Formaciones Vegetales

Formaciones vegetales En botánica o en biogeografía una formación vegetal designa una clasificación de especies vegetale

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Formaciones vegetales En botánica o en biogeografía una formación vegetal designa una clasificación de especies vegetales caracterizada por una determinada fisonomía que, a su vez, determina un paisaje característico. Esta fisonomía, llamada vegetación, permite hacer una descripción general a una escala muy amplia, que depende de las especies que componen la formación vegetal del medio en donde se desarrollan. Estos pueden ser, por ejemplo: el bosque, los manglares, la estepa, las landas, etc. Se pueden precisar, en el conjunto de estas grandes categorías, las formaciones vegetales más concretas teniendo en cuenta los sistemas ecológicos que las caracterizan; bosques, estepas. Clasificación 1973 se hizo una clasificación internacional de las formaciones vegetales, establecida por la FAO, con la cual se distinguen 225 tipos diferentes, clasificados de forma coherente. Esta clasificación determina 5 clases de formaciones fundamentales:     

Bosques compactos. Bosques claros. Matorrales y espesos. Arbolado bajo y landas bajas. Vegetación herbácea.

Esta primera clasificación tiene, a su vez, una subclasificación para cada una de las clases anteriores:   

Siemprevivas. Caducifolios. Xerotérmicas, etc.

En cada subclasificación se distinguen, asimismo, formaciones y subformaciones. No obstante, con los avances realizados respecto a la corología y la fitosociología, esta clasificación tiende a reemplazarse por una más precisa de reagrupamiento vegetal, con objeto de tener en cuenta las especies concretas que componen una comunidad y el medio al que se hallan asociadas. Suelo colombiano Los suelos de Colombia son diversos y frágiles, cuenta con 11 de los 12 órdenes de suelos existentes en el mundo a excepción de los gelisoles. Se destacan los suelos incipientes, poco evolucionados con un 58.11 % correspondientes a los órdenes entisoles e inceptisoles (IGAC, 2012). Igualmente, tienen una representación considerable del 28.79% los suelos muy evolucionados, pocos fértiles como los ultisoles y los oxisoles. Los mejores suelos agrícolas (andisoles y molisoles) apenas cubren 8.5 millones de hectáreas, equivalente al 7.5% del territorio nacional. De otro lado, no existen suelos de la clase agrológica 1 en Colombia y los de clase 2, 3 y 4 cubren un área de 17.073.144 hectáreas equivalentes al 15 % del territorio continental (IGAC, 2012). Los procesos de degradación más relevantes en Colombia son la erosión, el sellamiento de suelos, la contaminación, la pérdida de la materia orgánica, la salinización, la compactación y la desertificación; procesos que afectan en gran medida a las regiones Caribe, Andina y Orinoquia y que comienzan a notarse en la Amazonia y en el litoral Pacífico.

Entre las causas de la degradación y la gestión insostenible de los suelos en el país se tienen: la creciente demanda de bienes y servicios de los suelos, el desconocimiento de las funciones e importancia del suelo y de alternativas para su recuperación, restauración y rehabilitación, procesos de planeación y de ordenamiento del territorio que no tienen en cuenta las características de los suelos, debilidad en los procesos de seguimiento a la calidad de los suelos, desarticulación institucional y carencia de normas e instrumentos para la gestión sostenible del suelo. En las llanuras del Caribe, en las cordilleras, en las altiplanicies y en los valles interandinos los suelos han estado sometidos secularmente a intensas actividades agropecuarias, presentan degradación y contaminación y actualmente aquellos de menor pendiente, están siendo cubiertos y sellados por la expansión de pueblos y ciudades sin criterios de sostenibilidad. En el litoral del Pacífico y en el Amazonas, las selvas húmedas tropicales se encuentran afectadas por procesos de deforestación que avanzan con rapidez, generando focos de degradación del suelo. De otro lado, en la Orinoquia Colombiana, donde predominan las praderas, los suelos fueron inicialmente utilizados para actividades ganaderas extensivas y en la actualidad el uso del suelo se orienta al desarrollo de actividades agrícolas. El conflicto en el uso del suelo se presenta cuando la utilización actual no corresponde con la oferta ambiental. El IGAC (2012) reporta que actualmente un 15% de los suelos del país están sobreutilizados y un 13% subutilizados. Adicionalmente, 22 millones de hectáreas tienen vocación agrícola, 4 millones vocación agroforestal y 15 millones vocación ganadera. Sin embargo solo 5 millones de hectáreas se utilizan para agricultura y más de 34 millones de hectáreas se utilizan para ganadería. (IGAC, 2012). Distribución de la población actual de Colombia La población de Colombia se concentra en las áreas andinas y en la costa del Atlántico, donde se aprecian los núcleos demográficos de la sabana de Bogotá, conformado por Bogotá y Soacha, del valle de Aburrá, que comprende a Medellín, Bello e Itagüí, del Valle del Cauca, compuesto por Cali y Palmira. Lo mismo que las ciudades de la Costa Atlántica, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Al igual que los centros demográficos de Bucaramanga y Cúcuta en la zona de los Santanderes, el Eje cafetero, Huila y Tolima. En cuanto a su demografía, Colombia se caracteriza por ser el tercer país más poblado en Latinoamérica después de Brasil y México. Ha experimentado un rápido crecimiento poblacional como muchos países de la región, con un leve descenso en las últimas décadas. Alrededor de 3 millones de colombianos viven fuera del país a causa del conflicto armado. Sin embargo, gracias a mejoras económicas desde la década de los 2000, en los centros urbanos han mejorado los estándares de vida. El territorio colombiano tuvo una profunda transformación en el siglo XX: predominantemente rural, con baja densidad, pequeñas ciudades difícilmente comunicadas entre sí y poco jerarquizadas en la década de 1930; en plena transición demográfica, con un proceso masivo de urbanización en el que las regiones del país crecieron alrededor de los departamentos de Atlántico, Bogotá, Valle y Antioquia, y sus capitales fueron los centros naturales en torno a los cuales se desarrollaron las principales actividades económicas, sociales y político administrativas del país en los años sesenta, con una primacía creciente de Bogotá, sobre todo en el plano económico, durante el decenio de 1990. Colombia pasó de ser un país rural a uno predominantemente urbano. En el censo de 1938, la población urbana era menos de la mitad de la población del país y, en 1993, casi el 30% vivía en la zona rural. Fue en la década de 1960 cuando el país realizó su transición de mayoría rural a mayoría urbana. La actual metropolización de Colombia no obedece a la misma lógica de los

años sesenta, cuando prevalecían el crecimiento demográfico acelerado, la industrialización, las migraciones rural-urbanas, que privilegiaron a cuatro ciudades. Actualmente, inciden en la primacía de Bogotá el cambio en el mejoramiento del transporte y de las comunicaciones, así como el desarrollo de grandes empresas de servicios, del sector financiero, del comercio y de los supermercados (terciario superior);, y el fortalecimiento del sector público. Las teorías económicas plantean que la descentralización podría servir como medio para alcanzar la desconcentración y la redistribución de la población. En el caso colombiano, es necesario tener en cuenta que —si bien hay administración descentralizada y las grandes ciudades se dividen en unidades administrativas menores (alcaldías, localidades, comunas);— los departamentos son unidades administrativas para un número limitado de programas y no cuentan con poder legislativo ni con facultades de aplicación de impuestos. Tampoco hay desarrollo industrial en zonas distintas a los principales centros comerciales, industriales y administrativos y, finalmente, las dependencias principales del gobierno central están en la ciudad capital. El crecimiento del nivel de urbanización del país ha tenido un efecto directo en la migración interna, la que a su vez ha sido gatillada por la mecanización de la agricultura, la concentración de la propiedad rural y el escaso dinamismo del sector agrícola tradicional. Es decir, las ventajas comparativas sociales y económicas entre el campo y la ciudad, así como entre las áreas menores y las grandes capitales, incidieron en los comportamientos migratorios, sus variaciones espacio-temporales y sus características específicas. En Colombia, la migración se caracteriza por ser joven, femenina, de corta distancia y porque las cuatro cuencas migratorias existentes tienen como destino final las cuatro grandes capitales. La migración del campesinado no ha estado acompañada por un proceso de industrialización que absorba mano de obra. Sobre un modelo de poder y de propiedad semifeudal se impuso un modelo desregulado y abierto, que no sólo enfrentó a las economías campesinas e indígenas con la gran agricultura y ganadería nacionales, sino que también con la mundial, con el capital financiero y los megaproyectos e inversiones transnacionales. Esto empobreció a amplias capas medias y populares, y especialmente a los campesinos. En el plano rural, la tendencia de los últimos años apunta a la concentración de la propiedad, a la fragmentación de los predios pequeños, a la disminución en la oferta de alimentos y materias primas y al aumento de las importaciones. Los campesinos deben competir con productos altamente subsidiados y, de acuerdo con los resultados de las últimas encuestas agrarias, mientras la agricultura pierde espacio, la ganadería sigue ganando peso. En Colombia, hay nueve millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero se utilizan sólo cinco millones. Por el contrario, hay 19 millones aptas para la ganadería y se utilizan 40 millones; sólo cinco millones de ellas tienen pastos mejorados y el resto se trabaja en régimen extensivo. Es inevitable conectar el tema del desplazamiento forzado con el del conflicto agrario; la tierra y el territorio colombiano tienen una valoración que va más allá de la tradicional explotación agropecuaria y se constituyen en objetivo prioritario de las fuerzas violentas. Actualmente, la violencia y el desplazamiento forzado son expresiones del problema por la propiedad y control, que se manifiestan en el antagonismo entre latifundio ganadero o empresa agroindustrial y el minifundio campesino, y en el conflicto por el dominio y control del territorio como espacio estratégico de orden político económico.

Reloj de población de Colombia 01-05-2018 20:19:38

49 597 462

Población actual

24 393 834

Población masculina actual (49.2%)

25 203 627

Población femenina actual (50.8%)

265 652

Nacimientos este año

1 862

Nacimientos hoy

94 934

Muertes este año

665 -10 148 -71 160 570 1 125

Muertes hoy La migración neta este año La migración neta hoy Crecimiento poblacional este año Crecimiento poblacional hoy

Efecto de movimiento de población La población de un territorio experimenta variaciones y cambios, crecimiento o decrecimiento a lo largo del tiempo, a dichos cambios les llamamos Movimientos de la Población. Cuando atendemos únicamente a esas variaciones teniendo en cuenta exclusivamente la natalidad y la mortalidad de esa población estamos hablando de Movimientos Naturales. La Natalidad. Se refiere a la cantidad de niños nacidos vivos dentro de una población en el período de un año. Ese número varía en función de múltiples variables (la población de partida, el grado de desarrollo, etc.), por ello, para poder establecer comparaciones entre países utilizamos la Tasa de Natalidad. La fórmula para calcularla sería la siguiente: TN= Nº de nacidos vivos x 1000/Población absoluta. En función de sus TN podemos clasificar a los países en tres grupos:  30‰ NATALIDAD ALTA NATALIDAD MEDIA 20-30‰ NATALIDAD BAJA < 20‰ En relación con la Natalidad, hay vinculados otros fenómenos como son la Fecundidad y la Nupcialidad. La primera nos proporciona la media de hijos habidos por una mujer en edad fértil en una población concreta, mientras que la segunda, se refiere al número de matrimonio habidos en una población.

La Mortalidad. Se refiere al número de defunciones que se producen en una población en un año. La Mortalidad, al igual que la Natalidad, varía en función de diversos factores según los países, por ello utilizaremos la Tasa de Mortalidad para establecer comparaciones entre países. La tasa de Mortalidad se calcula del siguiente modo: TM = Nº de defunciones x 1000 / Población total. De acuerdo con sus tasas de mortalidad, podemos clasificar a los distintos paises en tres grupos:  DEL 20‰ MORTALIDAD ALTA MORTALIDAD MEDIA del 10-20‰ MORTALIDAD BAJA < 10‰ En relación con la Mortalidad hay que destacar la Mortalidad Infantil que se refiere al número de defunciones de niños menores de un año dentro de una población. La Tasa de Mortalidad Infantil se calcula del siguiente modo: TMI = Nº muertos menores de 1 año x 1000/ Nº de niños nacidos vivos. En relación a la TMI se pueden clasificar a los países en cuatro grupos: 

MORTALIDAD INFANTIL MUY ALTA MORTALIDAD INFANTIL ALTA MORTALIDAD INFANTIL MEDIA MORTALIDAD INFANTIL BAJA

100 ‰ 60-100 ‰ 25 -50 ‰ < 25 ‰

EL CRECIMIENTO NATURAL DE LA POBLACIÓN. Llamamos Crecimiento Natural de la Población o Crecimiento Vegetativo, a la diferencia entre la Natalidad y la Mortalidad. El Crecimiento Natural se suele expresar en valores absolutos: CV = NM. Características de los espacios rurales y urbanos de Colombia una definición de medio urbano (o, también, espacio urbano, área urbana, centro urbano, núcleo urbano, casco urbano o territorio urbano) resulta tan difícil como la de espacio rural (o la del espacio periurbano, que comprende el espacio entre los dos últimos), sobre todo tras los últimos modelos de crecimiento urbano. Para la geografía, el espacio urbano es el paisaje propio de los núcleos urbanos o ciudades, definidos previamente por criterios numéricos (30 000 habitantes en Japón; 20 000 en Países Bajos; 10 000 en España o Italia 5000 en Bélgica, Chile o Austria; 2500 en Estados Unidos o Tailandia; 2000 en Argentina, Portugal o Francia; 200 en países escandinavos)1 o criterios funcionales (que el sector económicodominante no sea el primario, sino el sector secundario —ciudad industrial— o los servicios —ciudad de servicios—, aunque existen incluso las denominadas agrociudades). Los rasgos característicos del espacio urbano son su mayor población, su alta densidad de población, su extensión y su mayor dotación de todo tipo de infraestructuras; pero sobre todo la particularidad de las funciones urbanas, especialmente las económicas, concentrándose la actividad y el empleo en los sectores secundario y terciario, siendo insignificante el primario. El espacio urbano, frente a su área de influencia, es emisor de servicios de todo tipo (burocráticos, educativos, sanitarios, financieros, culturales, de ocio) y productos de alto valor añadido; mientras que es atractor de población y recursos de otro tipo (mercancías agrícolas y ganaderas, energía y productos primarios que en el espacio urbano no se pueden producir). El alto precio del suelo, resultado de la alta demanda de viviendas, locales comerciales y todo tipo de actividades económicas, la falta de infraestructuras homogéneas en la ciudad y la falta de cobro de impuestos al suelo adecuados, refuerza la densificación en altura, aun cuando esto también es producto de la importancia de la localización (que es irreproducible).

El espacio rural, con el paso del tiempo, ha adquirido comportamientos urbanos en su población, actividades y dotación de infraestructuras, diluyéndose en cierta medida las diferencias con el urbano en cuanto a la satisfacción de las necesidades de servicios elementales. Espacios rurales

Suelen definirse los espacios rurales (o el medio rural) como las zonas no clasificadas como urbanas, y que se utilizan principalmente en actividades agropecuarias, agroindustriales, extractivas o de conservación ambiental. En principio podríamos considerar que todo lo que queda fuera de las ciudades es espacio rural.