audiencia de Riley siempre fue. Si Riley podía hacerlo por él, ahora el no podía dar marcha atrás. "Y todo el mundo sabe que estoy haciendo esto porque me gustas, así que supongo que me sentiré peor si tu me dejas aquí colgando. Pero estoy seguro de que ya sabes cómo se siente y lo siento, lo siento mucho.” Quería desesperadamente desviar la vista, mirar a la gente que estaba a su alrededor y mirar, mira en cualquier lugar, menos al rostro inexpresivo del hombre que estaba bastante seguro se había enamorado en menos de veinticuatro horas después de conocerlo. Esperar una respuesta casi lo mató. Él se preguntó si eso era lo que Riley sentía cuando Evan empezó a medir sus mensajes de texto, esperándolos de vuelta como si estuviera avergonzado por la ausencia de Riley, le importaba más que decirle a Riley que lo que lo echaba de menos. "Todo el mundo tome un descanso." La voz y el rostro de Riley fueron suficientes para despejar la habitación en sesenta segundos, sin un toque de protesta. Cuando la habitación estaba vacía, Riley seguía observándolo, en silencio. El primer movimiento fue definitivamente hecho por Evan. En los días de planificación, nunca había descubierto qué decir. “Cambiaste tu número de teléfono.” Había intentado llamar cuando finalmente se enteró de la abrumadora y público gesto que Riley había hecho. Descubrir que el número de Riley fue desconectado. Casi había arruinado su confianza. "Tengo que hacer eso muy a menudo. Si se divulga. Por lo general, dejo que todos lo sepan.” Riley apartó la vista, mirando fuera por la ventanas. Evan reconoció el gesto de lo que era. Nervios. “ No te lo envié.” “No me di cuenta” admitió Evan. "No por mucho tiempo. Tuve que desactivar mis alertas de Google cuando todo empezó a llegar a mí. " Prácticamente podía ver los oídos de Riley animarse con las palabras. "¿Has configurado una alerta de Google para mí?" Evan se sonrojó. Pero estar dispuesto a avergonzarse era parte de ello. "Más de uno." El no se imaginó un ablandamiento de la severa cara de Riley. “Mi padre estaba en el hospital. No descubrí lo que habías hecho, todo lo que habías hecho, hasta semanas después. Meses. Eso no es

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Excusa, pero quiero que sepas ... Si lo hubiera sabido. Si no hubiera pensado que era imposible creer.” Dio un paso adelante. Se detuvo. "Habría hecho cualquier cosa para estar allí, Riley.” Riley se mantuvo de espaldas a Evan. Levantó las manos y se las pasó por la cara. "Era mi culpa. Una idea tan tonta. Hubo un millón de razones por las que no podías aparecer.” Era el turno de Evan de esperar silenciosamente un veredicto. Riley se volvió para mirarlo de nuevo. "Me avergüenzo a sí mismo a propósito todo el tiempo, ¿sabes? Porque es todo una mierda y nada de eso significa nada. ¿A quién le importa?" La risa de Riley era amarga, su ojos lloraban ahora, sus orejas enrojecieron "Pero eso no fue una mierda. Significaba algo y me dio una mierda y cuando tu No estaban allí ... " Evan podía imaginarlo. La vulnerabilidad que había expuesto Riley al admitir que sentía alguna cosa. Que quería algo. El delicado equilibrio de miedo e incertidumbre que le habría llevado a hacer un gesto romántico sincero, cuando todo en él despreciaba el sentimiento. La punzada en el pecho de Evan era un dolor que quería frotar en el cuerpo de Riley. Pero primero necesitaba permiso para tocarlo. "Lo siento. Quiero decirlo mil veces, una y otra vez, hasta que lo creas”. Se mordió el labio, luego empujó las palabras. "Sé lo difícil que es creer en algo que piensas que no puedes tener. Si no puedes encontrarlo en ti para tener fe en mí, es porque perdí la fe primero. Quiero arreglar eso, si me dejas intentarlo.” Estaba seguro de que lo estaba imaginando cuando Riley caminó hacia él. Estaba mareado de alivio al sentir la sensación de aquellos delgados y fuertes brazos alrededor de él, el rascado de vaqueros contra sus piernas desnudas, el primer recordatorio de que acababa de hacer una cosa increíblemente estúpida. Evan clavó sus dedos en la camiseta de Riley y su cara en su pecho, y jadeó para respirar. Había estado seguro, tan seguro, en su corazón de que nada de lo que hizo haría que esto volviera a suceder, y el alivio salió de él en lágrimas que presionó en la tela. "Te me gustas, ¿eh?" Nunca dejes que se diga que Riley Flood no pudo recuperarse en un instante. Evan esperaría cada cambio de humor mercurial con puro placer. Respiró con el rostro presionado contra la piel del cuello de Riley. Sudor, como siempre durante la sesión de fotos, pero limpio. Diferente. "Puede que sea un poco más que gustar en este momento." "¿Tal vez?" Evan sacó la lengua, probando. Y era cierto. No había ni una pizca de humo de cigarrillo en la piel de Riley. “¿Has tomado alguna ducha o algo así? "¿Por qué ?" "Tu piel es dulce, como si acabas de salir de un baño." Él alzó la vista, las esquinas de su boca

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subiendo. “No como un fumador asqueroso.” Para su sorpresa, Riley se sonrojó. "Lo deje." "¿Lo hiciste?" Evan se apartó para mirar a Riley con más claridad. Riley agachó su cara mientras era inspeccionado como si el estuviera avergonzado. Más avergonzado quizás de lo Evan nunca lo había visto. "Eso es genial. Estoy Realmente feliz de que no vas a morir de cáncer de pulmón. Bien hecho." “Pensé que tenía una buena razón.” Como una burbuja de jabón, la idea irrumpió en el cerebro de Evan, y él sabía que tenía razón, incluso cuando avanzaba con confusión, porque se sentía con la arrogancia suficiente para decir en voz alta lo que sabía que era cierto. "¿Lo hiciste?" Quería que Riley lo mirara, pero Riley agachó la cabeza y apretó su cara al cuello de Evan. Las cosas nunca serían predecibles con este hombre, y puede ser que Evan no siempre consiga lo que él quería. Entonces oyó las palabras susurradas bajo su mandíbula y supo que le valdría en un latido del corazón por la vulnerabilidad que Riley le mostraba en estos pequeños momentos. "Sí. Tengo algo por este tipo que piensa que besar a un fumador es como lamer el interior de un sucio cenicero." Cerró sus ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, serpenteando sus brazos alrededor de la cintura delgada de Riley y cruzando las manos detrás de la espalda de Riley. “No iba a hacer que lo digas primero, ¿sabes?” Los hombros se encogieron de hombros. “No me importa.” Pero lo hacia. A Riley le importaba. Él era un bobo para las comedias románticas y para la emoción de la victoria en la bolera. El hizo grandes gestos románticos y necesitaba a alguien que lo llamara cuando estaba lejos de casa y le dijera que estaba perdido. "Te amo. ¿Lo sabes? ", Le preguntó Evan. Riley sonrió, asintió con la cabeza. Evan pensó que estaba recibiendo el Han Solo Yo lo se, y no me importaba. El fuerte zumbido del beso en su mejilla y secreto susurro en su oído eran aún mejores. "Te amo demasiado, Secreto idiota sexy chico roquero."

*** "Venga. Quiero conocer al viejo que está en el bar.” Evan miró a su novio de pies a cabeza en el espejo de la pared de su dormitorio. El cabello

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creciendo, pero en punta en este momento como un imitando a un halcón, los pantalones vaqueros rasgados que podrían, maldita sea, permitir follar a Riley sin quitarle los pantalones. Los pies descalzos - los pies descalzos porque siempre debía haber algo mal vestido con este hombre - y sonrió. "Podemos caminar hasta allí ". "¿Podemos andar en bicicleta?" Riley rebotó en las puntas de sus pies como un niño emocionado.” ¿Cómo hemos tenido demasiados DUIs para conducir? " “ Tú has tenido demasiados DUI para conducir “ le recordó Evan con sequedad, pasando a Riley un chaqueta con cremallera de lana y un par de chancletas. Eso tendría que valer. “Sí, pero entonces tenía dieciséis años. Y no traje la limusina. Estoy siendo normal.” “Póngase los flip-flops, Señor Normal.” “¿Crees que nuestro padre vendrá con nosotros?” Evan apretó una mano en un ojo, mirando fijamente al hombre frente a él. El hombre con el que iba a encontrar una forma de estar con él, a través de todo el caos y los desafíos, porque ese era su aventura. La última aventura que necesitaría. Imaginó a su padre anciano y a los otros marineros del fin de semana por el camino al bar en el viejo coche del tren al lado del canal. "Claro, vamos a preguntarle. No puedo imaginar un mejor momento. Riley puso las manos en la cara de Evan y lo atrajo hacia un beso. "Yo tampoco."

THE END

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