Fondo Monetario Internacional - Terminado

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Fondo Monetario Internacional Jhonnatan Damián Acosta Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables Escuela de Economía Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

Lambayeque, Chiclayo 959548598 [email protected] Segundo Zamora Rodríguez

Fondo Monetario Internacional I.

¿Qué es el FMI? El FMI es una institución internacional que en la actualidad reúne a 188 países, y cuyo papel es: fomentar la cooperación monetaria internacional; facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional; fomentar la estabilidad cambiaria; contribuir a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes entre los países miembros y eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial; infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos del Fondo, dándoles así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional, para acortar la duración y aminorar el desequilibrio de sus balanzas de pagos.

II.

Antecedentes La década de los años 30 se puede considerar catastrófica para el sistema monetario internacional. Se inicia con la depresión mundial; sigue con la caída del patrón oro en Inglaterra y la devaluación de la libra esterlina; se continúa con la caída del dólar en 1.934 y proliferan los cambios y depreciaciones monetarias con fines comerciales en búsquedas de mercados y aumentos de las exportaciones "a como diese lugar" por parte de numerosos países. Se inicia al final de la década de la 2º guerra mundial y los problemas financieros internacionales se agravan al punto de permitir pronosticar una nueva catástrofe internacional. Es así como un grupo de personalidades públicas y privadas ligadas al mundo financiero de los países aliados inician una serie de conversaciones que se concretan en 1944 en Bretton Woods, EE.UU., en donde representantes de 44 países suscriben un convenio mediante el cual se creaba un organismo llamado Fondo Monetario Internacional (F.M.I.). La necesidad para una organización como el FMI se puso evidente durante el Gran Depresión que asoló la economía mundial en los años treinta. La mayoría de nosotros estamos familiarizados con esa era a través de las fotografías dramáticas de granjas corroyendo en lo lejos y de líneas de hombres sin empleo que esperan entre cocineras un plato de sopa. La Depresión estaba devastando a todas las formas de vida económica. Bancos fallados por los millones, saliendo descarriado, depositantes de los que los precios sin dinero, los costos agrícolas se cayeron por debajo del costo producción, los valores de la tierra se cayeron, las granjas abandonadas revirtieron a desierto, las fábricas estaban de pie ocioso, las flotas esperaron en puertos por el cargas que nunca materializó, y los miles de millones de obreros caminaron el calles en busca de trabajos que no existieron. La devastación no se confinó a la economía visible. Era no menos destructivo del mundo inadvertido de finanzas internacional y intercambio monetario. Una falta extendida de confianza en dinero del papel llevado a una demanda para oro más allá de qué tesorerías nacionales podría proporcionar. Un el número de naciones, llevado por el Reino Unido, fue forzado por consiguiente para abandonar la norma del oro que, definiendo el valor de cada uno dinero en términos de una cantidad dada de oro, tenía durante años dados dinero un valor conocido y estable. Debido a la incertidumbre sobre el valor de dinero que ya no aburrió una relación fija a oro, intercambiando dinero, se puesto muy difícil entre esas naciones que permanecían en el oro normal y aquéllos que no hicieron. Las naciones acumularon oro y dinero que podría convertirse en oro, más allá acortando la cantidad y la frecuencia de transacciones monetarias entre las naciones, eliminando trabajos, y bajando normas vivientes. Es más, algunos gobiernos severamente restringido el intercambio de doméstico para dinero extranjero y incluso buscado

esquemas de cambio (por ejemplo, una locomotora para 100 montones café) eso eliminaría el uso de dinero completamente. Otro gobiernos, desesperado para encontrar a los compradores extranjeros para doméstico productos agrícolas, hizo estos productos parecer más barato vendiendo su dinero nacional debajo de su valor real para para socavar el comercio de otras naciones que venden los mismos productos. Esta práctica, conocida como, desvalorización competitiva, la venganza meramente evocada a través de similar desvalorización transando a los rivales. La relación entre dinero y el el valor de género se confundió, como hizo la relación entre el valor de un dinero nacional y otro. Bajo estas condiciones el mundo la economía languideció. Entre 1929 y 1932 precios de género se cayeron a través de 48 por ciento mundial, y el valor de comercio internacional se cayó a través de 63 por ciento. III.

Origen El Fondo Monetario Internacional fue creado en julio de 1944 en una conferencia internacional celebrada en Breton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, en la que los delegados de 44 gobiernos convinieron en un marco para la cooperación económica con el propósito de evitar la repetición de las desastrosas medidas de política económica que contribuyeron a la gran depresión de los años treinta.

IV.

Misión Fomentar la cooperación internacional, facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, fomentar la estabilidad cambiaria, coadyuvar a establecer un sistema internacional de pagos, poner a disposición de los países miembros con dificultades de balanza de pagos los recursos generales de la institución. El FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema financiero internacional.

V.

Principios del FMI Ser una institución centrada en los clientes, que trabaja en asociación, responsable de obtener resultados de calidad, dedicada a la integridad financiera y la eficacia a través de los costos, inspirada en innovadora. Infundir confianza a los países miembros poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos generales del Fondo, dándoles así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional o internacional. Coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos para las transacciones corrientes que se realicen entre los países miembros, y eliminar las restricciones cambiarias que dificulten la expansión del comercio mundial.

VI.

Directorio del FMI El Directorio Ejecutivo está integrado por 24 directores ejecutivos en representación de los 184 países miembros del FMI. El Directorio, que tiene su sede en Washington, se encarga de conducir las operaciones cotidianas del FMI y se reúne oficialmente tres veces por semana, como mínimo. En la actualidad, ocho directores ejecutivos representan a: Alemania, Arabia Saudita, China, Estados Unidos, Francia, Japón, el Reino Unido y Rusia. Los 16 directores ejecutivos restantes representan agrupaciones de los demás países. El Directorio Ejecutivo rara vez toma decisiones mediante votación, y se basa en el consenso de los países miembros.

VII.

Funciones del FMI

VIII.

 Promover la cooperación monetaria internacional a través de una institución permanente que proporcionara un mecanismo de consulta y colaboración en materia de problemas monetarios.  Facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional y contribuir con ello a promover y mantener altos niveles de ocupación e ingresos reales y a desarrollar los recursos productivos de todos los países asociados como objetivos primordiales de política económica.  Promover la estabilidad de los cambios, asegurar que las relaciones cambiarias entre sus miembros sean ordenadas y evitar las depreciaciones con fines de competencia.  Ayudar a establecer un sistema multilateral de pagos para las operaciones en cuenta corriente efectuadas entre los países y a eliminar las restricciones cambiarias que pudieran estorbar el crecimiento del comercio mundial.  Infundir confianza a los países miembros al poner a su disposición los recursos del Fondo en condiciones que los protegieran, dándoles así la oportunidad de corregir los desajustes de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas que pudieran destruir la prosperidad nacional e internacional.  El FMI presta dinero a miembros que tienen problema que cumple con obligaciones financieras a otro miembros, pero sólo en condición que ellos emprenden reformas económicas a elimine estas dificultades para su propio bueno y que del entero número de miembros. Mecanismos de Prestamos Un país miembro puede solicitar asistencia financiera al FMI si tiene una necesidad (real o potencial) de balanza de pagos, es decir, si no puede obtener financiamiento en montos suficientes y en condiciones accesibles para hacer frente a sus pagos internacionales netos (por ejemplo, importaciones, amortizaciones de la deuda externa) y al mismo tiempo mantener un nivel adecuado de reservas para hacer frente a necesidades futuras. El préstamo del FMI brinda un margen de seguridad que da más flexibilidad a las políticas de ajuste y a las reformas que debe realizar el país para corregir sus problemas de balanza de pagos y restablecer las condiciones para un vigoroso crecimiento económico.

IX.

Proceso de concesión de préstamos Ante la solicitud de un país miembro, el FMI por lo general pone a disposición sus recursos en el marco de un “acuerdo” de préstamo, que puede estipular, dependiendo del tipo de instrumento de préstamo que se utilice, las políticas y medidas económicas específicas que el país conviene en poner en práctica para resolver su problema de balanza de pagos. El país, en consulta con el FMI, elabora el programa de política económica que sirve de base para el acuerdo y, en la mayoría de los casos, lo presenta en una “carta de intención” al Directorio Ejecutivo de la institución. Una vez que el Directorio aprueba el acuerdo, los recursos del FMI se entregan normalmente en desembolsos periódicos a medida que se va ejecutando el programa. Algunos acuerdos proporcionan a los países que presentan un buen desempeño una sola oportunidad de acceso directo a los recursos del FMI, lo que significa que no están a sujetos a compromisos en materia de políticas.

X.

Asistencia técnica y de capacitación El FMI proporciona asistencia técnica en sus ámbitos de competencia: política macroeconómica, política tributaria y administración del ingreso, gestión del gasto, política monetaria, regímenes cambiarios, estabilidad del sector financiero, marcos legislativos y estadísticas macroeconómicas y financieras. En particular, los esfuerzos que ha desplegado el FMI en los últimos años para fortalecer el sistema financiero internacional y las políticas fiscales y de la deuda han incrementado la demanda de asistencia técnica.

Por ejemplo, los países han solicitado ayuda a fin de corregir deficiencias del sector financiero identificadas en el marco del Programa de Evaluación del Sector Financiero del FMI y el Banco Mundial, y adoptar y atenerse a normas y códigos internacionales a efectos de la gestión financiera, fiscal y estadística. El FMI presta asistencia técnica de diversos modos. Según sea la naturaleza de la asignación, con frecuencia el respaldo se brinda a través de misiones de duración limitada integradas por personal técnico de la sede, de centros regionales (RTAC, por sus siglas en inglés), o enviando expertos y/o asesores residentes por períodos que oscilan entre unas semanas y unos años. El FMI ofrece cursos de capacitación en varias disciplinas, entre ellas, vínculos macro financieros, política monetaria y fiscal, aspectos de la balanza de pagos, mercados e instituciones financieras, y marcos estadísticos y jurídicos de todas estas disciplinas. Los cursos se anuncian con un año de anticipación en un catálogo que puede consultarse en línea. La participación en los cursos puede ser por invitación o por inscripción. Además del catálogo, también se promocionan en línea cursos adicionales que reflejan cambios de prioridades y de demandas. XI.

Fuentes de financiamiento del FMI FUENTES DE FINANZAS Los recursos generales del FMI que este utiliza son las monedas de los países miembros, los DEG y el oro que posee en la cuenta de recursos generales del Departamento General. Las otras cuentas del Departamento General son las cuentas especial de desembolsos, en la que el fondo a de mantener el producto de determinadas ventas de oro cuyo precio exceda del precio oficial anterior, y de la cual ese producto podrá transferirla a la cuenta de recursos generales y la cuenta de inversiones, encargada de administrar ciertas inversiones del fondo. El otro Departamento del Fondo es el Departamento de derecho especiales de giro, por cuyo conducto se efectúan las operaciones y transacciones en DEG. Los recursos generales provienen principalmente de: SUSCRIPCIONES, PRESTAMOS, TRANFERENCIAS DE LA CUENTA ESPECIAL DE DESEMBOLSOS y otros ingresos. La suscripciones de los países miembros son en primer termino, la principal fuente de la tenencias del fondo. A cada país miembro se le asigna una cuota expresada en DEG y sus suscripción es igual a la cuota. En el pasado, el 75% de la suscripción original de un país miembro era pagadero en su moneda y el resto en oro. Conforme a la pregunta enmienda, el DEG o las monedas de otros países miembros han reemplazado a la proporción que anteriormente era pagada en oro, porque excepto en raras situaciones el oro no se utiliza para hacer pagos obligatorios al fondo ni para otros que este deba hacer. La cuota de cada país miembro constituye el dado o punto de referencia fundamental en sus relaciones con el fondo, que rige o regula entre otras cosas el numero de sus votos, la cantidad de DEG que pueda recibir en las asignaciones de éstos y el volumen de ayuda financiera que pueda obtener del fondo. Los países miembros que compren DEG al fondo o las monedas de otros países miembros deben pagar unos u otros en su propia moneda. Tampoco disminuye el valor de los recursos del fondo por el hecho de que se sustituya la moneda de su país miembro que se encuentre en situación sólida por la moneda de un país miembro que se encuentre en situación débil. Todas las tenencias del fondo en moneda que se hallen en sus recursos mantiene su valor en función al DEG, que es la unidad de cuenta del fondo. En caso de que las tenencias del fondo de una moneda se deprecien en función del DEG, el país miembro emisor debe pagar una cantidad adicional de su moneda al fondo. Por el contrario si una moneda de un país miembro se aprecia

en función del DEG, el FMI devuelve moneda al país miembro; este mantenimiento mantiene al FMI vender monedas al los países miembros a tipos de cambio en curso, de manera que el país comprador no sufra una pérdida u obtenga una ganancia en función de los tipo de cambio vigente. La Segunda fuente importante de la tenencias del FMI son los préstamos. La medida en que el FMI pueda tomar préstamos es ilimitada en el sentido que el fondo disfruta de plena libertad para decidir si debe tomar prestamos y cual ha de ser la cuantía de esto. El FMI esta facultado para tomar a préstamo las monedas de un país fuente dentro o fuera de los territorios de un país miembro, y no se exige requisito alguno en cuanto a la fuente de la cual este pueda tomar este préstamo. Por consiguiente, la facultad del FMI es lo suficientemente amplia para que pueda tomar prestamos de prestamista del sector privado, entre ellas los bancos comerciales. Si el FMI desea tomar a préstamo las monedas de un país miembro de otras fuentes que no sea el propio país el FMI debe obtener el asentimiento de éste. El convenio insiste en que es necesario el asentimiento del país miembro a fin de asegurar de que el fondo recurra al mercado de capital para obtener la moneda del país miembro no origine ninguna compatibilidad con el modo de cómo el país miembro administra su moneda y no dificulte su capacidad para tomar prestamos. A partir del 24 de octubre de 1962 el FMI a mantenido acuerdo permanentes, denominados acuerdos generales parala obtención de prestamos (AGP) con arreglo AGP el fondo en determinadas circunstancias puede tener a prestamos cantidades considerables de las monedas de diez de sus principales países miembros industriales de 8 de esos países miembros, y los bancos centrales de otros 2 países miembros, al objeto de financiar transacciones de cualquiera de los 10 realicen el tramo de reservas o con arreglo a la norma del FMI sobre tramos de crédito. El FMI a tomado acuerdo definitivos para tomar prestamos con destino a otra norma de ayuda económica, o sea, el servicios de financiamiento suplementario. Los tipos de interés pagados por prestamos destinados a financiar transacciones con arreglo a las normas del FMI sobre tramo de crédito han guardado estrecha relación con las tasas periódicas de cargo en el FMI ha impuesto por sus tenencias de monedas de países miembros compradores. XII.

Principales Servicios Financieros  Acuerdos de Derecho de Giro: forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Permite girar (desembolsar) en el país prestatario una cantidad determinada en un período de 12 a 18 meses, para hacer frente a problemas de la balanza de pagos a corto plazo. Préstamos a corto plazo no concesionales.  Servicio ampliado del FMI: Permite girar al país prestatario una cantidad determinada por un período de tres a cuatro años, para ayudar a solucionar problemas económicos de tipo estructural que estén causando deficiencias en la balanza de pagaos. Préstamos a medio plazo no concesionales.  Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (reemplazó al Servicio Reforzado de Ajuste Estructural -ESAF- en noviembre de 1999): Servicio concesional para ayudar a los países más empobrecidos que se enfrentan con problemas persistentes de balanza de pagos. El coste que pagan los prestatarios está subvencionado por los recursos obtenidos de la venta del oro del FMI, más préstamos y donaciones que los países miembros conceden al FMI con esta finalidad.  Servicio de complementación de reservas: ofrece a los países miembros financiación adicional a corto plazo si experimentan dificultades excepcionales de balanza de pagos debido a una pérdida repentina y amenazadora de la confianza del mercado que pueda

conducir a una huida de capitales. La tasa de interés tiene un recargo sobre el nivel habitual del crédito del FMI.  Línea de crédito contingente: ofrece financiación a corto plazo a los países que ejecutan medidas de política económica "acertadas" y que encaran una pérdida repentina y amenazadora de la confianza del mercado debido al contagio de las dificultades de otros países miembros.  Asistencia de emergencia: Ventana abierta en 1962 para ayudar a los países miembros a superar problemas de la balanza de pagos debido a catástrofes naturales. El servicio se amplió en 1995 para tener en cuenta situaciones surgidas en un país miembro tras un conflicto, que haya alterado su capacidad institucional administrativa.

XIII.

¿Qué es el derecho especial de giro? El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros. Su valor está basado en una cesta de cuatro monedas internacionales fundamentales. Los DEG se pueden intercambiar por monedas de libre uso. Tras la asignación general del 28 de agosto y la asignación especial del 9 de septiembre de 2009, el volumen de DEG aumentó de DEG 21.400 millones a aproximadamente DEG 204.000 millones (equivalentes a unos US$316.000 millones, al tipo de cambio vigente al 12 de marzo de 2014).

XIV.

Asistencia Técnica y Capacitación En el marco de la misión del Fondo Monetario Internacional de fomentar el crecimiento económico sólido y la prevención de crisis en los países miembros, el FMI proporciona asistencia técnica para el fortalecimiento de las capacidades con el objeto de ayudar a los países a reforzar la gestión de gobierno, establecer instituciones económicas, capacitar al personal técnico y diseñar políticas económicas eficaces. Un elemento central de esta labor es el amplio programa de asistencia técnica del FMI. La asistencia técnica es uno de los beneficios que ofrece el FMI a los países miembros, y representa alrededor del 20% de su presupuesto operativo anual de US$900 millones. El monto de asistencia técnica (medido por asignación de personal) proporcionada por el FMI ha aumentado más de una quinta parte en los últimos cinco años. Si bien el FMI puede ayudar a identificar ámbitos en los que es necesaria la asistencia técnica, el propio país decide si desea solicitarla y también controla el alcance y los objetivos de la misma. Actualmente, la demanda de asistencia técnica supera con creces la oferta y, por lo tanto, el FMI da prioridad a las situaciones que complementan y mejoran otras formas esenciales de asistencia técnica: el seguimiento de las economías —denominado “supervisión”— y la concesión de préstamos a los países que tienen dificultades de balanza de pagos. El 90% de la asistencia técnica del FMI se proporciona a países de ingreso mediano y bajo, que necesitan mantener un crecimiento sólido y sostenido para reducir la pobreza.

XV.

La carta de intención

Mecanismo de negociación ampliamente usado por el FMI, mediante el cual se estipula de común acuerdo con el país Deudor la evolución de los principales agregados macroeconómicos, con especial referencia al saldo en la Balanza De Pagos. En la práctica la carta representa formalmente los términos del acuerdo alcanzado con el Fondo, pues estipula las metas a cumplir. Al contar con el Aval del organismo internacional el país Deudor puede negociar con mayor facilidad con sus acreedores, los que asignan gran importancia al acuerdo, puesto que el Fondo supervisa y asesora cercanamente al país prestatario en lo que a Política Económica se refiere. Sin embargo, esto a veces va acompañado de fuertes exigencias en términos de Política Monetaria que por lo general provocan alto Desempleo.

XVI.

Nuevo enfoque en la lucha contra la pobreza El FMI es una institución monetaria que le compete un papel importante a la hora de reducir la pobreza en los países miembros: El crecimiento económico sostenible, que es esencial para que disminuya la pobreza, exige medidas macroeconómicas acertadas y éstas constituyen el núcleo mismo del mandato del FMI. Desde hace muchos años, el FMI ha prestado ayuda a los países de bajo ingreso para que implementen medidas de política para que fomenten el crecimiento y eleven su nivel de vida. Entre 1986 y 1999, 56 países, con una población total que asciende a 3200 millones de personas, obtuvieron préstamos a bajo interés al ampra del servicio que ajuste estructural, cuyo propósito era ayudar a los países miembros más pobres del FMI a conseguir un crecimiento económico más firme y la mejora sostenida de la balanza de pagos. Esto servicios han sido un aporte considerable al esfuerzo de desarrollo realizado por los países de bajos ingresos, pero, a la importante asistencia técnica del FMI, y de la comunidad de donantes en general, muchos de esos países no han alcanzado el progreso necesario para una reducción perdurable de la pobreza. La situación ha llevado a que gobiernos, organismos internacionales y otras partes interesadas, realicen en los últimos años un intenso reexamen de las estrategias de desarrollo y endeudamiento. La conclusión ha sido hacer mucho más. En las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial celebradas en 1999, los Ministros de los países miembros dieron su respaldo a un nuevo enfoque. Decidieron que la base para todo el crédito de carácter concesionario y el alivio de la deuda concedidos por el FMI y el Banco Mundial será la estrategia de lucha contra la pobreza que determine el propio país.

XVII. Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza En septiembre de 1999, el FMI creó el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza a fin de dar a estos objetivos un papel más destacado en las operaciones de préstamo a sus miembros más pobres. En las evaluaciones del SCLP que realizaron el personal y la Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI en 2002 y 2004 respectivamente, se confirmó que el diseño de los programas respaldados por el SCLP ha abierto márgenes más amplios para el aumento del gasto público, sobre todo el que favorece a los pobres. Con base en estos avances y atendiendo al informe de la OEI de 2007 sobre el FMI y la ayuda a África subsahariana, el FMI adoptó en 2007 principios para promover la plena utilización de la ayuda externa preservando la sostenibilidad macroeconómica y de la deuda. Mediante una evaluación del diseño de los programas respaldados por el SCLP efectuado por el Comité Ejecutivo en septiembre de 2005

se determinó que, aunque los resultados macroeconómicos en los países de bajo ingreso habían mejorado considerablemente en los últimos años, el ingreso per cápita sigue siendo bajo. En particular, se puso de relieve la importancia de contar con instituciones económicas de amplio espectro para lograr un crecimiento sostenido y la estabilidad, así como la necesidad de administrar con precaución los crecientes flujos de ayuda. Los programas respaldados por el SCLP están enmarcados por un documento integral y de inspiración nacional: el Documento de Estrategia de Lucha contra la Pobreza (DELP). Los DELP son elaborados por los gobiernos con la participación activa de la sociedad civil y otros socios en el desarrollo. Posteriormente, los DELP son examinados por los Directorios Ejecutivos del FMI y el Banco Mundial y se utilizan como base para los préstamos concesionarios que otorga cada institución y el alivio de la deuda en virtud de la iniciativa conjunta Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME). Las metas y las condiciones de política de los programas respaldados por el SCLP se toman del DELP de cada país. XVIII. El grupo G-8 Se denomina con el numerónimo G8 a un grupo informal de países del mundo cuyo peso político, económico y militar es tenido por relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Rusia (temporalmente excluida por la crisis de Crimea). Además, la Unión Europea cuenta con representación política. Erróneamente y en términos desfasados, suele ser definido como el “grupo de los ocho países más industrializados del mundo”. Sin embargo, y de seguirse tal criterio actualmente, debería incluir a China y Brasil (segunda y séptima potencias económicas mundiales, respectivamente) y excluir a Italia y Canadá, siendo en la práctica un espejo de los intereses económicos y geoestratégicos de Estados Unidos y sus aliados, más Rusia, como contraparte. El G8 ha sido foco de crecientes protestas en los últimos años por sus políticas neoliberales y su tibieza ante las actuaciones estadounidenses en Irak o Afganistán, entre otras cuestiones. XIX.

Críticas a la acción del FMI Sus políticas (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de regresiones en la distribución del ingreso y perjuicios a las políticas sociales. Saneamiento del presupuesto público a expensas del gasto social. El FMI apunta que el Estado no debe otorgar subsidios o asumir gastos de grupos que pueden pagar por sus prestaciones, aunque en la práctica esto ha resultado en la disminución de servicios sociales a los sectores que no están en condiciones de pagarlos. Reestructuración del sistema impositivo. Con el fin de incrementar la recaudación fiscal, ha impulsado generalmente la implantación de impuestos regresivos de fácil percepción (como el Impuesto al Valor Agregado) Eliminación de barreras cambiarias. El FMI en este punto es partidario de la libre flotación de las divisas y de un mercado abierto.

XX.

Joseph E. Stiglitz autor de un libro que critica al FMI Provocar el enojo del Fondo Monetario Internacional no es fácil. Durante años se ha debatido sobre la mejor forma de ayudar a los países que atraviesan dificultades económicas y, tradicionalmente, el FMI ha respondido a las críticas con indiferencia burocrática.

Pero ahora, después de soportar duros ataques por su desempeño durante la crisis financiera de Asia y enfrentar un nuevo caos en América Latina, el FMI parece estar llegando a su límite -tal como lo demostró un ataque verbal lanzado el día viernes por Kenneth Rogoff, el principal economista del Fondo. El blanco de la ira de Rogoff fue Joseph E. Stiglitz, el ex economista del Banco Mundial, ganador del Premio Nobel y autor de "La globalización y sus Desilusiones", un éxito publicado recientemente que critica duramente al FMI. En el lanzamiento del libro, auspiciado por el Banco Mundial y en el que hablarían Stiglitz y Rogoff, las 400 personas presentes, en su mayoría doctores universitarios de ambos organismos, se sorprendieron cuando Rogoff arremetió contra Stiglitz en términos mucho más coloridos que la jerga por la que generalmente son conocidos los economistas del FMI. Rogoff calificó a las ideas de Stiglitz como "altamente polémicas, en el mejor de los casos, e inútiles en el peor" y afirmó que "nosotros, los que vivimos en el planeta Tierra", sabemos que las políticas recomendadas por Stiglitz probablemente agraven los problemas de los diferentes países al alimentar la inflación. También acusó a Stiglitz, quien además había sido presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Clinton a mediados de los '90, de mostrar excesiva arrogancia en su libro. "No pude encontrar un solo caso en el que usted, Joe Stiglitz, admitiera en lo más mínimo haberse equivocado acerca de un importante problema mundial", señaló Rogoff, según transcribió el diario The Washington Post. (Las declaraciones se realizaron extraoficialmente, ya que la prensa no estuvo presente durante el evento.) "Cuando se dio el auge de la economía estadounidense en los '90, usted recibió felicitaciones. Pero cuando algo sale mal, es porque seres inferiores" como el presidente del Directorio de la Reserva Federal, Alan Greenspan, o el ex secretario del Tesoro, Robert E. Rubin "no escucharon sus consejos." Stiglitz no respondió en forma directa a la mayoría de las críticas de Rogoff, pero en la primera pregunta que le hizo la audiencia, un economista del Banco Mundial acusó a Rogoff de haber realizado un ataque personal inadecuado, lo que provocó el aplauso de otros funcionarios del Banco. El episodio pone de manifiesto el antagonismo que hace tiempo mantienen los funcionarios del FMI y del Banco Mundial, a la vez que luchan con el desafío, cada vez más urgente, de sacar de la pobreza a los países en desarrollo y rescatarlos de las crisis que atraviesan. A menudo confundidos por la gente, y criticados por igual, el Fondo y el Banco Mundial suelen mantener desacuerdos (aunque casi siempre se mantienen en privado), en parte debido a la superposición de funciones y a los objetivos contrapuestos de ambos organismos. El Fondo otorga préstamos a corto plazo para ayudar a los países durante períodos de desorden económico, lo que a menudo implica la exigencia de recortes en el gasto público para obligar a los gobiernos a arreglarse con sus propios ingresos. Esto puede contraponerse a los esfuerzos a largo plazo del Banco destinados a promover programas de educación y salud, así como otros destinados a reducir la pobreza. Debido a que el FMI generalmente prevalece cuando existen diferencias entre ambos organismos, a muchos funcionarios del Banco Mundial les agradó la idea de que Stiglitz "los atacara" en su libro, afirmó un economista del Banco, que agregó: "Acá sentimos que ellos [los funcionarios del FMI] son tan arrogantes - y después de todo ¿qué les da derecho, después de los desastres en Asia Oriental, Rusia y ahora Argentina, a comportarse como si fueran los dueños del mundo?"

El libro se extiende sobre las críticas de Stiglitz - compartidas por algunos economistas, pero no por todos ellos - en el sentido de que el FMI cometió graves errores al exigir recortes por los déficit presupuestarios y aumentos en las tasas de interés por parte de los gobiernos en crisis. Tras objetar la lógica adoptada por el FMI, de que tasas de interés más altas y niveles menores de déficit contribuyen a restaurar la calma financiera en los países en crisis al volverlos más atractivos a los ojos de los inversores, Stiglitz afirma que estas políticas causan recesiones que empeoran y, por lo tanto, aumentan las probabilidades de abandono por parte de los inversores. "No se trata sólo de que los liberalistas moderados puedan considerar que las políticas del FMI son inhumanas", escribe Stiglitz. "Aún si a uno no le importara el hambre en el mundo, o los niños cuyo crecimiento se ve afectado por la desnutrición, se trata simplemente de malas políticas económicas." Para justificar la naturaleza del contraataque de Rogoff, funcionarios del FMI citaron pasajes como este -que, según ellos, los hacen aparecer como monstruos indiferentes.

"Usted parece creer que la emisión de moneda por parte de un gobierno en crisis automáticamente hace que los habitantes de ese país crean que ha aumentado su valor. Parece creer que cuando los inversores ya no quieren mantener títulos de deuda de un determinado país, lo único necesario es aumentar la oferta y venderlos rápidamente", señaló Rogoff. "En el FMI -- no, mejor en el planeta Tierra-tenemos una vasta experiencia que nos permite sugerir lo contrario", continuó. "Las leyes de la economía pueden ser diferentes en su cuadrante gama, pero en este planeta sabemos que cuando un país prácticamente quebrado no puede restringir en forma creíble… sus niveles de déficit fiscal, la situación generalmente empeora en vez de mejorar." Tal vez para el FMI, la afirmación más ofensiva haya sido la crítica que Stiglitz hizo a Stanley Fischer, el admirado vicedirector gerente del FMI de fines de los '90, por aceptar un alto cargo en Citigroup. En su libro, Stiglitz se pregunta si "Fischer estaba recibiendo enormes recompensas" por ejecutar políticas que beneficiaron a firmas financieras como Citigroup a expensas de los países pobres. "Joe, todos los presentes saben que Stan Fischer es una persona de integridad intachable", declaró Rogoff. "De todas las falsas deducciones y alusiones que contiene su libro, esta es la más injuriosa." Stiglitz luego respondió que no era su intención cuestionar la integridad de Fischer sino que simplemente intentaba generar inquietudes acerca de la existencia de un conflicto de intereses. XXI.

Deuda interna y externa La deuda externa posee una doble condición. Primero, es una expresión necesaria de la acumulación a escala mundial, un proceso que genera y profundiza las asimetrías geográficas. Y segundo, es también un instrumento para subordinar las políticas de los países periféricos a los intereses del gran capital multinacional y perpetuar la transferencia de recursos de la periferia al centro.La injerencia del Fondo Monetario Internacional en las políticas de los países del Tercer Mundo constituye un hecho conocido. Un hecho que, avalado con argumentos económicos supuestamente irrefutables, pone en entredicho la soberanía de los pueblos y convierte la democracia en una forma vacía. Pero, más allá de denunciar el proceder de esta institución, es preciso analizar las razones que explican el endeudamiento de la periferia, hecho sobre el que el FMI basa su poder.El Fondo Monetario Internacional (FMI) surge, al igual que el Banco Mundial (BM), de la Conferencia de Bretton Woods (1944), que trata de sentar las bases del nuevo orden

monetario que habrá de imperar finalizada la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos y Gran Bretaña impulsan las negociaciones para acordar dicho orden presentando sendas propuestas que, en definitiva, dejan traslucir la competencia intercapitalista entre dos potencias hegemónicas: una en declive desde comienzos de siglo y otra en un ascenso al que la guerra había proporcionado el espaldarazo definitivo.Durante la guerra EE UU se convierte en el principal proveedor de armamento, cobrando buena parte de las partidas directamente en oro; de este modo, en 1945 el país posee las dos terceras partes de las reservas mundiales de este metal, porción que ascenderá posteriormente hasta el 80 por ciento. La combinación de este hecho con el propio poder económico estadounidense hacen de su divisa, el dólar, la moneda hegemónica. El entramado jurídico e institucional de Bretton Woods expresa esa hegemonía económica, política, monetaria y militar. El nuevo orden monetario internacional establece un sistema de cambios muy rígido, con tipos de cambio fijos entre monedas. El dólar se establece como medio de pago internacional, determinándose su convertibilidad en oro a razón de 35 dólares la onza. En cuanto a la toma de decisiones, en el Fondo se determina que cada país miembro posea 250 votos, más uno adicional por cada 100.000 dólares de cuota, una proporción de votos que le permite a EE UU, en la práctica, vetar las decisiones de los demás países. El sistema de Bretton Woods confiere también al FMI una importante función crediticia. Si un país no dispone en sus reservas de la cantidad suficiente de oro o divisa extranjera para compensar los desequilibrios de su balanza exterior, puede solicitar un préstamo. En función de su cuantía, los préstamos se ven sometidos a una creciente condicionalidad: para obtenerlo, el país debe comprometerse a implantar un plan de ajuste o estabilidad económica. A lo largo de los 60 y 70 el FMI habilitará líneas de crédito adicionales, permitiendo que los países contraigan créditos por un valor de hasta el 600 por ciento de su cuota. Se abre así la vía para un endeudamiento masivo de los países deficitarios. Causas estructurales del endeudamiento La mayoría de los países llamados periféricos comparten una característica común: su integración en la economía-mundo se ha producido a través de la estructura política del colonialismo. En los espacios geográficos "descubiertos" y colonizados, entre los siglos XVI y XVIII, los centros hegemónicos imponen, tras el pillaje inicial de metales preciosos, una economía basada en la producción de materias primas (agrícolas y mineras) a bajo coste.1 Sobre la base de esta primera "división internacional del trabajo" -que la Economía, mediante la Ley de las Ventajas Comparativas, tratará de vestir con ropaje científico- se produce una ingente transferencia de recursos de la periferia al centro. Sin ella, la Revolución Industrial de los países occidentales no habría sido posible. La herencia más prominente del colonialismo consiste, precisamente, en dicha especialización primaria. A pesar de la industrialización de algunos países periféricos, esa especialización constituye aún una característica común a la mayoría de ellos, que se reproduce en el tiempo como una fatalidad. En muchos casos, además, ésta se circunscribe a un número mínimo de mercancías, de modo que en algunos países el 80 ó 90 por ciento de los ingresos por exportaciones vienen determinados por uno o dos productos; basta, así, una pequeña modificación en su precio internacional para hacer zozobrar a estas economías. La especialización, además, se renueva a medida que se descubren nuevos minerales o cultivos estratégicos, que tienden a producirse mayoritariamente en la periferia, a bajo coste. Así ocurre, por ejemplo, con el coltán, elemento clave en la fabricación de componentes electrónicos y cuyas mayores reservas están en el Congo; o con la soja, producto sobre el que se sustentan los consumos cárnicos en Occidente, y cuyos cultivos ocupan millones de hectáreas de tierra fértil en América Latina.

Existe una tendencia, consustancial al funcionamiento del capitalismo, a que los valores de las materias primas desciendan en relación a los de las mercancías industriales. Desde comienzos del siglo XX, las series estadísticas de precios internacionales atestiguan un paulatino empeoramiento de los términos de intercambio de los países periféricos. Su especialización en materias primas, unida al hecho de tener que adquirir en el mercado mundial una parte importante de las mercancías industriales, nos ofrece una primera explicación a su déficit crónico, a su carencia estructural de divisas. La constatación de que la especialización en productos primarios conducía inexorablemente a un deterioro de la balanza exterior llevó a muchos países periféricos latinoamericanos en su mayor parte- a diseñar una política de sustitución de importaciones, orientada a que los propios países produjesen las mercancías industriales importadas. Desde entonces muchos países subdesarrollados han experimentado una industrialización acelerada, promovida por las inversiones de empresas multinacionales y auspiciadas por los organismos internacionales. El proceso, sin embargo, lejos de haber propiciado su "salida" del subdesarrollo ha profundizado, por regla general, su situación de dependencia. ¿Dónde radican, entonces, las causas del endeudamiento crónico en las balanzas por cuenta corriente de los países periféricos? La explicación no se encuentra sólo en la historia del capitalismo sino en su lógica misma. El subdesarrollo no depende, en última instancia, del contenido de lo que se produce, sino de su forma social, de las relaciones económicas que pone en juego su producción2. Ello es así porque el valor de una mercancía no está determinado por su valor de uso, sino por el tiempo de trabajo socialmente necesario contenido en ella. El valor de cualquier mercancía depende directamente del valor de la fuerza de trabajo que lo produce. Y los salarios de la periferia son sustancialmente menores, por eso a las empresas les resulta tan rentable "deslocalizar" allí las fases productivas más intensivas en trabajo. En el mercado mundial, esta diferencia radical en las tasas salariales se traduce en que los precios relativos de las mercancías periféricas están situados siempre por debajo de los del centro. El intercambio de unas y otras es así necesariamente desigual y ocasiona un deterioro crónico de las balanzas por cuenta corriente de los países periféricos. En este deterioro radica el origen de la deuda externa, que resulta así un hecho inmanente al subdesarrollo. Para subsanar el déficit estructural de la balanza exterior se ofrecen dos alternativas: el aumento de las exportaciones y el endeudamiento. Ambas políticas constituyen el recetario que las instituciones internacionales ofrecen a los países periféricos. Por lo demás, la secuencia histórica que ha conducido al endeudamiento del mundo subdesarrollado es bien conocida. En los 60, EE UU, en un contexto de creciente competencia de Alemania y Japón, inicia una política de emisión masiva de dólares, con objeto de paliar su déficit fiscal y comercial. Esta política, posible gracias al papel del dólar como medio de pago internacional, conduce a una situación paradójica: la ingente cantidad de dólares en circulación en la economía mundial no encuentra respaldo ni en el oro detentado por la Reserva Federal ni en la economía real estadounidense, en acusado declive. Esa situación lleva, en agosto de 1971, a suspender la convertibilidad dólar-oro, elemento sobre el que se sustentaba el orden monetario diseñado en Bretton Woods. Tras un período de transición, a finales de la década se declarará el fin de las paridades fijas y su sustitución por tipos de cambio flotantes, en los que la tasa de cambio entre dos monedas viene determinada exclusivamente por el mercado de capitales. Mientras tanto, a lo largo de los 70 el precio del petróleo se multiplica por cinco. Pero la enorme cantidad de dólares que fluyen a los países productores de crudo no se destina a financiar proyectos de desarrollo autocentrado. Por el contrario, la mayor parte de esos petrodólares es reinvertida en los mercados financieros internacionales. El exceso de liquidez con el que éstos se encuentran determina un acusado descenso de los tipos de interés, haciendo sumamente atractivo el endeudamiento.

América Latina es, con mucho, el continente cuya deuda externa más aumenta en este período, pero lo hace atendiendo a dos clases de políticas diferentes. Por una parte, el endeudamiento de gobiernos populistas como el de México o Brasil va encaminado a una política expansiva del gasto público, unida a una industrialización destinada a fortalecer el mercado nacional. En las dictaduras militares del Cono Sur (Chile, Argentina y Uruguay), el endeudamiento se destina, por el contrario, a fomentar la represión y el consumo suntuario de las clases dirigentes. A comienzos de los 80, la espectacular subida de los tipos de interés convierte en insostenible la deuda de muchos países latinoamericanos, que se encuentran sin divisas para pagar los intereses de los préstamos contraídos. Tras la declaración de suspensión de pagos de varios de ellos, el FMI interviene para tratar de "sostener" la situación con dos conjuntos de medidas. Por una parte, el Fondo impone la aplicación de Planes de Ajuste Estructural (PAE) con objetivos como la reducción del gasto público en partidas sociales, la privatización de empresas y servicios, la "contención" de los salarios y la eliminación de toda traba a la inversión extranjera, con el objetivo de crear un escenario idóneo para que las multinacionales puedan obtener los máximos beneficios. Por otra parte, se articulan una serie de mecanismos para "reprogramar" la deuda, planteando nuevos plazos de devolución, concediendo créditos para pagar los intereses de los ya contraídos y, desde finales de los 80, refinanciando o capitalizando la deuda. Este último mecanismo posee, a su vez, dos vertientes: el canje de deuda por propiedades estatales y la conversión de la deuda en activos financieros. En la práctica, esta capitalización ha sentado el marco para privatizar y desnacionalizar -a menudo, a precios sustancialmente inferiores a los de mercado- la parte más sólida y rentable en la base productiva de los países periféricos. Desde finales de los 90, el auge del movimiento antiglobalización y la creciente oposición popular a las medidas de los PAE han promovido en las instituciones internacionales un cierto lavado de imagen. El FMI y, especialmente, el BM, han comenzado a emplear una retórica de "alivio de la pobreza" y llevado a cabo, principalmente en África, pequeñas condonaciones de deuda, de cuantía menor pero de gran efecto mediático. Junto a ello, y en connivencia con las grandes ONG, se ha producido también una modificación en los mecanismos de la condicionalidad. El lenguaje empleado ya no es el del monetarismo descarnado de los 80, sino uno que habla de empoderamiento y sociedad civil. La lucha contra la pobreza, se argumenta ahora, debe construirse desde dentro, potenciando el capital endógeno y con la tutela, eso sí, de gobiernos y empresas occidentales, en un intento por mejorar la competitividad global de las sociedades menos avanzadas. La trama de relaciones de poder a nivel internacional se vuelve, así, más compleja y sutil. Deuda interna: Los 9810 millones de dólares que se le pagarán al FMI son una cifra similar al préstamo que ese organismo le realizó a nuestro país en el 2001. Bajo el nombre de "Blindaje" los 10 mil millones de dólares posibilitaron la salida de 13 mil millones de dólares de capitales especulativos.La deuda con el FMI es una parte muy menor de la deuda total del gobierno argentino, al punto tal que después del pago Argentina continuará siendo uno de los países más endeudados, con un monto superior a los 100 mil millones de dólares. Acerca de los condicionamientos del FMI, es oportuno recordar que hace dos años finalizó el último acuerdo con el organismo, y por lo tanto no había un convenio que diera lugar a imposiciones. La cancelación de deudas responde a una política explícita del FMI, originada en la necesidad imperiosa de reducir su exposición crediticia, dado que el 80% de su deuda estaba concentrada en cinco países. Con lo que se ha pagado hasta ahora se podría haber resuelto el 40% del déficit habitacional de nuestro país, o duplicado la cantidad de es-tablecimientos de salud existentes. Los

9.810 millones de dólares destinados al FMI equivalen a diez años del plan jefes y jefas de hogar. Declaración del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos Buenos Aires, 21 de diciembre de 2005El Gobierno tomó la decisión de cancelar por adelantado la totalidad de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, por 9.810 millones de dólares, utilizando para ello el 35% de las Reservas Internacionales del Banco Central. El objetivo anunciado es ganar "grados de libertad para la decisión nacional", según expresó el primer mandatario en su discurso del jueves 15 de diciembre. La medida tuvo un alto impacto mediático y generó diversas opiniones, según el punto de vista de cada sector social y político. Dada la importancia del tema y su gravitación presente y futura en la vida de nuestro país, el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, coherente con la defensa de los intereses nacionales, de las PyMEs y del conjunto de los sectores populares, hace llegar a sus cooperativas asociadas y la opinión pública su análisis sobre tal determinación. La deuda que se pagará ha sido contraída en distintas oportunidades, como una forma de sustentar el sistema de la convertibilidad.El propio presidente Kirchner reconoció que "La deuda que cancelamos con el Fondo Monetario Internacional, similar a la suma que ese organismo prestó para sostener el régimen de convertibilidad, condenado al fracaso, ha resultado por lejos la más condicionante...".Cabe recordar el préstamo del FMI realizado en el año 2001 bajo la denominación de "blindaje", cercano a los 10.000 millones de dólares. El mismo posibilitó la salida de capitales privados especulativos de nuestro país por más de 13.000 millones de dólares, éxodo que impactó negativamente en la estabilidad del sistema financiero y la economía en general.Esta actitud de prestar al filo del desenlace de fuertes crisis financieras como sucedió en Rusia y la Argentina, tiene una definición teórica precisa, conocida como "Riesgo Moral" puesto que beneficia a los acreedores especulativos privados, quienes perciben altas tasas por el riesgo de devaluación y con la llegada de capitales del FMI pueden huir obteniendo ganancias espectaculares en dólares, generando una fuerte crisis financiera y de pagos. Frente a este comportamiento nefasto del Fondo Monetario Internacional, el IMFC considera la corresponsabilidad de los organismos financieros internacionales en la crisis argentina, cuestión que también ha sido reconocida por el presidente Kirchner y el ex ministro Lavagna. Sin embargo, la solución planteada desde el gobierno es diametralmente opuesta a la que proponemos. Mientras el Instituto Movilizador estableció en su "Propuesta para refundar la Nación"que el FMI no podía ser considerado un acreedor privilegiado y debía hacerse cargo de parte de los costos de la crisis mediante la aplicación de una quita al capital adeudado, el Poder Ejecutivo decide beneficiarlo pagando la totalidad de una deuda que sirvió para profundizar la peor crisis económica y social de la historia argentina.La cancelación total ha sido presentada como un vuelco en las relaciones con el FMI y el inicio de una nueva etapa. Sin embargo, los hechos demuestran que la decisión es parte de una política ya anunciada en varias oportunidades, conocida como "desendeudamiento", en virtud de la cual desde el 2002 se han realizado pagos a los organismos financieros internacionales (FMI, BID y Banco Mundial) por cerca de 15.000 millones de dólares, una cifra superior a la que se cancelará este fin de año con el Fondo Monetario Internacional. Debe aclararse que la deuda con el FMI, cuya cancelación se realiza a costa de un fuerte sacrificio, es una parte muy menor de la deuda total del gobierno argentino, al punto tal que después del pago Argentina continuará siendo uno de los países más endeudados, con un monto superior a los 100.000 millones de dólares. Acerca de los condicionamientos del FMI, es oportuno recordar que hace dos años finalizó el último acuerdo con el organismo, y por lo tanto no había un convenio que diera lugar a imposiciones. Además el FMI aceptó, bajo la presión de Estados Unidos, esperar hasta la finalización del Canje de Deuda con los acreedores privados para volver a insistir en la necesidad de un nuevo acuerdo.

En cuanto a la orientación de la política económica, el presidente Kirchner ha expresado en su discurso del 15 de diciembre último que "Sobre la base de la solvencia fiscal, la sustentabilidad externa, la flexibilidad cambiaría, una política monetaria prudente, predecible y transparente y una política financiera sólida y anticíclica, podemos dar este paso que contribuirá a su vez a reafirmar un ambiente económico previsible". Es decir, políticas que resultan muy similares a las exigidas por el FMI, las cuales se aparenta evitar con el pago que nos ocupa.Un fuerte signo de continuidad en dichos lineamientos lo expresa la siguiente paradoja: mientras se anunciaba el desendeudamiento total, el Parlamento daba su primera aprobación al Presupuesto para el año 2006, el cual propone un fuerte superávit fiscal. Es decir, ingresos obtenidos por vía de los impuestos que no se destinarán al gasto social para resolver las necesidades urgentes y postergadas de los sectores sociales más desprotegidos.Esta deuda social es aún acuciante: luego de haber logrado el mayor crecimiento del PIB de los últimos cien años, la población en situación de pobreza e indigencia se mantiene en los mismos niveles de fines de 2001 (38.5% y 13.6% respectivamente). Ello se debe en gran medida a que la distribución de los ingresos no se ha modificado desde el punto más crítico de la crisis del año 2002, pues el 20% más pobre de la población continúa recibiendo sólo el 4.4% de los ingresos totales, mien-tras que el 20% más rico mantiene una participación superior al 50%. Si bien se han creado puestos de trabajo, la mayoría de ellos es de mala calidad y han sido insuficientes para revertir la injusta distribución mencionada. La cancelación de deudas responde a una política explícita del FMI, originada en la necesidad imperiosa de reducir su exposición crediticia, dado que el 80% de su deuda estaba concentrada en cinco países, entre los que se encuentran Turquía y también Argentina y Brasil, países que han anunciado la total cancelación, sumándose así a Rusia que ya ha concretado el "desendeudamiento".Esta política surge también de la solicitud de los países del Grupo de los Siete (G7), en especial Estados Unidos, que no desean incrementar sus aportes al Fondo Monetario "con el esfuerzo de los carpinteros y plomeros estadounidenses", como lo expresara un funcionario del Tesoro norteamericano. Asimismo, fue el propio FMI quien recomendó utilizar las Reservas Internacionales de nuestro país para pagar deuda. Queda claro, por lo tanto, que la política de desendeudamiento, más que una iniciativa propia de los países endeudados, surge como contrapartida de los intereses del FMI y sus socios más importantes, los países industrializados.Las condiciones para un cambio La independencia del país no se resuelve con pagarle al FMI, dado que el organismo internacional no es otra cosa que el representante de quienes detentan el verdadero poder político: los países industrializados y los grandes conglomerados empresarios que actúan en su territorio. XXII. El jubileo del año 2000: Allí Clinton ofreció condonar el 100% de la deuda de los pobres; pero luego se vio la dimensión real: los 4,3 billones dd representan sólo el 4% de la deuda externa total. Se refería a la deuda acumulada antes del 1987, a un máximo de 33 países (435 millones de pobres); pero faltan los 900 millones que viven en otros países con altos niveles de endeudamiento. "ofrece" "condonar". Luego, el Congreso se los recortó. En los acuerdos, se extendió a 33 los países HIPC. La iniciativa del HIPC no propone la cancelación, sino reducir la deuda a niveles "sustentables" a los países acreedores.

XXIII. Globalización: La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales,

económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal, y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.

XXIV. El CLUB DE PARÍS: El Club de París, es un foro informal de acreedores oficiales y países deudores. Su función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas de los países e instituciones de préstamo. Su creación, que es la primera reunión informal, es de 1956 cuando Argentina estuvo de acuerdo en efectuar un encuentro con sus acreedores públicos. Acuerdo concluido el 16 de mayo. Las reuniones se efectúan en París de 10 a 11 veces al año entre sesiones de renegociación, análisis de deuda o aspectos metodológicos. El Presidente de las sesiones es un alto funcionario de dirección de la Tesorería de Francia. El Copresidente y Vicepresidente son también funcionarios de la Tesorería de Francia. Se han efectuado al momento (2009) 408 acuerdos con 86 países deudores. A pesar de ser un grupo informal tiene los siguientes principios:  Las decisiones se toman caso a caso, de acuerdo a la situación del país deudor.  Las decisiones son tomadas por consenso entre los países acreedores.  Es condicional, se trata sólo con países que necesitan reestructurar su deuda e implementan reformas para resolver problemas de pago. En la práctica esto significa que debe haber un préstamo o programa de reprogramación previamente aprobado por FMI.  Solidaridad, los acreedores están de acuerdo en implantar los términos de acuerdo.  Igualdad de tratamiento entre los acreedores. Ningún país deudor puede dar un tratamiento desfavorable a otro acreedor con el cual se ha llegado a un consenso en el Club de París.  Está integrado por los siguientes países acreedores permanente: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EE. UU., España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, y Suiza. XXV. Banco Mundial El Banco Mundial, es uno de los organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas, que se define como una fuente de asistencia financiera y técnica para los llamados países en desarrollo. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Está integrado por 186 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede en la ciudad de Washington, Estados Unidos. En 1945, en el marco de las negociaciones previas al término de la Segunda Guerra Mundial, nace lo que a la fecha se conocería como el sistema financiero de Bretton Woods (llamado así por el nombre del complejo hotelero de la ciudad en New Hampshire, donde fue concebido) integrado por dos instituciones, fundamentales para entender las políticas de desarrollo que tuvieron lugar a partir de la segunda mitad del siglo XX: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Concebido el primero, en un principio, con el fin de ayudar a las naciones europeas en la reconstrucción de las ciudades durante la posguerra, poco a poco fue ampliando sus funciones, creándose más organismos que funcionarían paralelamente a este, integrando lo que hoy conocemos como el Grupo del Banco Mundial (GBM). XXVI. Bancos con los que trabaja el Banco Mundial El Banco Mundial trabaja con las siguientes instituciones internacionales para mejorar la coordinación de las políticas y prácticas de ayuda en los países, tanto a nivel regional como mundial:  Bancos multilaterales de desarrollo Los bancos multilaterales de desarrollo son instituciones que brindan apoyo financiero y asesoría profesional para actividades de desarrollo económico y social en los países en desarrollo. El término bancos multilaterales de desarrollo (MDB, por sus siglas en inglés) se refiere normalmente al Grupo del Banco Mundial y los siguientes cuatro bancos regionales de desarrollo: •

Banco africano de Desarrollo



Banco asiático de Desarrollo



Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo



Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo

Estos se caracterizan por tener un amplio número de afiliados, incluidos países en desarrollo prestatarios y países donantes desarrollados, y no se limitan a los países miembros de la región donde se encuentre el banco regional. Cada uno de ellos posee un estatus jurídico y operacional independiente propio, pero con un mandato similar y un número considerable de copropietarios, de este modo, mantienen un alto nivel de colaboración.  Instituciones Financieras Multilaterales Varios otros bancos y fondos que prestan a los países en desarrollo se identifican también como instituciones multilaterales de desarrollo y a menudo se agrupan como otras Instituciones Financieras Multilaterales (MFI, por sus siglas en inglés). A diferencia de los MDB, estas tienen una estructura de propiedad/ingreso más restringida y se centran en actividades o sectores específicos. Entre ellas, están: •

Comisión Europea y Banco Europeo de Inversiones



Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola



Banco Islámico de Desarrollo



Fondo Nórdico de Desarrollo y Banco Nórdico de Inversiones



Fondo de la OPEP para el Desarrollo Internacional

 Bancos subregionales Una serie de bancos subregionales, creados para fines de desarrollo, se clasifican también como bancos multilaterales, ya que son de propiedad de un grupo de países (normalmente miembros prestatarios y no donantes). Entre ellos, figuran la Corporación Andina de Fomento; Banco de Desarrollo del Calibre; Banco Centroamericano de Integración Económica; Banco de Desarrollo de África Oriental y Banco de Desarrollo de África Occidental.

ANEXOS