Francisco Varela, sobre la primera persona I.pdf

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Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu ISSN: 0120-1468 [email protected] Universidad de San Buenaventura Colombia

Montero Anzola, Jaime Francisco Varela y el debate sobre las metodologías en primera persona Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 144, 2006, pp. 71-93 Universidad de San Buenaventura Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529895006

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FranciscoVa.rela y el debate sobre·.·····las······metodologias· en • primera persona Jaime MONTERO ANZOLA*

Resumen

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En este ensayo se realizará una reflexión acerca de las metodologías en primera persona desde la perspectiva de Francisco Varela'. Inicialmente se presenta el tema de las metodologías de primera persona desde la óptica de M. Foucault y de D. Chalmers y la recensión que hace la ciencia cognitiva y algunos filósofos sobre estas metodologías. Al final se efectúa una relación entre la interacción de la suspensión, el dejar ir y la redirección, aspectos básicos de tres formas de acceso a la conciencia en primera persona: la introspección, la fenomenología y las prácticas de transformación de la tradición Madhyarnika.

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Docente de la Facultad de Filosofía de la Universidad Libre

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Francisco José Varela García, de nacionalidad chilena obtiene un doctorado en la Universidad de Harvard en 1970; sus primeros trabajos fueron en neurobiología, biología teórica y epistemología. Temas que lo llevan a tomar contacto con la ciencia cognitiva y con la filosofía, esta última desde los años 60, específicamente con la fenomenología que le sirve como referencia filosófica para presentar la teoría de la 'enacción' y "la vía media'; temas relacionados con la 'intencionalidad' en Husserl y el entre-deux en Merleau-Ponty. Sin embargo, cabe anotar que Varela plantea sus discusiones de tal forma que no se restringen al campo epistemológico específico de la biología, sino que va mucho más allá, al tomar parte en las discusiones y trabajos de la neurociencia y la filosofía de la mente, incluso en la ética con sus conferencias de la Universidad de Bolonia que se editaron en su texto Ética y Acción. Ha dirigido investigaciones en distintas universidades: Colorado, Boulder, New York, la Universidad de Chile y el Instituto Max Plank (Alemania) para la investigación cerebral. Ha sido director del Centro Nacional de Investigación Científica en París (CNRS). Muere en Chile en 2001.

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JAIME MONTERO ANZOLA

1.

Reflexión previa acerca de las metodologías de primera persona

El tema de la primera persona puede relacionarse en Occidente con el cuidado de uno mismo o el conocimiento de sí mismo. Esta cuestión del sujeto, y del conocimiento del sujeto, ha sido planteada, hasta la actualidad, de otra forma, bajo la forma del Oráculo de Deltas: Conócete a ti mismo. Pero en realidad, esta fórmula de conócete a ti mismo va acompañada siempre, por otra parte, de otra exigencia: ocúpate de ti mismo 2 •

Para Foucault la épiméleia es el principio filosófico que predomina en el pensamiento griego, helenístico, y romano. Es un modo de verse a sí mismo, de enfrentarse al mundo y a los otros; por lo tanto, es una forma de observación atenta de la mirada. La preocupación por uno mismo implica una forma de estar atento sobre lo que se piensa y lo que acontece en el pensamiento. Es un hacerse cargo

de sí mismo de una manera diferente a la habitual, y al hacerlo se modifica, se transforma el tono mental del sujeto en cuestión. Para lograr este conocimiento de sí mismo en la antigüedad griega y helenística se recurría a técnicas de meditación, de memorización del pasado, examen de conciencia, verificación de las representaciones a medida que éstas se hacen presentes en la mente. Esta épiméleia, implica a su vez una manera de ser, una actitud, una manera de reflexionar 3 . Sin embargo, es evidente que la filosofía occidental ha privilegiado marcadamente el conocimiento de sí mismo sobre la preocupación de sí mismo. Es prácticamente una obligación del sujeto que quiere acceder a la verdad, transformarse en algo distinto. Por lo tanto, la pregunta que bien debía hacerse era: ¿qué transformaciones son necesarias en el propio ser del sujeto para tener acceso a la verdad? En el proceso de la cultura occidental la preocupación por uno

.......................... Foucault. 1994, 33 Cf. Foucault, 1994, 34 ss

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._---FRANCISCO VARElA y EL DEBATE SOBRE lAS METODOLOGÍAS EN PRIMERA PERSONA túa sobre la verdad, pero la verdad ha dejado de actuar sobre el sujet0 4 •

mismo se ha dejado en el olvido. Con la filosofía cartesiana el acento se ha puesto en el conocimiento de sí mismo como modo de acceso a la verdad.

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Pero en sí ¿qué es ocuparse de sí mismo? Para Platón significa ocuparse del alma, pues yo soy mi alma. El sujeto de todas las acciones corporales, instrumentales, de lenguaje, es el alma, pero no es el alma substancia, sino el alma sujeto. Pero no existe preocupación por uno mismo sin la presencia de un maestro 5 • Ante la pregunta ¿quién soy? lleva a pensar nuevamente a que uno mismo se refiere la preocupación de sí o también ¿en qué consiste el cuidado de uno mismo? Y por lo tanto ¿cómo puede uno conocerse a sí mismo?

La Edad Moderna de la historia de la verdad comienza a partir del momento en el que lo que permite acceder a lo verdadero es el conocimiento, es decir, a partir del momento en el que el filósofo o el científico, o simplemente aquel que busca la verdad, es capaz de reconocer el conocimiento en sí mismo a través exclusivamente de sus actos de conocimiento, sin que para ello se le pida nada más, sin que su ser de sujeto tenga que ser modificado o alterado. (oo.) A partir del momento en que el ser deja de ser cuestionado en virtud de la necesidad de tener acceso a la verdad, se entra en otra etapa de la historia de las relaciones existentes entre subjetividad y verdad. En la época moderna la verdad ya no puede salvar al sujeto. El saber se acumula en un proceso social objetivo. El sujeto ac-

Para conocerse a uno mismo hay que contemplarse en un elemento que es equivalente del uno mismo; hay que contemplarse en ese elemento que es el principio propio del saber y del conocimiento, es decir el elemento divino. A partir de este movimiento el alma se verá dotada de sabiduría, podrá distinguir lo verdadero de lo falso, sabrá cómo hay que com-

Foucauit, 1994, 40 s

ef. Foucauit, 1994, 47 s

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JAIME MONTERO ANZOLA

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portarse correctamente, y de esta forma estará capacitada para gobemar6.

región del saber. Semejante despropósito ha continuado manifestándose tanto en la filosofía como en la ciencia.

En la Edad Media las prácticas de transformación fueron influidas notablemente por el cristianismo; es de destacar sin embargo, que aunque la 'institución religiosa' ejercía permanente vigilancia, de forma aislada se llevaban a cabo diversas prácticas que pretendían el cuidado de sí mismo. Con el surgimiento de la Modernidad, el cartesianismo implantó la forma en que se debía abordar el tema de la conciencia. Desplazando el cuidado de sí mismo por el conocimiento de sí mismo, más cercano a la racionalidad de la época. Se intentó exorcizar el tema de lo mental con una densa racionalidad; en otras palabras, ocultar el ser mediante el saber. A su vez con el surgimiento, auge e imposición del método de las ciencias de la naturaleza se 'decretó' que la forma de acceso a todas las formas de conocimiento era la tercera persona. El tema de lo mental o de la conciencia fue desplazado, entre otras cosas porque no se sabía cómo abordarlo desde ninguna

En la actualidad hay muchas discusiones sobre la relevancia de la conciencia y de su irreductibilidad, pero brilla por su ausencia una propuesta metodológica al respecto, y más temprano que tarde las especulaciones teóricas en algún momento comienzan a volverse estériles. Estamos hablando aquí de un método de primera persona, pues nos parece improcedente y carente de resultados convincentes, estudiar la conciencia que se da en primera persona con un método de tercera persona. Un investigador muy sensible al tema de la conciencia, D. Chalmers, nos dice en su texto La mente consciente: En el desarrollo de mi concepción de la conciencia, he tratado de obedecer a un número de restricciones. La primera y la más importante es tomar en serio a la conciencia. En este libro supongo que la conciencia existe, y que es inaceptable redefinir el pro-

.......................... Foucault. 1994, 51

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FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGIAS EN PRIMERA PERSONA

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que no se basa en una teoría actual, y la cuestión sigue abierta. La tercera restricción consiste en aceptar que la conciencia es un fenómeno natural sometido al dominio de las leyes naturales 7 •

blema diciendo que sólo se trata de explicar en qué forma se realizan ciertas funciones cognitivas o conductuales. (... ) Algunos dicen que la conciencia es una 'ilusión', pero yo no tengo idea de lo que esto significa. Me parece que estamos más seguros de la existencia de la experiencia consciente de lo que estamos de cualquier cosa en el mundo. Lo que sabemos sobre la conciencia es más inmediato de lo que sabemos de cualquier otra cosa, de modo que una 'demostración' es inapropiada. A mí me parece obvio que hay algo más que necesita una explicación; a otros, les parece aceptable que no lo haya, (... ). La segunda restricción que adopté es tomar en serio a la ciencia. -Luego dice- no niego que el mundo físico esté causalmente cerrado o que la conducta pueda explicars~ en términos físicos o un científico cognitivo sugiere que la conciencia puede explicarse en términos físicos, esto es meramente una expresión de deseos

Más adelante, Chalmers enfatiza lo que hemos estado diciendo. Este texto es importante pues este pensador se acerca bastante a la propuesta de Varela, aunque difiere a la hora de proponer metodologías concretas de primera persona. El problema de la conciencia está instalado de un modo inestable en la frontera entre la ciencia y la filosofía. La metodología científica ordinaria tiene dificultades para captarlo, y una causa importante de esto son las dificultades para observar el fenómeno. Fuera del caso de primera persona, es difícil encontrar datos. De esta forma, el problema de la conciencia podría ser un problema científico que requiere métodos filosóficos de comprensión antes de que podamos despegara.

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Chalmers, 1999, 16 ss lbíd. 18 s

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Ahí mismo en la introducción nos va a describir qué es lo que va a hacer el texto. En la segunda parte se va a ocupar acerca de la irreductibilidad de la conciencia y el en capítulo 3 de los métodos estándar de la explicación reductiva, diciendo que no pueden dar cuenta de la conciencia.

es que en ningún momento le interesa proponer un método directo en primera persona para el estudio de la conciencia. Es claro que discute acerca de la inconveniencia de los métodos reductivos en boga y ofrece posibilidades para encarar el tema, pero no hay algo que se ocupe de los métodos en primera persona y se ofrezca una propuesta concreta. Lo mismo podríamos afirmar de Searle y Dennett. Varela considera de importancia capital para el estudio de la conciencia proponer una metodología de primera persona. Sin embargo, tampoco llega a plasmar de una manera concluyente un cuerpo metodológico que explicite cada paso y llegue a conclusiones definitivas. Esto puede explicarse seguramente por su prematura muerte que dejó inconcluso este trabajo que estaba desarrollando al final de su vida. Lo que sí es claro para él, cosa que explica con detalle, es la importancia de realizar estos trabajos y el esbozo de una propedéutica que va a permitir un estudio serio de la conciencia.

Cuando ingresé a la filosofía, me sorprendió descubrir que la mayor parte del debate sobre la conciencia se centraba en la cuestión de si había un problema o no, o en la de si era un fenómeno físico o no, y que la cuestión de construir teorías parecía haberse dejado de lado. Las únicas 'teorías' parecían haber sido formuladas por aquellos que (a mi entender) no tomaban en serio a la conciencia9 . Chalmers discute con distintas concepciones acerca de la conciencia, destacando las leyes básicas que gobiernan la estructura de las experiencias conscientes abriendo una alternativa interesante de estudio que tome en serio el tema en cuestión. Lo que más nos sorprendió

Es evidente que cuando se menciona la primera persona en una investiga-

Chalmers, 1999, 20 s

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FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

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descripciones se orientan hacia 'agentes extra-mentales', ya sea en el laboratorio u otra mecánica previamente establecida. Estas descripciones 'objetivas' no pueden abandonar la dimensión subjetiva-social, pero lo habitual es ocultar este aspecto social de la ciencia. Lo que se considera objetivo es lo que puede cotejarse con un conocimiento regulado; sin embargo, este depende de la observación y la experiencia individual. Realmente estamos haciendo una discusión que ya Husserl había realizado a comienzos del siglo XX. Hecho que obliga a tener cuidado con la distinción entre lo objetivo y lo subjetivo; en otras palabras, la demarcación entre esa dialéctica del 'afuera' y el 'adentro'. Es claro, que lo subjetivo puede ser abierto o expuesto a la validación inter-subjetiva siempre y cuando haya un método que ayude efectivamente en esta labor. Este método va a permitir las bases de una ciencia de la conciencia que incluya a la primera persona, y la experiencia subjetiva como un componente explícito y activo.

ción por lo general suscita pensamientos de aversión acerca de la intromisión de lo 'subjetivo' en lo 'objetivo', generando desconfianza sobre la fiabilidad de los resultados. Se cree habitualmente que la introspección no es confiable, cosa con la que estamos de acuerdo, pues esta manera de operar la conciencia puede convertirse en fuente reiterada de errores. En cada instante nos estamos repitiendo con un monólogo interiorizado, acerca de qué somos, cómo debemos actuar y las conveniencia o inconveniencia de determinada acción, pero no hay ninguna transparencia acerca de lo que pensamos y sentimos, pues habitualmente la conciencia en su estado natural no está atenta y lo que la habita en ella son continuos ensueños y distracciones; las cosas suceden irremediablemente sin damos cuenta del flujo continuo de vivencias 10 •

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Cuando se llevan a cabo descripciones en tercera persona, por lo general se asocian con referencias descriptivas de fenómenos naturales, aunque el que las realiza es un ser humano. Estas

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"Incluso la actividad diaria más sencilla o más agradable en la acción inmediata -caminar, comer, conversar, manejar, leer, esperar, pensar, hacer el amor, planificar, jardinear, beber, recordar, acudir a terapia, escribir, dormitar, emocionar, turistear- transcurren todas rápidamente en un desdibujado comentario abstracto mientras la mente se apresura a saltar a la siguiente ocupación mental. La persona que medita descubre que esa actitud abstracta que Heidegger y Merleau-Ponty atribuyen a la filosofía y a la ciencia es la actitud propia de la vida diaria cuando uno no está atento. Esta actitud abstracta es el traje espacial, el revestimiento de los hábitos y las preconcepciones, la armadura con la que uno habitualmente se distancia de la propia experiencia". Varela, 1996, 91.

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Occidente en su devenir filosófico y dencia a abrimos paso hasta la científico ha priorizado la descripción de atmósfera pura de lo general y la 'realidad' mediante el saber teórico de lo formal, de lo lógico y lo bien sobre el práctico, ha dado gran desarrodefinido, de lo representado y lo llo al 'saber qué' a expensas del 'saber planificador es lo que le confiere cómo'. Sin embargo, lo que los seres su sello característico a nuestro cognitivos tenemos en común es un comundo occidental l l , nocimiento construido sobre la base experiencias concretas; lo abstracto es el La filosofía de Husserl y la fenomefinal de un proceso de agregados que han nología en general, es lo más cercano a partido de la disposición para actuar. una respuesta pragmática sobre la expeHemos mostrado que siempre operamos riencia humana; pero su tentativa es teóen la inmediatez de la situación. rica; una cosa es desarrollar una teoría acerca de la conciencia, y otra diferente Racionalista // 'cartesiana' u es generar un método pragmático que 'objetivista/: estos son algunos de posibilite un sistema de prácticas. los términos que se utilizan hoy en día para caracterizar la tradiEsta pérdida de las prácticas de ción dominante en la que hemos transformación en Occidente se crecido. Sin embargo, cuando se da a partir del Renacimiento; trata de re-formular el conocipero lo más grave de esto es que miento y la cognición, considero no solamente se perdió la práctique el término que mejor se ca sino que no se tiene concienadecua a nuestra tradición es cia de ello 12 ; abstracta: no hay palabra que caracterice mejor a las unidades de es más, se considera que no tienen cabiconocimiento que han sido conda por ningún lado. Vestigios de esas sideradas más' naturales'. La tenprácticas se pueden encontrar en casos I

................. 11

Varela, 1996, 13

12

Varela, 2002, 456

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FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGíAS EN PRIMERA PERSONA

1

aislados en la literatura y sobre todo de la mística 13 • Esta pérdida no ha ayudado a que las metodologías de primera persona tengan estatus, pues todavía son consideradas como el hijo ilegítimo de una prestante familia, bastardo al que hay que mantener oculto. Esto también puede deberse a que se ha investigado sobre la experiencia de manera abstracta (separada), pero dejando de lado la pragmática, al considerarse esta como no procedente. Por otra parte, tenemos experiencia en cada instante y podemos decir ingenuamente que todos somos expertos en ella y que contamos con ese acervo de conocimiento disponible en cualquier momento. Sin lugar a dudas, esta es una aseveración ligera pues

re con un entrenamiento largo. Y eso es válido respecto de las emociones. Esa es la fenomenología de la experiencia, eso es lo que aprendemos por ejemplo de la tradición budista; eso es lo que me interesa de la fenomenología yeso es lo que podemos hacer en el laboratorio y establecer esos puentes porque tiene un material empírico, datos fenomenológicos suficientemente finos; de lo contrario, el desbalance es muy grande entre lo refinado de los métodos externos (de tercera persona) y lo un tanto brutal, por decir lo menos de los métodos internos 14 •

Explorar los relatos en primera persona no es lo mismo que afirmar que se tiene acceso privilegiado a la experiencia. No es posible reducir esas descripciones de primera persona de su estatus epistemológico. Por otra parte, no es viable quedarse simplemente en echar un

decir que tener experiencia implica ser experto en la experiencia es completamente falso. Tener un cuerpo no implica ser médico; si yo escucho sonidos, no soy músico; si tomo vino, no soy enólogo. La maestría se adquie-

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13

Podría mencionarse a Santa Teresa, a San Juan de la Cruz, a William Blake, a Jacob Bohme, al Maestro Eckhart, por citar algunos de los más destacados investigadores de la totalidad de la mente, pero estos son casos excéntricos y aislados del pensamiento de Occidente. En Oriente seguramente hay un número mayor de personas destacadas en este campo que podrían mencionarse.

14

Varela, 2002, 461 s

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vistazo en relación con la experiencia. Habría que realizar un examen riguroso, más no rígido de aquello a lo que podemos acceder y de lo que no podemos.

que ninguna en forma aislada tenga última palabra, eso gracias al establee miento de restricciones mutuas de influ cia recíproca. Es importante aclarar q esta aproximación pragmática bien aterrizada da el tono de trabajo. Lo que surge de esta reflexión es que a pesar de todas las ideas preconcebidas, repetidas de manera irreflexiva en la literatura reciente sobre la filosofía de la ciencia cognitiva, los métodos de primera persona están a nuestro alcance y pueden construir un aporte valioso a la ciencia de la conciencia. Esto no se funda en argumentos a-lonon sino en ejemplos concretos de conocimiento práctico, en estudios

Sin un examen sistemático no podemos producir descripciones fenomenológicas que sean lo suficientemente ricas y sutilmente interconectadas como para distinguirlas de aquellas hechas en tercera persona 15 • Otro aspecto de gran importancia es la vinculación de los estudios en primera persona con los de tercera persona, pues no se pueden tratar de forma aislada. Para ello, como dice Varela, habría que contar con metodologías integrales y transparentes que permitan puentes entre las dos perspectivas de tal manera

de casos 16 .

.......................... 15

Varela. 2002, 297

16

Varela, 2002, 298

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FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOcfAS EN PRIMERA PERSONA

2. Qué entiende Varela por dato fenomenológico

Esta reflexión es importante, pues sin ella no tendremos una puesta en común para una metodología en primera persona. Ante todo cuando se habla de fenómeno se alude a una co-relación, pues un fenómeno es algo para alguien; fenómeno l7 es lo que se muestra a la conciencia. Se entiende que es equivalente al enfoque 'enactivo' ya sea de la vida cotidiana, de la filosofía o de la ciencia; el fenómeno se refiere a los datos prereflexivos y también reflexivos antes de haber llegado a tomarse conciencia reflexiva y después de ella. En esa medida se habla desde Husserl de 'ir a las cosas mismas' , las cosas no son los objetos sino su donación a la conciencia; pues todo lo que pueda saberse acerca del mundo se da a través de una experiencia que esté en mí como sujeto cognoscente 18 •

Un dato fenoménico, desde lo que estamos describiendo, es aquel que se obtiene mediante la experiencia directa de la primera persona, es por lo tanto una correlación. No se pueden obtener estos datos sino mediante la experiencia que un sujeto encarnado tiene en cada instante, no puede haber mediaciones, por lo tanto una metodología de tercera persona lo que entregaría serían mediaciones que no pueden ser considerados datos fenomenológicos. Aquí se puede producir un vacío al tratar de llenar una experiencia con otra diferente. Varela explica que en la ciencia cognitiva surge un vacío explicativo que se da entre la mente computacional y la mente fenomenológica, pues R. Jackendoff, 1998, distingue entre las dos, con lo que

17

Para Husserl, fenómeno no son los estados mentales que constituyen el psiquismo, tampoco se trata de fenómenos en el sentido de una cosa que está más allá del propio aparecer; tampoco es la cosa en sí kantiana. Fenómeno es lo que es manifiesto en cuanto manifiesto. El cogitatum en cuanto tal es pura y simplemente fenómeno, sea que la cogitación recaiga sobre el 'mundo externo' o sobre los estados psíquicos. Todo, hasta mis propias cogitaciones reales, en cuanto reflexivamente las conozco, son por lo tanto fenómenos. Así, todo fenómeno envuelve necesariamente a quien es fenómeno; todo manifestarse es un manifestarse a alguien. Correlativamente, todo fenómeno, todo cogitatum, lo es tan solo según los modos del cogitante y de su cogitación. Esta cogitación es lo que Husserl llama conciencia. Por lo tanto conciencia y fenómeno son dos términos correlativos.

18

"Yo soy la fuente absoluta, mi existencia no procede de antecedentes, de mi medio físico y social, es ella la que va hacia éstos y los sostiene, pues soy yo quien hace ser para mí (y por lo tanto ser en el único sentido que la palabra pueda tener para mí) esta tradición que decido reanudar o este horizonte cuya distancia respeto de mí se hundirá -por no pertenecerle como propiedad- si yo no estuviera ahí para recorrerla con mi mirada". Merleau-Ponty, 1975, 8 s.

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se advierte el problema de la relación entre la conciencia y la intencionalidad. Las palabras 'mente' y 'mental' se emplean hoy día con dos sentidos. Uno, que podemos considerar la noción fenomenológica de la mente, tiene que ver con la mente como el lugar de asiento del percatamiento consciente, la experiencia del mundo y de las propias vidas interiores que cada uno llevamos, inaccesible a los demás. El otro que llamaré la noción computacional de la mente, considera la mente como un sistema de soporte y de procesamiento de la información. La mente en este sentido actúa como el lugar del entendimiento, el conocimiento, el razonamiento y la inteligencia. En el uso ordinario estas dos nociones de la mente parecen inseparables: intuitivamente, mi mente consciente es donde tiene lugar mi percepción y mi pensamiento. Sin embargo, en los últimos treinta años más o menos se ha ido haciendo cada vez más evidente que estas cues-

tiones no son meramente retóricas. El problema de la conciencia ha resultado ser bastante distinto del de la forma de entender y razonar19 • Sin embargo, la línea demarcatoria entre la noción de fenómeno no-consciente o sub-personal y el consciente no es tan inamovible como se cree. En otras palabras, falta un puente que permita la 'naturalización de la conciencia'20 que es la vía que la ciencia cognitiva consideraría válida en una perspectiva científica. Lo que han denunciado varios filósofos, J. Searle entre ellos, es que la ciencia cognitiva cuando presenta una teoría de la mente omite lo fenoménico, porque no le interesa ocuparse de eso o porque no sabe cómo explicarlo. El tema de la conciencia en la ciencia cognitiva es algo que ha empezado a tener importancia hasta hace poco tiempo. La conciencia es un concepto que ha creado dificultades en la imagen científica del mundo, por lo tanto se la ha descartado; la ciencia cognitiva, hasta cierto punto heredera de ese modelo mecanicista, pretendió reducir la conciencia a otra cosa, ya sea

19

Jackendoff, 1998, 19

20

Sobre la naturalización de la conciencia ver Petiot, et al.. 1999

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FRANCiSCO VARELA y EL DEB,ITE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

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a sistemas de encendido y apagado o de entrada y salida, incluso se llegó a afirmar que la conciencia no servía para nada a pesar de que cotidianamente se habla de estar consciente o no consciente de algo. Pero llegó un momento en que no se pudo ocultar más la conciencia y fue necesario introducir este concepto en los estudios de las ciencias cognitivas. Cuando decimos que estamos conscientes de algo, de una manera o de otra, nos estamos refiriendo a una relación. En otras palabras, a la correlación que es a lo que hemos llamado fenómeno o fenoménico.

se acepta que la vida y la mente incluye de por sí la dimensión de la primera persona. También que la experiencia subjetiva es algo que le ocurre a cualquier persona en la práctica cotidiana, esto precisamente es lo que posibilita la interacción entre la primera y la tercera persona. Por otra parte, en las prácticas humanas, mediante la experiencia es que se logran producir cambios en la mediación de profesionales de cualquier especialidad. Es un tema manido al decir que se necesita experiencia y que ella es de gran importancia para cualquier evento humano, claro, incluyendo el tema de la conciencia por supuesto. Esto nos lleva a que la experiencia puede ser estudiada mediante prácticas adecuadas aplicadas a casos determinados2!.

Varela advierte que los estudios en primera persona que él ha planteado, están basados en el supuesto de la irreductibilidad de la experiencia. A su vez que

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3.

Recensiones en la ciencia cognitiva sobre los métodos en primera persona cuenta a investigadores que se interesan por estas reflexiones y caracterizarlos, por lo que él llama, 'su grado de ceguera' ante el papel y la importancia de tra-

Varela insiste en hacer una breve evaluación de la recensión de las metodologías de primera persona en el contexto de las ciencias cognitivas, teniendo en

lió ,ea 21

Cf. Varela, 2002, 298 ss. "Una vez más, es necesario poner en tela de juicio la supuesta fijeza de la línea de demarcación entre lo estrictamente sub-personal y lo consciente. Las metodologías de primera persona incluyen como una de sus dimensiones fundamentales la afirmación de que se trata de una línea móvil y que se puede hacer mucho en la zona de intermediación. La exploración de lo pre-reflexivo representa una fuente muy poco explorada de información y datos, con enormes consecuencias". Varela, 2002, 301.

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Varela distingue tres niveles de ceguera a saber: el primero y más elemental está representado por aquellos que manifiestan cierta sensibilidad con la experiencia de primera persona pero desean acercarse a ella sólo mediante la tercera persona; esta postura es compartida por casi todos los neurocientistas cognitivos; esta forma de ver las cosas está articulada por D. Dennett y su noción de heterofenomenología. Es una discusión que Dennett entabla acerca de las metodologías de primera persona con su concepto de heterofenomenología en La conciencia explicada. Vamos a mirar un poco esto. En el capítulo 4 'Un método para la fenomenología', Antes de entrar en el tema en cuestión y con su estilo florido, coloquial y jocoso, revisa muy someramente como él lo llama 'El jardín fenomenológico', en donde se ocupa de descalificar de manera rápida sin muchos esfuerzos argumentativos, él mismo dice que "no podrá ser más que una visita superficial e introductoria"23, de los intentos que se han hecho para acceder a las metodologías de primera persona. Dice específicamente que la introspec-

bajar con métodos de primera persona. Nuestra opinión es que el campo de los estudios sobre el conocimiento y neurociencia cognitiva ha estado en demasía bajo la influencia de un estilo particular de filosofía de la mente, y completamente ajeno a otras tradiciones que se ha especializado en la exploración metódica de la experiencia humana 22 . Como hemos dicho, Varela afirma que tanto D. Chalmers como J. Searle, discuten y enfatizan sobre la necesidad de incorporar la dimensión subjetiva o experiencia irreducible en los estudios de la mente, pero ninguno acompaña esas reflexiones con propuestas de un método que permita el logro de lo que se está planteando; esto lleva a considerar que esa vía de discusión si no da un paso adelante en la concreción de una metodología de primera persona es bastante estéril y condenada a dar círculos y generar discusiones interminables sin poder salir de allí, por lo tanto puede hablarse de cierto grado de ceguera a la hora de salir con algo que permita ir más allá de las palabras.

22

Cf. Varela, 2002, 310

23

Dennett,1995,57

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FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE J.,IS METODOLOG(AS EN PRIMERA PERSONA

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bastante proclives a cometer errores respecto de nuestra experiencia interna. Esto es evidente para nosotros y más aún si se está atento con una tecnología apropiada de primera persona; los budistas sabían esto desde hace 2.600 años y no solamente se conformaron con saberlo, sino que crearon una pragmática muy elaborada. El método de la heterofenomenología, como el mismo Dennett lo dice "no es ni muy original ni particularmente controvertido"24. Es evidente que este método (la heterofenomenología), tiene una clara inclinación hacia los informes verbales, con ello Dennett seguramente quería demostrar cómo se puede convertir la primera persona y sus 'argumentos ambiguos' en tercera persona, con un método estándar más confiable. El método heterofenomenológico parte de elocuciones verbales registradas que luego se transcriben para idear interpretaciones de los actos del discurso, se buscan las expresiones evidentes, y se las separa de las de simple creencia. Se comienza con informaciones generales sin elaboración y se las convierte en datos ya interpretados de una manera 'neutral'.

ción y la fenomenología no encontraron internamente un consenso de método único. Estamos de acuerdo que la escuela estructuralista o de la introspección fue un gran intento fallido, que merecía por lo menos unas pocas líneas más. Sobre la fenomenología nos parece que no va al caso la crítica de Dennett, pues el intento de Husserl no era instaurar una ciencia psicológica de primera persona. El fenomenólogo parte de la primera persona para llegar a un sujeto trascendental, es una manera de acceder a la correlación, es decir, la conciencia pura con un método riguroso.

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La intención de Husserl sobre la fenomenología, que es en primera instancia una ciencia de esencias, tenía un propósito puramente teórico. Creemos que no se puede hablar de forma general e indiferenciada de la fenomenología y de la introspección como si fueran lo mismo. El capítulo siguiente Dennett lo denomina 'Un método para la fenomenología'; allí desarrolla supuestamente una forma de acceso a la primera persona, pero desde la tercera persona. Aclara que no está diciendo que no se pueda tener acceso privilegiado a la experiencia consciente, al contrario afirma que somos

24

En otras palabras, se separan los mundos ficticios de los mundos heterofe-

Dennett,1995, 89

85

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nomenológicos, que supuestamente son los reales. Esto hace que los teóricos puedan estar de acuerdo sobre qué es el mundo heterofenomenológico de un sujeto. (...) El mundo heterofenomenológico del sujeto será un postulado teórico estable e inter-subjetivamente confirmable, con el mismo estatuto metafísico que, por caso, el Londres de Sherlock Holmes o el mundo según Grap 25. La manera de lograr la heterofenomenología es extraer y purificar de los textos (inicialmente de forma verbal) y usarlos para generar la ficción de un teórico, el mundo heterofenomenológico del tema. Seguidamente este mundo ficticio se llena con todas las imágenes, los acontecimientos y las sensaciones que cree existir en su corriente del sentido.

jetos intencionales' en mundos heterofenomenológicos. Así pues, la cuestión de si elementos de esta manera descritos existen en tanto que objetos reales, eventos y estados en el cerebro o, para el caso en el alma- es susceptible de ser investigado empíricamente26 . Creemos que es una forma muy inteligente e ingeniosa, pero no sabemos qué tan operativa pueda ser, posiblemente puede ser una gran ayuda a la fenomenología. Sin embargo, consideramos que la heterofenomenología mediante un método de tercera persona trata de purificar los errores o las fantasías que un sujeto pueda cometer en su descripción, pero en sí no se ocupa de una metodología de primera persona, es un mirar desde lejos manteniendo una prudente distancia, ni siquiera se acerca a la 'segunda persona'. El segundo grado, que es más refinado, representado por los que consideran que los relatos de primera persona deben ser tenidos en cuenta, pero

Organizamos nuestros datos en relación con estos fenómenos en forma de ,ficciones teóricas, 'ob-

.................................................... 25

Dennett. 1995, 94

26

Dennelt, 1995, 111

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se detienen ahí y no proponen nada para llevar a cabo este propósito. Un representante de esta mirada es J. Searle, quien no se cansa de insistir sobre la irreductibilidad ontológica de la primera persona.

Hay todavía un largo camino para llegar a incorporar plenamente las metodologías de primera persona en la ciencia cognitiva. Hay, no obstante, señales de que esto lentamente comienza a suceder28 •

Estos planteamientos que se han hecho respecto de las metodologías de primera persona pueden producir desconcierto. En la filosofía se ha estudiado la experiencia, casi de manera exhaustiva, pero pos-factum, separando la observación de lo observado, aspecto que ha ayudado a que las cosas no hubieran avanzado y no permitieran una ciencia de la mente. Respecto de esto, tampoco es sorprendente que el tema de la mente solamente hasta hace unas décadas hubiera entrado tímidamente dentro del ámbito de la ciencia cognitiva, en la actualidad ha cobrado importancia y es un tema de alguna relevancia.

Quiere que aceptemos que la irreductibilidad de la conciencia es simplemente consecuencia de la pragmática de nuestras prácticas referidas a las definiciones y, por lo tanto, aun cuando la irreductibilidad del conocimiento es un argumento claro, no tiene consecuencias profundas 27 • r

o n

En un tercer grado, caracterizado por una mayor elaboración están D. Chalmers, O. Flanagan, B. Baars. David Chalmers afirma que un enfoque fenomenológico debe ser absolutamente central en una ciencia del conocimiento y que tanto las metodologías orientales como las occidentales pueden llegar a ser de utilidad, pero no ha propuesto todavía una metodología al respecto. Varela dice que...

Es probable que aparezcan objeciones respecto de las metodologías de primera persona y surja la pregunta siguiente: ¿cómo puede saberse si al explorar la

27

Varela, 2002, 311. "El hecho mismo de la subjetividad, que estábamos tratando de observar, hace imposible tal observación. ¿Por qué? Porque allí donde está presente la conciencia subjetiva, no hay distinción entre el observador y la cosa observada. Cualquier introspección que tenga de mi propio estado de conciencia es ese mismo estado de conciencia". Varela, 2002, 312.

28

Varela, 2002, 313

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experiencia con un método, no está, de hecho, deformado o incluso creando lo que se experimenta? ¿Cuál y desde dónde es posible el significado del examen? Estas objeciones son de carácter hermenéutico. El énfasis recae en el argumento de que no hay algo como un plano 'más profundo' de experiencia, dado que cualquier relato está 'siempre ya' envuelto en el lenguaje, por lo cual un nuevo relato sólo puede ser una inflexión de prácticas lingüísticas. N uestra respuesta a la falacia de excavación/deconstrucción es, en primer lugar, admitir que hay aquí un problema importante y que ninguna contorsión metodológica o argumento a-priori lo resolverá per se Z9 •

Hay que contar con todas esas posibilidades y sesgos como le ocurre a cualquier investigación, pero por otro lado, no hay evidencia de que los datos fenoménicos reunidos no estén igualmente limitados por la realidad propia de los contenidos de conciencia. Queremos por lo tanto situarnos en un campo intermedio respecto de la objeción hermenéutica. Por una parte queremos explorar las herramientas con las que contamos para realizar informes en primera persona. Por otra, no sostenemos que este esfuerzo esté libre de limitaciones metodológicas o sea natural que en algún sentido lo privilegie 3o .

Varela aclara que en las metodologías de primera persona hay una posición y como cualquier postura no es neutra, hay una pre-comprensión y por ello una interpretación; por lo tanto, la dimensión hermenéutica es inevitable; no podría ser de otra manera, pues todo exa-

.. ..

.

. .. ..

....

29

Varela, 2002, 314

30

Varela, 2002, 315

.. .. .

....

.. .. ..

men, objeción o punto de vista es ya una interpretación que oculta desde dónde se hace. Lo anterior no implica entonces, que una disciplina bien organizada, rigurosamente articulada desde el punto de vista metodológico, entregue necesariamente resultados artificiales o deformados de la experiencia, pues si esto es así, esta objeción se podría aplicar a toda la ciencia.

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Con lo anterior hemos querido mostrar la importancia de las metodologías de primera persona. Sabemos que falta mucho por desarrollar, pero es clara. la posibilidad y ha quedado abierta para ser desarrollada en un ambiente que integre la filosofía, la ciencia y las metodologías de primera persona. No podríamos pasar por alto que se han realizado intentos de acercamiento a la conciencia con metodologías de primera persona en la es-

cuela introspeccionista y la fenomenología en Occidente. En Oriente se puede destacar la tradición budista Madhyamika. Cada una de estas orientaciones se puede caracterizar por presentar tres elementos a saber, redirección, suspensión y dejar ir. Estos no se dan de manera aislada sino que interactúan recíprocamente. Nos parece importante reflexionar aunque brevemente sobre estos gestos.

4. la interacción de la suspensión el dejar ir y la redirección y su carácter virtual

¿Cuál es la fuente de la cual proviene este movimiento de interacción de los tres elementos? No sabemos, y realmente no es lo más importante, pero estos elementos están disponibles para toda clase de propósitos; pues el sujeto no siendo una cosa localizable, solo puede ser transitorio como todo en la vida3l • Lo que estamos haciendo es tomar el centro de la vida, la presencia (el estar en casa), y lo hemos hecho explícito para poder cultivarlo y explorarlo de una manera disciplinada: vivir la propia experiencia in-factum. Lo importante no

31

ef.

es la causa de ese torbellino que impide ver el fluir, sino cómo puede ser detenido. Esto va en contra de la concepción que tiende a ver las cosas de manera solidificada. En los procesos de transformación lo más importante es saber cómo y no saber qué. En el proceso de indagación de la mente el saber qué se usa para comenzar, pero lo que cuenta es el saber cómo. Si realmente queremos acercamos al entendimiento de lo que significa ser un sujeto, es necesario entender el 'cons-

Scharmer, 2000, 9

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tante generador de virtualidad', puesto que no es estable, no es una entidad sólida; no está dentro de la cabeza, no está tampoco en el lenguaje, sino que las narrativas son parte de éste, ésta de algún modo es una figura de múltiples niveles de emergencia, pero siempre es frágil. Aclaremos que virtual para Varela significa que no tiene un ser central, no es sustancial pero es real; real puesto que afecta todo lo que está haciendo, pero ese hacer está constantemente renovando el ser en todos los aspectos 32 • Es un ir y venir, un dejar ir constante. Fijémonos que esto de soltar no es un campo temático y exclusivo de estas tres escuelas, sino que cotidianamente muchas veces, el vivir en la facticidad, es lo que nos obliga a soltar una y otra vez.

ahr

Pero entonces ¿cómo se desarrolla esta capacidad? No podemos pensar que simplemente se pueda hacer y ya. No, hay una pragmática que debe hacerse día a día y habría que decidirse entre seguir en lo habitual o realizar un cambio real. No caigamos en la tentación de ver esto de una manera tan reducida, pues Husserl habla de la fenomenología como un cambio radical en la experiencia vital, comparable a una conversión religiosa. Es claro que hay diferentes maneras, pero sin duda hay que involucrarse con disciplina. Lo que estamos haciendo es reconstruyendo cómo se han dado los dis-

La enfermedad o el peligro de desilusión amorosa nos fuerzan hacia el gesto de dejar ir. Precisamente una vida de sabiduría es estar constantemente comprometido con el dejar ir y dejar que la virtualidad o fragilidad del ser se manifieste en cada instante. Ese ser emergente no es de un solo nivel, no se lo puede reducir únicamente al cerebro, pues

32

Cf. Scharmer, 2000, lOs

33

Cf. Scharmer, 2000, 11

está en la vida social y en la vida humana en general; hay redes de otras causalidades en genética, en asuntos moleculares; sucede en varios niveles simultáneamente, múltiples niveles que se articulan y afectan concomitantemente. Desarrollar el saber cómo, que realmente se incorpora en el día a día, es un proceso de transformación que necesita disciplina y una metodología determinada. Hay mucha gente que entiende esto pero eso no los hace cambiar, porque sus patro3 • nes habituales siguen

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tintos viajes de diferentes tendencias que han buscado ser conscientes, es decir, el acceso a la experiencia de primera persona. Este trabajo tiene que ser un proceso comprometido para que se pueda ir más allá del saber qué, que como ya dijimos, en este caso solamente informa y nada más. Por otra parte, estar presentes y darnos cuenta de que estamos presenciando no puede hacerse si hay un pequeño yo que está diciendo 'yo estoy presenciando' , en otras palabras un yo que separa; la presencia debe coincidir exactamente con lo que se está vivenciando, debe haber una fusión entre el observador y lo observado; es como si ambos desaparecieran. Habitualmente miramos

con los ojos del pasado, con la vieja mente; el nuevo mirar tendría que ver con el estar presente, sin dualismo, observando el hecho sin juicios, sin movimiento mental, ejerciendo la suspensión y el dejar ir, y si es el caso, la redirección. Pero ¿quien es la entidad, el observador que está mirando el pasado? No hay tal, pues no lo hemos encontrado por ninguna parte, únicamente encontramos la vacuidad (sunya), no hay separación entre el observador y lo observado, si la hubiese sería artificiosa. Eso no significa que lo anterior sea inconsciente. Volverse consciente es la cosa más frágil, pues parece moverse constantemente hacia otra cosa, pues se está en el fluir, en la impermanencia, eso es lo que se está vivenciando en cada instante.

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